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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
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había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
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aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
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aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
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había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
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maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
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era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
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�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
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aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
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�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
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visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
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-¿Se puede saber qué hay de malo en -¿Se puede saber qué hay de malo en
ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se ver !a televisión? -preguntó el padre. Su voz se
había tomado de repente tranquila y peligrosa. había tomado de repente tranquila y peligrosa.
�-tatilda no se atrevió a responderle y per­ �-tatilda no se atrevió a responderle y per­
maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era. maneció callada. Sintió que ie invadía. la có!era.
Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­ Sabía que no era bueno aborrecer de aqueíla for­
ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne ma a sus padres, pero le costaba trabajo ne
hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un hacer-lo. i..o que había leído le había mostrado un
aspee-to de la vida que ellos ni siquiera aspee-to de la vida que ellos ni siquiera
visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído visíumbraban. Si por lo menes hubieran leído
clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida clgo de Dickens e de Kipling, sabrían que la vida
era algo más que engañar a la gente y ver la era algo más que engañar a la gente y ver la
televisión. televisión.
Título original: MATILDA
© 1988, ROALD DAHL NOMINEE, Ltd.
© 1988, QUENTIN BLAKE
© De la traducción: 1989, PEDRO BARBADILLO

1 Título original: MATILDA


© 1988, ROALD DAHL NOMINEE, Ltd.
© 1988, QUENTIN BLAKE
© De la traducción: 1989, PEDRO BARBADILLO
© 1989, 1992, 1995, EDICIONES SANTILLANA S.A. © 1989, 1992, 1995, EDICIONES SANTILLANA S.A.
© De esta edición: © De esta edición:
2015, EDICIONES SANTILLANA S.A. 2015, EDICIONES SANTILLANA S.A.
Av. Leandro N. Alem 720 (ClOOlAAP) Av. Leandro N. Alem 720 (ClOOlAAP)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
ISBN: 978-950-46-4368-5 ISBN: 978-950-46-4368-5
Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina. Printed in Argentina. Impreso en Argentina. Printed in Argentina.
Primera edición: octubre de 2015 Primera edición: octubre de 2015
Coordinación de Literatura Infantil y Juvenil: MARÍA FERNANDA MAQUIEIRA Coordinación de Literatura Infantil y Juvenil: MARÍA FERNANDA MAQUIEIRA
Dirección de Arte: JOSÉ CRESPO y ROSA MARÍN Dirección de Arte: JOSÉ CRESPO y ROSA MARÍN
Proyecto gráfico: MARISOL DEL BURGO, RUBÉN CHURRILLAS y JULIA ÜRTEGA Proyecto gráfico: MARISOL DEL BURGO, RUBÉN CHURRILLAS y JULIA ÜRTEGA
Dahl, Roald Dahl, Roald
Matilda / Roald Dahl; ilustrado por Quentin Blake. - la ed. . - Matilda / Roald Dahl; ilustrado por Quentin Blake. - la ed. . -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Santillana, 2015. Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Santillana, 2015.
288 p. : il.; 20 x 14 cm. - (Azul) 288 p. : il.; 20 x 14 cm. - (Azul)
ISBN 978-950-46-4368-5 ISBN 978-950-46-4368-5
l. Literatura Infantil y Juvenil. I. Blake, Quentin, ilus. II. Título. l. Literatura Infantil y Juvenil. I. Blake, Quentin, ilus. II. Título.
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tocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial. tocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.
ESTA PRIMERA EDICIÓN DE 6.000 EJEMPLARES SE TERMINÓ DE IMPRIMIR ESTA PRIMERA EDICIÓN DE 6.000 EJEMPLARES SE TERMINÓ DE IMPRIMIR
EN EL MES DE OCTUBRE DE 2015 EN ARCÁNGEL MAGGIO - DIVISIÓN EN EL MES DE OCTUBRE DE 2015 EN ARCÁNGEL MAGGIO - DIVISIÓN
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LIBROS, LAFAYETTE 1695, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, LIBROS, LAFAYETTE 1695, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES,
REPÚBLICA ARGENTINA. REPÚBLICA ARGENTINA.

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