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HERENCIAS QUE PROVEE LA PATERNIDAD DIVINA

Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que


creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios”.
Un hijo/a, dice Papá. La Biblia revela a Dios como Padre.
Dios no quiere ser tu Dios aunque lo es, él quiere ser tu
papá.
Necesitamos conocer a Dios como nuestro Padre.
Solo un hijo tiene herencia, solo un hijo reconocido hereda
los bienes de su Padre.
Quiero compartir con ustedes tres beneficios que un hijo de
Dios por derecho puede y debe disfrutar:
1) LA SANIDAD FÍSICA ES UNA HERENCIA QUE LE
CORRESPONDE A LOS HIJOS.
Lucas 13:16 “Y a esta hija de Abraham, que Satanás había
atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta
ligadura en el día de reposo?”.
Esta mujer estaba en el lugar correcto.
Esta mujer era del linaje de Abraham, sobre ella pesaba una
herencia de bendición.
La herencia estaba inactiva, y por dieciocho años cargaba
con una enfermedad. Pero ese día llegó Jesús, el Mesías el
Salvador y todo cambio. Fue sana.
La buena salud es tuya, es nuestra. Isaías 53:3-6.
Gálatas 3:19. “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje
de Abraham sois, y herederos según la promesa”.
En Cristo como hijos de Dios, tenemos acceso a la herencia
según la promesa hecha a Abrahán, y es gozar de una buena
salud física, emocional y espiritual.
Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren
cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán”.
2) LA LIBERACIÓN ES UNA HERENCIA, ES COMO EL PAN QUE
PERTENECE A LOS HIJOS.
Mateo 15: 24-28 “El respondiendo, dijo: No soy enviado
sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella
vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los
hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun
los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de
sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer,
grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue
sanada desde aquella hora.
Esta mujer era pagana, idolatra y gentil, no pertenecía a la
nación Israel el pueblo de Dios, no era hija, pero acepto
comer las migajas.
Jesús fue muy claro con ella, que iba a las ovejas de Israel y
que no es bueno tomar el pan de los hijos y dárselo a
extraños.
Con esto entendemos que la liberación espiritual es una
herencia para los hijos de Dios.
Tú y tu casa no deben estar bajo la influencia y opresión de
satanás.
En Cristo usted y yo como hijo de Dios, en este caso el pan
espiritual que es la liberación de cualquier espíritu maligno,
es nuestra herencia.
3) LA PROSPERIDAD ES UNA HERENCIA QUE POR DERECHO
CORRESPONDE A LOS HIJOS.
Lucas 15: 11 y 12 “También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de
los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes”.
Jesús conto la historia de una familia.
Un padre tenía dos hijos, el menor pidió su herencia y el
papá les repartió los bienes a ambos.
En otras palabras los hijos de Dios están autorizados para
moverse bajo bendición, tienen derecho a vivir en
abundancia.
La religión empobrece, el fanatismo produce ceguera
espiritual, pero el reino enriquece.
A partir de hoy no aceptes vivir por debajo de lo estipulado
en la ley de la herencia.
Usted vino a Cristo y rompió con el mal. Las consecuencias
del pecado esta cancelado. Romanos 6:23 y 2º Corintios
5:17.
La obra de la cruz te posiciona para experimentar el favor
de tu Padre Celestial: estar SANO, LIBRE y BENDECIDO.
¿Cómo logras? Cree, reclama, pide; arrebata. Ven a Cristo.
Oración: Hoy se va de mi cuerpo toda enfermedad, ningún
espíritu extraño estará en mi casa y mucho menos en mi
vida. Ahora confieso que nací para ser un hijo de Dios; y
Dios es mi papá. Además como hijo tengo herencia.
Renuncio al espíritu de orfandad, a la soledad, al rechazo, a
la autocompasión, en el poderoso nombre de Jesucristo.
No nací para ser pobre, me declaro sano, libre y próspero;
pues ésta es mi herencia. Amen.

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