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La CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA Bienay Serequeberhan* La Filosofia tiene esta misién universal, una misién basada en la suposicion de que la mente guta al mundo, En consecuencia, ellos (es decir los filésofes), piensan que estin haciendo una gran accién para la especie terrestre a la cual pertenecen —ellos son la mente de esta especie—. Ha llegado la bora de ponerlos bajo andlisis, de preguntarles qué opinan sobre la guerra, el colonialisrno, los adelantos en ta industria, el amor, las variedades de muerte, el desempleo, la politica, el suicidio, las fuereas policiales, el aborto —en una palabra, todas las cosas que realmente ocupan las mentes de los habivantes de este planeta. Definitivamente ha llegado la hora de preguntarles en qué posicién se ubican. Ya no debe permittrseles mds que enloquezcan a la gente, que jueguen un doble juego. Paul Nizan! @ Cudl es la crftica al eurocentrismo y cémo se relaciona con la practica de la filosofia contempordnea africana? Al responder a esta pregunta ¢ espero mostrar, al menos esbozar, el aspecto critico y negativo de lo que yo veo como una tarea encallada del pensamiento en la practica (es decir, escribir y pensar) contempordnea de la filosofia africana. Al hacer esto sugeriré al lector una via 0 camino y proveeré un caso de lo que esta critica podria resultar al consagrarse a algunos de los textos clasicos de la filosofia * Tsenay Serequeberhan, nacido en Eritrea, es profesor de filosofia y estudios africanos en Hampshire College, Baltimore. Ha publicado numerosos articulos sobre Kang, Hegel, Marx, etc. Es autor de The Hermeneutics of African Philosophy (1995) y editor de una coleccién de articulos titulada African Philosophy: The Essential Readings (1991). “Paul Nizan, The Watchdogs, New York, Monthly Review Press, 1971, p. 38; destacado mio. [Hay traduccién castellana: Paul Nizan, Los perros guardianes, Espafia, Ed. Fundamentos, 1973, trad. Manuel Pizén.] CaPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO occidental. Los textos que eleg{ para analizar son los escritos historiopoliticos de Immanuel Kant, conocidos algunas veces como su cuarta critica.? Hablando en términos generales, el eurocentrismo es una tendencia penetrante localizada en la autoconciencia del si de la modernidad. Esto se apoya, en su nticleo central, en la creencia metafisica o la Idea (Idee) de que la existencia europea es cualitativamente superior a otras formas de vida humana.’ La critica al eurocentrismo tiende a exponer y des-estructurar! ? Introduccién de Lewis White Beck a Kant on History, Indianapolis, Bobbs-Mertill, 1963, p.wili, n. 14, + El término “Idea” (es decir, la Idee alemana) designa un constructo tedrico o practico de la imaginacién que sirve para dar gufa a los esfuerzos teéricos y pricticos de la azn humana. Para este punto, ver la Critique of Pure Reason, trad. Norman Kem Smith, New York, St Martin's Press, 1962, pp. 308-14 {Hay traduccién castellana: Immanuel Kant, Critica de la razén pura, trad, Pedro Rivas. Espafia, Ed, Alfaguara-Grupo Santillana, 1998]; ver también la introduccién de Lewis White Beck a Kant on History, pp. XIX-XX. “Tomo prestada la nocién de “destruccién” de Being and Time de Martin Heidegger, parte I, seccién 6, New York, Harper and Row, 1962. [Hay traduccién castellana: Martin Heidegger, Elser yel tiempo, trad. José Gaos. Espafia, Fondo de Cultura Econémica, 2000}. Brevemente, una lectura deconstructiva es Ia que socava el texto desde dentro en los términos de las nociones fundamentales sobre las cuales se apoya, y, al hacer esto, revela el origen escondido sobre ek que se articula el texto. El guién en las variaciones de este término —que yo utilizo— pretende acentuar que lo que es deliberado no es la “destruccién” (es decit, eliminacién, aniquilacién 0 demolicién) de lo que esté en cuestidn, sino més bien su desmontaje ctitico 0 exploracién de una investigacién y una interrogacién radicales. Sobre la nocién de Heidegger sobre la lectura deconstructiva de los textos de filosofia, ver J. L. Mehta, Martin Heidegger: The Way and the Vision, Hawaii, University Press of Hawaii, 1976) Mehta describe este aspecto del trabajo de Heidegger como una “arqueologta metafisica” (pp. 96-7). Para una interesante discusién de este aspecto de la filosofia africana, que toma su punto de partida de la nocién de Derrida de “de-construccién’”, ver Lucius Outlaw, “Aftican ‘philosophy’: deconstructive and reconstructive challenges”, cn Guttorm Floistad (ed.) Contemporary Philosophy, vol. 5, African Philosophy, Nijhoff, The Hague, 1987). 254 La CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA. este nuicleo bdsico especulativo en los textos de filosoffa. Esto es, entonces, el aspecto critico-negativo del discurso de la filosofia africana contempordnea. Especificamente, en este capitulo, espero presentar un caso de esta critica des-estructurante explorando sistemdticamente los textos de Kant indicados més arriba. Leyendo a Kant —y por extensién, a la tradicién occidental— de esta manera, mi objetivo es tomarlo y entenderlo en todo lo que tiene para ofrecer. Ademéds, intento esto en amplio conocimiento del hecho de que las primeras lecturas han entendido estos textos de manera diferente, y que, més atin, otras lecturas los entenderdn a su propio modo, en el tiempo futuro. Al respecto de esto, nuestra responsabilidad en el futuro es dilucidar hermenéuticamente lo que haya quedado escondido: esto es, “una lectura relevante... hacia la que no se haya dirigido hasta entonces”® la educacién dominante euro-americana, sobre la tradicidn filosdfica. Puesto que si el futuro verdaderamente debe ser un futuro colectivo, como Cheikh Hamidou Kane pertinentemente observé, entonces es necesario aclarar el aire de falsas percepciones sustentado en una metafisica espuirea.® En la ultima década del siglo veinte “definitivamente ha llegado la hora de preguntar” a los filésofos “en qué posicién se ubican”. Este critico tiempo interrogativo es nuestro presente colonial, en donde las asimetrias coloniales del pasado no son —al menos en principio— ya mas defendibles’. > Edward Said, The Pen and the Sword, Monroe, ME, Common Courage Press, 1994, p. 78. © Cheikh Hamidou Kane, Ambigous Adventure, Potsmouth, NH, Heinemann Educational, 1989, pp. 79-81. 7 Debe recordarse que, a su propio “tiempo”, Kant escribi : “Nuestra época es, en un grado especial, la época de la critica, y la critica a todas las cosas debe rendirse. La religién a través de su santidad, la legislacién a través de su majestad pueden tratar de eximirse de ella. Pero enton- ces despiertan una justificada sospecha y no pueden reclamar el sincero respeto que la razén concede sdlo a aquello que ha sido capaz de soportar el test de la libre y abierta examinacién” (Critique of Pure Reason, p. 9). Entiendo por el término “postcolonial”, la contradictoria situacién que dejé el colonialismo y las concretas luchas y contradicciones politicas a través de las cuales los con anterioridad colonizados —es decir, los pueblos del ‘Tercer Mundo— se constituycron a si mismos como estados nacionales “independientes”. Para una interesante titica de los variados usos a los que este término fue expuesto, ver Aijaz Ahmad, “The politics of literary postcoloniality”, Race ard Class, vol. 36, n° 3, enero-marzo 1995. 255 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO Por lo tanto, ala “mente de {la} especie”, los fildsofos, no debe permitirseles mas “jugar un doble juego”. Indagar este “doble juego” en relacién con la complicidad de la filosofia con el imperio y el colonialismo es, de este modo, la critica al eurocentrismo, esto es: el aspecto critico-negativo del discurso contempordneo de la filosofia africana. En lo que sigue (seccién 2) voy a situar el contexto tematico general en el cual comprometeré los textos de Kant. Luego (seccién 3) exploraré los textos de Kant dejdndolos hablar por s{ mismos, lo més posible, y sugeriré la manera de leer aquello a lo que me he referido como la critica al eurocentrismo. En conclusién (seccién 4), comentaré la importancia de este proyecto critico-negativo para el discurso contempordneo de la filosofia africana. 2 En su por ahora famoso libro La condicién posmoderna, el filésofo francés Jean-Frangois Lyotard propone la tesis de que lo “posmoderno” es “la incredulidad alrededor de las metanarrativas”, el descarte de las actuales y mundialmente histéricas “grandes narrativas” a través de las cuales la modernidad se constituyé a sf misma.* Y como Wlad Godzich ha marcado, para Lyotard, la constitucién global de sf misma de la modernidad es coextensiva con la “expansién del capitalismo”’. En otros términos, la modernidad, hablando claramente, es la globa- lizacién de Europa —triunfalmente celebrada por Marx en las primeras * Jean-Francois Lyotard, The Postmodern Condition, Minneapolis, MN, University of Minnesota Press, 1989, p. XXIV. [Hay traduccién castellana: Jean Frangois Lyotard, La condicién postmoderna, trad. Mariano Antolin Rato. Espafia, Altaya, 1999, y The Postmodern Explained, Minneapolis, MN, University of Minnesota Press, 1992, p. 17.] Quisiera remarcar, ya que no puedo explorar esta cuestién aqui, que esta “incredulidad” cs y continuard siendo siempre sospechada, en tanto no se dirija explicitamente a la globalizacién colonial de Europa, que es la concreta actualizacién de la modernidad. Esto ¢s porque el capitalismo, como Marx lo advirtié hace largo tiempo, es desde su comienzo y siempre un fenémeno global. >Glad Godzich, “Afterword: reading azainst literacy”, en Lyotard, The Postmodern Explained, p. 127. 256 LA CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA paginas del Manifiesto comunista—a la que ella misma constituye globalmente al pretender que su historicidad ha “finalmente forzado [al hombre] a enfrentar con serenidad sus condiciones reales de vida y sus relaciones con su especie.” Antes de Marx, Hegel" en La filosofta del derecho y en La filosofta de /a Historia, y antes que él, Kant en sus escritos historicopoliticos sostuvo en esencia la misma visién: esto es, la modernidad europea se apodera de lo real en contradiccién con la effmera no-realidad de la existencia no-europea. Con respecto a esto, Marx, un consciente y concienzudo heredero de los legados de Kant y Hegel, articula en su propio idioma, su “concepcién material de la historia” lo que Hegel habfa ya anunciado como una manifes- tacién del Geist (mente y/o espiritu) y, atin antes, Kant habfa enfrentado y conceptualizado como el providencial éxito de la “insociable sociabilidad” de la humanidad. En otras palabras, para los ues, sin importar cudn dife- rentes sean sus visiones sobre la globalizacién histérica de Europa, lo que importa es que la modernidad europea es lo real en contraste con la irreali- dad de la existencia humana en el mundo no-europeo. Al respecto, Hegel y Marx especificaron sistematicamente, cada uno con su propio modo respec- tivamente, la Idea de la superioridad europea que Kant, mucho tiempo antes que ellos, enuncié como la pieza central de sus escritos historicopoliticos. Como ha observado Lyotard, la “modernidad”, y en su manifestacién concreta este término siempre significa imperio y colonialismo, “alli donde aparece, no ocurre sin un destrozo de la creencia, sin un descubrimiento de Ja falta de realidad en la realidad —un descubrimiento ligado a la invencién de otras realidades.”!? En efecto, en su invasién global y subyugacién del "© Karl Marx y Frederick Engels, The Communist Manifiesto, New York, International Publishers, 1983, p.12; destacado mio. [Hay traduccién castellana: Karl Marx y F. Engels, Manifiesto comunista, Espafia, Ed. Akal, 1997.] " Para una critica a Hegel y a Marx, ver “The idea of colonialism in Hegel’s Philosophy of Right”, International Philosophical Quaterly, vol. 29, n° 3, edicién n° 115, septiembre de 1989; “Karl Marx and African emancipatory thought: a critique of Marx's Eurocentric metaphysics”, Praxis International, vol. 10, n° 1/2, abril y julio de 1990. "Lyotard, The Postmodern Explained, p.9. Lyotard hace la misma observacién, con ligeras variaciones verbales, en The Postmodern Condition, p. 77. Esta recurrencia casi palabra por palabra a esta formulacién indica que Lyotard ve como de fundamental importancia a esta perspectiva y, sin embargo, como se indicé en el n° 8, esta formulacién también es 257 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO mundo, la modernidad europea encontré la irrealidad de un gran nimero de formaciones sociales no-capitalistas que prestamente rompié y reemplazé con la propia réplica de sf misma. Paraddjicamente, la profusidn de diversos y diferentes modos de vida fue experimentada, al invadir Europa, como la “falta de realidad en Ia realidad”: esto es, como la irrealidad 0 1a vacuidad de y en lo real. Al otro lado de esta linea, entre los pueblos aborigenes subyugados, esta percepcién europea de la vacuidad fue experimentada como muerte y destruccién —la efectiva creacién de la vacuidad. Como Kane lo dice: Porque los recién legados no s6lo sabian pelear. Ellos eran gente extrafa. Si sablan como matar con eficacia, sabtan también cémo curar, con el mismo arte. Alli donde habian traido el desorden, ellos establectan un nuevo orden. Destruian y construfan.? Los subyugados experimentaron Europa como la puesta en cuestién de su existencia. A su turno, en palabras del Jefe Kabongo de los Kikuyu, los subyugados presentaron su propia pregunta a la vacuidad “construida” por Europa: “Nosotros los mayores nos miramos unos a otros. ;Era esto el fin de todo lo que habfamos aprendido y de todo aquello por lo que habfamos trabajado?”"4 jEn efecto lo era! Pero cémo es que Europa inventa, como dice Lyotard, “otras realidades”? Disemindndose globalmente ella misma con violencia, luego de haber cultivado apropiadamente, invertido y reducido a estiércol’? las realidades, alguna vez vivas, de la historicidad del mundo no-europeo. O en palabras de Kane: sospechosa mientras no explore concretamente qué “realidad” la modernidad se encuentra “ausente” en las aventuras de auto-constitucién global. ” Kane, Ambiguous Adventure, p. 49; destacado mio. 4 Chief Kabongo, “The coming of the pink cheeks”, en Through African Eyes, vol. IV, The Colonial Experience: An Inside View, ed. Leone E. Clark (New York, Praeger, 1973), p. 32. '5 El término “estiércol” es usado porque sugiere materia en descomposicién, fuera de la cual los elementos son liberados de manera que pueden ser utilizados en otro contexto cultural. Sobre esta cuestién, ver Marcien Towa, “Propositions sur Pidentité culturelle”, Présence Africaine, n° 109, let. cuatrimestre, 1979, p. 85. 258 LA CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA Aquellos que han dado pelea y aquellos que se han rendido, aquellos que aceptaron condiciones y aquellos que se mantuvieron obstinados; todos ellos se encontraron a st mismos, a la llegada del dia, registrados por censo, divididos, clasificados, etiquetados, conscriptos, administrados."® Del mismo modo, como Edward W. Said mordazmente observé: El imperialismo fue la teorta; el colonialismo, la prdctica de transformar en el mundo territorios initilmente desocupados en nuevas utiles versiones de la sociedad metropolitana europea. Todo lo que en esos territorios sugerta desperdicio, desorden, recursos no contabilizados debia convertirse en productividad, orden, riqueza tributable, potencialmente desarrollable. Deshacerse de la mayoria de las desagradables plagas humanas y animales —ya porque se extienden sin pulcritud por todas partes, ya porque vagan innumerables, por los alrededores, improductivamente—confinar el resto para reservas, mezclas, tierras nativas, donde poder contabilizar, imponer contribuciones, usarlos provechosamente, y poder construir una nueva sociedad en el espacio vaciado. Asi fue como Europa reconstruyé fuera de su territorio su “multiplicacién en el espacio”, exitosamente proyectada y manejada. El resultado fue un variado grupo de pequenas Europas esparcidas en extensién a lo largo de Asia, Africa y las Américas, cada una reflejando las circunstancias, los medios espectficos de la cultura made, sus pioneros, sus colonizadores vanguardistas. Todas ellas fueron similares en un sentido mayor —no obstante las diferencias, que eran considerables— y ast fue que sus vidas continuaron con un aire de normalidad.'” En las dos citas de mds arriba, lo que debe ser sefialado es que Europa inventa a lo largo del globo, réplicas de si misma “administradas” y lo hace dentro de “un aire de normalidad”. Esta normalidad, como sefiala Said, estd ‘6 Kane, Ambiguous Adventure, p. 49. " Edward Said, The Question of Palestine, New York, Vintage, 1980, p. 78. 259 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENT:> fundada en una “idea que dignifica ‘¢ incluso activa] la pura fuerza con argumentos extraidos de la ciencia, l2 moralidad, la ética, y una filosofia general”.!* Esta Idea, esta “filosofia general” es, por un lado, el prejuicio suave y repetido de que la existencia europea es, hablando claramente, la verdadera existencia humana per se." Y, ya antes sefialado, esta misma Idea o “filosofia general” es lo que Hegel y Marx, entre otros, heredan de Kant y especifi- can en su propio idioma. Esta Idea o “filosoffa general” es el fundamento metafisico para la “normalidad” y la legitimidad de la expansién global y conquista europea, esto es, la consolidacién de lo real. De este modo, jel prejuicio repetido y la més elevada sabidurfa, pensamiento especulativo, se justifican uno a otro de forma circular! Esta actitud trivial y su metafisico “pre-texto” o pretensién, ademds, deposita una “pesada carga” (“;La carga del hombre blanco?”) sobre Europa, en su charada y/o proyecto global civilizador asumido por ella misma. En efecto, el Padre Placido Tempels, un misionero colonizador con una inclina- cién intelectual, con severidad y gravedad recuerda a sus co-colonialistas: Se ha dicho que sélo nuestra misién civilizadora puede justificar nuestra ocupacién de las tierras de los pueblos incivilizados. Todos nuestros escritos, lecturas e informes repiten ad nauseam nuestro deseo de civilizar los pueblos africanos. No hay duda de que aqui hay gente que se deleita al considerar como progreso de la civilizacién al mejoramiento de las condiciones materiales, el "8 Tbid., p. 77; el destacado es mio. °8 Sobre esta cuestién, V. Y. Mudimbe escribe: “Antes de los 1950 y —y no estoy para nada seguro de que estas cosas hayan cambiado hoy para el publico general en el Oeste— Africa es por todos lados percibida y presentada como el continente sin memoria, sin pasado, sin historia. Mds precisamente, se supone que su historia comienza con sus contactos con Europa, especificamente con la progresiva invasién europea al continente, que comienza a finales del siglo quince”, The Surrepsitious Speech, Chicago, IL, University of Chicago Press, 1992, p. XX. ® Jean-Frangois Lyotard, Peregrinations, New York, Columbia University Press, 1988, p. 27. [Hay traduccién castellana: Jean-Frangois Lyotard, Peregrinaciones, ley forma, acontecimientos, Espafia, Ed. Cétedra, 1992, trad. Marfa Coy.] 260 LA CRETICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA aumento de la habilidad profesional, los adelantos en viviendas, en higiene y en instruccién escolar. Estos son, sin duda, “valores” utiles e incluso necesarios. :Pero constituyen ellos la ‘civilizacién”? éNo es la civilizacién, por encima de todos ellos, el progreso en la personalidad humana?” En efecto, como Rudyard Kipling poéticamente observé, la misién colonizadora de Europa estaba dirigida a humanizar ordenadamente la naturaleza “mitad demonfaca y mitad infantil” de los pueblos aborigenes que Europa colonizé, Esto es, en realidad, lo que Tempels tenfa en mente con su pregunta retérica que vefa a la civilizaci6n como el “progreso en la personalidad humana”, porque es sobre esta actitud farisea sobre la que se apoya la “normalidad” del proceso de Europa de invencién global de réplicas de sf misma “administradas”. La “falta de realidad en la realidad” que Europa encuentra y desplaza a través de su propia replicacién es la “inmadurez” de la humanidad “mitad demonjaca y mitad infantil” de los pueblos aborigenes. Ahora, al considerar la “falta de la realidad en la realidad”, la civilizaci6n europea es a la vez el estandar y el modelo por el cual esta deficiencia es primero reconocida y luego remediada. O para ser mds precisos, es la idea o la “filosofia general” de esta civilizacién —o el modo por el que ella se entiende— lo que es la medida de toda la empresa. Ahora, como Rousseau advirtié en el primer capitulo de El Contrato Social, la fuerza no da sancién moral ni normativa a sus efectos. Por ello, para la filosofia, que concibe la “mente” como la guia del mundo, la violencia 4 Placide Tempels, Bantu Philosophy, Paris, Présence Africaine, 1969, pp. 171-172; destacado mfo. % A Choise of Kipling’ Verse, ed. T. S. Eliot, New York, Anchor, 1962, p. 143. Esta es la iltima linea de la primera estrofa del poema de Rudyard Kipling, “The White Man’s Burden”, compuesto en 1899, catorce afios antes de la Conferencia de Berlin que sancioné el dificil camino para la particién de Africa. 3 Comenzando en la primera pagina de su libro, y hasta el final, Tempels se queja del hecho de que los évolués ctistianizados vuelven periddica y violentamente a sus costumbres “salvajes”. Esto es lo que Tempels ve como la falla del colonialismo: es decir, la falla de contratar la lealtad politica y cultural del évolué. 261 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO y la conquista son méascaras para la racionalidad de lo real. Entonces, es asi como la filosoffa europea en general participa y contribuye a la invencién de “otras realidades” —esto es, a la replicacién de Europa y su sustrato cultural, material/fisico ¢ histérico—. Y como pronto veremos, esto es precisamente lo que los textos historicopoliticos de Kant intentan y efectivamente realizan. Esta inventiva est4 fundada, como Lyotard nos dice, en “la Idea de emancipacién”™, que esté articulada en la narvativa cristiana de la redencién del pecado original a través del amor; la narrativa Aufklirer [es decir, la narrativa de Kant] de la emancipacién de la ignorancia y la servidumbre a través del conocimiento y la igualdad; la narrativa especulativa [es decir, la narrativa de Hegel] de la realizacién de la Idea universal a través de la dialéctica de lo concreto; la narrativa marxista de la emancipacién de la explotacién y de la alienacién a través de la socializacién del trabajo; y la narrativa capitalista de la emancipacin de la pobreza a través del desarrollo tecnoindustrial. Entre “estas narrativas hay un campo para la discusién”. Pero a pesar de este conflicto familiar o de familia, “todos ellos” estén ubicados en una singular direccién histérica que busca la “libertad universal” y “la satisfaccién de toda la humanidad”*. En palabras de Tempels, todos ellos estan en la busqueda del “progreso en la personalidad humana”. En este cap{tulo, no es explorar los conflictos entre estas narrativas lo que me atafie sino més bien subrayar su similitud fundacional: esto es, todas ellas coagulan metafisicamente alrededor de la frase de Tempels, “el progreso en la personalidad humana”. En este punto, estas narrativas suscriben colectivamente al proyecto colonialista de subyugacién y expansién global. Porque “la libertad universal” y “la satisfaccién de toda la humanidad” presuponen, en el nivel de los principios fundacionales (es decir, metafisicos) una humanidad singular o 1a singularizacién de \a diversidad humana al forzarla sobre el camino tinico del “progreso” histérico, fundado en una Lyotard, The Postmodern Explained, p. 24. % Ibid, p. 25. % Ibid. 262 LA CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA emulacién y/o mimica de la historicidad europea.” En otras palabras, requiere de nosotros mirar la humanidad como un todo, en toda su multiple diversidad y amplitud, no como ella se muestra a s{ misma (es decir, multiple, diferente, diversa, disonante, disimil, etc.), sino a través de la “mediacién o proteccién de un ‘pre-texto””** que allane toda diferencia. Esto es realizado de manera tangible y dominante al elevar la historicidad europea, el “pre-texto” (es decir, el texto que viene antes del texto de la humanidad, que se muestra a s{ misma en su multiple heterogeneidad) al status de verdadera historicidad humana par excellence. La critica des-estructurante de este “pre-texto” —el sustituto occidental a la variacién heterogénea de la existencia histérica humana— es entonces, la tarea bésica critico-negativa del discurso contempordneo de la filosofia africana. Es la tarea de socavar la concepcién de la humanidad centrada en Europa sobre la cual se apoya la tradicién de la filosofia, occidental —y muchas més. El modo en que se procede en esta lectura es permitiendo a los textos presentarse a ellos mismos, lo mds posible, ¢ intentando tomarlos sin “anticipar el significado”” ni sobreimprimir sobre ellos la lectura aceptada que ellos mismos ayudan a hacer posible. Al leer los textos historiopolfticos de Kant de esta manera, mi objetivo es localizar el modo en que este “pre-texto” funciona en su lectura de nuestra humanidad compartida. Este “pre-texto” (es decir, Idea o “filosofia general”) es el santuario al cual las grandes mentes de Europa (pasadas y presentes) han rezado y atin rezan. Es lo que sirve como sostén y justificacién y lo que ademés conserva religiosamente la “normalidad” de la subyugacién europea del mundo. Es la hoja de parra para la barbarie europea que la hace posible y aceptable y sin la cual Europa no podria pararse frente a sf misma: esto es, su historia. Como Joseph Conrad lo expuso: ” Comnelious Castoriadis, “Reflections on ‘rationality’ and ‘development”, en Philosophy, Politics, Autonomy, New York, Oxford University Press, 1991. (Hay traduccién castellana: Cornelious Castoriadis, Obra completa, Espafia, Ed. Tusquets, 1989, trad. Francisco Monge]. Ver también Amanuel Sahle, “Views on restructuring”, Eritrea Profile, vol. 2, n° 18, 15 de julio, 1995, p. 2. * Lyotard, Peregrinations, p. 18. » Ibid. 263 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO La conquista de la Tierra, que en la mayoria de los casos significa quitarsela a aquéllos que tienen un aspecto diferente o la nariz ligeramente mds chata que la nuestra, no es una cosa agradable cuando se la mira demasiado por dentro. Lo que la redime sdlo es la idea. Una idea que la respalde; no un pretexto sentimental sino una idea; y una creencia desinteresada en la idea —algo que uno pueda crear, y ante lo cual someterse y ofrecerle un sacrificio—” Ademés, como Nietzsche ha remarcado en oposicién a Hegel, en La ventaja y la desventaja de la historia para la vida, \a “idea” es eso frente a lo cual uno se postra. Pero permitasenos ahora volver a Kant y confirmar lo que ha sido afirmado hasta aqu( al explorar la Idea o “pre-texto” en los textos através de los cuales él conceptualiza nuestra humanidad compartida. Pues Kant es uno de los mds distinguidos embusteros —o deberiamos mds bien decir constructores— de la Idea, por lejos el mds hicido e importante en la moderna tradicién europea. 3 En su articulo “;Qué es la Ilustracién?”, Michel Foucault plantea la pregunta de qué significa el término “humanidad” en el ensayo de Kant que lleva el mismo titulo. Foucault advierte que “el uso que hace Kant dela palabra ‘humanidad’ (Menschheit)” es mds bien problematico y pregunta: Debemos entender que la raza humana entera estd envuelta en el proceso de Iustracién? En ese caso, debemos imaginar que la Iustracién es un cambio histérico que afecta la existencia politica y social de todos los pueblos sobre la faz de la Tierra. ;O debemos entender que supone un cambio que afecta lo que constituye la humanidad de los seres humanos?*! % Joseph Conrad, Heart of Darkness, New York, Pocket Books, 1972, p.7. [Hay traduccién castellana: Joseph Conrad, El corazén de las tinieblas, Espafa, Alianza editorial, 1997, trad. Araceli Garcia Rios e Isabel Sancez Araujo]. 3 Michel Foucault, “What is Enlightenment?”, en Foucault Reader, ed. Paul Rabinow 264 La CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA. Habiendo planteado la pregunta sobre el “uso de la palabra” Menschheit, y habiendo luego postulado un o... 0, Foucault evita la cuestién crucial de cudl humanidad estd en juego en el proyecto de iluminacién articulado por Kant. Para estar seguro, y para su mérito, Foucault indica (aunque sea de paso y entre paréntesis) que este proyecto emancipatorio tiene un efecto dominante y tirdnico con “respecto a los otros”? —esto es los pueblos no-europeos—. Pero por qué es éste el caso? Foucault ni contintia ni responde la cuestién. Como veremos, més alld del 0... 0 de Foucault, es su esfuerzo especulativo por bosquejar “el proceso de Iustracién” en tanto éste afecta “la humanidad de los seres humanos” y que alcanzé a “la raza humana entera” o a “todos los pueblos sobre la faz de la Tierra”, lo que contribuye a esta inclinacién dominante con “respecto a los otros”. En otras palabras, la “trascendentalizacién” del hecho histérico del Aufklarung —es necesaria, si hay que dar la apariencia de una respuesta en “términos universales a la pregunta original”, la pregunta, como Kant la plantea, sobre “la exencién del hombre de su autoincurrido tutelaje”*{—. La mascara de universalidad es requerida y esencial precisamente porque Kant estd interesado en “la totalidad de los hombres sobre la Tierra unidos socialmente en pueblos”. Por supuesto, la respuesta a la pregunta de cudl humanidad est4 en juego en la concepcién de Kant sobre la Ilustracién es mds bien simple. Dos décadas antes de “;Qué es la Ilustracién?” (1784), Kant habia dado una respuesta categérica a esta pregunta en su trabajo precritico Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime. En su trabajo, Kant afirma inequfvocamente que: Los Negros de Africa no tienen por naturaleza ningun sentimiento que se eleve por encima de la frivolidad. Mr. Hume desafta a cualquiera a citar un solo ejemplo en el cual un Negro haya New York, Pantheon,1984, p. 35. *Ibid., p. 37. % Castoriadis, “The Greek polis and the creation of democracy”, en Philosophy Politics, Autonomy, p. 100. “What is Enlightenment”, Kant on History, p. 3. > Tbid,, p. 137. 265 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO mostrado talentos, y afirma que entre los cientos de miles de negros que fueron transportados a otras partes desde sus paises, a pesar de que muchos de ellos fueron incluso puestos en libertad, aun no se ha encontrado uno solo que haya presentado algo grandioso en arte 0 ciencia 0 en alguna otra cualidad de valor, atin cuando entre los blancos algunos continuamente se elevan desde el mds bajo de los populachos, y, a través de ofrendas elevadas, ganan respeto en el mundo. Tan fundamental es la diferencia entre estas dos razas del hombre y parece ser tan grande al considerar las capacidades mentales, como al considerar el color.® Mucho puede ser escrito sobre estas observaciones “iluminadas” “jluminadoras”. Kant, quien nunca dejé la seguridad y el ambiente cultural de su pais y de su ciudad nativa de Konigsberg, no da importancia a ser “transportados a otras partes”. Kant, quien, como Hannah Arendt lo advirtid, valuaba muchisimo el “sentido de comunidad, el sensus communis” y lo veia como la fuente de la humanidad y como la capacidad critica para juzgar y comunicar, no da importancia a ser desarraigado (es decir, la experiencia de Ja esclavitud) cuando esta catdstrofe acontece a los “negros de Africa”. Pero para volver a nuestra cuestién principal: Kant reconoce una “diferencia” “fundamental” y correlaciona las “capacidades mentales” con el “color” de “estas dos razas”. Para él, la distancia entre las “capacidades mentales” de “estas dos razas” es tan radical y cualitativamente diferente (en el espectro de los colores) como entre el blanco (la ausencia de color) y el negro (la absorcién completa del mismo). Debe notarse, ademés, que no sélo los “negros de Africa” son castigados de esta manera. El pasaje es demasiado largo para citarlo; incluye a todos los pueblos no-europeos que Kant podfa haber conocido —los drabes, los persas, los japoneses, los indios, los chinos y los “salvajes” de América del Norte—.* %Immanuel Kant, Observations on the Feeling of Beantifid and the Sublime, trad. John T. Goldwait. Berkeley, CA, University of California Press, 1960, pp. 110-1. [Hay traduecién castellana: Immanuel Kant, Lo bello y lo sublime, Espafia, Espasa-Calpe, 1999.] » Hannah Arendt, Lectures on Kants Political Philosophy, ed. por R. Beiner, Chicago, IL, University of Chicago Press, 1982, p. 75. 58 Kant, Observations on the Feeling of Beautiful and the Sublime, pp. 109-116. 266 ‘La CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA Los diferentes pueblos listados estén descriptos de una manera extre- madamente peyorativa; unos pocos son “alabados” al ser comparados con los europeos. jLos drabes y los persas son los espafioles y los franceses del Oriente respectivamente, y los japoneses son los ingleses de ese ex6tico lugar! Los “Negros de Africa”, por otra parte, se ubican en el punto mds alto de este pindculo negativo, precisamente porque son por cierto “completamente negros de la cabeza a los pies.” ® Ibid., p. 112. En estas comparaciones, en tanto los no-europeos son “elevados” al ser comparados con los europeos (es decir, los arabes y los persas al ser relacionados con el espafiol y el francés), en el mismo grado los europeos son degradados, comparativamente con respecto a otros europeos. Los arabes son como el espafiol al tiempo que los persas son como el francés. Y los dos uiltimos se apoyan en la misma relacién de superioridad del espafiol y con los drabes dentro de sus respectivos continentes. Adviértase que el espafiol ocupa el extremo sur de Europa y que ésta es una seccién del continente europeo que estuvo bajo el control morisco/afticano por un largo perfodo de tiempo. Adviérrase tambign que el inglés es como el japonés, pero los alemanes no son utilizados como una unidad de comparacién. ;Estin por encima de tales comparaciones? As, tenemos al espafiol, el francés 0 el inglés —depende de cémo se establezca la jerarqufa con sus correlatos asidticos— y luego los alemanes, por encima de todos los europeos: en efecto: jDeutschland, Deutschland iiber alles! Hay una cierta consistencia diabélica en todo esto. Como es bien sabido, Hegel sostuvo la opinién de que existen cuatro regiones histéricas. En orden de jerarqufa, comenzando por la mas baja, éstas son: fa oriental, la griega, la romana y la alemana. En una (ginttil?) vera similar, Karl Marx repite la misma auto- aduladora evaluacién cuando escribe sobre la India las siguientes observaciones: “De cualquier modo, podemos seguramente esperar ver, en un periodo mas 0 menos remoto, la regeneracién de ese gran e interesante pais [India], cuyos amables nativos son, para usar una expresién del principe Saltykov, incluso en sus clases mds inferiores, ‘plus fins et plus adroits que les italiens, cuya sumision est enteramente compensada por una cierta calma nobleza que, no obstante su natural languidez, dejé aténitos a los oficiales ingleses por su valentfa, cuyo pais ha sido cl origen de nucstras lenguas, nuestras religiones, y que representa el tipo del antiguo alemdn en el Jat y; el tipo del antiguo griego, en el brahamén” (de “The future results of the British rule in India”, publicado en el New- York Daily Tribune, n° 3840, 8 de agosto, 1853, reunido en On Colonialism, New York, International Publishers, 1972, p. 86.) Adviértase de nuevo que la peninsula italiana est ubicada en el extremo sur de Europa y que los italianos (especialmente los del Su) fueron 267 (CAPITALISMO ¥ GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO De todo esto, entonces, se sigue que, en la medida en que el proyecto de [a Ilustracién atafie a “la totalidad de los hombres sobre la tierra unidos socialmente en pueblos” y pretende el establecimiento de la “humanidad de los seres humanos” en términos y por referencia al uso de una razén libre y auténoma para la autorreflexién, los “negros de Africa” y las diferentes sombras del resto de la humanidad estén y deben estar al margen de la sociedad de tal proyecto. En tanto que la Ilustracién es vista como la “exencién del hombre de su autoincurrido tutelaje” y es asi un Proyecto autorreflexivo y autorreflector de la liberacién critica y racional, no puede —en sus propios términos— incluir a los pueblos no-europeos y més especialmente al Negro Africans. Esto es precisamente as{ porque, concordando con Kant, la razén y la racionalidad no son nativas en estos pueblos, y en particular en los negros africanos. De este modo, Kant dice tanto en su “Idea para Ja historia universal desde un punto de vista cosmopolita”, publicado en el mismo aio (1784) como en “;Qué es la Ilustracién?” Si se comienza por la historia griega... si se continita por la influencia de la historia griega sobre el.. estado romano...luego la influencia romana sobre los bdrbaros... si se agregan episodios de las historias nacionales de otros pueblos en la medida en que son conocidas desde la historia de las naciones ilustradas [europeas], se descubrird un progreso regular en la constitucién de los estados en nuestro continente (los cuales probablemente proveeran la ley, eventualmente, a todos Los otros). Los “otros” (no-europeos) recibirdn la Ley de la Razén, de Europa o, en palabras de Kant, “nuestro continente... probablemente proveeré la ley, eventualmente, a todos los otros”. No se puede esperar de los que no son desmedidamente influenciados por la cultura motisca y drabe. Por eso, el Jat —un grupo campesino del Norte de la India, ferozmente independiente y, por lo tanto, “noble”— es como los antiguos alemanes, y los antiguos griegos son como el brahamén. Todo esto, a pesar de la “natural palidez” de los “amables nativos”. ;Tales observaciones reveladoras no necesitan comentario explicativo! © “Idea for a universal history from a cosmopolitan point of view”, Kant on History, p. 24. 268 LA CRETICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA capaces de razonar —y, como Foucault lo sefiala, la palabra que usa Kant para “razonar” es rasonieren (es decir, “razonar por amor al razonamiento”*!)— que realicen “la exencidn del hombre de su autoincurrido tutelaje”, en tanto les falta la facultad para esta posibilidad humana. Asf es que, Europa debe dar la “ley” a “todos los otros”. En efecto, de facto, nosotros en la actualidad —europeos y no-europeos de igual modo— existimos en un mundo en el cual Europa colocé la “ley” por medio de la conquista y la hegemonfa violenta. Este es el caso aun si el acto de “colocar” abroga —en el preciso acto de entrega— la propia nocién de la Ilustracién de la capacidad auto-liberadora de la razén humana.” Lo que necesitamos examinar ahora es c6mo Kant legitima esta de facto (es decir, histérica y por lo tanto contingente) globalizacién de Europa y hace de ella la actualizacién de jure de la Idea. Por supuesto, Kant no es una persona desprovista de simpatfa o compasién por los pueblos no-europeos. En “Paz perpetua” (1795) esta algo perturbado por la inhumanidad de los estados europeos civilizados comerciales en sus tratos y contactos con los pueblos no-europeos. En la seccién en la que trata la “hospitalidad universal” como la ley de la “ciudadanfa mundial” y, luego de considerar que “el buque y el camello (el buque del desierto)” retinen a los pueblos y pueden fomentar “relaciones pacificas”, hace la siguiente afirmacién notable y loable: Pero para su perfeccién, compdrese las acciones inhéspitas de los estados civilizados y especialmente de los estados comerciales de nuestra parte del mundo, La injusticia que muestran hacia las tierras y los pueblos que visitan [lo que equivale a conquistarlos] es Wevada por ellos a limites espantosos. América, las tierras habitadas por el negro, las Islas de las Especias, el Cabo, etc. eran, en el momento de su descubrimiento, consideradas por estos intrusos civilizados como tierras sin dueho, ya que consideraban a sus habitantes como nada.® “ Foucault, “What is Enlightenment?”, p. 36. En otras palabras, el proyecto, él mismo anula el momento que ratifica la “iluminacién por la conquista’, pero esto es, en efecto, lo que Kant propugna. © “Perpetual peace”, Kant on History, p. 103. 269 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO El mismo Kant, sin embargo, expresa la opinién de que “si los alegres habitantes de Tahit{, jamds visitados por naciones més civilizadas, fueran destinados a vivir en su tranquila indolencia por cientos de siglos”, uno no podrfa dar una respuesta satisfactoria a la pregunta de “;por qué se tomaron la molestia de existir y no hubiera sido justo también que esa isla fuera ocupada por alegres ovejas y vacas as{ como por alegres hombres dedicados al mero placer?” La fuerza de la pregunta retérica de Kant est4 dirigida a poner en aprietos lo que él llama “el valor de la existencia en s{ misma”, lo que en su opinién no se manifiesta en la prosecucién placida, sosegada u ociosa del “mero placer”. Como veremos, para Kant, “el valor de la existencia en sf misma”, que es ontoldgicamente y/o metafisicamente propio de la vida humana, est4 manifestado en el control racional de la naturaleza tanto del ser humano como de la naturaleza como tal.“ Es interesante y yo considero relevante ver que Kant encuentra una similitud entre los tahitianos (y el resto de la humanidad no-europea, por extensién) y las ovejas porque —si uno lo juzga por las ilustraciones que usa— las ovejas, para dl, tipifican el ejemplo paradigmatico del recurso pasivo a ser explotado. En su “Comienzo conjetural de la historia humana” (1786), Kant, utilizando libremente la historia del Génesis, hace una lista de los cuatro probables pasos por los cuales Ja razén extrae al hombre del instinto y de su morada original en el jardin del parafso. Los cuatro “pasos finales que la raz6n realiz6”, escribe, para elevar al hombre “para siempre, por encima de la comunidad con los animales” ocurrieron cuando el hombre se dio cuenta de que él mismo era el “verdadero fin de la naturaleza”"”. Como Kant lo describe: 4 “Reviews of Herder’ ideas for a philosophy of the history of mankind”, Kant on History, pp. 50-51. Ibid, p. 50. Kant hace ontolégicas las manifestaciones de la racionalidad instrumental (manifiesta en las relaciones de produccién del desarrollo capitalista —como opuesto al feudal—) como un partidario de esta racionalidad dentro de una formacién social en el proceso histérico de ser personificado o sumergido por el mismo. Debe también notarse que Kant se est expresando contra las concepciones de Herder de la vida y la historia humanas, que no suscriben a la naturaleza universalizante de la posicién de Kant. “Conjetural beginning of human history”, Kant on History, p. 58. 270 LA CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA La primera vez que él dijo a las ovejas: “la naturaleza les dio la piel que tienen para mi uso, no para el suyo”; la primera vez que él tomé esa piel y la puso sobre si mismo... esa vez devino sabedor del modo en el cual la naturaleza lo privilegiaba y elevaba por encima de todos los animales. Y desde entonces los mira desde arriba, no como criaturas iguales sino como meros medios y herramientas para cualquier propésito que deseara. En la siguiente pagina, en sus consideraciones sobre lo anterior —dejando la alegoria y los ejemplos ovinos de lado— Kant establece claramente que la raz6n separa al hombre del instinto/naturaleza al establecer el total dominio sobre el reino natural. La partida del hombre de ese paraiso que su razén representa como la primera morada de su especie no fue mds que la transicién de una condicién nistica, meramente animal, al estado de humanidad, del cautiverio del instinto al control racional —en una palabra, del tutelaje de la naturaleza al estado de libertad.” En otras palabras, aquéllos cuya ausencia de humanidad —debida a su falta de diferenciacién con respecto a la naturaleza y a su falta de dominio sobre ella— se parece a la existencia placida y libre de preocupaciones de las ovejas, las vacas y de los animales en general, estan atin dentro del reino del instinto y atin no han ascendido al “estado de libertad” que la razén hace posible. Por lo tanto, si “lo que es bueno para la oca es bueno para el ganso”, entonces aquéllos que han hecho la “transicién” de “la condicién meramente animal” pueden tratar a aquéllos que no la han hecho —el “ganso” animalizado de la humanidad no-europea— “ya no mds como criaturas iguales [es decir, seres humanos merecedores de respeto], sino como meros medios y herramientas para cualquier propésito”®” que ellos —los europeos— vieran conveniente. Por otra parte, como vimos al comienzo, esto es precisamente el # Ibid., p. 58 © Ibid., pp. 59-60. °°'Ver n° 48 para la cita completa. 271 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO modo en que Said describe el proyectc y la practica del imperialismo y el colonialismo europeos, el cual es emprendido en “un aire de normalidad”.”' Esto también es lo que Kant encuentra reprensible en el contacto y la conducta europeos hacia los pueblos no-europeos” y, de esta manera, como hemos visto hasta aqui, él mismo es uno de los més importantes constructores de la Idea 0 “filosofla general” que estd detrds de esta practica brutal: esto es, el “pre-texto” que asegura la “normalidad” confiable y posefda por la conquista europea. Es importante en este punto enfatizar que por “razon” Kant entiende exclusivamente el control instrumental y calculado (es decir, “control racio- nal”) del medio ambiente natural y de la persona humana como un ser de la naturaleza con la posibilidad de la libertad racional, 0 el “estado de humani- dad” més alld de la “libertad sin ley” de los “salvajes” no europeos.* Ahora, dentro del contexto de la historia europea, este “control racional” es estable- cido por la propia utilizacién/control de la razén en sus dominios publico y privado. Por eso, como Kant confidencialmente lo escribe, en “;Qué es la Ilustracién?”: “Los hombres se sacan a s{ mismos gradualmente de la barba- rie siempre que los artificios intencionales no estén hechos de modo que los mantengan en ella”, Este es el juego de “la insociable sociabilidad”® de la naturaleza humana dentro de los confines de la historia europea a la que Kant quiere asistir en su libre desarrollo, aun cuando signifique establecer “una suerte de contrato —que puede ser llamado el contrato del despotismo racio- nal con la libre razén.”*” Esto, por supuesto, es el asunto central de “;Qué es la Ilustracién?”, que tiene claramente a Europa y a la propia “realidad con- tempordnea solamente”®* de Kant como su objeto directo de reflexién. Esto es alo que Kant se refiere y designa como la “edad de la ilustracién””. 51 Ver n° 17 para la cita completa. 2 Ver n° 43. 3 “Perpetual peace”, Kant on History, p. 98. + “What is Enlightenment”, Kant on History, p. 9. 55 “Idea for a universal history from a cosmopolitan point of view”, Kant on History, p. 15. 56 “What is Enlightenment”, Kant on History, pp. 9-10. 57 Michel Foucault, “What is Enlightenment?”, p. 37. 2 Ibid., p. 34. % “What is Enlightenment”, Kant on History, p. 8. 272 LA CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA ¢Qué entonces de la realidad no-europea? ;Cémo se debe llevar a cabo el “progreso” y la “ilustracién”? Aqui, la idea de la “insociable sociabilidad” entra dentro de si misma y, mds alld de las delicadezas formales y las distinciones que hace Kant, se presenta a sf misma en toda su terrible ferocidad. Como ya se sefiald, para Kant, el mundo no-europeo es incapaz de comprometerse en el proyecto autorreflexivo y autorreflector de iluminacién en sus propios términos, dado que estd al margen de la razén; exactamente como los tahitianos, ellos no fueron “beneficiados” con el contacto/conquista europeo, serfan en su existencia apenas diferentes de las ovejas y las vacas. Por lo tanto, los no-europeos deben ser civilizados o iluminados desde el afuera. Y, para este objetivo, la naturaleza utiliza la “insociable sociabilidad” del hombre exactamente como Herdclito nos dice que “cada bestia es guiada a pastar con un golpe”®. En otras palabras, Kant no puede ser cdndido en su critica a las prdcticas imperialistas de los estados europeos (es decir, “las inhdspitas acciones de los estados... civilizados”, ver nota 43 para la cita completa), puesto que él mismo piensa que los tahitianos no son mds que meras ovejas, “nada”. El esta muy apremiado “por dar una respuesta satisfactoria a la pregunta de por qué se tomaron la molestia de existir” excepto por el hecho de que ellos fueron “visitados por naciones [europeas] més civilizadas”. Como se marcé anteriormente, los escritos historicopoliticos de Kant justifican metafisicamente la propia actitud que él encuentra reprensible en el contacto de Europa con el resto de nosotros. Por cierto, en sus amplias articulaciones de la nocién de la “insociable sociabilidad”, Kant nos da mas amplias y concretas evidencias de lo anterior. Acordando con Kant, la humanidad logra la grandeza, no como resultado de sus propias inclinaciones sino por un secreto designio de la naturaleza. El hombre desea armonta; pero la naturaleza sabe mejor lo que es bueno para la raza; ella quiere la discordia. El desea vivir confortable y agradablemente. La naturaleza quiere que deba ser arrojado de la pereza y de la satisfaccién pasiva al trabajo y el problema, a fin de que pueda encontrar medios para que logre desenredarse él mismo de ellos.®! Philip Whellwright, The Presocratics, Indianapolis, IN, Bobbs-Merrill, 1975, p. 72. © “Idea for a universal history from a cosmopolitan point of view”, Kant on History, p. 16. 273 ‘CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO Para este objetivo, “un sabio Creador”® disfrazé la naturaleza del hombre de manera que fuera inherentemente antagénica —social y sin embargo inclinada al aislamiento—. Esta oposicién es lo que despierta todo su poder, lo lleva a superar su inclinacién a la holgazanerta, empujado por la vanagloria, por la codicia de poder y por la avaricia, a lograr una posicién entre sus companeros a quienes no puede tolerar pero de los cuales no puede sustraerse. Es de este modo que son dados los primeros pasos de la “barbarie” a la “cultura”, y gradualmente, por la “ilustracién continua, las bases son sentadas”, a través de las cuales “una sociedad de hombres dirigida en conjunto por sus sentimientos naturales” constituye “un todo moral”. Ademés, Kant dice: “Los hombres, buenos por naturaleza como las ovejas que llevan a pastar, dificilmente alcanzarfan un valor més alto que sus bestias; no Ilenarfan el espacio vacfo en la creacién para realizar su fin, que es la naturaleza racional”®. Como se noté previamente, por “naturaleza racional” Kant quiere decir la ratio en el trabajo, en el control instrumental de la naturaleza y de la vida humana como una manifestacién de la naturaleza. Esto se refiere al “valor de la existencia en sf misma”, que esta ausente en la prosecucién del “mero placer” y que es actualizada a través de la lucha inherente en la naturaleza humana colocada alli por “un sabio Creador’”. De esta forma Kant exalta la naturaleza por imprimir esta agresividad bdsica en el hombre: jGracias a la naturaleza, entonces, por la incompatibilidad, por la cruel vanidad competitiva, por el insaciable deseo de poseer y de mandar! Sin ellos, todas las excelentes capacidades naturales de la humanidad dormirtan eternamente sin desarrollarse. El hombre ® Ibid. ® Ibid., p. 15. 4 Ibid. % Ibid., pp. 15-16. 274 LA CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA desea armonia; pero la naturaleza sabe mejor lo que es bueno para [a raza; ella quiere la discordia. Pero entonces debe advertirse que la actitud imperialista de los estados europeos en sus tratos con los no-europeos esté dirigida precisamente por este “insaciable deseo de poseer y mandar”, esta “discordia” que la naturaleza “quiere”. Kant no puede estar de los dos lados. No puede, por un lado, atribuir a la naturaleza estas “divinamente” otorgadas tendencias expansionistas violentas y glorificarla por hacerlas posibles, y, por otro lado, condenar los efectos concretos de estas mismas tendencias: esto es, la malvada actitud de los europeos en sus viajes. En efecto, hacer eso es, en palabras de Nizan, “enloquecer a la gente, jugar un doble juego””. En los propios términos de Kant, entonces, la conquista y la brutal expansién imperialistas son parte de la previsién y del designio divino de la naturaleza! Ademis, la “libre federacién”® de los estados que Kant ve como el objetivo ultimo de la humanidad y como el tinico modo de impedir el conflicto y la guerra eterna, es en sf misma un resultado del reconocimiento por parte de los estados de que la destruccién mutua debe ser evitada. Tal unién de los estados presupone que cada uno se haya constituido previamente a sf mismo como una nacién “civilizada” bajo leyes y, de ese modo, haya vencido su “salvaje... libertad sin ley”®. Pero, para el mundo no-europeo, es posible, sdlo si, como los habitantes de Tahiti, es visitado —o, més exactamente, conquistado— por “naciones [europeas] més civilizadas”. Es importante enfatizar que la explicita aprobacién de Kant a la conquista y expansién europea (como el efecto beneficioso del providencial y secreto designio de la naturaleza) no se debe a su falta de simpatfa por los pueblos no-europeos; no es un aspecto accidental o extrinseco a su pensamiento histérico —un facilmente excusable “defecto”—. Es mds bien, como he argumentado en este articulo, el efecto de su discurso universal y universalizante, fundado en la Jdee de que la historia europea es el “ Ibid., p. 16. © Ver el final de la nota 1 para la cita completa. & “Perpetual peace”, Kant on History, p. 101. © Ibi 275 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO “punto de encuentro ‘trascendentalmente obligatorio’ de todas las historias particulares.””° Kant no est dispuesto a decir, con Cornelius Castoriadis, que, como un hecho histérico —de ipso—, “la tierra fue unificada por medio de la violencia occidental””', El quiere agregar que esta violencia —ejemplificada del mejor modo en el contacto de Europa con el resto del mundo— es el trabajo de la Providencia y la actualizacién de jure de la razén a escala global. Es el secreto designio para la auto-racionalizacién y actualizacién de la verdadera humanidad, cuyo “hilo conductor”” él —Kant— descubrié. En este punto debe remarcarse que Kant estaba muy bien enterado del cardcter erréneo de la literatura de viajes, empirica y de la informacién sobre los pueblos no-europeos que estaba disponible para él. En su revisi6n de la segunda parte de “Ideas para una filosofia de la humanidad” (1785), de Johann Gottfried Herder, hace la siguiente observacién muy reveladora: Al trabajar con una masa de descripciones que tratan sobre las diferentes tierras, es posible probar, si uno se preocupa por hacerlo... que los americanos [nativos] y los negros son razas relativamente inferiores en sus capacidades intelectuales, pero, por otra parte, de acuerdo con reportes semejantes a lo verostmil, que sus potencia- lidades naturales estdn en el mismo nivel que las de cualquiera de los otros habitantes del planeta.” Ahora entonces, en vista de lo anterior, :por qué Kant es tan categérico en su negativa evaluacién de los pueblos no-europeos? Como 1 mismo cdndidamente lo admite, las “descripciones étnicas 0 cuentos de viajes” —que constituyen la informacién a su disposicién— son claramente equivocos ¢ inciertos en el mejor de los casos. ;Por qué entonces no “se preocupé” por considerar el criterio contrario y “semejante a lo verosimil” relativo a los nativos americanos, negros y otros pueblos no-europeos? ” Castoriadis, “The Greek polis and the creation of democracy”, p. 100. 7 Castoriadis, “Reflections on ‘rationality’ and ‘developement”, p. 200. 7 [dea for a universal history from a cosmopolitan point of view”, Kant on History, p. 12. 3 “Reviews of Herder’s ideas for a philosophy of the history of mankind”, Kant on History, p. 47. ” Thid. 276 La CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA, Como Kant mismo nos dice, lo que est4 en juego —contra Herder, por ejemplo— es el hacer “distinciones naturales” y “clasificaciones basadas en el color heredado... [y]... la nocién de raza””> En todo esto: El fildsofo [es decir, Kant] dirta que el destino de la raza humana en general es el progreso perpetuo y su satisfaccién es una Idea simple, pero en todos sus aspectos muy util, de la meta a la cual, de acuerdo al objetivo de la Providencia, nosotros tenemos que dirigir nuestros esfuerzos.”6 Hemos llegado ahora a rodear completamente a la Idea —le imperiosa nocién de la superioridad occidental— con la cual Kant comienza, construye y concluye sus reflexiones historiopoliticas. Esta es la misma Idea © “filosofia general” que garantiza la “normalidad” del imperio europeo y la conquista colonial, al servir como el “pre-texto” a través del cual la humanidad de los seres humanos como tal es conceptualizada en términos eurocéntricos. Es la Idea del “control racional”, encarnada de la mejor manera en la humanidad europea y, ausente en el mundo no-europeo. Es el “control racional” calculador que, a diferencia del ejercicio de los tahitianos del “mero placer”, es la propia y verdadera encarnacién del “valor de la existencia en s{ misma”. De este modo, gpor qué otra razén podrfa Kant hacer la vista gorda a los reportes igualmente “verosimiles” relativos a la humanidad del mundo no-europeo? 7 Ibid. Para una discusién perspicaz sobre la raza en el pensamiento de Kant, ver Emmanuel Chukwudi Eze, “The color of reason: the idea of ‘race’ in Kant’s antropology”, en este volumen. 75 “Reviews of Herder’s ideas for a philosophy of the history of mankind”, Kant on History, p. 51. 277 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO 4 De todo lo anterior, entonces, los textos historiopoliticos de Kant —y, como he argumentado en otra parte, el pensamiento histérico de Hegel y Marx” y, por extensidn, la tradicién filosdfica europea como un todo— esta a grosso modo fundada, exeptuando a los participantes inesperados, sobre un “pre-texto” eurocéntrico de Ja humanidad/historicidad de la existencia humana como un todo. ;Pero por qué es necesario combatir destructivamente este “pre-texto” o Idee? :Por qué este proyecto critico-negativo es un aspecto indispensable del discurso contempordneo de la filosofia africana? Para comenzar, como Kwame Anthony Appiah ha advertido correcta- mente, nosotros, filésofos contempordneos africanos”*, y africanos occiden- tales en general, formamos parte, por nuestra preparacién y por nuestra for- macién educativa, de la herencia intelectual de Europa. Consecuentemente, nosotros nos “vemos” a nosotros mismos y a nuestra situacién contempord- nea, al menos parcialmente, a través de lentes otorgados a nosotros por las transmisiones de esta herencia. De esta forma, explorar esta herencia compar- tida en relacién con cémo ve y conceptualiza nuestra actual humanidad es una precondicién necesaria para apropiarnosla criticamente. Pues, como Frantz Fanon nos recuerda —jno sea cosa que lo olvidemos!— nuestra participacién en esta herencia es mds bien problematica, ya que es transmitida a nosotros a través de una terca abuela que “reprime” a su prole fundamentalmente perversa para que no... “de rienda suelta a sus instintos malvados” —una severa “madre colonial” que “protege a su nifio de s{ mismo””. Hoy, esa parte de nuestra herencia que es africana —o su residuo— ya no es mds (al menos en principio) considerada “malvada’. Para comenzar a apropiarnos aquello de lo que hasta ahora fuimos protegidos, es necesario primero aclarar el fondo metafisico de todo lo malo que fue dicho de nosotros y hecho a nosotros. No es suficiente decir con Kwasi Wiredu que: 7 Ver nota 11. 7 Kwame Anthony Appiah, In My Father’ House, New York, Oxford University Press, 1992, p. 85. ” Frantz Fanon, The Wretched of the Earth, New York, Grove, 1968, p. 211. [Hay traduccién castellana: Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, Espafia, Tafalla, 1999]. 278 LA CRETICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOFIA AFRICANA Por cierto, un africano no necesita en lo absoluto una cierta discrecién para tratar sobre algunos de estos pensadores. Ni Hume, ni Marx mostraron mucho respeto por el hombre negro, por lo tanto, cualquiera sea la inclinacién que el fildsofo africano pueda desarrollar por estos pensadores, debe depender de las consideraciones sobre la verdad de su pensamiento filoséfico.® En efecto, dar una consideracién y una apreciacién apropiada sobre el “pensamiento filoséfico” expresado por estos y otros pensadores de la tradicién europea presupone la labor critica desestructurante de mirar como “la verdad” es tergiversada y ensartada por la parcialidad que justifica y en la cual es cazada como en una red. La necesidad de esta tarea, ademds, se apoya en el hecho de que hoy, el eurocentrismo es la conciencia general de nuestra época. No es algo que meramente afecte a los europeos. Como Marx lo sefialé en Ja Ideologta alemana, \as ideas dominantes de la clase dirigente en una sociedad son siempre, en cualquier cuestién particular en el tiempo, las ideas dominantes de una época o perfodo histérico. Hoy —en nuestra sociedad global— las ideas dominantes son las ideas a través de las cuales Europa domina al mundo. Como Jose Rabasa apropiadamente sefialé: Debo poner el énfasis de nuevo en que por eurocentrismo no entiendo simplemente una tradicién que ubica a Europa en un ideal cultural universal encarnado en lo que se llama el Oeste, sino mds bien una penetrante [metafisica] condicién del pensamiento. Es universal porque afecta tanto a europeos como a no-europeos, mds alld de las cuestiones y situaciones especificas que cada uno de ellos pueda presentar.*! Comprometerse criticamente en una lectura desestructurante de los textos de la tradicién occidental que enjuicie sus criterios acerca de las % Kwasi Wiredu, Philosophy and African Culture, Cambridge, Cambridge University Press, 1980, p. 49. Jose Rabasa, Inventing America, Norman, OK, y London, University of Oklahoma Press, 1993, p. 18. 279 CAPITALISMO Y GEOPOLITICA DEL CONOCIMIENTO culturas no-europeas es as{ apropiarse crfticamente de esa parte de nuestra herencia que fue violentamente “colocada’ sobre nosotros por Europa. No hacerlo serfa continuar habitando un horizonte intelectual difunto, cuyas encarnaciones materiales —esto es el imperialismo y el colonialismo abiertos— fueron recientemente destrozadas por los pueblos del mundo colonizados anteriormente. Hoy, en nuestro presente colonial, enfrentamos una hegemonfa mds encubierta que funciona e implementa la dominacién global euro-americana a través de los segmentos occidentalizados de pueblos colonizados anteriormente. Para mejor 0 para peor, nosotros, que pertenecemos a los segmentos occidentalizados de sociedades colonizadas anteriormente, ocupamos posi- ciones de relativo poder que pueden ser utilizadas para replicar a Europa o para intentar y lograr las concretas y suprimidas posibilidades de nuestras respectivas historias*. Por ejemplo, como Lyotard correctamente observé: “La difusién de las luchas por la independencia desde la Segunda Guerra Mundial y el reconocimiento de nuevos nombres nacionales parece implicar una consolidacién de las legitimidades locales”. Pero esta “difusién de luchas por la independencia” solamente “parece implicar” la “consolidacién de las legitimidades locales”; es sélo una apariencia, una apariencia que esconde la realidad de que “nuevos gobiernos ‘independientes’ adhieren al mercado del mundo capitalista o adoptan un aparato politico de estilo stalinista”.®® En una veta similar, Castoriadis nos dice que el Oeste afirma que “no que haya descubierto el truco para producir més barato y més rdpido més productos, sino que descubrié e/ modo de vida apropiado para toda sociedad humana” Al hacer tan grandiosa afirmacién metafisica, la “molestia” que “los idedlogos occidentales” puedan haber sentido est4 “calmada por la prisa con la cual las naciones ‘desarrolladas” 0, mds precisamente, las elites occidentalizadas de estas naciones golosamente “adoptan el ‘modelo’ occidental de sociedad”*. Lo que tanto Lyotard como Castoriadis estan sefialando es el hecho de que la replicacién hegeménica de Europa en nuestro compartido presente ® Para una detallada exploracién de este punto, ver mi libro, The Hermeneutics of African Philosophy, New York, Rotledge, 1994, capitulo 4. ® Lyotard, The Postmodern Explained, p. 35 Castoriadis, “Reflections on ‘rationality’ and ‘developement”, p. 181-2. 280 La CRITICA AL EUROCENTRISMO Y LA PRACTICA DE LA FILOSOF{A AFRICANA postcolonial es Ilevada adelante por y encarnada en el residuo humano —esto es, las elites occidentalizadas— dejado atrés por los retirados imperios coloniales de Europa. En otras palabras, el “hecho de que, en algunos dominios particulares, y para algtin fin particular [es decir, el control cientifico/tecnolégico de la naturaleza]”®*, el Oeste haya logrado considerable éxito es tomado, por las elites occidentalizadas y sus mentores metropolitanos, como un signo de la absoluta superioridad metafisica de Europa por encima del resto de la humanidad. Esto es, grosso modo, el tema dominante que constituye la conciencia eurocéntrica de nuestro globo postcolonial y, como vimos en nuestra lectura de Kant, encuentra su fundamento especulativo en la tradicién occidental de la filosofia. Més que a través de la fuerza fisica, Euro-América hoy manda a través de la hegemontfa de sus ideas, “a través de su ‘modelo’ de crecimiento y desarrollo, a través de la estadistica y otras estructuras que... son hoy adoptadas en todas partes”®’. Es por esto que, Fanon concluye Les damnés de la terre con un llamado simultdneo a dejar atrés la “vieja” Europa y a comprometerse en la concreta invencién y creacién de nuestra propia actual historicidad. Pero para prestar atencién, o al menos oirlo, el llamado de Fanon requiere que nosotros primero reconozcamos y des-estructuremos las bases metafisicas especulativas de los imperativos eurocéntricos que nos han mantenido —y atin nos mantienen— en cautiverio. Esto, a mi criterio, es una de las tareas bdsicas y mds importantes del discurso contempordneo de la filosoffa africana; su proyecto critico-negativo —la critica al eurocentrismo—. 5 Ibid, p. 193 * Ibid., p. 201. 281

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