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Conocer el ordenador y todas las funciones que tiene resulta bastante complicado.

Además,
el usuario suele estar acostumbrado a controlarlo con el ratón en su mano aunque, siempre
presente, el teclado también tiene un papel esencial. Con él se teclea para redactar textos,
realizar búsquedas o entablar conversaciones con los amigos. Normalmente se le da un uso
bastante básico, pero es un dispositivo que esconde una multitud de funciones combinando
teclas.

Una serie de trucos y atajos pueden realizar acciones que están ahí y no mucha gente los
conoce. No es necesario un teclado especial, o inalámbrico. Cualquier teclado por simple
que sea, de portátil incluso, sirve para hacer el trabajo diario más llevadero y facilitar las
tareas. Simplemente hay que memorizar una serie de comandos que, del mero uso se
terminan utilizando sin apenas esfuerzo.

Antes de pasar con el vídeo de hoy, te recomendamos quedarte hasta el final del vídeo ya
que si tu ordenador va lento o no sabes manejarlo bien, con estos trucos le sacarás el
máximo rendimiento. ¡No olvides suscribirte si es que aún no lo has hecho y apoyarnos con
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Ahora sí, comencemos.

Cerrar las ventanas al instante.

La combinación de “Ctrl + W” permite al usuario cerrar instantáneamente la ventana en la


que está, sin tener que llevar el ratón al botón “X” de cierre en la ventana. Las cierra en un
tiempo rápido, por lo que puede resultar útil cuando se desea cerrar páginas que no se
desea que se vean.

Minimizar las ventanas.

En cambio, si se desea minimizar todas las ventas e ir directos al escritorio, la combinación


de la tecla “Windows + D” será el mejor aliado. Para recuperar la posición previa, es decir,
con todas las ventanas abiertas habrá que volver a ejecutar ambas teclas. También se
pueden minimizar todas accionando las teclas “Windows + M”.

Abrir las ventanas que se acaban de cerrar.

Suele ocurrir bastante a menudo, se está navegando y sin querer se cierra una ventana.
Para eso, o simplemente para volver a lo anterior, existe la combinación de teclas “Ctrl +
Shift + T”. Si no sabes cual es la tecla “Shift” está en la parte izquierda del teclado, suele
tener una flecha para arriba o en ocasiones pone “Mayús”.

Bloquear el ordenador.

Para abandonar momentáneamente la actividad en el ordenador y que no se quede ningún


trabajo abierto y a la vista de todos, la combinación “Windows + L” bloqueará el ordenador y
guardará todo el trabajo. Para volver a la sesión, simplemente se tendrá que pulsar “Ctrl +
Alt + Supr”. Un atajo que se suele activar durante el uso normal si un programa se queda
bloqueado o si el ordenador no responde.
Cerrar los programas que estén bloqueados.

Otra opción para poner fin a todos esos programas que se pueden bloquear cuando se
satura el ordenador solo hay que presionar la secuencia “Ctrl + Shift + Esc”. Con esto, se
cerrarán sin tener que acceder al “Administrador de tareas”.

Ventanas paralelas.

Resulta muy útil para trabajar con dos programas a la vez o dividir la pantalla para comparar
textos o realizar transcripciones. Para este proceso solo es necesario abrir dos ventanas y
presionar la tecla Windows + la flecha derecha (para que la ventana quede a la derecha del
monitor) o la tecla Windows + la flecha izquierda (si se desea que se ubique a la izquierda
monitor).

Borrado más rápido.

Normalmente, cuando se quiere borrar hay que ir letra a letra, accionando el botón
“retroceso”. Para eliminar un texto más rápido hay que pulsar “Ctrl” + “Supr”, una
combinación que toma cada palabra como si fuera una letra, pudiendo trabajar mucho más
rápido.

Agrandar el texto con el zoom.

Para acercar un texto o foto para visualizarlo mejor, sea por la causa que sea, solo hay que
presionar las teclas “Ctrl” y “+” para aumentar y las teclas “Ctrl” y ”-” para volver al estado
normal de pantalla. Existe otra forma para aumentar el tamaño. Se puede usar la lupa, una
función que se activa pulsando la tecla Windows y el “+”, o el “-”, para regular el tamaño.
Para terminar simplemente hay que salir de la aplicación cerrando la ventana en la “X”.

Girar la pantalla del ordenador.

Una función que normalmente se suele realizar para gastar una broma a algún compañero.
Si se pulsa “Ctrl” + “Alt” + flechas del cursor. La pantalla girará en la dirección de la flecha
que se accione.

Capturar la pantalla del ordenador.

Si se quiere realizar una fotografía de lo que tiene la pantalla no es necesario sacar el móvil
para ello. Simplemente hay que presionar la tecla “Print Screen” o “Imprimir Pantalla”. Y
aunque parezca que no ha sucedido nada, la imagen queda almacenada en el portapapeles
para que se pueda pegar en cualquier programa de edición fotográfica e incluso en un
correo electrónico.

Grabar la pantalla del ordenador.

Lo primero que tienes que hacer es pulsar a la vez los botones de “Windows” + “G” del
teclado de tu ordenador para invocar la barra de juegos de Windows.
A continuación, ve a la sección de “Retransmitir y capturar” que te aparecerá en la esquina
superior derecha, y en él pulsa en el botón de grabar pantalla que aparecerá con un círculo.
Si esta ventana o sección no te aparece, tendrás que activarla en la barra principal que
aparece arriba en el centro de la pantalla.

Una vez inicies la grabación, podrás ver que se está grabando en la pantalla de Xbox
Social, donde aparecerá el contador con el tiempo que se lleva grabado. Aquí también
podrás activar tu micrófono si quieres. Pulsa en el fondo de la pantalla o la aplicación que
haya detrás para salir del centro de la barra de juegos y entrar en el juego o aplicación.

Superpuesto al juego o aplicación verás una pequeña ventana donde también muestra el
tiempo transcurrido y la opción de detener la grabación y grabar el sonido del micrófono.

Cuando detengas una grabación, te aparecerá una pantalla en la que se te indica que se ha
grabado un clip del juego. Si pulsas sobre esa pantalla irás a la carpeta en la que se ha
guardado el vídeo para que puedas hacer con él lo que quieras.

Con el paso de los años todos los ordenadores empiezan a reducir su rendimiento. Los
componentes no pierden sus características por sí mismos. Las causas de un ordenador
lento son múltiples, pero la mayoría de ellas están en el software, esto quiere decir que se
pueden solucionar sin tener que comprar nuevas piezas. Sigue estos trucos generales que
te vamos a mostrar a continuación y seguro que notarás cómo mejora la velocidad de tu
ordenador, ya sea Windows o Mac.

Elimina los programas en el arranque.

Cuando un sistema operativo arranca automáticamente se inician algunos programas


necesarios y otros definidos por el usuario que la mayoría de las veces son innecesarios o
no utilizamos.

En Windows, podemos encontrar una lista de ellos al seleccionar “Ctrl + Alt + Supr” con el
teclado y abriendo la pestaña de “Inicio”. Ahí verás todos los programas que arrancan con el
ordenador, desactiva todos los que no quieras que sigan haciéndolo.

En Mac, podrás hacer lo mismo yendo al Panel de Preferencias > Usuarios, selecciona tu
usuario y elige la opción “inicio”, ahí verás todos los programas que arrancan cuando
enciendes el ordenador y podrás desactivar todos los que no quieras para que tu ordenador
funcione mucho más rápido.

Desactiva los efectos visuales.

Si el aspecto de las ventanas del sistema te da absolutamente igual, puedes eliminar


algunas transparencias y efectos visuales para que tu ordenador tenga que hacer menos
cálculos cada vez que mueves ventanas o abres programas.

En Windows, escribe “sysdm.cpl” en la barra de búsqueda, una vez dentro selecciona la


pestaña de “opciones avanzadas” y luego “configuración”. Elimina las que quieras o
selecciona “mejorar rendimiento”.
En Mac, el rendimiento que ganamos es menor, pero podrás hacerlo en el Panel de
Preferencias > Accesibilidad > Pantalla, donde deberemos encontrar y activar la opción
“Reducir Transparencias”, esto ayudará a que tu ordenador vaya más fluido.

Ordena los archivos.

El escritorio de tu ordenador es una carpeta especial que siempre está abierta y


consumiendo recursos, si está llena de archivos y carpetas puedes notar que el sistema
arranca más lento. Pon un poco de orden moviéndolas a carpetas de documentos
adecuadas.

También te recomendamos desactivar la previsualización de los iconos. En Windows, abre


el Explorador de Archivos, selecciona “Organizar” en el menú y luego “Opciones de
carpetas”. En la pestaña “Ver” deberás encontrar una opción llamada “Mostrar iconos
siempre, nunca las previsualizaciones”.

En Mac,podrás hacerlo abriendo el Finder y seleccionando la opción “Ver” en el menú, luego


“Mostrar opciones de visualización” y desactiva la opción “mostrar previsualización de
iconos”, esto hará que tengas que esperar menos para que tus archivos carguen.

Elimina la basura y archivos temporales.

Con el paso de los meses el sistema y sus programas almacenan archivos de caché y
temporales con el irónico resultado de que, en vez de mejorar la experiencia pueden acabar
empeorándola.

En Windows, selecciona el botón Inicio, luego Configuración > Sistema > Almacenamiento y
ahí dentro elige “Liberar espacio ahora”. Después de unos minutos te saldrá la opción para
eliminarlos.

En Mac, es una tarea más manual: abre el Finder y ve a la carpeta principal, luego a
Sistema > Librería > Cachés y elimina todo lo que veas allí. Luego ve a la carpeta de tu
usuario > Librería > Cachés y repite la jugada, notarás un gran cambio al realizar este truco.

Y esto ha sido todo por hoy. Si te ha gustado nuestro contenido, apóyanos con tu like,
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¿Te han funcionado los trucos que te hemos mostrado para tu ordenador?

Déjanoslo saber en los comentarios.

¡Hasta la próxima!

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