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Mh ah tot ead ANA Con que, en sentidos afectos, prelude al dolor de una ausencia Ya que para despedirme, dulee, idolatrado duefio, ni me da licencia lanto rime da lugar el tempo, hablente los tristes rasgos, entre lastimosos ecos, de mitiste pluma, nunca con mas justa causa negros. Y aun ésta te hablaré torpe con las lagrimas que vierto, porque va borrando el agua lo que va diciendo el fuego. Habiar me impiden mis ojos; y es que se anfcipan ellos, viendo lo que he de decirte, a decirtelo primero. Oye la elocuencia muda que hay en mi dolor, siviendo ‘os suspiros, de palabras, las lagrimas, de conceptos. Mira la fiera borrasca ‘que pasa en el mar del pecho, donde zozobran turbados mis confusos pensamientos. Mira obmo ya el vive me sirve de afén grosero; que se avergtienza a vida de durarme tanto tiempo. Mira la muerte, que esquiva huye porque la deseo; que aun la muerte, si es buscada, se quiere subir de precio. Mira cbmo el cuerpo amante, rendido a tanto tormento, siendo en lo demas cadaver, sélo en el sentir es cuerpo Mira cémo el alma misma aun teme, en su ser exento, que quiera el dolor volar la inmunidad de lo eterno. En lagrimas y suspiros, alma y corazon a un tiempo, aquél se convierte en agua y ésta se resuelve en viento. Yano me sive de vida, esta vida que poseo, sino de condici6n sola necesaria al sentimiento. Mas, gpor qué gasto razones en contar mi pena, y dejo de decir o que es preciso por decir lo que estas viendo? En fin, te vas. jAy de mil Dudosamente lo pienso, pues si es verdad, no estoy viva, ysi viva, no lo creo. ¢Posible es que ha de haber dia tan infausto, tan funesto, en que sin ver yolas tuyas esparza sus luces Febo? ¢Posiblees que ha de llegar el rigor a tan severo, que no ha de darles tu vista a mis pesares aliento? {Que no he de vertu semblante, que no he de escuchar tus ecos, que no he de gozar tus brazos nime ha de animar tu aliento? iAy, mi bien, ay, prenda mia, dulce fin de mis deseos! ePor quéme llevasel alma, dejandome el sentimiento? | Mira que es contradiccin, que no cabe en un sueto tanta muerte en una vida, tanto dolor en un muerto, Mas ya que es preciso, jay, tiste!, en mi infelice suceso, ni vivir con la esperanza, ni morir con el tormento, dame algun consuelo th en el dolor que padez0o, y quien en el suyo muere, viva siquiera en tu pecho. No te lvides que te adoro, ysirvante de recuerdo jas finezas que me debes, sino las prendas que tengo. Acuérdate que mi amor, haciendo gala del riesgo, s6lo por atropeliario. se alegraba de tenerio. Y si mi amor no es bastante al tuyo mismo te acuerdo, que no es poco empefio haber empezado ya en empefio, Acuérdate, sefior mio, de tus nobles juramentos, y lo que juré tu boca ‘no lo desmientan tus hechos. Y perdona sien emer mi agravio, mi bien, te ofendo; que no es dolor e dolor que se contiene en lo atento. Y adiés; que con el ahogo que me embarga los alientos, ni sé ya lo que te digo, nilo que te escrbo leo. En que se expresa los efectos de! Amor Divino, y propane morir amante, a Traigo conmigo un cuidado, y tan esquivo, que creo ‘que aunque sé sentirio tanto aun yo misma no lo siento. Es amor, pero es amor que, faltandole lo ciego, Jos ojos que tiene son para darle més tormento. El termino noes a quo, que causa el pesar que veo que siendo el término el bien, todo el dolor es el medio, Sieslicito y aun debido esie carifio que tengo, por qué me han de dar castigo porque pago lo que debo? ppesar de todo riesgo Oh, cuénta fineza; oh, cuzntos cariios he vistos tiernos! ‘Que amor que tiene en Dios en calidad sin opuestos. ‘De lo dicho no puede hacer contrarios conceptos, ‘con que es amor que al olvido no puede vivir expuesto, ‘Yo me acuerdo, joh, nunca ueral, que he querido en otro tiempo lo que pasé de focura y lo que excedié de extrema Mas como era amor bastardo y de contrarios compuesto, fue facil desvanecerse de achaque de su ser mesmo, ———————< Mas ahora, jay, de mil, esté tan en su natural centro que la virtud y razon sson quien aviva su incendio. Quien tal oyere, dir que sies asi, ipor qué peno? Mas mi corazén ansioso dira que por eso mesmo. ih, humana flaqueza nuestra, adonde el més puro afecio alin no sabe desnudarse el natural sentimiento! Tan precisa es la apetencia que a ser amados tenemos, que aun sabiendo que no sirve, nunca dejarla sabemos. Que corresponda ami amor nada afiade; mas no puedo, por mas que lo slicito, dejar yo de apetecerio. Sies delito, ya lo digo; sies culpa, ya la confieso; ‘mas no puedo arrepentirme por més que hacerlo pretendo. Bien ha visto quien penetra Io interior de mis secretos que yo misma estoy formando los dolores que padezco, Bien sabe que soy yo misma verdugo de mis deseos, pues muertos entre mis ansias tienen sepuloro en mi pecho. Muero, {quién lo creera?, a manos de la cosa que mas quiero, yel motivo de matarme es el amor que le tengo. Asi alimentando, triste, la vida con el veneno, la misma muerte que vivo es la vida con que muero. Pero valor, corazin, porque en tan dulce tormento, ‘en medio de cualquier suerte ‘no dejar de amar protesto. ENDECHAS Consuelos seguros en e! desengario ‘Ya, desengatio mio, llegasteis al extremo ‘que pudo en vuestro ser verificar el sero, Todo lo habeis perdido; mas no todo; pues creo que aun a costa es de todo barato el escarmiento. No envidiaréis de Amor Jos gustos lisonjeros, que esté un escarmentado: muy remoto del riesgo. El no esperar alguno me sive de consuelo, que tambign es alivio el no buscar remedio. En la pérdida misma los alvios encuentro, pues siperdi el tesoro, también se perdio el miedo. No tener qué perder me sive de sosiego, que no teme ladrones, desnudo, el pasajero. Ni aun la libertad misma tenerla por bien quiero, que luego sera dafio, si por tal fa poseo. No quiero mis cuidados de bienes tan inciertos, sino tener el alma ‘como que no la tengo. PRP PO TT TOPO SP SSS See CCC. % Demostrando afecos de un favorecido que se ausenta Divino duefio mio, sial fempo de apartarme tiene mi amante pecho alientos de quejarse, ‘ye mis penas, mira mis males. Aléntase el dolor, si puede lamentarse: y, avista de perdert, mi corazon exhale llanto a la tierra, quejas al aire. Apenas de tus ojos guise al Sol elevarme, ‘cuando mi precipicio da en sentidas sefiales venganza al fuego, nombre a los mares. ‘Apenas tus favores uisieron coronarme, dichoso mas que todos, felice como nadie, ‘cuando fos gustos fueron pesares. Sin duda el ser dichoso es la culpa mas grave, pues mi fortuna adversa dispone que la pague ‘Con que a mis ojos tus luces flten. iAy, dura ley de ausenciat quien podrd derogarte si adonde yo no quiero me llevas sin levarme, ‘con alma muerta, vivo cadaver? ‘Serd de tus favores ‘slo el corazon carcel, or ser aun el silencio, si quiero que los quarde, cusiodio indigno, siglo frag Y puesto que me ausento, por el iltimo vale te prometo, rendido, mi amor y fe constante, siempre quererte, nunca olvidarte. we REDONDILLAS Ensefia modo con que la hermosura, solicitada de amor importuno, pueda quedarse fuera de 61 con entereza tan cortés, que haga bienquisto hasta el mismo Dos dudas en que escoger tengo, y no sé cual prefiera, ues vos sentis que no quiera y yo sinfiera querer. Con que sia cualquiera tado quiero inclinarme, es forz0so, ‘quedando el uno gustoso, que otro quede disgustado. Si daros gusto me ordena la obiigacién, es injusto| ‘que por daros a vos gusto haya yo de tener pena. Y no juzgo que habré quien apruebe sentencia tal, como que me trate mal por trataros a vos bien, Mas, por otra parte, siento que es también mucho rigor que lo que os debo en amor ague en aborresimiento, y aun irracional parece este rigor, pues se infiere, ‘si aborrezco a quien me quiere, qué haré oon quien me aborrece? No sé obmo despacharos, pues halo al determinarme que amaros es disgustarme y no amaros, disqustaros Pero dar un medio justo en estas dudas pretendo, pues no queriendo os ofendo, y queriéndoos me disgust. desaire. Y seaésta la sentencia porque no os podais quejar que entre aborrecer y amar se parta la diferencia. De modo que entre el rigor yel legar a querer bien, ti vos encontréis desdén, ni yo pueda hallar amor. Esto es el disourso aconseja, pues con esta conveniencia ni yo quedo con violencia, ni vos os partis con queja. Y que estaremos inflero agustosos con lo que oftezco: vos, de ver que no aborre yo, de saber que no quiero. Sélo este medio es bastante a ajustamos, si os contenta’ que vos me logréis atenta ssin que yo pase a lo amante. Y si quedo, en mi entender, esta vez bien con los dos: ‘con agradecer, con vos; ‘conmigo, con no querer. Que aunque a nadie llega a darse en esto gusto cumpldo, ver que es igual el partido servird de resignarse. ab ‘Arguye de inconsecuentes el gusto y la censure de ios hombres que en as mujeres acusan lo que causan. Hombres necios que acusais ala mujer sin razon, sin ver que sole ocasion de lo mismo que culpais. Sion ansia sin igual solicitais su desdén, ‘por qué queréis que obren bien, sila incisal mal? Combats su resistencia, y luego con gravedad desis que fue livandad to que hizo la dligencia, Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco al nifio que pone el coco y luego le tiene miedo. Queréis con presunci6n necia hallar al que buscais: para pretendida, Thais, yen la posesion, Lucrecia, {.Qué humor puede ser més raro que el que fato de consejo, I mismo empaia el espejo, y siente que no esté claro? Con elfavor y el desdén ‘enéis condicién igual, quejandoos, sios tratan mal, buriéndoos, sios tratan bien, COpinién ninguna gana, pues la que més se recata, sino os admit, es ingrata, yssios admit, es ana, ‘Siempre tan necio andais que con desigual nivel a una culpais por cvel, ya la otra por féclculpats ePues obmo ha deestar ternplada la que vuestro amor pretende, sila que esingrata ofende, yla que facil enfada? Mas, ene el enfado y pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere, Y Quejaos enhorabuena. Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, y después de haceras malas las queréis hallar muy buenas, {Cual mayor culpa ha tenido en una pasion errada la que cae de rogada cel que ruega de caido? 40 cual es mas de oulpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga, el que paga por pecar? Pues, para qué os espantais de la culpa que teneis? Queredlas cual las hacéis, o havedias cual las buscais. Dejad de solicit, y después, con mas razin, acusaréis la afcion de la que os fuere a rogar. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, ‘pues en promesa @ instancia bt DECIMAS Esmera su respetuoso amor hablando a un retrato Copia divina en quien veo desvanecido al pincel, de ver que ha llegado él donde no pudo el deseo alto, soberano empleo de més que humano talento; exenta de atrevimiento, pues ty beldad increible, como excede a lo posible, no la aloanza el pensamiento, & Qué pincel tan soberano fue a copiarte suriciente? Qué numen movi6 la mente? 2 Qué vitud rigid fa mano? No se abe el Arte vano {que te form6 peregrino, pues en beldad convino, para formar un portento, fuese humano el instumento, pero el impulso, divin. Tan espirtu te admiro, que cuando deidad te creo hallo el alma que no veo, y dudo e! cuerpo que miro. Todo el discurso retro, admirada en tu beldad, ‘que muestra con realidad, dejando el sentido en calma, que puede copiarse el alma, que es visible la deidad. Mirando perfeccion tl, cual la que en fi llego a ver, apenas puedo creer que puedes tener igual; ya nohaber original de cuya perfeccion rara la que hay en t se copiara, perdida por tu aficon, segundo Pigmalién, la animacion te impetrara, o€ Toco por ver si escondido lo viviente en ti parece: éPosible es que de el careoe quien roba todo e! sentido? {Posible es que nohas sentido esta mano que te toca, y al que atiendas te provoca a mis rendidos despojos? {Qué no hay luz en esos ojos? {Que no hay voz en esa boca? Bien puedo formar querelia cuando me dejas en calma, de que me robes el alma yn te animes con ella; y cuando aitivo aropelia tu rigor mi rendimiento, apurando el suftimiento, {anto tu piedad se aleja, que seme pierda la queja, yy se me logra el tormento. Tal vez pienso que piadoso responde a mi aficion; y otras, teme el corazon que te esquivas desdefioso. ‘Ya alienta e! pecho dichoso, Ya infeliz el rigor muere; pero, como quiera, adquiere la dicha de poseer, porque al fin en mi oder serds lo que yo quisiere, Y aunque ostentes el rigor de tu original fel, ‘a mime ha dado el pincel lo que no puede el amor. Dichosa vivo al favor que me ofrece un bronoe fro, pues aunque muestes desv podris, cuando més terible, decir que eres impasible, ero no que no eres mio. GLOSAS ‘Muestra a fa hermosura el evidente riesgo de despreciada después de poseida Rosa que al prado encamada te ostentas presuntuasa de grana y cammin bafiada’ ‘campa lozana y gustosa; pero m9, que siendo hermosa también serés desdichada. eVes de tu candor que apura el alba el primer albor? Pues tanto el riesgo es mayor cuanto es mayor la hermosura, No wivas de ella segura, {que si consientes errada que te corte mano osada por gozar beldad y olor, en perdiéndose el color también serés desdichade, Ves aquél que mas indicia de seguro en su firmeza? Puesno estima la belleza mas de en cuanto la codicia, Huye astuta la cara, que si, necia y oonfiada, te aseguras en lo amada, te hallards después corrida; que, en legando a poseida, también serés desdichada A ninguno tu beldad entregues, que es sinrazon que siva tu perfeccion de triunfo a su vanidad Goza lacelebridad comin sin verte empleada en quien, después de lograda, no te acierte a venerar; ue, en siendo particular, también serds descichada. 10 ——— Exhorta 2 conocer los bienes fragiles Presto celos llorarés.. En vano tu canto suena, pues no advierte en su desdicha que sera el fn de tu cha €l principio de tu pena, Et loco orgullo refrena, de que tan ufano estis sin adverir, cuando das ‘cuenta al are de tus bienes, que si ahora dicha tenes, presto celos lorarés, En lo dulce de tu canto, € justo temor te avisa que en un amante no hay risa ‘que no alterne con el lanto. No desvanezca tanto el favor, que te hallaras burlado y conocerés ‘cuanto es necio un confiado; que sihoy blasonas de amado, presto celos lorarés. Advierte que el mismo estado que al amante venturoso le constituye dichoso ie amenaza desdichado, pues le da tan alto grado por deribarle, no mas; y asi tl, que ahora estas en tal altura, no ignores que sihoy ostentas favores, presto celos lrarés. La gloria mas levantada que amor a tu dicha ordena, contémplala como gjena, y tenia como prestada, No tu ambicién engafiada piense que etemo serés en las dchas, pues veras que hay 4spid entre las flores, y que sihoy cantas favores , presto celos lorarés. 1 OO SONETOS: Procura desmentir los elogios que a un retraio de la poetisa insoribié la verdad, que llama pasion Este que ves, engafio colorido, que del arte ostentando los primores, on fals0s sllogismos de colores 8 cauteloso engafio del sentido, ste en quien la isonja ha pretendido ‘excusar de los afas los horreres y, venciendo del tiempo los rigores, ‘riunfarde la vejez del olvido, es un vano artfico del cuidado, es una flor al viento delicada, es un resguardo inuiil para el hado, es una necia diigencia errada, es un afén caduoo y, ben mirado, es cadaver, es polvo, es sombra, es nada. 2 En que da moral censura a una rosa, yen ella @ sus semejantes Rosa divina que en genti cultura eres, con tu fragante sutieza, magisterio purpireo de la belieza, ensefianza nevada ala hermosure. ‘Amago de la humana arquitectura, ejemplo de la vana gentileza en cuyo ser unié naturaleza, la cuna alegre y vste sepultura. {Cuan altiva en tu pompa, presumida, ‘soberbia el riesgo de morir desdefias, y luego desmayada y encogida de tu caduoo ser das mustias sefias, ‘con que con dosta muerte y necia vida, Viviendo engatias y muriendo ensefias! E-scoge antes e! morr que exponerse a os uttrajes de a vejez Miré Celia una rosa que en el prado ostentaba feliz fa pompa van, y-oon afeites de carmin y grana 12 «an LCL bafiaba alegre el rostro delicado, y dijo: -goza sin temor del Hado el curso breve de tu edad lozena, Dues no podra la muerte de mafiana quitarte lo que hubieres hoy gozado; y aunque llega ta muerte presurosa, y tu fragante vida sete aleja, ‘no sientas el morir tan bella y mozet mira que la experiencia te aconseja que es fortuna morirte siendo hermosa, y no ver el ultra de ser via ‘Muestra sentir que la baldonen por los aplausos de su habilidad Tan grande, jay, Hadol, mi detito ha sido que, por castigo de él o por tormento, no basta el que adelanta el pensamiento, sino el que le previene al odo? = Tan severo en mi contra has procedido, que me persuado de tu duro intento a que slo me diste entendimiento porque fuese mi dao mas crecido. Disteme aplausos para més baldones, subir me hiciste para penas tales, y aun pienso que me dieron tus traiciones enas a mis desdichas desiguales, porque viendome rica de tus dones nadie tuviese lastima a mis males. ‘Sospecha crueidad disimuiada, el alivio que la Esperanza da Diuturna enfermedad de la esperanza que asi entretienes mis cansados afios, yen el fiel de los bienes y los dafios tienes en equilibrio la balanza, ue siempre suspendida, en la tardanza de indinarse, no dejan tus engaios {que lleguen a excederse en los tamafios, la desesperacion ola desconfanza: Quien te ha quitado el nombre de homicida? 13 Pues lo eres mas severa, si se advierte que suspendes el alma entretenida, y entre la infausta o la felce suerte, no lo haces ti por conservar la vida, sino por dar mas diatada muerte. Verde embeleso... Verde embeleso de la vida humana, loca esperanza, frenesi dorado, suefio de los despiertos intrincado, como de suefios, de tesoros vana: alma del mundo, senectud lozana, decrépito verdor imaginado, 1 hoy de los dichosos esperado, y de los desdichados el mafiana: sigan tu sombra en busca de tu dia los que con verdes vidios por antojos, todo lo ven pintado a su deseo; que yo, mas cuerda en le fortuna mia, tengo entrambas manos ambos ojos, y solamente lo que toco veo. En que satisface un recelo con la retérica del llanto Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, ccomoen tu rosto ytus acciones via ‘que con palabras no te persuadia, que el corazin me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, vencié lo que imposible parecia, pues entre el lanto que el dolor vertia, el corazin deshecto destiaba. Baste ya de rigores, mi bien, baste: no te atormenten mas celos tiranos, ni el vil recelo tu quietud contraste ‘con somibras necias, con indicios vanos, pues ya en liquide humor viste y tocaste mi corazon deshecho entre tus manos, 14 Que contiene una fantasia contenta con amor decente Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que mas quiero, bella ilusion por quien aleore muero, dulce fccion por quien penosa vivo. Si al iman de tus gracias atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, para qué me enamoras lisonjero, si has de burlarme luego fugitive? ‘Mas blasonar no puedes satisfecho de que triunfa de mi tu tania: ‘que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantastica cefiia, poco importa burl brazos y pecho, si te labra prisién mi fantasia. Resuelve la cuestion de cuél see pesar mas molesto en encontradas correspondencias, amar 0 aborrecer Que no me quiera Fabio al verse amiado es dolor sin igual en mi sentido; ‘mas que me quiera Silvio, aborrecido, ‘es menor mal, mas no menos enfado. Qué sufrimiento no estara cansado, si siempre le resuenan al oido, tras la vana arrogancia de un querido el cansado gemir de un desdefiado? Side Sivio me cansa el rendimiento, ‘a Fabio canso oon estar rendida; side éste busco el agradecimiento, a mime busca elotro agradecida: por activa y pasiva es mi tormento, ‘pues padezco en querer y ser querida. Prosigue el mismo asunto, y determina que prevalezca la raz6n contra el gusto Al que ingrato me deja, busco amante: al que amante me sigue, dejo ingrata; cconstante adoro a quien mi amor maltata, maltrato a quien mi amor busca constante. 16 EEE OO Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante el que de amor me trata; ‘riunfante quiero ver al que de amor me mata, y mato al que me quiere ver tiunfante. Sia éste pago, padece mi deseo; siruego a aquel, mi pundonor enojo; de entrambos modos infeliz me veo. Pero yo, por mejor partido, escojo de quien no quiero ser violenio empleo, de quien no me quiere, vil despojo. Ensefia cGmo un solo empleo en amar es raz6n y conveniencia Fabio: en el ser de todos adoradas son todas las beldades ambiciosas, porque tienen las aras por ociosas, si no las ven de victimas coimadas. Y asi, side uno solo son amadas, viven de a Fortuna querellosas, Porque piensan que mas que ser hermosas consituye deidad el ser rogadas. Mas yo soy en aquesto tan medida, ‘que en viendo @ muchos mi atencién zozobra, y solo quiero ser correspondida de aquél que de mi amor réditos cobra, Porque es la sal del gusto e! ser querida: que dafia lo que fatta y lo que sobra. De amor, puesto antes en sujetoindigno, es enmienda basonar del arrepentimiento Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Sitio, de mi amor errado, cuan grave es la malicia del pecado, cuan volenta la fuerza de un deseo. ‘Ami mesma memoria apenes creo que pudiese caber en mi cuidado la dima linea de lo despreciado, 1 termino final de un mal emgelo. ‘Yo bien quisiera, cuando llego a verte, viendo mi infame amor poder negarlo; 16 » mas luego la razon justa me advierte que séo se remedia en publicarto: porque del gran delio de quererte, sblo es bastante pena confesario. Prosigue a su pesar; y dice que atin no quisiera aborrecer @ tan indigno sujeto, ‘por no tenerla asi atin cerca del corazén Silvio, yo te aborrezoo, y aun condeno el que estés de esta suerte en mi sentido, ‘que infama al ierto el escorpion herido, quien lo huella mancha inmundo el cieno. Eres como morro veneno que dafia @ quien lo vierteinadvertido, yen in eres tan malo y fementido, que aun para aborrecido no eres bueno. Tu aspecto vila mi memoria orezco, aunque con susto me lo contradice, por dare yo la pena que merezoo: pues cuando considero lo que hice, 1no sOo att, corida, te aborrez0o, pero a mi por el tiempo que te quis. De una reflexion cuerda con que mitiga el dolor de una pasion Con el dolor de ia mortal herd, de un agravio de anor me lamentaba; y por ver sila muerte se llegaba, procuraba que fuese mas crecida. Toda en el mal el alma divertida, pena por pena su dolor sumaba, y en cada circunstancia ponderaba que sobraban mil muertes a una vida. Y cuando al golpe de uno y oto tio, rendido el corazon, daba penoso sefias de dar el timo suspiro, ‘10 s8 con qué destino prodigioso volvien mi acuerdo y dje: ~,Qué me admiro? 4 Quién en amorha sido mas dichoso? 7 of Aunque en vano, quiere reducir a método racional el pesar de un celoso {Qué es esto, Alcino? zCémo tu cordura se deja asi vencer de un mal celoso, haciendo con extremos de furioso demostraciones més que de locura? ZEn qué te ofendid Celia, si se apura? 20 por qué al Amor culpas de engarioso, si no asequré nunca poderoso la etema posesion de su hermasura? La posesién de cosas temporaies, temporal es, Alcino, y es abuso el querer conservatlas siempre iguales Con que tu error o ignorancia acuso, pues Fortuna y Amor, de cosas tales la propiedad no han dado, sino el uso. ‘No quiere pasar por olvido lo descuidado Dies que yo te olvido, Celio, y mientes en decir que me acuerdo de olvidarte, pues no hay en mi memoria alguna parte en que, aun como ohidado, te presentes. Mis pensamientos son tan diferentes yen todo tan ajenos de tratate, que ni saben si pueden agraviarte, 1i, site olvidan, saben silo sientes. Si ti fueras capaz de ser querido, fueras capaz de olvdo; y ya era gloria, al menos, la potencia de haber sido. Mas tan lejos estas de esa victoria, ‘que aqueste no acardarme noes olvido, sino una negacion de la memoria, Que consuela a un celoso, epilogands la serie de los amores ‘Amor empieza por desasosiego, soliciud, ardores y desvelcs; ctese con resgos, lances y revelos, susténlase de Hants y de ruego. Doctrinanle tibiezas y despego, 8 eee on conserva el ser entre engatfiosos velos, hasta que con agravios 0 con celos apaga con sus lagrimas su fuego. Su principio, su medio y fin es éste; ues, 2por qué, Alcino, sientes el desvio de Celia, que otro tiempo bien te quiso? {Qué razén hay de que dolor te cueste, ues no te engafio Amor, Alcino mio, sino que llegé el temmino preciso? 19 Que dan encarecida satisfaccién a unos oslos Pues estoy condenada, Fabio, a la muerte por decreto tuyo, yla sentenciaairada nila apelo, resisto nila huyo, yeme que no hay reo tan culpato a quien el confesar le sea negado. Porque te han informado — dices- de que mi pecho te ha ofendido, me has, fiero, condenado. eY pueden en tu pecho endurecido ‘mas la noticia incierta, que no es ciencia, que de tantas verdades la experiencia? Siaottos crétito has dado, Fabio, :por que a tus ojos se lo nlegas, y el sentido trocado- de la ey, al corde! mi cuello entregas, pues liberal me amplias los rigores, y avaro me restinges los favores? Sia otros ojos he visto, métenme, Fabio, tus arados ojos; sia otto carifo asisto, asistanme implacables tus enojos: Yi otto amor del tuyo me diverts, ti, que has sido mi vida, me des muerte. Sia ott, alegre, he mirado, nunca alegre me mires ni te vea; sile hablé con agrado, eterno desagrado en ti posea; ysiotro amor inquieta mi sentido, séquesme el alma td, que mi alma has sido. Mas supuesto que muero sin resis a mi infelice suerte, ‘que me des sdlo quiero licencia de que escnja yo mi muerte; deja la muerte a mi eleccion medida, pues en la tuya pongo yo la vida. No muera de rigores, Fabio, cuando de morir de amores puedo; pues con marr de amores, ti acteditado y yo bien puesta quedo: que morir por amor, no de culpada, ‘No es menos muerte, pero es mas honrada. Perdén, en fin, te pido de las muchas ofensas que te he hecho en haberte querido: ‘que ofersas son, pues son a tu despecho, y o0n razon te ofendes de mi rato, ues que yo, con quererte, te hago ingrato, th Que expresan sent ‘Amado mio, cescucha un rato mis cansadas quejas, pues del viento las fo, ue breve las conduzca a tus orejas sini se desvanece el trste acento como mis esperanzas en el viento. Oyeme con los ojos, yaque esté tan distantes los oidos, y de ausentes enojos en ecos, de mi pluma mis gemidos; y ya que a tino llega mi voz ruda, yeme sordo pues me quejo muda. Si del campo te agradas, ‘goza de sus frescuras venturosas, sin aquestas cansadas lagrimas te detengan enfadosas; que en él verés, si atento te entetienes, ejemplos de mis males y mis bienes. Sial arroyo parlero ves, galén de las flores en el prado, que amante y isonjero a cuantas mira intima su cuidado, en su cortiente mi dolor te avisa que a costa de mitlanto tiene risa. Si ves que triste lora su esperanza marchita, en ramo verde, t6rtola gemidora, en él y en ella midoior te acuerde que imitan con verdor y con lamento, él mi esperanza y ella mi tormento. Sila for delcada, sila pefia que altiva no consiente el tiempo ser holada, ~ambas me imitan, aunque variamente, ya con fragilidad, ya con dureza, mi dicha aquélla y ésta mi frmeza. 24 tos de ausente Si ves e! ciervo herido que baja por el monte, acelerado, buscando, doiorido, alvio al malen un arroyo helado, y sediento al cristal se precipita, no en el avo, en el dolor me imita. Si la liebre encogida huye medrosa de los galgos fieros, y por salvar la vida no deja estampa de los pies ligeros, tal mi esperanza, en dudas y recelos, se ve acosada de villanos celos. Si ves el cielo claro, tales la sencillez del alma mia; y sideluz avaro, de tinieblas se emboza el claro dia, econ su oscuridad y suinclemencia imagen de mi vida en esta ausencia Asi que, Fabio amado, saber puedes mis males sin costarte le noticia cuidado, pues pueden de los campos informarte; y pues yo a todo mi doior ajusto, saber mi pena sin dejar tu gusto Mas, zovdndo, jay, gloria mial, mereceré gozar tu luz serena? {Cuando llegaré el dia ‘que pongas dulce fin a tanta pena? {Cuando veré tus ojos, dulce encanto, y de los mios quitarés el lanto? {Cuando tu voz sonora heriré mis oidos, delicada, yel alma que te adora, de inundacion de gozos anegada, a recibirte con amante prisa saldra a los ojos desatada en risa? Nee ch {Cuando tu luz hermosa revestird de gloria mis sentidos? eY cuando yo, dichosa, més suspiros daré por bien perdidos, teniendo en poco el precio de mi lanto, que tanto ha de penar quien goza tanto? {Cuando de tu apacble rosto alegre veré el semblante afable, y aque! bien indecible a toda humana pluma inexplicable, que mal se cefré a lo definido to que no cabe en todo lo sentido? Ven, pues, mi prenda amada, Que ya falleoe mi cansada vida de esta ausencia pesada; ven, pues, que mientras tarda tu venida, ‘aunque me cueste su verdor enojas, regaré mi esperanza con mis ojos. Que expresan el sentimiento que padece una mujer amante, de su marido muerto Aeestos pefiascos rudos, mudos testigos del dotor que siento ~ que s6lo siendo mudos pudiera yo fiarles mi tormento, si acaso de mis penas lo terrible Tio infunda lengua y voz en lo insensibie-, quiero contar mis males, ies que yo sé los males de que muero, pues son mis penas tales, que si contarias por alivio quiero, le son, una con otra atropeliada, dogal a la garganta, al pecho espada No envidio dicha ajena que el mal etemo que en mi pecho lida, hace incapaz mi pena de que pueda tener tan alta envidia; es tan misero estado en el que peno, que como dicha envidio el mal ajeno. No pienso yo si hay glorias, porque estoy de pensarlo tan distante, que aun tas dulces memorias cde mi pasado bien, tan ignorante Jas mira de mi mal el desengafo, que ignaro si fue bien, y sé que dato. 22 Estance alld en su esfera los dichosos, que es cosa en mi sentido tan remota, tan fuera de mi imaginacién, que s6lo mido, entre lo que padecen fos mortales, {o que distan sus males de mis males. {Quién tan dichoso fuera que de un agravio indigno se quejara! i Quin un desdén lorera! {Quién un alto imposible pretendieral {Quin legara, de ausencia o de mudanza, casi a perder de vista la esoeranzal i Quign en ajenos brazos viera a su duet, y con dolor rabioso se arrancara a pedazos dol pecho ardiente el corazén caloso! Pues fuera menor mal que mis desvelos al inferno insufrible de los oelos. Pues todos estos males tienen consul o tienen esperanza, y los mas sin iguales solicitan o animan la venganza; y sbio de mifiero mal se aeja la esperanza, venganza, alvo y quel hh Porque, 2a quién sino al Cielo, que me robé mi duice prenda amada, podrd mi desconsuelo dar sacrilega queja destemplada? Y a, con sordas, rectsimas orejas, a cuenta de blastemias pondra quejas. Ni Fabio fue grosero, 1 ingrato ni traidor, antes amante con pecho verdadero; nadie fue mas leal ni més constante, nadie mas fino supo, en sus acciones, finezas afiadir a obligaciones. Sélo el Cielo, envicioso, mi esposo me quit; la Parca dura, con cefo riguroso, fue sblo autor de tanta desventura, {0h, Cielo riguroso; oh, triste suerte {que tantas muertes das con una muerte! 23, iAy, duloe esposo amado! {Para qué te vi yo? Por qué te quise, ypor qué tu cuidado me hizo con las venturas infelice? iOh, dicha fementida y lisonjera, ‘quién tus amargos fines conocieral {Qué vida es ésta mia que rebelde resiste a dolor tanto? 2Por qué, necia porfia y, en las amargas fuentes de mi llanto, atenuada no acaba de extinguirse, sino puede en mi fuego consumirse?

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