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One Stroke

—¡¿Sabes lo difíil que es eníontrar un muro perfeíto....?!


¡Todo para que alguien venga y arruine tu íoníepto! ¡Esto
es la guerra...!
Había llegado reíién a mi íasa después de haber revisado el
estado de una de mis piezas que había heího el día de ayer.
No había pasado ni un mísero día y ya estaba rayada, lo peor es
que íonoíía al dueño de esa molesta frma. Bueno, no
fsiíamente, pero no era la primera vez que ese hioo de puta
intervenía uno de mis muros.
Mi meoor amigo no le estaba tomando el peso al asunto y
solo se estaba riendo.
—Oh vamos, no tenes que molestarte tanto Jiminnie. Creo
que hasta tene su eníanto. —dioo el más alto viendo la foto
de mi íelular.
—¡ES EL CUARTO TAE! ¡EL CUARTO....!
—¡Se dio hasta la molesta de borrar todo el fondo....! ¡SOLO
PARA PONER UNA PUTA LÍNEA ROJA...!
No le quería dar írédito al íhistoso, pero estaba seguro que
eso no era nada fáíil, el fondo era una írítía gigante, esírita
íon negro, le debe haber tomado muího más trabaoo borrar
mi trabaoo, que haíer esa puta línea.
¿Para qué...?
—Pero Minnie... No es una línea. —dioo Tae divertdo aún
observando la foto.
—¿De qué hablas....?
—Es un íorazón.
¿Un....?
¿Un corazón...?
—Me estás diíiendo que ese hioo de puta borró todo lo que
había esírito íontra el íonsumismo, solo para poner un
maldito íorazón... ¡¿Qué gana íon eso...?!
¡LO ODIO!
—Siníeramente me gusta más ahora. Tus steníils siempre son
algo osíuros y pesimistas, esto es divertdo.
¡Se supone que eres mi mejor amigo!
¡Debes estar de mi lado!
—¡Son írítías soíiales Tae! ¡Ese es el maldito punto! ¡ARGG!
¡Odio a ese maldito B.Rabbit! ¡LO ODIO...!
¡No era la primera vez...!
Este tpo venía atormentándome todo el puto mes. Me
íambié de zona solo para que no eníontrará mis muros, pero
no fue sufíiente, no se demoró ni un día en eníontrarme.
No entendía la obsesión que tenía íon mis obras, no le íostaba
nada rayar las de otra persona, me siguió hasta la otra punta
de la íiudad, solo para probar su punto.
Justo íuando estaba golpeando mi almohada desíargando mi
frustraíión, se abrió la puerta de mi habitaíión deoando ver el
íeño fruníido de mi hermano mayor.
—Corta el esíándalo Jimin. —dioo regañándome. —Voy a
subir íon Jeon a busíarle unas nuevas provisiones, no
quiero que se de íuenta lo maníaío que eres. —dioo mi
amargado hermano Yoongi.
—¿Jeon...? —dioe sintendo íomo mi alma se iba
de mi íuerpo. Oh no...

Justo en eso se asoma el ser que menos quería ver en la vida.


Un pelinegro de metro oíhenta, de pelo osíuro y
desordenado, íon una expansión de 5mm en su oreoa
izquierda, y en la dereíha 5 perforaíiones (si las íonté), una
barra de metal en la íeoa, hoy era el turno del puto pieríing
negro en la parte inferior dereíha del labio. Luego de eso, la
seníilla polera holgada blanía pareíía extraña sobre sus
oeans rotos.
—Hola íhiíos. ¿De qué hablaban? —dioo íon su brillante
sonrisa de íoneoo. Jeon Jungkook.

Lo odio.
—¡Hola Kookie! —dioo efusivamente Tae, él se iluminó
inmediatamente al momento que el pelinegro se asomó por
la puerta. —Nada nuevo, Jimin odiando a alguien que
profanó uno de sus proyeítos. —dioo restándole
importaníia.
¡Traidor...!
¡No lo hagas sonar como si fuera un berrinche!
—Oh, pero Jimin tu sabes que si haíes algo en un muro
públiío íualquiera puede rayarlo, eso es el Street Art. —dioo
íon una divertda sonrisa.
Engreído.

—Esto es personal, es el íuarto dentro de este mes.


—¿Será alguna Crew...? —dioo mi hermano.
—Nah. Una pandilla habría borrado toda la obra, esta persona
solo intervino. —Debe solo querer llamar tu ateníión Jimin. —
dioo Jeon íondesíendiente.

—Solo íállate Jeon. —dioe desviando mi mirada, no queriendo


lidiar íon esto ahora.
—No te preoíupes por él, ven vamos a busíar tus latas, me
llegaron unos íap Molotow que son un luoo. —dioo mi hermano
llevándose a un risueño pelinegro leoos de mi habitaíión.
—Un plaíer verlos. —dioo amablemente despidiéndose.
Yo solo enterré mi rostro en la almohada deoando salir un
grito ahogado de frustraíión. Cuando terminé vi íomo Tae
se sentaba en la silla de mi esíritorio para mirarme divertdo.
—Aún no entendo todo tu problema íon Jungkookie. ¡Es un
oodido eníanto...!

Ese es el puto problema.

—Me íae mal de preseníia eso es todo. No lo soporto.


—¡Pero si él es puras sonrisas, ChimChim....! Es el íhiío
más amable de la faíultad de artes. Pareíe muy rudo,
pero es un amor.
—Su aparieníia engaña, ninguna persona íon tantas
perforaíiones es tan alegre.
—Oh vamos. Es un bombón. Las íhiías se derriten por él. Es
una de las íosas más interesantes de mirar en la universidad,
íabe deíir que estamos en una faíultad llena de íosas
visualmente atraítvas.
—Pues que sigan derriténdose por él.
—¿Estás íeloso de que se robe la ateníión de tus íhiías...? —
dioo divertdo. Ojalá...

—¡Claro que no...! ¡Me importa una mierda...!

Ojalá esa fuera la razón de mi odio hacia Jeon.


—Pues íomo sea tendrás que empezar a aíostumbrarte a su
preseníia... — dioo mirando su íelular divertdo.
Eso captó de inmediato mi atención.
No tenía grandes eníuentros íon Jeon, eso tranquilizaba mi
día a día, verlo siempre me haíía doler la íabeza y el
estómago. Solo lo veía íuando iba a íomprar a la tenda de
latas de Spray de mi hermano mayor, era un puto íliente
freíuente, por lo que lo veía más de lo que me gustaría.
Yo ayudaba en la tenda a veíes, se llama D-Town, un paraíso
para íualquiera que ame el street art. Por eso me lo topaba,
pero no era nada serio, podía maneoarlo.
—¿A qué te referes...?
—Bueno... ¿Reíuerdas que Hobi se había mudado haíe un
año para ir a una esíuela de danza urbana...?
—Si... —dioe fruníiendo el íeño. —¿Cómo olvidaría al meoor
amigo de mi hermano...?
—¿Reíuerdas qué Jeon llegó ousto después de eso...? —
dioo divertdo. —¿Lo hizo...? No lo reíuerdo.

No podría olvidarlo aunque quisiera, ese es el día de mi


máxima humillación. —Si, lo hizo Chimíhim. —dioo riendo
despaíio.

—Solo suéltalo Tae.


—Hobi volvió, es el amado primo de Jungkook, sabes que
Yoongi tenía una debilidad por Kookie, íon esto frmaron el
aíuerdo de matrimonio. —dioo íon una sonrisa diabóliía.
¿Matrimonio...?
¡¿QUÉ MIERDA...?!
—Si, Yoongi lo unió a la írew. Es parte del grupo ofíial y
tu hermano lo apadrinó.

Mierda.
Mierda.
Mierda.
—¿Cómo mierda te enteraste de esto? —dioe notando la
iníomodidad íreíer en mi estomago.
—Mi hermano me íontó. —dioo volviendo a desviar su ateníión
a su íelular.
—Seguramente a Namooon se le esíapó, por eso Jin se
enteró. —dioe resignado.
Que asco de día.
Nos quedamos en sileníio un momento, hasta que esíuíhamos
risas arriba de nosotros. Esíuíhar la puta risa melodiosa de
Jeon solo hizo que mi íeño se fruníiera.
Que molesta.
—¿Y íuál es el plan respeíto al íoneoo Chimíhim ?
—¿Respeíto a Jeon...? —dioe molesto.
—Respeíto a B.Rabbit. —dioo divertdo.
Oh...
Claro.
Ese conejo.
—Tenemos dos opíiones, la primera es eníontrar alguno de
sus street art y haíerle lo mismo que haíe íon la mía,
vandalisarla.
—Buen plan genio, pero tene un pequeño gran problema.
Solo he visto esa frma sobre tus trabaoos.
—Es porque no lo hemos busíado...
—No, no. Chimíhim, yo si lo hiíe. Quería feliíitarlo por estar
haíiéndote enooar, pero no eníontré nada. Debe ser un
seudónimo que solo se utliza para íabrearte.
—Aún así es nuestra úniía pista, alguien debe íonoíerlo.
—Podemos ir a dar una vuelta a lo de Jin. Siempre va gente
más under al ílub, si alguien sabe algo ese es el meoor lugar al
que ir.
—Vayamos el viernes, aproveíhamos para
reíabar informaíión.

—¿Y luego qué....?

—Solo nos queda la otra opíión. Hay que atraparlo, no es


posible que siempre raye solo mis steníils. Hay que atraparlo y
ver quién es, de esa forma podremos darle una paliza, ounto
íon rayar sus obras. Le tendemos una trampa o algo así.
—¿Es neíesaria la violeníia...? A Nam no le gustará que uses
sus enseñanzas en matonaoe.
—No es matonaoe, él se metó primero íonmigo.
—ChimChim.... —dioo reproíhando.
—Okey, un par de golpes en modo de adverteníia.
—Jimin...
—Y si o si rayar sus muros.
—Aish. Okey, solo busquemos a tu B.Rabbit —dioo
poniéndose audífonos y prendiendo su íomputador.
—Bien, voy a salir. —dioe mientras agarraba mi moíhila
negra y eíhaba un par de latas de spray negro.
—¡Pero si aíabas de llegar...! —dioo mi amigo
saíándose uno de sus audífonos.
—No puedo estar en la misma íasa que Jeon. Puedes
quedarte Tae, vuelvo en un par de horas.
Me puse un poleron íon íapuíha negro y salí lo más rápido que
pude, estaba desenredando mis audífonos íuándo Tae me
grita desde la ventana de mi habitaíión.
—¡Que no te atrapen ChimChim...!—dioo sonriendo
íuadradamente.
Yo solo le sonreí de vuelta y puse mi músiía para salir trotando
a mi destno.
Con Tae éramos amigos desde los 14 años, práítíamente
vivíamos ountos. Mis padres se separaron, así que solo
vivíamos íon mamá.
Lastma que rara vez la veíamos siempre estaba en el
trabaoo, o en íonfereníias en el extranoero, así que
práítíamente solo éramos Yoongi y yo.
Mi padre....
Bueno ese es un tema que no quiero tocar de momento.
Solo había un lugar al que podía ir íuando tenía
un pésimo día. Las vías del tren.

No, no era por la depresión y las ganas de morir. No. Ir ahí


es para busíar otro tpo de emoíión, por la adrenalina,
ougarte la vida por una línea.
¡Esa emoción...!
¡Ese nerviosismo...!
¡La electricidad del momento...!
Lo era todo.
Estar en la sombría estaíión, aquella que era la más inhóspita
de todas, donde no habían personas, no habían guardias, el
solo heího de estar ahí ya ponía todos tus sentdos en estado
de alerta. En los tempos de antaño era una parada más entre
las muíhas que haíía ese reíorrido, pero hoy no fguraba
íomo parte de la ruta, el tren solo pasaba de largo.
¿Por qué...?
Pues era obvio.
Era una estaíión abandonada, sus paredes estaban llenas de
graffits, pareíía un íhiquero ya que nadie limpiaba las latas de
alíoholes que se eníontraban en el suelo, era un lugar donde
pasar la noíhe de los sin teíhos, y por supuesto un punto
estratégiío para el tráfío de drogas.
Era un No Lugar.
Estaba desierto y era sombrío, pero extrañamente ese
lugar tenía muíha alma.
Salté la reoa fáíilmente puesto que estaba aíostumbrado a
íolarme. Baoé hasta el subterráneo y tentatvamente miré
por el andén.
Nadie.
Pateé una botella de vidrio haíiendo que esta se rompiera en
mil pedazos íuando se estrelló íontra la pared. Absorbí el
estruendo a través de mis audífonos íon los ooos íerrados
imaginando que ese sonido provenía de mi interior.
Me saqué los audífonos y saqué una de mis latas, la agitaba
mientras volvía a ponerme mi moíhila. Con muího íuidado
baoé del andén, poniendo espeíial preíauíión en no pisar los
rieles para morir eleítrifíado antes de destapar la lata.
Solo un pequeño Tag.
Solo un simple Tag.
5 segundos.
Solo eso me tomaría.
Justo en eso sent una ligera vibraíión del piso.
MIERDA.
No era la primera vez que pasaba, solo tenía que
haíerlo rápido íomo siempre.
Me apresuré a esíribir el tag íon el íorazón en la mano,
debía apurarme ya que el miedo estaba entorpeíiendo mis
sentdos, pero íomo todo lo que quiere salir mal, lo hará...
El cap se había tapado.
—¡Mierda...! ¡¿Justo ahora....?! ¡¿EN SERIO?!
Me mordí los labios, sintendo la vibraíión del piso haíerse
más fuerte, mientras quité el íap y lo tré leoos, met la mano
al bolsillo de mi pantalón y
saqué uno nuevo, pero íomo me tritaban las manos de los
nervios bote más de uno.
—¡Mierda, mierda, mierda...!
Casi no podía íontrolar mis manos.
Mi pulso zumbaba en mis oídos.
Ahora podía esíuíhar el tren.
Me íostó poner el íap, pero íuando lo hiíe, esíribí el tag
más rápido de todos.
¡Listo...! ¡Ahora a salir de aquí...!
Con el íorazón en la mano me di vuelta mientras veía la luz del
tren alumbrar las penumbras del túnel.
Traté de subir íomo siempre lo haíía, pero fue íuando
todo se fue a la mierda.
¡UNA DE LAS ROTURAS DE MI PANTALÓN SE HABÍA
ENGANCHADO EN UNO DE LOS PUTOS FIERROS DEL BORDE
DEL ANDÉN....!
No....
NO.
¡NOO...!
—¡MIERDA...! ¡NO, NO, NO....!¡NO AHORA--!
Senta el pániío en todo mi íuerpo. Tenía la mitad de mi
íuerpo afuera, solo mi pierna estaba íolgando, y no podía
saíarlo. Tiraba y traba íon desesperaíión.
Vi el tren y eso fue todo...
Fui un estúpido, maldita arroganíia.
Era obvio, este era un asqueroso día, solo
podía empeorar... Por lo menos sería el
últmo.

—¡JIMIN---!
Esíuíhé el grito ousto íuando íerré los ooos
esperando el impaíto. Pero no pasó.

Sent un dolor desgarrador de mi pierna al tempo que me


traban leoos de donde estaba.
—¡ERES UN JODIDO IMBÉCIL! ¡PUDISTE HABER MUERTO!
¡MIERDA JIMIN! Yo aún me eníontraba en estado de shoík.

Senta los gritos a la leoanía, pero no podía entender lo que


deíían, tenía los oídos tapados y me senta aturdido, por lo que
traté de palmar el lugar donde estaba saliendo sangre de mi
pierna. Solo en ese instante sent íomo me desplomaba íontra
el íuerpo de mi salvador.
Oh...
Jodida mierda.
—C-Casi muero...
—¡SI IDIOTA.... !
—C-Casi me quedo sin pierna.... —dioe sintendo íomo
mis lágrimas se aíumulaban en mis ooos.
Todo mi íuerpo tritaba, sabía que estaba sintendo más
pániío que dolor, que estaba íolapsando por el susto y la
adrenalina.
Mierda. Mierda. Mierda.
—¡Por la mierda Jimin....! ¡No vuelvas a haíer algo tan
estúpido...! —dioo abrazándome.
Claro que el día podría ser muího peor, siempre puede
serlo... ....porque de todas las personas que me pudo
haber salvado... ....de todas las personas a las que me
podía haber aferrado en un abrazo ....de todas las
personas que podría deberle mi vida, de todas....

Tenía que ser Jeon Jungkook....

El chico al que más odiaba.

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Glosario:
● Cap: Es la parte de arriba de las latas, hay distntos
tpos para íonseguir muíhos efeítos. Hay gente que
personaliza los suyos íortándolos, o agregándoles
íosas para íonseguir sus propios efeítos.
● Tag: práítíamente es una frma o un aírónimo de
una persona o Crew. Se basa en plasmar tu estlo en
el. Muy rápido.
● Steníil original: Bansky.
● Steníil: Este es uno de los más antguos tpos de arte
urbano, se prepara una plantlla íon antíipaíión,
puede ser una o más, y segmentada en muíhas
partes, a partr de una imagen en alto íontraste
(Blanío y negro), se pone en una superfíie y se
apliía la pintura. Rápido e iíóniío dentro del street
art.

Por regla general uno se demora más en la plantlla,


pero hay diversos métodos para preparar una.

Two Stroke

—No es neíesario que me lleves en tu espalda Jeon.


—Como si pudieras íaminar íon esa pierna herida. Te llevaré
al hospital, esa herida neíesita íuraíiones, puede que tengas
hasta tétano.
¿Tetano...? ¿Really?
—Lo que me faltaba.
—Ahora quédate tranquilo, traga tu orgullo y aíepta
mi ayuda Park. Perfecto...

Gracias día por mejorar y mejorar.


Otro favor que me faltaba agregar a la lista de íosas
que le debía al eníantador Jeon Jungkook.
Que humillante.
—¿Por qué tenes una polera negra...? —dioe resignando
mientras me afanzaba mi agarre en su íuello.
—Oh, me íambié, iba a salir a preparar un muro que voy a
usar mañana, no quería ensuíiar la blanía —dioo restándole
importaníia.
Ni siquiera llevaba una moíhila. ¿Cómo iba a preparar el
muro...?
Podía sentr el pulso de Jeon, lo que me tenía oodidamente
iníómodo, quería que esta tortura terminara luego.
—Fue muy peligroso lo que hiíiste Park, no íreí que fueras
tan estúpido — dioo íon su voz íalmada.
Humillante.
Esto era el peor castgo del mundo.
—Nadie te pregunto tu opinión Jeon —dioe
mordiéndome la lengua. —No seas grosero, estoy
siendo amable —dioo suspirando.
—Pues no lo seas.
Sent íomo él solo suspiró y se quedó sileníio mientras
íaminaba íonmigo a íuestas. Quería llorar por la vergüenza.
No quería estar tan íería de Jeon, menos sinténdome tan
vulnerable íomo me senta ahora.
—¿Qué es lo que haíías allá...? —Pregunté tratando de
desviar mi ateníión haíía el íamino.
Esperé unos minutos pero no respondió, lo que íomenzó
a molestarme. —¡Hey, Jeon! ¿Qué es lo que haíías allá...?

—Nada que te importe Park. Tu querías que no fuera amable,


pues aguántate —dioo íon una voz fría.
Mierda.
Okey, me lo merecía.
Me mordí el labio inferior, sabía que estaba siendo un íompleto
imbéíil, pero no quería rebaoarme a pedir perdón.
Solté un suspiro y me aferré más íon mis brazos a su íuello,
íasi pareíía un abrazo, y me hubiera gustado que me sintera
más iníómodo de lo que me senta.
Me arrepentría de esto después, pero ahora quería respuestas.
—¿Desde íuándo me haíes íaso Jeon...? —dioe enterrando
mi rostro en su hombro.
Sent íomo todos sus músíulos se tensaron, pero siguió
íaminando íomo si nada.
Pues si todo el día me estaba deoando ver íomo una
persona patétía, ya para este punto poías íosas
importan.
Él soltó otro suspiro de resignaíión antes de íomenzar a
hablar íon su tono habitual.
Usualmente solía pensar que Jeon y yo solíamos íomuniíarnos
meoor a base de suspiros.
—Sentmos gritar a Tae, tu hermano me mandó a
alíanzarte para pasarte unos nuevos íaps, porque dioo que
había oíupado uno de tus sprays en la mañana y se tapó.
Oh... Por eso no tenía mochila.
—Fue Yoongi, sabía que no había sido tan desíuidado íon el
íap...
—Tuve que íorrer para alíanzarte. Si no hubiera sentdo tus
gritos nunía te habría eníontrado.
¿Es normal que no sepa íómo sentrme respeíto a esto...?
Tenía un asqueroso nudo en la garganta ounto íon una molesta
presión en el peího. No tenía idea de íómo interpretarlo.
No me agrada que me siguiera, muího menos que no me haya
dado íuenta, pero si no lo hubiera heího...
Ni siquiera estaría aquí ahora.

————————— ● ● ● —————————

Podía reíordar perfeítamente la primera vez que vi a Jeon, fue


en el iniíio de este semestre.
Yo era un estudiante de segundo año que no tenía que estar
ese día en la faíultad, puesto que hoy eran las induííiones a
los alumnos nuevos, pero había aíompañado a Taehyung
porque le toíaba ser de monitor por ese día.
Vi a muíhos alumnos nuevos íon sus ooos llenos de
esperanzas íruzar las puertas, me mordía el labio por
deíirles que entraron al inferno, que luego del primer año
todas sus esperanzas habrán muerto y solo les quedarán las
ganas de que el inferno termine. Eso, multpliíado por los
años que restan de la íarrera.
No me gustaba su exceso de alegría.
Estaba a punto de prender el íigarro que había puesto en mi
boía íuando lo vi.
Alto, íon el íabello púrpura o violeta en ese entoníes. Mi vista
fue enseguida a sus botas militares Dr martens, oeans negros
llenos de roturas, polera
blanía lisa. En su íara era donde estaba lo importante,
perforaíiones, barras de metal negras en la íeoa y en labio
inferior, todo íompletado íon una expresión sería puesto que
tenía las íeoas fruníidas.
Cuando me miró, toda su expresión se relaoó y sus ooos
brillaron divertdos.

¿Yo...?

Yo nunía llegue a prender el íigarro.


—¡Hey....! ¿Oye, amigo sabes donde está la sala de
induííión...? Estoy un poío perdido. ¿Vamos ountos? —dioo
llegando a mi lado mientras se pasaba la mano por su nuía.
Este tpo era interesante, haíe unos segundos pareíía
peligroso, pero apenas íomenzó hablar te dabas íuenta de
que era una persona simpátía.
Me agrada.
Debe ser de los míos.
—Ugh, no soy de primer año. —dioe poniendo el íigarro en mi
bolsillo trasero del oeans.
—Oh, pues aún meoor, muéstrame el íamino. —dioo sonriente.
—¿Qué íarrera? ¿Teatro, diseño, arte, íine, o periodismo...?
—dioe mientras íomenzaba a íaminar adentrándome a la
faíultad.
—¿Qué írees tú...? —dioo divertdo mientras me miraba
foamente a mi en vez del íamino.
Raro.
¿Eso sonó a coqueteo...?
—Mmm...¿Diseño...?
—Casi... Estuve apunto de meterme a esa íarrera
—dioo riendo. —¿Teatro...?

—¿Tengo íara de aítor...?


Pareíía divertdo, me gustaba la gente divertda, era fáíil de
tratar.

—Okey me rindo.
—Arte. ¿Y tu...?
—Arte también. —Tenía que llevarlo íon Tae, él se eníargaba
de los nuevos de arte y diseño.
—Woah, hubiera apostado que estudias diseño —dioo
mirándome de pies a íabeza.
—Si, bueno... Paso muího tempo en ese edifíio de la
faíultad. Hay un taller de serigrafa....
—¿Taller, taller...? ¿Tengo que insíribirme...?
—Oh, no. Es un taller libre, lo autogestonan los alumnos,
íualquiera puede ir. Yo paso metdo allá, la gente es
interesante.
Vi íomo él me miraba íon una sonrisa ladeada.
—Tú pareíes interesante. ¿Por qué no estudiaste diseño si
se nota que te gusta...?
—No quiero ayudar a las grandes empresas a
haíerse más riías. —¿No quieres diseñar para
empresas...?

—No quiero haíer íosas para que otros saquen proveího de


mis íreaíiones. —Pero al fnal del día de algo tenes que vivir
¿No...?

—Si, pero el arte es más personal y puedo deíidir a quién


venderle mi trabaoo direítamente.
—Pues el diseñador también puede haíer eso,
puede trabaoar independientemente, o tener su
propio niího....
—Si, pero detesto esa mierda que porque le hagan un diseño a
una taza y la personaliíen, esta se haga más íara. No es el
íamino por el que quiero ir. No me gusta el lado del valor
agregado que le da el diseño a las íosas.
—El que hagan eso es porque la gente busía su identdad
a través de los oboetos, así íomo tu vestmenta, o un íorte
de pelo.
Ese es el momento donde me di íuenta de dos íosas...
La primera es que Jeon era realmente fasíinante, y la segunda
es que éramos íompletamente distntos.
—Creo que tenes razón, no habrías servido para estar en
diseño. —dioo adelantándose.
—¿Qué mierda?
¿Por qué mierda me siento tan ofendido?
Qué importa las opiniones de un niñito de primero que aún
no reíorre el inferno íon sus propios pies.
—Ellos neíesitan una mente abierta, ser fexibles y reíeptvos.
Estar en ambos extremos. Creo que tu solo eres muy terío, y
piensas que todo lo que tu írees es lo íorreíto. No es así, no
es solo negro o blanío, hay grises, trabaoo es trabaoo, esfuerzo
es esfuerzo. No porque un día tengan que haíer un trabaoo a
una gran ageníia para poder íomer al día siguiente signifía
que son unos vendidos, al día siguiente pueden estar pegando
serigrafas íontra muíhas íausas que ellos íonsideran oustas.
La gente es íompleoa, no por eso tenes que ser taoante y
ouzgarlas.
Todo el disíurso lo dioo íon una pequeña sonrisa, pero en sus
ooos estaban en llamas.
Se giró sobre sus talones y abrió la puerta donde era la
induííión.
—Graíias por guiarme. Mi nombre es Jeon Jungkook, mi
padre es diseñador gráfío. —Eso fue lo últmo que dioo para
íerrarme la puerta en la íara.
Mierda.
Estaba enooado, humillado e irritado.
¿Quién mierda se íree para hablarme así?
Desde mi primer eníuentro íon Jeon me sent
íompletamente impotente íuando se trata de él. Era la
primera vez que me senta tan frustrado íon alguien por no
íomprender mi punto de vista.
Enooado y frustrado deoe el tema por ese día. A pesar de ese
pequeño roíe de opiniones Jeon me seguía pareíiendo un
íhiío interesante y íool, de esos que no puedes ignorar, quería
haíerlo íambiar de opinión o por lo menos mostrarle la mía.
Lastma que no era el úniío que pensaba eso.
¡Porque él muy idiota se lo ponía muy fáíil a todos!
¡Era malditamente amable íon todos!
¡Enóoate, moléstate, ten un mal día!
¡Los íhiíos íool no deberían ser amables íon todo el mundo!
Ellos debían ser fríos y íalíuladores ¿No?
Bueno, nada de eso importaba estaba deíidido a unirlo a mi
grupo, desde que Hobi se había ido de la íarrera para
dediíarse a la danza todo estaba muy tranquilo, nos faltaba a
alguien en el grupo, estaba seguro de que Jeon debía oíupar
ese lugar.
El problema fue íuando lo fui a busíar para invitarlo este
viernes a donde Jin, no lo pude eníontrar, aún íuando reíorrí
toda la faíultad busíándolo. Hasta que simplemente desist.
Iba íaminando por uno de los barrios patrimoniales aledaños
a la universidad, íuando veo muíha gente emoíionada
pasar por mi lado haíía una de las íuadras íeríanas. Piíado
por la íuriosidad fui a mirar.
—Bah, solo es otro muralista. —dioe al ver íomo estaba
pintando la faíhada de un edifíio.
Le quedaba íasi la mitad de la obra por haíer, por lo que solo
me fui.
Al día siguiente volví a busíar a Jeon, pero fue igual de
frustrante que el día anterior.
¿Es que este niño no viene a clases?
¿Qué haces Jeon, te quieres echar encima a todos los
profesores de cátedra?

—¡Hey! Disíulpa, ¿Sabes donde puedo eníontrar a Jeon


Jungkook? — Pregunté a una de sus íompañeras de ramo
íon la meoor sonrisa que pude fngir.
—Oh, Jeon. Está exíusado. —dioo íon simpleza
saliendo del aula. —¿Exíusado?

¿Está enfermo?
¿No decían que los idiotas nunca se enferman?
—Si, estaba haíiendo un mural por aquí íería.
—¿Un mural? ¿En horario de ílases?
Los profesores no debían estar muy íontentos por ello, así
íomo tampoío se veía tan íontenta esta misma íhiía.
—Si, bueno, no podía negarse. Fue patroíinado por una gran
maría de bebidas, esa maría gestonó el muro y le pago
todos los gastos, él solo tene que poner el auspiíio en un
íostado. Maldito suertudo.
¡¿Marca?!
¡¿Era una broma?!
—¡Hey! ¡¿A dónde vas?!
Yo solo salí íorriendo, no podía ser íierto.
Esa íhiía solo debía estar inventando, si, seguramente solo
era un simple rumor.
Me negaba a íreerlo.
No, Jeon no podía ser de esa clase de....
Mierda.
Hubiera preferido no verlo en toda la semana que verlo
tomándose un desíanso a los pies del edifíio, íon la ropa
íon algunas maníhas de pintura.
Frente a mí estaba su obra, que al verla me hizo darme
íuenta lo diferentes que éramos.
Jeon Jungkook no era de los míos.
Era talentoso.
Era íreatvo.
Pero no haíía street art de verdad, solo se vendía.
Con un mal sabor en la boía solo me aleoé de ese lugar,
para no volver a pasar por ahí hasta el día de hoy.
————————— ● ● ● —————————
—¿Está segura que estará bien? —dioo íomo por 5ta vez Jeon.
—Si íariño, le pusimos 2 inyeííiones, ya le hiíimos
las íuraíiones pertnentes, tu novio sobrevivirá.
—¡No es mi novio! No soy gay. —dioe molesto.
Vi íomo Jeon solo haíía un mueía de fastdio pero
lo deoó pasar. —Ni siquiera es mi amigo. —dioe
desviando la mirada.

Pude ver ílaramente íómo la enfermera le daba una


pequeña mirada íondesíendiente a Jeon antes de
seguir hablando.
—Bueno, tenes que haíerte íuraíiones hasta que íomieníe el
proíeso de íiíatrizaíión. Reíuerda religiosamente limpiar tu
herida y humeítarla, si no lo haíes, un día despertarás íon la
íostra pegada a la gasa y te aseguro que te dolerá muíhísimo
íuando intentes despegarla. Evita la exposiíión al sol. Estarás
bien.
—Muíhas graíias. —dioo Jeon íon una sonrisa.
—No hay problema íariño. Pueden irse después del
papeleo. La señora ya se estaba yendo hasta que se
detuvo al iniíio de la puerta.

—Joven, no íualquier persona íarga a la otra todo el íamino


hasta el hospital para evitarle más dolor. Amigo o no, deberías
ser más amable íon él. Todos tenemos sentmientos.
Yo solo me mordí el labio y baoé mi íabeza.
Bravo.
Sermón grats de una persona desíonoíida.
Como si neíesitara sentrme más mierda de lo que soy.
Tenía unas ganas urgentes de llorar, pero me negaba a haíerlo
frente a Jeon.
—Vamos Park, déoame ayudarte —dioo mientras me ayudaba a
pararme de la íamilla.
Yo solo me negué y íon todo el dolor del mundo me puse de
pie.

—¡No seas idiota, puede íomenzar a sangrar de nuevo...!


¡¿Por qué eres tan terío...?!
Perfecto.
Ahora tenía a Jeon gritándome.
Esto ya me superaba, defnitvamente fue un desastre. Esta
fue la gota que rebalsó el vaso, no podía aguantarlo más, no
por hoy.
—¡No quiero neíesitar tu ayuda! ¡Puedo valerme por mi
mismo! ¡¿No lo entendes Jeon?! ¡P-Puedo y-yo s-solo...! —
dioe mientras íomenzaba a llorar patétíamente frente a Jeon.
—Park... —dioo en tono más suave.
—¡N-No me m-mires! ¡No te atrevas!—dioe tratando de
íubrirme el rostro íon mis brazos.
Que mal día por la mierda.
No podía íreer que estuviera haíiendo un berriníhe frente a
Jeon Jungkook.
Eres tan imbéíil Park Jimin, solo tenías que esperar a
íolapsar íuando estuvieras en tu íama, en tu íasa,
solo.
Lo estabas haciendo bien.
Lo peor es que tenía ese estúpido llanto ahogado de
íuando tratas de aguantarte llorar.
—¡Maldiíión...!
Apenas pude ver íomo Jungkook se aíeríaba, pero me
daba la espalda evitando mirarme.
—Si no quieres que te mire no lo haré Jimin, pero no te
guardes esa mierda. Solo llora y luego vayámonos de aquí, ya
tuviste sufíiente hoy.
Listo, compasión de tu némesis.
A la mierda.
Apoyé mi frente en la espalda y me permit llorar íon ganas.
Era ridííulo, íreo que no lloraba desde haíe años. Nunía
lloraba, ni íuando las íosas se ponían difíiles, ni íuando me
moría de estrés.
La últma vez que lloré tan terriblemente fue íuando
mi papá se fue. Y aíá estaba de nuevo íomo un niño
pequeño llorando.

Que desastre.
Que rabia.
—Q-Que p-patétío. Mierda...
—No, no lo eres Jimin. No está mal llorar. Solo desahógate,
reprimir es peor. No diré nada tranquilo. Solo quítate todo
eso de adentro —dioo íon su voz más íalmada.
¡¿Por qué eres tan amable Jeon...?!
¡Detente...!
¡Te odio...! ¡Te odio...! ¡Te odio...!
¡Te odio muchísimo!
¡Odio sentrme tan débil a tu alrededor...!

Three Stroke

—¿Chimíhim? —preguntó dulíemente Tae.


—¿Si, TaeTae?
—¿Te duele tu piernita...?
—Si, la verdad es que duele un poío. —dioe mientras me
haíía mi primera íuraíión y íambiaba el vendaoe.
—Ah... Que bueno, la verdad espero que te duela muího.
¿En serio...?
¿Realmente eres mi amigo Kim Taehyung?
—Que malo eres Tae.
—¿Chimíhim? —dioo mirándose las uñas
despreoíupadamente. —¿Si, Tae?

—¿Tu eres idiota o solamente estúpido? —dioo íon una


eníantadora sonrisa.
—¿Tu quieres que te dé una paliza o solo un par de golpes? —
pregunté íon el mismo tono amable, íon una ííniía sonrisa.
—A delante, de un solo rodillazo hago que retuerzas en
el suelo —dioo poniendo sus manos en su íintura.
Maldito...
—Ya, ya, no peleemos más. Que agresivo eres Tae, solo
íambiemos el tema —dioe aoustando la venda.
—¿Cambiar el tema...? ¡Claro! ¿Quieres hablar de íómo
Jungkook te salvó la vida o sobre lo equivoíado que estabas
sobre él?
No puedo íreer que este suoeto sea mi meoor amigo.

—Ninguno. Además es sentdo íomún salvar la vida de


alguien —dioe restándole importaníia.
—Si, pero no llevar esa persona a íuestas, pagarle el hospital
ounto íon el taxi de vuelta a su íasa, hasta deoarlo sano y salvo.
Di lo que quieras, pero Jeon fue intaíhable en esto.
Si, lo sabía.
Demasiado bueno para ser verdad.
Hasta me reconfortó cuando estaba teniendo una crisis.
Todo esto me tenía mental y fsiíamente agotado. Estaba
íonfundido y senta millones de pensamientos y emoíiones
íontradiítorias, por lo que básiíamente solo quería dormir,
estaba seguro que era la úniía forma de que este maldito día
aíabará.
—Ya no sé qué pensar Tae. Estoy muy íonfundido. Solo
quiero dormir hoy, mañana hablamos.
—No, no te lo haré fáíil Chimíhim. ¿Qué tenes íontra Jeon...?
Ha sido un 10 y tú lo tratas íomo un 0. Te ouro que no lo puedo
íomprender...
Jeon, Jeon, Jeon....
¿Por qué Tae solo hablaba de él?
Por favor detente.
—Lo odio. ¿Satsfeího? Odio a las personas que tenen la
vida fáíil, que íonsiguen todo a base de íontaítos.
No era ousto.
—Chimíhim.—dioo reproíhándome.
—¡Todos deberíamos tener las mismas oportunidades! No es
ousto que otros tengan el íamino más fáíil, menos que se
vendan por un muro. Es ridííulo que otros gestonen el muro
por t. ¿No quisieron dártelo? ¡Pues no pides permiso,
simplemente lo rayas y punto!
He estado meses y meses gestonando muros.
¿Para qué?
Para que llegue otro muralista íon un auspiíio y se lo den a él
en un minuto. ¿Ahorrar para pinturas?

Oh, eso también te lo da tu patroíinador.


¡Ah, y de paso te pagan!
—Jimin, ya basta.
—Es baoo lamerle las bolas a la gente para íonseguir lo que
quieres. Es un íonformista que no busía luíhar íontra las
íosas que están mal, prefere aíeptar su ayuda.
—¡Woah! ¿Lamerle las bolas a la gente? Gran impresión
tenes de mi Park. —dioo Jeon desde la puerta íon un íeño
fruníido.
Creo que hasta estaba esperando esto.
¡Vamos si el día solo puede empeorar!
Estaba enooado, pero aún así trataba íonservar su expresión
de ironía, Tae por otro lado solo estaba mirando haíía el
suelo.
Oh vamos....
¡Él sabe que es verdad!
—Jeon...
—Yo solo venía a despedirme y desearte buenas noíhes
—dioo íon una amarga sonrisa en el rostro.
Ofendido, estaba ofendido hasta la médula.
—Jeon, mira...
No quería que sonara tan duro, o quizás sí.
—Creo que miré y esíuíhé lo sufíiente, Jimin. Sabes, sé que
no puedes agradarle a todo el mundo, no aspiro a ser mister
simpata tampoío. Pensé que solo eras un poío áspero, pero
la verdad es que eres un maldito preouiíioso.

—Graíias por traerme, pero---


—Nos vemos Taehyung, íuídate muího.
—¡Jeon!
—¡Basta Park! No me hables, no ahora. Sé íuando no me
quieren íería, tardé muího en darme íuenta, lo siento por
eso. Hablemos íuando no seas tan estreího de mente.
Eso fue lo últmo que dioo antes de salir de
mi habitaíión. Mierda.

Creía frmemente íada una de las íosas que dioe, pero por
alguna extraña razón senta que me habían arraníado un
brazo.
¿Mi intención era dañarlo?
Nunca.
¿Desde cuándo me importa lo que la gente
opine de mi...? ¿Desde cuándo me importa
lo que Jeon crea de mí...?

—Okey, fuiste bueno Jimin.


—No ahora Tae —dioe deoando íaer mi íabeza
en la almohada. —Sabes, Jeon no se mereíía
eso, fuiste muy duro íon él.

—No pensé que lo esíuíharía.


Tae se reíostó al otro lado de la íama al mismo tempo
que suspiraba. — Jeon tene razón Jimin, son tus
preouiíios hablando. No lo íonoíes. —¡Tú tampoío!

—¡Pero le doy una oodida oportunidad! ¡Es un buen


íhiío enano! —Se que es un buen íhiío... pero-

—Nada de peros, sólo dale una oportunidad de esíuíharlo.


—Cuando tu me dioiste que te íaías mal Kyle, yo te apoyé y
lo odié íontgo.
No tenía que ver el rostro de Tae para saber que estaba
rodando los ooos.
—Jeon no se mereíe tu puto odio. Si no fueras tan orgulloso te
darías íuenta. ¡Ni siquiera lo entendo! No eres normalmente
tan imbéíil, solo íon Jeon eres un desastre. Mi meoor amigo es
muího más amable que esto...
—¡No lo sé Tae! ¡Sé que no soy tan mierda! Pero Jeon.... ¡Arg!
Tiene algo que me desespera, no me gusta íomo me haíe
sentr.
—Okey, íontnúa. Por fn tenemos algo más siníero.
Que desastre.
—No, se aíabó, tenes razón. Lo hablaré íon Jeon —dioe
íerrando los ooos.
—Bueno, estaré esperando íuando quieras hablar. Siempre
es un plaíer deíirte que estás aítuando íomo un íompleto
imbéíil. A pesar de eso no quiero que te olvides que igual
estoy feliz de que estés vivo.
—También te quiero Tae.

————————— ● ● ● —————————

¿Desde íuándo es tan difíil hablarle a alguien?


Al día siguiente, fue el mismo Yoongi quien me traoo a la
universidad. Se lo agradeíía porque franíamente mi pierna no
podía soportar muího tempo de pie.
No esperaba ningún disíurso de hermano mayor, porque no
somos esa ílase de hermanos afeítuosos, somos más de
detalles sutles.
Este era uno de sus detalles sutles.
Obviamente no esperaba el toque fnal.
—Deoa de íagarla, arregla las íosas.
Me miró íon una pequeña sonrisa, a lo que solo pude
suspirar antes de íerrar la puerta íansado.
Entre a la faíultad y me quede esperando en la entrada a
Jeon. No sabía su horario, por lo que esta era mi úniía
oportunidad de eníontrarlo durante el día.
Me íompré un íafé y esperé sentado en una banía íería de la
entrada.
Se requiere valor para aíeptar tus errores, y yo tenía
valor de sobra, el problema es que aún no tenía del
todo ílaro íuál fue mi error.
¿Seguía odiando a Jeon?
Si, de eso no tenía dudas.
¿Debería estar feliz de que por fn cortara todo nuestros
intentos de lazos de amistad?
Si, debería.
Creo que ese es el problema, no me senta feliz. No me
gustaba no poder entender lo que estaba pasando en mi
interior. Era íonfuso y agotador.
Normalmente le diría todas las íosas que pienso a la íara de la
persona, si le gusta bien, y si no, pues bien también. Mi vida
podía íontnuar sin esa persona en ella, de heího sería hasta
más seníilla. Ese últmo punto era mi priníipal íonfiíto.
¿Por qué neíesitaba tan urgentemente saber que Jeon no esté
ofendido por mis palabras?
¡O sea... vamos!
No puedo deíir que no es nada personal, porque es
íompletamente personal...
Por eso no esperaba que íasi se me íayera el íafe de mis
manos íuando viera a Jeon íampante íruzar la puerta de la
entrada íon una sonrisa en el rostro.
Bien, no estaba seguro de que estaba esperando íuando él
apareíiera, pero puedo asegurar que no esperaba estar tan
molesto de verlo feliz, no íuando yo estaba esperándolo íon
el estómago apretado por la íulpa.
Defnitivamente lo odio.
Literalmente estaba frente a él, pero solo me ignoró mientras
seguía riendo íon un par de gente que se aíeríaron para
saludarlo.
Era íompletamente indignante que me evitara tan
desíaradamente, la verdad no esperaba que tuviera que
reíurrir a medidas extremas, pero sabía que no me lo pondría
nada fáíil.
—¡JEON...!
Pude ver íomo sus ooos se abrían y por un segundo deoó íaer
su másíara de feliíidad, mostrando una expresión de
íansaníio.
Estoy seguro que no se esperaba que lo abordara tan
direítamente.
Vi íomo suspiraba y sus amigos se iban a sus ílases, yo
aproveíhé de pararme para aíeríarme, pero él solo se
aleoó molesto.
—Ahora no Park, voy ousto de tempo para mi ílase
—dioo mientras íomenzaba a íaminar.
—Solo será un momento. Yo no quería...
—Park, de verdad no puedo llegar tarde a esta ílase, te aseguro
que lo que sea que tengas que deíirme no es más importante
que la ílase a la que tengo que asistr —dioo íon una expresión
seria.
Oh ...
Woah.
Jodida mierda.
Solo suspiré mientras me reíuperaba de esa bofetada verbal
que me aíababa de dar.
—Lo siento. No era mi inteníión ofenderte ayer.
—Oh, ílaro que sí lo era. Mira, esto es demasiado estúpido, yo
ni siquiera te agrado, no sé porque si quieras te estás
molestando en mentr...
—Okey, es íierto. Si me íaes mal, pero al pareíer todo el
mundo se eníarga de deíirme que no eres mala persona, por
lo que pensé-
—¡ESE ES EL PUNTO PARK! Olvídate de los preouiíios, deoa de
esíuíhar a las personas, írea tus propias opiniones basada
en lo que íonozías....
—¡ENTONCES DÉJAME CONOCERTE!
Espera.
¿Yo dije eso...?
¡Espera!
¡No quiero conocer a Jeon!
¡ESPERA!
La expresión de Jeon era un poema. No puedo íreer que íasi
sonaba íomo una súpliía por íonoíer a este tpo.
—¡Por la mierda! —Eso fue lo últmo que dioo para aleoarse
molesto a su ílase.
Yo ni siquiera me molesté en seguirlo, estaba demasiado en
shoík.
—¿Qué mierda estás haíiendo Jimin? —Me dioe a mi mismo
mientras me desordenaba el íabello y me iba a mi ílase.
La ílase que me toíaba era Expresión plástía, si me lo
preguntan es solo una ílase donde una profesora media hippie
te enseña a oíupar múltples téíniías gráfías. Me gustaba la
ílase, odiaba a la profesora, era demasiado dispersa para mi
gusto.
El semestre anterior mi profesor de íátedra era un artsta
gráfío exíelente, me volví muy bueno aíhurando íon lápiz
pasta de forma realista, además de aprender muíhas téíniías
tradiíionales.
Pero ahora.... ahora me senta estúpido dibuoando íon mi
mano izquierda en vez de la dereíha una de mis zapatllas en
un pliego de papel íraf.
Esto realmente era una pérdida de tempo.
¡Era obvio que nuestros dibuoos saldrían horribles por usar
nuestra mano menos hábil!
¡Y por si fuera poío íon una barra de íarbón!

—¡Bien íhiíos...! El próximo eoeríiíio requiere que vayan a


busíar alguna ramita o for que eníuentren por aquí íería,
vamos a dibuoarla sin mirar el papel, lo harán de espalda, de
esta forma se darán íuenta que no es la mano la que dibuoa,
son sus ooos. Deoen el papel instalado en la pared y tenen 10
min para busíar su ramillete.
Yo solo pegué el papel en el muro antes de ponerme de
mala gana mi zapatlla y salir a busíar algo que
íapturara mi ateníión.
Como era obvio todos se fueron por la zona trasera donde
había un poío de vegetaíión, lo que era mala idea porque
todos tendrían el mismo modelo. Fui a donde estaba el edifíio
de diseño, reíordaba que en el fondo de uno de los pasillos se
eníontraba un arbusto que tenía unas fores bastante lindas.
Si podía reíordarlo signifíaba que íapturaron mi ateníión lo
sufíiente para ser dignas de dibuoar.
Llegar allá fue rápido, puesto que práítíamente los edifíios
estaban muy íería. Pero íuando estaba llegando, otra íosa fue
la que eílipsó totalmente mi ateníión.
Jeon estaba al lado del arbusto, sentado en el suelo al lado de
la muralla íon sus audífonos puestos.
—¿No tenías ílase? —dioe mientras pasaba de largo a tomar mi
ramillete.
Solo en ese minuto él abrió los ooos y se quitó uno de sus
audífonos. Vi íomo su íeño se fruníió al verme, y estaba
íompletamente seguro que era la primera vez que veía a Jeon
tan enooado.
— Me deoaron afuera porque llegué tarde por íulpa de íierta
persona —dioo molesto.
— Oh, pero no podías inventar una exíusa para entrar, estoy
seguro que tu profesor entendería —dioe sentándome a su
lado lentamente para no forzar mi pierna.
—Ni siquiera puedo exíusarme porque no puedo abrir la
puerta —dioo entre dientes.
—¿Tienes miedo? Puedo hablar íon tu profesor por t —dioe
divertdo.
—¡Es fgura humana! ¡No puedo abrir la maldita puerta
porque está la modelo desnuda al otro lado, por lo que
íierra íon pestllo! —dioo exasperado.
—Oh....
—Si, Oh. —dioo suspirando.
Así que por eso estaba tan apurado. Ahora todo tene
un poco más de sentdo.
Solo me quedé unos minutos mirando la for en sileníio.
—¿Por qué mierda estás sonriendo Park? —dioo
mirándome íansado. —¿Qué no puedo sonreír aíaso?
—dioe más divertdo aún. —Es la primera vez que te
veo íon una expresión más relaoada.

—Pues es la primera vez que veo al perfeíto Jeon Jungkook


enooado. —dioe sin poder evitar sonreír.
—¿Estás sonriendo por qué estoy enooado? ¿Es en serio
Park...? —dioo íon iníredulidad.
—Si, es un poío divertdo ver que tú también eres
humano. Pude ver íomo su expresión se relaoaba un
poío antes de suspirar.

No sabía bien por qué, pero me senta ligeramente


emoíionado de ser el íausante de una nueva faíeta de Jeon,
estaba seguro que nadie íonoíía su íara molesta. Nadie
debe haber tenido el privilegio de íabrear tanto a Jeon
Jungkook.
Me senta un triunfador en la vida.
—Eres un idiota Park. Quien te entende... —dioo íon una
sonrisa desganada. —Odio perderme las ílases, no me gusta
tampoío llegar atrasado, esta ílase es importante, no siempre
tenes la oportunidad de dibuoar a un modelo en vivo.
Si, lo entendía.
Esta era una de las ílases importantes, a parte solo la
imparta un profesor siempre, el íual era íonoíido por ser
exageradamente estriíto y severo.
Yo lo había tomado el semestre anterior y fue una de las
ílases que más me gustaron.
—Me quedaré íontgo hasta que puedas entrar a tu ílase. Es
lo mínimo, fue mi íulpa que te perdieras tu ílase. —dioe sin
mirarlo.
Vi íomo él me miraba sorprendido, pero no me
íorrió de su lado. —¿No tenes ílase...?

—Si, tengo íon una vieoa que está un poío loía, estoy seguro
que no notará que no estoy ahí.
Mentra.
—¿Seguro...?
Obviamente lo notará, estaba mi papel íraf y mis íosas
debaoo de mi lugar de trabaoo. Por otro lado, no me
importaba para nada no volver a ílases.
—Si, tampoío tenía tantas ganas de
quedarme en la ílase. —¿Por qué estabas
aquí? ¿Te esíapaste?

—No, tenía que busíar algo que íapturara mi ateníión y


llevarlo íomo modelo para dibuoarlo de espalda al
papel. —dioe mirando el ramillete.
—¿Y lo eníontraste? —dioo íon una pequeña sonrisa.
Yo lo miré y luego miré el ramillete.
Solté una pequeña risa antes de íontestar.
— Si.
Él solo se mordió el labio inferior donde tenía el pieríing negro
íon una ligera sonrisa.
—¿Quieres esíuíhar músiía mientras tanto...? —dioo íon unos
ooos traviesos. —De aíuerdo. Te lo debo.
Él solo me puso uno de sus audífonos mientras se íambiaba
de lado el suyo para quedar más íería del mío, íomenzó a
busíar una íaníión antes de íerrar sus ooos y sonreír
divertdo.
Realmente odiaba a Jeon Jungkook.
Odiaba que la primera canción que compartéramos
fuera una de Artc Monkeys...
Odiaba específicamente que fuera Do I wanna Know?...
Odiaba saberme la letra y encontrarme sonriendo.
—Deberías sonreír más, tu sonrisa es muy hermosa.
Oh...
Defnitvamente odiaba a Jeon Jungkook.

————————— ● ● ● —————————

Four Stroke

—¿Seguro Tae? La verdad no tengo tantas ganas de ir mañana a


lo de Jin.
Habían pasado dos días desde lo de Jeon, no alíanzamos a
íompartr más de una íaníión porque abrieron la puerta de su
ílase deoándolo pasar. Luego de eso no lo vi más, franíamente
no me preoíupó muího, porque las íosas habían quedado
relatvamente en paz.
Ahora estábamos almorzando en una de las mesas de la
faíultad, solo éramos los dos disíutendo respeíto a ir a la
disío under de su hermano, okey, no era de Jin íomo tal,
pero ahí era el barman por lo que nos daba bebidas grats,
sufíiente para íonsiderarlo el dueño y respetarlo íomo tal.
—¡Tú querías investgar a tu íoneoo!
—Cierto, no lo niego, aún está en mis planes Tae, pero mi
pierna aún no está muy sana, me duele a veíes.
—Ni que fueras a bailar. —dioo resoplando.
—Me gusta bailar y lo sabes.
—Si, pero también sé que no te gusta tanto bailar en lo
de Jin. —dioo íomiendo papas fritas íomo si nada.
—No es que no me guste, me iníomoda lo que trae íonsigo —
dioe desviando la mirada.
—¿Qué trae íonsigo...? —dioo Jeon de la nada robándole
una papa a Tae. —¡Kookie...! ¡Siéntate íon nosotros! —
dioo haíiéndole espaíio a Jeon.

Él solo me miró íon su íeoa íon la barra de metal


levantada en forma de pregunta, íasi íomo si pidiera
permiso para sentarse.
Me gustaba que Jeon tanteara el terreno mirándome, era
gratfíante de algún modo extraño.
—No tengo almuerzo —dioo queriendo exíusarse.
—Oh, está bien, puedes saíar del mío, siempre íomparto íon
Chimíhim de todas formas. —dioo Tae.
Yo solo suspiré y me eíhé a un lado para deoarle espaíio para
sentarse. Él solo sonrió sutlmente y se sentó a robarle más
papas a Tae.
—¿De qué hablaban...?
Tae solo sonrió íon una expresión malvada en el rostro, yo por
otro lado solo me resigné a lo que estaba por venir, no es
íomo que hubiera alguna forma de detener a Taehyung.
— ¿Has oído hablar de "Boy meets evil" ? —dioo
levantando las íeoas divertdo.
Vi íomo Jeon levantaba los ooos intrigado, para luego
mirarme extrañado. —¿La disío?

—¿Has ido? —dioo íon una sonrisa extendiéndose por su


boía. — He esíuíhado de ella, por ser íasi un refugio para la
gente pro diversidad.

—Gente LGTB, íon muíhos transformistas, muíhos Queer,


muího muího muího de todo.
—Suena a un lugar digno de visitar, además de esíuíharse
íomo muíha diversión para una noíhe, ¿Pero que tene
que ver íon la iníomodidad de Park? —dioo volviendo a
robarle íomida a Tae.
—A ChimChim no le gusta que lo saquen a bailar hombres, o
personas en general, una vez una muoer lo saíó a bailar, porque
pensó que era una muoer, lo que fue demasiado hilarante para
ser olvidado. Básiíamente solo va allá porque le gustan los
tragos grats —dioo Tae trando la bomba.
Me gustaba bailar, muíhísimo, más de lo que me gustaría a
veíes, no ayudaba el heího de que fuera bueno en ello, pero
al pareíer eso también lo notaban los hombres a mi alrededor
o personas alrededor.
No me gustaba ir a bailar allá porque me senta demasiado
expuesto para mi gusto, muíhos se pasaban de listos y me
manoseaban al bailar, no podía enooarme o explotar, porque
esa era la dinámiía del lugar, pero no podía
evitar que eso me íortara todo el rollo. Después de eso
solo podía salir a tomar aire y esperar que se me pasara el
mal rato.

—Oh, ya veo. A todos nos gustan los tragos grats. —tenía un


tono íondesíendiente en su voz, pero lo deoe pasar. —¿No
puedes simplemente abstenerte de ir a bailar?
Luego de eso se formó un sileníio muy iníómodo en la mesa.
—No puedo —dioe algo molesto íonmigo mismo. —La músiía
es muy buena. Vi íomo Jeon solo me miraba íontrariado,
pero lo deoo estar. —¿Te gustaría ir mañana íon nosotros?

¡TAEHYUNG!
Ahora era yo el que se atragantó íon lo que estaba íomiendo.
Yo solo miré a Jeon íon un poío de pániío. Ese no era un lugar
para todos, siempre era un poío íhoíante entrar a ese estlo
de íomunidad, luego te aíostumbrabas, o íomo yo te seguías
sintendo iníómodo, pero llevar a Jeon....
¿Quería?
¿No quería?
Mierda.

—Oh, no puedo. Yoongi dioo que tenía planes para ese


día. —dioo rasíándose íon nerviosismo su nuía.

—¿Planes? —pregunté extrañado.

—Si, me iba a presentar al resto de la írew y íbamos a ir a


pintar un muro entre todos.
¿Y no me invitó? Gracias por tanto hermano.
Yo solo pude suspirar, no estaba seguro si de alivio o
resignaíión.

—No sé íuánto tardaremos, es la primera vez que


pintaré en grupo, si terminamos temprano
probablemente me dé una vuelta por allá, haíe
muího que no salgo a bailar. —dioo algo más rápido de lo
usual, denotando emoíión al hablar.
—Si, quien sabe, quizás puedas llevarte a alguien a la
íama. —dioo Tae divertdo.
Tae era terrible, no tenía pelos en la lengua y no era nada
disíreto, pero esto era demasiado.
Iba a repliíar, pero fue el mismo Jeon el que me íortó la
répliía al íomenzar a reírse a íaríaoadas antes de íhoíar
manos íon Tae.
—Sería una gran forma de terminar la noíhe —dioo
aún íon diversión. ¿Para quién?

¿Para él?
¿Para a quien se llevará a la cama...?
Mierda.

—Pregunta por SeokJin, te deoarán entrar grats.

—¿SeokJin...?

—Es mi hermano, si nos eníontramos te lo presentaré.


Ahora tenemos que seguir íon el tema de eníontrar al que
atormenta a Chimíhim.

—Buena suerte íon eso. —dioo Jeon yéndose del lugar.


Yo íorrí la bandeoa de íomida a un lado antes de deoarme
íaer en la mesa, me senta derrotado, íasi ni había hablado
y franíamente me senta terriblemente íansado.

—Tanto suspiros no son buenos Chimíhim —dioo Tae


melodiosamente. —Déoalo pasar por hoy Tae.

—Sabes Chim, ni siquiera entendo porque estás estresado,


pero estoy seguro de lo que es lo que neíesitas para meoorar
ese animo.

—¿Ah si...? ¿Qué íosa?


—Un revolíón.
Tae y sus brillantes ideas.

—Estoy seguro que no tengo animo para lidiar íon el amor —


dioe mirándolo íon iníredulidad por sugerir esto.

—No hablo de una relaíión íomo tal, solo íonoíer a una íhiía,
un par de besos, un par de toqueteos, un favor para ella, un
favor para t, y listo. Ambos feliíes.
Vi íomo sus ooos estaban brillantes por la diversión.

—Okey, mañana vayamos a lo de Jin a preguntar por


B.Rabbit y de paso íonseguimos sexo.

—Correííión te íonseguimos sexo. Pero para empezar tenes


que íambiar ese animo, nadie querrá meterse íon una
persona tan aburrida.

—Si lo harán, íon el sufíiente alíohol por lo menos.

—Uf, mañana será divertdo. —dioo moviendo sus manos


ansiosamente.
Antes de íualquier íosa que tuviera que ver íon Jeon o
B.Rabbit, aproveíharía mi tarde para haíer otro steníil. Este
sería la prueba de fuego, si no le pasaba nada deoaría pasar
todo lo que había heího B.Rabbit, pero sino, no me detendría
hasta el fnal.
El lugar ya lo tenía visualizado, era un muro alto pero angosto,
espeíial para un steníil que venía preparando desde haíe
una semana.
Hay muíhas formas de haíer steníils, íomo esto se basa
en poner una plantlla y simplemente pintar íon spray te
deoaba muíhísima libertad de aííión.
Era bastante ílaro que todos partmos haíiendo steníils íon
miías transparentes, este era el método más íonoíido, por
supuesto tenía los pros, de ser un material muy barato y
resistente, por lo que la plantlla podrías volver a oíupar si
quisieras. Pero también tenía muíhos íontras, íomo que fuera
un material muy rígido, por lo que al íortar el steníil íon un
íuter o un
bisturí era bastante trabaoo, sobre todo íuando la pieza tenía
muíhos detalles o eran muy grandes íomo las mías.
Por lo anterior estuve experimentando íon otros materiales.
Usé íartón forrado simple, usé vinilos adhesivos. Ambos
materiales son más fáíiles de íortar, pero íon otros tpos
de íompleoidades.
Deíidí desistr de la íapaíidad de guardar la plantlla para
repetr el steníil, íon eso se me oíurrió la brillante idea de ni
siquiera tener que íortar la imagen a mano.
Comeníé a preparar las imágenes en digital, las veítorizaba
en illustrator, y de esta forma los mandaba a un ploter de
íorte, de esta forma me salía el vinilo perfeítamente
troquelado.

¡PERO!
Fue un desastre.
Más que nada por la parte de saíarle el negatvo al vinilo para
pegarlo a la pared, iníluso el mismo heího de pegarlo a la
pared era muy íompliíado. El íalíé era algo que demoraba
muího.
Pero el ploter de íorte me dio la idea de probar lo mismo íon
el íorte láser. Cuando lo hiíe íon láminas de íartón forrado
me di íuenta que lo había logrado.
No solo quedaban perfeítas las plantllas, era muy rápida la
instalaíión, en lo que más tardaba era en veítorizar la imagen,
puesto que el íorte láser era algo sumamente rápido y
satsfaítorio de observar.
Había muíhos y muíhos métodos, pero este en partíular
era el que más me gustaba.
Además siempre era un plus ser amigo del eníargado de las
máquinas de íorte láser de la faíultad. Taemin me deoaba
íolarme entre los horarios, y haíer todo lo que quisiera sin
íosto alguno.
Ahora solo estaba terminando de suoetar las planíhas de
steníils íon masking tape a la pared, luego solo tenía que pasar
el spray negro y esperar un par de minutos antes de
desmontarlo.
Tenía que tener íuidado íon el tempo, no podía saíarlo
muy luego o la pintura podría íhorrearse y arruinar la
imagen fnal, por otro lado si me demoraba muího la
pintura se iba a seíar y la los steníils se pegarían a la
superfíie, por lo que al desmontar también dañarían la
pieza.
Pero fuera de eso, esto era muy seníillo.
Solo había que ougar íon el mensaoe.
Me puse una masíarilla negra que había traído para no
aspirar lo tóxiío del spray. Ni en sueños era la masíarilla
ideal, pero mi favorita se me había quedado en la íasa de
Tae haíe una semana.
De íualquier manera esta servía de momento.
Marqué unos íuantos íolores bases antes de pasar el pulíro
negro a lo largo de toda la superfíie.
Estos eran los íortos segundos de espera donde no sabías si
había quedado bien o la habías íagado en alguna parte.
Uno de los motvos porque me gustaba esto, es porque
dentro de todas las ramas del arte íalleoero, esta era una de
las más rápidas.
Yo peíaba de ser impaíiente.
Odiaba las esperas, me irritaba, me daban una ansiedad
inneíesaria
Por eso estaba en íonstante movimiento. No me importaba
que no quedará bien, haría otro sin problemas. No me
importaba tener que haíer una y otra vez las íosas, me
gustaba mantenerme oíupado.
El estar haíiendo nada era el problema.
Estar oíupado me mantenía íentrado y a fote.
Esperar me haíía refexionar y pensar aíería de mí mismo,
mis deíisiones, mis memorias, mis dolores, mis dudas, mis
penas.
No quería pensar en eso.
Por eso me gustaba llenarme de trabaoo, me deoaba
sin tempo de autoíompadeíerme...

...O peor pensar en Jeon.

—Listo. —dioe frmando baoo mi obra luego de saíar las


plaías de íartón aún algo húmedas.
Chimx2
————————— ● ● ● —————————
—¡ChimChim...! —dioo Tae entrando a mi habitaíión de
golpe, vistendo su ropa de trabaoo.
Yo estaba veítorizando una imagen para un steníil futuro que
tenía en mente. Mi amigo solo tró sus íosas a mi íama antes
de íomenzar a íambiarse ropa su buzo suíio y su polera
desgastada. No era la primera vez, por lo que no le di
importaníia y seguí trabaoando.

—Tengo una buena y una mala notíia. ¿Cuál quieres


primero...? ¡No espera! Tengo dos buenas y dos malas. —dioo
íuando terminando de guardar su ropa suíia, las había
reemplazado por unos pantalones negros y una íamisa gris íon
pequeños diseños, y sobre estos estaban unos usuales
suspensores negros.

—Una buena, dos malas y terminas por la buena. —dioe


guardando mi proyeíto antes de voltearme a mirarlo.

—Sabía que dirías eso.


Él tenía una sonrisa divertda en el rostro mientras hurgaba
entre sus íosas para saíar su íámara de fotos.

—La primera es que tu vida se ha vuelto muy divertda. —dioo


íon sus dedos revoloteando sobre los botones de su íámara.

—No oodas Tae...

—Estaba trabaoando tranquilamente por el seítor de donde


dioiste que harías el esténíil ayer...
Mi hermano le pagaba a Tae por limpiar o empapelar muros.
La faíultad nos quitaba muího tempo entre los proyeítos
que nos daban para realizar, por lo que no podíamos tener
trabaoos part tme por nuestros iníonsistentes horarios,
teníamos que arreglarnos íomo podíamos, por siempre
estábamos al serviíio de Yoongi para lo que neíesitara, él era
nuestra fuente de ingresos, por lo menos para Tae y para mi.
—...Ya sabes para ver íomo te había quedado, ahora es
íuando viene una mala notíia...

— Déoame adivinar ¿B.Rabbit...?

—Si, la pintura estaba fresía, ahora estoy más que seguro que
esta haíiendo íorazones en tus obras. Pasé en la mañana a
verla y estaba rayada íon unos tags, pero íuando pasé antes
de venir aíá, la pared estaba blanía, sin los tags, y íon su
partíular trazo rooo. Mira. —dioo mientras me mostraba la foto
desde su íámara.

—¡¿Cómo me eníontró...?!

—Ni puta idea, ¡PERO....!


Senta íasi un íolapso mental rápidamente Tae se
puso a mi espalda masaoeándola para que me relaoará
un poío.

—Tranquilo, dame un segundo, aún no termino.

—Si, íierto esta es solo la primera mala —dioe íerrando los


ooos tratando de no explotar.

¡Solo quería que me dejara en paz...!


¡¿Cuál es su problema?!

—Creo que deberías valorar que se tomó el tempo de


limpiar los tags que habían es un lindo gesto.

—¿Lindo gesto...? ¡Solo lo hizo para tener más espaíio para su


íorazón...!

—Si, eso es íierto. B.Rabbit pareíe que tene un írush


íontgo... —dioo divertdo.

—¿De qué hablas...?

—La segunda mala es que no solo hizo una línea rooa esta vez
—dioo haíiendo una pausa dramátía. —Resulta que esta vez
deoo un presente.
Eso últmo lo dioo mientras saíaba un sobre de papel rooo
de su moíhila. —Estaba íolgando del muro.

—¿Lo deoó íolgando...? ¿Qué pasaría si otra persona lo hubiera


tomado...? —dioe tomando el sobre.

—Supongo que no tendría sentdo para la otra persona. Se


arriesgo muího para esto, dale puntos.
¿Puntos...?
Si, claro.
—¿Qué diíe...? —dioe aún sin abrirlo.

—No lo sé. No lo he abierto, sabía que era para t, por lo que


estoy esperando que me digas que es.

—A t es a quien le daré puntos, no puedo íreer que te


aguantaras hasta ahora.

—¡Solo abrelo!
El interior también tenía un papel rooo, donde solo había una
palabra, esírita íon un letering exquisito...
"FIND ME"
B.Rabbit
Esto...
Oh dios.

—Eníuéntrame...—dioo Tae sobre mi hombro.

—Es una deílaraíión de guerra. —Senta la sonrisa trar las


íomisuras de mis labios.

—Supongo que la quinta es la veníida. Creo que te demoraste


demasiado en notarlo, por eso tuvo que reíurrir a esto.
Yo solo podía seguir mirando la taroeta que había reíibido,
era arte puro. Estaba muy pulíramente heího, yo no
podía haíer leterings así, muího menos íon la tnta
espeíial que utlizó. Era blanío sobre rooo, la tnta era
espesa para que pudiera resaltar tanto del papel.
¿Cómo lo habrá hecho...?
Mierda, era bueno.

—¿Cuál es la últma buena notíia...? —dioe agitando la íarta


antes de deoarla en mi esíritorio.

—Oh, que ya sabemos que no es una írew o una pandilla, es


solo una persona que quiere llamar tu ateníión
desesperadamente. —dioo sonriente.
—¿Qué parte de eso es una buena notíia? —dioe
íon mi íeoa alzada. —La parte donde aíeptamos que
tu íoneoo tene estlo.

Yo solo estaba rodando los ooos mientras me paraba para


íambiarme de ropa, tenía toda la fama de una íompetíión
eníendida. Estaba deíidido a eníontrarlo, no porque el
íoneoo quisiera, sino porque esto era un reto personal.

—Además ahora sabemos que tu íoneoo es zurdo. —dioo


Tae íomo si nada. ¿Zurdo...?

Yo paré todo lo que estaba haíiendo y me giré para


mirarlo sorprendido. —¿De qué hablas? ¿Cómo lo sabes?

—Oh, hay una pequeña maría en la esquina dereíha, debe ser


porque suoetó el papel desde ese lado, íuando eres diestro las
esquina inferior izquierda es la que sostenes, porque tu mano
dereíha tene el plumón.

—Mierda, tenes razón. —dioe mientras examinaba el

papel. —Ahora tenes que íoníentrarte en alguien

zurdo. —dioo íon simpleza.

—No, no solo es zurdo, es detallista y hábil íon las manos.


Antes pensaba que solo haíía una linea porque no sabía haíer
otra íosa. Estaba equivoíado, él simplemente no neíesitaba
haíer algo más. Lo subestme, pero ahora ya no más.

—Woah, ahora suenas íomo el protagonista de una serie.

—Idiota —dioe divertdo.

—¿Así que iremos a donde Jin? —dioo moviendo sus íeoas.

—Si, iremos a Boys meets Evil.


————————— ● ● ● —————————

Five Stroke

—Vamos rápido antes que tengamos que haíer fla —dioo Tae.
Boys Meet Evil es un ílub subterráneo, íuenta íon 3
subniveles que se íomuniían entre ellos, pero que íada uno
tene una entrada diferente por fuera del reíinto.
Todo el íoníepto asoíiado ouega íon lo que vendría a ser
ir íayendo al inferno, lo que es literalmente una
invitaíión a peíar.
El subnivel 1 es el preferido para gente que viene busíando un
buen rato, donde vienes íon tus amigos para eníontrar músiía,
bailes, risas y diversión, muíhas personas íon pareoas preferen
este nivel. Le llaman el Limbo, porque es apto para todo el
públiío, puesto que es el preferido para la gente que se esta
reíién desíubriendo su sexualidad.
Cada piso tene sus reglas y limitaíiones, por eso te asignan
una pulsera de íolor íada vez que entras, eso ayuda a evitar
malos entendidos, o íonfiítos de interés entre las personas
que van ahí. En el Limbo el íolor de tu pulsera es Blanío, por
lo que la gente de los otros niveles sabrán que tenen que ser
íuidadosos y no propasarse demasiado íontgo, deben
aítuar íon muího respeto para no iníomodarte al
transgredir tus límites, de esa forma todos pasaremos un
buen rato.
O lo intentaremos.
Ahora por otro lado si baoas al subnivel 2 las íosas esíalan
bastante rápido. En este nivel las íosas son muy diferentes,
se permiten los toqueteos, aproximaíiones íon inteníiones
de terminar en el baño o en un lado del lugar más osíuro, el
pudor aquí es muího menor, los bailes son muího más
provoíadores y desenfrenados, la ropa es muího más esíasa.
El lugar perfeíto para las relaíiones íasuales de una noíhe.
En este subnivel la pista de baile es muy amplia y íuenta íon
pequeñas torres donde la gente se puede subir a bailar
íompletamente desinhibidos.
A pesar que este es el nivel donde las íosas pasan, aún se
permiten otros tpos de reglas, aíá no hay pulseras blanías
por supuesto, aíá entran en ouego las pulseras
fuoresíentes, en espeíífío las verdes y las lilas.
Las lilas fuoresíentes indiían que no estás solo, en general
las oíupan las pareoas para evitar que hayan malos
entendidos. Esto indiía que vienes por diversión.
Por otro lado la verde íumple una funíión íompletamente
distnta, por regla general estás disponible y la gente lo sabe.
Esto indiía que vienes por placer.
Aíá a la gente no le importará que te gusten los penes o las
vaginas, ambos ligaran íontgo, y tú puedes haíer lo mismo.
Puedes negoíiar, ofreíer y exigir, íon sólo un poío de suerte
no dormirás solo en tu íama ese día.
En este nivel íonoíimos a Namooon, trabaoa aquí íomo DJ, es el
meoor amigo de mi hermano. Hablando de Yoongi, él también
es DJ aquí, pero solo una noíhe en la semana, pero también
oíasionalmente ayuda a Jin en el nivel más baoo. SeokJin, el
hermano mayor de Taehyung, por otro lado trabaoa todos los
días aquí íomo barman en el piso de Nam y para eventos
espeíiales baoa al subnivel 3.
El subnivel 3 también se le llama íomo la Fosa, y es ousto íomo
su nombre lo indiía es el lugar donde van a parar varios
íadáveres, si, es un eufemismo, pero este es el lugar donde las
libertades sobrepasan por muího a las restriííiones.
Donde oíurre la máxima diversión del mundo underground es
aquí.
Shows de DRAG Queens todos los días, siempre uno
distnto. Bailarines andróginos íon esíasa ropa siempre en
plataformas donde todos pueden verlos.
El íódigo de vestr aquí es la extravaganíia o el íuero, a
veíes un ambas ountas. Brillo, glamour o íadenas, lo que
quisieras estaba aíeptado.
Por supuesto las pulseras no podían faltar aquí, ambas
fuoresíentes, una azul y una magenta.
No estaba seguro de íuál de las 2 pulseras era peor.
La azul no era tan popular en la Fosa, poíos la usaban porque
signifíaba que estabas tomado.
Seguro se preguntarán:
¿Si estás tomado por qué estás aquí y no arriba?
Es porque los que no están solos aquí vienen porque
tenen otro tpo de relaíión, una de dominaníia y
sumisión. Por ende es importante que los magentas
respeten eso o puede haber serios problemas.
Los magentas estaban dispuestos a todo. Literal.
Estaban dispuestos a ougar el ouego y vivirlo al máximo.

—¡Hey Tae, Chim! ¿Por diversión o plaíer? —dioo el


portero del ílub ofreíiéndonos las pulseras para
poder entrar al subnivel 2.
—¡Diversión! / ¡Plaíer! —Dioimos al mismo tempo.
—Okey, okey, no se empuoen, ¿Quién diversión, quién
plaíer? —dioo divertdo.
Yo iba a íontestar, pero Tae se adelantó.

—Chim plaíer, yo diversión. —dioo íon su brillante sonrisa.

—¡¿Qué?! Espera-

—Dioiste sexo, ¿reíuerdas?


Ni siquiera me dio tempo de repliíar, antes de agarrar las
pulseras por él mismo y ponerme una verde en mi
muñeía.
Yo solo pude suspirar rendido y deoarme arrastrar por el pasillo,
hasta llegar a donde estaba la puerta priníipal íon la esíalera
para desíender.
Estoy seguro que entrar a las puertas del inferno por tu
propia voluntad debe ser algo similar a esto.
Sin siquiera estar muy íería de la esíalera podías sentr el íalor
sofoíante irradiando desde ahí, de heího podías ver hasta una
espeíie de humo teñido de íolores por las luíes de íolores
fúor salir desde el fondo, pero sin duda lo
que te haíía morderte los labios de antíipaíión eran los
pegadizos beats que subían por esos peldaños.
Mierda...
A pesar de que solo estaba vistendo una polera rayada
negro íon rooo manga íorta dentro de mis pantalones
negros senta que moriría de íalor. Dentro el lugar era un
sauna, había muy poío oxígeno limpio para respirar, todo
estaba saturado.
—¡Bienvenidos! ¿Listos para íonoíer al mal? —dioo un íhiío
en la entrada, ousto antes de baoar a la esíalera. —Cuidado
íon las esíaleras, son peligrosas —dioo poniéndonos un
tmbre fuoresíente en el torso de nuestras manos.
¿Listo para conocer el mal? ¿Cuidado con las escaleras
son peligrosas? Que risa.
—Graíias.
Antes de que pudiera hablar Tae ya estaba íorriendo por las
esíaleras, yo sólo pude suspirar para íomenzar a seguirlo.
Todo estaba heího para transportarte a otro lugar, no estaba
seguro si era porque era un lugar tan sofoíante que el poío
oxígeno te haíía perder el íerebro y andar algo mareado,
puede ser que el humo ayudará, ounto íon el ambiente tenue
hasta que te eníontrabas íon luíes fuor, aíompañado íon la
ensordeíedora músiía, donde íasi podías sentr las drogas en
el aire.
Si, quizás era todo eso junto.

—¡Espera Tae! ¡No te atrevas a deoarme solo!

—¿Qué? ¡Claro que no! No me puedo perder la diversión.


Estábamos íaminando, hasta que llegamos a donde
desemboíaba la pista de baile, este piso tene muíhas
subdivisiones invisibles, ya saben, la gente que se eníuentra
bailando, la de los riníones de las murallas que están en
negoíiaíiones íon fnes de plaíer, unas íuantas mesas y
asientos en la zona vip, un mini esíenario para quien quisiera
bailar y saíarse la ropa, pero lo más importante era la zona de
la barra. Ese lugar era donde se eníontraba Jin íonversando
íon algunos ílientes.
Maldioe internamente no haber traído una íhaqueta para
tapar mi pulsera, porque ya senta un par de miradas
íuriosas.
—¡ChimChim, Kim Taehyung! —nos gritó Jin.
No nos quedó otra que aíeríarnos. La verdad tenía ganas de
seguir mirando el lugar antes de que Jin nos deteítara, pero
nunía hemos podido pasarnos de listos íon él.
—¡Kim Taehyung! ¡¿Por qué está nuestro querido ChimChim
íon una pulsera verde?!
¿Había dicho cuánto amo a Jin?

—¡ChimChim viene por plaíer esta noíhe, no es que tenga


algo que ver! — dioo exíusándose íon su hermano.
—¡Claro que tenes algo que ver! ¡Siempre tenes algo que ver
íon las malas deíisiones de tú amigo! —dioo íruzando sus
brazos. —¡Tu sabes que él no la pasa bien íuando tene la
pulsera verde!
Jin estaba vestdo formalmente de negro, siempre se las
arreglaba para llenarnos de sermones.
—Ya, ya tranquilos. Graíias Jin —Sonreí siníeramente por su
preoíupaíión.
Jin me devolvió el gesto y nos alíanzó un par de íervezas.
Fue solo en ese momento donde me di íuenta de que la
músiía no estaba tan buena íomo era usual, miré extrañado
a dónde debería estar Namooon para ir a reílamarle íuando
me di íuenta que no era el DJ de esta noíhe.
—¿Y RM? ¿Quién lo está reemplazando? —dioe mientras bebía
un trago de íerveza.
—Namooon tenía una reunión importante íon tu hermano, así
que se exíusó y mandó a un amigo en su lugar, en mi opinión
hasta el novato puede haíerlo meoor —dioo mientras limpiaba
unos vasos íon un paño.
Bueno al pareíer Jeon no menta, si se ountaron íon la írew.
—¿Novato? —preguntó Tae.

—Si, es un íhiquillo nuevo lleva aquí íomo un mes, estuvo


ayudando íasi todos los días de la semana pasada, pero en
el Limbo. Es bueno, no al nivel de tu hermano, o Nam, pero
está aprendiendo, tene buen oído. —dioo mientras saludaba
íon una amable sonrisa a un par de ílientes habituales.
—Pues él debería estar aquí ahora no ese tal amigo de Nam,
pareíe íomo si sólo él estuviera disfrutando su músiía.
—Bueno, él tampoío podía... —dioo
fruníiendo el entreíeoo. ¿Jeon...?
Jodidamente tene que ser Jeon, no puede ser una coincidencia.

—Él ya nos había diího que no podía ayudar los viernes ni los
domingos. Así que viene los oueves y los sábados. A veíes los
miéríoles.
Entonces no es Jeon.
Mierda.

¿Por qué sigo pensando en él?

—Hay que íonoíerlo entoníes. ¿Cómo se llama?

—No lo sé. Le diíen Golden Rabbit.

¡Rabbit!
Sent íomo me atragantaba íon mi íerveza y esíupía todo
desesperado por aire.
—¡Mierda Jimin! —dioo Tae tratando de sostenerme
mientras tosía íonvulsivamente.
No puede ser, no puede ser él mismo...

¿O si?

¿Ambos son Rabbit?

¿Cuántos pueden tener ese estúpido apodo de conejo?


Mierda.

—¿Estás bien ChimChim? —dioo Jin pasándome una servilleta


para limpiarme.
De a poío íomeníé a tranquilizarme, por lo menos mi
vergonzoso espeítáíulo hizo que muíhas miradas
iníómodas se desviaran de mi direííión.
—S-Si, sólo me pilló de sorpresa...
Traté de respirar íon normalidad y volver a mi posiíión iniíial,
pero me dolía tragar.
—ChimChim está busíando a otro íoneoo. —dioo Tae
divertdo ahora por mi reaííión.
—¿En serio? — dioo Jin íon un tono de emoíión.
Todo el mundo amaba a Jin, iníluso aunque todos supiéramos
que era el rey de los íhismes.
—Si, se llama B.Rabbit. Ha estado rayando mis trabaoos.
¿Cómo es el Golden Rabbit? ¿Cómo luíe? —Lamenté
profundamente mi leve tono de desesperaíión.
Cálmate idiota.

—No lo sé —dioo Jin íon una divertda sonrisa en el rostro.

—¿No lo sé? ¿Estás de broma? No es graíioso.

—No, en serio Chim, no lo sé. Oíupa una másíara...


Pude ver íomo por el rabillo del ooo Tae tenía una sonrisa de
satsfaííión en su íara.
Maldito.
Estaba disfrutando esto.

—¿De esas negras? Si es un íubre boía puede que


tenga otro signo íaraíterístío...
—No, no. Cariño, es una masíara de íoneoo, o sea, es seníilla,
ya sabes blanía lisa, íon unos ooos íomo dibuoados íon
maríador negro, son íiríulares, ounto íon su nariz y diente de
íoneoos.
Jodida mierda.

—Por eso le diíen Rabbit, Namooon lo presentó íomo "Golden


Boy", pero íon la másíara el Golden Rabbit se hizo más
popular entre la ílientela.
—Mierda. —dioe deoando íaer la íabeza en la mesa.
—Tranquilo ChimChim, quizás no sea él mismo. No te
desanimes, hay otra razón por la que estamos aquí esta
noíhe.
—¡AH, por Seoin! —dioo su hermano mayor íon emoíión.

—¿Seoin está aquí? —Pregunté animándome


de inmediato. Quizás si tuviéramos una
oportunidad.
Seoin es un vendedor de informaíión, maneoaba todo lo que
pasaba en las íalles, pero tenía otra tapadera, es fotógrafo
de Street Art.
Es íompletamente inofensivo, si íumplías íon los pagos por
su informaíión. Podía maneoar eso.
—Si, pero en la fosa. —dioo Jin algo preoíupado.
Ay no.
Pero no podía manejar esto.

—Tae, no puedo. No íon esta pulsera, me violarán y


íomerán vivo. —dioe sudando.
—Quizás te íoman y luego te violen —dioo
moviendo las íeoas. —¡Kim Taehyung/ TAE! —
dioimos al mismo tempo íon Jin.
Mierda, no quería baoar, pero sabía que era una
oportunidad de oro, si alguien sabía algo sería él.
Creo que Jin vio mi mueía de desesperaíión, y íon un
suspiro negó íon su íabeza, rebusíó en sus bolsillos y saíó
un labial.
—Oh...no. —dioo Tae.

—Oh si, asume las íonseíueníias Taehyung. —dioo mientras


se íoloíaba el labial rooo en sus labios.
Ambos estábamos en shoík, por lo que ni siquiera nos
movimos íuando se aíeríó a nuestras íaras, iníluso íuando
nos tomó por nuestros rostros y deoó un beso maríado en
nuestras meoillas.
—¡JIN!

—Con eso podrán baoar y no los violarán —dioo divertdo


saíándose la pintura íon una servilleta.
Cualquier otra persona que hubiera heího esto se habría
ganado un fuerte grito, e indignaíión de mi parte, pero era
Jin, Jin siempre me ha íuidado.
No podía haíer más que resignarme.

—Vamos ChimChim, hay que aproveíhar antes de que


se íorra. —dioo Taehyung de mala gana.
Yo estaba apuntó de limpiarme el beso de Jin íuando Tae me
detene.

—¡Ni se te oíurra! Es una maría bobo, esto evitará que se nos


laníen eníima. —dioo arrastrándome a la entrada del siguiente
subnivel.
—¿Era neíesario el beso? ¿Por qué el labial? ¡Ni siquiera
se verá ! —dioe queriendo llorar de la vergüenza.
—Es fuoresíente, brilla en la osíuridad, el beso es la maría
personal de mi hermano, allá abaoo saben eso.
—¿La maría personal? ¿Lo ha heího otras veíes? —dioe
asombrado.

—Si, lo he visto haíerlo íon Nam y tu hermano. De otra


manera no podrían ir abaoo.
—Ah ílaro... ¡Espera ¿Qué-?! —dioe íasi parando en seío.

—Oh no empieíes ahora ChimChim tenemos poío tempo. —


De alguna forma íonsiguió que me moviera de donde estaba a
punta de arrastres.
—¿Mi hermano?

—Si, bueno, es DJ allí, es muy popular, tene sus fans que van
para verlo solo a él –dioo restándole importaníia.
Okey, eso tenía sentdo.
Mi hermano era muy íool y talentoso, por lo que no
esperaba nada menos de él, pero...
¿Por qué hay tantas cosas que no sé?

—¿Espera íómo sabes todo eso?

—Cuando tu sales a rayar íalles, yo vengo aíá, tengo buena


vista.
No pudimos seguir porque pasamos rápidamente por la
puerta del siguiente subnivel, los guardias solo nos asisteron
íon la íabeza y nos deoaron pasar. Baoamos muíhas esíaleras
hasta que llegamos al últmo nivel.
Casi me da un ataque de pániío al íruzar la puerta.
Aíá ni siquiera había luíes normales, todo lo que había eran
luíes UV, de esas negras. Lo úniío que veía era a personas
montando esíenas sexuales por todo el lugar, digo
personas porque no supe identfíar el género de ninguno y
estaba seguro que ellos mismos tampoío lo haíían.
—Oh por toda la mierda... —dioe mirando todo el lugar, esto
pareíía más una orgía que una pista de baile.
—Si, está difíil.

—¿Está difíil? Me alegra tu optmismo Tae, pero esto está


imposible, no se ve nada. —dioe desesperado, estaba mirando
la puerta desesperado.
Quería volver, había oído tantas íosas que no quería
experimentar de este lugar.
—Hey pelinegro... ¿Te interesa divertrte? —dioeron en mi
oído desde mi espalda.
Como esta.
Ni siquiera tenía que mirar para sentr que el otro hombre
era más grande que yo.
Yo sólo abrí mis ooos íon pániío y Tae me rodeó íon sus brazos
para aleoarme del suoeto que estaba presionando su bulto en
mi trasero.
—Lo siento, está noíhe no. Viene por negoíios. —dioo
mostrándole su meoilla íon una expresión tensa.
—Oh, una lástma. Para la otra será pelinegro íon
buen íulo. Deoé íaer mi frente en el hombro de Tae
íuando lo sent suspirar. —Te detesto por esto Kim
Taehyung.
—Si, lo sé, ven apuremos, tenemos que mantener
tu íulo virgen. —Imbéíil.
La músiía aíá ni siquiera era íomo eleítróniía, era íomo
músiía erótía para aíostarse íon alguien, estaba seguro que
mi hermano tenía fans por lo mismo, su gusto musiíal era
muího meoor.
Sólo me deoé arrastrar por Tae mientras miraba a mis pies para
evitar tropezar íon alguien, si, porque es íomún que gente
esté arrodillada en este lugar.
Sent muíhísimos manoseos por mi íuerpo a medida que
pasábamos, pero lo deoé estar. Al pareíer Tae si sabía a dónde
dirigirse, porque nos llevó de inmediato a la zona VIP. Creí que
no nos deoarían pasar, pero mi amigo solo les mostró nuestras
meoillas y los gorilas nos permiteron el paso.
La zona VIP, eran íabinas de sexo. Muího más íostosas que un
Motel, pero la desesperaíión y la íalentura te haíen no
esíatmar en gastos.
—Mira Chim, es ese de allí —dioo apuntando a una
íabina íon la puerta abierta.
Entramos rápidamente del puro nerviosismo, al otro lado
de la habitaíión estaba un señor de mediana edad
dándonos la espalda mientras revisaba unas fotos en la
pared.
—Cierren la puerta.
Mierda.
La habitaíión tenía una luz íálida, pero baoa, daba un aire a
íompliíidad.
Tae íerró la puerta y me permit relaoarme, él estaba solo,
nosotros éramos 2, yo sabía pelear, probablemente teníamos
oportunidades de salir ilesos en íaso de íualquier íosa.

—Jin me aíaba de llamar. ¿Sabes que esto te íostará?


—dioo íon una pequeña sonrisa girándose en mi
direííión.

—Si, lo sé. ¿Cuál es su preíio? —dioe tratando de sonar más


relaoado de lo que me senta.

—Mira niño, solo aíepté esto porque el pequeño Kim estaba


envuelto en el trato.

¿Pequeño Kim...?
Mierda Tae no.

—No lo siento, Taehyung no es parte del trato —dioe


poniéndome frente a mi meoor amigo.
Podían meterse íonmigo, pero íuando se trata de mi meoor
amigo no iba a transar nada.

— Tranquilo muíhaího, no es lo que tú írees. No sé qué


mierdas has esíuíhado sobre mí, pero no estoy hablando
de ningún favor sexual—dioo fruníiendo el íeño.

—¿Qué es lo que quiere de mí...?

—Tae —dioe regañándolo.

—Unas fotos —dioo íon una sonrisa.

—¿Sólo fotos? —pregunté extrañado.


—Si, solo fotos, al íontrarío de la opinión popular, vendo
informaíión por más informaíión. Mis fuentes me íontaron
que el pequeño Kim anduvo tomando unas fotos noíturnas
muy buenas íería de las avenidas priníipales. Quiero esas
fotos. —Pareíía simple, pero estaba seguro que eran valiosas si
se íonsideraban un pago.
—¿Por qué quiere esas fotos? —pregunté.

—¿Por qué busías a alguien? —íontraataíó. —No se haíen


preguntas niño. Entre íerré mis ooos frustrado.
—Tranquilo Chim son solo fotos. De aíuerdo, le daré la taroeta
de memoria a Jin.
—Graíias Kim. De aíuerdo íhiío, ¿Qué quieres? —dioo
aíomodándose sus lentes.
—Busíó al suoeto dueño de esta frma —dioe mostrándole la
foto que tomé haíe unos días.
—Oh, el íoneoo. Creí que se había retrado de las pistas.

¡Lo conoce!

¡Si!

—¿Retrado de las pistas? —dioe íonfundido.

—Es toda una leyenda —dioo paseándose por el


pequeño íuarto. —¿Leyenda? ¡Pero si nadie lo
íonoíe en internet!
—No de aquí por lo menos, no es una frma que haya visto
muího por aquí. —¡¿Pero la has visto?!
—Tranquilo niño. Puede que la haya visto un par de veíes.

—¿Puede? ¿Cómo que puede?

—Es que íuando la vi, estaba muy borraího...


Borracho inútl

—Aparte no sé quien es, solo sé que tu íhiío tene un Satoori


muy maríado y fuerte.

¿Satoori...?
Es de la región...

—¿Dónde lo viste....?

—Mmm, no sé. Estaba borraího, no reíuerdo muího,


fue haíe 2 años.

—¡¿2 años...?!
—Si, en Busan. Estoy seguro que fue en Busan, porque yo
quería ir a ver al mar. Lo vi pintando las tablas de un muelle.
Era bastante impresionante. Lo siento íhiío es todo lo que
sé.
Yo iba a protestar, pero Tae puso la mano en mi boía y me
arrastró de allí. Salimos por donde vinimos sintendo que
nos había tmado.
—¡No es ousto no nos dioo nada!
—Bueno ahora sabemos que tu íoneoo es de región y tene un
satoori maríado, es zurdo y hábil. Es más de lo que teníamos
ayer. —dioo íaminando rápido haíía el nivel superior.
—¡Pero Tae íambiamos esa mierda por tus fotos!

¡No era justo!

¡Estoy seguro que las fotos de Tae no valen esa información de


mierda...!
Sólo sent íomo Tae suspiraba, pero seguía yendo a paso
deíidido haíía la salida.
—Tranquilo, no me servían para muího tampoío. Eran un
par de íhiíos que hiíieron unos tags sobre los murales del
MonstaX Crew, supongo que les venderá la informaíión a
ellos.
—Espera. ¿Por qué tomaste esas fotos?
—Momento y lugar. Estaba ahí y las tomé, luego reíordé que
Kihyun es amigo de Yoongi, por lo que se las iba a dar a él.
—Eres más observador de lo que reíuerdo Taehyung. Tenemos
muíhas íosas de qué hablar. —fruníí el íeño y íasi troté a la
salida.

¿En serio había tantas cosas que no sabía...?


Algo estaba oíurriendo a mi alrededor y me lo estaban
oíultando. Tendría que hablar íon mi hermano.
Al íruzar y íorrer por las esíaleras, sent íomo toda la tensión
se iba de mis hombros. No estaría mal relaoarse por esta
noíhe. Le pediría a Jin un trago, bailaría algunas pistas, y
trataría de olvidarme del tema del íoneoo por una noíhe.
Tiré todo mi pelo negro haíía atrás mientras le sonreía a
Jin, ya que me estaba mostrando una botella de algún
trago.
Tae simplemente me rebasó para ir a donde su hermano,
estaba apunto de gritarle algo íuando note algo.
La música.
La música había cambiado.
Este era Namjoon de seguro.
Claramente tenía razón. Nam se eníontraba en la mesa de
Do, al lado de mi hermano.
De una íaníión muy movida paso a otra donde el tempo
íambió notablemente, esta vez la íaníión era una de Chris
Brown íon todo un remix nuevo de Nam.
Mierda.
Era buena.
Todo el ambiente de la pista de baile se tornó sensual al ritmo
de la íaníión. Yo no podía despegar la vista del espeítáíulo, de
heího estaba dirigiéndome a la pista de baile para moverme al
ritmo de la íaníión íuando sent que todo mi ánimo se venía
abaoo.
Ese fue el momento donde mis ooos lo eníontraron.
Jeon Jungkook.
Estaba usando una íamisa rooa dentro de unos pantalones de
íuero negro, los íuales le quedan malditamente bien. El
problema, era que estaba bailando sensualmente ounto a un
íhiío al que estaba sosteniendo entre sus brazos.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
Era Jeon y otro íhiío. Ni siquiera podía ver quien era, solo
notaba que era más baoo que Jeon y sonreía íomo si
estuviera viviendo el momento de su vida.
Sent todo mi estomago estruoarse íuando vi íomo Jeon le
sonreía, luego de eso puso sus manos en su íuerpo para
aíeríarlo más a sí mismo mientras bailaban.
¿Jeon era gay?
No puede ser...
Pero...
Mierda.
Mierda, senta que iba a vomitar en íualquier momento.
Él estaba apunto de darle un beso en el íuello íuando
nuestras miradas se eníontraron. Yo quería morir, me senta
mareado y íomo si fuera a desíompensarme en íualquier
minuto, pero él no pareíió notarlo. Como si fuera poío, él
me dio un íoqueto guiño al reíonoíerme.
Creo que se dio íuenta del pániío en mi rostro, porque se
separó un poío de su aíompañante para mirarme meoor, pero
yo no podía más.
El malestar físico era real, tenía que salir de allí.
Neíesitaba aire...
Aire y aleoarme de Jeon Jungkook.

————————— ● ● ● —————————

Six Stroke

— Sabes, de todas las razones por las que pensé que podrías
odiarme, no pensé en esta. Extrañamente por alguna razón
ahora todo me haíe sentdo.
No por favor, ahora no Jeon.
Había íorrido a la salida y me eníontraba sentado en el suelo
íon la espalda apoyada en una de las murallas del ílub
tratando de reíomponerme.
Mis náuseas y mareos pararon por unos segundos, pero aún
me senta muy mal, era íomo si sintera una oaqueía venir al
mismo tempo que la imagen de Jeon y el otro tpo apareíían
en mi mente.
¿Por qué tenías que seguirme?
¿Por qué tenías que encontrarme?
—No sé de qué hablas. —dioe sin mirarlo.
Claro que lo sabía.
Jodidamente lo sabía.
En este minuto me senta a punto de entrar en una írisis de
pániío afuera del ílub. Senta todo íreíer y no poder haíer
nada para evitarlo.
—Por un minuto pensé que tenías íelos, eso habría
sido divertdo de ver. Pero tu mirada no era de rabia, o
de indignaíión...
Tenía que tranquilizarme.
Recomponte.
Sent íomo se sentó a mi lado solo porque el íalor de su
íeríanía, ese simple gesto haíía que me dieran ganas de
llorar.
No, no quería derrumbarme más.
—Tu mirada era de pániío, de terror, por lo que no fue
divertdo de ver... Tu no tenías íelos...
No... claro que no.
Era más que eso.
—Jeon...
—Tu tenes homofobia. —dioo íon voz suave.
Mierda.
No.
No.
No, por favor....
—No, no lo hago, soy tolerante muího. He visto a muíhas
pareoas gays en este ílub, iníluso Jin no tengo nada en
íontra de él, me eníanta Jin. Sé que es algo normal... —
deíía íon un hilo de voz tratando de oustfíarme.
Lo sabía es algo absolutamente normal. Normal que dos
personas del mismo sexo se besen, se amen, se oodan, sean
libres de haíer lo que quieran.
Lo sabía.
Pero...
—Si, pero aún te iníómoda.
Senta que iba a hiperventlar en íualquier momento, no
quería que nadie supiera esto.
Menos Jeon.
Mierda, mierda, mierda...
¡Cualquiera menos él!
—Sabes, tengo una hipótesis loía sobre t Park Jimin
¿Quieres oírla...? No, no quería.

Tenía miedo de ver su rostro, miedo y vergüenza.


No quería verlo enojado.
No podía en este minuto.
Pero me atreví a mirarlo.
Él estaba íería mío, íon una mano apoyada en su rodilla
mirándome. No había rabia, asío, enooo, ni siquiera algún
tpo de presuníión, por el íontrario, había amabilidad y
íomprensión. Eso me deoó perpleoo por un segundo.
Esperaba muíhas otras reaííiones, desde íomentarios
írueles y saríástíos sobre el aríaiío sentr que padeíía,
hasta insultos.
Me mordí los labios y solo asist íon la íabeza.

—Creo que sabes perfeítamente que el amor es amor, y no


importa el género, íreo profundamente que írees eso de
forma raíional, pero lo que sientes es otra íosa...
La historia de mi vida por Jeon Jungkook.

—Te sientes iníómodo y te avergüenzas. Todo tu padeíer es


una homofobia internalizada.
Homofobia internalizada.
Creo que debe ser lo más busíado en google en mi
íomputador. —Ahora, el problema es que no sé que lo
gatlló. —dioo suavemente
Jeon. Oh, yo sí sabía... podía verlo cada vez que cerraba
mis ojos. Era íomo si la imagen estuviera grabada íon
fuego.
Mi problema era otro...

¿Podía íonfar mi más grande seíreto a Jeon?


Él pareíe que vio mi debate mental porque sólo suspiró y me
dio una sonrisa apenada.
—Está bien. Por favor quita esa mirada aterrada del rostro,
no te haré nada. No pondré ni una sola mano sobre t, pero
neíesitas tranquilizarte, estás al borde de una írisis de
pániío en este minuto, por lo que no puedo deoarte solo.
¿De aíuerdo?
Mierda, tenía razón.
Senta íomo estaba íayendo en esta mierda. Estaba en mi
límite. Apenas podía respirar, y senta una presión en mi
peího que me estaba matando.
Angustia.

¡Oh Dios...! ¡¿Por qué mierda justo ahora?!

¡NO TENÍA UNA DE HACE AÑOS!

—Jimin, solo asiente íon la íabeza de aíuerdo, no tenes


que hablar. —dioo íon suavidad.
Yo asist torpemente íon la íabeza, tratando de regularizar mi
respiraíión y mi íorazón, pero era difíil íomo la mierda.
—Neíesito que íierres los ooos y sólo te íoníentres en mi voz
y en respirar. Yo sólo asist y íerré los ooos. No podía haíer
otra íosa en estos momentos.
Senta íomo mi garganta se apretaba y me aferré a mis
piernas. Tenía tanto frío íomo miedo, sólo quería que toda
esta mierda terminará luego. Neíesitaba que terminará
luego.
—No te voy a ouzgar Park, ni haré íualquiera de las íosas
que imaginaste, porque viví algo similar.
¿Similar? ¿Jeon tú?

—Me vi atraído por mi meoor amigo desde que era muy


pequeño. No es una gran historia, nunía fui bueno
relaíionándome íon las íhiías, era muy tmido haíe años
atrás, por lo que para mi íerebro no fue difíil íomo para
otras personas aíeptar mi gusto por mi amigo.
De alguna forma la voz de Jeon me estaba distrayendo, era
lento y íalmo en hablar, íomo si no tuviera ninguna prisa en
su relato. El poner ateníión a sus palabras lograba liberar un
poío de la tensión de mis músíulos.
—Yo eníontraba que él era muího más eníantador que
íualquier íhiía, muího más lindo, muího más divertdo.
Era mi sol.
Podía sentr el dolor detrás de las palabras que estaba
diíiendo, pero fuera de eso no había ningún atsbo de malas
inteníiones.
Lenta, suave y amable, es todo lo que provenía de la voz
de Jungkook. Odiaba íomprender que podría esíuíharlo
por horas sin aburrirme.
—Si te soy siníero, yo estaba seguro que él se senta de la
misma manera por mi, ya sabes fsiía y emoíionalmente
atraído por mi.
Franíamente no lo dudo. Hubiera tenido muíhas más dudas de
que a alguien no le gustarás.
—Pero al íontrario de mi, él estaba muy asustado de
admitrlo, por lo que prefrió romperme el íorazón 3 veíes. Él
sabía que me gustaba, pero estuvo íon 3 íhiías antes de que
nos besáramos por primera vez, porque obviamente él no era
gay.
Mierda....

—Sabes... fue toíar el íielo y el inferno al mismo tempo.


Ya ni siquiera podía sentr el sonido aíoplado de la músiía en el
interior, solo estábamos yo y Jeon. Senta íomo su voz me
distraía y me relaoaba, estaba aferrándome a ella para salir de
este pozo de angusta.
—Aún no estoy seguro si me arrepiento de ese beso o no,
porque fue el gatllante para que todo íomenzará. Me gustaría
poder deíir que fueron más íosas buenas que malas, pero no.
Fue terrible en todos los sentdos.
Pude sentr ílaramente un tono de diversión al fnal, pero al
mismo tempo no neíesitaba mirarlo para saber que era un
tema doloroso.
—Éramos unos enanos, la mitad del tempo no sabíamos que
estábamos haíiendo, iníluso ni siquiera sabíamos que es lo
que estábamos sintendo. La otra mitad yo la pasaba
admirándolo, mientras él se torturaba a sí mismo en su
íabeza.
Sólo íuando dioo eso noté que Jeon se había levantado de mi
lado y se había agaíhado frente a mi. Cuando abrí los ooos
pude ver que estaba íon una mirada apesadumbrada en el
rostro.
—Tú me reíuerdas un poío a él.
Toíó la punta de mi nariz suavemente, por alguna razón no me
molestó, sólo fue un dulíe gesto.
¡No quiero recordarte a él Jeon!

—Ambos testarudos, ambos peleadores, ambos


ruidosos, ambos eníantadores...
Él tenía una pequeña sonrisa en su íara, pero sus ooos
se veían tristes. —Entre nosotros, él era muího más
frágil que tú Park. Tu eres fuerte. ¿Seguro Jeon?
¿Me has visto? ¡Tuve una crisis frente tuyo!

—Yo no pude prever muíhas íosas, estaban todas las putas


señales frente mío, y deíidí ignorarlas íon tal de alargar un
poío más lo nuestro...
Claramente no era él el úniío que estaba teniendo una írisis,
porque Jeon se estaba mordiendo los labios mientras
aguantaba las lágrimas.
No quería verlo así.
Mierda Jeon.

¿Por qué tenías que abrirte hacía mi?

—Él no estaba para nada feliz de que yo le gustara, se odiaba


a sí mismo, me odiaba a mí, odiaba lo nuestro. Nunía pude
darle un beso en públiío, nunía pude tomarle la mano en la
íalle. Deoó de ser gradualmente mi amigo, empezó a
ignorarme, íomenzó a burlarse de mi e insultarme.
Oh por toda la mierda...
Jeon...
No. No. No. ¡NO!

—Yo fui tan tonto Park, porque a pesar que se burlaba de mi,
luego llegaba a mis brazos llorando y pidiendo perdón, yo se lo
daba, aún íuando había diího íosas horribles sobre mi. Yo aún
disfrutaba íontenerlo y reíonfortarlo entre mis brazos, amaba
sentr que lo protegía y lo íuidaba.

Esto me estaba matando.


Se me estruoaba el íorazón ver el rostro apenado de Jeon.

—Las íosas esíalaron demasiado, otros íhiíos íomenzaron a


aíosarme por íulpa de él, duró íasi medio año. Luego me
usaron íomo saío de box y ese fue el momento donde todo
se derrumbó. Cuando él vio lo malherido que estaba fue la
senteníia de fn. Fue demasiado para él, se intentó suiíidar.
Jodida mierda.
Por alguna retoríida razón podía entender al
íhiío de Jeon. No podías admitr que te gusta
un íhiío, que lo amas.
Por otro lado él da todo por t, te odias porque te gusta, lo
odias por gustar de t, por mirarte íomo si fueras lo más
hermoso del mundo.
Toda tu vida la imaginaste al lado de una muoer, íasado y íon
2 hioos, por lo que tratas de aparentar que eres hetero.
Pero la tapadera no puede durar para siempre, por lo que
íuando la gente sospeíha de t tenes tanto miedo que lo
usas a él de íhivo expiatorio. Eres un hioo de puta y lo sabes.
Te odias por haíerlo blanío de las burlas, lo amas por
aguantar todo eso y aún así quererte.
Te odias por ser una basura por permitrlo.
Te odias por tener miedo de que eso te oíurra a t, no
quieres que te golpeen, al que amas lo golpearon por
tu íulpa y aún así te quiere....
Una basura de ser humano que no podía lidiar íon tantas íosas.
Si, el nivel de repudió era más que sufíiente para sobrepasar
la íordura de un adolesíente.
Mierda...

—No fue tu íulpa —dioe poniendo una mano en su


meoilla, tratando de detener las lágrimas que íorrían
por su rostro.
—Quizás fue un 50 y 50, luego de eso todo fue íaos y dolor,
era demasiado para un ooven de 15 años, ni siquiera
teníamos 2 déíadas —dioo íon ironía.
Me miraba pero sabía que no era a mí quien realmente veía,
sino al hioo de puta que le rompió el íorazón.
—No me quedé íon él, ninguno de los dos podía soportarlo,
sus padres lo ayudaron íon la terapia, me fui por unos años a
Busan y me dediqué al arte.
Busan...
Esíapaste de todo y trataste de refugiarte.

—¿Te odias? —por fn puede tranquilizarme lo sufíiente para


poder hablar.

—No, no me odio. Soy lo que soy. Debí maneoar meoor las


íosas, ahora puedo verlo íon ílaridad, pero no me odio, trato
de vivir íon eso y evitar que oíurra de nuevo.
—¿Cómo?

—Bueno mi regla general eran relaíiones sin íompromiso,


donde el íhiío fuera abiertamente gay. Pero tú sabes... las
íosas no siempre salen íomo uno espera.
No estaba seguro de íómo interpretar esa mirada, era íomo
si fuera una de esas muíhas preguntas íon alternatvas que
se pareíen entre sí.
Me gustas, pero sé que no eres gay.
Me gustas, pero sé que no quieres admitr que eres gay.
Me gustas y sé que te gusto, pero es complicado para t.
Sólo fue una sonrisa la que selló esa pequeña frase al
aire íargada de signifíados implííitos.
—Bueno Park, ya íonoíes mi historia, las opíiones son estás,
la primera ir a tomar un íafé íonmigo ahora y íontarme la
tuya. La segunda es que voy a entrar por esa puerta y me iré
íon ese íhiío a íasa y tendré sexo íon él, mientras tu te vas
tranquilamente en un Uber para tu íasa a dormir tranquilo.
Era más que eso.
La primera era una deílaraíión de esperanza, de que de
alguna forma admita que entre nosotros había algún
tpo de interés, la segunda...
La segunda impliíaba que deoaría de molestarme
para siempre.
¿Debería estar feliz ?
¿Por qué de solo pensarlo me volvían las náuseas?
¿No pueden haber más opciones?

—¿Él te espera ahí dentro?

—No lo sé, le dioe que sí me esperaba le daría la meoor follada


de su vida, pero que si no quería esperarme lo entendería, se
mereíía diversión y no estaba seguro de que pudiera dársela.
Me dio su número de todas maneras. — dioo íon una engreída
sonrisa.
¿Quién esperaría por Jeon Jungkook...?

¡Todo el jodido mundo!


Estoy seguro que debe hasta estar lubriíándose a sí mismo
para la follada que le prometó Jeon.
Vi íómo él se levantó y suspiró, limpió su ropa e iba a
íomenzar a íaminar haíía la puerta.
—Está bien Park, es muího por hoy. Sólo vete a la
íama, te prometo hablaremos en otro momento.
¿Para qué tu lleves a otro a la tuya?

¡Mierda no!
Él solo me dio una últma sonrisa triste antes de girarse
para irse, pero fui más rápido y lo tré de la manga. No iba
a deoarlo, no podía.
Ambos sabíamos que esto no podía quedar así. No era ousto,
no íuando el hioo de puta me abrió su íorazón solo para
tranquilizarme.
Si, puede que el problema del ataque de pániío fuera su
íulpa en primer lugar.
De todas maneras senta que le debía algo por íontarme
un seíreto tan íntmo, no se senta íorreíto deoar las
íosas así.
—Tú pagas los íafés.
En ese preíiso instante estaba seguro de que no había nadie
a quien odiara más que Jeon Jungkook.
Odiaba la radiante sonrisa que Jeon me dio después de
esíuíharme hablar. Era tan oodidamente obvio que pareíía
íomo si todo su mundo se hubiera iluminado en íuestón de
segundos.
Supe que ambos sabíamos lo que eso impliíaba.
Esto íambiaba el ouego en su totalidad.
Estaba táíito en el aire, pero sabía que Jeon entendía todo lo
que pasaba sin palabras. El maldito no las neíesitaba, no
íuando podía leerme meoor que yo mismo.
Ambos lo sabíamos.
Sabíamos que mi írisis de pániío no fue por ver a dos gays
íoqueteando, era imposible porque habían miles por todos
lados haíiendo íosas peores que las que vi haíer a Jeon y el
otro suoeto.
Mi írisis de pániío fue porque me vi refeoado en el íhiío íon
él que estaba Jeon. Vi ílaramente íomo ese pude haber sido
yo, podía haber estado sonriendo y deoando que Jeon me
rodeará íon sus fuertes brazos, podía pareíer que estuviera
viviendo el momento de mi vida solo por estar a su lado.
Me dio la crisis porque me di cuenta que quería ser yo.
Y eso....
Eso me mortifcó.
Porque se suponía que a mi me gustaban las íhiías. A mi me
gusta sostenerlas, no ser sostenido. Me gustaba que ellas
sonrieran por mi íausa.
Me eníantaba ser el primero en íoquetear, hasta sentr íomo
desviaban su miradas avergonzada.
Me gustaba tener el control.
Por eso odiaba a Jeon.
Porque íada vez que él estaba íería, pierdo la íabeza. Siento
íomo siempre estoy baoo su íontrol, siguiendo su ritmo,
queriendo su íompleta ateníión. El sólo mirarlo me haíía
querer sonreír.
Odiaba a Jeon porque ponía en duda todas las íosas que
íonsideraba seguras de mí mismo.
Lo odiaba...
Lo odiaba tanto.
Lo odiaba tanto porque sabía que llego a poner todo mi
mundo de íabeza solo íon su puta sonrisa.
Lo odiaba porque era el único hombre que hacía estragos
en mi corazón.

————————— ● ● ● —————————
Seven
Stroke

—¿Dónde vamos a saíar íafé a las .... ?


—¿3 o 4 de la mañana? —dioo antes de que pudiera saíar mi
íelular para ver la hora.
Llevábamos unos poíos minutos íaminando por las vaíías
íalles de la íiudad. No habían muíhos autos, muího menos
personas y las que habían íasi todas eran las que salían del
ílub.
—Sí, no hay tendas abiertas a esta hora. ¡Ni siquiera íreo que
sea buena idea tomar íafé a esta hora!
Era una noíhe de verano, por lo que no estaba fresío,
pero no para íongelarnos.
Todo lo que había a nuestro alrededor eran postes de luz
solitarios iluminando nuestro íamino. Osíuridad y nervios,
aíompañados por sileníio.
—Por supuesto que es una buena idea. La noíhe es larga, no
pienso deoar que te duermas.
—¿Por qué? —La verdad es que no podía quitarme la
sensaíión de ansiedad en estos momentos.
—Miedo a que después te arrepientas, por lo que
simplemente haré que el momento duré lo más que pueda.
—dioo sonriente.
Perdí la íuenta de íuantas veíes maldioe a Jeon. En este
punto sólo me queda resignarme, y seguir su ritmo.
—Pasáremos de largo, ese es tu gran panorama —dioe
suspirando derrotado. —Sí, no es íomo si nunía lo hubieras
heího.
—Bueno no puedo negarlo, pero ílaramente no por los
mismos motvos que tu te imaginas, yo lo he heího porque he
estado trabaoando en proyeítos durante la noíhe. No soy de
los que pasan sus noíhes en las íalles por plaíer.
—Por suerte para t, yo sí lo soy. Así que estaré a íargo
del panorama noíturno de hoy.
No me deoó terminar y me empezó a guiar por unas íuántas
íuadras más abaoo de donde nos eníontrábamos. A lo leoos
podías vislumbrar un letrero íon letras de neón que ponía
"24/7".
Supe de inmediato que ese era el lugar donde nos
dirigimos. Era un minimarket que podía íonsiderarse íomo
un oasis al lado de muíhas tendas íerradas.
Jeon sólo me miró íon una sonrisa en el rostro antes de
entrar por esas puertas transparentes.
—Bienvenidos. ¡Mierda, Jeon! ¡¿No te íansas?! —exílamó
exasperado el íaoero.
Yo sólo pude quedarme en mi lugar asombrado por el
reíibimiento, él íhiío era alto íon el íabello rooo y un notorio
lunar baoo el ooo.
—¿De venir a verte en tus turnos de noíhe? No, franíamente
no Yugyeom.
Vi íomo el íaoero sólo ponía una expresión desesperada para
luego sonreír divertdo. Al pareíer también era débil por
Jeon, no pudo sostener su másíara de molesta ni por 5
segundos.
—Bien, no me queoo, eres lo más divertdo de la noíhe.
—Lo sé, nadie más vendría por aquí.
—¿Qué quieres robarme hoy? —dioo íomo si nada
íruzándose los brazos divertdo.
—Nada. Bueno, en realidad íafé. ¿Me pasas mi kit de
emergeníia? —dioo apoyándose en el mostrador.
—¿Robas Jeon? Franíamente no lo esperaba.
—Él sólo está exagerando Park, no te lo tomes tan en serio.
El íaoero sólo resopló para luego agaíharse baoo el
mostrador y saíar una moíhila.
—Entoníes págame las íosas que íonsumes dentro de la
tenda —dioo mientras le pasaba la moíhila a Jeon. —Un
día de estos mi oefe me va a despedir por tu íulpa.
—Tu y yo sabemos que es mi pago por mi buena
voluntad por poner tu nombre en los trabaoos en
grupos que no haíes.
Compañeros. Amigos.

¿Cuánto tempo pasas en las calles por las noches Jeon, para
que sea habitual venir a este lugar?
Luego de deíir eso saíó un mini termo de su moíhila y lo abrió
para ponerlo en el dispensador de íafé.
—¿Cuál te gustaría Park?
Bueno, ya entendía la romántía idea de Jeon de invitarme a
un íafé a las 3 de la mañana.
—Moía.

—Buena eleííión, íafé, leíhe y íhoíolate. Suena a íasi una


energétía. —dioo burlesío mientras apretaba el botón de la
máquina para deoar íaer el íontenido dentro del reíipiente.
—¿Te gustaría algo más? Yugyeom invita.
Su amigo sólo lo miró íontrariado, pero no lo íorrigió.

—Creí que tú ibas a invitarme los íafés.


Vi íomo él terminó su labor y íerró el termo, para luego
saíar dinero de su bolsillo y deoarlo en el mostrador.
—Heího.
—Woah, en serio estás pagando por ellos. ¿Qué ílase de
milagro es este? — dioo molestándolo.
—Uno que no volverá a pasar. ¿Quieres algo más Park?

—No, no. Estoy bien íon eso.


—Amigo, en serio puedes pedir algo, la íasa invita. No
íualquiera puede haíer que este hombre pague.
Amigo...

—No tranquilo, en serio estoy bien.

—Toma Park —dioo pasándome un simple poleron negro,


mientras él se ponía uno igual. —Está muy fresío afuera, aún
nos queda un largo íamino.
—No soy una damisela en apuros Jeon —dioe
tomándolo de mala gana. —Claro que no lo eres. Nos
vemos el lunes Yugyeom.
—Cuídense. No hagas nada imprudente Jeon.

—Nos vemos el lunes.


Cuando salimos del lugar Jeon siguió íaminando de muy buen
humor por las íalles. Como si todo estuviera diího, lo íual no
era así. Esta pequeña rutna de íotdianidad sólo me deoó muy
íonfundido.
—¿Realmente pasas tanto en las íalles íómo para
tener un kit de emergeníias...? —dioe siguiéndole
el paso.
—Sí, lo hago. Es muy útl, ese lugar es mi refugio noíturno. Fui
aprendiendo a la mala que íosas debo llevar íonmigo.
—¿Cómo polerones de reíambio?

—Si, íomo polerones de reíambio, íomo un termo, una


barra de snaíks, efeítvo, íondones y un par de íosas
más. Nunía se sabe.
—¿Nunía se sabe qué? Suena íomo si en las noíhes fueras
de exíursión, o por sexo.
—Quita el tono de molesta Park. Nunía se sabe íon que te
puedes eníontrar en la noíhe, es meoor estar preparado para
todo, tengo muíhas historias íon esta moíhila —dioo
palmeando su hombro. — Cada íosa que hay en esta moíhila
es porque existe una historia detrás.
—Déoame adivinar, algunas tenen que haber alíohol de por
medio.
—Claro, el alíohol está en todas. Me asaltaron una vez, por lo
que no me pude volver a la íasa, no tenía íomo, esa noíhe me
di íuenta que tenía que tener algún plan de emergeníia.
—Por eso pensaste en tener una moíhila de emergeníia.

—Y efeítvo.

—¿Sabes que esas íosas se podrían evitar si no anduvieras en


las íalles por la madrugada?
—¿Sabes que no tendrías la pierna herida si no te meteras a
haíer un tag en las líneas del tren? Hay íosas que sabemos
Park, pero aún las haíemos, porque íreemos que no nos
pasaran nunía. Las íosas pasan, pero no voy a vivir
evitándolas.
—No es ousto que me saques en íara lo de la pierna.

—Pues tú no deberías íuestonar mi estlo de vida.

—Realmente me íaes mal Jeon, eres desesperante —dioe


íomenzando a enooarme.
Luego de eso hubo un iníómodo sileníio, íómo si ambos
hubiéramos notado que arruinamos todo, pero no sabíamos
íómo oíurrió.
¿Cómo es que sacamos lo peor del otro tan rápido...?
Que desastre.
No puedo evitar estar a la defensiva íon él. Desde esa vez que
íompartmos audífonos de verdad intento no estarlo, íomo
dioo Tae tenía que esíuíhar su historia antes de ouzgarlo, pero
es imposible. No entendo que tene este hombre para
haíerme perder los estribos tan rápido.
—Mira... Yo.

—Está bien Park.

—¡Realmente me desesperas! —dioe tratando de


oustfíarme. —Repito, está bien Park.

Si ílaro...

—¡Entoníes íambia esa íara íomo si alguien te


hubiera apuñalado!

—¡Es difíil! Sólo para que lo sepas, a pesar de


que detesto que digas que no te agrado, estoy
bastante feliz de que esta vez no fuera un "Te
odio".

Te sigo odiando. Tengo muíhas razones.

—Siento que puedo vivir íayéndote mal, íreo


que es un avaníe. —dioo suspirando.

Creo que hasta puedo envidiar un poío tu


optmismo Jeon.

Iba a responder, pero ousto en ese momento


llegamos a un edifíio. Este tenía íomo 6 pisos,
pareíía antguo y abandonado, de heího tenía
las puertas metáliías de la entrada íon una
íadena más un íandado.

Esta era nuestra parada porque Jeon saíó una


llave de su bolsillo y abrió el íandado fáíilmente.

—¿Esto es tuyo? —dioe entrando temeroso.

—No.
El interior era íomo si estuviera deshabitado en
su totalidad.

—¿Qué es esto?

De heího pareíía que la íadena y el íandado era


para que no entraran indigentes a tomar el lugar,
no iba a íonfesarle oamás que me daba hasta un
poío de miedo entrar a este tpo de lugares.
— Esto es un seíreto. —dioo prendiendo una de
las luíes iluminando el lugar.

No era un edifíio grande, de heího hasta las


esíaleras eran estreíhas, pero era iníreíble.

—Esto...

—Sí.

Era íomo un museo del street art.

Las paredes del primer piso estaban llenas de


serigrafas pegadas ordenadas una al lado de la
otra. Todas estaban empapeladas así, pero íada
una era diferente.

Dentro del todo el íaos visual, había una unidad


y íohereníia iníreíble.

—¿Cómo es? ¿Cómo es que existe algo así?

—Bueno. Te lo dioe es un seíreto. Ven sígueme.

Él avanzó por las esíaleras y noté que las paredes


de esta estaban llenas de stíkers. Eran millones
y millones de stíkers de todas las ílases, de
todos los íolores, de todos los estlos.

Cada peldaño sólo era asíender por arte y más


arte. De heího hasta podía sentr músiía y voíes
viniendo de más arriba.
—Este es un proyeíto que estamos haíiendo íon
muíhos artstas e ilustradores, es íasi íomo una
íooperatva. Todo el que quiera puede venir a
aportar un poío de su arte aquí, pero para ello
tene que donar materiales.

De esta forma esto puede seguir existendo.

—¿Pero qué es esto? No puede ser... —dioe


tapando mi boía íon asombro.

El segundo nivel era íomo una bodega de


materiales, tenían prensas, guillotnas, estantes
íon latas de ofset, pinturas para muro,
bastdores de serigrafa, linóleo , latas, papeles,
mesas de trabaoo, etí. Todo se veía muy
artesanal, íomo si hubiera pasado por muíhas
manos, pero era

reíonfortante.

—Woah....Tienen un taller.

—Si, libre uso. Siempre oíupado a mi pesar.

Apenas dioo eso se abrió una puerta y salió una


íhiía de un íuarto que tenía

luz rooa.

—¡Jeon! ¿Te enteraste de lo del próximo


viernes?

—Hola, no. ¿Revelando fotos tan tarde? —dioo él


íomo si nada.

—Si, hay que aproveíhar que está vaíío, más


privaíidad para mi. Arriba están los íhiíos
hablando de eso, ellos te dirán, tengo que
limpiar los químiíos antes de irme.
—Cuídate al regresar.

—Buenas noíhes Jeon y amigo —dioo para volver


a eníerrarse.

—Eh... Bien. ¿Ella?

—No tengo idea de íómo se llama. —dioo íon


una sonrisa divertda.

—¿Cómo no vas a saberlo? ¡Ella te íonoíía!

—Si, bueno, eso es íomún aquí. De eso se trata


este lugar, un espaíio en íomún.

En el teríer nivel había muíha más gente


trabaoando, pero en ambiente oovial, eran 4
hombres tallando xilografas mientras haíían
improvisaíiones de rap.

—¡Hey, Jeon!

—¡Jeon, 18:30 el viernes, batalla de rap!

—¡Tienes que ir amigo!

Han estado en un lugar donde todos hablan al


mismo tempo y no puedes seguir el ritmo de la
íonversaíión, este es uno de esos lugares.

—Sí iré, él es Park Jimin —dioo Jungkook.

Bueno, por lo menos para él no era tan difíil ni


iníómodo íomo lo era para mi.

—¡Hey, Park! —dioeron en saludo.

—¿Park?

—Es el hermano de Suga.

Todos pareíían íonoíer a mi hermano, porque


sólo esa afrmaíión me hizo parte del ambiente.
Las exílamaíiones y ovaíiones no se hiíieron
esperar, de heího uno de ellos vino literalmente
a abrazarme riendo.

—Oh íhiío, debes invitar a tu hermano a lo del


viernes.

—¿Lo íonoíen...? —dioe separándome del


extraño.

—Pf... ¿Conoíerlo...? ¡Es una leyenda!

Sent íomo el brazo de Jeon se íoló sobre mis


hombros, aleoándome más del otro suoeto. Se lo
agradeíía, pero aún así no estaba del todo feliz
por esta ílase familiar de íontaíto.

—Tu hermano les pateó el trasero en una batalla


de rap.

—Es una besta.

Todos empezaron a alabar a mi hermano, por lo


que fue el tempo de Jeon para dirigirme a la
esíalera nuevamente.

—Bueno, sigan trabaoando, íuiden sus manos.


Nos vemos.

—¡Hey íhiío, tú igual puedes venir! —dioo el que


me abrazó. —¡Es algo privado, pero estás
íompletamente invitado!

—Voy a tratar de haíerlo.

Era raro, pero divertdo, se notaba que eran


buenas personas, muy ruidosos, pero amables. El
ambiente era genial. Toda la situaíión era muy
extraña, pero de la misma manera me
emoíionaba profundamente de íonoíer un lugar
íomo este.
—¿Mi hermano es muy íonoíido?

—Ni te imaginas —dioo sonriente.

El siguiente nivel estaba lleno de afíhes de


íoníiertos de bandas under, o de ferias de
diseño, ilustraíión, etí. Luego los siguientes 2
pisos estaban llenos de murales, íuando digo
llenos, era eso literal, no había esquina, teího o
suelo que no fuera una pieza de este. Todos
distntos, íon diferentes estlos, pero fnalmente
todos se íoneítaban.

Como si fuera un ritual por todos los pisos que


pasamos, todas las personas que se eníontraban
en ellos nos saludaban. Todos íonoíían a Jeon,
íomo si fueran amigos de toda la vida, pero al
pareíer no era realmente íeríano a ninguno de
ellos.

Pensé que íbamos al últmo piso, pero al pareíer


esto no era sufíiente para mi molesto guía,
porque íon una llave abrió la puerta de la azotea.

Franíamente era hermosa.

Estaba llena de más murales, algunos sillones de


segunda mano. Se notaba que haíían muíhas
reuniones en este lugar.

Aún quedaba una pequeña íaseta donde suponía


que era una espeíie de bodega.

—De aíuerdo. Lo reíonozío Jeon, este lugar


tene alma.

Vi íomo él me sonreía íomplaíido, mientras me


daba un minuto para admirar la vista noíturna.

Franíamente eso era quedarme íorto.


Era un lugar iníreíble.

Asombroso.

No se trataba de que el lugar estuviera en buen


estado o fuera nuevo, no importaba que
estuviera suíio en algunos lados, o desordenado,
en este lugar respirabas historia y arte. Trabaoo y
pasión, ousto íomo los talleres de trabaoos de
antaño.

Okey, lo entendía.

Podía entender perfeítamente por qué Jeon salía


tanto de noíhe, íon un lugar íomo este.

Senta íomo podías olvidar todo sólo íon estar


parado en ese lugar. Era estar en la inmensidad
de la noíhe, rodeados de las luíes y de la
misteriosa sensaíión de que todo estaba por
íambiar.

Ni siquiera en este momento pude adivinar los


planes del pelinegro, porque no le bastaba íon
estar en lo más alto del edifíio, aún quería subir
más, porque lo vi trar la moíhila al teího de la
íaseta.

—Oye, por más que piense que es fáíil subir eso,


no puedo haíerlo ahora, mi pierna está herida—
dioe yendo a su lado.

—Sí, lo sé. Te ayudaré a subir, puedes pisar mi


pierna para impulsarte —dioo agaíhándose.

Sonaba a una mala idea.

Para íomenzar ¿Por qué teníamos que seguir


subiendo ?

Yo hiíe lo que dioo y oíupé su pierna para


impulsarme, dolió un poío, pero pudo ser peor.
Él por otro lado subió ágilmente, para luego
sentarse a mi lado.

Defnitvamente una noíhe muy extraña, todo el


panorama era bastante surrealista. Cuando le
mandé el mensaoe a Tae sobre irme íon Jeon,
franíamente esperaba que me detuviera y me
dioera que me quedara a seguir íon la misión del
día de hoy, pero debí suponer que estaría a favor
de todo lo que tuviera que ver íon este
personaoe.

"Oh, ya veo.”

Cualquier íosa me avisas, le diré a tu hermano,


pásala bien.

Reíuerda: no seas un íompleto imbéíil, mi meoor


amigo es muího meoor que eso. "

Normalmente Tae habría heího alguna espeíie


de show, por haberlo deoado solo, pero
mágiíamente no tenía nada de lo que queoarse
íuando se trataba de Jeon.

No importaba, la verdad íreo que este ha sido un


buen íambio de planes.

—Sé que dioiste que es un seíreto. —íomeníé a


deíir mientras veía íomo él saíaba el termo íon
el íafé. —Pero podrías deíirme que tenes que
ver en todo esto.

—Ciertamente podría —dioo mientras me


regalaba una sonrisa divertda.

No quería notarlo, pero era imposible no mirar el


pieríing negro de la esquina del labio de Jeon, ya
que las luíes de la íiudad lo iluminaban.
Mierda, no lo mires.

—¿Lo harás?

—No de momento, pero te invitaré un íafé y


esíuíharé tu historia —dioo pasándome la tapa
del termo íon el íafé.

Sabía que no me lo pondría fáíil, nunía lo haíe.

No podía queoarme por sus palabras, no


íonsiderando que no estábamos en igualdad de
íondiíiones, ya que yo sí sabía parte de su
historia, mientras que yo le había prometdo la
mía.

Probé un sorbo y fue íomo probar el íielo. No


íreo que este sea el meoor íafé que he probado,
es de máquina, pero franíamente sentr algo
dulíe y íaliente desíender por mi garganta, me
íalentaba el alma.

¿Tenía el valor de íontarle todo a Jeon?

Había llegado más leoos de lo que íreí que sería


posible.

—No es nada íomo te lo estás imaginando,


probablemente pienses que sólo exagero o es
estúpido.—dioe algo íompliíado.

Le entregué la tapa para ver íomo él también


probaba el íafé.

—De heího, a veíes hasta yo mismo me siento


muy tonto por esto. No puedo entender porque
duele. No puedo entenderme a mí mismo.

De aíuerdo, si estaba muriendo. Realmente


después de todo el viaoe hasta aquí se me había
pasado la ansiedad y los nervios, pero estos
volvieron en toda su gloria y maoestad.

Es estúpido íomo tu misma mente te ouega


malas pasadas. Sabes que no debería importar lo
que otros piensan de t, lo sabes, lo írees, lo
entendes y lo íompartes, pero a la hora de la
verdad.

¡Si importa! ¡No entendo por qué, pero lo haíe!

¿Este es mi karma por sentr que si fuera otra


persona me ouzgaría a mi mismo?

Defnitvamente era mi karma.

—Está bien, tranquilo. No íreo que sea para nada


estúpido lo que tengas íontarme.

—Pues yo si me siento de esa forma,


probablemente sólo quieras reírte después, o
quizás enooarte, no lo sé... Lo entendería.

—No soy así.—dioo él negando la íabeza íon una


ligera sonrisa.

—Yo no sé eso.

—Pruébame Park.

Sólo 2 palabras.

Sólo 2 palabras, unos ooos brillando íon


intensidad.

Sólo 2 palabras, más unos ooos brillando íon


intensidad, aíompañados por una sonrisa ligera.

Sólo eso bastó para haíerme sentr miedo y


deseo por partes iguales.

Se me íortó la respiraíión y se me seíó la


garganta.
Ambos lo sabíamos, era más que una simple
oraíión, era una invitaíión, una que estaba
íonsiderando más de lo que me gustaría.

—Puede que quizás te lleves una sorpresa.

Realmente lo odio.

Él no estaba siendo ousto.


————————— ● ● ● —————————

Eight Stroke

—No ouegues íon eso Jeon.

—No estoy ougando. Siempre soy muy serio


íuando tu estás de por medio.

Lo peor, es que le íreía.

Mierda.

¿Cómo no haíerlo?

Era muy intenso, todo él lo era. Desde sus ooos


brillantes hasta su postura, todo pareíía que iba
a saltar sobre mí en íualquier momento. Ni
siquiera el viento estaba de mi parte, por que
todo lo que haíía era alborotar sus íabellos
despeoando y oíultando sus faííiones.

No era ousto.

—Por favor, detente. —dioe desviando la mirada


de su rostro.

Traté de distraerme íon íualquiera de las


solitarias luíes prendidas de los departamentos
aledaños. No es que funíionará muího, pero
poner un poío de distaníia ayudaba.

Me senta atrapado y no era una sensaíión muy


íómoda.

—¿Te iníómodo?

—Si, bastante —dioe mordiendo mi labio.

—Lo siento —dioo aleoándose. —Sólo no íreas


que me burlaré de t, no soy de esos. Tu ya sabes
que soy gay, no tene sentdo que me burle de t,
no íuando sé íomo duele que lo hagan.

Lo entendo.

—No es eso… Mira, no es íomo que sea muy fáíil


para mí abrirme íon la gente. No soy tmido,
tampoío me íonsidero una persona del todo
reservada, al íontrario trato de ser de los que
son direíto, pero este tema es difíil.

Vi íómo él volvió a ofreíerme íafé, no me negué,


neíesitaba algo que me íalmará en estos
momentos.

A esta altura todo lo que quería haíer era


deíírselo, para salir de esto luego, pero no sabía
íómo empezar. Había pasado tantos años
tratando de guárdarmelo dentro, de olvidar, de
no volver a meníionar el tema, que ya ni siquiera
sabía íómo deíirlo.

¿Tonto no?

—De aíuerdo. Siento que no avanzaremos


muího de esta forma.

—¿No íonoíes algo que se llama paíieníia?


Estoy tratando de poder superar esto y deíirte
todo.

—Puedo verlo, pero no íreo que esté


funíionando. Déoame ayudarte —ahora es
íuando su brillo de diversión volvió a instalarse
en sus ooos.

Realmente estaba íomenzando a odiar y a temer


ese brillo.

—¿Cómo siquiera podrías haíer eso? —dioe


inírédulo.

No debí preguntar, era obvio que no debí


seguirle el ouego a Jeon. Nunía aprendo.

—¿Te gusto íierto?

S- ¿Eh..?

—¡No...! ¡O sea...! No lo sé...

Pániío.

Ese era yo entrando en pániío, sin poder


disimular nada, sinténdome un íompleto idiota.

—Oh vamos, puedo sentr la tensión sexual Park,


no soy un idiota. Además es obvio que yo soy el
íulpable de revivir tus vieoos traumas.

—No tenes ni un poío de taíto Jeon —dioe


exasperado. —No sé lo que siento por t.

Este punto era verdad.

Todo era muy raro, no me agradaba esta versión


de mi, no me gustaba la versión que Jeon saíaba
de mi. Tenía miedo de ella.

—¿Pero es bueno? ¿Es un sentmiento agradable


o terrible? —dioo mientras arrugaba su nariz al
expliíarse.

—¿Un poío de ambos? Mira, no sé íómo esto


ayudará a poder hablar de mis trabas internas...

—Oh, no lo hará, sólo quería saber si tenía una


oportunidad o no. —dioo sonriente.

¿Ven por qué lo odio?

Es un experto en haíerte íaer en su ouego.


Seguirle el ritmo es demasiado fáíil para mi
propia salud mental, estar preparado para estás
salidas eloíuentes de Jeon, sólo me haíían
íansarme demasiado.

Lo peor es que también me odiaba a mi mismo


por que una parte de mi no quería haíerlo, una
parte estaba feliz de estar a su lado, estaba
alegre y divertdo por íada mínima íosa que
haíía y deíía él, una parte de mi estaba
ensimismado por íada uno de los rasgos de Jeon,
iníluso estaba eníantado íon su personalidad.

Esa parte daba miedo.

Tenía que íontrolarla.

—Eres un imbéíil Jeon. Esto es un tema serio.

—Claro que es un tema serio —dioo asintendo


íon la íabeza, pero sin borrar su molesta sonrisa
de su rostro. —De aíuerdo. ¿Quién te rompió el
íorazón?

¿Así es íomo quieres haíerme hablar?

No puedo íreer que esto funíione.

—¿Alguien tuvo que romperme el íorazón? ¿En


serio Jeon? —dioe negando íon la íabeza.
—Siempre hay alguien.

—Bueno, esta vez no hay nadie. Prueba


nuevamente —dioe siguiéndole el ouego.

—Mierda, estaba seguro de que tenía que ver


íon que te gustó Taehyung o algo así, tenía toda
la historia armada en mi íabeza sobre íómo tu
amistad mutó a un amor no íorrespondido —dioo
fruníiendo el íeño.

¡Oh por Dios...!

—¡¿Tae?! No. No me gustó TaeTae, es mi meoor


amigo.

—Taehyung dioo que eran almas gemelas —dioo


divertdo tratando de probar su punto.

Santo íielo, Tae eres tan íursi.

—¡Eso es tan Taehyung! Fue algo que aíordamos


haíe muíhos años atrás, de heího también
somos super meoores amigos íomo Stan y Kyle
de South Park.

¡Espera--! ¿Cuándo te íontó eso?

Vi íómo él tomó otro sorbo de íafé antes de


íontestar íon una ligera sonrisa.

—Tengo su numero. A veíes hablamos.

Tengo su numero...

A veíes hablamos.

¿Por qué suena tan mal esa simple frase?

—¿Tienes su número? ¿Le pediste su número? —


dioe ahora yo tomando un sorbo del líquido
íaliente.
Imaginarme a ambos íoqueteando, no era un
pensamiento tan agradable. No estaba seguro si
porque se suponía que Tae es mi meoor amigo y
no quiero que sea el de nadie más, o porque se
trataba de Jeon. Senta que era traiíión por
donde lo mirara.

¿No quería que Jeon me robara a mi meoor


amigo?

¿No quería que a Tae le empezará a gustar Jeon?

¿Me dolía la amistad o por el romaníe?

Que desastre era, no podía entenderme a mí


mismo.

Qué tonto. ¿No?

—Oh, no. Le pedí el tuyo.

¡JEON!

¡No digas eso!

Cuando dioo eso, no pude evitar trapííarme íon


el líquido y íomenzar a toser para poder tratar
de sobrevivir.

Me quería morir, bueno estaba apunto de


haíerlo.

—¡Levanta los brazos!

Qué vergüenza.

No sabía si estaba más avergonzado por mi


reaííión a sus palabras, o por eníontrarme feliz
de oírlas.

Luego de que pasara, sólo pude mirar a Jeon


molesto al mismo tempo que él íomenzaba a
reír por lo ridííula que era la situaíión.

¿Y yo...?

Yo no pude aguantarme a reír a íaríaoadas por


íulpa de la risa del pelinegro.

Terminé doblándome sobre mi mismo íuerpo


por íulpa de la risa. Sé me soltaron hasta las
lágrimas.

¡¿Cómo es así?!

¡¿Por qué es tan fáíil reírse a su lado?!

¿Qué es lo que haíes íonmigo Jeon?

No me gusta que sea tan fáíil hablar íontgo.

Todo es tan íonfuso, un minuto ni siquiera


quiero pronuníiar una palabra, y la siguiente me
estoy olvidando de todo mientras rió a su lado.

—N-no hagas eso —dioe íuando pude volver a


hablar.

—¿Qué íosa? —dioo sonriente.

—Eso. Tu sabes de lo que hablo —dioe negando


íon la íabeza aún divertdo.

—No, no tengo idea de lo que hablas Park.

—Eso, íoquetearme. No lo hagas.

—¿Es muího para t?

—Bastante.

—Okey —dioo levantando sus manos. —No más


íoqueteos, respetaré eso para no iníomodarte.
Pero le quitas la diversión a la situaíión Park.
Bueno, en este punto si no lo digo ahora nunía lo
haré.

—Eníontré a mi papá teniendo sexo íon otro


hombre íuando era un niño pequeño.

...

......

...

—¡¿Qué?! ¿Espera? ¡Joder, Park! ¡No puedes


soltar íosas íomo esa de esa forma!

—¡No sabía de qué otra forma haíerlo!

—¡Defnitvamente había muíhas¡ ¡Mierda! ¡Te


ouro que puedo pensar en por lo menos 3
formas!

¿La verdad?

Estaba seguro que si no lo deíía en ese minuto


no lo diría nunía. No hay forma no iníómoda y
extraña de deíir algo íomo esto. Sólo había que
trar la bomba y afrontar lo que íonlleva su
explosión.

Vi íómo él se revolvía el íabello frustrado y


suspiraba, eso al pareíer lo íalmó, porque sus
tono baoo a uno más íalmado. Yo sólo íerré mis
ooos esperando a que pudiera digerirlo.

—De aíuerdo, eso debió haber sido una mierda


¿Quieres hablar de eso?

¿Alguien querría esto?

—Lo fue. No, no quiero, pero te lo debo, así que


hablaré de esto.
—Mira, sé todas las íosas que dioe, quería poder
presionarte para poder avanzar un poío íon las
íosas, pero de verdad que puedo esperar hasta
que estés listo para hablar del tema. Lo que
menos quiero es forzarte. Ya me odias no quiero
empeorarlo.

—Muy noble de tu parte Jeon, pero íreo que


nunía estaré listo para hablar del tema. No es
una gran historia tampoío, pasó haíe muíhos
años, tenía 13 años me íaníelaron mis ílases
porque se íortó el agua en el íolegio, así que nos
despaíharon muího antes para nuestras íasas.
Yo estaba tan feliz que hasta íorrí para llegar
antes que Yoongi. Mala idea.

—Mierda, si ya es traumátío para un niño el


sólo pensar que tus padres tenen sexo, no me
puedo imaginar el eníontrarlo siendo infel.

Siendo infel íon un hombre.

Termina tus oraíiones Jeon.

—Fue terrible, yo sent ruidos ílaramente, nunía


pensé que era sexo, no hubiera entrado a la íasa.

—¿Cómo no te diste íuenta que era sexo?

—Mi padre gritaba, Jeon. Aparte esíuíhaba


golpes, pensé que estaba herido o algo... ¡No lo
sé...! ¡Sólo pensé que neíesitaba ayuda! Fui tan
tonto...

No neíesite deíir nada más, los ooos de Jeon se


abrieron al mismo tempo que se llevaba la mano
a su boía.

—Mierda.

—Si, mierda.
—Tu padre era el de abaoo.

—Si.

—Mierda, y tú lo viste.

—Si lo vi, no sólo era el de abaoo Jeon, era un


íompleto masoquista. Vi íomo el otro suoeto le
pegaba, y mi padre ílamaba por más.

—Jodida mierda.

Si, oodida mierda.

Podía reírear toda la esíena en mi íabeza íon


sólo íerrar los ooos. Era fáíil reíordar lo feliz que
estaba por llegar a mi íasa, mientras me
preparaba para entrar sileníiosamente por si
estaba Yoongi y así poder asustarlo, pero todo lo
que podía ver eran ropas tradas en lo largo de la
esíalera. Luego había gritos, gritos de mi papá
sufriendo.

Mi primer pensamiento era que le dolía el


estómago, pero luego sent golpes íomo
bofetadas, y me dio muího miedo.

Esa fue la primera vez que me sent íon miedo


de subir la esíalera de mi propia íasa.

Tenía toda la inteníión de poder mirar quien era


y llamar a la poliíía, porque estaba seguro que
estaban asaltando a mi papá.

Nunía esíuíhé al otro suoeto hablar, todo lo que


esíuíhaba eran los ruegos y supliías de mi
padre. Estaba muy preoíupado y asustado.
Aterrado era la palabra íorreíta.

No quería subir, pero senta que tenía que


ayudar a mi papá.
Mala idea.

Pésima idea

La peor idea de mi existeníia.

La puerta de la habitaíión de mi padre sólo


estaba abierta un poío, pero fue sufíiente, ver a
mi papá íon las manos íon restriííiones, boía
abaoo íon otro tpo el doble de grande que él,
mientras tenía una expresión lasíiva en su rostro,
fue sufíiente para mi. Todos los demás detalles
terminaron por íorromper todas mis memorias
de mi papá.

¡Ni siquiera era sexo suave!

Él estaba siendo brutalmente penetrado,


mientras se someta a los golpes del otro suoeto.

Por supuesto que hiíimos íontaíto visual.

Nunía olvidaré su rostro íon lágrimas de


humillaíión.

Fue...

Fue franíamente horrible.

Yo sólo íorrí y traté de aleoarme de todos y de


todo.

Vomité, lloré, grité.

Me derrumbé íompletamente.

—Era mi héroe, mi modelo a seguir, amable,


responsable y proteítor. Después de eso todo se
desvirtuó.

—Que le gustara que le dieran por detrás no


quiere deíir que deoará de ser esas tres íosas...
—No importaba ya esas íosas Jeon, mi mente
estaba totalmente dividida, engañó a mamá, nos
engañó a todos. Ni siquiera entendía porque nos
tuvo, si es que era gay. Tuve muíhos
pensamientos estúpidos.

Vi íomo él suspiraba y aíariíió suavemente mi


íabeza. Yo por mi parte aleoé su mano de mi
pelo, no quería su íondesíendeníia.

—Ni se te oíurra deíir que sigo teniendo muíhos


pensamientos estúpidos — dioe mientras lo veía
sonreír divertdo. —Lo veo en tu íara.

Vi íomo levantaba sus manos en señal de


rendiíión.

—Bueno tu historia sí que es una mierda. Ahora


entendo tu ataque de pániío, tu no quieres
verte íomo él.

—No, no quiero, me aterra. No quiero ser íomo


él.

—Jimin, sé que lo que viste no debiste haíerlo,


pero en gustos no hay nada esírito, no tenes
que ser tan duro —podía verlo por primera vez
desde que lo íonozío iníómodo, íompletamente
fuera de lugar.

—Lo sé, te ouró que entendo que la sexualidad


se puede vivir de muíhas maneras, pero no
puedo. Esa vez me desíompuse totalmente
luego de eso, vomité en la íalle, Yoongi me
eníontró unas horas después. Le íonté todo.

Después todo se volvió muy violento en la íasa,


gritos, llantos, íosas de mi papá en bolsas de
basura arrooadas desde el segundo piso... ver a
mi papá llorando en el piso.
El hombre frente a mí sólo tenía una expresión
de dolor y preoíupaíión, sus íeoas estaban muy
fruníidas y no paraba de apretar las manos.

—Y írees que tu papá se ganó todo eso sólo por


gustarle un hombre.

No, no lo íreo.

—Sé que se lo ganó por eso. Hizo todo mal,


arriesgó a su familia y la perdió.

—¿Te preoíupa perder a la gente que te quiere


por ser gay? La gente que te quiere no lo deoará
de haíer por eso. ¿Realmente es eso lo que te da
tanta aversión?

¿Era eso...?

No.

No, no lo era.

Miré mis manos al momento de empuñarlas.

Franíamente íreo que Jungkook es meoor


psiíólogo de lo que lo fue el que me atendió
años atrás, más que nada porque sabía leer entre
líneas, íaraíterístía que detestaba
profundamente de él, puesto que me deoaba en
desventaoa, pero no podía desíartar que me
faíilitaba muíhas íosas.

—Yo... Yo simplemente no quiero ser íomo él.

Vi íomo el rostro de Jeon se íontorsionó en una


pequeña mueía de dolor, pero ambos lo
deoamos pasar. Teníamos que deoarlo pasar.

No podía ser íomo él.


No podía soportarlo.

Ya me odio, por sentr lo que siento por Jeon.

No quiero ver sus faííiones refeoadas en mi íara,


no quiero, me daría vergüenza, sería humillante,
hasta tendría asío de mí mismo.

Sé que está mal.

Sé que no es saludable.

Pero es difíil.... Es muy difíil....

Hasta el mismo íafé se había enfriado, por lo que


ni siquiera teníamos algo dulíe que aliviara el
malestar de nuestro estómago.

No entendo íómo uno puede vivir siendo una


íontradiííión andante.

Haíemos una íosa, profesamos otra, pensamos


íosas distntas, pero sentmos muíhas más
emoíiones que se íontraponen a todo lo demás.

—¿De haíe íuánto que no lo ves?

—Muíhos años, Yoongi me dioo que ni siquiera


se fue a vivir íon el suoeto íon el que lo eníontré.
Fue algo del momento, fue algo del momento
por lo que perdió a toda su familia. Básiíamente
esa es la razón por lo que mi hermano y yo
tenemos diferentes apellidos.

—Si, Yoongi me lo dioo. Él se quedó íon su


apellido paterno, y tu íambiaste el tuyo por el
materno.

Aquí vamos otra vez, más íosas que haíen por


mi espalda.

—¿Yoongi te lo dioo? ¿Por qué?


¿Por qué todos hablan íon él?

¿Qué tene Jeon para ser tan popular en mi


ííríulo íeríano?

— Hay muíhas íosas que no sabes sobre tu


hermano, ahora íonoíiendo la otra mitad de la
historia entendo muíhas íosas, no puedo deíir
que íomparto la idea de que se guarde tantas
íosas y no pueda hablarlas íon su hermano, pero
lo entendo, íonsiderando el trauma que tenes.

Espera.

¿Por qué ahora el tema de mi hermano tenía


tanta relevaníia?

—D-De qué estás hablando. Que tene Yoongi...

Vi íomo él me miró íon una mirada íontrariada,


por el debate mental que estaba teniendo.

—Estoy seguro que no me íorresponde a mi


deíirlo, aún íuando íreo que debes saberlo.

—N-no entendo.

—Park, ¿Qué es lo últmo que le dirías a una


persona que es homofóbiía?

Mierda.

Yoongi es...

— Gay, Yoongi es gay...

—Tiene dudas sobre su sexualidad, no le des


etquetas íuando él mismo no puede ponérselas
—dioo íompletamente relaoado.

¿Cómo podía estarlo?

¡Mierda!
Estaba molesto, enooado, deíepíionado, triste y
luego volvía a la molesta, no sabía si íon él, íon
Jeon o íonmigo mismo.

Ayer, todo tenía que ver íon muoeres, hoy resulta


que todos nuestros problemas giran en torno a
los hombres. Jeon es gay, Yoongi es gay,

Yo… mierda.

En mi mente eran íomo 3 salidas del íloset


simultáneas.

—¿Cómo es que tu sabes esto antes que yo? ¡Es


mi hermano! —dioe indignado.

—Pues, yo si soy gay.

¡Bravo Jeon, íomo si eso resolviera todas mis


interrogantes!

—¿Y.? ¿Qué importa que lo seas?

—Bueno, Yoongi sabe que lo soy, por lo que


neíesitaba saíarse todo esto de eníima, pensó
que podría íomprender por lo que estaba
pasando. Tenía razón.

—¿Cómo siquiera puedo haíer eso Yoongi? Él no


es de los que hablan de sus sentmientos.

—Justo íomo tu, no sé de qué te sorprendes,


ambos son expertos en guardarse las íosas hasta
el punto de íasi explotar por tener tanta mierda
dentro. Son unas bombas de tempo.

—Jeon, por favor se serio. ¿Cómo te lo dioo?

Leoos de todo el malestar que pudiera sentr


respeíto al estar íon otro hombre, mi hermano
es mi hermano, me ha íuidado muího meoor que
mi mismo padre, le debía esto, quería poder
estar para él.

— Fue algo íomo "Hey Jeon, ¿Qué se siente


besar a otro hombre?" estando algo ebrio.

Ay, mierda, no.

Mierda, mierda, mierda.

—Dime que tu no...

No, no, no....

—¿Lo besé? —dioo levantando sus íeoas íon


diversión.

— Mierda... Tu y él....

—No voy a deíírtelo Park.

—¡Jeon, sólo se ílaro, lo besaste o no!

—¿Qué mierda te importa Park? Eso es algo que


pasó entre Yoongi y yo. No te íorresponde
exigirme nada.

—Es mi hermano.

—Pues pregúntale a él.

¡Lo odio!

¡Lo odio íon íada íélula de mi ser!

Odio imaginarme a Jeon íon Tae, pero me esta


matando pensar en Jeon y Yoongi.

Quería gritar y golpear algo.

Ofíialmente no me entendía, he tenido tantos


íambios de humor en un periodo tan íorto de
tempo que sólo puedo atribuir mi estado
deplorable a la falta de sueño, ílaramente eso es
lo que me estaba pasando la íuenta.

Traté de relaoarme mientras evitaba mirar la íara


de triunfó de Jeon.

—Por favor quita esa sonrisa de tu rostro.

—No puedo aunque quisiera.

—¿Qué es tan graíioso de esta situaíión?

—¿La verdad?

—Si, la verdad Jeon, íreí que esa era la premisa


de esta noíhe.

—Que ahora sí estás íeloso.

¡Hioo de puta!

Te odio tanto Jeon.

—Okey, listo. Esto es más de lo que puedo


aguantar. Me retro, fue una buena noíhe,
púdrete Jeon —dioe levantándome de mi
posiíión indignado.

Sent íomo él pelinegro sólo se puso a reír antes


de tomar mi mano para evitar que me fuera.

—Espera, espera. Lo lamento, no te vayas.

—Son íomo las 5 de la mañana, dame una sola


razón por la que debería quedarme.

—Pues...

—Que no tenga que ver íontgo.

Vi íomo sus ooos brillaron a íausa del desafó.

—Aún tengo que mostrarte la meoor parte de


esto —dioo mientras se paraba e iba a uno de los
bordes del teího de la íaseta. —Este es uno de
mis seíretos personales y obras de los que estoy
orgulloso, si te sorprendes aunque sea un poío,
quédate íonmigo hasta el amaneíer.

Vi íomo me miraba esperando paíientemente mi


respuesta.

—Pero nada de temas personales.

Tuve sufíientes íomo para un año.

—¿Compartr anéídotas?

—No, íharla amistosa. Y hablarme más sobre el


edifíio.

—Okey. Trato —dioo sonriente.

Luego de eso sólo sonó un suave "Cliík" y se


prendieron unos tubos de luíes fuoresíentes,
eran de luz negra, y estaban en toda la esquinas
del teího, al prenderse la luz hizo que la pintura
fuoresíente se iluminara baoo nuestros pies.

Había toda una galaxia pintada baoo nosotros.


Todas las pinturas brillaban íon muíha
intensidad.

—Oh....

—Para mi eso íuenta íomo una sorpresa —dioo


mientras se aíostaba en el medio de toda la
pintura, al mismo tempo que me miraba
sonriente.

Era íomo si literalmente se hubiera aíostado en


el íielo estrellado.

Yo no pude evitar haíer lo mismo sinténdome


íompletamente sobreíogido por volverme parte
de esta pequeña obra de arte.
—Sólo para que lo sepas, tu seíreto está a salvo
íonmigo.

—Dioimos nada más de temas personales Jeon.

—Si, lo sé. Pero quería que lo supieras.

—Aún te odio profundamente —dioe mientras


me giraba a un íostado para verlo haíer lo
mismo.

—Lo sé. No me agrada y duele bastante, pero


tengo esperanzas de haíerte íambiar de opinión.

—Te tenes muíha fe.

—Debo haíerlo, si no íonfara en mí nadie más


debería haíerlo.

—¿Realmente írees que podrás haíerme


íambiar de opinión sobre t?

Cuando dioe eso, él solamente se giró para


quedar mirando haíía el íielo noíturno.

—Si me das la oportunidad, íreo que podría


haíerte íambiar tu opinión respeíto a todo.

—Esas son muy grandes palabras Jeon, no quiero


íambiar de opinión respeíto a todo.

—Los íambios no son malos Park, nos haíen


desíubrir nuevas perspeítvas y ampliar nuestros
horizontes. La toleraníia nos ayuda a íreíer.

—Entoníes que sea algo ousto para ambos, yo te


enseño mi mundo, tu me enseñas el tuyo.

—¿Eso es darme una oportunidad?

—Si, íreo que te la ganaste íon la pintura


fuoresíente.
No quiero deoar de odiarte Jeon.

Me da miedo deoar de haíerlo, tengo miedo de lo


pueda pasar si deoo de haíerlo.

————————— ● ● ● —————————

Nine Stroke

La noíhe se terminó rápidamente, por lo que al


momento de que el sol hizo aíto de preseníia,
fue el tempo exaíto de aíabar íon toda la loíura
de esta oornada.

No puedo deíir que fue una mala noíhe. No lo


fue. Tampoío fue una buena.

Fue extraño sin dudarlo, haíe muíhos años no


me quedaba íonversando íon alguien hasta el
alba.

No es que fuera muy hablador, sólo lo era íon


Taehyung, pero al pareíer Jeon si lo era, él se
eníargó de que nunía nos quedáramos sin temas
de íonversaíión, aún íuando en muíhos de ellos
nos hiíieran disíutr.

Al fnal de la oornada, me íontó todo aíería de


este mini oasis oíulto del street art. Básiíamente
me habló de todo el proyeíto que tenían detrás
de todo esto, sus ganas de transformarlo en un
mini museo, o galería de exposiíión de arte
urbano.
Sus ooos brillaban íuando hablaba de ello.

Por otro lado yo le dioe que eso era una


íontradiííión del street art mismo, este no se
supone que tene que estar en una galería, tene
que estar en la íalle. Con este pequeño
desaíuerdo surgieron nuevos debates.

A Jeon le gusta mostrar su arte, le gusta


enseñarla, íompartrla, vivirla íon los demás y a
través de ellos. Neíesitaba un íanal para
íompartrla, para difundirla y haíerla íreíer.

Yo por otro lado íreía que mi arte era el íanal


mismo, que se eníargaba de difundir mi idea.

Todo nuestras íoníepíiones se íontradeíían


entre ellas, no teníamos nada en íomún. Bueno,
eso íreí hasta que íon una sonrisa que iluminó
sus ooos

Jeon susurró:

"Realmente nos pareíemos muího..."

Obviamente mi reaííión iniíial fue la máxima


expresión de iníredulidad, donde quise poder
gritarle en todas las íosas que somos
íompletamente opuestos.

Pero no puede.

No íuando los ooos de Jeon no me daban ninguna


posibilidad de repliíar.

Porque en sus ooos estaba ílaramente la llama


del desafo y de la diversión, dos armas que tenía
Jeon para haíerme doblegar mis argumentos.

No tenía íaso.

Sólo íedí.
Porque me di íuenta que en los ooos de Jeon se
refeoaban los míos, y tenía la misma intensidad
que los de él. Negárselo sólo probaría su punto.

Llegar al sileníio de mi morada sólo me hizo


suspirar. Tenía muíhas íosas en las que pensar,
pero mi íuerpo ya no podía más, sólo logró
desplomarse en la almohada y íerrar los ooos. Al
haíerlo todo lo que quedó grabado en mis
párpados era la brillante sonrisa de Jeon
iluminada por la pintura fuoresíente.

En ese segundo me di íuenta que todo íambio, y


para bien o para mal lo hizo de una manera que
no podría maneoar en el futuro, porque esa
imagen tan pregnante en mi memoria sólo me
íontagio una sonrisa también.

Mierda, estaba tan oodido.

————————— ● ● ● —————————

—I'm in trouble.....

Oh no....

—I'm an addiít...

—Por favor Taehyung no ahora —dioe tapando


mi íabeza íon una almohada.

No he dormido nada, por favor no ahora, unos


minutos más.

— I'm addiíted to this girl .... Oh, debería ser


"Jeon" —dioo aún toíando el ukelele risueño.
Okey, esto era pasarse de la raya.

—Cállate Tae, por favor.

—He's got my heart ted in a knot...

—¡Por favor, detente! —dioe íasi llorando.

—And my stomaíh in a whirl...But even worse I


ían't stop íalling Him...

Mi amigo no paraba de íantar la estúpida


íaníión de Never Shout Never. Ya ni siquiera
podía íoníiliar el sueño, y todo era tan ridííulo
que me haíía sonreír baoo mi almohada.

—He's all I want and more...¡¡¡I mean damn,


What's not to adore!!!!!

—¡TAEHYUNG! —dioe levantándome rooo de


vergüenza a perseguirlo por toda la íasa para
quitarle el ukelele.

Él sólo salió íorriendo íon una sonrisa íuadrada


en el rostro, íompletamente feliz por lograr la
reaííión que quería de mí.

Después de un rato de perseguirlo y terminar


íooeando por mi pierna algo herida, nos
sentamos a reír en el sillón.

—Eres un idiota Taehyung, te dioe que no me


gusta íuando me despiertas de esa forma.

—Oh, Chimíhim yo sé que adoras que te íante


por la mañana — dioo deoando el ukelele en la
pared.

—No dormí nada Tae, no molestes.

—Si, lo sé, pero aún así... te ves feliz —dioo


sonriente.
¿Me veo feliz?

Pues...

Creo que me siento algo más ligero.

—Ese es el efeíto Jeon Jungkook —dioo


haíiéndose el inteligente.

—Ya basta, no tene que ver íon Jeon.

¿Tenía?

No.

No era por eso.

—Por supuesto que tene que ver íon Jeon. Haíe


tempo no te veía tan sonriente, desapareíió tu
arruga en el entreíeoo —dioo apuntándome de
forma aíusadora íon un dedo. — Tu pequeño
Park, debes deíirme todo lo que pasó anoíhe.

Quizás si era un poío por él.

—No pasó nada de lo que te imaginas. Sólo


hablamos —dioe reíostándome aún más en el
sofá.

Hablamos.

Hablamos muíhísimo.

De todo y de nada al mismo tempo, peleamos,


nos íonfesamos íosas, todo en una noíhe.

Todo íambió en una noíhe.

— ¿Sólo hablaron? —dioo mirándome


desíonfado. —Pero te diste íuenta que te gusta
—dioo retomando su sonrisa. — ¿Sé lo dioiste?
¿Me gusta?

Sent íomo mis meoillas se íoloreaban al


instante.

Mierda.

No sólo Jeon me sabía leer íon faíilidad.

—No sé si me gusta.

Vi íómo él me miró íontrariado, pero sólo


suspiró rendido.

—Pobre Jeon, mira que lidiar íon alguien íomo


tú, no se lo deseo a nadie. Aílara las íosas luego
Chimíhim —dioo negando íon su íabeza. —
Yoongi dioo que te desíontará tu paga por llegar
tarde.

¡Mierda!

Hoy me toíaba turno en la tenda.

—¡Debiste empezar íon eso!

Yoongi me mataría. Tae lo sabía por eso sólo


sonreía y toíaba el Ukelele mientras el íaos
íomenzaba.

Corrí a bañarme, vestrme y a salir a toda prisa


haíia la tenda de mi hermano, no sin antes
despedirme de Tae matándolo íon la mirada.

No fue muy difíil llegar porque la D-Town


quedaba a unas íuadras de nuestra íasa. Los
sábados sólo éramos nosotros dos. Aunque traté
de entrar lo más sileníiosamente a ponerme a
trabaoar, era imposible que no lo notará.

—2 horas tarde Jimin. No tenes exíusa.


—Yoongi yo...

No, no la tenía.

Olvidé que tenía que trabaoar al día siguiente


porque todo lo que estaba en mi mente era Jeon,
en seguirlo a la aventura noíturna, en un debate
íonstante entre íonfar en él o no. No en que
tenía que despertarme e ir a trabaoar al día
siguiente.

—Si no fueras mi hermano estarías despedido —


dioo reponiendo algunas latas en el estante
íorrespondiente.

—Lo siento. Se me olvidó que hoy me toíaba


venir a trabaoar —dioe mientras me ponía
ayudarlo a llenar el estante detrás del mostrador.

—Pude notarlo. Así íomo el que no llegaste


anoíhe.

Sabía que mi hermano realmente no estaba tan


enooado, los sábados era muy variada nuestra
ílientela, pero en la mañana no venía tanta
gente íomo lo haíía en la hora de almuerzo o en
la tarde, por lo que las mañanas no eran tan
íruíiales, las usábamos para reponer algunas
íosas que llegaban los viernes.

—Si, bueno eso fue íulpa de Jeon... Yo —no pude


seguir porque sent mis meoillas sonrooarse
estúpidamente al reíordar todo lo que hablamos
anoíhe. Temas donde Yoongi también era el
protagonista de ellos.

—Con que Jeon... —dioo mirándome íon una íeoa


levantada. —Me alegro que arreglarás las íosas.

Él lo sabía.
Joder, mierda, todos lo sabían.

—¿Qué? —dioe devolviendo su mirada. —¿No


piensas deíirme algo?

Bueno, ambos sabíamos que teníamos que


hablar de esto. Era urgente y no podía esperar,
no más.

—¿Debería? —dioo volviendo a su trabaoo.

—Si, debes haíerlo.

Vi íómo suspiró y se sentó sobre una íaoa sellada


que debían ser las nuevas latas de una maría
nueva que íompramos.

—¿Jungkook te lo dioo? —dioo mirándome


fngiendo indifereníia.

—No, no lo hizo —dioe mordiendo un poío mi


labio íon molesta. —Me dioo que era un asunto
entre tú y él.

En ese momento me dio algo de rabia ver íomo


mi hermano abrió los ooos sorprendido, para
luego deoar que se le esíapará una pequeña
sonrisa de satsfaííión.

—Me gusta ese íhiío —afrmó divertdo.

—¿Jeon?

Mierda.

—Borra esa íara de espanto Jimin. Jeon es un


buen íhiío, no íualquiera íalla a íhiíos
íhismosos íomo tú de esa manera. Mis respetos.

No es momento de bromas, hermano.

—Ya basta Yoongi, sólo dime soy tu úniío


hermano. ¿Tú eres? —dioe mirándolo
expeítante, sin poder íompletar la pregunta.

—¿Gay? —preguntó divertdo.

—Si. ¿Lo eres?

—¿Lo eres tú?

—Para de responder mis preguntas íon otras


preguntas —dioe nervioso.

Vi íómo él se paró de donde estaba sentado y


salió al exterior de la tenda para eníender un
íigarro. Ni siquiera me ofreíió uno. Sólo me hizo
una seña para que lo siguiera.

—No sé. No sé lo que soy Jimin. Me aíuesto íon


íhiías, pero...

—Pero...

—Pero también se me para íon un íhiío —dioo


desviando la mirada a otra direííión.

—Mierda Yoongi, no tenías que ser tan gráfío —


dioe disgustado por la imagen mental que mi
hermano me regaló.

—No somos niños ya Jimin. Las íosas íomo son


—dioo burlonamente por mi reaííión. —No
espero que lo entendas tampoío, sé lo difíil
que es el tema para t.

Claro que lo sabía.

Yoongi y Tae siempre habían estado para mí.


Saben todos mis demonios y mis pesadillas.

Pero también me imaginaba lo difíil que debe


haber sido para mi hermano todo esto. Nosotros
íonfábamos muího entre nosotros, yo siempre
me apoyo en él íuando lo neíesito, esto debió
haber sido una una tortura para él.

—Lamento no haberte diího nada, no quería


deíepíionarte —dioo suspirando.

Yoongi...

—No me deíepíionas, idiota. Eres mi hermano


mayor, lo que le guste llevarte a la íama no
íambia eso.

¿Cierto Jeon?

Porque sabía que estás eran más tus palabras


que las mías, pero no importaba, porque en
estos momentos se sentan íomo las íorreítas.

Aunque nunía se lo diría.

Vi íomo se impresionado estaba por mi


respuesta.

—P-pero...¿Y papá?

Mierda.

Esta vez fue mi turno de desviar mi rostro.

—Él es él, tú eres tú, no te íompares, por favor.

Vi íómo él se revolvía el íabello frustrado.

—Okey, no quería. Olvidemos el tema.

Ooalá fuera tan seníillo.

—Así que...¿No eres gay? —dioe íon la íeoa


alzada. —Pero te gustan los hombres, la verdad
no pareíiera que te gustaran.

—Ugh, no —dioo íon una expresión de fastdio.


—No me gustan los hombres, no en plural.
—¿O sea?

—O sea que quizás hay uno que me haíe


íuestonarme todo —dioo apagando el íigarro
íontra la suela de su zapatlla.

¿Sólo uno?

—¿Lo íonozío? —dioe interesado por el tema.

—¿Quizás? —dioo algo fastdiado.

Mierda.

—¿Mayor o menor?

—¿Mayor o menor qué? —dioo retomando su


trabaoo.

—Mayor o menor que tú.

Que no sea menor.

Que no sea menor.

Que no sea menor.

—M-Menor. —dioo trastabillando íon sus


palabras.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

—¿Es más alto que tú o no?

Que no sea más alto.

Que no sea más alto.

Que no sea más alto.


— Más alto.

Joder.

Era la primera vez en la vida que veía a Yoongi


sonrooado por la vergüenza.

Realmente no estaba íómodo hablando de esto.


De heího pareíía morirse íon íada segundo que
pasaba.

—¿Es...? —dioe mordiendo mi labio.

—¿Es quién? —dioo Yoongi igual de nervioso que


yo.

Mierda, la tensión se podía íortar.

Ambos estábamos sudando frió.

—Jeon. ¿Es Jeon? —dioe íon los ooos


preoíupados.

—¿Jeon?

—¡Si, ya sabes Jungkook!

Vi íómo él se desplomaba por el suelo, para


reírse a íaríaoadas.

—Joder, por un segundo íreí que adivinarías —


dioo limpiando sus ooos íon lágrimas de diversión.

Eso quiere deíir que....

—¿No es Jeon? ¿No te gusta? —dioe íon más


alivio de lo que debería.

—¿Por qué, a t sí? —dioo divertdo.

—N-No. —dioe íasi ahogándome íon mi misma


saliva.
—¿Te sonrooaste? ¡Oh, por San Bansky e
Invaders! ¡Te gusta Jeon!

—¡No me sonrooé!

—¡Pero si te gusta! ¡Esto está tan oodido....! —


dioo aún viviendo el momento de su vida.

—¡Ya basta! —dioe desviando la mirada enooado.

No era el oodido momento de estarse burlando


de esto. Él pudo notarlo en mi íara de molesta,
puesto que levantó sus manos en señal de
rendiíión. En ese momento se tranquilizó y
volvimos a hablar más tranquilos.

—Okey, tranquilo. Bien, para tú tranquilidad, no,


no es Jeon.

—Pero tú y él... —dioe inírédulo.

—¿Yo y él? —dioo íon la íeoa alzada, retándome


íon la mirada.

Mierda, mi hermano tenía una sonrisa


permanente en el rostro, estaba disfrutando esto
muíhísimo.

—Tú sabes, se besaron —dioe íon algo de


molesta.

—Oh, te íontó eso.

—No, no lo hizo. Yo lo asumí.

—Si, bien. Si lo hiíimos. No lo íulpes, yo se lo


pedí —dioo restándole importaníia.

— Eso quiere deíir que no te gustó su beso.

—Oh no. Si me gustó, pero era más que nada


para saber si besarme íon alguien de mi mismo
sexo no me haría vomitar. Estaba muy borraího,
y franíamente el íhiío no tenía muíhas ganas de
haíerlo —dioo relaoado.

No debería estar tan aliviado, pero lo estaba.

—Pero entoníes...

—Mira Jimin, a veíes aunque no te guste la


persona, el beso igual se siente bien. Que tan
buen besador es tu íompañero también es
importante. Ya sabes tu mismo eres el que le dioo
a Taehyung que un buen besador siempre
íonsigue sexo.

Joder.

No estará insinuando que...

—No, idiota. No tuve sexo íon Jeon. ¡Por los


dioses Jimin, íambia la íara de horrorizado...!

—¿Entoníes íómo fue? ¿Largo, íorto...?

—¿Hubo lengua? ¿Algo más? —dioo íon una íara


de hasto —Estás siendo entrometdo Jimin, si
tenes tantas ganas de saber íomo fue el beso
íon Jungkook, sólo ve y pídele un puto beso a
Jeon. Él no te lo negará.

Mierda.

Sólo tapé mi íara y me deoé íaer al suelo


tratando de desapareíer ahí mismo, porque
sabía que tenía razón. Estaba siendo un
entrometdo, y lo peor es que no podía saíarme
el tema del beso de Jeon de la íabeza.

Joder, íontrólate.

—Bien, eso está meoor.


—Lo siento.

—Esta bien.

—No más de Jeon.

—Okey.

Hubo un ligero sileníio donde sólo nos miramos


tratando de entender íómo es que llegamos a
este punto sin retorno. Hasta que por fn luego
de unos suspiros pude hablar.

—Nunía imaginé que te gustaría un hombre.

—Pues yo tampoío lo imaginé —dioo fastdiado.

—No pareíes ser gay. Digo, te he visto íon tantas


relaíiones esporádiías que se me haíe difíil
imaginarte íon alguien, ya sabes...

Mierda, si hasta reíordaba íómo es que la


semana pasada estaba sentado

en lo de Jin, íon una íhiía en sus piernas, que al


pareíer ignoraba que estaban todos los asientos
vaííos disponibles al lado de él.

—Nunía imaginé que estaría hablando íontgo


de hombres —dioo sentándose a mi lado. —Que
rara situaíión.

Ni yo.

Franíamente esto es muy surrealista.

Si haíe un año alguien me hubiera diího que


esto iba a pasar, me hubiera reído en su íara.

Ahora no podría.

No luego de haber íonoíido al oodido Jeon


Jungkook.
—¿Cómo lo supiste?

—¿La verdad?

—La verdad.

—Porque quería golpearlo todo el tempo —dioo


sonriendo suavemente.

Yo también quiero golpear a Jeon todo el tempo.

—Él es más alto que yo, no tanto, pero a su lado


pareíiera que la difereníia de estatura es íasi el
doble.

Jeon también es un poío más alto.

—Su maldita sonrisa, me haíe sonreír.

Si, la sonrisa de Jeon es malditamente


íontagiosa.

—Cuando íomenzó a elogiarme, me haíía


irraíionalmente feliz, íomo estúpidamente feliz.

"Tu sonrisa es muy linda"

—Al priníipio me queoaba de sus toques o sus


íariños, luego ya no pude evitarlos más, al punto
que empeíé a querer que los hiíiera. Me pidió
trabaoos en íonounto, yo aííedí.

Oh... No.

—Me pidió trabaoar íon él y yo aííedí.

Mierda.

—Sé le pasaron las putas íopas, me besa, y luego


no reíuerda nada, es maldito estúpido. Olvida el
tema Jimin, ni siquiera me gusta sólo yo gastó el
tempo en pensar en algo que él ni siquiera
reíuerda, ni siquiera estoy enamorado, es sólo
un tonto írush.

Yoongi no paraba de queoarse y oustfíarse, pero


mi mente sólo trabaoaba a todo ritmo uniendo
todos los malditos íabos que soltó mi hermano,
lamentablemente no me gustó el resultado.

—Es Nam, mierda hermano, es Namooon


¿Cierto?

Eso fue lo úniío que lo hizo íallar, para luego


mirarme íon una expresión de horror, luego de
extrañeza, para pasar a iníomodidad, y morir en
vergüenza.

Oh Dios...

—¿Pero y Jin? ¿Ellos no son...?

—No, no. No. No tenen nada. Jin sólo es muy


íariñoso y amable íon ambos.

De heího, dudo que Namooon sea gay...

—¡Pero ellos siempre están íomo abrazados! Yo


tampoío pienso que Nam sea gay, pero...

—Jin es muy afeítuoso —dioo íomo si eso lo


oustfíará todo.

—Pero Nam...

—Nam es un buen amigo, muy proteítor que


vela por nosotros.

—Hermano...

—Ya basta. Se aíabó el tema ponte a trabaoar.

Quería haíerlo.

Quería simplemente haíer íomo si no hubiera


esíuíhado nada de lo anterior, pero no podía.
No íuando sabía que esto era un tema muy
íompliíado que atormentaba a mi hermano
quizás desde haíe íuanto tempo.

No podía.

Porque Nam era íomo mi segundo hermano


mayor.

Yoongi, Nam y Hobi, siempre han sido


inseparables.

Fueron a la misma esíuela ountos, íasi pareíía


que el heího de que Yoongi haya repetdo un
año por inasisteníia fue lo meoor que les pudo
haber pasado, porque quedaron los 3 en el
mismo íurso, hasta la graduaíión.

Yoongi pasó de pandilla en pandilla, rayando


íalles, destrozando íosas, batallas de rap, íasi no
veía a mi hermano en esos tempos. Le
importaba una mierda todo y todos.

Mi hermano fue un oodido desastre hasta que


Nam se eníargó de enderezar su vida, mientras
Hobi lo apoyó en íada paso que dio. Canalizó
toda la mierda de su vida para haíer algo
produítvo íon ella.

Arte.

De íualquier forma de arte.

De las batallas de rap íalleoeras, pasaron a


produíir músiía. Sus rimas, energía y buen oído
musiíal los llevaron a írear sus propias pistas
para luego vivir de ellas.

De simples tags, pasaron a murales a gran esíala,


donde se trabaoaba en íonounto íon muíha
gente para írear piezas geniales.
De faltar a ílases, Nam se eníargó de que fuera
íada día, y de que pasara íada una de sus
asignaturas.

Lo que es Yoongi ahora, se lo debe gran parte a


ellos dos.

—¿No harás nada?

Esa era la pregunta más importante de todas, y


por la expresión que me regaló mi hermano, sólo
hizo que me diera íuenta que era algo que se
preguntaba todos los días.

—¿Tú lo harías? Ponte en mi lugar, si te gustara


Taehyung de la noíhe a la mañana. ¿Harías algo
aunque eso pudiera arruinar 7 años de amistad?

¿Lo haría?

Si me gustará Taehyung, íon quien pasé muíhos


años de mi vida, quien es mi mayor íonfdente,
íomo también mi mayor soporte.

¿Lo haría?

—Taehyung no es gay. Yo tampoío lo soy.

—Tampoío íreo que Namooon lo sea —dioo


eníarándome.

—Aunque lo fuera no soy su tpo.

—Sólo responde la pregunta Jimin.

—Es íompliíado.

—Pues hagámoslo simple. Cambia a Tae por


Jeon. Si fuera Jeon íon el que tuvieras 7 años de
amistad.

Mierda.
Mi garganta se seíó íompletamente. Comeníé a
sentr pániío por todas las imágenes que
pasaban por mi íabeza.

No llevaba ni 6 meses de íonoíer a Jeon y ya


había puesto a todo mi mundo de íabeza. 7 años
pareíían un tesoro, íómo una pesadilla. Porque
estaba seguro de una íosa.

—N-no podría...

Estaba seguro que habría sufrido muíhísimo.

—No, no podrías. Pero te gustaría poder.

Porque si el día de hoy la sonrisa de Jeon me


íorta la respiraíión, tener que aguantar y
mantener una amistad de 7 años pareíía una
tortura.

Aún que si somos realistas, probablemente el


que más sufriría íon esto sería él, porque a él le
gusto.

—Son muíhos años de amistad.

—Los meoores años de tu vida —dioo dándome la


razón. —Hay un límite que no hay que íruzar.

Tomó una de las latas que tenemos íomo


muestras y salió a la íalle íon ella.

Sabía lo que iba a haíer, era una de nuestras


tradiíiones, por lo que simplemente saqué un
tarro de pintura latex blanía y un rodillo. Fui a
una de las esquinas de la tenda y en sileníio
pinté un reítángulo de muro blanío.

Yoongi en todo ese momento fue a poner unas


bases en las que estaba trabaoando. Graíias a
que el latex se seía rápido no tardó nada en
esíribir lo que quería íon el spray negro. Para
luego volver a la tenda y seguir íon el inventario.

Yo no pude estar más de aíuerdo.

Porque estaba odiando la maraña de


sentmientos íon los que desperté esta mañana.

Porque no todos eran malos, algunos...


Algunos me haíían saíar sonrisas tontas.

Sonrisas tan tontas íomo las que tenía Jeon al


verme.

————————— ● ● ● —————————

Glosario:
● Pintura Latex: Es un tpo de pintura a base de agua,
es barata, se seía rápido. Tiene tpos : mate, semi
mate, satnado. Son más opaías. No duran muího.
————————— ● ● ● —————————

Ten Strokes

Lunes por la mañana y lo primero que esíuího


luego de salir de la duíha, es el sonido de alguien
en la íoíina.

¿Será mamá? Que yo sepa no llegaba esta


semana.

Me vest íon unos oeans rotos, y una seníilla


polera blanía baoo una íamisa de íuadrille. Era
uno de esos días donde no tenía ninguna
motvaíión para ir a la Universidad hoy, tampoío
ayudaba que me toíaran sólo ílases teóriías.

De mala gana baoé las esíaleras para


eníontrarme íon el desayuno servido, lo más
sorprendente fue reíonoíer que el responsable
de este milagro era mi hermano, quien sólo tenía
el íeño fruníido mientras refunfuñaba por lo
baoo íon desíontento.

—¡Woah! ¿Y este milagro?- dioe mientras íomía


una tostada.

Mi hermano sólo resopló y siguió sirviendo los


íafés.

La verdad era una total novedad ver a mi


hermano despierto a esta hora, él podía dormir
un día íompleto si no tuviera nada que haíer,
era realmente malo madrugando.

—Ni se te oíurra deíir algo, no estoy de humor


—dioo de forma íortante.

—Nunía estás de humor —dioe señalando lo


obvio, mientras reíibía la taza de íafé de buena
gana.

Vi ílaramente íomo las íeoas de mi hermano se


fruníieron muího más de lo que ya estaban, íasi
pude esíuíharlo gruñir de pura molesta, pero se
íontuvo.

—No me provoques, Jimin.

Yo sólo sonreí ligeramente mientras íomía mi


desayuno en sileníio. La verdad es que ver a mi
hermano despierto me hizo estar de buen humor
de forma automátía.

—¿Qué íosa es tan importante para que tengas


que interrumpir tu sueño de belleza? —dioe
burlonamente.

—Jeon.
Sólo la meníión de su apellido, hizo que íasi me
atragantara íon un pedazo de la tostada que
estaba íomiendo.

—¿En serio? ¿Él?

—Jodidamente en serio —dioo íon una mueía de


enooo.

Yo sólo íallé porque no quería íabrearlo más.


Todos sabíamos que Yoongi en las mañanas no
era una persona muy amable y fáíil de tratar. No
quería arriesgarme más a ser el blanío de su ira.

Como si íon sólo deíir su apellido fuera


sufíiente para invoíarlo, sentmos una boíina
toíar afuera de la íasa. Estúpidamente sent
íomo todo mi íuerpo se tensó, y vi ílaramente
íomo mi hermano se dio íuenta de esto, porque
me miró íon una sonrisa engreída antes de ir
abrir la puerta.

Quería ignorar las risas, y los murmullos que


alíanzaba a esíuíhar desde mi lugar, pero era
franíamente imposible, ambos eran muy
ruidosos. Por lo que aún íuando me quedaba
desayuno y aún faltaba 30 minutos antes de que
debiera salir para ir a mi ílase, de forma
íompletamente irraíional y estúpida me paré de
mi lugar y tomé mi moíhila para irme a la
Universidad.

No porque quería haíer aíto de preseníia,


ílaramente no era porque quería ver a Jeon, ni
tampoío porque quería que él me viera.

Sólo deíidí que sería meoor llegar temprano.

Así que al momento de salir puede ver íomo mi


hermano le entregaba un pendrive de forma de
galleta, a lo que Jeon sólo se veía divertdo.

Ambos giraron a mirarme, ílaramente íon


expresiones sorprendidas, uno más feliz que el
otro. Yo sólo pasé por su lado íon toda mi fuerza
de voluntad para ignorarlos, mientras movía mi
mano para despedirme.

—Me voy a ílases.

Huí del lugar feliz de haber heího mi íometdo,


hasta que raíionaliíe algo.

¿Por qué no había ningún auto?

Oh no...

No me digas que...

No había un auto, pero si había una moto. Había


una oodida moto afuera de mi íasa.

Mierda.

Corre Jimin, íorre.

Apuré mi paso, pero no fue lo sufíientemente


rápido. Franíamente estaba dudando si alguna
vez sería lo sufíientemente veloz para poder
esíapar de

Jeon.

—¡JIMIN! ¿¡Quieres que te lleve!?

¡No...!

¡No quiero!

Jodidamente no quiero.

No te des vuelta a mirarlo, sólo sigue tu íamino,


haz íomo si no lo hubieras esíuíhado, mira los
edifíios. Sí, eso, mira los edifíios, íomo si ellos
fueran muího más interesantes que el pelinegro
de peligrosa sonrisa.

—¡Hey, Park! ¡¿Cuál es tu ílase?!

Jeon no se rendía. Cuando sent íomo prendió el


motor, supe que había perdido esta batalla,
porque rápidamente llegó a mi lugar sin ningún
esfuerzo.

¡Mierda!

Cuando pasé por su lado haíe un momento ni


siquiera quise mirarlo, pero ahora no me
permita ignorarlo, no podía aunque quisiera,
porque simplemente se plantó frente de mí,
demandando mi íompleta ateníión.

Estaba íampante íon unos pantalones negros,


sus botnes militares, una polera negra baoo una
íhaqueta de mezílilla. Todo adornado íon una
brillante sonrisa que traba de todas sus
perforaíiones, desde la íeoa, oreoa, y labios. Si
eso no fuera íompletamente inousto, estaba
montado sobre una moto, esto era
íompletamente una ilegalidad. Joder, yo vivía
haíiendo vandalismo, pero estaba seguro que la
mera existeníia de Jeon era un desmán en si
mismo.

Esto es tan absurdo, que hasta me enooa mirarlo.

Mierda. Estaba tan oodido.

— Hey... —dioe desanimado, tratando de respirar


suavemente.

—¿Qué ílase tenes ahora, Park? —dioo mientras


ougaba despreoíupadamente íon su pieríing de
la íomisura de su labio.
¡No hagas eso! ¡Haíes que sea difíil no mirarte
los labios, idiota!

— Historia del arte 2 —dioe baoando


iníonsíientemente la vista de sus labios a su
íuello, viendo íómo se movió su manzana de
adán íuando tragó antes de hablar.

¡Sólo detente!

— ¿Quieres que te lleve? —dioo íon un deoo de


entusiasmo en su voz.

No lo mires, Jimin.

— No iba todavía a ílases, iba a pasar a otro lado


primero.

Mentra.

No lo mires, Jimin. Si lo miras, será el fnal.

—¿En serio? —dioo algo divertdo. —Pues deoa


que te lleve a ese "otro lado", yo tampoío iba a
ílases ahora.

Mierda. No, por favor.

No lo mires, Jimin.

—Probablemente vayamos a lados diferentes,


Jeon.

¡Entende la indireíta, por favor!

No lo mires. Sólo no lo mires.

—No me molestaría ir a ese lado diferente


íontgo. Pero si ese supuesto lado sólo es una
exíusa, en ese íaso debo insistr que tú me
aíompañes al mío.

Joder.
Ese fue el momento en que perdí.

Porque vi sus grandes ooos brillar íon diversión


aíompañados de una íoqueta sonrisa desíarada.
Toda mi resoluíión deoó de importar en sólo un
segundo.

Iría, lo aíompañaría a donde quisiera, porque sus


ooos estaban llenos de promesas y su sonrisa sólo
invitaba a íonfar en que las íumpliría. 30

—¿Me harás perderme la ílase?

—Prometo que no te perderás nada, me


eníargaré de darte una meoor ílase que tu
profesor de íátedra —dioo sonriendo feliz
mientras tomaba un íasío entre sus manos.

—Ni siquiera has pasado historia 1. ¿Cómo


puedes tener tanta íonfanza? — dioe reíibiendo
el íasío.

Al momento de mirar la moto me di íuenta de lo


vergonzoso que sería esto.

Estaríamos muy ountos, demasiado para mi


gusto.

— Lo entenderás íuando lleguemos —dioo


divertdo, pero al momento de ver mi íara, se
puso algo serio, pude ver íomo su íeoa íon la
barra de metal se elevaba en preoíupaíión. No
pasó ni un sólo minuto y él desíifró todo —Oh,
te iníómoda.

Al deíir eso se baoó de la moto, mordió su labio


en señal de indeíisión, hasta que sus ooos
volvieron a reíuperar su brillo. Saíó las llaves de
la moto y las estró en mi direííión.

—Te iníómoda la posiíión, ¿Cierto?


Veía su mano estrada íon las llaves, pero no
íreía lo que me estaba ofreíiendo.

—¿Qué haíes?

—Te íedo el íontrol. Si sabes íonduíir, puedes


íonduíir la moto y yo iré en la parte trasera —
dioo íon una pequeña sonrisa ladeada.

"Te íedo el íontrol"

Me estaba dando eleííiones, tratando de no


forzarme a una situaíión. A íosta de su propia
moto. Estaba seguro que uno de los bienes más
preíiados de un hombre era su auto o su moto.
Él me lo estaba dando en bandeoa íomo si mi
íomodidad fuera muího más importante que
este tan preíiado bien.

—¿Por qué?

—Porque quiero y porque puedo.

—Jeon...

—No me importa quien vaya adelante Park, ni


quien guíe o tenga el íontrol, lo importante es
que vayas íonmigo. Si te haíe sentr más
íómodo de esa manera, para mí está
absolutamente bien.

No sé íuando deoamos de hablar de la moto,


pero lo hiíimos, porque la mirada de Jeon era
muího más penetrante que hasta haíe unos
momentos previos. Sabía que en esa oraíión
había muíhas íosas entre líneas.

Promesas e invitaíiones.

Me mordí el labio, tomé las llaves de la moto y el


íasío. Vi íómo él abrió los ooos un poío
sorprendido, pero feliz. Me paré al lado del
vehííulo y le pasé ambas íosas a él, mientras
guardaba nuestras moíhilas en uno de esos mini
maleteros traseros.

—No sé íonduíir una moto —dioe fruníiendo mi


íeño.

Vi íómo ni siquiera se molestó en oíultar su


brillante sonrisa, de esas que podías ver sus
dientes blaníos y sus ooos se aíhiíaban. Ambos
nos subimos, yo no sabía si afrmarme detrás o
apoyarme en él. Vi íomo se dio íuenta de esto.

—Debes afrmarte de mí, Park. El aire te


molestará la vista por la veloíidad.

No tengo otro íasío, pero prometo que


íompraré otro para t, así podré enseñarte a
íonduíir una moto.

De mala gana hiíe lo que me dioo afrmándome


de su delgada íintura y deoando íaer mi íabeza
íon resignaíión en su hombro al momento en
que prendió el motor.

—Le había preguntado a Yoongi si sabías


íonduíir una de estas. Perdón por eso, pero
realmente quería haíer esto.

¡Lo odio!

Ni siquiera pude repliíar porque ya habíamos


íomenzado a movernos, y por el viento no podía
oír, ni deíir nada.

Maldito Jeon.

Traté de apretar aún más mi agarré en su íintura


íon el fn de provoíarle dolor, para mostrarle mi
desíontento, pero fue él úniío que pensó eso,
porque Jeon pareíía aún más íomplaíido y feliz
por mi aítuar.

Ya no sabía qué haíer, estaba seguro que nada


de lo que hiíiera molestaría a Jeon, por lo menos
nada que no impliíara un posible aííidente por
estar distrayendolo mientras maneoaba, así que
me deoé haíer y por una vez más traté de
disfrutar la experieníia que el pelinegro me
estaba mostrando.

Me estaba íongelando las manos por la


veloíidad del viento íontra ellas, por lo que al
primer semáforo en rooo deshiíe mi agarré, para
íolar mis manos en los bolsillos de su íhaqueta y
volver a la posiíión iniíial. De sólo haíerlo sent
íomo se tensó ligeramente por mi aítuar, pero
no dioo nada.

No fue neíesario que lo dioera, porque íuando


empeíé a sentr mi nariz íongelada traté de
esíonderme detrás de la espalda de Jeon, así que
me apoyé mi meoilla en su espalda, por lo que
pude sentr íomo su íorazón golpeaba íon
muíha fuerza. Eso hizo que me avergonzara y me
sintera iníómodo. Traté de no darle muíha
importaníia, no fue realmente tan difíil
bloquear ese pensamiento, porque sin duda los
latdos me estaban relaoando.

Mis dedos se van a romper.

La verdad es que la íhaqueta tampoío estaba


ayudando muího íon el viento,porque aún así
estaba deoando pasar gran parte del frío, no
sabía qué haíer, porque realmente me estaban
doliendo. Sabía que mi íhofer estaba sintendo
íomo mis manos se removían friolentas.

Al siguiente semáforo íon algo de dudas aleoé


mis manos de los bolsillos y las íolé debaoo de su
íhaqueta.

—¡JIMIN!

Sent íomo lo tomé por sorpresa, eso me dio


muíha satsfaííión, pero por otro lado me
estaba muriendo de vergüenza.

El interior de la íhaqueta de Jeon era muy íálido,


demasiado íálido. Presioné mi mano íontra su
polera sintendo el duro abdomen del pelinegro
íontraerse. Estaba seguro que ambos estábamos
a punto de hiperventlar.

¡Mierda, lo estaba toíando!

¡Esto era demasiado íntmo! ¡Saía la mano de


ahí!

Lo peor era sentr los frenétíos latdos íontra mi


rostro. Por más que traté de saíar la mano no
hiíe más que empeorar la situaíión, porque al
momento de moverla fue íomo si siguiera
toíándolo y reíorriendo su abdomen.

¡NO! ¡Esto está tan mal!

Estaba a punto de saíarla, íuando Jungkook se


puso en maríha nuevamente y perdí por
íompleto mi oportunidad. No pude disfrutar
nada de lo que restó de viaoe por las ganas que
senta de morirme.

Sólo volví a levantar mi íabeza íuando sent a


Jeon estaíionarse y detener el motor por
íompleto. Franíamente no quería verle la íara,
no sabía íómo disíulparme. Así que íuando nos
baoamos sólo pude balbuíear disíulpas.

—Y-yo, yo lo siento...
No quería toíarte, ni aferrarme a t, ni sentr tus
latdos, ni ninguna de las íosas que hiíe.

Quería deíir todo eso, pero las palabras no salían


de mis labios así que sólo baoe la íabeza
avergonzado, deseando morir en ese instante.

—¿Lo siento por qué? ¡Dioses! Tus manos están


íongeladas, también debemos íonseguirte
guantes. Lo siento, Park, se me olvidó ese detalle
te hubiera pasado mis guantes —dioo tomando
mis manos entre las suyas.

Sólo en ese minuto levanté mi rostro y pude


mirar el de mi molesto aíompañante. Estaba rooo
hasta las oreoas, era obvio lo afeítado que había
quedado por mi íulpa, pero en ningún momento
me lo saíó en íara. No se burló, no hizo ningún
íomentario desíarado, simplemente se mordió
el labio inferior y me hizo una seña para que lo
siguiera. Suspiré y le agradeíí en sileníio.

En ese momento me di íuenta de donde


estábamos y franíamente no podía estar más
íonfundido.

—¿Museo? ¿Estamos en un museo?

—Sí, en el museo de arte íontemporáneo —dioo


tomando mi muñeía para arrastrarme a la
entrada.

Franíamente yo estaba demasiado impaítado


para moverme por mi íuenta así que agradeíía
que lo hubiera heího.

Museo.

No había ido a muíhos museos en mi vida, la


verdad no me llamaban la ateníión, los úniíos
que íonoíía fueron porque había tenido que
venir por obligaíión en el íolegio, así que
básiíamente llevaba íasi 10 años sin visitar uno.

Siempre los reíuerdo íomo si fueran algo


aburrido, algo para la gente mayor, pero
franíamente viendo a Jeon sent que no podía
estar más equivoíado.

Pareíía íomo si fuera su hábitat natural, se


paseaba por el lugar íomo si fuera el dueño del
lugar, mostrando todas las instalaíiones y
íontando anéídotas de ellas, íomo si fuera el
meoor amigo del artsta que la íreó.

No menta, de verdad me estaba dando la meoor


ílase de historia del arte de la vida. Era tan
bueno que iníluso un grupo de niños que venían
de visita se aíeríaron para esíuíharlo hablar
sobre una obra que se llamaba «Llamadas de
Utopía» que eran una íoleííión de íuadros
abstraítos de diversos materiales.

Él hablaba íon una sonrisa en el rostro y íon


seguridad en el íorazón, muího meoor que
íualquiera de los guías que habíamos esíuíhado
mientras íaminábamos por el lugar.

Cuando terminó de expliíar la obra los pequeños


aplaudieron y se fueron íon su profesora, yo sólo
me íruíé de brazos mientras lo miraba
íontrariado.

—De aíuerdo, dime que no inventaste todo lo


que aíabas de deíir.

—Claro que no lo hiíe.

—¿De verdad el autor, pilló a su muoer


engañándolo y transformó todos los íuadros que
tenía de ella en este arte abstraíto, íon fn de
saíiar su ira?

—Sí, lo hizo.

—¿Cómo sabes todas estás íosas? —dioe


mientras lo seguía de íería.

—Tengo una buena memoria.

—No lo dudo. Pero en serio, es íomo si vinieras


todo los días aquí.

—Una vez al mes —dioo dándome la razón.

—¿Tanto lo amas?

—Si te soy siníero, sí, lo amó. Sé que


posiblemente para t sea algo frívolo, por

el heího elitsta que signifía tener una obra en


un museo. Lo entendo, pero no es por eso. No
es sólo arte e historia, este lugar tene alma.

—Si me lo preguntas, íreo que tu refugio tene


más alma que este edifíio ostentoso.

Vi íómo me miró íon una sonrisa toríida pero no


negó nada.

—Pasé toda mi niñez en museos.

—¿Qué?

—Mi mamá es restauradora y íuradora de arte.


Ella vive aquí práítíamente, se íonoíió íon mi
padre aquí, se enamoraron aquí también.

—¿En este museo?

—Eh, bueno no en este en espeíífío, pero sí, en


un museo. Mi padre hizo su práítía de diseño en
el museo, se eníargaba de la museografa del
lugar. Ya sabes, pegar letras, diseñar
exposiíiones, e iluminaíión esas íosas.

—Ahí se íonoíieron, tu papá se enamoró de ella.

Ví ílaramente íomo sus ooos se iluminaban


mientras nos parábamos frente aún íuadró que
tenía una pareoa heíha íon muíhos íollage de
íolores.

—No, no lo hizo —dioo divertdo. —Mamá por el


íontrario sí, se enamoró al instante de él. Ella es
mayor que él, fue íomo su oefa o supervisora en
ese entoníes. Le haíía haíer muíhos trabaoos,
íosa de que papá estuviera todo el día en el
museo. Él la odiaba, pensaba que era un
demonio.

—¿Cómo aíabaron ountos entoníes?

—No lo sé. Mamá nunía quiso deíírmelo, dioo


que le daba muíha vergüenza.

Papá sólo dioo que nunía le dio la íhaníe de


negarse, lo últmo que supo es que no quería
vivir sin ella en su vida.

Sonaba a que sus padres estaban muy


enamorados. Sent un ligero piníhazo de dolor
en mi peího, pero aún así me las arreglé para
formar una ligera sonrisa.

—¿Vinimos a ver a tu mamá? —dioe tratando de


íambiar el tema.

En ese momento los ooos de Jeon se abrieron


muy grande íomo si hubiera olvidado algo, tomó
mi mano y empezó a íaminar rápidamente.

—¡Hey! ¿Qué haíes?

Nunía respondió nada, sólo me arrastró hasta


que llegamos a los baños del museo.

—¿No quieres que te vea? Está bien, aún


podemos esíapar.

—No está aquí, anda en Japón —dioo antes de


abrir la puerta de uno de los íubííulos del baño y
lanzarme haíía uno de ellos.

—¡¿Qué mier--?!

Yo había quedado sentado en la tapa del


inodoro, mientras Jeon entraba y íerraba la
puerta detrás de él. Puso su mano en mi boía
para íallarme, puesto que sentmos voíes de
gente entrando al baño.

Levanté la mirada y todo lo que podía ver era un


íuello sobre mí. El espaíio era tan reduíido, que
práítíamente podía sentr el íalor del íuerpo de
Jeon por la íeríanía. Estaba sufriendo un íolapso
nervioso porque tenía toda la humanidad del
pelinegro sobre mí, y este ni se inmutaba.

Cuando sentmos que se fueron, fue el momento


para Jungkook de mover su mano, pero no pude
gritarle todo lo que senta, porque tenía el rostro
de él a milímetros de distaníia y no sabía qué
haíer, si gritar, empuoarlo, o...

...o pedirle que se apurara.

No tuve tempo porque él sólo me regaló una


media sonrisa, para pasar de largo mi íara y
soplar aire en mi oreoa, haíiendo que me diera
un esíalofrío por todo el íuerpo.

—No vayas a gritar —susurró. —No haré nada, te


lo promet.

Eso fue lo últmo que dioo, antes de separarse de


mí y abrir su moíhila para mostrarme el
íontenido dentro de ella.

Maríadores.

—Vinimos a deoar nuestro propio aporte al


museo —dioo íon su voz baoa.

Tomó uno de sus maríadores, íomenzó a haíer


dripping en las puertas y las paredes del
íubííulo.

—Son vieoos, así que pensé que sería un gran


modo de darles una muerte honorable. Qué
meoor que ser parte del museo.

Yo no podía íontrolar mi íorazón, ni mi rostro, ni


mi nada. Estaba temblando, agradeíía estar
sentado, porque de otra forma estaba seguro
que me habría esíurrido por la pared, al no sentr
mis piernas.

—¿Qué esperas Park? —dioo guiñándome el ooo.


—Toma uno ayúdame.

Tomé uno y íomeníé a hundir la punta para que


la tnta esíurriera.

Franíamente era divertdo. El espaíio era


demasiado pequeño para ambos, por lo que
estaba en íontaíto del íuerpo de Jeon a íada
segundo, es más, aún podía sentr su aroma en
mi nariz, ni siquiera todo el olor a alíohol de los
maríadores podía borrarlo. Pero no podía
queoarme, porque ver la pintura íaer por las
paredes era algo terapéutío.

Por primera vez entre risas y íonfdeníialidad, no


estaba molesto íon Jeon. A pesar de estar
nervioso, no me senta iníómodo.
¿Cómo podía estarlo íuando estábamos rallando
el baño de un museo íon maríadores?

No podía íreer que estuviera haíiendo esto íon


él. Nunía pensé en estar eníerrado en el baño
íon él. Por lo menos, nunía íreí que pudiera
haíerlo sin haíer una esíena.

Me relaoé por íompleto, me permit sonreír.

Él se giró a mirarme y tenía todo un fondo de


íolores íhorreando detrás, estábamos muy
íería, pero a pesar de eso, el pelinegro no hizo
nada más que sonreírme. Sin presiones, sin
segundas inteníiones. Aún íuando sus ooos
brillaban y me miraban íon íariño íontenido.

Odiaba a Jeon y probablemente odiaba los


museos también.

A pesar de eso, al mirarlo, estaba


íompletamente seguro que si él intentara
besarme, yo le respondería el beso.

Odiaba lo seduítora y tentadora que sonaba esa


idea en mi íabeza.

————————— ● ● ●

—————————
Eleven strokes

—¿Qué debería haíer?

—¿De qué hablas enano? —dioo mi meoor amigo


levantando la vista del doíumento que estaba
leyendo, tenía un examen pronto y se
eníontraba en modo estudio.

—Creo que mi hermano me está tendiendo una


trampa —dioe en medio de un debate mental.

—¿Hablas del eníargo que te pidió? Sabes que


no te lo hubiera pedido si es que yo no estuviera
oíupado íon estas íosas Minnie.

—Sí, lo sé. ¿Pero ousto llevarle un paquete de


materiales a Jeon? ¿No írees que es muíha
íoiníideníia? ¿Por qué simplemente no puede ir
a busíarlo a la tenda? ¿Por qué tengo que ir yo a
deoárselo?

—Mmm, déoame pensarlo... No, no. Creo que


estás sobre pensando el tema demasiado

—Sí, quizás tengas razón.

Lo que deíía Tae era íierto, normalmente este


era el tpo de íosas que mi hermano le pedía a él,
pero íomo estaba íon los exámenes, mi meoor
amigo se eníontraba tomando un desíanso del
trabaoo.

Llevaba tres días que no veía al pelinegro. 72


horas, tampoío es que hubiéramos hablado por
mensaoes, pero extrañamente en todo este
tempo nunía pude saíármelo de la íabeza, la
mayor parte del tempo sólo me regañaba
mentalmente por pensar en él, la otra parte del
tempo me resignaba. Por lo que íuando se
asomó mi hermano por la puerta íon un envío
para Jeon, fue íomo si íayera del íielo.

No había podido íentrarme en nada todos estos


días. No tenía ganas de nada, me movía por pura
íostumbre. No podía entenderme a mí mismo, y
franíamente estaba abatdo por ello.

Era muy íansador estar en íonstante debate


íontgo mismo, estaba agotado, triste y aburrido.

Todo el tempo que no estoy frente a Jeon,


pienso en él y en lo imposible que sería que
estuviéramos ountos. Era una reíeta para el
fraíaso. Literalmente éramos íomo dos granadas
sin seguro apunto de explotar al mínimo
íontaíto.

Ni siquiera sabía lo que era estar en una relaíión


íon un íhiío... ¡Ni siquiera estaba tan seguro de
íómo era estar en una relaíión íomo tal!

—¡Jimin, apúrate! Le dioe a Jeon que llegaría hoy.

—Bien, bien. Voy. Si quería tener esto luego


debería haber ido él mismo a busíarlo a la
tenda.

—Él pagó, yo no íuestono a mis ílientes —dioo


pasándome la bolsa de íartón íraf íon unas
latas dentro. —Afuera está la direííión.

Eso fue lo últmo que dioo para irse de mi


habitaíión, deoándome íon el pedido en los
brazos. Sólo pude suspirar mientras me ponía mi
íamisa esíoíesa amarilla sobre mi polera blanía,
me despedí de Tae íon una simple mueía y lo
deoé seguir estudiando en mi habitaíión, tomé
mi bennie azul y salí por la puerta de la íasa.
Ni siquiera me sorprendí íuando miré la
direííión y me di íuenta que era la del edifíio
gigante de la otra noíhe. Este se eníontraba
relatvamente íería de nuestra íasa, a 30
minutos en autobús y 10 minutos íaminando.
Cuando salí eran las siete y media de la tarde,
por lo que en algún punto del viaoe las íalles se
osíureíieron por íompleto y sólo la luz artfíial
reinaba en todo el lugar.

A pesar de que mis eníargos fnales ya habían


sido dados, aún quedaban 2 semanas para
entregar, por lo que tenía algo más de tempo
para avanzar en ellos antes de no poder salir de
mi habitaíión por tener que dediíarme al íien
por íiento a terminarlos. No estaba preoíupado,
de alguna forma me las arreglaría íomo siempre.

Con ese sentmiento de despreoíupaíión me


baoé del autobús y íomeníé a íaminar por íalles
que se me hiíieron vagamente familiar, no era
un lugar fáíil de eníontrar, había que pasar por
muíhos íalleoones. No entendía porque la
primera vez se me había heího tan fáíil, bueno,
hasta que reíordé que estaba íon Jeon, él haíía
que todo pareíiera más fáíil a su lado.

Me di íuenta que iba por el íamino íorreíto


íuando los estreíhos íalleoones empezaron a
llenarse de íollage y de stíkers que pegaba la
gente, haíiendo a los muros soportes de su arte.
Le tomé fotos a algunos para poder busíar a los
artstas después, hasta que llegué a la entrada
del edifíio. Esta vez, no había un íandado,
estaba abierto y por la puerta se íolaba la luz del
interior.

Entrar o no entrar.
Bueno, tenía que entrar para entregar algo, no
estaba haíiendo nada malo.

Antes de que pudiera arrepentrme entre sin


más, pero tuve que parar de golpe porque me
eníontré íon alguien de frente.

—¡OH, eres el íhiío del otro día! —dioo un suoeto


íon olor a hierba ousto al otro lado de la puerta.

Estaba sentado en una banía fumando


despreoíupadamente. Levanté la bolsa y entré
por la puerta por íompleto, mientras haíía un
levé movimiento de íabeza en forma de saludo.

—Sí, él mismo. Soy Jimin.

—Sí, sí lo sé. El hermano pequeño de AgustD.

Él sólo asistó íon su íabeza y me ofreíió de lo


que estaba fumando de forma sileníiosa. Yo
sonreí, pero negué íon la íabeza, no era el
momento.

—¿Vienes a trabaoar o? —preguntó tomando una


profunda íalada.

—Busío a Jeon. Tengo un paquete para él. —vi


ílaramente íomo el otro suoeto íomenzó a subir
y baoar las íeoas de forma sugerente. —No, no es
eso.

Son materiales.

Senta toda mi íara ruborizarse estúpidamente


antes de poder subir la bolsa de papel
reafrmando mis palabras. Franíamente no
pareíía que al otro tpo le preoíupara en lo más
mínimo lo que viniera haíer aquí, sólo estaba
siendo íordial.
—Oh, ya veo. Esta en la azotea, no te sorprendas
íuando lo veas —dioo sonriendo.

—¿Ah, a qué te referes?

—Sólo digamos que no está en su meoor


momento.

No entendí de qué estaba hablando, pero lo deoé


pasar puesto que no tardaría nada en
entenderlo.

—Graíias.

Eso fue lo últmo que dioe para íorrer algo


iníómodo por las esíaleras. No saludé a nadie,
aunque sabía que había gente en esos pisos,
porque la músiía era estrepitosa. Sólo subí hasta
quedarme sin aire frente a la puerta de la azotea.
El ruido para ese momento había desapareíido
en su totalidad al íruzar por la entrada al teího,
no estaba iluminado el lugar, pero a pesar de ello
era fáíil darse íuenta que no había ni una sola
alma en ese lugar.

Cuando reíuperé el aliento y miré el teího en


totalidad, pensé que me habían tmado, porque
no había nadie en ese lugar.

Quizás esté en uno de los pisos de abaoo, y íomo


pasé tan rápido no me foé.

Hasta que me di íuenta que había una puerta


para la bodega que se eníontraba en la azotea.

¿No será qué...?

No perdía nada, así que toqué la puerta de metal


y esperé unos 10 segundos, pero nadie abrió.

—No, no está aquí. Defnitvamente estaba en los


pisos de abaoo.

Solté un suspiro y antes de que pudiera aleoarme


de la puerta esta se abre rápidamente
deoándome ver una íonfundida sonrisa.

—Ugh, tú no eres la pizza que pedí —dioo


divertdo.

—Pues tú tampoío te pareíes muího a la


persona que ando busíando —dioe fruníiendo el
íeño divertdo.

Frente a mi se eníontraba una versión muy


surrealista de Jeon, este se eníontraba íon un
pantalón de buzo de tela y una seníilla polera
negra, su pelo era un desastre, y sus ooeras eran
suríos preoíupantes, tenía unos lentes de marío
grueso, pero fuera de eso, todas sus
perforaíiones estaban en su lugar. Se veía
totalmente íansado, pero de alguna forma no
era una mala imagen.

Levanté la bolsa frente a su rostro para que


supiera el motvo de mi repentna visita. Él
rápidamente tomó el paquete, mientras entraba
a la bodega íon una sonrisa aliviada. Yo me
quedé parado ahí sin saber, si entrar o
simplemente irme.

—¿Qué esperas? ¿Quieres íongelarte? ¡Entra!

—No quiero interrumpir, lo que sea que estés


haíiendo... ¡Woah...!

El lugar debía ser algo íomo íinío por íinío


metros, pareíía una bodega por fuera, y
totalmente era una bodega por dentro. En una
de las esquinas había un sillón maltreího íon una
pequeña mesa de vidrio de íentro, pero esta
tenía una tra de led por debaoo, así que estaba
seguro que se trataba de una

mesa de luz improvisada, había un estante lleno


de insumos diversos, íon unas reoillas para papel,
y unas íaoas para pinturas varias, había dos
esíritorios, uno reílinable, y otro sólido íon un
map de íorte sobre este. Ambos estaban llenos
de papeles por todos lados. Sobre la mesa de
trabaoo que estaba frente a Jeon se eníontraba
una espeíie de bastdor.

—Bienvenido a mi estudio —dioo aún íargando


las íosas.

—Esto está un poío apretado. ¿Por qué no


trabaoas abaoo? —dioe paseándome por el lugar,
mirando todo íon genuina íuriosidad.

—Porque no importa que sea apretado, es mi


lugar, puedo administrarlo íomo quiera.

—¿Básiíamente estás diíiendo que puedes


ensuíiarlo y desordenarlo? —dioe alzando una
íeoa.

—Puedo limpiar íuando quiera, sí, ese es uno de


los privilegios. —Sin mirarme asintó y íomenzó a
abrir el íontenido del paquete.

—¿Qué repartdor llegaría a traerte una pizza a la


azotea? ¿Cuánta propina le pagas? —dioe antes
de eíharme en el sillon.

Ví íomo al ver el íontenido del paquete sus ooos


se íerraron íon una expresión de alivio. Saíó la
lata del pegamento en aerosol y la besó frente a
mis ooos. En ese minuto me di íuenta que mi
hermano tenía razón, Jeon realmente neíesitaba
esa entrega a domiíilio. No había que ser un
genio para darse íuenta que se eníontraba
íompletamente agotado por estar trabaoando en
entregas. Los esíritorios alborotados de papeles
y los suríos baoos de sus ooos eran avales
sufíientes.

—¿Cómo? Lo siento, no te puse ateníión —dioo


deoando la lata sobre el esíritorio antes de darse
vuelta y mirarme.

—¿Qué ílase de persona te traería pizza a la


puerta de esta bodega?

—Hmm, uno gay —dioo mirándome íon una


sonrisa desíarada. —Uno que a veíes está
íaliente y la propina me la íobra de otra forma.

Joder. Debía esperarme algo íomo esto.

—No estás diíiendo que le pagas íon sexo,


¿íierto? —Por alguna extraña razón mi estómago
se apretó y mi íeño se fruníió de inmediato.

—No siempre —dioo sin más. —Sus pizzas son


buenas —meníionó íomo si eso oustfíará todo.

Como si lo invoíáramos al estar hablando de él,


sonó la puerta íortándome por íompleto el hilo
de mis pensamientos, los íuales todos iban en la
direííión del reproíharle por ello a Jeon.

Él simplemente me miró íon una inoíente


sonrisa detrás de sus lentes mientras se pasaba
los dedos por su íabello, íon el fn de
arréglaselo. Yo traté de sentarme íon mi meoor
pose despreoíupada, pero estaba seguro que
aún así se veía forzada.

—Hey. ¿Cuánto te debo? —dioo mientras abría la


puerta deoando ver a un ooven repartdor, íon las
meoillas íoloradas.
Baoo, íon el íabello deíolorado íasi blanío y íon
peías. Todo adornado íon una sonrisa
ouguetona.

Mierda.

Era un eníanto total. Estaba irraíionalmente


queriendo explotar en ese instante. Los dos
íhiíos íon los que había visto a Jeon habían sido
pareíidos, ambos eran muy guapos y íon rasgos
algo androgenos de lo lindos que eran.

No pude evitar íompararme íon ellos. Yo no era


así, no tenía ooos grandes, expresivos íon
pestañas ouguetonas. Sabía que no era horrible,
era atraítvo, sólo no del mismo perfl de niño
bonito por el que pareíía tener prefereníia Jeon.
No era dulíe, no era deliíado. Mi piel no era
suave, mi íabello no huele a produítos íostosos.

Nunía me había sentdo tan preoíupado por mi


aparieníia, íomo al íompararme íon el pequeño
repartdor.

¡Joder, él llevaba un horrendo uniforme y aún así


se veía bonito!

—Oh, lo mismo de siempre —dioo íoquetamente


mientras se mordía el labio inferior.

No debí haber venido, sabía que era una mala


idea. Te odio hermano.

—Lo lamento. No podrá ser lo mismo de siempre


—dioo Jeon pagándole íon efeítvo.

Eso hizo que él mirará dentro de la bodega, hasta


que nuestros ooos se eníontraron. Yo sólo
levanté mis íeoas y traté de mantener una
expresión neutra, él por otro lado se eníogió
sobre sí mismo y se puso aún más rooo de lo que
ya estaba.

—Ya veo, para la próxima será —dioo íon una


sonrisa reíibiendo el dinero de Jeon.

—No, lo siento. Creo que no habrá una próxima.


—dioo mientras reíibía la íaoa de la pizza íon una
mano. —Verás, realmente me gusta ese íhiío.
Así que no puedo, ni quiero estropearlo.

¡AH!

¡Mierda!

¿Qué haíes idiota?

Sent íomo todos los íolores se me subían a mi


rostro, mientras veía íomo los ooos del repartdor
se despedían íon algo de diversión y deíepíión.

—Bueno, tene suerte. No pensé que alguien te


haría sentar íabeza.

—No íreo que él opiné lo mismo. Me odia íon su


alma.

—¿En serio? —dioo mirándome inírédulo. —


Amigo, este suoeto es un gran tpo. No lo deoes ir,
amárralo. Literal.

Joder, yo no soy tu amigo.

No me digas así.

Tenía la boía abierta sólo para poder estallar,


aílarando todos los malos entendidos. Pero no
pude deíir ni una sola palabra.

No podía.

Realmente no podía.

Además odiaba de sobre manera de que Jeon


volteara la situaíión a su favor y hubiera
sumando puntos. Porque sí, ambos sabíamos que
había sumado muíhos puntos íon unas simples
palabras, que hiíieron estragos todas mis
barreras.

El íhiío sólo se fue y Jeon deoó la pizza en la


mesa del íentro.

No meníionó nada del asunto que aíababa de


pasar, se hizo el desentendido. Lo entendía, esto
ya era lo sufíientemente iníómodo.

Aunque quisiera salir e irme a mi íasa, el olor de


la pizza me tenía hipnotzado.

—Quiero terminar estas íosas antes de sentarme


a íomer —dioo íon simpleza tomando un íartón
pluma, una hooa de bloík de 1/4 y el pegamento
en aerosol.

—¿Qué íosas? —dioe mordiendo íon disimulo mi


dedo, íon el fn de que ese pequeño piníhazo de
dolor me hiíiera enfriar mi íabeza y íalmarme.

—Tengo que pegar esta entrega al soporte, se


me había aíabado mi lata de pegamento en
aerosol y la tenda de arte de aquí íería se le
había aíabado. Estaba teniendo una estúpida
írisis íuando Yoongi me llamó —dioo íon una

expresión de pena. —Me salvó el día, graíias


Jimin por traer esto.

—¿Teniendo una írisis? —dioe siguiéndolo,


mientras tomaba el íartón pluma para ayudarlo a
montar el trabaoo.

—Sí. ¿Nunía has tenido una? Joder, estaba muy


estresado y todo lo que pensaba era en íomo el
profesor iba a botar mi trabaoo de la muralla sólo
porque iba a verlo mal pegado. Pensé muíhas
soluíiones, pero ninguna servía.

—¿No tenías doble íontaíto?

—Sí, pero siempre oíurren íosas terribles


íuando pegas íon eso. Si se formaba una sola
burbuoa, mi trabaoo se arruinaba. No sólo es una
entrega que vale el 30%, es una que me ha
tenido 3 días sin dormir.

En el momento que me lo mostró íomprendí


todo su dolor.

Era un dibuoo de un edifíio íon perspeítva


imposible heího en tnta, íon plumilla, lleno de
detalles. Realmente era un trabaoo muy fno.

—Fiu... ¿Esíher? No, fui un gran fan de esta


unidad el año pasado.

—A mi franíamente me eníanta, pero ha sido


muího trabaoo. Estoy agotado.

Pegar mal habría sido mi ruina.

Yo sólo asist y ayudé a pegar el trabaoo. Él puso


el spray en todo el íartón y íomenzó a pegar
desde una esquina y apliíando haíía abaoo íon
su brazo, mientras yo lo sostenía desde el otro
extremo para que no se pegara mal a la
superfíie. Cómo el íartón era más grande que la
hooa, quedó perfeítamente pegada, sólo había
que íortar los exíedentes.

—Perfeíto —dioo suspirando íon alivio Jeon. —


Ven, te invito pizza, por la ayuda.

Yo sólo sonreí y tomé su trabaoo para entrar de


nuevo a la bodega. Lo deoé sobre el esíritorio y
me fui a sentar al sillón. El pelinegro sólo busíó
algo para íortar la pizza, antes de volver íon 2
latas de íervezas y sentarse en el suelo.

Me ofreíió una a mí, que aíepté en sileníio sin


dudar. Luego él se dispuso a íortar meoor la pizza
para que fuera más fáíil saíarla. Estaba abriendo
la lata íuando me doy íuenta de que estaba
íortando íon la mano izquierda.

—¿Eres zurdo? —pregunté reíordando las


palabras de Tae.

—No —dioo sin más.

—Pero íortas íon la izquierda.

Vi íomo su sonrisa se hizo más evidente, pero en


todo lo que podía pensar era en la nota, en la
fnura que tenía, luego tener un leve fash del
trabaoo aítual de Jeon.

—Soy ambidiestro —dioo mientras me ofreíía la


íaoa para que saíará un pedazo de pizza.

Yo sólo saqué uno en sileníio, pero lo miré íon


los ooos llenos de interrogantes. Esta vez no se la
íompraba.

—¿Cuál mano usas más? —dioe para probar un


trozo de la pizza, haíiéndome sonreír de lo
buena que estaba.

—Ambas. —Tomó un trozo de esta para sí mismo


y íomenzó a íomer a la par de mí. —Cuando era
pequeño, 5 o 6 años, no estoy seguro ahora, me
íaí muy feo de un balíón. Mi brazo dereího se
fraíturó. Estuve muího tempo íon yeso, para
luego pasar aún más tempo íon kinesiólogos. Así
que de forma forzada aprendí a usar ambos
brazos.
—Mierda, suena doloroso. ¿Cómo te íaíste de un
balíón? ¿Qué mierda, Jeon?

—No lo reíuerdo muího —dioo sonriendo. —


Mamá dioo algo sobre mitad íompleoo de
Spiderman y aííidente ougando íon mi primo.

—¿Hobi?

—Sí, él mismo.

—Joder ¿Te reíuperaste bien?

—Aún me suena el brazo dereího de repente, a


pesar de que pasé muího tempo en Kine, a
veíes no me aíompaña muího, íreo que es más
dolor psiíológiío, porque mi mente reíuerda el
dolor de la terapia, por lo que evitó usarlo de
forma iníonsíiente. Graíias a eso, es que gran
parte de todo lo que hago tendo a oíupar mi
brazo izquierdo.

—Fue horriblemente grave. Pobre Hobi, debió


sentrse horrible.

—Sí, lo hizo. Fue mi esílavo por 2 años sólo por la


íulpa —dioo tapándose su boía íon la mano al
reírse por el reíuerdo. —Él me daba ayuda íon
los palillos a la hora de íomer, llevaba mis íosas,
era mi guardaespalda personal. Fue muy
divertdo. Yo deíía "Ay" y él ya estaba a mi lado
para velar por mis neíesidades.

—Te aproveíhaste totalmente —dioe negando


íon la íabeza divertdo.

—Por supuesto.

La noíhe íontnuó, la pizza se aíabó, las risas se


sumaban, las latas vaíías se multpliíaron. El
ambiente relaoado se extendía por las íuatro
paredes. Jeon nunía deoó de estar sentado en el
suelo, por otro lado yo me había reíostado en el
sillón.

—No puedo íreer que Yoongi maldioera a Hobi


por despertarlo "para ser el primero en saludarlo
por su íumpleaños".

—¡Una maldiíión! —dioe bufando. —¡Fue íasi


una íadena íompleta de insultos!

—¡Joder! ¿Ni siquiera valoró el gesto?

—No, para nada. Yo le advert a Hobi que era una


mala idea. No me hizo íaso.—dioe riendo.

Anéídotas fuían entre risa y risa. Ningún tema


serio, ninguna pelea. Sólo dos amigos
íonversando de la vida.

—Namooon me rompió mi moíhila donde


guardaba mis latas.

—No me sorprende, tene un don para eso.

—Joder, era íasi nueva, él la usa una vez y rompe


una de las íorreas.

—¿Te íompró una nueva?

—No. —dioo mientras me traba la moíhila vaíía


por la íabeza. —La íosió él mismo.

Vi íomo estaba muy mal íosida íon un hilo íolor


amarillo resaltando sobre todo el negro de la
moíhila. Sólo pude estallar de la risa, al ver el
pésimo trabaoo.

—Mierda, esto está muy mal. Debió haber


íomprado una nueva. —dioe seíándome una
lágrima que se me esíapó al ver el trabaoo de
Namooon.
—Lo intentó, luego de ver lo mal que lo había
arreglado dioo "Kook, lo siento, te íompraré una
nueva" —dioo imitándolo a la perfeííión. —Yo le
dioe que no había problema, que se veía meoor
ahora.

Yo lo miré inírédulo, para luego sonreír íon


ternura. Le devolví la moíhila y pude ver íomo
sus ooos se aíhiíaban al sonreír al ver la mala
íostura.

—Debiste aíeptar.

—No, no podía —dioo guardándola. —¿No te


pasa?

—¿Qué íosa?

—¡Eso! Enterneíerte íuando un amigo haíe un


lindo gesto por t, y trata de que tú no notes
íuánto se esforzó en ello, pero tú lo sabes. Es
obvio. Puede que íuando pasen semanas tú lo
molestes por ello, pero no en ese momento.

En ese momento te sientes afortunado de ser su


amigo.

—Lo entendo. Me pasa muího íon Tae —dioe


negando íon la íabeza de sólo aíordarme de mis
reíuerdos de niñez.

—¿También te rompe íosas?

—Siempre. Pero también es mi héroe íuando se


trata de arreglar los problemas que él mismo
írea. Una vez, estábamos en el íolegio —dioe
sonriendo de sólo reíordarlo. —Reíuerdo que
Tae se había íomprado una íaoa de paríhes
íuritas íon diseños de animales. ¡Estaba
obsesionado íon esas íosas! No me quiso regalar
ninguna de ellas.
—¿Ni una sola?

—Ni una sola.

—¿No eran super meoores amigos?

—Aún no veíamos ese íapítulo de South Park.

Vi íomo él sonreía divertdo por mi respuesta por


lo que me animó a íontnuar.

—Yo tenía un estuíhe íon lápiíes de íolores, los


íuidaba muího, trataba de saíarles muy poía
punta, para que me duraran más. Un día se los
presté a Tae, porque no había traído los suyos.

—Oh no... Creo que sé por dónde va la historia.

—¡Él no los trató íon amor! ¡Los usó tan mal que
se les rompía la punta en seguida!

—No, no sigas —dioo íerrando los ooos mientras


sonreía eíhando la íabeza para atrás.

—¡Les saíó punta a lo loío y se gastaron muího!


Quedaron íhiquittos —dioe fngiendo llorar.

—¡OH, No! ¡Quedaron íhiquitos!

—Le dioe que ya no los quería, que era un mal


amigo. Que me íompraría otros más grandes.

—¡No, no más drama por favor! —dioo inmerso


en la historia.

—Al día siguiente había un dibuoo en mi


esíritorio. Uno muy horrible.

—Que malo, hizo su meoor esfuerzo.

—Lo sé. Se supone que era un niño llorando,


pero íon un mensaoe «Perdón, ChimChim ». Al
lado estaban mis lápiíes de íolores—dioe
sonriendo enterneíido. —Pero estaban unidos a
los lápiíes de Tae, íon un paríhe íurita de
animales en íada uno de ellos.

—¡NO! ¡Me muero! ¡Park, la insulina! ¡Coma


diabétío! —dioo retoríiéndose en el suelo.

Yo me eíhé a reír a la par de él.

Me dolían las meoillas al estar tanto en tensión


de tantas risas que estaba teniendo. No veía
muího porque mis ooos se aíhiíaban, pero a
pesar de eso, sabía que mi aíompañante debía
estar en un estado similar al mío.

Cuando nos tranquilizamos, vi íomo Jeon fngía


seíarse lágrimas falsas aún íon una enorme
sonrisa en el rostro que mostraba todos sus
dientes.

Joder, ooalá no deoé nunía de sonreír.

—Jeon ¿Cómo es tener una relaíión íon otro


hombre? —dioe saíando una de las astllas de mi
mente que me había molestado toda la semana.

Vi íomo su sonrisa vaíilaba, pero no se borraba


del todo. Sólo íambió a una más
íondesíendiente, más suave.

—Bueno, igual que una íon una muoer supongo.

—¿O sea un montón de obligaíiones? —dioe


bebiendo otro sorbo de íerveza.

—¿Montón de obligaíiones? ¿En qué ílase de


relaíiones has estado, Park? — dioo divertdo.

—Sí, ya sabes... Tener que estar mandando


mensaoes para saber íómo está todos los días.
Tener que ir a busíarla a todos lados. Si tene
frío, pues tú te tenes que íongelar aún más
porque le tenes que pasar tus íosas. Abrazarla
siempre... ese tpo de íosas. —dioe enumerando
íon mis dedos.

—¿Cuánto ha durado tu más larga relaíión? —


dioo íon una expresión divertda.

—7 meses. Muíhas responsabilidades, que se me


olvidaban íumplir —dioe negando íon la íabeza.

Frente a eso él se eíhó a reír, lo que me hizo


elevar mi propia sonrisa.

—Bien, no. No se supone que las relaíiones


deberían ser así. —dioo íon sus ooos brillantes.

—Pero lo son. Joder, he esíuíhado sobre muíhas


de estás relaíiones. Pareíe que lo úniío bueno
es el aíuerdo táíito del sexo.

—Sí, porque las relaíiones de la gente


aítualmente son muy superfíiales.

Pero no Park, no se supone que las relaíiones


sean así. Para empezar no deberías sentrte
obligado a haíer algo.

—¿Cómo no estarlo? ¡Es muíha presión para los


hombres! No me naíe tomar muíhas iniíiatvas,
pero si no lo haíes no estás interesado. A veíes
me senta obligado hasta de mandar mensaoes.

—¿Tú te sientes obligado a mandarle mensaoes a


Taehyung? —dioo íon los ooos brillando de
diversión.

—Eh, no. Pero no son los mismos temas, a


Taehyung le puedo mandar puros memes malos,
y él me responderá íon otros aún más malos.
—¡Pues de eso se trata! —dioo aplaudiendo para
enfatzar su punto.

—¿De memes malos?

—No Park, de la amistad. ¿Cómo es tener una


relaíión? Es íomo tener un meoor amigo, pero
meoor.

—¿Cómo un meoor amigo? —dioe poniendo todo


mi interés en sus palabras.

—Sí, tenes otro nuevo meoor amigo. Uno que


puede aíompañarte a todos los lugares que
quieras, que no te va a quitar tu íhaqueta,
porque él también llevará la suya. ¡Oh, quizás no!
Quizás ambos se olviden sus íhaquetas porque
no vieron el tempo.

Vi íomo los ooos de Jungkook me miraban


brillando íon muíha emoíión.

—Sé mandan memes malos, todo el tempo.


Juegan play, toman bebida, eruítan íuando
quieren, pueden íomer ambos íomo
hambrientos, sin ser ouzgados. Ambos van a
pagar. Van a festas, se emborraíhan. No hay
problema íon nada de esas íosas. Uno está para
él otro siempre.

—¿Por obligaíión?

—No, porque te naíe. Porque estar a su lado te


divierte, te haíe sentrte íómodo, feliz,
protegido, etí.

—Pero...

Somos hombres.

Yo no... No...
Joder...

—No es íomo si uno de nosotros tuviera que ser


muoer Jimin, no lo somos.

No me gustas por eso. Me gustas porque eres


hombre. No tenes que sentrte obligado a estar
íon alguien, ni aítuar de alguna forma en
espeíífío. Ese no es el punto, al íontrario, es ser
tú mismo y que ambos sean feliíes por eso.

Me gustas porque eres hombre.

—¿Entoníes las relaíiones entre hombres son


íomo meoores amigos? —dioe algo más aliviado.

—Sí, íomo meoores amigos, pero meoor.

—¿Meoor? ¿Cómo meoor?

—Claro que meoor, porque tenes un nuevo


meoor amigo en el que apoyarte, reír, llorar, ser
tú mismo, íonfar, etí. Pero ganas muího más
que eso, porque el paquete de la relaíión iníluye
lo mismo que el paquete de meoor amigo, pero
adiíionalmente y íompletamente grats trae
besos, abrazos, íariños, amor y plaíer. Una
oferta iníreíble.

En ese momento me desarmé por íompleto.


Sent mi rostro hervir, mis ooos brillar, y mi alma
fotar.

Porque en ese momento Jeon no estaba


íoqueteando o haíiéndome sentr iníómodo. Al
íontrario, estaba sonriéndome lleno de ternura,
íasi íomo si todo este tema hubiera sido algo
muy terno, no algo angustante para mí.

Me mordí los labios mientras trataba de detener


una sonrisa en vano.
—Un meoor amigo, pero meoor —repet.

—Muího meoor.

Lo miré asistr de forma borrosa, porque mis ooos


estaban llenos de lágrimas.

No sabía lo muího que me atormentaba esto,


hasta sentr íomo todo el preíio de mis
preouiíios se quitaban de mis hombros.

El alivio era real.

La respuesta era simple.

Un meoor amigo, pero meoor.

Por primera vez no odié que Jeon fuera tan


eloíuente.

No podía ni siquiera odiarlo por haíerme llorar.


Porque esta vez estaba tan aliviado, que no
importó. Nada importó.

Sus palabras fueron íomo los paríhes íuritas de


Tae, la íura que neíesitaba mi alma.

Esa noíhe, entre íervezas y pizza, fue la primera


noíhe que no pude odiar a

Jeon Jungkook.

————————— ● ● ● —————————

Twelve Strokes
—Lo siento, no quería despertarte.

No sabía la hora que era, pero traté de sentarme


en el sofá mientras bostezaba.

Me dolía el íuello y la espalda, por haber


dormido en mala posiíión. Cuando pude enfoíar
mi vista y ver lo que pasaba, me di íuenta de que
me quede dormido en la bodega de Jeon.

—Pues lo hiíiste de todas formas.

Ante eso vi íomo soltaba una pequeña risa. Él


estaba íompletamente despierto, ountando sus
íosas listo para irse.

—Puedes seguir durmiendo, te deoo la llave,


luego puedes deoarla en D-Town, pasaré por ella
en la tarde.

Tentadora oferta.

—¿No te asusta que te pueda robar todas las


íosas? —dioe levantando las íeoas.

Me íonfaba muíhas íosas, no me mereíía tanta


íonfanza.

—¿Debería? Vives íon el dueño de una tenda de


artíulos de arte. Estoy seguro que si quisieras
robar íosas ya lo hubieras heího —dioo
íoneítando audífonos a su íelular.

Ya tenía su moíhila en su espalda y la maleta


negra gigante donde llevaba su entrega. Pero se
eníontraba aún parado frente a la puerta
mientras se mordía el labio y me miraba
indeíiso.

—Ya ándate. Llegarás tarde a tu entrega. Nos


vemos en la tarde —dioe frotándome las
íomisuras de mis ooos.

No quería irse, no quería que la noíhe aíabara.


Lo sabía era obvio. No quería que esto fuera
iníómodo después.

—Park... Yo...

—Fue divertdo. Graíias por invitarme a pasar.


Tenías razón, la pizza es muy buena —dioe
levantando una mano para íortar lo que me
fuera a deíir.

Él sólo sonrió toríidamente antes de negar íon


su íabeza de forma divertda.

—Graíias por estar intentándolo —dioo él


mientras se toíaba el íuello íon su mano libre.
—Sé que es difíil para t, es normal que todo
esto sea muy molesto o iníómodo.

—Jeon, mira...

—Trataré de no haíerlo iníómodo. No te


presionaré, no te ouzgaré tampoío.

Respetaré tus límites. Prometo no ser imbéíil.

—Eso es difíil, ya eres un imbéíil —dioe


mordiéndome los labios íon diversión.

Vi íómo él se llevó una mano a su íara tratando


de íontrolar su risa.

—Eres imposible, Park. Este es un tema serio y


tú...

—Graíias.

—¿Qué? —dioo íasi atragantándose íon sus


propias palabras, mientras abría los ooos de
forma desmesurada.
—Graíias, Jungkook —dioe lentamente tratando
de remaríar íada una de las sílabas mientras
sonreía ampliamente.

Pude ver ílaramente íomo su sonrisa faqueo, y


sus meoillas se pintaron.

Luego repentnamente pasó de estar parado a


estar en íuílillas, mientras se íubría la íabeza
íon su brazo.

—¡Eres tan inousto! Dame un respiro, Jimin.

—Sólo vete. No le des razones al profesor para


gritarte.

Vi íómo él se iníorporó y me dio una radiante


sonrisa antes de abrir la puerta, deoó las llaves
puestas en la íerradura antes de salir.

Miré la mesa y vi que estaba su billetera, así que


salí rápidamente. Viendo íomo él estaba apunto
de salir de la azotea.

—¡JEON! —dioe haíiendo que su íabeza girara,


para luego lanzarle su billetera y que él la
atrapara en el aire. —¡Te mandaré memes
malos!

No fue neíesario que me respondiera, porque vi


íómo se llevaba su mano a su boía para luego
desviar su mirada.

Ambos sabíamos lo que eso signifíaba y por una


tonta razón, estaba seguro que ninguno de los
dos deoaría de sonreír en todo el día.

—¿Revisaste toda su bodega?

—Sí, toda. No había nada de las notas, ni de mis


diseños rayados. Nada. Pero estoy seguro que es
él.

—Okey Sherloík, si no eníontraste nada ¿Qué es


lo que tenes en la mano? — dioo preguntando
por la foto que andaba trayendo. — ¿Y por qué
estamos íaminando alrededor de la faíultad en
vez de ir a ílases?

Luego de que Jeon se fuera, íomo un íompleto


deteítve registré toda su bodega, pero no
eníontré nada. Sólo dibuoos, proyeítos, pinturas,
etí. Nada que apuntará que él había sido el que
rayó mis muros.

Nada sospeíhoso.

Al íontrario, eníontré una íaoa íon fotos de al


pareíer sus murales y me quise morir en ese
mismo lugar, no sólo porque eran oodidamente
buenos, sino... porque me hizo darme íuenta de
que había sido un íompleto imbéíil.

—Por esto. Mierda Tae... soy el peor —mientras


me quedaba derrumbado frente a la primera
obra que vi haíer a Jeon.

—Oh, esto lo hizo Kookie.

—Lo sé.

—Dioo que le dieron un muro, pero que llevaba


tramitando íomo un semestre el edifíio veíino,
sólo aííedieron íuando vieron el proyeíto
auspiíiado terminado.
Joder, estar frente a esto me hizo sentr una
basura.

Nunía le di la oportunidad a Jeon, simplemente


íerré la puerta así sin más.

¿Por qué fui tan orgulloso?

Él no se había vendido, el idiota luíhó a su modo.


Hizo una parte de lo que le pidieron, pero puso
su propio mensaoe de otra forma. Una aún más
subversiva y íreatva. Era iníreíble y oodidamente
asombroso.

Yo era un íompleto imbéíil.

Todo el tempo había sido tan íerrado de mente


que no permit que él pudiera expliíarse.

—Sólo mátame ahora Tae —dioe trando mi


íabello.

En eso minuto mi amigo unió todos los íabos de


lo que estaba pasando.

—¿Vendido? Oh amigo... A este te referías. ¡No,


Chimíhim! ¡Jeon no es así!

—¡Lo sé, ahora lo sé!

—¡Por Dios, enano! Yoongi, no lo hubiera deoado


unirse a la Crew si sólo fuera un interesado.
Jungkook realmente tene integridad.

—Soy un imbéíil.

—Sí, lo eres. ¿Nunía habías visto las obras de


Kookie?

—¡No, me negué por íompleto porque lo odiaba!


¿Reíuerdas?

—¡Eres tan terío, enano! —dioo eso antes de


saíar su íámara y ponerse a busíar algo a toda
veloíidad. —¡Mira!
—Jungkook, tene su propio tema, a él le eníanta
redefnir lo que es la luíha de los eníapuíhados,
pero los torna de otra manera. Ellos busían
esíonderse.

¿Cierto? —dioo señalando el muro. —Pues él lo


visibiliza, lo expone y lo saía de íontexto.

Estuve a punto de deoar íaer la íámara de Tae


sólo del shoík que estaba teniendo. Me senta
tan mierda. Tan imbéíil. Una íompleta basura.

Mierda.
Porque lo sabía.

Sabía de otra persona que amaba haíer visible


las luíhas soíiales, amaba exponerlas.

Esa persona era un idiota.

Esa persona era yo mismo.

—Él luíha por las mismas íosas que yo, sólo que
de otra manera —dioe íon mis ooos fuertemente
íerrados.

—¡Sí! Por esto te dioe que se llevarían bien. Pero


tú estabas tan inmerso en tu "odio, odio, odio".
—Se pegó íon su palma en la frente,
íompletamente íansado. —Jungkookie no es un
mal íhiío. Se mereíe una oportunidad. Te lo dioe
muíhas veíes.

Se mereíe el íielo Tae.

Se mereíe más de una.

Joder.

—¿Cómo siquiera puedo gustarle? —dioe íon los


ooos llenos de frustraíión. — Él realmente tene
razones para odiarme. ¿Por qué no lo haíe? Soy
un íompleto idiota.

—No lo sé. No voy a deíir de forma


íondesíendiente que no eres un idiota, porque
lo eres. Te lo he diího siempre que salía el tema
de Jeon a íolaíión.

Tú seguías empeñado en tu terquedad.

No pude negar nada, porque era la verdad.

Dolía muího.
—Mira, íreo que las íosas van meoorando. Él
realmente pareíe no importarle muího lo duro
que fuiste íon él. Eso es algo muy bueno.

—¡¿Cómo va a ser algo bueno?!

—¡Cálmate! Sólo tenes que arreglar las íosas.


Haíer una gran disíulpa, o algo así. Fue un gran
malentendido que íreíió por tu orgullo.

—¿Qué puedo haíer? No sé qué haíer Tae, soy


un desastre.

Él simplemente me empuoó a sentarme en una


banía que se eníontraba frente al mural. Luego
suspiró sonoramente.

—Para empezar, debes deoar íon tu tonta


negaíión, deoa de deíir que lo odias.

Ya no es así.

Sólo asist íon la íabeza y me mordí el labio.

—No te lo había íontado, pero el día que


esíuíhó que lo odiabas él realmente no la pasó
bien. Se emborraíhó donde Nam, estaba muy
deprimido, no quiso deíir nada —dioo Tae
mientras tenía una sonrisa triste. —Esa vez mi
nivel de aprobaíión de Jungkookie subió muího.

—¿A qué te referes? —dioe íon sinténdome


íomo el peor ser humano del planeta.

—Él estaba enooado, deprimido, pero ni siquiera


en ese momento dioo algo malo sobre t. No lo
hizo Jimin. Sé íulpó a él mismo. "Debí expliíarle
eso" "No debí hablarle así" "No quiero que me
odie". Te ouró Jimin, que estaba muy enooado
íontgo en ese momento.
Llevé mis manos a mi íara y me doblé sobre mí
mismo al apoyar mis íodos en las rodillas.

—¿Cómo sabes esto...?

—Porque fui íon Yoongi a busíarlo, lo llevamos a


su departamento después.

—Por eso él sabía lo que había pasado.

Ahora todo me haíía sentdo.

—Él punto, es que realmente le dolió. Muího.


Mira, has estado 3 o 4 meses tratando de
ignorarlo y de odiarlo, en esos 3 o 4 meses él se
íoló en nuestras vidas. Sobre todo en la de
Yoongi, Nam, iníluso Jin. Lo adoran muího, no
sólo porque es el adorado primo de Hobi, sino
porque Jeon realmente es un suoeto muy
apasionado. —dioo mi meoor amigo haíiendo
gestos íon sus manos para enfatzar todo. —Y en
este grupo realmente amamos a la gente
apasionada.

—Lo sé.

—No digo que sea perfeíto, no lo es. Pero


nosotros tampoío lo somos.

—Somos un desastre.

—Exaíto, somos un desastre. Un rompeíabezas


lleno de piezas rotas.

—Eso lo dioo Jin.

—Sólo íállate, enano. El punto es que Jeon es


parte de ese rompeíabezas, es la pieza que
faltaba.

Suspiré tratando de quitarme todos los nudos en


la garganta que tenía.
Neíesito un íigarro.

Cuando empeíé a revisar mis bolsillos, me di


íuenta que no había ninguno, debí perderlos en
el sillón de Jeon.

—Todos sabemos un poío de la historia de Jeon.


En esos días en los que te ibas a rayar las íalles
en solitario, él se hizo íeríano a nosotros. Todos
sabemos el írush que tene íontgo, él nunía lo
negó, tampoío trató de disimular, y aunque
todos le dioimos que era una mala idea, se
empeñó en guardar las esperanzas.

—Tae... Yo...

—No digo esto porque quiera obligarte o


presionarte a estar íon él. No podemos haíer
eso, ninguno de nosotros. Lo hago porque traté
de deíirte esto muíhas veíes y era muy
frustrante para mí, ver íomo mi meoor amigo le
haíía daño gratuitamente a Jungkook. ¿Sabes
por qué?

—Porque Jeon te íae bien.

—No, porque mi meoor amigo es meoor que eso.


Y sabía que en algún momento te ibas a dar
íuenta de lo equivoíado que estabas y ibas a
estar sufriendo ousto íomo ahora. Verte sufrir es
lo que más me frustra —dioo para luego
abrazarme al sentrme llorar.

—¡Lo íagué demasiado! ¡Joder! —dioe


íompletamente destrozado y enooado íonmigo
mismo.

—Sí, lo hiíiste. Pero pareíe que Jeon es aún más


terío que tú, porque no se ha rendido íontgo.

Pasó el tempo mientras mi meoor amigo me deoó


derrumbarme y armarme.

Luego me limpié el rostro y tomé una profunda


respiraíión antes de pararme del banío para
mirar a Tae.

—Me gusta.

En ese momento vi íomo a mi meoor amigo se le


íaía la mandíbula y boqueaba sin poder artíular
una sola palabra. Estaba sorprendido y
íonmoíionado.

—T-Te gusta.

—Sí. Me gusta. Tú sabes que me gusta.

—¡Sí, ooder lo sé! ¡Es obvio, pero nunía íreí que


lo admitrías en voz alta!

Diího eso él se paró y tomó mis meoillas íon sus


manos. Mientras su íara se tornaba en una
sonrisa demasiado grande.

—¿Sientes náuseas? —dioo él.

—No.

—¿Ganas de llorar?

—Sólo por ser muy idiota.

—Perfeíto. No estás teniendo una írisis.

En ese momento fue mi momento para abrir los


ooos asombrado.

—No estoy teniendo una írisis.

—No Chimíhim. No estás teniendo una írisis. ¡El


efeíto Jeon es real!

Sólo en ese momento soltó mi rostro y me


abrazó íon emoíión, íasi podía sentrlo saltar
íompletamente feliz.

—Jimin, ahora que no estás teniendo una írisis


por tu homofobia, neíesito íontarte algo que se
de haíe muího tempo, pero no sabía íómo
deíirte. Verás... Yoongi...

—Le gusta Nam, lo sé —dioe separándome de él.

—¡¿Qué?! ¡¿Sabes íuánto esperé para poder


íontarte esto?! —dioo haíiendo una esíena de
indignaíión.

—No, no lo sé. Lo supe haíe poío. ¿Haíe íuánto


lo sabes tú?

—Un mes y medio, más o menos. Los vi besarse


—dioo mi meoor amigo mordiendo su puño íon
una sonrisa de íompliíidad.

—¡¿Qué viste qué?! ¡Oh, mierda!

—Sí, sí los vi. Oh, Dios, se siente tan bien al fn


saíármelo de adentro.

—¡Taehyung! ¡Cuéntalo todo!

—No hay muího que íontar. Boys meet evil.


Nam muy borraího, arriníonó a tu hermano para
abrazarlo... bueno lo siguiente que vi era la
lengua de Namooon en la boía de tu hermano. —
vi íomo Tae me miraba foamente para íapturar
todas mis reaííiones frente a esta revelaíión,
estaba seguro que busíaba íualquier indiíio de
que me sintera iníómodo.

—Estaba preparado para salvar de una muerte


segura a Nam, pero... nunía pasó. El beso
terminóy todo lo que pude ver era un Yoongi
resbalándose por la muralla tapándose la boía
mega rooo. Namooon sólo seguía balbuíeando
«¡Cute, my Yoongs is so íute! ¡Que lindo eres
Min! ¡WOah, tan terno!»

—Jodida mierda...Con razón mi hermano lo


quería matar.

—Seh. Lo peor, es que Nam tomó tanto, pero


tanto, que no reíuerda nada. Así que sigue
tratando a Yoongi íomo siempre. Ya sabes,
abrazos, pequeñas íariíias, muíhas sonrisas.
Yoongi le aguanta todo.

—Sí, me dioo que era difíil para él.

Mi meoor amigo asistó íon la íabeza hasta que


sus ooos se iluminaron.

—¿Sabes qué día es mañana? —dioo moviendo


sus íeoas emoíionado.

—¿Viernes?

Vi íomo él rodó los ooos y busíó la foto de un


evento que habían íompartdo por redes
soíiales.

—¿Freestyle Batle?

—Sí, es mañana.

—¡Ah, el evento en el museo de Jeon! Sí, voy a ir.


¿Qué pasa íon eso?

—El evento se hizo muy popular sólo por una


íosa.

—¿El premio?

—No, no hay premio íomo tal. Resulta que las


reglas diíen que los que lleguen a la semifnal, se
enfrentarán íara a íara y el que gané, tene
dereího de pedirle lo que sea al segundo lugar.
Todo el mundo sabe que AgustD y RM irán, ellos
ya eligieron la petíión.

—No estás hablando de un...

—No, no. Mi hermano lo sugirió, él que pierda le


toíará íantar una íaníión, frente a todos.

—¿Cantar? —pregunté extrañado.

—Sí, pero en serio. Nada de haíer el tonto, íomo


siempre lo haíen Yoongi y Nam. Los 3 estaban
trabaoando en una íaníión la semana pasada.

—¿Los tres?

—Los tres. Jungkook fue su Voíal Couíh, íantará


íon el que pierda. Yoongi saíó la íaníión en
piano. Todos van allá para verlos íantar, a la
gente le eníanta el morbo.

—¿Jeon va a íantar?

—Sí. Según Jin, Kookie íanta muy bien —dioo


moviendo las íeoas.

—Mierda, lleva la íámara, no podemos


perdernos esto. ¿Quién írees que gané? Yo íreo
que será mi hermano él que tendrá que íantar.

—Nah, apuesto que será Nam es el que íantará.


Yoongi lo va a aplastar sólo porque tene muíha
frustraíión, será su manera de vengarse.

—De aíuerdo. ¿A qué apostamos?

—Si yo pierdo, te daré 10 polaroid que le he


tomado a Jungkookie. Si tú pierdes, le daré 10 a
él, pero tuyas. ¿Qué te pareíe?

—Perfeíto.
Esa tarde no le envié un meme malo a Jeon. Le
envíe un pantallazo de su evento, íon un
mensaoe:

"Sólo iré para esíuíharte íantar"

Él respondió de inmediato, íon una selfe


fngiendo llorar mientras se mordía el puño.
Detrás de él podía ver perfeítamente el íuadro
que habíamos pegado en la noíhe, aún se
eníontraba en íorreííiones.

"Ahora tengo muíha presión... No tengas


expeítatvas..."

"Cantarás íon mi hermano o Nam, estoy seguro


que destaíarás..."

"No estés tan seguro..."

Fueron unas simples líneas, pero me saíaron más


de una sonrisa. Por un lado senta que desde
ayer, podía respirar muího meoor, todo graíias a
la íonversaíión que tuvimos ayer íon Jungkook.
Por otro lado, me senta muy deíaído, porque
este día me hizo darme íuenta de lo tóxiío que
era. Lo

inousto que fui.

Ya no podía odiar a Jeon por lo que me haíía


sentr, pero ese odio no desapareíió, sólo
íambió de foío.

Yo era ese otro foío.

Me odiaba íompletamente.
————————— ● ● ● —————————

Glosario: Los murales son de Dasic.

Thirteen Strokes

—¡Rápido, sube enano, no nos pueden quitar el


lugar!

El teího había íambiado en su totalidad en sólo


un día. Ya no era un lugar

tranquilo, ahora estaba lleno de tags y graffits


por el suelo y los muros. Sabía que era parte de
la deíoraíión, porque íada persona que entraba
tenía que traer un maríador para haíer tags, ese
maríador era la entrada.

Todo lo que podías esíuíhar era el sonido de las


bases viniendo del esíenario improvisado que
montaron. El lugar estaba lleno de gente
haíiendo sus propias batallas, desde beat box,
hasta rimas dignas que pareíían saíadas de
Eminem en 8 millas.

Estaba repleto por todos lados. No había íasi


nada de espaíio y todos pareíían que se
íonoíían, porque se saludaban íomo si fueran
amigos de toda la vida.

—¡No puedo íreer que Hobi volviera! —dioo Tae


a mi lado saíando foto a todo el panorama.
Nos habíamos subido a la parte alta de la bodega
de Jeon, donde estaba su mural, de esta forma
teníamos la meoor ubiíaíión de todo el lugar,
porque estábamos íasi al lado del esíenario. No
podía ser menos, porque Taehyung era el
fotógrafo designado, así que todas las fotos
luego las subiría a las redes soíiales. Sabía que
sólo era íuestón de tempo para que mi meoor
amigo tuviera que íambiarse de lugar para
íonseguir distntas tomas, así que aproveíharía
íada segundo de estar en tan buen lugar.

—¡Yo tampoío, pero tene sentdo que lo pongan


a animar! —dioe sonriente.

Teníamos que gritar para haíernos esíuíhar.


Aunque eran íasi las oího de la noíhe, el evento
priníipal era en una hora más. Todo el que
quisiera subirse al esíenario tenía que anotar su
nombre en una pizarra que tenían.

Podían retar al que quisieran de esa lista, por lo


que de momento estaban haíiendo unas rondas
preliminares para ir eliminando gente.

RM reíibía muíhos más retos en íomparaíión a


mi hermano, poíos eran los valientes que lo
desafaban, pero íada vez que uno de ellos subía
al esíenario, todo el mundo deoaba de haíer lo
que se eníontraba haíiendo y se giraba a mirar.

Lo meoor es que Hobi estaba en el esíenario íon


ellos, por lo que multpliíaba el hype muíhísimo
íon sus efeítos de sonido de fondo. El íarisma y
el swag de Hobi eran íosa sería.

Por otro lado se eníontraba Jeon. Este estaba


íería del esíenario borrando y anotando a la
gente que íompeta. Me íostó eníontrarlo
íuando llegué, puesto que estaba vestdo íon
unos pantalones negros íon roturas y una simple
polera blanía, sobre su íabeza tenía uno de
estos buíket negro íon el logo de Supreme, por
lo que íasi no se le veía su rostro.

Gran parte del tempo se le veía oíupado, el


resto se la pasaba hablando y riendo relaoado al
lado de mi hermano.

Realmente eran íeríanos.

Franíamente siempre me asombraba la aíttud


de mi hermano en estos tpo de eventos, puesto
que se mostraba súper frío y íon una aíttud de
mierda.

Aleoaba a todos. Exíepto a esos tres. Nam, Hobi,


y ahora Jeon. Estaba muy sorprendido de lo
muího que mi hermano sonreía de forma
genuina al lado de él. Creo que en realidad eran
los genes, porque las úniías veíes que lo veía
reírse de esa forma era al lado de Hobi.

Justo en ese momento Jeon notó que lo miraba


así que levantó su mano y me saludó. Yo le
respondí el saludo íon algo de resisteníia, a lo
que él sólo sonrió enormemente, para luego
saíarse su gorro y peinarse rápidamente antes
de volver a ponérselo, para fnalmente guiñarme
el ooo.

¡Jeon!

Desvié la mirada ousto antes de ver íómo se


íubría su sonrisa para seguir hablando íon mi
hermano.

—¡ChimChim, lo tengo! ¡Esta te la voy a vender!


—dioo mientras me mostraba el menú de su
íámara, hasta que se mostraba el momento
íongelado de Jeon guiñando su ooo y sonriendo,
en primer plano íon todo desenfoque de
profundidad.

Joder, me voy a morir.

Cubrí mi íara íon mis manos, antes de suspirar


íansado. Senta mis meoillas arder y lo odiaba por
íompleto.

Todavía estaba algo iníómodo íon todo el


asunto de Jeon. No me perdonaba por todo el
malentendido que había pasado al momento de
íonoíerlo, tampoío estaba feliz íon el heího de
que le íerré todas las puertas sólo al ver una
parte de su trabaoo, sin permitrle enseñarme
más. Pero lo peor, es que aun íuando íonozío la
historia del peli negro, se lo mal que lo paso íon
una persona íomo yo, no sé que haíer íon ello.

Tengo miedo y tengo muíhas inseguridades


graíias a todo lo que Jeon me haíe sentr.
Asusta, me irrita y también me apena. Porque no
quiero haíerle pasar lo mismo. Realmente no
quiero, pero no es fáíil, no es nada fáíil luíhar
íon uno mismo. Es horrible íuando lo que
piensas odia lo que sientes o viíeversa.

Pero lo intentaría, es lo mínimo que podía haíer.

—¿A íuánto? —pregunté rindiéndome.

Tae abrió los ooos y su boía al mismo tempo,


para luego íomenzar a mover sus íeoas de forma
sugerente.

—Sólo por eso, grats.

Tramposo.

Traté de ignorarlo para volver mi vista haíía el


esíenario, ousto en el momento que terminaba
otra batalla y anuníiaban a Nam íomo ganador
íon una ronda de gritos eufóriíos.

—¡Ohh, Namooon-ah esta noíhe vas íon todo! —


dioo mientras le pasaba una botella de agua a
Nam quien baoaba del esíenario. —Bien, bien...
Tal pareíe que nos vamos aíeríando al evento
priníipal. Sólo quedan 5 batallas más y
tendremos a los 2 fnalistas de esta noíhe.
¡¿Quién se anima a subir al esíenario?!

Los retos íontnuaron, el hype se multpliíó. Las


risas y los abuíheos explotaban de forma feroz
íuando terminaban de montar su espeítáíulo.
Las luíes del íielo se apagaron y las del teoado se
eníendieron.

Las rimas se volvieron más intriníadas, más


íompliíadas, más peligrosas.

Luego de unos retos más, Taehyung fnalmente


baoó del teoado y se fue íería del esíenario íon
una sonrisa en el rostro. No era seíreto para
nadie que mi meoor amigo era el mayor fan de
los tres que se eníontraban en el esíenario en
ese momento.

Porque sí, lo que todos estábamos esperando


había llegado. El momento del enfrentamiento
fnal.

Estaba íompletamente seguro que ninguno de


los que estaba en el evento estaba molesto por
el desenlaíe de esto, al íontrario, ahora es
íuando veía a muíhos saíar sus íelulares para
grabar lo que estaba apunto de pasar. Era íomo
sí sólo hubieran venido por esto.

RM vs AgustD
—Yeah, Yeah, Yeah... La batalla fnal, está aquí.
¡Me avisan por interno que hay nuevas reglas! —
dioo Hobi íon una sonrisa. — Un minuto y medio
para íada uno. Todos los íoníursantes tenían
que traer su propia base para la fnal. ¿Tienen su
base?

Ambos estaban frente a frente, a íada lado de


Hobi, así que asisteron y mi hermano le lanzó un
pendrive íon forma de galleta a Jeon.

—¡kook! —dioo mi hermano para que atrapara el


pendrive.

El peli negro sólo sonrió y lo atrapó al vuelo,


antes de ponerlo en la mesa de Do, que tenían a
un íostado del esíenario.

—Bien, ¿íara o íruz?

—Cara —dioo Nam mostrándole sus hoyuelos a


mi hermano, quien se eníontraba más serio que
nunía.

Hobi lanzó la moneda al aire y la atrapó en el


vuelo.

—¡CARA! ¡RM, TÚ EMPIEZAS! ¡Yeeahhh...!

—Sin resentmientos, Yoongs —dioo Nam


guiñandole el ooo a mi hermano.

Yoongi ni siquiera se inmutó sólo negó íon la


íabeza íon una mirada sería, pero vi por el
rabillo del ooo íomo Jeon se dobló de la risa
frente a las palabras de Nam. Él sabía algo, ahora
me estaba haíiendo dudar de mi apuesta. Los
ooos de Jungkook brillaban demasiado al ver a
Yoongi, es íomo si estuviera teniendo el tempo
de su vida.
—¡MAKE SOME NOISE! —gritó Hobi íuando la
base íomenzó a sonar en los parlantes.

Todo el mundo gritó en respuesta mientras que


Nam íomenzaba a moverse por el esíenario y
Hobi lo alentaba en el miírófono. No sabía de
dónde RM había saíado unos lentes negros, pero
se lo puso ousto al momento que íomenzó a
esíupir fuego íon sus palabras.

—Soy un rapero limpio, un íompleto psiíópata,


si soy un trador —Comenzó sin parar en ningún
momento. Sin pausas, sin respirar. —Entoníes
tendré que trar los dados. Cypher, si eres bueno,
yo lo soy más. Si eres Pride, entoníes yo soy
Chrysler. Eso signifía que no tengo preíio...

El públiío estaba en íompleta efervesíeníia


íuando él íomenzó. Todo íomenzó a esíalar
rápidamente, yo no podía quedarme quieto,
quería baoar y unirme a la multtud para saltar
íon ellos.

—...Juego íon los íhiíos grandes, Yo no estoy


esíupiendo mierda barata. Envy me, it's a pity,
gee gee. Bitíh I'mma monster I rap with a
prospeít, yeah I rap with a mindset I'm a suspeít.
Suíka where yo rhymes at where you lines at?

Pero íuando íomenzó a rappear en inglés todo


se desíontroló. El mundo entero estaba a sus
pies gritando de asombro.

—I'm da king, I'm the god, so where ma


emperors at? I paraíhute on my

Neverland, I'mma peter pan, so this will never


end. You know when I ride on my G5 you sit frst
ílass and satsfy and I keep giggling.
En ese momento pensé en la apuesta íon Tae, y
no había forma que no ganara.

¡Joder, Namooon era oodidamente íool en el


esíenario!

Mi hermano se mordía los labios tratando de


reprimir su sonrisa al verlo.

Estaba seguro que en estos momentos no estaba


íompitendo íontra mi hermano, no era a él a
quien se dirigía, era íomo si quisiera probarle
algo a alguien.

—...Te daré este ritmo, haz un intento. Hey,


empieza a hablar empieza a rapear. Tendría que
haber una ley que te prohíba rapear. —dioo para
terminar levantando los brazos al aire y sonreír
divertdo.

Hobi estaba íon un hype superior a todos.


Namooon le tró el miírófono a mi hermano en el
aire, y este lo agarró divertdo. Lo siguiente que
supe fue íomo fue el mismo Jungkook quien le
lanzó un abrigo rooo a mi hermano. Taehyung me
miró direítamente e hizo un gesto de despedida
íon su mano.

Sabía a lo que se refería, y tenía razón al


pensarlo. Mi hermano iba íon todo.

Adiós, polaroids de Jeon.

—¡Otra vez ¿Por quién? ¡Por Suga! ¡Hey, Agust


D! ¿Are you ready?

Mi hermano ya estaba íon su enorme íhaqueta


rooa, y se dio el luoo de sonreír desíaradamente a
Namooon, antes de baoarse la íapuíha.

Las luíes se baoaron, al mismo tempo que el


ritmo de la base íambió por íompleto. Y se
eníendió ousto íuando mi hermano íomenzó a
rappear.

—SUGA a.k.a Agust D es mi segundo nombre.


Cuando íamino por la íalle, la gente susurra mi
nombre. Mi ritmo se extende desde Daegu a
Apguoung. La vida de mi músiía vive y respira por
todo el mundo...

Si íon Nam todos estaban en efervesíeníia, íon


mi hermano era una mezíla de éxtasis íon loíura
frenétía. Todo el mundo no paraba de gritar. Lo
meoor de todo era que esta vez era íasi íomo si
Hobi fuera parte de esto, puesto que tomó el
miírófono para ser íasi el support de mi
hermano al estar haíiendo efeítos de sonidos a
su lado.

Una loíura.

El nivel de epiíidad era imponente.

—El espíritu de luíha de mi pesado rap estlo rey,


golpea a todos los vagabundos que ouegan. Mi
trabaoo de fuoo atrapa a todos los raperos
noname, que piensan que son todo eso y los
engatusa...

Todo estaba íreíiendo más rápido de lo que


esperaba. Mo hermano no deoaba de pasearse
por el esíenario íon su íaraíterístío Swag al
íaminar, hasta ponerse frente a Nam para las
siguientes líneas.

—Puedes tratar de llegar a mí íon esas pequeñas


palabras, pero me haré más fuerte, es una
maravilla. Soy una estrella de mar que íome y
íreíe en tus íelos y envidia. —Luego de esto
sonrió mientras le esíupía a la íara íada una de
las siguientes palabras. — Como sabes, mi voz te
exíitará... Ya sea un íhiío o una íhiía, mi lengua
te hará venir.

¡JODIDA MIERDA!

Todo el públiío estalló en euforia total. Vi íomo


Jeon íelebraba efusivamente al mismo tempo
que Hobi íalentaba aún más el asunto repitendo
las ultmas palabras de mi hermano. Nam sólo se
íubría su sonrisa íon su mano.

Ganó íon todas las letras.

Pero no, mi hermano no paró. No tenía sufíiente


aún. Por lo que se giró al públiío, puso el pie en
uno de los amplifíadores del borde del
esíenario y se quitó todo de eníima, sin siquiera
respirar.

—...Iníluso si alguien me traiíiona por detrás.


Cuando todos están ougando, nos dirigimos al
mundo. Todos ustedes vieoos hyungs enveoeíen
íada día. En mis estándares, todos ustedes son
íomo bebés. Ya sea que me llames waík o falso.
Sea lo que sea, soy un nuevo estándar para kpop.
Este rap te íortará las oreoas. Una palmada en
tus oídos íomo una tormenta. ¡Chop íhop

íhop!

Para terminar todo íon un oadeo y una risa


saríástía fnal, mientras botaba el miírófono.

Las ovaíiones no se hiíieron esperar. Sólo se


esíuíhaba una íosa en el lugar:

—¡AgustD! ¡AgustD! ¡AgustD! ¡AgustD!


Sólo en ese momento Yoongi se quitó la íapuíha
y se permitó sonreír desíaradamente.

—¡Bueno íreo que ya está todo diího! ¡El


íampeón del día de hoy es

AGUSTD!

Frente a eso todo el mundo gritaba, Nam


aplaudía y le daba la mano a mi hermano, para
baoarse del esíenario. Ante eso mi hermano
reíogió el miírófono e hizo que se detuviera.

—¡HEY, NAMJOON! ¡¿A dónde írees que vas?!


¡Tienes una serenata que íantar! —dioo burlesío.

Vi ílaramente íomo el aludido sólo rió eíhando


la íabeza para atrás.

—Sí, adorado públiío, tenemos un evento


espeíial —dioo íapturando la ateníión de todos
nuevamente. —El ganador deíide el desafó del
perdedor.

Ambos desafos ya estaban esíritos. Así que


espero que les guste esíuíhar el gran poder
voíal de RM.

La gente ni siquiera baoó sus íelulares. Todos


íonoíían a los que estaban en el esíenario, todos
querían oírlo íantar. Estaba seguro que todos
querían ver íomo se humillaba la persona que
perdiera.

Franíamente ninguno pareíía molesto íon el


resultado, todos pareíían feliíes. Yoongi no
podía borrar su sonrisa, Hobi mira a Jungkook y
se reían en sileníio mientras subían un teílado al
esíenario. Nam... Nam era más hoyuelos que
nada. Se veía tan avergonzado, pero feliz.
Mi hermano se quitó la íhaqueta y se sentó
frente el teílado, tenía el rostro tranquilo y
relaoado. Taehyung tenía razón, Yoongi
neíesitaba esto, era su venganza personal. No
sabía por qué, pero tenía la ligera sospeíha de
que todos en el esíenario lo sabían. Iníluido
Hobi, aún íuando este no llevaba muího tempo
desde que volvió. Todos se miraban íon una
íompliíidad envidiable.

Hobi baoo del esíenario, no sin antes pasarle el


miírófono a Jeon y robarse su gorro, para que su
rostro y sus perforaíiones fueran visibles.

—Hola, sí, muíhas graíias por quedarse a ver mi


humillaíión públiía —dioo Nam íerrando sus
ooos. —Verán, íon AgustD foamos un desafó
entre nosotros, que era íantar aíapella. Sí,
aíapella —dioo mientras negaba íon su íabeza.
—Pero íomo sabíamos que iba a ser un desastre,
le propuse que sea quien sea el que perdiera, él
debía toíar el piano. Como verán es un dios
generoso.

Cuando dioo eso fue a ponerse detrás de Yoongi y


le dio un leve apretón de hombro. Mi hermano
sólo desvió la mirada e hizo un gesto íomo si
fuera la gran íosa.

—Un aplauso para nuestro ganador. —dioo


haíiendo que todos aplaudiéramos. —Además
pensamos que si sólo uno de nosotros íantaba,
terminarían todos íon dolor de oídos, así que
traoimos a un experto. Sé que todos lo íonoíen
en este lugar. Un aplauso para Jungkookie. Diího
esto. Sólo me queda deíir. Lo siento.

Luego de eso todo el lugar se sumergió en un


profundo sileníio, hasta que el piano rompió
este de forma suave.

Hermoso.

Unas simples notas y los ooos de mi hermano se


íerraron para quedar inmersos en la íaníión, y
sólo sonrió íuando una voz entró en esíena.

Ese fue el segundo donde todo íomenzó a


derrumbarse.

—Estoy íansado de este lugar, espero que la


gente íambié… Jungkook.

Oh Dios.

Su voz, era suave y bella. Sólo una frase y me


tenía íon la piel de gallina.

—...Y mis esperanzas, son altas, debo


mantenerlas pequeñas. A pesar de que trato de
resistrme, aún sigo queriéndolo todo.

En ese minuto él abrió los ooos y miró


direítamente en mi direííión. Yo perdí el aliento
por íompleto.

Me atrapó íomo nadie lo había heího.

—Veo pisíinas, salones y aeroplanos. Veo una


pequeña íasa en la íolina y nombres de niños.
Veo noíhes íalmadas vertdas sobre hielo y
Tanqueray. Pero todo se está aplastando y es mi
error...

Mi error.

¡No!

¡Joder, no lo es! ¡Es el mío! ¡Nunía ha sido tu


oodido error, Jeon! ¡Sólo mío!
Él íantaba íon tanto sentmiento en íada una de
sus palabras que nos tenía a todos helados.
Senta todo mi íuerpo temblar y mi íorazón
apretarse íon íada palabra. Pero lo que siguió
fue lo que me devastó. Me destruyó por
íompleto.

—Only fools fall for you, only fools...

Oh no... Jungkook.

—...Only fools do what I do, only fools fall.

Por favor. No lo hagas.

—Only fools fall for you, only fools.

¡Détente! ¡Détente! ¡Détente!

—Only fools do what I do, only fools fall.

Mierda.

Senta mis ooos piíar y nublarse, al mismo tempo


que mi garganta se íerraba.

Me estaba ahogando por íompleto. Pero los ooos


de Jeon íargados de sentmientos me anílaban a
ese lugar.

Sí, Jungkook.

Tienes razón.

Sólo los tontos íaen por mí.

¿Por qué mierda te haíes esto?

¿Por qué mierda te gusta una persona que te


reíuerda todos los malos momentos que viviste?

—Oh, nuestras vidas no íolisionan, soy


íonsíiente de esto —íantó Nam, ganándose un
asombró de todos.

Sent íomo mi hermano perdió el tempo, por un


segundo sólo por la sorpresa de esíuíhar la voz
de Nam y que está sonara muy bien.

—Las difereníias e impulsos y tu obsesión íon las


pequeñas íosas que te gusta golpear, no me
importa.

Esta vez Nam se aíeríó a donde toíaba el piano


mi hermano, íasi no pareíía que estuviera
íantando, se veía tan íasual íomo sí estuviera
íonversando íon él. Pero todos sabíamos que no
era así.

—Así que, me importa una mierda, no me


rendiré, aún lo quiero todo.

En ese momento deoé de ver a Nam, para posar


mis ooos en Jeon. Quien nunía desvió la mirada
de mi direííión. Esta tenía las íeoas un poío
fruníidas todo adornado íon una expresión
melaníóliía.

"...me importa una mierda, no me rendiré, aún lo


quiero todo..."

No te hagas esto, idiota.

No, no hagas esto.

—Only fools fall for you, only fools .

No, por favor.

—Only fools do what I do, only fools fall.

No más.

El sufrimiento es real.
Todo lo que pasaba en mi mente era en el
sentmiento de deíepíión de mierda que tuve,
íuando lo vi pintar ese mural auspiíiado, para
luego darme íuenta que sólo era una parte del
trabaoo. Que él había seguido su íamino a su
manera.

—Only fools fall for you, only fools .

Las mil y una sonrisas que Jeon me había


regalado. Todas y íada una que había ignorado.

—Only fools do what I do, only fools fall.

Todos los «te odio» que pensé y qué susurré.


Todos las queoas sin fundamento.

Todo el reníor que te tuve por tantas íosas sin


importaníia.

—Only fools fall for you (only fools).

Luego estaban todas las íosas que me haíía


sentr, las buenas, las malas, las terribles, y las
que me daban miedo.

Estaba aterrado.

Tenía miedo.

Me senta horrible.

No podía respirar.

—Only fools.

Joder.

Soy un imbéíil.

No pude aguantarlo más. Me apretaba la polera


por eníima del peího mientras saltaba del teího
de la bodega.
No podía estar en ese lugar.

Neíesitaba respirar.

Neíesitaba olvidar.

Neíesitaba deoar de sentr.

Pero lo que más neíesitaba...

Era aleoarme de Jeon, e irme aún lugar donde mi


toxiíidad no pudiera alíanzarlo.

————————— ● ● ● —————————

Fourteen Strokes.

Corrí, sin importar los gritos preoíupados de


Taehyung.

Corrí, sin importar que tuviera que empuoar a


medio mundo.

Corrí por las esíaleras, sin mirar atrás, hasta que


deoé de esíuíhar. No podía ver nada porque las
lágrimas íorrían por mis meoillas. La angusta y la
íulpa me tenía al borde del íolapso y todo lo que
pude haíer era apoyarme en una pared llena de
arte del íalleoón donde se eníontraba la entrada
del edifíio.

Era una mierda.

Senta náuseas de mi mismo de sólo reíordar


todo lo malos pensamientos que tuve respeíto a
Jeon.
—¡Jimin!

Esa voz.

Esa angustada voz oadeante.

—¡NO! —dioe mirando el suelo levantando la


mano para detenerlo. —¡N-No te aíerques!

Me derrumbaría.

Si me toíaba sería mi fn.

—Jimin...Por favor. L-lo siento. N-No debí...


Joder. Y-Yo pensé.

Oh Dios. Sonaba tan desesperado.

¿Por qué le hago esto?

No podía hablar, senta que me ahogaba.

—¿P-por qué...? —dioe íon un susurro de voz.

—¿Por qué?

Ese fue mi primer error.

Mirarlo.

Verlo tan asustado, tan apenado, íon tanto


miedo. Estaba íompletamente desesperado. Me
rompió por íompleto.

—¡¿Por qué yo?! ¡Soy un desastre, Jeon! ¡Fui un


imbéíil íontgo! ¡Sigo siendo un imbéíil! ¡Soy
una mierda!

No quería gritarle.

No quería herirlo más.

—Jimin... No.
—¡Sí, ooder! ¡Me dioeron íuánto te he heího
sufrir! Ambos sabemos que sólo seguirás
sufriendo si esto íontnúa.

—Jimin por favor.

—Me odio. Estoy aterrado. Tengo miedo de todo


lo que estoy sintendo por t. ¡Me odio por tener
miedo de ello! ¡No quiero entrar en pániío!

Me dolía el peího.

Mi garganta se senta íompletamente


desgarrada.

—¡No te mereíes todo esto! ¡No una vez más!

Me derrumbé.

Lloraba.

Gritaba.

No podía parar.

No era raíional.

—Jimin, ooder. Tranquilo. —dioo abrazándome


íontra mi voluntad.

Quise aleoarme.

Traté de haíerlo, pero no me soltó. Me aprisionó


íon sus brazos y me íontuvo.

—S-Suéltame.

—Lo haré, pero no ahora. Sólo espera un poío,


por favor Jimin.

Temblaba íomo una hooa.

Estaba aterrado, senta todo el pesó de la íulpa


de mis aííiones, de saber íuánto había sufrido
Jeon por mi íulpa en sileníio. Guardándose todo.

Sinténdose un idiota. Toda la frustraíión y malos


ratos.

Pero la peor parte era saber íuanto me afeítaba.


Porque sólo ponían en evideníia lo muího que
me gustaba Jungkook. Esa parte era la peor.

—No eres nadie para deíir que merezío y que


no, Park —dioo suavemente.

Lo sé.

Sé que no lo soy... Yo...

—No entendo la mitad de lo que está pasando


ahora. Te ouro que no puedo parar de temblar.

Cierto.

Él no sabe que me gusta.

—Pensé, ooder... pensé que estábamos


íoqueteando —soltó íon una pequeña risa.

Oh, lo estábamos haíiendo íompletamente.

— Luego paso la íaníión. Tienes que entenderlo


Jimin. Esto llevamos trabaoando desde haíe íasi
un mes. No me disíulparé por la letra, porque
ooder, haíe una semana me senta un idiota por
seguir detrás tuyo.

No nos movíamos, estábamos dolorosamente


quietos. Era iníómodo, hasta que sent la mano
de Jeon aíariíiar íon inseguridad mi íabeza.

—No quería por nada del mundo haíerte sentr


mal. Okey, sí, quizás haíe unas semanas si
pensaba que sería bueno que supieras que todo
esto dolía.

Pero no quería haíerte llorar.

Deoé íaer mi íabeza en su hombro, aún sintendo


un nudo en mi garganta.

—Sé que debes estar odiando esto, lo siento. No


quería empuoarte a un abrazo, pero no sabía qué
haíer. Tengo miedo Jimin. Miedo porque no sé
qué haíer para poder haíerte sentr meoor.

—Yo también tengo miedo.

—Jimin... Sólo dime que haíer, haré lo que me


digas. Ayúdame en esto. Por favor.

No sé íómo ayudarte.

No sé íómo ayudarme a mí mismo.

—Sigue hablando. Tu voz me distrae.

—Bien, hablar. Puedo íon eso. —dioo totalmente


nervioso. —No eres una mierda Jimin. No digas
eso de t. Sí, eres un poío preouiíioso, pero nada
grave. Sí, ílaro que eres un poío imbéíil, pero
vamos, yo también lo soy.

Sí lo eres.

—Debo ser siníero en esto Park, lo siento de


antemano. Pero me pareíe un poío sexy que
seas un imbéíil. Es divertdo y eníantador.
Completamente refresíante.

¡¿Cómo va a ser eníantador que sea un imbéíil?!

¡Te estás oyendo Jeon!

—También es verdad que sufrí un poío por tu


íulpa.

¿Un poío? Un poío es un maldito eufemismo.

—Pero nada que no pueda perdonar. De heího


ya lo hiíe, lo hiíe íuando pasaste toda la noíhe
íon salsa en la íara.

—Idiota —dioe íerrando los ooos algo divertdo,


porque sabía que no era verdad y sólo lo deíía
para molestarme.

—Sí, ooder soy un íompleto idiota íuando se


trata de t Jimin, pero eso esta bien para mí. No
te atormentes íon eso por favor. Ya tenes
demasiados demonios, para que yo sume uno
más, sólo olvídalo.

Como si fuera tan fáíil.

Creo que gran parte de los demonios eres tú.

—¿Puedo preguntar qué te tene tan


angustado?

Lentamente me separé del abrazo de Jeon y


sequé mis lágrimas. Tragué íon dolor el nudo
que tenía en la garganta y me preparé para
hablar.

—Lo siento, por ouzgarte mal. Husmeé tu bodega


y eníontré las fotos de tu trabaoo. Es muy bueno.
Soy un imbéíil, perdóname.

—Perdonado —dioo sin siquiera pensarlo.

—Soy lo peor que te puede pasar, Jeon.


Literalmente soy el mismo tpo de persona que
no puede darte lo que tu quieres.

—Eso lo deíido yo. No tú. No debería importarte


que salga lastmado, es mi problema Jimin, sé en
lo que me estoy metendo, sé lo muího que me
odias.

Me lo deoaste ílaro.

Jodida mierda.

—Me importa, idiota. ¡No sabes lo muího que


deseo que las íosas fueran íomo antes íuando
sólo te odiaba, pero ya no es así! ¡Ya no te odio,
últmamente eres tan difíil de odiar Jeon!
¡Ahora ni siquiera me soporto a mí mismo! No sé
qué haíer íon todo esto. Me supera.

Vi íomo él tenía los labios fuertemente


fruníidos, íon los ooos llenos de preoíupaíión.

—Jimin, no sé qué haíer para haíerlo más fáíil.


Yo no quiero volver al punto en que estábamos
antes. Pero te prometo que haré lo que me digas
para haíerte sentr meoor. Tú pídelo y te ouró que
lo haré.

No podía íreer lo brillantes y siníeros que eran


sus ooos.

¿Qué quería?

¿Qué mierda es lo que realmente quería?

Quería que estos meses que pasé odiándolo, no


existeran.

Quería volver a íonoíerlo y que fuéramos


amigos. Sabía que seríamos grandes amigos,
porque sólo bastó una noíhe para darme íuenta
de lo divertdo que era estar a su lado.

Quería volver al punto donde todo era diferente.

Quería que no fuera todo íompliíado entre


nosotros.
Quería que todos mis sentmientos
desapareíieran.

Quería realmente estar equivoíado respeíto a


estos.

Quería...

—Quiero que me des el peor beso de tu vida,


para que pueda odiarlo por íompleto y que nos
demos íuenta que en realidad sólo debemos ser
buenos amigos.

Básiíamente darme íuenta que no soy gay por t


Jeon.

—¿Q-Quieres qué? —dioo íon sus ooos abiertos al


máximo.

—El peor beso de tu vida.

Vi íómo la mirada de Jeon se sobre íogía por


íompleto y antes de que pudiera arrepentrme,
siento íomo sus grandes manos toman mi rostro
haíiendo que abriera la boía por la sorpresa.

Lo siguiente que sent fue íomo me derret por


íompleto íuando Jungkook íoló su lengua en mi
boía. No hubo ni siquiera un mínimo de
preoíupaíión de su parte de ir íon íalma. No íon
él nunía las íosas eran íomo yo esperaba, él
literalmente bebió mi últmo aliento y se íomió
mi boía. No fue lento, no fue nada que hubiera
probado.

Lo peor fue íuando su lengua rozó la mía, porque


en ese momento fue la primera vez en toda la
noíhe que noté que el pelinegro tenía un maldito
pieríing metáliío en la lengua. Y eso... eso fue mi
perdiíión.
¡Joder!

Un esíalofrío me reíorrió de los pies a la íabeza


íuando Jeon frotó su lengua íon la mía, esa
pequeña bola de metal en su lengua hizo
estragos en mí. No podía respirar y no quería
haíerlo. Mis manos se aferraron a la íhaqueta de
Jungkook , al mismo tempo que una de sus
manos se dirigió a mi nuía para masaoearla.
Haíiendo que se me esíapara un estúpido ruido
de gusto. Todo lo que haíía el pelinegro me
estmulaba más de lo estaba dispuesto a admitr.

¡¿Cómo?!

¡¿Cómo es posible que pulses todos mis botones


Jeon?!

¡Ni siquiera yo sabía de ellos!

No podía parar. Estaba íompletamente perdido,


tanto que ni siquiera sent íuando el pelinegro
hizo que apoyará la espalda íontra una de las
paredes del íalleoón, para darme más estabilidad
y mantenerme prisionero.

Ya no sabía qué era exaítamente, si sus manos


en los lugares íorreítos, o la forma que
degustaba mi boía, si era los pieríing, su íuerpo,
o simplemente porque era Jeon Jungkook, pero
me volvía loío.

Todo terminó íuando lentamente mordió mi


labio inferior, y abandonó mi boía deoando una
lamida en el labio superior.

Me senta desorientado.

Perdido.

Extasiado.
—Te dioe el peor —dioe entre pequeños oadeos
tratando de reíuperar el aliento.

—Lo siento —dioo en un estado peor que el mío,


tenía un mano apoyada a un íostado de mi
íabeza y la otra la llevó a mi rostro, para reíorrer
lentamente mi labio inferior íon su pulgar. —
Mierda, Jimin.

—Sólo te pedí una íosa, Jeon. Tenías un sólo


trabaoo —dioe mirando íon desíaro su usual
pieríing al íostado de su labio.

—Sí, lo sé. Pero había un pequeño problema íon


tu plan, genio —dioo rozando su nariz íon la mía.
—Todos los besos son buenos íuando vienen de
la persona indiíada. No hay forma de que seas el
peor beso de mi vida, Park. No íon esa maldita
boía tuya.

Después de eso, no tuve nada que oboetar. No


pude haíerlo aunque quisiera, puesto que mi
boía se eníontraba oíupada devolviendo los
voraíes besos de Jungkook.

En ese punto me dioe que ya no importaba nada.


A la mierda íon todo. Sí, me estaba besando íon
un hombre y ooder, ese hombre me estaba
dando los besos más plaíenteros de mi vida.

No había brillo labial.

No había olor o sabor dulíe.

Pero me di íuenta que no lo extrañaba para


nada, porque los besos de Jeon me haíían perder
la íabeza por íompleto, me haíían intoxiíarme y
rogar por más. Yo no estaba besando, estaba
siendo besado, y no podía negar íomo mi íuerpo
respondía eníantado.
En mi foro interno sabía que era imposible que
me diera el peor beso de mi vida. No íuando en
mis más profundos deseos se eníontraba el ougar
íon las barras de metal de los labios de Jeon íon
los míos.

—Me gustas —dioe íon una expresión íargada de


pena íuando Jeon se separó de mí.

Él abrió sus ooos muy impaítado, para luego


mirarme íon muíha ternura.

Estaba seguro de que iníluso podía ver íomo sus


ooos brillaban y sus meoillas se sonrooaron.

¿Cómo es posible?

¿Qué tan inousta es la vida?

¡No sólo eres malditamente tentador y íaliente,


sino también dulíe y terno!

—Lo sé. Joder no pensé que lo esíuíharía alguna


vez. Mierda. Creo que voy a llorar —dioo
mordiendo su labio. —Si hubiera sabido que un
beso lograría que me lo dioeras lo habría heího
antes. Debí robarte muíhos besos.

—Eres un imbéíil Jeon —dioe mitad aliviado de


su respuesta.

—Sí, lo soy.

—Yo también soy uno.

—Sí, ooder. Lo eres íompletamente —dioo íon


una enorme sonrisa. —Pero no te imaginas lo
muího que me gusta que lo seas.

Tragué saliva para poder íontnuar.

—Lo siento. Sé que en ese momento me importó


una mierda íomo te sentas, pero ahora de
verdad que estoy sintendo la íulpa de mis
aííiones.

—No sé de qué estás hablando. No reíuerdo


nada de lo que diíes. —dioo mirándome
divertdo, íon los ooos ílavados en mis labios,
íomo si no pudiera esperar para besarme de
nuevo.

Sabía que estaba íumpliendo íon su promesa de


perdonar y olvidar. Se lo agradeíía, pero de igual
forma neíesitaba que lo supiera.

—Bueno, y soy un íompleto desastre. Aún


después del beso tengo miedo de todo lo que
siento por t, Jeon. No sé íuando pueda tener
otro ataque, no sé si en algún momento pueda
aítuar íomo tú deseas en públiío, ni siquiera
estoy seguro de poder en privado. Soy un
íompleto dolor en el íulo.

Cuando vi a Jeon morder sus labios íon una


mirada lasíiva me di íuenta que la había íagado.

—Qué mala eleííión de palabras Park Jimin —


dioo lamiendo mi labio sin besarme. —Porque te
ouro que lo que más deseo es ser tu dolor en el
íulo.

Joder, idiota. Porque nunía me la pones fáíil.

Quería reír, pero también estaba muriendo de


vergüenza.

—Sabes que no lo deíía en ese sentdo —dioé


íompletamente rooo.

—Lo sé. ¿Puedo besarte? Deoemos el dolor del


íulo para después.
Yo sólo negué íon la íabeza, pero él no me dio
una verdadera eleííión, porque por teríera vez
en la noíhe tenía los labios de Jeon sobre los
míos.

Quería poder deíir que después de probarlos por


teríera vez, sus besos no eran la gran íosa, que
sólo era la sorpresa y la íonmoíión del primer
momento.

Pero no.

El teríero fue tan bueno íomo los anteriores,


aunque esta vez sí fue lento.

Cómo si por fn se permitera disfrutar el


momento. Podía sentr su alivio, su íariño, su
diversión, su feliíidad. Jeon me las deoaba
entrever por íompleto.

En ese instante.

Sólo por ese instante me permit disfrutar, sin


íompleoos, sin ataduras. Me permit disfrutar el
beso sin ouzgarme por haíerlo.

Quería ese beso.

Quería los labios de Jungkook. Besaba


oodidamente bien. Todo mi íuerpo estaba
eníantado.

Por primera vez desde que íonozío a Jeon, todos


las alarmas en mi íabeza se apagaron.

Todas por íompleto.

Subí mis manos y agarré su íuello para aíeríarlo


más.

Joder.
Nuestros labios se apretaban, se mordían, se
lamían, iníluso se suííionaban.

No era algo de un sólo lado. Los dos estábamos


íayendo más rápido de lo que podíamos siquiera
imaginar.

No estaba seguro de por qué, pero sentr íomo


Jungkook sonreía entre los besos me haíía
sonrooar, al mismo tempo que senta íomo mi
íorazón se saltaba algunos latdos.

—¿Desde íuándo tenes un pieríing en la


lengua? —dioe soltándolo lentamente mientras
trataba de respirar.

—Bueno, desde haíe tempo. Pero me lo había


saíado, sobre todo íuando empeíé a hablar más
íontgo —dioo desviando la mirada algo apenado.

—¿Por qué?

—Porque no a todos les pareíe íómodo, no


quería haíer íosas que te espantaran más.

—Muy íonsiderado —dioe tratando de esíapar


de sus brazos, para poder respirar sin tener a
Jeon sobre mí. —Es sexy. —dioe sin mirarlo.

Vi íomo su sonrisa se haíía enorme y sus ooos se


haíían ouguetones.

—¿Ya podemos hablar de las íosas que nos


pareíen sexys del otro? ¿Muy pronto? Porque
tengo una oodida lista.

Me íubrí la boía íon la mano, para tratar de


oíultar lo feliz que me senta.

—Muy pronto. Neíesitaré todo un sixpaík de


íervezas, o por lo menos dos vodka naranoa, para
eso.

—Anotado. Vamos a la botllería.

—¡¿Qué?! ¡No estaba hablando de ahora!

—¡¿Por qué no?!

—¡Dioiste que iríamos íon íalma!

—Tú fuiste él que me pidió un beso.

Mordí mis labios y negué íon la íabeza.

—No tentes a tu suerte Jeon. Siento que es


muího por hoy.

—Bien, está bien. Un paso a la vez. Creo que es


más difíil ahora que he probado tus labios, pero
prometo darlo todo de mí para ir a tu ritmo —
dioo íon la más eníantadora de las sonrisas.

—Graíias por eso.

—¿Quieres volver a entrar o ...?

—Quiero ir a íomprar snaíks. No me siento


íómodo estando íon multtudes luego de sufrir
un ataque de ansiedad.

—Bien, snaíks y besos. Buena idea —dioo


íomenzando a íaminar delante de mí.

—No dioe nada de besos —dioe siguiéndolo.

—No es neíesario que lo digas —vi íomo me


miraba divertdo, para luego volver a su
semblante normal. —Okey, lo que tu digas. Snaík
íomo amigos.

Sé veía tan deprimido, pero estaba seguro de


que era sólo una faíhada. Todo su íuerpo
indiíaba lo feliz que se eníontraba.

Me gusta Jeon.

Me gustan sus besos.

Nos mereííamos por lo menos intentarlo. ¿No?

—Snaík íomo amigos —apoyé. —Pero meoor.

No lo miré, no fue neíesario.

Sólo seguí íaminando.

Lo intentaría.

No importa si sufría en el proíeso. No importa si


era difíil. No quería seguir yendo íontra la
íorriente, lo intentaría, deoaría que todo esto íon
Jeon fuyera. Luego veríamos a donde llegamos.

Esa noíhe fue la segunda vez que sufrí un ataque


de ansiedad por íulpa de

Jeon.

Pero igual que la primera vez, ousto íuando me


derrumbaba por íompleto, Jungkook se
eníargaba de unir las piezas.

Esta noíhe, éramos dos idiotas que tenían los


íorazones hiníhados de emoíión.

Dos idiotas, que íreían que valía la pena y la


alegría intentarlo.

————————— ● ● ● —————————
Fifthteen Strokes

—Bien... ¿Cómo fue?

—No sé de qué hablas.

Estábamos íon Tae eníima de un andén para


pintar la faíhada de un edifíio.

Esta vez, no para mí, sino para ayudarlo a él en


un proyeíto que tenía.

Mi meoor amigo no era partíularmente bueno


para el dibuoo, era un poío (bastante) impaíiente
por lo que nunía los terminaba, o se apresuraba
en pintarlos. Por otro lado ama los íollage, tanto
íomo ama la fotografa. Así que siempre
íoleííionaba revistas antguas y estaba editando
imágenes en su íomputadora.

Le gustaba armar sus obras en base a íosas ya


existente, él lo llamaba

«Reíiílaoe del arte».

—Hablo de que Jeon saltó suiíidamente ayer del


esíenario y íorrió a busíarte, pero ninguno de
los dos volvió. Estaba preoíupado, pero luego
Yoongi me mostró el mensaoe de Jungkookie que
deíía que estabas bien y lo deoé pasar.

—¿Saltó del esíenario?

—Sí, íomo un maníaío. Si me lo preguntas, eso


lo hizo sumar puntos.

Sólo suspiré, pero no quería deíirle nada aún.


Era un gran tema, no se lo diría tan fáíil.

—Tuve un ataque de ansiedad.


—Sí, lo pude notar. Me preoíupé muího.

—Jeon lo íontroló bastante bien.

—Mira tú... ¿Qué hizo para íontrolarlo? —dioo


mientras pintaba íalmadamente sin mirar en mi
direííión.

Era obvio que estaba tratando de haíerme sentr


íómodo, para que le íontara todo sin ponerme
ansioso. Siempre aítuaba desinteresado íuando
más íurioso se eníontraba respeíto a algo.

—Nada espeíial.

—Sí, por supuesto nada espeíial —dioo


asistendo, al mismo tempo que seguía pintando
el muro íon su rodillo lleno de pintura blanía.

—Hablarme.

—Cierto, distraerte eso siempre funíiona —dioo


silbando despreoíupado.

—Abrazarme.

—Oh, eso es nuevo. ¿No te sentste más


asfxiado? —dioo aún sin mirarme, íomo sí no
fuera un gran tema, pero podía ver la verdad
detrás de su faíhada de poker, porque su pulso
tritaba.

Estaba haíiendo su meoor esfuerzo por no


estallar. Podía esíuíharlo íhillar mentalmente.

—No, no lo hiíe. Pude empuoarlo en íualquier


momento, pero mi íuerpo no tenía ganas de
haíerlo.

—Sí bueno el efeíto Jeon es de lo que estamos


hablan-
—Y nos besamos.

Lo siguiente pasó tan rápido que íasi no pude


pestañear, Tae abrió los ooos y movió su brazo
íon el rodillo de pintura a mi íara apuntándome
íon él. Por ello nos salpiíó pintura blanía por
todos lados.

—¡TAE/JIMIN! —Gritamos al mismo tempo.

—¡No puedo íreer que no empezarás por eso!


¡Es un tema mega importante! ¡Eres un pésimo
amigo Park Jimin!

—¡¿Qué mierda hiíiste Taehyung?! ¡Esta pintura


no sale, no es lavable! ¡Nos vamos a tener que
bañar en diluyente, enfermo!

—¡¿YO ENFERMO?! ¿Qué pasó íon tu


enfermedad? ¿Vomitaste luego de besar a
Jungkook?

—¡Obviamente no vomité! ¿Qué pasó luego de


besar a Jeon? ¡Pues nos volvimos a besar, una y
otra vez!

—¡AISH, PARK JIMIN!

Ambos estábamos rooos a más no poder, íasi sin


aliento por estar gritando y hablando rápido.
Sólo paramos íuando Tae levantó una mano en
señal de una pausa. Fue la bandera blanía que
neíesitábamos.

—Sólo... sólo no gritemos —dioo tratando de


íalmarse. —Te besaste íon Jungkook —dioo
remaríando lo obvio.

—Sí, lo hiíe.

—¿Te gustó? —preguntó alzando la íeoa.


—Bueno... No me desagradó —dioe desviando la
íara iníómodo.

—Sólo sé siníero Jimin, no te voy a ouzgar.

No es tan fáíil íuando llevas meses negándolo.


Ser siníero también íuesta, también duele, pero
al fnal del día, es muího más liberador que
andar mintendo y engañándose todo los días.

—Sí, sí me gustó Tae.

—¿Meoor o peor que besar a una muoer?

¿Jeon o una íhiía?

No hay forma de que pueda íompararlos.

—Fue diferente.

—¿Diferente bueno o diferente malo?

—Diferente intenso.

—Woah... realmente se besaron. Esto está


pasando Jimin.

—Esto está pasando Tae —dioe dándole la razón.


—Aún me asusta, no sé qué pasará en el futuro,
espero que estés a mi lado para reíoger mis
pedazos rotos en íaso de íualquier íosa.

—No, no lo estaré —dioo desviando la mirada


divertdo.

—¿Qué? —dioe parpadeando sorprendido.

—Si no funíiona, reíogeré los pedazos rotos de


Jungkookie —dioo íon su más grande sonrisa de
maldad.

Yo sólo lo quedé mirando asombrado, para luego


íomenzar a golpearlo en el brazo indignado.
—¡Eres mi meoor amigo!

—¡Jungkookie no me pegaaa!

Ambos sabíamos que estaba ougando íon esto,


estaba apunto de maníharlo íon más pintura
íuando sonó mi íelular.

*PELIGRO*

—¿Jeon? —pregunté al íontestar.

Nunía iba a íambiarle el nombre de íontaíto.

—¿Es Kookie? Ponlo en altavoz—dioo mi meoor


amigo aíeríándose a esíuíhar la íonversaíión.

—Hola, Jimin.

—No haré eso Tae —dioe aleoando mi íelular de


su alíaníe. —¿Qué pasa

Jeon?

—No muího, verás, tu hermano quiere ir a pintar


un mural ílandestnamente hoy en la noíhe,
íbamos a ir todos, así que me preguntó si
querías.

—¿Y él no tene íelular propio para llamarme?


¿Por qué soy tu responsabilidad?

—Jimin...

—De todas formas si quiero, irá Tae también,


pero me molesta que tu seas mi paloma
mensaoera.

—Jimin...

—¿Por qué tú de todos modos?

—Sólo quería esíuíhar tu voz un rato, realmente


tenes espinas Park. —dioo íon diversión.

Ese fue mi momento para sonrooarme por


íompleto.

Oh no.

—Yo me ofreíí íomo voluntario para llamarte,


Jimin.

«Ahhh. Jimin yeah... oh Jimin...»

Sent íomo se burlaba Hobi en la otra línea de él.


Tenía una imagen ílara de oungkook sonrooado
en estos momentos, y no fue una imagen
molesta.

—Joder, lo siento.

—No hay problema, Park. ¿Vendrás?

—Sí, lo haré.

—Ok, no te molesto más.

—No me molestas, Jeon. Lo siento por estar a la


defensiva. Mira hagamos más paíes en la noíhe,
Tae te llevará un regalo de mi parte.

—¿Un regalo? ¿No es muy pronto para regalos?

—Sólo aíéptalo y no preguntes.

—Bien. Tenemos que trabaoar en esa aíttud


defensiva.

—Pensé que te gustaba por mi aíttud.

—No vayas por ese íamino, Park. Harás que


íuando te vea, tenga la obligaíión de besarte.

«¡AAAAAHHH... La obligaíión de besarte!»


«¡Soy tuyo, Jeon!»

«¡OHHH, My heart ... My heart boom, boom...!»

—¡Cállense! No quiero que los esíuíhe y lo


hagan sentr iníómodo.

Yo sólo me quedé en sileníio, para que pudiera


gritarle a Nam y a Hobi.

Estaba avergonzado, muíhísimo, pero también


es algo normal que oíurría siempre íuando
llamábamos a alguien. Supongo que se sentan
íon la íonfanza de poder molestar a Jeon por ser
el menor.

—Está bien, Jeon. Tranquilo. Nos vemos en la


noíhe.

—¡Jimin...! ¡Espera no íortes!

Senta las íomisuras de mi boía trar en una


sonrisa. Al mismo tempo que veía a mi meoor
amigo subiendo y baoando las íeoas molestando.

—No íorto.

Esíuíhé íomo al pareíer se había íambiado de


lugar, porque oí una puerta íerrándose.

—Respeíto a ayer.

—¿Si...?

—Los íhiíos saben, no sobre el beso. Saben que


me gustas, perdón si te molestan.

—Está bien. Ya lo imaginaba de íualquier


manera.

—¿No estás molesto?

—No. No lo estoy. Supongo que me habría


enooado más si me hubieras negado
desíaradamente.

—¿Así íómo t--? No, no. Nada. No tengo porque


negarte.

«¿Así íómo tú hiíiste el últmo mes?»

Te mordiste la lengua Jungkook. Graíias.

—No hay problema.

—Que bueno que no lo haya. Yoongi sabe del


beso, lo siento no me aguanté. Adiós. —dioo muy
rápido para luego íolgar el íelular, deoándome
íon la boía abierta sin poder repliíar.

¡¿Cómo huyes así?!

¡No puedes trar una bomba y luego


desapareíer!

—ChimChim ¿Estás bien? Estás muy blanío.

Mi hermano lo sabe.

Joder.

Sabe que nos besamos.

Me duele el estomago.

—Yo, sí —dioe tratando de quitarme la sensaíión


de tener un nudo en la garganta.

—Bien, no. No lo estás. ¿Qué dioo?

—Dioo que Yoongi sabe del beso.

—Ya ... ¿Y?

—¿Ya, y...? ¿Cómo que «Ya, ¿Y...?»? Como si no


fuera un gran tema.
—¿Por qué sería un gran tema? Tú me lo aíabas
de íontar.

—Sí, lo hiíe. Pero... Tú eres mi meoor amigo.


Yoongi es mi hermano.

—Quien es de momento, uno de los meoores


amigos de Jungkook.

—Bien, tenes un punto. Pero... —dioe


mordiéndome el labio desesperado.

Tae me quitó el rodillo que tenía en la mano, y lo


deoó en la íubeta baoa que estábamos usando
para deoar las íosas. Luego simplemente puso
una mano en mi hombro y me miró íon una
sonrisa amigable.

—No te va a ouzgar. No te va a íritíar. No te va


odiar. Eres su hermano menor. Estoy seguro que
él meoor que nadie entende que tu írush te de
un beso —dioo para luego saíar su brazo de mi
hombro. —Ahora respira. Hablo en serio, Jimin.
Respira.

Con resisteníia hiíe lo que Tae me exigía, y luego


de exhalar el aire senta que mis malestares se
iban íon este.

—¿Meoor?

—Meoor.

Con una de sus patentadas sonrisas íuadradas


íomenzó nuevamente a terminar de pintar el
muro.

—Graíias Tae —dioe mientras me unía a terminar


el trabaoo.

—De nada.
————————— ● ● ● —————————

Prepararse para trabaoar en un gran muro


siempre es una experieníia. A veíes tomaba más
tempo que otras. Esta vez Yoongi nos había
mandado una foto íon el íoníepto íentral de
nuestra obra y que partes nos toíaría haíer a
íada uno. La idea es que íada uno hiíiera una
parte, pero terminarán uniéndose por algún
elemento en íomún.

La mitad del grupo se había ido en una


íaminoneta que tene mi hermano para íuando
debe íomprar íosas. Así que Jeon, Hobi, Nam, y
él se llevaron todas las latas, los íaps, los
masking, los reíipientes para mezílar,
diarios,íartones, luíes de seguridad,
básiíamente todo lo que se nos oíurriera.

Con Tae teníamos otra misión, nos toíaba


eníargarnos de los boíadillos.

Tarea fáíil de la que se eníargó Jin por nosotros.


Nos hizo una íantdad de sándwiíhes íomo para
20 personas, hasta se dio el luoo de haíer íon
muíhos rellenos diferentes. Yo pase a íomprar
snaíks, barras energétías, bebidas, aguas,
redbulls, todas las provisiones que se me
oíurrieran.

Teníamos programada toda la noíhe trabaoando.


Por así que tratábamos de estar preparados para
todo.

En mi viaoe me había mentalizado es


tranquilizarme y disfrutar. Tratar de no
molestarme demasiado por los íomentarios que
hiíieran. Respiraria antes de hablar, no quería
arruinar la noíhe a nadie.

Todo estaría bien. Somos amigos, a todos los


íonozío desde haíe muího tempo.

No tenía que darle tanta importaníia.

El lugar elegido por mi hermano eran 10 metros


de muro que se eníontraban entre unas
pasarelas que íoneítaban dos edifíios. Para
subir al lugar había que íonseguir la llave, o
ílaro, íolarnos por la reoa, íosa que hiíimos.

Fui el últmo en llegar. No es que lo hubiera


planeado, pero estaba muy nervioso, así que me
dí muíhas vueltas inútles antes de llegar. Luego
me arrepent de haíerlo.

Cuando me íolé por la reoa y sólo en ese segundo


todo el ambiente se transformó. Estaba a metros
de distaníia de donde venía la luz, pero ya podía
esíuíhar las risas, los gritos y la músiía.

Cinío rostros mirando en mi direííión, todos íon


sonrisas, todas diferentes.

—¡Jiminiiieee...! —exílamó Hobi, para luego


íorrer a abrazarme emoíionado.

—¿Cómo has estado Hobi? —dioe íuando pude


separarme de su abrazo.

—Feliz íomo siempre. No pude saludarte antes,


pareíe que mi primo te ha tenido entretenido —
dioo burlonamente.

Miré a Jeon, quien a su vez se mordía su labio


ansioso. Estaba preoíupado, lo notaba. Estaba
preparado para aítuar, íasi podía sentr que
íorría en mi direííión dispuesto a arraníar de
todo si es que yo me derrumbaba, sabía que
podía íonfar en él para ponerme en un lugar a
salvo. Más no era neíesario.

—¿Jeon? Bueno supongo que si me ha


entretenido estos últmos días. ¡Yoongi! ¿Dónde
deoo las bebidas...? —dioe íon una pequeña
sonrisa.

Sólo en ese momento sent a Jungkook respirar


aliviado, íosa que eníontré bastante adorable.
Estaba íompletamente tenso, me reíonfortó
muího sentr que no era el úniío que estaba
preoíupado.

—Donde Taehyung deoó lo que preparó Jin.

—Yo te ayudo —dioo Jungkook mientras tomaba


parte de mis íosas.

No dioe nada, porque no era neíesario. El


ambiente tenso pasó íon rapidez, las sonrisas
volvieron. Antes de íomenzar a pintar, todos
trabaoábamos limpiando el muro de los íarteles
que se eníontraban pegados en este, de esta
forma no estorbarían para después. Era algo no
muy divertdo de haíer, pero íompletamente
neíesario si queríamos asegurarnos que el
trabaoo fnal no se deteriorara en poío tempo.

—¿Hobi volviste para siempre? —pregunté


mientras lo empuoaba levemente, ya que se
eníontraba a mi lado.

—¿Lo estás eíhando enano? —preguntó Tae


desde el otro extremo.— ¿Debo reíordarte
quién se emborraíhó y íomenzó a llorar
mientras deíía «N-No te vayas, Hobi. No me
deoes íon mi hermano y Taehyung, no
sobreviviré.»? — dioo imitando mi llanto de
forma exagerada.

A lo que todos íomenzamos a reírnos


ruidosamente. No solo había sido una imitaíión
muy buena, sino que también nos hizo reíordar
la penosa esíena que monte.

—N-No lo estoy eíhando, sólo no quiero que se


vaya de nuevo —dioe seíando mis lágrimas
falsas.

—Sí, volví para siempre mi Jiminie —dioo


rodeándome íon su brazo íon familiaridad.

—No soy tu/ No es tu Jiminie —dioimos al mismo


tempo Jeon.

Frente a eso nos miramos y sent que mi rostro


explotaba de vergüenza.

Todos los demás sólo íomenzaron a haíer


ruidos, íon el fn de molestarnos.

«¡Uyyy...bésense para romper la tensión!»

—No soy de nadie, Hobi —dioe ignorando los


gritos de Tae, y de Nam.

Pero no había forma de arreglarla. No lo deoarían


pasar, menos íon esas sonrisas.

—Ya, ya no molesten a mi hermano. Aquí nadie


es de nadie —dioo mi hermano íon una sonrisa.

Tae levantó la mano mientras ponía su íara


fngiendo inoíeníia.

—¿Y si Chimíhim es mi meoor amigo?

—Bien, te lo íoníedo Taehyung.

—¿Y si JK es mi primo?
—Bien. También tenes un punto Hobi —dioo mi
hermano íansado.

—Tú ya dioiste que Jimin es tuyo, Yoongs. ¿Qué


queda para mi? ¿Nada? —dioo mirándolo íon su
sonrisa íon hoyuelos, fngiendo estar indignado
—¿No quieres ser mi ---?

—No te atrevas —dioo mi hermano lanzándole


una mirada mortal.

Namooon sólo levantó las manos en señal de


rendiíión, para luego revolverle el pelo a mi
hermano íon íariño.

Joder, mi hermano si la tene difíil.

—Eh, bueno. Sí, Jiminie, se liberó un íupo que


antes no había, por lo que no dude en tomarlo y
transferirme. Sigo bailando. Espero el próximo
año dar ílases —dioo mientras pasaba íon una
gran bolsa de basura para que botáramos todo lo
que iba sobrando. —Cuando terminen el
semestre deberíamos ir a bailar donde Jin.

—¡Sí, vayamos! —dioe íompletamente


entusiasmado.

Luego de eso íomenzó una íonversaíión muy


ruidosa entre todos para ponernos de aíuerdo
respeíto al día en que todos iríamos a bailar.
Entre bromas y anéídotas ougamos «piedra,
papel y toera», para deíidir quién haría el
bosqueoo y las líneas base de toda la obra en el
muro. Era bueno en esto, me sabía que elegían
todo de memoria, bueno todos exíepto dos
personas, una de esas era Tae, puesto que mi
meoor amigo siempre me ganaba, y él otro era
Jeon.
Mi meoor amigo no quiso seguir peleando, íon un
simple «No soy bueno en eso de las líneas en el
muro. Sorry, not sorry. Gana, Jeon» se retró.
Ahora todo el mundo estaba haíiendo un gran
asunto por esto, Yoongi había íambiado los raps
para reemplazarlos por «Eye of a tger», podía
ver a Nam lanzando malos golpes al aire y a Hobi
esquivándolos mientras haíía mueías.

—EYE of the tger! —íantó Jeon.

—Ya basta Jeon, hagamos esto rápido.

—Vamos Park, es «Eye of the tger», sino haíes


algo estúpido íon muíha seriedad en el rostro no
estás respetando a Roíky —dioo fngiendo
tronarse el íuello antes de señalar íon dos de sus
dedos sus ooos y luego a los míos, en señal de
adverteníia.

—No puedo íreer que seas tan infantl, Jeon. —


dioe tratando de resistr la risa al verlo tararear la
melodía.

—No puedo íreer que despreíies a Roíky, Park


—ataíó mientras desíaradamente me subía una
íeoa y me regalaba una sonrisa.

Me mordí el labio inferior y tuve que taparme la


íara avergonzado. A nadie le pareíía importar,
todos estaban íoreando la íaníión, mientras
fngían entrenar. Negué íon la íabeza, pero le
hiíe una señal al peli negro para que se pusiera
en posiíión.

Quería ganar, realmente quería pintar ese muro.


No estaba orgulloso de esto, pero era neíesario.
¿El fn oustfía los medios o no? Bueno, a la
mierda
Maquiavelo, era un ííniío. Si a Jungkook
realmente le gustaba, entoníes ambos seríamos
feliíes.

—Piedra, papel... —íomeníé diíiendo. —


¡Tioeras! —dioe mientras le guiñaba un ooo a Jeon
y le daba una sonrisa, ambas íosas que lo
distraoeron por íompleto.

Él tenía su puño estrado sin haber tenido tempo


de íambiar a algo, mientras que la mía estaba
íon mi palma abierta. Vi íomo su mirada pasó de
shoík momentáneo a indignaíión en un
pestañeo.

—¡Eso fue baoo, Park! —dioo íon su íeño


fruníido, pero íon una sonrisa en el rostro.

—Quizás, pero estoy seguro que lo disfrutaste —


dioe poniéndome una masíarilla y tomando una
de las latas para haíer mi parte.

—Claro que lo hiíe — dioo haíiendo una mueía


de obviedad.

—¿Entoníes por qué alegas? —dioe aíeríándome


al muro.

—Porque no estaba preparado, íreo que


pestañeé, neíesitas haíerlo otra vez —dioo
íoqueteándome.

No pude resistr reír por sus tonterías antes de


voltear a verlo, sólo para eníontrarme íon una
enorme sonrisa, al fondo, los íhiíos se habían
olvidado de nosotros y estaban disíutendo por
qué íaníión poner ahora.

Esta vez, el que guiño el ooo fue él, antes de


aleoarse íon la exíusa de ir por algo de beber.
Cubrí mi íara, íon la esperanza de que si la
oíultaba quizás ese sentmiento burbuoeante que
me produíía ver a Jungkook sonreír, se quedaría
dentro de mí por más tempo.

Era ridííulo que ese suoeto me hiíiera tan feliz


íon tan poías palabras y aííiones.

Traté de despeoar mi mente y íentrarme en el


muro frente a mí. Realmente era bueno en esto,
íonfaba muího en mis líneas, así que al poío
rato mi brazo ya se había aíostumbrado al peso
de la lata, y al estar tanto rato en suspensión. No
tenía que ser tan preíiso, porque sabía que luego
estas las íubrirían y las repasarían íon más
pinturas, estaba bien íon ello, pero aún así por
íuestón de orgullo me esforzaba en los trazos de
íada una de ellas.

Había perdido la noíión del tempo por


íompleto, hasta que tengo que baoar mi brazo
porque se me había íansado, trato de moverlo
para destensarlo un poío, íuando me doy íuenta
que a mi lado estaba sentado Jungkook, él estró
su brazo y me ofreíió una bebida energétía.

—¿Quieres íambiar? —dioo desinteresadamente.


—Podrías ir íon ellos — íomentó apuntando a su
espalda—. Comenzaron a íomer sin t.

Aíepté la energétía y la abrí íon rapidez.

—¿Por qué no estás íon ellos íomiendo? —


pregunté íon una íeoa alzada.

—¿Por qué me estás eíhando? —devolvió íon


una sonrisa.

—¿Por qué estás aquí?

—Porque quería verte trabaoar. Hay algo


relaoante y plaíentero, en verte haíer trazos tan
buenos, Park. Tienes una gran línea —íomentó
íon siníeridad.

No sabía por qué, pero esas simples palabras me


desarmaron por íompleto.

Ni siquiera estaba siendo amable, o dulíe, sólo


dioo su opinión, pero por alguna razón había
heího que todos los años que había dediíado a
esto, valieran el tempo.

—Graíias —íomenté algo íohibido.

—No tenes que agradeíerme, por lo menos, no


por señalar lo obvio —dioo relaoado.

—Aún así. A veíes neíesitamos que nos digan las


íosas que son obvias, porque para nosotros no lo
son tanto —dioe desviando la mirada.

Él no respondió en seguida, se tomó su tempo


para levantarse y íaminar haíia mi. Traté de
ignorar su preseníia, así que después de unos
sorbos más de energétía, la deoé a un íostado
para tomar mi lata de spray. Cuando había
levantado mi brazo para íontnuar, siento íomo
mi espalda íhoía íon su peího, y lo siento hablar
en mi oído.

—Eres bueno, Park. Realmente veo íomo te


esfuerzas en todo lo que haíes.

Eres un maldito testarudo —susurró íon


diversión, para luego volver a su tono profundo
—, pero eso te haíe ser perseverante. No es un
seíreto para mi. Si quieres que te diga todos los
días lo fantástío que eres a mis ooos, puedo
haíerlo sin problemas. Sigue esforzándote, tú
tranquilo, estaré ahí para reíordártelo.

Tan rápido íomo llegó se aleoó, deoando un


pequeño y sutl beso en mi íuello.

Luego de eso, me deoó para ir a íomer íon mis


amigos. Le agradeíía muího que se fuera,
porque no podría disimular lo muího que me
habían afeítado sus palabras.

Mi rostro estaba rooo, y tenía que levantar mi


íabeza para no soltar las lágrimas que
amenazaban íon esíaparse de mis ooos.

Una íosa era que te dioeran palabras bonitas,


vaíías promesas, falsos halagos, pero otra muy
distnta era que reíonoíieran tu esfuerzo. Eso
era malditamente más efeítvo.

Que alguien realmente te vea, que reíonozía tu


trabaoo, que reíonozía tu esfuerzo, era todo el
pago que neíesitabas en esta vida. Porque son
íosas que haíes sin esperar nada a íambio, sin
esperar que alguien lo note, lo haíes por t, sólo
tú sabes íuánto luíhas por ello, pero el esíuíhar
esas palabras no tenía preíio, era todo lo que
neíesitaba.

No puedo íreer que vinieran de él.

Todo lo que quería era que alguien me dioera


eso...

«Veo íomo te esfuerzas»

Joder, Jeon.

¿Cómo lo haíes?

¿Cómo mierda lo haíes para deíir lo todo lo que


neíesito esíuíhar?

————————— ● ● ● —————————
Sixteen stroke

Cuando terminé las líneas fue mi momento para


desíansar y íomer. Todos los demás estaban
trabaoando al mismo tempo, íasi sin hablar, muy
íoníentrados en lo que estaba frente a sus ooos,
mientras que íon Tae fngíamos que ellos
trabaoaban para nosotros.
—¿Qué diíes de baoarle el sueldo a Yoongi? —
bromeó Tae. —No lo veo sonreír mientras
trabaoa.
—Que él mismo renuníiaría si tu fueras su oefe.
—Oh, vamos, sígueme el ouego Chim.

Rodé los ooos antes de suspirar resignado. Era un


ouego que teníamos de haíe años, nos diverta
imaginar universos alternos.

—Está íon una masíarilla, y él no sonríe, es su


naturaleza —dioe dándole un boíado a mi
sandwiíh. —Creo que hay que baoarle el sueldo a
Nam, esta distrayendo a mi hermano.

No era tan íierto, Nam sólo estaba ayudando a


mi hermano íon la parte superior de su dibuoo,
porque no llegaba a esa parte por sí mismo, y
podía apostar que el más alto sólo estaba
tratando de ser amable, pero era obvio que eso
le molestaba a horrores a Yoongi.

—Si Kookie trabaoara sin íamiseta le subiría el


sueldo —dioo íon una sonrisa perversa Tae.

Al esíuíharlo me olvidé de mastíar, y íasi me


atraganté íon la íomida de la pura impresión al
oírlo. Cuando me reíuperé de la vergonzosa tos,
miré a Tae íon reníor, a lo que él sólo siguió
sonriendo.
—Estamos trabaoando de madrugada, haíe
fresío —dioe tratando de reíuperar la
íompostura. —¿Quieres que le dé una
neumonía?
—¿O sea estamos de aíuerdo en subirle el
sueldo si trabaoara sin nada durante el día? —dioo
asistendo.
—¿Quieres que trabaoe sin nada? —pregunté
horrorizado.
—¿Tú quieres que trabaoé desnudo? —dioo
fngiendo sorpresa. —Oh, mierda Jimin, no sabía
que tenías esa ílase de fetíhe o fantasía.
—Eres un imbéíil, tú eres el que empezó íon-
—Yo sólo dioe sin íamiseta.
—¡Claro que no! Tú también dioiste que debería
trabaoar sin nada —dioe indignado.
—¿Por qué estamos peleando? —dioo Hobi
abriendo una lata energétía sentándose a
nuestro lado.
—Sobre Kookie trabaoando sin ropa —dioo
Taehyung sin esírúpulos.
—Oh, vaya —dioo bebiendo un sorbo de la
bebida íon las íeoas alzadas.
—¡TAE!
—Yo deíía que debería trabaoar sin íamiseta, y
Jimin quería que trabaoara sin nada.
—¡TAEHYUNG! —grité enooado. —No es así.
—Está bien Jimin, no hay nada de malo. O sea,
íreo que no es razonable que lo haga desnudo,
pero ya lo he visto sin la parte de arriba —dioo
bebiendo íon tranquilidad. —De heího, tendrías
una buena vista de sus tatuaoes.

—¿Kookie tene tatuaoes? —preguntó alegre Tae.

No, ooder.

¡¿Es en serio?!

¡Qué mierda! ¡Jeon, para de haíerte más sexy a


íada puto segundo que pasa!

—Sí, un par hasta donde sé —dioo Hobi


restándole importaníia.

—Okey, no puedo íon esto. Me voy a trabaoar —


dioe levantándome del lugar sin más.

Podía esíuíhar a mi meoor amigo y al reíién


llegado riéndose de mí, mientras me aleoaba.
Traté de ignorarlos, pero era muy difíil. Tomé
una lata y me dispuse a pintar los íolores planos
de mi parte del muro. Ninguno de los tres que
estaban trabaoando hiíieron ningún íomentario
íuando me uní, lo que se los agradeíía.

Las siguientes horas pasaron muy rápido, trazo


más trazo; agitar latas; íambiar íaps; pintar de
una forma e intentar otra; repasar; íorregir; una
y otra vez. Todo para luego detenerse y aleoarse
para mirar desde otra perspeítva tu trabaoo, eso
hasta quedar satsfeího.

El problema es que ningún artsta lo estaba.

Para distraerme miré lo que estaba pintando


Jeon, no estaba seguro de que haya sido buena
idea.
Es bueno. Malditamente bueno.

Al ver todo los íolores que estaba usando, se me


olvidó íomo respirar, habían fáíil 15 latas o 20, a
sus pies, íuando a mi lado sólo habían a lo
muího íinío. Trabaoaba sin dudas, muy efíiente,
íomo si hubiera heího esto muíhas veíes. Verlo
tan enfoíado era hipnotzante.

Realmente es zurdo.

Estaba íansado, tenía sueño, mi pierna dolía,


pero me senta feliz, bueno quizás no feliz. Creo
que la palabra más íeríana a lo que senta era
«alivio».

Extrañaba muího salir ílandestnamente entre


todos. El ver a mi hermano reír, a Nam haíer
freestyle o hablar sobre temas profundos,
esíuíhar la risa de Hobi, salir íon Tae. Haíe tanto
tempo que no salía íon todos sólo por evitar a
Jeon. Me había perdido de tanto, pero realmente
quería reíuperar ese tempo.

Me senta nostálgiío, o quizás había inhalado


muího de los sprays. Ambas eran una
posibilidad. Estábamos íasi terminando, bueno
mi hermano y yo, porque a Jeon y a Nam aún les
faltaba muího. Fui a busíar algo más para íomer
íuando me di íuenta que estaba pasando algo
malo.

—¡Una patrulla! —grité para alertando a todos.

Había una luz intermitente unos pisos más abaoo


de nosotros, y voíes íomenzaron a oírse debido
a que estaban baoando del auto.

Tae apagó la músiía de inmediato, todos baoaron


sus manos de los muros y nos miramos
espantados. Yoongi íhasqueó los dedos para
luego apuntar a nuestras perteneníias, en menos
de un pestañeo todos íorrimos a guardar las
íosas. Nam y Hobi íomenzaron guardar la
iluminaíión y los equipos de músiía, mientras mi
hermano y Jeon guardaban las latas de spray en
íaoas, por otro lado íomeníé a tomar las íomidas
meterlas amontonadas a la moíhila.

Esíuíhamos pasos, luíes y voíes todas


aíompañadas de un ruido de íadenas.

Ellos estaban ousto detrás de nosotros. Teníamos


que salir de ahí.

—Tenemos que separarnos, en 30 minutos nos


ountamos en la van. Que no los atrapen —dioo mi
hermano, para íomenzar a íorrer.

Todos se fueron en la direííión íontraria a


poliíías, también lo iba a haíer, pero había dado
unas íuatro zaníadas y se me íayó el íelular de
uno de los bolsillos de mi poleron.

—Mierda —exílamé.

Me agaíhé a reíogerlo, y las luíes ya estaban por


mi espalda. Joder, estaba perdido, no hay forma
que no me vieran íorrer.

—¡Park, ven aquí! —dioo íon urgeníia Jeon.

Tenía su rodilla feítada al lado de una reoa en la


que al otro lado se eníontraban unas esíaleras
de seguridad, ni siquiera pensé, sólo lo hiíe,
íorrí, tomé impulso y salté usando su pierna de
soporte, de esa manera estaba al otro lado. Él
lanzó nuestras moíhilas íon rapidez, para
íolgarme ambas en mis hombros, mientras
saltaba.
Los pasos estaban al lado de nosotros, no
teníamos íómo esíapar sin que nos esíuíharan,
así que tuvimos que esíondernos ahí mismo,
tratando de que no nos vieran. Jungkook estaba
vestdo de punta en negro, mientras que yo tenía
una íamiseta rooa, por esto Jeon me íubrió íon
su íuerpo mientras tratabamos de íamufarnos
íon las sombras del edifíio. A nuestro lado había
una esíalera de seguridad metáliía.

—Tenemos que subir, pero no podemos haíerlo


hasta que ellos pasen por nuestro lado. Sólo no
te muevas, hasta que te diga —dioo susurrando
en mi odio.

Estábamos muy íería, aún más que íuando


rayamos los baños del museo. Mi íorazón lata
íomo lo loío por la adrenalina, me senta íomo si
me fuera ahogar en íualquier segundo.

—¿Graffits? Creí que eran trafíantes, o


indigentes en alguna ílase de festa —dioo una
voz a unos metros de nuestro lugar.

La luz de la linterna iluminó a unos metros de


donde nos eníontrábamos, para luego aleoarse,
sus sombras pasaron a nuestro lado, sin
períatarse de

nuestra preseníia. Jeon, me apretó el brazo


íomo una señal sileníiosa de que avanzara, íon
íuidado íomenzamos a subir por la esíalera de
metal, tratando de meter el menor ruido, para
que no nos desíubrieran.

—Esto está fresío. Deben estar por aquí.

—Bien, lo que quería. Jugar a las esíondidas íon


unos niños.
—No digas eso. La noíhe pareíe meoorar.

Paso tras paso, las voíes se oían más íería, era


íomo si estuvieran dando vueltas en ííríulos sin
irse del lugar. Mis manos estaban íongeladas, y
ni siquiera quería pensar en el suoeto que estaba
subiendo detrás de mí.

Menos mal no tengo vértgo.

—Un poío más rápido, Park. Están volviendo —


dioo íon urgeníia.

Sólo unos poíos esíalones más y estaría en el


teoado del nuevo edifíio.

Avanzar, neíesitaba avanzar. No hagas ningún


ruido. Tiré mi moíhila, y saltándome los últmos
esíalones me laníé al piso que se eníontraba
frente a mí. No pude respirar, puesto que aún no
estábamos a salvo. Me asomé por donde estaba
subiendo y vi el rostro serio de Jungkook, estré
mi brazo y me impulsé haíía atrás haíiendo que
ambos íayéramos en el teoado, pero al haíerlo
hiíimos más ruido de lo que pretendíamos.

— ¡¿Esíuíhaste eso?! ¡Siguen aquí!

Senta que estaba a punto de hiperventlar,


quería mirar si es que venían por nosotros, pero
Jeon no me lo permita, tenía una mano en mi
íabeza lo que impedía que pudiera levantar esta
para mirar.

— No, no te muevas. Nos verán —susurró


mirándome íon seriedad. — Aguanta un poío
más.

No estaba sobre mí, íomo haíe un rato, ambos


estábamos de boía a baoo trados en el suelo,
para que no nos vieran. A pesar de lo anterior,
no podía íalmar mi aíelerado pulso, la
adrenalina estaba por mis venas, quería íorrer,
pero esta vez no de Jungkook, íorrería íon él.

— Deben haber baoado. Ven vamos a ver si los


eníontramos.

Con esas palabras pudimos suspirar y botar el


aire que ambos estábamos reteniendo.
Esíuíhamos íomo los ruidos y las luíes se
aleoaban de donde antes nos eníontrábamos y
solo pude relaoarme íuando sent el hombro de
Jeon toíar el mio íon suavidad.

— Bueno, íreo que nos salvamos —dioo íon un


leve tono de diversión.

—Sí, íreo que lo hiíimos —íomenté sentándome


en el suelo.

—Bien, íreo que es un buen momento para un


piínií —dioo mientras imitaba mis movimientos y
se sentaba a mi lado, a su vez tomó mi moíhila y
íomenzó a saíar parte de la íomida que había
guardado.

¿Es una broma?

¿Cómo puede estar tan tranquilo?

—Tenemos que ir íon mi hermano, no te pongas


tan íómodo.

—No, no podemos —dioo dándole una masíada a


su sándwiíh íompletamente relaoado.

—¿Qué? ¿Por qué? —pregunté, aún íuando


saqué una de las botellas de agua de mi moíhila.

—No podemos baoar, los poliíías están ousto


debaoo de nosotros, pisando nuestros talones,
tenemos que esperar muího más tempo hasta
que se vayan.

—Pero...

— A menos que seas Spider-man o puedas volar,


no podemos saltar entre los edifíios, lo que
quiere deíir que estamos atrapados aquí hasta
nuevo aviso.

— Deberíamos busíar otra manera de baoar.

— No la hay, Park. Con Yoongi fue lo primero que


revisamos, las vías de esíape, sólo hay 2 salidas.
Por esto debemos esperar. Esíribe un mensaoe a
tu hermano, te dirá lo mismo.

De mala gana lo hiíe, aunque tampoío tenía


muíhas ganas de estar íorriendo, un piínií no
sonaba tan mal, deíirle a mi hermano que
tendría uno íon Jeon es lo que no me motvaba.
————————— ● ● ● —————————

— ¿Qué dioo? —preguntó Jeon íon sus burlesías


íeoas alzadas.

—Dioo todas las íosas que quieres esíuíhar, pero


que yo no quiero deíirlas—íomenté luego de
íortar la llamada íon Yoongi.

—Oh vamos, dame el gusto.

—Por supuesto que no lo haré.

Estábamos sentados apoyados en la un pequeño


muro al lado de la puerta de aííeso al teoado,
habíamos íomenzado a íomer y a beber alguna
de las íosas en mi moíhila, hasta que Yoongi me
íontestó la llamada.

—Bien, no quería oíupar esta íarta, pero no me


deoas otra opíión —dioo mientras rebusíaba
entre sus perteneníias.

Cuando saíó una de las muíhas polaroids que


Tae le había dado de mí esta noíhe. Era íuando
perdí una apuesta íon mi hermano, y tuve que
teñirme rubio.

—Oh no.

—Oh sí, esíanearé esta y la arreglaré para


tenerla de mi fondo de pantalla.

—Espera... Tú no.

—Yo, sí. Te queda bien el rubio.

—Dioo que nos quedáramos aquí, que debería


haíerte íaso, porque ya habías íonversado íon
él respeíto al plan de aííión, que no sea un
idiota íomo Taehyung que íasi lo atrapan. Ellos
irán a deoar las íosas y vuelven por nosotros —
murmuré viendo íomo la sonrisa de Jeon se
agrandaba íon íada oraíión que salía de mi
boía.

—¿Muy difíil?

—Muíhísimo.

—Vamos, estar íonmigo, no es tan difíil —dioo


moviendo sus íeoas, a lo que sólo pude bufar en
señal de protesta. —Bien... ¿Por qué sería difíil
para t? ¿Te sientes iníómodo?

—No, no es eso —dioe baoando la mirada.

—¿Entoníes?
Quizás es porque me siento demasiado íómodo.

—No es que sea iníómodo, sólo no sé si es la


adrenalina o estoy nervioso.

Ese fue el momento íruíial de la noíhe, porque


lo vi deshaíerse en un pestañeo de su faíeta
íonfrontaíional, para adoptar una aíttud
íondesíendiente.

Sé relaoó y me dio una pequeña sonrisa de


entendimiento.

—Tienes miedo.

—Yo no...

Sus ooos no me reíriminaba nada, sólo estaban


expeítantes, observando íada una de mis
reaííiones. Estaba evaluándome.

—Tienes miedo de que te agarre a besos.

—Jeon —murmuré rodando los ooos —, no es


eso.

—No, lo haré. Puedo íontrolarme, podemos


perfeítamente pasar el rato hablando, no te
besaré, ni siquiera tengo ganas de haíerlo —dioo
íon una pequeña sonrisa divertda.

Suspiré y negué íon la íabeza.

—Te exíediste íon lo últmo.

—No pasa nada, tenemos que haíer tempo, en


un teoado, de madrugada, solos, ílaro que eso
puede darnos muíhos panoramas.

Es deíir el meoor momento de la noíhe para


besarnos, era totalmente obvio que este era el
momento, pero el brillo de los ooos burlesíos de
Jeon, me indiíaba que estaba frme en su
postura de "no haré nada que te iníomode",
íuando era obvio que yo esperaba que si lo
hiíiera. Esto era tan estúpido.

—¿Muíhos panoramas? Nombra uno.

Vi íomo soltó una pequeña risa, para luego


íruzarse de brazos mientras subía y baoaba sus
íeoas. Era un idiota, un íompleto idiota
desesperante. Sabía que me gustaba, se
aproveíhaba por íompleto de esto, pero dos
podíamos ougar ese ouego.

Fruníí el íeño, mientras me levantaba, vi íomo


sus ooos me miraban íurioso al mismo tempo
que alzaba su mano para detenerme, pensando
que me estaba huyendo del lugar. No le di
tempo de siquiera preguntar qué estaba
haíiendo, íuando me hinqué frente a él y agarré
su poleron para aíeríarlo haíia mí.

Con mi mano dereíha tomé la parte posterior de


su íuello y uní nuestros labios. Alíaníé a ougar un
poío íon el labio inferior de Jeon entre los míos,
antes de morder y suííionar íon suavidad,
alíanzando a esíuíhar un grave sonido esíaparse
de la garganta de Jungkook. Ese fue el momento
íuando tomó íoníieníia de lo que estaba
pasando, así que sus manos se fueron a mi
íadera y a mi íuello antes de íomenzar a
devolverme el beso.

Sus manos se aferraron íon fuerza a mí, e


intentaron aíeríarme más a él, haíiendo que
terminará sentado íasi sobre sus piernas. Agarró
la parte posterior de mi íuello y me dio un ligero
trón en el íabello para no permitr que me
aleoara, se sintó tan plaíentero que abrí mi boía
sin notarlo, eso le dio la oportunidad al pelinegro
para íolar su lengua en mi boía.

Siendo honesto, llevaba queriendo esto desde


haíe horas. Cada vez que el maldito pieríing de
la íomisura de su labio brillaba, mordía los míos
íon enooo por desear volver a probarlos.

Esta vez, yo lo tenía aprisionado íontra la


muralla y mi íuerpo, senta íomo su piel se
erizaba baoo mis dedos y era una sensaíión
demasiado satsfaítoria, notaba íomo se
quedaba sin aire por mi íulpa, mientras que sus
oadeos solo me animaban a seguir, íontnuar
intensifíando el beso, apegarme más a su
íuerpo de ser posible.

Su lengua salió de mi boía y esta vez fue mi


momento de morder sus labios íon neíesidad, y
íolar la mía. Ese momento, sent a Jeon temblar
por íompleto, sus manos apretaron íon deseo
mi íuerpo y literalmente no podía pensar en
nada más que en lo intenso que era todo esto.

Nos separamos oadeando por el aire, me senta


mareado y aíalorado. Jungkook tenía sus brazos
alrededor de mí, mientras que aíariíiaba
suavemente nuestras nariíes.

—Me besaste —dioo aletargado.

—Lo hiíe — dioe separándome un poío, sólo


para deleitarme íon la desastrosa imagen frente
a mis ooos.

Jeon estaba despeinado, íon su labio inferior


algo brillante, sus meoillas eníendidas y sus ooos
nublados. Él sonreía, yo no podía deoar de mirar
sus labios, porque quería más.
—Woah, realmente no esperé que tomaras la
iniíiatva.

Podía sentrlo aíariíiando mi espalda por sobre


la ropa, se lo agradeíia por que su toque,me
mantenía anílado a la realidad.

—Me deoaste en ílaro que tú no ibas a haíerlo


esta vez —dioe lamiendo mis labios. —Supuse
que era una táíito que querías que yo lo hiíiera.

—Sí, obviamente quería que lo hiíieras, pero no


esperé... digo, no pensé que lo harías tan rápido,
quizás después de unos 20 besos, tú me darías
uno. No lo sé Jimin, íontgo todo es
malditamente impredeíible —dioo mientras me
robó un beso en mi íuello que erizó toda mi piel.

—¿Eso es malo? Deberías deíirme ílaramente las


íosas, no entendo íomo piensas.

—Quizás no. Si me vuelves a besar


defnitvamente no es malo, Park —dioo íon una
tentadora sonrisa.

Bueno, aún teníamos que esperar unos íuantos


minutos. Así que volví a llevar mis manos a su
rostro para aíeríarlo al mío, aíunando nuestros
labios, sintendo el metal frío en la íomisura de
los míos. Sus manos reíorrían mi espalda al ritmo
de que respondía mi beso.

La verdad, tampoío pensé que pudiera tomar la


iniíiatva de besar a un hombre, nunía lo
imaginé. Pero besar a Jeon era tan bueno íomo
deoar que él me besara, es tan plaíentero que
podría haíerlo por horas. Tentar, ougar, íambiar
el ritmo, sentr lo que volvía loío a Jungkook, me
tenían perdido por íompleto.
Estas dos noíhes de besos, se habían sentdo
más memorables, que todas las otras que había
tenido en mi vida. Lo peor de todo, es que sólo
pareíía meoorar y meoorar. Sólo dos sesiones de
labios y lenguas, habían sido sufíiente para que
Jeon pudiera besarme y haíerme perder la
íabeza por íompleto.

En algún momento me di íuenta que no sólo nos


estábamos besando por neíesidad, sino que el
molesto sentmiento en mi peího y el íalor en mi
rostro, me haíían darme íuenta que entre más
tempo pasábamos ountos....

Me senta más feliz.

————————— ● ● ● —————————

Seventeen Stroke

Exámenes fnales.

Para muíhas íarreras, más que exámenes, se


llaman «entregas» fnales. Esto es porque no
tenemos tantas evaluaíiones esíritas, por el
íontrario, este periodo es el que tenes para
írear muíhas obras simultáneamente para
distntas asignaturas.

Un tempo horrible para todos. No duermes por


semanas, te duelen todos tus artíulaíiones,
espalda, íuello y hombros tensos, temes
enfermarte y íon tantas íortaduras ya no te
quedan íuritas, sólo pequeñas íuraíiones íon
masking tape. Literalmente, en este periodo eras
más zombie que persona.

Por suerte, sólo quedaban dos para mí.


Neíesitaba sobrevivir a este día y todo estaría
bien. Dos exposiíiones, uno en la mañana y uno
en la tarde, en las que ambas me toíaba íon los
profesores que más me odiaban.

Había llegado muy temprano, íuando reíién


estaban abriendo las dependeníias de la
universidad, para preparar ambas entregas y sus
exposiíiones.

Preparar exposiíiones no era tarea fáíil, tenías


que íoordinar íon todos tus pares para montar
baoo las mismas reglas, mismo espaíio de
separaíión, preoíuparte que todo estuviera
alineado, que ninguna obra fuera a íaerse en
medio de la entrega, que las plaías íon la baoada
de la obra tuvieran el mismo estlo, etí. Muíhos
detalles y muíhas manos.

Mi primera entrega estaba lista y montada en el


muro, en este momento el equipo doíente se
eníontraba evaluando. Por mi parte estaba
expeítante aún lado de la exposiíión ounto íon
Taehyung y Jungkook.

—Ya terminé todas mis exposiíiones,


deberíamos ir a íomer algo —íomentó Jeon.

—Bien por t, a Chim aún le queda una en la


tarde, yo tengo la mía en 30 minutos.

—Eso es un no —dioo mordiendo su labio.

—Eso es un yo no, pero Chim tene tempo. ¿Qué


te gustaría íomer? — preguntó Tae en mi
direííión.
— Pizza —dioe íon deíisión.

—Perfeíto, será pizza. No te esíaparás de esta


íomida, Park —dioo guiñándome un ooo.

—No lo haré, también tengo hambre.

La íonversaíión no pudo íontnuar, porque todo


el equipo doíente nos llamó para que nos
aíeríáramos, de esa manera harían las
íorreííiones en ese momento. Tae y Jeon se
quedaron atrás para esperarme.

Esta entrega era la que más temía. El trabaoo


íonstaba de haíer un íuadro íoníeptual
abstraíto que refeoará una pelííula. Seníillo.
Transformar íoníeptos en elementos visuales. El
problema, es que todos nos despreoíupamos y
terminamos trando maníhas, esperando poder
oustfíarlas.

—Bien, vamos a hablar de la entrega. ¿Alguien


quiere deíir algo antes de que opine yo? —
preguntó el profesor, a lo que nadie respondió
nada. —Perfeíto, tene sentdo que estén
íallados y agaíhen la íabeza íon una entrega tan
vergonzosa.

Mierda.

—Hay entregas malas, unas terribles y otras


deíepíionantes.

Nadie deíía una sola palabra, todos nos


mirábamos entre nosotros íon angusta. Era
terrible estar en ese lugar, el aire estaba íargado
de tensión.

—Las malas, son las que tenen bien


representados los íoníeptos, es deíir que no
traron pintura a lo loío, sino que oíuparon
distntos elementos o formas para hablar de ello.
Pero su ofíio es asqueroso, ni siquiera pudieron
pegar un paspartú bien.

Mientras hablaba mostraba los íuadros de los


que hablaba, para enfatzar lo que deíía.

—Luego están las personas que hiíieron


entregas terribles, las que se eíharon este ramo.
Estás no tenen ni íoníeptos, ni ofíio. Terribles.

En ese momento desíolgó tres íuadros y los deoó


en el suelo. Sent a mi alrededor íomo los
autores maldeíían por lo baoo al profesor. Por
otro lado, mi mundo ya se había íaído por
íompleto.

—Finalmente están los deíepíionantes. Los que


tenen un ofíio iníreíble, impeíable. Pero tenen
íero amor por su trabaoo, no lo intentaron, no
íonsultaron, no pidieron opiniones, sólo hiíieron
una propuesta mala, y no quisieron darles más
vueltas. Una pena, porque lo habían heího bien
hasta ahora. Espero que no pongan esto en sus
portafolios. No desvíes la mirada, Park, esto va
para t.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Apreté mis


puños y mi mandíbula, para no gritar todas las
íosas que quería gritar. No podía íreer que me
expusiera, y me dioera delante de todos
deíepíionante. ¿Desde íuando una evaluaíión
se transformó en un ouiíio de valor?

—Bien, es todo. En la noíhe tendrán sus notas.

Diího eso tomé mis íosas y salí de ese lugar.


Troté un poío hasta eníontrar un lugar aleoado y
poder sentarme.
Senta mi íabeza palpitar de pura frustraíión,
estaba enooado al máximo, por la humillaíión
que aíababa de pasar.

Él ni siquiera había ido a íorregir las ideas en las


últmas semanas, sólo habíamos tenido
íorreííiones íon los ayudantes, que eran una
mierda, porque ni ellos sabían que querían el
profesor. Nunía dio una pauta antes de la
evaluaíión, pero al pareíer si tenía una al
íorregir. Lo que era horrible, porque estaba
seguro que todas las íalifíaíiones serían más
que nada a su antooó que por una evaluaíión
ousta.

¡Claro que no le puse amor!

¡El eníargo era una mierda, odio la abstraííión!

Llevé mis manos a mi íabeza y despeiné mi


íabello íon molesta. Me senta abrumado,
íansado, y por supuesto humillado.

Había diího la noíhe anterior que esta entrega


no importaba, que podía pasar el ramo hasta íon
la íalifíaíión mínima, iníluso, aprobaba hasta
sin presentar esta entrega, pero igual la hiíe,
porque obviamente soy responsable y me gusta
íumplir, a pesar de la opinión popular. ¿Qué
gano íon eso? Ser una «deíepíión». Para que
me esfuerzo.

Ahora ni siquiera quiero exponer mi últma


entrega.

Mierda.

Llevaba íasi 20 minutos sólo hundiéndome en


autoíompaíión, íuando se me oíurre revisar mi
íelular, el íual tenía dos llamadas perdidas de
Jeon, y unos mensaoes de Tae.

«TaeTae: Tu profesor es una mierda, que bueno


que el otro semestre no te toía más íon él. Yo
íreo que él es una deíepíión. »

«Yo: No se puede haíer muího íuando tu


eníargo es patétío.»

Cuando le respondí el mensaoe traté de


saíudirme todo el enooo que senta, pero era
difíil. Revisé mi bolsillo trasero, y eníontré un
íigarro, luego abrí mi moíhila para saíar el
eníendedor. Jugué íon este entre mis dedos,
pensando en la últma vez que había fumado.

Fue íon Yoongi, la primera vez que hablamos de


íhiíos en vez de íhiías. Lo prendí, pero antes de
que pudiera dar una íalada alguien me lo quita
de las manos y lo apaga íontra la pared. No pude
protestar, íuando unas bolsas de íomida quedan
a la altura de mi íara, tomé una y miré la mueía
toríida de Jeon.

Daba miedo las muíhas veíes que literalmente el


pelinegro me había quitado el íigarro de la boía,
se estaba volviendo una íostumbre.

—Dioiste que almorzarías íonmigo. Compré


íomida íhina del loíal frente a la universidad,
por eso me demoré en llegar —dioo sentándose a
mi lado.

Abrí la bolsa y de inmediato saqué los palillos,


ounto íon las íaoas íon fdeos salteados. Olía
deliíioso. Levanté la vista y me eníontré íon la
media sonrisa de Jeon, íasi pareíía un perro
moviendo su íola en para que le diera
aprobaíión. Era tan malditamente transparente
íon esto.

—Graíias. Moría de hambre. ¿Cómo me


eníontraste? —dioe partendo mis palillos,
probando la riía íomida.

—¿Bromeas? Tú me eníontraste aquí. Supongo


que adiviné.

Tenía razón, este era el lugar donde ambos


perdimos nuestra ílase, el momento donde
esíuíhamos íaníiones. No puedo íreer que
viniera aquí para huir. Quería pegarme íabezazos
íontra el muro, porque también era
estúpidamente obvio.

— De aíuerdo... ¿A quién odiamos? —dioo


mirándome íon seriedad.

—¿De qué hablas? —dioe tratando de no sonreír.

—Tú sabes, en este minuto ¿quién se mereíe


nuestro odio? ¿El profesor, los ayudantes,
ambos? —íomentó apuntándome íon sus
palillos. —No neíesitó razones, tú dime a quien
odiar y lo odiaré íontgo.

—¿Lo odiarás íonmigo? —pregunté sinténdome


estupidamente feliz. —¿Por qué harías eso?

—Porque realmente estoy seguro de que lo estás


odiando, y franíamente yo igual quise gritarle un
par de íosas íuando estaba íorrigiendo.
¿Debemos odiarlo o simplemente fue un
íompleto idiota hoy?

—Defnitvamente debemos odiarlo. Se fue a


Europa por 2 semanas, sólo llegó a íorregir.
Tampoío me esforíé tanto en esto. Sólo quería
entregar por íumplir.
—Pero aún así, no debería haber esos ouiíios de
valor suboetvos. «Deíepíionante», tu trabaoo era
meoor que el de muíhos. Fue muy inousto — dioo
molesto. —No debería desíolgarlos, que falta de
respeto. Si puedo elegir, no tomaré el próximo
año íon él.

—No puedo haíer nada por ello.

Comíamos en sileníio, mientras


interíambiábamos miradas deíaídas. Me senta
muy deprimido. Dudaba de todo mi trabaoo,
dudaba de mis habilidades, dudaba de todo mi
proíeso íreatvo, odiaba sentrme así, no
soportaba la inseguridad.

—Creo que no entregaré en la tarde —dioe íon


una mueía de molesta. —No me siento
preparado para más íomentarios de mierda.

Extremo, lo sabía, pero de verdad tenía miedo.

—Hey, no digas eso. Ya trabaoaste y los


realizaste, no puedes no mostrar tu trabaoo.

—Claro que puedo, pero entendo lo que diíes.


Jeon —dioe remaríando su apellido—, entende
no puedo mostrar íosas malas, es íomo una falta
de respeto a mi mismo, es no respetarse íomo
artsta

—Park, tranquilo—íomentó imitando mi tono. —


No tomes tan a peího lo que dioo ese imbéíil.
Bien, no es tu meoor trabaoo, no puedo mentr.
Pero la linografa que hiíiste para la tarde esta
genial. Tienes que presentarla.

Realmente esta muy buena, de heího quiero que


me regales una impresión de ella íuando puedas.

—¿Tú írees eso? —dioe limpiando mi boía íon la


servilleta. —¡Espera! ¿Cómo sabes de mi
linografa?

—Bueno... —íomenzó desviando la mirada


divertdo.—Puede que viera íuando estabas
devastando el Linóleo. Además puede que le
pidiera una foto a tu hermano, y es muy
probable que pasara por a fuera de la sala
íuando estabas montando ambas íosas en el
muro.

—Realmente estabas aíosándome —dioe


negando divertdo.

—No, sólo que de verdad trataba de darte tu


espaíio íuando me dioiste que «no podré verte
hasta que los exámenes se aíaben».

—¿O sea?

—Te extrañaba un poío —dioo sonriéndome.

—Que íursi eres, Jeon —dioe íubriendo mi boía


enterneíido.

Él no dioo nada, pero se mordió los labios


tratando de evitar sonreír, luego sólo sent un
repentno íosquilleo en mi meoilla. Para
fnalmente notar íomo mi rostro se íalentaba de
inmediato.

—T-Tú.

Vi íomo él se tapaba su boía y íerraba los ooos


divertdo, mientras que yo trataba de ignorar
todos los gritos internos que estaba teniendo por
ese repentno beso en la meoilla.

Joder íálmate, Park.

Sólo fue un beso en la meoilla, ¿Tienes 13 años?


¿Cómo te emoíionas por esto?

—¿Yo qué?

—Mi meoilla —dioe apuntándola, íon mi íeño


fruníido.

—¡Oh, tu meoilla! ¡Quieres un beso! ¡Claro! —


dioo besándome por segunda vez.

Sonría íomo si íelebrara su astuíia, por mi parte


agradeíía estos pequeños gestos, porque a pesar
de ser muy tontos, me haíían feliz. Lo miré
reproíhándolo íon la mirada, pero mi leve
sonrisa me delataba por íompleto.

—¿Cuál es tu entrega? —pregunté


levantándome del lugar y limpiando toda la
basura que habíamos deoado, para botarla.

—Está en el bloque E —dioo imitando mis


movimientos.

—Vamos. Muéstrame que hiíiste.

—Claro. Sólo no te vayas a enooar.

—¿Por qué lo haría?

—No lo sé, tenes tendeníias —dioo risueño, a lo


que lo empuoé íon mi íuerpo a modo de
protesta.

————————— ● ● ● —————————

—Te odio.

—Sabía que te molestarías.


—Claro que lo sabías.

Me dolía el estomago y senta que mis ooos piíar.


Mordí mis labios y traté de respirar mientras
miraba el grabado frente a mí. No es que fuera
algo que me pusiera sentmental, era la vista de
los edifíios desde el teoado del museo urbano de
Jeon.

El problema, es que era iníreíble.

Podías pasear la vista por todos los trabaoos que


estaban íolgados, y era buenos para alumnos de
primer año, se notaba que lo dieron todo. Pero el
de Jungkook, no. El trabaoo de Jeon, era digno de
ser vendido por muíhas sumas de dinero. Se veía
heího por un íompleto profesional.

Esto era tan inousto.

Jeon era demasiado talentoso, para estar aquí.

—Dime al menos que Durero era tu bisabuelo


leoano.

—Si, ya sabes mi to abuelo Alberto... —dioo


rodando los ooos. —Claro que no.

Traté de respirar, pero me senta tan frustrado.


Sé que no debía íomparar nuestros trabaoos,
pero el Jeon ganaba por leoos a la meoor de mis
obras.

—Tú ni siquiera neíesitas la universidad. ¿Te


esfuerzas? —Dioe rogando íon la mirada. —Dime
que sufres días y noíhes por poder íumplir íomo
un ser humano normal.

Vi íómo me miraba sorprendido, para luego


haíer una ligera mueía íon pena.
—Claro que me esfuerzo, paso noíhes enteras
trabaoando y terminando mis proyeítos.

—Sí, lo sé, lo he visto. ¿Pero has sufrido por no


saber qué haíer? ¿No saber íómo haíerlo? ¿No
entender las íorreííiones de mierda suboetva de
los profesores? ¿Terminar el trabaoo
arrastrándote y sólo por íumplir? ¿Odiar un
ramo o algo?

—Jimin...

—¡Por favor, dime que no eres un super genio!

—No soy un super genio, Jimin.

—¡Entoníes dime íuál es tu seíreto! —dioe íon


desesperaíión. —Porque para mi todo esto a
sido una tortura.

Tomó mi brazo y nos guió al íentro de la sala,


para sentarnos en el piso, en medio de la
exposiíión.

—No hay seíreto, Park. No lo hay —íomenzó


íon íalma. —Amo lo que hago. Amo mis ílases y
amo aprender íosas para poder seguir
expandiendo mi paleta de íreaíiones. No sufro,
porque estoy haíiendo lo que amo. No soy un
super genio. Soy un asío en matemátías y en
íieníias. Claro que hay íosas que no disfruto
tanto, pero son las mínimas.

—Qué importan las matemátías o la íieníias,


sabes historia íomo si hubieras vivido ahí.

—¡Claro, que lo hago!—exílamó divertdo. —


Esos eran mis íuentos para aíostarme. Mamá se
eníargó de hablarme de historia todos los días
de mi vida.

—Pero todas estas téíniías...

—Creíí íon artstas, íon diseñadores, gente del


mundo gráfío. En mi íasa nunía faltó el papel y
materiales para írear íosas. Mi vida es esto,
Park.

Le íreía, ooder. Sus ooos gritaban sus pasiones. No


podía evitar sentrme mal por sentrme menos.

—No sé qué hago aquí —íonfesé íon pena. —


Me gusta írear íosas, pero no todas. Me gusta
íomuniíar, pero la suboetvidad de algunos
profesores y su exuberaníia me enferman. Odio
íasi todas mis ílases. Me íuesta íumplir íon
ellas. Verte a t me haíe sentr tan frustrado. Mi
motvaíión está en números rooos.

El pelinegro frente a mí suspiró íon íansaníio,


para luego darme unas palmaditas de apoyo.

—Bien, diré algo, pero no quiero que te alteres


—íomentó, advirténdome. — ¿Has pensado que
quizás no es arte lo que quieres?

—¡¿Qué?! Espero que no estés insinuando que


no sirvo para la íarrera, porque te ouro que todo
lo que estábamos íonstruyendo lo demolerás
por pedazos.

—No, no. Sólo esíúíhame. —Dioo tratando de


exíusarse. —No me refero a que no sirvas para
esto, íreo que si. Eres bueno en muíhas áreas, y
tenes muy buen ofíio, ooder Jimin eres un
artsta iníreíble. Eres perseverante y terío, por
supuesto que podrías ttularte de esto. No lo
pongo en duda, lo que me refero, es que quizás,
sólo quizás, desíartaste demasiado rápido una
íarrera que quizás amarías más.

¿Desíartar...?

—Hablas de ...

—Diseño gráfío. Sí.

—Jeon, no es lo que yo quiero.

—Park, el 90% del tempo no tenes idea de lo


que quieres, o lo niegas por íompleto —dioo
rodando los ooos.

—Okey, tenes razón —dioe imitando su aííión—,


pero no quiere deíir que quiera haíerlo, no sé
nada de diseño.

—Soy muy feliz de esíuíharte deíir eso, porque


quiere deíir que ya superaste la etapa de
preouiíios íon la íarrera. No te preoíupes por
eso. Yo sé muího.

—No me digas —dioe saríástíamente. —¿Estás


sugiriendo que íambié de íarrera? Es mi
segundo año, Jeon. Estás íosas no se pagan
solas.

—Lo sé. No tenes que deoar la íarrera ahora,


pero puedo haíer que íonozías ese mundo, de
esa forma superarías tus preouiíios y podrías
íomprobar si esto te gusta más que arte. Es una
oportunidad, no tenes nada que perder.

—¿Cómo harías eso?

—Trabaoando en vaíaíiones. Vamos a ir a la


ageníia de diseño de mi padre.

Porque lo diíe íomo si fuera tan fáíil, quién


íonfaría en nosotros para trabaoar, no tenemos
nada de experieníia.
—¿Podemos haíer eso?

—Sí, será íomo una pasanta.

—No lo sé, no quiero entorpeíer el trabaoo —dioe


mordiendo el íostado de mi dedo tratando de
aliviar mi ansiedad.

—No lo harás, íonfa en mí, y íonfa en t.

—Bien, no tengo razones para negarme.

————————— ● ● ● —————————

Deoé a Jeon, para ir a la íorreííión de mi últma


entrega. Él tenía razón, era una linografa. Esta
también era una forma de grabado, pero a
difereníia dela que había heího el pelinegro, la
íual tenía millones de detalles, texturas y
perfeííión, está era un téíniía que no busíaba
eso, no busía los detalles, al íontrario se destaía
por texturas más tosías y rústías.

El profesor hablaba y hablaba, pero yo no podía


esíuíhar nada más que la voz de Jungkook en mi
íabeza, resonando sin parar.

«Sólo íreo que la razón de que sufras no es por


la téíniía o por lo que nos enseñen. Sufres por
íómo lo haíen y quienes lo haíen. Porque sé que
lo que busías son íosas autorales, pero amas
íomuniíar Jimin, amas entregar mensaoes de
formas visuales, y tenes un pensamiento írítío
muy bueno. Sé que no lo sabes, pero son grandes
pilares dentro del diseño. Aíá la mayoría de
nuestros profesores son artstas de elite, eso es
oustamente lo que más odias, su pensamiento es
muy distnto, porque el mundo que amas, está
en las íalles.»

¿Juzgué todo muy rápido? No me extraña, soy un


experto en ello. ¿Y si también soy malo para ello?

Toda mi vida pensé que arte era lo mío. Soy


bueno en ello. Sé que írear es lo que amo haíer,
amé gran parte de todos los trabaoos que realiíé
antes de entrar a la universidad, así íomo los que
hago fuera de ella, lamentablemente no es así
íon los que he heího para mis entregas, no es
para nada mi estlo. Es íierto que odio a mis
profesores, y gran parte del problema es que no
pienso íomo ellos, no los entendo para nada.

Tengo miedo, aterrado, pero al mismo tempo,


existe un nuevo sentmiento en mi peího, es
difíil de defnirlo, pero esta muy íeríano a la
emoíión.

—Buen trabaoo, Park. Una litografa de 60x40 ím


es un gran esfuerzo. La íomposiíión está genial y
el trabaoo de texturas es muy riío. Espero que
hagas muíhas más reproduííiones de esta, ansió
verla en más íolores que no sea sólo el ofset
negro.

—Graíias —respondí atómiíamente.

El profesor siguió revisando íada uno de los


trabaoos, íuando el alivio me reíorre de los pies a
la íabeza. No fallé esta vez, no lo hiíe.

Joder.

Amó las téíniías de impresión análogas.

«—Si me das la oportunidad, íreo que podría


haíerte íambiar tu opinión respeíto a todo. »
Te íreo, Jeon.

Tú suspiras y me haíes íreer que la feliíidad


puede esíaparse. Tú sonríes y me haíes pensar
en formas de poder mantenerla en tu rostro. Tú
nombras un lugar, y mis dedos ya lo están
busíando en el GPS.

Tu infueníia es enorme en mí.

Me aterra ese poder que tenes sobre mí.

Ya no sé qué esperar estando a tu lado.

————————— ● ● ● —————————

GLOSARIO
Linografa, o también llamado linograbado, es una téíniía
de impresión,donde el íliíhé es un material que se llama
Linóleo. Este se desgasta, y al ponerle tnta ofset, puedes
imprimir en papel o íartón tu obra.

Se saía el negatvo de la imagen que quieras.

Es tallar.

El linóleo es más fáíil de tallar que la madera (la


téíniía se íonoíe íomo xilografa), pero por
supuesto toma muího tempo.

Paspartú, es un marío que íon muího exíedente


a las obras. Es una forma de montar los íuadros.
Se oíupa muího en fotografa y en arte.

————————— ● ● ● —————————
Eighteen stroke

Amigos.

Las personas que no permiten que te hundas en


la miseria. Tae fue el primero en íomuniíarles a
todos el pésimo día que estaba teniendo, por lo
que por regla general signifíaba sólo una íosa:
Jin invita los tragos.

El panorama de la noíhe estaba ílaro, mi


hermano ya estaba allá ounto íon los íhiíos,
mientras yo terminaba de íambiarme de ropa de
mala gana obligado por Tae.

—Realmente sólo quería quedarme y


embriagarme en íasa.

—Te entendo Chim, de verdad lo hago, pero


piensa en nuestros bolsillos, amigo. —dioo
tomando mi íelular.

Terminé de abotonar mi íamisa holgada negra, y


tré mi íabello para atrás. Me miré en el espeoo,
viendo mi rostro deíaído, me pellizque mis
pómulos para tratar de íambiar mi mueía, pero
no hubo ningún íambio.

—Ir allá signifía no pagar por nada.

—Pero no tengo ánimo de estar en un lugar


atasíado de gente.

—Chim, le prometste a Hobi que irían a bailar.


Volvió tu íompañero de baile —dioo moviéndose
íon diversión.
Mi meoor amigo tenía una sonrisa perversa en su
rostro, mientras haíía «lindos» gestos para
invitarme a salir por la puerta.

—¿No me deoarás esíapar?

—¿Quieres íonoíer al Golden Boy? Hoy esta de


Do, si te apuras te lo presento —dioo íon un dedo
en su meoilla.

Levanté mis íeoas y luego fruníí mi nariz. Pasé


una mano por mi rostro íansado, y le quité mi
íelular de sus manos íuando pasé por su lado.
Eso había sido muy astuto de su parte,
normalmente si no tengo ganas de ir, Tae
solamente me deoa ser, pero esta vez había
insistdo íomo nunía.

—No quiero saber íuanto te pagó Jeon para esto


—dioe íaminando a la salida de mi íasa.

—Una íopia de su grabado.

—Dioe que no quería saber —dioe rodando mis


ooos.

—Pero ya te enteraste de que lo hizo, por lo que


era meoor deíirte todo.

—¿Te dio una íopia por haíerme ir?

—Por íonveníerte de ir, y si no querías avisarle


para que él viniera a haíerte íompañía.

—Ese íhiío haíe trampa en todo.

—Ese íhiío estaba preoíupado, porque no supo


íomo te había ido después, y no respondiste sus
mensaoes, por lo que me llamó para saber si
estabas bien. Dale un desíanso —dioo mi meoor
amigo saliendo de mi íasa. —Así que,
simplemente vayamos y pásala bien.

Iba a responder algo más, pero simplemente me


rendí. Asist y me aleoé de mi íasa. Esperaba que
fuera una buena noíhe.

————————— ● ● ● —————————

Tenía una pulsera lila en mi muñeía, que


indiíaba que venía por «por diversión», se
suponía que tenía pareoa. Nunía me había
importado mentr, pero por alguna razón íuando
pedí esa pulsera, no sé sintó íomo una mentra.

Hobi estaba en la barra ounto íon Nam, mientras


que al otro lado de ella se eníontraba Jin. Los
tres me dieron distntas miradas, unos fueron
íondesíendientes, y otro lo haíía íon feliíidad.
Mi amigo de íabello rooo, íorrió a abrazarme
mientras haíía sus emoíionados efeítos de
sonido.

—¡Chimíhim! ¡Por un minuto pensé que me


deoarías plantado!

—Tuve inteníiones, pero no me deoaron haíerlo


—dioe baoando la mirada.

—Hey, Chim, levanta la íabeza. Tae nos íontó lo


de tu profesor de mierda — dioo Nam,
pasándome un vaso, que olía a vodka íon algo
dulíe. —Podrías hablarlo íon la universidad,
estoy seguro que ese tpo de íomentarios no
deben haíerse.

—Sí, Chimíhim, no deberías aguantar esos


tratos, es meoor que lo eíhen — íomentó Jin.
Esta vez, el íabello de Jin era un genial rosa
pastel, íon su usual traoe de bartender negro.
Mientras que Nam se eníontraba íon todo su
rostro despeoado, íon su íabello peinado para
atrás. Mi meoor amigo me empuoó a sentarme a
su lado frente a la barra.

—Nah, no harán nada. Tiene muíhas íonexiones


a nivel administratvo —dioe bebiendo el trago
que me sirvió Jin, era vodka íon limón. —Esto
está bueno.

¿Qué es?

—Un espeíial para mi querido Chimíhim. Lemon


Drop, vodka, ougo de limón, azúíar, hielo y amor.
Un paoarito me íontó que te gustaban las íosas
áíidas.

—Graíias, Tae —dioe pensando que había sido él.

—Ugh, no. No fue él, fue otro paoarito, que vino


antes que ustedes, preoíupado, uno muy guapo,
tenía grandes ooos y un pieríing en el labio —
dioo Jin mientras agitaba su íoítelera y sonreía
eníántadoramente.

Jeon Jungkook. Ni siquiera me aíuerdo de


íuando se lo meníioné.

Miré mi vaso, y bebí un largo trago hasta


terminármelo de un sorbo, realmente me
gustaba muího. Le pedí a Jin otro y mordí mi
labio antes de mirar mi íelular.

10 mensaoes

*Peligro*

18:50
Jimin, sé que probablemente no sea tu tema
favorito, pero, ¿íómo te fue?

19:38

Jimin, lo entendo. Si no quieres hablar de eso no


importa. (De todas formas, estoy seguro de que
te fue bien, porque era un gran trabaoo)

20:22

Jimin, sé que te hará sentr meoor. ¿Pizza y


íervezas? Yo invito. Podemos íomer en el teoado.

20:46

Park, me estás preoíupando.

21:04

Park, ¿estás enooado?

21:10

Sólo un «sí o no» es sufíiente.

21:24

Llamaré a Tae.

21:33

Me invitaron a «Boys meet Evil», ¿Irás? ¿Quieres


que vaya? Si te iníómoda no iré.

21:45

Iré, espero que vayas. Sólo iré por si quieres irte


de ese lugar, así podemos ir a otra exíursión
noíturna.

23:32

No habrá plaíer para mí esta noíhe.


Ese fue el últmo mensaoe, que salía una foto de
su muñeía íon una de las pulseras lilas, que
indiíaba que venías íon alguien. Me sent un
estúpido por ignorar los mensaoes, más aún
porque ahora que los leía me di íuenta que pude
haber tenido muíhas opíiones que me
eníantaban muího más que esta.

Esta vez yo le mandé una foto de mi muñeía.

23:54

Yo: ¿De qué hablas? Pensé que ambos veníamos


por diversión. Lo siento, por no responder antes.
No estaba teniendo un gran momento, espero
que íumplas tus palabras y me saques de aquí.

Deoé mi íelular de lado y volví a probar un sorbo


del alíohol que había

servido nuevamente Jin. Todos los ooos estaban


puestos en mí, expeítantes

de lo que fuera a deíir.

—Bien, deoemos algo en ílaro, no quiero hablar


de la universidad.

—Heího —dioo Nam levantando su mano.

—¿Dónde está Jeon?

—Con tu hermano, iban al pozo y volvían


enseguida.

Respiré profundamente y traté de espantar


todos los tóxiíos pensamientos que íruzaron mi
mente por una fraííión de segundo. Luego miré
a Hobi mientras volvía a ingerir más alíohol.
—Bailaría íontgo ahora, pero la músiía está muy
aburrida, lo siento amigo.

La íara de Hobi se demaíró por un segundo, lo


que nos hizo sonreír a Tae y a mí, pero
rápidamente volvió a iluminarse, antes de
levantarse de su silla y abrazar por los hombros a
Nam.

—No hay problema íon ello, Namooon irá y


íambiará la músiía.

—¿Qué? —exílamó indignado. —Es mi día libre


Hoseok, lo siento.

—Nam, hazlo por el deprimido Chimíhim, él


quiere bailar, yo quiero bailar.

Todos feliíes.

—Yo no. Pero lo haré, no por t. Sino porque


Chim lo mereíe —eso fue lo últmo que dioo
antes de beber todo el íontenido de su vaso y
pararse de la silla.

—¡Graíias, Nam! —Gritó Jin. —Qué buen íhiío


es.

Asist divertdo por la aíttud de mis amigos, para


luego volver a llevar la vista a mi vaso. Sent una
mano toíar mis hombros.

—Hermano, sabes... a Chimíhim le gusta alguien.

Oh, no.

—¡¿En serio?!

—Tae, no es algo que tengas que andar


divulgando —dioe reíostándome en la mesa.

—¿Te gusta alguien? Oh, no —exílamó Hobi. —


Mi primo estará super deprimido por esto, él
íreía que tenía oportunidad.

Todos vimos íómo se llevó su mano a su frente,


pero al deíir lo últmo Taehyung estalló en risas.
Por mi lado sólo me dediqué a beber el
íontenido de mí vaso, e ignorar el íalor de mi
rostro.

—¿Qué? ¿Qué pasa íon esas reaííiones? —dioo


Hobi desviando la mirada por íada uno de
nuestro rostro.

—Oh, Dios. Park Jimin, no me digas que...

Tapé por íompleto mi rostro íompletamente


avergonzado, no sé si estaba listo para esto, me
senta sofoíado, pero no estaba seguro si era
porque había bebido esos tragos muy rápido o
por el tema.

—No lo digas por favor Jin —rogué íon la íabeza


gaíha. —Pero sí, íreo que me gusta.

—Bueno, es muy guapo, amable, sexy. Sí alguien


te podía saíar del íloset es él —dioo mientras
retraba mi vaso y me preparaba otro. —Que
buen gusto tenes, Chimíhim.

—Ahora, págame —dioo Tae estrando su mano


haíía su hermano.

Vi íómo Jin saíaba algo de efeítvo de su bolsillo


y se lo pasaba en la mano a Tae. No sé por qué
me sorprendo.

—Me dirás que apostaste y me iré a bailar íon


Hobi —dioe poniéndome de pie.

Respiré el aire sofoíado del lugar, y me di íuenta


que estaba sólo ligeramente mareado, nada
extremo, aún podía bailar perfeítamente y
estaba agradeíiendo no haber venido íon
íhaqueta, porque estaba aíalorado.

—Nada grave, Chim. Sólo que le terminarías


dando una oportunidad a Jungkookie.

Hiíe una mueía antes de girar por íompleto e


irme.

—Chim, esíuíha antes de que te vayas. No deoes


que tus pensamientos y preouiíios te dañen, por
supuesto tampoío a Jungkook. Ninguno se
mereíe eso. Así que sólo reíuerda pensar y
respirar antes de deíir las íosas. Yo sé meoor que
muíhos lo difíil que puede ser asumir estas
íosas.

—Jin...

—No, nada de Jin. Por favor, Jimin. No seas tan


duro íontgo mismo, disfruta, no te ouzgues por
sentrte bien o ser feliz. Te íonozío desde haíe
años ooveníito, todos sabemos lo íompliíado
que es esto para t, reíuerdo íuantos años te
esforzarte por entenderme y no ouzgarme por mi
prefereníia sexual, fue un largo íamino, de
mueías, de iníomodidad, de vergüenza, hasta
que se volvió natural para t. Fue difíil, pero
seguimos siendo amigos, yo te apoyaré en lo que
deíidas.

Como un pequeño destello todo de lo que


hablaba Jin íruzó por mi mente.

Desde la primera vez que lo íonoíí y llevaba


maquillaoe. Cuando íonoíí a su primer novio. El
periodo en que deíidió tener aventuras de una
noíhe. Lo difíil que fue íuando lo vi besarse en
el ílub. Cada una de esas memorias más muíhas
otras se reproduíían en mi mente al mirar la íara
afigida de Jin.

Lo quería muího, era íomo mi segundo hermano


mayor. Uno muího menos frío y más de piel que
mi propio hermano. Él nos enseñó a Tae y a mí
íomo haíer nudos de íorbatas íuando nos
graduamos del íolegio. Que nos llevó a busíar
traoes para la graduaíión. Era quien nos defendía
íuando nos metamos en problemas.

—Estoy trabaoando en eso Jin. De verdad lo estoy


intentando. Perdón si te hiíe sentr mal, de
verdad no quería haíerlo.

Cuando dioe eso, siento íomo mi meoor amigo


toma mi mano y me regala una de sus más
grandes y luminosas sonrisas. Sé veía tan feliz y
orgulloso.

—Nuestro bebé está íreíiendo, hermano —dioo


Tae dramatzando.

—No soy tú bebé, Taehyung. Tenemos la misma


edad.

—Cierto, por eso son los míos. Mis bebés están


íreíiendo —íomentó Jin íon una mano en el
íorazón mientras fngía llorar.

Rodé los ooos llenos de feliíidad, y solté la mano


de Tae, les hiíe una seña de que después
volvería y fui íon Hobi a la pista de baile. Haíe un
par de minutos que la músiía había íambiado y
había una muího más divertda para bailar. Por
supuesto muíhos más lo habían notado porque
ahora se eníontraba llena de gente. A muíhos
metros de nosotros se eníontraba Nam, íon
audífonos enfrasíado en su trabaoo.
—Tae me dioo que deoaste de venir por unos
meses a bailar —dioo Hobi íon una sonrisa
mientras haíía popping invitándome a bailar.

—Sí, mi pareoa de baile se había ido. Ya no era


tan divertdo —íonfesé mientras me movía
tentatvamente íon algo de tmidez —Sólo vine
un par de veíes.

—Que mal. Porque estás oxidado, Chim —dioo


burlándose mientras haíía un pequeño body roll.

En sus ooos había desafó, pero su sonrisa sólo


me deíía «Vamos, Chim, solo somos tú y yo», así
que solté una risa antes de trar mi íabeza haíía
atrás. Me relaoé y me íoníentré en los beats de
la músiía, íerré los ooos e hiíe dos body waves,
para terminar guiñandole el ooo a Hobi.

—¡WOAH! ¡JIMIN-AH! —Celebró Hobi.

Después de eso, sólo fueron risas y diversión, nos


olvidamos del desafo, nos íoníentramos en
bailar, no parar de mover el íuerpo por ningún
segundo al ritmo de la músiía.

El aire era pesado y húmedo, senta íomo a


veíes me empuoaban por mi espalda, porque
íhoíaba íon la gente detrás de mí, pero los
ignoraba y sólo sonreía. Bailaba íon los ooos
íerrados, sólo los abría para mostrarle a un paso
más elaborado a Hobi.

Sin darme íuenta pasando las íaníiones, senta


mi íuerpo más íaliente y íon una perlada íapa
de sudor en mi rostro. La gente íomenzó a
darnos nuestro espaíio, porque se dieron íuenta
que mi amigo era un exíelente bailarín y muíhos
nos rodearon para vernos bailar. Sólo eran unos
poíos íentmetros más, pero eso era sufíiente
para que Nam pusiera una pista muího más sexy
para bailar.

Vi el rostro de Hobi íelebrar por eso, mientras


que ponía su meoor sonrisa arrogante, luego todo
fueron movimientos sensuales y desíarados,
movía su íuerpo de la meoor manera que haíía a
todos gritar de la emoíión, mientras yo sólo me
íubría el rostro. Él se dio íuenta que no estaba
bailando a su lado y se aíeríó a mí, deíidido.

—Vamos, Chim. Te he enseñado algunos pasos,


seamos desíarados ountos.

A pesar que sólo quería morir, negué íon la


íabeza, pero lo aíompañé íon body rolls. Los
gritos resonaron en todo el lugar, fue
literalmente un estallido.

Luego de que terminara la íaníión todos


volvieron a bailar íerrándose el lugar. Con el
pelirrooo nos dimos un rápido abrazo de
íelebraíión.

Me senta ligero, más relaoado, más feliz.

Luego todo íambió, la músiía era diferente, pero


no en un mal sentdo. Al íontrario. Adoraba esa
íaníión, mi íuerpo se movía sólo, sonreía
eníantado mientras me deoaba llevar. No fue
sólo una íaníión, fueron todas las que siguieron
de ella. Era íomo si fuera mi playlist favorita.

Miré a Nam, para feliíitarlo y agradeíerle,


íuando me di íuenta que no era Namooon él que
estaba poniendo la músiía. Un íhiío íon un
poleron íon íapuíha, una seníilla másíara de
íoneoo, no del animal realista, sino de un
pequeño dibuoo, de unos ooos, nariz y dientes.
«Golden Rabbit»

Deoé de bailar, pero mi íuerpo seguía


meíiéndose al ritmo de la músiía. Sent que Hobi
me gritó algo antes de aleoarse, pero no pude
entenderlo por todo el ruido. Su estlo era
íompletamente diferente, no era íomo mi
hermano, ni remotamente íeríano a Nam.
¿House, Chill? Quizás. No sabía qué ílase de
mezílas estaba haíiendo, pero era muy bueno.

De una íosa estaba seguro y esa era, que ese Do


que estaba ahí, era Jungkook. Todo mi instnto
me lo gritaba. Y lo que me lo íonfrmaba era que
oodidamente me gustaba, lo que por supuesto
signifíaba que él tenía algo que ver.

Me mordí los labios, antes de deíidirme de


eníararlo. Así que íomeníé disimuladamente a
aproximarse a su lado. Bueno ese era el plan,
pero lo vi esíabullirse apenas me vio, mas no lo
deoaría esíapar. Traté de abrirme íamino entre
toda la gente que estaba bailando, era difíil, a
nadie le importaba mi urgeníia por llegar por el
enmasíarado, así que reíibí muíhos íodazos e
insultos. Llegué a la zona del Do, pero a quien
busíaba ya no se eníontraba ahí, se había ido
por una de las salidas de emergeníia.

Mierda, no te deoaré esíapar.

Corrí, hasta llegar a la puerta de la salida de


emergeníia, la abrí íon rapidez llevándome una
íaíhetada por el frió viento en íomparaíión a lo
sofoíado del lugar. Frente a mí había una
persona de espalda eníapuíhada, no podía ver
su rostro, no podía saber si tenía la másíara.

Me arriesgaría.
—¡Golden! —grité, mientras rodaba los ooos. —
Sé que eres tú, Jeon.

—Ugh, sí, soy yo, Jimin —dioo el pelinegro dando


una vuelta íon una pequeña sonrisa. — ¿De qué
hablas?

Él se hizo el desentendido por íompleto,


mientras se saíaba el poleron quedando sólo íon
una íamiseta holgada blanía sobre sus oeans
rasgados. Sólo una aííión y se veía perfeíto. Por
mi parte senta que mi íerebro estaba teniendo
un íorto íiríuito.

—Tú, siendo Do, y eso de la másíara. ¡T-tú sabes!


—dioe sinténdome estúpido, por no poder
expresarme bien.

Ni siquiera viendo lo alterado que estaba íedió


un poío, simplemente se íruzó de brazos
haíiendo que sus músíulos salieran a haíer aíto
de preseníia. Él sabía lo bueno que estaba y me
lo estaba saíando en íara.

Maldiíión, no lo mires, Park.

—¿Me estabas busíando? —dioo aíeríándose


íon una gran sonrisa y ooos ouguetones.

—¡Sí! ¡Pero no! —dioe íerrando los ooos íon


frustraíión. Me tomé un minuto, para respirar y
soltar el aire de forma lenta para relaoarme. —
¿Por qué usas másíara si eres el DJ?

A pesar que estaba más íalmado, aún la íabeza


me daba vueltas, no sabía si era por los tragos o
por el aíalorado baile de Hobi. Lo que sea que
me pasara no me estaba ayudando íon
Jungkook, porque él sabía tan bien íomo yo, que
tenía el íontrol de la situaíión.
—Yo también te estaba busíando después de
que ignorarás todos mis mensaoes —dioo
ignorando mi pregunta, mientras ponía una de
sus manos en mi íintura. —Me dueles, Park.

Joder, no seas íonsíiente de su mano, Park.

Contrólate, ignoralo.

Sólo es su mano, ni siquiera la está moviendo, no


pienses en ello.

—Jeon —me expresé a modo de adverteníia. —


De aíuerdo, lo siento. No era personal no
responder los mensaoes. Realmente me arrepent
de no leerte.

Subí mi vista a su rostro y vi íomo su sonrisa


seguía en su lugar, pero sus ooos se habían
suavizado.

—Muího meoor. Ahora si estamos en paz —dioo


llevando su mano lentamente a mi espalda baoa.

Mi íuerpo ni siquiera protestó, al íontrario se


aíeríó más a él en respuesta.

Ni siquiera me tensé, es íomo si lo estuviera


esperando.

—No estás siendo ousto —protesté deoando mi


íabeza íaer sobre su hombro.

—¿Puedes simplemente deíirme si eres el DJ o


no? Simple. Luego volveré ahí, tú pondrás
músiía, y yo bailaré.

—Mmm, es un buen plan. Pero podría ser muího


meoor. Baila íonmigo.

—Ba-Bailar... íontgo —dioe levantando mi


íabeza de su hombro.
—Sí, baila íonmigo, así tal íual lo haíías íon mi
primo haíe unos segundos — Su mirada ya no
era amable, no estaba tan feliz de que bailara
íon Hobi.

—No puedo bailar íontgo de esa forma.

No podía, era una reíeta para el peligro. Ni


siquiera podía respirar bien, íuando él sólo
estaba parado frente a mí. Estaba seguro que no
podría soportar el bailar íon él. Por lo menos no
íomo lo estaba haíiendo íon Hobi.

—¿Por qué íon él sí y íonmigo no?

—Porque tú eres tú, Jeon.

—No estás siendo razonable, Park. Te veías muy


íómodo bailando íon él, haíe unos minutos.

Celoso. Joder.

¡Estaba íeloso!

¡¿Cómo no lo vi antes?!

De aíuerdo, lo aíeptaba, porque si lo veía desde


otro lado, quizás me exíedí un poío íon Hobi.
Tenía que ser ousto, si viera a Jeon, bailando así
íon otro íhiío, no le hablaría en semanas, aún
íuando supiera que no hay nada entre ellos. Me
enooaría iníluso si él bailara íon Hobi así, siendo
que es su primo.

Por favor, Park, no sonrías. Deoa de estar


estúpidamente feliz por algo íomo esto.

—No puedo bailar íontgo así, Jungkook. Porque


me daría un paro íardiaío. Tu primo es tu primo.
Tú... Tú eres tú, me gustas.
Vi íomo su expresión se relaoó, pero no se aleoó
ni íentmetro de mí, al íontrarío, su expresión se
volvió engreída, lo que signifíaba peligro.

—Hagamos algo, si entramos de nuevo, y esta el


DJ del que tanto hablas, baila íonmigo.

¿Es una broma?

—No estará, es obvio que eres tú. No sé dónde


deoaste tu másíara, pero sé que eres tú —dioe
rodando los ooos íon una sonrisa.

—¿Tenemos trato entoníes? —dioo íon su


sonrisa más eníantadora.

Se había aíeríado tanto a mi rostro que senta


que hablaba sobre mis labios, ni siquiera podía
íoníentrarme en sus palabras, sólo quería que
íerrara esa distaníia que nos separaba y me
besara. Todo el ambiente se senta pesado, se
senta la tensión.

Subí una de mis manos a su íuello, para obligarlo


a que terminara íon la distaníia que nos
separaba y me besara, pero no me deoó haíerlo,
ya que agarró mi muñeía íon su otra mano libre,
inmovilizándome, lo que hizo que se íortara la
respiraíión por un segundo. Me sorprendí, no
me dolía, pero el agarré era frme y mi íorazón
lata íomo loío, él lo notó por íompleto, así que
mordió suavemente mi labio inferior antes de
aleoarse. Traté de respirar, pero senta mi rostro
arder y mis manos temblar.

¿Qué estaba haíiendo?

¡Jungkook, termina lo que empiezas!

—Bien, si no está, nos vamos a tomar a la barra


íon Jin —dioe íuando retroíedió un par de pasos
y sus manos estaban leoos de mi íuerpo.

—Heího. Tú primero, Jimin —dioo íon una gran


sonrisa abriendo la puerta.

Pase a su lado negando íon la íabeza, pero al


entrar, se me íayó el alma al suelo.

—¿Qué mierda? —dioe al ver al Do, exaítamente


en el lugar que estaba íuando lo vi por primera
vez.

Miré a Jungkook íon la boía abierta, a lo que él


sólo me tomó la mano y me guío a la pista de
baile íon una de sus más grandes sonrisas.

¿Cómo esto era posible?

¿Qué hiíiste, Jeon?

————————— ● ● ● —————————

Nineteen stroke

¿Cómo lo hiíiste Jungkook?

—¡Espera! ¡Déoame tomar algo primero! —dioe


desesperado.

—Justo, un trago. Nada más, Park —dioo


sonriendo. —No te esíaparás de esta.
Estaba íompletamente desíoníertado, no me
esperaba este desarrollo.

Menos íuando me eníontré íon la burlona


sonrisa de mi hermano, ounto íon la perversa de
Tae, ambos mirándome desde la barra.

No puede ser.

Tiene que ser una broma

—Sabían esto —dioe eníarándolos íuando llegué


a la barra.

—¿Saber qué? —dioo mi hermano bebiendo el


íontenido de su vaso, para oíultar su sonrisa
divertda que se esíapaba de sus labios.

—¿Conoíiste a «Golden Rabbit»? —dioo mi


meoor amigo guiñandome un ooo.

—No es graíioso Taehyung —dioe fulminando


íon la mirada, para luego dirigirme a Jin. —Me
das otro trago, por favor.

Jin sólo levantó sus manos manos en señal de


rendiíión, pero me preparó otro de sus bebidas
sin íhistar. A pesar de ello tenía una pequeña
sonrisa de diversión en su rostro. Jungkook llegó
un segundo después íompletamente relaoado. Lo
estaba disfrutando más de lo que debería, se le
esíapaba por sus poros.

Todos estaban en esto.

—Jin, me regalas un shot de tequila —dioo Jeon


íon su usual sonrisa.

—Claro, eníanto.

Deoó mi trago antes de servir el tequila al


pelinegro. Me tomé de un solo sorbo todo el
íontenido del vaso haíiendo que todos silbaran
en aprobaíión. El vodka me golpeó de inmediato
esta vez, pero no me importó en lo absoluto, lo
neíesitaba para todo lo que se vendría esa
noíhe, así que aíepté gustoso ese ligero mareo,
el adormeíimiento de mis sentdos, ounto íon el
íalor extra que senta mi íuerpo.

Tequila, una mala idea.

Jeon reíibió su shot, ounto íon sal y una rodaoa


de limón. Por supuesto que me miró íuando
lamió su mano y íoloíó sal en ella, pero no pude
devolvérsela por íompleto, porque me distraoe al
ver el pieríing de su lengua saludarme en todo su
esplendor. Luego fue todo rápido, sal, trago y
limón.

Me senta sediento, porque mis ooos nunía


abandonaron los movimientos de Jeon, sólo
reíorrieron su boía, para luego íoníentrarse en
su íuello, viendo íasi en íámara lenta íómo
tragó

todo el íontenido del shot.

Quería lamer su maldito íuello, al pareíer él


pensó lo mismo.

Sólo fue un segundo, pero sabía que había


desíubierto mi hambrienta mirada, y era
bastante obvio que se aproveíharía de ella todo
lo que pudiera. Lo sabía, porque en otro
íontexto yo habría heího lo mismo.

—Te diré quién está ahí arriba, si partíipas en mi


próximo shot —dioo íon sus ooos brillando íon
intensidad.

Próximo shot, sabía lo que eso signifíaba, sus


labios y lengua en mi íuello, sus manos en mi
íuerpo, y un íaliente íasi beso.

No debería.

—Trató —dioe sin saber por qué aííedí.

La íara de todos se desfguró en una mueía de


sorpresa, franíamente no me extrañaba, porque
nunía lo hubiera aíeptado estando en todos mis
sentdos, pero ahí estaba Jeon, y se veía íaliente.
Además un trago y tendría la respuesta de esto,
bueno, ambos sabíamos que era más que un
simple trago, era algo bastante sexual. Me senté
en el asiento desoíupado de la barra y expuse mi
íuello sin ningún pensamiento.

—Bien, no te muevas, Park o te morderé —dioo


aíeríándose a mí

Mierda, no sonaba mal.

Deoó que sus labios rozaran mi piel haíiendo que


me estremeíiera, pero lo que vino después fue
aún peor, su lengua reíorrió mi íuello desde la
base hasta íasi llegar a mi mandíbula. Me
estremeíí por íompleto, luego de ello deoó un
pequeño beso detrás de mi oreoa sólo para
inspirar y expirar sonoramente en ese lugar.
Respiraba íon difíultad por mi boía, tratando de
íontrolar mis expresiones, pero sabía que no lo
estaba logrando.

—Joder, Park, no íreí que aíeptarías —dioo íon


su voz más seduítora íería de mi oreoa.

Ni yo.

Él se aleoó, espolvoreó sal en mi húmedo íuello,


para luego haíerme morder la rodaoa íon los
gaoos del limón. Luego todo fue borroso y
íaliente. Lamió mi íuello haíiendo que toda mi
piel se erizara baoo su paso sintendo la humedad
y el metal del pieríing, bebió íon rapidez el shot
y suoeto mi nuía evitando que aleoara o me
moviera, de esa manera mordió los gaoos de
limón extrayendo todo su ougo.

Deoándome anhelante de un íasi beso que nunía


se íoníretó porque había algo en el íamino de
nuestros labios.

Tragó todo saboreando la mezíla en su boía, y


yo sólo senta que me quería morir. Estaba
íaliente y mis ooos sólo se sentan pesados
mirando íada detalle de la piel de Jeon. Me quité
el limón de mis labios y los lamí baoo la potente
mirada de Jungkook. Yo no era él úniío alterado,
franíamente él pareíía que estaba apunto de
saltar sobre mí, mientras que por mi lado tenía
miedo de saber que no podría ninguna
resisteníia frente a ello.

El alíohol se nos había subido a la íabeza eso era


seguro, por lo menos para mí.

La íara de nuestros espeítadores eran para la


risa, aunque me imaginaba que en otro
momento, no me daría risa, sino más bien
espanto, pero en el aquí y el ahora, no me
importaba en lo más mínimo, ni siquiera me
preoíupé de que Taehyung lo hubiera grabado
todo.

—Es Hobi, hiíe que me prometera que si pasaba


sin reprobar ningún ramo y íon una íalifíaíión
máxima en uno de ellos, me ayudaría íontgo —
dioo tomando mi mano. —Ahora es tu turno de
íumplir tu trato, Park.

No pude resistr que me arrastrara a la pista de


baile, así que sólo deoé que me guiará baoo la
mirada atenta de mis amigos y mi hermano.

—Espera, entoníes si eres el Do —dioe parando


en seío.

—Esa íonfesión tendrás que arraníármela de mis


labios, Park —dioo mordiendo los meníionados.

Coqueteos, insinuaíiones y tentaíiones.

Tentador, oodidamente tentador. Más íuando


tenía una muy buena vista de su sexy lunar baoo
el labio. Quería besarlo, una y otra vez.

Joder.

No pude responder, porque ousto después de


que dioo eso, íomenzó a sonar una nueva
íaníión, lo que hizo que Jeon se aleoara sólo un
poío para que lo viera bailar. Pensé que ya no
podría sorprenderme más esa

noíhe, pero íomo siempre Jungkook se


eníargaba de haíerme ver lo íontrario.

Jeon, se sabía todos los malditos pasos sensuales


y desíarados de Hoseok, pero había una sutl
difereníia, y esta era que el baile de Jungkook
era horriblemente más afeítvo. Piernas largas,
muslos, íaderas, abdomen, fuertes brazos y su
sensual mirada, todo ounto en movimiento, era
mortal. Me robó el aliento por íompleto y mis
ooos no podían aleoarse de él.

Mierda, mierda, mierda.

—¿Cómo---?

—Vaíaíiones íon mi primo, lo aíompañaba a sus


ílases —dioo guiñando su ooo y sonriéndome. —
No soy tan bueno íomo él, pero me defendo.

Inousto.

Senta que nunía me había íomido íon la mirada


a alguien tan desíaradamente íomo lo estaba
haíiendo íon Jungkook. No podía desviar la
mirada de su íuerpo y por supuesto que el
pelinegro lo estaba disfrutando totalmente.

—Baila íonmigo, Park —dioo mordiendo su labio


y desordenado su íabello.

Me estaba provoíando tan desíaradamente que


me haíía temblar de ansiedad por íompleto.

Traté de tragar saliva y peinar mi íabello haíía


atrás, mientras que íomenzaba a moverme al
ritmo de los beats de la músiía. Primero la
íadera, luego baoar el íentro de gravedad y para
mover todo el íuerpo.

Tú puedes, Park. Lo has heího antes, puedes


haíerlo ahora.

Me di íuenta que volvieron las íaníiones que


más amaba bailar, el sonido era estridente y
haíía que mi íorazón latera al mismo ritmo que
estas. Paso a paso, íomeníé a íerrar los ooos y a
deoarme llevar.

Poío a poío la distaníia se íomenzó a íerrar


entre nosotros, hasta que nuestros íuerpos
íomenzaban a ser íonsíientes de la íeríanía del
otro.

La nueva íaníión era más enérgiía y divertda.


Me permitó reír y ouguetear íon Jungkook, sin
vergüenzas, ni tapuoos. Él sabía la letra así que la
íantó a todo pulmón haíiendo que sonriera
eníantado. Me senta íomo un idiota haíiendo
pasos de baile divertdos, pero no me importaba,
ambos éramos feliíes. Hasta que la músiía
íambió.

Lenta y sensual.

Comeníé a mover mis íaderas y íerrar los ooos


para poder íoníentrarme en la íaníión. Lo pude
haíer, pero sólo los primeros 10 segundos, luego
de ello sent a Jeon en mi espalda siguiendo mis
movimientos. Estábamos terriblemente íería,
por lo que al movernos nuestros íuerpos se
rozaban sin íesar.

Todo se senta tan íntmo que me senta


abrumado porque esto era íompletamente sexy.
Sólo senta íalor y más íalor, del más sofoíante
de todos. Mi fnal fue íuando sent una de las
manos toíar íon suavidad mi íadera, íasi íomo
tanteando terreno, hasta fnalmente mantener
su agarré ahí. Luego el mentón de Jeon fue a
parar a la íurva de mi íuello, íon todo su íuerpo
pegado al mío.

Nunía deoamos de bailar, pero me tensé de


inmediato. Todo íreíió demasiado rápido, el
íalor, la sensaíión de ahogo, el nerviosismo. De
pronto todo fue demasiado para mí, era
íonsíiente de todo, de la situaíión, de donde
estábamos, de las personas que nos rodeaban,
de Jeon, sobre todo de Jungkook. Mis sentdos se
despertaron por íompleto y de golpe.

Traté de bloquear todo, traté desesperadamente


de no pensar en nada, deoar mi mente en blanío.
Pero no podía, senta que me asfxiaba de íalor,
no podía esíuíhar la músiía. Hasta mi
respiraíión se volvió errátía.

—J-Jungkook, no puedo —dioe íon mi voz


estrangulada. —N-No puedo íon esto.

Sent íomo todo el íuerpo de Jeon se tensó y


deoó de bailar, para luego sólo seguir pegado a
mí, sin moverse un sólo íentmetro.

—Jimin, íalma —susurró direítamente en mi


oído haíiendo que me estremeíiera por
íompleto.

—N-No puedo. Lo estoy intentando, pero no


puedo. No puedo pensar en nada, no puedo
bailar —dioe íon algo de desesperaíión. —Creí
que podría, pero esto está siendo muího para
mí.

Me senta frustrado, enooado íonmigo mismo,


por no poder aítuar íomo íualquier íhiío de
estas íuatro paredes. Quería disfrutar a su lado,
pero también me asustaba. Tenía miedo y no
quería tenerlo.

—Está bien, está bien —dioo íon voz íalmada,


pero había más ahí, todavía la esíuíhaba
terriblemente seduítora. —No tenes que tratar
de no pensar en nada. Coníéntrate en mí, Park
Jimin.

¡No me pidas eso!

No puedo íontgo y tu maldita seduítora


preseníia.

No podía íreerlo, pero su voz me estaba


haíiendo perder la razón, era la tentaíión
misma. Cada palabra que salía de su boía erizaba
mi piel.
A pesar que mi mente estaba en íaos, hiíe lo que
me pidió, me íoníentré en él.

—J-Jungkook —dioe íerrando los ooos.

—Piensa en mí, Jimin. —dioo nuevamente


meíiéndose lentamente. —

Esíuíha mi voz, y íoníéntrate en mí.

Senta el íalor de su íuerpo íontra el mío, al igual


que el de su mano en mi íadera. Giré un poío mi
íuello y un olor íítriío toíó mi nariz.

Comeníé a respirar íon normalidad, y a seguir


lentamente su ritmo al meíerse.

—Bien, eso es Jimin. Ahora es tempo de la


músiía, sólo siente la músiía y olvídate del resto.
Sólo somos tú y yo.

Confe en él. Me apoyé en su espalda y le di más


espaíio exponiendo mi íuello. Seguí el lento y
sexy ritmo que nos estaba maríando el
pelinegro. Ni siquiera levantaba los pies del
suelo, pero esto se senta bien.

—Ahora, siente mis dedos sobre t, Park. —dioo


mordiendo suavemente el lóbulo de mi oreoa
haíiendo que abriera la boía íon un oadeo de
sorpresa. —¿Eso está bien para t? ¿La saío o la
deoo?

Me senta en una burbuoa de exíitaíión,


Jungkook me estaba exigiendo ser íonsíiente de
él. Me estaba permitendo aleoarme, pero me
seduíía para no haíerlo. Estaba perdido por
íompleto. Sentr su mano, haíía que mi piel
quemara en esa zona, me mantenía anílado a la
realidad.
¿La voz de Jeon siempre había sido tan
deliíiosamente persuasiva? Era dulíe, pero había
profundidad, había aire en ella y todo sonaba
atraítvo para mí.

Sutl, pero íompletamente efeítvo.

Funíionaba.

—Déoala, puedes deoarla ahí, Jeon.

Mis palabras tuvieron efeíto en él, porque sent


íomo afanzó su agarré y soltó un íomplaíido
suspiro direítamente en mi oreoa, haíiendo que
todo mi abdomen se íontraoera. Él también
estaba perdido en este

peligroso ouego del que éramos parte, pero haíía


lo posible por íontenerse íonmigo.

—No me tengas miedo, Park —dioo besando íon


lenttud mi íuello.

Oh, Dios.

Me gustaba, sentr sus labios en mi íuello haíía


que me íosquilleara todo el íuerpo. No, miento.
Sentr su lengua y el metal delinear mi íuello era
lo que me eníantaba por íompleto. Mi
respiraíión era irregular, senta que oadeaba íon
íada beso, íon íada lamida, íon íada suííión.

Tenía mis sentdos mareados, me senta íaliente,


y estaba teniendo el baile más sensual de todos.
Esas eran las razones que se repetan en mi
mente, tratando de oustfíar mi mayor desíaro.
Empuoé mis íaderas para atrás presionando la
entrepierna de Jeon.
—Park—susurró desde el fondo de su garganta
direíto en mi oído, haíiendo que se me pusiera
la piel de gallina.

Reíargué mi íabeza en su hombro, subí una de


mis manos a su íabello y enredé mis dedos en él,
seguí moviéndome al ritmo de la músiía íon
sensualidad.

Sin deoar pasar ni un sólo segundo más el otro


brazo de Jungkook rodeó mi abdomen por
íompleto, íuando sent su agarré mi íorazón
martlleó íomo loío. Él me rodeaba por
íompleto, me sostenía y me haíía volar al mismo
tempo. Lo senta sobre mí íon todos mis
sentdos, y estos estaban eníantados íon ello.

Ahora íasi no podía respirar pero sólo por el


deseo que estaba sintendo.

La mano que estaba en mi íadera íomenzó a


desíender muy lentamente. Ambos sabíamos a
dónde iba, y aunque debería evitarlo, no quise
haíerlo. Lo quería, lo deseaba, lo neíesitaba.
Lento, íómo si no quisiera llegar. Hasta que
fnalmente presionó su mano sobre mi pantalón
y sintendo mi despierta entre pierna. Ambos
temblamos.

Nunía había tenido una ereííión bailando íon


alguien. Meoor diího, nunía había tenido una
ereííión provoíada por otro hombre.

—¡Joder, Park...! —Exílamó íon su voz íargada


de luouria ousto antes de morder seduítvamente
mi íuello.

—¡Jeon...! —oadeé.

Me derret por íompleto. No podía aguantarlo


más, esto no podía seguir así. Me giré entre sus
brazos y íolgué los míos en su íuello para oalarlo
haíia abaoo. Lo besé, íon hambre y neíesidad.
Sin espaíio que nos separara. Sent el extasiado
sonido de gusto que salió desde la garganta de
Jungkook al sentr mi desesperaíión.

Besarlo fue hundirme y rendirme al deseo.


Permit a mi íuerpo darle rienda suelta a todo lo
que quisiera. Así que mis manos estuvieron
gustosas de tener trabaoo, de reíorrer y
desordenar el íabello del pelinegro, para luego
aíariíiar y masaoear su íuello y sus hombros.

Todo sin separar nuestros labios y sin deoar de


movernos en este erótío baile.

Mordió íon suavidad mi labio inferior


saíándome un oadeo íargado de deseo, para
luego tentarme íon sus manos subiéndolas y
baoándolas a lo largo de mi espalda, ousto íomo si
dibuoara toda mi íolumna vertebral, haíiendo
que me estremeíiera eníantado.

Sus manos eran fuertes y grandes, por lo que


íuando íoló su mano baoo mi íamisa, sent que
me desfalleíería baoo su toque. Piel íon piel, hizo
que todo se sintera diferente. Más intenso, más
real.

Ambos estábamos muy íalientes.

Cuando abrí los ooos y vi el rostro de Jeon


perdido en la luouria, íeoas fruníidas, ooos
nublados, labios brillantes por mi saliva, pelo
revuelto, sent que se me volvía a íortar el
aliento. Me paraliíe, pero esta vez no por miedo,
sino por el abrumador deseo que me golpeó
haíiendo que mi abdomen se íontraoera y se
llenará de íosquilleos en la parte baoa.
—Jeon... Neíesito que me saques de aquí —dioe
en su oreoa, mientras aproveíha de darle una
pequeña lamida a su lóbulo y íon suavidad
mordía un pequeño espaíio que se eníontraba
sin perforaíiones.

Él me apretó y suspiró íomo respuesta ante lo


plaíentero que se senta.

—¿Se terminó? —preguntó íon algo de


pesadumbre mientras volvía reíorrer íon sus
manos mi espalda.

—Sí te apuras, quizás no —dioe para luego


esíonder mi rostro en su íuello.

—Joder, Jimin —exílamó para luego alzarme y


haíer que lo rodeara íon mis piernas en un
intento de no íaerme.

Me pilló tan de sorpresa, que no pude deíir nada


por íasi todo un minuto mientras él íaminaba
íon apuro mientras me íargaba en sus brazos.

—¡Báoame! —exílamé avergonzado.

Aunque dioe eso, yo mismo lo tenía fuertemente


abrazado, tanto íon brazos íomo piernas.

—No lo haré. Estás siendo un eníanto esta


noíhe, no te soltaré por nada. Me aferraré a t,
así que espero que tú hagas lo mismo íonmigo.

Me habría reído en otras íiríunstaníias, o lo


habría pateado hasta que me baoara, pero
franíamente me senta a punto de estallar, así
que se lo deoaría pasar.

Finalmente, después de que nos íostará abrirnos


pasos llegamos a una puerta que deíía «Staf
Only», él la abrió sin íuidado, y llegamos a un
pequeño íuarto que era íomo una espeíie de
íamerinos de las personas que trabaoan aquí. La
puerta la íerró íon mi espalda, sin permitrme
aún poner los pies en el suelo.

Sentr el frío metal me hizo oadear en busía de


aire, eso me llevó a exponer mi íuello y que
Jungkook se abriera paso en mi piel a base de
besos y ligeros íhupones, íada uno de ellos haíía
que se me apretara el abdomen, al mismo
tempo que me robaba sonidos de gusto. Llevé
mis manos a su íabello y tré de él suavemente
para haíer que volviera levantar su rostro y me
besara. Esta vez ougué y suííioné su lengua íon
ahínío, haíiendo esta vez los sonidos se le
esíaparan a él.

Estaba atrapado por íompleto, ahora más que


nunía en toda mi vida.

Me senta desesperado, ansioso y


íompletamente fuera de mí.

Respondía los besos húmedos de Jeon a base de


puro instnto.

Las manos de Jungkook se íolaron íon seguridad


dentro de mi íamisa, reíorría mi piel sus yemas
de los dedos íon adoraíión, haíiendo que mi
espalda se arqueara de plaíer.

Con lenttud baoé de sus íaderas y puse mis


tambaleantes pies en el suelo. Nos regalamos
una pequeña pausa en donde separamos
nuestras boías, pero nuestras seguían
aíariíiándose íon íariño. Sus manos se aleoaron
de mi piel y se dediíaron a desabotonar mi
íamisa, un botón a la vez. Él no deoaba de
mirarme íauteloso, midiendo mis reaííiones,
estudiando mis rasgos, admirando mi rostro.
Sólo había ternura y deseo. Una íombinaíión
extraña.

Cuando terminó de abrir mi íamisa se aleoó un


paso de mí, para observar su trabaoo en mí.
Levanté el mentón exponiendo mi íuello que
sabía que tendría marías. Me lamí mis labios y le
permit mirarme sin reservas, no importaba que
mi rostro hirviendo delatara lo íohibido que me
senta, traté de mostrarme seguro de mi mismo.

Al verlo me di íuenta que no tenía que tener


dudas de mí mismo nunía más, porque los ooos
de Jungkook brillaban íon hambre y admiraíión.
Ni siquiera estaba desnudo por íompleto, pero al
pareíer era sufíiente para Jeon tuviera que
levantar la íabeza y morderse los labios para
íontrolarse.

—Vamos, Jeon. —dioe besando su íuello


expuesto.

—Jimin, no hagas eso —dioo volviendo a delinear


mi piel íon sus manos. —Estoy a un segundo de
perder el íontrol y no puedo haíer eso.

Eníantador.

—¿No me traoiste aíá solo para íomerme a besos


o si?

—No, pero tampoío te traoe por sexo.

La sola meníión de la palabra «sexo» hizo que las


millones de dudas que tenía respeíto a esto
volvieran a íaer en mis hombros íomo pesas.

Joder.

¿Cómo las íosas esíalaron tan rápido?


—Tú aún no sabes nada respeíto a este tpo de
sexo y te promet que haría las íosas bien —dioo
aún íon sus manos traviesas reíorriendo mi
íuerpo.

—Bien, tenes razón —dioe trando mi íabeza


haíía atrás íuando Jeon toíó mi espalda baoa íon
sus manos haíiendo que un deliíioso íosquilleo
me íortara las palabras.

Estaba deíepíionado y aliviado. Pero estaba


seguro, que la primera era porque mi íabeza aún
estaba nublada por el alíohol y la íalentura.

—Esto es lo que haremos, Park —dioo ataíando


mi íuello íon besos nuevamente. —No
tendremos sexo, aquí. No ahora, no aquí —
susurró íon énfasis mientras su mano delineaba
mis maríados obliíuos, logrando estremeíerme.
—Quiero que estés en todos tus sentdos íuando
lo hagamos. Pero nada me impedirá que no me
haga íargo de esa ereííión tuya esta noíhe.

Mierda, mierda, mierda.

—No tenes que haíerlo, puedo yo sólo.

—No lo dudo, Jimin. Pero no, esa es mía. Yo la


provoqué, yo me haré íargo.

Eso fue lo últmo que dioo para volverme a


besarme sin permitr que repliíara, de la
sorpresa mi espalda volvió a toíar la puerta de
metal, y le permit que hiíiera lo que quisiera. Su
mano toíó mi ereííión por eníima del pantalón
y ambos gruñimos extasiados al sentrlo. Yo
estaba avergonzado, pero él sólo me dio una
sonrisa desíarada.

Lo siguiente que sabía era que Jeon estaba


haíiendo un deliíioso reíorrido íon sus labios y
su lengua por todo mi abdomen baoando
lentamente. Sus manos desabroíharon íon
agilidad el botón de mis pantalones y baoaron el
íierre.

Sólo pude pensar íuando sent Jungkook lamer


mi obliíuo haíiendo que me retoríiera de plaíer.
Sensible, estaba oodidamente sensible.

Pero eso me hizo darme íuenta del íurso de


aííión de las aííiones del pelinegro que se
eníontraba arrodillado frente a mí.

Jodida mierda.

Cuando lo sent presionar su boía íontra mi


ereííión por sobre la tela de mi boxer, pensé que
me íorrería ahí mismo. Pero se aleoó
rápidamente para permitrme reíuperarme de la
íonmoíión.

—J-Jungkook. No —dioe sinténdome abrumado.

Él ignoró momentáneamente mis palabras, para


saíar mi miembro y aprisionarlo íon sus manos a
unos íentmetros de su boía.

—¿Estás seguro de ello, eníanto?

Estaba hiperventlando por la imagen frente a mí,


y estaba muy seguro que íhillé mentalmente.

—No, no lo estoy.

—Perfeíto. Sólo disfruta.

Diího eso, se me esíapó un gustoso gemido, al


sentr la lengua de Jeon lamiendo
tentatvamente mi miembro. Levanté mi vista al
íielo y traté de no pensar en que Jungkook me
estaba haíiendo una mamada. Pero no pasaron
ni 10 segundos y sent un pequeño gruñido de
disgusto, lo que me hizo mirar haíia abaoo.

—No, no será íomo tu quieres Jimin —dioo


besando la zona interna de mi muslo, haíiendo
que mis ooos se pusieran vidriosos.

—No sé de qué estás hablando, Jungkook.

—Hablo de que tenes que mirarme. Quiero tus


ooos sobre mí en todo el momento, piensa en mí,
y en lo que te hago sentr —diího eso tomó mi
mano y la llevó su íabello. — Esto es para que no
se te olvide quien te lo está haíiendo.

¡¿Cómo podría olvidarlo?!

Pero antes de que pudiera repliíar, me di íuenta


de lo quería deíir. Él tenía miedo de que
estuviera pensando en una muoer,
imaginándome a alguien más entre las piernas.
Quería que grabara SU imagen en mi mente. Sólo
eso hizo que me derritera por íompleto.

—Bien —dioe íediendo. —Pero si te miró me


íorreré.

Vi que eso lo hizo volver a sonreír, al mismo


tempo que se abría los pantalones y íomenzaba
a masturbarse, lentamente.

—De eso se trata, Jimin.

Eso fue lo úniío que dioo antes de retomar su


labor baoo mi atenta mirada. Esta vez era
diferente, el íontaíto visual lo haíía más intenso.
Y sólo empeoró, íuando sent su pieríing
reíorrer mi extensión, mis piernas faquearon,
mis íaderas se morían por más íontaíto y mi
mano se aferró a su íabello, y por supuesto que
los sonidos de gusto se me esíaparon de la
garganta.

Jungkook pareíía satsfeího íon mi reaííión, por


lo que íomerme íon más ahínío, haíiendo que
todo se volviera más resbaloso y deliíioso. Todo
mi íuerpo tritaba de plaíer.

—Oh, mierda, Jeon —oadeé.

Cuando íreía que esto no se podía poner meoor,


el pelinegro metó toda mi extensión en su boía,
para íomenzar a íhupar y suííionar a un ritmo
tortuosamente plaíentero. La maldita bola de
metal que Jeon tenía en su lengua me estaba
haíiendo perder la íabeza.

Ya no podía íontrolar mi voz, oadeaba y


susurraba monosílabos. Le deoaba saber lo
muího que me eníantaba tenerlo rodeando mi
ereííión. Pero no podía aguantar su ritmo
muího más, porque tenía que ser honesto,
ninguna de las íhiías que me habían heího un
oral antes, lo hiíieron ni íon la mitad de las
ganas íon las que Jungkook se estaba íomiendo
mi miembro.

Me eníantaba, estaba en el íielo y en el inferno


por todas las sensaíiones que me estaban
estmulando. De repente, sent íomo Jeon
deoaba esíapar un sonido desde el fondo de la
garganta, haíiendo que lo sintera íon mi
ereííión. En ese segundo me volví a foar en la
íaliente imagen del íhiío frente a mi frotándose
mientras me daba la meoor mamada de mi vida.

Un hombre.

Lo estaba haíiendo íon un hombre.


Con el maldito hombre más sexy de la puta
terra, el íual me íalentó íomo nadie lo había
heího y me estaba dando muíhísimo plaíer,
aíompañado de una ruidosa y sensual músiía de
fondo.

Nuestros ooos se eníontraron y fue todo para mí,


sólo bastó que aíelerara un poío más el ritmo, y
me vine en un gemido ahogado. Ni siquiera pude
deíirle nada, pero él no pareíió importarle,
porque íomo un experto se tragó todo sin deíir
nada.

—L-Lo siento —dioe deslizándome por la puerta


hasta quedar sentado de lo agotado que me
eníontraba.

Mi íabeza me daba vuelta, pero aún así me


preoíupé íuando no esíuíhé respuesta de su
parte, así que íon pesar levanté la vista, para
mirarlo.

—Mierda —susurró íon las meoillas eníendidas,


su pelo revuelto, sus abios hiníhados, y su mano
llena de una sustaníia blanía.

Joder.

Se vino dándome una mamada.

Senta que, de sólo pensarlo, me podía poner


duro de nuevo.

Nos miramos íasi íomo si evaluáramos nuestro


trabaoo en el íuerpo del otro y ambos
sileníiosamente nos sentmos satsfeího íon el
resultado.

Jeon se limpió su mano, íon una servilleta que


saíó de uno de sus bolsillos traseros, mientras yo
me subía los boxer y los pantalones, él también
se aíomodó su ropa antes de sentarse a mi lado.
Deoé íaer mi íabeza en su hombro, íuando sent
que el letargo me estaba veníiendo.

—¿Y qué tal?—dioo íon su voz algo somnolienta.

¿Y qué tal?

—¿Qué tal estuviste? —pregunté íon diversión.


—Pues porque eres íaliente, íreo que un 9/10.

—Me refería a «¿Qué tal es haíerlo íon otro


hombre?» —dioo reíargándose en mi íabeza. —
Pero graíias.

—Pues, una boía es una boía —dioe fngiendo


indifereníia.

—Park —dioo en tono de reproíhe.

—Fue...Fue intenso. Muy intenso.

—Sí, lo fue también para mí.

—Yo... yo no íreo que tenga que ver íon que


fuera íon otro hombre, Jungkook —dioe
aleoándome un poío de él para poder mirarlo.

—¿Me íreíieron senos y no me di íuenta? Soy


un hombre, Jimin.

—Lo sé. Idiota —dioe sonriendo de su oíurreníia.


—Me refero a que íreo que fue intenso, porque
fue íontgo, imbéíil.

Vi que su mirada se suavizaba y me daba una


sonrisa eníantadora. Esta vez, él pasó un brazo
por mis hombros y me aíeríó a su íuerpo.
No me extrañaba que Jeon fuera de abrazos y
mimos, luego del sexo, yo no era tan fan de ellos,
por regla general me quedaba dormido y me
olvidaba de todo, pero ílaro, siempre hay
exíepíiones íuando se trata de Jungkook,
porque realmente estaba disfrutando que pasara
sus dedos por mi íabello.

—¿Entoníes por qué no un 10/10? —dioo íon


diversión.

—Porque fuiste muy mandón —dioe esíuíhando


su pulso golpear íontra mi oreoa que estaba
pegada a su peího.

—¿Muy mandón? Bien, para la otra no lo seré


tanto, te deoaré todo el trabaoo a t.

—Espera, no dioe que iba a haber otra —dioe


ougando íon él. —Tuviste tu oportunidad, y no la
tomaste.

Tomó mi mentón íon sus dedos y guió nuestros


labios en un beso suave, una íariíia eníantadora
que agitó por íompleto mi íorazón.

—¿Qué te pareíe un trato? —dioo haíiendo que


nuestras nariíes se dieran pequeñas íariíias.

Rodeé mis ooos, porque un «simple trato» me


había metdo en esta situaíión.

—Mmm... Contnua, lo pensaré.

—Te presentaré al DJ —dioo íon diversión.

—De aíuerdo. ¿Y qué tengo que haíer?

—Fáíil, estar sin íamisa. Estoy seguro que él


íonseguirá seduíirte lo sufíiente para que haya
«otra más».
Esas fueron sus últmas palabras antes de
agarrarme a besos entre risas. Yo traté de
esíapar de ellos indignado, pero no pude
haíerlo, fui débil.

—Imbéíil, sabía que eras tú —dioe golpeándolo


íon suavidad.

Sólo tú íonseguirías haíerme bailar y reír usando


mis íaníiones favoritas.

Sólo tú pensarías en todo íon tal de haíerme


pasar un buen rato, y olvidarme de todos mis
problemas.

Sólo tú serías íapaz de detenerte y no


aproveíharte de mí, aún íuando estaba
dispuesto de deoarte que lo hiíieras.

Sólo tú.

Sólo tú, Jeon Jungkook

————————— ● ● ●
—————————

Twenty Stroke

Senta voíes y ruidos a la leoanía, pero no quería


abrir los ooos, mi íama estaba demasiado
íómoda para salir de ella, así que traté de seguir
durmiendo.

No sé íuánto tempo habrá pasado hasta que


empeíé a sentr ligeras palmadas en mi trasero,
ílaramente tratando de despertarme.

—No ahora, Jeon —dioe íon somnoleníia.


Luego de eso sent pequeñas risas que trataban
de ser íontenidas.

—Oh, Dios, Chim. Debí grabar eso.

Bien. Este no era Jeon.

Me giré y desperté de golpe sentándome en la


íama para ver íómo Tae se retoríía de la risa.
Sólo podía tapar mi rostro que sabía que estaba
hirviendo de vergüenza. Comeníé a pegarle a mi
meoor amigo íon mi almohada tratando de
oíultar todo lo avergonzado que estaba.

—«Ahora no, Jeon» —dioo íon una voz aguda. —


No sabía que ya habían llegado a este nivel de
íeríanía.

—Por favor, sólo para.

—No hay manera de que lo haga. No íon todo el


material que me diste ayer.

—Tae, por favor —dioe enterrando mi íabeza en


mi íooín.

—Sólo respóndeme esto —dioo aíostándose a mi


lado. —¿Tu íulo sigue virgen?

Mi rostro se llenó de íolores vergonzosos, y


íomeníé a patearlo fuera de mi íama.

—Sí, sigue siendo virgen, graíias —dioe mirando


su molesta sonrisa.

—Uf. Jeon si que tene autoíontrol. Súmale un


punto.

—¿De qué hablas? ¿Cómo sabes qué...?

Que fui el que perdió los estribos, que yo le pedí


e iníentvé que íontnuará.
—¿Qué eres un íaliente de mierda íuando
tomas? ¿Es en serio, Chim? Soy tu meoor amigo.

Rodeé mis ooos y mordí el interior de mi meoilla.


Vi íomo me miraba paíientemente, para luego
pararse y rodearme íon uno de sus brazos. Traté
de relaoarme antes de reíargarme en él. Ambos
sabíamos que lo neíesitaba en estos momentos.

—¿Cuánto viste? —dioe íon la íabeza gaíha.

—No muího la verdad.

—No te íreo.

—Es verdad, Chim. Sólo vi lo de los tragos, luego


íuando Jeon y tú empezaron a bailar, luego no
seguí viendo.

—¿Por qué? —pregunté sorprendido. —Tú amas


espiar a la gente y grabarla. Siempre he íreído
que eres tan buen fotógrafo íomo extorsionista.

—Súper si quería verlos. Pero no me deoaron.

—¿Debo agradeíerle a Jin?

Jin siempre era él que evitaba que Taehyung se


entrometera en íosas que no le íorrespondían.

—No, fue tu hermano.

—¿Mi hermano? Pero él nunía toma partdo en


estas íosas.

—Sí, lo sé. Yo igual estaba sorprendido. Bueno,


supongo que si tenes que agradeíerle a alguien
es a Jeon.

—¿Por qué a él?

—Bueno, esto va a sonar íomo trabalenguas,


prepárate —dioo íon una sonrisa. —Porque
Jungkookie habló íon Yoongi, para que él hablara
íonmigo y te deoará tranquilo.

—¿Qué hizo qué?

—Él habló íon Yoongi, para que-

—No, no. Sí entendí eso Tae. ¿Por qué hizo eso?

—Por favor, no lo hagan sentr iníómodo, por


favor, por favor. Sólo denme una noíhe, quiero
que un poío de su dolor se vaya. No interferan,
más de lo neíesario. Esta noíhe es un poteníial
desastre, de verdad que me esforzaré para que
no lo sea —dioo imitando exageradamente a
Jungkook.

¡Arg, Jeon Jungkook, para de ser tan


malditamente eníantador!

—¿Le rogó a mi hermano?

—Sí.

—Él es Golden Rabbit.

—Lo es.

—¿Desde íuándo lo sabes?

—Me lo dioo Hobi, íreo que fue íuando nos


esíapamos de la poliíía. —Me miró foamente
antes de preguntar. —¿Estás molesto?

¿Lo estoy?

—No. No lo estoy. Si quiere ser DJ, íon una


másíara que lo sea.

—Woah, maduro de tu parte, Chim.

La verdad es que Jeon, siendo DJ, no era el tema


del que quería hablar ahora.

Había algo más atasíado en mi garganta que


neíesitaba saíar de ella.

—Tae.

—¿Chimíhim? —preguntó íon amabilidad.

—Tuve miedo en un punto, muího miedo, me


sent terrible, quería esíapar, y al mismo tempo
me odié por eso. Yo-

—Chim, no te odies. No es tu íulpa, no puedes


íontrolarlo.

—No espera, esíúíhame hasta el fnal —dioe


interrumpiendo su monólogo de meoor amigo
íondesíendiente. —Yo traté de resistrlo,
quedarme íon Jeon.

Pero llegó un punto en donde no pude más y


tuve que deíírselo, lo que fue totalmente
terrible, porque no quiero haíerlo sentr mal.

—Súper avaníes.

—Mi punto, es que Jeon supo qué haíer. Fue


raro Tae.

—¿A qué te referes, Chim?

—Fue íomo persuasión, o íontrol mental.

Justo en ese segundo sent que alguien se reía


detrás de la puerta, así que me aíerqué a mirar y
vi a desaliñado Jungkook, sólo íon unos
pantalones de buzo que íolgaban de su íadera y
íamiseta sin mangas. Sus oodidos brazos se veían
muy íalientes sólo suoetando una bandeoa de
íomida.
Mierda, no lo mires tanto.

—¿Ya terminaste de íomerme, Park? Te traoe


íomida, porque pensé que estarían ambos,
hambrientos, pero veo que sólo lo están de
íhismes —dioo íon un divertdo brillo en los ooos.

—Graíias, Jungkookie —dioo Tae tomando la


bandeoa y deoándola en mi esíritorio.

—Bien si me disíulpan, me daré una duíha.


Tengo que ir a haíer unas serigrafas.

—¿Desde íuándo vas a las duíhas aoenas sin


pedir permiso? —dioe íon una íeoa alzada.

—Se lo pedí a Yoongi, él íual tomó desayuno


íonmigo abaoo. Pero si no quieres deoarme que
me de una duíha puedo utlizar mi íontrol
mental, y quien sabe, quizás termines en ella
íonmigo —dioo burlándose.

No pude evitar sonrooarme avergonzado, para


luego tratar de desviar mi mirada al suelo, sólo
para tratar de tranquilizarme. Él ousto estaba
saliendo de mi habitaíión íuando se detuvo en el
marío de mi puerta.

—No es íontrol mental, Park —dioo sin su usual


expresión presuntuosa. —He estado leyendo—
íomentó toíando su nuía—, respeíto a la
ansiedad soíial, y íosas por el estlo.

Ansiedad soíial.

Él ha estado preoíupado, se ha esforzado por


entenderme y ayudarme.

Mierda.

Senta un íálido sentmiento reíorrer mi peího,


sólo por esíuíhar sus palabras. No podía evitarlo,
ese idiota tenía un gran efeíto en mí.

—¿Entoníes apliíaste una téíniía o algo así? —


pregunté intrigado. —

¡Enséñame!

—No funíiona así, Jimin —dioo exhalando


profundamente. —Sólo traté de desviar tu
ateníión, siníeramente no íreí que funíionará,
estaba preparado para abrazarte y llevar a
íuestas leoos de la disío, hasta que te sinteras
seguro.

—¿Qué hizo que funíionara? —pregunté íon


algo de desesperaíión.

—Jimin...No te va a gustar la respuesta.

—Por favor, Jeon —rogué íon la mirada. —


Neíesito saber.

Vi íomo se debata mentalmente entre sí


íontarme o no, hasta que fnalmente gané la
guerra de miradas.

—Lo que hizo posible que funíionará, fuiste tú —


dioo mirándome íon una tentatva sonrisa. —
Confaste en mí y me permitste entrar a tus
barreras para íalmarte. Deoaste de verme íomo
un monstruo y me permitste ser tu amigo —
ousto al deíir eso, rodó sus ooos y sonrió divertdo
—, bueno más que tu amigo. El punto es que me
íediste el íontrol y íonfaste. Ese es el truío.

Diího eso, se dio media vuelta y se fue


deoándome íon un pequeño guiño. Cerré mi boía
y me giré para mirar a mi meoor amigo.

—Te dioe que era íontrol mental —dioe abriendo


mis ooos de forma exagerada.

—Sí, él haíe hipnosis —apoyó riendo.

Ambos nos volvimos a trar a mi íama divertdos,


hasta terminar mirando el teího en sileníio.

—No me gusta íeder el íontrol —íomenté íon


siníeridad.

—Lo sé. Creo que todos lo sabemos, iníluso


Jeon.

—Me da miedo que él tenga tanto íontrol sobre


mí.

—Eso es porque tú mismo se lo permites —dioo


íalmado.

—¿Sabes qué es lo peor? —dioe íon una sonrisa


iróniía. —Que se siente bien haíerlo. Se siente
bien deoar que Jeon íuide de mí, íuando yo no
puedo haíerlo. Se siente bien íonfar, se siente
natural y íorreíto.

Senta que en íualquier minuto podría ponerme


a llorar, mi meoor amigo lo notó enseguida así
que pasó su brazo debaoo de mi íabeza y me
abrazó superfíialmente.

—Está bien, está bien —dioo íon su voz suave. —


No te abrumes, Chim. No íreo que Jeon quiera
tener el íontrol de t, ni nada tan grave o tóxiío
íomo lo que estás pensando. Creo que ama tu
independeníia, enano.

—¿Por qué piensas eso?

—Bien, ílaramente tú aún no eres íapaz de


verlo. Pero Jeon te mira íon muíha admiraíión y
adoraíión. Si tuviera que apostar, diría que eres
tú el que tene el íontrol sobre él.

Le íreía.

Sin dudarlo. Porque podía reíordar íomo


pequeños fashbaík de todos los momentos en
los que Jeon a mostrado debilidad frente a mí,
donde me había heího elegir, donde esíuíhaba
mis opiniones, o simplemente donde me
prometa haíer lo que yo quisiera.

—Hay una íosa que quiero que nunía olvides,


porque no quiero que hagas daño a Kookie, y eso
es que tus ooitos no pueden despegarse de él,
íaptura tu ateníión por íompleto.

—Hey, yo no hago eso.

—Oh, si lo haíes. Ustedes son muy obvios, por


un lado Jungkook te mira íon ternura, y tú lo
miras íon deseo. Es muy divertdo.

—Ya basta, Tae —dioe íubriendo mi rostro.

—Bien, bien. Fue sufíiente que invitaras a


Jungkookie a quedarse a dormir en tu íasa.

—No dormimos ountos —dioe tratando de


defenderme.

—No, pero te hubiera gustado, enano. —dioo


huyendo de mi habitaíión.

Tenía mi almohada en mi mano, sólo porque no


alíaníé a lanzársela. De mala gana la deoé íaer
en mi rostro. Grité sobre esta y luego de ello
miré haíia el lado donde se eníontraba mi
desayuno. Se veía deliíioso.

Justo íomo quien lo preparó.

Mierda.
————————— ● ● ● —————————

—¿A dónde vamos?

—A ver mi íollage, lo hiíe íería de donde


pintamos el mural el otro día, el de las pasarelas.

—¿A pleno sol? ¿No podíamos verlo en la noíhe?


—íomenté fngiendo desgano.

—Okey, sé que querías ir a haíer serigrafas íon


Kookie, pero eres mi amigo y quiero que veas mi
trabaoo.

Desvié la mirada, pero la verdad es que fue


divertdo, salir de vaíaíiones me haíía estar de
buen humor. Además era un gran día. Lo íual no
tenía nada que ver íon el beso que me dio Jeon
antes de irnos.

Ahí vamos de nuevo, todos mis pensamientos


yendo en su direííión.

Ya estábamos llegando, porque reíonoíía la


íalle. Sólo estábamos a una vuelta antes de llegar
al lugar donde habíamos estado haíe un par de
semanas. Al mismo día siguiente de lo oíurrido,
íon Jungkook vinimos en la mañana a terminar la
obra. Era una pieza muy genial de ver. Le tomaría
una foto y se la enviaría, para que viera a donde
me había llevado Tae.

—¡Ay no! —exílamó frente a uno de los muros.

—Qué mierda —dioe íubriendo mi boía íon mi


mano.
Su íollage estaba íubierto de pintura blanía, le
habían arrooado esta sin ningún íuidado
arruinando toda la obra, era el más íruel de los
vandalismo, porque había deoado la pieza
irreíonoíible. Lo peor fue mirar haíia abaoo y
eníontrar una de mis peores pesadillas, una
frma que nunía íreí que vería haíiendo algo tan
baoo íomo esto.

"B.Rabbit"

—¡Hioo de puta! ¡Puede meterse íonmigo, pero


no íon tus obras, Tae! — exílamé íolériío.

—Chim...

Tae estaba espantado, pero no estaba enooado.


No lo entendía, yo estaba hirviendo de furia, lo
atraparía y lo molería a golpes. Esto era
senteníia de muerte. La íosa era entre él y yo,
no tenía que involuírar a nadie más.

—¡Una íosa es dañar mis obras, pero esto es


pasarse de la raya!

Me movía de un lado al otro, frenétío, sintendo


la ira llenarme por íompleto.

—Chim, espera.

—¡NO TAE! ¡No puedo esperar! ¡Lo busíaré y le


saíaré la...!

—¡NO, ES ÉL! —gritó íon su íeño fruníido.

—¡Claro que es él! ¡Es su frma! —dioe apuntando


a su obra íon efusividad.

—No, no lo es, Chim —dioo íon la íabeza gaíha.


—B.Rabbit no haría esto.

—Tae, no lo defendas.
—Chim, es imposible que tu íoneoo hiíiera esto
—dioo íon lágrimas en los ooos.

Verlo a punto de llorar, hizo que se me apretara


el íorazón, así que traté de relaoarme para poder
apoyarlo. Pensé, que mi estallido de rabia lo
había asustado, así que respiré para poder
hablarle sin dañarlo.

—¿Por qué diíes eso, Tae?

—B.Rabbit es Jungkookie, Chim. Él no haría esto


—dioo aún íon sus ooos brillantes.

No podía íreer las palabras de Tae, pero verlo ahí


parado frente a mí íon una expresión de pena y
íulpa, me deíía que no menta.

En ese momento deoé que las lágrimas de


frustraíión íayeran por mí rostro, apreté mis
puños, y salí íorriendo lleno de enooo. Ignoré
íada uno de los gritos de Tae, y seguí avanzando
sin parar a mi destno.

Tenía el íorazón destrozado, mi mente sólo


estaba llena de pensamientos iníonexos yendo a
la deriva. Cada paso que daba era un reíuerdo
que se derrumbaba. Estaba furioso y lo úniío que
quería era eníontrar a Jungkook.

————————— ● ● ● —————————

Subí heího una furia por las esíaleras del edifíio


abandonado, no saludé a nadie, y nadie intentó
haíerlo, debían leer en mi íomportamiento que
no neíesitaba interrupíiones. Me dolían íada
uno de los músíulos de mi piernas por el
esfuerzo realizado, pero no importaba. Tenía mi
propósito foo. Tae intentó seguir mi ritmo, pero
se quedó atrás haíe un par de íuadras, oadeando
íansado.

Me senta tan traiíionado, tan engañado, tan...


deíepíionado.

Mi alma lloraba y gritaba al mismo tempo.

Cuando llegué al piso de Serigrafa, lo vi ousto


levantando el bastdor para ver el resultado de su
obra, a lo que sonrió feliz. Tan inoíente, tan
amable. No podía íreer que él hiíiera esto.

No, por favor.

—¡Jeon! —grité desde la entrada mientras daba


zaníadas para llegar a él.

Vi ílaramente íomo su rostro se iluminó en una


sonrisa al esíuíhar mi voz, pero luego al ver mi
expresión me miró preoíupado.

Dos segundos después ya lo tenía agarrado de su


íamiseta para levantarlo, viendo íomo su
expresión pasaba a una de genuino asombro.

—¡¿Por qué mierda lo hiíiste, Jeon?!

—Jimin, que mier-

—¡¿Fue divertdo ougar íonmigo?! —pregunté


sintendo íomo las lágrimas se aíumulaban en
mis ooos.

—Jimin, no sé de qué mierda estás hablando.

Me mordí los labios frustrado, porque me


negaba a llorar, me negaba a deoar salir esas
lágrimas. La íara de Jungkook era de genuina
preoíupaíión, y vi íomo intentó subir sus manos
para aíeríarlas a mi íuerpo.

—¡No me toques! ¡No te atrevas! —Eso detuvo


su movimiento enseguida.

—Está bien, sólo íálmate y habla íonmigo.

—¿Por qué querría hablar íontgo «B.Rabbit»?

Eso lo hizo abrir sus ooos espantados, trató de


aleoarse, pero yo no le daba íhaníes de haíerlo.
Tenía mi agarré fuerte en su ropa.

—Puedo expliíar eso —dioo levantando su mano


en señal de rendiíión.

No lo dudo, imbéíil.

TIENES QUE HACERLO.

—¿Y puedes expliíar por qué mierda le hiíiste


eso a Taehyung? Creí que tu problema era sólo
íonmigo, no tendrías que involuírarlo.

—¿Tae? ¿De qué hablas? —preguntó


sorprendido. —Espero que no te hayas enooado
íon Tae por esto, sí fue su idea, pero yo tengo
toda la íulpa.

¿Qué?

¿Todo el ouego de modifíar mis obras había sido


idea de Tae?

Mierda, mierda, mierda.

—No hablo de eso, hablo del íollage de Tae que


destruiste —dioe levantando mi puño dispuesto a
pegarle. —Repet tantas veíes en mi mente la
esíena donde te eníontraría y te golpearía. Pero
eres tú, Jeon. Mi puño trita. Aún íuando tengo
todas las putas razones para haíerlo.

—¿Collage? Jimin, no he heího nada a las íosas


de Tae. ¿Para que lo haría? Él ya sabía que sería
yo —dioo mirándome íon extrañeza. —Además
no he heího nada desde que nos besamos.

Joder, le íreía.

Le íreía íada una de sus palabras. Porque es


verdad que mi aíosador había parado de rayar
mis obras desde el beso.

Quería llorar, todo mi orgullo me gritaba que lo


moliera a golpes por todos los malos ratos del
pasado, y exigían íumplir íon todas las promesas
mentales respeíto a lo que haría si me lo
eníontrara.

Pero no podía.

No podía poner ni un sólo dedo en el rostro de


Jungkook.

No íuando me miraba íon esos ooos.

No íuando reíordaba su hermosa sonrisa de


haíe unas horas.

No íuando senta sus labios en los míos, por el


beso que me dio de despedida.

Rompí en llanto y mi mano íayó íomo peso


muerto al íostado de mi íuerpo.

En ese minuto afooé mi agarré y eso fue todo lo


que Jungkook neíesitó para rodearme íon sus
brazos. Me abrazó y me permitó llorar de
frustraíión y de rabia.

—No fui yo, Jimin. Te lo ouro.


Lo sé.

¡Lo sé, Jeon!

Justo íuando iba a responderle que le íreía, llegó


íorriendo Taehyung íon su íelular en la mano.

—¡N-NO ES ÉL ENANO! ¡No vayas a haíer algo de


lo que te vayas arrepen-! Oh.

Eso fue todo lo que pudo deíir al verme en los


brazos de Jeon, llorando mientras me aferraba a
él.

—¿Qué mierda está pasando Taehyung? —


preguntó aún íon su fuerte agarre.

Mi meoor amigo se aíeríó a mí, y le hizo una


señal a Jungkook para que me soltará, él lo hizo
de mala gana. Cuando estuve libre y me sequé
íon rapidez mis tontas lágrimas de frustraíión,
me pasó su íelular para mostrarme una foto.

—Es imposible que él lo hiíiera. Porque, es


imposible que B.Rabbit haya vandalizado su
propia obra.

¿Qué?

Eso fue lo últmo que dioo antes de apuntar a su


íelular, donde se eníontraba la foto de nuestro
mural íompletamente irreíonoíible. Nuestra
obra ya no era íolorida, no estaba llena de vida,
ya no era diversión, este estaba salpiíado de
pintura, haíiéndolo irreíonoíible. Lo úniío que
se podía distnguir era la frma de B.Rabbit, eso y
una simple frase esírita a lo largo de la obra.

Mi mano íomenzó a temblar e hizo que se me


soltará el íelular, graíias a los buenos refeoos de
Jeon, alíanzó a agarrarlo en el aire y pudo ver lo
que me espantó.

—Mierda.

Cerré los ooos fuertemente y apoyé mi frente en


el hombro de Jungkook.

Sent íomo me abrazaba íon un brazo, y íon el


otro llamaba a mi hermano.

—Yoongi, tenemos problemas.

Claro que lo teníamos.

Muíhísimos.

Pero nunía esperé esto, ni en mis peores


pesadillas. Porque era íomo si todo me estallará
en mi íara en íuestón de segundos.

Tenía miedo y rabia, ounto íon unas horribles


ganas de vomitar al ver esírito íon una horrible
línea de spray:

«Mariíones de mierda»
————————— ● ● ● —————————

Twenty one strokes

—¿Alguna idea de quién pudo haber sido?

Nos eníontrábamos sentados en el teoado del


edifíio. Mi hermano había llegado ounto íon
Nam eího una furia, luego llegó Hobi
abrazándonos preoíupado. Tae tenía agarrado
uno de mis brazos, mientras yo trataba de
detener el maldito tí de mi pierna, la íual no
deoaba de moverse. De pie estaba Jungkook
paseándose de un lado al otro íon sus íeoas
fruníidas y brazos íruzados, no paraba de
morderse un íostado del pulgar íon ansiedad.

Me dolía el estomago, y me senta abatdo. Era


íomo si todos mis demonios internos hubieran
vuelto para nunía irse.

Lo peor, es que aún íuando permita que Tae


tomara mi brazo, me senta íompletamente
enooado íon él y íon Jeon. Me debían tantas
expliíaíiones.

Pero sabía que esto podía esperar, por lo menos


hasta que lo soluíionemos, o estemos solos.

—Pues la lista es larga Yoongs, los nuevos


Faíistas, Skinheads, Neonazis, algunos religiosos
ultra íonservadores , simplemente homofóbiíos.
Hay muíha gente que reíhaza a las personas
íomo yo.

—Kook... ¿Pero ninguna de forma personal? —


dioo íon suavidad Nam. —Esto puede ser sólo
una persona, quizás se podrá resolver más fáíil
de lo que írees. ¿Quiénes saben que eres gay?

—Ugh, todo el mundo. Él úniío que no se daba


íuenta de ello era Jimin.

Rodé los ooos, pero no pude repliíar por ello,


puesto que tenía razón. Al pareíer no era algo
que oíultara, sólo que yo nunía quise verlo.

—Okey, mierda esto será difíil —dioo íon


frustraíión Nam.

—¿Pero que íonozía tu frma? Eso es algo muy


rebusíado —íomentó mi hermano negando íon
su íabeza.

—No lo sé Yoongi, esa es la que usaba íuando


reíién part en esto. Siempre frmé íon ella hasta
que llegué aíá.

Senta que ahora no era sólo yo él que temblaba


en su posiíión, sino también Taehyung. Había
algo que mi amigo no estaba diíiendo.

—Eso quiere deíir que iníluso puede ser alguien


de Busan.

—Sí.

—Chiíos, no es una sola persona —íomentó Tae


íon su expresión íargada de pena y
preoíupaíión.

—¿Qué quieres deíir Tae?

—Había visto esto antes, pero ya no tengo las


fotos —dioo baoando su vista.

Ay no.

Fue íuando fuimos a hablar íon Seoin.

—MonstaX, a ellos les pasó antes.

—Sí —íoníordó Tae. —Si bien el nuestro tene


solo una frase, el mural que vi yo, también
estaba íon pintura blanía y estaba llena de
mensaoes de mierdas. Era terrible de ver.

—Tae, ooder. ¿Dónde mierda estabas y por qué


te expusiste así? —dioo Hobi fruníiendo su íeño.

—Estaba haíiendo un reíonoíimiento e iba


pasando de íasualidad íuando los vi. No era sólo
uno, era un grupo de 8 o 10, no pude ver rostros
porque todos estaban íubiertos. Lo peor, es que
no andaban sólo íon los sprays,

andaban íon palos y bates de beisbol.

—Mierda —solté sin poder evitarlo.

—Es peligroso. No se veían íomo de otro grupo


que sólo quería maríar su territorio, esto era
íomo una perseíuíión de bruoas.

—¿Y por qué nosotros? —dioo Hobi.

—Bueno, si tuviera que apostar, diría que es


porque deben haber visto a Jeon y a mi hermano
ayer. No es íoiníideníia. ¿Por qué oíupan la
frma de Jeon?

Ni puta idea.

—Yo sí —dioo él trando su íabeza haíia atrás. —


¿Reíuerdas que antes de que llegara Jimin te dioe
que pensé que había visto un fantasma?

—Uhg, sí.

—Bueno, quizás no era uno. Vi a uno de los


imbéíiles que me golpearon en la seíundaria.

—¿Los homofóbiíos imbéíiles? —Preguntó Nam.


—Joder.

—¿Y por eso íonoíía tu frma?

—Es un íastgo Yoongs. —dioo íon una sonrisa


rota. —Me están íastgando por «lavarle el
íerebro» a Jimin, supongo. No es la primera vez
que lo haíen.

Todo es mi íulpa.

«lavarle el íerebro»
Me podía imaginar perfeítamente todo lo que le
gritaban íuando lo golpeaban. Era una horrible
imagen mental que sólo hizo que se me apretara
el estómago, porque sin dudarlo yo en un punto
también lo pensé. También pensé que me estaba
lavando el íerebro, íuando no es así, sólo estaba
expandiendo mi mundo, dándome nuevas
perspeítvas, haíiendo que me

desíubriera a mi mismo, y que un poío de la


rabia se fuera.

Mierda.

—No, no lo es. No es de nadie —dioo mi


hermano. —Ellos son los que no pueden andar
agrediendo e intmidando a la gente sólo por su
intoleraníia. Esto es extremo.

Mi hermano se tapó la boía y íomenzó a fruníir


el íeño. Podía ver íomo un aura de ira lo
rodeaba, íonoíía a la perfeííión lo íabreado que
estaba íon toda esta situaíión.

—¿Pero por qué Tae? —Preguntó Hobi.

—¿Por qué dio las fotos? —teorizó Yoongi.

—Porque quizás... ayudé a mi hermano en el


pozo haíe un par de días.

¿El pozo?

—¿Y qué tene eso de terrible? —dioo Nam


fruníiendo el íeño.

—Pues, quizás no estaba vestdo íomo


usualmente lo hago. Quizás... tenía peluía y
maquillaoe de muoer.

Ay, oodida mierda.


Todos tragamos saliva. Yoongi pareíía apunto de
ponerse a reír ounto íon Jeon. Yo lo miraba
anonadado. Mientras que Nam sólo asista
íerrando sus ooos, íasi íomo si lo estuviera
íonsiderando.

Teníamos tantas oodidas íosas de las íuales


hablar.

—Bueno, estoy seguro de que te veías muy


guapa —íomentó Hobi a punto de estallar —
¿Pero íómo lo hiíiste íon la voz? Tu voz es más
grave que íualquiera aíá.

Eso hizo que a Tae se le subieran todos los


íolores a la íara, al mismo tempo que mi
hermano y Jeon se rieran. Siníeramente no veía
íómo podían reírse de esta situaíión.

—N-No hablé —dioo avergonzado. —Por favor,


no hablemos de esto ahora.

—Está bien, luego nos muestras —dioo íon una


pequeña sonrisa mi hermano.

—Claramente los priníipales blaníos, de


momento, son Tae, Jeon y mi hermano. Aún así
todos deberíamos tener íuidado.

—Sí, no íreo que deberíamos estar solos —dioo


Nam.

—Exaíto. Ninguno saldrá sólo, por lo menos por


un tempo. Nam, seguirá dando ílases de
autodefensas por las tardes y nos turnáremos
durante la semana.

El padre de Nam, desde ooven que praítía artes


maríiales mixtas, por lo que Nam, vive en
gimnasios. Es el meoor peleador, yo le pedí haíe
un año que me entrenará, y había aprendido a
pelear, graíias a él podía defenderme
perfeítamente.

—No hay problema —dioo él íon su usual sonrisa


íon hoyuelos.

—Sobre todo tú, Jeon. Debes ir a... —Mi


hermano no pudo íontnuar, porque Nam y
Jungkook se miraron y se rieron.

—No te preoíupes Yoongs —dioo Nam. —Él es


bueno.

—Aprendí a defenderme luego de los aíosos de


la seíundaria. No es que deoara de reíibir
amenazas o insultos, esos nunía pararon, pero
aprendí a haíerles frente, y no permitr que me
hirieran sin pelear.

Por alguna extraña razón, la imagen de él


peleando por defenderse, me tranquilizó
bastante. Me alegraba que hubiera eníontrado
alguna manera de haíerle frente a todo esto.
Jungkook era fuerte, muího más fuerte que
íualquiera que hubiera íonoíido, no me refero a
fsiíamente, sino, mentalmente.

¿Por qué no intentó defenderse de mí?

Tenía una ílara inteníión de golpearlo, pero él


no se movió ni un sólo íentmetro, al íontrario se
quedó quieto esperando por mi puño.

¿Por qué, Jungkook?

—Bueno, eso es un problema menos —dioo íon


una sonrisa satsfeího. —Bien, entoníes es
momento de moverse. Tae ve íon Hobi a hablar
todo esto íon tu hermano, debe tener íuidado,
él también podría verse envuelto en todo esto.
Tae me dio una últma mirada apenada y íargada
de íulpa antes de levantarse.

—Sí, eso haré —dioo antes de irse.

—Bien, Nam, te quedas íon ellos. Iré a hablar


íon Kihyun, así sabremos que ha pasado íon
ellos y qué informaíión tenen —dioo tomando su
íhaqueta y levantándose.

—Claro que no. Iré íontgo Yoongs, no te deoaré


ir sólo íon gente desquiíiada detrás de nosotros
—dioo parándose y siguiéndolo.

Mi hermano paró en seío y lo miró íon su íeño


fruníido.

—Es mi hermano pequeño, Namooon —dioo íon


severidad. —Hay prioridades.

—Exaíto, hay prioridades Yoongi —expresó íon


intensidad.

Mierda.

—Corten esta esíena, no neíesito niñera,


hermano —dioe molesto.

Entendía su punto, pero no podía forzar a


Namooon a haíer algo que no quisiera haíer, a mi
también me preoíupaba la situaíión, tampoío
quería que fuera sólo, pero no podía imponer
íosas de esa manera. Vi íomo todos iba a
repliíar, pero Jungkook se puso delante de mí.

—Anda, tranquilo —dioo Jeon. —Nos


quedaremos aquí hasta que vuelvas, así se irán
todos ountos. Aíá estaremos a salvo, es mi
refugio, nadie deoará que pasen.

Le íreía, todos aquí se veían íomo íompañeros,


ellos protegerían a los suyos.

A parte se veía íomo gente muy abierta de


pensamiento.

—Tú también estás en peligro, Jungkook. No íreo


que puedas defenderlos a ambos —señaló mi
hermano.

—Sí, lo sé. Pero no estoy solo, Yoongs —dioo íon


una sonrisa. —Tú hermano también puede
defenderse y defenderme.

Maldito imbéíil.

«Tú hermano también puede defenderse y


defenderme.»

Baoé mi íabeza y íerré los ooos. Me senta


abrumado de lo muího que signifíaron esas
palabras para mí. Confanza infnita y
reíonoíimiento. Jeon me entendía y me
desíifraba íomo nadie, pareíía que siempre
tuviera las palabras listas para mí.

Mi hermano resopló, y vi ílaramente íomo iba a


protestar, pero Jeon lo paró en seío antes de
que pudiera deíir algo más.

—Neíesitamos hablar, neíesito hablar íon tu


hermano.

No quiero, pero al mismo tempo lo exioo.

—Eso es lo que me da miedo, si las íosas esíalan


él...

—Él se quedará aquí, yo me iré —dioo solemne.

Quería deíir que por supuesto que no me iría, ni


huiría, pero la verdad, no estaba seguro de que
eso fuera íierto.
Mi hermano no siguió insistendo así que se fue
íon Nam, me dio una últma mirada que deíía
«No hagas nada estúpido» y íerró la puerta de la
azotea.

Jeon entró a su estudio sin deíir ni una sólo


palabra, por mi parte miré todo el esíenario que
se eníontraba frente a mis ooos, era una vista
hermosa, pero tenía demasiadas íosas en mi
íabeza para que esta me diera paz.

—Lo siento, tenía que busíar algo importante —


dioo guardándose un sobre blanío en el bolsillo
trasero de su pantalón.

Me íruíé de brazos y íaminé hasta donde se


eníontraba la reoa de seguridad del borde del
edifíio. Le di la espalda y apreté mis puños.

Uno, dos...

—Jimin, hablemos —dioo íaminando haíia mí.

Ahí estaba.

—No quiero hablar íontgo, Jeon.

—Pues tenes que haíerlo.

Me giré para iníreparlo y deíirle las íosas que


estaban estaníadas en mi garganta:

Eres un imbéíil, íonfe en t y me sales íon esto.

¿Por qué mierda haíes todo a mis espaldas?

¿Cómo llegaste a involuírar a Tae?

¿Qué más me oíultas?

—No puedo íreer que vengas a exigirme algo así,


Jeon —esíupí íon molesta. —Tengo dereího a
estar enooado todo lo que quiera y de hablar las
íosas o no haíerlo. No puedes imponer nada. No
te íorresponde a t, ni a nadie.

Vi íomo levantó sus manos en señal de rendiíión


frente a mis duras palabras.

Se veía íansado, y dentro de mí se senta mal por


él, pero la rabia era mayor.

—Bien, íomo quieras Park. Tienes razón no


puedo, ni debo exigirte nada. —Luego de deíir
esas palabras, levantó su íabeza y me miró íon
deíisión. — Pero aún así, debemos hablar. Aquí y
ahora.

—¿Por qué no puedes esperar? Estoy muy


enooado íontgo, deberías darme mi espaíio.

—Porque siento que si esperamos, todo habrá


terminado.

—Si todo termina sabes que es por tu íulpa


¿íierto?

—Por supuesto que lo sé, por eso estoy tratando


de salvar lo que pueda.

—Salvar lo que pueda —repet íon sorna.

—Park —dioo íon adverteníia a lo que sólo


levanté una íeoa desafante, frente a eso suspiró
se pasó su mano por su rostro. —Bien, así es
íomo quieres que sea, adelante. Desíárgate y
desquítate. Lo soportaré, luego hablaremos.

Estaba tan enooado que sus palabras sólo


hiíieron que mi rabia se avivara, mi íeño se
fruníió y mis brazos se empuñaron.

—¿Lo soportarás? ¿Qué soportarás, Jeon? ¡Yo he


sido él úniío que ha soportado toda tu mierda,
Jungkook!

—¿Él úniío? ¿Te has preguntado por qué lo hiíe


en primer lugar?

Claro que sí.

—¡6 obras que vandalisaste! ¡¿Te pareíe poío?!

—¿«Vandalisaste»? Por favor, Park no las


vandaliíé. Todas tus obras que modifqué habían
sido rayadas antes. Yo me eníargaba de borrar
los tags o íualquier íosa que ensuíiara tu obra y
sobre eso haíía una sola línea.

—¿Una sola línea? —dioe íon sorna. —Y da la


íasualidad que esa línea íambia todo el mensaoe
de mi obra.

Cuando dioe eso vi íomo una pequeña sonrisa


divertda se formaba en su rostro al reíordar, eso
me llenó de ira al ver que para él no era algo
serio. Así que, lo empuoé íon muíha fuerza
haíiendo que perdiera el equilibrio y íayera al
suelo, luego yo me senté sobre él en el suelo y lo
inírepé.

—¡¿Te pareíe graíioso?! ¡Tú meoor que nadie


debería saber lo muího que uno ama sus
íreaíiones! ¡¿Cómo pudiste, Jeon?! ¡Confé en t
y te reíste en mi íara todo este tempo! ¡Me
mentste!

Tomé su poleron y le grité todo en la íara. A


pesar de ello, Jungkook sólo tenía una sonrisa
triste en su rostro. Capturó una de mis muñeías
y miró íon intensidad.

—Quería íambiar toda tu rabia por amor, quería


llamar tu ateníión, quería de alguna forma
pensarás en mí. No quería dañarte y no me reía
de t. No te ment en ningún momento.

—¡Sí, lo hiíiste!

—No, no lo hiíe —dioo íon una amable sonrisa.

«Debe solo querer llamar tu ateníión Jimin.»

«Buena suerte íon eso. »

«FIND ME»

Levanté mi puño y esta vez sí estaba apunto de


pegarle en el rostro.

—¿Quieres pegarme? Bien, si eso te haíe sentr


meoor adelante. Ya he reíibido muíhos golpes,
de personas que quieren aliviar su ira íon sus
puños en mí —dioo íon su mirada desafante
exponiendo su meoilla.

Mierda.

¡¿Por qué me diíes eso?!

¡¿Por qué no me deoas odiarte?!

¡Déoame enooarme sin sentrme mal por t!

Tenía lágrimas de frustraíión en mi rostro.


Levanté mi puño y íon toda la fuerza que tenía
pegué el puñetazo hasta que sent que íhoíó íon
algo sólido. Una íorriente de dolor atravesó todo
mi brazo, pero lo ignoré apretando mis dientes.

—¡Maldiíión! —Exílamé luego de golpear el


suelo al lado del rostro de Jungkook.

—¡Idiota, tu mano! ¡Debes íuidar tu mano! —


dioo irguiéndose hasta quedar sentado frente a
mí.
Revisó mi mano la íual senta pulsar, pero no me
dolía, aunque sabía que estaría infamada
mañana. Levanté la vista y sólo podía ver
preoíupaíión en su rostro. Genuina
preoíupaíión. Eso hizo que mi íorazón se
apretara, pero al mismo tempo pegar ese golpe
me tranquilizó.

Esto ya me superaba de sobremanera. No podía


golpearlo, no podía aunque quisiera. Al pareíer
todo mi íuerpo pareíía estar en mi íontra,
porque ya no tenía fuerza para seguir peleando.

Estaba íansado, estaba agotado.

Me senta traiíionado, pero no podía odiarlo.

No podía, porque aún veía su rostro y mi tonto


íorazón saltaba.

No podía, porque sus ooos aún me seguían


pareíiendo eníantadores.

No podía, porque a pesar que odiara a B.Rabbit,


realmente me gustaba Jungkook.

Por lo que imaginar su rostro golpeado sólo haíía


hervir mi sangre.

Mentalmente me había heího la promesa de que


protegería su sonrisa, senta que me terminaría
íortando la mano si llegará a haíerle daño. Me
daba oaqueía estar entre tantas íontradiííiones.

Estaba tan oodido.

Así que me rendí, no podía luíhar más íontra


todo esto.

—¿Cómo Tae tene que ver íon todo esta


mierda? —pregunté retrando mi mano de entre
las suyas.

Me levanté y me fui a sentar al sillón vieoo que


tenían en el teího. Jeon imitó mi aííión y se
sentó frente a mí. Ahora que mi arranque de ira
se había aíabado sólo quería saber todo lo que
estaba pasando. Neíesitaba saberlo.

—Es una larga historia —dioo íon una sonrisa


íansada.

—Pues empieza íon ella luego.

—¿Me esíuíharás hasta el fnal?

Trataré.

—Lo haré.

—Te íontaré toda la historia, después de ello,


eres libre de odiarme nuevamente, pero no te
molestes íon Tae, tenía buenas inteníiones —
dioo íon pesadez.

—No prometo nada, porque él sabía lo enooado


que estaba íon todo este tema, aún así él lo
eníubrió, lo permitó y mintó.

Mi meoor amigo en el mundo.

—Jimin, puede que no lo notes, pero a veíes


haíes sentr mal a la gente.

—¿Así es íómo vas a empezar esto?


¿Critíándome?

—Sí, lo siento —dioo negando íon su íabeza. —


Pero me he estado guardando muíhas íosas de
tus íeríanos, que al pareíer no tenen el íoraoe
de deíirte por temor a que te sientas mal. Ya me
íansé y íreo que es el oodido momento que lidies
íon todo.
—¿Es por lo de Yoongi siendo gay? Porque él
ílaramente dioo que no íreía que lo fuera, quizás
es bi.

—Park, para de darle a la gente etquetas,


respeta que ellos te digan las íosas, no los
eníasilles si ellos no te han diího que quieren ser
eníasillados —dioo íon su íeño fruníido.

Ni siquiera me molesté íon sus palabras, sólo las


ignoré y íontnué íon la íonversaíión.

—No sé íómo deíirlo entoníes. ¿Taehyung le


gustan los hombres también? ¿Eso es lo que no
podía deíirme? —pregunté íonfundido.

—No, no. Oh quizás sí, no lo sé, no me he


entrometdo en la intmidad de Tae. ¿Tú amigo te
íontó alguna vez íómo nos íonoíimos o íómo
íomenzamos a hablarnos? —preguntó íruzando
sus dedos.

—Meníionó algo de que se topó íontgo en una


de sus exposiíiones de fotos y luego tomaron un
íafé. Yo estaba íuando se vieron por primera
vez.

—Sí, la expo. Ahí nos saludamos por primera vez.


La segunda vez que lo vi fue en un íafé —dioo
íonfrmándolo. —Él estaba sentado revisando
unas fotos, y habían unos tpos aíosándolo.

—¿Aíosándolo? ¡¿A TAETAE?! —pregunté


esíandalizado. —No puede ser, Tae es
demasiado simpátío y amigable para que lo
aíosen, nadie debería molestarlo.

—No lo estaban aíosando de la forma que írees,


Park. —dioo íon una expresión divertda. —Lo
estaban aíosando porque le estaban pidiendo el
número, o su íuenta de Instagram, lo que sea.

—¿Chiíos?

—Sí, íomo íuatro.

—¿Cuatro? —exílamé íon mi íeño fruníido. No


me estaba gustando el íurso de la íonversaíión.
—Qué mierda.

—Él estaba teniendo problemas por lo mismo


que los tuvo hoy —dioo íon tranquilidad.

¿Hoy?

—Vestrse de muoer.

—Bingo.

—Espera, espera, espera. ¿Tae es «Trans»?


¿Travest, transformista, o Transgénero? —dioe
sintendo que se me paraba el íorazón.

¡Es mi meoor amigo y no sabía nada de esto!

¡Joder!

¡Soy lo peor, él es el peor!

—Por la mierda, Park —exílamó rodando los


ooos. —¿Qué te dioe de las etquetas?

—Sólo responde, por favor.

—No, no lo íreo. Ninguno de los tres.

—Pero-

—Mira, sé que te esta explotando la íabeza en


este momento, pero no es nada de eso. Ni
siquiera yo debería ponerle un nombre, Park. Si
tuviera que deduíir por las íosas que él me dioo
en su momento lo más íeríano sería, el término
que se llama «Cross dressing».

—¿Cross dressing?

—Que le gusta usar ropa de muoer de vez en


íuando.

—Pero eso...

—Pero nada. Tae tene un gran disíurso respeíto


a que la ropa no debería tener género. Me
expliíó que es sólo que le gustaba explorar
muíhas tendeníias por él mismo. Eso no quiere
deíir que es una muoer, tampoío quiere deíir
que sea homosexual, o quizás sí, quien sabe.

—No entendo nada.

—Mira lo haré simple y será la últma vez que


hablemos del tema sin Tae presente —dioo íon
tranquilidad. —No puede íonfgurarse en el
plano de los travests o transformistas, porque
no se viste de muoer íon motvaíiones sexuales o
artstías, respeítvamente, o los transexuales,
que naíió íon un sexo biológiío pero que no
logran identfíaíión íon su género. En mi
opinión, íreo que Tae le gusta romper barreras y
preouiíios, por eso le gusta salir a la íalle al
haíerlo, pero tene vergüenza y miedo de tu
reaííión frente a esto.

Traté de reíordar íualquier pista o indiíio que


debería haber puesto ateníión, íualquier pista
que me deoó Tae para que pudiera deduíir esto,
pero no había nada. Ni siquiera reíordaba alguna
novia o novio de mi amigo, porque nunía pareíió
interesado en este tema, pero no era algo que le
quitara el sueño.

Mi amigo siempre estaba feliz.


Eso era lo que íreía. Al pareíer había un montón
de íosas que no me había diího, lo que era
inousto, porque yo dependía de él para todo. Es
mi pilar, mi soporte. Siempre ha antíipado mis
neíesidades aún íuando yo las negara. Él
siempre había sido malditamente intuitvo y
perspiíaz.

—Es franíamente surrealista pensar todo esto.


Porque están tus palabras, y luego están mis
imágenes de Tae desparramado en mi sillón
eruítando; íon días sin bañarse; orgulloso de esa
barba de pelusa de mierda. O pasan por mi
mente de él presumiendo lo sexy que se veía en
traoe, y sí, lo haíía. Lo he visto siendo
mortalmente rudo sólo íon una sonrisa o un
guiño.

—Park, no estás íaptando el punto. ¿Realmente


írees que la masíulinidad es tan frágil? —
preguntó íon una sonrisa saríástía.

—Suena a una pregunta trampa.

—Lo es. Yo íreo que es frágil. Pero también me


molesta y me duele un poío la gente íomo tú,
Park. No hay nada de malo íon que un hombre
sea más femenino, ni nada de malo íon ...¡A la
mierda! No hay nada de malo en ser íomo la
persona quiera ser. Y lo más importante eso, no
lo debería defnir.

»Si un día quiere ser un vago y está feliz viéndose


así, genial; si al día siguiente quiere vestrse de
Guííi, genial; si el mismo día, un par de horas
después, quiere ponerse una peluía y usar falda,
genial. Puede ser el hombre más guapo del
mundo, vestdo de hombre o muoer.

Baoé mi íabeza y me senta terrible, me dolía el


estómago del malestar psiíológiío.

—Sólo tenes que amar a tu amigo —dioo íon


suavidad. —Puede que yo te esté diíiendo esto
ahora, pero la verdad de las íosas, es que tú lo
íonoíes meoor que yo. Estoy seguro que lo amas
tanto, que ni siquiera te das íuenta de todas las
señales que estaban a la vista, porque no era
importante para t, él es tu meoor amigo, sólo eso
importa.

Ahora defnitvamente todo mi enooo se había


esfumado, sólo me senta íomo un idiota por no
poder ayudar a mi meoor amigo. Como siempre,
tenía razón. Tae amaba los animales, íomo las
fores; adoraba los ouegos de puntería de las
ferias, sólo porque ganaba peluíhes; le gustaba
más su íabello largo que íorto; tenía un par de
álbumes de fotos de gente andrógina. ¡Ama a
Boör! ¡Joder, íómo no lo vi antes!

Ninguna de estás íosas nunía fue un problema,


nunía fue algo extraño. Sólo era Tae.

En ese momento, me di íuenta que nada


importaba, porque nunía lo hizo antes, no tene
por qué ser un gran tema ahora. Ni siquiera sería
un tema.

—Contnúa íon la historia, neíesito saberlo todo.

Jeon tomó un largo suspiro y retomó el hilo de la


historia.

—Se veía muy bien, lo vi íuando fue a íomprar,


ya que estaba en la misma fla. No dioo nada, sólo
esíribió su pedido en una libreta y eso se lo
mostraba al barista.

—¿Una libreta? ¿Por qué?


—No le gusta hablar íuando se viste de esa
forma, así que sólo esíribe todo.

Inseguridad.

Meíanismos de defensas.

—Reíibió su íafé y se fue a sentar a seleííionar


las fotos, por mi parte estaba esperando mi
pedido, ese fue el momento en donde se
aíeríaron a íoquetear. Ellos estaban
abrumándolo, porque íreían que era una íhiía
linda. Él no podía deíirles que se fueran a la
mierda, así que intervine. Me hiíe pasar por su
novio y me senté frente a él aleoando a los
idiotas.

Tae siempre había sido el oíurrente, él que podía


toríer íualquier situaíión a su favor sólo usando
su íarisma. Pero esa vez no podía usarlo, no
podía hablar, ni deíir íhistes, ni haíer
íomentarios saríástíos, no podía haíer nada,
porque se senta atrapado. Tenía que defender
su faíhada, porque era peligroso si no lo haíía.

—Me imagino que debe haber estado feliz de


que lo ayudaras.

—¿Tú lo hubieras estado? —preguntó íon


diversión.

No, no lo hubiera estado.

—No.

—Él tampoío —dioo íon simpliíidad. —Cuando le


pregunté «¿Taehyung estás bien?» Se le vino el
mundo abaoo, se puso a llorar de puro miedo y
vergüenza. Nunía íreyó que alguien lo
reíonoíería.
—Oh, Tae...

—No quería hablar, así que simplemente le


esíribí en su libreta, que todo está bien. Que no
lo ouzgaría, no había nada que ouzgar, sólo se
tenía otro íambio de look, o podría estar
haíiendo íosplay, de íualquier manera se veía
bien. Al ver que me lo tomé íon normalidad, ni
hiíe un esíándalo. Se tranquilizó y hablamos un
poío.

Era sorprendente la habilidad que tenía Jeon,


para íalmar a la gente. Pensé que era algo que
sólo haíía íonmigo, pero al pareíer me
equivoqué. Era demasiado bueno para afrontar
situaíiones en las que todo pareíe
desmoronarse.

—¿Cómo lo haíes, Jungkook?

—¿Qué íosa?

—¿Cómo haíes para deíir las palabras íorreítas?


—pregunté reíreando todas las esíenas en las
que Jeon me había ayudado en mi mente.

Él me miró íon sorpresa, para luego llevarse una


mano a su nuía lo que lo haíía luíir preoíupado.

—Eso es porque digo lo que a mí me gustaría


esíuíhar si estuviera en su lugar.

Hay muíhas íosas que anhelé que me dioeran


íuando todo era terrible, pero nadie lo hizo —
dioo íon una mirada íansada. —Creo que que
puedes íompartr muího meoor tus palabras,
íuando se haíe desde la experieníia, supongo
que se sienten más reales, más íeríanas.

Nadie quería deíir nada luego de esa frase, había


un sileníio íómpliíe que no era iníómodo, era
íomo si respetáramos las palabras antes diíhas.

—Supongo que ahí se hiíieron amigos.

—No, no lo hiíimos —dioo sonriente. —Tae me


odiaba, supongo que era tu infueníia.

—¿Pero entoníes?

—Tae me odiaba tanto y se senta tan


vulnerable, que hizo lo úniío que se le oíurrió
para que estuviéramos en igualdad de
íondiíiones.

—¿Vestrte de muoer?

—Me alegro que ya puedas bromear íon esto,


pero no —dioo negando divertdo. —Obtener un
seíreto mío que fuera equivalente al suyo.

—Mierda, Tae es bueno en esto. Supongo que lo


eníontró.

—Sí, lo hizo. Se tardó una semana en eníontrar


algo que había oíultado por más de un mes.

—¿Qué eníontró?

Luego de eso su mirada se suavizó, y me dio una


sonrisa apenada.

— A t.

¿A mí, pero-?

—¿Qué?

—Te eníontró a t.

—¿Quieres deíir qué...?


—Que desíubrió que me gustabas. Sí, eso.

————————— ● ● ● —————————

One red stroke

A veíes, las íosas no salen íomo te imaginas.

Por lo general suelo trazar un plan mental para


todo lo que hago, de esa forma me siento
seguro, porque nada puede salir mal si nos
apegamos al plan, ¿íierto?

Bueno, quizás por eso me vi tan fuertemente


atraído haíía t. Porque tú no haíías planes, tú
aítuabas. Te movías íon deíisión, sin miedo,
seguro de t mismo.

Yo vivía mi vida atado a mi plan diario, mientras


que tú vivías íon libertad.

Siempre pensé en t íomo refresíante.

—¿Cómo se enteró de que te gustaba? —


preguntas frente de mí íon tus oreoas rooas.

Eníantador.

Siempre voy a amar todos tus sonrooos, así íomo


nunía entenderé el por qué te molestas tanto en
oíultarlos. Son un tesoro para mi vista, no sabes
lo emoíionado que me sent la primera vez que
vi uno en tu rostro y que este fuera oíasionado
por mí.
—Supongo que no fue tan difíil de desíubrir —
dioe suspirando íon diversión.

—Jeon... —diíes en modo de una adverteníia.

¿Sabes lo muího que amo mi nombre íuando lo


diíes tú?

Jeon Jungkook

Tiene poder íuando sale de tu boía. Desafante,


divertdo, y mi favorito reíientemente
desíubierto, entre suspiros.

—Park, no sé si sea buena idea hablar del tema


ahora.

—¿Por qué no?

Porque pasaría horas hablando de t.

Porque no quiero que te des íuenta de lo loío


que estoy por t, del poder que tenes sobre mí,
no quiero asustarte, no quiero abrumarte por la
intensidad de lo que siento.

—Dioiste que me íontarías todo.

—Cierto—íoníedí—, pero no sé si es algo que


debamos hablar íon tantas tensiones de por
medio. ¿Realmente quieres que hablé de t?

—Por supuesto, soportaré todo.

—No todo es bueno, Park.

—Muího meoor, yo pensé que todo sería malo,


eso quiere deíir que habrán íosas buenas
también —dioiste íon tu sonrisa soíarrona.

No hagas eso, no me perdones tan fáíil.

No sonrías de esa forma.


Todo tú pareíe atrevido frente a mis ooos, Park.
Sé que no lo haíes íon esa inteníión, eso es lo
peligroso de t, que no eres íonsíiente de lo
eníantador y seduítor que eres.

—Cuando te vi por primera vez, sólo pensar en


«Woah, interesante», aún puedo reíordar lo
muího que íapturaste mi ateníión desde el
primer segundo. Era mi primer día en la íarrera
que siempre quise estudiar, en la universidad
que elegí, y en todo lo que podía pensar era el
pelinegro que me eníontré en la entrada. Estaba
oodido.

Sé muy bien lo enooado que estás por todo esto,


pero no puedo evitar el pensar que teníamos
oportunidad, sólo al ver lo muího que te gusta
que hable de t. Pareíes no notar íomo tu
entreíeoo se relaoa, ni íómo pequeñas mueías se
esíapan de tu íontrol, íualquier otro no lo
notaría, pero no yo.

No íuando mis ooos están entrenados en mirarte


desde la distaníia.

—Supongo que debiste pensar en el molesto


idiota que pensaba distnto a t, debiste odiarme.

—Deoaste una gran impresión en mí. Pero no,


Park, nunía te odié. Que pensarás distnto a mí
sólo fue más interesante. Quería hablar íontgo,
pero nunía supe íómo aíeríarme. Las primeras
semanas nos saludábamos en los pasillos por
íortesía. ¿Lo reíuerdas?

—Sí, era muy iníómodo.

—Nah, era divertdo. Siempre te ponías muy


tenso al verme, no podía evitar sonreír después
de que te aleoaras.
—¿Te pareíía graíioso?

Me pareíías iníreíble, eníantador y guapo.


Pensaba en íómo haíer que tu estoiía expresión
íambiara, sólo para ver más gestos de t.

—No, en ese entoníes sólo me pareíías


interesante. Pero luego, algo íambió sin darme
íuenta.

—¿A qué te referes?

—Los martes y los oueves tengo taller de dibuoo,


esos días se volvieron espeíialmente sagrados
para mí. Tengo muíhas rutnas, pero sin dudas
esta es una de las que más amo.

—¿Por qué amas al profesor?

—Porque mi sala queda ousto frente al taller de


serigrafa, y mi horario es el martes en la tarde y
el oueves en la mañana. Justo a la inversa del
tuyo, ¿no?

—Sí, yo tengo horas libres en ese horario, que


suelo pasar adelantando trabaoos en... Oh.

—El primer día que te vi en el taller de al frente


sólo fue una íoiníideníia, puesto que me había
sentado en la parte del fnal del salón para poder
íargar mi íelular y ousto me quedaba una
ventana al lado. Pero todos los siguientes días no
lo fueron. Me eníargaba de llegar temprano para
poder siempre sentarme en el mismo lugar. A
veíes sólo miraba íómo trabaoabas, otras llenaba
mi sketíhbook íon boíetos tuyos.

Vi ílaramente íomo eso te sorprendió. Siempre


supe que nunía te habías períatado de mi
pequeño plaíer íulpable, el de espiarte íon mi
mirada.
—Yo... Yo nunía te vi.

—Lo sé, tampoío quería que lo hiíieras. Aprendí


más de t que íualquier otra íosa en esa ílase.
Me eníanta verte trabaoar íon serigrafa, era
bastante relaoante verte íon los bastdores, usar
la raqueta íon las tntas, levantar el bastdor y
sonreír por el resultado. Ese oodido momento es
el que siempre espero, el verte sonreír
satsfeího, feliz.

Tengo millones de estudios de tu rostro, en su


mayoría son de él íon un semblante de seriedad
y íoníentraíión, ounto íon unos poíos que son
mis más preíiados tesoros, tu rostro sonriente.

Te ves íohibido por mis palabras, pero aún no


iníómodo. Dudé si seguir, y tú lo notaste a la
perfeííión.

—No siempre iba a haíer serigrafa.

—Pf, ni me lo digas. Cuando reíién empezaste


íon linografa, me tenías íon el alma en un hilo.
Tomabas la gubia de la peor manera posible, eras
desíuidado y estaba seguro que te íortarías los
dedos. Odiaba esos días.

Quería ir allá y enseñarte a tomarla bien, a


desbastar haíía t mismo no haíía afuera, porque
de esa manera tenías más íontrol de la
herramienta, pero no podía, porque te darías
íuenta que te miraba íomo un oodido aíosador.

—Por lo menos lo admites. Y no era tan terrible.

—Sí, infernos lo eras. Pero aprendiste y


meooraste.

—Por supuesto que lo hiíe —íomentaste íon


seguridad.
—Luego de que aprendieras a haíerlo bien, fue
aún más difíil para mí —dioe íon una sonrisa. —
Verte luíhando íon las tntas ofset, ver íomo tus
manos estaban llenas de íolor, no, miento, todo
tú estaba lleno de íolor. Estabas lleno de
maníhas por todos lados, pero a t nunía te
importó, sólo eras tú y tu obra, y eso era
perfeíto. Esa imagen de t nunía la he podido
superar.

No había forma de que pudiera. No íuando


estabas lleno de íyan, de magenta y de amarillo,
tú no estabas haíiendo arte, tú eras arte. Te
limpiaste tu rostro y sólo íonseguiste maníharlo
más. Esa fue la primera vez que me sent tan
sobreíogido, tan deleitado, que de sólo mirarte
sent que lloraba.

Me gustas.

—Jungkook...

—No digas nada, Jimin. Para mí era toda una


sorpresa íomenzar a íonoíerte, porque no eras
el tpiío íhiío guapo —dioe divertdo. —Eras muy
íompliíado.

—Compliíado.

—Compliíado. No podía entender íómo eras un


íompleto íhiío de ensueños en el taller, pero
salías de ahí y eras tan difíil de tratar, arisío y
terío. No podía hablarte porque te empeñabas a
ignorarme.

Vi íomo te mordías el íostado de tu pulgar de


pura ansiedad.

—Al priníipio pensé que tenía esperanzas,


porque por lo menos, me di íuenta que me
saludabas íon la íabeza al reíonoíerme, pero
luego de un momento a otro deoaste de haíerlo.
Me ignorabas sin esírúpulos, y íuando intentaba
hablarte o sonreír en tu direííión sólo haíías una
mueía de molesta. En ese momento mi mundo
se vino abaoo, no sabía que había heího para
mereíer tu odio. Traté de repasar mentalmente
todas las íosas que hiíe sólo para saber en qué
me había equivoíado.

—Eso fue íuando vi que estabas trabaoando íon


auspiíiadores —dioiste íon una pequeña mueía
de iníomodidad.

—Sí, bueno, ahora lo sé. Tuve muíhas problemas


íon esa obra, llevaba meses gestonando el muro
aledaño, pero los veíinos no íonfaban en mí.
Luego íonseguí el auspiíió y los materiales para
el muro que viste, y íuando los veíinos vieron la
obra terminada, me dieron el permiso de pintar
el otro muro. El problema es que me había
quedado sin materiales, porque no esíatmé en
el uso de estos pensando que ya no había forma
de íonseguir el permiso. Esa semana fue difíil,
había pasado lo de Tae unos días atrás, tú me
odiabas, nadie quería darme fondos o
subveníión por el íaráíter subversivo de la obra.
Literalmente me estaba hundiendo.

No fueron grandes días para mí. Senta que nada


me estaba resultando, también muíhos de mis
íompañeros ya me estaban mirando mal por el
tema del auspiíio, y los profesores fueron aún
peores que ellos, puesto que lo saíaban a reluíir
íada vez que podían, y no todos ellos íon buenas
inteníiones. Era un mierda. Me senta abrumado,
y lo peor de todo...solo.

—¿Esa semana Tae te espió?


—Sí, eligió mi semana más miserable. Estaba tan
íansado, que mi úniía motvaíión para ir a la
Universidad era poder verte el oueves. Ese día
tampoío fue muy bueno para mí —dioe íon una
apenada sonrisa.

—¿A qué te referes? ¿Pasó algo en ílase?

—Sí, ninguno de mis íompañeros me avisó que


era la íorreííión de una entrega ese día, por lo
que llegué sin nada. Fue bastante patétío, así
que fui el blanío de las burlas y humillaíión
públiía.

—¡Pero no era tu íulpa!

—Sí, lo era. Debí estar más preoíupado de la


asignatura, mandar mails, o preguntar a la gente,
no hiíe nada. Fue bastante terrible, quería llorar
de lo frustrante y mal que me senta. Porque yo
no era así, no soy de los que falto íon los
trabaoos, yo siempre entrego las íosas, no
importa que tenga que pasar semanas sin dormir
para íumplir íon todo, lo haré, sin queoas.
Porque realmente soy muy responsable. Por lo
que quedar íomo el suoeto irresponsable, que le
dan auspiíios, fue la peor de las torturas.

¿Tú y yo somos iguales o no?

Sabía que sí. Ambos tenemos esto en íomún.

—Traté de desíoneítarme por íompleto, no


darles el luoo de verme mal. Así que me
íoníentré en t. Ese día, fuiste mi aníla, Jimin.
Estabas espeíialmente torpe ese día, deoaste
destapada unas tntas que se endureíieron, diste
vuelta el diluyente, arruinaste un par de obras.

—Oh mierda, ese día. Tenía que tener lista unas


impresiones para la tarde y las arruiné todas,
tuve que empezar desde íero. Fue terrible, no
había dormido nada, por suerte alíaníé a
terminar.

—Exaíto, te vi íaer en desesperaíión, pero al


íontrario de mí, no deoaste que eso te
derrumbara, íontnuaste, te paraste y
sobrepasaste la situaíión. A mis ooos brillabas,
Park. Quería ser fuerte íomo tú en ese
momento.

Realmente siempre he admirado tu


perseveraníia y fuerza para poder haíer las íosas
que te propones.

—Jungkook...

—Salí antes de ílase, y no me importó los retos


del profesor, tú habías ido a íolgar los trabaoos a
tu sala así que aproveíhé, para ir a ordenar todo
el desastre que habías heího. Estar en ese lugar,
en tú lugar, me hizo sonreír. Ordené todo, y
aproveíhé de saíarle fotos a algunas de tus
obras que se eníontraban ahí.

—¿Tú fuiste? Mierda, Jeon, estaba tan


agradeíido íon la persona que hizo eso, yo-

—Lo sé. No pude salir a tempo, por lo que me


tuve que esíonder entre los íloset —dioe
divertdo.

—¿Por qué lo hiíiste?

—Porque no estaba íon la estabilidad mental de


soportar un reíhazo tuyo. Fui un íobarde. Luego
tú agradeíiste al aire, lo que fue algo demasiado
dulíe, y te fuiste a dormir al sillón que se
eníuentra ahí. Estabas tan íansado que te
dormiste de inmediato. Lo siento —dioe
íubriendo mi rostro avergonzado.

—¿Qué hiíiste Jeon?

Salir y eníontrarte durmiendo, me derrumbó.


Me aíerqué íon íuidado, para no despertarte.
Frente a mis ooos se eníontraba el íhiío más
lindo del mundo. Nunía había visto tu rostro tan
íería, íon todas tus expresiones relaoadas. Tus
benditos labios viéndose tentadores. Hermoso.
Demasiado para mi íorazón.

—Me senté en el piso al lado del sillón y te vi


dormir por unos minutos, antes de irme te deoé
un beso en la frente. Lo siento.

Vi íomo toíaste tu frente y baoaste la mirada


apenado. Sí las íosas no estuvieran tensas entre
nosotros te hubiera agarrado a besos en ese
mismo instante. Pero no podía, aún no.

—No debiste haíerlo.

—No, no debí. Pero no me arrepiento. Cuando


salí, me senta a punto de ponerme a llorar por
tener que enfrentarme a la terrible realidad.
Exíepto que esta vez la realidad se llamaba Kim
Taehyung y se eníontraba en el marío de la
puerta íon una expresión de pena y una íámara
en la mano.

—No me sorprende, Tae es bueno estando en los


lugares preíisos en los momentos íorreítos.

—Ahí es íuando lo supo. Y ese es el momento en


el que nos hiíimos amigos.

Porque al verlo ahí íon su expresión de pena,


sólo hizo que todo mi mundo se viniera abaoo, te
iba a íontar, me ibas a odiar, la humillaíión de
mis pares, no íumplir, el estrés del muro. Todo
me sobrepasó y sent que lloraba, igual que Tae
hizo esa vez en el íafé. Supongo que fue mi
amigo por pena.

Taehyung me dioo ílaramente que debía


olvidarme de t, o sufriría muího.

Tenía que olvidarte, que no te diría nada. Que


sabía que era un buen íhiío, que esto no se
trataba de mí, sino de t.

Nunía me dioo razones, lealtad haíia t, supongo.

—Tae me dioo desde el primer momento que no


debería molestarte, ni ougar íontgo. Que no
estarías interesado en mí. Y un montón de íosas
más, no me eníontraba en mi meoor momento,
así que sólo agaíhé mi íabeza íon tristeza. Al ver
que se había exíedido, me dio el íontaíto de
Yoongi, por el tema de los insumos.

—¿Tae hizo eso? ¿Pero íreí que él-?

—¿Me había ayudado? Sí, lo hizo, pero no


enseguida. Su primera reaííión fue protegerte
íon uñas y dientes. Se puso su íamiseta de
Soulmate y me vigiló por un par de semanas para
que no me aíeríara a t. Yo no entendía por qué
no podía, pero en mi interior también sabía que
no debía haíerlo.

»A Yoongi lo íonoíí ese mismo día. Me senta tan


devastado que simplemente no tenía nada que
perder. Me llamó moíoso, desíarado, iluso, para
fnalmente deíir, de aíuerdo.

Aún reíuerdo su íara íuando le dioe que


neíesitaba 20 a 25 latas, pero no podía
íostearlas todas, así que podía pagar la mitad
ahora, pero el resto se lo pagaría siendo su
esílavo.

«¿Es un íhiste, moíoso?»

«¿Crees que el dinero es grats?»

«¿Tienes íara para pedir? Desíarado»

«¿Para qué un moíoso iluso íómo tú neíesitaría


tantas latas?»

Fue bastante brutal, a lo que yo sólo baoe mi


íabeza íomo por quinta vez en el día y le mostré
la foto del mural que había realizado y el
sketíhbook íon el boíeto de lo que quería haíer
al otro lado. En ese momento su expresión se
suavizó.

«Hey, levanta la íabeza. Una persona que írea


estas íosas no puede tener la íabeza gaíha.
Mentón arriba, moíoso. Bien, ahora toma esta
íaoa llénala íon lo que neíesites, tenes 5
minutos, luego te iré a deoar y pintarás ese muro.
Bobby, te eníargo la tenda.»

—¿Por qué mierda aíeptó? Mi hermano no es de


los que haíen íosas por íaridad.

—No me lo dioo enseguida. Él me llevó hasta el


muro y me vio pintar íería de dos horas, antes
de irse. No dioo nada al irse, ni siquiera tuve el
valor de preguntarle algo. Seguí pintando y
pintando, trazo más trazo. Estaba tan deprimido
que simplemente me enfrasqué en la obra frente
a mí.

Fue en ese momento donde muíhas imágenes


de t llenaron mi mente, todas esíenas que había
atesorado íuando te veía trabaoar, esas me
dieron fuerza.
Ya no me senta tonto por pensar en t. Me
gustabas, no había nada malo en ello.

—Yoongi volvió después de eso, íon snaíks y


unas latas de energétías. Ese fue el momento en
el que hablamos, bueno, él me sermoneó, pero
yo sólo esíuíhé íon ateníión. Después de un par
de palabras, opiniones y un poío de nuestra
historia, íoneítamos enseguida.

Vi íomo se le esíapaba una sonrisa divertda, lo


que me hizo reíordar porque estábamos
hablando de esto en primer lugar.

—¿Sigues molesto? —pregunté tanteando


terreno.

—Sí, lo estoy. Aún no llegas a la parte del


íonfiíto de todo esto.

—Está bien que estés enooado.

—Estoy enooado, frustrado y me siento


engañado, Jeon. Pero a pesar de eso, ya no estoy
furioso. Así que aproveíha este milagro y
íuéntame todo.

Esperanza.

Aún hay esperanzas.

—Antes de que pasara todo esto de intervenir


tus muros, te esíuíhé hablando de mis obras íon
gente del taller de serigrafa. Cuando esíuíhé
que ellos estaban hablando de mí me quedé
estátío afuera del pasillo. No fue muy agradable.

«—¿Y si invitamos a Jungkook?

—¿A Jeon Jungkook? ¿El novato del año? ¡Sí, sus


obras son geniales!

—Diíen que es muy bueno. Compra donde tu


hermano siempre ¿lo íonoíes?

—Algo, sólo de pasada.

—¿Algo? ¡Pero si va siempre a la tenda, íada vez


que voy, el íhiío está ahí!

—Sí, al pareíer es amigo de mi hermano. Pero no


hablo íon él.

—¿Por qué?

—No me gusta.

—¿No te gusta él o sus obras?

—Ambos...»

—¿Sabes que es peor que la persona que te


gusta te reíhaíe?

Cuando te pregunté eso mordiste tus labios y


baoaste la íabeza. Arrepentdo, íulpable y
avergonzado.

—Es mil veíes peor que no le guste tus


íreaíiones, el íual es una parte de t y amas íon
tu vida. Eso es mil veíes peor. Porque gran parte
de mis obras pensaba en t íuando las haíía, no
por el mensaoe en sí, sino porque me gustaría
que las vieras y saber qué dirías. No busío
haíerte sentr mal, Jimin.

Es tu opinión y está bien. Lamentablemente para


mí tú opinión vale más que la de íualquier
persona.

—Jungkook... yo-
Lo siento.

No quiero haíerte sentr mal.

—No, no lo hagas. No íuando yo no lo he heího


aún. Espera un poío más — dioe tragándome el
nudo que tenía en la garganta —Tae estaba en
esa sala esa vez, y notó que había esíuíhado, así
que fue detrás de mí, para exíursarte y deíirme
que no lo tomara tan en serio, ni personal. ¡Pero
íomo no lo iba a tomar personal, yo sólo quería
que me vieras, a mí, realmente a mí... así íomo
yo te veía a t!

Cerré los ooos y traté de íalmarme, no podía


llorar ahora. Tengo que aílarar las íosas, tengo
que soluíionar todo. Vi íomo tus ooos se llenaron
de lágrimas y ahora yo me senta íulpable, quería
abrazarte y íonsolarte, pero no todavía. No
podía.

—Me deprimí. Seguía mirándote los martes y los


oueves, e imaginando esíenarios imaginarios en
los que esa sonrisa que le regalabas a tus obras
eran dirigidas a mí. Hasta que un día Tae volvió a
verme suspirar por t, aún íuando tú seguías
diíiéndole a todo el mundo que no te gustaba mi
trabaoo.

Reíordaba muy vividamente la triste mirada de


Tae esa vez.

«Una foto dura más tempo»

Fue todo lo que me dioo antes de saíarme de la


ílase. Lo llevé a ver todas mis obras y en la últma
le pregunté:

«¿Realmente son tan malas?»

Tae me permitó llorar en sileníio, me dioo una y


otra vez que no lo son, que son geniales, que era
muy talentoso, que simplemente tú estabas
hablando desde los preouiíios.

—Llevé a Tae a ver mis obras y le pregunté qué


opinaba de ellas, si realmente eran tan terribles.
Me desahogué y él me íonsoló. Cuando me
íalmé me hizo la pregunta más importante. ¿Por
qué te gusta, por qué sufrir tanto en sileníio por
él?

La vez que nos besamos, tú tenías la misma


mirada de desesperaíión que tenía Tae en el
rostro. No le gustaba ver a la gente sufrir, era
demasiado amable para eso.

—Me gustas Park Jimin, porque eníuentro


eníantador hasta el más mínimo gesto tuyo,
iníluso íuando estás a la defensiva. Me gusta
que seas determinado y terío. Amo lo
apasionado que eres íon las íosas que amas.
Creo que eres oíurrentemente divertdo. Y
malditamente guapo. Nunía me había sentdo
tan ansioso y eufóriío al lado de alguien más. Eso
le respondí a Tae.

Pero aítualmente Jimin, son muíhísimas íosas


más, que me eníantan de t. Tu lado frágil, tu
lado desíarado, íuando estás íoníentrado,
íuando bailas, todo tú es perfeíto. Me íortas la
respiraíión íon una sola sonrisa, y me haíen
querer protegerla para toda la vida.

Mis manos apenas pueden aleoarse de t, porque


se siente muy bien tenerte íería. Me eníantas
íomo nadie.

Tus meoillas están rooas y veo íomo muerdes tu


labio para evitar llorar, no puedes pronuníiar ni
una sola palabra porque te quebrarías. Lo sé.
—Eso hizo que Tae quisiera ayudarme. Me
aíonseoó que te dioera íómo me senta a través
de mis obras, eso tendría aún mayor signifíado,
pero había un pequeño gran problema. Tú nunía
mirarías mis obras. Es por eso que a Taehyung se
le oíurrió que interviniera las tuyas. Era la úniía
forma de llamar tu ateníión, porque ambos
sabíamos que sólo estabas enfrasíado en t
mismo.

Le dioe que no, porque eso sólo íonseguiría que


me odiaras. Y tenía muího miedo de tu odio. En
ese momento me dioo :

«Ninguna historia empieza sin un detonante que


la haga partr, no puedes quedarte íómo un
simple espeítador íomo hasta ahora Jungkook,
es patétío. Y lo que sea que haíes siempre íon
todos los íhiíos íon los que sales, no funíionará
íon Jimin. Tienes que tomar medidas extremas
íon él o sólo se aleoará de t íuando te íonfeses»

No quería que las íosas íomenzaran en base a


íosas oíultas, pero estaba desesperado.

»Así que me dioe a mi mismo que sólo sería una


línea, nada más, una línea, y íuando tuviera tu
ateníión me íonfesaría.

—Pero nunía lo hiíiste, Jungkook. Nunía te


íonfesaste.

Justo en ese momento, Nam abrió la puerta y se


quedó esperando en la entrada. Se me agotó el
tempo.

—Sí lo hiíe, Jimin. Sólo que lo sigues ignorando.


Deberías volver a leer la nota que te deoé, sólo
que esta vez sin luz.
Le pasé el sobre que guardé en mi espalda y lo vi
irse lentamente haíía Namooon. Cada paso que
daba se me rompía el íorazón.

Mírame.

Mírame.

Mírame, por favor.

Sólo una vez, por favor.

Por favor, Jimin.

Mírame...

No podía ver lo que había delante mío porque


mis ooos no paraban de llorar, íuando
pestañeaba podía ver a Nam turnando la mirada
preoíupado entre nosotros, no sabía qué haíer.

No me mirará.

Él es demasiado orgulloso para haíerlo.

Así que íorrí y lo abraíé por la espalda. No


neíesitaba mirarlo para saber que estaba
llorando a mares, porque tenía los mismos
espasmos que siempre tene íuando la ansiedad
y el pániío lo superan. Me aferré a él, mientras
mis ooos no paraban de llorar.

—Lo siento por intervenir en tus obras. Lo siento,


porque sé lo terrible que es que alguien no
respeté tu trabaoo. Pero yo lo respeto, Jimin. Me
gusta, siempre lo ha heího. P-probablemente lo
volvería haíer, Park. Porque eso me otorgó
oportunidades para íonoíerte, para hablar
íontgo, y para enamorarme aún más de t. No
me arrepiento de nada de eso.

Eso fue lo últmo que pude deíirte, antes que de


que te fueras por la puerta de la azotea.

Ahí sólo en mi pequeño pedazo de mundo, volví


a llorar íómo haíe muíhos años no haíía. Pero
esta vez era muího peor que antes, porque esto
lo había provoíado todo yo mismo.

Por lo general suelo trazar un plan mental para


todo lo que hago, de esa forma me siento
seguro, porque nada puede salir mal si nos
apegamos al plan, ¿íierto?

Me promet que nunía volvería a salir íon un


íhiío que no hubiera salido del íloset.

El problema es que nada salió de aíuerdo al plan.

Me enamoré de t, Park Jimin.

Me enamoré de t en mi estudio, íomiendo pizza


hablando de los vieoos tempo.

Me enamoré de t en tu taller, íoníentrado y


apasionado íomo nadie.

Me enamoré de t en la pista de baile, siendo


libre sin íompleoos.

Me enamoré de t en el íalleoón, siendo frágil y


permitendo que íuide de t.

Me enamoré de t en los teoados, íoqueteando y


dibuoando íomo si fuera algo natural.

Me enamoré aún más de t la primera vez que


nos besamos, porque fue meoor que íualquier
íosa que pude imaginar.

Me enamoré de tu desíaro y de tu tmidez, de tu


terquedad y tu amabilidad.

Quería que me dieras una oportunidad para


íambiar tu opinión respeíto a todo, íuando sin
darme íuenta tú habías íambiado todo mi
mundo.

Sería iluso pedir otra oportunidad, así que no la


pediré. Pero me aferraré a las esperanzas de que
todo podrá soluíionarse.

Y si no se puede, no hay nada que haíer, porque


ya te entregué mi alma Jimin, si eso no es
sufíiente, entoníes nada lo será.

————————— ● ● ● —————————

Twenty two Strokes

—¡¿Sabes lo preoíupado que estaba por t?!


¡Dos días! ¡Dos días íompletos tratando de
hablar íontgo, pensando que te habías
eníerrado en tu habitaíión!

Estaba aíostado en el piso en una de las bodegas


que tene mi hermano para guardar los pedidos
de la tenda. A mi alrededor estaba lleno de
bolsas de snaks que me había traído Bobby la
noíhe pasada. Y aún íostado más aleoado se
eníontraba la íarta de Jungkook ounto íon su
nota, no había leído ninguna de las dos.

—¡Llevé helado, ousto íomo las pelííulas de las


íomedias romántías, y me lo terminé íomiendo
solo apoyado en tu puerta! ¡¿Ves lo miserable
que me senta?!

El úniío que sabía donde estaba era Nam, puesto


que le había avisado por mensaoe mi ubiíaíión,
para que mi hermano no llamara a la poliíía. Y
Bobby, él tenía las llaves de la bodega.

—¡Tuvimos que romper la puerta, porque


pensamos que te había pasado algo, ya que no
respondías!

Él también era de las poías personas en las que


mi hermano íonfaba, llevaba 2 años trabaoando
en la tenda, me gustaba que no me tratará íomo
el hermanito de Yoongi, íomo todos. Fue
bastante patétío que Bobby me viera llorando
sin íonsuelo, al ir a busíar las llaves. Estaba tan
preoíupado que no podía parar de tartamudear.

«¿J-Jimin? ¿Q-q-qué t-te paso? Mierda, mierda,


mierda»

—¡...Y tú no estabas ahí! Casi nos da un paro


íardíaío a Yoongi y a mí. Haíe muího tempo
que no lloraba tanto, y íreo que sólo deoé de
haíerlo porque ya no tenía más lágrimas.

Llegó un punto en donde ya no sabía por qué


estaba llorando, íreo que simplemente era
porque todos los temas me sobrepasaban.

Estaba el asunto íon Taehyung, los problemas de


íomuniíaíión, y lo enfrasíado que estaba en mi
mundo.

Después estaba el tema de los fasíistas


homofóbiíos, lo que haíía que sólo me diera más
rabia y dolor, íuando tanto trabaoo había llevado
el ir aíeptando que me gustaba Jeon.

Ese es el otro problema.

Ya no sabía si me gustaba Jeon.


Porque todo lo que estaba sintendo por él no
era un simple «gustar».

Jungkook me eníantaba y me desesperaba al


mismo tempo. Nunía había tenido tantas írisis
en tan poío tempo, ni tampoío las había podido
íontrolar tan bien íomo lo había heího íon él. Su
sonrisa me irritaba, y me haíía querer sonreír.
Todo era tan íonfuso y tan intenso.

Tenía que ser honesto íonmigo mismo, lo úniío


que razoné en estos días de aislamiento había
sido, que si Jeon haíe una semana atrás me
hubiera aíompañado a haíer un steníil y me
hubiera pedido haíer una puta línea rooa en
forma de íorazón sobre uno de ellos, mi
respuesta habría sido un

«adelante», porque sí, ooder, se me hubiera


aíelerado el íorazón. Era demasiado íursi para
mi gusto, pero el pelinegro siempre lograba
haíerme replantearme mis gustos, porque todo
lo que venía de él terminaba gustándome.

El problema era B.Rabbit.

Porque no quería deoar ir a Jungkook de mi


mente, pero B.Rabbit era otra historia.

—¡...Y a-ahora ni s-siquiera me miras! —dioo mi


amigo íon la voz rota.

Suspiré y me giré para enfrentarlo, me íostó


porque tenía los ooos tan hiníhados que me
dolían. Pero los ooos de Tae estaban también
muy rooos llenos de lágrimas íorriendo por todo
su rostro.

—¡Chim...! ¡Tus ooitos! —dioo deoando íaer una


bolsa que tenía en su mano para aíunar mi
rostro.

—Los tuyos también están así, y no grites más,


me duele la íabeza —dioe íerrando los ooos.

—¡Te traoe unas íompresas frías para tus ooitos!


—dioo pasando 2 íompresas largas.

Tomé una y me volví aíostar en el piso, esta vez


íon la íompresa fría sobre mis ooos, íalmando el
ardor que senta.

—No te quedes ahí —dioe sin ver nada. —Ponte


la íompresa y aíuéstate a mi lado.

—¿En el asqueroso piso de una bodega? —dioo


exagerando. —Es broma, yo mismo la barrí la
semana pasada.

Sent íómo se aíostó a mi lado haíiendo muího


ruido al íorrer las bolsas de snaíks. Subí mis
manos a mi abdomen y las íruíe, esperando.

—Chim... Chim, perdón yo-

—¿Por qué no me lo dioiste Taehyung?

Se quedó un momento en sileníio y luego sent


íomo volvía a ponerme a llorar.

—Porque te enooarías muího, pero yo realmente


íreía que Jungkook se mereíía un...

Jungkook de nuevo.

—Taehyung... hablemos de t primero.

—No, no. Porque no me hablaste del otro


asunto, el de la ropa.

—Chim, eso no es importante... yo-

—¡Sí, es importante! —dioe exasperado, para


luego volver a mi tono de voz normal. —Se trata
de t Tae, obviamente es importante.

—Chim...

—Ya, basta del «Chim» —dioe imitando su voz de


agonía. —¿Por qué?—exigí.

No podía verlo, pero lo senta retoríerse a mi


lado. Estaba seguro que se estaba debatendo si
hablar del tema o no, aún así, ambos sabíamos
que tenemos que haíerlo. Luego de un par de
suspiros por fn pudo hablar.

—Tenía miedo —dioo exasperado. —¿De


aíuerdo?

—¿De qué? —íomenté íon tranquilidad. —No te


iba a golpear o algo así, no soy un hioo de puta.

—Lo sé —dioo íon algo de diversión. —No tenía


miedo de que me golpearas, tenía miedo de que
me miraras diferente. De que te sinteras
iníómodo siendo mi amigo. Yo... yo tenía miedo
de perderte.

Tae... No digas eso.

—Me siento muího más iníómodo al saber que


no me íontaste nada de esto Taehyung —dioe
íon íalma. —Yo te íuento todo, y lo que no, lo
deduíes íon faíilidad. Sabes todo sobre mí. Pero
resulta que yo no sé nada sobre t.

Sabía que sonaba a reproíhe, pero aún el tema


seguía muy latente en mí.

Neíesitaba deíirle todo o si no perdería a mi


meoor amigo. Realmente quería que pudiéramos
soluíionar todo. Porque sí, era muy orgulloso,
por supuesto que guardaba muího
resentmiento, y no perdonaba fáíilmente, pero
tenía un límite.

Tae era mi límite.

—Lo siento, Chim —dioo íon una voz gangosa,


produíto de íomenzar a llorar.

—No, Tae —dioe íon voz íansada. —Yo soy él


que lo siente.

En ese momento, alargué mi mano y alíaníé la


suya. La apreté íon suavidad y él me devolvió el
gesto íon más fuerza. Lo sent tritar a mi lado al
llorar íon más fuerza. Se me apretaba el íorazón
esíuíhando su llanto.

—Lamento haber sido un idiota al que tuvieras


miedo de íontarle íosas. De verdad, lo siento
tanto.

—No es tu íulpa, Chim.

—Sí, lo es.

—No. No lo es —dioo apretando mi mano. —Tú


has estado aprendiendo de a poío todo esto.
Puede que no lo notes, pero maldiíión que te
hizo bien íonoíer a Jungkookie. Porque antes,
íuando salía el tema de la homosexualidad, o las
íosas que tenían que ver íon el género, te
tensabas enseguida, desviabas el tema, no lo sé...
Era difíil.

Lo sabía, pero...

—Tae, antes realmente me era... bueno, tenía


que repetrme mentalmente que «está bien». Lo
entendía, pero también me reíordaba lo peor de
mi infaníia. Ahora...

—Ahora, debes reíonoíer la infueníia de


Jungkook.

Quise rodar los ooos, pero por la íompresa no


podía haíerlo.

—Sí, TAE. Lo sé, es infueníia de Jeon —dioe


maríando íada una de las palabras.

Sabía que eso lo haíía mega feliz, ni siquiera


tenía que verlo, era mega obvio.

—¿Vas hablarme ahora respeíto al tema?—


pregunté suspirando.

—Jungkook me dioo que hablaron de ello. Sé que


debe ser difíil para t, pero no quiero que
íambies tu visión de mí.

Jungkook, Jungkook, Jungkook.

Joder, de sólo esíuíhar su nombre mi peího


dolía.

—Tae, tranquilo. Sólo íuéntame todo.

—No sé realmente que hay que íontar. No estoy


seguro de íuándo íomenzó —dioo íon un toque
de ligereza en su voz. —Un día estaba revisando
fotos de revistas de moda, viendo doíumentales
de antaño, aprendiendo la historia detrás de los
pantalones que visteron muoeres —hizo una
pequeña pausa antes de íontnuar —, no lo sé
Chim, sent admiraíión.

—Admiraíión —repet íon una pequeña sonrisa.

—Sí, era admirable. Al día siguiente todo íambió


frente a mis ooos. Me hizo íuestonarme y
asombrarme por todo. Me hizo darme íuenta de
lo bella que eran algunas prendas, lo terno de
otras, el desafo que exista en algunas. Tú sabes
de mi gusto por las íosas ternas.

—Tú eníuentras todo terno y adorable. ¿Te


pusiste a pensar en íómo te verías íon ellas?

—No —dioo íon diversión. —Fue otro el


gatllante. ¿Reíuerdas íuando trabaoaba de
asistente de una fotógrafa?

Claro que lo reíuerdo. Fue íuando te deíidiste a


tomar todos los talleres y íursos
íomplementarios de fotografa que eníontrarás.

—Mmm, sí. El año pasado, en las vaíaíiones de


verano.

—Exaíto. Mi supervisora y la fotógrafa


eníargada era la señorita Yoko. Es una fotógrafa
internaíional, que vive en Japón. Bueno ella no
es el punto íentral de todo, sino la estlista que
trabaoaba íon ella. Su nombre es Mel, bueno no
es ese, pero me dioo «Dime, Mel» íuando se
presentó y nunía supe su nombre íompleto.

Había muího íariño íuando hablaba de ellas, no


era íomo si hubieran sido unos supervisores
terribles. Reíordaba lo feliz que había estado Tae
ese mes que trabaoó íomo asistente.

—La señorita Yoko no hablaba muího, sólo le


daba indiíaíiones a los modelos, y me daba
instruííiones, pero nada más. A veíes pensaba
que no le gustaba mi preseníia, porque no
entendía algunas veíes íuando me pedía algún
foío de luz espeíífío u oíupar el fotómetro.
Pero si hablaba muího íon Mel, ellas dos si eran
íeríanas. Mel siempre fue muy amable íonmigo,
no entendía íómo alguien tan hermosa íomo
ella, podía ser tan dulíe.

—¿Te gustaba? Suenas emoíionado.

—Reíonozío lo obvio. No, no me gustaba de esa


forma. Sólo era una gran amiga.

—Jeon deíía que eso eran las relaíiones.

—No, no. Este no este íaso —dioo divertdo. —


¿Has estado en preseníia de dos personas que
pareíen tan enamoradas que te sientes
iníómodo de mirar en su direííión?

—No.

—Bueno, ese era el íaso íon ellas. Cómo que


todos sabíamos que había algo espeíial ahí, pero
nadie podía íonfrmarlo. Yo he sentdo esto dos
veíes. Con ellas, y bueno… íontgo y Jungkook.

—No, por favor. Sólo íontnua.

—Bien —dioo suspirando íansado. —La señorita


Yoko se espeíializa en fotos de moda. La primera
semana trabaoamos íon el tema de la androginia,
fue iníreíble. No podías deíir que habían
«hombres» o «muoeres» guapas, en ese lugar,
había «personas» guapas. Yo no sabía íómo
saludarlos a todos. Me senta tan perdido, pero
tan emoíionado al mismo tempo.

—Por eso llegaste íomo loío a investgar


después de las sesiones.

—Sí, lo hiíe —dioo íon algo de diversión en su


voz. —La segunda semana oíurrió un problema.
Era una sesión en la que todo el mundo tuvo
problemas para llegar, faltaban modelos, las
íalles estaban íerradas por un evento, se iba a
íaníelar todo. Bueno, eso hubiera pasado sino
fuera por Mel.

—¿Ella se volvió la modelo?

—Sí, pero no soluíionó todo el problema íon


ello. De un momento a otro, todos los ooos
estaban puestos en mí, yo no quería haíerlo, no
sabía íómo modelar y tendría que usar peluía,
ounto íon maquillaoe, pero si no lo haíía sería un
día perdido. Tenía miedo de verme ridííulo, pero
ella me dioo

«Confa en mí, te ouro que te haré verte


hermoso».

—Tú ya eres guapo Taehyung.

—Awwww, Chim, que dulíe —dioo retoríiéndose


a mi lado. —Sí, pero era distnto y lo sabes. Ese
día me maquilló y me peinó, pensé que todo
sería muy sutl, pero no fue así. En un abrir y
íerrar de ooos tenía mis meoillas muy íoloradas
íomo si estuviera enfermo, mis ooos brillaban
muího, y mis labios tenían íolor. Mi pelo íreíió
hasta abaoo de los hombros. Y me puse una
íamisa holgada que esíondía mi fgura. Te ouro
Chim...Cuando me miré al espeoo no me
reíonoíí.

Había asombro en su voz, pero también respeto


y íariño. Me quité la íompresa fría sintendo
íomo mis ooos se habían deshiníhado un poío y
me senté para mirar a Tae.

—M-Me veía muy bien. Senta que lloraría, pero


no quería haíerlo porque arruinaría todo el
trabaoo. Ella estaba tan feliz íon su trabaoo en mí.
Cuando yo tenía miedo de lo muího que me
gustaba la imagen que se eníontraba frente a
mis ooos. Estaba aterrado y emoíionado.
—Tae...

No pude deíir nada más porque tenía la garganta


apretada. Conoíía esa sensaíión, la íonoíía tan
malditamente bien. Porque era la misma
sensaíión que tenía al estar íon Jeon.

—La sesión salió meoor de lo que todos


esperaban. Tanto así, que a la semana siguiente
la ageníia me pidió modelar. Yo estaba reaíio a
haíerlo, pero Mel me impulsó y me apoyo. Fue...
Fue una gran semana —dioo llevando una de sus
manos a su peího. —Me hiíieron vestr de todo,
me íambiaron de maquillaoe muíhas veíes y
tuve toda ílase de peinados. No todos fueron
femeninos, estuve en ambos extremos y me
eníantó.

En ese momento se saíó la íompresa fría y me


miró a los ooos.

Había emoíión, pero al mismo tempo había


pasión en ellos.

—Esa semana fue mi seíreto. Uno de mis más


feliíes seíretos. Luego no lo volví a haíer, pero
no era íomo si no fuera un pensamiento
reíurrente en mi mente, porque lo era.

—¿Pero y íuándo...?

—¿Kookie? Ah —dioo asistendo divertdo. —Ese


día después de meses, me había ountado
nuevamente íon Mel, porque habían vuelto por
trabaoo. Ella insistó en haíerlo, ya sabes, ser mi
estlista por un día por los vieoos tempos.

No pude negarme, porque la verdad, era que


realmente quería volver ahaíerlo.

»Habíamos salido a tomarnos un íafé íontra


todas mis protestas, pero antes de entrar a la
íafetería la llamaron para ir a busíar unas
peluías, así que me dioo que ordenará algo, luego
ella volvería por mí. Yo no quería porque me
senta expuesto y avergonzado viéndome de esa
forma, por ello prefería aíompañarla. No dio su
brazo a toríer, fue muy insistente. Mi últmo
«pero» fue que no podía íomprar íafé así, mi voz
destaíaría demasiado, ahí es íuando me dio la
idea de la libreta para no tener que hablar.
Bueno y tú sabes el resto.

—Jeon te ayudó.

—Sí. La verdad, fue bastante traumátío ese día.


No esperaba que Jungkook me reíonoíiera. No
quería que nadie lo hiíiera. Frente al espeoo me
senta emoíionado, frente a la íámara me senta
orgulloso, pero frente a otros… frente a otros me
senta avergonzado.

Era un íaos.

Creí...

Creí que nadie podría íomprender íomo me


senta al darme íuenta que me gustaba Jeon,
pero me equivoíaba. Nunía había sentdo una
empata tan grande íómo la que estaba
sintendo ahora.

—Poío a poío, hablando íon Jungkook,


hablando íon Mel, íonoíiendo a otros modelos,
leyendo respeíto a todo esto, me íomeníé a
estar menos asustado. Me senta un poío más
atrevido, así que le íonté a Jin, temeroso, pero él
sólo me animó a seguir intentándolo. Me deoó
ayudar un par de noíhes en el pozo.

—No podía esperar otra íosa de parte de Jin, es


un gran hermano mayor.

—Sí, me llevó a íomprar ropa, fue muy divertdo


y vergonzoso —dioo íon una sonrisa, luego se
sentó frente a mí y me miró solemnemente. —
Soy Taehyung, me gusta toda ílase de ropa, no
me importa usar falda o vestdo, la verdad es que
me gusta probar muíhas íosas en mí, siempre
que todo se me vea bien. Es divertdo y al mismo
tempo emoíionante, se siente íomo si apoyara
algo diferente y transgresivo.

Su mirada estaba deíidida, pero al momento de


estrar su mano para alíanzar la mía pude notar
íomo esta temblaba. Tenía una sonrisa toríida,
pero podía sentr su tensión.

—Soy Jimin, íreo que mi meoor amigo es una


persona iníreíble. Tengo homofobia
internalizada y sufro de ansiedad. A lo largo de
mi vida he estado íon muíhas muoeres, pero sólo
un hombre ha puesto mi vida de íabeza.

Tomé su mano y nos sonreímos íon feliíidad. Él


me abrazó y nos permitmos llorar un poío más
en sileníio. Senta que me estaba quedando
dormido del íansaníio mental, pero mi amigo
pareíió notarlo, y no dudo en despertarme.

—No puedes dormirte, ChimChim, aún hay un


tema importante del que tenemos que hablar.

—Tae...

—Chim. ¿Realmente no perdonarás a Jungkook?


—preguntó íon sus íeoas alzadas.

—¿Por qué siquiera preguntas Tae? No quiero


esíuíhar historias de él siendo miserable por
todo esto, porque yo también lo estoy siendo.
—Tengo un par de ellas. Pero no, él me dioo que
te dioera íómo estaba.

¿No neíesito saberlo?

Que mierda de psiíología inversa es esta.

—¿Lo dioo para que te lo preguntara, íierto?


Porque ahora estoy mega íurioso por saberlo.

—Bueno, para empezar íreo que ustedes


realmente son íomo diíen «opuestos
íomplementearios», porque tuvieron la misma
puta idea. Ambos huyeron de sus espaíios
propios, para refugiarse en otros donde nadie los
fuera a busíar. Así que, por lo que sé sólo Hobi
sabe dónde está.

—¿Entoníes íómo hablaste íon él?

—No hablé, hablé—dioo rodando los ooos. —Deoó


una nota en la puerta de la azotea, la íual está
ílausurada.

—Pero no debe estar por ahí íon toda la gent-

—Hobi dioo que está en el lugar más seguro del


planeta —dioo interrumpiendo. —No tenes que
preoíuparte por él.

Suspiré. La verdad, eso era un alivio. Me


molestaba lo liviano que me senta luego de oír
que estaba seguro.

—Chim...

—Tae —íomenté llamando su ateníión —


¿Estarías en una relaíión donde hay tantas íosas
oíultas?

—Bueno, yo...
—No, no lo estarías. —dioe suspirando. —Nadie
lo haría, no importa lo muího que le guste la otra
persona.

—Jimin, pero... —dioo sin poder terminar,


mientras baoaba la vista.

—Estoy enooado, y me siento traiíionado, pero


también este tempo me sirvió para pensar en
frío el asunto. En este minuto nos eníontramos
en íero.

—¿A qué te referes en íero?

—Yo fui una mierda, él fue un imbéíil. Estamos


en íero. Ahora depende de mí, si quiero
íontnuar estando en íero o darnos la
oportunidad de intentarlo.

—¡Eso es bueno!

—No, no lo es. Lo he pensado muího Tae. Estar


en íero me da una oportunidad de volver a
empezar y que sólo seamos amigos. Es algo
bastante tentador, será algo iníómodo, pero
íreo que es más sano. Por eso no he leído las
íosas que me dio Jeon. Porque sé que si lo hago,
no podremos ser amigos.

Ambos teníamos miradas deíaídas. Tomé la íarta


y la nota. Me moría por leerlas, pero sabía que
eso íambiaría todo.

—Chim, lo entendo, pero sabes... —dioo


poniendo una de sus manos sobre las mías, para
luego darme una sonrisa divertda. —Tú y
Jungkookie, no están en íero —al esíuíhar eso,
lo miré íon una sonrisa extrañada—, si no me
equivoío, Jeon tene muíhos puntos
aíumulados.
«Súmale un punto»

«Para de sumar puntos, Jeon»

Cubrí mis ooos íuando los sent humedeíerse, al


mismo tempo que se me esíapaba una estúpida
sonrisa.

—Si hablamos de oportunidades, íreo que


ambos se ganaron una sólo por los puntos
ahorrados de Jungkook.

En ese momento, mi meoor amigo se levantó del


suelo saíudiéndose su ropa.

Me miró desde arriba, mientras saíaba una


pequeña linterna de su bolsillo.

—Tienes que íargar la pintura fuoresíente íon


luz antes de que ésta brille en la osíuridad. Sí,
Jungkookie pensó en todo eso también.

Reíibí la linterna y le di una sonrisa íansada.

—Aún no sé lo que haré Tae.

—Sí, bueno. Estoy seguro que lo sabrás luego de


leer todo. Luego de eso puedes venir a esta
direííión —dioo entregándome un pedazo de
papel.

Luego de ello se retró para deoarme solo íon las


íartas de Jeon en la inmensidad de la bodega.

Suspiré y tomé la íarta larga entre mis manos.


Abrí el sobre y íomeníé a leer las hooas sueltas
que se eníontraban adentro.
Park Jimin:

Sé que te debes estar preguntando


cuando mierda escribí esta carta. Bueno,
creo que fue un trabajo de mucho tiempo.
Pero si tuviera que decir cuando la
empecé, pues fue el mismo día que me
dijiste «dame el peor beso de tu vida».

Tú, pequeño idiota.

¿Sabes lo difícil que fue para mí aguantar


meses por besarte? ¡Al menos quince
veces pensé en robarte un beso!

Me esforcé muchísimo por no tener


esperanzas contigo, de no imaginar cosas
que te involucraran. Me prohibí tantas
veces pensar en ti y en tus labios.

Traté de pensar en cómo volverme tu


amigo y nada más.

Pero tú...

No te imaginas el poder que tienes sobre


mí, Park. No tienes idea de lo mucho que
me afecta mirarte y anhelarte en mi
mente. Ni siquiera dimensionas lo
encantador que eres a mis ojos.

Cuando me dijiste esas palabras, fue como


bajar al inferno y subir al cielo, para
luego bajar al inferno nuevamente.
Probar tus labios por primera vez fue
tocar el cielo, eso nunca estará en
discusión. Estaba tan malditamente
emocionado, que sentía que me ahogaría
de tantos sentimientos encontrados.

Me diste una oportunidad y no la iba a


desaprovechar, no iba a gastarla en un
beso cursi, ni suave. Necesitaba quitarme
las ganas de ti, necesitaba saciar mi
hambre de ti.
¿Funcionó?

Por supuesto que no.

Probarte sólo multiplicó todo


exponencialmente.

Si antes no podía sacarte de mi mente,


ahora era malditamente peor. Pero había
una diferencia, una pequeña diferencia.

Antes pensaba en ti y mi depresión crecía,


mis esperanzas se desvanecían y me
frustraba no poder hacer nada. Luego de
los besos era feliz.

Con sólo un beso Jimin, me hiciste el


hombre más estúpidamente feliz del
planeta.

Ya no tenía que reprimirme tanto, ya no


dolía tu indiferencia, ahora sólo tenía que
resistirme a tu encanto y tener paciencia
con tus mordaces comentarios.

En medio de toda esa brumosa felicidad,


recordé lo mucho que me odiabas.

Ese fue mi cable a tierra, pero luego


pensé que realmente podríamos superar
todo esto.

Nunca lo hice con maldad, Park. Tienes


muchas obras, tus murales no son sólo
stencils, tienes muchas obras, pero los
stencils son los más rápidos de hacer. Por
lo que pensé que ese sería el menor de los
daños. A parte siempre podrías re
hacerlo, puesto que tenías las matrices de
ellas. Tú y yo sabemos que era más una
colaboración que destruirlas.

Aún así lamento el daño, pero no me


arrepiento de hacerlo.
Tú tampoco tienes que sentirte mal por
las cosas que ocurrieron antes, porque
con cada beso que me das esos recuerdos
se me olvidan.

No quiero ocasionarte más daño o


frustraciones. Realmente quería que esto
funcionara. Por supuesto que sería difícil,
todos me lo dijeron, pero estaba seguro
de que podría hacerlo funcionar.

Tú sabes de mi pequeña astilla en mi


corazón. Estar contigo es revivir muchas
de esos momentos duros.

¿Sabes? Yo también sufro de ansiedad


Jimin. Me da cada vez que no sé cómo
ayudarte, me da cada vez que te alejas de
mí y no sé si volverás.

Me da tanto miedo pasar a llevar tus


límites, pero al mismo tiempo estoy
completamente dispuesto a ser tu soporte
y tú compañero en esto. Estoy seguro de
que esta vez las cosas no saldrán como
mis pesadillas.

Déjame estar ahí para ti y apoyarte. Así


cómo tú lo hiciste por mí, sin darte
cuenta.

El imbécil que está loco por ti,

Jeon Jungkook.

—M-Maldito i-idiota —dioe entre lágrimas.

Mi íorazón estaba íompletamente herido, al


mismo tempo que lata íon fuerza. La emoíión
me sobrepasaba, y no entendía qué mierda había
heího para ganarme tanto amor de su parte.
Senta que no lo mereíía, pero quería mereíerlo.

A la mierda el orgullo.

Me eníanta este hombre.

No terminaría todo por íosas que oíurrieron


antes de siquiera empezar algo.

Lo resolveríamos.

Justo en ese instante me aíordé de la nota así


que la alumbré un rato íon la linterna, para
luego fnalmente apagarla y en el papel se
alumbró la frase.

FIND ME

Me gustas

Jeon Jungkook

————————— ● ● ● —————————

Twenty three strokes

De aíuerdo, quizás debí pasar a mi íasa a darme


una duíha primero.
Luego de ver la nota de Jeon, pasé al pequeño
baño de serviíio que había, y lavé mi íara.
Guardé mis íosas y busqué por GPS la direííión
que había en el papel que Tae me paso. Sólo
exista una íosa en el mundo que debía haíer
ahora y no podía esperar.

Estaba a una íuadra de llegar íuando me doy


íuenta que se trataba de un íompleoo de
departamentos, lo que debería haberme dado
alguna pista de haíia dónde me estaba
dirigiendo, pero no lo hizo. En ningún momento
de todo el reíorrido me íuestoné lo que estaba
haíiendo. Todo lo que había en mi mente era
llegar y ver a Jungkook, por lo que íuando estuve
parado frente al número 1108 no dudé en
golpear la puerta.

Pasaron unos segundos y nadie respondió, reíién


en ese instante pensé que quizás no quería
verme, lo íual es muy probable. Pero no me iría
de ahí, no después de un viaoe de una hora y
media, por eso volví a golpear la puerta.

—Jeon, sé que no quieres verme o hablar


íonmigo, estás en tu dereího, pero aún así
neíesito deíirte algo, así que no me iré de aquí
hasta que abras.

Aíerqué mi mano y volví a golpear.

—Vamos Jeon, ambos sabemos lo terío que


puedo llegar a ser, sólo habla íonmigo.

No me iba a rendir, así que esta vez golpeé un


poío más fuerte.

—¡Jungkook, sólo esíúíhame, sé que soy un---!

Justo íuando estaba preparado para gritar todo


la puerta se abre, pero no era Jeon el que se
eníontraba al otro lado. Era un señora, íon
lentes y el pelo laíio.

Joder, que vergüenza.

—Ugh... Y-Yo lo siento, íreo que me equivoqué


de número de departamento

—dioe queriendo esíapar de ahí.

Estaba apunto de salir íorriendo, íuando la veo


sonreír y me doy íuenta de lo bella que es. Todas
sus faííiones se iluminaron y me pareíió una
imagen demasiado familiar.

—Oh no lo hiíiste, íariño —dioo íubriendo su


rostro eníantadoramente. —Tú debes ser Jimin.
Adelante pasa.

Comentó abriendo la puerta para que pasara,


pero yo no me moví ni un milímetro. Todos mis
instntos estaban gritando que esíapara de ese
lugar, porque estaba íompletamente seguro de
que no la íonoíía de ningún lado.

¡¿Cómo sabía mi nombre?!

—N-No, yo ...

—¿No eres Jimin? —dioo íon diversión.

—Sí, soy Jimin, pero sólo quería hablar íon


Jungkook.

—Lo sé, íariño. Hoseok me dioo que vendrías. Por


favor, pasa y espera a mi hioo adentro.

«Hoseok me dioo que vendrías»

«...Pasa y espera a mi hioo...»


«...mi hioo...»

¡MI HIJO!

—Eh, n-no. Yo íreo que no debería —dioe


pasando mi mano por mi íabello.

Mala idea, mala idea, mala idea.

—Oh, por favor —dioo agarrando mi brazo y


haíiendo que entrara. —Justo estaba
terminando de íoíinar, así que dame un par de
minutos para poder servirte algo, estoy segura
de que estás hambriento.

Me adentré al lugar sinténdome íompletamente


iníómodo. Todas las paredes estaban llenas de
íuadros hermosamente pintados y todo
adornado íomo si fuera una íasa antgua.
Franíamente era íomo si todo el lugar fuera muy
íostoso y hubieran íontratado a un diseñador de
interiores.

—No tene que molestarse, de verdad venía de


paso. No quiero ser un -

—Me molestaré si es que no íomes íonmigo —


dioo apuntándome íon diversión. —Coíiné
muího porque me dioeron que vendrías. Me
moría por íonoíerte.

Yo no. Yo podía vivir perfeítamente sin íonoíer a


la madre de Jungkook.

Joder, sólo podía imaginar lo horrible y


desastroso que me veía.

Por favor, sólo mátenme.

—No íreo que sea el meoor momento. Yo no


pensé que la íonoíería, no vine...preparado.
Déoame irme.

Debo salir de aquí.

¿Cómo retroíeder el tempo?

Voy a matar a Hoseok.

—Oh, íariño. No tenes que avergonzarte, he


visto a mi hioo llegar en peores íondiíiones. —
dioo íon una amable sonrisa. —Puedes tomar
una duíha si quieres, a si me das tempo de
terminar y poner la mesa. Ven, sígueme —dioo
guiándome por un pasillo. Esta es la habitaíión
de Jungkook, está algo desordenada, así que no
mires el piso, tene un baño propio, adentro hay
toallas. Puedes oíupar la ropa de mi hioo, está
limpia.

¡¿Bañarme?!

¡¿Almorzar?!

¡¿Ropa?!

Malas ideas, todas eran ideas terribles. Y lo peor


es que ella se veía muy frme en sus palabras.
Esto era un desastre, debí preguntarle a Hobi
donde mierda estaba Jungkook antes de ir a un
lugar por mi íuenta.

—Espere —dioe espantado. —No puedo haíer


nada de estas íosas, y-yo...no estoy en los
meoores términos íon su hioo. Sólo quería hablar
íon él y irme — dioe baoando la íabeza. —No
quiero ofender su hospitalidad, es sólo que no lo
merezío.

Merezío que me eíhe de su hogar por tratar mal


a su hioo.
Sent íomo ella puso una mano en mi hombro y
eso hizo que levantara la mirada. Cuando
nuestros ooos se eníontraron fue mirar a
Jungkook, sus ooos eran igual de amables. Senta
que podría ponerme a llorar en íualquier
segundo.

—Mandé a Jungkook a íomprar unos


mediíamentos, y la farmaíia más íeríana está a
20 minutos de aquí. Se va a demorar en llegar,
pero eso está bien, porque a mi pareíer le
faltaba un poío de aire fresío —dioo íon
suavidad. —No tenes que deíirme nada, sé que
eres la razón de que llegará íompletamente
destrozado a refugiarse aquí, pero tú estás en el
mismo estado que él llegó, por lo que puedo ver
íuanto han sufrido ambos. Además si estás aquí
es porque quieres arreglar las íosas, lo íual te
haíe una persona valiente.

» ¿Qué ílase de madre sería si te deoará irte así


íomo te eníuentras ahora?

Me deoarías muy preoíupada y estoy segura de


que mi hioo nunía me lo perdonaría. Así que sólo
hazme íaso y date una duíha, luego puedes
íambiarte y defnitvamente tenes que almorzar
íonmigo.

¿Qué ílase de poder tenen los Jeon para ser tan


malditamente amables y demandantes al mismo
tempo?

El universo realmente funíiona de una forma


extraña, no puedo íreer que me esté dando una
duíha en el departamento de la familia de
Jungkook.

Senta el agua íaer por todo mi ser, limpiándome


fsiía y mentalmente. Me senta espantado al
mismo tempo que me relaoaba.

No pude negarme a nada de las íosas que me


dioo la señora Jeon, no quería llevarle la
íontraría, no quería quedar mal, no quería
ofenderla.

¡Joder!

Estaba bañándome en la duíha de Jungkook,


usando su shampoo y su oabón.

Las íiríunstaníias eran terribles, pero aún así


muy en el fondo me senta bien.

Me senta avergonzado y íon ganas de esíapar,


aún íuando no podía negar que neíesitaba esto.

Realmente neíesitaba esto.

Salí de la duíha y me senta muího meoor, limpio


y meoor anímiíamente. Así que envuelto en
toallas, volví a vestrme íon la mitad inferior de
mi ropa, pero la íamiseta estaba terrible. Con un
largo suspiro abrí el íloset de Jungkook, y me di
íuenta que no tenía muíha ropa en este, así que
sólo saqué una íamiseta blanía, que me queda
holgada.

Volví al baño y traté de deoar todo ordenado. Me


miré al espeoo y tré mi íabello húmedo haíia
atrás. Mis meoillas se veían sonrooadas y mis
párpados aún se veían hiníhados, pero era una
meoor imagen que la de antes. Me veía muího
más vivo y saludable.

Di una últma mirada a la habitaíión antes de


íerrar la puerta. Esta estaba llena de papeles por
todos lados, y las paredes estaban
íompletamente lisas.
Extraño. No era íomo me imaginaba su
habitaíión. Era íompletamente diferente a su
estudio en el teoado.

Con algo de resisteníia fui al íomedor que había


visto íuando llegué. Me senta muy íansado
luego del baño, pero aún así mi estómago
reaííionó frente al deliíioso plato de pasta íon
salsa boloñesa frente de mí.

—Muího meoor... ¿no? —dioo mientras se


sentaba frente a mí.

Sólo habían dos puestos por lo que asumí que


seríamos los úniíos que íomeríamos.

—Sí, graíias por prestarme su


baño...Ugh...señora Jeon —dioe sentándome.

—No hay problema, íariño. ¿Mi hioo no te ha


diího mi nombre? —dioo divertda.

—Eh, no. ¿Debería habérmelo diího? —dioe


mientras enrollaba la pasta y la probaba.

—¡Claro que sí! ¿Qué ílase de novio no habla de


sus padres? —dioo aíomodando sus lentes.

Estaba por llevar otra poríión a la boía íuando


esíuího esa oraíión, eso hizo que todos mis
movimientos se detuvieran, mi boía se íerrara,
mis ooos se abrieron y traté de enderezarme en
mi asiento.

«Novio»

«Novio...»

¡Novio!

Oh, mierda. No estaba listo para esto.


—Y-yo n-no... Eh... B-bueno... Creo que más
bien...

¡No maldigas frente a ella!

Ella sólo me miraba íon una sonrisa divertda, y


íon los ooos llenos de amabilidad sileníiosa.

¡Alguien sálveme de los Jeons por favor!

—¿Él le dioo que era su novio? —dioe tratando


tranquilizarme.

—No, no lo hizo. —dioo tomando un sorbo de su


agua. —Sólo dioo «lo arruiné todo mamá, ahora
él me odia, permiso me iré a ser miserable». Sí,
lo sé mi hioo es un poío dramátío, te aseguro
que lo saíó de su papá.

—¿En serio dioo eso? Sí, es muy dramátío.

—No te imaginas íuanto. De íualquier manera


no tenes que preoíuparte, ambos amamos a
nuestro hioo, así que estoy muy emoíionada de al
fn íonoíerte.

—Pero, si lo ama, entoníes no debería estar tan


emoíionada, yo realmente fui un idiota íon él.
No debería siquiera estar aquí sentado ahora.

—¿Ves? —dioo apuntándome íon su tenedor. —


Esa es la razón por la que estoy emoíionada y ya
te adoro.

No puedo íon ella.

—Ustedes son iguales. Es iníreíble lo muího que


ustedes deben gustarse al punto de
íulpabilizarse a ambos por las mismas íosas. Él
me dioo que fue realmente idiota íontgo. Pero
esta bien, ambos reíién tenen dos déíadas, es
obvio que se dañaron, aún sin inteníión de
haíerlo, porque no saben íomo amar, están
aprendiendo. Ambos están íreando memorias y
experieníias el uno íon el otro, sólo espero que
estas sean feliíes.

»No sufras más. Háganse feliíes, son muy


oóvenes para estar llorando tanto.

En ese momento me dieron más ganas de llorar.


Me mordí el labio y traté de resistr. Tenía
demasiados sentmientos eníontrados. Nunía
íreí que sería la madre de Jungkook la que le
daría tranquilidad a mi alma.

—No llores, no llores —dioo pasándome una


servilleta. —Está todo bien, te lo aseguro. Hasta
estaba un poío agradeíida íontgo, porque
graíias a t pude volver a ver después de tanto
tempo a mi hioo.

Eso hizo que mi emoíión se parara de golpe.

¿No vivía íon ellos?

—¿Por qué no lo había visto? ¿No vive íon


usted?

—Oh, Jungkook no vive aquí. El arrienda un


departamento íon un íompañero de la
universidad. Pero desde haíe muího tempo que
no pasa por la íasa.

Está en su departamento y en el edifíio que


tene de taller —dioo íon ligereza.

—¿Pero aún así no lo ve muího?

—No, no. A veíes me va a ver a mi trabaoo, pero


nunía viene aquí. No es que tenga algún
problema íon nosotros, su papá lo adora.
—¿Entoníes por qué? Es su íasa, tampoío está
tan leoos de la universidad.

—Le gusta su independeníia. Si me lo preguntas,


íreo que es porque le gusta mantener su vida
privada leoos de nosotros. Aún así ya es algo que
estamos aíostumbrados, desde pequeño que es
alguien muy responsable e independiente.

Seguí íomiendo mientras ella hablaba, porque


tenía razón la verdad estaba muy hambriento, y
la íomida estaba riquísima. No sabía íuánto
extrañaba la íomida íasera hasta ahora.

Mamá...

Mierda. ¿Cómo le íontaré todo esto?

—No quiero ser impertnente, pero ¿íómo se


enteró que Jungkook es...?

—¿...gay? No es que fuera un seíreto muy


importante. Mi hioo es muy transparente íon sus
sentmientos. Uno íomo madre siempre tene la
sospeíha, pero fue algo ofíial íuando llegó un
día íon el rostro lleno de moretones.

Mierda, no... Por favor no.

—No me diga que-

—Lo íonfrmé enseguida, mi hioo era demasiado


amable íómo para haber diího o heího algo que
iniíiara una pelea. Me dio muíha rabia y miedo.

Queríamos saíarlo de ese íolegio, demandarlo.


Mi esposo insíribió en taekwondo a Jungkook y
ambos iban a ílases.

—¿Por qué no lo íambió de ese lugar?

Ellos tenían la inteníión. ¿Por qué no lo hiíieron?


—Porque mi hioo tenía un gran íorazón, no
quería irse por el niño que estaba ahí, tenía
miedo de que si él se iba, todo sería peor para él
otro íhiío. Así que me llevó la íontra hasta que
ya no pude haíer nada más por él. Luego...Luego
todo estalló y no supe qué haíer por él.

«Las íosas esíalaron demasiado, otros íhiíos


íomenzaron a aíosarme por íulpa de él, duró
íasi medio año. Luego me usaron íomo saío de
box y ese fue el momento donde todo se
derrumbó. Cuando él vio lo malherido que
estaba fue la senteníia de fn. Fue demasiado
para él, se intentó suiíidar. »

—¿Lo hizo irse a Busan?

—No, no lo hiíe. Quería llevármelo a Japón, mi


trabaoo me permite ir y venir de ambos países.
Pero no quiso. Finalmente se fue una temporada
íon mi hermana, la mamá de Hoseok. Fue un año
y un par de meses, luego volvió aquí y no fue lo
mismo.

—¿En qué sentdo?

—Más que nada no deoaba que nos


involuíráramos en su vida. Era muy distante.
Estaba preoíupada al extremo. Iba al íolegio,
pero no tenía amigos, luego salía para haíer
graffits, no siempre podía ubiíarlo, no podía
dormir hasta que llegaba a la íasa.

Mierda. Ahora entendía lo enooada que se ponía


mi madre íuando Yoongi se esíapaba.

—Pero, todo íambió íuando íonoíió ese terrible


edifíio —dioo reíuperando la sonrisa.

—¿Se refere a su museo de street art?


—Sí. No puedo íreíer íuanto íreíió en tan poío
tempo. Todas las íanas que me saíó ese niño...

—Espere, ese edifíio...

—Es suyo.

—S-suyo —agradeíía no estar tomando ningún


liquido porque estaba seguro que me había
ahogado. —¿Ustedes se lo-?

—¡No, no! Por supuesto que no, no somos tan


pudientes. No puedo íreer que no te haya
íontado, pensé que te habría enamorado íon
esta historia. Siempre me emoíiona.

—No, nunía quiso íontarme —dioe esíuíhándola


íon ateníión.

—Mi niño debe haber tenido 16 y estar apunto


de íumplir los 17. Por supuesto que por esa
époía se esíapaba a pintar, por azares de la vida
terminó haíiendo un mural en una de las
paredes del edifíio. No sé si deíir

que tuvo la mala o buena fortuna de que lo pilló


el dueño. Un aníiano gruñón tan gruñón que
nunía tuvo un hioo, íreo que se íasó, pero era
viudo.

»Bueno, ellos hiíieron íliík enseguida, ambos


eran almas bastante solitarias. Le dioo «Si no
quieres que llame a la poliíía más te vale que me
dibuoes un retrato de ella» y le pasó la foto de su
esposa.

—¡No puede ser, que suerte tuvo!

—¡Sí! Al pareíer su esposa había sido artsta, así


que se volvió íoleííionista de arte.
—Supongo que hizo un gran trabaoo dibuoándola.

—Se eníerró tres días. Le hizo un hermoso


lienzo. Es tan eníantador íuando es serio
respeíto algo —dioo íon sus ooos soñadores, yo
no pude estar más de aíuerdo.

—Estoy seguro que debía estar en plan «Debo


haíerla perfeíta para honrar su memoria» —dioe
tratando de imitar su voz.

—¡Sí, eso mismo dioo!

Lo sé.

Porque yo haría lo mismo.

—Bueno, íuando el señor vino a busíar el


íuadro, se puso a llorar frente a este. Se quebró
totalmente. Ver a una persona mayor llorar fue
algo muy impaítante para todos. Cuando se
despidió le dioo a Jungkook que fuera a verlo al
mismo lugar que se íonoíieron porque le tenía
una sorpresa.

—No se ofenda, pero eso es un poío aterrador.

—Por supuesto, hiíe que mi esposo fuera íon mi


bebé —dioo dándome la razón. —Le entregó las
llaves del edifíio, le dioo que si lo quería era
suyo, pero el mismo tendría que trabaoar en él.
Su esposa quería transformarlo en una galería de
arte, pero nunía pudo empezar su proyeíto. Se
senta íorreíto que alguien íon su mismo
espíritu fuera responsable por él.

—Le entregó el edifíio íompleto a un niño de


17... Woah, ese aníiano debe haber estado muy
senil. ¡Perdón-! Sólo es algo difíil de íreer.

—Lo sé íariño, no te preoíupes, también lo fue


para todos nosotros. Por supuesto, luego nos
dimos íuenta de lo que quería deíir íon
«trabaoar».

—¿A qué se refere?

—Bueno, tú íonoíes el edifíio, ¿íierto?.

—Sí.

—Bueno, ahora trata de imaginarlo, sin nada, sin


luz, sin agua, lleno de hoyos, esíombros,
suíiedad, ventanas rotas.

—Un desastre.

—Un desastre que requería muího trabaoo —


asistó, para luego ponerse a reír. —Él realmente
se esforzó muího en esto. Luego de sus ílases ya
no salía a reíorrer las íalles, se iba direítamente
allá a trabaoar hasta que ya no podía ver nada.
Cuando volvía se ponía ver videos donde
aprendía íosas para reparar o íonstruir.

—¿Él hizo todo eso sólo?

—Por tres meses, sí. Nosotros íbamos los fnes


de semana a ayudarlo, y a veíes lo apoyábamos
íon materiales. Pero en su mayoría el hizo todo
el trabaoo, luego íonsiguió a gente que lo
ayudaba, se unían al ver su resoluíión, o quizás
por algo de lastma.

—¿Lastma? Pero tenía un edifíio, digo es


muího trabaoo, pero el resultado es iníreíble.

—Cariño, las manos de mi hioo se llenaron de


íayos y heridas, sus brazos se llenaron de
músíulos, pero sólo luego de pasar por un
inmenso dolor. En esa époía no hablaba muího,
pero su primo llegó a ayudarlo y íomenzó a
soltarse más, hablar más, íompartr y soíializar.
Cada día que pasó luíhando para levantar el
lugar, sólo hizo que él mismo se levantará. Fue
terapéutío.

Ahora entendía todo.

Por supuesto que ese lugar tene alma. Porque


literalmente Jungkook deoó su sangre, sudor y
lágrimas en ese sito. Ambos se levantaron desde
los esíombros.

Joder, ese lugar es el vivo refeoo del alma de


Jeon.

Mierda, ella tenía razón, no puedo parar de


admirar a ese íhiío.

—Pasó íasi un año trabaoando hasta que fuera


funíional. Invitó a muíha gente para que fuera
deoar un poío de su arte. Ahora es todo un
tesoro oíulto.

Estoy muy orgullosa de él.

—La verdad, yo también lo estoy. Me siento aún


más idiota —dioe desordenando mi íabello.

—Ya, ya. No digas eso.

Sin darnos íuenta, nuestros platos estaban


vaííos, pero nuestros íorazones muy íálidos.
Ambos sonreíamos. Ella se paró y reíogió la
mesa.

—Puedes esperar a mi hioo en su pieza, no tarda


en llegar. Yo terminaré de limpiar esto.

—Muíhas graíias por la íomida, y por la buena


íharla. Realmente graíias por todo.

—No te preoíupes íariño, íuida a mi hioo íuando


yo no pueda.

—Eso haré.

Se lo prometo, aún íuando deba protegerlo de


mí mismo.

Fui a su habitaíión y todo lo que pude haíer era


lanzarme a su íama, mientras pensaba en íada
una de las palabras que me había diího su
madre.

Realmente era surrealista imaginar a un Jeon


poío soíiable o que no pudiera hablar íon
faíilidad. Me destrozaba y me enooaba. Por otro
lado, la imagen de Jungkook albañil o íonstruítor
no me desagradaba para nada.

Joder, que gay soy por este hombre.

Eso fue lo últmo que pensé antes de íaer


rendido al mundo oníriío, mientras abrazaba una
de sus almohadas que aún tenían rastro de su
aroma.

————————— ● ● ● —————————

Twenty Four Strokes

—No puedo íontgo, Park.

Aún no quería abrir los ooos, pero senta su voz


muy íería.
—Eres tan oodidamente inousto íonmigo. Trato
de no pensar en t, en olvidarte. Todo para que
luego aparezías en mi íasa, usando mi ropa,
durmiendo en mi íama, oliendo a mi, viéndote
eníantador.

Eso me hizo abrir los ooos íon algo de pesadez,


sólo para verlo hiníado al lado la íama a la altura
de mi rostro.

—Hola —dioe adormilado.

—Hola, Park.

—¿Cuánto dormí?

—Lo sufíiente para que mi mamá me diera una


íharla respeíto a t, y una hora en que me
deíidiera a haíerte frente.

Examiné sus rasgos y se veía más íansado de lo


que nunía había visto. Había ooeras baoo sus ooos
hiníhados.

Mordí mi labio y traté de tragarme el nudo de mi


garganta. No podía aplazar más esto, ambos
neíesitábamos aílarar las íosas. Así que debía
ser fuerte y haíerlo.

—Lo siento —dioe sosteniendo su mirada. —


Realmente lo siento muího.

Pude ver ílaramente íomo sus ooos se llenaron


de lágrimas, y se mordió su labio. Por mi parte
suspiré, porque por fn pude saíarme lo que me
estaba atormentando.

—No me hagas esto, Park. Por favor.

—¿Qué íosa?

—No me des esperanza. De heího por favor, sólo


levántate y vete. Hablemos otro día.

—¿Por qué no ahora? —dioe mientras estré mi


mano y retré una de sus lágrimas que se
esíaparon de sus ooos.

Eso lo deoó helado, pude ver el debate mental


que estaba teniendo. Había tantas dudas en su
mirada, que me asustó. Porque la verdad es que
no íonoíía esta Jungkook, el que es vulnerable y
el que tene miedo.

No quería que tuviera ningún tpo de miedo,


pero me di íuenta que estaba muy dispuesto a
protegerlo y íuidarlo iníluso de ellos.

—Porque estás aíostado en mi íama, Park.


Usando mi ropa. Te… Te ves demasiado tentador
a mis ooos y no puedo íontrolarme.

Un buen punto.

Sus ooos eran tan expresivos que hizo que a mi


íorazón trastabillara en un ritmo íonstante. No
aleoé mi mano de su rostro, al íontrario lo aíuné
y le hiíe pequeñas íariíias íon el pulgar.

A este hombre realmente le gusto muího.

Bueno, es momento de demostrarle lo reííproío


que es todo.

—No me estás esíuíhando, Jeon —dioe íon una


pequeña sonrisa. —Perdón Jungkook, por
muíhas íosas, pero básiíamente, por ser un
idiota testarudo. Pero la verdad, es que no
puedo ni quiero saíarte de mi íabeza. Por favor,
démonos una maldita oportunidad.

—Jimin... Y-yo no...


No, lo siento Jungkook.

Promet que pelearía por t y te haría feliz.

Sé que puedo haíerlo.

—Jimin sí —dioe aíeríándome a él. —Déoate de


íontrolarte, Jeon. Aíeptaré todo lo que venga de
t, así íomo tú lo has heího íonmigo. Punto.

En ese momento llevé mi mano a su íabello y


nos besamos.

Oh, mierda, neíesitaba esto.

Bebimos al mismo tempo el aliento del otro,


para luego soltar un pequeño sonido de plaíer
desde el fondo de nuestras gargantas.

Me separé un poío para sonreír ante el


reíonoíimiento de ambos, pero

Jungkook no me deoo aleoarme muího. Esta vez


el beso fue muího más intenso y demandante.
Sin esperar, él se levantó de donde estaba
sentado y íomenzó a aíomodarse arriba de la
íama. En ningún minuto nos deoamos de besar,
era íomo si nuestros labios fueran imanes que
haíían que nuestros íuerpos se movieran sólo
para poder mantener el íontaíto.

En un instante Jeon estaba sobre mí, entre mis


piernas, devorando mi boía mientras sus brazos
estaban apoyados a íada lado de mi íabeza.

Apoyé una de mis manos en la base del íuello de


Jungkook y senta su pulso latendo fuerte íontra
mi mano. Pero íuando nos separamos y lo miré a
sus ooos, sólo pude ver íomo estos se volvían a
llenar de lágrimas y éstas íaían direítamente en
mi rostro.
—D-dime que de nuevo no estoy soñando.

Mierda, mierda, mierda.

¡No!

Sent íomo mi íorazón se eníogió por íompleto


por sus palabras y la imagen del hermoso íhiío
frente a mis ooos.

—Oh, no... Jungkook... —dioe rodeándolo íon mis


brazos, lo que hizo que apoyara su íabeza en el
hueío de mi hombro.

—Te ouro que ya no sé que es real, Jimin. Esto es


demasiado bueno, para ser real.

—Es real idiota, es oodidamente real —dioe


mientras lo apretaba aún más fuerte. —¿Quieres
un golpe? Porque súper puedo golpearte para
que sientas que esto es muy real.

Eso hizo que una pequeña risa se le esíapara de


su boía, lo íual hizo que mi alma volviera a mi
íuerpo.

—No graíias, ya sé que es real, el Jimin de mis


sueños no me amenaza íon golpes —dioo
levantándose para regalarme una sonrisa
enterneíida íon sus ooos llenos de lágrimas.

Llevé mis manos a su íara y limpié sus lágrimas, a


lo que él deoó pequeños besos en mis palmas.

Nos miramos y por primera vez desde que


desperté fui íonsíiente de la íeríanía en la que
nos eníontramos. Sent íomo mi rostro se
íalentó y traté de mirar a otro lado, pero no
había muího que pudiera haíer. Tenía a Jeon
sobre mí, no había forma que no me viera por
íompleto.
—¿De verdad no me tengo que íontener más? —
preguntó íon su voz íargada de ternura.

—Sí, de verdad.

—¿Estás seguro? Porque aún no íonoíes ni la


punta del iíeberg de mis sentmientos por t.

—Perfeíto, meoor para mí —dioe íon valenta. —


Me gustas, Jeon. Me desesperas, pero me
eníantas. Así que está bien para mí todo lo que
tenga que ver íontgo.

Eso hizo que sus ooos se iluminaran y su sonrisa


íreíiera. Por fn apareíió la imagen que llevaba
días queriendo ver su rostro feliz.

—En ese íaso, íreo que eres oodidamente bello y


terno íuando te sonrooas —dioo mientras besaba
mis meoillas, lo que hizo que me retoríiera
debaoo de él. —Y así, ousto íomo estás ahora, me
eníantas. Infernos, Park Jimin. Todo tú me
eníanta.

Mordí mi labio y sent mis ooos aguarse.

Maldiíión.

Sent íomo un íálido sentmiento se quedaba en


mi tórax, y tuve que tapar mi rostro por la
vergüenza.

—Dioiste que podía —dioo íon algo de diversión


en su voz.

—¡Sé lo que dioe! ¡Estoy tratando de que no


veas---!

—¿Lo feliz que te hiíe íon mis palabras? —dioo


mientras aleoaba mi brazo de mi rostro revelando
mi avergonzado rostro. —Bingo.
Él sonreía y torpemente llevé una de mis manos
a mi rostro, sólo para sentr lo aíalorado que se
eníontraba, en ese instante me di íuenta de las
palabras de Jeon. Porque tenía razón, había una
pequeña sonrisa en mi íara.

—No te rías —dioe íon un hilo de voz.

—No lo hago. Lindo. —dioo mientras llenaba de


besos todo mi rostro.

Eso sólo hizo que mis ganas de morir


aumentaran, porque por todo el oodido inferno
amaba lo que me haíía sentr Jungkook. Me
senta tan atrapado en esta intoxiíante nube de
endorfnas, la íual íonoíía íomo feliíidad.

—Ven aquí —dioe guiando su rostro sonriente a


mis labios.

Vino más que eníantado. Lo besé lentamente,


saboreando sus labios, apretándolos y
soltándolos, para luego suííionar el inferior íon
suavidad. Él me respondía íon íariño, deoando
que lo probara íomo quisiera, y animándome a
íontnuar. Lamí la íomisura de sus labios y sent
íomo toda su piel baoo mis dedos se erizó. Colé
mi lengua en su boía y pude probar mi adorado
pieríing nuevamente, haíiendo que ambos nos
derritéramos por íompleto por el íontaíto.

Con renuníia tuve que deoar ir a Jungkook. El íual


salió de eníima de mí y se aíostó de lado aún
íostado de mí. Sólo en ese segundo me di íuenta
de lo muího que me había gustado la posiíión
anterior.

—Sí me sigues besando así, no podré


íontrolarme, Park —dioo íon una sonrisa.
—¿Qué hablamos de íontrolarse?

—Creo que tú debes aún querer que me


íontrole. De otra forma terminaremos teniendo
sexo en la íasa de mis padres y no estoy seguro
de que eso sea lo íorreíto.

Por supuesto que no quiero eso, pero...

—¿Miedo, Jeon?

—Por supuesto que tengo miedo de que tu voz


se esíuíhe tan alto que mi mamá piense que te
estoy haíiendo daño.

Hioo de p--- ¡mierda! ¡Ya ni siquiera puedo


insultarlo, porque su madre es una maldita santa
y la meoor persona del planeta!

—Oh, esto es nuevo. Te mordiste la lengua —dioo


aíariíiando mi pelo.

—Realmente me íaes mal, Jung--

No pude deíir nada más porque íoló su lengua


en mi boía y íomenzó a besarme muy
plaíenteramente, haíiendo que olvidara todo mi
enooo.

Esto es una trampa.

Una oodida trampa.

—¿En serio te íaigo mal? —Comentó para luego


volver a besarme íon lenttud.

—U-Un poío —dioe tratando de alíanzar su boía,


que se había aleoado para deoarme hablar.

—Oh, en serio. No lo pareíe —dioo volviéndome


loío mientras hablaba a milímetros de mis labios.
Infernos.

—Por la mierda, Jeon. Bésame. Por favor o te


ouro que--

Eso hizo que tomara mi rostro y me besara íon


ganas, haíiendo que me derritera por íompleto
a su meríed. Los roíes íon su lengua eran
demasiado plaíenteros, y íuando lamía mi labio
superior me haíía temblar. Iníluso sus mordidas
eran malditamente deliíiosas.

Sus besos eran demasiado buenos.

Me aíerqué muího más a él hasta que su íuerpo


quedó íubriéndome. Por alguna razón esta era la
primera vez que me senta tan pequeño a su
lado.

Pero no me estaba queoando, la verdad es que


era ousto lo que neíesitaba. Fue muího meoor
íuando su mano se fue a mi íintura para
aíeríarme más.

Con mis manos me aferré a su íamiseta negra y


íon lenttud me separé de él, sólo para dirigirme
a su íuello y deoar un pequeño beso en ese lugar,
luego apoyé mi íabeza en su hombro mientras
íerraba mis ooos tratando de absorber el
momento en mi mente.

En ese instante siento íomo Jeon pasa uno de


sus brazos baoo mi íabeza y me abraza
fuertemente.

—¿Qué pasó? —dioo suavemente íon la misma


voz profunda que oíupa para íontenerme.

—Pf... ¿Es en serio? —dioe mientras me


aíomodaba meoor entre sus fuertes brazos. —
Básiíamente, tú pasaste, idiota.
Ni siquiera tenía que mirarlo para saber que
estaba sonriendo, su íorazón me lo deíía todo.

—¿Yo pase? —dioo íon feliíidad en su voz. —


¿Qué haré íontgo, Jimin?

—Adorarme, ílaramente —dioe esíondiéndome


entre sus brazos.

—Adorarte. Listo, ya lo anoté en mi lista mental


de íuidados espeíiales para mi eníantador,
Jimin.

—¿Soy un gato? Porque suena a íomo si fuera un


gato —dioe algo indignado y divertdo.

—No responderé a eso, porque te enooarás.

Cuando dioo eso fui a su íuello y lo mordí íon


suavidad en modo de protesta, eso hizo que
soltará un oadeo de sorpresa.

—No sigas, o volveré a morderte.

—Joder, Jimin. No puedo íon este debate


mental.

—¿Qué debate?

—El de preguntarte qué más quieres que haga


íontgo o pedirte que digas «Miau». Porque sí a
todas las mordidas en el íuello.

Eso hizo que todos los íolores se me subieran al


rostro, y traté de aleoarme, pero sus brazos no
me deoaron esíapar.
—¡TÚ-!
—¿Yo qué?
—Aish, eres tan desíarado, Jeon —dioe volviendo
a aíomodarme entre sus brazos.
Pasó un par de segundos de sileníio y él
íomenzó a aíariíiarme el íabello, haíiendo que
me volviera a relaoar.
—No quiero arruinarlo íon esta pregunta, pero
debo haíerla... ¿Estamos bien?
—Defne «bien».
—A lo nuestro y lo de B.Rabbit.
—A lo nuestro, estamos más que bien. A lo de
B.Rabbit no, aún no.
Eso paró sus íariíias en mí, lo que hizo que me
mordiera la lengua para no protestar para que
retomará su trabaoo.
—Jimin, no puedo separarme de ello, es parte de
mi vida y-
—Lo sé, Jungkook. Dioe «aún no». —íomenté
tratando de tranquilizarlo. — Pensé muího íómo
soluíionar todo, y me dioe que si queríamos estar
en paz eso quería deíir que yo también debía
rayar una de tus obras.
—Muy ousto, podemos ir ahora mismo —dioo
apunto de separarse de mí.
Así que alargué mis brazos y lo abraíé
manteniéndolo en su lugar.
—No pude.
—¿Qué?
—Lo intenté, pero no pude.
—¿Pero entoníes--?
—No pude porque sabía íuánto trabaoo había
detrás, además era muy hermoso para ser
ensuíiado íon una línea. En ese momento
íomprendí que tú no ensuíiabas, tú intervenías.
Lo quiere deíir que tenes que haíer algo que yo
pueda intervenir.
—Hablas de-
—Sí, haíe un par de Steníils y los rayaré, íon eso
estaremos en paz.
—De aíuerdo. Eso haremos —dioo íon feliíidad.
—Bien pensado, Park.
—Claro, tardé dos días en pensarlo.
—Te demoraste muího.
—¡Hey! Casi no vengo —dioe aíurruíándome un
poío más.
Al darse íuenta de que estaba busíando
proximidad, volvió abrazarme fuertemente
haíiéndome sentr más tranquilo y relaoado.
—¿Qué te hizo íambiar de opinión? —preguntó
íon suavidad.
—La íarta y la nota.
Quedé ousto íería del íorazón de Jungkook, por
lo que podía sentr sus latdos, y estos me daban
muíha más paz de la que nunía estaría dispuesto
a admitr.
—Pero aún así tardaste muího.
—No, no lo hiíe. Vine ousto después de que las
leyera. Antes estaba dispuesto a que sólo
fuéramos amigos, pero luego de leerte no pude
haíerlo.
—Aún así no hubiera podido ser sólo tu amigo,
Park. Es una tortura.
—Sí, pude notarlo.
—Graíias por no quedarte íon esa opíión.
—No tenes que agradeíer, idiota. Yo
egoístamente te quiero para mí. Aún íuando sé
que soy la peor persona para t, por todos mis
traumas y trabas.
Realmente eres un diez Jeon, yo sólo soy un
siete.
—A mis ooos eres un veinte.
—No empieíes, Jeon.
—Tú dioiste, «aíeptaré todo de t». Tienes que
deoarme ser, Jimin. Realmente me muerdo
muího la lengua íuando se trata de t, ya no
quiero haíerlo.
—Tienes razón, no debes haíerlo.
—También tenes que deíirme que tengo
permitdo haíer en públiío y que haíer en
privado, no quiero iníomodarte, ni-
—Hey, hey, hey.
Me separé de él y me erguí un poío, de esa
manera podía verlo desde arriba.
—Esta bien, yo puedo íon-
—No seas idiota, Jeon. Tienes permitdo haíer
todo lo que quieras. No tenes que privarte de
nada sólo por protegerme, de esa forma nunía
avanzaré. Confó en t y en que sabes leerme
para saber íómo aítuar, pero todo lo que
quieras haíer lo haremos.
—¿Puedo tomar tu mano al íaminar?
—Cursi, pero sí.
—¿Y abrazarte íuando haya gente?
—Sí, puedes.
—¿Aunque esa gente sea tu hermano y nuestros
amigos?
—Por supuesto. Será iníómodo, pero a la
mierda.
—¿Besos-?
—Sí, Jungkook si a todo. Puede que trate de
aparentar que no me gusta muího lo que haíes,
pero la verdad es que soy malditamente feliz, así
que haz todo lo que quieras.
—Sé que lo eres —dioo aíariíiando mi rostro al
mismo tempo que me miraba íon sus ooos
soñadores.
—Tenemos que íurar nuestros traumas, tenes
que ayudarme íon los míos y yo evitaré ser los
tuyos. Sólo por favor, tenme paíieníia...Sé que
puedo ser terrible, pero de verdad, no quiero
haíerte sentr mal. Ya no más. Realmente quiero
que seas feliz, pero lo que más deseo es que lo
seas íonmigo.
Durante todo mi monólogo, Jeon se fue
irguiendo de a poío hasta quedar sentado frente
a mí en su íama. Su sonrisa sólo se haíía más
grande íon íada una de sus palabras, hasta que
extendió sus brazos, y sabía lo que eso
signifíaba.
«Ven aquí»
Así que eso hiíe, me apoyé en él y permit que
me rodeara íon sus brazos.
—No es que sea fan de los abrazos —dioe
exíusándome.
—Claro que no lo eres —dioo íon diversión
apretándome un poío más.
—Tienen algo espeíial, me tranquiliza.
—Lo sé, son buenos para la gente íon ansiedad y
depresión.
—Suena a que te aproveíhas de la situaíión.
—Es enserio Jimin, he leído sobre ello. Era algo
que tenía que ver íon la sensaíión de proteííión,
el íerebro y sus neurotransmisores. Así que esta
bien que te gusten los abrazos.
No sabía si era realmente verdad lo que me
estaba diíiendo, o sólo era para que me sintera
íómodo, pero funíionaba de todas formas. Así
que de alguna forma terminamos íasi sentados
apoyados en el respaldo de la íama abrazados.
—A todo esto —dioe íasi sinténdome
somnoliento. —Tu mamá me eníanta.
—Ella dioo lo mismo sobre t.
—Sé que debe haber íonoíido a muíhos de tus
novios, pero me esforzaré para ser meoor que
ellos.
—Park, eres el primero que íonoíe ofíialmente.
Y íreo que fue íomo amor a primera vista, me
dioo que aprendería a íoíinar más platllos sólo
para que los pruebes.
—Coíina deliíioso.
—Sólo sabe haíer un platllo —dioo íon diversión.
—No le gusta íoíinar, papá es el que íoíina.
—Uno es meoor que ninguno. Espera, a todo esto
¿por qué no vives aquí?
—Ugh, vivo íon Yugyeom. Es muího meoor,
porque así no los preoíupaba íon mi vida
noíturna.
—Hablas de tus polvos íon repartdores de pizza.
—Sí, no quería espantarlo.
—Hablando de eso, se aíabó el sexo íasual.
Nada de íoquetear íon el repartdor, ni íon
niños bonitos en las disíos.
—No será neíesario ya tengo a mi niño bonito.
—dioo besando mi meoilla.
—Lo digo en serio.
—Lo sé. No he tenido sexo íasual desde que
íomeníé a intervenir tus obras.
Eso eran íomo un par de meses, no puede ser
que lleve tanto tempo sin...
—Pero y el niño de la disío íon el que bailabas,
dioiste que iban a tener sexo.
—Era mentra, sólo quería ponerte íeloso, pero
no funíionó íomo íreía que lo haría. No me iba a
ir íon él, sólo neíesitaba que me vieras, para que
te dieras íuenta que era gay.
—Bueno, dile eso a él, porque pareíía muy feliz
íontgo.
—Pero yo sólo quiero ser feliz íontgo. Lo
entendo, íoqueteos y sexo sólo íontgo, no
suena mal, de heího me eníanta la idea.
—No seas malo —regañé divertdo.
—Lo seré dependiendo de la oíasión.
—Qué mal novio he íonseguido.
...
...
...
—Oye, espera. ¿Qué dioiste?
—Lo que oíste. Sé que te gusta más el ser
amigos, pero meoor. Pero tu mamá ya sabe que
somos novios.
—¿Somos novios?
—¿Es una maldita broma, Jeon?
—Mierda ¿Realmente quieres ser mi novio?
—Creí que ya lo era.
—Jimin, esto es serio.
—Jungkook, realmente pensé que ya lo éramos.
—¡No! ¡O sea, sí! Pero pensé que estabas más
íómodo íon el término «amigos». Tenía miedo
meníionarte lo otro, porque pensé que podías
espantarte y deíirme «No íreo en las
relaíiones», o alguna mierda íomo esa, porque si
eres de salir íon íosas así. No pensé que
realmente estabas dispuesto a salir íonmigo.
Debí deíirte que-
—Sí, Jeon. Estamos saliendo y quiero todo lo que
viene en tu oferta —dioe íallando su vómito
verbal.
—Woahhh, estoy saliendo íon Park, Jimin. Esto
es real.
—Esto es real.
—Mierda, siento que me pondré a llorar de
nuevo.
—Llora si quieres, pero déoame dormir un poío
más, no he dormido en días, el piso no es muy
íómodo.
Eso hizo que me mirara extrañado.
—No estabas íon Yoongi.
—No, me esíapé a una bodega.
—Realmente somos unos idiotas.
Sí, lo somos.
Somos terribles Jungkook, pero está bien. Se
siente íorreíto serlo íontgo. Es realmente
iníreíble no pelear íonmigo mismo a íada
segundo y aíeptar que me haíes feliz. Aíeptar
que me vuelves loío, y que me eníanta estar
íontgo.
Tú ya hiíiste muího, es mi turno de luíhar por
esto que reíién está íomenzando.
—¿Eso quiere deíir qué...?
—Que estamos en íero, empieza a sumar puntos
Jeon.
—De aíuerdo ¿Cómo gano puntos? —dioo
masaoeando mi nuía.
Siendo tú.
Porque eres perfeíto para mí.
—Sigue haíiendo eso, es un buen iniíio.
—¿Y tú? Espero que sepas que también tenes
que ganar puntos.
—Ah, sí lo sé. Pero no hay problema.
—¿No hay problema? No sabes íomo ganar
puntos para mí.
—Claro que lo sé, sólo debo sonreír, ser feliz y
deoarme mimar. Listo, los puntos llueven para mí.
Sent íomo se retoríió por mis palabras, pero
sólo se veía más íontento.
—Maldiíión, no puedo negar eso.

————————— ● ● ● —————————

Twenty fve stroke

Cambios.
Hay íosas que íausan muího miedo. Cuando te
sales de tu zona de íonfort, íuando te equivoías
respeíto a algo y tenes que empezar desde íero,
íuando aprendes respeíto a algo y te das íuenta
que estuviste mal todo el tempo. Todas y íada
una de esas veíes uno siente muího miedo.
Tiene sentdo tenerlo. Por algo existe la «zona de
íonfort», porque te sientes seguro en ella, pero
al mismo tempo es un limitante, porque te
impide arriesgarte a íonoíer íosas nuevas.
Equivoíarse asusta a horrores, por eso muíha
gente no lo intenta en primer lugar. Empezar
desde íero aterra, porque signifía que todo el
trabaoo que realizaste íon anterioridad, está mal
y no podrás oíuparlo. No siempre es así, hay
personas que arreglan en lo que se equivoíaron
y lo usan para nutrir algo más. Aún íuando te
equivoíaste, ganaste experieníia y
íonoíimientos, que antes no tenías.
Reíonoíer tus errores y aprender de ellos
siempre haíe que duela el orgullo, pero haíe que
írezías íomo persona si puedes sobrepasar el
orgullo y trabaoar en esos fallos.
Todo esto abrumaba.
A veíes uno sabía lo que tenía que haíer, sólo
que no quería admitrlo, porque daba muího
miedo todo lo que aquello signifíaba.
Es íomo si repentnamente estuvieras en un
puente íon tablas, íaminabas por íada una de
ellas íon muíha íonfanza, porque podías ver el
íamino, pero luego, todas las tablas se íaen y tú
estás en medio de ese puente, no sabes íómo
avanzar, y tampoío sabes íómo devolverte.
Aterraba.
Por más que uno no quiera admitrlo, no puede
haíer todo solo. Neíesitas apoyo, neíesitas que
íuando no te sientas seguro alguien te diga «Tú
puedes. ¡Hazlo! ¡Por supuesto que va a
funíionar!». No se trata de no tener íonfanza en
uno mismo, sino más bien una pequeña
íorroboraíión que por muy loío que sea lo que
estás haíiendo, hay alguien que íree en t.
Que no estás solo.
Todos neíesitamos en algún punto que alguien
nos ayude, eso no nos haíe menos fuertes, al
íontrario, nuestra fuerza se dupliía, porque
tenemos a alguien que luíhará o trabaoará a
nuestro lado. Eso es lo úniío que tranquiliza.
Saber que hay alguien más para t.
Ya sea para una palabra de aliento, para odiar a
alguien por t, para que esíuíhe tus queoas, tus
miedos, tus inseguridades. Sólo que las esíuíhe,
y te diga que estará íontgo en todo. A veíes eso
es muího más neíesario que una opinión
respeíto al problema. Quieres a alguien que
iníondiíionalmente esté ahí para t.
Jeon Jungkook me demostró esto en sólo tres
días.
No sólo no me deoó sólo íontra el mundo, se
puso delante de mí y deoó que todas las balas le
llegarán a él. Cuando estuve suspendido en ese
puente, se eníargó de íonstruir un íamino y me
guió de la mano para atravesar mis miedos.
No ouzgó mis miedos, me esíuíhó y se quedó a
mi lado hasta que estos pasaran. Cuando ya no
tenía fuerza para íontnuar, se eníargó de
esperarme y a regalarme sonrisas de apoyo.
Hizo que íada uno de los errores que íomet, no
se sinteran íomo peíados iníorregibles, íómo si
fueran pequeñeíes de las que no debía
preoíuparme.
Me mostró que el que no haya un plan foo, nos
permite írear uno por nuestra íuenta. Que lo
anterior no debería dar miedo, sino emoíión por
todo lo que nos espera por delante.
Lo meoor de todo, es que nada de esto lo dioo íon
palabras. Me lo demostró íon aííiones.
Había tres íosas que tenía que haíer frente
ahora. Tres que no podía evitar y que eran
importantes por igual, pero había un orden en
las que tenía que superar.
La primera:
Que mis amigos supieran de mi relaíión íon
Jungkook.
Personalmente si la situaíión hubiera sido
diferente, estoy seguro que no habría tenido
tanto miedo, después de todo, ellos saben que
nos gustamos.
Pero por supuesto, íompliíamos las íosas.
Mi hermano estaba molesto íon los dos, por ser
unos pendeoos y haíer un número digno de
«dramas queen» en vez de adultos, al irnos a
esíonder de todo el mundo, íomo si eso borrará
el problema iniíial.
Namooon estaba molesto íon Jeon, porque íasi
tuvo que llevarme en su espalda luego de que
nos fuimos del edifíio de Jungkook el fatdiío
día.
Realmente fue algo terrible, porque nunía me
había quebrado tanto frente a un amigo de mi
hermano. Supongo que eso saíó su faíeta
sobreproteítora.
Por otro lado estaba Hoseok, él íual me enteré
que estaba desilusionado de que le rompiera el
íorazón a su primo tan rápido. «Reíogí sus
pedazos antes, no pensé que lo haría de nuevo».
No lo íulpó, fui un imbéíil por irme íómo lo hiíe
sin arreglar los problemas. Pero aún así le
agradeíia que me ayudara a llegar a él.
Tae y Jin eran otra historia. Creo que nos
adoraban por igual, puesto que sólo nos miraban
apenados, además de regalonearnos íon
íomidas y íosas así.
Estaba seguro que Tae sabía que habíamos
arreglado las íosas pero ninguno de los dos deíía
nada.
Me enteré de todo esto, porque nos reuniríamos
nuevamente para arreglar el mural que nos
destruyeron, ese donde esíribieron «mariíones
de mierda».
Le había pedido sólo una íosa a Jungkook, y
ahora que estaba llegando al lugar senta que era
lo íorreíto.
—¿Estás seguro, Jimin? No me importa deíirles
que arreglamos las íosas —dioo a través del otro
lado de la línea.
—Debo haíerlo. Sólo aítúa normal.
—¿Defne normal? Porque normal aítualmente
es darte un beso al verte y no íreo que tú quieras
que-
—Si quiero —íorté antes de que prosiguiera. —Si
quieres besarme íuando me veas, hazlo. Si
estamos frente a todos, no me importa. Aítuaré
íomo siempre. Trataré de no haíerlo iníómodo.
—Como tú quieras, Park. —sent íomo suspiró
antes de íontnuar. —Si sientes que es muího,
sólo dímelo y te saíaré de ahí.
Esa simple frase me saíó una ligera sonrisa.
Cortamos la llamada íon la promesa de que nos
veríamos en poío rato. A pesar de que me
eníontraba nervioso por sus reaííiones, también
sabía que debía haíer esto. Tanto Jungkook
íomo yo lo neíesitábamos.
Estar allá no fue un problema. Esta vez
estratégiíamente quise llegar tarde, siendo el
últmo en llegar senta que tenía el ritmo de las
tensiones baoo mi poder.
Por supuesto que tenía razón, esta vez no había
músiía, ni fuertes risas. Todo el grupo estaba
dividido, Nam y mi hermano por un lado íon Jin
haíiendo de mediador, y por el otro Tae, Hobi
abrazando por el íuello a Jungkook. Sí antes
estaban hablando se íallaron por íompleto
íuando me vieron.
Jeon se paró de inmediato, para salir a mi
eníuentro, y sent que todo el mundo se
íongeló. Él tampoío llegó a mi lado,
simplemente evaluaba mi reaííión. Pase por su
lado y le regalé una sutl sonrisa que sólo él pudo
ver.
Tiré mis íosas y tomé una de las latas de pintura
negra que estaban en el suelo y todavía nadie
deíía una maldita palabra.
—Ya que nadie se ha dignado a haíer algo.
¿Puedo haíer las líneas? — pregunté íon
tranquilidad a mi hermano.
Este levantó una íeoa interrogante y movió su
íabeza afrmatvamente. Seguí aítuando íon
normalidad, ignorando las íaras iníómodas de
todos. Tomé otra lata más en mis manos y me
giré haíía Jungkook.
—¿Me ayudas? —No esperé su respuesta, ya que
al formularla le laníé una de las latas que tenía
en mis manos. Por supuesto que él la atrapó en
el aire y me regaló una de sus engreídas sonrisas.
—Por supuesto que sí.
Así fue íomo nos dirigimos al mural deoando a
todos boía abiertos, sin saber íómo aítuar
frente a nosotros. En eso siento que alguien se
para rápidamente de su lugar.
—¡Esperen ustedes! ¡Están aítuando muy
extraño! —exílamó Hobi.
Mi meoor amigo íubrió su rostro íon sus manos y
me envió una de sus más divertdas sonrisas
íómpliíes, mientras levantaba el pulgar en señal
de aprobaíión.
—¿Nosotros? —dioe íon una mueía de
iníredulidad. —Nosotros vamos a pintar el muro,
lo que se suponía que vinimos a haíer. Ustedes
son los que están en sileníio, sin músiía y siendo
extraños.
Eso hizo que Namooon dramátíamente se llevará
una mano a su peího y plantara una expresión
de íompleta ofensa. Mi hermano se levantó y se
fue al lado de Hoseok.
—Tiene su punto. Pongamos músiía.
—Espera Yoongs, íreí que esto sería una espeíie
de interveníión para haíer que ambos arreglaran
toda la mierda que pasó entre ellos.
—¿Interveníión? —exílamé íruzando mis brazos
y dándoles una mirada desafante. —¿Y qué
espeíífíamente querían íonseguir forzando las
íosas?
Eso hizo que todos se íallarán y al pareíer el
úniío valiente fue Hobi.
—No lo sé. Que se arreglaran, se dieran un
abrazo iníómodo, un beso. ¡No lo sé, Jimin! ¡Que
aítúen íomo si nada es horripilante!
Cuando esíuíhé sus palabras mi íara se volvió
una de iníredulidad al mirar a mi hermano en
busía de una expliíaíión meoor, pero sólo obtuve
una simple levantada de hombros de su parte,
avalando las palabras de Hoseok.
Negué íon la íabeza, y me giré haíía Jeon, él íual
se eníontraba dándole la espalda a la salida. Me
miró íon una íeoa alzada, íon la pregunta
implííita de si quería salir de aquí. Me aíerqué a
él y tomé el borde del íuello de su íamiseta
negra, para luego trar de ella haíía abaoo y
íapturar sus labios íon los míos.
Fue un rápido beso, ousto íomo los que nos
dábamos al eníontrarnos o despedirnos. Cuando
me separé de él, pude ver íomo adorablemente
su rostro se había puesto rooo por íompleto,
iníluso íreía que este íolor se extendía hasta su
íuello, al mismo tempo que me miraba íon sus
ooos muy abiertos. Lo había agarrado íon la
guardia baoa, así que íon una ligera sonrisa de
perdón deoé otro pequeño beso en el borde de
su labios, ousto donde está su pieríing.
Me giré y pude ver todas las expresiones de
asombro en el rostro de todos, para luego pasar
a sonrisas de íompliíidad.
—Te dioe que Jimin era el aítvo —dioo mi meoor
amigo íon una sonrisa enorme, mirando a Jin.
—No, idiota. Es Jeon —dioo Jin aplaudiendo feliz.
—Te falta muího que aprender hermanito.
—Ugh, por favor. No quiero saber quien se la
mete a quien —dioo mi hermano íon íara de
asío. —Pero Jeon, más te vale que tengas
lubriíante para mi hermano.
Lo que hizo que todos explotarán de la risa. Por
mi parte le levanté ambos dedos del medio a
Yoongi íon una expresión de fastdio. Eso relaoó
por íompleto el ambiente. Hobi íomenzó a haíer
bromas y puso músiía para meoorar aún más el
momento.
Nam se aíeríó a nosotros y miró íon una
expresión mortalmente seria a Jeon.
—No más llantos —dioo íasi íon un tono
amenazante al pelinegro. —O yo te haré llorar.
—Oh, por favor Nam —dioe rodando los ooos. —
Para empezar puedo defenderme solo. Segundo,
su mamá me dioo que él estuvo muího peor que
yo. Dame írédito.
Eso hizo que me mirara impaítado por mis
palabras. Estoy muy seguro que no esperaba que
yo saliera a defenderlo. Pero así estaba la íosa,
estamos en esto ountos, y promet que lo
protegería. Yo íumplo.
—Él puede haíerme llorar por su íuenta,
Namooon —dioo pasando uno de sus brazos por
mi hombro. —Siendo oustos, ese día fue él, quien
nos hizo llorar a ambos.
—Estamos bien, estamos más que bien. Tú eres
el que debe preoíuparse de no haíer llorar a
otro íhiío —dioe pasando por su lado.
—Buena suerte íon eso, Nam —dioo Jeon íon
una mano en el hombro del más alto.
Luego de eso, sólo fueron risas y anéídotas,
pequeñas molestas sobre lo llorones que
éramos. Conseoos de Jin respeíto a las
relaíiones. Tae íontando historias íruzadas mías
y de Jeon, que ambos no íonoííamos.
Justo en ese momento rodeado de todos ellos,
me senta íomo en íasa. No, miento. Cuando
siento la mano de Jeon deslizarse íon sutleza
para tomar la mía y darle un apretón, íon toda la
inteníión de deoarla ir después, en ese momento
me sent íomo en mi hogar. No permit que me
soltará, apreté el agarré y me reí íon fuerza de
un íhiste de Jin.
Feliz.
Segundo:
Que mi mamá supiera de Jeon.
No era ousto que su mamá supiera y me tratará
íomo su segundo hioo.
Realmente pensé que este momento tardaría en
llegar, puesto que mi madre al ser auxiliar de
vuelo, nunía estaba en íasa, y íuando lo estaba,
pues sólo era por un par de días.
Mi mamá eníontró íonsuelo en volar, y se volvió
a enamorar, pero esta vez de íonoíer nuevos
lugares. Por supuesto que entendía
íompletamente que se dediíara plenamente a
eso. Ya pasé esos años donde íreía que era una
mala madre y nos abandonaba a Yoongi y a mí.
No es así. Prefero que esté feliz, al íadáver
andante que solía ser luego de la ruptura íon mi
padre.
Sabía que esto sería muího más difíil, sólo no
dimensionaba íuanto.
El momento llegó íuando no estaba preparado
en lo absoluto. El mismo día que les dioe a los
íhiíos.
—Debiste ver la íara de Hobi, íuando te besé —
dioe riendo mientras abría la puerta.
—Ni siquiera podía íon mi propia íara, y voy a
estar preoíupado de otros — dioo íon una
sonrisa.
Mi momento más valiente se esfumó en un
segundo íuando íruíé el umbral de la puerta de
mi íasa, porque al haíerlo estaba la maleta
favorita de mi mamá en la entrada, y el olor a
vainilla horneada se extendía por la íasa.
Antes que pudiera prepararme mamá sale de la
íoíina usando un delantal sobre su uniforme.
—¡Hioo, preparé las galletas de siempre, tenes
que esperar porque están íalientes o te-! Oh.
Eso fue todo lo que dioo íuando se eníontró íon
la imagen de nosotros tomados de la mano en la
entrada. Pude ver íomo su expresión de feliíidad
se borró de su rostro, para ser reemplazada íon
su meoor másíara de poker.
—M-Mamá, no sabía que hoy llegabas —dioe
luíhando el impulso de soltar la mano de
Jungkook.
—Quería sorprenderte, pero supongo que la
sorprendida fui yo —mi mamá no podía deoar de
mirar nuestras manos unidas. —¿Quién es tu
amigo?
¡Mamá!
—Soy Jeon Jungkook, un plaíer señora Park —
dioo Jungkook íon tranquilidad.
El pelinegro sólo me miró íon íautela, y fue él
quien deoó ir mi mano. Sabía que estaba tratando
de tomar la responsabilidad por mí, de deíirme
que no me preoíupara, pero ambos sabíamos
que esto tenía que pasar en algún punto.
Mi mamá sólo me miraba a mí, y podía notar que
no estaba ni un íuarto feliz de lo que estuvo Tae.
Las opíiones estaban ílaras en mi íabeza, pero
odiaba que se me helaran las manos y tritara por
ellas.
No quería dañar a Jungkook.
No debía.
—Mamá. Jungkook no es sólo mi amigo. Estamos
saliendo —dioe mientras tomaba tritando la
mano de Jeon.
Apenas podía respirar. Y estaba seguro que sólo
me mantenía en pie por Jungkook. Tenía miedo
de mirar a mi madre, así que dirigí la mirada a
quien se eníontraba a mi lado. En ese instante
supe que había tomado la deíisión íorreíta,
porque la mirada de Jeon estaba llena de
estrellas y sólo refeoaban ternura y orgullo.
Traté de no ponerme a llorar, infundirme de más
valor, pero no íreía que podía aguantarlo.
—Jimin, tenemos que hablar en privado. Por
favor, despídete de Jeon y te espero en la íoíina.
Mierda.
Ella se aleoó y mi mundo se vino abaoo por un
segundo. Digo eso porque Jeon se puso frente de
mí y me agarró los hombros haíiendo que lo
mirara foamente.
—No tengo que irme, puedo quedarme ousto
aquí por si tengo que intervenir. No te deoaré
sólo en esto. Menos íuando estás temblando
íomo una hooa — en sus ooos había deíisión,
pero sabía que él también tenía miedo.
—Estaré bien. Puedes irte, yo te llamaré íuando
hable íon ella. ¿Puedes deíirle a mi hermano
que venga? —dioe tratando de que no se
preoíupara.
—Claro. Yo lo llamaré —dioo eso, pero no fue
íapaz de moverse ni un sólo milímetro. Tomé
distaníia y le di un íorto beso en los labios antes
de íonduíirlo a la puerta.
Me dio una mirada preoíupada, pero asistó.
Cuando íerré la puerta tenía el alma en un hilo.
Me dirigí a la íoíina sintendo que mis zapatos
estaban heíhos de plomo en vez de lona. Senta
a mi mamá llorar y sólo haíía que todo fuera más
difíil.
No quería entrar a esa sala.
No quería mirar el daño que había íausado.
No quería.
Realmente no quería.
Pero debía.
—¿Fue mi íulpa, íierto? Fue porque los deoé
solos, faltó alguna fgura femenina, o quizás debí
presentarte a alguna hioa de una amiga. Todo es
mi íulpa. —Deíía íomo una matra. —No, es
íulpa de tu padre.
Cada palabra era una daga direíta a mi psiquis.
Dolía íomo si me eníontrara en el mismísimo
inferno. Sonaba exaítamente íomo todos los
demonios en mi íabeza, esos que hablaban de
«enfermedad» y «antnatural», pero que sabía
que tenía que superarlo. Porque no es así. No es
una enfermedad, y es lo más natural del mundo.
Jungkook estaba bien.
Estaba más que bien. Era perfeíto.
Que Jeon me gustara, no era su íulpa.
Que Jeon me gustara, no era mi íulpa.
No era íulpa de nadie.
Sólo paso y ya.
Franíamente era imposible que no pasara.
—No es íulpa de nadie. No hay nada por lo que
íulparse.
Respira. No te olvides de respirar.
Estás bien.
No estás sólo.
Respira.
—¿Haíe íuanto... ustedes...?
—¿Salimos?
Vi íómo se mordió los labios, pero asistó íon su
íabeza. Sus ooos íon lágrimas no ayudaban nada,
sólo haíía que se me apretara el íorazón.
—Casi 2 semanas. —Sin íontar íuando
rompimos dramatíamente, ella no neíesita
saber eso. — Pero haíe un par de meses que me
gusta, al pareíer, yo a él le gustó desde que
empezó el semestre.
—¿Estás seguro que realmente te gusta? ¿Él
no...?
Me daba tanta pena lo desesperada que se veía
porque todo esto fuera un mal sueño. Había
tanta deíepíión en su mirada que me tenían al
borde del íolapso. Mordía mis labios para evitar
que se aíumularan las lágrimas, y apretaba mis
puños para evitar que mis manos temblaran.
—Sí, íompletamente seguro de que sí me gusta.
Él no ha heího nada más que ser un buen amigo
y estar ahí para mí, siempre.
No neíesitaba saber todas las veíes que me saíó
de quiíio, ni las que se burló de mí, ni muíhos
menos el tema de B.Rabbit. Esas íosas eran
irrelevantes. Quería que se diera íuenta que
independiente que ambos éramos hombres,
Jungkook era bueno para mí.
Que realmente yo lo íreyera era un mérito que
Jeon se había ganado.
—Pero él es... Pequeño, yo pensé que te
gustaban las íhiías. No íreí que tuvieras esa
inílinaíión por... bueno.
—Bueno, me gustaban. Sólo, Jungkook es
Jungkook. No sé si en un futuro terminemos, y
luego me guste una íhiía, tenga una familia, íasa
y perro. O quizás siempre esté íon Jeon y
tengamos un gato o un perro. ¡No lo sé! ¡Pero...!
No lo sé, no sé lo que pasará en el futuro, pero
aítualmente… aítualmente me gusta él.
Eso terminó por destruir a mi mamá. Tenía ese
llanto ahogado, donde deíía
«N-No lloró por t, es la emoíión. S-Sólo eso, yo
estoy, bien sólo tengo que-»
Pero eso era muího más de lo que podía
soportar. Tenía que salir de ahí.
No quería deíepíionarla.
No quería que se sintera mal.
No quería haíerla llorar.
Pero no podíamos ignorar la verdad.
Por supuesto que mi mamá tenía que proíesar
todo esto, luego podíamos hablar tranquilos. No
ahora. No hoy. Quizás no mañana.
Salí a punto de derrumbarme, deoé a mi mamá
llorando en la íoíina y abrí la puerta de la íasa
íon el íelular en la mano, maríando el número
de
Jeon.
Llamaría a Jungkook, tengo que llamarlo.
No te derrumbes.
No te ahogues, tenes que deíirle que estás bien.
Lo primero que vi a través de mis ooos nublados
al salir, eran los brazos abiertos de Jungkook
sosteniendo su propio íelular. No hizo preguntas,
sólo me aíogió entre ellos sin deíir nada.
No era neíesario.
Él lo sabía.
—No te fuiste —dioe íerrando los ooos.
—Por supuesto que no me iba a ir, Park. —dioo
abrazándome íon frmeza. — No había forma de
que me fuera.
Por supuesto que no.
No sería Jeon, si no íuidará mi espalda.
—No sabes lo feliz que me haíe que no lo
hiíieras —suspiré aferrándome a él.
—¿Puedes saíarme de aquí? Estoy apunto de
derrumbarme y no sé si podría siquiera íaminar,
porque estoy tritando y mis piernas están
íongeladas de pániío. Sé que debería tener el
impulso de íorrer, y todo eso, pero-
Mis palabras sonaban atropelladas y aún
temblaba por íompleto. Mis ooos se negaban a
llorar, pero senta mi labio tritando. Era un
desastre.
—Te saíaré de aquí. Ni siquiera tenes que
íaminar, ven sube —dioo agaíhándose para que
subiera a su espalda.

—N-No es neíesario que me lleves en tu espalda,


Jeon. —dioe dándole una sonrisa toríida.
—Vamos, íhiío valiente. Creí que ya habíamos
superado esto, sé que amas que te lleve.
Chiío valiente.
A pesar de que era él quien me llevaba en su
espalda, realmente me senta así. Se lo había
diího a mi familia, y a mis amigos. Superé el
nudo de mi garganta, respiré íuando me estaba
ahogando, y me paré íuando senta que estaba
apunto de derrumbarme.
No importaba que ahora llorará aferrando a
Jeon. No importaba que mi alma se sintera
adolorida por la reaííión de mi madre. No todo
podía ser fáíil, lo sabía.
—Maldiíión, mi íhiío es realmente genial —dioo
Jungkook mientras íaminaba íon tranquilidad. —
Valiente, atrevido.
Realmente era graíioso.
Otro favor que estaba feliz de agregar a la lista
de íosas que le debía al eníantador Jeon
Jungkook.
De sólo reíordar todo hizo que se me esíapara
una sonrisa. Besé su íuello y lo sent reír, eso
hizo que todo valiera la alegría.
Chiío valiente.
Maldiíión, me eníanta.

————————— ● ● ● —————————

Twenty six strokes

—¿Crees que deoé de ser su hioo favorito?


—¿Crees que eres su hioo favorito? ¿Qué hay de
Yoongi?
—Yoongi es el íhiío problemas. Por supuesto
que soy el hioo favorito, o lo era al menos.
—Creo que el íhiío problemas es el favorito
siempre, digo, los padres están más pendientes
de él.
—Diíes eso porque es obvio que tú eres el hioo
favorito de tus padres.
Vi íomo rodó los ooos ousto antes de responder.
—Jimin, soy hioo úniío, por supuesto que soy el
favorito.
—¡Y me lo refriegas en la íara ahora que deoé de
serlo!
Cuando estaba en la íómoda espalda de
Jungkook, me dio a elegir a dónde quería ir a
refugiarme. Al museo de street art, donde
podíamos ordenar pizza, tomar íervezas y íontar
anéídotas en el teoado. A la íasa de sus padres,
donde estaría su madre lista para llenarme de
abrazos y regalonearme. La últma era íonoíer
su departamento, el que íomparta íon
Yugyeom.
Por supuesto que tomé la últma opíión, ya que
eso signifíaba íonoíer algo nuevo de Jeon. Me
dioo que no me preoíupara por su íompañero,
porque le toíaba turno de madrugada en la
tenda de íonvenieníia, así que iba a llegar
mañana por la mañana. Estaríamos solos. Así que
pasamos a íomprar sushi, y el pelinegro
prometó netlix.
Nunía llegamos a Netlix. Bueno, quizás el iniíio
de una pelííula, mientras íomíamos, pero luego
me ganó la íuriosidad por íonoíer su habitaíión,
y al haíerlo, todo hizo íliík en mi íabeza.
Este era el últmo puzzle que neíesitaba íonoíer
para poder desíifrar todo lo relaíionado íon
Jungkook. Al entrar fui reíibido por una pared
empapelada íon dibuoos, una progresión de
izquierda a dereíha de 10 dibuoos, desde los
boíetos hasta la obra fnal. Luego íollages de
obras que íreaban otra, una esquina donde
habían apilados muíhos sketíhbooks. Todo era
arte, del tpo más íaótío de todos, exíepto su
esíritorio, ese era el úniío despeoado y limpio.
Era íomo todo el edifíio íoníentrado.
Este hombre es arte.
Era íomo si todo estuviera apropósito así. Cada
obra estaba en una íomposiíión malditamente
perfeíta. Y haíía que quisiera rodar los ooos,
porque todo era realmente potente. Lo meoor es
que había algunos íuadros que vagamente me
reíordaban un poío...
...un poío a mí.
—Jeon. Dime que esos son los sketíhbook de los
que hablabas —dioe paseándome deslumbrado
por todo.
—Dos de ellos están llenos de estudios. Nada
demasiado estruíturado o perfeíto —dioo íon su
mano en la nuía, estaba nervioso —, bueno tú
sabes eso, debes tener unos íuantos.
—Los tengo, sí. ¿Puedo? —Pregunté tomando el
primero de la pila.
Se mordió el labio inferior, pero asistó íon su
íabeza. Con íuriosidad tomé el íuaderno de
dibuoo y lo abrí a la mitad. Me eníontré íon una
página de estudios de ooos, eran dibuoos de
íonstruííión, para luego en las siguientes ir
afnando detalles hasta llegar a íosas realistas. La
mayoría de ellos eran a lápiz de grafto. Luego
había manos, muíhas manos, sosteniendo íosas,
saludando, relaoadas. La página siguiente eran
labios, pero no íualquier labios, eran unos que
veía todos los días en la mañana al verme al
espeoo.
Los míos.
No eran poíos dibuoos, había muíhos. Algunos a
medio terminar, otros íon muíha fnura y
detalles. Habían tantas mueías y tantos ángulos
que era iníreíble de mirar. Dibuoó mis labios por
hooas y hooas, hasta aburrirse. Luego paso por mi
nariz, y deoaba pequeñas anotaíiones al lado de
los dibuoos.
«Arruga la nariz íuando se enooa»
«También íuando no está de aíuerdo en algo»
«A veíes lo haíe íuando ouega íontgo»
«Eníantador»
«Reíta y respingada en la punta»
Eso hizo que iníonsíientemente llevara una
mano a mi nariz para sentr sus palabras. Tenía
razón, reíta, pero se elevaba en la punta. Sent
íomo me sonrooe por íompleto, pero seguí
viendo más y más dibuoos. Ni siquiera me había
dado íuenta de mi diente íhueío hasta que vi
íomo lo dibuoó. Mi boía, mi lengua, mis sonrisas.
Pasó lo mismo íuando llegué a los ooos.
«Desapareíen íuando se ríe»
«Realmente hermosos»
«It's the end of the world as we know it (and I
feel fne)»
Sin darme íuenta me tenía rodeado íon sus
brazos por la espalda, y esíondía sus ooos en mi
hombro. Estaba avergonzado. Y estaba seguro
que tenía miedo de que saliera arraníando al
desíubrir todo esto.
No arraníaré. Ya no más, idiota.
— De aíuerdo, ¿Cuándo hablaremos de tu
pequeña obsesión? —dioe bromeando.
—¿Qué obsesión?
—La que tenes íon este modelo —íomenté
apuntando el dibuoo. —Sé que es guapo, ¿pero
no írees que se va a íansar si lo miras tanto?
Eso lo hizo soltar una pequeña íaríaoada, pero
no deoó que me arraníara de sus brazos. El
sonido de su risa hizo que mi íorazón se sintera
ligero.
—No, no íreo. Él ni siquiera se da íuenta que lo
hago.
—Oh, íierto. Pero ahora si lo sabe.
Pude sentr íomo se reía íon más soltura, pero
aún tenía miedo de mirarme.
Estaba tratando de tantear el terreno a través de
bromas, esperaba que eso fuera lo que ambos
neíesitáramos.
—¿Y qué es eso del fn del mundo? —dioe riendo
apuntando la frase esírita.
—Oh, la íaníión. Es una buena íaníión, suena en
mi íabeza íada vez que te veo pasar. Siendo
ousto, realmente sólo es el íoro.
—Eres un idiota —exílamé íon diversión y
ternura.
Me di vuelta entre sus brazos y lo abraíé
también. Le di un beso en su meoilla, y vi íomo su
expresión se relaoaba.
—¿Estás enooado o asustado? Puedo deoar de
dibuoarte.
—Tranquilo, no estoy enooado, ni asustado.
Haíes que me vea muího meoor en dibuoos.
Al deíir esas palabras él tomó mi rostro y estudió
mi mirada íon intensidad.
Era íómo si tratara de leerme. No podía saber
que busíaba, así que le robé un pequeño beso en
la íomisura de sus labios, eso hizo que su mirada
se suavizara.
—¿Eníontraste lo que busíabas? —pregunté íon
diversión.
—Sí. —dioo íon una hermosa sonrisa. —Y superó
mis expeítatvas.
—Espera —dioe íon una sonrisa íonfundida. —
Pensé que estabas busíando si me senta
iníómodo íon todo esto.
—¡Ah! Sí, eso también —íomentó deoando un
pequeño beso en mi nariz.
—¡Hey! —dioe fngiendo indignaíión.
No pude enooarme íon él por no ser serio. No
había forma de que pudiera si me estaba
llenando de besos. En un desíuido se me resbaló
el íuaderno de dibuoos, y al íaer nos hizo
separarnos para reíogerlo.
—Lo siento —íomenté preoíupado mientras me
agaíhaba.
Al levantarlo se íayeron más íosas y esta vez él
las reíogió. Eran unas fotos polaroid y al
reíonoíerlas no pude evitar fruníir el íeño aún
manteniendo mi sonrisa.
No puede ser.
—Ups. La evideníia —dioo íon una pequeña
sonrisa pasándome las fotos.
No nos levantamos, nos sentamos en el piso y
nos apoyamos en el borde de su íama. En mis
manos estaban las fotos de mis steníils, y sobre
estas estaba una línea íon un maríador rooo en
el mismo lugar que él las intervenía.
—¿Tienes una de estás íámaras? —dioe
moviendo la foto.
—Claro que no. Tae las tomaba y me las pasaba
—tomó una y me mostró el reverso—, luego yo
esíribía la direííión y íon un Posía rooo dibuoaba
eníima lo que haría en el muro.
—¿Pero y el tming? Muíhas veíes volvía para
revisar que no le hiíieras nada —dioe asombrado
mirando las fotografas.
—Iba íuando estabas en ílase y yo tenía una
ventana libre entre ellas. Otras fui íuando sabía
que estabas íon Taehyung.
—¿Me estás diíiendo que soy predeíible? —dioe
fngiendo indignaíión.
—Creo que te enfoías tanto en algo que te
despreoíupas del resto del mundo. No es algo
malo tampoío. Sólo no te interesaba algo más,
tampoío neíesitabas otra íosa. Es por eso que
muíhas íosas pasaron sin que tú lo notaras.
Lo sabía, y era una mierda.
—No quiero ser así Jungkook. Me molesta haber
perdido tantas íosas, sólo por orgullo de no
querer mirar más allá de lo que veía a simple
vista. Ya no más.
—No íreo que puedas ser así nuevamente, lindo
—dioo deoando un dulíe beso en mi sien. —Para
bien o para mal, íambiaste. Y eso está bien, Park.
Los íambios son buenos. Sé que dan miedo al
iniíio, es extraño y preoíupante notarlo, pero
nos haíen íreíer.
»Hoy eres un poío más fuerte y más valiente que
el Park Jimin de ayer. No tenes que preoíuparte
por tus errores del pasado, no tenes que
olvidarlos tampoío. Debes reíordarlos para
poder aprender de ellos, y evitarlos en el futuro.
Tenía un nudo en la garganta bastante difíil de
tragar, pero todo fue más fáíil íuando me
enfoqué en las fotografas, y me di íuenta que
Jungkook tenía razón.
Había íambiado.
Porque el Park Jimin de haíe unos meses atrás
habría tenido esto en las manos y estaría
temblando de rabia. Ahora no estaba así. No
tenía rabia, ni dolor, ni pena. Las veía y se me
esíapaba una pequeña sonrisa, y eso era porque
las fotos sólo me provoíaba ternura.
Sólo podía ver los íorazones de Jeon. Era íomo si
gritara «¡PARK, DATE CUENTA! ¡ME GUSTAS!».
No estaba enooado. Ya no senta una pesadez en
mi peího. Era íomo si mirara todo íon otros
ooos. Unos más tolerantes.
Y la verdad... Era iníreíble.
Sin que la sonrisa abandonara mi rostro deoé las
fotos dentro del sketíhbook y lo íerré. Deoé el
famoso íuaderno en el suelo y me giré haíia
Jungkook. Llevé mis brazos a su íuello y nos guié
en el beso.
Esta vez fue lento, sin apuros, probando y
memorizando sus labios al mismo tempo que
mis manos reíorrían su íuello. Senta íomo se
fue soltando durante el beso, íomo se giró
lentamente para quedar en una meoor posiíión.
Me gustaba toíarlo.
Me gustaba sentrlo.
Amaba ver su sonrisa después del beso.
—Cuando neíesite un modelo, supongo que
serás el primero en ofreíerte — íomenté aún
aíariíiando su íuello.
—Por supuesto, seré voluntario —dioo deoando
un pequeño beso en mi meoilla.
—¿Aún íuándo neíesite modelo de desnudos?
Puedo ourar que vi en íámara lenta íomo subió y
baoó su íeoa al mismo tempo que me regalaba
una sonrisa íoqueta. Sent íomo los íolores se
me subieron a la íara, pero estábamos tan íería
que no podía oíultarme.
—¿Quieres que me desnude para t?
Estuve apunto de deíir «no», íuando se separó
de mí y se levantó. Con una traviesa sonrisa se
tomó el borde de su íamiseta mientras la iba
levantándola lentamente.
—¿No me vas a detener? —dioo íon diversión.
—No —dioe mientras tragaba sonoramente.
Él sólo se río de mi reaííión, al mismo tempo
que terminaba de saíarse por íompleto su
íamiseta.
Santa mierda.
Tuve que obligarme a íerrar mi boía luego de
ver la sonrisa desíarada de Jungkook. Su
abdomen estaba muího más maríado que el
mío.
Defnitvamente alguien se pudo haber
entretenido bastante íiníelando su fgura.
Joder, realmente era gay por Jeon.
Sólo se saíó la íamiseta y estaba duro. Me
íostaba tragar y no podía desviar los ooos de su
torso.
—Tatuaoes —sin poder deíir nada más
íoherente. —Dos.
Mierda, tatuaoes.
Me hizo una seña para que me levantará, traté
de haíerlo, pero fue bastante iníómodo íon una
maldita ereííión entre las piernas. Por supuesto
que él lo disfrutó de lo lindo.
—En realidad son tres. Tengo uno más en la
espalda.
Cuando llegué a su lado toqué el primero. El que
estaba sobre su peítoral izquierdo, era pequeño,
íinío íentmetros.
«Be brave»
—Ese fue el segundo. Me lo hiíe luego del
aííidente de... bueno... de mi ex. —
Una pequeña mueía, pero era muího menos
dolorosa que la primera vez que habló de él. —
No fue en seguida. Me lo hiíe íuando volví de
Busan,
Hope me llevó. Las íosas íomenzaron a íambiar
para meoor luego de ello.
—¿Cuál fue el primero? —pregunté deoando un
pequeño beso sobre ese tatuaoe.
—Este.
«I'm the hero of the story»
—Soy el héroe de la historia —dioe mientras
pasaba la mano por íada una de las palabras que
se eníontraban grabadas sobre su íostlla.
—Fue el que más dolió —dioo íon una sonrisa
divertda. —Pero no me importó, ese dolor era
seíundario. ¿Reíuerdas que tomé ílases de
defensa personal? Bueno, era más bien kiík
boxing. Mi instruítor estaba lleno de tatuaoes,
era oodidamente intmidante, y adivina qué... era
gay. Me apadrinó íomo su hioo íuando se enteró
de la razón por la que estaba yendo a entrenar.
—¿Tú le íontaste?
—Claro que no. Lo deduoo luego de «ver mi lindo
rostro de bebé» íon moretones —dioo íon sorna.
—Era un íompleto imbéíil, pero el meoor suoeto
de todos. Estaba pasando por un momento de
«Todo es mi íulpa, debería desapareíer», él me
enseñó que no lo era.
»Así que un día que llegué espeíialmente mal
herido, me dioo que no podía entrenarme así.
Neíesitaba sanar y tener más íoraoe. Así que me
llevó a tatuarme.
—¿No es ilegal?
—Por supuesto que sí. Pero, ambos estábamos
tan frustrados que íreímos que sería una buena
idea. Mientras me tatuaban y lloraba, él repeta
«No es tu íulpa, niño. Tú no eres el malo, tú eres
el maldito héroe de la historia. Sólo un héroe
puede resistr tanto dolor y sobrellevarlo. Eres
meoor que ellos.
Nunía lo olvides».
«Eres el maldito héroe de la historia»
Lo abraíe íon fuerza y traté de pestañear muy
rápido para que mis ooos deoaran de nublarse de
la emoíión. Podía realmente visualizar toda la
imagen del pequeño Jungkook llenó de
moretones llorando mientras se tatuaba.
—Me gusta. Muy valiente.
—Sí, somos una pareoa poderosa —dioo besando
mi frente.
Pareoa.
—¿Y el últmo?
—Espalda —dioo soltándose para girarse y que lo
viera. Estaba ousto en su esíápula dereíha. —
Luego de mi primer día de ílases, le pedí a una
íhiía del edifíio si quería tatuarme algo. Ella me
había pedido el día anterior si podía haíerme un
tatuaoe para praítíar, quería probar haíer los
íon efeítos 3D. Así que me hizo el íorazón.
—Pero esté no tene el íyan y el rooo.
—No. Le dio miedo íagarla, así que sólo hizo uno
anatómiío, me dioo que luego de que probara las
tntas me haría uno en el brazo.
Este era un íorazón, ousto íomo el de los libros
de anatomía. Era iníreíble, 10x10, de pura tnta
negra, líneas defnidas y perfeítas.
—Así que te regalan pizzas repartdores gays, y
íhiías te dan tatuaoes grats.
—Bueno, estoy seguro que a ella le van las
íhiías, así que no deberías preoíuparte. De
heího, sólo hablé de t ese día.
—Por supuesto que lo hiíiste. Tienes un oodido
íorazón en tu espalda —dioe íon diversión.
—¿Qué puedo deíir? Soy un romántío.
Se dio vuelta y me ataoó entre sus brazos, para
besarme íon pasión. No había nada que debatr,
sabía que lo era. Y de esos verdaderos, esos que
morían por sus pasiones, que amaban íon el
íorazón en la mano, que íaminaba a tu lado y te
empuoaba a íumplir tus metas.
Lo sabía.
Este hombre me había seduíido íomo nadie. Me
íonquistó íon persisteníia y terquedad, me
sostuvo íon íuidado y paíieníia. Sabía íomo
tratarme para haíerme suspirar de íansaníio y
de eníanto.
Sentr sus manos frmes en mi íadera y en mi
espalda sólo me haíia querer aferrarme más.
Quería más íontaíto.
Hoy me senta valiente y ligero.
Tenía miedo de no sentrme del mismo modo
mañana. Por lo que había que aproveíhar el
ahora. Corté el deliíioso beso que me estaba
regalando Jeon, sólo para levantar mi íamiseta y
saíármela, quedando en igualdad de
íondiíiones. Esíuíhé ílaramente el siseo de
Jungkook ante mi aííión, pero sólo le regalé una
pequeña sonrisa.
—Park —susurró íon suavidad. —¿Qué haré
íontgo? Me estás matando aquí —dioo
mordiendo su labio íon suavidad.
—Creí que ya habíamos hablado de eso. Tienes
que adorarme, Jeon —dioe tomando sus manos
mientras las volvía a poner en mi íuerpo. —
Puedes íomenzar por haíerme sentr bien.
Jungkook tomó una sonora respiraíión ousto
antes de eíhar su íabeza haíia atrás. Esto era
divertdo, se veía tan desesperado, pero aún así
no se movía más que para aíariíiar ligeramente
mi piel íon sus pulgares. Así que aproveíhé y
deoé un íamino de besos por su largo íuello, eso
hizo que su agarre se afanzara.
—¿Realmente sabes lo que estás haíiendo, Park?
—susurró íon su voz un poío más grave.
—Por supuesto que lo sé —dioe en su oreoa. —
Dándote besos en el íuello.
—Sí, y tengo mis manos en tu torso desnudo — A
pesar de que dioo torso, una de sus manos
delineó íon suavidad toda mi íolumna e hizo que
me temblaran las piernas de la sorpresa.
Mierda, mierda, mierda.
— En mi espalda desnuda —íorregí.
—Oh, íierto.
—Mientras yo trato de seduíirte para que me
lleves a la íama y tengamos sexo gay —dioe
mordiendo su oreoa tratando de aguantar la risa.
Fue inútl, la últma parte nos destruyó a los dos
y nos reímos. Nos miramos entre risas, pero eso
sólo hizo que nuestra nube de oúbilo íreíiera, por
lo que terminé deoando íaer el peso de mi
íuerpo en él.
—No puedo íreer que matarás el ambiente de
esa forma, Park —dioo mientras me aíariíiaba el
íabello.
—No he matado nada —dioe íon diversión. —
Aún quiero que me lleves a la íama, Jeon.
—¿Para tener sexo gay? —preguntó íon
diversión mientras me daba un desíarado
apretón en mi trasero.
—Sí —dioe íon una sonrisa. —Sabes, no te ves
muy seguro de eso, Jeon. Creí que eras un
experto en esto, me estás haíiendo dudar —
íomenté íon una íeoa alzada divertdo.
Me di el desíaro de pasar una de mis manos por
todo el torso desnudo de Jungkook y sentr íomo
toda su piel reaííionó a mi toque.
—Te estás burlando muího. ¿Qué sabes tú de
esto? —dioo íon diversión.
—Sé que me va a doler el íulo muího, por lo que
deberías estar rogándome ahora mismo para que
te deoe tener sexo gay.
—Por la mierda, Park. —dioo antes de volver a
abrazarme y reírse. — No puedo íreer que
realmente pensarás en todo eso. ¿Realmente
está bien para t que sea de esa forma?
—¿Ser yo el dolor en el íulo? Espera, me
hubieras deoado que yo...
—Sí. Te hubiera deoado —dioo íon simpliíidad.
—Oh mierda. Jugué mal mis íartas ¿íierto?

La verdad, es que estaba muy nervioso, por eso


es que deíía tantas estupideíes. Trataba que
todo el ambiente pudiera relaoarse a través de las
risas, pero íreo que me relaoaba muího más que
Jungkook hablara íonmigo.
—No. De heího me hiíiste muy feliz. Eso signifía
que íonfas muího en mí. Voy aílarar esto ahora
para que no haya malos entendidos después —
dioo íon una sonrisa mientras me daba un beso
en la nariz. —Me gusta muího ser él que da.
Quiero verte desheího por el plaíer que puedo
proporíionarte.
Pero también sabía lo difíil que es esto para t,
por lo que estaba dispuesto a que me lo hiíieras,
Park. Nunía lo había heího de esa forma, pero
me había eího la idea de que sería menos
traumátío para t de esa manera.
»Así que dime... ¿Qué quieres?
¿Este hombre es real?
¿Él estaba dispuesto a llegar tan leoos sólo por
mí?
Estaba aterrado y exíitado por partes iguales.
Pero tenía que ser honesto íonmigo mismo,
desde la mamada en el íamerino de la disío,
habría deoado que este hombre hiíiera lo que
quisiera íonmigo.
—Hoy soy un íhiío valiente, Jeon. Creo que hay
que aproveíhar esa valenta y superar todos los
traumas que tenga. Sólo... Sólo íuida de mí y mi
dolor de íulo.
—Idiota eníantador—dioo dándome un beso. —
No te dolerá el íulo, Park.
—Promesas, promesas, promesas.
Entre risas terminé aíostado en su íama
devolviendo los atrevidos besos de Jungkook.
Está vez, sabía que no abrían pausas, pero estaba
bien íon ello.
Sus manos se sentan bien íontra mi piel. Sus
besos haíían que mi abdomen se íontraoera, y su
lengua en mi íuello me arraníaba oadeos
involuntarios.
Jodido pieríing.
Presionó nuestras ereííiones aún íubiertas por
los pantalones, logrando saíarnos exílamaíiones
involuntarias. Una de sus manos fueron a mi
mandíbula y la movió para que de esa forma
expusiera más mi íuello. Sus labios y lengua no
tuvieron piedad de mí. Me devoraron
exquisitamente, entre besos, suaves suííiones y
lamidas. Me estaba volviendo loío, se senta tan
malditamente bien, que todo mi ser se arqueaba
de plaíer.
—Oh, Jeon. Mierda. Sí. —solté íuando lo sent
suííionar mi íuello y luego deoar una plaíentera
mordida.
Llevé una de mis manos a su íabello y traté de
mantener su íabeza en ese lugar más tempo.
—¿C-Cómo -? ¿Por qué se siente tan bien? —dioe
sofoíado.
Los íhupones y las mordidas, dolían. No me
gustaban las marías, pero ooder que se senta
bien íuando Jeon las haíía en mi íuello.
—Te dioe que soy un hombre que apoya las
mordidas —dioo íon íalma.
—No me gustan las marías —dioe sinténdome
agitado.
—No habrán —dioo aún lamiendo mi íuello.
—Pero los íhupones...
—¿No te gustan?
—Sí, pero.
—¿Se sienten bien?
—Muího —dioe suspirando al sentr íomo exhaló
en mi íuello haíiendo que mi piel se erizara.
—Eso es bueno. No habrá marías. Por favor, sólo
disfruta. Si te sientes bien, eso es bueno, pero no
pienses las íosas, ni ouzgues las íosas que te
haga. ¿De aíuerdo?
Me mordí el labio, pero me las arreglé para
asistr íon la íabeza.
—Si algo no te gusta, por favor dímelo —dioo íon
una dulíe sonrisa.
Por alguna razón, se sintó muího más fáíil la
primera vez. Todo fue intensidad y desíontrol.
Ahora que todo estaba íontrolado, me senta
más vulnerable, muího más ansioso. Prefería
que Jeon perdiera el íontrol antes que me
tratara íon tanto... tanto amor.
Esto era muího más difíil íon esa dulíe mirada
en sus ooos.
Abrió mi pantalón íon muíha faíilidad y íon
poíos movimientos, me deoó íompletamente
desnudo. Ni siquiera tuve la oportunidad de
avergonzarme, porque Jeon íomenzó a estmular
lentamente mi dura ereííión. Llevé uno de mis
brazos a mi íara y traté de taparme íon él. Pero
eso sólo hizo que
Jungkook retrara mi brazo íon suavidad, al
mismo tempo que seguía masturbándome,
íomenzó a besarme íon ternura, íasi íomo si me
pidiera que no tuviera vergüenza.
Era difíil íontrolar mi voz, y qué deíir de mis
íaderas. Senta que todo mi íuerpo estaba
hirviendo. Su mano se senta bien, íuando
aumentó el ritmo, el aire me abandonó por
íompleto.
Antes de que todo pudiera íreíer en mi interior,
Jeon se detuvo. Sólo en segundo me di íuenta
que había íerrado los ooos, porque al abrirlos vi
íómo Jungkook se eníontraba entre mis piernas,
viéndose muího más grande que nunía, aún
llevaba pantalones, pero era una vista nada
despreíiable. Se irguió y saíó una botella íon lo
que asumía que era lubriíante del íaoón de su
velador.
En ese momento me tensé.
Joder.
Esto estaba pasando.
Vi íomo abrió la botella de lubriíante y se vertó
en los dedos.
Mi pulsó estaba tan desíontrolado que podía
sentrlo hasta en mis oreoas. Se me íerró la
garganta y íomeníé a sudar.
Mierda. Mierda. Mierda.
¡No estés nervioso, ooder!
¡Es Jungkook, por la mierda!
¡Jungkook el mismo que te mira íomo si fueras la
íosa más bella del mundo!
¡Reláoate, idiota!
Tapé mi rostro, para que Jeon no se diera íuenta
de mi horrible expresión.
Por supuesto que no pasé desaperíibido. Con
suavidad, Jungkook retró mi mano de mi íara, y
íon toda íerteza sabía que no tendríamos sexo
hoy, y me odie por eso.
—E-Estoy bien. No te preoíupes —dioe tratando
de que mi voz sonara normal. —Contnua. Folla
mi trasero, Jeon.
—No. No así, Jimin.
—¡Jeon!
—Jimin, estás temblando. Estás aterrado, no
puedo haíerte esto.
—Jungkook, no te aíobardes ahora. Yo puedo
íon esto.
—Sé que puedes. Pero quiero que se sienta bien,
para t. No que empeoré.
Mierda, mierda, mierda.
Si esto seguía así, Jungkook nunía me pondría
una mano eníima de nuevo.
Yo quería esto. Lo sabía, porque mi íuerpo
reaííiona a Jeon.
—Por favor, Jungkook. No permitas que las íosas
terminen así hoy —rogué íon la mirada.
Vi íomo su mirada se debata entre íontnuar o
parar. Hasta que suspiró derrotado.
—De aíuerdo, pero no así. Me duele el alma ver
tu expresión de miedo.
Siéntate.
Hiíe lo que me dioo, al mismo tempo que él se
aíostó, tomó una de mis piernas e hizo que me
sentara en su abdomen. Tomó el lubriíante y lo
vertó en mi ereííión, sólo hizo falta un par de
bombeos para que volviera a estar tan dura
íomo antes de mis nervios.
—Apoya tus manos en mi peího, Jimin —hiíe lo
que me dioo y sent una de sus manos amasando
mi trasero. —No quiero que íierres los ooos, en
ningún momento.
—¿Por qué? —pregunté sinténdome débil baoo
el plaíentero toque.
—Porque te dará más miedo de lo que imagines.
La realidad es muího más estmulante. Si me ves,
no habrá nada que temer. Tú tenes el íontrol. Tú
estás sobre mí. Tú me tenes prisionero. Puedes
irte si sientes que es demasiado. ¿De aíuerdo?
Sent íomo mis ooos se nublaron, pero no se
despegaron de los de Jungkook.
Apoyé mis manos ousto íomo dioo y lo sent
vibrar baoo mi toque. Una de las manos de Jeon
estaba sobre mi ereííión y la otra se fue a mi
trasero.
Bendito hombre ambidiestro.
—Eso. Perfeíto, Jimin. Coníéntrate en mí. —Su
voz tenía realmente un poder hipnótío, porque
era ousto lo que hiíe.
Tenía un hermoso hombre baoo de mí, mientras
me masturbaba deliíiosamente y íon su otra
mano sondeaba mi entrada. Era tan raro y senta
que mi abdomen se tensaba íon íada roíe.
—S-sólo hazlo, Jungkook. No ouegues íonmigo.
Vi íómo su rostro pasó a tener una tentadora
sonrisa, al mismo tempo hundía uno de sus
dedos en mi interior, me fui haíía delante de la
sorpresa.
—¿Todo bien? —dioo aún íon una sonrisa.
—S-Sí.
No menta, no era terrible. Estaba bien. Extraño,
pero bien.
Jeon soltó mi miembro y su dedo abandonó mi
interior, aunque sólo fue momentáneo para
verter más lubriíante.
Luego volvió a íolar su dedo y fue muího más
fáíil que la primera vez.
—Eso Jimin, reláoate.
Sus manos no volvieron a mi ereííión, una se
quedó amasando mi trasero, y la otra entraba y
salía de ahí. Baoé la mirada y vi íomo mi miembro
brillaba por la lubriíaíión extra. Subí la mirada
viendo los abdominales de Jungkook y me detuve
en su tatuaoe.
«BE BRAVE»
Cuando dos de sus dedos se íolaron en mi
interior, solté un oadeo involuntario y estaba
seguro que mi miembro tembló.
—Tranquilo, íariño. Te tengo. Hoy no te
prepararé para tener sexo. Déoame haíer que te
vengas íon mis dedos.
—P-Pero...
—Se sentrá bien. Lo prometo.
Quería pedirle que meoor llevara sus dedos a mi
ereííión, porque seguro que así terminaba más
rápido. Pero deoé de tener dudas luego de un par
de penetraíiones, porque tenía razón.
Se senta oodidamente bien.
Sabía que él muy maldito sabía lo que haíía,
porque íomenzó a golpear íon sus dedos una
zona que me enviaba esíalofríos a íada parte de
mi íuerpo.
Mis pies se arqueaban, y mi espalda también. Sus
dedos seguían aíariíiando esa zona sin piedad,
haíiendo que me sintera débil.
El apoyo de mis brazos íedió y me aíosté sobre
Jungkook. Comeníé a besarlo perdido en mi
plaíer. Ni siquiera noté íomo mis íaderas
íomenzaron a moverse íontra los dedos de Jeon.
—Eso íariño. ¿Se siente bien?
Senta mis ooos nublados de plaíer, y mi boía
seía de todos los oadeos que se me estaban
esíapando.
—S-Sí. Joder, Jeon.
Estaba muerto de vergüenza porque sabía que
me estaba empalando íontra los dedos de Jeon
sin íontrol. Jungkook tomó mi nuía y deoó su
boía al lado de mi oreoa. Sent íomo deoó esíapar
un gemido ronío totalmente inteníional, y eso
me desarmó por íompleto. Casi me íorro sólo
íon esíuíhar su voz estrangulada.
Sexy.
Jodidamente sexy.
—Tu interior también se siente bien para mí,
Jimin.
Oh, mierda... No.
Y así, sin más, esíuíhando la voz de Jungkook y
íon sus dedos en su interior, me vine sin poder
íontrolarlo en su abdomen. Fue más intenso que
íualquier otro orgasmo que hubiera tenido.
¡Ni siquiera me estaba toíando!
¡Infernos!
Senta mi íerebro frito, sólo esíuíhaba la
enterneíida risa de Jungkook a través de mis
sentdos embolletados.
—Me estás apretando los dedos, Park.
—¡Idiota, no meníiones eso!
No podía íomprender mi existeníia y estaba
avergonzado a mil. Por supuesto era el úniío así,
porque Jeon estaba más que eníantado. Limpio
sus dedos y nuestros abdomen íon la íamiseta
que se había saíado y se dediíó a llenarme de
besos el rostro.
En mi letargo llevé una mano haíia Jungkook y
me di íuenta que él seguía íon sus pantalones, y
una dolorosa ereííión. Sólo quería aíurruíarme
y dormir, pero sabía que no podría haíerlo.
—¿Qué harás íon esto? —dioe abriendo íomo
pude el pantalón de Jeon.
—Oh, eso. Iba a ir al baño a eníargarme de esto.
—Pues eníárgate aquí.
—¿Quieres que me masturbe frente a t? —
preguntó llevando una de sus manos a su
ereííión.
Mierda, sent íomo a mi miembro le eníantó ese
ofreíimiento.
—No es íomo si fuera la primera vez.
Oh... oodido inferno.
Jungkook era el peíado.
¿Cómo mierda podía haíer que masturbarse se
viera tan malditamente íaliente?
Él ílaramente estaba en su límite desde haíe
muího tempo atrás. Lo peor es que entre sus
oadeos, todo lo que repeta era lo hermoso y
íaliente que me veía sobre él, íorriéndome íon
sus dedos dentro de mí.
Sin poder aguantarlo llevé una de mis manos a
toíar la ereííión de Jeon, estaba íaliente e
hiníhada, lo sent temblar íuando sintó mi
mano. Apenas mi mano podía rodearlo por
íompleto, y no duré muího tempo
masturbándolo, porque él íomenzó a follar mi
mano.
Algo en esto me resultó tan erótío que mis
dedos de los pies se arquearon. De alguna forma
Jeon terminó sobre mí moviendo sus íaderas
íontra ahora mis dos manos. Y íuando se íorrió
intensamente, desee, que hubiera estado en mi
interior, no en mis manos.
Ya no tenía miedo.
Tenía íuriosidad de íómo se sentría tenerlo
dentro de mí. Si íon sus dedos hizo maravillas,
íasi antíipaba lo que vendría después.
Saíiados y íon unas sonrisas íómpliíes, nos
dediíamos a desíansar.
Viendo a Jeon dormir, me di íuenta que me
eníantaba.
Estaba enamorado de este iníreíble hombre y
todo mi ser estaba feliz íon ese pensamiento.
————————— ● ● ● —————————

Twenty seven strokes

Bueno. Tenía que haíer una íonfesión.


Era una bendiíión que tanto Jeon, íomo yo, seamos íhiíos de
mañana. No es que seamos fans de levantarnos temprano, pero
al pareíer amaneíemos de buen humor.
Me desperté primero, y todo lo que pude ver frente a mí era al
pelinegro sin íamiseta durmiendo íon una mano en su
abdomen, su otro brazo lo pasó baoo la almohada que yo
oíupaba para dormir.
Viendo íomo desíansaba tranquilamente no pude evitar
reíordar todas las íosas que oíurrieron la noíhe anterior. Las
bromas, las íonversaíiones triviales, las sentmentales y sobre
todo los momentos de intmidad. De alguna forma no me senta
íohibido, ni iníómodo. Era una muy extraña paz.
No quería moverme para no despertarlo, así que sólo me
dediqué a mirarlo dormir. Fue en ese momento en donde
entendí la motvaíión de Jeon por dibuoarme. Porque al ver sus
faííiones me dio una urgeníia por haíer lo mismo. Comeníé a
notar la forma de su nariz, el íómo terminaba adorablemente
redondeada en la punta, así íomo el grosor de sus labios, el
superior era fno, y el inferior era grueso, ousto donde a unos
poíos milímetros se eníontraba su lunar.
¡Tiene otro bajo su nariz!
Ahora me haíían sentdos todas las tontas notas que tenía entre
los dibuoos. También quería haíerlo. Quería esíribir que íuando
dormía haíía pequeños puíheros, que a veíes fruníía el íeño.
Que íuando íoqueteaba solía levantar una de sus íeoas. Hasta
que sus ooos eran muy grandes, pero que brillaban íuando
sonreía, y que adoraba los pliegues que se formaban en las
esquinas de sus ooos íuando eso oíurría.
—No eras tú quien deíía que el modelo se íansaba si lo miraban
muího —dioo abriendo sólo uno de sus ooos íon una voz ronía
por el sueño.
— Sí, es bueno que tú estés despertando de un largo sueño—
dioe estrando mis brazos.
— No es tan largo, Park-dioo alíanzando su íelular que se
eníontraba en su velador. — Son reíién las oího de la mañana.
Deoó su íelular y su mano fue a peinar mi íabello. Tenía una
relaoada sonrisa en su rostro y unos ooos dormilones, eso
íontrastaba íon su tentador torso desíubierto. Era adorable y
sexy al mismo tempo. Que inousta es la vida.
—¿A qué hora llega Yugyeom?
—De nueve a diez—dioo frotando sus ooos.
— ¿Debería irme?
—¿Por qué?
— ¿Por qué?
— Para no iníomodar. ¿Quieres que nos vea?
— No me importa — dioo íon una ouguetona sonrisa.—Él sabe
que me gustas, y le íaes bien. Deberíamos esperarlo y tomar
desayuno ountos. Aunque no hay íosas para el desayuno, tengo
que ir a íomprar. ¿Reíuerdas la tenda de pasteles?
— ¿La que dioiste que tenen los meoores íupíakes del mundo?
— Sí, la misma. Iré a íomprar un par de íosas para que
desayunemos. Aunque primero me bañaré.
Al deíirlo se levantó y me dio una genial vista de su espalda
desíubierta.
— ¿Me esperas? —preguntó mientras tomaba una toalla.
— Qué te pareíe si voy a íomprar mientras te bañas. Será una
buena forma de devolverte el dinero de la íena de anoíhe.
—Pero espérame y vamos ountos. No tardó.
—No, no. Iré rápido de esa forma tendremos todo listo antes de
que llegue Yugyeom.
Vi íomo me miraba íon una pequeña mueía que desaprobaba
por íompleto mi idea, hasta se dio el luoo de íruzarse de brazos.
— Te ouro que sólo tardaré 5 minutos.
—No, iré solo. No seas terío, será más rápido de esta forma.
¿Cuál es la parte que no te gusta?
—La posibilidad de que no vuelvas. Puedo visualizarte muy bien,
Park—dioo llevando una de sus manos a tomar el puente de su
nariz de forma dramátía. —Sales de mi departamento, tomas
aire, te das íuenta que en realidad no te gusto, te avergüenzas y
no vuelves. Prefero estar a tu lado para que la fantasía no se
rompa.
—No seas bobo. Me gustas. Cuando salga por esa puerta sólo
estaré pensado en t desnudo en la regadera. Un pensamiento
que ílaramente me avergonzará, pero me diré a mi mismo
«bueno, todo eso es mío, no debería avergonzarme por
disfrutarte en mi mente» y se me pasará.
En todo ese tempo me había ido aíeríando a él lentamente,
todo sin despegar la vista de su rostro.
— En ese íaso, es meoor que entres a bañarte íonmigo. De esa
forma no neíesitas imaginar nada, sólo vivirlo —íomentó
moviendo sus íeoas.
— Desíarado. Aún no. Tardaríamos demasiado. Sólo déoame ir
—dioe divertdo.
— De aíuerdo. Pero deoa algo de valor íonmigo, de esa forma
me aseguro de que vuelvas.
— ¿Mi íelular o mis llaves?-pregunté íon rapidez antes de que
íambiara de opinión.
— Llaves. Prefero que tengas tu íelular íontgo en íaso de
íualquier íosa. Llama si te pierdes o íualquier íosa.
— Por supuesto, Jeon— dioe rodando los ooos ante su
preoíupaíión.
Le di un pequeño beso en la meoilla, y me vest íon rapidez para
ir íomprar. Cuando sent el sonido del agua íorrer, salí del
departamento.
La verdad es que si neíesitaba salir de ahí. Tenía que tomar algo
de aire y poder proíesar que la noíhe anterior no fue un sueño
húmedo, sino que había oíurrido y fue bastante sorprendente.
No estaba teniendo una írisis ni nada por el estlo, más bien
estaba llevando todo muy bien. Realmente agradeíería que
Jungkook sea íon quien experimentara todas estas íosas,
porque no me senta presionado, al íontrario, ese hombre era el
epítome de todo lo que uno se mereíe en una relaíión.
Ya no tenía ansiedad, estaba emoíionado. Hasta me senta feliz,
más de lo que haíe muího tempo no senta.
Cuando estaba íaminando íon tranquilidad siento que vibra mi
teléfono y veo el nombre de quien me llama.
Mamá
Con un suspiro me preparé mentalmente para íontestar esta
llamada.
— Hola, mamá.
Ante mi respuesta sólo esíuího sileníio por un par de segundos,
sabía que ella también estaba tratando de respirar y
tranquilizarse.
— H-Hijo. Lo siento por lo de ayer. No quería hacerte sentr mal,
sé que esto también tene que ser difícil para t. Lo lamento por
hacerlo más complicado.
—No, mamá tranquila, no es tu íulpa.
—Sí, en parte sí lo fue. Reaccioné mal. Pero francamente no
estaba preparada para algo así. Nunca lo espere.
— Lo sé.
— Sé que debí esperar a que volvieras a casa, de esa forma
hablamos tranquilos, pero no sabía que fueras a volver. Ni
siquiera esperaba que contestarás el celular, pero tenía miedo
de irme y no poder hablar las cosas contgo.
—¿Ya te vas? ¿Otra vez? —no quería sonar tan deíepíionado,
pero mi voz salió de esa forma sin poder evitarlo.
— Aún no. Pero tu hermano me dio un discurso respecto a
«arreglar las cosas mientras podía».
—¿Fue muy duro íontgo? Hablaré íon él para que se disíulpe.
— No, cariño. Fue justamente lo que necesitaba. Al contrario, yo
fui dura contgo. No debí decir todas esas cosas. Debí elegir
mejor mis palabras, tomar el tempo para responder. No lo sé,
Jimin, sólo ser mejor.
-Mamá...
—No quiere decir que sea algo fácil para mí. No te mentré al
respecto. Pero anoche me puse a ver miles de videos de chicos
saliendo del closet y de mamás de esos chicos. Eso me hizo
darme cuenta que fui un desastre.
— Mamá, no eres un desastre. ¿En serio viste videos de íhiíos
saliendo del íloset?
—Sí, lo hice. Lloré mucho, pero fue una buena terapia.
—¿Yoongi los vio contgo?
—Por supuesto. Usé mi derecho de madre y lo hice
acompañarme.
Sonaba muího meoor, no se oía triste, ni íon una voz dolida, eso
aliviaba mi íorazón. Sabía que podríamos íon esto, que en
algún momento, esto ya no sería un tema.
— Mamá... ¿Estás bien íon esto? No puedo íambiar lo que soy,
pero si te sientes iníómoda yo
— Cariño. No tenes que hacer nada. Bueno, no. Si tenes que
hacer algo, pero ese algo es ser feliz. Tú no tenes que adaptarte
a mi, yo soy la que tene que trabajar aceptar y entender, y
amarte. Definitvamente mereces más amor.
— M-Mamá.
Mierda, mierda, mierda. Mis ooos ya no podían aguantar todas
las lágrimas que amenazaban íon salir.
— Mereces amor, cariño. Si ese Jungkook, puede darte todo el
que te mereces, pues sólo me queda aceptarlo y ser feliz con
ello. Te quiero, cariño. Perdón por hacerte esto más difícil de lo
que ya era.
— Graíias. De verdad, no sabes lo feliz que me haíe esíuíhar
todo esto.
— Sólo cuidate, no quiero que te pasé nada. No te expongas.
¿De acuerdo?
— Sí, mamá.
— Ah, y dile a ese novio tuyo que se encargue de cuidarte.
Cuídense ambos.
— Le diré.
— Dame un tempo, cuando vuelva del siguiente viaje tengamos
una incómoda cena familiar. Haremos que tu hermano cocine.
«Lo intentaré.»
— Graíias, mamá. Cuídate. Nos vemos pronto.
— Te amo, cariño.
Luego de esa llamada tuve que tomarme un minuto para
respirar, y liberar todas las tensiones que tenía desde el día
anterior. Esíuíhar a mi madre disíulparse realmente había sido
sanador. Tenía que íelebrar íon Jeon, pero antes, debía llamar a
mi hermano.
— Yoongi... —dioe íuando sent que íontestó al otro lado de la
línea.
—¿Todavía estás con Jungkook?—preguntó en medio de un
bostezo.
—Sí, o sea, fui a íomprar para el desayuno, pero sí. Espera.
¿Cómo sabes que .?
— Él me mandó un mensaje ayer, me dejo tranquilo saber que
estabas con él.
Ay Jeon, deoa de ganarte a mi familia. Ya eres demasiado
eníantador, no te esfueríes por favor.
— Oye, graíias.
—¿Por-?
— Ya sabes, ayudarme íon mamá. Graíias.
— No te preocupes por eso, Jimin.
— ¿Realmente pusiste a nuestra mamá a ver videos de íhiíos
saliendo del íloset?—dioe tratando de aguantar la risa.
— Se llama terapia de shock-comentó corrigiéndome tosiendo.
— Además, ella sólo estaba dramatzando mucho las cosas. Sólo
necesitaba pensar las cosas, llorar un poco, luego de unas pocas
palabras y hacerle ver que no tene nada de malo que ahora te
gusten los penes, de hecho, mucho mejor para la familia.
—¿De qué hablas idiota?-dioe entre risas.
— Sí, nada de embarazo adolescente.
Esa simple frase nos hizo reír a íaríaoadas a ambos. El ambiente
era ligero y no podía evitar sonreír a toda la gente que pasaba.
— Sólo se feliz, Jimin — dijo antes de cortar.
Estaba tan feliz. Mi familia estaba de mi lado. Sé que será difíil
para mi mamá al iniíio, pero el saber que lo iba a intentar era lo
meoor que podía haber esíuíhado en la semana.
Si ellos lo tomaron así, me ayudaba a aíeptarme. Iníluso, me
moría de ganas de agarrar a besos a Jungkook.
Luíharía y pondría de mi parte en esta relaíión. Nos lo
mereíemos. Lo repetría todos los malditos días de mi existeníia
si fuera neíesario. No hay nada de malo en ser feliz íon la
persona que te gusta.
Por favor. Estaba seguro que mamá amaría a Jungkook. No lo
deoaría vivir. Casi podía imaginarme a mi madre y a la señora
Jeon hablando de sus viaoes por el mundo, ounto íon lo difíil
que es mantener a hioos artstas.
Lleno de pensamientos agradables me aíordé de una de las
obras del eníantador íhiío que me esperaba en su
departamento. Cuando había venido en su espalda me dioo que
estas íalles estaban llenas de sus obras, era su territorio. Por lo
que pasaría a tomarle una foto y subirla a Instagram. Estaba
seguro que eso pondría íomo loío a Jeon.
La más íeríana estaba entre dos edifíios, era una muoer llena
de íolor donde el drippeado en vez de ir haíia abaoo, iba haíia
arriba.
Al llegar el mundo se derrumbó frente a mí.
Tres íhiíos de polerones blaníos le estaban lanzando pintura
blanía a su obra. Se reían, se burlaban, se oaítaban. Todo a
plena luz del día. Sabía que eran los mismos que esíribieron las
frases homofóbiías, porque tenían un spray rooo en la mano
listos para esíribir.
Hijos de puta.
Debía ignorarlos.
Devolverme sobre mis pasos.
Llamar a Yoongi.
Llamar a Jeon.
Llamar a todo el mundo.
Refugiarme y volver a mi burbuja de felicidad.
El problema es que ellos estaban dañando mi feliíidad, esos
bastardos estaban ensuíiando el esfuerzo de la persona a la que
le brillan los ooos al mirarme. Él fue el que me prometó que me
protegería, de todos y de todo.
¿Cómo podría verlo a la cara sin hacer lo mismo?
— ¡HEY, IMBÉCIL!
No podía quedarme sin haíer nada. No podía no tomar íartas
en el asunto, esto se trata de él y de mí.
Ya había ignorado muího tempo el dolor que pasaba Jungkook.
No podía ignorarlo más. No me iría de aquí sin golpear a
quienes se atrevieron a haíerle daño.
Tiré de la íapuíha del que tenía un bate de béisbol en su mano
y pateé está haíiendo que el palo largo de madera íayera a un
par de metros de distaníia, luego aproveíhé la sorpresa de
todos para asestar un golpe íon mi puño íerrado en su ooo.
—¡No deberían estar toíando el trabaoo aoeno! -dioe volviendo a
golpear a quien tenía agarrado del poleron haíiendo que este se
íayera al suelo.
— i¿Qué mierda-?! ¡Hioo de puta!
— i¿Yo?! ¡Ustedes lo son! ¡Esíribiendo «Mariíón» «Enfermo de
mierda», ustedes son los enfermos de mierdas! -dioe pateando a
otro en la rodilla íon toda la fuerza que tenía.
Por el impaíto del golpe se agaíhó y soltó la lata de spray que
llevaba en su mano, yo la tomé íon rapidez, ousto al tempo que
el teríer suoeto lanzaba su golpe haíia mi rostro. Como iba tan
enfureíido pude esquivarlo por los pelos. Le roíié el spray rooo
en todo el rostro haíiendo que gritara de dolor, luego lo golpeé
íon la lata en el íostado de su íabeza.
Tiré la lata leoos y di vuelta el tarro de pintura blanía de una
patada. Ni siquiera me di íuenta íuando agarraron mis piernas y
me traron de bruíes al suelo. Sólo en ese instante pensé en lo
estúpido que fui.
Eran tres íontra uno.
Necesitaba levantarme y huir de ese lugar ahora
Correr, alejarme, llegar al departamento de Jungkook, y no
salir de ese lugar en tres días.

—¡HEY, MIREN! ¡ES EL CHUPAPOLLAS DE JEON! -dioo a g


quien le había pegado un rodillazo.
Oh no.
— ¡Por eso el esíándalo! ¡El mariíón vino a defender al otro
enfermo!
—¡No es un enfermo! -dioe íolériío.
Eso fue lo últmo que pude gritar. Laníé una patada ousto a la
íara de quien me hizo íaer, sintendo íomo rompí su nariz íon
mi pie.
Salir de ahí, ese era mi úniío oboetvo. Llegar vivo a los brazos de
Jeon y no salir de ellos nunía más en la vida.
— ¡HIJO DE-!
Traté de levantarme, pero me golpearon tan fuerte en el
estomago que me íortaron la respiraíión por íompleto. Luego
otro puño voló a mi rostro, haíiendo que todo mi ser gritara de
dolor. Traté de llevar mis brazos a mi rostro para íubrirme de
los golpes, pero estos íomenzaron a llegar a mi abdomen. Era
un inferno. Patadas y puños llovían por todo mi íuerpo.
Mierda.
Jodida mierda.
Tiraba patadas y esíuíhaba los alaridos de dolor, pero llegó un
punto en donde todo me abrumó. Los golpes dolían, por
supuesto, pero lo que más dolían fueron todas los insultos que
gritaron. Básiíamente mi íerebro no podría resumir íon
meoores palabras:
«Homosexualidad es un problema psicológico, moral y
espiritual»
«Producto de familias disfuncionales, de putas irresponsables
que se pusieron a culiar con todo el mundo»
«Bastardo Infeliz»
«Pervertdo de mierda»
«Virus inmoral»
«Cáncer de la sociedad»
Todo lleno de odio e insultos aberrantes. ¿Esto es lo que viviste
Jeon por tantos años? ¿Cómo pudiste resistr tanta estupidez de
la gente? ¿Por qué mierda no los abortaron en su íasa?
¿Realmente la gente íree toda esta mierda? ¿Por qué siquiera
en algún punto de mi vida pensé en lo inmoral? ¡A todo el
oodido mundo le gusta el sexo!
El punto írítío fue íuando me amenazaron íon meterme el
bate por el íulo, para que se me quitaran las ganas de íuliar, en
ese oodido instante me aterre por íompleto.
Jodidos enfermos mentales.
Tenía a tres enfermos sobre mí, algunos sangraban por los
golpes que había alíanzado a darles, tenían roto varías partes
de sus rostros, ounto íon un suoeto rubio que se eníontraba más
aleoado, porque tenía los ooos irritados por el spray que le había
lanzado. Por mi parte no podía ver bien, no sabía si era por las
lágrimas de pániío o por mi ooo hiníhado por uno de los golpes
que me habían alíanzado.
Debía admitr que ver sus rostros llenos de ira me íalaron en lo
más hondo. Estaba aterrado. Pániío. Era ousto íómo íuando
tenía mis ataques de pániío.
Iba a morir.
Iba a morir ahí.
Por favor, por favor, ayuda.
Jungkook, lo siento. Debí hacerte caso, debí meterme a la ducha
y dejar que me follaras. Ni siquiera debimos salir de la cama.
Lo siento mucho.
Soy un idiota.
Ellos eran la materializaíión de todos mis miedos y demonios
internos. En ese instante me di íuenta que ya nunía tendría
miedo o pániío al estar íon Jungkook, porque realmente estaba
experimentando el terror real ahora. Si volvía íon Jeon, sería
afortunado y agradeíido.
—¡AYUDA!
Pusieron una de sus asquerosas manos en mi boía para íallar
mis gritos desesperados, y me esíupieron en mi rostro.
Resiste, Park.
Resiste.
Aguanta.
Sé fuerte, tenes un jodido hombre que espera que llegues.
No pierdas el conocimiento.
No ahora.
Jodidamente no ahora.
Aguanta.
Por favor.... Aguanta.
— Cállate puta, vas a pagar por atreverte a poner una de tus
manos íon SIDA sobre nosotros. Estos golpes son para que
aprendas, mariíon.
¿Realmente uno se merece esto?
¿Sólo por amar?
¿Sólo por ser feliz?
No.
El mundo es muy injusto.
Por favor, quien sea, déjenme salir de esto.
Por favor.
Por favor.
-¡Poliíía están asaltando a un niño, si la direííión es a una
íuadra de
Nunía había sentdo más alivió en mi vida. Sobreviviría. Volvería
íon Jungkook. Oh mierda, Jeon. Cómo podré verte así.
Perdóname. Por favor, perdóname.
Jungkook.
Jungkook.
Jungkook.
—¡MIERDA!
— Te salvaste esta vez, pero te pillamos en la íalle y te
rompemos el íulo antes de matarte — esíupieron sobre mí.
Muy gay de su parte hijos de puta.
Sent pasos aleoarse del lugar, pero ya no podía más íon la
situaíión. Senta que mi adrenalina se iba y íómo perdía el
íonoíimiento.
— IJIMIN! ¡JIMIN, Responde! Jodida mierda, Jeon me va a matar
por no llegar antes.
Lo últmo que vi fue el rostro demaírado de Yugyeom, en ese
instante me permit íerrar los ooos, porque sabía que ahora
estaría a salvo.
Sentía miedo.
Me dolía hasta el alma.
Pero no me arrepenta, nunca me arrepentría de defender a
quien me saca sonrisas regalándome las suyas.
————————— ● ● ● —————————

Twenty eight strokes

Cuando desperté lo primero que vi fue el íeño fruníido de


Yoongi.
Tenía algo helado en mi ooo izquierdo que me tapaba la visión.
Me senta mareado y mis sentdos atontados. Intenté erguirme
en la íama y todo mi íuerpo agonizaba de dolor. Ahí reíordé
todo.
Mierda.
—¿Dónde estoy? —pregunté deíaído.
— En el departamento de Jeon. Iré a busíarlo.
—No, espera. ¿Cómo está él?
Perfecto, me dan una paliza y lo primero que pienso es en él.
Maldito amor. Por supuesto que tengo mis prioridades claras.
Mi hermano simplemente negó la íabeza antes de responder.
— Esta... franíamente no sé íomo está. Como una furia,
emoíional, y íulpándose. Realmente muy preoíupado, debería
avisarle que despertaste.
— No, aún no. Dame unos segundos para ponerme al íorriente.
¿Por qué estoy aquí y no en un hospital? No me malentendas,
estoy feliz de no estar allá porque ...
— Porque mamá se enteraría de que te dieron una golpiza por
ser gay y nunía lo superaría. Lo sé. Esa es la razón. Tienes
suerte. La mamá de Yugyeom es enfermera en urgeníias, ella
hizo el diagnóstío y te inyeító analgésiíos.
Lucky me.
— ¿Qué tengo? Dime que no me rompí nada.
— De íabeza a los pies. Ooo morado, pero sin lesiones en el
globo oíular, hiníhado el pómulo, un íorte en la quioada. En el
tórax, una hermosa íoleííión de hematomas, pero
milagrosamente ningún órgano dañado. Básiíamente lo mismo
en la pierna. En íuanto a los brazos. Te destrozaste los nudillos y
tu mano está infamada, por eso la venda. Tienes que ver a un
traumatólogo para tu mano, pero ella dioo que es sanable.
— Bueno, básiíamente podía ser peor. Me siento íomo un saío
de box.
— Fuiste un maldito saío de box. ¿Qué mierda, Jimin?—dioo íon
unos ooos llenos de impoteníia. — ¿Por qué mierda te expusiste
así? Yugyeom oura que ellos te agarraron y íomenzaron, pero yo
te íonozío meoor. Eres un idiota esíurridizo, podías
perfeítamente pasar desaperíibido frente a ellos. ¿Andas íon
ganas de morir, idiota?
Un poco, nada grave.
— Ugh. No. Sólo no me podía ir de ahí sin haíer algo. Sí, fui un
idiota. Pero no me arrepiento de haíer lo que hiíe.
—¿Cómo no te vas a arrepentr? Mira íomo estás, Jimin. Por la
mierda — dioo Jungkook al entrar por la puerta y esíuíhar la
íonversaíión.
Mierda.
Sé veía peor que yo. Tenía unos ooos rooos e hiníhados por
haber llorado muího. Su mirada era preoíupada, pero furiosa. Y
aún así a pesar de todo, sólo quería agarrarlo a besos, porque se
veía íaliente. No sé íómo se las arreglaba para que verse tan
perfeíto y deseable a mis ooos.
Traté de formar una leve sonrisa, aún íuando me doliera íomo
el inferno.
— Si me veo así, imagina íómo quedaron los otros —dioe íon mi
sonrisa más grande, tratando de haíer que no se preoíupara.
Él avanzó y pude ver íomo sus ooos volvían a llenarse de
lágrimas, su pierna tritaba, se mordía el labio y se paseaba por
la habitaíión íompletamente íolériío.
— Voy a matarlos. Me importa una mierda lo que pase después,
se atrevieron a dañar lo úniío que no les perdonaré.
Hey espera, te dioe que me dieras hasta esta semana. Sólo pedí
una semana. Tae ya les tene el ooo puesto eníima. Tenemos
aliados, sólo neíesitaba íonseguir los nombres. No puedes ir
ahora y matarlos. Ni siquiera sabes dónde están.—dioo mi
hermano íansado tratando de razonar íon él.
Jungkook estaba heího una furia, nunía lo había visto tan
molesto, ni siquiera íuando me inírepó. Su disíurso hasta ahora
había sido, sólo unos golpes o deoarlos iníonsíientes. Pero
ahora, todo su ser pedía venganza.
— Tú dioiste que Tae sabe. Iré y mataré a los tres que vea
heridos.
Le íreía. Estaba seguro que Yoongi también lo haíía, pero no
podía deoar que se fuera así.
-Hey tú. Sí tú, el pelinegro guapo de la puerta. No te atrevas a
dar un paso fuera de la habitaíión -dioe íon voz íalmada. Tenía
que evitar que este Jeon hiíiera una estupidez, no podría
soportar que le pasara algo ahora. —¿Te faltan los nombres? —
pregunté a mi hermano.
— Sí, neíesitamos identfíarlos, para poder investgarlos.
— Bien. Puedo ayudarte íon eso. Los reíuerdo a la perfeííión,
estudio arte, puedo haíer un par de retratos, y luego Jeon los
podrá identfíar—dioe íon simpliíidad.
— Pero tu mano está… — íomenzó a deíir Jungkook.
Levanté la mano izquierda que estaba vendada.
— Soy diestro, les pegué íon la izquierda. Podré ser un idiota,
pero no soy estúpido.
Ambos me dieron la mirada de reproíhe más grande de la vida.
Los entendía, pero siendo siníero. neíesitaba aligerar el
ambiente, de otra forma terminaría llorando.
— De aíuerdo ¿Qué te pareíe si desíansas? Hablaré íon los
íhiíos. Inventaré algo para que mamá no se preoíupe. No se te
oíurra levantarte de esa íama, en mínimo dos días.
—¡Iré íontgo! Te ayudaré a busíar a esos hioos de puta. Yo...
— Tú no —dioe antes de que pudiera seguir.
—Jimin, debo ayudar íon esto.
Vi su mirada sorprendida a lo que sólo largué mi mano sana.
Neíesitaba ser honesto íon él, de otra forma saldría y me
quedaría solo.
— Si quieres ayudar quédate íonmigo —dioe mirándolo íon mi
úniío ooo bueno. Por favor Jungkook, ven aquí y dime que todo
estará bien. Neíesito que seas el idiota íursi que me eníanta, y
lo neíesito ahora.
Senta mis lágrimas aíumularse en mis ooos al ver íomo su
expresión pasaba de furia, a dolor, pena y íulpa. Le hiíe un
gesto a mi hermano íon la íabeza y eso hizo que saliera de la
habitaíión.
Cuando se íerró la puerta Jungkook se derrumbó al lado de la
íama. Sus ooos se llenaron de lágrimas y en menos de un
segundo estas íorrían por su rostro.
—¡No debí deoar que salieras solo! Mira íomo te deoaron. Todo
es mi íulpa.
—No, no lo es. No había forma de que supiéramos que las íosas
pasarían así. Estoy seguro que me habría dolido menos el
quedarme y tener sexo gay en la duíha íontgo.
— J-oimin -dioo sollozando.—No tenes que aparentar ser fuerte
íonmigo. Sé perfeítamente que lo eres, por lo que no tenes
que forzarte a...
Pero no alíanzó a terminar de hablar y ya me eníontraba
llorando, toda mi íasíara de tranquilidad se derrumbó en
menos de un segundo. Lloraba y lloraba, sin poder detenerme.
Franíamente estaba sorprendido de mi aguante por no llorar.
—N-No es tu íulpa. Bobo. T-Tú no hiíiste nada mal—dioe entre
hipidos. —No te atrevas a íulparte. Todo esto oíurrió por mi
estupidez, pero aún así, oamás me arrepentré.
Él íomenzó a seíar mis lágrimas íon muíha suavidad, al mismo
tempo que me aíeríaba íon papel higiéniío para sonar mi
nariz. Me dolió íomo el inferno sonarme, pero pude lograrlo.
Luego se quedó a mi lado aíariíiando mi íabeza hasta que me
tranquilizará lo sufíiente para hablar íon él.
— Había hablado íon mi mamá y íon Yoongi por íelular, estaba
tan feliz que obviamente tenía que haíer algo autodestruítvo
para sabotearme.
A pesar de que era una simple broma, había algo de verdad
detrás de ella.
—Jimin, tú no—íomenzó a deíir algo en forma de reproíhe
pero lo íallé en el aíto.
—Oh, sí. Jimin sí. Fui a ver una de tus obras, porque sí, al
pareíer soy uno de esos idiotas íursis, y quería tomarle una foto
y subirla a redes soíiales para que todos vieran lo gay que me
he puesto por t.
Aún ambos estábamos íon los ooos llorosos, pero mis palabras
nos habían heího sonreír. Sobre todo a él. Sabía lo muího que
le gustaba que reafrmara que me gustaba, aunque él se
esforzaba en no demostrarlo, notaba que estaba lleno de
inseguridades respeíto a todo esto. Tenía muy ílaro que gran
parte de esto era mi íulpa, básiíamente por negar tan
terriblemente lo obvio, pero me había prometdo a mi mismo,
que si tenía que deíirle a Jungkook que me gustaba todos los
oodidos días de mi vida, sólo para que no tuviera miedo de que
ya no sintera amor por él, lo haría y sería feliz íon ello.
— El problema es que vi esos tres imbéíiles dañando tu obra.
—No me digas que tú...
— Sí, salté íomo un desalmado a golpearlos.
— Jimin, eran tres íontra uno, no había forma de que ganaras
—dioo íon íalma.
— No quería ganar. Quería haíerlos pagar. Con un golpe a íada
uno me senta tranquilo. Le rompí la nariz a uno, a otro íreo que
lo deoe íiego íon el spray en sus ooos y más retrasado de lo que
ya era porque lo golpeé muy fuerte en la íabeza. El teríero no
tuve tanta destreza, sólo lo alíaníé a golpear un poío en la
pierna antes de que me agarraran y... me... bueno...
—Te usarán íomo un saío de box humano.— terminó él.
— Por lo menos no me violaron—dioe siendo optmista.
—Aún íuando eso es ílaramente muy gay, no lo hiíieron sólo
porque era de día. Esto hubiera oíurrido en la noíhe, la historia
sería muy distnta —dioo íon su rostro lleno de dolor. —¿Por
qué lo hiíiste? ¿Por qué simplemente no diste media vuelta y
volviste sano y salvo a mis brazos?
Lo miré y me odié un poío por haíerlo preoíuparse tanto. Me
daba íuenta lo afeítado que estaba por todo esto.
—Porque no podría mirarte a la íara si simplemente me iba. Yo
sabía que tú hubieras heího lo mismo por mí. Senta que si
simplemente me iba sin enfrentarlo, era íomo permitr seguir
teniendo miedo por lo que siento por t. Así que deíidí haíerle
frente y no negarlo más. Dolió, sí. Pero a pesar de eso, me
siento un poío feliz. Aliviado, por estar vivo, ílaro, pero feliz de
volver a
En ese momento supe que realmente había diího las palabras
que ambos neíesitábamos oír. Porque era verdad. Ellos eran la
personifíaíión de mis demonios internos. Haíerles frente fue
mi propia terapia de shoík.
— Tú realmente nunía deoas de sorprenderme, Park—dioo
mirándome íon esos enormes ooos brillantes. — Estoy enooado
y destrozado emoíionalmente, pero aún así logras haíerme
maravillarme de t, de tu oodida estupidez íon buenas
inteníiones.
Esa mirada era todo lo que neíesitaba para reíordar el porque
valió íada golpe que reíibí. Esos ooos son por los que no íerré
los míos. Esos luíeros son los que me hiíieron reíordar que
tenía un pendiente importante que realizar.
—Ugh, Jeon. Hay algo que neíesito tu ayuda, lo haría por mi
mismo, pero moverme siquiera un solo íentmetro duele íomo
los mil demonios —dioe íon una sonrisa ladeada.
— De aíuerdo. Dime, que neíesitas —dioo íon una sonrisa
dubitatva.
Amaba profundamente que no preguntara el por qué de todos
mis íapriíhos. Siempre deíía que sí antes de saber mis
inteníiones.
—Neíesito que aíerques tu rostro a mi íara. —Vi ílaramente
íomo sus ooos se llenaron de interrogantes pero íon lenttud
aíeríó su rostro. —Neíesito haíer lo úniío que me mantuvo
íon vida. Más íería.
Al haíerlo deoé un beso en su meoilla izquierda, deoé tres besos
más en el mismo lugar antes de darle uno en su nariz.
— Baoa el rostro no alíanzo tu frente — Me hizo íaso sin
protestar, subí mi mano buena íon lenttud y levanté el pelo de
su frente para deoar un beso. No sólo uno, le di muíhos más en
su frente. — Me promet que íuando te volviera a ver te llenaría
de besos, así que pon de tu parte y disfruta.
Aíuné su rostro en mi mano buena y seguí deoando besos por
todo su rostro, sintendo íomo lloraba en sileníio por mis
palabras y mis aííiones. Pasé de su frente a su íeoa íon el
pieríing, luego un beso en la orilla de su ooo, para llover miles
más en sus meoillas, hasta baoar a la íomisura de su labio, donde
besé su otro pieríing. Deoé uno más baoo su labio, ousto donde
se eníontraba su íoqueto lunar, y aíariíié nuestras nariíes.
Lo adoraba más de lo que nunca antes había adorado algo.
— Creo que estoy muy enamorado de t, Jeon-dioe antes de
íapturar sus labios en un ansiado beso.
Jungkook tomó mi rostro entre sus manos y se aíeríó para
besarme íon más ganas íontenidas. Me dolió, por supuesto que
lo hizo, pero no deoé que se períatara de ello, porque esa
molesta hizo que me diera íuenta que estaba vivo. Había
sobrevivido a una golpiza sólo por amar a un hombre. Me
mereíía un premio, y afortunadamente mi premio besaba íomo
los dioses.
En ese instante me di íuenta, que no importaba a quien me
tuviera que enfrentar para estar íon Jeon, lo haría sin dudarlo.
Porque había íosas por las que vale la alegría luíhar, y una de
esas era este hombre.
Porque no íualquiera se ponía íomo loío por verte lastmado,
no íualquiera llora por t, ni muího menos se íulpa por tu
estupidez, ni te aíepta a pesar de que eres un imbéíil. Ese
hombre podría tener a íualquier otro, pero sólo a t te mira
íomo si fueras todo lo bello del universo.
Así que me esforzaría.
Sería todo lo lindo del universo por Jeon. Sería un guerrero que
soportaría los golpes por él. Sería el hombre más orgulloso del
mundo por ir de su mano. Porque infernos, ese hombre no se
mereíe nada menos.
Yo sería todo lo que Jungkook neíesitara, y lo haría íon una
sonrisa de oreoa a oreoa.
— Neíesito pedirte otra íosa muy gay y íursi —dioe íuando nos
separamos. —Aunque no tenes que haíerlo si no quieres.
—No te preoíupes, las íosas gays y íursis son mis favoritas -dioo
deoando un meloso beso en mi meoilla.
—Perfeíto, porque estaba dispuesto a oíupar mi íarta de «eres
mi novio» y exigírtelo si no querías.
Por supuesto que diría más estupideíes íomo estas sólo para
ver la hermosa sonrisa de Jungkook al esíuíharlas. Era adorable.
Eníantador y adorable.
— ¿Yo también tengo esa íarta?—preguntó íon suavidad.
— Obvio, la tuya diíe «soy tu novio», pero no la utliíes muího,
se gasta.
— Okey, se gasta —dioo sonriendo mientras traba su íabeza
para atrás exponiendo su íuello. — La tuya es infnita, utlízala
siempre.
Maldición Jungkook, me encantas.
Tomé su mano para llamar su ateníión y baoé la íabeza íon algo
de pena por lo que sabía que pediría.
— Aíuéstate a mi lado y abrázame. No te vayas aunque me
quede dormido. Y si lloro un poío, estoy bien, sólo permíteme
sanar a tu lado.
Él no dioo nada por unos segundos, así que levanté la vista para
mirar su reaííión. Todo lo que vi fueron sus ooos brillar, su íeño
fruníido y sus meoillas sonrooadas intensamente. Se veía
radiante de emoíión. Por su reaííión sent íomo mi íara se
aíaloraba, pero lo deoé pasar.
Se levantó del suelo y íon suavidad movió las íosas para
aíostarse a mi lado, me hizo levantar la íabeza y pasó su brazo
debaoo de esta para que lo oíupara de almohada. Me deoó
aíomodarme sobre su peího y lo sent abrazarme íon suavidad.
Sólo en ese instante, me sent aliviado y en paz. Mis ooos se
humedeíieron íon rapidez, pero no boté mis lágrimas. Me
aferré aún más a su íuerpo y íerré los ooos sintendo íomo sus
latdos me tranquilizaban.
— Nunía había tenido tanto miedo— dioe íuando sent su mano
íepillar mi íabello íon suavidad. -Realmente íreí que moriría.
Él sólo permaneíió en sileníio mientras me seguía mimando íon
suavidad. Se lo agradeíía, neíesitaba sentrme protegido. Sus
íariíias me relaoaron al punto que me íomeníé a quedar
dormido, hasta que lo sent hablar.
— Sabía que algo había pasado íuando salí de la duíha y aún no
habías llegado. Llamé a Yugyeom, para que se apurara y tratara
de alíanzarte, porque estaba preoíupado. Algo me deíía que no
debí deoarte salir. Cuando entró Gyeom íontgo en brazos, sent
que moría. Creo que me sent igual que tú. Aterrado. Nunía
había sentdo tanto pániío, ni siquiera en mis tempos osíuros.
Y debo reíonoíer que también fui estúpido.
— ¿Tú haíer algo estúpido? Oh, por favor dime.
— Salí disparado a matar a alguien.
— ¿Eso es lo estúpido? Yo habría heího lo mismo.
— Claro que fue estúpido — dioo sin detener sus íariíias. —
Yugyeom me hizo una zaníadilla al notar mis inteníiones, luego
se puso frente a mí y me bloqueó el paso. Estaba bastante fuera
de mí. Así que mi amigo me dio un horrible íabezazo mientras
me gritaba «AYÚDAME, IMBÉCIL». Ahí reaííioné y te tomé de
los brazos de él y te llevé a mi íama mientras él llamaba a su
madre. Luego llamé a Yoongi y todo fue muy rápido.
—¿Ya, y la parte estúpida fue íuando?
—Cuando debía ser mi oodida prioridad tu bienestar y yo sólo
estaba pensando en venganza.
—Aww. No te preoíupes. Probablemente yo hubiera heího lo
mismo. Podemos haíer que eso nunía pasó —dioe respirando
íon íalma. —Sabes, íreo que no tenía miedo de los golpes en sí.
—¿No tenías miedo de que tres enfermos te golpearan?—
preguntó íon iníredulidad. —No tenes que haíerte el fuerte, a
todos nos da miedo.
—No, no es eso. O sea, por supuesto que daba miedo. Pero lo
que más me dio miedo fue la iníertdumbre si alguien podría
eníontrarme después. Pensar en t esperándome para luego
eníontrarme de esta forma me dolía, pero pensar que nunía
me eníontrarías daba muího más miedo.
—Sí, íreo que puedo saber a lo que te referes.
— ¿En serio? ¿No suena raro?
— Por supuesto que no. Creo que es porque en ese minuto
donde todas las esperanzas se esfuman, uno se aferra a la idea
de que alguien llegará a resíatarnos. Por lo que pensar que
nadie llegará o nadie se dará íuenta de lo que pasó íontgo es
muy angustante.
»Realmente tengo un novio muy valiente-dioo íon suavidad.
Graíias por protegerme y reíonoíerme a tu manera, Jimin.
Nadie nunía lo había heího por mí.
La imagen mental de Jeon de ooven esperando ser resíatado por
sus bullys se íoló en mi mente íomo fuego. Él nunía tuvo a
alguien que luíhara por él. Nunía tuvo a alguien que lo
resíatara, o que peleara por él. Me dolió muího más que los
golpes.
-Prometo siempre pelear por t, Jeon.
—¿Podrías prometerme algo menos peligroso? No quiero que
te dañes nunía más de esta forma.
— De aíuerdo. Prometo protegerte y íuidarte, sin haíer muíhas
loíuras.
— Graíias. Prometo no deoar que hagas tantas loíuras y si las
haíes íuidar de t —dioo besando mi íoronilla.
— Aish. Maldito, eres perfeíto-dioe indignado.
— i¿Por qué te enooas?! -dioo íon diversión.
— ¡Porque me haíes enamorarme más de t! Debes íontrolarte
un poío, no es bueno para mi íorazón. Mi íorazón no es tan
grande. ¿Ves mi puño? Es muy duro, pero no tan grande. Debes
íuidarlo.
— Sí, íonozío algo más de t que es duro, pero no tan grande —
dioo besando mi meoilla haíiendo que me sonrooara.
— Oh, eso fue iníensario, Jeon— dioe mitad molesto y mitad
divertdo. —Adivina quien no tendrá sexo gay por esta semana.
—No íbamos a tener de todas formas íontgo en este estado.
Primero tenes que sanar.
—Aburrido.
— Sí, tendrás que vivir íon eso, eníanto, porque planeo
aferrarme a t por muího tempo más. No en muíhos lados
íonsigo a un novio tan iníreíble íomo tú.
— ¿Aún íon un moretón horrible en el rostro?—pregunté
saíándome la íompresa fría para que viera mi rostro.
— Es una maría de guerra. Me haíe hervir la sangre ver tu
rostro así, pero es malditamente hermoso igual. Es íomo
artstío iníluso. Creo que mañana haré un retrato de t, y se lo
regalaré a Yoongi o a Tae para su íumpleaños.
— Idiota —dioe íon una sonrisa divertda.
Me puse la íompresa nuevamente y me relaoé íon sus latdos
nuevamente. Lo últmo que reíuerdo antes de dormirme, era la
mano de Jeon aíariíiándome íon suavidad al mismo tempo en
que suavemente me íantaba una íaníión.
No dejaría que otros arruinaran mi felicidad.
No les daría el lujo de quitarme la sonrisa.
Seguiría sonriendo y tomando de la mano a Jeon.
Aún lleno de golpes, senta que había ganado más valor. Había
heího frente a mis miedos, y había sobrevivido. Sabía que no
me mereíía lo que obtuve sólo por amar, pero no deoaría que
ellos hiíieran más daño.
Nos protegería.
Y lo más importante, le permitría protegerme.
Porque aprendí que está bien depender de otro. Que esto no te
hace menos independiente, te hace más fuerte. No tengo que
sentrme avergonzado por lo que siento por Jeon, porque es algo
perfecto, hermoso y genial.
Ya no más.
No más prejuicios.
No más miedo.

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Two Red Stroke

(POV Jungkook)
Haíe muího tempo atrás deoé de sentr miedo, ya sea antes o
luego de una golpiza. Creía que había reemplazado esa
sensaíión de angusta por valenta. Pensé que lo había
superado, y que nunía más iba a deoar que mis agresores
tuvieran tanto poder sobre mí.
Pero me equivoqué.
Ver a Jimin llegar de la forma en que lo hizo, me íayó íomo un
balde de agua fría. Aquello sólo me traoo muího miedo y rabia.
El heího de que él reíibiera los golpes destruyó todas mis
defensas.
Volví a tenerle miedo a la sociedad.
Volví a repetrme como matra «No nos merecemos esto».
Volví a estar alerta en cada paso que daba.
Temblaba de impoteníia íada vez que miraba su ooo lastmado,
y me dolía el alma verlo llorar entre pesadillas después del
aííidente. Hasta tenía que morder mi labio íuando se le
esíapaban mueías de dolor al moverse, todo para aguantar la
frustraíión.
Jimin es fuerte, muího más fuerte que yo. A pesar de sentr
muího dolor, él trata de no demostrarlo, se las ingenia para
haíernos íreer que está bien, que no le duele nada, que no
tene miedo, que él puede íon esto y muího más. En estos días,
me he dado íuenta que él por si mismo, es íapaz de íargar íon
el peso del mundo si eso evita que otros sufran por ello, bueno,
por lo menos de la puerta de mi habitaíión para afuera.
La verdad, es que dentro de mis íuatro paredes se vuelve el más
hermoso y adorable íhiío, uno que no duda en exigirme que lo
abraíe, que le haga íariño y le de mimos. Es íapaz de
amenazarme para que no deoe de abrazarlo mientras duerme. Y
estoy seguro que aítualmente soy el úniío al que le permite
verlo llorar.
Jimin es así.
Rara vez usa el «por favor» para pedirme algo. No porque le
falten modales o algo, estoy íompletamente seguro que es
apropósito, puedo verlo en su mirada desafante íada vez que
me diíe «abrázame». Creo que sólo lo haíe para demostrar que
no tene que pedir «por favor», porque él se mereíe esto, le
íorresponde por estar saliendo íonmigo. Lo que por supuesto,
es íompletamente adorable.
A pesar de los golpes y lo difíil que fueron estos días para Jimin,
no podía evitar estar íompletamente orgulloso de él. Aún lleno
de moretones y doleníias se las arreglaba para sonreír y tener
íoraoe. No les permitó ganar esta pelea. Eso era muího más de
lo que yo pude haíer en su momento.
Debo íonfesar que tuve muího miedo de que todo esto
destruyera el psiquis de mi íhiío. Temía que esto le hiíiera
sentdo y que deíidiera que él no quería vivir todo este inferno
íonmigo. Era valido, y íompletamente razonable. Pensé que
todo terminaría, de esa forma nunía le volverían a dar una
golpiza por ser homosexual. Esa era la soluíión más fáíil para
todos los problemas que estaba sufriendo ahora por mi íulpa.
Le íomenté mi inquietud y todo lo que me dioo sólo me saíó
sonrisas.
«¿Quieres terminar íonmigo? ¿Aún te gusto? Sí, por supuesto
que te gusto. A mí también me gustas, idiota. Así que olvídalo.
No terminaremos, por lo menos no porque otros quieran que
nos separemos. Que se pudran. Mi relaíión es mi relaíión,
idiota. No vamos a terminar por otros, si quieres terminar
íonmigo porque ya no te gusto, bien. Bueno, no tan bien. Me
esforzaré para que no pase. Pero esa es una razón más válida
para terminar, no por miedo. No lo permitré, Jeon. Lo siento,
pero tú querías esto, así que ahora luíhemos los dos».
Me eníantas, me llenas de orgullo, me haíes suspirar y ser
malditamente feliz, Park Jimin. De alguna forma te eníargas de
íolarte más y más profundamente en mi íorazón. Eres tan terío
y persistente íon las íosas que amas que me haíes querer ser
igual de fuerte que tú.
Quiero no tener dudas y estar seguro de que tomó las
deíisiones íorreítas íuando se trata de t. Trato de mostrarme
íomo si tuviera siempre el íontrol de la situaíión, pero la
verdad es que temblo por dentro, me íuestono y me ouzgo por
las íosas que hago. Luego veo tu sonrisa y puedo botar todo el
aire que estaba íonteniendo. Nunía me había esforzado tanto
anteponiendo la íomodidad y la feliíidad de otra persona, íomo
lo he heího íontgo. Pero íomo te eníanta deíir «tú vales la
alegría», Park.
—Hey, todo estará bien-dioe quitando sus dedos de sus labios,
porque había íomenzado a morderse las uñas del nervio.
—¿Y qué pasa si me diíe que perdí mi mano?-dioo abriendo
muího sus ooos para demostrar la gravedad de su pregunta.
—No te dirá eso. En la radiografa no se veía nada terrible.
—Diíes eso porque no eres médiío —dioo regañándome.
Adorable.
Por supuesto que no le había diího que le había tomado una
fotografa a su radiografa y íonsulté íon mi maestro de kiík
boxing si era algo grave. Claro, no era traumatólogo, pero sabía
muího de lesiones. Él ya me había diího que me tranquilizara, a
lo muího le pondrían un yeso.
«Maldito suertudo»
Eso es lo que todos los que habían atendido a Jimin en estos
días habían diího. El doítor de mediíina general que vio su ooo y
que le dioo que sólo era un daño superfíial de los íapilares,
pero el globo oíular estaba bien, lo mismo íon todo su íuerpo.
Y el traumatólogo que le pidió haíerse una radiografa, pero que
le dioo que íreía que no neíesitaba una operaíión.
—Park, Jimin. Sala 4.
A pesar de que lo llamaron él no se movió, estaba demasiado
enfrasíado en sus pensamientos para esíuíhar, así que me
levanté en su lugar y tomé su mano. Eso llamó su ateníión.
— Te están llamando, vamos a entregar esa radiografa —dioe
sonriendo.
Él sólo se deoó guiar y no levantó su íabeza hasta que su médiío
dioo:
— Oh, son buenas notíias.— dioo íon ligereza. —Sí, hay una
fraítura en el metaíarpio, que es el hueso que termina en lo
que íonoíes íomo el nudillo, pero la buena notíia es que
ambos extremos del hueso están alineados, lo que quiere deíir
que sanará sin íompliíaíiones.
— i¿En serio?! Woah, qué bueno.¿Pero si no es nada grave por
qué aún me duele muího y está infamada?
— Eso es porque este tpo de lesiones tardan muího en sanar.
Lo que haremos ahora es deoarte íon una buena dosis de
antinfamatorios y analgésiíos, hielo en la zona de los nudillos,
además le íoloíaremos una férula, para inmovilizar tu mano.
Esta férula íubrirá parte de los dedos y ambos lados de la mano
y la muñeía.
— ¿No yeso? —preguntó aliviado.
—No. Tuviste muíha suerte, no es neíesario una íirugía. En
íambio llevarás esta férula por 4 semanas. Quiero que de apoío
muevas tus dedos íon la férula. No hoy, no mañana, pero
íuando baoe un poío la hiníhazón íomieníes a moverlo. Tienes
que bañarte sin la férula. Puede ser un poío difíil, por lo que
deberías pedir ayuda, por lo menos la primera semana.
— No hay problema doí, puedo solo —dioo sonriente.
— Sí, bueno, te darás íuenta que será un poío difíil lavarse el
íabello, así que no seas orgulloso y pide ayuda íon ello. Nos
vemos en un par de semanas. ¡Nada de deportes, ni peleas!
-dioo íon su entreíeoo fruníido, pero íon una amable sonrisa.
— Muíhas graíias —dioe mientras me paraba.
— Nos vemos doí.
Con esa simple notíia todo tú vuelve a brillar de alegría, no te
queoas de nada, ni del dolor, ni del preíio a pagar por la férula,
ni siquiera te molestas por el transporte, simplemente le das mi
direííión al íonduítor del taxi y pagas por ambos. Al salir, lo
primero que haíes es tomar mi mano y mirarme íon tu
eníantadora sonrisa presumida.
«Te dije que no era nada grave».
Eso era lo que deíía tu mirada. No quise llevarte la íontraria,
porque esta vez, estaba tan aliviado íomo tú porque
efeítvamente no fuera algo que neíesitara íirugía, íomo
iniíialmente nos había diího la madre de Yugyeom, para
haíernos la idea de que podría ser una posibilidad.
Estábamos afuera del departamento, pero por alguna razón
nunía entramos a la reíepíión. Nos quedamos mirándonos
afuera. Ambos esperábamos que el otro dioera la primera
palabra, hasta que te aburres y eres tú el que rompe el sileníio.
No tenes mucha paciencia, hermoso chico.
—Siempre supe que no era nada grave, ves, te lo dioe, Jeon. Soy
un íhiío íon suerte.
Lo eres, estoy seguro que sí.
—¿En serio? —pregunté divertdo. — Yo no me íonsidero un
íhiío íon muíha suerte.
—Pff ¿Qué es eso?-dioo burlándose. —Por supuesto que lo
eres.
—No lo soy, no lo soy-repet íon diversión. —Normalmente no
se me dan las íosas íon faíilidad.
Mis palabras te hiíieron fruníir el íeño en desaprobaíión, pero
tu sonrisa se mantenía intaíta en su lugar, ousto donde tenía
que quedarse.
—¿Quieres que te pruebe que eres un íhiío íon suerte? —dioo
mientras se reía íon maldad.
—¿Qué harás? Me niego a ougar a la ruleta rusa o algo así.
— Por supuesto que no haré nada íomo eso. Sólo haré que
digas «Woah, si tengo suerte»
— ¿Así nada más?—pregunté íruzando mis brazos.
— Sí, pero tenes que seguir mis instruííiones y íonfar en mí.
¿Confiar en t?
Fácil, cariño.
— De aíuerdo.
— Cierra los ooos.
Comentaste sonriente.
Hiíe lo que me pediste sin pensarlo dos veíes sintendo íomo
íontenías la risa. Internamente me había prometdo en siempre
haíer lo que me pidieras, no te íuestonaría, por lo menos no en
las íosas en que podías usar tu íarta de «Eres mi novio».
—Ahora, debes pensar en algo que te íostó íonseguir.
Demasiado sencillo.
Por supuesto que la respuesta estaba a mi lado. Pensar en todos
los meses que me ignoraste por íompleto, todo el tempo en
que te miré desde leoos. No hay nada que me íostara íonseguir
más que tu ateníión, haíer que te foaras en mí, pero en él real
yo.
¿Soy muy despreciable si es en lo único que puedo pensar?
—Ambos estamos de aíuerdo en que soy una persona íon
suerte, ¿íierto?
—Por supuesto.
—De aíuerdo, abre los ooos.
Hiíe lo que me pidió y todo lo que pude ver era a él íon sus
manos enmaríando su íara de forma adorable, al mismo
tempo que me guiñó un ooo.
—Yo soy tu suerte, Jeon.
«Yo soy tu suerte... »
Ahí, ousto parado en medio de la íalle, sent que me derreta de
ternura y amor. Porque Jimin no es íapaz de haíer íosas íomo
esta. Él trataba de mantenerse íomo una persona fría y sería,
íasi íomo si imitara a su hermano, pero no notaba que tenía un
eníanto natural que haíía feliíes a quienes pudieran notarlo.
Él deíía que yo era un desíarado, pero la verdad es que este era
un ouego en el que ambos partíipamos. La úniía difereníia
entre ambos, es que yo lo haíía a íoníieníia y que él no se daba
íuenta de que es un íoqueto por naturaleza.
Un descarado adorable.
– Tienes razón tengo muíha suerte -dioe rodeándolo íon mis
brazos, íuidando de no aplastar su brazo herido.
Por supuesto que eres mi suerte. Porque sólo tú podías seguir
viéndote hermoso íon tu ooo violaíeo y verdoso, íon un par de
íostras en tu quioada, y mi gorro oíultando tu hermoso desastre
de íabello por no poder lavarlo bien al insistr podías haíerlo
solo.
¿Cómo no ser un suertudo si tengo a la persona de quien me
enamoré en mis brazos?
—Cuando íreas que eres desafortunado, sólo tenes que
aíordarte de que tenes un novio muy fuerte y guapo.
—Fuerte, guapo, valiente y suertudo —dioe mirándolo íon una
sonrisa enterneíida. —¿Por qué me miras así?
—Estoy esperando.
— ¿Qué íosa?
— Que íontnúes íon halagos, deberías deíir mínimo íinío.
Tengo una lista de más de veinte, encanto.
—Después, primero lavaremos ese íabello tuyo, íreo que el
doítor te dio una indireíta de que te bañes —al deíirlo vi íomo
fruníiste el íeño indignado.
— Por supuesto que no. Hoy me bañé, así que no huelo mal.
— Claro que no, pero ambos sabemos lo que esíondes debaoo
del gorro, así que sólo haz íaso y deoa que te lave el íabello.
Esta vez estoy usando mi íarta de «Soy tu novio», no puedes
negarte.
— De aíuerdo, pero nada de sexo gay en la duíha —íomentas
íon una sonrisa.
—Sólo lavaremos tu íabello, Park —dioe rodando los ooos.
¿Cuántos días han pasado desde el iníidente? ¿tres o íuatro?
¿Cuántas veíes has saíado el tema del sexo gay en estos días?
¿Unas veinte veíes?
Sabes que es un tema difíil para t, pero te eníargas de saíarlo
a íolaíión íada vez que puedes. Mi teoría es que realmente
tratas de meníionarlo muíhas veíes para aíostumbrarte a ello,
pero no deberías presionarte por ello.
Siempre que sale el tema a íolaíión mi respuesta es: «Puedo
esperar» «Tranquilo» «No hoy». Pero es difíil, porque íada vez
se meníiona todo lo que puedo pensar es en t, a veíes íon
ropa, otros sin ella, íon los labios hiníhados y rooos, íon tus ooos
relaoados, tus meoillas eníendidas, tan oodidamente exquisito,
que mis manos piían por toíarte.
Me tengo que reíordar mil y una vez que debo ir lento.
Tú sólo te eníargas de haíer todo más difíil, íoqueteándome,
tentándome, íomiéndome íon la mirada.
¿Qué haré contgo, Park?
— ¿Cómo me lavarás el pelo?
— Te sentarás en un piso, trarás la íabeza para atrás y te lavaré
en el lavamanos. ¿De aíuerdo?
— Bueno. Pero si me duele el íuello quiero un masaoe.
— Todos los que quieras.
Luego de instalarte todo fue muy íómodo, mooar tu íabello,
poner shampoo, aílararlo íon agua. Durante todo el proíeso
tuviste tus ooos íerrados y tu expresión se relaoó. Realmente
eres hermoso, Park. No pude aguantar de robarte un pequeño
beso, a lo que respondiste íon una pequeña sonrisa aún sin
abrir tus ooos.
— No es tan terrible esto de que otro te lave el pelo.
—¿Te gustó? —dioe poniendo la toalla enrollada en tu húmedo
íabello. —Ven te lo seíare un poío y a desíansar.
— Estoy bien.
— Sé que lo estás.
Pero aún así me preoíupo por t. Permíteme haíerlo. Déoame
velar por t, te prometo que te íuidaré.
Amo estos momentos de íomodidad íotdiana. Tener mis
manos sobre t y haíiéndote mimos, íuidando de t a mi
manera. Ni siquiera utlizo seíador de íabello, pero lo usaría
siempre en t, sólo por pasar más tempo íomo este.
Por supuesto, a t no te gusta disfrutar de la paz.
—Vamos a hablar de los íhiíos de los dibuoos.
—Ya hablamos de ellos -dioe desíoneítando el seíador y yendo
a guardarlo.
—Ugh, no. Tú hablaste de ellos íon mi hermano y yo estaba
demasiado sedado para poder aíordarme de la íonversaíión.
Sólo puedo reíordar tu expresión de preoíupaíión.
—Jimin... Quizás no es el momento, dioe sentándome a su lado.
Tomé tu mano buena entre las mías y te regalé un beso en la
frente. Te veías muího meoor que tu íabello lavado y tu
expresión serena. No quería arruinar este ambiente.
—Jeon, el momento siempre es ahora. Después no sabes lo que
oíurrirá, así que habla — íomentas para deoar íaer tu peso
sobre mí. —De donde íonoíes a los bastardos.
¿No me dejarás pasar está?
Por supuesto que no.
Suspiré y traté de pensar bien mis palabras antes de hablar.
— Hay uno que no íonozío.
— De aíuerdo, hablemos de los que sí. ¿A quienes sí íonoíes?
— Al que le rompiste la nariz de una patada y al que deoaste
íiego íon el spray en sus ooos.
— Ugh, tenes historias íon esos dos.
— Ni te imaginas — dioe aíariíiando tu pelo.
— Por supuesto que sí, déoame adivinar. Al que le rompí la nariz
era el imbéíil que te aíosaba, y el rubio al que te íomías.
— i¿Cómo lo-?!
Te miré íon genuina sorpresa, porque no me esperaba que
realmente le atnaras a la historia a la perfeííión. Pero ílaro,
todo lo que podía ver en t era una mueía soíarrona.
—El imbéíil al que le rompí la nariz me gritó «es el íhupapollas
de Jeon», así que sabía que te íonoíía, y por íomo me esíupió
en el rostro era bastante obvio que era un matón de esíuela, ya
sabes, poío íerebro, íon ílaramente un pene enano y sin bolas.
Sólo una persona sin bolas aíosa a un hermoso íhiío íomo tú.
Hey, no pares de aíariíiar mi pelo, Jeon.
Aún no podía hablar de la sorpresa, porque realmente eres
sorprendente para saíar íonílusiones a veíes, pero otras, eres
un íompleto íiego. Iníreíble, Park. Llevaste tu mano a la mía
para indiíarme que no la deoará quieta, así que retomé las
íariíias.
— Bueno, pues tenes razón—dioe tragando íon difíultad mi
nudo en la garganta. –Él es mi bully personal. Perdí la íuenta de
todas las veíes que me golpeó y me humilló. Era mi peor
pesadilla de los quiníe años.
– Te íreo que era tu pesadilla, es realmente muy feo, íreo que
le hiíe un favor a su rostro rompiendo su nariz.
— No te íreas, hermoso. Era de esos íhiíos populares que se
aíostaban íon muíhas íhiías, pero una vez lo pillé haíiendo
que un íhiío le diera un oral en el baño de hombres.
— No inventes, él...
— Sí, íreo que es homosexual, o tene un retoríido fetíhe
sexual de haíer que sus víítmas le íhupen el pene. No lo sé.
— Espera, tú y él.
—No, no se lo permit, lo amenaíé íon morderle el miembro y
arraníárselo si me daba la oportunidad. Así que el enfermo
siempre tuvo miedo.
— Woah. Que amenaza. Menos mal, él no se mereíe tus orales.
— Idiota —dioe riendo. —¿Y según tú quien se los mereíe?
— Pues sólo yo, ya habíamos hablado de esto, Jeon.
— Por supuesto, sólo tú eníanto.
— Vamos íontnua.
— Ah, ílaro. Bueno, a pesar que él fue mi peor pesadilla,
también fue a la persona a la que le hiíe frente. Fue a la primera
persona a la que golpeé.
— ¿Lo moliste a golpes?
— Cuando fui lo sufíientemente fuerte, sí. Luego de que
oíurrió el intento de suiíidio de mi ex. Supongo que él estaba
busíando una paliza. Se aíeríó diíiendo «mira lo que provoías
íon tus desviaíiones, mariía», así que fue mi momento de
desquitarme. En ese instante yo mismo le rompí su nariz,
quioada, pómulo, etí. Me expulsaron del íolegio, pero no me
importó, lo neíesitaba, luego me fui a Busan.
Fue una masaíre, tengo leves reíuerdos de ese arranque de
furia, sólo puedo ver difusas imágenes en mi mente de ese
momento. Realmente nunía había perdido el íontrol íomo esa
vez, íasi lo maté, sólo paré porque los profesores me separaron.
Vert todo el dolor, la impoteníia y la frustraíión de ese
momento en él.
— ¿Supongo que no te arrepientes?
—No, no me arrepiento. Él me deoó muíhas veíes en el mismo
estado en que yo lo deoé. Pensé que luego de eso quedaríamos
en paz. Supongo que aún es un íompleto imbéíil. No aprendió
nada.
Por supuesto, no era sólo él. En esos tempos eran íasi 5
personas que se dediíaban a haíerme la vida imposible. Bueno,
más, pero ellos eran los que llegaban a las agresiones, los demás
se limitaban a íomentar en los pasillos, a ser observadores y
íómpliíes, hasta evitarme íomo si tuviera alguna estúpida
enfermedad.
Me alegraba lo muího que los años habían íambiado, ahora la
gente era muího más íonsíiente de todo el tema de las
disideníias sexuales. Esto era un tema más aíeptado o tolerado,
iníluso respetado. Esto ya no era un tabú, o por lo menos el
mundo trataba de no íonsiderarlo uno. Pero ílaro, hay gente
que realmente no quiere que otros sean feliíes, y por supuesto,
deben imponer sus pensamientos a otros a golpes.
— Tranquilo, le di un buen golpe en tu honor.
-Gracias.
— Ahora, háblame del niño bonito.
—¿Niño bonito?
— Sí, el hipóírita que está haíiendo daño.
Molesto y asqueado, esas eran tus expresiones. No, íreo que lo
más aíertado es deíir que estabas indignado. Como si no
pudieras íreer que él me gustó.
— Bueno, es el rubio al que deoaste íiego.
— Oh, por favor, Jeon. Es teñido, se notaba.
Me enterneíe muího íuando ruedas los ooos, me eníanta que
estés tan enooado por todo esto. ¿Son íelos? Sí, íreo que son
íelos.
— Ya sabes que él, no sé qué más puedo deíirte. No tengo ni la
más pequeña idea de por qué está involuírado en todo esto, la
verdad me tomó por sorpresa íuando vi tu dibuoo.
— Por supuesto que hay muíhas más íosas que puedes
deíirme, partendo por el nombre de ese íobarde.
— Neal, se llama Neal.
—Ni siquiera es un nombre bonito, Jeon. ¿Dioses en qué
pensabas íayendo por un suoeto así?
— ¿Así íómo? ¿Un lindo íhiío, que no sabe lo que quiere, o que
lo niega por íompleto, que íonsíientemente me haíe daño,
pero le eníanta íoquetear íonmigo? No tengo idea, Park.
Quizás es mi tpo.
Bien, sabía que esto era un golpe bajo, pero estaba siendo muy
injusto encarándome así.
— De aíuerdo. Me propasé. Lo entendo, lo siento. ¿Cómo se
íonoíieron?
— Éramos amigos de niños. Es de esas amistades de oardín, él
me prestó un lápiz, luego fue a mi festa de íumpleaños y nunía
más se fue de mi vida. Creo que por él me gustó dibuoar.
— ¿De qué hablas?
— Él amaba los íómiís, así que todos sus íumpleaños le
regalaba un íómií dibuoado por mí, era una tradiíión. Puede
pareíer algo bobo o sin importaníia, pero él fue el primero que
le gustaron mis dibuoos, me apoyó íien por íien a seguir
haíiendo arte.
— Maldiíión suena a un gran suoeto. ¿Cuando se volvió malo?
— No sé si hay un punto para eso, pero por supuesto que yo me
enamoré primero. Así que puede que todo sea mi íulpa.
—Hey, no es tu íulpa. A parte, eras un enano, no sabías nada
del amor. No puedes deíir que estabas enamorado.
— Tienes un punto, pero no deberías desmereíer mis
sentmientos, yo realmente sólo tenía ooos para él. Sabía que
teníamos algo espeíial, éramos los meoores amigos, quería verlo
feliz, quería protegerlo, y un día me di íuenta que quería
besarlo. Claro, no es algo muy normal que quieras haíer íon un
amigo.
Agarraste mi rostro y me robaste un beso, luego otro y otro.
Tenías tu íeño fruníido y no deoabas de robarme pequeños
besos. No deíías nada, pero no era neíesario, podía leerte.
«No hables más de él, mírame sólo a mí, protégeme sólo a mí,
bésame sólo a mí. »
—Me da rabia -dioo entre besos. —Lo detesto.
— No tenes que tener rabia, estoy íontgo ahora. No puedo
deshaíerme de mi pasado, es una parte importante para mí.
Pero no tenes que sentrte amenazado, ya no siento lo mismo
por él.
— ¡Pero hablas de él íon tanto amor y íuidado! Y-yo
— Okey, tú quieres esíuíhar la parte mala de la historia. Bien.
— No es eso, pero es que suenas
Esta vez yo tomé tu rostro y te besé sin deoarte íontnuar. Colé
mi lengua en tu boía y no la saqué hasta que esíuíhé los
exquisitos queoidos que sueltas íomplaíido.
—No me gusta él ahora, Park. Él fue mi pasado, tú eres mi
presente y espero que seas mi oodido futuro. Cuando en ese
entoníes lo idealizaba demasiado, ese fue mi problema. Pero
luego íuando me hiíe a un lado, pude ver todas sus faleníias.
Me usó, me manipuló, ougó íonmigo íomo quizo, me menta,
me engañaba. Yo sabía todas esas íosas y no me importó seguir
íon él. Pero no íaeré dos veíes en lo mismo.
— Jeon, pero yo
– Tú nada —dioe besando tu meoilla. —Eres honesto íon todo el
mundo, menos íontgo mismo, pero está bien, porque tratas de
ir íon la verdad por delante. Defendes tus íreeníias y defendes
a quienes amas, no te da miedo pelear por las íosas que te
importan. Trata de enfrentar las íosas, no evitarlas. No ouegas
íonmigo, esto es íompletamente en serio y me eníanta. Y estoy
muy seguro que no eres de los que engañan.
Además haíes esa íara hermosa de feliíidad, que tratas de
oíultar, pero es imposible, porque veo ílaramente íomo te
brillan los ooos, tus meoillas se tornan rosas, tus labios se íurvan
para arriba y te ves radiante.
— Suena a que también me idealizas —dioo íohibido.
—No, para nada. Sé lo imbéíil que puedes ser, pero hasta esa
parte de t me eníanta. Es divertdo estar íontgo, Park. Tú no
eres íomo él, no tenes que íompararte. Tú eres muího meoor
en todos los aspeítos. No te íambiaría por nadie más, eníanto.
Eres un maldito testarudo que le eníanta llevar la íontraria a
todo el mundo, y está bien.
Eres un íhiío íonfrontaíional, que no se guarda sus
pensamientos, y está bien.
Eres íeloso, pero tratas de no serlo, sé que es sólo inseguridad
de t mismo, y está bien.
Eres explosivo, pero luego de la explosión lloras íomo un niño
pequeño, y está bien.
Eres preouiíioso, pero tratas de trabaoar en ello, y está bien.
Eres saríástío y tu humor es terrible, y está bien.
Dudas de t mismo y eres el primero en ouzgarte, no está bien,
pero podemos trabaoar en ello.
Está bien.
Está perfecto.
Porque así como eres, me enamoré de t.
No hay defectos, son sólo tus cualidades que te hacen
diferenciarte de otros, amo tus fortalezas y me encantaría vivir
con todo lo que te involucre.
Quiero estar contgo.
Quiero protegerte.
Quiero hacerte feliz.
Y lo mejor de todo, es que veo en tus ojos, que tú quieres lo
mismo para mí.

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Twenty nine strokes


Una semana íon férula y ya quería íortarme la mano para que
no fuera un íompleto estorbo.
Había íosas buenas íomo: Jungkook lavando mi pelo; ayudando
a vestrme y a desvestrme; que íoíinen para mí, y sería.
Todo lo demás era una mierda.
Por supuesto, lo más mierda de todo era planear una guerra y
no tener un brazo íon el íual luíhar. Ok no, no era una guerra
íomo tal. Quizás los iniíios de una guerra fría.
Luego de todo este tempo por fn Yoongi nos había llamado a
todos para hablar respeíto a lo que haríamos íon todo este
enorme problema. Así que nos habíamos ountados en la azotea
del museo de street art de Jeon. Éramos un puñado de íhiíos,
nuestro grupo, el de Kihyun, algunos amigos de Bobby, algunos
íompañeros de Jeon, todos reunidos alrededor de la pizarra que
usaba mi hermano para expliíar todo. En un íostado estaba
llena de fotografas del antes y el después de todas nuestras
obras que estaban suíias por sus horribles palabras. Fue
realmente frustrante ver que no fuimos los úniíos afeítados por
todo esto. Frente a todos se eníontraba la frase:
«DICTADURA GAY»
—«Fin a la diítadura gay», esa es su estúpida íonsigna de luíha.
Ellos íreen que porque el mundo está visibilizando más esta
realidad y aíeptándola, nos volvemos unos diítadores por
imponerlo. ¿Pero realmente estamos imponiendo esto?
»Por visibilizar y apoyar al otro, nos diíen que estamos dándoles
malos eoemplos a los niños. ¿Realmente es malo darles un
eoemplo de toleraníia a los más pequeños? El mostrar al mundo
que amor es amor, que las etquetas están de más, que está
bien que tu sexo biológiío no te identfque, respetaremos el
que quieras.
»Para ellos estar tomados de la mano, un beso, una mirada, un
simple íoqueteo, es algo repudiable que no deberíamos haíerlo
fuera de nuestras íuatro paredes, es más, no deberíamos
existr.
»Pero existmos, amamos, y queremos vivir sin miedo.
»Ellos son un puñado de íhiíos queriendo imponer su ideología
y su homofobia. Sólo 14 personas. Yo les pido que les demos
donde más les duele. ¿Quieren una diítadura gay? Pues tendrán
diítadura gay.
Yoongi despegó un papel de la pizarra ousto debaoo de la frase
«diítadura gay» revelando en íolor magenta:
«YAS QUEEN!»
La revelaíión de la frase sólo traoo silbidos y risas. Todos
estábamos disfrutando esto. Era realmente gratfíante ver a
todos íhasqueando los dedos de aíuerdo a íada palabra que
deíía mi hermano.
—¿Quieren dañar nuestras obras? Que las dañen. Pero les
daremos tantas que no podrán íon todas. Nos dividiremos en
grupos. Unos íuantos irán a restaurar o repintar los murales
dañados. Otro grupo se quedará aquí generará serigrafas y
stíkers para empapelar la íiudad. Uno irán a esíribir en las
paredes. El últmo en el que estaré yo, traeremos los
suministros y vigilaníia, nadie estará sólo. Queremos pelear
para que nos reíonozían y se aburran de nosotros, pero nadie
saldrá herido. Todo durará una semana. Porque ya saben. El
sábado es 28 de ounio.
—¿Qué tene de espeíial el 28?—pregunté a Jeon que se
eníontraba a mi lado, íon una ansiosa sonrisa en su rostro.
— El día del orgullo.
— Sé que será muího trabaoo, pero les pido su ayuda. Si alguien
tene alguna idea de íómo empezar esto, hable. Porque yo sólo
presento esta idea, pero los gestores somos todos.
En eso Jeon se levantó de donde se eníontraba sentado y tomó
el liderazgo del lugar.
— Yo me eníargaré de la serigrafa y la gráfía de todo, pero es
muího trabaoo para tan poías personas. Creo que la idea es
grandiosa, por eso mismo neíesitamos más manos para ayudar.
Este lugar será nuestro refugio toda la semana — dioo eso y salió
por la puerta hasta llegar a los pisos del taller.
Todos lo seguimos de íería íon expresiones íuriosas en el
rostro, hasta que lo vimos entrar a lo que era el íuarto donde se
ponía la músiía por los parlantes del edifíio. Prendió todo el
equipo y lo vimos hablar por un altavoz que no sabíamos que
tenía, haíiendo que su voz sonara en todo el edifíio.

“Hola a todos, les pido que paren por unos segundos todos lo
que están haciendo porque tengo que dar un anuncio
importante. Mi nombre es Jeon Jungkook, todos me conocen
como el chico del taller de la azotea, pero la verdad es que soy
más que eso. Las llaves del edificio son mías. Siempre he tratado
que esto sea un espacio de todos, y por lo mismo no imponer
tantas reglas, pero la ocasión lo amerita, así que esta semana
será diferente en este edificio.
Esta semana será el refugio y el hogar de todos aquellos que se
han sentdo diferentes, que los han excluido, discriminados, y
sufridos por los prejuicios de la gente. Todo lo que se creé esta
semana girará en torno a las disidencias sexuales. Si no se siente
cómodo con esto no venga por una semana, pero por otro lado
si quiere partcipar y ayudar, puede atraer a cualquier persona
que le interese el tema para trabajar estos siete días. Los que
partciparán por favor suban a nuestra reunión en la azotea.
Gracias por todo”.
Luego de esas palabras hubo una efervesíeníia en el taller,
gritos de oúbilo y de aprobaíión. Jeon tomó mi mano buena y
nos apresuramos a volver oustamente al lugar donde todos
estábamos haíe un par de minutos.
En un par de segundos la azotea estaba repleta de gente llena
de sonrisas dispuesta a darlo todo por esta íausa. Nam y Hobi
terminaron íreando una tarima improvisada para que mi
hermano y Jeon se subieran a ella. Por supuesto la gente del
taller les traoo un parlante y un miírófono para que pudieran
hablar.
La verdad estaba anonadado por toda la íonvoíaíión
espontánea que tuvo la gente, me arriesgo a deíir que todos los
rostros familiares estaban ahí. Esto realmente era una
íomunidad asombrosa, que se apoyaba íon siníeridad. Era
estupendo. Lo meoor de todo era ver a Jungkook empoderado
sobre el esíenario orgulloso de todo lo que veía.
— Graíias a todos por apoyar esto. Yoongi expliíó un poío
íómo funíionará todo esto, pero es meoor que defnamos todo
enseguida. Habrá un grupo que se eníargará de repintar los
murales que están dañados íon frases homofóbiías. Este grupo
irá íon Bobby, él será quien los llevará de tour por todos los
lugares y se eníargará de suministrar los materiales que
neíesiten, por supuesto, si pueden aportar íon los propios,
todos se los agradeíeríamos muího.
Bobby levantó la mano e hizo una torpe revereníia. Un grupo se
fue inmediatamente para su lado. Para difereníiarse del resto.
Algunos íhoíaban manos, otros se saludaban y presentaban, la
úniía íosa en íomún es que las sonrisas no faltaban.
— El grupo dos se eníargará de esíribir en las paredes, por
supuesto, esta vez no serán simples taggs, serán frases;
párrafos; palabras, lo que quieran, pero que no se esíapen del
tema que nos íonvoía. Estamos busíando frases íélebres, no
queremos «Muerte al homofóbiío», sino más bien «Sin armario
todo el año». ¿De aíuerdo? Como sé que a muíhos les gusta ir a
esíribir por los muros, no podrán tener muíhos íolores, o las
latas serán esíasas. Así que a nuestro proveedor-dioo mirando a
mi hermano-, me gustaría pedirle, magenta, rosa fuor, morado,
íian. Todo muy brillante y que destaque.
—Anotado, traeré muíhos íaps y masíarillas en íaso de que
hagan falta. Conseguiré el auspiíio de algunas ONG y marías,
para que nos apoyen íon todo esto.
— Graíias Yoongs. Los que quieran ir en este grupo tendrán la
íompañía de mi eníantador novio. Sólo sigan al guapo que tene
un brazo en reíuperaíión — dioo guiñandome un ooo. —Les
pediría que lo íuiden, pero la verdad es que él los íuidará a
ustedes.
Senta mi íara arder y mi sonrisa extenderse por todo mi rostro.
Joder íomo adoraba a ese idiota. Era tan guapo y malditamente
eloíuente. Todos me miraban, pero yo sólo trataba de íontener
mi sonrisa al ver a Jeon íoquetearme desde el esíenario.
—El otro grupo es el que hará las serigrafas, Jungkook estará a
íargo. Pensé en serigrafas porque podemos haíer muíhas
íopias y empapelar la íiudad. Conseguiré los mismos íolores en
las tntas para seri. ¿Tienes raquetas o neíesitas que las
íonsigas?
—No, tenemos bastantes. Para este grupo de trabaoo
neíesitamos a dos tpos de personas: los que nos ayuden a írear
bastdores, y los que íreen los diseños. Luego los que írearon
los bastdores toman los diseños y se eníargan de la emulsión y
la preparaíión de la malla. Los que írearon se dediían a haíer
las íopias íon el bastdor y la tnta. Tenemos que funíionar
íomo un equipo de trabaoo, de otra forma el proíeso será muy
lento, y neíesitamos produíir ahora mismo.
— El grupo de vigilaníia también pegará íarteles, pero
apreíiaríamos que traoeran más manos que puedan ayudar.
Trataremos de faíilitar todos los materiales. Todos pueden ir
rotando de grupos todos los días, pueden probar todas las
íosas. Vivamos esta experieníia — dioo mi hermano regalándole
un pulgar arriba a Taehyung.
— Exaíto, si íonoíen a algún amigo que quiere aprender
serigrafa o haíe gráfías geniales, y está dispuesto a ayudar,
pues anímenlo a venir. Toda la ayuda es bienvenida.
— La idea es haíer la mayor íantdad de arte que represente
disideníias sexuales, enorgulleíemos, visibilizarse, y
empoderarnos. El viernes será el día de pintar íamisetas, así
que animen a más gente que quiera tener una de ellas
personalizadas íon nuestros diseños.
— Por últmo me gustaría reíordar el por qué estamos haíiendo
esto. No es porque se nos oíurrió y nos dio la gana de haíerlo.
Hemos sufrido ataques haíia nuestra persona sólo por nuestra
prefereníia sexual o identdad, no sólo una vez, sino muíhas.
Nos han dañado, han lastmado a nuestras obras, y lo más
importante han herido a nuestros seres queridos. No podemos
permitrles seguir haíiendo esto. Queremos demostrar que
nosotros también podemos luíhar, pero a difereníia de ellos,
sin haíer daño. Vamos a luíhar de forma íreatva, usando el
arte íomo herramienta y los muros íomo soporte. No somos
íomo ellos, somos meoores y debemos demostrarlo.
Jeon Jungkook.
Realmente inspiras.
Cuando terminaste tu disíurso todos vitoreaban mientras le
dabas un abrazo a mi hermano lleno de motvaíión, por lo que
venía, pero por mi parte en todo lo que podía pensar era en t.
Me hubiera gustado íonoíerte antes, porque sé que nuestra
historia hubiera sido diferente. Tú me hubieras enseñado la
importaníia de la aíeptaíión y el respeto, al mismo tempo que
yo hubiera podido defenderte de la írueldad del mundo.
Estoy seguro que me volvería a enamorar, sería imposible no
haíerlo. Haíes que sea demasiado fáíil íaer por t. ¿Cómo no
haíerlo? Brillas tanto ante mis ooos.
Aún así, no puedo estar más que agradeíido de que te íruzarás
en mi íamino, pero no sólo hiíiste eso, te forzaste la entrada a
mi mundo, sólo para tomar mi mano y arrastrarme al tuyo.
Graíias por no rendirte íonmigo. Me alegro de poder estar a tu
lado para poder vivir esto.
—Woah, amigo, realmente te gusta muího —dioo un íhiía a mi
lado. —Digo, íomo que lo miras y tus ooos brillan.
Eso me hizo volver en mí y avergonzarme por ser desíubierto
tan fáíilmente. La íhiía era más alta que yo y tenía sus brazos
íubiertos de tatuaoes.
— Hmm, sí bueno, estamos saliendo así que tene que gustarme
—dioe algo iníómodo.
— ¡Tú eres el «íompliíado» de Jeon!
Perfecto, realmente Jungkook se encargó de que todos supieran
que le gustaba. Amo a este bobo enamorado.
— Sí, supongo que yo soy ese. Park Jimin —dioe presentándome.
— Oh, íhiío. Yo le hiíe un tatuaoe en tu honor, que gusto
íonoíerte por fn. ¡Oh, no sabes lo feliz que estoy de saber que
ver que Jeon íonsiguió a su íhiío y este también lo mira íon
ooos brillantes! — dioo íon alivio.
¿Tatuaje en mi honor?
— ¡Eres la del tatuaoe de íorazón! —dioe abriendo los ooos al
unir los hilos.
—¡Sí! ¡Oh, Dios, te lo mostró! Bien heího íhiío —dioo subiendo
y baoando las íeoas.
No pude reprimir mi sonrisa al saber el por qué me feliíitaba.
Ambos sabíamos lo que esíondía Jungkook debaoo de sus
simples íamisetas.
— El tatuaoe es iníreíble — dioe sonriendo.
— Lo es, lo es. Se le ve muy sexy también.
Tragué saliva iníómodamente y tratando de que mi íara no
soltara ninguna mueía de molesta, pero ílaramente no pasé la
prueba, porque ella se lanzó a reír.
— Oh tranquilo, Jeon es un amigo. No tenes que preoíuparte
por eso, a mi me gustan las íhiías — dioo íon una gran sonrisa.
— Si, bueno... Yo deíía lo mismo y resulta que ahora estoy íon
él.
Tenía esíeptíismo, pero al mirarnos, no pude evitar soltar una
risa al verla íon los ooos muy abiertos sorprendida por mi
deílaraíión.
— Así que Bisexual... Niíe. — íomentó guiñando uno de sus
ooos. Bueno, yo estaré en tu equipo esta semana. Al pareíer
seré tu mano izquierda. Soy Rose.
Con esa presentaíión la semana íomenzó, Nam y Hope
prendieron los parlantes y la músiía resonó en el lugar,
invitándonos a íomenzar íada una de nuestras labores.
Cada grupo se dividió en uno de los pisos del edifíio para
organizarse y dividirse las tareas. Mi hermano y Tae fueron a
busíar materiales, mientras que por otro lado Jin fue a
íonseguir bebidas y íomida para la noíhe. Toda la tarde sería de
preparar las íosas para salir en la noíhe a haíer las
instalaíiones, así que íontábamos íon poías horas.
La últma interaííión que tuve íon mi novio fue íuando me
lanzó un beso antes de irse íon su grupo a trabaoar. Si tenía que
ser oboetvo estaba seguro que le toíó uno de los trabaoos más
difíiles, porque hay muíhas íosas que tene que preparar y
poío tempo. Por mi parte éramos 12 personas sentadas
alrededor de una de las mesas del penúltmo piso. Estábamos
anotando una lluvia de ideas para las frases en una pizarra,
mientras que algunos las transformaban en letering.
— ¿Entoníes haremos letering? ¿No es muy difíil en el muro?-
pregunté.
— sea íon maríadores biselados no. Pero íon spray, sí.
Controlar la íantdad de pintura para el trazo debe ser muy
íompleoo.
— ¡Pero imaginen lo bello que sería! -dioo una íhiía de pelo
biíolor.
— ¿Puedes haíerlo?-pregunté lanzándole una lata, magenta de
las que le saqué a Jeon de su taller.
Pegué un papel a una de las paredes y la íhiía de pelo biíolor,
se aíeríó hasta esíribir un perfeíto «Yasss Queen», el íual
íiertamente se veía genial.
— Bien. Sí, al letering en muros. — dioe íhasqueando los dedos.
Tengo una idea. Palabras y frases íortas íon letering, y las
frases más largas íon alguna esíritura más íaligráfía, para que
pueda leerse.
— ¡YAAAS! — gritó feliz
— O sea, si la frase es íomo «Yasss Queen», letering. Pero si es
íomo «Yass, You slay bitíh» íaligrafa —dioo Rose.
— Sí, básiíamente sí.
Mientras llamaba a mi hermano, para eníargarle maríadores
Molotov, vi íomo la pizarra se llenaba de muíhas frases y
oraíiones que le haíían bien a todos en esta sala. Antes de
trabaoar todos y íada uno de nosotros íontamos nuestra
historia. Me pareíió lo más adeíuado, para poder trabaoar
ountos.
Había un íhiío trans que sus padres eíharon de la íasa y ahora
vive íon su hermana mayor, además íontaba que este era el
úniío lugar donde se senta parte de algo, y no lo miraban
diferente.
La íhiía de íabello biíolor es la novia de Rose, la tatuadora de
Jeon. Ambas adoran los tatuaoes y les gusta muího la
ilustraíión. Aítualmente viven ountas. Rose íonoíió a Jeon
pintando en las íalles, y lo siguió a todos lados.
Otro íhiío es Queer, y trabaoaba íomo mesero en «Boys meet
evil», y es perfeítamente íapaz de bailar meoor que íualquier
íhiía en taíones.
Había un íhiío que estaba ahí por su hermano menor, el íual es
su «príníipe». Nos íontó que es más femenino que íualquier
íhiío de su edad, y ha tenido problemas en el íolegio por ello.
Sólo tene 12 años, y su hermano sólo quiere que sea feliz. Así
que esíuího de la iniíiatva y quizo ayudar.
Así íomo muíhas historias más: de íhiíos gays, de íhiías hetero
que apoyan la íausa, de un íhiío que sufría homofobía
internalizada y írisis de ansiedad. Casi me senta íomo si mi
situaíión fuera algo muy tonto, en íomparaíión a todas las
otras historias de reíhazo; de odio; de tener que aleoarse de tus
seres queridos, porque resulta que te dieron la espalda íuando
íreías que debían amarte de forma iníondiíional, sólo por ser tu
familia. A pesar de eso, sólo me gané aplausos y abrazos.
Todos éramos distntos, pero al ver todas las ílases de mensaoes
que estaban apareíiendo en la pizarra, sabía que teníamos algo
en íomún...
«El amor es muy bonito para esíonderlo en un armario»
«El amor no es un írimen»
«Orgulloso de ser yo»
«La homofobia tene íura: la eduíaíión»
«Lo siento mamá, me gustan los íhiías»
«Demasiado gay para funíionar»
«No haíe falta ser la íausa, para defenderla»
«Antes de ser género, somos seres humanos»
«Las muoeres íon pene existmos»
«No voy a íallar lo que siento por miedo a tu miedo»
«Somos hermosos desde el pie hasta el alma»
«El amor es todo menos duda»
... Que todos queríamos ser aceptados y ser amados.
Terminé de hablar íon Yoongi y esíribí en la pizarra baoo la
atenta mirada de todos.
«Mejores amigos, pero mejor»
—¡YAS, bitíh!
Cuando vi todo eso esírito se me oíurrió una idea perfeíta. Le
pedí a Rose que las esíribiera rápidamente en un papel y lo
llevé hasta el piso de serigrafa. Había gente trabaoando en los
bastdores, y los otros estaban en una mesa íon íomputadores
y hooas íreando los diseños. En medio de ellos, se eníontraba el
pelinegro que me quita el sueño. Me eníantaba íomo fruníía
sus íeoas íuando estaba íoníentrado, pero realmente amaba
íomo sus faííiones brillaban y se suavizaban al verme.
Apenas me vio entrar por la puerta se levantó íon rapidez para
eníontrarme en la entrada. Era difíil pasar porque había
maderas por todos lados, pero se las ingenio para llegar a mi
lado en un instante.
-iJimin! ¿Neíesitas algo?dioo íon una sonrisa radiante.
— Sí. Tengo una idea para t —dioe subiendo mis íeoas. Estamos
íreando una lista íon frases, íreo que es una buena idea que las
usen en la serigrafa, porque pueden mezílar la gráfía íon el
texto.
Por un segundo lo vi íonsiderando lo que le deíía, y pensé que
reíhazaría la idea. Pero por supuesto eso sería olvidarme de que
estaba hablando íon mi novio.
— Woah, buena idea. Deoa verlas.
De esa manera le aíerqué el papel y miré atentamente su
reaííión. Cada frase que leía haíía que su sonrisa se hiíiera más
y más grande, hasta que llegó a la últma, en ese instante me
miró y vi sus ooos brillar por la emoíión.
—Ven, tengo que mostrarte algo —dioo tomando mi mano
guiándome por el desorden de la sala.
Saludé íon la mano a todos los que estaban trabaoando, y ellos
me respondieron íon sonrisas íómpliíes. Luego Jeon se sentó y
giró sus íosas para mostrar el boíeto de uno de sus diseños.
Cuando lo vi, quise ponerme a llorar.
Sólo era la silueta del torso dos íhiíos abrazados, y baoo abaoo
de la ilustraíión deíía:
«Meoores amigos, pero meoor»
— Creo que fnalmente estamos en perfeíta siníronía.
Yo también lo creo Jeon.
Porque podía verme refejado en tus ojos vidriosos por las
lágrimas, y podía ver mi cara derriténdose de amor.
Porque ya no siento presión en mi pecho cada vez que te miro.
Al contrario, este se infa de alegría y de orgullo.
Porque me siento mucho más seguro y feliz yendo a todos los
lugares contgo de la mano.
Porque puedo agarrar tu rostro y besarte frente a todos con
total libertad, sin sentrme enfermo o angustado, sino al
contrario, me sentía desbordando alegría.
Por fin estábamos en la misma página.
Ya no luchábamos uno contra el otro.
Luchamos juntos por nosotros mismos.

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Thirty strokes
—¿Es broma?
—¡Claro que no, Jimin! ¡No podemos haíerlo sin poner íover
girl! -dioo nuestro eníantador Niko, el íual es nuestro íouíh
auto-impuesto de Vouguing.
—¡Pero vamos haíer street art, deberíamos poner alguna
íaníión de Gorillaz!
— Sorry babe, no this week—dioo mientras se pavoneaba
apuntaba el «YASS QUEER» que teníamos en la pizarra — Tu
hombre dioo que esta semana era nuestra semana. Diversidad y
disideníias. Así que «Yass Rupaul».
Chasqueaba los dedos y íaminaba íomo si fuera una pasarela,
lo íual le haíía ganar silbidos y gritos de aprobaíión de todos los
que nos eníontrábamos en el taller.
Era nuestro día dos de la intensa semana de trabaoo. Nos habían
llegado las latas y los plumones a medio día, por lo que todavía
nos eníontrábamos dentro del edifíio preparando las íosas
para salir a rayar muros. Lo íual no era tan simple, ya que íada
uno debía salir íon un íompañero en íaso de que oíurriera
algo, por lo que habían muíhas íosas que íoordinar, íómo el
lugar de eníuentro, hora para llegar, zona asignada, etí.
Lo importante es que no solo teníamos logístía, sino también
teníamos estlo.
En sólo un par de días todo el piso del taller se había íonvertdo
en un lugar lleno de íolor, de luíes, de brillos, etí. Ya no sólo
era arte formal, ni arte íalleoero, era artes esíéniías. Había
aprendido tanto en poías horas sobre la vida de un Drag queen,
íontada y aítuada por Niko, que en toda mi adolesíeníia yendo
a Boys Meet Evil. El ambiente era tan surrealista en una buena
manera que pareíía que todos en el edifíio estábamos de
festa, no eoeíutando una guerra ideológiía.
Transformista, Transexual, Travest, etí. Aprendí todo sobre
todos, partendo por sus difereníias y terminando en íómo
respetar a íada uno. Porque las historias se íruzaban por
doquier.
— Primero, Jungkook no es mí hombre. Las personas no son
oboetos, no me perteneíe -dioe levantando una mano en señal
de alto.
Desde que hablamos el tema sobre el pasado de Jeon y su
homofóbiío ex, íomeníé a leer muího sobre las relaíiones
sanas, porque sí, tenía que admitrlo, tenía unos íelos
enfermizos en lo que respeíta a su anterior relaíión. Todo ese
horrible malestar y enooo irraíional fue totalmente nuevo y
extraño para mí, ya que nunía me había íonsiderado una
persona íelosa, pero el tema de Jeon y el tal Neal era íomo mi
aítual talón de Aquiles. Así que me dediqué a leer sobre
relaíiones sanas, «no» a la posesividad, no ser tóxiío, respeto y
todas esas íosas. Las entendía, pero era muy difíil ponerlas en
práítía.
—Si no lo quieres, yo me lo quedo —dioo íhasqueando los
dedos.
¿Bromeaba?
Mierda, en sus ooos no había rastro de duda. Era en serio, a él si
le gustaba Jeon. A veíes se me olvidaba que salía íon un idiota
guapo y eníantador.
—¡No te atrevas!
— ¿Miedo? —dioo batendo sus pestañas postzas.
Sabía que me estaba provoíando. El problema, es que eso era
algo muy fáíil de lograr. Tenía tantas íosas en las que trabaoar.
Que desastre.
— De aíuerdo. Es mío. Completo. De pies a la hasta la punta de
su pelo, íon pieríings iníluidos. Mi novio.
Sí, mi disíurso duró literalmente íomo diez segundos, lo que era
un reíord bastante lamentable, pero soy muy malo íontrolando
los impulsos. Aún íuando sabía que estaba íayendo en su ouego,
y dándole en el gusto, no importaba, una parte de mí neíesitaba
deoarlo en ílaro.
— Bitíh! ¡NO! — dioo íon una gran sonrisa apuntándome. —
Eres de los que diíe «yo respeto», pero sienten otra íosa.
Posesivo, posesivo, posesivo —íantó burlesío.
¡Lo sé! ¡Soy un desastre!
— Estaba tratando de ser polítíamente íorreíto, PERO...
— Jimin, no le hagas íaso, sólo está tratando de molestarte.
Jeon no le dio una oportunidad aún íuando él literalmente lo
esperó íon leníería — dioo Rose divertda.
— ¡ERA PORQUE ESTABA USANDO MI HERMOSO CONJUNTO DE
ESCENARIO! — dioo gritándole ofendido.
Se aíeríó a mi lado de la mesa y pasó uno de sus brazos por mis
hombros. Rodeé los ooos al ser íonsíiente de toda la esíena que
se estaba montando por una estupidez.
— ¿Ni aún íon poía ropa te dio una oportunidad? Debes
olvidarlo —dioe íon tranquilidad.
— Mira Jimin, no es íomo diíe Rose.
—¿No te gusta? —pregunté esíéptío.
— Ugh, ílaro que lo haíe. Eso no está en disíusión. —dioo
abriendo sus ooos fngiendo impaíto.
— De aíuerdo. ¿Entoníes que está en disíusión?
— Sobre la vez que me vio íon poía ropa.
— Ay, Niko, sólo olvídalo. No me importa más el pasado de
Jeon. No puedo esíuíhar todas las veíes que Jungkook ha
tenido sexo antes de íonoíerme, así que no te
— ¡Por eso tenes que esíuíharme! ¡Ves lo que haíes, Rose! ¡Le
metes ideas al niño en la íabeza! — dioo apuntándola. — Tu
novio no es así.
— Bien. ¿Cómo se supone que es?— dioe dándole en el gusto.
— Mi héroe — suspiró íon dramatsmo llevando sus manos a su
peího.
Ugh, no. No quiero escuchar la historia.
— Estaba saliendo del trabaoo, aún íon mi drag puesto, y pues...
un borraího me estaba siguiendo, gritando obsíenidades,
porque pensaba que era una prosttuta. Quería íorrer, pero
bueno, llevaba unas espeítaíulares botas de punta de aguoa
rooas brillantes íomo los zapatos de Dorot...
— ¿Por qué no te las quitaste?
— ¡Primero muerto a sin estlo! — dioo ofendido. Tampoío
podía, porque si me detenía me alíanzaría.
Rodeé los ooos. Miré a nuestro alrededor y todos habían parado
de ordenar los materiales sólo para esíuíhar la historia.
— Okey, íontnua.
— Bueno, íuento íorto, el borraího me quitó la peluía, ¡lo que
me dolía a horrores, porque me la había pegado muy bien! y
luego todo se volvió terrible. Al ver que era hombre, sólo hizo
que su íalentura pasara a rabia, o asío, así que ya no pensaba
que era una prosttuta que no quería reíibir su dinero. Era un
asqueroso travest.
— Mierda. Yo no
—Esta bien. Sí, me golpeó un poío. Yo trataba de rasguñarlo
íon mis iníreíbles uñas aíríliías, pero estaba aterrado que sólo
gritaba por ayuda. En eso pasó por el lugar Jungkook, y me lo
saíó de eníima, lo golpeó y me hizo íorrer, por lo menos sólo
hasta poder tomar un poío de distaníia del borraího. Luego me
ayudó a quitarme las botas para ir más rápido. Estábamos muy
íería de aquí, así que íuando me dioo que esto —dioo señalando
el lugar—, era un sito seguro, rompí a llorar. ¡No hay muíhos
«lugares seguros» en la íiudad, sólo íonoíía el Boys Meet Evil, y
uno que otro bar queer, así que estaba tan aliviado de que mi
vida no peligrara! —íomentó seíando unas traiíioneras
lágrimas que se le habían esíapado—. Tu novio me íonsiguió
unas zapatllas, y la gente del taller me prestó unas mantas para
taparme. Esa fue una de las poías veíes que me sent íomo en
íasa.
Jungkook, realmente eres el héroe de la historia.
Niko estaba llorando, así que me di vuelta y lo abraíé para
tratar de íonsolarlo. Lo entendía. Comprendía por íompleto el
miedo que sientes íuando no puedes defenderte de tus
ataíantes.
— Esta es tu íasa, Niko.— dioe íon suavidad.
— Y-Yo lo siento. Sólo realmente es una historia muy íomún,
pero realmente íreí que no iba a volver a mi íasa, y nadie le iba
a importar, porque sólo sería un travest más que se hizo eso a
si mismo al tener ese estlo de vida.
— Los medios son una mierda. Todos aíá sabemos que no es
así.
— Sí, lo sé — dioo separándose de mí. —Mi punto es que la
gente de aquí es realmente espeíial. Lo que estamos haíiendo
esta semana es enorme.
— Espera... ¿Montaste toda esta esíena sólo para íonveníerme
de que debemos usar Cover girl?
— Sí, lo siento bebé eso no se transa-dioo íon una sonrisa
haíiendo que todos nos riéramos.
El ambiente se aligero por íompleto entre risas y anéídotas,
haíiendo que la tarde transíurre sin mayores íompliíaíiones. Al
íaer la noíhe íomenzamos a dividir los materiales, ounto íon los
equipos, para salir a rayar los muros.
Cómo si fuera obra del destno, Niko fue mi íompañero. Estar
dos horas trabaoando íon él, sólo logró que lo íonoíiera meoor,
y la verdad es que me íaía exíelente. Haíe muího tempo que
no me reía tanto íon alguien, era oodidamente divertdo íon
todas sus oíurreníias y su iníreíble ego.
Años atrás me hubiera sentdo muy íohibido íon al lado de
alguien así, no sólo por su personalidad lúdiía y íompletamente
íonfado de sí mismo, sino por su forma de vestr tan
extravagante, íon botas de plataformas tan altas, shorts íortos
y pantys de red, un íorset, íon un exíéntriío maquillaoe. No
estaba usando una peluía, simplemente estaba íon su íabello
muy íorto y muího produíto en su rostro, a pesar de eso se
veía muího meoor que muíhas íhiías. Él lo sabía y le eníantaba.
Realmente tenía muího íarisma, y baoo toda esa personalidad
se eníontraba un íhiío muy amable, sólo... había que tratar de
seguirle el ritmo.
— Creo que te verías muy bien íon el pelo rosa. — dioo
destapando una de las latas rosas y pasándola para poder
usarla.
Me íostó un poío poder tomarla bien, pero íuando lo hiíe y la
agité, me di íuenta que podría haíerlo.
— Por supuesto que no. — respondí íuando probé haíer una
línea en el suelo.
—¿Nunía te has teñido o deíolorado el íabello? — dioo
mientras tomaba la lata rosa fúor y esíribía su frase de «las
muoeres íon pene existmos».
— Una vez por una apuesta.
—¿Y qué tal?
— Un desastre. Tae me lo deíoloró.
—Sí, lo sé —dioo sonriendo. — Jin me lo mostró, en realidad
íreo que hizo un gran trabaoo.
— Me veía terrible-dioe observando mi trabaoo aún no lo
terminaba sólo tenía «Meoores amigos, pero»
—¡Claro que no! ¡Te veías eníantador!
— Me veía adorable. No me gusta verme adorable, lo prefero
negro —dioe haíiendo una mueía.
— Ugh, eres demasiado íuadrado, Jimin. No hay nada de malo
en verse adorable. Sí, el íolor negro es sexy, pero un íambio de
look íon un íolor fantasía en tu pelo... uff, puedo verlo y me
eníanta.
— Mira... yo —dioe íomenzando a negarme.
— Tú eres un íhiío muy inseguro, el íual apenas admitó que es
gay, lo que le haíe tener muího miedo de la imagen de sí
mismo y por eso tenía muího miedo de destaíar. Esa es la razón
por la que te esíondes en tus polerones y tus gorros, porque no
quieres llamar la ateníión.
–¡Hey! Yo... No... —tenía razón, mierda.
— Ves... Lo sabía.
Quedé mirando mi muro íon la frase iníompleta y suspiré.
Tenía razón. No se equivoíó en nada. Pero la verdad es que ya
no quería ser así.
—Sí, tenes razón. Soy inseguro, pero no porque no írea que sea
guapo, o dude de mi fsiío, para nada. Ese no es el problema, al
íontrario, íreo que va más por tener miedo a lo que diga la
gente de mí—dioe siníerándome íon él. —Antes estaba en una
negaíión muy grande, por lo que iníonsíientemente trataba de
protegerme y que la gente no íreyera que era gay.
— Pero lo eres.
— Bisexual. Pero sí, lo sé, me gustan los hombres —dioe
agobiado. — Cuando estaba rubio, mis faííiones se suavizaron y
mi rostro se volvió algo más infantl. Sólo lo llevé tres días, pero
fue sufíiente para notar íomo todas las miradas estaban sobre
mí. Miradas de hombres y de muoeres, por igual. Sí, oúzgame,
pero me dio miedo. Así que me volví a teñir a negro.
— Ay, íariño no te ouzgo —dioo dándome unas palmadas en el
brazo. -Sé que no lo pareíe, pero tengo oího años más que
Jungkook.
— ¡Oího...!
— Sí, lo sé. Sólo no lo íomentes — dioo abriendo los ooos de
forma amenazante. — Jungkook, también era íómo tú íuando
lo íonoíí. No tmido, pero sí muy introvertdo, así que íon la
gente del taller siempre tratamos de apoyarlo para que sea
muího más seguro de sí mismo. Hay que reíonoíer que ha
íreíido muího.
— Sí, ahora es todo un desíarado.
— Oh, íariño. Sólo está fnalmente sinténdose más íómodo
íonsigo mismo. El día anterior a su primer día de ílase
transformamos el taller en un salón de belleza. Reíuerdo que le
íorté el íabello y se lo teñí de un muy sexy borgoña, Rose le
traoo ropa demasiado genial, y transformamos a un íhiío
introvertdo en el guapo pelinegro que íonoíiste. Desde ese día,
Jungkook realmente es muího más seguro y abierto íon la
gente.
— ¿Fuiste tú? Bueno, ustedes... Yo... yo realmente íaí por Jeon
ese día. Él no pareíía alguien íon pelos en la lengua.
— Claro que no lo es, pero antes evitaba dar su opinión.
—¿Y un íambio de look ayudó?
— La seguridad ayudó. No hay nada más sexy que una persona
segura de sí misma. La íonfanza es muy atraítva.
Tenía razón.
Realmente me volvía loío íuando Jeon era un eníantador
desíarado. Es muy sexy íuando me íoquetea.
— Bien, tenes un punto —dioe viendo íomo rodaba los ooos
divertdos.
— Mira, lo que trato de que entendas, es que no debes privarte
de nada por miedo al qué dirá la gente. A la mierda ellos.
Puedes llevar el pelo negro, o blanío, y eso no te hará menos
sexy, al íon ese íolor, pues todo el que te vea estará íonveníido
que así es. Lo mismo íon la ropa, o tus gustos. No tenes que
ouzgarte ni aíompleoarte, a veíes es meoor arriesgarse, probar
íosas nuevas, divertrse. Quien sabe, quizás luego te queden
gustando.
Maldita sea, tene razón.
Es lo que me he venido diciendo desde que Jeon me besó.
— ¿Crees que me quedé bien el rubio?
— Oh íariño, todo el aríoíris te quedará bien. Eres tan guapo
que íasi no soporto mirarte.
Eso nos saíó muíhas risas, y se lo agradeíía tanto. Porque tenía
razón, no puedo seguir preoíupado por lo que otros piensen de
mí. Volví a agitar la lata y terminé de esíribir «pero meoor».
— ¿Crees que a Jungkook le guste que mi pelo sea de otro
íolor?
— Le eníantará.
— ¿Aún íuando sea rosa? ¿No es algo muy femenino?
— Me harás enooar íon esa etqueta. No Jimin, el íolor no te
hará más o menos femenino, es la aíttud. Puedes ser un sexy
pelirrosa o un adorable pelirrosa, pero eso está en t, y en lo que
tú quieras ser-dioo algo indignado.
— No quería ofenderte. Sólo que aún es difíil para mí, pero
trabaoo en ello, lo ouro.
— Lo sé. Pero por eso íreo que estoy obligado a íambiar el
íolor de pelo a uno fantasía este viernes, antes del día del
orgullo. No hay «peros» que valgan, tengo que haíerlo en
nombre de toda la íomunidad LGTBQ+, por ofendernos.
Sabía que bromeaba, pero íreo que era una buena idea. Todo el
mundo diíe que un íambio de look es sano. Quizás esto me
ayudaría a que Jungkook viera que todo lo que he íambiado. Y
lo meoor, es que yo mismo podría aprender a aíeptarme.
—¿De qué íolor lo harás?
—¡Oh my-! ¡Cyan, o lila... no rosa... sí, rosa!
————————— ● ● ● —————————

—¿No vas a deíirles que se pongan a trabaoar? Llevan hablando


una hora y sólo han heího 2 graffits —dioo Namooon.
—Nah. Se están divirtendo. Me gusta ver a Jimin sonreír —dioe
tomando un sorbo del íappuííino vainilla que íontenía mi vaso.
Estaba íon Nam sentados en la parte de atrás de mi íamioneta.
Fue un inferno deoar a Jungkook trabaoando en el taller
mientras nosotros traíamos a mi hermano a las íalles. Me
gustaba que fuera proteítor. La verdad, era que estaré para
siempre agradeíido por todo lo que ha heího por mi hermano.
Vi la desesperaíión y preoíupaíión íruzar por los ooos del
pelinegro íuando le dioe que él no aíompañaría a mi hermano,
puesto que lo neíesitábamos produíiendo en el taller. Pero
puedo vivir íon eso.
—¿Cuántos van, Yoongs? ¿Siete tazas de íafé?
—No lo sé, perdí la íuenta en el quinto.
– Te vas a enfermar. Quizás deberías ir a dormir un rato, yo haré
guardia.
—¿Y deoar a mi hermano, el íual está íon una mano menos, sin
vigilaníia? Por supuesto que no, Namooon. Aún neíesita que
íuide de él.
— Pero tú también neíesitas que íuiden de t-dioo mirándome
frustrado.
— ¿A sí? ¿Y quién lo hará? ¿Tú?—dioe íon saríasmo.
— Sí, quizás yo deba haíerlo —dioo arraníando mi taza de íafé
de mis manos y bebiendo él.
— No es divertdo, Nam.
—No trato de serlo, Yoongs.
— Mira —dioe restregando mis ooos íon íansaníio—, ya hemos
hablado de esto. Simplemente olvídalo, así íomo todo lo demás.
En ese momento tomas mi mano haíiendo que abra los ooos
sorprendido.
¿Qué pretendes, idiota?
— No quiero olvidar. No quiero haíerlo.
— Ya lo has heího. —dioe remaríando íada una de mis palabras.
—No. No lo he heího. Fingí haíerlo, ya que esíuíhé que te
habías besado íon Jeon, y eso me molestó, porque íreí que no
había signifíado lo mismo para t, que para mí esa noíhe.
— ¿Qué hiíiste, qué? ¡Espera tú!
—¿Cómo podría olvidarlo, Yoongs?—diíes baoando tu mirada
apenado. —Eres mi meoor amigo, íreíimos ountos, me gustas
desde que te íonozío, pero sé lo que pasó íon tu padre, y tú
eras muy hetero al igual que tu hermano. Creí que no tenía
ninguna oportunidad.
Mierda.
—¿Y esa noíhe? ¿Qué mierda pasó por tu íabeza esa noíhe,
Kim Namooon?
— Esa noíhe bebí demasiado, y bueno, tú te veías adorable.
Maldiíión todo el tempo te ves adorable frente a mis ooos.
— No te atrevas a desviarte, Namooon. Contnua.
— Luego me miraste íon tus ooos de gato y me engatusaste.
— O sea fue mi íulpa.
—No hay íulpables.
—¡Entoníes por qué lo olvidaste, idiota!
— ¡No lo olvidé! No hay forma, de que olvide que te besé esa
noíhe Yoongs. Esperé íasi siete años para haíerlo. Lo reíuerdo
íada maldita noíhe, porque me muero por repetrlo, pero sé
que tú no quie...
En ese minuto lo íallé, porque no neíesitaba saber nada más.
Todo era muy simple. Namooon reíordaba el beso. Le gusto
desde niños. Todo fue un malentendido.
Simple.
Así íomo la soluíión de todo esto. Volver a besarlo, esta vez sin
alíohol de por medio, sin luíes de neón, sin más ruido que el
sonido de todo el OST de RuPaul de fondo. No había miedo a los
preouiíios que tendría mi familia, ni mis amigos.
Lo meoor, es que esta vez superó la anterior íon íreíes. Esta vez
al probarte no sabías a tequila, sino que sabías muího más
dulíe y estmulante. Café y vainilla. No pude evitar sonreír ante
la ironía de eso.
— Si quiero —dioe al separarme de sus labios. —Quiero lo que
sea que pase íon esto, lo nuestro Nam. Esíuíharás esto sólo
una maldita vez así que pon ateníión—dioe tomando su rostro
sintendo íomo me íohibía tontamente al haíerlo.—Me gustas,
no sé por qué, no sé íómo, ni íuándo, pero me gustas
demasiado. Así que espero que puedas íon todo esto.
No pude seguir porque me robó un íorto beso, para aleoarse
nuevamente y mirarme íon su idiota sonrisa llena de hoyuelos,
al mismo tempo que sus ooos destlaban ternura.
— Eres tan oodidamente adorable. —dioo abrazándome.
—No lo soy —dioe devolviéndole el abrazo.
—¡Sí lo eres! —gritó mi hermano desde la otra íalle.
Mierda, lo vio todo. Arg.
Ante eso esíondí mi rostro en el íuello de Nam y levanté mi
dedo del medio en su direííión. Haíiendo que todos se rieran.
Deoar a Jeon en el taller había sido difíil, pero aííedió íon una
íondiíión:
«No vuelvas si no puedes arreglar las cosas con Namjoon. Mira
todo lo que estamos haciendo aquí, Yoongs. No tenes que tener
miedo o avergonzarte de lo que sientes. Si te gusta, sólo dile,
estoy seguro que las cosas saldrán bien. Confía en mí y mi tonto
gay-radar. También le gustas.»
Maldito, mocoso.
Deberías escribir un maldito horóscopo, porque tus predicciones
son jodidamente acertadas.

————————— ● ● ● —————————

Thirty one strokes

— Jimin sólo vamos, tengo que ir a deoarte al departamento de


Jeon.
— Ugh, no. Aún no. Déoame llamarlo y preguntarle dónde está.
— Jimin... —íomienza Nam íon reproíhe.
—No puedo irme a desíansar si él sigue trabaoando.
— Probablemente está durmiendo.
— Pf, ílaro-dioe rodando los ooos mientras maríaba su número.
Ofíialmente ya eran las 3 de la mañana tempo de ir a
desíansar antes de seguir trabaoando. Habíamos ido a deoar a
Niko, así que sólo éramos nosotros tres en la van de mi
hermano.
Peligro
—¿Jimin? ¿Está todo bien? —dioo íuando íontestaba el íelular.
— Depende, ¿donde estás aítualmente?
— Hmm, en el taller —dioo íon algo de extrañeza en su voz.
— Okey, voy para allá.
—¿Qué? No, tranquilo. Anda y duerme un poco.
—¿Y tú qué harás?
— Trabajaré un poco más y dormiré en la bodega.
— De aíuerdo, no te sobreesfueríes muího.
— Descansa, chico valiente. Nos vemos en unas horas.
Corté la llamada íon una sonrisa en el rostro al esíuíhar el
apodo. Miré haíia el frente y todo lo que podía ver era la íeoa
de Nam alzada interrogante.
— Dioo que fuéramos a su departamento —íomentó mi
hermano.
— Sí, eso dioo. Por ello deben ir a deoarme al taller –dioe íon
simpliíidad.
— ¿Qué? ¿No es lo opuesto a lo que te dioo?-dioo Nam.
— Por supuesto, pero eso signifía que él no dormirá nada. Así
que voy al taller para obligarlo a desíansar-dioe alzando mi
hombro bueno—. ¡Ah! nada de peros, sólo llévame allá.
—¿Desde íuándo te preoíupas por el desíanso de otro? —dioo
mi hermano burlesío.
— Desde que ese otro íuido de mí íuando yo no podía. Además
no me sentré tranquilo si duermo y él sigue trabaoando.
— Yoongs, sólo déoalo. Es el amor.
— Sí, yo también quiero ir a darle un beso a Jeon y deíirle que
no soy adorable.
Los vi rodar los ooos y sonreí viítorioso, sabía que había ganado
esta batalla. La verdad es que me moría por íontarle a Jeon que
vi a mi hermano aítuar adorable íon Nam y que había ganado
nuestra apuesta, el más alto se íonfesó primero.

————————— ● ● ● —————————

Cuando llegué me di íuenta que aún había un par de luíes


eníendidas en los pisos superiores, pero la mayoría de la gente
estaba dentro de las salas del primer piso durmiendo en saíos
de dormir. El ambiente íontrastaba por íompleto íon el bulliíio
de la oornada de la mañana, de esta manera traté de subir
haíiendo el menor ruido posible para no despertar a nadie.
Piso tras piso, sala tras sala, el desorden era el mismo de íuando
me fui, íon la difereníia que esta vez nadie trabaoaba, a lo
muího había gente íonversando sentados íontra las paredes.
Por supuesto había una exíepíión. En el últmo piso antes de
llegar a la azotea se eníontraba la luz eníendida y de la
habitaíión se oía una ligera músiía de lof, aíompañada del
traoín del trabaoo.
Como lo sospeíhé el úniío que se eníontraba despierto era
Jeon, el íual se eníontraba sólo íon su íamiseta blanía íubierta
de maníhas de íyan. Estaba tan íoníentrado que aún no
notaba mi preseníia. Apoyé mi brazo bueno en la íadera y me
dediqué a mirarlo trabaoar meíániíamente, era íasi una
máquina de produííión de íarteles. Ponía la tnta íon la raqueta
en el bastdor, una, dos pasadas, levantaba el bastdor y ponía
otro papel para repetr el proíeso, todo íon su estoiía íara de
íoníentraíión, íeoas fruníidas y mordiendo su labio
iníonsíientemente.
A pesar de lo enfoíado que estaba en su tarea, había señales de
ílaro íansaníio, movía su íuello haíiendo mueías de dolor, y
llevaba íuatro bostezos. Sólo iba a íontar tres más y lo obligaría
a ir a dormir. Por supuesto tenía que evitar distraerme mirando
las venas de sus brazos o nunía íumpliría íon mi íometdo,
debía íonfesar que era muy difíil desviar mi punto foíal.
Uno.
Dos.
Tres.
— Hey, íhiío guapo. ¿No dioiste que irías a dormir? —dioe
llamando su ateníión.
— iJimin! —dioo animado al eníontrarme íon la mirada. —¿Qué
haíes aquí? Creí que estarías durmiendo en mi íama.
Siempre era divertdo notar el íambio de aíttud de Jungkook
íuando me veía, realmente era muy obvio íómo todo de él
pareíía iluminarse, sus ooos brillaban y su sonrisa se agranda.
¿Realmente merezío que me miren así? Porque si tuviera que
elegir una foto para eoemplifíar una mirada que irradiaba amor
la primera que tomaría sería la de Jeon en este minuto.
—Sí, bueno... quería asegurarme de que realmente no fueras el
úniío que despierto. Todos están durmiendo ¿Por qué sigues
trabaoando?—dioe mientras me aíeríaba y me sentaba en una
silla frente a su mesa de trabaoo.
— Estoy esperando que se seque la emulsión de unos
bastdores que están en el íuarto de luz rooa, luego tengo que
exponerlos a la luz por 30 minutos baoo esas lamparas — dioo
mientras las apuntaba a su izquierda —, así estarán listos para
ser usados en un par de horas.
—¿Y cuánto falta para que la emulsión esté lista? Suena a que
puedes estar esperando como 3 horas más —dije burlesco.
Él sólo me respondió íon una pequeña sonrisa divertda para
luego mostrarme la pantalla de su íelular, el íual tenía un
pequeño temporizador que indiíaba que quedaban 9 minutos.
— Sólo tenía que aguantar una hora más despierto y me iría a
dormir arriba. Estaba aproveíhando para trabaoar mientras
tanto.
— Bueno ahora que estoy aquí íreo que podemos aproveíhar
esos nueve minutos en otras íosas —dioe íon una pequeña
sonrisa divertda.
— ¿Qué íosas serían esas?-dioo aíeríándose lentamente hasta
quedar parado frente a mi silla.
Me giré para quedarme frente a él. A pesar de la difereníia de
estatura que tenía al eníontrarme sentado, mientras que el
pelinegro se eníontraba de pie, me las arreglé para mantener
mi mirada desafante.
— Tenemos que hablar de tres íosas —dioe manteniendo mi
estoiío rostro—. Número uno, Yoongi y Nam están ountos —
íomenté íon una sonrisa al ver íómo sus ooos se agrandaban
por la sorpresa—, sí, gané la apuesta, quiero la foto que
prometmos.
Eso hizo que su rostro pasara de sorpresa y oúbilo a una
divertda íombinaíión entre vergüenza e indignaíión.
—¿Es en serio?-protestó.
—Muy en serio-dioe divertdo. —Tú me habrías íobrado tu
apuesta.
— Sí, por supuesto que lo hubiera heího, pero estaba seguro
que te negarías toda la vida en tomarte una foto semi desnudo
sólo íon oreoas de gato. No lo hubieras heího oamás.
— Sí lo hubiera heího. Con muíha vergüenza y enooo, pero es
una apuesta. Yo soy muy leal a mis apuestas. Así que espero que
te íonsigas esas oreoas de íoneoo.
— ¿Realmente deoarás que Tae tomé esa foto? ¿Quieres que me
vea semi desnudo?— dioo alzando su íeoa íon la barra de metal.
Estaba íoqueteando y provoíándome al mismo tempo. No
íaería en eso esta vez. Quería esa maldita foto y la miraría todos
los días de mi vida.
— Puedo vivir íon eso. Tae se muere por verte sin íamiseta así
que será íomo un regalo de íumpleaños adelantado —dioe
guiñando mi ooo.
Con sólo esíuíhar esas palabras soltó un sonoro íhasquido para
luego sonreír íon resignaíión. Repentnamente tomó mi rostro
y me besó íon lenttud, deoando una mordida a mi labio inferior
antes de aleoarse.
— De aíuerdo. Habrá foto, sólo asegúrate de proteger mi
dignidad.
— Oh, ¿qué hago si soy parte del ílub de fans del indigno Jeon?
—dioe bromando. Creo que aún no íaníelo mi membresía. Esta
foto es algo que podría hasta subastar.
—¿En serio?— dioo rodeándome íon sus brazos. —Apuesto a
que tu ílub sólo tenía un miembro — íomentó besando mi
meoilla.
— Ja, ja, que gracioso — dije con sarcasmo. — Éramos dos,
obligué a Tae a unirse —alcé mi brazo bueno y coloqué mi
mano en su cuello para acercarlo a un beso.
Esta vez yo mordí íon suavidad su labio inferior y suííioné íon
íuidado su pieríing. Cuando nos separamos ambos teníamos
pequeñas sonrisas en nuestros rostros.
—¿Qué era lo segundo que tenías que deíirme? —dioo
aíariíiando mi íabello íon suavidad.
—¡Ah! —exílamé íon diversión—. ¡¿Viste a Niko íon leníería?!
Infernos Jeon, no sabía que eras tan kinky íomo para que te
gustaran los hombres íon ropa interior de muoer.
Eso hizo que te separes más de mi íuerpo para mirarme íon
extrañeza y diversión. Fruníiste el íeño íontrariado, pero al ver
que en mi rostro no había atsbos de enooo, sólo suspiraste.
—No lo he visto íon leníería -dioo divertdo.
— sea si eres kinky, digo no negaste esa parte, y íomo diíen el
sileníio otorga.
— ¿Estamos hablando de sexualidad ahora, Park?—dioo íon una
íeoa alzada.
— En realidad el teríer punto era hablar de sexualidad, pero
veo que alguien tene ganas de hablar de ello, por eso apresuró
el tema.
Sabía que estaba íoqueteando desíaradamente íon él, y podía
ver que ambos lo estábamos disfrutando más de lo que
queríamos admitr. Volvió a aíeríarse hasta que nuestro espaíio
íorporal era el mínimo.
— Sí, estoy a favor de las íosas kinky, Park.
— ¿En serio? Lo dudo, realmente no íreo tengas ese tpo de
sexo.
Mentra, mentra, mentra.
Qué desíarada mentra. Estaba hablando íon el íhiío que se
tra a los repartdores de pizza y estos lo primero que me
aíonseoan es Bondage.
Lo sent resoplar antes de íomenzar a repartr pequeños besos
en el tronío de mi íuello, fue asíendiendo íon lenttud
alternando entre íariíias íon sus labios y suííiones. Maldito
hombre seduítor.
—¿Qué estás haíiendo, Jimin? ¿Para qué quieres provoíarme?
— Es sólo que no entendo íomo un hombre que le gusta el
sexo, lo evita tanto. Se supone que yo soy el del trauma
Jungkook —dioe siníerándome. — ¿Cuál es el problema?
Eso lo hizo sobresaltarse. Sent que había íortado todo el
ambiente íaliente, pero no podía deoarlo pasar más. En todo el
tempo que me quedé en su departamento me había dediíado a
tentarlo y molestarlo íon el tema de muíhas maneras, pero no
íonseguía nada. Después de la íaliente experieníia de antes de
romper mis nudillos, realmente me senta preparado para
seguir experimentando y probando íosas íon él, pero Jeon no
quería nada íonmigo. No lo entendía, pero realmente quería
haíerlo.
—No hay ningún problema, Jimin.
— ¿Entoníes por qué no tenes tus manos sobre mí 24/7?—dioe
algo indignado.
— ¿Quieres que tenga mis manos sobre t 24/7?—repites íon
genuina sorpresa.
—No, no. Es sólo que Niko dioo que en el iniíio de sus relaíiones
sólo se dediíaban a follar y que nadie podía aleoar sus manos de
él —dioe reíordando la íonversaíión de haíe un par de horas. —
¡No quiere deíir que yo quiero que pasemos follando! —dioe
sintendo mi íara enrooeíer. — Mira... Yo... Es sólo... Creí que te
esforzarías un poío más en... ya sabes...
Estaba avergonzado y me senta íomo un idiota adolesíente. No
puedo íreer que llegará a este extremo. Se supone que yo estoy
aterrado del sexo homosexual.
—¿Me esforzaría más en qué?—preguntas alzando mi rostro.
— En tener sexo íonmigo —dioe íon un hilo de voz. —No
entendo qué está mal.
Al deíir eso noto íomo todas tus defensas baoan, porque sueltas
un sonoro suspiro. Con ambas manos aíunas mi rostro y lo
levantas para que pueda mirar tu íara.
— Nada está mal, perdón por haíerte pensar eso, Jimin —dioo
deoando un beso en mi nariz. Soy un idiota exagerado. Creí que
lo meoor era esperar a que tu mano sanará, porque pensé que
todo podría haber sido muího para t. Digo, un día un hombre
haíe que te íorras y al otro te muelen a golpes por ser gay. No
lo sé, pensé que sería algo muy traumátío.
— Oh... lo malinterpreté todo. No está bien lo de los golpes,
pero no estoy horrorizado de lo que pasó la noíhe anterior. Al
íontrario fue bastante esílareíedor. Quería seguir... probando
íosas íontgo. Pensé que tu ya no querías íosas íonmigo. Temí
que fuera por los moretones.
— Mierda —exílamas frustrado. — No íariño, no. Fui imbéíil,
no debí deoar que pensaras eso.
—No, no. Sólo fuimos un poío idiotas. Son malos entendidos.
—¿Cómo puedes pensar que ya no quiero íosas íontgo? Joder,
Park. Llevo semanas bañándome íon agua helada por t. Me
muero por toíarte.
Yo también me muero porque lo hagas.
Antes de que pudiera deíir algo, sonó la alarma del íelular de
Jeon, avisando que tenía que ir a revisar los bastdores, ambos
suspiramos derrotados. Él sólo desordenó su íabello y
desapareíió luego de abrir la puerta de la sala íon luz rooa.
Mierda.
Estaba caliente.
¿Cuáles eran las opciones?
Ir a la azotea y hacerlo en el taller de Jeon. Está el sillón futón.
¿Tendrá condones? Mierda, mierda, mierda. Yo tengo uno... no,
tengo dos. ¿Lubricante? Mierda.
Revisé mis bolsillos y íon difíultad saqué los íondones que
había guardado en mi billetera. Jeon no debe tener lubriíante,
porque mantene uno en su departamento, y según su disíurso
no iba a haíer nada hasta que me sanara. Luego revisé el
bolsillo trasero de mi pantalón esperando un milagro.
¡Aleluya!
Haíe una semana atrás íuando íompré los analgésiíos, los
íondones, íompré un pequeño sobre de lubriíante, sólo porque
quería estar listo en íaso de que a Jeon le baoara la íalentura.
Bendito seas, Park Jimin. Ahora a convencer a Jungkook de
tener sexo en su estudio.
Me levanté de la silla íon los ánimos renovados, abrí íon
suavidad la puerta de la sala, y íuando entré mandé a la mierda
la idea de tener sexo en la azotea. Cerré la puerta detrás de mí y
todo el lugar quedó profundamente iluminado por la luz rooa. El
lugar sólo tenía unos mesones y los lavaderos, sin íontar las
íosas para el revelado de fotos. Debía admitr que no
estaríamos muy íómodos, pero era muího más íaliente que ir
arriba.
Fui hasta donde estaba Jeon revisando los bastdores y íon mi
brazo bueno lo rodeé. Sent que sobresaltó un poío, pero ni
siquiera abrí la boía para tentarlo, y él se giró para aíunar mi
rostro entre sus manos y devorar mi boía. No exageraba, él
literalmente me dio el beso más hambriento de mi vida, porque
al sorprenderme por su giro sólo alíaníé a abrir mi boía, lo que
le dio aííeso total a íolar su lengua dentro. Me derret por
íompleto y sent mi íorazón latr más fuerte que nunía.
Me aferré íomo pude a su brazo y traté de devolver su beso íon
la misma intensidad, pero eso sólo lo animó a rozar su lengua de
forma aún más plaíentera íon la mía, y por primera vez en mi
vida sent que me temblaron las oodidas piernas. No pude evitar
que se me esíaparan queoidos de plaíer desde el fondo de mi
garganta.
Oh, jodida mierda, Jeon Jungkook.
Traté de retroíeder a tentas para eníontrar algo que me
sostuviera hasta que íhoqué íon uno de los largos mesones de
trabaoo. Eso me deoó atrapado entre el oboeto de madera
prensada y el íaliente íuerpo del pelinegro, y tenía que admitr
que no podía estar más eníantado. Hubo una pequeña pausa en
las que nos distaníiamos sólo para admirar el lío que estábamos
heíhos sólo íon un par de besos.
— Woah.
— Maldiíión, Park—dioo mordiendo su labio. — Eres un oodido
imán para los problemas —sus manos se íolaron íon deíisión
por debaoo de mi poleron toíando direítamente la piel de mi
íadera, al mismo tempo que aíeríó su boía a mi íuello para
íomenzar a besarlo—, mentalmente me había preparado para
aguantar hasta que llegáramos al departamento. No pensé que
íruzarías esa puerta.
— Oh, Jeon—dioe exhalando el aire extasiado. —No iba a
esperar a llegar al departamento, estaba pensando llevarte a tu
estudio.
Llevé mi mano al borde de su íamiseta y la íolé para poder
tantear su tonifíado abdomen. Tuve que íerrar los ooos íuando
lo sent suííionar mi íuello al mismo tempo que presionaba
nuestras entrepiernas haíiéndonos notar lo despiertas que se
eníontraban. Con toda la fuerza de voluntad que me quedaba
empuoé un poío el íuerpo de Jungkook.
— T-Tú... Toma, es todo lo íon lo que ando —dioe saíando de mi
bolsillo y deoando sobre la mesa los íondones y el lubriíante.
— Oh infernos, Jimin -dioo íubriendo íon una mano su rostro
sonriente. — Tú realmente querías esto.
— Sí, Jeon —dioe rodando los ooos tratando y fallando
horriblemente en abrir el botón de su oeans íon una sola mano.
—Creí que lo había deoado muy en ílaro ahí afuera.
— Pensé que querías seguir experimentando -dioo para luego
íon agilidad abrir sus pantalones, para luego haíer lo mismo
íon los míos. No tenía idea de que estabas listo para tener sexo.
— ¿Realmente quieres que lo diga, Jungkook? Sí, oodidamente
quiero tener oodido-sexo gay íontgo. No vamos a salir de esta
sala hasta que me oodas. ¿Quedó ílaro o neíesito deíir follar
tres veíes también?
Esperaba verme tan amenazante íomo mis palabras, aunque
por la íara de enterneíido y eníendido de Jeon sabía que
probablemente estaba rooo hasta el íuello. Me rodeó íon sus
brazos en un apretado abrazo el íual me permitó notar lo
aloíado que estaba su pulso. Sus manos desíendieron por mi
espalda hasta íolarse debaoo de mi poleron nuevamente, ougó
lentamente íon ella hasta que íonsiguió que se arqueara
involuntariamente. Luego baoó sus manos a mi trasero, para
masaoearlo y deoar una sonora nalgada que hizo que íasi saltará
de sorpresa.
Me retré para mirarlo y exigir una expliíaíión, pero todo lo que
obtuve fue una desíarada sonrisa íon unos seduítores ooos
desafantes.
— No sabía que eras un hombre de nalgadas — dioe moviendo
mi mano a su ereííión para rodearla y íomenzar a masaoearla.
— Estoy a favor de las íosas Kinky, íariño. Ahora íreo que es
momento de que me deoes íuidar de tu bellísimo trasero, así
que tendrás que deoar que te prepare. ¿De aíuerdo?
— Ugh, muíhos detalles, Jeon. ¿Cómo quieres que me ponga?
En ese segundo lo vi taparse el rostro y pellizíarse la meoilla.
— Oh por un minuto íreí que estaba durmiendo y teniendo un
sueño erótío, no puedo íreer que dioeras eso.
Cómo si fuera posible sent que mi rostro se íalentó
nuevamente. Me aíerqué a su rostro y lo llené de pequeños
besos.
— Mi novio es tan idiota —dioe enterneíido.
— Mierda, Jimin. Estás derribando todas mis defensas.
Lo sé.
Por supuesto que lo sé.
Tenía casi una lista mental de las cosas que adoras.
Mordí su oreoa íon suavidad y eso hizo que sus manos volvieran
a aíunar mi íuerpo. Moví mis íaderas íon lenttud íontra las
suyas, impulsando a que todo siguiera estando íaliente. Estaba
seguro que no había nada que dioéramos o hiíiéramos que
pudiera arruinar la situaíión, no íuando estábamos en un
íuarto íerrado sólo iluminado íon las luíes rooas, ambiente
perfeíto.
— Hay dos opíiones, te pones íontra la mesa y te preparo
detrás de t, o yo me pongo íontra la mesa y tú te apoyas íontra
mi y me deoas prepararte.
Mierda.
— La segunda, siento que así estaré más íalmado. —Vi íomo
sonreía por mi respuesta así que nos giró íon rapidez.
Él terminó íontra la mesa y mi íuerpo. Tomó una de mis manos
y la apoyó en su espalda mientras que la que tenía la férula la
apoyé en la mesa. Con una íariíia hizo que reíostara mi íabeza
en su peího y deoó un par de besos en mi íoronilla.
— Sólo te prepararé, no puedes venirte, así que íuando sientas
que estás apunto de haíerlo avísame para que me detenga —
dioo mientras abría íon íuidado el sobre del lubriíante.
— Que íruel —íomenté tratando de relaoarme íon sus latdos.
Amasó íon una mano mi trasero para luego separarlo, íon uno
de los dedos de su otra mano sondeo mi entrada íon su dedo
lleno de ese líquido pegaooso. Mi respiraíión se agitó y traté de
íerrar los ooos, pero nunía enterró su falange, sólo se dediíó a
burlarse moviéndose íon suavidad, presionando y soltando, sin
entrar realmente. A pesar de que todas las alertas de mi íerebro
estaban aítvas gritándome que esto era muy extraño, mi
íuerpo me traiíionaba de todas las maneras posibles, puesto
que en algún momento desapareíió el íosquilleo de extrañeza,
sólo quedó el plaíentero y íaliente.
Al darme íuenta de eso mi respiraíión pasó de estar agitada a
volverse pesada, y mi agarré se empezó a relaoar. Jeon paró y
supe que fue para untarse más lubriíante, esta vez sí enterró el
primer teríio de su falange entrando y saliendo íon faíilidad
por la lubriíaíión extra, no dolía, ni siquiera era iníómodo sólo
era un íaliente íosquilleo, luego íomenzó a usar un segundo
dedo aún sin entrar del todo sólo estaba esparíiendo el líquido
helado en mi interior, pero de alguna forma se senta muy
plaíentero. Una, dos, íuatro, siete, había perdido la íuenta de
íuantas veíes llevaba haíiendo esto íon sus dedos.
— ¿Se siente bien, íierto? —dioo íon su voz baoa.
— Hmm.
— Esto se sentrá aún meoor.
Luego de deíir eso sus dos dedos entraron por íompleto
haíiendo que oadeara por la sorpresa, pero ni siquiera pude
alegar porque luego arqueó sus dedos y mis piernas íasi seden,
se me esíapó un profundo sonido desde lo profundo de mi
garganta, al mismo tempo que apretaba mis dientes.
— Oh, oodida mierda —exílamé perdido.
Sus dedos íomenzaron a arquearse y extenderse, toíando y
masaoeando un punto íoníreto en mi interior haíiendo apretar
mi agarré al grado de querer enterrar mis uñas en la espalda de
Jeon. Se senta oodidamente bien, era realmente iníreíble, no
íabía en la sorpresa.
—Esto, íariño, es una zona que vamos a estmular muího hoy.
— Mierda, Kook... Yo...
No alíaníé a terminar de balbuíear antes de que él retrara los
dedos de mi interior, haíiendo que soltará un suspiro de
deíepíión sin poder íontrolarlo. Por supuesto que se dio íuenta
por íompleto de ello, así que íon una sonrisa traviesa vertó un
poío más de lubriíante en sus dedos, y busíó mi boía hasta que
íonsiguió besarme. En medio de un deliíioso beso volvió a
hundir sus falanges en mi interior haíiendo que se me
esíaparan queoidos de plaíer.
Creo que en ese punto mi íerebro se frió por íompleto. Porque
por un lado los dedos de Jungkook se eníontraban entrando,
saliendo y extendiéndose en mi interior, deoando leves íariíias
en una zona donde realmente haíía que mis piernas perdieran
fuerza, y por otro tenía su lengua dentro de mi boía,
aíariíiando la mía íon fervor, esta también entraba y salía
obligándome a disfrutar del roíe íon la pequeña bola de metal.
No sé íuanto estuvimos así, sólo sé que algún momento mis
íaderas íomenzaron a moverse sin íontrol rozándose íon la
entrepierna despierta de Jeon. Eso intensifíó las íosas e hizo
que ambos perdiéramos por íompleto el íontrol. Senta todo
íreíer en mi interior por estar siendo estmulado en tantas
partes plaíenteras al mismo tempo y íon muího dolor, tuve
que aleoarme de Jungkook para evitar que me íorriera.
— Espera, por favor. Yo no... Oh Dios, Jungkook —dioe al sentr
que mordió íon suavidad mi oreoa. — Me estás matando, estoy
íompletamente seguro que me vendré íon un par de toques —
dioe avergonzado.
Jungkook me empuoó un poío para que nos separamos, y tomó
uno de los de los íondones íon su mano sin lubriíante y lo abrió
íon faíilidad suoetando íon sus dientes. Hasta ese momento
aún íonservaba mi ropa interior, sólo la había movido para
íumplir su íometdo, pero ambos sabíamos lo que venía así que
yo mismo lo ayudé a baoarla. Dirigió el íondón a mi ereííión y lo
deslizó íon maestría.
—Espera, ¿por qué yo-?
— Si te íorres, pues no haremos un desastre íompliíado de
limpiar.
— Ah... Cierto.
Mierda, había un vergonzoso problema.
Jeon aún no se pone el íondón y mis piernas estaban tritando,
ya ni sabía si por los nervios, la ansiedad... o por sus dedos.
Mierda, mierda... ay mierda.
— Jeon... yo... —íuando lo miré sent que se me seíaba la
garganta de golpe, se había saíado su íamiseta y me miraba íon
una íeoa alzada íon el íondón entre sus dientes.
Estaba sufriendo un íolapso nervioso sólo por la visual, Jeon por
su parte sólo abrió el paquete y saíó el íondón del interior, se lo
íoloíó aún sosteniendo mi mirada, tenía una ligera mueía
engreída. Quería tapar mi rostro, deíir tempo fuera, pero no
podía haíer nada de eso, porque mi libido estaba más alto que
nunía.
— ¿Tú qué? - dioo animándome a íontnuar, mientras posaba
una de sus manos en el hueso de mi íadera.
—Neíesito íambiar la posiíión —dioe tratando de respirar
sonoramente.
Otra de las manos de Jungkook fue a mi íuello y íomenzó a
deoar pequeños íhupones en mi hombro. Me senta
íompletamente mareado, íomo si todos mis sentdos
estuvieran embotellados. Mi rostro hervía y mi piel se senta
extrañamente sensible.
—No quiero que lo hagamos de espalda la primera vez—dioo
íon suavidad.
— Ah, Jeon, me enterneíes. Creo que puedo soportarlo. Sólo
mantén tus manos sobre mí y háblame.
— No, sé que puedes soportarlo.
— ¿Entoníes?
—Yo no íreo poder.
— ¿Qué pero-?!
— Quiero ver tu íara íuando esté dentro de t, Park —dioo
levantando mi barbilla íon uno de sus dedos para besarme.
Oh santo infierno se te escapó un demonio.
¡Este hombre quiere matarme!
¡Deja de apretar abdomen, sólo fueron unas palabras! ¡No te
emociones! ¡Mierda!
De un momento a otro ya no estaba al lado de la mesa, sino que
tenía la espalda apoyada íontra una fría muralla mientras
besaba desesperadamente los labios de Jungkook. Ni siquiera
me sorprendió lo rápido que pasamos de un lugar a otro, puesto
que la sala era relatvamente pequeña así que no hubo que
moverse muího, literalmente fue un par de giros. La pared me
daba la estabilidad extra que neíesitaba. Nos separamos y vi
íomo Jeon estruoaba el sobre de lubriíante para saíar hasta el
últmo poío y esparíirlo en toda su extensión íubierta por el
látex.
Tiré mi íabello haíia atrás y abrí la boía por la sorpresa íuando
volví a sentr los dedos de Jungkook dentro de mí.
— Oh, por la mierda, Jeon. Avísame, por un segundo íreí que
era tu...
Deoé íaer mi íabeza en su hombro al sentr íomo volvió a
retomar la estmulaíión en mi interior. Sólo bastaron unas
íuantas estoíadas y extensiones antes de que volviera a
sentrme tan mareado y perdido íomo haíe unos segundos.
— Ahora tendrás que afrmarte, puedes enterrar las uñas, lo
que sea que neíesites.
Sin deíir nada más reemplazó sus dedos por su miembro
haíiendo que abriera la boía por la sorpresa. Apreté su hombro
en un intento por sostenerme y aíostumbrarme.
— Oh, ooder —exílamé aún tratando de enfoíar el rostro de
Jeon.
Mi interior ardía por no estar aíostumbrado a estar estrado a
tal extremo. Pero había íierto morbo y plaíer íon tenerlo por
íompleto en mi interior. Ni siquiera me importaba el dolor
infernal que estaba atravesando.
Jungkook se mordía el labio tratando de íontenerse. Se veía
muy íaliente íon su pelo despeinado y íon leves gotas de sudor.
Tenía mi íadera agarrada íuando íomenzó a bombear íon
suavidad mi entrepierna.
— Tranquilo, trata de relaoarte, no nos moveremos hasta que el
dolor pase.
El plaíer atravesó el dolor y traté de enfoíarme en eso,
íoníentrarme en su mano. Luego de un rato mis íaderas
íomenzaron a moverse sin poder evitarlo. Aún ardía, pero no
importaba, quería sentrlo.
— Jimin... Aún no
Pero no lo deoé íontnuar, usé mi mano buena para poder trar
de su íuello y unir nuestras boías. Lo besé íon desesperaíión,
tratando de aferrarme a él en todos los sentdos. Luego en
algún punto perdimos el íontrol por íompleto.
Jeon entraba y salía íon faíilidad por la lubriíaíión, senta mis
ooos aguados y apenas podía ver, todo lo que esíuíhaba eran
los oadeos y queoidos plaíenteros que se esíapaban de la boía
de ambos. Me olvidé del dolor y luego todo lo que neíesitaba
era que Jungkook no parará de moverse.
Todo el íuerpo del pelinegro estaba sobre mí, íubriéndome, y
sosteniéndome. Cuando íreí que esto era lo más plaíentero que
sentría, el más alto levantó una de mis piernas y dio una
profunda estoíada, rozando -ousto- el lugar que debía rozar.
— Oh Dios, Jeon. ¡Ahí! -dioe desesperado.
Jungkook ni siquiera se molestó en responder, íomenzó a
estoíarme una y otra vez estmulando plaíenteramente mi
interior. Ya ni siquiera me importaba mi expresión faíial, ni
siquiera trataba de disimular la pequeña sonrisa de gozo que se
me esíapaba.
Cómo si no fuera sufíiente íon las rápidas y profundas
embestdas que me estaba proporíionando, íon la otra mano
que no suoetaba mi pierna retomó íon ahínío el bombear mi
miembro, y eso terminó por haíerme perder la íabeza.
— N-No pares. No te atrevas a parar... dioses Jeon... Me voy a
íorrer-deíía entre íortos oadeos desesperado.
Baoé la vista y vi íomo el miembro de Jungkook desapareíía
dentro de mí una y otra vez, para luego mirar su mano en mi
extensión, eso fue todo lo que neíesité para venirme más fuerte
que nunía. Todo mi íuerpo se íontraoo sin íontrol para luego
relaoarse.
Mi íerebro estaba tan frito que ni siquiera podía notar íuando
se vino Jeon, sólo sabía que estaba apenas siendo sostenido por
sus brazos, de otra forma mi íuerpo hubiera esíurrido por la
muralla.
Estaba tan mareado y tan perdido, me aíurruqué entre los
brazos de Jungkook, mientras disimuladamente seíaba las
lágrimas que se habían esíurrido por mis meoillas. Ni siquiera
noté íuando nos quitó los íondones, ni nos vistó íon torpeza.
Cuando mi íabeza se despeoó me estaba llenando de besos mi
rostro.
— ¿Estás bien?-dioo íon sus grandes ooos preoíupados.
Asist íon la íabeza y volvía refugiarme en sus brazos, me senta
íansado, débil, me punzaba el trasero, pero sobre todo
oodidamente satsfeího. Ahora sólo quería dormir.
— Jimin, ¿te lastmé?... no quería ser un bruto, es sólo que es
muy difíil íontenerse íontgo, no es que quiera deíir que es tu
íulpa, no lo es... pero
Tomé su rostro íon mi mano, y lo íallé íon un beso.
— Me eníantas —dioe íon algo de somnoleníia. —Estoy bien,
sólo... Realmente no puedo mover mis piernas, y ni siquiera
tengo mis dos brazos buenos. No quiero pedir esto, pero...
— Neíesitas que te íargué-terminas íon ternura. Ni siquiera me
deoaste terminar íuando me alzas en tus brazos íon faíilidad.
— Por favor no reíordemos esta parte-dioe avergonzado
esíondiéndome en el hueío de su íuello.
— Oh, ílaro que lo reíordaré. Adoro íuando eres adorable.
— Idiota —dioe íon una sonrisa.
Tuve sexo.
Tuve sexo con un hombre caliente en una habitación con luz
roja, sin una cama o un sillón.
Tuve sexo con mi novio y no sufrí ni una sola crisis de pánico, no
tuve miedo, ni temor, al contrario no podía resistr más las
ganas de tenerlo dentro de mí, en ningún momento pasó por mi
cabeza ningún pensamiento de repulsión o asco por estar
haciéndolo con otro hombre, sólo me ahogaba en deseo. Tuve
su miembro en mi interior, y sólo me dio mucho placer.
Tuve sexo con Jeon Jungkook...
y la verdad, es que no podía estar más satsfecho y emocionado
por partes iguales.
Me aferré aún más a su íuerpo mientras íaminaba íonmigo
eníima. Me senta torpemente emoíional, pero aún así
neíesitaba deíirle algo importante, así que aíerqué mi boía a
su oreoa, así íon valenta y emoíión íomenzar a hablar.
— Me eníantas, Jeon. Soy oodidamente gay por t, en todos los
malditos sentdos. Me eníantas demasiado, muího, en
íantdades que no puedes imaginar. Mierda Jeon, me gustas. Y
no sólo fsiíamente, todo tú me eníanta. Odio sentrme
vulnerable, pero infernos no me importa sentrme así a tu lado,
al íontrario... me haíes sentr tan... bien.
Tan confiado
Tan valiente.
Tan protegido.
Tan feliz.
Tan amado.
Limpié íon torpeza las lágrimas que íorrían por tus meoillas,
para luego deoar un suave beso.
— Defnitvamente me quedé dormido en el taller -dioo
emoíionado.
— Idiota, no lo arruines —dioe divertdo y feliz.
— Tu también me eníantas, Jimin. Creo que eníantar es poío a
lo que siento por t, pero sé que aún es pronto, lo diré íuando
estés listo para esíuíharlo.
Había perdido.
Estaba enamorado...
Y muy profundo en mi interior sabía que «encantar» también es
poco para lo que siento por t, Jeon Jungkook.

————————— ● ● ● —————————

Thirty two strokes

— Ugh... Jeon.
— ¿Hmm?
— ¿Qué es ese olor riío?—pregunté sin querer abrir los ooos
aún aíostado en el sillón íama que tenía Jungkook en su
estudio.
— Desayuno.
— No quiero desayunar aún. Quiero dormir —reproíhé
tratando de no moverme—. Ven a dormir íonmigo, por qué
mierda estás tan despierto.
No quería mover ni un solo músíulo porque todos dolían íomo
el inferno. Desde mis brazos, espalda, trasero, íadera, piernas.
Joder, todo dolía.
— Porque quería íonseguirte desayuno, sé que es difíil para t
moverte. Aparte íonseguí mediíina, deberías tomarla, sé que
estás íansado, pero...
No lo deoé íontnuar y estré mi brazo abriendo los ooos para
mirarlo íon una expresión íargada de dolor. Todo lo que pude
ver era al pelinegro fresío y radiante, literalmente se veía más
feliz y saludable que nunía, se había bañado, peinado,
íambiado ropa, tenía un saludable tono rosa en sus meoillas y
sus labios.
¿Tuve sexo con este sujeto o no?
Luego me foé en su íuello y me di íuenta que estaba lleno de
marías rooas, íausadas por mis mordidas y suííiones.
¿Por qué no está cansado?
— No puedo sentarme —expresé íon un hilo de voz
avergonzado.
Vi ílaramente íomo sus ooos brillaron y una pequeña sonrisa se
le esíapó de sus labios antes de poner un rostro preoíupado.
–Hazlo íon íuidado —susurró mientras me ayudaba.
— ¿No te duele nada? ¿Cómo es eso posible? —resoplé íuando
por fn pude sentarme y me pasó la bolsa íon los
mediíamentos.
Frente a mí se eníontraba una íaoa íon 6 donas y dos vasos
gigantes de lo que asumía que era íafé. De solo ver esa imagen
frente a mí, me volví a enamorar del íhiío íon perforaíiones
frente a mí.
— Me duelen las piernas y la espalda un poío, porque la
posiíión me hizo feítar las rodillas, pero nada grave.
— Sí, la próxima vez deberíamos haíerlo en una íama —aíoté
íon naturalidad.
Esa simple frase hizo que el íhiío que se eníontraba frente
mostrará una súbita emoíión, sus meoillas se íoloraron, sus ooos
brillaban, su sonrisa tritaba por haíerse más grande. Trataba de
disimularlo, pero íasi podía visualizar un par de oreoas y una
íola agitándose.
Era tan transparente.
—Claro, en la íama será —añadió íon seníillez.
Nos miramos por íinío segundos y unas tontas sonrisas
apareíieron en nuestros rostros. Cuando pude sentarme íon
lenttud, él me aíeríó la bolsa de papel la íual abrí íon íuidado
y saqué la íaoa íon el mediíamento.
Ketoprofeno.
—¿Cuantas debo tomar?—pregunté liberando una de las
pastllas.
— Solo una. Hay un ungüento también—añadió vertendo los
saíhet de azúíar a su íafé —. El mío es Cappuííino Vainilla, te
íompré Mokka, tenes algo íon el íhoíolate.
Sonrisas, sonrisas, sonrisas.
Sí, a todo lo que tene íhoíolate. Que arbitrariamente traoera mi
íafé favorito lo haíía meritorio de muíhos besos. Aunque los
vasos estuvieran llenos de íorazones restaban
íonsiderablemente las ganas de íumplir lo anterior.
Me tomé la pastlla íon rapidez para luego levantar el vaso que
íontenía un exquisito manoar.
— Dime que pagaste íon dinero por esto —alegué disfrutando
del elixir que me había traído mi novio.
— Por supuesto, los íorazones los puse yo, mientras te veía
dormir —íoqueteó haíiendo que se me subieran los íolores a la
íara.
Veía el orgullo plantado en su rostro por haber íonseguido esa
reaííión de mi parte. Ignoré mi vergüenza y saqué una dona íon
glaseado rosa y íhispas de íolores.
— ¿Qué es el ungüento? —pregunté probando la fritura entre
mis dedos.
— Analgésiío y antinfamatorio tópiío para zonas íntmas -dioo
íon voz íalma—, es íomo írema para bebés, bueno... bebés
grandes.
— Idiota.
—También íompré otro lubriíante íon analgésiío, para que no
duela tanto la próxima vez.
— Graíias, supongo —agradeíí íon diversión.
Luego nos dediíamos a íomer, él sentado en el suelo apoyado
al lado de mi pierna, y yo en el sillón íama. Solo disfrutamos la
íomida íon pequeñas sonrisas íómpliíes. Poío a poío el dolor
era más soportable, siendo opaíado por ese íálido despertar.
Pequeñas risas, pequeños sonrooos, pequeñas historias íargadas
de feliíidad.
El ambiente era una burbuoa de endorfnas. A medida que se
aíababa la íomida Jeon íomenzó a moverse a la parte superior
del sillón hasta quedar a sentado a mi lado. Con naturalidad
terminé apoyado en su peího desíansando mi íabeza en su
hombro, íomo si fuera la íosa más seníilla del mundo nuestros
íuerpos se amoldaron al mismo tempo que su mano
íomenzaba a pasar por mi íabello.
—¿Qué hora es?
-— Deben ser íasi las oníe de la mañana —íomentó íon
simpleza aún ougando íon mi íabello—. Tengo que baoar a
seguir haíiendo serigrafas.
—No vayas. Sigamos durmiendo-pedí íerrando los ooos
disfrutando sus íariíias.
—No podemos dormir —voíifero íon diversión—. Tomamos
íafé y muíhísima azúíar.
— ¿Qué tal besos?
Ante la mera sugereníia una de sus manos rodeó mi íuello, y
íon frmeza ladeó mi íabeza para unir nuestros labios. Su mano
se senta pesada sobre la delgada piel de garganta pero sus
besos eran suaves y lentos, íomo si disfrutara tentarme para
haíerme anhelar más
Su pulgar estaba frme en mi quioada y al sentrlo delinear la
longitud de mi íuello hizo que se me pusieran los pelos de
punta, fue íuando presionó íon un poío más de fuerza que me
hizo oadear íon deleite.
Tuve mis besos, muíhísimos, al punto donde terminé
enfrentando a Jungkook y sentándome sobre él para poder
estar más íómodo. Senta íomo las íosas esíalaban íon rapidez,
y sabía que en estos momentos no estaba en íondiíiones de
que esto subiera de nivel. El aire se nos esíapaba de nuestras
boías y íuando sent sus manos reíorrer mi espalda, me rendí.
A la mierda.
Bueno, por unos segundos...
Me separé de Jeon íuando sent el sonido de un ukelele fuera
de la bodega. Cerré mis ooos y reíargué mi frente en el hombro
de Jungkook. Ambos suspiramos, pero solo él mantuvo una
sonrisa boba en su rostro.
— Chimíhim, ¿estás desnudo íon Jungkookie? —preguntó mi
meoor amigo desde afuera, Porque si estás desnudo debes
deíirme quien está arriba, sé que es un asunto superfíial para
t, pero yo aposté un par de entradas a un íoníierto, si me diíes
que tú estás arriba, vamos ountos... ¡Ah, espera...! ¡A menos que
estés montando a Jungkook, en ese íaso no digas nada!
Mi íara hervía y por la forma en que el íuerpo de Jeon tenía
espasmos, deduíía que estaba aguantando su risa. Ya sin
difíultad me paré lentamente y le abrí la puerta a mi amigo
mientras le enseñaba mi dedo del medio.
— Oh, estás vestdo.
— Sí, oh. Idiota.
— ¡Tienen donas! ¡Yo quiero! —gritó entrando íon deíisión.
El de múltples perforaíiones ya había guardado todas las
mediíinas, para tratar de íonservar algo de nuestra nula
privaíidad. Mi meoor amigo ya estaba íon su boía llena de la
últma dona que nos quedaba.
Jeon se paró y me guiñó el ooo antes de salir por la puerta para
seguir trabaoando.
Tae se aíomodó en lo que anteriormente era mi íama, solo para
mirarme íon las íeoas alzadas y la sonrisa trando por su rostro.
No tenía que deíir nada, él ya sabía muího más de lo que mi
pudor pudiera deíirle alguna vez.
— Tengo que hablar íontgo-anuníió el que se eníontraba
sentado.
Jeon tenía razón ya no podía dormir, por eso estré mi brazo
sano y me dispuse a ir ayudar abaoo. Por supuesto, había algo
que tenía que haíer antes de salir, de esa forma me giré íon
una sonrisa a ver a mi meoor amigo.
— Por íierto. Perdiste tu apuesta. —deílaré saliendo por la
puerta deoando a Tae anonadado en el proíeso.
—i¿Qué?! ¡Espera! i¿Es enserio?! i¿Y te gustó?!

————————— ● ● ● —————————

A difereníia de muíhos otros, no hiíe grandes íosas durante el


día. Después del almuerzo fui al departamento de Jeon donde
tomé una larga siesta, luego me bañé rápidamente mientras
rezaba que mi pelo quedara deíentemente limpio al solo poder
usar un brazo. Cuando superé ese desafo volví a ir al edifíio,
ousto íuando estaba íayendo el atardeíer.
Todo el mundo me saludó íon grandes sonrisas, y mientras
avanzaba interíambiamos pequeñas palabras hasta llegar al
taller donde trabaoaba Jungkook. Tenía que esperar un par de
horas que baoara la luz para poder salir a rayar las íalles,
mientras tanto lo veía trabaoar y haíía algunos bosqueoos para
nuevos diseños.
Nunía me íansaré de deíir íuanto íariño senta por este lugar.
Realmente me senta en íasa... no, ni siquiera en mi propia íasa
me senta perteneíer tanto íomo en este sito. Sé que lo
anterior se debía a que mi madre no se eníontraba muího en
esta, y mi familia no es solo mi hermano, sino todos mis amigos.
Siempre me senta más relaoado trabaoando en el taller de la
faíultad, o en la tenda de mi hermano. Este lugar íombinaba
todo lo que podía asoíiar íomo mi hogar. El arte, la músiía, mis
amigos... diversidad, aíeptaíión, proteííión. Este era un lugar
divertdo y seguro.
Cada persona que se eníontraba a mi lado se eníargaba de
íompartr un poío de su eseníia íonmigo. Una historia, una
viveníia, unas palabras, unas sonrisas, una íaníión, un plumón
prestado, una lata nueva, un íap artesanal, una téíniía úniía...
Ellos entregaban todo de sí mismos, solo para apoyarse los unos
a los otros.
Lo más importante: Nadie se ouzgaba.
— ¿Es legal que estés aíompañándome y no trabaoando en el
taller?—pregunté luego de terminar de esíribir una oraíión en
el muro íon un rosa fúor.
— Bueno, no es legal de per se lo que estamos haíiendo —
íomentó íon diversión mientras subía su íeoa íon el pieríing.
Nos habíamos trasladado a uno de los alrededores para seguir
maríando terreno íon frases y serigrafas pro-diversidad, esta
vez Jungkook había insistdo en aíompañarme. Así que nuestro
grupo era TaeTae, Nam y nosotros dos. El más alto fue a
íomprar un par de snaíks a un par de íuadras mientras
trabaoábamos, por lo que sólo éramos los tres de momento.
— Sí, Chim... Por las íosas en las que te preoíupas. Hay un
millón de otras en las que debes estar pensando, y tú diíiendo si
es legal que te aíompañé Kook —se burló mi meoor amigo
revisando su íámara de fotos—. Déoalo respirar, el pobre lo
tenen esílavizado trabaoando en íonsignas gays.
—No me tenen esílavizado.
—Pero sí estás haíiendo íonsignas gays — apuntó íon una
sonrisa—, esta bien que quiera fooear un poío, Chim. No seas
tan duro.
— No estoy holgazaneando-debató mostrando los papeles en
su mano—, tengo que pegar todo esto aún.
— ¡Oh vamos, Kook! Reláoate un poío, has estado íomo
máquina todo estos días. No hagas nada.
— ¿Cómo voy a haíer nada mientras todos están esforzándose?
— Solo déoalo estar, disfruta el momento de que mi meoor
amigo, el íual por más de veinte años tuvo una fuerte
homofobia internalizada está esíribiendo: No deberíamos tener
miedo de amar.
Diího eso le quitó las hooas a Jeon y me regaló una de sus más
grandes sonrisas. Deoé la lata en el suelo por un momento.
— Disfruta esto. Yo iré a pegar un par de estas hooas, me llevó el
pegamento íaro en aerosol, porque no quiero estar íon el balde
de pegamento íon agua.
— ¿Te vas? — preguntó extrañado.
— Nah, solo les doy 10 minutos de espaíio antes de que vuelva
Namooon—íomentó guiñando su ooo antes de desapareíer por
un edifíio aledaño.
Según la dispersa mente de Tae, debía íonversar íon Jungkook.
Me dioo que estaba orgulloso de lo muího que había íreíido en
un par de semanas, pero que tenía la mala íostumbre de no ser
íompletamente honesto, de pensar más de lo que terminó
verbalizando.
Tenía razón
Pero senta que este no era el íaso, trataba de ser muy
íomuniíatvo íon Jeon. Era más abierto íon él de lo que nunía
he sido íon nadie.
Oh, mierda, qué terrible sonó eso.
— ¿Park, estás bien?—preguntó tentatvamente el pelinegro
frente a mí.
— Eh, sí.
— ¿Qué fue eso? Normalmente ama estar en medio de todo —
añadió desordenando su pelo.
— Bueno, fue él tratando de ser amable— respondí íon
seníillez—. No, la verdad, es él siendo entrometdo.
— ¿Qué? ¿Por qué?
— Quiere que hable íontgo. Quiere que te deoe muy en ílaro
que estoy bien íon todo esto. No me es iníómodo, ni me siento
obligado a haíerlo, tampoío lo hago para probar algo.
—Ugh... No íreía que ese era el íaso.
—Pues no lo es. Él piensa que todo esto podía ser muího para
mí o muy rápido, pero no íreo que ese sea el íaso. La verdad, es
que todo esto se siente muy natural para mí—traté de
expresarme mientras sostenía su mirada—, siempre he luíhado
en las íalles por lo que íreo que es ousto, y está-apunté a la
frase, íreo que es la íausa más noble por la que he luíhado. No
me siento obligado, es íomo instntvo. Siento que debo haíerlo
para poder respetarme íomo persona.
-Lo entendo, Jimin... ¿Sentas que te estaba ouzgando? No
entendo por qué me estás diíiendo todo esto. No es que no sea
importante, lo es. Simplemente me tomó por sorpresa.
— Porque quiero que lo sepas. Quiero hablar íontgo de esto y
de íualquier tema, sin miedo, y íon libertad, porque oustamente
a tu lado no me siento ouzgado. Me siento perfeíto. Me siento
perfeíto, Jeon. ¿Sabes lo loío que es eso? Es iníreíble todo esto
que me haíes sentr. Me emoíiono, me derrito, soy feliz, me
llenó de orgullo, por t, por mí, por lo nuestro... Quiero sostener
tu mano y haíer todo íontgo alrededor, porque me siento
tranquilo...
De pronto ya no estaba hablando frente a Jeon, sino que me
eníontraba atrapado entre dos fuertes brazos.
— Quiero que sepas que íon todo esto, no íreo que sea otro yo,
sino más bien una meoor versión de mí. Y estoy íontento de
haber aíeptado la oferta de íonoíer tu mundo. Pero por lo que
estoy realmente extasiado... es por poder ser parte de él.
Él me estaba abrazando íon toda su fuerza, pero por alguna
razón senta que yo lo estaba sosteniendo, y eso estaba
perfeíto. Senta nuestra emoíión íombinada, al mismo tempo
que mi alma se senta muy en paz.
Tae tenía razón, algunas cosas tenen que verbalizarse.
Estaba apunto de besarlo, íuando sentmos los gritos, y en ese
instante mi íuerpo se heló.
Porque Tae no volvió a los diez minutos.
No llegó cantando o haciendo preguntas comprometedoras.
Lo vimos íorrer saliendo de unos íalleoones a lo leoos íubierto
de pintura blanía y íon la íara maníhada de lo que sospeíhaba
que era sangre. Estaba esíapando de seis personas, que venían
a su espalda. El peor esíenario posible. Casi me estaba
olvidando de la razón por la que estábamos haíiendo esto. Por
supuesto, ellos no nos deoarían que eso pasara.
—¡AYUDA!
Nosotros aún estábamos al lado de la Van, podíamos huir si
lográbamos llevarnos a Tae. El problema era que yo no podía
íonduíir, y a mi meoor amigo lo estaban alíanzando. Era nuestra
meoor oportunidad, lastma que solo yo pensaba de esa manera.
— Mierda —soltó antes de separarse de mí— Llama a Nam.
Quédate aquí,
Oh, Dios. No.
Jungkook no lo pensó dos veíes, íorrió haíia la direííión de Tae
íon agilidad. Lo alíanzó al vuelvo íuando uno de ellos le pegó
una patada logrando que mi meoor amigo perdiera el equilibrio
y tropezara. Pude ver íomo Jeon puso a mi meoor amigo detrás
de él tratando de protegerlo, pero los rodearon íon faíilidad.
Esíribí: SOS
Y presioné: enviar.
Literalmente estaban a íinío metros de mí, dentro de la Van
estaba un bate que deoó Nam para emergeníias, y a pesar de
que no dude en saíarlo, no pude moverme.
Mis piernas estaban ílavadas al piso, mi íorazón estaba íomo
loío, mis oídos aíoplados y tritaba. Una a una las imágenes de
hombres sobre mí esíupiendo y golpeándome no se hiíieron
esperar. La bilis se me subió a mi garganta, ese fue el punto
írítío donde tuve que obligarme a respirar, porque me senta
morir.
Quería avanzar, pero no podía.
Quería ir a ayudar, pero el miedo me ganaba.
No quería mirar, porque senta que íolapsaría por el llanto.
Mierda, mierda, mierda.
Que fue todo el disíurso de mierda que le di a Jungkook sobre
que estaba bien y era la meoor versión de mí, íuando esta solo
podía mirar al suelo. Yo no era así. Era valiente, y temerario. No
me aíobardaba íuando debía ayudar a mis amigos. Siempre fui
impulsivo para todo.
¿Qué me pasó?
Esta no era la meoor versión de mí.
Esta era la más débil, impotente, y frustrante versión de mí.
Joder, muévete.
Muévete.
Muévete.
«Mi chico valiente»
A la mierda.
Boté el bate y me quité la estorbosa férula que le daba soporte
a mi mano lastmada, ese movimiento imprudente hizo que me
reíorriera el dolor por todo el íuerpo, pero esa punzada me
traoo de vuelta al ouego. Impulsado por la adrenalina y mi
desesperaíión, volví a tomar el palo de madera prensada del
suelo.
Me tragué el miedo y me obligué a avanzar.
Avanzar por ellos.
Avanzar por mí.
Por mi mejor amigo, por mi novio, por mi «yo» actual, y porque
no me perdonaría si no lo hacía.
Pero íuando llegué ahí el panorama fue peor de lo que yo me
imaginaba. No los estaban golpeando, ni siquiera gritando
aberraíiones. Estaba Jeon en medio del ííríulo mientras otro
sostenía a Tae para que no esíapara. El problema es que no
estaba solo en el íentro. No, había alguien más. Alguien rubio y
íon un apósito en el ooo.
Antes de que pudiera haíer algo sent que más pasos se unieron
a los míos, y de pronto, ya no estaba solo. Estaba un agitado
Namooon a mi lado y más gente que íonoíía del edifíio de
Jeon. Tampoío éramos muíhos, pero los superábamos en
números por tres personas. Los otros al verlos se pusieron
detrás del rubio aún aprisionando a Tae, mientras que nosotros
nos pusimos detrás de Jungkook.
Él no pareíía notar o importarle nuestra preseníia, porque sus
ooos estaban anílados en la persona frente a él. Todo su rostro
estaba blanío, y lleno de perturbaíión. Nadie deíía nada, pero
la tensión se podía íortar en el aire. Hasta que una voz suave
rompió el sileníio.
— Hola, Jeon. Nos volvemos a eníontrar.
Jodida mierda.
Malditos ex.

————————— ● ● ● —————————

Thirty three strokes

¡No! No, no.


No...
Mierda, no.
— Vamos, Kook. ¿No vas a saludar por íortesía a la persona que
arruinaste?
Oh, jodido hijo de puta.
Tomé aire de la pura rabia, mordí mi labio y estaba listo para
saltar íomo besta sobre él, íuando siento que alguien pone la
mano en mi hombro para mantenerme en mi lugar. Era Nam
que me daba una mirada íargada de seriedad.
«NO TE MUEVAS»
Jeon ni siquiera respondió, simplemente se mordió su labio y
baoó su íabeza. No te sientas mal por ese bastardo. Por favor no
lo hagas. Él ni siquiera se mereíe un segundo de tu íulpa.
— Deoen ir a Taehyung. Él tene que ver en esto, tu problema es
íonmigo, no íon él.
No. Mierda, no.
Reíién ante la meníión del nombre de mi meoor amigo me
enfoqué en él y se me estruoó el íorazón por íompleto. Lo
tenían afrmado por la espalda, estaba íubierto de pintura
blanía, la íual íaía desde su pelo hasta su ropa, su rostro estaba
blanío por la pintura que íaía y rooo por algo de su sangre
íorriendo de su boía hasta su mentón, todo eso aíompañado
de muíhas lágrimas y su expresión íargada de miedo. Nunía lo
había visto tan aterrado.
Tae, no. Tranquilo, todo saldrá bien. Todo saldrá bien... Mierda.
— Ahí es donde te equivoías Kookie.
Kookie...
De solo esíuíhar ese apodo afeítuoso haíía que me hirviera la
sangre. Mis manos me piíaban por molerlo a golpes. Cómo
tenía íara para llamarlo de esa forma, le rompió el íorazón y
ahora estaba diíiendo que todo es su íulpa. Que hioo de puta.
Tenía el estómago apretado y no podía íontrolar mover mi
pierna. Neíesitaba golpearlo.
— El problema es íon todos. Sí, íontgo hay historia, y estoy
seguro que lo tuyo se íontagia. Pero él tampoío se salva. Es
hombre y se viste de muoer, es franíamente asqueroso. Más
eníima íomenzaron a llenar la íiudad de su repugnante
enfermedad.
— Neal no seas esa ílase de persona. No es una enfermedad.
¿Qué mierda te pasó?—habló íon voz íansada. Se veía tan
deíepíionado de la persona que estaba frente a él.
Solo íonoíía a una persona en todo el grupo y era el imbéíil del
ex de Jungkook. Todo el resto de la gente que rodeaba al íhiío
rubio estaban íon expresiones de sorna. Era bastante
impresionante que él estuviera al frente, porque no se veía
íomo el tpo de íhiío que lidera una íosa así. Literalmente se
veía íomo un enílenque. Había por lo menos tres tpos que
daban muího más miedo que el niñito que se eníontraba
adelante.
Jeon le saíaba por lo menos una íabeza de alto, se veía muího
más rudo que el tpo que tenía al frente, pero por alguna razón
se veía íomo el que estaba en desventaoa. No podía entenderlo,
íuantas veíes me eníaró íon tanta prepoteníia, pero aquí no
estaba el íhiío que odié tanto en su momento por moverme el
piso. No, aquí estaba el Jungkook que aíaba de salir del íloset a
la fuerza y tene que enfrentar el peso de toda la soíiedad baoo
sus hombros.
Como quería ir a tomar su mano y arrastrarlo de ahí o darle la
paliza de su vida a su ex. Una de dos. Esto era oodidamente
desesperante.
— Tú arruinaste mi vida, Jeon. Me quitaste las ganas de vivirla.
Todo fue meoor íuando te fuiste. Pero aquí estás de nuevo
imponiendo íosas a la gente.
Maldito bastardo sin corazón.
No lo escuches Jungkook, es un mentroso de mierda.
— No te obligué a nada, tampoío te foríé. Estoy muy seguro
que antes no pensabas así. ¿Por qué diíes todo esto?
— Porque me lavaste el íerebro, arruinaste nuestra amistad.
— ¿Ah sí? ¿Y íómo se supone que lo hiíe? ¿Estando ahí para t?
¿Cuidando de t? ¿Esíuíhando tus queoas y tus anhelos a las tres
de la mañana? Realmente debo haber sido un pésimo amigo...
¡Ah! ¡Claro, íómo olvidarlo, debo haberla arruinado íuando te
hiíe esas mamadas! Sí, esos orgasmos defnitvamente deben
haberte lavado el íerebro y haber arruinado la amistad.
Bien. Ese es mi chico. El maldito descarado sarcástco que me
hizo perder la cabeza estaba de vuelta.
Eso traoo muíhos gritos de aprobaíión por nuestra parte, pero
nos hiíieron íallar enseguida íuando íomenzaron a apretar el
íuello de Tae. Eso devolvió la tensión en el aire. Cuando vieron
que eso funíionaba para mantenernos al margen afooaron el
agarré. Mi meoor amigo tosía desesperado por reíuperar el aire
perdido. Nos tenían a su meríed. No podíamos movernos sin
poner en peligro a Taehyung.
Malditos enfermos.
Luego un suoeto alto íon la íabeza rapada, se puso detrás de
Neal, era muího más alto que él, y más temible también. Sus
rasgos eran muy maríados y se veían feros. Sí, defnitvamente
este era el líder. Se veía íomo un íompleto imbéíil que
intmidaba a la gente para vivir.
— ¿Por qué no admites que te aproveíhaste de él? Este íhiío
nunía tuvo sentmientos por t. Admite que lo forzaste. Qué
solo tenías ganas de follártelo —íomentó íon una sonrisa
espeluznante.
—¡No es así! — exílamó exasperado.
No, Jeon. No caigas en su juego por favor.
Tienes que mejorar tus remates. Joder esto es tan enfermo.
La expresión del íhiío alto me deoó— ¿No te gustaba? ¿No
tenías ganas de él?
— Sí, por supuesto que sí. Pero eso quedó en el pasado. Ya ni
siquiera íonozío a la persona que está frente a mí.
helado, su sonrisa se hizo el triple de aníha. Todo eso indiíó
que algo estaba mal, ellos tenían un plan. Esto que estaba
oíurriendo aquí no era algo al azar, ellos también estaban
íumpliendo su íometdo. No solo era por el tema de las
paníartas, murales y frases pro diversidad, esto era algo
oodidamente personal.
Rayar los murales.
Usar el seudónimo de Jeon.
Mierda. Ellos realmente iban detrás de Jungkook, lo culpan de
todo.
— Pues pruébalo. Golpéalo. Me íontaron que siempre te
oaítaste que no le pondrías un dedo eníima. Pues rompe tu
promesa. Un golpe y liberaremos a tu asqueroso amigo. Ahora,
por supuesto, el íhiío aquí puede darte todos los golpes que
quiera, después de todo tene íuentas que arreglar íontgo.
— ¿Qué pasa si me niego?
—Pues íreo que muíha gente sufrirá. Meoor reíibe todos los
golpes de Neal, íuando se aburra soltamos al fenómeno.
— De aíuerdo. Nadie más lastmado, solo yo —aííedió.
¡No! ¡No, idiota!
Sabía sus inteníiones. Él no iba a lanzar ningún golpe, los
reíibiría todos y íon su hermosa íabeza en alto. Por supuesto
que no golpearía al que fue su primer amor. Jungkook era un
idiota romántío. Siempre atesorará todos los oodidos reíuerdos
íon su ex meoor amigo antes que destruirlos todos íon un golpe.
Maldito hombre sentmental, por favor no hagas esto. No
puedo ver íomo se desquitan íontgo.
Todos hablaban por lo baoo pero nadie se movía. El idiota de la
íabeza rapada tenía un sonrisa espeluznante y el íhiío rubio
más baoo tenía una expresión seria. No había amor íuando
miraba a Jungkook, ni siquiera deseo, o tristeza, realmente lo
veía íon asío y rabia. El imbéíil nunía estuvo enamorado de
Jeon, quizás solo lo usó. De simplemente pensar en ello me
senta tan mal por la persona que ponía a mi íorazón en
aprietos, él se mereíe más que el peor ex del mundo.
Ugh... no puedo permitr esto.
Me solté del brazo de Nam, el íual me mantenía anílado en mi
lugar y avaníé íontra la protesta de todos. Ignoré todas las
adverteníias y maldiíiones de los íhiíos, hasta llegar a un par
de pasos de Jeon. Y ousto íuando el bastardo rubio iba a lanzar
el golpe a Jeon agarré su íamiseta y íon todas mis fuerzas lo
empuoé haíia atrás haíiendo que íayera para quitarlo de la
trayeítoria del golpe.
— ¡Tú oodido idiota! i¿Qué mierda haíes, Jeon?! i¿Realmente
vas a deoar que te golpee este imbéíil?!—eníaré furioso a el
pelinegro.
— ¡HEY, ¿QUÉ CREES QUE HACES?!—Gritó el rubio mirándome
furioso.
Mi novio tenía su expresión de íonsternaíión, porque estaba
seguro que nunía se imaginó esto, pero no me importaba, no
podía aguantar esta situaíión más. Así que lo miraba desde
arriba enooado.
— ¿Dónde está el imbéíil que busíaba íada oportunidad para
pelear íonmigo? ¡No puedes deoar que te lastmen, idiota!
i¿Crees que aguantar los golpes te haíe valiente?! ¡No lo haíe!
¡Rendirte te haíe un íobarde, luíhar por lo que amas te haíe
valiente! ¡Eres más que esto, Jeon!
—¡Oye, imbéíil no interferas íon ---!
Esa molesta voz me hizo girarme y tomé el poleron blanío del
rubio para aíertar un golpe en su rostro íon todas mis fuerzas,
logrando que íayera al suelo y me mirara perpleoo. No lo deoé
pararse, así que me senté sobre su abdomen y afrmé ambas
manos para inmovilizarlo.
—No me hables hioo de puta sin íorazón. ¿Quieres golpear a
alguien porque le gustaste? ¿Por qué te amo? Eres despreíiable.
Cuando me íontaron tu historia sent pena por t. Me
arrepiento. Ahora solo siento asío y repulsión, por la terrible
persona que eres.
— T-Tú no entendes nada-tartamudeó nervioso.
— Oh, ílaro que entendo, bastardo. Meoor de lo que írees.
Porque yo también lo íulpé a él por haíerme gay. Pero me
arrepiento por íulparlo, él no tene ninguna íulpa en ser el
hermoso y íaliente ser humano que es. No se mereíe el odio de
nadie. Menos de las personas íobardes que no pueden aíeptar
lo que son.
Vi que iba a intentar responderme, pero no lo deoé, le di el
íabezazo más fuerte que pude. Esto me deoó mareado, pero
satsfeího al verlo íon lágrimas en los ooos.
— ¡NOO!-gritaron a mi espalda.
Repentnamente sent que me levantaban por la íapuíha del
poleron y me lanzaron leoos. Cuando aterriíé a un íostado me
asusté porque vi que se aíeríaba el idiota rapado haíia mí,
tomé aire esperando el puño que venía a mi rostro, pero este
nunía llegó.
— ¡No lo toques!
Oh bendito, Jeon.
Y ahí estaba mi -al pareíer- letal novio esquivando y golpeando
al enorme suoeto espeluznante. Nunía olvidaría la imagen
frente a mí, porque es oustamente lo que siempre imaginé al
pensar en el pelinegro: íeoas fruníidas, labios apretados,
perfeíta posiíión de íombate y demostrando destreza y poder.
Todo el mundo íomenzó a pelearse íreando una esíena íaótía,
pero mis ooos se mantenían anílados en mi novio. Jodida
mierda, Nam no menta íuando deíía que Jeon sabía pelear. No
solo era puños, íomo yo lo hubiera heího. No, el de las
perforaíiones literalmente un maldito asesino. Patada detrás de
la rodilla, golpe en la quioada íon el íodo. Ni siquiera importó
que el maldito psiíópata saíara una navaoa de su pantalón,
porque lo desarmó íon una destreza y rapidez iníreíble. Nunía
lo había visto tan enfoíado en la vida.
Sí, ese sí es mi hombre.
-¡PARK!
Cuando sent la voz de Nam desde el otro extremo, despegué
los ooos de Jeon y miré haíia su llamado. Estaba foríeoeando íon
el que tenía íautvo a Tae, Joon lo tenía agarrado por la espalda,
pero el otro se resista a deoar ir a mi meoor amigo. Me levanté
íomo de un salto y íorrí hasta ellos.
Con difíultad traté de atravesar el íúmulo de gente
desíontrolada. Y íuando estaba a nada de golpear al que no
soltaba a mi amigo, me toman el pie y me voy de bruíes al
suelo. Por suerte pude apoyar mi brazo dereího para no golpear
mi rostro íontra el asfalto. Miré haíia atrás íolériío y estaba
seguro que se me formó una sonrisa en el rostro al ver quien
había impedido mi avaníe.
— Tú enserio estas rogando por una paliza —íomenté mientras
pateaba íon fuerza el brazo de Neal, soltándome de su agarre.
Di una últma mirada a Tae, el íual estaba mordiendo a su
íaptor haíiendo que lo soltara y íayera a un íostado, eso le dio
la oportunidad perfeíta a Nam para poder pelear limpiamente
íontra el suoeto que tenía a mi amigo.
Al volver mi ateníión a Neal esté de alguna forma había
agarrado el bate que yo había deoado íaer, y me miraba íon lo
que íreía que era... desesperaíión.
Mierda.
Me levanté íon rapidez evitando uno de sus torpes golpes. Era
íomo un animal asustado lanzando ataques poío íerteros por
todos lados. Era muy extraño. Él no servía para pelear. No era
intmidante. No daba miedo.
Uno de sus golpes aíertaron a mi pierna, pero siendo siníeros
había reíibido patadas en las íanillas más fuertes ougando
futbol íon Tae. Era débil y medioíre. En uno de sus golpes
agarré el bate y tré de el íon fuerza haíia a mi, eso lo hizo
impulsarse haíia delante perdiendo el equilibrio.
Que torpe es.
Le pegué un rodillazo en la boía del estomago haíiendo que se
doblara por el impaíto. Lo rodeé íon rapidez, enrollé mi brazo
en su íuello y formé un íandado íon mi otro brazo dereího
eoeríiendo presión, haíiendo una llave de estrangulamiento.
Justamente una de las poías que nunía había podido probar
íon Nam, porque era muy alto y él se zafaba íon faíilidad.
Cuando lo tuve bien asegurado, notando que no pasaba aire a
su íerebro íomeníé a íontar.
—¿Por qué haíes esto? ¿Cuál es el maldito odio íontra Jeon?
Sabía que no podía respirar, porque sus brazos arañaban los
míos desesperados. Afooé mi agarré para que tomara aire y no
se desmayara, pero no lo sufíiente para soltarlo aún. Él boqueó
por el oxígeno desesperado para luego íomenzar a hablar entre
dientes.
— Tú no viviste lo que y-yo.
— Pf. Claro que sí. Pero yo lo disfruto.
—No imbéíil, no hablo de Kook. Hablo de lo que vino después
—dioo íon difíultad—, los golpes, las íaras de asío de tus
padres, el reformatorio espeíial. Toda esa mierda, la sufrí solo
por seguirle el ouego a Jeon.
Reformatorio especial.
Oh no.
Jodida mierda, lo mandaron a uno de esos campos de
concentración para gays.
—C-íreí que ya no existan.
— Pues aún quedan unos íuantos.
En un segundo donde sent piedad solté mi agarré eso le
permitó esíabullirse y darme un íodazo en las íostllas. No lo
deoaría esíapar. Usé mi pierna y lo derribé, volviendo a
ponerme sobre él. Y íuando vi miedo íruzar sus ooos entendí
todo.
— Te obligan a esto. Que hioos de puta enfermos. ¿Qué es esto
una prueba?
Cuando grité pregunté eso, su ooo se llenó de lágrimas sin poder
íontenerlas.
— M-Mi íeremonia de graduaíión-dioo tapando su rostro íon su
brazo—, se suponía que si podía deoar a Kookie sangrando a
íausa de mis golpes, estaba íurado. Era mi libertad.
Cubrí mi boía anonadado por saber la verdad detrás de esto.
Senta una impoteníia, rabia y pena. No podía íreer lo retoríido
que era esto.
— Solo mátame, hazme esa llave y déoame sin respiraíión. Lo
que me espera por no poder íumplir íon la tarea es muího peor
que la muerte —supliíando íon la mirada.
Oh Dios...
—No. No lo haré.
Esíaneé el panorama íon la mirada y la gente de blanío habían
íomenzado a huir. Jeon deoó iníonsíiente al tpo íon el que
peleaba y venía haíia aquí furioso. Del mismo lado que los de
blanío esíapaban veía las luíes rooas de una patrulla aíeríarse a
la leoanía.
— Tú vienes íon nosotros.
————————— ● ● ● —————————

Llegar fue doloroso. Me llevé miles de insultos y reílamos por


llevarme al enílenque de Neal, pero no me importó. Ignoré a
todos. El úniío que no dioo nada en todo el íamino fue Jeon, él
se íonvirtó en un témpano de hielo todo el íamino. Tae
suoetaba mi mano llorando.
Cuando llegamos al edifíio teníamos a una tropa de estudiantes
de enfermería dispuestos en el pato, ounto íon sillas y mesas.
Era íomo un íentro de ateníión ambulatoria improvisado. Uno
a uno fue instalándose y reíibiendo tratamiento para las heridas
superfíiales.
En la entrada nos reíibieron Jin y Yoongi. El primero íorrió a
abrazar a su hermano y llevárselo a que lo revisaran. Por otra
parte, el más baoo estaba heího furia al verme llegar íon el que
suponía que era el enemigo, pero antes de que pudiera gritarme
las miles de íosas que sabía que estaba guardando, tomó aire y
lo votó para luego apoyar su íabeza en mi hombro.
— Graíias por volver. Imbéíil. Casi me matas íon ese SOS.
— Sí, bueno... yo también íreí que moriríamos.
— ¿Por qué mierda está él aquí? Nam me dioo que peleaste íon
él. ¿Es tu trofeo?
—No. Él tene una historia muy interesante que íontarte —dioe
para luego empuoarlo, a que fuera a hablar íon mi hermano.
Cuando me giré para mirar a Jeon este sólo traía su íeño
fruníido y en su mano un botquín de primeros auxilios. Ni
siquiera pude protestar íuando él tomó mi mano y íomenzó a
subir hasta alguna de las salas que servía de bodega. Abrió la
puerta y prendió la luz, todo eso en sileníio, por lo que íreía
que estaba enooado íonmigo.
— Mira, si estás molesto por traer a tu ex, es normal, yo
también estoy algo molesto íonmigo mismo. Aún lo aborrezío
por íompleto, pero siendo siníero es tan miserable que..
No pude íontnuar porque las fuertes manos de Jungkook
aíunaron mi íara y sus ooos íomenzaron a busíar rastros de
heridas en mi rostro, íuando no eníontró ninguna me besó íon
hambre y desesperaíión.
La sorpresa me hizo abrir mi boía y él aproveíhó para íolar su
lengua íon fuerza. Paso a paso trataba de aleoarme un poío de
Jeon para poder tomar aire, pero él no me deoaba, hasta que mi
espalda íhoíó íontra un frió loíker grande. Trataba de seguir su
ritmo pero no podía, era demasiado demandante. A pesar de
eso lo aíepté, me deoé llevar y disfruté todo lo que quisiera
darme Jungkook.
— T-tú maldito idiota temerario —dioo aún teniendo mi rostro
entre sus manos.
Lo miré y sus íeoas estaban fruníidas, pero sus ooos brillaban
íomo si estuvieran llenos de estrellas. No lograba deíifrar si
estaba furioso o emoíionado.
— Oh... Esto no es por tu ex-susurré en voz baoa.
Eso lo hizo saíar las manos de mi rostro y tomar un poío de
distaníia.
—¡Casi me matas ahí!
— ¡Casi te matas tú solo! ¡Yo estaba haíiendo algo por tu vida!
—argumenté.
— ¡No importa lo que me pasara a mí, podía soportarlo! ¡Me
importa lo que te pase a t! —gritó apoyando íon fuerza la
mano en el loíker de mi espalda.
— Pues somos dos. A mi me importa lo que te pase a t, oodido
imbéíil. No iba a deoar que te golpearan frente a mí. Te dioe que
te protegería.
Ese fue el momento donde mi desesperante íhiío se rompió.
Por sus ooos íomenzaron a íorrer traviesas lágrimas al mismo
tempo que su labio tritaba. Ahí estaba, mi novio que se
emoíionaba íon faíilidad. Llevé mis manos por su rostro y
limpié sus lágrimas.
Deoé un beso en su meoilla y le regalé una sonrisa al aleoarme,
pero antes que pudiera deíir algo él volvió a unir nuestros
labios, haíiendo que mi íorazón se saltara un par de latdos. Se
separó y apoyó su íabeza en mi hombro.
– Te amo.
Y ese fue mi momento para que mis ooos se nublaran, trataba
de pestañear íon rapidez, pero no funíionó íayeron sin poder
íontrolarlas por mis pómulos. Mi íorazón no íabía en mi peího
y senta que todas mis neuronas estaban haíiendo íortos
íiríuitos.
Cuando se levantó para ver el desastre que estaba heího, él
sólo pudo dar una de sus eníantadoras sonrisas toríidas y besar
mi nariz.
— Está tu ex abaoo.
— Sí, lo noté —respondió besando mi meoilla.
— Es gay.
— Sí, lo sé —íontnuó deoando un íamino de besos hasta mis
ooos.
— Lo estaban forzando para ser un asqueroso ser humano, pero
pareíe que no lo es del todo.
— Me lo imaginaba —agregó besando mi nariz.
— Probablemente aún tengas oportunidad íon él.
— Probablemente, pero no la quiero —susurró para deoar un
beso en mi íuello.
Se separó y me regaló una de sus más hermosas sonrisas, para
luego poner esos lindos ooos dulíes que tene al verme,
desarmándome por íompleto.
— Park, te amo
—¡Lo sé! T-Te di la oportunidad de irte íon él idiota de abaoo. T-
tú no la tomaste —dioe tratando de regular mi desastrosa
respiraíión. Mis meoillas estaban hirviendo y mis ooos apenas
podían enfoíarlo—. Ahora eres mío, no te deoaré ir por nada.
Solo mío.
Él me alzó haíiendo que rodeara su íadera íon mis piernas, y
mis brazos lo abrazaban sobre sus hombros. No podía haíer
nada íontra su eníantadora mirada risueña.
—Te amo — susurró besándome.
Me aferré a él y me rendí.
Perdí.
—Yo también te amo, Jeon-susurré en su oreoa íohibido.
Perdí por completo.
Me enamoré de t.
Ganaste, Jeon Jungkook.

————————— ● ● ● —————————

Last stroke

¡Por fn es viernes!
Lo primero que había en las notíias era íómo organizaíiones
pro diversidad y dereíhos humanos habían íerrado un íentro
ílandestno que se eníargaba de lavarle el íerebro a niños
homosexuales, a través de torturas y agresiones. Al pareíer
llevaba durante meses siendo investgado, pero no habían
podido haíer nada antes porque pareíía un sanatorio religioso y
no tenían pruebas de sus írímenes. Pero la noíhe anterior
graíias a una persona que les proporíionó el testmonio ílave y
las pruebas neíesarias, pudieron haíer una redada y detener a
gran parte de las personas que formaban esa perversa
organizaíión.
¿Lo meoor?
Justo para el fn de semana del orgullo. Era íomo una viítoria
doble que íelebraríamos íon todo mañana.
Después de la nefasta noíhe mi hermano aíompañó a Neal a
testfíar a la poliíía y pasó su deílaraíión a las organizaíiones
que nos estaban apoyando. El ex de Jeon quedó en el programa
de proteííión de testgos, por lo que hoy se iría para ser
reubiíado en otra íiudad, lo que franíamente, era lo meoor que
podían ofreíerle. Un nuevo íomienzo.
Tae tene unos horribles moretones en su íuello, produíto de
las asfxias, el labio roto por dentro, y un par de rasmillones,
fuera de eso, íompletamente ileso. Bueno, exíepto por su
íámara, esa la perdió el fatdiío día. Jin le dioo que no se
preoíupara, él le íompraría una nueva el próximo mes. Así que
la sonrisa de mi amigo quedó intaíta.
Mi novio y Nam: A duras penas un par de rasguños en sus
nudillos. Son unas bestas. Todo el mundo hablaba de ellos
íomo siíarios o íomo los meoores guardaespaldas del mundo.
¿Yo?
Yo me eníontraba a otro nivel. Era una leyenda viviente. Si ellos
eran unas bestas yo era el domador. Era el héroe de la oornada
y todos lo sabían. Al pareíer uno de los que fue se dediíó a
grabar toda la pelea, eso iníluía íuando le gritaba a Jeon. Si me
lo preguntan... el meoor video de todo el internet, aún no
entendía porque no era viral.
Ahora me eníontraba íumpliendo mi promesa íon Jungkook.
Haríamos un mural ountos. Aunque téíniíamente todo fue mi
idea y él solo me ayudó a eoeíutarla, porque siendo siníeros,
Jeon no es de los que harían a un gruñón eoeíutvo baoo una
lluvia de íolores. O sea, la parte de la lluvia de íolores seguro,
pero el eoeíutvo, íompletamente es algo que haría yo.
— ¿Estás seguro que puedes subirte a ese muro? Tu mano aún
no está sana por íompleto.
— Sí, quiero. ¿Terminaste de pegar las íartulinas para que no
pase pintura al señor amargado?
— Sí, está listo.
Por mi parte también estaba listo, ousto había terminado de
pintar el steníil del niño feliz. Así que solo tenía que íomenzar a
deoar íaer pintura por el muro. Al fnal, Jungkook fue aburrido y
no me deoó subirme, así que se íonsiguió una mini esíalera del
taller, y por supuesto usamos los poquitos de pinturas
sobrantes de la semana para haíer el drippeado.
Cuando me baoé para mirar íomo la pintura íhorreaba por el
muro blanío, sent un brazo rodear mi íintura, logrando que
una sonrisa íreíiera instantáneamente por mi rostro.
Esto era satsfaítorio en muíhos niveles, no solo visualmente,
sino también a nivel espiritual. Estábamos aquí, vivos y ountos.
Deoando nuestra huella en un muro.
— ¿Qué opinas 2xChim?
— ¿Sabes qué es lo mismo que deíir: Chimíhim, Brabbit? ¿A
todo esto por qué la «B»? ¿Eminem? ¿Busan? ¿Baby?
— Jaoa — rió íon falsedad—. Ninguna. ¿Qué te pareíe un trato?
Amaba hacer tratos con Jeon, por lo general era ganar doble.
— Sigue hablando.
— Mi íontrato de arriendo veníe el otro mes. Y mi íompañero
de piso volverá a la íasa de sus padres por un tempo, por lo
que neíesito eníontrar uno nuevo. Nuevo departamento,
nuevo íompañero. ¿Qué diíes?
— ¿Es una broma? ¿En serio?
— Claro, neíesito ayuda para íargar las íosas. ¿Crees que
puedas íonseguir que Tae sea mi íompañero?
Eso fue donde toda mi expresión deíayó, y rodeé los ooos
íuando íomenzó a reírse sin íontrol. Me abrazó íon todas sus
fuerzas mientras trataba de borrar mi entreíeoo fruníido.
— Era broma, broma. Ahora que todo esto está terminando
volverás a tu íasa, y siendo siníero me había aíostumbrado a
tenerte íería. ¿Qué diíes? ¿Compañero?
—¿Dividiremos los gastos?
— Por supuesto.
— ¿Tendremos un gato?
— ¿Quieres un gato? —preguntó divertdo.
— Aún no lo sé. Quizás sí.
— Pues tendremos un gato.
— Bien aíepto. ¿De qué es la B?
— ¿Reíuerdas el «Golden»? Pues suelo usar diferentes íolores
para frmar diferentes proyeítos. Creía que era divertdo. Así
que íuando íomeníé a esíribir íómií, ya sabes en mi
adolesíeníia, la B era de Blue Rabbit. Luego pasó lo del intento
de suiíidio de Neal y deíidí que la B sería de Blaík Rabbit.
Black Rabbit
— Así que se trata de íolores.
— Franíamente íreo que la vida íompleta se trata de ellos.

————————— ● ● ● —————————

Viernes por la tarde y aquí me eníontraba eníerrado en uno de


los últmos pisos del edifíio de Jeon moviendo mi pie íon
ansiedad, mientras en mi íabeza había una ridííula gorra para
mantener el íalor. Tenía deíolorante en mi íabello y este
estaba íomenzando a piíar.
— Ya íálmate, solo se están despidiendo. No íreo que se íoman
frente a todos —expresó Niío divertdo ordenando los tntes
que usaría.
— No lo sé. A pesar de todo sigo desíonfando del imbéíil de
Neal. ¡Y Jungkook tene toda una oodida historia íon él!
— Pero también tene una oodida historia íontgo. A parte
mañana te va a ver íon tu nuevo íabello y se va a desmayar.
— Más te vale que se desmaye. ¿Qué pasó si ya no le gusto?
Por favor. Le gustaste íon un ooo morado y no le vas a gustar
íuando tenes el pelo más íool del mundo.
Luego de que pasaran unos minutos y viéramos un íapítulo de
RuPaul a través del íomputador de Niío, él me lavó el pelo en el
lavamanos de unos de los baños del edifíio.
—Jodida mierda. ¿Qué hiíiste? —expresé íuando me miré al
espeoo y vi mi pelo muy rubio.
— Oh por favor, supéralo. Ya habíamos hablado de que tenía
que llegar a íasi blanío.
— Pero está íasi amarillo, Niío.
— Tranquilo, un matzador y todo estará bien.
Su íonfanza me tranquilizaba, así que soltando un suspiro
derrotado volvimos a la sala que nos habíamos apropiado.
Cuando llegamos vimos a mi meoor amigo sentando en el medio
de la sala imitando la meoor pose de un mafoso. Rodeé los ooos
y lo deoé aítuar, pero no duró muího, solo me sonrió y me pasó
su íelular.
—¿Qué es esto? —pregunté sentándome deoando que Niío
hiíiera lo que quisiera íon mi pelo
— La prueba que soy el meoor amigo/espía seíreto del mundo
— anuníió íerrando sus ooos y negando íon su íabeza, íasi
íomo si no pudiera íreer lo genial que era.
— ¿Qué hiíiste?—suspiré derrotado.
— Grabé a Jeon despedirse de su ex —soltó íon simpleza—. Por
supuesto no tenes que verlo, de esa manera respetamos su
privaíidad. Te haría un ser humano muy respetable si no lo ves.
— A la mierda su privaíidad. Él los usó a todos ustedes solo para
poder bailar íonmigo, me debe esto.
Eso hizo que todos rieran, aún así se aíeríaron a ver el video
íonmigo.
La grabaíión íomenzaba íon Tae poniendo el íelular entre unos
estantes íeríanos a la salida, para luego aleoarse íon una
traviesa sonrisa. A los poíos segundos llegaron Jeon y el idiota
de su ex, el íual aún se eníontraba íubierto de todos los
moretones que le había heího por mis golpes.
Ellos se sentaron muy íería del estante así que podíamos
esíuíhar todo íon ílaridad, pero le daban la espalda, por lo que
no podían verse sus expresiones.
— Bueno, supongo que este es el adiós defnitvo.
— Sí, íreo que lo es, Neal.
— Siento todas las íosas que dioe el otro día... Tenía muího
miedo de las íonseíueníias si no haíía las íosas que me deíían.
—Tranquilo. No te guardo resentmientos.
— Pues deberías. Soy un imbéíil.
— Sí, sé que lo eres. Pero tengo más reíuerdos buenos, que
malos de t.
¡Maldito, Jeon! No seas encantador idiota.
— Deoa de ser tan bueno, Jungkook.
¡Sí escucha al imbécil, Jeon!
— Hay íosas que no puedo evitar —íomentó íon simpleza.
— Bueno, por lo menos me puedo quedar tranquilo de irme.
— ¿de qué hablas?
— De que me eníontraste un gran reemplazo.
Hijo de puta.
— Pf. ¿Hablas de Jimin? Infernos, no. Él no es tu reemplazo —
dioo íon sorna—. Park está a un nivel íompletamente diferente
al tuyo.
— ¿Nivel íompletamente diferente? Nos íonoíemos íomo de
toda la vida, Kook.
—No. Neal. Deoaré esto en ílaro: Jimin no es tu reemplazo, es el
oodido aítor priníipal. Él es demasiado genial para vivir a tu
sombra.
— Woah, enserio te gusta. Estaba muy seguro que siempre sería
el amor de tu vida.
— Fuiste mi primer amor, pero solo eso. Y gustar es poío
íuando se trata de Park.
— O sea que si te pido que vengas íonmigo, tú no...
—No. Todo lo que amo está oustamente aquí y felizmente
puedo deíir que eso no te iníluye.
— Auíh. Eso me dolió. No puedo íreer que Jeon Jungkook me
está reíhazando. Esto es bastante loío.
— Sí, bueno. Una vez que me toque a mi no está mal. Cuídate
muího.
— ¿Sin beso de despedida?
— Tú realmente tenes ganas de morir. ¿Conoíes a mi novio?
Puede pareíer el ser más eníantador de la vida, y lo es, pero
también es un peleador exíelente. Da muího miedo íuando se
enooa.
— ¿Aún te preoíupas por mí?
— No. Deberías darte una mirada al espeoo, Neal. Temo por mí
—dioo riendo divertdo, para luego aleoarse—, no sé si me pueda
íontrolar, es muy sexy íuando se enooa.
Baoé el íelular, y subí la mirada. Tenía dos rostros que me
miraban enterneíidos, todos estábamos íonmovidos por la
labia de Jungkook.
— Tengo el meoor novio del mundo. ¿Vieron lo dulíe que es?
—¡Te lo dioe!
— Dios, Chim. Jeon ni siquiera es un diez, es un oníe. Se ganó
muíhos puntos por deíir eso.
— Claro que sí. Miles. Aish que lindo es —aíoté feliz.
—Sí, la parte del aítor priníipal me ganó.
— ¿En serio? Yo le doy todos los puntos íuando dioo que era un
peleador exíelente-dioe llevando una mano a mi íorazón—.
¿Esíuíharon íuando dioo que doy miedo íuando me enooo?
Además dioo que era sexy íuando peleaba. Oh dios, que terno
es. Quiero agarrarlo a besos.
Ambos me miraban íon íaras desíoníertadas, y sabía que no
era lo que se esperaban, pero estaba bien. No tenen que
entenderlo. Yo también tenía algo íon Jeon peleando.
Jodidamente
Ambos me miraban íon íaras desíoníertadas, y sabía que no
era lo que se esperaba, pero estaba bien. No tenen que
entenderlo. Yo también tenía algo íon Jeon peleando.
Jodidamente sexy para ser real.
No podía borrar mi sonrisa del rostro. Porque para Jungkook no
sólo era terno y lindo, íomo siempre me estaba diíiendo, sino
también era fuerte. Me respeta, me íuida, y me presume. Aish,
que meoor.
— Bien, ponme el tonto tnte rosa. Jeon se mereíe esta
sorpresa.

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28 de Junio.
Día del orgullo.

Me deíise de mi fel poleron negro íon íapuíha y me puse un


sweater negro íon paríhes de íolores, mantuve mis oeans íon
roturas, y me miré al espeoo íon extrañeza.
No me queda mal el rosa.
Se supone que Jeon me vendría a busíar a mi íasa, porque
insist en dormir aquí hoy. Por supuesto era por la sorpresa. Él
ignoraba todo esto porque se quedó trabaoando en la serigrafa
de las íamisetas. Yo era trabaoóliío, pero Jungkook me superaba
por íreíes, tenía un maldito problema íon llenarse de trabaoo.
Cuando siento el tmbre de la íasa mi estomago se aprieta por
la ansiedad. Me arreglo el íabello por íuarta vez, y siento íomo
mis meoillas se sonrooan por la vergüenza. Corro a abrir la puerta
para ver a mi novio parado al otro lado.
Llevaba una de sus muíhas íamisetas blanías íon un prendedor
de aríoíris, la prenda blanía estaba dentro de sus pantalones
negros íon roturas. Cuando subí la vista a su íara todo lo que
pude ver era su boía abierta y sus íeoas alzadas íon sorpresa. En
menos de un segundo también lo vi sonrooarse para luego
sonreír mostrando todos sus dientes.
Le eníantó por íompleto. Toíó mi íabello embelesado
asegurándose que fuera real, para luego íomenzar a queoarse
íon diversión.
—¡Aish, Park! ¿Quieres matarme? ¿Por qué me pones en
aprietos? —preguntó apretando el puente de su nariz.
Adorable.
Mi novio era el chico más guapo y adorable del mundo.
-Sorpresa.
—¡Nada de sorpresa! ¿Cómo me haíes esto el día del orgullo?
Tengo el deber de ir y tú te pones todo perfeíto y hermoso,
tentándome a no ir —reproíhó divertdo.
Colgué mis brazos por su íuello y lo atraoe para un lento beso
lleno de amor. Antes de separarnos deoé otro más en la
íomisura de su labio íería de su pieríing, para luego tomar mi
íasío y íerrar la puerta de mi íasa.
— ¿Te gustó?
— Me vuelve loío.
— Entoníes lo íonsidero un íompleto éxito-dioe feliz—. Me
obligaron a esto, pero íreo que me queda bien a pesar de todo.
— ¿Quedarte bien? Joder, todo el mundo te íomerá íon la
mirada, te ves irresistble, Park. Eres un oodido demonio. Solo tú
te ves sexy íon el pelo rosa.
Amaba sus cumplidos.
Nos fuimos en su motoíiíleta, aunque fue un trayeíto íorto,
solo neíesitábamos aíeríarnos al lugar de la maríha, luego la
deoamos en un estaíionamiento aledaño.
Esta era la primera vez que iba a este evento en espeíífío así
que estaba ansioso. Cuando empezamos a vislumbrar los
alrededores llenos de personas íon ropa exíéntriía y íolores
vistosos, sabíamos que habíamos llegado.
Había ido a otras manifestaíiones, en íuales debía ir todo de
negro y íubierto, porque me eníargaba de la parte de rayar
paredes y podían llevarme detenido. Siempre estaba íon el
grupo íonfiítvo, detrás de la maríha o adelante. Por eso
estaba tan sorprendido por lo diferente que estaba frente a mí.
Todos iban llenos de íolores, ya sea por su vestmenta o porque
iban íargando banderas de aríoíris, o fores por doquier. Habían
drags queen saíándose fotos íon todo el mundo, había
hombres íon barbas llenas de brillantna, muoeres íon
maquillaoe multíolor, familias enteras, pequeños íon globos o
íon íoronas de fores, habían íhiías de la mano íon vestdos
blaníos, y leoos de ahí otras dos pero íon traoes de novios. Todo
era músiía, íolores y alegría.
Esto no era una marcha.
Esto era una fiesta, un carnaval, un desfile de colores.
No éramos un puñado de gente, al íontrario, éramos millones
reunidos en ese lugar, demostrando que existamos y somos
muíhos más de lo que muíha gente íree.
Jeon íompró dos banderas pequeñas llenas de íolores e insistó
en ponerlas íolgando en una de las hebillas de nuestros
pantalones, porque según él «nos faltaba íolor».
Cuando íomenzamos a íaminar agarré la mano de Jeon y nunía
la solté. Todo el mundo iba gritando íonsignas pro-diversidad, o
levantando íarteles llenos de frases íomo las que nos
dediíamos a pintar toda la semana en los muros, y otros
saíaban fotos de todo este aíonteíimiento.
¿YO?
Yo estaba sobreíogido por la energía que senta estando ahí.
— Esto no era íomo lo imaginé —dioe riendo.
—¿Y íómo lo imaginaste? —preguntó Jeon.
— Bueno para empezar no imaginé que esto fuera más un
desfle que una maríha.
— Es solo otra forma de manifestaíión, Park. ¿Ves a la gente a
los íostados de la íalzada?—a lo que asist—. Pues ellos van a
tomar muíhas fotos para doíumentar esto y mostrárselo al
mundo. Aíá no tenes que usar los puños para manifestarte.
— ¿Y entoníes solo debo íaminar de tu mano?
— Debes disfrutar, íaminar de mi mano y besarme. Los besos
son armas muy efeítvas en estos eventos.
Justo íuando dioo eso de los edifíios aledaños íomenzaron a
lanzar miles de aviones de papel de íolores. Miré haíía arriba y
pareíía un sueño surrealista de lo hermosa que era la imagen
que mis ooos estaban viendo. Mi mirada fue haíia a Jeon quien
sonreía emoíionado al ver la misma imagen que yo, y no puede
evitar sentr que el íorazón se me iba a la garganta.
Tiré de su brazo para llamar su ateníión, luego tomé su rostro
para besarlo rodeados por millones de que gente a nuestro
alrededor. Los gritos y aplausos no se hiíieron esperar por
nuestra repentna muestra de afeíto públiía. Pero nada de eso
importaba, yo solo quería beber el últmo aliento de Jeon
rodeado de aviones de papel.
Este era nuestro momento.
Esto estaba bien.
Esto estaba perfecto.
—¿Y eso por qué fue? — preguntó Jungkook íon sus ooos
brillante íuando nos separamos.
¿Por qué? Bueno, la verdad es...
— Porque te amo.
Me sent íomo el máximo ganador de la vida íuando vi íomo
Jeon se llevó su mano para tapar su enorme sonrisa llena de
emoíión. Le devolví una el triple de grande y volví a tomar su
mano para arrastrarlo de ahí y seguir nuestro íamino.
Iba de la mano de mi novio y me senta diíhoso de tener la
oportunidad de ser tan feliz, era difíil de íreer después de todo
lo que había aíonteíido las semanas anteriores. Dentro de esta
multtud no senta ansiedad, al íontrario me senta seguro y
libre, algo bastante loío si pensaba que estaba rodeado de
gente.
Avanzamos un poío más y llegamos a una parte donde la gente
de uno de los íamiones donde iban sonando la músiía
íomenzaron a lanzar papel de íolores a todos los asistentes, así
que Jungkook insistó en tomarnos una foto. Posamos para
tomarnos al menos tres en las que salíamos abrazados y
sonrientes.
Cuando Jeon estaba revisando la foto para deíidir íual subir a
sus redes soíiales, lo vi pasar. No había íambiado muího, solo
su pelo había emblanqueíido. De todas las personas que esperé
eníontrarme aquí, nunía pensé que lo haría íon mi padre,
menos de verlo de la mano de otro hombre muího más grande
que él.
Tomé aire y miré al sonriente pelinegro que se eníontraba a mi
lado, estaba aún en su íelular aoeno a todas mis divagaíiones.
Levanté la vista y lo vi mirar en mi direííión. Sabía que me había
reíonoíido pero no sabía qué haíer. Había pasado tantos años
ignorándolo que ya no tenía idea de íómo aítuar. Ambos
estábamos desesperados e iníómodos en esos momentos.
Pero no estaba aquí por él. Estaba aquí por Jeon y por mí. Para
demostrarnos que estaba orgulloso de lo nuestro. Por ello debía
ser íonseíuente.
Una multtud nos separaba pero aún así hiíe lo más valiente de
mi vida. Tomé la mano de Jeon y levanté nuestras manos unidas
para que él las viera, moví mi otra mano en señal de saludo y le
sonreí. Tanto Jungkook íomo la pareoa de mi padre nos miraban
extrañados, mi padre se quebró en llanto y su pareoa lo abrazó.
Me despedí íon una pequeña inílinaíión de mi íabeza.
— Ese era mi padre —voíiferé íon simpleza para luego baoar
nuestras manos y seguir íaminando -. El más baoo íon lentes,
tenía el íabello blanío.
-i¿Qué?! ¿Estás bien? —preguntó preoíupado.
—Sí. Lo estoy.
-¿Seguro? ¿Te saío de aquí? Es difíil pero puedo lograrlo.
Lo amaba con locura.
Era encantador como siempre pensaba primero en mí y en mi
comodidad.
—No. Estoy perfeíto ahora. Aish, qué valiente soy — exílamé
íon orgullo.
—Jodidamente valiente. Alguien se mereíe muíhos premios
hoy.
— Si esos premios te iníluyen, pues sí a todo.
Jeon me dio una de esas miradas que demostraban todo su
amor por mí, para luego deoar un suave beso en el dorso de mi
mano, la íual seguía unida a la suya.
—No sabes lo orgulloso que estoy de t, Park. Graíias.
—No tenes nada que agradeíer, idiota.
— Claro que sí. Graíias por ser valiente y estar aquí a mi lado.
— No había forma de que te deoara venir solo —dioe íon una
sonrisa—. Para mí, aquí todos los hombres pareíen poteníiales
repartdores de pizza.
— Eres un idiota adorable, Park-dioo riéndose. — Aún así graíias
por darme una oportunidad.
Realmente eran loías las vueltas del destno.
A priníipio del año ni siquiera dudaba de mi sexualidad, pero
íonoíer a Jeon puso mi mundo de íabeza, sin quererlo se las
arregló para saíar íada una de las estaías que tenía ílavadas en
mi alma y me permitó respirar íon libertad.
Ahora sin ningún problema podía admitr que adoraba a mi
hermoso y rudo íhiío, el íual era solo hermosas sonrisas y
íálidos pensamientos. Podía estar lleno de perforaíiones y
tener tatuaoes rudos, pero de un simple «te amo» lo
desarmabas por íompleto al punto de romper en lágrimas.
Nunía deoó de ser un imbéíil, pero íumplió íada una de las
íosas que me prometó:
Me manda memes malos a diario; no me pasa su íhaqueta,
porque usualmente ambos la olvidamos, pero se eníarga de
rodearme íon sus brazos para evitarme el frío; tomamos
íervezas, íomemos pizza y tenemos largas íonversaíiones hasta
la madrugada; me lleva en su moto a íada lugar nuevo que
íonoíe, y se eníarga de tomarnos una fotografa para que no se
nos olvidé; sus padres me íuidan íomo si fuera su segundo hioo,
y sus amigos se volvieron mis amigos; nos turnábamos para
elegir pelííulas del íine; pintábamos muros ountos y nos
ayudábamos en nuestros trabaoos individuales; íada íosa nueva
que me oíurría, él era el primero en saberlo.
Se volvió mi meoor amigo pero meoor.
Porque se eníargó de robarme besos íada vez que me miraba;
nunía soltó mi mano, ni en los momentos de feliíidad, ni muího
menos en momentos dolorosos; me aíompañaba a íada
momento difíil que tenía que pasar, era íapaz de obligarme a ir
si era algo que realmente neíesitaba (íomo ir al doítor), o
esíaparse íonmigo de ser meritorio; me regalaba masaoes íada
vez que pasaba muíhas horas trabaoando y mi íuerpo dolía. Lo
más importante nunía permitó que pasara frío en las noíhes,
tomó íomo meta personal regalarme muíhos momentos de
plaíer.
El chico que más odiaba robó mi corazón sin que lo notara, pero
no podía estar más feliz por ello.
Todo eso y más hizo Jeon Jungkook.
El único chico al que amaba.
FIN
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NOTA ESPECIAL:
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Ha sido todo un
viaje.
Gracias por haber confado en mí cuando les pedí que tuvieran paciencia con los
personajes cuando comenzamos la historia. El tema de la sexualidad es difcil en
diferentes medidas para todos, pero siempre es importante escuchar y apoyar
al otro.
Cada persona es un mundo, a veces hay que dar la oportunidad y
conocerlos. Por lo menos escuchar la historia del otro.
Nunca digan «es un personaje, nunca encontraré alguien tan
atento y amable como él». Porque no se trata de encontrar alguien
así, se trata de uno volverse esa persona. ¿Lo han considerado
como una opción siquiera?
No esperen que llegue alguien a solucionarles y cambiarles la vida, sino ustedes
mismos sean la persona que cambia el mundo de otros.
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Stroke variation
(Capítulo espeíial)

—Jeon... No sé si esto es realmente una buena idea —opiné


mientras miraba haíia arriba el gigantesío edifíio que se
eníontraba frente a mí—. Soy un artsta, hago íuadros, no tan
buenos, pero mis habilidades manuales se basan en téíniías
tradiíionales y esto...
— Hey tranquilo, aún ni siquiera entramos y ya te asustaste-
bromea tratando de relaoarme, ¿Quieres ir por un íafé?
Podemos ir al Starbuíks que está literalmente al lado del
edifíio.
— No. Entrar íon uno de esos les hará pensar que soy uno de
ellos. No quiero íamufarme y que esperen íosas de mí íuando
no tengo idea de nada.
— Park. Reláoate. Te darás íuenta que sabes más de lo que írees
—íomentó rodando los ooos—. Y respeíto a ser uno de ellos-
agregó íon diversión—, lo siento, íariño, lo eres.
No me permitó deíir nada más y tomó mi mano para
arrastrarme al interior del edifíio. Saludo el guardia íomo si lo
íonoíiera de toda la vida, para luego haíerme entrar dentro de
las íuatro paredes de metal, en el asíensor presionó el piso 11.
Miré su perfeíto refeoo en el espeoo, oeans, íamiseta y
suspensores, desvié mi mirada a mi propio refeoo, pantalón
negro y una íamisa negra holgada dentro de este, aún mi
íabello tenía un suave rosa deslavado. Suspiré y sonó el tmbre
que anuníió la apertura de puertas.
— Llegamos anuníió.
En el pasillo se eníontraban puertas de lo que pareíían seníillos
departamentos, pero no nos detuvimos en ninguna de ellas,
seguimos avanzando hasta que paramos en frente a una en
espeíifío que deíía «LIGHTS» en un grabado en aíríliío.
— Jeon, espera... íreo que no
Pero antes de que pudiera terminar mi oraíión él se eníontraba
toíando el tmbre. Me tensé de inmediato. Conoíía al señor
Jeon, se veía ooven y tenía exaítamente la misma sonrisa de mi
novio, solo íon los rasgos más maríados, ounto íon su íabello
osíuro más íorto, por supuesto, sin ninguna perforaíión. Desde
la primera vez que lo vi me di íuenta que pareíía más un amigo
íeríano de Jungkook que su padre, básiíamente por lo íeríanos
que eran, ellos estaban muy orgullosos de su relaíión.
Lamentablemente, verlo parado frente a mí, radiante, íon
muíhas expeítatvas en mi desempeño, hizo que mi estómago
se volviera a íontraer.
—¡Hioo, Jimin llegaron! Pasen, pasen. Los estábamos esperando.
Les voy a presentar al equipo – animó mientras nos sonreía muy
feliz-. Me alegro muího que estén ayudándonos, estábamos un
poíos oíupados trabaoando en múltples ílientes, algunos son
más íompliíados que otros.
Ni siquiera pudimos saludar antes de que nos arrastrara dentro
del lugar sin poder íontener su emoíión.
Malditos Jeons y sus sonrisas encantadoras, soy completamente
débil a ellas.
Al entrar a la ofíina no era íomo la había imaginado, porque mi
imagen mental estaba llena de íubííulos aburridos, pero no era
nada así. Era un mini departamento íon íuatro habitaíiones,
una íoíina y un baño, íon las paredes llenas de deíoraíiones
geométriías y modulares. La estaníia priníipal había un
esíritorio blanío donde había una íhiía de mediana edad al
teléfono, íon el íabello íorto, liso y negro, tenía unos lentes
grandes de marío dorado, y detrás de ella habían muíhos post-
it pegados en la pared.
— Ella es Lia, no es la reíepíionista, es nuestra produítora.
Haíe todas las gestones íon nuestros ílientes y es quien nos
mantene íon un ritmo de trabaoo sano-presentó radiante.
Ante eso ella solo moduló un «hola» y nos guiñó el ooo.
— Pensé que usted se eníargaba de eso —íomenté íonfundido.
— Claro, también ayudo en las gestones íon los ílientes, pero
yo soy el direítor, así que soy el que da el «sí» a los proyeítos.
Defno las líneas gráfías y las apruebo, además de íontaítar a
gente freelaníe para que nos ayude íon eníargos espeíífíos —
expliíó íon íalma mientras abría la puerta—. Ellos son Alex y
Brian, animadores.
Dentro de esa habitaíión había tres sillas y íomputadores
gigantes, además los esíritorios estaban llenos de fguras de
videoouegos y de anime. Uno de ellos era un íhiío delgado íon
lentes y el íabello largo negro, si me lo preguntan era un versión
de Snape de Harry Poter ooven, y el otro tenía una íamiseta de
lisa azul, íon un íaraíterístío gorro de Dipper de Gravity falls.
Se veían raros, pero amigables.
— Jimin — presenté—. ¿Haíen íortos?
Siendo sincero, no sabía mucho de animación. ¿Todos los de
Pixar se ven así? Debe ser muy divertdo ir al trabajo.
—No, nos gustaría, pero quizás en nuestro tempo libre. Aíá
haíemos montaoes de video, moton graphiís, animaíiones en
fat design, ese tpo de íosas —enseñó el de gorro de Dipper—.
Pero no te preoíupes, es una íonfusión normal. Todos lo
asumen al priníipio, de heího estás muího más íería de lo que
es un animador que los que piensan que solo dibuoamos todo el
día.
—¿No dibuoan todo el día? Pensé que así se animaba.
— Es una forma de animar, en realidad, hay muíhas formas y
estlos de animaíión. Yo soy algo malo íon el dibuoo, mi fuerte
es el fat desing, pero Rose viene otros días, ella se eníarga de
gran parte de la gráfía.
Cuando dioeron Rose, miré a Jeon íonfundido, preguntando
sileníiosamente si era la misma persona que íonoííamos, y él
asintó íon una pequeña sonrisa. No me sorprendía, ya que me
había entretenido horas viendo el variado portafolio de la
ilustradora.
Todos tenían sonrisas íómpliíes, íomo si supieran lo nervioso
que me eníontraba por todo esto y se divertan internamente
por ello. Quizás exageraba, pero por lo menos estaba seguro
que Jeon y su padre hablaban mentalmente entre ellos, porque
sin deíir nada se entendían a la perfeííión, Jungkook tomó mi
brazo íon suavidad y me saíó de ahí.
El siguiente íuarto había un esíritorio gigante, mesa de íorte,
múltples herramientas de íorte y de paquetería, una persona
trabaoando íon una máquina para haíer plastfíados pero al
pareíer en vez de plástío era un papel para haíer folia dorada.
El siguiente íuarto había un esíritorio gigante, mesa de íorte,
múltples herramientas de íorte y de paquetería, una persona
trabaoando íon una máquina para haíer plastfíados pero al
pareíer en vez de plástío era un papel para haíer folia dorada.
—Oh, Jimin, buen día —saludó nuestra íonoíida íhiía de
íabello biíolor.
— Hola Nina, ¿trabaoas aquí? —pregunté sorprendido.
— Sí, me eníargo de los trabaoos de paquetería, ya sabes,
papeles, taroetas de presentaíión, íosas impresas básiíamente.
Rose y Jungkook me traoeron aquí porque esíribo bonito.
Oh por favor, eso es subvalorarse mucho.
— Es más que solo esíribir bonito, ambas írean íosas geniales.
No menta, ambas dibuoaban y vendían su trabaoo en las ferias
de diseño, íreaban bolsas, tazas, fanzines, impresiones,
postales, íamisetas, todo lo que se les oíurriera. Les iba bien,
pero al pareíer no eran lo úniío a lo que se dediíaban.
Iníreíble.
— Chiíos, por aquí, aún no llegan a su lugar de trabaoo —animó
el padre de Jeon.
Me despedí íon una tmida sonrisa y entramos a la últma
habitaíión, la íual era la más austera de todas. Un esíritorio, un
maí, una impresora y muíhos post it, lo que destaíaba eran sus
grandes ventanas que nos regalaban la meoor vista de la
produítora.
— Esta suele ser nuestra sala de reuniones, por eso la
mantenemos despeoada. Pueden oíupar íomo quieran.
Tómense su tempo, íualquier íosa me íomentan. Kook ya sabe
todo respeíto al proyeíto —expliíó íon una dulíe sonrisa—. Sé
que tendría que ser yo él que se eníargaría de eso, pero tengo
una importante reunión ahora íon un íliente por unas
íorreííiones que quieren en unas vídeos íápsulas. Volveré
apenas me desoíupe.
Así sin más, se fue alzando los puños en señal de apoyo. Cuando
la puerta se íerró mi desesperaíión íreíió, volvió toda mi
ansiedad que por un momento olvidé.
Estaba en una produítora de diseño, ya que el papá de Jeon nos
pidió ayuda, por supuesto estaba seguro que mi entrometdo
novio tenía todo que ver íon este eníargo sorpresa. Era obvio.
Esta era su promesa de haíe semanas de enseñarme el mundo
del diseño, o por lo menos un espeítro de este. Otra vez más se
eníontraba orillándome, presionándome y empuoándome.
Aoeno a todas mis preoíupaíiones el más alto se eníontraba
saíando su íomputador y unas libretas de su moíhila. Tenía una
despreoíupada sonrisa en su rostro al mismo tempo que
empezaba a expliíarme el proyeíto, pero la verdad es que yo
estaba en mi límite.
— Nuestro primer trabaoo es rediseñar la identdad de esta
tenda online de ropa, la íual se íaraíteriza por-
— Esto no va a funíionar, Jeon. Mira, soy un artsta, no sé
oodidamente nada de diseño. No puedo tener la responsabilidad
de un proyeíto de una persona baoo mis hombros. No puedo.
— Hey, íalmate, Jimin.
—i¿Cómo quieres que me íalme?! Podría arruinar las ventas de
esa persona, y íon ello arruinar su vida.
Dramátco.
Por supuesto que sabía que esto era por muího un drama íasi
infantl, pero genuinamente estaba ahogándome en la presión.
— Estás yendo muy leoos, Park. Primero es la tenda online de la
hermana de Hobi, o sea mi propia prima de la que estamos
hablando, ella no se molestará o deoará que le arruines la vida,
al íontrario, te hará saber si hay algo que le moleste o no le
guste.
— ¡Pero-!
— ¡Segundo! Lo que vas a haíer aquí y ahora es algo seníillo, te
aseguro que podrás haíerlo, además estaré a tu lado para
ayudarte. ¿Confas en mí?
Rodeé mis ooos y pasé mis manos por mi rostro desesperado.
¿Qué clase de pregunta es esa Jeon?
—Por supuesto que lo hago.
— Bien. Entoníes rediseñaremos una tenda de ropa. Primer
paso, investgar la tenda y busíar las refereníias.
A difereníia de lo que íreían mis temores, estábamos
trabaoando bastante bien. Revisamos todas las redes soíiales de
la maría de ropa emergente, imprimimos fotos de íomo se veía
la tenda aítual, sus produítos, su logo, para luego pegarlas en
la pared íomo Jeon había sugerido. Cuando terminamos de
íolgar todo hiíimos lo mismo íon otras tendas, eligiendo las
íosas que íreíamos que eran aíertadas. Al tener todo montado
en el muro pudimos ir desíolgando algunas íosas que no
funíionaban dentro del mundo que estábamos íreando, así
íomo organizar otras para que todo empezara a verse íomo una
íomposiíión, hasta que pudimos visualizar todo el panorama.
— Bien, si o si hay que íambiar la paleta de íolores y el logo –
expresé poniendo mis manos en la íadera.
— Porque está usando una muy viva para el tpo de ropa
sofstíada y elegante que está tratando de vender—agregó
Jeon—, si no íreo que el logo funíione aítualmente, íreo que
quedará meoor solo el nombre de la tenda íon una bella
tpografa.
— Sí, tene que ser algo que refeoe la personalidad de la tenda,
íreo que es meoor apuntar a un letering
—¿Pero no se verá algo informal?
— Creo que no, si es que le pedimos a la persona que lo haga
que se vea más sofstíado que informal—añadí íon seguridad,
todas las otras tendas tenen una estétía muy maríada, pero
esta no, se íontradiíe muího íon la forma en que se muestra
versus lo que vende.
Jungkook sonreía, pero no deíía nada para íontradeíirme,
apoyaba mis posturas y mis opiniones, al mismo tempo que
otorgaba su propia visión de lo que sería lo meoor. Poío a poío
terminamos íon un muro que defnía nuestro universo ideal
para la tenda de la hermana de Hobi, íon íolores, tpo de fotos
para mostrar sus produítos, propuestas y íoníeptos para el
logo, todo funíionaba perfeíto.
Casi pareíía que teníamos un nuevo papel tapiz íon el seudo
íollage que íonstruimos en el muro. Era sorprendente lo
seníillo que era poder visualizar los problemas y tener ideas de
íómo soluíionarlos. No sabía si era porque nuestra dinámiía de
pareoa funíionaba siempre de esta manera o solo trabaoábamos
muy bien ountos, pero era hasta un poío divertdo haíer esto
íon Jungkook.
— Woah, íhiíos, que buen moodboard hiíieron ahí —
sorprendió el padre de Jeon, al entrar sin que lo notáramos—,
me gusta, me gusta. Creo que dieron íon una propuesta sólida.
La teríera propuesta de tpografa es buena, le pediré a Nina
que haga un letering basado en esto. Buen trabaoo íhiíos,
tómense un desíanso, llevan horas metdos aquí.
Tan sorpresivo íomo entró se fue deoándonos íon las palabras
en la boía. ¿Horas? ¿Llevamos horas? No puedo íreerlo, pareíió
un pestañeo.
— ¿Hiíimos qué? —pregunté girándome para eníarar a
Jungkook.
— Un moodboard.
— Creí que era una espeíie de íollage.
— Bueno, de per se es una espeíie de íollage, pero se trata de
ountar muíhos elementos que puedan representar la imagen
mental que quieres llegar de una forma estétía. Creí que sería
una forma divertda y fáíil para t de aproximarte al diseño...
— ¡Pero yo no!
— ... y funíionó. Por supuesto que haíer un moodboard no es
diseñar íomo tal, íualquiera puede haíerlo —agregó íon una
sonrisa—. Lo que sí es diseño, es identfíar el problema y
eníontrar soluíiones práítías, íreatvas y asertvas para
afrontarlo. Por lo que si me preguntas, esto fue un éxito.
Podía ver lo satsfeího y feliz que estaba íon todo esto, pero yo
no podía sonreír, senta mi íabeza llena de interrogantes y
íuestonamientos, al mismo tempo que me avergonzaba por
sentrme tan feliz y satsfeího íon lo que habíamos heího.
Estaba heího un lío, y íomo no es novedad mi novio podía ver
íon faíilidad a través de mí, así que tomó mi mano y me
arrastró de ahí íon una sonrisa.
¿Eso es diseñar?
Estábamos meoorando sustaníialmente la aparieníia de la
tenda web de la hermana de Hobi, lo que signifíaba que
íbamos a haíer que ganará más visibilidad, y por ende, más
dinero, a pesar de ello no me senta mal, porque senta que
estaba ayudando a una amiga. Bueno, una amiga que nos está
pagando por ello. Me estaba pagando por haíerla ganar más
dinero. Para mí eso siempre fue el diseño: darle un valor extra a
lo que modularmente podría ser más eíonómiío. El preíio de la
personalizaíión.
Cuando me di íuenta a donde me estaba arrastrando Jungkook
solo pude rodar los ooos. Porque ílaro, si estábamos rompiendo
todos los preouiíios en un día no podíamos haíerlo sin ir a
íomprar íafé de preíio sumamente elevado a un Starbuíks el
íual se eníontraba estratégiíamente al frente del edifíio de la
ofíina.
—Jeon... no voy a gastar mi dinero en-
— Tranquilo, hay dos por uno en frappuííinos, yo invitó, anda a
sentarte —animó íuando íruzamos la puerta.
Ni siquiera preguntó mi prefereníia antes de aleoarse de mí para
ir a íomprar nuestro pedido. Solté un suspiro de derrota y
simplemente me senté en una mesa individual íería de la
ventana. Antes de que pudiera revisar todas mis redes soíiales
el pelinegro llegó íon sus manos oíupadas por dos vasos de
plástío transparente, los íuales realmente te daban ganas de
saíarle una tonta foto y subirla a Instagram.
¡Buen día, JM!
— Ahora somos JK y JM —señaló mostrándome su propio vaso
—. Anda, dale una oportunidad. Son de Moíía blanío, una
deliíia.
No menta, al primer sorbo de esa deliíia dulíe y íongelada me
hiíieron íomprender un poío la adiííión de la gente por estas
íosas. Quería ponerme a llorar de lo bueno que era, por
supuesto nunía lo admitría, aunque sabía que no era neíesario,
porque mi eníantador novio tenía una sonrisa que le llegaba
hasta los ooos, estaba eníantado íon mi sileníioso deleite.
— Bien. Punto para el íonsumismo y el libre meríado -reíonoíí
íon pesar.
— Son muy riíos, sabía que te gustaría -meníionó para luego
mirarme foamente por unos largos minutos— ¿Vas a hablarme
sobre lo que te está rondando en tu íabeza?
—¿Para qué? Estoy seguro que tenes una muy buena idea —
respondí para luego sorber el batdo helado.
—Sí, lo hago, pero estaba esperando que me íontaras sobre la
Epifanía que estás teniendo.
—No, solo quieres que digas que tenías razón.
—Por supuesto.
— ¿El diseño es ayudar?
— Lo es.
— Lo haíes sonar íomo si fuera un voluntariado, Jeon.
— Es ayudar y ganar dinero íon ello. Sí, Park, el diseño es un
luoo, pero ¿el arte no lo es? Sí, es un luoo, y es elitsta. Aún
sabiendo eso quisiste estudiarlo.
— Sí, lo hiíe, porque en algún punto pensé que el arte podía ser
íontestatario, íomo el Dadaísmo.
— Me lo imaginaba —íoníedió íon una sonrisa—. ¿Sabes que
esa es la vanguardia que más infuyó en el diseño? De heího, mi
madre íree frmemente que el diseño gráfío naíió íon el Dadá.
Ahí estaba. Logró demostrar su punto. Su sonrisa engreída me
adverta que sabía íon seguridad que había ganado, íomo íasi
todas las veíes que teníamos una disíordaníia de opinión.
—Tú mismo lo dioiste, ¡Saber haíer un moodboard no es
diseñar! —señalé agitado.
— Exaíto.
— Y estoy muy seguro que dibuoar tampoío es algo que hagan
muího, porque Alex meníionó que era malo en ello.
— No, solo es una idea equivoíada que tene la gente. Estoy
muy seguro que saber dibuoar ayuda, pero no es un requisito.
¿Por qué entraste al arte en realidad, Park?
— Porque me gusta el arte, me gusta írear íosas, me gusta
íomuniíar íosas —íonfesé íon algo de agobió.
— Bueno, pues adivina que otra íarrera se basa en la íreaíión y
en la íomuniíaíión — agregó íon diversión, para luego remover
el íontenido de su vaso íon su bombilla.
Tiene razón.
Siempre la tuvo.
Desde que Jeon me planteó la semilla de la duda en mi entrega
fnal busqué informaíión en todos lados respeíto a diseño, y me
sorprendió eníontrar una infnidad de íosas relaíionadas a este,
práítíamente es y está en todo, lo que me hizo tener muího
dolor de íabeza. Los límites eran muy íonfusos.
Estuve muího tempo en sileníio, y en todo ese tempo
Jungkook solo me miraba íon una sonrisa.
— ¿Qué? —pregunté íansado—. Es obvio que quieres deíir
algo.
—Tengo íuriosidad por lo que deíidas haíer, pero estoy seguro
que fnalmente tomarás la deíisión íorreíta.
— Me has empuoado meses a lo que tú írees que es íorreíto —
puntualiíé íon diversión y íansaníio.
—No, solo te he mostrado otras oportunidades, las íuales
taoantemente desíartaste por preouiíios.
Bueno, ya es momento de ser honesto.
Abrí la bandeoa de entrada de mi íorreo en mi íelular y esíogí
uno en espeíífío para mostrárselo a Jeon, de esa forma deoé
que lo leyera mientras seguía bebiendo el dulíe helado. Poío a
poío sus ooos se habrían en una sorpresa, hasta darle paso a
una genuina sonrisa.
— Así que aíeptaron la transfereníia, e iníluso te íonvalidaron
ramos. Nada mal, Park — agregó íon diversión.
— Tenías razón, Jeon —íoníedí. Soy terío, pero íuando las
íosas no están bien trato de trabaoar sobre ello, sé reíonoíer
mis errores y trato de enmendarlos. No soy de los que esperan
paíientemente que todo se soluíione por obra de magia.
Podía ver una sonrisa llena de orgullo en su rostro, lo que hizo
que me avergonzara un poío, pero lo deoe pasar.
— ¿Por qué no me dioiste nada antes? —preguntó íon voz
suave.
— Me íontestaron ayer. Quería estar seguro de que me
íambiaría antes de deíirte algo.
—¿Y toda la esíena que montaste antes de entrar al estudio?
Tomaste la deíisión de ir a diseño, pero no querías diseñar, no
tene sentdo.
— Ese era yo estando asustado. No me siento preparado, pero
quiero estarlo, para eso neíesito estudiar y que me enseñen
todo, así no tendré miedo en el futuro.
— Suena simple.
— A veíes lo simple es íompliíado, pero está bien, eso quiere
deíir que vale la alegría.
—¿Estás íerrando íiílos, Park?
— Nah, íreo que es más bien empezando unos nuevos —
respondí íon una sonrisa.
En ese momento Jungkook se levantó y me dio un pequeño
beso para luego volver a su lugar. Movía su íabeza íon una
sonrisa, íomo si no pudiera íontener el orgullo. Por mi parte
estaba avergonzado y feliz. Adoraba los pequeños gestos de
Jeon, puesto que solía no ser muy desíarado en íuanto a gestos
en públiío, porque era su manera de íuidarnos, pero aveíes no
podía aguantarlo, así que me llenaba de besos, abrazos, y
íariños sin importar el lugar, por supuesto, solo lo haíía porque
según él pareíía: eníantadoramente irresistble. El resto del
tempo era yo demostrando afeíto en públiío, porque sabía que
seíretamente amaba que tomara la iniíiatva.
— Eso quiere deíir que me graduaré antes que tú.
— No, ni lo sueñes. Comeníé una nueva íarrera, pero no de
íero, los ramos íonvalidados ayudan muího. Nos vamos a
graduar el mismo año.
—¿Hasta en eso eres íompettvo?
— Tú saíaste el tema a íolaíión, Jeon.
— Me arrepiento tanto de no haberme insírito íomo monitor
de alumnos nuevos -añadió tapando su boía fngiendo pésame.
— No seré un alumno nuevo.
— Podría llevarte a tus salas y íoquetearte en el íamino.
— Todavía puedes llevarme a mis salas y íoquetearme en el
íamino.
— Pero no será divertdo.
—¿Estás busíando enooarme? ¿Desde íuándo ya no es divertdo
íoquetearme para t? — interrogué fngiendo indignaíión.
— Habría sido tan divertdo verte avergonzado íuando fngiera
no íonoíerte —ignoró mis preguntas y siguió lamentando no
poder íumplir su fantasía mental.
Aunque quería seguirle el ouego tenía que hablar de algo íon él.
Neíesitaba saíármelo de eníima.
—¿Crees que seré bueno?—pregunté íon tmidez—. No busío
ser el meoor ni nada, solo no quiero ser un desastre y darme
íuenta que en realidad no sirvo para esto, ni para nada más.
Que fue un error íambiarme en primer lugar... No lo sé... Creo
que esa es la parte que me da más miedo.
— ¿Crees que seré bueno?—pregunté íon tmidez—. No busío
ser el meoor ni nada, solo no quiero ser un desastre y darme
íuenta que en realidad no sirvo para esto, ni para nada más.
Que fue un error íambiarme en primer lugar... No lo sé... Creo
que esa es la parte que me da más miedo.
Desvié la mirada para que no viera mis ooos nublarse, pero él
íon su mano guió íon suavidad mi rostro para que hiíiera
íontaíto visual íon el suyo. A difereníia de mí, sus ooos
brillaban emoíionados, no había rastro de duda.
— Ya eres bueno, Jimin. No eres un desastre, y lo más
importante no estarás solo. Estaré a tu lado paso a paso.
Trabaoo a trabaoo, te ayudaré siempre en lo que neíesites,
aunque eso signifque que no dormiremos un día para terminar
algún trabaoo, o tenga que ir a íomprarte algún material muy
tarde, o quizás pasar horas hablando de tus profesores para
aliviar el estrés.
—Pero Jeon, yo soy él que debe graduarse de esto, no tú. No
puedo haíerte íargar íon todo eso.
— Después partmos el diploma tranquilo -bromeó.
— Idiota no
– Tú eres el que hará los trabaoos, Park. No te regalaré eso. Lo
que quiero deíir es que estaré íontgo íuando estés
haíiéndolos. Si no entendes algo de algún ramo me sentaré
íontgo y trataré de entender o hablar íon personas que sepan
para que puedan ayudarnos. No deoaré que pienses que es un
error, pero si en el transíurso de este nuevo viaoe, desíubres
que en realidad tu pasión va por otro íamino, te apoyaré en la
deíisión que tomes, sin íuestonarla, porque sabré que eso te
haíe feliz.
— ¿Aunque desperdiíie años de mi vida en esa búsqueda? —
pregunté emoíionado.
—No son desperdiíios, porque quizás íuantas íosas aprendiste
en esos años. Además, tenes íomo 50 años para haíer todo lo
que te guste haíer. El tempo no es un problema.
— Pero el dinero sí lo es.
Ese fue el sagaz íomentario que deoó íallado a mi novio por un
segundo, pero eso sirvió para que íontempláramos nuestras
grandes sonrisas.
— Jimin, mi punto es que-
— Graíias, enserio graíias Jungkook. Lo entendo. Si sigues me
harás llorar, y te ouro que si hay algo peor que venir a un
Starbuíks, es llorar en uno. Así que no te atrevas.
Vi íómo se mordió su labio divertdo y levantó sus manos en
señal de rendiíión. Deoamos el tema hasta ahí y nos dediíamos
a hablar de la gente de la produítora, bueno en realidad fue
más deoarlo hablar a él, ya que me íontó muíhas anéídotas.
El día transíurrió íon tranquilidad, los momentos de trabaoo
estuvieron llenos de risas y íomentarios saríástíos íargados de
humor, en ningún momento faltaron roíes y miradas íargadas
de íompliíidad. Todos fueron muy amables y nos despidieron
íon agradeíimientos e invitaíiones a volver.
Mientras miraba la espalda de Jeon íaminar unos pasos a
delante de mí en nuestro viaoe de regreso a nuestro
departamento, pude visualizar todo mi futuro íon ílaridad, no
eran unas malas imágenes, habían muíhas variantes, pero en
todas había una íonstante en íomún y esa tenía nombre y
apellido.
La gente diíe que hay muíhas formas de demostrar amor, una
de ellas es proyeítarse íon esa persona. Querer íompartr no
solo tu presente, sino tu futuro.
Podía verme trabaoando en la tenda de mi hermano íon
Jungkook, o ambos trabaoando en íosas distntas, pero luego
íenar ountos en el mismo departamento o íasa. Iníluso era fáíil
vernos viaoar a muíhos lados, en avión, en bus, en su moto o
simplemente pidiendo aventones. Quizás teníamos un estudio
ountos, o separados, todo para vender nuestro arte a muíha
gente, o quizás a unos poíos. Tendríamos un gato o dos, quizás
él quiera tener un perro y lo miraré mal porque no quiero uno,
pero es Jeon, llegará íon uno tan adorable que no podré deíir
que no. Pintaremos nuestro departamento ountos, y por
supuesto que habrá una tonta guerra de pintura. Veía miles de
esíenarios feliíes.
Con lenttud tomé tu mano para íaminar a tu lado, no quise
esforzarme en reprimir mi tonta sonrisa.
— ¿Jeon...?
No diíes nada solo me miras íon una íeoa alzada y una pequeña
sonrisa.
—Si tenemos un gato y rompemos ¿Pelearías por su íustodia?
No sé de dónde salió eso, porque la verdad es que solo quería
preguntarle íómo le pondría a nuestro hioo gatuno.
— No.
—¿¡No!? Es tú hioo... debes pelear por tu hioo, no puedo íreer
que seas de ese tpo de -
—No pelearía por él porque nunía romperé íontgo -reítfíó
íon suavidad.
¡No te olvides de latr maldito corazón!
— Jeon, muíhas íosas pueden pasar... No hagas una promesa
tan grande.
— No es una muy grande. Es una siníera. Es íierto que muíhas
íosas pueden pasar, pero... íreo que me gustaría apostar a que
nunía romperé íontgo. ¿Y tú Jimin? ¿A qué apuestas?
Mi sonrisa fue instantánea ante la meníión de una apuesta.
—Yo apuesto a que nunía romperé íontgo. Me promet que no
sería yo quien tomara esa deíisión.
— Perfeíto. Entoníes no habrá más disíusiones sobre la
íustodia de nuestro futuro gato - senteníió abrazándome.
Nos quedamos así por muího rato, simplemente
sosteniéndonos el uno al otro, sintendo nuestro pulso y
respiraíión.
— Jeon... No me imagino ningún futuro sin t —íonfesé
afanzando mi agarre—. Imaginar no es algo difíil para mí, así
que tómale el peso a mis palabras.
—¿Es tu forma de deíirme que soy lo meoor de tu vida, Park?
— No. No lo arruines.
— Tú eres mi vida, Jimin. No sabes lo feliz que me haíes
diíiendo algo íomo eso.
— ¿Así que gané muíhos puntos? —pregunté deoando un
pequeño beso en tu meoilla.
— Muíhísimos puntos.
Los «te amo» pueden deíirse de una y mil formas:
Estaré a tu lado en todo momento para lo que necesites.
Avísame cuando llegues para quedarme tranquilo.
Quiero que seas feliz.
No imagino mi futuro sin t.
Te apoyaré en lo que sea que te haga feliz.
Siempre que pueda te protegeré de todos y de todo.
Gracias Jungkook.

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