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La Villa Savoye de Le Corbusier logró una armonía funcional a través de la proporción áurea y el sistema modulor. La proporción dorada se refleja en las dimensiones del edificio y la distancia entre los pilotes, creando un vínculo entre proporción y diseño. Las alturas y espacios también se ajustan a la comodidad humana gracias al uso del sistema modulor.
Descripción original:
Título original
ESCALA Y PROPORCIÓN (PROPORCIÓN ÁUREA) - IAR - LUNA CEDILLO BIANCA
La Villa Savoye de Le Corbusier logró una armonía funcional a través de la proporción áurea y el sistema modulor. La proporción dorada se refleja en las dimensiones del edificio y la distancia entre los pilotes, creando un vínculo entre proporción y diseño. Las alturas y espacios también se ajustan a la comodidad humana gracias al uso del sistema modulor.
La Villa Savoye de Le Corbusier logró una armonía funcional a través de la proporción áurea y el sistema modulor. La proporción dorada se refleja en las dimensiones del edificio y la distancia entre los pilotes, creando un vínculo entre proporción y diseño. Las alturas y espacios también se ajustan a la comodidad humana gracias al uso del sistema modulor.
La creación de espacios armónicos y a su vez funcionales es producto de la
búsqueda de un manejo correcto de la proporción y escala del diseño de una obra, es así que Le Corbusier logra alcanzar en la Villa Savoye un adecuado vínculo entre estos principios y su proyecto. Esto se debe a la proporción áurea presente en el edificio, ya que las dimensiones del mismo y el ordenamiento de sus elementos guardan una relación “dorada” entre sí, lo cual se puede ver reflejado tanto en la distancia entre los pilotis de la fachada, como en el tamaño de la segunda planta; además, las alturas y espacios de la residencia se encuentran predispuestas para la comodidad de las personas gracias al sistema modulor empleado por el arquitecto.