Louise M. Alcottoa Fin
vein ers Mai Zao
rec prac Pens Gea.
"esta passerine
‘Gowra Cam tte Simao de Chie
[wot
El juego del peregrino
Una Navidad feliz
La festa de Ao Nuevo,
Cargas
Buenos amigos
Beth descubre cl hermoso palacio
Amy en el valle dla humillacién
Encuentro de fo con Apolo
9 Meg de vista
10 Cuudrilla de comreos
Bl experimento
12. Campamento Laurence
13 Casills ene aire
14 Seeretos
15 Unteleg
16 Canas
17 La pequefia infil
18 Dias oscuros
19 Eltestamento de Amy
20 Bn confianza
2 Laurie da guerra y Jo impone paz
22 Hermosos praos
23 Tia March resuelve el problema
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El juego del peregrino
Soin sts edith una
Quis esr pore! -mpis Meranda jo
Nome pce sto gue nts niches egan tants
coca tei rs nga mdf tp Ay
Pere Beth do slgrement
Tendtemos apap a mand y a noses miss!
Ls cuatro catanfvenes se Hina a ex ni
madras plbres, Pero ao exvotbeceron eum J0 dip
Pap no xan fo tenemos por mac tempo
Nouio“tal ver munca, er cada ua lo aad pra
dence, pesto quel pce estaba cn a gems
‘Nadie halo dure un minus ego Meg dj, ci
bandos toner
"Usteden saben ue si man propsso eno bier
segaos ena Navid, ea pec inviera va a ser ro
fats odo, peta que 0 dbetos pasta dneo ctando
To hombres sen tam en ent Slo poemsestos pequeios sacriticios y debemos hac
Sin embargo, yo no puedo sentra
Pero pienso que el poco diner» que podramos gasar na
ayudaria mucho, Tenemos unos dilaes cada una, el ecto
ho ganaria mocho sis lo dicramos. Estoy conforme eon no
recibir nada, pero quiero comprar un libro parami. Lo deseo
tanto! -dijo Jo, que era un ratén de biblioteca,
“Yo voy a gastar los mfos en musica ~dijo Beth.
=Yo mie comprar€ una caja de lpices dedbujo~anuncis
Amy.
Maré no dijo nada sobre nuestro dinero. no querr que
renuneiemos a todo. Compremos cada una To que ui
asf nos divertiremos. Trabajamos come negras para
exelams Jo.
Yo trabajé dando elases a esos nifios teribles todo
cl dia, en ver de divertirme en casa -dijo Meg en tono
de queja
[No haces ni fa mitad de To que yo hago —repuso Jo-,
{Qué te pareceriaestarorasencerrada con una sefiora Vieja,
nrviosa y euprichosa. que te hace corer de un lado para oro
y jams esta contenta?
Es malo lamentarse, pero a mi me parece que lavar
patos y ondemar Ia casa es mis desagradable. Se me ponen
fsperas y tisas las manos y no puedo tocar bien el piano
se laments Beth,
Creo que ninguna de ustedes lo pasa tan mal como yo
dijo Amy- Nadie va al colegio con nifiasimpertinentes, gue
temolestan sino sabes fa eccin que se ron de ts vestidos,
‘que defaman atu padre porque no es rico y te insaltan sino
‘tenes una naz bonita
surxcrs| °
Si quieres decir difaman, dil, pero mejor seria no usar
palabras altisonates dijo Jo, iéndose
~Yo sé lo que quiero decir y no tienes por qué criticarme
tanto. Es bueno usar palabras precisas para mejorar el voca-
bulario -respondié Amy. molesta
Enionces Meg. que podis recordar tiempos mejores div:
=Noppeleen, Note gustaria que tuvigramos l dinero que
perdié pap cuando éramos pequetas?;Qué feces serfamos!
lotro dla dijiste que éramos mis felices que los nos King,
porque ellos se peleany se quejan continuamente a pesar de
su dinero.
Ps verdad, Beth; creo que aungue tengamos que trabajar,
nos divertimos y somos un grupo muy alegre, sein Jo.
Jo usa unas palabras tan chocantes! observe Amy.
dando una mirada erie a a larga figura de J tend sobre
In alfombra. Jose levants de un salto, metié las manos en los
bolsillos del detantaly se puso a silbar
“No hagas eso. Jo: es cosa de muchachos.
“Por eso Io hago
Detesto a las chicas de modales ordinarios.
=Y yo aborrezcoa as muchachs amaneradas y relamidas.
Las dos tienen culpa dijo Meg, poniéndoseen su papel
de hermanna mayor. Ya tienes edad Jo, para dejar de porate
como unt muchacto. No importaba cuando eras nila, pero
alnora que eres alta y te haces momo, deberias acordarte de
‘que eres una seforta,
No lo oy! ;Y sielhacerme mofo me hace seflorita, me
haré tronzas hasta que tenga veintcaffos! ~gritéJo~ Detesto
pensar que tengo que crecer y ser la seforita March. Yaes bas
tante desagradable ser na jen, gustndome como me gustan0 tous aucorr
Josjuegos de los muchachos. Me muero de ganas de ira pelear
al ado de paps y tengo que quedarme aqui tjiendo!
Pobre Jo! Lo siento, pero no hay remedio y tends que
conforma con inventarte un nombre masculino y jugar a
{que eres nvesiro hermano. ¥ en cuanto ati, Amy ~continus
‘Meg-eres demasiado amanerada, Me gustan mucho tus bue-
thos modales, pero tus palabras ebuseadas son tan molestas
‘como Ia jerga de Jo,
SiJo-es poco femenina y Amy amanerada, qué soy yo.
si se puede saber? ~progunts Beth
“Ti eres una nila querida y nada mis ~respondié Mex,
calurosamente: y nadie la contradijo, porgue el “raroncito™
cra Ia egalona,
Ustedes quersin saber c6mo eran estas cuatro bermanas.
‘que tian al atardecer. mientras afera cata la nieve. EL cuarto
‘en que se encontraban era agradable. aunque la alfombra
estaba algo descolorida y los muebles eran senillos. Unos
‘cuadros colgaban de las paredes,en los estantes habia libros,
Nlorecian crisantemos y rosas do Navidad en las ventanas, y
por toda la casa se esparcia un ambiente de paz
Margaret o Meg. la mayor. tena dieisés afios ra bonita
gorita y rubia, ojos grandes, pelo eastallo, boca delicada y
‘unas manos blancas de las que estaba orgullosa. Jo. de quince
aos, era muy alta esbelta, morena, narz respingada. ojos
arises muy penetrantes. Su verdadera belleza residia en su
hermoso cabelo largo. Llevaba su vestido descuidadamente y
su aspecto era el de una jovencita que se hacia mujer pes
sy, Elizabeth Beth tenia tcce aos; de eam rosada. pelo
liso y ojoslanos, era de cardeter mid. Su padre fa Iamaba
Pequetia Tranquilidad. Amy se sentia muy importante. De
tez blanca y ojos azul, pelo rubio formande rizos sobre la
cespalda se vetapiida y grail
Elreloj dio ls seis, Después de limpia la chimenea, Beth
puso unas zapatillas ante el fuego. Pronto Hegara la madre
Y todas se animaron para hacer un buen reeibimiento. Meg,
‘encendis la Limpara. Amy sacs el silloncito y Jo aceres mis
las zapatillas a fuego.
“Eatin muy gastadas, mamé necesita otro par
‘Yo pensaba comprarle uno con mi dinero