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Título original: StnL:lut-e d!ld Fun,..·liun in p!Ílllilile
Traducción de Angda Pérez

© Routiedgc & Kegan Pau!, LunJrcs,


.
.!969
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EJic;on ; 62, S.,,;
Ó· - EJít ori;_d �'i<u n ·ta-D e A g·.oo.lini, S A . . 1086, p�1n1b ¡.m::�éiik eJi'-·ilHl
.· /\nhau. l05, 1.0 - OS02J l.h.ll�.-·clviU tE�p:lílal
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; ..:. <Jducción ceJ¡da pm Edici0<b ().2, S. A.
. .
,,. 'serlu de L'uicccJÚil: Ih1ns Rumbug
"-_ imc1a edLtÚn en <:-slu cok'-·ci,··,¡;. i7laJ L o de 1986
. . .
?ep(.JSilO . kgal: B. 53Y5i . l Y06
l N S4-J95-0J5l-X
l� intc�d in Spain- ln;prc:�u dl E�pculu
D Sli:bución: R. B. _A,_ PrLllllúlUJa de Edicioilcs. S. A.
'h:n·e.s(¡ra Je ur�Lic:, 56, Úli'--'' J.". USU()(; BctrCddJEL
Tdd0ndo (':!3) .?.llU 8\! ·-Ll20U S l 20
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Alfred Reginald Radcliffc-Brown es uno de los más im or­
tantes antropólogos del presente siglo. La cualidad innovadora
1 de sus investigaciones de cmnpo, la altura y el rigor de sus ensa­
yos metodológicos y el magisterio que ejerció [\ lo largo de rnu­

( chos n!los de actividad docente configuran la magnítucl ele \ma


aportación iniprescindible en el proceso �tan reciente, cle'�c!e
nn punto de vista histórico-· de constitución de la antropoldgía
'l
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como c1encw.
Del magisterio de Radcliffe-Brown, ejercido en Gran Ilre­

j
taüa, Estados Unidos, Australia v Sudáfrica, fundamentalme11te,
baste decir que es semejante al cjue desempei1aron FranzBo�s y
Maree] Mauss --el primero en Norleamérica y el segundo(en
! Franela�. Se trata de nna labor fundacional en los tres ca�os,

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que ha tenido por resultado la formación ele tres de las má
gorosas escuelas antropOlógicas conten1poránc.as.
Por lo que hace a la influencia de Raclcliffe-Brown, es 'ne·
sty í­

1 cesario decir que ha sido considerable en cantidad y en calidad.


Para muchos, el antropólogo británico es un directo precursor

1
del estrucl uralismo ele la escuela francesa de Lévi-Strauss -lo
cual, ele por sí, habla de la pureza teórica de buena parte de la
obra de Radcliffe-Brown-. Para otros, este nombre es insepa­
rable de la difusión que en Gran Bretaña, en Estados Unidos y
en general eu el mundo anglosajón han tenido las doctrinas de
la sociología positivista francesa, en particular las de Durkheim.
Pero donde la influencia del magisterio de Radcliffe-Brown
.._
aparece como determinante es en la escuela británica de antro··
pología social. Los nombres de E. E. Evans-Pritcharcl, D. Fnrde,
F. Eggan, M. Fortcs, S. F. Nadcl y L Mair, entre mnchos ot\os,
están directamente ligados a las cnsenanzas de Radcliffe-Brown.
a�í con1o las investig'��'inne� que b mencionada escuela británíc �
ha nevado a caho en el campo de los sistemas de parentescó (a
este respecto conviene scñc:d;¡r el volumen cn le ct l vo ,'Jis'tcmas áfri�
canos dr parentesco y rnntrimonio) editado po1 Radcliffe-Brown.

IIl
que Radclilk­
en co,labora�ión con D,it-Forde), ei tnternismn, la religión, la Ina­ en la conceptualización, mucho más amplia,
el término
gia y;el den;cho en las,socicdades primitivas. Por no hablar de Brown hizo de las diferentes disciplinas que abarca
s diacróni­
las iovesliga;ciones en eldmportante campo de las primitivas for­ genérico de «antropología». En realidad, lus estudio
pasado de los
mas ele organización política, que ya en IY40 salieron a la luz en cos, en tanto que reconstrucciones históricas del
entran dentro de la compe tenua de la et­
los Sistelllas políticos africanos de M. Portes y Evans-Pritehanl. pueblos primitivos,
va más allá de la simple descrip ción etnográ­
En el debate, ya clásico, que los antropólogos han mantenido nología. Ésta, que
entre «lyltura>> y «S(H.:iedad>; --¿es la prirnera la que subsume en s de las caracte rísticas raciale s y cul­
fica, establece clasificacione
su totahdad_ la estructura social o, por el CtHltrario, ella n1is1na s utiliza un métod o compM ativu que
turales ele los pueblo y
no es más que una expresión de dicha estructura''-, Raddiffc­ agrupa semejanzas y anota diferenc ias entre los distintos rasgos
�r �1wn se Íl�clinó decididamente desde un principio hacia las po­ observados. La etnología cuenta con dos ramas: la lHtjLtculogía
.
Sicrones socrológrcas. Su punto de partida fue la concepción dur­ prehistórica y la lingüística, ciencias ,que le son ituptescindib1es
khemuana de que los hechos sociales constituyen modalidades de para la investigación del pasado y para la clasificaciótl de rasgus
acciónJ de pensan1icnto y de sentimiento tot�dmente externas al culturales.
individuo y, al mismo tiempo, dotadas de una fuerza de coerción Ahora bien, el lénnino «antropología}' abarca iguahnentc a
tal que se imponen a h\ x:onciencia del indí vidno.
otras dos ciencias. Según la conceptualización de Radcliffe­
En cnnsecuencia, el antropólogo británico Uesdeñ() una idea
Flrown, éstas son la antropología física y la antrupología social.
que hacia los aüos veinte empezaba a abrirse paso de la mano ile
La primera pertenece al ámbito de las ciencias biológicas; la se­
\V. !1. R . Rivcrs y otros: la de que era necesario en antropología
gunda, al de la sociología, pues utiliza «el conocimiento sobre las
estudwr el comportamiento individual, acogiéndose a los méto­
sociedades primitivas para establecer generalizaciones válidas y
dos de investigación psicoanalílícos. Como es sabido, esta vía
significativas sobre los fenómenos sociales».
metodológica está presente en la modenra antropología cultural,
La antropología social, tal como es definida por Radcliffe­
y se ha implantado eficazmente en Norteamérica en escuelas
Brown, debe entenderse «Comu la investigación de la naturaleza
cuyo objeto de investigación es el de ccultura y personalidach>.
de la sociedad humana por medio de la comparación sistemática
La antropología social britúnica, por el contrario, influen­
de sociedades de tipos diversos, prestando atención particular a
ciada por Radcliffe-l3rown, se ha moviclu y se mueve en una di­
las formas mús simples de las sociedades de los pueblcJs primi­
r ��·ción sociol�gica. Fn esta direcci(m sociológica es patente tam­
. . tivos, salvajes o prealfabetos». En este sentido, la antrupolugía
hten el aiHstoncrsmo. La explicación llistórica de un hecho social
corno mucho, dice que aconteció en tal momento y que fue con
: social debe ser entendida también como «Sociología compara­
sccuencra de otro hecho social anterior. Pero no da cuenta ver­ tiva». Su método es idéntico al de las ciencias naturales, es decir
daderamente de la causalidad que lo ha producido. Para ello es que se basa en una observación experimental para establecer ge­
nccesana una explicación jilflcinnal, en el sentido durkhcinliano neralizaciones inductivas. Tal observación empírica eStá guiada
del término. por conceptos generales. Así, "la tarea de la sociología compa­
Conviene,precisar, no obstante, que en el problema de ]u re­ rativa, como la de toda ciencia experimental, es la de crear los
conslrucciCrn Jhistórica Radcliffc-Brown no adoptó una posición adecuados conceptos analíticos en cuyos términos haccJnos ge�
extre1na! snni)ar a la del conternporáneo estructuralisrno francés-. neralizaciones, y que, una vez suficientemente comprobados por
El énfasis puGsto en la explicación funcional no era incompatible sistemáticas observaciones ele los fenómenos, plledcn ser esta­

pa.a el an ro� ólogo británico, con la investigación del pasado d � blecidos como probables».
una snc�euad¡ pnmrt1va, Siempre y cuando hubiera posibilidad Los dos conceptos analíticos de mayor trascendencia elabo­
matcnal dz�' llev ar!a a cabo. La correcta comprensión del desa­ rados por Radcliffe-Brown son los de estructura y fírncicín; el pri­
mero hace referencia a la «morfología» de una suciedad;· el se­
.
rrollo de l.a soc1 � dad hunEma sólo puede conseguirse mediante
.
�,un e:tud ¡;__) umhcado y organizado en el que se comb!nen las gundo a s11 «fisiología», De la rit.Jueza operativa de ambus, baor(A.
.
mvesttgactun\s llistóriL:as y S()ciológicas>>. indicar que se han convertido CJJ el marco de articulación de las
Esta di'-;tülción entre lo sincrónico y lo JiacnSnico se erunarca investigaciones de campo de la antropología social brildnica. Y,

!V V
:·tsímismo,
que han dado U!ulo a la presente obra
, una de la Inás
nnportantcs de cu an tas escribió Radc
liffe-Brown.
En realidad, la producción literaria
de este gran antropólogo
_

,
tu e mas b1en escasa. Aparte de sus dos grandes investigaciones
de campo entre los andmnanes y los austra
lianos, Radcliffe­
Brown dio a conocer su pensamiento a través de la activida
d do­
cente, como ya se ha a punt a do , y mediante artículos,
eusayos y
en la so­ CRONOLO\lÍA
conferencias. La importancia de Estructura y función
ciedml primitira radica en que es uno de los libros más acabados
y siste m ó ticos de cuantos erlitó. En él están presentes tanto los
escritos de clabon1ción conceptual y metodológica, cuanto
los 1881 17 de enero : nace en Binningham el antropólogo Alfred
trabajos ele investigación anl ropológica, dentro de una rica di­ Reginald Radcli ffc-Brt.lWIL
versidad de temas que comprende, entre otros, el estudio de
los 1906 Tras concluir sus estudios su¡,erie>res en Cambridge, or­
sistf'mrts de parentesco, de la organización política, de la religión
ganiza su primera expedición e tn nl () gica a las islas ·An­
y del totem ismo en las sociedades primitivas. ,
, daman, en el golfo de Bengala,
Es de destacar que el estudio de estos temas se enfoca
siem­ 1908 Su trabajo de campo en las ;\mlaman, de donde regresa
pre desde un punto de vista estructural, es decir, desde su
inser­ en este año, le permite obtener la condici ón de fellow en
ción en el todo social del que forman parte, Y que son
particu­ el Trinity College de Cambridge.
Janncnte importantes los ensayos que tratan de los sistema
s de EllO Einprende una nueva expedición etnológica, en esta oca­
pnrentesco y del totemismo. En estos dos terrenos, las
aporta­ sión a Australia Occidental, donde estudia, al igual que
ciones de Radcliffe-Brown sólo han sido superadas por las
que en las ¡\ndaman, las relaciones de parentesco y los síste­
postenormcnte ha reahzado Lévi-Strauss.
n13S. de t oí emi:;;mo impe-rantés entre los km·icra.
1916 Se establece en las islas Tonga, archipiélago del Pacífico
Sur, a la sazón protectorado británico. Allí desarrolla una
importante labor docente, en tanto que encargado de los
servicios de instrucción púhlic¡L
.
1920 Se traslada a Sudáfrica. En la Universidad de El Cabo es
nomhrado profesor de antropología social , En el 'seno de
esta institución, en la que permanecerá durante cinco
años, Radcliffc-Brown funda la School o[ African Lifc and
Languages.
1922 Aparece su primera obra importante: Los islnlos de An­
daman (The /¡ ndnmrm {s/nndcrs), en donde expone sus
ideas y métodos antropológicos.
1923 Publica en una revista especializada <dV!étodos de la
etnología y de la antropo lo gía socia b ( " Methods of
Ethnology ancl Social Anthrnp?logy>�).
1924 «El hermann de la madre en Africa del Sur>' (cThe Mo­
ther's Brother in South /\frica»),
1925 Se insl�la en Austrclia, Allí, ensena antropologL1 en la
Universidad de Sydney.
1931 La organizocf,Sn socio! de los trihus australianas (Thr. So­
cial Orga11izntion ofAltstrofinn 'l'ribes).

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Ellt
1.

en la
.
�· .,·.ste l�1isn��. ()· ·. aí�o es de� ignado profesor de antropoh)gía
.

. . . Jc Uucago.
. Umvcr;;rdau ,
.
lCJ32 «S tuación aC�ual . de los estudius antropológicos» (<./fhe
. Anthropological Studies»).
l'r.sent Pusition o[
1933 Pafa la Encyclopaediu of the Su�..:ial Sdences de Nueva ,

Ycirk, redacta dos importantes artículos: <<Sanciones so­


ciales» («Social Sanctiui'h) y ''-Derecho primitivo» ( <<Pri­
mitive Law>"). BIBLlOGRAFÍA
1935 ,_�S{>bre el coricepto de función en las ciencias sociales»
( •dDn the Concept of Funclion in Social Scicnccs»).
1037 ., Una ciencia natural de la suciedad" ("A Natural Science
·
A) Obras de Radclilfe-Brown traducidas al castellano:
ol �ociety» ) .

Ot;upa la cátedra de antropología social de la Universidad El método de la ant rop ología social. Barcelona (Anagrama),
dc;OxfonL 1975.
p
1940 Pu lica �1!1 importante prefacio para la obra Sistemas po­ «Antropología social», en J. R. Llobera, ed., La antrup ol u gíu
!lit /wcos ajncanos (Afriwn Política/ Systc111s), de sus discí­ como ciencia. Barcelona (Anagrama), 1975.
¡mlos M. Fortes y E. E. Evans-Pritchard. Sisternas afl ic anus de parentesco y matrirnouio. Edición a cargo
·

1946 Se 'jubila de su cátedra en Oxford. de A. R. Radcliffc-Brown y D. Forde. Barcelona (Ana­


ICJ48 .t\p;arcce una nueva eJidón de Los isleiios de Anclanwn. grama), 1976.
En; colaboración con D. Forde, edita el volumen Sis temas
B) Estudios relacionados con la obra de Radcliffe-Brown:
nt�·�ca�ws de parentesco y matrimonio ( Af ica n S_vsterns of
r

fur¡slup ami Marriag e)


l3EA1TlE, J., Otras culturas. Objetivos, mélodos y rculiznciones de
1950 "Antropologia social: tma definicióth («Social Anthro­
la antropología sociaL México (Fondo de Cultura Econú­
po!ogy: A Definition»).
mica).
1951 «El método comparati�-o en la antropología socia], («The
DuMONT, L., Introducción a dos teoría.'J· de la antror1ulogfa social.
C'omparative Method in Social Anlhropology").
Barcelona (Anagrama), 19TI.
1952 Publica vanos de sus mcís in1portantes ensavos y con1u­
D!JRKHEIM, E., Las reglas de/método sociológico. Buenos Aires
nicaciones, ya aparecidos anteriormente. et1 el \/olumen
(Schapire), 1965.
Estructura y fúncíón en la sociedad primitiva (Structure
·

- La división del trabajo social. Madrid (Akal), 1975.


wul Function in Primitivc Society ) . EGGAN, F., Social Anthropology of North A merican Tribes. Chi­
Enseña antropología social en la Universidad de Gra­
cago (Universily of Chicago Press), 1955.
héuhstown, en Sttdúhicn.
EVANS-PRJTCHARD, E. E., Ensayos de an t r opología social. México
1'155 Grave ente enfermo, Radcliffc.Brown regresa a Ingla­
. !ll (Siglo XXI).
terra. bl 24 de octubre muere en Londres.
- Las teorías de la religió n prilnitiva. México (Siglo XXI).
1958 Pústumamente aparece El 1nétodo de la ant ropologia so­
FoRTES, M., ecl., Social Structwe: Swdies Prescnled to Radc!ijfe­
na! (Method in Social Awhrupology). Brown. Oxford (Clarcndon Press), 1949.
1 GLUCKMAN, M., «Datos etnográficos en la antwpulogía social in­
glesa», en J. R. I.Jobera, ed., La antrop ología cm no cien cia.
Barcelona (Anagrama), 1975.
GóMEZ TABANERA, J. M., L os puebl os y sus costwnbres. Ensayo
de antropología social. Madrid ( Gnadarrama), l '!65.
KuPER, A., Antropulugfa y wttropóZogos. La escuela b rilún ic a :
1922-1972. Barcelona (Anagrama), [975.
VHI
lX
Ln,c:ít\run, G., Ammpolog1a sociaí. México (Fomlo de Cul tura
Económica). Estructura y funciót\
LOWIE, R. IL, l!isrwia de In teoría etnológica. México (Fondo
de Cultura EcPnórnicíl)" en la sociedad prhnitiva
fdAm, L., /niroducrián a in antropología social. Madrid (Alianza ¡
�'
Editorial), 1970. ¡

El gohirmo primitim. Bncnos Aires (Amorrortu).


TvÍ/\IJNO\\'SKI, FL, Una teorfa ricnt(fica de la cultura. Barcelona
(Fdhasa), 1970.
McEwFN, . J., "F"rm<J!i y problemas de validación de la an-
trnpnlogín social·, en .J. R. Uobera, ecL, La antropología
como ciencia. Barcelon;l (Anagrama), 1975.
IViERCíER, P., Historia de la antropología. Barcelona (Pen í nsula),

\
1979, 5.' ed.
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SiílV;NAS, M. N., lntruducción a A. R. Radcliffe-Brown, El mé­ '

todo de la rmtropologfu social. Barcelona (Anagr ama) ) 1975. ¡


!
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1 1
1
Prólogo

El profe0or RadclHfe-Brown no ha dado nunca mucha im·


portanda a lo que él llama «las cosas sueltas que he escrito
de vez en cuando•: para él ha tenido siempre mucha más
importancia el ·comunicar !as ideas directamente, mediante
contactos personales, a los estudiantes y a los colegas. En
ello ha conseguido un notable éxito. Ha enseñado Antropo­
logía social en Cambridge, Londres, Bírn1ingharn, Pretoria,
Johanesbur�o, Ciudad del Cabo, Sydney, Yenchin�, Chicago,
Oxtord, Sao Paulo1 Alexandría, Manchester y Grahamstown,
y en todos estos lugares se le recuerda con cariño y respeto.
El agradecimiento de sus alumnos se ha manifestado en dos
colecci�:mes de ensayos -una iriglesa y otra americana- es­
critas en su honor. Y es raro el libro o artículo sobre Antro­
pología social, publicado en el último cuarto de siglo, que no
ilustre, directa o indirectatnente, su enseñanza.
El examen de los ensayos de este volumen probará que sus
escritos han ejercido tanta influencia corno sus contactos
personales. Si tenemos en cuenta que se ha dedicado a la
enseñanza y a la investigación· de la Antropología social
durante casi cincuenta años, vernos que no ha escrito tanto
como la mayoría de las personas de su categoría académica.
Sin embargo, todo lo que ha escrito es impecable. No que­
remos decir con esto que aceptamos necesariarnente todos
sus métodos o conclusiones, sino tnás bien que el punto de
vista que él expresa no podía haber sido mejor expresado.
Todos los ensayos son perfectos en concepción y expresión
y poseen una consistencia y una claridad raras en la moderna
Antropología.
Creemos que la publicación de estos ensayos puede ser
importante por varios motivos. En primer lugar muestran
la evolución del pensamiento de un destacado antropólogo
en los últimos veinticinco años, ilustrando al mismo tiempo
algunos de los cambios tnás importantes en la orientación
de la Antropología social, a la que el profesor Radcliffe­
Brown estuvo tan íntimamente ligado durante este período.
Estos ensayos han demostrado también su valor en la fm··

7
maclón de es tu dia nte s graduados en nuest
;
ros principales
centros de Antropolog1a social. Los traba
jos individuales es­ lhtroducción -�.;;-
tán muy dr �t ancrados en tiempo y lugar
y son, frecuente·
mente d t frc r le s ele consultar. Creemos
,
; que al presentar esta
t�Olecc!On de ensayos no estamos únicamente demostrando
nuestra estima al profesor Radcliffe-Brown, sino también
propo rcionando un libro que será durante mucho tiempo de
gran valor para los estudiantes de Antropología social.
Los trabajos aquí rein1presos son trabajos ocasionales en
el más amplio sentido de la palabra; cada uno de ellos fue
E. E. EVANS-PRITCHARD escrito para una ocasión particular. Sin embargo, por haber
profesor de Antropología social sido escritos desde un punto de vista teórico particular, po«
de la Universidad de Oxford. seen cierta medida de unidad.
FRED EGGAN Lo que se da a entender por teoría es un esquema ,de
profesor de Antropología interpretación que se aplica, o se concibe para aplicarlo; a
de la U11iversidad de Chicago. la comprensión ele una cierta clase de fenómenos, Una tea,
ría consiste en una serie de conceptos analíticos que pueden
definirse claran�t:,:nte en sn referencia a la realidad concre ta
y que deben relacionarse lógicamente, Me propongo, por
tanto, a modo de introducción a este grupo de trabajos, ex­
poner las definiciones de algunos conceptos que he utilizado
para analizar los fenómenos sociales. Ha de tenerse en cuenta
que no existe un acuerdo general entre los ant.ropólogos
respecto a los conceptos y términos que utilizan, de modo
que esta introducción y los artículos siguientes han de con,
siderarsc corno la expresión de una teoría particular y no
como una teoría aceptada cornúnmcnte,

Historia y tcoria

La diferencia entre el estudio histórico y el estudio te&


rico de las instituciones so c ial e s puede verse fácilmente
.

comparando la historia económica )·' la econon1ía teó:dca,


o comparando la historia del Derecho con la jurisprudencia
�eóríca. En antropología, sin ernbargo, ha existido, y existe
AGRADECIMIENTO
aún, gran confusión, mantenida por Jos debates en los que
términos tales como «historiar) y «ciencia)) o «teoríar>1 se
Se dan desde aquí las gracias por haber perm itido la publica·
utilizan con significados muy distintos, Tal confusionismo
ción de los ensayos y conferencias del presente volumen, a los
sig;1ientes organismos: South African Association for the Advan· puede evitarse, en gran medida. utilizando términos recono­
cen1ent of S cience «Iowa Law RevieW11, Royal Anthropolo gical cidos de lógica y metodología y h acie ndo una diferenciación
entre los análisis idiogrdficos y 1os nomotéticos.
,

InstHnte, Interna tional Africán 1 nstitute, Fourth Pacific Con�


gress, Cambridge University Press, Americgn Anthropological En un análisis ídiográfico el objetivo es establecer com o
As.<!ndation, y Mac rnili r:m Co,1 NUeva York. aceptables ciertas proposiciones o exposiciones particulares

9

l

o positiva , Definimos la naturale za de un análisis según el blar más específican1ente de sociología teórica o com ara­
. �
tipo- de cohclusiones que se pers1guen. tiva, Cuando Frazer dio su lección inaugural como el pnmer
La Hist�ria, tal como se entiende habitualmente, es el es�

profesor de antropología social en 1908, definió la antropolo�
tw.1ió- de: J
critos v documentos que nos proporcwnan cono� gía social como la rarna -de la sociología que ! rala de las
i !
cim entos sobre l�s condi�iones y �contecin1ient�s del pa­
.
sociedades prJmitivas.
saclo, incltlyenclo aquellas mvesltgacwnes qu� se 1 efieren al ?
Algunas Confusiones entre lus antropólogos s� dc en .a no
pasado más reciente. Es evíclente que la lhstona consrste distinguir entre la explicación histórica de las msttt�ucH>.ncs
primariarn;ente en análisis idiográficos. En el si�lo p �sado y la cun_Ipre¡¡siún teórica. Si preguntamos por que extsle
.
hubo una famosa polémica (Methodenstre¡t) soore st los �ierta institución en una sociedad particular, la respuesta
historiadores debían admitir consideraciones teóricas en su
adecuada es una exposición histórica de su origen. Para
trabajo o \ltilizar las generalizaciones. Mud10s hist ríadores
� explicar por qué los Estados Unidos tienen una constitución
han adoptado el criterio de que Jos analisrs nomotetrcos no
política con un presidente, dos congresos, u n gabmetc y
deben ser, incluidos en los estudios históricos, que han de
un tribunal supremo, nos remitimos a la historia de Nor­
lirnitarse d decirnos lo que sucedió y córno sucedió. Los aná4 . _
teamérica. Tal es una explicación histórica en el sentido
lisis teóriCos o nomotéticos han de dejarse a la sociología. .
propio del término La existencia de una institución se ex�
Pero hav inuchos escritores que creen que el historiador
plica ppr referencia a una serie compleja d h cho.s que
puede, � iPcluso debe, incluir las interpretaciones teóricas � � ,
constituyen una cadena causal de la que esa Instttucwn es
en su infohne sobre el pasado. La controversia sobre esto, Y resultado.
sobre la rhlación entre Historia y sociología, continúa des�
La admisibilidad de una explicación histórica depende de
pués de sesenta años. Ciertamente �xisten es�ritos de his­
. la amplitud y precisión del informe histórico. En las socie­
toriadores;que han de valorarse no solo como 1nfon11es Idto�
dades primitivas que estudia la antropología social no exis·
grá11cos de los. hechos del pasado, sino que incluyen también
ten los informes históricos. No condcemos el desarrollo de
interpretaciones teóricas (nomotétícas) de tales hechos. La
las instituciones sociales entre los aborígenes australianos,
tradición de los estudios históricos franceses de Fuste! de
por ejemplo. Los antropólogos, considerando su estudio como
Coulanges 'y sus seguidores (como Gustave Glotz) ilustran
estudio histórico, recurren a la conjetura y a la imaginación
este tipo de con1binación, Algunos autores n1odernos se re�
e ínventan explicaciones ((pseudohistóricas)) o ((pseudocau·
ficren a ello como historia sociológica o sociología histórica.
sales». Contamos, por ejemplo, con innumerables informes
En antropología, entendiendo por tal el estudio de los lla­
pseudohistóricos, a veces contradictorios, sobre el origen y
Inados pueblos primitivos o atrasados, el término etnografía
desarrollo de las instituciones totémícas de los aborígenes
se aplica a lo que es específicamente una forma de análisis
australianos. En los u·abajos de este volumen se n\encionan
idiográflco� cuyo objeto es proporcionar informes aceptables
ciertas especulaciones pseudohislóricas. El criterio aquí adop�
de tales pueblos y de su vida social. La etnografía difiere de
lado es que tales especulaciones no son meramente inútiles,
la Historia, en que el etnógrafo deríva su conocinüento, o
sino algo mucho· peor. Esto no implica en modo alguno
la parte más importante de éste, de la observación directa
la exclusión de la explicación histórica, sino todo lo con­
o el contacto con el pueblo sobre el que escribe, y no de in·
trario.
fonnes escritos como el historiador. La arqueología prehis­
La sociología comparativa, de la que la antropología so··
tórica, que es otra rama de la antropología, es claramente un
cial es una rama, se concibe aquí como un estudio teórico o
estudio idiográfíco cuyo objetivo es proporcionarnos un co­
nomotético cuyo objetivo es proporcionar generalizaciones
nucimiento real sobre el pasado prehistórico.
aceptables . La comprensión teórica de una institución par­
El estudio teórico de las instituciones sociales en general
ticular es su interpretación a la luz de tales generalizaciones.
se considera normalmente como sociología, pero corno tal
denominaCión puede ser Iibre1nente utilizada en muchos
tipos difer entes de estudios sobre la sociedad, podemos ha-
;

10
ll
El social .ca¡:¡¡bios durante un periodo de tiemp o , En ia socioiogü(
c ompara tiva tenemos que tratar teóriCamente de la contk
La cuestión que ha de plantearse s i vamos a for- m¡idad de las formas de la vida social y de los cambio s
rnular una teoría sistemática de sociología comparativa es: duddos en tales formas,
la realidad concreta, observable, a
que se refiere la teoría? Algunos antropólogos dir ían que la
�"nunu consiste en <>sociedades» c oncebi das en una u otr a

como entidades reales concretas. Otros, sin embargo,


la realidad que ha de ser estudiada la consideran Los antropólogos en
mra:<». cada una de las cuales se concibe sentidos diferentes. Creo que como
de nuevo de entidad diferenciada. Todavía valente a lo que yo !lamo forma de vida sociaL En su común
otros que objeto del estudio ambos tipos acepci ón en inglés, que encierra en gran la
<<Sociedades» y <'Culturas", de modo la misma idea que se reflere u un proceso 1nediante
éstas plantea entonces un problema. el cual una persona por contacto con otras perso�
opinión es que la realidad concreta a la que e! nas o por con tacto con cosas tales como libro s u obras de
sociat está dedicado mediante la observaciónr arte, conocimiento, ideas, creencias, gu>elJS,
comparación y clasi ficación
no es ningUn
, mientas._ En una sociedad particular podemos descubrir cier�
sino un proceso, el proceso de la vida s ociaL tos pro cesos de tradición utilizando la tra�
unidad de investigación es la vida social de alguna región dici.ón en su significado literal de transmisión de unas
de la Tierra durante un cierto período de tiempo, raciones a otras. En este sentido, la comprensión
proceso consiste en una inmensa multitud de acciones ción del lenguaje se tr ansmite por un proceso de tradición
e interacciones de seres �humanos, actuando indjvidualmente culturaL Mediante ese proceso! un inglés aprende a c ompren�
o en combinaciones o grupos, Entre diversidad de hechos y utilizar el idioma inglés, pero en sectores de
existen n1anifiestas regularidades, de modo que sociedad puede aprender también francés
informes o descripciones de c iert os o galés En !as c omplej as sociedades modernas
.
un

de la vida s ocial de um¡ r egió n determinada . número de tradiciones cull uraie s separadas, Por un
de tales rasgos significativos del nrnr<"- persona puede ap re nder a ser doctor o
social una descripción de que puede aprender a ser ingenier o o
puede denominarse una de vida sociaL Con cibo la formas más simples de vída social el número de tradiciones
antropología social como el estuc;lio teórico comparativo de culturales separadas reducirse a una para los
fonnas de vida social entre Jos hombres y otra para las mujeres.
forma de vida soci�l entre una cierta agrupación de
Una Si consideramos la realidad que estamos no
seres puede permanecer más o menos igual d u � como una entidad sino como un proceso entonces cultura
¡

rante un ci erto periodo. Pero a lo de un espacio de y tradición cultural definen ciertos a spectos reconocibles de
la propia forma de vida social sufre cier� tal proceso, pero no todo el proceso Los t ér minos son tor·
,

ta rnodificación o carnbio. Por lo tanto1 mientras podem o s mas convenientes de referirse a ciertos aspectos de la vida
hechos de la vida social como constitutivos social humana. Debido a la existencia de cultura y de tra�
I"':J�''"J, exlste ademá s este proceso de cambi o en la diciones culturales, la Yída social humana óilierc notable­
de la vida sociaL En una da­ mente de la vida social de otras especies animales, La trans�
rnos un inform e de una forn1a de 'Vida social tal como existe misión de formas aprendidas de pensar,
en nn rnmncnto Jetern1ínado, todo lo n1ás separada posible tituye el proceso cuncueu,
producirse en sus rasgos. Un vida social humana, por supuesto, p roce so de
de los cambios que
inter acci ón entre personas, y se define aquí como el proceso
inforrne diacr por otro es el informe de tales
social considerado como la realidad social.; La continuidad y social c;pnla madre de su muje r es descubrir sulugar en el
,

el cambio en)as formas de la vida. social· objeto de investi­ sistemasocial del que forma parte.
gación de la sociología comparativa, la continuidad· de tra- · La teoría de Montesquieu, sin embargo, es lo que pode­
didones culturales y los cambios en tales tradiciones, figu­ mos llamar una teoría de un sistema social total, según la
ran entre las :cuestiones a tener en cuenta. cual todos los rasgos de la vida social se hallan unidqs for­
mando un conjunto coherente. Como estudiante de jurispru­
dencia, Montesquieu estaba primordialmente interesado en
Estática y dindmica las leyes e intentaba demostrar que las leyes de una socwdatl
están relacionadas con la constitución politica, la vida eco­
A mediados del siglo xvrn Montesquieu estableció los nómica, la religión, el clima, la densidad de población, los
fundamentos de la sociología comparativa, formuló y utilizó hábitos y costumbres, y lo que él llamaba el espíritu general
un concepto al que se ha aludido y se alude utilizando el (esprit général), ,lo que se ha llamado más tarde .el etlws
término sistema social. Su teoría1 que constítuía lo que de la sociedad. Una ley teórica tal como esta «ley fundamen­
Comte llamó mas tarde «la primera ley de estática social», tal de la estática social», no es lo mismo que una ley empí­
era que en una forma particular de vida social existen rela� rica, sino una guía para la investigación. Nos da motivo para .
,:_1 dones de interconexión e interdependencia, o lo que Comte pensar que podemos mejorar nuestra comprensión de las
llamaba relaciones de solidaridad entré los diversos rasgos. sociedades humanas si investigamos sistemáticamente las i¡1-
La idea de un sistema natural o fenoménico es la de una terconexiones entre los rasgos de la vida social.
l!i'
serie de relaciones en!re los hechos, ex�ctamen le como un
sistema lógico -tal como la geometría de Euclides- es una
serie de relaciones ent,re proposiciones, o un sistema ético, Estática y dinámica
un sistema de relaciones entre juicios éticos. Cuando se ha'
bla del «sistema bancario» de Gran Bretaña, se alude al Comte señaló que en sociología, como en otros tipos de
i;:'
hecho de que existe un gran .número de acciones, interaccio­ ciencia, existen dos clases de problemas, que él denominaba
nes y transacciones -tales como los pagos mediante che­ problemas de estática y problemas de dinámica, En estática
ques firmados emitidos por un banco, por ejemplo- relacio· intentamos descubrir y definir las condiciones de existencia
nados de modo que constituyen en su totalidad un proceso o de coexistencia; en dinámica tratamos de descubrir las
del que podemos hacer una descripción analítica que mbs� condiciones de cambio. Las condiciones de existencia Je
trará cómo están interrelacionados y forman así un sistema. moléculas u organismos están dentro del campo de la es­
Se trata, desde luego, de un proceso, una compleja parte del tática, y similarmente las condiciones de existencia de las
proceso social total de la vida social en Gran Bretaña. sociedades, sistemas sociales, o forn1as de vida social. Mien­
En estos ensayos me he referido a «sistemas de parentes­ tras que los problemas de la dinámica social se refieren a las
¡¡: co}>, La idea es que en una sociedad dada podemos aislar condiciones de c�mbio de las formas de vida social.
conceptualmente, sí no en la realidad, una serie determina­ La base de la ciencia es una clasificación sistemática. La
da de acciones e interacciones entre personas que están de­ primera tarea de la estática social es intentar con1pa'rar las
terminadas por las relaciones de parentesco y matrimonio, y formas de vida social para derivar clasificaciones, Pero las for­
que en una sociedad particular están interrelacionadas de mas de vida social no pueden ser clasilicadas en especies
tal modo que podemos dar una descripción analítica general y géneros al igual que se clasifican las formas de vida orgá·
de ellas como partes componentes de un sistema. La signi­ nica; la clasificación no ha de ser específica sino tipológica,
ficación teórica de esta idea de los sistemas supone que
y éste es un tipo de. investigación más complicado. Puede
nuestro primer paso en un intento por comprender un rasgo
únicamente lograrse mediante el establecimiento de tipolo­
regular de una forma de vida social, tal como el uso de che­
gías para los rasgos de la vida social o los complejos de ras­
q u es o la costumbre que prohíbe a un hombre tener contacto
gos que se dan en sistemas sociales parci<lies. No sólo t'S una
14
15
labor con1plicada1 sino que ha sido abandonada en vista de
aui1q11e r�cqazando las (Jiversas. especuladónes pseudo­
qu¡; Jl método antropológico debería ser .tih métqdo his-.
i""V lüsté,ric:as que añ¡¡dió. Esta aceptación nos proporciona
tóricp. 'ciertos
conceptos qúe pueden ser útiles como instrumentos
�éro aunque los estudios tipológicos son una parte im- . anall­
ticos.
port ante: de la !.lstática social, existe otra tarea, la de f�rmu• . ..
. . .
lar g�neralizaciones sobre las condiciOnes de existencia de
.
los si�temas sociales o de las formas de VIda soc1a!. La lla­
mad<\\ primera ley de estática social es una general.ización
.
que afirma que para que cualquier forma de vida socml per­ Es éste un concepto clave en la teoría de la evolución.
.
los diversos rasgos han de exh1b1r cierto
sista o continúe, "Se aplica, o puede aplicarse, tanto al estudio de las formas
tipo y medida de coherencia o consistencia, pero esto.define de vida orgánica como a las formas de vida social entre los
únicamente el problema de la estática social, que consiste en seres humanos. Un organismo vivo existe y continúa exis­
investigar la naturaleza de esta coherencia. tiendo únicamente si está interna y externamente adaptaqo.
El estudio de la dinámica social se ocupa de establecer ge· La adaptación interna depende del ajuste de los diversos
neralizaciones sobre cómo cambian los sistemas sociales. Un ·órganos y sus actividades, de tal modo que los diversos pro­
corolluio de la hipótesis de la conexión sistemática de ras­ . cesas fisiológicos constituyan un sistema de funcionamiento
. go·s de la vida social es que los c �mbios en algunos r<�sgos continuo, mediante el cual se mantiene la vida del individuo.
.
son susceptibles de producir cambiOs en otros rasgos. La adaptación externa es la del organismo al medio ambiente
en el cual vive. La distinción de adaptación interna y externa
es únicamente una forma de diferenciar dos aspectos del sis­
E\·olucíón social ·
tema de adaptació11, que es el mismo para los organismos de
una misma especie.
La teoría de la evolución social fue formulada por Her· En la vida social de los animales aparece otro rasgo de
bert Spencer como parte de la formulación de su teoría ge· · adaptación. La existencia de una colonia de abejas depende
neral de la evoluCión. Según tal teoría, el desarrollo de la de una combinación de las actividades de las abejas obreras
vida en l a tierra constituye un proceso único al que � pencer en la recolección de miel y polen, la fabricación de cera, la
aplica el término «evolución». La teoría de.la evolucwn (so­ construcción de las celdas, el cuidado de los huevos y larvas
cial) orgánica y superorgánica puede reducirse a dos propo· y la alirrientación de estas últimas, la protección de la miel
siciones esenciales: l. Tanto en el desarrollo de f <;>rmas ?e de los ladrones, la ventilación de la colmena abanicando con
vida orgánica como en el qesarrollo. de f?rma� de v1d� social sus alas, el mantenimiento de la temperatura en el invierno
.
humana ha habido un proceso de drversrficacwn medtante el permaneciendo juntas. Spencer utiliza el término «coope­
cual muchas formas diferentes de vida orgánica o de vida racion» al referirse a este rasgo de la· vida social. Vida social
social se han desarrollado más allá de u :' número muc�o y adaptación social, por tanto, implican el ajuste del com­
.
mayor de las formas originales. 2. Ha existido una te?denc1a . portamiento de organismos individuales a las exigencias del
general al desarrollo mediante la cual las formas ma� com· proceso gracias al cual la vida social continúa.
pl cias de estructura y organización (orgánica o social) se Cuando observamos. una forma de vida social entre los
hm1 ori gin a do a partir de las formas mas simples. La acepo seres humanos como un sistema de adaptación, es útil dis­
tación de la teoría de la evolución requiere unicamer:te la tinguir tres aspectos del sistema total. Existe la forma en la
cwnan
accptnción de estas proposiciones, que nos propor cual la vida social se ajusta al medio ambiente físico, y po­
un esquema de interpretación para aphcarl o al estudiO de demos, si queremos, hablar de ella como de adaptación eco­
la yida ora8nica y social. Pero l1a de re cor da rs e que algu­ ·lógica. Existen, en segundo lugar, las disposiciones institu­
_ n.
nos antropÓlogos rechazan la hlpótes � s de la evolucw Pode­ cionales gracias a las cuales se mantiene la vida social ordena-
rnos aceptar provisionalmente la tcona fundam ental de Spen� da, de modo que se produzca lo que Spencer llama coopera-

!6 17
es un hecho de estructura social. Una nación, una tribu, un
ción y el conflicto se reprima -o regule. Podemos llamar ¡¡
cl,.n, un organismo, tal como la -Academia Francesa, o como
esto, si así lo deseamos, el aspecto institucional de la adapta�.
la,lglesia romana, puede seguir existiendo como una dispo­
ción social. En tercer lugar existe el proceso social mediante
sición de personas, aunque el personal, las unidades de las
el cual el individuo adquiere hábitos y características men­
que están compuestos, cambien de vez en cuando. Existe
tales que le adaptan a un lugar en la vida social y le capacitan
una continuidad de estructura, de igual modo que un cuerpo
para participar en sus actividades. Lo cual, si queremos, pue­
humano, cuyos componentes son moléculas, mantiene una
de dcnon1inarse adaptación cultural, de acuerdo con la 'prl�
continuidad de estructura aunque las moléculas reales de
mera definición de tradición cultural como proceso. Ha de
que consta el cuerpo estén cambiando continuamente. En la
resalta_rse que estas formas de adaptación no son sino aspec�
. estructura política de los Estados Unidos ha de haber siem­
tos d1ferentes de lo que se considera, por conveniencia de
pre un presidente; en un momento es Herbert Hoover en
análisis y comparación, el sistema total de adaptación.
La teoría de la evolución social, por tanto, forma parte
otro Franklin Roosevelt, pero la estructura, como dis osi­ p
ción, permanece continua.
de nuestro esquema de interpretación de los sistemas socia­
Las relaciones sociales, cuyo continuo entramado consti­
les al examinar cualquier sistema dado como un sistema
tuye la estructura social, no son uniones de individuos al
de adaptación. La estabilidad del sistema, y su continuación
azar, sino que están determinadas por el proceso social y
durante un cierto periodo depende, pór tanto, de la efectivi­ .
toda relac10n es tal que la conducta de las personas en sus
dad de la adaptación.
interacciones con cada una de las otras está controlada por
no�I?as, reglas o patrones. De tal modo que en cualquier re­
lacwn dentro de una estructura social, toda persona sabe
Estructura social
que se espera que se comporte de acuerdo a esas normas, y
_ _
se JUstifica esperando que otras personas hagan lo mismo,
La teoría de la evolución es una tendencia al desarrollo
Reciben el nombre de instituciones las normas de conducta
mediante la cual los tipos más complejos de estructura se
forman por derivación de los menos complejos. En este vo­ establecidas de una forma particular de vida sociaL Una ins·
titución es una norma establecida de. conducta reconocida
lumen se incluye una conferencia sobre estructura social,
pero fue pronunciada durante la guerra y se imprimió en como tal por un grupo o clase social distinguible, del cual,
forma abreviada, de modo que no está tan claro como podría por tanto, es institución. Las instituciones se refieren a un
tipo o clase distinguible de relaciones e interacciones. Así, en
estar. Cuando usamos el término estructura nos referimos
a algún tipo de disposición ordenada de partes o cómpo­
- una sociedad definida localmente, nos encontramos con que
_
exrsten normas aceptadas sobre la forma en que se espera
nent�s. Una composición musical tiene una estructura, y
lo m1smo una frase. Un edificio tiene una estructura, e igual­ que un hombre se comporte con su mujer e hijos. La relación
de "las instituciones con la estructura social es, por tanto,
mente una molécula o un animal. Los componentes o unida­
des de la estructura social son personas y una persona es u n doble. Por un lado existe la estructura social, tal como la fa­
ser humano considerado n o como organismo, sino como in� milia en este caso, para cuyas relaciones constitutivas las
dividuo que ocupa una posición en la estructura social. instituciones proporcionan las normas; por el otro existe el
Uno de los problemas teóricos fundamentales de la socio­ grupo -la sociedad local en este caso- en el cual la nor·
logia es el de la naturaleza de la continuidad social. La con­ ma es establecida por el reconocimiento general al definir el
tinuidad de formas de vida sociaJ depende de la continuidad comportamiento adecuado. Las instituciones, si tal término
se usa para referirse a la ordenación que la sociedad hace
estructural, es decir, cierto tipo de continuidad en las dis•
¡le las personas en las relaciones sociales, tienen esta doble
posicior;es de las personas entre sí. Actualmente las personas
están d1spuestas en naciones, y el hecho de que dm:ante se. conexión con la estructura, eón un grupo o clase del que
tenta años .Y? haya pertenecido a la nación inglesa a pesa¡ puede decirse oue es una institución, y con aquellas relaciones
_
dentro del sistema
de haber v¡v¡do la mayor parte de mi vida en otros países estructural a las que se aplican las normas.

18 19
En un social pueUe haber institucíones que estable��
can pormas de comportamiento para un rey, para los jueces ' l¡i0('CQrnO,<dog.x»1 ym)tiene relación alguna con la misma pa\a.
en el desempeño de los deberes de su oficio, para policías, jl\;))]1-a cuando seusa en una ciencia como la fisiología. En fisio··
para padres de familia, etc., y también normas de comporta· ' · ]ogía 'el concepto de función es de suma importancia ya que
nos capacita para tratar con la relación continua de estruc­
m iento para personas que entran en contacto con la vida
túra y proceso en la vida orgánica. Un organismo complejo.
social de manera ocaSionaL
como el cuerpo humano, posee una estructura consistente en
Ha de mencionarse brevemente el término orga11ización.
una ordenación de órganos, tejidos y líquidos. Inc l uso un
Evidentemente, el cémcepto está íntimamente ligado al de
'organismo que consista en una única célul;¡t, posee una es·
estructura social, pero es deseable no tratar ambos términos tructura, consistente en una ordenación de molécu l as Un .

como sinónimos. Un uso adecuado, que no difiere del uso organismo tiene también vida, y por esto nos referimos a
común en inglés, es definir la estructura social como una un proceso. El concepto de función orgánica es el usado para
ordenación de personas en relaciones institucionalmente con­
referirse a la conexión entre la estructura de un orgamsmo
troladas o definidas, tales como las relaciones de rey y súb·
y el proceso de la vida de ese organismo. L?s proceso; que
dito, o la de marido y mujer, y utilizar la palabra organiza· ocurren en el interior del cuerpo humano m1entras esta v1vo
ción para aludir a una ordenación de actividades. La organi· dependen de la estructura orgánica. La función del cora� ó �
zación de una fábrica es la disposici9n de las diversas acti· es bombear la sangre a todo el cuerpo. La estructura orgam­
vidades del director, encargados, obreros, dentro de la acti· ca como estructura viva, depende para su existencia contí­
vidad total de la fábrica. La estructura de una familia, com·
puesta por padres, hijos y sirvientes, está controlada institu­

n ada de los procesos que componen los procesos totales
de la vida. Si el corazón deja de realizar su función, el pro­
cionalmente. Las actividades de los diversos miembros, de ceso de la vida llega a su fin y la estructura, como una es·
las. persopas de la casa, estarán sujetas probablemente a al· ttuctura viva, llega también a su fin. Así el proceso depende
guna ordenación regular, y la organización de la vida de la de la estructura, y la continuidad de la estructura depende
familia en este sentido puede ser diferente en las distintas �el proceso.
familias de la misma sociedad. La estructura de un ejército . . . . .

. Respecto a los sistemas sociales y su comprens10n teonca,


moderno consiste, en primer lugar, en una ordenación en una forma de usar el concepto de función es la misma que la
grupos -regimientos, divisiones, cuerpos, etc.-, y en segun- . úsada científicamente en fisiología. Puede usarse para hacer
do lugar en una ordenación en rangos -generales, coroneles, referencia a la interconexión entre la estructura social y el
mayores, cabos, etc. La organización del ejército consiste proceso de la vida social. Este uso de la p�labra fun�ión,
en la ordenación de las actividades de su personal, sea en según mi opinión, hace que tal palabra sea utll en la soc1olo·
tiempo de paz, o en tiempo de guerra. Puede decirse que gía comparativa. Los tres conceptos de proceso, est; u�tura y
dentro de una organización cada persona tiene un papel. Po­ 1 ,¡ ,
función son, pues, componenü" de una teona umca, en
.

demos así decir qué cuando tratamos con un sistema estruc­ I i cuanto esquema dé interpretación de los sistemas sociales
tural, nos referirnos a un sistema de posicio11es sociales, 11 .
humanos. Lógicamente, los tres concepto� están mte:conec-
.

mientras que en una organización tratamos con un sistema tados, ya que •función• se usa para aludir � la relac1ón d�!
de papeles. proceso y la estructura. La teoría pu7de aphcarse al estud10
.
de la continuidad de las formas de v1da social, e 1gualmente
a los procesos de cambio en esas fo�mas.
Fuitción social . .

'i Si consideramos un rasgo de la v1da social, como el castl·


go de un crimen, o en otras palabras, la aplicación por algún
El término función tiene un gran número de significados procedimiento organizado, de sanciones pen�les a ciertos ;i­
diferentes según el contexto: En matemáticas la palabra, tal .
pos de comportamiento, y preguntamos cual es su func10n
corno la introdujo Euler en el siglo XVIII, se refiere a una social habremos planteado un problema fundamental de
expresión o símbolo que puede escribirse en un papel, tal sociol�gía comparativa, la primera aportación al cual fue

20 21
realizada por Durkheim en su Division du lrflvail,
· ��:::���� madre. Prácticamente todas las relaciones d�
de un hombre son las de su linaje matnlr­
plantea un problema general. muy amplio cuando·'
' . y por lo tanto depende ampliamente de
erribros
mos cuál es la función social de la religión.
¡ henmamc>s de su madre, que ejercen autoridad y control
raya en uno de los trabajos de este volumei1, el esiu•tm>. LI<
él, y a los que acude en busca de protección Y para
este problema requiere la consideración de gran número·
su propiedad. En un sistema de de r�cho paterno,
problemas más limitados, tales como el de la función >u�••" .
otro lado, un hombre depende en gran medrda de su l!na­
del culto a los antepasados en aquellas sociedades en
patrilineal, y por tanto de su padre y de los hermanos de
existe. Pero en estas investigaciones más limitadas, si se acep· · .
padre, quienes ejercen sobre él autoridad y control, s1c n·
ta la teoría esbozada aquí, el procedimiento ha de ser el exa� .
a ellos a quienes acude en busca de prote ccwn y herenc1�.
men de la conexión entre los rasgos estructurales de la vida .
derecho paterno se representa por el SIStema de patrta
social y el proceso social correspondiente, considerando all)'
potes/as de la antigua Roma, y hay sistemas que se acercan
bos inmersos en un sistema continuo.
El primer ensayo de esta colección puede servir de ilus· . más 0 menos a este tipo en Africa y en otros lugares. Po-
·
considerar que el de los bathongas es bastante pare·
tración a estas ideas. Trata de una institución según la cu;il
El derecho materno se da en los sistemas de los nayar,
el hijo de una hermana se permite una' familiaridad privile·
Malabar y de los malayos menankubau, y también hay
giada en su comportamiento hacia el hermano de su
en otros lugares que se asemejan a éste.
Tal costumbre se conoce. en tribus de Norteamérica, como
El objetivo del ensayo sobre el herma�o d� la madre pu �·
la winnebago y otras, en pueblos de Oceanía, como los ha·
de decirse que es contrastar con la expl!cacton pseudohtsto­
bitantes de las islas Fiji y Tonga, y en algunas tribus de
rica la interpretación de la institución a que se refiere, cuva
Africa. Efectué mis propias observaciones sobre esta insti·
función radica en un sistema de parentesco con un deter·
·

tución en las islas Tonga y Fiji, pero como el ensayo iba


tipo deestructura. Después de treinta años, si vol·
dirigido a una audiencia sudafricana parecía preferible re·
a redactareste ensayo seguramente lo modificaría Y lo
ferirlo a un ejemplo sudafricano, ya que una discusión com·
ampliarla. Pero se me ha sugerido que el trabajo pw;de
paratíva ·más amplia habría requerido un ensayo mucho más .
tener un cierto interés histórico en relación a la evoluc1on
extenso. El modo habitual de considerar esta institución
del pensamiento en antropología, y por esto se reimprime
tanto en Oceanía como en Africa, era dar una explicación .
casi como fue escrito, con escasas correcciones.
pseudohistórica: era una reliquia en una sociedad pafri·
Este libro puede tener interés en cuanto exposición de
lineal de una antigua condición de derecho materno.
·

una teoría, en el sentido en que la palabra teoría se usa


El método alternativo de tratar la institución es buscarle
aquí, como un esquema de interpretación, concebido para
un sentido teórico como parte de un sistema de·parentesco
de un tipo determinado, dentro del cúal tiene una función aplicarse a la comprensión de una clase de fenómenos. La
que puede investigarse. No tenemds aún una tipología sis· . teoría puede establecerse mediante los tres conceptos fun­
. damentales y relacionados de «proceso», •estructura• y «fun·
temática general de sistemas de parentesco, pues su elabo­
ción•. Se deriva de escritores como Montesquieu, Comt�,
ración es una tarea compleja. He indicado algunos resúlta·
dos parciales y provisionales de un intento de determinar
Spencer y Durkheim, y pertenece, por lo tanto, .U,
una üadt·
.
dón cultural de doscientos años. Esta mtroduccwn conttene
tipos en una reciente publicación, una introducción a un
libro sobre sistemas africanos de parentesco y matrimonio. una formulación en la cual se usan algunos términos de
Entre la gran diversidad de sistemas de parentesco, pode· rnodo distinto a como fueron usados en algunos de los en·
mos, según creo, reconocer un tipo que podemos denominar sayos aquí reimpresos. Por ejemplo, en los primeros ensayos,
de derecho paterno, y otro de derecho materno. En ambos, escritos hace veinte años o más, la palabra «cultura• se
la estructura de parentesco se basa en los linajes, teniendo . usa según el significado entonces aceptado, como un término
una importancia suma las relaciones entre linajes. general para el modo de vida, incluyendo el m �do de pensar
En el .
derecho materno el linaje es matrilineal, el de un grupo soda! particular localmente defimdo.
hijo pertenece al

22 23
El hermano de la madre en Africa del Sur

En los pueblos primitivos de muchos lugares del mundo se


gnín importancia a las relaciones entre el hermano de la
riHtdr·e y el hijo de la hermana. En algunos casos, el hijo de
he:rm:ap:a tiene derechos especiales sobre la propiedad del
� ermá.no de sti madre. En un tiempo fue habitual considerar
costumbres relacionadas con las instituciones matriar­
y se sostenía que su existencia en un pueblo patrilineal
nnilrfa considerarse como prueba de que este pueblo había
·en el pasado, matrilineal. Tal criterio es todavía man­
.tenlido por algunos antropólogos y ha sido adoptado por
·�uuuu en su libro sobre el pueblo bathonga del Africa oríen·
portuguesa. Respecto a las costumbres relativas al com·
po:rt!l'mi<enJo del hermano de la madre y el hijo de la hermana
sí, Junod dice: «Ahora, habiendo estudiado cuidado­
saineJlte el rasgo más curioso del sistema thonga, he llegado
conclusión de que la única explicación posible es que, en
antigua y muy remota, nuestra tribu pasó por una
matriarcal» (TI1e Life of a Sowh African Tribe, 1913,
volumen 1, p. 253).
Quisiera tratar de esta teoría en el presente trabajo; pero
intención no es repetir las objeciones que diversos crítí­
han expuésto contra ella en los últimos anos, ni sumar­
a tales críticas. La critica puramente negativa no sirve al
nr·ncrr<><:n de la ciencia. El único modo satisfactorio de desha­
·•·••·•de una hipótesis insatisfactoria es encontrar otra me­
Propongo, por tanto, exponeros una hipótesis alternativa,
y si consigo, aun sin probar mi hipótesis, demostrar que da
·una posible explicación de los hechos, habré refutado al
menos la opinión de Junod de que la explicación que él acep­
ta es «la única posible».
Sobre tnuchas tribus africanas no tenemos información
de este tipo. No porque las costumbres no existan, o no

1. Leído ante la Asociación Sudafricana para el Progreso de \31


Ciencia, 9 _de julio de 1924, y-publicado en «South African Journal oi
Science•, vol. XXI, pp. 542'555.

25
sean importan tes para lo� propios" nativos, sino porque el) rr ....>.," ' . ..
hiJO de la hermana
. o y cíentlfico de los nativos de l bs países en;¡o \H]:l,e cuando. su t1o hace un sacnficw, el

·. '

estud10 SJslematJc

cuestión probablemente no se ha empezado todavía. Me re,· f,Cf))C la parte ofrec1da a los d1oses
. y puede comerla. En este
s� �,ltl,\b¡c¡jo me referiré, por tanto, ocasionalm ente a las costum·
feriré, por tanto, principalmente a las costumbres de lo
bathonga, que Junod estudió (figuran en el primer volumen/ ,lb res de los tonga .
íns·
de la obra antes citada, pp. 225 y ss., y pp. 253 y ss.). Algunas · ¡'· '.Estos tres pueblos, bathonga, nama y tonga, tienen
h . : ', titucíones patrilineal es o patriarcal es; es decir, los hijos per·
de las más importantes co:;tumbres de los bat onga pueden
resumirse como sigue: · tenecen al grupo social del padre, no al de la madre; y la
propiedad se hereda por línea masculina, pasando de un
l. El sobrino uterino es objeto de cuidados especiales: . h
ombre a su hijo y a los hijos de su hermana.
por parte de su tio durante toda su vida. Es un error >uponer que podemos comprender las ins·
2. Cuando el sobrino está enfermo, el hermano de a l \ ti t uciones de la sociedad estudiándolas aisladamente de
madre sacrifica en su nombre. '' otras instituciones con las que coexisten y con las que están
3. Se permite al sobrino tomarse muchas libertades eón '. 2' '. relacionadas, y yo quisiera llamar la atención sobre la corre-
el hermano de su madre; por ejemplo, puede ir a casa de su .• .;' !ación que parece existir entre las costumbres referentes al
tío y comerse todo lo que se había preparado para la comida ' hermano de la madre y aquellas otras relativas a la hermana
·
·

de éste. l. del padre:..J::Iasta donde pueden llegar las informaciones d�


W
4. El sobrino reclama parte de la propiedad del herma· .• _que ahora gj.§.QQ�()..§,_allí dgnqe el hermano de la madre
fi
no de su madre cuando éste muere, y a veces puede reclamar : } · s 1!!!�!Jl!:,..!!()�}J:�Q.l}\J1!J!l.2!U:Q!Ull!U.Q.J:�l�Ji
alguna de las viudas. '· ermanl!..Ji!:LRª.9�. P.l!!lq!J�...de vn modo diferente. La cos-
5. Cuando el hermano de la madre ofrece un sacrificio; ;, ·rúñil)re de permitir al hijo d;l;,herffi¡\;¡atomarse liberta·
a sus antepasados, el hijo de la hermana roba y consume ]a, V, des con el hermano de su madre parece estar acompañada
parte de comida o cerveza ofrecida a los dioses. '' 4 generalmente por la obligación de particular respeto y obe·
,,t diencia hacia la hermana del padre. J unod apenas nos infor·

No tiene p01' qpé suponerse que estas costumbres son pe -: �· nia sobre la hermana del padre entre los bathonga. Hablan·
x
cuhares de los b;tthonga. Está demostrada la e istencia de do del comportamiento de un hombre con su pariente (su
costumbres sin1il�res en otras tribus africanas, e igualmente -��:-- rarana) dice únicamente: «Le demuestra un gran respeto. No
en otros pueblos de distintas partes del mundo. Costumbres' es; sin embargo, en modo alguno, una madre (111lWtai1a)»
de este tipo han sido descubiertas, en Africa misma, entre (op. cit. p. 223 ). Tenemos más información sobre los ho·
los hotentotes nama, por Mrs. Hoernle. El hijo de la herma· tentotes nama, y allí la hermana del padre es objeto del
na puede comportarse con gran libertad hacia el hermano de mayor respeto por parte del hijo de su hermano. En Tonga
su madre y puede tomar cualquier animal particularmente esta costumbre está muy claramente definida. La hermana
bueno de su rebaño, o cualquier objeto especial que él del padre de un hombre, es la pariente a la que éste ha dé
pueda poseer. Por otro lado, el hermano de la madre puede ¡ respetar y obedecer por encima de todos los demás. Si ella
tomar del rebaño de su sobrino cualquier animal deforme le elige esposa, ha de casarse con la elegida sin aventurarse '
o decrépito o cualquier objeto gastado o roto que posea. " siquiera a manifestar objeción alguna; y así durante toda
Me parece particularmente interesante el que en la zona sll vida. La hermana de su padre es sagrada para él. Su pa·
de Polinesia que mejor conozco, es decir, la de las islas labra es ley; y una de las mayores ofensas de que puede
Tonga y Fiji, encontramos costumbres que guardan un gran s�r culpable sería la de mostrarse irrespetuoso con ella.
parecido con las de los bathonga. También allí se permite al .e Ahora esta correlación (que no se limita, por supuesto, a
hiJO de la hermana tomarse muchas libertades con el her · ;· estos tres ejemplos que he mencionado, sino que, como he
mano de la madre y tomar cualquier bien de su tío que dicho, parece ser general) ha de tenerse en cuenta en cual·
pueda apetecede. También encontramos allí la costumbre de li quier explicación de las costumbres relativas al hermano de
; la madre, pues las costumbres correlacionadas no son, si
·

26 V
27
en lo instituciones la hermana de su madre han de ser
_:!.e un sistema; y ninguna explicación de una
\í t $fnentE igual que hermanos y hermanas.
tema es satisfactoria si no armoniza con un pr·iri·cir>io, no pbstante, no nos da de inmediato nor.
sistema como un todo. ' a11guma ni para el'hermano del padre ni ·para "la herma•
En la mayOiia de Jas sociedades primitivas, las reJ;aqcln< madre. Sería posible, por tanto, tratar al primero
�:�� �76�
�sociales de los individuos están. regulla ,dlas � ��:
¡¡� 1 un· padre y a la última como a una madre, y tal
1 base al parentesco. Esto se debe a la f 1a : de no•rm,a� haber sido el sistema adoptado en algunas sociecla·.
de conducta fijas y más o menos definidas para cada uno Podemos encontrar una tendencia en esta dirección en
los tipos de parentesco conocidos. Existe una norma partes de Africa y de Polinesia. Pero es taracterís· ·

cial de conducta, por ejemplo, para un hijo hacia su naarP , de sociedades en las cuales el sistema clasificatorio de
otra para un hermano más joven hacia su hermano way<u¡ no está totalmente desarroll2.do o ha desapa·
Las normas particulares varían de una sociec\ad a otra;
existen ciertos principios o tendencias fundamentales, el sistema clasificatorio del parentesco alcanza un
aparecen en todas las socieclades, o en todas aquellas grado de desarro:lo o elaboración aparece otra tenclen·
corresponden a un tipo determinado. Descubrir y explica¡;� la tendencia a desarrollar normas para el hermano de
estas tendencias generales es la labor que corre:sp•on,je madre y la hermana del padre, considerando al primero
antropología sociaL una especie ele madre masculina y a la última como
Si tratamos de describir el parentesco a partir de padre femenino. Esta tenclenciit aparece
grado, nos encontramos ton que el número de las dilferentes en el lenguaje. Así en Sudáfrica1 el término común
clases de parientes es muy elevado. En la sociedad or·irrlitiivá designar al hermano de la madre es malume o uma·
se evita esta dificultad por un sistema de cl:asi.hcación que es una combinación formada de la rafz de madre
diante el cual los parientes que podrlan cornsid•enmie!'ló¡d y el sufijo que significa «masculino». Entre los ba·
la hermana del padre recibe el nombre ele rarana,
camente de diferentes tipos, se clasifican en un nú:m<ero
tipos muy limitado. El principio de clasificación .más co:múm{; fflri�r;:�
�� que según la explicación que Junod da, significa
mente adoptado en la sociedad primitiva puede esltablecers:e' femenino». En algunos idiomas sudafricanos no exis-
como el de equivalencia de los hermanos. En otras término especial para l a hermana del padre; así en
bras, si yo tengo una relación particular con un h c1m'bnii J�l�gtla xc1sa, se la denomina mediante un término descr;pti·
considero que tengo el mismo tipo general de relación bo bawo, literalmente «hermana del padre». E n
su hermano; e igualmente con respecto a una mujer y la nombra c o n u n término descriptivo similar, o
hermana. De este modo, el hermano del padre llega a $jinpleinente se habla de ella como ubába, «padre», del mis·
considerado como una especie de padre, y sus hijos modo que de los hermanos del padre. En las islas Tonga
considerados, por tanto, parientes del mismo tipo que . hermano ele la madre puede ser· denominado con un tér·
'"
.especial, tuasina, o puede ser llamado fa e tangata,
hermanos. De modo análogo, la hermana de la madre
considerada como otra madre, y sus hijos como hermanos tei·alJmEmte «madre masculina». Tal similitud entre Su cláfri·
Po•lin1eSía no puede, según creo, considerarse como acci·
hermanas. Este sistema se encuentra entre las tribus
tús de Sudáfrica y entre los hotentotes narria y taml>ié•n ,
;;6���
11 no obstante, no existe conexión posible entre los
las islas Tonga. Mediante este principio, las sociedades ¡, . s polinesios y los bantús, y considera muy difícil con·
mitivas pueden llegar a normas definidas de conducta que las dos regiones hayan adoptado la costumbre
tíos y tías y primos de determinadas clases. La conducta al hermano de la madre por un término que sig·
un hombre hacia el hermano de su padre puede ser del «madre masculina», tomándola uno del otro, o ele una
mo tipo general que la que tiene respecto a su propio pa1or·e;, fuente común.
y ha de comportarse con la hermana de su madre según Vamos a ver aho�a sí podemos deducir cuáles son las
comporta con su propia madre. Los hijos del hermano de su nOrmas ele comportamiento hacia el hermano de la madre

28 29
.
y hacia la hermana del padre en',üna s.;ciectáct ¡pa1¡rrune; de tratar al hermano mayor de su pac!re con
sobre la base del principio o tendencia que, re�;pi!to que a su propio padre.) De modo inverso, un
ñalado, apar'ece en tales sociedades. Para hacerlo, h<!ínos pu1eo.e tratar al hermano de su madre, que es de
conocer primero las normas referentes al padre y a la IIIisrno sexo, con un grado de familiaridad que no podría
respectivamente, y considero que quizá sea más razoJaalbl con ninguna mujer, ni siquiera con su propia
acudir a la definición que Junod d a de ellos, ya que La influencia del sexo en el comportamiento de los
observaciones de seguro no habrán sido influenciadas se ve mejor en las relaciones de hermano y her­
.la hipótesis que intento demostrar. En las islas Tonga y entre los nama, un hombre debe
La relación del padre, dice Junod, «implica respeto, respeto a su hermana, especialmente a la mayor, y
incluso temor. El padre, aunque no se preocupa mucho puede nunca permitirse familiaridades con ella. Y creo
sus hijos, es, sin embargo, su instructor, quien les re1onmclé lo mismo ocurre entre los bantús sudafricanos. En
y castiga. E igualmente los hermanos del padre» (op. sociedades primitivas la hermana del padre y las
página 222). Respecto a la madre de un hombre, dice: � :�::;�:l:r;m��a�y·
ores son objeto del mismo tipo general de
es su verdadera mamana, y esta relación es muy prof1und.a! :d � � y en algunas de éstas ambos tipos de pa­
y tierna, combinando respeto y amor. No obstante, el se Clasifican juntos e incluso se denominan del mis­
excede generalmente al respeto» (op. cit., p. 224). De la modo.
ción de la madre con sus hijos, leemos: «Es Del principio supuesto, hemos deducido una norma de
débil con ellos, y el padre, a menudo, la acusa COilUilCl:a para con la hermana del padre y para con el her­
Existe cierto peligro en las fórmulas condensadas, de la madre. Y tales normas son exactamente las mis­
,¡ creo que no estaremos muy equivocados al decir que que encontramos entre los bathonga, entre los boten­
:i' una sociedad fuertemente patriarcal, como las que poaem<Js y en las islas Tonga. La hermana del padre ha de ser
hallar en Sudáfrica, el padre ha de ser respetado y obedeciJ re:;p¡!tada y obedecida por encima de todos los demás pa­
do, y la madre es de quien se espera ternura e in•dulg<mc:ia. El hermano de la madre es el pariente del que se
Os derhostraría, si fuera necesario, que lo mismo es más indulgencia, con el que se puede ser más fa­
para la vida familiar de los habitantes de las islas Tonga. y tomarse más libertades. Hay, pues, aquí una «po­
Si aplicamos ahora el principio que, según he m•::nc:acto, explicación» alternativa de las costumbres referentes
funciona en estos pueblos, se seguirá que la hermana hermano de la madre, lo cual tiene la ventaja, sobre la
padre ha de ser obedecida y tratada con respeto, m:ler1tr:as_: de Junod, de que explica también las costumbres pa­
que del hermano de la madre se espera indulgencia y r ���!�:.,,�r
<especto a la hermana del padre. Esto nos lleva, sin
ño. Pero existe otro factor que viene a complicar el as1unto. 'p no al final sino al principio de nuestro análisis.
Si consideramos la relación de un sobrino con su tío bast<mte simple inventar hipótesis. Lo realmente im­
aparece el problema del sexo. En las sociedades primiti·va� no,rtlml:e y difícil empieza cuando iniciamos su verificación.
existe una notable diferencia en el comportamiento de resultará L nposible, en el breve tiempo disponible, hacer
hombre con otros hombres y su comportamiento .intent:o alguno de verificar la hipótesis. La he expuesto ante
mujeres. Aventurando una vez más una fórmula, podeínCJ$ vm:nt1ro<. Todo lo que puedo hacer es subrayar ciertas líneas
decir que en general un grado considerable de """u:Lw:Liuüu, estudio que creo que proporcionarán tal verificación.
se permite, en sociedades como la bathonga, Lo y más obvio es estudiar con detalle el com-
entre personas del mismo sexo. Un hombre ha de . tratar del hijo de la hermana y del hermano de la
sus parientes femeninos con mayor respeto que a sus entre sí en las sociedades matriarcales. Por desgra-
rientes masculinos. En consecuencia, el sobrino ha de no coñtamos .. práCticamente�·c-ó-ií'--ñiñg;;-;;a información
tar a la hermana de su padre incluso con mayor el tema, en cuanto a Africa, y con muy poca de otr¡¡s
que a su propio padre. (Y exactamente del mismo ·na,rt,,s del mundo. Además existen algunas ideas falsas res­
debido al principio de respeto a los mayores o ancianos, a la distinción de las sociedades en matriarcales y
30
31
patriarcales, lo cual exige una aclaración antes de seguir cipalmente e n manos del padre y de sus la pro­
adelante. ¡
� iedad (lo que existe de ésta) se .transmite pr incípalrnente
·
En todas las sociedades, primitivas o avanzadas, el pa· !
l?or l I_Iea m¡¡sculina, mientras que no existe problema de
rentesco es forzosamente bilateral. El individuo se relacio· �uceston, ya que e l rango no se reconoce. La única institución
na con ciertas personas a . través de su pa dre, y con otras matrilineal es la descendencia del grupo totémico, que va
a través de su madre, y e l sistema de parentesco de la so­ a través de la madre; de modo que estas tribus, lejos de ser
ciedad se basa en lo que debe ser el carácter de sus rela· matriarcales, se inclinan más bien al lado patriarcal. Entre
ciones con sus parientes paternos. y sus parientes maternos ellos el parentesco es totalmente bilateral, pero para la ma·
respectivamente. Pero la sociedad tiende a dividirse en seg ­ yoría de los fines es más importante el parentesco paterno
mentos ( grupos locales, linajes, clanes, etc.), y cuando se que el materno. Existen, por ejemplo, pruebas de que la
acepta el principio hereditario, como sucede en la mayoría obligación de vengar a un muerto recae en los parientes por
de los casos, como medio de determinar la pertenencia a línea masculina más que sobre los de la línea femenina.
un segmento, se hace necesario elegir entre descendencia Hallamos un interesante ejemplo de bilateralismo (si así
paterna o materna. Cuando la sociedad se divide en grupos puede llamarse) en Sudáfrica, en la tribu ' ovaherero. Los
con la norma de que los hijos pertenecen al grupo del pa· hechos no están totalmente comprobados, pero parec.e ser
dre, tenemos descendencia patrilineal, mientras que si los que esta tribu está subdividida en dos series de s"gmentos
hijos pertenecen siempre al grupo de l a madre, la deseen· que se entrecruzan. Para uno de estos grupos (omaanda)
dencia es matrilineal. la descendencia es matrílineal, mientras que para el otro
Existe, por desgracia, gran libertad en el uso de los tér· (otuzo) es patrilineal. Un niño pertenece a la eanda de su
minos «matriarcal» y « patriarcal», y por tal razón muchos madre y hereda el ganado de los hermanos de su madre, pero
antropólogos los rechazan. Antes de usarlos, pues, hemos pertenece al oruzo de su padry y hereda sus espíritus ances­
de definirlos exactamente. Puede denominarse patriarcal una trales. La autoridad sobre los hijos parece que se halla en
sociedad cuando la descendencia es patrilineal (es decir, los manos del padre y de sus hermanos y hermanas.
hijos pertenecen al grupo del padre), el matrimonio es p a·· Espero que ahora esté claro que la distinción entre so­
trilocal (es decir, la mujer se traslada al grupo local del ciedades patriarcales y matriarcales no es una distinción ab­
marido), la herencia (de la propiedad) y la sucesión (del soluta, sino relativa. Incluso en la sociedad más profunda·
rango) se transmiten · por línea masculina y ja familia se mente patriarcal se concede cierta importancia social al pa·
rige por el sistema de la patria potestad (es .!ecir, que l a rentesco a través de la madre; y a la inversa, en las socie­
autoridad sobre. todos l o s miembros d e la misma e s ejercida dades más radicalmente matriarcales, el padre y sus parien­
por el padre o sus parientes). Por otro lado, 'puede deno­ tes tienen siempre alguna importancia en la vida del indi·
mir¡arse matriarcal una sociedad en la cual descendencia, he· vi duo.
rencia y sucesión se transmiten por línea femenina, el ma­ En el sudeste africano tenemos un grupo de tribus que
trimonio es matrilocal (el marido se traslada a casa de su se inclinan manifiestamente al patriarcado, tanto que de
mujer) y la autoridad sobre los hijos es ejercida por los hecho podemos hablar de ellas justificadamente como pa­
parientes de la madre. triarcales. La descendencia del grupo social, la herencia de
Si se acepta 'la definición de estos términos opuestos, re· la propiedad, la. sucesión a la jefatura, todo funciona por
su Ita evidente que gran número de sociedades primitivas no línea masculina; el matrimonio es patrilocal y la autoridad
son matriarcales n i patriarcales, aunque algunas puedan in· familiar es fuertemente patripotestativa. En el norte de
cl inarse a un lado. v otras hacia el otro. Así, si observamos Africa, en Kenia y en los países limítrofes, hay otro grupo
las tribus de Austr;lia oriental , de las que se habla a veces de pueblos fuertemente patriarcales, algunos de idioma ban­
como matriarcales, veremos que el matrimonio es patrilo­ tú y otros nilóticos o hamíticos. Entre estas dos regiones
cal, ya que l a pertenencia al grupo local se hereda por patriarcales existe una faja de pueblos que se extienden de
línc·a masculina, la autoridad sob re los hijos se halla prine Este a Oeste sobre el nivel de Nyasalandia y Rhodesia del

32
l
Norte, cuyas ins t i t uciones son tendencialmcnte matriarcales . ·
La descen<;Iencia del grupo social, l a herencia de. la pro­ ��mrado por su abuelo. Es «Un j e f e » para él. Puede tomar
!a propi(:dad de su abuelo y puede llevarse la ofrenda que
piedad y la sucesión al mando o j efatura se transmiten p o r
su abuelo hace a los dioses en una ceremonia kava. E l padre
línea feménina. En algunas de l as tribus e l matrimonio pa­
de la madre y e l hermano ele la madre son objeto de las
rece s er matrilocal, si no permanentem ente, al menos de
modo temporal, e s, decir, que un hombre casado ha de mismas normas de comportamiento, de las cuales el rasgo
vivir con el pueblo de su mujer. destacado es la indulgencia por un laelo y la libertad que se
Si queremos co m p r en eler algunos temas, como el t ra ta do permite por otro. Actualmente existen p ruebas de que lo
aquí, necesitamos urgentemente información sobre estos mismo ocurre entre los bathonga, pero también en este caso
pueblos y sus costumbres. Tenemos una descripcíón Inedia­ carecemos de la información co mp leta que necesitamos. Ju­
namente completa ele una tribu de esta región, en el traba- nod escribe que un abuelo « e s más indulgente con los hijos
jo de Smith y Dale (The lla-speak ing People of Northem de su hija que con los de su hijo» (op. cit., p. 227). A este
Rhodesia, 1920). Por d e s gra ci a , sobre la mayoría de los pun- respecto es significativa la costumbre de llamar kok11'ana
tos de que ahora estamos tratanelo la información es escasa (abuelo) al hermano de la madre.
y muy incompleta. Hay, sin embargo, dos punto& que qui­ Hay algo que parece imposible explicar c o n la teoría de
siera exponer. Se refiere e l primero a la conducta del her­ . Junod. En una sociedad profundamente matriarcal e l pa­
mano de la madre con respecto al 'hijo de su hermana. Se dre de la madre no pertenece al mismo grupo que su nie­
nos dice que « e l hcnnano Lie la 1nadre e s un personaje de to, su propiedad no puede ser heredada, ni ejerce autori­
gran importancia; con un poder incluso sobre la vida y la dad. No puede darse explicación satisfactoria alguna de las
muerte de sus s ob rin o s y sobrinas que ninguna otra rela­ · .libertades permitidas con el hermano de la madre, a menos
ción, ni s iq uier a la de los padres, tiene; ha de ser consi- . ¡, que tal explicación aclare a la vez las libertades similares
derado i nc l uso por encima ele! padre. Esto e s avtmculi po; ·' . hacia el padre de la madre que hallamos en Polinesia y, al
testas, que entre los baila es más que p a t ria potesias. Para parecer, en cierto grado, en Sudáfríca. Tal explicación no
refefli· al h e rmano de la madre es habitual usar un título la proporciona, ni puede hacerlo, la teoría de J unod.
honorifico dado a las personas más respetadas» (op. cit., vo­ Pero en la .hipótesis que he adelantado, el asunto resulta
lumen I, p . 2 30 ). Este tipo de relación entre e l hermano de bastante simple. En la sociedad primitiva hay una tenden·
la madre y el hijo de la hermana es evidentemente la que cia fuertemente marcada a absorber al individuo en el grupo
cabe esperar en u n a socieelad profundamente matriarcaL . al que él o ella pertenece. El resultado de lo cual, con rela­
Pero, entonces, considerando la teoría ele Junod, ¿cómo po­ ción al parentesco, es la tendencia a extender a todos los
de rno s explicar el cambio que ha d e habers.e produci d o miembros del grupo u n cierto tipo de comportamiento que
elesde este tipo de relación hasta la que existe actualmente tiene su origen en l a relación con un miembro particular
entre l o s bathonga ? del grupo. Así, en la tribu bathonga la tendencia sería ex­
Esto m e lleva a otro punto que no será posible discutir tender a todos los miembros del grupo de la madre (familia
co n d e te n i mi en t o , pero que tiene un importante peso en o linaje) una cierta norma de conducta que se deriva de la
, esta demostración, He1nos e s t ado consideraüdo la relación norma especial que rige el comportamiento de un hijo para
del hij o de la hermana con el hermano de su madre; mas con su madre. Y a que es de su madre de quien espera cariño
para ll eg a r a una explicación r ea lmente concluyente, he­ e indulgencia, espera el mismo · trato de toda la gente que
mos de estueliar también el comportamiento de un hombre pertenece al grupo de su madre, es decir, de todos sus pa­
con r e spec to a los demás paríentes por parte de su madre rientes maternus. Por otro lado, a sus parientes paternos
y con el grupo 1naterno como un to do . Actuahnente en. las debe respeto y obediencia. Así, pues, las normas que surgen
i s l a s T o nga la relación peculiar entre e l hijo de la hermana de la relación con el padre y con la madre se generalizan y
y el h e rma n o de la madre existe también entre el hijo de extienden hacia todos los parientes d e ambas partes. Creo
lo hija y el padre de su madre. El hijo de la hija ha de ser que si tuviera tiempo podría demostraros de modo bastante
concluyente que éste e s realmente el principio que rige las
34
35
rdaci<.? ne� cntr � un ii"!dividuo y la familia tic Stl madre en de Junod .,sobre los bathonga nu están t o t a l m e n te.·
las tnbus patnarcalcs de Sudáfrica. Sin embargo, habré En un lugar dice que cada familia tiene dos clases
de deJar tal demostración para otro momento. Ahora no dioses, unos por parte del padre y otros por parte de la
,
puedo hacer más que ilustrar mi exposición. madre; a ambos se concede la misma dignidad y pueden
La costumbre, conocida generalmente en Sudáfrica como ser invocados igualmente (op. cit., I I , p. 349, y I, p. 256).
,
• / � bola, a menudo mal llamada compra de la novia, es, como Pero ep. otro lugar declara que si ha de hacerse una ofer­
bwn ha demostrado Junod, el pago hecho a la familia de ta a los dioses de la familia materna, ésta ha de hacerse a
la muchacha como compensación por su pérdida, cuando través de los parientes Inaternos, l os nwlume (o p. cft,1 I I , pá­
ésta es tomada en matrimonio. Ahora, dado que en las tri­ gina 367). Otros pasajes confirman esto y nos demuestran
bus patriarcales de Sudáfrica una mujer pertenece a l pue­ que los espíritus ancestrales únicamente pucclen ser invo­
blo Je su naJre, son ellos los que han de ser compensados. cados de modo directo en cualquier ritual por sus deseen­
Pero encontraréis que en muchas de las tribus una parte , dientes por línea masculina.
del " pago por el matrimonio» es entregada al hermano de Los nativos de Transkei son muy explícitos en sus de�
la mailre de la muchacha por la que tal pago se hace. Así, claraciones de que los dioses maternos de una persona, los
e n t re los bapedi se entrega una cabeza de ganado /e11yalo antepasados patrilineales de s u madre, jamás le infligirán
! llamada ll/ollo) al hermano de la/madre d<;! la muchacha. castigo sobrenatural baciéndole enfermar. (No estoy total­
E n t re los basotho una parte del ganado recibido por una mente seguro sobre las tribus sotho, pero creo que proba­
muchacha al casarse puede recibirla el hermano de su madre, blemente tienen la misma opinión.) Por otro lado, una mujer
lo cual se conoce com � dílsoa. Ahora los nativos dicen que casada puede recibir p rotección de los espíritus ancestrales
el ganado dusoa recibido por el hermano de la madre es de su linaje patrilíneal, e igualmente su hijos jóvenes mien­
retenido por éste en nombre de los hijos de su hermana. tras estén unidos a ella. Los niños pasan a i ncorporarse
Si uno de Jos hijos o hijas de su hermana está enfermo totalmente en el linaje paterno cuando alcanzan la adoles­
puede pedírsele que ofrezca un sacrificio a los espíritus an: cencia. Así en el Transkei, cuando una mujer se casa pue­
ccstralcs, para lo cual toma un animal del rebaño ditsoa. de recibir una vaca, la vaca ubulunga, de su padre, del
También cuando el hijo de la hermana desea tomar esposa, rebaño de su linaje, y llevársela a su nueva casa. Como no
puede ped1r al hermano de su madre que le ayude a conse­ puede beber la leche del ganado de su marido durante el
guir el ganado necesario, y su tío puede darle parte del primer período de su vida matrimonial, puede proveerse con
ganado dilsoa recibido por el matrimonio de su hermana e leche del animal procedente de su familia. Esta vaca cons­
incluso darle ganado de su propia manada, confiando en �er tituye un lazo entre ella y su linaje, su ganado y sus dioses,
recompensado por ello con el ganado ditsoa que recibirá, pues el ganado es el vínculo material entre los miembros
e n el futuro, del matrimonio de una sobrina. Creo que e l vivos del linaje y los espíritus de los antepasados. Así, si ella
cae enferma, puede hacerse un collar con pelos del rabo
. .

1 ;"Jbunal Nativo , de Apelación h a decidido que el pago del


d ! l soa al hermano de la madre es un acto voluntario y no de su vaca y ponerse de este modo bajo la protección de
puede ser considerado como obligación legal, con l o ' cual los dioses de su linaje. Además, si uno de sus hijos enfer­
ma, puede hacer un ¡:ollar semejante , que se , cree que pro­
estoy de acuerdo, Cito esta costumbre porque ilustra la
clase de interés que se espera que el hermano de la madre teje al niño. Cuando su hijo crece, puede re,c ibir un buey
tenga en el hijo de su hermana, en ayudarle y velar por s u ubultmga de l a manada de su padre, y a partir dcc entonces
su amuleto protector se hará con pelos de este animal; igual­
bienestar. Esto n o s lleva d e nuevo a la cuestión d e p o r qué
mente,. cuando una hija se casa es separada de su madre y
puede pedirse al hermano de la madre que ofrezca sacri­
puede recibir una vaca ul.mltmga de su padre.
hc¡os cuando su sobrino está enfermo.
Pero aunque, según las declaracíones q ue se 1ne hicieron,
. En el sudeste de Africa, el culto a los antepasados es pa­
los antepasados rflaternos no castigarán a sus descendientes
t n lmeal, e s_t o es, un hombre adora y sacrifica a los espíritus
con enfermedades, puede acudirse a ellos en busca de ayuda.
de 'us panentes muertos en la línea masculina. Las decla-
.l7
.l6
Por tanto, cuando u n niño está enfermo, los padres pueden la cuaL los batukulu (hijos de . la hermana) desempeñan un
acudir al hermano de la madre del niño, o ale padre de l a papel importante. Matan y distribuyen las víctimas sacrifi­
.
madre si aún vive, y pedirle que ofrezca u n sacrificio y que cadas, y cuando e l sacerdote oficiante hace su oraCion a los
pida ayuda a los antepasados maternos dd niño. De t<;do.s espíritus ·del hombre muerto, los hijos de la hermm:a, des­
,
modos, esto está e�tablecido como practlca e n las tnbus pués de u n tiem\Jo, interrumpen o «Cortan» la orac10n Y la
sotho, y uno de los fines del ganado ditsoa obtenido del dan por terminada. Después, entre los clanes bathcinga, to·
pago del matrimonio a l hermano de l a m.adre de la _n o; w man la parte del sacriflcio que se dedicaba a l espíritu cid
es, según se dice, tener provisiones por s1 estos sacnfic1os difunto y se ni.atchan con e l l a , ((robándola)> (op. cit,, I, pá­
son necesarios. gina 162).
Esto nos lleva a la extensión final del principio que h e Sugeriría que el significado de esto es que da una expre­
sugerido como base de las costumbres referentes al herma­ sión ritual a la relación especial que existe entre el hijo de
no de la madre. La norma de conducta hacia l a madre, que la. hermana y el hermano de la madre. Cuando el tío está
se desarrolla en la familia debido a la naturaleza del grupo vivo1 los sobrinos tienen derecho a ir a su aldea y torr,ar su
familiar y de su vida social, se extiende -con las modifica­ comida. Y una vez muerto, lo hacen de nuevo como parte
' ciones adecuadas- a la hermana de l a madre y al hermano del ritual fúnebre y como si fuera por última vez, es decir,
;\\ de la madre, al grupo de parientes maternos como un todo, vienen y roban la comida y la cerveza que se han dejado
y por último a los dioses maternos; a los antepasados del aparte para el difunto.
grupo materno. Del mismo modo, la norma de conducta Creo que puede darse una explicación parecida al papd
hacia el padre se extiende a los hermanos y hermanas del que desempeña en los sacrificios y otros rituales el hijo de
padre y a todo el grupo del padre (o más bien a todos los la hermana entre los bantús de Sudáfrica y también en las
miembros mayores de él, produciendo el principio de edad islas Tonga y Fiji. Igual que un hombre teme a su padre,
importantes y necesarias modificaciones), y finalmente a los teme y reverencia a sus antepasados paternos, pero no teme
dioses paternos. al hermano de su madre y puede actuar irreverentemente con
E l padre y sus parientes han de ser obedecidos y respe­ los antepasados maternos; además, se le pide que actúe así,
tados (incluso adorados en el sentido original de la palabra) según la costumbre, en ciertas ocasiones, dahdo de este
así como los antepasados paternos. E l padre castiga a sus modo expresión ritual a las relaciones sociales especiales
hijos e igualmente pueden hacerlo Jos antepasados del pa­ entre un hombre y sus parientes maternos, de acuerdo con
dre. D e otro lado, la madre es tierna e indulgente para con la función general del mito, tal como yo l o entiendo.
su hijo, y lo mismo se espera que sean sus parientes, e Quizá pueda seras útil una breve exposición final de la
igualmente los espíritus maternos. hipótesis que he propuesto, con los supuestos que encierra
Un principio muy importante que he intentado demostrar y algunas de sus importantes implicaciones.
en otro lugar (The Andaman Isla11ders, cap. V ) es que los
valores sociales existentes en una sociedad primitiva se man� 1 . La característica de la mayoría de las sociedades que
tienen en la expresión de sus costumbres rituales o ceremo­ llamamos primitivas es que la conducta de los individuos
niales. E l grupo de valores con que nos hemos encontrado entre sí está regulada ampliamente e n base al parentesco,
aquí en las relaciones de un individuÓ con sus parientes d e actuando mediante la formación de reglas fijas de conducta
ambas partes ha de tener también s u propia expresión ri­ para cada tipo reconocido de relación familiar.
tual. El tema es demasiado vasto para tratarlo adecuada­ 2. Esto se asocia a veces con una organización segmen­
mente aquí. Pero desearía discutir u n punto. Entre Jos tada de la sociedad, esto es, una condición en que toda la
bathonga, y también e n Polinesia occidental (Fiji y Ton­ sociedad está dividida en un número de segmentos (linajes,
ga), e l hijo de la hermana (y en Tonga también e l hijo de clanes).
la hija) interviene en el sacrificio ritual. Junod describe la 3, Mientras que el parentesco es siempre y necesariamen­
ceremonia de destruir la cabaña de u n hombre muerto, en te bilateral, o co ;naticio, la organización segmentari¡¡ requie·
,

39
re la adopción del prinCipiO uni!incal, y h a de hacerse una
ción tenia realmente razón e n su conclusión de que d
elección entre las instituciones patriarcales y las m a t riar­
pago del ganado ditsoa al hermano de la madre de la novia
cales.
no e s una obligación legal sino moral. En la med1da en q ;1 e
4. En cierto t i p o de sociedades patrilineales l a norma
y o h e podido formarme u n a opinión, diría q u e l a co:oclus10n
especial d e conducta entre el h i j o d e u n a hermana y el her­
fue justa. .
mano de l a madre s e deriva d e l a norma d e conducta entre
Todo el tema de los pagos en el matnmomo ( lobola)
.

el hijo y la madre, que es a su vez producto de la vida


es actualmente de considerable importancia práctica para
social dentro de l a fan1i1ia e n un sentido estricto.
misioneros y magistrados, y para los propios nativos. El es­
5. Este mismo tipo de conducta tiende a extenderse a
tudio de l a situación exacta de una persona respecto a sus
todos los parientes m a ternos, es decir, a toda la fa.milia o
parientes maternos es imprescindible para llegar a la com­
grupo al que pertenece el hermano de la madre. '
prensión exacta de las costumbres del lobo/a. Un� de l a s
6. E n las sociedades con culto patrilineal a los antepasa­
principales funciones del lobola es fiJar l a p � slclon socwl
dos (tales como l a bathonga y jos habitantes de las islas _ ,
de los hijos de ,un matnmomo. S1 una fam1!Ja efectua el
Tonga) el mismo t i p o de conducta puede extenderse tam­
pago adecuado, los hijos d e l a mujer que �e les e n t rega
bién a los dioses d e la familia de l a madre. .
a cambio del ganado pertenece a aquella fam1l1a y sus diO­
7. El tipo especial d e conducta hacia los parientes ma­
ses son los suyos. Los nativos consideran que el más fue � te
ternos (vivos y muertos), o hacia el grupo materno y sus
de todos los vínculos sociales es el existente entre un hiJO
dioses, se expresa en costun1bres rituales precisas, consti­
v su madre, y debido, por tanto, a la extensión .que inc\'i­
tuyendo aquí l a función del ritual, como en otros lugares, en
tablemen te tiene lugar, existe un vínculo muy fuerte entre
fijar y perpetuar ciertos tipos de conducta con las obliga­
el niño y la familia de su madre. La función del lobo/a no
ciones y los sentimientos implicados en ellos.
consiste e n destruir ese vínculo, s i n o e n modificarlo y Sl­
tuar a los hijos definitivam ente en l a familia y en el grupo
Para concluir puedo indicar que elegí este tema porque
del padre para todo aquello relativ ? no � ólo a lo socwl s m o
n o sólo tiene i n terés teórico sino también práctico. Está,
también a la v i d a religiosa de la t n b u . S1 n o s e p a g a lobo/a,
por ejemplo, la cuestión de s i d Tribunal Nativo de ApeLl·
el niño pertenece inevitablem ente a l a familia de la ;11adre,
aunaue
' su posición entonces es irregular. Pero la mtljer por
2. l a que se paga /abola n o s e conv1erte · e n m 1· e mb ro d e 1. a 1
Esta extensión desde el hermano de la madre hasta los otros .
parientes maternos se evidencia en la terminología de parentesco de familia del marido; sus dioses n o son los de ella; y esa es
la tribu bathonga. El término malume, aplicado inicialmente al her­
la prueba final. Espero haber dicho lo suficiente para de­
mano de la madre, se extendió también a Jos hijos de éste que son
mostrar que la adecuada comprens ión de bs cosiUmhr es
también malu.me. Si 1os hermanos de mi madre mueren, son sus hijos _
los q ue han de ofrecer sacrificios por m í a mis antepasados ma!N· relativas al hermano de la madre es prehmma r md1spcns ahle
nos. En la parte norte del país ha dejado de usarse el término malu­ para cualquier teoría definitiva sobre el lobo/a.
me, y el padre de la madre, el hermano de l a madre y los híjos de1
herffiano de la madre son den omi na d os kohvana (abuelo). A pesar de
lo absurdo que pueda parecernos llamar a l hijo del hermano de la
madre, que puede ser incluso más joven que el que así le denomina,
con una palabra que signitlc3. «abuelOI>, el razonamiento de csre tra.
bajo nos capacitará para Yer en ell0 algtin significado, La persona
que tiene que ofrecer sacrificios en mi :nombre a mis a n ! epasados nHl.·
te-rnos es primero e1 padre de mi madre, después, si éste mucre el ,

hermano de m i madre, y después de Ja rnuerie de este Ultimo, su


hijo, q ue puede ser más jove.n que :,-·o. Existe, pues, un� ;imili:ud de
función p:?J.ra estas tres rt:L;�c;vnes. \ HJ D norma general -umca de com"'
portam1cnto que me afecta a mi a dios, lo rnismo es vá-
lido, en general, respecto a h•s La e s , l,Jo:r tan-

1
to, adecuada.

40 4!

j
IL Suces i ó n patri l í n eal y suces i ó n rnatr i l i neal '

Para entender correctarnente las leyes y costurnbres d e


los pueblos n o europ eos, hemos cíe tener sumo cuidado en
no inte rpretarlas en t é nn ino s de nuestras propi as concep··
dones legales, que a pesar de lo simples y claras que puedan
parecernos, son el producto d e una larga y con1pleja evolu­
ción hist órica, y peculiares de nuestra propia cultura. Si1
por e j emplo, intentásemos aplicar a las cogtumbres de Jos
pueblos más si ln p l e s nuestras p rop ias distinciones exactas,
entre los derechos personales y los derechos reales, obten·
dríamos como único resultado la confusión.
Para nosotros, uno d e los aspectos más importantes d e
l a sucesión e s l a transmisión d e l a propiedad p o r l a herencia.
No obstante1 e n algunas de las sociedades más sin1ples, éste
es un asunto que aptnas tiene alguna significación. En
una tribu australiana, por ejemplo, un hombre posee algu­
nas armas, instrurnentos, utensilios y adornos personales,
cosas d e poco valor y poca duración. A su muerte, algunos
de estos objetos pueden ser destruidos, otros pueden re­
partirse entre sus parientes y amigos. Pero su disposición
es de tan poca importancia, al menos en lo referente al
ritual, que a menudo resulta difícil hallar normas consue­
tudinarias ele proceder. Pero incluso en socieC:ades tan sim­
ples, donde puede decirse que la propiedad privada no exis­
te, o es de irnportancia rniniina, existen p roblen1as de suced
sión en el más amplio sentido del término.
El térn1ino <{sucesión" se tornará aquí con1o referente · a
la transmisión de derechos en general. U n derecho existe
y está definido en térrrlinos del uso social reconoc ido. Un
derecho puecl e ser el de u n
individuo b el de u n grupo de
individuos. Puede definirse conw una rnedida d e c-ontrol
que una pcrscma o un grupo de personas tiene sobre los actos
de algu_na ptTSOlE\ o pcr�;onas, ípJe se obligan, de

1. Publicado por a YCZ en "Thc Iowa La\\' Reü:: \\'.\', \-olu-


mcn X}(, núm, 1, enc1 o de 1935.

43
ese modo, al cumplimiento de u n deber. Los derechos pue­ pa!s. Los d e r ec ho s de la h o r d a sobre s u territorio
den clasificarse en tres grÚpos importantes: indi c a r s e breven1ente d ic i e n d o que ninguna p e r sona que no
sea m i en1bro de la horda tiene d e rec h o a ningún anirnalf ve­
a) Derechos sobre una persona que imponen algún de­ getal o mine ra l que se p rod u zca en el territorio, a no ser
ber o deberes a esa persona. E s el jus in personam d e la por í nv i t a ci ón o con e l consentirniento d e los n1ien�brus de
ley romana. Un padre puede ejercer tales derechos sobre la horda. Los actos de transgresión de este derecho exclu,
su hijo, o una nación sobre sus ciudadanos. sivo de u na horda sobre su territorio parecen haber sido
b ) Derechos sobre una persona (( frente a1 mundo»t e s muy raros en la vida s o cia l de los aborigenes, pero parece
decir imponiendo deberes a todas las demás personas res­ que se n1anticnc de modo general que c ual q ui er a que co�
pecto a aquella persona particular. Es el jus in rem del metiera un act o de t.� s t e tipo podría s e r 1natadtJ
Derecho romano con relación a personas. tL:t m c n t e . :e E l u s o exclusivo d e su te rrit o r i o por una horda
e) Derechos sobre una cosa, esto es, algún objeto dis­ queda Inodificado p o r las o b l i gaciones de la hGspiíaliJad, de
tinto de una persona frente al mundo, imponiendo deberes modo que cuando hay abundancía de alimento durank un
a otra persona en relación a tal cosa. nü e n1b ro s de las hordas vecinas
cierto tientpo, los arnigas
son invitados a parti c i p a r de tal ab un d an c i a . de
Lós derechos clasificados en b) y e) son fundamen talmen· toda mujer nacida e n l a horda y casada en cualquier otro
te del mismo tipo, diferenciándose únicamente por referirse lugar se le permite siempre v i s i ta r la horda de su madre
a personas o a cosas, y son de un tipo diferente d e los y cazar en su territorio,
clasificados en a). E s c on v e n i e n t e hablar de u n grupo con1o la horda ka�
Podemos considerar algunos ejemplos de u na sociedad riera corno una '< corporación)' que tiene un « pa t rirnonicH.
tan simple como una tribu australiana. Un hombre tiene E s ésta una extensión de los t érm i n o s <(corporación>; y {{pa"
ciertos derechos sobre su mujer. Algunos de é s to s son de· trimonio)} tal como son usados comú n m en t e en
rechos in personam, de modo que él puede exigir de ella pero creo que e s t a extensión es j us ti fi ca b le y e sp G ro que
e l cumplimiento de ciertos deberes. Otros son derechos in de todos modos será a d m i t i d a para l os fines de la m"<:sen.te
re;n. Si alguien matara a l a esposa, comete una injuria contra exposición. Por patrimonio se quier�e expresar aquí una se­
el marido. Si alguien t uv ie r a rcbciones sexuales con la es­ rie de derechos (sobre personas o sobre cosas) con deberes
posa sin consentimiento del marido, comete una injuria implícitos, cuya u n i d a d está const it u i d a por el hecho de que
contra éste. E n algunas t ribus un hombre puede ce der su sOn derechos de una sola persona y p u e d e n ser transn1 i t i d o s
esposa a otro; con t al acto ej er ce sus derechos in perso1111m como un todo o divididos a alguna otra persona o personas,
y sus derechos in ren1 a la vez. . 0 po rq ue son los derechos de un grupo d efi ni d o ( corp o­
E n gran número de t ribus austcali;mas la costumbre del rac ión) que mantiene una continuidad d e po ses ió n . Un pa­
levirato mantiene su predominio. Cuando un hom bre muere, tri mo n io personal corresponde así a ese w1iversiras juris
todos sus derechos sobre s u mujer (y sobre s u s hijos pe· que es lo que en Derecho rornano se transmitía por la hc"­
queños) pasan a su hermano más joven, o . e n " ' defecto, a rencia. 3

u n sobrino agnaticio. E s t e e s u n simple ejemplo de sucesión


fraterna. Lo que se tranfiere son ciertos derechos in per·
sonam e in rem sobre ciertas personas (la m ujer y Jos 2. Tenemos informes sobre una zona del sur de Australia de
actos deliberados ocasionales de invasión por una fuerza armada, un
hijos ) , y a estos derechos acompañan ciertas obli ga c io n es
cuerpo de hombres invadiendo un territorio en donde habia ocre rojo,
o deberes. con d h n de conseguirlo. De hecho esto constituía un acto de guc:rra,
Consideremos ahora, en una tribu como l a kariera de y si los invasorL'S conseguían imponerse, la hord a cuyos derechos
Australia occidental, la naturaleza del grupo que yo denomi· eran violados no tenía ningún recurso eficaz.
3. llereditas est successio in universwn jus quod defwu:tus
naré « horda». Es éste un grupo de personas que poseen,
habuit: Herencia es la sucesión a la posidón legal total de un<> persüna
ocupan y explotan colectivamente cierta área defini d a del mu;:;na.

44 45
El pa t r ilnoni o corporativo de una horda kariera incluye, I-Jado. Con la inic.iacíón, los runos yarones d ej a n de pertene­
en p r i m.er lugar , los derechos sobre s u territorio. La con­ cer a sus padres y pasan directamente a po s esión de la
tinuidad de la horda se n1antiene por l a continuidad de la horda , En a l g u na s tribus esto s e expresa siinbólicamente en
posesión del t e rr i t o r í o que no es t á sujeta a división n i el ritual de la i 'Üciación.
a ume n to , pues los aborígenes australianos no conciben l a po " La ho n.l a kanera aporta un eje mp lo de sucesión corpo·
sib.il\dad de 1a conquista terri to ri a l por l a fuerza armada. raÜ\'3. perpetua. Creo que resultará eYidcntc que contiene
La relación de una horda con su terr i to rio no corresponde los gér m e n e s del Estado y de la s o b e ran í a tal como los cono­
<'xact J.nlentc a lo que nosotros considerarnos con1o {< po s e- cemos en las sociecladcs 1nás coxnplejas. Así1 s egún los tér­

en D e rec ho rnoderno. Esta relación tiene algunas cua� minos que he estado usando, l o s Estados Uni d os de América
.ll dades de posesión corporati\'a, p e ro pa r ti c ip a también de son una «COrporación>) que tiene co n1o su << p a t rin1o nio »
l a n aturaleza de la n:. lac ió n de un Estado moderno co n su constituyente la p o s e s i ó n o el dorninio d e cierto territorio
de la que podemos hablar como de ej e rcic i o del { que puede, a d i ferencia Jei de la horda australiana, au men..
,, d o m i n i o )c . Los d e rec ho s ele propiedad sobre la t ier ra y los ta rs e po r conq ui s t a o c o rnp ra ) y ciertos derechos especí­
dere,:_:· hos d e dom i n i o al parecer han t en ido s u origen en e l ficos, in persurwnz e in renl, s o b re las personas de sus ciu�
de s a r ro l lo y la difcrenciaciún d e una relación tan s in1 p le da danos.
comn un? ejcn1p l i l1cnda en l a horda a u s t raliana. La con t i n u i cla d d e una co rp on.1c ió n tal co mo la horda
El p a t rimonio de una h o r d a incluye no sólo sus derechos australÍ<.ln<.1 1 d e p e nde de su pat rim o n i o.
ele l a co n t i nui d a d
sobn:: un territorio, si.do ta1nbtén sus d er e c hos in perso11wn Existe, en prüner lugar1 l a co nt inui d ad de p os es i ón del
e: in u.:nt sobre sus micrnbros. Los rniein b ro s varones adultos territorio. Y en se gu n d o, una conti.nuldad que trasciende
de una horda tienen ciertas ob l iga c i on e s pCJ.ra con ella, de el e s paci o de un.a vida h urnana p o r el hecho de que cuando
n1udo que é st a tiene derechos ill perscmmn s ob re ellos. Tam� el grupo pierde algunos rnie1nbros por xnuerte, adq uie re
bién tiene sobre ellos d e r ec ho s in rern, pues si alguno d e nuevos nlic1nbros por el n aci nücn t o de niüos y la iniciación
ellos fuere rnatado rJor l a v i o le n c i a o por h ec hi c er í a se de n1uchachos en el sratus de hon1brcs.
considera q u e ha s í do injuriada la horda cmno un to do , y Sí pasamos de con s i d erar la horda como un todo a con·
en c:--, t e se nt i do se dan los pasos para o b tene r satisfacción. sidera r los mi cm. b ro s varones i n dividuales, descubrin1os tarn­
Las n1 uj e re s y los n i et o s no son mien1bros de la horda e n el bién un proceso de t rans rn i s.i.ón consuetudínaria de dere cho s .
J n isrno sentido que los \ arone s adultos. Si la esp o s a de u n
r Puede decirse que los hij o s �<pertenecen)) p r im erament e al
hornbre e s « rob�u:.tn-'), e s a l 1narido con1o individuo al que padre, esto es, es él quien ejerce· s o bre ellos los derechos in
co r respon d e . ton1ar s a t is facc ió n , aunque pueda tener. el apo­ personanr e in rent. C o n1o a su vez el padre p ertenece a
yo de otros n1iembros de la horda. Pero indirectamente, la la horda, la horda tiene algunos derechos sobre sus hijos.
mujer taxnbién pertenece a la horda, de n1odo q ue cuando Cuando una muchacha a l ca nza l a p ube r ta d , los derechos
su marido n1uerc, ha de pasar a posesión de algún o t ro sobre ella pasan ( quizá no e n t era ment e, pero sí en gtan par·
mícrnbro de la horda y· no a o t ra persona que no pertenezca te) de su padre y su horda a su marido. Cu ando un mu·
a és t a. chacho alcanza la pubertad, pasa d e la s i t uación de dep en·
CülTIO la horda k a riera es exóga rrta1 todas las niñas pasan, dencia de s u p ad re a la s i t u ación de m iemb ro adulto de
mediante el r:natrimonio, de ser p o s es i ó n de sus pa dres y la horda. Un rni e rn bro de la horda tiene ciertos derechos
de la horda a ser p os esi ó n de su marido en otra horda. sobre l o s o t ro s m i e mb ro s y s o b re el te rri to ri o de la horda.
Según la c o s t um b re australiana esta transferencia de po* Estos derechos forman parte de su patrimonio o status perM
sesión, es decir, de derechos, in personam e in rem, sobre son aL Existe, pues, un proceso de <(sucesión p at ril i ne ah>, por
urw persona, han de ir norrr1ahnente acompañados de com­ el cual los hijos de los m ie mb ro s varones de la horda se
pensación o i nd e n1niz.ac iú n , lo c uaL en muchas tribu s corre con\'ierten a su vez en rn i e rnbro s ,_ a d qu i ri e n d o d e re chos y
a c a r go d e l ho n1 br e que re c i b e u na es pos a ! en tr egando a t enie n d o partici¡"ació n en el patrimonio.
cambio a su herm.ana para que s ea la esposa de su cu- Ll eg a mo s '\SÍ, t ra s las nec es ar i as, y espero que no dema·

46 47
síado tediosas consideraciones prelin1inares, ai problema del el divorciado no tiene derechos sobre la persona, el pa­
.
c ual va a tratar este trabajo, el de la nat uraleza y función trimonio ni los hijos de su esposa. En un periodo posterior,
de la transmisión u n ilineal de derechos. En la sucesión la muchacha toma un arnante. Antiguamente entre algunos
patrilineal d e la horda australiana, la parte rnás conside­ de los nayar, la costu n1bre permitía que una 1nujer tuviera
rable de los derechos de u n varón, su status, su patrimonio dos o más amantes al mismo t iempo. Con1o el amante no
personal corno copropietario o coheredero del patrirnonio está casado con la Inujer tampoco t iene derechos legales
de una horda, los ha adquirido a través de su padre, con sobre su persona o patrimonio, ni sobre los hijos que pue..
exclusión de s u madre, y son a su vez t ransnlitidos a sus d a n nacer de la unión.
hijos, con exclusión de sus hijas. Es importante, sin embargo, El sistema nayar es el ejemplo más perfecto de sucesión
reconocer que en este caso, y p o r lo que yo sé en todos los mat r i l i neal perpetua. E l grupo n1antiene su unidad y c on�
casos de sucesión patrilineal, se transmiten tarr1bién algunos tinuidad no permitiendo que ninguna persona extr;Jña par�
derechos a través de la madre. Así, en la tribu kariera, un ticipe en su patrimonio. Retiene la posesión de sus propias
hombre tiene algunos derechos de considerable importan­ mujeres y exige derechos exclusivos sobre los hijos nacidos
cia sobre la horda de su madre, sobre sus miembros indi· de ellas.
viduales y sobre su territorio. E l status { de un individuo en un momento dado puede
E n la sucesión matrilineal la mayor parte de los derechos definirse como la totalidad de todos sus derechos y deberes
de u n individuo sobre cosas, sobre personas o sobre un reconocidos por e l uso ( leyes y costumbres) de la sociedad
mieinbro de una corporación, l e son transn1itidos a través a que pertenece< Los derechos const í t u tivos de s t a tus, e
de su madre, y no puede transmitirlos a sus hijo:,, sino igualmente los deberes, son de muchos tipos d i ferentes. re­
que h a d e devolverlos a los hijos de su hermanao lativos algunos al « mundo en general)�, a la sociedad como
Como ejemplo de un sistema completo d e sucesión m a.. un todo, y otros, a algún grupo social delínido del cual el
trílineal, podemos considerar el , tarava d de la casta nayar individuo es miembro ( por ejemplo los derechos y deberes
de Malabar. U n tarava d es un linaje rnatrilineal incorporado. de un hombre hacia su propio clan), o a algún grupo del que
Incluye a todos los descendientes vivos por línea femenma no es rniembro1 pero con el que 1nantkne una relación es�
de una antecesora originaL Tiene, por tanto, miembros fe­ pedal (así la relación de un hombre con el clan de su ma­
meninos y masculinos, todos los cuales son hijos de las dre en un sistema patrilineal de clan ), e ínc�'uso otros refe­
mujeres del grupo. Está constituido como corporación ( u na rentes a sus relaciones especiales como individuo con otros
agrupación familiar según la terrninología d e los juristas individuos.
indios) por la posesión de un patrimonio que incluye, en En todas partes en la sociedad humana, el status de una
primer lugar, la posesión de casa o varias casas y una por· persona está determinado en gran medida, por el nacimien­
ción de tierra, y, en segundo lugar, derechbs sobre las per.. to como h i j o de un padre determinado y de una madre deter..
sonas de sus miembros. E l control del patrimonio está en minada. Tras e l problema de la sucesión se encuentra, por
manos d e un « director}> que es normahnente el miembro tanto, el problema d e los elementos del status, es decir, los
varón más anciano del grupo. Para que el grupo pueda re­ derechos y deberes que son transmitidos al niño por parte
tener la completa y exclusiva posesión de los hijos nacidos .
del padre de un lado, y por parte de la madre de otro . Toda
d e sus miembros femeninos, los nayar han establecido u n sociedad tiene que establecer, a este respecto, su sistema
sistema que niega todo derecho legal al lJna mucha­ de normas, y existe una gran diversidad de sistemas en las
cha nayar es «casada}>, n1ientras e s aún rnuy joven, con comunidades h i s tóricas y en las qu.: sobreviven. La norrna
el novio apropiado, por la ceremonia religiosa hindú del casi universal es que un individuo deriva algunos elemen-
engarce d e la joya. ( E s probable que le el « des­
posado» desflorara ceremoniahnente a la ,_cnovia)> t'irgen.) Al
tercer día la pareja recién casada se di vorcia pe;r la eere� 4. Téng ase presente que status, estate ¡ patrimoni()j y state [ E s�

n1onia hindú de rasgar una d�� t(":!a, de eso�


lado] , y el francés étal, son dis t intas formas de la rnisrna palabra del
bajo latín , estatlls.
49
tos de su status de su p a dre , o a través de ét ...v otros d'e
t e n d í a h a s t a los sobrinos en quinto graJo. Si u n hornbre fu e­
:t: u n12,drel o a través d e ella.
ra asesinado, lodos lo s miernbros de su sib pueden exigir­
Ha de tenerse en cuenta que en todas las sociedades exis"
su parte en la indemnización ( n·ergild) pagada por el asesi­
un2 diferencia general entre el status de un hombre y
no, proporcional al grado de parentesco. Inversmnente, sl
d de una rnuj er1 y en ciertas sociedades algunas de estas
un hombre asesinaba a o t r o , todos los miembros de su sib
son rnuy e ir.nportantes. Asi1 cuando
tenían la obligación de contribuir al precio de la sangre
nn hijo « sucede>) a su padre puede alcanzar un status muy
en la medida en que habrían participado en la indemniza­
al de su pe:ro en cam_ bio una hija no puede
ción, si el nÜSlT.O ho m b re hubiera sido asesinado. Los miem­
en la medida. contrario s uce de en el
bros del sib de un hombre tenían derechos específicos ín rem
'·uso d e una Inadre :Y su hjja, por un y con su hijo por
con relación a él, y deberes e s p ec ífic os ilz per,'imtanz hacia él.
"txo. Así en los reinos af-ricanos donde la sucesión es n1a�
La solución adoptada por l a mayoría de las sociedades
1 dlineal a i rey le sucede s u herrnano más joven y d e sp u és
humanas al p r o b lema de la determinación de statlls ha sido
el hijo de su hermana. El heredero adquiere, por tanto, a
la ele que e l hij o herede determinados derechos y deberes
través de su madre, los elementos importantes del status
de su padre, y otros de tipo d i ferente d e su madre. Cuando
r1el hermano ele su madre. La hermana del rey, que ocupa
los derechos y deberes heredados del padre superan e n im·
una posición muy importante, es, lógicamente, heredada
portanci � social a los derivados de la madre, tenemos l o
por Síl h ij a .
que habrtualmcnte s e liama sistema patrilineaL Por e l con­
Una solución al problema la determinación del status
trario, un sis tcn1a será n1atrilineal cuando los derechos y
sería que los hijos heredaran al padre y las hijas a la ma·
deberes derivados de la madre están p o r encima de los de­
dre. Se sabe únicamente de unas pocas tribus que han
rivados del padre.
adoptado este principio, e n Africa oriental y en Nueva Bre·
Existen, HO obstante, algu n as sociedades en las cuales los
taña, pero en la práctica plantea i m por tan te s problemas que
elementos de status derivados del padre y los derivados de
no pueden ser analizados aquí. Es posible que haya un sis·
la madre se hallan justamente equilibrados. Son un ejemplo
tema en el cual un niflo, por nacimiento, adquiera los mis­
de esto los ovaherero del sudoeste africano. Un h i j o hereda
mos d e recho s , del mismo tipo y en igual grado, sobre las
ele su madre la pertenencia a un eanda, un clan matríli­
personas con las que está rel aci o n ad o por su padre y so bre
neal; y por s � padre será miembro ele u n oruzo, clan pa­
"quellas con las que lo está por su madre. U n ejemplo de
tnlmeaL Coexrste de este modo un doble sistema de clanes
e s to es cu an do una persona tiene la misma esperanza de he­
entrecruzados. Con1o arnbos clanes son exógan1os, un hom­
redar por testamento o intestadamente los bienes d e los her·
manos y h ermana s de s u padre y los d e su madre. Nos pro­
bre no puede pertenecer al canda de su padre n i a l oruzo
de s u madre. Por mediación de su madre y como miem­
porcionan un último ejemplo las costumbres relativas al
bro ele su eatrda, posee ciertos derechos sobre este grupo, y
wergild en los pueblos teutónicos. Por nacimiento un hom"
ctertos deberes hacia el mismo, y particularmente con res­
bre adquir.ía derechos sobre un número de personas que
pecto a los hermanos de su madre y los h i j o s ele su her·
· onstltman su stb.
Esto incluía a todos sus parientes, nor
'
mana. La propiedad secular se he r e d a únicamente dentro
materna y paterna, incluyendo varones y h e m b ras as· h
d e l canda, de modo que un hombre hereda tal propiedad del
'� un Hmite detenninado. Los límites va r i a b a n
e n las di.stin-
hcnnano de su madre y la transnüte a l h i j o de su hermana.
en la Inism.n conn.rnj.,
De otro lado, por mediación de su padre y como miembro
anglosajones se (�ir�
de su oruzo t i en e d e rec h os y deberes de otro tipo con rela­
ción a tal grupo. C i e r t o s animales sagrados pueden here­
d a rse únican1cr1tc dentro del u r i i ZJ-J y s o n , p o r c o ns i guiente ,
transrnitidos de padres a h ij o s ,
Pueden encontrarse e n Á f r i ca y O c t.: a n í a o t ros ejetnplos
de s i s tcrnas en los cuales l a sucesión m a t r i lin c a l y la patri-

51
lineal se combinan! estando n1ás o n1enos e q u i l ibradas. En su propio ta ravad. El taravad corno c o rporac ión ccmscrva l a
u n a parte considerable de Africa e s t o se explica por la idea posesión íntegra e irrefutable d e s u s p ro pios bienes.
de que cada ser humano está compuesto de dos p rinc i p i os , Como ej em pl o d e solución p a t r i l i n e a l defi n í t h·a d e l pro"
uno, llamado l a (( sangre>) en a s h a n t i , heredado de lu m a d re , biema de la d i st r i b ución de der e c hos in rem podemos t o m a r
y otro, el «espíritu,, heredado del padre. las tribus zulu-kaff1r d e S u dá fri c a . En e s t a s J ri bns d m a ­
Probablemente el factor más i m p o r t a n t e en la determi­ t r i m o n i o requ ic.Te e l pago de u n a i ndemn ización c'-ntsi;:;tente
nación de la naturaleza de la suc e s i ón en las sociédades en ganado que- recibe e l n o m b re de 1 k<L'.t·, n.: cibiendu el
más simples sea la necesidad de defini r d e rec hos in rent acto ck en t re ga d e l n1lsmo d numbre d e u k. u - !ubola. Una.

sobre las personas. Cuando nace un niño se pl a n tea la pre­ muchacha soltera pertenece a su padre o Zt su c u s t u d i o ( her­
gunta: « ¿ A quién pertenece el n i ñ o ? " Por supuesto, puede m;,¡no del padre o he rmano) si su p a d re m u e n::, y ct su fami··
considerarse que pertenece por igual a los d o s pa d r es . Am­ lid agnaticia. L s t o s tienen sobre ella c ier t os dcrt:c·hus irz p u ­
bos tienen interés por él, los d o s t i e nen sobre él derechos s o n a m e i n ren-L T u d a ofensa c o m e t i d a contra e l l a , como
in p e rson a n1 e in renz. Pero hay otras personas que tienen v i o l ac i ón , seducción, h o m i c í ct i o o m u t i l a c i ó t \ , es tl i i d inj u ria
derechos i11 personam e in rem sobre el padre ( sus p ad re s , con t ra s u f a m i l i a que t iene d e n: cho a ;:, c r i n de m n i z a d a . E l
hermanos y hermanas) y, de modo análogo, otras que tienen padre pue<.k p l an tear a n t e e l j e f e u n a acción para cksagra­
derechos sobre la madre. En cualquier sociedad en la cual viar la ofensa com et i d a con t ra su h i j a . En el a c t u d e l n1a­
el parentesco tiene una importancia fundamental en la es­ trirnonio, e l padre y l a farn il i a a gna t k i a e n t regan gran par­
tructura social total, como ocurre en la mayoría de las so­ te de estos derechos sobre la h i j a a s u I n a r i ch t v a b
"
ciedades no europeas, es esencial para l a estabi l i d a d y con­ familia a gn a t i c i a d e éste. E l p a go ¿le ganado es u n a i ndem--­
t inuidad sociales que los dere c ho s de i n d iv i d u o s d i fere n t e s ní z a c ió n por la c e s i ó n de tales derechos. Para es tos pueblos,
sobre una persona determinada s e a n defini do s de m o d o q u e la 1nuje r t i e n e un gran valor como Inadre. ( Po r t a l m o t i n;
se eviten, en l a medida de lo pos i b l e , Jos confl i c t o s . Hemos n o h a y persona m á s desgraciada entre e l los que u na m u j e r
visto cómo el antiguo sistema teutónico concede derechos estériL) El acto d e lobola e s , p o r t a n t o , u n proce d i m i e n t o
t, i11 rem si mi l a res (y en �Jgu n o s casos i guales ) a lo s pa ri en t es por e l cual l o s que pag a n e l ganado adquieren derechos
de la madre y a los del padre de un i n d i v i d u o determinado, ín t egro s e i ncues tionables sobre t o d o s los h i j o s n a c i dos a l a
de modo que si éste es a se sina d o t o d o s l o s n1iembros de s u mujer. Esto p o d ría d e m o s t rarse fáci l m e n t e con u n análisis
sib ( o sea sus pa rien t e s d e ambos l a d o s ) t ienen derecho a l a ciue no sería adecuado hacer aquí. Los n a t ivos exponen el
compensación. Considercn1os ahora l o s ej e m p l o s d e l a so1u� princ i p i o d e dos formas: « El ganado produce n ü1os » ; " Lo s
ción de este problema e n los s i s temas rna t r i l incaies y pa· niños están donde n o e s t á el ganado),, E n caso de dívorcio, o
trilineales. bien l a esposa y los h i j o s regresan con el padre de e l l a y se
Como sistema m a t ri l í n e al, los nayar nos proporcionan u n devuelve el ganado entregado, o , c o n1o es h a b i t u a l , el ma­
ejemplo definitivo. E n este sistema, e l taramd o agrupa c i ó n rido retiene a los h i to s y ha de renunciar a reclarnar el ga­
familiar conserva intactos e invariables s u s derechos i n rent nado que ha entregado, o u n a p a r t e de! rni s m o . A la n1ucrtc
sobre todos sus miembros. Norrnalrnen t e , el n1atriinonio de una m u j e r que ha t e n i d o h i j o s ( la m u j e r estCril puede
, concede a l marido ciertos derech o s in ren1 s ob re s u m u j e r ser re p u d ia d.a , y pued e exigirse la devolución del gan a d o ,
y sobre sus hijos. Puede decirse que los nayar h a n eli m i n a­ s u s u s ti t ución p o r una h c nn an i..i ), si ha s i do pagado todo
do el matrimonio, o este aspecto d e l matrimonio. Es cierto el ganado, los h ijos pern1anecen con e l padre, y la fanúlht
que la unión de una 1nujer nayar y su a m a n t e sarnbandhan1 de la rnadre no t i e n e derechos in rcm sobre ellos. E l s b k DLt
e s e n muchos casos una unión de gran afecto, que dura toda aqul· esbozado es un sen..:: i llo pruce:di m iento legal l;ara c t o r ,
l a vida, y que el amante está muy u n i d o a s us hijos. Pero le­ y a sn farrd 1ia lo2: \.h:rechos in retn
galmente no tiene derechos sobre su {(esposa>', si podemos
l l amarla así, n i sob re sus h i j o s . A su vez, el grupo no tiene
derechos in rem sobre él, ya que tales derechos los conserva

52
·�nciedad estrictamentj:' nwtrilineal, u n hmnbre no t iene dt>
echos in retn sobre sus h i j o s , aunque h a b i t ua l m e n t e t i e n e social es t a r e a d e l h i s t o r i a d o r . Pero l a h istoria tk los pu._>
blos niás sencillos e s desconocida y es ú n i c a mente objeto
'-; obre ellos al g u n o s derechos irt persollWJL Los d erec h o s per­
de pura especulación, a rni j u i c i o b a s t a n t e inútiL P ero el
tenecen a l a rnadrc: y a los p a r ien t e s de ésta. El resultado
término « origen}> p ue d e tamb ién usarse e n o t ro s e n t i d o , v
con s i s t e e n resaltar y Inantener u n estrecho vínculo entre
muv frecuentement e · se u s a de m o d o a m b iguo , con la cori-
hern1nno y h ermana , a c o s t a del vínculo e n t r e m a r i do y n1u- -
siguiente confusión de arnbos significados,
. En consecuen c i a . los d e rech os del marido sobre su
Cualquier s i s t ema social, para sobreviv i r , ha de aj u s t a rse
-r:· sposa so n
li1nitados. En u n a sociedad patrilineal extrerna
- a ciertas condiciones. S i podernos defin i r d e m o d o correcto
la situación es exactamente la contraría. El padre y sus pa­
una de e s ta<:; condiciones u n iversales, esto es, una a la cual
¡ lentes son exclusr varnente quiene s ej e rce n los d e r ech os in
'
hayan U e ajustarse t o d a s las sociedades humanDs, t e n d remos
' e m so b re l o s E l vínculo entre marido y mujer s e
.
'::onsohda a cos t a del vínculo entre hermano y hennana. Los
t una ley sociológica. Por tanto, si puede dernostrarsc que

d e rechos del marido sobre su 1nujer son considerables·' ella


"�stá in rnanu, b aj o su potestas.
!
r
u n a i n s t i t uc i ó n p a rt i c u 1ar1 e n una
el rnedio por el ccal ta l sociedad s e ajusta a
sociedad p a rt í cul a r, es
1 n ley, es d ec i r,

1
a la condición necesaria, p o d r e mos hablar d e e s t o con1o del
Los s i s t e m a s radical men te p a tr i l i nea les son comparativa­
({ o r i ge n sociológico» de l a i n s t i tución. Puede así d e c i r se que;,
rnen i e raros, y l o s rnatrilineales quizás aún 1nás raros. Por
t i e n e su raison d' etre gen eral ( origen so� \

1
una i n s t ilución
lo g � :reral exi s t e alguna m o dificac i ó n por la cual, aunque la
c io lógico) y su raiscm d'étre p a r t i c u l a r ( o ri g e n h i s t órico ). '
íanHlla de una p a r t e t i ene un derecho preponderante, s e
Cor resp o n d e al s o ci ó l ogo o a l a n t r o pó l ogo s o c i a l d e s c u b ri r !
1 e c ono cen también algunos derechos a l a otra parte. Así, en t
' el primero rne d i a n t e e l nH�todo cUJnparati\·o. Y es l a b o r del
la tnbu cheroke e , en Norteamérica, aunque u n hombre per­
historiador descubrir el segundo, n1ediante e l e xa rn c n de
tenece al clan de su m ad re , de modo que si fuera asesinado
documentos, quedando para e l e t n ó logo, s i n o hay docurncn·
rolarnente a este dan corresponde pedir satisfacción, man­
tos, l a especulación.
ti ene , s i n emb argo , una relación muy especial con su padre
Una l ey de este t i p o , o condición necesaria de e x i s tencia
v con el clan de é s t e .
continuada, e s la de un cierto g ra d o d e consistencia e n t r e
Poco se ha dicho hasta el momento sobre la herencia de
l a propiedad. Lo cual se debe a que e n las sociedades más
1 l a s partes que c o n s i í t u y c n el s i s t e m a social. La c o n s i s t enc i a

1
f�ncional no es lo n1 i s mo que la c o n s i s t e n c i a lógica; l a úl�
simples la transmisión d e la propiedad depende general­
tlma es una forma especial d e la pri m e r a . E x i s t e inconsis­
n�e n t e �
e la tra nsm i � ió n del status. Entre los nayar, la pro­ ¡
t enc i a funcional cuando d o s aspectos del s i s t e m a social d a n
piedad 1mportante ( tierra, casas, etc.) es indivisible y perte­
lugar a u n conflicto que s ó l o p u e de s e r resuelto mediante u n
nece a una corporación constituida por un linaje matrili­
ca m b i o e n e l propi o s i ste1na. L o cual e s s i e n1pr e unZ!. cues­
neaL Entre las tribus zulu-kaffir, los hijos heredan una
tión de funcio narn i e n t o , de l a n1archa del s i s t e m a corno u n
parte d e los bienes del padre con exclusión de )as hijas y
todo La consistencia e s a1go relati>/o. N i ngún sislema s o c i a l
sus descendientes. Aunque hay algunas excepciones, en ge­ :

11
cons1guc una perfecta con s i s t e ncia, p o r l o cu a l todo sistema
neral puede decirse que la transmisión de la propiedad sigue
está cambiando continuamente. A este respecto, c u a l q uier
la misma línea que la transmisión del status.
� sufiC1 e nc1 a e n un s i sterna s o c i a l tiende a provocar el cnrn­
1
Respecto a las instituciones de sucesión patrilineal y ma­
bw, a -veces, aunque n o s i e m p re , I n e d i n n t e el rc co n oc i m i c n�
tri!ineal, a menudo se plantea la pregunta de cuál es su
to consciente de l a i nsullciencia p o r l o s m iembros d e la
origen. El término «origen» es ambiguo. Podemos hablar en
so ci ed a d y l a busca c o n s c i e n t e de u n a s o l u c i ó n . A e s ta lev
u n sentido d e « origen histórico». El origen histórico del
_
t de l a necesidad de un c i e r t o gra d o de consistencia funci ­ ¿
s :sterna nayar, o del de los zulu-kaffir, o d e cualquier otro
srstema, es una serie d e hechos únicos ocurridos con frecuen­
¡ n a l , puede a ña d i r s e una segunda l e y que es un caso e s pe c i a l
de ]a p r i m e ra . C ua l qu i e r v i d a social humana requiere el

cia urante un largo período de crecimiento gradual. E n este
establecirnicnto d e una est r uc t u r a social consistcnh� e n una
sent!do, la determinación del origen de cualquier sistema
red de relaciones entre i n d iYiduos y grupos de indiYiduos.

54
55
Todas estas relaciones implican ciertos d eberes y derechos
que necesitan ser definidos, de modo que puedan resolverse . P�r lo q u e resp ecta a los dere
cho s sobr e las pers ona s el
los conflictos sin destruir la estructura. Tal n e c e s i d a d es
eJ � ICIC JO d e dere cho s en com ún es nece '
sari ame nte muy li­
satisfecha con el e s t a b l ec i m i en to de s is temas d e j u s t i c i a e :" Itad o. En una reg1 0n , desc ono cida , u n o pue de d i r igi r
cua i �;uer pers ona que enc uen se a
i nst i tuciones legales. tre y espe rar red bír la infor�
Todo sistema de derechos i n1plica necesariam e n t e la exis� mac JOn qu e pue da dar. En la
ley ingl esa, los ofic iale s real
pue den ped ir a cua lqui er tran es
tencia de derechos comunes, unidos o d i vi di d o s , sobre la seún te «en n Oin b r e del rey },
misma persona o cosa. Tanto el padre con1o l a n1adre de a�uda para arre star a u n mal
hech or. ' Los derec hos sob� e
un niño tienen sobre él derechos in perscmnnL En una fa� per sona s 111 per son am s e ejer
cen por lo gen eral con J·un ta
milia regular es ne c e s a ri o que no haya con fl i c t o s 1rreso1u� o separadamente.
Los der:cho s sobr e pers ona s
bies entre estos derechos. Lo mismo es aplicable a la socie­ in rem no pue den evid en­
dad com0 un todo, en todas las d i s t i n t a s relaciones que se ten1 ente , �J � rcers e en com ún. '
En el ejem plo de las cost um�
producen en�re 1as personas. C u a n do dos personas A y B bres teut o m cas rela tiva s al wer
tienen -,derechos sobre a1guna cosa Z, o derechos in rem � e :ech os pue den man tene rse e
_
gild, hem os vist o que tale s
n divi sión , Pero ese caso e�
l a J o , d ebi d o a qu
sobre alguna persona Z, h a y tres modos de a justar es tos ; requ iere una com plica da defin ición de
derechos para evitar confl ictos irresolubles. lJno d e ellos las par tes resp ecti vas de los
dive rsos par ient es s e gún el
sería el de derecho en común; A v B tienen s i milares e mte res Y d g�ado de par ente sco.
Bas ta una ojea da a aÍgu nas
iguales derechos sobre Z, y é s t o s SOl; tales que los derechos de } � : pnm itiva s leye s de Nor
ueg a y Sueci a respecto a la
de A n o in t er fer i rá n para na da en l os de B. Podemos hallar chvi sion del wer gtld entr e par ient
es y agn atic ios y coagna­
un ej emplo de esto en las tribus nativas d e SudMrica, e n liCIOS de dife rent es grados para
comprobar las dificul tade s
las cuales, según dicho de los nativos, « h i erba v agua son con que se encu entr a en la prá
ctica un siste ma de t al r
De � s to se ded uce que los dere cho
comunes}} . Cualquier miembro d e l a tribu tiene derecho a
apacen t ar su ganado o ab re v a r1 e , o tmnar agua para s u so n a tlen en que ser, com o norm
s ¡, rem sobr e una ���:
a gene ral, excl usiv ame nte
propio uso, e n cua l qui e r parte dd tf'rritorio sobre e l que
pers ona les, es dec ir, limi tado s
a una sola per son a (con dici ón


a la que pue den , en algu nos
la tribu ( rep rese nt ada por su jefe) ejerce dom i ni o . lJna se­ caso s, acer cars e los d e re c h
os
gunda forma será la de derechos 1midos, en la cual A y e a mo . Y e s cl a vo ) o deb en ser: cole
ctiv os. Los d e rec ho s d e
B ( o cual quier número de personas) ejercen c on junta m en te . n pad 1 �� 1 on1ano .sobre s u h q o eran casi excl usiv
os, pero
m cl us � e t o s , . en cier tos perí
ciertos derechos sobre Z. E l e s t ab l e cimiento de e s te tipo � odo s de l a Hist oria , de segu
estU Vki_ or, SUJe tos a los dere cho ro
de derechos crea inmedia t amen t e lo que se llama aquí cor­ s, ejer cido s cole ctiva nler te
p oraci ón . La vio l ac ión de los derechos ex i ge normalmente
una acción conjun t a por parte de la c o rp orac i ón , que, des­
de l a gen s o del Esta do; incl uso
fmm/za . . s
la pote stas de un pa e ;
:' o era abs olut a. Pod emo s, pue s, �
dec ir, aue cua l­
qme r socw dad que reco noc e dere cho
de luego, puede ser llevada a cabo por sus r ep re s ent antes . s in rem sob re 'ncr son as
(y toda s las soci ed des co n o c i d
oficiales. Una tribu s uda fri c ana tiene po s esi ó n colectiva d e ? as lo h acen en algu na ;ned icla)­
�?rrr:aln1ent e, ,Y' solo con
s u territorio, poses ión (pa tr imon i o ) conferida al jefe. lJna rara s exce pcio nes, ton1ará las
rne�
d1da s nece san as para el ejer cicio
violación d e estos derecho s puede ser re s u el t a por el jefe, cole ctiv o de l"" -1 '.. 5· d ere
, -
o puede llevar a una acción de guerra, en la cual, bajo l a ch os. E sto m1p , rIca la exis tenc ia de corporac
. ione s de algú n
autoridad del jefe, toda l a tribu intenta mantener s u s de­
t1po , ya que un � corp orac ión se
d e fi n e aqu í com o grup o d
rechos. E l t e rcer modo es el de derechos en d ivisión. Aquí
A tiene determinados derechos sobre Z, y B tí ene otros
personas que eJer cen cole ctiv ame
n:.'cho s.
nte algú n d e rect;u 0 de �
derechos tan1bién determinados; los derechos respectivos
pueden definirse por l a co s tu mbre , o por un contrato, o por
un a�uerdo. Un ej emp lo e s la relación de propietario y arren­ cio 6de �� ������o�g1�e�·e, i,n tearprqeta rsle �Íe ül t!m? caso como el e jerci.
datario de una vivien d a o un terreno de al qui l e r . naci ón el cual en cuan�ol\Oo y �� e .I y e::. e ¡ representame de l a
nas de ' sus ciudadanos. c rporacJO n, tiene derechos sobre las pcrso-
56

57
U n a corpon:1clón Plh:Jc fonn a rs e únicamente e n base a
un i n t cTl's ¿, o m ú n . E;l l a s soc i ed a d e s n1ás simples, el modo
Así, la existencia de �uces i(:m u n i l inC'al { pa t r i l ineal o ma­
tn:\s fúc i l , q uizú casi el ú n i c o de que s e cree el interés co�
,

t ri l nc-::.: 1 ) en la gnm 1nayorb de las socledadt:'S h u n1 a n a s pue­

m n n , e s en b base dl' l a local i d a d , es d eci r , de la resi de nc i a


de IncllcLir su «causa') u (( origen>) sociológic o en ciertas ne�
,__·nl a m i s m a c o m u n i dad lo c a L o Y ec in d n ri o , o parentesco. sociale s fundmnen t a l e s . La princ i p al eh: ellas es
;__: e s i dadcs

1 :ts c u r p u r a c i o n c s , p o r J a n t o , t ie n d e n a es t a b l ec e rse en una 1a �cccsida_d d e definir, con la precisión suficiente para im·
pechr conf11ctos irresolub les, los derechos in renr s-obre las
u otra hase, o e n 2mbas com bin adas { la horda knricra es u n
cjcr np i (..J de l o últiino) o bien s e formo. u n doble s i s t ema d e personas . . La de una definición p recisa de los
gr-upos louilcs �� grupos de paren tesco.
derechos U l perscuam y de- los clerechoc: sob rf; las cosas po·
Hemos de apelar aquí a o tr a ley sociológica, 1a necesi� dría parecer secunJar L'I, pero contiene factores irnportan tes.
Pueden_ aducirse rnuchos hechos q u e n po_y an esta hip(Ae�
no ü n icamcnte de estabilidad, p re c i s i ón y c o n s i s te n c ia .
SJS. MencwrL1.ré s ol mn e n te uno. En l a s socieda des organi*
dí' la estructura soc i a l , sino tan1bién d e continuidad , Asegu�
FU' la con t i nu i da d de la estr uc t ura social es e se nc i a lme nt e
zadas en clanes" LiJ.1a d. e las actividades rnás ünportan teS. del
clan e5-: exigir >/ en ga nz a o indemniza ción cua nclo es asesina�
fu n c km de las corpor·acion es. Así una n ac i ó n rrwderna tiene .

d o un n1ie rnb ro <:arón del clan La l is ta de- e icrnp1 os conocí�


su corH i n u ic.bd con1o corporació n ej e r c ie nd o derechos colec­ .

dos llenaría muchas páginas. E l clan como cÓrporaci ón t i e n e


t I\'OS so b re ;;u territorio y sobre las pe-rscnas de sus ciu­
derechos in rern r;obre todos sus rnien1bros. Si uno es a se­
,Jadanos.
sinado, e l cl an es _injuriado y tiene el derecho1 v sus m i en1b ros
Podemos imaginar como posibilidad una comunidad local
inco rporada que fuera t o t a hne n t e endógama y que no tu�
1� obligación, d e promove r alguna acción para recibir sa­
.
tlsfac? Ion, mediante venganza o recibiend o indemniz ación,
Ykra, por ta n to que plantearse la elección entre sUcesión
Asl, 1� causa de l a d ec a de nc i a del clan (ge110s o gens)
,

p r! t r i l i nca1 o n1 at r ili nc a l , ya que todo niño nacido en la


en Grecta y Roma fu e el transferi r sus derechos ü1 rem
comunida d tendría e n e lla a sus dos padres. Pero en el/
(y por tanto necesaria mente algunos de sus derechos in
wornc n t o en q u e se produzcan matrimonios entre dos
g rupos locales corporativos , surgirá el problema de la su·
perso11am ) a l a ciudad o Estado, siendo inevitabl e que en
la transfere ncra d e estus derechos se modifica ra considera­
ces i ó n lineal. Es p os i b le que en tal situación no pueda es·
blemente su naturalez a. Pero l a decadenc ia de la gem en
tab!eccrse norma alguna de conducta, resolviéndos e cada
Roma permitió la fmnilia patriarca l como corporac ión (se�
caso por acuerdo entre las personas más directame nte
a f e c t a d a s . Parece que este fue el caso de las hordas o gru·
gún señaló Maine hace tiempo) cuya base, sin embar go no
era únicamente el ejercicio de derechos in rem por e l p� t e r
pus l o c al e s d e los i s le ñ o s de Andamán. El resultado es una ·

estructura i n defin id a v si n fundament o. Si surge alguna nor·


familias sobre sus hijos, sino también el ejercicio d e derechos
. colectivos sobre la p r op ie d a d y el mantenimie nto de un
ma defini d a . s ue l e to mar la forma de sucesión matrilineal -
o de sucesión pa t ri l ineal .
culto religioso de adoración a los antepasado s.
Las leyes sociológica s, es decir, las condicione s necesarias
S i cualquier s oc ie d a d establece un sistema d e corpora·
c l a n e s agrupaciones farni� de existencia de una sociedad que se han indicado aquí
d o nes fundado en el parentesco - ,

como fundament o de las costumbres de sucesión unilineal


l iares, 1 i najcs incorpora dos--�, adoptará n ece s ar i amen t e el
s i s t c rna de l a sucesión u n i li n e al. Por su pu est o , seria teóri­
(patrilinea l o matrilinea l) son:
cfuncntc posibk es ta bl ecer algún tipo de norma mediante
l a cua1 , cuando los pDdrcs pertenecen a d i ferentes grupos, 1. necesi d a d de una formulación de los derechos so·
<.'n c i ertas cinTln s t.:nKins d cfl n i da s, los h i j os pertenecieran al
...
bre personas y cusns It"J suficienteme nte p re cis a en su reco­

�, rupo clcl p::t drc. \' en n t ras al de la rnadre. E s t o produciría nocirniento ge-ne-ral ccnnn ptlYD i111pedir, Cn ln 1T!edida de lo

;:: i t uacioncs con1. p l i uu:bs }', en gcncrrl l , cualquier dd1 n ici ú n posible, conf1ictos
compHcada de de-rechos será probabkmcn tc i n efic a z en com­ 2. La necesidad eJe con tinuidod
de in estructura socia l
pn_rac í ó n con una nd1s sencilla. como sisten1a de relRciones entre las p e rsonassiendo tales
,

relaciones definibles en térrninos de derechos y deberes.

59

j
Los etnólogos americanos que objetan el método de ex­ Cabría esperar que un ensayo como éste tratara el pro�
plicación aquí adoptado sostienen que cualquier ley socioló­ blcma de los factores general es que determinan el que unos
gica que pueda ser formulada tiene que ser necesariamente pueblos adop t en el principio matri l ine a l y o t ros el principio
axiomática. Las leyes arriba formuladas, si son ciertas, como patrilíneal en la detern1inación del status o la sucesión.
creo, aunque no estén expresadas de modo adecuado, pue­ Mi opinión es que nuestros cono c i mient os y nuestro saber
den ser axiomas. Pero aun así, requerirían la atención d e no nos permiten aún tratar tal problema de modo s a t i s fac­
algún etnólogo. U n escritor actual sobre el tema de l a suce­ torio.
sión 1 matrilineal y patrilineal hace las siguientes declarado�
nes: «Las instituciones unilaterales son en sí mismas anóma­
las y artificiales. Las 1natrilineales lo son doblementeJ' ((Las
instituciones unilaterales, dondequiera que se encuentren,
representan desviaciones de lo que cabía esperar. anorma­
lidades en la estructura sociaL)} ((La consideración unila teral
contradice la dualidad de la paternidad y redunda en una
consideración antinatural d e una parte de la familia, con
exclusión de la otra.» Fundado en estas afirmaciones, pa­
rece concluir que la determinación unilineal del status ha
de haber tenido un origen único en algún pueblo aberrante
y haberse extendido después, por un proceso de « difusión» a
gran número de pueblos de Europa, Asia, Africa, Australia,
Oceanía y América. (Desde luego, uno se pregunta por qué
tantas sociedades y de tipos tan diversos habrían aceptado
y conservado tales instituciones « anómalas», « anonnales)> y
« a n tinaturales • . )
Espero que e l argumento de este ensayo haya demo ;tra­
cto, por el contrario, que las instituciones unilineales de
cualquier forma son casi, si ·no totalmente, una necesidad
en todo sistema social organizado. Lo que es raro y desacos­
tumbrado ( no necesitamos decir anormal o anómalo, y mu­
cho menos antinatural) es el descubrimiento de pueblos como
los teutónicos de Europa (al parecer únicos entre los ¡me­
blos de lengua indoeuropea) que conserven durante un
período considerable, hasta el feudalismo y aparición del De­
recho romano, un sistema en el cual exista una anulación
considerable, si no completa, del principio unilineal, y en
el cual una persona obtenga similares e iguales derechos de
su padre que de su madre. '

7. Ronald L. ÜLSON,- Clan and i\Joiety Üt North A m erica, «Unl verp


sity of California Publications», vol. 33, pp. 409 y 41 L
íL Existen sistemas de parentesco bilateral con sucesión tanto a
través de los varones como de las hernbras, en algunas partes de Indo·
nesia, por ejemplo entre los ifugao, de las islas Filipinas. Un análisís
al respecto seria muy conplej o y requeriría demasiado espacio.

60 6í
111. Es t udio d e l o s s i stemas d e pa rentesco '

Durante setenta y cinco años el terna del parentesco lm


ocupa do un lugar especial e importante en la antropología
social Me propongo considerar los métodos que han si do y
.

están siendo utilizados en tal rama de nuestros estudios,


y los resultados que cabe razonablemente esperar mediante
tales métodos. Consideraré y compararé dos métodos de los
que hablaré como de historia conjetural y análisis estructu·
ral o sociológico.
Uno de estos métodos fue aplicado primeramente a al·
gunas instituciones sociales, por autores franceses e ingle­
ses ( principalmente escoceses) del siglo xvm. Dugald Ste·
ward escribió de este método en 1795: •A esta especie de
\ · investigación filosófica, que n o tiene nombre apropiado en
nuestra lengua, me tomaré la libertad de darle el título
de Historia Teórica o Cqnjetural; una expresión que s e
halla bastante próxima e n su significado a la d e Historia
Natural, tal como la emplea Hume ( véase su Historia Na­
tural de la Religión)1 y con lo que algunos autores franceses
han llamado liistoire Raisomtée.• Aceptaré la indicación de
Dugald Steward y usaré la denominación •historia conje·
tural».
El método de historia conj etura l se utiliza de modos di·
ferentes. Uno es intentar basarse en consideraciones gene·
rales, lo que Dugald Steward llama «los principios conocí·
dos de l a naturaleza humana•, conjeturas en cuanto a los
comienzos -de la sociedad política ( Hobbes), del lenguaje
(Adam Smith), de la religión (Tylor), de l a familia (Wes·
termarck), y así sucesivamente. Se han hecho a veces traba·
jos que intentan abarcar de modo global l a evolución de la
sociedad humana (Morgan, Schmidt y Elliot Smith). Nos
encontramos en ocasiones con una historia conjetural del
desarrollo de una institución particular1 como el tratado de

1. Comunicad ··n presidencial pronunciada en el Royal Anthropo­


logical Institute, 111 4 1 . Primera publicación eu dournal of the Anthro­
pological Institute».

63
Robertson Smith sobre el sacrificio. La forma especial del Mi propio estudio del parentesc o comenzó en !9Q4 con
método del que vamos a tratar ahora es un intento de ex­ Rivers, cuando yo era su primer discípulo , y 'í;:>or eñior\ces
plicar un rasgo particular de un o o más sisktnas sociales el único, en antropolo gía social, habiendo estudiado psico­
mediante una hipótesis sobre cómo ha llegado a exis t i r. logía con él anteriorm ente durante tres años. Debo mucho
Tenemos un ejemplo del método de historia conjet ural a aquel contacto con Rivers, pues desde el principio pareció
apiicado al parentesco en el e n sayo de John F, M'Lennan que estábamos en desacuerdo sobre el método. Rivers se­
Primitive Marriage, publicado en 1 865. guía e l método de historia conjetural, a l principio bajo la
Recordaréis las dos tesis principales expuestas e n t a l influencia de Morgan y más tarde en l a forma de lo que él
libro: E l origen d e la cos tu mb re de l a e xog a m i a a part i r llamaba análisis etnológico, según declara en su H istory
del m8TfTiii Ó nio por rapto, y i a proposición '<�El M�j�t¡;_rnª_ rnás of lvl.elanesim1 Society ( 1 9 1 4 a). Pero en su trabajo de cam­
antiguo que i nco rp oró la idea de rel a c i o n e s consanguíne:Js po, Rivers había descubierto y revelado a otros la importan­
era un sistema de parentesco ú n í ca rnen t e a t nrvés de las cia de la investigació n del comportam iento de los parientes
· m ujeres)}, Seis �fig;? J ná�-- --t0r�·-t� a p a rec ió The Syst�ll!? "_ef
_____ __ entre sí, como medio para comprende r un sistema de paren­
Consangurf!tty rpui Affhút):', de Lewis M orga n , una granclio­ teS<:o. E n j uiciaré a continuació n la obra de Rivers, pero mi
sa nwestra de e ru d i c i ón y un rninucioso G.nál i s t.s de los postura es la misma que defendí en mis amistosas d iscu­
datos, al que seguíriu en 1 877 su Ancient Socie ty, e n donde siones con él por un período de diez años y que concluyeron
ofrece un re s u m e n d e hi s t o r i a conjcturi:ll del c u r s o global con el acuerdo de seguir en desacuerdo. M i estima por
del desarrollo social. A e s t o s trabajos de M'Lennan y fv�or­ Rivers como hombre, como profesor y como científico, no
gan han se gu i d o rnuchos otros hasta hoy d ía, en que el IT1,é· ha disminuido en modo alguno por el hecho de creerme
todo de hi stori3 conjetura1 ha sído aplicado de form"s obligado a oponerme a l uso que hace del método de his­
d i fe r e n t es a los d i versos rasgos ele la organización ck pa­ toria conjetural.
rentesco. En principio es necesario dar una definición. Utilizaré
Como ya sabéis, considero 1 a prosccucwn de este rntdo· el término «sistema de parentesco» como abreviatura de
do como uno de los principales obstáculos para el desa­ sistema de parentesco y matrimonio, o parentesco y afini·
lTO l l o de una teoría cient ífica de la so c ie d a d hun1ana. Pero dad. Es una lástima que no exista en inglés un término que
mi p os t u r a ha s i d o frecuentemente mal i n t erpretada. !Víi incluya todas las relaciones resultantes de la existencia de
objeción a la b i s to r i a conjetural no s e debe a que sea his­ la familia y el matrimonio. Resultaría pesado hablar todo
tórica, sino a q ue es conjeturaL La historia nos n1ucstra c ó mo el tiempo de un sistema de parentesco y afinidad. Espero,
ciertos hechos o ciertos cambios del pasado ha n llevado a por tanto, que se acepte m i uso del término. Es necesario
otros sucesos o condiciones� y revela así l a vida humana que no quepa ambigüedad alguna.
en u na región particular del mundo corno una cadena de La unidad de estructura sobre la que se fundamenta un
hechos conectados. Pero solamente puede hacerse esto cuan­ sistema de parentesco es e l grupo a l que yo llamo « fa¡nili<lc
do existen p rue b a s directas sobre los hechos o condfcioncs elemental», formado por u n hombre, una !I1L!jer y sn hijo
p rece d e n te s y sob re los s ub s igu ien t e s , y tan1bién alguna prue­ o hi j os, viya!l o n9 ]ti!1tos. Un matrimonio sin hijos no
ba a u t é n t ic a de su interconexión. En la h i s t�>ria conjetural constituye familia en este sentido. Los hijos pueden ad­
tenen1os un conocim iento directo sobre una serie de asu.n� quirirse, pasando así a ser miembros de una familia ele­
tos existentes en un cierto tien1po y lugar, sin. conocin1iento mental, bien por adopción, bien por nacimiento. Tenemos
alguno de las condiciones o hechos preceden tes, sobre los que reconocer también la existencia de familias compues­
cuales, por consigu iente, estamos o b l i g a d os a hacer conjetu­ tas. En una familia polígama existe sólo un marido con
ras, Para establecer cualquier probabi l í d�1 d c·un a
dos o más mujeres y sus respectivos hijos. Otra forma de
1 s 1 c s conjeturas, neL;,s\t aríarnos t c n c l.� un conoc i rn ic-nio de familia c ompue s t a se produce en las sociedades n1onógarn?ts,
bs del desJrroUo soci�il que cvidenrt:mcnk nu posee� por un segundo m a trim on i o, dando lugar a las relaciones
nKiS y al que no creo que podarnos Ucgar n t Hlca.
entre p a d ras t ro s e hijastros y a las relaciones tales como

64- óS
1 <-L-� de los Iwnnanos sólo de padre o de madre" Podernos considera que las personas es!án unidas por parentesco
;'ow-;idenn� que ias familias -c-ornpuestas están forn1adas de aunque no se conozca ningún lazo genealógico con seguri�
h�-• n ilias eleJn_ent<des ('on un_ rn i e rnbro común, dad. Así, los miembros de un clan se consideran parientes,
l --'-"- ex_istenda de tHE\ fa.milia ele rne n i a l c rea tres tipos aunque en muchos casos es ilnposiblc demostrar su proce�
c'.': ¡ ";da les de la del padre y el hijo, dencía de un antepasado común. f':sta es la d i ferencia entre
r-' -·-; i t e t;' n t r-e l.os uüsn1os ( sibUng5), }-' la lo que aquí denon1inareinos clan y linaje.
d, >r1nrido y espu:_;a ctnno del rn\smo hijo, o de los Así. un siste"'na de parentesco, en el sentido en que yo
J p ; ; mus tJ.na p< l St ,n;:s nace en una farnilia o es adop" estoy usando d;J ténnino, o un s i s te1na d e parentesco y afi­
� �-l i h po1_ una faniilL.t e n ella es hijo o hija y he nn a n o o nidad si se prefiere llamarlo a\;i, es, en primer lugar, u n
lJI_., 'nan;) Cuando un ho1nbrz: se casa )-'' tiene hijos pertenece sistema d e relaciones duales entre persona y persona en
<1. !_1PH fanülia eiernental en la cual es m a x i d o y una comunidad, siendo regulada su conducta en cualquiera!
r �,:;te cruce de fam i l i ;:; s elenlentales forrna ,_unq de estas relaciones, en mayor o menor grado, por la costum­
d�' lo que yo llmnaré, pur carecer de otro térnüno mejor, bre sociaL
-reL.,ciones genealógicas, que se extienden indefinidamente. Un sistema de parentesco incluye también la existencia
! .as tres relaciones que existen dentro de una fanülia d e grupos sociales definidos. El primero de ellos es l a fa­
dcrncntnl constitU)'Cn lo que )-'O Hanw el primer grado. rnilia doméstica, que es un grupo de personas que en u n
S<Y1 rel.acíones de segundo grado aquéllas que dependen de momento deterrrlinado están v i viendo j untas en u n a vi\'ienda
la unión de dos fan1ilias ele1ne n tales rneU.iante u n miembro o grupo d e viviendas, con algún t i po de arreglo econórnico
coJnUn, tales con1o padre del padre, hcrn1ano de l a madre) que podemos llamar Jnantcnirniento colectivo de la casa.
hcr.rnana de la xnujer, etc. Pertenecen al tercer grado rela� Hay muchas variedades de familia doméstica, variando en
cic•nes tales con1o h i j o del hern1ano del padre, y esposa del su fot:ma, extensión y en la forma d e s u vida común. Una
hcnnano de l a n1adre. Podemos trazar así, si tenemos in­ familia doméstica puede consistir en una sola familia ele­
fonnación genealógica) las relaciones de cuarto, quinto ... o mental, o puede estar formada por un grupo de cíen o más
en.ésin1o grado. En cualquíer sociedad dada, se reconoce un personas, como la zadruga de los eslavos del sur, o e!
cierto número de estas relaciones para fines sociales, e s taravad d e los nayar. Es importante en algunas sociedades
dc:cir1 v an unidas a ellas ciertos deberes y derechos o cier� l o que puede llamarse agrupación local de familias domés­
tas {ormas distintivas de comportamiento. Las relaciones ticas. En muchos sistemas de parentesco desempeñan u n
así reconocidas co nstituyen lo que yo llamo sistema de pa­ importante papel l o s grupos uní lineales d e parentesco - -lina,
rentesco, o, de modo completo, sistema de parentesco y afi· jes, clanes y mitades.
nidad. Entiendo, pues, por sistema de parentesco una red · le
La característica xnás ünportante de un sistema de paren� relaciones sociales de tipo definido que constituyen parte
t.esco es su extensión. En u n sistema de extensión lirnitada, de toda la red de relaciones sociales que llamo estructura
tnl conw el sísten1a inglés actual, sólo se reconoce a un social. Los derechos y deberes d e los parientes entre si y
_w'unero limitado de parientes, cuya relación implica una las costumbres sociales que observan en sus contactos so­
z_· 1_H1d ucta especial, o derechos y deberes específicos. Anti� ciales, puesto que todo ello defíne las relaciones, forman
_t;u.w.n1ente, en Inglaterra la extensión era rnucho mayor, ya parte del sistema. Considero el culto a los antepasados, don­
q u e u n sobrino quinto tenia derecho a una parte del wer� de existe, con1o parte del sistema de parentesco, en un
cu.nndo un hornhre era asesinado. En sisten1as d e gran sentido real, constituido p o r las relaciones de las personas
tales corno los de �1lgunas sociedades no europ eas , vivas con sus parientes n1 ue r t o s , y que afecta las relaciOnes
' P 1 l a persona n'��-;.lnO(:er cientos de parientes hacia cada de las personas vi v a s entre sí. Los té rrn i nos que se usan en
-uno de los cu a les su conducta está c-ondicionada por la · una sociedad para dirigirse o referirse a los parientes fora
cnsterv:.;ia del parentr-sco. man parte del sistema, y exactamente igual las ideas que
Ha de indicarse también que en algunas sociedades se la gente tiene sobre el parentesco.

67
Habréis notado que a l usar la palabra «si�tCIT1JI») he hecho
una suposición, importante y d e gran alcance; pues tal pa­ o 6 6 o o 6
T

labra implica que aquello a lo que se aplica es una unidad
1
l' p m m Ilm
compleja, un todo organizado. M i hipótesis explícita es que, 1
entre los distintos rasgos de un sistema particular de pa­ 1
o 6 EGO o ú
rentesco, existe una compleja relación de interdependencia.
p p hi H:
L a formulación de tal hipótesis viable lleva inmediatamente
al método del análisis sociológico, mediante e l cual inten­
� �
tamos descubrir la naturaleza de los sistemas de parentesco o a o a
como sistemas, si e s que realmente lo son. A tal fi n precisa­ h l' p h H
mos establecer una comparación sistemática de un nú­
Fig. l . - C HOCTAL
mero suficiente de sistemas lo bastante diversos. Hemos d e
compararlos, no en cuanto a características aisladas, super­
ficiales y p o r tanto inmediatamente observables, sino com > ¡-- ,- - -·-¡
conjuntos1 como sistemas, y con relación, por tanto, a ca­ o /', 6 o o 6 �

1
p p p m m Hm
racterísticas generales que se descubren solamente en el
proceso de comparación. Nuestro propósito es llegar a abs­
¡-�
tracciones válidas, o a ideas generales en cuyos términos o 6 EGO o 6

\
p u e d a n definirse y clasificarse los fenómenos. hih Hih m llm 1
'

Me propongo ilustrar l o s dos métodos, el de historia ' __ _ L_


1

!
conjetural y el del análisis d e sistema, mediante un ejem­
1 1
o D. o ú
plo particular, y a tal fin selecciono un rasgo particular h H m Hm
de la terminología d e parentesco de un grupo de tribus
dispersas. Cuando Margan hizo s u estudio de la terminología
del parentesco en las tribus norteamericanas, sei\alaba cier­
l Fig. 2 . - OMAHA

p Padre m � madre
tas peculiaridades en los términos referentes a los sobrinos. hi hija
H � Hermano �

En la tribu choctaw descubrió que un hombre llamaba a l Hi Hijo h = hermana


hijo de l a hermana de s u padre con e l mismo término que
usaba para su propio padre y para el hermano de su padre.
Podemos decir que el hijo d e la hermana del padre es tra­
tado como si fuera un hermano más joven del padre. Re­
mana de su padre. Las figuras 1 y 2 aclaran estas termi­
cíprocamente, u n hombre llama al hijo del hcrmm:o de su
nologías.
madre con el término usado para «hijlh. De acuerdo cori
En bastantes regiones existen terminologías similares
esto, aplica un término de parentesco a la hermana de su
a la omaha: a) en las tribus siouan emparentadas con la
padre y a la hija de ésta, y habla de la hija del hermano
omaha, tales como osage, winnebago, etc.; b ) zcn algunas
de su madre como de una «hija». Por otro lado, en la
tribus algonquianas, de las que podemos tomar como cjem·
tribu on1aha, Morgan descubrió que u n hombre llarna «tiO»,
plo los indios fox; e ) en una zona dé California que incluye
es decir, hermano de l a madre, a l hijo del hermano de su
los miwok; d) en algunas tribus del este d e Africa bantús
madre, y «madre» a l a hija del hermano de s u madre, de
y no bantús, incluyendo los nandí y los bathonga; e) entre
modo que recíprocamente habla del hijo de la hermana del
los nagas lhota d e Assam; f) en algunas tribus de Nueva
padre designándolo con e l término que usa para e l h i j o
Guinea. Tenninologías similares a la choctaw se encuentran:
d e l a hermana, y u n a mujer u t iliza el m i s m o término para
a) en otras tribus sudorientales d e Estados Unidos, in
su propio hijo, el hijo de su hermana y el hijo ele la her-

68
b ) en las tribus c r o vv e hidatsa de
· · J u y c n d o lus c h c rokc c ; moniu de grupo, explicaba la tern1inología de las islas Banks
la �on a de los l la nos ; e ) e n t r e los hopi �· a lgu n o s otros pue­ como resultado de la costumbre d e casarse con la viuda del
hlos i n d io s ; d) entre lo� t l in g i t y naida d e la costa noroeste hermano de la m a d r e . G ilford ( 1916) , habiendo descubierto
de J\HH�rica; e) e n las islas B a n k s en Md anesi a ; f) e n una el rasgo característico del si s t e n1 a omaha en los miwok
,:omunidad de l engu a twi, d e l oeste africano. de Ca l i forn ia, siguió e l argumento de Kohler y Rivers y lo
quienes c o n s i d e rarían este tipo d e terminología como explicó corno resultado de l a c o s t u n1brc d e casarse con la
·· c o n t raria al sentido c o m ún ,; , lo cual significa ú n ic a m e n t e hija d e l hermano de l a esposa Al xnismo tieinpo, e inde­
.

' l U C no está de acuerdo con nuestras ac tua les ideas europeas pe ndi e n temen t e , B r e nd a Se l i g m a n ( 1 9 1 7 ) da la m i s m a ex­
'le ¡ u rentcsco y su tcnninología. Debe res u l t a r fácil para plicación del rasgo on1aha cuando apa n:: c e en los nandi.s y
,, u a l q uicr antropólogo re c ono c e r q u e lo que es de s en t i d o ot ras tribus africanas.
''Otl \ Ú ll en una sociedad, p u e d e s e r t o d o lo co n t rarío en Rcsuiniré el argumento con referencia al tipo omaha. La
u t ra. Las tenninologbs c hoct aw :!'' mnaha requieren u n a hipótesis consiste en que en ciertas sociedades, principal­
icación, pero igua.lrncnte la t e r m i nología in g l es a , en l a mente e n las que poseen una orgtmización patrílineal defi�
f_-ua1 u ti liz a rnos l a palabras t< Sobrino» para l o s hijos d e her­ nida, se adoptó _p or alguna razón la costun1bre de penn i t i r
_

m a n o s v hen11anas, tanto del padre como de la Inad r e -lo a un hombre casarse con la h i j a d e l hermano d e s u m a d r e ,
' ua! p1:obablcmente p<:1. recería a algunos n o europeos n o Considerando la figura 3 , e s t o s i g nifica q u e a D se le permi­
'-: ólo c o n t ra r i o a l sen ti do comt't n, s i no incluso contrario a tiría casarse con L Cuando s e realiza un m a t riinonio de
l a. lJlOl'aL Lo que quisiera, p o r tanto, d e n1ostraros es que las este t i p o , en cuanto a G y h, f, que es la hija del hermano
t<.:rmi nologías c: h oc t a w y o rn ah a son t a n lóg i cas y apropiadas de s u nu1drc, se convertiría en su madrastra y E, e l h i j o
en s u s propios sistenws sociales como l o es nuestra tern1i­ d e l hermano d e s u rnadre, se convertiría en e l hennano d e
J 1olog_ia en nuestro propio s i s t crna social. s u madrastra. L a h i pó t e s i s entonces supone q u e l a tenni·
'Yn d i rh 1 q u e el sisten1a choctaw y el s i stcn1a o m a h a exhi­ nología de parentesco se Inodificó para a n t i c i pa r esta fonna
ben u n prinCi p i o estructural único, aunque aplicado de mo­ de matrimonio dondequiera que pudiera darse. G y h l la ­
, J o s d i s t inlos, e n lo q u e podemos quizá llamar direcciones marán a f. hija del he-rmano de su madre y por t a n t o su po­
o p u e s t a s . Por consiguiente los considerarcrnos juntos, como sible futura madrastra, <nn a d r e » , v al hermano de e l l a E.. l e
•: aricdades d e una m i s rn a especie. 1lan1arán « hermano de la mad r�t>, Recíproca rn e n t e , ' f
lla­
Se han hecho Yarios intentos d e explicar estas t e r n1ino­ mará {(hijo>> a G, y E le llamará « h i j o de la hernmna » .
)oQ[;JS m e d i ante e l m é t odo el e hist oria con j et u r a l . El p r ime­ Existe u n argun1cnto paralelo para e l sisten1a choctaw. Apa"
, o, de cllos, 1 897, es el cnsa)'O de Kohler Zur Urgeschichte rece la custurnbre por la que un hon1bre puede casarse
der Che. Kohícr empezaba por defenderla teoría de Morgan ocasionalmente con la viuda del hermano de su madre. En
del rnatrirnonio de grupo, y u t i l i zaba los sistemas choctaw la Jigura, G pu d rí a casarse con b , mujer del hermano A de
\' oJtEtha conw argurncnto. Explicaba la terminología choc� su madre. De e s t e modo E y f se convertirían en sus
! �n\· como resultado del Hta td n1o n iu con la rnujer d e l her­ hijastros. Si este matrimonio se prevee en l a terminología,
ln<lllO de la n1adre, )' el s i s t e m a on1aha cun1o resultado d e
' E y f llarnarán a G << padre}> y a h << herruana del padre».
la .--os t urnbre d e l rnatrimonio c o n l a h i j a d e l hermano d e la Seíialemos que en la tribu omaha, y en algunas o tras con
(-_' sposa. El ensayo de Kohler fue revisado p o r Durkheim una terminología sin1ilar, se pern1ite a un h o m b r e casar­
í ! 898 l e n una breve pero hnportante contribución a la teo­ se con l a h i j a d e l hermano de s u mujer. E l matrimonio
ría d e parentesco, R ec haz ab a la hipótesis de Kohler, e in� con l a viuda del hern1ano de l a 1nadre no parece ser corriente
, l ic d J a la co nexió n de lo"� sis tem a s choctaw y on1ah a con en sisternas con tcrrninología choctaw, y se produce sin ella,
_l a descendencia rn a tri l i n e al :y p a t r i lineal respec t i v a m e n t e , incluso en tri.bus con una t e r minología como l a bathonga.
El. t e 1 n a fue _estudiado nuevanH.:nte por Ri·vers1 que ha­ La base de lo que podemos denominar hipótesis de
( ' ic.ndo en e s t e caso el e <.;t u d io sobre las -iSlaS Banks, s i n Kohler es e i hecho evidente d e que en cada u n a de l as
\ kar, comu había hed_-HJ Kohler, l a c u estión d e l matri- dos varieUadcs la tern1inología y la fonna especial de rnatri·

71
n�logia e n l! na so iedad q ue ya tiene poli�inia __ de herma­
1 �
_
nas, la termrnologra no puede ser e l resultado inmediato


o = ll
de la costumbre m a trimoníal sín la acción concon1itante

ll o
~
ll o
de algún otro factor indeterminado. Tenemos ejemplos Je
socredades en las cuales u n hombre puede a veces casarse
con la vtuda del hermano d e su madre, pero solamente usa
E f G h la te;mmologra que tal matrimonio establece después de
_
que este se r e� hza Aunque no hemos recogido ejemplos de
.

Fig. 3 este procedrmr �nto en el matrimonio con b hija del her­


mano de la mujer, es al menos concebible que pueda darse
Nota : A y e son herma no y hermana
el caso. Lo que falta a la hipótesis que estamos examinando
es alguna razón por la que toda la terminología se a justara
monio son consecuen tes; an1bas Cosas se ajustan en lo que
para adaptar una forma particular de matrimonio qt:e sólo
podríamos llamar _ll!lE! _ fonna_ Ió¡¡ica. Creo que cualquiera
se da ocasionalmente.
puede verlo analizando Jos datos. Pero hr_ hipótesis V<:t__m ¡ís
_ pe¡ c mos ahora la hiJ.?ótesis exa111Ln�m\'2 _ lg� principios
allá, ?.l1J'0!1e que existe_ [ll¡¡úrLlipo- de cqnexión tal _qu�_ P'd�:.
estructur¡¡les _ de aquellos sistemas de parentesco en !as cua:
d a .de�Ic�� q1,1�!a coH!.lmbn: delmatrünordo ha causa d o, pnr
les se da esta terminología, sea en la forma choctaw 0 en
duci9()�_() �lo1�2C:()!11() !:<:'S!lltad 9 _ !¡> t �:r!llins>log í¡t _ c:special, 1-{a
..

la omaha. Es necesario, no obstante, decir algo sobre el


s e aporta prueba alguna de que éste sea realmente el mo<JQ
teina de las terminologías de parentesco, sobre las cuales
como las cosas sucediero11 _- E l argumento es totalmente ­
ha habido mucha controversia. Margan se interesó en el
a piioiT Debido a l a poca consistenc ia de la historia con­
tema inicialmente como etnólogo, si por tal entendemos
jetural, su hipótesis no puede ser verificada . Así, esta hipó­
qUien Intenta descubrir las relaciones históricas de los
tesis n o puede considerar se más que como especulació n o
pueblos de la tierra. Creía Margan que recogiendo una mues­
conjetura sobre cómo pueden haber ocurrido las cosas.
tra suficiente de terminologías y comparándolas, podría des­
Sería igualmente plausibl'e sugerir que la forma especial
cubrir la relación histórica de los indios americanos ( Jos
del matrimonio es el resultado de la terminología. :SL como ..

pueblos ganowanianos, como él los llamaba) con los pueblos


en la t�rminología del tipo ()!J)aha, trato a la. hi j a c!el her­
de Asw. En el curso de su trabajo, sin en1bargo, decidió
mano d e mi mujer, como s i fuera la hermana más joven de
que estas t � rmlnologías podían usarse para deducir l a exis�
m i mt!J�r y, por la cos(y¡nbre del sororat�, se con�Télú � tencm. antenor de formas de organización social. Supuso que
apropiado e l que m e case con la hermana más joven de.• !11 Í

muj e _l entonces puede permitírsem e casann e c�n la rnqj�r .la terminología clasificatoria que descubrió en tribus nor�
teamericanas tales con1o los iroqueses, era inconst.'cuen t e
c¡ue, ·en el sistema terminológic o, es tratada como t a l , . es
con l a forma d e organización social e n que se funda rca.l·
· decir, ]ª h i j a de su herm,ano. E s t a hipótesis, por supuesto,
mente, y no puede, por tanto, haber surgido en una socie­
carece igualmente d e pruebas. Si adoptamos la hipótesis
dad así organizada, sino que h a de ser una « reliquia))- de :11*
d e Kohler se concibe que la terminolog ía está en cierto
gún tipo diferente de sistema social.
sentido explicada, pero no hay explicación de costumbre
Esto era, claro está, pura suposición, pero e s el tipo de
matrimon ial. Mediante l a hipótesis alternativa s e exp lica la
suposición que anima a adoptar, a veces inconsciente o in1-
costumbr e del matrimon io, pero l a terminolo gía no. N o
plícitamcnte, el método de historia conjetural. Morgan fue
veo que exista motivo alguno para elegir una d e estas dos
llevado así a una de las hipótesis más fantásticas en una
hipótesis como preferible a la otra, excepto la predilecció n
materia q ue está llena de hipótesis fantásticas< Lo cierto es
puran1ente personaL
que d había dejado de comprender la naturaleza y función
N o obstante, mientras que p ode-mos concebir la cos t unl·
d: la t e rn1inología clasificatoria. Nada hay que es torbe más
bre matrimonial como el resultado inrned iato de la t errni-
chcazm c n t e la percepción y comprensión de las cosas tal

i
t
l
L' P \ \ l O suH q u e l a s h i pó t esis de h i s t oria conj etural , o e l deseo o suclal ) no le ct.Jncicrncn la s re l aci o ne s c:..au_;;qJe� .. cn ...J::_st e
.
dt' i rnTl l t a r tales h i pó t e s i s . - s e n t i d LL 1�1 cunceplu de_ causa y efccto coq:es_p.oxHle pr.opia:­
__
f i no d e los primeros críticos ele M_urgan, St_arck,_e (1 8_8 9 ), m en t e a .. ia ciencia - a p l i c a da, a la v i da p rác_tica� _s_u§. ar_t��
· _ Y_ ,...
(T,·o que fue el p r i nlcTu en m a n t e n e r ia postura q ue yo h e té cn i c as, y a 1 a _}l i � i q r i a .
n 1 a n t en i du s i c n1 p rc , Sostenía que, C fl_ generaL una____ Il () ffi c n - E s t o nos l ley�1 tlf!-' c e n t ro misrno J e l debate River:s-Kroe­
_
c L .< l u r a d e parentesco e�s {\ el fiel reflejo de las r_elad6nes ber. R i H"rs sostiene que l a s carac terhiicas de u n a no1ncn�
j u 1 íditas qUe Surgén entre 1os parientes __más c e rc: ano_:S, _ _ d e c l a i ura dc1 parent c-su.l e s t ún d c t c rrnhw.das por factores so­
¡__- � � d a u-ibu ,} . Coridcnaba con1o i rracional e l i n t e n t o d e u t i lizar c i ales o sociulógkos, que )_o s rasgos particulares de la ter�
t a 1 1''' nomenclaturas pa r::.1. re c o n s t r u i r histórican1ente l a s so­ minolugía son conse...:uencia de 1 asgos particulares d e la
ciedades an tiguas. Serí;:-;, i n teresante considerar p o r qué S t a rc� o r ganiz ac ió n sociaL Contra e s t o , Krocber sostiene que lo s
kc ha t e n i d o t a n pocos seguidores y _Morgan t a n tos, p e r o rasgos de u n _ s i s t e m a de t cnn i n ol o gía {(están prirnariarnente
nn puedo hacerlo ahora. d e t e r m i nados por e! lengu a j e })- y (< re-11e j a n psicología, n o
¡"�n 1 909 K roebcr publicó en n u e s t ro (( Journ a l >) u n t rabajo svciul u.g ía)) . « Los t é r m i n o s d e parentesco --- --escribió- son
soh r c Clussificaturv S \ ·.-,· í e m s of Relatiunsflip. Rh·ers replicó determi nados pri"n1a r í a m e n t c por factores lingüísticos, y
a hs asc\Tracionc� d� ese artículo e n s u s conferencias so� a f ec tado s sólo ocasionalmente, y p o r t a n to i n directaxnente,
bl'' K i u dlip mu.l Social Organization ( 1 9 1 4 b) y :V� roebcr por las circunstancias so c i a le s . }) Pero en su ú l t i n1o trabajo
a las c rí t ic1s de Rivers en su Calif()t"Jlia Kinship Krocbcr explica que lo que él l l ama factores psicológicos
S· <: [ C!Jl5 ( 1 9 17 ). (> son fcnórncnos sociales o c u l t urales tan entera y co m p l e­
Y o d J .:;; c u t í e l t raba j o de Kroebcr con Rivers cuando apa� tame n t e como las i ns t i t uciones. creencias o i nd u s t ri as son
y la verdad es que estaba en desacuerdo con an1 b as fenómenos sociales>). Su tesis e s t a blece, p o r tanto, u n a dis­
p 0 1 t e s · Je l a c o n t roversia. Kroeber escribió: « Nada es n1ás t i nción entre dos t i p o s de fenómenos sociales, a uno de
i n :·:�:'guro que el rnetollo c o mú n de deducir la existe11cia, l o s cuales l lanw i n s t i tucional, definido co tn o {< prácticas re­
re c i e n t e dé i n s t i t u c i o n e s sociales o n1ari t al es pa r t ie ndo __ d e l a t ivas a l n1atriinonio1 descendencia, re l a c i o ne s personales,
una designación d e parentesco.>) Esto e s u n a exposición d d y s i rn i l a rCS l> . Son lo que él Han1aba en su primer t rabaj o
ck h a t e d e Starcke d e 1 889, con l a cual y o e s t a b a y estoy « f actores soc i a l e s » , Del otro t ipo h a b l a c om o de psique
t o t::d rncnte de acuerdo, no estándolo, pues , con Rivers. Kroe� de la c u l t u ra , {( e s t o e s , l a s fo r n1 as d e pensar y sent ir carac�
b c r escribió t a m b i é n : " Característica desafortunada d e la terísticas de l a c u l t u ra,), Esto constituye lo que él lláma
a n t ro pol o gí a de los ú l t i m os ar1os ha sido el buscar e n gran ractores psicológico s .
medida causas especificas d e h e c hos específicos, conexiÓ11 Así, la t e s i s de Krocber, e n su as pe c to p o s i_t_iyq ,__ e s. qu_e
__
_
e n t r e lo que puede establecerse sólo mediante l a prueba las s e me j anzas y diferencias d e l a nornencla(\lra d e paren­
s u h ] c t i \·amentc elegid<J:. U n más a m pl i o conoci rn i ent o y u n a tesco han d e ser interpretadas o comprendidas p o r refe-
¡n;-n·or l i b e rt ad están haciendo cada vez m ás evidente que n:ncia a semejanzas :;l d i fe ren c i as con el <(nlq<J.o de ___pep�
l a s expl icaciones causales de los fenómenos a n tropológicos san> gcriétci.tl. En Su aspecto negativo, que es en el q u e
sc'parados pueden raramente tener con1o base o t ro s fcnóme� ...
estamos li1tcresados, la tes i s d e Krocber establece que n o
nu\ separados.)) Con t a l e x pos i ción estoy t o t alme n te de ex i s t e estrecha c t nexión entre las semejanzas y di fe r enc i a s
acuerdo. ele n o m e n c l at u r a del p a re n tes co y las semejanzas y dife­
P e r o t a n t o Kroebcr co rn o Rivers parecen e s t a r d e acuer� ren c i a s ele las {d n s t i t u c i o neS>l, o s e a , las p rác t icas relacio­
dn en que las e x p l ica c iones causales son necesarias para nadas con e l m a t r i m o n i o , la descendencia y las relaciones
ht ci)nst ! t ución de lo que Kroeber l l mna « ci encia verdadera'>, personales. A d rn i t c { 1 9 1 7 ) la existencia d e v indudable corres�
P a ra R i vcr s la a n t ropología es una ciencia verdadera en tan·
.
pondencia d e. terrninología y u so s sociales e n ciertas partes
t o e n cLwnto puede m o s t rar conexiones c a us a l es ; para Kroe� de A u s t r a l i a y Oceanía}}, pero n i ega l a existencia de tal
be¡ no es una ciencia ven.iadenL D i si e n to aquí c o n arnlJq�, co rre s p ondenci a en C al i f o r n ia , Podría indicarse que e n Aus­
s o s te n i e ndo q u e a una c i en ci a teórica purá "(física, ..biológica tralia y Oceanía se ha b us c ad o de l ib crad mn ent e , y no así en

75
California. Bien puede ser que ya sea demasiado tarde para que. tales relaciones existen, apoyándom e en mi trabajo de
buscarla en lo que queda de las tribus californianas. campo en más de una región. Y creo que será confirmado
Frente a Kroeber, y e n cierto sentido de acuerdo c o n por cualquier antropólogo que haya hecho un e s t u d i o d e
Rivers, sostengo q u e en t o d o el n1undo exi s t en correspon� camp o cornpleto de u n s i s te1na de parentesc
o. 2
dencias importantes entre la nomenclatura de parentesco y H e tratado de la controversi a entre Kroeber y Rivers
las prácticas sociales. Tales correspondencias n o son sim� porque, tal corno ambos i n dican1 el probleina real no se
pies suposiciones, pueden demostrarse mediante el trabajo refiere únicamente a términos de parentesco, s in o que es
de campo y el análisis comparativo; pero su ausencia tan1- una cuestíón rnuy importante del método general de los
poco puede suponerse, y creo que los argumentos d e Kroeber e s tu :li os antropológíco s. _)yie pª rec.: e gY.�- �1 p1ej �n· rnodo ele
asegurando que no existen en California no son en absoluto e:xptiqrrg? c.:1�r��-�e�!t: rnt_ pn?p!ª_ _pq�j�i.Qn.Jt�r� mostraros en
convincentes. qué d i fiere de la de Rív<:r&� pQL Iln la;;!Q, y de la de Kroe­
Para Kroeber la nomenclatura del parentesco de un pue­ ber por otro.
blo representa su forma general de pensamiento, tal como ..
L os s i s ternas d e parentesco han sido construidos y rt>
se aplica al parentesco. Pero las insti tuciones de u n pueblo construidos por el hon1bre, en el rnisrrw sentido en que lo
representan también su forma general de pensamiento sobre han s i d o las lenguas, l o que n o significa que sean nonnal�
el parentesco y el matrimcnio. ¿Hen1os de suponer que en mente construidos o cambiados por u n proceso de delibt>·
las tribus californianas la forma de pensar sobre e l paren­ ración y bajo el control d e un objetivo consciente. Una len­
tesco, tal como aparece por un lado en la terminología y gua ha de funcionar, esto es1 ha de prÓporcionar un ins ...
por otro en las costumbres sociales, no es sólo d i ferente sino tnnnento de COITIUnicaciÓn rnás O D1Cll0S adecuado, y par a
que además no está relacionado? Tal parece ser lo que Kroe­ que pueda funcio:uar ha d e ajustarse a ciertas condiciones
ber está proponiendo. generales necesarias. Una comparación morfológica de las
Kroeher subrayaba en 1 9 1 7 que su trabajo original re­ lenguas nos 1nuestra los diferentes rnodos en que estas con�
presentaba «Un sincero intento de comprender los sistemas diciones se han cumplido mediante la u t ilización de los
de parentesco como sistemas de parenteSCO>>, Pero por ;< :;is­ diversos principios morfológicos tales como inflexión, aglu-·
t em as de parentesco» Kroe\)gr_ wtiende (lpicªm'.n te !l!L.�i s­ tinación, orden, m o d i ficación interna o uso ele tono o acen­
tema .de n.om.enclatura. Adeoocás, Kroebcr es un etnólogo, n o to. U n sistema d e Pªfe!ltesco Jambi\ln h a de funcimwr s i
uíi.· ai:JTrof>ólOgo social. Su principal, y quizás único i n terés quiere existir o persistir. J! a !l<: procrm¡r t.tn siste.ma ordena:
por el tema, radica en la posibilidad de descubrir y definir do y viable d e relaciones soci¡¡le� definidas p()¡; el uso so­
las relaciones h i stóricas de los pueblos mediante la compa­ cial. Una c()mparación de lqs diferentes . .sistemas . nQs muestra
ración de sus sistemas de nomenclatura. como han sido c�eados los sist�mas yia,ble� de pa re n t es co
M� _J?:ropia __ ()pinión es qu e _ la JlOrpSl?_d cl lyr:a ll_t:____ par�n_le�co
__
mediante l a utilización de ciertgs m"incipios �structurales
y ci ert os rnecani�roos.
,
es un�. JJarte del Sistema de p a rente S C O , cleJ lll iSmO .JilOdO ,
que es una p·arte intrínseca del len�uaje. L<h relaciones en­ lln rasgo común de los sistemas de parentesco '" el re­
tre l!l ngmenclatura y e l resto del s i s tema, r,J ac:illne.> ...
conocif[lí�ntQ . <!� SÍ!:I.tils ,ql,!!t;goEÍ!IS O ,fi'!§esL dentro de las ..
dentro de un conjunto orden.,ao. Mí i n terés, en el trabajo cuales pueden agruparse los diversos parientes de una mis­
p
de campo e'n' las diversas artes' del mundo y en íos estudios .
ma persona . J,a r<;olªdón §ociai real entre una perso n a y su
comparativos, es descubrir la naturaleza ele estas relaciones. parient�, definida por derechos deberes, o ªC\i!t.tdes y for-
En e l . estudio . �eal de un sistem¡¡ . d� !lªn;nte�co l a no·
( -�S-·��- �
rfi-�:n·c_-Ll ��a __ �
; _�a i-�- p�Qft3n-¿i·a_.·_-__- rop_c)f_C�_C)_na _ _ el
ill-9f0i: 2. Mi postura ha sido mal interpretada, y, por tanto,
canli�-_o- 1�- &
j:i_ar�_ - ---�-I�Y��ti a�ióri ' h'
_ á n/d is _ ch;L_ :_?!?tc:n:iii.�-'-�dé­ por el doctor Opler ( 1 937b) en su trabajo Apache Data concenúng th�J.
parcn t"CSCó cOino ui-1" fOdo. -No podría ser así, por supuesto, Relatiou of Ki'nship Terminology to Social Classlficatúm; pero iüs pri­
meros dos párrafos de otro de los trabajos del doctor OplfT \ 1937a),
si no····C'XTSHCY:iiii·-·reláCi'óú·e·s auténticas d e interclependencia
Chirica!uw Apache Social Organisation, sst ablecen lo que en aqud
entre la terminología y e l resto del sistema. Puedo monH.'tHO era su punto de vista y Htmbi¿n el mío.

76 ''
1'7
n �:.1s de conducta socialmente aprobadas, está fijada en pero s u d eíini d ó n es ignorada a menudo, quizá porque la
:nayor o menor grado por l a categoría a la que pertenece gente n o s e mplcsta en leerle. U na tenninología es clasi­
d pariente. Corüúnmente, la nomenclatura de parentesco se ficatoria cuando u t iliza térnlinos que se aplican primaria�
u t i liza c omo medio de establecer y reconocer estas catego­ m e n t e a parientes lineales, tales como <{ padre)), para refe­
t ías. Un solo ténnino puede usarse para referírse a una rirse también a parientes colaterales. Así, según la defini­
ut t egoría de parientes, y las categorías cHferentes se dis� ción d e Morga n , la palabra inglesa << tio}} no es un término
t i nguirán por diferentes términos. clasiflcatorio, sino todo lo con t rario, ya que se utiliza su�
Consideremos un sencillo eje1nplo d e nuestro propio sis� lamente para parientes colaterales. Kroeber ( ! 909) critica a
t i:' rrut, Hacen1o s algo que no es con1ún en la rnarcha general IY1organ, rechaza su concepto d e las tern1inologías clasifica�
dr:: los sistemas de parentesco: consideramos al hermano torias y procede a hacer uso de la misrna distinción, toman­
del padre y al hermano de la madre parientes del m i s m o do corrw uno de los rasgos importantes de las tenninolo�
t i po de categoría. E n inglés --y en o t r a s lenguas- se apli� gías la medida en que separan o distinguen los parientes
r·u a mnbos un solo término (urzcle)1 que denota original� lineales de los colaterales. Parece ser únicamente la palabra
n:ente hermano de la madre ( de l latín avunculus). La rela· (<clasificatbrio» lo que n o agrada a Kroeber. Sin duda no
: · í ó n legal en el Derccho inglés, excepto para bienes vincula­ es la palabra ideal; pero se usa desde hace mucho tiempo
dos v títulos de nobleza1 de un sobrino es la misma con y no se ha sugerido ninguna Incjor aunque s e hayan adcn
r•esp�cto a ambos tíos; por ejemplo, e l sobrino tiene los lantaclo otras.
mismos derechos a heredar, e n caso d e intestado, sobre l o s N o m e propongo tratar de lodos los sistemas en cuya
hir"nes ele ambos. E n l o que puede llamarse el comporta· terminología se aplíca el principio clasificatorío, sino so­
J n iento socialmente estandarizado d e Inglaterra, no es po� lamente los de cierto tipo más generaL En estos sisternas Jª
s i h l e señalar dístinción regular alguna hecha entre el tío distinción _e ntre parientes . lineales_ y coláJCr'ril�_s_"í3::L.r�cono.ci::.
p;_=tterno y el materno. Recíprocamente, l a relación de u n da claramente, y tiene gran importancia ertl<l yjda .social,.
hornbre con las diferentes clases de sobrinos, e s , en gene- peto está subordinada en ciertos aspectos ...a.".otro . .pr:incipio
.

la rnisrna. Por extensión, no se hace ninguna distinción estructural d e l que podemos hablar como el RIÍrrcipio Qí:.
..

í mportante entre el hijo del hermano de la madre y el hijo solidaridad del grupo consanguíneo. Un grupo consanguí·
dd hermano del padre. neo está constituido por los hijos e hijas de un hombr'e
En Montenegro, por el contrario, por tomar otro ejem· y su mujer en las sociedades monógamas, o por un hom­
pJo europeo, los hern1anos del padre constituyen una ca� bre y sus esposas donde existe la poligamia, o p o r una
tegoría, y los hermanos de la madre otra. Estos parientes mujer y sus maridos donde existe la poliandria. El vínculo
son denon1in:1dos con distintos términos e igualmente sus que une a hermanos y hermanas en un grupo social se con­
respectivas esposas, y las relaciones sociales que un hombre sidera importante en todas partes, aunque mucho más en
nw.ntiene con sus dos tipos de tíos tnuestran marcadas di� unas sociedades que en otras. La solidaridad d e l grupo con­
fr:�rendas. �anguíneo s e manifiesta en el prín1er caso en las relaciones
No existe nada « natural» en la actitud inglesa hacia los sociales entre sus rniembros.
; íos. Además, muchos pueblos en muchas partes del mundo De este principio s e deriva otro del que hablaré como
considerarían el n o distinguir entre parientes por parte del la unidad del grupo consanguíneo, lo que no s'e refiere a la
y parientes por parte de la madre, como antinatural unidad interna del grupo, manil1esta en l a conducta recí·
e i ncluso iinpropio. Pero la terminología es consecuente con proca de sus miembros, sino a su unidad con respecto a
todo nuestro sistcnw de parentesco. una persona ajena al grupo, unida a e l por una relación
Todos los sistemas de parentesco de los que aquí trata· especifica con uno de sus rnieinnros.
mos tienen ciertas formas de lo que Morgan llamaba ter­ Un diagram¡, puede ayudamos en el análisis. La fign­
Hlinología «clasificatoria». Lo que Morgan expresaba con ra 4 representa un grupo consanguineo d e tres hermanos
este térn1ino e s tá lo suficientemente claro en sus escritos, y dos hennanasp con el que Ego está relacionado por ser

79
Lo n1ismo ocurre con el grupo consanguíneo de la ma·
drc. Las hermanas de la madre se consideran parientes dd
mismo tipo que la madre} tanto en la terminología como en
ciertos principios d e conducta o act i tud. En algunos sis te­
Fig. 4 mas, el hermano de la madre es tratado también como pa­
riente del mismo tipo que la madre. Puede designársele
como <{madre n1ascu lina•}, cmno en las tribus bantús en
el hijo de uno d e los tres hombres . E n los s i s temas de Afríca y en las islas Tonga del Pacifico. Si se resalta el
.
parentes co d e los que estamos tratando ahora, lego consr· principio de la edad, los hermanos de la madre pueden
dera que mantien e el mismo t i p o de r� lació n general co ? d i s tinguirse según sean mayores o más jóvenes que la m a d r ¡; .

todos los miernbr os del grupo. Para el el grupo consü­ Quienes nunca hayan tenido contacto dírecto con síste�
tuye una unidad. Su relación con los herman os y h�J:lll<l· mas de este tipo encontrarán dificil comprender que l a her,
\las el\< §u Pª"ílr� §Q cQ\lSÍcl':'ra del mismo tipo genera LqL¡e mana del padre pueda ser considerada como un p ad re te­
la. relación S:'?\1 §lL Pec!rs:. Dentro del grupo, sm embarg o, menino, o el hermano de la n1adre como una n1adre rna:l�
hay i:fosprí ncipios de diferen ciación , sexo y ancwm dad, que culina. Esto es debido a la dificultad de disociar los términos
se
han de tomars e en cuenta . E n los sistema s en que no << padren y « madre» de las connotaciones que tienen en nucs�
idad, un hombr e trata a los herman os de
destaca la ancian tro propio sistema sociaL Y es absolutamente necesaria tal
�ual
su padre, tanto a los Inayores corx:o a los n1ás jóvene s, � disociación para poder entender los sistemas de parentesco
d1nge. a ellos por el m1smo
que a su padre. Se refiere o se de otras sociedades. Quizás ayudará e l que me refiera a otra
Y·. en
términ o de parent esco que aplica a su propw padre, terminología que nos parece peculiar. La mayoría de los
nto haoa eilos
ciertos aspect os import antes, su compo rtmme sistemas que estoy tratando ahora tienen una palabra para
prop10 padre . Lo
es simila r a su compo rtamie nto hacm su '<niño)} o palabras para �< hijo» e «hija') que un hombre
supu sto, d1fere nte
que define este compo rtamie nto es, por � aplica a sus propios hijos y a los hijos de su hermano, y
Jmpor tancw a
en los distint os sistem as. Donde se da gran una mujer a sus propios hijos y a los hijos de su hermana.
entre e l herma no
l a ancian idad, un homb re puede distin guir Pero en algunas tribus australianas existen dos palabras
o en c�n­
mayor y el peque ño, ya solam ente en c?nducta , diferentes para « h i jo», Una es la u t ilizada por un hombre
_ un elemen to co­
ducta y termin ología , aunque subs1s te aun para su propio hijo (o el hijo de su hermano ) y por una
todos los « padre s» .
mún en l a norma de condu cta hacia . mujer para el hijo de su hermano; la otra es la utilizada
es más impor tante que l a dife­
La difere ncia de sexo por una mujer para el hijo propio o e l de su hermana, y
idad en
rencia de edad y e n esta mater ia existe gran divers por un hombre para el hijo ele su hermana. Creo que veréis
los sistem as que estam os consid erando . Pero en un nu �ero que esta es otra forma de expresar, en la tern1inología, la
las difere ntes partes del mund o, exrste n
notab le de ellos, en unidad que vincula a hermano y hermana en relación a l
de la relaci ón de un homb re con la her � ana hijo d e cualquiera d e ellos. Y o soy designado c o n u n término
cierto s rasgo s
te dJCJen do
de su padre que puede n descri birse correc tamen por mi padre y sus hermanos y hermanas; y con otro tér­
femem no.
que l a consid era como una espeC le de padre mino por mi madre y sus hermanas y hermanos.
En algun os de estos sistem a� , la lla"? a ;·calme :
: te «padr e E l mismo principio, e l de la unidad del grupo consan·
, ut1.rza do para
femen ino», 0 algun a mochficacJOn del termr no guineo, es aplicado a otros grupos consanguíneos. Así, a l
hombr e conStd e re a
padre. Si o s parece impos ible que un _ hermano del padre del padre s e l e considera perteneciente
panen ce de la m1sm a
la herma na de su padre como un a la misma categoría que el padre del padre, y en consecucn·
estáis consid erando las re-
clase que su �)adre, es porqu e cia, su hijo es un paríente algo más distante, de la misma
de conduc�
1,á���1·ones social� s no con1o definid as por fo:rrnas 1' . clase que el padre y sus hermanos. Mediante tal extensión
ü ils1o og1�
' ' - •

ta, que es l o que aquí intere sa, sino por la relacw del principio básico, muchos parientes colaterales de dí fe�
ca, que es ajen a a la cues tión. rentes grados pueden ser incluidos en un nún1ero l i m i tado

81
dn c a ! f' go ri as , !JOinbre p u e d e tener 111 uchos pari e n t e s ,
Un d a d respecto a l a .:. pn so nas con él relacion adas, aparece
en
i n dusn ci e n t o s , iu::; que c lasifica c o n w {( padres)), {(he rnw­
a forrnas m u y d i versas e n l a s d i : , t i n tas sociedad es. N o p ue
do
) \' ;•; l), u hermanos d1: La _m a cL re )), e t c . Pero e x i s t e n d i fe r c n t e s tratar de e l ! o a qu í , pero ind i c aré a favor del a rgu n1e nto sub·
í PHdos de a p l i c a .r e s t a e x t e n s ió n d e l principio clas i fi ca t o r i o siguiente que a l a l u z d e este p ri n c i p io es t r uct u ral han ck
' ':i siC(L de modo q u e resultan s is ternas de diferentes t ip o s , interpret arse las costumb res de p o l i ginia d e hermana s (ma­
qu'.' e s cornún n todos ellos e s que hacen algún uso de
- tri nJ o n i o con dos o más hermanas ), sororate ( m a trimonio
p ¡ incipio estrud u ral que he ilustnHJo brevemente. con la h c r m a n •r de la esposa muerta), poliandr ia adélfica
i n t e n t a ndo ch:'I11ostrar que ta t e r m inol o g í a_ c:la s i fi­ ( m a trin1onio de una mujer con dos o más hennan os, con
' toria es un. I n é t o d o d e proporcionar una organización de rnucho la forma más común de p o l i a ndr i a ) v el levirato
,--q · entf,' SCO de gr·an c"<tensión1 utilizando la unidad del grupo ( matrimon io con la v i uda d d hermano ). S a p i-r , usando e l
- · •nsanguíneo para e s t a blec er algunas categorías de rel ac i ón, método d e h i s to r i a conjetura l, h a sugerido que l a tcrn1ino­
, n las cuales puede i n c lu i rs e un gran nlunero d e parientes logía clasificato ria p u e d e s e r el resultado de las cos t u mbr�?s
, ercanos y le j a no s " Existe normahnente, respecto a todos l o s del levirato y d sororate . Creo que es evidente que an1bas
denorninados por el misnw ténnino, algún cle­ costutnbrc� tienen relación, pero no existe prueba alguna
_w ento de actitud o -conducta que se considera apropiado para de la supuesta conexión causal. Su co n exión real es que cons�
,- nos y no pa ra o t ros. Pero dentro de una Inisina categoría
-
tituyen f orn1 as diferente s de u t i l iza r o a p l i c a r el p r i n c i p i o
rnedc haber, y siernpre hay, irrtportantes distinciones. Exis� de unidad del grupo consanguí neo, y p u e d e n , por tanto, dar­
i ,_,, en p rimer lugar, la 1nuy hnportante distinción entre e l se juntas o por separad o.
propio p·a d re y su hennano. Hay d i s tinciones dentro d e una Una organizaci ón e n c la n e s o n1 i tade s s e basa también en
n<. tcgoría e n t �e los parientes más próximos y los n1ás leja­ el principio de la solidarida d y la unidad del g ru po consan­
nos. Existe a veces una irnpoftante distinción entre los parien­ guíneo, en con1binaci ón co n otroS pri n c i p i o s . Ty lo r sugirió
tes de alguna categoría que pertenecen a otros clanes. E n l o s una conexión entre clanes exógarnos y la terminolog ía clasi�
distintos s i s t e m a s particulares s e hacen o t r a s d i s t i nciones. ficatoria. Rivcrs lo e s t a b lecía en térnlinos de historia conje­
Así, las categorías representadas por la terminología n o nos tural y argüía que b terminolog ía clasificato ria debe de ha·
proporcionan nunca más que el esqueleto del orden d e l o s ber tenido su origen en la organizaci ón de la sociedad en mi·
parientes e n J:¡ vida social. Pero e n todos l o s sitemqs que y o tades exogámica s.
he podido estudiar, l a s categorías siempre n o s ofrecen este
e squele to. 2
S i esta tesis es cierta, si esto e s l o que es reahnentc l a ter*
minología clasificatoria en las tribus en que existe, es evi· Nuestro análisis requiere considerar brevemente otro as·
dente que toda la teoría de Margan es por completo infun· pecto de la estructura de los s i s t e mas de parentesco , tildé J.i\
dada. Así interpnctado, e l sistema depende del reconocimien· · división e n generacione s. La distinción d e generación Ú� n e
t n d e los fuertes lazos sociales que unen a hermanos y her­ su b a s e en l a familia elemental, e n l a relación d e padres e
:manas de la m i s rna familia elemental, y la util ización de este hijos. E n muchos s i s t e mas d e parentesco se manifiesta cier·
\'fnculo para construir un a con1pieja y ordenada organiza� ta tendencia generaliza dora en la conducta de parientes d e
\ _' i ó n
th: relaciones _h urnanas entre parientes. Lo cual no po� distintas generacion es. N o s encontram os c o n 1nucll.a frecuen­
d ría producirse, a n o ser en una sociedad b a s a d a en la fa� cia con que se espera que una persona adopte una actitud
n d l ia elernen t a L En ninguna parte del Inundo son Inás fuer� de respeto más o menos seflalado respecto a todos sus pa·
L's lo-s l a zo s entre un hornbre y sus p rop i os hijos o entre rientes de la primera generación ascendent e. Hay limitacio­
J, d e l rnisn1o que en l a s t r i b u s au st ra l i a n a s , nes sobre el comportan 'lienlo que mantienen a cierta distan­
{ � I\e, como sabéis, ofrecen un ej e mpl o ext rernu de tcnn inol o� cia o evitan una in tinlidad demasiado estrecha. Existe, en
¡; í-a clasificatori�L efecto, tina relación generaliza da de ascendenc ia y subordi·
La :�ol id a r i d a d interna dd g r u p o c o n sa n gu íne o , y su u n i - nación entre las dos generacion es. Esto va acompañad o ha-

83
bitualmente por una relación de amistosa igualdad entre pariente particular y la actitud general rcqrrerida hacía la
una persona y sus parientes de la segunda generación as­ generación a que pertenece. Así, en algunas tribus del sudes­
cendente. Tienen importancia en esta conexión la nomen· te africano la norma general de que los parientes de la pri­
clatura de los abuelos y los nietos. En algnnos sistemas cla­ mera generación asce�1dente han de ser tratados con gra n
sificatorios, tales como los de las tribus australianas, los respeto, y la costumbre de l a privilegiada falta de respeto
abuelos por línea paterna se distinguen, en terminología y en hacia c1 hermano de la madre, se hallan �n contlícto, Esto
comportamiento, de los de la línea materna. Pero en mu­ se resuelve co l oc a n do al hermano de la mJ.d r�.� e n [¡¡ sc:2unJa
chos sistemas clasificatorios la tendencia generalizadora apa­ gencracíón a sc e n d e n t e: y l l am án dole ((abudu>) Cn ":_i:mplo
rece en todos los parientes de la generación que se clasifican opuesto se halla cnt rl� lo::. masCI.Í. Un hum b rl' t r a u ! �l m i l i�u ­
juntos como «abuelos, y «abuelas». n1ente a todos sus parientes de l a segunda g c ih:r::h.- ion �..I c,�.:L'll­
Podemos indicar de pasada que en las terminologías cla· dente que son sus << nietos». Pero se considera que la r!.!la­
sificatorias que Margan llamaba de tipo malayo y Rivers de ción que mantienen u n hombre y la esposa d e l hijo Jc· su
tipo hawaiano, este proceso generalizador se aplica a otras hijo, no debe ser de familiaridad, sino de man:aJa rc�etT�l.
generaciones, de modo que todos los parientes de la genera­ La inconsistencia se resuelve pÓr una espcck de ficcion
ción de los padres pueden ser llamados «padre» y « Dadre», legal por la cual se l a cambia de generación y rec i be la rk­
y todos los de la propia generación, hermano y hermana. nomlnación de '< esposa del hijo}�.
Existen, en diversas p¡¡rtes de! mundo, muchos s istemas Una tercera clase son los que resultan dd va mencionadu
cj� Perentesco qu e e-xhiben .t.ln principio estructural dei que principio estructural por el que se combinan· las gencracio·
hablaré como combin¡¡ción [le generacione'? altern.as. Esf6 nes alternas. Así, el padre del padre puede ser l l a mado " hc'l'­
signTficá que los parientes de la generación del abuelo se mano mayor» y tratado como tal, y el h i j o d e l hijo puede
consideran combinados con los de la propia generación de ser llamado {(hermano más joven » . O un hombn.� v el hí i(_)
uno frente a los parientes de la generación de los padres. de su hijo pueden ser incluidos en una misma catego n a . He"
El extremo desarrollo de este principio puede verse en las muchas ilustraciones a esto en las tribus australianas v a l ­
tribus australianas. Más adelante me referiré a ello. gunas en otras partes. Se ofrecerá más tarde un ejcr;1plo
Mientras algunos sistemas subrayan la distinción de ge­ d e l o s hopL
neraciones en su terminología o en su estructura social, hay La cuarta clase incluye los sitemas .:hocktaw y omah¡;, v
también algunos otros, y en éstos la di,¡tinción entre gcnenÍ·
también sistemas en los cuales los parientes de dos o más
generp.ciones se íncluyen en una categoría única. Por lo que �
cjones se rec �za ¡of} favor de otrs> pdncipio, el de l a iüiidad
del u
.JIJ JJ �i �� �IGr
respecta al estudio comparativo que he podido hacer, los
diversos casos parecen encajar en cuatro clases. e a linaje se usa frecuentemen te de modo
En una de estas clases, el térrnino no lleva una connota� indcfi f} ido, he de explicar qué quiero decir con ella. U n linaje
ción referente a cualquier generación particular, v se utiliza patnlmeal o agna(lciO est�. constituid() por u.n hombre y
para determinar un tipo de región marghnl erÍtre los no todos sus desyenc!i�nt es p(lf line(\. 11lilsc\!!Ü1a por un !ieter·
mmado numero ,
parientes y los parientes cercanos, hacia, y sobre, los que d": ll'CD��'!;�Í()ne§, Así, un linaje mínimo in·
s e reconocen deberes y derechos específicos. La aplicación cluye tres generaciones, y podemos tener linajes de cuatro,
del término sólo implica generalmente que ya que la otra cmco o " generaciones. Un linaje matrilineal esta constituido
persona se reconoce como pariente, él o ella han de ser tra· por una mujer y todos sus descendientes por líner. femenina
lados con una actitud general de amistad y no como u n extra­ dur�n t� un nú:nero determinado de generaciones. Un grup_�
ño. Los términos ol-le-sotwa y en-e-sotwa en masaí constituven de lma ! e Cüf1Sl�te _e.n todg� Ios m'�rnhros de un Iinaj qu�

un buen ejemplo. Yo incluiría en esta clase la palabra i ngle­ estan VlVOS e!l Ull !JlOmef!(() P§l'!ÍíiH!¡¡r, Un clan, en e l sefitíé!o
sa cousin. en que yo usaré el términÓ, es un grupO, que, áunque no sea
Una segunda clase incluye aquellos en los cuales se da un realmente o de modo demostrable ( po r genealogías) un lina­
conflicto o inconsistencia entre la actítud requerída hacia un je, se considera similar a l linaje en· algunos aspectos. Está

84
fnnnado nonnalrncnte por un número de l inajes reales. Los
l i n ajes, tanto p a t r i l i neáles como n1atrilíneales, existen im� 1
6 o 6
p 1 íc i tarnente en c u a l quier sistema de parentesco, pero sola­ A a HP
' ' wnte en a lgunos s istemas la solidaridad d e l grupo d e l l ina·
con s t i tuye un rasgo importante en la estructura sociaL
Dond e l o s grupos de l i n a j e son importantes, podemos ha·
blm· de s o l idari d a d de grupo, que se manifiesta en el p rim er lo
cnso en las relaciones i:n_ternas e n t re l o s nliembros. Por prin� = L'. L'. o
hP e S 5
,, d e unidad del grupo de linaje quiero expresar que para
u n a persona que n o pertenece a l linaje, pero que está u n i d a
8 ·'! p o r algún l a z o importante dé parentesco o p o r matrimo­
nio, sus miernbros constituyen una categoría única, con una 1 1 1
d i s t inción dentro de la categoría entre varOnes Y hemb ra s ¡ L'.

�l
o 6 6 o
EGO h e S
-v t amb i é n posiblemente otras distinciones. Cuando este prin· S
es aplicado e n la ternünología, una persona re l aci on a d a
cnn u n linaje desde fuera, a p lica a sus miembros, d e u n sexo,
través por l o n1e:nos de tres generaci one s , el mismo térmi­
<�

6
1
no de parentesco. En su d es a rrol l o
extremo, aplicado al o
c h n , u n a persona un i da a un clan de algún modo aplica el Hi hi S
m i smo té 1:m i no a todos l o s miembros del clan. Se dará u n
FIG. 5 -· Fox
c ,c j mp l o m á s t a rd e .
E l t i p o omaha d e terminología puede ser ilustrado por e l Linaje del padre
s i stema de los i n d i o s fox, cuidadosamente estudiado por el
doctor Sol T a x ( 1937). Los rasgos del sistema relevantes p ara m i no t� n i c o « h ennunu p o l í l k' o )> u (( cw1 a d o » ( C l , indcpcnd k:n�
i'l a r gu m e n to están i l ustrados e n los diagramas que se acom· tL' de ! a generació n , a los maridos d e l a s m u jL' rc s d e l l i n aje
paf1 a n ( figuras 5-9). " de- t res gene racione s ( la p ru p i n y las do� gcncracivn cs ascen­
- En su propio linaje patrilineal, un hombre distingue a sus Ucnll's ) , y l l 3.rrla a los h i j os de todas estas mu j e re s con iu�
fF1rientes según l a ge neración e n « ab u e l o » (A)� « padre» ( P ), m i s mos términos, �< sobrino)> ( S ) y « Su b r l t t a l> ( s ). Así, las m u�
;. hermano más joven o mayor» ( H ) , «hijo» ( H i ) , « abuela» ( a ), jeres del propio l inaje de E go de estas gennacio ncs c u n s..
,, hermana d e l padre» ( h p), « hermana» ( h) e «hija» (hi). L l a­ tituyen un a especie de grupo, y Ego consi dera que m a n t iC llJ..'
m a ré \' u e s t r a a tención hacia e l hecho de que aplica un tér� la misma relación con !os h i j o s y maridos de tudas el las.
aunque estas personas pertenezcan a l i n a j e s d if e re n t e� .
Volviendo a l l i n a j e patril i neal de la madre. puede verse
1. En estos diagramas 1:::. representa a una persona m a�cuiina
que un hombre l la m a « ab u e l o » al padre de su m a d re , pero
J a una femenina. El signo = une a u n hornbre y a su mujer, y
l i neas que parten de é\ indican sus hijos, Las letras ( mayúsculas llama a todos los hombres de las tres generacione s subsi­
p?ra los varones v m i núsculas para las hembras) significan los tér· guientes « hermano de l a madre" ( Hm ). Llama análogame nte'
minos de parenteSco dd sistema clasificatorio, en el cual el mismo
a las mujeres de estas tres g e ne ra c io ne s , excepto a s u p ro­
krmino se aplica a muchos parientes. A equivale al término usado al
¡-,,herirse al abuelo, v a representa a l a abuela: los otros son P,
pia madre, con un término traducido c om o <( h e r m a n a de l a
��,,dre· m. madre; hm-, herm 3 n a de la madre; hP, hermana del padre; madre" ( h m ) . Aplica e l térm i n o « padre<> ( P ) a l o s maridos
I hn , Í1cnnano dc la madre; PP, padre político: m p , madre política, de todas las mujeres del l i n aje de cua t r o generaciones, in­
_l l , hermano: h , hermana: C, hermano político; e hermana política;
l l í . hijo; h i , hija; S, sobrino (twblando estrictamente dd hiio de la
cluvendo e l marido de la hermana d e l padre Jc l a madre, y
1"'rmana ) : .s. sobríln ¡ h i j �f de la hcrmanJ. de un YanJn ) . N o n n i e t o o los hijos de toch)_ s e s t a � mujeres son sus « h ermanos)) y l( hcr�
l ! ' ".'- 1,¿ manas)), :El es L'l hi_io de u n a mujer pa r t i cu l a r tk un grupu

87
=


¡:, = o =
o
A a a

Hm
L
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hP
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L
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hP
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P H h
6
A
o
a
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hP "'
L
p
EGO

FIG. 7
EGO
Linaje de l a ma d re del padre
1 1
L o o L o
Hm hP hm p H h aplican a los hombres y mujeres de un linaje incluyendo tres

FIG. 6 - Fox
generaciones. Los h i j os de todas estas << hermanas políticas)'
son " hijos)) e (( h i j a s )) ,
Linaje de l a ma dre L a t!gura 9 muestra e l l i n a j e d e l a madre de l a esposa. E n
este linaje todos los hombres de tres generaciones reciben
u n i ficado, y los hijos de l a s otras m u j eres del grupo son, l a denominación de «padres políticos>> y todas las rnujeres
por tanto, sus « hermanos». En e l linaje de la madre de su la d e «madres políticas»,
padre, Ego llama a todos los hombres y mujeres de tres ge­ La clasificación d e parientes de la terminología fox, ¿es
neraciones «abuelo» y « abuel a » . Todos los hijos de estas sin1plemente u n a cuestión d e lenguaje, con1o podríamos ha­
« abuelaS>> son sus « padres)' y « hermanas del padre)>, inde­ ber crddo algunos1 Las observaciones d e l doctor Tax nos
pendientemente de la generación. En el linaje de la madre capacitan para contestar ·negativamente, Fox escrib,; :
d e su madre, llama también a todos los varones ((abuelr)S» y
a l a s hembras « abuel a » , pero no creo necesario íncluü una " La terminología d e parentesco s e aplica a todos l o s pa"
figura mostrándolo. rientes conocidos ( i ncluso en algunos casos en que la re�
En el linaje d e su esposa un hombre llama al padre de so !ación genealógica no puede trazarse) de modo que toda la
mujer con un término que traduciremos por « padre políti­ tribu se divide en un pequeño número de tipos de parejas
co» ( PP). E s una modificación de la palabra para « abuelo».' afines. Cada uno de estos tipos aporta una norma de conduc­
Los hijos e hijas del hermano del «padre político» son «her­ ta tradicional más o menos diferenciada. Hablando en gene"
manos políticos» (C ), y las hijas « hermanas políticas» (e). Los ral, la conducta de parientes cercanos cumple la norma con
hijos de u n « hermano político» son también «hermanos po­ la máxima intensidad, y la de los parientes más lejanos en
líticos» y «hermanas políticas». Así, estos dos términos se menor grado; pero se dan numerosos casos en que por al�
guna razón una pareja de parientes cercanos ;' no se comporn
tan en absoluto entre sí corno debieran ",»
4. Los términos fox para suegro y suegra son modificaciones de
los términos para abuelo y abuela. En la tribu omaha, los términos
para los abue1os, sin modificación, se aplican a los padres polít icos El doctor Tax continúa su estudio definiendo las normas de
_.,. a los llamados {{padre político)) y {(madre política)) en la tribu fox. conducta para los diversos tipos de parentesco. Así, la clasi-

88 89
o
PI'
[ mp
6 o = 6

��-------
pp mp PP

1
/',
e 1
6 o 6 o /',
pp mp e Esposa EGO

1
/',
e 1 1
6 o 6 o
pp mp e e

r 1
FIG. 9 - Fox
6 o 6
e Linaje de la madre de la esposa
e Hí

de madre», los d e l linaje de su abuela, sus « abuelos» y los


del linaje de su mujer son sus «hermanos políticos».
Linaje Je la esposa
Este principio estructural d e la unidad del linaje patrili·
neal no es una causa hipotética d e l a terminología. Es un
!l"·�wion t k p a r i e n t e � en �.:atcgona� t.'kctuada p u r m c d i i.J Lk l a principio que se puede descubrir directamente por análisis
tHHlll' l l c l a t u r a , o c.\. fl l'l'S.a d a l' !1 e l l a , a pa rccl' ta mbí0n e n la comparativo d e los sistemas de este tipo; o, en otras pala·
n__'::. u Lt c i o n d�,.· la co n d u c a
t soc i a L H a y prueha ..., c o n \ · i n u:nlL':-.
. ..
bras, es una abstracción inmediata de los hechos observados.
d�__·· q u e �__· :-.. t u l':-. c i e rt o cun rL'specto a s i s t e m a � d e l t i po u m a h a , Examinemos una sociedad e n la cual d p rincipio d e uni·
, . '�· n u p u s í c i ó n a l�1 t e s i s de Kroebcr, podemos aceptar jus� dad del grupo de linaje se aplica a los !�>tajes matrilineales.
t i ! k<-ld�tnlL' n t c l a h i pó k s i s J c q u e p rob a b le m e n t e l o sea con Elijo para este fin el sistema d e los indios hopi, que ha s i d o
! I,_"'JWdo ;_\ todas, analizado de m o d o magistral p o r el doctor Fred Eggan ( 1933)
P u �,__·dcn hacerse d i agramas p a r a otros s i s tetnas Ud tipo en una tesis que desgraciadamente no h a sido publicada. '
o m ¿ t h a , :-.cllll' j a n t c � a l o s q u e s e dan aquí para l o s indios Los rasgos más significativos del sistema aparecen e n las figu.
l o ·\. Creo q u e u n exa m e n y u n a co m pa ra c ió n c u i dadosos de ras que acompafio ( figuras 10-12).
l o ,;; d i \ crsu� 1n i e n tra s haya Yariacio­
s i s t l: m a s muestra que, El linaje propio d e un hombre es, por supuesto, el d e su
rw:;, l'_\ ! :-.. t c u n p r i n c i p i o e s t ru c t
u ral único, que sir\'e de base madre. Distingue a las mujeres de su linaje por generaciones
a L1 tt..T l ll i lltJlogia y a l a e s t ru c t u ra socíal asociada, Un l i n aj e como «abuela» ( a ), « lnadre>} ( m ) , « hennana>) ( h ) , «Sobrina»
de t re s }.!. c n �__· r a c i ones ( \' a \TCCS m á s ) se consi dera c o mo u n a (s) y « nieta» ( n ). Lntre los hombres d e su linaje distingue a
u n i d � 1 d . l.J n a ¡wrsuna s�' rel a c i o n a c o n a l g u n o s l i naj es e n pun­ ios ((herrnanos)} dt� su madre:-> ( H rn), « herrn an os » (I--I ) y «SO·
tos n;l ! ' t Í'-.'tdat ·L'S : la tri bu ! ox con l o s l i najes d e su m a d rL' ,
u1
brinos)> ( S ) , Pero inclu ye al he rn1 a no de la n1adre de su
1�1 n,Ltdr,· de· :.u p a d r e , !a m a d re de su m ad re , su e s p os a ':-' la madr-e y al h i j o de l a hija de su herrnana e n la rnisrna ca te �

n n . d r(: ck su c :::. pus�l . E n c a d a caso se considera re l a c i o nad o goría que s u s hcnnanos. E l principio e s t r u ct u ra l que se ex­
con L\ _-.. gl'lh_T�tcio n c' :-. s u b � i g u i c n tc�� del l i n a j e , del m i s tnu hibe aquí es el qu_e hemos mencionado con10 combinación
!l l l \iJo q th..' C P ll b 2c'llLTac i ü n a q u e cstú n:a!rncnte l i g a do Así, ,

L ,J n c, l�.h h u m h r,:-: del l ! n�tje d e s u m a d rL· s o n sus 'dH.: rn1n.nos S. La tesis, n:>Yisada, se ha publícado ahora: EGG\\.:, Social Orgam-­
salion oi ll1e lVcs t e m Pueblos, Thc U n ! n:rsit:; of Chicago Prcss, 1950.

1){1
91
D.
A

D. = D. o L
H1n e hijo- a
A

D. o D.
hijo, a A

D. O L = O L O 6

Ll1s------,s
hijo, a A

e
1 1
L = O D. = o 6 o
L L O m
e n H hijo· a. A hP

Fro. 10- Hopi FIG. 1! - Hopi

Linaje de la madre Li naje del padre

de generaciones alternas. Es de notar que u n hombre incluye


s
«abuelo>) y «abuela)) a todos ;e-: �hombre y mujeres de cua�
a los hijos de todos los hombres de su propio linaje, índe·
tro generaciones.
pendienteinente de la generación, en la nlisn1a categoría que
sus propios hijos. Podría compararse ciudadosamente la Los hopi no consideran a u n hombre emparenta �, �-cm
el �
figura 5 con la figura lO, pues la comparación resulta escJa, linaje del padre de su padre como u n todo, y el principio,
por tanto, no se aplica. Llama «abuelo» al padre de su pro·
recedora<
En el linaje de su padre, un hombre puede llamar a t odos pio padre.
los mien1bros mascu1inos de cUatro generaciones «padre» El doctor Eggan ha demostrado que, para los hopi, la cla·

y, a excepción de l a madre de su padre (su «abuela»), llmna sificación de los parientes en categorías no es simplemente
«hermanas del p a dre ') a todas las rnujeres. Ei rnarido de un asunto de tern1inología de lenguaje, sino la base de gran

cualquier rnujer de1linaje es un "abuelo», y la esposa de cual= parte de la regulación de la vida sociaL

quier I·lc�rnbre del li n aj e es una •xlnadre)>, Los hijos de sus Creo que lo que se n1anifiesta claramen te , si cornpau:unos
« padre sn scrn d"tennanos» y ((herrnanas<�. Debe c n1n p a rar s e los sistemas fox y hopi, es su fu ndamental Me,
cuidadosarnL'lHe la figu r a 11 con la fig-ttra 6� diantc las teorías d� h i s t o r i a conjetural, esta scrnejanza es el
del padre de su xnadre, un H�;una re sul tado accidental de diferentes procesos his!óricüs, Se­
En el
gún mi propia teoría, ,:;:s d resultado de la a p l ka ción sis�
92
93
respecto. En ci � rtos casos la norma pul..'de e-star dd1n iJ.a pur
6 o 6 o referenc ía a deredl )S
y deberes cspecíHcos, o p or formas es­
,

1 �''¡
A a A pec íficas de condun a Por ejemplo, en la tribu kadcra de
.

Au stralia, un hombre tiene que ed t ar con surno cuidado Zl


todas las mujeres incluidas en ia categoría de hermana del "

--¡--··-· 1 padre>>1 que son muchas, y entre las cuales figura la n1<H.irc
6 •· o 6 = o ¿, o de su mujer. Pero en otros casos todo lo que implica b apli·
A a A a Hm m cación de un término es cierta actitud general m,,�_:-;«_qtl_�. CL!_�tt�­
quier otrá rélación específica. Dentro de tal categoría puede
haber una relación específtca per su nal 1 o de derecho natu­
·--·�-�--

ral1 con un indi viduo particular. En n1uchos sistemas clasi­


l 1
6 o 6 = o EGO ficatorios los tén;ninos para abu.elo y abuela se utilizan de
A a A a este n10do, irnpl i cando una actitud ge ner a l de ami s tad re­
lati-vament e libre de Urnitaciones hada todas las p crsuna�
a las que se aplica . Los a bu elos y nietus son personas
con las que uno puede tratar con libertad y facilidad. Esto

o 6 = o
tiene relación con una fonna rnuy extendida) casi uni n..Tsal�
a A a de organizar Ja relación de generaciones alternas.
En los sisternas fox y hopi todos los rnie1nbn..Js dd linaje
l2 ··- Hopi
t
de un abuelo es án incluidos en una categoría con los abw> ..

d�l padre de la madre los1 y ]a actitud que es la apropiada _paxa un abuelo , se


extiende a ellos. No hnplica esto ninguna serie definida de
----
t>:-'mútica del rnismo principio estruct ___ nr�1! �tu Ld:SU a lOS
� -- ---- ,A,,
'"''�
;,..,u
,
. ....
derechos y deberes, síno solam.entr:: cierto tipo general de
•: _ .,. _ ,
tllH i<::s tnnneates y en otro a los rnatrilineale s .
conducta, de una clase que se considera apropiada hacía los
Fs eddente que 1�0 puedo plantear todos los diversos sis­ parientes de la segunda generació n a.scendentc, en much ísi ·

tenus de tipo chocta \v y ornaha. Las \ ariaciones q


w-· �i-e­ -
'
...
mas sociedades que no pertenecen al tipo chocta\V ni al
senJ:1n en al gunos rasgos son mu"V' i ntercsant - - J!t ur_- tipo omaha.
..,_� e llnpor � ·, ""·� ·
' " __
�-- ·

�:
'
"t:cs. �)l o sea s con1prob r mi te

' .
: .
o :� podréis analizarlas. El t·
Me habria gustado analizar esto rnás extensamente, y ha­
uWdo n111S facJl cJ(� "'"11:-)1·-· , · · ber tratado de las variedades dc:l tipo orna ha (corno la van·
" _.a.ar cualqu1er SIStema es redUCirlO
.-

H u11a sene d-'�


- ·- · _ , - . . . dau) en que el he nnano de la madre y el hijo del hermano de
. -""" grahcos de hnaJe seme J ante a los que se dan
la rnadre ;;:;!1 denorni nados {(abuelo''· Pero t eng o sólo ticrnpo
�:�,-��
para los fox y los hopi. Para cualquier si ste rna una se­ ,

rie de gráficos revelani el mod o exacto en que aplica el prin� para atraer vuestra aierlt:���: !':2�:!:= �::�:a \·ariedad especial dd
_
general ele la unidad de linaje La forma de aplicación . tipo choctaw, que es de gran interés en esta conexión. Los
pero el princi pio aparece en todo sistema del tipo .
che rokee estaban divididos en siete clanes rnatrilu1>2ale� �n
.
l l abré is notado ya, sin duda, que en estos sistemas hay el clan d el padre un hombre llamaba a todo'. �;:,,
homb res ,.
un núrnero extraord.inario de parientes de todas las edades mujeres de la generación de su �n·�:�
y subsiguientes padre: « ,

a b_,s que un hombre aplica los t érminos {{abuelo)) y «abuel$». y «hen11ana del padn"�� y est e cl an y todos sus miembr
. r . , t. l , 1 os
y·o creo que existe una buena razón1 que ind_icaré brevemen� ln( lvwual es �o 1 an de ser tratados con gran respeto. Un
¿.

Je, En tod a s las sociedades que tieÍlen una tern1inología clasi ­


hor::�1�re no podía casarse con mujer alguna del clan paterno,
fkn_tnria. e-s nonna general que para todos los parientes de� y desde lue go no pe Jia casarse dentro de su propio clan, En
norninath:s por el tnisrno ténnino existe algu n a nonna de el clan del padre ele su padre y en el del padre Je su madre·,
condu c t::1 n1ás o n1enos definida que se considera como nor� un hornbre llamaba a todas las rnujcres de todas las gen..:ra­
rrwl o apropiada Pero existen ilnportuntes diferencias a este
.
ciones u.abuela». Él tra t a así no un linaje sino todo e l cl;:¡n
como unidad, aunque un clan deb ía incluir cientos de per­ Si volvemos a los sistemas de tipo on1aha, vernos que en
sonas, A un hombre se le permite tratar con liberta d y fran­ lugar ck la unidad del grupo co nsa ngu íneo tenemos ahora
queza a toda m ujer a l a que denomine «abuela». Se consi· una unidad de un grupo rr1ás an1plio, el grupo de linaje de
d eraba particularmente apropiado que un ho mbre se casara tres generaciones. Cuando un hombre se casa con una mujer
con una «abuela», o sea, una mujer del clan del p adre de de este grupo, entra en relación con el grupo como unidad,
su m adre o del clan del p adre de su padre. de n10do que todos los hombres son ahora sus hern1anos po­
Volvamos ahora a un a breve consideración de la s espe· l ít i cos , y en tra , al mismo tiempo, en Jo que hemos llamado
cíales costumbres n1atrín1oniales que se han propuesto corno relación cuas ima rít a l con todas las mujeres, incluyendo no
causas de 'las terminologí as chocktaw y omaha respectiva· sc)lo a Ias hermanas de su n1 ujer, síno tan1bién las hij as de
mente. El matrimonio con la hi ja del hermano de la muje r los hermanos de su mujer y, en algunos sistemas, las her­
es teóricamente posible, y quizá realmente, aunque sólo de manas del padre de su mujer. El grupo en el cual, por el
modo ocasional se da en algu na s de las tribus que tienen un p rincipio de sororate, puede tomar una segunda esposa sin
sist e ma de tipo omaha . Aunque no ha habido matrimonio de adquirir obligaciones sociales1 se ainplía al incluir a la hija
este tipo en la tribu fox en los últimos tiempos, se habla de del hermano de su esposa ; y la costumbre del matrimonio
ello como una costumbre q ue existió anti guamente . Hemos con ésta es simpl emente el res ul t ado de la aplicación del
visto que la costumbre del matrimonio y la terminol og í a se principio de la unidad del linaje en un sistema de linajes
aj ustan de modo coherente. Resultará fácil co mp render la patrilineales. La forma especial del matrimonio y el si stema
razón, pues una pequeña consideración demostrará que este especial de terminología, cuando se dan juntos, están direc·
matrimonio particular es la aplicación del principio de uní· tan1ente relacionados por el hecho de ser ambos aplicacio­
dad del lina je combinada con la cos tu mbre del sor na te o nes de un principio estructuraL No h ay n1otivo a lguno para
poliginia de hermanas. En la forma usual de estas costum­ suponer que uno sea la causa histórica del otro.
bres, nos interesa solamente el p rincipio de unidad de! grupo El asunto es n1ucho más compkjo cuando analizan1os !a
consan·guíneo. Un hon1bre se cas a con una n1ujer de un giu­ costumbre del matrimonio con la viuda del hermano de la
po consanguíneo particular y establece de ese modo una rela· madre. Esta forma de matrimonio se halla asociada con
ción part icular con tal grupo como unidad . Los hombres la te rminolog ía de típo choctaw en las islas B an ks , en ías tri·
son ahora de modo permanente sus hermanos políticos. Man· bus del noroeste americar. o y en las akim abuakv.:a de len­
tiene una relación marital hacia una de las muj eres y se gua t\VÍ. Pero se da también en n1uchos otros l uga r es en don�
considera, en consecuencia, que matiene con l as demás una de no existe ese tipo de tern1inología. T an1 poco está rela­
relación similar que po dría llamarse cuasimaritaL Ellas con­ cionado con la desc e ndencia rnatrilíneal, pues existe en las

siderarán, por ejemplo, a los hijos de él com o sus «hijos». sociedades africanas, que son n1arcadarnente patrilineales c:n
Es lógico, pues, que cuando él toma una s� gu nda 0:1��;4, sus instituciones. Parece que no hay ni n guna explícaciún
_
antes O despue's de l·r
'- ffiU"'rte
e . :. 1-'� ...
. rlf' l!l
�-
n,.. ........
.,_..,, ..-...��- L 1�-��

<"H'-�U, c:;;t<.:t ::.ea ld Hcl�
teórica que pueda aplicarse a todos los casos conocidos de
e sta costumbre. No t enemos t icmpo en esta ocasión para
íiláfla cie su mujer.
di scutir este ten1a m e dia n te un anúlisis de dichos casc1s.
Soy pl ena men te consciente de que l a poliginia de herma·

nas pu.;�;::
;
atribuirse al hec 1o ele q•;: siendo hermanas las
He de re fe rirm e brevemenk a utra teoría que :;e ren1o:nta
a la crítica de Durkhci in ( 1898) �obre Kohkr, Y' en la cual
co espo sas es men O; ;:roba_b�e que n� an sc namen te que Sl
. se e x plícan las tcnninologias chudaw y ornaha como rcsul-<
no lo son, y que puede iguarill.:?:::!"� _HIS1Ificarse el sororat� por
tado d i rec t o del paso de la descendencia rnatrilínl�al y pau i­
el hec ho de que es más p roba bl e que u;;:: m ad r,ast ra SlCn(a
lin.::al respectivarnt'nt;.::, Te n e m os , por fortuna, Ull casu dcci�
1nás cariño por sus hijastros si és tos son hijcJs at.� �� ?rop!a ::.iro al que pod:::r refe-rirnos, en d shtdTLl de íos lTUllllS ck
hcnnana. Pero esto no contradice mi explicac i ón , sino que u� las islas Admirahy, sobre: et Ct-ál �t.'iP�·rnus un ¡_:x\:d,_�n¡c ;;¡-¡¿:,­
apoya, pues el p rincipi o de unidctct del grupo consanguíneo li:.is realizado por J\:1argaret fv1t�üd. ( i Y .5o+), t:i rasgo m
se basa, c orno pr:incipio es t ruc tur a l , en la solidaridad de Jos importante dd sislt:-Dla nnn1us ,--s la cx_istenci;;t de ddnt.�s p:t-
herman os y he nn anas dentro de una farnilia,
97
96
trilineales (llamados «gentes» por M. Mead) y el que se da 1� posibles argLllncnto:--, pctu �ólu tcng'J tiempo para uno, que
n1áxirna importanc ia a la descendencia patri lineal . La soh4 esp ero que se consitkrc suficicnt1..;. Se d ed uce éste de la exis­
d:1ridad del l inaje p at rilincal se manifiesta en muchos ras� tenc ia de terminologías en las cuales se ex hibe la unidad de
tYJJS del sistema, pero no en la t c rn1 inolo g ía. Sin embargo, l a linaje o de clan, pero que no pertcnc�._:cn ni al tipo choctaw
i mportanci a de la descendencia patrilineal est á cont ra rrest �- ni al omaha ; mencionaré el ejemplo de la tríbu yaraldc del
cn cierta medida, por el reco nocimiento de linajes m�tr:* sur de Australia.
lineales, lo cual apare c e en la te rminologí a en ,rasgos srmr­ Los yaralde Se Ji\'idcn en clanes tokrnicos patrílincales.
l ares a los del tipo choctaw, As1, un rrns mo termino, ptn­ Un homb re pcrt:.�nccc ai clan Je su pad n : , y consídcrarcmos
papu, se aplica a la hermana del padre del padre y a todos su re lac i ón con tres clanes: d de su madre, d de la madre
suS de s cendi ent es femeninos por línea fe men ina , Y un mismo de su padre y el de la n1adrc de su rnadrc. Los yaraldc, como
térm ino, patieye, se apli c a a l a hermana del padre y a todt;s rnuchas otras tribus australianas, tales como la a randa, tie­
sus de scendi en tes por línea femenina. La unidad del !maJe nen cu atr o tt;rnünos para los abud os , cada uno d e t os c u a k·s
matrilineal no sólo se manifiesta en el uso de tales tér mino s , se apl i ca a homb res y mu j ere s . El tC rnüno maiya s e aplica
sino también en la relación social gener al que mantiene una al padre del padre y ::1 sus hermanos y hermanas, y a tod o s
persona con los miembros del lin aj e , y es un importante ras­ los Iniembros del clan propio de u n hombre de !a se gunda
go de toda la comp leja e s t ructura de parente sco . generación ascende n te . Un segundo térrnino, IUÚ! ja, se apli·
Una de las extraii as ideas que han estado en boga, y me ca at padre de l a madre y a sus h erman os y hermanas, e sto es.
teino que aUn lo está, es que si una sociedad recono ce el a las personas del c lan de la madre de la gencraciün apro­
linaje, puede reconocer únicamente el linaj e patrílineal o el p iad a . El tercer tér n1 íno, mutsa, se ap li ca no solan1ente a
linaje matrilineal. Creo que el origen de esta absurda idea, la madre del padre y a los hermano s y he rmanas de ésta,
v su persistencia frente a los hechos conocidos, son resulta­ sino a todas las personas pertenecientes al mismo clan dl"
do de la anti gua hipó te s i s de historia conjetural de que la todas las generaciones y de ambos sexos. Del clan se habla
des cende n ci a matrilineal es más primitiva, es decir, histó· culectivmnentc con1o del mutsaunú de un ho mbre . Siinilar­
ricame nte anterior, q ue la descendencia patrilineaL Des de mcnte, el ü_;r nl i no baka se aplíca a la n1adrc de la madre y a
principios de este siglo he conocido sociedades, tales como la sus hermanos v hermanas, v a todos l o s miembros del clan
"
h ere rÜ , en las cuales se reconoce tanto el linaje natril i neal g
de todas las enerac i ones, hablándose del clan como de\
como el matrilineal; pero éstas se desechan como form as bakaurui de un hombre. El pri nc ipio estructural, aquí, es
{( transicionales}), E s éste otro eje mplo del modo
en que la que para una persona d e fuera el dan constituye una unidad
a dhe s ión al método e hipótesis de historia conjetural nos dentro de la cual h an d e saparec ido las d i stinciones de gene­
impide ver las cosas tal como son. Creo que ésta fue la causa ración. Compárese esto con el tratamiento de linajes o cla­
de que Rivers no descubriera que el sistema toda reconoce el nes de abuelos en los sistemas fox, hopi y chero kee .
linaje p atrilin eal i gual que el matrilineal, y que en l �s Nue­ La terminología yaralde para los p ari entes del c la n ele ia
vas Hébridas funciona u n sistema de grupos p at nl me ales m adre aparece en la ligura 13. Se notará que el h ijo y l a hija
mlemás de sus mi t ades matrilineales. Además de los presu· del hermano de la madre no son llamados hermano de la ma­
puestos del método de historia conjetural, no hay razón por dre (w11110) y m adre (nenko) como en los sistemas omaha .
ht que u n a sociedad no deba construir su s is te ma de pare�� Pero el hijo del hijo y la hija d e l hermano de la madre son
t_esco so b re la base ele su lin aje tant o patrili nea l co1no mat n- llarnados ((hermano de la madre» y «madre)>, Si quLiéramos
v s a bem. o s de rnuchas s o c i eda des que lo hacen exacta�
'
e expl icar esto por una forma especíal de matrimonio, habría
1nente asL de ser e l matrimonio con la hija del hijo del hermano de la
En mi crítica al n1étodo de historia conjetural he insisti� mujer. No estoy seguro de que tal matr i n1oni o esluviera pro­
tlc· en_ la necesidad de una de1nostración en a ntropolo gía.
hibido por el sistema yaralde, pero estoy seguro de que no
.(�órnn i/Oy, pues, a dernostrar que rrli inte rpretación de las es una costtunbre tan regular como para ser considerada
t;�nninologías choctH'tV y o1naha es la válida? E xisten v ar io s
corno causa e fec tiva de l a terminología yaralde, y no apurta

Y9
cubre las n ece s idades de cohe s io n social de un modo di­
o fe rent e y sobre un campo más ampl io. En cada caso, en!en­
naitja uaitja dcmos la terminología, tan p ronto con1o !a consid eram os
-padre de la m�1dr'-· hvrman:J tk'l p:.1drl: de b mJ.drc cumo parte de un sistema ordenad o. La c\·idcntc conexión


[.,
----

o
· -----¡
ctc la terminología umaha con la c ost u mbr e del matrimonio
con la hi_j a del hcrma.no de la e s posa se considera como una
;vano ¡¡enku r e lación entre dos partes de un s istema d�.: t rab a í u autocon­
hermano eh: la m::1dn: ITl.Ztd! ¡_;---- :-,cc ucn tc nu como una relación dl' cz1usa y efec to
, .

·-


-
- -· �---, Si SL' plJ.ntca la pregunta {(;.COmo es qUL' los umaha (u
0
6 cualquiL:ra otra de las tribus que lh·mos consitkrado) tk·ncn
nuya " Jlll) a el .sistL'!11a social que tkncn?)}, l?S n·idcntc quL; L'l método (k
hijo del ht T!11éH1o Uc b
.. hija del hermano de la mGdre anú lisi s c::.tructural no proporciona una respuesta. Pero tanl­
madre
puco la historia conj e tur al
La cxp]¡cación prop�testa, aqnq,h!C
.

purZtmcntc hipo!l.�tica, de la t�:Tn1ino)t�.g.í;;t oma ha L'S que es el


.
o r(sultado de la adopción de una dctcrmin;Hhl sostumhrc dc
H'QilO I!CilkO
fnatrim on í o no usual . E\'identcn1entt; ... �s!o no? da un a cxpii­
hijo del hijo del
hermano de ta madre cacióh hasta que sep amos por qu e� . h??.._.t)Ill.�ha y o! ras tribus
llegaron a adoptar tal' ·costu f-D-b rc El único n 1odo pos ibk Jc
- - . -

---¡ res ponder a la pregunta de por qué una sociedad particular


o
tiene el siskma social que tie 1 1l: es m ediante un esludío el..',
nuya nuya
tallado de su historia que cubra un periodo suficiente, pur lu
FlG. 13- '{;_�r;_dd-.: gen e r al de Yarios siglos. Para las t r i bus de que hem.o:-, tra
tad.o aquí carecemos por completo de material de estudio,
lo cual es muy lamentable, pero nada podemos hacer al r,'">­
pccto. Si deSeáis saber cómo llegó Inglaterra a l t ner el sis· '

cxplicacit._"m alguna para la Hniflcación terminológica dt� los te ma actual de rr1 onarqu í a constitucion al y gobi er no pa rla "

..
,, c lanes de la nwdn: del padre y de la nw.dre de la n1adre. El mcntario, habréis de re c urri r a los libros de. H is t o ri a que ,

p ri nc ipio est r uc tu ral implic adoes cLtrainente d de la com� os darún los detalles del c r ecimie nto del sistema. Si no hu·
binación de generaciones alternas, que es de gran importan­ biera en absoluto documentos de este desarrollo histórico,
cí a e n A ustral ia y que h�.;mos visto también en el sistema d1cnsarían los antrorólugos que rn cr c c ía la pena gastar
hupi. Un sistcrna muy sem c j <Jnte al yaralck es el de la tribu su tiempo haciendo conjeturas sobre cómo puctk habe r
ungarinyin del noroeste de Australia, pero no haré n1ás que sido?
rcfcrirn1c a ella, Incluso cuando hav informes históricos, sólo nos capaci­
Dije al principio que tral;1ría de n1ustraros que e-l tipo de tan para descubrir .::ómu ha surgido un sis tem a particular
terminología on1aha es tan r az onab l e y a p rop i ado a los sis­ de algún sistema parti cula r diferente. Sería así posible es­
temas sociales en los cuales se encucnlra uJmo nuestra pro­ cribir un docurncnto histórico de 1us cambios del sístema de
pia terminología lo es al nu estro . Espero haberlo conseguido. parentesco de Inglaterra durante los diez ú lti mos siglos. Esto
Sobre b b a se de la fan1ilia elcrnental y de las relaciones nos l levaría al sistema bilateral teutónico sib ta: como apa­
genealógicas resultantes, los ingleses hemos construido cier­ recía en la institución del wergild. P ero no sabríarnDs toJavia
to sistema de parentesco que satísface las necesidades de por qué 1os pueblos teutónicos tenían este tipo de sistema,
una vida social ordenada v es bastante autoconsecuente. Los mientras 1os romanos tenían un sistema di ferente de linaje"'
fox y los hop i han constn�ido1 sobre la misma base, un siste� agnatkios. El g ran valor de la his toria para una l:icncia es
n1a relativamente autoconsccucnte, de un tipo diferente, que que- nos pr oporci ona el rnaterial para el estudio de cón1o cam�

lOO 101
·�· :. '
hian lo:-. sis te m a s sociales. En este aspecto, la historia conje­ En el método de historia conjetural los problemas indi·
tural es total me nte inú t iL viduales son habitualmente considerados de modo aislado,
Pero si se pregunta, no cón1o han llegado a existir el sis­ Por otro lado, el método de análisis estructural aspira a una
lcma inglés de parentesco o el sistema político inglés, sino teoría general, y se consideran, por tanto, j u ntos y relacio­
dJmo funciona actualmente, es una pregunta que puede res­ nados entre sí gran cantidad de hechos y problemas, Es ob­
ponderse mediante una invcstigacíón del n1ismo tipo que e l vio que en esta conferencia, tan desacostumbradamente lar�
1 rabajo d e campo an t ropológ i co y las consideracio nes his­
, ga, solamente he podido tocar algunos puntos de la teoría
túril'Zis son relativamente insjg,nificantcS1 si no absolutam en­ general de la estructura de parentesco, He tratado breve­
t.c. El conocimien to de cómo actúan los sistemas sociales es mente uno o dos puntos d i ferentes en anteriores publicacio­
de gran vnlor para la comprensión de la vida humana. Ha nes. Esa parte especial de la teoría general que hoy nos h a
� id o y
, _e_s toda\'Ía rnenospredado por los antropólogos que ocupado puede decirse que e s la teoría del establecimiento
consideran su principal trabajo escribir la historia de pue­ de relaciones tí )0. He mencionado la tendencia actual en
hlos o ii�_stit�_ciones -,que no tienen h istoria. muchas sociedaues a iinplantar una relación tipo entre una
¿ Ob.é resultados p'oJemos esperar obtener del método de persona y todos sus parientes de la generación de los padres,
;1nálisis s ociol ó gico ? Por supuesto nada que vaya a ser acep­
. y la tendencia, aún más marcada, de establecer una relación
l a do cmno 1mportantP por los que exigen que cualquier tipo, habitualmente de conducta libre y franca, hacia los pa·
ex�
p!icaciún de un fenómeno social sea una explicació n históri­ rientes de la generación de los abuelos, No pretendía tratar
\a, o por quienes piden lo que se llama esto más que i ncidentalmente, La parte principal de la ex­
una explicación psico�
lógica, es decir, una explicación en ténninos del individuo posición h a tratado de dos principios estructurales que son
-' sus motivos . Como resultados que cabe esperar razona­ ejemplos de un principio estructural más generaL Por e l
blemente, sugiero los siguientes: principio d e unidad del grupo consanguíneo s e establece una
relación tipo entre una persona dada y todos los miembros
L Nos capacitará para hacer una clasificac ión sistemáti ­ del grupo consanguíneo al que está unida de algún modo,
c� de los s istemas de parentesco, La clasificaci ón sistemátic a Por referencia a este principio, tenemos que i nterpretar la
<:s esencial en todo tratamien to cien tífico de cualquier c lase terminología clasificatoria y costumbres tales como el soro­
de fenómenos, y tal clasificación ha de hacerse en términos rafe y el levirato. Por el principio de unidad del grupo de
de propiedades gener:1les, linaje se establece una relación tipo entre una persona dada
2. Posibilita la compren sión de rasgos particula res de y todos los miembros del grupo de l inaje al que está unida
sistemas particulares, Lo hace de dos modos: a) revelando e l de algún modo. Sostengo que hemos de i nterpretar las termi·
rasgo particul ar como parte d e u n todo organizado; b ) m os­ nologías de los fox, los hopi y los yaralde, y otros sistemas
! rando lo que es un caso especial de u n tipo reco.1oci ble de similares en muchas partes dispersas del mundo, con refe­
fenómen os. He intentad o así demostrar que las termino l<r rencia a este principio,
¡das choctaw y omaha pertenecen a la clase que incluye tam­ Si os tomarais tiempo para estudiar doscientos o trescientos
bién la terminol ogía yaralde y que éstas son todas las aplica­ sistemas de parentesco de todas las partes del mundo, creo que
ciones especiales del principio general de solidarid ad y con­ os impresionaría su gran diversidad, Pero os impresionaría
tinuidad del linaje que aparece en muchas otras formas en también el modo en que algún rasgo particular, tal como e l
un gran número de sociedades diferentes, tipo omaha d e terminología, reaparece e n regiones tan dis­
3. Es el único método por el que podemos esperar úl­ persas y apartadas, Reducir esta diversidad a algún tipo de
.
l¡mamen tc obtener generali zaciones válidas sobre l a natura­ orden , es labor del análisis, y creo que mediante el análisis
·
leza de la sociedad humana , esto es, sobre las características podemos encontrar, tras las diversidades, un l i mitado nú·
tmiversales de todas las sociedades pasadas, presentes mero de principios generales aplicados y combinados de
y
l u tu ras. Me refiero, por supuesto, a tales generalizaciones, diversas formas, La solidaridad del linaje en una u otra for­
e u anclo hablo de leyes sociológi cas, ma se encuentra en la mayoría de los sistemas de parentes·

103
co. No hay nada sorprendente en el hecho de que las BI BL!OGRAF!A
terminologías de tipo choctaw y omaha en las que la solidari­
dad del linaje halla lo que puede llamarse un extremo desa­ Dt UKHEl\1, E. (!898), Zur Urgesc/úc!zte zler Ehe, Prof. J. K uh ler,
rrollo, se encuentren en regiones separadas de América, Afri­ Analvscs lil, La Famil!e, (<Année Sociologiqut>, vol. I, pági­
nas 306-319.
ca, Asia y Oceanía, en muchas familias diferentes de len­
EGGA\i, F. ( 1933), The Kinslzip System awl Social Organisatifm of
guajes, y asociadas a diferentes tipos de ((cultura,>. !he H'ester11 Pueblos with Special R ejer e nce lO tÍ/e Hopi,
El año pasado expliqué en términos generales cómo con­ P h. D. thesis. Universidad de Chicago.
cibo el estudio de la estructura social (Radcliffe-Brown, Gl!TORU. E. VV. ( 1916). Jli\¡·uk lv1oicties, ((Arch. and Ethn. PubL,
1940b"). En este ensayo, mediante un ejemplo particular, 11e Univ. California», voL X II . núm. 4.
tratado a� mostraros algo de la naturaleza de un dctcrmi· GrLBfR.T, \V!l!íam H�·., Jr. (1937), Eastern Chcrukce Social Orgcwí·
sation, en Social Awhropology o{ IVor!J¡ Amen·ca n Tribes
nado método de investigación, Pero no creáis que este mé�
(t-d. Fred Eggan ), Ch icago U n í versity Press, pp. 283-3_,8.
todo puede aplicarse solamente al estudio del parentesco. Es KO!lLEf.t, J. (1897), 7ur Urgeschic!zte der Ehe, {(Zt'itschrií t für
aplicable, en una u otra forma, a todos los fenómenos socia­ \ferglt'ichendc Rechtswissenschaft)i (Stuttgart) BcL 1L
les, pues es sencillamente el método de generalización abs­ KROEBER, A. L (1909), ClassÍjicatory Systems of Rclaíionship,
tracta por comparación de ejemplos, que es el mc'todo ca­ d. R. Anthrop. In st. " , vol. XXXIX, pp. 77-84.
racterístico de 1as ciencias inductivas. - ( 1917) Califonúa Kínship Systcms, (<Arch. and Ethn. Pubt
Unh·. C1lifornia)), voL XII, núm. 9.
«¿Por qué toda esta parrafada sobre el método?>>, se p re·
I'v1HD, Marg a ret (1934). Kins!lip in the A!miral!_v lsloncf_..,·, ,,Anthrop
guntarán quizás algunos. No podemos llegar a acuerdo al· Papers Amer. Mus. Nat. History1>, vol. XXXIV, parte Il, pá�
guno sobre la validez o el valor de los resultados, sin esta­ gin�s 181·358.
blecer antes claramente los objetivos y los métodos adecua­ rvt'Lr'\:\A\, John F. ( 1865), Primitit'C J·farrÍaJ;C, Edimburgo, Adam
dos para alcanzarlos. En las otras ciencias naturales esto está and Charles Black.
establecido. En la antropología no. Cuando estamos en desa­ lvioRG\'., Lewis H. (187!), "Thc Sy:-tcms of Con:::,anguinitv an<}
:\ífinity>> Sn1irhsonia11 Jnsritrdíun Cuntributions fo KnO\F
cuerdo, el primer objetivo a discutir debiera ser definir con
lcdge, vol. XVII.
toda la precisión posible la razón de la diferencia. Espero
¡ 1877) A11cicnt .')'ocien· or Rcsctnclies iu rllc Unes of Jlwnau
haber planteado ante vosotros el problema sin mala fe ha­ .
Pro,�.;rc.ss from S!H 'a.t!, en· 10 Ci1'i!iso.tiou. Lond res, Macm!lLm:
da aquellos con quienes no estoy de acuerdo. A Yosotros Nuc\·a ·York, Ht'nrv Hult.
"
corresponde juzgar cuál de los dos métodos que he compa­ OPLER, :\L E. ( 1937a), Chirinlhua Sucia! Orgunisdtioil, en
rado es el más idóneo para procurar ese tipo de compren­ Socia! Anthropolugy uf :\'or th American Tribcs (ecl Frcd
sión científica de la naturaleza de la sociedad hun1an'i, lahor Eggan), Ch!cago Univer�ity Press.
(1937b) A¡;achc Data Co nccr n ing thc l<c:!cltion of Ter,
aceptada por el antropólogo social para proporcion.'tr una
nlino!o,e,,· ro Sucia! C!assific'atinn, ,,Amcr. Anthrop. ln�t_,,, vo,
guía a la Humanidad.
Jumen XXXiX pp. 201-212
R\DCLIFFE-BRO\\'-,;:, A. R. (19181. ,\/oks rur ¡!¡¿; Sociul riun
n/ Austra lia11 Tri!)es, pa rte l. ,<J. R. An throp . InsLli, Yolumcn
XLVlll. pp. 222-253.
- ( 1924) Tlle ,\Jotl!er's Brotller in Sourh /'\frica, "Soutb African
J_ Sc icncc " , vol. XXI.
- (1930·1931) Tl1c Social Organisatio¡¡ o{ Au.stralian Tri bes, par­
tes I-IIL «Oceanía>), vol. L pp. 34-6.3, 206---246, 322-34!, 426-456
- (1935) Patrilineal arld :\.1atrilineat Succcssiou, "Imva La\1.; Re
vic\V>>, vol. XX, núm. 2.
- (l940a) 01! Joking Relationships, ;(África)), vol. XIIT. núm. 3,
páginas 195-210.
- (1940bl Q¡¡ Social Stmcture, d. R Anthrop. Inst". vol. LXX.
páginas 1·12.

104 lOS
Rn'ERS, W. H, R. (1907), On the Orígin of lile Classificatory Sys­ IV. Sobre las re laciones bu r l escas'
tem of Relationship, en Anthropological Essays Presented to
Edtvard Burnett Tvlor. Oxford. Clarendon Press (reimpreso en
Social Orgmtisatio;t, Londres, Kegan Paul, 1924, apénd. I, pá­
ginas 175-!92).
- ( !914a) History of MelmMsian Socíety, Cambridge University
Press.
--- (!91411) Kínship and Social Orgattísation, Londres, London
School of Economics. La publicación del apunte' ele F. J_ Pedlcr sobre las lla­
SrLIGMAN, Brenda z. (l917í, The Relatímtshíp Systems of the madas '<relaciones burlescas)}' que siguió a otros dos traba­
Nandi A1asai ami T!waga, t<Man>>, voL XVII, 46. jos sobre el mismo tema del profesor Henry Labouret ' y
SnRCKE, C. N. (1889), The Primitíve Family (The International de Maclemoiselle Denisc Paulme,' indica que puede ser de
Scientific Series, voL LXVI). Londres, Kegan P auL
interés para los lectores de «África)) 5 un planteamiento teó­
STEWART, Dugal d ( 1795), Introducción a Essays of Adam Smith.
rico general sobre la naturaleza de tales relaciones.
TAX. Sol (!937-), «The Social Organisation of Fax Indians», en Social
Anthropologv of Norf!¡ American Tribes (ed. Fred Eggan), El término «relación burlesca» hace referencia a la rela­
Chicago Universitv Press, pp. 241-282. ción entre dos personas, en la cual a una se le permite, por
costumbre, y a veces se le exige, embromar o hacer burla de
otra, que a su vez no puede darse por ofendida. Es impor­
tante distinguir entre dos variedades importantes. En una
de ellas, la relación es simétrica; cada una ele las dos perso­
nas se mofa, o hace burla de la otra. En la otra variedad, la
relación es asimétrica; A embroma a B, y B acepta la broma
de buen humor y ·sin tomar venganza; o A se burla de B
tanto como quiere, y B por su parte responde a A débilmente.
Existen muchas variedades de este tipo de relación en las
distintas sociedades. En algunos casos, la broma o burla es
sólo verbal, en otros incluye accíón; a veces la broma incluye
elementos obsc,,nos, a veces carece de ellos.
Las relaciones sod��es de este tipo están muy extendidas,
no sólo en África, sino también en Asia, Oceanía y Norteamé­
rica. Para llegar a la comprensión científica del fenómeno es
necesario hacer un amplio estudio comparativo. En la lite­
ratura antropológica encontramos material para tal estudio,

L Publicado por primera vez en cAfrica)), voL XIII, núm. 3, l94ll


páginas 195-210.
2. Joking Reli tionships i11 East Ahica, «Africa,, vol. XIII, p. 170.
3. La Patenté d Plaisanteries er1 A/rique Occcidetttale, «África�.
volumen H, p. 244.
4_ Paroue ó: P!aisanteries et !l.ltia11ce par le Sa11g en Afriqtw Occi­
dentale, <jAfrkH,l, vol. XII. p. 433.
5 El profesor fv1nrcel Mauss ha publicado una brcYe exposición
teórica del tema en f'l #.Annuaire de l 'Lcole Pratique des Hautes
Etudes», Section des Scienccs re lig i cuse s , 1927-1928. El doctor F. E-egan
trata t<?.mbién el tema en Social Anthropology of l•lorth Amer�i�an
Tribes, !937, pp, 75-8!.

106 107
aunque n o en l a m e d i da en que s e desearía, ya que , rm:
extraño. Para ser breves, v aun a riesgo de exces i v a simpli­
desgracia, este t i po de relaciones no ha sido obsen·ado n 1
ficación consídcraremos s�ól o las relaciones del marido con
descrito hasta ahora c o n l a exac titud necesaria.
la fan1i Ú a de su mujer. La relación puede describirse corr1o
La relación burlesca es una pecu l i ar combinación de am i s­
unión y separación, ..�sociación y disociación, s i puedo usar t a�
tad y antagonismo. La conducta es t a l , que en cualquier
les tÚminos. El hombre t iene su propia y definida posición
otro contexto social expresaría )i provocaría host i l i d a d ; pero
en l a estructura soc:ial, determinada por su nacímiento en
no ha de tomarse seriamente porque no se hace con esa i n-
nna familia v en u n l i n a j e o clan concretos. El conjunto de
1 ención . E x iste una supuesta hos t i l i dad y una a m istad reaL
derechos y deberes, y !Üs in tereses y actividades que cOn1-
Para expresarlo de otro modo, es una relación de dcsZicato
parte con .- los dt�más , · son el resultado de su posición. Antes
permitido. Cualquier teor·ía comp le : a sob re: cl :o ,ha de ser
. del n1atrimonio, los fam i li ares de su mujer eran tan extraños
parte de --o consistir en- una tcona d c l a po slClOn del res­
. . para é l como él para el los. Esto constituye una disoc i J c ió n
peto en las relaciones sociales y en la Yidu soual en gene r a l .
social que n o desaparece con e l matrimonio. La conjuncit'n;¡_
Pero se t r a t a de u n p r o b l e m a sociológico m u y a m p l .i o y muy
social es consecuencia de l a relacíón continuada, aunque va·
importante; pues es evidente que el mantenimiento total de
riada, de la esposa con su fmn i l ia, y el continuo interés de
un orden social depende del tipo y grado de respctu que ''e
la familia por e l l a y por sus hij os. Si la mujer fuera real·
manifiesta hacia ciertas personas, cosas, ideas o símbolos.
mente comprada, y se pagara por ella, como dicen los igno�
En Africa, v en o tras partes del 111ttndo, son n1uy comune"
rantes que se hace en Africa, no cabría n inguna rdacíón es�
los e j emplos de relaciones bur1escas entre parientes por r-:13 -
trecha y permanente entre u n hmnbre y l a familia de s u es�
trim¿nio. Mad cmoiselle Paulme " nos dice que entre los do·
posa. Pero aunque- pueden comp rarse esclavos, n o pueden
aon un hombre mantiene relaciones burlescas co n 1as herma­
comprarse esposas.
�B.s de su mujer y con las h i j a s de é s t a s . La relación se man­ La d isociación social implica divergencia de i ntereses y,
tiene con frecuencia e n t re u n hombre y los hermanos y
por tanto, posibilidad ele conflicto y hostilidad, mientras que
hermanas de su n1ujL� r. Pero en algunos casos e x i s t e una d i s­ la asociac'ión evita todo conflicto. ¿ Cómo puede producirse en
t i nción por l a cual un homb:T mantit:ne n:- laciones de bu r­
forma ordenada y estable una relación que combina ambas ?
l a con l o s hermanos y hermcinJ.:, de su m u .1 e r que son mas ,
Hay dos modos de conseguir esto. Uno consiste en rnantener
jóvenes que ella, per-o ! U LOn lo� que ::;un rna:'o -es, Esta
entre las dos personas así relacionadas el respeto mutuo, y
broma con los ht -rn1.::m o s \ ht.' rmana� de s u n1uJer esta, ha­ en evitar el contacto personal directo. Se manifiesta esto en
b itualmente relacionada C(; n una cost un1b1·c que exige ext re� las relaciones muy respetuosas que son caractedsticas en
m o respeto, a veces evi t ación parcial o completa, entre u n muchas Sf.:H:!::��:�:;, Cl!lr-- e un hij o po!ítíco y su suegro por
h ijo político y los padres de su m u jer. '
un lado y su suegra por otro. En su forma más extrema se
E l t ipo de situación estructural e n que se e n c u e n t ra n 1a s
costumbres relacionadas de burla / e v i tacion puede ckscn­ . da l a ausencia tolal de contacto social entre u n hombre y
birse como sigue, Un n1at rimoniu í m p l i c <o1 un fL'3 Í ll \ k de' ! a ::� ::_nadre p o l í t ica.
estructura sociaL mediante el cual las rel a c i o n -;: s de l a Inujl·r Esta falta de cont a c i(J ;�::�: �:�) ha de tomarse c,m:l o u n
··'
con su farn i l i a se: modífican en gran medída, pct:)andu a una signo de host i l i dad. Si uno es sensato, 1in1itará a l n1a xin1u c:: t
nueva y 111uy estrecha rel ación c o n ::, u rnarido. Est.._� ü l t imu contacto con los enemigos, pero eso es algo completam ente
entra, a l m i s n1o t iempo, en una relación muy cspel:ial con diferente. Pregunté una vez a u n nativo australían o por qué
l a familia de su esposa, para l a cual é l e s , no obsli.1.nte, un tenía que evitar a su madre p o l í t ica, y su respuesta fue:
�(Porque ella es mi mejor amigo en el mundo; ella me ha
6. "Africa". \ <.JL X I L p . 438. dado a mi �.:sposa.)> El 1nutuo respeto entre hijo político y
7. Los n o familiarizados con c:;tas co:, t u mbrc'>. nm y <-' \ k n d i d i.i � , padres políticos, es una forma de amistad. Evi!a los contli,c­
encontrarán l a s descripciones en J t : �'O!l. Lite of a S o u r h African Tri!u, tos que cualquie r divergen cia de i n tereses pudiera
Neuchátcl, vol. I , pp. �229 ·23"/, v e n .Socia! A r u h n_¡pn!ogy n¡' :\'or!li Auu:· provoca r.
rican Tribes, cdit<.Hlo por F . E g g a n , Chkago, 1937. pp. :::;,-s¡_ ;..;: ��l ternativa a es t a r0��c;6:;_ Illütuo respeto y rescr�
va extremos e s [¿¡, r�Jación burlesca, caracitr;z�:_--l a p or la
108
!09
l i c enc i a y la falta de respeto . Cualqu
ier h o s t i l i d a d seria se mos que no s.e comportan de este modo, son consideraJus
¡me :icne por el antagoni smo de la broma, que en su repe­ groseros, ya q-Je no siguen el juego social.» t>
tJcJon regular es una expresió n constant e, o un Aquí la rel :Í ción burlesca es fundamentalmente del mismo
recordat orio,
de e s � d i s ociación que constituy e uno de los compone ntes tipo que la ya referida. Se establece antes d e l matrímonio, y
esenciale s de la relación, xnientras que la conjunci ón continúa después d e éste con los hermanos y hermanas po­
social s e
mantien e p o r la a mista d , q u e i mp i d e t o m a r e n consider líticos.

ci{m el insu lto. En algunos lugares de Africa existen relaciones burlescas
La discrim inació n en la familia d e l a que n o tienen nada que ver con el matrimonio, El trabajo
mujer entre los que
h.ar:1 de ser tratado s con sumo res peto y aquello antes c itado de Pedler se refiere a una relación burlesca
s para con
qmenes la falta de respeto es un d e ber, se
gene ración ,
hace según la i
entre dos tribus d i s t n t a s , la sukuma y la za ra rnu , y en l a
a veces; según la edad dentro de un a n1isrna prueba s e declaraba que halJía una rel acíón similar entre ]a
genera ción, pnrient es habitu alrnent e respeta dos son los sukurna y la zigua, y en t re la ngomi y l a bemba. E l t es t i ­

d�.:.: la prünera generac ión ascende nte, la n1a d re de rnonío de la Inuje r sugiere que esta costurnbre d e brorna
la 1nujer
Y stJs el padre de la mujer y sus he rn1 an a s, e l grosera existe en la tribu sukun1a en t re personas relacio­
y sus hern1anos, a veces e l hermano de nadas por tnatrirnonio, igual qu.e en nuH: ha s otras tribus afri­
, Se mantie ne una relació n de burla con canas. \)
los parien tes de la propia gen eración ; pero con mucha
cuenc.i�
fre" fv1ieutras
que una reladón de burla entre dos tribus es
se hace distinci ón de edad dentro de la propia ge­ aparenternente rara, y n1ercce, como s ugie re Pedler, una cui­
ncrau on; respetar se a l hennano o hern1 ana 1nayor dadosa i n vestígac-ión, se ha o bse rvado u n a relación semejan�
que la _mujer y em bromar a los má jóvenes . s ·

te ent re clanes en otras partes de Africa. E l profesor Labourc.t


lgunns puede decirse que u n h O in b re tie- y P..1adernoisclle Paullne lo d �: r��:=
� :� ;�1 los artículos ant��
ne pa n entes polHk os an tes de h ab
e r s e casado , práctíc amen­ ,., ..-l -
mcnc-io.-. auus,
:c t � n l:' :·onto como l lega al Inundo . Esto es posibl e por -�- . . y el doct o r F·artes ¡ o l1a es tu e¡·1ad o entre 1 os

�nstJ tucwn de m.atrim onio preferencial o re q ri


la t::.Hensi, según verernos e n una próxirna publicación . !. u

ue do En aras .

a L:1 �rev � daJ, consid eraren 1os únican1 en t e


un tipo de tales
Los dos clanes no están conectados, en estos ejemplos,

organ izaCio nes. En rnuch as


por interrnatrimonio. La relación entre ellos e s una alianza
socied ades se consid era preferi "
de arntstad real y rnutua, cornbinada con una apa�
que un hornbre se ca se con la hij a del hern1ano de s
u rienda de hostilidad.
é;t;; e� �:;;:: !':::�� ::!� !�costun1bre conocida con e l
���nb,.,re de matr i1non ío d e p ri mos cruza
j
dos { hi o s tlc � �
; ennu no Y de _ u n a herm ana respe ctiva ment e). Toda s l a s p ri 8. Ruth Landes en MEAD, Co-operatím1 and Comperition among
·
,nas. de un homb re, o todas las
muje res que por el s ist ema Primitive Peoples, 1937, p. 103.
c�aslficato rio catal oga como tales, 9. Incidentalmente Puede decirse que resultaría poco satisfactorio
son para él es oos � ;;: n'"'. . � �

cmles, V los he rrn ano s rL::. ,_,.n�� �- '


_.,_ Y.'·HClt"
-�- para d magistrado establecer u n precedente por e l que e l hombre que
� -
r -� Hl� :son sus cunados potencta l e s
....
.
estaba observando lo que era costumbre Pf.'rmitida e incluso obligatoria,
entre los indios oji bwa de Améríca del Norte, los chiga d fuera declarado culpable de simples injurias, incluso con drcunstan·
e
Vganda, y en Fiji y Nueva Caledon ia, a l igual que en otros das atenuantes. Parece ITHIV posible que el hombre pueda haber co­
metido una falta de etiquet a burlándose de la mujer en presencia del
lugares, se da esta forma de matrimo nio, que va acompañ ada hermano de la madre, pues e n muchas partes del mundo se considera
de un a relación burlesca e n t r e un hombre y los hijos e hij impropio que dos personas qUe mantienen una relación burlesca se
as
lkl hermano de su madre. Como ejemplo se cita el siguiente embromen mutuamente en presencia de ciertos parientes de alguna
de ellas (partic'1larmente si la broma implica obscenidad). Pero la
parrafo referente a los oj ib wa : «Cuando l o s primos c ruza­
falta d e e t iq_uet) no haría d e ello una injuria. Unas ligeras nociones
dos se encuent ran, han de rnoiesta rse uno a otro. Sus
" bro� de antropología 'habrían capacitado al magistrado para que, plantean­
m a s " son las insinuaciones n1ás vulgares según sus do las preguntas apropiadas a !os testigos, hubiera entendido complo­
normas
Y tan1bi én segú n las !�1_:::;:-;as. Pero siendo n"b"': ' tamente e l caso y todo lo relacionado coú él.
" . , tün es d e
- - �,
.
.n.. 10. M. F o RTES, The Dynamics of Cianship among the Tallensi,
' l ' rl
runab 1 : ...:;;::', , ningun o puede darse
,
por ofendi do. Los p ri� Oxford Uníversity Press, 1945.

! lO 111
La situación éstructural general, en estos casos, parece peto que les es debido. " Aunque: los s i s temas de p a rent e sco
ser como sigue. El i n d ividuo es miembro de un c i erto grupo varían eno rm em e n t e en sus d e t a ll e s , existen cie no s princi­
definido, u n clan, por ejemplo, dentro del cual s u relación pios que están muy extendid os. Uno de e llo s e s a q u e l por el
con los demás está definida poruna comple ja serie de dere­ cual una persona ha d e mostrar un 1narcado respeto a l os
chos y deberes, relativos a los principales a s p ec tos de l a pariente s pertenec i e n te s a la generaci ón inmediat an1entc pre"
vida social y mantenidos por sanciones definidas. Fuera d e l cedente a la s u y a E n la mayoría de la s s oci eda d e s ,
.
el padre
grupo propio puede haber o t r o t a n unido al suyo como para es un parient e al que se debe gran respeto . Esto es así in­
que se extiendan a él las relaci on e s 1norales .Y ju rí d i c a s del cluso e n muchas de las llamada s socie-da des matrílin
eales, es
Africa oriental, según sabemos decir, aquélla s organiz adas en cla nes o l i naj es
mismo tipo generaL Así, en matrili neales.
por el trabajo d e Pedler, los zigua y l o s zararnu no s e burlan Puede observ arse con mucha frecuen cia la tenden cia a ex·
unos de otros, porque existe en t re ellos un lazo aún más es� tender esta actitud de respeto a todos los parient es de la
trecho desde que son ndugu ( h erman os ) Pero fuera del cam­
.
primer a genera ción ascend ente, y, ademá s, a las person as
Afnca onenta l
po en que las relaciones sociales están así definidas, hay que no son parien tes. Así, en las tribus de
otros grupos con los que, dado que son extraños a los i n d i ­ que están organi zadas en period os genera cwnale s, se e:uge
viduos del propio grupo, la relación i m p l i c a hostilidad real al respet o hacia todos lo s homb res de
de u n hombr e un especi
o posible. de su padre, e igualm ente hacia sus
la etapa genera cional
En cualquier relación fija entre los miembros de dos espos as. . , . . .
ron soctal
grupos d e esta clase tiene que reconocerse la separación de La funció n social de esto es evrden te. La tradrc
re­ nte. Para que la
l o s grupos. Es precisamente esta separación lo que no se se transm ite de una gener ación a la siguie
conoce sin más, sino que se destaca al establecer una rela­ mante nga ha d e haber autor idad tras ella. Por
tradic ión s e
ción burleS cá, i:..a
�C�������d mani fi e s t a , la constante falta d e consi guien te, la autor idad es norm almen . �
te econo cida como
ón socia � ac10n prece dente , y
respeto, e s u n a expresión continua de esa ���:::��l propi edad de l o s miem bros de la gener
. lma. Com o result ado de
son ellos quien es ejerce n l a drsc1p
,

q u e constituye una parte esencial de la situación e s t ructural


gener aciOn es contl ene
total, pero sobre la cual, s i n destruirla ni debilitarla, existe esto, la relac ión entre perso nas de dos
estan do los padre s y
conjunción social' de los elementos de amistad siemp re un eleme nto de desig ualdad,
la y de ayuda
los de su gener ación en una situac ión de �
super oricta d so �e ?
mutua.
a ellos La desrg u� l re!ac1 0n
La teoría que se está adelantando aquí, por consiguiente, Jos hijos , que están subor dinad os :
iene exrgr endo al ultrm o res·
e s que tanto lá de relación burlesca que constituye una alian­ entre un padr e y su hijo se mant
es asim étric .
p e t o al prim ero. La relac ión
.

za entre clanes o tribus, como la d e parientes por matrimo­ .
n mdrv rduo c o n sus
nio, son formas de organizar un sistema estable y definido de Cuan do obser vamo s l a relac ión de u
de éstos , vemo s que en
comportamiento social en el cual los componentes asociativo abue los y l o s herm anos y herm anas
dade s huma nas, los pane ntes de
y disocia tivo , como los h e llamado, se mant i e n en y se com­ l a mayo r parte de las socie
ascen dente son trata d�s con m uc h o
binan entre sí. la segun da gener ación
era gener acwn ascen dente
Proporcionar plena evidencia a esta teoría, siguiendo sus meno s respe to que los de l a prim
guald ad, ex!St e l a tende ncia
implicaciones y examinando con detalle su ap l i ca c i ó n a los y, e n lugar d e una marc ada des �
Igua ldad . _

d e apro xima rse a una amrs tosa


.

req ueri ría un libro


den anahzar a tondo este
diferentes casos, n1ás que u n articulo
Cons idera cione s de espa cio impi
tiene gran impo rtanc ia. Hay
breve. Pero quizá pueda obtenerse una confirmación consi�
derando el modo cómo ap a rece n res pet o y desacato en las rasgo de estru ctura socia l. que
distintas relaciones, incluso aunque no se pueda intentar
Véanse, por ejemplo, los sis.temas
� e parent c,sc,o d_�sc�·i�us
1 e:1
más q u e una breve i n d i cación d e algunos puntos signífica� 11.
can Tnbes , e0: Fr�d .E,ggar t, L n ! ·
of North Amert
Social /W thropology
ti vos.
versitv o f Chicago Press, 1937; y Marga
rct MEAD, .KUL>,h1p 1�1 ihe Alm1·
Papt:r s of the Amen cao ¡,1uscu m
of
Estudiando un sistema de parentesco es posible d i stinguir ¡t
ra Y �1 slan.ds
" ' (>Anth"ropolo gical
�, 256
. . . ,
24-'" ,
los diferentes parientes por re f er enc ia a l tipo y g rad o de res- Natural Histo ryl;, voL XXX IV, pp,

1!3
1 12
parece q u e la relación burlesca es gene­
m uchos casos en q u e l o s a b u l'! o s y l o s n i e t os s e a g r u pa n eL E n estos casos
c:1 l i..l � s l ru �· t u r<.l s oc i a ! , e n o p o s i c i ó n a sus h i j o s y p a d re s . ra l m e n t e a s i m é t rica. Por ej e m p l o , e l sobrino pu e d e tomar
los
_ -
U n J11dJClU _ !lllpor l d n t c para c u m r r c u d c r e l t e m a es e l h e c h o l a propíeda d d e l t io , pero no a la ínYersa; o, como e n tre
m r una b u e n a pieza
de que e n el c u r s o d e l a \ ' Í d a s u c i a ! a u-a\·l·s d e l tí e m po , e n el hote n t o tes narna, el sobrino p u e d e t o n
cual los h o n 1 b n.' s 11accn, a d q u i crt-' n la m ad u rez -y m u ere n ' de la ma n a d a de su t í o , y el tío a su wz toma la peor
del
los n i do s ocupan L' l l u g a r de s u s a b ue l o s . rebafio de su s o b r i n o . 1 '

E n m u c ha ,:, :-.ocicdadcs C. '< i s l c u n a relación burlesca real E l t i po de e s t r u c t u ra social e n q u e se d a esta cos t


u m b re
,
de p r i vi l e g i a d a i a l ta. de respL ' t ü hacia el h e r m a n o de la ma­
d e t 1 po r c ! a ( Í \'(lrll c n l c mod e ra d o , e n t re l o s p a r k n t c s d e ge�
n t : r �K J o n c s a l t crnd:s. Los n i t' l o s h a c e n b u r l a d e s u s a b u e l os d re , en s u _.; furnws mús m�nc n d a s , por ej e m p lo '
1.. n t re los
-e-n las ! � ! a s F i j i v T o n g a e n el
Y de· a q u e l los d'-'ll O i l l i nados p o r el s í s t L' m a c l a s í h c a t o r i o d e ton :..:<-\ del Al rica s u do r ! vn t a ! , -- "
a del
t c r m i i l o l u g í a a b u c ! u ·\' a h u c ! a , -v t; \ t u s r e s p o n d e n J c ! misrno PacÍ tlco, y e n las ! r i b u s l't:' n l r a l e s s i uu a n de Améric
o r t e , s t �i c a r a c k r i La d u pur s u b r a y a r el l i n a j e p atrí!ineal
modu. N e
nu rTLH.!�� d í s t i nc i o n e n t re los parient es p o r línea
A buel os y n k ! o s c s t <i n u n i d o s p o r e l p3rcntcsco; e s tá n y pur una
s c p <:-tr ad o s p o r l a e d a d y p o r l a d í lc rc nc i a s o c i a l qttt-' r e s u l t a p a t e r n a y lo:., p a r i e n t e s p o r l í n 12 a m a te r n a .
e esta
d e l hecho de q u t' u n n i e to 1..-' s t ú e n proceso d(· e n t ra r a p a r t i ­ E n u n e.::. c r í t o a n t e r i o r 1 1 o ( re c í u n a i n t c r p rc tacióu d
. ! a d a h a c i a e l h e r m a n o de
c t p a r p l e n a me n t e l' J l l a Y l d a suc i a ! de l a c o m u n i d a d , n1 i c n t ras co� ! u rnbre d e fa m i l i a ri d a d p r i \- i l t>-g
Para la con t í nuación
! u s a b u e l o s \· a n r c t í r5. n dos c g r a d u a ! m ct 1 t L' u
l a m a U r e . f� n rc� u m e- n e s c o r n o s i g e .
que tk e l l a . Los
de un s i s k m a social es p r e L· í s o q u e s e c u i
d e y se ed u qu e
i rn J? o r · w n t :-'s d e b e res h a c i a su:-; p a r i e n t e s d e ! a p ro p i a gene�
nl C J U J l , e mclusu n ds h D c i a la d e sus p a d r e s , i mp o n e n n1U­ a l os n i ilos. Su c u i da d o exige de \ uciún ;:_¡ ( e c t i va y d c s i n t '-'­
rcs a d �t , ::.u e d u c a c i ó n r'- · q u i c rt> q u L' SGlll s om e t i d o s a d i s c i�
c ha _c, 1 i n d i \ · i d u o ; pero con los d e la scuunda
v s i r i c c i o n cs :.d �
. .
a s q u e e s t a mos t r a t a n d o , L'XÍ s t e
gcnL',r�\Clon a �cc n dcn t c , s u s a b u e l os y p a r í c n t cs c o l a t e r a l e s , p ! i n a . E n l a s s oc i e d a d e s c_k l
p u c u c c s t �1 b l c c c r s c . �- a \TCC'S se c s l ab l cce , u n a relación de u n a d i \ isi ln1 d e ! u nción e n t re ! o " p a d n ' s y l os demús pa­

:- i m p k a m i s t;_id, JT i d t i \ ' a i JH.'rHc l i bre de res t ri c c i o n e s . Tam, r i c n LL'S de a m ba:; p a r l L' s .. E


_ ! c o n t ro l y la d i s c i p l i n a son ej�r�
l rn ._' n t L' por el p a d r e y sus h e r m a n o s , y gcne­
bién t ' ll cqc caso _,; e s u g i e re que la r e l ac i ó n b u r l e s c a es u n c i d u s p r i n c i pa
· · ·
; e s t o s p a r i e n tes h a n de
m é t o d o tk o r d c n z n u na n..' i adün c¡ u c cc·Jnl l.) J. rl·,¡ l·t
'- <-1 SOCJaCJOrl
• r a l n1 c n t c t a m b i 0 1 por sus h e r m a n a s
e s l a respon sable e n
y la d is o c i a c i (.Jll ;, u c i a l c s . ser re s p e t a d o s \ obt'de c ¡ J u s . La madre
C : ·co q Lk� es t a t e s i s p u J ri a apoyarse, s i !lO dl'111US t rarSC, p r i me r J u g a r U d c u i d a d o a f e c l u o s u ; ! a m
a d re y s u s h e r m a­
¡ · o n J d e ranJo J o s d c t;::d l e s d e e s t a s r e i Zt c i u n c s . S() ] o h a y cs­ nos \. ll c nn an a s � o n , p u r t a n t u , p a r i e n
t e s a los que hay q u e
:
de l a nwdrc recibe
p a c J o paru un p u n t o i 1 us t r a t i\'ü, En e s i a r e l a c i ó n , u na f¿; r m a pcdi ;-- ayuda e i n d u l ge n c i a . E l h e r m a no
��--JUy , c(:_) m u n
__ ck b r:) m a es q u e e l n i e t o p r e t e n d a q u e q u íc r e L1 J nt u m i o a c \ ó n de dJudr c m a s c u l i n a e n t r e )) l o s tonga y

LlSZt . !---< c u n l a nlUJLT


de l a b u e l o , o q u e i n t e n t a hacerlo a J a e n a l e u n a s t r i b u s -s u dafrica nas.
m u : r t c d e l a b u e l o , o t r a t a r l a como s i f u e r a realmente s u C rZ' u q u e e s t a i n terpre tación d e b p o s ic
i ó n e sp ec i a l dd
:
l l l u ! c r , A ! t c r n a t i\·amen t c , e ! a b u e l o puede pretender q u e J a ades ha sido confir ma­
hcrm;:- ¡no de l a m a d r e en e s ta s socied
ll Hl}lT d e s u n j e Lo e:--; , o p u e d e ser, s u m u j e L 1 � La b ro m a da pu r un t ra b a j o de realiz ado despu és que yo
campo
c o n s i �, k e n p r c t cJJcic'. t· ,· g¡·¡cJ t ',J J. l ·¡ U, , . H
,. , r c n c w --
c sc r i b i e s '--' e l rc lc r i d o artícu lo. Pero yo
era p l e na m e n t e cons­
..... '· - c_1 e ce¡ a d e n t re
q u e e l debate e i nt e r�-n·e t a c i ó n
;1huc!u ,.
__ 1 1 icto .. c i e n t e , c u a n d o lo escrib í, d e
ado e n la :ínea d e
Eil d l \·er.�as
p a r t e s del rn u n d o ex i s t e n sociedad es e n las n ccc s i La b a n s e r s u p le m e n t ad o s y pl a n te s
gener al d e l a s funcio nes social es d e respe t o )'
' u ;_l l e _o..: el
h i J O d e l a h e rmana em b ro m a a l ll e 1 1n a n o de s u una teoría
1 n a d re Y, por ( l i ra p:t n c, se con1porta i rrcspetuu sé.u n e d es ac a to .
n te c o n

13. Orga11isation of tlle A'anw !-lut i en­


A. \\' i n i fn:d H o uP--: LÉ, Social
12 L ul n l RL I . !_e, Tnims du Rmncou Lobi, 1 93 1 , p _ 24�, � tPI, d\mni can A n t h ropoiog i:-h, N . S . , \'ol . X X V I I , 1925, PP- l-24.
--,,, ! (\ ( 1. ' h l l i--� \ R I J \ . Tr'c On1on;
of Chota .\agpur. Ranclii, 1915, pj. 14. 1 !te Muihcr '_, Rrut!u: r in Sourh A{ rica, <(South African Journa l
''¿)--, _;:-- 3.5--1. o f S c i c n ccn , vol. X X I , 1924. Cf. capítul o l.

J !4 115
La relación burlesca c o n e l hermano de l a madre parece lo ( kok\\'ana) y él se refiere al h i j o de su hermana como
ajustarse bien a la teoría general
esbozadas. Los derechos y deberes más importantes de un
d e las ,relaciones aquí 1 a s u nieto ( 11tllku/u). E n la tribu vandau el
l a madre, y también e l h i j o del hermano de la madre, re­
hermano de

individuo l e ligan a sus parientes paternos, vivos y muertos.


Pertenece a su clan o linaje patrilineaL Para los miembros
d e l linaje d e su madre, é l e s u n extraño, aunque tengan
\
¡
ciben l a denominación de {• abuelo)> ( t etekulu,
•gran padre » ) , y sus esposas son llamadas • a buela»
mientras que e l hijo d e la hermana y e l h i j o de la hermana
l i t eralmente
( mbiya ).

en él u n especial y cariñoso interés. Aquí de nuevo, pues, del padre son •nietos• ( nwzukulu).
se da una relación e n la cual existe tanto l a unión o aso� E s t e modo, e n apariencia fantástico, de clasificar a los
ciacion como la separación o disociación entre l a s dos per­ parientes puede interpretarse como una especie de ficción
sonas afectadas. legal, por la que los parientes varones del l i naje de la
Pero recordemos que1 e n este caso, la relación e s asimé� madre se agrupan como u n todo por estar en l a misrna
(rica. " El sobrino es irrespetuosó y el tío acepta la falta d e relación general con un individuo. Puesto que esta relación
respeto. E x i s t e desigualdad y e l sobrino e s e l superior. Los es de privilegiada familiaridad por un lado, y de solicitud
mismos nativos Jo reconocen así. En tonga se dice que e l e indulgencia por otro, se concibe básicamente como apro­
hijo d e l a hermana e s u n «jefe, ( eike ) para e l hermano d e piada para un abuelo y un nieto. E s t a es, adem á s , en la
s u madre, y Junod 16 cita l a s palabras d e u n nativo: « El mayoría d e las sociedades humanas l a relación en la cual
sobrino uterino e s u n jefe. Se toma toda la libertad que se da más frecuentemente esta norma d e conducta. Mediante
desee c o n el tío materno.» La relación burlesca con el tío esta ficción legal, e l hermano d e l a madre d e j a de pertene­
no anula �i m plemente la relación habitual entre las dos ge­ cer a l a primera generación ascendente, cuyos n1icmbros
neraciones1 sino que la invierte< Pero mientras que la supea han de ser respetados.
rioridad del padre y la de la hermana del padre se mani­ Valdría l a pena justificar esta interpretación consideran·
fiesta en el respeto que se les demuestra, l a superioridad d e l do otta d e las ficciones legales d e l a termi nología v·andau.
sobrino h a c i a e l hermano de su m a d r e t o m a l a forma opues­ E n todas estas tribus bantús sudorientales, tanto la hermana
ta de p e r m i t i r el desacato. como la hermana del padre, y e n especial l a hermana mavor,
He mencionado ya que exi s t e una tendencia n1uy exten� son personas a las que hay que tratar con gran respeto.
dida a c o n s i derar que un hombre debe mostrar respeto, y Ambas son miembros del linaje paterno de un hombre.
tratar como superiores, a sus parientes de la generación Entre los vandau la hermana del padre es llamada « padre
precedente a l a propia, y la cost un1bre de bron1ear o b u r� femenino» (tetadji), e igualmente l a hermana. " Así, por
Jarse a expensas d e l tío materno choca claramente con esta l a ficción d e l a clasificación terminológica, l a hermana se
tendencia. Este contlicto entre principios de conducta nos sitúa e n la generación del padre, que incluye las personas
avuda a comprender lo que parece el primer signo d e u n a las que hay que mostrar un señalado respeto.
r�sgo realmente extraordinario d e l a terminología d e paren· En las tribus bantús sudorientales existen dos tipos de
tesco de ]a tribu tonga y d e l a vandau, en el sudeste afri� parientes a los que s e embroma, el abuelo, y e l hermano de
cano. E n t r e los tonga, aunque existe e l término rna.hane l a madre. Puede ayudarnos a comprender esto considerar
( <�Jnadre masculina))) para e l hermano de l a madre, -;u pa­ un ejemplo e n el cual el abuelo y el hermano político se
r i e n t e se refiere a él, quizá con 1nás frecuencia, como abueg agrupan juntos. Los indios cherokee d e Norteamérica, que
sumaban e n u n tiempo probablemente 20.000 almas, estaban
divídídos e n siete clanes matrilineales. 1 5 Un hombre no
15. E n algunas sociedades l a nJac ió n entre el hermano de la ma�
drc v el hijo de la hermana es aproximadamente simétrica, y por
t a n 1 c·, de igualdad. Parece q u e así es en las islas occidentales del Es, 17, Sobre la terminología de parentesco de los vandau, e{. Bo.�s,
¡ rccho de Torres, pero no tenemos i n formación en cuanto a broma Das Verwandtschaftssystem der Vandau, en Zeilschríft fiir Ethnologie,
o b u r l a , aunque se dice que cada uno de los dos parientes puede tomar 1922. pp. 41·51.
l:l propiedad del otro. 18. Cf., sobre los cherokee, GILBERT, en Social A u t hropology of
16. Lije of a South A!rica11 Tril;e, voL l, p. 255. North Americm-1 Tribes, pp. 285-338.

116 1 17
servación n1ás a m p l ia de las sociedades en donde se da
p o d í a casarse c o n una mujer de su propio d a n , n i d e l c l a n
esta c o s t u m b re para poder estar seguros de su i n t er p r e t a­
d e s u padre. E l pertenece r al m istno c l a n le relacion<J. c o n
c í ó n . No recuerdo q u e se h a y a n hecho i n fo r m e s a l respecto
s u s hermanos ,.... c o n l o s hermanos de s u madre. Hacia s u
de parte alguna ele Arríca.
pad re y todos � u s p a r i e n t e s dd c l a n d e s u padre, d e l suyo
Lo que se i n t e n t a en e s t e a r t í c u l o e s dcl! n i r en los tér­
propio, o de l a gencracio n del padre. s e l e exige, por costum­
m i no s más generales y abstractos, e l t i p o de s i tuación es­
b r e , demostrar un g�·an respeto. E l a p l ic a e l t é r m i n o de. pa�
n o s ó lo a l o s hermanos de su p a d r e , t r u c t u ral en q u e podemos e s p e rar encontrar relaciones bur�
r c n i csco para e pa d re ))

:-, i n o t a m bi é n a los h i .íos d t> l a s h e r m a nas de s u p a d r e . H e l c sc as muy nYarcadas. Hemos e s t a d o h a b l a n d o de las so�
otra rn u c s t ra d e l m i s m o t i po d e ficción an tes d c s c ri � c i c dadcs en las cuales el parentesco co ns t i t u y e la e s t ructura
aquí �
ta: l o '> p�\ric' n t c- :., dv la p ro p i a generación, a l o s q u L' debe s oc i a l básica. Por razón d e su n a c i m ie n t o o adopción e n

rc�pdo y q u e pcr\ c n c c c n a l l i n a j e m a t r i l i nL'al d e su p a d r e ,


una d e t e rm inada p o s i c ión e n l a e s t r u c t u ra s o c i a l , u n i ndi­
.c.,un d e no m i nados y consi derados c o m o p c r t c n e c i c n ks a l a \'iduo está relac i o n ad o con u n g r a n n ú m e ro d e personas. C o n

m i .., m a generación de s u :-; padn:s. T o d a s u p a r e n t e l a i n m c d ia­ algunas d e e s t a s personas n1an t i c n e u n a defi n i d a y especí­

J a \ t' i nc l uy e en estos dos c l a ne s , , e l de su p a d re y e l d e


fica rel a c i ó n j u rí d i c a , e s t o e s , u n a r(: ] ac i ó n q u e p u e d e de­
m a d r e . Para l o � demás c l a n e s de l a t ri b u é l e s , e n fi n i r s e e n térm inos de derechos v deberes. Q u i én e s s e r á n
." l1

c i c r t u s c n l i d o u n c '\ t rail o . Pero é l e s t á relacionado c o n d o s


,
e s t a s p e rs ona s y cuúlcs l o s d e r e c h-os y deberes, d e p e n d e d e

Ue t.' l ! o � . e s t o e s con los ch-1 n cs de sus d o s a b u e l o s , el p a d r e


,
l a forma adop t a d a p o r l a e s t r u c tu r a s o c i a l . C o m o e j e m p l o

c k '> U padre y e l padre de s u m a d r e . H a b l a d e todos l o s


U e esa relación j u rí dica espccificn podemos tol'n a r l a q u e

rn l c m b ros de e s t '-)s d o s c l a n e s , d e c u a l q u i e r e d a d , c o m o de e x i s t e n o r m a l m e n t e en t r e p a d r e e hi i o , o e n tre hermano ma­


u a b u cl o ::, >) y (( a b u c l a s >l . y m a n t i e n e una relación b urlesca c o n yor y hermano más jo\·en. Relaciones d e l n1i s m o tipo gene�
e l l o \ . C u o. n d o u n h o m b r e se casa, ha de respetar a l o s padres ral p u e d e n e x t e n d e rs e a t o d o s los m i e m b r o s de un l inaje,
d e :o u mu.icr, p e r o bromea c o n s u s hermanos y h e r m a n a s . c l a n o e t apa generaci o n a l . Tras e s t a s r e l a c i o n e s j u rídicas
F l rasgo c rí t ic:o i n t eres a n t e e s q u e s e c o n s i d e r a con1o cspecíflcas, q u e e s t á n d e fi n i d as no s ó l o n e g a ti\·am e n t e sino

p a rt i c u l ann e n t e apropiado que un h o m b re se case con una también p o s i t i\'ame n t e , esto e s , en t é r m i no s d e las cosas q u e
m u kr <-1 la que l l a m a (( a b u d a 1> , e s d e c i r , un m i em b r o d e l t i e n e n q u e hacerse, a s í como e n t é r m i n o s d e las cosas que n o
clan del padre d e su padre, o del clan d e l p a d r e d e su han d e hacerse, e x i s t e n relaciones j u rí d i c a s general e s q u e
madre, S i e s t o ocurre, lo� hermanos y hermanas de su IT1U­ 5e expresan c a s i p o r c o m p l e t o en térn1inos J e p r o h i b i c i o n e s
i c r , a q u i en e s Con t i n ú a en1bromando, e s t á n e n t re a q u e ll o s y q u e se exti e n d e n a t o d a la s o c i e d a d p o l í t i c a . S e p r o h í b e

a q u i enes a n t e r i o r m e n t e h a b í a cmb r01nado c o rn o (< a b u e l o s >> m a t ar o h e r i r a o t ra s personas, y r o b a r o d e s t r u i r s u pro�

\ ((abuelas)>, E s t o es s e m e j a n t e a 1 a o rgan i za ci ón , amplia­ p i e d a d . Ademá, de estos dos t ipos de r e l a c i o n e s sociales,

rn c n t e la c u a l un hombre mantiene u n a re�


extendida, en ha:y o tra que i n cluye YarieJades m u y d i ve r s a s , que q uizá

! a c i ó n burlesca con l o s h i j o s d e l hermano d e s u madre y puedan denomi narse relaciones d e al ianza o asociaci ó n . Exis�

:-,e espera q u e se case con una de sus h i j a s .


te, por e j e m p l o , u n a forma n1uy i m p o r t a n t e de a li a n z a , en

Q u i z á d e b a mencionarse q ue los cherokee tienen también


la c u a l dos personas o dos gmpos e s t á n relacionados p o r
el c a m h w d e regalos y ser;rlcios, n¡ La i n s t i tución d e h e r ­
una relación hur1esca u n i l i ne a l , e n l a cual u n hon1bre b r o m e a
con e l m a r i d o de l a hcrn1aná d e s u p a d r e . Y l a m i s m a
m a n d a d de sangre, lan e x t e n d i da en A f r i c a , es o t r o e j c n1 p l o .

cos t u m b r e puede hallarse en M o t a , i s l a s B a n k s . E n ambos E l o b j e l i l'o ele e s t e a r t í c u l o h a s i do i nt e nt a r d e m o s trar

casos, nos e n c o n t ra1nos con una sociedad organizada en que l a relación burlesca e s una forma especial d e a l i anza,
u n o lJase m a t r i l i ne a l , e n l a c u a l e l hennano d e l a m a d re es en e s t e sen t i d o . Una a l i a nza en l a cual i ntervengan cmnb ios
r e s p e t a d o , e l h i j o de l a hermana d e l padre es llamado « pa­ de b i e ne s y s e r v i c i o s p u e d e e s tar asociada con una relación
d r e " ( de m o d o q u e e l marido de la hermana del padre es
el- p 3 d r e de u n << pad r e >> ) y exis t e u n térn1ino especial para 19, Cf. 1\htrss, Essai sur le Don, «Année Socio!ogique,, Nouvcl!c Sé­

!
el mari do de l a hermana del p a d r e . Se requiere u n a ob- rie, tomo J, pp, 30-186.

l
1 1 ¡; 1 l l9
burle-sca, c-omo en el caso dd q u e lnfouna el profesor La.­
bouret. 20 O puede estar combinada con la costumbre de ciones definidas pos i t i v as hacia l a otra1 y ht l u l ta en e l
evitación. A sí , en las islas Andamán los padres de- un hon1 b re cumplimiento de las obligaciones es objeto d e sanción leg aL
y los padres de una muj e r evi tan todo contacto y n o se En una a l ianza de fraternidad ele sangre existen obligaciones
hablan; al mismo tiempo es habitual que intercan;bien re­ generales de mutua ayuda, y la sanción por no cumplir tales
galos p o r medio de la joven pareja, Pero el cambio de prc, obligaciones, como ha demos•rado el cloclor Evans-Prit,
sentes puede e x i s t i r s i n burla ni evitación, como en San1oa charcl, es de un tipo que puede denominarse mágico o
en el cambio de regalos entre la familia de un hombre y ¡� rituaL E n la alianza por cambio de regalos, el incumplimien,
familia de la mujer con quien se Casa, o el cambio, muy to de la obligación de hacer un obsequio equivalente al
parecido, entre un jefe y su {<oráculo principaL>. recibido, rompe la alianza, siendo ésta sustituida por un
Puede haber también una rel ación burlesca en una unión estado de hostilidad, pudiendo causar incluso la pérdida
por fraternidad dC sangre, corno ocurre e n t re los zande; � � del prestigio ele la parte que ha faltado, El profesor Mauss n
y e n cualquier unión similar forn1ada p o r carnbio d e nom� ha explicado que en este tipo de alianza existe también una
bres puede también darse la burla mutua, Pero en las sanción mágica, pero es muy dudoso que la haya siempre,
untones de este tipo, puede haber una relación de cxtren1o e incluso cuando la hay, tiene una importancia secundaria,
respeto e incluso ele evitación, Así, en las tribns yaralde y La relación burlesca es, e n cierto modo, exactamente lo
vecinas del sur de A us t ra l i a dos niños que pertenezcan a contrario que una relación contractuaL En lugar de deberes
comunidades distantes entre s í , y por tanto más o menos específicos a cumplir, existe el desacato privilegiado y la
hostiles,- se unen i n tercambiando sus respectivos cordones libertad, e incluso la licencia, y la única obligación con�iste
umbilicales, La relación establecida d e este modo es sa, en no ofenderse por la falta d e respeto mientras s e mantenga
grada, Los dos muchachos n o pueden hablarse jamás, Pero dentro de ciertos límites definidos por la costumbre, y no
cuando crecen, t iene lugar entre ellos regularmente un cam­ traspasar tales límites, Cualquier falta en la relación es
bio de regalos que procura la maquinaria ele una especie como una brecha en las normas de etiqueta; se considera
d e comercio entre los dos grupos a que pertenecen, que la persona que comete una falta de este tipo no sabe
A si las cuatro formas de alianza o asociación -a) í n t er­ cómo comportarse.
matrimonio, b ) cambio de bienes y servicios, e) fraternidad En una relación contractual real, las dos panes están
de sangre o cambio de nombres o ritos sagrados, y d) rela· unidas por un interés común definido, respecto al cual cada
ción burlesca- pueden darse por separado, o combinadas una d e ellas acepta obligaciones específicas, Nada tiene
ele diversas formas. El estudio comparativo de estas com· que ver el que en otros asuntos sus intereses sean con,
binaciones ofrece muchos problemas, interesantes pero com­ trarios, En la relación burlesca y en algunas relaciones de
evitación, como l a de un hombre y su suegra, un determi,
plejos, Los elatos recogidos por el doctor Labour :t y Ma­
nante básico es que la estructura social los separa de
clemoiselle Paulme en Africa occidental constituyen un va­
modo que al ser contrarios muchos de sus intereses, puede
lioso materiaL Pero e s necesario u n análisis d e campo bas­
tante más intensivo para poder tratar de modo satisfactorio producirse conflicto u hostilidad, La alianza mediante res ,
peto extremado, por evitación parcial o completa, evita el
estos problemas d e estructura socíaL
Lo que hemos llamado relaciones por alianza necesita ser conflicto, manteniendo unidas las partes, La alianza por
comparado con las relaciones realmente contractuales, Las b url a consigu e lo mismo ele modo diferente,

últimas son relaciones jurídicas específicas entre dos per­ Todo lo que se ha intentado, o podría haberse ínJFn;h•k•
sonas o dos grupos, en las cuales cada parte tiene obliga· en este ar Hculo es dernostrar el lu gar de la relación bur�
lesca e n u n estudio de lá ¿�:stn.Idura
S{IClaL Las
20. ,,,1\frícalJ, voL H, p. 24$. elación o aHanza,
21. EYA.Ns�PRITC HARD,. Z(mde Blood-brotherhood• «Africa»-, voL V!,
1933, pp, 369,4()!,

1 20
121
das p o r pertenencia a
una sociedad política, que se definen V. Nota adicional sobre las re l ac i o n e s bu r l es cas '
en términos d e o b l i gaciones generales de etiqneta, morales
o d e derecho. Se d i ferencian también de las relaciones con,
t.racturrlcs, definidas p o r alguna obligación específica para
cada parte con tratante, en l a cnal el i n d i v i d u o e n t ra por
voluntad propia. Han de d i s tinguirse también de las relacio­
nes establecidas por pertenencia común a u n grupo domés­
tico, l i naje o clan, cada uno de los cuales ha d e definirse El a r t ículo del profesor Gri.J.ule sobre L'A1liance cathar­
en términos de una serie global de derechos y deberes re­ liquc en " A iríca » , octubre de 1948, parte de un punto me­
conocidos soci a l m e n t e . Las re1aciones de asociación p u e d e n todológico d e gran i mportancia. Si desearnos compren d e r
e x i s t i r s ó l o e n t re individuos y grupos que e s t á n en c i e r t o t�na ros lumbre o í n s t i t uc i ó n e x i s t e n t e e n una s o c i e d a d par­
xnodo separados socialmente. ul
t i c a r, hav dos formas d e conseguirlo, Una c o n s i s t e e n
Este artículo se refiere ú n i ca m e n t e a las relaciones b u r­ exam i n a r e l p a p e l que dcsempciia e n e l s i s t e m a o complejo
lescas formalizadas o estandarizadas. Mofarse o hacer bur­ de c o s t u mbres e i n s t i tuciones e n el cual se encuentra, y
l a d e o t ras personas es e-.;/identemcnte una forma corriente e,l s 1 g n ! IICado que tiene d e n t ro d e e s t e complej o para l o s
,
nllsmos h a b i t a n t e s . El profesor Griaule t r a t a d e e s t e m o d o
d e comportamiento e n cualquier sociedad huma.na. Tiende
a darse e n determinadas s i t uaciones sociales, He observado l a costumbre p o r la que l u s b o z o y J o s dogon i n t ercambian
e n algunos t i p o s d e países d e i d i o m a inglés que es habitual e l i n s u l tos. Lo considera u n elemento d e un complejo d e cos­
j uego grosero e n t re los muchachos y muchachas como pre­ tumbres, i n s t í tuciones, m itos e ideas a las q u e los m i s mos
l i n1inar al cort e j o , muy parecido a la forma en que un i n d i o dogon aluden cou el térm i n o ma11gotL Nos n1uestra tan1bién
chcrokee brom e a c o n s u s « a buelas)>, Ciertamente, estas for­ el s i g n i ficado que los n a t ivos atribuven a e s t e i ntercambio
mas de conducta requieren e l estudio de un sociólogo. Para de insultos ( p . 253). Como p i eza d e m1áiisis, e l artículo es ad­
el propósito de este trabajo es suficiente indicar que l a m i rable y cons t i tuye una c o n t r ibución s u m a m e n t e i mportan­
b u r l a e s siempre u n compuesto d e a m i s t a d y h o s t i l i d a d . te a nuestro c r e c i e n t e conocinüento d e la sociedad africana
L a explicación c i e n tífica d e l a i n s t i tución , e n l a forma occi d e n t a l .
particular e n q u e se produce e n una sociedad dada, puede Pero h a y o t ro m é t o d o p o s i b l e , a saber, h a c e r u n e s t u d i o
solamente obtenerse m e d i a n t e u n e s t u d i o i n t ensivo que n o s compara t i v o d e lodos los t i p o s d e relación s o c i a l e n Jos
pern1ita verla como u n ejernplo particular d e u n fenómeno cuales a dos personas se les pernütc, e incluso s e les exige,
¡¡ m p l i a m e n t e extendido d e una clase d e t e r m i nada. Esto sig­ por la costumbre , hablar y comportars e d e un modo que
en otrZJs relacJOJWs se consideran a cnonne m e n t c ofensivo.
nifica que ha de examinarse profundamente toda la e struc­
tura social para que pueda e n tenderse la forma particular Parece que el p rofesor Griaulc se opone al u s o de este rné�
v l a incidencia de las relaciones burlescas c o m o parte d e todo. R e s p e c t o a lo que Ya ha s i d o e s c r i t o sobre e l e s t u d i o
u n s isten1a c o n s i s t e n t e . Si se pregunta p o r qué la sociedad c Il1 1DX<Jt.!vo de las lL::tmzu.i:ls «relacion es burlescas » o paren­
� � ,
t iene l a estructura que tiene, l a única respuesta posible es� tes u plrusanten e, es c ri b e : <<;Vous adoptons, vis-i'z-t'is travaux

taría en su h i s t o r i a , Cuando la h i s t o r i a es desconocida, c o n1o parus s u r cette qt, cstion, u n e n t t it u d e ¡u!¡¿,atií-' C , ))


en el c0so de las i
s o c edades n a t i vas africanas, sólo p o clcn1os Los e tnógrafos <.: p o r ! a ron pruebas, de Nortcamér ica Ocea­
permitirnos con jcturas, y la conjetura no nos da conoci� nía y Afric a, de una costPmbr c r?or la que a las p e �sonas
.
en, detcr�lmz.tdas
rn í c n f o , ni c l e n ! ífko, ni histórico. n relac iones rcsu l t o n te s de parentesc o, 0
ll13S cmnunmcn tc de nutrimonio , se l es pcnnilia o exigía

2J 1-l i ' t esc-ntad ' la l t•oria general esbozada en este trabaio, e n


comporta rse entre s í Uc modc e i n s u ltante, a n t e
confe r-:'nci'"' t'Y' cl l s t i n ;1 <:: uniu:Ts irlades desde 1909 como parte del es.
f u dio gerw; ;:1/ de b" onnas de l a estructura social. Para formufarla
"'n ;� r ' k-ul<', me .:-m :sí do de gran ayuda las discusiones con el 1. l'LI[', i i' ,�· ·,¡L[,·J P"c
v " ¡·; ¡·¡· ·, ; l '�'!',·l , '
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e., • ¡
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rortes, l:i\S 133-1-tO.

1 22 1 23
�.
van1istad" en tak'j cun h.:x w;-, ? E::; ( Lra n1c.:n
l o cual nadie podía darse por ofendido. Tales relaciones
se denominan « relaciones burlescas•, un nombre en verdad
te algo diferente de . la relación de solidaridad y motua ayuda
en �re dos hermarws o entre padre e hijo. Fu nd á ndo rn e en el
no muy bueno. Los ejemplos más numerosos y extendidos
anahsis comparativo me parece que la afirn1ación de «arnis.
de esta costumbre se daban en la relación de un hombre
tad" significa una obligación para que dos personas no ri!lan
con los hermanos y hermanas de s u mujer. Pero también
abtcrtamente. Es bastante evidente que una forma de a lla na r
se daban en algunos casos entre los hijos de un hermano
el choque abierto entre dos personas es que se eviten o se
y de una hermana respectivamente, y en forma algo más
traten con el máximo respeto. Creo que es bastante claro que
suave entre abuelos y nietos" Surge así un p robleina de so�
ciología comparativa. ¿Qué es lo que en todas estas relacio·
una relactón
e n la cual se intercambian insultos y existe l a
obligaCion d e no tornarlos e n serio, e s u n a relación que, n1e­
nes hace este tipo de comportamiento apropiado, significa·
dia n te con!lictos simulados, evita los reales.
tivo y funciónal?
Puede apoyarse esta teoría por referencia a otras costum­
Uno de los primeros hechos que chocan al investigad or
bres, de las que� para economizar espacio, citaré sohunente
sociológico es el de que la costumbre de « b romear» con
dos que son características de un tipo. En las islas Andamán
los hermanos y hermanas de la mujer va, con mucha fre·
me dijeron que existía la costurnbre de que do s hon1bres
cuencia, asociada con l a costumbre de estricta evitación de
que fue ran iniciados juntos en la misma c ere mon ia de ini­
l a madre de l a mujer , a menudo del padre y , más ocasio·
c iaci ón no podían volverse a hablar a partir de entonces,
nalmente, del hermano de la madre de la mujer. Puesto que
pero regularmente intercambiaban obsequios. De nuevo la
evidenteme nte la costt<mbre de evitación y la de burlarse
explicación era: « Son grandes amigos.• En el sur de Austra·
son contrarias u opuestas, surge inmediatam ente el problema
lia existía la costumbre de que dos muchachos, nacidos más
de tratar con ambos tipos de costumbr es. Lo cual hace a
o menos por la misma fecha, en dos clanes nornMlmente
su vez necesario considera r otros ciertos tipos de relaciones .
hostiles, se unían en una relación especial por el intercambio
Empecé a i n t eresarme en toda esta serie de problema s
de la parte del cordón umbilical que queda unida al niño y
en 1 908, cua ndo intentaba hallar una explicació n a las cos·
tumbres de evitació n en las islas Andamá n. Allí, los padres
cae después. Los hombres que mantienen esta norelación
pueden hablarse nunca, pero cada uno de ellos puede visitar
de un hombre y lós padres de su m u j e r tienen que evitarse.
sm peligro e l clan del otro, llevando obsequios para su ami·
Su relación s e describe como aka·yat, de una raíz que signi·
go y recibiendo otros obsequios a cambio de los suyos. De
fica «prohibid o» y de u n prefijo referente a la boca y, por
nue\:o e s descrita ésta como una relación de gran amistad;
tanto, al habla. Las personas que mantienen esta relación
grac1as a ella cada una de las personas está segura en un
no pueden hablarse. Y, por otro lado, se envían regular·
territorio que de otro modo seria hostiL
mente regalos. La explicació n dada por los andamane ses
E l cuidadoso examen de muchísimos ejemplos de todo el
e s : " Son grar,des amigos porque sus hijos se han casado.•
mundo, me parece que justifica la formulación de una teoría
Esta idea de tales relacione s como relacione s de amistad
generaL Pero estas formas especiales de « amistad» sólo pne·
he podido encontra rla en otros lugares. Por ejemplo, en
den tratarse de modo completo mediante un estudio de las
Australia , donde un hombre evita cuidados amente todo con·
, h e oído decir más de formas de relación social en general. y éste no es lugar para
lacto social con la madre de su
tan ampho tema. Por costumbre se exige que algunas relacio·
una vez que ell a es el Inejor amigo que él tfene, ya que 1c
nes sociales se basen en el respeto de diferentes grados y
ha proporcionad o una espGSLL Cornünn1en te se alude tam·
expr� sado de diferentes formas; otras relaciones pe rmi t e n
bién a las relaciones bude�cas corno c : elacione�; de an1istacL
un cwr t o grado de familiaridad y , en casos extremos de li·
<< Puedo ernbronun· a l h,:;r'n!ano de rni rnadn� y tornar s u
porque somos soy el h i j o de su cencia. Las normas de etiqueta son un método de rdgulari­
herrr1anrc » " Puedo bron1ear con m.i ahuelo )1 con nü abuela, zar estos rasgos de las relaciones sociales. De este modo ha
de rnanifestarse, en n1uchas tribus a f ri ca n as, el respeto de
Y ellos puedeu hacedc• porque sornos grandes
un hijo hacia su padre, Evitar la relación es, t::n un s(;11.
an1igos.»

l2S
1 24
( H...i u , u na i u r ! l l<l L' \ t rc n L.t de l'L'Spt· t o , m i c n t ra.s que !a ! é' ­ d e i a m i l i a r l d a d p r i \ i ! c gi a J a c u n e l m a r i d o d e l a hermana d e l
J a c i o r l b u rl e s c a e s u n a f o n n a d e L_u n i l ia r i da d q u e p c r m i t L' ! a p a d re o c o n l l h e rnwno d e l a n 1a U t-c .
t..J) J l d u �,._· [ �\ i rt T � p c l u ! )_' a � - . e n c a s o s l.'.\. l remos, l a l i c e nc i a . E s , La espec i a l s i t u a c i ón c s t r u c l ur a l c o n s i d e r a d a en esta tco·
p o r C Í L' nl p l o , u n a rc!ztcÍ \-ll1 e n la quL', L'll a l g u no s c a s o s , p u e d e r í a es q ue u n o de l u s grupos n w n t i e n c su separacíón, t en ie n­
J!L'! m i l i rse ! a o b �-<-·L: n i d a d , c o m u oc u r re e n t re J o s d o g: o n y l o s d o cada u no ::. u p ro p io s i ::. t c r n a d e re l ac i on e s inte rnas e n t re
buzo. F n todas. u c : 1 s i t o J a s b . s s o c k d i.lcks, b con\' <...TSa�..· i ó n :-; u s rn í r...:- m b ru s , y u n a co n e x i ó n indirecta de u n a persona de
pl'rm i tc ú n i c a rn c n t c e n L'l t ra t o soc i a ! c' n t rc p L T::.u­
obscena s e u n g r u p o con el o t ro grupo m e d i a n te una relación p e rso n a l
nas quv m a n l i c l h_: n una relación l'Spcci::_d m c n t ..._, L\ m l l i �1 r. L�1 p a r t i c u l a L E n el c a s o de n u t r i n1 o n í o , la relación indirt:;:cta
prnhibición (k c t w t q u i c r ;:d u s icm a l· u c ::. l i u ih's ::-, L'\Uak'> a n k e s la Je u n h o m b r e por ru cd i o Je su 1 n uj c r. La c o s t u n1bre
el padre, :· tudaYJa m ;\;:., zm t.c el .c.., u c g. r u , L' n !lllll·lws su­ d e una rc b c i 0 n b u r l e s c a con t.' l h e r m a no de la _madre se d a
c i L·dacll's a l r í c a n a s 1 cj ..._· rn p l i l l c a L' � k c o n l ra ::, l c c n l rL' el c o m­ e n las sucicJadcs e n q u e u n .i n d i \' i d u u p e r tenece a l g r u p o pa­
j1 c_¡ r t a m i c n t o r e s pe t u os o \' i am i liar y d c o m p o r l a m k n t u ¡ ¡ .. t ri l í n t' a l _, y t i e n e por t a n t o u n a relac i ó n i n d i recta c o n el gru­
CL'lKiu�u. p o m a t e r n o a t ran�s d e s u n 1 a d r c . La e x t en d i d a costurn b r e de
La t e o r ía , q u v esbocé bn..'\'C!HC l l k e n un n u nl L T U a n t e r i o r re l a c i o n e s de f a m i l i a r i d a d con lo:-, a b u clos1 que a d o p t a a Ine­
de <u\l r i c a n , e \' h a L: Í a !a cual G riauk �\ d u p t a u n a �tc l i t u d n u J o la forrna de rc L .l c i () n b u rlesca ( Au s t ra l i a , Africa, N o r­
:
n q..: a t fW r t t d L' Ja p o s ! C ÍÓll de qUl' ! a '> C O :-, t u m h !' C S de t c a m é r i c a , l o ::; o r �w n s de l a 1 nd i a ) , resa l t a l a r e l a c i ó n d e l a s
C \' Í t a c i ú n o rc-.,p:...' L U e x t r e m o h a c i a lo:-, p�H..lrL' S d e l a m u j e r , :; d o :-, gL'll c r a c í o ll c s soc i a l m e n t e scp;:¡radas .. L o s a b uel o s están
d v p r h i k' g i a d a b ru J l la 1.Jlll l o s h e r m a no;, )- h c r n w n�\'> d v l a s i t u a d o s e n p o s i c i ó n c o n t r a r i a a l a Uc los p a ri en t es de l a ge­
m u ¡ t.T , p ued-en (_' O P ':-> i d e r a r sc conlo m c d í o ;-, Lk c ;-, l a b kc e r y lllTd c i ú u de los p a d res,- y l a re l a c i ón c u n e l p ro p i o a b u e l o
m ; 1 1 1 l t' ! KT e l e q u i l i b r i o '>uc i a l e n u n t i p o de '> Í l u a c i ú n c ..., t r u c ­ ck Ll ! l u e;-, u n a r e l a c i ó n indirecta a t r a \ - L' s d e l pad r e o de l a
! u ra l c_¡ ll c rc c; u l l a d �,.' l m a t r i m o n i o t' n m u c h c1 s soc Í L't.Lidcs . E n m a d re . La r'-' ! él c i u n b u r l e s c a e n t re p r i m o s cru1ados ( fiji, oj i b ­
c � t �1 c; í t ua c i o n l '--' !l U ll O '> d o � g ru p o s ;-, o c i a k s , J-am i ! i a s o l i na- \\'<.1, e t c . l es a m e n u d o u n a r e l a c i ó n e n t re p o s i b l e s p a r ien t es
, :-, cparado:::, _\ d i <...t í n t u c; , que c n t r il n l.Tl c o n t a c l u por l�t U ! l i o n p o r ¡ ¡ ¡ ;_t t t i m o ¡ ¡ f u , pl'!'tl la relac i ó n es i n d i re c t a , a t ra n� s de
d e 1 1 11 hum h rv lk u n o cull un;t m u k r d t.· l o t ro . E l m a r i d o c s L't la ! l ! a d r c u d e la h e r m a n a del r a d r c .
! u'-Ta \- c;'-' Pi.l 1 �Hl!J � n k Lk! g r u p o d e s u m u j e r , fvled i a n ­
::- u "· i ; d m Los i n d i o -.., , h ..._' r o k c e , q u e t ie n e n c l a n e s m a t r i l i n e a lt:S1 cons�
l L' -: u r t' i ac i o i \ nm ¡_¡ u t u r d d c ír..J n i n d i rl : c t a c o n_ l o s
c l b p a ::, a t l t uy c n un i n t crc�íJ n l L caso. U 1 1 h o m b r e h a de s e r rcspetuo�
i!ld i \ · l d w..;� ck � r u p l l de l' l Lt . E l e q u i l i b r i o s o c i .:d cxi gL' , C!l l a s o c u n t o do s lo::, m i e m b r o s d e l c l a n de su p a d r e ; au n q u e é l
ll \ l_· d i d a d e l o po:-- i h \ c , q u e �' 1 n u c h oq u e c o n d g r u po d e su n o e ::, m i u n b 1 u d v t a ! c l a n , s u r �._' l ac t (·J n c o n l o s 1uiern b ru s d e l
Jn l l i C ! ' , :-. m o ljlll: :-.t._' t J h l i )2Ul' � � m a n 1 c' l l L' t' c o n J i c hu g r u p o o :-,u::, 1 n b m o c.c., ck c s t rcL·il�\ s u l i d ::_t r i d a d . E n tus o t ro .:> c L a n e s de l a
m i t__' !Tlbru:-, u n a l'L' la c i lm ,, a n l l s t u s a n . T a n t o l a s C l Js t u m b rL'-"' d L' t r l h u pucLk h a b v r h i _ í u s d�._' l o s ho n1 b r e s d é l c l a n d e s u p a ­
c \ i laCÍ (-lll_ C(JnlU L_¡::, de u b u rL\J) SU!l lo� lllc d i o ..._, p u r ] u s q u e .'-, l' d n : . C o n t a le:; h o m b r es , c o n l o s q u e s u relación per so n a l es
r..._- � u l a -" o c i a l ll J t' n t c Ld s i t u a c iéJil _ i n d i r�._· c u , a t ra \ ·L· :_; d t:' ! dan d e .su p a d r e , Ina n t l c n c u n a rcla�
,: A se {_k b e , ..._, n t o J H..T S , l a d i l LTL' n c i a e n t r e e l c o m p o r t a .. c i (.J!l b u r ks c a ; p u e d e l w n� rl cs obscr-;; a c i u ncs ofensivas, o a cep­
J l i Í l · n t o con l o s p a d n·s de l a m u i (_' J' \' e l c o m p o n a rn i e n t u c o n t a r l a s de e l ! u s s í n o fe n d e r s e . En la t ri b u crow e s t a relación
s u " h e r m a n o :-, \' lH::'l' m ¡m a s ! L a l l'SpUL'Sta s e h a l l a e n e l p t i n .. s e ha con\·c r t i d o e n i n s t r u m e n t o de co n t r o l social de la con-­
c i p i o (:2:\..' I H : r;·¡ ] , " i �HTl C J Í t c n..'CO J W c ir J o , q u e L'\. igc r e s p e t o h a · d u c t a , ya que el p a r i e n t e q u e se b u r l a puede a t r a e r la a t en�
c i a l o s p a r i L'lHcs de l a p r i m e r a gc nL'L1C il:m a s c e n d e n t e , n l i c n .. c i (_'m p ú bl ic a h a c i a l a f a l t a de su p a r i en te .
t r as q u e e n t re l a � p c r <; o n a s de l a m isma g e n e r a c i ó n es a p ro� Lo;.; c h e r u k e e tenían t a m b ién un s i s ten1a de cl a ne s nwtri·
piada una r L'l a c i u n de f a m i l i a r i d a d e i g u a l d ad . Hay pruebas l i n e a l e s , v se exigía a un h o n 1 b rc r e s p e t o h ac i a lodos los
de c\.ccpc i o n e s a c :-: ! a lT gl a , como l a s rcl a c i o n ts b u rkscas o n1 i em b r o � del .:lan pzl t erno. Pero c o n l o s c l a n e s d e l padre de
s u p a d re y d d r> a d rc de su rnadre s o lainente t e n í a u n ton�
l a c t o ímiirccto a lra\·és del p a d re o de l a m a d re. Llamaba a
i ,,Aí rica,, \'uL XllC 1n�nn. J, H-10, pp. 195-21\J. C/. (;._¡pítulu I\'. todas l a s n1ujeres de estos clanes <{ a b u e l a '' y p o d ía n1 a n t en er

12( 127
con ellas relacion es de burla o familiaridad. Como estaba tro de un dan, Ias relaciones de sus m ien1bros son de soil�
permi t i do el matrimonio con tales abuelas, ¿stas eran posi·
daridad, en el sentido especial en_ que estoy usando aquí ese
bies esposas o hermanas políticas. ' térrnino< E n algunos casos dos clanes pueden estar unidos
He ofre-cido la teoría de que las relaciones burlescas, entre dt.· modo que exista u n a unión pern1anen te de solidaridad
personas relacionadas p o r n1a trimonio o parentesco existen
entre los clanes y grupos y los miembros de ellos. Por otro
como in st itu cio nes sociales en situaciones estructurales de
lado, puede haber también una relación entre dos clanes de
un cierto tipo general en l as cuales hay dos grupos _cuya se·
hostilidad latent e o act i va . Hay una tercera posibilidad, l a
paración s e realza, y l as relaciones s e estabk�cen indirecta�
de q u e exista entre d o s clanes particulares u n a relación n i
me nt e entre una persona de u n gru po y los m i embros, o al· de solidaridad n i d e hostilidad, s i n o d e «amistacL•, e n l a cual
guno de los miembros, del otro. Puede decirse que la re!a·
se subrava J la d i sociación de los grupcs, pero se impide el
ción expresa y su b r aya t a n t o la se paración ( puesto que per· conf l i c t o abierto entre los grupos, o los miembros de ambos
tenecen a grupos separados) como la unión (mediante l a
lados estableciendo una relación en la cual pueden insnltar·
relación personal indirecta). Estas relaciones d e << amistad>},

se re íprocamente s i n darse por ofendidos. U n claro ejemplo
por evitación o burla, contrastan de modo notable con l as
de este t i po de relación aparece en el i nfon11e dd doctor
relaciones de solidaridad q u e irnplican u n con1plejo sist e m a
Meyer Fortes sobre los tallensi. ' Una relación semejante, por
d e ob l i gac i on es que existen dentro de u n grupo c om o ;t n li·
la que se evita l a h o s t i lidad, puede darse entr� dos tribus,
naje o un clan. Para el posterior desarrollo de la leona ne·
corno e n e l conocido caso de Tanganika. 5 fv!e parece por
cesitan ser comparadas también con las relaciones que se es·
tanto que las relaciones burlescas entre clanes y tribus ob�
tablecen e n t r e personas pertenecie n tes a distintos grupos,
servadas en Africa pueden i n t roducirse tan1bíén en una teo­
mediante el i n t e rcambio regu l ar de regalos . Así, pues, l a teo­
ría que refiere todos l o s casos de es tas relaciones a un cieno
ría es sólo parte de un i nten to de tratar sistemáticamente los
tipo general de situación estructural. Tal teoría i ntenta tra·
t i p o s d e relación social que pueden encontrarse en las soCie·
tar de todos l os e j emplos conocidos de un cierto tipo obser·
dades primitivas.
vable de relaciones i n s t itudonalizadas, para descubrir el
' L a mayo r ía de los casos de relaciones burlescas recogido s ra sgo �ucial cmnún que hace que e s t e tipo de corn portamí en�
por los etnógrafos eran relaciones entre individuos liga­ to sea adecuado, s ignificat i vo :y funcionaL
dos por matrimonio o parentes co . De ahí que en francés E s evide n te que en u n aspecto particu lar, lJ, relación en�
se aluda a ellas como relaciones de parenlé. Pero se en· trc los dogon y l os bozo es se1nejante a las re l aciones que se
cotltraron también casos d e u n a relación similar entre g rupos han dl'sc ri t o de o t ra s partes de Af rica, principahnente el
de personas, en la cual a u n miembro de u n grupo s e l e intercambio de i n -.; u l t o s . No hay pruebas d e que sean se1ne·
permitían observaciones ofensivas o despectivas hacia u n j a n t L:s t' l1 otros aspec t o s , y s i n duda no lo son en absolulo,
miembro del otro grupo. Las mitades «coyote» y « gato salva· Se habla d e la rel aL'iün como una <<alíanz<:v ¡ pero es algo
je" d e las t r i b u s californ ianas constituyen un buen ej emp l o . muv diferente a una a l i anza e n t re dos naciones que coinbaten
"
Costumbres s i m ilares h a n s i d o re feridas más r eci entem e nte jun tas contra otra. El término « a l i a nza», por t a n t o , no es
de Africa ( Rhodesia d e l Norte, Tanganik a , Africa occiden·
totali11ente adecuado, pero no he podído encontr-ar otro qll.;
t a l ) , ' donde se da este t i p o de relación entre dos clanes de
lo fuera realmente, He u t il i zado d térn1ino << atnistach y está
una tribu o entre dos tribus. E.stas presentan ob viamente
justitlcado por d modo en que los propios natiYus hablan d�
probl emas de un tipo diferente. Pero es evidente que cual­
la mnístad. En las tribus a u s t ralianas un hornbrc. pu-:de k­
quier teoria general de las relaciones burlescas ha d e tener n e r un ;<arnigo,,, esto e s , u n a person a con la que� tiene una
en cuenta estas relaciones e n t r e grupos.
relación p er�ona l especial: En una región, el marido de la
Tribus y clanes son distintos grupos separados que man·
tienen cada uno s u propia identidad e independendt<, Den ·
4. M. FoRrrs, The D.v 1um1ic::; of Clanshlp atnong i!!c T
Londres; Oxford Universíty Press, 1945.
3. Cf. bibliografía, p. 134. 5. Cf. bibliografía, p , 134.

1 28 129
l l L T i l l �l l l�l de tln;¡ 1 n u kr, si n o e� p a r i '-' n k p rÜ .\ i m o, �L' UJ!l�Í· por su modo de \'Ída. La p ro h í b i c i\)n del i n tc n n a t ri m u n i u
dt.T<J �t l ll ig-u. E n u t ra:-. reg i one s , un h u m bn: no plll'tk ckgi r m an t i e n e e s t a s e p a r ac i ó n i mpi d i L' n do l a c rc a c i ü n de rel a ciu ..
l l ! 1 " "-� 1 1 1 Í g u » l' l l t rc l o s holllbrcs a los q u e a p l i c a e l té rm i n o ncs d e parc n t c�co cn t n: los nücn1bros de los dos g rupos. La
" - I � L c, i l i c �J t u r i u « h e r m a n o )) , E n t re <( h e r m a n o s )) l as fL'Iaciones cs­ « am i s tad >) aparece en la p r o h i bición, b ajo sanción sobrcnatu·
¡ ; ·t i l " í i i�tdas por el s i s k m a de paren tesco. P u ctk t'lcg i r a un ra!, con t ra el d e r ra m a m i e n t o de sangre de u n mic1T1b ru d l' l
h ( ) ill !n'-' c o n el q u '-' e s k 1..'!1 l a rL· ! a c i tJ n c b s i ! i ca t o ri<J ck {(hL'r­ p u e b l o al iado , y e n e l c a m b i o reg u l a r de b i e n e s \' SLT\' i c i o s ,
l l J < l l l o p o l í t iUJl), pero n o a su propio h c r m¡m u pol l t ico. P u e s p o r ej e m p l o l os servidos q ue realizan l o s i n d i r id uo s de u n
) ¡ ) :-, C U f)ados rkT t é !1CCt...'l1 S i l' I n p rl' tlCL'L'Sal'ÍaD1L'l1 { C a g r u p OS Sl'­ g r u p o en la p u r i fl c a c i ó n ri t u a l de los d e l o t ro , Se aii�H.h.• a
p�tJ';Jd{)S. Se h a ce, pues, una clara d is t i n c i ó n e n t re a m i s tad esto una <' relación burlesca)), e l c a m b i o Jc i n s u l t o s l' n t n:
y rc!ac i o n c s por p<.\n.· n t c::,co. m i e m b r o s de l os dos grupos. N u e s t ro i n t e rés s e cen t ra aq u 1
Esto\' d i s t i ngu ie n d o , por t a n to, una c i e r t a clase de l o que e n e s t e ú l t imo rasgo.
yo l l<:! ! llU rc!acionL'S de <( a m i s t a d )) , de l o que h e llamado n> Los dos ·p ueb lo s i n teresados conciben esta a l ianza en k'r..
L1c io nc'� de {( s o l i d a r i d a d )) e s t a b lec id as por pan..·ntesco o por minos de s u propio s i s tcnw cosmológico de m i tos e i dea�.
p l' r l c- n c n c i a a u n grupo como u n l i naje o u n clan. E s t o s E l artículo de Griaule es una i m portante aportación a la se­
k' r m i n o s s e u s a n s ó l o p a r a l o s fines d d presen t e análisis, rie de p u b l i caciones en las cuales d y s u s colaboradores h a n
p o r q u e en es ta n1atl' r i n , como e n muchas o t ras d e a n t ropo� dado l o s resultados d e s u inYestigación d e e s t a �..: o s m o ! o g l a .
logía s o c i a l, no d i sponemos todavía de tL·rmin os técnicos Los dogon i n te r pre tan e l catnbio de i n s u l t o s de acuerdo c v n
preci sos. estas ideas . (\ El can1bio d e i n s u l to s es ((catártiu_;, purqlll' l i ·
PoUem�s considerar c o m o un tipo d e an1istad, en este bcra de i m p urezas a l o s in1puros d e an1bas p a r t e ::, . G ri a u k'
s e n t i do, la relación establecida entre personas o grupos en nos da así una explicación del c a m b i o de i n s u l t os c n 1 r�..· lo:-.
la base de un c a m b i o c o n t i n uado de b ienes y scrYi ci os . E n dogon )' los bozo, demostrando e l s i gn i ficado q u l' i Í L'fh.' para
l:sta u n ió n hay que considerar l a costutnbrc u n i versal de los nativos y 1nostrando t a m b i é n sus interconexiones dt' n t r u
crmbio de regalos, Pero hay otras variedades; u n grupo ¡me, de un con1plcjo s i s t e m a ele i n s t i tuciones, ideas �· m i t o \ . Con­
de e n t e rrar a los 1nuertos de o t ro , o rea lizar otros sen·icios sidera q u e la función n1ás i m portante d e la a l i anz<:l L'S p r o­
r i t u a l e s , E n el n oroest e arr1erícano, u n grupo podía i n d tar a porcionar lo q u e llaina, por falta de un t é nn i n o mÜ.':> adlTUa­
t l r l g ru po <(amigo)) a e r i g i r un totcm para e l l o s . U n cornpo· do, �( purificaciú1 )) , Así, provisionalinentc1 propone llamar
J l l.' n t c muy común de l a relación e n t re grupos es una cierta « a l i anza catártica)) a e s t e tipo d e a iia n za estabkcida e n u n a
d o s i s y un cierto t i p o de oposíción1 indicando con ese ténni­ extensa reg i ó n d e Africa. N o sugeriría, s i n d u d a , q u L' a p l i­
n o un a n tago n i s m o controlado y regulado socialmente, Los cáramos e s t e n o m b r e a l cambio de insultos e n t re c l a n ' " e n ·
do� grupos p u ed en e n con trarse regu l a rm ente en juegos coln· t r e los tallesi o los b c m b a , o e n t r e l a s t r i b u s de T a ng a n i b .
pd i t i \ os tales c o m o el fút b oL E n el pot/atch, en Norteamé­ J\iarccl Mauss y yo hernos estado buscando du n.u1 t c m u ­
d c <� , e x i s t e con1p et en ci a o rivalidad e n el i n tercambio d e chos a ñ o s u n a teoría general sa tis fac t oria d e l o que y u hu
Phjctos \'al iosos, Las rel aci o n e s socíales ele arnistosa rivalí� estado l l an1ando relaciones de ({anústad>) entre g ru pos sepa­
(_hd son d e considerable in1portanc i a teórica. Las Universi� rados o personas p e rten e cie n tes a grupos separados. P a r t L'
d<;_de.s de Oxford y Can1bridge rn::tntienen una cierta relación de esa teoría d e b e ser e l estudio de prestaciones o c a m b i o:-,
l om p i t i cn d o regularmente en regatas, fútbol, etc. La relación de bienes v s e r \' i ci os. Otra ha de s e r e l e s t u d i o de Ja ...,
h l l rlcsca es u n ejen1pl o de un t ipo 1nás arnplio; pues es una (( r el a cio nes � burlescas)) , Respecto a tales estudios, G r í :uJk
rt'ladón d e amistad en l a cual hwy una apariencia de anta� adopta, tal corno él d ice, «ttna a c t i tu d nega t i n 1 » . S u g i e re
g n n l s m o co n trol a d o por nonnas con-vencionales. que clas i ficar conj u ! J t a mente los diversos ej e m p l os de <(re­
La ,; a l i a n za >> entre J o s dogon y los bozo, descrita y ana­ l ac i o n e s burles c a s )) y b u �:car una explicación ge n eral es como
l i ?ada por GrirtUle, constituye claran1en1e un ejemp lo de l o clasificar conj un ! am cn t e l a s cc-rcn1onias e n las que s e tocan
'� U c y o h e e:siado dc-nnrni nando « am i st a d >> . Los dogon y l o s
ho?.o son pueblos s epara d os , d i ferenciados p o r el l e n g u a j e y 6. ,,Africa". ;:o i . X\' I I I , núm. 4 , p p . 253-254.

! 30 131
"
las campanas de l a iglesia, tales como funerales v bodas, lla·
verano e invierno! actividad y pasiYidad, cte., y la nl.áxi�
rna es que el )-'ill y el yan g unidos forman la unidad o
mándolas a t o d a s cérémonies a clocilcs. E s t e es �,¡ problema
de metodología de la a n t ropología social que a mí me
arr 1 n í a ( tao), como en la u n i ó n d e marido y mujer, o la
:o
_ de verano e indcrnu para formar el aÜCL
umon
parece t a n in1portante. Pues Griaule parece estar d i s c ut icn*
Los dogon son, por t a n t o , raros al presen t a r la relación
do la validez científica del método comparativo como m e d i o
entre grupos pares por rcft:rencia a los n1clli.Los humanos.
d e llegar a i nterpretaciones teóricas ge n er al es eh: las insti·
Pero puede verse que esto es solamente d desarrollo r.:spt>
tuciones sociales. , .
Sólo mediante el uso del mé t o d o compar a t ivo podemos
cwl Je una 1úea que está muy e-xtendida en Africa, según I a
cual J o s mellizos son considerados como una s o l a entidad
l l e gar a explicaciones generales. a l t ernativa es l i m i tarnos
a explicaciones particuladstas sen1ejantes a las d e los his�
dividida en d o s partes" l.l n estudio cornparati\'o de: las cos­
ttunbres africanas relatívas a l o s gemelos mu e s t ra esta idea
toriadores. Ambos tipos de explicación son leg í t i m o s y no
- desarrollada en muchas fo nn a s d i ferentes,
chocan1 pero ambos son necesarios para la c01nprensió n d e
E n la cosmología dogon, según obsern:m G r i a u l c y sus
l a s sociedades y s u s instituciones. E l que los dogon expliquen
colaboradores, el concepto más fundamental de u n i cÍ ac! \'
el intercambio de insultos como un m e d i o de purificar a l
dualidad p � rece que no es el d e l nacin1icntode ge me lo � ,
impuro¡ n o n o s impide considerar l a institución d e los do�
sino más bien el de la oposición d e los principios masculino
gon como u n ejen1plo de una forn1a tnuy extendida de {( amis·
y fen1enino, exactamente con1o en e l yin y e l yan,g d e China .
t a d » d e l a que tal cambio constituye un rasgo d i s t i n t ivo.
Lus seres humanos nacen dotados de a m bos principios, y
No se trata de que m i teoría, o cualquier otra teoría ge·
por las operaciones de circuncisión y clítoridectunüa se c o n ­
neral, ,de las relaciones burlescas sea o n o s a t i s factoria. Se
vierten realmente en varón y hembra, apareciendo aquí d e
trata d e si tal teoría general e s posible, o bien los intentos de
nuevo l a unión heraclí t iana d e los opuestos e n l a u n ió n se­
obtenerla han d e abandonarse, conformándonos con las ex­
xual de marido y mujer. Indicio ú t i l para la compccnsión de
plicaciones particularistas.
las ideas cosmológicas dogon, o algunas de ellas, es el modo
Se plantea el mismo problema d e metodología respecto
en que se combina la dualidad de lo masculino v lo feme­
a la conclusión del artículo de Gríaule. Toca brevemente l a ·
nino, con la dualidad de la unión de los mellizos. La última
necesidad de una explicación de l a alianza dogon-bozo " en
, forma de dualidad corresponde al número 2 ; l a a n t erior a
tant que systeme de groupes couplés et dont les deux parties
la oposición entre 3 , símbolo masculino, y 4 , femenino, que
ont des prérrogatives et devoirs conzplérnentaires>,. Encuen­
sumados dan 7, símbolo del ser completo.
tra l a explicación en des for1denzents ménze de la nzétaphysi·
Las representaciones simbólicas d e los dogon presentan
que dogon. En effet, de i'origin du monde, la régle était de
semeJanzas sorprendentes con las de otras partes del mun�
gémelléíté. Les etres devaient naitre par coupl e » , E s é s t a ,
do. La base de cualquier comprensión científica de ellas ha
por t a n to1 u n a explicación particularista según las ideas dog
de ser un estudio particularista, como el de Griaule y sus
gon sobre los mellizos.
colaboradores; pero sugeriría la necesidad d e complemen·
Pueden encontrarse relaciones de este tipo entre grupos
tarlo con un estudio comparativo l o más extenso posible.
pares en muchas partes del mundo. Las organizaciones dua·
La concepción de unidad en la dualidad ha sido utilizada
les de América del Norte y del Sur, Melanesia y Australia.
por el hombre no sólo para establecer sistemas de cosmo­
constituyen notalJles ejen1plos. E l nwdn rnás cornún de r o ; logía, sino también para la organizacíón de estructuras socia­
present �1� esta unídad en dualidad,. unien d o dos grupos en
les. Cabe esperar que un estudio comparativo de esto, como
una sonedad, es p o r pares ck; con1o cido y
el de las relaciones burlescas, ayude decisivamente a la com­
guerra y paz, rojo y blanco, agua v
- v
prensión del sistema dogon, que podría parecer, s i n tal es·
salvaje! y cuervo< La idea es, 1;ur Ld1h> la de la
de op u e s t os, corno e n ht .filosofía de� 1-I erácÍito.
La :misrna
tudio, un producto peculiar de un pueblo particular.

idea fue altarnentc elaborad;;!: en ht t1losofía ehiua d.el Yin


y el Yang; yang y son rnasculinu y di a y no·

133
132
ll l !l UOGRI!FfA
VI. La teoría s oc i o l ó g i c a d e l totem ismo '
fmn ES, M., Thc Dy11amics of Cltmship among the T(J!lensi, Lon­
clres, Oxford U n i vcrsi t\· Pn:ss, 1 945.
MoRrA t , R . E., Tlle .Joki;Jf.!. Relalionship ( ,qlfmJi,,) i11 Tmigan,·ika,
«Tangn m i ka Notes a n d RecorJ,,, 12, 1 94 1 , pp. 1 - 1 0 .
- Joking Relat ions'lzips in Tanganyiku, « A fr!ca " , YüL X I V , n ú m . 3 ,
1 944. pp. 386-400.
P.\t L '\ I F , Dcnise, Partl n t é á uloisunteries ct al!iance par le saug e u

A[rique uccidcnta/e. , Af rica ». \'O I . X I I I , núm. 2 , 1 940, pcígi­ Q u i s iera evi tar en lo p o s i b l e d iscu t i r la deii n i d ü n de' lo·
1 7 0- 1 73
n a <> tcm i s m o . EI p r o p ó s i to de las defin iciones p rc l i m i nal'L'S, t.' n
PUJLFR, r. J . J o k i n g Rdarionsllips [¡¡ East Aírica. « A frica)>, \'0·
.
cien c i a , es determinar u n a clase de fenómenos p a ra esp�..'cial
l u rn c n X I I I . ntÚTL 2, 1940, pp. 170-3.
e s t u d i o . Un t é r m i n o es ú t i l sicrnprc y cuando une para nucs..
R \ nc u n t�BRO\\' '\ , A . R., Ou }okin.!l. Relatiousllip::;, (< /\ l ric�ll>, \·u­
tro e s t u d i o u n número de fenó1ncnos que e s t á n e n renlida<.C
lumcn X l l , n ú m . 1, 1 940, p p . 1 95-2 1 0 .
y n o sólo en aparienc i a , cstrcchamcnh" relacionados er t re
R ! U I .\RDS, A . l ., Reciproca ! Clan J;<.ela tionships a n 1 V 1 1 g r h c Bem b a
u f N . R lw d cs ia, " M a n " , \ u l . X X X V ! ! . p . 222, 1 927. sí. U n o de m i s oropósitos en este artículo es e l de dcn1os..
SC I ! .\I'fY A , l., Clts l o ! I L\ R e ltlfing l o T\dns in Suuf!¡ Af ri cu , �dour­ trar q u e , n o o b s t a n t e l o a m p l i a o cstrcchan1cntc q ue poda·
n a l A l r . Suc". vol. X X V ! . cii, p p . 1 1 7- 1 37. mos defi n i r el totemismo, no podemos llegar a una compren�
sión de l o s fcn{Jmcnos que así nombramos sin e s t u d i a r sis­
t e m á t i c a m e n t e un grupo mucho mús a m p l i o d e fenómenos,
espcci a l m e h t c l a relación general e n t re el h o m b r e y las esM
pecies naturales en la tni to logía y el r i t u a l . B i en p o d ría uno
preguntarse si (( to t c rn i s m o )) como ténn i n o tecnico ha conser�
vado su u t i l i dad.
Es necesario, sin embargo, establecer alguna definición
que g u í e y controle nuestro a n á l i s i s , U t i lizaré el térmi n o e n
el m á s a m p l i o sentido para a p l icarlo s i e m p re q u e una so­
ciedad esté d i v i d i d a e n grupos v exista u n a relación espe­
c i a l e n t ré cada grupo v una o más clases de objetos, que ha­
b i t u a l m e n t e son especies naturales de a n im a l e s o p l a n tas,
pero que ocasi m a l m e n t e pueden ser o b j e t o s artificiales o
,
partes de u n anima l . Se usa a veces l a palabra e n u n s e n t i d o
m á s l i m i tado v a p l icada ú n i c a m e n t e c u a n d o l o s grupos e n
cuestión s o n clat'les, e s t o es, g r upos cxógamos cuyos 1níen1�
bros se consideran estrec h a m e n t e relacionados por deseen�
dencia l ineaL Consideraré el « to t e m i s m o de c l a n )} sólo como
una varíedad del t o t e m i s m o , e n el más a m p l i o sent i d o . �

L Tomado de Proceedings of the Fourth Pa c if ic Scie11ce Cou¡:;re:>!i,


Java, 1929.
2. Se dice a veces que e l totemismo tiene dos aspectos, u n as·
pecto social y un aspecto ritual o religioso. A ! o que se alud;..· por L'i
(<aspecto socialn del totemismo es simplemente la organización de
dan. Pero los clanes exógamos, semejantes en lo esencial a los totC·
rnkos, en la medida eE que actúan la<; funciones jurídicas o económl·
131
135
I n c l u s o en el .s e n t i d o más i i rnitado Lk: tutcm isrno de
e incluso rñás en su más amplio sentido, el totemismo no - rarla constituiJa por 1a intersección de u ¡·¡ nar de mitaJ.es

,
patri l i neales y un par de m i tades matrilineales, "
es una cosa, sino u n nombre general dado a un número de
E s t as secciones n o se nombran, por norma, después de
di\'ersas insti tuciones que tienen, o parecen tener, algo en
1 1 <Js especies de animales, aunque hay uno o dos casos en que
común. Así, en la lim i tada región de Australia q u e t í ene una
el non1hre de l a sección es también e l non1bre del animal.
sola cul tura homogénea en todas partes, se han observado
Así Bandjur, en yukumbil, e s el nombre de una sección y
diferentes \'a riedades de totcn1lsmo, y s e están descubriendo
tan1bién e l del oso nativo. En algunas tribus, s i n embargo,
otras med iante las investigaciones sistemát icas actualrr1ente
en marcha. existe una asociación definida entre cada sección v una o
rnás especies aniinales. Así en la tribu n i gena del d l � trito d e
En e l sudeste del continente existe el totemismo de base
sexual, una asociación de dos grupos sexuales, hon1bres v Kimber1ey, Australia occidental, las cuatro secciones están
mujeres, con dos especies animales. En los dis t ritos cost �� unidas a las cuatro especies de halcón. En algunas regiones
ros de Nueva Gales del Sur, por e j emplo, el murciélago es esta asociación no acarrea prohibición alguna de matar o
el tótem o animal represtn tat lvo de los hornbrcs, y la ser­ con1er al animal asociado con ella nüsn1a o con cualqu ier
piente de árbol ( Ciill!aCieris S V ) el de las mujeres. oira sección. En parte de Queensland, sin embargo, cada
En muchas par�s de Australia, la t ribu se divide en dos secci ó n t i ene asociado un nún1cro de especies de animales,
n1itades exógamas, patrilineales e n algunas regiones y matri� y hay una norma por la que los m iembros de una sección
l ineales en otras, En algunos casos se nombran las m itades no pueden comer los anin1ales asociados con su :-;ccción.
despu � s de las especies animales, pájaros generalmente. En. E s t e <d otemisn1o de sección )) requiere una in\Tsti rración
tre tttlcs nombres figuran los pares siguientes: cuervo y más completa. D i s t inguiremos, no obstante, tres \'aried ades.
cacatúa blanca, cacat \Ia blanca y cacatúa negr � , águila y cuer� En una, cada sección t iene asociada u n a sola especie de ani­
\'O, pavo y paYo nati\'0, canguro de: las colmas y canguro males, que es representativa de l a sección del m i sm o modo
zanquibrgo, En otros casos los sign iflcados de los nombres que el t o tcm sexual es represen tativo del grupo st:Xual. En
no han sido descubiertos, y parece que algunos de ellos n o una segunda \'ariedad, cada sección mantiene una relación
son nombres d e animales. ritual especial con un cierto m.'m1ero l i m i tado d:.:: espL:cies
En muchas otras tribus con división dual, independiente· que los miembros de la sección no pueden comer. En la ter·
mente de que las m itades se nombren después de los aníma­ cera variedad s e clasifica u n gran número de especies de
les o no, existe una clasificación de anima les y con frecuen· animales como pertenecientes a una u otra de las cuatro
c í a de o t ros ob jetos naturales, por lo que alg't1nos se consi� secciones, pero no existe norma que prohíba comer los aní­
deran pertenecientes a una m itad y otros a otra, males pertenecientes a la propia sección. Lo q u e es con1ún
Tal toternísmo dual, si poden1os u t i lizar este térmi n o para a estas variedades es que cada sección está diferenciada de
esa asocíación entre la m i t a d y una o más espec ies natu� ias demás, procediendo su propia i n dividua l i dad del hecho
rales, existe en formas diferentes en Australia, e incluso pue­ de estar asociada con una o mús especies animales.
d e n encontrarse otras variedades e n Melanesia y Norteamé· En algunas tribus, las cuatro secciones se subdividen de
rica. nuevo, cada una en dos partes, dando así una división de
En una gran parte de Australia, la t ribu está dividida en la tribu en ocho subsecciones y ciertas especies naturales.
cuatro grupos que se han denominado frecuentemente « cla­
ses» pero a los que yo prefiero llamar « Secciones". El modo
111ás fácíl de comprender esta división cuádruple, es conside- .3 .
-
S i designamog p o r A , B , e y D l a s cuatro C:.l'CCÍOnes, l a s m i t ades
matrilíneales son A '" C y- B -• D; las mitades pa t r i l i n'-·a k:::: son
A t- D y B + C. Dado que un hombre no pu�dc casarse d ¡; n t r o de su
propia mitad patrilincal, ni dentro de su propi<t mitad matri!íneal,
cas, como muy bien sabemos, existen sin totemismo. El llamado «aSu 1esul tará que u n hombre de A sólo puede casarse con una mujer de B
pccto sociah cld t o t e m i s m o de clan ('$ s i mpl emen t e el aspecto social y sus hijos han d e pertenecer a la sección D, es decir. a la mitad
del clan. patrilineal dd padre (A) y a la mitad matrilineal de la madre ( B ).

136 137
el t o t e m i s m o 1 n a t r i l i n eal en A u s t ralia . Donde existe, el grupo
Es necesaria una i n\'estigación antes d e que podamos exami+
t o k�m i c o p r i m a r i o es la horda, e s t o es, el pequeño grupo
nar de rnodo adecuado el tema.
Si volvemos al t o t e m i s m o de clan , e n co n t ramos c a n t i d a d
hKal p u t r i l i n c a l . En algunas regiones Ia h o r d a es un cJan,
l':-; decir, c s t ú formada p o r prtrk n t e s cercanos por línea Inas�
d e variedades diferentes e n A u s t r a l i a . Demasiadas e n reali·
c u l i n a , y, es, por t a n t o , e:xógarno. Pero e n algunas regiones
dad para ser enumeradas e n un breve artículo. El t o t e mis­
la horda no l'S u n c l a n en l' S t l' .s e n t i d o .
mo d e clan matrilineal d e las d i s t in tas variedades aparece
en t res áreas, o p o s i bleme n t e cuatro, separadas en e l este, C o m o ej e m p l o d e u n a \'ariedaJ dt.' t o k n1 i s m o patrilineal,
podemos t o m a r l a s t r i b u s d e la desembocadura d e l río Mu4
norte y o este del continente. En las islas Melv ille y B a t hrurst
.
ex i s t en tres fratrfas matrilineales subdivididas e n veintidós
rray ( _y a r a l d c , et c . ) . Cada lw¡·Ja, aquí, es un clan local, v
cada cla n t iene una o más especies de o b je t o s n a t urale-s
clanes. Cada clan e�tá asociado a una e s p e c i e n a t u ral, ha�
asoci�:tdos con é l . No c s t ü p r o h i b i do comer e l l ¿ t e rr1 d e l p r o p i o
b itualrn e n t e especie;; d e animales o pla n ta s , aunque uno o
c l a n , pt'ro se c o n s i d e r a con c i e r t o respeto. No hay pruebas
dos clanes t i e n e n dos t o t e m s y u n o t i e n e tres. La asociación
d e c e re m on ia l t o t é m i c o , ni de m i t olo2ía t o t é m i c a elaborada.
e ntre el c l a n y su t ó tcrr1 t i en e , en apariencia, Inuy poca ,
La f u n c i ó n d e l t o t e m parece ser s i m p ! e me n t e a c t u a r como
ilnportanda en la dda de la t r i b u . N o s e prohíbe usar o
rqncsc n t a t i \·o d e l grupo.
c o m e r el t o t e m , n o hay ceremonias toté1nicas y e l t o t c m is�
n1o t ie n e poca i n fluen c i a e n la m itología. Quizú l a m ú s i m po r t a n t e forma de- t o t e m i s mo en A u s tra�

El totemismo d e clan m a t rilineal d e algunas t r i b us de l i n , y c o n seguridad la mús i n teresan t e , es l a que a contí�


� nuación pasamos a c o n s i d e r a r bren.: m c n t c , C o n s í s'te e n u n a
Nueva Gales del Sur. Victoria v A u s tralia del Sur parece
ser algo 'más i mp o r t a n t e . Encontramos e n estos lugares m i ­ asuci�1ción c u á d r u p l e en t re a ) l a h o r J a , es d e c i r , el grupo l o c a l
p a t r i l í n ea l ; b) c i e r t o n ú m e r o de o b j e t o s , a n i ma l e s , p l a n t a s
t a d e s Inatrili ncales nombradas a Yeces totémicamentc, o t ra s
veces n o , y diYidiUa c a d a u n a e n u n número de clanes. Cada y o t ras cosas t a l e s c o n 1 o l a l l u \ · i a , e l s o l , e l t ie m p o f r í o , el
clan tiene una o mús especies n a turales que considera que t i e m p o cálido, los n i fws de pecho, e t c . ; e) ciertos lugares
le pertenecen. Donde hay varias especies asociadas con cada sagrados den t ro d e l territorio d e la h o r d a , c o n frecuencia
clan, como ocurre e n muchas tribus, s e considera una más pozos, cada uno de los cuales e s t á específi.can1cnte asociado

i m po r t a n t e que las otras v se nombra el clan después de a uno o 1nás de los « t oterns» del g ru po ; y d ) ciertos seres

ella. Por lo que sabemos, e n toda esta región n o está prohibí· m í ticos que se supone que han surgido de e s t o s Jugares

d o rnatar n i comer el t o t c m . sagrados e-n e l período Iní t i c o d e ! P r i n c i p í u del .M u n d o . E s t e


s i s t e m a d e t o t c m i sn1o e s t á s i e n d o estudiado actualn1 e n t e en
E l ceremon ial t o t é m i c o aparentemen t e e s t á p o c o desarro­
gran número de fon11as diversas, sobre una a m o l i a zona d e l
l l a d o , y no tenemos pruebas de n i nguna m i t ología t o t é m i c a
con t i n e n te australiano. A n tigw..1I11 c n t e era m e j o � c o n o c i d o el
elaborada asociada con e l t o t e m is m o m a trili n e a l .
del centro d e l c-on t i n e n t e , d o n d e , s i n embargo, el d e l o s aran­
Deberla i n d i c a r s e que e n t o d a Austra l i a el grupo m á s irn­
da t iene una formo. anómala o algo m o d i ficada. Sabemos
p o r t a n t e , a efectos sociales, es la h o r d a , el grupo 1nás pe�
ahora q ue e x i s a : , o ex i s t i ó , en gran p a r t e d e Australia occi�
queño que ocupa y posee un c i e r t o t e r r i t o r i o defin i d o , v
que e s , corno norrn<.."l , e s t rictamente p a t r i l ineaL Se sigue q u� d e n t a l . l\·"1i ss lv1í Connd lo lw descubierto v estudiado rccien�
t c m c n t c e n la · r e n í n s u l a d e Yor k . A con1.ienzos de este aii.o
dondequiera que ha:va un s i s t e m a de cla nes totémicos tna­
me era posible demostrar s u rt n t í gua exi s tencia en la c o s t a
trillneales, el c l a n cons i s t e en i n d ividos esparcidos en u n a
;e r�c d e hordas. Obtenemos asi u n a doble agrupaci(m d e
oricn ! td d e A u s t r a l i a , e n e l thJl'k' de !\lue\·a Gales d c i S u r , ..v
. en e l sw de Quccn:-; l .a n d .
Indn'¡duos. Para b 1nayoría de los Hnes s o c i ales, e l i nd i vi­
du � d�pende del grupo l o c a l , e s d e c i r , de la horda, a la q u e
Donde e x i s t L� este t l p o d e t o t crn isnw, v a acon1pañado ha­
bitualmente por un s i s t e m a de ccTemonias pare1 el incremen­
e s t a ligado p o r s u padre, estando conectado t a m b i é n al
' to d e las especies nat u rales. Los n1íen1bros d e la horda, o
m i s m o t iempo, a t ra,·és d e su m a d r e , a l grupo t o t é m i c o cu­
algunos d e e l l o s , se trasladan al centro dc.l totern, o lugar
yos 1nien1bros e s t á n esparcidos por toda la t r i b u .
sagrado relacionado c o n unD. especie nal urai, y representan
Resulta m á s difíc i l descubrir e l t o t e m i s mo p a t r i l ineal q u e

118 139
allí una ceremonia que se cree provoca un aumento de tal muy diversas formas de totemismo que existen en todo el
especie. Hay también una mitología elaborada relativa a los mundo han debido de tener muy distintos orígenes, Para po­
lugares sagrados del totem y a los seres míticos que surgieron der hablar de un origen del totemismo hemos de suponer
de ellos. que todas estas diversas instituciones que 'incluimos bajo
Puede observarse que este tipo de totemismo puede el mismo término general se han derivado, por sucesivas
coexistir en la misma tribu con otros tipos. Así, e n la tribu modíflcaciones, de una forma única, No creo que haya ni
dieri coexiste con un sistema de totemismo de clan matríli­ la más leve prueba que j u s t ifique tal suposición. Pero si lo
neal. En algunas partes coexiste con el totemismo de sec­ aceptamos así, podríamos sólo especular sobre qué forma
ción. original de totemismo puede haber sido, sobre las comple·
Podemos indicar, finalmente, que en algunas partes de jísimas series de sucesos que podrían haber producido de
Australia existe lo que se llama a veces totemismo indivi­ ella los diversos sistemas totémicos existentes, y sobre córnot
dual o personal. Éste es una especial relación entre un in­ cuándo y dónde apareció esa hipotética forma original de
dividuo y una o más especies animales. Puede encontrarse totemismo, Y tales especulaciones, sin una posible verifi­
un buen ejemplo en algunas tribus de Nueva Gales del Sur cación inductiva, no pueden ser nuis que especulaciones sin
donde cada chaman tiene uno o más de estos totems per­ valor alguno para una ciencia de la cultura.
sonales, Mediante esta asociación con la especie a n i mal ad­ Para la sociología, o la antropología social, por la que
quiere su poder para ejercer la magia. Llamemos o no a entiendo el estudoo de los fenómenos de l a cultura por los
fu
esto tote ismo, es indudable que está estrechamente relacio­ mismos métodos inductivos utilizados en las ciencias natu­
nado con el totemismo, y que cualquier teoría del totemismo, rales, los fenómenos del totemismo presentan un problema
para ser satisfactoria, h a de tomarlo en consideración, de diferente tipo. La labor de las ciencias inductivas es
Este breve y muy incompleto examen de las instituciones descubrir lo universal o lo general en lo particular. La de la
australianas nos ha mostrado las asociaciones especiales de ciencia de la cultura es reducir los complejos datos que
los grupos o individuos con las especies naturales que exis­ maneja a un número limitado de leyes o principios genera­
ten en aquella región, en un número de formas diferentes. les. Planteando el totemismo de este modo, podemos for­
Encontramos todas las gradaciones, desde una tribu sin ras­ mular el problema que presenta en la forma siguiente: « ¿ Po­
tro de totemismo (como la bad del norte de Dampier Land) demos demostrar que el totemismo es una forma especial de
o tribus tales como los isleños de Melville, en las cuales un fenómeno universal en la sociedad humana, y presente
existe el totemismo de forma simple, pero donde tiene com· por tanto, en formas diferentes, en todas las culturas?•
p arativamente poca importancia en la vida de la tribu. hasta El más importante intento de llegar a una teoría socioló­
tribus tales como la dieri, que combina , en un complejo sis­ gica del totemismo es el del malogrado profesor Durkheim
tema dos formas de totemismo, una de clanes matrilineales en su obra Les formes élémentaires de la vie religieme. Creo
y otra de hordas patrilineales, con una m itología y un ritual que este trabajo es una importante y permanente contribu­
totémicos muy elaborados. La única cosa que estos sistemas ción a la teoría sociológica, pero que no proporciona una
totémicos tienen en común es la tendencia general, que ca­ completa y satisfactoria teoría del totemismo. Intentaré
racteriza los segmentos en que se divide la sociedad, a una indicar, del modo más breve posible, donde me parece que
asociación entre cada segmento- y alguna especie natural o falla la teoría de Durkhcim,
alguna p o rción de la Naturaleza. La asociación puede tomar Durkheim habla del tótem como ser « sagrado" para los
cualquiera de las muchas formas diferentes. miembros del grupo al que pertenece. Esto es usar el térmi­
E n el pasado, el examen teórico del totemismo se limita­ no « sagrado>> en un sentido algo diferente al que tiene
ba casi exclusivamente a especulaciones respecto a su posi­ actualn1ente en inglés, e incluso en francés, aunque algo
ble origen, Si utilizamos la palabra origen en el sentido de aproxin1ado al sign i flcado que en latín tíene sacer. Prefiero
proceso histórico mediante el cual aparece una institución o u t ili zar el término que sea, tan separado como sea posible
costumbre, o estado de cultura, entonces es indudable que las de connotaciones especiales, y por tanto en lugar de decir

1 40 141
1
que el totem es sagrado, c o nsid e ro preferible decir que 1..· han de tener una e xp re sión colectiva oc as io nal. Por una ley
t{Xis t e u n a <' relación r i t ua l >> entre l a s personas y su totem. que creo que puede ser verificada fácilmente, todas las ex­

J.:
Existe u na relación ritual s ie 1n p re que una sociedad impone p re sione s c o l ec t i \'as regulares d e los s en ti�ientos sociales
;¡ sus miembro s u n a c i e r t a a c t i t u d hacia un o b j e t o , impli� _tienden a a d op t a r una 1 o r m a social. Y en el ritual1 de nuevo
c ando tal a c t i t ud c i e r t a m e d i d a de respeto expresado e n u n a por una ley necesaria, se requiere algún objeto más o n1e­
l orma t radicional d e cond uc t a respecto a t a l objeto. A s í , la nos concreto, qu e p u C d a actuar como rep resen tat iv o d e l gru�
relación e n t r e u n c r i s t i a n o )'' el s é p t i ino d í a d e l a semana es pu. De rnodo q u e es un p rocediln i e n t o nonnal e l q u e el se n­
un ej e m p l o t í p ico d e relación rituaL t i m i e n t o de adhesión a l grupo se exprese en un compo r t a ­
Toda sociedad adopta e i rn p on e a s u s nliernbros e s t a miento colectiH) fonnalizado qu e se refiere a un objeto que
a c t i t ud m e n t a l y dc comportamiento que he llamado ac­ represe n t a a l p ropio grupo.
t i tud rí t u a l h a c i a ciertos objetos. E x i s t e n , no sólo en socie­ Puede encontrarse u n · ejcnrplo típico en nuestra propia
dades d i fe rentes, s i n o en la nüsn1a sociedad con r e spec t o a socieuad. La s o l i d ar i d a d nacional depende d e l s en ti m i en to
{ � i st in ta s cosa s , muchas variedades de t a l actitud, aunque de p a t r io t i s mo d e l o s ciudadanos . Tal sentimiento, confor­
todas las varicUadcs t i enen
algo e n co1nún. Adernás l a acti­ me a las l ey es a n t e s e s tablecidas, t i e n d e a encontrar algunas
tud puede v a r i a r (le 1nuy indefinida a rnuy definida y a l t a­ de sus p ri nci p a les expr e s io n e s respecto a objetos concretos
mente organ i z ad a , tates como banderas, o reyes y p r e s i d e n t e s , pasando de e s t e
Uno d e los p ro b le m a s importantes de sociología e s , p o r modo tales o b j c- ' o s a ser obj e t o s de a c t i t ud r i tuaL
t a n t o , descubrir .la f un c i ó n de e s t e e l e m e n t o universal de P a r t e: de la s<:·cralización de u n rey, en Africa o en E u rO"­
c u l t u ra y for m u la r sus l eye s . E s t e problema gen e r a l i nc l u� pa, se debe al hecho d e que e s representativo de l a solida�
ye, obriarnentc, gran nún1t:TO de p ro b le m a s parc i ale s , entre rídad y u n i d a d nac i o n al e s ; y el ritual que le rodea es el
los c!1ales está el problema d e l t o t e rn isn1o. P u e d e e s t ablecer­ medio por e l q u e se Inantiencu y a l i m en tan los sentirnientos
se tnl problema como el d e d e s c u b r i r 1>or qué en ciertas patrióticos.
so c i e da d e s se i mpone a los m iernbros de un grupo social D u rklwim compara e l t o t c m d e u n clan con la bandera
p rt rtic u la r , una actitud r i tual hacia ciertas especies de ob­ de una n a c i ó n . La c cn:n p a ra c i ón es válida en u n s e n t i d o n1uy
jetos naturales. Es c\'idente que ninguna solución del p ro � amplio. para algunas fonnas de t o t e m i s m o ¡ aunque n o para
hlema n1enm· d e l t o t c m i sino p u ede s e r sat i s f a c t o r i a s i n que todas. Pero, dej an d o a u n lado l a co m p a r a ción , l a t e or í a es
l orme p a r t e de u n a s o l u c i ó n general d e l p r o b l e m a m á s que el t o t e n1 es {(sagrado)'), con1o d i c e Durkheim, o un obje�
::nnplio, es dec i r , u n a teoría d e l a s relaciones r i t u a les e n ge­ to d e actitud ritual, co rno yo p re fi e ro decir, porque es l a
neraL representación c onc ret a , o e l en1blen1a, de u n grupo social.
Con respecto a l pro b l ema genera l , l a teoría d e Durkheim Y la función d e la a c t i t u d r i t ual hacía el t ot e m es e xpresa r
es que e l objeto p r i ma r i o de la a c t it u d r i t ua l es e l orden y mantener así viva l a solidaridad d e l grupo social.
:�oc i a ! , y q u e c u a l q u i e r cosa
pasa a s e r obj e t o d e t a l a c t i t u d Tal con1o queda p l a n teada la t e o r í a d e D u r k h c i n1 e n n1is
c u a n d o t iene c i e r t a rc�lación con e l o r de n social. E s t a teoría propios términos, me parece acep t a b l e , pero n o completa.
general, c on l a que estoy d e acuerdo, equivale a rr1u y p o co En p r iincr lugar, creo que el t o t e m i sn1o t i e n e otras funcio­
J ¡asta que hayamos conseguido defi n i r l.os tipos más i m p or� ne s, a p a r t e d e .la indicada. E n segundo lugar, l a teoría no
t a n ks de la relaci<nl con e l orde n social que causan e l q ue exp lica p o r qué tantos pueblos de América, Asia, África y
-
d o b j e to que m a n t i e n e tal relación p a s e a s e r o bj e t o d e Austral in e l ígieron con1o e m b lenw.s o r e p rese n t a c i ón de los
:tc t i t u d r i tuaL cl ane s u o t ro s grupos sociales a e s p ec i es de a n i males o plan­
Si puedo expresarme e n n1is propios t é rn1inos, l a teoría tas. Es c i e r t o q u e Durkheirn ofrece una respuesta a esta
de D u rkhcim d e l totemismo es como s igu e , U n grupo so c i al, es tntaln1ente i n s a t i s factoria. Considera con1o
p r e g un t a , pero
tal corno un c l a n , puede po s eer soliJaridad y pern1anencia parte esencial d e l t o t ern i s rn o el uso de emblemas u obj e tos
,;¡ e � o b j e to de Jo� s e n t i m i en to s de adhesión por p a r t e de totémicos, e-s decir1 representacio nes fig u radas de a n i rn a les
<, u c.; m u:rnhru..;. Para que tales s e n t i m ie n t os se n1antcng<m o p l a n t a s tutémicos. y su gi e r e que l a razón de elegir obj e t o s

1 12 143
naturales como emblemas d e l o s grupos sociales está en l a mente, e n mitología/ en l a cual las especies anirnales son
posibilidad d e usarlos d e este modo. personificadas y consideradas como antepasados o héroes.
Esta hipótesis falla tan pronto como l a aplicarnos a Jos Se hace tan1bién p o r un conjunto de costumbres relativas
hechos. En Australia n o se hacen dibujos de los totems a animales y plantas. Este sistema de relaciones rituales y
sexuales n i de los totems de las mitades o secciones, e in· mitológicas entre el hombre y las especies naturales puede
cluso respecto al totemismo de dan existen muchas tribus estudiarse mejor en pueblos no totémicos, tales como los
que n o hacen ninguna representación d e sus tote¡ns. Los esquin1ales o los isleños andamaneses. En esas sociejades
dibujos totémicos, que para Durkheim son tan importantes, encontramos que la relación entre la sociedad y las especies
e incluso una parte tan esencial d e l totemismo, son carac· naturales e s general, todos los animales y las plantas más
!erísticos del norte y e! centro de Australia, pero no del irnportantes son tratados como sagrados en alguna forma
continente como un todo. (va en el ritual, ya en la mitología), y algunos se consrderan
Aden1ás,- l a razón que se sugiere para l a selección de � á s sagrados que otros; pero ninguna especie es igualn1ente
objetos naturales como emblemas de grupos sociales es de sagrada para todos los miembros de la comunidad . La ac·
un carácter demasiado accídental para dar una explicación titud ritual de los isleños andamanese s por la tortuga de
de una institución tan extendida como e l totemismo. Tiene mar, de l o s indios california nos hacia el salmón, de los pue·
que haber una razón mucho más importante para que todos blos de Norteamé rica y del norte de Asia hacia el oso, cons·
estos pueblos de todo el mundo consideren apropiado re­ tituye u n a relación entre toda la sociedad y la especie sa�
presentar(!os grupos sociales de este modo, asociando cada grada.
uno con algún animal o planta. Sugeriría que el totcrnís1no tíene su origen en esta rela­
Aquí es donde creo que falla la teoría del totemismo de ción ritual general entre el hombre y las especies natura·
Durkheim. Según esta teoría el totem debe su carácter sa­ les. Supongam os por un momento que tal relación ritual
grado o ritual únicamente a s u posición como emblema de general del hombre con la Naturaleza es universal en las
un grupo. Existe gran número d e pueblos que no tienen sociedade s cazadoras , según creo que puede demostra rse.
ninguna forma de totemismo, en los cuales encontramos que Cuando la sociedad llega a estar diferenciada en grupos scg·
especies naturales, animales o plantas, son objetos de ritual mentados tales como clanes, tiene lugar un proceso de es­
o de actitud ritual expresada en la mitología. E incluso entre pecializació n ritual por el que cada segmento adquiere una
pueblos totémicos, tales como las tribus australianas, las relación particular y especial con uno o más de los sacra
costumbres rituales referentes a cspl'cies naturales no son de la comunidad , es decir, con una o más especies natu·
totalmente totémicas. En arras pa l a bras los fenón1l�nos que
,
rales. El totcm del clan o grupo todavía es sagrado en cier·
hemos acordado designar u t i l izando el t0rmino totcnüsrno to sentido para toda la comunidad, pero es ahora especial­
son simplemente una parte de una clase n1ucho mús amplia mente sagrado, y de un modo especial, para el segmento que
d e fenómenos que incluye todo tipo de relaciones r i tu::dcs le elige como totem.
entre el hombre y las especies ' n a turales. Ninguna teoría El proceso que aquí se sugiere como principio activo en
del totemismo es satis factoria s i no se ajusta a una teoría el desarrollo del totemismo es uno que considero de gran
más general que proporcione una explicación ele muchos importanc ia en el desarrollo social y que puede observar­
otros fenómenos además del totemismo. la teoría d e Dur· se en otros fenómenos. Así, para tomar sólo un ejemplo, y
kheim falla precisamente en esto. quizá no e l mejor, en la Iglesia romana los santos son sa­
En muchas -creo que probablemente en todas-- de las grados para todos l o s miembros de l a Iglesia como un todo.
sociedades en que el hombre depende totalmente o en gran Pero la Iglesia está fragmentada en congregaciones locales, y
medida· d e la caza de animales salvajes y de la recolección una congregación se halla a veces en una especial relación
de plantas silvestres, tengan o no alguna forma de t o t c-rnis­ con un santo particular, a l que dedica su capilla. Creo que
mo, los animales y las plantas son objeto de actitud rituaL esto es paralelo al totemismo de clan o de grupo. Podemos
Esto s e ha c e frecuentemente, aunque quizá n o uni\'ersal� tarnbién indicar una analogía significativa1 aunque no rnuy

144 !45
el santo patrón de un individuo y e l totem pcr�
( � ·\ a d ¡¡ " e n t re ciones especiales, establecidas entre cada grupo o s eg men ­
'<' ' m a l u anirnal guanliún de las tribus australianas y mn e ­ to, y uno o más de aquellos sacra.
t icanas, Esta teoría incorpora l o que considero la parte más va­
No d isp on go d e espacio para exarninar e s t e proceso de liosa del análisis de Durkheim, el reconocin1iento · d e que la
'--"'�pecialización r i t u n l , v· realrnente, cualquier tratanliento función de la relación ritual del grupo con s u toten1 es ex­
::1 decuaclo del tema requiriría tratar de todo el proceso de presar y mantener viva l a solidaridad d e l grupo. Propor­
d \fereuciación y segmentación soci a l e s. l'vle referiré a u n ciona, además, una razón que creo que puede demostrarse,
'�oto ej e mp l o , que ayude a ilustrar el p ro b l ern a , E n tre que se basa en l a misma nat u raleza de la p ro p ia organiza­
los esquirna1es de _padt-_' d e Nor teanH.�rlca, uno de los rasgos ción social, para la elección de especies natu rales corno sím­
1 nús i n l po r t a nt c s de su adaptación a su xncdio an1biente es bolos o representaciones de l o s grupos so ci a l e s .
J ;� c l a ra di\·isión e n t r e iuYicrno y verano, y entre anünalcs Antes de abandona r e s t a parte del análisis quisiera tocar
de in\·icrno y a n i rn a h."s de ;;erano. Existe un complejo sis­ otro punto. Durkheim, respecto al totemismo de cla n , d � s­
i c ma d e r e l ac io ne s r i t uales, entre la s oc ieda d y los más .
taca el c l a n v su solidaridad . Para él, el totem es pnmana­
i m portantes de estus a n i t-na l e s , y en este ritual la oposición m c n te el rn e-dl q p o r e l qth� e l clan reconoce y expr-esa s u
entre Ycrano e invierno se expresa de modo Inuy marcaJo. unidad. Pero e l asunto es mucho más complejo. E l clan e s
1-In p u ed e comerse carne d e reno ( a l imento de verano) y
solarnente u n scgn1ento de una sociedad más amplia que
\.·arnc de morsa ( a l i m e n to de in\'lerno) en e l misn1o día. Los también tiene su solidarida d . Por su relación especial con
e:-:c1uinwlcs han cst ablt·c i d o para sí una seg1nentación en d o s su totc1n o toterns, el clan reconoce su unidad y su indhi­
grupos, consistente uno en todas l as personas nacidas e n d u al i da d . Esto es s i n1pletnente un cjcn1plo e s p ec ia l del pro+
i n vierno, y otro con todas l a s pers o n a s nacidas e n ve rano , y ceso universal p o r e l que se crea y se n1antiene la solida­
ex iste una leve espec i al ización ritual, estando e l pueblo d e ridad/ uniendo a u n nútnero de individuo s en u n a relación
\·crano especialmente unido a los anirnales d e verano, y e l colectiva con el Inlsn1o o los rnisn1os objetos sagrados. Por
d e Í n \·icrno a l o s animales de invierno. Aunque e s t o n o e s e l hecho d e qt'e cada clan tenga s u totcm se expresa l a
tot emisn1u, está claramente relacionado con é l , y creo que diferencia ción y l a oposición entre clan y clan. Los ho mbre s
i l nstra el proceso p o r e l cual se origina el to teinismo. canguro no sólo reconocen e l lazo que l e s u n e corno h om�
Podc1nos fo r m tl l a r1 por consiguiente� una teoría socioló� bres canguro sino que también reconoce n su d i fe ren c i a d e
d e l toternisn1o que incluye una gran parte d e l análisis los hombres ernu, de los horr1bres rata, etc. Pero tmnbién s e
d e D ur k h e i m y que no está a b i e r t a a las críticas que p ued en expresa l a unidad y l a solida.-idad más amplias,_ de toda la
h;:1cerse a l a propia {?Xpos ic i ó n de Durkheim. Partimos de lu sociedad totémica, por el hecho de que la soc1edad como
gt' n era llzac iú n e n1pír!ca ele que entre los pueblos cazadores un todo, por 1nedio de s us seg1nentos, establece una rela­
recolectores, l o s an in1ales, p l antas y fenón1enos naturales ción r i tual con la Naturaleza con1o un todo, Esto se ve 111uy
1n;_'¡_:-; i rnpor t a n t e s s o n t ratados, e n l a -:·ostun1bre y e n l a n1i� bien en las ceremonia s d e l a cosecha, tan extendidas e n
t corno s i fueran ((sagrados)', e�:, decir, se hLlcen o bj e­ Australia. Cada grupo e s responsable d e l cuidado ritual d e
t n de a c l i t u d ritual, en fonna y g r a de d i ferentes. P r hna ri a �
u n cierto nún1ero de especies, con l o cual s e cree que s e
' � i (_' n k , csL1 re l a c i ó n r i t ual -en ! re e l hombre v la N aturak¿;-:t asegura e l rnan teninücnto d e tales esr: ecies. Para l a tri � u,
una relación gcoenü entre l a sociedad co_mo un todu y: todas estas especies t ienen ilnportancw., y las cercrnonm s
:·.- 1 1 5 sacra, C ua n d o la '; ocicdad esLá d i ferenciada, es decir,
constituve n así una especie de esfuerzo c ooper a t i vo que i nl ­
d h- i di d a en scgnwntns o grupos socbies diferenciados entre plica ui;H división d e l trabajo ( r i tu a l ) rncdiante e l cual s e
'': 1 cada u n o con s u prop i a s o l i daridad e individualidad, .
fac i l i t a n los procesos n onnal c s de l a Naturaleza y e l sunH­
ow t ú a un p r i nc i p i o que es t á nüs extendido que el totemis­ nistro de a l i mento. Uno de los resultados de la teoría de
lrJO y q ue es re al m e n t e par t e i rn p o r t an t e del proceso gene,.
Durkheim es el exces ivo énfasis dei clan . y de la solidaridad
1 ;:d d e dífercnciaciún social; u n principio p o r e l que en l a
de dan. La pregunta que exige ahora una respuesta e s :
relación general d e la sociedad con sus sacra existen rela-
« ¿ P o r q u é l a- Inayoría de los l lanu:tdos pueblos primitivos

147
adoptan, en sus costumbres y mitos, una actitud ritual hacia
rales, en sí mismos o mediante cosas o seres que lo s re·
l o s animales y otras especies naturales?• Mi objetivo en este
prese nten pasan a ser objetos de actitud r i tu al y he tratado
, ,

artículo h a sido simplemente exponer tan exactamente como


de demostrarlo respecto a los isleños andamaneses. Nuestro
sea posible en un espacio limitado l a relación del problema
propio concepto explícito de un orden natu ral y d e una ley
del totemismo con este problema más amplio,
natural no existe entre los pueblos más p r imi t ivo s, aunque
En una simple conclusión a l artículo, n o puedo, evíden·
los gérmenes a partir de los cuales se ori g ina existen en
temente, tratar de este tema de la relación de hombre y
el control empírico de los procesos causales en las ac tiv i da �

Naturaleza e n la mitología y en el rituaL Hace algunos años


des técnicas, Para el hombre p r i m i t ivo, el u n iverso como
intenté tratarlo respecto a las costumbres y creencias de un
un todo es un orden, moral o social, gobernado no por Jo
pueblo no totémico, los isleños andamaneses, Como resulta·
que nosotros llamamos ley natural, sino más bien por lo que
do de ésa y otras investigaciones, acabé formulando la si·
podemos llamar ley moral o rituaL El reconocimiento de
guiente ley: Cualquier hecho u objeto que tenga efectos im·
este concepto, i m plíc ito pero n o explícito, e n el ritual y e n
portantes sobre el bienestar ( material o espiritual) de una
los m i tos, creo que es u n o d e l o s pasos m á s importantes
sociedad, o cualquier cosa que signifique o represente cual·
haci a la correcta comprensión no sólo de lo qu e a veces se
quier objeto o hecho, tiende a convertirse en objeto d e ac­
llama «mentalidad primitiva», sino también de todos l o s
titud rituaL fenómenos que agrupamos indefinidamente alrededor del
He dado razones para recusar la teoría de Durkheim de térn1ino religión. !
que en e l totemismo las especies naturales pasan a ser sa· Creo que es muy ilustrativo un estudio de los mitos y el ·
gradas porque se las elige como representativas de grupos ritual primitivos desde este p un to de vista. En Au stral i a ,

sociales, y yo mantengo, por el contrarío, que las especies por eiemplo, son innumerables las formas en que los na­
naturales son elegidas como representativas de grupvs so· Íivos han construido, entre ellos y los fenóm eno s naturales,
ciales, tales como clanes, porque ya son objeto de actitud un sistema de relaciones que son esen c ial mente se m ej a ntes
ritual en una base muy distinta, por virtud de la ley gene· a las relaciones que han establecido en su estructura social

ral d la expresión ritual de los valores sociales antes• es­ entre un ser humano y otro,
tablecidos, No puedo hacer más que citar ejemplos, Uno es la per­
En el pensamiento moderno, estamos acostumbrados a. son i fica c ión de los fenómenos naturales y de las especies
establecer una distinción entre orden social y orden naturaL naturales, Se personifica una especie animal, es dec i r se tra­
,

Consideramos l a sociedad compuesta de ciertos seres huma· ta, para ciertos fines, como si fuera un ser humano, y en la
nos agrupados en una estructura social, baj o ciertos prin­ mitología se considera a tales especies personificadas como
cipios o leyes morales, y colocamos frente a l � socredad su antepasados o héroes culturales. La función de este proce·
medio ambiente, compuesto de rasgos geograficos, flora y so de personificación consiste en que permite que la Natu­
fauna el clima con sus cambios estacionales, etc,, regidos
' raleza sea considerada como una sociedad de personas, y
p o r l a ley naturaL hace así de ella un orden moral o sociaL Otro de l o s pro­
. , ,
Para ciertos fines, este contraste de soc1edad y mediO cesos por los que, en Australia, el mundo de l a Naturaleza
ambiente, de hombre y Naturaleza, es útil, pero no p odemos
dejar que nos desoriente, Desde un punto de vista d·.stinto,
y muy importante, e l orden natural forma part e d �l orden 4. Un modo más preciso de plantear el punto de vista que aquí
social. Los cambios estacionales que controlan el ntmo de /íStoy exponiendo es que en toda socíedad humana existen inevitable·
úlente dos conceptos distin tos , y en cíerto sentído contradictorios,
la vida social, los animales y las plantas u tilizados para
de Naturaleza. Uno de ellos, el naturalístico, está implícito en toda la
alimento o para otros fines, pasan a ser u n a parte esencial tecnología, y en nuestra cultura europea del siglo xx, con sus grandes
de l a vida social, del orden sociaL C reo que se puede de­ progresos en el control sobre los fenómenos natt:rales, ha pasado a
mostrar que exactamente en la medida en que entran en el ser explícito y preponderante en nuestro pensam1ento. El otro, que
puede }}amarse mitológico o espiritual, está implícito en los mitos y
orden social, los fenómenos naturales y los objetos natu· �n la religión, y con frecuencia explícito en la filosofía.

148 1 49
se i n t r o duce en el orden social puede hallarse e n los sis­ con más probabilidad, t o rn a r la forma del totemismo, Estas
t e m a s de clasificación d e las especies naturales, existentes condiciones son: a) dependencia t o t a l o parcial d e los pro·
en d i versas fonnas e n las distintas partes d e l continente, duetos naturales para la subsistencia, y b ) la existencia
cun algo co1nún a todos ellos, a saber, que las especies de una organización segmcntaria en clanes y mitades� u
n a f 11 rales más importantes son clasificadas de t a l modo que otras unidades sociales se111ejantes. Los andamaneses y los
se considera a cada una corno perteneciente a cierto grupo esquimales tienen la condición a), pero no la b), y no tienen
soc i :·t! y ocupando una posición específica en la estructu­ totemismo, aunque tengan el rnaterial del que puede resultar
¡·a s;uciaL fácilmente el totemismo. Existen, por supuesto, aparentes
existe s i e m p re un riesgo en las fórmulas breves, excepciones a e s t a generalización en algunas de las tribus
en'{ ' que no se tergi\'ersa e l t o t ernisrno australiano si se d e Africa América v Mclanesia. E l examen detallado de és­
dt"·: c rihe corno un mecanismo por el que s e establece un i ñ"
tas, que ndtt<.:lable Jente no p u e d e intentarse en un breve
s l r.;; t e' rna de solidaridad social entre hornbrc y N a t u raleza. E l artículo, creo que s i r v e rcalincnte para confirmar la regla .
Jll('f ':'l.nisrno h a funcionado d e forn1as rnuy diversas , y d e u n N o sería comprensible sostener la idea de que e l t o t e·
modo mucho tnás elaborado e n unas que e n otras, pero te­ Inismo, o más bien las difere-ntes i n s t i tuciones que e n las
n kn d o en todas e s t e c8.rácter. d iferentes partes del mundo denorninaxnos con este térnlino
·� a idea que he adelantado, por tanto, es que el t o tcn1is� general, han surgido i ndepend i cnterr1ente unas de otras: Creo
me) ("S parte de un t o d o más amplio, y que una fonna iln­ que es muy probable'. Pero no es n1atcria para un sociólogo,
por t an tc de · poder caracterizar e s t e todo es la de proporcio� en la actual etapa de nuestro conocirnícnto. Si cualquiera
nat una representación del universo corno un orden moral quisiera creer que todas las fonnas e xi s ten t e s d e t o t e1nismo
o sudaL S i Durkhcim no formuló realmente l o mismo, en han surgido por un proceso de lo que, de modo i nJipropíado,
t<ylq caso n o e s t á rnuy l e j os< Pero parece q u e s u idea ha se llama « difusión», d e un rnisnw ce n t ro , nada tengo que
sido que el proceso por e l que esto s e produce es una pro* objctaL Indicaré que el toleinisrno no se ha extendido por
vccción de la sociedad en la naturaleza externa. Yo sosten· todas partes, ni u n i formemente, y que no h a sobrevivido
f!O, por el contrario, que el proceso consiste en que en l a igualrnente en todas las regiones. Para mí exposición basta
formación d e l a cultura l a naturaleza externa pasa a in� poder decir que sólo donde aparecen otros rasgos determí�
COlTJOrarse en el orden social como parte esencial de éL nados de cultura es probable que el t o t e m i s m o sea acep·
Fl concepto del u n i v e rso como un orden moral no se Ji. lado p o r un pueblo cuando le llega de fuera, o es probable
nli 1 n a los pueblos pril11i tivos, sino que es parte esencial d e que continúe exís , iewJo después d e haber sido introducido.
t o d o sisterna religioso, Creo que e s u n eleinento universal
de l a c u l tura humana. N o puedo analizar ahora la pregun·
t n d e por qué esto debe ser así.
Resumiré lo que i n t e n t o decir del modo s i g ui e n t e : Una
teoría sociológica del t o t emismo h a d e ser capaz de demos·
trar que el t o temismo e s simplemente una forma especial
adoptada en ciertas condiciones definidas por un elemento o
proceso d e cultura que es universal y necesario. E l intento
de Durkheim de ofrecer esta teoría falla en ciertos aspectos
i m portantes. Podemos, no obstante, incorporar gran parte
del análísis de Durkheirn a u n a teoría que descansa e n l a
1 ni s m a hipótesis general d e l a N a t u raleza y función d e l ritua1
o lo (( sagrado)).
Por ú l t ilno, n1i argurnento h a expuesto algunas d e las con­
die iones en que este elemento universal de c u l t ura puede,

151
VIl. Tabú '

fv1e habéis honrado invitándon1e a p ronunLjar e s t a con­


ferencia, cuyo propósi t o es conmemorar la obra de' :::. i r James
Frrtzc-r, ejemplo de una larga vida y de una rncnte singular
dedicadas a l a investigación c i entífica, y que ha con t r i buido
de Jnodo tan señalado a establecer los fundamc:nlos d e l a
ciencia de l a antropología soc i a l . lV1e parece oport unt; ell:gir
p<1ra la conferencia un te1na t..' Studiado sistemáticamente por
prin1cra vez por sir Jan1es hace medio siglo, cuando escribió
e1 artículo sobre ,,Tabú)> para l a novena edición d e la En­
cyclopedía Britannica, y para cuya elucidaclón ha hecho su�
ce:-:.iva::-; contribuciones desde entonces.
La palabra inglesa taboo y la castellana 'd<-dJú¡, derh·;:�n
de Ia polinesia tahu ( co n acento en la prin1era sílaba). En las
lenguas de la Polinc;,ia, la palabra signiílca sirrtpkmente
(< prohib i r )) ' << prohibido��, y puede aplicarse a cualquier t i p o
d e prohibición. U n a regla de etiqueta, una orden emit i da
por un jefe, u n mandato a los niños de respetar las posesio­
nes de sus mayores, todo puede ser expresado n1ed iante el
uso de la palabra tabrL
Los prin1eros viajeros que l l t'garon a l a Polinesi a adopta�
ron la palabra para referirse a prohibiciones de un tipo
especia l , que puede i l u strarse con un ejcn1pllL Ciertas co�
sas, tales como un recién nacido, el cuerpo o la persona de
un j e fe, se dice que son tabu. Esto significa que unü debe,
en la medida de lo posible, e v i t a r t oc a rl o s U n hornbre que
.

toca uno de estos objetos tabu s e convierte é l rnisn1f>, i n n1e­


diat :.1n1ente, en tabu, Esto quiere decir dos cosas. En prín1er
1ugar un hon1bre qve es tabu i.:: n este sentido tkne que ob,
servar un número de testricciones especiales en su con­
ducta: no puede, por ejemplo, u t i lizar sus manos para ali­
n1entarse a sí mismo. Es con siderado en un estado de peli�
gro, Jo cual se. expresa generalmente diciendo qut.� s i deja
de ubserntr las precauciones habituales, enfL�rm.ará y qui�
zá nwrirá. En segundo lugar, es t a n1b ié.x1 para otrns

1. «The Frazer Lccturc" 1939.

1 5.1
: s -- - es tabu e n - c1 m i s m o sen t i d o que la cosa q u e él
p c r s o nJ hasta el n10111c-nto. En una ciencia con1o la nuestra, las
l1a tocadu. Si en t r ; F <t en c o n t ac t o c o n l o s u t e n s i l ios o e l p al a bras son los i n s t nunc n t o s de a náli si s , y d eb e mos estar
1 ucgu con q u e s e l l JU' J : 1 con1ida , l a i nfl u e n c i a p e li gro sa s i emp re dispuestos a s u b s ti tui r los ut ensi l i os inferiores por
Ti'a comunic ad3 :·\] ;;tl l mc n t o v daf'laria a cualquie ra que los superiores c uand o s e presenta l a ocasiÓn.
J�:l!'l k i para dt' é l . l .a pe r sona (l uc sea ta{Ju d e este rnodo, U n a p r o h i b i c i ó n r itu a l es u ¡,c,. re g l a ele conduc t a que se

; I J 1 ll u por { { J ( a r u n c u e rpo , p u e d e vohcr a su c o n d i c i ó n nor- a socia con l a cre-encia de que u:�a infracción provocará un
-
1 � 1:\l n w d ian te r i t o s de purifi.c�ld ón o dcsacral ización. Se cambio i nd esea b l e en e l s t a i us ritual de la persona que viola
la reg l a . E s te can1bio del s w t us rit ua l se concibe de rnuy
! l i c c e n t onces que es nue\·;_t m e n 1 e noa, términ o c on trario a
diferentes m odo s en las d i s t í. n t :J. S socieda d e s , pero e n todas
,· u!Ju.
e x i st e la idea de que i mpl ica la pos i b il i dad de alguna des­
S i r .L:.t nk ' S Frazrr n • J S h a dicho q u e . cua n d o él corncnz ó el
gracia n1enor o 1nayor que rccacrú s obre
, ;·;; d i o del tabú en 1 ;-)8 6 , la idea de los antropól ogos d e la
t u la p erson a con1pro­
mctida.
·a era que l a i n s t i t uc i t:m e n cuestión exis t ía únicarne nte
Ya h e m o s considerado un cjen1 p lo . Los polinesios que to�
e n tre las rJ.zas nc';__: ¡·as \' c n t n� l as ctcl Pacífico, pero q ue ,
conl(J resultado de . s u ""> ¡;-1\'C:-.. t i f.�·tcionc-:;, llegó a
la con c lu s i ó n can un c ue rp o , segün la creencia polinesia, h an sufrido lo
que yo estoy llamando u n cambio indeseable de status ritual.
d e q u e b colecckm p ol i n es i a de p rú c ticas y ree n c i a s <!es
c
j ante s Se con s i de ra que están en pel igr o de e n fe rmar, y por e so
':--J a m c n tc u n a d e e n t re un n ú n H.: ro de s i s terrws s e m e
l]
qul', en todas las razas hu1nana s, to m a n p re cauc i one s y se s o rnc tcn a u n ritual para poder
de s u pcrs ! k i <'l n q u iz:ls
han CI-J n t r i bu i d o en gran medida b a j o n1uc h o s nm11brc
, s di" eva d i r s e del peligro y ser den1eltos a su an teri or status
: a l e s , a con s t ru i r ritual.
l c r c n t c s v con mucl u s \' a rí ::t c i o n es de d e t l
� e en las d i n : rsas partes o Consideremos dos ejemplos de diferentes clases ele la In­
!;1 co nl-iJl � i a f<1hric1 d e ln soc i dad
s t a que d esc ri b i m o s corno re1igios us, s o c i a l es , gl a t e rra cont cinporánen.. Hay algunos pueblos que creen que
clcmc!l t os de é
pol í t i c o s , m o rn. l cs \' ecorH'n1l ÍCOS ll,
debe evi tarse derra mar sal. La _persona que derrama sal ten�
Ln u t ! l izaci r'm tk la p al ab ra tabú en antropol ogía para drá rnala suerte. Pero puede cdtar e s t o echando un poco

h1.s c o s t u rnbres de todo el Inundo po.rcc i d as en lo e s enci al Je la sal derramada sobre el hombro, Expresándolo en mi

: 1 1 ejemplo o f r ec i d o por Polinesia me par ec e inexacta e lna� tcrn1 i n olo g ía , puede decirse que el derrmrw.micnto de sal
d cc u �1 d a . E.xistc el hec h o, V;J. mencion ado, de que en las len� p ro duce un can1bio i n Jc s eabl e en el status ritual de la per­

gu a s p o l i n e s i a s b p a.lab r;{ taba t i ene un s i g nifica d o rnucho sona que lo hace, )'' que ésta es devue l ta a su status no rmal

mús amplio, e q u i v a l e n t e a nues tra p r o p i a palabra «


prohibi� o stal us ritual p re v i o por el rito positivo de arrojar sal so­

do''· Esto h u procl n c i d o gr;u¡ co n f us i ón e n la l i tera tu ra n.> bre su hmnbro.


Un n1iernbro de b Iglesia catól ica ron1ana , a n1 en o s que
l a ! i Y a a la Pol i nc � i a , debido a la a m b i g ü e d a d que resulta
• l e dus thos d i fl"rc n t c s df' l¡_; m i s rn a palabra, Habréis notado se le conceda d i sp e n s a, tiene l a obligación r e ligiosa de abs�
que he us<1do la p;\l::_\l.) r;� (,_ tabú» ( S i l ab a s y p ro n u nc i a ci ó n
ten e rs e de comer carne l o s viernes y d ura nt e la Cuaresma�

ncc í d c n t a l e s l c o n í.'l :c·. i gn i fi.e<ldO qw.: Hene p ar a l o s a n t ropúu


Si dej;:: de ob se - : ra r 1a regla, pcc<-1, y ha de confesar ést e y
y pron u n c i a c i ón p ol i n e sia s ) con rcfe­ c u al q ntcr o t r o pecado, y obtener la absolución. Aunque esto
y t a h �i ( s íhlb:\s
i nesb y en el s e n t i do po l ines i o . Pero sea tnn d i f e re n te e n aspectos de la regla so b re el
<-cncia especial a Po1
dcrrarn.arniento d e s a l , puede y !.lene que considerarse corno
esto no es t o t �1 1 nv· n t c S J_ t i s factorio.
Prnpongo rch3ri n11c ::1 L.:s costumbre s que cstan10s c on si*
perteneciente, para fines a la misrna categoría
general, Con1t:T carne en \'iernes produce en 1 a persuna que
derando cJmo ,, l i rn i t a c i 0ncs r i t u a l e S '' o " prohibicion es ritua�
así lo h0ce u n cambio indeseabk de status rituat que ha d e
le�)' y ddl. n i r ! a s p n r rcfcTcnc_¡a a dos co nc e pto s fundamen ­
-
t a lc _'-� para lo:� q t; ,_, tengo por cos t u m b r e usar los 1énninos
ser rcrnediado p o r m ed ios fijos Hptopiados .

(( s t a í u s rituah y <cYalor ritual,, N o estoy s u g i ri e ndo q u e P o d c m u-s añadir a estos e lernnlos otros dos de otras sa=­
-
é s t o s sean l o s r n c t\�'!Tr'ii n n s que- se p ued a n encontrar ; d eda d cs . E u e l capítulo quint o d �l Levitico podemos ver que
son senc illamente l o s mejores que y o he p o d i d o descubrir entre los hebreos, s i una ((ahna),) toca el esqueleto de un ani-

1 �4 !55
m a l impuro o de ganado impuro o de desperdicios impuros, algunas de las sociedades que conozco esta distinción entre
incluso aunque sea inconsciente de que lo hace, es iinpuro, actos pecarninosos y actos que acarrean n1ala suerte no p 1 1 t>
culpable, y ha pecado. Cuando se da cuenta de su pecado, ha de establecerse. Algunos antropólogos� sin e rn b argo han in­
,

de confesar que ha pecado, ha de tomar una ofrenda -una tentado clasificar los ritos en dos c1ases1 riios religiosos y
hen1bra de la manada, un cord er o o un cabrito-, que el ritos rnágicos.
sacerdote sacrificará para que el pecado le sea perdonado. Para Érnile Durkhdm, la distinción esencial consiste ,en
Aquí el cainbio en e l status ritual por con t a c t o con un es� que los ritos religiosos son obliga torios d en t ro de una so�
queleto in1puro se describe con los térnünos ,, pecado>> ,, in1- cicdad religiosa o iglesia, mientras que los ritos mágícos son
puro» y {(culpable)>. -voluntarios. La persona que incun1ple las observancias reli­
En la tribu kikuyu del Africa oriental la palabra thalm giosas es culpable de maleficencia, rnientras que el que no
denota un status ritual indeseable que resul í a de la no obser· observa las precauciones de la magia o las referentes a la
vancia de las reglas de lirnitación sociaL Se cree que u n a suerte está, sin más, actuando tontamente. La distinción e s
persona que e s tha/w enfermará y probablemente morirá, a de considerable importancia teórica. Es difícil d e aplicar en
1nenos que mediante los re1nedios rituales apropiados, que el estudio de los ritos de las sociedades simples.
en todos los casos serios requieren los servicios de un sacer­ Sir James Frazer define la religión como « una propicia·
dote o un médico brujo, aleje el t/1a/w. Las acciones que ción o conciliación de los poderes sobrehumanos que se
provoca esta condición son tocar o transportar un cadá�.-r er, cree que controlan a la Naturaleza y al hombre», y considera
pisar un cadáver, tomar la comida de una olla agrietada, la magia como la aplicación errónea de la noción de causali­
tocar la hen1o1Tagia Inenstrual de una n1ujer, y muchas otras. dad. Si aplicamos esto a las prohibiciones rituales podemos
Así como---- entre los hebreos una alma puede inconsciente­ consíderar como pertenecientes a la religión las non11as cuya
mente ser culpable de pecado por tocar sin darse cuenta infracción produce un cambio de staltls ritual en el indivi­
el cadáver de un animal impuro, entre los kikuyu una per­ duo, por ofender los poderes sobrehumanos; mientras que
sona puede pasar a ser thahu sin ningún acto voluntario la infracción de la norma de magia podría considerarse que
por su parte .. Si un anciano o una mujer resbalan al salir de produce inmediatamente un cambio de status ritual, o la
la choza y caen al suelo, él o ella son thahu y permanecen allí desgracia que sigue, por un proceso de causalidad ocu! ta.
hasta que alguno de los ancianos vecinos llega y sacrifica una Según definición de sir James Frazer, la sal derramada es
oveja. S i se rompe el larguero de la cama, !a persona que es­ una cuestión de magia, mientras que comer carne en vier­
taba echada es thahu y ha de ser purifrcada. Si los excremen­ nes lo es de religión.
tos de un milano o un cuervo caen sobre una persona, ésta Un intento de aplicar esta distinción sistemáticamente
será thalnt, y si una hiena defeca en una aldea o un chacal choca con ciertas dificultades. Así, con respecto a los mao·
ladra en ella la aldea y sus habitantes son thalu<. ríes, sir James Frazer establece que <da última sanción del
He elegido intencionadamente dos ejemplos que se dan tabú, en otras palabras, lo que obliga a la gente a observar
en nuestra sociedad de limitaciones rituales de tipos muy di· sus mandatos, es la firme convicción de que cualquier vio­
ferentes. La regla de no comer carne en viernes o en Cuares­ lación de tales mandatos sería con toda certeza y rápida�
ma es una norma de religión como lo es, donde se reconoce, mente castigada por un atila o espíritu, que afligiría al pe·
l a de no jugar al golf ni al tenis en domingo. La regla contra cador con una penosa enfermedad hasta que n1uriera'' · Po­
el derran1e de sal supongo que se convendrá que no es reli·· dría parecer esto hacer del tabú polinesio un asunto re lig io s o
giosa. Nuestro idioma nos permite establecer esta distinción y no mágico. Pero mí propia observación de los polinesios
muy claramente, pues las infracciones de las normas de re· me indica que, en general, el nativo concibe que d cambio
ligión son pecado, mientras que las limi taciones no religiosas de su status ritual tiene lugar con1o resultado innh::diato de
están relacionadas con buena o n1ala suerte. Dado que esta un acto, como el tocar un cadáver1 y que s olan1 e n te cuando
distinción es tan evidente, cabría pensar que la encontraría· procede a racionalizar todo el sistema de tabús ]os relaciona
mos en otras sociedades. Mi propia experiencia es que en co n dioses y espíritus -el atua. Téngase en cuenta que no

1 56 157
dc�be suponerse que la palabra polinesia atua u otua se
' c fíera siempre a un s e r espiritual personaL
De los diversos rn o Uos d e distinguir rnagia y religión, rnen�
f
'
deran a u n jefe o a un templo co1no sagrados y a un cad<iver
con1o ünpuro. Consideran t o d o e l l o una cosa peligrosa. U n
ejcn1plo d e 1--Lnv ai i l u s t rará esta identidad fundan1ental d e
c i onaré sol<J n1ente uno n1ás, Para el profesor 1\1_alinovv'ski un santidad e i n1pureza . A ll í , si u n plebeyo cometía incesto c o n
d 1 o es mágico cuando {< tiene u n fin práctico definido que s u hermana era kapu ( término hawaiano p a r a tabu). S u
{ u_uocen todos 1os que lo practican y que puede sonsacarse
presencia e r a en cxtn.:'ITIO pe lig rosa para L o d a l a con1unidad,
: < cualq_ u i e r informante nativo»1 mientras que u n rito es re·
�v , dado que no p o d í a ser puriflcado, era e1npujado a la

! \gioso si es scncíltarnente expresivo y s i n obje tivo alguno, muerte. Pero si u n jefe d e a l t o rango que¡ por razones de
constituyendo n o u n rncdio hacia un _fin1 sino un fin en si s u rango, fuera s ag ra d o ( kapu) se casaba con s u hermana,
m isn1o. La d i fi c u l tad de aplicar este criterio se debe a la pasaba a serlo lodada n1áso Se atribuía extrcrna santidad.
i ncertidun1bre respecto a lo que se quiere expresar con «fin o .intoca b i l idad a l jefe nacido de u n hennano y una hern1ana
prActico definido » . lrnpedir Ia n1ala suerte q u e se deriva d e que fueran an1bos h i j o s Ue hennano y henTlana. La santidad
dcrrmnar sal, supongo que e s un fin práctico, aunque no de t a l j d e y Ia impureza de la persona c1npujada hacia l a
1nuy d e fin i do . El deseo de agradar a Dios e n todas nuestras n1ucrté por incesto, tienen l a mis1na fuente y son l a misn1a
* L: i on e s y eludir así algún tiempo de purgatorio1 quizá sea cosa. Y a m b.as se expresan diciendo que la persona es kapn
b:·1�tante de ti nido1 pero puede ser que el profesor !v1alinows­ Es de suma ünpurtancia que a l estudiar las sociedades n1ás
l< ¡ no lo considere p r ó c Li ccL t� Qué d i rcn1os del deseo de los simples eYiten1os c o n todo cuidado considerar su conducta
poline-sios de edtar l a enfcnnedad y la posible muerte que e ideas segun n u c' stras propias ideas d e santidad e iinpurcza.
sn n la razón, según dicen, de no tocar a los jefes, a los ca­ Dado que a la n .t a yoría de la gente le resulta dificil, es pre­
,Júyen-"'s" o a los recién nacidos? ferible u t i lizar térrninus que no lleven esta connotación,
Viendo esta falta de acuerdo respecto a las definiciones Durkhcim y · otros han u t il i z a do l a palabra <(sagrado>) corno
d e rnagia y religión y la naturaleza de la distinción entre ténnino inclusivo p a ra san to e iinpuro. Resulta n1ás fácil
e! y viendo que en Inuchos casos e l que l a práctica de hacer esto en fntnc�s que en i nglés , lu cual es comprensible
que hablamos sea un rito paxticular mágíco o uno religioso por el hecho d e que Ul l a l ín sacer se aplicaba a las cosas
vnrí a según cuál de las diversas definiciones acepte1nos, es santas, tales con1o los dioses/ y tan1bién a cosas i nfarTles? ta�
Flzonable que adoptentos la única a c t i t u d sensata, e n e l pre­ les corno personas culpables de ciertos crín1enes. Pero real�
:wu t e estado del cono d rnient o antropológico, que es evitar, rnentc existe en inglés l a tendencia a identificar sagrado c o n
e n la .m edida de lo posible el uso de los térnlinos en cues­
1 santo. C r e o que resultará todo m u c h o rnás c l a r o s i adopta­
t i ó n hasta que se llegue a un acuerdo general sobre ellos. TilOSun ténnino inclusivo an1pl i o que n o tenga connotaciones
Ciertamente, las distinciones hechas por Durkheim, Frazer Y inconvenientes. !v1e aventuro a proponer el térnlino {( valor
TvbJinowski pueden ser significativas teórican1entc, aunque rituah.
n2sulte dificil aplicarhs de nwdo universaL E s evidente, Cualquier cosa -persona, cosa n1atcrial, lugar, palabra o
t ;:nn b ién, que se necesita una clas ificación sistemática de nombre, ocasión o suceso, u n día de l a sernana o un periodo
ritos, pero una clasificación satisfactoria resultaría bastante del af1o·-- que sea objeto de evi tación ritual o tabú, puede
co rn pl ej a y l a simple dico t Oin ía entre n1agia y religión no decirse que tiene valor rituaL En Inglaterra hay quien da
nos lleva rr1uy lejos. a l a sal un valor ritual. Para los cristianos todos los do­
Otra distinción que hacemos en nuestra propia so cie dad mingos y el Viernes Santo tienen valor ritual, y para los
d•:ntro del can1po de las p rohi bi c io nes rituales es l a de lo judíos todos l o s sábados y el Día ele Expiación. E l valor
�;;:rnto y l o irnpuro< Algunas cosas deben tratarse con respeto ritual se 1nanifiesta e n la conducta adoptada hacia el obje··
pnrquc son sagradas; otras porque son impuras. Pero, t a l to u ocasión en cuestión. Valores rituales se exhiben n o
C1_liHo h a n demostrado Robertson Sn1ith y s i r Jmnes Frazcr, sólo en e l r i t u a l negativo sino tarnbién e n e l ritual positivo,
rnu_chas sociedades en las cuales esa distinción es total4 que está ligado a los objetos a !os que se dirigen los ritos
1"'"1C Ute desconocida. Los poliiwsios, p o r ejemplo, no consí� positivos, y también a los o b j eto s , palabras y lugares utili-

!59
zados en l o s ritos, Una amplia gan1a de ritos positivos, los bastante en sus valoracione s, a un q u e desde l uego no ex iste
de la consagración o sacralización, tienen com o fin dotar la c oin c i den c i a absoluta, En una 1noderna s o c i e d a d comple­
a l o s objetos de valor ritual. Puede notarsc que, en gcnqraC ja, l a coincidencia es n1ucho 1ncnor s i considera1 nos la so­
cualquier cosa que tiene valor en el ritual p o s i tiv o t":: s t un­
, ciedad con1o un to do pero podemos hal l a r una concordan­
,

bién obje t o de algún tipo de evitación ritual o al n1 en o s de cia n1ucho mayor en tre los 111il'mbros de un grupo o cla.se
respeto rituaL dcHtro de la soc i e d a d .
La palabra <' valor», tal con1o la estoy usando, se r efi ere Estar e n cierta n1edida de acuerdo sobre l o s \'a!on:s, la
siempre a l a relación entre sujeto y objeto. La relación semejanza de i n tereses, es requisito previo de todo sistema
puede exponerse de dos rnodos, b i e n diciendo que e l objeto soc i a l ; las relaciones sociales, sin en1 b a rgo in1pli c a n m u c ho
,

tiene valor para el sujeto, o bien que el sujeto tiene un inte­ más, Requieren l a existencia de intereses cornunes v d e valo­
rés en el objeto. Podemos u t ilizar los términos de este modo res sociales. Cuando dos o rnás personas tienen Li-n interés
para referirnos a cualquier acto de conducta hacia un ob­ común en d mismo objeto y son conscientes de su comu­
jeto. La relación se manifiesta y se define por l a conducta. nidad de interés, s e establece una relación sociaL Forman,
Las palabras « i nterés)} y « valor>) proporcionan una taquigra­ sea por un momento o por un largo período, u n;_t asocia·
fía conveniente por l a que podemos describir l a realidad, que ción, y puede decirse que el o b j e to tiene un v a l o r ">e i a L
consiste en actos de conducta y en las relaciones reales en­ Para un hombre y su m u j e r e l nacin1iento de u n n i i1o, el n i ñ o
tre sujetos y objetos que tales actos de conducta revelan. S i nlismo y su bienestar y dicha, o s u m u e r t e son u h j c t o d e
,

Jack a m a a Jill, entonces J í l l tiene e l valor de u n objeto interés c o m ú n q u e l e s u n e , teniendo a s í , para l a asociación
amado para Jack, y Jack tiene u n interés reconocible en J i l l . formada por las dos personas, valor sociaL Según l�sta d;.,;Jl.
Cuando tengo hambre, tengo interés en l a comida, y una 1 nición, un objeto solamente puede tener valor social para
-buena cornida tiene valor in1nediato para rn í que n o tiene una asociación de personas. Tanto el Sujeto 1 c on 1 o d S uj c ·

en otras ocasiones. Mi dolor de muelas tiene para mí valor to 2 están interesados d e l mismo modo en e l Objeto, y
como algo que estoy interesado en que desaparezca l o más cada uno de los Sujetos tiene interés en e l otro, o al menos
pronto posible. en ciertos rasgos de la conducta del otro, es decir, en aq ue­
Un sistema social puede ser concebido y estudiado como l l o s dirigidos hacia el Objeto. Para evitar circunlocuciones
un sistema de valores. Una sociedad consiste en una serie embarazosas es conveniente hablar del Objeto como posesor
de individuos ligados por una red de relaciones sociales. Una de un valor social para cualquiera de los sujetos involucra·
relación social existe entre dos o más personas cuando existe dos en t a l relación, pero recordando que es un modo U b re
una cierta .a,rmonización de sus intereses individuales por de hablar.
convergencia de interés y por l i m i t ación o ajuste de intereses Quizá sea necesario, para evitar interpretaciones erróneas,
divergentes. Un interés es siempre el interés de un indi­ añadir que u n sistema social requiere también que las perso­
viduo. Dos individuos pueden tener intereses similares. Los nas sean objetos de interés para otras personas. En rela­
intereses similares no constituyen en s í mismos una rela­ ciones de amistad o amor, cada una de las dos personas
ción social; dos perros pueden tener u n interés similar en tiene un valor para la otra. En algunos grupos, cada micm·
el mismo hueso y e l resultado puede s e r una pelea. Pero bros es objeto de interés para todos l o s demás, y cada miem­
una sociedad no puede existir s i n o hay con1o base una cier­ bro, por tanto, tiene un valor social para e l grupo como
ta silnilitud en los intereses de sus miembros. Expresando un todo. Además, ya que existen valores negativos tanto
esto en térmínos de valor, la primera condición necesaria como positivos, las personas pueden estar unidas o asocia­
para la existencia de una sociedad es que los miembros in· das por su antagonismo con otras personas: Para los miexn­
dividuales coincidan de algún modo e n los valores que reco­ bros de un pacto anti-Comintern, el Comintern tiene un va­
nocen. Cualquier sociedad particular se caracteriza por t]n a l o r social específico.
cierta clase d e valores -morales, estéticos, económicos, et­ Entre los miembros de una sociedad cncontrahlCJs u n c i c r�
cétera. En una sociedad simple, los miembros coinciden to t i p o de acuerdo respecto a l valor r i t u a l que a tcibuycn

1
160 lol
�· objet os ele d i s t i n t as clases. Encont rmnos tambi�n que la
costumbre e.'. Y ú l i d a , Lo que no pu ¡_; d e en mudo a l g u n o ex­
l l \�lycn i a de estos \'<.1 l o rc s r i t uales son valores sociales según
c � sa r a l a n t ropólogo es que cuando no puede oh l c n e r d e l
)qs lwnws dcün i do a n t e s , Así, para u n clan iotérníco local
m1sn1o p �lc blo una razón de su comportamiento que l e pa­
, r
{'n Au s t ra l i a los c e n t o s t o ten1, las especies n a turales a so ­
_
rezca s a u s t a c t o r i a , le atríbuye algún objeti\'O o razón según
r-ia d a s con ellos, es decir, los totcms, y los rni!os y ritos n>
sus ideas preconce b i d a s sobre los m o t i\'os hun1anos. P o d r í a
hclonados t i en e n un q¡_lor social esp�:cífico para el c l an ; el
citar muchos casos de la l i t e ratura e t n ográfica, pero preliem
i n t e n; .; con1 ú n en ellos une a lo s i n di\'iduos e n una asociación
,,

l l u s t ra r lo que intento d e c i r con u n a anécdota.


firme y duradera,
Un australiano encontró a un chino que colocaba un
En todas _la� sociedndes conocidas existen \'alares sociales,
cuenco d e arroz e n l a twnba d e s u hermano, E l australiano
q u e n1rian mucho d_ c u n a sociedad a o t r a , El problema d e
preguntó en tuno jocoso si suponía que s u hern1ano i b a
1_1na ch.:'ncia naturnl de l a sociedad ( a s í considero a la a n t ro�
a Yoh'er y a comerse e l arroz. Lt respuesta fue: (( ¡ N o !
pología social) es descubrir uniforrnidadc s más profundas,
Ofrecen1os arroz conw expresión d e anlistad y afecto. Pero,
t i () perceptibles it11necl i atarnente, bajo las diferencias superfi­
puesto q u e hablas d e este modo, supongo q u e en Yucstro
c i a les. Es éste, sin d u ::J a , u n problema e n extremo complejo
p aí s colocáis flores en las tunÜJa s de vuestros muertos e n la
q u e requiere que los estudios iniciados por sir Jaxnes Frazer
creencia d e que disfrutarán contemplándolas y oliendo s u
y otros sean con t inuados por muchos investigadores durante
dulce perfume)}
muchos años, E l o bj et i v o último creo que sería hallar alguna
En lo referente a las lin1itaciones r i tuales, sus n1olin;s
respuesta relativamente adecuada a l a pregunta: ¿Cuál es
pueden 'Variar desde una idea 1nuy vaga de que algún tipo
Ja relación. de ritual y 'Valores rituales con la const itucióvz
d e desgracia o infortunio, sin detenninar d e qué tipo, es
estmcial de la sociedad /mmww? He elegido u n particular
probable que caiga sobre cualquiera que deje de obserYar
esquen1a d e acceso a este estudio que considero que e s pro­
e l tabú, h a s t a l a creencia en que l a no observancia produ­
metedor �para investigar e n algunas sociedades estudiadas
cirá algún resc ltado muy específico e indeseable, Así, un
l o más completamente posible las relaciones d e los valores
aborigen a u s t raliano m e dijo que s i hablaba a cualquier
rituales con otros valores, incluyendo los morales y los es­
mujer que n1antuviese relaci o ne s - d e madre política c o n él,
téticos. En la presente conferencia i n t e n to, s i n �mbargo,
su cabello s e volvería gris. 2
i n teresaros únicarnen1e en una pequeña p a r t e d e este estu�
La tendencia, m u y común, a buscar la explicación de las
d i o : e l problema de la relación entre valores rituales V Vaw ·
acciones rituales e n su propósito e s e l resultado d e s u falsa
lores sociales,
asimilación a los que pueden llamarse actos técnicos, En
Un modo de aproxirnarse al estudio del r i t u a l es conside�
cualquier actividad técnica, una exposición adecuada del
rar los motivos o razones de l o s rit o s . Si uno examina l a
propósito d e cualquier a c t o particular o cualquier serie d e
l i teratura antropológica, descubre q u e e s t e s í s t e n1a s e h a
a c t o s constituye e n s í rnisma una explicación suficie n t e. Pero
BdorHado frecuenternente, Es, c o n n1ucho, e l m e n o s venta�
los actos rituales difieren de los técnicos por contener en to·
.ioso, aunque sea d ·más confonne con el s e n t i do común.
docs l os casos algún elemento s i rnbólico expresivo.
veces¡ o el obj e t i vo d e un rito es evidente, o los _
Lin segundo carnina para el e s t u d io d e l ritual es, por
(JUC Jo practican dan una razón. i\. rnenudo e1 a ntropólogo
ln pudiendo ocurrir en tales cir-
t·uns'!8ndas que infc rn1antes diferentes den razones dife� 2_ . En caso d e que pueda pensarse q u e éste e s un castigo s.")brcna·
hr-a] n:adecuado para u n a i n fracción gr3\'{' de las normas de com­
1 e n t es Lo que constituye fundarnentalmente el núsmo rito
,.
port:lmtento, son necesarias unas palabras aclaratorias. Las canas lle­
en d\.>S soc·iedades d._i ferentes puede tener diferentes fines V \!�ln .
con la rejcz, ,Y h¡� b i lw:ll mente se asocian con la pérdida de la p0.
kth:Ja sexual. Ast _ es l a YE'JCZ _ prematura con sus desventajas, y sin
m o t i vos e n u n a y J.)trn. Las raZones qu.e dan los 1niernbros efe
f<-! s n·ntaj8s Que habitualmente la acompañan, cuando no lo es l o que
c ualquier cornuniti.ad de las costun1bres que observan son
-<�menazz¡ n.l hombre q u e deja de obsen'ar las reglas Uc evitación. Por
d�\tos importantes pnra e l antropólogo. P e ro seria caer en otr? lado, cuando el cabello de un hombre es gris, y la madre de su
n n grZ�vc error e l suponer que la explicación q u e d a n de la IHujer ha pasado la edad de tener hijos, el tabú se relaja de modo
que los parientes pueden hablar si lo desean,

1 62
163
t an t o , u n a consideración, n o de su propós i t o o r a zó n , sino que hacen. Nosotros creemos que la ce re m o n i a de l a lluvia
de su �;, l g n i fkado, E � t O)' u t iliz¡tnUu a q u í l a � palabras s í m � en re a l i d a d no hace que llueva. E n tanto que los r i t os son
b o l o v s i g n i fi c a d o con1o equi\'alentcs. Todo lo q u e t i e n e u n representados con un propósito, son i nú t i les, basados e n
s i f:n i fi c ad o e s un sí mbo l o Y' el s i g n i fi c a d o L' S c u a l q u ier cosa
creencias erróneas. N o creo que haya n ingú n \"alor c i e n t ín c o
q t�e s e exprese por u n sí�bulo. en i n te n t a r conjeturar l o s procesos d e l a r azó n que pueden
¿ Pero cómo \"amos a descubrir 1os � i g n i fi c a d o J ? No están haber conducido a tales errores.
en l a superficie. E n u n s e nt i d o Ia gente s a b e s ie m pre el sig­ Se percibe claramente que los ritos son simbólkos, y po­
n i ficado de sus p ro pi o s símbolos, pero i n t u i t i \·;;.t mc n t c , pu­ demos, por t a n t o , i nvestigar su significado. Para hacerlo,
diendo raramente ·expresarlo en palabra:.. ¿ Nos \'eremos, por
hem.os de examinar un consíderabk número de ellos y des�
t a n t o , reducidos a conjeturar s o b r e s i g n i fi c ad o s como h a n cubrir ento n ce s que ex i s t e un tipo determinado de i d ion1a
c onjeturado algunos ant ropólogos sobre razones y propósi­
que se extiende desde la costa o e s t e del continente hasta la
tos? Creo que no, M i entras a d m itZJrnos c1 t r a ba j o conjetural costa este, c o n algunas variaciones locales. Dado que cada
de cualquier t ipo, l a a n t ropología social no puede ser u n a rito tiene su m i to asociado, podemos, de modo análogo, in­
c i e n c i a . Creo q u e e x i s t e n m é t o d o s p a r a determinar, con con­ vestigar el significado de los m i t o s . Hallamos, como_ res u l �

s i derable grado de probab i l i d a d , los s i g n i fica do s de los ritos tado, que e l s i g n i ficado d e cualquier rito particular es com.
v o t ro s sírnbolos. prensible a la luz de una cosmología, u n a serie de ideas y
� Hay todavía un tercer camino para e l estudio de los r i t o s . creencias sobre l a N aturaleza y l a sociedad hun1ana que, e n
Podemos considerar los efectos d e l rito -no los efectos q u e sus rasgos más generales, es h a b i t u a l e n todas l a s t ri bu s aus·
l a g e n t e q u e lo practica supone que produce, sino l o s efec­ tralianas. Los efectos psicológicos inmediatos de l os ritos
t o s que realmente p rod u c e Un rito produce efectos in·
.
pueden observarse, e n cierta medída, hablando con quienes
m e d iatos o directos sobre las personas que están de cual­ los ejecutan y observándoles. El propósito ostensible del
q u i e r 1nodo directamente relacionadas con él, que p od en1 os rito está, s i n duda, presente en sus mentes, e igualrnente la
llamar, a f a lta d e mejor término, efectos psicológicos. Pero compleja serie de creencias cosmológicas, por referencia a
h a v t a n1bién efectos secundarios sobre la estructura social, las cuales tiene e l rito un significado. Ciertamente una per­
e s to es, l a fed de relaciones socíales que ligan a los i ndivi­ sona que ejecuta u n r i t o , incluso s i , como ocurre a veces, Io
duos en una vida ordenada. Éstos pueden llamarse efectos hace sola, deriva de él u n sentimiento definido d e s a t i s fac­
sociales. Considerando los efectos psicológicos de un rito ción ; pero sería totalmente falso imaginar que esto s e debe
podemos conseguir definir su función psicológica. Es clara­ sencillamente a que cree que h a ayudado a procurar más
mente imposible descubrir la función social de u n rito sin alimento para s i y para sus compañeros de tribu. Su satisfac·
tener en cuenta sus efectos psicológicos usuales o medios. ción se debe a haber representado un deber ritual, podemos
Pero es ·posible discutir los efectos psicológicos, si bien decir un deber religioso. Diciéndolo con mis propias pala­
ignorando más o menos completamente los efectos socioló­ hras, lo que opino, según mis propias observaciones, es que
gicos más remotos l o cual es h e c h o a rrtenudo e n lo que expresa lo que el nativo siente; diría que en l a representa­
; �
e l l a m a ,, antropol gía funcio n a l >, ,
ción del r i t o hace su pequeña contribución, que e s t a n t o
Supongamos que queremos en las tribus aus- su privilegio c o m o su deber, a l mantenimiento del orden
t r a lianas ritos totérrlicos de un tipo an1pliarnente dístrihuído del U niverso d e l que hombre y Naturaleza son vanes in·
por una gran parte del continente. El propósito os ter sible terdependientes. La satisfacción que así recibe da a l rito
d e estos ritos, según manifiestan l o s propios nativos, es re·
un valor especial para éL En algunos casos que conozco el
no\'ar o m a n tener alguna parte de la N a t u ra leza tal con1o ,
últímo superviviente de u n grupo totémico aún c o n t i n ú a re�
u n a especie de animales o p l a n taS1 o la Uuvia, o d tiempo presen t a n d o ritos totémícos por sí mísmo, y es esta satis�
frío o cálido. Tene1nos que decír, respecto a este propósito, facción lo que aparenten1ente constítuye el único 1notivo de
que desde nuestro pumo de v i s t a , los n a t ivos están equivo­ su acción.
cados, pues los ritos no hacen en realidad l o que ellos creen Para descubrir la función social de los ritos tolémicos

1 64 1 65
t r n ernos que considerar todo e l conjunto de ideas cosmoló" ejemplo d e ritual sumamente simple. En l a s islas Andamán,
�!- k a s de que cada rito es expresión parciaL Creo que es po­ cuando una mujer espera u n hijo, se le da a éste un nom­
s i b l e rnostrar que la estructura social de una tribu austra" bre cuando aún está e n e l útero. Desde ese momento hasta
l hna está relacionada de un n1odo muy especial con estas unas semanas después de que el niño ha nacido a nadie s e
i d ea s cosmológicas y que el mantenimiento de su continui� le permite utilizar el nombre personal d e l padre o d e l a
<hd depende de conservarlos vivos en el mito y el rito. Inadre; han d e referirse a ellos por teknoniinia1 e s decir, e n
Así, cualquier estudio satisfactorio de los ritos totémi­ términos de s u relación con el nii'lo. Durante este período se
cns de Australia no sólo ha de b a sa r s e en la consideración exige q u e ambos padres se abstengan de comer ciertos al í­
d e su propósito o s t ensible y su función psicológica, o e n men tos que pueden con1er libremente e n otras ocasiones.
" " análisis de !ns motivos d e l o s individuos q u e represen­ No obtnve de los andamaneses ninguna explicación d e l
tan los ritos, sino en el descubrimiento de su significado y propósi to o razón para esta omisión d e l o s nombres. Supo­
de su función sociaL niendo que el acto sea sirnbólico, ¿qué n1étodo, que no sea
Quizás algunos ritos no tengan función social. Tal puede el de conjeturar, puede l levarnos a descubrir su signit1cado?
s e r el caso con algunos tabús, como el existente en nuestro Sugiero que podcn1os cornenzar con una hipótesis general
propio país contra derramar sal. Sin embargo, el método de como, por ejemplo, la de que cuando en una sociedad se
i n v e s t igar los ritos y los valores rituales que h e encontrado u t i liza el 1nismo símbolo en contextos di ferentes o en dife�
1 nás provechoso a lo l a rgo de un período de trabajo que cu­
rentes tipos de ocasiones, existe algún elemento cornún d e
bre unos treinta años, es estudiar los ritos como expresiones significado, y que, comparando l o s distintos usos d e l símbo­
s i rnbólicas e intentar descubrir sus funciones sociales. Este lo, podemos ser capaces de descubrir cuál es el elemento
método no es nuevo, excepto en l o de ser aplicado al estu­ común. Este es precisamente el método que adoptamos para
d i o comparativo de muchas sociedades de diversos tipos. estudiar un lenguaje hablado no registrado, a fin de descu­
Los pensadores chinos lo aplicaron a su propio ritual hace brir los significados de las palabras y los morfemas.
más de veinte siglos. En Andamán se evita el nombre de la persona muerta
E n China, en los siglos v y vr a. de C., Confucio y sus desde que ocurre la muerte hasta que concluye e[ funeral;
;ccguídores insistieron en la gran importancia de la ejecución n o s e usa el nombre de la persona que está de luto por
r'orrecta del ritual, de los ritos fúnebres y de duelo, y l o s un pariente; se evita el nombre de u n joven o de una mu­
sncrificios. Después de Confucio, apareció e l reformador chacha que esté ¡ asando las ceremonias d e l a adolescencia;
Mo T í , que enseñaba una combinación de altruismo am o r -
no se habla de U<Ja novia ni de un novio, ni se dirige uno
por todos los hombres- y utilitarismo. Sostenía q u e los a ellos por su propio nombre, durante un breve período des­
ri tos mortuorios n o tenían utilidad e interferían en las ac­ pués del matrimonio. Para los andamaneses el nombre p e r­
t i \'idades útiles y debían, p o r tanto, ser abolidos o reducidos sonal es un símbolo d e la personalidad social, es decir, de
,¡ mínimo, En los s i glos Il! y n a . de C., los seguidores d e la posición que u n individuo ocupa e n la estructura sOcial
r onfucio, Hsün Tze y los compiladores d e Lí Clli (Libro y en la vida social. La evitación de un nombre personal es
rlr los Ritos), replicaban a Mo Ti que aunque estos ritos un reconocimiento simbólico del hecho de que por un tiem·
podían no tener u n fm utilitario, tenían al menos una fun­ po la persona uo está ocupando una posición normal en la
ción social muy importante. Resumida, la teoría es q u e los vida social. Puede añadirse que una persona cuyo nombre
ritos son l a expresión ordenada ( e l Li Clli dice embellecida) no se usa temporalmente se considera que tiene por un tiem­
r l c los sentimientos adecuados a una situación social. Sirven po un status ritual anormaL
nsí para regular y perfeccionar las emociones humanas. Po­ Volviendo ahora a la regla respecto a evitar ciertos ali­
' k'mos decir que la participación e n l a representación d e mentos, s i se pregunta a l o s andamaneses qué ocurriría s i
k> s ritos sirve para cultivar en e l individuo l o s sentimientos e l padre o la madre rompieran este tabú, l a respuesta habi­
de cuva existencia depende el mismo orden social. tual es que él o ella enfermarían, aunque podría quizás afec­
Consideremos el significado y la función social de u n tar también al hijo. Éste es sencillamente un ejemplo de una

167
norma típica que se aplica a considerable número de prohi­ L a i nterp retac ión d e los tabús en
el nacim iento d e u n
biciones rituales. Así, las personas que están de luto por un n i ñ o , a l a que llegam os estud iándo la
en relac ión con todo e l
pariente no pueden comer carne de cerdo ni tortuga de mar, sistem a d e valor es ritual es d e los andan
1anes es, e s d e m asi a­
l o s alimentos más importantes, y la razón que s e da es q u e do comp lej a para ser expue sta aquí de
m o d o c om ple t o Ex­ .

podrían caer enfermos. pre sa n claram ente, sin en1ba rgo, de a c


ue rdo con el lengu aje
Para descubrir el s i gni fi ca d o de esta prohibición de al i � r i t u al anclam anés, un interé s simila r
por e l hecho . Los pa­
mentos por los padres podemos a p l i car e l 1nisn1o m é t o d o dres dennt estran su i nt erés evitan do cierto
s alin1e nto� s u s ·

respecto a la evitación de sus nombres. Existen normas si­ amigo s m u e s t ra n e l suyo evit ando los nomb
res perso nal � s d �
m i lares para l o s q u e llevan duelo, p a r a l a s Jnujeres durante los p a d res En \'Írtud de t a l e s tabús , l a ocasió
.
n adqui ere cier­
la menstruación y para los jóvenes en la adolescencia. Pero to valor soci a l , t a l como h a sido d e fini d o e l t é r mi
n o a n tes.
para una demostración completa, h em o s de considerar e l Exis te una teoría que p u e d e parec er
a p l icable a n u e s t ro
l u g a r d e los alir11entos e n e l ritual andarnanés co1no un eJcn1p lo. Se basa en una hipóte sis respe
cto a la funció n psi­
todo, y para un examen de d he de referirme a lo que ya cológi ca de u na clase de ri tos La teoría . es que en c i e r t a s c i r,
he escrito sobre el tema. cunsta ncias c1 s er h u m a n o i n d i v i d u a l está
i n q u i e t o respe cto a l
Me gustaría llevar vuestra atención a otro punto del resu l t ad o d e a l g ún hecho o a c t i v i d a d porqu
e depen d e e n al­
método por el que es posible probar nuestras hipótesis res­ guna m e d i d a de co n d i ci on e s q u e no puede
contr olar p o r n i n­
pecto a los significados de los ritos. Tomemos l a s diferentes gún m e d i o t é c n i c o . Obser va, p o r t a n t o
, algún r i to que creé
ocasiones en que dos ritos coinciden, por ejemplo la aso­ que l e asegu rará b u e n a s u e r t e , s i rve para t ra
n q u i l izarle . Lo
ciación de la evitación d e l nombre de una persona con la m i s m o que un p i l ot o l ln·a consig o en el
a\·iún u n a ma�co ta
prohibición, a tal persona, de ciertos alimentos, que encon­ porqu e cree- que l e proteg erá del acc i d e
n t e , y a s í rc'a l i z a su
-
trarnos en el caso de los que están de duelo, por un lado, y vuelo co n fi ad o .
de los padres que esperan un hijo por otro. Hemos de supo· La teoría t ie n e una a n t igüed ad respe
t a b l e . Quizú s l� S t a b a
ner que para los andaman � ses existe a l?:runa sern �j a � za in1- ya e n e l Prilil lls ir1 orbe deos fecit timar
Je Pet ron i o v Sto.·
portante entre estos dos tlp � s de ocaswne ,; , nacJmJent ? y t i u s . Ha tonw do f o r m a s d í s t i n t a s ,
desd e la cxpl icaci¡ �n de
muerte, en virtud de lo cual llenen valores ntuales semeJan­ H u m e d e l a r e l i g i ó n hasta la e x p l i c a c
i ó n d e M a l i no\\s ki de b
tes. No podemos quedar satisfechos con cualquier i nter­ magia t ;·obrí andcs a. Pued e hacer se t a n
p l a u s i b l e m e d i a n t e una
pretación de los tabús sobre el nacimiento sin que haya una adecu ada s e l e c c i ó n d e i l u s t ra c iones que
es neces ario e :\ a m í ­
explicación paralela de los del duelo. En los términos que narla c o n u n c u i da d o espec ial y t ra
t arla c o n razon able e��
estoy usando aquí podemos decir que en Andamán los pa­ c e p t i c isn1o. Pues e x i s t e s i e m p re e l p el
igr o de que t o m e m o s
rientes de una persona muerta recientemente, y el padre p o r la d e m o s t rac i ó n d e u n a teoría l o
q u e en ú l t i m o t ér m i n o
v la madre · de un niño que está a punto de nacer e h a prueb a q u e e s poco firn1e .
ilacido recientemente, s e hallan en un status ritual a n or� Creo que para c i e r t os r i t o s sería fácil m a n
t e n e r con igual
mal. Lo cual se reconoce o se indica mediante l a evitación P l a u s i � i l id a d u n a t eo 1 í a e:xac t a m �? n t e con
� traria , es decir , que
.
de sus nombres. Se considera probable que sufran alguna S I no r u c ra p o r i a C X J S t e n c i a d e l rito
v l a s creen cias asocia �
desgracia, mala suerte si se quiere, a n o ser que observen da? con .él, el i n d i\'iduo no s e n t i ría a n �
i ed a d , y que d d't x t o
ciertas precauciones rituales, una de las cuales es la evita­ ps!cu !og¡co dc1 r i t o es crear e n é l u n sr.::n t i
d o d e inseg u r i d a d
ción de ciertos a l i m entos. En Andamán se cree q u e e l peligro o p e l i g ro. Parec e m u y i
mp r o b a b l e q u e un andarn anti; pueda
en esos casos es el de enfermar. Tal es t a m bi én el c aso d e pc· ¡ ¡ :,;u q Ll t: es peligr oso com er
dugu ngo o c er d o u �.: arne lk
la creencia polinesia sobre e l status r i t u al d e cualquiera t or ! U f!�t si no fue r;ct por b e x i s tencia
d t: u n tipo t:spec í!lco de
que haya tocado un cadáver o un niño recién n a c i d o . Ha d e rÍ I \ L,d i..'· u�:o m a n i fi e s t o propó s i i v es
ck t a
.. l e:; pdl­
advertirse que para los polinesios, igual que para l o s anda.. gros. f\1drí an rncnd on;__-u .'::. e much os cient os tk
casos ,;,:·u
n1ancses, 1a ocasión de un nacin1iento tiene u n valor ritual tt.:� eL:· todo el m u n d u .
sen1ejante a la de una muerte. �'S qu,.: L rna

168 l ó 'i
no se ajusten a ella. Que exi s te n m u ch o s 1ne lo demuestran
y l a religión dan al hombre confianza, consuelo y un
mis propios estudios.
r;cn t íd o de s eg ur i da d , ' puede igualmente argüirse que le dan
La hipótesis a l t e r n a t i va que ofrezco a vuestra considera­
rnícdos y preocupaciones de los que de otro modo p o dría estar
ción es como sigue, En una con1unidad dada, es apropiado
l i b re �miedo de la magia negra y ele los espíritus, miedo de
que un padre q u e �spera u n hijo s i e n t a interés, o al menos
l Ji os, del Diablo, del infierno.
aparente sentirlo. La expresión s i n1bólica adecuada de su in­
Realmente, e n nuestros miedos y preocupaciones, así como
terés se basa en e l ri tual general o lenguaje simbólico de l a
r'nnu e s t ra s esperauzas, e s t a mos condicionados por la comu�
sociedrtd, y gencralrnente s e considera q u e u n hombre e n
nidad en q u e vivimoc:. Y es en gran medida mediante la
a qu el l a situación puede realizar acciones rituales o simbóli�
particípación e n la cs;peranza y el n1icdo, median te lo que cas, o abstenciones. Por cada regla que debe ser observada
hemos llainado i n t e rés común en hechos o eventualidades,
tiene que haber algún tipo de sanción o razón. Para los actos
por lu que los seres I--m rnanos están unidos e n asociaciones
aue afectan d e rnodu claro a otras personasj la moral y las
temporales o _pernutnentes.
s'an c io n c s legales proporcionan una fuerza d� control gene­
Pnxa volver a los tabús a ndamanescs del nacimiento de ra ln1e n t e suf1ciente sobre el individuo. Para las obligaciones
u n n i fi o, hay d i ficultades en suponer que son los medios por rituales, las sanciones rituales propurcionan conformidad y
los qlle los p ad r es se aseguran c o n t ra los acciderites qu�
racionalización. La forma más simple de sanción ritual es l a
pueden per j udicar u n parto felíz. Si el futuro padre deja de creencia aceptada de q u e s i n o s e observan l a s normas del
observar e l tabú del a l imento, será él quien enfermará según ritual es probable que ocurra una desgracia indefinida. En
la o p i n i ón general de los andamaneses. Además h a de seguir muchas sociedades el peligro que se espera se concibe ele
n bs c n a n do los tabús después d e que e l niño haya nacido un modo mucho más concreto, como el peligro de enferm eda d ,
y est(; a salvo. ; Có_mo vamos a procurar una explicación pa­ o en casos extren1os, la rnuerte. E n las formas n1ás especia�
; alela de Jos taÍ�ús s i m ilares observarlos por una persona d e !izadas de sanción ritual los buenos resultados que se espe­
duelo por u n pariente Inu ert o ? ran, o los rnalos que se ten1en, se definen n1ás específicamente
L u_c.; t ab ú s asociados a l e1nbarazo y a l parto s e explican a con referencia a la ocasión o significado del rituaL
Jnenudó según la h i pótesis que he n1encionado. Un padre, La teoría n o está relacionada con el origen histórico n i
preocupado por e l é x i to de una empresa sobre l a cual no es otro intento d e explicar e l ritual e n ténninos d e psicología
t lene un control técnico y que está suj e t a al azar, se tranqui� humana; es u n a hipótesis que alude a la relación de r i t u a l y
liza ohservando algún tabú o realizando alguna acción mági� \-'alares rituales con la constitución esencial de la sociedad
ca. Puede evi tar ciertos alimentos. Puede evitar hacer redes hutnana, es decir, con aquellos caracteres generales invaria­
'l atar n u d o s ; o puede rodear la casa d e s a t a n do todos los nu� bles que pertenecen a todas las sociedades humanas, pasa­
dos y abri en d o cualquier caja o recipiente cerrado. rlas, presentes y f uturas. Se apoya en el reconocimiento del
Me gust ari<'l sembrar e n vuestras mentes, s i e s que no e s t á hecho de que, n1i 'ntras en las sociedades a nínmles la coap�
\ .a a ! l i ,
l a sospecha de que t a n t o l a teoría general como su tación depende dd i n s t i n t o , e n las sociedades hurnanas de­
:<. p ! iz_·ación p a r t l c ul;_n· no d a n la v c rd r vJ cornpleta, pudiendo pende de la e fic a c i a de s í r nbol o s de ti p o s rnuy di'versos, Para
:u_l cm ú s no ser c i e r ! a s en a b sol u to . El cscepticisn1o respecto una a p re c i a c i ó n justa de su ·v a l o r , la teoría que estoy adelan�
< ' las h i pú le s i s p ! a u s ! L,lcs, pero n o de mo s t ra d as , e s es e n c ial t a n d o ha de considerarse c n c tm d ra da dentro de una teoría
' ' n toda c iencia. E x i s t e n b u e n o s rnotiYos para sospechar, po r gen c n:J.l de lus s i rn bo i o s y su eficat:ia soc i a L
,_,¡ hecho J e que l.a kuda hZI)--' a s i d o contrastada sólo con he­ e s t a teoría, los tabús andarnaneses relativos al na­
( ·hos q u e parecen compaginar con el l a , s i n que se haya h echo c i rn i c n LJ , son el reconoclrniento obligaturio en una forma
n i ngün i n t ento s i s temát ico, que yo sepa., de buscar hechos q u e simbólica rcgubrizada del significado e importancia del he,
cho para los padres y para toda la c o n1u n idad . Sirven para
fi jar el valor social d e l as ocasiones de este t i p o . De rnodo
J F c, t a tl·uría h a c, id') formulada p o r Loisy, y h a sido adoptada
?r" i;, m a g i a por ,\--1 a l i nowski.
a;1álogo, he ex p li c a d o en otro lugar que los tabús andama-

171
neses relativos a los animales y a l a s plantas usados como aquel estudio funcional d e l r i t u a l a l q u e he i n tentado, en esta
a l i me n t o son medios d e fijar u n valor social definido, basado conferencia y en algún otro lugar! aportar a lgo . Pero ha ha�
en la i m portancia social d e l a comida: la importancia social bido un c a m b i o . S i r James consickruba l o s tabús dzo; las
de l a comida n o se debe a que s a t i s face e l hambre, s i n o a tribus salvajes conw l a aplicación práctica de creendas a
que en una comunidad como un campamento o aldea a n d i· las que s� había llegado por procesos erróneos de razona·
manés u n a enorme proporción de l a s actividades se relacio· m i ento, y parece haber c r e í d o que los efectos d e estas creen­
n a n con la obtención y la consu¡níción del atín1ento) y t:n cias de cre a r o rr1antener una socíedad ordenada estable son
estas actividades, con sus ejemplos cotidianos d e colabora· algo accidentaL Mi propia opinión es que l o s r i t os positivos
ción y ayuda mutua, se producen continuamente las i n ter-- -e­ y negativos de los salvajes ex i s t e n y persisten po rCp r e son
laciones de intereses que u ne n a hombres, mujeres y n i ñ .>s parte del mecanismo gracias al cual una sociedad ordenada
e n una sociedad. cont inúa existiendo, sirviendo para establecer ciertos valores
Creo que esta teoría puede generalizarse y aplicarse, con sociales fundamentales. Las creencias p o r las que los ritos
las modificaciones adecuadas, a gran número de tabús rle se j u s t ifican y adquieren algún t i p o de consistencia son las
rliferentes sociedades. M i t eoría iría más a l l á , pues quisiera racionalizaciones d e las acciones simbólicas y de los senti­
sostener, como hipótesis razonable de trabajo, que tenemos mi entos con e l l o s asociados. Sugeriría que lo que sir James
aquí l a s bases primarías de todo ritual y, por tant o , d e magia Frazer parece considerar resultados accidentales de creen·
y religión, como quiera que se diferencien. La base primaria c í as mági c a s y re li gi osas, c o n s t ituye realmente su función
del ritual ' en cuanto a formulación, e s l a atribución d e valor esencial y la razón ú l t i m a de su existencia.
r i t u a l a objetos y ocasiones que o bien son en s i rnismos
objetos d e importantes intereses comunes que unen a per­
sonas de la comunidad, o son símbólicamente represe n t at i v o s NOTA
d e tales objeto s . Para i l u s t rar l o q u e i n t e n to d e c i r en l a úl­
La teoría del ritual perfilada en esta conferencia fue de·
t i ma parte d e esta exposición, pueden darse dos ejemplos. E n
s arrol lada por primeravez en 1908 en una tesis sobre los
Andamán s e a t ribuye valor ritual a l a chicharra, n o porque
i sleños andamaneses. Se revisó y amplió en 1 91 3 , siendo pu·
tenga ninguna importancia social en si m i s m a , s i n o porque
blicada en 1922. Por desgracia la exposición que contiene
representa simbólicamente las estaciones del año, que sí t i e­
The Andaman lslanders n o es clara, ya que algunos de mi s
nen importancia. En algunas t r i b u s d e l e s t e d e Australia e l
críticos no han entendido lo que es la teoría. Se ha supuesto,
dios Baiame e s l a personificación, e s decir, e l símbolo repre·
por ejemplo, que con « Valor social» quiero decir « U t i l i d a d , ,
s e n t a t i\'o, de la ley moral de la t r i b u , y la serpiente del arco
E l mejor tratamiento del tema del valor que conozco e s
i r i s (el equivalente australiano del dragón chino) es un sím­
General Theory of Value, 1 926, de Ralph Barton Perry . Para
bolo q u e representa e l crecimiento y l a fertilidad en l a Na­
la teoría china del ritual, el informe más fácilmente accesi·
turaleza. B a i a m e y la serpiente del arco i r i s son a su vez rea
ble es el capítulo XIV de History of Chinese Ph1losophy,
presentados p o r l a s figuras de tierra que se hacen sobre e l
1937, de Fun Yu-lan, El tercer capítulo, sobre los usos del
terreno del ceremonial sagrado d e l o s ritos d e i n i ciacíón, e n
simbolismo, de Symbolism, its Meaning and Effect, d e Whi·
e l cual s e representan Jos ritos< L a veneración q u e los aus­
tehea d, es u na admirable y breve i n t rodu c c ión a la teoría
tral ianos profesan a la hnagen de Baiame o a s u nombre, es
sociológi ca del simbolismo.
e l m é t o d o s i m bólico de fijar e l valor social d e la ley moral,
Un punt o muy importante, que no se ha tocado en la
e n especial d e las leyes relativas al m a t r i m o n i o .
conferencia, es el indicado por Whitehead en la fras e siguien-·
Para c o n c l u i r volveré una vez n1ás a l t rabajo del antropó­
t e : « N ingún informe d e los usos d e l simbolismo e s completo
logo en cuyo honor estan1os aquL S i r James Frazer, e n su
s i no reconoce que los elementos simbólicos de la vida i i en en
Ps:l'f:..·he's Task y e n otras obras se i m p o n e a si m i smo demosn
l a tendencia a presentarse de forma tun1ultuosa, corno la ve�
t rar cómo ---según sus propias palabras-� Ios tabús han con�
getación en una selva tropicaL»
t r i b u i d o a edificar la con1pleja fábrica de ia sociedad. A s í inició

1 72 173
f
r
1
VIII. R e l i g i ó n y s o c i edad '

El Royal Anthropological Institute me ha honrado con


una invitación para pronunciar una conferencia e n honor
de Henry Myers, sobre el papel d e la religión en el desarrollo
de la sociedad humana. Se trata de u n tema importante y
complejo, sobre el cual, rcaln1ente, no es p o s i b l e decir mu­
cho en una sola conferencia; pero como s e espera que sea
la prünera d e una serie continuada de conferencias, y que
cada conferencia sea una aportación al tema, creo que lo
mejor que puedo hacer es indicar ciertas líneas q u e rnarqucu
la dirección de un examen adecuado d e l problema.
El modo hab'Jlual de contemplar las religiones es consi­
derar todas ellas! o todas excepto una, como formas de creen�
cias erróneas y prácticas ilusorias. No cabe duda de que l a
historia de l a s religiones h a s i d o en g r a n m e d i d a una his­
toria del error y l a ilusión. En todas las edades, los hombres
han esperado que mediante l a propia representación de los
actos u observancias religiosos podrían obtener algún bene·
ficio específico: salud y larga vida, hijos para continuar el
linaje, bienestar material, éxito e n l a caza, lluvia, buenas co­
sechas, la fertilidad del ganado, victoria en la guerra, admi­
sión de sus almas, tras l a Inuertej en un paraíso, o, inversa�
mente, libertad por la extinción de la personalidad del
círculo de la reencarnación. N o creemos que los ritos de l a
lluvia d e las tribus salvajes produzcan realmente lluvia. N i
creemos que los iniciados el e los antiguos misterios obtuvie­
ran reahnente, a tra\'és de su iniciación� u n a inmortalidad
negada a otros hombres.
Cuando consideramos las religiones d e otros pueblos, o al
menos de los llamados pueblos primitivos como sistemas el e
creencias erróneas e ilusorias, n o s enfrentan1os con e l pro.:.
blema de cómo llegaron a formularse y a aceptarse tales
creencias. A este problema es al que los antropólogos han
prestado Inás atención. M i opinión personal es que este mé�
todo de investigación, incluso aunque pueda parecer el más

1. ((Thc Henry Myers Lecture», 1945.

175
d i recto, n o es el que p ue d e llevarnos c o n m ás probabilidad t o r i o . P e ro e x i s t e n a l g u no s p u n t o s a consider ar. S u p o n
d n.�
a una comprensión auténtica de 1a naturaleza de las re l i­ qur: cua l q u i er rclígión o c u l t o rel igioso i m p l ic a normalm .:n­
giones. t� c k r t a s ideas o crc�·ncía s, por un l a d o , y c ie r t a s obscr�
Existe otro modo de enfocar el estudio d� las r digk nes . \'andas p o r o t ro . H a b l a n� de c s t a :-Y obscn·an c ia s , po s i t i v a s y
Podemos to1nar en consíderación, al rn cn o s con1o u n a ncga t i \'as, es decir, acc i o n e s v abstcnc ion�·s, como de
ritos<
b i l i d a d , la teoría de q u e cualquier religión e s u n a p a rte im" En los p a ises l'UrüpL'U S, y . mas particul arn1cntc a p a rt i r
portante1e incluso esencial, del con1plejo :>istema social de la Rdurma , ha lkgado a consi dL·rarsc l a rcligiün
príma­
por el que los seres h um a n os son capaces de vivir juntos r ia mc nt c como un asunto dL: fe. Es éste un ft•nóm<:no q u t'
en una organización ordenada de las re l ac io n e s humanas. creo que ncct· s i t a ser explicado en términos de cksarro ! ! o
Desde e s t e punto de vista, no tratan1os de los orígenes, sino social. Aqu í estamos i n teresados solamente e n su.s d\-:ctos
de las fu ncione s sociales de las re ligio n e s .� esto esl su con­ sobre el p c n s a m í c n to de los a n t ropólogos < E x i s t e entre n1u�
tr i bu c i ón a la forn1acíón y al n1antenin1iento del orden so­ chos de citos l a tendencia a t r a t a r la fe primariam ente como
ciaL Hay muchas personas que dirían que religión verdadera ritos considerad os c o mo los res u l tados de las creencias, Con­
(es decir, la suya) es sólo la que puede procurar la base d � ce n t ra n , p o r t a n to , su a t enci ó n en tratar de exp l icar las crct.'rl·
una vida social ordenada. La hi p óte s i s que estamos consr" cias por h i p ó t es i s rdath· as a c ómo puedt":n habcrst� formado
derando e s que la función social de una religión es indepen· y adoptado.
diente de su autenticidad o falsedad, que las religiones que Para m í este es el producto de una falsa psicología. S�
creemos que son erróneas, o incluso absurdas o rep ul s i v:a s , so s t i e n é a vcces1 p o r ejcrnplo, que los ritos funl?rarios y de
como las de algunas tribus salvajes, pueden ser partes 1m" duelo s o n el resultado de la creen c i a e n una a l rn a que so·
portantes y efectivas de la maquinaria social, y que sin estas brcvive a l a muerte. Si podemos hablar en términos de causa
" falsaS» religiones la evolución social y el des a r rol l o de la y efecto, apoyaría l a idea de que l a creencia en una a l m a
civilización moderna habría sido i m p osi ble . qu¡; sobre\'ive n o e s la c a u s a sino e l e fec t o de los r i t o s , RL'alo
La hipótesis, por tanto, es que en l o que consideramos m e n t e el a n á l i s i s causa-efecto es de sor i e n t a do r . Lo que ocurr-:
como religiones falsas, aunque la representación de Jos ritos en \'trdaJ es que lo s r i t o s y las c ree n c i a s d e s t i nadas a jus­
religiosos no produzca realmente los efectos que deseaban t i ílcarlos o racionalizar los se desa rr o l l an como part¡;s de un
y esperaban los que los representan o toman p¡¡rte de ellos, todo coherente. Pero en es te desarrollo está Ia acc i ó n , o la
tienen otros efectos, algunos de los cuales, al menos, pue­ nec;.;sidad d e a c c i ó n , que c on tro la o determina l;:t c re enc i a
den ser socialmente valiosos. más que otro medio. Las p ro p i a s acciones son expre s i o n e s
" Cómo vamos a plantear el trabajo para demostrar esta simbólicas de sentimientos.
Ó
h i p tes i s ? No es común pensar en términos de religión en fvti s ugere nc ia es que1 para intentar com p r en d e r una reliD
general, religión en abstracto y sociedad en abstracto" Nr es gión, hemos de concentrar primero nuestra at e nc i ó n en los
adecuado considerar alguna religión¿ particularmente sr es ritos m ás que en las creencias. El 1nismo cr i teri o es adopta�
aquella en que hemos sido educados y sobre la cual esta" do por Loisy, q ue justifica su elección de los ri tos de sacri·
,
remos predispuestos de uno u otro modo. El unrco metodo ficío como ten1a d e su an á l i s i s de la religión diciendo que
es el experimental de la antropología socral, ltl "cual srgmfka los ri t o s en todas las religiones son el elemento nh) S es t a b l e
que podemos estudiar, a l a luz de nuestra lu p otesis, un nu· y duradero, y, en consecuencia, en e l que mejor pu�dc des·
mero suficiente de diversas religiones p articulares, o cultos cubrirse el espíritu de los c u l tos a n t i guo s . 2
religiosos, en su relación con l a s sociedades particula res en Robertson Smitb, el gran pionero de la ciencia de l a re·
.
que existen. Esto no es tarea de una sola persona s1no de l i g i ó n , adoptó este criterio. Escribió:
muchas.
Los antropólogos y ot ros investigadores han estudiado �· "Lts r i l e > Cimlf dans Wlilt:s !e:..- rdígiuils l'Jktllent L� rl!-n
,;:·mi­
el f,_; pftn dura!J!e, cdui, par nmsfiquen t,
,';L·: ! w i !
profundamen te la cuestión de la definición adecuada ''le re­ uú se ddcuuvt<: fe
rllidLC !'esprit dé'> culre\ uncieli \ , » Essu¡ histurit¡ue sur 1 < .! -,<!CI"I J I( i
ligión. No intento tratar en esta oc a si ó n t a 1 tL'ma cont radlC· f;t n s . 1 920, p. l .

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(\ E n relac ió n con toda religión , sea antigua o moderna, c s t r i ctarnente, la suma total de las a ntig u a s rel igiones . La
(1\:scubrimos de u n lado cie rtas creenc i a s y de otro ciertas religió ? , en los t i e n1pos p r i m i t ivos, no era un sistema (k
insti tuciones prácticas rit ua les v norru a s de conducta. Nues­
c reenc1as �� n aplicaciones prúcticas; era una serie de prúc­
i r-a costumbre act u a l es observar la religión del lado de la ,
tlcas trad icionales fljas que todo miembro de la sociedad
u:eencia más q u e del de la práctica ; pues hasta épocas con}· a� eptaba corno algo nonnaL Los hon1bres no sería n ho n1 b re-s
parativamc nte reci en t e s casi las úni c a s forrnas de re li gión Sl acord aran hacer c i ertas cosas s i n tener ona razón pa ra
estudiadas seriamente en Europa h a n s i d o l a s de las diver� P,e ro e n la a n t igua religión no
dio; se formulaba primero
r;as Iglesias c ristia nas , y todas las partes d e l cristianis n1o
la .razon como una doctrina y se expresaba después en la
concuerdan e n que tal ritual es importante únicamente en pra c t �c a , Sino a la i nvt�rsa, la precedía a la teoría
relación con su interpreta ción. Así, e l estudio de l a relig ión doc t nna L Los hornbrcs forman n orn1as generales de con­
ha significado principalrn ente el e s t u d i o de las c reenc i as ducta a n t e s de que con1iencen a exp resar los prin c ip io s ge­
rristianas, y l a ensefla nza de la rel i g ión ha con1enzado ha· J: c ra les e n palabras; l a s instituciones p o l íticas son más ;n+
!)ituatmcn te con e l credo, deberes relígiosos que se o frec en tJgt�as que l a s teorías políticas, y, Je igual manera, las ins t i­
a ! aprendiz corno surgiendo de las verdades dogtnáticas que
t uuones rel igios a s son más antiguas que las teorías religio­
se le ensefia a aceptar. Todo esto nos parece una cosa t a n sas. Esta a na logía llO se ha elegido arbi trariamente, pues de
n o r m a l q u e cuando estudiamos alguna religión antigua o
hecho el pa ral c l isn 1o e n la antigua sociedad ent re {nst i tuc iu+
c x t r a J-ta , suponemo s naturalme nte que nuestra p rin1 era la­
ne s r� l igiosas y políticas es cornpleto. En cada esfera se dab�
bor ha de ser buscar un credo y hallar en él la clave para r n Importaneia n la f�rrna
y p recedentes, pero la explic a­
el ritual y l a práctica. Sin duda l o s hombres no seg uirían
� �
non de por que se segum el preced en te consistía meramen�
habitualm ente ciertas prácticas sin atribuirle s u n s igni ficado;
te en una leyenda relativa a s u priincra creación. Que el pn>
pero poden1os hallar como norma que mientras que la prácti� cede�1te, u na \ CZ establecido, fuera autoritario, no parecía
ca se flj a b a rigurosam ente, e l signiücad o que se le atribuía precJsar prueb \ alguna. Las norn1as de la sociedad se basa·
e r a Yago en extre1no, y el n1ismo rito e ra explicado de n1odos ban en d precedente, y la existencia continuada de la socie­
d i ferentes p or pueblos diferen tes , s i n que surgiera en con­
dad era razón sufic i ente para que un pre ceden te , una \-ez
secuen c i a ningún problem a de ortodoxia o heterodox ia. E n .
cstablendo, se siguiese.)} �
_la an ligua Grecia, por ejemplo, s e hacían determina das c-osas
e n el templo y la gente estaba de acuerdo e n que sería
La relati\'a estabilidad de l o s ri tos y l a variedad de doc­
impío no hacerlo así. Pero si pregun tab as por qué s e hacían,
trinas puede i lus t ra rse partiendo de las religiones crist ianas .
probablern ente o b t endrías n1uchas explicacion es contrad ic�

Los dos n os esenc1a les de todas las religiones cristianas
torias entre s í , de las d i s t i n t a s personas , y n inguno conside­
son e � bautlsrno y la eucaristía, y saben1os que el s a cramen·
raría asunto de la menor i m port ancia religiosa cuál de ellas
to rnas solenm e es interpretado d e n1odo diferente en la
prc!írieras aceptar. Además, las explicacion es ofrecidas po­
l g l : s i � orto doxn, 1� Igl es ia ron1ana y la I g l e si a anglicana.
drían no correspond er a u n sentimient o fuert e; pues en mu� .
La m s1stcnc 1 a actual sobre la formulaci ón exacta d e l a s creen�
c hos casos, podrían haber sido sirnph.::- 1nente diferentes his­ �
c as relacionadas con los ritos, J.11ás que sobre los n1is1110�
torias respecto a las circunstan cias bajo l a s que llegó a esta­
ntos, se dernuestra en l a forma en que los c r i s t ianos han
bh:c(:rse por prinl-Crt\ vez: el rito, por o:n:leH o p o r ejemplo
luchad o y se han rnatado por d i ferencias de doctrina.
d i recto d e l dios. En resurnen, el rito s e relacionaba no con l lace n1uchos a!los, e n 1908, e n una tesi s sobre los is­
d dogn1a, sino con el Ini to. )> ::�
lcüos anJarnaneses (que n o se publ i có hasta 1 92 2 ) fornlu­
. . ,Es de sunu:t lrnportancia comprender daranwnte des­
laha b reve n1cn t c uua h"o rí a gen crat de la función soc ial de
de el pri ncipio que d uso práctico y el ritual erB n_.' h ab l a ndo
l os ri tos y las ccrcmonías. La rnfsnw tesi s s irve de base 3
!as obseryaciones que ofreceré en esta ocasión. Expuesta
J. W . Robertson S M ITH, Lectures on t h e Religion of the Scmit es,
1007, pp. 16-17.
4. Op. cit., p. 20.

179
del modo más simple posible, l a teoría es que u n a \'ida cuestíón d e I a e fic a c i a (_k l o s r i t o s . L o q u e s e creía i m po rt a n *
social ordenad a entre los seres humano s depende de la exis­ te era l a función social dl.: l o s r i l o s , es dccír, sus efe ct o s d e
tencia en las mentes de los n1 ie m b r o s d e una sociedad de p r od u c i r y ma n lc- n c r u n a suc l c d a d humana ordenada,
ciertos sen t i m ientos que controla n l a conduct a del i n d i v iduo E n un t e x t o a n ilTi o r a Cunfuciu leemos que << m e d i a n t e
en sus relacion es con Jos demás. Es evidente que los r i t os e l s a c r i f i c i o u n o p ue d e d e m u s l ¡·;u la p iedad fi l i a ! _V d a r pa1.
son las expresio nes s i n1ból icas re g uladas de ciertos sen t i al p u c b lo , pac ificar el p a í s v a s egurar al p u e b l o .. M e d í a n t c
·

m ientas. Puede, p o r tanto, den1ostr arse que los r i t o s t i en e n l o s s a c r i fi c ios s e c o n so l i d a la u n ídad dd puchl u ))- ( C h 'u
u n a función social específic a siempre y cuando tengan pata Yií, l l , 2 }.
su efecto que regular, mantene r y trans 1n i t i r d e una genera­ Sabéis que u n o tk l o s p r i n c i pa l e s p u n l os de las t.-' nseflan·
ción a otra los sentiinie ntos de los q u e depende la constitu · zas de Co n C u c i o era la i m po r t L � n c i a de la adecuada repre­
ción de la sociedad . Me aventura da a sugerir como fórm u l a s e n t a c i ó n d e l o s r i t os , Pcru s e d i ce q u e. C on f uc l o no q ue r í a
general que ] a rel igión es en cualquie r lugar u n a expresió n, d í scu t l r lo sobre n a t u ra L E n ! a filosofía d e C u n i"u c í o , m ú s i ·
en una u otra forma, de un sentido de depende ncia d e u n ca y ritual se cons i d e ra n c o m o m e d i o s d e c s t a b kccT y prL'­
poder fuera de nosot ros m i smos, un poder d e l q u e puede ser\'ar e l orden social , s i t uándolus por e n c i m a de las l�.:yc-:'i
hablars e como poder espiritu al o moral. y castigos como medios para este fin. Nosotros lL'nt:rnos una
Esta teoría no es en modo alguno nuc\'a. Puede hallarse opinión muy d i s t i n t a de l a música, pero puedo recordaros
en los escritos de los filósofos de l a ant igua China. Es más que Platón sostenía ideas semej antes, :: yo sugeriría que
explícita en las enseñanz as de H s ü n Tzu que vivió en el si­ u n e s t u d i o antropológico d e l a s relaciones c n t n: m ú s i c a ( \'

glo ni a. C., y en el Libro de lo.1 ritos ( e l Li Chil, que fue d a n z a ) y r i t o s n' l i g i o .s o s pod ría aport a r n.: s u l ! a d o s i n tt:n:sa¡�­

compilado. algo más tarde. Los autores chinos no cscríbían tes. Una parte d e l Libro de los ritos ( e l Y ü c h Clu' ) t r a t a dt:
sobre religión. Dudo que exista en chino alguna palabra que la n1úsica. E l t c rc_c r p;;i r r a fo d i c e :
exprese exactame nte l o que nosotros entendem os por la pa·
labra religión. Escriben sobre li, y la palabra se traduce por (( Los reyes :.,e p re ocup a ban de t o d o u q u d l u q u e
a n t iguos

ceremonia l, n1ora1idad consuetud inaria, ritos, norn1as d e bue· afectaba l a mente< Y , así, insti tuyeron ceremonias para d í ri·
nas formas, correcció n. Pero d carácter con que se e s cr i b e gir rectamente los designios de los hombr(:s; música para
e s t a palabra tiene d o s partes, de l a s q u e u n a se refiere a dar armonía a sus voces; l e yes para u n i ficar su c on d u c t a ; v
Jos espíritus, e l sacrificio y l a oración, y l a o t ra signí fica cas l i go s para preservarlos de sus t e ndenc i as a ! m a L E l n ;-�

originalm ente u n a vasija usada en la rcpresent acíón de 1os a l que conducen ceremonias, música, castigos y l e:y e;,, es e l
sacrificio s. Podemos , por t a n to, t raduc i r adecuada n1ente Ji mismo; sun instrumentos med iante los cuales se igualan l a s
como ((ritual». E n cualquier. caso, los filósofos antiguos tra� me-ntes del pueblo y aparece d b u e n orden e n er gobierno . )) �
t a n principalm ente de Jos ritos funerario s y de los de sa­
crificio. La idea de religión que aquí nos interesa puede resu mü·.
No cabe duda de que en China, como en cua l qu ier o t r o se en l a siguiente frase del Libro de los R i t o s , (( Las cere­
lugar, se creía que muchos de l o s r i t crs religiosos , o todos, monias son el vínculo que rnantiene u n i d a a la n1u l t i t ud , y,
eran eficaces en el sent ido de cdtar los n1ales v procurar si desaparece el vínculo, la n1u l t i t u d cae en Ia con fusión,n
bienes. Se creía que las e s t aciones no St:t;;-u irían u n a a ot r::t Los ú l timos filó,ofos seguidores de Confucio, empezando
en e l orden debído, a menos q u e el c-rnperado r, el H L o d e l por Hsün Tzu, dedicaron atención a los n1odos en que los
Cielo, realizara los ritos estableci dos e n bs arr"·opiah
das. I ncluso bajo la repú b l ica un rnagistrado reacio de u n 5. Anakcts, V I I , 20. Waley traduce este pasaje como: ,_, E ¡ !\bt:s·
por l a opinión a turnar tro ¡¡unca hablaba de prodigios, hazañas de fuerza, cksónlenn o espi·
/¡_..,íen puede ser conducido
ritus . "
! a p a r t e directiYa de una ccren1onia para l<1 llu vi'-:L Pt:ro sux­ 6. Traducción d e Legge. U n a traducción alternativa d e l a ú l t ima
gh�· e n t re los letrados u n a actitud que quizá llarnarse frase podría ser: ((Ritos, música, castigos y leyes tienen un únlco v
racionalist a o agnóstica. La :no terdo en cuerda Lt 111 ismv !in: u n i r los corazonb y establecer el orden."

180 181
1 i to:;; , p a 1 i i L- u l a r-nh:l'lk l o s c k l sacrific io y los � úncbrcs , rca­ '>De aquí q u e los r i t o s funerarios n o tengan o t ro p r opó �
I J ; �1b�m ;:,u l u n \.-iún de m a n ! ' n c r el orden socwL
l
El p u n t o sito q u e el de evidenciar el s i g n i fic a d o d e la m u e r t e y d e l a
i pal de s u teoría ;_:s que l o s r i t o s s i r :'e n p a ra :' regular)) vida, d e s p e d i r a los muertos c o n d o l o r y reverencia, y c u a n­
_
, 1- c ! i n a r ;, l o s s c n t i m i : n tos huxnano s. H s u n 1 zu dtcc: do llega e l fi n preparar la separación d e l cuerpo . . . E l servicio
a los v i vo s e s embellecer s u p r i n c i p i o ; despe d i r a los n1uer�
,, L o e; ri tos d e l sa( r i fi c i o s o n las expresio nes Jc los anhelos tos es embellecer su fi n . Cnando se atiende al p r i nc i p i o v

: d c d i Yo s d e los h o m b t e s . Represe n t a n la a l t u ra del


altruis­ al fi n , e l se r v i c i o d e l hijo filial concluye, y el camino del SabiO
! 1 1 0 , la l e , e ! a m o r y· !;.1 re\'ercnc ia. Represe ntan la consuma ­ se completa. Menospreciar a los muertos y sobrees timar a
¡,·; ¡ ¡ dt" la correcc lúu _\' el refin a m i e n t o . >> 7 los vivos es el c a m i n o d e Mo I Tzu J . Menospreciar a los vi­
9

vos y sobrees t i m a r a l o s m u e r t o s es e l camino d e l a supers­


l h i i n Tzu dice J�,_, l(ls r i t o s funerarios: tición. M a t a r a Ios Yivos a l despedir a Ios muertos es un
homícidio. r o El método y fonn;-1 del h y normas d e justi­
" Lus ritus ( fij c o n � ! s t e n e n ser cuidado so en el traUlnli en­ cia (i), es despedir a los rnucrtos como s í estuderan vi\'os,
\ ' l de 1<1 Y i d a '" l a m u e r t e . La Vida es e l c o m i e n z o Jcl n od o que n1uertc y vida, fin y prínd pio, no tengan n a d a
horn­ de 1

h < c , la Mue n¿, es e l fi u Je! hombre . Cuando princip io y fi n que n o sea apropiado y b u e n o . Esto hace e l confucianísta.»
·�on buenos, el cam i n o d e H u m a n i d a d e s con1ple to. E l
la
i t o m b rc S u pe r i o r , p o r t an t o ,_ respeta el p r i n c i p i o .Y .v e n e r a La i d e a adoptada por esta escuela de filósofos antiguos
.
�.·1 fl n . Prác t i c a d e l H o m b r e Superi or e s h a c e r p n nn p 10 y fin era que los ritos religiosos t i enen i m portantes funciones
u n iformes , y es en lo q u e radica l a belleza d e l li y las nor­ sociales i n d e p e n d ient e s de cualquier creencia q u e pueda man­
n<ts deju� tic i a ( Pues prestar excesiv a atenció n a l o s tenerse respecto a la eficacia de los ritos. Los ritos dan ex­
\ i yos \- n�cnosp rec i a r n l o s ITHJcrto s s e r í a respeta rlos c u
ando presión regulada a ciertos sentimientos hurnanos y así man�
l it'ncn c o n oc i m i e n t o v d e j a r d e hacerlo c u a n d o n o lo t ienen . " tienen estos s e n t i mientos vivos y actívos. Y a su vez estos
,¡ [ 1 camino d e l a lnuertc e s é s t e : u n a vez muerta u n a per­ sentirnientos, rned i a n t c s u control o influencia sobre la con�
·-o n a no puede volver de nue\'o. [Compr endiend o e s t o ] , el ducta d e los individuos, hacen posible l a existencia y con"
m i n i s t ro cumple plename nte con el honor debido a su
gober� tinuación de u n a ''ida social ordenada.
n a ll t C , y 'el h i j o con e l honor debido a su3 padres. Es esta teoría l a que propongo para vuestra considera­
})-Lo� r i t os funerar ios son p o r l o q u e l o s dvos d a n belleza ción. Aplicada, nJ a una sola sociedad como la antigua
ce r emonia l a l o s nmcrto s; d i rigirse a los Inuerto s como s i China, s i n o a todas las sociedades humanas, apunta a la co"
( ' s t u v ieran vivos; a los ausente s como a l o s presente s; y ha­
c e r que el fin sea igual al principio ...
,se preparan l o s artículos usados e n \'ida corno si [ lo s vieran totalmente muertos, eso demostraría una falta de afecto, y no
muertos] solan1entP fueran a cambiarse d e casa. S e t o m a n debe hacerse; o si los tratamos como si estuvieran totalmente vivos,
eso denotaría una falta de sabiduría, y no debe hacerse. Por este
;�ólo algunas cosas, no t o d a s . Son únicamen te p a r a d a r l a
motivo, las Yasijas de bamhU [usadas en e! e n t ierro de los muertos ]
Tparicncia, n o parn el u s o práctico . . . De aquí q u e l a s cosas ! W son adecuadas a � uso real; las d e arcilla n o pueden usarse para
[ ta l corrw fueron usadas] e n vida s e adornan pero n o se lavar en ellas. las de madera no se pueClen esculpir; se templan los
c o m ¡J l c tan , y los " u t ensilios e s p i r i t u a l e s '� son para aparen­ laúdes, pero sin exactitud; las flautas de pan están acabadas pero no
afinadas; allí están las campanas y las piedras musicales, p�ro carecen
t a r , pero n o para usarlos . . . ¡¡ de soporte. Se llaman vasijas para e l ojo de l a fantasía; esto es t ra t a r
la los muertos] como si fueran inte!igencbs espirituales . " » Legge,
The Sacred Bouks of China; Parte I I I , El Lí Ki, I-X, Oxford, 1885, pá­
7. Las t raducciones de Hsün Tzu son de Fung Yu Lan y están to­
gina 148.
l l l a d a s de su Fh<i l o r r of Chinese Philusophy, Pequín, 1937.
9. Mo Tzu era un filósofo que criticaba los ritos funerarios como
8. Fung Yu L;:-¡{1 tr�H:uce por el término «utensilios espirituales�
ruinosos.
v l t e n n i n o chino míng cJd, q ue Legge e n el pasaje siguiente del Libro
10. Se reúere a la antigua práctica del sacrificio humano en el en·
, /( ¡05 titos tra du ce como «Vasijas para el ojo de la iantasia)); «Confu·
: 1 ( ) d i i u " E n t'l t r a t o con los muertos, si Jos tratamos como si estu- tierro de personas importantes.

1 H2 1 83
-., �diosa c o n t ribución a ht teoría de la función social
r r e1 a c i ó n y Yariación de 1as U h t i n t a :-. caraclLTÍ::-. l i c a s o ele­ de la
.
�.
m e n to s d e l os s i s t e m a s sociales. Lrts s o · i e da ck s d i fl L:rcn unas
rel i g i ó n .
El p rop ó 3 i t :) d e l l i b r o e s demost rar, pun t o por
d e ot;Js en su e s t ruc t u r a y c o n s t i tución y, p o r 1 an t o , en pu n to , l a
l a s normas consuetud inarias de c o n du c t a de las personas
c?rrcspo ndcnCia e n t r e l a religión y l a consti t u ción
e_ � � la so�
s e n t i m ientos d e l que d e p end e la nedad e n el pasa d o en Grecia y Rom a , y cónn e n el curso
e n t re sí. El s i s t ema de
de la H i s t ? ría an1bas
c o n s t itución social h a d e vn ri ar , por tanto, en correspon den­ � a n1bía ro n j u n t �s . Es derto que e\
U c c o n s t i t u c i{; n . T: n t a n t o qu e la re� au tor, contorn1 e a las H..lc a s del siglo x1x, con ·: cbía t a l co­
d a con las d i ferencias
social q u e sugiere la teoría, rre l a c ió n e n t re dos t i pos de rasgos sociales en t f: rnd no s de
ligión t i e n e c1 t i p o de funcicín
a r e n corn�spo n d c n c i a con el causa Y efecto, s i e n do c o n s i d erados los de una clase c o n10
t a rn h i L� n la n' l i g ió n ha de v ar i
la c a usa que p ro du c e los de la otra clas e , Los h om b re s del
rn o J o L·omo cStt� c on s t i t u i d a l a sociedad. En un s i s tema so­
mundo ant i gu o llegan a sostener ciertas creencias sobre l a
c ia l formado p o r nacloncs q u e iuchan entre sí o qu e están s
dispth.:stas a haccr1o. p a r a q u e l a nación Sl� rn n n l c ng n fuer�
a ! mas de l o s m u e r to s . Con1o resultado d e s u s creencias ha­

er an otrcndas en sus tumbas,
te es necesario q u e c-1 s e n t i m i e n t o de pa t ri ot i s mo esté m u y
(k sa r r o l l ado . En t a l e s circunstan cias, e l p a t ri o t i s n1 o o sen­
" Dado que l o s muertos tenían necesidad d e al i m e n tos v
t i m i e n t o n a ci on al pu ed e ser apoyado por l a rel i g i ó n , Así, l o s
i s ra el i t a s , cuando in\'adieron 1a t i e rra d e C a n a á n b u j o e l
be bi d a , parecía ser deber d e los vivos sa t isfa c e r esta neces i"­
dacL E ' c u i d ad o de procurar el s u s t e n t o a l o s mu e rt os 11 0
1na nd o dé Josué, e s t aban i n s pi r a dos por
l a rel i gió n que ha­
e n r ab a en el Arca de s e dejaba al c apric h o o a l o s sentin1ientos variables d e l os
hían apremliu o d e M o i s é s y que se c t
hombres; era obli gat ori o . S e estableció a s í una r eligión com­
la Alianza \' sus r it os .
La gu c r,r a o el p l an t eami ent o clé tal p o sib i l i da d e s u n
pleta d e los muertos, cuyos dogmas desapareci eron pronto,
pero cuyos ritos persistían h a s t a el triunfo d e l i sti an i s,
ck111ento e s e nc i a l e n l a con s t i t u ci ó n d e g ran núm.cro d e so· 11
cr
1110. »
c i ed a d e s h u m a n a s , aunque e1 e sp í ri t u bélico varía n1 uch o d e
u n a s a o t r a s . De acuerdo con n u e s t r a teoría, u n � d e 1 a s fun�
Como resultado de esta religión, la antigua sociedad llegó
c i o n e s sociales d e ia religión está relacionada c o n l a g-ue r ra .
P u e d e dar a los hom bres fe, confianza y d e-v o c ión cuando Yan
a estar c o n s t i t U i d a en las bases de la familia, e l l i n a j e ag­
naticio y la gens, con sus leyes de sucesión, propieda d, a u �
a l a batalla, ya sean agresores o agredidos. E n e l reci e n t e
conflicto, e l pueblo a l e m á n parece haber rogado a D i os por to ri dad y matrimo nio,

la victoria no m enos fer v i e n t emen t e qu e l a s n ac i o n e s a l i ad as ,


S i n d u d a , para comprobar n u e s t ra teoría t encn1os que «l!� a co ?1 � a.ració n d e. creencia s y leyes demueSt ra que una
.
examinar m u c h a s sociedades para averi gua r la p os ib l e co­ rehgwn p n m J tiva con s l!t uyó l a familia g ri ega v l a roma n a
"
rresponde n c ia demostrable e n t re l a rel igi ón o r el i gion es de es t able � ió el m a t ri moni o y la a u t or i d a d paterna, fijó d orde
.

c u al qu i e ra de e l l a s y el modo como esa sociedad est;' cons­ de las rel ac io ne � y co n sa gró el d ere c h o de la pro p i e da d y
t i t ui d a , Sí p u ede h a l l arse t a l correspondencia, t rat ¡, re m o s el de la h erenC i a . Es ta rn i s n1 a re l igi ó n , después d e haber
entonces de descubrir y d e de fi ni r e n la m e d i d a de l o posib le agrandad o y extendid o la fa!rd l i a , formó una asociació n aün
Jos principal e s sentimientos que encu en t ran su e xpres ión mayor, l a .ciudad, y reinó e n ella c om o hahia reinado
en
. _
en l a religión y contribuyen, al mistno t icrnpo, a1 m an te ni � la fa n1 1 h a . De ella s u rg ie ro n t o d a s i a s instituci ones, asf como
miento de l a e s t a b i l i d a d en l a sociedad a s í constituida, t :Jdo el Derecho privado de los De ella rt:dbíi1 l a
Una i m p o r t an t e aportación a nues t ro estudio p u e d e ha­ cmdad todos sus p rinc i p i o s , sus norrn. a s , s u s costtEflbrt:s
v
l l a r se en un l ibro, injustarn e n t c ignorado por los o ntropólo� sus :m a g i s t ra t u ras. Pero, en el curso del esta_
gos, La Cité antique, d e Fuste! de Coulanges, Es ci e r t o q u e religión fue rnodifica da u -;;: l Dcr�:-'cho pr ¡,_ i.du \' las
f u e escr í t o h a c e a i g ú n t i e mpo ( 1 864) y q ue e n al gun o s p u n ­ l n s t l ¡ u c l oncs Sf: ta.rnbi¿n Su
tos P"�Jcde ne c e s i t a r correcciones s e g ú n l a rnás reciente in�
Y c s tigación h i stórica, pero con s t t iuye , s i n l uga r a dudas, una Jl. 1'-}¡¡•
· - ' ('•·,'¡' .'.'.
· ,.''il•
.e:!.1 1 ..·'C' ¡' ¡¡·7,·,_1_
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� ,, i · ., i LU ¡1., ,)Tü;J 1. 'i 'j , p
C .�

��
tonccs una serie de revol u c iones, y los cambios sociales si­
12
El térnlino <(culto a los antepasados ') se usa a veces, en
amplio sentido indeHnido, para referirse a cualquier t i p o
r�uieron regulan11ente al desarro H� del conochn icnto,»
un

de ritos relativos a l o s rnuertos. Propongo u ti i za l rlo en un


En su párrafo final e l autor escribe: senlido rnás ljrnitado y definido de nwdo tnás preciso, E l

1 grupo q u e lleva a cabo el c u l t o e n e s t a religión está formado


únicamente por personas relacionadas entre sí por deseen�

1
{( Hen1os la hi s t or i a de una creenc ia. Fue estable ­
e s crito
cid a v se constitu vó una sociedad hu n1ana. Fue n od ifica d a y r de n c i a unilinea1 d e l n1ismu antepasado o antepasados. E n

s ufriÓ rna serie de revoluc iones. Desapa reció Ja mayoría d e !os c1so;; l a descendencia e s patrilineal, a tra·
la. sc)cieda d
\'és de los varones, Pero en algunas sociedades, tales como
la socieda d can1bió , s u carácte r.)> ;\
l
v
!a bakongo en Africa y la nayar e n la I n d i a, l a descenden�
de una rela· !. cía es rnatrilineal y el grupo está forn1ado por los deseen�
E s t a idea de la primad a de u n a creenc ia y i
n es u n a causa T l as otras dientes de una antepasada. Los ritos e n que rartidpan los
ción causal en la cual l a religió
1nsti tuciones son el efecto ,
samic nto que era con1ú n en
concu
el
erda
siglo
con
XIX,
una
Podem
forma
os, y
de pen·
yo as í ! miembros del grupo, v sólo ellos, hacen r
e fe re nci a a sus
propios an t e p a s a d os , e ínclnycn normalrncntc ofrendas y sa �
lo haRO, rechaz ar esta te o r í a y ac e p t r
a como valios a y per­ críticios.

n nuest ro tema gran parte de lo que Un linaje particular está fonnado por dos o tres genera�
nwnc�te con t ribuc ió a
Fuste ! de Coula ngcs escrib ió. Podem os decir que ha de mos · ciones. Un linaje de c u a t ro o cinco generaciones normalmen­

t rado que en Grecia y Ro ma la el i g r ió n , por u n lado, y m u· l


te se i nc ui rá con1o parte de u n o d e se i s o s i e te gene aci r o�
chas i n s titucio nes impor tantes , p or ot ro , es tán
r
e st cchame n� r
nes. En u n s i stc n a bien desarrollado, los li n a j es relaciona­
u n si s t e m a uni· dos están unidos en u n cuerpo 111ás arnplio, corno la gens
n
te u i d as como parte s i n terdep endie ntes de
p a r t e esenci al de la romana o lo que puede denominarse clan en China. En
ncado y coher ent e , La religió n era u na
consti t ciún de la socied ad. La forn1a de
� la religió n y la for� algunos lugares d e China podemos encoPtrar gran núcleo de

:m a de la estruc tura social se co r es pon r d e n entre sí. Como p ersonas, e n algunds casos h a s t a ntiC todas con el m i s n1u

dice Fuste! d e Coulan ges, n o p ode mos oc mp ren de r las ins· nombre y de s cen die ntes por l íne a n1asc u l i n a de u n antepasa­

t itucion es soc i ale s , pol í t icas y j urí d i ca s de las antigu as socie­ do varón, el fundador del clan. E l clan está dil'idido e n Ji.
en cuenta l a reli gi ón . Pero najes.
� ades a 1nenos que t engarn
J os
igualm ente es cierto que no p o d em o s co mp �
ren e r la re li· Un l i naje, si es de nuls de tres o cuatro generaciones,

gión si no es media nte un exame n de su relacw


. n con las
incluye tan tu a las personas vil:as como a l as personas muer­
tas. Lo que se denornina culto a los antepasados consiste
i nsti tucio nes,
U na parte muv i mportan te de la religión de !a ant gu a
i en ritos realizados por los nlie111bros de un linaj e 1nás o

G re ci a y de la a n t i gua Ron1a era e l culto a los a n t e p as a d s. o menos a mp lio (es d ·-:cir, que consiste- e n Inás o rne-nos gene"
ra;·lo corno un ejernpl o de u n cierto t i p o de raciones ) con referencia a los nliernbros n1uertos del l i n a j e .
P od e m¿s conside
re l i gi ó n . lJn cu lt oreligios o del misrno tipo general h a exis­ Esos r i t o s i ncl u ye n
ofrendas, habitualmente de a l i m e n t o o

t i do en China desde la Anti güedad hasta el present e. Cultos comida, y tales ofrendas s e i te n rp
ret a n a veces como l a
tu d i ado s participación d e n1uertos y -rivos en u n a cvnüda.
del rnisn1o tipo existen act.ualrn ente y pueden ser e s
en rnuchas pnrtcs de Asia y Africa. E s , p o r tanto, posible En ese tipo de sociedad lo que da estabilidad a la estruc­
hacer un amplio estudio compar ativo de e s t e t i p o de reli· tura social es la solidaridad y c:: o ntinuidacl d e l lin aj e y de l
gión. Según nü propia experie ncia, es en el cu l t o a l s ant e­ ? grupo rr1ás mnplio ( el d a n ) formado por linajes relaciona.,.
pasado s donde podemo s descub rir y demost rar mas f á cil · dos. Los deberes p r i n c i pah.'s d(·! i n d i v iduo son los que tie­
m e n t e la función soda! de u n culto rel igioso. ne para con s u linaje. Éstos deberes para los rnlen1·
bros ahora vivos, pero también para aquellos q u e han n1uerto
y para los que aún no han nacido. En el cumplir:nicnto d e
12. Op. cit , p . 1 2 .
estos d e be res e l i n d i v i J uo e s controlado e i ns p i ra do por el
a ov. cit., p . 529.

187
186
tan el t i po mús s i m p le de sociedad que s o b re vi v e: en nuestros
complejo sistema de sent i mien t o s , de Jos que p o d e m os decir
t icrnpos, pero el va l o r de: s u a n ú l i si s n o t�S a fectado en ah··
que el objeto en el cual se ce n tran es el m i s m o l i n a j e , pasa­
solu t o sí rechazan1os esta i d c' a , con1o yo misnhJ hago.
do, prese n t e y futuro. Prirnenunente, es est e s i stem.a de �
Et v a l or del l ibro de Durl\ hdm consiste en L_� exlJOsicióP
sentimie ntos e l que se expresa en l o s ritos del cu l t o a lus
de una teoría ge n e r a l de la que ha sido :iesarro�
ant ep a sados _ La func i ó n social de los ritos es obvia: dándol e s
e xp res ió n s ol emne y colectiva , los ritos re a fi rm an , renueva
n l iad � con Ia cGlaboración de Hubcrt y lv1au.ss,
n los sentimie ntos de los que ch.:pende la solida� partlcndo de los fundamentos �stahlccidos por Robcrtson
y consoli da
S m í tlL A rnenudo se interpretado 1na l la csuosición de

r ida d sociaL
esta t eo r ía de DurkheirrL Una exposición rnu:y aunque
No tenen1os m e d i o s para estudiar cómo aparecí/1 una so�
ciedad con , culto a l o s antepasad os, p ero podcn1os estudiar
muy' bren;, de e s t a teoría pued�' hallarse en la i n t ro d uc c i ó n
t:scrita por Henri Hubert en 1 904 para l a tradncciün fran­
la decadenc ia de e s te tipo de s i stema e n d pa s a d o y en e l
p res en te. Fuste! de Coul an ges trata e l tema e n la G rec i a y la
ces a del /vianw:l d'Histuire des n:ligions d e Chantepk de l a
Saussayc. N o e s p o s i b l e e n esta ocasión exa m i n a r e s t a teo�
Rom a a n t iguas. Y en el pre sen t e puede ser observad o en
ría g e ne r a l . Quisiera solamente analizar u n a parte d e l t ra­
diversas partes del mundo. La escasa i n for m a c ión que se
bajo de Durkh e i m , su teoría de que el ritu�tl rd i g i os o es
ha pod(go r eu ni r sugiere que la o rg an iza ció n de linaje y
e n­ una expresión de unidad d e l a sociedad y que s u función
d e unidad familiar de algunos lu gare s de In di a es t á p e r d i
y s ol i d a ri da d y que l o que e s ({ rc:crear » l a sociedad o e l orden soci a l n:afirnnt n do y
do algo de su antigua fuerza ,
consolidando l o s sen t i m ientos sobre los que se basa l a s o l i�
cabría esperar como acompañ amiento inevitab le de l o a n t e­
ié n daridacl soc i a l y, por tanto, el orden sociaL 1 " Durkhc i m com­
rior , una debil it ac ión del c u l t o a los antepas ados, ta m b
p r ue ba esta teoría rne d i a n t e un examen de los r i tos totémi­
s e está producie ndo. Pue d o hablar c o n m á s s egu ri d a d d e
cos de los a u s t ralianos. Pues m i e n t ra s Frazer c on s i d e ra b a los
a lgunas sociedad es africana s, particul armente d e l a s d e
ritos t o tCmicos de las t ri b u s aust ralianas con1o asunto de
Sudáfri ca. E l efecto del i m p a c t o d e la cultura europea , inclu·
magía, Durkheirn los t r ata con1o religiosos, porque los pro�
yendo las enseñanzas de los misione ros cri s t ian os , es l a
pí o s ritos son sagrados y se refieren a seres sagrados, luga�
debilitac ión e n algunos individu os del sen t im i en to que los
res y objetos sagrados.
une a su linaje. Desi nt egra c ió n de l a estructu ra social y de­
cadencia del culto ancestra l son fenómen os s imultáne os.
En 1 922 s e sabía inucho rn c n o s sobre los aborígenes aus"
t ra l ianos de lo que actu a l m en t e conocemos. Se ha compro�
Estoy díspues to a afirmar que Ja teoría general d e l a
bado que algunas de las fue n t e s utilizadas por Durkheim no
función social de las re l ig i o n es p uede demo s t rarse ple na­
son fidedignas. ll n a t r ibu que era bien conucida, por Jos
mente para un tipo det e r m i n a d o d e religió n .
esc r i to s de Spencer, G i lle n y Strehlow - l a aranda-, es atí­
La contrib ución m á s import ante a nuestro tema es un
trabajo de Émile Durk he i m publica do en 1 9 1 2 Su
. t ít u l o es p ü_·a en algunos aspectos. La í n form a c ió n que Durkheim podía
se, y el subtitu lo, usar era, por tanto, in1perfecta. Adernás, no nuede decirse
Les formes élémen taires de la vie religieu
lie. E s digno de menció n el que su rnanejo de este rnateria! fuera todo lo �1ue podía ha­
La systbn e totémi que er¡ ,4ustra
discípu lo de Fuste! d e C u l n g e s ber .s i d o . En consecuencía, hay n1uchos p u nt u� en esta ex�
hecho de que Durkh eim fue
o a

eure, y que él m i s m o dijo q u e posición que c on s í d ero inaceptables. Creo, s i n en1bargo, que
en la !Ocole Norma le Supéri
import ante en e ! d esar ro l lo de sus ideas la principal t e s i s de Durkht;irn re sp ec t o a l a función social
la in fluenci a m á s
. d e los ri tos t otCn1icos es válida, aunque rcqu i c lT una revi­
sobre l a religi ón era la de Rober tson Smith
de Durkhe im era establec er una teoría gene· sión y c o rrecc ió n a la l uz del c o n oc í n1 ie n t o act u a L rná s exac�
El objetivo
t o y· más a.n1plio. 1 �
r a l de la natu r ale za de }a r el i gi ón . En lugar d e u n an1 p i io
� s í u d i o co n1 pa r a t i vo de muchas re l í gi on e s , prefirió tomar
un tipo s enc i ll o d e socieda d llevar a cabo u n anál i s i s in-
14. Op. cit., pp. 323, 497, et al.
tensivo y detalla do, y para fin e l i g ió las tribus a bo ríge n e s 15. Para una crítica de algunos punto::; de la obra tk Durkheim,
de Austral ia. S o s ten í a la idea de que estas t n b u s represen� vease «Teoría socioiógica del totemismo» e-n este voh¡mcn.

188 189
Los seres a !os que se refiere t:: l culto aust raliano son relacionado con él y los ritos que se representan a l lí p e r te·
denominados cumúm_nentc cmno « an t epasados totémicus>; , y nccen al grupo local que posee el territorio en donde radica
vo m i s m o he usado el t é r m i n o . Pero es algo confuso, va que el centro totem. Se cree que cada centro totem posee, en
� u n seres míticos v no antepasados en el nüsmo ;e n t i do una roca o un árbo l , o en un charco de agua o un n1ontón
que l a s personas n; u e r tas que se honran en el c u l t o a los de piedras1 lo que quizá podarnos l la m a r el << espíritu d e la
antepasados, En b c o sm o l o g ía de los nativos aus tralianos, el Yida>>, o la fuerzn d e la vida, d e l a especie tolem.
cosn1os, el u n iverso 'Jrdcu�vJo, i nclu y e n d o tanto c·l orden de Se cree que les r i t o s n_' fn�.:;sentados e n el c e n t ro t o t e m por
l n. N a t u r a l e z a como el onJen social, aparec i ó en un n1omcnto los miembros del grupo local al que pertenece, o bajo su
d e l pasaJo, q u e sugiero que sea llamado Principio tlel I\1un- ma n d o y d i rección, rcnuevau l a vi talidad d e e s t e espíritu
pucs este nombre corresponde a ciertas ideas que he Jc la vida de ! a especie, En Aus t ralia oriental, el cen t ro totem
e n c on trado entre los aborígenes d e algunas tribus. Este or­ se considera corno l a vcasa)} o « ll1orada)} de la especie, v los
den ( na t u ra l v soc i a l ) resultó de los hechos y aventuras d e ritos se denmnínan <(poner· en rr1ovitnientol> , Así, el ri t:) d e
cíertos seres � ag:raJos. E s t o s seres, a los que. Harnaré Seres u n cen t r o t o t e m de la l l uvia trae l a lhtYia en l a estación

O r i g inales, son los a n tepasados totémicos d e la l i lcr a t u ra adecuada, el d e u n centro totcn1 canguro asegura la provisión
c t n u l úgica.' Las explicaciones d e los rasgos topográficos, d e de canguros y e l de u n centro to ten1 d e niños procura e l n a .
l a s c:"pecies n a t u r a l e s ':Y' s u s características, y d e l a s leyes ciln i e n to de niñc � e n la tribu.
:-,oc i a 1 c s , usos y c u s t u n1b res , se dan en forma de m i t o s a c e r · E s t os r i t o s irnp l i c a n una cierta idea, que creo que podt>
ca eh_' los s u ce� o s del P ri n c i p i o del l'\1 undo. mos liarnar específicamente una idea religiosa, del lugar del
El cosmo� c s h1. r<' gu la d o por la ley. Pero n1ientras con­ hon1brc en el uni\'erso. El hon1bre depende d e lo que llama­
� l ck r a rnos l"a s \t:y¡_' s de l a Naturaleza como exposicíones de mos N a t u raleza: d e Ias sucesiones regulares d e las estacio­
l o q u e irhari;-:�.blc-nl:entc ha d e ocurrir ( excepto, por supues to, nes, d e que la lluvia caiga cuando debe, del crecirn i e n t o Ue
en l u s m i l a g r o s ) , : las ic.ves morales o sociales como lo que las p l a n t as y de la contin uación de la vida animaL Pero
put.'dc o b s e r Y a rs e aunque a Ycces falle, los aust ralianos no como ya he dicho, rnicntras que para nosotros el orden
hG.n'n U1 l d i s t í nc i ú r L Pa r a eHos, el hornbre y la n1ujer han de ltt N a t uraleza es u n a cosa y o t ra el orden social, para los
d e u b s tT\·a r las 1vJn11aS d e conducta que quedaron fijadas australianos son dos p a r t e s del nüsnw orden. E l b i enestar
para siempre p o r los hechos del Principio d e l Mundo, e , del individuo o de l a sociedild depende d e que este orden
i g u a l m c- n l e , la l luYia ha d e c a e r e n la estación adecuada, l a s se mantenga sín al teraciones serias. Los australianos creen
p l a n t as deben crecer y p ro d uc i r fruto o se m i l l a , �, l o s a n i � que pueden asegurar la c o n t inuación del orden social, o a l
Jnaks d e b e n- dar hijos, Pero en l a N a turaleza y en la so c i -,:­ menos contribuir a clla1 con s u s acciones, incluyendo l a re�
dnd hun1ana existen i rregularidades. presentación regular de ritos totémicos.
r:n to que n1e aFenturaré a l l a1na r la religión totCmica En los ritos que han sido descritos, cada grupo cuida
d e l o s a b o ríg e n e s australianos, hay dos formas i mpo r t an ­ (si podernos expresarlo así) sólo d e una parte de la N a t u ra­
tes d e rituaL U n Z\ de e llas consiste e n los ritos realizados leza, d e aquellas pocas especies de los centros totem. La
en ciertos l u g a r e s a los que se alude comúnmente con1o a preservación de orden natural como un todo depende¡ por
«cent ros toten1J>. U n centro toten1 es u n lugar que e s tá tanto, d e las acciones de rnuchos grupos diferentes.
cspecialn1e n t t: relacionado con ciertas especies d e obj e tos, La e s tructura socíal de los nativos australíanos s e basa
rr1;\_'; con1únn1ente c o n una especie particular d e animal o en dos cosas: u n sistema de grupos locales y un sisten1a de
p l a n t a , o c o n u n aspecto d e la Naturaleza, como la l luvia parentesco basado en l a fanütia. Cada pequeño grupo local
o el t i e m p o cálido, Cada centro está asociado con uno de es u n grupo de descendencia patrilineal cerrado; esto es, u n
l o s S e r e s O r i g i n a l e s :( u ocasionahncnte rnás de uno). Frecuen­ hombre nace en e l grupo d e s u padre y sus hijos pertenecen
L: m c n t e se dice que el Ser ha en trado en la tierra en ese a s u grupo. Cada grupo es independiente y a u tónon1D, La es­

l u ga r . Para cada cen t ro totem existe un m i t o relacionado con tabilidad y cont i nuidad d e la est ructura soc ial depende del
los hechos del P r i n c i p i o d e l Yvi undo. El centro totcm, el rnitu grado de solidaridad d e l grupo locaL

191
Donde existía el gr u p o toiérnic o que he d e s c r i t o ( y cxh­ tcsco. Cuando yo estaba i n i c ia n d o mi t r a b a j o en A u s
tralia en
tia en una erran parte de A u s t r a l i a ) , cada grupo local cons­ 1 9 1 0 , u n n a t i \'O me d i j o : (( Burgun cli ( canguro ) [
e s -] m i KadJa

tituía u n gr po de c u l t o . El ritual totén1ic o s �: n � a - p ar� -
:-;.­ � ( h ermano may o r ) . )) E s t a senc i l l a frase ch.: t res pala bras
Ua l a
presar l a u n id a d y so l id a r i d a d dd grupo y s 1
�- mdJ\:'lt�t�allll: H: c l a v e p a r a l a c o m p re n s ió n d e l t o t e m i s m o a u s t r a l i a
n o . E l tEt-.
y sep arac i ó n de otros grupos por !a r e l a C i o n _e:: pe ' l J. � O c l t i v o q u e así h a b l a b a no quería decir que l o s i n d i
v i d u o s de
grupo c o n s u s sacra: e l c e n t r o , o cenu:o s.' t o t c m , l u -sSerL'� l a especie canguro (u eran sus hermano s. Queria decir
que él
Or ig in a les c o n e l lo s relac ionados , l o s m n o s _Y �·a¡Jt.:lu¡
_
:.�� �\-J�­ mantenía una relación social con l a e-specie canguro, con
s i�
_
aluden a esos S e re s, y los totems o espe-cle � de
ltJs c c n u us. dcrada como una entidad, semejan te a la que un hombre
Durkhe im destacó , creo que con d c 1 n a s i a d o énfasis, e s t e :1:.· m a n t i ene con su h e r m a n o mayor e n e l sistcn1a d e pare n tesco.
pecto d e la fu n c iÓn social dd toternis mo. S i e n t o n o d i s p one r d e tiempo e n esta ocasión para extender�
Existe, sin ernbarg o, o t ro aspecto , pue-s aunque los grupciS me sob r e e s t e p u n t o .
totémico s locales cons t i t uyen e n t idades s oc ia l e s pt.Tntanc ntes El i n fo r m e que he dado d e l to te1ni s mo a u s traliano d i íl e re
n a es··
e individ ualidad es separad as, son ta1nbién parte de u notablem ente del dado p o r D ur k hei m . Pero, l c jo, de contra­
�co pro­
tructur a social m ás a m p l i a . E:l s i s t e m a d e parcntc decirla, confinna la teoría g en er a l fu n dam en ta l .-.1e Durkheim
cura esta estruct ura social rnás a mp l i a . T o da p e r s n n a con en c u a n t o a la función social de la relígión totémíca de Aus�
a nat1\'a
. .
t11.:ne
la que un individ uo de u n a socied ad a u s t r a l i a n tralia y sus ritos. Los dos tipos de cu l to totémico son l a de­
algún contac to social está u n i d a a <'! por u n lazo d e
paren­ mostración, en actos simbólicos, de la estructura d e la SÜ"'
tesco, cercan o 0 dis ta n t e, y l a rc gu l a c t o n de la v 1 d a socwl ciedad australiana y de sus orígenes en u n p a sa d o sagrado
relatiYa s a l compo rtan1 1en ..
consist e ese n ci a lme nt e e n norma s y mítico. La re l i g i ón desempeña la p a r t e mas i m p o r t a n ­
u n horn·
to con los diverso s tipos de p a ri en t e . P o r ej e m p l o , te en el mantenimi ento de l a cohesión y d e l equilibrio so·
bre mantie ne una relació n n1 u y estr ec h a con e l grupo local ciales. La religión es parte intrínseca d e la constitució n de
b s u s sacra: s u s totems ,
de su madre1 y en mucha s t r i u s con la sociedad.
centros t o t e m y ritos totém icos. Me he referido, si bien únicamen te de pasada, a dos tipos
::c a l es
Aunqu e e l t ¿ te mi s m o r1 u s t r a l iano se ��tra l o s grupos de religión: culto a los a n t ep a s ados y totenlisrno austra­
y da individ ualidad a cada uno, tamb1cn los une. P ue s aun­ liar:o. En ambos es posible demostra r la estrecha correspon ,
.
que cada grupo está especia lmc � t e r e l ac _
i O n a do co � CH.'r:as dencia de la forma de la religión y la forma de la estruc­
,
partes del orden natural ( p or eJ e m p l o , c o n la l l m u o con tura sociaL E n ambos puede verse cómo los ritos religiosos
u n d o ; la
e l cangur o) y con ciertos Seres d e l Pnnclp !O dd M , reafirman y consolidan los sentimient os de los 'que depende
. 1 d!f:,l 1n
socieda d como u n todo s e relacw na 111C d 1 a n te l a � el orden social. He aquí algunos resultados significativ os
e l Pnn·
totémic a con e l orden t o t a l d e l a N a t u r a l e z a y con para nuestro problema. Indican una cierta línea de inves­
meJOr
cipio del Mundo como u n todo. Esto p u ed e aprecia rse tigación, Podemos y debemos examinar otras religiones en
en otro tipo de culto to t ém í c o , p a r t e d e l c u a l consrst
� en vista de los resultados ya obtenidos. Pero para hacerlo,
drama s sagrad os en los cuales qu t en es I n t e rv l C n c n r: e p r e s, e n � debemos estudiar las religiones en acción; hemos de tratar de
danzas d r a m a t J cas se
t a n a diverso s Seres O rig i n a l e s . Las descubrir los efectos de la participación activa en un culto
l a s reunio nes r e l i g í o s a s e n qu�
repres entan únicam ente en .
particular, primero los efectos directos sobre el individuo
a sw
s e unen una serie de grupos locales , y es e n estas oc � cs y después los efectos en la sociedad de la que estos indí·
cuando los ó j v e n e s son i n i c i a do s en l a v i r i l i d a d y en la VIda
viduos son miembros. Cuando tengamos un núrnero sufi�
religios a d e la socieda d. . , ciente de tales estudios, será posible establecer una teoría
La sociedad au s t ra l i an a no es s i rnpkmen tc u n a colecc!On gene r a l de l a naturaleza de las religiones y de s n papel en
de grupos locales separados ; e s tarnbié:n un c u e rpo de p e rs �� el desarrollo s ociaL
<
nas unidas en un sisterr1a d e parentesc o. El t o t e m 1s m o aus" En la elaborac ión de tal teoría general será necesario
traliano es un síste1na cosrrwlüg ico por el que los fenómeno s dcterrni nar, 111e-diant c estudios co1nparativos! l a s cr,c; laciones
d e la Naturale za se íncorpor an a la organizac ión paren� entre re l i g i ó n y ro o r a !ida d . Aqui sólo di sp on ern o s de tien1po

1 92 1 93
para i T t c n, rnus J1lU\, , 1J t·C \ · ClTi
, l, l1 t e, ,a
,
..__ .... -ión d,�
, , , cu,st - re!ivi
o
ün
las s o c i ed a des difieren en sus s i s ternas Inora les con1o en otros
o si i e n te s de T y l o r con1o re� aspectos d e l sistema so c i al , y l o que tene-n]os
\' m o r a l i da d . C i t Ios pasaje s gu que exarninar
te nccp"
j·, rcscn tación d t· una teÜda que parece ser arn p limnen en cu a l q u ier sociedad dada es la relación de la reli gi ón o
J ad a : religiones de tal s o c í c d ad con su si s te m a particular de rno+
ralidacL
, lJn i m p o r t a n t e elemen to de l a religió n, e l clcme.nto
n1o­
El doctor R , F . Fortune, en su libro sobre l a re l i g ió n ma­
' al, que e n t re las nacione s de n i v el n1ás a l t o cons �t_tuye
su
n u s lw recusado el dictamen de TyloL 1� La religión nwnus
entacw n en la
más vitaL tiene real ment e escasa repres c·s lo que puede llamarse un tipo ele espiritismo , pero no
. >} 16
: e l i gión d e l a s razas d e n i v e l más bajo t'Sc u l t o a lus :cmtcpasJ.dos en ei sentido en q ue he usado el
<< l .a cmnpa ración d e las religion es s al v a je s y d e .las c ivi ­
l l zaLh1s pone de relieve, j unto a u n a prof�r; d a s�..m �Jan�a e1 � térm ino e n e s t a conferencia. E l código n1oral n w n u s prohíbe
rigunJsamente l a s relaciones sexu a l e s , excepto e n t re ma r ido
su fil oso fí a , e l fuerte c ontras te en su accwn p r actica sobr-�
l a vida h u m ana . S < l a rel i g ió n salvaje p ue d e cot iderars � � y mujer, condena la deshonestidad e i nsis t e en el r i g u ros o

comu sírnbolo de religión n a tural . la idea p o pu 1 � r e que e ¡· cu m p lim i e n t o de las o b l i g ac ione s , incluyendo l a s e c o nó mi ­
cas, entre los p a ri ent e s . Las ofensas contra el código n1ora[
gobiern o m o ral del un iv e rso es u n dogma esenct � l de la re:
Iigión natu ral se v i ene abajo. E l an i mís rno salvaJe
ara la mente
esta c as1
educad a es
¡·, arrojan contra el ofensor, o contra su fam il ia , el castigo de
los espíritus, v ha de buscarse el re rne di o en la co nfes ió n y

1'
l i bre de ese el e m e n t o ético que p l a re p ara ci ón del e rr o r .
l a g i ón práctic a. No e s , como he
d autént ico móvil de re li Consideremos ahora e l c as o del culto a los antepasados.
d ichu, que la n1 o ral i dad esté ausente de l a vida ¿ e l a s razas En las sociedades que lo p ra c t ic a n , l a parte 1nás importante
.
de un n i ve l más baj o . Sin un código moral la extsten cta real del código moral es l a que se refiere a la conducta del indi­
de ln t ri b u 1nás rudlmen taria sería imp os i bl e ; Y realmen te viduo en reiaci,_·m con s u linaj e y c l a n y con los rn i emb ro -s
las n o r m a s !norales de l a s tribus salvajes están bien def
mi·
individuales de los mismos. 'En la forma más habitual d e
d a s . Pero estas leves éticas p e rm anecen en su propio �
t rre·
culto a l o s antepasados l a s infracciones de e s t e códi go aca­
no de tradició n ): opinión pública , compar ativame nte In e­ � rrea n sanciones rel i gi osa s o sob re nat ura l es, pues son ofen­
t a los rit s que exts·
p c n d i entcs de l a s· c r ee nc i as a ni m i s s Y, de <;> sas contra los antepasados que se cree que envían el ca s ·
es n m l.' es
ten a su lado. El an i in i smo
a muraL, El problem a g en e r al d
más
e l a
baJO
relactón
.
no
d e ¡a
I o
mora
r a
l r d a:d �'! tigo.
Tornamos d e nuevo corno ejemplo d e las razas de n i v e l
con la religión es d i fíci l e i n tr i n cad o , y requier e gran cantr-
m á s bajo a l o s aborígenes australianos. D a do que l a es truc·
dad de p rueb a s , }> 1 r tura sbcial fundamental es un complejo sistema del recono­
cimiento ampliamente extendido de l a s relaciones de p a re n ,
la
Estoy de acuerd o con Tylor en que el p ro bl ema , de tesco, l a parte más importante del có di go moral consiste en
rclaciór; d e la moralid ad con la religión e s d i c l �i � �
1ntnnw
las norrr1as de conducta hacia el p arient e de di f e r e n t e s ca­
_
c a d o � Pero qu isiera discutir la validez d e la d
1s ttnc 1on qtle
t egorías . Una de l a s a cc i on e s 1nás i nn1 o ra k s de que un hon1�
\�l 2stnb!ec c e-ntre l a s rcligion (�s de !os salvajes y las de l o s bre p u ede s e r culpable es l a ctc t e n e r relaciones se xual e s con
pud> l o s c i v ilizados , :,· s u declara ción de que el e lem
e n to rno­
cualq u i e r rnujer que no pertenezca a l a categoría de su pa·
rnl «está poco represe ntado en l a r e l i gi ón de . las razas d� rc nt e i a dentro de la cual él puede casarse lega lm en t e.
nh'cl rnás · bajo))_ que cua n d o se 1nant1e ne e s t e CI� l· La ley rno ra l de la tribu se e nse fl a a los jóvenes en las
111as
t c ri n , a rn e nu d o signific a solan1e nte que en «las r�zas ceremonias sa gra d a s conocidas corno cerernonias de inicia�
típo d e rno1 ·ahdad que
baj as)> 1a re l i g i ó n. no Ya asociad a al _
l as. Pero
c x i s l c en b.s socied:t dcs o c c i d e nta e s contem porane

18 R . F . F O R ! ll'-!E. \f¡J J i u .' Rcli;;iun, Fi!adc!fü1, 1935, pp. 5 Y JS6. E !


l i hro de! doctor Fununc e;,. u n � t \ Cl i io:-,a a¡¡ortación �¡] estudio de l a
10. Tdor Pri111itit'C Cn/turc, 3.3 cd., l !N 1 , \'OL I , p . 427 ! u n c i ó n s o c i a ! t.k I;J r v l i g i ( i r l . F ... t u di�l u n a religión de u n t i po muy pu, I J
17. Óp. t:ir., YüL l T , p . 360. usual.

194 195
ción. M'e referiré ú n icamente a l a s ccrCinoni as l1amada5 B o r a Lo que complic a el problem a es el hecho de que ley,
d e a l g u n a s d e l a s t r i b u s de N u e v a G a l e s d e l S u r . E s t a s ce· moralid ad y religión son tres modos de controla r la conduct
a
rernonias fueron i n s tituidas por B a i a m e en la epoca del Pnn­ humana que, e n l o s diferente s tipos de sociedad , s-:� con1pic­
c i p i o del Mundo. B a i a m e m ato a s u propio hijo ( id e n t i fi c a d o mentan y combina n e n t r e sí de diferente s modos. Para la l
ev
a v e c e s c o n el toro sagrado) Daramul un y le devolv!O a l a existen l a s sancione s legales, para la moral las sancione s d

v i d a al tercer día. Cuando la ceremon ia e s dirigida, todos la opinión p ú b l i c a y de la concienc i<r para l a rdigión
, exis­
l
los iniciados <dnuere n >} y vuelven a l a vida al tercer día. 9 ten sanciones religiosas , Un solo acto injusto puede. merecer
Sobre el terreno c er emoni al s a g rad o donde tienen lu ga r clos o tres sancione s. La b l a s femia y el sacrilegio son pecados
estas ini c iac i o n e s hay habit u a l m e n t e u n a in1agen d e B a i a n1e y por t a n t o e s t á n sujetos a sancione s religiosa s,
pero a
hecha de tierra, y a veces una de la esposa de Baiame. J un to veces pueden t a m b i é n ser castigado s p o r l a ley como críme.
a estas i n1á aene s s e muestran l o s ritos sagrados a l o s 1n1Cla� nes. En nuestra pro i a sociedad , asesinar es í n m o ra l ,
b y es
dos y se relatan J o s m i t o s sobre B ;::u a rn: , .
.
.
. , p
también u n crin1en castigab le c o n l a m u e r t e ; y es a la
vez.
.
Baiame instituyó no sólo l a s ceremom as de mruacro n que u n pecado contra D i o s , de modo que el asesino, después de
son, e n t r e otras cosas, escuelas de- moralida d para los hom� su rápida salida de esta vida a rr1an o s del ejecutor, h a de
bres j óvenes, sino también el s i s t e m a de parentesc o con s u s enfrentar se a una e t e r n i d a d d e torn1ento s en los fuegos del
normas sobre el matrímo nio y e l con1port an1 1 e n t o haCia lo � infierno.
pariente s d e distintas categoria s. A la p re g u n t a {{ ¿ P o r qu� E n t ra n en acción las sanciones legales cuando no hay pro­
ob s erv an ustedes estas c o m p l e j a s normas sobre el rnatn· blema de moralidad o i n m o r a l i d a d , y lo mismo es válido
monio?» , la respuesta habitual es «Porque Baian1e la � esta­ para las sanciones religiosas. Algunos padres o doctores d e
bleció». Así Baiarne e s el dador d ivi n o de leyes o , segun una las Iglesias c r i s t ianas sostienen que una vida j u � ta y v i r tuo­
forma a l t e r n a t i v a de expresió n, es l a personif icación de las sa dedicada a l a s buenas obras nu salYará a un hombre dd
leyes tribales de moralidad. infierno, a menos que haya o b t e n i d o la gracia aceptando
. .
Opino con Andrew Long y el padre Scl1m1dt que Ba ame como verdaderas las doc t r i n a s específicas enseñadas por una

se p are ce en ese aspecto al D i o s de los hebreos. Pero Bawme Iglesia.
no da protección en la guerra como Jehová hacía por l o s Hay diferente s t i p o s de sancione s religiosa s. La pena por
hijos de Israel, n i es B a i a m e quien rige y controla l a Natu*
. el pecado puede concebi r�c simplem ente como alienació n
de
ra leza l a s tormentas y l a s estaciones. Tales cuidados corres+ Dios . O puede haber la creencia en recompe nsas y castigos
p on cte 'n
a otra divinidad, la Serpiente del Arco Iris, cuya en la o t ra v i d a . Pero la forma más extendid a de sanción
i m agen en tierra aparece t a m b i é n e n el lugar del sagrado ce­ religiosa es ] a creencia d e que c i e rtas acciones producen e n
rem o n i a L Baiame ocupa un lugar de Ser D i v i n o que esta­ e l individuo, o e n l a comunida d, u n a condición d e conta­
bleció las normas más importantes de moralidad y las ce re­ mínación ritual, de impureza, d e la que es necesario ser pu­
monias sagradas de iniciación. rificado, La contami nación puede deberse a cosas hechas in­
Estos ejemplos bastarán q u iz á para demostrar que la idea consc i e n t e m e n t e )' sin intención, como puede verse e n el ca­
d e que s o l a n1ente las religiones rnás elevadas e s t á n especial-· pitulo q u i n t o d e l Levítico< Quíen inconscientemente haya to"
1nente interesadas en l a n10ra lidad y que e l elen1ento n1oral cado cualquier cosa i mp u r a , con1o el esqueleto d e un ani­
está escasamente representado en las religiones de las razas mal in1puro, e s culpable, ha pecado y debe pagar �u i n i qui­
de m á s bajo nivel, es muy discutible. Si dispusiera de tiem� dad. Ha de hacer un s a c r i fi c i o , una ofrenda, mediante l o cual
po citaría o t r o s ejen1plos de otras del rnundOJ pueda ser purificado del pecado.
La í m p u reza ritual no i m p l ica condena n1oraL En d c a "
::;-. S.:: hc1. sug,:rido b influen;,_' ia del crhtü�nismo, peru tal llpínit}n pítulo doce del m isn10 Levítico leemos que e l Señr. n decía a

�����1e";�������:",rse,:: r�)Cjl:-;.�,'�lc�j:li;a1 r��U�/��t� ¡�����:;)


meses t'n toda;; partes del mundo por la rnueric y h;. resurrn�ciun
todo:; lu�
J\1 oisés que una mujer que ha tenido un hijo varón estar<i
impura durante síetc días y s u purificación se ha ele prolcm··
de la \una, gar t re i n t a y tr e s días rnás, d u r a n t e los cua l e s no t oc a rá cosa

1 96 l lJ7

1
í'
�<'!grada ni en trara en e l santuario. Si el h ij o nacido es se requería, sin u t ilidad real e n cuanto a l e f e c t o que se es­
hembra, el período de imp ureza es de dos semanas y el de peraba, era parte i n trínseca del p robl c n 1a de renuncias, de
p u r i ficación sesenta y �(e is d í a s . Así e l tener hijos contamina, contribuciones que1 en toda sociedad lnunana, son con ...iíción
11
pero nadie supondría que es i n moral , y contamina más si el de su equilibrio y su conservación . »
n i f10 es hembra que si es varón.
Lo contrario a la corrupción o maldad es l a santidad. Pero junto a esta defi n i c ió n de l a función social e n tér�
Pero la s an t i d a d no ·viene de llevar una vida l:.onesta y n1inos de cohesié•n y c o n t i n u i d a d social, Loísy busca lo que
juo;ta, sino de ejercicios religiosos, oración y ayuno, el cum­ él l l a m a una fórmula general (formule gé11érale) en la cual
p l i m i ento de la penitencia, la m e d i ta c i ón y la lectura de los resu.mc el p a p e l que la religión ha descrnpcñado e n la vida
l i bros sag ra d o s
En el hinduismo el hijo de un brahmín
. humana. Esa fórmula es útil sie in p re y cuando recorden1os
n 11ce santo; el hijo de un trabajor d e l cuero nace impuro. que es sólo una fónnula. La que ofrece Loisy es que l a
E l can1po cubierto por la moralidad y el cubierto por l a magia y l a religión h a n servido para d a r confianza a los
rl' l i g i ó n son d i feren t e s ; pero tanto e n las sociedades primi­ hombres.
t i \· a s como en las c i ,· ' lizadas puede haber u n a zona e n la En l as sociedades n1ás prin1it hn:1s es la xn a g i a l a que da a l
que se superpongan, hombre confianza para afrontar las dificultades e incerti­
Voll'iendo a n u e s t ro tema pri n c i p a l , un escr it o r que ha dun1bres, los peligros reales e i rn n g i n ar i os que l e rodean,
t ra t a d o la función social de las religiones en base a un
;·studiu comparativo e s Loísy, que dedica al tema algunas {<A la tn erci lL.:s élémerzts1 des saisons, d e ce que la terre
póginas d e l ú l t i n1o c a p ítul o de su valioso Essai flistorique lui donne ou lui refuse, des JJo n n es o u des nzauvaises chan�
sur le .'aicrifice, 20 Aunque difiere de Durkheim en algunos ces d e sa chasse ou d e sa péche, aussi du Jwsard d e ses
puntos, su teoría fundamental es, s i n o i d é n t i c a , a l 1nenos conzbats a·vec ses semblables, il croit tr'OUiJer le nwyerz de ré­
muy parecida a la del primer escritor. Hablando de lo que gulariser p e r des simulacres d'action ces chances plus ou
•'1 l l a m a la acción sagrada ( 1'actiol1 sacrée), cuya forma más moí11s incertair¡es. Ce qu'il fait sert il rien par rapport au b u t
,_· a r a c t c rí s t i c a es el r i t o del sacrificio, escribe: qu'il se propase, tnais .il p r e n d confiance e n ses e n t reprises
et e n lui-men1e, 'l ose, e t c'est en osant que réel/e m e rz t il
a H e mo s visto su papel e n las sociedades humanas man� obtient plus ou Y:10Ú-ts ce qu'il t--· eut. Confiance rudirnentaire,
t e n iendo Y' reforzando los vínculos sociales, aunque r e a lmen� et pour u n e hutJd;le vie; nzais c'est le con1mencement du
t e no h a contribuido en gran m e d i d a a crearlos. E n ciertos courage moral. » "
n s p cctos e ra la expresión d e e ll o s pero e l hombre está hecho
d e 1nodo que expresando sus sentimientos pasa a estar más Esta es l a m i s m a teoría que más tarde desarrolló Mali­
lírmcmente fijo e n ellos. La acción sagrada era l a expresión nowski con referencia a las prácticas mágicas de los habitan­
de la v i d a social, de las aspiraciones sociales; ha s i d o nece­ tes de las islas Trobiand.
''ariamente un factor de la sociedad .. En una etapa de desarrollo algo más alta, « cuando el or­
)) A n t e s d e c o n de n a r i n m e d i a t a m e n t e el espejismo de la ganism o s o c i a l ha sido perfeccionado, cuando la tribu se ha
1 c.' l l g: i (m y el a p a r a t o del sacrificio c o n1o un s i m p l e derroche convertido en un pueblo y e s t e pueblo t i e n e sus dioses, su
(_le recursos y fuerzas, e s adecuado observar que, habiendo religión, es p o r esta religión por lo que se m i de l a fuerza de
"ido la re! igión la fornul de consciencia social, y el sacrificio la conciencia nacional, y es al servicio d e l o s dioses nacio­
1 :t exprcsil)n de esta consciencia, la pérdida era compensada nales donde los hombres hallan una promesa de seguridad
por una gananciz1, de n1odo que e n l o que s e refiere a las en el presente y de prosperidad e n el futuro. Los dioses son
P<� r d i da:, pu r¡¡nl e n t c nLitcriaies, no hay reahnente rnotivo para la e x pre s ión de l a confianza que el pueblo tienen en sí nlisrno;
i ! l �·. i <. ,t i r e n l' l l a s . A d v m -_í s . e l t i po de contribución sagrada que
2!. Op. cit., p p . 535-�37.
22. Op. cit., p. 533.

1 99
pero es en el culto a los dioses donde se al imenta esta con­ presente y para los que vivirán en el futuro y que depen­
fianza>�. 23 derán de ellos.
En una etapa rn.ás avanzada de des arrol l o l a s re- Os recuerdo que lo que hace del hombre un animal
ligiones que dan al hombre u n a pnnnesa de inmortalidad social no es cierto i n s t i n t o de grupo, sino el sentido de
le dan, por ta n t o , una segu r i d 3 d que
le perm i t e soportar dependencia en sus innumerables formas. El proceso de so­
v alie n tem e n te las cargas de esta vida y afrontar las n1ás pe­ cialización comienza el primer día de la vida d e l niño. Tiene
nosas obligaciones. <(Es una fonna n1 ás elevada y rn.ás rnor::d que aprender que él puede y tiene que depender de sus pa­
de confianza en 1a v i d a . » 24 dres. D e ellos recibe ayuda y bienestar; pero también tiene
E s t a fórm ul a rne parece insatisfactoria porque s ub raya que someterse a su control. Lo que estoy denominando sen­
io que únicamente es u n a parte de la actitud religiosa ( o tido de dependencia t i e n e siempre estos dos aspectos. Pode­
m á g i c a l . Ofrezco como alternativa l a fónnula de que lrt re­ mos enfrentar la vida, sus azares y dificultades con confian­
ligión desarrolla en l a Hu rn an i d a d l o que podcn1os llmnar za cuando sabemos que hay poderes, fuerzas y hechos con
sentido de dependenci¡L Lo que quiero c!ccír con e s t o puede que poder contar, pero tenemos q u e someter nuestra con�
explicarse mejor con u n ej en1 plo En u n a t ribu s u dafricana
. ducta a normas impuestas. E l individuo totalmente asocial
con culto a los antepasados, u n hombre siente que depende sería el que creyera que podría ser totalmente independien­
de sus antepasados. De ellos ha recibido la vida y el ganado te, confiando sólo en sí rnismo, no pidiendo ayu d a y n o re�
que constituye su herencia. Mira hacia ellos para que l e conociendo deberes.
envíen h i jos, multipliquen s u ganado y l e procuren bienestar He tratado de presentaros una teoría d e la función social
e n otros aspectos d e l a vida. Esta es una cara del asunto. Él de la religión. E s t a teoría ha s i d o desarrollada por el tmba­
puede depender d e sus antepasados. Por otro lado está la jo de hombres como Robertson Smith, Fuste! de Coulanges,
creencia d e q u e los antepasados observan su conducta, y Durkheim y Loisy. Es la teoría que ha guiado m i s propios
que s i deja de cumplir sus deberes no sólo dejarán d e prote­ estudios durante cerca de cuarenta años. H e considerado
gerle, sino que le enviarán una enfermedad o cualquier otra que merecía la pena indicar que existía en embrión en los
desgracia. No puede mantenerse sólo y depender únicamente escritos de los filósofos chinos d e hace más de veinte siglos.
de sus propios esfuerzos; tiene que depender d e sus antepa-
·
Como cualquier otra teoría científica, es provisional, suje­
sados. ta a revisión y modificación, a l a luz de la futura investiga­
Podemos· decir q u e l a s creencias del adorador africano ción. Se ofrece porque puede ser u n método útil de inves·
de los antepasados son ilusorias, y sus ofrendas a sus dio­ tigación. Lo que es necesario para comprobar y posterior··
ses realmente inútiles; que los muertos de su linaje realmen­ mente elaborar l a teoría, es una serie de estudios siste�
t e no le envían ni bendiciones ni castigos. Pero los confu­ máticos d e diversos tipos de religión en relación con el sis­
cianistas nos han demostrado q u e u n a religión como el culto tema social en el cual existen.
a los antepasados puede racionalizarse y librarse de las Resumiré las sugerencias que he hecho:
creencias ilusorias que llamamos superstición. P u e s < '.1 los
r i t o s de conmemoración d e l o s antepasados e s suficiente q u e a) Para entender una religión particular t en e mos que
los participantes expresen s u g r a t i t u d respetuosa a aquellos estudiar sus efectos. La religión, por t a n t o , ha de ser estu­
de quienes han recibido la vida, y su sentido ele deber hacia diada er-z acción.
los que aún no han nacido, para quienes ellos a su debido 1!) Dado que la conducta humana está controlada o di­
t i e m p o ocuparán la posición de antepasados venerados. P er � rigida e n gran parte por lo que hernos dado en Han:tar sen­
rnanece aún e l sentido de dependencia, Los vivos dependen t i m i en t os , concebidos como disiJosidones mentales es nt"�
, <
de l o s del pasado; tienen deberes para los que viven en el cesario descubrir, en la medida de lo p o s ible, cuál � ::; so n 1C:s
sentirnientos que se desarrollan en el indíviduo corno resul,
tado de su participación en un culto religioso particular.
23. Loe. cit.
24. Op. cit., p. 534. e) E n el estudio de cualquier religión hemos de exami·

200 20 i
llar, a n t e todo, las accione s rcli gio::,as específi cas, l a s cere­
IX, El concepto de función e n l a c i e n c i a s o c i a l '
m o n i a s v Jos ritos cqlecti vos o indívid uales.
cas q u e ca·
d ) É l éntas is sobre la fe en doctrin as específi
parece ser el �esulta�
racteri za algunas reHgion es modern as
s en las socieda des
do de d etermi nad os desarro llos sociale
. . .
de estructu ra compleja .
hay una mmedm ta y drrecta
e) En algunas socieda des
relació n entre la reUgió n y l a est ructura soCial,
lo cu�l ha
. totem1s mo El concepto de función aplicado a las sociedades humanas
los antepas ados y et
s i d o ilustrad o con c l ' ct!lto a se basa en una analogía entre vida social y Y i d a orgúnica.
os llamar
aust raliano . Lo rn isnw ocu rre con las que podem El reconocimiento de la analogía y d e algunas d e sus i m p l i ·
nacion ales, como la de los hebreo s, o las de los
religion es caciones n o es nuevo. En el siglo xrx la analogía, el concep­
Fstaclo s,ciuda d de G reci a y Roma, " Pero �onde ll�ga a
to de función y la Inisma palabra aparecen frecuen tcnwn le
nchcnte ,
exi s t i r u n a estruct ura religiüS a separad a 1ndepe en l a filosofía socia! y en la sociología, Que yo sepa, la pri·
o sectas , o gru·
median te la forma ción de diferen tes Iglesia s , , mera formulación sistemática del concepto, aplicado al
n de la rehgro?
pos ele culto dentro de ,un pueblo , la relació es tud i o estrictamente científico d e la sociedad, fue la d e
s aspect os, 1nd1�
con l a estruc tura soc i al total, e s , e n mucho Émile Durkheim e n 1 895 (Regles d e l a 111éthude SOc'iolugi·
recta y no si em p r e fil c i l de i n ves tigar .
, que),
fl , Se sugiere como fórmula general ( cualqm era q u e sea La definición d e Durkheim es que la « función» 'de una
e expresa
esa fórmul a puede merece r l a pena) que lo que � institución social es la correspondencia entre ésta J' l as ne­
o sentldo de de·
en todas las religion'es es lo que he llamad cesidades ( besoins en francés) d e l organismo sociaL E s ta
las religion es cumple n
p end enc ia en su doble aspecto , y que definición requiere cierta elaboración, En primer lugar, para
consta ntemen te este sent1do
s u funció n social manten iendo evitar la posible ambigüedad, y en particular la pos i b i l idad
de depen denci a, de una interpretación teleológica, me gustaría sus ti tui r el
térnüno « necesidades" por e l término <{ condiciones necesa­
rias de existencia>}, o, si se usa el ténnino « neces idad >) , que
sea entendido sólo en este sentido, Puede i n dicarse a q u í ,
como punto sobre e l c u a l se volverá después, q u e cualquier
intento de aplicar este concepto d e función en la c i e nc ia so·
cial i nr p l i ca b suposición de que hay condi c ion e s necesa­
rias de existen -::: i a para las sociedades hun1anas, lo n1_i s1no que
las hay para os organismos animales, y que pueden des·
cubrirse mediante el tipo adecuado de i nvestigaclón cientí­
fica ,
Pan:;, la posterior elucidación del concepto es con\-cnien­
te u s a r la an alo g ía entre vida social y v i d a orgánica. Como
todas la.s a n alogías, han de usarse con cuidado. Un organis­
Ino a n i rr,al e s un aglomerado de células y de fl u i dos i n t crs-

era un
25 " · "entn; Jos antiguos, lo que u11ía a cu<liquier sociedad
.
m a n t enJa a los m1embros:
c u l t o . Lo mismo que u n a l t a r doméstic o L Este artículo, que está basadu en comentarlos que hice :-.uhr;¿
era el grU.pe
de hl fa m ! l i a agrupndo s a su aJ:·ededuc_ �s� 1 l a cmdad un nrtículo leído por e l doctor Lcsscr en la American A n t ! n upulu¡;ic�ll
rulcctiYo dt.' los que t c n i a n las xmsmas _dn'Jmoa des
prote�to ras Y
_ ,
�d�­ Associa t i o n , fue publicado por primera \TZ en cAmcrican A n t h ropo­
r . )) ft'S1H DE C o L L\l\-
braban l a ceremon ia re l igi os a en el m¡smo a l t a logist», vol. X X X I I , p . 3, 1935. donde se publicó tombién l'l ��rtículo
t.r�. l'fl· cií., p. 193. dd doctor Lesser.

20:?.
ticiales ordenados en mutua relación, no como un agregado L). sangre a los tejidos . � Podernos percibir que Ia funcic) ¡ ¡
sino como un todo vivo e integrado, Para el bioquímko, es de: u n pn:_¡ce�o Jlsiológico recurrente es, p·ur túnto, una co,
un sistema integrado por moléculas complejas. E l sistema de rn:s�:•orcclcc¡H'Ja en tn;� este proceso y las neú:·sidadc s ckcir1
relaciones por el que estas unidades están relacionadas es l a l�1s condicione s Ht'Tesacias de existencia) dd
estructura orgánica, Tal como los términos s e usan aquí, e l Si urw
organismo n o e s en sí m i s m o l a estructura; e s u n a colec­
ción de unidades (células o moléculas) ordenadas en u n a es­ otras
tructura es decir, en u n a serie de relaciones; el organismo s.:ries de o caL::tckristicas
tiene un� estructura. Dos animales adultos de la misma es­ d;; la vida que no nos afectan.) Uno u; el d e l a
pecie y sexo están formados por unidades similares, orde� morfología tipos de estructuras orgánicas qué si··
� ,

nadas en una estructura similar, La estructura pue,le de­ ndlitudes y d i fere n c i as muestran¡ y cón1o pueden cla·
finirse así como una serie de relaciones entre entidad< s. (La sihcarse. Los segundos son problen1as de fisiología - cón1o,
estructura de una célula es asimismo una serie de relaciones en general, realizan sus funciones las estructuras orgánicas,
entre moléculas complejas, y la estroctura de un átomo e s 'J o cual, por tanto, e s la naturaleza del proceso vitaL En
u n a serie d e relaciones entre electrones y protones.) Durante te rc e r
lugar están los problen1as de la evolución o desa�
el tiempo que vive, e l organismo presenta una ci � rta con� rrollo --cómo llegan a existir los diversos tipos de orga­
,
tínuidad de estructura, aunque no conserve l a rdentldad nisn1os.
completa de sus partes constitutiva s. Pierde algunas de sus Pasando de la vida orgánica a la social, si exarninan1os
moléculas integrante s en l a respiración o en la excreción; u na con1unidad del tipo de una tribu af rica n a o australia­
toma otras por l a respiración y la absorción alimenticia , Du­ na, pode1nos reconocer la existencia de una estructura so�
rante un período sus células constitutiv as no perm �necen ciaL Los seres hun1anos individuales, que s o n en este caso
inalterada s. Pero la ordenación estructura l de las u m d ades las unidades esenciales, están conectados por una serie de­
constituti vas sL El proceso por el cual se mantiene esta finida de relaciones sociales dentro de un todo integrado,
continuida d estructura l del organismo se denomina vida. La continuídad de la estructura social, como 'la d e una es­
El proceso vital está formado por las actividade s y las tructura orgánica, no se destruye por cambios en las uni­
i n t eracciones de las unidades constitutiv as del organisrno , las dades� Los i n d ividuos pueden dejar l a sociedad, por muerte
células v los órganos en ios cuales se uni fic a n las células
' o
o < por otra razón; otros pueden ingresar en ella, La con ti�
en u n · todo. nuidad de la estructura se mantiene por un proceso de v i d a
Tal como se usa aquí la palabra función, la vida de un social1 q u e consiste e n l a s actividades e interacciones de los
organism o se concibe como el funciona miento de su e s t ruc­ seres humanos individuales y de los grupos organizados,
tura. A través y mediante la contmun dad de este funciOna ­ en los cuales están unificados, La v i d a social de la comuni�
miento se preserv a la continu idad de la estru�tu r� , Sr
con­
dad se define aquí como e l funcionamiento de la estructura
sideramo s cualquie r parte recurren te del p:oceso vrtal, c ':mo sociaL La {rmció1! de cualquier actividad recurrente, como el
l a respirac ión, la digestió n, e t c . , su frmcwn es la contrrb
u­ castigo d e un crimen o una ceremonia funerada es la par t e
ción que hace a la v i d a del organism o como un tod �
, el que desempeña en la vida social como un todo y, por tan­
papel que ella desempeña �n ésta, Tal como se usan aq u r los to, la contribución que bace al mantenimiento de la conti�
,
términos célula u órgano, mdrcan una actrvtdad , y esta actt­ nuidad estructuraL
vidad tiene una función, E s v e r d a d que comúnment e habla­
mos de la secreción de fluido gástrico como de una " fun­
ción)) del estón1ago. En el sentido en que se usa aquí, de� 2, La insistencia en esta forma precisa de termino!ugia tiene como
heríamos decir que se trata de una <{ actividad>) del estómago, fin p;·ccisa1· la analogía que quiere plantearse, No tc.n¡;<:J ningún in­
conveniente en usar e l término función en fisiología para denotar t a n t o
cuya {< funcíón}) es transforn1ar las pr �té:ínas ?e 1 a a límenta·
. . las actividades de u n órgano como l o s resuitados d e ;:�sta acti\'idad eflJ
ción, de forma que puedan ser absorbrda s y dtst nbmdas por l'l m a n t e n i miento de la vida.

204 ;;os
E l concepto de función, tal como se define aquí, incluve. como ! u n c ! o n a n H e ! H O d e l s i s t e m a soc ia l t o t a L T a l v is i l'm irn­
la noción de una estructura que consiste en una
por tan t o pl í c a q u e u n s i s te m a suc i a ! ( l a e s t r uc t u ra s o c i a l t o t a l de una

�rrie de elaciones e n t re ent idades un ificadas, la continui­ soc i e d a d j u n t o co n la t o t a l i d a d d e usos soc i a l e s e n que esta
dod d e cuy a e s t ructura se 1nantiene por un p ro c e s o vital e s t r u c t u ra apatTcc y de los cuales d e p e n d e p0ra la co n t i n ua­
por las actividades d e las unidades constitutivas.
c o m pues t o ción de su c x i s t c nl.- i a ) t i e n e u n c i er t o t i po de u n i d ad , dd
Si, teniendo e n cu en t a estos conceptos, emprendemos una que p u e d e hablarse como de u n a u ni d a d f u n c i o n a l . P od e m os
inYcstigación s i s t e m á t i c a d e l a n a t u ra l ez a de l a sociedad h u ­ dcfi n i 1 tu como u n a c o n d i c ión en l a que todas l as panes dd
Hl8na y de la vida social, se p lan t ea r á n t re s � c r i c s de p r ob l e� s i s t e m a ::, o c i al t rabaj a n j u n t as c u n u n grado s u í i c i l'fltc de
xnn.s. :Prinlero los problemas de morfología social - -qué t i pos anT1onía u Jc con :::, i;.,tcncia i n t e r n a, L' S d c c i t- , sín produc i r
tk estructuras sociales hay, cuáles s o n sus similitudes y sus c o n s t an t e s c o n f l i c t o s que n o p u e d a n rcsolvcrst.-' o rcgularsc.
d i ferencias_. y cómo pueden clasificarse. En segundo lugar, E s t a idea de l a u n i d a d f un c i o n a l de un s i s t e m a s u c i a i es,
los problemas de fisiología social -cómo funcionan las es· claro cstú, u n a hipótesis. Pero es una h i pó t e s i s quL: para d
tructuras sociales. Tercero, los problemas de desarrollo fu n c i o n a l i s t a es d i g n a de con1probación nwd i a n lc d cxa J n c n
cómo aparecen los nuevos tipos de estructura social. s i s t e m á t ic o d e l o s ht:chos,
Hay dos puntos importantes en los cuales l a analogía H ay o t r o aspecto d e la t e o r í a f u n c i o n a l que d e b e ITlc n c io ··
-
e n t re organismo y sociedad quiebra. E n u n organismo ani" narsc s u c l n tanu:.- , t e . Volviendo a l a analogía e n t re \'ida social
1nai e s iJosible observar la e s t ructura orgánica de modo has­ y v id a orgúnica, reconuccnws que un o rg a n i s mo puede fun­
ta cie r t o punto independiente de su funcionamiento. Es, por cionar n1á�:, u n 1 c n o s eficientcmt'nte y c s t a b leccn1us u na c ie n ·
tanto, hacer una morfología independiente de la
po s i b l e cia espec i a l , l a p a t o l o g í a , q u e e s t u d ia todos los fe n ó m e n os
íisiología. Pe roe n una sociedad humana, la estructura social de d i s f u n c i ó n . D i s t i n g u i m o s en un o rg an i s nw lo q ue l l a m a­

co rn o un todo sólo puede ser observada en su funcionamien� n1os salud ':/ cnfcrm eLla d . Los g r i t' gos del si g l o \. a n t e s de
to. Algunos de l o s rasgos de la estructura social, como l a Cristo pc u·saro n que se p o d í a ap l ica r la n 1 i s m a concepción
d i stribución geográtlca d e l o s individuos y d e l o s grupos, a l a suci e d a d , a ! a ciudad-E s t a d o , d i s t i n gu i e nd ocondiciones
pncden observarse directmnente, pero la mayoría de las re� de eunumía ( b e en gobierno, Jc disnu!llin
sa lu d soc i a l ) y
l a do n es sociales que constituyen e n s u totalidad l a estruc" ( d c so n1c n , enfermedad socia l ) . En el s i g l o xtx D u rk l K· i m , en
tura, como las relaciones del padre y el hijo, del comprador s u ap ! icaóó n del c o n c e p t o d e función1 i ll t c n t ó poner las ba·
v el ve n de d o r , del gobernante y el súbdito, uo pueden ob· ses d e una p a t o l og í a social c i c n t í ílca, basaLla en la n1orfolo­
-servarse s i no e s e n actividades sociales en que estas rela­
las gía y en la fis i o l og í a . ., En sus obras, p a r t i c u l a r m e n t e c uan do
c i o n e s e s t á n funcio n an d o . Síguese de aquí que una morfolo� se re fi e re al s u k i d i o , y a l a d iúsión d e l trabajo, i n t e n t a ha­
social no p u ed e establecerse con independencia de una lla r uno s criterios objetivos que l e pcnn i t a n d et c nn i n a r s i
ílsiolog_í a suclaL u n a s o c i e d a d dada e n u n m o me n t o d a d o e s norrnal o pa·
El segundo p u n t o es que un organismo anin1al no puede tológ!ca, c u n ó n l l ca o d i s nó rnic �L Por eje m p l o , i n t en ta n1os­
c m n b i a r en el curso de su vida su tipo estructural. Un cerdo t r a r que el i n c re me n t o dd í n d ice de suícidios en varios paí­
no se transfornu.l en h ipo p ó ta m o (el d e s a rro ll o del animal ses durante un pe ri od u del siglo �\ ! X es s í n t o ma de un:-t
desde l a gc nn i nac ió n a la ma d u ra ció n n o es un cambio de c o n d i c i ó n social d i s nónlica, o, según su t e r m i n o l ogí;J, ané­
t ¡ po, p u e s t o que el proceso en todas su etapas es t íp i c o de mica. Prubabkm t: n t e no e x i s t a un solo sociólogo que su:,-
1:1 c s pL·cic). Por o l ra parte, u n a sociedad, en e l curso de su
l l i :; t o ri;_l, p ue d e y logra c:unbiar su t i p o e s t r u c t u ral s i n que
h : l\·a un corte t.'ll h1 c o n t i n u i dad. 3. Opn:- . i c i ü n , '-'" clt·<...' í r , <UJL.lgo ! l i '> mu m ga 1 1 Í /<-ldo � ¡ cgulado, �·e,� � i n
S L'gÚn l a d d1 n i c i tj n q u e aquí se ofrece, (( f u n c i ó n )) t' S l a dud:J , u n 1 ��:,go �·st.'!K i a ! d�· t o d o c. i s t v rru social.
4. P ; t l il v\.pl �"<d ! o q : l l' aq u í s,· l l zl l n a d í - , n o m í a . D u r k h c i rn u s�tha
; · ( ) n t r ! b u c i ó n que u na a c t h i d a d parcial hace a l a ac t h· i d a d
d térll1 Í ilO ;nH.H n í a ( d i /U ! I I i � · \.'ll i rd nc,_; "J. E s , según mi c r i t l ' r Í ( J , Í l i d p ro·
1 n ta l d e ! a qut' forma p <:t r t l' . L a f u n c í l·m d e u n u s o s o c i a l pÍ<tdU. s�tlud \' L' l l i L'!'!lk'tb d , t'l!ll() l l \ Í a \ d Í :irlU!ll i a , \Ul} t"·>l'fl(_ l a J ! l \ l ' l l h.:
r< r l i u ! l a r e s l a c u n t rihuc i ú n q u e h�H.T a l a v i d a \Oc i a ! t o t a l tL:l' n l Í rH ! \ l <.' l : t c i o n ado..;.

107
tenga que Durl:hcirH ú ,_' SLlbk;_'(T :; -;_: a l nlt.:nk u n a s ba�,es los ({ funcionalistas» t i enen n u n1erosas oportunidades de ana·
c:l!-, j,:l i \ · a. 'i JXtra tma c i c r1cia Je L:t !izar este proceso hoy día, en los pueblos sujetos a l a domina­
En rddc"ión con L.1s �-� S t !" u "· t ur;t::, ci ón de las naciones c i v i lizadas y en estas naciones m i s n1aso 7

ccmtr,:tr cri Lcrius ..-= s t r i c t amcnL� La f a l t a de espacio no nos permite debat i r aquí o t ro as·
�)ecto d e l a tt:oría funcional, la c u e s t i ó n de si el can1bio de
en fcnncdad es l o que i.t lt l c n ;-� t ipo s o c i a l depende o n o de l a función, es decir, de l a s leyes
Oa d i s o l u �:ión Je :':-U c -; ¡ n ; Ci i � L 1 ) u m k rlit:J'C: l a :> a c i \· i d a cL:cS: d e la fisiología socíal. M i punto de vista es que ha)' tal d e p.en­
que ::;un c<J.racierísticas d d suc ieda des no dencia y que su naturaleza puede estudiarse en d cksarro·
rnuc .r�Tl en e l ¡ n i srno s e n t idc qu e los _por e l l ü nu l l o de l a s i n s t i tuciones legales y p o l í ticas, de los s i s ten1as
podemos Jcfinir disnomía cor;,o lo que condu,;:_· e, s i n o s e econónücos y de l a s religiones de Europa a lo Llrgo de los
remedía, a la n1ucrtc de la socieddcL Adcmas, una sociedad U ! t i n1os ve.in t i c i nc o siglos. En las sociedades prelíterarias
diilerc de u n o rg a n i s n1 o e n que pu1.�de cambiar s u 1 í p o es­ de las que se ocupa la antropología, n o es posiblt: · estudiar
tructural, o p u e d e s e r absor b i d a como parte i n t c.gral de u n a Jos detalles de los largos procesos de c a m b io d e tipo. E l
soci(.:· d a-f.l rnayoL Por t a n to n o podernos definir d i s n o m i a
/ ú n i c o género d e u:� m b i o que los a n tropólogos puc:den obser�
c o rn o u n a perturbación de l a s actividades h a b í t u a l e s d e u n var es l a desíntegración de l a s estructuras sociales. Pero aun
t i p o s o c i a l (como D u r k h c i m i n t e n t ó h a c e r ) . aquí podemos advertir y comparar rnovin1ientos espontáneos
\'olvamos por u n n1omcnto a los griegos, E l l os considera­ hacia la reintegración. Tenemos, por eje1nplo, e n Africa,
b a n la sa lud de un o rg a n i s rn o y la eunomía de u n a sociedad Oceanía y América, la aparición de nuevas religiones que pue­
como conJición constante de la armoniosa colaboración de den interpretarse, según una h i p ó t e s i s funci o n a l , corno inten­
todas sus partes. � Pero esto, en l o que respecta a l a socie­ tos de superar u n a condición de disnornía social producida
d a d , es lo mi �mo que ante� st: consideraba unidad funcio­ por la rápida modificación de l a vida social a l cuntac�o co:1
n a l o consis l encia interna de u n s i s t e m a social, y parece q u e la c i v i l ización blanca.
para e l grado de u n i dad funciomü de una sociedad particu­ El concepto de función, t a l con1o se definió a n tes, cons"
l a r podna ser posible establecer un criterio puramente obje­ tituye una ((hipótesis de trabajo» mediante l a cual se for­
t ivo. A d m itan1us que e s t o no puede lograrse act�1almente; mulan u n n ú n1ero de p roblemas para l a investigación. N í n ­
pero la ciencia de la sociedad hunwna está a ú n en su rnás gún análisis científico es p o s i b l e sin una forn1ubción seme·
temprana i n fancia. Por consiguiente, quizá dcbedantos de­ jante de hipótesis de trabajo. Es necesario puntualizar aquí
c i r que, n1ientras que u n organi s m o que se ve atacado p o r dos cuestiones. U n a , que la h ipótesis no exige 'la afirmación
una cnfennedad virulenta p u e d e reaccionar, y, s i no l o dogmática de que todo en la v i d a de cada cor'mnidad t i e n e
hace, morirá, u n a sociedad que e s t á sumergida e n u n a si� u n a función. E x i g e tan sólo a c e p t a r q u e puede tener una, y
tuación de desunión o inconsistencía funcional ( l o que aho­ que está j ustificado intentar descubrirla, La segunUa cues­
ra provisionalmente identificamos c o n disnon1Ía) no morirá, tión que debe aclararse es que lo que parece ser e l n1isn1o
saho e n ci�rtos casos comparativmnente raros, corno algu­ uso social en dos sociedades d i s t i n ta s puede tener funciones
na t r i b u australiana abrumada por la fuerza destructiva del diferentes en cada una de ellas. Así, l a práctica d e l celibato
h o m b r e blanco, sino que contínuará luchando hacia algún
t i p o de eunornía, algún género de salud social, y p u e de1 en el
curso de esta lucha, cambiar su tipo estructuraL Parece que 7. Para evitar u n equívoco, quizá s e a necesario adve n i r q11c esla
Qistinción dt: condiciones sociales eunómicas y ciisnómicas uo a p o r t a
ninguna valoración d e estas sociedades como {, buenas'' o <'lnaias,_ Una
5. Person:1lmente, pOLiría a�'eptar en lo es�:nciat ias criticas Je tribu salvaje que practica la poligamia, d canibalismo y la brujena,
Roger Lacornbe (Le métfwdc soc�iolo¡_;iquc de Durkheim, 1926, cap. I V ) puede poseer u n grado más elevado de unidad funcional y de consis�
sobre l a teoría general de l a patu!ogía social J�: Dw-kb:im, :l-' las c rí ­ tencia que los Estados Unidos de 1935. Este juicio objelivo, pues tal
ticas a l t r a t a m i e n t o q u e hace Durkhcim d d suk!dio, planteadas por dL'bc ser s i ha de ser científico, es algo muy distinto d e cualquier
H a l lbwachs (Les causes du suicide). Juicio sobre cuál de dos sistemas sociales es mejor, cuál es el máo;
6 . Cf, por ejemplo, e l libro I V de La República de Pb órL deseado o el rnás aprobado.

208 209
r'n b lglcsiü: c a t ü l k a romana actual tiene funciones n1uy nitin.1, scrú e l i n Lento de ver l a Yida social de un p ue b l o corno
d i ferentes de las q ue el c el ib a t o tUH) en la prin1itiva Igle� un todo, con1o una unidad funcionaL
'"Í a c r i s t ia n a F�n otras p a l a b r a s para definir un uso social1 y
. ,
El doctor Lesser dice que el l uncionalista subray'(l. <dos
por t an t o para hacer comparaciones válidas entre· los usos aspectos psicológicos de l a cultu ra>:>-, supongo que alude al
d e lus d i s t i n t o s pueb l os o pcríodos1 e s n e ce s a rio considerar reconocimiento que los funcionalistas hacen üc que los usos
no .sólo la fo r m a del u so sinu t a n1bién su función. S e gún de una sociedad actúan o ,<funcionan>' ú n i c am en t e a tra­
t:'sto, por ejcn1plo, la c re e nci a de un Ser Supremo en una vés de sus efectos en la v ida, es decir, en los pensarnientos,
-�ucicdad se n c i l l a es algo distinto a tal creencia en una Ino� scntin1icntos y acciones de los individuos .
dcrna c on1 uni d a d ci\·iJizalh.L El p u n t o de dsta duncionalista>) aquí prese-ntado _in1pli­
La acep taciün de la h i pó t e s i s o punto de vista funcional ca, sín en1bargo, que- es necesario investigar lo más a mplia­
c;cpucsto antes tiene con1o consecuencia e l reconocinüento men t e posi ble tooos los aspectos de l a vida social, conside­
de un vasto nún1cro de p rob l un a s para cuy·a solución s o n rados en sus relaciones n1utuas, y que una parte esencial
necesarios am p l io s estudioS cmnparativos d e soc í c d a d e s de de la tarea es l a investigación del individuo y del n1odo
varios t i p o s distintos, y tarnbién estudios intensivos de tan­ có 1 n o se anwlda o se a j u s ta a 1a vida sociaL
t as sociecl<_\ cles particulares con1o sea p o s i b l e . Los estudios Y e n d o dct contenido a l método, e l doctor Les ser parece
de uunpo de los pueblos rnás s i n1 p les llevan, e n principio, a descubrir alguna contradicción entre el punto de \'ista fun"
un estudio directo de la vida social d e l a co1nunidad como cio n a l y el h i s tó r i c o Esto es una rerniní scencia de los in�
,

funcionan1 icnto de una estructura social, y de éstos e xi st en terHos 11ecl1 o s para descubrir u n conlticto entre sociología e
\'arios ejemplos en la literatura actual sobre e l tema, Dado H istoria. N o debe haber conflicto, pero hay una diferencia.
que la función d e la actividad social debe hallarse exami­ No ljay, n l pw:dc haber, contllcto alguno entre l a lnp ó t e ,

nando sus efectos sobre los individuos, éstos se estudian bien sis funcional y L, idea de que cualquier c u l t u ra , cualquier
en el. i n diYiduo rne d i o1 b ien teniendo e n cuenta a é s te y a sis t e rn a social, es el resultado final de una serie única de
los individuos excepcionales, Además! l a h i p óte s is conduce accidentes históricos. Esto no contradice la i d e a d e l iisió�
a intentar inYestigar dlrectarnente la consistencia fundo· logo de que e l caballo de hoy y todas las formas precedentes
nal o l a unidad de un sistema social, y a detern1inar en la se a j ustan, o se ajustaron, a las leyes tislülógicas, es decir,
medida posible en ca d a caso la naturaleza de esta unidad. a las condiciones necesarias de existencia organica. La pa�
Evidenten1ente, t<:lles estudios de car11po serán d i s tintos en lcontología y la lisiologia no es tán en conflicto. Una « expt¡,
rnuc hos aspectos de los estudios en1prendidos desde otros cación» del caballo etc ca r r era s puede encontrarse en s u
puntos de vista, po r eje m p l o el punto de vista etnológico, historia �--cón1o h a llegado exactmnente a l o que es y a
que insiste sobre todo en la difusión. No p retendemos que donde está. Otra « explicación», enteramente i nd ep end ie n..
un punto d e \'ista sea n1ej o r que el otro, sino sólo que son te1 cons1ste e n xnostrar cómo el caballo es una especial
d i ferentes, y cualquier trabajo pa r t i c u l a r debe ser juzgado ejernphtlcación de las le:yes fisiológicas, Sinülarmente, un3.
teniendo en cuentZ� los ob j e t iv os cp.J.f: se p l an t e a. «expllcación>> de un sisten1a social será s u historia cuando
Si la p o s i c i ó n indicada aquí se ton1a co1no una forn1a de la conucen1os �el infon11e detallado de cón1o llegó a ser lo
« ÍU t 1 cicnwli5Diü':-, es l Jg i co hacer algunas consideraciones res··
· que es y a e s t a r en donde está. Otra {( explicaciófll) del n1is·
al tralJajo cld doctor Les s c L Hace éste referencia a mo sü;tema se obtiene dcn1ostrancto "·� como i n tentan hacer
una. diferencia de r< contenldo);. en.trc l a an t r o po l o gía funcü).. los funcionalistas_.... que es una cjen1pli1tcación especial d e
nal .v l a no [un(.: ionaL Desde e l punto de vi.sta expuesto las leyes de fisiología social o d e tuncionamiento social. Los
nqní, el co n teni do o :na t e r i a objeto de la antropología social dos tipos de expiicación no se contradicen, sino que se su­
es toda l;._i v ida social de un pueblo en todos sus aspectos. plementan entre sí. 8
Por c o n \ e n ie nc ia de n1anejo es necesario a veces dedicar
'

e s p e c ial atención a a l gu n a parte o aspecto particular de la


v i d a social, pero si es te funciona1isn1o s i g n i fica algo e n d efi - 8. N o veo razón alguna por la que los d o s tipos d e estudio --el

2 10 211
La h i pó t es is func i o na l e nt r a dl �onilh... to con dDs p�u-t t u s -Las izacion e:-, 2<0b: c.:;
' lt:r l ,_k ;_; b
de vista que n1a n tíenen algunos etnólogos, y son pr � � a b le � jeto de e s tudio son d e dos género s: las genera lizacion es de
n1� n l e é s t os , asumidos como sucede muchas veces s1n una opinión común , y l a s que h a n s i d o v e ri fi cada s o denH.lst
radas
forn1ulación p recisa , la causa de los antagonismos con tal por un exame n sis tct11áti co de las prueba s propor donad
as
hi pótes i s . Una e s l a teoría de <(parches y rern i en d o s ); de la por observa ciones precisa s rcalitad as s i s tt_•mát icamcn
te. Las
cultura, tomando tal denominación de l a frase del p r o feso r gene r a l izacion es del ú l t i m o t i po S L' dcnon1 inan l eve:-
, cicntítl ·
Low i e 9 en que h a b l a de (( ese b a t i b u r r i l l o s i n p 1 a n , ese arna­ cas. Los que s o s ti e n e n que no hay h.:yc-s en la S ¡}cicdad
hu­
sijo de rem i e ndo y pa rch e s l larnados civilización)). Con­ ma na , no pueden sostene r que e x i s t a n i nguna gen(Tal
ización
centrar ia atención sobre lo que se l la m a d ifusió n de sobre l a socieda d hunun a, porque el los n1ismo s
m a n t ienen
los rasgos culturales tiende a producir una idea d e tales general izacion es e incl u so hacen o t ra s nuevas
por s u
l a cultnra como colección d e e n tidades desemejante!. ( l o s cu e n ta , Dcben1 p o r t k n to, manten
er qu..: e n e l ca h1po d e los
ilan1adus rasgos) reunidas por puro accidente hístórico, y fenóme nos soci¡¡lcs , en c o n t ra d i c c i ó n con los fenóme
nos fi�
q u e t i e n e n únicamente relaciones accidentales entre sL Tal s i cos y b iol óg i c o s , cual q u i e r intento de prueba s i s t cn1á t í c a
concepción rara vez se forn1u l a y se mantiene con precisión, d e l a s generali zaciones e x i s t e n t es o de descubri r )' \'criticar
pero cOrno punto de vista senliinconsciente parece controlar otras nuevas es, por alguna razón i n e x p l i c a b l e , inú t i l ,
o, tal
el pensamiento d e muchos etnólogos, Está, s i n duda, en con­ como dice e l doctor Radin, (( pedir la l u n a )' · t'\rgun1c
ntar
f l i c t o directo con 1 a hipótesis de la u n idad funcional de los con t ra es to es i n ú t i l y verdader amente i m p o s i b l e .
s i s t emas sociales,
El segun d o punto de vista que está en conílicto directo
con l a hipótesis f u n c io n a l e s el que consü.icra que no existen
leyes sociológicas significativas que puedan descubrirse, como
l a s que están buscando los funciona!istas, Sé que hay dos
o tres etnólogos que dicen sostener este punto de v i s t a, pero
me ha resultado imposible saber lo que para e l l o s signii!ca, o
e n qué t i p o d e pruebas ( racionales o empíricas) basan su

histórico v el funcional-- no puedan caminar codo con codo en pe1'w


fecta arnl�m í a . De hecho, durante años he estado ensenando el estudio
histórico y geográfico de los pueblos, bajo d nombre de etnología, en
estrechZ� asociación con la arqueología, y d estudio tum:wna! de los
ústemas sociales bajo e1 nombre de antropología sociaL Creo que es
muv perjudicial mezclar las dos m ateri as y confundirlas. Cf. The­
.\iet-Jwds of Ethnology and Social A n r fnopology, ><Sout African Journal
of SckHCe», 1923, pp. 124-147.
9. Primitive Society, p. 441. Una expo:,idón c:oncisa de este punto
de vista es d siguiente pasajt: del r,rtkuio The Concept of rhe Guar�
dian Spirit in North America (<(Memoirs>l , Amerícan Anthropolgical
,\ssociation, 29, 1923), p. 84, de la doctora Ruth Benedíct; (( Es, por lo
� ue puedo ve.r, un hecho csellcial d e la naturaleza humana que el
h om bre cdífica su cultura a base dt: elementos dispares que cornbina
v rccom_bina; y hasta que ha:yamos itbandonado la supersr f,:ió P'¡_ de que
.
� l resultado es un organismo func.:ionalnwnte interrc!anona; 'ü, st:re�
mos incapa€:es de observar objetivamente nuestra vida cu : t u nü o
_
.:: o ntrolar sus manífestacioneS.)> Pienso que, probabkmenk, Hl el pro­
fesor Lowic ni la doctora Bcnedíct mantendrían hoy tales puntos de
vista sobre la naturaleza de h1 cultura.

212
213
K Es tructura soc i a l '

Algunos amigos 111e


han suge1 ido que debería aprovechar
esta oportuníd :icl para indicar 1ni propio punto de \'ista so­
bre la a n t ropología social; y dado que en n'li labor docente,
desde que se inició en Cambridge y en la London Schoo!
of Economics hace n1uchus años, he insistido constan te­
mente en la importancia de la e s tructura social! rnc sugirie�
ron que dijese algo sobre esta cuestión.
Espero que me perdonen por cotnenzar con una explica­
ción personaL Se ha dicho en Inás de una ocasión que. pcr�
te nc zc o <J. algq Jamado « Escuela Funcional de Antropología
Sociah y hasta que soy su líder, o uno de sus líderes, Esta
Escuela r;uncional n o existe realn1cnte; es u n n1ito inYentado
por e l profesor Malinowski. É l ha explicado cómo, u t ilizan·
do sus nlÍsinas palabras, «Cl pomposo título de Escuela Fun·
cional de Antropología fue inventado por mí, por mi propia
iniciativa, y e n gran medida procede de m i sentido de
irresponsabilidaJ,, La irresponsabilidad del profesor Ma­
linowski ha ten , do tristes resultados, ya que ha sembrado
el campo de la ,'mtropología con el confuso debate sobre el
(<funcionalisrno}), El profesor Lowie ha anunciado que el prin­
cipal exponente, aunque no es único, del funcionalismo en
el siglo XIX fue el profesor Franz Boas, Creo que no puede
hablarse en ningún sentido, como no sea en el puramente
cronológico, de mí como seguidor del profesor Boas o prede·
cesor d e l profesor Malir10wski. La afirmación de que soy
un « funcionalista» me parecía carente de contenido.
No hay lugar en las ciencias naturale� para « escuelas»
en este sentido, y yo considero l a antropología social corno
una rama de l a s ciencias naturales, Tmlo científico parte
del trabajo d e sus predecesores, se encuentra con proble­
mas que juzga significativos, y por observación y razonamien­
to procura aportar alguna contribución al cuerpo en desa·

L Presidential Address, Royal Anthropological Institute. Publica­


do por primera vez en el dournal of the Roya Í Anthropotogical Insti·
tute\), vol. LXX,1940.

215
n e n t re cient íficos d c rh n blcs que afectan a l a n tropólogo sociaL Si tenemos que e s t Lr�
n·ollo de ia teorí a. La coop cracw
del hech o de q ue están traba )nndo sobre
el rn i s m o probl en1a diar, por ejemplo, l o s habitantes aborígenes d e u n a parte
os. Tcll coopc ra.ció r1 no da corno eh: Aust r a l i a nos hallamos frente a u n cierto núrncro de seres
,

o sol)fC prob lcrnas relac ionad


en c1 s e n t i d o d�.:_� bs es, hun1anos individuales en un cierto nted io, Pudemos obser­
r e su l t a d o la forrn a c i ó n de
l n t n r a . No l u ga r para onod ;_r­ var los actos de coinportan1iento de estos i n d : \'iduos, inclu�
cuela s de filoso fía o de p
i e n c i a . NaJa h a :y que perju dique mús yendo, claro está, sus actos hablados, y los resultados nul­
xias 'o heterodox ias en c
n t e n to s de e s ta b l t; c e r ;::u..l h csion es a d o c� t e r iales de acciones pasadas. No observamos u na (( cu l t ura);,
a la c i en c i a que los i
e hace r es auxil iar a l puesto que e s t a palabra denota, n o una rcaiídad concreta,
trino s. Todo lo que un prof esor pued .
dimie nto y u s o d d n1cto� sino una abstracción, y se usa norn1almenie como una vaga
estud iante e n e l apre ndiza je, enten
t e en hace r discí pulo s. abstracción. Pero la observación directa nos revela qut:: estos
do cient ífico. Su 1abo r no c o n s i s
Conc ibo la a n t ropol ogía socia l como la ci e n c i a natur-a1 teó­ seres humanos están conectados p o r una corr1 p l c i a red d e
la ínvest ígació n de 1os relaciones q u e tienen u n a existencia reaL U so �._j térn1inJ
r i c a de la s oc ieda d h u m a n a , es d e c i r
esenc ialme nte sin1il arcs a <� estructura sociah para indicar esta red, E s to e.�) Jo que yo
fenóm enos socia les con méto dos
s y b io lóg i c.as . Es t ?Y considero m i objeto d e estudio si t rabajo, no cmno u n � t <
l o s que se u t i l izan en las c i e nci a s física
r a esta n1ate na " sociO · nólogo o un psicólogo, sino con1o u n antropólogo· soc i a l . No
totalm ente d e acuer do en deno n1ina
desea . Es l a 1nate rb e n quiero d e c i r que e l estudio d e la estructura s o c i a l sea to{.L:t
logía cmnp arati\'a>>, s i alguk :n lo
t e , Como usted es saben , hay la a n t ropología social, pe r o l o considero, en u n importante
sí, y n o e l nomb re, l o impo r t a n
os que sostie nen que no es scn t i c. o , Ia parte más fundamental de esta cíenL ia.
algun os etnól ogos y antro pólog
no es ú t il , aplica r a los fenóm enos c o � sidero las ciencias naturales como 1 a investigación sh�
posib le, o al meno s que ,
cos de las cienc ias natur ales, Para temat1ca de la estructura del universo, tal como s e nos revela
socia les los méto dos teóri
polog ía s o c i a l , tal como la h e defin id�, a través de los sentidos. Hay algunas- ramas separadas t:: im­
estas perso nas la antro
ellos, claro , esta, mrs exph, portantes de estas ciencias, cada una de las cuales aborda
n o exist e, y nunc a exist irá, Para
meno s no trene n el sentr do c i ertos tipos o clases de estructuras, siendo su objetivo des­
cacio nes carec en d e senti do, o al
cubrir las características d e todas las estructuras d e e s t e
que yo pret endo que teng an. , ,
.
ra socra l como el estud iO tipo. Así, la física atómica se ocupa de la estructura de l o s
Mien tras yo defin o l a antro polog
que la defin en como el es­ átomos, la química de l a estructura d e l a s moléculas, la cris·
d e la socie dad hum ana, hay otros
ía quizá pensa rse que esta difer en­ ta1ografía y la química coloidal de la e s t r uc t u ra dt" cri s t a l e s
tudio de la cultu ra. Podr
tiene escas a impo rtanc ia, Real ment e con, y coloides, y la anatomía y la fisiología de la estructura de
cia de defin ición
io, entre los cuale s e s Jos organismos. Hay, por tanto, lugar para una rarna de l a s
duce a dos tipos distin tos de estud
e n l a form ulaci ón d e los ciencias naturales q u e tenga p o r objetivo el descubrimiento
casi impo sible llega r a un acue rdo
d e las características generales d e aquellas estructuras so�
prob lema s ,
,
_ ,

o s fenom enos socw les dales cuyas unidades componentes son seres h u m a n o s .
Para una defin ición preli mina r cte l
u; n lo que tenem • ,s que Los fenó111enos sociales s o n un género d i fc - f n c i ado J.:
r :

p a r e c e sufic iente ment e claro que ,


l ci o n entre orgmusnto s ln­ fe nóm e no s naturales. E s t á n todos, d e un m o d o u otro, l il:za­
trata r e s con relac iones d e as oc u
relac iones d e asoci ación en, dos a la existencia d e estructuras sochtles; bien e s t a n:l o
divid uales , En una colm ena hay
anos , Hay asoc iació n d e implícitos e n eiJas, b í e n con1o su resultado. Las e-S t ru c t u ra s
tre la reina , l a s obre ras y los záng
a con s u s crías . Esros son sodales son tan reales corno los organísn1os i n d i\'idua!cs"
anim ales e n u n rebañ o, de u n a g a t
nadi e los llan1 aría fenó­ Un organismo complejo es una <:oiecdón de céluLJ.s \'ivas \'
fenón1en os socía ies; supo ngo que
ía, evide nten1 e n t e , nos ocu­ fluidos intersticiale-s ordenados f'D una e s t ructura;
n1enos cultu rales . En antro polog
nos, y en a n t r o p ol ogí a socí.a t,
. una célula \'ÍVa es, a su ·vez, u n a e s t n 1 c t u nd d"--
parr1os sólo d e l o s seres hurna
la defin o, lo que tene xn os que Inves ttgar son molécuias complejas. Los fenórnt:: ü üS psicológicos q_¡_¡e tÜJser-·
tal cmno vo �
en e n t r e Jos seres hurn anos . vamos en las vidas de los organisrnos no sorl.
las form as de asoc iacíó n que exist
os conc retos obse rva- el resultado de I a naturaleza d� las nwléculas o átomos cDns�
Cons idere n1os cuále s son los hech

217
216
"' o ' s
wn i-·m i n o el res ult ad o
j_ L
' t qti
.. yus de que est á for . . m.a co ' el o n��' . .
. i s m o nto clo ' l o s
a en que c st ; d n t�lni do s. D e l m
cualquiera e st ú ' formada por relaciones duales con1o l a d e

tk l a c-·�t ruc tur _ - ¡jq · - r s oc i e d a d
· uic · un padre y st.t h i j o , o un henna n o d e l a madre y e l h i j o d e
_ , . 1 . H' ob " <;; e rva mo s en cu·
·
._

i t'no Tnen os soc w e s <_l"'


..
n u tna na no son e 1
. t_cs
. \,
.

� -
. .

1 ¡ t..'""dü 1nm eu1 .J�.-o u \


.1·, � . t e· l a n
u l1t a
' t u ralez a
a
do d e l a
de
es"
· su hennana. E n una. t r i b u a u s l raliana t o d a l a estructura
s o c i a l e s tá basada en una red de relaciones sernej antes d e
w d td( U.J , 1 es, s i n o el, re s . �

lus sen-;s 1nu na no s - -


cu a
.

r de la l es tan unH os. . persona a persona, establecida a t ra vé s de conexiones ge�


soc
-
la l .
po� ,·,
1TI c d i o
t rnc ttn n d i a n d o es- nealógicas.
- t1 c�.-- ,--. ;� r q u <-�' est am os e s t u
D e be d e st a c ar s e qw' En segundo lugar, inclu:vo dentro d e la estructura social
,_ n _n -- e s cxa ctan1c
n te l o . mi snl ü qu e dec ir ·- - ·

\ ¡ uctu rns S(Kh - a les _

· : ncs . oc. .l 1 5 � l ue es·


� {� .
c o m o a l g uno s so" L1 d.if t.:renciacíón de individuos )"' de clases por su papel so­
qu e c s t u d ! •:n:1os rel
\
-� ·
acw
� 'ten .
_ c. , na � rc- aci ón soc ial +
a r t i c u l ar P cial. Las d i fe r e n te s _p o s i c iones s oci a l e s d e los ho1nbres y d e
ciú log, os ttchnen su Hl.: t l, a l e" d e Ad án y Eva las nmj e r e s , d e l os jefes )' d e l o s súb d i t o s , d e l o s patronos y
,ds. {, ·a �nc 1 ·-rlo";- de qu e se

re dos per son
f'nt . a (. ,,11 pli a"' red d e d e l o s e mpleados, son tan deterrninantes d e relaciones socia­
,
e n el Par ms u) e x i
• st �
s , _1 o com o n . ar t
e t1 e u n a
s otr as a ne s o tri b u s
- t án i m p ii c ada s rnu cha
les CíJHlO l a pertenencia a cl d if e r en t e s .
, e'U'1 '. l , e s
' 'e t o de nu es-
. el- a c i one s sou ale s, e n 3
1
-
En e l estudio de la estructura social, l a r e a l i d a d concre�
per son as, y es es a
., l ,
l.t ,. lj ). o CJUC
VO
. COi lSlu· _..1 CI•0 o b¡
ta que nos ocupa es Ja serie d e rdaciones realmente existen­
t e e n u n n1on1cnto d a d o que ligan a c ie r tos seres hum a no s .
_
t nlS inrc stigacio ncs .
est ruc tur a
, , ent e. , cla - ro e s t a , _. d e qu e el tén nin o <<
r )-, l�on sci

.1
,__'JO e el lo s
- 1o s sen tlc • !o s u --� is·tin tos ' alg uno s u Sobre esto podemos hacer observaciones d i rec t a s . Pero no
snu . a 1 " se usa . , t,11 n n1. d - - -l cl cr t o n rnuc1"lOS es e s t o l o que intentamos describir e n su particularidad.
e s raciad a n e n t e , c

e:
os. Lo ml snl_o suc cc�

.
nm y yag , . gos . La La ciencia ( a diferencia d e l a Hisloria o d e la biografía) no
un rnen tc tJsa ct o · s p o¡- l o s ant rop ólo
n t ros t c r nn no s e�oir1
_- �
_
i ón el e

.
un '
a c ue s
' t s e ocupa ele l o particular, de lo único, s i n o sólo d e l o gene­
-· SUS- d C 1�1lll C10 De 5 es
., · .
,;,_ . ·'
,. v
elc ccw n cj e tr:r ffi H1? ' erí stic as de u n a r a l , de los géneros, de los s u ces o s que se repiten. Las rela­
. -nt íhc"':t , pe ro un a , _..¡
ue 1 ...,...,,,s car act

cor H-e ntc . rlc .la cte.


_ _ pr ·im er , pe río do d e c i o n e s reales de Tom, Dick y H a r ry , y la c on d u c t a de Jac k
h a pas ad o su " .
LJ.en
. . , tan p t-o n to cL'r
cla - Po - .
q u e todos y J i l l , pueden figurar en nue s t ra s n o t a s d e campo, y pueden
téc nic os
· ,
es la ex . .¡q cn cl.J.
--·-
, · , c..l e, t e'l·m ino s . ·

for ma cw n , n1i sm o s l gn l- p roporcionar i l u s t raciones para una descripción general. Pero


res u s n en e � - t a C l'en cia c o n el
v e s t i ga do � de cir lo, la fi n es
r. l.,""'; s t� l am e n t o
1os in Jo que necesi tarnos para
i s am e n te po
c i e n t íficos e s una relación d e
c

P r e
J�
con cre to. � l a fonna d e l a e s t r u c t ura . P o r cj en1plo, s i e n u n a tribu au:;­
fka do ci e n c i a aú n n o for
e �·0v ela com o u r."'
.:
i a1 "
t r a l i a n a obs e r vo u n cierto néunero de ejemplos de cond u c t a
an tro po 1 ogl , a s oc · ;::. 1 .� sin o, pa ra
nm da. Un o ha d e .
sel ecc - � -_ .
)n � : ' or t a n t o po r sí rni
e n t r e una p e r s on a y o t r a q u e están en l a relación hermano
é ino s, .
laS dCi llll C.lOtP
. .
li... : s qu e 1 �p are z c an n1áS c on�
c- i e r t o s t nn d e la m a d r e e hijo de ! a hermana, es con e l fm d e poder
. , ClC ntl fic o.
vem ent es p at.a e- l aL( recoger con la ;nayor precisión posible la fon11a general o
··\l isis
n o est ruc tur a
a1 gun os a n i 1 -- ·o¡1 ólo gos· q·-u e u s a n el t é n n i

.
,.
. . "' a n1 en t e a grup o s s o cl
�· ale e per sisten- n o nnai de esta '·elación , abstraída d e las variaciones d e los
l<- 111"-"
�'
¡·
.:;oc wl ¡1ar a t e e t n s .... _
• .· .
·c.

particular''s, aunque te n ie n do en cuenta e-stas varia-


ser van su
" cas o s
e 1 '"mes. que con
·
· ·
_ t bu s y
tale s c o m o n au o ne s , n
, �
u-.5
: . l · u u a l e s , ·1 des.
. , , ' ciones,
, su HJ.': �tH a o co n
• � � ' • •, • • _1 , "1' - • .. • o g ru p o s 1nux\- �

con t1 nut oad Esta i 1 n p o r i 3 n t e d i s t i nción_ e n t r e es t ru c t u ra colYlO una rea­


pec ho cle los nuTibiOS--
'
· "'l
"Tt-� ·; -� �e ··
-- · P 1 0'-.1·,c _·
, L -,en en sus 1ni ern hro .
s
co l ibro lidad cüncreta, cxi.s ! cn t c rea i rn e u t e , q u e ha J e ser directa�
�� �
.
gnífi
:E. l doctor Eva ns - ) : t �� �lH�� �n�
H... 1 C lb l
s
t
� � �� � �
r
F'-'i>" n t e y n1a
n s t�"u ctu ;a social , �
n m e n t e observada, y fonna t a l coJno le. que el
sob re l o s nue r, prd a clar a rs e más
a _u, e t .-:ale s
. gru po s soc m- irH"estigador de carnpo
est e- sen tic . 1 o . e·· . ler· t"·u_,· -n pnt e l .-.a ex 1 st enu
·.- ' _·
. . ,• ·

ruc � si ten en1os en cuen t a ! a: conU.nui.Jad de


. . Cl!J mu y
,
nn n o rt an t e de la est la. estructura social
les pcfSlStCnt CS e s Ut 1 aso "' ,·- ' "' . '
. , � l li . � el t é r m i no estru c t U� a través d e l tiempo; una (Ol'l t i n u ldad que no es estó.tíca cornc•
m a s ut. t l lnc _t _l
e
J ur;;1 , P e r o con sid ero
,
la d e un e d ifi c i o , sino una cont i n u i d a d d in úrnica con1u l a
· 1 ,1 · qw; esto,
r a s_o_o a m u u.w : " de b e s t ru c t u ra org::inica d e u n cuerpo vinJ. A l o largo de
o con 1o un a par te
_ ,_ d e la e s t ruc tu-
.
.· . 1 s H Jcr
la
n
vid
g c o
· , u
E. p me r u �>
, .
· . .. sOC... .ia1 eS , de p e r s o na a per son a. a de un organi s m o , su e s t ructura se renueva constante­
ra soc1· aj toúa A S l as -rcl . d ·· c HJD C" -
soc ied ad m e n t e , y d e l rn i s m o modu la YiJa "loc ! a l renueva constan�
Por e j enl._p l o , la estr uct ura
d
e pa r. e n tes co d e u n a
.

tern e n t c la estructura s oc i a L l\sí, las relaciones reales de


:
218 219
personas y grupos de personas carnbian de aüo en año y has­ du, podemos ��stu.cliar el s.istcnta e .s t r u c unal_ !al con1o aJ)drC>
ta d e día en día. Se incorporan a l a comunidad nueves rnicn1- ce e n esta región, -:�s
bros p o r nacin1iento o inn1 i g ra c i ó n ; o t ros s a l e n de e l l a por a los h a b i t a ntes en ! re si y um la gt.T.\tt: de on·as
muerte o enligración. Hay m a t r i1nonios y dh'orcios. Los arni­ Pchlcrnu:s asi observar, descriDir (_:ornpan.tl" < k'":· siSk'l11as .de
gos pueden pasar a ser enemigos, o los enemigos hacer l a e-structura �;uclat de L1ntas localidades ;_�Dnlo dc.·:<:ernos. t\wa
paz y convertirse e n amigos. Pero rn icntras 1 a estructura rea l ilustrar l o que decir do::: sstw Uo.s
cambi a de este n1odo, la forma e s t ructural g e n er a l puede recientes d e J a U n i v.;:rsid;:.H1 ;_k- U í :t u .·:ul>re urw al--
permanecer rdativan1ente constante d u rante u n per iodo de de-a ja p ones a , y el Z:Il.I\J
tiempo más largo o ntás corto. A s í , si v i s i to una comunidaJ sobre una con1 u n i d a d d e l doc
relativamente estable, y vuelvo a ella tras un pe' iodo de t o r Horace Iv1iner.
diez años, m e encontraré con que muchos de sus rl i em b ro s Estrechan1ente conectada
han Inuerto v han nacido otros nuevos; los micmHros que t u r a social está la concepción de sociah> ct.;m o
Ó
sobreviven a n son va diez años más v i ej os -·y sus relaciones
,
la posición ocupada por un ser hurnano en u u a estructura
1nutuas pueden haber experiiTtentado n1uchos cambios. S i n social, e l con1plejo forn1ado por todas sus rdadones sociales
embargo, puedo encontrarn1e c o n q u e l o s t ipos de rdacio· con otros. Cada ser hun1ano que vive e n sociedad es dos CO··
nes que puedo observar han experimentado muy pocos s a s : un indi\'iduo y u n a persona. Con1o individuo, es un
cambios respecto a los observados diez años a n t e s La forma .
organ i s m o biológico, u n a colección de un vasto nú1nero d e
estructural ha cambiado poco. moléculas organizadas e n u n a estructura con1pleja, dentro
Por otra parte-.� l a forma estructural puede caú1biar a de l a cual, en l a medida en que persiste, se producen accio­
veces gradualmente, a veces con relat i v a rapidez, Como en nes y reacciones fi s i ológicas y psicológicas, procesos y cam­
el caso de revoluciones y conquistas militares. Pero aun e n bios. Los seres humanos torno individuos son objeto de
l o s cambios n1ás revolucionarios s e mantiene cierta contí� estudio de fisiólogos y psicólogos. E l ser hun1&Ul0 con1o per�
nuidad de estructura. sona e s u n complejo d e relaciones sociales. Es u n ciudadano
Debo decir unas palabra s sobre el aspecto espacial de la de Inglaterra, un esposo y un padre, un albaüil" un lnicm­
estructura sociaL Es muy raro encontrarse con una comuni­ bro de una detern1inada congregación rnetodista, un votan�
dad absolutamente aislada, s i n n i n gún contacto con el exte­ t e d e un determinado distrito electoral, u n m iembro de su
rior. E n el momento actual de la Historia, la red de relacip­ s i n d i cato, un afiliado al Labour Party, etc. Nótese que todas
n e s sociales se extiende por todo e l mundo sin ninguna so­ estas descripciones se refieren a una relación social, o a un
lución d e continuidad absoluta en parte alguna. Esto da lugar en una estructura sociaL Nótese ta1nbién que una
lugar a una dificultad que no creo hayan enfrentado real­ personalidad social es algo que cambia en el curso de la
m e n t e nunca los sociólogos, l a dificultad de definir l o q u e vida de una persona. Como persona, el ser humano es e l
s e entiende p o r e l término « una sociedad». E l l o s hablan nor· objeto de estudio d e l a n t ropólogo social. Sólo podemos estu­
m a l m e n t e de sociedades como sí fuesen entidades discretas, d i a r a las personas e n términos de estructura social, y la
diferenciables, como, por ejemplo, cuando se dice que u n a estructura social sólo en ténninos de las personas que son
sociedad es u n organismo. ¿ E s e l Imperio británico u n a so­ las unidades de que se compone.
c i e d a d o una colección d e sociedades? ¿ E s una aldea china Si alguien dice que e n definitiva una persorta un i iHiivi··
u n a sociedad o es t a n sólo un fragmento de la República duo son en realidad la rni s n1 a -eosa1 le e l credo
de China? cristiano. Dios es tres personas; pero decir que es tres in.,
Si decimos que el objeto d e nuestro estudio es el análi­ dividuos es ser culpable de una herejía por la que n1uchos
sis y I a comparación d e las sociedades hu.tnanas, debemos hon1bres fueron condenados a n1uerte. Pero d no
ser capaces d e decir a qué e n t i d ades unitarias nos estamos individuo y persona no es tan s ó l o una he-rtdía
refiriendo. peor que eso, es una fuente de confusión er. la ciencia.
Si tornamos una localidad adecuada, de u n tamaño adecua� H e definido ya suficienter:n.ente, es:¡J ero, Js:¡ materia ofJ.,

220 221
j e t o de la que considero una ruma imp o r t a n t e d e l a a n t ro­ tructurales, hay u n e s tudio fisiológico. E l problema aquí e s :
pología social. E l método a adoptar se deduce fácilmente de ¿ Cómo pers i s t en J o s si s tem a s es t ructu rales ? ¿ Cuáles s o n Jos
es t a definición. Debe combinar el e s t u d i o intensivo d e socie­ mecanismos que m a n tienen viva una red de relaciones socia­
dades determinadas ( c·s decirj de los s i s t emas estructurales les, y córno funciona n ? U s a n d o los térnünos Inorfología y fi"
observables en conlllnidades particulares) con la con1para­ siología, podría parecer que vuelvo a la analogía e n t r e socie·
d ó n s i s t einátíca de varias sociedades ( o s i s t emas e s t ru c t u­ dad y organismo que tan popular fue entre l o s filósofos me·
P1les de d i s t i n to s tipos). E l us o de la comparación es indis· die va les, usada y a menudo m a l i n t e rp r e ta d a p o r l o s sociólo·
pensable. El estudio d e una sociedad d etcrrninada puede gos d e l siglo xrx, y q u e es rechazada por muchos autores mo�
proporcionar materiales para e l est u di o compara t i vo , o pue· demos. Pero las analogías, usadas a de cua d a m ente son ayu· ,

d e dar lugar a hipótesis, que después necesitan co1nprobarse Uas in1portantes para el pensanlient o c i e n t ífico, )'' hay una
u)n referencia a otras sociedades; no puede dar resultados analogía real y significativa e n t re Ja e s t ructura orgánica y l a
<lernostrados. e s t ruc t ur a s o c i a l
.

Nuestra primera tarea es1 s i n duda, aprender lo Inás q u e E n lo que estoy llamando fisiología social incluirnos no sólo
¡:H J da m o s de las d ive rs i d ad e s o variedades d e s is t en1 a s es­ la estructura social sino todo género d e fenómeno soda!. La
t ructuralcs. E s t o exige i n v e s t i gá ción de carnpo. Muchos de moral, e l Derecho, la etiqueta, l a religión, el gobierno y l a edu·
Jos que hacen descripciones e tnográfic a s no i n te n t a n dar cación son parte:.-· todas ellas clel con1plejo n1ecanisn1o por e l
u n a relación s i s t ernú t i '�'a de la estructura sociaL Pero hay q u e u n a estructt:, ·a social existe y persi s t e . S i adoptan1os e l
;1.lgunos antropólogos sociales, aquí y en An1érica, que recono� p u n t o d e -,.· ista estructural, estud ian1os e s tas cosas, n o en
ccn la ünportancia d e estos datos y cuyos t rab aj os nos pro� a b s t ra c t o o de m o d o aislado, sino en sus relaciones directas
porcionan u n cuerpo de materiales) en constante crecinücn· o indirectas con la e s t ru c t u ra social, es decir, haciendo refe­
l o, para nuestro e s t u d i o . Adernás, sus investigaciones no s e rencia al Inoúo en que dependen de las rel a c ione s sociales
J ! n1ita:n. y a a las denorninadas sociedades {{ prin1 i t i v a s >}, sino entre personas y grupos de personas, o a l modo en que afec­
qqe se extienden a cornunidades d e regiones tales co1no Si- tan a t a l e s relaciones. Sólo puedo ofrecer aquí unas pocas
Japón. Llanda, Canadá, Estados Unidos. y breves ilustraciones d e l o q u e esto s i gnifica.
Sin cn1bargo, si }vernos d e lograr u n a auténtica morfolo- Consideremos en primer lugar el e s t u d i o del lenguaje. U n a
colnparativa d e las sociedades, debemos consagrarnos a lengua e s una s e r i e conectada d e u s o s v e r b a l e s q u e se ob�
elaborar algún género d e clasificación ele tipos de s i s temas es- servan d e n t r o de una d e terminada comunidad lingüística. La
1 nJcturales, Esta es la c o n1 p l e j a y difícil tarea a l a q u e h e existencia de con1unidades lingüísticas y su ;;olumen son ca�
í_ onsagrado rni atención durante t r e i n t a afias. E s e l t i p o d e racteristicas de estructura sociaL Hay , por tanto, una c i e rta
t 1 ::�bajo q u e necesita la cooperación d e u n cierto núrnero d e relación n1uy gener a l entre e s tructura social y l enguaje. Pero
in.vestigadores, y c re o c; u e podría contar c o n los dedos de la s i consideramos las caracterís t i c a s especiales d e una lengua
Jnano los que están a e jvamente i n te resad o s en él en la ac� particular �su fonología. s u morfología y hasta de u n modo
i u a lidad. De to dos rnodos, creo que se están haciendo pro� a m p l i o su vocabulario ..--, no hay ninguna conexión directa d e
r:.resos, Esta labor, cl;.u o está, no produce resultados espec� d e tern1inacíón unilateral o 1nu t u a e n t r e é s t a s y las caracterís­
t aculares, y un libro sobre la materia no sería, desde luego, t i ca s especiales d e la e s t ructura social de la comunidad den·
un be5-t"seller a n t ropológico. tro de l a cual se habla e s t a lengua. Podemos imaginar fácil·
Debemos recordar q ue la química y la biología no llega· rnen t e qtte dos sociedades podrían tener formas d e estructu­
1 r m a ser ciencias for1nadas nüentras no se lograron conside­ ra social muy sirnilares y tipos d e lenguaj e m u y diferentes
nbles progresos en l a clasificación sistemática del objeto de y viceversa. La coincidencia de u n a forn1a determinada d e es·
:�n i n v e s t i gación, sustancias p o r un lado y plantas y aniinales tructura social y de un d e tern1inado lenguaj e en una comu­
pot otro. n i d a d dada es siempre r e s u l t a d o d e u n accidente histórico.
Junto a este estudi_o morfológico, c o n s i s t e n t e e n l a deflni­ Podría haber, p o r supuesto1 dertas relaciones indirectas y
c i r"m , comparación y clasificación dC los diversos sistemas es" remotas entre e s t ructura social y lenguaje� pero tendrían es�

/)2 223
casa llnnortancia,
_,_
Así, el t.� studio de las go caracterís tico d e la vida social es que las actividade s d e
diferenciarse ven ' " ,,v,'' " ' u n a rart1a ciertas personas proporcio nan gratificac iones a otras perso­
rdaÜ\-'lHl:ii.� Dte independiente de la en la q u e 1::1 kngua nas. E n un ejemplo sencillo, cuando un nativo a u s t raliano
s.:; considera con dé L-1 estruc nrrn social de l a va a cazar, consigue carne n o sólo para sí mismo, sino para
su mujer e h i j o s , y también para otros parientes a los que
ciertos ra;,:, gos dt.: 1á lin� tiene el d e b e r de dar carne cuando la tiene, Así, en cualquier
n::bcic;nzH1o:, con L es­ sociedad no sólo hay una d i s t ribución de acti-vidades, sino
t r!lcturn sociaL corno ..-: jernplo de fz�nómeno ta mb i én una d i stribución d e las gratificacion es que resultan
estructural, el fenórneno p or el que el d e ser la lengua d e ellas, y algún tipo d e maquinaria social relativarnent e
de I a pequeña re gi ó n del Lacio, pasó h ser la de una parte simple o , a veces, altamente compleja, mediante l a cual fun­
considerable de Europa1 desplazando a otras lenguas itálicas, ciona el s istc1na.
etru s c as y a n1uchas lenguas celtas; y el subsiguiente proce­
,
Es e s t a xnaquinar ía, o ciertos aspectos de e l l a , lo que cons�
so inverso p o r el cu a l el l a t í n se dividió en un núrnero d e ti tuye l a materia especial'estu diada por los economistas . Se
diversas formas locales d e lenguaje, q u e pasaron ú l t i n¡_ar:nen­ interesan por los tipos de b i e n e s que se producen, cón1o se
te a formar l a s diversas lenguas rornanccs de hoy. d i s tr i buyen ( e s decir, su p a s o de persona a persona o d e re­
Así, la expansión del lenguaje, la u n i ficación de un nú- gión a región) y el modo como s e dispone de ellos, Así , las
1nero de comunidades separadas en una cmnunidad de lengua denominadas i n s t i tuciones económicas son estudiadas exten­
única, y el proceso inverso de subdivisión e n corrlllnidades sivamente haciendo una a b s t racción más o menos corn p l e t a
d e lenguas diferentes son fenó1nenos d e estructt¡ra socia l . del resto d e l sistema s o c i a l . E s t e n1étodo proporciona i n d u··
Análogos s o n l o s casos e n J o s que, e n l a s sociedades q u e tie, dab!emente resultados ú t i l e s , sobre todo e n el estudio de las
nen una estructura de clase existe un diferente u s o del len­ complejas sociedades modernas, S u debilidad s e manifie s t a
guaje en las diferentes clase s . e n cuanto intentamos aplicarlo a l cambio de bienes e n l a s
He considerado primero e l lenguaje porque la lingüístíca denominadas sociedades p r i m i tivas ,
es1 creo, la raina de l a antropología social que puede ser estu· La maquinaria económka d e una sociedad aparece b a j o
diada más fácilmente s i n referencia a la estructura sociaL u n a luz t o t a l m e n t e nutva s i s e e s t u d i a en relación c o n l a
E x i s t e u n a razón para ello, La serie de usos idiomáticos que estructura sociaL E l i n t ercambio de bienes y servicios de­
c o n s t it u y e n u n lenguaje forman u n s í stema, y l o s s i s t ernas pende del mantenimiento de una detenninada estructura,
de e s t e t i p o pueden compararse para descubrir sus caracte­ una reG d e relaciones entre personas y grupos de personas;
res comunes generales o abstract o s , cuya determinación pue� es el resultado de este mantenimiento y al rnismo tiempo
de darnos léyes, que serán específtcan1ente leyes de l i n güís­ c o n t ribuye a éL Para Jos economistas y políticos del Canadá,
tica, el potlatch de los indios del noroeste de América era sim­
Consideren1os brevemente otras rarnas d e l a a n t ropología p l e m e n t e una ruinosa locura y fue, por tanto, prohibido,
social y s u relación con el e s t u d i o d e la estructura sociaL S i Para el a n tropólogo, era la maquinaria que mantenía una es­
ton1amos l a vida social d e u n a comunidad local durante u n tructura social de linajes, clanes y mitades, con l a que se
período, digaxnos u n año, podretnos observar l.l n a determina� combina u n orden de rango definido por privilegio,
d a s u m a t o t a l de actividades realizadas por las personas que Cualquier entendimien t o completo de las i n s tituciones eco­
la componen. Podremos observar también una cierta d i s t ri · nómicas d e las sociedades humanas requiere que se estudien
bución d e estas actividades¡ u n a persona hace ciertas cosas, desde dos ángulos, Desde uno de ellos, e l sistema económico
otra nersona hace otras. E s ta d i s t ribución de actividades, se contempla como un mecanismo 1nediante e l cual se pro­
;
eq1Iiv lente a ]o que se llan1a a veces división social d e l tra­ ducen, transportan, transfieren y u t i l izan bienes de diversos
bajo, e s un rasgo importante d e la estnJctura sociaL Las tipos y cantidades. Desde el otro, e l sistema econórnico es
actividades s e llevan a cabo porque proporcionan algún t i p o tma serie d e relaciones e n t r e personas y grupps que mantiene
de « gratificación ),, como Ine propongo denominarlo, y e ras- este i n tcrcarnbio o circulacíón d e bienes y servidos, y es

224
225
grupos se restauran, m anti e nen o mod ifi c a n . E l Derecho es
J n n n t c n i d o por é l . Desde e s t e ú l t imo p u n t o de vista, el estu�
parte d e la maquinaria m e d i a n t t la cual s e n1ant.iene una cier �
d k1 d e l a vida económica d e las sociedades ocupa su lugar
( n J n o una p.arte del e s t u d i o general de l a estructura sociaL

t � estruc ura social. E l s i s terna j urí d i co de u n a sociedad p ar··
ttcular solo puede ser e n t e n d i d o t o t a hn e n t e s i se estudia e n
Las r Z
e l aciones sociales ú n i an1 e n t e pueden ser observadas
rela c i ón c o n la estructura s o c i a l , y , a s u vez, la comprensión
v des c ri t as con re feren c ia a l c o m p o rt at11 i e n t o re c í proco de las
de la estructura social ex ige , e n tre o t ra s cosas1 un e s t u d i o
j'l ('l'sorws relacionadas, La forma de una estructura social tie·
s i s t e m á t i c o d e las i n s t i tuciones l eg a les ,
nf�así que d esc r i b i r se por l o s modelos de conducta a los que
rvtc he referido a las rel a c i o n es sociales, pero no he hecho
lus i n d i \' i duos y los gru pos se ajustan en sus relaciones mu·
aú n u n a d e fin ición p rec i s a de e l l a s U n a relación social existe
.
t u a s , Estas nornms se form u l a n parci ahnente en reglas q u e ,

e � u:e dos o más otga n i s ni os i n d i Y idualcs cuando hay algún


_ .
e n n u e s t r a p ropi a suciedad diferenciamos c o m o reglas d e
ajuste de sus re s pec tn; o s Intereses, por convergencia d e in
e t i queta, tn o ra les y legales. Las reglas, claro está, sólo existen
terés o por lin1itación de los co nfli ct os que po d rí a pro\·ocar -
;ncdia n t e el reconocirn i e n t o de los mietnbros de l a soc i e d a d ;
l a d i vergenci a de i n tereses, Uso e l t é rm i n o e in terCs}> aquí. e n
y a en r econo c i n1 ie n to verbal, cuando s e establecen con1o re­
glr1s, ya en su obsen-ancia en el cornportarr1iento. E s t o s dos
i?
e l se :1 l i J o m;;ls � Inplio pos le, p a r a a l u d i r a t oda conducta u e q
Hl!Jdos de recono c i m i e n t o , c o m o todo i nvestigador U e campo
. y
cot lst d c l amos e n e u n obJeto. Hablar d e un i n terés i tn p l ica u n
s u j e t o Y u n objeto, y una relación cnlre e l lo s . Siempre q u e di�
s :-1 b e , no son l a nüsn1<1 c os a y tienen q u e tomarse e n cuenta
gamos que un s u j e to t iene u n c i e r t o i n terés en un o b j e t o , pode­
i ndepenUientemen te,
rnos establecer la 1 n isma cosa d í c i e n d o que el o b j e t o tiene
S í d i g o que e n cu a l q u i er sociedad l a s reglas de etiqueta, . r t o \'alor para el s u j e to. In t e ré s y valor son térm inos
u n ue
rn oralcs y l eg a le s son pa r t e de u n mecanismo mediante el �
correla t í vo s , que h:1ccn referencia a l a s d o s partes d e u n a
cual una de t c r nli n a d a serie de relaciones sociales s e mantie­
rel ac i ón asirnétrica
n e viva, t a l afirmación se considerará, supongo, un axioma. i
Así, e l e s t u d i o d� la estructura social conduce de modo in­
Pero es u n o d e esos axion1as que n1uchos i n v e s t igadores d e l a
m e d i a t o al e s t u d i o de i n tereses o valores con1 o deternlinan­
sociedad hun1ana aceptan ve rb ahn e n t e aunque los ignoren en
1

tes de relaciones sociales. Una relación social no resulta d e


lv;; debates teóricos o e n sus análisis descriptivos. La cues­
t i ón n o es que las reglas existen en t o d a sociedad, sino que � n a �i m i l a r i d a d d e i n t ereses, s i n o q u e proviene, o bien del
I n teres mutuo de varias personas entre s í , o bien de uno o
io que necesitan1os �aber para u n a con1prensión científica es
m á s intereses con1unes, o d e l a c o m b i n a c i ó n d e ambas cosas.
precisamente có1no éstas funcionan en general y en l o s casos
La forma más simple d e solidaridad social aparece cuando
pa rt le u lares .
dos 17erson a s están i n t eresadas a la vez e n que se produzca
Consideremos, p o r ejemplo, e l estudio d e l Derecho. S i exa­
u n crerto resultado y cooperan para e s t e fin. Cuando dos o
n d namos los trabaj os que existen sobre jurisprudencia, vere­
rnás personas tienen u n interés connin por un objeto, p u e d e
rruJs que las i n s t i t u c i ones l egales se estudian la rnavoría d e
l n s Y e cc s haciendo u n a abstracción, m á s o menos c�n1p l et a, decirse que e s t e o b j e t o t i e n e u n valor social p ara l a s perso­
nas así a s oci a d a s Si pr8ctican1ente todos Jos m i e rnbros de l a
.
(kl res t o del si s tema social d e l que forman p a r t e . :Lste e s ,
sociedad tienen un i n t e rés e n la obscn/ancia d e l a s leyes, po�
f� ; n d u d a el m é t o d o n1ús c o nvenient e p a r a l o s abogados e n
,

� 1 ! ';: e s t u d ios profesiqn:\tes. Pero e n u n a i-nvestigación cientí­ d e n1os d e c i r que la ley t i e n e un valor sociaL El estudio de
f i 1 · et de la n 2 t u raleza. d e · l a los v a l o r e s sociales e n este se.n t i d o e s , por tanto, u n a p a r t e
resulta insuficiente. Los d a t o s
del e s t u d i o de l a e s t ruc t ur a sociaL
c • n q u e d e b e operar u n cien tífico son acontecirnientos q u e
' Fue desde es te punto d e vista desde e l que e n rni prin1er
O!.. urrcn y pueden ser ol·1scrYados. E n e i c a s o del Derecho, los
2F.'(Jntecin1ientos que el c i e n t ífico social puede observar y
trabajo enfocaba e l e s t u d i o de lo que pueden llamarse valores

tnmar ;tsí con1o d a tos St.".Jn l o s p ro ce d imie n tos que se u tilizan r i tuales, es d e c i r , v a l ores expresados en ritos y rüitos, E s qui�
zá tatnbién u n axioma d e c ir que l a rel igión e s e l c e 1n en t o que
-C' ll los trib u n a l e s de j u s t i c i a . Fstos son l a realidad, y para
1.:>! antropólogo s oc i a l .son e l .:m ecanismo o proceso p o r el q u e m a n t iene u n i d a l a sociedad. Pero para un e n t e n d i m ie n t o cien�
d c t enni n a d a s relaciones soc i a l e s definibles entre personas y t ífico necesi tan1os saber precisamente cómo se p r o d uce e s t o ,

227
y éste es el o b j e t ivo de amplias investigaciones en n <nchas Junto a estas dos d i v i s iones dd estudio de l a ct:s tructurh
formas diferentes de sociedad. soc i a l a las que he lla1nado morfología y ü s i o logía sociales,
Como ú l t i mo ejemplo, permitidme que aluda a l estudio de hay una tercera, la investigación de los proct:sos a través de
la magia y ele la brujería, sobre el que hay una extensa lite­ los cuales can1bian las estructuras sociales, cómo apan.:cen
ratura antropológica. Propondría la obra del doctor Evans· las nuevas formas de estructura. Los estudios del carnbio so�
Pritchard sobre los azandcs como ejemplo iluminador cuan­ cial en las s'ociedades iletradas han e s t adu confin2tí..los ncct>
do se investigan estas cuestiones sistemáticamente, teniendo sariaxnentc, Jc rnodo casi general, a u n tipo cspec í a ! de pr<->·
en cuenta e l pape! que desernpeñan e n las relaciones sociales ceso d e cambio, la modificación de la- Yida social por l a in�
d e los n1iembros d e una con1un i d a d . fluencia o la don1inación de i n \- a sores o l:onc¡_ u i s ( a dorc.s
'

Desde el punto d e v i s t a q u e he intentado exponer breve­ europeos, Recíenteme-nte ha pasado a ser una moda entre al,
mente, las instituciones sociales, en el sentido de modos re­ gunos antropólogos tratar los carnbios de este tipo scgt'u1 lo
gularizados de conducta, constituyen la maquinaria mediante que se llama " contacto culturaL>. Por este término pod.:-n1os
la cual una estructura social, una red de relaciones sociales, entender los efectos unilaterales u bilaterales de i n t e racción
mantiene su existencia y su continuidad. N o sé si usar el térmi­ entre dos socíedades, grupos, clases o regi on e s q th: t k�nen
n o <dunciórP', que en aüos recientes se ha usado, a veces in� distintas formas de vida social, d i s tintas insti tucfoncs, cus­
correctamen t e , con una multitud de significados, algunos de t urnbres e ideas. Así1 en e l siglo XVIII hubo un impon a n t e in�
ellos muy vagos. E n lugar de usarse, tal como se debe hacer tercambio de ideas entre Francia y Gran Bretaf\a, y en el
con los términos cient íficos, para ayudar a establecer d i s t in· siglo XIX hubo una marcada influencia del pensamiento ale­
cienes, se u t i l iza ahora para confundir cosas que deberían es� mán en Francia e Inglaterra. Tales interacciones s o n sin ,

tar diferenciadas. Por eso ;e emplea a veces en lugar de las duda, un rasgo const¡,nte de l a vida social, p e ro nu i mp l ica n
palabras más ordinarias (< uso))' <( propósito>> y « significado». necesariamente u n cambio notable de la estructura sociaL
Me parece conveniente y adecuado, y también más académi­ Los cambios que están teniendo lugar en los pueblos ile­
co, hablar del uso o los usos d e u n hacha, o e l significado de trados de Africa son de un género muy diferentt;. Conside­
una palabra o un símbolo, el propósito de u n acto d e legisla­ remos una colonia o posesión africana de una nación euro�
ción, más que usar la palabra función para estas distintas · pea. Existe una región que estaba habitada, en un principio,
cosas. «Función» ha sí do u n ténnino técnico muy útil en fi. por africanos con una estructura social propia. Los europeos,
siología, y por analogía con su uso en esta ciencia, sería un por medios pacíficos o violentos, establecen un control sobre
medio d e expresión muy conveniente de un importante con­ la región, bajo lo que llamamos un " régimen colonial » . Nace
cepto de la ciencia social. Tal como acostumbro a usar l a una nueva estructura social y comienza a desarrollarse. La
palabra, siguiendo a Durkheim y a otros, definiría l a función población incluye ahora un cierto número de europeos -fun­
social de un modo socialmente regularizado d e actividad, o cionarios del Gobierno, misioneros, comerciantes y en al­
de u n modo de pensamiento, como su relación con l a estruc­ gunos casos colonos. La vida social d e la región no es ya
tura social, a cuya existencia y continuidad contribuye en al­ simplemente un proceso que depende d e las relaciones e in­
gún modo. Igualmente, en un organismo vivo, la función ten-elaciones d e los nativos. Nace una nueva estructura polí­
fisiológica d e los latidos del c o razón o d e l a secreción d e j u ­ tica y económica en l a cual los europeos, aunque. pocos en
gos gástricos es s u relación con l a estructura orgánica a cuya número, ejercen una influencia dominadora. Europeos y. afri­
existencia y continuidad contribuye. Es en este sentido en el canos constituyen clases diferentes dentro d e l a nueva e s truc�
que estoy interesado en cosas con1o Ia función social á::l cas� tura, con lenguas d i ferentes, diferentes costumbres y mo­
tígo de un c r i m en o la función social de los ritos totunicos
, dos de vida, y órdenes diferentes de ideas y valon:s. Un tér­
de l a s tribus australianas, o d e los ritos funerarios de los mino adecuado para sociedades de este tipo scría el de « SO·
isleños andarnanescs. Pero esto no es lo que e! profesor 1\1a� ciedades compuestas»; se h a sugerido tan1bién el térnlino <(so�
l i n o\vski o el profesor Lo \v i e entienden por antropología fun­ ciedades plurales». Un ejemplo complejo de una sociedad
cionaL compuesta l o proporciona la Unión Sudafricana, con su es-

228 229
pológicos el té rm i no -'\ a n t ropólogo e'volud o n i s t a >> es casi un
t ! uctura po l í t i ca y económica úni ca y una p ob l ación que .in·
ténnino d espect i vo . Se ap !ica , s i n embargo, sin n1ucha d iscd�
cluye la l l a ma d a • gente ,de c o l o P descendientes de eu rop eo s
nlinaci ó n . Así Lewis Ma rga n es tachado de evolucio n i s t a , a
de habla ingl e sa y de babia a fricana ; la llamada «gente de
p,_·sar de que rechaza l a teoría de la evolución orgánica, v res�
color» de la Provincia del Cabo; descendientes d e hol a n de ses
pecto a la sociedad creía no en la evolución, si no en ef pr o··
y h o ten to t es ; los h otento t e s puros; los « nlalayos))· de Ciudad
greso, l o q u e é l concebía torno e l cunstnnte adt:lanto dt::l génc�
del Cabo, descendientes d e i n divi d u os cm igr� d os del Archi·
ro hu m a no , desde l os burdos i n s t ru.rnentos de .piedra y l a pro­
pklago Malayo; hindúes y rn a h o met an os de la Indta y sus
miscu ¡ d a d scxuat h a s t a. las complicadas rru-iquinas y el Inatri·
descendien tes, y un cierto número de tribus bantús que cons·
rnoniu rnonógan1o de Rochcs tcr, J"LY P(:ro hasta ' an t ic·volu�
t i t uy en la Inayoría de la po bl a ció n de la Unión, consid'erada
d o n i s t a s como Roats. cree n en el progreso.
coTno un todo.
Es conn: n i e n t e , crc:o, usar el térrn ! no « p rogreso)) para de·
El estudio de las sociedades co 1npuest a s, la d e scri pción y
signar d p roceso I n e d i a n t e el cua! los seres hunwnos l o g r a n
d análisis de l o s procesos de c atnb io que se d an en ellas, e s
una tarea c ompl icada y di fíc iL E l i n te nto d e simplificarla con­
un rn<-:t)'Or control sobre el e n 1 urnu med i an te e l ir�cn.>
mento del conoc i m i e n t o y e! ;1vance d e la técnica por inren·"
siderando e l proceso con1o un proceso único en el cual dos
tos y descul)r_i_ m i e n tos. La fonn�� c o rno podernos ahora des­
o rnás ,,·culturas>:> se interrelacionan, que es el método s ug c·
truir considerables de· la.s c i u d ad es desde e l aire
r i do por Malinowski en su dn t rodu c t ion to Memorandum XV
es u n o d e los ú l t i nw s ch ocan t es n:suítados d e l p rog reso , Pro-­
of t b e l n te rn a t i o nal Institute o f A fr ican Language a nd CuJ.
greso no es lo n1ismo que e\'oludón social, aunque esté csu
true» en Methods of Study of Culture Contact in Africa
trechmncnte relacionado con ést�L
( 1 938), es simpl em e nte un modo de e s q u iva r la realidad. Lo
Evolt.J.ción, tal corno yo entiendo el ténníno, a lude espec f..
que está s uc e d i e nd o en Sudáfrica, por ejemplo, no es la
ficarncnte al proc e so d e de nuevas fo rr11 a s d e e s �
i n t eracción de l a cultura británica, la a fr íc a n der ( o boer),
t r u c t u r a . L a eToiuci(:m orgánica t i e n e d o s característícas irn·
l� hotentote, l a s d i s tinta s cul t ur a s b antús v la cultura in·
portantes: a ) en el curso de ella u n pequeüo núrnero de
día, s i no la interacción de individuos y grupos dentro de una
tipos de organ ismos h a producido un núrnero m uch o rnavor
estructura social establecida que está ella misma en un pro·
ceso de cambio. Lo que está sucediendo en una tribu trans·
de t i po s ; b) fo rm as más complejas de estructura o rgá�ica
han n aci do p o r e l desarrollo de formas más simples. A�mque
kciana sólo puede describirse reconociendo que la tribu ha
soy incapaz d e atribuir algún significado preciso a frases ta..
sido incorporada a un amp l io sistema estructural político y
les como l a e vol uci ón de la cultura o l a evo lu c ión del len·
econótnico.
guaje, creo que l a ev o l ució n social es una realidad que la an·
Para e l estudio científico de las sociedades primitivas
tro pología social debe reco noc e r y es tudia r . Como l a evolu­
cuando están libres de la dominación de s o c i e da d e s más
ción orgánic a , puede definirse por dos rasgos. Ha habido u n
ava nzada s , dominación que crea esas sociedades compuestas,
proceso a través del c u a l d e u n pequeñ o núrnero d e fo rm a s
nos encontramos desgraciadamente con una falta casi com­
de estmclura s oci al .han surgido hmchas formas d i ferentes en
pleta de verdaderos datos h istóricos. No po d emo s hacer otra
el curso de la Hi s t o ria ; es decir, ha hab ido u n proceso de di·
cosa que esp ecu l ar sobre los procesos de cambio que ocu·
versificación. En segund o l ugar, m e d i an te este proceso se han
rrieron en el pasado, del que no tenemos datos. Los antropó­
l ogos especulan sobre los cambios ocurridos antiguamente e n
desarrollado formas más com p lej a s de estructura:: s ocia les a
p ar ti r de form a s m á s s i m.ples, o las han reemplazado.
las socie d a d es de l o s aborígenes australianos o d e l o s habi·
l a n te s de la M el a n es ia, pero tales conjeturas no son historia El p rob l ema de cómo han de clasificarse los s i stemas es·
t ruc turales, teniendo en cuenta su 1nayor o n1enor cornpleji�
v c a recen de utilidad para la ciencia. Para el estudio del
dad, e.s una cuestión que requiere investigación. Pero hav
cambio soc ial en sociedades distintas a las compuestas a que
�ruebas de que existe u na estrecha relación entre coinplej i.
hemos hecho referencia, tenemos q u e ref eri rn o s al t rabajo
cad y otros r�sgos de los s.isternas es tr uc t ura l es, p r inci pal
de los h i storiado res que u til i zan informes auténticos. �

Ustedes s on conscientes de que e n ciertos círculos antro- rnentc l a arnpHtud del carnpo de relaciones soc ia les. E n u n

231
sistema e s tructural con un campo social total reducido, una
p ersona t ípica o n1edia n1antiene relaciones sociales d i rectas
e i n d i rectas só lo con u n pequeño núrnero de personas d i s t in­
t a s , En sistemas de este t i p o , podemos comprobar que la co­
m u n i d a d lingüística - e l cuerpo de personas que hablan una
lengua- va de doscientas cincuenta a quinientas, mientras
que la comunidad política es aün menor, y las relaciones
económicas para el i n t ercambio de bienes y servicios a b ar ­ E n toda cornunidad h ay ciertas fonnas de C01h.1Lt<::. :ta q u e
can sólo un campo muy l imitado, Aparte de l a diferenciación son habituales y caracterizan a esa com.unidad partículac
según el sexo y la e d a d , hay muy poca diferenciación de pa­ A tale s forrnas d e conciucta po d ein o s denon1inarl¡;¡s usos< To�
pel social entre personas o clases, Podemos comparar estos c1os los usos sociales van respaldados por la a u to ri d ::.t d de la so­
.

s i s tema s de estructura social con los que existen hoy en In­ ciedad , pero entre el lo s algunos sancionados y otros no
glaterra o en los Estados Unidos, Así el proceso d e la historia lo cst árL Una sanción es la reac ció n por de una socie-
humana, a l que creo puede a p licársele adecuadamente el dad, o de u n considerable número de sus haci�l
término evolución social, podría definirse como e l proceso u n a fonna de n:md'JCta, que es así aprobada (sanciunes posi�
por el que sistemas a gran escala de estructura social han tivas) o reprobada ( sanciones nega t i v a s ) < Lns sa_rk·iones put>
surgido de sistemas d e pequeña escala, o los h a n reemplaza­ dt:-n dift:renciarse, ad_enuls, según sean d i fusas lJ organizadas;
do, Sea o no aceptable este punto d e vista, sugi ero que el con­ 1 0 S f rimerBS son de z q:;-¡·ubación O
cepto de evolución social exige ser definido en términos d e desaprobación de los rniernbros de la qtw actúan
estructura sociaL (·omo i n d i v iduos, n1 i en tr as que las segundas soL ;;n__; CÍon..:s so·
No tengo tiempo en esta ocasión para examinar la rela­ ciales qut' s e realizan de acue r d o con una t radicitin y con un
ci ón del estudio d e la estructura social con el estudio de la fJroced i miento re conocido Es u n hecho significat i\-o qtte t: n
.

cultura, Les recomiendo el libro Naver1 de Gregory Bateson, todas las socie-dades humanas las sanci o n ;;;; s ne-g<:'t t i·vas estén
que constituye un i n t eresante intento de e s t u d i a r conjunta· ·:más definidas que las positivas. Las obilgac lor���s sociaks
mente ambas cosas. No he intentado tratar l a antropología pueden definirse corno reglas d e c onduc ta cuya no observan­
social como un todo v con todas sus d i s t i n t a s ramas v d i v i ­ dr• i:mpHca u n a sa,nción nega ti va de algún tipo. Se d i s t inguen
; �
siones, Tan s ó l o h e p etendido dar una i d e a muy gene al d d así de los usos sociales no obligatorios, cnn1o, por ejerÍ1plo,
tipo d e e s t u d i o a l q u e he considerado provechoso dedicar procedirnientos técnicos consuetudinarios.
una porción notable, y c a d a vez mayor de m i tiempo y de
, Las s a n c i ones que exísten en una corn tuü da d :�on rnotivo
mis energías. La ú n i c a recompensa que había buscado, creo de que el indi-viduo regule su conducta con al uso. Son
q u e en cierto m o d o la he conseg u i d o : una cierta percep­ efect ivas, primero por el deseo del individuo d e ob t ener la
c i ó n de la naturaleza del mundo del que formamos parte, lo aprobación y e vit a r la desaprobación de sus po r
cual sólo el paciente uso del método de las ciencias r atura- su deseo de obtener las recompensas y evitaT los castigos con
'
les puede proporcionar. que la cornunidad pren1ia o a m t-� naza y , , por el he­
cho de que el ínclividuo aprende a reaccionar hacia modus
p artic u l a res de conducta con juicios de u desa·

probación del rnism.o n1odo que sus con1pañeros, y


por tanto, �u propia cond u c ta tanto la
, como la fu�
tura, de acuerdo con nonnas que se aju s t a n rnás o rnenos
cst rechan1ente a las que prevalecen en la coiYlunidad a l a

1. Publicado por p¡·jmera vez e n Encyclopedia O w Social S(itn-


ces, Mac-MilLm Co , , Nutva York, 1933, voL X I H , pp,

212 2�3
q ll"" pet lenece. Lo que se deuon1ina conciencia es,
g u i e n te , e n el rruís a:mpUo sentido, el ref1eio en
th" las sanciones de la connuüdad.
por consi­
el individuo
:-a e n una d i rección i ndeseable ( ma l ) . C i e r t os actos se consíc
der<.1n agra d a bles para los d iose s o para los espíritus, o s e
p i en s a q u e e s t a b l ecen relaciones d e s e a b l e s c o n e l l o s , nlien�
'
Es c o n ve n ie nte i n i c i a r un d e ba te sobre l a s sanciones , ha�
cicndo una considera ción de las sanciones negativas difusas,
t ras q u e otros l u s i rri tan o d c s t r u:v e n de algún n1odo las
relaciones a rm o n io s a s q u e s e p e r s i g u e n , La c o n d ic i ó n r c l i ­ \
iu,:·luve.n do e n e l la s las reacciones hacia la conducta p a r t i cu­ gio�a d e l l n d i Y ! d u o se c o n s i dera e n e s t os casos d e t e- r m i n a d a
l a r o� general de un m i em b r o de la comunida d que c�nstitu� p o r su r e l a c i ó n c o n seres e s p i r i tu;¡ lcs personales. E l cmn b i o
yen j ui c i os de desaproba ':ión, En ta le s reacciOne s no solo hay en l a c o n d i c i ó n rc-!igiusa puede consi derarse c o m o e fe ct o in­
�li ferencias de grado la d e saprobaci ó n se siente Y expresa Ilh>J i a t o d e l propio a c t o , n o med i a t o por s us efectos sobre
con distintos grados de intensida d- sino tan1bié � d i fercncia s a l g ú n d i o s o espíri t u p e r so n a l , p u n t o de v i s t a c o n1Un no sólo
.
de género. Tales d i ferencias s o n d i fíci le s d e definir ;: de c l asi­ en n1udws d e l a s sociedades más s i mp l e s , s i no tan1bién e n
fic;;r, En la lengua i n g l e , a, por ejemplo, hay gran num � ro d ;' u n a f o r m a e s p e c i a l e n e l b u d i s rn o y e n o t ra s r d i g iones a v a n ­
pabbras que expresan desaprob ación de la cond t:c t a Indn'I­ zada s . E l p e c a d o puede d e f i n irse c o m o u n nw d o d e c o n d u c t a
,
dual; éstas varían desde la descortesr a, la grosena, la falta q u e cae b a j o u n a s a n c ión r e l i g i o s a negativa. No hay n in g ú n
ele decoro y la indignida d, a través de lo impropio , lo vergon·

.
tér m i n o a d e c u a d o p a r a expresar l o opuesto a pecado, es
zoso, lo deShonros o y lo i n fa m a n t e . Toda sociedad � cultu ra d e c i r , l a ¡lc c i ó n q u e produce n1érito r e l i g i oso o una condición
t iene s u s propios modos de juzgar la conducta, Y estos P?· r i t ual d e se a b l e
drian estudiars e adecuada mente, en primer lugar, a traves Las s a n c i o n e s r e l i giosas l l evan e n s í irnplícita J.a creencia
del vocabula rio, pero hasta que no adelanten más los estu· de que las c o n d i c i on e s ri t u ales o religiosas n1ás insatisfac­
dios compara tivos de sociedad es de tipos distintos no -� s p �­ t o r i a s ( co n t a m i nación , i m p ureza, pecado) pueden eli m i nar s e
s i b l e u n a clasificac ión sistemátic a d e los tipos d e sancron dr· o n c u t r a l ilarse p o r p r o c e d i rn í e n t o s soc i a l m e n t e p r e s c r i t o s o
fusa negativa, Provision almente, la sanción negativa m_�ral o reconocidos, con1o l a l i m pieza, e l s a c r i f i c i o , l a p e n i t e n c i a , l a
é t k a puede definirse como una reacción de reprobacr on de confesión y el arrepen t i m i e n t o . S e cons idera que estos r i t os
una cmnunidad h aci a una persona cuya conducta se desa· exp i atorios actúan t a m b i é n d e rr1odo i n me di a t o o mediata�
prueba; las obligacion es morales pueden así considera rse m e n t e a tra1és d e l o s efectos que producen sobre los dioses o
corno re-gias de conducta que, si no s e observan, provocan los cspírí t u s , según se considere que e l pecado actúa en una
una reacción de este tipo. Otra sanción diferenciab le es la que u o tra forma.
se da coando la conducta de un individuo es j uzgada ri d í c�la M i e n t ras e n la c i v i l i za c i ó n occi d e n t a l m ode rn a un pecado
p o r parte d e sus compañero s; se ha llan1ado a esto s anCion se cons i dera necesa r i a m e n t e u n a acción o un pensan1íent o
, .
satírica, Las variedades de las s'a nciones difusas postttvas, al -vol u n L :nios, e n muchas sociedades s i m p l e s una acción invo­
ser m e n o s definidas que; las sanciones negativas, son todavía l u n t a r i a puede esl 1r i n c l ui da en la d e fi n i c i ó n de pecado. La
mAs d i fíciles de clasificar. enfermedad -por e j e m p l o l a lepra e n t re los hebreos- es mi­
De las sanciones difusas descritas debe distinguirse las rada muchas ve-ces de n1odo semejante a Ia co n ta m i n a c i ón
que podemos llamar (en una amplia extensión del térrnin?) r i t u a l o rl' l igiusa, :\' exige p o r tanto u n a e x p i a c ión o una pu�
sanciones religiosas; éstas han sido denommadas tambten rificación rlt u a l . lJna c o n d i c i ó n de impureza ritual o r e l i gio�
sanciones sobrenaturales y sanciones m í s ti c a s , pero ambos sa se consider0 n o nna l me n t e corno u n peligro i n n1 e d i a t o o
térrninos tienen connotaciones insatisfactorias. Las sancio­ prim a r i o para e l i nd i v i d u o ; puede creerse que caerá enfermo
JH's religiosas están constituidas en una comunidad por la y q u e q uizá n1orirú a rnenos q ue se purifique. En algunas reli­
ex i ste n c ia de ciertas creencias que son en sí misrnas obliga· giones las sanc iüH<:'S religiosas tmnan la furn1a de una creencia
torias; e s por tanto únicamente dentro de una comunidad de q ue u n i nd i v i d u o que peca e n esta \'ida sufrirá a l g u n a
religiosa donde existen estas sanciones. Tornan la f? rrna de forma de castigo e n l a o t r a . E n m u c h o s casos, un individuo
_
q u e c i er tos actos de u n individuo producen una modtficacwn r i t u a l m e n t e irnpuro se c o n s i dera una fuente de peligro, no·
en su condición religiosa, ya en u n a dirección deseable (bien) sólo para sí m i s mo s i no t am b i é n para todos aquellos con los

2J4 235
que e n t r a en contacto, o para toda la comu n i d a d . Con [re· cuan do las imp one una auto
rida d cons titui da, polí tica, mili
cuencia, si no siempre, el pecador twne en consente :- Cla � na lar o ecles íásti ca. ­
__ -
oblígación, la de seguir el necesario proceso de puntH� �CIOlL
- ..
E n toda soci edad exis tent e
l a s d í s t i n t a s sanc ione s prin
A s í ' las sanciones religiosas difieren de l a s otras sancwnes rias form an un todo más 1a�
o n1en os sistenuüico 1 que cons
d i fusa s a causa d e las creencias y concepciones indicadas, que ti�
luye la maq uina ria del cont
rol soci al. Hay una rela ción
no pueden defini rse o describirse de un modo simple. Algu· In­
,
tima entr e las sanc ione s relig iosa s y l a
nas creencias s i milares i mpli ca n prácticas y proccdHnientos s mor ales , que varí an,
sin c1nb argo , en las dísti ntas
soci edad es, y no pueden resu
n1agxco s en relación con la suerte , nt
' ·
, :ro n1 ientras las obsen.-an- mir··
_ . se en una breve fórm ula. E n toda s las
cias religiosas y las creencias asociadas con � l l a s son ?bllga­ soci edad es, salv o en
Jos Esta dos n1od erno s, prof unda
n1en te secu lariz ados , l a s san­
torias dentro de una comtmidad religiosa dada, las pnl\·eras cion es lega les prim aria s de
la ley crim inal tien en una estr
son comparables a proccd i rnientos técnicos usuales, pel ,) no cha rela ción con las cree ncia e·
s relig iosa s.
obligatorios. Junt o a estas sanc ione s socia les
. prim arias 1 y arwy ándo se
Las sanciones organizadas puedenconsiderarse desatT�·· en ellas , exist en ciert as sanc
ione s que pued en deno minarse
llos especiales de las sanciones difusas. frecuentcmcnt e b a ¡ o '
secu ndar ias; se refieren a las accio
_ nes de pers onas o grup os
l a ·In f1 u e. n c i a d e l a s creencias pertenecientes a la re!Igwn. Las en sus efec tos sobr e otras pers
· . onas o grup os. En el Dere cho
sancwnes organr'zadas positivas o sanciones de prem10, rara
. , · · .
. civil mod erno , por ejem plo, cuan
do un tribu nal orde na a u n
vez están muy desarrolladas. Honores, condecoracwnes, titU-
los y otras recompensas al mérito, i ? cluidas las rec � mp ns�s
.
� i n divid uo que abon e los daño s
ría que exist e tras l a orde n es
prod ucid os, l a sanc ión prim a�
el pode r del tribu nal de apro ­
mone t ana s , como penswnes
· -espeCiales dadas al m d n 1duo
·
piars e por la fuer za ' d e sus bien
:_ . �
,
p o r u n a comunidad como u n todo son car act n � t l cas d e 1 a .
,
� de otra man era si no obed ece.
es o enea rcela rle, o casti garle
Así, las sanc ione s secu ndar ias
sociedades modernas. E n las socredades r le t r .a das, un hom cons isten en proc: edirn iento s que
una com unid ad pone en eje­
bre que haya matado a un enemigo puede tener el derecho cuci ón, gene ralm ente a travé s
de repr esen tante s, o med iante
de diferenciarse a s i mismo colocándose alguna condecora­ otro s indiv iduo s con l a apro baci
ón d e la com unid ad, cuan do
ción especial o de otros modos diversos. han s i d o viola dos dere chos reco
. nocid os. Se basa n e n el prin­
Las sanciones negativas organizadas, entre las cuales deY cipio gene ral de que cualq uier pers
ona que haya sufri do u n a
tacan las sanciones penales d e las leyes crimin � ks, son pro· ofen sa tiene dere cho a u n a satis
. facci ón, y que t a l s a t i s facci ón
ccdimientos definidos y reconocidos que se mnge n contra debe ser de algú n mod o prop orcio
. nada a la grav edad de la
personas cuya conducta es objeto d e desaprobac10n soc1 � l. ofensa.
Existen muchas variedades d e tales procedimientos, los mas Uno de estos proc edim iento s son
los acto s d e desa grav io,
importantes y comunes son los siguientes: Sometrmrento a med iante los cual es ciert os acto
s de desq uite, l i m i t ados y
una expresión abierta de reprobacron o desprecio, como, por cont rolad os, son apro bado s socia
·
lmen te. Así, en una tribu
eJemp ¡o , l a exposición pública forzosa en el cepo; la exclu- aust ralia na, cuan do u n hom bre
. .
. . .
ha com etido Úna ofen sa con­
sión parcial. permanente o temporal. de la partrcrpac1 � n tra mro , a éste le perm ite la opin
ión públ ica, a vece s clara ­
plena en la vida social y en sus privilegios, incluyendo la per· men te expr esad a por el hom
bre más viejo , arro jar ciert o
elida permanente 0 temp,oral de ios derechos ovües o relr· núm ero de jaha lin¡¡s o bum era
· . ngs cont ra el ofen sor, o en
grosos, perdida específica de rango socwl o degraclacron, el
. ·
algu nos caso s herir le en el mus lo.
, r� d a :le Desp ués de esta s a tisfa c�
polo opuesto de la sanción positiva de promocJOn; , perc .
dón no pued e albe rgar ya malo s
sent imie ntos cont ra el ofen ·
Ja propiedad por imposición de u n a mt�lta o por expropracrm . : sor. En muc has socie dade s iletr
-
f orzosa, o Por destruccion produce ron de ·
• dol o t corporal, adas , el ases inato de un in·
. divid uo da dere cho al grup o al
que pert enec e a o!Ite ner sa�
mutilación o marca en las que el dolor es mc1 d�. n t a ¡ Y ¡ o bá ·
. .
·
tisfa cció n mat ando al ofen sor
. o a algú n miem bro de su
sico es la exposición p erman e n t e a l a reprobac � o n ; exp � l � 10 grup o. En la veng anza regu lada
, � , el grup o ofen sor debe so�
permanente de la comunidad, como por el dest1erro; pnsron , n1et erse a esto com o un acto
de j u s t i c i a y no d::bt� inte ntar
y pena de muerte. E s t a s sanciones son sancwnes legales una veng anza post erio r. Se cons
ider a que l o s qüe han reci· ·

236
237
h i d o t a. l sat isfacciOn ya no tienen n1otivos para al berga r n1a� En muc has soci edad es i letra das
J . ,.s s e n t i rr1icnto s. exist en proc edirn iento s eJe"
inde mniz ació n bajo la d i fu s a
sanción de la op in i ón púb li ca
La sa t isfa cci ón de l a ofensa puede obtenerse también me· q ue obl i ga n a un indi vidu o a
i n denu1 iza r a otro cuyo s den�
d í a n t c el duelo, un combate reconocido y con trolado entre chos ha v i o l a d o . En algu nas ­
soci edad es hay nn d ere cho
i l l tli>.,: \duos1 o a través de cmn ba tes similares entre dos gru� re­
cono cido de la pers ona inj uriad
a a i n de1n niza rse a sí nüs1n a
Pos. F ntre las tribus australianas el duelo con lanzas, bume· med iant e apro piac ión forzosa
d e la prop ieda d del ofensor
1 :'lng�-, bas t o nes y escudos o cuchillos de p iedra, con los pa� .
Cuan do l a socie dad llega a esta
r polí ticam ente orga niza da,
, J rinns listos para intervenir si c r een que las cosas van los proc edim iento s de desq uite
e i n d emn izac ión, resp alda dos
r l e n.w siado lejÜs , es una a l ternaüva frecuenteine r: te ado " a n t e s por sanc ione s difus as,
� son susti tuid os por sanc ione
¡' :·1 cia en caso de un desqu ite un ilat eraL E n e s t a s m 1 s n1as tn� s
legal e s resp alda das por el pode
r de las a u torid a des judi ciale s
1 �1_15
� combates s irni hu· es regulados entre dos gru pos , a d e i mpo ner cast igos . As.í surg
: e el D erec ho civil , p o r el que
¡
,. e c ,,; en p 1 esencia d e otros grupos �ue ob s � r\'a� s i s �
ju ega una pers ona que ha sufr ido una
ofen sa en sus derechos pue�
.
l J m p i o . Es a veces d i fíci l trazar una hnea dn-'lSona �ntre tales de obte ner rcpa rnció n o resti
. tució n d e la p e rsona respon.­
aur"" de combate y l a guerra; d e hecho, es po srbl e consr­ sable .
_
' l cnt rlo u.n- tipo espec i a l de gue rra caractenstlco de las soc � e­ En una cons idc ació n de las
func ione s de -las s a nciones so�
; l a de; p rirni tiva s , n1ás que de las ci�·ilizadas. Con frec
�� ncw, cíale s, l o rnüs i mp orta nte no
son los e fec tos d e la sa nc ión
':in em.bargo1 la guerra puede con siderars e u n� sanc1on. so� bre la pe rson á a la que se ap
lican , sino 111ás bi en los efec
so-·
, ia1 secundaria silnila1· :-ü duelo . Un grupo p olít ico rnantlene tos
gene rale s den tro d e la corn
u n i d a d que apli ca l a s s a ncio
,.. ¡_ rrconucimiento de su.s derechos rnediante la amenaza :le Pues la ap l ic a c ión de una s a n
nes .
c i ón es una afin naci ón dire
l n g;wrra .si. estos derec hos fuesen violados. Aun en las soc1c� cta
;
de .sent irnie n_tos scci alc·s p o r
la com unid ad, y , p or tant o, cons
tla¡1es 111ás siinp1es se reconoce que ciertos actos son �� rre ­ t i t u ye un 1n e can i s n10 i mpo rtan
te , quiz ás e senc ial , en e l n1an
·

h •.s en la guerra y otros no lo s o n , y que -u n a declaracwn a,e _t e n im i e nto de esto s scn t i r:nien
"
. tos. Las s a nci ones nega tivas or
;n1e1 ra debe hacerse en cie r t a s circunstancias y que en o tras ..
gani z.ada s, en p a r t.: c u l a r , y en
gran med ida las s a ncio nes se�
::s ·Jn de 1nodo que la cond uct a bélica está en cierta 1ne� cun dari as� son expr esio nes
de una c o ndic ión de d i sfo r ia
dich controlada por sanciones difusas. cial prod ucid a por algú n hech
so"
. o. La func ión de la sanc ión
i .. a ind em niza ci ó n se (�o n s i de r a a veces una alternativa t�el es
rest aura r la euforia soci al
dand o una expr esión colec tiva
d c s q n i tc, con10 1ned io de dar y reci b ir satisfacción. Una 1n� finid a a los sent irnie ntos a fecta
ck ""
dos por e l hech o, com o en las
;_J ernnlzadón es algo d e v.alor dado por u n a persona � g r upo s a n c i on es p r i inar ias y en ciert
a med ida en. las sanc ione s se�
�1 o t ra p e rson a 0 g ru p o c c d el fin d e bo rrar o n e u t rah�ar los cund a ri a s , o elim inan do un
conflic to den tro de la propia
efectos de' u na violación de derechos, P:uede d tst _ mg�_¡rse
. �e rn u_n i dac L Las sanc ione s son,
p o r tanto , de sign ifica ción pri­
co­

un regalü propiciatorio p o r el hecho d e q ue es obhga!ona nlo rd ia l para l.a soci olog ía en


_ cuan to son reac cion es que se
{es decir, está s ujeta a lJna sanción negatrva., d tfus a u o r gan1� p rod t�cen en una parte de una
com unid ad ante acon tccin
I.ach) en detenninadas circuns tancias-, Un pago hecho c o.nlo 1ien�
tos que afec tan a su integ raci
. ón.
ip:Kí.ón a una vi o1 a ción de derechos con el co n sen u nHe n-
10 de la pe rson a 0 que lo reciben puede conside­
n-u .<:;� una inden1nización. En Tnuchas sociech1des, tom ar a
nn�' en n1atrirnonio se considera una ··viola�lón d e lo3
::h'r "t:ho s de la famitis y h;s de ésta: as1 qu e p ·a

:
_
q1y� consientan e n ello cL:: ber.I de recibir · una 1�d�n1nuac wn
.
n h prow.esa (le taL E n e-stos casos, d proceso o_e m.derrnn:z:a�

cierta con el de cornp r a , que es una


ht''·� de por -una rcrnunera�

2J9
XIL Derecho pri mi tivo '

Muchos juristas de la escuela histórica, en contraste con


los de la escuela analítica, han usado el término ley inclu.
yendo en él la mayoría de los procesos de control social, s i
n o todos. El término está, s i n embargo, confinado usualmen·
le al « control social mediante la aplicación sistemática de
la fuerza de la sociedad políticamente organ izada » (Pouod).
La aplicación limitada, más conveniente para un análisis so·
ciológico y una clasificación, será la que se adopte en este
artículo; e l campo del Derecho será considerado, en conse.
cuencia, como semejante al de las sanciones legales orga­
nizadas. tas obligaciones impuestas a los individuos en las
sociedades en que no hay sanciones legales serán 'considera·
das como cuestión de costumbres y convenciones pero no
como Derecho; en este sentido algunas sociedades sencillas
no tienen Derecho, aunque todas tienen costumbres que es­
tán r�>spaldadas por sanciones.
La confusión derivada del intento de aplicar a las socie­
dade� iletradas la disdncíón moderna entre Derecho crimi­
nal y Derecho civil puede evitarse substituyéndola por la
distinción entre Derecho de delitos públicos y Di!recho de
delitos privados. En toda sociedad se considera delito pú·
blico un hecho cuando normalmente lleva a un proc�dimiento
organizado y regular de toda la comunidad o de los repre·
sentantes constituidos de la autoridad social, de la que se
deriva la fijación de una responsabilidad de alguna persona
dentro de la comunidad, o la administración por la comu.
nida¡l o por sus representantes de un daño o castigo a l a
persona responsable. Este procedimiento, que puede deno­
minarse sanción penal, es en su forma básica una reacción
de !¡¡. comunidad contra una acción de uno de sus propios
miembros qu� ofende algún sentimiento moral fuerte y de·
finido, y provoca así una situac.ión de disforia social. La
función inmediata d e la reacción es dar expresión a un sen·

L Publícado por primera vez en la Encyclopedia o{ the Social


Sciences,M:acMillan Co., Nueva York, 1933, voL IX, pp, 202-206 .

24 1
t i ¡ n i c n t o colccth·o de indignación moral y restaurar así la ción de dailos . Un del i to priva do es,
por tanto ; una acció n
� - ¡ ¡ foria sociaL S u función ú ! t ima es tnantener el sentido mo· sujeta a lo que puede llama rse una sanció
n restitu tiva, La
1 :d en cucsrión con e l grado cic fuerza requerido entre los reglam entac ión de los delito s p r ivados
e n las socied ades ile·
· ndivkluos que constituyen l a comunidad, tradas se corres ponde con el Derech o civil ele l a época
actuaL
For·c1 inforn1ación precisa poden1os ohtencr, coinpara· Hay, sin en1bar go, alguna s diferen cias in1por
tantes . En ge­
respecto a las sa noone. s penales en las sociedades neral, en el Derech o Inoder no los actos que caen
sünp lemen·
¡ ¡ ,_,¡ ra,(_bs . _F n irc 1os actos qqe sabernos se tratan como deli­ te en la esfera d e l Derech o civil son l o s que causan
un per­
i n s públicos en las sociedades más simples, está el incesto, es j u i c io, pero no son objeto de reproba ción. E n consecu
en·
� 1 c�ci 1 , d m a t r irnonio o la unión sexual con personas con las cia, aunque la sanción civil se exprese a través
del pago
, uales t a l relación está prohibida; l a brujería, o la magia (_,le daüos y perjuic ios causad os al ofendi do,
no es espcci�
w:;:gra, realizada por una persona contra otra dentro de la licame nte punitiv a. Aun en el Derech o c i v i l
moder no , sin
eorn u n id a d ; las repetidas violaciones de l a costumbre tri� eiTlbar go, un Inagist rado puede en casos especi
ales ap licar
í •al v varias formas de sacrilegio. En muchas sociedades íle· <(daños p u n i t i v o s )>, consid erando que l a ofensa
es d e tal
t rad"as se aplica sanción penal principalmente, si no única� natural eza q u e n1crece ser objeto de reprob ación
y, p o r tan­
,mente, a acciones que infringen costumbres que la comu­ to, castiga da, En el Derech o moder no, cuando
una acción
n i d a d considera sagradas, de tal modo que la sanción mís­ es una ofensa a la n1oralid ad y al n1isn1o tien1po
cons l i luye
ma puede considerarse casi una forma especial de san� u n delito contra una persona , puede caer bajo l a
lev civil
ción rituaL Las sanciones rituales se derivan de la creen� y bajo la penal a un mismo tiempo, El énfasis
e n el ¿astigo
da de, que ciertas acciones o acontecimientos producen una del homicid io o el robo se debe a su aspecto de crimen con­
c o ntaminación o una impureza ritual individual o de grupo, tra la comunid ad más que al principio de la restituci ón
por lo que se requiere hacerla desaparecer. E n algunos ejem· que debería hacer ;e a las víctimas d e l delito,
plos d e sanción p e n a l es posible sostener que un hecho En las sociedades iletradas, los delitos privados son prín·
como e l incesto produce l a contaminación de toda 1? como· cipalmentc e l asesinato, las lesiones, el robo, el adulterio y
nidad dentro de la cual se produce, y que el castigo, que el impago d e las deudas; y aunque se los considera en pri�­
puede significar la muerte de los culpables, es un medio de cipio constitutivos d e u n a ofensa contra algún miernbro de
purificar a l a sociedad, S i . hay una autoridad establecida l a con1uniJad, están sujetos también a· reprobación moral
política o ejecutiva� aun del género más simple, la desobe� como acciones antisociales. L a sanción es, con frecuencia.
diencia a sns mandatos puede ser objeto de sanciones pena· a l a vez restitutiva y represiva, da satisfacción a la persona
les v tratada como delito público; además, las ofensas di­ injuriada, e infringe u n castigo al responsable de la injuria;
rect� s contra la autoridad constituida o contra las personas por ejemplo, en algunas tribus africanas se obliga al ladrón
en q'Ie tal autoridad descansa puede ser objeto de sanciones a restituir, a la persona a quien ha robado, el doble del valor
penales, Así, cuando la autoridad social descansa en jefes, de lo sustraído, En su forma básica, la ley de delitos
nna {)fensa que sería un delito privado .si se cometiese contra privados es u n procedimiento para evitar o eliminar l a dis·
nnH persona común puede ser considerada un delito públiw foria social provocada por conflictos dentro d e la comuni·
<::o si se cornete contra ur jefe. dad, U n delito cometido contra otro miembro o grupo d e
.En el procedimiento de una ley de delitos privados, u n a l a misrna cornunidad, q u e inflige u n a ofensa a l a víctima.,
persona o u n cuerpo de personas que han sufrido u n a ofen· crea una alteración de l a vida social que únicamente cesa
sa, pérdida o daüo por violación de derechos reconocidos cuando se da satisfacción a la persona o personas ofendidas,
a una autoridad jud icial constituida, que declarn a al­ Así, en el DerechQ nativo africano no s e considera que un
¡;1.ma qtra persona o c�erpo de personas dentro de la comu· j uez h a resuelto propiarnente un caso mientras todas las
,;idnd responsable y determina y ordena que el ofensor dé partes afectadas no estén satisfechas con l a sentencia.
sati sfacción al ofendido, s a tisfacción que frecuentemente La distinción entre delitos públicos y delitos privados
toma l a [ormB de pago de indemnización o una compensa· ilustra el hecho de que l a ley n o tiene u n origen único. Una

242
243
· • ·

acoon 1� u t¡ e;
pOl" un rn1en1v1 - � ...._ ·¡· ,a ouc ufc:n�
' �. \ c rdatkr o h o m i c i J a , pur e j emplo su hcnua
nu. u ..._· n a lg u n o :::.
.

de d sen t i d o rnorut de ésta ,;strcr sonwti d a tn::s casos, dwlqu icr m i e mbro de su c l a n . Cua.n(io la i J i S ! l tución
sandones, l a o sa n c i ó n rnoral at L' s t ;_i L·o m p k· t a m c n t c organ izada, la costun
¡_brl� que el
delincuent.t: de la reprubaclón de la grupo respon sable- �k l a p r i m e r a muerte accpk la de
un o
sanción ritual, q u e pnrvoca e n t;; l -de d e sus m i em b ros como a c t o de j u s t i c i a , y que no empren da
i m pureza r i t u a l qe constituye un para d r:n.isn1ü y represa l i a s p o s t e r i o re s . Las s a n c i o n e s d e repre s a l i a pueden
para aquel los con está en c:ontav i o ��;n r a l c �j casos a p a rcc,_•r t a m b i é n relacio nadas con i n j u rias
de una person a
la co s t u mb r e puede n· <l o t r a ; por e j e m p l o , el derech o, rt:.cono cido
en l.' i LT t a s cir­
tual 0 ex p i ac ió n o , creerse qtJ� corno ;:esultado de s. u c u n � t a n c i a s , de una pe r s ona a desaf1a r a u t ra a n n
duelo.
pecado cae:rá cnferrno y rnorirá� ; y la sanción poc E n t r e las t ribus a u s t r a l i a n a s , u n i n d idduo que ha s i do
ofen�
la que l a a t ravés d ido por o t ro puede , con permis o dt.• los n1ás
ancian os,
corno a u t oridades judici�les obknLT el derecho a rec i b i r s a t i s facción arrojn ndo jabali­
al delincuente, puede n a s o b u mer<mg s con t ra el ofensor , o hi riéndol e en nna parte
tiv a de l a i ndignación moral nor "; ! acto, o corno
no \ · i t a l del cucTpo , comu las n a l gas, En todo� los casos
n1edio de c U rn i n a r 1 a ri�ual que resulta de ;-,�mc ión de vstc gl'I1LTO hay un proced im ie n t o con suetudi
de

al delincuente, o de an1bas na­


éste imponiendo una rio para s a t í � raet:r a l a persona u a l grupo i n j u ri a d o , n1cdian ­
fonnas. t <...' el cual puede c;..; prcsars c el rcst�n t inli e n to, y qu(' consisk
P O r Ot�o,..,
� 't T J-
r ct ¡·te :, 11n -
a arc··1
� � ·· o
· 1•' q¡•,-.,
· ' ""' \'i01, adóD de l o s l ¡ - l'Cllcntl' m c n l c e n p ro du c i r u n daño a la person a ü a1
grupo
derechos de u n a persona o de u n grupü de personas respon sable de la ofcn�a. Cuando funcion a correc tament e,
prov oca r la rep re s a l i a por del c o n t r a la pcr� e l rc:·; u l t a d o es propor cionar una expiaci ón de l a ofensa
sona 0 grupo responsable de la i n juri a Cu�HI�!t.J � aks a c tos
v
. ,
e l i m i n a r el res e n t i m ie n t o en l a person a o person as i n j u
h ;:_�
­
de represalia están reconocidos por la costurnnrc corno _¡us� da:J , E n mucha's socied ades, las repre s a l i a s s e rL'Cmp
de con" lazan
tificados y sujetos a un u 1 n1ayor o menor n 1 c d i d a por u n s i s tema dt� i nden1n iza­
suetudinario, puede decirse que exüs t,.;n \'P.n � s torn1as d e zcan�
ciunes; las person as o grupos que han ofend i do la otras
per·
c i on es y de r epre s a l i a En u n a .
. tletrada, sonas o grupos , les p roporci onan s a t isfacció n m e d ia n te.
c i er
mente la guerra tiene una sanc1on o e e s t e i .
, . ,
··

tos objetos n1 liosos . E l proced i mi e n t o de sat i s factT


a l ofen·
rrear es en a l g u n a.s comunidades, como entre las n o r �ia s el i d o n1e d i a n t e i nd e m nización está muy extendid o en las so­
australianas, normalrnente u n acto de erny_rrendJ.do c i ed a d e s íl ctradas que no han Jesarro lladu a ú n
u n s istema
por un grupo contra otro que s t � consi dera ,rcspzn�sahle d� l egal e n u n s e n t i d o estricto .
.
una ofensa s u f r i d
, a y el proce-onrnent.o 12sta reguLücio por E n t re los yuroka s, que son recolec tores y cazado res, que
un cuerpo de costurnbres reconocidas que es al Yivcn e n e l n o r te d e Cal i fo r n ia e n pequeñ as aldeas y que
e ca­
Derecho internacional d las naciones nwckrm.+s. L a institu� recen de urgani z.<1ción p o l í t i ca , no hay n ingún pruced i m
i en·
ción de una v engan za o r gan i za d a y t o regul a r para enfre n t a r l a s ofensa s con t ra l a comun idad.
v
de sanción de La p o r t a n t o n in g u n a l ey' de del i tos p ú b l i cos. Las í n j u r i a s
\
c io n al 0 accidental, urút orcrJ.sa a sn clan, a su ofensa s de u n a person a con tra o t ra están s u j e t a s a i
n dem·
comunidad local o a por lo que es necesaria n izacion cs regula das por l a costum b re ; toda lnva::-i
una satisfacción. Se considera que d grupo ofendido
ón dl� un
privile gio o propie dad debe compe nsarse de n1odo exacto
; p or
justificadamente buscar la '\'enganz.a, y existe Cün frecut ncia la m u e r t e de u n índivi duo debe pagar se a l
p a r i e n t e mús
la obligación de los nliernbn)s de su grupo veLgucn al próx i mo una i ndemn izació n o p r e c i o de la sangre
. Despu és
muerto. 'La acción de está por la cos :�-t.n11� de un p l. e i to o una guerra , l a s dos partes deben
pagar por
br-e; la !ex talioHis que el da.üo sea equn:a_., lo�, n1ucr tos. Sólo se consid eran d hecho
y l a. cucml ía de!
lente al daño sufrido, y el de colec t iva dai-10; n u nca b. cuesti ón de la i n t cncicJ
n, l a mal ici¿t, la negii ..
p ermit e a los vengadores rnatar a una p e r so n a dbdnta dd gcnci a o e l accide nte< Ace p t a d a la l n d;;; r nnizac
iun pur la
, fc 1 1 e:� i rn p r o p io
que '- l a persona ofe n d i d a albergu � re­ bargo, no con s t ituye un sistema de Derecho
en el e s t r i c to
'� f-; n i i m. i c n t o . Como el p<-¡_gi) d e l a s índen1nlzacion es se aJu s t
-
a sent i d o d e l t é r m i n O , puesto que no hay a u t o r i da d judiciaL
P'Ji n e go c i a ción entre las personas afectadas, Y no po r a pe� U n paso i i np o rt a n te e n l a forrn.ació n de un s istema l e gal
. _
h c i , 1 n u ·una autoridad j u d i c i a l , l a s leyes de delitos pnYados es el reconoc in1 i e n t o de árbitros o j u e ces que exa 1n ina
n las
,_:n 11 n s c n ti d cJ estricto no existen , Entre lo s ifugaos, que pruebr:1.s v d e c i d e n l a respons abilidad v l a cu a n tía
d e los da�
'--: u i t i \·an nrroz en bancnle'� construidos e n las laderas .de l a s -nos; sói() falta e n ton c es una autorid a�.t con p o d e r para eje­
:.-,,1 i ¡ 1 Lt S , en el norte de l ,lEÓn en las i s l as Filipínas, que ca­ c u t a r Jns sentenc ias dictada s por l o s jueces.
Se ha af-irnwd
o
l\_'{ "iJ de organizació n )J(•lítica y no tienen sistcrna de da� que en alguna s socied ades se ha desarr ollado un sisterna legal
n c '· <: la :�ocicdad no c ;:¡ s t iga los delitos p o r sí rnlsmos, _ Y p a ra tratar los d e li to s priYado s de esta forrna. Las
di s p u t as
d 1 ·1 11 i cn e•:: la censura ele la opinión públic a )} ; es se pl a n t e a n ante árb it r o s que declara n la costurn
bre a ap l i�
dc<:- í t· _ fl(' existe u n púb l i c o , n i n g u n a s a n c i ón car en e l caso concre to que se les presen ta; tales
tribuna. �
¡-;¡_
- · · - ¡ ! ' ' 1 rc<JL S i n u n n p e r s o n a cp.H:'� r-•rac t i ca l a bru- les de a rb i t raj e se transfo rrnau en t r í b u nales regular
es; v
·

con ra uno de sus propios parientes e s ejecutada p o r Hn al m e n te se desarro lla en lct socieda d aigún procedi
rnier;�
''Li t e ; pcT o t,ra ,_. , ,, .•.
d '- ,_ ....__ c¡ue el incesto entre hcr�
_,_ !. ''" to para obligar a cumpli r h:t s-e.n.tenc ia,
1n"' ) v herrnana _. e l p :' ' T i c i d i u y d fratricidi o,
q ue d a n i n 1 · Una evoluc ión sirnHar a ésta la ilu-stra n las práctic
as de
·- F , probable, s i n crnbargo, que ex i st zm p o d eros as V los akan1ba s, akiku_yus y
ptlll' s . bantús que viven
. < -:_,ces
r-_'fl �<ancioncs contra estos actos. Una ofensa
ritu;_-tlcs al sur y s u des t e del J n o n í c e n i\ f ri c a oriental, en
¡·
C(' : !-' C"L .l C.<l por Uil.:a .. n o t ra, o la v iola ció n de los
c. o<.·ttr::> • � cornun idacles de caserío s poseen g a n ad o 1 ove j a s
,-lf· t i:'cho'-.; d e un a persc>na por o t ra , p ro\'oca un conflicto en­ y cabra s , y sien1hran grano en carnpos cult-iva dos a mano.
-
' . f es y e ' ' " . ''d .
t n" ¡ 0 5 parientes de incluyé ndose entre estos pa� ('
- � a tecen oe JC' s t a n O l V !C11 os en etapas genera cionale s
rie!ltcs t{)s del p adr e :v la n:wdre hasta el t e rc e r o cuarto b i e n definid as, una de .tas c ua l es está constit
uida por los
t r-1. rnuerte de! ofensor o, a \'eces, de uno de sus m á s viejos, que ejerce n el sacerd ocio y las
funcio nes jud i�
p�:� r l <-� ntes con1o represn.lia , e s el nl étodo :·egt: l a � de o b te n � r ciales. Sí se plante a una dispu t a en la cual una
persona
.
�<tl.isfacc¡ó n e n los casos d e asesu1ato, oniJCna, ad ulte,r w cree que sus d e --echos han sido violad os por
otra, los li­
_ _
dc-� cubicrto itt fragan ti, n egat i va a pagar u n a i n d c m mzaci � n tigante s reúnen ;: u n cierto nún1e ro d e ancian
os d e l distrit o
.
esl ablecida para con1pensa r l a ofensa sufnda, Y l a pers!s­ o d i s t ritos en que viven y éstos consti tuyen u
n tribun al que
l e n t e v -voluntari a negativa a pagar una deuda cuando se juzga el. caso. El tri b una l actúa primo rdialm ente
como corte
¡ ¡ , , n en ' po s i b i l i d ades d e pagarla. En otros casos, e s d
p a g? de a rb i traj e y como un medio para decidi r Jos princi
. pios
d e i ndemniz aciones lo que rn·oporci onn la satlsfacc wn debi­ de justic ia consu etud in a r i o s rnedia nte los
que d ebe resol­
cl8 . No existen autoridad es judiciale s ante l as cuale � puedan ·verse la disput a; habitu alrnen te no torna n i n
gu n a medid a
or
ph1 n tearse las disputas ; las neg o ci acio n es s e realizan �- para ej e cu t ar l a senten cia, sino que c.leja esta tarea
en 1na�
Blf"!liO d e u n intenned iario que n o ha d e pertenec er � Inn­ nos d e l ofendi do. E n casos graves , s i n ernbargo,
cuando Ia
guno d e los dos gru p os d e pari en e s enfrenta dos. C!ertas ; ofensa afecta a t o d a la comun idad, o cuando
el acusad o
pcTsona s son reconoc idas como ha b 1 l c s tned1ado res, pero es conside rado con1o delincu ente habitua l y peligro
so, de
carecen de autorida d y no so n , en absoluto , rer;rese? : antes n1odo que la indigna ción pública transforma la cuestió
n en
lk la cornun idad corno u n todo. Durante . la d tscus iOI� .I � s un a sti nt o públic o, los a n c i anos pueden ejerce r autori
dad
do:"' partes están en u n a s i tua c ió n de cn c n1 � s ta d u o po s i c to n para que se curnpl a la se nt en c i a . El proced ilnient o
habitual
rit ual v cuando se l l e g a u u n acuerdo realizan u n a ce reino� se basa en los p o d e res rituale s de J os a ncian
os ; pueden
nh el�
·reconci liación. L;:- costum.b re reconoc e u n a csc ala d e
,
pronu nciar una JTlaldidtm, l n cual se consid era
que aca�
n<_·qerdns v en c i e r t n s ;circunsta ncias l os pagos vanan d e rrea in¡;:\"ita blemc nte un c a s t i go sobren atural
sobre l a per�
;, ct'.;rd(�;. � c)n la clase rnc d i a o pob re- a l a q;w l-: cr·
,
suna que r eh ú sa sornct crse a la ::-�t>n tenc�ia , La
1nucrt c d e un
t;--· necc .-_, l grupo q_'JC rccl.be o r c;:t i iza el pDgO. As1, I?S 1fU·· n1icrn bro de un dan por u n rn k m L•ro d e otro,
sea intenc ional
crn·
g_;,- _, s tkn ei� un :sisten1<1 organiza do de j u st i c i a qt1e, s1n o accide ntaL t s t ra t a d a. J_.:>or d trlbun nl de a
nc i a nos conHJ

247
un J L' l i t o p r i \'ado y se resuelYc n1e J i a n t e el pago de una in­ púb licd s, trib us y nac ion es, e n
en don de l a s aut ori Y e_n otras partes,
demnización a los parientes de la víctima por parte del ho­ dad es cen tra k:s
s u s rep res ent ant es-- o rey es v
micida y de sus parientes. Los ancianos también poseen po­ -- o

qu
deres limitados para enfrentar los delitos públicos por u n
df.'c
el prÓcc­

procedimiento conocido por kingo/le o mvír¡ge. S i una perso­
una dis put a
na es considerada culpable brujería o delincuencia ha­
bitual y se la re pu ta por tanto, u n peligro público, los an­
,

cianos pueden condenarla a r.nuerte o destruir su casa y ex�


pulsarl e del distrito. Antes de que p u e dan emprender tal
acción, los ancianos de las regiones más ren1otas deben ser
llamados a consulta y debe obtenerse el consentimiento d e
los parientes más próximos del delincuente.
El sistema de los ashanti contrasta con el d e los akam­
b a s , que tienen un Derecho penal público bien organizado,
siendo designados los delitos por un término nativo que acto s que en tale s
significa «acciones odiosas para los dioses». Se incluyen en­ del itos
tre éstos e! asesinato. el suicidio, ciertos delitos sexnales En s u
entre los cuales se incluyen relaciones incestuosas con ciertos
parientes por descendencia y por matrimonio, ciertas clases
de insultos, agresiones y robo, la maldición contra un jefe, On icn rne nte pue de
la traición, la cobardía, la brujería, la violación de los tabús plet o d e los
d e 1a
rne dia nL; un est udi o í l ü'ts sim -·
t r i bales reconocidos y el incumplimiento de una orden de la
de hx; s i s k n la s u:nn-
autoridad central, publicada y habilitada con un juramento. pie tos d e sau clón soc
iaL
La concepción ashanti del Derecho es que todas estas accio­
n e s son ofensas contra los poderes sagrados o sobrenaturales
de los que depende el bienestar de la comunidad, y que, a
menos que esas ofensas se expíen mediante el castigo de las
personas culpables, toda la tribu sufrirá las consecuencias.
Las funciones judiciales recaen sobre el rey o jefe (el que
ocupa el asiento sagrado). ante quien acude el ofendido. El
castigo de los delitos más graves es la decapitación, aunque
en ciertas circunstancias el condenado y sus parientes pue­
den «Comprar su cabeza»; es decir, pagar u n precio de re­
dención mediante el cual salvan s u vida. Los tribunales d e
J o s j efes no s e ocupan d e l o s delitos privados, que se consi·
deran «Cuestiones caseras)� y se resuelven a través d e la
autoridad de los jefes de grup o s de familias, o mediante
negociaciones. Una disputa relativa a un delito privado pue­
d e ser presentada directa1nente ante el jefe/ si una de las
hace un juranH�nt01 lo que transforma \a dísp uta en
una cuestión pública.
f,;íientras que los anciano� akarnbas se ocupan princiJJt:ll�
mente de los de!ilos --¡,r los ashantis de los

248
/

In dice
INTRODUCCIÓN
Cronologia V II
Bibliografra IX

ESTRUCTUIU\ Y FUNCI C) N
E N LA SOC I ED A D PR IMITI V A

Prólogo 7

I n t roducción l)

l. E l hermano de l a madre e n Africa d e l Sur 25


lL Snccsión patrilínea! y sucesión matrílineal 43
III Estudio de los ��ísternas de parentesco 63
IV. Sobre las relaciones burlescas 1 07
V. Nota adicional sobre las rdacíones burlescas 1 23
V!. La teoría sociológica d e l totemismo 1 35
VIL Tabú 1 53
V ll l . Religión y sociedad 1 75
IX. E l concepto de función en l a ciencia social 203
X. Estructura social 2 15
XL Sanciones sociales 233
Xll Derecho primitivo 14 1
Obras Maestras del
Pensamiento Contemporáneo

'l'í¡ ulüs pub!icaUos:

l . La Íllfe¡¡Jrcwciún 1.le lo.S· sw:1lus


Signwud Freud

2 . Ei sign(ficado de lo rclutiridad
Albert Einstein

3. Eí hom b re llllidinu 1siona!


Herhcrt tv'larcuse

4. Sá1 estudios de psicología


Jean Piaget

5. I:-1 miedo a Ítl !ibcnad


Erich i'"romm

ó. f_c� n'i 'oiución .Jcuw/


\\.. iihclm Rcich

L1 rehelión de Jns nw5·c¡s

José Ur!c'ga _\- Ciasset

k Ubm abicnu
Umbcrto Eco
t)_ Ado!.--'sccn cia. sexo _\· cu!wra en Samoa
i\largarct l\lead

10. l:scriíus hrisic¡JS (lj


Bertra11d Russell

l l . LvJÍiOS hásicos ¡11)


Bcrtrand Russcll

12. La sor·iedad o¡míenta


J . K. G ;_¡ J l•raith

L� ,_:Qué e_,- !a hi..,-roriu�


Fdward H. . c�m

¡ ,_J Cur'<-' de
h· rdin<liHl de .':i-aussure

l 5 . F! yc) Y !us lilCCill!i.: '!!IJS ,)1'


:\np¿; Frcud
16. Esmxtura.'! c!emenra!es del pnrewnco (1) 3 5 . i.t1 deslumwuizacirin del ({rte
C. LóYi-Strauss .hsé Urtega y (! ;¡c.:-- c r

36 !_ a rro!ución creadora
17. Estructuras elementales del p a remesco ( l /)
C. Lévi-Strauss l it:nri Bngson

l7 \"obre l a teorút de /a_\ ¡ ·icncios sociales


1 8 . Fi!oso ña de !a c.-..- is ten cia
\-Llx Wcher
Kar! Je1spe.rs

l 'J . La psir:ologfa de la transferencia JK / los s C!\'llwu Ión

Carl Gustav Jung f {nbcrt jyJ¡_lJTUSL;

20. La galaxia Guten herg 39 Lii poi/rica r el L:stado moderno


-
1v1arshall i\icLuban ; \ n t o n i o G ¡· am sc i

-W. J\ icoíogút _r e¡J istemo!o'<!fa


2 1 . Las pa la/nas y las cosas �

lvl . Foucault Jeau Piaget

4 1 . L11 di v isión �le! traho_io 'JJCÍ(I/ (!;


22. El úl i to del eterno retorno
F m í ! e Durkhcim
lvlircea Eliade
42. tu dit "isión de! lrahaio \'ucid ( / / j
23. Estudio de la Hi.Ytoria (!)
E m i k Durkhc� i m
A J . Toy¡;bee
4i ro definición del arre
24. Esrudio de la 1-Jisroria (//)
Umbertu Eco
A . J . Toynbee
-t-1 EnYayos de !iugiiistico gen¿ruJ
25. Estudio de la H isto ria (IIl!
F(lm;¡n .ldkubson
A . J . Toynhee

26. Fenomenología de !a percepción -1-5. Guerra y filE en la aldeu gfobu!

M. Merleau-Ponty ¡\-Jar.'> l w l l 1\-IcLuhan

27. Reflcxio11cs sobre el !engutlje


46. Dei senlilnit'nto rrdgico de lo l'ÚÍa

Noam Chomsky �.ligue! de Unamuno

47. C!ir.'l<� de ji!oso{fa ¡;ara ciennficos


28. Consideraciones sohre las conductas animal y hwnmw
Konrad Lorcnz L,)uis All husser

4R !nrruducción a la historia de la hio!ogia


2Y. El carácter neurótico -
Jcan Ro;;tand
Alfred Adler
..J.9. Tru h ajo flsalariado v ca¡Jitul
30. Jlagia, cie n cia y rcligú'm ·

Karl 1\-lnrx
B. Mnti nowski
50. Fnsaros dt' socíulogía cont('i!lponinca r f;
3 1 . El origen de las csrJecics (!)
\!i!x \Veber
Charles D<tnvin
5 1 . F!lsayus de sociulof!./a cof/ftlllfJordnm ( ¡ ¡;
32. El origen de !a_y especies (lf)
-
Charles DanYin \-"L!x Weber
¡
.;;; : Crimen ,- costwnhrc ,'n !u wr'ú:dad
33. [_a personalidad n c ur0 rica de n uest ro rf,'mpo
Broni\ ];¡w !\lalino wski 1
K aren } !orncy
53. Psico!ogiu _\' (! Cdagngía
34. Qué s u cedió en !a his!Oria
.lean Piagct
V. Gorcton ChiLle
Eo preparación:

Piurio (i/(Jsófico
U desarrof!u desigual
! �_�dwig Wittgenstein
S:unir Amin
rnwro.\ sob re polflica niÍfl! rrl
SrJcío/ogiu cu;1tm psicoaJuílisis
l·-krbcrt !\ larcu<.:e
Umbcno Feo. L. Goklmam1. Rogcr Baslide
.\1 ,/Jrc /¡� mctocrírica de {a te o. Íil del conocimiento
Princi(ÚJ_> de urbaniM?tu
'l w. /\domo
Le Corbu�ie¡
11 nwenr' de !u fámilia
Los arg onautas dd Taci/i'co OL-cÍiicnwf 1 1)
1 ):Jvid (·no pe¡
Brunisl<l\\' \·! a l i nowski
--.'-\ ,)'nhrc el progrwno de !o ur,, ,,mr fúmru Los argunu¡m¡s del Pac Occide¡¡f¡¡f tll)
\V: d t n Ben_iamin
B ro nisl a \\· :\la!lno\\'Ski
-;q ,\'ucil!lienlo de fas civilizaciones oticnwle5
Gnrchn1 Chikle

, , ¡ ¡ _ "\ocicdad en tran<;ición: cstudio_y de socio!


� h1x l--] Prkheimc'r
h 1 . l_ 1'nguoje y entendimiento
!'--i nam Chomsky

' 1 :: E'rudios sociofr)J;icus


k�1n Pi :\i;e t

(, \ F.nrucmm y júnciún en fa sociedad JFÍmiríva


\ R . Rnddifle . B ruwn

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