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Juanito Alimaña

Aquellas mañanas luego de los desastres eran la iniciativa para compartir


todo tipo de opinión con los vecinos, incluso ni el día hermoso era capaz de
hacer olvidar la tragedia que había sucedido en la bodega de Don Pedro.

Petricia: Y si usté’ hubiese visto cuando sacó el arma blanca, yo me jullí pa’
una esquina del bodegón

Don Pedro: Siempre es lo mismose’ con esa situación, nadie le pone un alto
y el muy bandido seguí quitandosele’ a todo nosotro la plata sudá
Juanito Alimaña había sido protagonista una vez más de un atraco; sin
preocuparse por ninguna denuncia los habitantes del pequeño pueblecito
solo tenían las agallas para quejarse entre sí.

Carmencita: Ay, Don Pedro! Vaya usté’ a saber cuanta vece’ han disimulao’
trancarlo y el muy condenado sale como si na’ al otro día

Aquel trío se daba parte en la escena donde todos se hacían preguntas aún
sabiendo y teniendo todas las respuestas necesarias para acabar con la
curiosidad: la bodega de Don Pedro la cual estaba muy bien amueblada y
acompañada había sido la cacería de Juanito.

Petracia: Acuérdese uté’ que un primo de él trabaja en la policía

Don Pedro: ¿Y que pensaí hacer? (Dmijo alzando la voz y subiendo sus
brazos al cielo en forma de clamor) Esto va acaba con nosotrose’, trabajá y
trabajá pa’ que ese pendejo se quede con todo

Petracia: Bueno, Don Pedro…(Haciendo una mueca de queja y cruzándose


de brazos). Pena de usté’ que no le dejaron ni con qué limpiarse

Carmencita: Lo malo es que agora entra la víspera navideña, verá usté’

La situación tenía a los pueblinos cansados y el ver la policía sin cuidado ante
tal injusticia solo los hacía perder la poca esperanza que quedaba.

Don Pedro:Ay Carmencita (Soltó en un suspiro) Que to’ nuestro ancestro


nos cuiden y Dios tenga piedá’

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