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CORTE

Victorio Hernández Balat

1.- INTRODUCCIÓN

Desde los comienzos del hormigón armado los ensayos mostraron que aún para
cuantías de armadura longitudinal relativamente bajas los elementos lineales (vigas) sin
armaduras de alma rompían por fisuras inclinadas (roturas de corte) localizadas en las zonas
cercanas a los apoyos, es decir, en las zonas de corte máximo sin que las armaduras
longitudinales llegaran a fluencia. Por ese motivo, desde mediados del siglo XIX todas las
patentes de hormigón armado incorporaron armaduras de alma de algún tipo para poder
aprovechar íntegramente la resistencia a flexión provista por las armaduras longitudinales.

En la Figura 1.1 se muestra el plexo de isostáticas correspondientes a una viga


simplemente apoyada con sección transversal en forma de “T”. Las líneas continuas
representan las isostáticas de tracción y las discontinuas las de compresión. Tal como
indican las flechas representativas de los esfuerzos principales de tracción, en la zona
central de la viga las fisuras tienden a ser verticales mientras que en las zonas próximas a
los apoyos estas fisuras atraviesan el alma con inclinaciones normalmente comprendidas
entre 30º y 45º. En síntesis, las fisuras se producen “siguiendo” las isostáticas de
compresión.

Figura 1.1

Si bien durante la segunda mitad del siglo XIX se construyó gran cantidad de
estructuras de hormigón armado fue recién en los años próximos al cambio de siglo cuando
se iniciaron los primeros estudios sistemáticos tendientes a desarrollar una Teoría del
Hormigón Armado.

La Figura 1.2 ha sido extraída


del texto de W. Ritter “Die Bauweise
Hennebique” publicado en febrero de
1899. En ella se muestra un reticulado
con el que Ritter representó el
Figura 1.2 funcionamiento de una viga
perteneciente al Sistema Hennebique,
una de las patentes más populares de
su época.

Como puede apreciarse, el modelo está constituido por un cordón inferior (armadura),
diagonales de hormigón comprimido, montantes de acero traccionado (en este caso
planchuelas) y un cordón superior de hormigón comprimido que ha sido omitido en el dibujo.

1
Se trata del primer modelo documentado para la interpretación del funcionamiento de
una viga fisurada.

El siguiente paso en el mismo sentido lo dio Emmil Mörsch (1872-1950) quien,


ensayando vigas con igual sección
transversal de hormigón e igual
armadura longitudinal de flexión unas
con armadura de alma y otras sin
ella (Figura 1.3), concluyó que:

a) Las fisuras inclinadas en


las zonas de apoyo se
iniciaban para similares
niveles de solicitación
b) En las vigas sin
armadura de alma la
rotura se producía con
cargas algo superiores
a las que producían las
fisuras inclinadas pero
sin llegar a la fluencia
de las armaduras
longitudinales
c) El ángulo de las fisuras
Figura 1.3 no podía predecirse
teóricamente pero era
siempre inferior a 45º.
d) La resistencia al corte era siempre superior al corte aportado por las armaduras
de alma.

En base a las conclusiones anteriores propuso el modelo de reticulado conocido


actualmente como Reticulado de Ritter-Mörsch (Figura 1.4.a) que ha venido siendo
incorporado (con más o menos adiciones) en todos los reglamentos de hormigón .

(a)

(b)
(d)

(c) Figura 1.4

2
De la observación de la Figura 1.4 surge que:

a) A pesar de que en los apoyos el momento flector es nulo, por efecto de la fisuración
inclinada, es necesario anclar armaduras capaces de tomar una fuerza igual a la
necesaria para equilibrar el momento en el punto “1”. Si  = 45º , el punto “1” se
encuentra a una distancia “j d” del apoyo.
b) Las armaduras de flexión no se dimensionan para resistir el momento estático que
corresponde al punto en estudio sino para el que corresponde a la ordenada dada por
intersección del cordón superior con la fisura inclinada que pasa por el punto en estudio
(p.e. las armaduras en “A” se dimensionan para el momento en “2”). Como artificio de
cálculo, durante muchos años en nuestro medio se ha recurrido a decalar el diagrama
de momentos y calcular las armaduras con este diagrama ficticio (Figura 1.4.b). En el
esquema muy simplificado de Figura 1.4.a, el decalaje es constante e igual a “j d”. A
diferencia de la mayoría de los reglamentos europeos, el ACI 318-2002 y en
consecuencia el CIRSOC 201-2002 no hace referencia al diagrama decalado de
momentos.

2.- FORMATO DE LOS REGLAMENTOS ACTUALES

2.1.- Comportamiento Real de Vigas de Hormigón Armado

Entre 1905 y 1909, Talbot en la


Universidad de Illinois y Moritz y Withney en la
Universidad de Wisconsin ensayaron varios
centenares de vigas llegando a las siguientes
conclusiones:

a) Las tensiones que se medían en los


estribos eran sensiblemente menores a las
que predecía el reticulado de R-M
asumiendo  = 45º (Figura 2.1).
b) Las resistencias que predecía dicho
reticulado también resultaban
inferiores a las medidas (Figura
2.1).

En rigor, el reticulado indica que una viga


Figura 2.1 sin armadura de alma carece de resistencia al
corte predicción que cotradice totalmente la
experimentación (y el sentido común).

Estos dos apartamientos entre el modelo y la realidad se deben a la acción


combinada de una serie de colaboraciones que el reticulado de R-M no tiene en
consideración:

a) Las isostáticas de compresión son curvas por lo que el cordón superior del reticulado
también debería serlo y su inclinación aportaría una componente vertical que
colaboraría en la resistencia al corte.

3
b) El reticulado de R-M es isostático y la estructura real tiene un alto grado de
hiperestaticidad interna
c) Contra lo que la intuición parecería indicar, en las estructuras reales las fisuras son
capaces de transferir importantes esfuerzos de corte.
d) Los ángulos de las fisuras en general son menores que 45º.

2.2.- El Formato Aditivo: Vc + Vs

Si bien en la primera mitad del siglo XX casi todos los reglamentos internacionales
adoptaron el reticulado de R-M sin realizarle modificaciones significativas, el Código ACI de
1910 estipulaba lo siguiente:

“Para calcular la armadura de alma puede considerarse que el hormigón resiste 40 psi (0.28
MPa) y que el resto debe ser provisto por la armadura de alma trabajando a tracción”.

El citado reglamento trabajaba con tensiones admisibles de modo que la tensión


anterior equivale a unos 0.56 MPa en términos de resistencia última. Considerando que en
esa época el hormigón de uso más frecuente tenía unos 14 MPa de resistencia y aplicando
las fórmulas que veremos enseguida correspondientes a la versión actual del Código ACI,
llegaríamos a que hoy en día a ese hormigón se le asignaría un aporte resistente de 0.62
MPa, en términos prácticos, la misma tensión (difieren en un 10% y en más de 90 años).

En la actualidad todos los reglamentos modernos adoptan el formato:

Vn = Vc + Vs

Vn = resistencia nominal de la sección (resistencia teórica a rotura)


Vc = contribución de la sección de hormigón en la resistencia al corte
Vs = contribución de las armaduras de alma en la resistencia al corte

Como ya hemos visto para otras solicitaciones, debe verificarse siempre que:

Vu   Vn

Expresado en palabras: El corte solicitante calculado para cargas mayoradas debe


ser siempre menor o igual que el corte resistente minorado.

En el caso del corte, debido a que se trata de una rotura menos dúctil que la de
flexión y a que la precisión en la predicción de la resistencia es también menor que la que se
tiene en el caso de flexión, el CIRSOC 201-2002 fija:

 = 0.75

2.3.- Secciones Críticas

4
Denominaremos “secciones críticas” a aquellas secciones en las que deben realizarse
verificaciones de resistencia en forma obligatoria (secciones de corte máximo, secciones en
las que se produce un cambio en la armadura de alma, etc.).

En elementos ordinarios de construcción las mayores solicitaciones de corte se


producen en las inmediaciones de los apoyos sin embargo dependiendo de la configuración
de cargas y reacciones los valores del corte solicitante a considerar varian de un caso a otro.

En la Figura 2.3.1 se muestra en forma muy esquemática una rotura por corte.

Suponiendo por un momento


que dicha rotura se produce por
desplazamiento del elemento “2”
respecto al elemento “1”, vemos
que en el caso en que la carga esté
aplicada sobre la cara superior de
la viga la fisura deberá transferir de
“2” a “1” una fuerza igual a “VA”
mientras que en el caso en que la
Figura 2.3.1 carga sea inferior el corte a
transferir será “VB”.

El CIRSOC 201-
2002 indica que, para las
condiciones de la Figura
2.3.1, para carga superior
la sección crítica se ubica
a “d” (h/2 en vigas
pretensadas) del filo del
apoyo mientras que, para
carga inferior, dicha
sección debe tomarse al
filo del apoyo1.
Figura 2.3.2
La Figura 2.3.2
muestra dos casos muy
frecuentes en la práctica profesional en los que la sección crítica se encuentra a “d” del filo
del apoyo: vigas de entramados con carga superior y vigas apoyadas en forma indirecta
cargadas también superiormente.

Las Figuras 2.3.3 (a) y (b) muestran dos casos en que el CIRSOC 201-2002 establece
que las secciones críticas se fijen en el filo del apoyo: cuando el elemento apoye en un
elemento traccionado y cuando existan variaciones importantes en el corte en el tramo
comprendido entre el filo del apoyo y una distancia “d” (p.e. apeo de una viga o culumna en
dicho sector).

1
Recordando que “h” es la altura total de la sección y “d” la altura útil de flexión.

5
(a) (b) (c)

Figura 2.3.3

La situación mostrada por la Figura 2.3.3.c corresponde a columnas de entramados.


Estos elementos suelen estar sometidos a esfuerzos de corte constantes en su altura sin
embargo los máximos momentos flectores se producen en sus extremos. Como veremos
más adelante, esta situación es desfavorable desde el punto de vista de la resistencia al
corte y es por ese motivo que la sección crítica no se toma a una distancia “d”.

3.- CONTRIBUCIÓN DEL HORMIGÓN: Vc

3.1.- El Origen y la Inclinación de las Fisuras

Una primera cuestión sobre la que


hay que hacer hincapié es que el hormigón
sometido a un estado de corte puro no
rompe por corte, rompe por tracción. Esto
se debe a la forma que tiene su Curva de
Resistencia Intrínseca (CRI) en la que, un
círculo centrado en el origen
(correspondiente a un estado de corte puro)
intersecta a la CRI en el punto
correspondiente a la resistencia a tracción
simple antes de hacerlo en el punto que
Figura 3.1.1 correspondería a la rotura por corte puro
(Figura 3.1.1).

En una estructura real el hormigón estará sometido a estados de tensiones que


combinarán esfuerzos normales con tangenciales. Volvamos por un momento a la viga de la
Figura 1.1 y supongamos que se trata de un material isótropo, homogéneo, continuo y
elástico. Obviamente estamos lejos de las características del hormigón armado pero las
conclusiones que se sacan a partir de estas suposiciones resultan igualmente útiles.

En una sección transversal genérica de la citada viga estará actuando un momento


flector y un esfuerzo de corte. El momento flector originará tensiones normales de tracción
por debajo del eje neutro y tensiones normales de compresión por encima de éste. Sobre el

6
eje neutro se desarrollará un estado de corte puro al no existir tensiones normales. Estas
situaciones se han esquematizado en la Figura 3.1.2 mediante la ayuda del círculo de Mohr.
La simple observación de la figura nos permite afirmar que:

(a) (b) (c)

Figura 3.1.2

a) Para un estado de corte puro (eje neutro de la viga) ambas tensiones


principales son iguales en módulo y este es igual al valor de la tensión de corte.
El ángulo de las fisuras tenderá a ser de 45º , normal a la tensión principal de
tracción o, lo que es lo mismo, en la dirección de la tensión principal de
compresión.
b) Respecto al estado de corte puro, la presencia de una tensión longitudinal de
compresión (p.e. la zona superior de la viga de Figura 1.1, una columna de un
pórtico o una viga pretensada) disminuye la tensión pricipal de tracción,
aumenta la tensión principal de compresión y disminuye el ángulo en que se
producirán las fisuras (fisuras “más horizontales”).
c) Respecto al estado de corte puro, la presencia de una tensión longitudinal de
tracción (p.e. la zona inferior de la viga de Figura 1.1, una restricción a las
deformaciones de retracción y/o temperatura) aumenta la tensión principal de
tracción, disminuye la tensión principal de compresión y aumenta el ángulo en
que se producirán las fisuras (fisuras “más verticales”).

7
Cabe comentar que, en el caso frecuente en que la armadura de corte esté
constituida por estribos, cuanto más “horizontales” sean las fisuras (menor ) la fisura cortará
un número mayor de estribos y por lo tanto estos aportarán una mayor resistencia al corte.

La tensión principal de tracción “f1” y la dirección de la tensión principal de compresión


“f2” (inclinación de una potencial fisura) en un punto cualquiera de una viga se obtienen a
través del círculo de Mohr o de las conocidas expresiones:

2
f f 2v
f1  v    
2
; tan2 
2 2 f

Cabe comentar que en las ecuaciones anteriores se han considerado positivas a las
tensiones tangenciales y a las tensiones de compresión.

Si llamamos “fcr” al valor absoluto de la tensión de tracción que produce la fisuración


del alma y “vcr“ a la tensión de corte que, en
el estado combinado, lleva a esa tensión de
tracción podemos despejar:

f
v cr  f cr 1 
f cr

La observación de la Figura 3.1.3


confirma las conclusiones extraídas de la
observación de la Figura 3.1.2. Pudiendo
Figura 3.1.3 agregar ahora que:

a) Cuando en una fibra existe una tensión longitudinal de tracción igual a “fcr”, el
hormigón se fisura sin necesidad de que existan tensiones de corte. El ángulo
de las fisuras es 90o , es decir, la fisura es normal al eje de la pieza (p.e. en la
fibra más traccionada de la zona de momento máximo de una viga de hormigón
armado ó en un tirante)
b) Cuando en una fibra existe una tensión longitudinal nula (p.e. en el eje neutro
de una viga no pretensada) la tensión de corte que produce la fisuración es
igual a “fcr“ y el ángulo de inclinación de la fisura será, como ya vimos, de 45º.

En rigor no existe un valor único de “fcr”. En efecto, tal como se ha visto al estudiar los
ensayos que se utilizan para caracterizar las resistencias del hormigón, existen varias
“resistencias a tracción” del hormigón. Cuando la resistencia a tracción se obtiene a partir de
la fisuración de una pieza de hormigón simple sometida a flexión se dice que se ha obtenido
el módulo de rotura o resistencia a tracción por flexión. El CIRSOC 201-2002 denomina “fr” a
esta resistencia y la valora a través de la expresión: fr (MPa) = 0.7 f’c1/2

La otra resistencia a tracción surge del ensayo a tracción pura de una pieza de
hormigón simple. El CIRSOC 201-2002 no menciona en forma directa esta resistencia, sin
embargo indica que, en piezas sometidas a flexión simple (flexión más corte), la tensión

8
principal de tracción (calculada a la altura del baricentro de una sección) que produce la

fisuración es igual a “f’c1/2 / 3”. En documentos del ACI se indica este último valor como la
resistencia a tracción por tracción del hormigón lo cual confirma que ese es el espíritu con el
que fue incluida en el ACI 318 y posteriormente en el CIRSOC 201.

3.2.- Tipos de Fisuras

La Figura 3.2.1 presenta dos casos bien diferenciados en cuanto al lugar de comienzo
y evolución de las fisuras de corte. La Figura 3.2.1.a muestra una viga en la que la
importancia relativa de las tensiones tangenciales “v” es muy grande por lo que la fisura se
inicia en el alma de la viga, donde éstas son máximas. Este tipo de fisuras de denominan
fisuras por corte en el alma.

En secciones fisuradas es muy difícil establecer la distribución real de tensiones


tangenciales por lo que se recurre arbitrariamente a definir una tensión tangencial de
referencia:

V
v
bwd
donde
bw = ancho del alma
d = altura útil

Si aceptamos que las fisuras por corte en el alma se inician a la altura del eje neutro
de la viga sin fisurar, y teniendo en cuenta que el CIRSOC 201-2002 indica que estas fisuras
se producen para:

f1  f cr  0.3 f ' c donde f’c está expresada en MPa

podremos decir que:

9
f
v cr  f cr 1   0.3 f ' c (Figura 3.1.2.b)
f cr

y que la fisuración se inicia para un valor del corte de:

Vcr  fcr b w d 0.3 f ' c

El segundo caso de fisuras inclinadas corresponde a aquellas que, iniciándose como


fisuras de flexión (verticales), se propagan inclinándose por efecto de las tensiones
tangenciales (Figura 3.2.1.b). Estas fisuras se producen para tensiones de corte muy
inferiores a las vistas para el primer tipo de fisuras y, debido a la complejidad del fenómeno y
a la gran cantidad de variables intervinientes, su cuantificación fue motivo de un gran
número de ensayos.

En el año 1963, el Código ACI incorporó una expresión empírica para la


determinación de las tensiones de corte que producen este segundo tipo de fisuras.

La expresión es las actualmente incluida en el reglamento ACI vigente y en el


CIRSOC 201-2002 e incluye una limitación que contempla el rango completo de
comportamiento desde la fisuración por corte en el alma hasta las fisuras de flexión-corte.

 V d 1
Vcr   f ' c  120 w u  b w d  0.3 f ' c b w d
 Mu  7
en donde
Vcr = corte que inicia la fisuración
w = cuantía geométrica de armadura longitudinal = As / (bw d)
Vu = esfuerzo de corte mayorado en la sección en estudio (solicitación)
Mu = momento flector mayorado en la sección en estudio (solicitación)
f’c = resistencia especificada expresada en MPa

Como puede apreciarse en la Figura 3.2.2, los resultados experimentales presentan


una gran dispersión. Como ya se ha comentado, este es uno de los motivos que llevaron a
adoptar  = 0.75.

Según ensayos muy posteriores a los que dieron lugar a las expresiones anteriores
parecería que éstas tienden a sobreestimar la influencia de f’c y a subestimar la influencia de
los restantes términos.

10
v
f'c

0.30

v cr 1 120  w Vu d
0.14    0 .3
f'c 7 7 Mu

0
0 4 8 12 24 
 V 
1000 w d  Figura 3.2.2
 M f' 
 c 

3.3.- Expresiones Reglamentarias para Vc en Elementos Sometidos a Flexión y


Corte (sin presencia de cargas axiales ni pretensado)

En la Figura 2.1 se aprecia en forma esquemática que “Vc“ y “Vcr“ son muy similares
en magnitud. La experimentación ha demostrado que, en efecto, aún para cargas repetidas
y/o de larga duración puede suponerse que ambos valores resultan del mismo orden.

Basado en los resultados experimentales comentados en el párrafo anterior, el ACI-


318 y, en consecuencia el CIRSOC 201-2002, proponen las siguientes expresiones para
elementos no pretensados sometidos únicamente a flexión y corte:

1
a) Expresión Simplificada: Vc  f 'c b w d
6
 V d 1
b) Expresión General: Vc   f ' c  120 w u  b w d  0.3 f ' c b w d
 Mu  7
A Vu d
con w  s y 1
bwd Mu

Por su simplicidad de uso la primera de estas expresiones es la más utilizada en la


práctica.

Veremos a continuación algunos ejemplos para establecer órdenes de magnitud de


los parámetros no intuitivos de la segunda expresión: w y el cociente “Vu d / Mu”.

En lo que hace a la cuantía geométrica w, en la siguiente tabla se muestran sus


valores para diferentes calidades de hormigón al adoptar una cuantía mecánica intermedia

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correspondiente a una profundidad de eje neutro de tensiones igual a 0.20 d y un acero de fy
= 420 MPa.

f’c (MPa) 20 25 30 35 40 45 50
w 0.008 0.010 0.012 0.014 0.016 0.018 0.020

Como puede verse, en las condiciones anteriores y para los hormigones más usuales,
la cuantía geométrica se ubica en el orden del 1%.

Figura 3.3.1

En la siguiente tabla se han volcado los valores del cociente “Vu d / Mu”
correspondientes a vigas simplemente apoyadas y continuas de dos tramos solicitadas con
cargas uniformes. En ambos casos se ha supuesto carga total y una relación d = 0.9 h. Se
han estudiado relaciones L / h comprendidas en el rango de uso frecuente en edificios.

Relación n=L/h
Tipo de Viga Ubicación 8 10 12 15
Simplemente Apoyo
0.87 0.90 0.92 0.94
Apoyada Simple
Apoyo Vu d
0.82 0.86 0.89 0.91
Continua de Simple Mu
Dos Tramos Apoyo
0.49 0.40 0.34 0.28
Continuo

Como puede apreciarse en la Figura 3.3.2, la expresión general para el cálculo de Vc


arroja resultados más altos que la simplificada solamente en las zonas próximas a apoyos
simples (Mu  0) o en las inmediaciones de los puntos de inflexión (Mu  0).

12
Vc
f'c b w d = 0.02
 V d 1
Vc   f 'c  120 w u  b w d
1 = 0.01  Mu  7
Vc  b w d f c' = 0.005
6

Figura 3.3.2

Vu d
Mu
En forma cualitativa se puede decir que:

a) Dado que la fisuración del alma se alcanza cuando la tensión principal de


tracción supera a la resistencia a tracción del hormigón, Vc aumenta al
aumentar la resistencia a tracción del hormigón la que en el CIRSOC 201-
2002 está vinculada a f'c .
b) Dado que experimentalmente se ha demostrado que gran parte de la
resistencia al corte aportada por el hormigón proviene de la zona fisurada,
cuanto mayor sea w menor será la apertura de las fisuras (mayor
profundidad del eje neutro) y el efecto de engranamiento entre agregados
(aggregate interlock) será mayor (Figura 3.3.3).

Figura 3.3.3 Figura 3.3.4


c) Como otra parte de la resistencia no asignada a las armaduras de alma
proviene del efecto pasador de la armadura longitudinal (dowel action) a
mayor cuantía geométrica tendremos mayores colaboraciones por efecto
pasador (Figura 3.3.4).

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d) Cuanto mayor sea el efecto de la flexión en la generación y propagación de
la fisura menor será la resistencia aportada por el hormigón. Este efecto
Vu d
está cuantificado por el cociente .
Mu

En otras palabras, la expresión general de cálculo contempla la mayoría de las


variables que influyen sobre Vc.

3.4.- Efectos de las Cargas Axiales

3.4.1.- Generalidades

Ya hemos visto que:

las tensiones longitudinales de tracción las tensiones longitudinales de compresión


 Aumentan las tensiones principales de  Disminuyen las tensiones principales de
tracción disminuyendo el valor del corte tracción aumentando el valor del corte
que produce la fisuración que produce la fisuración
 Aumentan el ángulo de inclinación de las  Disminuyen el ángulo de inclinación de
fisuras haciendo menos efectiva la las fisuras haciendo más efectiva la
colaboración de las armaduras de alma colaboración de las armaduras de alma
 Disminuyen las tensiones principales de  Aumentan las tensiones principales de
compresión compresión

En resumen, si no existieran otros posibles problemas que veremos más adelante,


podríamos afirmar que las tensiones longitudinales de compresión mejoran el
comportamiento al corte y las de tracción lo perjudican.

El abordaje que hace el ACI-318 (y en consecuencia el CIRSOC 201-2002) de estos


temas es bastante ecléctico y no sigue una única línea de razonamiento. De hecho
encontramos tres análisis diferenciados:

 Resistencia al corte de elementos con compresión axial pero no pretensados


 Resistencia al corte de elementos con compresión axial producida por pretensado
 Resistencia al corte de elementos con tracción axial

3.4.2.- Cargas Axiales de Compresión

El CIRSOC 201-2002 aborda el tema a través de una generalización de la expresión


vista en 3.3.a) a partir de reemplazar el estado de flexión compuesta por un estado de
flexión simple que genere igual esfuerzo de tracción en la armadura de flexión.

Mn
En flexión simple vimos que las armaduras se calculan a partir de: A s 
j d fs
donde el producto “j d” representa el brazo de palanca interno y “Mn = Mu / ”. Sin que esto
Conocidos los restantes valores, de la primera de estas expresiones podría despejarse “fs”.

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Figura 2.4.2.1

Para reducir el estado de flexión compuesta de Figura 2.4.2.1 a un estado de flexión


simple que produzca la misma tensión en “As” que el estado compuesto, el razonamiento
utilizado como base para la redacción de estas expresiones del CIRSOC 201-2002 parte de:

a) Tomar momentos respecto al centro de gravedad del bloque rectangular de


tensiones (punto CG en Figura 2.4.2.1) de modo de eliminar la participación de
la resultante en el hormigón en la sumatoria.
b) Suponer que la profundidad del eje neutro de tensiones es: a = d / 4

En las condiciones anteriores la excentricidad de “Nu” respecto a CG es: e - h / 2 + a /


2

Reemplazando:
Nu (Mu / Nu  h / 2  a / 8) Mu  Nu ( 4h  d) / 8
fs  
j d As j d As

En base a la deducción anterior, el CIRSOC 201-2002 propone las siguientes


expresiones:

 u 1 N 
a) Expresión Simplificada: Vc  1  f' b d
6 c w con Nu / Ag en MPa
 14 A g 

 V d 1 0 .3 N u
b) Expresión General: Vc   f ' c  120 w u  b w d  0.3 f ' c b w d 1 
 Mm  7 Ag
 4h  d  Vu d
con Ag= area bruta de hormigón; Mm  Mu Nu   y sin el límite 1
 8  Mm
Si se obtiene un valor negativo de “Mm“ se empleará directamente la expresión:

0.3Nu
Vc  0.3 f ' c b w d 1 
Ag

Nuevamente, en la práctica es la expresión a) la más utilizada por su mayor


simplicidad.

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Obviamente que en forma muy simplificada podría ignorarse el efecto favorable de la
compresión y utilizar las expresiones vistas para flexión y corte unicamente.

3.4.3.- Cargas Axiales de Tracción

Las expresiones anteriores correlacionan bien en la predicción del comportamiento de


elementos con compresión axial pero no lo hacen con elementos solicitados con corte y
tracción axial por lo que el CIRSOC 201-2002 indica que, de existir una tracción axial
significativa (no indica qué se entiende por significativa y deja la interpretación del término a
cargo del Proyectista) bien debe dimensionarse la armadura de alma para resistir la totalidad
del corte o bien puede utilizarse la siguiente expresión empírica para evaluar “Vc”:

 0.3Nu  1
Vc  1   f' b d  0 con Nu negativo (tracción) y Nu / Ag en MPa
 A 6 c w
 g 

En las Recomendaciones el CIRSOC 201-2002 indica que:“cuando exista incertidubre


sobre la magnitud de la tracción axial y ésta pudiera alcanzar valores significativos se
recomienda determinar la armadura de corte para que absorba el corte total”, es decir,
Vc = 0.

Como puede apreciarse, el término “significativo” parece aceptar diferentes


interpretaciones. Esto mismo ocurre con otros reglamentos internacionales que dejan a
criterio del proyectista la magnitud de la tracción a partir de la cual considerar nula la
colaboración del hormigón en la resistencia al corte.

3.4.5.- Elementos Pretensados

a) Expresión Simplificada

El CIRSOC 201-2002 indica que que, a menos que se efectúe una determinación más
detallada como la que veremos más adelante, la resistencia al corte proporcionada por el
hormigón en elementos con una fuerza efectiva de pretensado mayor o igual que el 40% de
la resistencia a tracción de la armadura de flexión, debe determinarse con la siguiente
expresión:
1
 f 'c b w d
6
 f 'c V d
Vc    5 u  bwd  0. 4 f ' c b w d
 20 Mu 

Vu d
con 1
Mu

16
La expresión anterior es válida incluso para elementos que tengan armaduras activas
y pasivas siempre que se verifique la condición del 40% referida a la resistencia total de la
armadura dispuesta.

En sus Comentarios, el CIRSOC 201-2002 advierte que la expresión anterior es


aplicable con buenos resultados a vigas solicitadas con cargas uniformes y que, en otros
casos tales como las vigas compuestas para puentes, sus resultados pueden ser
conservadores.

En la expresión anterior “Mu” es el momento mayorado que se produce en forma


simultánea con “Vu” en la sección en estudio y “d” es la distancia entre la fibra extrema
comprimida y el baricentro de la armadura de pretensado.

Si aplicamos la expresión anterior a una viga simplemente apoyada de luz “l”


sometida a una carga uniforme se verifica que a una distancia “x” del apoyo se tiene:

Vu d d  2 x 

Mu x l  x 

En la Figura 3.4.5.1 se muestra


una aplicación de la expresión a vigas
simplemente apoyadas con cargas
uniformes y diferentes esbelteces
(relaciones luz/altura útil) para un
hormigón con f’c = 35MPa. Como puede
apreciarse, al hacerse más importante
la influencia de la flexión (fisuras de
flexión-corte) disminuye el aporte del
Figura 3.4.5.1 hormigón “Vc”.

Ya hemos visto que en el caso de elementos pretensados con apoyo directo y carga
superior la sección crítica se ubica a una distancia “h/2” del filo del apoyo.

En elementos pretensados por adherencia podría darse el caso en que en la sección


crítica el efecto de pretensado no hubiera llegado a desarrollarse totalmente2. Se especifica
que en estos casos la fuerza de pretensado varía desde cero en el extremo de la viga hasta
su valor máximo en una longitud igual a 50 diámetros para el caso de cordones y a 100
diámetros para el caso de alambres individuales. Si verificada la longitud de transferencia se
observara que la misma es mayor que “h/2” la ecuación anterior no se considera válida
debiendo utilizarse la ecuación para “Vcw” que veremos en el punto siguiente.

2
En elementos pretesados no se utilizan anclajes por lo que la transferencia de la fuerza de pretensado se realiza por
adherencia. En estos casos los extremos de las piezas no se encuentran pretensados. El efecto del pretensado es progresivo
y alcanza su valor máximo a una distancia del borde libre conocida como “longitud de transferencia”.

17
b) Determinación Detallada

Tal como vimos anteriormente, el CIRSOC 201-2002 adopta como valor de


colaboración del hormigón “Vc” al valor del corte para el que se inicia la fisuración inclinada.
También se ha estudiado la existencia de dos posibles tipos de fisuras: de corte en el alma y
de flexión-corte. En el caso de elementos pretensados estudiaremos las expresiones que
permiten determinar los valores de corte que conducen a cada uno de los tipos de fisuras.
Obviamente, “Vc” será igual al menor de corte de fisuración obtenido para la sección en
estudio.

b.1) Resistencia al Corte por Fisuras en el Alma

El CIRSOC 201-2002 denomina “Vcw” a este esfuerzo de corte y dice que puede
calcularse mediante la expresión:
 
Vcw  0.3 f ' c  fpc b w d  Vp
donde
fpc = tensión de compresión en el hormigón, luego de ocurridas todas las pérdidas,
en el centro de gravedad de la sección o en la unión ala-alma cuando el centro
de gravedad se encuentre en el ala. En elementos compuestos vale lo anterior
respecto a la sección compuesta.
Vp = Componente vertical de la fuerza de pretensado luego de ocurridas todas las
pérdidas

Podría llamar la atención la inclusión el término “Vp” dentro de la fórmula de la


resistencia. Desde el punto de vista conceptual podríamos pensar que, al estar calculando la
resistencia nominal “Vn = Vc + Vs”, “Vp” es equivalente a una parte de la carga exterior que,
al ser contrarrestada por el pretensado, no tiene que ser resistida por la sección de hormigón
y por lo tanto aumenta su resistencia. En cualquier caso debemos tener en claro que “Vp” no
debe mayorarse (eventualmente podría minorarse aunque el CIRSOC 201-2002 no lo exige).

Si bien el CIRSOC 201-2002 no lo aclara, la fórmula anterior es de carácter


aproximado y da buenos resultados para todo el rango de hormigones y niveles de
pretensado usuales en la práctica.

En forma “alternativa”, el CIRSOC 201-2002 permite calcular “Vcw” como el esfuerzo


de corte correspondiente a la carga permanente más la sobrecarga que produce una tensión
1
principal de tracción de f ' c en el eje baricéntrico del elemento o en la intersección de ala
3
con el alma cuando el eje baricéntrico se ubique en el alma.

En elementos compuestos, la tensión principal de traccion se debe determinar


utilizando la sección transversal que resiste la sobrecarga.

El análisis de esta forma “alternativa” (que es en realidad el planteo analíticamente


más riguroso del problema) nos permitirá ver el orígen de la fórmula aproximada vista
anteriormente.

18
En estos casos resulta útil pensar al pretensado en término de “cargas equivalentes
de pretensado” es decir, como una carga exterior.

(a) (b)
Figura 3.4.5.2

Las cargas equivalentes son sistemas de cargas concentradas, repartidas y


momentos que producen sobre un elemento el mismo estado de tensiones que el “cable” de
pretensado (llamaremos genéricamente “cable” al conjunto de elementos tensores que
proveen la fuerza de tesado). Debido a que los cables tienen formas curvas o poligonales
muy “achatadas” (Figura 4.3.2.3) se cometen errores despreciables al suponer que los
ángulos que forman con la horizontal son tan pequeños que sus tangentes y sus senos se
confunden y que sus cosenos son iguales a uno y que en su desarrollo los cables producen
sólo reacciones verticales sobre el hormigón. Las Figuras 3.4.5.2.a y b muestran las fuerzas
equivalentes de pretensado correspondientes a un cable parabólico y a uno poligonal con
dos quiebres. Las cargas se obtienen planteando sumatoria de momentos igual a cero en
puntos característicos del cable (3.4.5.2.a) ó sumatoria de fuerzas verticales igual a cero
partiendo de la base de que los cables producen sistemas autoequilibrados de cargas
(3.4.5.2.b) que, en estructuras isostáticas, no producen reacciones exteriores.

El uso de cargas equivalentes permite el trazado de diagramas de esfuerzos


característicos y por lo tanto, al conocer el diagrama de corte por pretensado permite
asimismo obviar el cálculo sección a sección de la pendiente del cable para la determinación
de la componente vertical “Vp”. De igual manera, al conocer los diagramas de momentos
flectores y esfuerzo axial por pretensado, la determinación de “fpc” resulta inmediata sin
necesidad de estar calculando sección a sección la excentricidad del cable.

En elementos hiperestáticos el uso de cargas equivalentes de pretensado permite


también calcular las reacciones por pretensado las que deben ser tenidas en cuenta en el
momento del trazado de los diagramas de esfuerzos característicos.

Volviendo específicamente al tema que nos ocupa, podríamos pensar entonces en


que el corte que produce fisuras de corte en el alma a la altura del eje neutro de una viga
pretensada se obtiene a partir de dos sumandos:

19
a) Corte que produciría fisuras de alma en una viga con una compresión fpc

Aplicando la expresión vista en 3.1:


fpc
v cr  fcr 1 
fcr
por lo que resultaría: Vcr  v cr b w d
1
Dado que el CIRSOC 201-2002 indica para este caso que f cr  f ' c queda:
3
1 fpc
Vcr  f 'c 1  bwd
3 1
f 'c
3
Para valores usuales de f’c y de fpc la expresión anterior puede reemplazarse sin
comenter errores importantes por:

 
Vcr  0.3 f ' c  fpc b w d

b) Pensando al pretensado como una carga exterior, en cualquier sección en estudio


éste estará equilibrando una parte del corte producido por las caras exteriores de
peso propio y sobrecarga por lo que podemos asumirlo como parte de la resistencia.
Al corte producido por el pretensado en la sección en estudio lo llamaremos “Vp”.

Teniendo en cuenta la simplificación vista en a) y sumando llegamos a la expresión:

 
Vcw  0.3 f ' c  fpc b w d  Vp

que es la indicada en el CIRSOC 201-2002.

b.12) Resistencia al Corte por Fisuras de Flexión-Corte

El CIRSOC 201-2002 propone la siguiente ecuación empírica:

f 'c ViMcr 1
Vc i  b w d  Vd   f 'c b w d
20 Mmáx 7

B A
en la que:

A Representa en términos de esfuerzos de corte a la carga exterior sin mayorar


necesaria para producir la fisuración por flexión de la sección en estudio

B Representa al corte adicional necesario para inclinar a la fisura de flexión


producida por las cargas “A” transformándola en una fisura de flexión-corte

20
En la expresión anterior “d” debe tomarse como la distancia entre la fibra más
comprimida por las cargas exteriores y el centro de gravedad de la armadura de pretensado
pero no menor que “0.8h”.

i) Mcr

I  f 'c 
Mcr    fpe  f d 
yt  2 
 

Como puede apreciarse se trata de una expresión del tipo: M = W donde W = I / yt

Veremos enseguida que “Mcr“ es el momento que las sobrecargas deben producir
para provocar la fisuración de la sección por flexión. Debe quedar claro que no se trata del
concepto clásico de momento de fisuración pues éste contempla a la totalidad de las cargas
(permanentes y sobrecargas). Lo dicho se aclara al analizar el interior del paréntesis:

f'c / 2 : tensión de tracción que produciría la fisuración de una sección no


pretensada
fpe : tensión de compresión producida por el pretensado efectivo (luego de
pérdidas) en la fibra más traccionada por las cargas exteriores
fd : tensión de tracción producida por las cargas permanentes sin mayorar
en la fibra más traccionada por las cargas exteriores

En otras palabras, el paréntesis representa la tensión remanente que las sobrecargas


deben superar para provocar la fisuración por flexión de la sección.

ii) f ' c / 20

Es la tensión de corte necesaria para inclinar una fisura de flexión transformándola en


una de flexión-corte.

iii) Vd

Esfuerzo de corte en la sección en estudio producido por las cargas permanentes sin
mayorar. El hecho de que este valor entre íntegro implica que la sección tiene un grado de
pretensado bajo cargas de pretensado tal que bajo la acción del peso propio no se
encuentra fisurada por flexión.

iv) Mmáx

Momento máximo en la sección producido por las cargas mayoradas aplicadas


externamente (incluye cargas permanentes agregadas y sobrecarga)

21
v) Vi

Corte producido por las cargas mayoradas aplicadas externamente (incluye cargas
permanentes agregadas y sobrecarga) simultáneo con Mmáx.

4.- ARMADURAS DE ALMA

4.1.- Utilidad de las Armaduras de Alma

Las vigas sin armadura de alma suelen presentar dos tipos de rotura muy
característicos y particularmente frágiles por estar asociados a la resistencia a tracción del
hormigón:

a) Evolución de una Fisura de Corte hasta Atravesar la Sección Transversal

(a) (b)
Figura 4.1.1
La Figura 4.1.1.a muestra el caso de una fisura de alma que atraviesa la sección de
hormigón sin que alcance a manifestarse ningún mecanismo resistente por encima de la
carga de fisuración. Se trata de una rotura particularmente frágil.

La Figura 4.1.1.b representa una rotura algo más dúctil que la anterior en la que la
fisura de corte ha avanzado tanto que la zona de hormigón comprimido es insuficiente para
resistir las compresiones necesarias para equilibrar la flexión y se desorganiza por
aplastamiento. De todas formas se trata de una rotura mucho más frágil que las vistas en
flexión.

b) Evolución de una Fisura de Adherencia hasta hacer Inefectiva la Armadura de


Flexión

Por la acción combinada con el efecto


pasador visto en la Figura 3.3.4, en algunos
casos las fisuras toman direcciones paralelas a
las armaduras destruyendo la adherencia de las
Figura 4.1.2 mismas haciendo imposible la existencia del
mecanismo resistente de flexión.

c) Conclusiones y Comentario

En función de lo que acabamos de ver surge que las armaduras de alma tienen una
triple finalidad:

22
i) Aumentar la ductilidad de la rotura permitiendo que la carga solicitante pueda
aumentar por encima del valor que provoca la fisuración por corte del elemento
ii) Dar integridad a la pieza permitiendo que se desarrollen las tensiones de
adherencia necesarias para que la armadura de flexión sea efectiva (esta
cualidad la tienen solamente las armaduras en forma de estribos y no la tienen
las barras dobladas que, como veremos más adelante, suelen utilizarse en
nuestro medio como parte de la armadura de alma)
iii) Aumentar la resistencia al corte de modo de aspirar a tener una rotura
“simultánea” por flexión y corte (por su menor ductilidad y porque se trata de un
fenómeno menos conocido, la tendencia internacional es a que la rotura por
corte se produzca para una carga ligeramente mayor que la que produciría la
rotura por flexión).

Enseguida veremos la forma de cuantificar el aporte de las armaduras de alma a la


resistencia al corte y los valores mínimos necesarios para asegurar un grado razonable de
ductilidad.

Vale la pena comentar que hace ya muchos años que se ha observado


experimentalmente y se ha demostrado teóricamente que las vigas sin armaduras de alma
de mayor tamaño presentan menores resistencias al corte que las de menor tamaño. El
fenómeno ha recibido el nombre de “efecto tamaño” (size effect en inglés) y su análisis ha
sido posible gracias a la aplicación al hormigón de la fractomecánica. Si bien el CIRSOC
201-2002 no incorpora expresiones para cuantificar este fenómeno (el reglamento
canadiense y la mayoría de los reglamentos europeos sí lo hacen) veremos luego que se
hace una consideración muy indirecta del mismo.

4.2.- Elementos y Zonas de Elementos Sin Armaduras de Alma

El CIRSOC 201-2002 admite que un elemento o una zona de un elemento puedan no


llevar armadura de alma siempre que se den las siguientes condiciones:

Vu   Vc / 2

y se trate de:

a) Losas o Zapatas
b) Losas Nervuradas según se definen en el artículo 8.11 del CIRSOC 201-2002
c) Vigas cuya altura total verifique que :

h  máximo( 25 cm ; 2.5 hf ; 0.5 bw)

donde “hf” es la altura de la placa en el caso de vigas con alas (“T” ó “L”).

En el caso de las losas la justificación es conocida: son elementos que desarrollan


bajas tensiones solicitantes de corte y que tienen un alto grado de hiperestaticidad interna
que les permite redistribuir este tipo de esfuerzos.

En el caso de las vigas se está indicando que no deben tener una gran importancia
estructural (baja altura absoluta), un bajo efecto tamaño (baja altura absoluta), importantes

23
colaboraciones no cuantificadas (vigas con alas con importante relación entre el espesor de
la placa y la altura total) ó importantes anchos relativos que aseguren una buena
redistribución interna de esfuerzos.

En nuestro medio no es para nada frecuente ver vigas sin armaduras de alma. El
CIRSOC 201-2002 copia las indicaciones vistas anteriormente del ACI-318 reglamento
vigente en un medio en el que el diámetro mínimo de las barras comerciales es
aproximadamente 10 mm lo que justifica la preocupación por poder prescindir de ellas. En
nuestro medio las barras de 6 mm de diámetro permiten disponer estribados de bajo costo y
alto aporte a la ductilidad general de las piezas.

En el comentario C 11.5.5 del CIRSOC 201-2002 se lee: “Aún cuando el esfuerzo de


corte mayorado total Vu, sea menor que la mitad (1/2) de la resistencia al corte
proporcionada por el hormigón  Vc, se recomienda la colocación de alguna armadura en el
alma, sobre todo en la totalidad de las almas delgadas de elementos postesados de
hormigón .......”. A nuestro entender, la expresión “sobre todo” implica que se está haciendo
referencia a todas las vigas con especial énfasis sobre algunas.

4.3.- Aporte Resistente de las Armaduras de Alma

4.3.1.- Tipos de Armaduras de Alma

Analizaremos los tipos de armaduras más frecuentes en la práctica diaria: estribos


normales al eje de la pieza, barras dobladas y cables de pretensado no horizontales con un
ángulo “” mayor a 30º respecto al eje de la pieza aunqu el CIRSOC 201-2002 admite
además el uso de estribos inclinados.

Los estribos inclinados no son de uso


frencuente pues, al ponerse en tensión
generan fuerzas horizontales como las
indicadas en la figura 4.3.1.1.(a)
pudiendo provocar la falla del
recubrimiento.

Este problema puede solucionarse


soldando los estribos a las armaduras
(a) (b) longitudinales lo cual hace
Figura 4.3.1.1 excesivamente costosa a esta solución.

Las barras dobladas por su parte, también presentan varios inconvenientes:

 La posición en que pueden doblarse está determinada por la necesidad de cubrir los
requerimientos de flexión por lo cual no siempre puede disponerse de ellas en las
ubicaciones y separaciones adecuadas para la resistencia al corte.
 Presentan zonas de fuerte curvatura que generan presiones importantes sobre el
hormigón que tienden a hendir la pieza.
 Tal como puede verse en el corte 1-1 de la figura 4.3.1.2, las zonas de hormigón
comprimido entre fisuras se “apoyan” en las armaduras inferiores dando lugar a la

24
aparición de componentes transversales sobre las mismas que producen tracciones
dentro de la masa de hormigón que deben ser tomadas por alguna armadura.
 Uno de los tipos de rotura asociados a las piezas sin armadura de alma está originado en
la incapacidad del recubrimiento para tomar las tracciones producidas por el efecto
pasador. Las barras dobladas, contrariamente a lo que ocurre con los estribos, son
incapaces de controlar este tipo de falla.
Corte 1-1
x
sen 
h
sen 

Figura 4.3.1.2

Por todo lo anteriormente citado las barras dobladas pueden formar parte de la
armadura de alma pero necesitan complementarse con estribos que presenten ramas
horizontales capaces de asegurar la integridad de la pieza frente a los efectos mencionados.

Si bien desde el punto de vista


resistente los estribos inclinados son
más eficientes que los normales al eje
de la pieza, estos últimos compensan
esa falta con la mayor economía que
presenta su construcción y con su
menor longitud. Por los motivos
(a) (b) anteriores los estribos normales
constituyen el tipo de armadura de alma
más difundido en la práctica.

Para poder hablar de una pieza


de hormigón armado, el número de
Figura 4.3.1.3 ramas que compone un plano de
estribado debería estar asociado al
ancho de la sección transversal. La
figura 4.3.1.3.(b) muestra un estribado
(c) en dos ramas, la 4.3.1.3.(c), uno en
cuatro ramas. Desafortunadamente, tal
como veremos más adelante, el CIRSOC 201-2002 sólo hacer referencia a la separación
máxima entre ramas de estribo en el sentido longitudinal de la pieza y no hace referencia a
separaciones máximas en sentido transversal.

(a) (b)
Figura 4.3.1.4

25
De acuerdo a lo que puede verse en las figura 4.3.1.4.(b), podría pensarse que los
cables curvos podrían cumplir una función resistente asimilable a la que se asigna a las
barras dobladas en piezas sin pretensar. Luego veremos que la exigencia de una inclinación
mínima de 30º impuesta por el CIRSOC 201-2002 permite aprovechar la resistencia al corte
de estas armaduras sólo en forma parcial. Las particularidades asociadas al comportamiento
de elementos con cables serán estudiadas en un punto posterior.

La disyuntiva entre estribos verticales e inclinados deja de tener sentido en elementos


pretensados por dos motivos :

 La inclinación de las fisuras en elementos pretensados es bastante menor que 45


por lo que la orientación más eficiente de la armadura de alma tiende a
verticalizarse.
 Como veremos enseguida, los cables curvos producen un estado de solicitaciones
que, en situaciones particulares, pueden ocasionar fisuras con inclinaciones
contrarias a las originadas por las cargas gravitacionales [p.e. caso de vigas
prefabricadas que poseen poco peso propio en el momento del tesado (figura
4.3.1.5) y en las acciones provocadas por la carga equivalente por pretensado
superan a las producidas por el peso propio].

En estas circunstancias, el utilizar estribos


inclinados resultaría peligroso dado que los mismos
serían sensiblemente paralelos a las fisuras por lo
que no podrían controlar su evolución.

Figura 4.3.1.5 En conclusión, en estructuras pretensadas


se utilizan estribos normales al eje de la pieza.

4.3.2.- Equilibrio de Una Fisura

La experimentación muestra, y la aplicación de la teoría de la plasticidad justifica, que


el ángulo de la fisura con que rompe una pieza puede “elegirse” y puede ser bastante
diferente de 45º. El Model Code 78 del CEB, por ejemplo, proponía un método para la
“elección” del ángulo correspondiente a la fisura de rotura.

A pesar de que hemos visto que la inclinación de iniciación de las fisuras varía de
acuerdo con la existencia y magnitud de esfuerzos axiales, en el análisis del corte3 el
CIRSOC 201-2002 considera que siempre las fisuras se producirán y propagarán con un
ángulo de 45º. En definitiva, al hacer ésto lo que está haciendo es “elegir” una configuración
de rotura y dimensionar las armaduras para que ésta se manifieste en el elemento real.

a) Estribos Normales al Eje de la Pieza

El CIRSOC 201-2002 calcula la fuerza que proveen los estribos en el equilibro


a través de la expresión:
3
Al analizar torsión el reglamento presenta una cierta incongruencia porque permite “elegir” la inclinación de las fisuras
inclinadas aunque sugiere que, para hormigón no pretensado, se adopte un ángulo de 45º .

26
A v d fy
Vs 
s
donde

d / s = número de planos de estribado que cortan la


fisura (otros reglamentos toman 0.9 d / s)
d = Altura Util de la Sección
s = Separación entre planos de estribado medida
sobre el eje de la pieza
fy = Resistencia a la tracción especificada para el
acero
Figura 4.3.2.1 Av = Area de Acero contenida en un plano de
estribado = n A1v
n = Número de ramas de estribos en un plano de estribado (normalmente 2)
A1v = Area de una de las ramas de estribo contenida en el plano de estribado

Si hubiera estribos de diferente diámetro y/o con diferentes separaciones simplemente


se reemplaza el cociente “Av / s” por la sección total de armadura vertical que corta a la
fisura en una longitud “d”.

b) Barras Dobladas

En este caso el aporte resistente consiste en la componente vertical de la


fuerza en la barra doblada, es decir (Figura 4.3.2.2):

Vs  A v f y sen 
donde:

Av = Armadura que cruza la fisura. Para que la


armadura pueda ser considerada efectiva la fisura debe
cortar a la barra en sus tres cuartas partes centrales.
fy = Resistencia a la tracción especificada para
el acero
 = Ángulo de inclinación de la barra
Figura 4.3.2.2 Para el caso más corriente de barras dobladas a
45º se tiene:

Vs  0.707 A v f y

El CIRSOC 201-2002 establece dos restricciones:

a)   30º : Ángulos menores obligarían a una apertura muy grande de las fisuras para
asegurar que las armaduras inclinadas se encuentren en fluencia.

27
1
b) f 'c b w d .
El valor de Vs aportado por las barras dobladas no puede ser superior a
4
Dado que las barras dobladas provocan efectos de hendidura en el interior de la
sección se limita la fuerza máxima que se les puede asignar.

c) Cables de Pretensado

Existen reglamentos que permiten considerar al cable de pretensado como una


armadura más dentro del aporte resistente en el equilibrio de una fisura inclinada. Veremos
enseguida que este no es el caso del CIRSOC 201-2002.

Figura 4.3.2.3

En la Figura 4.3.2.3 se ha dibujado una viga pretensada cuyo cable medio ha sido
materializado a través de dos elementos tensores, uno horizontal y el otro parabólico con
una flecha muy importante. La viga dibujada tiene una esbeltez bastante moderada por
tratarse de un elemento pretensado (L/h  15). Como puede apreciarse, aún en esas
condiciones, la inclinación máxima que presenta el cable es de menos de 15º. Situaciones
como ésta se plantean en todos los elementos pretensados de uso frecuente por lo que la
condición de   30º indirectamente hace que el CIRSOC 201-2002 no permita considerar
aportes de los elementos tensores como armadura de alma. Lo anterior no quiere decir que
no tenga en cuenta el efecto favorable del pretensado pues ya hemos visto su participación
en la determinación de Vc.

4.4.- Rotura de Bielas Comprimidas

En el reticulado de Figura 1.4 se aprecia que las diagonales están constituidas por
barras representativas del campo de compresiones que se desarrolla en el hormigón del
alma (bielas comprimidas). Si estas compresiones fueran muy significativas podría llegar a
producirse su rotura por aplastamiento antes de que se alcance a desarrollar la resistencia
prevista al corte.

Como en otras situaciones, el CIRSOC 201-2002 no hace un control directo de este


fenómeno, lo evita limitando los valores máximos que pueden adquirir “Vc” y “Vs” con lo que
indirectamente queda limitado “Vn” y, en consecuencia, “Vu”.

En aquellos casos en que se superen los límites reglamentarios será necesario


cambiar la geometría de la sección de hormigón y/o aumentar la resistencia del hormigón.
En estos casos suele decirse que la sección de hormigón es insuficiente.

28
Si bien los reglamentos europeos limitan el valor de la solicitación para evitar que se
puedan producir roturas por compresión en el alma (verificación de bielas comprimidas) el
ACI 318-2002 y el CIRSOC 201-2002 utilizan un criterio diferente y más restrictivo. En
efecto, los valores de las solicitaciones están limitados de modo de ejercer un control
indirecto sobre el nivel de fisuración en el alma. Como ya se ha dicho este control es más
riguroso que el de bielas comprimidas por lo que al verificarse hace innecesaria la
verificación de compresiones en el alma.

4.4.1.- Elementos NO Pretensados

El límite para el máximo aporte permitido para la armadura es:

2
Vs  f 'c b w d
3

Si se utilizan las expresiones simplificadas, es fácil demostrar que esta limitación


conduce, para cargas axiles nulas o de compresión, a la expresión:

 Nu 1
Vn   5   f 'c b w d
 14 A g 6
 

4.4.2.- Elementos Pretensados

El límite para el máximo aporte permitido para la armadura vuelve a ser:

2
Vs  f 'c b w d
3

Pero no resulta tan sencillo llegar a una expresión simplificada como en el caso de
elementos no pretensados.

4.5.- Armadura Mínima de Estribos

Ya vimos que la ausencia de estribos puede conducir a roturas frágiles como las
mostradas en las Figuras 4.1.1 y 4.1.2 (propagación no controlada de una fisura de alma o
de una fisura de adherencia en la dirección de la armadura principal de flexión). Vimos
anteriormente los casos en que el CIRSOC 201-2002 permite omitir la disposición de
armaduras de alma. En cualquier otro caso, y siempre que no existan o sean despreciables
los efectos de torsión, debe disponerse como mínimo un estribado igual a:

Av 1 b b
a) Elementos NO Pretensados:  f ' c w  0.33 w
s 16 fy fy

29
b) Elementos Pretensados con una fuerza de pretensado efectiva mayor o igual que el
40% de la resistencia a tracción de la armadura de flexión
Av 1 b b A ps fpu d 
 mín imo f ' c w  0.33 w ; 
s  16 fy f y 80 f y d bw 
 
donde:
Aps = Área de la armadura tesa
fpu = Resistencia a la tracción especificada para el acero de pretensado
fy = Resistencia a la tracción especificada para la armadura no tesa

El CIRSOC 201-2002 permite suprimir la armadura de corte si se demuestra a través


de ensayos en condiciones muy rigurosas que la pieza es capaz de alcanzar con seguridad
suficiente las resistencias nominales requeridas a flexión y corte.

4.6.- Separación y Ubicación de la Armadura de Corte

a) Criterio General para Estribos Inclinados y Armadura Longitudinal Doblada

El CIRSOC 201-2002 indica que cualquier línea con las siguientes caracterísitcas:

i) Un extremo sobre la armadura principal de


tracción
ii) El otro extremo a “d/2” de la fibra de hormigón
más comprimida
iii) Pendiente 45º
iv) El extremo inferior es el más próximo a la
reacción que define el corte de proyecto

debe ser cortada por, al menos, una línea de


Figura 4.6.1 armadura de alma (Figura 4.6.1).

b) Ubicación de Barras Dobladas

En nuestro medio es práctica común el doblar


parte de la armadura inferior de flexión al llegar a los
apoyos. Esta práctica es usual tanto en apoyos
extremos como en intermedios. Tradicionalmente se
ha dicho que esa armadura doblada cumple la doble
función de resistir corte y momentos negativos.

Figura 4.6.2 En un punto anterior hemos visto que, para que


una barra doblada pueda considerarse como parte
efectiva de la armadura que atraviesa una fisura, la barra debe ser cortada por la fisura en
sus tres cuartos centrales. En la Figura 4.6.2 se muestra cual es la distancia máxima del filo
de apoyo a que puede doblarse una barra para que la misma sea efectiva como armadura
de corte de la primera fisura inclinada. Si se piensa en cubrir el momento negativo en el
apoyo de una viga continua o de un pórtico, la distancia anterior produce una caida del

30
momento resistente muy próxima al apoyo dejando descubierto el diagrama de momentos
solicitantes (mucho más si se trabaja con el diagrama decalado). En otras palabras, para la
mayoría de las condiciones geométricas y de carga que se dan en la práctica, las barras
dobladas pueden utilizarse para tomar corte o para tomar flexión en apoyos pero no para
ambas cosas a la vez.

c) Criterios para Estribos Normales al Eje del Elemento

Los puntos siguientes hacen referencia a las separaciones máximas entre planos de
estribos medidas en sentido longitudinal al eje de la pieza.

Tal como se ha comentado, el CIRSOC 201-2002 no hace referencia a separaciones


máximas en sentido transversal. Otros reglamentos indican que la separación en sentido
transversal de dos ramas consecutivas no debería superar “d” ni 0.80 metros.

1
c.1) Si Vs  f 'c b w d
3
Elementos NO Pretensados: d/2
s Elementos Pretensados: 3h/4
40 cm

1
c.2) Si Vs  f 'c b w d
3
La mitad de los valores del punto anterior, es decir:

Elementos NO Pretensados: d/4


s Elementos Pretensados: 3h/8
20 cm

5.- ALGUNOS TEMAS NO CUBIERTOS POR EL CIRSOC 201-2002

5.1.- Pretensado Transversal

Tal como ya se ha comentado, el pretensado longitudinal, cualquiera sea su valor, es


incapaz de anular las tensiones de tracción en el alma (II).

Si por cualquier motivo se deseara evitar la fisuración del alma bajo cargas de
servicio, deberá recurrirse a un pretensado transversal materializado a través de estribos
activos [Figura 5.1.1.(a)].

31
v


H H II V I
H



v
(a) (b) (c)

Figura 5.1.1

En estos casos, la armadura de alma puede estar enteramente constituida por


estribos activos o puede presentar una mezcla de elementos activos y pasivos de modo de
alcanzar una adecuada seguridad a rotura.

Los estribos activos, por su escasa longitud, son muy sensibles a las pérdidas por
corrimientos de anclajes. Para minimizarlas se los suele materializar con barras (en lugar de
cables) con extremos roscados.

Si el pretensado transversal no viene obligado por requerimientos asociados con el


control de fisuración, su uso no suele conducir a soluciones económicas puesto que,
tratándose de elementos tensores relativamente cortos, la incidencia del costo de los
anclajes es muy grande. Sólo puede comenzar a competir con una solución enteramente en
F F estribos pasivos en elementos muy altos (más de
dos metros). Esto hace que su uso no sea muy
frecuente en la práctica.

En los códigos que contemplan este tipo de


pretesado el cálculo de la capacidad resistente,
av av los estribos activos se consideran de la misma
Figura 5.2.1 forma que los pasivos introduciendo algunas
limitaciones en las tensiones de rotura a adoptar.
2

3 5.2.- CARGAS CONCENTRADAS EN LAS


CERCANÍAS DE LOS APOYOS
2
Al realizar ensayos de vigas igualmente armadas
1 a flexión y sin armadura de alma con
disposiciones de cargas como las indicadas en la
figura 5.2.1, se observa que la resistencia al corte
2 4 av/d aumenta sensiblemente cuando av es menor que
2.5 veces la altura de la viga.
Figura 5.2.2
Algunos reglamentos permiten tener en cuenta

32
esta mejora en la capacidad resistente al aumentar la resistencia vista en los puntos
anteriores multiplicándola por el factor :
2 = 2  d
av

La expresión anterior es de aplicación para valores de av/d  2 y se ha representado


en trazo lleno en la figura 5.2.2.

La curva punteada de la figura 5.2.2 corresponde a expresiones que aproximan el


fenómeno real mejor que la fórmula anterior4 (curva en trazo lleno).

Si actúan varias cargas concentradas en las cercanías de los apoyos resultará más
conveniente modificar el diagrama de corte solicitante calculándolo con cargas ficticias
Ff = F  av / (2  d)

Los reglamentos europeos permiten utilizar este diagrama modificado sólo en el


cálculo de las armadura de alma de las secciones comprendidas entre las cargas cercanas a
los apoyos y estos últimos, si se tratara de piezas con
F armadura de alma, o en la determinación de la
resistencias de vigas sin armadura de alma. De ninguna
manera deben ser considerados para otras secciones o
para el dimensionado a flexión.

La justificación del incremento de resistencia que


muestra la figura 5.2.2 se encuentra en el desarrollo de
O un mecanismo resistente diferente al del reticulado visto
anteriormente.

Se trata de un mecanismo biela-tensor (figura


Figura 5.2.3 5.2.3) que es capaz de equilibrar a F sin necesidad de la
participación de una armadura de alma.

Como puede verse en la figura 5.2.3, este


mecanismo requiere que la armadura
longitudinal sea efectiva a partir del punto “O”
por lo que es imprescindible su adecuado
anclaje.

Como se verá más adelante en el Curso, si


la carga es importante, podrá ser necesaria la
presencia de un estribado horizontal como el
Figura 5.2.4 dibujado en punteado en la figura 5.2.3.

4
Las expresiones dadas por K. Rafla en “Empirische Formeln zur Berechnung der Schubtragfähigkeit von
Stahlbetonbalken”, Strasse, Brücke, Tunnel 23, 1971 aproximan muy bien los valores experimentales. Las expresiones
dadas en su trabajo son las siguientes :
si a/d  2  2 = 6 - 2.2 * a/d
si 2 < a/d  3.5  2 = 0.795 + 0.293 * ( 3.5 - a/d)2.5
si a/d > 3.5  2 = 0.9 - 0.03 * a/d

33
Este mecanismo de transmisión directa de cargas hacia el apoyo puede darse
también en apoyos intermedios de vigas continuas (figura 5.2.4).

5.3.- ELEMENTOS DE ALTURA VARIABLE

F’c F’c
Fs
Fs

Figura 5.3.1 Figura 5.3.2

Tal como se muestra en las figuras 5.3.1 y 5.3.2, pueden darse casos en los que, al
ser variable la altura del elemento, F’c o Fs (o ambas a la vez) presenten una componente
paralela al corte. Cabe aclarar que esta componente existiría aunque se tratara de una
solicitación de flexión pura, es decir, que no depende de la presencia de solicitaciones de
corte provenientes de acciones exteriores.

Mientras el CIRSOC 201-2002 no menciona estos casos, algunos reglamentos


europeos exigen que estas componentes paralelas al corte sean tenidas en cuenta cuando
su efecto sea desfavorable y permiten considerarlas cuando su efecto sea favorable.

En la figura 5.3.3 se ha planteado el


caso más general en el que la variación de
c altura se produce con pendiente en ambas
F’c caras.
V Del equilibrio de fuerzas horizontales y
momentos se tiene que :
s Fs
| F’c cos c | = Mn / z

| Fs  cos s| = Mn / z
Figura 5.3.3
de donde, prescindiendo de los signos :

F’c = Mn / z  cos c)

Fs = Mn / (z  cos s)

El corte modificado al introducir las componentes paralelas al mismo será :

Vn mod = Vn - F’c  sen c - Fs  sen s operando se llega a :

Vn mod = Vn - (Mn / z) (tan c + tan s )

34
Operativamente pude resultar conveniente trazar el diagrama de esfuerzos de corte
reducidos o aumentados, según sea el caso, y dimensionar la armadura a partir de él.

Se debe ser extremadamente cuidadoso al considerar los signos de c y s. El


procedimiento más seguro consiste en hacer, para cada caso, un gráfico como el de la figura
5.3.3.-

Los resultados experimentales sobre este tipo de elementos son escasos y no


enteramente concordantes. El criterio de considerar los efectos en los casos desfavorables
parece prudente pero los casos en que resulten favorables deberían ser estudiados con
mucho cuidado.

5.4.- INCIDENCIA DEL CORTE SOBRE LA FLEXIÓN


Decalaje del Diagrama de Momentos (Shift Rule)

5.4.1.- Elementos Sin Armadura de Alma

El concepto de decalar el diagrama de momentos no se encuentra incluido en el


CIRSOC 201-2002 sin embargo sí lo está en la mayor parte de los reglamentos europeos.
Su visualización puede lograrse desde varios enfoques posibles, uno de ellos es a través del
reticulado de Ritter-Mörsch.

F’c Consideraremos el equilibrio de momentos en


O una fisura de la viga de figura 3.1, indicada en la
figura 8.1.(a). Despreciaremos el efecto pasador y
supondremos que la fuerza provista por el
z
Fr engranamiento de agregados “Fr” pasa por el punto
“O”.
Fs
x z cotg  (a) Tomando momentos respecto a O tendremos :

Vn ( x + z  cotg  ) - Fs  z = 0 de donde
V
Fs = (V / z) (x + a) = M1 / z + M / z con

M1 a = z cotg  y M = Vn z cotg 
M2
En otras palabras, si hubiéramos
a
Diagrama Decalado dimensionado la armadura de flexión en “x”
(b) prescindiendo del corte, lo habríamos hecho con M1,
Figura 5.4.1.1 la presencia de la fisura inclinada obliga a
dimensionar con M2 > M1. Operativamente podría
realizarse el dimensionamiento para un diagrama de momentos modificado, comúnmente
llamado diagrama decalado, que se obtiene desplazando horizontalmente el diagrama
convencional en una magnitud a [figura 5.4.1.1.(b)].

35
Como puede observarse, el diagrama decalado tiene un valor no nulo en el apoyo.
Esto quiere decir que, en ese lugar deberemos anclar en forma efectiva una fuerza :

Fs = (Vn / z)( 0 + z cotg  ) = Vn cotg  / z

En general se adopta  = 45 con lo que la fuerza a anclar resulta igual a la reacción y
a igual a z.

5.4.2.- Elementos con Armadura de Alma

En este caso la simplificación consiste en suponer que todo el corte es tomado por la
armadura de alma [figura 8.2.(a)]. De donde resulta que:

Vn = Fsw sen   Fsw = Vn / sen 

Tomando momentos respecto al punto “O” tendremos :

F’c Fs z - Fsw cos  z /2 + Fsw sen  ( x + z cotg  /2) = 0

O Reemplazando se llega a :

Fsw z
Fs = Vn (x + a ) /z = M1 / z + M / z

Fs con a = z ( cotg  - cotg  ) / 2 y M = Vn a


x z cotg  (a)
Tomando  = 45 y estribos verticales queda
Fs = Vn / 2 y el decalaje resultará a = z / 2.
V
Los valores de decalaje calculados aquí y en el
punto anterior suelen tomarse como constantes en
M1 toda la zona en estudio e independientes del tipo de
M2 cargas actuantes.
a

(b)
Diagrama Decalado

Figura 5.4.2.1

5.4.3.- DIMENSIONAMIENTO DE ELEMENTOS SOLICITADOS A FLEXIÓN Y CORTE

Como ya se ha comentado, el CIRSOC 201-2002 utiliza una serie de reglas de


armado para cubrir el diagrama de momentos decalados pero el procedimiento es bastante
laborioso y poco conceptual. Si se siguiera el criterio dado por los reglamentos europeos, es
decir si se optara por considerar la influencia del corte sobre la flexión a través de la
cobertura del diagrama de momentos decalados, los pasos a seguir en el dimensionamiento
de un elemento sometido a flexión y corte serían los siguientes :

36
a) Cálculo de los diagramas de momentos flectores y esfuerzos de corte. Estos últimos
pueden incorporar el descuento de solicitaciones producido por cargas equivalentes de
pretensado y/o las modificaciones que se originen en elementos de altura variable.
b) Cálculo de la armadura de alma en base al corte.
c) Cálculo del decalaje y Trazado del diagramas de momentos decalados.
d) Cálculo y Distribución de la armadura de flexión en base al diagrama anterior.

En la práctica no puede aspirarse a


que el diagrama de momentos resistentes
1 1 coincida exactamente con el decalado de
momentos solicitantes. El aspecto que
4 db presentarán uno y otro está ilustrado en la
figura 9.1 en donde se ha representado una
viga cuya armadura longitudinal está
compuesta por cuatro barras de igual
Diagrama Decalado diámetro.

3 Para la confección de los diagramas


3
de momentos resistentes se suele aceptar
2 2 que cada una de las barras toma una parte
del momento total proporcional a su área y
1 1 que “z” es constante.De esta forma, puede
Diagr. de Mom. Resistentes verse que la primera barra puede
Figura 5.4.3.1 doblarse o anclarse recién en los puntos “1”
de modo de no descubrir el diagrama
solicitante decalado. Si la barra va a ser anclada, la longitud de anclaje debe tomarse a partir
de “1”5.

Figura 5.4.3.2

Lo visto para momentos positivos vale también para los negativos. La figura 9.2
muestra el aspecto que presenta el diagrama decalado de una viga continua de dos tramos.

En el caso de elementos con diagramas de dos signos, como el anterior, se


recomienda que en las proximidades de los puntos de momento nulo se tome un decalaje
igual a “d”.

5
Las posiciones de los puntos “2” y “3” indican que doblar barras en esas localizaciones haría que estas no llegaran a la
cara superior de la viga por lo que su anclaje en la zona comprimida no sería posible.
Por otra parte, se debe recordar que deberán dejarse un par de barras en la cara inferior como para poder tomar los estribos.

37
5.4.4.- CARGAS INDIRECTAS

bw
A A

(a)
F

45
B B
Figura 5.4.4.1 Figura 5.4.4.2

En la Figura 5.4.4.2 se ha indicado una posible rotura local del apeo “A” de la viga de
Figura 5.4.4.1.

En los puntos anteriores hemos estudiado los efectos que producían cargas aplicadas
en la cara superior de los elementos. En casos como el de la Figura 5.4.4.1 suele decirse
que se trata de una carga aplicada en forma indirecta.

45
F F

(a) (b)
Figura 5.4.4.3

Para controlar una falla local como la citada anteriormente, se disponen armaduras
denominadas “de suspensión” constituidas por estribos [Figura 5.4.4.3.(a)] o por caballetes
[Figura 5.4.4.3.(b)]. El dimensionamiento de este tipo de armaduras suele realizarse
despreciando la colaboración del hormigón.

En el caso de estribos, planteando equilibrio de fuerzas verticales tendremos :

Fn  (Asw / s) 2 d fy

y en el caso de los caballetes :

Fn  2 Asw45 fy sen 45 = 2 Asw45 fy

38
Expresiones a partir de las cuales puede calcularse la armadura de alma que habrá
que adicionar localmente a la ya calculada por corte.

5.4.5.- CARGAS APLICADAS EN LA PARTE INFERIOR


(Cargas Suspendidas)

rn

(a) (b)
Figura 5.4.5.1

Este tipo de cargas se dan, por ejemplo, en vigas como la de la Figura 5.4.5.1.(a). Ella
recibe la reacción de dos losas adyacentes [Figura 5.4.5.1.(b)].

Para evitar una rotura como la indicada en la Figura 5.4.5.1.(a), será necesario
disponer un estribado, adicional al calculado por corte, capaz de “colgar” la carga inferior de
la parte superior de la viga.

La armadura de suspensión correspondiente a cualquier tipo de carga inferior se


calcula como si se tratara de un tirante :

(Asw susp / s) (cm2/m) = rn (kN/m) / fy (kN/cm2)

y luego se la suma a la calculada por corte.

BIBLIOGRAFÍA

(1) Nilson Arthur H., “Diseño de Estructuras de Concreto”, McGraw-Hill, 1999

(2) Leonhardt Fritz y otros, “Estructuras de Hormigón Armado” tomos


I : Bases para el dimensionado de estructuras de H A
II : Casos especiales del dimensionado de estructuras de H A
III : Bases para el armado de estructuras de H A
V : Hormigón pretensado
Editorial El Ateneo. Buenos Aires. Ediciones originales en alemán en 1973.

(3) Timoshenko, Stephen, “History of Strength of Materials”, McGraw-Hill, 1953

(4) Thürliman Bruno, “Shear Strength of Reinforced and Prestressed Concrete - CEB
Approach”, CEB Bulletin 113. 1979.

(5) Reglamento Argentino de Estructuras de Hormigón CIRSOC 201-2002, INTI, 2002

39
(6) Practical Design of Reinforced and Prestressed Concrete Structures. FIP
Recommendations. Thomas Telford Limited. 1984.

(7) Concrete Design Based on Fracture Mechanics. ACI SP-134. 1992. Autores varios.

(8) Bazant, Zdenek and Jin-Keun, “Size Effect in Shear Failure of Longitudinally
Reinforced Concrete Beams”, ACI Concrete Journal, July-August 1985

(9) Bazant, Zdenek and Cao, Zhiping, “Size Effect in Shear Failure in Prestressed
Concrete Beams”, ACI Concrete Journal, March-April 1986

(10) Bazant, Zdenek and Hsu-Hsuei Sun, Size Effect in Diagonal Shear Failure : Influence of
Aggregate Size and Stirrups, ACI Materials Journal, July-August 1987.

(11) Bazant, Zdenek and Jin-Keun, “Size Effect in Shear Failure of Longitudinally
Reinforced Concrete Beams to Fracture Energy of Concrete”, ACI Structural Journal,
May-June 1988.

(12) Bazant, Zdenek and Mohammad T. Kazemi, “Size Effect on Diagonal Shear Failure of
Beams without Stirrups”, ACI Structural Journal, May-June 1991.

(13) Gustafsson P.J. and Hilleborg A., “Sensitivity in Shear Strength of Longitudinally
Reinforced Concrete Beams to Fracture Energy of Concrete”, ACI Structural Journal,
May-June 1988.

(14) Young-Soo Yoon, Cook, W. And Mitchell, D., “Minimum Shear Reinforcement in
Normal, Medium an High Strengh Concrete Beams”, ACI Structural Journal,
September-October 1996.

40

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