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Historia
Bien podría decirse que la pornografía es casi tan vieja como el mundo. En tiempos
prehistóricos se dibujaban o se hacían estatuillas con caracteres sexuales exagerados:
con senos enormes, tal y como las Venus paleolíticas, o confíalos prominentes. Sin
embargo, en aquella época, la intención de estas representaciones no era excitar
sexualmente, sino pedir a los dioses fertilidad y buenas cosechas.
En la India hay templos hinduistas construidos hace más de 2.500 años con decorados
en relieve o esculturas que muestran parejas en el momento de la cópula. En China se
han descubierto dibujos y grabados de la época de la dinastía Chin con
representaciones en pleno acto sexual.
En las ruinas de las ciudades griegas se han encontrado desde jarrones con dibujos de
parejas en el momento del coito hasta murales y textos con clara intencionalidad
erótica. Las ruinas de la ciudad de Pompeya, en el sur de Italia, sepultada por una
erupción en 79 d. C., son como una cápsula de tiempo que ha permitido conocer cómo
se divertían los romanos. Los restos del principal burdel de la ciudad muestran
numerosas escenas de sexo.
En la década de 1980 llegó al público a través de videos. Con la difusión masiva del
video, millones de personas en todo el mundo pudieron ver películas porno en la
privacidad de sus hogares, sin tener que asistir a un cine porno, lo que resultaba algo
embarazoso. Las estrellas pornográficas, como Cicciolina o Rocco Siffredi, se hicieron
populares y ampliamente conocidas. Con el surgimiento de Internet, el porno ha
alcanzado una expansión aún mucho mayor. Las películas de Jean Yves Le Castel,
Rocco Siffredi, Jacobo "Charming" Tacher y Cristoph Clark marcan un antes y un
después en la historia del cine pornográfico.
Desde hace miles de años el hombre ha creado obras lascivas con el objetivo de
despertar los deseos sexuales. Si bien hubo un tiempo en que la pornografía era difícil
de producir y por lo tanto estaba más al alcance de los ricos y de la clase acaudalada,
con la llegada de las grandes imprentas, la fotografía y el cine todo cambió. Se hizo
asequible incluso para los menos acaudalados.
Los anteriores aspectos, entre muchos otros, presentan como panorama la explícita
posibilidad de que la pornografía degrade a la persona humana y tenga consecuencias
psicológicas, morales y éticas sobre sus usuarios.
Tipos De Pornografía
La pornografía no siempre busca dividendos económicos, aunque este es su principal
objetivo. La pornografía es un efectivo instrumento para atacar las concepciones del
mundo, de la religión, a la Iglesia y al mismo Dios. En estos casos suele aparentar arte.
Pornografía Softcore: viene del término “soft” en inglés que significa “suave”
en español por lo que es un género pornográfico donde las escenas sexuales no se
muestran de una manera explícita.
Pornografía Mediumcore o pornografía convencional: el mismo
nombre médium quiere decir “mediano, regular” por lo que se puede entender que ese
tipo de pornografía tiene un carácter más elevado que el anterior.
De acuerdo a la edad:
* Maduros/ as
* MILF (que proviene de las siglas en ingles “Mother I would like to fuck” es decir,
“madre a la que me gustaría follar
* GILF (que proviene de las siglas en ingles “Granny I would like to fuck” es decir
“abuela a la que me gustaría follar
* Pornografía adolescente
* Pornografía infantil
* Lolicon. Hentai (que proviene de la contracción en japonés lolita complex, es decir,
“Complejo de Lolita
* Shotacon
* De
acuerdo a la orientación sexual:
* Lesbianas: encuentro sexual entre mujeres.
* Gays: encuentro sexual entre hombres.
* Bisexuales: encuentro sexual entre personas de ambos sexos.
* Transexuales: encuentro sexual entre personas que se han cambiado de sexo a través
de vestimenta, hormonas y operaciones.
* Zoofilia: encuentro sexual con animales
Pornografía Softcore
El softcore o porno suave es un género pornográfico en el que no se muestran actos
sexuales explícitos ni penetración.Normalmente suele estar protagonizado por mujeres
solas o en pareja que muestran sus cuerpos desnudos, se acarician modestamente y se
besan con el fin de excitar al espectador pero nunca llegando a consumar ningún tipo
de práctica sexual más que una tímida masturbación o acaricia miento, siendo esto lo
más explícito que puede verse en la pornografía softcore. Muy rara vez se ven hombres
en este género.
A menudo la pornografía softcore es considerada como artística. Uno de los directores
más famosos en este género es el director porno Andrew Blake y es habitual encontrar
este género de porno en revistas como Playboy, SoHo, MET Art y Perfect 10. En las
formas más suaves de porno softcore, aparece la técnica handbra, que consiste en
ocultar total o parcialmente los pechos con las manos.
En otros países como Japón, hay series de anime que emplean el porno softcore que se
clasifica comúnmente como Ecchi. A diferencia del porno softcore, el ecchi juega
mucho con los estímulos sexuales masculinos (incluso los ridiculiza) y muestra partes
de la anatomía femenina que
provoca la libido en el varón, sin mostrarlo por completo.
Porno Hardcore
El porno duro se distingue por el sexo fuerte.
La pornografía hardcore, también conocido simplemente como hardcore o porno duro
es un género pornográfico en el que se muestran escenas de sexo explícito. Hay muchas
variantes dentro de la pornografía hardcore, siendo algunas más suaves y otras muy
extremas, pero siempre incluye penetración explícita, prácticas y actos sexuales
gráficos y directos.
El segundo tipo de pornografía son los cassettes de vídeos. Estos se alquilan o venden
en librerías para adultos y se han convertido en una industria en crecimiento para la
pornografía. Hay personas que jamás entrarían a una librería o un teatro para adultos
para ver una película pornográfica pero consiguen estos vídeos a través de librerías o
por correo para verlos en la intimidad de sus hogares. En general, estos vídeos exhiben
un alto grado de pornografía dura y actos ilegales.
El tercer tipo de pornografía son las películas. Las normas de calificación se han ido
flexibilizando, y hay muchas películas pornográficas que se exhiben y distribuyen con
una calificación de R y NC-17. Muchas de estas películas con una calificación de "R
duro" hubieran sido consideradas obscenas sólo una década atrás.
Un cuarto tipo de pornografía es la televisión. Como ocurre en las películas, las
normas para la televisión comercial han ido bajando continuamente. Pero la televisión
por cable presenta una amenaza aún mayor. Hay personas que jamás irían a una
librería para adultos que ahora pueden ver el mismo material sexualmente explícito en
la intimidad de sus hogares, lo cual convierte a la televisión por cable en el "el mejor
envoltorio de papel común."
Estos son algunos de los hechos sobre la pornografía, recopilados por la organización
Focus on the Family (Enfoque en la Familia):
* Además, en una serie de estudios efectuados por los doctores Elizabeth Oddone-
Paolucci y Mark Genuis de la Fundación Nacional para la Investigación sobre la
Familia y la Educación (National Foundation for Family Research and Education), así
como el doctor Claudio Violato de la Universidad deCalgary, se observaron numerosos
cambios en las percepciones con respecto a la sexualidad y la conducta sexual después
de exponer repetidamente voluntarios a la pornografía (es decir, seis sesiones
semanales de 1 hora). Estos incluyen la trivialización de la violación como una ofensa
criminal, el aumento de la insensibilidad hacia la sexualidad femenina y el descontento
con las relaciones sexuales.
* De todos los entrevistados (un total de dos mil estudiantes universitarios, sobre todo
mujeres), un grupo de 20, todos heterosexuales, aceptaron hablar de sus hábitos de ver
pornografía.
* Todos los entrevistados indicaron que buscaban pornografía en Internet.
* Prácticamente todos los varones miran videos pornográficos, pero eso no afecta sus
relaciones con las mujeres ni tampoco su comportamiento sexual. Por ejemplo, los
varones que miran pornografía no son, en realidad, más violentos sexualmente que
quienes no los miran.
* Una diferencia significativa fue que los solteros consumían dos veces más
pornografía (tres sesiones de 42 minutos por semana, en promedio) que quienes vivían
en pareja (1.7 sesiones de 27 minutos, en promedio).
* Solteros o no, casi todos ven pornografía en solitario, y no desean compartir ese
momento íntimo con ninguna otra persona, ni siquiera con su pareja.
* Algunos de los usuarios de pornografía la integran en un programa más amplio.
* Otro de los comportamientos frecuentes es el de que los varones suelen
seleccionar las escenas que les gustan y oprimen el botón de "avance rápido" (FFWW)
en las que les disgustan o que no les interesan. Se trata, en este último caso, de escenas
de violencia o, también, de eyaculaciones colectivas, que los usuarios consideraron
muchas veces "repugnantes".
* Los varones buscan en la pornografía fantasías que ya habían tenido cuando tuvieron
su primer encuentro sexual, en general alrededor de los 12 años de edad. Sin embargo,
su "guion" se desvanece al toparse con la realidad.
* Tanto la hipótesis del espejo (la suposición de que las personas consumidoras de
pornografía desearán llevar a cabo, en la vida real, lo que vieron en pantalla) como
la hipótesis de la catarsis (que indica que la pornografía libra a los usuarios de
algunas pulsiones y "purifica" al espectador) son nulas. En opinión del autor del
estudio, los varones separan claramente sus fantasías de la vida real.
Efectos Psicológicos
El psicólogo Edward Donnerstein (universidad de Wisconsin) encontró que una breve
exposición a formas violentas de pornografía puede llevar actitudes y comportamientos
antisociales. Los espectadores varones tienden a ser más agresivos hacia las mujeres,
menos sensibles al dolor y al sufrimiento de las víctimas de violaciones, y mucho más
dispuestos a aceptar varios mitos acerca de la violación.
En un intento por aislar el papel de la violencia como algo diferente del sexo en las
situaciones inducidas por la pornografía, James Check (universidad de Canadá) llevó a
cabo un experimento donde los hombres eran expuestos a diferentes grados de
pornografía, algunos violentos y algunos no. Todos los grupos exhibieron el
mismo cambio de actitud, a saber una mayor inclinación a usar la fuerza como parte
del sexo.
Dolf Zillman midió el impacto de ver pornografía en los puntos de vista de los sujetos
acerca de lo que constituye una práctica sexual normal. El grupo que vio la mayor
cantidad de pornografía dio estimaciones mucho más altas de la incidencia del sexo
oral, el sexo anal, el sexo grupal, el sadomasoquismo y la bestialidad que los otros dos
grupos.Un estudio demostró que la pornografía puede disminuir la felicidad sexual de
una persona. Los investigadores encontraron que las personas que estuvieron expuestas
a la pornografía no violenta informaron una menor satisfacción con la
apariencia física, el afecto, la curiosidad y el desempeño sexual de su pareja sexual.
También estaban más inclinadas a asignar una mayor importancia al sexo sin un
compromiso emocional.
En un estudio que cubrió todo el país, los investigadores Larry Barón y Murray
Strauss, de universidad de Hampshire, encontraron una fuerte
correlación estadística entre el nivel de distribución de revistas pornográficas y el nivel
de violaciones.
Efectos Sociales
Definir los efectos sociales de la pornografía ha sido difícil, debido a algunas de las
teorías imperantes acerca de su impacto. Un punto de vista dice que en realidad cumple
una función positiva al actuar como una "válvula de escape" para los potenciales
agresores sexuales.
Por
Ejemplo, Kutchinsky no distinguió entre diferentes tipos de crímenes sexuales (por
ejemplo, violación, exhibicionismo, etc.) y, en cambio, los metió todos en la misma
bolsa. Esto en la realidad enmascaró un aumento en las estadísticas de violaciones.
Tampoco tomó en consideración que la mayor tolerancia hacia ciertos crímenes (por
ejemplo, la desnudez pública, el sexo con menores) puede haber contribuido a una
disminución de crímenes denunciados.
Probar la relación de causa y efecto en la pornografía es prácticamente imposible
porque éticamente los investigadores no pueden hacer cierto tipo de investigaciones.
El argumento de que no hay estudios reconocidos que muestren una conexión entre la
pornografía y el crimen violento es simplemente una cortina de humo. Quienes
promueven esta postura saben bien que nunca se hará esta investigación. Exigiría
hacer un muestreo de mucho más de mil varones que estén expuestos a la pornografía a
lo largo de la pubertad y la adolescencia, mientras que el otro grupo es aislado
totalmente de su influencia en todas sus formas y diversos grados. Luego, cada grupo
tendría que
ser monitoreado durante la realización de los crímenes violentos, si los realizan. Sin
embargo, y a pesar de la falta de una investigación formal, las propias estadísticas del
FBI muestran que la pornografía se encuentra en el 80 por ciento de los escenarios de
crímenes sexuales violentos, o en los hogares de los perpetradores.
El profesor Cass Sunstein, escribiendo en Duque Law Journal, dice que algunos actos
sexuales violentos contra mujeres "no habrían ocurrido si no hubiera habido una
circulación tan masiva de pornografía." Luego de citar datos transculturales, concluye:
El Dr. James Dobson entrevistó a Ted Bundy, uno de los asesinos en serie más notorios
de esta nación. El día antes de su ejecución, Ted Bundydijo que "las formas más
dañinas de pornografía son aquellas que involucran la violencia y la violencia sexual.
Porque la combinación de estas dos fuerzas, algo que conozco demasiado bien, genera
un comportamiento que es simplemente demasiado terrible para describir."
CONCLUSION
En diversos países se ha constituido a lo largo de los últimos años diversas comisiones
multidisciplinarias implicando a legisladores, sociólogos, teólogos, artistas, psicólogos
y psiquiatras, que han tratado seriamente el tema, estimando la conveniencia o no de
establecer una normativa gubernamental para el control o restricción de la pornografía
sin llegar a una conclusión clara. Unas catalogaban la pornografía como indeseable,
otras como peligrosa e incluso otras como beneficiosa al ser una válvula de escape a
las pulsiones reprimidas. Por otro lado se enfrentaban con los derechos
constitucionales que amparan la libre expresión.
Respecto a su relación con las posibles conductas criminales y antisociales, sobre todo
en el área de la juventud, no se han obtenido resultados concluyentes. Estos estadísticos
comparativos en diferentes países y épocas tratando de relacionar los índices de
criminalidad y delitos sexuales con el grado de permisividad en la difusión de la
pornografía no han aportado paralelismo alguno. El que no haya tal correlación
sugiere, pero no prueba, la no influencia de la pornografía en la conducta antisocial.
Las conclusiones parecen ser que el material pornográfico para adultos no constituye
un peligro claro. La mejor prueba estriba en que, lejos de provocar una excitación
creciente, la exposición repetida de material pornográfico conduce a la saciedad y el
aburrimiento.
Del mismo modo se piensa en el derecho que tienen muchas personas a ser protegidas
de la exhibición pornográfica cuando la consideran ofensiva e inmoral. Debido a ello
es admisible un control en los anuncios y exhibiciones cuando tienen una repercusión
pública, máxime si puede verse afectado un público infantil. Esto no supone un
prohibición, sino limitar su acceso exclusivamente a quien lo desee. La mayoría de las
comisiones encargadas de la valoración ética de la pornografía coincidieron en
afirmar que una buena educación sexual en la edad apropiada (presentada en un
marco competente, estético y moral) disminuye el interés por la pornografía en mayor
medida que una legislación restrictiva.