El gobierno de la India es una democracia parlamentaria federal, lo que significa
que es una democracia representativa en la que los ciudadanos eligen a sus representantes a través de elecciones periódicas y estos representantes, a su vez, toman decisiones en su nombre. El poder ejecutivo, legislativo y judicial está dividido entre el gobierno central y los gobiernos estatales.
El poder ejecutivo está encabezado por el presidente, que es el jefe de Estado, y
el primer ministro, que es el jefe de gobierno. El presidente es elegido por un colegio electoral y tiene principalmente un papel ceremonial y representativo. El primer ministro es el líder del partido político que ha ganado la mayoría de los escaños en la Cámara de Diputados, que es la cámara baja del parlamento.
El poder legislativo está compuesto por dos cámaras: la Cámara de Diputados y la
Cámara de los Lores. La Cámara de Diputados es la cámara baja y es elegida por los ciudadanos a través de elecciones periódicas. La Cámara de los Lores es la cámara alta y está compuesta por representantes de los estados y miembros nombrados por el presidente.
El poder judicial está encabezado por la Corte Suprema de la India y se encarga
de proteger los derechos y las libertades fundamentales de los ciudadanos, interpretar la Constitución y hacer cumplir la ley.
La estructura del derecho en India es compleja y diversa, y se basa en una mezcla
de tradiciones legales, incluyendo el derecho consuetudinario, el derecho angloamericano y el derecho islámico.
El derecho en India también se divide en ramas, incluyendo el derecho civil, el
derecho penal, el derecho laboral y el derecho fiscal. Además, la Constitución de la India es la fuente principal del derecho y tiene un papel preponderante en la estructura del derecho del país.
El sistema hindú es bastante flexible y tolerante ya que es capas de irse
adaptando a los cambios de las condiciones de vida.