¿Y SI WILLIAM BRANHAM SE

LEVANTARA DE LA TUMBA?

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 “NÚNCA PERMITAN QUE SE VUELVA UNA
DENOMINACIÓN”
Son palabras textuales de William M. Branham, quien desde la edad
de 18 años, que fue cuando El Señor lo llamo a su servicio, hasta su
fallecimiento en Diciembre de 1965, lucho incansablemente contra
las iglesias organizadas.
Predicó sermone tales como: ¿Por qué estoy en contra de la
religión organizada?, ¿Por qué no somos una denominación?, ¿Qué
haremos con Jesús llamado el Cristo? Y muchísimos sermones más
con los cuales golpeó duramente la denominación, de tal manera que
podemos decir con toda certeza que en este siglo XX, William M.
Branham fue el enemigo número uno del sistema organizacional.
El había nacido para eso, para señalar el error de los sistemas
hechos por el hombre. Y siendo que él era el séptimo ángel, el
mensajero a la edad de Laodicea, él había dicho que tal hombre sería
semejante al apóstol Pablo cuyo ministerio se caracterizo por su
forma de condenar toda jerarquía religiosa.
Y no solamente la similitud de su ministerio con el del apóstol
Pablo. Sino siendo también el Elías prometido en Malaquías 4:5, sus
características tenían que ser las mismas de Elías Tisbita, Eliseo y
Juan el Bautista quienes en su día hicieron exactamente la misma
cosa.
Probó por la Biblia y la historia que los verdaderos cristianos
deben adorar a Dios libres de organización. Mostró que
“RELIGION” no es más que una cobertura, cuyo tipo perfecto fueron
las hojas de higuera con que Adán y Eva trataron de cubrir su pecado.
Sin embargo, él sabía que su mensaje no sería la excepción de
los demás, sino que correría la misma suerte, pues cada que un
mensajero murió, enseguida se desato una verdadera guerra entre los
seguidores del mensaje; y es ciertísimo que después de su muerte las
cosas cambiaron radicalmente. En Las Siete Edades De La Iglesia,
página 155, párrafos 188 y 189, hayamos lo siguiente:
En cada edad tenemos exactamente la misma norma. Por eso es
que la luz viene a través de algún mensajero dado por Dios en un
cierto lugar, y luego de aquel mensajero la luz se difunde por medio
del ministerio de otros que han sido fielmente instruidos. Pero, desde
luego, todos aquellos que salen no siempre comprenden cuán
necesario es decir SOLAMENTE LO QUE EL MENSAJERO HA
DICHO.
Le agregan aquí o le quitan allá, y dentro de poco tiempo el
Mensaje ya no es puro y el avivamiento se muere.
Así lo hicieron con el mensajero Pablo, y aun hasta él lo sabía.
Pues en su sermón de despedida ante los ancianos, en la ciudad de
Mileto les dijo: “Porque yo se que después de mi partida entraran
en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño”.
Y así lo hizo la gente con los mensajeros que siguieron: Lutero,
Wesley, y el mensaje de W. Branham no podía ser la excepción, tenía
que aparecer la semilla organizacional dentro de las filas de los
creyentes del mensaje lo cual habría de ser una tremenda prueba para
la pequeña novia predestinada, ungida con el mismo espíritu de Elías,
que por nada del mundo se someterá a los sistemas hechos por el
hombre.
La historia da testimonio abundante de lo que es el poder
destructivo de la organización. Eusebio de Cesarea al gran historiador
eclesiástico quien escribiera la crónica de la iglesia de los siglos
segundo, tercero y cuarto y testigo ocular y audible del concilio de
Nicea, nos da un pormenor del desenvolvimiento de este. Al parecer
al concilio asistieron alrededor de 300 obispos. Pero lo más
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sorprendente para nosotros es que entre tan grande numero de
predicadores, solamente un pequeño grupo de tres o cuatro eran los
que conocían la verdad. Estos entendían perfectamente la doctrina de
la deidad, tal y como había sido enseñada por los apóstoles. Pero
como no estuvieron de acuerdo en todos los puntos que en el concilio
se trataron, y menos con la idea novedosa de Constantino, de fusionar
la iglesia y el estado, estas personas finalmente fueron condenadas.
Era lógico que el 99% se fueran tras el pensamiento popular del día.
Y es que el sistema organizacional es tentador, porque está
construido sobre la belleza, pompa, educación, teología y muchas
otras reglas que son muy agradables a los ojos.
W. Branham, citando los escritos de Irineo, quien escribió la
vida de San Policarpo, nos habla del carácter de este santo frente a la
organización; cosa que a la postre lo privaría de ser el mensajero de
la segunda edad.
Como los poderosos santos de todas las edades, y deseando una
mejor resurrección, él (Policarpo) se mantuvo firme, negando
renunciar al Señor, y murió con una conciencia libre. El fue puesto
en la pira (sin que le amarraran, por su propia petición) y fue
encendido el fuego. Las llamas rechazaban su cuerpo, entonces fue
traspasado con una espada. Cuando esto fue hecho, brotó agua de su
costado apagando las llamas. Realmente se vio la partida de su
espíritu en la forma de una palomita blanca que salió de su seno. Sin
embargo, aun con un testimonio tan maravilloso, este estudiante de
Juan el Revelador, no milito en contra del sistema Nicolaíta, porque
él mismo se inclinaba hacia la organización, sin darse cuenta que el
deseo de compañerismo y lo que parecía ser un buen plan para
nutrir la obra de Dios, en verdad era una trampa del enemigo.
(Las Siete Edades de la Iglesia, Página 110-111, Párrafo 5 y 6)
Para seguir confirmando esto, hayamos os escritos de Irineo, que
en los días de San Policarpo, las iglesias occidentales y orientales
diferían en cuanto a la fecha de la celebración de la pascua cristiana
(comunión). Unos la celebraban en una fecha y otros en otra. Ya para
esa fecha Roma tomaba lentamente el liderazgo y presionaba a las
iglesias orientales, cuando en eso Policarpo hace un viaje a Roma con
el fin de entrevistarse con Aniceto el obispo de Roma para mediar en
el conflicto. No hubo acuerdo alguno entre ambos hombres ya que
Policarpo apelaba a los escritos de los apóstoles y Aniceto
argumentaba la necesidad de conservar la tradición. Irineo dice que
aun con todo y eso, Policarpo y Aniceto siguieron en paz y este
último hasta le cedió el púlpito al maestro asiático para que
ministrara la Santa Cena ante toda la iglesia de Roma.
Por esa razón Policarpo no califico como mensajero; la
apariencia de unidad, la multitud de creyentes, la armonía ministerial,
carisma, etc. Fueron factores decisivos para su descalificación.
Aquí cabe citar a William M. Branham quien dijo:
“La sola asociación de gente de buen corazón con el verdadero
creyente muy bien podría traer muerte a cambio de su bondad”.
(Las Siete Edades de la Iglesia, página 115, párrafo 21)
No hay nada tan tentador para un ministro como una reunión
ministerial; así lo dice William Branham en su mensaje: “Poseyendo
todas las cosas”, página 13, párrafo 47.
O en ocasiones las mujeres piensan: “Me siento tentada a
vestirme como la gente del mundo, Uds. saben, con la ropa inmoral y
todo eso, me es tentación”; para las jovencitas. Ahora, ¿creen Uds.
que eso es tentación? Pero, ¿qué de este lado acá, donde uno tiene
que vigilar cada pequeño movimiento (¿Ven?), en un ministerio?
¡Cuánto más difícil es de este lado, y por cuánto más se tiene que
rendir cuentas! Pues, Ud. tiene que responder por su propia alma,
pero nosotros tenemos que rendir cuenta por cada persona a la que
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le hablamos. ¿Ven? Así que Satanás está constantemente… Donde
Ud. dirá: “¿No es ése un vestidito bonito? Es incorrecto ponérmelo,
pero, ¿verdad que es bonito? Me quedaría perfectamente”. Cuando,
para mí… Ahora, Ud. sabe con toda seguridad que eso está mal. No
obstante, para un ministro, sería: “Ud. debe venir a esta reunión
acá, acá es lo correcto”.
Algunas veces las mujeres piensan, y dicen: Me siento tentada a
vestirme como se viste la gente del mundo. Ud. sabe de la manera
como se visten con ropa inmoral y todas esas cosas. Las jovencitas
dicen: nos sentimos tentadas. Usted cree que eso es tentación. Pero
¿Qué de acá, de donde tenemos que observar cada movimiento en un
ministerio? ¿Ve usted? ¿Qué tentación más grande hay por acá, y a
cuanto más tenemos que responder? Pues usted tiene que responder
por su alma, pero nosotros tenemos que responder por cada persona
a quien le hablamos. Usted viene y dice: Ese es un vestido muy
bonito. Es malo ponérmelo, pero, ¿no es verdad que es bello? PERO
PARA UN MINISTRO LA TENTACION SE PRESENTA CUANDO
LE DICEN: USTED DEBE VENIR A ESTA REUNION AQUÍ.
Eusebio de Cesarea a quien ya mencionamos, él fue el pastor de
esa ciudad, que precisamente por eso se le llama: Eusebio de
Cesarea. Historiadores concuerdan en que, en los primeros años del
siglo IV, no había en la iglesia cristiana, alguien más erudito que
Eusebio. Si él no hubiese recopilado los escritos de Policarpo, Irineo,
y demás padres de la iglesia, para nosotros hoy, lo que sucedió en la
iglesia durante esos siglos, nos sería totalmente desconocido.
Sin embargo, la actuación de Eusebio ha llevado a muchos
historiadores a afirmar que este gran hombre capituló ante el poder
imperial de Roma. Eusebio era un predicador de carácter débil, que al
verse rodeado de la pompa del imperio, se doblegó ante ella, y se
dedico a servir los intereses del emperador más bien que los de
Jesucristo.
En la ocasión cuando Constantino y su corte se trasladaron a
Jerusalén para predicar la recién construida iglesia del Santo
Sepulcro, a Eusebio le tocó pronunciar un discurso ante toda la
concurrencia, dentro del discurso, que más bien debió ser un sermón
puesto que se trataba de la dedicación de una iglesia y Eusebio
mismo era un predicador; él dijo:
Si miro el oriente, si miro hacia el occidente, si miro por toda la
tierra y hasta si miro al cielo, siempre y por doquier veo al
bienaventurado Constantino dirigiendo el mismo imperio.
Esta es una de las principales razones que le han ganado la fama
de adulador. Contrasta con esto el ejemplo del Apóstol Pablo quien
dijo: “Si yo tratara de agradar a los hombres no sería un siervo de
Cristo”.
Eso es lo que hace el poder organizacional, destruye preciosos
hombres grandes ministerios que muy bien podrían llegar a ser claves
en la causa del Señor y los convierte en esclavos al servicio del
hombre.
La historia sigue dando testimonio: antes de que Martin Lutero
diera comienzo a su triunfal reforma, ya que anteriormente otros
hombres habían intentado hacerlo. San Francisco de Asís fue uno de
ellos. En el año 1206 él fue llamado al ministerio y la verdad es que
su comienzo fue muy escritural. Pues este santo rebosaba de amor,
piedad, bondad, y virtud salía de él con lo cual fueron hechos algunos
milagros. Pronto se dio la tarea de hacer algunas reformas, pero
también muy pronto sus iniciativas se vieron ahogadas por el sistema
jerárquico de Roma, y San Francisco de Asís pasó a ser uno de tantos
predicadores que han sucumbido ante el sistema eclesiástico.
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 Juan Huss, fue otro que dio pasos firmes hacia una reforma en el
país de Bohemia en Europa central, cien años antes de la reforma de
Lutero. Huss que significa “ganso” había atacado con sus doctrinas
las herejías y corrupción moral de la iglesia católica. Por lo cual fue
citado al Concilio de Constanza para que diera cuenta de sus
predicas. Al no retractarse de sus doctrinas, fue quemado vivo “el
ganso” por la fanatizada que había acudido al Concilio.
Sin embargo, como veremos más adelante, lo que profetizó Huss
al morir se cumplió al pie de la letra, pues pasados cien años he aquí
que viene Lutero (el invencible cisne).
Pero ¿Qué podía hacer este infeliz fraile (Lutero), contra la
organización más poderosa de la tierra? Y no solamente contra eso,
sino contra el Sacro Imperio Romano; pies en los días de Lutero (y
quizás hoy siguen pensando igual) los clérigos romanos tomaban casi
al pie de la letra la máxima romana, de que “los legados son
superiores a los reyes”.
Lutero dice lo siguiente con respecto al comienzo de su obra:
“Yo empecé esta obra – dice el mismo reformador con temor y
temblor – ¿Quién era yo entonces, pobre miserable fraile, más
parecido a un cadáver que a un hombre? ¿Quién era yo para
oponerme a la majestad del Papa, a cuya presencia temblaban, no
solo los reyes de la tierra, sino también, si me es licito expresarme
así, el cielo y el infierno? Nadie puede saber lo que sufrió mi corazón
en los dos primeros años y en que abatimiento y casi desesperación
caí muchas veces”.
(Tomado del libro: MARTIN LUTERO, escrito por Federico
Fliedner)
Pero el omnipotente abriría las puertas de la libertad algún día y
la luz penetraría en esos sótanos de muerte donde la gente
permanecía encadenada por la religión organizada. Por más de 13
años Lutero había buscado la salvación de su alma en los fríos
conventos de Alemania. Recurrió a todos los medios posibles:
sinceridad, ayunos, oraciones, obras de caridad, duras penitencias y
hasta macerándose el cuerpo al extremo, para finalmente darse cuenta
que la organización NO TENÍA Y DESCONOCÍA LO QUE ÉL
NECESITABA.
Por fin la puerta se abrió y Lutero pudo salir de entre las paredes
del claustro y entonces llegó a ser catedrático de la recién fundada
Universidad de Wittenberg, cuna de la Reforma.
Primeramente Lutero fue destinado a enseñar en el área de
filosofía; pero meses después se encontró con su verdadero elemento,
pues fue nombrado Doctor Bíblico, destinado definitivamente a
enseñar teología en la universidad.
El príncipe Elector (titulo Alemán que equivale a gobernador de
un estado) Federico III, llamado con razón “el sabio”, era profesor de
Lutero y fundador de la universidad; además de que esta se
encontraba en sus dominios. También había mandado construir la
iglesia del Castillo donde Lutero era el predicador oficial.
En un principio, Lutero quiso arreglar las cosas por la vía de la
moderación para evitar el mayor escándalo en la iglesia universal.
Pero pronto se dio cuenta de que un sistema organizado como la
iglesia católica romana, no es posible hacerlos volver a la Palabra de
Dios con palabras de tierna dulzura. Sino que el paso a dar es
predicar la verdad, suceda lo que suceda, y entonces Dios estará
obligado a librar del error a los que son de Él.
Con ese coraje Cristiano reposó aquella noche, decidido a clavar
al día siguiente (31 de octubre de 1517, por la tarde) sus 95 tesis en la
puerta de la iglesia del Castillo. Mientras tanto en un lugar, a 35
kilómetros de donde se encontraba Lutero y totalmente ajenos a lo
que este pretendía hacer, sucedió lo siguiente:
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El elector Federico de Sajonia estaba en su
palacio de Schweinitz, a seis leguas de
Wittenberg, dicen las crónicas del tiempo. El 31
de Octubre, a la madrugada, hallándose
Federico con su hermano el duque Juan, que
entonces era corregente y reinó solo después de
su muerte, y con su canciller, el elector dijo al
duque: -Es menester, hermano mío, que te cuente
un sueño que he tenido esta noche y cuyo
significado desearía mucho saber, ha quedado
tan bien grabado en mi espíritu, que no lo
olvidaría aunque viviese mil años; porque lo he
soñado tres veces y siempre con circunstancias
diferentes.
- ¿Es bueno o malo el sueño?
- Pregunto el duque Juan.
- Yo lo ignoro, Dios lo sabe – le contesto
su hermano.
- Pues bien no te inquietes por eso; ten la
bondad de referírmelo.
Y refirió el príncipe elector su sueño de esta manera:
-Habiéndome acostado anoche triste y
fatigado, me quedé dormido inmediatamente que
hice oración; repose dulcemente cerca de dos
horas y media; habiéndome despertado entonces,
estuve hasta media noche entregado a todo
género de pensamientos; discurría de qué modo
celebraría la fiesta de todos los Santos; rogaba
por las pobres almas del purgatorio, y pedía a
Dios que me condujese a mí, a mis consejeros y a
mi pueblo según la verdad. Volví a quedarme
dormido y entonces soñé que el Omnipotente
Dios me enviaba un fraile, que era el hijo
verdadero del Apóstol San Pablo; todos los
santos le acompañaban según la orden de Dios, a
fin de acreditarlo cerca de mí, y de declarar de
que no venía a maquinar ningún fraude, sino que
todo lo que hacía era conforme a la voluntad de
Dios; me pidieron que me dignase permitir que el
fraile escribiese algo a la puerta de la capilla del
palacio de Wittenberg, lo que concedí por
conducto del canciller, enseguida el fraile fue
allí, y se puso a escribir con letras tan grandes,
que podía leer lo que escribía desde Schweinitz;
la pluma de que se servía era tan larga, que su
extremidad llegaba hasta Roma, y allí taladraba
las orejas de un león que estaba echado (León
X), y hacía bambolear la triple corona en la
cabeza del Papa; todos los cardenales y
príncipes, llegando a toda prisa, procuraban
sostenerla; yo mismo y tu, hermano mío,
quisimos ayudar también; alargue el brazo…
pero en aquel momento desperté con el brazo en
alto, lleno de espanto y cólera contra aquel
fraile, que no sabía manejar mejor su pluma; me
sosegué un poco… no era más que un sueño. Yo
estaba aún medio dormido; cerré de nuevo los
ojos y volví a soñar. El león, siempre incomodo
por la pluma, empezó a rugir con todas sus
fuerza, tanto que toda la ciudad de Roma y todos
los estados del Sacro Imperio acudieron a
informarse de la causa; el Papa pidió que se
opusiesen a aquel fraile, y se dirigió sobre todo a
mí, porque se hallaba en mis dominios; de nuevo
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me desperté y rece el Padre Nuestro; pedí a Dios
que preservara a su santidad y me dormí de
nuevo… entonces soñé que todos los príncipes
del imperio, y nosotros con ellos, acudimos a
Roma y tratábamos entre todos de romper
aquella pluma; pero cuantos más esfuerzos
hacíamos, más firme estaba; rechinaba como si
fuese de hierro, y nos cansamos al fin; hice
preguntar entonces al fraile (porque estaba yo
tan pronto en Roma como en Wittenberg) ¿dónde
había adquirido aquella pluma y porqué era tan
fuerte? La pluma respondió – es de un ganso
viejo de Bohemia, de edad de cien años –
(téngase en cuenta que el nombre del gran
reformador de Bohemia, Juan Huss, a quien
quemaron los fanáticos en el concilio de
Constanza, significa “ganso”. Y muriendo Huss
en la hoguera, había exclamado: “Ahora me
asan a mí, pobre ganso; pero dentro de cien años
vendrá un cisne, contra el cual no
prevalecerán”). Yo la he adquirido de uno de
mis antiguos maestros de escuela; en cuanto a su
fuerza, es tan grande, porque no se le puede
sacar la medula y aun yo mismo estoy
admirado… De repente oí un rito… de la larga
pluma del fraile habían salido otras muchas
plumas… Me desperté por tercera vez; era ya de
día”.
El duque Juan se volvió entonces al
canciller, ¿Qué os parece? ¡Qué bien nos
vendría aquí José o un Daniel inspirado por
Dios!
El canciller contesto: - vuestras altezas
saben el proverbio vulgar que dice que los
sueños de los jóvenes, de los sabios y de los
grandes señores tienen ordinariamente alguna
significación oculta; pero la de este sueño no se
sabrá sino de aquí a algún tiempo, cuando
lleguen las cosas que tienen relación con él.
Dejad su cumplimiento a Dios, y encomendadlo
todo en su mano.
Pienso como vos señor canciller- dijo el
duque – no es cosa de que nos rompamos la
cabeza por descubrir lo que esto pueda
significar; Dios sabrá dirigirlo todo para su
gloria.
-¡Hágalo así nuestro fiel Dios! - Interpuso
Federico el sabio - Sin embargo, yo no olvidare
nunca este sueño; ya se me ha ocurrido una
interpretación… pero la guardo para mí; el
tiempo dirá tal vez si acerté.
Así paso, según el manuscrito de Weimar, la mañana del 31 de
Octubre en Schweinitz; veamos ahora cual fue la tarde en
Wittenberg.
Y como es conocido por el mundo, aquella tarde Lutero se
encaminó valerosamente hacia la capilla y en la puerta fijó sus 95
tesis o proposiciones ante la multitud de supersticiosos que
abarrotaban el lugar. Con este hecho, Lutero imitó al Señor Jesucristo
cuando entró al templo y con un azote echó fuera a los negociantes y
volcó las mesas de los cambistas y dijo:
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 Escrito esta: Mi casa, casa de oración será
llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de
ladrones.
(S, Mateo 21:13)
La visión del Elector identificó a Lutero como “Hijo verdadero
del apóstol San Pablo” porque estaba dotado del mismo espíritu. Y
esto cuadra perfectamente con la revelación que Dios le dio a W.M.
Branham, quien en el libro de Las Siete Edades De La Iglesia, pagina
158, párrafo 2, dice lo siguiente:
Usando la regla dada por Dios para escoger al mensajero para
cada edad, eso es: escogiendo a aquel cuyo ministerio se aproxima
más al ministerio del primer mensajero, Pablo”.
Y Pablo se caracterizó por su forma de censurar las
organizaciones de su día, porque él supo que fue una organización
religiosa la que crucificó a nuestro Señor. Natural era que los demás
hijos del apóstol Pablo (el resto de los mensajeros) hicieran lo mismo
hasta llegar al séptimo ángel, mensajero a la edad de la iglesia de
Laodicea. ¿Lo hizo él? Muy bien que lo hizo. No solamente siguió
las pisadas del apóstol Pablo, sino también las del profeta Elías pues
era el mismo ministerio.
Apelando pues a la Biblia, los escritos de los padres, historia de
la iglesia, W.M. Branham trajo su mensaje. De los reformadores dijo
lo siguiente:
Dios toma esa clase de persona para cumplir Su voluntad
cuando ellos son los “Don nadie”, y se rinden a Él. Por ejemplo:
D.L. Moody de Chicago. El era de Boston y era un zapatero, un
hombre muy pequeño e insuficiente que no dependía de sí mismo.
Ahora usted ve estos grandes colegios que tienen en Chicago, el
tremendo “Seminario Moody”, si Dwight Moody pudiera salir de
entre los muertos y ver esa escuela, la primera cosa que haría
Dwight Moody, sería acabar con esa escuela.
Si Martin Lutero pudiera resucitar, lo primero que haría, seria
acabar con la organización Luterana. Y Juan Wesley haría lo mismo.
Esos hombres nunca fundaron esas organizaciones. Los hombres que
los siguieron son los que la fundaron.
Pablo nunca organizó ninguna iglesia porque él mismo dijo:
“Después de mi partida, se levantaran hombres de entre vosotros
mismos que hablarán cosas perversas”. Fue después de la muerte de
Lutero que formaron la iglesia Luterana. Dios envió a estos héroes, y
luego edifican…
Con razón Jesús dijo: “¡Paredes blanqueadas! Dijo: “Uds.
cuidan las tumbas de los profetas y Uds. mismos son los que los
metieron allí”. Correcto.
(Perfecta fuerza por perfecta debilidad, Pagina 20-21)
Pero ahora se levanta la pregunta: Si W. M. Branham se
levantara de la tumba y viera lo que sus seguidores han hecho de su
mensaje, ¿Qué haría? (PORQUE EN VERDAD LA
ORGANIZACIÓN SE HA INFILTRADO ENTRE LAS FILAS DEL
MENSAJE) lo primero que haría sería acabar con los sistemas
organizacionales que han erigido los que dicen creerle. El nunca
organizo nada, fue la gente que vino después de él los que han caído
en tal error.
¡QUE PRONTO SE APARTARON! Apenas murió el profeta y
comenzaron a construir sus sistemas, de tal manera que hoy en día
(Año 2019) son unas verdaderas fortalezas.
Desde América del Norte, hasta América del Sur, Europa, Asia,
África y demás lugares donde el mensaje ha llegado, lo que
sobresale, no es el mensaje, sino los sistemas que han fabricado.
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Cada uno corretea como le da la gana, inventan sus credos,
legalismos, alrededor de los cuales se mantienen.
Comenzando con William Soto Santiago en América Latina,
cuyo movimiento es un verdadero Sodoma y Gomorra. Para este
grupo el fruto del espíritu es “pecar”. Si uno de sus adeptos no fuma,
toma, baila; es que no cree lo que dijo el octavo ángel. Pero es de
admirarse oírlos citar el mensaje con toda precisión. Si William M.
Branham se levantara de la tumba, ni siquiera voltearía a ver esa
HEREJIA.
Otros de los grupos más reconocidos, los líderes se dieron a la
tarea de llevar el movimiento a un establecimiento doctrinal al estilo
apostólico. Pero la echar los zarcillos de oro, aretes y joyeles en las
manos del artífice, lo que les salió fue un becerro de oro, una
organización. Pues establecieron una central de mando a donde todos
los pastores afiliados envían sus diezmos de diezmos, juntamente con
el reporte mensual de asistencia y reporte financiero, etc. A la vuelta
de correo, los pastores, reciben bosquejos y sermones trazados para
sus predicaciones habituales de cada mes. Si esa no es la
característica de una de las hijas de la ramera, entonces yo no sé que
es.
Y a como se están poniendo las cosas no será extraño ya muy
pronto, ver a los así llamados predicadores del mensaje llegando a ser
unos “predicadores computarizados” (una computadora es una
memoria mecánica) conociendo la Biblia y el mensaje por
computación, tipo de los tales son: THE UNIVERSE MASTERS,
HE-MAN, THE ATOMIC MAN, ETC. Los cuales carecen de todo
sentimiento humano.
Y ya en práctica. A finales de este año pasado, apareció un
anuncio en el periódico, en la sección internacional. Una
organización religiosa de una gran ciudad de los Estados Unidos,
ponía un número telefónico a la disposición de todos aquellos
predicadores a quienes a la hora de buscar que predicar se les atorara
el carretón (que no les bajase la inspiración), sencillamente marcaban
01-800, luego el número telefónico y enseguida les respondía una
computadora dándoles bosquejos Bíblicos, sermones trazados e ideas
afines a escoger. ¿Sacándolos de apuros? Nunca en mi vida había
escuchado algo tan estúpido. Si W.M. Branham se levantara de la
tumba y viera sus seguidores dependiendo de la computación, se
reiría como Elías Tisbita de los profetas de Baal y diría:
“APURENCE, para entender mejor la computadora, estudien primero
un curso de computación, quizás Dios les escuche mejor y por medio
de esos grandes conocimientos les revele más pronto el misterio”.
El ciertamente condenaría tal cosa porque: “Es el sistema de la
iglesia lo que los aleja de la Palabra y los principios que Dios ha
dispuesto para este día; y eso es lo que los saca”.
(Fiesta de las Trompetas página 9, párrafo 56)
Los movimientos pentecostales y carismáticos abundan dentro
de las filas de los creyentes del mensaje. Han vuelto a levantar la
carroña que al principio habían tirado, hablando en lenguas y
profetizando. Ya que es muy común ver en sus reuniones todo tipo de
exhibiciones carnales. Por ejemplo: ver a un pastor rodar por el suelo
como gallina descabezada al son de las profecías y lenguas, eso ya no
es extraño. O ver un grupo de predicadores sobre la plataforma
danzar tanto “en el espíritu” hasta que al final algunos se dan cuenta
de que han perdido el tacón de sus zapatos y no lo encuentran.
Y en cierta ciudad de los Estados Unidos, donde uno de los
grupos más grandes del mensaje celebraba una reunión, la policía
tuvo que intervenir dos veces para ver qué era lo que pasaba porque
la gente salía corriendo del lugar de reunión y en un estado histérico
gritaban en la vía pública: ¡la dinámica aquí está, la dinámica aquí
está!
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 Para los tales W.M.B. dijo lo siguiente:
Hablar en lenguas no es la evidencia de avivamiento, es más
bien la evidencia de muerte. Las lenguas proclamaron la evidencia
de que la religión ceremonial de los judíos estaba llegando a su fin y
que la era nueva había empezado. Las lenguas en nuestro día están
bajando el telón para las edades de la iglesia gentil, y el Evangelio
está volviendo a los judíos.
La gente está hablando acerca de que las lenguas están
anunciando un gran movimiento espiritual. LOS HA DEJADO EL
TREN. La verdad es que las lenguas están escribiendo el fin de todas
las ideas, programas, y reinos del hombre; y EL REINO DE DIOS
ESTA SIENDO INRODUCIDO. ¡DESPIERTEN, PUEBLO DE
DIOS! ¡DESPIERTEN!
(Las Siete Edades de la Iglesia, página 127)
La organización pues, ha sido plenamente identificada entre los
seguidores del mensaje. Eso es exactamente la verdad. Cuando
W.M.B. dijo: “Esto ha corrido alrededor del mundo por más de 20
años y no hay ni una pizca de organización en ello”. “ESTO” (la
revelación) eso es lo que no puede ser organizado. Mientras que los
así llamados “Creyentes de la lluvia tardía”, están probando que lo
han hecho y lo seguirán haciendo.
Pero lo más sorprendente en este caso es la intromisión de la
familia Branham en el terreno sagrado de las escrituras. Ellos
deberían de medir sus pasos dada la influencia de que están
revestidos por ser familia del profeta. Pero evidentemente no lo han
hecho.
La publicación de periódicos y revistas por parte de la familia
Branham, no ha ayudado en nada a la verdadera novia de Jesucristo,
no esta se entretiene en tales cosas que tiene mucho de parecido a la
Atalaya de los testigos de Jehová, pues el contenido siempre es el
mismo: historia, sociales y culturales.
Pero no toda la familia Branham ha metido la mano en esto. En
realidad es el hermano Jorge Smith el que está detrás de todo el
asunto. Él ha hecho uso de la influencia pero la ha aplicado
erróneamente. Y esto ha quedado de manifiesto en los viajes que ha
hecho por México, América del Sur y Europa. Él se sienta en las
reuniones ministeriales como todo “Un Señor” para contestar el
diluvio de preguntas que en torno de él hacen los ministros bebés que
acuden a sus reuniones. Él les dice a sus prosélitos con quien pueden
tener compañerismo y con quien no; pero él no anda con rodeos, sino
que se los dice tajantemente. Así lo hizo en una de las reuniones
ministeriales en la Ciudad de San Luis Potosí, México, donde
algunos pastores fueron condenados por el cómo herejes, entre los
cuales esta contado el que escribe esto. Esto equivale a
“excomulgar”. Al hacer tal cosa el hermano Smith, está fortaleciendo
las manos de los malos.
Sin embargo, cada reunión promovida por el hermano Smith,
termina como termino el rosario de Amozoc.
EL ROSARIO DE AMOZOC (FRAGMENTO)
Amozoc, pueblo vecino a Puebla de los Ángeles en México, era
un lugar tranquilo; la gente dedicada a trabajar, muy religiosa y sobre
todo muy apegada a sus tradiciones.
Pero en el año de 1797 sucedió algo espantoso que recorrió todo
el mundo español de aquel día, se hizo refrán y es por eso que lo
encontramos en libros educativos y culturales en estos tiempos
modernos.
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 Los habitantes de Amozoc celebraban una fiesta cada año por el
mes de Julio. Se hacía una solemne procesión, de gran fama en toda
la comarca de Puebla. Desfilaban en ella todos los vecinos, ricos y
pobres, llevando cada uno de ellos en alto un Santo Cristo. La
procesión de los Cristos se le llamaba.
Grandes y pequeñas imágenes de todos tamaños y formas; de
madera barata, de pino, de caoba, de cedro, de hierro, de latón, de
cobre, de plata, chapeado en oro y los había también de marfil.
Algunos iban pintados de colores, otros con profundas heridas, otros
de rojo simulando la sangre del Señor, otros con largos cabellos
humanos, otros con enagüillas bordadas ya de hilo, de ceda o
bordados en plata o en oro.
En cuanto al tamaño, había infinidad de Cristos de metal que su
peso oscilaba entre los 4 y 8 kilos. Y los más pequeños eran como de
15 centímetros los cuales eran portados por niños que iban en brazos
de su mamá.
Se rezaba el rosario con música y con cantos; se entonaban
letanías y luego y luego un predicador de fama decía un pomposo
sermón. Y al terminar se ponían a andar la larga procesión de los
Cristos. Recorría la amplia nave, entraba por la antesacristía, en
donde estaba apostado el sacristán que cobraba a cada Cristo medio
real, por derecho de peaje (derecho de tránsito) y ya en la calle la
procesión rodeaba la parroquia, pasaba por la plaza y volvía a entrar
por la sacristía y de ahí cada quien se volvía a su casa complacido y
feliz a comentar lo visto en la procesión durante la suculenta cena.
Pero en la fecha ya señalada (Julio de 1797) al salir la procesión
por la antesacristía en donde estaba apostado el sacristán cobrando el
medio real, una vieja gruñona protesto ante el sacristán, de que no era
justo que ella pagase medio real llevando un Cristo tan chico y que
igual cantidad pagase el señor que iba delante de ella con un Cristo
de gran tamaño. Empezó a regatear la vieja y el sacristán a no ceder,
alegando que era un precio fijo el que se cobraba y que no concedía
rebajas por no estar autorizado para hacerlas.
Los que formaban la fila detrás, sin poder avanzar ni un paso,
daban voces de impaciencia pidiendo que continuase el desfile. Pero
los protagonistas no hacían caso y seguían discutiendo sin cesar,
impidiendo así el tránsito de toda la gente.
Principiaron los empujones para deshacer pronto este
amontonamiento y que siguiese la procesión su camino. Pero nadie se
movía. Vinieron empujones más fuertes y palabras agrias, ya
ofensivas, se indignó alguno porque no le gusto que le dieran un
empujón a él o a su querida esposa. El enojo hizo que se pasara a las
manos y volaron rotundas bofetadas, estallaron sonoras cachetadas.
Ya todo fue escándalo y confusión; los gritos comenzaron a dejarse
oír. De los golpes con las manos se pasó a darlos con los Cristos que
eran magnificas armas contundentes y todo mundo, entre un gran
alboroto, los esgrimía defendiéndose o atacando a diestra y siniestra.
Claro está que no quedo en la contienda ninguna imagen
completa; sin cabezas, sin brazos, sin piernas, las traían
esgrimiéndolas de un lado para otro. Los Cristos de gran tamaño los
manejaban a dos manos aquellos bárbaros con los cuales
pulverizaban los cráneos en que caían. Solo los de hierro, los de plata
y los de bronce estaban casi ilesos, nada más las cruces torcidas o
partidas.
Así pues termino el rosario de Amozoc: un montón de muertos y
heridos.
Don Manuel Flon de Tejada, Conde de la Cadena, intendente
que era de la Puebla de los Ángeles, mandó que se suspendieran para
siempre tales procesiones porque no era justo que si sobrevenía otra
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remolina sangrienta como la que acababa de pasar, se usara como
armas las santas imágenes del Cristo Crucificado.
Desde fines del siglo XVIII, en que sucedió este grandioso
zafarrancho, empezó a correr por toda la Nueva España la frase:
“ACABÓ COMO EL ROSARIO DE AMOZOC”, para expresar con
ellos que una fiesta o reunión había terminado con un grandísimo
desorden, disputa o riña.
(FIN DEL FRAGMENTO)
¡Ah! Pero no debo olvidar que he sido excomulgado; por
BELIEVERS INTERNATIONAL, INC. Literalmente: CREYENTES
INTERNACIONALES INCORPORADOS.
¿INCORPORADOS A QUE? De esa corporación es de donde
he sido excomulgado.
Para esto mi respuesta es como la respuesta de Jerónimo
Savonarola. Savonarola quien fue otra víctima de la organización,
nació en Ferrara, Italia, el 21 de Septiembre de 1452. Él fue un
ardiente predicador de la Palabra de Dios a quien los historiadores
llaman “precursor de Martin Lutero”. En el año de 1475 entró al
convento de Santo Domingo para servir a Dios. Muy pronto sus
superiores se dieron cuenta que en él había grandes conocimientos, lo
destinaron a la predicación.
Estando el a solas en la iglesia de San Jorge preparando un
sermón, recibió una REVELACION. Cuenta Savonarola que se le
aparecieron “MUCHAS RAZONES EN VIRTUD DE LAS
CUALES SE HACÍA EVIDENTE UN CASTIGO PARA LA
IGLESIA”. De ahí en adelante Fray Jerónimo comenzó a fustigar
implacablemente a la iglesia licenciosa y corrompida.
En uno de sus terribles sermones contra la organización dijo lo
siguiente:
“Venid jefes de la iglesia; venid, venid frailes y novicios…
vosotros estáis de noche con la concubina y por la mañana acudís al
sacramento. Mirad hacia la corte (de Roma) donde se venden los
beneficios y hasta la propia sangre de Cristo, por una moneda”.
Y EN OTRO DIJO:
“Así tú, iglesia meretriz, te avergonzabas antes de la soberbia y
la concupiscencia más ahora has perdido la vergüenza, pues
anteriormente los sacerdotes llamaban a sus hijos sobrinos; ahora ya
no los llaman sobrinos sino hijos”.
Este si era un ataque directo al papa Alejandro VI, pues en esos
días había nacido el último de sus hijos, habido de una dama Romana
la cual tenía marido.
Indudablemente que este santo con sus predicaciones se gano el
favor de Dios y del pueblo de Florencia, pero cosecho enemigos por
todas partes, especialmente la curia Romana. El 8 de abril de 1498,
una turba de gente endemoniada atacó la iglesia de San Marcos
donde se encontraba Savonarola. Tras una noche sangrienta, durante
la cual más de cien fieles fueron heridos y muertos; a eso de las 7:00
de la mañana, Jerónimo fue aprendido.
Primeramente lo golpearon y luego lo torturaron salvajemente a
través del potro. Sangrando de todo su cuerpo y con el brazo
izquierdo dislocado, aun así se mantuvo firme en sus convicciones
ante sus detractores. Pero él sabía que la cosa no iba a parar ahí; él
estaba seguro en que terminaría todo aquello, pues tiempo atrás el
Señor le había revelado al oído el fin de su carrera aquí en la tierra.
Savonarola lo cuenta de la siguiente manera:
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 “Yo exclame y dije: Señor, llévame otra vez
al puerto y a mi quietud pasada. Y el Señor me
respondió: NO SE PUEDE VOLVER ATRÁS.
Entonces le dije: Oh, Señor, dime si debo seguir
adelante en este mar del mundo pescando para ti,
¿y porque aquí y no en otra parte? El Señor me
contestó y dijo: ¿ACASO NO SABES QUE
NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA? POR
ELLO TÚ, FORASTERO, HAS DEBIDO
SALIR A PREDICAR FUERA DE TU PATRIA.
Y cuando Savonarola le pregunto al Señor si tendría algún
premio en la vida presente, el Señor le contestó:
HAS LEIDO QUE DESPUES DE MI
PREDICACION AL PUEBLO HEBREO FUI
CRUCIFICADO. ESTO ES LO QUE TE
SUCEDERA A TI Y NO OTRA COSA.
Finalmente, el 22 de mayo de 1498 fue condenado a morir
ahorcado y quemado juntamente con dos compañeros suyos. Fueron
llevados a la plaza donde se levantaba la horca en medio de un gran
montón de leña. Pero antes fue degradado por un sacerdote que se
acercó a él y le dijo: “YO TE SEPARO DE LA IGLESIA
MILITANTE Y TRIUNFANTE”. Como Fray Jerónimo entendió que
había error en tal expresión le contestó tranquilamente:
SOLO DE LA MILITANTE (La católica)
DE LA OTRA (Es decir, de la iglesia triunfante
de Jesucristo) NO TE CORRESPONDE A TI
HACERLO.
Enseguida fue colgado y quemado. Precisamente es de esa, de la
“Militante” de la que me considero excomulgado. Amén.
Si W.M. Branham se levantara de la tumba y mirara los
campamentos del mensaje invadidos de pentecostalismo,
organización, liderazgo y hasta doctrinas de demonios, voltearía la
espalda y diría: “USTEDES MONTON DE HIPOCRITAS”. Pero él
no se va a levantar, ni va a condenar la cosa, porque ya lo ha hecho.
LA PALABRA QUE EL HABLO LO SIGUE HACIENDO.
Ahora, si usted ha notado, cada tres años, después de un gran
avivamiento, ¿Qué sucede? Se forma una denominación; pero esto
ya tiene VEINTE AÑOS y aún no es una denominación. ¡Oh, amado
Cordero Crucificado, que NUNCA PERMITAN QUE SE VUELVA
UNA DENOMINACION EN SU MEDIO, NO IMPORTA CUAN
SINCERO SEA, Y TOMEN A LOS HOMBRES COMO LIDERES EN
LUGAR DEL ESPIRITU SANTO (PARA VINDICAR ESTA
PALABRA), EN ESA MISMA HORA MORIRAN!
(El único lugar provisto por Dios para la adoración, página 22,
párrafo 148)
Cuando Ud. se organiza, allí mismo pierde su – Ud. pierde su
primogenitura. Quiero preguntarle a cualquier persona: ¿Cuándo ha
visto Ud. a un hombre levantarse con un mensaje de Dios, que tan
pronto él dejaba la Tierra ellos no lo organizaron; y tan pronto lo
organizaron, eso moría y nunca se levantó otra vez? No hay un solo
texto en la Escritura, en ninguna parte, ni lo más mínimo en la
Historia, ni un párrafo en la Historia, que – muestre alguna
organización, o cualquier grupo de gente que alguna vez se
organizó; ellos perdían su poder espiritual y nunca surgían otra vez;
y sin una onza del Dios viviente, con el termómetro espiritual a
cuarenta grados bajo cero todo el tiempo. De esa manera es:
“Apariencia de piedad, negando la eficacia de ella; a éstos evita”.
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 Cuando usted se organiza, allí mismo pierde su primogenitura.
Deseo preguntarles a alguna persona: ¿Cuándo ha visto usted a un
hombre que haya sido levantado con un mensaje de Dios, y que tan
pronto como lo han hecho, han muerto, y nunca más regresarán? No
hay un solo texto en la Escritura, en ninguna parte. Ni en la historia,
ni un párrafo en la historia para probar lo contrario. Esto prueba
que cualquier organización, ha perdido su poder espiritual. Nunca
más regresaran. No les vuelven ni una onza del Dios viviente. El
termómetro espiritual llega a 40 grados bajo cero todo el tiempo. Así
es como una forma e piedad, negando el poder. De los tales,
apártate.
(Solamente una vez más Señor, página 13,
párrafo 69).
¿A quién se enseñara ciencia, o a quién se hará entender
doctrina? – Dijo el profeta Isaías - ¿A los destetados? ¿A los
arrancados de los pechos?
(Isaías 28:9)
Pues a esos les estamos hablando; a los que han sido arrancados
de los pechos organizacionales, a los que han dejado de ser
amamantados por la denominación. A los escapados de las regiones
de sombra de muerte; a los que les ha resplandecido la luz y ahora
son aptos para aprender ciencia y doctrina. A las águilas de Dios, las
cuales despedazaran la serpiente con toda fiereza; mas no con armas
carnales, sino con armas de justicia, con la revelación de Jesucristo,
con ¡ASI DICE EL SEÑOR!
¿Dónde está el Dios de Elías? Inquirió Eliseo mientras golpeaba
las aguas con el manto de Elías… y ahí estaba el Dios de Elías, quien
le respondió abriendo las aguas de Jordán.
¿Dónde pues está el Dios de William Branham?... parece que no
hay Dios de William Branham. Parece que ese Dios vivo se hubiera
perdido entre los alrededor de 25000 creyentes del mensaje que hay
en todo el mundo; entre ese laberinto sectario cuyo tipo en vida de
W.M.B. fue la Ciudad de Tucson; pues él gimiendo en el espíritu
dice:
Yo encuentro este, uno de los más grandes momentos de mi
visita a Tucson. Yo vine a aquí porque yo fui dirigido a venir a aquí.
Yo vine a aquí porque el Espíritu Santo, a través de una visión, me
envió a aquí. Yo se que pudiera parecer extraño, posiblemente. Pero
El, como yo sé, cualquier cosa que yo sé de Dios, yo fui enviado por
una visión a Tucson. Yo siempre me he preguntado cómo es que fui
enviado a este lugar desértico. Y entonces aquí esta lo que es…
Hablando espiritualmente de la ciudad, yo no sé de algún otro
lugar que esté más muerto espiritualmente que la ciudad de Tucson.
Hay guerra entre las iglesias, hay problemas entre las
congregaciones. No hay unidad, y todos agarran, y sostienen y
aprietan y tratan de obtener este, y proselitismo. Espiritualmente
hablando, es un desierto, también.
(¿Qué casa me edificareis? Página 2, párrafo
9-10)
Y eso no ha cambiado. Actualmente hay en la ciudad de Tucson,
9 grupos creyentes del mensaje y ni dos de ellos están de acuerdo.
Lo mismo para en la capital de México, donde hay alrededor de
8 grupos de seguidores del mensaje, pero no hay armonía entre los
tales. Aunque aparentan estar unidos, es cierto que el compañerismo
solamente lo tienen a través de alguna gran reunión patrocinada o
promovida por algún teólogo extranjero, que va a llegar con las
manos llenas de dadivas, pero el resultado siempre es el mismo:
peleas y discusiones doctrinales. Pero los organizadores de las
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reuniones son tan astutos y sagaces que de alguna manera se salen
con la suya diciéndole a la gente: “Pues el Señor sigue obrando entre
nosotros”.
¡PERO NO PUEDE ESTAR OBRANDO!
¡NO! ¡NO! Y ¡NO! EL MENSAJE LO HAN
SOCIALIZADO, LO HAN ADORNADO CON
TODA CLASE DE COSAS BELLAS COMO
HIZO CAIN A SU ALTAR ¡DESPIERTEN
AGUILAS DE DIOS, ANTES DE QUE SEA
DEMASIADO TARDE! Empero Dios una vez
más ha cumplido con su Palabra, pues la luz
prometida para la hora de la tarde llegó. Hay
muchísima luz, de tal manera que podemos decir
que QUIENES CONTINUAN EN TINIEBLAS
ES PORQUE LES GUSTA VIVIR EN
TINIEBLAS. Pero el que es de la luz huirá de las
organizaciones tenebrosas, y vendrá y se
identificara con la luz.
Pero son muy pocos los que lo harán, y la razón es que el precio
que hay que pagar es muy grande; el precio se llama humillación y
esta virtud está muy escasa en estos días finales. W. M. Branham
explica en el mensaje EL TERCER EXODO, paginas 12-14, por que
causa el puedo de Israel estuvo cautivo en Egipto por más de 400
años.
Dios le dio la tierra de Canaán a Abraham y a su simiente. La
simiente de Abraham no tenía ya más que andar peregrinando en
tierras ajenas; esa era su tierra y deberían de haberse posesionado
de ella inmediatamente. Pero la culpa fue de unos hermanitos
celosos (los hermanos de José) que en lugar de humillarse a las
revelaciones de Dios le daba, le odiaron y Dios los envío a Egipto a
que se fueran a humillar allá, ya que en su propia tierra no habían
querido hacerlo.
Y con la iglesia sucedió exactamente la misma cosa. ¿Cuál es la
razón por la cual el sistema religioso mundial se encuentra
esclavizado hoy? Por la misma razón. Dios les envió un José
espiritual (Malaquías 4:5) revelador de misterios y en lugar de
humillarse y darle la bienvenida lo rechazaron. Hoy el sistema
organizacional está totalmente encarcelado.
Y la rueda siguió rodando y ahora le tocó al grupo seguidor de
W.M. Branham. ¿Cuál es la razón de que hoy este grupo se encuentre
esclavizado igual que el resto de las denominaciones?
El mensaje de W.M. Branham es la tierra prometida, el mensaje
es para la novia, el mensaje es para manifestar es para los hijos de
Dios ¿Por qué entonces el grupo está como está? Por la misma razón.
Dios ha levantado un portavoz; no un grupo de hombres porque Dios
no lidia con grupos, pero Dios siempre lidia con un individuo.
Yo se que usted dirá: Hermano Fabián, ya estamos hartos de
tantos individuos que se han levantado cada uno con su revelación.
¡Mire mi hermano, a mi no me importa cuántos individuos se
levanten, Dios siempre se ha provisto de uno! Usted jamás podrá
romper el patrón de Dios. Así lo hizo Dios desde el principio y
continuara con ello hasta el fin.
Sencillamente la historia se repite, simplemente Dios se ha
provisto de alguien insignificante y está llevando la obra. Pero…
¿Qué está haciendo la gente hoy? Lo mismo que hicieron los demás;
lo están rechazando, han malentendido el movimiento del Señor en
esta hora; he ahí el verdadero meollo del asunto, porque los
seguidores del mensaje de W. Branham se encuentran esclavizados
hoy.
AMÉN.
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