- COMEDIA- JUAN DAVID CARDONA ARBOLEDA

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INT. PALOMAR MOLINO. AMANECER

Aún llueve. Dos guardias terminan de atar a Mercedes con sogas

al mismo poste en el que estaba el tartamudo, mientras una de
las empleadas tiene ollas en sus manos y las pone donde están
cayendo las goteras. Vidal entra.

VIDAL
Puede retirarse Garcés y,
llévese a los hombres, que
descansen. Que descansen bien.

GARCÉS
¿Está usted seguro, señor?
(mientras le caen goteras del techo en el sombrero)

Vidal le quita el sombrero y se lo pone en su cabeza.

VIDAL
Tiene razón, Garcés, Por el amor de Dios esto se está
inundando. Vaya ya mismo al techo con sus hombres.
Y déjeme.
.

Garcés sonríe y sale.

MERCEDES
Eso es lo que pensó usted siempre,
por eso pude estar cerca, porque
yo era invisible para usted.

Vidal la ignora como si no existiera, mira al tartamudo.

VIDAL
Joder, acabo de encontrar mi
punto débil.
Vidal se dobla las mangas de la camisa y se desabotona la
parte de arriba, y se baja la cremallera del pantalón.
Mercedes, haciendo un esfuerzo, cierra los ojos fuertemente
mientras angustiada logra sacar algo que esconde en el
dobladillo de su mandil.

VIDAL
Pero, estamos aquí para buscar
otros puntos débiles.

Se da la vuelta y empieza a sacar unas herramientas extrañas

alargadas que no pueden notarse mucho a la distancia de
mercedes.
VIDAL
Hace mucho estaba esperando este momento.
El asunto es muy sencillo. Usted
va no va a hablar.

De pronto guarda silencio, y se acerca sutilmente al oído del

tartamudo, y le muerde una oreja.
VIDAL
Y es mejor que no vaya a decir nada
TARTAMUDO
Quehe vovovovoy a dedededdee…

Vidal Esconde sus dedos en el pantalón del tartamudo mientras

sonríe. Una gotera empieza a caerle en la nariz a Vidal, y se
escuchan pasos en el techo.

Mercedes está de pie y comienza a gritar de manera aguda

pidiendo ayuda, aún atada al poste.

VIDAL
¿Pero qué demonios hace Ud. Aquí?

Vidal va por su pistola. Mercedes se suelta de las sogas y

corre al armario donde agarra lo que parece ser un tubo, y le
da un golpe en la cabeza a Vidal, que al golpearle en la
cabeza le rebota. Vidal se soba la cabeza. Mercedes con un
vibrador en la mano le vuelve a asestar un golpe y Vidal queda
con el vibrador en la boca.

MERCEDES
Yo no soy un viejo, ni un hombre
 herido, hijo de puta, hijo de puta.
(Pausa)
No se te ocurra tocar a la niña.
(Pausa)
No serás el primer cerdo
que degüello.

Vidal toma el vibrador con sus manos y lo lanza lejos, sonríe

y con la pistola se acerca lentamente a donde esta mercedes.
VIDAL
¿De qué demonios habla?
De pronto se escucha un ruido en el techo que se abre y cae
uno de los hombres encima de Vidal. Los hombres se quedan
mirando abajo, diciendo.
GARCES
Coronel, coronel, esto está más
grave de lo que parece,
¡coronel! ¿está bien?
Mercedes mira a los hombres
GARCES
¿Y Ud. ¿Quién es señorita?
¿Qué le hizo el coronel?

Mercedes mira al tartamudo que está intentando decir algo,

sale corriendo de ahí, pero, luego, disimulando, echa a andar
en medio de la lluvia, encaminándose hacia el bosque.