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Imagínense que son una persona floja, peleada con Dios y que no le gusta salirse de su zona de

confort. Siendo esa persona, cuando me dieron esta oportunidad, nunca imagine que un
campamento de verano seria la experiencias mas maravillosa, divertida y llena de bendición
hasta el momento.

Hola! Soy Rodrigo Palma, nací en Guatemala y tengo 21 años. Este 2022 debo decir que no es
uno de mis mejores años personalmente hablando, desde que salí del colegio en el 2019 fui una
persona que no tenia muchas expectativas sobre la vida, deje que mi corazón se llenara de
amargura y decepción. Desde ese septiembre del 2019, hasta mayo del presente año, he de
admitir que no hice mucho por mí y mi futuro.
En el 2021 entre a estudiar Diseño Gráfico a la universidad pública de mi país. No era la carrera
que mas deseaba, pero al fin de al cabo; como dije antes, no tenia muchas expectativas de llegar
a estudiar algo que de verdad me gustara, así que seguí con la carrera por casi tres semestres.
Digo “casi” porque en el tercer semestre en mi universidad hubieron problemas de dirección que
hicieron que la universidad cerrara por ya casi 5 meses.
Aquí es donde empieza lo mejor. Porque justo en esos días cuando la universidad cerró, y yo
justo esa noche pasé un examen oral de inglés, cuando mis padres me llaman a la cocina y me
dicen “acaban de hablarnos para darles la oportunidad de irse a Pennsylvania al campamento
Black Rock como voluntarios”. Que creen que respondí? Obviamente que no. Ahora es gracioso
para mi recordar haber sido tan ciego de no haber visto como Dios estaba poniendo en mi
camino esta oportunidad.
Como digo, era una persona que no le gustaba salirse de su zona de confort. Así que mi respuesta
en ese momento fue “no”, y pasaron creo que al menos tres o cuatro días y mi respuesta seguía
siendo no y no. Fue hasta que por bendición de Dios, mi hermano quiso convencerme de ir con
él, y creo que también no me agrado que

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