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RENE RAMOS PAZOS DE LAS OBLIGACIONES TERCERA EDICION REVISADA Y CORREGIDA rT LegalPublishing” RENE RAMOS PAZOS DE LAS OBLIGACIONES TERCERA EDICION REVISADA Y CORREGIDA GP LegalPublishing’ CAPiTULO PRIMERO CONCEPTOS GENERALES PRIMERA PARTE 1.- Derechos reales y Derechos personales 0 créditos. El Cédigo Civil en el artfculo 576 expresa que “las cosas incorporales son derechos reales 0 personales” y, en las disposiciones siguientes, define el derecho real como aquel “que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona” (articulo 577), y el personal como el “que slo pueden reclamarse de ciertas personas que, por un hecho suyo o la sola disposicién de la ley, han contraido las obligaciones correlativas...” (articulo 578). 2.- Las nociones de derecho personal o crédito y obligacién son correlativas. Representan las dos caras de una misma medalla. En efecto, no puede concebirse una sin la otra de modo que, en definitiva, se hablard de derecho personal o de obligaci6n, segtin la relacién entre los sujetos se mire desde el punto de vista del acreedor (titular de un crédito) o del deudor (obligado en esa relaci6n). Asi lo deja en evidencia el articulo 578 al definir el derecho personal o crédito. Lo recién dicho nos obliga a formular algunas precisiones que iremos desarrollando en los puntos siguientes. René Ramos Pazos 3.- Diferencias entre derechos reales y personales. La doctrina clasica contrapone los derechos reales a los personales, destacando varias diferencias: a) b) °) da) e) En los derechos reales existe una relaci6n de persona a cosa; encambio, en los personales, la relacidn es entre dos sujetos determinados: acreedor y deudor; En cuanto al contenido: los derechos reales confieren un poder juridico inmediato sobre la cosa; en cambio, en los derechos personales, el titular (acreedor) s6lo puede obtener el beneficio correspondiente mediante un acto del obligado (deudor); En cuanto a la forma de adquirir ambos tipos de derechos. Los reales se adquieren por la concurrencia de un titulo y de un modo de adquirir. En cambio, en los derechos personales basta el titulo; Los derechos reales -se dice— son derechos absolutos “en cuanto al titular le corresponde una acci6n persecutoria y restitutoria, dirigida al reintegro de la cosa y ejercitable frente a terceros...”!. Los derechos personales, en tanto, son derechos relativos porque sdlo se pueden exigir del deudor; En lo relativo a su ejercicio, “la diferencia se presenta en un doble aspecto: en los derechos reales, el hecho de recaer directamente sobre cosas hace que permitan una ilimitaci6n que no puede darse en los derechos de obligaciones, habida cuenta de la presencia de la persona del deudor; y, en otro aspecto, los derechos reales se consolidan o reafirman a través de su ejercicio, en contraste con los de obligaciones, 1 Antonio HERNANDEZ GiL: Derecho de Obligaciones, Edit. Ceura, Madrid, 1983, pag, 22. DE LAs OBLIGAGIONES 3 en los que el ejercicio, mediante el cumplimiento o pago, lleva aparejada la extinci6n”.” f) En lo que se refiere a su contravencién, los derechos reales pueden ser violados por cualquiera, no asi los personales, que sdlo pueden serlo por el deudor; Finalmente, se argumenta que los derechos reales sdlo los puede crear la ley (“ntimero clausus”), quedando inhibidas las partes de establecerlos, situacién totalmente distinta ala de los derechos personales en que las partes en virtud del principio de la autonomia de la voluntad, pueden generar cualquier tipo de derecho personal sin mas limitacién que la Jey, el orden ptiblico o la moral (“‘némero apertus”). g 4.- Criticas a la concepcién clasica. La concepcién clasica que acabamos de enunciar, que diferencia con nitidez los derechos reales y personales, es objeto de fuertes criticas. No ¢s cierto, se argumenta, que en los derechos reales exista un solo sujeto, su titular, pues también hay un sujeto pasivo constituido por la colectividad toda, en cuanto sus integrantes tienen la obliga- cidn de abstenerse de ejecutar cualquier acto que perturbe o impida elejercicio del derecho. Planiol y Ripert explican que “el derechoreal debe, pues, concebirse bajo la forma de una relacién obligatoria, en la cual el sujeto activo es simple y esta representado por una sola persona, mientras que el sujeto pasivo es ilimitado en nimero y comprende a todas las personas que estan en relacidn con el sujeto activo”, La situacion es todavia mas clara, se agrega, en los derechos reales limitados que constituyen desmembracién del dominio, pues éstos derechos deben ejercerse sin perturbar el derecho de propiedad. 2 Antonio HeRNANDez GIL: ob. cit., pag. 23. 3 Marcel PLantor. y Georges Rirert, Tratado Elemental de Derecho Civil, CAdres Edit., México, 1991, T. III, N° 2160, pag. 22. 4 René Ramos Pazos Tampoco es efectivo que en los derechos reales exista una relacion de persona a cosa, pues siempre las relaciones juridicas se dan entre personas, ya que todos los derechos y deberes conciernen a las personas y afectan su comportamiento. Sin embargo, no debe desconocerse que las cosas tienen un significado distinto en los derechos reales y personales; son fundamentales en los primeros,en tanto que pueden faltar en ciertas obligaciones, como ocurre con las de hacer y no hacer. Las cosas s6lo integran el objeto de las obligaciones de dar. En cuanto a que los derechos reales sean perpetuos y los personales eminentemente transitorios, no constituye una diferen- ciaesencial, desde que ello sdlo seria asi en el derecho de propiedad -y todavia con la salvedad que existen propiedades transitorias, como la propiedad fiduciaria— pero no Io es en algunos derechos reales, como el caso del usufructo, que siempre estd sujeto a un plazo (articulo 770 C. Civil). Los derechos reales son absolutos, en cuanto confieren a su titular un derecho de persecucién, que se hace valer de un modo igual ante cualquiera. No ocurre lo mismo en los derechos persona- les que s6lo se puede ejercer respecto del deudor, de sus herederos y causahabientes. 5.- Concepto de obligacién. Tradicionalmente se define la obli- gacién como el vinculo juridico entre dos personas determinadas —deudor y acreedor-en virtud del cual el primero se encuentra en la necesidad juridica de dar, hacer o no hacer algo en favor del segundo. A. Von Tuhr explica que se da el nombre de obligacién “a la relacion juridica establecida entre dos o mds personas, por virtud de la cual una de ellas —el deudor, debitor—se constituye en el deber de entregar a la otra—acreedor, creditor—una prestacion”. Y agrega: “Enfocada desde el punto de vista del acreedor, la De Las os.icaciones 5 obligacién implica un crédito; para el deudor, supone una deu- da”.* Que se trate de un vinculo juridico significa que nos encontra- mos ante una relacién protegida por el derecho objetivo, lo que hace ladiferenciaentre obligacién y otros deberes, como los morales. De esta forma, si el deudor no cumple con su prestacién puede ser compelido a hacerlo, respondiendo no con su persona —como acontecia en el antiguo Derecho Romano- sino con su patrimonio. Sobre el particular, el articulo 2465 del Cédigo Civil expresa que “toda obligacién personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecuci6n sobre todos los bienes rafces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptudndose solamente los no embargables, designados en el articulo 1618” (yc. 1°). De manera que cuando se contrae una obligacién el deudor esta respondiendo de su cumpli- miento con todo su patrimonio, lo que se denomina “Derecho de Prenda General” denominaci6n inadecuada, pues no hay propia- mente un derecho de prenda, que es un derecho real. Este nombre s6lo tiene el valor de una metéfora. Hay dudas sobre el momento en que se produjo este cambio tan fundamental pasandose de la responsabilidad personal ala patrimo- nial. Segtin la versién mas divulgada, proveniente de Tito Livio (Historia Romana, Libro VIII) ello ocurrié en el afio 326 antes de Cristo, con la Ley Poetelia Papiria. Segtin Varrén, este cambio habria ocurrido con posterioridad, habiéndose incorporado por el Derecho Pretorio en el siglo I antes de Cristo.5 Como observa Fueyo, tradicionalmente las definiciones que la doctrina ha dado de la voz obligacién tienen en comtin la subordi- nacion del deudor hacia el acreedor, en un plano inclinado en que 4 A.Von Tuur: Tratado de las Obligaciones, T. I, pag. 1, Editorial Reus S.A. 5 Antonio Vonanovic: Derecho de Obligaciones, Ediciones Periodisticas y Estadfs- ticas, Santiago, 1970, pags. 21-22. 6 René Ramos Pazos los derechos son todos del acreedor, y los deberes corresponden todos al deudor”. Agrega que la tendencia actual es a corregir este criterio absolutista, reconociéndose derechos al deudor y la impo- sicién de deberes al acreedor. Ello lo lleva a definir la obligacién como “una relacién de derecho entre dos o mds personas, en cuya virtud una parte tiene el deber juridico de satisfacer una prestacién determinada en favor de otra, ala vez que el derecho a que el poder del acreedor no se exceda en sus limites, y a ser liberada al tiempo del cumplimiento, y la otra parte la facultad de exigir tal prestacion, aun coercitivamente, a la vez que el deber de no excederse en su pretensién”.® 6.- Elementos constitutivos de la obligacion. Se discute en doctrina sobre lo que en esencia constituye la obligacién. Para algunos, consiste en el deber del deudor de observar un determina- do comportamiento frente al acreedor. En este sentido toda obliga- cién importa una restriccién de la libertad del deudor (sin que pueda llegar a eliminarla) y una extensidn de la libertad del acreedor, situaci6n a la que se pondrd fin con el cumplimiento de la obliga- ci6n. Siel deudor no cumple, el acreedor hard efectivo su crédito en el patrimonio de aquél, pero esta afectacién de los bienes del deudor, no forma parte de la obligacién ni ocupa un lugar en la estructura de ésta (Hernandez, ob. cit., pag. 66). Elincumplimiento de la obligacién genera un ilfcito que hacer nacer una nueva obligacién: la de indemnizar. “Esta obligacién de indemnizar es nueva y no una fase de la precedente incumplida”.” Frente a esta concepcién se alza otra que pone el acento en la responsabilidad del deudor. De acuerdo a ella, lo que en esencia 6 Fernando Fuevo LaNert: Cumplimiento e Incumplimiento de las Obligaciones, segunda edicién, Editorial Jurfdica de Chile, 1992, N° 7, pags. 18-19. 7 HERNANDEZ Git, ob. cit., pag. 66. DE LAS OBLIGACIONES 7 constituye la obligacién, es el hecho que el patrimonio del deudor quede afecto a su cumplimiento. No es el deber lo esencial en la obligaci6n pues es posible su incumplimiento. Segtin esta tesis, el derecho de crédito recae sobre el patrimonio. “La posicién del deudor en el seno de la relacién obligatoria queda reducida, 0 a tolerar (“pati”) que el acreedor realice su derecho, o a desplegar un comportamiento que evite la actuaci6n del acreedor por el cauce de la ejecucién forzada. Pero la esencia de la obligacién se encuentra siempre en ese resultado final a que tiende y enel que se materializa el derecho del acreedor: quedar satisfecho, no ya subordinado 0 a través de la eventual conducta del deudor, sino con cargo, a expensas de su patrimonio”.® Se puede observar que ambas concepciones se fundan en forma diferente. La primera, la del deber, se apoya en una base ética —persona, conducta-, en tanto, la segunda, la de la responsabili- dad, es una tesis elaborada sobre una base econémica- patrimonio resultado. Como sefiala Hernandez Gil, ”las posiciones antitéticas en que se colocan las dos concepciones de la obligacién examinadas, se superan a través de otras formulas: una es la cifrada en sostener que el concepto de la obligacién, unitariamente entendido, comprende tanto el deber de prestacién (deuda) como el sometimiento del patrimonio del deudor al derecho del acreedor (responsabilidad); y otraes la que, rompiendo con la unidad conceptual de la obligacién, proclama la existencia aut6noma de la deuda y la responsabilidad, las cuales pueden, si, yuxtaponerse, pero también presentarse independientemente”.? Desde un punto de vista practico puede ser importante la diferencia conceptual de que se viene tratando, para explicar, por 8 Hewanpez Gi, ob. cit., pags. 66-67. ° HERNANDEZ G1, ob. cit., pag. 69. 8 René Ramos Pazos ejemplo, lanaturaleza de las obligaciones naturales. En ellas habria una deuda (deber), pero faltarfa el elemento responsabilidad, desde que el acreedor no podria obtener el cumplimiento coactivo de ese deber en el patrimonio del deudor. Esa explicacién podria resultar més razonable que la cldsica de entenderlas como obligaciones civiles imperfectas o desprovistas de accién. También podria aclarar la naturaleza de la fianza en que el fiador, no obstante no ser deudor, asumiria la responsabilidad por una deuda ajena. Esto Ultimo es mds discutible pues el fiador también es deudor si bien, no del mismo grado del deudor principal, como lo deja de manifies- to el articulo 2335 al definir la fianza sefialando que en ella “una o mas personas responden de una obligacién ajena, comprometién- dose para con el acreedor a cumplirla en todo o parte, si el deudor principal no la cumple”. 7.- Sujetos de la obligacién: acreedor y deudor. Los sujetos de toda obligacién son el acreedor y el deudor. El acreedor que es el titular del derecho personal o crédito en virtud del cual puede exigir del deudor una determinada prestacion. El deudor es quien debe dar, hacer o no hacer algo en favor del acreedor. En los contratos bilaterales aquellos en que las partes se obligan reciprocamente (articulo 1439)— ambas partes tendrdn el cardcter de acreedoras y deudoras, de sus respectivos derechos y obligaciones. : Los dos sujetos tienen que ser personas determinadas 0 a lo menos determinables. En doctrina se discute si es indispensable para el nacimiento del derecho y de lacorrelativa obligaci6n que el - sujeto exista con anterioridad. Hernandez Gil afirma que “laradical inesencialidad de los sujetos no es admisible, pues supondria, entre otras cosas, una total alteraci6n del sistema de los derechos subje- tivos, de su ordenacidn y proteccién”. Pero agrega que “es muy posible que en ciertas fases del desarrollo de la obligacién haya un Dé Las osticactones 9 sujeto no plenamente determinado”!”. Es lo que ocurre, nos parece, en las obligaciones proper rem, que luego estudiaremos. También podria ser el caso de la oferta del pago de una recompensa al que hallare una especie extraviada (articulo 632 inciso 2°), en que el acreedor va a ser la persona que acepte tal recompensa, si bien en este caso es discutible si la obligacién nace con la oferta o cuando €ésta es aceptada. Tanto el deudor como el acreedor pteden ser una 0 varias personas, desde que, de acuerdo al artfculo 1438, cada parte de un contrato puede ser una o muchas personas. Frente a la concepcién clasica que entiende la obligacién como una relacién de dos personas, acreedor y deudor, surgen doctrinas nuevas, que ven mas bien una relaci6n de patrimonios. Gaudement expresa “Originariamente es la persona la que debe a la persona; hoy es el patrimonio el que debe al patrimonio”. Y Polacco ensefia: “En las obligaciones, en vez de una voluntad vinculada a otra, existe un vinculo entre dos patrimonios, considerados como personalida- des abstractas”.!! 8.- Del objeto de la obligacién. El objeto de la obligacién es la prestaci6n a que se obliga el deudor. Consiste en un determinado comportamiento, positivo o negativo, que éste asume a favor del acreedor. Empleando el lenguaje del articulo 1438, es lo que el deudor debe dar, hacer o no hacer. En las obligaciones de dar y en las de entregar, la cosa que debe darse o entregarse se incorpora al objeto de la obligacion, de tal suerte que siel deudor nocumple, el acreedor va a perseguir justamente esacosa. Y esto es relevante, pues como dice un autor “importantes categorias de obligaciones como las especificas y las genéricas, las divisibles 19 Ob. cit. pag. 93. "Cit. por Fernando Furvo, ob. cit., pag. 31. 10 René Ramos Pazos e indivisibles, son en gran medida proyecci6n de la naturaleza de las cosas”.'? 9.- Caracteristicas de la prestacién. La prestacién debe reunir las siguientes caracteristicas: a) Debe ser fisica y juridicamente posible; b) Debe ser licita, c) Debe ser determinada o a lo menos determinable. Que sea posible quiere decir que se debe poder realizar. En caso contrario nos encontramos ante la imposibilidad de la prestacién, que puede ser absoluta, cuando la prestacién no puede cumplirse bajo ningun respecto, o relativa, cuando objetivamente no hay imposibilidad pero para el deudor no es realizable la prestacién. Que la prestacién sea licita significa que no debe estar prohibida por la ley ni sercontrariaa las buenas costumbres 0 al orden ptiblico (articulo 1461 inciso 3°). Que sea determinada, importa decir que la prestacién tiene que estar precisada, identificada, y que sea determinable significa que pueda llegar a definirse sin necesidad de un nuevo acuerdo de las partes (asi ocurre, por‘ejemplo, en las obligaciones alternativas, articulos 1499 y siguientes). El articulo 1461 refiriéndose a las obligaciones de dar (0 de entregar), nos dice que cuando lo que se debe es una cosa “la cantidad puede ser incierta con tal que el acto ocontrato fije reglas o contenga datos que sirvan para determinarla” (inciso 2°). 10.- Para que exista obligacién zdebe la prestacién tener conte- nido patrimonial (pecuniario)? Savigny y algunos juristas perte- 12 HerwAnpez Gu, ob. cit. pag. 102. Dé LAs OBLIGACIONES 1 necientes a la escuela histérica, asf lo entendieron. De esa forma, el derecho de las obligaciones venja a ser esencjalmente un derecho patrimonial. Asf ocurrfa también en el derecho romano, en que se consideraba de la esencia de la obligacién el que la prestacién tuviera un valor pecuniario 0 econémico. A partir de mediados del siglo 19, algunos autores —Scialoja, Castan, Ruggiero, Messineo, Puig Pefia, entre otros— comienzan a distinguir entre “la prestaci6n en sf” y “el interés del acreedor’”. La primera debe tener siempre un contenido patrimonial pues, en caso contrario, no se podria ejecutar la obligacién en el patrimonio del deudor; no asi el interés del acreedor que puede ser patrimonial, moral, humanitario, cientifico o artistico. Ruggiero es particular- mente claro: “Es indudable que nada impone la necesidad de un interés econdmico en el acreedor; puede tal interés ser de indole afectivo, moral, ideal, bastando que sea serio, licito y digno de proteccién juridica’”. Otracosaes que el objeto de la prestaci6n deba tener un contenido econémico, ser susceptible de una valoracién patrimonial. De otro modo no se daria la posibilidad de realizarse encaso de incumplimiento con el patrimonio del deudor, y vendrian incluidas en el concepto juridico de obligacién una serie de obliga- ciones que, aun contrayéndose diariamente en la vida social, ninguno piensa hacerlas valer mediante la coacci6n judicial”.!3 En términos muy parecidos, Hernandez Gil afirma que el Derecho de Obligaciones es eminentemente patrimonial pero “los intereses econdmicos aparecen a veces vinculados a otros que no lo sone, incluso, pueden presentarse en ocasiones intereses no propia- mente econdmicos como objeto de la relacién juridica obligacional” y agrega, “precisamente la superaci6n del plano del interés econd- mico marca una directriz en la evolucién del Derecho Civil. En el 3 Roberto pe RUGGIERO: Instituciones de Derecho Civil, T. Il, Vol. 1°, pag. 18, Editorial Reus, Madrid, 1944. 12 René Ramos Pazos Derecho Civil se proyecta la persona en su entera dimensién, y no s6lo las facetas econémicas de su actuacién”. Pone, como ejemplo, el Derecho del Trabajo sefialando que “en la relacién de trabajo tienen cabida y hasta primacia los intereses nitidamente personales, morales y sociales, como modo de proteger la dignidad humana del trabajador”!*. Da otros ejemplos: la indemnizacién del dafio moral; el derecho del arrendador a poner término al contrato cuando el arrendatario desarrolla en el local arrendado una actividad inmoral, peligrosa, insalubre o notoriamente inc6moda. Lacruz Berdejo estima que “si el Derecho tutela intereses extra- patrimoniales, y también en el campo de las obligaciones, en él, cuando tales intereses se resuelven en una prestaci6n de imposible valoracién econémica directa, tampoco podemos negarles la pro- teccién del ordenamiento”. Y, mds adelante agrega: “si negamos la validez de una obligacién por el hecho de faltarle contenido econdémico, limitamos arbitrariamente la autonomia de la voluntad y dejamos sin juridicidad un posible elenco de deberes extrapatri- moniales capaces de cumplimiento voluntario”.!> 14 HernAnpez Git, ob. cit., pag. 115. '5 José Luis Lacruz Berpeso: Elémentos de Derecho Civil, I, Derecho de Obliga- ciones, Libreria Bosch Barcelona, 1977, Vol. Primero, pag. 34. CapiTuLO SEGUNDO - FUENTES DE LAS OBLIGACIONES 11.- Concepto. Se han definido las fuentes de las obligaciones “como los hechos juridicos que dan nacimiento, modifican 0 extinguen las relaciones de derecho y las obligaciones” (Fernando Fueyo, Derecho Civil, T. 1V, De las Obligaciones, Vol. I, N° 15, pag. 42). En forma més escueta, Stitchkin nos dice que “se Ilaman fuentes de las obligaciones los hechos juridicos que les dan ori- gen.!¢ 12.- Clasificacién. El articulo 578 del Cédigo Civil al definir los derechos personales o créditos, hace una primera distincién, al expresar que éstos sélo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo 0 la sola disposicién de la ley, han contraido las obligaciones correlativas. De esta forma, las fuentes serfan: un hecho del deudor y la ley. Pero como el hecho del deudor cubre distintas hipétesis —a) que importe un acuerdo de voluntades, (contrato); b) que sea un hecho voluntario, licito, no convencional (cuasicontrato, articulo 2284); c) que constituya una conducta negligente que cause dajio a otro (cuasidelito civil, articulo 2284), o d) que se trate de un hecho 16 David STitcHkin BRANoveR: Derecho Civil, Edit. Universitaria S.A. T. I, Santiago, 1948, N° 19, pag. 13. 14 René Ramos Pazos. doloso que cause dafio a otro (delito civil, articulo 2284)-, el articulo 1437 ha precisado que “Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos 0 mas personas, como en los contratos 0 convenciones; ya de un hecho voluntario de la persona que se obliga, como en la aceptacién de una herencia 0 legado y en todos los cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o dafio a otra persona, como en los delitos 0 cuasidelitos; ya por disposicidn de la ley, como entre los padres e hijos de familia”. En resumen, para nuestro cédigo civil, las fuentes de las obligaciones son: a) Elcontrato, b) El cuasicontrato; c) El delito; d) El cuasidelito, y e) Laley. Cabe agregar que ya el Digesto sefialaba como las fuentes de las obligaciones a los contratos, cuasicontratos, delitos y cuasidelitos. Posteriormente, los glosadores afiadieron una quinta categoria: laley. Esta clasificaci6n de las fuentes ha Ilegado a ser clasica. Sin embargo, es objeto de fuertes criticas. 13.- Criticas a la clasificacién anterior. Son varias las observa- ciones que se hacen ala clasificaci6n recién sefialada. Por una parte, la noci6n de cuasicontrato tiene detractores, pues o hay acuerdo de voluntades y en ese caso hay contrato, ono lo hay y, en tal supuesto, la obligaci6n s6lo puede tener su origen en la ley. Segtin una opinién muy generalizada, slo la voluntad y la ley pueden generar obligaciones. En los cuasicontratos, los delitos 0 cuasidelitos, las obligaciones nacen porque asf lo establece la ley. DE LAS OBLIGACIONES 15 Sin embargo, siguiendo la misma ldégica, habria que concluir que también en el caso de los contratos, éstos generarian obligaciones porque asi lo establece la ley, con lo que las fuentes quedarian reducidas exclusivamente a esta tiltima.!” 14.- La voluntad unilateral como fuente de la obligacién. A mediados del siglo 19 surgié en la doctrina alemana (Kuntze y Siegel), la idea de que una persona pudiera resultar obligada por su sola manifestacién de voluntad. Siegel lleva las cosas al extremo de sostener que “la voluntad unilateral es la fuente unica de todas las obligaciones creadas por los particulares. Hasta el contrato, segtin él, se disociaria en dos actos distintos, y cada parte se obligaria por un acto Gnico de su sola voluntad.!® Conviene precisar lo que se entiende por voluntad unilateral como fuente de la obligacién. En opinién de Lacruz Berdejo “es la que contrae un sujeto mediante su mera manifestaci6én de querer obligarse” y este autor hace presente que “no debe confundirse, por tanto, con las obligaciones que nacen de otras actuaciones persona- les y voluntarias, no dirigidas exclusivamente a la creacién de una deuda, como la del gestor o la de quien causa dajfio culpable a otro. Nitampoco con los actos unilaterales encaminados a la conclusién de un contrato, como la oferta: la proposicién puede vincular al oferente a mantenerla un plazo razonable, pero él, al formularla, no piensa en esa vinculaci6n transitoria, sino en llegar al acuerdo contractual del que nacer4n las obligaciones realmente queridas. En la oferta, la aceptacion por el acreedor crea una deuda inexistente, y noretrotrae sus efectos al dia de la declaracién unilateral; mientras una verdadera obligaci6n contraida por mera declaraci6n unilateral 17 Guillermo Bova, Tratado de Derecho Civil, Obligaciones I, Editorial Perrot, Buenos Aires, cuarta edicidn, N° 13, pags. 22-23. 8 Cit, por De Disco, ob. cit., pag. 87. 16 René Ramos Pazos vincula desde el primer momento al declarante sin necesidad de aceptaci6n, y correlativamente se inserta desde entonces, como un valor activo, en el patrimonio del acreedor...”.!9 Los autores franceses se resistieron en un comienzo a aceptar que la manifestaci6n unilateral de voluntad pudiera ser fuente de las. obligaciones, pues estimaban indispensable un acuerdo de volun- tades pero, finalmente, terminaron aceptando la innovacién, en raz6n de que en los textos positivos se encuentran casos de obliga- ciones generadas por la sola voluntad del deudor”°. Asif ocurre, entre nosotros, con los articulos 632 inciso 2° del Cédigo Civil (promesa de recompensaal que denuncie el hallazgo de una especie al parecer perdida); y con el articulo 99 del Cédigo de Comercio (caso del oferente que se obliga ano disponer de la cosa sino pasado cierto tiempo o de desechada la oferta). Los autores destacan la paradoja que significa que la fuerza vinculante de voluntad unila- teral no coincida con el apogeo del dogma de la autonomfa de la voluntad. Es —dice Hernandez Gil- “un logro posterior que se abre paso en el periodo de rectificacién y crisis del dogma de la autonomia, el cual, partiendo, claro es, del poder de la voluntad, hacfa recaer su eficacia juridica no tanto en ella misma cuanto en el pacto libremente concertado”*!. Explica este autor, que “la tesis se ha instaurado, no sobre bases psicoldgicas de signo voluntarista, sino a virtud principalmente de consideraciones sociolégicas y sistematicas, seguridad juridica; respeto a la buena fe”.?* Si bien se puede admitir que la voluntad unilateral sea fuente de obligaciones, debe entenderse naturalmente que “esa obligacién ' Lacruz BeRpEso, ob. cit., pag. 75. 29 Borba, ob. cit. N° 216, pags. 25 a 29. 2! Hen Anvez GiL, ob. cit. N° 84, pags. 246 y siguientes. ® Sobre este punto puede verse: HERNANDEZ Git, ob. cit. N° 84, pags. 246 y siguientes; Borpa, ob. cit. N° 16, pags. 25 y siguientes Fernando Furvo, ob. cit., N°27, pags. 53 y siguientes, David Strrcikin, ob. cit., N° 40, pags. 24 y siguientes. DE LAS OBLIGACIONES 17 llegard a ser eficaz cuando alguien adquiera la calidad de acreedor, para lo cual sera necesaria también su voluntad, desde que nadie puede adquirir derechos contra y, ni siquiera, sin su voluntad”. Este autor agrega que “puede observarse que si la obligacidn nacié, es porque ha nacido también el correlativo derecho, porque no se concibe una obligacién sin el derecho correspondiente (lo que sdlo falta es el sujeto acreedor)”**. Coloquemos un ejemplo: si yo ofrezco una recompensa de $ 50.000, a quien encuentre mi perro extraviado, nace mi obligaci6n de pagar esa suma a la persona que, cumpliendo la condicién, se presente a cobrarla. Esa obligacién supone la existencia de un acreedor, que yo desconozco, pero que existe y que s6lo se va a determinar cuando se presente a cobrar la recompensa. En algunos cédigos se reconoce valor vinculante a la promesa unilateral. Asi ocurre con los cédigos aleman (657 y siguientes y 793); Cédigo Suizo de las Obligaciones (articulos 8° y 846 y siguientes), brasilefio de 1919 (articulos 1056 y siguientes) mexi- cano de 1928 (articulos 1860 y siguientes); italiano de 1942 (articulos 1987 y siguientes). En cambio el cddigo portugués sienta el principio de que la promesa unilateral de una prestacién sdélo obliga en los casos previstos en la ley?> En el mismo sentido del cédigo portugués, el peruano de 1984, articulo 1956: “Por la promesa unilateral el promitente queda obligado por su sola decla- racién de voluntad, a cumplir una determinada prestacién en favor de otra persona” (inciso 1°) y en seguida en el articulo siguiente expresa “La promesa unilateral sdlo obliga a la prestacién prome- 2 Daniel PENaILILo AREvALO, Obligaciones, Teoria General y Clasificaciones, Editorial Juridica de Chile, 2003, pag. 130. Ver también del mismo autor: “Ladeclaracién Unilateral de Voluntad, como fuente de obligaciones”, Revista de Derecho y Jurispru- dencia, T. 96, Primera parte, pag. 91. 2 PeRarLiLto, ob. cit., pég. 130. 25 Cit. por CastAn ToneNas: Derecho Civil Espafiol, Comuin y Foral, Tomo Tercero, Derecho de Obligaciones, duodécima edicin, Edit. Reus S.A., Madrid, 1978, pag. 90. 18 René Ramos Pazos tida en los casos previstos por la ley 0 por acuerdo previo entre las partes interesadas”. Castan Tobefias, después de un cuidadoso estudio de las dife- rentes opiniones, concluye “que la doctrina de la declaracién unilateral de voluntad cuenta cada dia con mayor nimero de partidarios”?6, Mas adelante y al analizarel problemaen el Derecho espafiol afirma que “la posicién dominante —en el Derecho espa- fiol— parece rechazar, en tesis general, la fuerza obligatoria de la voluntad unilateral; pero la admite excepcionalmente y piensa que, entre los varios casos que se citan y que, por locomin, admiten otras explicaciones, los mas probables ¢ importantes, por ser constantes en la practica, son los de promesas ptiblicas de recompensa y concurso con premio”.27 15.- En Chile, se acepta la voluntad unilateral como fuente de las obligaciones? La idea dominante es que el Cédigo Civil -salvo la situaci6n excepcional del articulo 632 inciso 2° no acepta la voluntad unilateral, como fuente de obligaciones. Se fundamenta esta opinion en el hecho que Bello siguié la doctrina de Pothier recogida en el Cédigo de Napole6n, quien manifesté con claridad su pensamiento: “No puedo por mi promesa conceder a alguno un derecho contra mi persona hasta que su voluntad concurra para adquirirlo por la aceptacién que haga de mi promesa”. Sin embargo hay quienes piensan de manera distinta. Asf, por ejemplo Enrique Rodriguez R.”8, en su Memoria de Prueba afirma 26 Castan, ob. cit., pag. 90. 27 CastAn Tosenas: Derecho Civil Espatiol, Comin y Foral, Tomo Tercero, Derecho de Obligaciones, duodécima edicién, Reus S.A. Madrid, 1978, pags. 93-94. 28 Enrique Ropricvez R.: “El contrato Unilateral de promesa y la Promesa como. declaracién unilateral de voluntad”, Memoria de Prueba, 1958, N°35, pag. 49, citado en Repertorio Legislacién y Jurisprudencia Chilenas, Cédigo Civil, T. V, edicién 1997. Daniel Pefiailillo también acepta esta fuente. DE LAS OBLIGACIONES 19 “que el articulo 1437 del Cédigo de Bello no dice que los tinicos hechos voluntarios de la persona que se obliga son los cuasicontratos y laaceptaci6n de una herencia o legado, sino que expresa que tales actos son especies del hecho voluntario de la persona que se obliga y del cual pueden nacer obligaciones. La palabra “como” (empleada en ese articulo) equivale a “por ejemplo”; luego, la declaracién unilateral de voluntad podria tener cabida en esa disposicién, puesto que aquélla es precisamente un hecho voluntario de la persona que se obliga. Y nétese, todavia, que algunos autores (Colin y Capitant) dan como una de las hipétesis de obligacién unilateral el ejemplo que pone nuestro Cédigo de la aceptacién de una herencia: habria obligaci6n unilateral en la medida que el heredero, por el hecho de esta aceptacién llega a ser deudor pasivo de la sucesién”. Daniel Pefiailillo también acepta esta fuente, afirmando que el debate debe trasladarse a la amplitud del principio. La jurisprudencia nacional en forma reiterada ha sostenido que no hay mas fuentes de obligaciones que las que indica el articulo 1437. No obstante, hay fallos relativamente recientes que aceptan que la sola voluntad del deudor pueda ser fuente de obligaciones. Asi, se ha fallado que “el documento negociable como titulo de crédito llamado pagaré es un acto juridico en que una persona, por su sola voluntad y sin someterse a condicién, se reconoce deudora de otra por un monto determinado o determinable de dinero. La obligacién, la deuda, surge desde el momento en que se formula una declaracién documental en dicho sentido, sin que sea necesa- ria —para su validez— la aceptacién del beneficiario, ni que se exprese la razén 0 motivo que indujo a suscribir tal titulo de la obligacién”?°. Otro fallo habfa sostenido que “hay actos unilatera- 2 PENAILILLO, ob. cit., pag. 136. § Revista de Derecho y Jurisprudencia, T. 85, sec. 1*, pag. 104. 20 René Ravos Pazos les que no son delitos, cuasidelitos ni cuasicontratos y que obligan 99 31 a quien los ejecuta”. 16.- Otras fuentes doctrinarias. Se sefiala por algunos autores, que también se pueden considerar como fuentes de las obligacio- nes, al enriquecimiento sin causa, la protecci6n de la apariencia, el respeto a la buena fe, etc. No lo pensamos asi, creemos que se trata tinicamente de principios orientadores de la legislacién. En esos casos la fuente es la ley. Asi, por ejemplo, el repudio al enriqueci- miento sirve de fundamento a instituciones como las recompensas en la sociedad conyugal (artfculos 1725 N°s. 3 y 4, 1734, 1740), o ala obligacién de restituir lo no debido (articulo 2300). Otros casos los encontramos en los articulos 668, 669, 907, 908, 909, 910, etc. El respeto a la buena fe sirve de sustento a disposiciones como los articulos 122, 1546, 1576, 2301, 2302, 2303, etc. EI respeto a la apariencia es el fundamento del error comtn e inspira varias disposiciones (310, 312, 313, 1490, 1491, 1576 inciso 2°, 1739, 2173, etc.). 31 Revista de Derecho y Jurisprudencia, T. 68, sec. 1*, pég. 217. Sobre la materia recomendamos ver notas a las sentencias recién citadas en Repertorio de Legislaci6n y Surisprudencia Chilenas, T. V, edicién 1997, pags. 14-15. CapiruLo TERCERO CLASIFICACION DE LAS OBLIGACIONES PArRaro I DIVERSAS CLASIFICACIONES 17.- Clasificacién de las obligaciones. Las obligaciones admiten diferentes clasificaciones: 1. Atendiendo a su eficacia: obligaciones civiles y naturales. 2. Atendiendo al objeto o prestacién: a) Segtin la forma: positivas y negativas; b) Segtin la determinacién del objeto: de especie o cuerpo cierto y de género; c) Segtinel contenido de la prestacién: de dar (entregar), de hacer y no hacer; d) Obligaciones de dinero y obligaciones de valor. e) Segtin el ntimero de cosas que integran la prestacién: de objeto singular y de objeto plural (de simple objeto miiltiple, alternativas y facultativas). 3. Atendiendo al sujeto: a) De unidad de sujetos; b) De pluralidad de sujetos (simplemente conjuntas o man- comunadas, solidarias e indivisibles). 4. Atendiendo a la forma de existir: 22 René Ramos Pazos a) Principales. b) Accesorias. 5. Atendiendo a sus efectos: a) Puras y simples; b) Sujetas a modalidad; c) De ejecucién instantanea, y d) De tracto sucesivo. PArraro IT Nuevas CaTEGOR{AS DE OBLIGACIONES Aparte de las clasificaciones anteriores, ya tradicionales, la doctrina moderna ha ido elaborando nuevas categorias: obligacio- nes de medio y de resultado; obligaciones reales, ambulatorias 0 propter rem; obligaciones causadas y obligaciones abstractas. Es- tudiemos primero estas nuevas categorias en los puntos siguientes. 18.- Obligaciones de medio y de resultado. Es una clasificacién doctrinaria relativamente nueva, formulada por Demogue, que posteriormente han enriquecido otros autores como Frossard, Tunc, Mengoni.? Segtin los que formulan esta clasificacién, las obligaciones de hacer pueden ser de dos clases: de medio y de resultado. Son de medio aquellas en que el deudor se compromete tinicamente ahacer todo lo posible y necesario, poniendo para ello la suficiente diligen- cia, para alcanzar un resultado determinado; en cambio, son obliga- ciones de resultado aquellas otras en que el deudor para cumplir debe alcanzar el resultado propuesto. Asi, por ejemplo, la obliga- cin de un abogado o de un médico, etc., son obligaciones de medio, 32 PERAILILLO, ob. cit., pag. 222 DE LAs OBLIGACIONES 23 pues ellos slo estan obligados a realizar una determinada actividad profesional, no a ganar el pleito nia sanar el enfermo. Es obligaci6n de resultado, en cambio, la que contrae el contratista que se obliga a construir una casa. Pefiailillo sefiala que “se entiende por obligacién de medio aquella cuya prestaci6n consiste en el despliegue de una actividad del deudor dirigida a proporcionar cierto objeto, interés 0 resultado al acreedor”, agregando que en “la obligacién de medio es una actividad o cierto comportamiento lo que constituye la sustancia de la prestacién. El resultado no esta in obligatione, no forma parte directa de la prestacién...”; y por obligaciones de resultado “aque- Ila en la cual el deudor se obliga a proporcionar, en forma directae inmediata, la satisfacci6n de un interés del acreedor, mediante la obtencién de un resultado, el cual integra la prestacién”.*? La distincién cobra importancia para saber cudndo la obliga- ci6n se va a entender cumplida o incumplida. “La de resultado esta incumplida cuando el deudor no ha proporcionado al acreedor el resultado al que se comprometi6”. En cambio, en la de resultado el deudor Ja incumple cuando no acttia con la diligencia debida. El problema es precisar cudl es el comportamiento debido, y a quién incumbe la prueba debe el acreedor probar que el deudor fue negligente? o, por el contrario, {es el deudor el que debe probar que no fue negligente?**. Seguin este autor, tanto en las obligaciones de medio como en las de resultado, corresponde al deudor probar el cumplimiento. Sin embargo, el contenido de la prueba en ambos casos es distinto: en las de medio sdlo se debe probar que se actué con diligencia (y con ello queda liberado de responsabilidad porque cumpli6), en cambio, en las de resultado, es dudoso que la sola ausencia de culpa libere al deudor. 33 PENAILILLO, ob. cit + PENAILILLO, ob. pags, 222-223 pags, 227-228, 24 - René Ramos Pazos Nuestro Cédigo Civil, al igual que la mayoria de los cédigos civiles, no contempla esta distincién. Lo hace en cambio, el Codigo Civil de Etiopia de 1960 que en el articulo 1712 expresa: “En las obligaciones de hacer, los contratantes pueden obligarse sea a procurar a su co-contratante una ventaja determinada, sea sdlo a realizar lo posible para proporcionarla”.*° La Corte de Apelaciones de Santiago en sentencia de 31 de enero de 2002, rechaz6 la distincidn entre obligaciones de medio y de resultado, sefialando que “es desconocida en el Cédigo Civil y tampoco la acepta la doctrina (Alessandri y Abeliuk) por cuanto la disposicion del articulo 1547 del Cédigo Civil presume la culpa contractual sin hacer diferencias...”.* Alejandro Garcfa Gonzalez acepta esta clasificacién y concluye: “J. Que a las obligaciones de medios y de resultado se aplican las mismas normas de la carga de la prueba, cuyos principios se extraen del articulo 1698”. “2. Que la presuncién de culpa establecida en el articulo 1547 del C.C. no es ningtin obstaculo para el reconocimiento de la distinci6n, porque el presupuesto normativo para su aplicacién es la existencia del incumplimiento, que en caso del cumplimiento imperfecto de las obligaciones de me- dios, se identifica con la culpa”. “3. Que la prueba del incumplimiento de una obligacién siem- pre corresponde al acreedor que demanda indemnizacién de perjuicios, cualquiera sea laclase de obligacién y cualquiera sea el tipo de infraccién”; “4. La prueba del imperfecto cumplimiento en una obligacién de medios no escapa a esta regla general y, debido a ello, es 35 Cit. por Antonio Vopanovic, ob. cit., pags. 135-136. 6 Revista de Derecho y Jurisprudencia, T. 99, sec. 2%, pag. 9. DE LAS OBLIGACIONES 2 que corresponde al acreedor que pretende el cumplimiento por equivalencia, acreditar la culpa del deudor, como forma especifica de una infraccién de medios”. “5. La prueba de la diligencia sdloes relevante en las obligacio- nes de medio como prueba de pago, y no como causal de exoneraci6n de responsabilidad”.27 19.- Obligaciones reales, propter rem o ambulatorias. Daniel Peiiailillo define a estas obligaciones como aquellas “en la cual el sujeto pasivo lo es como consecuencia de ser titular de un derecho real ode la posesidn de unacosa. Asi, sise cambiaese titular cambia el deudor; ahora ser4 deudor el nuevo titular (por lo que también se le suele llamar “de sujeto pasivo ambulatorio”). Ese cambio se produce de pleno derecho automdticamente, sin necesidad de estipulacién o declaracién alguna’, Estas obligaciones se carac- terizan porque la persona del deudor queda determinada por su calidad de duefio, poseedor o titular-de un derecho real sobre una cosa, de manera que la obligaci6n se traspasa junto con ellao con el derecho real en que incide. Un ejemplo de este tipo de obligacio- nes lo encontramos en el articulo 4° inciso 4° de la Ley N° 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria (Diario Oficial del 16 de diciem- bre de 1997): “la obligacién del propietario de una unidad por los gastos comunes seguir4 siempre al dominio de su unidad, aun respecto de los devengados antes de su adquisicién....”. Una situa- ci6n andloga se halla en el Cédigo de Aguas, que hace responsable al titular de un derecho de aprovechamiento de aguas, de las cuotas para gastos de contribucién en favor de las Comunidades de Agua 37 Alejandro Gaxcta GonzALez: Responsabilidad Civil Contractual. Obligaciones de Medios y de Resultado, Edit. ConoSur, 2002, pags. 125-126. 38 Daniel PeNai.1..o, Obligaciones. Teoria General y Clasificaciones. La resolucion por incumplimiento, Editorial Juridica de Chile, 2003, pég. 20. 26 René Ramos Pazos o de las Asociaciones de Canalistas, aun de las devengadas con anterioridad a su adquisicién (articulo 214 inciso 2°). Creemos Util consignar que la obligacién compete no sdlo al propietario, sino también al poseedor de lacosao de un derecho real limitado sobre ella. La calidad de mero tenedor no es bastante para imponer este tipo de obligaciones*®. Tres observaciones nos parecen de interés: a) la primera, que la obligacién propter rem, como toda obligacién, se puede hacer efectiva no sélo en la cosa que la motiva, sino en todo el patrimonio del deudor; b) que el-deudor puede liberarse abandonando o renunciando la cosa, siempre que ello lo haga antes del incumpli- miento; y c) que, aunque se ha discutido, por la relacion que tienen con los derechos reales, no pueden ser creadas por las partes, siendo su unica fuente la ley. 20.- Obligaciones causales y abstractas o formales. Toda obliga- cién debe tener una causa real y lfcita aunque no es necesario expresarla (articulo 1467). De manera que no se piense que sdlo tienen causa las primeras. Lo que ocurre es que en las obligaciones abstractas o formales, se produce una separacién entre la relaci6n subyacente y la obligacién. Asi cuando una persona suscribe un pagaré o acepta una letra de cambio, la obligacién de pagar las cantidades que en esos documentos se indica, tienen una causa, que no aparece en el mismo, y que provienen de un contrato diferente (mutuo, por ejemplo). Pues bien, con el objeto de que esa letra o pagaré (o documento de crédito de que se trate), pueda circular, se hacreado esta categoria de documentos abstractos, en que el deudor no puede oponer al tercero la excepcién de falta de causa. Asi lo consigna entre nosotros, el articulo 28 de la ley N° 18.092: “La persona demandada en virtud de una letra de cambio no puede % PrNAMLILLO, ob. cit., ig. 205. DE LAS OBLIGACIONES: a7 oponer al demandante excepciones fundadas en relaciones perso- nales con anteriores portadores de la letra”. PA&rraro IIT OBLIGACIONES CIVILES ¥ NATURALES 21.- Concepto, definiciones. E] Cédigo Civil en el articulo 1470 formula esta clasificacién, definiendo cada una de ellas: Obligaciones civiles son aquellas que dan acci6n para exigir su cumplimiento (articulo 1470 inciso 2°). Aunque no lo dice la definicién, la obligacién civil también otorga excepcién para retener lo que se ha dado o pagado en virtud de ella. Obligaciones naturales (o imperfectas) son “las que no confie- ren derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razén de ellas” (articulo 1470 inciso 3°). 22.- Origen y fundamento de las obligaciones naturales. E! origen de las obligaciones naturales lo encontramos en Roma. Alli fueron creadas para moderar los efectos del sistema del jus civile que negaba la capacidad de obligarse civilmente a los esclavos y a las personas sujetas a patria potestad y que desconocia la fuerza obligatoria a los simples pactos, es decir, a las convenciones en que no se observaban las formas rigidas establecidas por la ley para la contratacién. El derecho honorario acept6 que aquellas personas fueran capaces de contraer obligaciones, pero de menor eficacia Juridica, por cuanto no tenfan accién para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas, permitian retener lo que se habia dado o pagado en virtud de ellas. Las legislaciones modernas han conservado la instituci6n, pero su fundamento actual es eminentemente ético. Como dice un autor 28 René Ramos Pazos “de la instituci6n romana queda hoy su estructura técnica, quizé no muy perfecta, peroel contenido ha variadoconsiderablemente y seria un error no reconocer este hecho”°, La mayor parte de los c6digos actuales las aceptan: Cédigo Civil alemén, articulo 814, Suizo de las Obligaciones, articulo 63; Cédigo Civil francés, articulo 1235, italiano, articulo 2034; brasilefio, articulo 970, argentino articulos 515 y siguientes; colombiano articulos 1527 y siguientes, etc. 23.- Naturaleza de la obligacién natural. En doctrina, se discute cual es realmente la naturaleza de la obligacién natural. Hay diversas opiniones. Para algunos es una obligaci6n no juridica, sino moral o de conciencia, 0 social, etc., que sdlo produce un efecto juridico: que no se puede repetir lo pagado. Para otros, la obligaci6n natural s6lo se convierte en juridicacon el pago. Finalmente, algunos como Albaladejo, estiman que “la obliga- cidn natural, aparte de que desde un punto de vista no juridico pueda sercalificada de “deber” o de “obligacién”, juridicamente noes una obligacién, no es un vinculo juridico entre dos personas (deudor y acreedor), ni antes ni después del pago. Juridicamente es un hecho que justifica la atribucién patrimonial que se hizo al acreedor, es decir, es s6lo una justa causa de tal atribucidn (entregao pago). “Asi pues —contintia este autor—justificada la atribuci6n, juridicamente no procede la repeticién (devolucién) de lo dado. Pero este efecto juridico que es la irrepetibilidad, no es un efecto que, juridicamente hablando, proceda del cumplimiento de una obligacién (no procede ex obligatione), sino que procede de encontrarse justificada la entrega por otra raz6n que el Ordenamiento considera suficiente...”. Y termina: “Y el ordenamiento considera justa causa de la atribu- 4% Guillermo Ospina FerxAnpez: Régimen Legal de las Obligaciones, Edit. Temis S.A. Bogot, 1994, N? 299 y ss., pags. 201-202. DE Las OBLIGACIONES 29 cién la denominada obligacién natural, por el hecho de que si se permitiese al que pag6 pedir la devolucién (que es lo que habria que hacer, de no considerar justificada la entrega), se protegerfa un acto inmoral consistente en deshacer lo que se habia realizado por considerarlo moralmente necesario”. Para nosotros las obligaciones naturales son obligaciones, por cuanto constituyen un vinculo juridico entre personas determina- das que produce efectos juridicos (retener lo dado o pagado en su virtud). No son simples deberes morales. Quien cumple una obli- gaci6n natural esté pagando lo que debe. En cambio, quien cumple un deber moral esté realizando una liberalidad. 24.- Las obligaciones naturales en el Derecho chileno. Esta materia est4 reglamentada en el Titulo III del Libro IV, articulos 1470 al 1472 inclusive. La primera de estas normas, después de definirlas en el inciso 3°, las enumera en el inciso 4°, sefialando: “Tales son: 1° Las contrafdas por personas que teniendo suficiente juicio y discernimiento son, sin embargo, incapaces de obligarse segiin las leyes, como los menores adultos; 2° Las obligaciones civiles extinguidas por la prescripcién; 3° Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto por un testamento que no se ha otorgado en la forma debida, 4° Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba”. 25.- Las obligaciones naturales {son taxativas en Chile? Sejia- lemos de inmediato que siendo las obligaciones naturales excepcio- nales, no hay mas que las que la ley contempla. Significa lo 30 René Ramos Pazos anterior que no hay mas obligaciones naturales que las que indica el articulo 1470? Claro Solar estima que el articulo 1470 es taxativo. Da varias razones: a) Queel articulo antes de hacer laenumeraciénempleala frase “tales son”, frase que importa taxatividad, significa lo mismo que “estas son”, o la expresiOn “a saber”; b) Elpensamiento del autor del cddigo es claro en el sentido de determinar y sefialar las obligaciones que calificaba como naturales, y c) EJ articulo 2296 hace una referencia a las obligaciones naturales menciondndolas como las “enumeradas en el artfculo 1470”, demostrando con ello que no hay otras.! En general se ha impuesto la tesis de que la enumeracién del articulo 1470 no es taxativa Asf Vodanovic,* ob: 38); Hugo Tapia Arqueros*?; David Stitchkin*; Fernando Fueyo.*® Por nuestra parte, pensamos que el articulo 1470 no es taxativo, por los siguientes motivos: a) EI articulo 1470 las define, por lo que siempre que nos encontremos frente a una situacién que corresponda a esa definicién estaremos ante una obligacién natural, y 41 Luis Caro Sotar: “Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado”, T. X, Editorial Juridica de Chile, N° 24, pags. 38-39. ® Antonio Vopanovic, ob. cit., pag. 38. *3 Hugo Tapia Arqueros, “De las Obligaciones Naturales”, Memoria, Universidad de Concepeién, 1941, N° 167, pags. 134-135. “4 StircKin, ob. cit. N° 74, pags. 48-49. 45 Fernando Furvo, Derecho Civil, T. IV, “De las Obligaciones”, Vol. 1, Ediciones Roberts y Cia, Ltda., Santiago, 1959, N° 49, pag. 73 DE LAS OBLIGACIONES: 34 b) Porque la expresién “tales son” no significa taxatividad, sino ejemplificacién. Si bien la mayorfa de la doctrina esté de acuerdo en que el articulo 1470 noes taxativo, no hay unanimidad sobre cuales serian los otros casos de obligaciones naturales no comprendidos en el articulo 1470. Se mencionan varios: a) b) °) La multa en los esponsales (articulo 99). Si celebrado el contrato de esponsales se ha estipulado multa parael caso de que uno de los esposos no lo cumpla, no podré reclamarse la multa “pero si se hubiere pagado... no podra pedirse su devolucién” (inciso 2°). La mayor parte de la doctrina (Stitchkin, Abeliuk, Alessandri, Somarriva, Claro Solar), es de opinién que éste no es un caso de obligacién natural. Ello porque, en conformidad al articulo 98 del Cédigo Civil, “los esponsales no producen obligaci6n alguna ante la ley civil”. En cambio, Fueyo opina que en este caso hay obligacién natural.4© Lo dado por un objeto 0 causa ilicita a sabiendas. Ello, por cuanto elarticulo 1468 sefiala que “no podré repetirse lo que se haya dado o pagado por un objeto o causa ilicita a sabiendas”. No parece haber en este caso una obligacién natural. Se trata simplemente de una sanci6n para un acto ilfcito, que se funda en el principio de que nadie puede alegar su propio dolo; Situacidn del deudor que paga mas all4 de lo que debe por gozar del Beneficio de Inventario (1247) 0 del Beneficio de Competencia (1625). En ambos casos el deudor tiene limi- 4 Fuevo: Derecho Civil, T. IV, Vol. 1, De las Obligaciones, N° 49, pag. 74. 32 d) e René Ramos Pazos tada su responsabilidad. Sin embargo, si paga mds alla de ese limite, no tiene derecho a obtener devolucidén de lo indebidamente pagado. En general, la doctrina opina que en estos casos no hay obligacién natural sino renuncia al respectivo beneficio, por lo que si el deudor paga esta pagando una obligacién civil 4”; David Stitchkin.*® Pago de intereses no estipulados (articulos 2208 y articulo 15 de la Ley N° 18.010, sobre Operaciones de Crédito de Dinero). Nos parece que en este caso tampoco hay obliga- cién natural. Lo que ocurre es que en conformidad al articulo 12 de laley N° 18.010, la gratuidad no se presume, por lo que si no se ha convenido intereses y éstos se pagan se esta pagando una obligacién civil. Tanto es asf que si el deudor no los pagare podria el acreedor demandarlos, ya que el préstamo se presume oneroso; Pago de una deuda de juego o apuesta en que predomina la inteligencia: “el juego y la apuesta no producen accién, sino solamente excepcién” (articulo 2260 inciso 1°). “El que gana no puede exigir el pago” (inciso 2°). Es importante tener presente que el juego y la apuesta puede ser de tres clases: 1) de azar (en que si se paga hay objeto ilicito, articulo 2259 en relaci6n con el articulo 1466); 2) juegos y apuestas en que predomina la destreza fisica, que generan obligaciones civiles (articulo 2263); y 3) juegos y apuestas en que predomina la inteligencia, que corresponde al caso que estamos tratando. Segtin Stitchkin aqui nos encontra- mos frente a una auténtica obligacion natural.*? 47 René Apettuk, Las Obligaciones, Editorial Juridica de Chile, 1993, T. I, N° 331, pag. 274. 48 David Stircukin, ob. cit., T. I, N°s. 107.108, pags. 73-74. 4° David StIcHKIN, ob. cit., N° 110, pags. 76-77. DE LAs OBLIGACIONES 33 26.- Obligaciones naturales contempladas en el articulo 1470. Dentro de esta disposicién se establecen dos tipos de obligaciones naturales: a) Obligaciones nulas y rescindibles (artfculo 1470 N°s. 1 y 3). b) Obligaciones naturales que provienen de obligaciones civiles degeneradas o desvirtuadas (articulo 1470 N°s. 2 y 4). 27.- Obligaciones naturales provenientes de obligaciones civi- les nulas o rescindibles. Dentro de este grupo se comprenden los casos contemplados en los N°s. | y 3 del articulo 1470. La primera de estas disposiciones sefiala que son obligaciones naturales: “Las contraidas por personas que teniendo suficiente juicio y discerni- miento, son, sin embargo, incapaces de obligarse segiin las leyes, como los menores adultos”; y la segunda, que lo son también “Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que produzcan efectos civiles, como la de pagar un legado, impuesto por un testamento que no se ha otorgado en la forma debida”. 28.- Caso del articulo 1470 N° 1. Respecto de esta causal 1°, cabe seflalar que esta referida a los incapaces relativos, jamas a los absolutos porque estos tiltimos no tienen suficiente juicio y discer- nimiento y ademas porque de acuerdo al articulo 1447 inciso 2° “sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caucién”. Los incapaces relativos hoy dia son los menores adultos y los disipadores bajo interdiccién de administrar lo suyo (articulo 1447 inciso 3°). Pues bien, 4a qué incapaces relativos se refiere el articulo 1470 N° 1? Respecto de los menores adultos no hay dudas que quedan comprendidos. El caso controvertido es el de los 34 René Ramos Pazos disipadores. En efecto, Vodanovic™; Abeliuk >!; Hugo Tapia A? y Arturo Alessandri*3 creen que no se les aplica la norma porque estan interdictos justamente por no tener suficiente juicio y discer- nimiento. Opinién contraria sustentan Claro Solar ** y Stitchkin. Para este ultimo el disipador no es un enajenado mental sino un individuo que administra sus bienes en forma imprudente. Por ello tiene suficiente juicio y discernimiento y le es aplicable la norma. El problema es que el articulo 1470 menciona a los menores adultos a modo de ejemplo, y como hoy dia —después de la ley N° 18.802- no hay més relativamente incapaces que los menores adultos y los disipadores en interdicci6n de administrar lo suyo, si eliminamos de la norma a estos tltimos, la referencia, que a modo de ejemplo hace el articulo 1470 N° 1, pasa a ser taxativa. Sobre esta causal primera, cabe sefialar que si la obligacién es nula por otras razones: error, fuerza, dolo, etc. no hay obligacién natural, sino una obligacién civil nula, por lo que declarada la nulidad deberd restituirse lo dado o pagado en virtud de ella, de acuerdo a las reglas generales (articulo 1687). {Desde cuando la obligacién es natural? ;Desde que nace 0 desde que se declara la nulidad? Algunos® (Alessandri); Fueyo™; Stitchkin*’, sostienen que solo hay obligacién natural desde que se declara la nulidad, pues antes la obligacién es valida y produce todos sus efectos. Otros, Abeliuk**; Claro Solar®?; Vodanovic™ y 50 Vonanovic, ob. cit., pag. 40. 51 Apeiux, ob. y tomo cit., N° 320, pags. 267-268. % Hugo Tapia, ob. cit, N° 144, pags. 116-117 53 Arturo ALESsANDRI: Teoria de las Obligaciones, 3* edici6n, 1939. 54 Cao Soar, ob. cit., T. X N° 30, pags. 45 y siguientes 35 Arturo ALESSANDRI, ob. cit., pag. 40. 55 Furvo, ob. cit., T. 4°, De las Obligaciones, Vol. 1, N° 44, pag. 70. 57 Sricuxin, ob. cit., T. L, N° 95, pag. 6. 58 AppLIuK, ob. cit., T. I, N° 321, pags. 268-269. ® Cano Soar, ob. cit., T. X, N° 32, pags. 48-49. 6 VopaNovic, ob. cit., N° 5, pdg. 42. Dé Las oatisAciONES 5 algunos antiguos fallos sostienen que la obligacién natural existe desde que el acto se celebré por los incapaces relativos. Asi lo habria sostenido también Somarriva en sus clases. Alessandri funda su opinién en que “con arreglo a los articulos 1684 y 1687, lanulidad no produce efectos juridicos entre las partes ni respecto de terceros, sino en virtud de sentencia judicial que la declare” y agrega “Mientras la sentencia no sea dictada, el acto goza de la presuncién legal de que es valido y que se ha ajustado ala ley en su celebracién”.5! Laopiniéncontraria se apoyaen las siguientes consideraciones: 1. Elarticulo 1470 N° | dice “las contraidas...”, lo que demues- tra que la obligacién se contrajo como natural. 2. Elarticulo 2375 N° | niega la accién de reembolso al fiador que ha pagado al acreedor “cuando la obligacién del deudor principal es puramente natural y no se ha validado por la ratificacién o porel lapso de tiempo”. Y sdlo pueden validarse las obligaciones antes de que se declare la nulidad. Una vez declarada, no cabe validarlas sino contraerlas de nuevo. Por las razones recién dadas y porque el articulo 1470 N° 1 no habla de obligaciones nulas, nos pronunciamos por la segunda opinién. En este sentido algunos fallos.% La discusi6n tiene importancia porque de seguirse la primera opinién “todo deudor que pague una de estas obligaciones antes de producirse la sentencia judicial que la declare nula, paga una obligacién civil, aunque los vicios que la hicieron Se ° rescindible hayan desaparecido”.© 61-69 ALESsANDRI, ob. cit., pag. 40. © Gacetade los Tribunales 1882, N° 988, pag. 579, Gaceta Tribunales, 1887 N” 1953, pag. 1182. 36 René Ramos Pazos 29.- Caso del articulo 1470 N° 3. De acuerdo aesta disposicién son obligaciones naturales “las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto por un testamento que no se ha otorgado en la forma debida”. Esta norma presenta dos problemas: 1. Determinar a qué clase de actos se refiere; y 2. Precisar desde qué momento existe la obligacién natural. En cuando a lo primero, el problema lo plantea la expresién “actos”, mereciendo dudas si quedan comprendidos sélo los actos unilaterales 0 también los bilaterales. Claro Solar™ y Vodanovic® sostienen que se aplica tanto a los actos unilaterales como a los bilaterales. En cambio, Abeliuk “, Alessandri®’, Somarriva (en sus clases), Fueyo® y Hugo Tapia‘? sustentan la tesis restringida. La jurisprudencia es vacilante, si bien el tiltimo fallo que conocemos esta por la tesis que la expresi6n “actos”, est4 tomado en el sentido de acto unilateral (T. 85, sec. 2°, pag. 5). Nos quedamos con la tesis restringida por las siguientes razones: a) Porque normalmente la expresién “actos” se emplea para referirse a los actos unilaterales; b) Porque el ejemplo que pone el codigo, también corresponde aun acto unilateral y segtin el Mensaje los ejemplos “ponen a la vista el verdadero sentido y espiritu de una ley en sus aplicaciones”; Caro SoLar, ob. cit., T. X, N° 34, pag. 50. ® Vonanovic, ab. cit., N° 31, pags. 44 a 47 © ApeLiuK, ob. cit. T. I, N° 323, pag. 269. 67 ALESsANDRI, Ob. cit., pags. 41-42. © Furyo, ob. cit. N° 46, pag. 71. © Hugo Tapia, ob. cit N° 157, pags. 122-125. DE LAs OBLIGACIONES 7 c) Por una razén histérica, ya que la norma fue tomada de Pothier quien, a su vez, la habia tomado de la tradicién romana y también del proyecto de Garcia Goyena, los que el ejemplo lo entendfan referido sélo a los actos unilaterales, y Porque seria injusto aplicar la norma a los actos bilaterales, como se puede apreciar con el siguiente ejemplo: si se vende un bien raiz por un instrumento privado, el comprador no podria obtener la tradicion de lacosa, porque el Conservador no inscribiria el titulo y tampoco podria obtener la restitu- ci6n del precio (por tratarse de una obligacién natural). Este Ultimo argumento nos parece definitivo. d Respectoal segundo problema {desde cuando existe obligacién natural en este caso?, no vale la pena detenerse, porque la situacién es igual a la ya estudiada para el caso del articulo 1470 N° 1, con las salvedades que aqui en vez de decir “las contrafdas”, dice las que “proceden” (del acto nulo); y que no juegaeneste casoel argumento del articulo 2375 N° 1, pues traténdose de una nulidad absoluta no cabe la ratificacién. En relaci6n con el articulo 1470 N° 3 se ha fallado que “son obligaciones naturales las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que produzcan efectos civiles (C. Civil, articulo 1470 N° 3; pero no la firma de cualquie- rade las partes que comparecen al acto 0 contrato. Porque en este caso no nace obligacién alguna, ni civil ni natural” (T. 86, sec. 1’, pag. 26). 30.- Obligaciones naturales provenientes de obligaciones civi les degeneradas. Quedan comprendidas en este caso las obligacio- nes de que tratan los nimeros 2° y 4° del articulo 1470, esto es, las “obligaciones civiles extinguidas por prescripci6n” y “las que no han sido reconocidas en juicio por falta de pruebas”. 38 René Ramos Pazos 31.- Obligaciones civiles extinguidas por prescripcién (articulo 1470 N° 2). Sefialemos que el articulo 1567 N° 10 contempla a la ptescripcién como uno de los modos de extinguir las obligaciones, lo que en realidad no es efectivo, porque, atendido lo que dispone el articulo 1470 N° 2, prescrita una obligacién civil, ésta se transforma en natural. Asi las cosas, lo que se extingue por prescripcién noes la obligacién sino la acci6n para exigir su cumplimiento. {Desde qué momento la obligacién es natural?, {desde que transcurre el tiempo para alegar la prescripcién? o {desde que ésta se declara? Hay opiniones distintas. Claro Solar esta por la primera tesis (basta el transcurso del tiempo)’°. Sustentan la opinién contra- ria, el grueso de la doctrina nacional: Stitchkin’!, Rodriguez Lazo, Alessandri7?, Alfredo Barros Errézuriz”, Somarriva, Hugo Ta- pia’*, Emilio Rioseco E.’5. Abeliuk, por su parte, sefiala que le parece mas légica la primera posicién, pero le ve el inconveniente que si se acepta se confunden dos cosas: la renuncia de la prescrip- cion con el cumplimiento de la obligacién natural.” Nos parecen mas sdlidas las razones dadas por los que sustentan la segunda posicién, esto es, desde que se declara la prescripcién porque: a) Antes de que se declare existe una obligaci6n civil aunque haya transcurrido el plazo de prescripcidn; b) De seguirse la tesis contraria se confunden dos instituciones: la renuncia de la prescripcion y el cumplimiento de una obligacién natural. Como 7 CLARO SoLAR, ob. cit. T. X, N° 56, pag. 54. 1 Strrcuin, ob. cit., T. I, N° 99, pags. 66-67. 7 Avessanpel, Teorta de las obligaciones, 3* edicién, Zamorano y Caperén, 1939, pags. 36-37. 73 Alfredo Barros Errazuriz: Curso de Derecho Civil, T. Il, De las obligaciones, pag. 44. 74 Hugo Taeta, ob. cit., N° 114, pag. 92. 75 Emilio Rioseco Enriquez: La Prescripcién Extintiva ante la Jurisprudencia, Editorial Juridica de Chile 1994, comentario a sentencia 32, pags. 22-23. 7 ABELIUK, ob. cit., T. 1, N° 326, pag. 271. DE LAS OBLIGACIONES: 39 dice Tapia “la l6gica nos esté evidenciando que el deudor que paga una obligacién, sin hacer valer la excepcidn de prescripcién que la ley le otorga, no est4 pagando una obligacién natural sino renun- ciando a la prescripcién”.”” Las sentencias de nuestros tribunales se han inclinado por la primera tesis: T. 21, sec. 1*, pag. 257; T. 32, sec. 1*, pag. 55; T. 37, sec. 1*, pag. 348; T. 79, sec. 2°, pag. 7. 32.- Obligaciones civiles que no han sido reconocidas en juicio por falta de pruebas (articulo 1470 N° 4). Para que nos encontre- mos en este caso, deben cumplirse los siguientes requisitos: 1. Que haya habido un pleito demandandose el pago de la obligacién; 2. Que el deudor haya ganado el pleito, es decir, que no haya sido condenado a pagar, y 3. Que la absolucién se deba a que el acreedor no pudo probar la existencia de la obligacién. Si el pleito se perdié por otra raz6n, no hay obligacién natural y el acreedor no podra volver a demandar la misma obligacién por existir cosa juzgada. 33.- Efectos de la obligacién natural. Los efectos de las obligacio- nes naturales son los siguientes: a) Pagadas, dan excepcién para retener lo que se ha dado o pagado en virtud de ellas (articulo 1470 inciso 3°). Para que se produzca este efecto el pago debe reunir los siguientes requisitos: 7 Hugo Tanta, ob. cit. N° 114, pag. 92. Rene Ravos Pazos 1) Que cumpla las exigencias generales de todo pago; 2) Que sea hecho voluntariamente por el deudor, y 3) Que quien paga tenga la libre administracién de sus bienes. Los dos tiltimos estan establecidos en el articulo 1470 inciso final: “Para que no pueda pedirse la restituci6n en virtud de estas cuatro clase de obligaciones, es necesario que el pago se haya hecho voluntariamente por el que tenfa la libre administracién de sus bienes”. En cuanto a la voluntariedad del pago, no existe uniformi- dad en la doctrina sobre lo que ello significa. Un sector entiende que “voluntariamente” implica que el deudor pague sabiendo que soluciona una obligacién natural”7*; Barros Errazuriz”. Asf lo entendfan también Baudry- Lacantinerie y otros tratadistas franceses. Hugo Tapia, en cambio, sostiene que “voluntariamente quiere decir, en forma espontdnea, sin coaccién”. “En nuestro sentir —dice— no puede atribuirse a la expresi6n en estudio el significado de conscientemente; admitir dicha doctrina seria dar pa- tente de legalidad al fraude y a la inmoralidad ya que no faltarfan deudores poco escrupulosos que, después de cancelar su obligacién natural, solicitaran la devolucion de lo legitimamente pagado, pretextando ignorar la falta de accién”.8° Algunas sentencias de nuestros tribunales siguen la ultima doctrina. Asi, se ha fallado que “no puede reputarse pago espontaneo que importe el cumplimiento de una obligacién natural e imposibilite para exigir su devolucién, el realizado 7® CLaro Sota, ob. cit., T. X N° 45, pags. 60-61. 7 Barros ERRAZURIZ, ob. cit., T. II, N° 28, pag. 42. 89 Hugo Tarta, ob. cit. N° 248, pag. 183. DE LAs OBLIGACIONES: Mt en virtud de una sentencia dictada en juicio ejecutivo”®!. En otra oportunidad se resolvié que el deudor que requerido por Impuestos Internos pagé un impuesto que se encontraba prescrito, tiene derecho a pedir su devolucién pues su pago no fue voluntario.* En cuanto a la exigencia de que quien paga debe tener la “libre administracién de sus bienes”, debe ser entendida “por libre disposicin de sus bienes”, pues todo pago supone transferir la propiedad del objeto pagado.®? b) Pueden ser novadas. Para que valga la novacién —dice el articulo 1630—es necesario que tanto la obligaci6n primitiva como el contrato de novacién sean validos, a lo menos naturalmente. c) Pueden ser caucionadas por terceros (articulo 1472). La raz6n de que sdlo se admita que puedan ser caucionadas por terceros, es que al ser natural la obligacién principal el acreedor no tiene accién para demandar su cumplimiento. Por esa raz6n, y en virtud del principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, tampoco podria demandar el cumplimiento de la cauci6n. d) No producen la excepcién de cosa juzgada. Asif lo dice el articulo 1471: “La sentencia judicial que rechaza la acci6n intentada contra el naturalmente obligado no extingue la obligaci6n natural”. e) No pueden compensarse legalmente. Ello por no ser actual- mente exigibles (articulo 1656 N° 3). 8 Gaceta 1874, N° 2272, pag. 1906. ® Revista de Derecho y Jurisprudencia, T. 32, sec. 1*, pag. 551. % Caro Soak, ob. cit., T. X, N°46, pag. 61. 42 René Ramos Pazos PArRAFO IV OBLIGACIONES POSITIVAS ¥ NEGATIVAS 34.- Concepto. Es obligacion positiva aquella en que el deudor se obligaauna determinada accion (dar o hacer), y negativa aquellaen que debe abstenerse de realizar algo que de no mediar la obligacién podria efectuar (abstenerse de dar 0 de hacer). Tiene importancia la distincién, para el caso de incumplimien- to, pues en las obligaciones de no hacer, se siguen los efectos contemplados en el articulo 1555 del Cédigo Civil. También presenta interés para los efectos de la indemnizacién de perjuicios pues ésta se debe, en el caso de las obligaciones positivas, desde que el deudor se ha constituido en mora; y en el caso de las negativas, desde el momento de la contravencién (articulo 1557). PArRAFO V OBLIGACIONES DE ESPECIE O CUERPO CIERTO Y OBLIGACIONES DE GENERO 35.- Concepto. Las obligaciones de dar o entregar pueden ser de especie 0 cuerpo cierto y de género. Son de especie 0 cuerpo cierto aquellas en que la cosa debida esta perfectamente especificada e individualizada. Se debe un individuo determinado de un género determinado, Ejemplo: me obligo a entregar el caballo Filibustero. Las obligaciones de género estan definidas en el articulo 1508, como “aquellas en que se debe indeterminadamente un individuo de una clase o género determinado”. 36.- Importancia de la distincién. Esta clasificacién interesa para varios aspectos: De LAS OBLIGACIONES 43 a) b) °) qd) Si la obligacién es de especie 0 cuerpo cierto, sdlo se cumpliré pagando con la especie debida y no con otra aun cuando sea de un valor superior (articulo 1569 inciso 2°). Si la obligacidn es de género, “el deudor queda libre de ella, entregando cualquier individuo del género con tal que seade una calidad a lo menos mediana’” (artfculo 1509). Si la obligacién es de dar o entregar una especie 0 cuerpo cierto, el deudor tiene una obligaci6n adicional, el cuidar de la cosa. Asi lo sefiala el articulo 1548: “Si la obligacién es de dar contiene la de entregar la cosa y si ésta es una especie 0 cuerpo cierto, contiene ademas la de conservarla hasta la entrega...”. Silo debido es un género, no existe esta obliga- cidn de cuidado, pues el género no perece. E] articulo 1510 al efecto sefiala: “La pérdida de algunas cosas del género no extingue la obligacién, y el acreedor no puede oponerse a que el deudor las enajene o destruya, mientras subsistan otras para el cumplimiento de lo que debe”. La Teoria de los Riesgos —que pronto estudiaremos— opera exclusivamente en las obligaciones de especie 0 cuerpo cierto pues, como acabamos de decirlo, el género no perece. La obligacion de especie 0 cuerpo cierto se extingue por el modo de extinguir pérdida de la cosa debida (articulo 1567 N° 7). Y esto sdlo si la pérdida ha sido fortuita, pues si es culpable, la obligacién subsiste pero varfa de objeto, pu- diendo el acreedor demandar el precio de la cosa e indemni- zaci6n de perjuicios (1672 inciso 1°). PA&rraro VI OBLIGACIONES DE DAR, HACER O NO HACER 37.- Esta clasificacién la hace la ley. Se desprende de los articulos 1438 y 1460. El primero al definir el contrato 0 convencién sefiala 4 René Ramos Pazos que “es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa”; y el segundo, expresa que “toda declaracién de voluntad debe tener por objeto una o més cosas que se trata de dar, hacer o no hacer...”. 38.- Obligaciones de dar. Es obligacién de dar aquella en que el deudor se obliga a transferir el dominio o a constituir un derecho real sobre la cosa en favor del acreedor. Elarticulo 1548 expresa que “la obligacién de darcontiene lade entregar...”. No se crea que ello significa que obligacion de dar y de entregar, sean términos sinénimos, pues en la de entregar no hay obligacién del deudor de transferir el dominio o constituir un derecho real, sino simplemente de poner materialmente la cosa en manos del acreedor. Asi, del contrato de compraventa surge para el vendedor la obligacién de transferir la cosa vendida (obligacién de dar); en cambio, en el contrato de arrendamiento, el arrendador tiene la obligacién de entregar al arrendatario la cosa arrendada (articulo 1924 N° 1). No hay en este ultimo caso obligacién de transferir el dominio, por lo que sdlo estamos frente a una obliga- cién de entregar. 39.- Naturaleza de la obligacién de entregar. En doctrina, la obligacién de entregar es una obligacién de hacer. El deudor se obligaa realizar un hecho determinado que consiste en poner lacosa a disposicién del acreedor. Sin embargo, en Chile se aplican a estas obligaciones las mismas reglas de las obligaciones de dar, lo que se prueba con los siguientes antecedentes: a) Elarticulo 1548 recién citado, segiin el cual “la obligacion de dar contiene la de entregar”; b) Asf fluye también de los articulos 1438 y 1460, que contra- ponen las obligaciones de dar a las de hacer y no hacer. Al DE LAS OBLIGACIONES 45 ¢) d) no referirse a las de entregar, resulta evidente que las engloba en las primeras, pues nada tienen en comin con las de hacer o no hacer; Asi resulta también de los articulos 580 y 581 del Cédigo Civil. Segtin el primero, los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, segtin lo sea lacosaen que han de ejercerse 0 que se deba; y de acuerdo al segundo “los hechos que se deben se reputan muebles”. Relacionando ambas disposiciones viene a resultar que si el arrendador demanda la restitucién de la finca arrendada, su acci6n, en conformidad al articulo 580, es inmueble (porque lo debido es un inmueble); en cambio, si la obligacién de entregar fuera una obligacién de hacer la accién de restitucién seria siempre mueble, porque los hechos que se deben se reputan muebles (artfculo 581). En todo caso, cualquier duda queda disipada con un argu- mento de historia fidedigna. En efecto, al discutirse el Cédigo de Procedimiento Civil, se dejé constancia que para obtener el cumplimiento forzado de una obligacién de entregar, se aplicarian las normas dadas para las obligacio- nes de dar. Cabe agregar que el propio cédigo ha incurrido en algunas imprecisiones, confundiendo las obligaciones de dar y entregar. Asi, por ejemplo, en la compraventa, al definirla se dice que una de las partes se obliga a dar una cosa (1796) y, sin embargo mds adelante, el articulo 1824 habla de entrega o tradicién. Y el nombre del parrafo 6° es “De las obligaciones del vendedor y primeramente de la obligacion de entregar”. Enresumen, en Chile, las obligaciones de entregar estén asimi- ladas a las obligaciones de dar, por lo que se le aplican las mismas normas. 46 René Ramos Pazos 40.- Obligaciones de hacer. Obligacién de hacer es aquella en que el deudor se obliga a realizar un hecho. Ejemplo: construir una casa; pintar un cuadro, transportar una mercaderia, etc. Este hecho no podra ser la entrega de una cosa, pues ya hemos dicho que, en ese caso, se aplican las reglas de las obligaciones de dar. En algunos casos la obligaci6n de hacer tendra que ser realizada personalmente por el deudor (cuando la obligaci6n se contrae en consideraci6n a la persona del deudor. Ejemplo: se le encomienda un cuadro a un pintor famoso). En este supuesto suele hablarse de obligacién de hacer no fungibles. Si es indiferente la persona del deudor, la obligacién de hacer podra ser realizada por un tercero, como lo prueba el articulo 1553 N° 2, al permitir que el acreedor pueda hacer ejecutar el hecho por un tercero a expensas del deudor. 41.- Obligacién de no hacer. Enestas obligaciones el deudor debe abstenerse de efectuar un hecho que de no existir la obligacién podria realizar. Es corriente, por ejemplo, establecer la prohibicién contractual de no abrir un negocio en un determinado sector. El articulo 404 del Cédigo de Comercio establece una serie de obliga- ciones de este tipo, para los socios de las sociedades colectivas. En doctrina se afirma por algunos que dentro de las obligaciones de no hacer debe hacerse una diferenciacién entre aquellas en que el deudor se obliga a abstenerse de desarrollar determinados actos, y se reflejaria en la “prohibicién de hacer algo”; de aquellas otras en que el deudor debe dejar hacer algunacosa 0, lo que es lo mismo, debe tolerar una determinada actuacién del acreedor, absteniéndose de perturbarla.4 Un autor espafiol, Santiago Espiau Espiau, afirma que la distin- ci6n anterior no parece posible. “En efecto, agrega, enel casoen que la abstenci6n se oriente en torno ala tolerancia de una actividad del 8 ALpatapeio, Derecho Civil, T. Il, Vol. I, pag. 36. Dé LAS OBLIGACIONES 47 acreedor, el deudor se obliga, en definitiva, a observar la misma conducta omisiva que en la pura obligacién de no hacer”. “La obligacién de no hacer seré, asi aquélla en Ja cual una persona debe observar un comportamiento negativo, con independencia de la existencia de otras actividades con las que ese comportamiento negativo pueda relacionarse”. Advierte en seguida, que muchas veces calificar una prestacién como positiva 0 negativa, puede ser una cuesti6n puramente terminolégica, pues un mismo aconteci- miento puede ser descrito, desde un punto de vista gramatical, tanto en forma positiva como negativa. Por ello advierte Espiau, se ha propuesto por Diez Picazo (Fundamentos del Derecho Civil patri- monial, T I, pag. 436) diferenciar las prestaciones positivas frente a las negativas “segtin que la prestacién prevista consista en una alteracién 0 un cambio en el estado de cosas existente en el momento de la celebracién del negocio constitutivo de la relacién obligatoria 0 en el mantenimiento inalterable de tal situacién 0 estado de cosas”, circunscribiendo las prestaciones negativas en torno a esta Ultima finalidad.®> 42.- Importancia de la distincién entre obligaciones de dar, hacer y no hacer. Tiene trascendencia la distinci6n para varios efectos: a) Para determinar la naturaleza, mueble o inmueble, de la acci6n destinada a exigir el cumplimiento. Si la obligacién es de hacer o no hacer, la accién ser siempre mueble (articulo 581); en tanto, si la obligacién es de dar sera mueble o inmueble segtin lo sea la cosa en que ha de ejercerse o que se deba (articulo 580). 85 Santiago Esp1au Esptau: Las obligaciones indivisibles en el cédigo civil espafiol, Edit. Centro de Estudios Ramon Areces, Madrid, 1992, pags. 145-146. 48 René Ramos Pazos b) El procedimiento ejecutivo para obtener el cumplimiento forzado esté sujeto a reglas diferentes. Para las obligacio- nes de dar, estd contenido en el Titulo I del Libro III del Cédigo de Procedimiento Civil; y para las obligaciones de hacer y de no hacer, en el Titulo II del Libro III, del mismo cédigo. c) El modo de extinguir pérdida de la cosa debida (1567 N°7 y 1670 del Cédigo Civil y 464 N° 15 del Cédigo de Proce- dimiento Civil) s6lo se aplica a las obligaciones de dar. El modo de extinguir equivalente en las obligaciones de hacer, es “la imposibilidad absoluta para Ja ejecucién actual de la obra debida”, contemplado en el articulo 534 del Cédigo de Procedimiento Civil. En los contratos bilaterales, en caso de incumplimiento de una obligacién de dar, el contratante cumplidor no puede demandar derechamente el pago de la indemnizacién de perjuicios, por cuanto tal indemnizacién es accesoria a las acciones de cumplimiento o de resoluci6n del contrato. Asi aparece del articulo 14898. En cambio, si la obligacién es de hacer, el acreedor puede demandar directamente la in- demnizaci6n de perjuicios (articulo 1553 N° 3).87 d PArraro VII DE LAS OBLIGACIONES DE DINERO ¥ OBLIGACIONES DE VALOR 43.- Concepto. Obligaciones de dinero son aquellas en que el objeto debido es una suma de dinero. Se adeuda dinero, que se debe dar o restituir, no otra cosa. % Revista Fallos del Mes 241, sentencia 3, pag. 382. 87 Furyo, Cumplimiento e Incumplimiento de Obligaciones, pag. 345. DE LAS OBLIGACIONES 49 En las obligaciones de valor, o restitutorias, lo adeudado no es dinero, sino una prestacion diferente que se expresa en una deter- minada suma de dinero, en atenci6n a ser éste una comtin medida de valores. Se han definido diciendo que se estard en presencia de una obligacién restitutoria “cada vez que la prestacién a que se encuentra obligado un sujeto consista en la devolucién de una cosa oenel reembolso de un valor, ya provenga la necesidad de restituir de la normal ejecucién de un acto 0 contrato -como es el caso de la devolucién de la cosa dada en prenda, depésito o arrendamiento— ya porque la ley asf lo ordena—como cuando desaparece retroacti- vamente un acto 0 contrato- 0, finalmente, porque los principios de equidad asi lo aconsejan— como en el caso de la accién de in rem verso”.88 44.- Caracteristicas de las obligaciones de dinero. Las obligacio- nes de dinero presentan las siguientes caracteristicas: a) Son obligaciones de dar. b) Son obligaciones de género (articulo 1508). c) Son obligaciones muebles, porque recaen sobre un objeto mueble (artfculo 580). d)Son obligaciones divisibles, porque tienen por objeto una cosa susceptible de divisién (articulo 1524). Para la cabal comprensién de esta materia resulta imperioso tratar varios aspectos, que analizaremos en los puntos siguientes. 45.- El dinero, sus funciones econémicas. El dinero cumple dos funciones econédmicas muy claras: 88 Mauricio Javier CasTELBLANco Kocu: Las Obligaciones restitutorias del Codigo Civil y la inflacién, Editorial Juridica de Chile, 1979, N° 24, pag. 38. 50 René Ramos Pazos a) Servir como instrumento de cambio, lo que significa que mediante él se pueden adquirir los bienes que se necesitan para satisfacer las demas necesidades, y b) Servir como medida comin de valores. Como instrumento de cambio, el dinero en sf no cuenta sino en raz6n de las posibilidades de adquisicién que confiere. El dinero constituye una medida comin de valores, por cuanto es el metro que se usa para apreciar el valor de los demas bienes. Sabemos que una cosa tiene m4s o menos valor, segiin a cantidad de dinero que se necesita para adquirirla. Aestas dos funciones se puede agregar una tercera: servir de medio de pago, si bien ésta podemos considerarla incluida en la primera (servir de instrumento de cambio). 46.- Concepto y caracteristicas del dinero. Ha sido definido el dinero como aquella cosa mueble —metal 0 papel— que el comercio utilizacomo medida de valor para toda clase de bienes materiales®®. Esta definicién nos parece incompleta pues sélo comprende la segunda de las funciones sefialadas. Creemos que se puede comple- mentar diciendo que es aquella cosa mueble, fungible y divisible metal 0 papel— que el comercio utiliza como medio de cambio e instrumento de pago y que constituye el medio de determinar el valor de los demas bienes. Bajo la denominacién de dinero entendemos no sdlo la moneda en sf sino también los instrumentos representativos de dinero. En cuanto a su objeto, el dinero presenta las siguientes caracte- risticas que, por su facil constatacién, no requieren de ningtin comentario adicional: constituye un género, es un bien mueble, fungible, consumible, divisible. Estas caracterfsticas se traspasan a % Sergio Gatica: Aspectos de la Indemnizacion de perjuicios por incumplimiento del contrato, Editorial Juridica de Chile, 1959, N° 134, pég. 193.

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