Está en la página 1de 21
Capitulo IIL. Monedas de papel para una nueva soberania. a negociacion del financiamiento a la Hacienda de Buenos Aires, entre la Revolucion y el surgimiento de la banca ponaerense (1810-1826) Martin Wasserman fas el inicio de la Revolucion y la consecuente desintegracién fiscal y mone- del vasto territorio virreinal, Buenos Aires testimoni6 profundas refor- wulaciones en la negociacidn financiera entre la Hacienda y sus acteedores. extincion del Real Situado de Buenos Aires impuso condicionamientos tetiales tanto al mercado portefio como a su fiseo, que desde entonces era iministrado por una nueva autoridad surgida de la Revolucién, necesitada recursos para afrontar la conflictividad regional. Los ingresos ofrecidos por Aduana portuaria de Buenos Aires resultarfan desde entonces necesarios, no siempre suficientes, para suplir aquellos recursos. Pronto, la pro- on de titulos de deuda y su circulacién depreciada en la plaza local, feron de la consolidacién de la deucla piblica un objetivo de primer orden. precipits tn ciclo de innovaciones financieras que se aceleraron desde 1818 con la creacion de la Caja Nacional de Fondos de Sud América, insti- icin que tras la caida del Directorio y Ia emergencia del Estado de Buenos res seria suprimida para dar paso al establecimiento de la oficina de Crédito iblico y la Caja de Amortizacion en 1821. Estos cambios institucionales no \gtaban, sin embargo, hacer confluir los incentivos provistos por la Hacienda EL convo oe La tice con las expectativas de sus acteedores, cuyo cortoplacismo se acentuaba ante un escenario de incertidumbre y volatilidad, En 1822, la institucionalizacién bancaria de los principales acreedores de la Hacienda parecia lograr aquella, coordinacion de incentives mediante la cesion del ejercicio de algunas prew rrogativas soberanas. Sin embargo, estos nuevos dispositivos institucionales. para la negociacisn de la deuda, surgidos con aval legislativo, parecen haber resultado mas eficaces para resarcir parcialmente a los acreedores que para consolidar las bases materiales de una nueva soberanta. Un recorrido por este proceso de modernizacién financiera permitira evaluar de qué modo la crisis de soberanta toms forma en el terreno financiero y monetario. 1. Buenos Aires ante la desintegracion fiscal y monetaria del territorio virreinal L1. Una ciudad sin plata y una soberanta sin sujeto A mediados de 1811 dejaban de llegar a Buenos Aires las transferencias Interregionales de recursos fiscales en metélico, provistas por la maquina: ria del Real Situado.’ Aquel mecanismo redistributive del erario se detenla como resultado de la guerra revolucionaria, propiciando la desintegracion de la unidad fiscal y monetaria del vasto territorio virreinal que hasta entonces abarcaba la Hacienda Real? Se desintegraba asi el fisco hispano en el Ro dé la Plata, un correlato institucional de la acefalia real iniciada en la Peninsula hacia 1808. La indefinicion en tomo al sujeto de imputacién de la soberania, las dispu= tas en torno a su indivisibilidad, ast como los dilemas sobre las formas con- cretas de su asuncién y representacion, pronto comenzarian a traducirse eM dificultades para el ejercicio de atributos inherentes al poder soberano, tales como la gestion de recursos fiscales o la acuit En efecto, desde Ia promulgacion del Reglamento Provisorio de Libre Comercio dictado porel vitvey Cisneros en noviembre de 1809 y el consecuent® in de moneda? * Moutoukias (2018: 178); Amaral (2018: 352); Gelman (2012); Galarza (2019) * Inigoin (2003; 2010: 921). > Sobre aquells indefinicion y las disputas revolucionat vease Goldman (20142: 24-25, 30); Chiaramonte (1997; 200 1 en Hispanoamérica en torno a ell 2008) Ro o Scary Maaris Wasscnta apuntalamiento de los enlaces comerciales de los actores ingleses en Buenos Air Jante en la plaza.* Atravesado el inicio de la Revolucién y ante una inaudita situacién que demandaba recursos con urgencia, en octubre de 1810 la Junta ge Gobierno en Buenos Aires se vio en la necesidad de reunir fondos propésito de comprar pastas y piftas de plata en Famatina para su acufacion en la casa de moneda de Potosi, operacién de la cual resultaron amonedados ‘unos 10.918,2 pesos.’ En efecto, la victoria en Suipacha, el 7 de noviembre de 1810, permitio al gobiemo revolucionario acceder a la ceca potosina, aunque el control patriota de la casa de moneda de Potost habria de interrumpirse con su derrota en Huaqui, el 20 de junio de 1811. Recién recobraria el acceso a Potosi con le batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813. EL 13 de abril de dicho ano, la Asamblea General Constituyente ordenaba que el Supremo Poder Ejecutivo comunicase a las autoridades de la Casa de Moneda de Potost la acufacién de nuevos sellos monetarios en plata y oro, suplantando los emblemas realistas con simbolos revolucionarios: la moneda de plata “tendra por una parte el sello de la Asamblea General” rodeado de la leyenda “Provincias del Rio de Ia Plata’, evando por reverso “un Sol que ocu- pe todo el centro, y alrededor la inscripcidn siguiente: En Union y Libertad”, ‘mientras que la moneda de oro incorporaria trofeos militares.* Dichas piezas comenzarian a labrarse en mayo de 1813, cuando Belgrano lograse el control de la casa de Moneda potosina.” De esta manera, la Asamblea del aho XIII procuraba ejercer los atributes de una soberania que declamaba representar en nombre de los pueblos de las Provincias Unidas, como derecho propio y ya no como atributo del rey una libre exportacién del metilico habia acicateado la escasez de circu- con el + Sobre las implicancias de la decision de Cisneros en torno alas libertaces comerciales, véase Moutoukias (20150: 169 y 58). ® Bonura (1992: 43-44) ® Rosa (1891: 1 7 Estas monedas revolucionaras preservatian la ley ytalla que hasta entonees regan para la oneda espanola. Entre tanto, desde septiembre de 1812 el gobierno central en Buenos Altes Fabia fjaco una equivalencia de 17 pesos de ocho reales de la 4p que equiparo ast la relacién que rega entonces en Buenos Aes -16 a -, ala vigente en el Testo del . pre tesa ati del ertrio, para intenta su retenei y evita su said y unio asu vez las moneda de plata mediante Is eliminacin del premio del 3% eistente entre as piezas fuerteso dobes ks corientes o sencilas. ease igo (2003; 66). Goldman (20146: 45, 48) Ex conemso Concomitantemente, el 28 de julio de 1813 disponia que la moneda patrig debia aceptarse en todo el territorio alcanzado por el gobierno de la Junta? Sin embargo, el acceso revolucionario a la ceca potosina se revelaria ine termitente: tras la batalla de Ayohuma, en noviembre de 1813 las fuerzas pas triotas perdian el control sobre la casa de moneda, que recién recobrarian las tropas al mando del general Rondeau en abril de 1815, dando lugar a ung nueva serie de acunaciones. Finalmente, el 29 de noviembre de ese mismo aft la batalla de Sipe-Sipe pondria a la ceca bajo control realista hasta la ine dependencia de Bolivia.” La carestfa monetaria en Buenos Aire resultante de la interrupcion en los circuitos interregionales de intercambio, la extincién del Situado y la pérdida del control sobre la ceca potosina, impondria severos desafios al ejercicio de una soberania reformulada."" Es que, en contraste con la extinta autoridad virreinal de Buenos Aires, el gobierno revolucionario con sede en la ciudad no lograba preservar bajo su jurisdiccion una pieza clave para el ejercicio de. la soberanfa que declamaba representar: la fuente de produccion monetaria 12, La plurulidud monetaria en un territory fragmentade Aunque el gobierno con sede en Buenos Aires intentaba mantener el control de la politica monetaria sobre los tertitorios que habian integrado el virreinae to, las cabeceras provinciales comenzaron un proceso de acufiaciones locales con las que intentaban sortear la escasez de citculante, contraviniendo con ello la disposicion del organo que procuraba legislar para la totalidad de las Provincias Unidas del Rio de la Plata. Con ello, se disputaba también el ejere cicio de prerrogativas inherentes a las potestades de una autoridad suprema.!” Asi, en 1815 la provincia de Cordoba proclamaba su autonomia y disponla la acufacién de su propia thoneda en la que seria la primera ceca en terttori argentino, labrando piezas hasta 1818 e intentando abastecerse para ello cof pastas de las minas de Famatina, ubicada en jurisdiccion de La Rioja que @ * Bonura (1992: 44) ° Segretl (1975: 14-18). "Sobre las interrupciones, desaticulaciones yteformulaciones que la Revoluciin conllev6 eB Jos circultos del antiguo mercado interno, véase el panorama que deste el ee condobés oftece Assadourian y Palomeque (2003), ° Vease Chlaramonte (2004: 60). Rorerro Scns Maaris Wasser gu vez se declararia autonoma en 1820, iniciando su propia acufiacién con el fesablecimiento de una casa de moneda en Chilecito hacia 1821~." La proli- feracién de monedas se sostendria en el tiempo. En Salta, la adicion de cobre a jas monedas en circulacion fue respaldada por el gobierno de Gaemes, que la declaraba de curso legal en la provincia, hasta que el gobierno de Buenos ordens recogerla en 1818 reputdndola de falsa: una clara demostraci6n de las aspiraciones del Directorio por ejercer los atributos soberanos de la emistén ‘monetaria sobre el territorio del extinto virreinato, a la vez que la incapai dad del gobierno centralista para ejercerlos efectivamente."* En Tucumén, el gobernador Arioz estableceria una Casa de Moneda tras su independencia en 1820, acuttando piezas de baja ley que sertan recogidas en 1824. Santiago del Estero también iniciaria sus endebles acuitaciones hacia 1823, mientras que Mendoza lo haria en 1822, emitiendo en su propia ceca monedas de cobre con valor de ochavos -equivalentes a un octavo de real de plata~" Entre tanto, circulaban por mercados regionales los denominados “cuantillos de Rondeau”, piezas anepigeafas por valor de un cuarto de real, cuya acufacién ha sido atribuida tanto a Cordoba como a La Rioja."* Como puede advertise, todas estas piezas se caracterizaban por un alto contenido de feble © liga que las depreciaba aceleradamente, resultando falsificables y perdiendo con ello aceptabilidad. Las cabeceras de intendencias, que hasta entonces habfan_participado como provincias de la unidad virreinal, pasaban a autopostularse como en- tidades depositarias de una sobe Quica, echando por tierra la indivisibilidad de la soberania sobre el antiguo territorio virreinal.'* Una potestad que comenzaban a ejercer, no sin tensio- hes, ante las urgencias de la coyuntura, La fragmentacion de la soberania tras Ta caida del gobierno virreinal encontraba asi su correlato en una desintegra- in monetaria, resultante de la emergencia de nuevas entidades poltticas y hacendarias autonomas,"® nila que reasumian ante la acefalia monar- © Segret (1975: 47 y 117), * Hansen (1916: 266), © Segreti (1975; 88-89), ¥ Cohen (2016: 110), 1 Yease Chiaramonte (2004: 60 y ss) Al respecto, véase Irigoin (2003), EL coon La micernipcwmne 1. Papeles de una soberania incierta: la eclosion de la deuda y la Caja Nacional de Fondos de Sud América (1818) 4.1, Deuda piblica y recursos fscales en wna Buenos Aires revolucionada Mientras las provincias comenzaban un proceso de acuaciones tegionales para solventar sus propios gastos, Buenos Aires recurrirfa no solo a donativas, a descuentos de sueldos y a contribuciones forzosas, sino que complementaria e508 recursos apelando a una renovada reserva de valor, supletoria de las ree misiones del Situado: la Aduana de Buenos Aires y su capacidad recaudatoria Por derechos de importacion, apuntaladas Sobre una actividad pecuaria ex: pansiva cuyos derivados exportables experimentaban un sustantivo aumento de precios.” Sin embargo, ni los ingresos aduaneros ni los intentos por ree vertir la salida de metalico lograron atenuat la carestia monetaria en la plaza portena. El recurso al endeuclamiento se revelaba ineludible. En efecto, losingresos aduaneros de Buenos Aires no solo habrian de aplicarse a los gastos perento- rios, sino que potenciarian su utilidad financiera al constituirse como reserva ¥ garantfa de wlhima instancia para respaldar los empréstitos que el gobierno revolucionario comenzaba a levantar desde 1812. Tal como lo detallan Samuel Amaral y Zacarias Moutoukias en pormeno- rizados estudios, desde 1812 y hasta 1821 fueron requeridos veintidés em= réstitos forzosos por cerca de cuatro millones de pesos, de los cuales catorce fueron levantados en Buenos Aires, que concentraba casi el 90% del capital * Amaral (1988); Halperin Donghi (2005 [1982 88). Debe tenerseen consideracidn que los derechos aplcados sobre la niroduccion de efectos pasar a constituir mas del 70% de los ‘ngresos totals dela Caja de Buenos Aire ente 1812 y 1821, Ver Amaral 20 ® En est sentido, solo se logréaprobar la splicacion de impuests sobre la exportaiin de oro ¥ plata en moneda oen pata. Bonura (1992: 58) Ente tanto, el 5 de junio de 1811 el Tribunal de Cuenas, que presetvaba su autoridad hacendaria, enviaba ala Junta de Gobierno na not ena cual adveitian que los comerciantes de Buenos Aes adeudaban ala Aduaina, desde 1809, ol pago de derechos que ascendia hacia comienzos de 1811 a la suma ee 2.047.053 pesos fuentes; reclamaban que cupid los seis meses de plazo desce la mportacin, se efectunse el cobro del 6% de interés por la demora en el pago tal como lo dsponta a Real Orden del 12 de abril de 1809. Ello impulso al gobierno a disponer el 25 de junio de 1811 la aplicacion de estas medidas, Imentando s volvan urgentementenecesaros, Bon (1992: 46-47), 15:26). Roserro Scar ¥ Manris Wassemias movlizado por la totaidad de los emprésttos solictados” Pero recién desde 113 el gobierno de Buenos Aires comenz6 a entregar ttulos a cambio de los estamos recibidos: pagarés emitidos por el erario portefio con los cuales el {enedor podria cancelar parcialmente sus obligaciones con la Aduana en con- cepto de derechos aceudados, pudiendo en Ia mayorta de los casos endosar Jos titulos a favor de terceros y habilitandose, asi, su empleo para la cancel jn de obligaciones particulates.”® Negociables y redimibles en la Aduana, los sapeles de la Hacienda de Buenos Aires esultaron verdaderos susttutos de la Peeks metélica, escasa én la plaza portefia.® Se sumaban, ast, alas letras de cambio empleadas en el giro comercial atlintico.* Siguiendo el esquema ofrecido por Amaral, cuatro perfodos pueden dis- tinguirse durante este proceso de gestacion de formas sustitutivas de la mo- nda metalica en Buenos Aires. El primer periodo se inicia con el empréstito forzoso del 5 de julio de 1813 y la concomitamte aparicion de los pagarés sellados por el gobierno triunviro, negociables y amortizables en ta Acuana, cuya cancelacién habria de efectuarse al aio de iniciada la paz? El segundo periodo comienza con el empréstito requerido por el gobierno centralista del Directorio el 8 de juuiv de 1815 y su con! sin fecha de cancelacién ni clausulas sobre su negociabilidad y amortizacién. Eltercer periodo representa una verdadera inflexion y se constituye sobre dos decretos: en primer hugar, el del 23 de octubre de 1816, que aceptaba los titu- Jos emitidos hasta entonces en pago de contribuciones, volviendo admisibles ente emision de pagarés, esta vez #1 Amaral (2015: 226) ® Moutoukias (2018: 179). ® Amaral (1981) * Bomura (1992: 48). Mediante una letra de cambio, su brador gira a favor de un benefciario tna orden de pago por un mento determinado, que debe ser abonado por un ercero obra ‘qe ace realizar el pago llamado entonces acptane y habituslmente socio © corresponsal el librador~. Mientras que la letra de cambio giraba entre plazas con distintas monedas —Io ue implicaba a la vez uma operator de crédito y de cambio monetario-, la prictica de! ‘cambio sec suponia el giro de la letra sobre la misma plaza ~y esto conllevabs, solamente, una peracion creditcia~ siendo en ecasiones el mismo librador quien la enviaba al descuento tnientras que el kbrado o aceptante podia fungir simplemente como aval As, la letra girada sobre la misma plaza podia en ocasiones empleatse para fines crediticos sin responder a una ‘peracion comercial en los hechos, tal como un pagaré. Véase De Roover (1944: 261); Neal (1995: 6 y s.); Amaral (1990; 108-108). ® ‘bid. (1992: 59) Roserro Scary Masnts Wasenvat EL coetno 0 de 29 de marzo de 1817 encontré limites, y a fines de diciembre de ee cluyentemente billetes ge ano fue preciso ordenar que la Aduana admitiese 3 que el resto de los titulos deberfan o bien aguardar ‘cualesquiera documento de préstamo exigido por orden del Gobiern Superior de estas Provincias” en cuenta de deudas de contribucién de comep cio, fina o gremios; en segundo lugar, un decreto del 29 de marzo de 181; disponia la amortizacion de los créditos contra el Estado, impontendo el cane de los titulos por un pagaré generado por el Decreto de Amortizacion, llamas do billete de amortizacion, que podtia a su vez redimirse en la Acuana en pag de derechos: dicha medida procuraba homogeneizar todo reconocimiento deuda emitido por las autoridades desde Mayo de 1810, a la vez que perfees cionar la negociabilidad del papel. Finalmente, un cuarto periodo comenzaba hacia septiembre de 1819, cuando la totalidad de titulos de deuda emitides hasta entonces fueron reconocidos con caracter de moneda, emitiéndose un nuevo titulo denominado “pape! moneda”, también redimible en la Aduana y cuya novedosa distincion consistia en ser emitido con antelacion a la devi que cancelaba.** Admitidos por su valor nominal en la Aduana de Buenos Aires en concepto de pago de derechos, la circulacion de esta plétora de titulos entre panticulares comenz6 a realizarse por dehajo de su valor facial, en como medio de pago comercial conllevaba una tasa de descuento con la que se intentaba compensar su iliquidez en relacién a la escasa moneda metali= ca.” La inestabilidad de los fundamentos materiales de un nuevo pocer sobe= ano y la endeble legitimidad de la organizacion de su gobierno, se traductan si como una debil ctedibilidad en sus compromisos y como una deprectacion de sus titulos monetizados.* La desvalorizacion de los titulos en la pl Aduat iortigacion, mientras ho cuando no contasen con clausula de vencimiento- Pero la presentacion de biletes amortigables para cancelar derechos en Aduana origin6 otro docu- mento, enddosable, por los sobrantes no cancelados. Fra preciso, en stima, conseguir algo que el Decreto de Amortizacion de 1817 no lograba: retirar ttulos de la deuicla en circulacion y evita su presen tacign en la Aduana, Los apremios de un contexto regional convulsionado imponian una resolucién urgente para la consolidacién de recursos fiscales {Yi bien los imeentos por crear un Banco de Rescates y una Casa cle Moneda fen Buenos Aires habian logrado su aprobacién legislativa tras una larga de- Entre tanto, continuar Hiberacion, jamas se arribé a su ejecucion efectiva.®” apelando a la compulsion se demostraba ineficaz fiscalmente y contraprodu- cente politicamente: el 2 de septiembre de 1818 Pueyrredén eseribia a José de indo a empréstitos, no lograria obtener recursos “aunque San Martin que, ape Tlene las carceles de capitalistas En efecto, a comienzos de noviembre de 1818 el Director Pueyrredén so- licitaba al Congreso la conformacién de una comisién para evaluar mecanis “mos que lograsen consolidar la deuda y procurasen, asimismo, la obtencion de recursos para la Hacienda, por vias que intentasen sortear la recurrente apelacion a empréstitos y contribuciones.® Se perfilaba de este modo el esta- Blecimiento de la Caja Nacional de Fondos de Sud América la meclicla en que su usa y su aceptacién a la par en la provoce una acumulacién de documentos en la tesorerta, socavando la disponibilidad de recursos con los que la Hacienda debia afrontar gastos crecientes y perentorios. El intento del Director Supremo de las Provincia Unidas, Juan Martin de Pueyrredén, por amortizar la deuda mediante él 112. La Caja Nacional de Fondos de Sud América: una primera innovacion Financiera El 12 de noviembre de 1818 era publicado el bando que promulgaba la reacion de la Caja Nacional de Fondos de Sud América, En el documen- 10, compuesto de veintitin articulos, Pueyrredén explicaba que dicho esta- Blecimiento respondta a la necesidad de “sostener el decoro de Ia Nacion” * Amaral (1961; 2015: 226) Moutoukia (2018). Achajian 2017: 212-216); Movtoukias (2018: 186-187) 2 En ottosterminos, si fa confanzajerinqica -apuntalada en a legitimidad del poder $5 berano~ se halla en la base de Ia confianza metoiea que define ln rtinara cepacin 1 ~definida no solo por ls disput sobre iacidn gubermamenal, sino por endeblez de as bas percuta en Ia des ciacon dels instrumentos, eos al respect Manas 4, Bonura (1992 79-80). Citado en Cuccorese (1966: 190). Segreti (1975), instrumento monetario-, la debilidad de Ia prim lidad de la segunda ~traducida como la depre Aglietta y Orléan (1990); Théret (2013) Fiscal atendiendo “a sus urgentes gastos, tanto mayores en las actuales circurstan. cias” sin incurrir en “cualquier gravamen que pueda disminuir las fortunas de Jos ciucladanos’.® Se intentaba ast incrementar la disponibilidad de recursos para el erario sin apelar a mecanismos compulsivos. Para contribuir al logr de dicho equilibrio, la Caja Nacional de Fondos de Sud América (en adelante, CNFSA) se proponta consolidar la deuda flotante que desde 1813 habia prohi- ferado en titulos, pagarés y billetes cuya depreciacion en el mercado afectaba Ia eficiencia recaudatoria de una Hacienda que los tomaba a la par. La CNFSA intentaria absorber los papeles, recibiéndolos en depésito y ofteciendo acame bio tasas de interés diferenciales segiin la calidad del documento depositado, alos efectos de “aliviar el peso cada vez més insoportable de la deuda de cortg plazo”» De este mode, ofrecia una tasa de interés anual del 8% por el deposito de los billetes de amortigacién expedidos segiin decreto de 29 marzo de 1817; una tasa del 12% por el depdsito de aquellos papeles admisibles “como dinero en efectivo” en la Aduana o en otra tesoreria, expedidos por los distintos gobier= nos a partir de empréstitos voluntarios o forzosos y de compras de electos para el Estado u otros motivos (Art. 2°); y el interés anual ascendia a 15% cuando el depésito se realizase en metdlico (Art. 3°). De manera que la CNFSA no cerraba la posibilidad de recibir moneda, pero a los efectos de incrementat la recaudacion de metalico la CNFSA era una herramienta complementatia del ‘mecanismo de empréstitos, a los que el gobierno continuaria recurriendo. El propésito principal del establecimiento de la CNFSA consistia en incentivar a los tenedores de titulos para que los retirasen de la circulacion sin presentarlos en la Aduana y consolidar la deuda flotante, un objetivo de primer orden para la Hacienda >* » ‘Archivo General de a Nacion, Republica Argentina (en adelante, AG), Sala mi (en adelante, 11), 37-3-37, Bando de Juan Martin de Pueyrredén, Buenos Aires, 12 de noviembre de 1818: » Vease Olarra Jiménez (1968: 21), donde se senala que el “objetivo esencial lo constitu consolidacion de Ia deuda. Se buscaba disminuir la presion de los documentos exigibles sobFE pago de elevados intereses en meralico”, » Halperin Donghi (2005 (19821: 108), en (1916: 220) concuerda con ello: el “pensamiento fundament 1 30s papeles, para evitar su onersa gravtacton sabre el tesoro de la aduaa, y Ta reunioa zan capital en metslico” (énfasis nuestro). la renta de la Aduana mediante cra Ia consolidacio Roneero Scr y Manos WASSER En todos los casos, la CNFSA otorgaria al depositante una accién vendible yendosable (Art. 11°) y a cantidad de centficados necesatia “segin convenga 4 interesado la subdivisién” (Art. 10°)", de manera que los suscriptores no fieran menguada Ia utilizacién mionetaria de sus activos por el depésito de tus papeles, los cuales sin embargo no podrian retirar de la CNFSA “4 no set oncurra simultaneamente el consentimiento por parte del Estado, y del que ‘duefio del capital” (Art. 7°). Los intereses devengados por los capitales depositados serian pagaderos en efectivo y su liquidacion se real tay religiosamen- te” (Art. 4°), “puntualmente”, “el dia mismo que fueren demandados" (Art 16°), quedando garantizados mediante un fondo constituido por el derecho del 6% cobrado en la Aduana “sobre todo articulo y efecto internado por mar, sea qual fuerte, aun los exceptuados” (Art, 13°). Entre tanto, se admitiria como arfa trimestralmente, “e "capital de su ereccion “hasta la cantidad de tres millones” de pesos, en toda especie. (Art. 1°). El énfasis sobre la puntuatidad en el pago de intereses y los reaseguros de su liquidacidn (a los que se sumaban garantias ofteciclas expresamente a depositantes extranjeros)” radicaha en un principio clave, segtin el cual en la “exactitud esta situado el credito de la nacion” (Art. 15°). En efecto, el establecimiento de la CNFSA representaba tanto un intento por consolidar la deuda flotante, como por solidificar el crédito del puiblico hacia una Hacienda convulsionada.® En un contexto de inestabilidad politica e incertidumbres economicas, la regularidad y la estabilidad en el pago de intereses sobresalian. como atributos. Tambien apuntado por Olarra Jimén 4 pedido del interesado, que eonfirman 68: 21, la Cae emia cerficadosendosable, difusion del uso monearo de os valores pablicos ® Tanto el bando que instituye a la CNFSA como sus libros contables hacen referencia a “in- hligacone cya enabled ea fj, yno variable en funcon del dcsempeno de la CSA En este sentido, los aconstas eran sree does » Un estimulo apane se ofrecia a los capltalistas extranjeros en el Rio de la Plata: quedaba fla caxa"quedarin ‘siempre garanidosyasegorados por el gobierno y demas autoridades, el pais como inviolables" (Art. 6°. © Tomada de Moutoukias (2018: 180), la nocion credito det piiblico entat uraleza Rowerro Scar x Masry WASERAN tuna evolucién cambiante que comenzaria a detenerse en febrero de 1820, indo la batalla de Cepeda pusiera fin a la autoridad central del Directorio y Entre tanto, los compromisos instituidos en la CNFS. paldo de una legitimacion legislaiva: si bien la iniciativa fue impulsada pop el Director Supremo y tomé forma en un proyecto que éste habia solicitado g por la Junta Econémica y el Secretario de Hacienda, la creacion de la CNFSA result6 de la deliberacion legislativa sobre dicho pro. yecto con su resultante aprobacién en el Congreso: era éste el cuerpo al cual se le reconocia autoridad fiscal en wltima instancia.*! Era, en suma, una entidad sancionada por el “soberano agrado” del Congreso. De este modo, el come! promiso materializado institucionalmente en la CNFSA se hallaba legitimado -obre una potencial discrecionalidad del Director Supremo, quien reconoeta al Congreso coma autoridad fiscal. La prelacién parlamentaria sobre el poder ejecutivo respaldae ba al compromiso de la Hacienda con sus acreedores. En otros términos, la CNFSA intentaba crear un compromiso creible con los tenedores de titulos emitidos por una endeble autoridad gubernamental.® A cambio del deposito de esos titulos -en lugar de su amortizacién en la Aduana~ y de metilico, la CNFSA proponia beneficios de distinta naturaleza, en el corto y en el largo plazo. En el corto plazo, la CNFSA ofrecia tasas de interés tan novedosas en las finanzas publicas rioplatens relacion @ las tasas de la propia plaza, pero pagaderas con una regularidad inte con la inestabilidad del periodo, que permitiesen a los deposi= contaban con el res, cus gel Congreso (Grafica D.” una comisién compuesta Grifica 4. Evolucién de depézitos en la Caja Nacional de Fondos de Sud ‘América (1818-1821) por la garantfa implicada en las constricciones legislativ ems deaoco resis smouietesceameruacén ses Papel dinero como médicas en Fuente: Elaboracion propia en base a AGN, IIL, 37-3-40, Caia Nacional de Fondos de Sud América [bro Manus! 1818-1821; Wasserman (20208). hhan sido convertidas al sistema decimal siguiendo la formula [pesos representa ‘Now: Las unidades monetar : © empleada por Jumar y Sandrin (2015): nooo =2+2-+ 33 (donde: x represen reales, representa maravels). contr tantes compensar o morigerar en el corto plazo las pérdidas ocasionadas pot la depreciacion de esos activos, a los cuales podian seguir empleando en él giro comercial mediame endoso. En el largo plazo, la CNFSA contribuiria @ descargar las rentas de la Hacienda de la onerosa presién ejercida por ladeuda publica, para garantizar con esos recursos liberados la consolidacion de uf nuevo orden institucional ‘que garantizase al sector comercial ~principal te nedor de los titulos- condiciones favorables para su desarrollo econémico.™) Tal como lo demuestran las 973 partidas de cargo (ingresos) y data (egre= 505) asentadas en el libro manual de la CN! depésitos dos dias después de publicado el bando de su establecimiento, €A E122 de diciembre de 1818 se reglamentaba un empréstito que Pueyrredon hhabia solicitado al Congreso -aprobado el 17 de diciembre~ por el monto de 500.000 pesos.** La distribucién de su aplicacién seria gestionada por el Tribunal Consular, dando continuidad a una practica antiguorregimental con larga data en Buenos Aires,’ y los prestamistas contaban con la alternativa de AGN, 1-37-3-40, Dada la calidad de la informacin asentada diariamente en dicho libro, Sse permite un mayor desagregado de variables que el oftecido por otros registros com in- formacion agrupada de manera sumara, tales como los lbros de asentos, sabre la base de los ales Segreti (1975: 263-268), ofreci6 ut Ibs acciones de la FSA la institucién comenz6 a recibit vallosa aproximacion primacia a la evolucion de Amaral 2018: 362); Segret (1975). ® AGN, ml, 37-3-37. © Sobre la nocion de compromiso crable, ease North, Summerhill y Weingast (2000), Vease Cuccorese (1966: 245 y ss.) * Segreti (1975: 61). En esos 500,000 pesos deblan ser computados los cupos enterados 3 ‘cuenta del emprésitelevantado el 24 de abril de 1818 (Hansen, 1916: 22D. | La apelacisn al cuerpo de comerciantes pam la recoleccién de empréstitos representa la Rowerto Sceiry Maatos Wass EL ooeisno De La miceripcunne abona ge Buenos Aires, su gobiemo apostaba al aislamiento de la provineia para su parte asignada en moneda a la tesoreria, con reintegro a wn afi ado provincial sobre Is base o situar sus cuotas en la CNFSA con el mismo intengg anual de 15%, pagadero trimestralmente. De alli que los ttulos emitidos pos el Tribunal Consular contra este empréstito, lamados “papel de préstamo” eq Jos documentos, comenzasen a depositarse con regulatidad en la CNFSA hasig llegar a un capital acumulado de 144.625 pesos, el instrumento con maygp patticipacion —que representaba el 42,80% del capital integrado~.* ganizar un nuevo E: .stablecer su economia y organizar u de la modernizacién en la estructura administrative, empleandlo Tos recursos de le provincia exclusivamente para Buenos Aires y ya no para entidades de c Correlativamente, se desmoronaba la autoridad fiscal que imerés anual de 15% faleance nacional.” q fespondiera por las obligaciones que sus organismos hubieran contratdo, pcion de acciones en la CNFSA desde El cataclismo politico detuvo la sus febrero de 1820. Los cambios institucionales, las alternancias militares y la jnestabilidad monetatia tentan de incertidumbre al escenario econémico de Buenos Aires. Pero la CNFSA no dejé en momento alguno de cumplir “exacta y religiosamente” con el pago de intereses trimestrales (Grafica 0). Para ello contaba, de acuerdo con lo estipulaco en el Art. 13°, con los fonds proce- dentes de la tesoreria de la Aduana, constituidos a partir del derecho del 6% impuesto sobre las introducciones y destinado a cubrir este compromiso. No obstante, desde febrero de 1820 la Aduana comenz6 a remitir a la CNFSA el onto estrictamente necesario para el pago de intereses y sueldos, que repre- de los fondos mensualmente asignados. Por el abono 1,3, 1820: los acreedores ante la inflexidn institucional La batalla de Cepeda, desatada el 1° de febrero de 1820, marcaba una ine flexion en todos los ordenes institucionales de Buenos Aites. La victoria del federalismo santafesino y entrerriano sobre las fuerzas directoriales portenas condujo a la disolucién del Directorio y del Congreso como autoridades nae cionales, El desmoronamiento del poder central conllevo la emergencia de un maosaico de jurisdicciones provinciales autonomas que conservaron para sf la totalidad de los atributos soberanos.” El naciente Estado de Buenos Aires | atravesaria entonces aquel fatidico ano de 1820 con la marca de la inestabi dad politica, expresada en una frenética sucesion de efimeros gobiernos que no lograban consolidarse, y que tecién pudo revertirse entre septiembre y octubre de 1820, cuando la Sala de Representantes que suplant6 al disuelto Congreso eligio como gobernador al directorialista Martin Rodriguez, cuya po= Iitica econémica encontraria en Manuel José Garcia -ministro de Hacienda y Bernardino Rivadavia ~ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores- dos de sus principales artifices.® Apoyado en una coalicién de los mas prominentes grupos econémicos con intereses en el comercio y en la expansion ginadera sentaba un promedio del 15 5% mensual remanente, la tesoreria de la Aduana se comprometta 2 de réditos del 5% anual sobre el valor nominal adeudado, formalizando le galmente su deuda con la CNFSA mediante la escrituracién de censos.” Adin inactiva, la CNFSA sostenia de esta manera sus compromisos. Entre tanto, un cambio de reglas de profundo aleance irrumpia el 21 de agosto de 1821: la legislatura disponia que desde enero del ato siguiente (1822) los impuestos aduaneros solo podrian cancelarse en efectivo, ya.no en titulos. Y para acelerarla absorcion de los papeles, la tesorerfa de la Aduana los 5% de los derechos en septiembre, por el 50% en noviembre admitiria por el 2 Y por las dos terceras partes en diciembre, tihimo mes para amortizarlos en continuidad de una prictca ahtiguo-egimental, datada desde antes del establecimiento del Consuilado de Comercio y potenciada por este (Krselsy, 2016), Veaseasimismo Griec> 2018) “ Ene tanto, los productos eslavos procedents del cargamento decomisado a la zumatl Boa Fe, que habta sido apresada por Ia goletacorsario Banda Oriental, mandaron ser devuek3 ena Tesoreria General de Buenos Ares, Contr esa devon, lx Tesoreria General enega 4 los introductores un documento que el administrador de la CNFSA tomaria por deposito al 15% de interés anual, “baxo la calidad de deverse admit en a referda Caxa como dine? efectivo" (AGN, I, 37-3-40, £9, partida 66, 21 de abil de 1819), Estos “papeles del ea gamento" como son designados en los libros manuals de la CNFSA, representaron el 9.19% del capital de a institucton (31.433 pesos), y fueron deposttados entre abril y junio de 1819 “ Goldman (2014: 49); Souto (2017: 273-275) * Herrero (2012; 348); Manasés Achjan (2017; 52). * Goldman y Temavasio (2010: 82); Herero (2012: 350), ® Segreti (1975). Entre tanto, desde mayo de 1820 la Junta de Representantes success Gel que forms la eaja: una nacién establecis la caja nacional, y se ha disuelto; la nea dlvidido entre varies coherederos: el gobierno de Buenos Ayres solo es uno entre muchos, pequena parte que le corresporide de la fnca ni debe mi puede seguir cumpiendo com ls oP dad unida." (Wilde, 1821: 40) inclutan las deudas contaidas en la Benda Oriental, provincias interiores (Yen el separadas"), aux al ejreito auxihiar de Chile, Wbramientos de las imtendenciss antes separatse *yacteencias que proceden de tas provincias”. Regist Oficial de Bucncs Ayres Sdelamte, ROBA), ni 10, 31 de octubre de 1621, p. 87. Véaseasimismo Amaral (1982: 38) Antonio de Dorna, encargado de la comision creada por la Hacienda para la elaboracion _paciones que se contrajeron 4 nombre de la to coverTo Scat v Manes Waseana Ft conto beta scesrotsase ee comercial con un profundo anclaje en Buenos Aires y solidos vinculos ere- diticios con la Hacienda —Pedro y Ambrosio Lezica eran, por caso, dos de © jos principales accionistas le la CNFSA~ ya se habia consagrado como porta yor de los acreedores que encontraban insuficientes a las retribuciones de Ia CHESS y ofciarin como primer secretario del BBA en 1822, dutante la presi- dencia bancaria de Pedro Aguirre. Félix Castro, prospero comerciante que ha- bia suscripto tres acciones de la CNFSA por 6.150 pesos mediante el depésito de 29 papeles de préstamo al 15%, integraria el directorio del BBA y luego, en 1924, oficiaria junto a William Parish Robertson como agente en Ta coloca- ign del empréstito de Londres. Juan José Anchorena, quien habia constituico asimismo tres acciones de la CNFSA mediante el depésito de 2,300 pesos en siete papeles de préstamo, era miembro de un notable grupo familiar que por femonces reorientaba sus recursos mercantiles hacia la inversion en profusas fextensiones de tierra para la produccién agraria en Buenos Aires; sus activi dads agropecuarias se intensificaron desde entonces en conjugacién con su actividad financiera como prestamista, y desde 1821 se expres6 en la Junta de Representantes como abierto opositor a la implementacion de la Contribucion Directa sobre los eapitales De este modo, el estatuto del BBA estaba disenado por un grupo en el cual Ios acreeclores del gobierno, conformados por una renovada elite comercial y agropecuaria, contaban con protagonismo." En dicho estatuto, que recibia el apoyo del ministro Garcia y el aval de la Sala de Representantes, se indicaba que el Banco habria de constituirse como una sociedad por acciones, con un capital inicial de un millon de pesos a integrarse mediante la suscripeién de ~ mil acciones por valor de mil pesos cada una. Los suscriptores podrian, entre tanto, negociar y transmitir sus acciones a terceros. Las operaciones del Banco consistitian, primordialmente, en el descuento de letras, pagarés, obligaciones ¥ demas titulos del comercio a plazos que no excediesen noventa dias y con un premio por descuento del 1% mensual -si bien su Art. 14 disponia que Ja “Jumta de Directores podra hacer las variaciones que crea de necesidad, las su monetizacién en la plaza local comenzaba a realizarse por debgjo de sy alor nominal, una tasa de descuento que ahora operaba como barémeta del crédito pubblico detentado por el gobierno y que a fines de 1823 ya hacfg correr aquellos billetes al 40% de su valor facia La persistente falta de numerario para el despliegue de las transacciones comerciales, acicateada por una politica aduanera que estimulaba les impor taciones, retroalimentaba la depreciacién de los instrumentos monetarios en la plaza portefia. ¥ ello ponia en riesgo, a su vez, el crédito publico construida por el gobierno. La clave de boveda continuaba radicando, en suma, en Ia disponibilidad de moneda.” 111.2. Los acreedores se instituyen: el Banco de Buenos Aires y la reformulacion en los terminos del compromiso financiero Para dotar a la plaza con moneda, el ministro de Hacienda habia decretadoy el 15 de enero de 1822 la creacién de un banco de descuentos, que rescatae se letras de cambio y aumentase la liquidez en el mercado local." Para ello, Manuel José Garcia convocaba a los principales comerciantes de Buenos Aires con el objeto de elaborar su estatuto, un grupo nutrido por algunos de sus principales acreedores: Diego Brittain, Sebastian Lezica, Juan José Archorend, Felix Castro, Guillermo Cartwright, Roberto Montgomery, Miguel Rigles, Juan Pedro Aguirre y Juan Molina,” Con excepcion de este ultimo, los restan= tes conformarian el Directorio del Banco de Buenos Aires -también conocido como Banco de Descuentos- electo por la primera junta general de accioistas realizada el 1° de marzo de 1822 Como puede observarse, entre las filas del grupo que daria inicio al Banco de Buenos Aires (en adelante, BBA) se hallan algunos de los principales acree= dores de la Hacienda. Diego Brittain, principal tenedor de acciones de la CNFSA, lograria también protagonismo entre los accionistas del BBA y forma: ria parte de su directorio, Sebastién Lezica, miembro de una potence familia Amaral (1982: 47); Nicola (1988; 157); Garavoglla (2010: 62). En efecto, la sccion Avisador Universal del periodico El Argos de Buenos Aires informaba ta cotizacién de os ile de fondos publics el pl Diario de sesiones dela Honorable Junta ce Representantes ce la Provinca de Buenos Aires, 16 de Getubre de 1822, p. 434. Se estima que la familia Anchorena, representada en Juan José y st ermano Cristébal,lograron acceder al dominio sobre cerca de medi t Hieras en Ta region pampeana entre 1822 y 1827; sobre la actividad agropecuari y financiera Ae Anchorena, véase Hora (2005: 570, 574-575). Vease asimisio Nicolau (1988; 146). ® Vease Adelman (2006: 376). nde hectare 7 ease, en este sentido, Adelman (1999; 10 Amaral (1995: 129) " Casarino (1922: 10-11). onto Scxary Marrs Wassenas EL comin be La iceman considerando los documentos que se girasen en virtud de las transacciones del gobierno con el Banco, como de oficio”.® Instituidos bancariamente, lo: acreedores de la Hacienda preservarian su vinculo crediticio con el gobierno. Asi, el gobierno concedia el ejercicio de la regalia monetaria a un colectivo us principales acreedores locales, confiriéndoles cuales se anunciardn al pablico tres meses antes de ponerse en préctica’— Contra el descuento de letras, el Banco emititia billetes pagaderos a la vista al portador, “quedando al arbitrio de la Junta de Directores la cantidad que he biere de emitirse y el valor de ellos, con tal que no baje de veinte pesos” (Art 15). El Reglamento Interno del Banco ackaraba, entre tanto, que las “letras des. contadas serén pagadas con billetes, y éstos con moneda metilica.” (Art, 27), Durante las sesiones del 18 y 19 de junio de 1822 se sencionaba el proyec. to presemtado por el gobierno de Buenos Aires a la Sala de Representantes.® Para afrontar su empresa, el BBA contaria con un conjunto de privilegios votas dos en aquella Legislatura el 22 de junio de dicho arto. El Banco recibiria des positos judiciales, gozaria de exclusividad en sus operaciones por el térming de veinte anos ~"la gracia de que no pueda existir otro de igual naturaleza’=, podria “usar sellos particulares y los falsificadores de ellos sean castigados como monederos falsos” y gozaria “de la accion hipotecaria o pignoraticia sobre los bienes de los deudores".* De esta manera, el BBA obtenfa la potestad exclusiva de emitir pepel mos neda mediante billetes titulados en pesos y convertibles a la par contra el dese cuento de letras giradas en la plaza, y contaba con el privilegio de hipoteca en Ja ejecucion de sus créditos, atributos inherentes a la autoridad soberana ya su fisco.* Con estas prerrogativas se constitufa el BBA el 15 de julio de 1822, cuyas operaciones de descuento iniciaron el 6 de septiembre de dicho afo, Y tal como lo declaraba el ministro Garcia al abrir la primera junta de accionistas, el BBA seria preferido por el gobierno “en los descuentos que le fuese necesario hacer de sus letras, admitiendo el papel que el Banco emitiese, compuesto por algunos de para ello un dispositive institucional que les permitiria obtener ya no solo intereses sino las ganancias resultantes del monopolio sobre el descuento de Jetras, tanto del gobiemo como del comercio, y un virtual seforeaje mate: rializado como dividendos. Los acreedores de la Hacienda, orientados por estrategias de corto plazo que se acentuaban con la escasez de metalico y la yolatilidad de los medios de pago, eran resarciclos de este modo con el acceso al control sobre el dispositive local de emisién monetaria y los beneficios que ésta reportaria. La institucionalizacién bancaria de los acreedores era, enton- ces, un modo de garantizarles la maximizacion de las utilidades en el corto plizo por su asistencia financiera, mediante la cesidn del ejecicio de las pre- rrogativas soberanas de la emisin.y el seftoreaje.” A cambio, el gobierno esperaba continuar recibiendo crédito por la via del descuento de sus propias letras, augurando que @ su vez una creciente masa circulante de papel mone- da disminuyera la presion que la monetizacion de los titulos de deuda ejercia sobre la disponibilidad de recursos fiscales y financieros.® Los términos de la negociacién entre Hacienda y acreedores se reformulaban a través de un adecuarse a los intereses de los nuevo dispositivo institucional que parec segundos. ® Casarino (1922). Medlante el descuento de una letras enedor la ens a favor del Bano ¥ este anicipa a aquel su valor nominal dedicido un porentaje “que conatituye el inte aplicadoen funcin del pazo ue resta hasta el vencimiento dea feta Vencide e pla de Inlet cl aceptante ce esta debe realizar el pogo de su valor total al Banco, resuitando a f¥6E dese la diferencia nominal ene el exdito otorgado a tenedoryel cobra aceptante, VEE ‘Amaral (1990-109), artigos (1873: 13) Asin mo, las propiedades invertdas en acciones del Banco quedaban libres de contribe n el caso de ejecucisn civil o fiscal sus acionistas solo serian obligados a vender 505 aeeiones en la pl © EL Argos de Buenos Anes, Miercoles 23 de enero de 1822, n® 2,1. 1. p. 4 © Una aproximacidn al ejercicio de ls prerrogativas monetarias relativas a la determinacién proximacion al ejerci prertog lel unidad de cuenta, la emision de dinero y el benefcio del senoreaje, en Huber (2017: 39) * Amaral (1984b: 562). ca; y “hs obligaciones que firme el Banco en sus transacclones se consid ‘om de oicio, para el uso del papel sellado”,Vease Casarino (1922: 12); De Pala (199729) © La comversion se sostendriaen una relacin de un peso papel por un peso de phta, oI pesos papel por una onza de oro, Amaral (1981; 61), Garigo (1873: 14). us m, Bx cones De nicest Rovento Scary Marts Wasser: nte de la de grandes actores comerciales que ya habian participado activame: experiencia de la CNFSA y que continuaban desplegando su financiacion a la acion bancaria, de la que se Tabla 2. Aciores vineulados a acciones de CNFSA con cancelaciont superiores a 100,000 pesos en BBA de letras renovada institucional: ‘Monto cancelado | Aeciones vinculadas | Accicnista Hacienda mediante i accionistas y directores de la Actuante en BBA (en miles. en CNESA BBA 1822 peneficlaban conjugando el rol de prestatarios, de pesos) jnstitucion Braulio Costa 1194.8 67,68,69,70,111 Si El primer ejercicio del BBA resultaba auspicioso y sus dividendos se situa- Winer, Britain & Co. [1075.6 6.8.12,13.160 Si pan en el orden del 12%, fenémeno que estimulé la negociacién de sus accio- Mariano Fragueiro [812.9 32 res por montos que Ilegaban a duplicar su valor nominal.” ¥ esos estimulos Felix ignacio Pras [679.4 261,262,263 Si contaban inicialmente con anclaje en la economia real: Ja aparicion del billete ae beac 3073 134311 st de banco lograba proveer un nuevo medio de pago legal ante la carestia de oe moneda metalica, generando una caida en la tasa de interés -pues prestaba a _ erabees 283.3, 43 si ‘una tasa de entre el 9% y 10% anual~ mediante la monetizacién de las deudas z comerciales en la plaza portena.® Rupero Albarellos [250.7 354041 Si an a 226,227,228,320,337, | 11.3. Emision monetaria: terreno de negociacion para una soberanta endeble 176,179,182,319 67,8,12,19,45,54,38, 101,126,146,172,176, Hacia 1823, los términos de la negociacion entre gobierno y acteedores los volvian a modularse, El creciente drenaje de metilico via im- ancariz: Sebastian Lezica y § lee si portaciones aumentaba a necesiclad ce moneda dle haja denominacién, lo hermanos 179,182, 185,319,320, 330,337, 620,621,622 cual Ilevo al gobierno a decretar la emision de vales de tesoreria por valores Miguel José Azcuénaga | 136.5 620,621,622 No nominales de uno, tres y cinco pesos.” La oposicion presentada por el direc- torio del BBA, que encontraba en ello una lesiGn a sus privilegios, hizo que el gobierno renunciase a la emisién de aquellos vales y concediese al BBA la autori “de la cual resultaria la emisién de billetes con valor nominal de uno y dos esos, conocidos como vales largos~ En compensacion por la autorizacion concedida, el gobierno solicitaba al BBA que le dispensase una reduccién en el interés aplicado al descuento de las letras de Aduana, Sin embargo, el Fuentes: Elaboracién propia en base & Wasserman (20200); Amaral (1990: 115-116); Cuceorese (1971: 45-46) icién para emitir papeles con denominacién inferior a veinte pesos En efecto, y tal como lo demuestra un pormenorizado estudio de Amaral, alo largo de la existencia del BBA un estrecho grupo de 62 personas realizaron cancelaciones de letras en el BBA por mas de 100:000 pesos ~6,53% de las 949 personas y firmas comerciales registradas~ y concentr6 el 72,5% del to= tal del monto cancelado.™ Entre ellas, las que mayor movimiento registrarom fueron Braulio Costa y Winter, Brittain & Co., actores con peso protagonic® en la suscripcion de acciones de la CNFSA y en la circulacién de sus tits los. ¥ de aquel pequefio grupo que concentr6 el grueso del movimiento del BBA también participaron Mariano Fragueiro, Félix Ignacio Frias, Juan Pablo Séenz Valiente, Miguel Ambrosio Gutiérrez, Ruperto Albarellos, Félix CasttOy Sebastiin Lezica y Hermanos, y Miguel José Azcuénaga: una selecta reticullt ® John Murray Forbes, diplomitico estadounidense en Buenos Aires y ldcido testigo del pe- Modo, senalaia en 1824 la existencia de “una fraudulenta especulacion ce bolsa en acciones bancaria,similara laque experimentamos en los Etados Unicios hace pocos anos”, razén por 4a cual las acciones del sna “fueron llevadas hasta 170, pa seguida verticalmente a TD”. Murray Forbes (1956: 307). Vease asimismo Casarno (1922: 18), Nicolau (1988: 180), Olarajiménes (1968: 23); De Paula (1997: 54. * Amaral (1988); Seyret (1975: 141); OlaraJimeén © Casarino (1922: 23), ® De Paula (1997; 45). Serian posteriormente reemplazaddos por billeesimpresos en Londres. 1968: 24). © Amaral (1990; 115-116) directorio respondia ue la compensacin no consistria en la disminucién, 4a tasa, sino en la extension del pl meses en lugar de tres. Y de los descuentos del Gobierno a dado que los mar estaban cubiertos por las oper. enes de descuentos de letras aciones en la plaza comercial, el crédito provi al Estado solo podria sostenerse aumentand la emisin y los depdsitos, El dlo lugar, por un lado, a un aumento de la emisién de vale largos circulam Pero, por otto lado, forz6 al gobierno a acepiar en octubre de 1823 que Tetras a favor de Ia Aduana fuesen depositadas en el sen librados sobre el banco, ¥ que se de las rentas a pagar trimest principale: BBA, que sus importes fi depositasen asimismo en el les impor Imente por la Caja de Amortizacion.® Asi, recursos del gobierno quedaban bajo la érbita administrativa BBA. De este modo, una recurrente carestia monet: a los acreedores institucionaliz: aria continuaba habilita adios una correlacion de fuerzas favorable fre un gobierno apuntalado en bases inestables ries 5. Banc = recpaldo de billetor Wo sgn Nave oe erecta) Fuente: elaboracion propia en base a Casarino (1922: 18-21); De Paula (1 97: 56) Sin embargo, en 1824 comenzaba a evidenciarse la dificulad del BBA para Sostener una relacion cabal entre sus reservas metalicas y la emistén de sus Uetes, que permitiera preservar su convertibilidad. El balance del 31 de agosto de 1824 arrojaba reservas metilicas suficientes para cubrir al 13,4% de 105 * Casatine (922: 25-26) De Paula (1997: 55), RosesTo Scary Mantis Wasser vales circulantes, consecuencia de un aumento de las importaciones DS nd oe Be: Granclaba medinte el descgeo deletes por el BBA.* Su capacidad e baa disminuit 1a sostener equilibradamente el descuento de letras comenza 5 ; instituciOn a restringir sus operaciones en la plaza, limitando Jo cual llev6 a la jescuento de letras.” ; a cas risoedTsdes el gsblerao lo emu {anno weddblarelreban 0 2 los titulos, lanzando nuevas emisiones de fondos publicos: el 17 de i- {Gembre de 1823 habia emitido 1.800.000 pesos, a los que se agregarian otros 300.000 pesos colocados el 10 de noviembre de 1824.% Con todo, a fines -de este Ultimo afio el gobierno solo habia logrado amortizar 603.306 pesos, menos del 10% de una deuda interna que ya ascend csi a 7.100.000." _ rmiras a acceder a fondos que no continuasen viciando el mercado interno, ¢ gobierno procuré contraer un empréstito en Londres, cuya primera remesa, compuesta de 62.000 libras en letras de cambio y mas de 2.000 libras en on- zas de oro, legaria en octubre de 1824."°° Dado el declive en el coeficiente de liquidez del BBA, su di orio logrs obtener un prréstame por 500 000 pesos sabre los foncdos del empréstita fir- mado con Baring Brothers & Co., destinados a a compra de metélico en el ® De Paula (1997: 56); Amaral (1990: 113). ‘suletra al descuento, recibiendo el crédito y cane lo cual aproximaba ® Nicolau (1988: 155). ma k d *® Aprobada la iniciativa en noviembre de 1822, el contrato entte el gobierno y la sociedad julio de 1824 Félix Castro -uno de los principales acreedores de la CNFSA y tiembro del Mbras en onzas de oro. Amaral (1984b: 570, 572), 7 A su vez, un volumen in

También podría gustarte