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Instituto de Historia Antigua y Medieval Seccién Historia Antigua Facultad de Filosofia y Letras Universidad de Buenos Aires TEI Encuentro de Actualizacién y Discusién IMAGINARIO SOCIAL Y DISIDENCIA RELIGIOSA (Siglos IV-XVIITI) . “ pee aie Sn See) 14 de Octubre de 2008 8.30 - 9.00 hs. Registro de Asistentes 9.00 - 11.00 hs. PANEL 1: ESCENARIOS DE LA DIVERSIDAD HUGO ZURUTUZA (Universidad de Buenos Aires ~ Universidad Nacional de Rosario) - CARLOS KUZ (Universidad de Buenos Aires - Universidad Nacional de La Pampa): De romanos,” bereberes y musulmanes. Los Ultimos here jes. COORDINACION: Liliana Pégolo (Universidad de Buenos Aires) ~ Esteban Noce (Universidad de Buenos Aires - CONICET) 11.00 - 13.00 hs. PANEL 2: DISIDENTES MEDIEVALES HORACIO BOTALLA (Universidad de Buenos Aires - Universidad Nacional de Tres de Febrero): Profetas subalternos, prognosis y politica en la Ttalia imperial. PABLO UBIERNA (Universidad de Buenos Aires ~ CONICET): Minorfas religiosas en Bizancio en el siglo VIT COORDINACION: Federico Miliddi (Universidad de Buenos Aires) - Rodrigo Laham Cohen (Universidad de Suenos Aires) 13.00 - 15.00 hs. PAUSA 15.00 -.17.00 hs.- PANEL 3: FICCION Y ESCRITURA GLORIA CHECOTE (Universidad Nacional de La Plata ~ CONICET): El dogma bajo sospecha en el Libro del Buen Amor. LEONARDO FUNES (Universidad de Buenos Aires - CONICET): La Materia Legendaria en la historiografia castellana del siglo XIV. COORDINACION: Marcia Ras (Universidad de Buenos Aires) 17.00 - 19,30 PANEL 4: PODER Y HETERODOXIA CARLOS GARCIA MAC GAW (Universidad de Buenos Aires ~ Universidad Nacional de La Plata): Iglesia y sociedad en el imaginario agustiniano a partir del conflicto donatista. CARLOS ASTARITA (Universidad de Buenos Aires - CONICET): Anticlericalismo y herejia: problemas de método. FABIAN CAMPAGNE (Universidad de Buenos Aires - CONICET): Carlo Ginzburg: historiador de la brujeria europea. Recepcién, debates y polémicas recientes. COORDINACION: Corina Luchfa (Universidad de Buenos Aires ~ CONICET) COORDINACION GENERAL CARLO _GINZBURG, _HISTORIADOR DE LA BRUJERIA' EUROPEA: RECEPCION, DEBATES Y POLEMICAS RECIENTES En 1921, la Oxford University Press publica The Witch-Cult in Western Europe, Un libro firmado por la egiptologa escocesa Margaret Murray, que produciria una verdadera revolucién en el campo historiografico dedicado al estudio de ia represion judicial de la brujeria en la Europa moderna. Contra toda la literatura académica anterior dominada por los herederos de la historiografia positivista decimonénica, que afirmaban que la caza de brujas no habia sido mas que la persecucién masiva de un crimen imaginario, ja Murray vino a sostener que la represin masiva de la brujeria entendida como crimen colectivo, derivé de un malentendido cultural, pero de un orden diferente del imaginado por la historiografia racionalista Para la investigadora briténica, en la Europa del Renacimiento atin sobrevivia una antigua religién prehistérica, un atdvico culto a la fertilidad neotitico articulado en torno a la figura de un neimen con cornamenta, a quien los fanaticos inquisidores de! tardo-medioevo confundieron con el Satén judeo- cristiano, y a sus seguidores, con los integrantes de una nueva y amenazante secta de adoradores del demonio Por lébiles que puedan parecernos desde el presente sus teorias, sus estrategias hermenéuticas y sus andlisis heuristicos, durante los cincuenta afios que se extienden entre 1920 y 1970, Margaret Murray dominé —particularmente en el universo de los mass media, de la Folklore Society y de los circulos literarios anglosajones- el campo de estudio en cuestién Es en el contexto de la figura, de! paradigma interpretativo, y de la influencia de Margaret Murray, que debe entenderse la emergencia de! modelo de andlisis alternative encarnado por ei historiador italiano Carlo Ginzburg. Uno de los objetivos de la presente exposicion, de hecho, pretende demostrar que muchas de las audacias, muchos de los aportes, pero también muchas de las contradiccianes y debilidades de la produccién de Ginzburg dedicada al estudio de la brujeria europea, no pueden comprenderse en plenitud sin tomar en cuenta aquel reinado de medio siglo de fa Witch-cult theory de Margaret Murray. CARLO GINZBURG, HISTORIADOR DELA BRUJERIA EUROPEA: RECEPCION, DEBATES Y POLEMICAS RECIENTES. - Fabian Alejandro CAMPAGNE Universidad de Buenos Aires Ponencia presentada en el Ill Encuentro Actualizacion y Discusién: “Imaginario Social y Disidencia Religiosa. Siglos IV-XVIII", Buenos Aires, 13 y 14 de octubre de 2008, Instituto de Historia Antigua y Medieval, Facultad de Filosofia y Letras, Universidad de Buenos Aires. En 1921, la Oxford University Press publica The Witch-Cult in Western Europe, un libro firmado por la egiptdloga escosesa Margaret Murray, que produciria una verdadera revolucion en el campo historiografico dedicado al estudio de Ia represién judicial de la brujeria en la Europa moderna. Contra toda la literatura académica anterior, dominade por los herederos de ta historiografia positivista decimonénica, atrincherada en las universidades no confesionales de la costa este de los EEUU. (Comell, Harvard), que sostenia que la caza de brujas no habia sido mds que la persecucién masiva de un crimen imaginario, fabricado a partir de las confesiones de los acusados, arrancadas bajo tormento, y de las dlucinadas fantasias elaboradas por los teologos tardo- escoldsticos, la Murray vino a sostener que la represién masiva de la brujeria entendida como crimen colectivo, derivé de un malentendido cultural, pero de un orden diferente del imaginado por Ia historiogratia racionalista. Para la Murray, en Ia Europa del Renacimiento sobrevivia aun en regiones apartadas de Francia e Inglaterra, una antigua religion prehistérica, un atavico culto a la fertilidad neolitico, articulado en torno ala figura de un numen com cornamenta, un dios comudo, a quien los fanatics inguisidéres del tardo- medievo confundieron con el Satan judeo-cristiano, y a sus seguidores, con los integrantes de una nueva y amenazante secta de adoradores del demonio. Por ldbiles que puedan parecemos desde el presente sus teorias, sus estrategias hermeneuticas y sus andlisis heuristicos, durante los 50 afios que se extienden entre 1920 y 1970 la Murray dominé -particularmente en el universo de los mass media, de la Folklore Society y de Jos circulos literarios anglosajones- el campo de estudio en cuestion. Es en el contexto de la figura, del paradigma interpretativo, y de la influencia de Margaret Murray, que debe entenderse la emergencia del modelo de andlisis alternative encarnado por el historiador italiano Carlo Ginzburg. Uno de los objetivos de |a presente exposicién, de hecho, pretende demostrar que muchas de las audacias, muchos de los aportes, pero también muchas de las contradicciones y debilidades de la produccién de Ginzburg dedicada al estudio de la brujeria europea, no pueden comprenderse en plenitud sin tomar en cuenta aquel reinado de medio siglo de la witch-cult theory de Margaret Murray. Margaret Murray fallece a los 100 afios de edad, en 1963. Tres afhos después, en 1966, la editorial Einaudi publica | benandanii. Stregoneria e cuili agrari tra Cinquecento e Seicento. Se trataba del primer libro de Carlo Ginzburg, un joven historiador piamontés nacido en Torino en 1939. La historia de aquellos campesinos friulanos que creian defender las cosechas de la comunidad combatiendo en éxtasis conira las brujas, dio lugar a un trabajo pionero, menos sofisticado pero mejor documentado que algunas monogratias posteriores del autor. De hecho, con el descubrimiento de los expedientes inquisitoriales en los cuales basé su investigacién, Ginzburg sacaba a la luz el que por entonces era el Unico caso ticamente documentado de una creencia popular temprano- modema sdlo parcialmente asimilada por la ideologia cristiana. 7 Los componentes del complejo mitico de los benandanti se desprenden rdépidamente de los testimonios que los inquisidores franciscanos obtuvieron durante los primeros interrogatorios. . El 21 de marzo de 1575, el presbitero Bartolomeo Sgabariza reproduce ante los agentes del Santo Oficio veneciano una conversacién que habia mantenido 90¢0 tiempo atras con Paolo Gasparutto, un campesino de la comunidad de lassico. EI labrador habia realizado ante el parroco la siguiente confesion: “!! giovedi di tutte le quattro tempore de anno erano sforcciati a andar insieme con questi siregoni in piu campagne, come a Cormons, avanti la chiesa di lassico, et insino su la campagna di Verona”. * — Cudndo el sacerdote pregunté qué hacian Gaspatutio y sus amigos en dichos lugares, Paolo respondié: “lisramos combales, jugamos y saliamios” . Del interrogatorio que el 27 de junio de 1580 sufre Battista Moducco, pronto descubrimos que dichos combates no tenian lugar corporaimente sino en espiritu: “lo sonno benandante perché vo con |i altri a combattere |...) invisibilmente con lo spirifo et resta il corpo". ° Los benandanti combatian en nombre de Cristo y los prujos en favor del diablo. * Del resultado de la batalla dependia el futuro de las cosechas: “se noi restiamo vincitori, quello anno & abondanza, et perdendo é carestia in quel anno”. * — gPor qué algunos campesinos tenfan Ia facultad de separar el alma del cuerpo? sQuignes podian tomar parte en estos eventos marciales? El 3 de octubre de 1580, Paolo Gasparutto responde ambos interrogantes los destinados a ejercer como benandanti eran los nacidos con la cofia, es decir, envueltos de manera total © parcial en la membrana amnidtica, que no terminaba de rasgarse durante el parto. * Dos dias antes, la esposa de Gasparutto habia realizado otro aporte clave a la configuracién del complejo mitico: antes de producirse aquellas experiencias ex- somaticas, su marido entraba en un trance muy profundo del cual resultaba imposible despertarlo * En él transcurso de otros interrogatorios los procesados admitieron que eran reclutados por un lider que se les aparecia en suefios, y que los miembros de la compaiiia “siamo in gran moltitudine, et alle volte siamo cinque milia et pasano”. Los benandanti padeceran tres oleadas represivas principales: 1575-1581, 1619 y 1634-1650. A lo largo de aquellos afios los magistrados eclesidsticos se esforzaron por descalificar la creencia, asimilando sus principales trazos morfoldgicos al estereotipo satanizado del sabbat. Para mediados del siglo XVIl el hiato estaba colmado, y si bien la asimilacién llego demasiado tarde como para desatar una caza de brujas en el Véneto, los inquisidores consiguieron finalmente que los propios benandanti admitieran el cardcter diabdlico de sus acciones. En sintesis, la coaccién fisica y ta presién psicologica habian lograde que los acusados terminaran asumiendo como propio el punto de vista del represor. A lo largo del fibro, Ginzburg identifica varios complejo folkléricos europeos que tienen evidentes puntos de contacto conta creencia de los benandanti. Sin embargo, evita extraer conclusiones generales que pudieran aplicarse més alld del contexto friulano, Era posible afirmar con certeza que en el Friuli, el aquelarre, practicamente desconocido en la regién a finales del siglo XVI surge finalmente con todo su esplendor c.1640-1650, de la mano de la satanizacion de un complejo agrario pre-cristiano. Avanzar mds alla de esta modesta conclusién resultaba en extremo ariesgado, como el propio Ginzburg reconocia: “é naturalmente impossibile estendere senz'alfro, pero analogia, questa conclusione ad altri regioni d’Europa:-tuttayia, pero quanto parziale e circescritta, essa pud costituire un'ipotesi per ulterior! ricerche" Apenas un pdrrafo después, Ginzburg esbozeba, como al pasar, la que veinte ahtos después terminaria siendo la hipdtesis principal de Storia notturna: la indudable conexién entre los benandanti y los chamanes siberianos (“il problema della connessione, indubitabile, esistente tra benandanti e sciamani"); tras esta referencia fugaz, sin embargo, el tpico no recibe tratamiento posterior en lo que resta del ensayo. Los méritos del primer libro de Carlo Ginzburg se ponderan mejor la distancia. * — En primer lugar, su investigacién puso por primera vez en evidencia un aspecio hasta entonces descuidado del proceso de construccién del estereotipo del sabbat. En el caso de los benandanti, al menos, la imagen del aquelarre que emerge de los interrogatorios no puede meramente considerarse como el producto de una ficcion construida por ia alta culiura ieologal. El sabbat que se describe en los procesos friulanos es un producto eminentemente hibrido, la resultante de un siniestro didlogo entre inquisidores y campesinos: los primeros, publicistas del discurso demonolégico tardo-escolastico: los segundos, portadores de un afdvico mito agrario apenas cristianizado. ° El segundo de los méritos del libro es el de haber presentado una solucién relativamente consistente al dilema fundacional de! paradigma romdntico, una respuesta sdlida al interrogante sobre la existencia de fendédmenos reales detrds de la caza de brujas temprano- moderna, El estudio de caso permitia demostrar, que el fendmeno con el que algunos cazadores de brujas pudieron haberse encontrado en la Edad Moderna, no remitia a la esfera del RITO, como queria Murray, sino al universo del MITO, no remitia tanto a prdacticas sociales cuanto a creencias populares. Por ello, causa particular sorpresa que en las afios inmediatamente posteriores a su publicacién, los pocos académicos que pudieron acceder a la lectura del original italiano catalogaran a! benandanti como un emergente mds del “Murrayite party". En 1969, William Monter ébservaba que la documentacion hallada por Ginzburg aportaba de manera inesperada nueva evidencia en favor de la antigua tesis de Murray. En 1972, Jeffrey Burton Russell consideraba que / benandanfi apoyaba con firmeza “portions of the Murray- Runeberg thesis" ~en particular la continuidad, hasta muy entrado el segundo milenio, de creencias y practicas relacionadas con la fertilidad; por ello, concluia, “no firmer bit of evidence has ever been presented that witchcraft existed” En 1975, Norman Cohn, por su parte, criticaba a Ginzburg por concivir que los documentos friulanos demostraban la supervivencia de un culto a la fertilidad ancestral en el noreste italiano. 2Qué factores contribuyeron a esta inmediata identificacién de | benandanti con los postulados de Murray? (i) Con toda probabilidad, la primera responsabilidad deberia recaer en el mismo Ginzburg, en las evidentes ambigiiedades que presenta el texio de 1966, i. la menos importante de las cuales no es, precisamente, la ulilizacién de la palabra “culto” en el subtitulo y en el prefacio del libro. La inclusion de la expresién culfi agrari en la portada misma de la monografia no puede dejar de producirnos cierto asombro, sobre todo si la contrastamos con el contenido efectivo del ensayo. gNo habria sido mifi agrari una formula mas apropiada? ii. En un fragmento del “Prefazione” -que luego adquiriria relativa fama- Ginzburg sostiene que la tesis de Murray, aunque formulada de manera acritica y plagada de afirmaciones arriesgadas, contenia, sin embargo, “un necciolo: di verita’. gEn qué consistia, para Ginzburg, este “nucleo de verdad"? El mismo lo aclara en el parrafo siguiente: la tesis de la estudiosa escocesa siempre* parecié mds sensata alli donde identificab& en las orgias del sabbat la deformacién de un antiguo culto a Ia fertilidad. Leido con atencién, el discurso ginzburgiano parece, entonces, mas cerca de Ia antigua intuicién de Jakob Grimm, que hallaba en e! sabbat teologal elementos de la cultura folklérica, que de la supervivencia de la religion prehistorica postulada por Murray. Sin embargo, las paginas finales del libro vuelven a sembrar dudas sobre las verdaderas intenciones de Ginzburg, porque a partir de las delaciones cruzadas de los Ultimos benandanti procesados por la Inquisicién, y de la vivida descripcién de una fiesta campesina realizada de manera esponténea por una nifia de ocho afios, el italiano deduce que resulta imposible descartar por completo la existencia de rituales antiguos efectivamente celebrados por las comunidades locales {las expresiones literales que emplea son “rapporti obiettivi, reali, di tipo settario “ y “raduni di tipo settario") Evidentemente, en tiempos de la publicacién de su primer libro, el joven Ginzburg no terminaba de descartar la posibilidad de la existencia de titudles arcaicos en el campo europeo preindusirial. Durante la mayor parte del trabajo queda claro que los benandanti afimaban participar de combates y procesiones en éxtasis, en espiritu. Sélo en muy pocos momentos, como acabamos de ver, el auior juega con la posibilidad de la supervivencia de practicas cultuales antiguas. () Sin embargo, a la hora de elegir un subtitulo apropiado para el fibro, estos Ultimos fragmentos terminaron pesando més que el resto de la monografia, gUn ejerhplo mas de la inercia murraista de la cual parecia imposible escapar a finales de la década de 19602 y. Si bien ia identificacién inicial entre | benandanti y la escuela de Murray nos resulta, en el presente, poco menos que absurda — sobre iodo a la luz de las aclaraciones y publicaciones posteriores del propio Ginzburg-, no caben dudas tampoco de que expresiones como “cuilfi agrari", “raduni di tipo settario” y “nocciolo di veriid", generaban un grado de ambigiedad que resulta imposible desconocer. Sin embargo, las indefiniciones del joven Ginzburg no fueron las Unicas causantes de las acusaciones de murraismo lanzadas contra | benandanti. El contexto historiografico también tuvo su cuota de responsabilidad. En efecto, la década de 1970 fue testigo del derrumbe definitivo del prestigio académico de la teorla de Margaret Murray. En este marco, toda referencia a rituales o cultos a la fertilidad, por indirecta que fuera, por matizada que resultara, no podia menos que identificarse con el paradigma derrotado. i, gCémo resulta posible explicar este subito colapso de un modelo interpretative que habia soportado incdélume toda clase de ataques durante mds de medio siglo? |. La respuesta se relaciona con la profesionalizacién definitiva de Ia historiogratia de la caza de brujas. A partir de la publicacién de los libros de Hugh Trevor-Roper, Robert Mandrou, Keith Thomas, Alan Macfarlane, Michel de Certeau y H. C. Erik Midelfort, la caza de brujas dejé de qcupar el lugar marginal que hasta entonces habia tenido en el seno de ios departamentos de historia _universitarios. En otras palabras, la rejerarquizacién del campo de estudio y la generalizacién del trabajo de archivo fueron las principales responsables del derrumbe de la Witch-Cult theory. No eran ya voces aislacas de académicos marginales las que reaccionaban ante los abusos metodolégicos de la investigadora escocesa, sino la comunidad de historiadores profesionales en su conjunto. il, Las conclusiones de Murray carecen de fundamento alguno, sostiene Keith Thomas en su monumental Religion and the Decline of Magic de 1971. Un afo antes, Alan Macfarlane sentenciaba: “Murray confundié lo que la gente crefa que ocuria con lo que efectivamente sucedia.” Por entonces, Christopher Hill eliminaba de la segunda edicién comegida de Reformation to Industrial Revolution toda referencia a la Witch-Cult theory, atenuando considerablemente las afirmaciones realzadas en la primera edicién de 1967 (en las que adheria con entusiasmo a la tesis_murraista). En 1975, finalmente, la publicacién de Europe's Inner Demons, de Norman Cohn, supuso el golpe de gracia a la teoria del cullo a Ia fertilidad. De hecho, el libro de Norman Cohn fue enteramente pensado como una refutacién de las tesis de Murray. La revolucién historiografica de los afios ‘70, sumada a la lectura sesgada que el libro habia tenido en el mundo anglosaj6n, justificé la redaccién de un nuevo prélogo para la traduccién inglesa de | Benandanti (publicada en 1983 con el titulo de The Night Battles). En este nuevo prefacio, especialmente escrito para la ocasién, Ginzburg se encarga de aclarar que la antigua tesis de Murray constaba, en realidad, de dos secciones claramente diferenciables: la primera, sostenia que la brujeria hundia sus taices en un antiguo culto a la fertilidad; la segunda, que el sabbat descripto por las brujas remitia a reuniones efectivamente celebradas. “What my work really demonstrated, even unintentionally", insiste Ginzburg en 1983, “was simply the first point”. Por lo tanto, concluye, aunque resulta indiscutible la relacién entre los benandanti y los cultos a ta fertilidad ~éste es el “nucleo de verdad" de la tesis Murray al que aludia en el Prefazione de la edicién italiana- ningun documento nos permite concluir con certeza que los benandonti efectivamente se reunieran para celebrar los fitos que describian en sus confesiones. Gracias al éxito de los ataques combinados lanzados contra el “Murray paradigm", a mediados de la década de 1980 Christina Larner pudo finalmente exclamar: jahora por fin resulia posible estudiar la caza de brujas europea ignorando por completo fa teoria que imaginaba que sus victimas eran seguidoras de un antiguo culto a la fertilidad pre-cristiano! Si todavia para 1970 un scholar podia adherir a Ia tesis de la egiptologa conservando de manera simulténea su prestigio académico, para comienzos de los afos ‘90 dicha combinacién habia ingresado decididamente en el terreno del oximoron. Tras la publicacién de | benandanti, Carlo Ginzburg no volvié a ocuparse de manera inmediata de Ia brujeria. emprano- modema. Ninguno de sus cuatro libros posteriores encard de manera directa la resolucién de los interrogantes que habia dejado pendiente la monogratia de 1966. Finalmente, en 1986 el historiodor italiano regresa a las fuentes, y realiza un nuevo y sorprendente aporte a Ia historiogratia de fa. caza de brujas: Storia nottuma, Una decifrazione del sabba. existe un evidente hilo conductor entre aquel acotado trabajo de juventud y el abrumador ensayo de finales de los '80. en efecto, uno de los objetivos tacitos de storia nottuma, era demostrar que el tipo de complejo mitico y el tipo de,proceso inquisitorial exhumados veinte afios antes, no constituian una situacién aislada, y que por lo tanto, el caso de los benandanti resultaba en extremo relevante para una mejor comprensién de los origenes del estereotipo’ de! sabbat a escala paneuropea El resultado de este nuevo esfuerzo intelectual fue uno de los libros de historia mas ambiciosos y desmesurados jamas producidos por nuestra disciplina. 2Por dénde comenzar la exposicién de un ensayo con estas caracter(sticas? Se ha sugetide con agudeza que la lectura de Storia notturna deberia comenzar por las conclusiones antes que por la primera pagina. En efecto, es en aquella Ultima seccién donde hallamos resumida la hipdtesis central del trabajo: “En fa imagen del aquelarre hemos distinguido dos filones culturales de procedencia heterogénea: por una parte, el tema elaborado por inquisidores y jueces laicos, del complot urdido por una secta o grupo social hostil; por offo, elementos de origen chaménico ya enraizados en la cultura folklérica, como el vuelo magico y las metamorfosis zoomérficas (...). Ha llegado el momento de reconocer que ia fusién fue tan sdlida y duradera porque entre los dos filones habia una afinidad sustancial y subteménea". Por lo tanto, del discurso del propio historiador italiano se desprende que Storia notturna se organiza a partir de dos hipétesis diferentes, claramenie separables: por un lado, Ia que sostiene que en el campo europeo sobrevivieron, hasta muy entrada la Edad Moderna, compiejos folkléricos arcaicos imperfectamente cristianizados, que revelan una afinidad evidente con el chamanismo euroasiatico; por otro lado, la que afirma que estas creencias atdvicas, al fundirse con Ia nueva teoria de! compiot, contribuyeron de manera decisiva ala emergencia de la demonologia radical Es también por este motivo que Storia notturna puede considerarse como |a superposicién de dos libros en uno: por un lado, los dos capftulos iniciales; por el otro, los seis capitulos restantes. El primero de los libros interiores que configuran este “desciframiento del sabbat" esboza el paradigma del complot. A partir del segundo cuarlo del siglo XIV, el poder constituido en Occidente deviene portador de una inédita obsesién por los supuestos enemigos inleriores de la Cristiandad. Esta perspectiva de andlisis permite ubicar a Ginzburg junto a historiadores como Norman Cohn y Robert Moore, que hicieron de la itupcién de una nueva mentalidad persecutoria el elemento clave para la comprensién de la creciente intolerancia teligiosa caracteristica de la civilizacién europea tardo-medieval y temprano-modema. El segundo de Ios libros interiores que configuran Storia notturna tiene como objetivo demosirar ia_filiacion chamadnica de muchos de los frazos de los complejos miticos cuya demonizacién habria dado lugar al estereotipo de la secta diabdlica. En este caso, el punto de parlida del andlisis de Ginzburg es la divisién del trabajo que veinte afhos antes él mismo habia detectado en el seno de la comunidad de benandanti frivianos: en efecto, mientras que los hombres se dedicaban a combatir en éxtasis, la mayoria de las mujeres benandanti parecian especializarse en procesiones nocturnas durante las cuales tomaban contacto con el mundo de los muertos. A partir de la evidencia folklérica y etnografica que reune para la redaccién de Storia notturne, el italiano descubre que los complejos miticos en tomo a batallas, travesias y cabalgatas en espiritu estaban mucho mds difundidos por Europa de lo que en principio habia imaginado. El peso que las experiencias ex-somaticas, el éxtasis y el france tenfan en esta larga serie de complejos miticos, fue lo que llevé a Ginzburg a sostener que el hilo invisible que ligaba entre si estas diferentes creencias no era otro que el chamanismo siberiano. Al respecto, el historiador italiano resulta claramente tributario del modelo de Mircea Eliade. En efecto, desde la publicacién de Le Chamanisme et les Techniques Archaiques de |'Extase en 1951, el rumano impuso una estrategia de aproximacién al fendmeno chaménico que otorgé al componente extdtico un lugar de privilegio. A la hora de definir el fendémeno, Eliade sostuvo: “una primera definicion de tan complejo fenémeno, y quizds la menos aventurada, seria ésta: chamanismo es la técnica del éxtasis" - Desde esta perspectiva el chamén es un especialista en una clase particular de trance - durante el cual su alma abandona el cuerpo para ascender al cielo o descender al inferno, para entrar en contacto con las grandes divinidades césmicas, con numenes intermecios o con los espiritus de los muertos. - En el transcurso de sus excursiones los chamanes también podian dedicarse a capturar y devolver las almas sustraidas de los cuerpos de los enfermos, a guiar a los muertos hacia su morada definitiva, y a adguirir conocimientos ocultos que luego volcarfan al servicio de su comunidad Ahora bien gconsigue Ginzburg los ambiciosos objetives que se plantea en Storia Nottuma? A pesar de los cuestionamientos que el modelo interpretativo de Eliade recibio en las Ultimas décadas por parle de eindgrafos destacados, la primera de las hipdtesis del libro -la que pretende establecer una relacién entre et chamanismo siberiano y los complejos arcaicos que sobfeviven en el campo europeo preindustriat logré mayor aceptacién que la segunda -la que pretende relacionar el origen del sabbat con la demonizacién de dichas creencias folkléricas Richard Kieckhefer fue tal vez el especialista que mejor logré sintefizar la reaccién mixta que la impactante monografia del italiano provecé entre sus colegas de profesion. En el libro de Ginzburg, sostiene Kieckhefer, el chamanismo residual prelende funcionar simultaneamente como explanandum y como explanans, es decir, como objeto de estudio (en este caso, ligado a una supuesta cultura folklérica primordial aun activa én la Europa moderna) y como dispositive explicativo (en este caso, en relacién con el complejo problema de los origenes del sabbat}. Es esta segunda estrategia la que el historiador norteamericano considera fallida. En efecto, Ginzburg logra identificar algunos procesos inquisitoriales similares a los padecidos por los benandanti, es decir, instancias judiciales en las cuales el aquelarre emergid luego de que los Componentes de un determinado complejo folkiérico fueran efectivamente reducidos a los esquemas de la grilla demonolégica ® Tal es el caso de Ja inquisicién de Sibillia Zanni y Pierina Bugattis en el Milan de 1390, @ del proceso que a comienzos del siglo XVI sufre Zuan delle Piatie en el valle de Fiemme, B o del juicio que en 1587 enfrenta Chonrad Stoeckhlin en el arzobispado de Augsburgo. Sin embargo, esta serie reducida de casos -en los que el andlisis de Ginzburg resulta verdaderamente convincente- no parece justificar la generalizacién de la hipétesis, hasta el punto de convertir al chamanismo residual en el principal responsable de la emergencia del estereotipo del sabbat - excluyendo otros elementos, de origen tanto popular como erudito, que parecen haber fenido un peso. mayor en el disefo teolégico de la brujeria como crimen colectivo. En lugar de imaginar que las creencias de las que eran portadores Sibillia Zanni, Pierina Bugatis, Zuan’ delle Piatte y Chonrad Stoeckhlin, cumplieron en sus respectivos procesos el rol que los relatos de los benandanti tuvieron en el Friuli -el de permitir fa irupcién del aquelarre en una regién en la cual la brujeria diabdlica no se habia impuesto todavia-, habria que pensar que las leyendas que aquellos desdichados encamaban no tuvieron otro mérito que el de enriquecer un estereotipo teologal que ya habia cobrado existencia por otras vias alternativas. Este fendmeno contribviria a explicar el colorido que las descripciones del sabbat adquirian en aquellas regiones del continente en las cuales !a cultura local se caracterizaba por una mayor variedad y riqueza. Pero nada de ello nos autoriza a sostener que el sabbat surge en el siglo XV como un subproducto de la demonizacién de los combates y travesfas en éxtasis, en el marco de una novedosa teoria del complot y de una creciente obsesién por el estereotipo del enemigo interior. En realidad, la dinamica ideolégica parece haber seguido un camino inverso. Una vez que Ia retroalimentacién entre praxis judicial y discurso demonolégico permitid su definitiva consolidacién, el aquelarre adquirid suficiente flexibilidad como para incorporar elementos derivados de los complejos mificos primitives -en particular, de aquellos que remitian a reuniones nocturnas bajo la guia de una figura rectora. Paraddjicamente, no fueron, entonces, las batallas y las procesiones en espititu las que permitieron la emergencia del sabbat, sino el aquelarre el que facilité ta captura y resignificacién de aquel universo atavico de creencias, morfolégicamente emparentado con las ficciones elaboradas por la alta cultura teologal. Aqui reside probablemente el mérito principal de Storia nottuma: el de haber contribvido a demostrar de manera definitiva la existencia real de una cultura folklérica por mucho tiempo ignorada por los historiadores de. la primera modernidad. El que dicho acerbo cultural no tuviera para la construccién del sabbat la relevancia que Ginzburg la atribuye, no reduce el mérito de uno de los libros de historia mas deslumbrantes de Ia segunda mitad del siglo XX. El impacto provocado por la publicacién de Storia nottuma modificé de manera sustancial el campo historiografico dedicado al estudio de la caza de brujas europea. Los debates y las polémicas continuan hasta el presente, De hecho, en el invierno de 2006 Ia revista Magic, Ritual and Witchcraft, publicada por la Universidad de Pennsylvania, edité un Shamanism Forum que conté con la colaboracién de Ronald Hutton, Gabor Klaniczay, Wiliam Monter y Michael Bailey, entre otros reconocidisimos expertos en la materia. No caben dudas de que la inclusion de un dossier con estas caracteristicas en una publicacién que tiene como una de sus especializaciones la brujeria moderna, hubiera resultado del orden de lo impensable antes de la publicacién de! ambicioso ensayo de Carlo Ginzburg. En los afios inmediatamente posteriores a la aparicién de Storia notturna, la hipdtesis de la demonizacién de antiguos complejos extdticos hallé muchos entusiastas. Lo mismo sucedid con el postulado que relacionaba el estereotipo del sabbat con el chamanismo euroasidtico. Estoy pensando en los trabajos de ta italiana Luisa Muraro, del dinamarqués Gustav Henningsen, de los hungaros Gabor Klanizay y Eva Pécs, y del francés Claude Lecouteux. Pero Storia notturna no sélo generé reacciones entusiastas, manifestaciones de apoyo, 0 _ investigaciones complementarias. Desde el momento mismo de su publicacion, el fibro merecié también objeciones y cuestionamientos. Robert Muchembled, Ronald Hutton, Willem de Blécourt y Franco Nardon han formulado criticas particuiarmente agudas ~en ocasiones feroces, despiadadas- alas hipdiesis avanzadas por Ginzburg. Ahora bien: los debates y discusiones no se agotan con las propuestas historiograficas que acabamos de mencionar. La existencia de posibles fenémenos socio-cullurales realmente existentes detrds de la represion judicial de la brujeria medema todavia continua fascinando a los historiadores del presente. Afortunadamente, las opciones al alcance de los estudiosos actuales no se reducen a las versiones més extremas dei paradigma romdntico -que postulaban la existencia de sectas de adoradores del demonio o Ia supervivencia de religiones prehistéricas en pleno barroco- ni a_ las formulaciones més radicales del paradigma racionalista -que negaban a la cultura verndacula y a las creencias locales toda relevancia en la dindmica de la caza de brujas y en la construccién de las ficciones teologales. De hecho, Ia innegable vigencia del “Ginzburg paradigm" explica que reconocidos especialistas continden subscribiendo en el presente una cuestién tan polémica como. la supervivencia del chamanismo en el campo europeo de los siglos XVI y XVII @ En un articulo publicado en 2003, Gabor Klaniczay considera relevante la comparacién entre los chamanes siberianos y los “santos vivos" tardo-medievales, portadores de un nuevo modelo de santidad en el cual raptos, profecias y éxtasis ocupaban un lugar preponderante. @ En un articulo del 2005, Wolfgang Behringer avanza incluso mas alla, y sostiene que las experiencias extéticas que los dirigentes valdenses _ tardo-medievales experimentaban en los Alpes Occidentales, expresan “characteristic features of shamanism”. @ Menos convincente resulta el ambicioso intento de Emma Wilby de demosirar que la mitologia del familiar, que impregna el estereotipo de la brujeria inglesa, deriva de los espititus feéricos que los hechiceros benéficos o cunning-folk empieaban en sus rituales; aun cuando parece descartar toda continuidad historica directa entre la cultura folklérica renacentista y los complejos chamanicos pre-ctistianos, Wilby sugiere que las similitudes entre aquella y muchas prdacticas magico- religiosas no europeas demosirarian que la: creencia en los espiritus familiares hunde sus raices eh el universo animista que primaba en la isla antes de Ia irrupcion del cristianismo La vigencia del paradigma roméntico en sus sofisticadas expresiones de comienzos del siglo XXI, mereceria. iguna explicacién de orden sociolégico, un andlisis similar al que ha recibido la fascinacién de la cultura norteamericana por los procesos de Salem, o el atractivo que Ia figura de la bruja legendaria representa para los modemos movimientos neopaganos. Es probable que los esfuerzos por descubrir rituales pre- ctistianos y mitologias atavicas, religiones neolificas y complejos folkidricos, sectas diabélicas y creencias arcaicas, detras de la violencia desatada contra los perpetradores de un crimen imaginario, se origine en una resistencia inconsciente a reconocer que en tiempos de Leonardo y Miguel Angel, Maquiavelo y Montaigne, Copérnico y Galileo, Shakespeare y Cervanles, la civilizacién euro-atlantica se embarcé en una -ginexplicable?- sangrienta caceria de adoradores del demonio. 3Qué razones contindan motivando el trabajo de los historiadores que rasirean fenédmenos reales detras de la tortura y el suplicio de decenas de miles de inocentes? gSera fal vez la negativa a reconocer el nUcleo duro de violencia que caracteriza a la cultura europea? 2Serd fal vez el femor de que el monsiruo dormido despierte, de que la violencia sagrada se apodere una vez més de Occidente, de que la caza de brujas reinicie la purga ritual interrumpida en un pasado no demasiado remoto, en un tiempo no demasiado lejano? En muchos aspectos, el resplandor tenebroso de las Ultimas hogueras encendidas con el objeto de exterminar una conspiracién inexistente, continua acosando a Ia civilizacion que inmolé cerca de 50.000 personas, en -busca de Ia seguridad que creia le faltaba, en busca de la unidad que creia necesitaba, en busca dei orden que sentia se le escapaba. i

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