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Resistencia ydevenir mujer


Marta lópez C.

L globalización, pese a todas las bondades que se le atribuyen, nos coloca frente a
la incertidumbre de construir una vía distinta a la ejercida por el gran capital que hoy
gestionan las poblaciones consiguiendo la domesticación de los cuerpos y del deseo, lo que
Foucault llama el biopoder es una operación eficaz porque ha logrado manipular la vida y
sujetarla, hoy mas que nunca se destaca la sentencia visionaria de Agamben al respecto de
"la conversión de la vida, en nuda vida" que hoy rige en todas partes y se cumple en todos
los países.

la muerte generalizada de grandes masas de la población humana, vegetal y animal,


visibiliza el comando imperial, cuya lógica desborda las categorías de dominio ligadas al
colonialismo o al imperialismo de los siglos XVII al XX. El comando imperial y patriarcal se
ejerce hoy mediante la operación del gran capital, cuya lógica se distribuye en redes ocu-
pando todos escenarios de la vida tanto productiva como afectiva y de deseo, el comando
imperial funciona desde un fondo de inmanencia, un espacio liso que disuelve las estrías
territoriales, alisa los escenarios de resistencia, hibridiza las subjetividades plegándolas bajo
su dominio y las convierte en lugares exóticos de manejo para el mercado y la reproducción
de ganancia concentrada en pocas manos.

El poder imperial que es patriarcal, ha hecho suya la fuerza productiva y creativa de


las singularidades, convirtiendo en inapelable su concentración para fines de progreso y
desarrollo, el comando del imperio vehicula una flecha del tiempo crónica que reduce el
deseo al espasmo glandular del placer que se obtiene a fuerza del instante, es a través del
mensaje subliminal del consumo como se propulsa una noción de vida útil y homogénea y se
erotiza el cuerpo social para erigir por cuenta de la diferencia, una versión de hombre y de
mujer adaptable y poderosa, una clase de máquina cibernética se instala como cerebro
pensante, mientras se reduce a la condición de desvirtuada e inservible el resto de la pobla-
ción condenada a la miseria y al exterminio llevado a cabo por la guerra. El imperio hace la
guerra basado en la paz efectuando de hecho la intervención militar justificada por la fuerza,
se trata de la defensa de las democracias ya extintas en términos de reconocimiento pero
todavía vivas a fuerza de aporías y conceptos.

Como dice Toni Negri, y Michael Hardt en su libro Imperio, "el principio fundamen-
tal del imperio, como hemos descrito a lo largo de este libro, es que su poder no posee
centro o terreno real o localizable, el poder imperial está distribuido en redes, mediante
mecanismos de control móviles y articulados. Esto no quiere decir que el Gobierno y el
territorio de los Estados Unidos, son iguales a cualquier otro, ciertamente los Estados Uni-
Marta López e

dos ocupan una posición privilegiada en las jerarquías y segmentaciones globales del impe-
rio. Pero en la medida en que los poderes y fronteras de los Estados-nación declinan, sin
embargo, las diferencias de naturaleza [como eran, por ejemplo, las diferencias entre el
territorio de la metrópolis y el de la colonia] quedan reducidas a diferencias de grado". I

El dominio imperial se consigue cuando las líneas de producción y las de representa-


ción se cruzan y se mezclan en la misma esfera lingüística y productiva dando lugar a una
indistinción entre producción y reproducción, entre capital constante y variable, pero tam-
bién dando lugar a una indistinción entre cuerpo, mente y cooperación de sujetos produc-
tivos, todos ellos secuenciados por el poder del dinero capaz de permear todos los espacios
de la vida síquica y mental.

La máquina imperial opera, toda vez que se ha logrado desplazar el poder que antes
ejercían los Estados sobre sus territorios concretos, logrando destacarse el plano de inma-
nencia del gran capital que hoy realiza operaciones financieras en fracciones de tiempo
inimaginable y difíciles de registrar, el resultado es una plusvalía incalculable concentrada en
pocas manos, son los dueños de las multinacionales los que hoy ejercen el control real por
encima de los Estados, convertidos en sucedáneos al respecto de las decisiones multilaterales
tomadas en consonancias a los intereses del gran capital, de hecho, la lógica del imperio
alisa las estrías territoriales y diluye los limites de los Estados-nación antes vigentes.

"EI pasaje de la soberanía hacia el plano de inmanencia, el colapso de las fronteras ha


tenido lugar tanto dentro de cada contexto nacional como en una escala mundial. El apaga-
miento de la sociedad civil y la crisis general de las instituciones disciplinarias coinciden con
la declinación de los Estados-nación como límites que marcan y organizan las divisiones del
mando global. El establecimiento de una sociedad global de control que alisa las estrías de
las fronteras nacionales va de la mano con la realización del mercado mundial y la subsunción
real de la sociedad global bajo el capital". 2

Si antes el poder se ejercía mediante la figura de la soberanía [en el antiguo régimen


provenía de la divinidad y más tarde del pueblo convertido en lo que la modernidad llamó el
ciudadano), hoy el poder se territorializa como comando imperial, y éste se transfiere y es
objeto de expansión a través de instituciones, Ongs y organizaciones civiles que operan
como compuertas para canalizar los flujos de las fuerzas económicas y sociales logrando el
anclaje que requiere el dinero como forma intercambiable general, el Estado-nación tiende
a borrarse a medida que el capital se realiza a sí mismo en el mercado global.

Estas instituciones no estatales organizan la sociedad capitalista bajo el orden del


Estado y oportunamente diseminan el mando del Estado en toda la sociedad, y en este

...-
NEGRI , Toni y HARDT, Michael. Imperio. Ediciones Desde Abajo . Bogotá, 2001 . Pág . 361.
2 Op. Cit. Pág. 322.

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El tiempo contro las mujeres. Debates feministas paro una agenda de paz

sentido ellas se convierten en los puentes y vías de facilitación hacia el ejercicio soberano del
fondo de inmanencia con que funciona hoy el comando imperial, de ahí que no sea extraño
observar, pese al interés filantrópico de las Ongs, su caída en un mar de competiciones para
disponer de los recursos a cuentagotas que distribuye el propósito imperial para su propa-
ganda humanitaria, siendo en todo caso muy poco beneficiada precisamente la comunidad
quien no resulta en caso alguno atendida en sus necesidades básicas.

La soberanía es inoperante o mas bien se puede afirmar que funciona amparada en la


creencia de la participación ciudadana y la idea de trascendencia y representatividad como
condición del modelo que acude al pueblo, aunque las decisiones sean tomadas previamente
en el concurso global de las políticas macroeconómicas auspiciados por el Banco Mundial,
la Organiación Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
que hacen parte del andamiaje jurídico supranacional.

"La declinante efectividad de esta estructura jurídica, puede ser seguida claramente
por la evolución de toda una serie de cuerpos jurídico económicos globales tales como la
OMC, la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el FMI. La globalización
de la producción y la circulación sostenido por este andamiaje jurídico supranacional, reem-
plaza la efectividad de las estructuras jurídicas nacionales, segundo si la nación pudiera ser
todavía un arma efectiva, lleva consigo toda una serie de estructuras e ideologías represivas,
por lo que cualquier estrategia que confíe en ella debe ser rechazada desde esta base». 3

Además, la lógica del imperio realiza una operación más claramente contundente en
términos de eficacia, se trata de la construcción de unas identidades habilitadas para el
consumo y proclives a su reproducción, es el sentido normatizado de lo humano objeto del
biopoder, lo que de hecho interesa a las máquinas de captura estatales y paraestatales hoy
reducidas por el imperio y la gran maquinaria del capital.

"EI pasaje hacia la sociedad de control implica una producción de subjetividad que
no esta fijada en la identidad, sino que es híbrida y modulante. A medida que los muros que
defendieron y aislaron los efectos de las instituciones modernas se derrumbaron progresiva-
mente, las subjetividades tendieron a ser producidas simultáneamente por numerosas insti-
tuciones en diferentes combinaciones y dosis. Ciertamente, en la sociedad disciplinaria cada
individuo tenía muchas identidades, pero en cierta medida las diferentes identidades estaban
definidas por diferentes lugares y momentos de la vida, una era madre o padre en el hogar,

3 "Capital y soberanía bien pueden parecer una combinación contradictoria. La soberanía moderna
descansa fundamentalmente sobre la trascendencia de que el soberano sea el príncipe, el Estado, la
nación o incluso el pueblo por sobre el plano social. Hobbes estableció en su Leviatán unitario la
metáfora espacial de la soberanía para todo pensamiento político moderno, que se eleva por encima
de la sociedad y la multitud . El soberano es el excedente de poder que sirve para resolver o diferir la
crisis de la modernidad. Además, la soberanía moderna opera como hemos visto en detalle, mediante
la creación y mantenimiento de fronteras fijas entre los territorios, poblaciones etc. Así la soberanía es
también un excedente de código, una sobrecodificación de los flujos y funciones sociales. En otras
palabras, la soberanía opera mediante la estriación del campo social". Op. Cil.

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Marfa López C.

trabajador en la fábrica, estudiante en la escuela, interno en la prisión y paciente mental en


el asilo. En la sociedad de control son precisamente estos lugares, estos sitios discretos de
aplicabilidad, los que tienden a perder su definición y delimitaciones. Una subjetividad
híbrida producida en la sociedad de control puede no adoptar la identidad de un interno de
la prisión o un paciente mental, o un obrero fabril, pero estar igualmente constituida en
forma simultanea por todas sus lógicas". 4

La producción de una identidad normatizada es asunto prioritario del biopoder, el co-


mando imperial es ejercido no tanto mediante la tutela disciplinaria del Estado moderno, sino
mediante el control biopolítico que busca la gestión directa de la multitud productiva incidiendo
en su autonomía. Ya no se trata del pueblo como se le entendía y se le nombraba, ahora la
identidad del pueblo se transforma en la multitud flexibilizada y en perpetua diferenciación, la
multitud es el objeto del biopoder para dominar el potencial transformador que le compete. Se
trata no sólo del potencial productivo de la multitud y de las fuerzas autónomas de la coopera-
ción productiva, también del potencial estético que comporta y que pondría en obra, para hacer
derrumbar el flujo cada vez más aplastante de la máquina económica dominante.

Multitud y resistencia

La multitud, -que debe ser entendida como prueba de Singularidades y grupos de


subjetividad- representa un peligro en la medida de poder convertirse en una masa autóno-
ma de productividad inteligente, en un flujo de resistencia o de invención creativa, capaz de
torcer el rumbo del tiempo y del mundo que hoy tenemos, este mundo donde se está
reduciendo la vida y disminuyendo su potencia y creatividad en aras de un sentido de vida
manipulable y utilitario.

La creatividad de la multitud desborda las categorías temporales impuestas por la lógica


del imperio que avala la eficacia, el desarrollo, el progreso y la utilidad . La gestión de las
poblaciones desde el biopoder se realiza a través de la creación de una esperanza vital cifrada
en el trabajo que consigue al cabo del endeudamiento, una calidad de vida supeditada a lo
monetario y despojada de otra oportunidad, esto con relación a los trabajadores y clases
medias, mientras se abren compuertas ilícitas para el enriquecimiento sin limitaciones a un
grupo élite de magnates y delincuentes de cuello blanco cabalgando en ecuaciones monetarias
del narcotráfico, las armas y la pornografía para la rentabilidad exponenciada del capital.

Como señala Agamben, "cada cultura es ante todo una determinada experiencia del
tiempo y no es posible una nueva cultura sin una modificación de esa experiencia, por tanto
la tarea original de una auténtica revolución ya no es simplemente "cambiar el mundo, sino
también y sobre todo, cambiar el tiempo" .s


4 Op.Cit. Pág . 322.
5 AGAMBEN , Giorgio. Infancia e historia, destrucción de la experiencia y origen de la historia. Adriana
Hidalgo editora, Buenos Aires . 2001 . Pág . 131 .
El tiempo contra las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

La cultura occidental está soportada en una concepción del tiempo ya sea, circúlar
heredada de los griegos, o lineal basada en la idea cristiana que entiende la eternidad alcanza-
ble al final de la vida piadosa, ambas concepciones se inscriben en una cronología que advierte
el presente como intermediación entre pasado y futuro, lo subdivide para finalmente reclamar
el carácter identitario del instante, su permanente transcurrir. "El tiempo es la imagen móvil de
la eternidad", decía Platón, y esta afirmación condensa en una expresión, la creencia sobre lo
inalterable que le concierne al ser de lo eterno hecho de instantes, de puntos sucesivos e
iguales imposibles de aprehender, "ya sea que se piense como círculo o como línea, el
carácter que rige toda concepción occidental del tiempo es la puntualidad. Se representa el
tiempo vivido mediante un concepto metafísico geométrico [el punto instante inextenso) y
luego se produce como si ese concepto fuera el si mismo real de la experiencia". 6

Cambiar el orden cronológico de la temporalidad es de-construir el proyecto, de-


construir la idea de desarrollo secundada por el capital o por lo útil que proyecta la felicidad
con inventario a futuro . De ahí que Agamben señale que la tarea originaria de la auténtica
revolución ya no sea simplemente cambiar el mundo, sino también cambiar el tiempo, el
materialismo histórico cayó también en este equivoco, entendiendo la resistencia atada al
tiempo productivo o al tiempo histórico, pero el tiempo es una categoría que nos construye
y nos crea, las revoluciones han convertido la esperanza en un asunto religioso, el interés
por la toma del poder parece responder a la revelación mesiánica de una tierra prometida
libre de injusticias, donde al final subsiste el miedo y todo porque en las mentes de esos
hombres y mujeres involucrados en las filas persiste el rigor moral, persiste la exclusión y la
territorialización del poder en micro Estados identitarios.

La guerra y la destrucción a la que responden las acciones armadas que se arrogan la


resistencia en nuestro medio, sus asaltos entusiastas en pro de un ideal, vehiculan y propo-
nen una individuación hegemónica sometida al poder homologador de las diferencias, que
encuentra en el fragor de la contienda, una liberación transitoria. El tiempo por donde
discurren estas individuaciones, es preciso decirlo, es el tiempo útil que ordena acabar la
sublevación al interior de su historia racional, define las leyes de su desarrollo, fija las
condiciones de su hacer, los objetos y los modos necesarios para cumplirse, establecen el
proyecto y la consecución de un objetivo respondiendo a una programación detallada. No
en vano existen hoy ordenamientos del tiempo laboral que responden a ejecuciones del gran
proyecto [el tiempo cróniCO) que nos inventa; el proyecto se ha convertido hoy en una
manipulación de la flecha del tiempo que dispone de los individuos para su construcción a
futuro y traza la economía de sus vidas creando la expectativa de lo que termina.

Pero es el miedo el que subsiste en el cuerpo social antes y después de la toma del
poder, el miedo ligado al poder del centro, la recurrencia estatal y estatización con que
funcionan los llamados grupos de resistencia, ha impedido construir una alternativa inédita


6 Op. Cit. Pág. 146 Y 147.

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con relación a lo social, en las revoluciones se dan formas de xenofobia, rivalidades regiona-
les, virulentas exclusiones atrapadas en verdades falaces, subsiste la sujeción de las mujeres,
son borradas las etnias indígenas y se aquilatan nuevas formas de poder donde los privile-
gios se expresan ostensiblemente aun cuando a nombre del pueblo se erija una declaración
que tarde o temprano se torna en dominación y exclusión.

Un abordaje novedoso sobre la resistencia es absolutamente necesario en la actuali-


dad, se trata de cuestionar las afirmaciones que reivindican las luchas populares y los movi-
mientos sociales como necesariamente valorables por el sacrificio o por la oposición realiza-
da desde sus filas, para no escatimar esfuerzos utilizando cualquier medio violento para
lograr el propósito de la toma del poder. Un abordaje necesario sobre la resistencia tiene
que hacerse desde la vida, no desde la ley, tiene que vincular potencia y resistencia, tendría
que preguntarse por el deseo, por como la resistencia puede quedar atrapada por las má-
quinas molares estatales y paraestatales, impidiendo el flujo molecular y de vida y en este
sentido preguntarnos por la subjetividad.

Preguntarse por la resistencia implica contextuar la opción vital en medio del ejerci-
cio actual delbiopoder y del comando imperial que hoy domina, y que se realiza mediante
tres medios globales y absolutos: la amenaza de bomba atómica; el poder del dinero; y el
éter de la masmedia soportados en la telemática y las comunicaciones.

El control del imperio opera mediante tres medios globales y absolutos, «la bomba, el
dinero y el éter" ... El desarrollo de las tecnologías nucleares y su concentración imperial ha
limitado la soberanía de la mayoría de los países del mundo en la medida que les ha quitado
el poder de decidir sobre la guerra y la paz, que es un elemento primario de la definición
tradicional de soberanía. Además, la amenaza final de la bomba imperial ha reducido toda
guerra a conflictos limitados, guerra civil, guerra sucia . Ha vuelto a cada guerra dominio
exclusivo del poder policial y administrativo ... El imperio se define en última instancia como
el no-lugar, de la vida.

"El dinero el segundo medio global de control absoluto. La construcción del merca-
do mundial ha consistido primeramente en la deconstrucción monetaria de los mercados
nacionales, la disolución de los regímenes nacionales y o regionales de regulación monetaria
y la subordinación de dichos mercados a las necesidades de los poderes financieros ... El
dinero es el arbitrio imperial, pero al igual que en el caso de la amenaza imperial nuclear,
este arbitrio no posee una noción determinada ni un estatus trascendente. Así como la
amenaza nuclear autoriza el poder generalizando de la policía, el arbitrio monetario está
articulado continuamente en relación con las funciones productivas, las medidas del valor y
las coloraciones de riqueza que constituyen el mercado mundial. Los mecanismos moneta-
rios son los principales medios para controlar el mercado" J


7 Op. Cil. Pág . 332.
El tiempo co ntra las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

El éter es el tercer y fundamental medio de control imperial. El manejo de la comu-


nicación, la estructuración del sistema educativo y la regulación de la cultura aparecen hoy
día más que nunca como prerrogativas soberanas, todo esto sin embargo se disuelve en el
éter de la más media. La sociedad actual es la sociedad del espectáculo y el éter cumple hoy
la misma función imaginaria que en otro tiempo cumplía el poder chamanico en las culturas
indígenas. La masmedia es una gigantesca máquina de producción imaginaria que eleva
potencialmente la creación identitaria del yo, del consumo y de la plusvalía del gran capital.

En estas circunstancias extremas de dominio imperial, la resistencia se convierte en


un espacio fuerza y un tiempo fuerza a rescatar toda vez que el poder vivificador no ha
tenido lugar como prueba de la diferencia y de la vida, la resistencia se ha reducido a una
forma de poder, a un proceso o a una noción de libertad asimilada a la legislación y a la
norma, a ese aparato jurídico que respalda la vigencia de los Estados-nación hoy secuaces
del dominio imperial y reducidos por éste a la mera condición de soportes simbólicos, para
las decisiones locales, donde se instaura el ejercicio de la policía soberana ... Como señala
Agamben, los mandos medios son los que delinquen cuando se pone en entredicho la
seguridad del Estado-nación quedando impune el crimen y la arbitrariedad que ejecutan sus
actores respaldados en el laberinto indecidible de las normas.

No es sólo el poder de las transnacionales por encima de los Estados lo que caracte-
riza al imperio, es el modo como el propio fondo de inmanencia del capital alisa las estrías del
poder local de los Estados en su beneficio, asimilando el conflicto y la resistencia civil que
finalmente es satanizada o disuelta en su eventual manifestación. El Estado se convierte en
Estado de excepción cuando se pone en entredicho la seguridad de los Estados, o del orden
mundial de la llamada democracia soportada simbólicamente en su vigencia de la soberanía.

De manera escolar podríamos decir que el imperio se alimenta del trabajo, del intelec-
to, de los afectos colectivos, y pliega esta potencia descomunal en aras del incremento de la
plusvalía concentrada en unos cuantos. El costo inmenso de esta ejecución productiva aliada
a los medios y la informática, se mide en vidas humanas, en miseria, y en la propia reducción
de la vida a la anuda vida" realizada mediante el ejercicio global de la policía soberana.

La nuda vida y el campo de exterminio

Como bien lo vio Foucault, hoy está en juego la vida, o mejor el imperio cuya natu-
raleza es otra al respecto del imperialismo, hace la guerra basado en la paz y pone en obra
la biopolítica que se soporta en la propia creación colectiva de las multitudes y subjetivida-
des que el poder asimila y focaliza .

El orden mundial basado en la excepción y amparado en el recurso jurídico de los


Estados-nación -cuyo modelo soberano es la Constitución Americana-, ha sabido imponer
a través de la sustitución filosófica de la idea de trascendencia, una nueva versión ética

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Marta López C.

basada en la culpa que anticipa el desastre promovido por la guerra y que maquillan las
Ongs y los organismos defensores de los derechos humanos a través de la filantropía que
ponen en obra, el punto de vista moral del imperio (la doble moral) en que se basa, anticipa
una idea de paz en diferido que coincide con la idea kantiana de la paz perpetua .

Lo que está en juego o es la vida, Giorgio Agamben 8 señala hasta qué punto se ha
sustituido la idea griega de vida, la zoé y el bios que antes diferenciaban los griegos por una
idea que banaliza la vida y la reduce, convirtiendo su complejidad en una opción de vida
desnuda o nuda vida.

loé es el impulso de vida común a todas las criaturas vivientes, mientras el bios se
refiere a la forma que toca a cada singularidad, individuo o grupo, para los griegos ambas
acepciones eran inseparables y constituían una misma unidad indiscernible. Lo que está en
juego es la vida ... Hemos sustituido la diferenciación de vida griega, zoé y bios por una forma
banal de entender la vida que la reduce a la nuda vida, entonces el ser humano hombre y
mujer entra en una zona potencial de reducción de humanos a no humanos, que pone en
evidencia la geopolítica del campo de concentración que hoy ha estallado por todas partes.

El ámbito de la nuda vida, alude a la situación que viven hoy mas de treinta millones
de refugiados e indocumentados que engrosan el éxodo de la población migrante y margina-
da a lo largo del mundo, donde ningún derecho puede esgrimirse en relación con la digni-
dad humana y donde todo puede ser posible en términos de producción de dolor.

El campo de concentración es el espacio que se abre cuando el Estado de excepción


se convierte en regla y esta condición es lo propio del accionar de los Estados-nación
actualmente amparados en el aparato jurídico que los respalda y que permite la acción
impune de la policía soberana, los mandos medios son los que delinquen cuando se pone en
cuestión la seguridad del Estado.

El campo de concentración es el soporte político de la modernidad y aparece en el


momento en que el sistema político del Estado-nación entra en crisis. El Estado-nación
moderno esta basado en:

Un territorio. El nexo inquebrantable con el nacimiento mediante el cual se erige el


concepto de nación.
Un orden jurídico.

El nacimiento es el referente simbólico de la nación, pero cuando se produce una


creciente desconexión entre el nacimiento [vida nuda) y el Estado-nación, el campo aparece
como dato de esta separación .

...- - - - - - - - - - - - - -
8 AGAMBEN , Giorgio. Medios sin fin. Notas sobre la política . Pretextos , Valencia. 200 1.

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El tiempo contra las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

Hoy sólo apelan al nacimiento quienes pueden contar con una prueba bancaria y de
inversión, y cada vez se hace más fácil evadir impuestos a través de maniobras rápidas que
enriquecen el sector financiero sin fronteras, mediante los paraísos fiscales y el lavado de
dólares realizados por vía virtual.

En el contexto de esta globalización y en el orden de exterminio mundial que


vivimos, acudir a los Derechos Humanos y a la dignidad humana resulta irrisorio y men-
daz. Los Derechos Humanos son derechos del ciudadano, no son derechos de los no
ciudadanos (denizens) en que se están convirtiendo los millones de refugiados del mundo
no sólo procedentes de países como Alemania Oriental, África o los países llamados del
tercer mundo, lo que los países industrializados tienen frente a ellos, es una masa resi-
dente estable de no ciudadanos, hoy el concepto de ciudadano se ha tornado inadecuado
de manera que tanto ciudadanos como no ciudadanos han entrado en una zona de indi-
ferencia potencial. Agamben señala que si se quiere prevenir el impacto del campo cuya
resonancia ya se siente por todas partes, es necesario que los propios Estados-nación
pongan en tela de juicio los principios de inscripción en el nacimiento, y la trilogía Estado-
nación-territorio en que se fundan.

La maquinaria de los campos de exterminio nazis se propone convertir al humano en


no humano, se trata de despojar de la dignidad a las personas acusadas de no pertenecer a
un territorio y a una raza, dando lugar a lo que en la jerga de los campos se denominaba el
musulmán: «El musulmán, como se llamaba en el lenguaje de Lager al prisionero que había
abandonado cualquier esperanza y que había sido abandonado por sus compañeros, no
poseía ya un Estado de conocimiento que le permitiera comparar entre el bien y el mal,
nobleza o bajeza, espiritualidad y no-espiritualidad. Era un cadáver ambulan'te, un haz de
funciones físicas ya en agonía. Debemos pues, por dolorosa que nos parezca la elección,
excluirle de nuestra consideración, Amery» .9

El musulmán habita la zona límite que abre la geopolítica del campo donde quienes
la habitan, tocan fondo, desde allí no es posible dar testimonio de lo vivido y de lo
acaecido. Hablar de dignidad al respecto del Musulmán no tiene absoluto sentido, porque
hablar de dignidad y de decencia en este caso no es decente. Lo que el campo de concen-
tración muestra al mundo es el lugar liminar y paradójico donde todo discurso ético
propuesto hasta ahora se rompe, allí no es posible la comunicación ni el dialogo, allí la
propuesta nietzscheana de afirmación de la vida y la superación del resentimiento quedan
en entredicho, en el campo la muerte ha sido desacralizada y convertida en un hecho
puramente envilecido, en el campo los hombres se convierten en no hombres, «Auschwitz
es el lugar de un experimento todavía impensado, en el que, mas allá de la vida y de la
muerte está el judío» .


9 AGAMBEN , Giorgio. Lo que queda de Auschwitz. El archivo y el testigo. Hamo Sacer 111 , Valencia,
Pretextos, 2000. Pág. 41 .
Marta López C.

La irrupción del campo como dato de horror en el mundo significa que los refugiados,
los desplazados, las etnias indígenas, las mujeres, los jóvenes, los homosexuales y los locos son
permanentemente excluidos de la consideración de no ciudadanos en la practica, no sólo
porque ellos remiten al musulmán o al no-hombre propósito de todo el accionar del campo,
no sólo porque son secundarios al respecto de esta figura inicial, sino también porque su
situación especifica de exclusión esta asociada al Estado-nación y respaldada en su vigencia .

Los Estados-nación están hoy en entredicho, no exactamente por su falta de decisión


al respecto del poder de las transnacionales, sino y sobre todo porque, es la forma Estado la
que llama atención de la critica preocupada por la lógica que desborda las ideas que asegu-
rabar la naturalización del Estado, como señala Foucault el poder se territorializa en el
Estado, y es el poder del centro como máquina de horror, lo que preocupa actualmente.

La estatizaci6n

El poder no está enfrente o encima de nosotros, el poder es un ejercicio donde


cabalgan fuerzas molares dominantes y fuerzas moleculares y afectivas portadoras del afán
desterritorializador y creativo. Podría decirse que el Estado produce una resonancia podero-
sa desde el centro y actúa como máquina de captura de los cuerpos y el deseo, el Estado
responde menos a una forma contractual nacida de la necesidad de poner coto al Estado de
naturaleza y de guerra propuesto por el Leviatán de Hobbes, que a un accionar de fuerzas
molares desde las cuales se produce la reducción de las pasiones activas spinozianas a las
condiciones de temor, de odio, de envidia, de resentimiento y de dolor presentes en los
cuerpos gastados, al decir de Nietzsche "el Estado es el más frío de los monstruos fríos",
porque es capaz de congelar la vida reduciéndola a una condición parasitaria, una vida
humana convertida en nuda vida, se trata de la supervivencia detectable no solo en las
instituciones estatales, también y más radicalmente presente en los campos de refugiados,
en las zonas de atente de los aeropuertos plagados de indocumentados que hoy deambulan
sin patria, en los millones de desplazadas y desplazados de todo el mundo, "hacer vivir y
dejar morir" es hoy la formula del biopoder que nos crea, el enunciado que permite la
gestión de las poblaciones en la actualidad.

Como dice Foucault, "el Estado no tiene esencia ... El Estado no es universal, el
Estado no es en sí mismo una fuente autónoma de poder, el Estado no es otra cosa que los
hechos. El desglosa miento móvil de una perpetua estatización o de perpetuas estatizaciones,
de transacciones incesantes que modifican, desplazan, conmocionan o hacen decantarse
insidiosamente, poco importan las finanzas, las modalidades de inversión, los centros de
decisión, las formas y los tipos de control, las relaciones entre los poderes locales y la
autoridad central ... El Estado no es otra cosa más que el efecto móvil de un régimen de
gubernamentalidad múltiple. 10


10 FOUCAULT, Michel. La vida de los hombres infames. Edición La Piqueta, Madrid , 1990. Pág. 307 Y ss.
El tiempo co ntro los mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

La estatización es un efecto envolvente y concierne a todo el campo social, con-


virtiéndose en insostenible la idea que hoy se maneja en el país sobre la ausencia del
Estado en las regiones y la necesidad de construir un Estado fuerte para salir de la
encrucijada de la guerra. Estas tesis propias de los violentólogos, las Ongs y los organis-
mos estatales, desconocen o ignoran la pregunta foucoultiana sobre el poder; no es
posible preguntarse por el poder desde su esencia, porque el poder no es, sino que
funciona, el poder está ligado a la verdad, al discurso, al deseo, si el poder se territorializa
en el Estado esto no quiere decir precisamente que el poder concierna siempre al cen-
tro, opera en focos y se distribuye en redes, lo que ocurre es que, el poder del centro
produce una resonancia infinita y este es un poder molar sustituible en todos los casos
por focos que se pliegan a las emanaciones estatales, de ahí que las regiones debida-
mente descentralizadas se conviertan a su vez en satélites del centro, funcionan como
Estados y devengan de nuevo formas duras y disciplinarias que hace que los gamonales
primero, el caudillismo de los partidos y posteriormente las autodefensas y las guerri-
llas, hayan sustituido el poder del Estado, esto no los libra automáticamente de su
condición de Estados, son máquinas de muerte que giran en torno al Estado y a su
lógica centralizada .

El Estado en Colombia ha cooptado las mentes y el deseo en una empresa paraestatal


que se distribuye por todas partes esparciendo la muerte y el genocidio, ha habido en
Colombia un terrorismo de Estado ligado al dominio territorial y al control en pocas manos,
no sólo al respecto del orden económico sino también en relación con las mentalidades y la
sujeción deseante. A los intelectuales colombianos habría que recordarles esta observación
de Foucault.

"La verdad no está fuera del poder, ni carece de poder, no es a pesar de ser un mito
del que sería preciso reconstruir la historia y las funciones, la recompensa de los espíritus
libres, hijo de largas soledades, el privilegio de aquellos que han sabido emanciparse. La
verdad es de este mundo, es producida, en este mundo, gracias a múltiples imposiciones y
produce efectos reglados de poder... En sociedades como las nuestras la economía política
de la verdad se caracteriza por rasgos históricamente importantes : la verdad, se centra en
forma de discurso científico y en instituciones que lo producen, ' está sometida a una cons-
tante incitación económica y política, hay necesidad de verdad tanto para la producción
económica como para el poder político, es objetivo -bajo formas diversas- de una inmensa
difusión y consumo, circula en aparatos de educación y de información y su extensión es
relativamente amplia en el cuerpo social pese a ciertas limitaciones estrictas, es producida y
trasmitida bajo el control, no es exclusivo pero si dominante, funciona en algunos grandes
aparatos políticos o económicos, universidad, ejército, escritura, medios de comunicación,
en fin, constituye el núcleo de todo debate político y de toda una serie de enfrentamientos
sociales" .11


11 FOUCAULT, Michel. Estrategias del poder. Volumen 11 , Paidos, Buenos Aires, 1999. Pág . 53 Y 54.

3 91
Marta López C.

La resistencia como problema

La resistencia en Colombia estuvo ligada durante el siglo XVII al interés republicano de


unos cuantos conscientes de los dictados de la revolución Francesa que enrolaron las masas
campesinas por la fuerza en la perspectiva del propósito criollo de la independencia, posterior-
mente surgieron movimientos sociales que se aliaron al bipartidismo tomando parte en uno de
los conflictos mas acuciados de la historia del país, básicamente a mediados del siglo XX, la
izquierda releva el liderazgo del cambio logrando impregnar a distintas capas de la población, el
campesinado y la clase trabajadora de acuerdo al ideal comunista y socialista vigente en ese
momento, dada la irregular represión de las protestas populares surgen las guerrillas que hoy
actúan en extenso en el territorio nacional y se genera la guerra que hoy vivimos. Lo que está por
escribirse es la historia de los movimientos sociales minoritarios, la historia de la resistencia
femenina, la de las negritudes, las de los jóvenes, las de las etnias, en fin la historia de quienes no
pueden inscribirse en el dominio estatizante o las máquinas de captura que propulsa el imperio.

En los últimos años cuando los derechos humanos se convierten en referente obliga-
do de invocación para la justicia siempre aplazada, la resistencia se asimila a la norma,
cuando esto ocurre, la resistencia que está relacionada directamente con la vida, queda
atrapada en el laberinto del discurso del derecho, los discursos que defienden la resistencia
en nuestro medio lo hacen amparados en los tratados, en las declaraciones de los Derechos
Humanos siendo absolutamente apremiante prodUCir otro sentido de resistencia para liberar
la acción portentosa de la vida que ante todo resiste, cuando la vida es sujetada al derecho,
cuando la tierra se convierte en un derecho humano, y la libertad se coarta, terminamos
convertidos en cuerpos dolientes, la vida no es un derecho, la vida es potencia, es pensa-
miento, es devenir. "La vida siempre calla y espera" .

Si entendemos que resistir implica desplegar una fuerza en detrimento de otras que
intentan dominarla, podríamos decir que la resistencia le concierne no solo a la física, o al
acto cotidiano que define nuestra relación más elemental con lo material, sino que está
presente en lo social y define el mundo de los encuentros con el otro y la otra, podríamos
afirmar que en todo acto de vida agenCia una acción y una pasión, la tensión de fuerzas que
conciernen a la voluntad de poder inmanente a la acción y a la locomoción vital. A esta
tensión, propiamente, es a lo que llamamos resistencia.

"La resistencia nos insta a destruir el mercado, a reconstruir los hilos de la historia,
a retomar el sentido de la vida con los materiales del trabajo del Significado del arte, en este
orden de ideas no solo realizamos acciones donde se nos mide nuestra responsabilidad, sino
también se mide nuestra potencia, la capacidad de cargar con la subjetividad, la esperanza
ética, y ésta no concierne como se ha creído al espíritu la subjetividad es arma, un gesto de
violencia, un deseo impetuoso" .1 2


1 2 NEGRI , Toni. Arte y multitud ocho cartas. Mínima Trolla, Madrid , 2000.

14 O
El tiempo contra las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

En primer lugar la resistencia es voluntad de poder y fuerza, en segundo lugar tiene


que ver con la subjetividad, y en tercer lugar es un gesto impetuoso que tiene su más bella
expresión en el arte como materialización del deseo.

$pinoza fue un vitalista y un pluralista, considero importante su referencia porque hay


allí una apuesta filosófica que permite dar claridad sobre el valor de la resistencia desde el
punto primero de la vida, la resistencia es voluntad de poder y potencia. $pinoza define el
deseo como potestas, además nos dice, el deseo es "el apetito con conciencia de sí mismo", y
define toda singularidad como "la capacidad de ser afectado", aclara que el apetito así defini-
do es tan sólo una definición nominal del deseo, porque "la conciencia es tan sólo un sueño
con los ojos abiertos", de hecho la conciencia no añade nada al apetito. El apetito no es más
que el esfuerzo por el que cada cosa se esfuerza en perseverar en su ser, y esto quiere decir no
sólo que perseveramos en la existencia, sino también que nos obstinamos en cambiarla y en
cambiarnos y esto concierne a la vida y tiene que ver directamente con la mutación.

El apetito no es nada mas que el esfuerzo por el que cada · cosa se esfuerza en
perseverar en su ser, cada cuerpo en la extensión, cada alma o cada idea en el pensamiento
(conatus), además que este esfuerzo nos empuja a actuar diferentemente según los objetos
encontrados, debemos decir que cada instante está determinado por las afecciones que nos
vienen de los objetos. Estas afecciones determinantes son necesariamente causa de la con-
ciencia del conatus.

A veces las personas nos vemos afectadas con pasiones que nos separan de nuestra
potencia de actuar, las pasiones pasivas nos mantienen separadas de esta potencia. Esto
ocurre cuando encontramos un cuerpo exterior que no concuerda, que no conviene con el
nuestro. Lo propio de la pasión pasiva consiste en que todo el cuerpo es ocupado por la
afectación pasiva del otro cuerpo (es decir se trata de una relación que disminuye nuestra
potencia de actuar y es una relación que no se compone con la nuestra), todo ocurre como
si la potencia de ese cuerpo se opusiera a nuestra potencia, operando una sustracción, una
fijación y en este caso decimos que nuestra potencia de actuar es disminuida o impedida.
Frente a esta existe otra posibilidad donde la potencia del cuerpo exterior se suma a la
nuestra, y en este caso, las pasiones que nos afectan son de gozo, nuestra potencia de
actuar es aumentada o ayudada. Este gozo todavía es una pasión puesto que tiene una causa
exterior, de alguna manera todavía permanecemos separados de nuestra potencia de actuar,
no la poseemos formalmente. La potencia de actuar no esta por eso menos aumentada
proporcionalmente, nos acercamos al punto de conversión, al punto de transmutación que
nos volverá señores y con ello dignos de acción de gozos activos. 13

En el spinozismo toda potencia acarrea un poder de ser afectada que le corresponde


y del que es inseparable. Luego, ese poder de ser afectada se cumple siempre y necesaria-


13 DELEUZE, Gilles. Spinoza, Kant y Nietzsche. Pretextos, Barcelona, 1972. Pág . 36.

4, 1
Maria López C.

mente, es acto. A la potencia corresponde una aptitud o potestas, pero no hay aptitud o
poder que no sea efectuado, no hay potencia que no sea actual, la potencia de actuar o
fuerza de existir aumenta o disminuye según la proposición de afecciones activas que contri-
buyen a cumplir ese poder cada instante.

Podríamos decir que la resistencia es potencia, y poder de ser afectados y afectadas


en la medida de crear un cuerpo más potente capaz de transformar las pasiones pasivas, la
tristeza, la ira, el resentimiento en acciones gozosas. La apuesta filosófica de Spinoza sobre
la ética se soporta en la afección, así que es bueno recordar lo que entiende por afectos:
"entiendo por afectos, las afecciones del cuerpo por medio de las cuales se aumenta o se
disminuye, es favorecida o impedida la potencia de actuar de dicho cuerpo" . 14

Si esto es así, la resistencia esta ligada al transito entre la tristeza o afectación pasiva,
a un atributo de la sustancia capaz del goce y la afirmación de la vida, la resistencia esta
ligada a la opción de proveer un estado impetuoso que potencie la vida.

Toni Negri nos dice: "así vista la resistencia estaría señalando hacia ese proceso
colectivo de autovaloración, de construcción de circuitos de valor y significación totalmente
autónomos, completamente libres del mercado y definitivamente conscientes de la indepen-
dencia del deseo y de la vida".

En segundo lugar, como ya lo habíamos dicho, la resistencia tiene que ver con la
subjetividad, la posibilidad de plegar la fuerza que se ejerce sobre los otros en relación
consigo mismo, tiene que ver con la ephimetea hetau de los griegos, con la necesidad de
darse un cuerpo pero también darse un sí mismo y esto implica preguntarse por las técnicas
de sí, por las prácticas de la subjetividad cuya apuesta es el despojo del yo.

En tercer lugar¡ la resistencia tiene que ser un acto estético soberano, y tiene que ver con
el acto estético y la potestas que irrumpe a condición de haber vivido la experiencia de lo
sublime.

"En lo sublime se pueden diferenciar dos especies, lo sublime natural que es revelado
por algún espectáculo natural grandioso de la naturaleza, y que impone el terror al ánimo
sensible, y lo sublime matemático o el espectáculo de lo indefinido infinito matemático, un
shock intelectual que aterroriza el ánimo racional". Estas dos grandes emociones del ánimo
preparan la insondable fuerza de la imaginación que se convierte en un acto ético y estético
sin precedentes. l s

Ante el espectáculo del mercado y su transfiguración postmoderna, sentimos nausea,


un sentimiento de vacío, terror y temblor, admiración y deseos de superación, el acto ético

14 DELEUZE, Gilles. Spinoza. El problema de la expresión. Mucknik editores, Barcelona 1975. Pág. 44.
15 Op. Cit. Pág. 35.
El tiempo contro las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

es una excedencia de ser, un exceso de vida, que logra afectarnos positivamente porque
nos conmociona en el límite, si hoy no es posible un afuera que enfrente la globalización
porque su fondo de inmanencia es la lógica del pasaje, desde el propio pasaje es posible
resistir a su ejercicio en la medida que nos instalemos en las fuerzas excedentes que no
pueden capturarse.

Negri nos dice que "lo bello es una excedencia de ser y procede de la propia vida",
en ese sentido es necesario pensar la vida como potencia, el conatus, el apetito con concien-
cia de sí del que hablábamos anteriormente. "Lo bello, su excedencia respecto a la vida
genera en nosotros una carga desmedida de emoción y esto nos empuja a la vez a la contem-
plación y a la irascibilidad, nos arrastra por los dos bordes, optimista y pesimista de la vida,
esta excedencia de ser nos aplasta tanto como nos exalta, en la miseria y en la insuficiencia
de nuestra experiencia, la potencia de ser revelándose, nos participa pero solo en condicio-
nes de impotencia . De tal forma que cada vez nos vemos obligados a recorrer el camino del
descubrimiento" . 16

Creación estética y tejido social

Negri nos dice: "el arte vive de la producción, la producción vive de lo colectivo, lo
colectivo se constituye en la abstracción -cuando esta abstracción colectiva y productiva
busca su subjetividad-, tenemos la resistencia, la resistencia es la acción de un elemento
decisivo, cuando queremos que nuestra emoción sea acción, es la ética material de una
decisión lo que está en juego cuando pensamos en la resistencia".

Pero la pregunta es ¿De dónde viene la fuerza de la resistencia? (De dónde viene la
fuerza de lo bello? Lo bello es una excedencia de ser, y procede de la propia vida, esto quiere
decir que es necesario pensar la vida como potencia, el conatus, el apetito con conciencia de sí.

"El arte es el jeroglífico sostenido de la potencia, su ser jeroglífico no empobrece el


arte sino que, al contrario exalta su singularidad antológica, pues si es cierto que el arte es
un acto superior de la imaginación, en la medida que accede directamente al ser, también es
cierto que lo es de manera concatenada y fuerte, una idea platónica que se construye y se
muestra a través del desplegarse de la materia, lo singular" Y

"El arte es irreductible a valores medios, ejemplar es su reproductividad singular, el


arte es creación y reproducción de lo singular absoluto". El arte es antimercado en tanto
que pone a la multitud de las singularidades contra la unicidad reducida a precio. La crítica
revolucionaria de la economía política del mercado constituye un terreno de disfrutabilidad
del arte para la multitud de las singularidades .


16 Op. Cil. Pág. 50.
17 Op. Cil. Pág. 39.

43 1
Marta López C.

La resistencia actualmente nombra la comunidad. Lo que hoy llamamos comunidad y


pueblo es una abstracción y un arbitrio del lenguaje con que suele designarse a quienes
representan un colectivo territorial y local, el pueblo volk en Alemán, peuple en francés o
pueblo en español, siempre implica una escisión ente pueblo y plebe no obstante con fines
jurídicos se quiera homogeneizar su sentido, lo mismo sucede con el término comunidad
que de hecho subsume la presencia de muchos grupos y varias subjetividades irreductibles
en términos del conjunto.

La comunidad nos dice Blanchot es el malestar de la sociedad, la insistencia de una


demanda de vinculación, de solidaridad, de unión, que la sociedad no puede satisfacer, lo
que la insistencia comunitaria demanda no es una mejora de la sociedad, ni una sociedad
mejor que la existente, sino otra cosa que la sociedad o mejor que ella, de ahí que el Estado
nunca pueda responder a la demanda comunitaria, lo que las comunidades reclaman van
mas allá de la sociedad porque ellas renuncian al proyecto estatal, claman por el hundimien-
to de todo proyecto, lo que Blanchot enuncia como ley fundamental de la comunidad es la
renuncia a hacer obra, es decir su proyecto esencial es la exclusión de todo proyecto. De ahí
que la comunidad sea siempre representada con imágenes bestiales y transgresoras. 18

La comunidad es aterradora porque pugna por una disolución social y aparece en el


transito al contrato social, la fuerza de la comunidad es un exceso, un gasto excesivo y
transita por la vía de lo sagrado y lo incomunicable. Este exceso no exento de crueldad,
puede afirmar la vida si descubrimos en la comunidad las Singularidades que la constituyen,
las minorías de las que habla Deleuze y que responden a la afectividad que concierne al
devenir, propio de las subjetividades.

Como señala Deleuze, lo que distingue una mayoría de una minoría no es el número,
una minoría puede ser más numerosa que una mayoría, lo que las distingue es propiamente
el modelo, el modelo mayoritario por antonomasia es el de hombre blanco, macho, hetero-
sexual, guerrero, exitoso y depredador, las minorías son subjetividades en devenir, las mu-
jeres tienen que devenir mujeres, los indígenas devenir indígenas ... La mayoría responde y
reproduce un modelo, "las minorías carecen de modelos, cuando una minoría crea sus
modelos es porque quiere convertirse en mayoría, lo que sin duda es necesario para su
supervivencia o su salvación (tener un Estado, ser reconocido, imponer los derechos),
pero su potencia procede de aquello que ha sabido crear y que se integrará en mayor o
menor medida en el modelo, sin depender nunca de él», concretamente todas estas subje-
tividades tendrían que permitirse un devenir femenino en su búsqueda final por un devenir
imperceptible y molecular como apuesta soberana de la ética.

Hoy por hoyes lo grupal, las prácticas vivas de la subjetividad quienes pueden incentivar
la vida desde el ejercicio de su propio devenir otro en que están empeñadas sus singularida-


18 PRADO, José Luis. La sociedad inconfesable. Archipiélago No.49, Barcelona , 2001 . Pág ., 29.
El tiempo contra las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

des especificas desbordando así la idea homogénea de comunidad que se mantiene, además
de que son los grupos minoritarios quienes pueden lograr la confluencia de voces novedosas
desde la propia experiencia tejida en la memoria ancestral que precede, dar cabida a las
motivaciones pertinentes al bienestar colectivo, no sólo en lo concerniente a su relación
novedosa con la tierra, la siembra y la alimentación, la configuración del paisaje multiplican-
do la biodiversidad en las ciudades y preservando el medio ambiente, las subjetividades son
las responsables de su propio destino en la medida de la resistencia que propulsa la fuerza
autopoietica 19 frente a la acción multinacional, la plusvalía del capital y la maquinaria de
guerra y devastación que vivimos.

Escolarmente podríamos decir que el tejido social tiene una connotación simbólica,
tejer implica abrir desde el centro, la onda en espiral cuya metáfora galáctica remeda el ciclo
de los astros, el destino es allí evocado, destino se deriva del indoeuropeo ver que quiere
decir girar e involucra el suceder aludido. Porque el poder cósmico inapelable es un hilo que
se hace y se deshace. El tejido está además asociado al hecho tranquilizador que el hilo
dispone, ese lazo que encontramos en medio del abismo y que ata o retiene la caída, es
diríase un símbolo de continuidad y de memoria, un dispositivo de salida al modo del
laberinto griego que propone Adriana ante Teseo, es un ritmo productivo que se opone al
desgarramiento y repara o reúne dos partes separadas. El mundo diario y nocturno se
reencuentran en el tejido como apartes de un hito convenido donde la continuidad está
implicada, solo hay una aparente separación entre la vida y la muerte, entre la noche y el
día, entre el mundo de la conciencia y el orden ignorado de los sueños, o el trazo imaginado
entre los sexos que el yin y el yan suscriben cuando se engendran recíprocamente, todas
estas recurrencias simbólicas incontestables subtienden el nudo de los lazos que emulan el
destino.

La construcción del tejido social significa fortalecer los lazos de confianza, las prácti-
cas de la hospitalidad, la solidaridad ante el dolor y la muerte que permite el ritual, la
escritura, la lúdica, en fin las técnicas de sí necesarias para construir un territorio ético y
estético potenciando la acción y la fuerza que concierne a lo vivo.

El tejido social es una metáfora para nombrar el nexo de relaciones de calor, de


afectación variable entre comunidades y subjetividades grupales que resisten a pesar del
imperio, de la biopolítica y las maquinarias de muerte que vivimos hoy, este poder destruye
los lazos de confianza, además que disipa lo grupal, para homogenizar la identidad yoica.

El tejido social pertenece a las semiologías simbólicas donde la expresión, la danza, la


mímica una somatización, la música, entran en relación directa con fuerzas molares conser-
vando una autonomía molecular y revolucionaria .


19 En términos biológicos significa la capacidad de todo organismo de regenerarse en el límite , esta
capacidad de mutarse ha sido asimilada por el pensamiento complejo a la autonomía, que no es
exclusivamente humana , está presente en la vida y le concierne directamente.

45 1
Marta López C.

El tejido social está unido a la resistencia desde que como máquina concreta, como
lugar de negociación entre estratos, puede devenir una potencia insospechada de vida, el
tejido social puede vincular líneas de fuga, de devenir y de deseo.

Si hemos dicho que el tejido social tiene una connotación simbólica esto implica un
régimen de enunciados que por el hecho de privilegiar la enunciación por sí misma, logran
multiplicar el sentido, permitiendo el flujo maquinicio afectivo, molecular, grupal, asignificante
y que pone en juego, tanto los signos como las cosas, las personas como los grupos, los
órganos como las fuerzas o las personas.

Podríamos decir que construir tejido social es agenciar, potenciar un acontecimiento


que propugna el devenir afectivo para el cambio y la mutación, para el goce y la libertad, es
promover intensidades de subjetividad grupal y comunitaria, el tejido social es a su vez una
fuerza de resistencia en cuanto capaz de producir grados de afectación intergrupal variable,
para propulsar doblemente el socios y la vida, si el agencia miento comporta componentes
heterogéneos sea del orden biológico, social maquínico, gnoseológico, imaginario, etc., el
tejido social introduce flujos corporales y estéticos desde que la solidaridad se constituye en
la fuerza del cuerpo.

Podemos así captar la intensidad del ser que se mueve como desde un útero profun-
do para configurarse como mundo, un palpitar cósmico que nos permite el acto ético y
estético que afirma la vida. El mercado es superado por la potencia, la postmodernidad por
la ética y estos dos son las fuerzas de la subjetividad femenina, del devenir mujer, se trata de
una fuerza que se remueve desde el fondo del desastre y la devastación del yo identitario
que hoy llamamos ciudadano y que responde al modelo de hombre macho blanco, hetero-
sexual, guerrero y depredador. La resistencia es la fuena de la vida que se reconvierte en el
límite y cuya acción se traduce como acto ético y estético.

El acto ético es una excedencia de ser, un exceso de vida que logra afectarnos posi-
tivamente porque nos conmociona en el límite. Además, la resistencia femenina se realiza
desde el cuerpo, la fuerza del cuerpo es de hecho el interés prioritario de la revolución
molecular porque disciente enteramente de las fuerzas políticas estatales así sean de izquier-
da o de derecha, capitalistas o totalitaristas que operan para someterlo, "la fuena es el
cuerpo y se trata de construir el movimiento fuera del cuerpo muerto que la tradición
patriarcal ha legado, se trata de reconstruir un cuerpo vivo, real, vivir, experimentar una
fisiología de la liberación colectiva".

Las mujeres damos la vida, y la vida se reconvierte en el límite. Se trata en todo


caso de disponer y permitir el acontecimiento que da lugar a su afirmación y esto se logra
construyendo pacientemente el tejido social, el tejido social es un soporte en medio del
caos, para que desde el caos florezca la salida. Si hoy no es posible un afuera que enfrente
la globalización porque su fondo de inmanencia es la lógica del pasaje, desde el propio
El tiempo contra las mujeres. Debates feministas para una agenda de paz

pasaje es posible resistir, en la medida en que nos instalemos en las fuerzas excedentes que
no puede capturar, señalando hacia lo imposible, hacia aquello que resulta intraducible en
términos de su manejo y manipulación y esto significa por ejemplo proponer una relación
inédita con la tierra y el territorio, disponiendo de metáforas novedosas que nos permitan la
fuga al discurso de la guerra, a las máquinas de captura del todo o nada, y a los intereses
segmentarios de dominio, señalando hacia el lugar imposible donde nos humanizamos y que
las políticas públicas son incapaces de abordar, seguramente es importante que las mujeres
estemos en los espacios públicos de gobernabilidad, en las llamadas mesas de negociación,
pero la resistencia no se lleva a cabo allí, la resistencia se realiza en los bordes, se realiza en
redes, se dispone contando con el azar, la resistencia es una fuerza nómada que no se
localiza porque ella nace del devenir y del encuentro con otras singularidades que tienen
como propÓSito los medios sin fin, resistir es también desarmar, y esto lo sabe la etiología, el
encuentro entre los perros nos da un ejemplo evidente de la fuerza del desarme, de la
potencia de la fragilidad, a las mujeres nos falta asumir de hecho, a través del pensamiento
y la afección, la fuerza inverosímil que recorre la grandeza de nuestra corporeidad y que en
el evento de su sentido vivido puede avizorar la acción soberana de la vida que palpita
privilegiadamente en nosotras.

Bibliografía

• AGAMBEN, Giorgio. Infancia e historia, destrucción de la experiencia y origen de la


historia. Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 200 l .

· Medios sin fin. Notas sobre la política. Pretextos, Valencia, 200 I

· Lo que queda de Auschwitz. El archivo y el testigo. Homo Sacer 111, Pretextos,


Valencia, 2000.

• DELEUZE, Gil/es. Spinoza, Kant y Nietzsche. Pretextos, Barcelona, /972.

· El problema de la expresión. Mucknik editores, Barcelona, /975.

• FOUCAULT, Michael. La vida de los hombres infames. Edición la piqueta. Madrid,


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• NEGRI, Toni. Arte y multitud ocho cartas. Mínima trotta, Madrid, 2000.

• _ y HARDT, Michael. Imperio. Ediciones desde abajo. Bogotá, 200 l .

• PARDO, José Luis. La sociedad inconfesable. Archipiélago No.49, Barcelona, 200/.

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