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Espacios Públicos

ISSN: 1665-8140
revista.espacios.publicos@gmail.com
Universidad Autónoma del Estado de México
México

Rodríguez Arechavaleta, Carlos Manuel


De la estructura de oportunidades políticas a la identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el poder, la
acción colectiva y los movimientos sociales
Espacios Públicos, vol. 13, núm. 27, 2010, pp. 187-215
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67613199012

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Rodolfo Téllez-Cuevas

De la estructura de oportunidades políticas


a la identidad colectiva. Apuntes teóricos
sobre el poder, la acción colectiva y los
movimientos sociales
Fecha de recepción: 15 de junio de 2009
Fecha de aprobación: 11 de agosto de 2009

Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta*

RESUMEN

El artículo reconstruye críticamente el itinerario analítico de importantes


teóricos de los movimientos sociales, enmarcados en las perspectivas teóricas
de la Estructura de Oportunidades Políticas (EOP) y los Nuevos Movimientos
Sociales (NMS). En la primera de ellas, se ubican teóricos como Eisinger,
McAdam, Tilly y Tarrow, quienes no abandonan la premisa de la teoría de
Movilización de Recursos (MR), la cual señala a la interacción entre la dis-
ponibilidad de recursos, la organización preexistente de estructuras
preferenciales y los intentos empresariales de encontrar demandas de prefe-
rencias, como fundamento de los movimientos sociales; no obstante, en sus
análisis rebasan este marco meramente instrumental-organizacional al in-
troducir variables no solo estructurales e institucionales, sino que además
agregan la dimensión cultural-psicológica de estos movimientos.
Sin embargo, será Alberto Melucci quien desarrolle el nivel intermedio
mediante el cual los individuos evalúan y reconocen lo que tienen en co-
mún y deciden actuar conjuntamente, enfatizando la cuestión de “cómo se
forma un actor colectivo”. Reconstruir esta evolución analítica, subrayan-
do sus progresivas aportaciones y diferencias, constituye el objetivo central
de este artículo.
PALABRAS CLAVE: movimientos sociales, acción colectiva, movilización
de recursos, estructura de oportunidades políticas, identidad colectiva.

* Doctor en Investigación en Ciencias Sociales de FLACSO. Profesor-investigador del Departamento de


Comunicación en la Universidad Iberoamericana.

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De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

ABSTRACT importantes teóricos de los movimientos so-


ciales, enmarcados en las perspectivas de
This article is a critical reconstruction of the la EOP y los NMS. Dos razones nos llevan a
analytical itinerary of important theorists on su selección; en primer lugar, porque su
social movements framed within the theore- contemporaneidad permitirá contextualizar
tical perspective of the Structure of Political teórica y analíticamente fenómenos colecti-
Opportunity (known as EOP by its initials in vos insertos en las sociedades complejas
Spanish) and the New Social Movements contemporáneas. En segundo lugar, por
(known as NMS). Although theorists such as considerar que ambas perspectivas teóricas,
Eisinger, McAdam, Tilly and Tarrow do not a pesar de su diferente configuración geo-
leave out the premise of the Resource Mobili- gráfica, constituyen momentos importantes
zation Theory, which emphasizes the de desarrollo e integración, en la ya larga
interaction between the availability of resources, reflexión sobre los fundamentos de la ac-
the preexisting organization of preferential ción colectiva.
structures, and the corporate attempts to find Precisamente, hemos seleccionado, den-
preferential demands as the foundations of tro de la perspectiva EOP, los aportes teóri-
social movements, under the first perspective cos de autores como Eisinger, McAdam,
they exceed this merely instrumental/organiza- Tilly y Tarrow, puesto que nos permitirán
tional frame in their analysis by introducing, ilustrar la singularidad de dicho enfoque
in addition to structural and institutional va- respecto a los clásicos, así como las contri-
riables, the cultural-psychological dimension buciones de autores contemporáneos de la
of these movements. However, it is Alberto perspectiva MR, la cual señala que el funda-
Melucci the one who develops an intermediate mento de los movimientos sociales es la
level, by means of which individuals assess interacción entre disponibilidad de recursos,
and recognize what they have in common and, la organización preexistente de estructuras
as such, they decide to act together, preferenciales y los intentos empresariales
emphasizing the question of “how a collective de encontrar demandas de preferencias.
actor is formed.” The reconstruction of this Sin embargo, a pesar de que la perspec-
analytical evolution and the emphasis on its tiva teórica de EOP parte del mismo enfo-
progressive contributions are the core objectives que racional-instrumental de la acción co-
of this article. lectiva de Olson, y muchos de sus teóricos
KEY WORDS: social movements, collective provenían de la MR, percibimos que en los
action, resource mobilization, structure of autores seleccionados existe una evolución
political opportunity, collective identity. dinámica de los referentes fundamentales
de los movimientos sociales. En otras pala-
bras, su perspectiva de análisis rebasa el
INTRODUCCIÓN marco meramente instrumental-organiza-
cional típico de la MR e introduce variables no
El objetivo del siguiente trabajo es recons- solo estructurales e institucionales (por ejem-
truir críticamente el itinerario analítico de plo: Estado, sistema de partido), sino agrega,

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–no sin cierta reticencia– la dimensión cul- personalidad o el cambio cultural, sin el
tural-psicológica de estos movimientos. La ánimo de prolongar su análisis. Este limita-
constante que siguen es la reducción de los do tratamiento de los vínculos entre micro y
movimientos sociales a formas de acción macro procesos será un problema a supe-
colectiva vinculadas al contexto y a las insti- rar en el futuro.
tuciones políticas, descuidando “la dimen-
sión soterrada e invisible de los movimientos
sociales, donde la acción colectiva toma for- LA ESTRUCTURA DE
ma antes de expresarse como acción políti- OPORTUNIDADES POLÍTICAS:
ca” (Melucci, 1995, en Tavera, 2000: 454). LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Seleccionamos a Alberto Melucci como Y LA INSTITUCIONALIDAD POLÍTICA
el representante de la teoría de los Nuevos
Movimientos Sociales, en primer lugar, por La teoría de EOP parte del planteamiento cen-
ser un autor europeo cuyo desarrollo teóri- tral (apropiado por el modelo de proceso po-
co fundamenta epistemológica y conceptual- lítico de los movimientos sociales), de que el
mente las nuevas formas de movimientos tiempo-oportunidad y el destino de los movi-
sociales, y en segundo lugar por el desarro- mientos es ampliamente dependiente de las
llo conceptual que realiza, centrado funda- oportunidades de los grupos insurgentes
mentalmente en el nivel intermedio donde para cambiar la estructura institucional y la
se relacionan los procesos en los cuales los disposición ideológica del poder hacia ellos
individuos evalúan y reconocen lo que tie- (McAdam, 1985: 37), y aunque se ha reco-
nen en común y deciden actuar conjunta- nocido su importancia para el avance de las
mente (Melucci, 1999: 61); como demos- teorías sociológicas de los movimientos so-
traremos, esta lógica lo conduce a desarrollar ciales,1 es primordial recordar con McAdam
la idea de identidad colectiva como una defi- que la utilización del concepto en muy dife-
nición negociada en la constitución interna rentes formas puede derivar un uso dismi-
del actor y su ámbito de acción. nuido en cualquiera de ellas, lo que limita
Es decir, los movimientos sociales son sis- su relevancia analítica2 (1985: 15).
temas de acción que operan en un campo El trabajo de P. Eisinger es considerado
de posibilidades y límites, siendo su funda- pionero en el desarrollo de la perspectiva
mento el nexo concreto entre orientaciones teórica de la EOP. Además es ilustrativo de la
y oportunidades/constricciones sistémicas marcada dependencia que para estos auto-
(Melucci, 1999: 46). Como se apreciará, a res tiene la acción colectiva y los movimien-
pesar de conservar la dimensión de oportu- tos sociales del ambiente político, variable
nidad, característica de la teoría de EOP, desarrollada en su clásica investigación so-
retomará la preocupación de Jenkins (1983) bre las conductas de protestas en las ciuda-
acerca de lo que expone la teoría de MR so- des americanas, refiriendo esencialmente a
bre actores colectivos que luchan por el po- aspectos de la estructura política formal, el
der en un contexto institucional, con el ob- clima de responsabilidad gubernamental, la
jetivo de conocer la transformación de estructura, la estabilidad social, entre otros.

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identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

Estas variables del ambiente político están La conclusión que aporta su trabajo es de-
relacionadas unas con otras, conformando mostrar, a partir de estudios empíricos, que
un contexto en el cual las políticas tienen el modelo curvilineal3 es mejor para expli-
lugar, lo que permite concebirlas como com- car las características de las protestas, dado
ponentes de una estructura de oportunida- que éstas fructifican en sistemas caracteri-
des políticas que vincula el contexto y los zados por una paradoja: mientras que apa-
patrones de conducta política (1973: 12). recen como reacción ante aspectos del sis-
Por tanto, los elementos del contexto polí- tema que permanecen cerrados, sólo tienen
tico pueden constreñir la actividad política o lugar de manera persistente en sistemas
habilitar caminos para ella, siendo la forma donde algunas características son más abier-
en que los individuos y grupos actúan en el tas; por ejemplo, la participación en progra-
sistema político no una simple función de los mas de planificación urbana y provisión de
recursos que ellos tienen o de los recursos o vivienda y la integración a la policía de mi-
barreras de acceso al sistema político, sino norías étnicas. Concluye además, que en ge-
que existen vinculaciones o interacciones en- neral las protestas no están acompañadas
tre el ambiente (entendido como estructura de violencia, más bien son formas de hacer
de oportunidades políticas) y la conducta po- escuchar las demandas por parte de las au-
lítica. Eisinger enfatiza el vínculo acción co- toridades, por lo que la apertura del siste-
lectiva-conducta política, y con ello, reduce ma político y las respuestas a las demandas
la acción colectiva a la acción de grupos e conducen a mayor protesta, rechazando la
individuos excluidos del sistema político a hipótesis que asociaba protestas con carac-
partir de la definición central de ambiente terísticas estructurales cerradas (Eisinger,
político. A partir de estos elementos, el au- 1973: 26). Como se aprecia, este estudio,
tor reconoce que la estructura de oportuni- que tanta influencia ejerció en el desarrollo
dades políticas está relacionada con la inci- de la perspectiva de OP, enfatiza la dimen-
dencia de manifestaciones sociales como la sión colectiva y disruptiva de la acción so-
protesta, que se distingue conceptual y em- cial, relacionando las variables ambiente
píricamente de la violencia social como: político (estructura de oportunidades políti-
cas) y protesta; donde se reconoce que las
…una manifestación colectiva, en general, características que inciden en el aumento
disruptiva, cuyo objetivo es otorgar a la gen- de éstas son muchas y complejas, y la es-
te relativamente privada de poder, capacidad tructura de oportunidades políticas (como
de negociación e influencia en el proceso conjunto de indicadores) sólo explica una
político, y cuyas características principales
pequeña parte (Eisinger, 1973: 25).
serán: una acción colectiva realizada por los
mismos interesados en el asunto en cuestión,
Para nuestro estudio, también se ha selec-
no a través de representantes; supone un cál- cionado a McAdam, cuya investigación sobre
culo de costos-beneficios de la acción; y es proceso político e insurgencia negra, desde
una acción que supone implícitamente la nuestro punto de vista, constituye un avance
amenaza de violencia (en la acción violenta sustantivo en el análisis de los fundamentos
ésta se explícita) (Eisinger; 1973: 13). de la acción colectiva y los movimientos

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sociales, pues al radicalizar el énfasis en las secuencia los procesos de insurgencia tien-
variables políticas y su categoría proceso den a ser más acumulativos, con naturaleza
político, desarrolla dos ideas centrales: pri- menos dramática de lo que son identifica-
mero, en contraste con diversas formu- dos por el modelo clásico. Reconoce que los
laciones clásicas, un movimiento social será cambios favorecen la estructura de oportu-
antes que nada político más que un fenóme- nidades políticas, pues incrementan la posi-
no psicológico; y en segundo lugar, el movi- bilidad de éxito de la acción insurgente, dis-
miento representa un proceso continuo que tinguiendo dos efectos: a) muchos cambios
va de la generación al declive, más que pe- benefician la protesta social, pero reducen
queñas porciones de series en desarrollo el poder de discrepancia entre el grupo in-
(McAdam, 1985: 36). surgente y sus oponentes; b) el beneficio de
Cuando este autor reflexiona sobre los la posición del contrato para la población
factores básicos que inciden en la insurgen- agraviada incrementa significativamente el
cia, aporta elementos más elaborados para costo de represión de la acción insurgente.
el posterior desarrollo de la teoría de los Nivel de organización de la población
movimientos sociales, incluso desde la pers- agraviada: es importante destacar que a di-
pectiva europea de los Nuevos Movimientos ferencia de la perspectiva de la MR, que con-
Sociales. Al proponer los siguientes facto- sidera pasivas y carente de recursos a las
res, considero que rebasa el enfoque mera- comunidades agraviadas, el modelo del Pro-
mente organizacional y de oportunidades, e ceso Político considera que son los recursos
introduce la dimensión cultural, el papel de de estas comunidades los que hacen posi-
los incentivos solidarios y el importante con- ble que los grupos insurgentes exploten las
cepto de liberación cognitiva. Procedamos “oportunidades”. Así, para generar un mo-
a explicarlos. vimiento social, la población agraviada
Estructura de oportunidades políticas: el debe tener la posibilidad de transformar
modelo de proceso político, a diferencia de una estructura de oportunidades políticas
los modelos clásicos que veían eventos como favorables en una campaña de protesta
guerras, procesos de industrialización, social (McAdam, 1985: 44). La condición
realineamientos de la política internacional, de posibilidad de esa conversión está dada
prolongación del desempleo y amplios cam- por la amplitud de organización de la co-
bios demográficos, como producto de pro- munidad agraviada.
testas masivas, estará basado en la idea de Podemos reconocer la influencia de la
que el proceso social, así como la industria- variable organizacional, típica de la perspec-
lización promueven la insurgencia sólo indi- tiva de MR, relacionada con cuatro factores:
rectamente a través de una reestructuración 1) miembros: ésta constituye una variable
de las relaciones de poder existentes. Esta importante, pues reconoce el papel de los
perspectiva aquí avanzada se basa en la antecedentes individuales o variables psico-
noción de que la insurgencia se forma a par- lógicas donde se integran y organizan per-
tir del proceso social que usualmente opera sonas de una comunidad minoritaria que
por un largo periodo de tiempo; como con- pueden ser movilizados en actividades de

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protesta, lo cual facilitará el contacto y pro- nocen la importancia de esta variable en las
moverá el reclutamiento de sus miembros; dimensiones subjetivas de la legitimidad
2) la estructura de incentivos solidarios es política, así como la capacidad de percibir
una variable primordial, pues consiste en un injusticia e ineficacia como incentivo de cons-
gran número de beneficios interpersonales trucción de fuertes vínculos interpersonales
que proveen la fuerza que motiva la partici- para propiciar el cambio. Por esto, McAdam
pación en estos grupos, reconociendo que concluye que “los movimientos emergentes
esta estructura sólida garantiza la organiza- implican una transformación en la concien-
ción y participación solidaria de los miem- cia de un segmento significativo de la po-
bros; 3) las redes de comunicación: la orga- blación agraviada” (1985: 55). Considero
nización establecida de la población que la variable liberación cognitiva es un
agraviada también constituye una red de interesante antecedente para lo que poste-
comunicación o infraestructura, que amplía, riormente otros autores reconocerán como
agiliza y extiende el movimiento, reconocien- identidad colectiva.
do la dinámica comunicativa que subyace Por último, es importante destacar su
en los procesos organizacionales y el papel percepción de los riesgos sobre el uso del
tan importante que juegan en la moviliza- concepto de oportunidades políticas y sus
ción de la acción colectiva; 4) líderes: son interesantes propuestas de tres fuentes cla-
fundamentales en la integración al movimien- ve de variación en el uso del término. Pri-
to, pues “la estructura de oportunidades y el meramente, la necesidad de diferenciar
descontento extendido para transformarse en oportunidades políticas de otras condiciones
un movimiento social requieren dirección y de facilitación, pues reconoce –y esto es muy
coordinación” (McAdam, 1985: 47). importante– que si bien todas las oportuni-
Liberación cognitiva: se refiere a la eva- dades políticas inciden en el surgimiento y
luación colectiva de las posibilidades de éxito desarrollo de los movimientos sociales, no
de la insurgencia por parte de la misma po- todas las condiciones de facilitación son opor-
blación, implicando una transformación tan- tunidades políticas (McAdam, 1985: 58).4
to en la conciencia como en el comporta- Otro elemento esencial es el reconocimien-
miento. Los cambios en la conciencia tienen to de cuatro tipos generales en los que la
al menos tres aspectos distintos. Primero, el expansión de las “oportunidades culturales”
sistema o aquellos aspectos del sistema que podría incrementar la probabilidad de acti-
la gente experimenta y percibe que pierden vidad de los movimientos, pero explicitando
legitimidad; segundo, la gente comienza a también una importante distinción analítica:
exigir derechos que impliquen demandas los tipos de cambios estructurales y modifi-
para el cambio; y tercero, el nuevo sentido caciones en el poder son concebibles como
de eficacia, donde la gente que ordinaria- oportunidades políticas y no deben ser
mente considera ineficaz al sistema cree que confundidos con los procesos colectivos por
tiene más capacidad para llevar a cabo sus los cuales esos cambios son interpretados
demandas por ellos mismos (Piven y Cloward y enmarcados. Ambos aspectos están
en McAdam, 1985: 54). Los autores reco- estrechamente relacionados, pero no son lo

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mismo (McAdam, 1985: 60). Evidentemen- decir, “las oportunidades abren el camino
te, el autor reconoce la dimensión cultural para la acción política, pero los movimien-
de los movimientos sociales, formulando tos, a su vez crean oportunidades” (Gamson
cierto proceso de construcción de una iden- y Meyer en McAdam, 1985: 58).
tidad por parte del actor, aunque no exami- Como podemos observar, en Eisinger y
na esta variable. Por ello Melucci reconoce McAdam predomina la perspectiva políti-
que los modelos basados en expectativas pre- ca al explicar los movimientos sociales; es
suponen una teoría de la identidad que dé decir, los actores y el proceso de confor-
fundamento a sus enunciados (1996: 66). mación de demandas reivindicativas y su
En segundo lugar, el autor propone, con expresión colectiva estarán centrados fun-
base en la integración de cuatro enfoques, damentalmente en las dimensiones del am-
una lista de cuatro dimensiones del concep- biente político, esto es, las instituciones for-
to de oportunidades políticas: a) apertura o males e informales de las relaciones políticas,
cierre relativo del sistema político así como del proceso político, el cual inclui-
institucionalizado; b) estabilidad o inestabi- rá, junto con variables organizacionales,
lidad de un amplio conjunto de alinea- ciertos referentes de construcción de senti-
mientos de la élite; c) presencia o ausencia do colectivo que permiten concretar la or-
de aliados en la élite, y d) capacidad y pro- ganización de los agraviados alrededor de
pensión del Estado para la represión. En intereses comunes.
consecuencia, la primera dimensión enfatiza En este sentido, el concepto liberación
la importancia atribuida a la estructura le- cognitiva y estructura de incentivos solida-
gal e institucional del sistema político, en rios de McAdam constituye un sustantivo
tanto que las dimensiones segunda y terce- avance, sin llegar, como reconoce Melucci,
ra hablan de la significación dada por los a explicar el por qué de los movimientos co-
autores a la estructura informal de las rela- lectivos. Las dimensiones planteadas por
ciones de poder característica del sistema. McAdam al concepto de oportunidades po-
El énfasis de McAdam por distinguir entre líticas, referidas a factores institucionales de
el conjunto permanente de las alianzas y en- la política (sistema político institucionalizado,
tre la élite que tiende a estructurar el siste- Estado, élite, represión) y exteriorizadas en
ma político todo el tiempo de la más efíme- protestas sociales, reduce la riqueza de los
ra presencia o ausencia de aliados en la procesos contemporáneos de construcción de
misma, es lo que lo diferencia de otros auto- la acción colectiva, rebasando los marcos de
res (Brockett, Kriesi, Rucht, Tarrow). En la interacción política. Al respecto, coincidimos
única dimensión que hay consenso, y que con Cohen al afirmar que la racionalidad
McAdam incorpora a su lista, es la represión instrumental se transforma en la camisa
estatal. Por último, reconoce la importancia de fuerza de este enfoque (Tarrés, 1992:
de la relación entre los ciclos de protesta y 746). Además, como bien reconoce Tarrés,
las oportunidades políticas, el contexto in- esta perspectiva teórica lleva implícita la
ternacional y la estructura de oportunida- referencia a sociedades que poseen siste-
des políticas como variable dependiente, es mas económicos y políticos-institucionales

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relativamente abiertos, donde no es la ads- a un grupo, sino una forma compleja de ac-
cripción o la capacidad de reproducción lo ción5 que consiste en interacciones intermi-
que define la identidad de los actores, sino tentes entre quienes desafían, los que
la competencia económica y la ciudadanía detentan el poder, los públicos y, frecuente-
política, de ahí sus limitaciones para expli- mente, entre muchos otros actores, tales
car procesos de movilización colectiva en como rivales, enemigos, fuerzas represivas,
América Latina, pues los sectores sociales reporteros y oportunistas (1995: 17), lo que
no han logrado una ciudadanía plena que no significa que carezcan de historias cohe-
garantice la participación en el conflicto en rentes. Por lo tanto, en su forma más gene-
igualdad de condiciones mediante canales ral, Tilly define a un movimiento social como
legítimos (Tarrés, 1992: 748). “un reto público ininterrumpido, librado
Dentro de esta misma vertiente teórica, contra los que detentan el poder a nombre de
llama la atención la riqueza y profundidad una población desfavorecida que vive bajo
del enfoque histórico de los movimientos so- la jurisdicción de aquellas personas que
ciales desarrollado por Charles Tilly al pre- detentan el poder” (1995:18), personificando
guntarse ¿bajo qué condiciones los sectores así la interacción contenciosa e implicando
populares plantean sus reivindicaciones? la formulación de reclamaciones mutuas
Está de acuerdo con que las recientes in- entre quienes retan y quienes ostentan el
vestigaciones acerca de la acción colectiva poder. Aunado a lo anterior, las reclama-
han abandonado la obsoleta visión del “com- ciones involucran comúnmente a terceros a
portamiento colectivo” como un dominio se- otras personas que detentan el poder: fuer-
parado, fundamentalmente apolítico, produ- zas represivas, rivales, aliados, ciudadanos
cido por la disolución de los controles en general.
sociales convencionales y caracterizado por En su forma particular, el movimiento
actuaciones calificadas como irracionales; de social es “un reto ininterrumpido contra los
esta manera, reconoce como tesis de análi- que detentan el poder estatal establecido, a
sis que el planteamiento de las reivindica- nombre de una población desfavorecida que
ciones es eminentemente un proceso políti- vive bajo la jurisdicción de estas personas,
co basado en la defensa articulada de mediante exhibiciones públicas repetidas de
determinados intereses por parte de una magnitud, determinación, unidad y mérito
población que cuenta con una relativa orga- de esa población” (Tilly, 1995: 18). Como
nización (1993:71-98). función de múltiplo, los cuatro elementos
Los movimiento sociales, vistos como for- anteriores determinan el grado de atención
mas distintivas y específicas de acción so- pública que despertará el movimiento y ad-
cial en una perspectiva larga de la historia quirirán sus propias formas de evidencia: la
política, son “unos recién llegados” de du- magnitud por el número de participantes en
dosa coherencia, lo cual hace difícil la ge- las manifestaciones o de firmantes de los plie-
neralización (Tilly, 1995: 18-19). Tilly asu- gos petitorios; la determinación por la dispo-
me que el movimiento social no es un grupo sición de los partidarios a sacrificarse o a lu-
o un cuasi grupo, ni un compuesto parecido char por la causa; la unidad por compartir

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símbolos y consignas; y el mérito por el de- la capacidad de la guerra, los distintos tipos
coro y por las historias de sufrimiento. de organizaciones que la inician y las diver-
Tres poblaciones relevantes interactúan sas poblaciones que corrieron con los costes
en grados variables en el movimiento y de- de la misma en la definición de los rasgos
terminan su propia lógica: los que detentan esenciales de los estados, los cuales movi-
el poder, los activistas y una población dos por la reorganización militar general-
desfavorecida. La tarea de los activistas de mente experimentaron las grandes transfor-
los movimientos sociales reside en constituir- maciones que dieron lugar a las instituciones
se como interlocutores válidos de la pobla- de la política moderna.6 Desde esta pers-
ción desfavorecida, en maximizar la eviden- pectiva, el desarrollo de las fuerzas arma-
cia de su magnitud, determinación y unidad, das, es decir, la institucionalización de la
para luego demostrar el mérito conjunto de coerción, será para Tilly un incentivo fun-
los activistas y de la población desfavorecida. damental en la configuración de los Esta-
En la medida en que los detentadores de dos y las instituciones políticas, así de la cons-
poder no quieren o no pueden conceder las trucción de los actores y sus referentes
reclamaciones en cuestión, se esfuerzan para constitutivos.7
reprimir la acción de los movimientos, para El desarrollo de los ejércitos permanen-
desmovilizar a sus activistas y para despres- tes generó un proceso de definición de fronte-
tigiar la evidencia. Esto explica las frecuen- ras y de mayores controles sobre la población,
tes discordias públicas con respecto a la los recursos y las actividades (impuestos, ex-
magnitud de las manifestaciones y a la propiaciones, regulaciones, sistemas de po-
representatividad de los líderes de los mo- licía y vigilancia), extendiéndose el control
vimientos, así como los intentos repetidos por central a la propiedad, la producción y la
parte de los activistas para presentarse como actividad política. Igualmente se iba desa-
un grupo solidario, con una experiencia com- rrollando de manera sobresaliente un con-
partida desde hace mucho tiempo y con una trol cultural,8 a partir de la construcción de
memoria colectiva poderosa. Además, de ahí redes de comunicación e invención de sím-
también el esfuerzo frenético entre bolos nacionales, la creación de sistemas
bambalinas para forjar coaliciones, inven- nacionales de educación, imposición de idio-
tar nombres de grupos, componer discre- mas y otros medios para dar a conocer la
pancias, formular demandas y quejas, a más producción cultural propia o heredada (Tilly,
de planear las estrategias y los símbolos. 1993: 82). Todo el proceso anteriormente
En consecuencia, para Tilly la ilusión del descrito condujo al impulso de los estados
movimiento social como grupo, surge a par- nacionales y de obligaciones de éstos con
tir del mismo esfuerzo que realizan los acti- los ciudadanos, y a los ciudadanos con los
vistas para presentarlo como numeroso, de- estados, es decir, se desarrolló abrupta-
terminado, unitario y meritorio. Por otro mente la ciudadanía política9 y los estados
lado, llama la atención que en el análisis de consolidados, o bien el nacionalismo.
Cambio Social y Revoluciones en Europa de En este contexto histórico, el autor sitúa
1492-1992, el autor conceda importancia a su análisis de los conflictos y las revoluciones

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europeas, centrándose en planteamientos Apreciamos cómo el autor reduce la inci-


reivindicativos caracterizados por: a) dencia, el carácter, la base social y las conse-
conflictividad, que implican amenazas a los cuencias de los planteamientos reivindicativos
intereses de la otra parte; b) colectivos, cuan- colectivos a las trayectorias y combinaciones
do los individuos aúnan sus reivindicacio- diferentes en la transformación del Estado
nes; y c) cuando están planteadas por o en y el capitalismo, quienes actuaron conjunta-
nombre de sectores de población relativa- mente para alterar los repertorios vigentes
mente desposeídos de poder, reconociendo de planteamientos reivindicativos, la natura-
que los sectores populares plantean reivin- leza de las reclamaciones que se venían rea-
dicaciones colectivas cuando tienen intere- lizando, así como los objetivos de las mismas.
ses en común, organización compartida, re- A pesar de la riqueza histórica del análi-
cursos que movilizar y cierta seguridad sis de Tilly, las causas del movimiento social
frente a la represión, al tiempo que perci- nacional, centrado en la interacción entre
ben una oportunidad o una amenaza con los presuntos portavoces del grupo agravia-
respecto a sus intereses comunes. do y los representantes del poder que cues-
Agregado a lo anterior, para que las rei- tionan en acciones paralelas a las campañas
vindicaciones tengan un mayor poder de electorales, nos recuerda el enfoque de opor-
presión debe existir la capacidad de los sec- tunidades políticas de Eisinger y McAdam,
tores para definir una acción colectiva y una centrado en la protesta y la insurgencia ne-
organización interna que la refuerce cuan- gra en las ciudades norteamericanas, don-
do compartan los mismos agravios contra de la acción colectiva queda reducida a una
enemigos o rivales bien definidos (Tilly, expresión de intereses políticos, y por tanto,
1993: 86). La posibilidad de sostener un con una marcada tendencia a incidir en las
planteamiento reivindicativo, lejos de ser instituciones políticas del sistema.10 Sin em-
especialidad de gente desorganizada o de bargo, en Tilly hay un reconocimiento de
grupos desarraigados, sólo aparece si se que los movimientos sociales nacionales ga-
cuenta con una organización relativamente nan efectividad en la medida que se conec-
densa, con interacción grupal y que haya tan a afirmaciones de identidad (como el
un vínculo entre los que plantean la reivindi- mantenimiento de distintas lenguas y prác-
cación y el objeto de la misma. Sin embargo, ticas religiosas), exigencias encubiertas
los cambios estructurales que crearon el con- (como la pretensión de no entender la len-
texto en el cual ocurrieron, como la urbani- gua oficial) y reivindicaciones explícitas y
zación acelerada después de 1800; el asal- programáticas sobre actores locales y na-
to del capitalismo mercantil al industrial, con cionales (como en la reclamación de publi-
la consiguiente rápida proletarización de la cación de textos y la exigencia de utilizar,
fuerza de trabajo tanto rural como urbana; para asuntos oficiales, la lengua de los agra-
el vasto crecimiento de la población; migra- viados) (1993: 89-90).
ciones masivas, etc., explican los procesos Desde estos señalamientos, resulta muy
más importantes de transformación de los interesante cómo el autor, al delimitar las
Estados y el desarrollo del capitalismo. posturas frente a los movimientos sociales

196
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

contemporáneos, reconoce que en muchos de Tarrow, quien comparte la tesis de Tilly al


los movimientos de la década del 60 los argumentar que las expresiones de acción
temas comunitarios se mezclaron con los colectiva no pueden atribuirse al nivel de
revolucionarios, al seguir organizando ma- necesidad de la gente ni a la desorganiza-
nifestaciones, mítines, huelgas, así como ción de sus sociedades, siendo condiciones
otros medios conocidos de lucha del viejo más constantes que los movimientos que
repertorio del movimiento social, y además, supuestamente generan. Lo que varía con
continuaron tratando con los mismos el tiempo y el lugar serán las oportunidades
detentadores del poder, por lo que el ritmo políticas, mientras que los movimientos so-
y la innovación no ha cambiado fundamen- ciales estarán más íntimamente relaciona-
talmente (1993: 90). Así, podemos encon- dos con los incentivos que éstas ofrecen para
trar en la perspectiva analítica de Tilly la acción colectiva que con las estructuras
(1978) el desarrollo de dos modelos teóri- sociales o económicas subyacentes (Tarrow,
cos: el polity model y el modelo de moviliza- 1997: 148). Partiendo de las premisas esen-
ción. En el primero reconoce cuatro elemen- ciales de la teoría de EOP, el autor incorpo-
tos centrales: gobierno, contendiente, polity ra elementos importantes en la explicación
y coalición para describir el comportamiento no sólo del cómo se desarrollan los movi-
de varios combatientes en interacción. El se- mientos sociales –referidos fundamental–
gundo describirá el comportamiento de un mente al papel de la interacción de los acto-
solo contendiente a partir de cinco caracte- res en la construcción del sentido colectivo
rísticas: intereses, organización, movilización, de la acción social-, sino del cuándo se de-
acción colectiva y oportunidad, suponiendo sarrollarán éstas acciones. Además, elabo-
que hay cuatro determinantes fuertes para la ra un enfoque muy dinámico de los movi-
movilización: organización, los intereses, la mientos, al reconocer que la estructura de
represión y oportunidad. Además, señala que oportunidades no sólo se aplica a la forma-
para la acción colectiva los determinantes ción de movimientos, sino que los movimien-
serían la movilización, la oportunidad y el tos crean oportunidades para sí mismos o
poder. La perspectiva analítica de Tilly pri- para otros (1997: 148).
vilegia en sus dos modelos teóricos las varia- La categoría central de su análisis es la
bles relacionadas con la estructura estructura de oportunidades políticas, la cual
institucional de la política. Su premisa de aná- define como las dimensiones congruentes
lisis parte de reconocer que los factores polí- –aunque no necesariamente formales o per-
ticos y organizativos juegan un papel esen- manentes– del entorno político que ofrecen
cial en la movilización de la acción colectiva, incentivos para que la gente participe en ac-
por lo que, al estimar constantes el ritmo y la ciones colectivas al afectar sus expectativas
innovación de los movimientos sociales, no de éxito o fracaso; sus cambios más desta-
desarrolla el cómo se construye la interacción, cados estarán referidos a cuatro aspectos:
y por tanto, el sentido colectivo de la acción. la apertura del acceso a la participación, los
Por último, dentro de la perspectiva EOP, cambios en los alineamientos de los gobier-
resulta imprescindible el enfoque de Sydney nos, la disponibilidad de aliados influyentes

197
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

y las divisiones entre las élites y en el seno inducir a las élites a competir en busca de
de las mismas (Tarrow, 1997: 156). Tarrow, apoyo fuera del estamento político. El movi-
al igual que los autores anteriores, vincula miento americano por los derechos civiles
la acción colectiva a cambios en las institu- es un claro ejemplo. El tercer aspecto refie-
ciones formales e informales de la política, re a los aliados influyentes, los cuales pue-
aunque en su perspectiva incorpora la di- den incentivar a los agraviados a la acción
mensión simbólica de estos movimientos. colectiva cuando actúan como amigos en los
El primer aspecto que explica el cambio tribunales, como garantes contra la repre-
en la estructura de oportunidades políticas sión o negociadores aceptables. Esto tam-
está referido al incremento del acceso a la bién se muestra en la experiencia
participación política, y es resumido en la inte- democratizadora de Europa del Este, don-
rrogante siguiente: ¿son más proclives a em- de la Iglesia Católica en Polonia y el protes-
prender acciones colectivas las personas que tantismo en Alemania del Este contribuye-
disfrutan de todos los derechos políticos? ron a incubar la resistencia y a proteger a
Al respecto, Tarrow retoma la conclusión los activistas de las represalias estatales.
de Eisinger asumiendo que la protesta es Por último, las elites divididas pueden no
especialmente probable en sistemas carac- sólo incentivar a los grupos pobres en re-
terizados por una mezcla de factores abier- cursos a aventurarse a la acción colectiva,
tos y cerrados. El ejemplo clave es el desa- sino a segmentos de la propia élite que no
rrollo de movimientos sociales en la ex-URSS se encuentran en el poder a asignarse el rol
y Europa del Este en 1989, ya que la de defensores del pueblo. De esta manera,
Perestroika y la Glasnost de Gorbachov el anuncio realizado por Gorbachov sobre
abrió nuevas oportunidades para la acción la no intervención del Ejercito Rojo en los
política de grupos anteriormente excluidos países aliados comunistas en el Este, gene-
de ésta, y cómo el acceso a la red trans- ró divisiones en las élites de estos países que
nacional de información creada por el Tra- facilitaron la posterior movilización popular.
tado de Helsinki ayudó a los disidentes del De acuerdo con el modelo de Tarrow,
Este de Europa a seguir la pista a las accio- estas variables nos darán los aspectos diná-
nes de los grupos de vigilancia del tratado en micos o inestables del cambio en la estruc-
la década de los 80. tura de oportunidades políticas; sin embar-
Un segundo aspecto que incentiva las go, también reconoce cómo la estructura del
oportunidades políticas se encuentra en los Estado y las formas de represión y control
alineamientos políticos inestables, presentes desarrolladas por éstos constituyen útiles di-
en las democracias liberales por la inestabi- mensiones para predecir si los movimientos
lidad electoral, pues la cambiante fortuna encontrarán oportunidades y dónde, para
de los partidos del gobierno y la oposición, emprender acciones colectivas. Es importante
especialmente cuando se basan en nuevas resaltar que el autor acepta que la relación
coaliciones, crean incertidumbre entre los Estado-movimiento social es una relación
seguidores, animan a los desafectos a in- multidimensional,11 pues los estados en-
tentar ejercer un poder marginal y pueden frentan de distinta manera a los opositores

198
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

fuertes que a los débiles, mostrando un ros- den “procesar” los elementos más
tro diferente según los sectores, y su fuerza desafiantes eliminándolos de la política, y
varía en el tiempo y en función de la unidad por otro, pueden ser abiertamente represi-
y fuerza de las élites. Al respecto, la estruc- vos contra aquellos que amenacen sus pre-
tura de partidos para el desarrollo de los ceptos subyacentes. Otra característica de
movimientos adquiere relevancia, pues un la relación Estado-movimiento social en este
partido fuerte y monolítico será menos pro- tipo de regímenes es la tendencia de los mo-
penso a absorber las demandas de nuevos vimientos a convertirse en partido político,
actores sociales, mientras que en un siste- dada la facilidad para organizar la opinión
ma de partidos más débil y descentralizado y encontrar canales legítimos de represen-
penetran más fácilmente los intereses de los tación, por lo que muchos de ellos se con-
grupos activos (Tarrow, 1997: 166-173); sin centrarán en las elecciones. Los elementos
embargo, la diferencia comparativa más im- anteriores llaman la atención sobre cómo la
portante será la represión. legitimación e institucionalización de la acti-
Asumiendo la definición de Tilly (1978) vidad colectiva es un medio muy eficaz de
la represión es “cualquier acción por parte control social.
de un grupo que eleva el coste de acción Cuando Tarrow afirma que una de las ca-
colectiva del contendiente y que al reducir- racterísticas más notables de la acción co-
lo es una forma de facilitación”, Tarrow de- lectiva es que expande las oportunidades
muestra cómo la centralización del poder para los demás, retoma otro concepto de
en estados represivos, si bien aplasta la re- Tilly, al plantear que los grupos disidentes
sistencia en casi todas las circunstancias, aumentarán sus oportunidades, ampliando
ofrece a los disidentes un campo unificado el repertorio13 de acción colectiva a nuevas
y un objetivo centralizado al que atacar una formas (1997: 174). Los elementos estables
vez debilitado el sistema (ahí descansa una como la fuerza o debilidad del Estado, la
de las razones fundamentales de la rápida estructura del sistema de partidos y las for-
caída del campo socialista), pues donde el mas de represión o facilitación estructuran
poder está más centralizado y las condicio- las estrategias que escogen los movimien-
nes son homogéneas, una vez que se abren tos. Pero los movimientos surgen como re-
las oportunidades –como ocurrió con las re- sultado de la aparición o expansión de las
formas de Gorbachov– resultará más fácil oportunidades, poniendo de relieve la vul-
crear y organizar un movimiento social, pues nerabilidad del Estado a la acción colecti-
los débiles tendrán un arma crucial al tener va, abriendo así nuevas oportunidades para
mucho en común (Valerie Bunce en Tarrow, otros sectores, que afectan tanto al sistema
1997: 168).12 de alianza como al de conflicto y donde el
Tarrow señala que los regímenes repre- Estado responde de un modo u otro, produ-
sentativos también pueden dispersar y eli- ciendo nuevas oportunidades.
minar los movimientos de oposición, a pe- A partir de los elementos anteriores, las
sar de la protección constitucional de los características principales de los movimien-
derechos. Por un lado, estos estados pue- tos sociales son para Tarrow: el desafío de

199
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

la autoridad, la capacidad de crear incerti- reprimir. Al respecto concluye que si bien


dumbre y la potenciación de la solidaridad. la violencia es fácil de poner en marcha para
El primer y más básico aspecto de la acción la gente de escasos recursos, su dificultad
colectiva es su capacidad para enfrentar a estriba en que legitima la represión, polari-
sus oponentes o a las élites, pues siempre za a la opinión pública y, en última instan-
los actores colectivos no sólo retarán retóri- cia, depende de un pequeño núcleo de mi-
camente a la autoridad, sino que empren- litantes para los que se ha convertido en la
derán acciones que encarnen ese desafío co- expresión política fundamental. He ahí la
lectivo y amenacen con un coste potencial. explicación de por qué todas las formas de
La incertidumbre tendrá relación con lo in- acción colectiva que se han desarrollado como
determinado de su coste, y como bien reco- plato fuerte del repertorio contemporáneo en
nocerá Tarrow, las manifestaciones no vio- los estados democráticos son no violentas,
lentas serán a menudo más poderosas que oscilando entre la convención y la disrupción.
la violencia en sí, en virtud de que se plan- La acción colectiva convencional presu-
tean sin dar a la policía o a las autoridades pone la existencia de organizadores que se
una excusa para la represión.14 Pero desde coordinan a través de un proceso que, se-
nuestro punto de vista, el rasgo más distinti- gún Tarrow, se asemeja más a los “contra-
vo de la acción colectiva es la capacidad de tos por convención” que a un control
generar solidaridad; por tanto, los organi- organizativo real (1997: 188), requiriendo
zadores de ésta siempre intentarán un acuerdo tácito en las expectativas de los
maximizar el desafío y la incertidumbre de participantes. Aunque estas formas de ac-
las acciones que organizan, explotar la soli- ción comenzaron como ruptura de rutinas
daridad de los participantes y sugerir que ya establecidas, hoy constituyen parte de un
representan solidaridades aún más amplias. repertorio conocido y comprendido por to-
Estos tres rasgos se combinan para dar dos en la cultura política de los estados mo-
lugar a las tres principales formas de acción dernos. Sus principales formas de expresión
colectiva: violenta, convencional y disruptiva. son las huelgas y las manifestaciones.
La acción colectiva violenta es la más difun- A diferencia de las anteriores, la acción
dida en los estudios por ser la más fácil de colectiva disruptiva constituye la expresión
propiciar, y la que más fácilmente podrían concreta del grado de determinación de un
emprender grupos locales aislados y poco movimiento, pues se caracteriza por la ne-
informados (Tarrow, 1997: 185).15 Sin em- cesidad de los manifestantes de hacer visible
bargo, es importante reconocer que el Esta- su existencia y reforzar su solidaridad, obs-
do moderno ha producido un aumento en truyendo las actividades rutinarias de los
la cantidad de acción colectiva concertada, oponentes o las autoridades y representar un
pero ha diluido su grado de violencia, por lo peligro para la ley e implicar un enfrenta-
que aun en Estados represivos los movimien- miento con el Estado al ampliar el círculo del
tos de oposición se han especializado en di- conflicto. El poder de la acción colectiva dis-
señar formas discretas, simbólicas y pacífi- ruptiva radica en su capacidad para desafiar
cas de acción colectiva que son difíciles de a las autoridades, fomentar la solidaridad y

200
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

crear incertidumbre, por lo que “la historia marco interactivo, formación del consenso
de la acción colectiva es la historia de cómo y movilización y oportunidades políticas.
se incorporaron al repertorio convencional Para definir al marco interactivo de la ac-
formas nuevas y disruptivas de acción co- ción colectiva, Tarrow se apoya en el con-
lectiva al ser aprendidas, experimentadas, cepto desarrollado por Snow y Robert
vividas y asimiladas por los oponentes y las Benford: “Esquema interpretativo que sim-
elites” (Tarrow, 1997: 194). plifica y condensa el “mundo de ahí fuera”
Sin embargo, es de llamar la atención el puntuando y codificando selectivamente
análisis de Tarrow sobre el desarrollo de los objetos, situaciones, acontecimientos, expe-
fundamentos simbólicos de la acción colec- riencias y secuencias de acciones dentro del
tiva. Efectivamente, el autor parte de reco- entorno presente o pasado de cada uno”
nocer que una de las principales tareas de (Tarrow, 1997: 214).
las organizaciones del movimiento es encon- Los marcos para la acción colectiva ac-
trar símbolos que resulten lo suficientemen- tuarán entonces como dispositivos de acen-
te conocidos como para movilizar a la gente tuación que “subrayan y adornan la grave-
que lo rodea, pues mantener la integridad dad y la injusticia de una situación social o
del movimiento frente a las exigencias de la redefinen como injusto o inmoral lo que pre-
cultura heredada es la otra cara del proble- viamente era considerado desafortunado,
ma (1997: 209). Esta premisa lo conduce a aunque tal vez tolerable” (Snow y Benford
pensar en la necesidad de conceptualizar el en Tarrow, 1997: 215). Por ello, una tarea
papel del entorno simbólico-cultural en la fundamental de los movimientos sociales es
activación de la acción colectiva y desarro- la de señalar agravios, vincularlos a otras
llar la lógica de la construcción de su signifi- ofensas y construir marcos de significado
cado, reconociendo la importancia de la más amplios que puedan encontrar eco en
interacción social y política para lograrlo. Al la predisposición cultural de una población
respecto, Tarrow retoma la cita de David y transmitir un mensaje uniforme a quienes
Ketzer: “Una visión de la cultura que no ostentan el poder y a otros estamentos. En
tome en cuenta la interacción de nuestro sis- otras palabras, la actividad clave de los mo-
tema simbólico y el mundo físico en el que vimientos sociales consiste en inscribir agra-
transcurre la actividad humana lleva inevi- vios en marcos globales que identifican una
tablemente a una antropología mística” injusticia, atribuir la responsabilidad de la
(Tarrow, 1997: 210). misma a otros y proponer soluciones
Precisamente, este reconocimiento de la (Tarrow, 1997: 215). Esto es lo que el autor
descorporización que encuentra en la lite- denomina “enmarcado”, del cual surge una
ratura politológica sobre el papel de la cul- pregunta: ¿cómo se construye y cómo movi-
tura política en la vida de los pueblos, le liza socialmente?
permite desarrollar su perspectiva concep- Para Tarrow, el proceso de enmarcado
tual sobre la naturaleza interactiva de los no siempre será fácil, claro o indiscutido,
movimientos sociales y sus sociedades. En pues los alimentadores del movimiento no
este sentido, los conceptos desarrollados son se limitan a adaptar marcos de significado a

201
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

partir de símbolos culturales tradicionales, MELUCCI Y LOS NUEVOS MOVIMIENTOS


sino que le darán forma a éstos en la inter- SOCIALES: COMPLEJIDAD SOCIAL,
sección existente entre la cultura de una IDENTIDAD Y ACCIÓN COLECTIVA
población objetivo y sus propios valores y
fines. Por ello, el proceso de enmarcado está En las últimas décadas el surgimiento de
codificado culturalmente, lo que no es en nuevas formas de acción colectiva en las so-
absoluto una reproducción automática de ciedades industriales avanzadas estimuló
textos culturales (1997: 217). una creativa reconceptualización del signifi-
Lo anterior le permite concluir que cuan- cado de los Nuevos Movimientos Sociales,
do la organización de un movimiento esco- quienes han adquirido importancia por el
ge símbolos para enmarcar su mensaje, es- proceso de deslegitimación que atravesaron
tablece un curso estratégico entre su entorno los partidos políticos de Europa al final de
cultural, sus oponentes políticos y los mili- los años 80. Tanto en este continente como
tantes y ciudadanos cuyo apoyo necesita, por en América surgieron movimientos que han
lo que sólo inscribiendo nuestro análisis del desbordado la capacidad explicativa de las
discurso del movimiento en una estructura de teorías clásicas. Movimientos pacifistas, es-
relaciones de poder podremos comprender tudiantiles, de protesta contra la energía
por qué los movimientos emplean determi- nuclear, en defensa de las minorías nacio-
nadas prácticas simbólicas y no otras, y si nalistas, de los derechos de las mujeres, gay,
tienen alguna posibilidad de éxito. Esta con- de los animales, movimientos religiosos, por
clusión, aunque no implica una ruptura con una medicina alternativa, movimiento de la
la perspectiva de oportunidades políticas, si Nueva Era y ecologistas son sólo una mues-
lo sitúa muy cerca de reflexiones más tra de los fenómenos que han suscitado cre-
culturalistas sobre los movimientos sociales. ciente interés entre los investigadores.
La fase posterior es la movilización del En consecuencia, surge una perspectiva
consenso, la cual consiste en intentos deli- teórica en Europa elaborada en sus diferen-
berados de difundir los puntos de vista de tes variantes por autores como Alessandro
un determinado actor social entre los estra- Pizzorno, Alain Touraine, Alberto Melucci,
tos de una población. En este proceso los J. Habermas y C. Offe que tratan de definir
medios de comunicación juegan un papel las transformaciones sociales experimenta-
esencial en las sociedades de nuestros días das en los países capitalistas avanzados, ta-
al atraer la atención de la nación hacia agra- les como la disminución del conflicto bipolar
vios ignorados, contrastar visualmente los de clases, el crecimiento del sector terciario
objetos pacíficos del movimiento con la bru- y la expansión de actividades culturales, de
talidad de los oponentes y ayudar a difun- consumo y de recreación. Estos movimien-
dir dentro del movimiento sus propias acti- tos y la cautelosa participación de obreros y
vidades, reforzando el sentimiento de status comunistas en el movimiento estudiantil de
de sus miembros, lo que los convertirá en mayo de 1968 en Francia, cuestionaron la
un recurso externo imprescindible para los actualidad del modelo marxista dominan-
movimientos sociales. te en la época y señalaron la necesidad de

202
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

elaborar una nueva teoría sobre la acción los factores de movilización tienden a cen-
colectiva (Tavera: 2000). trarse en cuestiones de carácter cultural y
Laraña (1994) reconoce que es impor- simbólico relacionados con problemas de
tante distinguir las nuevas formas de acción identidad, en lugar de las reivindicaciones
colectiva de las anteriores: no hay una rela- económicas que caracterizaron al movimien-
ción clara con los roles estructurales de sus to obrero. Se difumina la relación entre el
seguidores, existiendo una marcada tenden- individuo y el grupo, pues muchos movimien-
cia a que la base social de los nuevos movi- tos contemporáneos se manifiestan y expre-
mientos trascienda la estructura de clase. san a través de acciones individuales en lu-
El origen social de sus participantes tiene gar de hacerlo por medio de grupos
sus raíces frecuentemente en estatus socia- movilizados o en un contexto grupal (por
les bastantes difusos, como la edad, el gé- ejemplo, el movimiento Hippie), carece de
nero, la orientación sexual, o la pertenencia una clara base estructural o de clase, convir-
al sector de profesionales cualificados que tiéndose en fuente de las particulares defini-
no responden a explicaciones estructurales. ciones que cada uno de sus miembros hace
Sus características ideológicas contrastan de sí mismo y su acción consiste en una com-
notablemente con las del movimiento obre- pleja combinación de autoafirmaciones de
ro y con la concepción marxista como ele- identidades individuales y colectivas.
mento unificador y totalizador de la acción A menudo los NMS implican aspectos ínti-
colectiva. Los movimientos sociales se iden- mos de la vida humana: los movimientos gay,
tificaban a partir de las ideologías tradicio- por una medicina alternativa, por una vida
nales más difundidas: conservador o libe- sana, etc. Hacen uso de tácticas de movili-
ral, de izquierda o derecha, capitalista o zación radicales, de resistencia y perturba-
socialista. Los NMS son más difíciles de cla- ción en el funcionamiento de las institucio-
sificar siguiendo estas categorías, pues se ca- nes, que también se diferencian de las
racterizan por el pluralismo de ideas y valo- tradicionalmente practicadas por el movi-
res, suelen tener una orientación pragmática miento obrero. Suelen emplear nuevas pau-
y perseguir reformas institucionales que am- tas de movilización caracterizadas por la no
plíen los sistemas de participación en deci- violencia y la desobediencia civil, que con
siones de interés colectivo. En este sentido, frecuencia representa un desafío a las nor-
los NMS tienen un importante significado polí- mas de comportamiento vigentes a través
tico en las sociedades occidentales: implican de una representación de carácter dramáti-
una “dinámica de democratización” de la co (ocupaciones de edificios, las sentadas,
vida cotidiana y la expansión de las dimen- los teach-ins, encadenamientos en la vía
siones civiles de la sociedad frente al creci- pública), fundadas en la influencia de
miento de aquellas vinculadas al Estado. Gandhi, Thoreau y Koprotkin y que fueron
Con frecuencia, estos movimientos impli- empleadas con éxito en el pasado.
can el desarrollo de nuevos aspectos de la El surgimiento y proliferación de NMS
identidad de sus miembros que antes tenían está relacionado con la crisis de credibili-
escasa importancia. Sus reivindicaciones y dad de los cauces convencionales para la

203
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

participación en la vida pública de las de- damentar su definición metodológica y teó-


mocracias occidentales. En contraste con ricamente, integrando perspectivas teóricas
la estructura de cuadros y las burocracias clásicas y contemporáneas sobre la acción
centralizadas de los partidos de masas tra- colectiva y los movimientos sociales. Auna-
dicionales, la organización de los NMS sue- do a esto, y a diferencia de los autores de
le ser difusa y descentralizada. Las formas MR y EOP, enfatiza en el fundamento psico-
de liderazgo, características de estos movi- lógico y cultural de la identidad colectiva.
mientos, tienden a ser flexibles, cambiantes Por ello hemos seleccionado su obra, para
y poco profesionalizadas. profundizar en la singularidad de esta pers-
A pesar de la definición de estos rasgos y pectiva teórica muy contemporánea en el
dada la novedad del objeto estudiado, los estudio de los NMS.
sociólogos europeos han tenido que clarifi- La teoría de Movilización de Recursos
car sus fundamentos epistemológicos y de- mantiene un interés básico hacia las formas
sarrollar perspectivas teóricas muy discuti- visibles y organizadas de la acción colecti-
das. Dentro de los autores contemporáneos va, subvaluando así la dimensión subterrá-
que han abordado el estudio de los NMS nea y profunda de esta acción que se forma
emerge la propuesta teórica y epistemológica en el ámbito social, antes de expresarse
de Alberto Melucci, discípulo de Alan como acción política (Melucci, 1995: 229).
Touraine y con quien ha ejercido una gran Al reconocer esto, el autor define que el ver-
influencia en los estudios latinoamericanos. dadero problema para el enfoque sociológi-
Para Melucci los debates contemporáneos co es captar cómo la multiplicidad de ele-
en torno al postmodernismo, la sociedad in- mentos y orientaciones de acción forman un
dustrial y la globalización del sistema mun- sujeto colectivo o una unidad de acción, la
dial, se fundamentan muy a menudo en su- cual no será un punto de partida, sino un
puestos teóricos ocultos que rara vez se fenómeno para ser explicado (Melucci:
hacen explícitos, por ello considera que 1999).18 Al abogar por el desarrollo de un
cuando se refieren a la sociedad actual, los nuevo aparato conceptual con el objetivo de
analistas usan términos que requieren de explicar los fenómenos de las sociedades con-
adjetivos o prefijos. Así hablan de “socie- temporáneas, Melucci retoma la categoría
dad postindustrial”, “posmoderna”, “capi- central de la teoría de sistemas desarrolla-
talista tardía”, “compleja”, “de la informa- da por Niklas Luhmann de sociedad comple-
ción”, etc., y esta necesidad de adjetivos y ja, definida a partir de tres variables: dife-
prefijos la considera un síntoma agudo de la renciación, variabilidad y exceso cultural.
incertidumbre teórica que se vive en la ac- Para Luhmann, complejidad significa “la
tualidad (Melucci, 1999).16 existencia de un conjunto de posibilidades
Precisamente desde el inicio de su obra, superior a las que de hecho pueden ser rea-
es clara la aceptación de los “obstáculos lizadas y exigen algún tipo de selección en-
epistemológicos” que tienen que enfrentar tre ellas” (Vallespín, 1993: 14), esto equi-
las teorías de los NMS,17 y en corresponden- vale a un imperativo de selección entre el
cia, un esfuerzo bastante coherente de fun- cúmulo de opciones que se abren a la acción.

204
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

Precisamente, a otras alternativas de elec- 3. Exceso cultural: las posibilidades de ac-


ción, formas funcionalmente equivalentes de ción rebasan ampliamente la capacidad
lidiar con una realidad compleja, posibili- efectiva de acción de los sujetos.
dad de que las “cosas puedan ser de otro
modo” se le denomina contingencia; de esta Pero, ¿qué significa esto desde el punto de
manera, complejidad, en el sentido antes vista de la experiencia social de los sujetos-
mencionado, significa coacción de la selec- actores de un sistema complejo?, se pregunta
ción. Coacción de la selección significa con- Melucci. Los tres procesos anteriores esta-
tingencia y ésta significa riesgo (Luhmann, blecen una condición permanente de incer-
1991: 57). tidumbre, porque cada vez que pasamos de
Como características de este tipo de so- un ámbito a otro y no podemos aplicar las
ciedad compleja se encuentran: reglas que valían para el otro lugar, tene-
mos que asumir nuevas medidas, nuevos
1. Pluralidad de significados y perspectivas: lenguajes; asimismo, cada vez que nos apar-
la diferenciación en subsistemas tiene tamos en el tiempo, no podemos transferir
como consecuencia la existencia de va- los mismos modelos de acción y tenemos en
rios niveles de formación de la experien- estas circunstancias que producirlos y adap-
cia y la consiguiente multiplicidad, varie- tarlos. La incertidumbre como condición
dad y discontinuidad de los códigos de permanente de los actores en un sistema
comunicación en cada ámbito de activi- complejo, los coloca continuamente frente a
dad social. Ello trae aparejada la la necesidad de elegir para reducirla.
polisemia de lenguajes, valores, técnicas En los sistemas complejos las relaciones
y símbolos que se utilizan en las diversas entre incertidumbres, preferencias y deci-
esferas de la vida social (Makowski y siones son relaciones permanentes, casi cir-
Constantino, 1995),19 siendo las diferen- culares. Se introduce así la circularidad
tes experiencias inconmensurables (Zolo cognitiva de los actores: las prácticas socia-
en Gleizer, 1997). En lugar de una so- les son reformadas y examinadas constan-
ciedad afirmada sobre principios univer- temente a la luz de nueva información so-
sales fijos, hay un pluralismo de espacios bre esas mismas prácticas, lo que altera su
sociales regulados por criterios flexibles carácter constituyente e incrementa nueva-
y contingentes, que Melucci llama dife- mente la complejidad.
renciación.20 Por consiguiente, los actores reconocen
2. Variabilidad de los sistemas: Para Melucci que no están en posición de definir su me-
(1999), es la velocidad y frecuencia del dio en términos objetivos, es decir, no pue-
cambio, pues un sistema es complejo por- den neutralizar las distorsiones introducidas
que usualmente cambia y se transforma por su propia actividad cognitiva, ni definirse
velozmente. De ahí la necesidad de modi- a sí mismos sin referencia a la complejidad
ficar el modelo de acción continuamente y turbulencia del contexto. Estos pueden
en el tiempo, para que pueda adecuarse considerar la circularidad en que se encuen-
al sistema que se está transformando. tran, pero no salirse de su propia perspectiva

205
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

histórica y social o liberarse de los sesgos Esto no sólo modifica radicalmente la


de la comunidad científica, cultura o civili- concepción del sujeto, sino del conflicto social
zación a la que pertenecen y que influye en para esta propuesta teórica, pues los con-
la propia percepción de sí mismos (Zolo en flictos de la sociedad industrial se desarro-
Gleizer, 1997: 25). La situación anterior llan en el ámbito de categorías sociales que
aumenta el carácter reflexivo y artificial de son definidas por su colocación en la estruc-
la vida social, la cual se representa más como tura productiva, es decir, un conflicto de cla-
un producto de relaciones, acciones, deci- se, y, en los casos de conflictos de ciudada-
siones, que como un dato, pues continua- nía, los actores se definen a partir de su
mente se nos llama a producir mediante relación con el Estado y con un sistema po-
nuestras elecciones y decisiones, las relacio- lítico, los cuales se miden en un grado de
nes y el campo de nuestra propia acción inclusión-exclusión respecto a este sistema
social (Melucci, 1999: 55). de referencia.
Ello está determinado por el hecho de Por el contrario, los conflictos en las so-
que la información se ha convertido en el ciedades complejas presentan característi-
recurso central que acentúa el aspecto re- cas muy diversas.22 En primer lugar, los ac-
flexivo de la vida social, pues la mayoría de tores son individuos o grupos que se
nuestras experiencias cotidianas alcanzan distinguen por disponer de cierta cantidad
grado n3, es decir, ocurren en contextos que de recursos de autonomía. Al estar investidos
son construidos cada vez más por la infor- con información intensa de la sociedad, son
mación, vueltos a lanzar por los medios de quienes más indirectamente están someti-
comunicación e interiorizados por los indi- dos a los procesos de manipulación de las
viduos en una especie de espiral que da vuel- motivaciones del sentido.
tas sobre ella misma y que paulatinamente Esos sujetos no se identifican sólo por-
va transformando la realidad en signos e que pertenecen a una categoría social, sino
imágenes. también por su oposición al sistema en cuanto
Por un lado, asistimos a una deslocali- red informativa; potencialmente, los actores
zación y a una planetarización del espacio, son individuos, lo que vale decir que el con-
y por el otro, a una “presentificación” del flicto tiene como actores a los individuos.
tiempo, fenómenos que cambian profunda- En segundo lugar, aquellos a quienes se
mente las categorías fundamentales de cons- oponen son siempre más bien aparatos neu-
trucción de la experiencia humana (Melucci, tros, impersonales, legitimados comúnmen-
1996: 88). Otra característica importante te por la racionalidad científica y técnica,
reconocida por el autor es la naturaleza mis- por ello, las categorías sociales en juego son
ma del recurso de la información, pues se más difíciles de reconocer y los inter-
trata de un recurso simbólico y reflexivo por locutores no son estables. Al respecto,
sí mismo, que presupone que las necesida- Melucci reconoce que las formas de acción
des elementales han sido resueltas, es de- que vuelven explícitos a los conflictos son
cir, los actores deben moverse como sujetos formas de acción diferentes a las de la socie-
autónomos de la acción.21 dad industrial, porque estos se manifiestan

206
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

cada vez que un código dominante es cues- De tal manera que para Melucci, los
tionado y su función es revelar los proble- movimientos sociales son sistemas de acción
mas, anunciarlo a la sociedad en un área porque cuentan con estructuras: la unidad
dada, de ahí su función simbólica.23 y continuidad de la acción no serían posi-
Desde esta perspectiva, el autor recono- bles sin la integración e interdependencia
ce que a diferencia de los enfoques de la de individuos y grupos, a pesar de la
movilización de recursos, que evitan el gra- desestructuración aparente de estos fenóme-
do micro y de hecho reducen toda acción nos sociales. Este es un punto central en la
colectiva a su dimensión política y organiza- propuesta del autor, pues al igual que el
cional, …los conflictos sociales contemporá- modelo teórico de la MR, intentará dar res-
neos no son sólo políticos, pues afectan la puesta al cómo se forman los movimientos,
producción cultural del sistema. La acción a diferencia de otras perspectivas que cen-
colectiva no se lleva a cabo simplemente traban su atención en el por qué. Los movi-
para intercambiar bienes en el mercado mientos, entonces, son sistemas de acción
político o para incrementar la participación en el sentido de que sus estructuras son cons-
en el sistema: también altera la lógica domi- truidas por objetivos, creencias, decisiones
nante en la producción y apropiación de e intercambios, que operan todos ellos en
recursos (1999: 47). un campo sistémico. Aquí radica una de las
De esta forma, los conflictos tienden a principales diferencias de Melucci con la
manifestarse en las áreas del sistema más perspectiva EOP, pues recordemos cómo los
directamente ligadas con la producción de autores anteriores articulan los incentivos de
recursos informativos y de comunicación, los movimientos en función de las respues-
pero al mismo tiempo están expuestos a in- tas de sectores agraviados al sistema políti-
tensas presiones de integración. Por lo tanto, co, comenzando a jugar un papel importan-
los conflictos son representados por actores te la definición de identidad colectiva
provisionales que operan como inspiradores, compartida del campo de oportunidades y
haciendo surgir los dilemas cruciales que constricciones ofrecidas a la acción colecti-
atraviesan a la sociedad (Melucci, 1995: va (Melucci, 1999: 56).24
231). Esta situación no puede analizarse Así, los individuos operando conjunta-
solamente dentro de las contradicciones es- mente construyen su acción mediante inver-
tructurales, pues tiene que considerarse siones “organizadas”, es decir, definen en
como una interacción de objetivos, recursos términos cognoscitivos, afectivos y
y obstáculos y como una orientación inten- relacionales el campo de posibilidades y lí-
cional que se establece dentro de un siste- mites que perciben, y al mismo tiempo, ac-
ma de oportunidades y coerciones. Siendo tivan sus relaciones para darle sentido al “es-
los movimientos sociales sistemas de acción tar juntos” y a los fines que persiguen.
que operan en un campo sistémico de posi- Los actores colectivos “producen” acción
bilidades y límites, su modo de definir la colectiva porque son capaces de definirse a
acción es el nexo concreto entre orientaciones sí mismos y al campo de su acción (rela-
y oportunidades/constricciones sistémicas. ciones con otros actores, disponibilidad de

207
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

recursos, oportunidades y limitaciones). Los capacidad del individuo para percibirlos e


individuos crean un “nosotros”, compartien- integrarlos en un sistema de interacción y
do y laboriosamente ajustando por lo me- negociación de las orientaciones, respecto a
nos tres clases de orientaciones: aquellas fines, medios y ambiente de su acción. Por
relacionadas con los fines de la acción (el tanto, este autor ha rebasado en la definición
sentido que tiene para el actor); las vincula- de acción colectiva el estrecho marco analíti-
das con los medios (las posibilidades y lími- co de las perspectivas anteriores, incorporan-
tes de la acción) y, finalmente aquellas refe- do de forma importante la dimensión subjeti-
ridas a las relaciones con el ambiente (el va y el proceso de construcción del
campo en el que tiene lugar la acción). El significado social de la acción con su medio,
sistema de acción multipolar se organiza a donde no sólo los recursos políticos deter-
lo largo de tres ejes (fines, medios y am- minarán las formas de expresión colectiva.
biente), que pueden ser vistos como un con- Este proceso de construcción y negocia-
junto de vectores interdependientes en es- ción del significado de la acción colectiva,
tado de mutua tensión,25 donde los actores llamado identidad colectiva, no da cuenta
colectivos negocian y renegocian a lo largo de su aspecto dinámico, pero señala la nece-
del tiempo estos diferentes aspectos de su sidad de un grado de identificación, que es
acción. Las funciones de liderazgo y las for- precondición para cualquier cálculo de ga-
mas organizativas intentan dar un orden más nancia-pérdida y para la percepción de la
duradero y predecible a esas definiciones. injusticia como tal; y lo que es más, no se
Cuando se observan fenómenos colectivos, podrían calcular los intercambios en la are-
generalmente la atención se enfoca sobre na política. He ahí, desde nuestro punto de
los aspectos más visibles de la acción (acon- vista, uno de los mayores aportes de la pers-
tecimientos, movilizaciones, actos de violen- pectiva teórica de Melucci. El movimiento
cia); sin embargo, son manifestaciones de social es la forma de acción colectiva que
un proceso que opera en el nivel analítico abarca las siguientes dimensiones: a) soli-
micro, y que normalmente es ignorado. daridad, b) conflicto, c) ruptura de los lími-
Para Melucci, los eventos, las moviliza- tes del sistema en que ocurre la acción.26
ciones, las expresiones de descontento o Pero ¿cuál es su concepción del vínculo
entusiasmo pueden ocurrir, y seguir ocu- movimiento social-relaciones políticas en las
rriendo, debido a que el actor colectivo lo- sociedades complejas? Partiendo de la pre-
gra realizar una cierta integración entre es- misa de que el impacto de las formas con-
tas orientaciones y los factores de tipo temporáneas de acción colectiva no puede
coyuntural que facilitan oportunidades polí- ser medido, reconoce que desde el momen-
ticas, la presencia de agentes animadores, to en que los movimientos alteran los códi-
el grado de integración, la crisis del ambien- gos culturales dominantes, su mera existen-
te, etc.; pues ciertamente contribuyen a la cia supone una inversión de los sistemas
emergencia de fenómenos colectivos. No simbólicos incorporados a las relaciones de
obstante, estos factores –y ahí la novedad poder. No obstante, –y es importante– los
de su aporte– no podrían operar sin la movimientos no sólo serán portadores de un

208
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

mensaje cultural, también serán organiza- zan necesidades individuales y estímulos de


ciones que enfrentarán a los sistemas políti- innovación política. Las características de los
cos al elegir la movilización popular, de ahí movimientos hacen que la eficiencia de los
su tercera dimensión (romper los límites del conflictos sociales pueda ser garantizada sólo
sistema). a través de la mediación de los actores políti-
Según su punto de vista, los movimientos cos, sin que se pueda reducir a ésta. Como
sociales contemporáneos, a pesar de no re- se puede apreciar, para Melucci la iniciativa
ducirse a la esfera política, son agentes de de innovación de los movimientos no se ago-
modernización de ésta, al estimular la inno- ta en una transformación del sistema político
vación e impulsar medidas de reforma polí- como obra de los actores institucionalizados;
tica, proporcionar nuevas élites, garantizar sin embargo, la posibilidad de que las de-
la renovación de personal en las institucio- mandas colectivas se amplíen y encuentren
nes políticas, crear nuevas pautas de com- espacio, depende del modo en el cual los
portamiento y nuevos modelos de organiza- actores políticos logren traducir en garan-
ción. Sin embargo, aún cuando su impacto tías de democracia las demandas provenien-
puede ser medido, no se debe olvidar que tes de la acción colectiva (1995: 231).
sólo es una dimensión, y no siempre la más Derivado de lo anterior, emergen las si-
importante de la acción colectiva contem- guientes preguntas: ¿qué tipo de represen-
poránea (Melucci, 1999: 104). Así, la ac- tación podría dotar de eficacia política a los
ción colectiva también actúa como un movimientos, sin que significara una mer-
multiplicador simbólico, puesto que no está ma de su autonomía?, ¿de qué modo los
guiada por criterios de eficacia, cambia la movimientos pueden transformar sus men-
lógica operacional de los aparatos sajes en cambios políticos efectivos? Su res-
tecnocrático-militares y cuestiona las bases puesta no es fácil, pero Melucci sugiere dos
de su poder, obliga a los aparatos a justifi- conclusiones importantes al respecto:
carse, los empuja a hacer pública su lógica
y la debilidad de sus “razones” (Melucci, 1. Las formas organizativas de las institu-
1999: 105), de ahí su famosa misión ciones políticas tradicionales son en sí mis-
profética. En consecuencia, su gran logro mas inadecuadas para representar las
está relacionado con la capacidad de hacer nuevas demandas colectivas, a pesar de
visible el poder a pesar de su creciente ten- que aún cumplen importantes funciones
dencia a la neutralidad y el anonimato. en los sistemas políticos occidentales. Su
En lo referente a las formas de acción capacidad de representar intereses rela-
relacionadas con la vida cotidiana y la iden- tivamente estables, ni siquiera puede es-
tidad individual, los movimientos contempo- cuchar la voz de los movimientos y, cuan-
ráneos toman distancia del modelo tradicio- do lo hace, es incapaz de adaptarse a la
nal de la organización política y adoptan una pluralidad de actores y temas que la ac-
creciente autonomía de los sistemas políti- ción colectiva incorpora, por ello, los
cos. Estos van a ocupar un espacio interme- movimientos sociales mantendrán una
dio de la vida social, en la cual se entrela- perspectiva conflictual.

209
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

2. Debido a la fragmentación de la acción teriores–, sería imposible la construcción del


colectiva, los movimientos sociales no pue- sentido de lo colectivo en la acción social.
den sobrevivir en las sociedades comple-
jas sin alguna forma de representación
política. Por ello, los movimientos socia- A MODO DE CONCLUSIÓN
les tampoco pueden prescindir de cana-
les de representación y de actores El objetivo que nos hemos planteado en este
institucionales capaces de traducir en de- trabajo ha sido la reconstrucción de dos pers-
cisiones el mensaje de la acción colecti- pectivas teóricas que explican la acción co-
va, preservándose además, de la atomi- lectiva y los movimientos sociales contem-
zación o la violencia marginal. Sin poráneos: la Estructura de Oportunidades
embargo, a pesar de la apertura del sis- Políticas y los Nuevos Movimientos Socia-
tema político y su capacidad de respues- les, para lo cual analizamos los aportes de
ta, los movimientos no se agotan en la Eisinger, McAdam, Tilly y Tarrow, dentro
representación, así, la acción colectiva de la primera perspectiva, y Alberto
sobrevive por encima de la mediación Melucci, en la segunda.
institucional; reaparece en nuevas áreas Nos interesa llamar la atención sobre
del sistema social y alimenta nuevos con- cómo dentro de los análisis de la teoría de
EOP existen elementos de continuidad y rup-
flictos. Otra de las funciones importantes
tura. Por ejemplo, si comparamos la pers-
de los movimientos contemporáneos es
pectiva de Eisinger y Tarrow, observaremos
su capacidad para proyectar un nuevo
que el enfoque del último, aunque reconoce
espacio político, público e intermedio,
la centralidad de los referentes institucio-
cuya función no es ni institucionalizar los
nales y organizativos de la política en la con-
movimientos ni transformarlos en parti-
figuración de la acción colectiva, adiciona
dos, sino hacer que la sociedad escuche
elementos importantes para la comprensión
sus mensajes y los convierta en decisio- de la dimensión simbólica de ésta.
nes políticas, mientras que los movimien- Sin embargo, la obra teórica de Melucci
tos mantienen su autonomía. refleja radicalmente un enfoque más siste-
mático, integral y dinámico de la construc-
Como apreciamos, el autor considera que ción de la acción colectiva; recuperando
la acción colectiva está generada por un pro- críticamente presupuestos teóricos anterio-
ceso de construcción de significado simbóli- res, parte de la premisa que ni los modelos
co a partir de procesos interactivos, de ahí la macroestructurales ni los basados en las
noción de solidaridad, pues constituye un ele- motivaciones individuales tienen capacidad
mento implícito en la identidad colectiva, al para explicar las formas concretas de ac-
referir la capacidad de los actores de reco- ción colectiva o la implicación de los indivi-
nocerse a sí mismos y de ser reconocidos duos y de los grupos en tales acciones. Por
como miembros del mismo sistema de rela- lo tanto, faltaba el análisis del nivel interme-
ciones sociales. Sin este elemento, –y esta es dio relacionado con los procesos mediante
una de las limitaciones de los enfoques an- los cuales los individuos evalúan, reconocen

210
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

lo que tienen en común y deciden actuar NOTAS


conjuntamente. Además, la necesidad de
mejorar nuestra capacidad de trascender la 1
Por ejemplo, Tavera reconoce que “al intro-
unidad empírica por medio de instrumen- ducir al estudio de los movimientos sociales
tos analíticos tan elaborados como nos sea el contexto político en el que surgen y se des-
envuelven, la teoría de las OP contribuyó
posible, llama la atención sobre la cuestión
sustancialmente al avance de las teorías so-
de “cómo se forma un actor colectivo”. ciológicas sobre movimientos sociales”
Aunado a lo anterior, demuestra la di- (2000: 454).
mensión metainstitucional de los movimien-
tos sociales contemporáneos, al no reducir- 2
“Usado (el concepto de EOP) para explicar
los a simples reacciones y respuestas a los mucho, puede terminar explicando nada”
estímulos del sistema político, sino valoran- (Gamson y Meyer, en McAdam, 1996).
do su capacidad de explicitar los conflictos
culturales en las sociedades complejas. Des-
3
Eisinger define modelo curvilineal en la si-
de nuestro punto de vista, ahí reside la apor- guiente hipótesis: “la protesta es como mu-
cho un síntoma de frustración o impaciencia,
tación fundamental de la propuesta teórica
y tiene lugar cuando un sistema político co-
de Melucci sobre los Nuevos Movimientos mienza a abrirse, pues probablemente no
Sociales. Precisamente es la definición de ocurrirá en un sistema cerrado o muy abier-
identidad colectiva medular en su empeño, to. Ocurrirá en un sistema mixto donde la
al reconocer que las expectativas se cons- marcha del cambio no tiene el mismo ritmo
truyen y comparan con una realidad (con la que las expectativas. Un sistema que se está
realización, pero también con la estructura de abriendo es más vulnerable y responsable ante
oportunidad), sólo sobre la base de una las demandas políticas, pero por otra parte, la
definición negociada de la constitución persistencia de inequidades se vuelve intole-
rable para algunos grupos ante las expectati-
interna del actor y del ámbito de su acción,
vas del cambio” (1973:15).
por tanto; que un autor elabore expectati-
vas y evalúe las posibilidades y límites de su 4
Al respecto es muy ilustrativa la frase de
acción implica una capacidad para definirse Gamson y Meyer: “El término oportunida-
a sí mismo y a su ambiente. des políticas amenaza en convertirse en un
En concordancia, la identidad colectiva esquivo y omniabarcante factor para todas
es un proceso mediante el cuál los actores las condiciones y circunstancias que forman
producen las estructuras cognitivas comu- el contexto de la acción colectiva” (McAdam,
nes que les permiten valorar el ambiente y 1985: 60).
calcular los costos-beneficios de la acción, 5
Según el autor, “en su lógica, un movimiento
pero nunca se debe reducir a éste cálculo, social es paralelo a una danza coreografiada
en virtud de que no pueden ser vistos sólo con poco rigor, a un desayuno para recaudar
desde la racionalidad instrumental. Defini- fondos, a una reunión de costura, a un deba-
da así, presupone la exploración de una di- te de esquina, a un concierto improvisado
mensión analítica clave en el caso del análi- que cambian, a una “cáscara” de balonces-
sis sociológico de los fenómenos colectivos. to, o a un festival en el que se invita a perso-

211
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

nas de toda la ciudad; todos estos fenómenos convirtió en prioritaria frente a otras tradi-
tienen estructuras e historias bien definidas, ciones previamente existentes dentro del te-
pero ninguno de ello es un grupo, o tan si- rritorio nacional” (Tilly, 1993: 82).
quiera la acción de un solo grupo” (Tilly,
1995: 16). 9
“La ciudadanía empezó a cobrar el sentido
que los europeos de hoy le asignan: un gru-
6
La formación de amplias fuerzas armadas tuvo po de derechos y obligaciones con respecto
una serie de consecuencias no intencionadas al Estado que se aplica con mayor o menor
pero fundamentales, entre las que se citan: equidad a amplios grupos de gente que nace
la capacidad de ocupar a los gobernantes en dentro de su territorio o se naturaliza en él"
extensos conflictos y negociaciones con sus (Tilly, 1993: 83).
poblaciones; ampliar las definiciones de ciu-
dadanía; avanzar en ideas y prácticas de so- 10
Al respecto, Tilly reconoce explícitamente que
beranía popular; generar ineludibles recla- los movimientos sociales se plasmaron como
maciones de los individuos sobre los estados formas establecidas de acción en un entorno
en forma de derechos como la petición y aso- paraelectoral y paraparlamentario, y todavía
ciación; reforzar diversas clases de institucio- hoy ostentan las marcas de este entorno
nes representativas; aumentar las burocracias (1995: 25).
centrales del Estado; convertir el mandato
indirecto de los estados en mandato directo; 11
Al respecto sintetiza: “Pero, del mismo modo
extender los controles del Estado sobre los que el Estado es un blanco multidimensional,
stocks y flujos de trabajo, capital, mercancía los movimientos sociales son actores
y dinero a lo largo de fronteras establecidas; multidimensionales” (Tarrow, 1997: 166).
ampliar las obligaciones del Estado con los
veteranos de guerra y sus familias, convir- 12
Este efecto perverso creado por la política en
tiéndolos en actores colectivos, y promover los sistemas represivos y totalitarios ha sido
experiencias compartidas a través del servi- reflejado magistralmente por Havel en su
cio militar mismo (Tilly, 1993: 80). ensayo “The power of the powerless” (1992)
para el caso de Checoslovaquia. La naturale-
7
Por ejemplo, en el caso de Gran Bretaña en za del poder político checo le permite expli-
los años de guerra de 1792 a 1815, no sólo car las características de la disidencia y su
se observó un masivo incremento en las fuer- poder metapolítico: al otorgar la represión
zas armadas y los impuestos, un crecimiento sistemática del Estado hacia sectores disiden-
sustancial y la centralización del Estado na- tes una coloración política a actos ordinarios;
cional y un importante aumento de los pode- al invadir la política todas las esferas de la
res del Parlamento, sino también una impor- vida social y convertir incluso a los disiden-
tante modificación de la acción colectiva tes moderados en opositores al régimen, plan-
popular hacia bases asociativas, objetivos na- teándose el problema de su derrocamiento
cionales y reclamaciones ante el Parlamento como condición para la reforma.
(Tilly, 1993: 82).
13
Tilly define a los repertorios de la acción co-
8
Tilly entiende por control cultural “la singu- lectiva como el número limitado de vías esta-
larización o la creación de una única tradi- blecidas por los actores para plantear sus rei-
ción lingüística, histórica y artística, que se vindicaciones; vías que incluyen formas de

212
Carlos Manuel Rodríguez Arechavaleta

acción experimentadas a lo largo de luchas consideración del objeto empírico a un aná-


sobre reivindicaciones anteriores que varian lisis propiamente analítico, en el cual,
de grupo a grupo, de región a región, y de sustancialmente, no tomamos al objeto empí-
periodo a periodo (1993: 86). rico como significativo en sí mismo, sino que
aplicamos al objeto empírico cualquier tipo
14
Al respecto, es muy ilustrativa la cita de de aparato analítico para descomponer la
Eisinger retomada por Tarrow: “Lo que re- unidad” (Melucci: 1999). El autor critica el
sulta implícitamente amenazador en una pro- uso discursivo de la noción de movimiento
testa no es sólo la exhibición socialmente no social, cuya utilidad práctica podemos aceptar
convencional de grandes multitudes, que ofen- pero reconoce que no tiene un uso científico.
de y asusta a los observadores respetuosos
para con las normas, sino las visiones que 18
En un temprano artículo, Melucci reconstru-
evoca en los observadores y los oponentes ye los antecedentes teóricos de los movimien-
acerca de hasta dónde podría llegar una con- tos sociales y ofrece coordenadas sobre el de-
ducta tan obviamente airada” (1997: 182). bate actual; así, en este texto afirma que “el
problema fundamental de una sociología de
15
El diferente costo transaccional de la acción la acción colectiva hoy será el de ligar las
colectiva pacífica y la violenta es resumido conductas conflictivas a la estructura de la
por Tarrow de la siguiente forma: “Mientras sociedad y en particular a las relaciones de
los organizadores de una manifestación pací- clase sin renunciar, al mismo tiempo, a ex-
fica necesitan un plan de acción, megáfonos, plicar cómo se forman y cómo se manifiestan
pancartas, cuerpo de seguridad entrenado, en concreto nuevas creencias y nuevas iden-
un orador capaz de mantener la atención de tidades colectivas” (1986: 93).
la multitud y obtener la cooperación o la to-
lerancia de la autoridades; quienes fomentan 19
Coexisten puntos de vistas contradictorios en
la violencia no necesitan más que ladrillos, la sociedad. Así, el significado de la expe-
bates de béisbol o cadenas, el ruido de ven- riencia de un evento en un contexto social,
tanas rompiéndose, el crujido de las porras por ejemplo, una experiencia religiosa, no
abatiéndose sobre la cabeza de las víctimas y puede ser relevante para la experiencia de
la solidaridad del grupo” (1997: 184). otro contexto diferente, como lo es una ofici-
na, un club deportivo o un laboratorio.
16
Al respecto concluye en uno de sus textos:
“…es preferible admitir claramente que no 20
“Decir que una sociedad es un sistema social
sabemos de qué sociedad estamos hablando” diferenciado, significa afirmar que los ámbi-
(Melucci: 1999); en otro más señala que “la tos de las experiencias individuales y socia-
reflexión teórica sobre los movimientos so- les se multiplican y que cada uno de estos
ciales es mucho más pobre que la de los par- ámbitos se organiza conforme a lógicas, for-
tidos políticos” (Melucci: 1986). mas de relaciones, culturas, reglas diferentes
unas de otras” (Melucci, 1999).
17
Según el autor, “el primer problema al que
nos enfrentamos cuando consideramos los mo- 21
“Nos referimos a recursos de educación, co-
vimientos sociales contemporáneos es siem- nocimiento e información. Los cuales son de
pre de orden epistemológico y metodológico, tipo cognoscitivo, relacional y comunicativo
que consiste en la necesidad de pasar de una que permiten a actores, tanto individuales

213
De la estructura de oportunidades políticas a la
identidad colectiva. Apuntes teóricos sobre el...

como colectivos, conducirse como sujetos también todas las conductas que infringen las
autónomos, capaces de producir, recibir e normas institucionalizadas en los roles que
intercambiar información” (Melucci, 1999). desbordan las reglas del sistema político y/o
atacan la estructura de las relaciones de cla-
22
Es importante rescatar la premisa del análisis se de una cierta sociedad. Se perfila así, al
de Melucci que reconoce que “los conflictos interior de la acción colectiva, una distinción
afloran más allá de los límites institucio- entre acción conflictual, que se manifiesta al
nalizados que regulan la competencia políti- interior de los límites del sistema considera-
ca y que permiten a un sistema producir las do, y movimiento social, que implica un con-
decisiones” (1995: 231). flicto que tiende a superar estos límites. En
consecuencia, la presencia de un conflicto
23
Según Melucci, “tal vez podría hablarse in- no basta como tal para calificar a un movi-
cluso de una misión profética” (1999: 45). miento social y menos aún un movimiento de
clase (1986: 99 y ss).
24
“Compartida” quiere decir construida y ne-
gociada mediante procesos continuos de “ac-
tivación” de relaciones sociales, las cuales BIBLIOHEMEROGRAFÍA
conectarán a los actores en distintas esferas,
no únicamente en las relaciones políticas. Eisinger, Peter K. (1973), “The conditions of
Protest Behavior in American Cities” en APSR,
25
Fines, medios y ambiente continuamente ge- 67, pp.11-28.
neran posibilidades de tensión: los objetivos
no se adecuan a los medios o viceversa; el Gleizer, Marcela (1997), Identidad, subjetividad
ambiente es pobre o rico en recursos impor- y sentido en las sociedades complejas,
tantes; los medios son más o menos congruen- México, FLACSO.
tes con el campo de acción, etc. Además,
existen tensiones dentro de cada eje: en la Havel, Vlacav (1992), “The power of the
definición de los fines; entre los objetivos de powerless”, en Open Letters. Selected Writings
corto y largo plazo; en la selección de los 1963-1990, New York, Vintage Books, pp.
medios; entre el uso de los recursos para te- 125-214.
ner eficacia y su uso para consolidar la soli-
daridad; en las relaciones con el ambiente, Jenkins, Craig (1983), “Teoría de la Moviliza-
entre equilibrio interno e intercambios exter- ción de Recursos y el estudio de los Movi-
nos, etc. (Melucci, 1991: 359). mientos Sociales”, en Annual Reviews of
Sociology, núm. 9 (traducción mimeo), pp.
26
Para Melucci, la acción colectiva, en sentido 55.72.
estricto, está definida por la presencia de
solidaridad, es decir, por un sistema de rela- Laraña, Enrique (2002), La construcción de los Mo-
ciones sociales que liga e identifica a aque- vimientos Sociales, Madrid, Alianza Editorial.
llos que participan en él y además por la pre-
sencia de un conflicto. Asimismo, es el –––––– (1994), “Identities, Grievances, and New
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