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vetiniones populares sn ‘unos motines’6 eonspi-
Sraciones, de que el pueblo-no-tione tas derecho
que el de suftajio; y de’ que si-entonces es so-
berano, despues es’ subdito, y sin facultades para
deliberee contra las ‘deliberaciones de sus repre-
sentantes. Enfonces. fos tres Estados confedera~
dos de Colombia gozarin de unos gobiernos fun-
dados en Ja union;-eh te justioia yen la mu
tua conveniencia, y'-Colombia bajo de esta for
ma marchari rapidamente a” su gloria.
“gutora,
En carta de ‘persona respetable residente et
Londres, dirijida a esta’ capital con fecha “3 de
noviembre del: aito- procsinmo-pastdo, “se dice “lo
sigmente:
> La cltestion de Holanda se ha eomplicado
mucho. El rey desiprobéformalmente los actos
del principe de Orange y Te-retiré 1a. comision
de que lo habia revestido. Mientras tanto con=
‘imtaron sus operaciones. militares las provincias
disidentes y se apoderaron'de parte de la ciudad
de Amberes, “que eraeasi le uniea que aun re
‘eonocia [a antorided real. Las tropes holandesas
se retiraron entoncesia Ia ciadadela, y se celebré
tun armisticio; pero roto eite, sean’ las noticias
mes recientes y-efnctasy pof los belgas, ~quienes
trataronde soiprender’ a sus contrarios y_ tomar
pecesion de ta fortdlera, abrieron estos. un fuego
rarioréed” soties‘le.clndady aque syUdbi aes
mente I éscusdrs compucsts de algimos buques
“de guerra, y el resultado foé-que la ciudad
qued® redvcida x escombros. El almacen de de-
posito en que se hallaban®. mereancias' det valor
de quince millones; segun unos, y de cinco. se-
gun_ottos, fi quemadoy junto con varios *otros
dificfos piblices. Lo que nufea habia sveedido
durante las muchas guerras que en diversas épo-
‘eas lian tenido los Paises Bajos por! su teatro,
acaba de suceder ahora entre pueblos que pocos
meses hase mifaron como hermanos, y_ vivian
sometidos a las mismas leyes y gobierno. Ahora
no se ven sino ruihas y miscria, donde antes
hhabitaban ta riqueza y la paz. El-escandecimiento
de los animos ha Hegado'& sv colmo, y Ta union
entre los dos pueblos es ya imposible. Por decon-
tado que las difcultades que esperimentarin las
potencias eutopeas, partes contratantes de los tra=
tados “que etablecieron: el reino de los Paises
Bajos, pata constituir de nuevo a sus. secciones,
se aumenian hasta el grado de ereetse jeneral-
mente que seri causa do wna nueva guerra en
Europa. El pueblo francés mira favorablemente
esta sublovacion, miomtras que su gobierno qne-
riendo evitar los desatinos que cometieron los
que se hallaron a la eaheza de la revolucion el
aio de. 1792, hace sus esfuerzos’ por ‘conservar 1a
mas estricta nevtralidad. Za Rusiay Austria, Pru-
sia 6 Inglaterra por el contrario, no pueden mie
encia Ia destruccion del Estado, &
cuya formacion eooperaron con sus fuerzas y st
dinero, para que sirvieso do baluarte contra la
Francia. En fin, por donde quiera que se vea la
revolucion de los Paises Bajos, no se encuentran
sino dificuljades que vencer, preocupaciones.arrai-
gadet que deshaeer y colos que eoneiliar.
El estado de la Francia continia. inquicto y
no ofrece garantias de estabilidad. Tres de los
ministros qué en el mes de julio gozeban de la
reputation de ultraliberales, ya tienen que ceder
st asiento ent el gabinete @ otros, cuyas opimo-
nes, por “escesivamente” exaltadns, so hallan mas
conformes al espititw del dia. No se espera ya
que seri posible salvat la vida de los ministros
do Carlos X que estin presos en Vibeennes, a
pesar de las tentativas que han hecho al. efecto
tio. solo el. rei_aétual, sino toro el_pattido mo-
deride en Francia: Si desgraciadamente éayese
Ja hacha de la ley sobre todos estos infelices, con
razon se podria “dudar de la,tranquilidad de_ose
pais, porque como existen muchisitaos individuos
que han sido autores 6 cémplices de: detitos de
stra >clase “que los_que-van 2 conducir al. patie
“chile al-prineipe de-Polignaey sus socios, no es
do'supoher que “qnedaran impunes. Entrarén des-
piles los” recefitimientos y las: venganzas, y Dios
quiera que con ellos no sigan los’ horrores del
Biglo pasado. =
‘Mientras tanto Fernando VI} octipa str trono,
sind ‘eon entera:tranquitidad, ciertamente con me-
‘nos riesgo que otros soberanos infinitamente mas
priadosos: acia sus basallos. Los constitucionales no
than hecho progresos y aun se asegnra hoy, que
Mina ha'sido batido’y obligado a repasar Ia fron-
tera. Valdex suftié tina derrota, -y- generalmente
se dice, qute la Espafia, sea por deseos de sus
hubitantes 6 por tetnores de In vengunza del des-
pota en caso de la derrota de los constitucion
hnales, quedard -entregada 4 In suerte que ha cor
rido en estos atios pasados. Cofrié no ostante Ia
‘yor de que en Galicia y Andalitcfa los habitantes se
habian pronurteiado en contra del actual sistema,
fo temo qlie nose conlirme tan plausible no-
ticia, Sin embargo, seria-prematuro pronosticar el
mal éxito total de estas tentatives, por que aun-
‘que no se logre el establecimionto de-un_gobier~
no -enteramenie liberal en'la Peninzuls, debemos
esperar que. se obligaré.a Fernando, lo misme
ue ce ha hocho 2D. Miguel, a desistic de
proscripciones y muertes que han lenedo de
eloto a cus dominios:
Baan
»-> UFRANCIA.
Sefior! en adicion a las ‘importantes hoticias
ate conticne vuestro interesante diario, sobre el
recottocimiento de Ia independencia do las re-
pliblioas trasatlanticas por el gobierno” frances,
puedo permitirme dar las’ siguientes; que he ad-
‘quitido por un conducto autentico:
E} presente rey do los: fianceses, enyos prin-
cios'liberales no pueden ser cuestionados, parece
haber sido miovido por un sentimiento de. jasti-
tela y derecho, mas bien que por alguna otra
‘consideracion, en Ia franca. y noble carreta que
hha adoptado ‘con respecto a todas estas. repitbli-
‘eas. Pero despues de su advehimiento al trono,
el rey ciudidatio dijo con entusiasmo; que jamas
podria olvidar haber servido. bajo un’ comandan
te americano, el ilustre jeneral Miranda, quo hi:
zo las camnpefias de la revolucion en Holanda, y
‘que le seria satisfactorio reconocer prontamente
las nuevas ropiblieas. El pasé aun mas adelante,
pues antes de enviar por su embajador en Espa-
ia al dnque de Monicbelio, se ditijieron comu-
nicaciottes por el gabinete frances a Fernando,
con la mira de hacerle adoplar esta’ medida de
imperiosa necesidad, y fueron tan’ infructuosas
eomo las de oiras potencias.
Lo que aun parece mas estrafio es, que ol
Hobiero briténico, aunque desairado en’ diferen~
tes ocesiones por Fernando, en la interposicion
de sus buenos oficios para el arreglo de esta cr=
estion, ahora parezea como inflaido por las mis-
mas consideraciones con ” el Borbon de las Tu-
Herias,” que esti embarazado por el mismo
pentillo quo. impidié.al mafioso M. Villele reco-
nocer estos estados, Tales conjeturas, al mends}
pueden ser justificadas por Ja lentitud del. gabi-
nete briténico, en recotiocer cuatro de estas re-
publicas;-que tienen jgital: derecho que las otras
que han celebrado tratados. con Ia Gran Bretaiin,
al reconocimiento “de su independericie.
Vengo el honor de ser ‘uestro cbediente
servidor. Americanas.
(The Times, octubre 13-1880. )
IMPRENTA DE LA CIUDAD, POR J. F. PUGA.