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Novena Al Divino niño-MIO
Novena Al Divino niño-MIO
Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y tu oración será
escuchada
En el año 1636, Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de
Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.
Dicen que Margarita, cuando contaba con sólo 11 años, tenía una especial unión con
Dios y vivía excepcionales experiencias místicas. La niña, quien amaba profundamente
el Santísimo Sacramento, entra a esta edad al Carmelo de Beaune en Francia. La
misma noche de su ingreso Jesús se le manifiesta mediante una voz que la llamó "mi
pequeña esposa" y "esposa del Niño Dios en el pesebre".
Una de las experiencias místicas más importantes que vivió Margarita ocurrió en 1936
cuando escuchó del mismo Señor las siguientes palabras: "Todo lo que quieras pedir,
pídelo por los méritos de mi infancia, y tu oración será escuchada".
Sus experiencias místicas, así como los milagros del Niño Jesús, son muy pronto
conocidos fuera del convento. Tanto así que el barón Gastón de Renty decide enviarle a
la venerable Margarita una hermosa imagen del Divino Infante, hoy conocido como el
Niño Jesús de Beaune y como "Pequeño Rey de Gracia": hermosa figura de 60
centímetros de alto que presenta al Divino Niño Jesús reinando, muy parecido al Niño
Jesús de Praga, con la diferencia que en su manita izquierda no porta el universo creado,
sino un cetro.
La efigie, que sólo mide 20 centímetros de altura, fue tallada en madera y data del
siglo XVII, fue llevada por la santa a Toledo cuando fundó el Convento en esta ciudad
en 1569, siendo su quinta fundación.
De acuerdo con una tradición carmelitana, la pequeña imagen es llamada «El
Lloroncito» porque cuando Santa Teresa de Ávila debía marchar y dejaba el Convento
de Toledo, el rostro del Niño Jesús se transformaba con un puchero y lloraba.
Aquí presentamos 8 datos que quizás no conocías sobre la devoción al Divino Niño:
Desde las Sagradas Escrituras, Dios nos recuerda que debemos transformar nuestros
corazones para ser parecidos a Jesús, al reconocer nuestra pequeñez y depender de la
ayuda divina como niños.
En el Evangelio de Juan, Cristo también invita a que confiemos en Él. “Y todo lo que
pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”, afirma
Jesús.
Antiguos escritos indican que la devoción al Divino Niño empezó en el Monte Carmelo
(Israel), donde, según la tradición, Jesús iba frecuentemente a pasear y a rezar con sus
padres, San José y la Virgen María, y sus abuelos San Joaquín y Santa Ana.
El Niño Jesús se ganó el aprecio y cariño de las personas que se reunían también a orar
en el monte, quienes, después de la ascensión de Cristo, continuaron con la devoción al
Niño Jesús.
Años más tarde, los carmelitas extendieron el amor por la infancia de Jesús a todo el
mundo.
San Antonio de Padua y San Cayetano fueron muy devotos del Niño Jesús, y por eso se
les representa llevándolo en brazos. Incluso el Divino Niño se le apareció en una
ocasión a San Antonio de Padua.
En el año 1636, Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de
Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.
Cristo le dijo: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y
nada te será negado”.
Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió rápidamente por
Europa, América, Asia, África y Oceanía.
El sacerdote salesiano P. Juan del Rizzo llegó a Barranquilla (Colombia) en 1914 y con
gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la construcción de un templo, aunque sin
éxito. Entonces sintió que debía pedirle este milagro al Señor por los méritos de su
infancia.
De esta manera, los fieles empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño y son
muchos los que hasta ahora dicen que al acogerse a esta advocación han obtenido
muchos milagros y conversiones.
7. El P. del Rizzo dio a conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño
1°. Ofrecer la Santa Misa durante nueve domingos, confesarse y comulgar al menos en
uno de ellos.
2°. Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.
3°. Si la persona puede, que done víveres, o su equivalente en dinero, a las familias
pobres.
4°. Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus
devotos, repartiendo novenas, estampas y almanaques.
8. Su fiesta se celebra en diferentes fechas
Sin embargo, la Iglesia en otros países, como Colombia, también lo recuerda el primer
domingo de septiembre, al concluirse la tradicional novena en la que los fieles rezan al
Divino Niño los 9 primeros domingos de cada mes.
La Palabra de Dios
"En esto se manifiesta el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su
Hijo Único para que vivamos por medio de Él". (Jn. 4, 9)
+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN PARA MI FAMILIA
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
El ángel les dijo: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el
pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo Señor".
(Lc. 2, 10-11)
+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
SÚPLICAS AL DIVINO NIÑO JESÚS
Mi familia tiene dificultades: AYÚDANOS
De los enemigos del alma: SÁLVANOS
En nuestros desaciertos: ILUMÍNANOS
En las dudas y penas: CONFÓRTANOS
En los momentos de soledad: ACOMPÁÑANOS
En nuestras enfermedades: FORTALÉCENOS
Cuando nos desprecien: ANÍMANOS
En las tentaciones: DEFIÉNDENOS
En las horas difíciles: CONSUÉLANOS
Con tu corazón tierno: ÁMANOS
Con tu inmenso poder: PROTÉGENOS
Y en tus brazos al expirar: RECÍBENOS
AMÉN.
Bendice y protege a las personas que aquí habitan y concédeles la paz, una gran fe,
verdadero amor a Dios y al prójimo; paciencia en las penas, esperanza en la vida eterna,
facilidades de trabajo, empleo y estudio, y la gracia de evitar los malos ejemplos, el
vicio, el pecado, la condenación eterna y todas las demás desgracias y accidentes.
Amén.
La Coronilla de la Divina Infancia
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Dios del Cielo,
Dios de la Tierra,
Dios de los Ángeles,
Dios de los Arcángeles,
Dios de los Patriarcas,
Dios de los Profetas,
Dios de los Apóstoles,
Dios de los Mártires,
Dios de los Confesores,
Dios de las Vírgenes.
Dios que puedes dar la Vida después de la muerte, el descanso después del trabajo,
porque no hay otro Dios sino Tú, Creador de todas las cosas visibles e invisibles, cuyo
Reino no tendrá fin.
SUPLICAS
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
"Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Este está puesto para caída y elevación de
muchos en Israel, y para ser señal de contradicción- ¡y a ti misma una espada te
atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos
corazones". (Lc. 2, 34-35)
+ Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
TE ENTREGO
Te entrego, Señor, mi vida: hazla fecunda.
Te entrego, Señor, mi voluntad: hazla idéntica a la tuya.
Toma mis manos: hazlas acogedoras.
Toma mi corazón: hazlo ardiente.
Toma mis pies: hazlos incansables.
Toma mis ojos: hazlos transparentes.
Toma mis horas grises: hazlas novedad.
Toma mi niñez: hazla sencilla.
Toma mis cansancios: hazlos tuyos.
Toma mis veredas: hazlas tu camino.
Toma mis mentiras: hazlas verdad.
Toma mis muertes: hazlas vida.
Toma mi pobreza: hazla tu riqueza.
Toma mi obediencia: hazla tu gozo.
Toma mi nada: hazla tu tesoro.
Toma mi familia: hazla tuya.
Toma mis amigos: hazlos tuyos.
Toma mis pecados, mis faltas de amor, mis permanentes desilusiones. Transfórmalo todo.
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: Hijo ¿por qué nos has
hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando. Él les dijo: ¿Y
por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre? Pero
ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía
sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
"Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres".
(Lc. 2, 46-52)
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Divino Niño, por los Méritos de tu Encarnación en las purísimas entrañas de María
Santísima, te pedimos nos ayudes a llevar una vida Santa llena de paz, de alegría y de
buenas obras.
Divino Niño, por los Méritos de la Visitación de María, te pedimos que visites con tu
Santa Madre, nuestros hogares y que te quedes con nosotros, para que en ellos reine la
paz y el amor
Divino Niño, por los Méritos de tu nacimiento en el establo de Belén, te pedimos por
todos los Niños que son privados de la vida, por el aborto, especialmente todos aquellos
que han sido abortados en mi línea sanguínea, acógelos en tu Gran Misericordia
SUPLICAS
Divino niño de los humildes. Ruega por nosotros
Divino niño de los que te buscan con ansias. Ruega por nosotros
Divino niño de los que te hacen un lugar en sus corazones. Ruega por nosotros
Divino niño de los que te invocan con fe. Ruega por nosotros
Divino niño de los emigrantes y peregrinos. Ruega por nosotros
Divino niño de los que están casados del camino. Ruega por nosotros
Divino niño de los que han perdido la esperanza. Ruega por nosotros
Divino niño de los que creen en un mundo mejor. Ruega por nosotros
Divino niño de los que buscan consuelo en las dificultades. Ruega por nosotros
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
"Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas
Jesús al ver esto, se enfadó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí, no se lo
impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que
no reciba el reino de Dios como niño, no entrará en él. Y abrazaba a los niños y los
bendecía imponiendo las manos sobre ellos". (Mc. 10, 13-16)
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Divino Niño, por los Méritos de tu Presentación en el templo, te pedimos, para que José
y María nos pongan en el Sagrario como pertenencia Tuya por siempre
Divino Niño, por los Méritos de tu Hallazgo con los maestros y doctores de la ley, te
pedimos por los padres de la familia, para que cuiden de sus hijos y sepan guiarlos por
el buen camino
Tú, que viniste al mundo para ser el servidor de los hombres, haz que, imitando tu
ejemplo, seamos generosos en el servicio de nuestros hermanos._*
Tú que Vives y Reinas por los Siglos de los Siglos.
Amén.
SUPLICA
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
"En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: ¿Quién es
pues, el mayor en el Reino de los Cielos? Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos
y dijo: Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños no entraréis en el
Reino de los Cielos. Así, pues, ese es el mayor en el reino de los Cielos". (Mt. 18, 14)
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Dulcísimo Jesús, enciende en mí el fuego de tu Amor, transfórmame en Ti.
Lléname de tu Gracia para que mis obras sean de tu agrado. Que se cumpla en mi tu
voluntad gracias al poder de la Santa Comunión que recibo diariamente y, si aún no la
estoy recibiendo diariamente, dame la gracia para así hacerlo.
¡Oh!, cuánto deseo transformarme en Ti, ven, trasforma de una manera radical todo mi
ser. Oh, Señor, ¡déjame entrar en lo más profundo de tu amadísimo corazón!
Amén
SUPLICAS
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
*"Y el que recibe a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Pero al que
escandalice a uno de estos niños que creen en mí, más le valía que le cuelguen al cuello
una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del
mar. ¡Ay del mundo por los escándalos!". * (Mt. 18, 5-7)
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Divino Niño ayúdame a No darme por vencido, ayúdame a No rendirme, fortaléceme en Ti.
Divino Niño Jesús, que yo sé que tanto es tu amor por mí que naciste en vientre humano para
venir conmigo. Colma mi corazón de tu presencia, aleja de mi lado a las personas que no me
convienen y dame nuevos amigos, para los cuales yo pueda ser una bendición, así como ellos
sean una bendición para mí. Por los méritos de tu infancia, Divino Niño, ayúdame.
Cuando la enfermedad física parezca que viene a acabar con mis fuerzas y que mi vida esté por
terminar, ayúdame, Divino Niño, a No darme por vencido, ayúdame a No rendirme,
fortaléceme en Ti, Divino Niño Jesús que me amas y sé que naces de nuevo en mi corazón.
Ven y restaura mis fuerzas y sáname de todas las dolencias. Por los méritos de tu infancia,
Divino Niño, ayúdame.
Y cuando la partida de un ser querido de esta vida o la mía propia esté cercana, ayúdame,
Divino Niño, a No darme por vencido, ayúdame Divino Niño a No rendirme, fortaléceme en Ti,
Divino Niño Jesús que sé que Tú estás hoy aquí conmigo. Sé que Tú nos esperas a todos para
darnos un abrazo en el cielo. Por los méritos de tu infancia, Divino Niño, ayúdame.
Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma, dime una vez más que sí me amas y dame en prenda
de amor, de Amor eterno, tu Santa Bendición.
SUPLICA
Niño amable de mi vida, consuelo de los cristianos, la Gracia que necesito, pongo en tus
Benditas Manos
Hazme nuevo en la donación, alegría en la entrega, gozo desbordante al dar la vida, al
gastarme en tu servicio.
Tú que recibiste tanto amor de José y de María cuando naciste en Belén, mira mi
nacimiento. Mira si mi parto fue difícil, si mi vida o la de mi madre estuvieron en
peligro en ese momento.
Pon tu Manita Santa sobre ese momento en mi vida y, por los Méritos de tu Divina
Infancia, sana toda secuela que pueda aún estar afectando mi vida.
La Coronilla de la Divina Infancia
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Amén. Aleluya.
La Palabra de Dios
"El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al
Niño y a su Madre y huye a Egipto, allí estarán hasta que te avise. Porque Herodes va a
buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su Madre y se
retiró a Egipto; y allí estuvo hasta la muerte de Herodes; para que cumpliera el oráculo
del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo". (Mt. 2, 13-15)
INTENCIONES DE ESTA NOVENA
Por los Méritos de tu Divina infancia te pedimos: por todos los enfermos de COVID,
especialmente los niños contagiados y los niños que se han quedado huérfanos como
consecuencia a esta pandemia, por nuestra salud, por la protección contra esta
pandemia, por nuestra economía para que tengamos el sustento necesario para nuestra
familia y compartir con los más necesitados.
Por la santidad de nuestros seres queridos, hijos, nietos, sobrinos, primos, tíos, padres y
abuelos (etc.). Para que reconozcamos que el mundo y las atracciones del mundo ponen
en peligro nuestra relación con Dios. Para que en nuestra línea sanguínea seamos
liberados y protegidos de todo espíritu de homosexualidad, libertinaje, impureza,
delincuencia, vicios, enfermedades, opresiones, etc.
Nos ponemos en silencio, haciendo un recuento de lo mucho que Dios, Nuestro Señor,
nos ha dado, comenzando por la vida misma, hasta llegar al día de hoy, con todos sus
bienes y privilegios, pero también con todo lo que ya no gozamos ni las personas que
alguna vez tuvimos cerca pero que, por enfermedad, muerte o necesidad han debido
separarse de nosotros.
Después de esto, agradecemos con todo el corazón por todo ello y por todos aquellos
que nos han acompañado en alguna etapa de nuestro existir y luego, meditamos en lo
que hoy nos es necesario y útil para ser buenos cristianos, comprometidos con la
Palabra de Jesucristo y que es necesario para vivir con dignidad, salud, amor y alegría,
como Dios ha querido para nosotros desde el momento en que nos pensó como sus
criaturas amadas y, entonces, le decimos: Señor nuestro, te pido que, si es para mi bien
y los que me rodean, me concedas____________________ por esta sagrada y
milagrosa imagen tuya de tu Divina Infancia, en la cual tanto te complaces, según lo
demuestran las innumerables gracias y continuos beneficios de todo género, que tan
abundantemente derramas por medio de ella, no sólo sobre los felices habitantes de
Praga, sino sobre los fieles del mundo entero donde es honrada y venerada. No
desoigas, Señor, mis súplicas, antes bien atiéndelas y despáchalas favorablemente.
Amén.
PETICIÓN
Divino Niño, por los Méritos de la Visitación de María, te pedimos que visites con tu
Santa Madre, nuestros hogares y que te quedes con nosotros, para que en ellos reine la
paz y el amor.
Divino Niño, por los Méritos de tu nacimiento en el establo de Belén, te pedimos por
todos los Niños que son privados de la vida, por el aborto, especialmente todos aquellos
que han sido abortados en mi línea sanguínea, acógelos en tu Gran Misericordia.
Divino Niño, por los Méritos de tu Presentación en el templo, te pedimos, para que José
y María nos pongan en el Sagrario como pertenencia Tuya por siempre
Divino Niño, por los Méritos de tu Hallazgo con los maestros y doctores de la ley, te
pedimos por los padres de la familia, para que cuiden de sus hijos y sepan guiarlos por
el buen camino.
Divino Niño Jesús, que bendices y proteges las casas donde está expuesta y es honrada
tu Sagrada Imagen, te elegimos hoy y para siempre por Señor y Dueño de nuestra casa y
te pedimos que te dignes demostrar en ella tu poderoso auxilio, preservándola de las
enfermedades, del fuego, del rayo, de las inundaciones, de los terremotos, de los
ladrones, de las discordias y de los peligros de la guerra.
Bendice y protege a las personas que aquí habitan y concédeles la paz, una gran fe,
verdadero amor a Dios y al prójimo, paciencia en las penas, esperanza en la vida eterna,
facilidades de trabajo, empleo y estudio, y la gracia de evitar los malos ejemplos, el
vicio, el pecado, la condenación eterna y todas las demás desgracias y accidentes.Amén.
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo por todos
los siglos de los siglos.
Amén.
Bendíceme, Niño Jesús y Ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te
olvido, tú no te olvides de mí. Si me dejas Niño,
¿Qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme con prontitud. Quiero vivir y
morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al fin, sal a recibirme y llévame
junto a Ti.
Amén. Aleluya.