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Emilce Cuda - Y El Pueblo Dónde Está
Emilce Cuda - Y El Pueblo Dónde Está
Emilce Cuda
Emilce Cuda: doctora en Teología por la Pontificia Universidad Católica Argentina. Es profesora
e investigadora en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (Florencio Varela, provincia de Bue-
nos Aires) y en la Universidad Católica Argentina (Ciudad de Buenos Aires).
Palabras claves: pobres, peronismo, Teología de la Liberación, Teología del Pueblo, Iglesia cató-
lica, papa Francisco.
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con «católico»4. Esta resignificación per- La segunda corriente es, según Scanno-
mitió en la década de 1970 que un sec- ne, la Teología de la Liberación desde la
tor de los teólogos de la Iglesia católica praxis revolucionaria, cuyo referente es
–que consideraban al pueblo como su- el brasileño Hugo Assmann. Esta ver-
jeto político colectivo, como categoría tiente tendrá como objetivo el fin de la
dinámica y creadora– pudiera articu- explotación del hombre por el hombre,
lar su discurso con el discurso políti- utilizando como medio un análisis
co bajo significantes de la protesta so- sociohistórico de la realidad a partir
cial, como «liberación o dependencia»5 del marxismo; el contenido teológico
y otros, buscando de este modo resol- se reduce a un lenguaje sociológica-
ver el antagonismo bajo la categoría de mente cristiano, lo que la convierte en
pueblo como unidad6. teología secularizada. Aquí se conclu-
ye que la acción para lograr esa meta
Para comprender mejor la diferencia será una praxis liberadora al servicio
entre el conjunto de la Teología de la de la lucha de clases, desde y para
Liberación y una de sus modalidades, la praxis, no necesariamente violen-
la Teología del Pueblo, tomaré la men- ta. El sujeto, para esta corriente, es
cionada clasificación de Scannone7, transconfesional y abarca el total de
para quien dentro de la Teología de la la clase trabajadora, sean o no católicos.
Liberación pueden distinguirse cuatro Los agentes son los grupos cristianos
corrientes. La primera es la Teología de radicalizados y comprometidos en la
la Liberación desde la praxis pastoral, y su acción revolucionaria.
referente es el argentino Eduardo Piro-
La tercera corriente es la de la Teología
nio. En este caso, se persigue como fin
de la Liberación desde la praxis histórica,
la unidad de todo el pueblo. Se propone
representada principalmente por el
como medio para lograrla una reflexión
peruano Gustavo Gutiérrez y el vasco
sobre la realidad desde una ética antro-
Jon Sobrino desde El Salvador. Para
pológica, teniendo en cuenta datos es-
esta corriente, el fin es la unidad en la
tadísticos de las ciencias sociales, abor-
comprensión global del ser humano y
dados desde una perspectiva bíblica y
de la historia y, manteniéndose fiel a la
eclesial, pero sin reflexionar sobre los
aspectos políticos. Como conclusión, se 4. Julio Meinvielle: Política argentina (1946-1956),
practica una evangelización liberado- Trafac, Buenos Aires, 1956.
ra integral, mediante la praxis pastoral 5. L. Gera: «Cultura y dependencia, a la luz de
la reflexión teológica» en Stromata vol. 30 No 1-2,
de la Iglesia como cuerpo institucional 1-6/1974, p. 169 y ss. y «La Iglesia frente a la si-
–es decir, siguiendo los lineamientos tuación de dependencia» en L. Gera y otros: Teo-
logía pastoral y dependencia, Guadalupe, Buenos
de Medellín y Puebla–. El sujeto de esta Aires, 1974, p. 24.
corriente teológica es todo el pueblo, y los 6. S. Politi: ob. cit., pp. 180 y 239.
7. J.C. Scannone: «La teología de la liberación.
agentes serán laicos comprometidos Caracterización, corrientes, etapas» en Stromata
con el evangelio y la política. vol. 38 No 1-2, 1-6/1982, pp. 3-40.
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Teología y política en el discurso del papa Francisco. ¿Dónde está el pueblo?
llama a un combate, pero a un comba- La Teología del Pueblo –que puede re-
te espiritual, y dice que esa espirituali- construirse hoy a partir de los escritos
dad puede ser presa de tentaciones: la de los teólogos de la Coepal–, reinter-
de los tradicionalistas, lo que llama es- preta la categoría de pueblo como la
piritualidad de «avestruz porque lleva parte popular del pueblo, en el sentido
a esconder la cabeza»; o la de las uto- filosófico de particularidad encarnada
pías que llaman a estar en la «cresta de que participa de lo que la teología ca-
la ola»9. tólica llama «universalidad del Pueblo
de Dios». Tomaré como ejemplo un li-
■■ Pueblo pobre y pueblo como bro casi desconocido y prácticamente
unidad inhallable que se publicó en Buenos
Aires a finales de 1975, y que fue re-
La renovación teológica que surge en tirado completamente de las librerías
Europa en los años 50 queda plasmada en marzo de 1976 como consecuencia
en Argentina en el Documento Episco- del golpe cívico-militar. El libro per-
pal de San Miguel de 1969, donde se re- tenece al mstm y se titula: El pueblo.
significan ciertas categorías de acuerdo ¿Dónde está? En él se desarrollan las
con –y a partir de– la realidad social y categorías teológicas y políticas de
política del país. Desde la década de 1970 uno de los miembros de la Coepal,
se observa un cambio dentro del catoli- Rafael Tello, quien reconoce ser, en
cismo argentino respecto a la posición última instancia, el autor del texto:
de cierto sector de laicos y sacerdotes en aunque no su redactor, sí su corrector
relación con los procesos sociales10. Ade- final. El libro sostiene que «los opri-
más de los mencionados Gera y Tello, midos serán el pueblo, (…) en la me-
los miembros de la Coepal relacionados dida en que pierdan vigencia y poder
con la Teología del Pueblo fueron Ge- los opresores y sea mayor el número
rardo O’Farrell, Alberto Sily, Fernando
Boasso, Carmelo Giaquinta y Domin- 9. J. Bergoglio: «Apertura de la congregación
go Castagna. El influjo de estos teólogos provincial xv, 8/2/1978», incluido en «Una ins-
titución que vive su carisma», cit., p. 35.
derivó en una contaminación entre ca- 10. Florial Forni: «Catolicismo y peronismo» en
tegorías teológicas y categorías políticas Unidos No 14, 1987, p. 211 y ss.; Alejandro Ma-
yol, Norberto Habegger y Arturo Armada: Los
en ambos sectores. Los contactos son in-
católicos posconciliares en la Argentina, Galerna,
directos a través de movimientos como Buenos Aires, 1970; Antonio Castagno: Ten-
los curas villeros, el Movimiento de Sa- dencia y grupos políticos en la realidad argentina,
Eudeba, Buenos Aires, 1971; Ignacio Pérez del
cerdotes para el Tercer Mundo (mstm) Viso: «El compromiso de los obispos argenti-
–de quienes eran fuente ideológica–11, nos» en Estudios No 602, 1969, pp. 21-33; Lucas
Lanusse: Cristo revolucionario. La Iglesia mili-
los obispos comprometidos política- tante, Vergara, Buenos Aires, 2007; Humberto
mente y publicaciones o boletines como Cucchetti: Combatientes de Perón, herederos de
Cristo. Peronismo, religión secular y organizacio-
Enlace del mstm y Cristianismo y Revolu- nes de cuadros, Prometeo, Buenos Aires, 2011.
ción de Juan García Elorrio. 11. J.P. Martín: ob. cit.
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Teología y política en el discurso del papa Francisco. ¿Dónde está el pueblo?
de los que comparten, entonces los demandas sociales de los sectores po-
‘compañeros’ serán el pueblo»12. Asu- pulares, y para esto establece la divi-
men la expresión «compañeros», que sión del campo de lo político en dos:
es el modo en que se autodenominan el pueblo y el antipueblo. En esta línea
los militantes del peronismo, el mo- podría ubicarse tanto a Tello como a
vimiento político que representa a la Gera. Al mismo tiempo, coexiste con
mayoría del sector popular, trabaja- esta tendencia en Argentina la men-
dor y marginal en Argentina desde cionada Teología de la Praxis Pastoral,
el año 1945. que busca resolver el antagonismo so-
cial bajo la categoría de pueblo como
El mstm presenta al pueblo como el unidad, sin profundizar la división so-
sujeto activo del cambio, como «agen- cial. Ambas se presentan como la ter-
te siempre idéntico y siempre nuevo cera posición entre el marxismo y el
en sus planteos»13. Refuerza este con- liberalismo, alineándose políticamen-
cepto al decir que en las elecciones te con el peronismo, aunque en líneas
presidenciales de 1973, donde 62% del internas diferentes. A mi modo de ver,
electorado elige a Juan Domingo Pe- este es el contexto teológico-político en
rón, se manifiesta el pueblo, y que el el cual se formó y vivió Bergoglio du-
pueblo es quien elabora valores socia- rante 45 años y el que enmarcó la teo-
les y culturales de manera universal14. logía del actual papa Francisco.
La Teología del Pueblo hace una dife-
rencia entre la categoría marxista de Así, en la década de 1970, estos teó-
clase proletaria y la de pueblo, pero logos comenzaron a articular su dis-
esto no quita que el sujeto sea en la curso con el discurso político marca-
práctica el mismo: «el pueblo es el nú- do por la protesta social, buscando
cleo cultural hecho de profundas con- de este modo resolver el antagonis-
vicciones y aspiraciones»15. Para los sa- mo bajo la categoría de pueblo como
cerdotes del Tercer Mundo, los pobres unidad17. Tello –a quien Bergoglio rei-
«por ser pobres, y asalariados (…) son vindica en diciembre de 2012 al pro-
quienes experimentan más al desnu- logar un libro sobre su vida y obra
do la opresión (…) representan privi- presentado en la Facultad de Teología
legiadamente a todo el pueblo y seña- de la Pontificia Universidad Católica
lan las grandes pautas conforme a las
cuales se podrá conquistar la libertad
12. mstm Capital Federal: El pueblo. ¿Dónde
de todos»16. está?, Publicaciones del mstm, Buenos Aires,
1975, p. 74.
13. Ibíd., p. 37.
La Teología del Pueblo no busca la 14. Ibíd., pp. 38-39.
confrontación social, sino –expresa- 15. Ibíd., p. 69.
16. Ibíd., p. 32.
do por mí en términos de Ernesto La- 17. L. Gera: «Cultura y dependencia, a la luz de
clau– la articulación discursiva de las la reflexión teológica», cit.
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dirá que la unidad no se logra ni por Dicho de otro modo, lo que en 1974 Ber-
un «abstraccionismo espiritualista», es goglio llamaba abstraccionismo espiri-
decir por la tentación de construir la tualista aparece ahora como ideologiza-
unidad obviando el conflicto; ni por un ción psicológica; y los metodologismos
«metodologismo funcionalista», esto funcionalistas como el eticismo, el eli-
es, buscando la unidad por medios ale- tismo y las ideologías abstractas apare-
jados de los fines. Para eso recomienda cen como pelagianismo, gnosticismo y
evitar la postura «eticista», tanto como reduccionismo. La intención de separar
los «elitismos» y las «ideologías abs- el catolicismo de las ideologías marxis-
tractas» extrañas a la cultura del pueblo tas y liberales es otra cosa que diferen-
latinoamericano22. Es notable que en el ciaba a Bergoglio –y diferencia a Fran-
encuentro con el Comité de Coordina- cisco– de algunas de las corrientes de la
ción del Consejo Episcopal Latinoame- Teología de la Liberación mencionadas
ricano (Celam), el 28 de julio de 2013 en anteriormente y lo acerca a las dos mo-
Río de Janeiro, el Sumo Pontífice señale dalidades argentinas, sobre todo cuan-
los mismos temas de 1974, ahora como do en 1974 dice: «advierto entre noso-
tentaciones. La primera es la «ideologi- tros cierta sana ‘alergia’ cada vez que
zación del mensaje evangélico», como se pretende reconocer a la Argentina a
tendencia a buscar herramientas de través de teorías que no han surgido de
interpretación hermenéutica por fue- nuestra realidad nacional»23. Sin embar-
ra del Evangelio y la tradición. Esa go, en 2013 agrega dos amenazas que
ideologización puede manifestarse, tocan directamente a la estructura de
según Francisco, como «reduccionis- la Iglesia: el clericalismo y el funciona-
mo socializante», que utiliza las ciencias lismo. Esto puede indicar que Francis-
sociales liberales o marxistas; como co busca el cambio de las estructuras,
«ideologización psicológica», que re- pero no de las sociales como promo-
duce lo teológico a una dinámica de vía la Teología de la Liberación, sino de
autoconocimiento y a una postura in- las eclesiásticas en función del pueblo,
manente autorreferencial; como «pro- como lo promovía la modalidad argen-
puesta gnóstica o ilustrada», primera tina en la Teología del Pueblo. Francis-
desviación de la comunidad primitiva; co quiere una Iglesia que se descen-
o como «desviación pelagiana» que in- tralice y no que se «funcionalice»24;
tente un restauracionismo mediante la
disciplina. La segunda es la tentación
22. Ibíd., p. 29.
de «funcionalismo», que no reflexio- 23. Ibíd., pp. 29-30.
na sobre el misterio sino sobre la bús- 24. Francisco: «Discurso del Santo Padre Francis-
co. Encuentro con el Comité de Organización del
queda de eficacia, reduciendo la Igle- Celam», Centro Estudios de Sumaré, Río de Ja-
sia a una ong. La tercera tentación es neiro, 28 de julio de 2013, disponible en <www.
vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/
el «clericalismo», entendido como una july/documents/papa-francesco_20130728_gmg-
falta de adultez. celam-rio_sp.html>, fecha de consulta: 31/7/2013.
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camino que Dios quiere para este ‘hoy’. las contradicciones sociales para ace-
Toda proyección utópica (hacia el futu- lerar la parusía es para la Teología del
ro) o restauracionista (hacia el pasado) Pueblo una posición marxista; por el
no es del buen espíritu. Dios es real y se contrario, intervenir en la realidad
manifiesta en el ‘hoy’ (…) El ‘hoy’ es lo buscando justicia social es una posi-
más parecido a la eternidad; más aún: ción políticamente popular que gene-
el ‘hoy’ es chispa de eternidad. En el ra la esperanza de promoción total del
‘hoy’ se juega la vida eterna»42. hombre, tanto en el plano escatológico
como terrenal. Esto último podría to-
Para la Teología de la Liberación, la marse como ejemplo de un concepto
pobreza es el estado de anonadamien- de la cultura política peronista que ha
to. El pobre es aquel que logra experi- sido teologizado.
mentar la nada como ausencia total de
ser. Es el desposeído del ser, pobre es La pobreza del ser –como estado de
el que no tiene vida. El documento de caída en la nada y del cual se libera
la Conferencia Episcopal Latinoame- mediante el camino del esfuerzo– for-
ricana de Aparecida de 2007 establece ma parte de una corriente metafísica
que la evangelización es para que los que va de Plotino a Karl Marx. La vía
pueblos pobres tengan vida y la ten- del ascenso hacia la liberación, como
gan en abundancia. A mi modo de ver, camino del exilio –desde la pobre-
la resolución de esta dialéctica, entre za del ser al ser pleno–, es un cami-
el ser y la nada, es el punto de desen- no místico, que para algunos consiste
cuentro entre la Teología del Pueblo en un esfuerzo espiritual individual,
y el resto de la Teología de la Libera- interior, al estilo neoplatónico, y para
ción. La Teología de la Liberación, en otros, en un esfuerzo de clase, al estilo
las corrientes de Gustavo Gutiérrez o marxista, social y revolucionario. Esto
Hugo Assmann, más cercanas a las divide las posiciones dentro del con-
categorías políticas del marxismo, ve junto de la Teología de la Liberación
en la realidad social y económica de latinoamericana. En Argentina, el pe-
la región un determinismo histórico ronismo, como tercera posición, sos-
que identifica como lugar escatológico tuvo que la liberación de la pobreza es
privilegiado para aquellos que son po- un proceso de movilidad social ascen-
bres o son capaces de hacerse pobres. dente que se logra mediante el traba-
Por el contrario, la Teología del Pue- jo; quizás esto explique por qué, para
blo ve esa misma realidad de pobre- la Teología del Pueblo, el camino del
za como momento escatológico pero ascenso no es ni la espiritualidad, ni
con esperanza en esta vida. Para esta
última corriente, el ascenso de la nada
42. Francisco: «Discurso del Santo Padre Francis-
al ser es posible aquí y ahora, alivian- co. Encuentro con el Comité de Organización del
do el sufrimiento del pobre. Agudizar Celam», cit.
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el lugar del saber de aquel que preten- de los trabajadores como espacio pri-
de conducir como pura inteligentzia, vilegiado de diálogo social a través
individual o partidaria, la concienti- de los convenios colectivos de trabajo,
zación del pueblo. Para el teólogo la- del cual estuvo muy cercano Bergo-
tinoamericano de la liberación, nadie glio y está cerca Francisco.
concientiza al pueblo; por el contrario,
el pueblo evangeliza al pueblo, como La frase de Francisco: «Salgan a la calle
sostuvo Tello46. Francisco, en la homi- y hagan lío» –pronunciada en Brasil en
lía del 28 de julio de 2013 destinada un contexto de protestas juveniles– tie-
a los jóvenes, les dice que los jóvenes ne detrás una historia teológico-políti-
evangelizan a los jóvenes, y que no se ca. Entre 1920 y 1930 llegan a Buenos
preocupen por qué decir, ya que Dios Aires grupos marginales de trabajado-
los ayuda como al pequeño Isaías. res y desocupados, lo que da origen a
una nueva etapa política y teológica en
Para el mstm, «la característica propia Argentina. Para algunos comienza una
de la organización de pueblo para la cultura popular católica y peronista.
lucha, será la de poner su confianza Los trabajadores son organizados por
(…) más en un caudillo, que en las ins- un sindicalismo nacional y popular
tituciones liberales». Y agrega que «la –diferente al sindicalismo europeo so-
experiencia le mostró que estas eran cialista, comunista o anarquista–, que
instrumentadas en favor de la domi- promueve los derechos sociales y ci-
nación; en cambio, en la lealtad de su viles de los trabajadores como garan-
caudillo encontraba una más verda- tía del ascenso social, siempre dentro
dera y eficaz realización de sus idea- de los límites de la república demo-
les de federalismo y democracia»47. El crática sustentada en principios libe-
pobre, para estos teólogos, es el tra- rales. Un sector de los teólogos asume
bajador, es decir, «el hombre concre- esa realidad como lugar teológico. La
to, de ese pueblo concreto, sometido a Iglesia responde a esa explosión de-
la fuerza del imperialismo»48. La Teo- mográfica del Conurbano, y con la co-
logía del Pueblo sostiene que se debe laboración de la sociología desarrolla
salir del lugar de la pobreza para tener una pastoral urbana. Pero al mismo
una vida digna –algo que aparecerá tiempo comienzan las divisiones in-
claramente como eje en el cónclave de ternas. En 1955, en Río de Janeiro, se
Aparecida, al girar en torno de la fra- funda la Celam, y debido a las dife-
se joánica: «Para que tengan vida» (Jn rencias políticas que se originan con el
10, 10)–, y que eso es posible con una peronismo, el último en integrarse es
cultura del trabajo. Esta idea es cen-
tral en el pensamiento peronista que
46. mstm: ob. cit., p. 44.
tendrá como pilar el movimiento sin- 47. Ibíd., p. 107.
dical, y su modelo de sindicato único 48. Ibíd., p. 136.
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