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13 Moisés en el Mar Rojo Mark Meckler University of Portland Michele Snead University of Portland orilla del Mar Rojo. Un viaje de tres dias sobre el lomo de una mula, hacia el este de su hogar en el valle del rio Nilo, le habfa llevado @ una sema- nna completa de contemplacién solitaria en esta costa arrasada por el viento, Estaba analizando sus opcio- nes, a sabiendas que debia tomar algunas decisiones yactuar en consecuencia al poco tiempo. La situacién era insostenible. Hacia mas de un afio que habia asumido el mando de los israelitas. Los nueve milagros que habia realizado al principio hacia mucho que habian perdido su esplendor, al fi- nal de cuentas, los israelitas seguian siendo esclavos y seguian viviendo en abyecta pobreza. Sus amos, como resultado de la estrategia de las “plagas”, se hhabian encolerizado y vuelto brutales. Desde que ccurriera la primera de las plagas, los guardias ha- bian propinado palizas mucho mas duras, sin fjarse en quién, Moisés pensaba que si desataba la décima y tltima plaga, el faradn de Egipto por fin dejaria a su pueblo en libertad. {Pero cémo podia matar al rimogénito de nadie y mucho menos al primogénito del reino entero? ¥ ,qué haria su pueblo cuando lle- garan hasta aqui, a orillas del Mar Rojo? La tribu entera no cesaba de discutir por cosas nimias. Las expectativas de que la libertad era inmi- nente, después de que Moisés llegara hacia mas de un afio, habian provocado que todo el mundo estuviera impaciente y se preguntara por qué estaba tardando tanto, Los jefes de algunas de las familias mas po- derosas, que le habfan brindado todo su apoyo hace apenas un afto, ahora hablaban de que no habian ob- S= en una roca, Moisés contemplaba la so fe presetado en la junta de oto de 2005 de la North on Case Resch Asocaton, Sl ?7 al 9 atube 2015, Noth Falmouth, Massachusiets Todos los derechos reerados de oe ato fy i NACRA, Derechos rserados © 2005 de Martting Mee Howard Feldman University of Portland tenido resultados, de que estaban en peor situacion jf que antes y de que quiza seria conveniente cambiar de lider, i Pocos dias antes, Aardn' habia buscado a Mois para comunicarle la noticia de que, tras cuatro atios de trabajo, se habian construido bastantes botes para transportar a cerca de la mitad de la poblacién a la otra orilla del mar, Moisés le habia preguntado al mar: “La mitad? ,Cémo podré vivir conmigo mismo si sélo llevo a la mitad de mi pueblo a la libertad?” Se requeririan otros tres afios para construir botes suficientes para salvar a todos. Habia muy poco di- nero como para comprarie botes a los africanos del sur, Las mujeres tal vez podrian trabajar en secreto cn la fabricacién de rollos de papiro después de que sus amos egipcios se hubieran retirado a pasar la no- che. Los rollos de papiro, un producto inventado por Jos egipcios, eran muy valiosos fuera del imperio y no cera dificil venderlos en el mercado negro. Esta tact permitiria que los israelitas huyeran en cuestion de afio y medio. No obstante, los hombres no podrian hacerlo; estaban agotados por su trabajo diario en los fosos de barro y en otras rudas labores que les imponian sus amos egipcios. Las mujeres tal vez lo pudieran hacer, pero la gran mayoria no habia traba- Jado sino en sus casas o en los campos, y los mayores conservadores se opondrian a la idea decididamente. Es mis, si alguna era descubierta, sin duda el castigo seria muy severo. La idea de Josué de una “bareaza” que pudiera trasportar 10 veces més personas que el mas grande de los botes era otra opcidn, pero muchos la criti- caban por descabellada. Josué habia propuesto cru- zar el Mat Rojo con 15 000 tramos de cuerda teji- da aceitada, anclada en las dos orillas de modo que pudiera jalar a las barcazas hasta la orilla contraria Fisicamente era posible, Josué habia demostrado la cur C248 tecnologia tirando de un bote de una orilla del Nilo a la otra varias veces, por lo tanto los hombres en es- tas enormes barcazas tal vez podrian tirar la cuerda ‘mano tras mano para eruzar el Mar Rojo. Josué ha- bia calculado que si destinaban todos sus recursos extra a fabricar la cuerda, podrfan partir en las bar- cazas en cuestion de seis meses, No obstante, si la cuerda se rompia o si azotaba una tormenta, enton- 2s las barcazas no podrian navegar solas de forma segura. Tendrian que salir antes de la temporada de lluvias. En juntas secretas con un capitin de los hititas, que se habia presentado ante el faraén en una misién comercial, éste le habia ofrecido a Moisés cruzar a su pueblo a cambio de que ayudara a los hititas a anexar la tierra prometida de Canaan al imperio hi ta, Los hititas habjan sido amos muy duros en el pa sado, cobrando impuestos a sus sibditos hasta dejar les casi en la miseria, pero cuando menos prometian que ninguna de las tribus de Israel seria esclava. Sin embargo, el capitin hitita no prometié esa libertad a los hebreos, sus descendientes perdidos desde hace mucho tiempo, porque hacia cientos de aiios que se habian quedado en Canain. Moisés sofaba con re sgresar a esa tierra y unirse a sus hermanos hebreos para formar un imperio. Esperaba que los hebreos les dieran la bienvenida y les brindaran ayuda, y que no actuaran como enemigos. Moisés tampoco que- Apéndice: Segunda parte Casos de adminstracion estratégica ria entregar al gobierno hitita lo que les pertenecia por derecho de nacimiento, su tierra prometida de Canaan que les esperaba junto al mar, a cambio de su libertad, Moisés volvié a pensar en el suelo que habia te- nido, estando despierto, en el cual el Todo Poderoso, el Gran Creador, le aseguraba a los istaelitas que conseguirian atravesar el Mar Rojo hasta las lejanas orillas aun cuando ellos no pudieran encontrar una buena solucién por su cuenta, Moisés también sabia, por su suciio, que si recurrian a este milagro para ob- tener su libertad, ineludiblemente tendrian que pa gar el costo vagando por el desierto durante 40 aitos antes de poder llegar a casa, y que él no viviria tanto tiempo para poder ver esa casa, Los suministros de alimentos eran incluso mis miserables de lo habitual y, como cada vez habia mais bocas que alimentar, s6lo era cuestién de tiempo para que la gente se empezara a morir de hambre. El reciente caos ponia a Moisés muy nervioso y le hacia sentirse mal. “;Puedo hacerlo?”, pregunt6 desesperado éndose al ciclo, y sus sentimientos de ineptitud volvieron a brotar. Sabia que tenia que encontrar It manera de que todo el mundo trabajara uunido, que todos cooperaran. Moisés no tenia duda de que se hubian convertido en una gran nacién y se pregunt6: “Qué puedo hacer para liberar a mi pueblo?” La historia del Exodo en el antiguo testamento La rueda del tiempo gira y las eras llegan y pasan, dejando recuerdos que se tornan leyenda. La leyenda se vuelve mito, Robert Jordan, The Pye of the World. La historia del Exodo ocurrié alrededor del aio 1445 4.C. Al principio, los isracltas habian prosperado en Egipto, José, el de la tinica multicolor, incluso lego ser primer ministro del pais, Sin embargo, esos dias eran lejanos y estaban olvidados. Con el paso de mu- chas generaciones, los israelitas se volvieron esclavos de los faraones de Egipto. El faradn actual tenia mie- do de la fuerza del gran niimero de israelitas(alrede- dor de dos millones). Moisés era el primogénito de tuna familia israclita de esclavos, que salvé Ta vida a pesar del edicto de “matar al primogénito” que habia emitido el faraén, porque fue colocado en una cesta para que pudiera flotar en el rio Nilo. Un miembro de una familia real encontré a Moisés cuando era un infante y, asi, fue eriado en la corte del faraén, Mas adelante se enemist6 con éste, quien lo exilid de Egipto, y acabé de pastor viviendo en el desierto. Cuando cuidaba a su manada en el desierto, Moisés vio un arbusto en llamas que era consumido por el fuego. Cuando se acereé al arbusto, Dios le hablo: “Acércate ahi y te enviaré ante el Faraén para que puedas sacar de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel” (Exodo 3:10). Dios le dijo a Moisés lo que tenia que hacer cuando Ilegara a Egipto y él aceptd hablar con el fara6n para exigirle que liberara a los israelitas. Al principio Moisés no queria emprender esta tarea. No era un buen orador y tenia miedo de no ser capaz de presentar bien el caso de Dios ante et faraén, Dios le dijo a Aarén, el hermano de Moisés, aque le dijera a éste que se reuniera con El en el desier- to y que los dos se dirigieran a Egipto. Dios le envio “Aaron a Moisés para que fuera su voz. Asi, Aaron pronuncié todas las palabras que el Seftor le habia pronunciado a Moisés e hizo las seiias ante la vista del pueblo (Exodo 4:30), ‘En Egipto, Moisés le dijo al faraén, por medio de ‘Aaron, que debia liberar a los istaelitas por orden del Sefior. El faraén se negé diciendo que é1 no conocia al Sefior del que hablaba Moisés y le dijo a los capataces {que le cargaran la mano mucho mas a los trabajado- res istaelitas, Estos culparon a Moisés y a Aarén de {que su situacidn hubiera empeorado. Moisés, deses- perado, clamé a Dios y Este le respondié a él y a los israelitas: Ve y comunicale a los hijos de Israel que Yo soy el Sefior y 0s sacaré del yugo de los egipcios rompiendo sus cadenas y 0s rescataré extendiendo Mi brazo y con terribles juicios (Exodo 6:6). Moisés se volvié a presentar ante el faradn y le pidi6 que liberara a su pueblo. EI faradn se rid y Dios, por medio de Moisés, convirtié las aguas en sangre. Una y otra vez, Moisés pidio la libertad y recibié ni gativa tras negativa, siempre seguidas por un desas- tre. Las plagas de ranas, de moscas y mosquitos, de males que mataban al ganado, de enfermedades que llenaban de llagas el cuerpo de los egipcios. de grani- zadas, de langostas y los dias de oscuridad asolaron ‘a Egipto. Fl faraén prometié que dejaria partir a los israelitas con la condicién de que Moisés pusiera fin alas plagas, peto cuando las plagas desaparecieron, €I nunca cumpli6 su promesa. nueva cuenta Moisés y Aaron imploraron al faraén que capitulara y que liberara a los isractitas De nueva cuenta se negé. Entonces el Seiior Ie dijo & Moisés que la siguiente plaga se llevaria al primogéni- to de cada egipcio y al primogénito de cada animal de Jos egipeios Para que los israelitas no corrieran la mis- rma suerte, Dios les pidid, por medio de Moi cada uno de ellos sacrificara un cordero, preparara tuna comida especial y marcara el quicio de su puerta con la sangre del cordero. Al ver la sangre en la puerta, clngel de la muerte pasaria de largo ante esas casas. ‘Cuando cl angel de Ja muerte matd a todos los primogenitos de Egipto, el faradn y los egipcios supli- ccaron a los israelitas que se fueran, Para acelerar st partida, los egipcios les entregaron las riquezas que ‘ain les quedaban, Moisés les lev6 al desierto y Dios Jes mostr6 el camino que debian seguir: durante el dia el Seior encabez6 Ja marcha en forma de una colum- ha nubosa que guiaba el camino y por Ja noche en forma de columna de fuego que alumbraba el camino para que avanzaran de dia y de noche (Exodo 13:21). Caso 13. Moists en el Mar Rojo Para cuando los israelitas llegaron al Mar Rojo, el faradn habia cambiado de opinién respecto de st liberacién, Mandé a sus ejércitos tras ellos y, asi, quedaron atrapados con el mar a sus espaldas. Los israelitas despotricaron contra Moisés, pensando {que estaban cerca de morir. A pesar de todos los ma~ Jes que cl Sefior habia enviado a Egipto en nombre de Su pueblo, ellos seguian dudando de Su capacidad y de Su voluntad para salvarlos. Sin embargo, Dios no deftaudé a los israelitas y esa noche, el Sefior envid tun fuerte viento de oriente que hizo que el mar re- trocediera, y Moisés extendid su mano sobre el mar {ylas aguas se partieron, dejando un camino de tierra seca. Y los hijos de Israel marcharon por en medio del mar sobre tierra seca, con las aguas formando uun muro que se erigia a su derecha y a su izquierda (Exodo 14:21-22). Los israclitas atravesaron el Mar Rojo sin dificultad, con los egipcios pisindoles los talones, Cuando todos los israelitas habian llegado 4 la otra oilla, los muros de agua se derrumbaron y ahogaron a los egipcios. El pueblo de Dios estaba libre de los egipcios. Al final de cuentas, los israclitas pasaron 40 aiios vagando por el desierto hasta que encontraron el camino que los llevé de regreso a st hogar histérico y abi se reunieron con los hebreos, ‘que vivian en la tierra prometida de Canadin, LOS HITITAS Los hititas tuvieron un vasto imperio que se extendia de Mesopotamia a Siria y Palestina, y su esplendor ‘durd de 1600 a 1200 a.C. Incluso cuando los asitios tomagan el control de Mesopotamia, a partir de 1300 .C., las cituctades y los territorios de los hititas pros- peraron de forma independiente hasta el 717 a.C., fio en que sus territorios fueron finalmente conquis- tados por otros pueblos. Las escrituras hebreas no dicen mucho de los hi- titas, y los egipeios consideraban que eran barbaros. De hecho, de 1300 a 1200 a.C., los hititas se enfren- taron en una guerra contra Egipto que fue una te- rrible sangria para los dos imperios. Los hititas tal vez fueron uno de los pueblos mas importantes de la historia de Mesopotamia, Como su imperio era tan extenso y dado que su actividad principal era el comercio, tenian intercambio con todas las civiliza- ciones y los pueblos del Mediterraneo y fueron el principal pueblo que transmiti6 el pensamiento, las Teyes, la estructura politica, la estructura econémica y las ideas de Mesopotamia por el Mediterrineo, de Egipto a Grecia. ©2850 EL PAPIRO La superficie para escribir llamada papiro (por la planta de que esti hecho) se produjo desde la pri- mera dinastia egipeia, cerca de 3100 a.C. El surgi miento de la escritura y el concomitante uso del pa- piro al parecer fueron un resultado necesario de burocracia imperial. Los egipcios utilizaron el papiro constantemente hasta 800-1000 d.C.;es decir, duran- te cuatro mil aos. Para producir este material, los egipcios arrancaban la “piel” del earrizo del papiro para obtener unas tiras, Primero golpeaban las tiras. y las secaban al sol y, a continuacién, las entretejian alo largo y a lo ancho para que se endurecieran, tal vez con la ayuda de un pegamento (hecho de plan- tas). Por tltimo, estiraban y alisaban el material del papiro para usarlo, Notas Segunda parte Casos de adminstracionestrategica LA CUERDA Hay evidencia de que ya desde 17 000 a.C. se hacian ccuerdas. Esas primeras cuerdas eran retorcidas o tren- zadas a mano. El primer indicio de un tipo de ventaja ‘meciinica derivada de una cuerda viene de evidencia de los egipcios de la antigiedad que la usaban con fines artesanales. Asi, ataban el material para hacer cuerdas a un pedazo de cuerda terminada que tenia pesas y que ataban a una vara; a continuacién enros- caban el material en torno a la vara. Entonces giraban la tira para que se fuera enroscando. A continuacion tomaban tres tiras enroscadas y las giraban juntas en direccién opuesta para enroscarlas. Engrasaban la ‘cuerda terminada para utilizarla en el agua. {araen Tod su vida Moist two un mpacmento pra habe ben. Los ‘nogos ool cot la hatin sometdo a una pra cuango ea. Gaocaron dos eraseros no tena door alto ds cabs ancondid) sane de para que eaconira one. Si Mais tora lo eran erat ge gu rao aon ane se to uoala

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