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Novedades sobre el
Mal del Ciprés
PROTECCIÓN FORESTAL
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CONICET - Área de Protección Forestal, CIEFAP, Esquel, Chubut, Argentina.
2
Department of Botany and Plant Pathlogy, Oregon State University, Corvallis, Oregon, USA.
S
e denominó “mal del ciprés” a una dan indicios sobre una asociación entre la
mortalidad de causa desconocida enfermedad y la presencia de agua en el
sufrida por el ciprés de la cordillera, suelo, sentando las bases para suponer que
que fue registrada por primera vez en Isla podría estar causada por un organismo
Victoria (Neuquén) en 1948 y reportada perteneciente al género Phytophthora. A
posteriormente en cipresales adyacentes al esto se le suma la presencia de lesiones
Vivero Forestal Gral. San Martín en Golon- necróticas que se extendien desde la raíz
drinas, Chubut, en el año 1953. En la hacia el cuello de aspecto muy similar al que
actualidad, la enfermedad está presente en produce el ataque de Phytophthora en otras
casi toda el área de distribución del ciprés especies de árboles (Figs. 1-2).
de la cordillera, y el número de árboles
afectados es cada vez mayor. El género Phytophthora (del griego phyto:
planta, phthora: destructor) es uno de los
La sintomatología de la enfermedad se ha principales patógenos vegetales en todo el
caracterizado por el marchitamiento progre- mundo. Pertenece al grupo de los denomina-
sivo y la defoliación posterior del árbol, dos “mohos acuáticos” (Pythiaceae, Oomyco-
culminando con su muerte. Las evidencias ta) dado que su principal forma de disper-
indican que la enfermedad tiene su origen sión es por medio de esporas flageladas
en el sistema radical, donde la muerte de los (zoosporas) que requieren de agua para su
tejidos precede a la defoliación de la copa movilidad. Se estudiaron las especies de
(Hennon & Rajchenberg 2000). Rosso et al. Phytophthora presentes en suelo y cursos de
(1994) estudiaron la distribución espacial de agua de los bosques de ciprés pero ninguna
los individuos afectados mostrando que la de las 5 especies encontradas mostró una
mortalidad se dispersa en forma de parches y clara relación con el “mal del ciprés” (Gresle-
que esa característica podría sugerir que se bin et al., 2005).
trata de un proceso contagioso causado por En distintas Fig. 1: Lesión
un patógeno en las raíces. En muchos de los oportunidades producida por
individuos afectados se observa la presencia se intentó aislar Phytophthora
de pudriciones en la albura pero se considera el patógeno “austrocedrae”.
que los organismos responsables de las que ocasionaba
mismas no serían los causantes primarios de las lesiones en
la enfermedad sino más bien que actúan de raíces y cuello
manera oportunista (Barroetaveña & Ra- pero los aisla-
jchenberg 1996). También se demostró una mientos resul-
correlación entre la presencia de la enferme- taron negati-
dad y características del suelo relacionadas vos. En mayo
con un drenaje impedido (La Manna & del 2005 -con la
Rajchenberg 2004 a,b) y que los bosques son aplicación de
más propensos a desarrollar síntomas en técnicas mole-
zonas con altas precipitaciones y altitudes culares- se de-
medias (Baccalá et al. 1998). Estos resultados tectó la presen-
Per spectivas
erspectivas
Estos resultados son sólo el inicio de un largo
camino de trabajo para dar respuesta a
muchos interrogantes sobre esta especie y el
rol que desempeña con relación al mal del
ciprés. Necesitamos responder estos interro-
gantes para definir posibles pautas de
Phytophthor
Phytophthoraa “austrocedr
“austrocedr ae”
ocedrae” manejo y control de la enfermedad:
La especie aislada no correspondía a ninguna ¿PHYTOPHTHORA “AUSTROCEDRAE” ES UNA
de las detectadas previamente en suelo y/o ESPECIE NATIV
NATIVA O INTRODUCIDA?
TIVA
cursos de agua. El estudio de la misma reveló Una posibilidad es que se trate de un pató-
que se trataba de una especie nueva para la geno introducido que se ha dispersado
ciencia y la denominamos, hasta tanto se progresivamente en toda el área de distribu-
describa y se nombre formalmente, Phyto- ción. Esa hipótesis ha sido considerada dado
phthora “austrocedrae” Esta especie produ- que el primer registro de la mortalidad fue
ce la muerte de los tejidos activos (cambium en Isla Victoria donde se introdujeron
y floema) de las raíces y del fuste, producien- muchas especies exóticas y existe la posibili-
do lesiones características de color marrón dad de que el patógeno haya ingresado con
(Fig. 1-2). El árbol puede subsistir aún con la alguna de las plantas introducidas. Por otra
presencia de varias lesiones pero una vez parte, el segundo registro en el Vivero
que los tejidos afectados abarcan todo su Forestal Gral. San Martín en Golondrinas
perímetro se produce su muerte. (Chubut), podría indicar que el patógeno fue
Esta especie ha sido registrada en todos los trasladado allí (y probablemente a otros
sitios afectados por el “mal del ciprés” que sitios también) junto con plantas provenien-
fueron investigados hasta el momento, con tes de Isla Victoria y luego se haya dispersa-
una excepción. Estos sitios incluyen: Isla do gradualmente. Otra posibilidad es que el
Victoria (Parque Nacional Nahuel Huapi), patógeno sea nativo y siempre haya estado
Reserva Forestal Loma del Medio y Reserva presente conviviendo con el ciprés. La
Forestal INTA (El Bolsón, Río Negro), Parque pregunta que surge en ese caso es: ¿Por qué
Nacional Los Alerces, Reserva Provincial los bosques de ciprés no fueron destruidos?
Cascadas Nant y Fall y otras propiedades Puede ser que el patógeno no sea tan
localizadas en el Valle del Río Grande (Chu- agresivo y que produzca mortalidad sólo
but). La única excepción la constituye un cuando las condiciones ambientales lo
manchón de cipreses muertos que está favorecen (i.e. anegamiento) o bien que los
localizado en una ladera sobre el margen Sur ciclos de incendios que sufren los bosques de
del lago Futalaufquen frente a Punta Ma- ciprés consigan eliminar al patógeno que-
ttos, donde la sintomatología es distinta. dando bosques libres de la enfermedad
La especie es patógena ya que siempre fue hasta que se produce una reintroducción.
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