Desde la llegada de las telecomunicaciones móviles digitales, cada generación de
tecnología (2G, 3G, 4G) ha seguido evolucionando para mejorar la eficiencia espectral, la cobertura y la capacidad y permitir que las redes de telecomunicaciones se mantengan al ritmo del crecimiento del tráfico.
Aunque la adopción generalizada de 4G está lejos de la realidad, los principales
operadores y fabricantes ya están trabajando para estandarizar la quinta generación. 5G no solo será una herramienta para transferir más datos en menos tiempo, sino que también abrirá varias oportunidades para el Internet de las cosas (IoT), que admitirá la interacción de millones de dispositivos.
La nueva tecnología se encuentra actualmente en las primeras etapas de
desarrollo, ya que uno de los muchos obstáculos importantes que enfrenta es la estandarización. Sin embargo, los principales actores están de acuerdo en que 5G no solo es una necesidad, sino también un gran trabajo en el futuro.
Además de conectar nuestros teléfonos o computadoras, el Internet de las cosas
(IoT) también requiere hiperconectividad, la capacidad de conectar simultáneamente nuestras casas (hogares), automóviles, relojes y ciudades a la web. Procesar, analizar y utilizar la gran cantidad de datos que esto generará requiere una estabilidad constante, 4G no puede garantizar estas conexiones múltiples, por lo que es necesaria la introducción de 5G.