Está en la página 1de 7

LA CUESTIÓN URBANA 1.

EL FENOMENO URBAN O :
DELIMITACIONES CONCEPTUALES Y
REALIDADES HISTORICAS

por
MANUEL CASTELLS

En la maraña de sutilezas definitorias con que nos han enri­


quecido los sociólogos, pueden distinguirse dos conjuntos bien
distintos de acepciones del término urbanización8.
1. La concentración espacial de la población a partir de unos
determinados límites de dimensión y densidad *.
2. La difusión del sistema de valores, actitudes y compor­
tamientos que se resume bajo la denominación de “cultura ur­
bana” s.
Para la discusión de la problemática relativa a la “cultura ur­
bana”, remitimos al capitulo 2 .' Podemos, sin embargo, adelan­
tar lo esencial de nuestra conclusión: se trata de hecho del sis­
tema cultural característico de ia sociedad industrial capitalista.
Por otra parte, continuando en la misma línea de pensamien­
to, se asimila urbanización c industrialización al hacer equivalen­
tes los dos procesos al nivel de los indicadores utilizados7 para
construir las dicotomías rural/urbano v ocupación agrícola/ocu-
pación industrialf.

* Ct. la excelente exposición de mnnvr..-. ti” H. T. E ldmdge, “The


Process of Urbanization”, en I. Spengi. i.k y O. D. Duncan (compila­
dores): Demographic Analysis, The Free Press. Glencoe, 1956, pig. 338;
y también D. P oplnui,. "On me Alcanim; oi Urban in Urban Studies”, en
P. Meadows y E. H. Mizrucmi (compiladores). Urbanism, Urbanization
and Change, Reading (Ma--s) Addison Wcslej. 1969, págs, 64-76.
* D. J. B ogue y Ptr. M. Hauser, Population. Distribution, Urbanism
and Internal Migration, World Population Conference, 1963, papers;
K. D avis . “The urbanization of Human Population”, Cities, Scientific
American, sept. 1965.
5 Cf. E B urgh,, Urhaui Sociology, Nueva York, 1955; N. A nderson,
I j ’bjp.wii ,..:i i t •I .- , ■ , ", American Journal of Sociology, t. 65,
"5 9 -6 0 . pág. 68; G. Friiiiwunn, Yilles el Campagnes, A. Colin, Paris,
ioi<i.’ * „ ,AMAKI’ E/zj' Sociology of Cities. Random House, Nueva York,
1V61; A. Boskwf , The Sociology of Urban Region, Appleton Century
agio Crotts, Nueva York. 1962; N. P. G i s t v S. V. F ava, Urban Society, T. Y.
veintiuno CroweH, Nueva Yoik, 1964.
editores a— .- p?ra ,a aposición, T.. WiRrii. “Urban'. ;m as a Way of Life”,
1 t v.', ■i . ' ! ■ I'GR.
diciembre, ^t67W% ;S h^ ,^ 2y4;.CL':' ^ ' ’' ',,k1 ilUory>’’ Social Forces’ 36>
>ogy, NutvaSYo°rkIN] y->£‘ C'- Principles of Rural-Urban Socio-
36 Manuel Castells
El fenómeno urbano 17
De hecho, la acepción culturalista de urbanización se basa
en un supuesto previo: la correspondencia entre un determinado mente el número de habitantes — con correctivos variables se­
tipo técnico de producción (definido esencialmente por la activi­ gún la estructura ocupacional y las delimitaciones administrati­
dad industrial), un sistema de valores (el “modernismo”) y una vas— , los umbrales retenidos varían enormemente, los indicadores
forma particular de asentamiento espacial, la ciudad, cuyas ca­ de las diversas actividades dependen de cada tipo de sociedad
racterísticas decisivas son: la dimensión y la densidad. y, por último, las mismas cantidades cobran un sentido to­
Dicha correspondencia dista mucho de ser evidente: basta talmente diferente según las estructuras productivas y sociales
con pensar en las grandes aglomeraciones pre-industríales (recor­ que determinan la organización del espacio1S. Así, el censo de los
demos el análisis de Sjoberg *. Algunos autores “, coherentemen­ Estados Unidos considera el umbral de 2 500 habitantes como
te, niegan a dichas formas de asentamiento el nombre de “ciu­ el nivel a partir del cual una aglomeración pasa a ser urbana,
dad”, mostrando así la confusión entre la problemática “urbana” pero añade aquellas aglomeraciones incluidas en la red de inter­
y una organización socio-cultural dada. dependencias funcionales cotidianas con respecto a una ciudad
central u. En cambio la Conferencia europea de estadística cele­
La determinación recíproca entre forma espacial y contenido
brada en Praga estableció como criterio el rebasar la cifra de
cultural es en todo caso una hipótesis de investigación (que exa­
10 000 habitantes, corrigiéndolo según la estructura ocupacional.
minaremos con detalle en las páginas siguientes), pero que de
De hecho, la fórmula más flexible parece ser la de clasificar
ningún modo puede constituir un elemento de definición de la
las unidades espaciales de un país según diversas dimensiones y
urbanización. De lo contrario, la respuesta teórica estaría ya ins­
distintos niveles y establecer entre ellas relaciones empíricas teó­
crita en la manera de plantear el problema.
ricamente significativas. Más concretamente, se podría distinguir
Si nos atenemos a esta distinción, sin perjuicio de establecer la importancia cuantitativa de las aglomeraciones (10 000 habi­
después relaciones teóricas y empíricas entre las dos formas — es­ tantes, 20 000, 100 000, 1 0 0 0 000, etc.), su jerarquía funcional
pacial y cultural— podemos apoyarnos, por el momento, en la (género de actividades, situación en la cadena de interdepen­
definición de H. T. Eldridge. Este caracteriza la urbanización dencias), su importancia administrativa, para combinar a conti­
como un proceso de concentración de la población, en dos nive­ nuación varias de e^Us características que permitan distinguir
les: 1) la multiplicación de los puntos de concentración, y 2) el tipos diferentes de ocupación del espacio.
aumento en la dimensión de cada una de esas concentraciones9 ll.
0
1 De este modo, la distinción dicotòmica entre rural y urbano
En esa perspectiva, el término urbano designará una forma pierde toda significación, puc-, con igual criterio podría oponerse
particular de ocupación del espacio por una población, o sea, la urbano a metropolitano y. sobre todo, dejar de pensar en térmi­
aglomeración resultante de una fuerte concentración y de una nos de paso continuo de un polo a otro para establecer un siste­
densidad relativamente elevada, que tendría, como córrela io pre­ ma de relaciones entre i is d ife i entes formas espaciales histórica­
visible, una diferenciación funcional y social cada vez mayor. mente dadas1
Pero una vez dicho esto, cuando se quiere utilizar direciamente De todas estas constar.icion.-s se desprende que no es buscan­
esta definición “teórica” en un análisis concreto, empiezan las do definiciones de escuela o criterios de práctica administrativa
dificultades: ¿a qué nivel de densidad y de dimensión puede como llegaremos a una delimitación válida de nuestros concep­
considerarse urbana una unidad espacial de población? ¿ Cuáles tos. Por el contrario, será precisamente el análisis rápido de al­
son, en la práctica, los fundamentos teóricos y empíricos de cada gunas relaciones históricamente establecidas entre espacio y so­
uno de los criterios? ciedad lo que nos permitirá fundar objetivamente nuestro es­
Pierre George ha mostrado, con gran agilidad, las contradic­ tudio.
ciones insolubles del empirismo estadístico en la definición del * * *
concepto12. Si bien el criterio generalizado parece ser efeetiva-
I-as investigaciones arqueológicas han demostrado que los
primeros asentamientos sedentarios y relativamente densos de la
9 G. S joberg , The Pre-industriál City, The Free Press, Gíencne. 1960.
10 Cf. L. R iesmann, The Urban Process, The Free Press. Glencoe.
1964. :ì I. Br,v:j'.c~G'<HMrn i G. Ciubot, Traite de géographie urbaine,
11 H. T. E ldridge, op. cit., 1956, pág. 338. ■V P.m m i,1, p ■. 3',.
13 P. G eorge, Précis de géographie urbaine, A. Colín, París. 1964, u tt. S. Cemus of Populutit'n. I960 Number of Inhabitants, United
págs. 7-20. ; States Summury. Vinal Reporr, P. C. (1)-1A, 1961.
Cf. R. Ledri i , Socinloeir urbaine„ París, P. U, F., 1967.
18 Manuel Castells El fenóm eno urbano 19

población humana (Mesopotamia, hacia el 3500 a. J.C., Egipto, na de Borges... Leyendo estos datos en un orden teórico queda
3000 a. J.C., China e India, 3000-2500 a. J.C . ) u, se sitúan al final bastante claro que la ciudad es el lugar geográfico donde se ins­
del período neolítico, allí donde el estado de la técnica y las con­ tala la superestructura político-administrativa de una sociedad
diciones sociales y naturales del trabajo permitieron a los agri­ que ha llegado a un tal grado de desarrollo técnico y social (na­
cultores producir más de lo que ellos mismos necesitaban para tural y cultural) que ha hecho posible la diferenciación del pro­
subsistir. A partir de este momento, se desarrolla un sistema de ducto entre reproducción simple y ampliada de la fuerza de tra­
repartición y distribución del producto, expresión y muestra de bajo, y por tanto, originado un sistema de repartición que supo­
una determinada capacidad técnica y de un determinado nivel ne la existencia de: 1) un sistema de clases sociales; 2) un
de organización social. Las ciudades son la forma de residencia sistema político que asegure a la vez el funcionamiento del con­
adoptada por aquellos miembros de la sociedad cuya permanen­ junto social y la dominación de una clase; 3) un sistema institu­
cia directa sobre el lugar del cultivo no era necesaria. E s decir, cional de inversión, en particular en lo referente a la cultura y a
que estas ciudades no podían existir más que sobre la base del la técnica; 4) un sistema de intercambio con el exterior
excedente producido por el trabajo de la tierra. Son los centros a Este rápido análisis nos presenta el “fenómeno urbano" articu­
la vez religiosos, administrativos y políticos, y representan la lado a la estructura de una sociedad. Se puede repetir la misma
expresión espacial de una complejidad social determinada por el operación (y llegar a un resultado diferente en términos de con­
proceso de apropiación y reinversión del excedente de trabajo. tenido) para las diversas formas históricas de organización espa­
Manifiestan, por tanto, también un nuevo tipo de sistema social, cial. Sin pretender contar en dos palabras la historia humana del
pero que no es diferente o sucesivo del tipo rural, sino que está espacio, podemos, con una finalidad analítica, hacer algunas ob­
estrechamente ligado al mismo en el proceso social, es el reverso servaciones -obre i¡ :v,-.it>ie Le cura de los tipos urbanos sig­
de la misma moneda en términos del proceso de producción de las
nificativos.
formas sociales, aunque, desde el punto de vista de las formas
Así, las ciudades imperiales de los primeros tiempos históri­
de relación social, sean dos tipos diferentes1 17.
6
cos. y en particular ," oip;i. acumulan las características descritas
Tenemos, por ejemplo, la síntesis de V. Gordon Childe relati­
con las funciones tornerchL-s y administrativas, derivadas de la
va a los criterios que, según los conocimientos empíricos existen­
concentración en una misma aglomeración de un poder ejercido
tes, caracterizan las primeras aglomeraciones urbanas: existen­
mediante la conquista en un casto territorio. Del mismo modo
cia de especialistas no productivos a tiempo completo (tales como
la penetración romana en odas civilizaciones adopta la forma de
sacerdotes, funcionarios o trabajadores de servicios); población
una colonización urbana - asentamiento de funciones a la vez
de talla y densidad suficientes; existencia de un arte peculiar;
administrativas y de explotación mercantil— . La ciudad no es,
escritura y números; actividad científica; sistema tributario que
por tanto, un lugar ue producción, sino de gestión y dominación,
concentra el excedente de producción; E stad o; arquitectura pú­
ligado a la primacía social del aparato político-administrativo2°.
blica monumental; comercio a larga distancia; existencia de cla­
ses sociales18. Consecuencia lógica, el lm del Imperio romano en Occidente
E s evidente el interés que tienen estas constataciones, basa­ supuso la pérdida de la base social expresada por la forma espa­
das en abundante documentación, a pesar de que su método de cial “ciudad”, puesto que sus funciones político-administrativas
se perdieron y que. rotos los lazos con el campo, por cesión de
clasificación esté muy próximo al de la famosa enciclopedia chi-
la dominación social a los señores feudales, no hubo otra justifi­
cación de la existencia de ciudades, salvo, eventualmente, el sos­
16 M umford, The City in History, Nueva York, Harcant, Brace and
World, 1961; R obert C., Me C. A dams, The Evolution of Urban Society. tén de la autoridad eclesiástica o la colonización de regiones
Aldine Publishing Co. Chicago, 1966; Eric E. L ampard, “Historical As­ fronterizas Ipor ejemplo, en Cataluña o en Prusia oriental)21.
pects of Urbanization”, en P h . H auser y L eo F . S chnore (compila­ La ciudad medieval renace a partir de una nueva dinámica
dores), The Study of Urbanization, J. Wiley, Nueva York, 1965, páginas social incluida todavía en la estructura social que la precedía. Es
519-554.
17 Cf. G. S joberg , op. cit„ 1960, págs. 27-31; y el simposium pu­
blicado por R . J. B raddwood y G. R. W ill ey (compiladores), Courses ** Y®ase en este sentido los análisis de M umford en Man’s Role in
Toward Urban Life: Archeological Consideration of some Cultural Al­ CJ le Face °f iht‘ Earth. Chicago, 1956.
ternates, Chicago, 1962. i 1' .•'ír_MroRn- <n>- en.. Ivai, págs. 266-311 de la traducción
18 Cf. V. G. Childe, “The urban revolution”, Town Planing Revitw, francesa. París. Seml, 1964.
abril, 1950, págs. 4-5. H. P ipi s ->. / . , Mtn/en-Age, Bruselas, 1927.
20 M anuel Castells Etferiômeno urbano 21

decir, concretamente, la ciudad medieval nace de la unión de una feudalismo, se estrechó la comunidad entre los ciudadanos, lo
fortaleza preexistente en torno a la cual se había organizado un cual suscitó nuevos valores, expresados particularmente en el es­
núcleo de habitación y de servicios, y de un mercado, sobre todo píritu de ahorro y de inversión; a ello conducía la lógica de su
a partir de las nuevas rutas comerciales abiertas por las cruza­ situación en la estructura social, ya que, cortados de las fuentes
das. Sobre estas bases se organizan instituciones político-admi­ de suministro, su capacidad financiera y de producción manufac­
nistrativas propias de la ciudad y que le dan una consistencia turera constituían la única garantía de supervivencia.
interna y una mayor autonomía con relación al exterior. Es pre­
Del mismo modo podría analizarse la evolución del sistema
cisamente esta especificidad política de la ciudad lo que hace de urbano de cada país según las relaciones triangulares burguesía-
ella un mundo en sí mismo y define sus fronteras como sistema nobleza-poder real. Así, por ejemplo, el menor desarrollo de las
social22. La ideología de pertenencia a la ciudad, prolongada in­
ciudades comerciales españolas con respecto a las alemanas o
cluso hasta ya avanzada la sociedad industrial, se fundamenta italianas durante los siglos xvi y xvii, se explica por su papel de
históricamente en este tipo de situación. mera correa de transmisión entre lá Casa Real y el comercio de
Esta autonomía político-administrativa es común a la mayo­
Indias, en contraste con las ciudades italianas y alemanas, defi­
ría de las ciudades que se desarrollan en la Baja Edad Media.
nidas autónomamente con respecto al emperador o a los prínci­
Sin embargo, las formas concretas, sociales y espaciales, de estas
pes de las cuales eran tan sólo aliados ocasionales.
ciudades, dependieron muy estrechamente de la coyuntura de las
nuevas relaciones sociales que surgieron de las transformaciones ■"'m-•iariamente a una visión muy extendida, el desarro­
producidas en el sistema de distribución del producto. En efecto, llo del capitalismo industrial no provoca el fortalecimiento de
lo característico es la creación, frente al poder de los señores la ciudad, sino su casi total desaparición como sistema insti-
feudales y discutiendo su autoridad sobre el modo de distribu­ iucionn! y social relativamente autónomo y organizado en tom o
ción, de una clase mercantil que rompe el sistema vertical de dis­ a objetaos propios. Efectivamente, la constitución de la mercan­
tribución del producto, establece lazos horizontales entre los cía como mecanismo ba^c de1 sistema económico, la división téc­
productores, a través de su papel de intermediario, rebasa la eco­ nica y social Oe! trabaio, m diversificación de los intereses econó­
nomía de subsistencia y acumula autonomía suficiente para in­ micos y sociales en un espacio más amplio, la homogenización
vertir en la producción manufacturera23. del sistema institucional, ocasionan la desaparición de la fusión
La ciudad medieval representa las franquicias de la burguesía entre una forma espaciui, ia ciudad, y la esfera de la dominación
mercantil en su lucha por emanciparse de la nobleza feudal y del de una determinada dase .■■■ocial, la burguesía. La difusión urbana
poder central. Su evolución es, pues, muy diferente según el tipo equivale justamente a la perdida del particularismo ecológico y
de lazos que se establecen entre burguesía y nobleza. Así, allá cultural de la ciudad. ’. V : " e modo, el proceso de urbanización
donde estos lazos fueron estrechos, también lo fueron los lazos y la autonomía del modelo cultural “urbano” aparecen como dos
entre la ciudad y el territorio circundante (campo dependiente procesos paradójicamente contradictorios®*.
de los señores feudales). Y viceversa : el conflicto de estas clases La urbanización ligarla :: la primera Revolución industrial e
trajo consigo el aislamiento urbano. inserta en el desarrollo del modo de producción capitalista, es un
Desde otro punto de vista, la contigüidad o separación geográ­ proceso de organización del espacio que encuentra su base en dos'
fica entre las dos clases influyó en la cultura de las ciudades, en conjuntos de hechos fundamentales25:
particular en lo que respecta al consumo y al ahorro: la inte­ 1. T.a descomposición previa de las estructuras sociales agra­
gración de la nobleza con la burguesía permitió a la primera or­ rias y la emigración de la población hacia los centros urbanos ya
ganizar el sistema de valores según su modelo aristocrático, existentes, proporcionando la fuerza de trabajo esencial a la in­
mientras que en aquellas ciudades en que la burguesía hubo de dustrialización.
mantenerse en un mundo propio, resistiendo a las reacciones del 2. El paso de una economía doméstica a una economía de
manufactura y después a una economía de fábrica, lo que signi-
22 El mejor análisis de este fenómeno es el de M. W eber , en ll':rw-
chaft und Gesellschaft, pág. 955 y siguientes de la traducción española,
F. C. E., México, 1964. ... CL W. I.tr i b \ri , I.c droit à la ville, Paris, Anthropos, 1968, y tam­
® Seguimos aquí el extraordinario análisis de A. P izzorno en su bién la colección de ensaye s del mismo autor, Du rural à l’urbain, París,
texto “Développement économique et urbanisation”, Actes du 1 Con­ Anthropos. 1970.
grès Mondial de Sociologie, 1962. Cf. I. Lab\sm\ L'-<ry,amsotion de l’espace, Paris, Hermann, 1966.
22 M anuel Castells
E l fenóm eno urbano

fica al mismo tiempo la concentración de mano de obra, la crea­


TABLA 1
ción de un mercado y la constitución de un medio industrial.
Las ciudades atraen a la industria justamente por estos facto­ Situación y previsiones del fenóm eno urbano
res esenciales (mano de obra y mercado), y a su vez la industria en el mundo (1920-1960 y 1960-80)
(en millones, estimación)
atrae nueva mano de obra y nuevos servicios.
Pero el proceso inverso también es importante: allí donde
Crecimiento
hay facilidades de funcionamiento, y en particular de materias absoluto
primas y medios de transporte, la industria coloniza y suscita la Regiones geográficas y 1920 1940 1960 1980 1920-60 1960-80
urbanización. ocupación del espacio (previ­
(est.) (est.) (est.)
En ambos casos, el elemento dominante es la industria, que siones)
organiza enteramente el paisaje urbano. Ahora bien, la industria­
lización no es un puro fenómeno tecnológico, sino que se produ­ Total mundial
Población total .......... 1 860 2 298 2 994 4 269 1134 1275
ce en un modo de producción determinado, el capitalismo, cuya Rural y ciudades pe-
lógica refleja. El “desorden urbano” no es tal desorden, sino que quefias ....................... 1 607 1 871 2 242 2 909 635 667
representa la organización espacial suscitada por el mercado y Urbana ......................... 253 427 752 1 360 499 608
derivada de la ausencia de control social de la actividad indus­ (Ciudades grandes) ... (96) (175) (351) (725) (255) (374)
trial. La racionalidad técnica y el predominio de la tasa de ga­ Europa (sin la U.R.S.S.)
Población total ... ... 324 379 425 479 101 54
nancia conducen, por un lado, a borrar toda diferencia esencial Rural y ciudades pe-
inter-ciudades y a fundir los tipos culturales en el tipo genera­ quenas ...................... :V!°» **1*\ 251 244 31 7
lizado de la civilización industrial capitalista; por otro lado, Urbana .. :í; : ■i 174 235 70 61
<Ciada Jos grande- i -!■' » '61; (73) (99) (29) (26)
a desarrollar la especialización funcional y la división del trabajo
América del Norte
en el marco geográfico, y por tanto, a crear una jerarquía fun­ Población total . 116 144 198 262 82 64
cional entre las aglomeraciones urbanas. El juego de las econo­ Rural y dudado', no-
quenas ............. -i S!". 86 101 14 15
mías externas tiende a crear un proceso acumulativo, no contro­
Urbana ... . 14 64 112 161 68 49
lado socialmente, en las grandes aglomeraciones36. (Ciudades grande-) . :22\ (72) (111) (50) (39)
Finalmente, la problemática actual de la urbanización gira Asía Orientai
en torno a tres datos fundamentales y a una cuestión can­ Población tota! " ; 4 !6 794 1 038 241 244
dente 627:
2 Rural v ciudades pe-
quenas ............. 514 634 742 120 108
1. La aceleración del ritmo de urbanización en el conjunto Urbana ......................... 59 82 160 296 121 136
del mundo (ver tabla núm. 1). (Ciudades grandes) . <« *'■*) (86) (155) (71) (69)
2. La concentración de este crecimiento urbano en las re­ Asia del Sur
giones llamadas “subdesarrolladas”, sin correspondencia con el Población total ... . 170 6I-'¡ 858 1 366 388 508
Rural > ciudades pe-
crecimiento económico que acompañó la primera urbanización en quenas ...................... 441 560 742 1079 299 337
los países capitalistas industriales (véase tabla núm. 2). U rb an a....................... 27 50 116 287 89 171
(Ciudades grandes i (5) (13) (42) (149) (37) (107)
3. La aparición de nuevas formas urbanas, y, en particular,
de grandes metrópolis (véase tabla núm. 3). Unión Soviética
Población total . /Tí /'J7 214 278 59 64
4. La relación del fenómeno urbano con nuevas formas de Rural y ciudades pe-
articulación social nacidas del modo de producción capitalista quenas ...................... 139 148 136 150 3 14
1 rba.ia 16 47 78 128 62
pero que tienden a superarlo. ií 50
(Ciudades grandes) <2) (14) (27) (56) (25) (29)
Nuestra investigación se esfuerza en plantear teóricamente
América Latina
Población total .. 90 130 213 374 123 161
Rural y ciudades pe-
26 P. G eorge, La ville, París, P. U. F., 1950. s queñas . . . .
27 Estos problemas están claramente planteados, sin indicar caminos ¡í 77 103 145 222 68 77
de investigación netamente definidos, en Scott G reer , D ennis, L. Mc g 13 1J 68 152 55 84
(Ciudades grandes) *5) fl2) (35) (100)
E lrath, D avid W. M inar y P eter Orleans (compiladores), The New | (30) (65)
Urbanization, Nueva York, St. Martin’s Press, 1968.
24 M anuel Castells
E l fenóm eno urbano 25

Crecimiento TABLA 3
absoluto
Regiones geográficas y 1920 1940 i960 1980 1920-60 1960-80 El crecim iento de las grandes aglom eraciones en el mundo, 1920-1960
ocupación del espacio (previ­ (estimaciones generales, miles de personas)
(est.) (est.) (est.) siones)
Africa Ciudad 1920 1930 1940 1950 1960
Población total .......... 143 192 276 449 133 173
Rural v ciudades pe-
queñas ...................... 136 178 240 360 104 120 Total mundial ... 30 294 48 660 66 364 84 923 141156
Urbana ......................... 7 14 36 89 29 54
(Ciudades grandes) ... (1) (3) (11) (47) (10) (36) 18 605
Europa (total) ... 16 051 18 337 18 675 18 016
Oceania Londres ......... 7 236 8127 8 275 8 366 8 190
Población total .......... 9 12 16 23 7 7 París ................ 6 050 6 300 7 140
4 965 5 885
Rural v ciudades pe- Berlín .......... 3 850 4 325 4 350 3 350 3 275
quenas...................... 6 7 8 11 2 3
Urbana ......... . ........... 3 5 8 11 5 3
(Ciudades grandes) ... (2) (2) (5) (8) (3) (3) América del Norte (to-
tal) ................. 10 075 13 300 17 300 26 950 33 875
Fuente: P o p u lation D iv isio n , U nited N ation s Bureau o f S o c ia l Affairs. Nueva York ... 7 125 9 350 10 600 12 350 14 150
Los Angeles ... (750) » (1 800) » 2 500 4 025 6 525
TABLA 2 Chicago ......... 2 950 3 950 4 200 4 950 6 000
Evolución d e la urbanización según el nivel de desarrollo Filadelfia......... (2 025) * (2 350) » (2 475) » 2 950 3 650
(en millones) Detroit .......... (1 100) » (1 825) » (2 050) » 2 675 3 550

1920 1940 1960 1980 Crecimiento Asia Orientai (total) ... 4168 11 773 15 789 16 487 40 806
absoluto T okio............... 4168 6 064 8 558 8 182 13 534
(est.) (est.) (est.) (prev.) 1920-60 1960-80 Shanghai ......... (2 000)1 3 100 3 750 5 250 8 500
Osaka .. - ■' 889)» 2 609 3 481 3 055 5158
Ocupación del espacio Total mundial Pekín . . i ! 000)» (1 350) a (1 750) » (2 100)» 5 000
Población total .......... 1 860 2 298 2 294 4 269 1134 1275 Tientsin .. .. (800) a (1 000) a (1 500) » a 900)» 3 500
Rural y ciudades pe- Hong-Kong (550)a (700)» (1 500) » (i 925)» 2 614
Shenyang . . ì> (700) » (1150) » (i 700)» 2 500
quenas ...................... 1607 1 871 2 242 2 909 635 667
Urbana ......................... 253 427 752 1 360 499 608
(Ciudades grandes) ... (96) (175) (351) (725) (255) (374) Asia del Sur (totali ... 3 400 7 220 12 700
Regiones desarrolladas Calcuta .1 320) a (2 055) a 3 400 4 490 5 810
Población total .......... 672 821 977 1 189 305 212.,,. Bombar . . . . (L 275) a (1 300)» (1 660)» 2 730 4 040
Rural y ciudades pe- Yakarta .. b (525)» (1 000) » (1 750) » 2 850
queñas...................... 487 530 544 566 57
Urbana ......................... 185 291 433 623 248 190 i fintali. 7 700

1
2 500 4 250 9550
(Ciudades grandes) ... (80) (134) (212) (327) (132) (1111 Moscú .......... il 120) a 2 500 4 350 4 250 6150
Regiones subdesarrolladas Leningrado . . (740)a (2 000)» 3 350 (2 250)» 3 400
P oblación total .......... 1 188 1 476 2 017 3 080 829 1061
Rural y ciudades pe-
quenas........ . ......... 1 120 1 341 1 698 2 343 578 645 América ¡Mtina (totali. 2 750 3 500 12 000 22 300
Urbana ......................... 68 135 319 73 7 251 418 Buenos Aires (2 275)» 2 750 3 500 5 150 6 775
(Ciudades grandes) ... (16) (41) (139) (398) (123) (259) México ........ (835)a (1 435)» (2 175) » 3 800 6 450
Rio de Janeiro (1 325)» (1 675) » (2150)» 3 050 4 700
Porcentaje de regiones subdesarrolladas para todo el mundo Sào-Pauln . (600)» (900) » (1 425) » (2 450) » 4 375
Población total .......... 64 64 67 72 73 Ai
Africa (total) . . 3 320
Rural y ciudades pe-
quenas..................... 97 HI Cairo . . (875) a (1 150) » (1 525) 3 (2 350)» 3 320
70 72 76 81 91
Urbana ......................... 27 32 42 54 50 40
(Ciudades grandes) ... (16) (24) (40) (55) (48) (691
•■ , - 500 000 no están comprendidas en Jos totales,
F u e n t e ' P o p u lation D iv is io n , U n ited N ation s Bureau o f S o c ia l A ffa irs.
fu er. e . 1 ¡.¡rulan. >. l n . wr.>., ¡ . ¡t e d K a t io n s B u r e a u o f S o c ia l A ffa ir s .
26 M anuel Castells

estos -problemas, partiendo de ciertas definiciones que creemos


posible proponer después de las observaciones históricas que
acabamos de hacer.
El fenóm eno urbano 27
1. El término de urbanización se refiere al mismo tiempo
tanto a la constitución de formas espaciales específicas de las permiten un acrecentamiento del potencial de las fuerzas pro­
sociedades humanas, caracterizadas por la significativa concen­ ductivas). Esta confusión tiene una función ideológica: el pre­
tración de las actividades y poblaciones en un espacio restrin­ sentar las transformaciones estructurales como un simple mo­
vimiento acumulativo de los recursos técnicos y materiales
gido, como a la existencia y difusión de un particular sistema de una sociedad. En esta perspectiva existirían, por tanto, nive­
cultural, la cultura urbana. Esta confusión es ideológica y tiene les y una evolución lenta, pero ineluctable, que organizaría el
como finalidad: paso a un nivel superior cuando hubiese suficientes recursos.
a) Establecer la correspondencia entre formas ecológicas y 5. La noción de desarrollo plantea el problema de la trans­
formación de la estructura social básica de una sociedad de
contenido cultural. modo que libere una capacidad de acción progresiva (relación
b) Sugerir una ideología de la producción de valores socia­ inversión/consumo).
les a partir de un fenómeno “natural” de densificación y hetereo- 6. Sí la noción de desarrollo se sitúa en relación a la arti­
culación de las estructuras de una determinada formación social,
geneidad sociales (cf. infra, cap. 2). no puede analizarse sin hacer referencia a la articulación de un
2. La noción de urbano (opuesta a rural) pertenece a la dico­ conjunto de formaciones sociales (escala llamada “internacional”).
tomía ideológica sociedad tradicional /sociedad moderna, y se Para ello necesitamos un segundo concepto: el de dependencia,
que caracterice las relaciones asimétricas entre un tipo tai de for­
refiere a cierta hetereogeneídad social y funcional, sin poderla
maciones sociales que hace que la organización estructural de
definir más que por su alejamiento, mayor o menor, de la socie­ una de ellas no encuentre su lógica al margen de su inserción en
dad moderna. La distinción entre ciudad y campo plantea, sin el sistema general.
embargo, el problema de la diferenciación de las formas espa­ 7. Estas precisiones permiten substituir la problemática ideo­
lógica expuesta (connotatíva de la relación entre evolución téc­
ciales de la organización social. Pero esta diferenciación no se nica natural y evolución hacia la cultura de las sociedades mo­
reduce ni a una dicotomía ni a una evolución continua, como dernas) por la siguiente cuestión teórica: ¿cuál es el proceso de
da por supuesto el evolucionismo natural, incapaz de compren­ producción social de ¡as formas espaciales de una sociedad?, y
der estas formas espaciales como productos de una estructura recíprocamente, ¿cuáles son las relaciones entre el espacio cons­
tituido n las transformaciones estructurales de tina sociedad, en
y procesos sociales. Por otra parte, la imposibilidad de encontrar el seno de un conjunto internacional caracterizado por relaciones
un criterio empírico de definición de lo urbano no es más que de dependencia?
la expresión de una vaguedad teórica. Esta imprecisión es ideo­
lógicamente necesaria para connotar, a través de una organización
material, el mito de la modernidad.
3. Por consiguiente, y en espera de una discusión propia­
mente teórica del problema, más que hablar de urbanización, tra­
taremos del tema de la producción social de formas espaciales.
En el seno de esta problemática, la noción ideológica de urbani­
zación se refiere al proceso a través del cual una proporción sig­
nificativamente importante de la población de una sociedad <e
concentra en un cierto espacio, en el cual se constituyen aglome­
raciones funcional y socíalmente interdependientes desde el punto
de vista interno, y en relación de articulación jerarquizada ired
urbana).
4. El análisis de la urbanización va estrechamente ligado a la
problemática del desarrollo, que conviene, por tanto, delimita1-
también. La noción de desarrollo produce la misma coníu
remitir, a un tiempo, a un nivel (técnico, económico) y a un pro­
ceso (transformación cualitativa de las estructuras sorna!.-

También podría gustarte