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Pero tt habla lo que esta de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que ensefien a las mujeres j6venes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. .+.para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. TITO 2:1-5, 10 36 CAPITULO 3 No pierdas la esperanza en esta carrera de modelaje Envejeciendo hermosamente, a cualquier edad Una persona mayor que ha caminado por mucho tiempo en la senda de la justicia es un tesoro: un tesoro de sabiduria, un tesoro de experiencia y un tesoro de entendimiento. JOHN MacARTHUR NO HACE MUCHO, UN MEDICO AMIGO nos presenté a mi esposo y a mi un suplemento de salud, que ha sido desarrollado para reparar, rejuvenecer y restaurar las células del cuerpo a nivel molecular. A medida que envejecemos, estas moléculas se desequilibran y disminuyen, y nuestro cuerpo ya no puede funcionar a niveles éptimos. Cuando escuchamos a nuestro amigo mientras nos explicaba el respaldo cientifico del producto y sus resultados de un incremento de energia, fuerza y salud, nos miramos el uno al otro y pensamos: ¢Cémo podemos obtenerlo? ¢Cudndo podemos comenzar? Como sabras, nadie nos tuvo que decir que esas células de nuestro cuerpo estén envejeciendo. Lo sabemos. Lo sentimos. Tt también lo sabes. gY a quién no le encantaria retrasar ese proceso? Robert y yo no estamos buscando algo que nos devuelva el cuerpo que teniamos a los veinticinco afios, pero nos gustaria tener la fuerza fisica para amar y servir al Sefior, el uno al otro y a los demas mientras £1 nos dé aliento. Atin mas importante, queremos conservar la vitalidad espiritual —florecer y dar fruto— a medida que envejecemos. Y todas estamos envejeciendo: cada una de nosotras. Aunque tengamos veinte, cuarenta u ochenta afios de edad, los afios siguen pasando a una velocidad que parece estar en continuo incremento. Ninguna de nosotras sera més joven de lo que somos ahora. Sin embargo, esta realidad, por inevitable que sea, todavia logra sorprendernos. En realidad, el proceso de envejecimiento puede ser una oportunidad de 37 madurar y —desde una perspectiva eterna— ser cada vez mds hermosas, no menos. Pocas de nosotras estamos dispuestas a ver las caracteristicas, que alguna vez notamos en nuestros padres o abuelos, aparecer ahora sobre la piel de nuestras manos, en la forma de nuestro cuerpo, en el color gris de nuestro cabello. gCuando ocurrié esto? ¢Estuvo esa mancha oscura siempre alli? ¢Ya no puedo leer sin estos lentes? (Si esta todavia no ha sido tu experiencia, créeme, lo sera, jy mas pronto de lo que imaginas!). ;Qué rapido —nos dijeron— pasarfan los afios! Cuéanta raz6n tenian. Pero en nuestro descorazonamiento ante los efectos inexorables de la vida sobre nuestras rafces, nuestros reflejos y nuestra memoria, no perdamos de vista el hecho de que la Biblia no considera el envejecimiento como algo malo. De hecho, da honor a aquellos que han cosechado sabiduria con el paso de los aiios. Por eso me encanta ver personas de un amplio rango de edad participar de la adoraci6n corporativa y el ministerio de la iglesia local o pasar tiempo juntas durante una comida con la comunidad de la iglesia. Estamos seguros de que la iglesia se ve disminuida cuando es demasiado homogénea, especialmente cuando se deja de lado a las personas més ancianas (0 jévenes) o simplemente no se las busca integrar como parte de la combinacién demografica homogénea ideal de una iglesia en particular. El Sefior dijo a los israelitas desde tiempos antiguos: “Delante de las canas te levantaras, y honrards el rostro del anciano” (Lv. 19:32). Se decia que los patriarcas del Antiguo Testamento estaban “llenos de afios”, “llenos de dias” (Gn. 25:8; 35:29). Y muchos héroes de la fe de las Escrituras florecieron a partir de la mitad y la tiltima parte de sus vidas. Job mismo sefialé: En los ancianos esta la ciencia, y en la larga edad la inteligencia (Job 12:12). Incluso la estructura de Tito 2 implica una deferencia hacia los creyentes ancianos. Pablo habl6 primero a los ancianos, luego a las ancianas y después 38 dio instrucciones a las mujeres y hombres jvenes. En general, la cultura occidental ya no piensa de esta manera. Tendemos a devaluar a las personas cuando envejecen, de la misma manera que tendemos a depreciar nuestro propio valor a medida que envejecemos, y nos sentimos infelices con nuestra apariencia, nuestro ritmo mas lento y el esfuerzo requerido para estar més dgiles y en forma. Pero, en realidad, el proceso de envejecimiento puede ser una oportunidad de madurar y —desde una perspectiva eterna— ser cada vez mds hermosas, no menos. Puede conducirnos a una mayor productividad y a un vital cambio de rol dentro del cuerpo de Cristo, que contribuya a la extensién del reino incluso mientras envejecemos. Por favor, esctichame. No estoy sugiriendo que sea necesariamente pecaminoso desilusionarse por los cambios poco atractivos que vemos en el espejo o tener afioranza por nuestros afios mas jévenes y el deseo fugaz de recuperarlos. Lo que estoy diciendo es que nuestra experiencia comin al envejecer, como cualquier otra experiencia en la vida, deberia definirse por un paradigma biblico més que por la perspectiva promovida por el mundo. En lugar de fijar nuestras expectativas en lo que vemos en los comerciales 0 escuchamos en una conversacién, o incluso leemos en investigaciones publicadas en revistas cientificas y médicas, estamos Ilamadas a enmarcar nuestro presente y nuestro futuro en torno al modelo atemporal para el envejecimiento que encontramos en las Escrituras. Si, estamos envejeciendo, ya sea que “anciana” para ti signifique tener treinta y cinco, sesenta y cinco 0 noventa y cinco aiios. Y, si, cada una de estas edades trae nuevos desafios, algunos mas dificiles que otros. Pero aun cuando te encuentres en la categoria biblica de “ancianas” (en algtin punto més alld de los afios de crianza de los hijos, tal vez mucho mas alla), tus mejores dias como una modelo de piedad vital y dinamica todavia pueden estar por delante. Cada dia de vida que Dios te da es una oportunidad de seguir creciendo en el caracter de Cristo y de reconocer en estas nuevas lineas de expresién y arrugas los ingredientes de una mujer de Tito 2. Para mujeres que maduran a cualquier edad Ya te he presentado a mi amiga, la ya fallecida Vonette Bright. Conoci a 39 Vonette cuando yo era pequefia. En numerosas ocasiones, tuve el privilegio de viajar y ministrar con esta brillante mujer, la cofundadora (con su marido, el Dr. Bill Bright) de la Cruzada Estudiantil para Cristo (ahora Hamada, Cru). Para mi, fue una de esas personas que lograron captar mucho de lo bello de una mujer piadosa —llena de la Palabra, lena de fe, llena de vitalidad espiritual— hasta los tltimos dias de su vida. A los ochenta afios, incluso mucho después de haber enviudado, esta increible mujer seguia viajando por todo el mundo, sirviendo al Sefior y a los demas con vigor y gozo. Su pastor me dijo que, ocupada como estaba, se ofrecié a organizar una reunién semanal de grupos pequejios en su hogar. Ella se negé a amoldarse y vivir para si misma. A finales de sus setenta afios, Vonette incluso tom6 un curso en linea para convertirse en un miembro de pleno derecho de la Asociacion de Motociclistas Cristianos —jpasé la prueba en linea y luego fue a dar un paseo!—, porque amaba lo que estaban haciendo para difundir el evangelio y queria animarlos. Uno de los momentos mas emotivos del dia de su funeral fue observar a una escolta de una docena de motoristas que conducian la caravana de la familia, amigos cercanos y el coche ftinebre que Ilevaba su atatid. {Qué espectaculo! Los hombres en Harleys, honraban el recuerdo de una mujer de ochenta y nueve afios que amaba a Jestis y tuvo amor por ellos. Lo que pasé en el ministerio piiblico de Vonette fue igualmente evidente en su conducta y estilo de vida privados. Era una mujer de Tito 2 en todos los aspectos de su vida. Y se notaba. Cuando ves a una anciana que es sabia, encantadora, agradecida, amable y llena del Espiritu de Dios, estas viendo un cardcter que seguramente se ha formado a lo largo de muchos afios. Vonette y yo hablamos frecuentemente durante los meses finales de su vida y, en ocasiones, de manera extensa. Me infundio gran esperanza ser testigo del espiritu atin leno de vida y el crecimiento y la devocién interminables de esta mujer tres décadas mayor que yo, y darme cuenta de que “jSi, se 40 puede!”, Ella era una prueba viviente de lo que la gracia de Dios puede producir en nosotras —en mi— mientras corremos la carrera que El nos ha puesto por delante. Pero esto es lo que debemos recordar: las Vonette Brights no se forman de la noche a la mafiana. Las mujeres no se despiertan a los ochenta y nueve afios y, de repente, se encuentran espiritualmente fructiferas y florecientes. No es algo para empezar a considerar después de la menopausia. El reto para las ancianas es seguir considerandose espiritualmente vitales y relevantes. A medida que sus problemas de salud aumentaban y el cuerpo de Vonette se debilitaba, lamentaba no poder hacer més para el Sefior y por otros y anhelaba poder ir a su hogar celestial. Ella necesitaba que se le recordara que no habia dejado de ser util y que su lamado no habia caducado. Las mujeres mas jévenes también enfrentan un reto: hacer buen uso de esos afios cuando la fuerza fisica, la belleza y la energia son mas naturales, y prepararse para cuando Iegue el dia en que no puedan abotonarse la ropa con la misma facilidad y sus articulaciones comiencen a ponerse rigidas... para que puedan seguir con su carrera de ser ejemplos. Convertirme en una “anciana piadosa” ha sido una de mis metas en la vida desde que tengo memoria. Sé que puede sonar un poco extrafio, Pero incluso cuando era una joven adolescente comencé a darme cuenta de que las decisiones que estaba tomando en ese entonces contribuirian a mi vida como estudiante universitaria, como joven adulta, como mujer de mediana edad y, al final, como la ancianita que algtin dia viviré en mi domicilio particular. Sabia entonces, y sé ahora, que no hay atajos para adquirir las cualidades de una anciana piadosa. Deben cultivarse y sazonarse con el tiempo para que adquieran sabor y alcancen su punto justo. Requieren una vida. Requieren experiencia. Requieren errores, confesién y arrepentimiento. Requieren intencionalidad y sacrificio. Requieren toda una vida de practica. No estoy tratando de poner la presidn de toda tu vida encima de tus planes sociales para este fin de semana. Tampoco estoy diciendo que Dios no puede hacer nada contigo si no eres espiritualmente intencional desde una edad temprana. Pero cuando ves en la iglesia a una anciana que es sabia, encantadora, agradecida, amable y Ilena del Espiritu de Dios —uma modelo 4 en todos los sentidos— estas viendo un cardcter que seguramente se ha formado a lo largo de muchos ajios. Y cuando observas a esas ancianas que parecen quejumbrosas, intolerantes, mezquinas o amargadas, casi con toda seguridad llegaron a ser asi en el transcurso de las décadas. Esta es la verdad: las ancianas piadosas mas maravillosas que conoces probablemente también tomaron en serio ser mujeres jovenes piadosas. Asi que el mensaje de Tito 2 es para todas nosotras, ancianas y jovenes. Y, a medida que profundicemos en sus tesoros, veremos cémo las ancianas de la iglesia florecen cuando permanecen junto a mujeres mas jévenes, y cémo las jvenes pueden encontrar una perspectiva inspiradora de su cardcter y utilidad perennes en la vida y en el rostro de sus hermanas espirituales mayores. Eso no quiere decir que no haya diferencias entre las diversas etapas de la vida. Cada una tiene desafios y experiencias que hacen que las palabras de Pablo tengan validez para cada grupo. Y, aun asi, todas podemos beneficiarnos de leer y practicar todo lo que él escribid. Incluso, por curioso que parezca, sus recomendaciones iniciales a los ancianos. Madurez total Al dar el primer vistazo al versiculo 3 de Tito 2, donde empiezan las instrucciones de Pablo a las ancianas, casi de inmediato notarés una palabra que nos hace detener antes de proseguir. “Las ancianas —comienza el versiculo— asimismo...”. ;Asimismo? Esta palabra me lleva a creer que lo que Pablo les escribié a los ancianos también tenia la intencién de aplicarse al caracter de las ancianas. De modo que debemos retroceder al versiculo 2 para ver qué tipo de cualidades estan de acuerdo con la sana doctrina, tanto para hombres como para mujeres: Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia (Tit. 2:2). Estas no son cualidades que podriamos escoger y servirnos como en un restaurante autoservicio. No. Estas son la marca registrada de todos los creyentes espiritualmente maduros. Ninguna de ellas es opcional si queremos convertirnos en modelos de Tito 2. Asi que tomemos un tiempo breve para 42 analizarlas. “Sobrias” La aplicacién més literal que nos viene a la mente cuando escuchamos este término es estar libre de la influencia embriagante del alcohol. Pero ser sobrias en un sentido biblico tiene connotaciones mas amplias. Implica no embriagarse con ninguno de los varios excesos que tenemos disponibles en el mundo. Podria ser un apetito glotén por la comida cuando medicamos nuestras emociones con bocados irreflexivos de nuestros refrigerios favoritos y no podemos esperar para salir a cenar y darle gusto a nuestro antojo. Podria ser una fiebre por gastar dinero, aunque lo justifiques como el derecho de abuela de consentir a tus nietos con juguetes y regalos. Podria ser el habito de explorar la Internet negligentemente o de no perderte la serie de television mas reciente. Desde la distancia, podemos ver facilmente este tipo de actividades (y otras) como algo extravagantes, derrochadoras, egocéntricas y vanas. Sin embargo, en un momento tentador, bajo circunstancias que se prestan a buscar una via de escape o alivio emocional, cualquiera de nosotras puede caer en la indulgencia excesiva y el exceso, al ocuparnos en buscar cosas vanas y efimeras que nunca nos saciaran lo suficiente y que siempre nos llevaran a buscar mas. Una mujer sobria, por el contrario, ha aprendido la diferencia que satisface el alma entre los placeres temporales y los placeres eternos. Ella reconoce que nunca sera totalmente inmune al clamor exigente de las necesidades insatisfechas y a la atracci6n por los apetitos carnales, ya sean en la forma de compras extravagantes o juegos de computadora altamente adictivos. Pero la madurez le ha ensefiado lo que realmente importa en la vida. Y asi, a través de un patron de practica de la obediencia y entrega al Espiritu, ella ha experimentado la libertad de decir “no” a las indulgencias que al final pueden dejarla vencida, desanimada y desmoralizada. Y las mujeres jévenes que ansian este tipo de discernimiento y fuerza para si mismas encontrarn en ella un ejemplo de templanza y moderacién —su sobriedad— atractivo y digno de imitar. “Serias” 43 La Nvi traduce este término como “respetables”. Es la cualidad de ser honorable, reverente y debidamente solemne en la vida. Nuestra vida incluye una abundancia de oportunidades adecuadas para la diversi6n y la risa, momentos que se prestan para la alegria. Pero no todos los momentos son asi. De hecho, yo diria que la mayoria de ellos no lo son. La vida debe tomarse en serio; no con pesimismo, ni con tristeza, no carente de gozo y algarabia, pero tampoco con ligereza y descuido. Por eso, Pablo insté a los creyentes a que “andemos como de dia, honestamente” (Ro. 13:13), “redimiendo el tiempo” (Col. 4:5). Somos lamadas a vivir de una manera digna de los que pertenecen a Dios, que es “el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo” (Is. 57:15). Uno de los beneficios de envejecer es tener una conciencia creciente de la eternidad, la cual deberia darle color a todo lo que tiene que ver con nuestra vida diaria. Uno de los beneficios de envejecer es (o deberia ser) tener una conciencia creciente de la eternidad, la cual deberia darle color a todo lo que tiene que ver con nuestra vida diaria. Las cosas se ven diferentes cuando adoptamos esta vision a largo plazo. Tenemos mas motivos para estar menos agitadas, menos apresuradas, menos dramaticas, menos inclinadas a lamar a toda una emergencia. Podemos estar mas en paz y en calma, poder determinar mejor cémo manejar cualquier tipo de dilema, dindémica o desacuerdo que se presente. El cielo esté cada vez mas cercano, lo cual nos permite andar tranquilamente con confianza y gracia y caminar en reverencia ante Aquel en cuya presencia vivimos. Y lejos de volvernos taciturnas 0 mojigatas, esta manera de pensar y vivir nos lleva a disfrutar del mas alto y puro gozo. Las ancianas estan en la mejor posicién de modelar este tipo de dignidad y postura a las mujeres jévenes, que regularmente se encuentran ante situaciones que parecen demasiado dificiles de manejar y que necesitan la influencia tranquilizadora de la sabiduria y la madurez. 44 La seriedad es algo hermoso de contemplar. “Prudentes” Dedicaremos un capitulo a este asunto mas adelante, ya que Pablo regresa a él en varias ocasiones. Pero echemos un vistazo breve a esta importante palabra. “Prudente” viene de la palabra griega sdfron, la cual deriva de dos palabras, una significa “salvo” 0 “sano”, y la otra significa “mente”. Ser prudente es actuar con una “mente salva” o una mente sana: vivir con una mente sensata. Curiosamente, la tiltima parte de la palabra —fron— est relacionada con la palabra del griego moderno que se usa para frenos de un automévil. Una persona prudente sabe cuando detenerse, cuando decir que no. Sabe cémo frenar sus deseos e impulsos. Sabe dominarse bajo el control del Espiritu Santo. Se gobierna a sf misma y disciplina su mente, sus pasiones, sus deseos, su comportamiento. No existen atajos para adquirir esta caracteristica. Cada una de nosotras sabe, por dura experiencia, cudn obstinada y resistente puede ser nuestra voluntad humana. Naturalmente, nos resistimos no solo a los intentos de otros de manejarnos y dirigirnos, sino también a nuestros propios esfuerzos. Por eso, las mujeres jvenes necesitan modelos mayores que hayan enfrentado el reto de ejercer “sdfron”, pero que también pueden mostrar en su propia vida cémo es esta cualidad y cémo se cultiva. “Sanas en la fe” Pablo termina esta lista de cualidades en el versiculo 2 con tres caracteristicas que demuestran el fruto de la sana doctrina en el caracter de los creyentes mayores: sanos en la fe... sanos en el amor... sanos en la paciencia. La palabra traducida como “sanos” implica salud y salubridad, lo cual lo hace atin mas alentador cuando se dirige a creyentes en sus Ultimos ajios, cuando los problemas de salud tienden a empeorar. Incluso cuando el cuerpo comienza a ponerse lento, a crujir y a perder vigor en varias partes, en nuestra vida espiritual deberiamos estar en mejor forma que nunca. “Sanas en la fe” significa, literalmente, sanas en Ia fe: cimentadas en la verdad de la Palabra de Dios. Y capaces de afirmar, a partir de la experiencia, 45 la confiabilidad de las promesas de Dios. Pienso en Josué que, parado delante del pueblo de Israel cerca del final de su vida, declaré: “Y he aqui que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazén y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehova ‘vuestro Dios habia dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas” (Jos. 23:14). Estas no son las palabras de un hombre cuya fe era meramente intelectual. Estas revelan una fe madura, una fe que ha sido puesta a prueba y comprobada, una confianza firme en Dios y Su Palabra. Aun en la vejez —de hecho, por su vejez— Josué pudo declarar su fe con confianza, En su trayectoria de muchos afios y en innumerables situaciones desesperantes, no se limité a hablar de algo que habia oido, sino a dar testimonio de algo que conocfa por experiencia propia. Ser sana en la fe depende de la confiabilidad de Aquel en quien has puesto tu fe, no de tu trayectoria perfecta de caminar en fe. jCuan inspirador puede ser ese testimonio para aquellas que atin estan corriendo las primeras vueltas de su carrera! Y aun asi, puedes ser una anciana que no se siente “sana en la fe”. Quizas no te sientas calificada para inspirar a la generacién que viene detrds de ti. La realidad es que todavia estamos aprendiendo. Todavia estamos creciendo. Todavia necesitamos gracia diaria. Ser sanas en la fe no es la cima de una montafia, una meta a alcanzar. Es un camino. Y cada una de nosotras cometemos errores en nuestro camino. Te prometo que lo que has deducido de la naturaleza y los caminos de Dios a lo largo de tu vida, por muy incapaz que te sientas, vale la pena transmitirlo a otras que vienen detras de ti. Dondequiera que hayas visto a Dios demostrar que es fiel, dondequiera que Su Palabra te haya sostenido en tu debilidad y te haya dado la direccién que necesitabas, y sf, dondequiera que hayas experimentado las consecuencias de equivocarte y no caminar de acuerdo con Su Palabra, alli tienes una historia que contar. 46 Ser sana en la fe depende de la confiabilidad de Aquel en quien has puesto tu fe, no de tu trayectoria perfecta de caminar en fe. “Sanas... en el amor” Si bien la doctrina biblica es crucial, también puede ser compleja o incluso abrumadora. Y, en el proceso de tratar de entender todo en nuestra mente, podemos olvidarnos de lo mas importante. E] fundamento del amor cristiano. El avance de la edad en la vida del creyente debe caracterizarse por una capacidad de amar cada vez mayor. Amor genuino. Amor sacrificial. Amor paciente. El tipo de amor de Dios. He asistido a muchos funerales de personas que eran muy conocidas por sus logros profesionales o por su valiente postura en cuestiones morales 0 su notable ministerio publico. Y siempre me conmueve escuchar que se recuerda mas a estos “grandes” por sus demostraciones personales de amor y preocupacién por otros, a menudo inadvertidas. Esta cualidad puede mostrarse de innumerables maneras, pero en ninguna otra parte se irradia més bellamente que a través de la vida de una persona, 0 adorna mas claramente la doctrina de Dios que cuando se expresa a través del perd6n genuino. éCuantas familias y relaciones familiares una vez intimas se destruyeron a través de afios de enojo, amargura, silencio sepulcral y malentendidos jams aclarados? Una colega estaba experimentando esto cuando me escribié y pidié que orara por su madre, que tenia cAncer terminal: Mientras sigo esperando que Dios haga un milagro en su cuerpo fisico, mi principal oracién es que El obre en su corazén y que ella perdone a la hermana de mi padre, que los ha herido profundamente, tanto a ella como a mi padre, Ella sabe que necesita perdonarla, pero siente que no lo puede hacer. iOh, cuantas cicatrices pueden dejar Ja traicién y la confianza quebrantada! Pero el amor puede ayudar a sanar esas heridas, incluso afios después de haberlas experimentado. El perdén en el corazén de una persona mayor es uno de los ejemplos més inspiradores de todos. Una persona que est sana en amor estara familiarizada con las expresiones: “Te perdono” o “Me equivoqué, gme perdonas?”. 47 EI perdén es solo un ejemplo del tipo de amor que Pablo nos llama a modelar a medida que envejecemos. Aqui hay algunas buenas preguntas que podemos hacernos periédicamente: + gEstA mi amor creciendo, abundando “mas y més” (Fil. 1:9)? + Estoy més concentrada en las necesidades de los demas que en mis propias necesidades? + @Es mi amor més profundo, rico, saludable de lo que era ajfios atras, una década atrés? “Sanas... en la paciencia” Dos creyentes ancianas y piadosas me contaron recientemente que estén pasando las circunstancias mas dificiles que les ha tocado enfrentar. He estado reflexionando sobre sus palabras y recordé esta solemne observacién biblica: Los dias de nuestra edad son setenta aiios; y si en los mas robustos son ochenta afios, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo (Sal. 90:10). Esa no es la opinién cinica de un pesimista deprimido; es simplemente la verdad. La vida en este mundo caido es dificil, y a menudo se vuelve mas dificil a medida que envejecemos. No importa las adversidades que ya hayamos encontrado, lo peor (en esta vida) puede estar atin por delante. Como ancianas, lo sabemos. Nuestra propia experiencia lo confirma, como también el testimonio de otras personas que conocemos. Entonces, {qué tipo de mujeres queremos ser por el resto de nuestra vida cuando reconocemos que la adversidad es inevitable y que la vida puede ser atin mas dificil? Si queremos proyectar nuestro futuro conforme a la Palabra, entonces sabemos cual deberia ser nuestra respuesta: ser sanas (saludables y fuertes) en la “paciencia”. Esta palabra griega es una combinacién de dos palabras mas cortas, que podrian traducirse literalmente “permanecer bajo”. La idea es la de soportar una carga pesada: no desplomarse bajo la presién, no ser aplastados por ella, sino resistir el peso. Y no solo sobrevivir, sino también enfrentar las circunstancias de la vida de manera triunfal y permitir que Dios las use para moldearnos y formarnos, y soportarla de una manera que glorifique al Dios en quien confiamos. 48 Me encanta la manera en que una de mis heroinas de la fe, la Dra. Helen Roseveare, lo presenta. En su elocuente acento britanico, explicé por qué ella preferia la palabra perseverancia en lugar de resistencia: “La palabra resistencia tiene una especie de connotacién de apretar los dientes, hacer fuerza, sobrevivir de alguna manera. La palabra perseverancia se refiere a permanecer firme, no darse por vencido, no importa lo que venga”.[1] Este tipo de caracter se encuentra en aquellos que reconocen y se someten a la providencia de Dios. Incluso ven sus pruebas como provenientes de Su mano, lo cual les permite seguir adelante con valentia y fe. Ese es el tipo de mujer que quiero ser. Las personas que estan sufriendo y aquellas que enfrentan dificultades necesitan modelos como estos. Mujeres jévenes, que todavia tienen su vida por delante, necesitan modelos como estos. Modelos de seriedad. De dignidad. De autocontrol. De fe, amor y paciencia. Y si, tii puedes serlo. Deberias serlo. Segiin la Biblia, Dios espera que tti lo seas. Y que yo lo sea. Cuanto mas envejecemos, mas debemos permitir que Dios nos moldee, nos forme, nos embellezca y nos perfeccione, que exfolie la piel muerta y seca de la impureza y el egocentrismo y que irradie a través de nosotras el brillo de Su obra. Sigue brillando Todos estamos incluidos en el patrén de vida cristiana que encontramos en Tito 2. Ancianos. Ancianas. Hombres jévenes. Mujeres jévenes. Cada uno tiene un papel que desempefiar en adornar la doctrina de Dios. Independientemente de si eres una joven que envejece o no tan joven que envejece, puedes ser un modelo dindmico, préspero y fructifero mientras Dios te da aliento; siempre y cuando permanezcas sana y constante en tu caminar con Dios a medida que pasan los afios. Esa es la expectativa: madurez cronolégica acompafiada de crecimiento espiritual continuo y salud espiritual en aumento. Esa es la misma vision presentada por uno de mis versiculos favoritos de las Escrituras, uno que frecuentemente incluyo en mis felicitaciones de cumpleaiios: Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en 49 aumento hasta que el dia es perfecto (Pr. 4:18). No estés condenada a llegar a tu punto mas alto y luego iniciar el camino de descenso cuando Ilegues a los cincuenta, sesenta, ochenta afios o mas. Esa es la perspectiva del mundo sobre el envejecimiento, no la de Dios. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo fisico y nuestra mente se puede deteriorar, pero nuestro espiritu interno (Cristo en nosotros) puede brillar mas y mas hasta que el dia sea perfecto: el dia cuando entremos a la luz eterna de Su presencia, sin sombras, cuando “transformara el cuerpo de la humillacién nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Fil. 3:21). Un comentarista dijo: “La vejez despoja al cuerpo de su glamur para enfatizar la belleza del alma”.[2] Es verdad. Cuando somos jévenes, podemos disimular algunos de esos molestos defectos de caracter con el brillo natural de nuestra energia, buena apariencia y personalidad. Pero, cuando envejecemos, nuestro brillo fisico comienza a atenuarse. Y esos mismos defectos de caracter, si no los hemos tratado ni santificado, solo seran mas pronunciados y visibles. Pero si perseveramos en la instruccién de Tito 2 de adornar el evangelio, nos volveremos mas y mas como los “justos” descritos en el Salmo 92: E] justo florecera como la palmera; creceré como cedro en el Libano... Aun en la vejez fructificaran; estaran vigorosos y verdes, para anunciar que Jehové mi fortaleza es recto... (Sal. 92:12, 14-15).

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