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QUÍMICA GENERAL INORGANICA

ASENTAMIENTO UNIVERSITARIO ZAPALA


UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE

La ley periódica

Cuando se ordenan los elementos según su número atómico creciente se ve que los
elementos inertes no son consecutivos, sino que aparecen periódicamente a lo largo
de una secuencia, existen varias propiedades que son periódicamente recurrentes a
lo largo de la serie de los elementos químicos, hecho que ha recibido el nombre de
ley periódica, esta ley fue descubierta por Meyer en Alemania y por Mendeleiev en
Rusia, hacia 1868-1870.
Los elementos inertes que son Helio, Neón, Argón, Criptón, Xenón, y Radón, de
números atómicos 2, 10, 18, 36, 54, y 86, que son todos los gaseosos se denominan
gases inertes o nobles.
Los elementos que los siguen inmediatamente, que son: Helio, Sodio. Potasio,
Rubidio, Cesio, y Francio, de números atómicos: 3, 11, 19, 37, 55, y 87, son de orden
metálico, es decir, poseen brillo metálico y son buenos conductores del calor y la
electricidad. Como grupo se los denominan metales alcalinos son muy semejantes
químicamente, forman soluciones básicas.
Los elementos que precede a los gases nobles o inertes: Flúor, Cloro, Bromo, Iodo,
y Astato, de números atómicos: 9, 17, 55, 53, y 85, son muy parecidos entre sí, y
forman el grupo de los halógenos. El hidrógeno no se incluye pues posee
características únicas y no se asemeja a los otros elementos. Los halógenos son no
metales y por ende malos conductores del calor y electricidad. Los halógenos se
parecen entre sí por reaccionar con el hidrógeno, compuestos que dan con el agua
disoluciones de carácter ácidas.
Los elementos situados entre un metal alcalino y el halógeno más próximo
presentan un cambio gradual de propiedades de las que hay en ambos extremos.
Tal graduación lo presentan los elementos: Magnesio Z 12, Aluminio Z13, Silicio Z14,
Fósforo Z 15, y Azufre Z 16, entre Sodio y cloro. A lo largo de esta secuencia
disminuye el carácter metálico, el Magnesio y el Aluminio son metales, el Fósforo y
el Azufre no lo son, y el Silicio tiene características intermedias, es un metaloide.
También hay un paso progresivo de carácter básico a ácido (metal a no metal) en los
correspondientes compuestos oxhidrilos generados.

Los rasgos fundamentales de la Tabla Periódica son el orden de los elementos de


acuerdo con su número atómico creciente y el hecho de que las de propiedades
similares se hallen una bajo del otro en columnas verticales que se denominan
grupos o familias.

Existen ocho grupos principales representados I, II, III, IV, V, VI, VII, y 0. El grupo I
comprende el hidrógeno y los metales alcalinos, el grupo VII los halógenos, y el 0 los
gases inertes. Los elementos situados entre los grupos II y III se denominan de

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transición, cada columna de estos elementos se considera como un subgrupo y se


lo nombra por el elemento que encabeza la columna.

Las secuencias horizontales de la Tabla Periódica se llaman períodos y se enumeran


desde arriba hacia abajo del 1 al 7.

Niveles electrónicos de energía

El átomo formado por un núcleo positivo rodeado de electrones plantea un


problema, en virtud de sus cargas opuestas. Los electrones son atraídos por el
núcleo y si estuviesen en reposo caerían sobre él por lo que debemos admitir que
los electrones poseen algún tipo de movimiento que contrarreste la atracción
nuclear, si se mueven deben irradiar ya que se han comprobado que la emiten las
cargas eléctricas que se mueven bajo el influjo de fuerzas atractivas, esta pérdida de
energía implicaría una disminución de la velocidad en el electrón obligándolo a
acercarse al núcleo, lo que no ocurre. La resolución de este problema se ha obtenido
al estudiar la luz emitida por las sustancias cuando se las calienta. Cuando la luz
blanca procedente de un sólido incandescente pasa a través de un prisma se
descompone formando una banda de diferentes colores mostrando un efecto
espectro continuo pasando gradualmente de cada color al siguiente. La luz de mayor
contenido magnético es la que más se desvía (luz de color violeta), mientras que la
de menos energía (rojo) es la que menos se desvía.
Si repetimos el experimento utilizando como fuente luminosa una llama a la que se
le ha agregado una sal volatilizable, el espectro ya no es continuo, aparece un
espectro de rayas. Un conjunto de líneas finas cada una de las cuales pertenecen a
una clase de luz de determinada energía, esto indica que los átomos solo pueden
irradiar energía en valores definidos y discretos. Bohr en 1913 propuso una teoría
que explica los espectros de rayas. La energía total de cada electrón (cinética +
potencial) está cuantificada y admite que los electrones del átomo no pueden
poseer cantidades cualesquiera de energía, el único modo que un electrón varíe la
energía es pasando de un nivel discreto a otro y no por una transición gradual, sino
brusca e instantánea. Cuando al electrón no le es posible pasar de un nivel de menos
nivel energético por no existir disponible ninguno, el electrón no podrá emitir
energía, y de aquí que el átomo no se derrumbe. Si por el contrario existe dicho nivel
energético el electrón irradia energía al pasar a él en una cantidad definida
exactamente igual a la diferencia entre ambos niveles de energía.

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Distribución electrónica - Niveles de energía y número cuántico

El estudio del espectro del átomo de hidrógeno indica que el electrón puede ocupar
distintos niveles de energía que van desde 0, que es el estado fundamental, hasta el
infinito. Los valores más comunes son del 1 al 6, y los menos comunes del 7 al 9.
Estos niveles se representan como " n ", y se los conoce como número cuántico
principal, y representan las rayas gruesas del espectro. Existen diferencias entre los
niveles de energía, cuyas diferencias energéticas disminuyen del núcleo hacia

afuera. Según el modelo de Sommerfeld, cada una de estas líneas gruesas del
espectro se componen de líneas más finas que indica que dentro de un nivel
energético los electrones pueden ocupar subniveles, estas líneas son de cuatro tipos
diferentes: s, p, d, y f.
El número de subniveles de un subnivel es igual al número del nivel y aparece en el
siguiente orden: ns, np, nd, nf; que van del núcleo hacia afuera. Los subniveles
constituyen el número cuántico secundario (l), cuyos valores van de 0 a (n-1), y se
conocen como número cuántico momento angular. El momento angular es el
producto del momento de un cuerpo o una partícula que gira y su distancia al centro
de rotación.

Orbitales
Se somete un haz de átomos a las influencias de un fuerte campo magnético, se
aprecia una subdivisión de las líneas espectrales de los subniveles en otras muy
cercanas. Este fenómeno indica la presencia de uno o más subestados dentro de los
subniveles, estos sub-estados se conocen con el nombre de orbitales, que es la
región del espacio donde existe la mayor probabilidad de encontrar un electrón. El
número de orbitales en un subnivel está dado por el número cuántico magnético
(m), (tercer número cuántico), y cuyos valores van desde m=0 hasta m=±1.
El número de orbitales en cada nivel es n2 y el número máximo de electrones por
nivel es 2n2 .

Spín del electrón (e-)

Experimentalmente se ha demostrado que los electrones tienen un momento


magnético debido al giro sobre sí mismo. El spín constituye el cuarto número
cuántico (s), el cual tiene valores de ±½, y en un par de electrones el spín de uno es
+½, y el del otro -½. En los elementos que poseen un par de electrones estos tienden
a aparearse (forman parejas), y equilibran su giro debido a la sumatoria de los spines
+ - = 0.

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Para un mismo número cuántico m, la energía asociada a los electrones en los


diferentes grupos de orbitales es distinta. La energía asociada a un subnivel s es
menor que la correspondiente al subnivel p, y a su vez, esta es menor que d (dentro
del mismo nivel n). Hay que destacar que la diferencia de energía entre dos orbitales
cuyos n son distintos. Ejemplo: (2s y 3s), es mucho mayor que la diferencia de
energía entre dos subniveles de un mismo número cuántico. Ejemplo: (2s y 2p). La
diferencia de energía entre los primeros niveles es mucho más importante que en
los niveles superiores. A consecuencia de esto existen superposiciones entre los
niveles de energía, esto significa que algunos subniveles de n mayor corresponden
a menor energía que otros de número cuántico menor.

El orden de energía creciente para los siguientes orbitales es: 1s, 2s, 2p, 3s, 3p, 4s =
3d, 4p, 5s = 4d, 5p, 6s = 4f = 5d, 6p, 7f, 5f.
Existe una regla mnemotécnica para recordar el orden creciente de los subniveles
atómicos.

Cada electrón de un átomo está descripto por un conjunto de valores de cuatro


números cuánticos. Cada conjunto de números cuánticos tiene una restricción
expresada por el principio de exclusión de Pauly que dice lo siguiente: en un átomo
no existen dos electrones cuyos conjuntos de números cuánticos sean iguales, o sea
que cada electrón tiene un nombre que lo caracteriza y que es único. Por ejemplo el
hidrógeno posee un solo electrón, para ese electrón n vale 1, l vale 0, m vale 0 y s
vale ±½

Configuración electrónica externa (CEE)

Se define como configuración electrónica externa de un elemento a la configuración


correspondiente a aquellos electrones involucrados en las reacciones o cambios
químicos.

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C.E.20Ca = 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2

C.E.18Ar = 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6

Para simplificar, y teniendo en cuenta la configuración electrónica del gas noble


anterior (Ar), la configuración electrónica del Ca será la del Ar.

C.E.20Ca = [ Ar ] 4s2
C.E.E 20Ca = 4s2

los orbitales de un subnivel d o f están completos (d=10, f=14), y el elemento tiene


por lo menos un electrón más en un subnivel de mayor energía aquellos no forman
parte de la configuración electrónica externa.

C.E.33As = 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p3


C.E.E.33As = 4s2 4p3

Energía de ionización
Cuando un átomo de hidrógeno se excita por una fuente externa de energía, el
electrón salta de su estado basal o fundamental a niveles de energía superiores. Una
situación similar se presenta al entregar energía a un átomo de cualquier elemento.
Si se le da una cantidad suficiente de energía se producirá el fenómeno de arrancar
un electrón separándolo de la influencia del núcleo, este fenómeno conocido como
ionización, se puede expresar del siguiente modo:

M (g) M + + e-

A éste n se lo denomina ion, un ion es un átomo o un grupo de átomos cargados


eléctricamente. La energía de ionización es la energía que es necesario entregar a
un átomo en su estado basal para arrancar un electrón transformándolo en un ion
monopositivo. (La energía de ionización se mide en kcal por mol)

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