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ETAPA OSCURA DEL DESPERTAR ESPIRITUAL

El Despertar Espiritual debería ser tan natural como nacer, crecer y morir, ya que la espiritualidad es una parte
integral de nuestra existencia. Es un proceso, una combinación de fases o etapas que debemos experimentar.
Hay una fase previa a la primera experiencia de despertar, la cual se experimenta normalmente antes de
iniciar la búsqueda espiritual.
Esta fase previa es caracterizada por la experimentación de una crisis de identidad, una etapa en la que hay
mucho miedo y sufrimiento.

¿Por qué se presenta esta crisis?


Si estuviéramos todos despiertos y divinos, no sabríamos qué es la Divinidad, no sabríamos absolutamente
nada. En el estado original, no sabemos absolutamente nada, porque no hay nada más que saber, ya somos
Todo.

Esta etapa de crisis y sufrimiento es la rebelión de la identidad separada, es decir, el ego, el “yo”, quizá, y sin
saber porqué, nos sentimos aterrorizados, llenos de miedo. Hay algo amenazante y no sabemos qué es. Nos
sentimos perdidos, mucha soledad, sentimos ansiedad, tristeza profunda, depresión, sensación de irrealidad,
y muchas ganas de llorar.

Algunas veces experimentamos crisis nerviosas, con taquicardias; se nos dispara el corazón. Tiembla todo
nuestro cuerpo, sentimos que hemos perdido el juicio y que estamos enloqueciendo y creemos que vamos a
morir. Y nos peguntamos: “¿Qué me está sucediendo?”

La respuesta a todo esto es el miedo, pero ¿miedo a qué? En el proceso previo del despertar, la persona o el
“yo”, que es la identidad ilusoria que surge cuando la Conciencia se identifica con el cuerpo-mente y su
historia, se siente amenazado de muerte, y ¿por qué?

Para poder saber la respuesta, primero hemos de comprender cómo es la experiencia de despertar. Despertar
es el reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza. Es decir, la Conciencia despierta de su sueño ilusorio,
de su identificación con el cuerpo-mente y se reconoce a sí misma como algo que está más allá de éste.

Etapa oscura del despertar y la crisis de identidad


Durante este proceso, es cuando se inicia la búsqueda espiritual. Aparece las preguntas existenciales como
“¿quién soy yo?” y el fuerte anhelo por lograr el fin de todo este sufrimiento. Con toda esta carga emocional
que sale a flote, la desesperación se apodera de nosotros y buscamos ayuda en nuestros seres queridos, los
cuales no comprenden qué es lo que nos está sucediendo, y se preocupan por nosotros.

Al no saber qué nos está ocurriendo, en muchas ocasiones acudimos al médico, el cual nos dice que no
estamos enfermos. Seguimos sin comprender qué nos está sucediendo y empezamos a leer libros
espirituales, acudir a charlas de maestros iluminados, y a emprender una búsqueda para poner fin a nuestro
sufrimiento y lograr la liberación. Sentimos como si todo se estuviera desmoronando, perdemos el control. El
dolor emocional es muy intenso y hay mucho sufrimiento y desesperación.

Al emprender la búsqueda espiritual, empezamos a encontrar alivio y a adquirir una comprensión más
profunda de nuestro estado o situación personal. Todo esto es parte de este proceso de Despertar la
Conciencia. Las sombras están emergiendo a la superficie. Las personas quieren ver sólo su lado brillante. Y
esto es maravilloso. Pero también, a menudo las sombras emergen.
Esta sombra que es temerosa, asustadiza, y que es básicamente la fuerza que hay dentro de uno negando la
vida, esta sombra es el miedo.

Todo este sufrimiento es debido a esa parte que dice “no” y que se resiste completamente al fluir de lo que es.
Y esta fuerza se arrastra hacia la superficie durante el proceso del Despertar. Así pues, el hecho de que esta
sombra haya sido arrastrada a la superficie, no significa que algo haya salido mal, aunque puedes sentirlo así.

No significa que hayas cometido ningún error, aunque aparentemente puedas sentirlo así. Simplemente
significa que nuestras emociones reprimidas que han sido dejadas de lado en una parte del subconsciente,
ahora comienzan a emerger, empiezan a aflorar a la superficie.

Y estas emociones son como una identidad que nos amenaza. Esta identidad utiliza el miedo, la amenaza y la
agresión. E intenta descarrilarnos del proceso del despertar de la conciencia. Entonces, genera miedo,
ansiedad, depresión, y una sensación de amenaza interna que te hace creer que algo terrible va a suceder.
¿Qué hacer en estos casos?
Lo que le encanta a esta energía interior, a esta energía de miedo, es una lucha, una guerra. Le encanta que intentes
deshacerte de él. Es el mismo miedo el que te incita para que te pongas en guerra con el miedo. Porque él se alimenta de
eso.

Cuanto más intentas no tener miedo, más miedo sientes. Cuanto más intentas no estar ansioso, más ansiedad sientes. Por
tanto, se alimenta de sí mismo. Sin embargo, cuando permites que el miedo esté ahí, que esto significa aceptación, y le
concedes el permiso total para existir en este momento, entonces, el miedo no sabe qué hacer.

Si peleas contra él, si te resistes, te sentirás abrumado por él, y tendrá poder sobre ti. Te sentirás incapacitado para salir de
esta terrible situación. Tendrás la sensación de que el miedo aparenta ser tan grande e inmenso, que creerás que es
imposible permitirle Ser.

Permitirle ser, también significa ser completamente honesto contigo mismo: “Tengo miedo, estoy asustado, siento
ansiedad”. Porque cuando eres completamente honesto contigo mismo, esto conlleva un efecto. Casi siempre estamos
tratando de cambiar nuestra experiencia si no es placentera. A esto es a lo que me refiero cuando digo que le des permiso
para Ser. Reconoce que está ahí. Simplemente permite que esté ahí.

Por tanto, siente el miedo, siente la ansiedad, permite que estén aquí, acéptalos y no pongas resistencia, no luches contra
estas emociones, tan solo déjalas ser.

Es muy común, que cuando estás al borde de ver algo verdaderamente profundo, todo el miedo, toda la sombra que se
encuentra en tu interior, se reúna con rapidez y poder para apoyarse entre sí ante la conciencia. Reunirá todas sus fuerzas
y tú te preguntarás: “¿de dónde ha salido esto?, antes no estaba aquí”. Y se presentará de una manera muy poderosa y
abrumadora.

Y tiendes a pensar: “no puedo con esto, me voy a volver loco, nunca saldré de esto, quiero volver a sentirme como antes”.
Es como que todas las fuerzas de la ilusión son reunidas para asegurarse de que no veas lo que estás al borde de ver. Esta
es la oscuridad antes del amanecer.

A pesar de creer que las cosas no están bien, en realidad todo está bien y esto es un proceso natural del Despertar.

Una vez que has experimentado esto unas cuantas veces, te das cuenta de que puedes estar bien con esto. Y abandonas
esa preocupación porque reconoces que simplemente es así como esto funciona. Las fuerzas de la ilusión, se reúnen todas
dentro de ti por lo general cuando una conciencia más profunda está a punto de hacerse presente.

No lo tomes como algo malo, porque ése es el principal problema. Cuando la gente experimenta el miedo, se dicen a si
mismos: “algo anda mal aquí”. Sientes un gran miedo, un pánico terrible, ansiedad, amenaza, depresión, sientes como si
estuvieras en un túnel oscuro sin salida y no puedes soportar permanecer así, ya que no te encuentras bien y deseas que
todo vuelva a ser como antes.

Pero hablando espiritualmente, te puedo decir que muy a menudo, cuando se tienen este tipo de emociones y experiencias,
no significa que algo vaya mal, sino que significa que algo está empezando a ir bien. El ego, la falsa identidad creada
cuando nos identificamos con el cuerpo-mente, se siente amenazado y comienza a manifestarse y a hacer aflorar a la
superficie todas estas emociones tan negativas y destructivas de miedo, pánico y ansiedad.

Esto es todo lo que está sucediendo; has permanecido aferrado a una creencia de que eres un “yo” con una identidad, un
cuerpo, una personalidad y su historia. Y ahora este “yo” se siente amenazado por lo que está por venir; el despertar de la
conciencia. Y con ello, el fin de esta identidad, la muerte del “yo”. Por eso se revela lleno de temor, amenaza y ansiedad.

Es la guerra interna entre el “bien” y el “mal”, entre la luz y la oscuridad, entre la conciencia y la inconsciencia que existe en
el interior de cada ser humano. Y esta guerra interna, es la resistencia, por parte de la identidad separada, a desaparecer.

Superando la etapa oscura del despertar espiritual


Cuanta más resistencia pongas, más tiempo tardarás en salir de este estado de dolor. Por el contrario, cuanto
más aceptes esta situación y permitas que esté ahí, y la comprendas como un proceso natural del camino del
despertar, más pronto lograrás trascender esto y volver a sentirte en paz.

Acepta tu estado, tu situación. Permite que el dolor esté ahí. Deja de poner resistencia y acepta. Acepta lo que
es. Deja de luchar; relájate con plena confianza en este proceso de despertar. Suéltate de dónde estás
aferrado y déjate caer con total seguridad y confianza para disolverte en la Conciencia Una, el Todo.

Y experimentarás el reconocimiento de tu verdadera naturaleza. Experimentarás el Despertar, y cada vez que


tengas una conexión con tu verdadera esencia, sentirás una gran sensación de paz, de bienestar y de
apertura de corazón.

“El despertar espiritual ya no es una opción, sino una necesidad si queremos que la humanidad y el
planeta sobrevivan”

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