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¿Quién es el mayor?

(Mr. 9.33-37; Lc. 9.46-48)


1En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de
los cielos? 2Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3y dijo: De cierto os digo,
que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4Así que,
cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. 5Y cualquiera
que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

¿Quién es el más importante?


(Mt 18.1-5;  Lc 9.46-48)
33Llegaron a la ciudad de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en casa, 9.33 Posiblemente la
casa de Simón Pedro (Mc 1.29), o bien la de Jesús mismo (Mt 9.1 n.).  Jesús les preguntó:
—¿Qué venían discutiendo ustedes por el camino?
34Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más
importante. Lc 22.24.  35Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:
—Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a
todos. 9.35 Mt 20.26-27 y paralelos; 23.11; cf. Eclo 3.18.
36Luego puso un niño en medio de ellos, y tomándolo en brazos les dijo:
37—El que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que me recibe a mí,
no solamente a mí me recibe, sino también a aquel que me envió. 9.37 Mt 10.40; Lc 10.16; Jn
13.20.

¿Quién es el más importante?


(Mt 18.1-5;  Mc 9.33-37)
46Por entonces los discípulos comenzaron a discutir quién de ellos sería el más
importante. Lc 22.24.  47Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un
niño, 9.47 Niño:  Véase Mt 18.3 n.  lo puso junto a él 48y les dijo:
—El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe
también al que me envió. 9.48 Mt 10.40; Lc 10.16; Jn 13.20.  Por eso, el más insignificante
entre todos ustedes, ese es el más importante.

Jesús responde a la madre de Santiago y Juan


(Mc 10.35-45)
20La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, 20.20 Sus hijos:  Santiago y Juan
(cf. Mt 4.21).  se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. 21Jesús le
preguntó:
—¿Qué quieres?
Ella le dijo:
—Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu
izquierda. 20.21 Los discípulos esperaban que Jesús estableciera un reinado terrenal, en el cual
habría diferentes grados de autoridad y honor.
22Jesús contestó:
—Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo 20.22 El trago
amargo:  Lit. la copa;  imagen literaria que alude a una dura prueba (véase Mt 26.39 n.).  que
voy a beber yo?
Ellos dijeron:
—Podemos.
23Jesús les respondió:
—Ustedes beberán este trago amargo, 20.23 Santiago murió después como mártir (Hch
12.1-3).  pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que
se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado. 20.22-23 Algunos mss. añaden
en el v. 22: y recibir el bautismo que yo voy a recibir, y en el v. 23: y recibirán el bautismo
que yo reciba, frases tomadas probablemente de Mc 10.38-39.
24Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. 25Pero
Jesús los llamó, y les dijo:
—Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los
grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. 26Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario,
el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; 27y el que entre ustedes quiera
ser el primero, deberá ser su esclavo. 20.25-27 Mt 23.11; Mc 9.35; Lc 22.25-27; cf. Eclo
3.18.  28Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para
servir 20.28 Servir:  Lc 22.27; Jn 13.12-15; Flp 2.5-7.  y para dar su vida en
rescate 20.28 Rescate:  palabra que frecuentemente, pero no siempre, indica el pago de un
precio, como el que se pagaba por la libertad de un esclavo o de un preso.  por una multitud.

MATEO 20
SERVIR, PARA SUBIR
La relevancia se gana en la actitud de servir
Un corazón dispuesto a servir siempre ganara relevancia

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