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Historia del mundo en 12 mapas JERRY BROTTON Traduccién de Francisco J. Ramos Mena aye Titulo original: A History of the World in Twelve Maps Primera edicién: septiembre de 2014 © 2012, Jerry Brotton Primera publicaci6n por Allen Lane, The Penguin Press, 2012 © 2014, de la presente edicién en castellano para todo el mundo: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U. ‘Travessera de Gracia, 47-49, 08021 Barcelona © 2014, Francisco J. Ramos Mena, por la traduccién Quedan prohibidos, dentro de los limites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, ya sea electrénico 0 mecénico, el tratamiento informatico, el alquiler o cualquier otra forma de cesién de la obra sin las autorizacién previa y por escrito de los titu- laces del copyright. Dirfjase 1 CEDRO (Centro Espaiiol de Derechos Reprogréticos, http://wwrw.cedro.org) si necesita fotocopiar 0 escanear algain fragmento de esta obra. Printed in Spain — Impreso en Espafia ISBN: 978-84-9992-422-9 Depésito legal: B-14,201-2014 Compuesto en Fotocomposicién 2000, S. A. Impreso en EGEDSA (Sabadell, Barcelona) 924229 11 Igualdad La proyeccién de Peters, 1973 InpIA, 17 DE AGOSTO DE 1947 En junio de 1947, el gobierno brit4nico encarg6 a sir Cyril Radcliffe, abogado y antiguo director general del Ministerio de Informacién, que viajara a la India por primera vez en su vida para elaborar un informe de cara a la particién del subcontinente. Su misi6n era dividir el pais en funcién del elemento religioso, separando a los hindiéies de los musul- manes en la creacion de la India y Pakistan. En el plazo de solo tres meses se requirid a la Comisién de Limites de Radcliffe que creara una frontera geografica de 6.000 kilémetros dividiendo a 90 millones de personas que vivian en una regién de més de 400.000 kilometros cua- drados de extension. Sin ninguna experiencia de la India, y sin la me- nor inclinacién a encargar levantamientos topograficos actualizados o demarcaciones fronterizas revisadas, Radcliffe utilizé informes censales ya obsoletos en su particién del pais a fin de «demarcar las fronteras de Jas dos partes del Punyab en base a determinar las areas mayoritarias contiguas de musulmanes y no musulmanes».’ Su denominada «Adju- dicacién» se hizo pablica el 17 de agosto de 1947, solo dos dias después de la declaracién oficial de los estados independientes de India y Pakis- tan. E] artista indio Satish Gujral recordaria més tarde el caos con el que se comunicé la noticia de la particién. «Curiosamente —explicaria—, una noticia de tal magnitud se nos transmitié, no a través de los perid- dicos (que habian dejado de publicar), sino por medio de carteles pega- dos en las paredes.»* Las consecuencias del mapa de la particion de Radcliffe fueron tan rapidas como desastrosas. Provocé la mayor migra- cién de la historia, en la que entre 10 y 12 millones de personas se des- 447 HISTORIA DEL MUNDO EN 12 MAPAS plazaron a través de las fronteras recién establecidas del Punyab y Ben- gala. Las nuevas zonas fronterizas se sumieron en una sangrienta violencia, con no menos de un millén de personas asesinadas en matanzas colec- tivas.? La adjudicacién de Radcliffe no satisfizo a nadie. Cachemira, ma- yoritariamente islimica, se unié a la India, donde quedaban asimismo minorias musulmanas, y a finales de 1947 la India y Pakistan se hallaban en guerra por las disputadas fronteras. En 1965 y 1971 seguirian nuevas guerras, y las tensiones entre los dos estados todavia continiian hoy en dia, aunque ahora con la amenaza afiadida de una confrontacién nu- clear. Nunca antes el trazo de una linea en un mapa habia tenido tan terribles consecuencias humanas. La catastréfica particién geografica de la India era una consecuney cia légica, aunque no necesariamente inevitable, de los ambiciosos pe: incompletos proyectos cartograficos de los siglos xv11I y XIX, y sus in- tereses de construccién nacional y expansién imperial. En Fi i como hemos visto, varias generaciones de miembros de la familial sini habian creado unas técnicas cartograficas tan ambiciosas como im- perfectas que tuvieron un papel en la formacién de una conciencia nacional francesa claramente definida. Sus métodos cartograficos no tardaron en ser adoptados en toda Europa en la medida en que la geo- grafia politica del continente evolucioné poco a poco pasando de ser un grupo de imperios y monarquias dispares a convertirse en una serie de estados-nacién soberanos. En Inglaterra, el abismo entre las preten- siones de la practica cartogrfica y su realidad en la administracién de los dominios imperiales britanicos en Africa, la India, el sur de Asia y Oriente Préximo supuso que la particién de un pais como la India condujera inevitablemente al conflicto. El legado de la versién geopoli- tica de un orden mundial de Mackinder, sustentada en el imperialismo e ilustrada con intensidad por su tristemente célebre mapa del mundo de 1904, mostraba cémo la cartografia podia verse secuestrada por una serie de ideologias politicas con poco interés en sus pretensiones de objetividad cientifica e imparcialidad. La facilidad con la que el poder politico utilizé la pericia cartogra— fica es un tema recurrente en la historia del siglo xx. A medida que avanzaba el siglo y Europa se sumia en el conflicto global, los mapas se hicieron més explicitamente politizados que nunca, y en algunos casos 448 , IGUALDAD EIN KLEINSTAAT BEOROHT DEUTSCHLAND: Ficura 34, «Un pequefio Estado amenaza a Alemanial», mapa propagandistico, Ale- mania, 1934. se transformaron en servidores de una propaganda politica que hoy nos resulta muy familiar. Incluso antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, los nazis ya habian comprendido el poder de los mapas a la hora de transmitir su mensaje politico. Un infame mapa de 1934 pre- tende mostrar el peligro planteado a la soberania alemana por Checos- Jovaquia, una amenaza inventada que en tltima instancia proporcionaria el pretexto para la invasién nazi en marzo de 1939. La imagen, carente de escala o toponimia propiamente dichas, apenas puede calificarse como mapa en un sentido técnico, pero su uso de la luz y las sombras crea un contraste entre el espacio pasivo de Alemania y la amenazadora silueta de Checoslovaquia. La tosca aproximacién de una reticula en forma de abanico sugiere la amenaza del bombardeo aéreo (pese el di- minuto tamaiio de la fuerza aérea checa). Como escribié un analista durante la Segunda Guerra Mundial, en los mapas propagandisticos como este da geografia como ciencia y la cartografia como técnica pa- san a subordinarse a las demandas de una eficaz manipulacién simbdli- ca>4 Aunque tosco en su ejecucién y mensaje, este mapa ejemplifica la 449 HISTORIA DEL MUNDO EN 12 MAPAS sistemAtica distorsién politica de los mapas y libros de texto geograficos alemanes durante la década de 1930, cuando el mensaje racial y étnico del nazismo se apropié de la metodologia supuestamente objetiva y cientifica de la geografia.° El proceso de manipulacién cartogrifica alcanzé nuevas y tragicas cotas durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis utilizaron mapas para aplicar su Solucién Final, el sistematico asesinato masivo de judios europeos. En 1941 los funcionarios nazis elaboraron un mapa étnico del estado titere de Eslovaquia basado en estadisticas oficiales de distribucién de la poblacién en funcién de la etnicidad. El mapa cons- tituye una representacién sumamente exacta de Eslovaquia, pero sus grupos de circulos negros traicionan su siniestra funci6n: sefialan la lo- calizaci6n de comunidades judias (Juden) y gitanas (Zigeuner). Rotulado como «De exclusivo uso oficial», este mapa se utiliz6 el siguiente aiio, con el apoyo de las comprensivas autoridades eslovacas, para aprisionar a los judios y los gitanos, que luego fueron deportados a campos de exterminio, donde la mayoria de ellos encontraron la muerte. Ficura 35. Mapa étnico de Eslovaquia, 1941. 450 IGUALDAD La apropiacién de los mapas durante la Segunda Guerra Mundial hallé rapidamente su traducci6n en la arriesgada politica de la guerra fria, ejemplificada por el mapa de la «China Roja» publicado por la re- vista Time en 1955. La ilustracién sugiere los intereses globales de la confrontacién militar de posguerra entre la Unién Soviética y Estados Unidos, con su representacién de China, Japén, Corea y Vietnam, y con las posesiones estadounidenses en el Pacifico situadas de manera vulne- rable en primer plano. El mapa imita la «precisi6n» cartografica para transmitir de manera implicita un subtexto geopolitico que Mackinder sin duda habria entendido: el temor a la difusién de un comunismo «rojo» por todo el Sudeste Asiatico y la amenaza a los intereses estadouniden- ses en el Pacifico. Mientras los estrategas de la guerra fria en ambos lados de la divi- sién ideoldgica utilizaban l(@éartogtafial persuasive para aprovecharse de las inquietudes de su temerosa sociedad, la geografia también se en- contré inevitablemente dibujando el colapso del dominio imperial europeo en Africa y el sur de Asia. Tras haber impuesto lineas cartogri- ficas arbitrarias que dividian a grupos étnicos, lingiiisticos y tribales a través de continentes enteros como Africa en el siglo xx, ahora, en el periodo de descolonizacién de la posguerra, se exigia a las antiguas po- tencias coloniales que deshicieran aquellas cartografias preceptivas. Los resultados, como en el caso de la India, rara vez fueron convincentes, y a menudo tuvieron consecuencias fatales para quienes se encontraban, literalmente, en el lado equivocado de la linea. : El impacto de la influencia politica y la manipulacién de la carto- grafia también condujo a nuevos desarrollos en su medio, que a veces pudieron llevar a perspectivas distintas y mAs positivas del mundo. Uno de los cambios més trascendentes en las percepciones de la Tierra del siglo xx se inicié el 7 de diciembre de 1972, cuando los tres astronautas que iban a bordo de la nave espacial de la NASA Apolo 17 tomaron una serie de fotografias de la Tierra con una camara de mano. Una de las fotos, tomada a mas de 33,500 kilémetros de la superficie terrestre, fue publicada por la NASA después de que la misién regresara sana y salva el dia de Navidad. Se convertiria en una de las im4genes mis iconicas no solo de una nueva era de viajes y exploracién espaciales, sino tam- bién de la propia Tierra. Desde la época de Ptolomeo los cartégrafos, confinados a la superficie terrestre, habian especulado y proyectado vi- 451 HISTORIA DEL MUNDO EN 12 MAPAS: siones imaginativas del aspecto del mundo visto desde el espacio. Hist6- ricamente, la mayoria de las proyecciones cartograficas adoptaron esa perspectiva. Pero en dichas proyecciones estaba implicito el supuesto de que ningin ser humano Ilegaria a ver nunca realmente la Tierra desde tal posicién. Ahora, por primera vez, la Tierra entera, el objeto de estu- dio de la geografia ya desde sus comienzos, se captaba finalmente para que todos la vieran, no en un mapa 0 gracias a las habilidades de un cartégrafo, sino en una fotografia tomada por un astronauta.° La foto del Apolo 17, en su plasmacién tanto del sublime esplendor como de la exquisita belleza de un singular mundo azul flotando en el oscuro abismo del espacio vacio ¢ inhéspito, inspiré admiracin pero también indignacién por el estado de «nuestro» mundo. El lenguaje de reverencia religiosa que acompaiié a la acogida de la fotografia pronto se vio reemplazado por reflexiones politicas y medioambientales en torno a la fragilidad de un mundo que unia a todos sus habitantes, con. independencia de su credo, color u orientacién politica. El impacto de la imagen Ileg6 a reflejarse en el denominado «informe Brandt», el tra- bajo de una comisién presidida por el ex canciller de la Repéblica Fe- deral de Alemania Willy Brandt, publicado en 1980 para abordar los problemas de desarrollo econémico entre los paises desarrollados del Norte y las naciones en desarrollo del Sur. Los autores del informe es-— cribieron que «desde el espacio, vemos una pelota pequetia y frégil do- minada no por la actividad y la edificacion humana, sino por un patron de nubes, océanos vegetacién y suelos. La incapacidad de la humanidad para encajar sus actividades en dicho patrén esta cambiando de manera fundamental los sistemas planetarios».? De hecho, la foto de la Tierra entera tendria una influencia significativa en el auge del pensamiento sobre el ecologismo y el cambio climitico. Puesto que este es el Gnico mundo que tenemos —razonaba esta nueva linea de pensamiento eco- logico—, més vale que cuidemos de él, y superemos nuestras mezquinas y prosaicas disputas en favor de un enfoque mis holistico del medio ambiente. También influirfa en James Lovelock, que cuando trabajaba para la NASA en la década de 1960 habia desarrollado su hipdtesis «Gaiay de la Tierra como un organismo autosostenible (aunque no la publicaria hasta 1979), a la vez que dara un nuevo impetu a la inven cin del pensador canadiense Marshall McLuhan de la idea de una «al- dea global» a comienzos de la década de 1960. Tales sentimientos se 452 IGUALDAD hacian eco de Ja trascendente imagen global que habia informado toda la historia de la cartografia, desde Ptolomeo hasta Mercator pasando por Macrobio, aunque ahora con una adicional urgencia politica. Otra consecuencia de las fotografias de la Tierra del Apolo fue su impacto en la cartografia global. Si ahora era posible fotografiar la Tie- tra entera en lugar de producir mapas parciales de su superficie basados en proyecciones insatisfactorias, ¢quién necesitaba la cartografia para nada? Una respuesta era, desde luego, que las fotografias desde el espa- cio todavia se limitaban a mostrar la Tierra como un disco, no como un globo o un mapa en una superficie plana (y la foto del Apolo 17 estaba centrada en Africa oriental y el golfo Pérsico, sin el menor rastro de ‘América o el Pacifico). Otra respuesta la proporcionaria la rapida mejo- 1a de los Sistemas de Informacién Geogrifica (SIG), que combinaban fotografias aéreas y de satélite con tecnologias de bases de datos electré- nicas, dando asi comienzo al auge de |: que veremos en el tiltimo capitulo. Menos de seis meses después de la publicacién de las fotografias de la tierra del Apolo 17, se dio a conocer en Alemania un mapa del mun- do que afirmaba dar la espalda a la selectiva cartografia politica del si- glo xx y presentar una imagen del mundo que prometia igualdad a todas las naciones. En mayo de 1973, el historiador aleman Arno Peters (1916-2002) convocé una rueda de prensa en Bonn, entonces capital de la Republica Federal de Alemania. Ante una concurrencia de 350 periodistas internacionales, Peters anuncié un nuevo mapa del mundo basado en lo que él denominé la «proyeccién de Peters». La noticia causd una inmediata sensacién, y se convirtié rapidamente en noticia de portada internacional. En el Reino Unido, el Guardian publicé un articulo titulado «El magnifico nuevo mundo del doctor Peters», anun- ciando el nuevo mapa y su proyeccién matematica como «La proyec- cién del mundo mis honesta jamis ideadav.* Harper's Magazine incluso llegé hasta el punto de publicar un articulo sobre la proyeccién de Pe- ters titulado «El mundo realy.” Para quienes veian el mapa por primera vez en 1973, su novedad residia en su aspecto. A las personas acostum- bradas a la proyeccién de Mercator los continentes septentrionales les parecian drdsticamente reducidos de tamafio, mientras que Africa y ‘América del Sur adquirian el aspecto de enormes lagrimas deslizandose hacia la Antartida, 0, como diria el autor de una resefia en una frase que 453 HISTORIA DEL MUNDO EN 12 MAPAS se haria tristemente célebre, «las masas continentales recuerdan vaga- mente a largas prendas de ropa interior de invierno mojadas y andrajo- sas, colgadas a secar en el Circulo Polar Artico».!° Peters afirmaba que su nuevo mapa del mundo oftecia la mejor alternativa a los cuatrocientos afios de hegemonfa de la proyeccién de 1569 de Mercator, y a los presupuestos «eurocéntricos» teéricamente subyacentes a ella. En Ja presentacién de su mapa, Peters consideraba que el mapa del mundo «habitual» de su antepasado germanohablante, con el que tan familiarizada estaba su audiencia, «presenta una imagen del todo falsa particularmente en relacién con los territorios de pobla- cién no blanca», argumentando que «sobrevalora al hombre blanco y distorsiona la imagen del mundo en beneficio de los amos coloniales de la época». Al explicar las innovaciones técnicas de su propio mapa, Pe- ters sefialaba que Mercator situaba el ecuador casi dos tercios mas abajo en el mapa, colocando de hecho a Europa en el centro. En la proyec- cién de Mercator las masas continentales estaban sujetas a distorsidn, lo que Hevaba a un aumento inexacto del tamafio de Europa y el mundo «desarrollado», con la consiguiente disminucién del tamafio de lo que Peters lamaba «el Tercer Mundo», especialmente Africa y América del Sur. Peters insistia en que su mapa proporcionaba lo que é1 denominaba una proyeccién «equivalente», que conservaba con exactitud las dimen- siones «correctas» de paises y continentes en funcién de su tamafio y area. En consecuencia, rectificaba lo que él consideraba el prejuicio eurocéntrico de Mercator y oftecia «igualdad» a todas las naciones del globo." El impacto de la proyeccién de Peters y su ataque a Mercator fue extraordinario. Durante las dos décadas siguientes se convirtié en uno de los mapas del mundo més populares y de mayor venta de todos los tiempos, rivalizando con la proyeccién de 1961 del cartégrafo estadou- nidense Arthur Robinson reproducida en otros dos éxitos de ventas internacionales, los atlas del mundo de Rand McNally y National Geo- graphic, e incluso con la ubicua proyeccién de Mercator. En 1980 ador- naria la cubierta del Informe Brandt, y en 1983 apareceria por prime- ra vez en inglés, en un nimero especial de la revista de desarrollo global New Internationalist. Elogiando lo que calificaba como «un extraordi- nario nuevo mapa», la revista reproducia las afirmaciones de Peters en el sentido de que el mapa de Mercator «muestra las antiguas colonias 454 IGUALDAD europeas como relativamente pequefias y periféricas», mientras que su propio mapa «muestra los paises segtin su verdadera escala», lo cual, crefa, «marca una drastica diferencia en la representaci6n del Tercer Mundo». Ese mismo afio, el Consejo Britinico de Iglesias distribuy6 miles de ejemplares del mapa, que también fue promocionado por Oxfam, Ayuda en Accién y mis de otras veinte agencias y organizaciones. Has- ta el papado elogié su perspectiva progresista. Pero las mas fervientes defensoras del mapa de Peters serian las Naciones Unidas. La Organiza- cién de las Naciones Unidas para la Educacién, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo adopté como propio, mientras que el fondo de las Nacio- nes Unidas para la Infancia (Unicef) publicé alrededor de 60 millones de copias del mapa con el eslogan de «Nuevas dimensiones, condi nes justasn. El mapa tuvo tanto éxito que Peters divulgé un manifiesto en alemén y en inglés exponiendo a grandes rasgos su enfoque. Este se publicarfa de nuevo en 1983, en inglés, con el titulo de La nueva carto- grafia, y pronto le seguiria, en 1989, El atlas del mundo Peters. A dia de hoy probablemente-se han distribuido ms de 80 millones de copias del mapa en todo el mundo.” Sin embargo, si los medios de comunicacién y las organizaciones politicas y religiosas progresistas se apresuraron a aceptar el mapa y los métodos cartograficos de Peters, la comunidad académica reaccioné con horror y desdén. Gedgrafos y cartégrafos en activo se turnaron para lanzar un ataque acerbo y sostenido. Las pretensiones de mayor «exacti- tud> de la proyeccién, replicaron, eran de hecho inexactas: Peters, que no tenia formacién en cartografia, carecia del conocimiento de los principios bisicos de la proyeccién cartografica; como objetivo, Merca- tor era un hombre de paja, y su influencia se habia exagerado innecesa~ riamente; el habilidoso marketing que habia hecho Peters de su mapa y el posterior atlas parecia propio de alguien que explotaba cinicamente a un publico ignorante para promover sus propios fines personales y po- liticos. Esta reaccién era despiadada hasta para los habituales estandares académicos. En una de las primeras resefias en inglés de la proyeccién de Peters, publicada en 1974, el gedgrafo britinico Derek Maling la condenaba como «un notable acto de sofisma y engafio cartografico»."* Otro gedgrafo britanico, Norman Pye, tildaba de «absurda» la publica~ 455 HISTORIA DEL MUNDO EN 12 MAPAS. cién del Atlas de Peters, quejandose de que «solo el cartograficamente ingenuo se dejar4 engafiar y no se sentira exasperado ante las pretencio- sas y engafiosas afirmaciones sobre el atlas hechas por su autor»."> Al resefiar La nueva cartografia, el destacado cartégrafo britanico H.A.G. Lewis escribia que «tras haber lefdo este libro muchas veces en alemin e inglés, todavia me maravilla que su autor, que cualquier autor, pueda escribir tales disparates»."° La critica mas demoledora de la proyeccién de Peters la hizo el ge6- grafo y cartégrafo Arthur Robinson. En 1961, Robinson habia creado una nueva proyeccién con el objetivo explicito de ofrecer una solucién de compromiso entre las proyecciones conformes y equivalentes. Para ello utilizé meridianos curvos uniformemente espaciados que no con- vergian en un tinico punto, limitando asf la distorsin en los polos, lo que permitia una representacion mds o menos realista de la Tierra ente- ra como un globo, Esta proyeccién se conoce también como

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