Está en la página 1de 48

Pendiente de publicación (AEPECT).

2009

Riesgos Geológicos: técnicas de análisis y mitigación

Geological risks: analysis and mitigation techniques

Llorente Isidro, M. y Laín Huerta, L.

Área de Investigación en Peligrosidad y Riesgos Geológicos,

Instituto Geológico y Minero de España (MICINN), Ríos Rosas 23, 28003 Madrid

m.llorente@igme.es; l.lain@igme.es

Resumen: Los riesgos geológicos son situaciones hipotéticas de posibles daños como

consecuencia de un posible fenómeno natural para cuya comprensión es necesario

integrar el conocimiento geológico. Existen muchos procesos geológicos que dan lugar a

este tipo de situaciones, pero básicamente se clasifican desde un punto de vista

geodinámico en riesgos internos y externos según sea el origen del proceso. Los análisis

de riesgos geológicos se realizan con el propósito de reducir el impacto negativo de los

procesos naturales sobre la vida de las personas y de sus bienes. El principal factor a

estudiar en los análisis de riesgo es la fuente del riesgo, esto es, el peligro o el proceso

geológico potencialmente peligroso (su severidad -magnitud e intensidad- y su

frecuencia). Al igual que existen multitud de tipos de procesos geológicos peligrosos,

también existen muy diversas técnicas de análisis y enfoques para cada uno de ellos,

resultando ser el denominador común la recopilación, preparación e integración de datos

de distintas fuentes y el ulterior análisis de los factores de peligrosidad para comprender

los factores condicionantes, los desencadenantes y los umbrales o las clases de peligro.

Las técnicas de mitigación comprenden medidas para reducir uno o varios de los

parámetros que intervienen en la ecuación del riesgo, para lo que se pueden emplear

medidas estructurales o medidas no estructurales, o una combinación de ambos tipos

para lograr el nivel de protección buscado.

Página 1
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Abstract: Geological risks are hypothetical situations in which damages are expected due

to the possible occurrence of a natural phenomenon that requires a geological approach to

properly understand it. There are many different processes that can cause such a

circumstance though generally speaking they can be classified according to the Earth

dynamics causing the phenomena, hence into internal or external risks. Risk analysis is

undertaken in order to minimize negative impact on human life or property. The main

factor to study in risk analysis is the source of risk, this is the hazard or the potentially

dangerous geological phenomenon involved (its severity –magnitude and intensity- and its

frequency). As well as there are many kinds of hazardous geological processes, there are

also many diverse techniques and approaches that can be involved in their analysis,

however all analysis share a common structure: data gathering, data pre-processing and

data integration from different sources; determining factors of hazard, conditioning factors,

triggering factors, and identifying thresholds or hazard classes. Mitigation techniques

include measures focused on one or more of the variables in the risk equation, using

structural or non structural measures or a combination of both to reach the desired level of

protection.

Palabras clave: peligro, exposición, vulnerabilidad, preventivas, correctoras

Keywords: hazard, exposure, vulnerability, preventive, corrective

Página 2
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

1. Introducción

Los Riesgos Naturales son un tema de creciente interés, es decir, las inversiones son

cada vez mayores de parte de las administraciones públicas y de los organismos privados

para dar cumplimiento a las exigencias de una sociedad que cada vez tolera menos la

inseguridad frente a los envites de la naturaleza. Sirva de ejemplo citar la reciente entrada

en vigor de la Ley del Suelo (cuyo texto refundido se encuentra en el RDL 2/2008, de 20

de junio) y las reiteradas menciones que en ella se hacen a la obligatoriedad de

contemplar los riesgos geológicos (Artículos 9, 10, 12 y 15) o las iniciativas puestas en

marcha para dar cumplimiento a la Directiva Europea de inundaciones (Directiva

2007/60/CE; MARM, 2009).

Por riesgos naturales se entenderá en este artículo (otras acepciones se pueden ver en

Ayala y Olcina, 2002; IGME, 2006b) que se trata de una situación hipotética de daños

(a personas o a sus bienes o servicios) provocados por un supuesto proceso natural

(figura 1); mientras que por desastre o catástrofe natural se entiende la materialización de

algún daño significativo derivado de la ocurrencia de un cierto proceso natural.

Radiaciones
Extraterrestre Meteoritos
Gravitacionales
Natural
Biológico
Terrestre Geológico
Atmosférico

Transportes
Riesgo Tecnológico Instalaciones

Antrópico Financiero Inversiones


Proyectos

Social

Agravado
Inducido Desencadenado

Figura 1. - Clasificación de los orígenes de riesgo.

Página 3
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

En España el riesgo (R) se expresa en términos de valor económico y número de

víctimas esperables por unidad de tiempo para un caso teórico de análisis, p.ej. €/año por

inundaciones hasta P peligrosidad (severidad y frecuencia); personas/año por terremotos

hasta P peligrosidad, etc., una cifra que resulta de la integral definida de cero a P para

una función dada de riesgo (Olcina y Ayala, 2002; figura 2). Sin embargo la dificultad que

entraña la definición de la función del riesgo hace que normalmente se haga el análisis

para un caso puntual, esto es, las pérdidas para un evento teórico de P peligrosidad. Por

su parte, el desastre o la catástrofe se expresa en términos de valor de bienes

asegurados y no asegurados; y en número de víctimas, de desaparecidos y de afectados;

todo ello tras la ocurrencia del evento. Generalmente esta forma de evaluar los riesgos y

las catástrofes se limita a evaluar daños directos (producidos durante el desarrollo del

evento o incluso tras un pequeño lapso de tiempo) no por otro motivo que los daños

indirectos (los que ocurren en efecto cadena) son muy dependiente de la actitud de la

sociedad (p.ej. la pérdida de capacidad competitiva de una comunidad, la caída de

valores en bolsa, etc) y su evaluación resulta muy compleja.


Riesgo (€)

R = P·E·V
Riesgo
instantáneo para
P peligrosidad

Riesgo total (RT)


Intervalo de alta
incertidumbre

hasta P Peligrosidad
P
RT = ∫ 0
f(P)dP

Umbral 1 P Peligrosidad
(severidad+probabilidad)

Figura 2. - Hipotética función de riesgo (modificado de Olcina y Ayala, 2002).

Página 4
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

La distinción entre riesgo natural y riesgo antrópico se refiere el origen o la causa o

causas más inmediatas que podrían dar lugar a una hipotética situación de daño, con el

objeto de ordenar el conocimiento, de racionalizar reparto de competencias, o de localizar

las fortalezas y debilidades frente a distintas situaciones. En un punto intermedio entre

natural y antrópico se sitúan los riesgos inducidos en los que bien la actividad antrópica

o bien la naturaleza sin ayuda del hombre, agrava una situación previa de riesgo o incluso

la desencadena. Esta clasificación básica no es la única que se emplea en el ámbito de

los riesgos naturales, ya que según la finalidad de distintos estudios existen diferencias

que no siempre son exclusivamente de matices, véase por ejemplo la Base de Datos

Internacional sobre Desastres (EMDAT, 2008).

Los riesgos geológicos hacen referencia a todos aquellos procesos naturales en los que

interviene algún aspecto geológico de modo mayoritario o en el que entender la geología

del fenómeno resulta imprescindible para una adecuada caracterización de dicho proceso

y por tanto, del riesgo (figura 3).

Al proceso que da lugar a una situación de riesgo se le denomina “peligro”, un concepto

que integra tanto la probabilidad de ocurrencia como la tipología, la magnitud y la

intensidad del proceso, evaluando estos aspectos desde el punto de vista de su

capacidad intrínseca para ocasionar daños. Así definidos estos términos (y sin perder de

vista que existen otras interpretaciones) el peligro puede existir sin que haya elementos

expuestos a él (el potencial destructivo es implícito al proceso) pero no existe riesgo si no

hay elementos al alcance de un peligro o si éstos son invulnerables a él (Olcina y Ayala,

2002; figura 4).

Página 5
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Emisiones
Volcánico Explosiones
Interno
Terremotos
Sísmico Tsunamis

Licuefacción
Disoluciones
Expansividad
Riesgo Geológico Litológico Diapirismo
Radiaciones
Hidrogeológicos
Externo
Gravitacionales
Glaciares
Periglaciares
Superficial Fluvio-aluviales
Litorales
Eólicos

Figura 3. - Clasificación de los orígenes de los riesgos geológicos.

R=P·E·V

R es riesgo (€ o personas / año por tipo de proceso y supuesto), P es peligrosidad (1/t de un peligro de
magnitud e intensidad dadas), E es exposición (nº de personas o valor económico comprometido) y V es
vulnerabilidad (resistencia intrínseca de los elementos expuestos).

Peligro
Más vulnerable

Menos vulnerable

Severidad
(Mercancías a 50 km/h)

Frecuencia
(por aquí pasa el tren cada 5min)

Exposición

Figura 4. - Ecuación del Riesgo y ejemplificación de una situación de “riesgo”. Como


indica la señal, el peligro es “el tren” (lo que incluye el tipo, velocidad, frecuencia, etc). Los
elementos expuestos son aquellos que se encuentran bajo la posible influencia del peligro
(en este caso aquello que esté en las vías del tren). La vulnerabilidad es la resistencia de
un objeto ante un hipotético impacto. No hay riesgo si no hay exposición o si no hay
peligro. Hay peligro (“hay tren”) aunque no haya exposición (“aunque no haya gente en las
vías”). Hay vulnerabilidad aunque no haya peligro.

2. Análisis de riesgos

Los estudios de riesgos naturales tienen por objeto último la reducción del riesgo desde

valores inaceptables hasta valores aceptables. Qué se considera aceptable y qué no

Página 6
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

depende principalmente de factores tales como la situación económica y política de un

país o la educación de las personas, lo que se acaba expresándose en términos de

inversiones en proyectos.

Un análisis de riesgos persigue contestar básicamente a cinco preguntas: 1) qué puede

ocurrir (peligros); 2) cuándo puede ocurrir (probabilidad); 3) dónde puede ocurrir y a qué

o quién puede afectar (exposición); y 4) cuánto costaría si ocurriera (vulnerabilidad y

riesgo); y 5) cómo y hasta cuánto se puede reducir esa pérdida (mitigación de riesgos).

Análisis de la peligrosidad geológica

Los análisis de peligrosidad geológica conducen a una evaluación cuantitativa o

cualitativa de un fenómeno natural con potencial destructivo y pasan por dos fases, la

recopilación de información previa y los análisis de los factores de peligrosidad.

1. La recopilación de información previa relativa al proceso y a los efectos asociados,

es a menudo un proceso largo y tedioso para hacer acopio de información histórica

(documentación de archivos, memorias, *tecas), de información de paleo-eventos (registro

geológico de eventos pasados), de información cartográfica (usos del suelo, topografía,

etc.) y de otras fuentes de información complementarias (ya san de tipo físico, químico,

sociológico u otras fuentes). En esta información se apoyan los análisis de los factores de

peligrosidad, de exposición y vulnerabilidad por lo que en gran medida determinan la

metodología que se seguirá en dichos análisis, o cuando lo que prima es el método (al

objeto de alcanzar una estimación apropiada para un caso concreto) la inversión más

sustancial del proyecto no es raro que se dedique a esta fase. La calidad y cantidad de los

datos previos condiciona la fiabilidad de los resultados, si bien algunas fuentes de

información empiezan a ser tan voluminosas y con tan buena calidad que los métodos y

las herramientas de análisis podrían ya estar muy lejos de poder aprovechar tal cantidad

Página 7
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

de datos, lo que en definitiva hace que las incertidumbres de otras variables resulte aún

más llamativa.

2. La fase de análisis de factores de peligrosidad persigue identificar los

condicionantes y desencadenantes de un proceso, y en su caso determinar valores

umbrales característicos, así como evaluar la magnitud e intensidad (severidad) del

mismo y evaluar la probabilidad de ocurrencia o la frecuencia con que tiene lugar el

proceso.

Los resultados de todo análisis de peligrosidad moderno conducen a la elaboración de

bases de datos georreferenciadas, es decir, a cartografías digitales, de distintos factores

de peligrosidad, como por ejemplo la velocidad del proceso, su energía, su temperatura,

etc.

Las ciencias que intervienen en un análisis de peligrosidad son tan variadas como

procesos se conocen, lo que conduce a que un estudio de este tipo esté compuesto

necesariamente por un equipo multidiscipliar. Veamos algunos ejemplos.

Volcanismo

Un volcán es la manifestación en la superficie de la corteza terrestre de un conjunto de

procesos de transferencia del calor interno de la tierra. Bajo el término “peligro volcánico”

se contemplan procesos relacionados con la actividad eruptiva, que principalmente se

agrupan en emisiones de material (líquido, sólido o gaseoso) y en explosiones volcánicas

(fallo estructural de edificios volcánicos por fuertes variaciones de presión interna). Sin

embargo existen otros muchos procesos asociados a la actividad volcánica con potencial

destructivo (sismicidad, lahares, deslizamientos, etc., figura 5; USGS 2000).

En el estudio de la peligrosidad volcánica es necesario comprender en profundidad el

comportamiento eruptivo de un área volcánica activa, sin embargo, no existen

Página 8
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

procedimientos capaces de simular ni de representar apropiadamente más de un

fenómeno al mismo tiempo, por lo que se estudia cada uno de ellos de forma aislada

(IGME 2006), algo que ocurre de forma análoga en los análisis de otros procesos.

Viento predominante
Nube eruptiva

CO2, H2O, H2S…


Columna eruptiva

Lluvia de cenizas

Lluvia ácida Bombas volcánicas


(proyectiles balísticos) Colada de piroclastos

Colada de lava
Lahar
Probable nuevo
foco eruptivo
Movimientos
del terreno

Figura 5. - Principales peligros asociados a la actividad volcánica (modificado de USGS, 2000).

Sismicidad

La sismicidad es el proceso de propagación de ondas elásticas a través de los

materiales. Esta alteración del campo de esfuerzos da lugar a movimientos en superficie

(ondas L), tanto verticales (ondas Raileigh) como horizontales (ondas Love), como

consecuencia de la transformación de las ondas de cuerpo (P y S) al alcanzar la interfase

tierra -aire -agua (figura 6).

Esta propagación de deformaciones superficiales puede tener consecuencias directas

sobre las infraestructuras (ocasionando daños a elementos estructurales, cortes de

servicios y otros) o indirectos mediante efectos derivados, tales como tsunamis,

licuefacciones o movimientos del terreno.

Página 9
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Generalmente el peligro sísmico se aborda como el estudio de variaciones en el campo

de aceleraciones del suelo, tanto desde la perspectiva de una macrozonación sísmica

para establecer grandes regiones homogéneas; como desde la percepción de la

microzonación sísmica, para evaluar el efecto suelo de amplificación de la aceleración

sísmica. La macrozonación sísmica es útil a escala supra-regional (por ejemplo a la hora

de dictar normas tales como la Norma de Construcción Sismorresistente de España,

NCSE-02), mientras que la microzonación es aplicable a escala local (municipal, por

ejemplo para actuaciones sobre el territorio).

Sentido de avance

Sentido de avance

Cizalla horizontal
Cizalla vertical

Ondas Love
Ondas Raileigh

Emplazamiento
Trayectoria

Ondas P, S Ondas L

Zona fuente

Figura 6. - Ondas sísmicas y perturbaciones en superficie.

Licuefacción

La licuefacción de suelos requiere de la presencia de un tipo litológico muy concreto, esto

es, un sedimento poroso no consolidado y saturado en agua, por ejemplo, arenas sueltas

con un nivel freático muy cercano a la superficie. Este tipo de suelos es estable en

condiciones normales porque cada grano de arena se apoya en otro u otros granos

vecinos conformando así una estructura esquelética capaz de sostener elementos en su

superficie. Pero ante la presencia de una vibración estos granos de arena comienzan a

colisionar entre sí, pudiendo llegar a perder todo el contacto con otros granos y quedando

embebidos en agua, lo que ocasiona un comportamiento del suelo similar al de un

Página 10
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

fluido, dando lugar a una compactación del terreno que puede ser muy significativa para

las infraestructuras.

Disoluciones

La disolución de las rocas es un proceso lento de degradación de las mismas. El motor de

disolución principal es el agua y los materiales más notablemente afectados son las rocas

de naturaleza salina y carbonatada. Desde un punto de vista de los peligros geológicos,

las disoluciones de las rocas pueden dar lugar a cavidades de distinto tamaño y forma,

unas oquedades que pueden llegar a un grado de desarrollo tal que se produzca una

inestabilidad del terreno por incapacidad estructural para sostener el techo de la

cavidad, dando lugar a hundimientos más o menos acelerados. El más llamativo de los

procesos de disolución es la karstificación debido a la geomorfología tan característica a

la que da lugar, y desde el punto de vista de los riesgos, puede conducir a colapsos

súbitos con pocos o ningún indicio superficial previo perceptible a día de hoy.

Expansividad

La variación volumétrica de las rocas como consecuencia de variaciones de humedad

en la estructura cristalina es una cuestión de nuevo asociada al tipo litológico. Las rocas

salinas y las arcillosas son las protagonistas en este caso. El verdadero problema

asociado a la expansividad es su carácter irregular en porciones de territorio pequeñas, lo

que origina características ondulaciones de la superficie y resquebrajamientos en paredes

de edificios y carreteras que pueden llegar a ser muy notables. También constituyen un

motor desencadenante de otros procesos, como por ejemplo los movimientos de ladera.

Diapirismo

Un diapiro es una masa de roca plástica (generalmente salina o arcillosa) que asciende

por efecto de una diferencia de densidad con las rocas que encuentra sobre ella. El

Página 11
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

diapirismo es el mecanismo de ascenso de esa masa, lo que conlleva un ascenso del

nivel del suelo justo por encima del diapiro y un hundimiento de las zonas colindantes.

Este proceso suele ser lento pero puede afectar a extensiones significativas.

Radiaciones

Algunas rocas, principalmente en las graníticas, están enriquecidas en elementos cuya

desintegración radioactiva puede afectar a la salud humana. El más significativo de estos

procesos proviene de la descomposición de Radio (226Ra), que libera el gas radón (222Rn)

y que a su vez se desintegra a plomo (210Pb). El gas radón, mucho más pesado que los

gases atmosféricos, se acumula en la superficie en ambientes cerrados y a ras de suelo o

por debajo de él en sótanos y semisótanos. En EEUU se considera la segunda fuente de

cáncer de pulmón después del tabaco (EPA, 2008).

Gravitacionales

Bajo este nombre se intenta englobar a un conjunto muy variado de movimientos del

terreno en los que la fuerza de la gravedad es el motor principal del fenómeno. Quizá la

clasificación más utilizada sea la de Varnes 1978 o sus ulteriores modificaciones (figura

7), que presentan en una tabla el cruce entre el tipo de material (desde material suelto a

roca) y el tipo de movimiento (desde caídas a flujos).

Página 12
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Figura 7. - Clasificación de los movimientos de ladera (García Yagüe, 1988).

Fluvio-aluviales

La dinámica fluvial, o fluvio-aluvial, se refiere a los procesos que intervienen en la

escorrentía superficial, es decir, al discurrir del agua por la superficie terrestre, provenga

ésta de lluvias o de rotura de represamientos u otras fuentes, de tal suerte que el fluido

termina por concentrarse en vaguadas en forma de regueros, riachuelos, arroyos,

torrentes, ríos, ramblas, etc. La frontera entre los procesos gravitacionales y los

fluvioaluviales no siempre está clara, pues los ríos constituyen el principal agente erosivo

y de transporte de materiales, pudiendo en ocasiones encontrarse con torrentes, ramblas

o rieras, en los que más del 50% en volumen del caudal circulante resultan ser roca o

materiales sólidos de otra naturaleza (ramas y detritos de todo tipo).

Análisis de la exposición

El análisis de la exposición persigue determinar la presión a la que están sometidos los

elementos del territorio y el valor de cada uno de estos elementos. Este análisis consta de
Página 13
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

tres fases: el cruce (mediante un Sistema de Información Geográfica, SIG) de BBDD de

alcance de la peligrosidad con las BBDD planimétricas (catastro, infraestructuras, etc); la

investigación de los valores de los elementos expuestos; y el cruce de las BBDD de

factores de peligrosidad con los elementos expuestos.

En el cruce de las BBDD de alcance de la peligrosidad intervienen cartografías en las que

se contemple el alcance areal máximo del proceso para el caso o casos de estudio y las

BBDD de los elementos del territorio, así como identificar el nivel de peligrosidad para

cada uno de ellos. El objetivo de esta primera fase es acotar y minimizar la inversión o el

esfuerzo a realizar en la fase siguiente de valoración de elementos expuestos.

La fase de valoración de los elementos expuestos sirve para abstraer a un valor (lo más

próximo al de mercado) a cada una de las entidades concretas del territorio expuestas al

peligro. Esta cifra tiene en cuenta el estado de salud de las infraestructuras, pero rara vez

tiene en cuenta el grado de amortización. Cuando los elementos a tasar son objetos de

valor incierto, tales como edificios históricos o singulares, obras de arte, o elementos con

un valor añadido (sentimental, ético, museístico) la cuantificación se aborda en términos

de unidades especificas (p.ej., tantas obras de tal artista).

En lo que se refiere a personas expuestas se recurre a la información del padrón

municipal o mediante encuestas para hacer una estimación no sólo del número de

personas, sino también al grupo poblacional al que pertenecen en términos de edad,

sexo, salud y educación, entre otros. Al contrario que ocurre con las infraestructuras,

donde puede interesar una estimación de valor económico asociado a una posición

concreta en el espacio, con las personas se restringe el análisis de exposición a una

expresión estadística, principalmente para garantizar la protección de los datos

personales, pero también porque la movilidad geográfica de las personas imposibilita una

Página 14
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

correlación espacial fiable salvo para algunos grupos concretos (hospitalizados,

residencias de la tercera edad) o para algunos índices (densidad de población, natalidad).

Análisis de la vulnerabilidad

Los análisis de vulnerabilidad se realizan para determinar el grado de afección

porcentual más probable de un elemento frente a una hipotética presión. Así por ejemplo,

se ensaya en laboratorio la resistencia de materiales y de estructuras, o se evalúa la

capacidad de respuesta de la población mediante encuestas o estadísticas para sentar las

bases y poder hacer con ello agrupaciones de tipos de elementos desde la perspectiva de

su resistencia (Figura 8).

Clase de vulnerabilidad
Tipo de estructura
A B C D E F
Piedra suelta o canto rodado O
Adobe (ladrillos de tierra) O––I
Mampostería I·····O
Fábrica

Sillería I––O·····I
Sin armar, de ladrillos o bloques I·····O·····I
Sin armar, con forjados de HA I––O·····I
Armada o confinada I·····O–––I
Estructura sin DSR I·····–––O·····I
armado (HA)

Estructura con nivel medio de DSR I·····–––O–––I


Hormigón

Estructura con nivel alto de DSR I·····–––O–––I


Muros sin DSR I······O––I
Muros con nivel medio de DSR I······O––I
Muros con nivel alto de DSR I······O–––I
Acero Estructuras de acero I·····–––O–––I
Madera Estructuras de madera I·····–––O–––I
O Clase de vulnerabilidad más probable
––– Rango probable
····· Rango de casos menos probables, excepcionales
Los tipos de estructuras de fábrica han de leerse, por ejemplo, fábrica de
mampostería, mientras que los tipos de estructuras de hormigón armado
(HA) han de leerse, por ejemplo, pórticos de HA o muros de HA.
DSR = Diseño Sismorresistente.

Figura 8. - Clases de vulnerabilidad de la Escala Macrosísmica Europea, EMS-98.

Página 15
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Matriz de vulnerabilidad sísmica


A1
A2 Daño esperable
A3 Alta
A4
B1 Media-alta
B2
B3 Media-baja
C
D Baja
Muy baja Baja Media Alta
IV-V VI-VII VIII-IX
- Peligrosidad sísmica +

Figura 9. - Matriz de vulnerabilidad elaborada para el término municipal de Albuñol (IGME 2004).

La vulnerabilidad concierne tanto a individuos (vulnerabilidad social) como a comunidades

(resiliencia), a infraestructuras y edificaciones, y a comunicaciones y servicios

(vulnerabilidad de infraestructuras). Todos los tipos de vulnerabilidad se retroalimentan

por la dependencia intrínseca de unos en otros, lo que hace que en ocasiones se

confundan los análisis de vulnerabilidad con los propios análisis de riesgo o que se

deriven actuaciones de prevención ante la identificación de valores de vulnerabilidad muy

altos independientemente de su exposición.

Un ejemplo de un modelo de análisis de vulnerabilidad social muy completo se puede

encontrar en Dwyer et al. 2004 (Figura 8).

Página 16
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Elementos Personas en hogares Comunidades Servicios Instituciones

Individuos Colectivos Geografía Entidades


* ¿Cómo afectan las * ¿Cómo afectan las * ¿Cómo afecta el * ¿Cómo afectan las
condiciones físicas y redes sociales? acceso a servicios de políticas de gestión
Marco las condiciones de salud y bienestar? local y estatal a la
conceptual vida? * ¿Cómo influyen las vulnerabilidad?
relaciones de un * ¿Cómo influye en la
* ¿Cómo contribuyen individuo con su recuperación la * ¿En qué medida
las finanzas a la comunidad en la distancia a los centros? contribuye a la
recuperación? recuperación? recuperación la
financiación estatal?

* Edad * Reciprocidad * Ciudades principales * Responsabilidades


* Ingresos * Sentido de la eficacia * Regiones internas del gobierno local
* Tipo de residencia * Cooperación * Regiones externas * Acuerdos de
Posibles * Posesiones * Participación social * Regiones lejanas compensación o
indicadores * Trabajo * Participación cívica * Regiones remotas asistencia estatales
cuantitativos * Habilidades * Apoyo de la * Obras de caridad
lingüísticas comunidad
* Tipo de vivienda * Frecuencia y forma de
* Discapacidad comunicarse
* Seguro de hogar * Apoyo emocional
* Seguro de vida * Nivel de integración
* Deudas y ahorros * Acciones conjuntas
* Coche * Compromisos
* Género * Vínculos
* Enlaces
* Aislamiento

Modelo de vulnerabilidad social

Figura 10. - Modelo de vulnerabilidad social (modificado de Dwyer et al., 2004).

3. Medidas de mitigación

Como ya se ha indicado anteriormente, los análisis de riesgo y de peligrosidad tienen por

objeto último la reducción del riesgo, lo que implica la adopción de medidas de mitigación

o medidas paliativas que se apoyen en estos estudios. Estas medidas se pueden

clasificar en dos grande grupos (figura 9), aquellas en las que se anticipan las previsiones

de riesgo o de peligrosidad (medidas preventivas); y aquellas que se adoptan durante un

evento (desastre o catástrofe) o tras la ocurrencia del mismo para evitar males mayores

(medidas correctoras). También se pueden clasificar en función de si implican la

ejecución de una obra civil (medidas estructurales) o si por el contrario se apoyan en

cuestiones más sutiles, tales como la educación, la ordenación del territorio, la legislación

sectorial o los sistemas de alerta temprana (medidas no estructurales, figura 9).

Las medidas más eficaces son las preventivas según un estudio del US Army Corps of

Engineers (2003) en el que se concluye que por cada dólar invertido en prevención se

evitan perder más de seis en eventos en EEUU (figura 10); otro estudio más reciente en el
Página 17
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

mismo país (FEMA, 2005) reafirma este punto, apuntando para el caso de las

inundaciones que la relación es de unos 4$ por cada 1$ invertido.

Barreras (muros, diques, presas, pantallas)


Estructurales Elementos de refuerzo (bulones, escolleras)
Canalizaciones, excavaciones y otras actuaciones duraderas
Preventivas

Educación y concienciación social (formación, información)


Legislación sectorial (ambiental, territorial)
Medidas de mitigación

No Ordenación y gestión territorial (reforestación, recalificación)


estructurales Planes de protección civil y emergencias
Sistemas de seguros y reaseguros
Sistemas de aviso y alerta (paneles informativos, alertas tempranas)

Barreras
Estructurales Reconstrucciones y refuerzos provisionales
Correctoras

Canalizaciones, excavaciones y otras actuaciones provisionales

Evacuación (salvamento y socorrismo)


No Atención médica (primeros auxilios y hospitales de emergencia)
estructurales Pago de indemnizaciones (seguros y reaseguros)
Declaración de zona catastrófica y otras medidas financieras

Figura 11. - Tipos de medidas de mitigación.

Figura 12. - Gráfica de coste-beneficio de EEUU para medidas de prevención de inundaciones.


Modificado de US Army Corps of Engineers (2003). Nótese que en 1974 se promulgó la Ley de Ayuda
en Desastres.

Página 18
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Las medidas preventivas se complementan o se asocian con las correctoras, por ejemplo,

los sistemas de seguros se establecen con carácter preventivo o disuasorio (con primas

más elevadas en función del grado de peligrosidad) y su efecto corrector se materializa en

el pago de las indemnizaciones correspondientes; los sistemas de aviso y alerta temprana

se implantan con carácter preventivo y su efecto corrector se materializa con la

evacuación de las personas, lo que a su vez requiere de un plan de protección civil y

emergencias que disponga del protocolo de evacuación y garantice la disposición de los

medios necesarios. Si bien algunas medidas pueden establecerse y operar de forma

aislada (una canalización o una presa) su efectividad aumenta muy significativamente

cuando se complementan con otras medidas en un marco contextual general basado en

el conocimiento del medio (prevención de erosión de suelos, reforestación).

Otra forma de clasificar o de entender las medidas de mitigación se basa en indicar cuál

es el factor sobre el que influye, es decir, medidas anti-peligrosidad, anti-exposición o

anti-vulnerabilidad.

Las medidas anti-peligrosidad persiguen reducir la severidad (su magnitud o su

intensidad) o la frecuencia de un proceso, lo que se puede lograr con medidas

estructurales (figura 11) o con medidas no estructurales (p.ej. protegiendo espacios para

la amortiguación de procesos naturales en regiones deshabitadas).

Las medidas anti-exposición estructurales implican el traslado del peligro de una región a

otra, como por ejemplo las canalizaciones o encauzamientos (figura 12). Las medidas

anti-exposición no estructurales pueden incluir los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) o

simples avisos a la población (figura 13) o la legislación de usos del suelo.

Página 19
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Figura 13. - Pantalla dinámica deteniendo un bloque desprendido (Geobrugg, 2009).

Figura 14. - Canalización en la rambla de Albuñol.

Figura 15. - Cartel de aviso en el que se puede leer: Zona peligrosa por tsunamis, en caso de terremoto
acuda a terrenos elevados o hacia tierra adentro.

Página 20
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Las medidas anti-vulnerabilidad implican el uso de materiales y métodos más resistentes.

Quizá el ejemplo más representativo a este respecto lo constituya Japón con sus estrictas

normas constructivas (medida no estructural) para garantizar que las vibraciones del

terreno ocasionadas por los frecuentes terremotos no resulten en una deformación frágil

de los edificios. Otro ejemplo es el diseño con una fuerte pendiente de los tejados en

regiones montañosas donde se producen copiosas precipitaciones en forma de nieve y

cuya acumulación en los tejados puede resultar en una sobrecarga insostenible en un

techo con un diseño plano (figura 14), una norma constructiva que también es aplicada

para acumulación de cenizas volcánicas.

Figura 16. - Clásica construcción con tejado de alta pendiente para evitar hundimientos del techo por
acumulación de nieve.

Ventajas de las medidas estructurales y no estructurales

Las medidas de mitigación estructurales son especialmente útiles allí donde existe un

elemento que debe ser protegido de eventos muy frecuentes pero de poca magnitud e

intensidad o que por el motivo que fuere (estratégico, histórico, cultural) no puede

salvaguardarse de otro modo (por ejemplo, el suelo urbano consolidado). El problema de

su aplicación generalizada radica en que suelen generar un severo impacto ambiental,

tanto por la ejecución de la obra y el elemento constructivo en sí como por interferir en los

Página 21
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

sistemas naturales, incrementando de este modo la variabilidad o inestabilidad de su

comportamiento; pero más grave si cabe es que crean una falsa sensación de seguridad.

Todas las medidas estructurales se dimensionan para un caso hipotético de magnitud e

intensidad dadas y bajo unas premisas determinadas de mantenimiento y conservación

de las obras. Superado ese umbral de diseño, o no cumpliéndose alguna de las

condiciones de mantenimiento, la protección desaparece, pero no así la falsa sensación

de seguridad de las poblaciones establecidas junto a estas obras (figuras 14 y 15).

Además, aplicar medidas estructurales a eventos de alta severidad y baja probabilidad

resulta muy costoso y su efectividad es discutible, no sólo por la posibilidad de que se

supere el umbral de diseño, sino porque esa cifra umbral suele apoyarse en métodos de

estimación con un nivel de incertidumbre muy elevada, y por tanto, la obra fácilmente

queda subdimensionada (y su consiguiente menor protección) o sobredimensionada (y la

subsiguiente pérdida de aprovechamiento del suelo).

Figura 17. - Rotura de un dique de protección del río Misisipi durante la crecida de 1927. (Frankenfeld,
1927).

Página 22
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Figura 18. - Esquema explicativo de la inundación de Nueva Orleáns (entre el río Misisipi y el lago
Pontchartain) del año 2005 tras el paso del huracán Katrina, con la rotura de los diques de protección
del lago. (Ver explicación más detallada en la fuente original, IGME 2008).

Las medidas no estructurales son en general medidas de muy bajo coste y muy rentables,

especialmente en el medio y largo plazo (figura 9). Su principal ventaja radica en un

incremento en la protección del medio natural y en un mejor aprovechamiento del suelo,

conforme con los procesos naturales que en él ocurren. Sin embargo, pueden ser difíciles

de aplicar en ciertas circunstancias, o incluso no aplicables para salvaguardar

determinadas infraestructuras que por el motivo que fuere se encuentran o han de

encontrarse en una zona expuesta, por ejemplo, la necesidad de refrigeración de los

reactores de las centrales nucleares conlleva a que éstas se sitúen en una zona de fácil

abastecimiento de agua fría, lo que puede situarlas en una zona de inundación en

condiciones naturales.

Los Sistemas de Alerta Temprana (SAT, figura 19) son medidas que se adoptan para

proteger la vida de las personas donde de antemano se sabe que están expuestas a un

determinado peligro, debiendo emplearse allí donde los daños económicos que pudiera

sufrir dicha población tanto en servicios como en competitividad o infraestructuras, no sea

Página 23
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

significativo, bien porque las inversiones son menores o porque ya se consideren

amortizadas o porque existan otras medidas destinadas a minimizar esos efectos. El

fundamento de estos sistemas es monitorizar o hacer un seguimiento de un proceso o de

mecanismos precursores o indicadores, con el objeto de dar un aviso a la población con

tiempo suficiente como para que ésta se ponga a salvo o incremente su seguridad de

forma significativa. Los SAT son sistemas complejos que implican instrumentación para la

observación del proceso o procesos, un protocolo rápido de tratamiento de la información

que se recibe de los instrumentos en tiempo real o casi real y un mecanismo e

infraestructura claras de comunicación entre los observadores del fenómeno y las

autoridades competentes para emitir una alerta, para lo que a su vez se requiere también

de una cierta infraestructura. Una vez alertada la población debe existir un mecanismo

basado en Protección Civil (desde el nivel de autoprotección hasta el nivel más elevado)

para apoyar la evacuación. El principal inconveniente de este tipo de medidas es que

existen multitud de procesos que difícilmente se pueden anticipar con tiempo suficiente

como para permitir un protocolo de actuación tan complejo. En otras ocasiones son

difícilmente aplicables no tanto por la celeridad del evento, sino por la incertidumbre en

cuanto al lugar en que se pueda desencadenar dicho proceso, como sería el caso de

muchas laderas inestables. Aún hay otros procesos en los que la falta de conocimiento o

de medios hace que sea imposible a día de hoy una monitorización o modelización en

tiempo real precisa que permita anticipación suficiente.

Página 24
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

Figura 19. - Descripción del SAT Germano-Indonesio de tsunamis (German Indonesian Tsunami Early
Warning System, GITWES). Tomado de www.gitwes.org (2009).

4. Retos en el análisis y la mitigación de riesgos geológicos

Aún son muchos los avances que hay que realizar en el marco de los riesgos geológicos,

desde mejorar los modelos conceptuales (aún imperfectos), hasta mejorar los modelos de

análisis matemático que están muy simplificados porque los modelos numéricos que les

acompañan pueden ser demasiado exigentes en términos de cálculo. Además hay que

mejorar la correlación entre distintos tipos de aproximaciones y metodologías, al objeto

principal de incrementar la cantidad y calidad de los datos de partida. Otro reto

significativo es la integración de las incertidumbres asociadas al cambio global y cómo

éste cambio afectará a la ocurrencia de procesos naturales potencialmente dañinos. En

materia de predicción también se están haciendo importantes esfuerzos, investigando

tanto en procesos precursores como en mecanismos de detección y modelización. Por

último, pero no menos importante, aún hay que mejorar los programas de educación, de

formación, de información y de concienciación social, lo que debe conducir a una mayor

aplicación de medidas no estructurales.

Página 25
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

5. Referencias

Ayala, F.J. y Olcina, C. (coords. 2002): Riesgos Naturales. Ed. Ariel Ciencia. 1512 pp.

ISBN: 84-344-8034-4.

Dwyer, A.; Zoppou, C.; Nielsen, O.; Day, S. y Roberts, S. (2004): Quantifying Social

Vulnerability: a methodology for identifying those at risk to natural hazards. Australian

Geological Survey. Australia. 101 pp. 2004/14. ISBN: ISBN: 1-920871-09-8.

EMDAT (2008): International Emergency Disasters Database. URL: http://www.emdat.be/.

EPA (2008): Manual Informativo sobre El Radón. Environmental Protection Agency.

Estados Unidos. En http://www.epa.gov/. 16 pp.

FEMA (2005): Natural Hazard Mitigation Saves, an Independent Study to Assess the

Future Savings from Mitigation Activities. EEUU. Volumen 1: Findings, Conclusions,

and Recommendations. 377 pp. PDF Disponible en http://www.floods.org.

Frankenfeld, H. C. (1927): The Floods of 1927 in the Mississippi Basin. Monthly Weather

Review Supplement No. 29.

García Yagüe A. (1988): Clasificación tipológica de los movimientos de laderas. II Simp.

Nac. Sobre taludes y laderas inestables. Andorra la Vella. Pp. 152-160.

Geobrugg (2008): Barreras contra caídas de rocas: Red de anillos ROCCO ®.

http://www.geobrugg.it. Italia.

GITWES (2009): German Indonesian Tsunami Early Warning System.

http://www.gitwes.org

Página 26
Pendiente de publicación (AEPECT). 2009

IGME (2004): Mapas de peligrosidad geológica en el término municipal de albuñol

(granada). Instituto Geológico y Minero de España. Ministerio de Ciencia e Innovación.

Madrid .162 pp. Informe inédito.

IGME (2006a): Cartografía de Peligrosidad Volcánica de la isla de Tenerife. Memoria de

proyecto del Instituto Geológico y Minero de España. Ministerio de Educación y

Ciencia. 164. pp.

IGME (2006b): Mapas de peligrosidad de avenidas e inundaciones; métodos, experiencias

y aplicación. Instituto Geológico y Minero de España. Ministerio de Educación y

Ciencia. Madrid. 230 pp. ISBN: 84-7840-632-8.

IGME (2008): Mapas de peligrosidad por avenidas e inundaciones, guía metodológica

para su elaboración. Instituto Geológico y Minero de España. Ministerio de Ciencia e

Innovación. Madrid. 190 99. ISBN: 978-84-7840-770-5.

MARM (2009): Sistema Nacional de Zonas Inundables. Ver http://www.mma.es.

Olcina, C. y Ayala, F. J. (2002): Riesgos Naturales. Conceptos fundamentales y

clasificación. En: Ayala, F. J. y Olcina, C. (coords. 2002): Riesgos Naturales. Ed. Ariel

Ciencia. pp.41-74.

US Army Corps of Engineers (2003): Annual flood damage report to congreso for Fiscal

Year 2003. Includes statistical data 1993-2003. EEUU. 30pp.

USGS (2000): Volcanic Hazards Program. URL: http://volcanoes.usgs.gov/.

Varnes D. J. (1978): Slope movement types and processes. En: Schuster R. L. & Krizek R.

J. Ed., Landslides, analysis and control. Transportation Research Board Sp. Rep. No.

176, Nat. Acad. oi Sciences, pp. 11-33.

Página 27
 
1 (8)

9th September 2009;


Session 3: 10.45-12.30

Climate Change and Flood Hazard Analysis in


Spain
M. Llorente-Isidro1, A. Díez-Herrero1, L. Laín-Huerta1 & J. Lastra2

1 Instituto Geológico y Minero de España (Spanish Geological Survey; Ministry

of Science and Innovation) .


2 Sociedad Estatal de Aguas de la Cuenca del Norte, S.A. (Ministry of the

Environment and Rural and Marine Affairs).

ABSTRACT

Few studies in Spain consider Climate Change and Floods other than some
scientific papers and technical reports. Within the scientific community the
discussion focuses in frequency analysis and magnitude variations of
documentary events and palaeofloods in the geological record for the latest
millennia (Holocene) and their relation with different established climatic
periods. Among the conclusions it can be outlined that a higher frequency in
flood events is expected during starting and ending of cold periods (such as the
Little Ice Age). In the last century it has been seen a decrease in the frequency
of ordinary floods in Atlantic rivers, whereas catastrophic flooding magnitude
remains stable. On the other hand, Mediterranean rivers show extreme floods
occurring in highly irregular hydrologic periods (seasonal and year round).
Technical reports developed for water authorities focus in the possible
consequences of climate change in water resources as well as in the design of
hydraulic infrastructure (dams, bridges, etc) and the results in terms of social
and economical risk. Broadly speaking, these reports conclude for a near future
that a more irregular flood regime is expectable with an increasing incidence of
flash floods in the Iberian Peninsula. Regarding management plans, these
studies have to be adapted to meet a pragmatic interpretation and local issues
should derive into country wide solutions. In this sense a comparison of results
obtained for occidental Mediterranean regions is essential and their
implementation requires specific interval proposals of future variations in
terms of frequency and magnitude.
2 (8)

CLIMATE CHANGE AND FLOOD STUDIES IN SPAIN

Many studies have been carried out in Spain regarding temporal variability in
historical flood frequency since the late 19th century (Rico Sinobas, 1850;
Bentabol, 1900) as well as many compilations of past floods within local,
regional and national frameworks.

The first modern scientific studies combining climate change and flooding in
Spain arouse in the decade of the 1990 (Benito et al., 1996) way after the
hypothesis of human induced climate change proposal. Precisely in this decade
several research groups started projects to study variations in historical flood
frequency on the basis of three main data sources (and their associated
methodologies) which are complementary as it is seen today: human
documentary data (records of all sorts), geological data (mainly
geomorphology) and systematical instrumented data (radar, gauges, etc).

The study of records from continuous and systematic data sources in archives
was carried out and followed mainly by the Group of Climatology in University
of Barcelona (Barnolas, and Llasat, 2007; Barriendos, 1994; Barriendos and
Martín-Vide 1998). Their studies have a clear multi-disciplinary shape
combining specialists in analyzing historical records with meteorologists and
atmosphere physics, creating a synergy that allows regarding fluvial floods as a
whole, from the perspectives of microphysical processes involved in
precipitation to short range prediction using meteorological radar (Barnolas
and Llasat, 2007). Historical sources and including them into frequency
analysis has also been a topic of research within different institutions.

With respect to geologic data sources and methodologies, several research


groups have shown progress in historical floods and Holocene palaeofloods in
different Iberian water sheds, combining merely geological aspects (such as
analyzing slackwater and backwater deposits; Benito et al., 2008a) with
modeling and reconstruction of hydrologic and hydraulic conditions. These
advances allow estimating frequency variations as well as flow magnitude
(Benito, 1996, 2003a, b, 2004-6, 2008a, b; Rico, 2004; Ortega and Garzón,
2003,4,7,9).

The analysis of systematic gauged data (mainly from the Spanish Flow Gauge
Net, ROEA, with 1.200 stations of which 730 are fully operative) has the
advantage of working with quantitative data and the inconvenience of being
short series. These studies have been conducted by water body administrations
(DGA, CEDEX, autonomic agencies) as well as by research groups in different
research institutions and universities.
3 (8)

LESSONS LEARNT

Highly variable characteristics can be seen in the Iberian Peninsula regarding


the main different water basins: Atlantic or Mediterranean.

On the Atlantic basins, the Tagus River shows for the latest millennia that
higher frequencies occurred during the following periods: AD 1160-1210, 1540-
1640, 1730-1760, 1780-1810, 1870-1900 and 1960-1980 (Díez et al., 1998,
2003; Benito et al., 2003a; figure 1). Using hydraulic modeling for
reconstructing orders of magnitude of historical flows in key locations, it has
been seen that the greatest floods occurred within the following periods: AD
1168-1211, 1658-1706, 1870-1900 and 1930-1950 (figure 1). Comparing these
periods with the climatic trends accepted for the Iberian Peninsula it can be
stated that the decades with greater floods (in terms of number and magnitude
of events) occur during starting and ending of periods of ‘worsening’ climate at
a continental scale (figure 1). This suggests that climate variability has derived
into a clear response in hydrological events (positive or negative) non
dependant on the mechanism that causes the flood. Benito et al. (2003b)
analyzed the Tagus basin using the geological record of palaeofloods during the
Upper Pleistocene and Holocene, concluding that periods of increasing
frequency and magnitude of pre-historical floods are closely related to an
increase in humid circulation and an increase in winter precipitation, especially
in the occidental region. A high level of correlation is seen with other indicators
(such as lake deposits, pollen, etc) and with changes in atmosphere circulation
affecting the Iberian Peninsula.

Medieval Little Ice Age Nowadays


optimum Spörer Mauder Dalton warming

0,2

0,0
Thermal anomaly ºC

-0,2

-0,4

-0,6

-0,8

-1,0

1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000
years

Figure 1. Correlation between temperature and high flood frequency (gray) and
high magnitude (dotted) in Tagus River basin.
4 (8)

After a geological and hydraulic analysis of palaeofloods in the lower and


middle reach of the Guadiana river it has been possible to complete the
systematic record of events by including the later into frequency analysis
(Ortega and Garzón, 2003,9; Ortega, 2007). The results explain the existence of
a variation in the frequency distribution functions that can respond to human
induced changes altering hydrological conditions and show in accordance with
the latest climate changes. Floods with high magnitude are related with cold
periods in a transitional stage from cold to warm. However this trend has
changed since the last occurrence of a medium-high rising recorded in
historical period, with a recent decrease in the return periods of major floods
(with flows above 8.000 m3s-1), or saying it the other way round, palaeofloods
show higher return periods (thus less frequent) for similar flood events.

Tagus and Guadiana basins show a high level of correlation with regional
indicators of atmosphere circulation such as the North Atlantic Oscillation
(NAO; Benito et al., 2004; Ortega and Garzón, 2004; Trigo et al., 2004) and
solar activity (Vaquero, 2004; Benito et al., 2004).

Different periods have been established for Mediterranian basins of greater


magnitude and higher frequency of historical floods (Barriendos, 1994;
Barriendos and Martín Vide, 1998; Barnolas and Llasat, 2007; figure 2). A clear
increase in the number of catastrophic events corresponds to a colder period in
the Iberian Peninsula from the ending of the 16th century to mid 17th century
(1580-1620). This period is one of the adverse climate oscillations most evident
among those registered during the last small ice-age (Barriendos, 1994). The
relatively hydrological calm extends for more than a century since the mid 17th
to the last decades of the 18th where the Maldá Oscillation takes place,
concurring with torrential rains affecting most of the oriental parts of the
Peninsula. Between years 1840 and 1870 there is again an increase in flood
severity and frequency. In this case the adequate correlation is not the NAO but
the WeMO (West Mediterranean Oscillation; Oliva et al., 2006). The winter
WeMO index shows a good negative correlation with annual floods in the
Iberian Peninsula Mediterranean basins since 1500. The more negative phases
of the index are dated between years 1590-1650 and the peaks in the 19th
century match with the worst and/or more frequent floods. Rain series in
Valencia since 1837 shows an optimum correlation with negative and positive
phases of the WeMO. Other research groups have also attained the same
conclusions for palaeofloods but also reveal great influence in the historical
changes in land use (Rico, 2004; Benito et al., 2008a and b).
5 (8)

Medieval Little Ice Age Nowadays


optimum Spörer Mauder Dalton warming

0,2

0,0
Thermal anomaly ºC

-0,2

-0,4

-0,6
?
-0,8

-1,0

1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800 1900 2000
years

Figure 2. Correlation between temperature and high flood frequency (gray) and
high magnitude (dotted) in Mediterranean basins.

MAIN RESULTS FOR THE FUTURE

Two ways of analysis might be useful in order to obtain results for the future
evolution in magnitude and frequency of floods in Spain regarding the climate
changes foreseen:

1) Modeling the hydrological response in different parts of Spain


considering the most probable changes in climate variables obtained
from ocean-atmosphere climate change ensemble models. The main
inconvenience is that the ensemble models still have a very low spatial
resolution to feed the hydro-meteorological models, and therefore the
representativeness of the downscaling is uncertain. Moreover, results
might relatively fit for resources considering mean variables are less
uncertain but it does not apply for evaluating extreme events.

2) Extrapolating flood occurrence during recent akin periods regarding


the foreseen climate change future scenarios and the forecast of index
such as NAOi, WeMOi and solar activity. Climatic transitions from cold
to hot such as the starting of the warm roman period or the medieval
warm period could therefore be considered as analogous according to
warming climate estimates.

Even though little predictions of climate change impacts in floods have been
carried out in Spain (Benito et al., 2005; Moreno, 2005; Benito, 2006) the
majority have considered looking into recent akin periods, concluding what has
been summed up in table 1.
6 (8)

Possible impact of climate change in floods

Water basin Changes in zonal


Increase in cold Convective Rapid changes in
circulation
drop phenomena nucleus temperature
(NAOi positive)
- Extremes
Guadalquivir (+intense)
Guadiana + Ordinary + Flash floods
Tagus events
(-intense)
Atlantic

- Extremes
(+intense)
+ Risings due to
Duero + Ordinary + Flash floods
melting ice
events
(-intense)
+ Extremes
North + Flash floods
irregularity
+ Risings due to
Ebro + Flash floods
melting ice
Catalonia
+ Extremes + Risings due to
Mediterranean

internal + Flash floods


irregularity melting ice
basins

+ Extremes
irregularity
South / East + Flash floods
(floods and
draughts)

Table 1. Qualitative results after response analysis for different Spanish basins regarding possible
impacts of climate change (modified after Benito et al., 2005).

CONCLUSIONS

Benito (2006) summarized the documented risings and palaeofloods in Spain


showing a greater frequency in floods during the initial and final stages of cold
periods such as the Small Ice Age (1550-1850 AD) or the cold and humid
pulsing of 2650 years ago. Atlantic rivers, during instrumental period, have
experienced a decrease in ordinary flood frequency, but the magnitude of
catastrophic events remains or increases slightly even after dam protective
effect. Mediterranean basins rising series show that extreme floods have
occurred during periods of highly irregular precipitation (both seasonal and
year round). In recent periods, existent data depict that an increase in
temperature might also increase flood and drought irregularity and promote
the occurrence of flash floods in Mediterranean basins as well as in watersheds
within the Iberian Peninsula.

There is still a bulk of work to be done regarding research and technical


developments, such as considering larger number of basins or studying more
representative time spans in order to be able to transfer these results (some of
them way too qualitative) into analysis and mapping flood hazards in Spain.
7 (8)

REFERENCES

Barnolas, M. and Llasat, C. (2007): Metodología para el estudio de


inundaciones históricas en España e implementación de un SIG en las
cuencas del Ter, Segre y Llobregat. Monografías M-90, CEDEX, Madrid,
264 pp.
Barriendos, M. (1994): El clima histórico de Catalunya. Aproximación a sus
características generales (Siglos XV-XIX). Tesis Doctoral inédita,
Departamento de Geografía Física y AGR, Universidad de Barcelona.
Barriendos, M. and Martín-Vide, J. (1998): Secular Climatic Oscillations as
Indicated by Catastrophic Floods in the Spanish Mediterranean Coast Area
(14th-19th Centuries). Climatic Change, 38, 473-491.
Benito, G. (2006): Riesgos de inundaciones: tendencias históricas y
perspectivas de acuerdo con el cambio climático. Revista Cuaternario y
Geomorfología, 20(3-4)- 29-44.
Benito, G.; Díez, A. and Fernández de Villalta, M. (2003a): Magnitude and
frequency of flooding in the Tagus basin (Central Spain) over the last
millennium. Climatic Change, 58, 171-192.
Benito, G.; Díez, A. and Fernández de Villalta, M. (2004): Flood response to
NAO and Solar Activity in the Tagus Basin (Central Spain) over the last
millennium. Climatic Change, 66, 27-28.
Benito, G.; Machado, M.J. and Pérez-González, A. (1996): Climate change and
flood sensivity in Spain. In: Global Continental Changes: the context of
Palaeohydrology. Geological Society Special Publication, 115, 85-98.
Benito, G.; Barriendos, M.; Llasat, C.; Machado, M.J. and Thorndycraft, V.R.
(2005): Impactos sobre los riesgos naturales de origen climático. En:
Moreno, J.M. (Coord.), Evaluación preliminar de los impactos en España
por efecto del Cambio Climático, Ministerio de Medio Ambiente, 527-548.
Benito, G.; Rico, M.T.; Sánchez Moya, Y.; Sopeña, A.; Thorndycraft, V.R. and
Barriendos, M. (2008b): Evaluación de los impactos climáticos y
antrópicos en la hidrología de paleoinundaciones del río Guadalentín. En:
J. Benavente y F.J. Gracia (Eds.), Trabajos de Geomorfología en España. X
Reunión Nacional de Geomorfología, Cádiz, 373-376.
Benito, G.; Sopeña, A.; Sánchez-Moya, Y.; Machado, M.J. and Pérez-González,
A. (2003b): Palaeoflood record of the Tagus River (Central Spain) Turing
the Late Pleistocene and Holocene. Quaternary Science Reviews, 22, 1737-
1756.
Benito, G.; Thorndycraft, V.R.; Rico, M.; Sanchez-Moya, Y. and Sopeña, A.
(2008a): Palaeoflood and floodplain records from Spain: Evidence for
long-term climate variability and environmental changes.
Geomorphology, 101, 68-77.
Bentabol, H. (1900): Las aguas de España y Portugal. Comisión del Mapa
Geológico de España. Viuda e Hijos de M. Tello, Madrid.
Díez-Herrero, A.; Benito, G. and Laín-Huerta, L. (1998): Regional Palaeoflood
Databases Applied to Flood Hazards and Palaeoclimate Analysis. In:
8 (8)

Palaeohydrology and Environmental Change. Chapter 24, pp. 335-347,


John Wiley & Sons Ltd., Chichester (England).
Díez, A.; Benito, G.; Casas, M.A.; Barriendos, M.; Fernández, M. and Lorenzo,
A. (2003). Aplicación de los SIG a las bases de datos de
paleoinundaciones: Paleotagus y SPHERE-GIS. Seminario
Euromediterráneo sobre Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Gestión de
Desastres. Foro Euromediterráneo sobre Prevención de Catástrofes,
Madrid,, 6 al 8 de octubre de 2003.
Llorente, M. (2007): Impacto del Cambio Climático en las inundaciones.
Jornadas sobre gestión de zonas inundables, Gijón.
Moreno, J.M. (Coord., 2005). Principales Conclusiones de la Evaluación
Preliminar de los Impactos en España por Efecto del Cambio Climático.
Centro de Publicaciones del Ministerio de Medio Ambiente, Madrid, 39 pp.
Oliva, M.; López-Bustins, J.-A.; Barriendos, M.; Muedra, C. and Martín-Vide, J.
(2006): Reconstrucción histórica de la Oscilación del Mediterráneo
Occidental (WeMO) e inundaciones en el levante peninsular (1500-2000).
V Congreso de la Asociación Española de Climatología, Zaragoza 18 a 21
de septiembre de 2006.
Ortega, J.A. (2007): Paleocrecidas, avenidas recientes e hidroclimatología en
la cuenca media y baja del río Guadiana. Tesis Doctoral, Universidad
Complutense de Madrid, Madrid, 535 pp.
Ortega, J.A. y Garzón, G. (2003): Palaeohydrology of the Lower Guadiana River
Basin. In: Palaeofloods, Historical Data and Climatic Variability:
Aplications in Flood Risk Assesment, CSIC, Madrid, 33-38.
Ortega, J.A. and Garzón, G. (2004): Influencia de la oscilación del Atlántico
norte en las inundaciones del Río Guadiana. In: Riesgos Naturales y
antrópicos en Geomorfología, CSIC, Madrid, 117-126.
Ortega, J.A. and Garzón, G. (2009): A contribution to improved flood
magnitude estimation in base of palaeoflood record and climatic
implications- Guadiana River (Iberian Peninsula). Nat. Hazards Earth
Syst. Sci., 9, 229-239.
Rico, M.T. (2004): Las paleocrecidas en la cuenca media del río Segre durante
el Pleistoceno superior-holoceno: registros morfosedimentarios y análisis
hidrológico. Tesis doctoral inédita, Zaragoza, 398 pp.
Rico Sinobas, M. (1850): Fenómenos meteorológicos en la Península Ibérica
desde el siglo IV hasta el XIX. Manuscrito, 23 4 15, Archivo de la Real
Academia de Medicina de Madrid.
Trigo, R.M.; Pozo-Vázquez, D.; Osborn, T.J.; Castro-Díez, Y.; Gámis-Fortis, S.
and Esteban-Parra, M.J. (2004): North Atlantic Oscillation influence on
precipitation, river flow and water resources in the Iberian Peninsula. Int.
J. Climatol., 24, 925-944.
Vaquero, J.M. (2004): Solar Signal in the number of floods recorded for the
Tagus River Basin over the Last Millenium. Comment on ”Magnitude and
frequency in the Tagus Basin (Central Spain) over the last millennium” by
G. Benito et al 2003. Climatic Change, 66, 23-26.
Trabajos de Geomorfología en España, 2006 - 2008
X Reunión Nacional de Geomorfología, Cádiz 2008

Origen y significado evolutivo de los torrentes


afluentes colgados del cañón del Duratón (Segovia)

L. M. Tanarro (1), A. Díez-Herrero (2) y M. Llorente (2)

(1) Dpto. Análisis Geográfico Regional y Geografía Física. Universidad Complutense de Madrid. Correo
electrónico: pace@ghis.ucm.es
(2) Área de Investigación en Peligrosidad y Riesgos Geológicos. Instituto Geológico y Minero de España
(MEC).

Abstract
Origin and significance of hanging valleys at Duratón Canyon (Segovia, Spain)
The aim of this paper is analysing and interpreting the occurrence of hanging valleys of ravines or torrents
in the Duraton Canyon. In order to do so, the hydrographic network has been identified, obtaining for
each ravine a series of morphometric and morphogenetic variables, which have been analysed by means
of multivariant statistics. The results show a clear relationship between the hanging ravines with their
position in the external margin of the Duraton Canyon meanders.

Palabras clave: Barrancos colgados, Hoces del Duratón, meandros encajados, estadística multivariante
Key words: Hanging valleys, Duratón Canyon, incised meanders, multivariant statistics

1. INTRODUCCIÓN (Crosby et al., 2007); b) la actividad


neotectónica (Wobus et al., 2006;
En los tratados clásicos de Harvey, 2007), c) la karstificación
geomorfología, el estudio de los valles o (Nicod, 1972) y d) la migración y
torrentes colgados se asocia con el crecimiento de los meandros del curso
modelado glaciar. No obstante, la principal (Díez et al., 1996).
presencia de estas formas relacionadas A partir de estas consideraciones este
con el modelado fluvial y torrencial es trabajo pretende evaluar en qué medida
también bastante frecuente, aunque su el último de los factores citados puede
estudio ha despertado menor interés controlar el elevado número de
científico. barrancos colgados afluentes del cañón
Dentro de los sistemas fluviales, el de Duratón, por medio de un análisis
modelado de barrancos o torrentes estadístico de las variables que
colgados es especialmente común en caracterizan a esta red.
áreas de litologías consolidadas (calizas,
dolomías, areniscas), con valles de tipo 2. ÁREA DE ESTUDIO
cañón, y cuyo rasgo diferenciador es la
presencia de meandros encajados El cañón del Duratón se encuentra
(hoces). modelado en el denominado macizo de
La formación y origen de los torrentes Sepúlveda, unidad de relieve que se
colgados en sistemas fluviales se ha sitúa en el área de contacto entre el
atribuido de manera general a varios borde suroriental de la cuenca del Duero
factores, entre los que pueden señalarse: y la vertiente septentrional del Sistema
a) la diferente capacidad de incisión de Central. Está constituido por un extenso
los cursos de agua, generalmente afloramiento de materiales carbonáticos
controlada por un colector principal de naturaleza esencialmente dolomítica.

223
Fig. 1. Red fluvial afluente al cañón del Duratón.

Esta cobertura se encuentra deformada cuya superficie individual se obtuvo con


en una serie de flexiones o pliegues en un SIG, para lo cual se dispuso del MDE
rodilla, articulándose en una sucesión de (resolución de 5x5 m), elaborado a partir
amplios monoclinales o cuestas, de la interpolación de las curvas de nivel
ligeramente inclinados hacia el S y el SE. del mapa topográfico 1:10.000 de la
El río Duratón se ha encajado Junta de Castilla y León. Asimismo
profundamente en el macizo de dentro del entorno SIG se calculó para la
Sepúlveda, con una dirección inicial corriente principal de cada una de las
general E-O, dividiéndolo en dos partes subcuencas una serie de variables o
o unidades: el sector meridional, que es parámetros de índole morfométrico
drenado por sus afluentes alóctonos (longitud, desnivel o la altura máxima y
(Caslilla y San Juan), a los cuales mínima, posición en la desembocadura
afluyen un conjunto de cursos respecto al inicio de la hoz y la altura del
cataclinales; y el sector septentrional, salto en la desembocadura de las
que está básicamente avenado por una corrientes que quedaban colgadas) y
densa red secundaria constituida por morfogénetico (tipología estructural,
cursos afluentes autóctonos cuyo localización en la orilla derecha o
trazado se adapta a los relieves izquierda, posición en la margen interna-
monoclinales. Finalmente, el río adopta externa del meandro o en tramo recto, y
una dirección SSE-NNO, abriendo su la anchura de su fondo aluvial en la
valle sobre el sector occidental del desembocadura), obtenidas éstas últimas
macizo, y donde también afluyen a su a partir de la cartografía geomorfológica
margen derecha un número importante (Tanarro, 2002).
de barrancos a favor de la estructura A partir de esta información, en una
(Tanarro, 2006; Fig. 1). segunda etapa, se llevo a cabo el análisis
estadístico. Éste consistió de una parte en
una descripción general de los datos
3. METODOLOGÍA
(estadística descriptiva); y de otra, en la
El desarrollo metodológico ha cubierto aplicación de un método estadístico
dos etapas. En la primera se ha realizado multivariante de tipo binario-ternario, con
la caracterización de la red de drenaje el fin de analizar simultáneamente varias
afluente, identificándose 90 subcuencas, variables, consideradas como

224
Trabajos de Geomorfología en España, 2006 - 2008
X Reunión Nacional de Geomorfología, Cádiz 2008

independientes, en relación con el saltos de mayores dimensiones,


fenómeno objeto de estudio (variable seguidos de los ríos obsecuentes. La
dependiente), en este caso, la altura del anchura del canal en su desembocadura
salto de los barrancos en su al cañón oscila en ambos casos entre los
desembocadura. 30 y los 60 m (Fig. 2). De igual modo,
la corriente principal de la mayor parte
4. RESULTADOS de los barrancos colgados presenta una
longitud pequeña: el 90% no supera los
4.1. Análisis descriptivo 1000 m, característica que queda
Los barrancos o torrentes colgados corroborada al analizar el área de cada
suponen el 64% del total de la red cuenca. Buena parte de las cuencas
afluente al Duratón, de los cuales un menores de 50 ha están colgadas, y se
número significativo tiene un salto corresponden en especial con cursos
superior a 25 metros (70,7%). Y, por consecuentes.
tanto, la red que drena al nivel de base
del Duratón supone aproximadamente el
36%. Asimismo, algo más del 60% de
los torrentes colgados son consecuentes,
de los cuales, además, casi el 64%
desembocan en la margen externa de los
meandros del Duratón, mientras que el
19% lo hacen en tramos rectos.
También, algo más de la mitad de los
Fig. 2. Cruce entre el salto de los torrentes con la
valles obsecuentes, que representan un anchura del cañón y con la posición estructural.
36,2% del total de los valles colgados,
drenan en la cara externa de los 4.2.b. Patrón o tipo de tramo del cañón
meandros del cañón. Es significativo Se aprecia cómo gran parte de los
señalar que el 61,5% de los torrentes no torrentes colgados se sitúan en la
colgados desembocan en tramos rectos margen externa de los meandros del
del cañón. cañón, presentando además la mayor
Es de destacar también que en torno al dimensión del salto; mientras en la
80% de la red afluente tiene una margen interna y en tramos rectos el
superficie de cuenca pequeña, menor de número de éstos es bastante más
50 ha, y la mayor parte de ella se reducido, y el salto se sitúa casi siempre
corresponde con barrancos colgados en torno a los 30 m (Fig. 3). Asimismo,
(76%). en los tres tipos de tramos
diferenciados, los barrancos colgados
4.2. Análisis multivariante tienen un área reducida (inferior a 50
La dimensión del salto del conjunto de ha), si bien la mayor parte se
la red afluente se ha cruzado con las corresponde también con barrancos
diferentes variables cuantitativas, que a posicionados en la cara externa de los
su vez se ha relacionado tanto con la meandros. En cambio, algunas
disposición estructural como con el diferencias pueden observarse al
patrón o tipo de tramo del cañón. analizar la longitud de la corriente
principal de los barrancos colgados:
4.2.a. Disposición estructural aunque la mayor parte presentan una
El mayor número de torrentes colgados longitud inferior a 500 m y su
se corresponde con cursos consecuentes, desembocadura puede darse en
siendo casi inexistentes en los cualquiera de los tramos del cañón del
subsecuentes. Además presentan los Duratón, se aprecia cómo los barrancos

225
colgados cuyo curso supera los 500 m, a los 30 m, cuya explicación resulta más
se sitúan solamente en la cara externa de difícil de interpretar, aunque podrían
los meandros. relacionarse con posiciones heredadas
del lecho.

Agradecimientos
Este estudio ha sido financiado a través
del proyecto PR1/08-15769 de la UCM.

REFERENCIAS
Fig. 3. Cruce entre el salto de los torrentes con la Crosby, B.T., Whipple, K.X., Gasparini,
anchura del cañón y con el tipo de tramo.
N.M. y Wobus, C.W. (2007). Formation
of fluvial hanging valleys: Theory and
5. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES simulation. J. Geophys. Res., 112,
F03S10
El fenómeno de los torrentes colgados Díez Herrero, A; Pedraza, J. y Sánchez, J.
en el cañón de Duratón resulta complejo (1996). Fisiografía y paisaje de las Hoces
de explicar, si bien el análisis del Río Duratón. Guía para una excursión
estadístico permite esgrimir algunas de Historia Natural por el cañón
consideraciones. Sí que parece claro que meridional del río Duratón. XII Bienal de
el mayor número de éstos aparece en la la Real Sociedad Española de Historia
margen externa de los meandros y en Natural, 54 pp.
Harvey, A.M. (2007). High sinuosity
posición estructural consecuente, lo que
bedrock channels: response to rapid
permitiría interpretarlos en relación al incision - examples in SE Spain.
crecimiento de los meandros encajados Cuaternario y Geomorfología, 21 (3-4),
del cañón del Duratón a lo largo de su 21-47.
proceso evolutivo. Así, puede Nicod, J. (1972). Pays et paysages du
observarse cómo en los tramos más o calcaire. P.U.F., Paris.
menos rectilíneos de éste, los valles Tanarro, L.M. (2002). Cartografía
afluentes (a excepción de los que tienen geomorfológica de las Hoces del río
un recorrido muy corto) han podido Duratón (borde suroriental de la cuenca
excavar hasta enlazar con el fondo del Duero, provincia de Segovia) a
aluvial a través del perfil accidentado; escala 1: 10.000. En Serrano, S., García
de Celis, A., Guerra, J.C., Morales, C.G
por el contrario, en los tramos donde se
y Ortega, M.T. (Eds). Estudios Recientes
suceden meandros encajados, la (2000-2002) en Geomorfología.
evolución y extensión de éstos han Patrimonio, montaña y dinámica
terminado por capturar o destruir el territorial. SEG y UVA, Valladolid.
tramo final de algunos de estos valles 285-299 pp.
afluentes. Así el fondo de lo que queda Tanarro, L.M. (2006). Geomorfología de los
de ellos aparece colgado a diversas valles del piedemonte Norte del Sistema
alturas, aunque principalmente entre 40 Central en su sector segoviano: cuenca
y 60 metros respecto al fondo aluvial del río Duratón. Colección Tesis
del cañón (Tanarro, 2006); proceso que Doctorales Digitales. Facultad de
se ha observado y se ha denominado Geografía e Historia. Universidad
Complutense de Madrid. ISBN: 978-84-
“captura por extensión de meandro”
669-2988-2.
(Díez et al., 1996). Wobus, C.W.; Crosby, B.T. y Whipple.
Asimismo, es significativo destacar que K.X. (2006). Hanging valleys in fluvial
los barrancos colgados en la margen systems: Controls on occurrence and
interna, en su mayoría obsecuentes, implications for landscape evolution. J.
presentan un salto que se sitúa en torno Geophys. Res., 111, F02017.

226
Trabajos de Geomorfología en España, 2006 - 2008
X Reunión Nacional de Geomorfología, Cádiz 2008

Aspectos geomorfológicos en la modificación del


Reglamento del Dominio Público Hidráulico y el
Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables

J. Marquínez (1), A. Díez (2), E. Fernández (3), J. Lastra (4), y M. Llorente (2)

(1) Confederación Hidrográfica del Norte (Ministerio de Medio Ambiente), Oviedo.


(2) Instituto Geológico y Minero de España (Ministerio de Educación y Ciencia), Madrid
(3) INDUROT, Universidad de Oviedo, Oviedo. Correo electrónico: elena@indurot.uniovi.es
(4) Aguas de la Cuenca del Norte, S.A., Oviedo.

Abstract
Geomorphological features within the revision of the Spanish Hydraulic Public Domain (RDPH)
and the National Cartographic System on Flood Zones

The recently entry into force of the revision of the Spanish Hydraulic Public Domain Regulation (RDPH)
includes several references to geomorphological features such as criteria for delimiting certain elements
defined within the Hydraulic Public Domain, such as the natural channel or flood prone areas, and the
possibility of augmenting the “restrains area” (zona de policía) including the flood way.
Geomorphological data and methodologies will also be taken into account for the development of the
National Cartographic System on Inundation Zones, thought of to gather all cartographic efforts for the
EU Directive on Floods. These amendments are a challenge for the community of geomorphologists, as
well as a responsibility to provide the scientific criteria needed in order to efficiently accomplish the
objectives.

Palabras clave: geomorfología, inundaciones, cauce, ribera, margen, RDPH, SNCZI


Key words: Geomorphology, flood, channel, riverland, fringes, RDPH, SNCZI

1. INTRODUCCIÓN limitaciones de uso (Arts. 7 y 9.1), la


delimitación de la zona de flujo
El miércoles 16 de enero de 2008 se preferente (Art. 9.2), las zonas
publicó en el Boletín Oficial del Estado inundables y el nuevo Sistema Nacional
(número 14, páginas 3141-3149) el Real de Cartografía de Zonas Inundables (en
Decreto 9/2008, de 11 de enero, por el adelante, SNCZI; Art. 14).
que se modifica el Reglamento del La mayor parte de estos artículos en los
Dominio Público Hidráulico (en que se ha cambiado la redacción,
adelante, RDPH), aprobado por el Real contienen múltiples alusiones a las
Decreto 849/1986, de 11 de abril. características, criterios y métodos
El nuevo Real Decreto 9/2008 se geomorfológicos para la determinación
compone de un artículo único, en el que y delimitación de los elementos y zonas;
se modifica el título del RDPH, se además de diversas menciones a
cambia la redacción de varios de sus aspectos de la dinámica fluvial y los
artículos (4, 6, 7, 9 y 14) y se añade un procesos asociados (transporte de carga
nuevo título (VII, De la seguridad de sólida).
presas, embalses y balsas). Los El objetivo de este trabajo es destacar
artículos modificados tratan sobre la los aspectos geomorfológicos
definición del álveo o cauce natural contenidos en la modificación del
(Art. 4), la zonación de las riberas y RDPH y el SNCZI, haciendo partícipe a
márgenes (Art. 6), sus fines y la comunidad científica del campo de la

377
Geomorfología de las nuevas pocos problemas técnicos y logísticos.
oportunidades y retos que se abren con Salvo casos excepcionales, se dejaba en
su publicación; e incitar a una reflexión manos de las empresas y consultoras
y discusión sobre la responsabilidad que adjudicatarias de la delimitación, el
conllevan estas tareas asignadas, y la empleo o no de estos criterios
necesidad de hacer una apuesta complementarios o adicionales, que en
comprometida por realizarlas de forma el mejor de los casos quedaban
eficaz y objetiva. restringidos al examen de fotografías
aéreas antiguas, rudimentarios esquemas
2. LA GEOMORFOLOGÍA EN LA geomorfológicos, o recorridos de campo
DETERMINACIÓN DEL CAUCE de algunos tramos.
El propio legislador se hace eco de estos
El antiguo Real Decreto 849/1986 que problemas, cuando en el preámbulo del
regulaba el RDPH, y que ha estado nuevo Real Decreto dedica un párrafo a
vigente durante casi los últimos 22 años, ello: “La definición de cauce natural
únicamente contenía una referencia a establecida en el vigente Reglamento,
los temas geomorfológicos al objeto de basada en el concepto de máxima
la delimitación del dominio público crecida ordinaria, se ha mostrado
hidráulico (Art. 240.2) como un criterio claramente insuficiente en numerosas
“coadyuvante” de la zona ocupada por situaciones, por lo que resulta
la máxima crecida ordinaria (en imprescindible que los cauces
adelante, MCO). De esta forma quedaba naturales se definan no sólo a partir de
claro que existía un criterio de criterios hidrológicos, sino atendiendo
determinación principal (el hidrológico- también a otras características, como
hidráulico), y otros complementarios o las geomorfológicas, las ecológicas y
adicionales (“...la observación del teniendo en cuenta las referencias
terreno y de las condiciones históricas disponibles”.
topográficas y geomorfológicas (…) y, La modificación que introduce el nuevo
en general, cuantos datos y referencias Real Decreto 9/2008 en el artículo 4, en
resulten oportunos”) cuyo empleo no parte motivada por las nuevas directivas
era de obligado cumplimiento. Los europeas ambientales, incorpora las
criterios hidrológico-hidráulicos características geomorfológicas,
contaban con la ventaja de ser fotográficas, cartográficas e históricas,
cuantificables numéricamente, lo que al menos en igualdad de condiciones
aparentemente les otorgaba una mayor que las hidrológicas e hidráulicas para la
objetividad y facilidad para ser determinación del cauce natural (Art.
soportados jurídicamente; por el 4.1); incluso coloca las características
contrario, los otros criterios geomorfológicas en primer lugar en la
(geomorfológicos, ecológicos, históricos redacción. Esta modificación supone un
...) eran tildados de cualitativos y cambio significativo respecto a la
subjetivos, a pesar de que a diferencia situación anterior, aunque sin entrar en
de los anteriores, se basan en evidencias contradicción con el artículo 4 del texto
empíricas y no en artificios estadísticos. refundido de la Ley de Aguas, ya que
Consecuencia de esta definición de mantiene la definición de la MCO (Art.
cauce, los diferentes planes y proyectos 4.2), pero indicando que “... tengan en
para la delimitación del DPH, como el cuenta lo establecido en el apartado 1”.
conocido LINDE (Villarroya y Sánchez, Sin embargo, de todos es sabido que la
2006) han volcado sus esfuerzos en la delimitación del cauce con criterios
aplicación de métodos hidrológico- geomorfológicos no es una cosa banal,
hidráulicos, lo que ha producido no salvo contadas ocasiones de tramos muy

378
Trabajos de Geomorfología en España, 2006 - 2008
X Reunión Nacional de Geomorfología, Cádiz 2008

simples entre escarpes de orillas; incorporación de la zona de flujo


cuando son ríos complejos, existen preferente, envolvente de la vía de
diferentes términos para los caudales intenso desagüe (definida en el nuevo
asociados al cauce, como caudal reglamento de forma semejante al
generador, caudal formador, caudal de floodway de la FEMA en los EEUU) y
bancos llenos, caudal de aguas altas, que la zona de inundación peligrosa para las
no son exactamente sinónimos de la personas (según rangos de calado y
MCO y que conviene clarificar. velocidad). Esta delimitación, aunque
no del todo satisfactoria puesto que no
3. LA GEOMORFOLOGÍA EN LA deja de ser un artificio matemático de
ZONACIÓN DE RIBERAS Y límites numéricos arbitrarios y basado
MÁRGENES en modelos hidrológico-hidráulicos de
dudosa precisión, suele tener una muy
También el antiguo Real Decreto del buena correlación con elementos
RDPH presentaba serias deficiencias en geomorfológicos muy bien
la delimitación de zonas dentro de las caracterizables empíricamente, como la
riberas y márgenes. Desde el principio, envolvente del cinturón de meandros o
la comunidad científico-técnica criticó de aquellas zonas donde las avenidas
el sinsentido de la delimitación generan formas erosivas y
exclusivamente métrica de las zonas de sedimentarias.
servidumbre (5 m) y policía (100 m),
con independencia de la magnitud de la 4. LA GEOMORFOLOGÍA EN LA
corriente y su dinámica. DETERMINACIÓN DE LAS
En este sentido, de nuevo la ZONAS INUNDABLES
modificación del RDPH viene a matizar
dicha delimitación, incorporando cierta Al igual que ocurría con la definición de
racionalidad, una vez más sin entrar en cauce natural o álveo, las zonas
conflicto con el texto refundido de la inundables en el antiguo RDPH venían
Ley de Aguas. Ya el preámbulo justifica determinadas única y exclusivamente
esta modificación en la necesidad de con criterios hidrológico-hidráulicos:
que estas zonas sirvan, además de “... los niveles teóricos que alcanzarían
proteger el DPH, para prevenir el las aguas en las avenidas cuyo periodo
deterioro de los ecosistemas acuáticos y estadístico de retorno sea de quinientos
proteger el régimen de las corrientes en años..”(Art. 14.3). De esta delimitación
avenidas. Este último aspecto se han derivado consecuencias parecidas a
consigue “... favoreciendo la función de las ya referidas para el cauce, tanto en el
los terrenos colindantes con los cauces ámbito técnico como práctico.
en la laminación de los caudales y La modificación del RDPH mantiene la
carga sólida transportada” (Art. 6.3); citada definición de la zona inundable,
en la que quizás sea la primera y única pero añade “... atendiendo a estudios
mención al papel de la carga sólida en geomorfológicos, hidrológicos e
nuestra legislación de aguas, a pesar de hidráulicos, así como de series de
su importancia en la mayor parte de las avenidas históricas y documentos o
avenidas torrenciales que causan evidencias históricas ...” (Art. 14.1).
víctimas mortales en nuestro país. De forma análoga a como se hace con el
Por ello plantea la posibilidad de cauce, se equiparan los estudios
ampliar los 100 m de anchura de la zona geomorfológicos a los hidrológicos e
de policía cuando sea necesario para la hidráulicos, e incluso se anteponen en la
seguridad de las personas y bienes. Esta redacción. Esto no debe significar, al
posibilidad se materializa con la nueva contrario de lo que se venía haciendo

379
hasta ahora, que unos primen sobre grupos europeos de trabajo (EXCIMAP,
otros sino, como dice el artículo, se EXCLUP...). Este Grupo se encargará
tomará la decisión que resulte más de redactar la guía metodológica y de
adecuada según la problemática y la recomendaciones para la elaboración de
información disponible. Tampoco debe los nuevos estudios de delimitación de
conllevar que cada estudio de zonas la zonación aquí propuesta. Los
inundables sea una recopilación primeros borradores de esa guía y de los
inconexa de los diferentes estudios, que pliegos técnicos para los concursos de
sin relación entre ellos se apilen en ejecución de los trabajos, tienen un
sucesivos mapas y anexos. Lo ideal es apartado específico donde se incorporan
que estos métodos y criterios se múltiples fuentes de datos, criterios y
integren, complementen y combinen, métodos geomorfológicos, siguiendo el
como ya existen experiencias prácticas espíritu de la modificación del RDPH.
desde hace décadas (Lastra et al., 2008).
Agradecimientos
5. LA GEOMORFOLOGÍA EN EL A todos los técnicos del Ministerio de
SNCZI Medio Ambiente y otros organismos
que han intervenido en estos grupos, a
El apartado 3 del artículo 14 de la los que podemos considerar partícipes
modificación del RDPH recoge la directos de esta comunicación. La
aparición del Sistema Nacional de participación de varios de los autores en
Cartografía de Zonas Inundables, que este trabajo ha sido financiada a través
viene a sustituir e integrar buena parte de la Encomienda de gestión suscrita
de las actividades del proyecto LINDE y entre el IGME y la DGA, y el Convenio
otros semejantes (Yagüe, 2007). para el asesoramiento al SNCZI entre el
Para llevar a cabo el diseño del Sistema INDUROT y la DGA (Ministerio de
y el seguimiento de su desarrollo, el Medio Ambiente).
Ministerio de Medio Ambiente, a través
de la Dirección General del Agua, inicia REFERENCIAS
en el año 2005, con un grupo de trabajo
interno sobre inundaciones, las Lastra, J., Fernández, E., Díez, A. y
necesarias modificaciones de la Ley de Marquínez, J. (2008). Flood hazard
Aguas y de su normativa en lo referente delineation combining
geomorphological and hydrological
al DPH y a la gestión de las zonas
methods: an example in the Northern
inundables. Este equipo de trabajo es el Iberian Peninsula. Natural Hazards. 45:
responsable de la redacción de los 277-293.
borradores del Real Decreto 9/2008, Villarroya, C. y Sánchez, F.J. (2006). La
aprobado el 11 de enero. En el año 2006 delimitación del dominio público
el grupo fue ampliado incorporando hidráulico y las zonas inundables en el
otros representantes del propio Proyecto Linde. En Díez, A., Laín, L. y
Ministerio de Medio Ambiente (DGA, Llorente, M. (Eds.): Mapas de
CC.HH., SGTB...), otros organismos de peligrosidad de avenidas e
la AGE y universidades (CEDEX, inundaciones. Métodos, experiencias y
IGME, DG Costas, DGPCE, aplicación. Publicaciones del IGME,
Serie Medio Ambiente, Riesgos
INDUROT...) Su objetivo es realizar el
Geológicos nº 7, Madrid. 65-72.
seguimiento de la implantación de la Yagüe, J. (2007). El Sistema Nacional de
Directiva Marco del Agua y asesorar a Cartografía de Zonas Inundables.
los representantes españoles en materia Jornadas sobre Gestión de Zonas
de la nueva Directiva de Gestión del Inundables, Gijón, 12 y 13 de
Riesgo de Inundaciones, y diversos noviembre de 2007. DGA (MMA).

380
GHZ-02 Geohazards and risk studies under glabal environmental change

Extreme Floods modelling comparisons in urban areas: First steps


towards including geomorphological analysis in hydraulic numerical tools

Miguel Llorente Isidro, Geological Survey of Spain (IGME) (Spain)


Clara Lines Diaz, Autonomous University of Madrid (Spain)
Jeronimo Lopez Martinez, Autonomous University of Madrid (Spain)
Andres Diez Herrero, Geological Survey of Spain (IGME) (Spain)
Luis Lain Huerta, Geological Survey of Spain (IGME) (Spain)
Peter Torp Larsen, DHI-Spain (Spain)
Alfonso Andres Urrutia, INCLAM (Spain)

Regarding the recently entry into force of the Directive on Floods of the EU, it is compulsory for
all EU Member States to have flood maps by 2013. Little criteria has been given and Member
States are either adapting their old maps or are early developing them according to previous
standards or searching for new tools to provide the requested maps with better quality bases.
The aim of this paper is to show the results obtained using different tools of hydraulic modelling
for assessing floods towards a later inclusion of geomorphological analysis in the numerical
models. The analysis comprises a theoretical exercise using 1D and 2D models in which all
parameters have been tested in order to provide a guide of acceptable/non acceptable
divergences. A geomorphological analysis will be carried out shortly after to be included in the
model as boundary conditions to be met upstream and downstream, so manmade alterations of
the river system may arise. Flood hazard maps will then show natural river system behaviour
and altered behaviour as an essential tool for public awareness on flood risk, for augmenting
flood risk acceptance, for stimulating resilience improvements and for encouraging non
structural protective measures in future urban planning.

The outcomes of the comparison of the different models studied clearly show that 2D models
provide more consistent data than 1D models. The lack of turbulence considerations within 1D
models causes extreme underestimation of inundated areas. Including structures in 2D models
(culverts, bridges) provides significant differences. Although classical 2D square-mesh models
take far too long to compute results than 1D models, quality controls on 1D modelling are nearly
equal to computing times of 2D models if a tough consistency between both models is desired.
A flexible or curvilinear mesh in 2D models improves computing times considerably and purges
inconsistencies due to pixel effects along curves. A high accuracy DEM is a key element and
therefore a high effort has to be undertaken for obtaining a reliable elevation surface on which
to support hydraulic calculations. The effects of including significant variations (around 20%) in
most of the parameters in the simulations prove to be minimum except for the DEM. Particularly
noticeable is that inflow and outflow boundary condition variations are minimum at distances of
about two hundred meters away of the boundaries (not significantly dependant on pixel size)
and can then be considered to have no impact within the modelled area of interest. As a result
of this conclusions, the geomorphological analysis should provide information within an area
larger than two hundred meters away of the altered zone to guarantee they do have effect on
the model. Future tests proposed to be carried out include minimum to maximum water velocity
and depth variations needed to build and/or erode different land-forms such as levees,
longitudinal bars, crevasse splays, etc.
 
Extreme Floods modelling comparisons in urban areas: MINISTRY OF

first steps towards including geomorphological analysis in


SCIENCE
AND INNOVATION

hydraulic numerical tools


INTERNATIONAL
GEOLOGICAL Llorente Isidro, M.(1*); Linés-Díaz, C. (2); López Martínez, J.(2); Laín Huerta, L.(1); Torp Larsen P.(3); Andrés Urrutia, A.(4) and Díez Herrero, A.(1) UNIVERSIDAD AUTONOMA
CONGRESS DE MADRID
1. Geological Survey of Spain; 2. Autonomous University of Madrid; 3. DHI – Water and Environment – Spain, 4. INCLAM SA – Spain
(OSLO 2008) (*) Corresponding author: m.llorente@igme.es

1 2 1. Classical 1D model
basis: water flow average

Introduction Methodology
vector is considered.
2. Classical 2D model
basis: water flow depth
Regarding the recently The analysis comprises a average vectors might flow
in different directions (Linés
entry into force of the theoretical exercise using 1D 2008).
Directive on Floods of the and 2D models in which all
EU, it is compulsory for all parameters have been tested 1 3 4
EU Member States to in order to provide a guide of
have flood hazard and risk acceptable/non acceptable
maps by 2013. Little divergences. A geomorpho-
criteria has been given logical analysis will be carried
and Member States are out shortly after to be included
either adapting their old in the model as boundary
maps or are early conditions to be met upstream
2
developing them and downstream, so man-
according to previous made alterations of the river
standards or searching for system may arise. Flood
new tools to provide the hazard maps will then show Digital Elevation Models within different hydraulic models. 1. is a classical 1D model with terrain defined with cross sections; 2. shows two classical
requested maps with natural river system behaviour 2D grid models, on the left hand with a higher resolution than on the right hand with a coarser pixel size; 3. shows a flexible mesh with different size
and shape of elementary units (irregular triangles and quadrangular mesh coexisting together; and 4. shows a 2D a curvilinear grid (from Linés 2008,
better quality bases. and altered behaviour as an Llorente et al 2007, and Díez et al 2008).
The aim of this poster is to essential tool for public
show the results obtained awareness on flood risk, for 120
using different tools of augmenting flood risk 100
3
hydraulic modelling for acceptance, for stimulating 1 80

assessing floods towards


q(m3/s)

resilience improvements and 60

a later inclusion of for encouraging non structural 40

geomorphological analysis protective measures in future 2 20

0
in numerical models. urban planning. 0 2 4 6
t(h)
8 10 12 14

Some of the different boundary conditions tested: 1. roughness, 2. spillway,


3. Hidrographs. (Linés 2008). 1D model (culvert) + 2D model essay (Linés 2008).

Results
2D models provide more consistent data than 1D models and the lack of turbulence
considerations within 1D models causes extreme underestimation of inundated areas.

Including structures in 2D models (culverts, bridges) provides the most significant


differences, and although classical 2D square-mesh models take far too long to compute
results than 1D models, quality controls on 1D modelling are nearly equal to computing
times of 2D models if a tough consistency between both models is desired.

A flexible or curvilinear mesh in 2D models improves computing times considerably and


purges inconsistencies due to pixel effects along curves, buy in all cases, a high Legend

accuracy DEM is a key element and therefore a high effort has to be undertaken for 2D model

1D (culvert) +2D model

obtaining a reliable elevation surface on which to support hydraulic calculations. The


effects of including significant variations (around 20%) in most of the parameters in the
simulations prove to be minimum except for the DEM.

Particularly noticeable is that inflow and outflow boundary condition variations are Significant differences arise if structures are included in the model following a 1D+2D approach. 1D models
minimum at distances of about 200 m away of the boundaries (not significantly on their own considerably underestimate flood characteristics (Linés 2008).
dependant on pixel size) and can then be considered to have no impact within the
modelled area of interest.

Conclusions
Depth Velocity
Parameter Model For future maps to be developed and as a general rule, 1D models should be used rarely
variation variation
Cell size 2m; 3m 10 - 30 cm < 0.4 m/s and only where specific problems cannot be solved with a 2D model approach, such as
those elements with a width/depth far lower than pixel resolution in the DEM, and in such
Inflow boundary Constant value; 0.5m < 0.5 m/s cases a 1D+2D approach should then be chosen.
condition hidrogram
Outflow boundary Constant value; < 0.02m < 0.05 m/s
The recent advances in numerical models already seems to allow locating preliminary
conditions spillway areas where certain landforms might occur with the highest probability, but as this
Resistance 0,015; 0,032 (n <1m 1m/s statement regards only averaged values, a great effort has to be undertaken for defining
Manning) characteristic hydrographs for different landforms survival.

Regarding the estimations of water depth and velocity required to produce certain
landforms provided by different authors (see for example Ortega and Garzón, 2006), 2D References
models show uncertainties within the margin of error estimated there or where several
Díez-Herrero, A.; Laín-Huerta, L. and Llorente-Isidro, M. (2008): Mapas de peligrosidad por avenidas e inundaciones, guía
landform can occur at the same time. para su elaboración. IGME.
Linés, C. (2008): Cartografía de zonas potencialmente inundables en Valdepeñas (Ciudad Real), comparación de modelos
hidráulicos bidimensionales aplicados a cartografía de peligrosidad de inundaciones. Proyecto Fin de Carrera, Facultad
de Ciencias, Universidad Autónoma de Madrid, Cantoblanco (Madrid).
Future tests proposed to be carried out include minimum to maximum water velocity Llorente-Isidro, M.; Díez-Herrero, A. and Laín-Huerta, L. (2007): PRIGEO Flood hazard map: new insights for risk
and depth variations needed to build and/or erode different land-forms such as levees, assessment tools. In: Abstracts of the Contributions of the EGU General Assembly 2007, Vien (Austria), Geophysical
longitudinal bars, crevasse splays, etc. Research Abstracts, Vol. 9, 06894. 15-20.
Ortega, J.A. and Garzón, G. (2006): Interpretación de los depósitos de avenida como clave para establecer la dinámica de
la llanura de inundación. In: A. Pérez Alberti y J. López Bedoya (Eds.), Geomorfología y territorio. Proceedings of the IX
Reunión Nacional de Geomorfología, Universidad de Santiago de Compostela, 629-644.

También podría gustarte