Hace aproximadamente unos 40 o 50 años, en el caso de Venezuela, conociendo el número

de reservas y la producción que se tenía en esa época (3 MMBD), si se dividía las reservas
entre la producción anual, se visualizaba que estas tendrían vida para unos 10 años. El
detalle es pronosticar un escenario conociendo la formula y aplicarla de manera estática en
cuanto a producción y reserva sin tomar en cuenta un mejoramiento en cuanto a estas
variables. Si solo se tiene certeza de esto, se estarían tomando erróneamente decisiones
estratégicas. Si por ejemplo, se limita a cierto tiempo la vida útil en cuanto a reservas, no se
tomarían acciones directas e indirectas que incorporen nuevas reservas, como por ejemplo,
formación de nuevos profesionales en el área petrolera, porque piensas que no habrá vida
en la industria en determinado periodo de tiempo.

Todo proyecto o economía se mueve de acuerdo a su rentabilidad. Decir que no habrá

futuro en la industria petrolera, y que será reemplazado por nuevas tecnologías como la
energía eléctrica, hidrológica o eólica, por ejemplo, es no tomar en cuenta lo barato que es
con respecto a estas además de la abundancia de hidrocarburos que existen y la facilidad de
almacenarse. Hoy en día es mucho más caro un litro de agua mineral que un litro de
gasolina, a pesar de que para llegar a esta se tienen que pasar una seria de procesos, desde
la exploración y producción hasta su refinación.

Mientras exista esta competitividad tan alta de la industria de hidrocarburos en cuanto a

precio y costos de producción y productos terminados, las otras energías seguirán creciendo
ante este escenario, pero no reemplazaran por lo pronto a la energía producida por el
petróleo y el gas.

Hoy por hoy, la energía petrolera es la que mueve al mundo, y lo seguirá haciendo mientras
este exista, como quedó demostrado el primer año de la pandemia mundial, donde las
economías e industrias que dependen del petróleo prácticamente se vieron paralizadas por
completo.

La industria petrolera no será reemplazada, al menos a corto o mediano plazo; tal vez a
largo plazo vaya cediendo un poco de terreno, siempre y cuando sea competitivo en cuanto
a rentabilidad producir un kilovatio de energía. Queda de parte de los productores de
hidrocarburos, ser más rentables, eficientes. Trabajar y tomar acciones en función al
crecimiento y no al estancamiento de la misma.