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La formación del Estado nacional

El caudillo entrerriano A partir de 1853, se sentaron las bases para la organización del Estado
Afincado desde su infancia argentino. Sin embargo, no fue sencillo organizar y ponerse de acuerdo entre
en Concepción del Uruguay, todas las provincias. Luego de la caída de Juan Manuel de Rosas en la batalla
Justo José de Urquiza (1801- de Caseros, la alianza que lo había derrocado se rompió. El Estado de Buenos
1870) hizo fortuna dedicándose Aires y la Confederación mantuvieron casi diez años de enfrentamiento. Recién
a las actividades rurales y al hacia 1880, las disputas y luchas políticas menguaron y se consolidó firme-
comercio. Electo gobernador mente la nación.
de Entre Ríos en 1841, mantuvo
hasta su muerte su influencia Después de la batalla de Caseros
política en su provincia y en el
Litoral. Hombre fuerte del Partido En 1852, la batalla de Caseros marcó el fin de una época. La caída de Juan

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Federal, encabezó la coalición Manuel de Rosas en la provincia de Buenos Aires y su posterior exilio en Gran
que derrocó a Juan Manuel de Bretaña dejaron el terreno político inestable. El vencedor, Justo José de Ur-
Rosas en 1852. quiza, gobernaba en Entre Ríos y era el jefe del Ejército Grande, conformado
En 1854, fue elegido presidente por correntinos, uruguayos y brasileños. Urquiza defendía la causa federal, con
de la Confederación Argentina. una constitución que respetara las autonomías provinciales.
En 1870 fue asesinado en el Luego de Caseros surgieron numerosas facciones políticas que aspiraban
palacio San José, su residencia, a tomar el poder. Entre ellas estaban los federales del Litoral, los unitarios y los
por el general López Jordán. liberales; los tres coincidían en que el país se vinculara con los países indus-
trializados. Querían ingresar al mercado comercial mundial y, para esto, debían
existir derechos y libertades económicas, políticas y sociales pautadas. Bus-
caban la libertad para navegar los ríos interiores, el respeto por la propiedad
privada, la libertad de expresión, de reunión y de imprenta. El gran problema era
coincidir en quiénes serían los responsables de llevar adelante esos cambios.

Luis de Servi, Retrato del


presidente de la Confederación
Argentina Justo José de Urquiza
(1910), óleo.

Carlos Penuti y Alejandro Bernheim, Batalla de Caseros (1852), óleo.

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El Acuerdo de San Nicolás
Luego de la batalla de Caseros, Urquiza de-
signó como gobernador de Buenos Aires a Vi-
cente López y Planes. Además, convocó a una
reunión a todos los gobernadores para decidir
sobre la organización de un Congreso Consti-
tuyente con el objetivo de organizar y unificar
el territorio. Por entonces, algunas acciones de
Urquiza, como los fusilamientos sin juicio pre-
vio, las confiscaciones de bienes, las continuas
órdenes de pago libradas contra el Tesoro de
Buenos Aires y la asunción de las relaciones
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exteriores de la Confederación, preocupaban


a los porteños. Sin embargo, el problema prin-
cipal de la provincia era que Buenos Aires se
rehusaba a ceder sus privilegios (era la provincia más rica gracias al puerto) Rafael del Villar, El Acuerdo de San
y la Sala de Representantes de la provincia negó a Vicente López el poder Nicolás (1910), óleo.
para representar a la provincia en las deliberaciones.
El 31 de mayo de 1852, poco tiempo después de Caseros, se celebró
en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos (provincia de Buenos Aires) el La oposición porteña
Acuerdo de los Gobernadores, antecedente de la Constitución de 1853. Los porteños se opusieron al Acuerdo
El acuerdo fijó las bases del futuro Estado federal. Se ratificó la vigencia de San Nicolás (no querían ceder sus
del Pacto Federal de 1831, se convocó al Congreso General Federativo y privilegios aduaneros ni federalizar
se designó a Urquiza como Director provisorio de la Confederación, con el Buenos Aires) y, en septiembre de
mando supremo de las fuerzas militares. Se estableció que los diputados 1852, un grupo opositor depuso a las
del Congreso serían diputados de la Nación y que las unidades políticas autoridades puestas por Urquiza en
pasarían a considerarse provincias del Estado nacional. Buenos Aires. Esta revolución inició
Los términos del pacto fueron difundidos por diarios que apoyaban a la separación de Buenos Aires de la
Urquiza, como El progreso, pero defenestrados por los opositores como Confederación Argentina. Ni Urquiza
los periódicos El Nacional o Los Debates. Estos últimos criticaron las atri- ni los porteños estaban dispuestos a
buciones otorgadas a Urquiza. También se cuestionó el modo de distribuir ceder ni negociar.
la representación de las provincias en el Congreso. Los porteños conside-
raban que se pretendía disminuir su influencia en debates clave, como la
nacionalización de la Aduana y la federalización de Buenos Aires. Comen-
zaba aquí una separación que duraría cerca de diez años.

Actividades
1. Respondan las siguientes preguntas.
a. ¿Cuáles fueron los cambios en la organización y administración del
territorio después de la batalla de Caseros?
b. ¿Por qué Buenos Aires no quiso unirse a la Confederación?
c. ¿Qué significaba que los diputados del Congreso serían diputados
nacionales? Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo
de San Nicolás, en San Nicolás de los
Arroyos, provincia de Buenos Aires.

Capítulo 9 La organización del Estado moderno


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La Constitución de 1853
El Congreso Constituyente comenzó a sesionar en noviembre de
1852 con representantes de todas las provincias excepto Buenos Aires.
En mayo de 1852, antes del inicio del Congreso Constituyente, se pu-
blicó el libro Bases y puntos de partida para la organización política de la Re-
pública Argentina, de Juan Bautista Alberdi (1810-1884). La obra tuvo una
gran influencia en los debates del Congreso y en el diseño final de la Cons-
titución. Allí, Alberdi propuso abandonar el principio de unión federal, según
el cual estaban organizadas las relaciones entre los Estados provinciales, y
constituir un Estado federal. Ofrecía además sugerencias acerca del marco
institucional más apropiado para promover el progreso económico.
El Congreso Constituyente aprobó el proyecto para la creación de una

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constitución inspirada en el libro Bases de Alberdi, algunos tratados preexis-
tentes y otras constituciones, como la de Estados Unidos de 1776.
Primera página del manuscrito original de En abril de 1853, la comisión encargada de la redacción de la Consti-
la Constitución Argentina de 1853. tución Nacional presentó su proyecto, que fue sancionado el 1º de mayo
de 1853.
La Constitución Nacional estableció la forma de gobierno republi-
cana, representativa y federal. Aunque el gobierno sostendría el culto
católico, apostólico y romano, se garantizó la libertad religiosa. También
delineó la organización fiscal, los derechos y garantías de los ciudadanos
y de los habitantes, y las relaciones entre las provincias y la Nación.
El gobierno de la república se distribuyó en tres poderes: el Ejecutivo, el
Legislativo bicameral (diputados y senadores) y el Judicial. Los tres tenían
atribuciones para controlarse unos a otros. El Poder Ejecutivo, representado
en un presidente, no tenía permitida la reelección. Al ser un gobierno federal,
cada provincia elegía a sus gobernadores, sus legislaturas y dictaba su cons-
titución, aunque eran revisadas por el Congreso nacional. Además, mediante
el recurso de intervención federal, se facultaba al gobierno nacional para in-
tervenir e imponer el orden en cualquier provincia donde la paz fuera alterada.
La Constitución Nacional de 1853 se inicia con el Preámbulo que enu-
mera los fines generales del Estado federal:

“Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos


en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las pro-
vincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con
el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar
la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar gene-
ral, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra
posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el
suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y
justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para
la Confederación Argentina.”

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Dos Estados
A partir de 1852, Buenos Aires y la Confederación funcionaron como Esta- Actividades
dos separados hasta 1861. La Confederación tenía su capital provisoria en la 1. Expliquen cuál fue la forma
ciudad de Paraná y se regía bajo la Constitución de 1853. En 1854, el Estado de de gobierno que estableció la
Buenos Aires dictó su propia Constitución. Constitución de 1853. ¿Es la
Para la Confederación, los casi diez años de separación de Buenos Aires misma en la actualidad?
fueron complicados. Como presidente de la Confederación, Urquiza desarrolló 2. Señalen en el texto del
un proyecto de país: promovió las primeras colonias de inmigrantes europeos, preámbulo de la Constitución
proyectó una línea de ferrocarril, creó un sistema de correo y comunicaciones Nacional de 1853, citado en la
entre provincias y mejoró la educación. Sin embargo, no poseía recursos eco- página anterior, cuáles son los
nómicos suficientes para organizar el territorio y sostenerlo económicamente, objetivos planteados por los
ya que el Tesoro nacional no contaba con dinero ni crédito para administrar la constituyentes. Expliquen de
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Confederación. qué se trata cada uno de ellos.


En Buenos Aires, la situación era diferente, ya que el territorio contaba con 3. ¿Por qué Buenos Aires y la
una gran fuente de riquezas: la Aduana. A través de ella se realizaban los inter- Confederación no llegaban a
cambios comerciales con Gran Bretaña, Francia y otros países. El cobro de im- un acuerdo para unificarse?
puestos sobre las mercancías era lo que sostenía al gobierno de Buenos Aires.

Intentos de acercamiento

En Buenos Aires, las opiniones se dividían entre quienes proponían la unión


con la Confederación y los partidarios de una política autonomista y de oposi-
ción intransigente. Del mismo modo, en la Confederación existían sectores que
buscaban una solución por la vía del acuerdo y otros que reclamaban a Urquiza
que sometiera por las armas al Estado rebelde.
En 1854, los gobiernos de los dos Estados firmaron un La Confederación y el Estado de Buenos Aires
tratado de paz y comercio en el cual se comprometían a
mantener la unidad territorial, ayudarse en caso de agresión
extranjera y colaborar en la defensa de la frontera. Pero la
intervención armada de grupos federales opositores y los
ataques indígenas en la frontera de Buenos Aires entorpe-
cieron la puesta en práctica del acuerdo, que finalmente fue
anulado.
En 1856, el Congreso de Paraná sancionó la Ley de De-
rechos Diferenciales. Esta ley recargaba con aranceles las
mercaderías que ingresaban a las provincias desde otros
puertos de la república. Con esta medida se buscaba fomen-
tar el tráfico mercantil en el puerto de Rosario, frente al de
Buenos Aires. Durante toda la década, el antagonismo en-
tre la Confederación y Buenos Aires tuvo profundas conse-
cuencias en las provincias. El gobierno de la Confederación,
establecido en Paraná, intentaba sostener a los gobiernos
provinciales. Pero la dirigencia porteña apoyaba en las pro-
vincias a distintos grupos opositores con el objetivo de debi-
litar la posición de la Confederación.

Capítulo 9 La organización del Estado moderno


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Los conflictos armados
La Convención Provincial Las relaciones entre la Confederación y la provincia de Buenos Aires se
de 1860 mantuvieron entonces entre los acuerdos comerciales y los tratados de paz, y
En la Convención Provincial el conflicto abierto y los enfrentamientos armados. Desde 1859, los conflictos
de 1860, los porteños se armados, las disputas entre las provincias y la crisis financiera de la Confede-
pronunciaron por una serie de ración llevaron al enfrentamiento entre ejércitos. Desde Paraná se ordenó la
enmiendas a la Constitución movilización del Ejército Nacional con el fin de someter a Buenos Aires.
Nacional de 1853, destinadas a
limitar la injerencia del gobierno La batalla de Cepeda y el Pacto de San José de Flores
federal en las provincias.
Proponían eliminar la potestad En octubre de 1859, el ejército de la Confederación, al mando de Urquiza, y el
del gobierno federal para revisar de Buenos Aires, comandado por Bartolomé Mitre, se enfrentaron en los campos

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las constituciones provinciales, de Cepeda, en la provincia de Buenos Aires. Los porteños fueron derrotados y,
la facultad de intervenir las como consecuencia, debió renunciar Valentín Alsina, el gobernador de la provincia.
provincias sin la solicitud de las Se firmó entonces el Pacto de San José de Flores, que establecía la incor-
autoridades provinciales, y la poración de Buenos Aires a la Confederación y convocaba a una convención
jurisdicción de la Justicia federal provincial con el fin de que los representantes porteños pudieran proponer re-
para actuar en caso de conflictos formas a la Constitución nacional. Se disponía también la nacionalización de la
entre los poderes públicos Aduana de Buenos Aires, aunque le garantizaba a la provincia la disposición
provinciales. por cinco años del mismo monto presupuestario de 1859. Los porteños pronun-
ciaron enmiendas y modificaciones a la Constitución que fueron aceptadas y en
1860 se juró la reforma constitucional.

La batalla de Pavón y la hegemonía de Buenos Aires

Hacia 1860, la incorporación de Buenos Aires a la Confederación y las re-


formas consensuadas parecieron indicar un cese de los conflictos. Pero en no-
viembre de ese año, José Virasoro, gobernador de San Juan, fue asesinado por
una banda vinculada con los grupos porteños. A raíz del conflicto desatado, el
entonces presidente Santiago Derqui intervino la provincia de Buenos Aires y
designó un gobernador afín, lo que generó la protesta de las autoridades bo-
naerenses. El Congreso Nacional, además, rechazó a los diputados de Buenos
Aires, argumentando que habían sido electos por mecanismos ajenos a la legis-
lación nacional. En respuesta, el gobierno porteño decidió la ruptura de todos
los pactos y treguas vigentes. Las negociaciones diplomáticas fracasaron y el
conflicto desembocó en un nuevo enfrentamiento.
En septiembre de 1861, Urquiza y Mitre volvieron a enfrentarse en la batalla
de Pavón. Luego de las primeras acciones, el ejército de Urquiza, que llevaba la
delantera en la contienda, abandonó el campo de batalla en un confuso episodio.
La derrota militar de la Confederación, sumada a la inestable situación econó-
mica que atravesaba y a la falta de apoyos políticos, llevó al presidente Santiago
Derqui a renunciar. Mitre, victorioso, se reunió con Urquiza y acordó una nueva
paz. En los meses siguientes, expediciones militares porteñas avanzaron sobre
el Interior y provocaron la caída de gobernadores provinciales. De este modo, se
afirmó la hegemonía de Buenos Aires en el proceso de unificación nacional.

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