Está en la página 1de 36

El Niño Jesús de Beaune y la devoción a la Coronilla del Divino Infante

Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y tu oración será
escuchada

En el año 1636, Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de
Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.

Dicen que Margarita, cuando contaba con sólo 11 años, tenía una especial unión con
Dios y vivía excepcionales experiencias místicas. La niña, quien amaba profundamente
el Santísimo Sacramento, entra a esta edad al Carmelo de Beaune en Francia. La
misma noche de su ingreso Jesús se le manifiesta mediante una voz que la llamó "mi
pequeña esposa" y "esposa del Niño Dios en el pesebre".

Una de las experiencias místicas más importantes que vivió Margarita ocurrió en 1936
cuando escuchó del mismo Señor las siguientes palabras: "Todo lo que quieras pedir,
pídelo por los méritos de mi infancia, y tu oración será escuchada".

A partir de este momento Margarita se dedicó a propagar la devoción al Niño Jesús,


especialmente en Francia, incluso en una oportunidad la venerable carmelita tuvo una
revelación en que el Niño Dios salvaría la ciudad si se oraban 12 avemarías en honor a
los 12 años de su infancia, acompañados de tres Padrenuestros en honor a Jesús, María
y José, que es lo que se conoce como la "Coronilla a la Divina Infancia". Con esta
oración la ciudad y el país se vieron milagrosamente protegidos, lo que llevó a muchos
fieles a expresar su devoción a Dios Infante.

Sus experiencias místicas, así como los milagros del Niño Jesús, son muy pronto
conocidos fuera del convento. Tanto así que el barón Gastón de Renty decide enviarle a
la venerable Margarita una hermosa imagen del Divino Infante, hoy conocido como el
Niño Jesús de Beaune y como "Pequeño Rey de Gracia": hermosa figura de 60
centímetros de alto que presenta al Divino Niño Jesús reinando, muy parecido al Niño
Jesús de Praga, con la diferencia que en su manita izquierda no porta el universo creado,
sino un cetro.

La imagen es recibida por la comunidad Carmelita de Beaune en el año 1643, donde la


acogen con un especial ajuar de vestidos y joyas. También se edificó una capilla unida
al monasterio para que el Niño Jesús fuese venerado públicamente por los fieles.
La religiosa carmelita falleció a sus 29 años. Su encuentro con el Señor ocurrió el 26 de
mayo de 1648, muriendo en olor de santidad.
La devoción al Niño Jesús está extendida por el mundo. Países como República Checa,
España, Italia, Filipinas, Colombia, entre otros, le tienen un aprecio muy especial.
Muchos santos, beatos y venerables a lo largo de los siglos han manifestado su amor
especial a Jesús en su infancia; pero fue gracias a Margarita Parigot, la venerable
Margarita del Santísimo Sacramento, que la devoción comenzó a expandirse.
Como hija de la Orden del Carmelo -donde la devoción a la infancia de Jesús es parte
importante, gracias a Santa Teresa de Ávila quien la propagó en todas las casas
carmelitas-, la venerable heredó este amor filial al pequeño Jesús
La historia del "Lloroncito", el Niño Jesús de Santa Teresa

Redacción (Lunes, 29-08-2016, Gaudium Press) Teresa de


Jesús, la santa, mística, doctora de la Iglesia, era una gran devota a la
infancia de Jesús. Prueba de ello es la presencia de la imagen del Niño
Jesús en cada una de sus fundaciones carmelitanas. Incluso existe una
leyenda que dice que la preciosa imagen del Divino Infante que hoy
es venerada en la iglesia de Santa María la Victoria en Praga,
República Checa, perteneció a la religiosa reformadora de la Orden
del Carmelo.

Por eso no es de extrañar que entre los tesoros de valor espiritual


que dejó la santa se encuentren varias imágenes del pequeño Jesús.
Pero hay una que llama la atención entre las demás: la conocida como
«El Lloroncito».

La hermosa imagen -que recuerda justamente al Niño Jesús de


Praga, porque con su mano derecha bendice y con la izquierda
sostiene un globo que representa el universo- se encuentra en el
Convento San José de Toledo; una de las fundaciones de Teresa de Jesús.

La efigie, que sólo mide 20 centímetros de altura, fue tallada en madera y data del
siglo XVII, fue llevada por la santa a Toledo cuando fundó el Convento en esta ciudad
en 1569, siendo su quinta fundación.
De acuerdo con una tradición carmelitana, la pequeña imagen es llamada «El
Lloroncito» porque cuando Santa Teresa de Ávila debía marchar y dejaba el Convento
de Toledo, el rostro del Niño Jesús se transformaba con un puchero y lloraba.

8 datos que quizás no sabías sobre la devoción al Divino Niño


La infancia de Jesús ha motivado una gran devoción en muchos corazones a lo largo de
la historia y en la actualidad la imagen del Niño Dios es expuesta en parroquias,
capillas, iglesias o casas alrededor del mundo.

Aquí presentamos 8 datos que quizás no conocías sobre la devoción al Divino Niño:

1. La confianza en la niñez está fundada en la Biblia

Desde las Sagradas Escrituras, Dios nos recuerda que debemos transformar nuestros
corazones para ser parecidos a Jesús, al reconocer nuestra pequeñez y depender de la
ayuda divina como niños.

“Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de


los Cielos”, indica Jesús en el Evangelio de Mateo.

En el Evangelio de Juan, Cristo también invita a que confiemos en Él. “Y todo lo que
pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”, afirma
Jesús.

2. Es una devoción muy antigua entre los católicos

Antiguos escritos indican que la devoción al Divino Niño empezó en el Monte Carmelo
(Israel), donde, según la tradición, Jesús iba frecuentemente a pasear y a rezar con sus
padres, San José y la Virgen María, y sus abuelos San Joaquín y Santa Ana.

El Niño Jesús se ganó el aprecio y cariño de las personas que se reunían también a orar
en el monte, quienes, después de la ascensión de Cristo, continuaron con la devoción al
Niño Jesús.

Años más tarde, los carmelitas extendieron el amor por la infancia de Jesús a todo el
mundo.

3. Varios santos difundieron la devoción

San Antonio de Padua y San Cayetano fueron muy devotos del Niño Jesús, y por eso se
les representa llevándolo en brazos. Incluso el Divino Niño se le apareció en una
ocasión a San Antonio de Padua.

Otros santos que contribuyeron grandemente a difundir la devoción al Niño de Belén


fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
4. “Por los méritos de la infancia de Jesús, nada te será negado”

En el año 1636, Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de
Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.

Cristo le dijo: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y
nada te será negado”.

La monja, que falleció a los 29 años, recibió la misión de propagar especialmente la


devoción a la divina infancia de Cristo.

5. Existen varias representaciones del Niño en el mundo entero

Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió rápidamente por
Europa, América, Asia, África y Oceanía.

Entre las representaciones más conocidas se encuentran: El Niño Jesús de Praga, en


Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en
Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia.

6. El P. Juan del Rizzo difundió esta devoción en Colombia

El sacerdote salesiano P. Juan del Rizzo llegó a Barranquilla (Colombia) en 1914 y con
gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la construcción de un templo, aunque sin
éxito. Entonces sintió que debía pedirle este milagro al Señor por los méritos de su
infancia.

Desde entonces, el éxito del sacerdote fue extraordinario y se convirtió en un gran


devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación de la devoción.

En 1935 el P. del Rizzo fue trasladado a Bogotá, donde providencialmente se encontró


con una preciosa imagen del Divino Niño. Luego, se la llevó a los campos de la obra
juvenil salesiana en el barrio “20 de julio”.

De esta manera, los fieles empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño y son
muchos los que hasta ahora dicen que al acogerse a esta advocación han obtenido
muchos milagros y conversiones.

7. El P. del Rizzo dio a conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño

1°. Ofrecer la Santa Misa durante nueve domingos, confesarse y comulgar al menos en
uno de ellos.

2°. Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.

3°. Si la persona puede, que done víveres, o su equivalente en dinero, a las familias
pobres.

4°. Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus
devotos, repartiendo novenas, estampas y almanaques.
8. Su fiesta se celebra en diferentes fechas

Gracias a que el P. del Rizzo comenzó la devoción a la infancia de Cristo en el barrio


“20 de Julio” de Bogotá, muchos países de Latinoamérica como Perú, Costa Rica y
Nicaragua acogieron esta fecha para celebrar la devoción al Niño Jesús.

Sin embargo, la Iglesia en otros países, como Colombia, también lo recuerda el primer
domingo de septiembre, al concluirse la tradicional novena en la que los fieles rezan al
Divino Niño los 9 primeros domingos de cada mes.

Primer Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

"En esto se manifiesta el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su
Hijo Único para que vivamos por medio de Él". (Jn. 4, 9)

+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN PARA MI FAMILIA

DIVINO NIÑO JESÚS, regálale a mi familia un corazón nuevo, un corazón sin


amarguras. Un corazón sin resentimientos. Un corazón sin susceptibilidades. Un
corazón unido al Tuyo. Un corazón joven, capaz de olvidar los agravios, verdaderos o
falsos. Amén.
Por los méritos de tu infancia, escúchanos Señor
DIVINO NIÑO JESÚS, que en mi familia sepamos tener esperanza, cuando los demás
la pierden. Un corazón amable, que sepa sonreír aún con lágrimas. Amén.
Por los méritos de tu infancia, escúchanos Señor
DIVINO NIÑO JESÚS danos un corazón que no pierda nunca la confianza en los
hombres, aunque fallen mil veces. Un corazón que sepa siempre ser puro, generoso y
desinteresado, aunque sienta el lastre del egoísmo y el mordisco del instinto. Amén.
Por los méritos de tu infancia, escúchanos Señor
DIVINO NIÑO JESÚS danos un corazón amable y optimista como el tuyo. Un corazón
lleno de paz, de dulzura y de bondad. Un corazón que ame realmente y que no se canse
nunca de dar y pedir perdón. Amén.
Por los méritos de tu infancia, escúchanos Señor
LOS 5 BESITOS AL NIÑO JESÚS
"Oh, Jesús mío, mi querido Niño, concédeme lo que veo en tu corazón":
1.- Besando su manita derecha: Oh, Jesús mío, lo que tú quieres también yo lo quiero.
Lo quiero porque tú lo quieres, oh, Jesús.
2.- Besando su manita izquierda: Jesús, lo que tú quieres también yo lo quiero. Lo
quiero como tú lo quieres, oh, Jesús.
3.- Besando su piececito derecho: Jesús, lo que tú quieres también yo lo quiero. Lo
quiero cuando tú lo quieres, oh, Jesús.
4.- Besando su piececito izquierdo: Jesús, lo que tú quieres también yo lo quiero. Lo
quiero hasta cuando tú lo quieras, oh, Jesús.
5.- Besando su corazón: Dulce Niñito, concédeme lo que veo en tu corazón. Oh, Jesús
mío, mi querido Niñito, concédeme lo que veo en tu corazón: pena por el amor que
siempre me falta, amor, para que nunca falte en la pena, una pena que soporte todas las
penas, un amor que desprecie a todos los demás amores. Amén.
La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el
templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio que los que veneramos
su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Segundo Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

El ángel les dijo: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el
pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo Señor".
(Lc. 2, 10-11)
+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
SÚPLICAS AL DIVINO NIÑO JESÚS
Mi familia tiene dificultades: AYÚDANOS
De los enemigos del alma: SÁLVANOS
En nuestros desaciertos: ILUMÍNANOS
En las dudas y penas: CONFÓRTANOS
En los momentos de soledad: ACOMPÁÑANOS
En nuestras enfermedades: FORTALÉCENOS
Cuando nos desprecien: ANÍMANOS
En las tentaciones: DEFIÉNDENOS
En las horas difíciles: CONSUÉLANOS
Con tu corazón tierno: ÁMANOS
Con tu inmenso poder: PROTÉGENOS
Y en tus brazos al expirar: RECÍBENOS
AMÉN.

CONSAGRACIÓN DEL HOGAR AL DIVINO NIÑO


Divino Niño Jesús que bendices y proteges las casas donde está expuesta y es honrada
tu Sagrada Imagen, te elegimos hoy y para siempre por Señor y Dueño de nuestra casa y
te pedimos que te dignes demostrar en ella tu poderoso auxilio, preservándola de las
enfermedades, del fuego, del rayo, de las inundaciones, de los terremotos, de los
ladrones, de las discordias y de los peligros de la guerra.

Bendice y protege a las personas que aquí habitan y concédeles la paz, una gran fe,
verdadero amor a Dios y al prójimo; paciencia en las penas, esperanza en la vida eterna,
facilidades de trabajo, empleo y estudio, y la gracia de evitar los malos ejemplos, el
vicio, el pecado, la condenación eterna y todas las demás desgracias y accidentes.
Amén.
La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.
El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el


templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN


Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Tercer Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

"Cuando según la Ley de Moisés, se cumplieron los días de purificación de ellos,


llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor". (Lc. 2, 22)

+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Dios del Cielo,
Dios de la Tierra,
Dios de los Ángeles,
Dios de los Arcángeles,
Dios de los Patriarcas,
Dios de los Profetas,
Dios de los Apóstoles,
Dios de los Mártires,
Dios de los Confesores,
Dios de las Vírgenes.

Dios que puedes dar la Vida después de la muerte, el descanso después del trabajo,
porque no hay otro Dios sino Tú, Creador de todas las cosas visibles e invisibles, cuyo
Reino no tendrá fin.

Con humildad nos dirigimos a tu Soberana Majestad _*rogándote*_ te dignes librarnos,


por tu Divina Infancia, de las ataduras que no nos permiten vivir la vida gloriosa que Tú
pagaste en la Cruz por nosotros.

Venimos a Ti, confiados de que nos escuchas.


Venimos a Ti, fatigados por tantos tropiezos y tantos desvíos.
Venimos a Ti, sedientos de tu Amor y de tu Justicia.
Venimos a Ti, porque sabemos que eres un Dios Todopoderoso y Justo que buscas
nuestro bien.
Venimos a Ti, en busca de una respuesta a tanto atropello en nuestras vidas

SUPLICAS

Divino Niño Jesús, bendícenos,


Divino Niño Jesús, escúchanos,
Divino Niño Jesús, consuélanos,
Divino Niño Jesús, ayúdanos,
Divino Niño Jesús, protégenos,
Divino Niño Jesús defiéndenos,
Divino Niño Jesús, en ti confiamos.
Así sea.

La Coronilla de la Divina Infancia


Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el
templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Cuarto Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

"Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Este está puesto para caída y elevación de
muchos en Israel, y para ser señal de contradicción- ¡y a ti misma una espada te
atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos
corazones". (Lc. 2, 34-35)
+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
TE ENTREGO
Te entrego, Señor, mi vida: hazla fecunda.
Te entrego, Señor, mi voluntad: hazla idéntica a la tuya.
Toma mis manos: hazlas acogedoras.
Toma mi corazón: hazlo ardiente.
Toma mis pies: hazlos incansables.
Toma mis ojos: hazlos transparentes.
Toma mis horas grises: hazlas novedad.
Toma mi niñez: hazla sencilla.
Toma mis cansancios: hazlos tuyos.
Toma mis veredas: hazlas tu camino.
Toma mis mentiras: hazlas verdad.
Toma mis muertes: hazlas vida.
Toma mi pobreza: hazla tu riqueza.
Toma mi obediencia: hazla tu gozo.
Toma mi nada: hazla tu tesoro.
Toma mi familia: hazla tuya.
Toma mis amigos: hazlos tuyos.
Toma mis pecados, mis faltas de amor, mis permanentes desilusiones. Transfórmalo todo.

La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de
Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el


templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre


Amén. Aleluya.

Quinto Día de la Novena al Divino Niño


La Palabra de Dios

Al cabo de tres días lo encontraron en el templo sentado en medio de los maestros,


escuchándoles y preguntándoles: todos los que le oían, estaban estupefactos por su
inteligencia y sus respuestas.

Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: Hijo ¿por qué nos has
hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando. Él les dijo: ¿Y
por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre? Pero
ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía
sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.

"Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres".
(Lc. 2, 46-52)

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Divino Niño, por los Méritos de tu Encarnación en las purísimas entrañas de María
Santísima, te pedimos nos ayudes a llevar una vida Santa llena de paz, de alegría y de
buenas obras.
Divino Niño, por los Méritos de la Visitación de María, te pedimos que visites con tu
Santa Madre, nuestros hogares y que te quedes con nosotros, para que en ellos reine la
paz y el amor
Divino Niño, por los Méritos de tu nacimiento en el establo de Belén, te pedimos por
todos los Niños que son privados de la vida, por el aborto, especialmente todos aquellos
que han sido abortados en mi línea sanguínea, acógelos en tu Gran Misericordia
SUPLICAS
Divino niño de los humildes. Ruega por nosotros
Divino niño de los que te buscan con ansias. Ruega por nosotros
Divino niño de los que te hacen un lugar en sus corazones. Ruega por nosotros
Divino niño de los que te invocan con fe. Ruega por nosotros
Divino niño de los emigrantes y peregrinos. Ruega por nosotros
Divino niño de los que están casados del camino. Ruega por nosotros
Divino niño de los que han perdido la esperanza. Ruega por nosotros
Divino niño de los que creen en un mundo mejor. Ruega por nosotros
Divino niño de los que buscan consuelo en las dificultades. Ruega por nosotros

La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:


Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.
El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el


templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Sexto Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

"Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas
Jesús al ver esto, se enfadó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí, no se lo
impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que
no reciba el reino de Dios como niño, no entrará en él. Y abrazaba a los niños y los
bendecía imponiendo las manos sobre ellos". (Mc. 10, 13-16)

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.
AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN
QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Divino Niño, por los Méritos de tu Presentación en el templo, te pedimos, para que José
y María nos pongan en el Sagrario como pertenencia Tuya por siempre
Divino Niño, por los Méritos de tu Hallazgo con los maestros y doctores de la ley, te
pedimos por los padres de la familia, para que cuiden de sus hijos y sepan guiarlos por
el buen camino
Tú, que viniste al mundo para ser el servidor de los hombres, haz que, imitando tu
ejemplo, seamos generosos en el servicio de nuestros hermanos._*
Tú que Vives y Reinas por los Siglos de los Siglos.
Amén.

SUPLICA

Divino niño de los que esperan tu venida. Ruega por nosotros


Divino niño de los excluidos. Ruega por nosotros
Divino niño de los que claman por justicia. Ruega por nosotros
Divino niño de los que buscan la verdad. Ruega por nosotros
Divino niño de los sin hogar. Ruega por nosotros
Divino niño de los que están lejos de Dios. Ruega por nosotros
Divino niño de los hombres de buena voluntad. Ruega por nosotros
Divino niño de los que trabajan por la paz. Ruega por nosotros
Divino niño que asumiste nuestra condición humana. Ruega por nosotros
Divino niño hijo bendito de Dios. Ruega por nosotros
Divino niño hijo amado de María. Ruega por nosotros

La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El
verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el


templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Séptimo Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios
"En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: ¿Quién es
pues, el mayor en el Reino de los Cielos? Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos
y dijo: Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños no entraréis en el
Reino de los Cielos. Así, pues, ese es el mayor en el reino de los Cielos". (Mt. 18, 14)

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Dulcísimo Jesús, enciende en mí el fuego de tu Amor, transfórmame en Ti.
Lléname de tu Gracia para que mis obras sean de tu agrado. Que se cumpla en mi tu
voluntad gracias al poder de la Santa Comunión que recibo diariamente y, si aún no la
estoy recibiendo diariamente, dame la gracia para así hacerlo.
¡Oh!, cuánto deseo transformarme en Ti, ven, trasforma de una manera radical todo mi
ser. Oh, Señor, ¡déjame entrar en lo más profundo de tu amadísimo corazón!
Amén
SUPLICAS

Divino niño pobre entre los pobres. Ruega por nosotros


Divino niño fuente de nuestra alegría. Ruega por nosotros
Divino niño engendrado por el espíritu santo. Ruega por nosotros
Divino niño nacido en el portal de Belén. Ruega por nosotros
Divino niño glorificado por los Ángeles. Ruega por nosotros
Divino niño visitado por los pastores. Ruega por nosotros
Divino niño adorado por los reyes magos. Ruega por nosotros
Divino niño centro de nuestra vida. Ruega por nosotros
Divino niño luz del mundo. Ruega por nosotros
Divino niño fuente de ternura. Ruega por nosotros
Divino niño esperado desde principio de los tiempos. Ruega por nosotros

La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.
El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el


templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN


Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Octavo Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

*"Y el que recibe a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Pero al que
escandalice a uno de estos niños que creen en mí, más le valía que le cuelguen al cuello
una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del
mar. ¡Ay del mundo por los escándalos!". * (Mt. 18, 5-7)

INTENCIONES DE ESTA NOVENA


Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN

Divino Niño ayúdame a No darme por vencido, ayúdame a No rendirme, fortaléceme en Ti.

Divino Niño Jesús, que yo sé que tanto es tu amor por mí que naciste en vientre humano para
venir conmigo. Colma mi corazón de tu presencia, aleja de mi lado a las personas que no me
convienen y dame nuevos amigos, para los cuales yo pueda ser una bendición, así como ellos
sean una bendición para mí. Por los méritos de tu infancia, Divino Niño, ayúdame.

Cuando la enfermedad física parezca que viene a acabar con mis fuerzas y que mi vida esté por
terminar, ayúdame, Divino Niño, a No darme por vencido, ayúdame a No rendirme,
fortaléceme en Ti, Divino Niño Jesús que me amas y sé que naces de nuevo en mi corazón.

Ven y restaura mis fuerzas y sáname de todas las dolencias. Por los méritos de tu infancia,
Divino Niño, ayúdame.

Y cuando la partida de un ser querido de esta vida o la mía propia esté cercana, ayúdame,
Divino Niño, a No darme por vencido, ayúdame Divino Niño a No rendirme, fortaléceme en Ti,
Divino Niño Jesús que sé que Tú estás hoy aquí conmigo. Sé que Tú nos esperas a todos para
darnos un abrazo en el cielo. Por los méritos de tu infancia, Divino Niño, ayúdame.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma, dime una vez más que sí me amas y dame en prenda
de amor, de Amor eterno, tu Santa Bendición.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SUPLICA
Niño amable de mi vida, consuelo de los cristianos, la Gracia que necesito, pongo en tus
Benditas Manos
Hazme nuevo en la donación, alegría en la entrega, gozo desbordante al dar la vida, al
gastarme en tu servicio.
Tú que recibiste tanto amor de José y de María cuando naciste en Belén, mira mi
nacimiento. Mira si mi parto fue difícil, si mi vida o la de mi madre estuvieron en
peligro en ese momento.
Pon tu Manita Santa sobre ese momento en mi vida y, por los Méritos de tu Divina
Infancia, sana toda secuela que pueda aún estar afectando mi vida.
La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).
Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el
templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.

ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

Noveno Día de la Novena al Divino Niño

La Palabra de Dios

"El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al
Niño y a su Madre y huye a Egipto, allí estarán hasta que te avise. Porque Herodes va a
buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su Madre y se
retiró a Egipto; y allí estuvo hasta la muerte de Herodes; para que cumpliera el oráculo
del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo". (Mt. 2, 13-15)
INTENCIONES DE ESTA NOVENA
Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.

AQUÍ AGREGAMOS TODO LO QUE NOS VA SURGIENDO QUE AUN


QUEREMOS PEDIRLE A DIOS POR LOS MERITOS DEL DIVINO NIÑO

Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN

Divino Niño, por los Méritos de la Visitación de María, te pedimos que visites con tu
Santa Madre, nuestros hogares y que te quedes con nosotros, para que en ellos reine la
paz y el amor.
Divino Niño, por los Méritos de tu nacimiento en el establo de Belén, te pedimos por
todos los Niños que son privados de la vida, por el aborto, especialmente todos aquellos
que han sido abortados en mi línea sanguínea, acógelos en tu Gran Misericordia.
Divino Niño, por los Méritos de tu Presentación en el templo, te pedimos, para que José
y María nos pongan en el Sagrario como pertenencia Tuya por siempre
Divino Niño, por los Méritos de tu Hallazgo con los maestros y doctores de la ley, te
pedimos por los padres de la familia, para que cuiden de sus hijos y sepan guiarlos por
el buen camino.

CONSAGRACIÓN DEL HOGAR AL DIVINO NIÑO

Divino Niño Jesús, que bendices y proteges las casas donde está expuesta y es honrada
tu Sagrada Imagen, te elegimos hoy y para siempre por Señor y Dueño de nuestra casa y
te pedimos que te dignes demostrar en ella tu poderoso auxilio, preservándola de las
enfermedades, del fuego, del rayo, de las inundaciones, de los terremotos, de los
ladrones, de las discordias y de los peligros de la guerra.

Bendice y protege a las personas que aquí habitan y concédeles la paz, una gran fe,
verdadero amor a Dios y al prójimo, paciencia en las penas, esperanza en la vida eterna,
facilidades de trabajo, empleo y estudio, y la gracia de evitar los malos ejemplos, el
vicio, el pecado, la condenación eterna y todas las demás desgracias y accidentes.Amén.

La Coronilla de la Divina Infancia

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.

Adorado y Glorificado sea el Padre.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Hijo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.


El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Padre Nuestro).

Luego se meditan los 12 misterios de la Infancia de Jesús:

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de Tu Encarnación.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, te adoro en el Misterio de la Visitación


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro Nacimiento


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Adoración de los pastores.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de la Circuncisión.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Epifanía.


El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os doro en el Misterio de vuestra Presentación en el Templo El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Huida a Egipto. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra Permanencia en Egipto. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestro regreso a Nazaret. El verbo de


Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra vida oculta en Nazaret. El


verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el Misterio de vuestra pérdida y hallazgo en el


templo. El verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. (Gloria).

Se culmina con la siguiente oración:


Tú, oh Dios mío, que te dignasteis constituir a tu Unigénito Hijo Salvador del género
humano y ordenaste que se llamara Jesús, concédenos propicio propicio que los que
veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS POR MARÍA


Virgen María, tú que llevas al Niño Jesús en tus brazos, dile al Divino Niño que todos
necesitamos que, con su Amor infinito, Él reconstruya algunas partes de nuestra vida
que están destrozadas y no nos dejan tener paz, ni nos permiten conservar la alegría. Tú
conoces, Madre, cuál es esa situación... es la que trae enfermedades, dolor y depresión.
En esa reconstrucción, pídele al Divino Niño que Él sea el arquitecto para reedificar
nuestro edificio personal y que lo fortalezca con su gracias, para que permanezca en pie
sin desmoronarse.

Ayúdame, Virgen Santa, a ser dócil, a fin de someterme a sus herramientas de


construcción y que me deje moldear por las manos del Divino alfarero. Confío, Madre,
en tu mediación, para que confié en que la medicina del Divino Médico es la más
perfecta de todas, ya que cura el alma y restaura el corazón. Hoy, Madre, quiero volver
a recordar que yo soy el proyecto especial de Dios y, por eso, Él me ama, me cuida y me
protege. En este momento recibo la poderosa transfusión de amor para llenarme de la
energía y de la vida que proceden del Divino Niño. Amén.
ORACIÓN PARA OBTENER LA BENDICIÓN

Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño, 
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.

Tu Bendición me acompañe hoy y siempre

Amén. Aleluya.

También podría gustarte