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El Planeta Júpiter, un viejo gigante de gas

Júpiter es el planeta más grande del Sistema Solar. Tiene casi


dos veces y media la materia de todos los demás planetas
juntos, y su volumen es 1.317 veces el de la Tierra.
De los denominados planetas exteriores o gigantes gaseosos, Júpiter
es el que se encuentra más cerca del Sol. Por eso, y por su enorme
tamaño, es el que podemos ver más brillante en el cielo nocturno.

Este planeta enorme recibe su nombre del dios romano Júpiter, el


Zeus de la mitología griega. Tiene una composición semejante a la
del Sol, formada por hidrógeno, helio y pequeñas cantidades de
amoníaco, metano, vapor de agua y otros compuestos.

Júpiter es también el planeta más viejo del Sistema Solar, incluso


más antiguo que el propio Sol. Su núcleo sólido se formó cuando la
nebulosa solar todavía no se había condensado en nuestra estrella.
La presencia de ese núcleo fue clave en la dinámica del disco de
acreción que acabó formando el Sol.

Su rotación es la más rápida entre todos los planetas del Sistema


Solar. La atmósfera de Júpiter es compleja, con nubes y
tempestades. Por eso muestra franjas de diversos colores y algunas
manchas.

La Gran Mancha Roja de Júpiter es una tormenta mayor que el


diámetro de la Terra situada en las latitudes tropicales del
hemisferio sur. Dura desde hace más de 300 años y provoca vientos
de 500 Km/h.

Júpiter tiene un tenue sistema de anillos, invisible desde la Tierra.


También tiene muchos satélites. Cuatro de ellos fueron descubiertos
por Galileo en 1610. Era la primera vez que alguien observaba el
cielo con un telescopio.
Los anillos de Júpiter son más simples que los de Saturno. Están
formados por partículas de polvo lanzadas al espacio cuando los
meteoritos chocan con las lunas interiores del planeta.

Tanto los anillos como las lunas de Júpiter se mueven dentro de un


enorme globo de radiación atrapado en la magnetosfera, el campo
magnético del planeta, que es la mayor estructura conocida del
Sistema Solar.

Este enorme campo magnético, que sólo alcanza entre los 3 y 7


millones de kilómetros en dirección al Sol, se proyecta en dirección
contraria más de 750 millones de km., hasta llegar a la órbita de
Saturno.

Júpiter esparce más calor del que recibe del Sol. Genera esa energía
debido a la fricción de los fluidos que lo forman al moverse, y a que
se encoge unos dos centímetros al año. Cuando se formó era mucho
más caliente y tenía un diámetro casi el doble del actual.

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