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Santiago Coltzingo Tlahupan Puebla a 2 de diciembre de 2020

Estimada Elizabeth Waldo

Mi nombre es Ruben Tellez Sandoval soy nieto de don Enrrique Sandoval y doña Josefina, tengo el gusto de
conocer a tu esposo desde hace muchos años. De hecho tengo muy gratos recuerdos que mi niñez junto a tu
esposo y sus demas hermanos, Alex y Bryan. No sabe cuanto lamento lo que le paso a mi buen amigo
Armando, cuando mi tio Alfredo me dijo senti mucha tristeza por el, por que es un hombre muy trabajador y
desde que los conozco siempre han sido muy luchones y de verdad señora siento mucho lo que estan
pasando como familia, por eso les escribo esra carta para decirle palabras de animo.

El mundo parece ser un lugar muy peligroso. En una espantosa fracción de segundo, a casi cualquier persona
le puede ocurrir un accidente. Los accidentes en el hogar y en la carretera se han convertido en una plaga
moderna. Los accidentes son sucesos imprevistos que ocasionan daño. La Biblia dice “que a todos les llega
algún mal momento y algún suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11). Esto quiere decir que puede que
tengamos un accidente o que nos pase algo malo porque estemos en el lugar y en el momento equivocados.

¿Qué puede hacer para ayudar a Armando a sobrellevar la tragedia y como se puede sentir mejor usted?

En primer lugar, mire más allá de lo debilitado que está su esposo o de su terrible aspecto, y vea a la
persona. ¿Cómo puede lograrlo? “Dedique tiempo a mirar las fotografías de la época en la que el paciente
sano. Piense en momentos bonitos que han pasado juntos. Esto le ayudará a tener presentes su vida y su
historia, y no solo su estado actual”.

“Es normal sentirse sumamente incómodo en presencia de un ser querido que está desfigurado por un
accidente. Lo mejor que podemos hacer en esos casos es buscar su mirada y ver que esos ojos marrones,
verdes o azules no han cambiado”.

Se dice que, de los cinco sentidos, el oído es el último que se pierde. La audición puede seguir siendo muy
sensible aunque la persona parezca estar dormida. Por eso, no diga nada en su presencia que no diría si ella
estuviera despierta”.

La Biblia narra que, en una ocasión, el apóstol Pablo y sus compañeros se hallaron bajo intensa presión y
hasta temieron por su vida. ¿Qué ayuda buscaron? Pablo les rogó a sus amigos que los ayudaran orando por
ellos (2 Corintios 1:8-11).
Por mi parte le prometo que le hare oraciones a Dios para que ayude tanto a Armando como a usted a
superar esta difícil situación. Cuando se pasa por mucho estrés y se sufre una enfermedad grave, orar de
corazón es de muchísimo valor.

Me despido de usted deseando que las cosas mejoren, pero si no fuera así no olvide que Diosito estará con
usted si usted lo busca… El de dejará hallar por usted.

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