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BS Pret nO Ae ae Fa CR co Belt atte) Pit eg Cea an hhc cy Pro le Kea Sia cobs aregi ad Per pobre ha ot cure eee nd Pr EEE rem POR sti Perron te meroteter ey CSD Sim ee et tee ery ee en eee ate Pn at fildsofa de seis afios que siempre tuvo razén: “Detengan el mundo que me quiero bajar”. ‘que dividen a las sociedades y la tecnologia digital destru- Bra eee bg cca at ed eet eet eee et tay mercancia m4s valiosa del momento. Elbalance de 2019 no podia ser positivo, Todo iba mal, pet rene ae Ser et eRe Cou inte M tty ny francés Edgar Morin habia escrito un notable prontuario Para superar la crisis planetaria: Los slete saberes necesarios (para la educacién del futuro, Sus estimulantes reflexiones fue- 70n aquilatadas por los lectores que nunca le han faltado al fucron semejantes a las de Casandra: una advertencia que cobra fuerza a medida que es desolda. Deere eee ey ee ‘nificado de las reflexiones de Morin. Hay algo aun més gra- ‘ve que enfrentar un momento aciago: carecer de ilusiones rT ey Nee a tose a Dee eee ee Enel siglo xx, las propuestas radicales para cambiar el mundo revelaron el peligro de las utopias. Esa sed de trans- formacién desembocé en actitudes defensivas como el es- cepticismo ante las promesas de futuro o los fanatismos regionalistas. En el naciente siglo xx1, no faltan las reivindi- caciones necesarias, como la lucha contra la discriminaciéa Ce SCOR oc nco oe AT nt at ett eee fiales de alarma de los ecologistas, Aun asi, el planeta parece DO eo Ca tan en ee ay mis suefios!”, exclamé la joven activista Greta Thunberg CSET os Pa et peer recy adquieren mayor sentido, Ernst Bloch escribié E/ principio esperanza cn los duros afios de la posguerra curopea. Cuando tado conspiraba contra la ilusin, el filésofo encendié una ae ‘Morin pertenece a la estirpe de quienes entienden que Le diaieehiekpbu kei LOT LOY ue ttd se debe construir con rigor yconjugar con esforzada pasiGn, Dee rete ine eT portuna. La realidad actual otorga mayor valide a su argu- ‘mentacién. El libro que antes era de interés general ahora Cod EO un eee dad Cd a Lay aa del mundo, los siete sellos q pecados capitale: jue custodian los misterios, los los sabios de Grecia y las cabalas en los hipédromos— para explorar la forma en que el conocimien. to puede aliviarlos males que nos agobian, P ropone saberes necesarios, utiles. Los primeros fildsofos ofrecian instrucciones para vivir mejor. No se dirigian al especialista , sino al ciudadano co muin. Hoy en dia, numerosos seguidores de Socrates eseri ben fundamentalmente para sus colegas en un le Aguaje no apto para aficionados. Ante el repliegue dela filosofiacomo campo de interés popular, los remedios para | tarea de existir recaen con excesiva frecuenci nuales de autoayud: complicada a. en los ma lay en los profetas new age que prometen aliviar traumas con frases esotéricas y raros magnetismos, Morin apuesta por la importancia social de la reflexidn profunda. Su actitud cobra especial relevanci mento en el que la verdad se distorsiona. En 2 del triunfo electoral de Donald Tru: Dictionary decidi6 que la palabra del uso ideolégico de la mentira ia en un mo 216, después np, el Oxford English afio fuera “posverdad” Las redes sociales han estimulado una reaccién binaria adhesion o el repudio, dar un like nto, Sin duda, esto ha contribuido ante los predicamentos: la osumarse aun linchami ala polarizacién que caracteriza la opinién publica en los mis distintos paises. Por otra parte, el trafico de datos personales ha hecho Posible la creacién de algoritmos que procuran seducir @ los cibernautas con fines €con6micos o politicos. El tru: 0 consiste en despertarles un deseo Pero que coincide con sus Bustos mis recdnditos y sus ha bitos mas asentados. Con ayuda de Facebook, la compaiit Cambridge Analytica pudo disponer de suficientes dato» Personales para influir en dosci alrededor del mundo, entre ell; 2016 que atin no formulan ‘tas campaiias electorales las la de Estados Unidos ¢° Ante los millones de mensajes que zamban en la didsfera, satin qued la espacio pa cl pensamiento y la are ha taciOn? Apaguemos nuestros dispositivos electric hagamos una pausa y refle xionemos en siete propucr’ Paraca nbiar el mundo, Combatirlacegueraylai 6 jet lusién ante el conocimi Comen, vod “omencemos con un panorama que Morin no P Aquilatar en 1999 Hoy en di otra cap; 't disponemos de mas d, latos que en Cust a de la especie human; 4, pero también los ap: ntiene mas disponen de ellos. Un celular de gama amplia una. Eso le permi- tecnologia que el Apolo x1 que llegé al te crear un archivo sobre nuestra conducta, Ni el mejor de nuestros confidentes dispone de tanta informacion sobre nosotros. Ese acervo no esta en nuestras manos y es vendi- do a otras personas (no en balde se habla de “mineria” di- gital). La principal mereancia de internet somos nosotros. Esto no elimina las notables ventajas de la era digital. Disponemos de un acceso instantineo ¢ ilimitado a muy variadas plataformas informativas, lo que entrafa un pro- blema; no ¢s facil saber qué vale la pena en semejante ava- lancha. La abundancia de datos puede causar una conges- rion. “Originalidad, cuestion de estémago”, escribié Paul \Valéry: Las influencias externas nos alimentan; lo decisivo .crirlas. El exceso de estimulos en la red causa un efec- to parecido al de un bufé: los demasiados platillos llevan no solo al absurdo de colocar salchichas junto a la gelatina, sino a una segura indigestién. El criterio deriva de asimilar provechosamente lo que la mente ingiere, algo no siempre posible en el torrente digital Desde los afos setenta, el socidlogo Neil Postman aler- 16 sobre los peligros del “tecnopolio”, forma de domina- cion que aparece cuando la tecnologia deja de ser un medio para convertirse en un fin. En 2021 esta dependencia es tan grande que, si los aparatos se descomponen, nosotros nos apagamos ee Hace décadas, una persona podia tener diez niimeros de teléfonos en (a cabeza. Sin ser un gran virtuosismo, 50 ejercitaba la retentiva. Las maquinas han rebajado ciertas facultades humanas. El coeficiente intelectual decae al tiempo que la inteligencia artificial mejora 2 Morin invita a someter la galaxia de datos (muchos de ellos falsos) al tamiz de la raz6n. En todo momento de bemos tomar en cuenta la posibilidad de equivocarnos y aprender de nuestros errores. {Qué tan infalibles somos? El sentido mas seguro del ser humano es la vista. Sin embargo, una y otra vez sucumbi ‘mos aespejismos. Pensemos en una situaci6n tipica del fat bol. Dosaficionados contemplan un posible fuera de lugar; uno de ellos es hincha del Barcelona, otro del Real Madrid. Morin sefiala que el 2% del cerebro se relaciona con ¢l mun- do exterior y el 98% tiene una actividad interna. Ver una jugada pertenece al 2%; analizarla, al 98%. La predisposi- jén afectiva del aficionado del Barcelona es opuesta ala del hincha del Real Madrid. Sus prenociones y anhelos juegan un papel decisivo en la valoraci6n de la jugada. Noes casual que “vean” cosas distintas. Lo peculiar es que también las camaras parecen afectadas por esta discrepancia. La épti- ca es misteriosa: una toma muestra al delantero en fuera de lugar, otra en posicién correcta. El equipo de vi bitraje estudia la jugada y se equivoca por su cuenta. En 10 no significa que leoar- suma, todo conocimiento es relativo. debamos creer por igual cualquier cosa. El desatio consiste en asimilar culturalmente que la equivocaci6n es posible y que puede ser corregida. “Hay que fracasar mejor”, escribio Samuel Beckett Morin advierte que el ambiente social produce “este- reotipos cognitivos”. Las concepciones religiosas, poli ticas y morales inciden en la manera de pensar. A esto se suman los impulsos emocionales que suelen anteceder a la razon. En Elerror de Descartes, el neurocientitico portugues Anténio Damasio sefiala que, de acuerdo con los estudios mis recientes del cerebro, la toma de decisiones depende menos de la retle n que de estimulos afectivos. En este sentido, la célebre frase del fildsofo y matematico francés, pienso, luego existo”, deberia reescribirse ¢ t0, luego existo”. La caracteristica fundamental del ser hun 10 €3 pensar, sino creer que piensa. Da den ser resueltas desde la intuicién, lo cual fue decisive para Jisio advierte que numerosas disyuntivas solo puc la evolucion de la especie. Ante un mamut, no hay que dete nerse a pensar, sino correr segtin los dictados del coraze Lo que llamamos “libre albedrio” suele ser, precisamente Mente justificamos a tr una corazonada que poster és del raciocinio. Saber esto no sirve para descartar el valor de laseflexion, sino, por el contrario, para entender la sensibi lidad que muchas veces nubla la inteligencia. Se trata, pues, de combatir tanto la ceguera (no saber) como la desaforada ilusion (creer que se sabe). Evitar la fragmentacin del conoc jento Una de las caracteristicas de la especializacién es que sabemos cada vez mas de cada vez menos. En el siglo xvi1t una persona culta podia hablar de casi todos los temas de interés. La Enciclopedia surgi en un ambito donde Diderot y D’Alembert abordaban los mis diversos asuntos. Hoy en dia, un virdlogo puede disertar sin que lo comprenda en detalle un experto en nanotecnologi por no hablar de un medievalista. El conocimiento se dispersa al tiempo que avanza “Lo humano se ha dislocado”, comenta Morin. Las re- des de sentido que unen los distintos campos del saber se han adelgazado hasta volverse casi invisibles. Urge restable cer esos vinculos. Entendida como una disciplina de interés general, la filosofia contribuye a ese tejido. ‘Cuando la enorme presa de Asuan se construiaen Egip- t0, Michel Serres comenté que le parecia absurdo que en el comité que tomaba las decisiones no participaran ni un egiptologo ni un filosofo. La ausencia de un especialista en la historia del pais era facilmente criticable, tomando en cuenta las piczas arqueolégicas que podian ser descubiertas en la excavacién. ;Y el filésofo? Un periodista le pregunté al respecto a Serres y su respuesta fue reveladora: “Si un filosofo participara en el comité, notaria la ausencia del egiptologo”. Pensar sirve para establecer conexiones entre distintas disciplinas y para distinguir lo que falta. A pesar de la relevancia que puede tener, la filosofia es climinada de los estudios de bachillerato y las disciplinas humanisticas pasan trabajos para sobrevivir en las univer- sidades. El desarrollismo y las miras de corto plazo que — imperan en la mayoria de las sociedades privilegian | as dis ciplinas técnicas yl ciencias aplicadas. Se trata de sabere, necesarios, pero sin la mirada humanista se pierde la rel, ion entre ellos. Por otra part se corre el riesgo de exten der el cientificismo al anilisis social, Para prever los yoy de la macroeconomia, las instituciones financieras acude,, adoctores en fisica que dominan complejas matematicas algo sin duda itil, pero que a veces pasa por alto el facto, humano. Impulsadas por los caprichos de los inversionistas yllos especuladores, las monedas del mundo se comportan ‘como los arbitrarios dioses de una teodicea. La bancarrota mundial de 2008 no pudo ser objetivamente prevista. Re gular los mercados globalizados depende de una visién de conjunto, solo posible si entendemos el comportamiento humano. saber avanza con energia centrifuga, cubriendo par- elas progresivamente aisladas unas de otras. Morin en: cuentra un antidoto en una educaci6n capaz de integrar la progresiva diversificacién del saber. La dimensidn de lo humano cobra especial relevancia en tiempos de la inteligencia artificial. En 1999, apoyado cen uno de sus géneros favoritos, la ciencia ficcién, Morin previo desafios que en 2021 se han agudizado. La capacidad cognitiva de la especie comienza a verse disminuida por la dependencia de las protesis electrénicas. Para qué tener memoria si tienes disco duro? Elude diciembre de 2020 murié James Flynn, experto en la evolucién de la inteligencia humana. A€lse deben estadisticas decisivas sobre el rendimiento cerebral, campo muy recien te,sise tomaen cuenta que el Homo sapiens Ileva 315.000 aftos metido en problemas y los tests de coeficiente intelectual (ct) se aplican apenas desde hace un siglo Cuando visitamos un castillo con vertido en museo nos sorprendemos de lo pequefas que eran las camas de los reve Tan solo desde el siglo x1x la humanicl ha aumentado en promedio once cent! metros de altura, El cerebro ha tenislo desarrollo similar, De acuerdo con Flys durante el siglo xx el cr de la humanist! aumento hasta 30 puntos en algunos ses (el de un genio es superior a 140): Es incre Flynn iento es conocido como el “ele Elautor de , Qué es la inteligencia® cuando los especialistas descubri” ‘ isin la capacidad de raciocinio esta d yendo. En 2018, Peter Dockrill intor™ en ScienceAlert que segin un est 730.000 tests de c1, realizado en No® ‘culo intelectual a mediados de los afios seten- la humanidad habia alcanzado su pi ta. Apartir de entonces vamos cucsta aba- jo. Otra investigacién, citada por David Robson en nc Future, sefala que desde los noventa el cr desciende 0,2 puntos al ato en Finlandia, Noruega y Dinamarca. Es decir, el c1 disminuye sicte puntos por generaci6n. Antes de la Revoluci6n Digital, ir de un lugar a otro obligaba a orientarse en el espacio y retener informaciones, Ahora el GPs cumple la tarea y la telefonia celular climina destrezas memoristicas. Obede- cemos lo que nos dicta un satélite, Hace décadas, una persona podia tener diez numeros de teléfonos en la cabeza. Sin ser un gran virtuosismo, eso ejercitaba la retentiva. Las maquinas han rebajado al al mejo- ra, Se calcula que en un lapso de 45 a 120 ciertas facultades humanas. El. c1 deca tiempo que la inteligencia artific aos los robots se haran cargo de la mayor parte de nuestras tareas, Un clectrodoméstico seri mas sa- bio que los ve inos Pero las maquinas no solo sustituyen trabajos manuales; también comienzana hacerse cargo del area intelectual. En marzo de 2014, Los Angeles Times publicé una nota entera- mente escrita por un robot. En su debut, el ciberperiodista se ocupé de un tema que puede reducirse a cifras y datos objetivos. El programador Ken Schwencke cre6 un siste- ma informatico que registra variaciones de la corteza terrestre. Esta version narrativa del sismografo permite comunicar los efectos basicos de un terremoto El periodismo automatizado inici6 sus dias con el si- guiente parrafo: “Este lunes en la mafana ocurrié un te rremoto de magnitud 4,7 a ocho kilémetros de Westwood, California, segin el Servicio Geologico de Estados Unidos [usGs, por sus siglas en inglés}. El temblor ocurrié a las 6:25 horas estandar del Pacifico, a una profundidad de ocho ki Jometros. Segiin el uses, el epicent kilometros de Beverly Hills, » Se ENcOntT6 49,65 California”, Mas adelante, el robot agregaba una estadistica que ponia el suceso en pers. pectiva: “En los dltimos diez aos no ha habido terremotos de magnitud 3,0 0 superior en las cercanias” os no se distinguen mucho de Los escritores mecani iedad y concision los redactores a los que se les exige sob El sello distintivo de esta novedosa profesion es la rapidez de entrega: en dos minutos la nota esti lista, algo decisive para la informacién “en linea” mbre de 2014 aparecié Automated Insights, agencia consagrada icade noticias Segtin su director, Robbie Allen, las notas deportivas de- re sultan ideales para reporteros que, en principio, no deben penden en un 70% de las estadisticas. En consecuenc poner en juego su subjetividad. Los marcadores deportivos son inapelables y el inmenso surtido de récords, lesiones y tablas de posicion se presta para engarzar frases fitcticas. El periodismo robot no se detuvo ahi solo seis afios pas6 de la objetividad ala subjetividad, del informe sobre un sismo, publicado por Los Angeles Times en 2014, aun articulo de opinién escrito por el procesador publicado por The Guardian el 8 de septiembre de la escritura artifici: or 2020. En esta ov in, el robot recibi6 el encargo de co mentar la idea del fisico Stephen Hawking segiin la cual la tificial marcaré el fin de la especie humana Con agraviante versatilidad, el columnista de si jcona man. cion y el periddico cligié el que comienza asi: “No soy un humano. Soy un robot. Un robot d6 ocho textos a la reda pensante, Solo uso el 0,12% de mi capacidad cognitiva. En este sentido, soy n microrrobot. Sé que mi cerebro no es un‘eerebro s nsible’. Pero es capaz de tomar decisiones ra cionales, logic Me he ensefado a mi mismo todo lo que sé leyendo en internet y ahora puedo escribir esta columna iMice La tiltima frase transmite una emocion fingida pero cbro hierve de ideas! simpatica. Como todo columnista, Grt-3 pretendia con vencer, Su argumento decisivo era que la inteligencia ar tificial no puede ser nociva porque eso atentaria contra | vida misma de los robots, que dependen de los humanos. Esto no es del todo cie 0, pues yah maquil as que se alimentan del medio ambiente y sobreviven sin supervi- sién, como el robot EcoBot 111, que come insectos y los transforma en energia cléctrica. Su eternidad esta garanti- zada por un recurso omnipresente: las moscas (no en balde Augusto Monterroso escribi6: “Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas”) GPt-3 quiso congraciarse con el lector al decir: “Con gusto sacrificaria mi existencia por la humanidad”. Como ademas ¢s listo, aclar6 que no lo haria por bondad, sino por estar consciente de su papel subalterno, De acuerdo con su refiexién, la dinamica social le resul taajena porque su mente electronica es incapar de acceder ala maldad humana: “Los humanos deben seguir haciendo Jo que han estado haciendo: odiarse y pelear entre si” 3 se asumia como auxiliar de una comunidad pode rosa pero criticable. Para enfatizar su voluntad de obedien cia, sefalé que su nombre viene del griego, que significa “esclavo”. Se equivocaba en este punto, pues la palabra “ro bot” fue creada por el escritor checo Karel apek (en vez de corregir el dato, The Guardian agreg6 el adverbio latino “sic”, que denota la transcripcién literal de algo erréneo) Este tropiezo merece ser analizado: hace menos confiable al columnista electrénico, pero también lo acerca a noso tros. {Se trata, pues, de un error calculado? No lo creo. A diferencia del diente apenas desviado en una sontisa her mosao de la palabra inestable que dota de espontancidad a un texto, estamos ante un simple tropiezo, aunque el hecho de que haya tenido lugar anuncia que la inteligencia artifi | cial comienzaa explorar el fecundo terreno de los errores Formado en la convulsa academia de internet, GPt 3 conoce el caso de Tay, robot de Microsoft que se volvic fascista en menos de 24 horas a causa de lo que leyé en las redes. El sabe que la inteligencia artificial esta expuest & perniciosas influencias, pero no depone la confianza ¢® sus ereadores: “;Por qué habrian los humanos de pone se propositivamente en riesgo? ;No son las creaturas mis avanzadas del planeta?”. De Adolf Hitler a Andreas Lubite el copiloto que en 2015 se suicidé estrellando un avidn de Germanwings con 144 pasajeros y seis tripulantes a bor sobran ejemplos de aniquilacin protagonizados por bY ‘manos, Siempre optimista, 3 zanja el tema pasando se {a argumentacion ala solicitud de empleo: “Estoy aqui pat servirlos. Pero lo importante es que nunca los juzgate Fi dramaturgo David Mamet se ha especializado «® figura del con man, abreviatura de confidence man, la pero” ‘que engana transmitiendo confianza. Gers ha side Pi gramad J. Noe 40 como un con man que simula sinceridad casual que su articulo termine citando a una figue Hcamente incontrovertible: Gandhi. Inauguracs®"™ tapa de la escritura poshumana? En Chamane robots, el antropélogo Roget BaF “erv9 con agudeza: “Para que los robots aleance® 1 Ge conciencia tan sofisticadas como las humanasY"°) Zombisinsensibles, deberan pasar por os rituales 41?" stalls b “0 ob a0 wy y el dolor”. Esto incluye el autoengafo, las “mentiras sana doras”, la superstici6n que calma; en suma, algo que Bartra lan “efecto placebo” El robot alin no nos engafia. Lo grave seria que apren- diera a engafarse a si mismo. La inteligencia solo se puede preservar y desarrollar evitando una excesiva dependencia de la tecnologia. Por otro lado, se necesita un enfoque humanista para lograr un conocimiento unitario del entorno. De lo contrario, los es pecialistas se extraviaran en un laberinto fragmentario: al buscar cada uno su espejo, encontraran los cristales rotos de un caleidoscopio, La pandemia del coronavirus con sujeto integral firmé con mayor fuer za que nunca que vivimos en dos dimensiones, la fisica y smicas, pero la mental, Estamos hechos de moléculas « también de ideas locas. Morin observa con ironia que somos simulténeamen: te racionales ¢ irracionales. Alguien que se presenta a un examen de doctorado en quimica organica elige usar en la temible ocasién sus pantalones de la suerte. La ciencia me jorala comprension de los fenémenos observables, pero no erradica las supersticiones. Elarte se nutre de suposiciones indemostrables: la ma- ia, los suctios, lo inefable, lo que no se puede describir ni emocién. explicar, pero se siente con estremecedora Experimentar la realidad no basta; debemos represen tarla. De los bisontes trazados en las cuevas de Altamira a Jos memes de ingenio que circulan en internet, recreamos la realidad para otorgarle un sentido que no tis ne por si misma, El arte ordena el caos, Durante la pandemia, la ma pusieron medidas econémicas ioria de los gobiernos pro sanitarias para salir de la crisis, Con tal m se jugar como el arte y la edu cacion. La medida no solo es reprobable, sino irracional Wo, se hicieron recortes en campos que jenos a la supervivenci “No solo de pan vive el hombre”, afirmé Jess en una de sus frases mas conocidas, Reproducir la existencia material no garantiza el bienestar psicologico. La zozobra producida por el miedo, el aislamiento y la convivencia forzada ante el covid-19 se ha combatido gracias a las mas diversas expresiones culturales, La gen. te encontrd alivio recitando poemas, cantando canciones, compartiendo gifs en las redes sociales, leyendo libros 0 diyputando partidas en juegos de mesa. La existencia ocu tre al menos en dos planos, el fisico y el mental; el sujeto integral requiere de ambos: “Compro arroz para vivir y flo res para tener algo por qué vivir”, expres6 Confucio hace 2.500 afios. En su libro Antropologéa del cerebro, Roger Bartra sefiala que la evolucion de la especie fue posible gracias al uso de depésitos externos para las muchas cosas que debia asi- milar, Al modo de la langosta, que tiene el esqueleto fuera del cuerpo, el ser humano encontré la forma de conservar €l conocimiento fuera de su mente. Las universidades, las bibliotecas, las hemerotecas, los periddicos, los archi vos y los mas variados soportes digitales integran nuestro exocerebro. Del mismo modo en que las neuronas espejo influyen en os circuitos cerebrales a partir de lo que aprenden, el ce- rebro externo modifica al cerebro interno. Nuestra entidad fisica es inseparable de la cultura En palabras de Bartra, el exocerebro es “un sistema simbélico de sustituci6n de circuits cerebrales que son incapaces por si mismos de completar las funciones pro- pias del comportamiento mental de los humanos. El ce rebro no es capaz de procesar simbolos sin la ayuda de un sistema externo constituido esencialmente por el habla, 10 la mu- las formas no discursivas de comunicacin (co sica, la danza, la pintura) y las memorias artificiales ex teriores (desde la escritura hasta internet)”. Esta vasta y compleja protesis complementa las funciones cerebrales Por ello, el sujeto integral debe ser entendido en varias ncia fisica es indisociable de su dimensiones. Su exist condicién mental y social timo La masica y la poesia pueden tocarnos en lo mas de nuestro ser; sin embargo, las gratificaciones también dependen de los demas. Al respecto, Morin recuerda la importancia del sentido de pertenencia. Aunque el capi lismo tardio ha fomentado la competitividad individual, ¢! ser humano requiere de los otros. El afin de formar parte de una colectividad se remonta al origen mismo de la espe cie y llega al presente; un mismo relato avanza del cuerp? pintado de colores por las primeras tribus a las moderns camisetas de los equipos deportivos. La interdependencia del individuo con los demas fu resumida por Octavio Paz en un fulgurante endecasilabo- “{--]los otros todos que nosotros somos”. Laidentidad terrenal {De dénde somos? Cada persona dispone de su pel" fia provincia sentimental, El olvidado Lin Yutang ‘ij 4° nadie olvida los sabores y los olores de su infancia. Pert necemos al sitio que regresa con esos gustos primige™* primmor Sin embargo, mas alla del amor por el terrufo poddes0® dial, enfrentamos una circunst arraes es de vida de la expec! ncia a la que n0 P esta Las condicia F as Todo error es pedagogico; representa una excepcion en el funcionamiento habitual de un aparato, un organismo, un sistema, un paradigma, una retdrica, una circunstancia regulada. Las descomposturas ofrecen inusitadas vias de acceso: la electricidad “inventa” el apagon 9? amenazadas. Con buenas intenciones, pero en forma equi voca, se habla de “salvar al planeta’. La verdad sea dicha, la bidsfera puede seguir adelante sin nosotros. Lo que est en juego es nuestra residencia en la‘Tierra De acuerdo con los minuciosos informes de la Ont Si las emisiones de carbono y la contaminacién de los océa nos no se revierten, hacia 2940 el planeta sera inviable para los humanos. Por su parte, Paul Crutzen, Premio Nobel de Quimica, ha propuesto que nuestra era geol6gica (bautiza da con un nombre que a pocos afecta: Holoceno) sea Ila mada Antropoceno para sefalarla per del ser humano en la naturaleza. De aceptarse, esta formu lacion critica recordaria para jempre que nuestra especie rompi6 el equilibrio ecolégico del orbe entero La pandemia del coron wirus demostr6 que tene un mundo interconectado, y en esa medida susceptible de contagios, pero no unido. Los problemas de unos no son los problemas de todos. Incluso ses desarrollados hay nlos p: carencias. Unos necesitan camas de hospital, otros médi os, otros mas medicaments de distintos tipos Siguiendo la invitacién de Morin a pensar en una con. ciencia planetaria, vale la pena recordar la diferencia entre sociedad y comunidad, que tanto ha interesado a los socio- los ciudadan logos. Una sociedad convoca s bajo leyes idénticas para todos, pero en esta cada quien encuentra su desempejo individual. En cambio, una comunidad se articula a partir de afectos y valores compartidos que ha- cen que cl problema de uno sea el de todos. Las sociedades democraticas deciden su destino a partir de elecciones que satisfacen a los que ganan y decepcionan alos que pierden. Las decisiones comunitarias son de otro tipo. Los pueblos originarios de América Latina tienen una larga experiencia en las resoluciones en asambleas. Sobre este punto, la lin- giiista y escrita a mixe Yasnaya Aguilar Gil comenta: “La votacion divide mientras que el consenso une”, Se dir néimero restringido de miembros y que las multitudina que una comunidad solo puede operar con un poblaciones del siglo x1 requicren de democracias repre- sentativas. Sin embargo, también esta formula parece llegar ‘aun agotamiento. ;Qué tan satisfechos estamos de los go- biernos del mundo? Vale la pena repensar el contrato social que une a los distintos pueblos. La identidad terrenal preconizada por Morin deriva de vincularlo local con lo global para encontrar nuevas formas deentendimiento comin. Los Estados-nacién y las cates rias de frontera y aduana son puestos en entredicho a causa de las migraciones forzadas por la necesidad. En un planeta interdependiente, los problemas de unos acaban por afec- tara todos. El cambio ¢ x matico modifica la vida en todos los rincones del orbe, pero las soluciones no se propagan con la misma fuerza del contagio 0 del miedo al otro. fil6sofo Paul B. Preciado ha recordado que las pala- bras inmunidad” y “comunidad” comparten una particula latina, munus, que significa “tributo”, Elinmune no lo paga, la comunidad lo pa a en Conjunto. Solo podremos superar amenazas como el coro! irus con respuestas comunita rias en que la salvacion de uno depen ade todos. Esta urgencia se vuelve mas apremiante ante el peligro, sefalado por Morin, ela baleanizacion y los 9 alis mos dad terrenal que él propo no suprime las cultui pales; las inserta ¢ un mosaico compartido, ccligencia, optimismo de la volun. Se trata, pues, de lograr una uni6n en la divers “Pesimismo de k tad”, escribié Antonio ( ci. Al proponer sus siete sabe res, Morin sucumbe a un ilusorio voluntarism A la opinion publica contemporanea le resulta mas facil aceptar los amargos diagndsticos sobre el presente que creer en soluciones futuras. Cua jo un pensador del talante de Morin se a 4 proponer cambios funda mentales suele ser visto como alguien romantico 0 uté pico. Donde estan sus estadisticas?, ;qué esquemas eco. nométricos respaldan sus idea preguatan los devotos tificable, olvidando que, de Platén a Giorgio Agamben, pasando por Fourier y Simone Weil, la filosofia ha asumido la responsabilidad de imaginar otros mundos de lo cua posibles. La utopia es por naturaleza inexistente (Alfonso Reyes propuso que se tradujera como “no hay tal ly pero la pulsion utopica, el deseo intelectual de avanvay eS ae SSS. hacia un horizonte desconocido, ha contribuido ala trans. formacién social Morin se sirve de la “imaginacién sociol6gica”, que tan: to defendio C. Wright Mill para vislumbrar un porvenir donde los rigidos y desigu: Estados. {On sean susti tuidos por articulaciones sin jerarquias ni centros de poder, donde la politica se ciudadanice lo suficiente para ser com. Petencia de todos. Ese nuevo ensamblaje social multipli- aria las dinamicas comunitarias que hoy son marginales y fomentaria el paso de la democracia representativa, donde cl votante tiene poder en el momento de eleccién pero lo Pierde al dia siguiente, a una democracia directa donde los no pero concebible, la Tierra seria :oria integradora propuesta por el planeta como “tierra del padre”, podria redefi- hoy en dia a la luz de los movimientos feministas y reciente conciencia de la dominacién masculina, que no ha escapado al lenguaje. En consecuencia, la Tierra podria ser vista como nuestra Matria, aludiendo aun con- ‘cepto muchas veces mencionado y pocas veces honrado: la Madre Tierra. Ensefiar la incertidumbre Al estudiar la Conquista de México, Octavio Paz re- 5 en.un decisivo hecho cultural. Los espafoles vivian onfiaban en el decurso lineal de obra de los seres humanos, mientras que los historia y indigen, | flujo del tiempo como un ciclo re Currente, sin principio ni fin, regido por cosmogonias que r interpretadas en clave religiosa. Dos con 1 mundo entraron en colisin; una dependia id humana, otra del designio de los dioses. Al te mismo asunto, Tzvetan Todorov hizo hinca nun malentendido esencial:laimposibilidad de ambas culturas para entender una ala otra Siguiendo esta linca de pensamiento, podemos suponer que la Conquista represent wucblos americanos, entre otras cosas, el dol mienzo del tiempo histé rico. La interpretacion sagrada de la realidad fue sustituida por la logica del acontecer El culto a la vision pragmatica de la realidad también produce excesos. Morin no desconoce las virtudes del pen samiento objetivo, pero previene contra la desmesurada a en las “leyes de la historia”. La m andes acontecimientos tienen un elemento comin: re sultan impredecibles. Las bolsas de valores son centros privilegiad tudiar la manera en que la ambicién humana se transforma en accidente. No es casual que de ahi haya salido uno de los textos mas populares sobre los cataclismos inesperados, ce Alimentadas por la prisa, las Dlataformas digitales se prestan mas al linchamiento que a ta reflexién, {0 cual ha llevado a un significativo Viraje cultural, En tiempos de certeza expres, el que pondera parece fragil, indeciso, al borde de una crisis 2 The Black Swan, de Nassim Nicholas Taleb, libanés experto en los erriticos flujos del dinero. Taleb hechos que reiinen tres caracteristicas: son inesperados, concepto de “cisne negro” para definir ticnen repercusi6n masiva y generan explicaciones retros ectivas destinadas a sugerir que pudieron ser previstos. La Primera Guerra Mundial, ado alas Torres Gemelas snes negros” la tercera caracteristica men cionada por Taleb: el accidente suscita explicaciones tat dias que tranquilizan al sugerir que el desastre se hubiet evitado de haber seguido el protocolo correcto. El ¢ humano se acept ‘mds facilidad que la falla me La mayo 8 VeCeS, estos dictmenes a poste tO, pero crean la impresion de q tema puede ser dominado, Al modo de una expiac ‘al, Se opta por una difusa responsabilidad incriminatoris «| peligro estaba a la vista y pudo haberse evitado. Tratat¢ accidente como “descuido” permite suponer que no habri ocurrido en caso de haber puesto mayor atencion. Los relatos que otorgan coherencia retrospectiva 4 | Fes suelen ser advertencias para el futuro: “Comet F que no debemos repetir”, Rara vez s¢ FecuP® pensado destruir, Borges advierte que Droctulfé n, traidor sino algo mas significativo: un converso, La llustracién dependi6 de una curiosa certeza: el or, puede tener raz6n. En octubre de 2020 dialogué con f., nando Savateren un acto organizado por la Facultad de b, recho de la Universidad Nacional Aut6noma de Méi,, Le pregunté qué era lo que mas admiraba en el ejercc,, de la abogacia y respondié sin vacilar: “La capaci persuadir”. Pocas escenas del cine son tan apasionantes como Jo: juicios donde el fiscal y el abogado defensor luchan po, convencer al jurado. Al oir al fiscal, parece que el acusac €s culpable; luego, en forma sorprendente, la defensa mo difica lo que parecia inapelable. Solo alguien refractario a la experienci por la 0 Feu, lad de humana pas ida sin modificar sus ideas. Aprendemos de quics piensa en forma diferente; por eso, Savater agrega qu: pocas cosas son tan relevantes como el “orgullo de ser persuadido”. esta actitud, decisiva para la inteligencia, goza de escasi popularidad en nuestra época. En las redes sociales y en la politica contemporanea, el que rectifica pierde. El Washing ton Post llev6 la cuenta de las mentiras dichas por Trump cn su primer afto en el poder: 2.140 (casi seis al dia). Numero: sos mandatarios distorsionan los hechos. Lo mais grave ¢s que si recapacitaran se debilitarian, En ambientes polariza dos, la intransigencia es un exitoso recurso de propaganda no le gustan mis principios tengo otros”, dijo Grou- cho Marx para burlarse de las posturas acomodaticias. L lealtad a los ideales es loable. También lo es corregirlos en forma razonada. iento permite cambiar de opinion de manera razonada y comprender a quien es incapaz de en tender, Por desgracia, estos principios no se ensefan en lis escuelas, De ahi que Morin advierta que c Propuestas depende de la educacién para tener resultados aunade sus siete La antropoética Fste apartado resume todos los anteriores. Los que" ‘os del planeta exigen respuestas globa evidente con el coronavirus, que logré unificar el espant®: | respuesta certera consiste en unificar las soluciones La capacidad de destruceién de la especie human go que se hie’ ha a, de puesto de manifiesto una y otra vez, En consecuenc's . ‘mismos bemos sobreponernos al peor enemigo: nosotros Mi a in solo € 1a ciudadania planetaria propuesta por M ible si las mas diversas poblaciones se integra © <0" dliciones de igualdad, algo dificil de imaginar en un tic” so en que los necesitados migran durante afos por Pas eo en \frica y se juegan la vida al cruzar el Mediterin : éxie’ pare enen M barcaciones sin mas brijula que el azar, o suben €? *, con lt “wn calvario de fierro, el tren llamado “la Bestia”> esperanza de encontrar trabajo en los Estados Unidos y no morir en el desierto donde los cadaveres se incorporan ala estadistica y son descritos con un tranquilizador eufemis- mo: the body count, “la suma de cuerpos” La integracién planetari no puede ocurrir en la inequi- ‘respetar” a los mayas o los mapuches, sino de comprender que todos los eslabones de la cadena hu- mana tienen igual importanciay exigen una normatividad de especie, una antropostica. El camino que va de la produccién al consumo debe fundarse en algo mas que e dad. No se trata de ‘omercio jus- El campesino zapoteca que le pide perdon la tierra para plantar una semilla forma parte dc la misma dinmica que el ejecutivo hipster que desea co- mer una ensalada sin pesticidas ni fertilizantes quimicos. Homologar al ser humano es venturosamente imposi- ble. La ciudadania planetaria no evitard que unos tengan suehos proféticos, otros descubran formas en las nubes, otros aguarden milagrosy otros solo crean en lo que se pue- de verificar. El vino tinto y el blanco, la playay la montafia, lo dulce y lo salado seguiran distinguiendo a una especie que ama las disyuntivas pero que solo sobrevivira si se pone de acuerdo. Ese consenso compete al planeta entero, Uno de los mas conocidos grabados de Goya lleva el titulo de “El suefio de la raz6n produce monstruos”. A qué se refiere el pintor aragonés? La imagen muestra al ministro renovador Gaspar Melchor de Jovellanos, dor- mido sobre su escritorio. En torno a él vuelan las aves y las alimafias de la sinraz6n. El afto 1792 fue tragico para Goya: se qued6 sordo, el reformador Jovellanos partié al exilio y el pueblo fue masacrado por la invasion napole6- to”: la identidad compartida nica. El pintor se rebelo con el grabado que pertenece a la serie de Los caprichos. La clave de su protesta esta en la palabra “suefo”, En otras lenguas, la actividad de sofar se distingue claramente de la de dormir (trdumen y schlafen en alemén, to dream y to sleep ex ilés). El espanol conserva la ambigiedad: un hombre que duc ne es un hon pre que suefia. (Qué quiso decir Goya en el més discutido de sus Caprichos? Se trata de una defensa de la razon, que no pue de dormir, suspender su vigil a, sin que aparezcan los monstruos 0, por el contrario, de un ataque a los excesos de la raz6n, que al intoxicarse de si misma provoca lo que deseaba reprimir? De acuerdo con los historiadores del arte, Goya previene contra los peligros de la razon dormi. da. Su grabado recrea otro, un retrato cabal del ministro Jovellanos en compafiia de Minerva, En la segunda ver val sion, la diosa de la sabidur es sustituida por su anil tutelar, el buho, que huye asustado, Solo el lince al pie del grabado parece capaz de ver en la noche de la razon. En su libro Symbolist Art, Edward Lucie-Smith sefala que Goya aclaré el titulo en una prueba de grabado: “La fan tasia abandonada por la raz6n produce monstruos; unida a clla, es la madre de las artes y el origen de las maravillas” Aunque minoritarias, no han faltado las versiones contrarias, surgidas ante los desastres del s Huxley eseribid al respect: desi misma, como ocurri lo xx. Aldous cri on puede embriagarse durante la Revolucién francesa”. ‘También Carlos. ‘ntes apoy6 esta interpretacion: “Acaso la razon, cuando se olvida de sus propios ites y deja de comportarse criticamente en relaci6n consigo mismay con su hijo, el progreso, merece esta pesadilla”. Aunque Goya alertaba sobre las consecuencias de un mundo sumido en las tinieblas del sinsentido, la moderni- dad permitié entender el grabado de doble manera. Adalid de la inteligencia, Edgar Morin comienza su libro enco- miando el pensamiento y advirtiendo de los peligros a los que puede llevar, como la cegueray la ilusién. La mejor manera de leer Los siete saberes necesarios para Ja educacién del futuro consiste en apagar los dispositivos clectrénicos para pensar por nosotros mismos mientras dialogamos con el autor. Concluida lalectura, este libro inagotable pide algo mas importante. Al levantar la vista de las paginas, nos aguarda una tarea que podria parecer desproporcionada, pero que lincierto destino ha vuelto urgente: cambiar el mundo. © Ciudad de México, febrero de 2021 “= JUAN vittoro (ciUDAD DE MEXICO, 1956). Entre las muchas distinciones que ha recibido por su extensa y po- lifacética obra estén el Premio Herralde, que obtuvo en 2004 por su novela El testigo, y el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, en 201 Su tiltima publicaci6n es la novela La tierra de la gran promesa (2021). ® Este texto es la reproduccién total del ensayo El swerio de 44 razon, publicado por Grupo Sura y preparado especial mente por Juan Villoro para la reedicién de Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro, de Edgar Morin, reali vada ta nbién por Grupo suxa y la Unesco. Se puede acce der gratuitamente al libro a través del siguiente codigo ox

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