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Acuerdo de 17 de enero de 2023, del Consejo de Gobierno, por el que se toma conocimiento
de la Memoria final de evaluación del Programa de tratamiento a familias con menores en
situación de riesgo o desprotección.

RELACIÓN DE DOCUMENTOS (Orden cronológico):

TODOS LOS DOCUMENTOS DEL EXPEDIENTE SON ACCESIBLES

Nº de
Denominación del documento
orden
1 Memoria Justificativa
2 Memoria final Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En virtud de lo establecido en el Acuerdo de 17 de diciembre de 2013, del Consejo de Gobierno, por el que se
adoptan medidas para la transparencia del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, y dando
cumplimiento a las Instrucciones de coordinación para asegurar la homogeneidad en el tratamiento de la
información en cumplimiento de lo establecido en el citado Acuerdo, se emite la presente propuesta sobre la
aplicación de los límites de acceso de los documentos que integran el expediente relativo al asunto indicado.

En Sevilla, a la fecha de la firma

Fdo.: José Repiso Torres


Viceconsejero de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad

Es copia auténtica de documento electrónico

FIRMADO POR JOSE REPISO TORRES 20/01/2023 PÁGINA 1/1


VERIFICACIÓN Pk2jm84U8VNKUWX4RK5A4LY3L5PBLW https://ws050.juntadeandalucia.es/verificarFirma
Consejería de Inclusión Social, Juventud,
Familias e Igualdad
Dirección General de Infancia, Adolescencia y
Juventud

Memoria justificativa para la toma conocimiento por el Consejo de Gobierno de la Memoria final de
evaluación del Programa de tratamiento a familias con menores en situación de riesgo o
desprotección.

La Constitución Española establece en su artículo 39, como uno de los principios rectores de la
política social y económica, la protección social, económica y jurídica de la familia, y específicamente, en su
apartado cuarto, dispone que los niños y niñas gozarán de la protección prevista en los acuerdos
internacionales que velan por sus derechos.
Por otra parte, la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, aprobada en 2015 por la Asamblea
General de Naciones Unidas, establece como Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16 «promover
sociedades justas, pacíficas e inclusivas», fijando como meta 16.2 «poner fin al maltrato, la explotación, la
trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños».
La Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a
la violencia, garantiza los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes a su integridad física,
psíquica, psicológica y moral frente a cualquier forma de violencia, asegurando el libre desarrollo de su
personalidad y estableciendo medidas de protección integral, que incluyan la sensibilización, la prevención,
la detección precoz, la protección y la reparación del daño en todos los ámbitos en los que se desarrolla su
vida.
El Estatuto de Autonomía para Andalucía en su artículo 18 regula el derecho de las personas
menores de edad a recibir de los poderes públicos de Andalucía la protección y la atención integral
necesarias para el desarrollo de su personalidad y para su bienestar en el ámbito familiar, escolar y social,
así como a percibir las prestaciones sociales que establezcan las leyes. Asimismo, el artículo 61.3.a) atribuye
a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de protección de menores, que incluye, en
todo caso, la regulación del régimen de protección y de las instituciones públicas de protección y tutela de
los menores desamparados, en situación de riesgo, y de los menores infractores, sin perjuicio de lo
dispuesto en la legislación civil y penal. Por último, en el apartado 4 del artículo citado se establece que
corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de promoción de las familias y
de la infancia, que, en todo caso, incluye las medidas de protección social y su ejecución.
Los principios rectores del sistema de atención a la infancia en la Comunidad Autónoma de
Andalucía vienen establecidos en la Ley 4/2021, de 27 de julio, de Infancia y Adolescencia de Andalucía, que
fija el marco jurídico de actuación en materia de promoción y protección de los derechos de la infancia.
La Ley 4/2021, de 27 de julio, de Infancia y Adolescencia de Andalucía, garantiza la protección a la
infancia y adolescencia en el territorio andaluz, encargándose de las necesidades que ya se venían
atendiendo y de las que han ido surgiendo en estos años. Está basada en la promoción de los derechos y en
la prevención, con especial preocupación por las situaciones de riesgo y de las personas menores con mayor Es copia auténtica de documento electrónico
vulnerabilidad. Incorpora la regulación de los derechos y deberes que asisten a las personas menores de
edad y define el ámbito competencial de la Administración de la Junta de Andalucía en esta materia.
El artículo 76.1. de la Ley 4/2021, de 27 de julio, dispone que el sistema público de servicios sociales
de Andalucía implementará programas de orientación, intervención y tratamiento familiar, con el objetivo
de apoyar a las familias, promover sus competencias parentales a favorecer su desarrollo personal y social,
garantizando el bienestar de la infancia y adolescencia en sus distintos contextos de desarrollo.

FIRMADO POR FRANCISCO JOSE MORA COBO 11/01/2023 PÁGINA 1/3


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El Programa de tratamiento a familias con menores en situación de riesgo o desprotección se regula
en el Decreto 100/2022, de 7 de junio, y se configura como una prestación garantizada del Sistema Público
de Servicios Sociales, e incluye su gestión mediante la cooperación entre la Administración de la Junta de
Andalucía y las Entidades Locales, contemplándose las obligaciones a que se comprometen dichas
Administraciones y su financiación a través del sistema de transferencias, siendo de aplicación el Decreto a
las Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos de municipios de más de veinte mil habitantes del territorio
de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

El Programa, enmarcado en las actuaciones de protección a la infancia desarrolladas por la Junta


de Andalucía, tiene como principal finalidad preservar los derechos de las personas menores y promover su
desarrollo integral, evitando la separación de la familia y normalizando su situación. En el conjunto de
Andalucía la implementación del Programa implica el trabajo de 146 equipos multidisciplinares (psicólogos/
as, educadores/as sociales y trabajadores/as sociales) que, durante cerca de 20 años, han atendido a más de
60.000 familias. Se trata, por tanto, de un programa complejo y costoso tanto por su envergadura como por
sus implicaciones en el ámbito de la intervención con familias en situación de riesgo psicosocial.

Con la intención de incorporar evidencias científicas de la efectividad del programa, se ha realizado


este estudio a través de la concesión de una subvención excepcional a la Fundación de Investigación de la
Universidad de Sevilla, y en el que han colaborado las Universidades de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada,
Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, estando coordinado por la Dirección General de Infancia, Adolescencia y
Juventud de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Una vez finalizado el estudio, se ha presentado la Memoria final de evaluación del Programa de
tratamiento a familias con menores en situación de riesgo o desprotección, de la que cabe destacar los
datos que a continuación se exponen.

La Memoria se estructura en un apartado de introducción, en el que se recoge la fundamentación


teórica relacionada con la visión actual de la intervención familiar y la necesidad de incorporar buenas
prácticas basadas en la evidencia, un apartado de método donde se describen el diseño de la investigación
y las principales cuestiones metodológicas, un apartado de resultados obtenidos en relación a los diferentes
objetivos planteados, y finalmente un apartado de conclusiones derivadas de los resultados obtenidos y
que deben tenerse en cuenta a la hora de llevar a cabo la revisión del Manual del Programa.

En el estudio han participado un total de 479 profesionales de todas las provincias andaluzas y un
total de 147 equipos de tratamiento familiar. Asimismo, un total de 545 personas, tutoras principales a
cargo de hijos e hijas de edades comprendidas entre los 0 y 17 años de edad, de familias atendidas por los
equipos de tratamiento familiar han participado en la investigación.
Es copia auténtica de documento electrónico
En la Memoria se presentan las conclusiones del estudio sobre las que se incluyen propuestas de
mejora para cada una de ellas, relacionadas con el perfil de las familias atendidas y su evaluación, las
condiciones de implementación, la modalidad de intervención, la actitud y grado de participación mostrado
por las familias y sobre el subprograma de reunificación.

Como conclusiones finales, caben destacar las siguientes:

FIRMADO POR FRANCISCO JOSE MORA COBO 11/01/2023 PÁGINA 2/3


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- Los resultados obtenidos aportan evidencias científicas de la efectividad del programa: las familias
participantes en el programa experimentan cambios positivos tras la intervención, aunque las mejoras
observadas no son significativas en todas las dimensiones analizadas, ni todas las familias se benefician en
el mismo grado.
- Las mejoras más significativas se observaron en la disminución de la gravedad del riesgo (de
acuerdo con el instrumento para la valoración de la gravedad de las situaciones de riesgo, desprotección y
desamparo de la infancia y adolescencia en Andalucía -VALÓRAME-), y en la calidad del contexto familiar.
- Parece evidente que los beneficios del programa se centran en el ámbito del funcionamiento
familiar y en el ejercicio de la parentalidad, teniendo menos impacto tanto en el ajuste personal adulto
como en el ajuste infantil.
- Es necesaria la revisión y actualización del Manual del Programa.

Por último, el estudio incorpora las siguientes propuestas complementarias al Programa:

- Apostar firmemente por las intervenciones preventivas en cuanto se detectan las primeras
dificultades y riesgos en la familia.
- Diversificar los recursos de intervención familiar, contando con programas de mayor intensidad y
especialización para las familias que presenten niveles de riesgo más alto.

Por todo lo expuesto, teniendo en cuenta la repercusión de los resultados de la evaluación del
Programa de tratamiento a familias con menores en situación de riesgo o desprotección, contenidos en la
Memoria final, tiene en la ciudadanía andaluza y más concretamente en los niños, niñas y adolescentes y sus
familias, se considera oportuno y conveniente que los resultados de esta Memoria final sean conocidos por
parte del Consejo de Gobierno, poniendo en su conocimiento que la memoria será publicada en el Portal de
Transparencia de la Junta de Andalucía.

El Director General de Infancia, Adolescencia y Juventud


Fdo.: Francisco José Mora Cobo

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FIRMADO POR FRANCISCO JOSE MORA COBO 11/01/2023 PÁGINA 3/3


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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Evaluación del Programa de Tratamiento a


Familias con Menores
Memoria final

1
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Evaluación del Programa de Tratamiento a


Familias con Menores
Memoria final

Autoría
Mª Victoria Hidalgo García (US) (Coordinadora)
Isabel López Verdugo (US) (Coordinadora)
Mª Adela Checa Caruana (UMA)
Mª Mar Díaz Castela (UJA)
Juan Miguel Flujas Contreras (UAL)
Inmaculada Gómez Becerra (UAL)
Olga Gómez Ortiz (UCO)
Lucía Jiménez García (US)
Bárbara Lorence Lara (US)
Francisco Mielgo García (UGR)
Alicia Muñoz Silva (UHU)
Javier Pérez Padilla (UJA)
Pilar Ridao Ramírez (US)
Yolanda Sánchez Sandoval (UCA)
Con la colaboración de Ana Pizarro Carmona (US)

Universidades colaboradoras
Universidad de Almería (UAL)
Universidad de Cádiz (UCA)
Universidad de Córdoba (UCO)
Universidad de Granada (UGR)
Universidad de Huelva (UHU)
Universidad de Jaén (UJA)
Universidad de Málaga (UMA)
Universidad de Sevilla (US)

Coordinación
Mª Pilar Hidalgo Figueroa
Jefa de Servicio de Prevención. Dirección General de Infancia. Consejería de Igualdad y Políticas
Sociales de la Junta de Andalucía.

2
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

© Los autores, 2022.


© Dirección General de Infancia. Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta
de Andalucía.
Documento elaborado en el marco de una Subvención otorgada por la Consejería de Igualdad,
Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía a la Fundación de Investigación de la
Universidad de Sevilla (código del proyecto PRJ202003773).

3
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

4
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Índice
INTRODUCCIÓN 8
1. La intervención familiar desde una perspectiva positiva, preventiva y fortalecedora 9
2. Incorporación de prácticas basadas en la evidencia y estándares de calidad en el ámbito de la
intervención familiar 11
MÉTODO 15
1. Diseño de la evaluación del programa de Tratamiento a Familias 15
2. Participantes 18
2.1. Profesionales 18
2.2. Familias 20
2.3. Flujo de participantes 23
3. Instrumentos y técnicas 24
4. Procedimiento 29
4.1. Contactos y encuentros de coordinación y/o informativos 30
4.2. Entrevistas a familias usuarias del programa y a profesionales responsables de su
implementación 31
4.3. Entrevistas a familias y profesionales del grupo de comparación 33
4.4. Registro del seguimiento de las sesiones 34
4.5. Investigación acción participativa para la elaboración de la propuesta de modificación del
manual de referencia 35
4.6. Grupos de discusión para la valoración del manual de referencia 38
5. Plan de análisis 39
5.1. Descripción y contraste de variables numéricas 39
5.2. Análisis de variables de naturaleza textual 39
5.3. Análisis de conglomerados 41
5.4. Análisis de efectividad 41
6. Aspectos éticos 42
RESULTADOS 44
1. Perfil de las familias 44
1.1. Factores de riesgo y sucesos estresantes 44
1.2. Calidad del contexto familiar 53
1.2.1. Análisis cuantitativo de la dimensión de calidad del contexto familiar 53
1.2.2. Análisis cualitativo de la calidad del hogar 54
1.2.3. Entorno 55
1.2.4. Competencias parentales 56
1.2.5. Interacciones familiares 56
1.2.6. Seguridad familiar 57
1.2.7. Bienestar de los niños, niñas y adolescentes 58
1.3. Dinámica familiar 59
1.4. Prácticas educativas parentales 60
1.5. Percepción de eficacia parental 61
1.6. Estrés parental 61
1.7. Estrategias de afrontamiento 62
1.8. Satisfacción vital 63
1.9. Ajuste adulto: salud mental general 63
1.10. Calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes 63
1.11. Fortalezas y dificultades de los niños, niñas y adolescentes 63
1.12. Valórame 64
1.12.1. Maltrato físico 65
1.12.2. Maltrato emocional 66

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.12.3. Negligencia 68
1.12.3.1. Negligencia hacia las necesidades físicas 68
1.12.3.2. Negligencia hacia las necesidades de seguridad 71
1.12.3.3. Negligencia hacia las necesidades formativas 72
1.12.3.4. Negligencia hacia las necesidades psíquicas 73
1.12.4. Abandono 75
1.12.5. Abuso sexual 76
1.12.6. Incapacidad parental para el control de la conducta de los hijos e hijas 77
1.12.7. Otras situaciones de riesgo y desprotección 78
1.12.8. Valoración global 80
1.12.9. Actuaciones ante el riesgo y la desprotección 81
1.13. Tipologías de familias atendidas por los ETF 82
1.13.1. Caracterización de las tipologías de familias atendidas por los ETF 82
1.13.2. Descripción de las tipologías identificadas en función de dimensiones
sociodemográficas y del subprograma 84
1.13.3. Descripción de las tipologías identificadas en función de dimensiones psicológicas 88
2. Análisis de la implementación de la intervención 90
2.1. Características generales de la implementación del programa 90
2.1.1. Temporalización del programa 90
2.1.2. Asistencia de los diferentes miembros de la familia al programa 93
2.1.3. Actitud de las familias durante el proceso de intervención 94
2.1.4. Grado de participación de las familias 95
2.1.5. Evolución de las características de implementación a lo largo del proceso de
intervención 96
2.1.6. Evaluación de la alianza terapéutica 98
2.2. Descripción del desarrollo de la intervención 99
2.2.1. Sistema de categorías para el análisis del desarrollo de la intervención 100
2.2.1.1. Objetivos trabajados en las sesiones de tratamiento 100
2.2.1.2. Metodología de intervención 103
2.2.1.3. Áreas de intervención en las que se producen cambios positivos 110
2.2.1.4. Observaciones 113
2.2.2. Objetivos abordados durante el proceso de tratamiento 114
2.2.2.1. Evolución de los objetivos abordados a lo largo de las fases del proceso de
intervención 116
2.2.2.2. Relación entre los objetivos abordados y el nivel de participación de las
familias 117
2.2.2.3. Relación entre los objetivos abordados y la actitud de las familias 118
2.2.3. Metodología usada en el proceso de intervención 119
2.2.3.1. Técnicas de evaluación empleadas 121
2.2.3.2. Actividades de organización y coordinación con otros servicios 121
2.2.3.3. Técnicas relacionadas con el proceso de intervención 122
2.2.3.4. Técnicas enfocadas al tratamiento per se 122
2.2.3.5. Relación entre la metodología de intervención y el nivel de participación de
las familias 123
2.2.3.6. Relación entre la metodología de intervención y la actitud de las familias 123
2.2.4. Áreas de intervención en las que se detectan cambios positivos 124
2.2.4.1. Relación entre las áreas de intervención con mejoras y el nivel de
participación de las familias 126
2.2.4.2. Relación entre las áreas de intervención con mejoras y la actitud de las
familias 127
2.3. Expectativas y valoración de los y las profesionales sobre el desarrollo de la intervención 127
3. Evaluación de la efectividad 131

6
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

3.1. Análisis de efectividad. Subprograma de riesgo 131


3.1.1. Cambio en las dimensiones evaluadas por los y las profesionales 132
3.1.1.1. Calidad del contexto familiar 132
3.1.1.2. Gravedad de las situaciones de riesgo y desprotección 133
3.1.1.3. Valoración final de los y las profesionales 136
3.1.2. Cambio en las dimensiones autoinformadas por las familias del grupo de intervención 137
3.1.2.1. Prácticas educativas parentales 137
3.1.2.2. Satisfacción de las figuras parentales con el programa 138
3.1.3. Análisis de la efectividad. Grupo de intervención vs Grupo de comparación 140
3.1.3.1. Análisis de la comparabilidad de los grupos 140
3.1.3.2. Efectividad de la intervención para las figuras parentales y la dinámica familiar
143
3.1.3.3. Efectividad de la intervención para niños, niñas y adolescentes 146
3.1.4. Predicción de la magnitud de mejora en las familias 148
3.1.4.1. Magnitud del cambio positivo experimentado en ambos grupos 149
3.1.4.2. Magnitud (ajustada) del cambio positivo experimentado en las familias 150
3.1.4.3. Características asociadas a la magnitud (ajustada) del cambio positivo
experimentado en las familias 152
3.2. Análisis de efectividad. Subprograma de reunificación 156
4. Valoración del programa por parte de los y las profesionales 160
4.1. Valoración general del programa 160
4.2. Propuestas de mejora del programa 163
5. Análisis y propuesta de modificación del manual de referencia del programa 173
5.1. Grupos de discusión 173
5.2. Propuesta de modificación del manual de referencia 183
CONCLUSIONES 187
1. Perfil de las familias participantes en el programa 187
2. Características del proceso de implementación del programa 191
3. Efectividad de la intervención 193
4. Valoración del programa y actualización del manual 196
5. Conclusiones y propuestas de mejora 197
REFERENCIAS 203
APÉNDICES 209
1. Sistema de categorías 209
1.1. Sistema de categorías relativo a los objetivos trabajados en las sesiones de tratamiento 209
1.2. Sistema de categorías relativo a la metodología de intervención 216
1.3. Sistema de categorías relativo a las áreas de intervención en las que se producen cambios
positivos 223
1.4. Sistema de categorías relativo a las propuestas de mejora del programa 227
1.5. Sistema de categorías relativo a los grupos de discusión 262

7
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

INTRODUCCIÓN
Como principal contexto de desarrollo y educación durante la infancia y la adolescencia, la familia
constituye un escenario privilegiado para aquellas intervenciones que tratan de promover procesos de
cambio —tanto a nivel individual como relacional— para facilitar un funcionamiento familiar que
garantice la satisfacción de las necesidades evolutivo-educativas de niños, niñas y adolescentes. Esta
finalidad, no obstante, puede ser abordada desde perspectivas y planteamientos muy diferentes; de
hecho, las actuaciones de intervención familiar se han incrementado y han evolucionado mucho en las
últimas décadas, tanto en lo relacionado con los principios que las sustentan como en sus modalidades
de aplicación, contando en la actualidad con muchas más actuaciones que son cada vez más diversas,
cuentan con fundamentos más sólidos y muestran un mejor ajuste a las necesidades de apoyo de las
familias. Así, la mayor sensibilidad social hacia las necesidades y derechos de la infancia junto a los
planteamientos actuales que destacan la responsabilidad de las administraciones públicas de apoyar
a madres y padres en el ejercicio de sus funciones parentales para promover el bienestar infantil, han
contribuido a que en las últimas décadas hayamos asistido en nuestro país a una apuesta decidida de
los y las responsables de las políticas sociales por poner en marcha distintas iniciativas de intervención
y apoyo para familias en situación de riesgo; actuaciones que constituyen intervenciones de
prevención secundaria que se llevan a cabo desde el Sistema Público de Servicios Sociales.
Anticipándose a las regulaciones estatales y autonómicas más recientes que establecen la
necesidad de incorporar este tipo de actuaciones, hace ya dos décadas que en Andalucía se implantó
el Programa de Tratamiento a Familias con Menores, un recurso especializado del Sistema de
Protección a la Infancia que tiene como principal finalidad la promoción del desarrollo integral de los
y las menores andaluces mediante el fortalecimiento de competencias parentales y estrategias de
preservación familiar (BOJA, 2015). A lo largo de la ya dilatada existencia de este programa, 147
equipos dependientes de las administraciones locales y coordinados desde la Consejería de Igualdad,
Políticas Sociales y Conciliación han atendido en toda Andalucía a más de 75.000 familias y unos
150.000 niños y niñas. Sin embargo, y a pesar de los importantes recursos humanos y económicos
empleados desde las distintas administraciones por poner en marcha y mantener el programa
desarrollado por los Equipos de Tratamiento Familiar (ETF) en Andalucía, no se había llevado a cabo
hasta ahora una evaluación rigurosa de la efectividad de este programa. Esta situación no es inusual,
ya que los datos empíricos disponibles sobre los servicios de intervención familiar en España ponen de
manifiesto que el importante aumento de recursos para atender a las familias en situación de riesgo
no se ha visto siempre acompañado de un esfuerzo similar por evaluar de forma rigurosa su eficacia y
eficiencia (Hidalgo et al., 2018), a pesar de que existe cada vez una mayor conciencia de la necesidad
de la evaluación y de la incorporación de prácticas y programas basados en la evidencia (De Paúl et al.,
2015; Spiel, 2009; Spiel y Strohmeier, 2012).
El sólido compromiso de la Dirección General de Infancia de la Consejería de Igualdad, Políticas
Sociales y Conciliación con la mejora de la calidad de los servicios de intervención familiar y el
movimiento basado en evidencias, impulsó la realización de un proyecto de evaluación rigurosa de la
efectividad de este programa, cuya memoria final se presenta en estas páginas. Como puede
comprobarse en esta memoria, se ha llevado a cabo una investigación de evaluación exhaustiva y
completa que ha requerido el esfuerzo de un amplio equipo de investigadores e investigadoras de las
diferentes universidades andaluzas y de varios años para su ejecución. Así, se optó por plantear un
diseño acorde con los estándares de calidad en materia de evaluación de programas, a pesar de la

8
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

complejidad que eso supone. A la complejidad propia del diseño planteado, el desarrollo de la
investigación se ha visto enormemente dificultado por la situación excepcional derivada de la
pandemia y el estado de alarma declarado en nuestro durante gran parte del desarrollo del proyecto;
situación que alteró la labor habitual de muchos ETF durante varios meses y nos obligó a modificar la
temporalización inicialmente prevista. A pesar de todas estas dificultades, hacemos una valoración
muy positiva de los logros conseguidos con el estudio, ya que hemos logrado alcanzar los objetivos
previstos y podemos ofrecer resultados de gran interés para contribuir a la mejora del Programa de
Tratamiento Familiar.
La presente memoria recoge, en primer lugar y dentro de este apartado de introducción, la
fundamentación teórica relacionada con la visión actual de la intervención familiar y la necesidad de
incorporar buenas prácticas basadas en la evidencia. En segundo lugar, en el apartado de método, se
describen el diseño de la investigación y las principales cuestiones metodológicas. En tercer lugar, se
ofrecen los resultados obtenidos en relación a los diferentes objetivos planteados. Finalmente, en el
último apartado, se resumen las principales conclusiones derivadas de los resultados obtenidos y que
deben tenerse en cuenta a la hora de llevar a cabo la revisión del Manual del Programa de Tratamiento
a Familias con Menores.

1. La intervención familiar desde una perspectiva positiva, preventiva y


fortalecedora
Los cambios experimentados a nivel legislativo y conceptual en la forma de concebir la intervención
familiar han sido tan profundos que podemos decir que en las últimas décadas hemos asistido a un
importante cambio de paradigma en la forma de entender el trabajo con las familias, que ha
evolucionado desde un modelo tradicional basado en el déficit hacia el enfoque de la preservación y
el fortalecimiento familiar (Hidalgo et al., 2009; Jiménez e Hidalgo, 2016; Rodrigo et al., 2008). Esta
evolución tiene que ver fundamentalmente con relevantes cambios sociales y legislativos que han
supuesto, por un lado, destacar la necesidad de tomar como punto de partida los derechos de la
infancia, reconociendo a niños, niñas y adolescentes como sujetos activos cuyas necesidades deben
cubrirse dentro del sistema familiar; y por otro, tomar conciencia de que la parentalidad es una
actividad para la que se necesita apoyo, teniendo las instituciones la responsabilidad de garantizar
dicho apoyo para que todas las familias puedan cumplir con sus funciones educativas (Consejo de
Europa, 2006; 2011; Naciones Unidas, 1989). En este sentido, aunque la crianza de los hijos y las hijas
forma parte de la intimidad familiar, al ejercicio de la parentalidad se le atribuye actualmente gran
valor social, concibiéndose como un recurso que hay que apoyar y proteger dada su importante
función para el bienestar y el futuro de la sociedad (Rodrigo et al., 2015).
El valor e importancia social otorgado a todo lo relacionado con el desempeño de la
parentalidad se ha visto respaldado por un sólido marco normativo —tanto a nivel europeo como
nacional— que tiene su principal exponente en la Recomendación del Consejo de Europa sobre Políticas
de apoyo al ejercicio positivo de la parentalidad (Consejo de Europa, 2006). En esta recomendación se
establece que el objetivo de la crianza debe ser el establecimiento de unas relaciones positivas con los
hijos y las hijas; unas relaciones que deben estar basadas en el ejercicio de la responsabilidad parental
y que deben garantizar los derechos y el bienestar de niños, niñas y adolescentes. Así, la parentalidad
positiva implica unas prácticas educativas basadas en el afecto, el apoyo, la comunicación, la

9
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

estimulación y la estructuración en rutinas, en el establecimiento de límites, normas y consecuencias,


así como en el acompañamiento y la implicación en la vida cotidiana de los hijos y las hijas (Consejo de
Europa, 2006; Daly, 2007).
Los planteamientos sustentados en el enfoque de la parentalidad positiva, en los principios
de la preservación familiar y en una fuerte perspectiva de derechos, constituyen actualmente el eje
vertebrador de las políticas de atención a la infancia y la familia en el contexto europeo e inspiran las
estrategias y la organización de los servicios de intervención y apoyo familiar en nuestro país. Estos
planteamientos han dado lugar a una concepción más activa y positiva de la intervención familiar que
resalta la importancia de la prevención y la promoción (Daly et al., 2015; Rodrigo et al., 2015). Como
consecuencia de estos planteamientos el ámbito de la intervención familiar se ha visto ampliado, ya
que ha pasado de estar limitado a colectivos específicos de familias —fundamentalmente las de alto
riesgo— y con el objetivo último de proteger a niños y niñas de las situaciones de maltrato, a
contemplar que todas las familias pueden experimentar en mayor o menor medida necesidades de
apoyo y, por tanto, son posibles destinatarias de este tipo de intervenciones (Sousa et al, 2007).
Asimismo, desde esta lógica mucho más positiva, el objetivo de la intervención familiar ha pasado de
estar focalizado exclusivamente en eliminar el maltrato para centrarse en la promoción del buen trato,
ampliando la finalidad de la intervención para integrar tanto el bienestar infantil como familiar
(Gentles-Gibbs, 2016). Este enfoque más actual mantiene asimismo una visión de la familia centrada
en sus fortalezas, encaminando la intervención a promover las competencias parentales, a favorecer
el desarrollo personal y social de madres y padres, y a potenciar sus fuentes y recursos de apoyo (Long,
2016). Finalmente, esta concepción de la intervención familiar asume un enfoque comunitario y de co-
responsabilidad en el que la sensibilidad comunitaria, la cooperación con las familias, la coordinación
interinstitucional y la potenciación de los recursos naturales y activos de la comunidad adquieren un
papel fundamental. Al reconocer que la adecuación en el desempeño de la parentalidad depende tanto
de las competencias personales como de los recursos de apoyo, la relevancia y el valor otorgado al
apoyo formal e informal que promueven las actuaciones comunitarias de intervención familiar han
crecido considerablemente (Rodrigo et al., 2008, 2015).
En conjunto, la intervención familiar se concibe en la actualidad desde una perspectiva
positiva, preventiva y fortalecedora que, adoptando un enfoque plural, respeta la diversidad en el
ejercicio de los roles de padre y madre, reconociendo que no existe un modelo ideal y único de
ejercerlos. Esta diversidad en el ejercicio de estos roles se explica en gran parte por la ecología de la
parentalidad, que implica que la mayor o menor adecuación en el ejercicio parental vendrá
determinada por el grado de ajuste entre las necesidades específicas de los hijos y las hijas, las
competencias de las figuras parentales para atender esas necesidades evolutivo-educativas y el
contexto psicosocial que rodea a la familia, que podrá facilitar o dificultar el desempeño de la
parentalidad y el funcionamiento familiar (Rodrigo et al., 2015). Aunque la consideración y el análisis
de la ecología parental de cada familia debe constituir el punto de partida de la intervención, acorde
con estos planteamientos, se entiende que el objetivo central de la intervención familiar debe ser el
fortalecimiento de las competencias parentales, incluyendo tanto las de naturaleza educativa como
las de índole más personal y las relacionadas con la búsqueda de los recursos de apoyo. Esta forma de
concebir la intervención familiar conlleva asimismo que los procesos de intervención requieran
necesariamente de la colaboración, la reflexión y la participación activa de las figuras parentales,
otorgándoles un papel protagonista en la definición de sus propios modelos educativos y con el
objetivo último de fortalecer y proporcionarles las competencias y los recursos necesarios para que

10
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

cumplan adecuadamente —y con autonomía— con sus responsabilidades educativas y aseguren el


bienestar de niños, niñas y adolescentes dentro del contexto familiar.

2. Incorporación de prácticas basadas en la evidencia y estándares de calidad


en el ámbito de la intervención familiar
Al amparo de esta concepción actual de la intervención familiar desde planteamientos preventivos y
fortalecedores, existe un amplio consenso en torno a dos cuestiones. Por un lado, en la necesidad y
utilidad de poner en marcha programas de intervención familiar encaminados a la promoción de
competencias parentales en las situaciones de riesgo y/o vulnerabilidad, ya que existen datos
empíricos de la efectividad de este tipo de intervenciones para promover el bienestar infantil en estos
contextos familiares (Gilbert, 2012; Hidalgo et al., 2009). Por otro lado, en el convencimiento de que
estas actuaciones deben incorporar prácticas y programas basados en la evidencia, es decir,
intervenciones de las que haya evidencias científicas de que son efectivas y que realmente hayan
demostrado que producen efectos positivos en las familias.
En este sentido y dado que las evidencias existentes sobre la efectividad de los programas
encaminados a la promoción de competencias parentales desde el enfoque de la parentalidad positiva
dejan fuera de toda duda la pertinencia de este tipo de intervenciones, el principal reto actual radica
en garantizar que las iniciativas que se ponen en marcha cumplan con los estándares de calidad
reconocidos a nivel internacional para las intervenciones psicosociales (Jiménez e Hidalgo, 2016). En
estos momentos, existe un importante cuerpo de literatura que se ha ocupado de identificar cuáles
son esos criterios de calidad que definen a las prácticas basadas en la evidencia y que deberíamos
aspirar a que se incorporen en todas las actuaciones de intervención familiar para garantizar su
eficacia y utilidad (e.g., Asmussen, 2011; Flay et al., 2005; Gottfredson et al., 2015; Kilburn, 2014;
Kilburn y Mattox, 2016; Scott, 2010; Small et al., 2009; Yarbrough et al., 2011).
Como es bien conocido, el movimiento basado en evidencias proviene del ámbito de las
ciencias de la salud y sitúa el foco en la utilización de estándares de evaluación de programas muy
rigurosos para obtener evidencias de su efectividad. En el ámbito de la intervención familiar,
reconociendo la importancia del rigor científico, se ha ido extendiendo una concepción más
comprehensiva de las prácticas basadas en evidencias que trata de integrar las evidencias fruto de la
investigación con las que proceden de la experiencia profesional incluyendo, además de los criterios
científicos, otros relacionados con la capacidad que tienen las intervenciones de dar respuesta a las
necesidades reales de las personas, el rigor ético en su aplicación, así como la viabilidad y la
sostenibilidad de los recursos (Asmussen, 2011; Jiménez e Hidalgo, 2016; Yarbrough et al., 2011;
Walsh et al., 2015). Esta aproximación ha quedado bien descrita en la posición adoptada por The
European Family Support Network (Eurofamnet), que define como componentes centrales de la
calidad de los programas de intervención familiar, además de la efectividad, la responsividad, la
viabilidad, la ética, la inclusividad y la sostenibilidad (Özdemir et al., 2021). Se trata de un enfoque
que entiende que la principal finalidad de la identificación de los estándares de calidad es guiar la
toma de decisiones en los procesos de selección, diseño y puesta en marcha de las intervenciones;
siendo necesaria para esa labor una estrecha colaboración entre investigadores, profesionales y
responsables políticos, así como dar voz a las familias y niños, niñas y adolescentes. Según estos
planteamientos, a la hora de establecer los criterios de calidad de las intervenciones, además del

11
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

conocimiento científico, hay que tener en cuenta la realidad del contexto profesional y social en el
que se insertan esas actuaciones (Jiménez e Hidalgo, 2016). Teniendo presente estos principios
generales, es posible identificar criterios de calidad relacionados con el diseño de los programas, con
la implementación y con su evaluación.
En relación con el diseño de las intervenciones, el primer criterio de calidad es que los
programas deben contar con una sólida fundamentación teórica. Un marco teórico de referencia que
permita entender los procesos e influencias que determinan el funcionamiento familiar es el punto de
partida y debe guiar la formulación de objetivos, contenidos y características metodológicas de los
programas de intervención familiar (Asmussen y Brim, 2018). Asimismo, esa fundamentación teórica
debe permitir explicar cómo se produce el cambio gracias a la intervención, es decir, cómo se produce
una mejora relevante en la calidad de vida de las familias después de participar en dicho programa.
Disponer y hacer explícito el modelo de cambio constituye un criterio de calidad esencial para
ga a tiza el é ito de las i te e io es Deko ić et al., ; Gottf edso et al, ; “ all et al.,
2009). Tanto para la definición del marco teórico como del modelo de cambio es fundamental
delimitar adecuadamente la población destinataria de la intervención. Partir de las necesidades y
fortalezas específicas de las familias que van a participar en el programa facilita que éste se ajuste a
sus necesidades y responda a sus expectativas, aspectos claves para asegurar su efectividad (Özdemir
et al., 2021; Samuelson, 2010).
Otro criterio de calidad relacionado con el diseño de los programas tiene que ver con su grado
de sistematización, que en el caso de los programas basados en evidencias es tan alto que permite
que puedan ser aplicados por personas distintas a las que lo diseñaron (De Paúl, 2012). En este
sentido, es fundamental disponer de un manual detallado del programa que contenga información
sobre: el perfil de la población destinataria y los procesos de selección y derivación; la fundamentación
teórica y los modelos de cambio; los objetivos, contenidos y efectos esperados; la metodología, las
técnicas y las actividades a desarrollar; los componentes clave y los elementos adaptables; las
condiciones de implementación; el diseño de evaluación; los procesos de selección, formación y
supervisión de profesionales; los criterios de adherencia; y los recursos y costes necesarios para su
aplicación (Flay et al., 2005; Gottfredson et al., 2015; Maya, 2019; National Academy for Parenting
Practitioners, 2008). Para alcanzar este alto grado de sistematización, la colaboración entre
responsables institucionales, profesionales e investigadores en todas las fases del desarrollo de los
programas de intervención familiar es esencial (Rodrigo et al., 2015).
La constatación de que un diseño sólido y sistematizado no es suficiente para asegurar la
efectividad de las intervenciones ha dirigido el foco de atención en los últimos años hacia los
estándares de calidad relacionados con la implementación de los programas. En relación con las
condiciones de implementación, hay un importante consenso en destacar como criterios de calidad
relacionados con el éxito de las intervenciones el apoyo institucional, la formación y supervisión de
los profesionales, una adecuada combinación de fidelidad y flexibilidad y contar con mecanismos que
facilitan la adherencia de los y las participantes a la intervención (Casillas et al., 2016; Child Welfare
Information Gateway, 2013; Durlak y DuPre, 2008; Fixsen et al., 2005; 2009; Hidalgo et al., 2016;
Proctor et al., 2009). Por otro lado, actualmente predomina una comprensión cada vez más ecológica
y compleja de los procesos de implementación que, además de identificar las condiciones que facilitan
el éxito de las intervenciones, aboga por la necesidad de incluir el análisis de la relevancia, la viabilidad
y la sostenibilidad —que va más allá de la tradicional relación coste-beneficio—, el estudio de la validez

12
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

ecológica, y una comprensión del contexto de intervención como sistema complejo y dinámico, con
relaciones interdependientes y en continua negociación entre participantes, componentes de la
intervención y elementos del contexto (Kilburn y Mattox, 2016, Kumpfer et al, 2012; Yarbrough et al.,
2011).
Los estándares de calidad relacionados con la evaluación constituyen, sin duda, el rasgo más
distintivo de los programas basados en evidencias. Se trata de programas que han demostrado
científicamente su efectividad, esto es, han demostrado que producen cambios relevantes en los
participantes en las dimensiones objeto de intervención. Existe cierto consenso a nivel internacional
en reconocer que los programas basados en evidencias son aquellos que han probado su eficacia, han
demostrado su eficiencia, y cuentan con garantías para su diseminación (Flay et al., 2005; Gottfredson
et al., 2015). Para la evaluación de eficacia, son necesarios diseños longitudinales que contemplen
algún grupo de comparación y permitan comprobar mediante análisis estadísticos apropiados y con
instrumentos de evaluación validados el cambio experimentado por los y las participantes en la
intervención. Además, se considera que los cambios deben tener un tamaño de efecto relevante,
haber sido probados mediante diversas evaluaciones externas de impacto y con evaluaciones de
seguimiento al menos a medio plazo (Flay et al., 2005). En relación con el tipo de estrategias de
evaluación más comunes para demostrar la eficacia de un programa, cabe señalar que nos
encontramos en un momento de redefinición. Frente a la posición que defiende la visión más estricta
con estudios experimentales con grupo control de asignación aleatoria como la única opción válida,
cada vez son más las voces que abogan por una visión plural de la evaluación que considere no
solamente la adecuación metodológica, sino también su utilidad, su viabilidad y su rigor ético (e.g.,
Boddy et al., 2011; Moran et al., 2004; Yarbrough et al., 2011). Este enfoque plural de concebir la
evaluación está basado en una perspectiva de derechos, que considera la voz de los niños, niñas y
adolescentes y de las familias, e incorpora como requisito establecer relaciones entre resultados de
evaluación y derechos. Finalmente, este enfoque plural de evaluación establece una relación de doble
dirección con la práctica profesional; es decir, se nutre del saber experiencial profesional y devuelve
resultados a la práctica, parte del contexto real y está comprometida con la promoción del
pensamiento evaluativo en el contexto profesional (Jiménez e Hidalgo, 2016).
La evaluación de eficiencia está en consonancia con esta consideración plural y situada de la
evaluación de programas, asumiendo que es necesario comprobar la eficacia de las intervenciones en
condiciones diversas de aplicación (Flay et al., 2005). Para la evaluación de eficiencia es necesario
analizar el proceso de implementación, con objeto de explorar variaciones en los resultados del
programa y poder determinar qué perfil de familias se benefician más de cada intervención (Moran et
al., 2004). Entre los elementos más destacados en relación con la implementación de los programas
figura el apoyo institucional, la formación de los y las profesionales, la flexibilidad y la fidelidad en la
aplicación del programa (Hidalgo et al., 2016). Los datos empíricos disponibles muestran que niveles
más altos de fidelidad van acompañados de mejores resultados de los programas (Durlak y DuPre,
2008). Por ello, para promover la fidelidad hay que asegurarse de que los elementos identificados
como clave se mantengan en todas las aplicaciones del programa. No obstante, no debe olvidarse que
es crucial el equilibrio entre fidelidad y flexibilidad a lo largo del proceso de implementación, ya que
la adaptación del programa a diferentes contextos de intervención constituye un elemento
fundamental para garantizar su diseminación y validez ecológica (Cabassa y Baumann, 2013).

13
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Finalmente, tras demostrar su eficacia y eficiencia, los programas necesitan una evaluación
para su diseminación. Así, un programa estará listo para su difusión cuando haya probado su eficacia
en contextos diversos, para lo que es necesario realizar adaptaciones culturales del programa para
garantizar su validez ecológica (Kumpfer et al., 2012). Con objeto de adaptar un programa a un
contexto concreto de intervención sin desvirtuarlo es necesario tanto conocer las necesidades
específicas de la población destinataria, como que estén claramente diferenciados los elementos
adaptables del programa de aquellos que no pueden modificarse (elementos clave); siendo los
primeros los que pueden adaptarse a las características específicas de cada contexto de aplicación
(Kumpfer et al., 2012). Finalmente, la información sobre los costes y disponibilidad del programa son
fundamentales para comenzar este proceso de diseminación (Flay et al., 2005). En relación con las
garantías de validez ecológica, además de la voz de las propias familias, tener en cuenta la opinión de
profesionales y responsables institucionales es fundamental para desarrollar intervenciones
contextualmente relevantes (Jiménez e Hidalgo, 2016). En especial, la consideración de los y las
responsables institucionales permite ajustar aspectos del programa al contexto económico, socio-
cultural y organizativo en el que debe implementarse y ayuda a acercar las perspectivas de
investigadores y responsables políticos en materia de apoyo a las familias y a sus hijos e hijas,
perspectivas que no siempre van de la mano (Spiel y Strohmeier, 2012), y cuya continuidad ayuda a
que se apoyen propuestas de intervención basadas en la evidencia (Spiel, 2009).
En definitiva, para incorporar programas de intervención familiar basados en evidencias que
cumplan con los estándares de calidad se requiere que investigadores, profesionales y responsables
institucionales y políticos trabajen juntos en su diseño e implementación, incorporando estrategias de
evaluación de efectividad adecuadas desde presupuestos metodológicos, éticos y prácticos. Esta
colaboración permitirá la puesta en marcha de programas teóricamente fundamentados, basados en
una perspectiva de derechos, efectivos y culturalmente adaptados a las necesidades y fortalezas
específicas de niños, niñas, adolescentes y sus familias; programas aplicados con fidelidad a los
componentes centrales del mismo, en las mejores condiciones de implementación y teniendo como
destinatarios a familias que tienen el perfil que más se beneficia de la intervención (Jiménez e Hidalgo,
2016).

14
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

MÉTODO
En este capítulo se describe la metodología empleada para el desarrollo de este estudio.
Concretamente, en primer lugar, se presenta el diseño de evaluación en términos generales.
Posteriormente se describe la muestra de participantes, detallando tanto los y las profesionales
implicados como las familias atendidas que participaron en la investigación. En tercer lugar, se detalla
el procedimiento de recogida de información llevado a cabo. Posteriormente, se describe el plan de
análisis para dar respuesta a los distintos objetivos de la investigación. Finalmente, se presentan los
estándares éticos de investigación seguidos en este estudio.

1. Diseño de la evaluación del programa de Tratamiento a Familias


Tal y como se ha descrito en el capítulo introductorio, el programa de Tratamiento a Familias con
Menores desarrollado en Andalucía por los Equipos de Tratamiento Familiar es una intervención
dirigida a apoyar a las familias en situación de riesgo o desprotección infantil. El interés científico y de
los y las responsables del programa por incorporar prácticas basadas en la evidencia en las actuaciones
que se llevan a cabo ha motivado el desarrollo de una investigación que tiene como finalidad la
evaluación rigurosa del programa de Tratamiento a Familias con Menores de Andalucía. Una vez
completada, la información obtenida con esta investigación de evaluación permitirá conocer el
impacto real de este programa tanto sobre el funcionamiento de las familias como sobre la calidad de
vida de los niños, niñas y adolescentes que crecen en estos contextos familiares en situación de riesgo.
Asimismo, y como queda desarrollado en los objetivos planteados, esperamos que las conclusiones
obtenidas permitan optimizar el programa contribuyendo a la incorporación de buenas prácticas
basadas en la evidencia en las políticas de atención a la infancia y las familias en Andalucía.
Siguiendo los estándares de calidad para la evaluación de programas más consensuados, los
objetivos planteados para la evaluación del programa han sido:
1. Evaluar la cobertura del programa de Tratamiento a Familias con Menores en toda la
comunidad de Andalucía.
1.1. Describir el perfil psicosocial de familias usuarias de este servicio.
1.2. Analizar del alcance de la intervención desarrollada.
2. Evaluar la implementación del programa de Tratamiento a Familias con Menores en toda
la comunidad de Andalucía.
2.1. Explorar las expectativas, la fidelidad en el proceso de aplicación y la satisfacción de
los y las profesionales con la intervención.
2.2. Describir el proceso, los contenidos, la metodología y las técnicas utilizadas por los y
las profesionales durante el tratamiento.
2.3. Analizar el grado de participación, la motivación y la alianza establecida entre las
familias participantes en el programa y los y las profesionales.
3. Evaluar la eficacia del programa de Tratamiento a Familias con Menores de Andalucía para
la promoción del bienestar infantil y familiar.

15
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

3.1. Evaluar el impacto de la intervención desarrollada en las competencias parentales y


habilidades personales de los progenitores y progenitoras participantes.
3.2. Evaluar el impacto de la intervención desarrollada en el funcionamiento familiar.
3.3. Evaluar el impacto de la intervención desarrollada en el ajuste, el bienestar y la calidad
de vida de niños, niñas y adolescentes de las familias participantes en este programa.
3.4. Analizar el grado de satisfacción de las familias con la intervención.
4. Evaluar la eficiencia del programa de Tratamiento a Familias con Menores de Andalucía.
4.1. Identificar bajo qué condiciones de aplicación (duración de la intervención, contenidos
trabajados, etcétera) el programa resulta más efectivo.
4.2. Conocer con qué perfil de familias muestra el programa mayor efectividad.
5. Contribuir a la mejora y optimización de las políticas sociales en materia de infancia y
familia en Andalucía.
5.1. Elaborar propuestas de mejora para el Programa de Tratamiento Familiar a partir de
los resultados obtenidos en la evaluación, que permitan actualizar el manual de referencia
del programa.
5.2. Proporcionar datos que avalen la incorporación de buenas prácticas basadas en la
evidencia en las actuaciones de apoyo e intervención con familias en situación de riesgo en
Andalucía.
Para dar respuesta a los objetivos planteados, la investigación propuesta para evaluar el
Programa de Tratamiento a Familias con Menores de Andalucía se ha adoptado un diseño
cuasiexperimental con grupos paralelos no aleatorizados, de carácter longitudinal con tres medidas
de evaluación. Respecto a la naturaleza de los datos, este proyecto contempla una metodología mixta
(que incorpora medidas de evaluación tanto cuantitativas como cualitativas) y multi-informante,
recabando información no solo de las familias participantes sino también de los y las profesionales
responsables de la implementación del programa. Se trata además de una aproximación multi-nivel,
en tanto que se han incorporado dimensiones de evaluación diversas, relativas a distintos niveles de
análisis e incorporando tanto valoraciones objetivas como percepciones subjetivas.
En términos generales, el diseño planteado ha permitido evaluar la cobertura, el proceso de
implementación, la eficacia y la eficiencia del programa, así como la valoración que hacen de los y las
profesionales del programa y del manual de referencia. En la Figura 1 se representa el diseño
propuesto para la evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores de Andalucía.

16
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1. Diseño de la propuesta de evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores
de Andalucía

El planteamiento metodológico propuesto ha supuesto el seguimiento longitudinal de dos


grupos de familias comparables pero que diferían por su participación o no en el programa objeto de
evaluación. Esta estrategia de evaluación ha implicado, desde el punto de vista metodológico, un
diseño mixto. Por una parte, ha conllevado un análisis intragrupo para el grupo de intervención,
comparando las medidas de pretest (anterior a la intervención) y postest (tras la finalización de la
misma). Por otro lado, ha implicado un análisis de interacción, comparando los cambios
experimentados por las familias con las que se lleva a cabo la intervención —grupo de intervención
(GI)—, con la evolución durante el mismo período de tiempo de otro grupo de familias similares pero
que no participan en el programa —grupo de comparación (GC)—. Además, la evaluación se ha
completado con un análisis procesual de las intervenciones desarrolladas por los Equipo de
Tratamiento Familiar con ayuda de los y las profesionales responsables, así como una valoración del
programa y del manual. Finalmente, el diseño ha incluido una evaluación de seguimiento con
posterioridad a la finalización de la intervención con objeto de comprobar en qué medida los
beneficios conseguidos se mantienen en el tiempo.
Como se desprende de la figura anterior, podemos diferenciar tres fases fundamentales en el
estudio:

 Evaluación inicial. Es el primer momento de la evaluación y se ha realizado tanto con el


grupo de intervención como con el grupo de comparación. En esta evaluación previa al
inicio del programa (pretest) se recabó información de una serie de medidas individuales,
interpersonales y sociales de los distintos miembros de todas las familias. Así mismo, se
recogió información de los y las profesionales sobre el perfil sociodemográfico y sus
expectativas respecto al tratamiento con las familias. La información obtenida en esta fase
ha permitido dar respuesta tanto al objetivo de evaluación de la cobertura como al de
evaluación de eficacia, ya que la comparación de los datos obtenidos en esta evaluación

17
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

inicial con los datos del postest, ha permitido analizar el impacto conseguido con la
intervención.

 Evaluación del proceso de implementación. Esta fase se ha planteado como una evaluación
continua del programa y sólo se ha llevado a cabo con el grupo de intervención. Ha
consistido en un registro que los y las profesionales responsables de la intervención
completaban en cada sesión de trabajo con cada familia, prolongándose durante todo el
periodo de tiempo que duraba la intervención con las familias de la muestra de estudio. Se
ha recogido información relacionada con el desarrollo de las sesiones y el proceso de
implementación: actividades desarrolladas, asistencia y motivación de los y las
participantes, áreas de intervención en la que se han detectado cambios positivos,
etcétera. Además, durante el desarrollo del estudio se recogió información acerca de la
valoración sobre el programa y el manual de referencia por parte de los y las profesionales.

 Evaluación final. La evaluación final se ha realizado tanto con el grupo de intervención


como con el de comparación. En el primer caso, se llevó a cabo a la finalización de la
intervención (postest) y, en el caso del grupo de comparación y de las familias del grupo
de intervención que seguían en el programa al finalizar la recogida de datos, tras un
periodo similar al promedio de las intervenciones.

2. Participantes
Para la realización de este estudio se ha contado con tres muestras diferentes, por un lado, el grupo
de intervención (GI) formado por 545 figuras parentales, a cargo de 1015 niños, niñas y adolescentes,
atendidas en el programa de Tratamiento a Familias con Menores en Andalucía; y por otro, 479
profesionales que atienden a dichas familias. Así mismo, como se ha indicado en el diseño, el proyecto
incluye un grupo de comparación (GC) formado por 112 figuras parentales, a cargo de 222 niños, niñas
y adolescentes, con un perfil psicosocial semejante al del grupo de intervención, pero que no son
atendidas por los Equipos de Tratamiento Familiar, aunque puedan estar disfrutando de otro tipo de
actuación o ayuda por parte de los Servicios Sociales o de alguna entidad privada. En este apartado se
describe el grupo de intervención así como a los profesionales, mientras que en el bloque referido a
los resultados de eficacia de la intervención se describe el grupo de comparación.

2.1. Profesionales
En el estudio han participado un total de 479 profesionales de todas las provincias andaluzas. En la
Figura 2 se presentan los porcentajes de profesionales participantes en cada provincia andaluza.

18
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2. Profesionales por provincias: porcentajes

Cádiz
14,19% Sevilla
21,30%

Málaga
18,18% Córdoba
8,79%

Huelva
Jaen 8,79%
9,19%
Granada Almería
10,59% 8,99%

Un total de 147 ETF han participado en la investigación. En la Figura 3 se presentan los


porcentajes de ETF participantes por provincias.

Figura 3. ETF por provincias: porcentajes

Cádiz
Sevilla
14,97%
19,73%

Málaga
17,01% Córdoba
10,20%

Huelva
Jaen 8,84%
8,16%
Granada Almería
12,93% 8,16%

De un total de 479 profesionales participantes en el estudio, el 80.60% eran mujeres y el


19.40% hombres, con una edad comprendida entre los 24 y 63 años (46.16 años de media). En cuanto
a la experiencia profesional previa en ETF, la media de años del total de profesionales fue de 11.01
años, variando desde 0 a 21 años. Respecto al perfil profesional, los y las participantes se distribuyeron
del siguiente modo: 35.10% psicólogos/as, 31.90% educadores/as y 33.00% trabajadores/as sociales.
Por último, el 91.40% ha recibido formación profesional específica en intervención familiar. En la Tabla
1 aparece la distribución de las variables sexo, edad, experiencia profesional previa, perfil profesional
y formación específica en intervención familiar para cada provincia.

19
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1. Sexo, edad, experiencia previa, perfil profesional y formación específica en intervención
familiar por provincias
Formación
Sexo Edad Experiencia Perfil Profesional Intervención
Familiar
Trabajador/a
Mujer Hombre M M Psicólogo/a Educador/a Sí No
Social
Almería 86.05% 13.95% 41.82 6.90 32.56% 32.56% 34.88% 81.40% 18.60%
Cádiz 76.47% 23.53% 45.60 12.27 39.71% 30.88% 29.41% 98.53% 1.47%
Sevilla 76.47% 23.53% 46.94 9.12 35.29% 30.39% 34.31% 89.22% 10.78%
Córdoba 85.71% 14.29% 45.84 13.52 33.33% 35.71% 30.95% 97.44% 2.56%
Granada 80.39% 19.61% 47.92 11.86 31.37% 37.25% 31.37% 88.24% 11.76%
Huelva 85.71% 14.29% 44.84 11.06 35.71% 30.95% 33.33% 80.95% 19.05%
Jaén 70.45% 29.55% 45.93 10.37 29.55% 40.91% 29.55% 90.70% 9.30%
Málaga 86.21% 13.79% 47.88 13.12 37.93% 25.29% 36.78% 97.70% 2.30%

A la finalización del estudio, un 7.52% del total de profesionales no formaba parte del equipo
al que pertenecía inicialmente por diversas razones. Las causas de baja encontradas han sido: traslado
a ERACIS, a otro ETF o a los servicios sociales comunitarios; cambio de perfil profesional, de ETF a
orientadora de Educación Secundaria; enfermedad; desempleo o fin de contrato.

2.2. Familias
Un total de 545 personas, tutoras principales a cargo de hijos e hijas de edades comprendidas entre
los 0 y 17 años de edad, de familias atendidas por los ETF han participado en la investigación. La
distribución porcentual por provincias de la muestra se representa en la Figura 4.

Figura 4. Familias por provincias: porcentajes


Málaga Cádiz
12,53% 15,37%

Jaén
8,75%

Sevilla
Granada 21,04%
12,53%

Almería Córdoba
12,29% Huelva 7,33%
10,17%

20
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Figura 5 se presenta la distribución de familias por subprograma en cada provincia. Como


puede observarse en dicha tabla, del total de familias participantes, un 90.15% recibía atención dentro
del subprograma de riesgo, y el 9.84% restante en el subprograma de reunificación. Por provincias,
Cádiz fue la que incluyó un mayor número de familias dentro del subprograma de reunificación
(36.07%); mientras que Málaga y Sevilla fueron las provincias con menor número de familias atendidas
dentro del subprograma de reunificación.

Figura 5. Subprogramas por provincias: porcentajes

Almería 90,38 9,62

Cádiz 63,93 36,07

Sevilla 96,59 3,41

Córdoba 89,47 10,53

Granada 91,49 8,51

Huelva 93,02 6,98

Jaén 91,89 8,11

Málaga 98,08 1,92

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Riesgo Reunificación

En la Tabla 2 se observan las características familiares de los y las participantes que han
finalizado el estudio. Concretamente, se detallan las cifras en relación a la estructura familiar,
composición e ingresos de cada unidad familiar. En general, los datos referidos a la estructura de las
familias fueron similares para toda la comunidad, con algunas diferencias entre provincias; por
ejemplo, Sevilla y Córdoba destacaron por una elevada proporción de familias con estructura
monoparental; mientras que en Málaga, Cádiz y Jaén hubo un mayor número de familias biparentales.
Las familias eran mayoritariamente nucleares, destacando Córdoba por un mayor porcentaje de
estructura familiar con familia extensa. En un 43.99% de las familias participantes no había estabilidad
familiar, siendo Cádiz y Jaén las provincias en las que estos datos fueron más acusados. Además,
prácticamente 1 de cada 2 familias se caracterizaron por la falta de estabilidad de los ingresos,
destacando Huelva como la provincia en la que las familias presentaban un mayor nivel de
inestabilidad.

21
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2. Características familiares por provincias: descriptivos


Familia Estabilidad Estabilidad
Estructura familiar (%) Nuclear (%)
extensa (%) familiar (%) ingresos (%)
monoparental sí
sí sí sí
Andalucía 50.00 74.35 24.09 56.01 48.18
Sevilla 64,37 75.00 23.86 52.94 50.59
Córdoba 80.00 25.00 100 61.11 44.44
Huelva 53.4 69.77 20.93 60.47 30.77
Almería 46.15 80.39 25.49 53.19 48.00
Granada 49.06 81.13 18.87 67.92 50.00
Jaén 43.24 72.97 32.43 48.65 54.29
Málaga 31.37 76.00 25.49 66.00 48.98
Cádiz 43.33 68.33 20.00 43.10 51.79

En relación al perfil del tutor o tutora principal, cabe señalar que en su mayoría eran
progenitores o progenitoras, siendo los tíos y tías o los abuelos y abuelas quienes han desempeñado
el rol de cuidador como figura alternativa a la materna o paterna. Fundamentalmente, la persona que
figura como tutora principal son mujeres. El nivel de instrucción de los tutores o tutoras de referencia
fue bajo: 3 de cada 4 personas responsables de una unidad familiar (78.85%) carecían de estudios o
solo habían finalizado los estudios primarios. El bajo nivel de instrucción ha predominado junto a una
escasa cualificación laboral (nivel bajo o sin cualificación laboral). La situación laboral difería entre
provincias, aunque la media de la comunidad autónoma indicó una mayor proporción de personas
inactivas laboralmente en el período en el que se ha desarrollado la investigación. A nivel provincial,
destacó Huelva como la provincia con mayor proporción de participantes en situación de desempleo.
A partir de los datos analizados, el perfil del tutor o tutora principal ha sido el de una madre de 39
años, con nivel bajo de estudios y de cualificación laboral, y una situación laboral inestable.

Tabla 3. Características del tutor o tutora principal de la familia


Trabajo (%)
Sexo Vínculo Origen Estudios
Edad Situación Cualificación
(%) (%) (%) (%)
M (DT) activa baja
mujer progenitor/a España no
Andalucía 39.04 (9.26) 81.64 96.53 83.37 13.33 37.56 65.10
Sevilla 39.50 (9.14) 85.23 96.59 89.77 9.41 44.32 55.26
Córdoba 40.42 (9.58) 84.21 94.74 84.21 16.67 21.05 75.00
Huelva 37.31 (7.33) 88.37 100 90.70 17.50 27.91 83.33
Almería 40.34 (9.77) 78.85 100 55.80 19.23 50.98 80.00
Granada 38.52 (8.37) 69.81 98.11 81.13 7.84 28.30 60.00
Jaén 38.49 (10.55) 83.78 89.19 100 18.92 35.14 69.23
Málaga 40.06 (9.58) 80.39 92.50 76.47 14.29 45.10 52.17
Cádiz 37.91 (9.91) 83.33 95.00 90.00 10.34 31.67 68.42

22
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

La Tabla 4 refleja las características de los hijos y las hijas cuya situación de riesgo social (o la
valoración para su reintegración familiar) han motivado las actuaciones de los ETF. Se ha evaluado la
situación de 668 niños, niñas y adolescentes que han finalizado, junto a sus familias, su participación
en el estudio. La distribución por sexos ha sido equitativa en la mayoría de las provincias con algunas
diferencias. Granada fue la provincia con mayor representatividad masculina entre niños varones
evaluados, especialmente en el «hijo 1»; mientras que la muestra de Jaén y Sevilla destacó por un
mayor número de niñas. La mayoría de las personas menores de edad participantes no se hallaban en
situación de «retirada», lo cual era esperable pues las familias del estudio pertenecían
fundamentalmente al subprograma de riesgo. Un total de 10 familias (14% del total de participantes)
tenía a alguno de sus hijos o hijas bajo medidas de protección: 33 familias tienen hijos o hijas en
situación de acogimiento familiar (7.83%), 19 en acogimiento residencial (4.52%) y 10 con hijos o hijas
con otras tipologías de medidas de protección (2.44%). Cádiz ha destacado como la provincia con un
mayor número de niños, niñas o adolescentes en situación de desprotección con retirada del núcleo
familiar.

Tabla 4. Características de los hijos e hijas de las familias por provincias


Hijo o hija 1 Hijo o hija 2
Sexo Sexo Retirada
Edad Retirada (%) Edad
(%) (%) (%)
M (DT) sí M (DT)
chica chica sí
Andalucía 10.52 (4.51) 49.88 8.71 7.65 (4.29) 47.92 6.75
Sevilla 10.22 (4.70) 57.95 1.18 8.57 (3.96) 40.74 1.89
Córdoba 10.89 (3.99) 52.63 - 8.08 (3.75) 25.00 -
Huelva 10.16 (4.14) 41.86 4.65 5.93 (3.61) 62.07 3.45
Almería 10.98 (4.66) 50.98 14.00 7.66 (5.04) 60.53 8.11
Granada 10.85 (4.77) 37.74 7.55 7.60 (4.92) 45.71 8.33
Jaén 10.59 (4.21) 64.86 8.11 7.62 (3.61) 57.69 3.85
Málaga 10.57 (4.05) 41.18 - 8.35 (4.31) 44.18 2.94
Cádiz 10.33 (4.97) 50.82 26.67 6.95 (4.22) 40.54 18.92

2.3. Flujo de participantes


En el diagrama de flujo que se presenta en la Figura 6 se pueden observar las diferentes fases del
estudio. El pretest comenzó en 2018 en las provincias de Sevilla, Almería y Cádiz (Etapa 1),
incorporándose al estudio en el año 2019 (Etapa 2) el resto de las provincias andaluzas. La muestra
total en el pretest fue de 545 personas, que se subdividieron en función de la pertenencia al
subprograma de riesgo (90.15%) o al subprograma de reunificación (9.84%). Transcurridos, al menos,
doce meses desde la realización del prestest, se procedió a realizar el postest. En total se ha contado
con una muestra de 440 personas, de las que un 50.45% continuaban en tratamiento en la fecha de
finalización de la recogida de información para la fase de postest; un 42.50% habían recibido el alta
del servicio y un 7.04% habían abandonado el tratamiento.

23
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 6. Flujo de participantes en el estudio

3. Instrumentos y técnicas
Para abordar los objetivos propuestos en este proyecto se ha empleado una metodología mixta que
combina un abordaje tanto cualitativo como cuantitativo. Para ello, se han utilizado distintos
instrumentos y técnicas para obtener información de las dimensiones de estudio seleccionadas en los
diferentes momentos de recogida de datos (inicial, proceso, final y de seguimiento) en función de los

24
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

informantes (profesionales y figuras parentales) y de los objetivos de la evaluación. En la siguiente


tabla se referencian los instrumentos de evaluación utilizados en todas las fases del proyecto y de los
que se presentan resultados en la presente memoria. Posteriormente se describe brevemente cada
una de estas herramientas.

Tabla 5. Relación de instrumentos de evaluación del proyecto

Momento Dimensión Instrumento Informante


Perfil de los/as
PV: Perfil de los/as profesionales y
profesionales y valoración Profesional
Valoración del programa (Ad-hoc)*
del programa
Inicial
PS-HIP: Perfil Sociodemográfico,
Perfil socio-demográfico, Profesional
Historial de Intervención y Pronóstico
trayectoria y pronóstico Figura parental
(Ad-hoc)**
NCFAS: Escala de evaluación familiar de
Profesional
Carolina del Norte (Kirk et al., 2007)*
Competencias parentales
SCORE-15. Systemic Clinical Outcomes
y dinámica familiar
and Routine Evaluation (Stratto et al., Figura parental
2010)
PEP: Prácticas Educativas Parentales.
(Arnold et al., 1993; Barber, 1996;
Prácticas educativas Figura parental
Barber et al., 1994; Robinson et al.,
2001)**
Percepción del rol PSOC: Parental Sense of Competence
Figura parental
parental (Johnston y Mash, 1989)
PSS: Parental Stress Scale (y Jones,
Estrés parental y Figura parental
1995)
Inicial estrategias de
CSI: Coping Strategies Inventory (Cano
Final afrontamiento Figura parental
et al., 2007)*
VALÓRAME: Valoración de la gravedad
de las situaciones de riesgo,
Profesional
desprotección y desamparo de la
Bienestar, ajuste y calidad infancia (Molina y Martínez, 2016)*
de vida Infantil KIDSCREEN-10 (European Kidscreen
Figura parental
Groupe, 2006)
SDQ: Strengths and Difficulties
Figura parental
Questionnaire (Goodman, 2001)
SV: Satisfaction with Life Scale (Diener
Figura parental
et al., 1985)
Ajuste y bienestar adulto
GHQ-12: Global Health Questionnarie
Figura parental
(Goldberg y Williams, 1988)
Seguimiento de la RSS: Registro para el Seguimiento de las
Proceso Profesional
intervención Sesiones (Ad hoc)*

25
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Valoración del manual de


Grupos de discusión (Ad-hoc)* Profesional
referencia
SOATIF: Sistema de Observación de la
Alianza terapéutica Alianza Terapéutica en Intervención Figura parental
Familiar (Friedlander et al. 2006, 2009)*
Final Satisfacción con la CSQ-8: Client Satisfaction
Figura parental
intervención Questionnaire (Larsen et al., 1979)*
Valoración de la VF: Valoración Familiar de la
Profesional
intervención Intervención (Ad hoc)*
*Relativo solamente al grupo de intervención
**Cumplimentado parcialmente en relación al grupo de comparación

Perfil de los/as profesionales y Valoración del programa (PV) (Ad hoc). A través de este
instrumento se recoge el perfil sociodemográfico de los y las profesionales que integran los Equipos
de Tratamiento Familiar, incluyendo su formación y años de experiencia laboral. Además, se evalúa el
grado de identificación de los y las profesionales con el programa, su motivación para aplicarlo, su
percepción de eficacia y utilidad, la fidelidad en su implementación, la valoración general del
programa, así como los aspectos que consideran deberían cambiarse para mejorarlo. Consta de 11
indicadores con formatos diversos de respuesta (dicotómica, múltiple, tipo Likert y abierta) (e.g.,
«¿Crees que el programa es eficaz y útil para alcanzar los objetivos para los que fue diseñado?»).
Perfil Sociodemográfico, Historial de Intervención y Pronóstico (PS-HIP) (Ad-hoc). Este
instrumento permite recoger información sobre el perfil sociodemográfico de las figuras parentales
que participan en el programa y de su familia, así como algunos datos relevantes sobre la relación con
los servicios sociales y los antecedentes de riesgo que caracterizan la situación familiar. Consta de
ítems con formatos diversos de respuesta (dicotómica, múltiple, abierta).
Escala de evaluación familiar de Carolina del Norte (NCFAS) (Kirk et al., 2007). La NCFAS es una
escala de evaluación que aporta información acerca de las fortalezas y debilidades de la familia como
contexto de desarrollo. La NCFAS permite evaluar el funcionamiento familiar en cinco dominios:
entorno, competencias parentales, interacciones familiares, seguridad familiar y bienestar infantil. De
cada dominio, y de acuerdo con unas directrices de corrección, el o la profesional debe hacer una
valoración de los indicadores específicos y una valoración referida a cada dominio de forma global.
Además, es posible calcular una puntuación total de la escala. La NCFAS contiene un total de 36
indicadores, 5 globales y 31 específicos, cada uno de ellos acompañados de una definición operativa
asignada a cada puntuación, la cual se distribuye en una escala continua de seis puntos: (de +2 = clara
fortaleza a -3 = problema serio) (e.g., «Habitabilidad de la vivienda»). El análisis de fiabilidad de las
dimensiones de la escala y la puntuación total mostró resultados satisfactorios: escala global = .90;
entorno = .87; competencias parentales = .75; interacciones familiares = .72; seguridad = .73 y
bienestar del niño = .88.
Systemic Clinical Outcomes and Routine Evaluation (SCORE-15) (Stratto et al., 2010). Se trata
de una medida auto-administrada ampliamente utilizada en terapia familiar para valorar la dinámica
familiar. Este instrumento permite el cálculo de una puntuación total, así como por subescalas:
fortalezas y capacidad de adaptación, preocupados o angustiados, y dificultad para comunicarse. Se
trata de una propuesta de 15 ítems, expresados en una escala tipo Likert con cinco opciones de

26
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

respuesta (de 1 = nada, no nos describe a 5 = mucho, nos describe muy bien) (e.g., «Cuando alguno de
nosotros está preocupado o alterado, la familia le cuida»). La fiabilidad obtenida en el estudio fue:
escala global = .55; fortalezas y capacidad de adaptación = .84; preocupados o angustiados = .84 y
dificultad para comunicarse = .72.
Prácticas Educativas Parentales (PEP) (Arnold et al., 1993; Barber, 1996; Barber et al., 1994;
Robinson et al., 2001). Se trata de una compilación de subescalas procedentes de varios instrumentos
que evalúan distintos aspectos de la conducta parental: calidez y apoyo, razonamiento/inducción,
participación democrática, permisividad, reactividad excesiva e intrusismo. En su conjunto, el PEP está
compuesto por un total de 33 ítems con respuesta tipo Likert, cuyos valores están supeditados a la
dimensión evaluada: de 1 = nunca a 5 = siempre para las subescalas de calidez y apoyo,
razonamiento/inducción y participación democrática, de 1 = nunca a 7 = siempre para las subescalas
de permisividad y reactividad excesiva y de 1 = totalmente en desacuerdo a 6 = totalmente de acuerdo
para la subescala de intrusismo (e.g., «Cuando mi hijo/a se porta mal, le levanto la voz o le grito»). Los
análisis de fiabilidad arrojaron los siguientes datos: escala global = .72; calidez y apoyo = .771;
razonamiento/inducción = .661; participación democrática = .54; permisividad = .61; reactividad
excesiva = .72 e intrusismo = .57.
Parental Sense of Competence (PSOC) (Johnston y Mash, 1989). Este instrumento evalúa la
competencia parental percibida como madre o padre. Concretamente, examina dos dimensiones
centrales relativas al rol parental: la eficacia percibida como madre/padre y la satisfacción con el rol
parental. El PSOC está compuesto por 16 ítems en formato Likert con seis opciones de respuesta, que
progresa entre 1 = totalmente en desacuerdo y 6 = totalmente de acuerdo (e.g., «Teniendo en cuenta
el tiempo que llevo siendo madre/padre, me manejo muy bien con estas cosas»). El análisis de
fiabilidad de esta escala obtuvo un alfa igual a .84.
Parental Stress Scale (PSS) (Berry y Jones, 1995). Es una escala elaborada para valorar el grado
de estrés parental en adultos con menores a cargo. Este protocolo propone una versión reducida y
adaptada de la escala al español de Oronoz et al. (2007). Se trata de una escala autoadministrada que
evalúa tanto experiencias positivas (recompensas) como negativas relacionadas con la paternidad
(estresores). Presenta 12 ítems, expresados en una escala tipo Likert con cinco opciones de respuesta
(de 1 = no, totalmente en desacuerdo a 5 = sí, totalmente de acuerdo) (e.g., «El comportamiento de
mi hijo/a a menudo me resulta incómodo o estresante»). La fiabilidad de esta escala global se situó
en.82; en la dimensión de recompensas = .83 y en la de estresores = .78.
Coping Strategies Inventory (CSI) (Cano et al., 2007). Esta herramienta informa acerca de las
estrategias de afrontamiento que utiliza una persona ante una situación vital estresante. Este
instrumento presenta ocho escalas: resolución de problemas, reestructuración cognitiva, apoyo
social, expresión emocional, evitación de problemas, pensamiento desiderativo, retirada social y
autocrítica. Este instrumento consta de 40 ítems con una escala Likert de cinco opciones (0 = en
absoluto a 4 = totalmente) indicando la frecuencia con la que usa la estrategia descrita en tal situación.
Al final de la escala se responde una pregunta abierta adicional acerca de la autoeficacia percibida del
afrontamiento (e.g., «Me consideré capaz de afrontar la situación»). La fiabilidad de la escala global
fue de .87 y los datos de fiabilidad de las subescalas fueron los siguientes: resolución de problemas =
.78; reestructuración cognitiva = .74; apoyo social = .77; expresión emocional = .81; evitación de
problemas = .63 pensamiento desiderativo = .82; retirada social = .72; autocrítica = .88.

27
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Valoración de la gravedad de las situaciones de riesgo, desprotección y desamparo de la


infancia (VALÓRAME) (Molina y Martínez, 2016). Este instrumento permite valorar el grado de
gravedad de las situaciones de riesgo, desprotección y desamparo de un niño, niña o adolescente:
maltrato físico, maltrato psicológico/emocional, negligencia, abandono, abuso sexual, incapacidad
parental del control de la conducta, otras. Consta de ítems con una escala de respuesta de siete puntos
indicando si existe o no el indicador, y, en su caso, el grado de riesgo y gravedad (0 = sin información,
1 = no existe, 2 = sospecha, 3 = riesgo leve, 4 = gravedad moderada, 5 = gravedad elevada, 6 = gravedad
muy elevada) (e.g., Negligencia hacia necesidades físicas. Alimentación»).
KIDSCREEN-10 (European Kidscreen Groupe, 2006). Este cuestionario permite evaluar la calidad
de vida relacionada con la salud de niños, niñas y adolescentes. En este estudio se emplea la forma
reducida de 27 ítems en su versión para padres y madres. Concretamente, las áreas de calidad de vida
que evalúa esta versión del cuestionario son bienestar físico, bienestar emocional, calidad de vida
familiar, calidad de vida en relación con los iguales, calidad de vida en el ambiente escolar y calidad de
vida global. Cada ítem se responde en un formato tipo Likert con cinco opciones de respuesta (1 = nada
a 5 = muchísimo) (e.g., «¿Cómo padre/madre sientes que has tratado de forma justa tu hijo/a?»). El
análisis de la fiabilidad de la escala global arrojó un alfa de Cronbach igual a .80.
Strengths and Difficulties Questionnaire (SDQ) (Goodman, 2001). Se trata de un instrumento
de cribado de problemas de conducta de niños, niñas y adolescentes de 3 a 18 años, para ser
cumplimentado por las figuras parentales en relación a las conductas de sus hijos e hijas. Consta de
cinco escalas: síntomas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad y desatención,
problemas relacionales y conductas prosociales. Contiene un total de 25 ítems, en formato tipo Likert
con tres opciones de respuesta (0 = no es cierto, 1 = un tanto cierto y 2 = sí, es absolutamente cierto)
(e.g., «Frecuentemente tiene rabietas o mal genio», «Se queja con frecuencia de dolor de cabeza, de
estómago o de náuseas»). La fiabilidad del instrumento en este estudio mostró los siguientes
resultados: escala global = .73; síntomas emocionales = .73; problemas de conducta = .73;
hiperactividad y desatención = .44; problemas relacionales = .58 y conductas prosociales = .69.

Satisfaction with Life Scale (SV) (Diener et al., 1985). El propósito de este instrumento es
evaluar la satisfacción vital como juicio global que hacen las personas sobre su vida. Se trata de una
escala de cinco preguntas con siete opciones de respuesta tipo Likert (de 1 = totalmente en desacuerdo
a 7 = totalmente de acuerdo). Con respecto a la fiabilidad de esta escala, el alfa de Cronbach alcanzó
un valor de .82.
Global Health Questionnarie (GHQ-12) (Goldberg y Williams, 1988). Este instrumento evalúa
la salud autopercibida mediante una puntuación global. Se trata de una propuesta de 12 ítems,
expresados en una escala tipo Likert con cuatro opciones de respuesta (de 1 = mucho menos que lo
habitual a 4 = mejor de lo habitual) (e.g., «¿Te has notado constantemente agobiado y en tensión?»).
El análisis de la fiabilidad dio como resultado un alfa de Cronbach igual a .74.
Registro para el Seguimiento de las Sesiones (RSS) (Ad hoc). Este instrumento recaba
información de interés sobre la intervención familiar sesión a sesión. Consta de 10 preguntas con
formatos diversos de respuesta (múltiple, abierta) relativas a las características de la sesión (fecha,
profesionales presentes, lugar de celebración), la asistencia, motivación y participación de las familias,
el desarrollo de la sesión (objetivos, metodología, áreas de intervención y otras actuaciones) y otras
observaciones (e.g., «Metodología, describir técnicas utilizadas para trabajar con la familia»).

28
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Sistema de Observación de la Alianza Terapéutica en Intervención Familiar (SOATIF)


(Friedlander et al. 2006, 2009). Es un conjunto de herramientas dirigidas a evaluar la alianza terapéutica
entre el o la profesional y la familia. En esta investigación se emplea la versión auto-administrada para
los y las participantes en la intervención, en este caso, las figuras parentales. El SOATIF permite el
cálculo de cuatro subescalas en total: enganche en el proceso terapéutico, conexión emocional con el
terapeuta, seguridad en el sistema terapéutico y sentido de compartir el propósito de la terapia en la
familia. Se trata de un cuestionario de 16 ítems que se responde en una escala tipo Likert con cinco
opciones de respuesta (1 = nada a 5 = mucho) (e.g., «Resultó difícil comentar con el profesional lo que
había que hacer en las sesiones»). El análisis de la fiabilidad del instrumento arrojó los siguientes
resultados: escala global = .91; enganche en el proceso terapéutico = .73; conexión emocional con el
terapeuta = .91; seguridad en el sistema terapéutico = .66 y sentido de compartir el propósito de la
terapia en la familia = .64.
Client Satisfaction Questionnaire (CSQ-8) (Larsen et al., 1979). Este cuestionario evalúa la
satisfacción de los y las participantes con la intervención recibida de forma unidimensional al finalizar
la intervención. Consta de 8 ítems que las figuras parentales evalúan mediante una escala de cuatro
opciones de respuesta en formato tipo Likert (e.g., «¿En qué medida este programa ha satisfecho tus
necesidades?»). La fiabilidad de este instrumento alcanzó un alfa de Cronbach igual a .96.
Valoración Familiar de la Intervención (VF) (Ad hoc). Este instrumento está diseñado con el
objetivo de obtener la valoración final del o de la profesional acerca del proceso de intervención con
la familia. Esta valoración acuña información referida a la historia de intervención, en términos de
intensidad, temporalización, participación y actuaciones realizadas. Además, incluye la valoración
profesional acerca del caso así como futuras actuaciones. La VF está compuesta por 11 ítems con
respuestas de distinto formato (dicotómicas, múltiples, tipo Likert y abiertas) (e.g., «Número de
sesiones realizadas por fases»).
Grupos de discusión (Ad-hoc). Estos grupos se llevaron a cabo con la finalidad de conocer el
uso y la utilidad del manual de referencia, explorar las principales fortalezas y debilidades detectadas
en el ejercicio profesional, así como concretar y sistematizar propuestas de modificación del
documento. Para ello, se empleó un formato de entrevista semiestructurada y flexible, con un total
de 11 preguntas dirigidas a orientar la discusión grupal referidas a los tres contenidos señalados y
homogeneizar los resultados obtenidos: uso real del manual (e.g., «En términos generales, ¿seguís las
directrices del manual en las actuaciones que lleváis a cabo?»; fortalezas y debilidades (e.g., «En
vuestra opinión, ¿qué es lo que os resulta útil, está funcionando del manual y debería mantenerse?»;
propuestas de modificación del manual (e.g., «¿Cuáles deberían ser los componentes clave (enfoque,
objetivos, técnicas, herramientas de evaluación, etcétera) que debería incluir el manual?».

4. Procedimiento
Para dar cumplimiento a los objetivos planteados se ha llevado a cabo una importante tarea de
recogida de información de forma coordinada en las ocho provincias andaluzas. Se ha incluido el
mayor número posible de familias del total de las que accedían al programa en los diferentes equipos
andaluces desde julio de 2020 a enero de 2021. Paralelamente se ha realizado un importante esfuerzo
para formar un grupo de comparación que permitiese efectuar análisis de impacto y de eficacia del
programa. Para la formación de ambas muestras ha resultado imprescindible la colaboración de los y

29
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

las profesionales de los Equipos de Tratamiento Familiar, que además han participado en las distintas
fases del estudio como informantes. También se ha contado con un grupo de profesionales de los
Equipos de Tratamiento Familiar de cada provincia para la realización de grupos de discusión sobre la
valoración del manual de referencia del programa.
La fase de recogida de información ha sido una tarea bastante compleja, no solo por las
características específicas de las familias sino también por la importancia de simultanear esta fase del
proyecto en las ocho provincias, por la necesidad de consensuar criterios de evaluación y de
procedimiento, así como por la dispersión geográfica de los equipos y la temporalización del estudio
que ha estado sujeta en todo momento a los procesos de intervención con las familias. A las
dificultades inherentes a una recogida de datos tan amplia como diversa, hay que añadir los
inconvenientes que ha supuesto la pandemia por la COVID-19, especialmente en la fase inicial
(recogida de datos pretest) y en la primera parte de la fase de seguimiento. El cierre perimetral de
muchos municipios en momentos distintos, el confinamiento de familias, de profesionales de los ETF
y/o del personal investigador obstaculizaron en muchas ocasiones el ritmo de la investigación. No
obstante, se ha podido llevar a cabo una recogida de información bastante homogénea en las ocho
provincias con pequeños ajustes en función de las necesidades de los diferentes equipos y de las
familias atendidas.
En este estudio se han cumplido los estándares éticos relativos a la investigación con seres
humanos. Así, los y las participantes recibieron información acerca de los objetivos de la investigación
y del carácter voluntario de la misma, de acuerdo con los estándares recogidos en la normativa vigente
al respecto sobre la protección de datos personales, la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de
Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (Boletín Oficial del Estado 294,
2018).

4.1. Contactos y encuentros de coordinación y/o informativos


La envergadura del proyecto ha requerido desde el principio un estrecho contacto y una colaboración
continuada entre las diferentes instancias implicadas. Conseguir una muestra representativa de toda
Andalucía ha requerido importantes esfuerzos de coordinación por parte del equipo investigador y de
los y las responsables de los diferentes servicios implicados a nivel autonómico, provincial y local. Así,
se han mantenido reuniones y encuentros a lo largo del estudio dirigidos a coordinar y aunar esfuerzos
entre las diferentes instancias implicadas. A continuación, se presenta un resumen de los diferentes
contactos mantenidos en función de los y las participantes.
1. Coordinadoras del estudio en la Universidad de Sevilla con las responsables del programa
en el Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia de la Junta de Andalucía.
Se han mantenido diversas reuniones en las que se han abordado objetivos distintos en
función del momento en que se hallara la investigación. Así, estos encuentros han
permitido planificar el estudio, diseñar estrategias para promover la implicación y el
compromiso de los equipos, y hacer balance del estado de la recogida de datos, de los
análisis que se iban realizando y de los resultados preliminares.
2. Coordinadoras del estudio en la Universidad de Sevilla con el equipo investigador
responsable en cada provincia.

30
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

La coordinación con los miembros del equipo investigador de las ocho provincias andaluzas
ha sido absolutamente necesaria para poder llevar a cabo la recogida de datos, la
preparación estadística de los datos y la elaboración de los resultados de manera síncrona.
Para ello, además del contacto personal continuado se han mantenido encuentros
periódicos de todo el equipo en los que se han abordado cuestiones relativas a: la
planificación de la investigación, organización de la recogida y el picado de datos,
organización y realización de los grupos de discusión, análisis y elaboración de resultados,
así como todas las cuestiones relativas a la marcha del proyecto que han ido surgiendo en
cada provincia.
3. Responsables del estudio en cada provincia con las Jefaturas de los Servicios de Prevención
de cada provincia y la Coordinación de los ETF.
De manera continuada, se han mantenido contactos con los y las responsables del
Programa de Tratamiento Familiar en cada provincia con los siguientes objetivos: (1)
aportar información relativa a la puesta en marcha del proyecto; (2) presentar el protocolo
de implementa ió del is o o jeti os, fases, pe fil de las fa ilias… , así o o las
actuaciones de las diferentes fases; (3) solicitar la colaboración y el compromiso de los y las
responsables del Programa para facilitar la implicación de los y las profesionales de los ETF;
(4) revisar el nivel de participación de los diferentes equipos, analizar las causas de la falta
de implicación y buscar estrategias conjuntas que faciliten la incorporación del mayor
número de equipos al estudio; (5) solicitar colaboración para la formación de los grupos de
discusión sobre la valoración del manual de referencia; (6) agradecer y reforzar la
colaboración a lo largo de todas las fases.
4. Además de estas reuniones y contactos dirigidos fundamentalmente a la coordinación y
puesta en marcha de la investigación, ha existido un intercambio constante con los y las
profesionales de los ETF.
Estos contactos han permitido tanto para el grupo de intervención como para el grupo de
comparación: seleccionar a las familias participantes; organizar los encuentros con las
familias para la realización de las entrevistas de la fase inicial y final; recabar la información
de los protocolos de evaluación de los y las profesionales referidas a ambas fases del
estudio; y recepcionar la información sobre el seguimiento de la intervención.

4.2. Entrevistas a familias usuarias del programa y a profesionales responsables de


su implementación
A continuación, se detalla el procedimiento seguido para la obtención de la información de las familias.
Como puede verse las fuentes de información han sido las propias familias y los y las profesionales de
los equipos. Para las entrevistas de los y las responsables de los niños, niñas y adolescentes en el
entorno familiar se ha contado con personal especializado contratado para este fin. Aunque los y las
profesionales de los equipos eran responsables de cumplimentar personalmente la parte de la
evaluación que les correspondía, han contado en todo momento con el asesoramiento y la ayuda de
la persona contratada, así como de los miembros del equipo de investigación.

31
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Entre los meses de julio de 2020 y enero de 2022 se procedió a la recogida de información en
los diferentes equipos, referida tal y como ya se ha indicado a las familias que se incorporaron al
programa desde julio de 2020 hasta enero de 2021. La recogida de información ha implicado
diferentes actuaciones que incluyen tanto a las familias como a los y las profesionales.
En relación a las familias:
1. Elección por parte de cada equipo de un profesional de contacto con la persona del equipo
de investigación encargada de las entrevistas.
2. Selección de las familias participantes por parte de los equipos y presentación de las
mismas al investigador. En algunos casos se revisó el perfil de las familias para decidir su
inclusión en la evaluación.
3. Acuerdo de las fechas de las citas entre el profesional de contacto, la familia y el equipo
investigador.
4. Firma del formulario de información y consentimiento informado para participar en el
estudio.
5. Entrevistas personales a cada uno de los miembros responsables de los niños, niñas y
adolescentes de las familias incluidas en el estudio, con una duración aproximada entre 75
y 90 minutos para cada fase del estudio. Las entrevistas se han realizado de dos formas,
presencialmente o por vía virtual/telefónica, en función de la situación sanitaria y de la
disponibilidad de las familias.
En relación a los y las profesionales:
1. Firma del formulario de información y consentimiento informado tanto para participar en
el estudio.
2. Cumplimentación por parte de los y las profesionales de los equipos de una ficha general
sobre perfil profesional y cuestiones relacionadas con el programa evaluado, en la que se
incluye una pregunta de carácter cualitativo en la que los profesionales tienen la
oportunidad de realizar propuestas para la mejora del programa. Esta ficha era remitida vía
mail y había de ser devuelta por este mismo canal al grupo coordinador del equipo de
investigación para su posterior análisis.
3. Cumplimentación por parte de un miembro del ETF de los protocolos de evaluación pretest
y postest para profesionales, que incluyen cuestiones relacionadas con el perfil
sociodemográfico de las familias, indicadores de riesgo y dinámica familiar. Al igual que en
el caso anterior, estos protocolos de evaluación eran remitidos vía mail y habían de ser
devueltos por este mismo canal. El o la profesional responsable de responder a estas
cuestiones ha sido habitualmente el miembro del equipo de referencia en la intervención
con cada una de las familias.
4. Seguimiento del proceso de intervención mediante las fichas de seguimiento que el
profesional de referencia completaba una vez al mes con información del trabajo realizado
con la familia hasta que esta saliera del recurso o, en su caso, hasta la realización del
postest. Conforme los y las profesionales cumplimentaban las fichas de seguimiento, estas
eran enviadas vía mail al grupo coordinador del equipo de investigación.

32
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

4.3. Entrevistas a familias y profesionales del grupo de comparación


Paralelamente a la realización de entrevistas a las familias del grupo de intervención y a los y las
profesionales de los ETF, se ha llevado a cabo la formación y recogida de datos del grupo de
comparación. Como criterio general de selección de esta muestra, se estableció que las familias fuesen
comparables en cuanto a índices sociodemográficos y nivel de riesgo con las del grupo de intervención.
La principal dificultad en la conformación de este grupo ha radicado en el proceso de captación de las
familias. En este sentido, se ha recurrido a varias vías: a) Familias evaluadas en pretest que abandonan
el tratamiento tras haber recibido solo 2-3 sesiones de intervención y/o el equipo considera que el
tiempo de intervención no ha producido efectos significativos en la familia; b) a través de los propios
ETF como intermediarios con otros servicios o recursos; c) desde los Servicios sociales comunitarios;
d) a través de programas dependientes del SPAF (programa GUIA de la asociación PONTE en Huelva,
el p og a a NAYFA e Al e ía… .
Conseguir esta muestra ha supuesto todo un reto para el equipo de investigación y los y las
profesionales que participan en el estudio, existiendo gran variabilidad en la procedencia de la misma
en cada provincia. En enero de 2021 aún no se disponía de una N suficiente para realizar
comparaciones con significatividad estadística, por lo que no se ofrecieron datos de la misma en la
memoria intermedia elaborada en mayo de 2021. Por este motivo, la fase inicial de recogida de
información referente al grupo de comparación se prolongó, incorporando participantes hasta que el
criterio temporal lo ha permitido, esto es, contando con un intervalo de 9 meses entre la fase de
pretest y la de postest.
Para la recogida de información de este grupo se han realizado diferentes actuaciones que
incluyen tanto a las familias como a los y las profesionales.
1. Contacto con el recurso o servicio para explicar la finalidad del estudio y justificar la
necesidad de contar con su colaboración para formar el grupo de comparación.
2. Selección de las familias por parte de los y las profesionales. Revisión del perfil, por parte
del equipo investigador, para establecer su idoneidad.
3. Contacto con las familias para explicarles el proyecto, solicitar su participación y, en caso
de aceptación, firma del formulario de información y consentimiento informado.
4. Entrevistas personales a las familias con una duración aproximada entre 60 y 90 minutos
para cada fase del estudio. Al igual que en el grupo de intervención, estas entrevistas se
han realizado en dos modalidades, presencial y/o telefónica/virtual.
5. Cumplimentación por parte de un o una profesional del protocolo de evaluación pretest,
que incluye información sobre indicadores de riesgo en los progenitores y progenitoras y
en los y las menores, así como sobre la situación actual de la familia y su pronóstico.
6. Codificación de la información recabada en el software SPSS por parte del equipo de
investigación de cada provincia y posterior revisión y unificación para su tratamiento
global.

33
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

4.4. Registro del seguimiento de las sesiones


La evaluación de proceso se ha llevado a cabo mediante el análisis de las hojas de seguimiento que
han completado los y las profesionales de los ETF participantes, incluyendo información
correspondiente a las sesiones de tratamiento familiar que tuvieron lugar entre 2018 y 2020. Los
equipos completaban dichas hojas con una frecuencia de, al menos, una hoja de seguimiento al mes,
recogiendo de manera sintética todo lo trabajado con la familia a lo largo del mes de intervención.
Posteriormente, estas hojas fueron enviadas a los investigadores e investigadoras que realizaron el
presente estudio. El equipo de investigación recibió un total de 1324 hojas de seguimiento. Las hojas
de seguimiento recibidas se organizaron por provincia y caso familiar. Para proteger la identidad de
las familias usuarias se codificaron los archivos utilizando las iniciales de los apellidos facilitados en las
mismas hojas de seguimiento.
Para la realización del sistema de categorías, dos miembros del equipo investigador hicieron
una lectura preliminar de las hojas de seguimiento disponibles para familiarizarse con la información.
Posteriormente, se clasificaron las hojas de seguimiento según las fases de tratamiento a las que
correspondían, de acuerdo con lo establecido en el manual de referencia de los ETF (inicio,
tratamiento y finalización). Para delimitar las fases en cada caso familiar se siguieron dos criterios (en
orden de prioridad): (1) la identificación, en las hojas de seguimiento, de informaciones que indicaran
explícitamente el inicio/la finalización de una fase; y (2) la identificación de cambios en las actividades
descritas en los apartados de metodología. Para ello, se combinó el criterio de los investigadores e
investigadoras con las pautas ofrecidas en el manual de ETF en relación a qué actividades son
apropiadas para cada fase. Debido a la gran variabilidad existente en cuanto a cantidad de hojas de
seguimiento disponibles para cada caso familiar, el equipo de investigación fijó dos criterios para
seleccionar el número hojas de seguimiento que serían revisadas para cada caso: (1) en las familias de
las que se disponía de menos de 20 hojas de seguimiento se analizaron todas las disponibles; y (2) en
las familias de las cuales se disponía de más de 20 hojas de seguimiento, se seleccionaron un total 20
en cada caso, manteniendo una proporción de 5 hojas de seguimiento pertenecientes a la fase de
inicio, 10 a la fase de tratamiento y 5 a la de finalización. Se siguió este criterio debido a que se observó
que la fase de tratamiento solía tener mayor duración en los casos de los que se tenía información.
Estas proporciones sufrieron pequeñas modificaciones en algunos casos en los que la fase de
finalización del tratamiento era muy breve y no llegaba a ocupar 5 sesiones. Para mantener la
representatividad de la muestra, en estos casos se aumentó ligeramente la cantidad de hojas de
seguimiento seleccionadas tanto de fase inicial (en torno a 6 hojas) como de tratamiento (11-12 hojas).
Una vez delimitadas las fases de intervención en cada caso familiar, los investigadores y las
investigadoras seleccionaron hojas de seguimiento de forma aleatoria dentro de cada fase,
manteniendo la proporción acordada. Se seleccionó un total 208 hojas de seguimiento para su
posterior análisis (cantidad que representa el 15.7% del total de las fichas disponibles), de las cuales
168 procedían de los ETF de Sevilla, 20 de los de Cádiz y 20 de Almería.
Una vez establecido el sistema de categorías, se procedió al análisis de la información
contenida en las hojas de seguimiento, para lo cual se seleccionó un mínimo de una hoja de
seguimiento al mes (mes natural) por familias durante un máximo de 18 meses de intervención. De
forma excepcional, en las escasas ocasiones en las que se encontraron intervenciones más duraderas,
se utilizó como criterio el mes y medio. Existió cierta variabilidad en el número de hojas de
seguimiento recibidas por caso, requiriendo un tratamiento ajustado: (a) el equipo profesional siguió

34
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

el criterio de completar una hoja de seguimiento del casos por sesión, en cuyo caso se seleccionó para
cada mes la hoja al mes que estuviera más completa (una descripción más detallada de la
intervención) y fuera más cercana en tiempo al inicio del mes; (b) se completó una hoja de seguimiento
para varios meses (incluso una única hoja para toda la intervención familiar), en cuyo caso no fue
posible hacer un tratamiento mensual de los datos sino exclusivamente globales; (c) no se completó
ninguna hoja de seguimiento a lo largo de la intervención, en cuyos casos esta información no fue
tratada al no estar disponible.

4.5. Investigación acción participativa para la elaboración de la propuesta de


modificación del manual de referencia
La modificación del manual constituye un importante reto en el que investigación y práctica
profesional (acción) han de ir de la mano. Para dar respuesta a este objetivo en el marco del proyecto,
se propuso un plan metodológico basado en la Investigación Acción Participativa (IAP). La IAP es un
método de investigación psicosocial fundamentado en la implicación y la participación de distintos
agentes, al tiempo que constituye una forma de intervenir en los problemas sociales estudiados. La
finalidad que guía toda IAP es la generación de conocimiento que suponga un beneficio para la
comunidad o grupo sobre los que se investiga e interviene (Delgado-Algarra, 2015).
La puesta en marcha de este modelo de investigación para la modificación del manual se ha
llevado a cabo mediante un trabajo conjunto entre investigadores e investigadoras, responsables y
profesionales; los primeros han actuado como expertos con la finalidad de dinamizar y facilitar, el
grupo de profesionales como transformadores y autogestores del cambio, y los responsables además
de aportar su visión a lo largo del proceso han facilitado y garantizado la cobertura institucional al
proceso (Creswell, 2014). Para lograr esta relación sinérgica entre los diferentes colectivos ha sido
fundamental su implicación desde el comienzo, fomentando la confianza en el proyecto y ayudando a
comprender que la realización de la investigación supone un esfuerzo compartido con un claro
beneficio para los y las profesionales encargados de la intervención, así como para las personas
destinatarias de la misma.
En la Figura 7 se resumen las distintas fases en las que se ha desarrollado la IAP destinada a la
revisión y actualización del manual de referencia de los ETF.

35
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 7. Fases en el desarrollo de la IAP para la mejora y/o modificación del manual de referencia

a) Inmersión en la
realidad de estudio
Fase 1. Detección del b) Recogida de
necesidades información
c) Diagnóstico de la
a) Análisis de la
realidad de estudio
información Fase 2. Elaboración
b) Redacción del diseño conjunta del Plan de
de la propuesta de Acción para la
modificación del Manual a) Puesta en marcha de
modificación
de Referencia la propuesta de
c) Revisión de la
propuesta diseñada modificación del
Fase 3. Implementación Manual (acción)
y evaluación de la b) Recogida de
propuesta de información para la
a) Recogida y análisis de modificación del Manual
información de Referencia evaluación
b) Realización de ajustes (observación)
c) Reflexión sobre nuevas c) Análisis de la
acciones y Fase 4. Seguimiento información
transformaciones y retroalimentación (investigación)
d) Nuevos diagnósticos: d) Revisión de la
repetición del ciclo implementación y sus
efectos
e) Ajuste de la
propuesta de
modificación del
Manual y nueva
implementación

Fase 1. La detección de necesidades, que ha supuesto:


a) Inmersión en la realidad de estudio. A través de:
o Contactos y encuentros para el intercambio de información a diferentes niveles
(Dirección General de Infancia y Familias, Jefaturas de Servicio, Coordinación de los
Equipos de Tratamiento Familiar, profesionales de los equipos).
o Contactos continuados con los y las profesionales responsables de la atención a las
familias atendidas por los equipos y que forman parte del estudio de eficacia.
o Revisión de documentación referente a la organización de los Equipos de Tratamiento
Familiar en Andalucía.
o Actividades de formación con los y las profesionales de ETF sobre buenas prácticas.
b) Recogida de información. Para el desarrollo de esta actuación, los actores sociales se han
convertido en investigadoras e investigadores activos, participando en la recogida de
información para la detección de necesidades y de potenciales problemas de investigación. En

36
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

concreto, se han llevado a cabo los siguientes procedimientos para la recogida de información,
algunos de los cuales se concluyeron en el primer año de ejecución del proyecto:
o Análisis documental: revisión del manual de referencia de los Equipos de Tratamiento
Familiar, así como de documentación relacionada con la intervención familiar y de la
literatura científica actual sobre la temática de estudio.
o Entrevistas y cuestionarios: los y las profesionales y las familias durante las diferentes
fases del estudio han aportado información muy valiosa sobre el programa a través de
entrevistas semiestructuradas y/o de la cumplimentación de diversos cuestionarios de
evaluación estandarizados.
o Observación indirecta: desde que una familia era incorporada al estudio se realizaba
un seguimiento de las actuaciones a través de las fichas de seguimiento completadas
por los y las profesionales. El análisis de estas fichas ha aportado información muy
valiosa sobre las intervenciones realizadas, así como sobre la utilidad y funcionalidad
real del manual actual en la labor de los y las profesionales.
o Grupos de discusión: profesionales, responsables e investigadores de las diferentes
provincias se han reunido para intercambiar opiniones e ideas acerca de las semejanzas
y diferencias entre el desempeño diario, la información descrita en el manual de
referencia y la recabada sobre el proceso de implementación.
c) Diagnóstico de la realidad de estudio. A partir del trabajo realizado se delimitó la temática
de estudio de manera conjunta entre investigadores, profesionales y responsables
institucionales. Aunque existía un interés inicial por modificar y mejorar el manual de
referencia, era necesario concretar las principales necesidades de mejora o de cambio
detectadas, puesto que ello ayudaría a identificar los recursos y las ayudas disponibles, así
como los posibles obstáculos, tanto subjetivos como objetivos. Para ello, se han realizado las
siguientes acciones:
o Formación del grupo de trabajo de la IAP (GIAP): partiendo de los planteamientos
generales del modelo de trabajo basado en la IAP, se conformó un grupo de trabajo
que se ha reunido de manera continua desde su formación en noviembre de 2021
hasta la finalización del proyecto. El grupo de trabajo ha estado formado por tres
investigadoras de la Universidad de Sevilla, tres miembros de la Dirección General de
Infancia y tres profesionales de diferentes Equipos de Tratamiento Familiar. Además,
a las sesiones de trabajo se han incorporado la Directora General de Infancia y la
Subdirectora.
o Análisis de la información: el análisis de los datos y su interpretación ha constituido
una herramienta muy valiosa para la toma de decisiones avaladas desde la práctica y
con rigor científico. En esta memoria se ha incluido en el bloque de resultados el
análisis de toda la información recogida durante el periodo de ejecución del proyecto.
o Elaboración participativa de un informe priorizado de necesidades: constituyó un
primer producto del grupo de trabajo, en el que se incluyeron las necesidades de
cambio o mejora detectadas tras el análisis de la información, así como las fortalezas
del manual actual.

37
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Fase 2. La elaboración conjunta del plan de acción para la modificación del manual de referencia que
ha incluido las siguientes actuaciones llevadas a cabo por el grupo de trabajo, contando además con
la colaboración y participación de todos los agentes implicados:
a) Análisis de la información: se ha analizado de manera crítica y constructiva toda la
información recabada, prestando especial atención al Informe priorizado de necesidades y al
diagnóstico de la situación.
b) Redacción del diseño de la propuesta de índice para la modificación del manual: todo el
trabajo realizado condujo a la elaboración de una primera propuesta de índice. Los cambios y
las propuestas de mejora incorporados estaban avalados en todo momento por la literatura
especializada en la materia, así como por los resultados del estudio.
c) Revisión de la propuesta diseñada: mediante un proceso iterativo, los diferentes integrantes
del grupo de trabajo llevaron a cabo una revisión de la propuesta inicial de manera
independiente; posteriormente, en una reunión conjunta se realizaron aportaciones y
propuestas de mejora, dando lugar a un nuevo proceso de revisión. Se elaboró una nueva
versión del índice, que fue nuevamente revisada y discutida conjuntamente. En esta segunda
reunión, se alcanzaron nuevos acuerdos que permitieron elaborar una versión consensuada y
definitiva del índice del manual de referencia.

4.6. Grupos de discusión para la valoración del manual de referencia


En cada provincia de la Comunidad Autónoma de Andalucía se llevó a cabo un grupo de discusión
formado por profesionales de los ETF para recabar información de cara a la valoración del manual y a
la elaboración de una propuesta de índice consensuada par su modificación. Además de los/as
profesionales, en las sesiones estuvieron presentes el coordinador/a de cada provincia que actuaba
como moderador/a del grupo y otro miembro del equipo investigador que se encargaba de levantar
acta de la sesión, registrar las respuestas y recoger las posibles incidencias. Los y las participantes
fueron informados e informadas sobre el objetivo de dichos grupos de discusión y dieron su
consentimiento para la grabación y el análisis de los datos con fines investigadores.
Para la formación de los grupos se tuvieron en cuenta los siguientes criterios en cada provincia:
un máximo 15 integrantes; distribución representativa en función de las instituciones de adscripción
de los/as profesionales (Ayuntamientos de ás de . ha ita tes, Diputa ió … zo as
geográficas; representatividad igualitaria de los diferentes perfiles (educadores/as, psicólogos/as,
trabajadores/as sociales); representatividad de profesionales de cada ámbito con diferente grado de
experiencia y/o formación; paridad de género. En total participaron 89 profesionales en toda Andalucía
(11 en la provincia de Jaén, 10 en Córdoba, 12 en Sevilla, 11 en Huelva, 10 en Cádiz, 12 en Málaga, 10
en Granada y 13 en Almería). La duración de las sesiones fue de 60-90 minutos en todos los casos y se
celebraron en los centros universitarios encargados de la coordinación del estudio en cada provincia.
Las sesiones fueron transcritas y los datos agrupados mediante programas de procesamiento de texto
para su posterior análisis.

38
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5. Plan de análisis
A continuación, se describe la estrategia de análisis empleada para el tratamiento de los datos
disponibles, detallando el enfoque adoptado para la descripción y contraste de variables numéricas
(tanto cuantitativas como cualitativas), el análisis de las variables de naturaleza textual, el análisis de
conglomerados y los análisis relativos a la evaluación de efectividad.

5.1. Descripción y contraste de variables numéricas


El tratamiento de datos de la información cuantitativa se llevó a cabo empleando en software SPSS.
Para la descripción de las variables de naturaleza cuantitativa se empleó la media de las puntuaciones
y la desviación típica de cada variable. Además, se incorporaron los valores mínimos y máximos
alcanzados. Para los contrastes de medias de dos grupos se utilizó el estadístico t de Student con un
nivel de significación estadística al 95% (p < .05). Se calculó la d de Cohen como indicador del tamaño
del efecto, interpretándose los resultados en base a las recomendaciones de Cohen (1988): < 0.20
despreciable, > 0.20 y < 0.50 pequeño, > 0.50 y 0.80 mediano y > 0.80 grande. En el caso de realizar
contrastes entre tres o más grupos se llevaron a cabo ANOVAs, con un nivel de significación estadística
al 95% (p < . e i te p eta do la ηp2 como indicador tamaño del efecto de dicho contraste. En este
caso, para la interpretación del tamaño del efecto se atendió a los valores convencionales acuñados
por Cohen (1988): despreciable cuando < .01, pequeño entre > .01 y < .06, medio entre > .06 y < .14 y
grande si > .14. Los análisis post-hoc se realizaron a través de la prueba de comparación múltiple DMS
(diferencia menos significativa). Para conocer la interrelación entre variables a nivel descriptivo, se
llevaron a cabo correlaciones entre las mismas, teniendo en cuenta el nivel de significación y la r de
Pearson como indicador del tamaño del efecto, tomando como referencia los valores propuestos por
Cohen (1988): despreciable cuando < .10, pequeño entre > .10 y < .30, mediano entre > .30 y < .50 y
grande si > .50.
Con respecto a la presentación de los datos referentes a las variables cualitativas de naturaleza
dicotómica u ordinal se examinaron los porcentajes y las frecuencias. Además, para observar si existía
una relación estadísticamente significativa entre las variables cualitativas se examinaron los residuos
tipifi ados o egidos el estadísti o χ a u i el de o fia ilidad del % p < .05). En el caso de las
ta las , se apli ó la o e ió de Yates al estadísti o χ2 y se e pleó la φ o o i di ado de ta año
del efecto y, en el caso de tablas de más de 2x2, se empleó la V de Cramer como indicador del tamaño
del efecto. En ambos casos se atendió a la interpretación de tamaño del efecto ofrecida por Cohen
(1988): despreciable cuando < .10, pequeño entre > .10 y < .30, mediano entre > .30 y < .50 y grande
si > .50.

5.2. Análisis de variables de naturaleza textual


Los datos de naturaleza textual aportados por los y las profesionales fueron analizados mediante
análisis de contenido desarrollados de forma independiente para cada una de las fuentes de
información disponibles: (1) las preguntas incluidas en la hoja de seguimiento en relación con el
proceso de implementación (objetivos trabajados, metodología de la intervención, áreas de
intervención en las que se producen cambios positivos y observaciones); (2) la pregunta abierta del
cuestionario de perfil sociodemográfico profesional y de valoración del programa relativa a posibles

39
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

propuestas de mejora del programa; (3) y las preguntas de los grupos de discusión sobre la valoración
del manual de referencia. Se procedió a organizar la información obtenida en categorías para
identificar las relaciones, similitudes y diferencias entre las respuestas (Kleinheksel et al., 2020).
Además, el análisis de contenido permitió identificar patrones y las frecuencias de respuesta, lo que
permitió obtener datos concretos (Grbich, 2013).
Dos investigadores se encargaron de codificar los datos en hojas de Excel y analizarlos
paralelamente para aportar sistematicidad y validez al proceso de análisis, que destacó por la revisión
continua de los datos siguiendo las recomendaciones de los autores Erlingsson y Brysiewicz (2017) y
Moreno (2017). Las respuestas literales obtenidas en las distintas preguntas fueron analizadas,
agrupadas en categorías y estas asignadas según definición; además se recogió el número de veces
que aparecieron para realizar un registro de las frecuencias. Las categorías se iban generando de
manera inductiva, acompañadas de un proceso de reflexión y revisión continuado, por lo que la
flexibilidad y el repaso resultó ser un eje primordial en la realización del trabajo. Finalmente se
obtuvieron supracategorías que comprendieron dentro a categorías que a su vez acuñaban las
respuestas literales, y en alguna ocasión, también se crearon subcategorías. Por último, se definieron
todas las categorías, independientemente del nivel que se tratase.
Unido a la supervisión y revisión, la construcción de categorías siguió el proceso recomendado
por Moreno (2017): (1) delimitar la temática sobre la que se desea lograr un sistema de categorías; (2)
analizar si la temática de interés conforma un sistema de categorías; (3) recopilar y emplear ejemplos,
etiquetas y definiciones existentes; (4) generar las etiquetas, definiciones o ejemplos que falten; (5)
generar un sistema de categorías ajustado a dichas etiquetas, definiciones y ejemplos y a la temática
de referencia; (6) cuidar la precisión y diferenciación de los componentes del sistema y su marco; (7)
revisar y modificar el sistema mientras sea necesario; y (8) someter a pruebas externas las versiones
avanzadas del sistema de categorías. Todo el proceso de construcción de sistemas de categorías fue
supervisado por dos miembros del grupo de investigación con experiencia en análisis de datos
cualitativos. En cuanto a la fiabilidad del proceso, en un primer momento, una de las personas
supervisoras revisó las codificaciones que realizaron los investigadores y, junto con la otra supervisora
que tomó el rol de dirimir, se reunieron y discutieron las narrativas que no estaban claras, llegando a
una fiabilidad global del 94.00%. Este dato se calculó dividiendo el número total de acuerdos en la
codificación de todas las categorías entre el número total de acuerdos y desacuerdos en todas las
categorías (Campbell et al., 2013). Por último, las supervisoras propusieron un cambio de definición
en algunas de las categorías que se modificaron hasta alcanzar el acuerdo total.
Posteriormente, la información contenida en los dos sistemas de categorías elaborados fue
tratada con el software de análisis cualitativos Nvivo 11 (QSR International, 2018). El programa se
utilizó para codificar las narrativas obtenidas y lograr representaciones gráficas de la estructura de los
sistemas de categorías construidos. Además, se generaron nubes de palabras que permitieron
observar los conceptos utilizadas con mayor frecuencia por los y las profesionales a la hora de realizar
propuestas de mejora del manual y/o del programa. Los criterios para la creación de las nubes de
palabras fueron la fijación de una longitud mínima de cuatro letras y la eliminación de palabras
carentes de significado.

40
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5.3. Análisis de conglomerados


Para la detección de los diversos perfiles de usuarios y usuarias del programa ETF, se computó un
análisis multivariante, en concreto un análisis de conglomerados en dos fases o bietápico (ACB en
adelante). El ACB permite identificar la agrupación de casos similares en función de un conjunto de
variables tanto continuas como categóricas, y ofrece de manera automática (en función de criterios
exclusivamente estadísticos, sin la intervención del investigador/a) el número óptimo de grupos o
conglomerados (Kaufman y Rousseeuw, 2009; Rubio-Hurtado y Vilà-Baños, 2017). La caracterización
específica de cada cluster o conglomerado se examinó en un segundo paso, a través de contrastes
bivariantes considerando el grupo de pertenencia como variable dependiente y los indicadores
introducidos en el análisis como variables independientes. El ACB se computó con el estadístico log-
verisimilitud como medida de distancia, y el criterio de información de Akaike (debido a sus
puntuaciones inferiores al Criterio bayesiano de Schwarz) para que el algoritmo determine el número
óptimo de conglomerados. La bondad de la agrupación establecida por el ACB se consideró pobre,
correcta o buena a partir del coeficiente de calidad o medida de silueta. La caracterización específica
de cada cluster o conglomerado se examinó en un segundo paso, a través de contrastes bivariantes
considerando el grupo de pertenencia como variable dependiente y los indicadores introducidos en el
análisis como variables independientes.

5.4. Análisis de efectividad


En relación con los análisis de la información disponible en pretest y postest, se ha llevado a cabo un
tratamiento de los datos ajustado a la información disponible, en función de si existía información
únicamente para el grupo de intervención (GI) o también para el grupo de comparación (GC). Así, para
los contrastes de variables cuantitativas disponibles exclusivamente para el GI se realizaron ANOVAs
de medidas repetidas, incorporando las puntuaciones de pretest y postest como variables
dependientes, y examinando los efectos principales obtenidos. En el caso de dimensiones de
naturaleza cualitativa disponibles únicamente para el GI, se utilizó la prueba de McNemar para
comprobar si existían (o no) diferencias estadísticamente significativas en las proporciones entre los
datos emparejados en pretest y postest. Por su parte, para los análisis de efectividad con información
disponible tanto para el GI como para el GC, se se emplearon ANOVAs de medidas repetidas para las
variables cuantitativas analizando la significatividad del efecto de interacción tiempo*grupo (GI y GC).
Tanto en un caso como en otro, para las ANOVAs se interpretaron los resultados de acuerdo con un
nivel de significación estadística al 95% (p < . la ηp2 como indicador tamaño del efecto de dicho
contraste, de acuerdo con las recomendaciones de Cohen (1988) ya señaladas con anterioridad. Los
esultados de los a álisis de M Ne a se i te p eta o de a ue do o el estadísti o χ2 a un nivel de
confiabilidad del 95% (p < .05), no siendo posible la interpretación de un tamaño de efecto.
Además de examinar la efectividad de la intervención a partir de la información disponible en
pretest y postest, se calculó la magnitud de cambio para cada una de las variables de estudio de forma
diferenciada por grupo (GI y GC). El cálculo de estas magnitudes fue el resultado de la aplicación de
una ecuación algorítmica (LN2) del cociente entre los dos momentos de evaluación (pretest-postest).
Para que el signo del resultado de esta ecuación fuera positivo cuando el efecto era esperado (impacto
positivo) y negativo cuando el efecto no lo fuera (impacto negativo o perjudicial) se aplicó una
ecuación del algoritmo en positivo (e.g. para prácticas de reactividad excesiva: LN(PEP_Rea_1 /

41
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

P_PEP_Rea_1)/LN(2)) o en negativo (e.g. para prácticas de apoyo y calidez: -LN(PEP_Apoyo_1 /


P_PEP_Apoyo_1)/LN(2)) según la variable. Así, la aplicación del algoritmo en positivo se aplicó cuando
se esperaba una disminución en el postest, y en negativo cuando se esperaba un aumento. Una vez
calculadas todas las magnitudes de cambio de las variables se contrastaron las puntuaciones entre los
dos grupos utilizando el estadístico t de Student con un nivel de significación estadística al 95% (p <
.05. Se empleó la d de Cohen como tamaño del efecto, de acuerdo con los valores establecidos por
Cohen (1988) y ya indicados con anterioridad.
Para cuantificar la magnitud del cambio de cada participante del grupo de intervención
teniendo en cuenta lo ocurrido en el grupo de comparación (magnitud ajustada del cambio), se restó
el promedio del grupo de comparación a cada valor de magnitud de cambio del grupo de intervención.
Este cálculo permitió tener una puntuación sobre la magnitud ajustada del cambio para cada una de
las variables. Para la obtención de una puntuación única para cada una de las dimensiones de interés
se aplicó un promedio de las magnitudes (ajustadas) del cambio de todas las variables implicadas en
cada dimensión. Posteriormente, estas puntuaciones de magnitud (ajustada) del cambio se
relacionaron con otras mediante análisis correlacionales teniendo en cuenta el nivel de significación y
la r de Pearson como indicador del tamaño del efecto, tomando como referencia los valores
propuestos por Cohen (1988) ya descritos.
Por último, cabe destacar que en determinadas ocasiones se han interpretado los resultados
de las escalas logarítmicas atendiendo a escalas decimales para facilitar la interpretación del impacto
del cambio. El procedimiento seguido para calcular el porcentaje de cambio en cada variable ha sido
la elevación a dos del resultado de la ecuación algorítmica, menos 1 y multiplicado por 100.

6. Aspectos éticos
En el desarrollo de este estudio se han cumplido con todos los estándares éticos exigidos en la
investigación con seres humanos, de acuerdo con la declaración de Helsinki, cumpliendo con la
legislación vigente en materia de protección de datos.
Se ha proporcionado información a todas y todos los participantes en relación a los objetivos
y la naturaleza del estudio, en qué ha consistido su participación y los beneficios y riesgos asociados.
Asimismo, todas y todos los participantes han firmado un consentimiento informado en el que
aparecían detallados los aspectos éticos relacionados con la investigación con seres humanos,
incluyendo la confidencialidad de los datos, la voluntariedad de la participación, así como el derecho
a retirarse de la investigación en cualquier momento sin que ello afectara a la atención que recibían.
La participación en este estudio no ha conllevado riesgos ni molestias para las personas participantes.
Para garantizar una adecuada protección de datos durante todas las fases del estudio se han
seguido los siguientes principios del Reglamento General de Protección de Datos: (1) Principio de
limitación en la recolección de los datos: se han recogido datos únicamente en aquellos casos en los
que se ha contado con el consentimiento informado de las familias y los profesionales. (2) Principio
de especificación del propósito: durante la firma del consentimiento informado, se ha explicado el
propósito de la recogida de datos y se han ofrecido todas las explicaciones y aclaraciones solicitadas.
(3) Principio de calidad de los datos: solo se han recabado datos pertinentes y relevantes para la
finalidad del estudio. (4) Principio de limitación de uso: los datos solo podrán emplearse o divulgarse
para dar respuesta a los objetivos recogidos en el diseño de la investigación. (5) Principio de

42
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

salvaguardia de la seguridad: se han empleado salvaguardas razonables de seguridad para proteger


los datos personales contra riesgos, tales como pérdida, acceso no autorizado, destrucción, uso,
modificación o divulgación de los mismos. Concretamente, las limitaciones de uso y divulgación de los
datos mencionadas se han visto reforzadas con las siguientes medidas de seguridad: (a) Físicas: los
documentos de recogida de información (instrumentos de evaluación) son custodiados por los/as
miembros del equipo de investigación, los cuales tienen adquirido un compromiso de
confidencialidad. (b) Organizacionales: únicamente tienen acceso al fichero de datos los/as
integrantes del equipo de investigación, siendo responsable de su uso las personas responsables del
proyecto. (c) Informáticas: el fichero de datos es almacenado en equipos de las universidades
implicadas en el proyecto, y su tratamiento se ha llevado a cabo con programas de dichas
instituciones. Los datos han sido analizados y tratados de forma anónima utilizando un procedimiento
de disociación reversible, a través de un proceso de codificación que ha facilitado su anonimización.
(d) Principio de responsabilidad. Las personas responsables del proyecto son también las responsables
del fichero de datos, decidiendo acerca de su contenido, finalidad y uso, así como asumiendo la
responsabilidad del cumplimiento de las medidas para hacer efectivos los principios señalados
anteriormente.

43
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

RESULTADOS
En este apartado se presentan los resultados obtenidos en el estudio de evaluación del Programa de
Tratamiento Familiar de Andalucía. Estos resultados provienen de los datos recogidos tanto en la
evaluación inicial realizada en el grupo de participantes, como en la evaluación de proceso y final. Se
presenta, en primer lugar, la información referida al perfil psicosocial de las familias atendidas por los
ETF. En segundo lugar, se ofrecen los resultados referentes al análisis del proceso de implementación
del programa. En tercer lugar, se exponen los resultados referidos al análisis de efectividad de la
intervención. Finalmente, se presentan los resultados referidos a la valoración tanto del programa
como del manual de referencia por parte de los y las profesionales.

1. Perfil de las familias


Se presentan en este apartado los resultados relativos el perfil de las familias atendidas por los ETF en
función de variables relacionadas con el contexto familiar, con las competencias parentales, así como
con el ajuste adulto y de los hijos e hijas. Respecto al sistema familiar, se presentan en primer lugar
los factores de riesgo y sucesos estresantes que han experimentado las figuras parentales tanto a lo
largo de su trayectoria vital como en la actualidad. A continuación, se ofrecen datos de la calidad del
contexto familiar y de su funcionamiento, de las prácticas educativas, de la percepción de eficacia y
del estrés parental. En referencia al ajuste adulto, se presentan los resultados relacionados con las
estrategias de afrontamiento, la satisfacción vital y la salud mental general. Respecto a los niños, niñas
y adolescentes, se presentan datos sobre su calidad de vida, su ajuste psicosocial y su situación de
riesgo según el instrumento Valórame. En todas las dimensiones analizadas, se describe el perfil de
las familias en función de su pertenencia al subprograma de riesgo o de reunificación. Finalmente, se
presentan también en este apartado los resultados realizados para identificar y caracterizar diferentes
tipologías entre las familias atendidas por los ETF en función de los perfiles sociodemográficos y
psicosociales que presentan.

1.1. Factores de riesgo y sucesos estresantes


Se han evaluado los factores de riesgo y sucesos estresantes experimentados por las figuras parentales
a lo largo de toda su trayectoria vital, desde el nacimiento hasta los últimos tres años. Teniendo en
cuenta la acumulación de dichas experiencias el nivel de riesgo alcanzó un valor promedio de 2.47
eventos (DT = 1.74) para el tutor o la tutora principal (madres en su mayoría) y de 1.74 eventos (DT =
1.75) para la tutora o el tutor secundario (padres en su mayoría), con un mínimo de 0 y un máximo de
7 circunstancias estresantes. En la Figura 1.1 se muestra el porcentaje de figuras parentales que
experimentaron cada uno de los distintos factores de riesgo y sucesos estresantes evaluados. Como
puede observarse en dicha figura, los eventos más frecuentes a lo largo de la trayectoria vital del tutor
o tutora principal fueron la precariedad económica y laboral, seguida del maltrato en la adultez y en
la infancia. Los problemas judiciales, el abuso de sustancias y el comportamiento violento/antisocial
aunque también aparecieron, lo hicieron de forma menos frecuente. Los eventos más frecuentes a lo
largo de la trayectoria vital de la tutora o tutor secundario fueron la precariedad laboral y económica,
seguida de problemas judiciales, abuso de sustancias y comportamiento violento/antisocial. El

44
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

maltrato en la infancia y en la adultez aparecieron con menos frecuencia, especialmente este último
tipo de maltrato.

Figura 1.1. Factores de riesgo y situaciones estresantes de las figuras parentales a lo largo de su
trayectoria vital: porcentajes

Precariedad económica 58,30 36,90

Precariedad laboral 55,41 39,18

Maltrato en la adultez 38,42 7,20

Maltrato en la infancia 32,43 19,44


Tutor/a principal
Problemas judiciales 23,94 26,29
Tutor/a secundario/a
Abuso de sustancias 23,17 23,97

Comportamiento violento/antisocial 14,86 21,13

0 20 40 60 80 100

Con respecto a los factores de riesgo y sucesos estresantes experimentados por las figuras
parentales en la actualidad, esto es, durante los últimos tres años, y considerando la acumulación de
estas vivencias negativas, se obtuvo una media de 3.74 eventos (DT = 2.16) para el tutor o la tutora
principal y de 2.88 eventos (DT = 2.38) para la tutora o el tutor secundario, con un mínimo de 0 y un
máximo de 11 sucesos estresantes para el tutor o la tutora principal, y un máximo de 12 sucesos
estresantes para la tutora o el tutor secundario. En la Figura 1.2 se muestra el porcentaje de figuras
parentales que vivenciaron cada uno de los factores de riesgo y sucesos estresantes evaluados. Como
puede observarse en dicha figura, los factores de riesgo más frecuentes en la situación actual del tutor
o la tutora principal fueron la situación laboral inestable y/o difícil seguida de la relación de pareja
conflictiva y separación/divorcio. El desahucio y el ingreso en prisión, aunque también aparecieron, lo
hicieron de forma menos frecuente. Los factores de riesgo más frecuentes para la tutora o el tutor
secundario fueron la relación de pareja conflictiva seguida de la situación laboral inestable y/o difícil
y la separación/divorcio. Coincidiendo con el tutor o la tutora principal, los que han aparecido en
menos ocasiones han sido el desahucio y el ingreso en prisión.

45
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.2. Factores de riesgo y situaciones estresantes de las figuras parentales en la actualidad:
porcentajes

Situación laboral inestable y/o difícil 59,53 39,54


Relación de pareja conflictiva 57,48 44,30
Separación/divorcio 53,01 34,11
Relación conflictiva con los hijos 37,67 31,61
Situación económica muy apremiante 31,91 22,74
Ser víctima de maltrato 28,16 8,03
Problemas judiciales/policiales 19,42 19,85
Graves conflictos o peleas con otras personas 16,50 10,13 Tutor principal
Tutor secundario
Consumo abusivo de sustancias tóxicas 15,79 20,78
Hacerse cargo de un familiar 13,04 10,88
Comportarse de forma violenta o antisocial 12,82 18,91
Problemas físicos de importancia 11,48 12,69
E fe edad e tal/t asto o psi ológi o… 9,14 6,99
Desahucio 8,95 4,91
Ingreso en prisión 1,36 4,92

0 20 40 60 80 100

En total, la acumulación de sucesos vitales estresantes que caracterizaba a las figuras


parentales, considerando tanto la trayectoria vital como el momento actual, fue de 6.20 eventos (DT
= 3.45) para el tutor o la tutora principal y de 4.62 eventos (DT = 3.75) para la tutora o el tutor
secundario, con un mínimo de 0 y un máximo de 17 y de 18, respectivamente.
Por otro lado, se presentan los factores de riesgo que presentaban el primer y segundo hijo o
hija en la actualidad, esto es, durante los últimos tres años. El nivel de riesgo, considerando la
acumulación de experiencias estresantes, alcanzó un valor promedio de 1.70 (DT = 1.46) para el
primer hijo o hija y de 0.99 (DT = 1.10) para el segundo hijo o hija, con un mínimo de 0 eventos
estresantes y un máximo de 6 para el primero o la primera, y un máximo de 5 para el segundo o la
segunda. En la Figura 1.3 se muestra el porcentaje de hijos e hijas que experimentaron los distintos
factores de riesgo evaluados. Como puede observarse en dicha figura, los factores de riesgo más
frecuentes en la situación actual del primer hijo o hija fueron ser víctima de maltrato intrafamiliar
seguido de comportamiento disruptivo severo. La discapacidad o problemas físicos severos y ser
víctima de acoso escolar, aunque también aparecieron, lo hicieron de forma menos frecuente. Para el
segundo hijo o hija los factores de riesgo más frecuentes en la situación actual coincidieron con los del
primer hijo o hija. El ser víctima de acoso escolar y la enfermedad mental o trastorno psicológico
diagnosticado fueron los menos frecuentes.

46
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.3. Factores de riesgo del primer y segundo hijo o hija: porcentajes

Víctima de maltrato intrafamiliar 45,45 37,91


Comportamiento disruptivo severo (agresividad,
33,60 15,03
conducta antisocial, acosador…)
Fracaso escolar 32,81 16,78

Absentismo escolar 19,76 7,89


Primer hijo o hija
Enfermedad mental/Trastorno psicológico
11,86 3,27
diagnosticado Segundo hijo o hija
Aislamiento social severo 9,68 5,57

Discapacidad o problemas físicos de importancia 8,71 7,84

Víctima de acoso escolar 7,31 3,95

0 20 40 60 80 100

A continuación, en la Tabla 1.1, se especifica la acumulación de sucesos vitales estresantes y de


riesgo de las figuras parentales, tanto en su trayectoria vital como en la actualidad, y de los hijos e hijas
de forma diferenciada para cada subprograma. Un análisis comparativo de ambos subprogramas puso
de manifiesto diferencias significativas con un tamaño del efecto despreciable en las situaciones vitales
estresantes y riesgo experimentadas a lo largo de la trayectoria vital de las figuras parentales, así como
en el total de acumulación de situaciones de riesgo de las figuras parentales, observándose una mayor
frecuencia de sucesos estresantes en las familias del programa de reunificación. Asimismo, se observó
una mayor acumulación de factores de riesgo en el primer hijo o hija, con un tamaño del efecto
despreciable, en el subprograma de reunificación. No obstante, en la actualidad, no se observaron
diferencias en la acumulación de factores de riesgo en el tutor o la tutora principal ni en el segundo
hijo hija entre los subprogramas. En el caso de la tutora o el tutor secundario se observaron diferencias
significativas con un tamaño del efecto despreciable en la actualidad, con una mayor frecuencia de
sucesos estresantes en el programa de reunificación.

Tabla 1.1. Situaciones vitales estresantes y riesgo: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)
Tutor/a principal. Situaciones vitales
estresantes y riesgo en la trayectoria 2.36 (1.68) 3.52 (1.95) -4.56 < .001 0.06
vital
Tutor/a secundario/a. Situaciones
vitales estresantes y riesgo en la 1.68 (1.74) 2.71 (1.67) -3.04 .003 0.06
trayectoria vital
Tutor/a principal. Situaciones vitales
3.71 (2.17) 4.23 (1.96) -1.59 .113 0.02
estresantes y riesgo en la actualidad

47
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tutor/a secundario/a. Situaciones


vitales estresantes y riesgo en la 2.81 (2.35) 4.00 (2.62) -2.52 .012 0.05
actualidad
Tutor/a principal. Situaciones vitales
6.07 (3.41) 7.75(3.35) -3.26 .001 0.05
estresantes y riesgo total
Tutor/a secundario. Situaciones
4.47 (3.71) 6.81 (3.85) -3.16 .002 0.06
vitales estresantes y riesgo total
Primer/a hijo/a. Factores de riesgo 1.66 (1.42) 2.24 (1.77) -2.62 .009 0.04
Segundo/a hijo/a. Factores de riesgo 0.97 (1.07) 1.36 (1.50) -1.62 .107 0.03

De una manera pormenorizada, se han analizado los diversos sucesos vitales estresantes y
factores de riesgo de forma diferenciada para cada subprograma. Concretamente, en la Tabla 1.2 se
pueden observar los sucesos vitales estresantes y de riesgo experimentados por los tutores y las
tutoras principales a lo largo de su trayectoria vital. Los análisis realizados indicaron una mayor
frecuencia de desempleo prolongado/precariedad laboral, comportarse de manera violenta o
antisocial y abuso de sustancias o drogodependencias en los tutores y las tutoras principales del
programa de reunificación, con un tamaño del efecto bajo. No se observaron diferencias en el resto
de los sucesos vitales estresantes y de riesgo.

Tabla 1.2. Situaciones vitales estresantes y riesgo de los tutores o las tutoras principales a lo largo de
su trayectoria vital: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p Φ
no 317 (rz = 1.8) no 28 (rz = -1.8)
Maltrato en la infancia 2.79 .095 .08
sí 144 (rz = -1.8) sí 22 (rz = 1.8)
no 288 (rz = 1.4) no 26 (rz = -1.4)
Maltrato en la adultez 1.67 .196 .06
sí 173(rz = -1.4) sí 24 (rz = 1.4)
no 195 (rz = 1.1) no 17 (rz = -1.1)
Precariedad económica 0.96 .327 .05
sí 266 (rz = -1.1) sí 33 (rz = 1.1)
Desempleo no 211 (rz = 2.1) no 15 (rz = -2.1)
3.93 .047 .09
prolongado/precariedad laboral sí 250 (rz = -2.1) sí 35 (rz = 2.1)
Abuso de no 373 (rz = 6.5) no 20 (rz = -6.5)
40.23 < .001 .29
sustancias/drogodependencia sí 88 (rz = -6.5) sí 30 (rz = 6.5)
Comportarse de manera violenta no 399 (rz = 3.1) no 35 (rz = -3.1)
8.41 .004 .14
o antisocial sí 62 (rz = -3.1) sí 15 (rz = 3.1)
Problemas judiciales (demandas, no 355 (rz = 1.7) no 33 (rz = -1.7)
2.42 .120 .08
juicios, cárcel...) sí 106 (rz = -1.7) sí 17 (rz = 1.7)

En la Tabla 1.3, se pueden observar los sucesos vitales estresantes y de riesgo experimentados
por las tutoras o los tutores secundarios a lo largo de su trayectoria vital. Los análisis indicaron una
mayor frecuencia de precariedad económica, desempleo prolongado o precariedad laboral y abuso de
sustancias o drogodependencias, en las tutoras o los tutores secundarios del programa de
reunificación, con un tamaño del efecto bajo. No se observaron diferencias en el resto de los sucesos
vitales estresantes y de riesgo.

48
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.3. Situaciones vitales estresantes y riesgo de las tutoras o los tutores secundarios a lo largo de
su trayectoria vital: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p Φ
no 290 (rz = 1.7) no 19 (rz = -1.7)
Maltrato en la infancia 2.15 .143 .09
sí 67 (rz = -1.7) sí 9 (rz = 1.7)
no 328 (rz =0.8) no 27 (rz = -0.8)
Maltrato en la adultez 0.17 .680 -.04
sí 27 (rz = -0.8) sí 1 (rz =0.8)
no 228 (rz = 2.3) no 12 (rz = -2.3)
Precariedad económica 4.28 .039 .12
sí 126 (rz = -2.3) sí 16 (rz = 2.3)
Desempleo no 220 (rz = 2.4) no 11 (rz = -2.4)
4.76 .029 .12
prolongado/precariedad laboral sí 134 (rz = -2.4) sí 17 (rz = 2.4)
Abuso de no 275 (rz = 2.9) no 15 (rz = -2.9)
6.99 .008 .15
sustancias/drogodependencia sí 79 (rz = -2.9) sí 28 (rz = 2.9)
Comportarse de manera violenta no 283 (rz = 1.5) no 19 (rz = -1.5)
1.62 .203 .08
o antisocial sí 71 (rz = -1.5) sí 9 (rz = 1.5)
Problemas judiciales (demandas, no 264 (rz = 1.6) no 17 (rz = -1.6)
1.90 .168 .08
juicios, cárcel...) sí 90 (rz = -1.6) sí 11 (rz = 1.6)

Asimismo, en la Tabla 1.4 se presenta la acumulación de sucesos vitales estresantes y de riesgo


del tutor o la tutora principal en la actualidad diferenciados en función del subprograma. En este caso,
los análisis indicaron que las personas atendidas en el subprograma de reunificación presentaban una
mayor frecuencia de sucesos relacionados con el ingreso en prisión, la enfermedad mental, el consumo
abusivo de sustancias tóxicas, la situación económica muy apremiante y graves conflictos o peleas con
otras personas, con tamaños del efecto bajo, en comparación con las personas incluidas en el
programa de riesgo. A su vez, las figuras parentales participantes en el subprograma de riesgo
presentaron una mayor frecuencia de conflictividad en su relación con la pareja, con un tamaño del
efecto despreciable. No se observaron diferencias en el resto de los sucesos vitales estresantes y de
riesgo.

49
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.4. Situaciones vitales estresantes y riesgo del tutor o la tutora principal en la actualidad:
estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p Φ
no 335 (rz = 2.0) no 29 (rz = -2.0)
Ser víctima de maltrato 3.50 .061 .09
sí 124 (rz = -2.0) sí 20 (rz = 2.0)
Comportarse de forma violenta o no 400 (rz =0.3) no 42 (rz = -0.3)
0.00 .952 .01
antisocial sí 59 (rz = -0.3) sí 7 (rz =0.3)
no 455 (rz =4.3) no 45 (rz = -4.3)
Ingreso en prisión 13.23 < .001 .19
sí 3 (rz = -4.3) sí 4 (rz =4.3)
Enfermedad mental / trastorno no 422 (rz = 2.9) no 39 (rz = -2.9)
6.10 .008 .13
psicológico (diagnosticado) sí 36 (rz = -2.9) sí 10 (rz = 2.9)
no 409 (rz = 1.4) no 39 (rz = -1.4)
Problemas físicos de importancia 3.17 .075 .09
sí 49 (rz = -1.4) sí 10 (rz = 1.4)
no 393 (rz = -2.0) no 47 (rz = 2.0)
Hacerse cargo de un familiar 3.11 .078 -.09
sí 65 (rz = 2.0) sí 2 (rz = -2.0)
Consumo abusivo de sustancias no 401 (rz = 6.7) no 25 (rz = -6.7)
42.13 < .001 .30
tóxicas sí 56 (rz = -6.7) sí 24 (rz = 6.7)
no 188 (rz = -2.2) no 28 (rz = 2.2)
Relación de pareja conflictiva 4.11 .043 -.10
sí 271 (rz = 2.2) sí 21 (rz = -2.2)
no 210 (rz = -1.5) no 28 (rz = 1.5)
Separación / divorcio 1.87 .171 -.07
sí 249 (rz = 1.5) sí 21 (rz = -1.5)
no 282 (rz = -0.5) no 32 (rz =0.5)
Relación conflictiva con los hijos 0.14 .708 -.02
sí 177 (rz =0.5) sí 17 (rz = -0.5)
Situación económica muy no 319 (rz = 2.5) no 25 (rz = -2.5)
5.27 .022 .11
apremiante sí 140 (rz = -2.5) sí 23 (rz = 2.5)
Situación laboral inestable y/o no 186 (rz = 0.2) no 19 (rz = -0.2)
0.01 .924 .01
difícil sí 272 (rz = -0.2) sí 30 (rz = 0.2)
no 419 (rz = 0.4) no 43 (rz = -0.4)
Desahucio 0.16 .898 .02
sí 40 (rz = -0.4) sí 5 (rz = 0.4)
no 370 (rz = -0.5) no 38 (rz = 0.5)
Problemas judiciales / policiales 0.10 .747 .02
sí 89 (rz = 0.5) sí 11 (rz = -0.5)
Graves conflictos o peleas con no 382(rz = 0.1) no 41 (rz = -0.1)
0.00 1 -.01
otras personas sí 77 (rz = -0.1) sí 8 (rz = 0.1)

En la Tabla 1.5, se pueden observar los sucesos vitales estresantes y de riesgo experimentados
por la tutora o el tutor secundario en la actualidad. Los análisis indicaron que las personas atendidas
en el subprograma de reunificación presentaban mayor proporción de sucesos relacionados con el
ingreso en prisión, el consumo abusivo de sustancias tóxicas y la situación económica muy apremiante
en comparación con aquellas pertenecientes al programa de riesgo, con un tamaño del efecto bajo.
No se observaron diferencias en el resto de los sucesos vitales estresantes y de riesgo.

50
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.5. Situaciones vitales estresantes y riesgo de la tutora o el tutor secundario en la actualidad:
estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p Φ
no 323 (rz = 0.2) no 26 (rz = -0.2)
Ser víctima de maltrato 0.00 1 -.01
sí 29 (rz = -0.2) sí 2 (rz =0.2)
Comportarse de forma violenta o no 289 (rz = 1.4) no 20 (rz = -1.4)
1.31 .253 .07
antisocial sí 63 (rz = -1.4) sí 8 (rz = 1.4)
no 338 (rz = 3.2) no 23 (rz = -3.2)
Ingreso en prisión 7.80 .005 .17
sí 14 (rz = -3.2) sí 5 (rz = 3.2)
Enfermedad mental / trastorno no 329 (rz = 1.5) no 24 (rz = -1.5)
1.33 .248 .08
psicológico (diagnosticado) sí 23(rz = -1.5) sí 4 (rz = 1.5)
no 307 (rz =0.3) no 25 (rz = -0.3)
Problemas físicos de importancia 0.00 .983 -.02
sí 45 (rz = -0.3) sí 3 (rz =0.3)
no 316 (rz = -1.8) no 22 (rz = 1.8)
Hacerse cargo de un familiar 2.27 .132 .09
sí 36 (rz = 1.8) sí 6 (rz = -1.8)
Consumo abusivo de sustancias no 286 (rz = 3.9) no 14 (rz = -3.9)
13.73 .001 .20
tóxicas sí 65 (rz = -3.9) sí 14 (rz = 3.9)
no 197 (rz = -0.2) no 15 (rz =0.2)
Relación de pareja conflictiva 0.00 .962 .01
sí 155 (rz = 0.2) sí 13 (rz = -0.2)
no 231 (rz = -0.6) no 20 (rz = 0.6)
Separación / divorcio 0.19 .663 -.03
sí 122 (rz =0.6) sí 8 (rz = -0.6)
no 242 (rz = -0.3) no 20 (rz =0.3)
Relación conflictiva con los hijos 0.01 .934 -.02
sí 110 (rz =0.3) sí 8 (rz = -0.3)
Situación económica muy no 278 (rz = 3.0) no 15 (rz = -3.0)
7.90 .005 .16
apremiante sí 75 (rz = -3.0) sí 13 (rz = 3.0)
Situación laboral inestable y/o no 214 (rz = 1.1) no 14 (rz = -1.1)
0.82 .366 .06
difícil sí 139 (rz = -1.1) sí 14 (rz = 1.1)
no 337 (rz = 0.6) no 26 (rz = -0.6)
Desahucio 0.03 .870 .03
sí 16 (rz = -0.6) sí 2 (rz = 0.6)
no 284 (rz = 0.7) no 21 (rz = -0.7)
Problemas judiciales / policiales 0.18 .675 .03
sí 70 (rz = -0.7) sí 7 (rz = 0.7)
Graves conflictos o peleas con no 314(rz = -1.2) no 26 (rz = 1.2)
0.71 .401 -.06
otras personas sí 38 (rz = 1.2) sí 1 (rz = -1.2)

Con respecto al primer hijo o hija, en la Tabla 1.6 se especifican los factores de riesgo de forma
diferenciada para cada subprograma. Los análisis comparativos entre ambos subprogramas pusieron
de manifiesto diferencias significativas. Concretamente, los primeros hijos e hijas de las familias del
subprograma de reunificación tendían a presentar absentismo escolar, así como aislamiento severo y
ser víctimas de maltrato intrafamiliar en mayor proporción que los hijos e hijas de las familias atendidas
en el subprograma de riesgo. Todos los contrastes contaron con un tamaño del efecto bajo. No se
observaron diferencias significativas en el resto de contrastes.

51
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.6. Factores de riesgo para el primer hijo o hija: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p Φ
Discapacidad o problemas físicos no 416 (rz = 2.1) no 38 (rz = -2.1)
3.51 .061 .10
de importancia sí 36 (rz = -2.1) sí 8 (rz = 2.1)
Enfermedad mental/Trastorno no 398 (rz = -0.3) no 41 (rz = 0.3)
0.00 .988 -.01
psicológico diagnosticado sí 55 (rz = 0.3) sí 5 (rz = -0.3)
Comportamiento disruptivo
no 295 (rz = -1.5) no 35 (rz = 1.5)
severo (agresividad, conducta, 1.78 .182 -.08
sí 158 (rz = 1.5) sí 11 (rz = -1.5)
a tiso ial, a osado …
no 258 (rz = 3.2) no 15 (rz = -3.2)
Víctima de maltrato intrafamiliar 9.03 .003 .14
sí 195 (rz = -3.2) sí 21(rz = 3.2)
no 309 (rz = 1.9) no 31 (rz = -1.9)
Fracaso escolar 3.03 .082 .09
sí 144 (rz = -1.9) sí 15 (rz = 1.9)
no 368(rz = -2.2) no 31 (rz = 2.2)
Absentismo escolar 4.17 .041 .10
sí 85 (rz = 2.2) sí 15 (rz = -2.2)
no 420 (rz = 0.2) no 43 (rz = -0.2)
Víctima de acoso escolar 0.00 1 .01
sí 33 (rz = -0.2) sí 3 (rz = 0.2)
no 414 (rz = 2.4) no 37 (rz = -2.4)
Aislamiento social severo 4.57 .032 .11
sí 39 (rz = -2.4) sí 9 (rz = 2.4)

Para finalizar, y con respecto al segundo hijo o hija, en la Tabla 1.7 se presentan los factores de
riesgo de forma diferenciada para cada subprograma. Los análisis comparativos entre ambos
subprogramas pusieron de manifiesto diferencias significativas en ser víctima de maltrato familiar y en
aislamiento social severo. Concretamente, el segundo hijo o hija de las familias tratadas en el
subprograma de reunificación eran víctimas de maltrato intrafamiliar y sufrían aislamiento severo en
mayor proporción que los hijos e hijas de las familias del subprograma de riesgo. El tamaño del efecto
de este contraste fue bajo. No se observaron diferencias significativas en cuanto al resto de sucesos
vitales estresantes y de riesgo.

Tabla 1.7. Factores de riesgo para el segundo hijo o hija: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p Φ
Discapacidad o problemas físicos de no 256 (rz = 0.2) no 20 (rz = -0.2)
0.00 1 .01
importancia sí 22 (rz = -0.2) sí 2 (rz = 0.2)
Enfermedad mental/Trastorno no 269 (rz = 0.3) no 21 (rz = -0.3)
0.00 1 .02
psicológico diagnosticado sí 9 (rz = -0.3) sí 1 (rz = 0.3)
Comportamiento disruptivo severo
no 234 (rz = -0.8) no 20 (rz = 0.8)
(agresividad, conducta, antisocial, 2.88 .591 -.05
sí 44 (rz = 0.8) sí 2 (rz = -0.8)
a osado …
no 178 (rz = 2.2) no 9 (rz = -2.2)
Víctima de maltrato intrafamiliar 3.71 .054 .12
sí 100 (rz = -2.2) sí 13 (rz = 2.2)
no 229 (rz = 0.1) no 18 (rz = -0.1)
Fracaso escolar 0.00 1 .01
sí 47 (rz = -0.1) sí 4 (rz = 0.1)

52
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

no 255 (rz = 1.0) no 19 (rz = -1.0)


Absentismo escolar 3.51 .553 .06
sí 21 (rz = -1.0) sí 22 (rz = 1.0)
no 264 (rz = -1.0) no 22 (rz = 1.0)
Víctima de acoso escolar 0.19 .664 -.06
sí 12 (rz = 1.0) sí 0 (rz = -1.0)
no 265 (rz = 3.6) no 17 (rz = -3.6)
Aislamiento social severo 9.66 .002 .21
sí 12 (rz = -3.6) sí 5 (rz = 3.6)

1.2. Calidad del contexto familiar


En este apartado se presentan los resultados relativos a la calidad del contexto familiar. En primer
lugar, se muestran los resultados obtenidos a partir de un análisis de los datos de carácter cuantitativo.
En segundo lugar, se presentan los resultados obtenidos a partir de un análisis corte cualitativo de los
datos.

1.2.1. Análisis cuantitativo de la dimensión de calidad del contexto familiar


A continuación, se presenta la Figura 1.4 en la que se muestran los estadísticos descriptivos referentes
a los distintos dominios o indicadores de la dimensión calidad del contexto familiar. Aunque el
instrumento que valora esta dimensión presenta unos valores situados entre +3 y -3, se representa en
el rango +1 y -1 porque es el rango donde se encuentran las puntuaciones. Como se puede observar
en la figura, el dominio con mejor puntuación ha sido el relativo al entorno familiar y bienestar infantil
del hijo 2, seguido de los dominios de seguridad familiar y bienestar infantil del hijo 1. Los indicadores
con puntuaciones promedio más desfavorables fueron interacciones familiares y competencias
parentales.

Figura 1.4. Calidad del hogar: media y desviación tipo


Entorno 0,54 DT = 0.99

Competencias Parentales DT = 0.97 -0,04

Interacciones Familiares DT = 1.20 -0,20

Seguridad Familiar 0,26 DT = 1.11

Bienestar Infantil Hijo1 0,26 DT = 1.39

Bienestar Infantil Hijo2 0,58 DT = 1.23


-1 -0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8

53
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

A continuación, en la Tabla 1.8 se presentan las puntuaciones relativas a los diferentes dominios
de la dimensión de calidad del hogar de forma diferenciada para cada subprograma (riesgo o
reunificación). El análisis comparativo entre ambos subprogramas puso de manifiesto diferencias
significativas y con un tamaño del efecto despreciable en los dominios entorno familiar, competencias
parentales y seguridad familiar. En todos estos casos, las familias atendidas en el subprograma de
riesgo presentaron valores más positivos que las familias del subprograma de reunificación. No se
encontraron diferencias estadísticamente significativas entre subprogramas para el resto de los
dominios.

Tabla 1.8. Calidad del hogar: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)
Entorno 0.59 (0.95) 0.14 (1.14) 2.85 .005 0.04
Competencias parentales 0.01 (0.93) - 0.37 (1.20) 2.40 .017 0.04
Interacciones Familiares - 0.18 (1.18) - 0.33 (1.41) 0.75 .455 0.01
Seguridad Familiar 0.31 (1.06) - 0.20 (1.38) 2.81 .005 0.04
Bienestar Infantil Hijo/a 1 0.21 (1.32) 0.44 (1.83) -0.10 .319 0.01
Bienestar Infantil Hijo/a 2 0.54 (1.18) 0.98 (1.51) -1.46 .147 0.03

1.2.2. Análisis cualitativo de la calidad del hogar


En cuanto a la valoración general que los y las profesionales hacen de cada uno de los aspectos
analizados en relación con la calidad del hogar, los resultados obtenidos pusieron de manifiesto que
la mayoría de las familias que componen la muestra se situaban en un nivel de problemática moderada
o leve en casi todos los dominios evaluados, excepto en el relacionado con el entorno, que destacó
por ser una fortaleza clara para un porcentaje importante de familias.
En su conjunto, un análisis sumativo de los porcentajes de familias con problemas (serio,
moderado o leve), puso de manifiesto que las interacciones familiares era el aspecto donde se
observaba un mayor porcentaje de riesgo (5.43%, 28.42% y 26.36%, de problemas serios, moderados
y leves, respectivamente), seguido por el dominio de las competencias parentales (con un 4.87%,
22.82% y 28.97% de problemas serios, moderados y leves, respectivamente). Asimismo, los resultados
pusieron de manifiesto que el 6.10% de las familias presentaban un nivel de problemática seria en
relación con la seguridad familiar. Finalmente, cabe destacar que, en general, las competencias
parentales y las interacciones familiares fueron los dominios en los que un menor porcentaje de
familias mostraba una clara fortaleza, tan solo el 3.08% y 3.62% de las familias participantes,
respectivamente. En la Figura 1.5 se presentan los porcentajes de familias en las que se valoró como
fortaleza o como riesgo cada uno de los diferentes aspectos evaluados en relación con la calidad del
hogar.

54
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.5. Puntuaciones de los distintos dominios como riesgo o fortaleza: porcentajes

Bienestar del niño 3,58 16,42 33,02 22,83 18,49 5,66

Interacciones familiares en
5,43 28,42 26,36 20,16 16,02 3,62
general
Competencias parentales en
4,87 22,82 28,97 28,97 11,28 3,08
general

Seguridad familiar en general 6,12 17,82 29,52 27,13

Entorno general 4,34 13,27 20,66 19,39 27,81 14,54

0 20 40 60 80 100
Problema serio Problema moderado Problema leve Línea base Leve fortaleza Clara fortaleza

Nota. El porcentaje restante corresponde a la categoría No sabe/No contesta (NS/NC)

1.2.3. Entorno
La Figura 1.6 muestra los porcentajes de casos en los que los distintos indicadores del dominio entorno
familiar fueron valorados como un problema o una fortaleza. El valor promedio en el dominio de
entorno familiar alcanzó un valor de -0.03 (DT = 1.41), con puntuaciones que mostraron una amplia
variabilidad en un rango entre -3 y +3. La estabilidad en la vivienda fue percibida como un indicador
de problema serio en un 10.60% de los casos. Sin embargo, teniendo en cuenta conjuntamente los
niveles de riesgo leve, moderado y serio, el indicador de ingresos o empleo fue el que alcanzó un
mayor porcentaje acumulado de casos con riesgo (7.81%, 18.14% y 20.15%, respectivamente). Por
otro lado, el transporte (46.98%), la seguridad en la comunidad (44.84%), la higiene personal (44.70%)
y la estabilidad en la vivienda (44.08%) fueron percibidas como claras fortalezas de las familias.
Figura 1.6. Puntuaciones de los distintos indicadores del entorno como riesgo o fortaleza: porcentajes

Ingreso/Empleo 7,81 18,14 20,15 19,40 11,82 21,16

Entorno de aprendizaje 7,34 10,13 15,44 25,82 25,06 10,89

Manejo financiero 3,02 8,82 16,37 30,23 19,14 17,63

Estabilidad en la vivienda 10,58 11,34 6,80 13,35 11,84 44,08

Habilitabilidad en la vivienda 1,52 6,82 9,60 21,72 25,25 26,01

Transporte 3,28 7,07 6,57 18,69 14,90 46,98

Seguridad en la comunidad 5,54 4,79 5,04 12,59 24,69 44,84

Comida y nutrición 1,77 4,29 9,09 31,82 24,75 22,73

Higiene personal 2 3,28 4,55 10,61 30,30 44,70

0 20 40 60 80 100
Problema serio Problema moderado Problema leve Línea base Leve fortaleza Clara fortaleza

Nota. El porcentaje restante corresponde a la categoría No sabe/No contesta (NS/NC)

55
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.2.4. Competencias parentales


En la Figura 1.7 se muestran los porcentajes de casos en los que los distintos indicadores de
competencias parentales fueron valorados como un problema o una fortaleza. Como se observa en la
figura, las prácticas disciplinaras (12.66%), la generación de oportunidades para el desarrollo y el
enriquecimiento (9.62%) y el consumo de drogas por parte de las figuras parentales (9.41%) fueron
los indicadores en los que un mayor porcentaje de casos mostraba problemas serios. Teniendo en
cuenta de forma conjunta los niveles de riesgo leve, moderado y serio, las prácticas disciplinarias fue
el indicador en el que se percibía más problemas en las familias (26.08%, 24.56% y 12.66%,
respectivamente). Por otro lado, la ausencia de consumo de drogas o alcohol por parte de las figuras
parentales fue percibido como una clara fortaleza en un alto porcentaje de casos (38.17%). La
puntuación media del dominio de competencias parentales fue de -0.72 (DT = 1.17), con puntuaciones
que oscilaron entre -3 y +2 mostrando una importante variabilidad.

Figura 1.7. Puntuaciones de los distintos indicadores de competencias parentales como riesgo o
fortaleza: porcentajes

Prácticas disciplinarias 12,66 24,56 26,08 20,00 7,59 4,05

Oportunidades para el
9,62 14,43 22,03 25,82 16,20 4,81
desarrollo/enriquecimiento

Supervisión del niño(s) 8,33 15,40 16,67 26,26 18,18 10,61

Salud mental del progenitor(es) 5,30 8,08 21,72 36,36 16,92 6,31

Uso de drogas/alcohol del


9,41 9,41 8,40 15,27 12,21 38,17
progenitor(es)

Salud física del progenitor(es) 0,51 5,33 8,63 28,93 32,74 17,51

0 20 40 60 80 100

Problema serio Problema moderado Problema leve Línea base Leve fortaleza Clara fortaleza

Nota. El porcentaje restante corresponde a la categoría No sabe/No contesta (NS/NC)

1.2.5. Interacciones familiares


En la Figura 1.8 se muestran los porcentajes de casos en los que los distintos indicadores de
interacciones familiares fueron valorados como un problema o una fortaleza. Para la totalidad de la
muestra, la puntuación media obtenida en interacciones familiares fue de -0.76 (DT = 1.27), con
puntuaciones que variaron ampliamente en un rango entre -3 y +2. El indicador de relación entre las
figuras parentales fue percibido por las y los profesionales como un problema serio en el 30.63% de

56
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

los casos. Teniendo en cuenta de forma conjunta los niveles de riesgo leve, moderado y serio, la
relación entre progenitores y progenitoras (9.37%, 12.66%, y 30.63%, respectivamente) y las
expectativas hacia el niño, la niña o el/la adolescente (24.49%, 15.66% y 5.05%, respectivamente)
fueron los indicadores en los que se percibían más problemas en las familias. Por el contrario, el apego
con los hijos e hijas fue el indicador que obtuvo una puntuación más positiva, siendo percibido como
una clara fortaleza en un 12.12% de los casos.

Figura 1.8. Puntuaciones de los distintos indicadores de interacciones familiares como riesgo o
fortaleza: porcentajes

Relación entre los progenitores 30,63 12,66 9,37 10,89 8,10 6,08

Expectativas hacia el niño(s) 5,05 15,66 24,49 25,51 15,15 7,83

Apego con el niño(s) 6,31 16,67 14,90 22,22 24,75 12,12

Apoyo mutuo dentro de la


6,31 12,37 18,94 28,79 19,95 9,09
familia

0 20 40 60 80 100
Problema serio Problema moderado Problema leve Línea base Leve fortaleza Clara fortaleza

Nota. El porcentaje restante corresponde a la categoría No sabe/No contesta (NS/NC)

1.2.6. Seguridad familiar


En la Figura 1.9 se muestran los porcentajes de casos en los que los distintos indicadores de seguridad
familiar fueron valorados como un problema o una fortaleza. La puntuación media de seguridad
familiar fue de -0.60 (DT = 1.24), con puntuaciones que variaron ampliamente en un rango entre -3 y
+2. La relación entre las figuras parentales fue valorada como un problema serio en un 30.63% de los
casos, seguida de la violencia entre las figuras parentales en un 13.67%. Por otro lado, la ausencia de
abuso sexual se percibió como una clara fortaleza en un 47.57% de los casos. El análisis de conjunto
de los porcentajes que indican un nivel de problemática leve, moderada y seria puso de manifiesto
que la relación entre las figuras parentales era el indicador que acumuló valores más negativos (9.37%,
12.66% y 30.63%, de riesgo leve, moderado y serio respectivamente). El 22.25% de los y las
profesionales señalaron no tener información (N/A) acerca del indicador relativo al abuso sexual.

57
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.9. Puntuaciones de los distintos indicadores de seguridad familiar como riesgo o fortaleza:
porcentajes

Relación entre los progenitores 30,63 12,66 9,37 10,89 8,10 6,08

Abuso emocional 7,09 17,22 24,30 22,29 8,86 8,35

Violencia doméstica entre


13,67 10,63 14,94 21,27 8,35 11,14
progenitores

Abuso físico 6,09 10,41 15,23 21,07 18,37 20,05

Abuso sexual 2,81 2,30 2,56 14,58 7,93 47,57

0 20 40 60 80 100
Problema serio Problema moderado Problema leve Línea base Leve fortaleza Clara fortaleza

Nota. El porcentaje restante corresponde a la categoría No sabe/No contesta (NS/NC)

1.2.7. Bienestar de los niños, niñas y adolescentes


En la Figura 1.10 se muestran los porcentajes de casos en los que los distintos indicadores de bienestar
del niño, niña o adolescente fueron valorados como un problema o una fortaleza. La puntuación media
del dominio bienestar del niño, niña o adolescente fue de -0.47 (DT = 1.23), con puntuaciones que
variaron ampliamente en un rango entre -3 y +2. El desempeño escolar (7.91%), la relación con los
progenitores y las progenitoras (7.76%) y el comportamiento del niño, niña o adolescente (6.23%)
fueron los indicadores que se valoraron como problemas serios en un mayor porcentaje de casos. El
análisis de conjunto de los porcentajes que indican un nivel de problemática leve, moderada y seria
puso de manifiesto que la relación con los progenitores y progenitoras fue el indicador que acumuló
más valores negativos (23.61%, 13.83% y 7.76%, respectivamente). Por otro lado, la cooperación y la
motivación por permanecer en la familia (26.52%) y la relación con los hermanos y las hermanas
(13.66%) fueron valorados como claras fortalezas en un mayor porcentaje de casos.

58
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.10. Puntuaciones de los distintos indicadores del dominio bienestar del niño, niña o
adolescente como riesgo o fortaleza: porcentajes

Relación con los progenitores 7,76 13,83 23,61 17,03 18,55 7,76

Comportamiento niño(s) 6,23 14,31 19,70 21,89 17,51 9,09

Desempeño escolar 7,91 11,28 22,56 21,38 13,13 9,26

Salud mental niño(s) 5,05 12,96 21,21 24,41 14,65 6,57

Relación con iguales 4,55 11,28 12,12 20,54 22,39 9,26

Relación con hermanos 2,366,41 13,15 22,93 15,51 13,66


Cooperación/motivación a
2,87 3,38 5,91 21,79 20,44 26,52
permanecer con la familia

0 20 40 60 80 100
Problema serio Problema moderado Problema leve Línea base Leve fortaleza Clara fortaleza

Nota. El porcentaje restante corresponde a la categoría No sabe/No contesta (NS/NC)

1.3. Dinámica familiar


En la Figura 1.11 se presentan los estadísticos descriptivos de la dimensión dinámica familiar para la
muestra en su conjunto. Las puntuaciones de esta escala oscilaron entre 1 y 5 resultando una
puntuación total media de 3.89 (DT = 0.79). Como puede observarse en la figura, la dimensión con una
puntuación más alta fue la de fortalezas y capacidad de adaptación de las figuras parentales. Las
dimensiones con una puntuación media más baja fueron las dimensiones referidas al nivel de
preocupación y angustia y la dificultad para comunicarse.

Figura 1.11. Dinámica familiar: media y desviación típica

Fortalezas y capacidad de adaptación 3,92 DT = 0.87

Preocupados o angustiados 2,25 DT = 1.04

Dificultad para comunicarse 1,99 DT = 0.84

1 2 3 4 5

A continuación, en la Tabla 1.9, se especifican las puntuaciones de las subescalas de dinámica


familiar de forma diferenciada para cada subprograma. El análisis comparativo realizado puso de
manifiesto diferencias significativas entre ambos subprogramas en las dimensiones preocupados/as y
angustiados/as y dificultad para comunicarse, con un tamaño de efecto medio para la dimensión

59
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

dificultad para comunicarse, y el efecto de tamaño pequeño para la dimensión preocupados/as o


angustiados/as.

Tabla 1.9. Dinámica familiar: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)
Fortalezas y capacidad de adaptación 3.92 (.87) 4.23 (.68) 2.52 .007 0.36
Preocupados/as o angustiados/as 2.25 (1.05) 1.89 (.70) 2.37 < .001 0.35
Dificultad para comunicarse 2.00 (.85) 1.59 (.59) 3.38 .003 0.50

1.4. Prácticas educativas parentales


En la Figura 1.12 se presentan los estadísticos descriptivos referentes a las distintas prácticas
educativas parentales para la muestra en su conjunto. Como puede observarse en dicha figura, las
dimensiones con mejores puntuaciones fueron las de razonamiento/inducción y calidez y apoyo,
seguidas de estilo democrático. Las dimensiones con valores medios más bajos fueron las de
permisividad en la disciplina parental, reactividad excesiva y por último intrusismo hacia los hijos y las
hijas.

Figura 1.12. Prácticas educativas: media y desviación típica

Razonamiento/inducción 4,32 DT = 0.63

Calidez y apoyo 4,27 DT = 0.66


Estilo democrático 4,13 DT = 0.61

Participación democrática 3,79 DT = 0.84

Permisividad en la disciplina parental 2,26 DT = 0.79

Reactividad excesiva 2,16 DT = 0.85

DT = 0.55
Intrusismo hacia los hijos 2,12

0 1 2 3 4 5

A continuación, en la Tabla 1.10 se presentan los descriptivos para las prácticas educativas
parentales de forma diferenciada por subprograma. El análisis comparativo de ambos subprogramas
ha puesto de manifiesto diferencias significativas, con un tamaño del efecto despreciable en la
dimensión intrusismo hacia los hijos e hijas. En el resto de las prácticas educativas parentales no se
han hallado diferencias significativas entre ambos subprogramas.

60
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.10. Prácticas educativas: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma

Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)
Calidez y apoyo 4.42 (0.58) 4.27 (0.52) 0.22 .199 0.04
Razonamiento/inducción 4.41 (0.56) 4.02 (0.77) 1.38 .280 0.31
Participación democrática 3.86 (0.77) 3.68 (0.95) 0.69 .369 0.16
Permisividad en la disciplina parental 2.13 (0.65) 2.02 (0.91) 0.02 .353 0.00
Reactividad excesiva 1.98 (0.73) 1.82 (0.76) 0.93 .760 0.21
Intrusismo hacia los hijos/as 1.91 (0.40) 1.91 (0.57) 0.15 .017 0.02
Estilo democrático 4.23 (0.52) 0.99 (0.62) 0.73 .978 0.17

1.5. Percepción de eficacia parental


Las puntuaciones de percepción de eficacia parental para la muestra general oscilaron entre 1 y 6,
con una media de 4.31 (DT = 1.07) en la. En los análisis realizados para cada subprograma, se ha
obtenido una media de 4.51 (DT = 0.83) en el de reunificación y de 4.29 en el de riesgo (DT = 1.09),
encontrándose diferencias significativas entre ambos subprogramas con un tamaño del efecto
pequeño (t(514) = 1.18; p = .003; d = 0.18).

1.6. Estrés parental


Las puntuaciones en estrés parental para la muestra en su conjunto oscilaron entre 1 y 5, con una
media para el total de la escala de 2.20 (DT = 0.70). En la Figura 1.13 se presentan los estadísticos
descriptivos para cada una de las dimensiones de la escala. Como puede verse, la media ha resultado
más alta en experiencias positivas que en estrés parental.

Figura 1.13. Puntuaciones en las dimensiones de la escala de estrés parental: media y desviación típica

Experiencias positivas 4,43 DT = 0.68

Estrés parental 2,65 DT = 0.93

0 1 2 3 4 5

En la Tabla 1.11 se presentan las puntuaciones de las dimensiones de la escala de estrés parental
de forma diferenciada para cada subprograma. Un análisis comparativo entre ambos subprogramas
puso de manifiesto diferencias significativas, con un tamaño del efecto pequeño en la dimensión
experiencias positivas.

61
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.11. Estrés parental: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma

Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)

Estrés parental general 2.23 (0.70) 1.93 (0.66) 2.63 .638 0.41
Experiencias positivas 4.41 (0.70) 4.62 (0.44) 1.93 < .001 0.30
Estrés parental 2.69 (0.91) 2.32 (1.04) 2.38 .135 0.36

1.7. Estrategias de afrontamiento


Las puntuaciones obtenidas en la escala de estrategias de afrontamiento oscilaron entre 0 y 4. En la
Figura 1.14 se presentan los estadísticos descriptivos referentes a las distintas estrategias de
afrontamiento para la muestra en su conjunto. Como puede observarse en dicha figura, las estrategias
con las puntuaciones más elevadas fueron resolución de problemas y pensamiento desiderativo. Algo
más bajas (muy próximas a 2 puntos), aunque no las de menor puntuación, fueron las puntuaciones
medias en estrategias de expresión emocional, apoyo social y reestructuración cognitiva. Las
dimensiones con valores promedio más bajos fueron autocrítica, retirada social y evitación de
problemas.

Figura 1.14. Estrategias de afrontamiento: media y desviación típica

Resolución de problemas 3,09 DT = 0.83

Pensamiento desiderativo 2,79 DT = 1.11

Expresión emocional 1,95 DT = 1.09

Apoyo social 1,93 DT = 1.11

Reestructuración cognitiva 1,89 DT = 1.03

Autocrítica 1,29 DT = 1.21

Evitación de problemas 1,05 DT = 0.91

Retirada social 1,06 DT = 0.98

0 1 2 3 4

A continuación, en la Tabla 1.12 se especifican las puntuaciones en las dimensiones de la escala


de estrategias de afrontamiento de forma diferenciada para cada subprograma. El análisis
comparativo no mostró diferencias significativas entre ambos subprogramas en las estrategias
evaluadas.

62
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.12. Estrategias de afrontamiento: estadísticos descriptivos y contraste en función del


subprograma
Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)
Resolución de problemas 3.07 (.84) 3.20 (.76) 1.01 .505 0.15
Reestructuración cognitiva 1.90 (1.03) 1.76 (.95) 0.92 .096 0.13
Apoyo social 1.90 (1.11) 2.08 (1.02) 1.05 .098 0.16
Expresión emocional 1.93 (1.09) 2.01 (1.12) 0.47 .934 0.07
Evitación de problemas 1.09 (.91) 0.73 (.80) 2.59 .094 0.40
Pensamiento desiderativo 2.76 (1.10) 2.90 (1.17) 0.79 .575 0.12
Retirada social 1.05 (.97) 1.10 (.98) 0.28 .987 0.05
Autocrítica 1.26 (1.18) 1.49 (1.38) 1.25 .124 0.19

1.8. Satisfacción vital


Los resultados de la dimensión satisfacción vital de las figuras parentales para la muestra en conjunto
oscilaron entre 1 a 7, con una media de 4.37 (DT = 1.32). Los análisis comparativos entre los
subprogramas mostraron puntuaciones similares para el subgrupo de riesgo (M = 4.39, DT = 1.31,
rango de 1 a 7) y el de reunificación (M = 4.22, DT = 1.38, con valores desde 1.40 a 6.80), no existiendo
diferencias significativas entre los y las participantes en ambos subprogramas en esta dimensión.

1.9. Salud mental general


Respecto a los datos sobre salud mental general de las figuras parentales, la puntuación media
obtenida para la muestra en su conjunto, en un rango de 1 a 5, fue de 2.93 (DT = 0.47). Al realizar los
análisis de forma diferenciada para cada subprograma, los resultados mostraron una media de 2.93
(DT = 0.47) en el subprograma de riesgo y de 2.94 (DT = 0.46) en el subprograma de reunificación, no
encontrándose diferencias significativas en la salud mental de las y los adultos participantes en el
estudio en función del subprograma (t(516) = 0.20; p = .621; d = 0.02).

1.10. Calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes


La dimensión calidad de vida de los hijos e hijas, reportada por sus progenitores, mostró valores para
la muestra en su conjunto desde 1.39 hasta 5, con una media de 3.87 (DT = 0.72). Al realizar los análisis
comparativos por subprograma, las puntuaciones obtenidas no difirieron significativamente entre los
y las menores de edad del subgrupo de riesgo (M = 3.91, DT = 0.72, rango de 1.39 a 5) y el de
reunificación (M = 3.54, DT = 0.65, rango de 2.30 hasta 5).

1.11. Fortalezas y dificultades de los niños, niñas y adolescentes


El ajuste de los niños, las niñas y adolescentes de las familias participantes se midió considerando
determinadas dimensiones como la conducta prosocial, la hiperactividad, los síntomas emocionales,
los problemas de conducta y los problemas con los compañeros y compañeras.

63
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

A continuación, en la Figura 1.15 se presentan los descriptivos de las diferentes dimensiones


para la muestra en conjunto. Como puede observarse en dicha figura, la puntuación media más
elevada correspondió a la conducta prosocial. Por otra parte, los problemas más frecuentes fueron los
relacionados con la hiperactividad y los síntomas emocionales, seguidos por los problemas de
conducta y, por último, los problemas con los compañeros y compañeras.

Figura 1.15. Fortalezas y dificultades de los niños, las niñas y adolescentes: estadísticos descriptivos

Conducta prosocial 2,59 DT = 0.46

Hiperactividad 1,96 DT = 0.57

Síntomas emocionales 1,81 DT = 0.58


DT = 0.41

Problemas de conducta 1,6 DT = 0.49

Problemas con los compañeros 1,49 DT = 0.43

1 1,5 2 2,5 3

Al comparar ambos subprogramas, como se muestra en la Tabla 1.13, se encontraron


diferencias significativas con un tamaño del efecto pequeño para la dimensión problemas de conducta,
no encontrándose diferencias en el resto de las dimensiones evaluadas.

Tabla 1.13. Fortalezas y dificultades de los niños, las niñas y adolescentes: estadísticos descriptivos y
contraste en función del subprograma

Riesgo Reunificación
t p d
M (DT) M (DT)

Síntomas emocionales 1.66 (0.55) 1.90 (0.57) 1.76 .783 0.43


Problemas de conducta 1.55 (0.44) 1.66 (0.59) 1.37 .031 0.34
Hiperactividad 1.93 (0.56) 1.98 (0.56) 0.37 .630 0.63
Problemas con los compañeros 1.42 (0.40) 1.62 (0.44) 2.02 .576 0.50
Conducta prosocial 2.69 (0.39) 2.63 (0.46) 0.73 .762 0.15

1.12. Valórame
Este instrumento aporta información por parte de los y las profesionales sobre nueve dimensiones
(con sus correspondientes subcategorías) acerca de diferentes tipos de situaciones de riesgo,
desprotección y desamparo de las personas menores de edad.

64
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Los resultados que se presentan se refieren a la información obtenida de un total de 245


menores de edad (rango entre 0 y 17 años), de los que el 50.20% son niñas. Los resultados se han
organizado en función de las diferentes tipologías de riesgo, desprotección o desamparo, indicando
para cada caso el nivel de gravedad. Aunque en todas las tipologías no existen las mismas categorías
de respuesta, en la mayoría de ellas se presentan los porcentajes de respuesta según (1) no existe
riesgo, (2) existe sospecha, (3) riesgo leve, (4) gravedad moderada, (5) elevada y (6) muy elevada.

1.12.1. Maltrato físico


Respecto a la valoración de la presencia de indicadores de maltrato físico, el 79.59% de las y los
profesionales indicaron que no existía esta tipología de maltrato en los casos valorados. En la Figura
1.16 se presentan los porcentajes de las distintas valoraciones en caso de sospecharse o valorarse
como existente. Como se muestra en dicha figura, predominaron las valoraciones de riesgo leve,
seguida de gravedad moderada y sospecha. Las menos frecuentes fueron las valoraciones de gravedad
elevada.

Figura 1.16. Valoración de maltrato físico: porcentajes

Riesgo leve 9,20

Gravedad moderada 6,10

Sospecha 3,30

Gravedad elevada 1,00

0 2 4 6 8 10

Dentro de la tipología de maltrato físico, se incluyen además dos subtipos más específicos.
Respecto a estos, en 4 de los casos (1.83%) existió sospecha de privación deliberada de comida o agua,
y en 2 de los casos (0.91%) existió riesgo leve, en el resto de los casos no se dio. Al analizar el subtipo
confinamiento o restricción física, hubo algunos casos de sospecha de tal situación (2.33%), de riesgo
leve (4.67%) y de gravedad moderada (0.93%).
A continuación, se especifican los indicadores de maltrato físico para cada subprograma. Un
análisis comparativo de ambos subprogramas puso de manifiesto que no existen diferencias
significativas ni en maltrato físico (Tabla 1.14), ni en los subtipos privación deliberada de comida o
agua (Tabla 1.15) y confinamiento o restricción física (Tabla 1.16).

65
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.14. Maltrato físico: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 149 (rz = -1.3) 6 (rz = 1.3)
Sospecha 8 (rz = 0.5) 0 (rz = - 0.5)
Riesgo leve 18 (rz = 0.8) 0 (rz =- 0.8) 1.59 .809 .09
Gravedad moderada 12 (rz = 0.6) 0 (rz = - 0.6)
Gravedad elevada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = - 0.3)

Tabla 1.15. Privación deliberada de comida o agua: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 202 (rz = -0.5) 9 (rz = 0.5)
Sospecha 4 (rz = 0.4) 0 (rz = - 0.4) 0.88 .875 .03
Riesgo leve 2 (rz = 0.3) 0 (rz =- 0.3)

Tabla 1.16. Confinamiento o restricción física: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 187 (rz = -0.9) 9 (rz = 0.9)
Sospecha 5 (rz = 0.5) 0 (rz = - 0.5)
0.82 .846 .06
Riesgo leve 10 (rz = 0.7) 0 (rz =- 0.7)
Gravedad moderada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = - 0.3)

1.12.2. Maltrato emocional


De los casos analizados, las y los profesionales valoraron que en un 38.46% no existía maltrato
emocional. En la Figura 1.17 se muestran los porcentajes para los distintos niveles de gravedad en los
casos en que sí se especificó la existencia de esta tipología de maltrato. Como puede observarse en la
figura, las valoraciones van desde la sospecha a la gravedad elevada, siendo la más frecuente la
gravedad moderada.

Figura 1.17. Valoración de maltrato emocional: porcentajes

Gravedad moderada 28,50

Riesgo leve 15,80

Sospecha 9,50

Gravedad elevada 7,70

0 5 10 15 20 25 30

66
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Analizando las subcategorías incluidas en el maltrato emocional, los resultados mostraron que
la instrumentalización de los hijos en los conflictos entre padres y madres fue bastante frecuente,
existiendo sospecha o riesgo en el 55.34% de los casos. Esta instrumentalización fue valorada con una
gravedad de moderada a muy grave en el 32.51% de los casos. Destaca también la presencia del riesgo
asociado a la exposición a situaciones de violencia. Mientras que en un 42.25% de los casos no se dio
este tipo de maltrato, hubo un 12.67% de casos en los que existía sospecha del mismo. El nivel de
riesgo respecto a estas exposiciones de violencia fue desde leve en un 16.90%, a gravedad moderada
en un 21.12%, y gravedad elevada o muy elevada en un 7,03%. Por último, menos frecuentes fueron
las sospechas de amenazas de agresión física (8.51%), así como las situaciones de esta tipología
valoradas como de riesgo, ya sea leve (7.44%), moderado (5.85%) o elevado (2.65%).
A continuación, se especifican los indicadores de maltrato emocional para cada subprograma.
El análisis comparativo de ambos subprogramas no ha mostrado diferencias significativas ni en
maltrato emocional (Tabla 1.17), ni en las subcategorías instrumentalización de los hijos en los
conflictos (Tabla 1.18), exposición a situaciones de violencia (Tabla 1.19) y amenazas de agresión
física (Tabla 1.20).

Tabla 1.17. Maltrato emocional: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 80 (rz = -1.8) 5 (rz = 1.8)
Sospecha 21 (rz = 0.9) 0 (rz = - 0.9)
Riesgo leve 35 (rz = 1.2) 0 (rz =- 1.2) 4.75 .314 .14
Gravedad moderada 61 (rz = 0.8) 1 (rz = - 0.8)
Gravedad elevada 16 (rz = -0.7) 1 (rz = 0.7)

Tabla 1.18. Instrumentalización de los hijos y las hijas en los conflictos: estadísticos descriptivos y
contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 87 (rz = -0.3) 4 (rz = 0.3)
Sospecha 10 (rz = -2.4) 2 (rz = 2.4)
Riesgo leve 34 (rz = 0.4) 1 (rz =-0.4)
7.08 .263 .18
Gravedad moderada 38 (rz = 1.4) 0 (rz = -1.4)
Gravedad elevada 24 (rz = 0) 1 (rz = 0)
Gravedad muy elevada 4 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)

67
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.19. Exposición a situaciones de violencia: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 86 (rz = -0.8) 4 (rz = 0.8)
Sospecha 26 (rz = 1) 0 (rz = -1)
Riesgo leve 34 (rz = -0.8) 2 (rz =- 0.8)
4.21 .418 .14
Gravedad moderada 45 (rz = 1.4) 0 (rz = -1.4)
Gravedad elevada 12 (rz = -0.9) 1 (rz = 0.9)
Gravedad muy elevada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)

Tabla 1.20. Amenazas de agresión física: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 139 (rz = 0.8) 3 (rz = -0.8)
Sospecha 16 (rz = 0.7) 0 (rz = -0.7)
Riesgo leve 14 (rz = 0.6) 0 (rz = -0.6) 8.54 .073 .21
Gravedad moderada 10 (rz = -1.4) 1 (rz = 1.4)
Gravedad elevada 4 (rz = -2.4) 1 (rz = 2.4)

1.12.3. Negligencia
La presentación de resultados acerca de la valoración de situaciones de negligencia se ha organizado
en cuatro bloques diferentes según el tipo de necesidades infantiles sobre las que se comete la
negligencia: físicas, de seguridad, formativas o psíquicas.

1.12.3.1. Negligencia hacia las necesidades físicas


Las y los profesionales han valorado la existencia de negligencia en la atención a seis necesidades
físicas de los niños, niñas y adolescentes por parte de los padres, madres o personas que ejerzan la
tutela o guarda: alimentación, cuidado de la salud física, vestido, higiene personal, condiciones
higiénicas de la vivienda y estabilidad y condiciones de habitabilidad. De menor a mayor presencia (o
sospecha de negligencia), el subtipo que apareció en menor proporción fue el relacionado con la
atención a las necesidades de vestido y de higiene personal, seguido de negligencia en la cobertura de
cuidado de la salud física y en las necesidades de alimentación. Los dos subtipos de negligencia más
frecuentes han sido los relacionados con la estabilidad y las condiciones de habitabilidad, así como
con las condiciones higiénicas de la vivienda.
En la Figura 1.18 se muestran los porcentajes para cada uno de los niveles de gravedad
valorados en los subtipos de negligencia hacia las necesidades físicas. En la mayoría de estos subtipos,
predominaron los casos de sospecha y riesgo leve. No obstante, debe destacarse el nivel de gravedad
moderada respecto al cuidado de la salud física (6.27% de los casos); así como, un nivel de gravedad
elevada en el 3.41% de los casos respecto a la necesidad relacionada con la estabilidad y las
condiciones de habitabilidad de la vivienda.

68
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.18. Valoración de negligencia hacia las necesidades físicas: porcentajes

Alimentación 4,90 10,30 3,10 0,90

Cuidado Salud Física 1,30 4,50 6,30 1,30 0,40

Vestido 2,20 6,20 2,20

Higiene Personal 2,70 8,60 2,30

Condiciones higiénicas de la
4,40 13,30 4,40 1,50 0,50
vivienda

Estabilidad y condiciones
3,40 16,10 3,40 3,40 2,90
habitabilidad

0 5 10 15 20 25 30
Sospecha Riesgo leve Gravedad moderada Gravedad elevada Gravedad muy elevada

Nota. El porcentaje restante en cada necesidad hasta 100% corresponde a la categoría No existe

A continuación, se especifican los indicadores de negligencia hacia las necesidades físicas para
cada subprograma. El análisis comparativo de ambos subprogramas no ha mostrado diferencias
significativas en alimentación (Tabla 1.21), vestido (Tabla 1.23), higiene personal (Tabla 1.24),
condiciones higiénicas de la vivienda (Tabla 1.25) y estabilidad y condiciones de habitabilidad (Tabla
1.26). Sin embargo, sí se han hallado diferencias significativas en el subtipo de cuidado de la salud
física (Tabla 1.22), siendo los hijos e hijas de las familias del subprograma de riesgo quienes
presentaron mayor riesgo en dicho subtipo de negligencia hacia las necesidades físicas de niños, niñas
y adolescentes.

Tabla 1.21. Alimentación: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 170 (rz = -1.5) 9 (rz = 1.5)
Sospecha 11 (rz = 0.7) 0 (rz = - 0.7)
Riesgo leve 23 (rz = 1) 0 (rz =- 1) 2.25 .689 .10
Gravedad moderada 7 (rz = 0.6) 0 (rz = - 0.6)
Gravedad elevada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)

69
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.22. Cuidado de la salud física: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 185 (rz = 1.7) 6 (rz =- 1.7)
Sospecha 3 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)
Riesgo leve 9 (rz = -1) 1 (rz = 1)
25.58 < .001 .33
Gravedad moderada 13 (rz = -0.6) 1 (rz = 0.6)
Gravedad elevada 3 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)
Gravedad muy elevada 0 (rz = -4.9) 1 (rz = 4.9)

Tabla 1.23. Vestido: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 191 (rz = -1.1) 9 (rz = 1.1)
Sospecha 5 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)
1.12 .771 .07
Riesgo leve 14 (rz = 0.8) 0 (rz = -0.8)
Gravedad moderada 5 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)

Tabla 1.24. Higiene personal: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 183 (rz = -1.1) 7 (rz = 1.1)
Sospecha 6 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)
1.14 .767 .07
Riesgo leve 19 (rz = 0.8) 0 (rz =- 0.8)
Gravedad moderada 5 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)

Tabla 1.25. Condiciones higiénicas de la vivienda: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 144 (rz = -1.7) 9 (rz = 1.7)
Sospecha 9 (rz = 0.7) 0 (rz = -0.7)
Riesgo leve 27 (rz = 1.2) 0 (rz =- 1.2)
3.01 .697 .12
Gravedad moderada 9 (rz = 0.7) 0 (rz = - 0.7)
Gravedad elevada 3 (rz = 0.4) 0 (rz = - 0.4)
Gravedad muy elevada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)

70
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.26. Estabilidad y condiciones de habitabilidad: estadísticos descriptivos y contraste en función


del subprograma
Riesgo Reunificación χ2 p V
No existe 138 (rz = 0.3) 6 (rz = -0.3)
Sospecha 7 (rz = 0.6) 0 (rz = -0.6)
Riesgo leve 30 (rz = -1.4) 3 (rz = 1.4)
2.98 .703 .12
Gravedad moderada 7 (rz = 0.6) 0 (rz = - 0.6)
Gravedad elevada 7 (rz = 0.6) 0 (rz = -0.6)
Gravedad muy elevada 6 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)

1.12.3.2. Negligencia hacia las necesidades de seguridad


En la Figura 1.19 se muestran los tres subtipos de negligencia relacionados con las necesidades de
seguridad de los niños, las niñas y adolescentes: vivienda y prevención, supervisión y protección ante
otros. La negligencia en relación a la supervisión es la que ha aparecido más frecuentemente, seguida
de la negligencia en relación a la seguridad de la vivienda y prevención y, por último, de la negligencia
hacia la protección ante otros. Como puede observarse en la figura, en cuanto al subtipo relacionado
con la seguridad física en la vivienda y prevención la mayoría de los casos informados presentaron un
nivel de riesgo leve. En la dimensión de supervisión es destacable el porcentaje de casos con niveles
de gravedad moderada (11.16%) o leve (9.76%) en comparación con el resto de niveles de gravedad.
La sospecha es el nivel con mayor porcentaje de casos (5.81%) en el subtipo relacionado con la
protección ante otros.

Figura 1.19. Valoración de negligencia hacia las necesidades de seguridad: porcentajes

Vivienda y prevención 2,00 8,20 4,10 2,00 2,60

Supervisión 5,60 9,80 11,20 3,70 3,70

Protección ante otros 5,90 3,40 2,00 0,50

0 5 10 15 20 25 30 35
Sospecha Riesgo leve Gravedad moderada Gravedad elevada Gravedad muy elevada

Nota. El porcentaje restante en cada necesidad hasta 100% corresponde a la categoría No existe

En las siguientes líneas, se especifican los indicadores de negligencia hacia las necesidades de
seguridad para cada subprograma. Un análisis comparativo de ambos subprogramas puso de
manifiesto que no existen diferencias significativas en seguridad física en la vivienda y prevención
(Tabla 1.27), supervisión (Tabla 1.28), y protección ante otros (Tabla 1.29).

71
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.27. Seguridad física vivienda y prevención: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 152 (rz = 1.1) 6 (rz = -1.1)
Sospecha 4 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)
Riesgo leve 13 (rz = -2.8) 3 (rz = 2.8)
8.51 .130 .20
Gravedad moderada 8 (rz = 0.6) 0 (rz = - 0.6)
Gravedad elevada 4 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)
Gravedad muy elevada 5 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)

Tabla 1.28. Supervisión: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 139 (rz = 0.3) 3 (rz = -0.3)
Sospecha 12 (rz = 0.6) 0 (rz = -0.6)
Riesgo leve 19 (rz = -0.8) 1 (rz = 0.8)
5.32 .377 .15
Gravedad moderada 24 (rz = 0.8) 0 (rz = - 0.8)
Gravedad elevada 7 (rz = -1.9) 1 (rz = -1.9)
Gravedad muy elevada 8 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)

Tabla 1.29. Protección ante otros: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 174 (rz = 0.3) 6 (rz = -0.3)
Sospecha 11 (rz = 0.6) 0 (rz = -0.6)
Gravedad moderada 7 (rz = 0.5) 0 (rz = - 0.5) 5.26 .180 .17
Gravedad elevada 3 (rz = -2.4) 1 (rz = 2.4)
Gravedad muy elevada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)

1.12.3.3. Negligencia hacia las necesidades formativas


En cuanto a las situaciones de negligencia relacionadas con la cobertura de las necesidades formativas
de los niños, las niñas y adolescentes, los casos de sospecha y de riesgo ascendieron al 42,99% de los
valorados. Como se muestra en la siguiente figura, predominaron entre estos casos los de gravedad
leve y moderada.

72
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.20. Valoración de negligencia hacia necesidades formativas: porcentajes

Riesgo leve 18,90

Gravedad moderada 16,20

Sospecha 4,80

Gravedad elevada 3,10

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

A continuación, se especifican los indicadores de negligencia hacia las necesidades formativas


para cada subprograma. Un análisis comparativo de ambos subprogramas puso de manifiesto que no
existen diferencias significativas en dicha dimensión (Tabla 1.30).

Tabla 1.30. Negligencia hacia necesidades formativas: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 123 (rz = -0.6) 6 (rz = 0.6)
Sospecha 11 (rz = 0.7) 0 (rz = -0.7)
Riesgo leve 41 (rz = -0.3) 2 (rz = 0.3) 4.15 .386 .13
Gravedad moderada 37 (rz = 1.4) 0 (rz = - 1.4)
Gravedad elevada 6 (rz = -1.4) 1 (rz = 1.4)

1.12.3.4. Negligencia hacia las necesidades psíquicas


El último grupo de situaciones negligentes valoradas son las relacionadas con la atención a las
necesidades psíquicas de los niños, las niñas y adolescentes. Son cinco los subtipos de negligencia que
componen este bloque, tal y como aparecen representados en la Figura 1.21: en relación a las normas,
límites y transmisión de valores; a la atención a problemas emocionales graves; a la estimulación; a la
interacción y el afecto; y a las necesidades psíquicas. En concreto, esta negligencia implica la
desatención a las necesidades de interacción y afecto, estimulación y guía y orientación del niño, niña
o adolescente, y el rechazo o retraso en la provisión de atención psicológica o psiquiátrica a problemas
emocionales graves en el niño, niña o adolescente.
En primer lugar, hay una valoración general sobre si existe o no, o bien hay sospecha de este
tipo de negligencia. Como se observa en la figura indicada, un 37.65% señaló sospecha o certeza de
este tipo de negligencia a nivel general en todos los subtipos menos en atención a problemas
emocionales graves. Al analizar los subtipos, destaca la valoración de riesgo y desprotección
relacionada con la negligencia de las figuras parentales a la hora de poner normas, límites y transmitir
valores a sus hijos e hijas, alcanzando casi el 70% los casos de sospecha o riesgo al respecto, siendo
elevado el porcentaje de gravedad de nivel moderado (39.25%). Le sigue la tasa de negligencia en la
cobertura de las necesidades de interacción, afecto y estimulación de los hijos e hijas, sobre todo las
de un nivel de gravedad moderada. Y, en último lugar en cuanto a proporción, aunque no menos
importante, se sitúa con un nivel de gravedad elevada el subtipo atención a problemas emocionales

73
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

graves de los hijos e hijas, relacionado con la desatención a la necesidad de recibir tratamiento
psicológico o psiquiátrico por la presencia de problemas emocionales graves.

Figura 1.21. Valoración de negligencia hacia necesidades psíquicas: porcentajes

Psíquicas 11,80 25,80

Interacción y afecto 13,20 22,30 5,10 1,00

Estimulación 14,60 22,70 2,50 1,00

Atención a problemas emocionales graves 10,30 8,70 3,10

Normas, límites y transmisión de valores 14,00 39,30 11,20 1,40

0 10 20 30 40 50 60 70
Sospecha Riesgo leve Gravedad moderada Gravedad elevada Gravedad muy elevada
Nota. El porcentaje restante en cada necesidad hasta 100% corresponde a la categoría No existe

En cuanto a los indicadores de negligencia hacia las necesidades psíquicas para cada
subprograma un análisis comparativo de ambos subprogramas puso de manifiesto que no existen
diferencias significativas en las dimensiones de negligencia hacia las necesidades psíquicas (Tabla
1.31), interacción y afecto (Tabla 1.32), atención a problemas emocionales graves (Tabla 1.34), y
normas, límites y transmisión de valores (Tabla 1.35). Sin embargo, en la dimensión de estimulación
(Tabla 1.33) se han hallado diferencias significativas entre ambos subprogramas, siendo los hijos e
hijas cuyas familias están siendo atendidas dentro del subprograma de riesgo los que han presentado
un mayor nivel de riesgo en esta dimensión.

Tabla 1.31. Negligencia hacia las necesidades psíquicas: estadísticos descriptivos y contraste en
función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 106 (rz = 0.0) 5 (rz = 0.0)
Sospecha 20 (rz = -0.1) 1 (rz = 0.1) 0.00 .998 < .01
Riesgo leve 43 (rz = -0.0) 2 (rz = 0.0)

74
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.32. Interacción y afecto: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 111 (rz = 0.1) 4 (rz = -0.1)
Sospecha 26 (rz = 1.1) 0 (rz = -1.1)
Gravedad moderada 41 (rz = -0.4) 2 (rz = 0.4) 2.38 .665 .11
Gravedad elevada 9 (rz = -1.1) 1 (rz = 1.1)
Gravedad muy elevada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)

Tabla 1.33. Estimulación: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 110 (rz = -0.5) 6 (rz = 0.5)
Sospecha 29 (rz = 1.3) 0 (rz = -1.3)
Gravedad moderada 43 (rz = 0.0) 2 (rz = - 0.0) 11.19 .024 .23
Gravedad elevada 5 (rz = 0.5) 0 (rz = 0.5)
Gravedad muy elevada 1 (rz = -3.1) 1 (rz = -3.1)

Tabla 1.34. Atención a problemas emocionales graves: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 144 (rz = -0.8) 8 (rz = 0.8)
Sospecha 19 (rz = 1.0) 0 (rz = -1.0)
3.84 .278 .14
Gravedad elevada 17 (rz = 1) 0 (rz = -1.0)
Gravedad muy elevada 5 (rz = -1.4) 1 (rz = 1.4)

Tabla 1.35. Normas, límites y transmisión de valores: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 70 (rz = 0.3) 2 (rz = -0.3)
Sospecha 29 (rz = 0.0) 1 (rz = 0.0)
Gravedad moderada 82 (rz = 0.6) 2 (rz = - 0.6) 8.85 .065 .20
Gravedad elevada 23 (rz = -0.3) 1 (rz = 0.3)
Gravedad muy elevada 2 (rz = -2.9) 1 (rz = 2.9)

1.12.4. Abandono
El abandono como situación de riesgo fue una tipología apenas existente entre las valoraciones de las
y los profesionales sobre las familias de esta muestra (un 0.90% de sospecha, un 1.35% de riesgo leve,
3.15% de gravedad moderada y 0.45% de gravedad elevada) aunque es destacable el porcentaje con
mayor tasa en el nivel de gravedad moderada. Este tipo de situaciones de riesgo incluye la expulsión
o negación de entrada en el domicilio. Han sido muy pocos los casos identificados dentro de este
subtipo (un 1.84% de sospecha, un 1.84% de riesgo leve, un 0.46% de gravedad moderada, y un 0.46%
de gravedad muy elevada).

75
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En las siguientes líneas, se especifican los indicadores de abandono y expulsión o negación de


entrada en el domicilio para cada subprograma. Un análisis comparativo de ambos subprogramas
puso de manifiesto que no existen diferencias significativas en abandono (Tabla 1.36) y expulsión o
negación de entrada en el domicilio (Tabla 1.37).

Tabla 1.36. Abandono: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 201 (rz = 0.8) 8 (rz = -0.8)
Sospecha 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)
Riesgo leve 2 (rz = 0.3) 0 (rz = - 0.3) 2.11 .715 .09
Gravedad moderada 6 (rz = -1.4) 1 (rz = 1.4)
Gravedad elevada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)

Tabla 1.37. Expulsión o negación de entrada en el domicilio: estadísticos descriptivos y contraste en


función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 199 (rz = -0.6) 7 (rz = 0.6)
Sospecha 4 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)
Riesgo leve 4 (rz = 0.4) 0 (rz = - 0.4) 0.35 .986 .04
Gravedad moderada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)
Gravedad muy elevada 1 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)

1.12.5. Abuso sexual


En cuanto al abuso sexual, y según las valoraciones realizadas por las y los profesionales, no existió
este tipo de maltrato en un 96.92% de los casos analizados. Se indicó una sospecha de abuso sexual
en cuatro casos (2.05%), además de una valoración de un caso de gravedad elevada (0.51%) y otro
caso de gravedad muy elevada (0.51%).
A continuación, se especifican los indicadores de abuso sexual para cada subprograma. Un
análisis comparativo de ambos subprogramas puso de manifiesto que no existen diferencias
significativas en dicha tipología de maltrato (Tabla 1.38).

Tabla 1.38. Abuso sexual: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 179 (rz = -0.5) 9 (rz = 0.5)
Sospecha 4 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)
0.30 .960 .03
Gravedad elevada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)
Gravedad muy elevada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)

76
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.12.6. Incapacidad parental para el control de la conducta de los hijos e hijas


Tuvo bastante incidencia en esta muestra la valoración de incapacidad de los padres y las madres para
controlar la conducta de sus hijos e hijas. La Figura 1.22 muestra la proporción de casos valorados con
sospecha o con algún nivel de gravedad respecto a esta tipología. Como se muestra en la figura,
aproximadamente, la mitad de los casos mostraron riesgo de distinto nivel de gravedad relacionado
con la incapacidad de los padres/madres para controlar el comportamiento de sus hijos e hijas. En un
57.00% de los casos no existía este tipo de situación.

Figura 1.22. Valoración de incapacidad parental de control de la conducta de sus hijos e hijas:
porcentajes

Riesgo Leve 13,60

Gravedad moderada 11,70

Gravedad elevada 9,30

Gravedad muy elevada 4,70

Sospecha 3,70

0 2 4 6 8 10 12 14 16

Un análisis comparativo de ambos subprogramas puso de manifiesto que no existen


diferencias significativas en la tipología incapacidad parental de control de la conducta de sus hijos e
hijas (Tabla 1.39).

Tabla 1.39. Incapacidad parental de control de la conducta de sus hijos e hijas: estadísticos descriptivos
y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 119 (rz = 1.5) 2 (rz = -1.5)
Sospecha 8 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)
Riesgo leve 27 (rz = -1.2) 2 (rz = 1.2)
6.32 .276 .17
Gravedad moderada 23 (rz = -1.4) 2 (rz = 1.4)
Gravedad elevada 20 (rz = 0.9) 0 (rz = -0.9)
Gravedad muy elevada 9 (rz = -1.2) 1 (rz = -1.2)

77
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.12.7. Otras situaciones de riesgo y desprotección


El instrumento Valórame recoge otras posibles situaciones de riesgo y desprotección. El síndrome de
Munchausen por poderes ha sido valorado en cinco casos, dos con sospecha (0.94% del total de casos
analizados) y tres casos de riesgo con una gravedad moderada (1.42%). El maltrato prenatal se ha
identificado en 9 casos, 5 de ellos con sospecha (2.57%), 2 con gravedad moderada (1.03%) y 2 con
gravedad elevada (1.03%). En algún caso también se han valorado situaciones de corrupción. En
concreto, había sospecha de esta situación de desprotección en 6 casos (2.85%), y en otros 7 casos con
un riesgo de gravedad de leve a muy elevada (3.31%). Por último, ha habido dos casos con sospecha
de mendicidad (0.81%) y un único caso de sospecha con situación de explotación laboral.
Por último, se valoran otras situaciones que podrían dar lugar a desprotección grave. En la
Figura 1.23 se muestra si el padre, madre, u otras personas que ejercen la tutela o la guarda, tenían
antecedentes de desprotección grave respecto a estos u otros niños, niñas o adolescentes. Como se
muestra en la figura, la mayoría de las figuras parentales no tenían estos antecedentes, aunque en
algo más de un tercio de los casos se sospechó o había certeza de su existencia.

Figura 1.23. Valoración de antecedentes de desprotección grave de las figuras parentales: porcentajes

15,90%

No
15,90% Sospecha

68,20% Sí

Por otro lado, en la mitad de los casos, como se indica en la Figura 1.24, las y los profesionales
valoraron que existía sospecha o existencia de graves dificultades personales en las figuras parentales
que ejercen la tutela o guarda.

78
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 1.24. Graves dificultades personales en las figuras parentales: porcentajes

25,50%
No
50,00% Sospecha

24,50%

En cuanto a los indicadores de otras situaciones de riesgo y desprotección para cada


subprograma un análisis comparativo de ambos subprogramas puso de manifiesto que no existen
diferencias significativas en las dimensiones de síndrome de Munchausen (Tabla 1.40), maltrato
prenatal (Tabla 1.41), mendicidad (Tabla 1.43) y explotación laboral (Tabla 1.44). Sin embargo, se
encontraron diferencias significativas entre subprogramas en las dimensiones de antecedentes de
desprotección grave de las figuras parentales (Tabla 1.45) y graves dificultades personales en las
figuras parentales que ejercen la tutela o guarda (Tabla 1.46), mostrando un mayor nivel de riesgo
en dichas dimensiones las familias del subprograma de reunificación. También se han hallado
diferencias significativas en la dimensión corrupción (Tabla 1.42), siendo los niños, niñas y
adolescentes de las familias atendidas en el subprograma de riesgo quienes presentaban un mayor
nivel de riesgo en esta dimensión.

Tabla 1.40. Síndrome de Munchausen: estadísticos descriptivos y contraste en función del


subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 196 (rz = -0.5) 100 (rz = 0.5)
Sospecha 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3) 0.22 .892 .03
Gravedad moderada 3 (rz = 0.4) 0 (rz = -0.4)

Tabla 1.41. Maltrato prenatal: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 176 (rz = -0.7) 9 (rz = 0.7)
Sospecha 5 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)
0.45 .928 .04
Gravedad moderada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)
Gravedad elevada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)

79
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.42. Corrupción: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 189 (rz = 2) 7 (rz = -2)
Sospecha 6 (rz = 0.5) 0 (rz = -0.5)
Riesgo leve 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)
29.01 < .001 .37
Gravedad moderada 1 (rz = -5.4) 2 (rz = 5.4)
Gravedad elevada 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)
Gravedad muy elevada 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)

Tabla 1.43. Mendicidad: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma


Riesgo Reunificación RV p Φ
No existe 201 (rz = -0.3) 9 (rz = 0.3)
0.17 .676 -.02
Sospecha 2 (rz = 0.3) 0 (rz = -0.3)

Tabla 1.44. Explotación laboral: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación RV p Φ
No existe 199 (rz = -0.2) 9 (rz = 0.2)
0.08 .832 -.01
Sospecha 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)

Tabla 1.45. Antecedentes de desprotección grave de las figuras parentales: estadísticos descriptivos y
contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No existe 117 (rz = 3) 2 (rz = -3)
Sospecha 26 (rz = -0.5) 2 (rz = 0.5) 12.43 .002 .26
Si existe 23 (rz = -3.3) 5 (rz = 3.3)

Tabla 1.46. Graves dificultades personales en las figuras parentales que ejercen la tutela o guarda:
estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación
χ² p V

No existe 99 (rz = 2.6) 1 (rz = -2.6)


Sospecha 47 (rz = 0.3) 2 (rz = -0.3) 11.92 .003 .24
Si existe 43 (rz = -3.4) 7 (rz = 3.4)

1.12.8. Valoración global


Además de la valoración detallada de cada posible situación de riesgo o desamparo, las y los
profesionales realizaron una valoración global sobre el nivel de gravedad de cada caso. Como puede
observarse en la Figura 1.25, las y los profesionales valoraron que no había riesgo ni desprotección en
una pequeña proporción de los niños y las niñas (4.66%), y solo hubo 2 casos (0.84%) que se valoraron

80
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

como sospecha. En cuanto a los casos evaluados como de riesgo leve supusieron un 18.22% del total.
Sin embargo, fueron los casos en desprotección moderada los más frecuentes (55.50%), seguidos de
los de desprotección grave (20.76%).

Figura 1.25. Valoración global del nivel de gravedad

4,70%

20,80%
18,20%

55,50%

No riesgo Sospecha Riesgo Desprotección moderada Desprotección grave

Cuando se realizó el análisis comparativo de ambos subprogramas se puso de manifiesto que


no existen diferencias significativas en las valoraciones generales sobre el nivel de gravedad
realizados por los y las profesionales (Tabla 1.47).

Tabla 1.47. Valoración global del nivel de gravedad: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
No riesgo 9 (rz = 0.6) 0 (rz = 0.62)
Sospecha 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)
Riesgo 41 (rz = -0.5) 2 (rz = 0.5)
0.66 .955 .05
Desprotección
127 (rz = 0.4) 4 (rz = -0.4)
moderada
Desprotección grave 47 (rz = -0.3) 2 (rz = -0.4)

1.12.9. Actuaciones ante el riesgo y la desprotección


Por último, en los casos de desprotección grave, la actuación recomendada por los y las profesionales
ha sido mayoritariamente la intervención en el medio (99.50% de los casos). Solo en uno de los casos
de desprotección grave se recomendó una medida de desamparo. El análisis comparativo de ambos
subprogramas ha puesto de manifiesto que no existen diferencias significativas en la actuación
recomendada por los y las profesionales (Tabla 1.48).

81
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.48. Actuación recomendada: estadísticos descriptivos y contraste en función del subprograma
Riesgo Reunificación RV p Φ
Intervención en medio 188 (rz = -0.2) 9 (rz = 0.2)
0.09 .760 -.01
Desamparo 1 (rz = 0.2) 0 (rz = -0.2)

1.13. Tipologías de familias atendidas por los ETF


Con el objetivo de identificar la diversidad de perfiles de familias atendidas por los ETF, se computó
un análisis multivariante de conglomerados bietápico o de dos fases. Para ello, se eligieron un total de
nueve variables y se contó con 404 sujetos evaluados en la fase inicial para realizar los análisis. En
primer lugar, se explora la caracterización de las tipologías identificadas en base a las dimensiones
elegidas, posteriormente se describen las mismas en base a variables sociodemográficas y al
subprograma, y se finaliza con un estudio relacional entre las tipologías y diferentes dimensiones
psicológicas consideradas en el presente estudio.

1.13.1. Caracterización de las tipologías de familias atendidas por los ETF


El análisis de conglomerado bietápico o de dos fases computado, si bien se considera una prueba
robusta ante el incumplimiento de supuestos, cumplió con todos los supuestos estadísticos
multivariantes explorados. Concretamente, y tal como se puede observar en la Figura 1.26, el análisis
de calidad de los clusters indicó una calidad suficiente (0.2) de acuerdo a la medida de silueta.

Figura 1.26. Calidad de los clústeres resultantes en función de la medida de silueta de la cohesión y la
separación

El análisis multivariante indicó la presencia de tres tipologías de familias, diferenciados en


todas las dimensiones seleccionadas: tiempo de permanencia en los servicios sociales, malestar
psicológico, estrés parental, calidad del entorno, competencias parentales, interacciones familiares,
seguridad familiar, bienestar del niño, niña o adolescente y acumulación de factores de riesgo (Tabla
1.49 y Figura 1.27). Todas las variables introducidas (exceptuando la permanencia en servicios
sociales) alcanzaron un tamaño del efecto grande a la hora de diferenciar los grupos (p 2 > .14).

82
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Concretamente, la dimensión que mayor proporción de varianza explicó en el modelo, tras tener en
cuenta la varianza explicada por las demás variables, fue la referida a las competencias parentales.

Tabla 1.49. Descriptivos y comparaciones de medias de las dimensiones incluidas en el análisis de


conglomerados

p 2
Tip. 1 Tip. 2 Tip. 3
(n = 173) (n = 125) (n = 106) F p DMS
M (DT) M (DT) M (DT)
1-2***
91.64 44.85 43.76
Permanencia en SS.SS 22.12 < .001 .10 1-3***
(86.47) (53.51) (58.88)
2-3***
1-2***
3.09 2.65 2.97
Malestar psicológico 39.71 < .001 .17 1-3*
(1.99) (0.52) (0.36)
2-3
1-2***
1.99 2.65 2.13
Estrés parental 39.97 < .001 .17 1-3
(0.59) (0.73) (0.63)
2-3***
1-2***
-0.02 1.09 1.23
Entorno 111.56 < .001 .36 1-3***
(0.87) (0.66) (0.77)
2-3
1-2***
-0.51 -0.21 1.00
Competencias parentales 151.43 < .001 .43 1-3***
(0.79) (0.63) (0.69)
2-3***
1-2
-0.60 -0.60 0.93
Interacciones familiares 107.78 < .001 .35 1-3***
(1.02) (0.87) (0.81)
2-3***
1-2***
-0.31 0.15 1.31
Seguridad familiar 115.90 < .001 .37 1-3***
(0.88) (0.87) (0.84)
2-3***
1-2***
Bienestar del niño/a, 0.20 -0.72 1.23
82.84 < .001 .29 1-3***
adolescente (1.29) (0.96) (1.10)
2-3***
1-2***
8.15 4.45 4.32
Factores de riesgo 88.04 < .001 .31 1-3***
(2.96) (2.31) (3.12)
2-3
Nota. ***p < .001; **p < .01; *p < .05

De esta manera, la Tipología 1 y la más numerosa, estuvo integrada por familias que llevaban
mucho tiempo de permanencia en los servicios sociales (en torno a unos siete años); presentaban alto
malestar psicológico; estrés parental moderado; problemas leves tanto en la calidad del entorno como
en las competencias parentales, en interacciones familiares y en seguridad; adecuado bienestar del
niño, niña o adolescente; y acumulación de riesgo alto.
Con respecto a la Tipología 2, las familias de este grupo se caracterizaron por presentar una
moderada permanencia en los servicios sociales (en torno a 3 años y medio); bajo malestar
psicológico; estrés parental alto; leves fortalezas en entorno y en seguridad; problemas leves en
competencias parentales, en interacciones familiares y en bienestar del niño, niña o adolescente; así
como acumulación de factores riesgo en torno a cuatro eventos estresantes.

83
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Por último, la Tipología 3 se caracterizó por integrar a familias que llevaban en los servicios
sociales en torno a 3 años; presentaban malestar psicológico moderado-bajo; una vivencia relativa del
estrés parental; fortalezas leves en la calidad del entorno, en competencias parentales, en
interacciones familiares, en seguridad y bienestar del niño, niña o adolescente; y una acumulación de
riesgo moderado.

Figura 1.27. Dimensiones incluidas en el análisis de conglomerados presentadas en puntuaciones Z

Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3


1,20
1,00
0,80
0,60
0,40
0,20
0,00
-0,20
-0,40
-0,60
-0,80

Permanencia en SS.SS Malestar psicológico Estrés parental


Calidad entorno Competencias parentales Interacciones familiares
Seguridad familiar Bienestar del niño Factores riesgo

1.13.2. Descripción de las tipologías identificadas en función de dimensiones


sociodemográficas y del subprograma
En este apartado se describirán las tres tipologías obtenidas en el análisis de conglomerados
considerando las variables sociodemográficas de los tutores o tutoras principales y secundarios, así
como la estructura familiar. Tras esto, se explora la relación de las tres tipologías en función de los
subprogramas de ETF, y de la procedencia de la derivación del caso.
Con respecto al tutor o tutora principal, la Tipología 1 se caracterizó por estar integrada por
las progenitoras de los niños, niñas y adolescentes usuarios de ETF, con nivel de estudios bajo y
situación laboral precaria (trabajos inestables, sin contrato y de baja cualificación) cuando no se
encontraban desempleadas. La Tipología 2, por su lado, se caracterizó por progenitores y progenitoras
con nivel de estudios secundarios y trabajos estables. Por otro lado, la Tipología 3 la integraron
principalmente tutores principales que eran abuelos o abuelas, tíos o tías y otros familiares de los
niños, niñas y adolescentes, con nivel de estudios alto y situación profesional activa (Tabla 1.50). Las
dimensiones relacionadas con la inmigración no distinguieron a ninguna tipología.

84
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.50. Tutor o tutora principal: distribución de las dimensiones sociodemográficas en función de
las tipologías identificadas en el análisis de conglomerados
Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3 χ2 p V
Vínculo
Progenitor/a 170 (rz = 2.1) 124 (rz = 2.3) 93 (rz = -4.8)
Tío/a 0 (rz = -1.7) 1 (rz = -0.3) 3 (rz = 2.2)
25.58 < .001 .18
Abuelo/a 3 (rz = -0.8) 0 (rz = -2.1) 7 (rz = 3.2)
Otro 0 (rz = -1.5) 0 (rz = -1.2) 3 (rz = 2.9)
Nivel de estudios
Sin estudios 33 (rz = 2.4) 13 (rz = -1.6) 12 (rz = -1.0)
Estudios primarios 107 (rz = 2.1) 62 (rz = -1.9) 58 (rz = -0.4)
24.67 < .001 .18
Estudios secundarios 23 (rz = -2.3) 32 (rz = 2.4) 20 (rz = 0.1)
Estudios universitarios 4 (rz = -3.6) 15 (rz = 2) 13 (rz = 1.9)
Sexo
Mujer 143 (rz = 1.7) 101 (rz = 0.7) 74 (rz = -2.6)
6.94 .031 .13
Hombre 30 (rz = -1.7) 24 (rz = -0.7) 32 (rz = 2.6)
Situación profesional
Jubilación/Labores en el 40 (rz = 0.3) 31 (rz = 0.7) 20 (rz = -1.1)
hogar/No busca
20.10 < .001 .16
Desempleado/a 83 (rz = 3.5) 43 (rz = -1.1) 29 (rz = -2.7)
Activo 49 (rz = -3.7) 51 (rz = 0.5) 57 (rz = 3.6)
Tipo de trabajo
Sin cualificación 39 (rz = 3.7) 23 (rz = -2.6) 31 (rz = -1)
Cualificación media 7 (rz = -3.1) 21 (rz = 1.7) 22 (rz = 1.3) 15.39 .004 .22
Cualificación alta 2 (rz = -1.3) 7 (rz = 1.7) 4 (rz = -0.5)
Estabilidad trabajo
No 35 (rz = 4.7) 14 (rz = -2.9) 19 (rz = -1.7)
22.64 < .001 .38
Sí 14 (rz = -4.7) 37 (rz = 2.9) 36 (rz = 1.7)
Contrato trabajo
No 19 (rz = 3.2) 8 (rz = -1.6) 9 (rz = -1.6)
10.55 .005 .26
Sí 28 (rz = -3.2) 42 (rz = 1.6) 46 (rz = 1.6)

Por su parte, las características de la tutora o el tutor secundario variaron de acuerdo a las
tipologías identificadas. De esta manera, la Tipología 1 estuvo compuesta principalmente por
tutores/as secundarios/as con un nivel educativo bajo, en desempleo o, en el caso de estar empleados
o empleadas, con trabajos inestables o no cualificados. Por otro lado, la Tipología 2 estuvo compuesta
por tutores/as secundarios/as que eran progenitores y progenitoras activos laboralmente y con
trabajos de cualificación alta. En la Tipología 3 aparecieron como tutores/as secundarios/as otros
familiares de los niños, niñas y adolescentes, activos laboralmente, con trabajos de cualificación media,
estables y con contrato (Tabla 1.51). Las dimensiones relacionadas con la inmigración no distinguieron
a ninguna tipología.

85
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.51. Tutora o tutor secundario: distribución de las dimensiones sociodemográficas en función
de las tipologías identificadas en el análisis de conglomerados
Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3 χ2 p V
Vínculo
Progenitor/a 96 (rz = 0.2) 80 (rz = 1.9) 63 (rz = -2.2)
Tío/a 0 (rz = -1.6) 2 (rz = 0.8) 2 (rz = 0.9)
10.07 .122 .13
Abuelo/a 9 (rz = 0.5) 4 (rz = -1.1) 7 (rz = 0.6)
Otro 9 (rz = -0.1) 3 (rz = -2) 11 (rz = 2.1)
Nivel de estudios
Sin estudios 22 (rz = 2.8) 10 (rz = -0.8) 5 (rz = -2.2)
Estudios primarios 29 (rz = 1.4) 42 (rz = -0.8) 37 (rz = -0.7)
19.73 .003 .19
Estudios secundarios 20 (rz = -1.9) 24 (rz = 0.4) 25 (rz = 1.6)
Estudios universitarios 2 (rz = -3) 11 (rz = 1.8) 9 (rz = 1.3)
Sexo
Mujer 24 (rz = -1.9) 23 (rz = -0.3) 30 (rz = 2.3)
6.94 .031 .13
Hombre 90 (rz = 1.9) 66 (rz = 0.3) 52 (rz = -2.3)
Situación profesional
Jubilación/Labores en el 21 (rz = 0.1) 14 (rz = -0.6) 17 (rz = 0.5)
hogar/No busca
29.49 < .001 .23
Desempleado/a 45 (rz = 5.1) 14 (rz = -2.0) 9 (rz = -3.4)
Activo/a 46 (rz = -4.5) 58 (rz = 2.2) 58 (rz = 2.6)
Tipo de trabajo
Sin cualificación 40 (rz = 5) 28 (rz = -0.8) 18 (rz = -4)
Cualificación media 6 (rz = -4.3) 18 (rz = -1) 35 (rz = 5.1) 45.78 < .001 .39
Cualificación alta 0 (rz = -1.9) 8 (rz = 3.9) 0 (rz = -2.1)
Estabilidad trabajo
No 27 (rz = 3.4) 19 (rz = -1.1) 14 (rz = -2.2)
12.02 .002 .28
Sí 17 (rz = -3.4) 36 (rz = 1.1) 36 (rz = 2.2)
Contrato trabajo
No 8 (rz = 1.1) 11 (rz = 1.6) 2 (rz = -2.6)
7.01 .030 .22
Sí 32 (rz = -1.1) 42 (rz = -1.6) 48 (rz = 2.6)

Con respecto a la estructura familiar, la condición de biparentalidad o monoparentalidad, así


como la de familia estructurada o no estructurada, no distinguieron a ninguna tipología. No obstante,
la Tipología 3 se caracterizó especialmente por la estructura de familia extensa. Respecto a la
estabilidad en la estructura familiar, la Tipología 1 se caracterizó por la inestabilidad y la Tipología 3
por la estabilidad (Tabla 1.52).

86
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 1.52. Estructura y estabilidad familiar: distribución de las dimensiones sociodemográficas en


función de las tipologías identificadas en el análisis de conglomerados
Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3 χ2 p V
Familia extensa
No extensa 130 (rz = 1.4) 99 (rz = 1.8) 67 (rz = -3.4)
11.66 .003 .17
Sí extensa 35 (rz = -1.4) 23 (rz = -1.8) 39 (rz = 3.4)
Estabilidad familiar
No 91 (rz = 4.7) 34 (rz = -3) 33 (rz = -2.2)
22.07 < .001 .24
Sí 80 (rz = -4.7) 84 (rz = 3) 73 (rz = 2.2)

Además, las tipologías se distinguieron según el subprograma en el que la familia era atendida
y el servicio desde el que se derivaba el caso. Concretamente, la Tipología 1 se compuso
principalmente por familias del subprograma de reunificación, derivadas por otros ETF y por el Servicio
de Protección del Menor. Por su parte, la Tipología 2 integró a familias usuarias del subprograma de
riesgo, y derivadas por Servicios Sociales Comunitarios. Para finalizar, las familias de la Tipología 3 no
se diferenciaron por el tipo de subprograma, y la derivación a ETF provenía del área de Educación
(Tabla 1.53).

Tabla 1.53. Tipologías de familias atendidas por los ETF: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma y servicio de derivación
Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3 χ2 p V
Subprograma
Riesgo 142 (rz = -4.8) 120 (rz = 3.1) 102 (rz = 0.7)
23.26 < .001 .24
Reunificación 29 (rz = 4.8) 3 (rz = -3.1) 4 (rz = -0.7)
Derivación
Servicios Sociales 102 (rz = -1.2) 89 (rz = 1.9) 65 (rz = -0.4)
Comunitarios
Otros servicios 1 (rz = -0.3) 2 (rz = 1.3) 0 (rz = -1)
municipales
Otros ETF 7 (rz = 2.6) 0 (rz = -1.9) 1 (rz = -0.9)
Servicio de Protección 31 (rz = 3) 9 (rz = -2.2) 10 (rz = -1) 29.02 .010 .19
del Menor
Justicia 9 (rz = 0) 4 (rz = -1.3) 8 (rz = 1.3)
Salud 2 (rz = -0.7) 3 (rz = 0.7) 2 (rz = 0.2)
Educación 1 (rz = -2.7) 6 (rz = 0.9) 7 (rz = 2.1)
Voluntaria 13 (rz = -0.2) 10 (rz = 0) 9 (rz = 0.3)

87
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.13.3. Descripción de las tipologías identificadas en función de dimensiones


psicológicas
Con el objetivo de completar la descripción de las tipologías en función de dimensiones psicológicas,
se exploró la relación entre los tres perfiles identificados con la satisfacción vital, la dinámica familiar,
las prácticas parentales, las fortalezas y las dificultades, y la calidad de vida de los niños, niñas y
adolescentes.
Así, y tal como se puede observar en la Tabla 1.54, la Tipología 1, en comparación con los
demás perfiles, se caracterizó por unos valores moderados en cuanto a satisfacción vital, fortalezas y
capacidad de adaptación, y bajas puntuaciones en preocupación y angustia y dificultad para
comunicarse. En cuanto a la parentalidad, se distinguían por su alta percepción de eficacia y
puntuaciones moderadas en las prácticas educativas parentales analizadas. Con respecto a las
fortalezas y dificultades de los niños, niñas y adolescentes pertenecientes a este perfil, presentaban
menores síntomas emocionales, problemas de comportamiento, hiperactividad, problemas con
compañeros y compañeras, así como una baja conducta prosocial. La calidad de vida referida a estos
y estas menores de edad era moderada.
Con respecto a la Tipología 2, se observó que integraba a progenitores/as con una baja
satisfacción vital, bajas puntuaciones en fortalezas familiares, elevada preocupación y angustia, así
como con más dificultades para comunicarse en el sistema familiar. El sentido de eficacia parental es
reducido, así como presenta puntuaciones bajas en prácticas parentales como el apoyo, razonamiento
o estilo democrático, distinguiéndose por su elevada permisividad, reactividad e intrusismo. En cuanto
a los niños, niñas y adolescentes pertenecientes a este perfil, se encuentran puntuaciones altas en
síntomas emocionales, problemas de comportamiento, hiperactividad, problemas con los
compañeros y baja conducta prosocial. Además, se observa la menor puntuación en calidad de vida
en comparación con los demás perfiles.
Para finalizar, la Tipología 3, se distinguió por integrar a figuras parentales con unos altos
valores en satisfacción vital, con fortalezas y capacidad de adaptación en dinámica familiar y bajas
puntuaciones en preocupación y angustia y dificultad para comunicarse. En cuanto a la parentalidad,
se distinguían por su alto sentido de eficacia y moderadas puntuaciones en las prácticas parentales
estudiadas. Con respecto a las cualidades y dificultades de los niños, niñas y adolescentes
pertenecientes a este perfil, presentaban menores síntomas emocionales, problemas de
comportamiento, hiperactividad, problemas con compañeros, así como una baja conducta prosocial.
La calidad de vida referida a estos fue moderada.

Tabla 1.54. Tipologías de familias atendidas por los ETF: estadísticos descriptivos y contraste en función
de la satisfacción vital, dinámica familiar, prácticas parentales, fortalezas y debilidades y calidad de
vida

p 2
Tip. 1 Tip. 2 Tip.l 3
F p DMS
M (DT) M (DT) M (DT)
1-2*
4.44 4.06 4.77
Satisfacción vital 8.67 < .001 .04 1-3*
(1.26) (1.41) (1.22)
2-3***

88
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Dinámica familiar: 1-2***


4.06 3.52 4.11
Fortalezas y capacidad de 11.95 < .001 .06 1-3
(0.73) (0.83) (0.70)
adaptación 2-3***
Dinámica familiar: 1-2***
2.09 2.71 1.94
Preocupados/as o 21.03 < .001 .10 1-3
(0.97) (1.07) (0.94)
angustiados/as 2-3***
1-2***
Dinámica familiar: 1.85 2.36 1.80
17.57 < .001 .08 1-3
Dificultad para comunicarse (0.79) (0.89) (0.78)
2-3***
1-2***
Percepción de eficacia 4.60 3.74 4.48
29.33 < .001 .13 1-3
parental (0.96) (1.11) (0.90)
2-3***
1-2***
Prácticas parentales: 4.44 3.95 4.41
21.48 < .001 .11 1-3
Calidez y apoyo (0.58) (0.76) (0.62)
2-3***
1-2+
Prácticas parentales: 4.33 4.19 4.34
2.02 .134 .01 1-3
Razonamiento (0.66) (0.66) (0.68)
2-3+
1-2***
Prácticas parentales: 4.03 3.41 3.97
26.10 < .001 .12 1-3
Participación democrática (0.74) (0.82) (0.72)
2-3***
1-2***
Prácticas parentales: 2.28 2.46 2.14
4.61 .010 .02 1-3
Permisividad (0.82) (0.76) (0.75)
2-3***
1-2***
Prácticas parentales: 1.86 2.46 1.97
23.44 < .001 .11 1-3
Reactividad excesiva (0.73) (0.83) (0.72)
2-3***
1-2***
Prácticas parentales: 2.03 2.25 2.06
7.07 < .001 .04 1-3
Intrusismo (0.52) (0.52) (0.51)
2-3***
1-2***
Fortalezas y dificultades: 1.67 1.99 1.74
12.80 < .001 .06 1-3
Síntomas emocionales (0.54) (0.56) (0.54)
2-3***
1-2***
Fortalezas y dificultades: 1.58 1.90 1.54
20.98 < .001 .10 1-3
Problemas de conducta (0.48) (0.47) (0.45)
2-3***
1-2***
Fortalezas y dificultades: 2.00 2.24 2.01
7.38 < .001 .04 1-3
Hiperactividad (0.54) (0.55) (0.59)
2-3***
1-2***
Fortalezas y dificultades: 1.39 1.71 1.41
23.01 < .001 .11 1-3
Problemas con compañeros (0.35) (0.51) (0.40)
2-3***
1-2***
Fortalezas y dificultades 2.71 2.48 2.68
11.17 < .001 .06 1-3
Conducta prosocial (0.37) (0.49) (0.39)
2-3***
1-2***
4.11 3.56 3.94
Calidad de vida 25.33 .092 .12 1-3*
(0.56) (0.68) (0.72)
2-3***

89
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2. Análisis de la implementación del programa


En este apartado se presentan los resultados relativos a la evaluación de la implementación del
Programa de Tratamiento Familiar. Se presentan en primer lugar los resultados relacionados con las
características generales de la implementación del programa; en concreto, se ofrece la información
relativa a la temporalización del programa, la asistencia de los distintos miembros, la actitud, el grado
de participación de las familias y la alianza terapéutica establecida durante el proceso de intervención.
En un segundo apartado y a partir del análisis cualitativo de la información registrada por los y las
profesionales de los ETF en los registros de las sesiones, se presentan los resultados relativos a la
descripción del desarrollo de la intervención. Finalmente, se presentan los resultados relativos a las
expectativas y la valoración de las y los profesionales sobre diferentes cuestiones relacionadas con la
aplicación del programa con las familias participantes en la investigación.

2.1. Características generales de la implementación del programa


Se presentan en este apartado los resultados relativos a la temporalización del programa, la asistencia
de los distintos miembros, la actitud y el grado de participación de las familias. La información relativa
a cada una de estas cuestiones se ofrece, en primer lugar, para el programa en su conjunto y,
posteriormente, diferenciada por subprogramas. Asimismo, todas estas dimensiones relacionadas con
la implementación se analizan en relación con los conglomerados de familias descritos en el apartado
anterior, con objeto de explorar si la aplicación del programa difiere en función de los perfiles
familiares identificados. A continuación, se incluye un análisis de la evolución de algunas de las
dimensiones analizadas durante el proceso de intervención. Para terminar el apartado, se ofrecen los
resultados relacionados con la evaluación de la alianza terapéutica, tanto para la muestra global como
diferenciada por subprogramas.

2.1.1. Temporalización del programa


En la Tabla 2.1 se presentan los estadísticos descriptivos referentes a las variables relacionadas con la
temporalización del programa para la totalidad de la muestra de familias participantes en el estudio.
Como se puede observar, las familias participantes en esta investigación se caracterizaron por una
permanencia media en el programa de 14.86 meses, aunque se observó una elevada variabilidad, con
familias que solo permanecieron 1 mes y otras que prolongaron su participación en el programa hasta
los 43 meses. Debe señalarse que, de la totalidad de familias participantes en el estudio, solo 187
(42.50%) habían recibido el alta del servicio en el momento de concluir la investigación y que 222
familias (50.51%) continuaban aún en tratamiento por parte de los equipos. Por otra parte, 31 familias
de las participantes en la investigación (7.05%), abandonaron el tratamiento.
Esta gran variabilidad en la duración del programa se observa también en el número de
sesiones, destacando los valores extremos referentes al mínimo y máximo en las dimensiones relativas
el número de sesiones de la fase de tratamiento y a la duración de las sesiones. Respecto al desarrollo
de la intervención, hay que destacar que los equipos dedicaron la mayor parte del tiempo a la fase de
tratamiento, que consumió una media de 26.31 sesiones; seguido del tiempo dedicado a la fase inicial
de valoración (promedio de 7.12 sesiones), siendo el valor más bajo la media de las sesiones de la fase
de cierre (4.01 sesiones).

90
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2.1. Temporalización del programa: estadísticos descriptivos


Muestra total grupo intervención
Mín. Máx. M DT
Meses de permanencia en el programa 1 43 14.86 6.21
Número de sesiones fase inicial (valoración) 0 33 7.12 5.14
Número de sesiones fase tratamiento 0 372 26.31 32.12
Número sesiones fase final (evaluación y seguimiento) 0 55 4.01 6.53
Duración media de las sesiones (minutos) 1 120 62.61 17.36

Puesto que los datos anteriores se refieren a la totalidad de familias participantes en el estudio
(hubieran concluido o no el tratamiento), en la Tabla 2.2 se presentan los estadísticos descriptivos
referentes a las variables relacionadas con la temporalización del programa de intervención para las
familias que completaron el tratamiento y recibieron el alta en el servicio durante el periodo de
realización del estudio. Al comparar los datos de la duración del programa de la muestra total y de las
familias que ya han completado el tratamiento y han sido dadas de alta se observa que son bastante
similares, con una duración media de 15,43 meses para aquellas que lo habían completado, y
destacando de nuevo la elevada variabilidad en todas las dimensiones, especialmente en los valores
extremos referentes al mínimo y máximo en el número de sesiones de la fase de tratamiento y la
duración de las sesiones.

Tabla 2.2. Temporalización del programa en familias con alta en el servicio: estadísticos descriptivos
Muestra total grupo intervención
Mín. Máx. M DT
Meses de permanencia en el programa 1 38 15.43 6.92
Número de sesiones fase inicial (valoración) 1 33 6.98 5.77
Número de sesiones fase tratamiento 0 372 26.03 43.03
Número sesiones fase final (evaluación y seguimiento) 0 55 4.56 7.56
Duración media de las sesiones (minutos) 1 120 63.39 17.55

A continuación, en la Tabla 2.3, se especifican los descriptivos relativos a la temporalización


del programa de forma diferenciada entre los subprogramas de riesgo y de reunificación. Los datos
muestran valores bastante similares en varias de las dimensiones analizadas, observándose
diferencias significativas, aunque con tamaño de efecto pequeño, en relación con los meses de
permanencia en el programa y el número de sesiones dedicadas a la fase de tratamiento, superiores
en ambos casos en el subprograma de riesgo en comparación con el de reunificación.

91
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2.3. Temporalización del programa: contraste en función de los subprogramas

Riesgo Reunificación
t p d
Mín Máx M DT Mín Máx M DT
Meses de
permanencia en el 1 43 15.23 6.23 2 31 12.70 6.17 2.52 .012 0.41
programa
Número de
sesiones fase inicial 1 33 7.05 4.98 0 31 7.66 6.42 -0.62 .537 0.12
(valoración)
Número de
sesiones fase 0 372 27.49 33.98 0 36 15.79 10.44 2.24 .025 0.36
tratamiento
Número sesiones
fase final
0 55 4.23 6.96 0 12 3.06 3.57 0.93 .355 0.18
(evaluación y
seguimiento)
Duración media de
las sesiones 1 120 62.52 17.40 30 120 63.16 17.49 -0.24 .808 0.04
(minutos)

Finalmente, en la Tabla 2.4, se muestran los descriptivos relativos a la temporalización del


programa de forma diferenciada entre las tres tipologías de familias. Como se puede observar en la
tabla, existen algunas diferencias entre los tres perfiles en las variables analizadas. En concreto, el
número de sesiones dedicadas al tratamiento es mayor en la tipología 1, mientras que en la tipología
2 hay más sesiones dedicadas a la fase final. Además, el número de sesiones de cualquier tipo -inicial,
tratamiento o final- son siempre inferiores para la tipología 3. Sin embargo, ninguna de estas
diferencias llega a ser estadísticamente significativa.

Tabla 2.4. Temporalización del programa: contraste en función de las tipologías familiares

Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3


F p η P2
M DT M DT M DT
Meses de permanencia en el
14.27 5.04 14.69 5.90 14.58 6.02 0.175 .839 .01
programa
Número de sesiones fase
7.62 6.17 7.80 5.12 6.14 4.16 2.57 .078 .02
inicial (valoración)
Número de sesiones fase
29.41 47.36 25.33 20.65 23.88 27.49 0.69 .504 .01
tratamiento
Número sesiones fase final
3.91 8.25 4.98 8.14 2.84 3.25 1.25 .290 .01
(evaluación y seguimiento)
Duración media de las
61.37 18.07 64.85 15.94 62.69 15.49 1.17 .313 .01
sesiones (minutos)

92
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.1.2. Asistencia de los diferentes miembros de la familia al programa


En la Tabla 2.5 se presentan los descriptivos referentes a la asistencia a las sesiones de los diferentes
miembros de la familia. Además de la elevada variabilidad existente en los datos, hay que destacar la
mayor implicación del tutor 1 en la intervención y el bajo número de sesiones a las que acuden
conjuntamente algún progenitor y el menor.

Tabla 2.5. Asistencia al programa: estadísticos descriptivos


Muestra total grupo intervención
Mín. Máx. M DT
Número de sesiones asiste tutor 1 0 20 6.96 3.57
Número de sesiones asiste tutor 2 0 37 3.30 4.08
Número de sesiones asiste algún menor 0 14 3.27 3.19
Número de sesiones asiste algún progenitor con el menor 0 13 2.43 2.98

A continuación, en la Tabla 2.6 se recogen los descriptivos relativos a la asistencia a las


sesiones de los diferentes miembros de la familia, pero diferenciando entre los subprogramas de
riesgo y de reunificación. Como se puede observar, el número de sesiones al que asistieron los
diferentes miembros de la familia fue siempre más elevado en el subprograma de riesgo que en el de
reunificación; las diferencias encontradas fueron significativas en todos los casos. Para aquellas
variables en las que hay diferencia estadísticamente significativa, el tamaño del efecto es medio-alto,
excepto en el número de sesiones a las que asiste el tutor 1, donde es pequeño. Así, se podría
considerar que las diferencias de medias encontradas son relevantes.

Tabla 2.6. Asistencia al programa: contraste en función de los subprogramas


Riesgo Reunificación
t p d
Mín. Máx. M DT Min Máx. M DT
Número de
sesiones asiste 0 20 7.11 3.60 0 11 5.90 3.11 2.08 .038 0.34
tutor 1
Número de
sesiones asiste 0 37 3.49 4.19 0 8 1.62 2.22 4.52 .005 0.46
tutor 2
Número de
sesiones asiste 0 14 3.50 3.21 0 5 1.12 1.38 8.72 < .001 0.78
algún menor
Número de
sesiones asiste
algún 0 13 2.56 3.01 0 5 .95 1.40 5.98 < .001 0.56
progenitor con
el menor

93
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Por su parte, en la Tabla 2.7 se especifican los descriptivos relativos a la asistencia a las
sesiones de los diferentes miembros de la familia, pero diferenciando entre las diferentes tipologías
de familias. Como se puede observar en dicha tabla, el número de sesiones a las que asiste el tutor 1
son más elevados en la tipología 1, mientras que en el resto de las dimensiones analizadas los datos
fueron más elevados en la tipología 2. Solo en la dimensión relativa al número de sesiones a las que
asiste algún menor, estas diferencias son estadísticamente significativas. Para comprobar qué
conglomerados son distintos entre sí en cuanto al número de sesiones a las que asiste algún menor
realizamos un análisis post-hoc (método de Scheffe). La única diferencia significativa se da entre la
tipología 2 (M = 3.91) y la tipología 3 (M = 2.71), con un valor de significación de .031. Mientras que el
número de sesiones a las que asiste algún menor de la tipología 1 no es significativamente distinto del
correspondiente a las otras dos tipologías. En base a los tamaños del efecto, se aprecia que las
diferencias son prácticamente irrelevantes.

Tabla 2.7. Asistencia al programa: contraste en función de las tipologías familiares


Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3
F p ηp2
M DT M DT M DT
Número de sesiones
7.49 3.64 6.52 3.10 6.70 3.38 2.60 .076 .02
asiste tutor 1
Número de sesiones
2.70 3.36 3.10 3.03 3.08 3.25 0.52 .596 .01
asiste tutor 2
Número de sesiones
3.06 3.35 3.91 3.05 2.71 2.42 3.88 .022 .03
asiste algún menor
Número de sesiones
asiste algún
2.49 3.19 2.55 2.86 1.84 1.98 1.73 .179 .01
progenitor con el
menor

2.1.3. Actitud de las familias durante el proceso de intervención


En la Tabla 2.8 aparecen los descriptivos relativos a la actitud de las familias durante el proceso de
intervención, revelándose que las familias se mostraron muy colaboradoras en todo el proceso, dado
que el promedio de 2.74 es muy cercano al valor máximo que podía tener esta variable.

Tabla 2.8. Actitud de las familias: estadísticos descriptivos


Mín. Máx. M DT
Actitud de las familias 1 3 2.74 0.39

De otra parte, la Tabla 2.9 especifica la actitud de las familias diferenciando entre aquellas
pertenecientes al subprograma de riesgo y al de reunificación. Como se puede observar en dicha
tabla, los valores en actitud fueron bastante similares en ambos subprogramas, no observándose
diferencias significativas.

94
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2.9. Actitud de las familias: contraste en función de los subprogramas

Riesgo Reunificación
t p d
Mín Máx M DT Mín Máx M DT

Actitud de las familias 1 3 2.75 0.38 1 3 2.67 0.45 1.23 .253 0.19

A continuación, la Tabla 2.10 especifica la actitud diferenciando en función de las tipologías


familiares. Como se puede apreciar, al igual que sucedía en el caso de los diferentes subprogramas,
los valores en actitud son bastante similares para los tres perfiles de familias identificados.

Tabla 2.10. Actitud de las familias: contraste en función de las tipologías familiares
Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3
F p ηp2
M DT M DT M DT
Actitud de las familias 2.71 0.38 2.73 0.39 2.80 0.33 1.46 .235 .01

2.1.4. Grado de participación de las familias


En la Tabla 2.11 se presentan los descriptivos relativos al grado de participación mostrada por las
familias durante el proceso de intervención, revelándose que la participación de las familias fue alta,
ya que la media es de 2.59, se aproxima mucho al valor máximo que podía tener esta variable.

Tabla 2.11. Participación de las familias: estadísticos descriptivos


Muestra total grupo intervención
Mín. Máx. M DT
Participación de las familias 1 3 2.59 0.43

A continuación, en la Tabla 2.12 se muestran los datos referentes a la participación mostrada


por las familias diferenciando entre el subprograma de riesgo y el de reunificación. Como se puede
observar, los valores relativos a la participación de las familias integrantes de los dos subprogramas
fueron muy parecidos, no observándose diferencias significativas en este aspecto.

Tabla 2.12. Participación de las familias: contraste en función de los subprogramas


Riesgo Reunificación
t p d
Mín Máx M DT Mín Máx M DT
Participación de las familias 1 3 2.59 0.42 1 3 2.56 0.46 0.46 .692 0.06

Por su parte, la Tabla 2.13 especifica la participación de las familias de forma diferenciada en
función de las tipologías familiares. En este caso, aunque las medias son parecidas, hay diferencias

95
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

estadísticamente significativas entre ellas y el tamaño del efecto global -eta cuadrado- es medio. Tras
hacer el análisis post-hoc se comprueba que la media en participación de las familias de la tipología 1
es significativamente inferior a las medias de participación de las tipologías 2 (p = .009) y 3 (p < .001).
Las medias de estas dos últimas tipologías no son significativamente distintas entre sí (p =.40). En
cualquier caso, al comparar la media entre las tipologías 1 y 2, el valor de la d de cohen es de 0.39,
que es un valor bajo-medio. El tamaño del efecto de la comparación entre las tipologías 1 y 3 es mayor
(d de cohen = 0.60, un tamaño del efecto medio-alto). En resumen, podríamos indicar que la diferencia
en participación entre las tipologías 1 y 3 es relevante. El resto de las diferencias, o bien no son
significativas o si son significativas tienen asociados un tamaño del efecto pequeño.

Tabla 2.13. Participación de las familias: contraste en función de las tipologías familiares
Tipología 1 Tipología 2 Tipología 3
F p ηp2
M DT M DT M DT
Participación de las
2.48 0.46 2.64 0.38 2.73 0.32 10.47 < .001 .06
familias

2.1.5. Evolución de las características de implementación a lo largo del proceso de


intervención
En la Figura 2.1 se muestran los resultados relativos a la evolución del número de profesionales
presentes en las sesiones a lo largo de los diferentes meses que se prolonga el tratamiento. Como
puede observarse, en general, en la mayoría de las sesiones había uno o dos profesionales, sin que
pueda apreciarse una tendencia al incremento o disminución en el número de profesionales a medida
que progresa el tratamiento.

Figura 2.1. Número de profesionales presentes en sesiones: frecuencia

2 1,94
1,82
1,73 1,71 1,76 1,72 1,71 1,75 1,72
1,69 1,65 1,69 1,68
1,63 1,60 1,58 1,63

1,5 1,42

1
Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes Mes
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

La Figura 2.2 recoge la evolución de la actitud de las familias a lo largo del proceso de
intervención. Como se puede apreciar, las medias en actitud son similares a lo largo del tratamiento,
oscilando entre 2.68 y 2.96 y obteniéndose el valor más alto en el mes 16.

96
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.2. Evolución de la actitud de las familias usuarias a lo largo de los meses de intervención

3 2,73 2,79 2,8 2,8 2,74 2,69 2,71 2,76 2,76 2,77 2,79 2,86 2,86 2,77 2,68 2,96 2,84 2,69

2,5
2
1,5
1
0,5
0
Mes 3

Mes 11
Mes 1

Mes 2

Mes 4

Mes 5

Mes 6

Mes 7

Mes 8

Mes 9

Mes 10

Mes 12

Mes 13

Mes 14

Mes 15

Mes 16

Mes 17

Mes 18
En la Figura 2.3 se presentan los resultados relativos a la evolución en el grado de
participación mostrado por las familias a lo largo del proceso de intervención. Al igual que sucede
con la actitud, el grado de participación de las familias apenas experimenta variaciones a lo largo del
tratamiento y alcanza su nivel más alto en el mes 17.

Figura 2.3. Evolución de la participación de las familias a lo largo de los meses de intervención

3 2,65 2,60 2,61 2,67 2,62 2,58 2,67 2,63 2,60 2,70 2,80
2,53 2,57 2,60 2,60 2,61 2,55 2,54
2,5

1,5

0,5

0
Mes 3

Mes 11
Mes 1

Mes 2

Mes 4

Mes 5

Mes 6

Mes 7

Mes 8

Mes 9

Mes 10

Mes 12

Mes 13

Mes 14

Mes 15

Mes 16

Mes 17

Mes 18

En la Figura 2.4 se presentan los resultados relativos a la evolución de la participación de niños,


niñas y adolescentes a lo largo de la intervención. En concreto, se recogen los porcentajes de asistencia
de los hijos y las hijas a las sesiones a lo largo del periodo que se prolonga la intervención. En ella
podemos apreciar que los porcentajes de participación de niños, niñas y adolescentes oscilaron entre
el 23.80% y el 43.80%, con una tendencia descendente a medida que avanza el tratamiento.

97
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.4. Evolución de la asistencia de niños, niñas y adolescentes a lo largo de la intervención:


porcentajes

50
43,80
45
38,60 38,90 38,00 37,40 39,20
40 35,60 36,70 35,60 36,20
34,80 35,80
35 31,90 30,60 32,00
29,40
30 27,30
23,80
25
20
15
10
5
0
Mes 1

Mes 2

Mes 3

Mes 4

Mes 5

Mes 6

Mes 7

Mes 8

Mes 9

Mes 10

Mes 11

Mes 12

Mes 13

Mes 14

Mes 15

Mes 16

Mes 17

Mes 18
2.1.6. Evaluación de la alianza terapéutica
Se presentan en este apartado los resultados relativos a la alianza terapéutica establecida con las
familias durante el proceso de la intervención a través de las cuatro dimensiones que la conforman:
enganche en el proceso terapéutico, conexión emocional con el terapeuta, seguridad en el sistema
terapéutico y sentido de compartir el propósito de la terapia en la familia.
Los resultados de la alianza terapéutica para la totalidad de las familias participantes en el
estudio se muestran en la Tabla 2.14. Como puede observarse en dicha tabla, el promedio de nivel de
alianza terapéutica fue óptimo y bastante similar en las cuatro dimensiones evaluadas.

Tabla 2.14. Alianza terapéutica: estadísticos y descriptivos


Muestra total grupo intervención
Mín. Máx. M DT
Enganche proceso terapéutico 1.00 5.00 4.03 0.87
Conexión emocional con el terapeuta 1.00 5.00 4.14 1.07
Seguridad en sistema terapéutico 1.25 5.00 4.18 0.81
Sentido de compartir propósito 1.00 5.00 4.31 0.70

Los resultados relativos a la alianza terapéutica de forma diferenciada para los subprogramas
de riesgo o reunificación se recogen en la Tabla 2.15. Como puede observarse, los resultados
obtenidos con la prueba T-Student para muestras independientes arrojaron diferencias
estadísticamente significativas. En concreto, se encontraron diferencias en las dimensiones de
enganche al proceso terapéutico y de sentido de compartir el propósito del tratamiento, ambas con
un tamaño de efecto pequeño. En ambas dimensiones se observó una puntuación media mayor para
las familias del programa de reunificación.

98
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2.15. Alianza terapéutica: estadísticos descriptivos y contraste en función de los subprogramas

Riesgo Reunificación
t p d
M DT M DT

Enganche proceso terapéutico 3.98 0.87 4.38 0.79 -2.56* .01 -0.46

Conexión emocional con el terapeuta 4.10 1.10 4.43 0.87 -2.06a* .05 -0.30

Seguridad en sistema terapéutico 4.16 0.83 4.38 0.62 -2a* .05 -0.29

Sentido de compartir propósito 4.28 0.72 4.63 0.48 -3.9a* 0 -0.46

a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

En la Tabla 2.16 se presentan los valores de la alianza terapéutica según la situación de las
familias en el momento de la evaluación final. Como se observa en dicha tabla, en todas las
dimensiones de la alianza terapéutica evaluadas las puntuaciones medias fueron menores para las
familias que abandonaron el programa y mayores para las que continuaban en tratamiento en el
momento de la evaluación final. En concreto, los análisis realizados mostraron diferencias
significativas en el enganche del proceso terapéutico y en la seguridad del sistema terapéutico con un
tamaño del efecto pequeño, y en la conexión emocional con un tamaño de efecto mediano.
En un análisis de comparaciones múltiples (análisis post-hoc con el método DMS), se encontró
que las diferencias significativas en el enganche terapéutico, la conexión emocional y la seguridad en
el sistema terapéutico se daban entre las familias que abandonaron y las que continuaban o habían
sido dadas de alta.

Tabla 2.16. Alianza terapéutica: estadísticos descriptivos y contraste en función de la situación de las
familias en el momento de la evaluación final
Alta Continúan Abandonan
(n = 140) (n = 201) (n = 14) F p ηp 2
M (DT) M (DT) M (DT)
Enganche proceso terapéutico 4.02 (0.89) 4.12 (0.76) 3.32 (1.31) 6.06 .003 .03
Conexión emocional 4.10 (1.16) 4.29 (0.87) 2.91 (1.58) 12.19 < .001 .07
Seguridad en sistema terapéutico 4.17 (0.86) 4.24 (0.73) 3.66 (0.84) 3.61 .028 .03
Sentido de compartir propósito 4.28 (0.67) 4.35 (0.69) 4.23 (0.98) 0.56 .565 .00

2.2. Descripción del desarrollo de la intervención


En este apartado de presentan los resultados relativos al desarrollo de la intervención. Estos
resultados proceden del análisis cualitativo de la información registrada por los y las profesionales de
los ETF en los registros de las sesiones. Se incluye en primer lugar el sistema de categorías elaborado
para el análisis de la información recogida y, a continuación, los resultados relativos a los objetivos
trabajados en las sesiones de tratamiento, la metodología de intervención y las áreas de intervención

99
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

en las que se producen cambios positivos. Se ofrecen además los resultados relativos a la relación de
cada uno de estos contenidos con la actitud y el grado de participación mostrado por las familias

2.2.1. Sistema de categorías para el análisis del desarrollo de la intervención


Se presenta a continuación el sistema de categorías elaborado a partir del análisis de los contenidos
registrados por los y las profesionales en los registros de las sesiones acerca de los objetivos
abordados, la metodología utilizada y las áreas en las que detectan cambios positivos. Para cada uno
de estos contenidos se presenta la estructura del sistema de categorías, se describen las categorías
que conforman el sistema, se presentan las frecuencias y porcentajes de las unidades de significado
identificadas y se ofrecen algunos ejemplos de las narrativas correspondientes.

2.2.1.1. Objetivos trabajados en las sesiones de tratamiento


En la Figura 2.5 se muestra la estructura del sistema de categorías resultante del análisis de los
contenidos relativos a objetivos. Este sistema se compuso de un total de 15 categorías.

Figura 2.5. Estructura del sistema de categorías para los objetivos de tratamiento

En el Apéndice 1.1 se presenta el sistema de categorías construido para el área de objetivos, se


definen sus categorías y se recogen todas las narrativas incluidas en las mismas. A continuación, se
procede a resumir esta información. Concretamente, se describen las categorías que conforman el
sistema, se presentan las frecuencias y porcentajes de las unidades de significado correspondientes
respecto al total y se ofrecen algunos ejemplos de narrativas con el objetivo de ilustrar las distintas
categorías.

100
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Tabla 2.17 se definen las categorías del sistema y se indican la frecuencia y el porcentaje
de unidades de significado correspondiente a cada una. Tal y como puede observarse en dicha tabla,
los y las profesionales informaron acerca de una variedad de objetivos. Las categorías más frecuentes
fueron aquellas relativas a Evaluar el caso familiar (e.g., «Indagar en las relaciones familiares y estilos
educativos») y Promover relaciones familiares positivas (e.g., «Trabajar el perdón y la reconciliación»).
Algunas de las categorías que acumularon una menor cantidad de unidades de significado fueron
Promover habilidades parentales adecuadas (e.g., «Concienciar de la importancia de la dedicación al
menor»), Establecer la alianza terapéutica con la familia (e.g., «Establecer relación de confianza») y
Evaluar la intervención (e.g., «Valorar logros y dificultades durante el proceso»). Otros ejemplos de las
narrativas expresadas por los y las profesionales fueron «Actualizar información y principales
dificultades» (en la categoría Planificar la intervención y/o derivación), «Firmar acuerdos/objetivos a
conseguir durante el tratamiento» (en la categoría Establecer las condiciones de la intervención),
«Conseguir la colaboración de la familia» (en la categoría Favorecer la adherencia al tratamiento),
«Organización doméstica» (en la categoría Promover hábitos y rutinas adecuados en el hogar),
«Afrontamiento de miedos» (en la categoría Reducir el estrés familiar), «Realizar el seguimiento de la
formación de la madre» (en la categoría Fortalecer el desarrollo personal adulto), «Tramitación ayudas
económicas» (en la categoría Apoyo instrumental), «Comprobar el estado anímico del menor» (en la
categoría Promover el ajuste psicosocial de los hijos/as), «Potenciar su integración escolar» (en la
categoría Promover ajuste escolar de los hijos/as) y «Despedida» (en la categoría Concluir la
intervención).

Tabla 2.17. Categorías del sistema para los objetivos: definiciones, frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %total
Acciones de las y los profesionales dirigidas a
1. Planificar la
diseñar la intervención con las familias o
intervención y/o 18 7.40%
dirigir a algún miembro de la familia a otro
derivación
servicio
Actuaciones de las y los profesionales
2. Establecer la
dirigidas a establecer una relación segura
alianza terapéutica 17 6.99%
con la familia y a favorecer la adherencia de
con la familia
la familia con el plan de intervención
Actuaciones dirigidas al establecimiento de
3. Establecer las acuerdos entre las y los profesionales y las
condiciones de la familias que permiten llegar a un consenso 12 4.93%
intervención en las condiciones en las que se va a
desarrollar la intervención
4. Evaluar el caso Actuaciones dirigidas a evaluar a las familias
51 20.98%
familiar y su contexto
Acciones dirigidas a las familias con el
5. Favorecer la
objetivo de favorecer la aceptación y el
adherencia al 15 6.17%
cumplimiento de los criterios y requisitos
tratamiento
establecidos en la intervención.
6. Promover hábitos Actuaciones dirigidas a concienciar a las
y rutinas adecuados familias sobre la importancia de adquirir 7 2.88%
en el hogar hábitos y rutinas saludables a diario, así

101
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Categoría Definición n %total


como a fomentar la adquisición y práctica de
los mismos
Actuaciones dirigidas a promover relaciones
6.1. Promover saludables, en lo relativo al sistema familiar y
relaciones familiares a sus subsistemas, así como en la relación 35 14.40%
positivas del sistema familiar con otros sistemas
externos
6.2. Promover Actuaciones destinadas a favorecer
habilidades destrezas parentales positivas y/o estilos de
20 8.23%
parentales socialización parental
adecuadas adecuados/favorecedores del desarrollo
7. Reducir el estrés Actuaciones dirigidas a disminuir el estrés
4 1.64%
familiar experimentado en la unidad familiar
8. Fortalecer el Actuaciones dirigidas a promover el
desarrollo personal desarrollo de competencias personales de 4 1.64%
adulto los adultos
Actividades dirigidas a facilitar a las familias
9. Apoyo la realización de trámites y/o gestiones
18 7.40%
instrumental administrativas-burocráticas, así como a
orientarles e informarles sobre las mismas
Actuaciones dirigidas a favorecer el
10. Promover el
bienestar y el desarrollo psicosocial de los
ajuste psicosocial de 8 4.11%
menores (comportamientos, emociones,
los hijos/as
relaciones)
11. Promover ajuste Actuaciones dirigidas a optimizar el proceso
escolar de los educativo de los niños y las niñas en el 12 4.93%
hijos/as contexto escolar
Actuaciones dirigidas a la valoración del
12. Evaluar la
proceso de intervención que se lleva a cabo 16 6.58%
intervención
con las familias
13. Concluir la Actuaciones dirigidas a concluir el
6 2.46%
intervención tratamiento

Se presenta a continuación la Figura 2.6, en la que se muestra una nube de palabras que
representa de forma gráfica la frecuencia de las categorías del sistema de categorías generado a partir
de los contenidos relativos a objetivos. Como se aprecia en esta figura, la nube de palabras contaba
con 15 y los objetivos que aparecieron con más frecuencia fueron, en orden descendente: Evaluar el
caso familiar, Promover relaciones familiares positivas, Promover habilidades parentales adecuadas,
Establecer la alianza terapéutica con la familia y Planificar la intervención y/o derivación.

102
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.6. Nube de palabras relativas a objetivos

2.2.1.2. Metodología de intervención


A continuación, se presenta la Figura 2.7, en la que se muestra la estructura del sistema de categorías
elaborado para el área de metodología de intervención. El análisis de los contenidos encontrados en
esta área dio como resultado un sistema de categorías formado por 5 supracategorías y 27 categorías.

103
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.7. Estructura del sistema de categorías relativo a la metodología de intervención

104
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En el Apéndice 1.2 se presenta el sistema de categorías construido para el área de


metodología, se definen sus categorías y se recogen todas las narrativas incluidas en las mismas.
En la Tabla 2.18 se definen las supracategorías del sistema creado y se indica tanto la
frecuencia como el porcentaje de unidades de significado respecto al total correspondientes a cada
una. Como puede observarse en dicha tabla, la supracategoría más frecuente fue la relativa a Técnicas
de evaluación y recogida de información. Otras supracategorías menos frecuentes estuvieron
relacionadas con la organización y coordinación del proceso de intervención, la gestión del caso en
términos generales, y técnicas de tratamiento específicas. Cabe señalar, además, que fue necesario
incorporar la supracategoría Otros para codificar informaciones que no hacían referencia ni a aspectos
metodológicos ni a técnicas específicas de intervención.

Tabla 2.18. Supracategorías relativas a la metodología de intervención: definiciones, frecuencias y


porcentajes
Supracategoría Definición n %total
1. Técnicas de
Técnicas y procedimientos destinados a evaluar a
evaluación y recogida 148 42.65%
las familias y a recoger datos sobre las mismas
de información
Actuaciones dirigidas a organizar el proceso de
2. Actividades de
intervención familiar y la coordinación entre los
organización y 31 8.93%
distintos profesionales, instituciones y servicios
coordinación
involucrados en el mismo
3. Técnicas relacionadas Técnicas relativas al caso familiar en general, no
con el proceso de relacionadas con los contenidos de la
72 20.74%
intervención intervención en particular, encaminadas a la
facilitación del proceso de intervención
Aplicación de técnicas por parte de las y los
4. Técnicas de
profesionales con el objetivo de ayudar a la
tratamiento 59 17.00%
familia como sistema y a sus integrantes a lograr
los objetivos de la intervención
Categoría generada para codificar informaciones
que no hacían referencia a metodología y/o
5. Otros 37 10.66%
técnicas de intervención según el criterio
profesional del equipo de investigación

A continuación, se ofrece un resumen de esta información. Concretamente, para cada


supracategoría se describen las categorías que la componen, se presentan las frecuencias y
porcentajes de las unidades de significado correspondientes respecto a la supracategoría y se ofrecen
algunos ejemplos de narrativas que pretenden ilustrar las distintas categorías.
En la Tabla 2.19 se definen las categorías incluidas en la supracategoría Técnicas de evaluación
y recogida de información y se aportan tanto la frecuencia como el porcentaje de unidades de
significado correspondientes a cada una. Como puede observarse en dicha tabla, los y las
profesionales informaron acerca de diversas técnicas de evaluación y recogida de información, si bien
la categoría Entrevista acumuló la mayoría de las unidades de significado. A modo de ejemplo, algunas
narrativas expresadas por los y las profesionales fueron «Instrumentos: Valórame, SENA» (en la

105
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

categoría Instrumentos estandarizados), «Historia social» (en la categoría Registros) y «Visualización


de documentos» (en la categoría Análisis documental). Fue necesario incorporar la categoría Sin
especificar para dar cabida a procedimientos de evaluación y/o recogida de información inespecíficos,
tales como «Evaluación psicológica y social» o «Administración de pruebas».

Tabla 2.19. Categorías relativas a Técnicas de evaluación y recogida de información: definiciones,


frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
Recogida de información mediante el
planteamiento de preguntas o cuestiones
1.1. Entrevista 103 69.59% 29.68%
a la familia y/o su entorno, de
estructuración variable
Constatación directa, por parte de las y
los profesionales, del funcionamiento de
1.2.
la unidad familiar y/o sus miembros por 12 8.10% 3.45%
Observación
separado y/o de los contextos en los que
participan
1.3. Utilización de instrumentos
Instrumentos estandarizados y validados de evaluación
5 3.37% 1.44%
de evaluación psicosocial con las familias, las figuras
estandarizados parentales o sus hijos/as
Elaboración, por parte de las y los
profesionales, de una representación
1.4. Genograma gráfica de la estructura de la familia y de 4 2.70% 1.15%
las relaciones de sus miembros, de
acuerdo con unas instrucciones dadas
Uso de documentos escritos
1.5. Registros estructurados que facilitan la recogida de 6 4.05% 1.72%
información sobre la familia
1.6. Análisis Revisión de documentos con información
3 2.02% 0.86%
documental sobre el caso familiar
Procedimientos de evaluación y/o
1.7. Sin
recogida de información inespecíficos 15 10.13% 4.32%
especificar

Las categorías incluidas en la supracategoría Actividades de organización y coordinación


quedan recogidas en la Tabla 2.20. La mayoría de las unidades de significado codificadas en esta
supracategoría se acumularon en la categoría Coordinación entre profesionales (e.g., «Reuniones de
coordinación con organismos y entidades que atienden a la familia»). Menos frecuentemente se hizo
referencia a actividades de Gestión (e.g., «Informatización de datos») y de Derivación (e.g., «Derivación
a pediatra para exploración física»).

106
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2.20. Categorías relativas a Actividades de organización y coordinación: definiciones, frecuencias


y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
Procedimientos documentales que
2.1. Gestión permiten la puesta en marcha y el 5 16.12% 1.44%
desarrollo de la intervención
2.2.
Intercambio de información entre
Coordinación
profesionales y toma de decisiones
entre 23 74.19% 6.62%
consensuadas sobre el proceso de
profesionales
intervención

Derivación del caso familiar o de


2.3. Derivación miembros concretos de la unidad 3 9.67% 0.86%
familiar a otros servicios y organismos

La Tabla 2.21 muestra las categorías que se generaron en la supracategoría Técnicas


relacionadas con el proceso de intervención. Los y las profesionales indicaron utilizar diversas
técnicas, siendo la Promoción del cambio familiar la que más unidades de significado acumuló (e.g.,
«Reforzar autocompetencia y confianza»), seguida de Alianza terapéutica (e.g., «Favorecer la
expresión de emociones y necesidades»). La categoría Actuaciones inespecíficas se incorporó para dar
cabida a procedimientos relacionados con el proceso de intervención inespecíficos, tales como
«Comunicación de información escrita» y «Llamada telefónica».

Tabla 2.21. Categorías relativas a Técnicas relacionadas con el proceso de intervención: definiciones,
frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
Técnicas y estrategias que permiten a las
3.1. Ajuste al y los profesionales ajustar la intervención
9 12.50% 2.59%
caso a las características y necesidades de las
familias
3.2.
Promoción del Técnicas y estrategias dirigidas a
cambio establecer las condiciones de la
30 41.66% 8.64%
familiar y intervención y a facilitar la consecución de
seguimiento los objetivos propuestos
del caso
Actuaciones profesionales dirigidas a
3.3. Alianza establecer una relación segura con la
20 27.77% 5.76%
terapéutica familia y a favorecer la adherencia de la
familia con el plan de intervención
Acciones dirigidas a comunicarse con las
3.4.
familias en relación con el caso, no
Actuaciones 13 18.05% 3.74%
vinculadas a otros aspectos específicos del
inespecíficas
proceso de intervención

107
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Las categorías que conformaron la supracategoría Técnicas de tratamiento se recogen en la


Tabla 2.22. En dicha tabla se puede observar que los y las profesionales hicieron referencia a una gran
variedad de técnicas de tratamiento, siendo las categorías Orientación (e.g., «Asertividad: pautas»),
Técnicas psicodramáticas (e.g., «Dramatización») y Técnicas cognitivas (e.g., «Reestructuración
cognitiva. Ideas erróneas») aquellas en las que mayor número de unidades de significado se
codificaron. Ejemplos de narrativas expresadas por los y las profesionales en otras categorías menos
frecuentes fueron «Exposición teórica sobre temas educativos» (en la categoría Técnicas
psicoeducativas), «Dibujo de la familia» (en la categoría Técnicas proyectivas) y «Movilización de
ayudas y recursos» (en la categoría Apoyo instrumental).

Tabla 2.22. Categorías relativas a Técnicas de tratamiento: definiciones, frecuencias y porcentajes


Categoría Definición n %supracategoría %total
4.1. Técnicas Técnicas basadas en los principios
4 6.77% 1.15%
conductuales del conductismo
4.2. Técnicas Técnicas sustentadas en los
11 18.64% 3.17%
cognitivas principios del cognitivismo
Técnicas basadas en procesos
4.3. Técnicas formativos dirigidos a la adquisición
5 8.47% 1.44%
psicoeducativas de aprendizajes duraderos y al
cambio personal
4.4. Técnicas Técnicas sustentadas en los
11 18.64% 3.17%
psicodramáticas principios del psicodrama
Técnicas dirigidas a la expresión de
4.5. Técnicas modo indirecto (proyección) de
2 3.38% 0.57%
proyectivas emociones, ideas, pensamientos,
etcétera
4.6. Técnicas
Técnicas basadas en el juego 3 5.08% 0.86%
lúdicas
Técnicas dirigidas al establecimiento
de una relación de ayuda para
4.7. Orientación 12 20.33% 3.45%
asesorar y facilitar la toma de
decisiones familiares
Actuaciones profesionales de
4.8. Apoyo acompañamiento a las familias
6 10.16% 1.72%
instrumental dirigidas a facilitarles el acceso a
ayudas y recursos
Técnicas empleadas para la gestión
de conflictos a través de la
4.9. Mediación
negociación para lograr acuerdos 5 8.47% 1.44%
familiar
equitativos, justos, estables y
duraderos

Por último, en la Tabla 2.23 se presentan las categorías incluidas en la supracategoría Otros.
En esta ocasión, la categoría Contenidos (e.g., «Parentalidad positiva») fue la que más unidades de
significado acumuló, seguida de la categoría Enfoque de intervención (e.g., «Modelo sistémico»). Las

108
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

categorías de Actividades (e.g., «Descripción positiva de los compañeros mediante adjetivos») y


Formato de intervención (e.g., «Sesión grupal») fueron menos frecuentes.

Tabla 2.23. Categorías incluidas en la supracategoría Otros: definiciones, frecuencias y porcentajes


Categoría Definición n %supracategoría %total
Cuestiones trabajadas durante las sesiones
5.1. Contenidos de tratamiento en las que no se especifica 16 43.24% 4.61%
una técnica de intervención concreta
Actuaciones estructuradas llevadas a cabo
5.2. Actividades 5 13.51% 1.44%
durante las sesiones de tratamiento
Metodología de trabajo en la que se
5.3. Enfoque de
encuadran las sesiones de tratamiento, 12 32.43% 3.45%
intervención
pero sin especificar técnicas concretas
Agrupamiento o metodología de
5.4. Formato intervención empleado en el tratamiento
4 10.81% 1.15%
de intervención que no especifica ni técnicas ni enfoque de
intervención

Una vez descritas las supracategorías y categorías del sistema cabe realizar un análisis global
de las categorías del sistema, sin considerar las supracategorías a las que pertenecían. A este
respecto, podemos concluir que la categoría Entrevista fue aquella del sistema de categorías
elaborado a la que los y las profesionales hicieron referencia con mayor frecuencia, seguida de las
categorías Promoción del cambio familiar y seguimiento del caso, Coordinación entre profesionales,
Alianza terapéutica y Contenidos.
Una vez descritas las categorías y supracategorías obtenidas y examinada su prevalencia, se
presenta una nube de palabras que representa de forma gráfica la frecuencia de las categorías
contenidas en el sistema de categorías elaborado para los contenidos relativos a la metodología de
intervención (véase Figura 2.8). Esta nube de palabras está formada por 23 palabras. Para facilitar la
comprensión de la imagen, las categorías Sin especificar y Actuaciones inespecíficas se codificaron con
las etiquetas «Evaluación» y «Comunicación», respectivamente. Las categorías con mayores
frecuencias fueron, en orden descendiente: Entrevista, Seguimiento y promoción del cambio,
Coordinación entre profesionales y Alianza terapéutica.

109
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.8. Nube de palabras relativas a la metodología de intervención

2.2.1.3. Áreas de intervención en las que se producen cambios positivos


El análisis de los contenidos relativos a las áreas de intervención en las que se detectan cambios
positivos dio como resultado un sistema de categorías formado por 13 categorías. La estructura de
este sistema categorial queda representada en la Figura 2.9.

110
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.9. Estructura del sistema de categorías relativo a las áreas de intervención en las que se
detectan cambios positivos

En el Apéndice 1.3 se presenta el sistema de categorías construido a partir de los contenidos


relativos áreas de intervención en las que se detectan cambios positivos completo: se definen las
categorías y se incluyen todas las unidades de significado recogidas en ellas. Los contenidos incluidos
en este apéndice se resumen a continuación. Concretamente se describen las categorías que
conforman el sistema, se presentan las frecuencias y porcentajes de las unidades de significado
correspondientes respecto al total y se ofrecen algunos ejemplos de narrativas con el objetivo de
ilustrar las distintas categorías.
En la Tabla 2.24 se presenta la definición, frecuencia y porcentaje de las unidades de
significado correspondientes a cada una de las categorías presentadas en la Figura 2.9. En dicha tabla
se puede observar que los y las profesionales hicieron referencia a diversas áreas de intervención en
las que detectaban cambios positivos, siendo las categorías Relaciones familiares saludables (e.g.,
«Mejora comunicación intrafamiliar»), Ajuste psicosocial de los hijos/as (e.g., «Mejoras en
autonomía») y Ajuste personal adulto (e.g., «Mejora en el estado de ánimo») aquellas que más
unidades de significado acumularon. Ejemplos de las narrativas expresadas por los y las profesionales
recogidas en otras categorías del sistema fueron «La menor se relaciona adecuadamente con sus
iguales» (en la categoría Ajuste escolar de los hijos/as), «Aceptación pautas y estrategias a seguir con
menores» (en la categoría Estrategias educativas parentales), «Ha sido capaz de adoptar uno de los
compromisos a su medida» (en la categoría Cumplimiento de compromisos), «Comienza a valorar lo

111
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

que ha perdido por su actitud en el pasado» (en la categoría Toma de conciencia del problema),
«Madre e hijos comparten ocio juntos» (en la categoría Desarrollo de hábitos y rutinas adecuados en
el hogar), «Leve reducción estrés familiar» (en la categoría Estrés familiar), «La menor se relaciona
adecuadamente con sus iguales» (en la categoría Ajuste escolar de los hijos/as), «Mejora la confianza
depositada en el equipo» (en la categoría Alianza terapéutica), «Aumenta su motivación intrínseca»
(en la categoría Adherencia al tratamiento) y «Se siente reforzada y contenta con su evolución» (en la
categoría Percepción de cambio).

Tabla 2.24. Categorías relativas a áreas de intervención en las que se detectan cambios positivos:
definiciones, frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %total
1. Ajuste personal
Regulación física y psíquica del adulto 11 10.89%
adulto
2. Ajuste Desarrollo y bienestar psicosocial de los
psicosocial de los menores (comportamientos, emociones, 13 12.87%
hijos/as relaciones)
3. Ajuste escolar de Adaptación y rendimiento de niños, niñas
7 6.93%
los hijos/as y adolescentes en el ámbito escolar
4. Estrategias
Promoción de competencias parentales
educativas 3 2.97%
relativas a la educación de sus hijos/as
parentales
5. Cumplimiento de Revisión y/o refuerzo de los compromisos
6 5.94%
compromisos acordados
6. Toma de Reconocimiento de los errores cometidos,
conciencia del las dificultades presentes, las 9 8.91%
problema consecuencias y la necesidad de mejorar
7. Relaciones
Cambios en los roles y las interacciones
familiares 15 14.85%
familiares
saludables
8. Desarrollo de
hábitos y rutinas Práctica y adquisición de hábitos y rutinas
8 7.92%
adecuados en el familiares saludables en el hogar
hogar
9. Estrés familiar Reducción del estrés 3 2.97%
10. Alianza
Creación de un vínculo relacional positivo
terapéutica con la 9 8.91%
entre las familias y las y los profesionales
familia
11. Apoyo social Demandas de apoyo y ayuda por parte de
5 4.95%
las familias
12. Adherencia al Cumplimiento y constancia en el proceso
6 5.94%
tratamiento de intervención
13. Percepción de Conciencia de cambio por parte de las
6 5.94%
cambio familias

112
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Figura 2.10 se presenta una nube de palabras que representa gráficamente la frecuencia
de las categorías relativas a las áreas de intervención en las que se detectan cambios positivos,
formada por 13 palabras. Atendiendo a dicha figura, se puede observar que las categorías que
aparecían con mayor frecuencia fueron, en orden descendente: Relaciones familiares saludables,
Ajuste psicosocial de los hijos/as, Ajuste personal adulto, Toma de conciencia del problema y Alianza
terapéutica con la familia.

Figura 2.10. Nube de palabras relativas a las áreas de intervención en las que se detectan cambios
positivos

2.2.1.4. Observaciones
Las unidades de significado expresadas por los y las profesionales en el apartado de Observaciones de
la hoja de seguimiento se clasificaron en tres categorías: (1) Descripción de las sesiones: información
referentes a la fase de tratamiento a la que correspondían las sesiones, los contenidos tratados, las
actividades realizadas, las decisiones y las actuaciones llevadas a cabo por los ETF; (2) Asistencia:
donde se incluyó la información que hacía referencia a la asistencia de los usuarios y usuarias a las
sesiones de tratamiento familiar; e (3) Información sobre la familia: categoría que se usó para codificar
informaciones referentes a eventos acontecidos en la unidad familiar, actitudes y verbalizaciones de
sus miembros y dinámicas familiares. En este sistema se codificó un total de 47 unidades de
significado, de las cuales 18 (38.00% del total) se incluyeron en la categoría Descripción de las sesiones,
13 (28.00% del total) en Asistencia y los 16 restantes (34.00% del total) en Información sobre la familia.

113
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.2. Objetivos abordados durante el proceso de tratamiento


En la Figura 2.11 se presentan los resultados relativos a los objetivos abordados durante el proceso
de tratamiento, según las unidades de significado que se recogen en el sistema de categorías descrito
anteriormente. Como se desprende de dicha figura, los objetivos abordados con mayor frecuencia por
más de la mitad de los y las profesionales han sido, por orden descendente, los siguientes: evaluar el
caso familiar, promover habilidades parentales adecuadas, promover relaciones familiares positivas,
fortalecer el desarrollo personal adulto y establecer la alianza terapéutica con la familia.
Seguidamente, en un rango del 30 al 50%, los objetivos trabajados fueron, por orden
descendente: aportar apoyo instrumental, promover el ajuste psicosocial de los hijos/as, promover
ajuste escolar de los hijos/as, promover hábitos y rutinas adecuadas en el hogar, favorecer la
adherencia al tratamiento, evaluar la intervención, planificar la intervención y/o derivación, y
establecer las condiciones de la intervención. Finalmente, los objetivos menos abordados en el
programa, con una diferencia sustancial respecto a los anteriores, fueron los relacionados con reducir
el estrés familiar y con el cierre de la intervención.

Figura 2.11. Objetivos abordados durante el proceso de tratamiento: porcentajes

Evaluar familias y su contexto 75,20

P o o e ha ilidades pa e tales… 72,10

P o o e ‘ela io es Fa ilia es… 70,60

Fo tale e desa ollo pe so al del… 55,50

Establecer Alianza Terapéutica 50,60

Apoyo Instrumental 49,70

P o o e ajuste psi oso ial de… 49,40

Promover ajuste escolar de hijos/as 47,20

P o o e há itos uti as… 40,80

Favorecer Adherencia al Tratamiento 39,30

Evaluar la intervención 36,50

Planificar intervención / derivación 31,30

Esta le e / o se sua o di o es… 30,70

Reducir Estrés Parental 18,40

Concluir Intervención 9,20

0 20 40 60 80 100

114
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Figura 2.12 se muestran los objetivos abordados de forma diferenciada para los dos
subprogramas. Como puede observarse, existen importantes diferencias entre los objetivos
abordados con mayor frecuencia en ambos subprogramas. Por un lado, en el subprograma de riesgo
los y las profesionales registraron que dedicaban más tiempo a evaluar a las familias que en el
subprograma de reunificación, mientras que en este último la planificación de la intervención adquiría
un mayor protagonismo. Por otro lado, los objetivos relacionados con la promoción de ajuste escolar
y el desarrollo psicosocial de niños, niñas y adolescentes, así como con el desarrollo adulto y la
reducción del estrés parental, fueron abordados con mayor frecuencia en el subprograma de riesgo
que en el de reunificación. Finalmente, en el programa de reunificación se trabajaba con más
frecuencia la promoción de habilidades parentales y el establecimiento de hábitos y rutinas que en el
subprograma de riesgo. Como era de esperar, no se observaron diferencias relevantes entre ambos
subprogramas en los objetivos relacionados con el establecimiento de las condiciones de la
intervención, la alianza terapéutica, la adherencia al tratamiento o el cierre de la intervención. El
análisis de Chi-cuadrado realizado mostró que las diferencias observadas en los objetivos abordados
en ambos subprogramas eran estadísticamente significativas en lo relativo a la planificación de la
intervención y/o derivación (x2 = 5.05; p =.047), la evaluación del caso familiar (x2 = 8.77; p =.006), la
evaluación de la intervención (x2 = 9.16; p =.003) y el cierre la intervención (x2 = 8.56; p =.004).

Figura 2.12. Objetivos abordados: contraste en función de los subprogramas

Promover habilidades parentales adecuadas 87,50


71,70
Promover Relaciones Familiares Positivas 62,50
71,40
Apoyo Instrumental 56,30
49,70
P o o e há itos uti as ade uadas e … 56,30
40,10
Planificar intervención / derivación 56,30
29,60
Establecer Alianza Terapéutica 50,00
50,70
Evaluar la intervención 43,80
36,20
Evaluar familias y su contexto 43,80
76,60
Fortalecer desarrollo personal del adulto 37,50
56,60
Favorecer Adherencia al Tratamiento 37,50
39,10
Esta le e / o se sua o di o es de… 31,30
30,30
Promover ajuste escolar de hijos/as 12,50
50,00
Promover ajuste psicosocial de hijos/as 12,50
51,30
Concluir Intervención 6,30
9,50
Reducir Estrés Parental 6,30
19,40
0 20 40 60 80 100

Reunificación Riesgo

115
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.2.1. Evolución de los objetivos abordados a lo largo de las fases del proceso de
intervención
En la Figura 2.13 se muestran los datos relativos a la evolución de los objetivos abordados a lo largo
de las fases del proceso de intervención, diferenciados en función de si el registro de las sesiones
correspondía a la fase inicial, a la de tratamiento o a la final. En general, se observa que los objetivos
abordados van cambiando a lo largo del proceso de intervención. En concreto, en las sesiones de la
fase inicial los objetivos registrados por las y los profesionales fueron mayoritariamente los
relacionados con la evaluación del caso y el establecimiento de la alianza terapéutica; seguidos de los
objetivos encaminados a la promoción de relaciones familiares positivas, el establecimiento de las
condiciones de la intervención y la mejora de la adherencia al tratamiento. En segundo lugar, durante
las sesiones de la fase de tratamiento, los objetivos abordados mayoritariamente fueron promover
relaciones familiares positivas y promover habilidades parentales adecuadas. También se trabajaron
en esta fase objetivos relacionados con la evaluación del caso familiar, mejorar la adherencia al
tratamiento, proporcionar apoyo instrumental, fortalecer el desarrollo personal adulto y promover el
ajuste psicosocial de los hijos y las hijas. Finalmente, durante las sesiones de la fase de cierre se
mantuvo como objetivo de la intervención la promoción de relaciones familiares positivas y aumentó
el esfuerzo de los y las profesionales por evaluar la intervención. También continuaron siendo
objetivos de esta fase la promoción de habilidades parentales adecuadas, el proporcionar apoyo
instrumental, el fortalecimiento del desarrollo personal del adulto y la promoción del ajuste
psicosocial de los hijos y las hijas.

116
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.13. Objetivos de la intervención a lo largo de las fases del proceso de intervención: porcentajes

28,14
Evaluar el caso familiar 10,24
6,36
17,42
Establecer la alianza terapéutica con la familia 4,04
2,27
8,46
Promover relaciones familiares positivas 14,71
15,00
7,04
Establecer las condiciones de la intervención 1,81
1,06
6,53
Favorecer la adherencia al tratamiento 4,70
3,33
5,95
Promover habilidades parentales adecuadas 14,02
9,39
5,86
Apoyo instrumental 9,12
9,39
5,36
Fortalecer el desarrollo personal adulto 9,07
7,27
4,19
Planificar la intervención y/o derivación 3,68
2,88
3,69
Promover hábitos y rutinas adecuados en el hogar 5,73
6,67
3,02
Promover el ajuste psicosocial de los hijos/as 8,48
7,58
2,51
Promover ajuste escolar de los hijos/as 5,44
6,36
1,26
Reducir el estrés familiar 2,08
2,12
0,59
Evaluar la interveción 6,71
14,55
0,00
Concluir la intervencion 0,17
5,76
0 10 20 30

Inicial Intermedia Cierre

2.2.2.2. Relación entre los objetivos abordados y el nivel de participación de las


familias
En la Tabla 2.25 se muestran los resultados relativos a la relación entre los objetivos abordados y el
grado de participación de las familias. Los resultados obtenidos con la Prueba T-Student para muestras
independientes mostraron diferencias estadísticamente significativas en el nivel de participación de

117
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

las familias en función de si eran abordados o no durante el tratamiento los objetivos relacionados
con la promoción de relaciones familiares positivas, la reducción del estrés parental, el fortalecimiento
del desarrollo personal adulto y la promoción del ajuste psicosocial en los hijos y las hijas. En todos los
casos se observó un mayor grado de participación cuando estos objetivos fueron abordados en el
proceso de intervención, aunque las diferencias encontradas tuvieron un tamaño del efecto pequeño.

Tabla 2.25. Diferencias en el nivel de participación de las familias en función de los objetivos abordados

Sí No
n M DT n M DT t p d
Planificar intervención /
derivación 101 2.58 0.42 220 2.61 0.42 0.66 .512 -0.07
Establecer alianza terapéutica 162 2.62 0.39 159 2.57 0.43 -1.2 .230 0.12
Establecer/consensuar
condiciones de intervención 99 2.57 0.41 222 2.62 0.42 0.89 .372 -0.12
Evaluar familias y su contexto 241 2.60 0.43 80 2.62 0.39 0.39 .690 -0.05
Favorecer adherencia al
tratamiento 128 2.54 0.48 193 2.64 0.37 2.13a .034 -0.24
Promover hábitos y rutinas
adecuadas en el hogar 132 2.62 0.36 189 2.59 0.46 -0.59a .558 0.07
Promover relaciones familiares
positivas 226 2.66 0.37 95 2.46 0.49 -3.6a* < .001 0.49
Promover habilidades
parentales adecuadas 231 2.61 0.39 90 2.57 0.49 -0.67a .459 0.10
a
Reducir estrés parental 60 2.75 0.35 261 2.57 0.43 -3.46 * .001 0.43
Fortalecer el desarrollo personal
adulto 178 2.64 0.4 143 2.55 0.43 -1.94a* .054 0.22
Apoyo instrumental 162 2.65 0.39 159 2.55 0.44 -2.15 .032 0.24
Promover el ajuste psicosocial
de hijos/as 158 2.67 0.37 163 2.54 0.45 -3.04a* .003 0.32
Promover el ajuste escolar de
hijos/as 154 2.63 0.4 167 2.58 0.44 -1.03 .305 0.12
Evaluar la intervención 119 2.62 0.41 202 2.6 0.42 -0.58 .565 0.05
Concluir intervención 30 2.59 0.49 291 2.6 0.41 0.15 .880 -0.02
a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

2.2.2.3. Relación entre los objetivos abordados y la actitud de las familias


En la Tabla 2.26 se presentan los resultados relativos a la relación entre los objetivos abordados y la
actitud de las familias. Los resultados obtenidos con la Prueba T-Student para muestras
independientes arrojaron diferencias estadísticamente significativas en la actitud (óptima o negativa)
de las familias cuando la intervención contemplaba o no los siguientes objetivos: promover relaciones
familiares positivas, promover hábitos y rutinas adecuadas en el hogar, y favorecer la adherencia al
tratamiento. En los dos primeros casos, se observó una mejor actitud de la familia cuando estos
objetivos eran abordados. Mostrando una relación contraria, el objetivo de favorecer la adherencia al

118
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

tratamiento se relacionó con actitudes más negativas por parte de las familias. En todos los casos las
diferencias encontradas tuvieron un tamaño del efecto pequeño.

Tabla 2.26. Diferencias en la actitud de las familias en función de los objetivos abordados
Sí No
n M DT n M DT t p d
Planificar intervención /
derivación 101 2.78 0.38 220 2.74 0.38 -0.68 .497 0.11
Establecer alianza
terapéutica 162 2.75 0.37 159 2.75 0.4 0.01 .995 0.00
Establecer/consensuar
condiciones de intervención 99 2.70 0.44 222 2.77 0.36 1.59 .112 -0.18
Evaluar familias y su contexto 241 2.73 0.38 80 2.8 0.37 1.44 .151 -0.19
Favorecer adherencia al
tratamiento 128 2.68 0.42 193 2.8 0.34 2.63a* .009 -0.27
Promover hábitos y rutinas
adecuadas en el hogar 132 2.82 0.30 189 2.71 0.42 -2.68a* .009 0.29
Promover relaciones
familiares positivas 226 2.79 0.34 95 2.67 0.46 -2.3a* .023 0.32
Promover habilidades
parentales adecuadas 231 2.78 0.35 90 2.68 0.44 -1.8a .074 0.27
a
Reducir estrés parental 60 2.83 0.32 261 2.73 0.39 -1.87 .064 0.26
Fortalecer el desarrollo
personal adulto 178 2.78 0.34 143 2.72 0.43 -1.46a .145 0.16
a
Apoyo instrumental 162 2.80 0.35 159 2.7 0.41 -2.53 .012 0.26
Promover el ajuste
psicosocial de hijos/as 158 2.79 0.32 163 2.71 0.43 -2.23a .026 0.24
Promover el ajuste escolar de
hijos/as 154 2.77 0.37 167 2.74 0.4 -0.85 .397 0.16
Evaluar la intervención 119 2.79 0.39 202 2.73 0.4 -1.29 .200 0.15
Concluir Intervención 30 2.66 0.48 291 2.76 0.37 1.41 .261 -0.26
a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

2.2.3. Metodología usada en el proceso de intervención


En la Figura 2.14 se ofrecen los resultados relativos a las categorías globales o supracategorías
relacionadas con la metodología que los y las profesionales de los ETF aplican en el proceso de
intervención, y que se identificaron como unidades de significado en el sistema de categorías descrito
anteriormente. Como se aprecia en dicha figura, casi la totalidad de los y las profesionales
participantes en el estudio describieron en su metodología de intervención la aplicación de técnicas
para la evaluación y recogida de la información (96.30%). En segundo lugar, fue también mayoritario
el uso de técnicas enfocadas al tratamiento (66.30%) y las relacionadas con el proceso de intervención
(65%). Finalmente, con una menor frecuencia, registraron el uso de actividades que realizaban para
organizar y coordinarse con otros servicios (45.10%) y otras actuaciones (37.40%).

119
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 2.14. Metodología usada en el proceso de intervención: porcentajes

Técnicas de e alua ión y recogida de


96,30
i fo a ión

Técnicas de tratamiento 66,30

Técnicas relacionadas con el proceso


65,00
de i te e ión

Actividades de o ga iza ión y


45,10
oo di a ión

Otros 37,40

0 20 40 60 80 100

En la Figura 2.15 se presentan los resultados relativos a la metodología de intervención de


forma diferenciada para los subprogramas de riesgo y reunificación. Como se ilustra en dicha figura,
las tendencias son similares para ambos programas, aunque en general la aplicación de las técnicas
para la evaluación y recogida de la información, de las técnicas enfocadas al tratamiento y de las
relacionadas con el proceso de intervención fue más habitual en el programa de riesgo que en el de
reunificación. Únicamente las actividades de organización y coordinación con otros servicios se
observaron con mayor frecuencia en el subprograma de reunificación que en el de riesgo. El análisis
de Chi-cuadrado realizado mostró que de estas diferencias únicamente eran estadísticamente
significativas las relativas al uso de técnicas de evaluación (χ 2 = 21.07; p = .002).

Figura 2.15. Metodología usada en el proceso de intervención: contraste en función de los


subprogramas

Técnicas de e alua ión y recogida de 75,00


i fo a ión 97,40

Técnicas de tratamiento 50,00


67,80

Técnicas relacionadas con el proceso 50,00


de i te e ión 66,10

Actividades de o ga iza ión y 50,00


oo di a ión 45,40

Otros 25,00
38,80

0 20 40 60 80 100

Reunificación Riesgo

120
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.3.1. Técnicas de evaluación empleadas


En la Figura 2.16 se presentan los resultados relativos a las subcategorías relativas a las técnicas de
evaluación que usan los y las profesionales de los ETF. Como puede observarse en dicha figura, casi la
totalidad de los profesionales manifestaron aplicar como principal técnica de evaluación la entrevista
(72.70%) y, seguidamente, aunque con mucha diferencia, la observación (14.80%). Los sistemas de
evaluación que apenas aplicaban fueron, por orden descendente: los instrumentos estandarizados y
validados (3.60%), los registros (2.80%), el genograma (1.80%), y el análisis de documentos (1.10%).

Figura 2.16. Técnicas de evaluación empleadas: porcentajes

Entrevista 72,70

Observación 14,80

Instrumentos estandarizados 3,60

Sin especificar 3,30

Registros 2,80

Genograma 1,80

Análisis de documentos 1,10

0 20 40 60 80 100

2.2.3.2. Actividades de organización y coordinación con otros servicios


Respecto a las actividades encaminadas a la organización y coordinación con otros servicios, los
resultados recogidos en la Figura 2.17 muestran que la mayoría de los y las profesionales de los ETF
manifestaron utilizar la coordinación directa con otros profesionales (73.49%) y, con mucha menos
frecuencia, actividades de gestión (14.26%) y relacionadas con los procesos de derivación (12.25%).

Figura 2.17. Actividades de organización y coordinación con otros servicios: porcentajes

Coodinacion interprofesional 73,49

Gestion 14,26

Derivación 12,25

0 20 40 60 80 100

121
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.3.3. Técnicas relacionadas con el proceso de intervención


En la Figura 2.18 se presentan los resultados sobre las técnicas relacionadas con el proceso de
intervención. Como puede observarse, la mayoría de los y las profesionales de los ETF manifestaron
emplear técnicas relacionadas fundamentalmente con la alianza terapéutica (54.55%), y en menor
medida, con la promoción del cambio familiar y el seguimiento del caso (23.57%). Las técnicas usadas
para el ajuste del caso fueron las menos frecuente (14.06%).

Figura 2.18. Técnicas relacionadas con el proceso de intervención: porcentajes

Alianza terapeútica 54,55

Cambio familiar y seguimiento 23,57

Ajuste del caso 14,06

Actuaciones inespecíficas 7,81

0 20 40 60 80 100

2.2.3.4. Técnicas enfocadas al tratamiento per se


En la Figura 2.19 se presentan los resultados relativos a las técnicas de tratamiento utilizadas. Como
puede observarse, de los registros de los y las profesionales se desprende que las técnicas
mayormente aplicadas fueron las de carácter cognitivo (26.60%), las técnicas de orientación (16.09%)
y las conductuales (15.18%).

Figura 2.19. Técnicas de tratamiento: porcentajes

Cognitiva 26,60
Orientacion 16,09
Conductual 15,18
Psicoeducativa 9,96
Instrumental 7,73
Lúdica 7,24
Psicodramatica 7,03
Proyectiva 6,89
Mediación familiar 3,27

0 20 40 60 80 100

122
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.3.5. Relación entre la metodología de intervención y el nivel de participación de


las familias
En la Tabla 2.27 se muestran los resultados relativos a la relación entre la metodología de intervención
y los niveles de participación de las familias. Los resultados obtenidos con la Prueba T-Student para
muestras independientes revelaron que el grado de participación de las familias era significativamente
superior, aunque con una diferencia de tamaño del efecto pequeño, cuando los y las profesionales
aplicaban técnicas de tratamiento.

Tabla 2.27. Diferencias en el nivel de participación de las familias en función de la metodología aplicada

Sí No
n M DT n M DT t p d
Técnicas evaluación y
recogida de información 309 2.61 0.42 12 2.42 0.47 -1.55 .121 0.45
Actividades organización y
coordinación 145 2.62 0.40 176 2.59 0.43 -0.58 .560 0.07
Técnicas relacionadas con
proceso de intervención 208 2.59 0.43 113 2.6 0.41 0.09 .930 0.00
a
Técnicas de tratamiento 211 2.65 0.38 110 2.51 0.47 -2.73 * .004 0.34
Otros 120 2.66 0.40 201 2.57 0.43 -1.87 .062 0.22
a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

2.2.3.6. Relación entre la metodología de intervención y la actitud de las familias


En la Tabla 2.28 se muestran los resultados relativos a la relación entre los métodos de intervención
aplicados y la actitud de las familias. Los resultados obtenidos con la Prueba T-Student para muestras
independientes revelaron que la actitud de las familias era significativamente más positiva, aunque
con una diferencia de tamaño del efecto pequeño, cuando los y las profesionales aplicaban técnicas
de tratamiento, de forma similar a lo encontrado en relación con el nivel de participación.

Tabla 2.28. Diferencias en la actitud de las familias en función de la metodología aplicada

Sí No
n M DT n M DT t p d
Técnicas evaluación y
recogida de información 309 2.75 0.39 12 2.84 0.28 0.78 .437 -0.23
Actividades organización y
coordinación 145 2.77 0.38 176 2.74 0.38 -0.71 .477 0.08
Técnicas relacionadas con
proceso de intervención 208 2.75 0.39 113 2.76 0.37 0.35 .726 -0.03
a
Técnicas de tratamiento 211 2.79 0.35 110 2.68 0.42 -2.26 * .025 0.29
Otros 120 2.79 0.37 201 2.73 0.39 -1.26 .208 0.16
a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

123
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.4. Áreas de intervención en las que se detectan cambios positivos


En la Figura 2.29 se presentan los resultados relativos a las ́reas de intervencín en las que se
detectan cambios positivos, según las unidades de significado recogidas en el sistema de categorías
descrito anteriormente. Como puede observarse, las áreas de intervención en las que los y las
profesiones percibieron más cambios positivos fueron, por orden descendente: el establecimiento de
relaciones familiares saludables, el ajuste personal del adulto, el ajuste psicosocial de los hijos/as, el
ajuste escolar de los hijos/as, la adherencia al tratamiento, la toma de conciencia del problema, la
mejora de la alianza terapéutica con la familia, y la mejora de las estrategias educativas parentales.

En un siguiente nivel (con porcentajes inferiores al 30%) las y los profesionales señalaron: el
establecimiento de hábitos y rutinas adecuadas en el hogar y el cumplimiento de compromisos.
Finalmente, las áreas en las que se percibieron menos cambios fueron las relacionadas con la
reducción del estrés familiar y con la mejora de la percepción de cambio por parte de la familia.

Figura 2.29. Áreas de Intervención con cambios positivos: porcentajes

Relaciones familiares saludables 61,30

Ajuste personal adulto 56,70

Ajuste psicosocial de los hijos/as 47,50

Ajuste escolar de los hijos/as 40,50

Adherencia al tratamiento 37,70

Toma de conciencia del problema 35,30

Alianza te apéutica con la familia 31,90

Estrategias educativas parentales 30,40

Desarrollo de hábitos y rutinas… 21,20

Cumplimiento de compromisos 20,60

Apoyo social 13,80

Est és familiar 10,40

Pe ep ión de cambio 8,90

0 20 40 60 80 100

Los resultados relativos a las ́reas de intervencín en las que se detectan cambios positivos
de forma diferenciada para los dos subprogramas se presentan en la Figura 2.21. Como se observa
en dicha figura, existen algunas diferencias entre ambos subprogramas. Por un lado, los y las
profesionales percibieron más cambios positivos en las estrategias educativas parentales, en el
cumplimiento de objetivos, en el ajuste escolar y psicosocial de hijos e hijas en el subprograma de
riesgo que en el de reunificación. Por otro lado, los y las profesionales percibieron más mejoras en el

124
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

subprograma de reunificación que en el de riesgo en las áreas de ajuste personal adulto,


establecimiento de hábitos y rutinas en el hogar y toma de conciencia del problema. No obstante,
ninguna de estas diferencias entre subprogramas resultaron ser estadísticamente significativas en el
análisis de Chi-cuadrado realizado.

Figura 2.21. Áreas de intervención con cambios positivos: contraste en función de los subprogramas

75,00
Ajuste personal adulto
55,90

68,80
Relaciones familiares saludables
61,50

43,80
Toma de conciencia del problema
34,90

37,50
Adherencia al tratamiento
37,50

Desarrollo de hábitos y rutinas 37,50


adecuados en el hogar 20,40

37,50
Ajuste psicosocial de los hijos/as
47,40

25,00
Alianza te apéutica con la familia
32,90

25,00
Ajuste escolar de los hijos/as
41,40

18,80
Apoyo social
13,80

12,50
Estrategias educativas parentales
31,60

6,30
Cumplimiento de compromisos
21,10

0,00
Pe ep ión de cambio
8,90

0,00
Est és familiar
10,50

0 20 40 60 80 100

Reunificación Riesgo

125
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.4.1. Relación entre las áreas de intervención con mejoras y el nivel de


participación de las familias
En la Tabla 2.30 se muestran los resultados relativos a la relación entre las áreas de intervención en
las que se perciben cambios positivos y los niveles de participación de las familias. Los resultados
obtenidos con la Prueba T-Student para muestras independientes revelaron que la participación de
las familias fue significativamente mayor en los casos en los que se detectaron cambios positivos en
las áreas relacionadas con el ajuste personal del adulto, el ajuste psicosocial y escolar de los/as
hijos/as, las relaciones familiares saludables y el estrés parental. Las diferencias encontradas tuvieron
un tamaño del efecto pequeño en el caso del ajuste personal del adulto y el ajuste psicosocial y escolar
de los/as hijos/as, y un tamaño del efecto moderado en el caso de las relaciones familiares saludables
y el estrés parental.

Tabla 2.30. Diferencias en las áreas de intervención en las que se perciben mejoras en función del nivel
de participación

Sí No
n M DT n M DT t p d
a
Ajuste personal adulto 182 2.67 .38 139 2.51 0.45 -3.58 * < .001 0.39
Ajuste psicosocial de los
hijos/as 152 2.67 .38 169 2.54 0.45 -2.91* .004 0.31
Ajuste escolar de los
hijos/as 130 2.66 .39 190 2.56 0.44 -1.98* .049 0.24
Estrategias educativas
parentales 97 2.58 .38 224 2.61 0.43 0.59 .554 -0.07
Cumplimiento de
compromisos 67 2.63 .35 254 2.59 0.44 -0.75a .454 0.09
Toma de conciencia del
problema 113 2.65 .34 208 2.57 0.46 -1.78a .077 0.19
Relaciones familiares
saludables 197 2.68 .36 124 2.48 0.48 -3.97a* < .001 0.49
Desarrollo de hábitos y
rutinas adecuados en el
hogar 69 2.59 0.41 252 2.60 0.42 0.15 .880 -0.03
Estrés familiar 34 2.81 0.29 287 2.58 0.42 -4.11a* < .001 0.56
Alianza terapéutica con la
familia 101 2.6 0.38 220 2.6 0.44 0.03a .997 0.00
Apoyo social 45 2.67 0.45 276 2.59 0.41 -1.21 .227 0.19
Adherencia al tratamiento 122 2.61 0.39 199 2.6 0.43 -0.25 .800 0.02
Percepción de cambio 29 2.69 0.35 292 2.6 0.42 -1.25 .211 0.22
a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

126
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2.2.4.2. Relación entre las áreas de intervención con mejoras y la actitud de las
familias
En la Tabla 2.31 se muestran los resultados relativos a la relación entre las áreas de intervención en
las que se detectan los cambios positivos y la actitud de las familias. Los resultados obtenidos con la
Prueba T-Student para muestras independientes revelaron que la actitud de las familias fue
significativamente más positiva en los casos en los que se detectaron cambios positivos en las áreas
relacionadas con el ajuste personal del adulto, el ajuste psicosocial de los/as hijos/as, el estrés
parental, la percepción del cambio y las relaciones familiares saludables. Las diferencias encontradas
tuvieron un tamaño del efecto pequeño en todos los casos excepto en el área de relaciones familiares
saludables, en la que la diferencia mostró un tamaño del efecto moderado.

Tabla 2.31. Diferencias en las áreas de intervención en las que se perciben mejoras en función de la
actitud de las familias

Sí No
n M DT n M DT t p d
Ajuste personal adulto 182 2.82 0.32 139 2.66 0.44 -3.46a* .001 0.43
Ajuste psicosocial de los
hijos/as 152 2.83 0.31 169 2.68 0.43 -3.79a* < .001 0.40
Ajuste escolar de los hijos/as 130 2.80 0.38 190 2.72 0.38 -1.78 .077 0.21
Estrategias educativas
parentales 97 2.76 0.32 224 2.75 0.41 -0.27 .791 0.03
Cumplimiento de
compromisos 67 2.76 0.30 254 2.75 0.40 -0.20 .842 0.03
Toma de conciencia del
problema 113 2.78 0.28 208 2.73 0.43 -1.22a .222 0.13
Relaciones familiares
saludables 197 2.82 0.31 124 2.64 0.26 -3.85a* < .001 0.62
Desarrollo de hábitos y
rutinas adecuadas en el hogar 69 2.78 0.43 252 2.74 0.37 -0.68 .449 0.10
Estrés familiar 34 2.88 0.22 287 2.74 0.39 -3.29a* .002 0.37
Alianza terapéutica con la
familia 101 2.76 0.35 220 2.75 0.40 -0.38 .702 0.03
Apoyo social 45 2.74 0.48 276 2.75 0.37 0.16 .874 -0.16
Adherencia al tratamiento 122 2.74 0.37 199 2.76 0.39 0.58 .556 -0.05
a
Percepción de cambio 29 2.87 0.21 292 2.74 0.39 -2.79 * .007 0.34
a
Prueba Leven inferior a .05, no se han asumido varianzas iguales; * p < .05

2.3. Expectativas y valoración de las y los profesionales sobre el desarrollo de la


intervención
En este apartado de presentan los resultados relativos a las expectativas de las y los profesionales
sobre los logros que podían alcanzar, así como su valoración sobre diferentes aspectos relacionados
con la aplicación del programa con las familias participantes en la investigación. En concreto, se

127
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

ofrecen los resultados relativos a las expectativas de éxito, la valoración sobre el proceso de
derivación, sobre la adecuación del perfil de las familias participantes, sobre la conciencia del
problema que presentan las familias y sobre su motivación para el cambio. Estos datos se presentan
en primer lugar para la totalidad de la muestra de familias participantes y, posteriormente,
diferenciados por subprogramas.
En la Figura 2.22 se presentan los resultados relativos a las expectativas de éxito sobre la
aplicación del programa con las familias participantes en el estudio. Tal y como puede observarse en
dicha figura, los y las profesionales mantuvieron expectativas positivas en la mayoría de los casos. No
obstante, en casi un cuarto de las familias estudiadas, los y las profesionales tenían expectativas muy
bajas o bastante bajas respecto a los logros de la intervención.

Figura 2.22. Expectativas respecto a los logros en la aplicación del programa: porcentajes

4,80% 2,00%
2,80%

23,28%

67,13%

Muy bajas Bastante bajas Bastante altas Muy altas NS/NC

En relación con el proceso de derivación, tal y como se recoge en la Figura 2.23, las y los
profesionales lo valoraron como bastante o muy adecuado en la mayoría de los casos (porcentaje
acumulado alrededor del 80%).

Figura 2.23. Valoración del proceso de derivación: porcentajes

4,60% 2,60%
12,50%
24,80%

55,60%

Nada adecuado Poco adecuado Bastante adecuado Muy adecuado NS/NC

128
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Figura 2.24 se presentan los resultados relativos a la adecuación del perfil de las familias
para la finalidad del programa. Como puede observarse en dicha figura, los y las profesionales
valoraron mayoritariamente el perfil de las familias participantes en el programa como bastante o
muy adecuados para la intervención que desarrollan los ETF. Así, solo en un 9% de los casos que han
formado parte de la investigación los y las profesionales han valorado como poco adecuado el perfil
familiar para los objetivos del programa.

Figura 2.24. Adecuación del perfil de las familias para la finalidad del programa: porcentajes

5,00% 0,40%

8,99%

31,87%

53,75%

Nada Poco Bastante Mucho NS/NC

En relación con la conciencia del problema de las familias participantes en la investigación,


como se recoge en la Figura 2.25, los y las profesionales de los ETF consideraron que la mayoría de las
familias eran bastante conscientes de sus dificultades, aunque aproximadamente un tercio de las
mismas eran poco o nada conscientes de los problemas que motivaban su intervención.

Figura 2.25. Consciencia del problema que motiva la intervención: porcentajes

4,80% 5,09%

13,79%
26,97%

49,35%

Nada consciente Poco consciente Bastante consciente Muy consciente NS/NC

129
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En relación con los resultados relativos a la motivación para el cambio, recogidos en la Figura
2.26, los y las profesionales consideraron que la mayor parte de las familias que habían participado en
el programa se encontraban bastante o muy motivadas para el cambio.

Figura 2.26. Motivación para el cambio: porcentajes

5,29% 2,60%

10,49%
26,97%

54,65%

Nada motivada Poco motivada Bastante motivada Muy motivada NS/NC

En la Tabla 2.32 se presentan los resultados relativos a las expectativas de los y las
profesionales en función de los subprogramas. Como queda recogido en dicha tabla, se encontraron
diferencias significativas entre subprogramas en relación con las expectativas de las y los
p ofesio ales. E o eto, las e pe tati as u ajas so e el é ito del p og a a fue o u ho
más frecuentes en el subprograma de reunificación que en el de riesgo.

Tabla 2.32. Expectativas por de los y las profesionales: estadísticos descriptivos y contraste en función
del subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
M. Bajas B. Bajas B. Altas M. Altas M. Bajas B. Bajas B. Altas M. Altas
Expectativas en 5 109 333 15 6 16 28 0 29.6 < .001 .24
aplicación del (rz = 5.1) (rz = 1.3) (rz = 2.4) (rz = 1.3) (rz = 5.1) (rz = 1.3) (rz = -2.4) (rz = 1.3) 2
programa

Finalmente, en la Tabla 2.33 se muestra la valoración de las y los profesionales de los distintos
aspectos analizados, incluyendo el análisis comparativo entre ambos subprogramas. Los resultados
obtenidos han mostrado diferencias significativas en la motivación de las familias para el cambio; en
concreto, en el subprograma de reunificación se observó una mayor proporción de familias con escasa
motivación por el cambio.

130
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 2.33. Valoración de las y los profesionales: estadísticos descriptivos y contraste en función del
subprograma
Riesgo Reunificación χ² p V
Nada Poco Bastante Mucho Nada Poco Bastante Mucho
Proceso de 13 64 267 118 1 4 30 16
1.98 .583 .06
derivación (rz = 0.4) (rz = 1.2) (rz = -0.1) (rz = -0.9) (rz = -0.4) (rz = -1.2) (rz = 0.1) (rz = 0.9)
Adecuación de
2 42 264 152 0 7 23 21
perfil familiar 3.36 .342 .34
(rz = 0.5) (rz = -1.1) (rz = 1.7) (rz = -1.2) (rz = -0.5) (rz = 1.1) (rz = -1.7) (rz = 1.2)
adecuado
Consciencia del 23 133 241 64 5 12 28 6
2.62 .462 .46
problema (rz = -1.4) (rz = 0.8) (rz = -0.4) (rz = 0.4) (rz = 1.4) (rz = -0.8) (rz = 0.4) (rz = -0.4)
Motivación 9 130 269 50 5 14 26 6
10.77 .012 .15
para el cambio (rz = -3.2) (rz = 0.1) (rz = 1.1) (rz = -0.2) (rz = 3.2) (rz = -0.1) (rz = -1.1) (rz = 0.2)

3. Evaluación de la efectividad
A continuación, se presentan los resultados de los análisis de efectividad realizados para conocer el
impacto del Programa de Tratamiento Familiar en las familias participantes. En primer lugar, se
presentan los resultados relacionados con el impacto en las familias participantes en el subprograma
de riesgo y, en segundo lugar, los relativos al subprograma de reunificación.

3.1. Análisis de efectividad. Subprograma de riesgo


En este apartado se presentan los resultados sobre la efectividad de la intervención que se desarrolla
desde el subprograma de riesgo del Programa de Tratamiento Familiar de Andalucía. Estos análisis se
han realizado con los y las participantes de los que se disponía de datos sobre las mismas dimensiones
en los dos momentos del estudio, al inicio y al final de la intervención.
En un primer bloque de resultados, se presenta la comparación de algunas dimensiones
evaluadas por los y las profesionales en los dos momentos (calidad del contexto familiar, gravedad del
riesgo), así como su valoración final de los casos, seguida de la comparación de otras dimensiones
cuyos informantes son las propias figuras parentales (prácticas educativas y satisfacción con el
programa). En este bloque, los resultados se refieren a dimensiones evaluadas exclusivamente en el
grupo de familias que ha recibido la intervención por parte de los ETF.
A continuación, en un segundo bloque, se presentan los resultados de las comparaciones
realizadas entre el grupo de intervención (GI; n = 371 figuras parentales, 540 niños, niñas o
adolescentes) y el grupo de comparación (GC; n = 95 figuras parentales, 138 niños, niñas o
adolescentes). En un primer momento, se realizan análisis preliminares sobre las características
sociodemográficas y de riesgo en ambos grupos, para comprobar así su comparabilidad. Y,
seguidamente, se analizan las dimensiones evaluadas tanto en GC como en GI, comparando la
evolución que ambos grupos presentan entre los dos momentos de evaluación: la evaluación inicial
(denominada también como tiempo 1 (T1) o pretest) y la evaluación final (como tiempo 2 (T2) o
postest).
Para finalizar, en un tercer bloque, se presentan los resultados relativos al cálculo de la
magnitud de mejora encontrada tras la intervención. En un primer momento, se presentan los
resultados de la comparación de las magnitudes encontradas en las familias del grupo de intervención

131
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

y del de comparación, para seguidamente examinar qué conjunto de variables predice la magnitud de
cambio ajustada en las familias participantes en el subprograma de riesgo.

3.1.1. Cambio en las dimensiones evaluadas por los y las profesionales


En este apartado se presentan en primer lugar las diferencias encontradas en la calidad del contexto
familiar entre los momentos de evaluación inicial y final, para posteriormente analizar los cambios
encontrados en la valoración de riesgo y desprotección de los niños, niñas y adolescentes de las
familias participantes en el estudio.

3.1.1.1. Calidad del contexto familiar


En la Tabla 3.1 se presentan las puntuaciones relativas a los diferentes dominios de la dimensión de
calidad del contexto familiar, informada por los y las profesionales, de forma diferenciada para los
dos momentos de la evaluación. El análisis comparativo mostró diferencias significativas entre la
evaluación realizada al inicio y al final de la intervención en todas las dimensiones analizadas. En todos
los casos, las familias presentaron valores más positivos tras la intervención. Teniendo en cuenta el
tamaño del efecto, las mayores mejoras se dieron en las competencias parentales, seguido de las
interacciones familiares, seguridad familiar, el entorno familiar y el bienestar infantil.

Tabla 3.1. Efectividad de la intervención en calidad del hogar: estadísticos descriptivos y contraste

p 2
Pretest Postest
F p
M (DT) M (DT)
Entorno 0.58 (0.93) 0.84 (0.83) 25.73 < .001 .09
Competencias parentales 0.03 (0.89) 0.46 (0.90) 55.23 < .001 .19
Interacciones familiares -0.21 (1.18) 0.26 (1.14) 36.76 < .001 .13
Seguridad familiar 0.30 (1.06) 0.69 (0.90) 29.33 < .001 .11
Bienestar infantil hijo/a 1 0.18 (1.29) 0.44 (1.11) 10.71 .001 .04
Bienestar infantil hijo/a 2 0.48 (1.14) 0.69 (0.95) 4.43 .037 .04

Como se muestra en la Figura 3.1, tras la intervención, las puntuaciones medias de todas las
dimensiones evaluadas presentaron un cambio positivo. Además, como puede observarse en la figura,
los valores medios del postest son superiores a cero, indicando una valoración positiva de dichas
dimensiones por parte de los y las profesionales.

132
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.1. Efectividad de la intervención en la calidad del entorno familiar: medias

1
0,75
0,5
0,25
0
Pretest Postest
-0,25
-0,5
-0,75
-1

Entorno Competencias Parentales Interacciones Familiares


Seguridad Familiar Bienestar Infantil 1 Bienestar Infantil 2

3.1.1.2. Gravedad de las situaciones de riesgo y desprotección


En un total de 99 casos del subprograma de riesgo, los y las profesionales cumplimentaron al
instrumento Valórame al inicio y al final de la intervención con las familias. En un primer bloque, se
presentan los resultados referidos a la existencia o no de cada tipología de maltrato antes y después
de la intervención. Para los análisis, se han considerado como existencia de maltrato aquellas
valoraciones por parte de los y las profesionales que indicaban riesgo, desprotección moderada o
desprotección grave. Se ha denominado como no existencia los casos en que los y las profesionales
indicaban expresamente que no se dio ese tipo de maltrato, excluyéndose los casos en que los y las
profesionales han indicado que desconocían esta información, o cuando indicaron sospecha. Además,
se ha analizado la efectividad del programa solo para las tipologías de maltrato que se presentaban en
el pretest en una proporción considerable (al menos en un 20% de los casos).
En la Tabla 3.2 se muestra el número de participantes en el pretest diferenciando entre
aquellos para los que se señaló la existencia o no de cada tipología de maltrato, y mostrando cual fue
su valoración en el postest. La comparación entre el pretest y postest en la existencia de cada tipo
de maltrato en las familias participantes permite analizar si el cambio tras la intervención fue
significativo o no. Los análisis realizados con el test de Mcnemar han indicado que el cambio entre los
dos momentos de la evaluación fue significativo respecto a la presencia de valoración de maltrato
físico, maltrato emocional, negligencia respecto a las necesidades formativas y dificultades para poner
normas, límites y transmisión de valores. No se encontraron cambios entre pretest-postest al evaluar
la existencia o no de casos de negligencia en relación a las necesidades psíquicas, a la supervisión, ni
en la incapacidad parental para controlar la conducta de sus hijos. En todos los casos, las diferencias
indicaban una disminución en la presencia de estas tipologías de maltrato tras la intervención. En la
siguiente tabla se presentan los descriptivos y estadísticos de los contrastes realizados.

133
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 3.2. Efectividad de la intervención en la valoración del riesgo: estadísticos descriptivos y


contraste
Postest
Existe No existe
χ2McNemar p
n n
Existe 6 12
Maltrato físico Pretest 5.78 .013
No existe 2 67
Existe 36 16
Maltrato emocional Pretest 3.68 .052
No existe 6 27
Existe 22 12
Negligencia necesidades formativas Pretest 5.78 .013
No existe 2 55
Existe 12 6
Negligencia necesidades psíquicas Pretest 2.28 .125
No existe 1 43
Existe 18 6
Negligencia supervisión Pretest 0.10 .754
No existe 4 56
Existe 27 15
Normas, límites y valores Pretest 8.47 .002
No existe 2 25
Existe 25 6
Incapacidad parental control Pretest 0.10 .754
No existe 4 47
Existe 77 20
Valoración global del riesgo Pretest 18.05 < .001
No existe 0 2

En la Figura 3.2. se representan los porcentajes de cada tipo de maltrato antes y después de
la intervención para aquellas dimensiones en las que el análisis anterior había mostrado que el cambio
ha sido significativo. Como se muestra en la figura, cuando se comparan los dos momentos de la
evaluación, la presencia de maltrato físico ha sido valorada en el postest en una proporción inferior a
la inicial y existen cambios significativos entre el pretest y el postest en función de la valoración inicial
(p = .013). En concreto, la presencia de maltrato físico disminuyó de un 20.69% a un 9.20% tras la
intervención. Respecto a la valoración de maltrato emocional, también se observó una disminución
en el número de casos en los que se valoró su existencia tras la intervención, pasando de un 61.18% a
un 49.41%. En esta comparación, sin embargo, el cambio solo rozó la significatividad a nivel estadístico
(p = .052). Sí se redujo de manera claramente significativa entre los dos momentos de la evaluación la
presencia de negligencia respecto a las necesidades formativas, pasando su prevalencia de un 37.37%
a un 26.36% (p = .013,) y la presencia de negligencia para poner normas, límites y transmisión de
valores, que se redujo del 60.87% al 42.03% (p = .002). Aunque se observó cierta disminución, no se
encontraron cambios significativos entre pretest-postest al evaluar la existencia o no de casos de
negligencia en relación a las necesidades psíquicas (p = .125), a la supervisión (p = .754), ni en la
incapacidad parental para controlar la conducta de sus hijos (p = .754).

134
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.2. Efectividad de la intervención respecto a la presencia de maltrato: porcentajes

20,69
Maltrato físico
9,20

61,18
Maltrato emocional
49,41

60,87%
Neg. Normas, valores
42,03%

37,37
Neg. Formativas
26,36

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Pretest Postest

Finalmente, como parte del instrumento Valórame, los y las profesionales realizaron una
valoración global del nivel de gravedad del riesgo de estas familias, al inicio y al final de la
intervención. En relación con esta dimensión, se observó un cambio significativo entre los dos
momentos (p < .001). Al inicio de la intervención, en todos los casos se había valorado la existencia de
riesgo o desprotección; sin embargo, en el postest, la presencia de riesgo/desprotección se había
disminuido al 77.78% de los casos. Del total de familias evaluadas, 20 recibieron en el pretest la
valoración de riesgo/desprotección (ya fuera moderado o grave) y en el postest fueron valoradas sin
riesgo/desprotección. En el resto de las familias la presencia de algún nivel de riesgo o desprotección
seguía existiendo tras la intervención.
El instrumento utilizado para esta valoración permite identificar distintos niveles de gravedad,
que de menor a mayor serían: riesgo, desprotección moderada y desprotección grave. En la Figura 3.3
se muestra la distribución en el pretest y en el postest de la valoración del nivel de gravedad realizada
por los y las profesionales. Como ya se ha indicado, mientras que al inicio de la intervención todas las
familias fueron valoradas como con algún nivel de riesgo, tras la intervención esta valoración de riesgo
o desprotección había desaparecido en el 20.60% de los casos. En la figura se muestra claramente
como han disminuido los casos de mayor gravedad: la desprotección grave ha pasado de un 21.60% a
un 8.20%. También la proporción de casos de desprotección moderada ha disminuido, pasando de un
61.18% en el pretest a un 32.24% en el postest.

135
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.3. Valoración global del nivel de gravedad en el pretest y en el postest

0,00
No riesgo
20,60

18,60
Riesgo
38,10

61,18
Desprotección moderada
32,24

21,60
Desprotección grave
8,20

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Pretest Postest

3.1.1.3. Valoración final de los y las profesionales


Los y las profesionales también informaron sobre su valoración acerca de la efectividad del programa
una vez terminada la intervención con cada familia. En primer lugar, valoraron si consideraban que el
programa había sido útil para la familia. En un rango de respuestas que oscilaba entre 0 = nada y 10 =
mucho, la puntuación media obtenida fue de 7.19 (DT = 1.86). En segundo lugar, los y las profesionales
valoraron también la evolución de la familia respecto a las dificultades que presentaban al inicio de la
intervención. Como se muestra en la Figura 3.4, los y las profesionales identificaron una mejoría en
buena parte de las familias participantes en el programa. En algo menos del 15.00% de las familias no
se observaron mejoras tras la intervención.

136
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.4. Valoración profesional de la evolución en las familias participantes

2,40%
12,38% 25,75%

59,48%

Ha mejorado mucho Ha mejorado Sigue igual Tiene más dificultades

Por último, los y las profesionales indicaron que, tras la intervención, un 41.99% de las familias
participantes fueron derivadas o continuaron recibiendo atención en otros servicios. El 58.01%
restante no estaban siendo atendidas por otros servicios tras la finalización de la intervención de los
ETF.

3.1.2. Cambio en las dimensiones autoinformadas por las familias del grupo de
intervención
3.1.2.1. Prácticas educativas parentales
En la Tabla 3.3. se presentan los estadísticos descriptivos (evaluación inicial y final) y de contraste de
tres dimensiones de prácticas educativas parentales, a partir de la información proporcionada por las
familias. Como se muestra en la tabla, se observó una mejora estadísticamente significativa en las
dimensiones de permisividad e intrusismo, con un tamaño del efecto pequeño. El grado de
participación democrática en estas familias no se vio modificado significativamente tras la
intervención.

Tabla 3.3. Efectividad de la intervención en las prácticas educativas parentales: estadísticos


descriptivos y de contraste

p 2
Pretest Postest
F p
M (DT) M (DT)
Participación democrática 3.85 (0.81) 3.88 (0.74) 0.35 .549 .00
Permisividad 2.30 (0.79) 2.16 (0.74) 17.25 < .001 .03
Intrusismo 2.13 (0.51) 2.05 (0.50) 8.92 .003 .02

En la Figura 3.5 se ofrece una representación gráfica de las dimensiones que experimentaron
un cambio significativo entre el pretest y el postest. Se produjo una disminución significativa de las

137
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

puntuaciones medias en la permisividad y en el intrusismo por parte de las figuras parentales que
recibieron la intervención.

Figura 3.5. Efectividad de la intervención en las prácticas educativas parentales

2,50

2,30

2,10

1,90

1,70

1,50
Pretest Postest

Permisividad Intrusismo

3.1.2.2. Satisfacción de las figuras parentales con el programa


En la Figura 3.6 se muestran los datos sobre la satisfacción de las figuras parentales con el programa
y sus distintos componentes. En una escala de 1 a 4 en orden ascendente, la media de satisfacción con
el programa fue de 3.16 (DT = 0.82). Esta puntuación indica que la valoración media que los y las
participantes han hecho del programa fue bastante positiva.
Las siguientes figuras muestran en mayor detalle la satisfacción de los y las participantes con
distintos aspectos del programa. La ayuda recibida fue valorada positivamente por gran parte de los
participantes. Se observa un elevado porcentaje de participantes que indicó que la participación en el
programa le resultó útil para mejorar y solucionar sus problemas de manera más eficaz. Destaca
positivamente que las figuras parentales señalaran que recomendarían el programa a personas en su
misma situación y que participarían de nuevo si lo requiriesen. La valoración más baja se observó en
relación a la satisfacción de las necesidades por parte del programa; aspecto en el que algo menos del
38.00% de las familias manifestaron que el programa no les había ayudado mucho. En conjunto, la
satisfacción general con el programa fue muy alta.

138
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.6. Satisfacción de las figuras parentales con el programa

Calidad del programa Ayuda proporcionada

11,00%
8,54%
11,02%
14,60% 34,70%
44,35%

36,09%
39,70%

Excelente Buena Regular Pobre Mucha Bastante Poca Ninguna

Satisfacción de las necesidades Recomendación del programa

10,50% 9,39%
5,49%
25,60%

27,30% 17,38%

67,73%
36,60%

Sí, todas Sí, bastantes Solo algunas Ninguna Sí, totalmente Creo que sí No creo No, en absoluto

Participación futura Utilidad de la ayuda para la resolución de


problemas
5,21%
9,39%
8,51%
6,59%

17,38%
28,93%
57,36%
66,63%

Sí, totalmente Creo que sí No creo No Ayuda mucho Ayuda algo No ayuda Empeora

Satisfacción con la ayuda Satisfacción general

7,41% 8,80%

13,51% 10,50%
36,94% 36,90%

42,14% 43,80%

Mucho Bastante Poco Nada Mucho Bastante Poco Nada

139
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

3.1.3. Análisis de la efectividad. Grupo de intervención vs Grupo de comparación


A continuación, se presentan los datos referidos a las diferencias encontradas entre pretest-postest
en la comparabilidad entre las familias del GI y GC. En primer lugar, se presenta la comparabilidad de
ambos grupos de acuerdo con las características sociodemográficas y de riesgo de las familias
participantes, para posteriormente analizar si las tendencias de cambio entre pretest-potest en las
dimensiones relativas a las figuras parentales, a la dinámica familiar y a los niños, niñas y adolescentes
eran diferentes entre en GI y GC.

3.1.3.1. Análisis de la comparabilidad de los grupos


Se han realizado análisis preliminares respecto a las características sociodemográficas y de riesgo de
los y las participantes de los dos grupos cuyas pendientes de cambio entre la evaluación en T1 y T2 van
a ser comparadas (GI y GC). En el caso de la información relativa a los niños, niñas y adolescentes, la n
máxima para estas comparaciones es de 540 para el GI y 138 para el GC, y para datos sobre las figuras
parentales la n máxima es de 371 para el GI, y 95 para el GC.
En la Tabla 3.4 se presentan los datos descriptivos y de contraste sobre la información de los
niños, niñas y adolescentes de ambos grupos. El GC presenta un perfil muy parecido al del GI. En
concreto, en cuanto a las características de niños, niñas y adolescentes, las muestras del GI y del GC
se encontraban distribuidas de manera similar en cuanto al sexo (niños o niñas), y a la edad de los y
las participantes. El nivel de riesgo presentado por niños, niñas y adolescentes, según la información
aportada por los y las profesionales, no presentó diferencias significativas entre los dos grupos.

Tabla 3.4. Características sociodemográficas de los niños, niñas y adolescentes participantes del grupo
de comparación y del grupo de comparación: estadísticos descriptivos y de contraste
GC GI
n (%) n (%) Diferencias p Φ/d
M (DT) M (DT)
Sexo
Niño 76 (54.68%) 270 (49.36%)
χ2 (1) = 1.05 .306 -.04
Niña 63 (45.32%) 277 (50.64%)
Edad del hijo/a 10.78 (3.85) 10.15 (3.98) t (684) = 1.68 .094 0.16
Nivel de riesgo hijo/a 1 1.51 (1.55) 1.66 (1.44) t (363) = -0.81 .420 0.10
Nivel de riesgo hijo/a 2 1.06 (1.42) 0.97 (1.07) t (224) = 0.51 .437 0.07

En cuanto a las características del tutor o tutora principal, ambos grupos mostraron un perfil
parecido. El GC y el GI presentaron una distribución similar respecto al sexo, predominando las mujeres
en ambos casos. También reflejaron distribuciones similares respecto al vínculo de este tutor o tutora
con los niños, niñas y adolescentes de la familia, siendo predominantemente en ambos grupos los
progenitores y las progenitoras. De manera muy excepcional, tanto en el GC como en el GI, los tutores
o tutoras principales eran los abuelos o abuelas y los tíos o las tías. Tampoco hubo diferencias entre
los grupos respecto al origen del tutor o la tutora principal (español/a o extranjero/a), así como a la
situación profesional o la edad. El nivel de riesgo presentado por los tutores o las tutoras principales,

140
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

según la información aportada por los y las profesionales, tampoco mostró diferencias significativas
entre los dos grupos. Las únicas diferencias significativas entre ellos se refieren al nivel educativo de
sus componentes. Como se muestra en la Tabla 3.5, el GC tiene mayor proporción de personas con
nivel educativo de enseñanzas secundarias que el GI, así como menor proporción de personas con nivel
educativo bajo que el GI.

Tabla 3.5. Características sociodemográficas del tutor o la tutora principal del grupo de comparación
y del grupo de comparación: estadísticos descriptivos y de contraste
GC GI
M (DT) M (DT) Diferencias p
Φ/V/d
n (%) n (%)
Sexo
Mujer 69 (87.36%) 245 (82.49%)
χ2 (1) = 0.74 .389 -.05
Hombre 10 (12.66%) 52 (17.51%)
Edad 39.37 (8.91) 39.16 (9.32) t (365) = 0.18 .857 0.02
Nivel de riesgo 6.20 (2.84) 6.08 (3.39) t (366) = 0.28 .773 0.03
Vínculo
Progenitor/a 75 (94.94%) 286 (96.30%)
Tío/a 0 (0%) 2 (0.67%)
χ2 (3) = 4.32 .229 .10
Abuelo/a 2 (2.53%) 8 (2.69%)
Otro 2 (2.53%) 1 (0.34%)
Origen
Extranjero/a 8 (10.13%) 54 (18.18%)
χ2 (1) = 2.38 .229 -.08
Español/a 71 (89.87%) 243 (81.82%)
Situación profesional
Jubilación/Labores del
15 (19.48%) 61 (20.61%)
hogar
χ2 (2) = 0.24 .888 .02
Desempleado/a 30 (38.96%) 121 (40.88%)
Activo/a 32 (41.56%) 114 (38.51%)
Nivel de estudios
Sin estudios 6 (7.69%) 37 (12.85%)
Estudios primarios 34 (43.59%) 170 (59.03%)
χ2 (3) = 16.34 .001 .21
Estudios secundarios 33 (42.31%) 58 (20.14%)
Estudios universitarios 5 (6.41%) 23 (7.98%)

En la Tabla 3.6 se presentan los estadísticos descriptivos y de contraste entre las variables
sociodemográficas de las tutoras o tutores secundarios del GI y del GC. Según la información
analizada, las características de las tutoras o tutores secundarios también presentan un perfil similar
en GC y en GI. No existen diferencias significativas en la edad media entre ambos grupos, ni tampoco
en la distribución por sexo, o vinculación con los niños, niñas o adolescentes del estudio. En ambos
grupos estos tutores eran mayoritariamente varones y figuras parentales. También presentaban un
perfil similar en cuanto a la ocupación laboral y origen, así como al nivel de riesgo. De nuevo, las
diferencias encontradas se referían únicamente al nivel de estudios. En el GC había una mayor
proporción de tutores y tutoras con estudios secundarios que en el GI, cuyo nivel de estudios se
encontraba más repartido entre las distintas categorías.

141
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 3.6. Características sociodemográficas de las tutoras o tutores secundarios del grupo de
comparación y del grupo de comparación: estadísticos descriptivos y de contraste
GC GI
M (DT) M (DT) Diferencias p Φ/V/d
n (%) n (%)
Sexo
Mujer 4 (30.77%) 23 (31.51%)
χ2 (1) = 0.00 1 -.00
Hombre 9 (69.23%) 50 (68.49%)
Edad 46.10 (6.08) 42.13 (10.16) t (78) = 0.12 .233 0.47
Nivel de riesgo 3.45 (3.27) 4.24 (3.75) t (255) = 1.37 .183 0.22
Vínculo
Progenitor/a 11 (84.62%) 67 (93.05%)
Tío/a 0 (0%) 1 (1.39%)
χ2 (3) = 1.77 .621 .14
Abuelo/a 1 (7.69%) 2 (2.78%)
Otro 1 (7.69%) 2 (2.78%)
Origen
Extranjero/a 1 (7.69%) 8 (11.11%)
χ2 (1) = 0.00 1 -.04
Español/a 12 (92.31%) 64 (88.89%)
Situación profesional
Jubilación/Labores del hogar 2 (18.18%) 14 (19.45%)
Desempleado/a 2 (18.18%) 15 (20.83%) χ2 (2) = 0.06 .968 .03
Activo/a 7 (63.64%) 43 (59.72%)
Nivel de estudios
Sin estudios 3 (9.38%) 27 (14.92%)
Estudios primaries 15 (46.87%) 101 (55.80%)
χ2 (3) = 8.32 .040 .19
Estudios secundarios 14 (43.75%) 40 (22.10%)
Estudios universitarios 0 (0%) 13 (7.18%)

El último análisis preliminar comparativo entre los dos grupos se presenta en la tabla 3.7, en
la que se muestran las características de la estructura familiar de los y las participantes del GC y del
GI. El análisis comparativo entre grupos mostró que la distribución de familias monoparentales y
biparentales era similar en ambos. Sin embargo, la proporción de familias reconstituidas en el GI
(25.44%) era superior al de familias reconstituidas en el GC (12.99%). La inestabilidad familiar también
era mayor en el GI que en el GC.

142
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 3.7. Características de las familias del grupo de comparación y del grupo de comparación:
estadísticos descriptivos y de contraste
GC GI
χ2 p Φ
n (rz) n (rz)
Familia monoparental
Sí 40 (0.4) 143 (-0.4)
0.05 .799 .02
No 38 (-0.4) 149 (0.4)
Familia reconstituida
Sí 10 (-2.3) 211 (2.3)
4.65 .021 .12
No 67 (2.3) 72 (-2.3)
Estabilidad familiar
Sí 63 (3.4) 169 (-3.4)
10.94 .001 -.18
No 16 (-3.4) 119 (3.4)

3.1.3.2. Efectividad de la intervención para las figuras parentales y la dinámica


familiar
A continuación, en la Tabla 3.8, se presentan los estadísticos descriptivos de los momentos de
evaluación (inicial y final) y de contraste de aquellas dimensiones de análisis relativas a las figuras
parentales y la dinámica familiar, tanto para el GC como para el GI. Se presentan los efectos de
interacción entre las variables, para conocer si los posibles cambios entre pretest y postest se
relacionan o no con el grupo de pertenencia (GC o GI).
En primer lugar, la evolución de la satisfacción vital y de la salud general de las figuras
parentales entre los dos momentos del estudio no fue diferente en el GC y el GI (p > .05). Sí se
observaron efectos de interacción en el resto de las dimensiones analizadas. La dinámica familiar,
tanto en su puntuación total, como en sus dimensiones (fortalezas y capacidad para adaptarse, y
preocupación o angustia) evolucionó de manera diferente entre los grupos GI y GC, con un tamaño
del efecto pequeño. Los cambios entre T1 y T2 en la dimensión de dificultades en la comunicación no
difirieron entre los GC y GI. Los análisis comparativos de la percepción de eficacia parental y las
prácticas educativas también pusieron de manifiesto que las mejoras entre pretest y postest se
relacionaban con el grupo de pertenencia (GC o GI). En concreto, estas diferencias mostraron un
tamaño del efecto pequeño en las dimensiones de las prácticas educativas relacionadas con calidez y
apoyo y con reactividad excesiva. No hubo tampoco diferencias asociadas al grupo de pertenencia (GC
o GI) respecto a los cambios del pretest al postest en el estrés parental manifestado por los y las
participantes. En la representación gráfica pueden contemplarse estos efectos de interacción.

143
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 3.8. Efectividad de la intervención para las figuras parentales y la dinámica familiar: estadísticos
descriptivos y contraste entre GC y GI

p 2
Total GC GI
F p
M (DT) M (DT) M (DT)
Pretest 4.43 (1.30) 4.49 (1.31) 4.42 (1.29)
Satisfacción vital 0.43 .514 .00
Postest 4.68 (1.27) 4.67 (1.15) 4.69 (1.30)
Pretest 2.94 (0.45) 3.02 (0.39) 2.92 (0.46)
Salud general 3.72 .054 .01
Postest 2.98 (0.45) 2.96 (0.38) 2.99 (0.47)
Dinámica familiar
Dinámica familiar Pretest 3.91 (0.78) 4.08 (0.71) 3.87 (0.79)
7.46 .007 .02
(puntuación total)
Postest 4.06 (0.67) 4.06 (0.56) 4.07 (0.69)
Fortalezas y
Pretest 3.97 (0.83) 4.20 (0.73) 3.92 (0.85)
capacidad de 7.21 .008 .01
adaptación Postest 4.13 (0.73) 4.16 (0.70) 4.12 (0.73)
Preocupados/as o Pretest 2.25 (1.03) 2.05 (0.97) 2.30 (1.04)
7.53 .006 .02
angustiados/as Postest 2.05 (0.91) 2.09 (0.79) 2.04 (0.94)
Dificultad para Pretest 2.00 (0.85) 1.90 (0.79) 2.03 (0.86)
1.16 .282 .00
comunicarse Postest 1.89 (0.76) 1.87 (0.68) 1.89 (0.78)
Percepción de eficacia Pretest 4.36 (1.04) 4.56 (0.82) 4.31 (1.08)
5.80 .016 .01
parental Postest 4.37 (1.02) 4.39 (0.95) 4.37 (1.04)
Estrés parental
Estrés parental Pretest 2.21 (0.71) 2.12 (0.64) 2.23 (0.72)
3.16 .145 .01
(puntuación total) Postest 2.20 (0.69) 2.21 (0.64) 2.19 (0.68)
Pretest 4.46 (0.65) 4.61 (0.48) 4.42 (0.69)
Recompensas 3.16 .076 .01
Postest 4.49 (0.67) 4.54 (0.67) 4.48 (0.67)
Pretest 2.68 (0.94) 2.64 (0.89) 2.69 (0.95)
Estresores 2.14 .145 .00
Postest 2.69 (0.91) 2.76 (0.87) 2.67 (0.92)
Prácticas educativas parentales
Pretest 4.36 (0.64) 4.51 (0.56) 4.33 (0.65)
Calidez y apoyo 6.59 .010 .01
Postest 4.39 (0.56) 4.41 (0.55) 4.39 (0.57)
Razonamiento/ Pretest 4.36 (0.65) 4.47 (0.62) 4.34 (0.66)
3.18 .075 .00
Inducción Postest 4.41 (0.57) 4.41 (0.56) 4.40 (0.58)
Pretest 2.06 (0.78) 1.95 (0.70) 2.08 (0.80)
Reactividad excesiva 12.74 < .001 .02
Postest 2.04 (0.77) 2.12 (0.77) 2.02 (0.78)

A continuación, se ofrece la representación gráfica de aquellas dimensiones relativas a las


figuras parentales en las que se observó un cambio relevante tras el proceso de intervención, teniendo
en cuenta la evolución del grupo de comparación. Concretamente, en la Figura 3.7 se representan los
cambios observados en la puntuación total de dinámica familiar y en la dimensión de fortalezas y
adaptación familiar. Como puede observarse, mientras que en el GC no se produce cambio, en el GI
se da una mejora significativa en la dinámica familiar tras la intervención. Aunque en la dimensión de
fortalezas y adaptación familiar el GI partía de una puntuación significativamente más baja que el GC,
las diferencias entre ambos grupos desaparecieron tras la intervención.

144
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.7. Efectividad de la intervención en relación con la puntuación total de dinámica familiar (izq.)
y fortalezas y capacidad de adaptación (dcha.)

4,30 4,30
4,20 4,20
4,10 4,10
4,00 4,00
3,90 3,90
3,80 3,80
Pretest Postest Pretest Postest

GC GI GC GI

En la Figura 3.8 se presenta la comparación entre momentos de evaluación y grupos en la


dimensión de preocupaciones y angustia en la dinámica familiar. En esta dimensión, se observó una
mejora significativa en el GI, ya que disminuyó la media de preocupaciones, mientras que en el GC
permaneció constante. En el momento inicial de la evaluación, el GI manifestó mayores
preocupaciones que el GC (p = .028), observándose una disminución significativa de las mismas tras la
intervención.

Figura 3.8. Efectividad de la intervención en relación con la dimensión preocupados/as o


angustiados/as en la dinámica familiar

2,40
2,30
2,20
2,10
2,00
1,90
1,80
Pretest Postest

GC GI

En la Figura 3.9 se recoge de forma gráfica la evolución de la percepción de eficacia parental


entre y el inicio y el final de la intervención del GI, en comparación con los datos del GC durante ese
mismo periodo. Los efectos de interacción de las variables grupo y momento de evaluación sobre la
percepción de eficacia resultaron significativos con un tamaño del efecto pequeño. Concretamente,
las figuras parentales del GI informaron de una mejora significativa en la eficacia parental,
desapareciendo las diferencias iniciales con el GC.

145
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.9. Efectividad de la intervención en la dimensión de percepción de eficacia parental

4,60

4,50

4,40

4,30

4,20
Pretest Postest

GC GI

En la Figura 3.10 se representan los cambios entre los momentos inicial y final de la
intervención en las dimensiones de prácticas educativas relacionadas con calidez y apoyo y
reactividad excesiva en ambos grupos. La calidez y apoyo aumentó tras la intervención en el GI,
mientras que en el GC disminuyó durante ese mismo periodo. Por su parte, tras la intervención, la
reactividad excesiva disminuyó en el GI, mientras que en el GC aumentó durante el periodo analizado.

Figura 3.10. Efectividad de la intervención en las prácticas educativas de calidez y apoyo (izq.) y
reactividad excesiva (dcha.)

4,60 2,20

4,50 2,10

4,40 2,00

4,30 1,90

4,20 1,80
Pretest Postest Pretest Postest
GC GI GC GI

3.1.3.3. Efectividad de la intervención para niños, niñas y adolescentes


A continuación, en la Tabla 3.9, se presentan los estadísticos descriptivos y de contraste de aquellas
dimensiones de análisis relativas a niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta los dos momentos
de la evaluación y los dos grupos (GC y GI). Se aportan datos de los dos hijos/as mayores (n = 542, GI;
n = 137, GC).
En relación con la dimensión calidad de vida, se observó una mejora estadísticamente
significativa y con un tamaño del efecto pequeño en el GI en comparación al GC. Respecto a las
dimensiones de fortalezas y dificultades, la evolución respecto a los síntomas emocionales,
hiperactividad y problemas de conducta no se relacionó significativamente con el grupo de

146
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

pertenencia (GC o GI), es decir, no se observó una evolución diferente entre los sujetos de ambos
grupos. En contraste, sí existió una disminución estadísticamente significativa, con tamaño del efecto
pequeño, de los problemas en las relaciones con los compañeros y las compañeras observada en el GI
tras la intervención en comparación con la evolución del GC durante ese mismo periodo. Por último,
no hubo diferencias respecto al cambio experimentado en la manifestación de conductas prosociales
en el GI en comparación con el GC.

Tabla 3.9. Efectividad de la intervención para niños, niñas y adolescentes: estadísticos descriptivos y
de contraste

p 2
Total GC GI
F p
M (DT) M (DT) M (DT)
Pretest 4.01 (0.65) 4.13 (0.63) 3.99 (0.66)
Calidad de vida 6.35 .012 .01
Postest 4.10 (0.61) 4.08 (0.57) 4.10 (0.62)
Fortalezas y dificultades de niños, niñas y adolescentes
Pretest 1.72 (0.56) 1.64 (0.53) 1.74 (0.57)
Síntomas emocionales 0.10 .751 .00
Postest 1.65 (0.54) 1.59 (0.48) 1.67 (0.56)
Problemas de Pretest 1.61 (0.49) 1.56 (0.50) 1.63 (0.49)
1.14 .285 .00
conducta Postest 1.55 (0.46) 1.53 (0.45) 1.55 (0.46)
Pretest 2.06 (0.57) 2.01 (0.58) 2.08 (0.57)
Hiperactividad 0.91 .339 .00
Postest 2.01 (0.59) 1.99 (0.61) 2.01 (0.58)
Problemas con los/as Pretest 1.46 (0.43) 1.38 (0.42) 1.48 (0.43)
5.46 .020 .00
compañeros/as Postest 1.39 (0.40) 1.39 (0.40) 1.39 (0.40)
Pretest 2.67 (0.40) 2.69 (0.35) 2.67 (0.41)
Conducta prosocial 0.01 .892 .00
Postest 2.71 (0.36) 2.73 (0.35) 2.71 (0.36)

A continuación, se muestra la representación gráfica de aquellas dimensiones relativas a los


niños, niñas y adolescentes en las que se observó un cambio relevante tras el proceso de intervención,
teniendo en cuenta la evolución del grupo de comparación. Concretamente, en la Figura 3.11 se
representan los cambios observados en la calidad de vida. En esta dimensión se observó una mejora
significativa en la calidad de vida de niños y niñas del GI, con un tamaño del efecto pequeño (p 2 =
.029), en comparación con la evolución observada en el GC, donde se observaron puntuaciones
similares en los dos momentos de la evaluación.

147
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.11. Efectividad de la Intervención en la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes

4,20

4,10

4,00

3,90

3,80
Pretest Postest
GC GI

La Figura 3.12 muestra los cambios en la dimensión de problemas en las relaciones con los
compañeros y las compañeras. Mientras que la manifestación de este tipo de dificultades se mantuvo
sin cambios en el GC entre los dos momentos de la evaluación, en los niños, niñas y adolescentes del
GI se observó una disminución significativa de estos problemas, y con tamaño del efecto pequeño (p
2
= .047), tras la intervención.

Figura 3.12. Efectividad de la Intervención en la manifestación de problemas con los/as compañeros/as

1,55
1,50
1,45
1,40
1,35
1,30
1,25
Pretest Postest

GC GI

3.1.4. Predicción de la magnitud de mejora en las familias


En este apartado se presentan los resultados relativos a la magnitud de la mejora experimentada por
las familias participantes en el subprograma de riesgo tras la intervención. Se incorporaron en este
análisis aquellas dimensiones evaluadas tanto en grupo de intervención como de comparación que en
los análisis de efectividad presentados anteriormente mostraron efectos positivos del programa
(dinámica familiar, prácticas educativas parentales, fortalezas y dificultades del hijo/a y calidad de vida
infantil). Posteriormente, se ajustaron las magnitudes del cambio de cada una de las dimensiones

148
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

encontradas en el grupo de intervención atendiendo a la puntuación promedio obtenida en el grupo


de comparación. Estos cálculos permitieron obtener una puntuación resumen del cambio positivo
experimentado en las familias. Finalmente, estas magnitudes de cambio positivo (ajustada)
experimentadas por las familias tras la intervención se pusieron en relación con diferentes
características del perfil de las familias, del proceso de implementación y de la satisfacción con el
programa.

3.1.4.1. Magnitud del cambio positivo experimentado en ambos grupos


Se calculó la magnitud del cambio positivo experimentado en las diferentes dimensiones entre la
evaluación inicial (pretest) y final (postest) en los dos grupos (GI y GC). Las puntuaciones calculadas
mediante una ecuación algorítmica resultaban equidistantes del valor neutro 0, representando
siempre el valor positivo de la puntuación un cambio positivo o mejora en la dimensión estudiada,
bien porque aumente tras la intervención (como sería el caso de la conducta prosocial) o porque
disminuya (preocupaciones familiares). En contra, un valor negativo de dicha puntuación era
indicativo de un empeoramiento en la dimensión (o variable) en cuestión.
En la Tabla 3.10 se presentan los datos descriptivos de las puntaciones referidas a la magnitud
de mejora obtenida en las variables de las dimensiones analizadas, así como los estadísticos de
contraste encontrados al comparar GI y GC. Los resultados mostraron que la magnitud del cambio
positivo experimentado por el grupo de intervención fue estadísticamente superior al observado en
el grupo de comparación en las dimensiones de dinámica familiar (fortalezas y adaptación y
preocupaciones y angustia), percepción de eficacia parental, prácticas educativas parentales (calidez
y apoyo, y reactividad excesiva), calidad de vida infantil, y fortalezas y dificultades del niño, la niña o
adolescente (problemas con los/as compañeros/as). El tamaño del efecto encontrado para la
percepción de la calidad de vida de los hijos y las hijas fue medio-alto, mientras que el del resto fue
pequeño. Las puntuaciones medias resultantes en GI fueron positivas, siendo indicativo de la
existencia de cambios positivos tras la intervención, mientras que los valores en GC fueron
mayoritariamente negativos (o muy cercanos), lo que muestra cierto empeoramiento de las
dimensiones analizadas en estas familias en el postest.

Tabla 3.10. Magnitud del cambio positivo: estadísticos descriptivos y contraste


GC GI
t p d
M (DT) M (DT)
Dinámica familiar
Fortalezas y capacidad de adaptación -0.01 (0.31) 0.08 (0.37) -2.43 .016 0.26
Preocupados/as y angustiados/as -0.07 (0.63) 0.16 (0.62) -3.34 .001 0.37
Dificultad para comunicarse 0.00 (0.58) 0.09 (0.62) -1.28 .220 0.15
Percepción de eficacia parental -0.07 (0.29) 0.02 (0.34) -2.41 .016 0.28
Prácticas educativas parentales
Calidez y Apoyo -0.03 (0.17) 0.03 (0.25) -2.98 .003 0.28
Razonamiento/Inducción -0.01 (0.23) 0.03 (0.26) -1.62 .105 0.16
Reactividad excesiva -0.11 (0.41) 0.05 (0.48) -3.51 < .001 0.36
Calidad de vida infantil -0.14 (0.26) 0.05 (0.27) -2.45 .014 0.72

149
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Fortalezas y dificultades de niños/as


Síntomas emocionales 0.04 (0.41) 0.06 (0.42) -0.44 .661 0.05
Problemas de conducta 0.02 (0.34) 0.06 (0.35) -1.20 .230 0.12
Hiperactividad 0.02 (0.36) 0.05 (0.36) -0.74 .457 0.08
Problemas con los/as compañeros/as -0.01 (0.33) 0.08 (0.37) -2.49 .013 0.26
Conducta prosocial 0.02 (0.20) 0.03 (0.26) -0.11 .910 0.04

En la Figura 3.13 se representan las magnitudes de cambio positivo de las variables que
resultaron estadísticamente significativas en los análisis de contrastes entre grupos comentados
anteriormente. En este gráfico radial se observa cómo las magnitudes de mejora encontradas en GC
se situaron en un radial interior al del GI. Además, se aprecia como las diferencias más notables entre
ambos grupos se encuentran en los cambios observados en la variable preocupaciones y angustia
(dinámica familiar) y calidad de vida infantil.

Figura 3.13. Magnitud de mejora observada en el GI y en el GC de las variables que mostraron ser
diferentes significativamente: medias

GC GI

Fortalezas y capacidad
para adaptarse
0,25
0,15
Problemas con los/as Preocupados/as y
compañeros/as 0,05 angustiados/as
-0,05
-0,15
-0,25
Percepción de eficacia
Calidad de vida infantil
parental

Reactividad Excesiva Calidez y Apoyo

3.1.4.2. Magnitud (ajustada) del cambio positivo experimentado por las familias
La magnitud del cambio positivo obtenida en el GI fue ajustada atendiendo a la puntuación promedio
obtenida en el GC. Posteriormente se calcularon variables resúmenes relacionadas con la dinámica
familiar (fortalezas y adaptación, preocupaciones y angustia, y dificultad de comunicación), prácticas
educativas parentales (calidez y apoyo, razonamiento/inducción y reactividad excesiva), y fortalezas y
dificultades de niños, niñas y adolescentes (síntomas emocionales, problemas de conducta,
hiperactividad, problemas con los/as compañeros/as, y conducta prosocial). Además, se ajustaron las
puntuaciones de las magnitudes de cambio positivo experimentado para percepción de eficacia

150
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

parental y calidad de vida infantil. Estos análisis permitieron disponer de una puntuación resumen del
cambio positivo experimentado por cada familia participante del subprograma de riesgo de ETF en los
cinco ámbitos, controlando el cambio que otras familias (GC) habían experimentado tras el paso del
tiempo (pretest-postest).
En la Tabla 3.11 se presentan los datos descriptivos de la magnitud (ajustada) del cambio
positivo en las cinco dimensiones. A la hora de interpretar los resultados, es importante tener en
cuenta que están en una escala logarítmica. Para facilitar la interpretación, se ha transformado en una
escala decimal y términos porcentuales.

Tabla 3.11. Magnitud ajustada del cambio positivo: estadísticos descriptivos y porcentaje de cambio
n M (DT) % de cambio positivo
Dinámica familiar 370 0.14 (0.43) 10.19%
Percepción de eficacia parental 369 0.10 (0.32) 7.18%
Prácticas educativas parentales 505 0.08 (0.22) 5.70%
Calidad de vida infantil 505 0.06 (0.21) 4.25%
Fortalezas y dificultades de niños, niñas y adolescentes 509 0.04 (0.21) 2.81%

La Figura 3.14 representa los porcentajes de la magnitud (ajustada) del cambio positivo
observada en las familias de GI tras la intervención de forma ordenada (de mayor a menor). De todos
los resultados, resulta destacable la mejora encontrada en la dinámica familiar tras la intervención (en
torno al 10%), seguido de mejoras en la percepción de eficacia parental, las prácticas educativas
parentales, la calidad de vida infantil y las fortalezas y dificultades de niños/as y adolescentes.

Figura 3.14. Magnitud (ajustada) del cambio positivo: porcentajes

10,19%

7,18%
5,70%
4,25%
2,81%

Dinámica familiar Percepción de Prácticas educativas Calidad de vida Fortalezas y


eficacia parental parentales infantil dificultades niños/as

151
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Para examinar si las diferentes magnitudes (ajustadas) del cambio positivo experimentadas
por las familias estaban relacionadas entre sí se ejecutaron diferentes análisis de correlación. Los
coeficientes de correlación de Pearson resultaron significativos en todos los casos. La relación que
percepción de eficacia parental mantiene con las prácticas educativas parentales y con fortalezas y
dificultades de niños/as y adolescentes, así como la que ésta última mantiene con calidad de vida
infantil, presentan un tamaño del efecto mediano (ver Tabla 3.12). De tal modo que las mejoras
encontradas en las diferentes dimensiones evaluadas estaban relacionadas entre sí en un sentido
positivo; es decir, a medida que incrementa la mejora en un aspecto se producían también mejoras
en otros, y viceversa.

Tabla 3.12. Relación entre la magnitud ajustada de mejora en las distintas dimensiones: r de Pearson
Percepción de Prácticas
Dinámica Calidad de
eficacia educativas
familiar vida infantil
parental parentales
Percepción de eficacia parental .29***
Prácticas educativas parentales .24*** .33***
Calidad de vida infantil .21*** .25*** .28***
Fortalezas y dificultades de niños/as .27*** .33*** .30*** .32***

*** p < .001; ** p < .01; * p < .05

3.1.4.3. Características asociadas a la magnitud (ajustada) del cambio positivo


experimentado por las familias
En un primer momento, la magnitud ajustada de la mejora (en escala algorítmica) fue puesta en
relación con las tipologías de familias identificadas. Como se aprecia en la Tabla 3.13, claramente las
familias que integraban la tipología 2 fueron las que más se beneficiaron de la intervención
desarrollada por los ETF, mientras que las familias de la tipología 1 fueron las que menos mejoraron
tras la intervención. Los resultados relativos al cambio positivo experimentado por las familias de la
tipología 3 no resultaron ser diferentes significativamente del resto, excepto en las prácticas
educativas parentales, donde se observó una mayor mejora en comparación con las familias de la
tipología 1. Cabe destacar que ninguno de los valores de mejora obtenidos en las tres tipologías resultó
negativo para ninguna de las dimensiones estudiadas, por lo que en ninguno de los perfiles familiares
se observaron efectos negativos tras la intervención.

Tabla 3.13. Tipologías de familias atendidas por los ETF: estadísticos descriptivos y contraste en función
de las magnitudes (ajustadas) del cambio positivo

p 2
Tipol. 1 Tipol. 2 Tipol. 3
F p DMS
M (DT) M (DT) M (DT)
0.06 0.25 0.12
Dinámica familiar 5.03 .007 .03 1-2**
(0.49) (0.41) (0.37)
Percepción de eficacia 0.07 0.17 0.08
2.70 .069 .02 -
parental (0.31) (0.40) (0.25)

152
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Prácticas educativas 0.04 0.14 0.11 1-2***


9.14 < .001 .04
parentales (0.22) (0.25) (0.19) 1-3**
0.03 0.10 0.06
Calidad de vida infantil 2.47 .089 .01 -
(0.26) (0.30) (0.29)
Fortalezas y dificultades de -0.00 0.07 0.04
3.62 .028 .02 1-2**
niños, niñas y adolescentes (0.22) (0.25) (0.18)

*** p < .001; ** p < .01; * p < .05

Las puntuaciones promedio obtenidas por dimensión estudiada en las tres tipologías fueron
transformadas en una escala decimal y en términos porcentuales. Los porcentajes de cambio positivo
obtenidos según los perfiles familiares están representados en la Figura 3.15. En esta figura se observa
la mejora acumulada de las familias de la tipología 2 en comparación con el resto de perfiles familiares.
Un análisis centrado en las dimensiones muestra nuevamente como el éxito de la intervención se pone
de manifiesto especialmente en la mejora de la dinámica familiar. Y resulta destacable la ausencia de
cambio en la calidad de vida infantil en la tipología 1.

Figura 3.15. Magnitud (ajustada) del cambio positivo por tipologías familiares: porcentajes

Tipología 1 2,10 4,25 4,97 2,81

Tipología 2 7,18 18,92 12,50 10,19 4,97

Tipología 3 4,25 8,67 5,70 7,92 2,81

0 10 20 30 40 50 60

Calidad de vida Dinámica familiar Percepción de eficacia parental


Prácticas parentales Fortalezas y dificultades niños/as

En un segundo momento, se estudió si la valoración previa del caso, algunas características


del proceso de implementación y la satisfacción de las familias con el programa se relacionaba con
la magnitud (ajustada) de mejora encontrada en los y las participantes. Para este análisis, se tomaron
en consideración la valoración previa que los y las profesionales hacían acerca de la adecuación del
caso al programa, el nivel de riesgo familiar, la conciencia del problema y motivación para el cambio
que mostraba la familia, y el pronóstico de éxito. Referente a las características de implementación se
analizó si las magnitudes de cambio se relacionaban con el número de meses de intervención
(intensidad), el número de sesiones familiares (al menos una figura parental con un hijo/a), y el grado

153
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

de participación de las familias en las sesiones de intervención. Además, se estudió la posible relación
de estas puntuaciones de cambio con la satisfacción de las familias al finalizar la intervención. Los
coeficientes de correlación se presentan en la Tabla 3.14.

Tabla 3.14. Relación entre la magnitud (ajustada) del cambio positivo y características de la
intervención: r de Pearson
Percepción Prácticas Fortalezas y
Dinámica Calidad de
de eficacia educativas dificultades
familiar vida infantil
parental parentales de niños/as
Valoración previa del caso
Adecuación del caso -.09 -.08 -.07 -.07 -.03
Nivel de riesgo -.00 .03 .05 .05 -.02
Concienciación del problema .02 .02 .02 .02 .02
Motivación para el cambio -.01 .03 -.00 -.00 .02
Pronóstico del caso -.05 .06 .01 .01 .11
Características de la implementación
Intensidad de la intervención -.02 .12* .15* .07 .08
Nº sesiones familiares -.15* .03 -.07 -.16* -.06
Participación .12 .15 .13* .09 .07
Valoración final
Satisfacción de las familias .09 .15** .14** 18** .12*

*** p < .001; ** p < .01; * p < .05

Como se puede observar en la Tabla 3.14, el cambio positivo experimentado por las familias
en las diferentes dimensiones de análisis no se asoció significativamente con ninguna de las
valoraciones que los y las profesionales hicieron previamente a la intervención. Referente a las
características de implementación, los análisis exploratorios mostraron que la duración del
tratamiento (en número de meses) se relacionaba estadísticamente con la magnitud de mejora
experimentada en las prácticas educativas parentales y en la percepción de eficacia parental en
sentido positivo. Los resultados relacionados con el número de sesiones familiares conjuntas (al
menos un progenitor con un hijo/a) mostraron que este tipo de sesiones era mayor cuando los
cambios en dinámica familiar y calidad de vida familiar eran negativos, y viceversa. La participación de
las familias durante la intervención solo se asoció, en sentido positivo, con la mejora de las prácticas
educativas parentales, pero no con el resto de dimensiones. Por último, resulta destacable las
correlaciones estadísticamente significativas encontradas entre el grado de satisfacción familiar con
el programa y los cambios positivos encontrados en percepción de eficacia parental, prácticas
educativas parentales, calidad de vida infantil, y fortalezas y dificultades de niños, niñas y
adolescentes.
Seguidamente, se estudió la posible asociación entre el impacto positivo de la intervención y
el establecimiento de la alianza terapéutica. Las mejoras encontradas en las familias en percepción
de eficacia parental y prácticas educativas parentales estuvieron asociadas positivamente con los
cuatro componentes evaluados de la alianza terapéutica (compartir propósito, seguridad en el sistema
terapéutico, conexión emocional y enganche del proceso terapéutico). Los cambios positivos en

154
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

dinámica familiar, calidad de vida infantil y fortalezas y dificultades de niños, niñas y adolescentes se
relacionaron también con algunos de los componentes de la alianza. Si bien es cierto que todos los
componentes de la alianza terapéutica mostraban estar asociados a mejoras significativas en las
familias del programa ETF (con un tamaño del efecto pequeño), el componente más destacado fue
aquel relacionado con la consecución de un sistema terapéutico seguro para las familias (ver Tabla
3.15).

Tabla 3.15. Relación entre la magnitud (ajustada) del cambio positivo y la alianza terapéutica: r de
Pearson
Percepción Prácticas Fortalezas y
Dinámica Calidad de
de eficacia educativas dificultades
familiar vida infantil
parental parentales de niños/as
Sentido de compartir propósito .13* .15** .17** .07 .12*
Seguridad en sistema terapeútico .22*** .11* .15** .16** .18**
Conexión emocional .09 .11* .15** .16** .15**
Enganche proceso terapeútico .10 .11* .14* .10 .10

*** p < .001; ** p < .01; * p < .05

Para finalizar, se estudió la magnitud de cambio positivo en relación con la situación de las
familias en el momento de la evaluación final (alta del servicio, continúa la intervención y abandona).
Cabe destacar que el número reducido de familias que abandonan la intervención con evaluación
completa (alrededor de 10 familias) hizo que solo fuera posible la comparación entre las familias que
en el momento de la evaluación final fueron dadas de alta en el servicio y aquellas que continuaban.
Los análisis de contraste mostraron cambios más positivos en las familias que en el momento de la
evaluación habían completado la intervención (en comparación con las que continuaban) en prácticas
educativas parentales y fortalezas y dificultades de niños, niñas y adolescentes, siendo los tamaños
del efecto pequeños. Así, el porcentaje de cambio positivo de las familias dadas de alta en el servicio
en prácticas educativas parentales fue de 9.43%, frente al 4.25% de aquellas que continuaban en la
intervención. Referente a la dimensión fortalezas y dificultades, se encontró un porcentaje de cambio
del 5.70% (alta del servicio) frente al 1.39% (continúa la intervención). Por el contrario, no se
observaron diferencias en las magnitudes de cambio positivo al comparar ambas situaciones en el
resto de dimensiones analizadas (ver Tabla 3.16)

Tabla 3.16. Situación de las familias en el momento de la evaluación final: estadísticos descriptivos y
contraste en función de las magnitudes (ajustada) de cambio positivo
Alta servicio Continúa
t p d
M (DT) M (DT)
Dinámica familiar 0.17 (0.42) 0.14 (0.47) -0.64 .520 0.07
Percepción de eficacia parental 0.13 (0.32) 0.08 (0.33) -1.33 .183 0.15
Prácticas educativas parentales 0.13 (0.22) 0.06 (0.21) -2.39 .018 0.33
Calidad de vida infantil 0.07 (0.26) 0.08 (0.30) 0.43 .667 0.03

155
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Fortalezas y dificultades de
0.08 (0.21) 0.02 (0.20) -2.28 .023 0.29
niños/as y adolescentes

3.2. Análisis de efectividad. Subprograma de reunificación


A continuación, se presentan los resultados sobre la efectividad de la intervención en el subprograma
de reunificación del Programa de Tratamiento Familiar de Andalucía. Cabe destacar que el número de
familias atendidas en este subprograma que participaron en los dos momentos de la evaluación
(pretest y postest) fue bastante reducido (n = 37), lo que hizo imposible que los datos de instrumentos
como el Valórame pudieran ser analizados. Asimismo, el reducido tamaño de la muestra justificado la
no realización de determinados análisis por falta de validez estadística en algunos casos. Finalmente,
la ausencia de un grupo de comparación para este subprograma explica que solo se presenten efectos
principales del cambio en el grupo de intervención.
Se presentan en la Tabla 3.19 los resultados descriptivos y estadísticos de los análisis de
contrastes efectuados relativos a las variables familiares y parentales de esta investigación,
comparando las puntuaciones de los dos momentos de la evaluación. A nivel familiar, los análisis de
contrastes pretest-postest mostraron diferencias estadísticamente significativas en todas las variables
relacionadas con la calidad del contexto familiar (con tamaño de efecto medio-grande), y en la
dimensión de preocupaciones y angustia de la dinámica familiar. Referente a las variables parentales,
solo se encontró una evolución estadísticamente significativa en las prácticas educativas intrusivas
(tamaño del efecto grande). Concretamente, se observó un descenso de tales actuaciones parentales
en la evaluación final de la intervención en comparación con el momento previo a la intervención.

156
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 3.19. Efectividad de la intervención para dimensiones familiares y parentales: estadísticos


descriptivos y contraste

p 2
Pretest Postest
F p
M (DT) M (DT)
Calidad del contexto familiar
Entorno 0.11 (1.16) 0.63 (1.15) 18.56 < .001 .31
Competencias parentales -0.34 (1.12) 0.16 (1.46) 4.59 .038 .10
Interacciones familiares -0.42 (1.37) 0.12 (1.60) 3.09 .018 .13
Seguridad familiar -0.18 (1.41) 0.52 (1.61) 12.01 .001 .23
Bienestar infantil hijo 1 0.68 (1.83) 1.30 (1.45) 4.82 .035 .12
Satisfacción vital 4.37 (1.47) 4.71 (1.31) 3.09 .087 .08
Salud general 2.93 (0.52) 2.94 (0.41) 0.00 .979 .00
Dinámica familiar 4.22 (0.57) 4.38 (0.60) 2.55 .119 .07
Fortalezas y capacidad para
4.19 (0.67) 4.26 (0.70) 0.23 .634 .01
adaptarse
Preocupados/as y angustiados/as 1.91 (0.72) 1.64 (0.69) 8.65 .006 .19
Dificultad para comunicarse 1.62 (0.65) 1.49 (0.57) 1.11 .299 .03
Percepción de eficacia parental 4.50 (0.78) 4.49 (1.09) 0.20 .889 .00
Estrés parental 1.93 (0.66) 1.98 (0.71) 0.20 .656 .01
Recompensas 4.58 (0.46) 4.55 (0.76) 0.67 .797 .00
Estresores 2.30 (0.97) 2.35 (0.97) 0.10 .749 .00
Prácticas educativas parentales
Participación democrática 3.94 (0.71) 3.87 (0.67) 0.21 .648 .01
Permisividad 1.89 (0.70) 1.89 (0.63) 0.00 1 .00
Intrusismo 2.12 (0.48) 1.83 (0.33) 13.18 .001 .28
Calidez y Apoyo 4.53 (0.39) 4.49 (0.51) 0.24 .626 .01
Razonamiento/Inducción 4.42 (0.55) 4.48 (0.47) 0.23 .638 .01
Reactividad excesiva 1.59 (0.58) 1.49 (0.50) 1.43 .241 .04

En la Figura 3.16, se representan los cambios observados en las variables referidas a la calidad
del contexto familiar (competencias parentales, interacciones familiares, y seguridad familiar).

157
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.16. Efectividad de la intervención para dimensiones familiares y parentales: medias

1,50

1,00

0,50

0,00
Pretest Postest
-0,50

-1,00

-1,50

Entorno Competencias Parentales Interacciones Familiares


Seguridad Familiar Bienestar Infantil 1

A continuación, se representan en las Figuras 3.17 y 3.18 los contrastes de medias que
mostraron un cambio significativo entre las puntuaciones de pretest y postest para las variables
preocupaciones y angustia (relativa a dinámica familiar), y prácticas parentales intrusivas.

Figura 3.17. Efectividad de la intervención en preocupaciones y angustia en la dinámica familiar:


medias

2,00

1,80

1,60

1,40

1,20

1,00
Pretest Postest

GI

158
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.18. Efectividad de la intervención en intrusismo parental: medias

2,50

2,30

2,10

1,90

1,70

1,50
Pretest Postest

GI

Por último, se presentan en la Tabla 3.20 las puntuaciones descriptivas, así como los
estadísticos de los análisis de contrastes entre pretest y postest efectuados para las variables referidas
a las dimensiones fortalezas y dificultades en niños, niñas y adolescentes y calidad de vida infantil.

Tabla 3.20. Efectividad de la intervención para las dimensiones de niños, niñas y adolescentes:
estadísticos descriptivos y contraste

p 2
Pretest Postest
F p
M (DT) M (DT)
Calidad de vida 4.07 (0.73) 4.33 (0.48) 4.54 .042 .14
Fortalezas y dificultades del niño/a y adolescente
Síntomas emocionales 1.50 (0.47) 1.45 (0.39) 0.43 .519 .01
Problemas de conducta 1.46 (0.51) 1.38 (0.42) 1.37 .251 .04
Hiperactividad 1.84 (0.50) 1.88 (0.51) 0.22 .639 .01
Problemas con los/as
1.32 (0.34) 1.29 (0.35) 0.24 .626 .01
compañeros/as
Conducta prosocial 2.73 (0.34) 2.81 (0.39) 1.58 .218 .05

Los resultados mostraron una mejora en la percepción de la calidad de vida que las figuras
parentales hicieron de sus hijos e hijas, siendo el tamaño del efecto grande. Este efecto se representa
en la Figura 3.19. No se observaron cambios significativos tras la intervención para el resto de variables
estudiadas, siendo indicativo de la estabilidad de las puntuaciones en los dos momentos de
evaluación.

159
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 3.19. Efectividad de la Intervención para calidad de vida infantil: medias

4,50

4,30

4,10

3,90

3,70

3,50
Pretest Postest

GI

4. Valoración del programa por parte de los y las profesionales


4.1. Valoración global del programa
En este apartado se describe la valoración de las y los profesionales acerca del programa. Atendiendo
a los valores promedio, la valoración global de los y las profesionales se situó en 3.02 (DT = 0.75). En
la Figura 4.1. se recoge la valoración global del programa expresada en términos de porcentajes. Como
puede observarse en dicha figura, la mayoría de las y los profesionales realizó una valoración bastante
o muy buena del programa.

Figura 4.1. Valoración global de las y los profesionales acerca del programa: porcentajes

9,46%
18,92%

71,61%

Mala Regular Bastante buena Muy buena

A continuación, se presenta la valoración atendiendo a distintas dimensiones específicas:


identificación con la filosofía del programa; grado de motivación para su aplicación; eficacia y utilidad
percibida para cumplir los objetivos para el que fue diseñado; fidelidad en la implementación respecto
al manual; y satisfacción con la cohesión del equipo.

160
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Figura 4.2 se presentan los porcentajes de respuesta relativos a la valoración de los y las
profesionales acerca de distintos aspectos específicos. Como puede observarse en dicha gráfica, la
valoración de las y los profesionales sobre el programa ha sido bastante o muy positiva, destacando
la identificación con su filosofía, la motivación para su aplicación y la satisfacción con el nivel de
cohesión existente en los equipos de trabajo.

Figura 4.2. Valoración de las y los profesionales sobre aspectos específicos del programa: porcentajes

Identificación con la filosofía del 0,86 46,78 52,36


programa

3,45 48,92 47,63


Motivación para su aplicación

0,22 4,31 70,69 24,78


Eficacia y utilidad del programa

9,46 72,69 17,85


Fidelidad en la implementación

Satisfacción con la cohesión del 2,65 13,26 37,50 46,59


equipo
0 20 40 60 80 100

Nada Poco Bastante Mucho

En la Figura 4.3 se presenta la valoración del programa relativa a distintos aspectos específicos
desde una perspectiva cuantitativa. Como puede observarse en dicha figura, las puntuaciones
promedio más elevadas se obtuvieron en la identificación con la filosofía del programa, la motivación
para su aplicación, seguida de la eficacia y utilidad del programa. Por su parte, fue en la dimensión
satisfacción con la cohesión del equipo en la que se observó una mayor dispersión.

161
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 4.3. Valoración de las y los profesionales sobre aspectos específicos del programa: estadísticos
descriptivos

Identificación con la filosofía del programa 3,55 DT = 0.51

Motivación para su aplicación 3,47 DT = 0.56


DT = 0.41

Eficacia y utilidad del programa 3,22 DT = 0.51


DT = 0.41

Fidelidad en la implementación 3,07 DT = 0.51


DT = 0.41

Satisfacción con la cohesión del equipo 3,28 DT = 0.80

Valoración del programa en este momento 1,53 DT = 0.56

1 2 3 4

En la Tabla 4.1 se presentan las interrelaciones entre los distintos aspectos evaluados. Los
resultados encontrados han puesto de manifiesto relaciones estadísticamente significativas entre las
distintas dimensiones evaluadas, con tamaños del efecto entre medianos y grandes.

Tabla 4.1. Valoraciones de los y las profesionales del programa: análisis correlacionales
M EyU F S V
r p r p r p r p r p
Identificación (I) .56 < .001 .45 < .001 .22 < .001 .10 .097 .41 < .001
Motivación (M) - - .43 < .001 .27 < .001 .16 .008 .45 < .001
Eficacia y utilidad (EyU) - - .32 < .001 .11 .090 .56 < .001
Fidelidad (F) - - .11 .065 .38 < .001
Satisfacción (S) - - .18 .004
Valoración (V) - -

A continuación, se presenta en la Tabla 4.2 la relación entre la valoración del programa por las
y los profesionales y los años de experiencia en ETF. Únicamente se observó una correlación
estadísticamente significativa en un sentido positivo y con un tamaño del efecto pequeño entre los
años de experiencia y la identificación con la filosofía del programa.

162
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 4.2. Valoración del programa y los años de experiencia en ETF: análisis correlacionales
Años de experiencia en ETF
r p
Identificación con la filosofía del programa .16 .001
Motivación para su aplicación .01 .814
Eficacia y utilidad del programa .03 .485
Fidelidad en la implementación .00 .981
Satisfacción con la cohesión del equipo -.04 .534
Valoración global del programa .08 .096

A continuación, en la Tabla 4.3 se presenta la valoración del programa por parte de las y los
profesionales en función de su perfil profesional. Como puede observarse en dicha tabla, no se
observaron diferencias estadísticamente significativas en la valoración del programa en función del
perfil profesional.

Tabla 4.3. Valoración de las y los profesionales: estadísticos descriptivos y contraste en función del
perfil profesional
Educador/a Trabajador/a
p 2
Psicólogo/a
Social Social F p
M (DT)
M (DT) M (DT)
Identificación con la filosofía del
3.58 (0.52) 3.55 (0.50) 3.52 (0.50) 0.35 .705 .00
programa
Motivación para su aplicación 3.45 (0.60) 3.51 (0.53) 3.45 (0.57) 0.30 .744 .00
Eficacia y utilidad del programa 3.23 (0.54) 3.27 (0.54) 3.16 (0.43) 0.10 .338 .01
Fidelidad en la implementación 3.00 (0.47) 3.18 (0.49) 3.04 (0.55) 2.95 .054 .02
Satisfacción con la cohesión del equipo 3.30 (0.81) 3.29 (0.78) 3.24 (0.80) 0.13 .877 .00
Valoración global del programa 3.08 (0.56) 3.21 (0.56) 3.05 (0.52) 2.17 .116 .02

4.2. Propuestas de mejora del programa


Se consultó a los y las profesionales si consideraban necesario modificar algún aspecto del programa,
habilitando un espacio destinado a incorporar posibles propuestas de mejora. En la Figura 4.4 se
presenta el porcentaje de profesionales que consideraron que había aspectos que mejorar en el
programa, porcentaje que alcanzó el 76.60% (357 profesionales).

163
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 4.4. Necesidad de modificación del manual por parte de los y las profesionales: porcentajes

23,39%

76,61%

Sí No

El análisis cualitativo de las 357 propuestas de mejora aportadas por los y las profesionales
dio como resultado el sistema de categorías que se presenta en la Figura 4.5. Este estuvo formado
por un total de 11 supracategorías y 41 categorías.

164
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 4.5. Estructura del sistema de categorías relativo a las propuestas de mejora del programa

165
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Tabla 4.4 se definen las 11 supracategorías que conforman el sistema de categorías y se


indica la frecuencia y el porcentaje correspondiente a cada una de ellas. La supracategoría que recoge
un mayor número de narrativas fue Manual, seguida por la supracategoría Coordinación y supervisión.

Tabla 4.4. Supracategorías relativas a las Propuestas de mejora: definiciones, frecuencias y porcentajes

Supracategoría Definición n %total

1. Condiciones laborales Cuestiones reguladoras del ámbito laboral 62 5.95%

2. Funciones y roles Acciones que regulan el desempeño


40 3.83%
profesionales profesional en la práctica

Colaboración referida a cualquiera de los


3. Coordinación y niveles de la intervención: entre
118 11.32%
supervisión profesionales, entre equipos, entre
instancias...

Facilitación de herramientas y activos que


4. Provisión de recursos 82 7.86%
faciliten la práctica profesional

5. Reciclaje y Actuaciones dirigidas a la renovación


130 12.47%
actualización necesaria para su aplicación

6. Condiciones del Aspectos relacionados con el cumplimiento


104 9.98%
programa de los requisitos y condiciones del programa

Aspectos referidos a la necesidad de


7. Manual 206 19.76%
modificar el documento de referencia actual

8. Características de la Aspectos relacionados con el desarrollo de


132 12.66%
intervención la práctica profesional

9. Proceso de Actuaciones referidas a la facilitación del


124 11.90%
intervención proceso de intervención

10. Reconocimiento del Aspectos relativos a la proyección del


15 1.43%
programa programa

Actuaciones dirigidas a la valoración del


11. Evaluación proceso de intervención que se lleva a cabo 29 2.78%
con las familias y del programa

En el Apéndice 1.4 se presenta el sistema de categorías construido completo, se definen las


supracategorías y categorías que lo conforman y se recogen todas las narrativas incluidas en ellas. A
continuación, se procede a resumir de manera general esta información. Concretamente se describen
todas las categorías que pertenecen al sistema, mostrando sus frecuencias y porcentajes
correspondientes, tanto respecto a la supracategoría como al total de narrativas del sistema, y se
muestran algunas narrativas para ilustrar las diferentes categorías existentes.

166
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Tabla 4.5 se recogen las categorías incluidas en la supracategoría Condiciones laborales.


La categoría que acumuló mayor número de unidades de significado fue Estabilidad laboral (e.g.,
«Estabilidad laboral de los y las profesionales de los equipos»). Otras categorías a las que los y las
profesionales hicieron referencia con menor frecuencia fueron Dispersión geográfica (e.g., «Gran
dispersión geográfica en las poblaciones de 20.000 habitantes») y Otras condiciones laborales (e.g.,
«Discriminación salarial en comparación con otros ETF»).

Tabla 4.5. Categorías relativas a Condiciones Laborales: definiciones, frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

1.1. Estabilidad Continuidad de los trabajadores y las


29 46.77% 2.78%
laboral trabajadoras en el puesto desempeñado

1.2. Dispersión Amplitud en las zonas de trabajo asignadas a


25 40.32% 2.39%
geográfica los ETF

1.3. Otras Otras condiciones de los profesionales, más


condiciones allá de la continuidad en el puesto y de la 8 12.90% 0.76%
laborales dispersión geográfica

En la Tabla 4.6 se muestran las categorías pertenecientes a la supracategoría Funciones y roles


profesionales. La categoría Perfiles profesionales (e.g., «Dejar claro que es el/la profesional del trabajo
social del equipo es el referente de la familia una vez derivado al PTF, y, por tanto, es el/la responsable
del proyecto de tratamiento complementando con los apartados de los otros profesionales del
equipo») fue la más referida por los y las profesionales, seguida de las categorías Ajuste y definición
del rol profesional (e.g., «Las funciones y tareas comunes del equipo y específicas de cada
profesional») y Relación con la familia (e.g., «Dificultades en el ejercicio del doble rol ayuda-control
que sería conveniente revisar»).

Tabla 4.6. Categorías relativas a la supracategoría Funciones y roles profesionales: definiciones,


frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

2.1. Ajuste y
Demandas relacionadas con la delimitación de
definición del rol 15 37.50% 1.43%
tareas y de roles dentro de los equipos
profesional

Demandas relacionadas con la delimitación de


2.2. Perfiles
los perfiles profesionales específicos dentro los 19 47.50% 1.82%
profesionales
equipos

2.3. Relación con la Dificultades para compaginar la relación de


6 15.00% 0.57%
familia ayuda y el rol de control con las familias

167
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Tabla 4.7 se muestran las categorías pertenecientes a la supracategoría Coordinación y


supervisión. Destaca por su frecuencia la categoría Coordinación y trabajo en red (e.g., «Mejorar el
trabajo en Red») como aquella que acumuló mayor número de unidades de significado. Ejemplos de
narrativas expresadas por los y las profesionales en otras categorías menos frecuentes fueron «Incluir
coordinador a nivel de coordinación y funciones» (en la categoría Figura de coordinación),
«Supervisión regular de casos» (en la categoría Supervisión) y «Necesidad de comisiones técnicas de
trabajo, temporalizadas en el año» (en la categoría de Comisiones técnicas).

Tabla 4.7. Categorías relativas a la supracategoría Coordinación y supervisión: definiciones,


frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

3.1. Coordinación Necesidad de llevar a cabo procesos conjuntos y


81 68.64% 7.77%
y trabajo en red de colaboración entre profesionales

3.2. Figura de Demandas relacionadas con el desempeño


10 8.47% 0.90%
coordinación conjunto y la facilitación del trabajo en equipo

Revisión técnica externa del proceso de


3.3. Supervisión intervención desarrollado por los y las 13 11.01% 0.95%
profesionales del ETF

3.4. Comisiones Aspectos relativos a este órgano de


14 11.86% 1.34%
técnicas coordinación y supervisión

Las categorías recogidas dentro de la supracategoría Provisión de recursos se muestran en la


Tabla 4.8. La categoría relativa a recursos Genéricos (e.g., «Recursos: escasez de recursos de apoyo en
la i te e ió a udas so ioe o ó i as, i ie da, e pleo… » fue a uella a la que los y las
profesionales hicieron referencia con mayor frecuencia. El resto de las categorías incluidas en esta
supracategoría fueron las relativas a recursos Personales (e.g., «Revisar la dotación de profesionales
asignados a equipos») y Materiales y equipamiento (e.g., «Facilitar nuevos instrumentos y
herramientas para el trabajo con familias»).

Tabla 4.8. Categorías relativas a la supracategoría Provisión de recursos: definiciones, frecuencias y


porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

Demandas relacionadas con la contratación


4.1. Personales 13 15.85% 1.24%
de personal

4.2. Materiales Demandas relacionadas con la dotación de


y herramientas y equipos técnicos para el 32 39.02% 3.07%
equipamiento desempeño profesional

168
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

4.3. Genéricos Demandas inespecíficas o diversas 37 45.12% 3.55%

La Tabla 4.9 recoge las categorías pertenecientes a la supracategoría Reciclaje y actualización.


La mayoría de las unidades de significado quedaron recogidas en la categoría Formación (e.g.,
«Formación continua obligatoria para el continuo reciclado de los y las profesionales»), siendo la
categoría Intercambios profesionales (e.g., «Crear foros o espacios de encuentro de los y las
profesionales en los que poder compartir experiencias») menos frecuente.

Tabla 4.9. Categorías relativas a la supracategoría Reciclaje y actualización: definiciones, frecuencias


y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

Necesidad de actualización y aprendizaje de


5.1. Formación aspectos específicos necesarios para el desempeño 111 85.38% 10.65%
profesional

5.2. Intercambios Necesidad de crear espacios de encuentro para


19 14.61% 1.82%
profesionales compartir experiencias profesionales

Las categorías que conformaron la supracategoría Condiciones del programa se muestran en


la Tabla 4.10 Las categorías que mayor número de unidades de significado englobaron fueron Ratio
de casos (e.g., «Ratio de casos en activo menor para atender mejor a las familias») y Sobrecarga
administrativa (e.g., «Documentación de forma común y más práctica»). Algunas narrativas que se
pudieron encontrar en categorías menos frecuentes fueron «Existencia de un programa informático a
nivel andaluz/nacional» (en la categoría Digitalización), «Aumentar el número de ETF» (en la categoría
Número de equipos) y «Asesoramiento o figura jurídica en los servicios sociales» (en la categoría
Soporte jurídico).

Tabla 4.10. Categorías relativas a la supracategoría Condiciones del programa: definiciones,


frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

Exceso de tareas burocráticas y/o de gestión


6.1. Sobrecarga
que limitan el tiempo destinado a la 33 31.73% 3.16%
administrativa
intervención

Demanda de transformar determinados


6.2. Digitalización 17 16.34% 1.63%
procesos a sistemas digitales

6.3. Número de Demandas relacionadas con el número de


10 9.61% 0.95%
equipos ETF

169
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

6.4. Ratio de Demandas relativas al volumen de casos


35 33.65% 3.35%
casos atendidos por equipo

6.5. Soporte Necesidad de contar con respaldo legal en la


9 8.65% 0.86%
jurídico práctica profesional

En la Tabla 4.11 se muestran categorías agrupadas dentro de la supracategoría Manual. La


categoría a la que los y las profesionales hicieron referencia con mayor frecuencia fue Revisión (e.g.,
«Revisar el manual con los y las profesionales de los equipos desde su experiencia»). Otras categorías
que conformaron esta supracategoría fueron Protocolos (e.g., «Protocolos comunes a los ETF»),
Documentación (e.g., «Modelos unificados de documentación/informes para todos los ETF»),
Memoria (e.g., «Seguir mejorando la memoria del programa»), Perfil de las familias participantes (e.g.,
«Redefinir el perfil de casos a atender») y Criterios de inclusión (e.g., «Revisión y actualización de los
criterios de inclusión»).

Tabla 4.11. Categorías relativas a la supracategoría Manual: definiciones, frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

7.1. Revisión Actualización y ajuste del documento 74 35.92% 7.10%

Establecimiento de pautas y/o procesos en


7.2. Protocolos 32 15.53% 3.07%
relación a la intervención

Elaboración de modelos de informes y otros


7.3. Documentación 36 17.47% 3.45%
documentos necesarios

7.4. Memoria Registro de actuaciones 9 4.36% 0.86%

7.5. Perfil de las Ajuste entre el perfil de las familias y las


45 21.84% 4.31%
familias participantes características del programa

7.6. Criterios de Requisitos a cumplir para participación en el


10 4.85% 0.95%
inclusión programa

En la Tabla 4.12 se muestran las categorías pertenecientes a la supracategoría Características


de la intervención. La mayor parte de las unidades de significado quedaron aglutinadas en la categoría
Tiempo de intervención (e.g., «Modificar y ampliar plazos de tratamiento»). Otros ejemplos de
narrativas recogidas en la supracategoría fueron «El tema de la voluntariedad es una cuestión que nos
genera problemas» (en la categoría Carácter voluntario) y «Reticencia de las familias» (en la categoría
Adherencia).

170
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 4.12. Categorías relativas a la supracategoría Características de la intervención: definiciones,


frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

Argumentos relativos a la voluntariedad-


8.1. Carácter
obligatoriedad de las familias a participar 9 6.81% 0.86%
voluntario
en la intervención

Dificultades asociadas a la participación de


8.2. Adherencia 10 7.57% 0.95%
las familias en el programa

8.3. Tiempo de Demandas relacionadas con la duración de


113 85.60% 10.84%
intervención la intervención y/o su temporalización

Las categorías pertenecientes a la supracategoría Proceso de intervención se recogen en la


Tabla 4.13. La categoría a la que los y las profesionales hicieron referencia con mayor frecuencia fue
Derivación de casos (e.g., «Revisión criterios/requisitos de derivación en los dos subprogramas»).
Otras categorías menos frecuentes fueron Valoración de la gravedad del caso (e.g., «Establecer
criterios diagnósticos similares a los establecidos en el instrumento de valoración Valórame»),
Enfoques de intervención (e.g., «Revisión y actualización de la técnicas y tratamientos más eficaces
según la evidencia científica disponible»), Criterios de intervención unificados (e.g., «Revisar y unificar
criterios de intervención y evaluación») y Situaciones de especial dificultad (e.g., «Mecanismos de
actuación o intervención para aquellos casos en los que no hay adherencia»).

Tabla 4.13. Categorías relativas a la supracategoría Proceso de intervención: definiciones, frecuencias


y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

9.1. Derivación de Demandas relacionadas con el funcionamiento


55 44.35% 5.27%
casos de los procesos de derivación

Demandas acerca de las herramientas para la


9.2. Valoración de
valoración de la gravedad de las situaciones de
la gravedad del 8 6.45% 0.76%
riesgo, desprotección y desamparo en la
caso
infancia

Necesidades relativas a la revisión de los


9.3. Enfoques de
enfoques teóricos y metodológicos para el 29 23.38% 2.78%
intervención
abordaje del proceso de intervención

9.4. Criterios de Establecimiento de acuerdos que permitan


intervención desarrollar el proceso de intervención de forma 9 7.25% 0.86%
unificados compartida y consensuada

171
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

9.5. Situaciones Aspectos relacionados con el proceso de


de especial intervención en casos particularmente 23 18.54% 2.20%
dificultad complejos

En la Tabla 4.14 se muestran las categorías pertenecientes a la supracategoría


Reconocimiento del programa. Los y las profesionales hicieron referencia con mayor frecuencia a la
categoría Sensibilización hacia la problemática (e.g., «Aumentar la conciencia para la detección de
posibles situaciones de desprotección»). Algunos ejemplos de narrativas de otras categorías menos
frecuentes fueron «Garantizar continuidad y durabilidad en el tiempo del programa» (en la categoría
Institucionalización), «Mayor difusión del programa y de los equipos» (en la categoría Difusión) y
«Falta de respuesta del sistema» (en la categoría Apoyo institucional).

Tabla 4.14. Categorías relativas a la supracategoría Reconocimiento del programa: definiciones,


frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

Necesidad de garantizar la estabilidad


10.1. Institucionalización 6 20.68% 0.57%
y continuidad del programa

Necesidad de dar a conocer el


10.2. Difusión programa entre otros profesionales y 8 27.58% 0.76%
la población general

10.3. Sensibilización hacia la Necesidad de crear conciencia social


9 31.03% 0.86%
problemática sobre distintos aspectos del programa

Aspectos relacionados con el apoyo y


10.4. Apoyo institucional la relación con las instituciones de las 6 20.68% 0.57%
que depende el programa

Las dos categorías que conformaron la supracategoría Evaluación quedan recogidas en la


Tabla 4.15. La categoría que más unidades de significado contuvo fue Evaluación del programa (e.g.,
«Programa debe ser evaluado a más corto plazo»), teniendo una frecuencia menor la categoría
Evaluación del caso (e.g., «Evaluación continua de la consecución de objetivos con el caso»).

Tabla 4.15. Categorías relativas a la supracategoría Evaluación: definiciones, frecuencias y porcentajes

Categoría Definición n %supracategoría %total

Demandas relacionadas con la valoración de


10.1. Evaluación del la evolución de la familia para observar
6 40.00% 0.57%
caso resultados obtenidos gracias al proceso de
intervención

172
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Necesidad de disponer de estrategias


10.2. Evaluación del
relacionadas con las evidencias de efectividad 9 60.00% 0.86%
programa
de la intervención

Una vez descritas las supracategorías y categorías del sistema cabe realizar un análisis global
de las categorías del sistema, sin considerar las supracategorías a las que pertenecían. A este
respecto, podemos concluir que la categoría Tiempo de intervención fue aquella del sistema de
categorías elaborado a la que los y las profesionales hicieron referencia con mayor frecuencia, seguida
de las categorías Formación, Coordinación y trabajo en red, Revisión y Derivación de casos.
Finalmente, a modo de síntesis, en la Figura 4.6 se presenta una nube de palabras con las
unidades de significado más frecuentes del sistema de categorías elaborado. Para su realización se fijó
una longitud mínima de cuatro letras y se eliminaron aquellas palabras carentes de significado. Como
se aprecia en la figura, destacaron las siguientes palabras: familias, programa, profesionales,
intervención y casos.

Figura 4.6. Nube de palabras relativa a las narrativas expresadas por los y las profesionales en la
pregunta abierta del cuestionario

5. Análisis y propuesta de modificación del manual de referencia del programa


En este apartado se presentan los resultados relativos al proceso de análisis y a la propuesta de
modificación del manual de referencia del programa. En primer lugar, se presentan los resultados
relativos a los grupos de discusión desarrollados. En segundo, se describen las actuaciones llevadas a
cabo en relación con la modificación del manual de referencia, finalizando con una propuesta de índice
para dicho manual consensuada por los agentes implicados.

5.1. Grupos de discusión


El análisis cualitativo de los contenidos de los distintos grupos de discusión dio como resultado un
sistema de categorías formado por 7 supracategorías, 39 categorías y 10 subcategorías (Figura 5.1).

173
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 5.1. Estructura del sistema de categorías relativo a los grupos de discusión

174
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

En la Tabla 5.1 se indican y se definen las supracategorías del sistema creado y se ofrece
tanto la frecuencia como el porcentaje de unidades de significado respecto al total
correspondientes a cada una. Como puede observarse en dicha tabla, la supracategoría más
frecuente y, por tanto, a la que más hicieron referencia los y las profesionales de ETF, fue la
relativa a Propuestas de mejora/componentes clave. Otras supracategorías menos frecuentes
estuvieron relacionadas con Debilidades, Uso del manual, Fortalezas, Proceso de actualización
del manual, Beneficios de la revisión del manual y Efectos negativos de la modificación del
manual.

Tabla 5. 1. Supracategorías del sistema de categorías: definiciones, frecuencias y porcentajes


Supracategoría Definición n %total
Utilización del manual e incorporación del
1. Uso del manual 156 19.52%
mismo a la práctica profesional diaria
Aspectos positivos y componentes del
2. Fortalezas 63 7.88%
manual percibidos como útiles
Aspectos a mejorar del manual y del
3. Debilidades 207 25.90%
programa de intervención
4. Propuestas de Sugerencias para incorporar en el manual e
mejora/componentes indicaciones de los componentes clave que 272 34.04%
clave deben incluirse
5. Proceso de
Características del procedimiento para una
actualización del 47 5.88%
adecuada actualización del manual
manual
6. Beneficios de la Impacto positivo de la actualización del
44 5.50%
revisión del manual manual en el programa
7. Efectos negativos de
Consecuencias no deseadas de la revisión del
la modificación del 10 1.25%
manual
manual

En el Apéndice 1.5 se presenta el sistema de categorías elaborado al completo, se


definen las categorías que lo conforman y se recogen todas las narrativas. A continuación, se
ofrece un resumen de la información contenida en el sistema de categorías generado.
Concretamente, para cada supracategoría se indican y se definen las categorías y subcategorías
que la componen, se presentan las frecuencias y porcentajes de las unidades de significado
correspondientes respecto a la supracategoría y respecto al total de unidades de significado, y
se ofrecen algunos ejemplos de narrativas que pretenden ilustrar el contenido acuñado en las
distintas categorías/subcategorías.
En la Tabla 5.2 se indican y definen las categorías y subcategorías incluidas en la
supracategoría Uso del manual y se aportan tanto las frecuencias como los porcentajes de
unidades de significado correspondientes a cada una. Como puede observarse en dicha tabla,
los y las profesionales informaron acerca del uso que le dan al manual de referencia ETF, siendo
la categoría Utilización del manual la que acumuló la mayoría de las unidades de significado (e.g.,
«En los inicios mucho. Como marco de referencia sí»). A modo de ejemplo, a continuación, se
ilustran algunas narrativas expresadas por los y las profesionales en orden de frecuencia de

175
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

aparición en las subcategorías pertenecientes a la categoría Utilización del manual: «Cuando


perdemos el rumbo, tenemos esta guía» (en la subcategoría Manual como guía), «Cuando se
incorpora gente nueva sí que es útil como referente» (en la subcategoría Situar a las personas
que llegan), «Nos sirve para decir de aquí venimos, para resituarse cuando nos perdemos» (en
la subcategoría Resolver dudas), «Nos facilitaba el hacer informes» (en la subcategoría Realizar
informes y evaluaciones) y «Lo hemos usado como apoyo, para refrescar las funciones del
educador» (en la subcategoría Clarificar funciones). De forma complementaria, a continuación,
se indican algunos ejemplos relativos al resto de categorías: «No se le da un uso semanal o
mensual» (en la categoría No utilización del manual) y «Después de casi 20 años hay muchas
cosas en las que nos alejamos, la experiencia hace que lo adaptes» (en la categoría Uso del
manual con adaptaciones).

Tabla 5.2. Categorías relativas a Uso del manual: definiciones, frecuencias y porcentajes
%
Categoría Definición n %total
supracategoría
Uso del manual e incorporación del
1.1. Utilización del
mismo a la práctica profesional diaria 77 49.35% 9.63%
manual
frecuentemente
1.1.1. Manual Uso del manual como referencia
39 50.64% 4.88%
como guía durante el proceso de intervención
Uso del manual para la consulta de
1.1.2. Resolver
dudas durante el proceso de 12 15.58% 1.50%
dudas
intervención
1.1.3. Clarificar Uso del manual para aclarar aspectos
4 5.19% 0.50%
funciones relacionados con el rol profesional
1.1.4. Realizar
Uso del manual para la realización de
informes y 9 11.68% 1.12%
distintos tipos de documentos
evaluaciones
1.1.5. Situar a las Uso del manual como referencia para
personas que orientar a las personas que se 13 16.88% 1.62%
llegan incorporan
1.2. Uso del manual Adaptación de los contenidos recogidos
33 21.15% 4.13%
con adaptaciones en el manual durante la práctica
1.3. No utilización de No uso del manual o uso infrecuente
46 29.48% 5.75%
manual durante el proceso de intervención

Las categorías incluidas en la supracategoría Fortalezas se encuentran recogidas en la


Tabla 5.3. La mayoría de las unidades de significado codificadas en esta supracategoría se
acumularon en la categoría Resulta útil/sirve de guía (e.g., «El manual permite que el programa
no se desvirtúe y marcaba límites sobre la gestión de la intervención con la propia familia»).
Menos frecuentemente se hizo referencia a que el manual Proporciona una estructura ajustada
(e.g., «La estructura del manual actual es útil, es una de las fortalezas que tiene»), así como a la
utilidad de un Guía compartida para los y las profesionales (e.g., «Lo positivo que aporta el

176
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

manual es la sistematización de las intervenciones (tiempos de evaluación, intervención,


sesio es… » .

Tabla 5.3. Categorías relativas a Fortalezas: definiciones, frecuencias y porcentajes


Categoría Definición n %supracategoría %total
El manual se percibe como provechoso y
2.1. Resulta
como referencia para la práctica 34 53.96% 4.25%
útil/sirve de guía
profesional
2.2. Proporciona
El manual aporta una estructura válida
una estructura 16 25.39% 2.00%
para el proceso de intervención
ajustada
2.3. Guía El manual proporciona una guía común
13 20.63% 1.62%
compartida entre los distintos profesionales

La Tabla 5.4 muestra las categorías y subcategorías que se generaron dentro de la


supracategoría Debilidades. En esta se hizo una distinción entre las narrativas que hacían
referencia al manual y aquellas dirigidas al programa de intervención, observándose un mayor
número de narrativas relativas al manual.

Tabla 5.4. Categorías y subcategorías relativas a Debilidades: definiciones, frecuencias y


porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
Aspectos del documento que
Del manual 147 71.01% 18.39%
deben modificarse
Contenidos del manual desfasados
3.1. Obsoleto 47 22.70% 5.88%
y no actualizados
Visión inadecuada en el abordaje
3.2. Enfoque 13 6.28% 1.62%
de la práctica profesional
No inclusión de recursos
3.3. Herramientas/
necesarios para la práctica 11 5.31% 1.37%
instrumentos
profesional
3.4. Características formales
Formato complejo y poco útil 18 8 .69% 2.25%
del documento
3.4.1. Extensión Longitud excesiva del manual 3 16.66% 0.37%
Soporte físico como obstáculo
3.4.2. Formato 4 22.22% 0.50%
para la consulta del manual
Organización inadecuada de los
3.4.3. Estructura 11 61.11% 1.37%
contenidos del manual
No reflejo en el manual de la
3.5. Carácter práctico 26 12.56% 3.25%
práctica profesional diaria
3.6. Contenido Contenidos sin revisar y otros no
32 15.45% 4.00%
insuficiente/desajustado incluidos en el manual

177
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Categoría Definición n %supracategoría %total


Categoría Definición
n Aspectos del programa que deben 28.98% 7.50%
%supracategoría modificarse
%total
Del programa
Aspectos relacionados con la
3.7. Temporalización y otras
implementación de las
características del proceso 16 7.72% 2.00%
intervenciones (tiempo, carga de
de intervención
trabajo, organización)
Labores no relacionadas
3.8. Otras funciones y tareas propiamente con el proceso de 9 4.34% 1.12%
tratamiento
Medios y recursos para la
3.9. Medios y recursos
realización de las labores 3 1.44% 0.37%
materiales
profesionales insuficientes
Formación teórico-práctica
3.10. Formación 6 2.89% 0.75%
insuficiente
Aspectos relativos a la estructura
3.11. Aspectos
organizativa e institucional como 26 12.56% 3.25%
organizativos/institucionales
dificultad para la actividad laboral

Con respecto a las debilidades relacionadas con el manual, los y las profesionales
indicaron diversas cuestiones, siendo la categoría Contenido insuficiente/desajustado la que más
unidades de significado acumuló (e.g., «Faltan aspectos a profundizar que el manual no
contempla»), seguida de Carácter práctico (e.g., «El manual actual es muy especializado y muy
técnico que no se lleva al día a día»). Otros ejemplos de narrativas encontradas en esta
supracategoría fueron: «El manual tiene 20 años. Está obsoleto. Se han producido cambios en
la sociedad y el manual se ha quedado atrás» (en la categoría Obsoleto), «El manual está muy
negativizado y de eso me impregno, muy centrado en el enfoque del déficit» (en la categoría
Enfoque), «No contempla Valórame/SIMIA» (en la categoría Herramientas/instrumentos). En
cuanto a las características formales del manual, los y las profesionales consideraron que «Sería
bueno incluir una guía reducida, el actual es muy extenso» (en la subcategoría Extensión), «Los
protocolos no están digitalizados para facilitar el trabajo» (en la subcategoría Formato) y que
«Siempre lo han visto muy lioso y era difícil trabajar con él porque no lo consideran manejable
y la organización es dudosa» (en la subcategoría Estructura).
En cuanto a debilidades relacionadas con el programa, los y las profesionales revelaron
que «Si ya entran muchísimas familias, ya no se puede hacer tratamiento familiar, se hará otra
cosa, pero no tratamiento» (en la categoría Temporalización y otras características del proceso
de intervención , «No es solo e a las fa ilias, ha ot as ta eas…» e la atego ía Otras
funciones y tareas), «Estamos encajados, los espacios físicos son pobres, los materiales que hay
en el espacio en que estoy es personal (de mi propiedad). Si esto es así aquí, mucho peor en los
equipos de Diputación» (en la categoría Medios y recursos materiales), «No se enseña a trabajar
e e uipo. Este te a está pe die te… Ade ás, ha u a defo a ió de ase la fo a ió
inicial de base fue la misma para todos los miembros. No se sabe trabajar en equipo. No estamos

178
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

formados para ello» (en la categoría Formación) y «Ha subido el nivel de exigencia desde
menores y existen dificultades para unificar criterios» (en la categoría Aspectos
organizativos/institucionales).
Las categorías y subcategorías que conformaron la supracategoría Propuestas de
mejora/componentes clave se recogen en la Tabla 5.5. En dicha tabla se puede observar que
los y las profesionales hicieron referencia a una gran variedad de propuestas de
mejora/componentes clave, siendo en las siguientes categorías las que mayor número de
unidades de significado se codificaron: Revisión de contenidos (e.g., «Habría que cambiar la
nomenclatura porque no coincide con la que empleamos (por ejemplo, niños y niñas,
adolescentes...). Hay que ir revisando la estructura y cambiar: marco jurídico, modelos teóricos,
pe files, fu io es p ofesio ales…» , Aspectos organizativos e institucionales (e.g., «Ayudaría
que SPM sea quien haga una criba para que se pueda conservar la relación terapéutica con las
familias») y Proceso de intervención/seguimiento (e.g., «Quiero proponer que más que tiempo
cronológico, se cuente un número de sesiones, se debería contar la periodicidad con la que se
ve a la familia»).

Tabla 5.5. Categorías y subcategorías relativas a Propuestas de mejora/componentes clave:


definiciones, frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
4.1. Recursos necesarios para favorecer y
Documentos e facilitar la implementación de la 18 6.61% 2.25%
instrumentos intervención
4.2. Roles y Descripción exhaustiva de las tareas a
31 11.39% 3.87%
funciones desarrollar por cada profesional
4.3. Supervisión Apoyo profesional a través de la
18 6.61% 2.25%
profesional supervisión de casos
Instrucción teórico-práctica sobre el
4.4. Formación
manual y sobre cómo llevar a cabo las 13 4.77% 1.62%
profesional
intervenciones
Concreción del contenido y reducción
del espacio utilizado para el mismo, así
4.5. Formato 32 11.76% 4.00%
como favorecer la accesibilidad (formato
digital)
Cuestiones relacionadas con la eficacia
4.6. Proceso de
de la intervención y con la
intervención/se 39 14.33% 4.88%
implementación de las intervenciones
guimiento
(tiempo, periodicidad, organización)
Aspectos relativos a la estructura
4.7. Aspectos
organizativa e institucional que afectan a
organizativos e 33 12.13% 4.13%
la intervención y deben tenerse en
institucionales
cuenta y recogerse en el manual
4.8. Medios y Activos y herramientas insuficientes
recursos para la realización de las labores 7 2.57% 0.87%
materiales profesionales

179
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Categoría Definición n %supracategoría %total


4.9. Aspectos específicos a abordar para
24 8.82% 3.00%
Subprogramas cada subprograma
4.9.1.
Profundizació Mayor desarrollo de los contenidos de
9 36.00% 1.12%
n en los los subprogramas existentes
subprogramas
4.9.2.
Especificacion
es para el Información más pormenorizada relativa
subprograma al subprograma de 15 60.00% 1.87%
de reunificación/reintegración
reunificación/
reintegración
Revisión de los contenidos incluidos y
4.10. Revisión
ampliación de los mismos, acorde con 57 20.95% 7.13%
de contenidos
las necesidades actuales

Algunos ejemplos de narrativas expresadas por los y las profesionales en otras


categorías menos frecuentes fueron «Habría que incluir técnicas de intervención y herramientas
de evaluación. Valórame y SIMIA debería incluirse» (en la categoría Documentos e
instrumentos). También se hizo referencia a la inclusión de otros aspectos relacionados con
facilitar y mejorar el trabajo profesional que se lleva a cabo, y para aportar positivamente a estos
objetivos los y las profesionales aludieron a que se debía «Definir los roles de cada perfil para
que no haya solapamientos, defendiendo la interdisciplinariedad» (en la categoría Roles y
funciones); además consideraban importante «Incluir en el manual la supervisión técnica, lo cual
es una cuestión fundamental» (en la categoría Supervisión profesional), y la «Necesidad de
recoger la importancia de la formación continuada» (en la categoría Formación profesional). Los
y las profesionales revelaron descontento con respecto al formato actual del manual y aludieron
que «Para que se use más debería tener un formato más reducido y ágil» (en la categoría
Formato), así como con los medios y recursos disponibles para desarrollar su trabajo «Tener en
cuenta en el manual la necesidad de espacios» (en la categoría Medios y recursos materiales).
Respecto a los subprogramas, todos los y las profesionales consideraron que era más
productivo y eficiente contar con un único manual que recoja todos los contenidos, aunque
también aportaron que sería conveniente «Quizá un mayor desarrollo para cada subprograma»
(en la subcategoría Profundización en los subprogramas), y aludieron a que el programa de
reunificación requiere un tratamiento especializado debido a que, entre otros aspectos «El de
reunificación requiere un tratamiento especializado porque tiene un alto nivel de riesgo» (en la
subcategoría Especificaciones para el subprograma de reunificación/reintegración).
A continuación, en la Tabla 5.6 se presentan las categorías incluidas en la supracategoría
Proceso de actualización del manual. En esta ocasión, la categoría Proceso colaborativo fue la
que más unidades de significado acumuló (e.g., «Habría que contar con la opinión de los y las
profesionales de primera línea para decidir el tiempo de intervención»), seguida de la categoría
Inclusión de otros agentes (e.g., «La coordinación con los otros niveles es esencial. Si no tenemos
apoyo de comunitarios por muy bien que esté el manual no va a funcionar»).

180
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Tabla 5.6. Categorías incluidas en la supracategoría Proceso de actualización del manual:


definiciones, frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
Participación de los y las profesionales
5.1. Proceso
de ETF que están implicados en las 29 63.04% 3.62%
colaborativo
intervenciones
5.2. Inclusión de otros Contribución de otros agentes y
17 36.95% 2.12%
agentes cooperación con otros niveles

Las categorías incluidas en la supracategoría Beneficios de la revisión del manual están


incluidas en la Tabla 5.7. Como puede observarse, la categoría Mejora del manual fue la que más
unidades de significado acumuló (e.g., «Permitiría cohesionar y recoger mejoras. Aportaría
regulación y homogeneización»), seguidamente de las categorías Posibilidad de actualización
continua del manual (e.g., «Si se hace una valoración continua del manual no tiene porqué
estancarse») y Mejora del programa (e.g., «Menores niveles de estrés a los profesionales, que
se mejoren los cupos, trabajo de mayor calidad... que haya más tiempo para el tratamiento y no
a tareas administrativas»).

Tabla 5.7. Categorías incluidas en la supracategoría Beneficios de la revisión del manual:


definiciones, frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
6.1. Mejora del Impacto positivo en la calidad de los
26 59.09% 3.25%
manual contenidos del manual
Impacto positivo en las implicaciones
6.2. Mejora del
prácticas del programa y su 9 20.45% 1.12%
programa
continuidad
6.3. Posibilidad de Estudio sistemático del manual y
actualización adaptación eficaz del mismo a las 9 20.45% 1.12%
continua del manual necesidades emergentes

Por último, la Tabla 5.8 recoge las categorías incluidas en la supracategoría Efectos
negativos de la modificación. En este caso, las categorías que más unidades de significado
acumularon fueron Proceso sin final (e.g., «Como posibles peligros es que no se actualice y que
no se llegue a compartir») y Resistencias de los y las profesionales (e.g., «Resistencia al cambio
por parte de los y las profesionales para adaptarse»). Las categorías con menor número de
referencias por parte de los y las profesionales fueron las de Control externo (e.g., «Mientras
ás p oto olos, ás supe isió … a todos os da iedo la supe isió el control»),
Coordinación con otros niveles (e.g., «Destacan los mayores problemas de coordinación con el
sistema educativo (lo dicen por teléfono, pero luego no lo ponen por escrito). Alguien informa
que las sinergias son mayores en los pequeños municipios. También hay problemas de
coordinación con Salud, especialmente con Salud Mental. Ha costado años poder reunirnos con

181
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

los psiquiatras de las USMIJ»), Uso del manual con fines políticos (e.g., «Puede ser negativa la
utilización política que se haga del manual») y Deterioro del manual (e.g., «Que no permita la
creatividad»). Además, también se contempló que no hubiera efectos negativos de la
modificación del manual en la categoría Sin efectos negativos (e.g., «No creen que estas
modificaciones perjudicasen al programa»).

Tabla 5.8. Categorías incluidas en la supracategoría Efectos negativo de la modificación:


definiciones, frecuencias y porcentajes
Categoría Definición n %supracategoría %total
Supervisión excesiva y rígida y baja
7.1. Control externo probabilidad de aportación por parte de 1 10.00% 0.12%
los y las profesionales
7.2. Coordinación Dificultades de entendimiento con otros
1 10.00% 0.12%
con otros niveles agentes
Preocupación porque el proceso de
7.3. Proceso sin
actualización se alargue demasiado en el 2 20.00% 0.25%
final
tiempo
Disconformidad con la utilización del
7.4. Uso del manual
manual por terceros o con motivos no 1 10.00% 0.12%
con fines políticos
relacionados con el objetivo principal
Inseguridad sobre que el proceso de
7.5. Deterioro del
actualización del manual vaya en 1 10.00% 0.12%
manual
detrimento del mismo
7.6. Resistencias de Incertidumbre sobre los propios
los y las obstáculos que pueden añadir los y las 2 20.00% 0.25%
profesionales profesionales
7.7. Sin efectos Carencia de consecuencias negativas en
2 20.00% 0.25%
negativos el proceso de modificación del manual

Tras la descripción realizada de las siguientes supracategorías, categorías y


subcategorías cabe analizar de forma global las categorías del sistema sin considerar las
supracategorías a las que pertenecían. A este respecto, se puede concluir que la categoría
Utilización del manual fue la que mayor número de unidades de significado recogió dentro del
sistema de categorías, seguida de las categorías Revisión de contenidos, No utilización del
manual, Aspectos organizativos e institucionales y Resulta útil/sirve de guía.
Finalmente, a modo de resumen, en la Figura 5.2 se presenta una nube de palabras con
las 25 narrativas expresadas con mayor frecuencia por los y las profesionales recogidas dentro
de la supracategoría Propuestas de mejora/componentes clave. Como se aprecia en la figura,
destacan las siguientes palabras: intervención, profesionales, funciones, reunificación y familias.

182
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Figura 5.2. Nube de palabras relativa a las narrativas expresadas por los y las profesionales en
la supracategoría Propuestas de mejora/componentes clave

5.2. Propuesta de modificación del manual de referencia


Siguiendo la planificación prevista en la propuesta de Investigación Acción Participativa (IAP), se
han cubierto las dos primeras fases del proceso para la elaboración de la propuesta de
modificación del manual, relativas a la detección de necesidades, así como a la elaboración
conjunta del plan de acción para la modificación del manual de referencia.
Concretamente, en la primera fase, dirigida a la detección de necesidades, se han
acometido las siguientes actuaciones:
a) Inmersión en la realidad de estudio. A través de:
o Contactos y encuentros para el intercambio de información a diferentes niveles
(Dirección General de Infancia y Familias, Jefaturas de Servicio, Coordinación de
los Equipos de Tratamiento Familiar, profesionales de los equipos).
o Contactos continuados con los y las profesionales responsables de la atención a
las familias atendidas por los equipos y que forman parte del estudio de eficacia.
o Revisión de documentación referente a la organización de los Equipos de
Tratamiento Familiar en Andalucía.
o Actividades de formación con los y las profesionales de ETF sobre buenas
prácticas.
b) Recogida de información. Para el desarrollo de esta actuación, los actores sociales se
han convertido en investigadoras e investigadores activos, participando en la recogida
de información para la detección de necesidades y de potenciales problemas de
investigación. En concreto, se han llevado a cabo los siguientes procedimientos para la
recogida de información, algunos de los cuales se concluyeron en el primer año de
ejecución del proyecto:

183
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

o Análisis documental: revisión del manual de referencia de los Equipos de


Tratamiento Familiar, así como de documentación relacionada con la
intervención familiar y de la literatura científica actual sobre la temática de
estudio.
o Entrevistas y cuestionarios: los y las profesionales y las familias durante las
diferentes fases del estudio han aportado información muy valiosa sobre el
programa a través de entrevistas semiestructuradas y/o de la cumplimentación
de diversos cuestionarios de evaluación estandarizados.
o Observación indirecta: desde que una familia era incorporada al estudio se
realizaba un seguimiento de las actuaciones a través de las fichas de seguimiento
completadas por los y las profesionales. El análisis de estas fichas ha aportado
información muy valiosa sobre las intervenciones realizadas, así como sobre la
utilidad y funcionalidad real del manual actual en la labor de los y las
profesionales.
o Grupos de discusión: profesionales, responsables e investigadores de las
diferentes provincias se han reunido para intercambiar opiniones e ideas acerca
de las semejanzas y diferencias entre el desempeño diario, la información
descrita en el manual de referencia y la recabada sobre el proceso de
implementación.
c) Diagnóstico de la realidad de estudio. A partir del trabajo realizado se delimitó la
temática de estudio de manera conjunta entre investigadores, profesionales y
responsables institucionales. Aunque existía un interés inicial por modificar y mejorar el
manual de referencia, era necesario concretar las principales necesidades de mejora o
de cambio detectadas, puesto que ello ayudaría a identificar los recursos y las ayudas
disponibles, así como los posibles obstáculos, tanto subjetivos como objetivos. Para ello,
se han realizado las siguientes acciones:
o Formación del grupo de trabajo de la IAP (GIAP): partiendo de los planteamientos
generales del modelo de trabajo basado en la IAP, se conformó un grupo de
trabajo que se ha reunido de manera continua desde su formación en noviembre
de 2021 hasta la finalización del proyecto. El grupo de trabajo ha estado formado
por tres investigadoras de la Universidad de Sevilla, tres miembros de la
Dirección General de Infancia y tres profesionales de diferentes Equipos de
Tratamiento Familiar. Además, a las sesiones de trabajo se han incorporado la
Directora General de Infancia y la Subdirectora.
o Análisis de la información: el análisis de los datos y su interpretación ha
constituido una herramienta muy valiosa para la toma de decisiones avaladas
desde la práctica y con rigor científico. En esta memoria se ha incluido en el
bloque de resultados el análisis de toda la información recogida durante el
periodo de ejecución del proyecto.
o Elaboración participativa de un informe priorizado de necesidades: constituyó un
primer producto del grupo de trabajo, en el que se incluyeron las necesidades de

184
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

cambio o mejora detectadas tras el análisis de la información, así como las


fortalezas del manual actual.
Por su parte, la segunda fase de elaboración conjunta del plan de acción para la
modificación del manual de referencia que ha incluido las siguientes actuaciones llevadas a cabo
por el grupo de trabajo, contando además con la colaboración y participación de todos los
agentes implicados:
a) Análisis de la información: se ha analizado de manera crítica y constructiva toda la
información recabada, prestando especial atención al Informe priorizado de
necesidades y al diagnóstico de la situación.
b) Redacción del diseño de la propuesta de índice para la modificación del manual: todo
el trabajo realizado condujo a la elaboración de una primera propuesta de índice. Los
cambios y las propuestas de mejora incorporados estaban avalados en todo momento
por la literatura especializada en la materia, así como por los resultados del estudio.
c) Revisión de la propuesta diseñada: mediante un proceso iterativo, los diferentes
integrantes del grupo de trabajo llevaron a cabo una revisión de la propuesta inicial de
manera independiente; posteriormente, en una reunión conjunta se realizaron
aportaciones y propuestas de mejora, dando lugar a un nuevo proceso de revisión. Se
elaboró una nueva versión del índice, que fue nuevamente revisada y discutida
conjuntamente. En esta segunda reunión, se alcanzaron nuevos acuerdos que
permitieron elaborar una versión consensuada y definitiva del índice del manual de
referencia.
La culminación satisfactoria de la segunda fase del proceso de IAP ha permitido poder
presentar una propuesta de índice del manual de referencia de los ETF consensuada entre
profesionales, investigadores/as y gestores políticos Dicha propuesta se recoge en la Figura 5.3.

Figura 5.3. Propuesta consensuada de índice del manual de referencia de los ETF

1. Presentación
2. Marco normativo de la atención y protección a la infancia y adolescencia
2.1. Marco internacional
2.2. Marco estatal
2.3. Marco autonómico
3. Fundamentación teórica en la atención y protección a la infancia y adolescencia
4. Marco organizativo de la atención y protección a la infancia y adolescencia en Andalucía
4.1. Organización institucional
4.2. Distribución de competencias
4.3. Criterios generales de actuación en la atención y protección a la infancia y adolescencia
4.4. Agentes implicados en El Programa de Tratamiento Familiar en el sistema de atención y
protección a la infancia y la adolescencia
4.5. Coordinación interinstitucional en la atención y protección a la infancia y adolescencia. La
persona coordinadora del Programa de Tratamiento Familiar de la Entidad Local
5. El Programa de Tratamiento Familiar. Finalidad, desarrollo y subprogramas
5.1. Finalidad del Programa de Tratamiento Familiar
5.2. Subprograma de Tratamiento a familias con menores en situación de riesgo

185
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5.2.1. Familias destinatarias del programa


5.2.2. Criterios de inclusión/exclusión
5.2.3. Objetivos
5.2.4. Contenidos
5.2.5. Fases. Actuaciones a desarrollar en cada una de las fases y temporalización
5.3. Subprograma de Tratamiento a familias para posibilitar la reunificación familiar
5.3.1. Familias destinatarias del programa
5.3.2. Criterios de inclusión/exclusión
5.3.3. Objetivos.
5.3.4. Contenidos.
5.3.5. Fases. Actuaciones a desarrollar en cada una de las fases y temporalización
5.4. Fundamentos metodológicos: modalidad, modelo de cambio, técnicas y otros aspectos
relacionados con el trabajo con las familias.
6.- El equipo de tratamiento familiar
6.1. El equipo de Tratamiento Familiar. Funciones y tareas comunes del equipo. Perfiles de los
profesionales que lo integran y distribución de funciones
6.2. Procesos de formación, coordinación y supervisión de casos
7. Condiciones para la ejecución del Programa de Tratamiento Familiar
7.1. Procesos de derivación al programa
7.2. Coordinación con Servicios Sociales de las Entidades Locales y Servicios competentes en
Prevención y Protección de Menores de las Delegaciones Territoriales de la Junta de Andalucía.
Comisiones técnicas de seguimiento
7.3. Coordinación y colaboración con otras instancias: Juzgados, Fiscalía, salud, educación,
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, servicios de atención a la mujer, entidades del tercer sector. Difusión y
visibilidad del Programa
7.4. Cuestiones organizativas: ámbito geográfico, dispersión/ratio de familias por equipo
7.5. Recursos necesarios para la aplicación del programa
8. Evaluación del Programa de Tratamiento Familiar
8.1. Evaluación de las familias: inicial, del proceso de intervención y de los resultados obtenidos
8.2. Evaluación del programa. Memorias anuales por equipo y seguimiento del programa
9.- Anexos
9.1. Documentos necesarios para la aplicación del programa
9.2. Protocolos e instrumentos de evaluación

186
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

CONCLUSIONES
Dado el gran volumen de análisis de datos realizados, en este apartado se presenta, en primer
lugar, un resumen de los principales resultados obtenidos en relación con los distintos objetivos
planteados, esto es, el perfil de las familias participantes, la implementación del programa, su
efectividad y la valoración del mismo. A continuación, se presentan las principales conclusiones
y propuestas de mejora para el Programa de Tratamiento Familiar que se derivan de los
resultados obtenidos en la investigación de evaluación realizada.

1. Perfil de las familias participantes en el programa


En relación con el primer objetivo relativo a explorar el perfil de los y las participantes en el
Programa de Tratamiento Familiar, un aspecto central tiene que ver con el nivel de riesgo de las
familias que son atendidas en este programa. Este estudio del nivel de riesgo familiar se ha
llevado a cabo mediante el análisis de la información obtenida en la fase de evaluación inicial
(pretest) tanto de las circunstancias estresantes y de riesgo experimentadas por las figuras
parentales, como de la existencia de situaciones de riesgo, desprotección y desamparo para
niños, niñas y adolescentes.
Según la información proporcionada por los y las profesionales, las circunstancias
estresantes y de riesgo experimentadas por las figuras parentales mostraron trayectorias
vitales complicadas, caracterizadas en gran parte por la precariedad económica y laboral.
Aunque en menor medida, también se observaron trayectorias con experiencias de maltrato
tanto en la adultez como en la infancia, problemas judiciales y abuso de sustancias. En el
momento actual, la vida de las y los adultos participantes en el programa se caracterizaba
también por una considerable acumulación de situaciones estresantes, fundamentalmente,
relacionadas con la situación laboral y la existencia de relaciones familiares y de pareja
conflictivas.
La comparación del perfil de las familias participantes en los dos subprogramas ha
puesto de manifiesto la existencia de diferencias en la acumulación de circunstancias de riesgo
en las trayectorias pasadas de las y los adultos. En concreto, las familias del subprograma de
reunificación se caracterizaron por presentar un perfil más desfavorable en sus trayectorias
vitales previas, incluyendo una mayor presencia de factores de riesgo como desempleo
prolongado, comportamientos violentos y problemas de drogadicción. Al analizar su situación
actual, las familias del subprograma de reunificación también se caracterizaron por un perfil más
desfavorable, excepto en lo relativo a los conflictos con la pareja, más frecuentes en el
subprograma de riesgo. En general, en las familias del subprograma de reunificación se
observaron más frecuentemente situaciones estresantes como el ingreso en prisión, el consumo
de sustancias, una situación económica precaria y la existencia de conflictos graves con otras
personas.
En cuanto al riesgo en niños, niñas y adolescentes evaluado con el instrumento
Valórame, los resultados obtenidos muestran que el nivel de gravedad global predominante en
la mayoría de los casos fue de desprotección moderada. Asimismo, en la práctica totalidad de
los casos, las y los profesionales recomendaron como actuación a seguir la intervención en el
medio con la familia. En relación con las distintas tipologías de maltrato, existía sospecha o riesgo

187
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

de maltrato físico en algo más del 20% de los casos evaluados; porcentaje que se elevaba a más
del 60% en el caso del maltrato emocional, la tipología de maltrato con una mayor prevalencia
y nivel de gravedad. Dentro de esta tipología, la instrumentalización de hijos e hijas en los
conflictos entre padres y madres fue el tipo de maltrato más detectado, existiendo sospecha o
riesgo del mismo en más de la mitad de los casos evaluados. En la evaluación del maltrato por
negligencia hacia las necesidades físicas, la mayor presencia se observó respecto a las
necesidades higiénicas de la vivienda y a la estabilidad y condiciones de habitabilidad, existiendo
sospecha o riesgo de diferente gravedad en algo más de la cuarta parte de los casos. En cuanto
a las situaciones de negligencia relacionadas con la cobertura de las necesidades formativas de
los niños, las niñas y adolescentes, los casos de sospecha y de riesgo ascendieron a casi el 43%
de los valorados, predominando los niveles de gravedad leve y moderada. Finalmente, en algo
menos del 40% de los casos existió sospecha o certeza de negligencia hacia las necesidades
psíquicas, destacando la valoración de riesgo y desprotección relacionada con la negligencia de
las figuras parentales a la hora de poner normas, límites y transmitir valores a sus hijos e hijas,
que se observó en casi en el 70%, siendo además elevado el porcentaje de gravedad moderada
(39.25%) observado de este tipo de negligencia. En consonancia con estos resultados, en casi la
mitad de los casos se observó la presencia de riesgo respecto a la incapacidad de las figuras
parentales para controlar el comportamiento de sus hijos e hijas, buena parte de ellos con
gravedad moderada, elevada y muy alta.
Los contrastes realizados entre ambos subprogramas no ofrecieron diferencias
relevantes en la existencia de los distintos tipos de maltrato. Las diferencias más significativas
se observaron en las dimensiones relativas a antecedentes de desprotección grave de las
figuras parentales y graves dificultades personales en las figuras parentales que ejercen la
tutela o guarda, aspectos en los que las familias atendidas en el subprograma de reunificación
presentaron un mayor nivel de riesgo.
Para completar esta visión general del perfil de las familias atendidas por los ETF, junto
a la valoración del riesgo también se ha analizado la calidad del contexto familiar. Los resultados
obtenidos en la evaluación inicial realizada por los y las profesionales de la calidad del contexto
familiar utilizando la escala NCFAS coinciden en mostrar un perfil familiar de riesgo moderado,
en el que únicamente obtuvo un valor aceptable la dimensión relativa a calidad del entorno. En
el resto de los dominios evaluados por esta escala se obtuvieron puntuaciones promedio bajas,
pero no muy negativas. Los aspectos con una peor valoración por parte de las y los profesionales
fueron las interacciones familiares y las competencias parentales, las únicas que presentaron
puntuaciones promedio desfavorables o negativas. Al comparar los resultados obtenidos en esta
escala en función de los subprogramas, se han encontrado puntuaciones más bajas en el
subprograma de reunificación en entorno familiar, competencias parentales y seguridad
familiar.
El análisis detallado de los indicadores de cada uno de los dominios ha mostrado,
claramente, que las relaciones conflictivas entre las figuras parentales y la falta de
competencias parentales constituyen los principales problemas del funcionamiento de estas
familias según la valoración realizada por las y los profesionales. En concreto, en la dimensión
de interacciones familiares, fueron los problemas entre las figuras parentales los que se
señalaron como un problema serio para un mayor porcentaje de familias. En línea con lo
anterior, en la dimensión de seguridad familiar, la relación entre las figuras parentales y la

188
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

violencia doméstica fueron los indicadores con mayor porcentaje de casos percibidos como
problemas serios. Asimismo, en la dimensión de bienestar del niño o niña, el desempeño escolar
y la relación entre las figuras parentales se percibieron en un mayor porcentaje de casos como
un problema serio. Por otro lado, en la dimensión de competencias parentales, el empleo de
prácticas disciplinarias inadecuadas fue el indicador señalado como más problemático en un
mayor porcentaje de casos. Finalmente, el indicador que en mayor medida se percibió como
más problemático en relación con el entorno fue la estabilidad de la vivienda. En lo referente a
las fortalezas percibidas por las y los profesionales en las familias en la evaluación de la calidad
familiar, hay que destacar el apego hacia los niños y niñas en las relaciones familiares; la
ausencia de abuso sexual en cuanto a seguridad familiar; la cooperación y la motivación porque
los hijos e hijas permanezcan en la familia; la ausencia de consumo de drogas por parte de la
mayoría de las figuras parentales; y la seguridad comunitaria en cuanto a la calidad del entorno.
Esta imagen general del perfil familiar según las evaluaciones realizadas por las y los
profesionales cuando las familias ingresan en el programa se complementa con la información
obtenida en los protocolos de evaluación contestados directamente por las figuras parentales
al inicio de la intervención. Los datos obtenidos en esta evaluación nos han permitido
profundizar en algunas dimensiones más específicas tanto de la dinámica familiar como del
ajuste adulto e infantil desde la perspectiva de los adultos y adultas de estas familias.
En cuanto a la valoración que hacían de su dinámica familiar, las y los adultos
entrevistados no reportaron una imagen muy problemática, mostrando puntuaciones
aceptables especialmente en su capacidad de adaptación. En lo referente a las prácticas
educativas parentales, de nuevo los resultados obtenidos reflejan un perfil menos problemático
del esperado en estas familias. Las respuestas de las figuras parentales reflejaban unos valores
aceptables en las dimensiones de razonamiento/inducción, calidez y apoyo, y estilo
democrático. En las prácticas negativas, las figuras parentales obtuvieron puntuaciones
moderadas en disciplina parental permisiva, en intrusismo hacia los hijos e hijas y en reactividad
excesiva. En relación con el estrés parental, las puntuaciones reflejaron un nivel de estrés
moderado; de hecho, las figuras parentales manifestaron percibir más experiencias positivas
que situaciones estresantes en relación con el ejercicio de la parentalidad. En una línea similar,
los resultados relativos a la percepción de eficacia parental también presentaron valores por
encima de la media y de lo esperable para estas familias. Respecto a las dimensiones de índole
más personal, las y los adultos destacaron entre sus principales estrategias de afrontamiento la
resolución de problemas y el pensamiento desiderativo. En relación con la satisfacción vital, las
figuras parentales mostraron un nivel moderado, al igual que en salud mental general.
Respecto a las dimensiones relacionadas con el ajuste y bienestar de niños, niñas y
adolescentes, las y los adultos valoraron como moderadamente adecuada la calidad de vida de
los hijos e hijas. En cuanto a las fortalezas y dificultades de niños y niñas, aparecieron como
problemas más comunes la hiperactividad y los síntomas emocionales.
Con objeto de obtener una información más integral del perfil de las familias atendidas
por los ETF que además pudiera ponerse en relación con la efectividad del programa, se ha
realizado un análisis de conglomerados que permitió identificar tres tipologías diferenciadas
entre las familias atendidas por los ETF. La primera tipología, la más numerosa de los tres
grupos, se caracterizó por incluir familias con más de siete años de permanencia en Servicios

189
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Sociales, alto malestar psicológico y una gran acumulación de factores de riesgo. A nivel
sociodemográfico estas familias se caracterizaban por una importante precariedad socio-
laboral, e incluyó a un porcentaje importante de las familias del subprograma de reunificación.
En cuanto al ejercicio de la parentalidad, se distinguieron por una alta percepción de eficacia
parental y moderadas puntuaciones en las prácticas parentales analizadas. La calidad de vida de
los niños, niñas y adolescentes pertenecientes a este perfil era moderada y no presentaban
niveles elevados de síntomas emocionales, problemas de comportamiento, hiperactividad o
problemas con compañeros y compañeras.
La segunda tipología quedó conformada por familias que se caracterizaban
fundamentalmente por un alto estrés parental, bajo malestar psicológico, problemas leves en
competencias parentales, en calidad de las interacciones familiares y en bienestar de niños y
niñas. A diferencia del primer grupo, el nivel sociodemográfico de estas familias venía definido
por niveles de estudios secundarios, trabajos estables y de cualificación alta. Las familias que
componían este perfil pertenecían en mayor medida al subprograma de riesgo. La exploración
de las dimensiones psicológicas puso de manifiesto que las figuras parentales presentaban baja
satisfacción vital y baja percepción de eficacia parental. A nivel de funcionamiento familiar se
obtuvieron bajas puntuaciones en fortalezas familiares, elevada preocupación y angustia y
dificultades para la comunicación. También se caracterizaron por presentar puntuaciones bajas
en prácticas parentales relacionadas con apoyo, razonamiento o estilo democrático,
distinguiéndose por su elevada permisividad, reactividad e intrusismo. En cuanto a los niños,
niñas y adolescentes de las familias pertenecientes a este perfil, se observaron niveles altos de
síntomas emocionales, problemas de comportamiento, hiperactividad, problemas con los
compañeros y las compañeras, y bajo en conducta prosocial. Además, en comparación con los
demás perfiles, estos niños, niñas y adolescentes obtuvieron la menor puntuación en calidad de
vida.
Finalmente, la tercera tipología identificada se caracterizó por estar integrada por
familias con moderado-bajo malestar psicológico, una vivencia relativa del estrés parental, así
como por mostrar fortalezas leves en la calidad del entorno, competencias parentales,
interacciones familiares, seguridad y bienestar del niño, niña o adolescente, presentando
igualmente una acumulación de riesgo moderado. Con respecto a la estructura familiar, este
perfil estaba integrado principalmente por la presencia de la familia extensa; y se caracterizó
por mantener, de manera estable, esta composición a lo largo del tiempo. Los abuelos y abuelas,
los tíos y tías u otros familiares aparecían como tutores o tutoras de los niños, niñas y
adolescentes; personas adultas que presentaban, en mayor medida que en los grupos
anteriores, niveles de estudios altos. En cuanto a la exploración de las dimensiones psicológicas,
este perfil se caracterizó por integrar a figuras parentales que presentaban niveles altos en
satisfacción vital, fortalezas y capacidad de adaptación, y bajas puntuaciones en
preocupaciones, angustia y dificultad para comunicarse. En cuanto al ejercicio de la
parentalidad, se distinguieron por su alto sentido de eficacia y puntuaciones moderadas en las
prácticas parentales estudiadas. Con respecto a las fortalezas y dificultades de los niños, niñas y
adolescentes de las familias pertenecientes a esta tipología, se observaron menos síntomas
emocionales, problemas de comportamiento, hiperactividad y problemas con compañeros y
compañeras. Las puntuaciones en calidad de vida de estos y estas menores de edad fueron
moderadas.

190
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

2. Características del proceso de implementación del programa


Para dar respuesta al segundo objetivo de la investigación realizada, se analizó en profundidad
el proceso de aplicación del programa que llevaban a cabo las y los profesionales de los distintos
equipos. La información fue obtenida mediante una evaluación de proceso y mediante la
información aportada por las y los profesionales al inicio, durante todo el periodo de
intervención y al final de la misma. En cuanto a las características generales de la
implementación, los resultados obtenidos en relación con la intensidad y duración del
programa han mostrado una elevada variabilidad en todas las dimensiones analizadas. Como
media, las familias permanecían en el programa algo más de 15 meses, y las y los profesionales
dedicaban la mayor parte del tiempo a la fase de tratamiento (unas 26 sesiones como
promedio), después a la fase de valoración (unas 7 sesiones) y un menor número de sesiones al
cierre (unas 4-5 sesiones). La duración e intensidad del programa fue significativamente menor
en el subprograma de reunificación que en el de riesgo. También se observó una importante
variabilidad en la asistencia de los diferentes miembros de la familia a las sesiones, destacando
la mayor implicación del tutor o la tutora principal y el escaso número de sesiones conjuntas con
las figuras parentales y sus hijos e hijas.
Respecto a la actitud mostrada por las familias, los y las profesionales señalaron que
fueron colaboradoras durante todo el proceso de intervención, sin apreciarse diferencias
significativas entre las familias pertenecientes a los dos subprogramas, ni entre las tres tipologías
de familias. En la misma línea, el grado de participación de las familias también fue bastante
alto, sin diferencias entre las familias pertenecientes a los dos subprogramas. Sin embargo, sí se
apreciaron diferencias en este caso entre los tres perfiles de familias, siendo mayor el nivel de
participación mostrado por las familias de la tipología 3, seguido de las familias de la tipología 2,
y siendo las familias integrantes de la tipología 1 las que mostraron el menor nivel de
participación.
En consonancia con los resultados relativos a la actitud y el grado de participación de las
familias, la evaluación de la alianza terapéutica arrojó niveles óptimos y bastantes homogéneos
en las distintas dimensiones evaluadas. Se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en la alianza terapéutica establecida entre las familias que concluyeron la
intervención y las que abandonaron, siendo menor en este último caso, tanto en la puntuación
total como en las dimensiones de enganche terapéutico, conexión emocional y seguridad en el
sistema terapéutico.
En relación con el desarrollo del programa, se llevó a cabo un análisis cualitativo de la
información aportada por las y los profesionales acerca de los objetivos abordados, la
metodología seguida en las sesiones y las áreas en las que iban detectando cambios durante el
tratamiento. Los resultados obtenidos pusieron de manifiesto que los objetivos abordados más
frecuentemente en el desarrollo de las sesiones estuvieron relacionados con la evaluación del
caso, el fortalecimiento de habilidades parentales adecuadas y la promoción de relaciones
familiares positivas. Entre los objetivos abordados con menor frecuencia se encontraban la
reducción del estrés parental y el cierre del caso. Al analizar los objetivos trabajados en función
de las fases del programa, se observó que existía una cierta evolución, teniendo más peso en la
fase de valoración la evaluación del caso y el establecimiento de la alianza terapéutica, aspectos
que iban dejando paso a los objetivos dirigidos a la promoción de competencias y a la mejora

191
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

del funcionamiento familiar conforme avanzaba el tratamiento. Por otro lado, los contrastes
realizados en función del subprograma pusieron de manifiesto que en el subprograma de riesgo
los y las profesionales dedicaban más tiempo a evaluar a las familias que en el subprograma de
reunificación, mientras que en este último la planificación de la intervención adquiría un mayor
protagonismo. Finalmente, los objetivos abordados guardaron relación con la actitud y grado de
participación mostrado por la familia, de forma que se observó una actitud más positiva y un
grado mayor de participación cuando entre los objetivos abordados figuraba la promoción de
relaciones familiares positivas, la reducción del estrés parental y la promoción del ajuste
psicosocial de los hijos y las hijas.
Respecto a la metodología aplicada en el proceso de intervención, destacó el uso de
técnicas para la evaluación y recogida de la información, las técnicas enfocadas al tratamiento y
las relacionadas con el proceso de intervención. En el caso de la evaluación, la entrevista ha
resultado prácticamente la única técnica utilizada, siendo muy escaso el uso de instrumentos
estandarizados y validados, así como otras técnicas de evaluación. En relación con el proceso de
intervención, se utilizaban fundamentalmente técnicas enfocadas al establecimiento de la
alianza terapéutica. Finalmente, las técnicas de tratamiento más utilizadas fueron las de carácter
cognitivo, seguidas de técnicas conductuales y de orientación. No se observaron diferencias
relevantes en la metodología seguida en función de los subprogramas, pero sí se constató que
la actitud y el grado de participación mejoraron con el uso de técnicas de tratamiento
especializadas.
En lo referido a las áreas de intervención en las que se detectan cambios positivos, las
y los profesionales destacaron las mejoras en las relaciones familiares, el ajuste personal de
los/as adultos/as y el ajuste psicosocial de los hijos y las hijas. En menor grado también se
destacó el ajuste escolar de los hijos y las hijas, la toma de conciencia del problema y la mejora
de las estrategias educativas parentales. Como ocurría con la metodología aplicada, no se
observaron diferencias significativas en función de los subprogramas, pero sí se observaron
relaciones significativas entre las áreas en las que se detectaron cambios y la actitud y grado de
participación de las familias. En concreto, cuando la actitud y la participación fueron más
positivas, se detectaron más mejoras en las relaciones familiares saludables, el estrés parental,
el ajuste personal de los/as adultos/as y el ajuste psicosocial y escolar de los hijos y las hijas.
Finalmente, y en lo relativo al desarrollo del programa, se analizaron las expectativas de
las y los profesionales sobre los logros que podían alcanzar, así como su valoración sobre
diferentes aspectos relacionados con la aplicación del programa con las familias participantes
en la investigación. En relación con las expectativas de éxito, los y las profesionales mostraron
expectativas positivas en la mayoría de los casos; aunque mostraron poca confianza en lograr
que la intervención fuera efectiva con una cuarta parte de las familias que ingresaron en el
programa. En consonancia con las expectativas manifestadas, las y los profesionales valoraron
positivamente tanto la conciencia del problema como la motivación para el cambio de la
mayoría de las familias, aunque en aproximadamente un tercio de las familias valoraron
negativamente ambos aspectos. A pesar de ello, los y las profesionales valoraron positivamente
(en más del 80% de los casos) tanto el proceso de derivación como la adecuación del perfil de
las familias para la finalidad del programa. Tanto en lo referente a las expectativas de éxito de
las y los profesionales como a la conciencia del problema y la motivación para el cambio, se
observaron peores valoraciones para las familias del subprograma de reunificación. En conjunto,

192
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

la valoración profesional acerca de la intervención realizada con las familias participantes en el


estudio fue medio-alta (7.19, en un rango de 0 a 10), al tiempo que valoraron de manera también
de forma positiva la evolución de las familias respecto a las dificultades que presentaban al inicio
de la intervención.

3. Efectividad de la intervención
Para evaluar la efectividad del Programa de Tratamiento Familiar se ha utilizado la información
aportada tanto por las y los profesionales como por las familias participantes, al inicio y al final
de la intervención. Además, en el caso del subprograma de riesgo, se ha contado con un grupo
de comparación de familias que, sin ser usuarias de este programa, presentaban niveles de
riesgo similares. De hecho, los análisis comparativos de las características sociodemográficas y
de riesgo de los y las participantes de los dos grupos (GI y GC) han mostrado perfiles muy
similares, posibilitando así la comparabilidad de los datos entre ambos grupos. Se llevaron a
cabo análisis de diferente tipo encaminados a obtener información tanto de la eficacia como de
la eficiencia del programa.
En el subprograma de riesgo, los resultados obtenidos en la evaluación realizada por los
y las profesionales de la calidad del contexto familiar utilizando la escala NCFAS han mostrado
una mejora significativa en todas sus dimensiones tras la intervención. Destaca el incremento
positivo respecto a las competencias parentales y a la mejora de la calidad de las interacciones
familiares. Igualmente mejoró de forma significativa la seguridad familiar y el entorno familiar.
Las dimensiones referidas al bienestar infantil también obtuvieron un incremento positivo,
aunque con un menor tamaño del efecto.
En relación con la evaluación del nivel de riesgo utilizando el instrumento Valórame, los
resultados indicaron una disminución significativa en algunas tipologías, reduciéndose la
presencia de maltrato físico, maltrato emocional, negligencia respecto a las necesidades
formativas y dificultades para poner normas, límites y transmisión de valores tras la
intervención. No se encontraron cambios entre pretest-postest al evaluar la existencia o no de
casos de negligencia en relación a las necesidades psíquicas, a la supervisión, ni en la incapacidad
parental para controlar la conducta de sus hijos e hijas. La valoración global de los y las
profesionales respecto al nivel de gravedad del riesgo de estas familias mostró una mejora
significativa tras la intervención. Mientras que al inicio de la intervención todos los casos
presentaban algún nivel de riesgo o desprotección, esta valoración se había reducido al 77.8%
de los casos al final de la misma. Además, la gravedad disminuyó en buena parte de los casos: la
desprotección grave pasó de un 21.60% a un 8.20%, y también la desprotección moderada
disminuyó, pasando de un 60% en el pretest a un 33% en el postest.
En cuanto a la efectividad del programa en relación con las dimensiones autoinformadas
por las familias, al comparar la evolución en el GC y en el GI, no hubo cambios significativos en
la satisfacción vital, ni en la salud general de las figuras parentales asociados al programa. El
programa tampoco tuvo un impacto significativo sobre el estrés parental manifestado por los y
las participantes. Sí se constató un impacto positivo en la percepción de eficacia parental,
sintiéndose más eficaces en su papel de padres y madres el grupo de familias que participó en
el programa de tratamiento. Algunas dimensiones de la dinámica familiar también

193
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

experimentaron cambios positivos tras la intervención; en concreto, aumentaron las fortalezas


y la capacidad de adaptación de las familias y disminuyeron las preocupaciones. Respecto a las
prácticas educativas parentales, se observó una mejora significativa en las dimensiones de
permisividad e intrusismo. Así, los niveles de permisividad, intrusismo y reactividad excesiva de
las figuras parentales disminuyeron en las familias participantes en el programa tras la
intervención. Por otro lado, aumentaron significativamente las prácticas educativas
relacionadas con la calidez y el apoyo. No se observaron cambios positivos significativos ni en el
grado de participación democrática ni en la dimensión de razonamiento.
En cuanto a la efectividad del programa en relación con las dimensiones relativas a
niños, niñas y adolescentes, se observó una mejora significativa entre los y las participantes en
el programa, mostrando una mayor percepción de calidad de vida tras la intervención. También
se observó un impacto positivo en el aumento de las conductas prosociales y en la reducción de
problemas con los compañeros y las compañeras en el grupo de intervención respecto al grupo
de comparación. La evolución de los síntomas emocionales, la hiperactividad y los problemas de
conductas no mostraron diferencias significativas al comparar el grupo de intervención con el
de comparación.
En conjunto, las figuras parentales del subprograma de riesgo manifestaron una alta
satisfacción con el programa (una puntuación media de 3.16, en un rango de 1 a 4). En concreto,
manifestaron que el programa les resultaba de utilidad y que lo recomendarían a otras familias.
Los análisis de efectividad del subprograma de reunificación no pueden ser
considerados como concluyentes para la toma de decisiones dado el reducido número de
familias de este subprograma que completaron la evaluación. De hecho, solo 37 familias de este
subprograma participaron en la investigación y no pudimos disponer de un grupo de familias
comparables para ver el alcance de los resultados de efectividad. Teniendo en cuenta estas
precauciones, los resultados obtenidos mostraron cambios significativos tras la intervención en
la calidad del contexto familiar; concretamente, en las dimensiones de competencias parentales,
interacciones familiares, seguridad familiar y bienestar infantil. Si bien es cierto que la
intervención resultó ser positiva para generar cambios en la calidad del contexto familiar según
la información aportada por los y las profesionales, no se encontraron tantas evidencias de
efectividad en el resto de variables autoinformadas por las familias. Así, las comparaciones entre
la evaluación inicial y final mostraron únicamente cambios significativos tras la intervención en
las dimensiones relacionadas con preocupaciones familiares, prácticas intrusivas y calidad de
vida de los hijos y las hijas.
Con objeto de evaluar la eficiencia del programa, se llevaron a cabo análisis complejos
que permitieron, por un lado, calcular la magnitud del cambio positivo o mejora experimentada
por las familias tras la intervención en los distintos ámbitos evaluados y, por otro, explorar si el
impacto positivo podía predecirse a partir de características relacionadas con el perfil familiar,
las condiciones de implementación del programa o la valoración previa del caso. Confirmando
los resultados de eficacia ya descritos, los resultados mostraron una mejora estadísticamente
significativa de las familias del grupo de intervención en comparación con las familias del grupo
de comparación en distintos aspectos. En concreto, se observó una mejora de magnitud variable
en aspectos importantes de la dinámica familiar como las fortalezas y capacidad de adaptación
familiar y preocupaciones y angustia. También se observó una mejora de magnitud significativa

194
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

en la percepción de eficacia parental de los y las participantes, así como en la utilización de


prácticas parentales basadas en la calidez y el apoyo y en la reactividad excesiva. Respecto a los
niños, las niñas y adolescentes de las familias participantes en el programa, a diferencia del
grupo de comparación, se encontraron mejoras sustanciales en la relación que mantienen con
otros compañeros o compañeras y en la calidad de vida infantil. En todos los casos, las
diferencias estadísticamente significativas encontradas en la magnitud de mejora entre ambos
grupos supusieron un cambio positivo en las familias del grupo de intervención y un
empeoramiento en las familias del grupo de comparación.
El cálculo de las magnitudes ajustadas de mejora permitió estimar el tamaño del cambio
positivo experimentado por las familias como resultado de la intervención. En concreto, estos
análisis mostraron que la eficacia de la intervención, en términos porcentuales, se había
producido especialmente en el ámbito de la dinámica familiar, seguida de la percepción de
eficacia parental, de las prácticas parentales positivas, la calidad de vida infantil y del ajuste
infantil. Los resultados mostraron además que las magnitudes de cambio positivo
experimentado en las distintas dimensiones estaban relacionadas entre sí. Es decir, que la
mejora en una de las dimensiones se relacionaba con mejoras en el resto de las dimensiones.
Los análisis realizados para determinar con qué perfil de familias el programa era más
efectivo pusieron de manifiesto que eran las familias de la tipología 2 las que más se
beneficiaron de la intervención, especialmente en comparación con la tipología 1, que incluía a
las familias en las que se observó menos impacto positivo tras su paso por el programa. Las
diferencias observadas entre las tipologías 1 y 2 fueron especialmente relevantes en los cambios
experimentados en dinámica familiar, prácticas educativas y ajuste infantil, que mejoraron
significativamente más en las familias de la tipología 2. Las mejoras experimentadas por las
familias de la tipología 3 las situaron en una situación intermedia entre los otros dos grupos de
participantes y fueron significativamente más altas que las de las familias de la tipología 1 en lo
relativos a prácticas educativas parentales. No se observaron diferencias significativas entre las
tres tipologías en lo relativo a percepción de eficacia parental y ajuste infantil. Es importante
señalar que ninguna de las magnitudes de mejora de las diferentes dimensiones obtenidas en
las tres tipologías resultó negativa, por lo que en ninguno de los perfiles familiares se observaron
efectos negativos tras la intervención.
En cuanto a las relaciones entre la magnitud de mejora con otros aspectos, no se
encontraron relaciones significativas entre las valoraciones previas del caso hechas por las y los
profesionales y el cambio experimentado, pero sí se encontraron relaciones relevantes
asociadas a las condiciones de implementación. En concreto, las intervenciones de más
duración se asociaron a magnitudes de cambio positivo más elevadas en prácticas educativas
parentales y en percepción de eficacia parental. En consonancia con estos resultados, las
magnitudes de cambio encontradas en las familias que en el momento de la evaluación final
habían recibido el alta fueron más elevadas que las de las familias que continuaban la
intervención, tanto en prácticas educativas parentales como en ajuste infantil. También en
relación con las condiciones de implementación se encontró una asociación negativa entre los
cambios positivos experimentados por las familias en dinámica familiar y calidad de vida y el
número de sesiones familiares. De todas las características de la intervención analizadas, la
alianza terapéutica establecida resultó ser una de las que guardó una mayor asociación con el
cambio positivo experimentado por las familias. Todos los componentes de la alianza analizados

195
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

de acuerdo con el modelo teórico de SOATIF (compartir propósito, seguridad en el sistema


terapéutico, conexión emocional y enganche del proceso terapéutico) fueron relevantes, siendo
la creación de un espacio seguro para las familias el que guardó más relación con el éxito de la
intervención. Finalmente, la satisfacción de las familias con el programa también se relacionó
significativamente con la magnitud del cambio positivo experimentado. De modo que se
observó un mayor impacto positivo en prácticas educativas parentales, percepción de eficacia
parental, ajuste y calidad de vida infantil en las familias que se mostraron más satisfechas con la
intervención.

4. Valoración del programa y actualización del manual


La valoración del programa por parte de los y las profesionales fue analizada tanto cualitativa
como cuantitativamente. Los resultados de los datos cuantitativos mostraron que la valoración
de las y los profesionales sobre el programa fue positiva en todos los aspectos evaluados,
destacando especialmente la identificación con la filosofía del programa, la motivación para su
aplicación y la satisfacción con el nivel de cohesión existente en los equipos de trabajo. Esta
valoración positiva en términos generales mostró algunas diferencias en función de las
características de los y las profesionales. En cuanto a la identificación con el programa, esta fue
mayor para las y los profesionales con más años de experiencia. Además, los resultados
indicaron que las y los profesionales más identificados con el programa fueron los que
manifestaron una mayor motivación para su aplicación, más fidelidad en la implementación y
realizaron una valoración general más positiva. A su vez, las y los profesionales más
motivados/as para la aplicación del programa, indicaron una mayor eficacia y utilidad del
mismo, una mayor fidelidad en su implementación, y se mostraron más satisfechos/as con la
cohesión del equipo, valorando el programa más positivamente en su conjunto. En cuanto a la
eficacia y utilidad del programa, las y los profesionales que reflejaron una mejor percepción en
la eficacia y utilidad del programa se mostraron más fieles en su implementación, más
satisfechos/as con la cohesión del equipo y también valoraron el programa más positivamente.
Además, las y los profesionales que indicaron un mayor grado de satisfacción con la cohesión
del equipo también se mostraron más motivados/as y valoraron mejor el programa. Por último,
las y los profesionales que mejor valoraron el programa fueron los que manifestaron mayor
fidelidad en la implementación y más grado de satisfacción con la cohesión del equipo.
A pesar de esta valoración positiva, la gran mayoría de las y los profesionales señalaron
la necesidad de modificar diferentes aspectos del programa. En este sentido, el análisis
cualitativo de las propuestas de mejora de las y los profesionales reveló la necesidad de mejorar
el manual de referencia, las condiciones de implementación del programa, el reciclaje y
actualización de los y las profesionales y los procesos de coordinación y supervisión.
Concretamente, respecto al manual, se destacó la importancia de una revisión y actualización
de los distintos contenidos que lo integran. En cuanto a las condiciones de implementación, se
hizo hincapié en la modificación de la duración de la intervención y de los protocolos de
derivación; además, los y las profesionales expresaron su desaliento en referencia a la ratio de
casos por equipo y a la sobrecarga de gestión administrativa. En lo relativo al reciclaje y
actualización, se recalcó la necesidad de formación de los y las profesionales. Finalmente, en

196
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

relación a la coordinación y supervisión, se manifestó la necesidad de mejorar la coordinación y


el trabajo en red, así como contar con supervisión externa.
Como reto pendiente y ampliamente demandado por las y los profesionales, la
definición y puesta en marcha del proceso de actualización del manual de referencia de los ETF
ha sido contemplado como uno de los principales objetivos en la investigación realizada. Para
abordar este objetivo se propuso un plan metodológico basado en la Investigación Acción
Participativa. La puesta en marcha de esta propuesta metodológica ha conllevado tanto la
recogida de información de los y las profesionales mediante la realización de grupos de
discusión, como la constitución y la ejecución de un grupo de trabajo encargado de elaborar la
propuesta de actualización del manual.
El análisis de los grupos de discusión puso de manifiesto que algunos y algunas
profesionales utilizaban el manual como guía en su práctica profesional; sin embargo, otros y
otras destacaron que habían tenido que adaptarlo para seguir utilizándolo y bastantes
reconocían que no lo utilizaban. La razón del limitado uso que se le daba al manual tenía que
ver, según los y las profesionales, con que sus contenidos se encontraban en gran parte
obsoletos y desactualizados. No obstante, ha resultado mayoritario el convencimiento de la
utilidad de contar con un manual de referencia actualizado que proporcione un marco de
actuación unificado para todos los equipos.
Respecto a qué era necesario modificar del manual, los y las profesionales hicieron
referencia a la necesidad de una revisión completa de los contenidos, estimando oportuno
incluir algunos aspectos organizativos y legislativos, así como dotarle de un carácter más
práctico. También consideraron necesario el ajuste del enfoque, objetivos y contenidos del
programa al perfil de las familias atendidas en la actualidad, distinto al de las familias de hace
una década. Además, se insistió en la necesidad de clarificar los roles y funciones de los distintos
perfiles profesionales en el proceso de intervención. Igualmente, se consideró fundamental que
el manual incluyera toda la documentación necesaria para la aplicación del programa, así como
los protocolos de evaluación y seguimiento. Finalmente, se señaló la necesidad de que el manual
adoptara un formato más ágil y accesible que facilitase su uso durante la práctica profesional
cotidiana.

5. Conclusiones y propuestas de mejora


El gran volumen de resultados obtenidos en la evaluación del Programa de Tratamiento Familiar
aporta información relevante sobre el perfil de la población atendida, sobre el proceso de
aplicación del programa y, especialmente, en relación con su efectividad. Estos resultados
permiten extraer importantes conclusiones que deberían ser tenidas en cuenta a la hora de
revisar e incorporar mejoras en el programa. A partir de los resultados obtenidos y atendiendo
además a los estándares de calidad de los programas basados en la evidencia, ofrecemos a
continuación las principales conclusiones que invitan a la reflexión sobre las posibles propuestas
de mejora.
La primera conclusión de gran relevancia que se extrae de los resultados obtenidos tiene
que ver con la diversidad observada en el perfil de las familias que son atendidas actualmente
por los ETF. Aunque en términos generales podemos hablar de un nivel de riesgo moderado, en

197
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

realidad las familias participantes en el programa presentan un perfil bastante heterogéneo, tal
y como han puesto de manifiesto las tipologías identificadas. Por un lado, sigue existiendo un
porcentaje importante de familias con trayectorias de riesgo muy cronificadas que presentan las
características tradicionalmente asociadas a las usuarias y los usuarios de los servicios sociales
(precariedad socio-educativa y laboral, inestabilidad familiar, adicciones o problemas
económicos). Por otro, representan ya un volumen muy considerable las familias atendidas por
los ETF que no comparten ese perfil de precariedad socio-económica, y cuyos principales
factores de riesgo están relacionados con la conflictividad de las relaciones familiares y la
ausencia de competencias parentales adecuadas. Este cambio en el perfil de las familias tiene
importantes consecuencias puesto que las necesidades de intervención que presentan las
familias son, en gran parte, diferentes. En concreto, son muchas las familias que presentan una
importante conflictividad en las relaciones entre las figuras parentales (en muchos casos fruto
de rupturas complicadas y con instrumentalización de hijos e hijas en los conflictos entre padres
y madres) y la ausencia de prácticas disciplinarias adecuadas. Incluso cuando estas
circunstancias no conllevan la existencia de maltrato infantil, terminan afectando
negativamente al bienestar de niños, niñas y adolescentes que, en muchos casos, presentan
serios problemas de ajuste.
Teniendo en cuenta esta realidad y de acuerdo con uno de los principales criterios de
calidad de los programas basados en evidencias, una clara propuesta de mejora implica la
necesidad de ajustar el programa (su enfoque, objetivos, metodología, etcétera) a las
necesidades de intervención que presentan actualmente las familias. Este ajuste implica, en
gran medida, situar la promoción de las competencias parentales y de un funcionamiento
familiar saludable entre los objetivos centrales de la intervención. La evaluación del proceso de
intervención realizada ha permitido constatar que, de hecho, estos objetivos figuran ya entre
los más abordados por los y las profesionales. El ajuste observado entre las necesidades de las
familias y los objetivos trabajados durante el proceso de intervención constituye, sin duda, una
importante fortaleza del programa. No obstante, también debe señalarse que algunas
necesidades de intervención quizás no están suficientemente atendidas. En concreto, debería
dedicarse más atención a los altos niveles de estrés parental que presentan algunas familias y,
sobre todo, dedicar más esfuerzo a los objetivos relacionados con el bienestar y ajuste infantil y
adolescente.
Otra conclusión importante que puede extraerse de la evaluación de la implementación
es la gran diversidad existente entre los distintos equipos y profesionales en la aplicación del
programa. En concreto, se ha constatado una enorme diversidad en la duración e intensidad de
la intervención desarrollada, los objetivos abordados o la metodología aplicada. Aunque la
adaptabilidad del programa a las características específicas de cada familia es una buena
práctica y la pluralidad metodológica debe ser contemplada en un programa como el que nos
ocupa, no debe olvidarse que un criterio central de la calidad de los programas lo constituye su
sistematización. Compartir enfoques y homogenizar técnicas de tratamiento, instrumentos de
evaluación y condiciones de implementación que hayan demostrado su efectividad es otra
propuesta de mejora que permitirá incorporar buenas prácticas basadas en la evidencia y
fortalecer la calidad del Programa de Tratamiento Familiar. La falta de homogenización
observada en todo lo relacionado con la metodología aplicada en la intervención ha sido tan
alta, que incluso ha dificultado la clasificación de las técnicas utilizadas y la identificación de

198
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

tipologías de implementación diferenciadas. De cara a avanzar en este aspecto, es fundamental


que en la revisión del manual de referencia se preste especial atención a la inclusión de los
aspectos metodológicos, de forma que constituya para los y las profesionales una guía clara,
útil y actualizada tanto de los instrumentos de evaluación como de las técnicas de tratamiento
que pueden utilizar en el trabajo con las familias.
En relación con la evaluación de las familias, los resultados obtenidos han puesto de
manifiesto que las y los profesionales dedican un importante esfuerzo y tiempo a este objetivo,
dilatándose a veces durante bastantes meses. Cuando se exploraron las técnicas de evaluación
utilizadas, las y los profesionales mencionaron casi exclusivamente la entrevista, siendo
llamativo el escaso uso de instrumentos estandarizados y validados. Con toda probabilidad,
contar con instrumentos estandarizados útiles y eficaces para evaluar tanto las necesidades
como las fortalezas que presentan las familias no solo contribuirá a aumentar la eficiencia del
programa, sino también facilitará la homogenización de la aplicación del programa entre los
distintos equipos y profesionales.
Respecto a las condiciones de implementación, especial preocupación despierta entre
los y las profesionales el tema de la duración del programa. Aunque de nuevo se ha detectado
una importante diversidad en este aspecto, los resultados obtenidos han demostrado que, como
promedio, una intervención de unos 15 meses de duración permite obtener cambios positivos
en las familias. No obstante, los resultados sobre la magnitud de mejora también han puesto de
manifiesto que la magnitud del cambio positivo experimentado es mayor en las intervenciones
más largas, especialmente en lo que tiene que ver con el ajuste infantil y adolescente. De hecho,
las familias que por criterio profesional continuaban en el programa tras 15 meses de
intervención, presentaban pocos cambios positivos en prácticas educativas parentales y en
ajuste infantil. En este sentido, se podría contemplar que la intensidad del programa pudiera
variar en función de los objetivos de intervención.
Otro aspecto relacionado con la aplicación del programa que debe ser objeto de
reflexión tiene que ver con la modalidad de intervención. Acorde con los objetivos más
trabajados, los destinatarios directos de la intervención son mayoritariamente los/as adultos/as
de forma individual, siendo bastante bajo el número de sesiones familiares conjuntas (con las
figuras parentales y sus hijos e hijas) y las intervenciones grupales. De hecho, los resultados
obtenidos mostraron que estas sesiones conjuntas eran más frecuentes en los casos en los que
se observaban menos mejoras, probablemente, porque las y los profesionales perciben la
necesidad de incrementar el número de sesiones familiares en los casos más resistentes al
cambio. Puesto que gran parte de las familias presentan importantes dificultades relacionadas
con la dinámica familiar y existen evidencias de la utilidad de trabajar con todo el sistema
familiar para facilitar cambios en su funcionamiento, debería plantearse la posibilidad de
incorporar más intervenciones con todos los miembros de la familia. Por otro lado, a la hora de
abordar la promoción de las competencias parentales está ampliamente demostrada la utilidad
de las intervenciones grupales. En este sentido, complementar la atención individualizada con
algunas sesiones grupales podría mejorar los beneficios para las familias y hacer más eficiente
el programa.
Especial atención en el análisis del desarrollo del programa merece la actitud y grado de
participación mostrado por las familias. En ambos aspectos, las y los profesionales hicieron una

199
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

valoración bastante positiva. Junto a esta actitud positiva de las familias también se constataron
niveles razonablemente buenos de conciencia del problema y motivación para el cambio. Como
está ampliamente demostrado, estos aspectos son clave para el éxito de las intervenciones y,
por tanto, podemos concluir que el programa cuenta con unas condiciones muy favorables para
favorecer la adherencia de los participantes y, con ello, su efectividad. En la misma línea, el nivel
de alianza terapéutica establecido durante la intervención también alcanzó niveles óptimos,
poniendo de manifiesto que las familias perciben a las y los profesionales como una fuente de
apoyo, aspecto que las evidencias disponibles revelan como esencial para conseguir cambios
positivos en las familias. De hecho, los resultados de efectividad confirmaron la relación entre
una buena alianza terapéutica y el éxito de la intervención.
El buen clima establecido con las familias probablemente ha contribuido a la alta
satisfacción manifestada por las familias en relación con el programa. Contar con programa
valorado por las y los participantes es de nuevo un criterio de calidad que ya cumple este
programa. No obstante, como los propios profesionales han demandado, es necesario visibilizar
más este programa tanto entre otros servicios de atención a la infancia y la familia, como entre
los posibles destinatarios y destinatarias. Al igual que las familias, también las y los
profesionales hacen una valoración positiva del programa. En su gran mayoría, se encuentran
motivadas y motivados para aplicarlo y creen en su utilidad. No obstante, son muchos los
aspectos que consideran que necesitan ser modificados: la actualización del manual, mejorar las
condiciones de implementación, incorporar acciones formativas y procesos de supervisión,
etcétera. Analizar en profundidad e ir incorporando las propuestas de mejora manifestadas por
las y los profesionales en el marco del estudio realizado es otro de los retos pendientes.
Los resultados obtenidos aportan evidencias científicas de la efectividad del programa,
conclusión fundamental que responde a uno de los principales objetivos de la investigación
realizada. La rigurosidad de los análisis de datos realizados permite asegurar que las familias
participantes en el programa experimentan cambios positivos tras la intervención, aunque las
mejoras observadas no son significativas en todas las dimensiones analizadas, ni todas las
familias se benefician en el mismo grado. Tal y como se ha descrito anteriormente, las mejoras
más significativas se observaron en la disminución de la gravedad del riesgo (según Valórame) y
en la calidad del contexto familiar, ambas dimensiones evaluadas por las y los profesionales. De
las dimensiones en las que los informantes eran las figuras parentales, se observaron cambios
positivos en el grupo de intervención (a diferencia de lo observado en el grupo de comparación)
en las dimensiones relacionadas con: fortalezas y capacidad de adaptación familiar,
preocupaciones y angustia, percepción de eficacia parental, calidez y el apoyo, reactividad
excesiva, relaciones de los niños, niñas y adolescentes con sus compañeros y compañeras y
calidad de vida infantil. El cálculo de las magnitudes ajustadas de mejora por ámbitos permite
concluir que la eficacia de la intervención se centra, fundamentalmente, en el ámbito de la
dinámica familiar, seguida de la percepción de eficacia parental, de las prácticas parentales
positivas, de la calidad de vida infantil y del ajuste infantil. De hecho, no se observaron mejoras
significativas en satisfacción vital y malestar psicológico de las personas adultas, estrés parental,
hiperactividad, síntomas emocionales y problemas de conducta de niños, niñas o adolescentes.
Es importante destacar que las diferencias observadas en la evolución de ambos grupos entre
las evaluaciones inicial y final muestra que, para algunas dimensiones, el paso del tiempo supone
un claro empeoramiento (como se observa en el grupo de comparación) por lo que, cuanto antes

200
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

se inicie la intervención, mucho mejor. En este sentido y como es destacado desde los
planteamientos más actuales, debe apostarse firmemente por las intervenciones preventivas en
cuanto se detectan las primeras dificultades.
Esta información sobre las dimensiones en las que se observan cambios positivos y en
las que no como resultado de la intervención debe ser tenida muy en cuenta a la hora de
reflexionar sobre los objetivos y las características metodológicas del programa. Parece evidente
que los beneficios del programa se centran en el ámbito del funcionamiento familiar y en el
ejercicio de la parentalidad, teniendo menos impacto tanto en el ajuste personal adulto como
en el ajuste infantil. Por un lado, las mejoras observadas se dan en las áreas en las que se
detectaron más necesidades y a las que las y los profesionales dedican más trabajo, lo que
claramente debe interpretarse como un logro del programa. Por otro, como es bien explicado
desde los planteamientos sistémicos, los cambios en una parte del sistema afectan a todo el
conjunto y, en el caso de las intervenciones, esto implica que como resultado de las mismas
podemos esperar tanto efectos directos como indirectos. Es decir, la promoción de un ejercicio
más competente de la parentalidad y el logro de una dinámica familiar más saludable, sin duda,
revertirán a medio o largo plazo en la mejora del bienestar de niños, niñas y adolescentes. De
hecho, los propios resultados encontrados pusieron de relieve que los cambios positivos
observados en las distintas dimensiones analizadas guardaban relación entre sí, de forma que la
mejora en una de las dimensiones se relacionaba con mejoras en el resto de las dimensiones.
Siendo cierto todo lo anterior, no podemos olvidar que, en algunos casos, niños, niñas y
adolescentes presentan importantes problemas de ajuste que no pueden ignorarse y que deben
ser objeto directo de la intervención. La cuestión que debe reflexionarse es hasta qué punto es
suficiente con que estas dificultades sean abordadas únicamente por los ETF o requieren de
intervenciones especializadas por parte de otros servicios de atención a la infancia y la
adolescencia. En la misma línea, la ausencia de mejoras significativas asociadas a la salud mental
de las figuras parentales deja al descubierto la necesidad de complementar en muchos casos la
intervención de los ETF con actuaciones desde los dispositivos especializados en salud mental.
Junto a la ausencia de mejoras en ciertos ámbitos, los resultados encontrados también
permiten concluir que el programa no es igualmente efectivo para todas las familias que
participan en el mismo. En las familias muy cronificadas en los servicios sociales, con
trayectorias vitales de alto riesgo y con figuras parentales con problemas de salud mental, es
donde se observa la menor efectividad del programa. Estos resultados sobre el perfil de familias
que se benefician más y menos de este programa deberían tenerse en cuenta al decidir los
criterios de inclusión y exclusión, sobre todo, si se quiere lograr una mayor eficiencia del
programa. En la misma línea que se comentaba respecto a las dimensiones en las que no se han
observado cambios significativos, esta realidad requiere que se diversifiquen los recursos de
intervención familiar, contando con programas de mayor intensidad y especialización para las
familias que presenten niveles de riesgo más alto. En este sentido, las evidencias disponibles
muestran la utilidad para estos casos muy cronificados y de alto riesgo de las intervenciones que
adoptan la modalidad de atención domiciliaria; modalidad que facilita el uso sistemático del
modelado, el apoyo psicológico individual y el acompañamiento continuado, aspectos
especialmente importantes en los casos de familias con mayores dificultades.
Aunque el reducido número de familias del subprograma de reunificación participantes
en el estudio no nos permite sacar conclusiones definitivas, los resultados obtenidos apuntan

201
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

hacia una menor eficacia del programa en estos casos. Estos resultados no son sorprendentes
si tenemos en cuenta que el perfil de estas familias es claramente diferente. En términos
generales, se caracterizan por un peor pronóstico por parte de las y los profesionales que, sin
duda, tiene mucho que ver con sus complicadas y cronificadas trayectorias vitales de riesgo. De
hecho, aunque en muchos casos se valoren elementos de recuperabilidad, muchos de los
factores de riesgo ligados a la precariedad socio-laboral y la inestabilidad que acompañan con
frecuencia a estas familias, siguen estando presentes. Si a pesar de las diferencias en el perfil de
necesidades que presentan estas familias, se tiene en cuenta que no se han encontrado grandes
diferencias ni en los objetivos ni en la metodología aplicada por las y los profesionales en función
de los subprogramas, no es sorprendente que se obtengan menores niveles de éxito. En línea
con lo comentado para las familias de mayor nivel de riesgo, este subprograma requiere de una
propuesta de intervención específica, con objetivos y contenidos diferentes y, probablemente,
con un mayor grado de especialización por parte de las y los profesionales que lo apliquen.
Una última conclusión importante que se desprende de la investigación realizada es la
necesidad de revisión y actualización del manual de referencia. Hay una total unanimidad por
parte de las y los profesionales a la hora de reconocer la utilidad de contar con un manual que
sistematice y homogenice las actuaciones en el marco del Programa de Tratamiento Familiar.
Este manual debe servir de guía y convertirse en un recurso valioso a nivel metodológico para la
aplicación del programa. El proceso de Investigación Acción Participativa realizado ha permitido
dar voz a las y los profesionales para conocer sus expectativas y necesidades en relación con el
manual, y ha posibilitado consensuar un índice fruto de una estrecha colaboración entre
profesionales, investigadores y responsables institucionales. Este ejemplo de buena práctica
requiere dar continuidad al trabajo iniciado abordando el proceso de modificación de nuevo en
el marco de un proceso colaborativo, donde se integren las evidencias científicas con el saber
profesional y se cuente con el refrendo institucional. Sin duda, avanzar en esta línea no solo
permitirá incorporar buenas prácticas basadas en la evidencia en el Programa de Tratamiento
Familiar, sino que también contribuirá a la mejora y optimización de las políticas sociales en
materia de infancia y familia de Andalucía.

202
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

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208
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

APÉNDICES

1. Sistema de categorías
1.1. Sistema de categorías relativo a los objetivos trabajados en las sesiones
de tratamiento
Categoría y definición U idades de sig ifi ado
1. Planificar la 1. T aslado i fo a ió e t e e uipos
intervención y/o 2. De i a ió a U“MC
derivación 3. Ela o a ió I fo e de De i a ió pa a ““CC
Acciones de los 4. T aslada i fo a io de la eu ió de tuto ía
profesionales dirigidas a 5. A tualiza i fo a io p i ipales difi ultades
diseñar la intervención 6. Actualizar la información del caso
con las familias o dirigir a 7. “upe isa la llegada de la hija a o el ieto al do i ilio,
algún miembro de la oti a do p es i ie do la de i a ió al CIAM p o le as de
familia a otro servicio do u e ta ió po e t a je ía, i e ias de alt ato e esidad de
ei se ió la o al
8. Retomar la derivación al CIAM para asesoramiento jurídico sobre la
demanda de paternidad del menor
9. Coo di a ió o ot os p ofesio ales
10. De i a a los se i ios de o ie ta ió al e pleo
11. A tualiza ió i fo a ió fa ilia
12. A o da eu ió o los tuto es de los e o es.
13. Coo di a las i stitu io es so io-edu ati as ue i ide e la fa ilia
14. Cita a la e o
15. Co p o a e esidad del e o de de i a ió al dispositi o de “M
16. “e le de i a a e pleo
. Esta le e la alia za 1. P ese ta ió oti o de i a ió
te apéuti a o la fa ilia 2. P ese ta ió de la ad e al e uipo
Actuaciones de los 3. P ese ta ió del E uipo ETF
profesionales dirigidas a 4. P ese ta ió de la fa ilia al E uipo
establecer una relación 5. C ea í ulo o el e o
segura con la familia y a 6. Esta le e u a i ula ió positi a
favorecer la adherencia 7. Co st ui la ela ió o la fa ilia
de la familia con el plan 8. Esta le e i ula ió o la pa eja de la ad e, fa o e ie do
de intervención ola o a ió e i pli a ió e la i te e ió
9. Esta le e u a i ula ió positi a o la ad e
10. Ha e hi apié e los o jeti os ue ha ido log a do la i po ta ia
de a te e lo
11. Esta le i ie to de appo t
12. Esta le e ela ió de o fia za- i ula ió positi a de la fa ilia
o el e uipo
13. Esta le e ela ió de o fia za o el e o
. Esta le e las 1. Co t ato ETF-Fa ilia
o di io es de la 2. Fi a del a ta de o p o iso

209
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

i te e ió 3. Fi a o se ti ie to
Actuaciones dirigidas al 4. Fi a do u e tos ape tu a ese
establecimiento de 5. E pli a el fu io a ie to o jeti os del p og a a
acuerdos entre los 6. Fi a a ue dos / o jeti os a o segui du a te el t ata ie to
profesionales y las 7. Pla tea ie to del t a ajo e la i te e ió fa ilia
familias que permiten 8. E uad e
llegar a un consenso en 9. E ela ió a la p ese ta ió : A epta ió u pli ie to de
las condiciones en las que p es ip io es té i as
se va a desarrollar la 10. Pad e: e o da la i po ta ia de la o u i a ió o el e uipo
intervención 11. Pote ia la la idad e la o u i a ió
12. Cla ifi a e pe tati as
. E alua el aso fa ilia 1. E alua ió situa io es iesgo/desp ote ió
Actuaciones dirigidas a 2. E alua ió fa ilia i te dis ipli a
evaluar a las familias y su 3. Histo ia de ida
contexto 4. E alua ió situa io es iesgo/desp ote ió
5. E alua ió es ola
6. Valo a ió estado e o io al
7. ‘e ogida de i fo a ió ele a te de la situa ió
8. E alua ió
9. ‘ealiza ge og a a e histo ia fa ilia , t a aja do los pat o es
epetidos oti a do la e esidad de a io
10. Histo ia fa ilia
11. Histo ia del ú leo o i e ial
12. Histo ia o i e ial
13. Co o e e to o de la i ie da
14. Nú leo de o i e ia
15. Valo a ió e o io al de los e o es
16. ‘e oge las i fo a io es
17. ‘e ogida de i fo a ió
18. Ge og a a
19. Co o e a uela ate a
20. I daga º edu ati o fa ilia
21. I daga º fa ilia
22. I daga o su o tó i os ad e
23. I daga posi le o su o
24. ‘e a a i fo a ió de i fo a tes la e
25. Valo a ha ilidades a uela
26. I daga histo ia so ial
27. I daga so e la ela ió o el pad e o el e o
28. I daga ió i fo al de las i fo a io es
29. E plo a ió so ial
30. E plo a ió e o ó i o la o al
31. P i e a e plo a ió i fo al
32. I daga e las ela io es fa ilia es estilos edu ati os
33. Mad e: p i e as i fo a io es de su hijo/a
34. E alua pa a esta le e o jeti os de t a ajo
35. Co o e e pe tati as de los pad es oti a ió po el a io
36. Co o e la ola o a ió de los pad es o el e t o edu ati o
37. ‘e oge i fo a ió a tualizada so e el pe iodo a a io al de la

210
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

e o e ua to a la o ga iza ió de a ti idades esta ias o el


pad e
38. A tualiza e isa datos de salud de la e o
39. Co o e situa ió fa ilia a tual
40. Co o i ie to de la situa ió a titud a te la is a
41. A álisis de los p o le as
42. Diag osti a las e esidades so iola o ales
43. E t ae i fo a ió e to o al do i ilio o de , li pieza,
do ito io de la e o ... e to o a los há itos o Ce ilia
o as, ho a ios...
44. I daga estilo edu ati o de la ad e
45. Co p o a i el de ela ió -i te a ió afe ti idad e t e ad e-
hijo
46. Co p o a i el de ela ió afe ti idad e t e los ie os de la
fa ilia
47. Co o e de p i e a a o i fo a ió so e la e o su
i teg a ió e olu ió es ola
48. E alua e di ie to a adé i o e o es
49. E alua ela ió p oge ito es o el e t o edu ati o
50. E alua ela ió de los e o es o iguales p ofeso ado
51. E alua ió psi ológi a de la e o
5. Favorecer la 1. Moti a ió ha ia el t ata ie to
adherencia al 2. Moti a ió fa ilia
tratamiento 3. Moti a ió ha ia el a io
Acciones dirigidas a las 4. E ela ió a la p ese ta ió : I i io de la oti a ió al a io, de la
familias con el objetivo i ula ió de la adhe e ia al t ata ie to
de favorecer la 5. Co e za el p o eso de oti a ió o la fa ilia
aceptación y el 6. Co segui la adhe e ia al t ata ie to
cumplimiento de los 7. Moti a a la fa ilia ha ia el t ata ie to
criterios y requisitos 8. Adhe e ia al t ata ie to
establecidos en la 9. I pli a a la fa ilia
intervención 10. Co segui la ola o a ió de la fa ilia e la e alua ió del p og a a
11. Co ie ia so e la e esidad de ate ió édi a-psi ológi a
. P o o e há itos 1. A ti idades o io tie po li e
uti as ade uados e el 2. Au e ta el it o las uti as/há itos: sueño, ali e ta ió , TV,
hoga ó il...
Actuaciones dirigidas a 3. O ga iza ió do ésti a
concienciar a las familias 4. Fo e ta la ús ueda de o e tos de o io de alidad e fa ilia
sobre la importancia de 5. Dedi a a las e o es u tie po li e de alidad
adquirir hábitos y rutinas 6. Mejo a el o de el uidado del hoga
saludables a diario, así 7. To a de o ie ia de las a e ias e há itos de higie e- estido
como a fomentar la la e esidad de supe isió
adquisición y práctica de
los mismos
. . P o o e ela io es 1. “u siste a pa e tal f ate al
fa ilia es positi as 2. “u siste a ate o: filial f ate al
Actuaciones dirigidas a 3. Adapta ilidad ohesió fa ilia
promover relaciones 4. ‘uptu a de la o i e ia fa ilia / a io de do i ilio
saludables, en lo relativo 5. ‘ela ió o pad es pa ejas de estos

211
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

al sistema familiar y a sus 6. ‘efo za autoapo o fa ilia


subsistemas, así como en 7. T a aja la o u i a ió
la relación del sistema 8. P o le as pla teados e la o u i a ió
familiar con otros 9. ‘ela ió se ti e tal iña e o
sistemas externos 10. T ato dife e ial ha ia la e o de efe e ia
11. Apo o fa ilia
12. I po ta ia de po e lí ites a la figu a de la a uela pate a
13. Fo e ta la e o ilia ió de la hija a o o la figu a pate a,
t a aja do el p o eso de a io i te o e la adoles e te
14. Fa ilita u ol positi o de la figu a ate a e el o fli to pad e-hija
15. Visualiza la di á i a ela io al fa ilia , fo e ta do la o ie ia
so e las difi ultades e iste tes ta to o el e o o o o la
pa eja
16. ‘esalta la apa idad de la fa ilia pa a esol e p o le as futu os
17. “eñala los aspe tos e los ue ha de a te e se ás ale ta.
18. Auto o ía pe so al de la fa ilia
19. ‘ela io es de o i e ia
20. Mejo a el í ulo de apego o sus hijos
21. P o o e el e t e a ie to e a te e ha ilidades so iales de
o u i a ió positi a e t e el pad e a uela de la e o
22. Mejo a o u i a ió e t e fa ilias
23. Mejo a el í ulo de apego e t e la e o su fa ilia
24. Co pa ti o e tos de disf ute utuo de la ela ió
25. No aliza e ue t os so iales o la fa ilia e te sa
26. Uso de u le guaje positi o
27. O ie ta io es pa a el esta le i ie to de la pa eja o o u idad de
o i e ia e espuesta su pla tea ie to
28. ‘ela ió e la fa ilia
29. To a de o ie ia de ó o el o fli to o el pad e el se ti ie to
de a a do o i flu e e sus ela io es de pa eja
30. T a aja el pe dó la e o ilia ió o pad e ad e
31. No i st u e taliza a las e o es e el o fli to p otege las de
e ige ias dañi as
32. Dis i ui la e posi ió de la e o e los o fli tos fa ilia es
33. Pautas e ela ió o hijos e las isitas
. .P o o e 1. Ne esidad de a ia há itos edu ati os oles e el hoga
ha ilidades pa e tales pa e taliza ió de la hija a o p o le as o su i age ;
ade uadas lla adas de ate ió de la hija pe ueña p o le as o la o ida;
Actuaciones destinadas a est és de la ad e
favorecer destrezas 2. Desa olla ol pa e tal ade uado
parentales positivas y/o 3. Pa e talidad positi a
estilos de socialización 4. Pautas est ategias pa a a o da las difi ultades o sus hijas
parental 5. Ad uisi ió de há itos de dis ipli a positi a
adecuados/favorecedores 6. A a do o físi o/e o io al de la p oge ito ia ha ia la e o
del desarrollo 7. Ide tifi a á eas de ejo a edu ati a
8. Fo a /t aslada he a ie tas edu ati as de efue zo positi o
9. Fo e ta la ad uisi ió de ha ilidades edu ati as he a ie tas de
esolu ió de o fli tos
10. I pli a a la ad e e el p o eso so io-edu ati o de los e o es

212
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

11. T a aja u a io de a titudes ha ia la fo a ió


12. I lui a los e o es efue zo edu ati o
13. ‘ealiza de olu ió del segui ie to es ola de las e o es,
t a aja do la to a de o ie ia de las a e ias dete tadas
i adu ez et aso es ola ; falta de i teg a ió de la e esidad
de odifi a há itos uti as e el hoga pa a ejo a la di á i a
edu ati a fa ilia
14. ‘e apa ita so e las difi ultades ela io ales o el e o , las
a e ias dete tadas la e esidad de to a de o ie ia pa a
i i ia a ios
15. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : o ie zo de la to a de
o ie ia de las a e ias e iste tes de la e esidad de ejo a
las ha ilidades a e tales
16. Moti a la i pli a ió de la ad e o los e u sos ue atie de a
su hijo: Ce t o de Ate ió Te p a a, U idad de Día, Colegio
17. ‘efle io a ó o la ate idad adoles e te ha o di io ado la
ela ió o su hijo ó o pode ejo a su ol ate o
18. Ne esidad de ejo a las ha ilidades a e tales, el apego la
dedi a ió a su hijo espa ios tie pos de alidad o pa tidos,
esta p ese te pe die te
19. Co ie ia de la i po ta ia de dedi a ió a su hijo, p io iza do
tie pos de alidad ju tos, e ita do la delega ió e te e os
20. Co ie ia a e a de a te e a la e o e eside ia es ola
7. Reducir el estrés 1. ‘edu i el est és fa ilia
familiar 2. Af o ta ie to de iedos de la ad e
Actuaciones dirigidas a
disminuir el estrés
experimentado en la
unidad familiar
8. Fortalecer el desarrollo 1. ‘ealiza el segui ie to de la fo a ió de la ad e ealiza ió de
personal adulto p á ti as del ódulo de g ado edio de pelu ue ía oti a do el
Actuaciones dirigidas a ue ha e el a te i ie to
promover el desarrollo de 2. Ne esidad de e p esa el suf i ie to o ulto pasado pa a sa a
competencias personales e o io al e te el p ese te
de los adultos 3. T ata o la ad e la isió ue tie e sus pad es so e su situa ió
4. ‘efue zo de los a ios log ados a lo la go de la i te e ió
9. Apoyo instrumental 1. Ca ia la luz a su o e pa a soli ita el o o so ial E desa
Actividades dirigidas a 2. A udi a la ita o EMVI“E“A pa a el a eso a i ie da so ial
facilitar a las familias la 3. ‘eto a itas o CIAM pa a aseso a ie to ju ídi o
realización de trámites 4. ‘eto a gestio es o a ogado de ofi io pa a el a io de edidas
y/o gestiones soli itud de ustodia pa a la ad e
administrativas- 5. ‘eto a la soli itud de a io alidad pa a esta iliza su situa ió legal
burocráticas, así como a la de sus hijas
orientarles e informarles 6. A tualiza la situa ió de la i ie da hu di ie to del te ho de la
sobre las mismas o i a p ó i a salida te po al del do i ilio pa a eha ilita lo
las gestio es ealizadas al espe to
7. A tualiza do u e ta ió a editati a de i g esos e o ó i os de la
u idad fa ilia

213
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

8. O ie ta o iliza so e a udas ot os e u sos so iales pa a la


fa ilia
9. Gestió de e u sos pa a o hila del ole “a e the hild e
10. T a ita ió a udas e o ó i as
11. I s i i a los e o es e el e t o sa ita io
12. ‘egist a a la fa ilia e egist o de i ie das de p ote ió ofi ial
13. I fo a de a udas/p esta io es e o ó i as
14. Fa ilita i fo a ió efe e te a P o e to de t a ajo te po ada de
Ve a o
15. “egui ie to de A uda e o ó i a. ‘MI“A
16. ‘ealiza ió CV de a os
17. “oli itud de a uda de ali e tos li os
18. Gestió de a ti idades so io-edu ati as pa a los e o es
10. Promover el ajuste 1. Esta ilidad e o io al de la e o de efe e ia
psicosocial de los hijos/as 2. Co p o a el estado a í i o del e o
Actuaciones dirigidas a 3. Co du ta oposi io ista a ietas, deso edie ia de la e o
favorecer el bienestar y el 4. E olu ió o du tal/e o io al
desarrollo psicosocial de 5. Fa ilita apo o pis oe o io al a la hija fa o e ie do la i teg a ió
los menores fa ilia es ola , la ejo a de la ela ió o fli ti a o el pad e la
(comportamientos, a uela pate a, así o o el e uili o pe so al de la e o
emociones, relaciones) 6. Co o e e pe i e ta las e o io es ási as
7. Mejo a autoesti a
8. Mejo a la esta ilidad e o io al de la e o
11. Promover ajuste 1. I adapta ió es ola : uejas so áti as, e hazo iguales
escolar de los hijos/as 2. I teg a ió pe te e ia al g upo lase
Actuaciones dirigidas a 3. ‘e di ie to es ola ha ajado
optimizar el proceso 4. Co po ta ie to de e hazo ha ia u a o pañe a, po aza
educativo de los niños y 5. ‘ela ió o los iguales/ ull i g
las niñas en el contexto 6. “egui ie to es ola de e o es
escolar 7. Pote ia la i teg a ió es ola
8. I teg a ió de los e o es e t e sus iguales
9. Co p o a oti a ió ha ia su o ti uidad fo ati a
10. ‘ealiza segui ie to es ola del e o
11. Me o es ás ate tos pad e ás i pli ado ola o ado o el
olegio
12. “uele ha e ta eas es ola es
12. Evaluar la 1. E alua ió de la i te e ió
intervención 2. “egui ie to de a ue dos su i el de o se u ió
Actuaciones dirigidas a la 3. Valo a log os difi ultades du a te el p o eso
valoración del proceso de 4. “egui ie to de situa ió so io-fa ilia
intervención que se lleva 5. Co solida ió de las ejo as al a zadas e los o jeti os t a ajados
a cabo con las familias 6. “egui ie to de la e olu ió o ie ta io es
7. ‘efue zo de los a ios log ados a lo la go de la i te e ió
8. ‘e ogida de las i p esio es
9. Bala e del t ata ie to
10. ‘efle ió so e las a tua io es e el futu o
11. De olu ió de aspe tos ue de e aú ejo a o esta ás
pe die tes
12. De olu ió de o jeti os o seguidos

214
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

13. ‘ealiza segui ie to de las salidas de la e o du a te el pe iso de


salida de e t o pa a e o es i f a to es
14. E t e ista ealizada el / / pa a t a aja el ge og a a la
histo ia de ida
15. E t e ista pa a a tualiza la i fo a ió de la fi ha so ial e o ti ua
el estudio diag ósti o de la fa ilia
16. Bus a e u sos de p ote ió ade uados pa a los ie os de la
u idad fa ilia
. Co lui la 1. Despedida
i te e ió 2. Cie e de la i te e ió
Actuaciones dirigidas a 3. Baja de la fa ilia del p og a a
concluir el tratamiento

215
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.2. Sistema de categorías relativo a la metodología de intervención


Categoría y definición Unidades de significado
1. Técnicas de evaluación y recogida de información
Técnicas y procedimientos destinados a evaluar a las familias y a recoger datos sobre las mismas
1.1. Entrevista 1. E t e ista fa ilias p ofesio ales
Recogida de información 2. E t e ista i di idual fa ilia
mediante el 3. E t e ista fa ilia
planteamiento de 4. E t e ista i di idual
preguntas o cuestiones a 5. E t e ista
la familia y/o su entorno, 6. E t e ista di e ta
de estructuración 7. E t e ista de e uad e fi al
variable 8. E t e ista est u tu ada/a ie ta
9. E t e ista a ie ta
10. E t e ista do i ilia ia
11. E t e ista psi od a a
12. E t e ista se iest u tu ada a p ofeso es
13. E t e ista te apéuti a
14. E t e ista o el ETF
15. E t e ista guiada
16. E t e ista pe so al
17. E t e ista se iest u tu ada
18. Té i as de e t e ista
19. E t e ista de segui ie to
20. E t e ista sisté i a se iest u tu ada
21. B e e e t e ista se iest u tu ada o el di e to
22. E t e ista sisté i a se iest u tu ada: de o ie ta ió ,
aseso a ie to, t ata ie to, oti a ió , segui ie to de estudio
so iofa ilia
23. E t e ista a ie ta, do de se ha e u a de olu ió de la i fo a ió ,
se fa ilita la e p esió de la usua ia
24. E t e ista est u tu ada
25. E t e ista a ie ta o u te a
26. E t e ista p ese ial sisté i a se iest u tu ada: De o ie ta ió ,
aseso a ie to, t ata ie to, oti a ió , segui ie to de estudio
so iofa ilia
27. E t e ista p ese ial sisté i a se iest u tu ada: De o ie ta ió ,
aseso a ie to, t ata ie to, oti a ió , segui ie to de estudio
so iofa ilia
1.2. Observación 1. O se a ió e el o te to es ola
Constatación directa, por 2. O se a ió
parte de los 3. O se a ió di e ta de la di á i a fa ilia
profesionales, del 4. Dete ió de difi ultades fa ilia es o e alizadas aú
funcionamiento de la 5. Té i as de estudio e i estiga ió : o se a ió
unidad familiar y/o sus 6. Visita do i ilia ia: o se a ió di e ta
miembros por separado 7. O se a ió di e ta
y/o de los contextos en 8. O se a ió di e ta de los e o es e el ho a io de e eo
los que participan

216
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.3. Instrumentos de 1. I st u e tos: Való a e, “ENA


evaluación 2. Test uestio a ios
estandarizados 3. Test de es ola idad
Utilización de 4. Cuestio a io “DQ pa a p ofeso es
instrumentos 5. Való a e
estandarizados y
validados de evaluación
psicosocial con las
familias, las figuras
parentales o sus hijos/as

1.4. Genograma 1. Ge og a a fa ilia


Elaboración, por parte de 2. Ge og a a
los profesionales, de una
representación gráfica de
la estructura de la familia
y de las relaciones de sus
miembros, de acuerdo
con unas instrucciones
dadas

1.5. Registros 1. ‘egist os. Ela o a egist os a se tis o, de la f e ue ia la


Uso de documentos i te sidad del sí to a
escritos estructurados 2. ‘egist o de datos. Ela o a egist os a se tis o, de la f e ue ia
que facilitan la recogida la i te sidad del sí to a
de información sobre la 3. Ma ual ETF: A e os , , l
familia 4. Té i as de do u e ta ió egist o de datos: histo ia de ida
5. Té i as de do u e ta ió egist o de datos
6. Histo ia “o ial
1.6. Análisis documental 1. Té i as de do u e ta ió
Revisión de documentos 2. Té i as de do u e ta ió egist o de datos: Estudio del
con información sobre el e pedie te
caso familiar 3. Visualiza ió de do u e tos

1.7. Sin especificar 1. ‘e ogida de i fo a ió


Procedimientos de 2. O te ió de i fo a ió
evaluación y/o recogida 3. A la a datos fa ilia es
de información 4. ‘e oge i fo a ió estado o de a del pad e
inespecíficos 5. Que la ad e eali e autoe alua io es
6. Ela o a hipótesis
7. Ad i ist a ió de p ue as
8. Cuestio a io de e alua ió del u so
9. E alua ió psi ológi a so ial
2. Actividades de organización y coordinación
Actuaciones dirigidas a organizar el proceso de intervención familiar y la coordinación entre los
distintos profesionales, instituciones y servicios involucrados en el mismo
2.1. Gestión 1. Fi ha Ape tu a a “PAF
Procedimientos 2. I fo atiza ió de datos
documentales que 3. Té i as de estudio e i estiga ió : I fo atiza ió de datos

217
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

permiten la puesta en 4. Fi ha de alta


marcha y el desarrollo de 5. P o e to de t ata ie to fa ilia
la intervención
2.2. Coordinación entre 1. Coo di a ió p ofesio ales U“MC
profesionales 2. Coo di a ió e t o
Intercambio de 3. ‘eu ió o T.“
información entre 4. Lla a a ““.““
profesionales y toma de 5. I fo e U“M
decisiones consensuadas 6. ‘eu io es de oo di a ió o o ga is os e tidades ue
sobre el proceso de atie de a la fa ilia
intervención 7. De olu ió de la oo di a ió o e t os edu ati os, e t o de
salud CIAM
8. De olu ió de la oo di a ió o o ga is os e tidades ue
t a aja o la fa ilia
9. E t e ista e t e dife e tes p ofesio ales de salud t a ajo so ial
‘eu ió de oo di a ió a ie ta fle i le e fu ió de las
i fo a io es ue se i te a ia
10. Coo di a ió o ot os se i ios de la lo alidad. Que sea
o o edo as del t a ajo oo di ado
11. Coo di a ió i te p ofesio al o el e uipo de i a te
12. Coo di a ió p ofesio al
13. Visita al olegio
14. ‘eu io es de a aliza ió so ial
2.3. Derivación 1. De i a ió a pediat a pa a e plo a ió físi a
Derivación del caso 2. De i a ió a O a “o ial “. Jua de Dios
familiar o de miembros 3. De i a a los se i ios de o ie ta ió al e pleo
concretos de la unidad
familiar a otros servicios
y organismos

3. Técnicas relacionadas con el proceso de intervención


Técnicas relativas al caso familiar en general, no relacionadas con los contenidos de la intervención
en particular, encaminadas a la facilitación del proceso de intervención
3.1. Ajuste al caso 1. Utiliza u le guaje adaptado al de la fa ilia
Técnicas y estrategias 2. Ide tifi a pu tos fue tes
que permiten a los 3. Uso de le guaje positi o
profesionales ajustar la 4. Uso de le guaje positi o pa a t a s iti la i fo a ió e t e las
intervención a las fa ilias
características y 5. Co o e las e esidades de la fa ilia
necesidades de las 6. Co o e las e esidades de la fa ilia te e e ue ta sus p opias
familias i i iati as
7. T a aja o o jeti os etas ade uados a la ealidad fa ilia . U
e fo ue desde la ealidad.
3.2. Promoción del 1. A ue dos
cambio familiar y 2. ‘e o dato io sesio es a te io es
seguimiento del caso 3. Ta eas e asa
Técnicas y estrategias 4. ‘e apitula
dirigidas a establecer las 5. Pa ta a ue dos
condiciones de la 6. Fi a de a ue dos/o jeti os a o segui du a te el t ata ie to

218
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

intervención y a facilitar 7. De olu ió de aspe tos a ejo a


la consecución de los 8. Feed a k so e ó o se ha esuelto el p o le a ue de u ió ‘aúl
objetivos propuestos so e u posi le ull i g
9. Puesta e o ú de la e alua ió del t ata ie to po pa te de los
pa ie tes. Ap o e ha la e pe ie ia ue tie e las fa ilias de
osot os de uest os se i ios pa a ue os e alúe así pode
ap e de de esta últiple e alua ió
10. Pe sa ue él es apaz de este olu ta iado ost a lo po es ito
11. P o o ió de la pa ti ipa ió fa ilia e la esolu ió de sus
p opias difi ultades
12. E posi ió de oti os po los ue se de i a al ETF
13. Cola o a ió e los o jeti os a t a aja o la fa ilia
14. P egu tas i ula es/ efle i as
15. Te e e ue ta sus p opias i i iati as de la fa ilia
16. “e e pli a el po ué el pa a ué del t ata ie to. “e a la a
o pete ias, la fu ió de apo o del E uipo, así o o tie pos
fases del t ata ie to. Ma te e a la fa ilia i fo ada/ esta le e
el iti e a io o el usua io po ué, pa a ué, o uié ... , ue el
usua io el e uipo sepa uá do a a a a a el p o eso
17. ‘efo za su auto o pete ia su o fia za e su apa idad o o
fa ilias
18. ‘efo za su auto o pete ia efi a ia
19. ‘efo za auto o pete ia o fia za
20. ‘efo za positi a e te pote ialidades, pe ueños log os aspe tos
positi os
21. Fa o e e la ela ió de la fa ilia o ot os e u sos:
a o pañá dola, pote ia do su ela ió o e u sos g upos
o alizados
3.3. Alianza terapéutica 1. Fa o e e la e p esió de e o io es e esidades. Té i as pa a
Actuaciones fa ilita la e p esió de los usua ios
profesionales dirigidas a 2. Moti a a la fa ilia
establecer una relación 3. Moti a ió pa a su i pli a ió e el t ata ie to la ejo a
segura con la familia y a fa ilia
favorecer la adherencia 4. Co segui aliados A uela P.
de la familia con el plan 5. A titud de espeto
de intervención 6. Most a e patía
7. Esta le e ela ió e páti a
8. Es u ha a ti a
9. ‘efo za su segu idad afe ti a. ‘efo za positi a e te
pote ialidades, pe ueños log os aspe tos positi os

3.4. Actuaciones 1. Co u i a ió de i fo a ió es ita


inespecíficas 2. T aslado de i fo a ió
Acciones dirigidas a 3. Lla ada de teléfo o
comunicarse con las en 4. Lla adas días - - t ata ie to o li e
relación con el caso, no 5. Co ta tos telefó i os de segui ie to
vinculadas a otros 6. Lla ada telefó i a
aspectos específicos del 7. E posi ió de la i fo a ió ele a te
proceso de intervención 8. Co e sa ió telefó i a

219
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

9. Co e sa ió a ie ta
10. T a s isió de i fo a ió
4. Técnicas de tratamiento
Aplicación de técnicas por parte de los profesionales con el objetivo de ayudar a la familia como
sistema y a sus integrantes a lograr los objetivos de la intervención
4.1. Técnicas 1. T ata ie to o du tual e op esis: egist o, e t e a ie to há itos
conductuales defe ato ios o efo za ie to
Técnicas basadas en los 2. ‘efue zo positi o
principios del 3. Modifi a ió de o du ta: e o o ía de fi has
conductismo 4. ‘egist o de o du ta

4.2. Técnicas cognitivas 1. Na ati a


Técnicas sustentadas en 2. Na a ió
los principios del 3. ‘eest u tu a ió og iti a. Ideas e ó eas
cognitivismo 4. Visita do i ilia ia: odelaje
5. Most a u odelo positi o pa a el desa ollo og iti o-e o io al
de la e o
6. Té i as de esolu ió de o fli tos
7. Té i as de af o ta ie to esolu ió de p o le as
8. Est ategias de af o ta ie to
9. “olu ió de p o le as - Fo e ta ha ilidades de pe sa ie to
íti o, espe ial e te e la ús ueda de solu io es
4.3. Técnicas 1. Té i as psi o-edu ati as
psicoeducativas 2. Pautas psi o-edu ati as
Técnicas basadas en 3. E posi ió teó i a so e te as edu ati os
procesos formativos 4. E posi ió étodos de dis ipli a
dirigidos a la adquisición 5. Da i fo a ió útil ue pueda a uda a pe sa
de aprendizajes
duraderos y al cambio
personal

4.4. Técnicas 1. D a atiza ió


psicodramáticas 2. E t e ista psi od a a
Técnicas sustentadas en 3. Psi od a a
los principios del 4. ‘ealiza u a i e ia e pe ie ial o el ue po
psicodrama

4.5. Técnicas proyectivas 1. Di ujo de la fa ilia


Técnicas dirigidas a la 2. Di ujo silueta
expresión de modo
indirecto (proyección) de
emociones, ideas,
pensamientos, etcétera.

4.6. Técnicas lúdicas 1. Te apia de juego


Técnicas basadas en el
juego
4.7. Orientación 1. Pautas egist os

220
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Técnicas dirigidas al 2. Pautas he a ie tas


establecimiento de una 3. “uge i ta eas, té i as est ategias
relación de ayuda para 4. Ase ti idad: pautas
asesorar y facilitar la 5. Pautas ite ios edu ati os
toma de decisiones 6. Pautas edu ati as fa ilia es
familiares 7. Asig a ta eas di e tas a la fa ilia
8. I pli a suge i ta eas a la fa ilia
9. O ie ta ió fa ilia
10. Bús ueda o ju ta de luga e el ue u i a pupit e silla de
estudios e o
4.8. Apoyo instrumental 1. Cuestio a ios º ad isió e t os do e tes pú li os
Actuaciones 2. Most a e u sos pa a o ie ta ió la o al
profesionales de 3. Mo iliza ió de a udas e u sos
acompañamiento a las 4. I fo a de a udas/p esta io es e o ó i as
familias dirigidas a 5. Fa ilita el a eso a e u sos so iales
facilitarles el acceso a 6. Fa o e e la ela ió de la fa ilia o ot os e u sos:
ayudas y recursos a o pañá dola, pote ia do su ela ió o e u sos g upos
o alizados
4.9. Mediación familiar 1. Té i as de edia ió fa ilia ego ia ió
Técnicas empleadas para 2. Té i as de ego ia ió : a ue do i o pati ilidad o i e ia
la gestión de conflictos a p oge ito a-hija
través de la negociación 3. ‘égi e de isitas
para lograr acuerdos
equitativos, justos,
estables y duraderos
5. Otros
Categoría generada para codificar informaciones que no hacían referencia a metodología y/o técnicas
de intervención según el criterio profesional del equipo de investigación
5.1. Contenidos 1. Fo e ta la autoesti a
Cuestiones trabajadas 2. Dis ipli a positi a
durante las sesiones de 3. Có o af o ta osas ua do está o el ot o p oge ito
tratamiento en las que 4. ‘e o o i ie to pe so al
no se especifica una 5. Ali e ta ió
técnica de intervención 6. Pa e talidad positi a
concreta 7. T aslada las ga as de la as ota
8. Ide tifi a las e o io es
9. Co pa ti o e tos de disf ute utuo de la ela ió
10. No aliza e ue t os so iales o la fa ilia e te sa
11. P opuesta de ho a ios lí ites ade uados
12. Esta le i ie to de o as de o i e ia lí ites de o du tas
13. Esta le i ie to de ol de ada ie o fa ilia
5.2. Actividades 1. Bi go de las e o io es
Actuaciones 2. Des ip ió positi a de los o pañe os edia te adjeti os
estructuradas llevadas a 3. Talle i e ial
cabo durante las 4. Eje i ios pa a fo tale e autoesti a
sesiones de tratamiento 5. Fi ha pa a ha e o hijos. Fa ilita les fi has de ta ea

5.3. Enfoque de 1. Té i as i teg ati as


intervención 2. “esió psi o-edu ati a

221
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Metodología de trabajo 3. “esió psi oe o io al


en la que se encuadran 4. Edu a ió psi o-e o io al
las sesiones de 5. Modelo sisté i o
tratamiento, pero sin 6. Modelo og iti o
especificar técnicas 7. Psi ología e oluti a
concretas 8. Metodología a ti a e pe ie ial, asada e la efle ió a álisis
po pa te de los pad es ad es de sus p á ti as edu ati as
9. Metodología a ti a
10. Metodología a ti a pa ti ipati a
5.4. Formato de 1. “esió te apéuti a i di idual
intervención 2. “esió g upal. T a aja o g upos de fa ilias
Agrupamiento o 3. “esió te apéuti a
metodología de 4. T a ajo e g upo
intervención empleado
en el tratamiento que no
especifica ni técnicas ni
enfoque de intervención

222
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.3. Sistema de categorías relativo a las áreas de intervención en las que se


producen cambios positivos
Catego ía defi i ió U idades de sig ifi ado
. Ajuste pe so al adulto 1. Ape tu a e o io al
Regulación física y 2. Autoesti a
psíquica del adulto 3. E patía
4. Mejo a ge e al e estado de á i o, fu io a ie to auto o ía
pe so al del e o
5. Bús ueda a uda pa a a eja iedos de la ad e
6. Ma o o fia za/segu idad
7. “alud
8. Dete ió de e esidad de de i a a “. Me tal de ad e a uela
9. E pleo
10. Aspe to físi o ge e al de la ad e
11. La ad e se ha sepa ado de su a tual pa eja
. Ajuste psi oso ial de 1. Co po ta ie to os ila te de la e o de efe e ia
los hijos/as 2. Mejo a si p ese ia de la p oge ito a
Desarrollo y bienestar 3. Le e ejo ía estado e o io al de la e o de efe e ia
psicosocial de los 4. ‘edu ió del o po ta ie to oposi io ista a ietas
menores 5. Mejo ía e el o po ta ie to de la e o
(comportamientos, 6. To a de o ta to o la a ia el dolo pa a o e za a li e a se de
emociones, relaciones) la pesada a ga e o io al pode t a sfo a la e fo taleza
7. T as la esta ia e el do i ilio de la p oge ito a, la e o p ese ta
ue a e te uejas so áti as dolo de a eza a iga ,
p eo upa ió ue desapa e e u a ez se t aslada o la a uela
8. Mejo as e auto o ía del iño
9. Estado e o io al de la e o u a ez p odu ida la uptu a ad e-
hija
10. Esta ilidad e o io al de la e o
11. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : sosté psi oedu ati o
pa a la hija a o
12. ‘edu ió de su si to atología del e o
13. T a aja o el e o té i as de esolu ió de o fli tos de a e a
pa ífi a
. Ajuste es ola de los 1. Mejo a el e di ie to es ola
hijos/as 2. Esta ilidad e el e di ie to es ola
Adaptación y 3. No e iste i adapta ió es ola : la e o se ela io a
rendimiento de niños, ade uada e te o sus iguales, o es e hazada.
niñas y adolescentes en 4. Mejo a su i teg a ió so ial
el ámbito escolar 5. Á ea edu ati a: esta ilidad e e di ie to es ola a ti idad
6. Fo a ió
7. Bue esultado a adé i o de A to io e esultados a adé i os
ad uisi ió de ha ilidades
. Est ategias edu ati as 1. A epta ió pautas est ategias a segui o e o es
pa e tales 2. Edu ati o
Promoción de 3. La p oge ito a, e o ta to o estos a a es, ha ejo ado algu os
competencias parentales aspe tos ie t as el e o pe a e e ajo sus uidados
relativas a la educación

223
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

de sus hijos/as ela o a ió de ta eas es ola es, a te i ie to de la auto o ía


al a zada po A.
. Cu pli ie to de 1. Ha sido apaz de adopta u o de los o p o isos a su edida
o p o isos 2. Cu pli ie to de a ue dos
Revisión y/o refuerzo de 3. A epta ió u pli ie to de p es ip io es té i as
los compromisos 4. E ela ió al t ata ie to: i i io de la oti a ió al a io, de la
acordados i ula ió de la adhe e ia al t ata ie to. A epta ió
u pli ie to de p es ip io es té i as
5. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : a epta ió disposi ió
de ola o a ió a la p opuesta de apo o
6. E ela ió al t ata ie to: la usua ia uest a a titud ola o ado a
oti a ió al a io, a epta do las p es ip io es té i as
. To a de o ie ia 1. “e e o o e su ulpa po la a titud de sus hijos Co se ue ia de
del p o le a ha e les pegado de pe ueños
Reconocimiento de los 2. Co ie za a alo a lo ue ha pe dido po su a titud e el pasado
errores cometidos, las 3. Co ie ia de la difi ultad
dificultades presentes, 4. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : la ad e e pieza a
las consecuencias y la to a o ie ia de sus a e ias e su ol a e tal, así o o de los
necesidad de mejorar es ue as epetidos e su histo ia pe so al la e esidad de a io
5. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : o ie zo de la to a de
o ie ia de ó o la o fli ti a afe ta daña a las e o es; así
o o de la e esidad de ejo a sus ha ilidades edu ati as
a e tales de esolu ió de o fli tos
6. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : la ad e e pieza a
ost a o ie ia de sus a e ias a i te io iza p es ip io es
té i as, de a da do a uda e i di a io es al ETF
7. E ela ió al t ata ie to: to a de o ie ia de la e esidad de
i te e ió té i a. A a e e la a epta ió u pli ie to de
p es ip io es té i as
8. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : o ti úa el p o eso de
to a de to a de o ie ia de las a e ias e iste tes de la
e esidad de ejo a las ha ilidades a e tales
9. Co p o a pe ep ió de la ad e a e a de situa ió de ag esió
físi a suf ida po su hija po pa te de su pad e
. ‘ela io es fa ilia es 1. P opo e e ue t os o i e ia ju to a los he a os
saluda les 2. La e o de efe e ia a epta e ue t os o p oge ito a
Cambios en los roles y he a os
las interacciones 3. Me os iole ia f ate al
familiares 4. Mejo a ela io es fa ilia es
5. Le e edu ió o fli tos
6. Mejo a o u i a ió i t afa ilia
7. Mejo a o u i a ió /a ue do e t e pad es
8. ‘ela io es fa ilia es
9. Utiliza ió de u estilo de o u i a ió e os ag esi o po pa te de
la ad e e hija
10. ‘oles ate o-pate o ás i te io izados espetados
11. Mejo a e la ela ió e t e pad e ad e e lo efe ido a la
o e tu a de e esidades de A to io
12. El e o uest a u fue te í ulo pe so al o sus p oge ito es

224
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

13. La p oge ito a ejo a su o u i a ió o ‘afael e lo efe e te a


uidados de su hijo ost a do su a epta ió del a io de égi e
de esta ia
14. Malt atos físi os, astigos
15. Apo o fa ilia
. Desa ollo de há itos 1. La p oge ito ia ealiza e e e te a ti idades de o io o la e o
uti as ade uados e de efe e ia
el hoga 2. Mad e e hijos o pa te o io ju tos
Práctica y adquisición de 3. Pla tea se a o paña a su hijo a u pa tido
hábitos y rutinas 4. E ela ió al hoga : i i io de a tua io es pa a ejo a la
familiares saludables en o fo ta ilidad ha ita ilidad
el hogar 5. Vi ie da a te ida e ua to a o de , al ue zo p epa ado
6. ‘uti as ade uadas del e o ali e ta ió , higie e, sueño,
estudio...
7. Vi ie da
8. Dis i u ió del dete io o sig ifi ati o e el fu io a ie to dia io:
e asa, es uela, a ti idades de o io...
. Est és fa ilia 1. ‘edu ió est és fa ilia
Reducción del estrés 2. Le e edu ió est és fa ilia
3. Dis i u ió del i el de est és
. Alia za te apéuti a 1. Mejo a la o fia za depositada e el e uipo
o la fa ilia 2. Vi ula ió de la p oge ito a o el e uipo
Creación de un vínculo 3. Bue a i ula ió o el e uipo
relacional positivo entre 4. E ela ió al t ata ie to: se dete ta ue ta to la ad e o o la
las familias y los e o o ie za a i ula o el e uipo, de a da do a uda
profesionales ola o a do e el segui ie to de p es ip io es
5. A uela da ás i fo a ió ue e e t e ista a te io o su hija
6. A titud ad e ás se e a...
7. Mad e se uest a ola o ado a e i pli ada e la ejo a de su
situa ió so io-fa ilia a tual
8. I fo a ió positi a espe to a la a titud de los pad es o espe to
al e t o edu ati o
9. ‘ela ió te apéuti a
. Apo o so ial 1. De a da a uda pa a t ata la adi ió
Demandas de apoyo y 2. La ad e de a da a uda a epta las o ie ta io es dadas po el
ayuda por parte de las e uipo
familias 3. E po e a ie ta e te difi ultades soli ita do apo o o ie ta ió
4. I pli a a la fa ilia pa a el a eso a ot os se i ios o e u sos
5. ‘ela io es fa ilia es/so iales
. Adhe e ia al 1. Au e ta su oti a ió i t í se a
t ata ie to 2. Bue a i ula ió o el t ata ie to
Cumplimiento y 3. A titud ha ia el t ata ie to te apéuti o
constancia en el proceso 4. E ela ió al t ata ie to: se o se a i ula ió de la ad e o los
de intervención té i os ue o ie za a se ti la e esidad los e efi ios del
t ata ie to
5. Es u ha a ti a i te és
6. Moti a ió a io
. Pe ep ió de 1. Ve aliza los a ios
a io 2. “e sie te efo zada o te ta o su e olu ió

225
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Conciencia de cambio 3. “e ti ie tos positi os ha ia ue el a io es posi le


por parte de las familias 4. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : la e o o ie za a
e p esa su u do i te io , a se ti la e esidad de a io a
a i se a la posi ilidad i te ta lo
5. A a e e la ide tifi a ió de a e ias o o ad e de la
disposi ió al a io
6. E ela ió a la di á i a ela io al fa ilia : a a e e la isió
efle i a so e el pasado e a azo o deseado, o fli to o
pad es, ate idad adoles e te ó o o di io a el p ese te

226
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.4. Sistema de categorías relativo a las propuestas de mejora del programa


Categoría y definición Unidades de significado
1. Condiciones laborales
Cuestiones reguladoras del ámbito laboral
1.1. Estabilidad 1. Continuidad
laboral 2. Continuidad de los profesionales (3)
Continuidad de los 3. Estabilidad laboral (3)
trabajadores y las 4. Estabilidad de profesionales
trabajadoras en el 5. Estabilidad laboral de los profesionales (fundamental de cara a la
puesto desempeñado motivación de los profesionales) (3)
6. Estabilidad laboral de los y las profesionales de los equipos. Existen
equipos, en ayuntamientos y diputaciones (no es nuestro caso) que son
despedidos, quedando interrumpido durante 1, 2 o 3 meses el
tratamiento familiar y la consiguiente desatención a las familias. Esta
situación también provoca inestabilidad en la composición de los equipos
7. Estabilidad de los profesionales (después de 10 años y habiendo salido la
oferta pública de empleo no puedo presentarme a la plaza que ocupo por
la titulación-no se ha adaptado la realidad a la legislación)
8. Dar más estabilidad a los profesionales de los equipos
9. Seguridad laboral y continuidad del personal
10. Estabilidad futura a los equipos frente a cambios de gobierno, políticos de
intervención municipal
11. Asegurar continuidad de los/las profesionales que lo llevan a cabo. En
este sentido, es importante comentar que en el caso de Sevilla capital en
particular, contamos con contratación hasta el próximo 11 de enero de
2019 y ya se nos ha informado del cese de nuestros contratos en esa fecha
sin posibilidad de prórroga. Esta interrupción generará el despido de
profesionales con amplia formación y experiencia en el Programa, lo que
puede suponer la entrada de nuevo personal sin formación ni experiencia
específica, el cambio de referentes para las familias y el que parte de la
temporalización del programa, se pierda en el ajuste necesario de una
posible nueva plantilla, a todos los requerimientos que exige la alta
especificidad del programa (adecuación a instrumentos y herramientas
de coordinación con SPAF, retomar los casos así como sus PITF donde los
otros profesionales se hayan visto interrumpidos, etcétera.)
12. Garantizar la estabilidad de los equipos y sus profesionales
13. Necesidad de estabilidad laboral, debido a la gravedad de las situaciones
que se tratan, a la necesidad de vínculo y trabajo continuo
14. Estabilidad laboral en nuestro caso (Ayuntamiento de Sevilla) que afecta
directamente a aspectos relacionados con el de tratamiento a familia, de
motivación personal y profesional
15. Consolidación de los puestos de trabajo
16. Seguir defendiendo (sin interrupciones) en todo el territorio andaluz la
continuidad de los profesionales
17. Falta de estabilidad y reconocimiento de los profesionales, lo que
ocasiona movilidad a otros puestos

227
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

18. El personal que desarrolla su trabajo en los ETF no es estable y en


ocasiones, las nuevas incorporaciones de personal se realizan a través de
llamamiento de bolsas de trabajo genéricas
19. Falta de continuidad de los y las profesionales en el programa y en los
equipos de Tratamiento
20. El programa debería asegurar que las profesionales que ya están
formadas continuaran aplicándolo
21. Información sobre la continuidad del programa y contrato
22. Condiciones de trabajo
23. Poca estabilidad
1.2. Dispersión 1. Dispersión geográfica (4)
geográfica 2. Dispersión geográfica y los diferentes pueblos en los que trabajamos
Amplitud en las zonas 3. Dispersión geográfica de los equipos que trabajamos en municipios
de trabajo asignadas menores de 20.000 habitantes, y necesitamos desplazarnos para atender
a los ETF a las familias en su municipio (3)
4. Dispersión geográfica y las distancias kilométricas. Nuestro ETF atiende
18 municipios
5. Dispersión geográfica que tenemos muchos equipos
6. Dispersión geográfica, la multiplicación de recursos con los que nos
coordinamos en relación a los municipios de más de 20.000 habitantes
7. Gran dispersión geográfica en las poblaciones de 20.000 mil habitantes
8. Se pierde mucho tiempo en desplazamientos
9. Tiempo laboral en desplazamientos
10. En lo que se refiere a la dispersión geográfica es un gran problema ya que
se pierde mucho tiempo en desplazamientos y complica los seguimientos
11. La dispersión geográfica ralentiza las actuaciones
12. Desplazamientos largos que restan eficacia a las intervenciones
13. Adaptarlo a la realidad de la Diputación, esto es, tenemos que atender a
15 municipios, algunos distantes
14. Inconvenientes de dispersión geográfica
15. Incidir en como repercute la dispersión geográfica para el desarrollo del
programa de tratamiento familiar
16. Diferenciar entre ETF municipios-ETF diputación (dispersión geográfica)
17. Carga de trabajo proporcional a las dificultades por dispersión geográfica
18. Dispersión geográfica dificulta la intensidad en la intervención que
requieren algunas familias
19. Amplitud de territorio. La distancia geográfica entre los distintos
municipios hace que la implementación del programa no se pueda llevar
a cabo, en muchas ocasiones, con la frecuencia que se aconseja en el
manual
20. Abarcar extensiones grandes del territorio por lo que no pueden dar una
buena atención a los usuarios del programa
1.3. Otras 1. Discriminación salarial en comparación con otros ETF (3)
condiciones laborales 2. Diferencias retributivas de los miembros de mi equipo con el resto de
Otras condiciones de personal del PMBS como con el resto de ETF
los profesionales, 3. Mejorar condiciones salariales de todos los ETF y no quede a criterio de
más allá de la la entidad local
continuidad en el 4. Facilitar el autocuidado de los profesionales de los PTF

228
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

puesto y de la 5. Los profesionales huyen de trabajar en los ETF debido a la precariedad de


dispersión geográfica los contratos y otras circunstancias laborales
6. Estrés añadido que sería conveniente valorar, por la repercusión negativa
en el nivel de los objetivos alcanzados al finalizar el tratamiento
2. Funciones y roles profesionales
Acciones que regulen el desempeño profesional en la práctica
2.1. Ajuste y 1. Revisaría y actualizaría las funciones de los diferentes miembros del
definición del rol equipo
profesional 2. Las funciones y tareas comunes del equipo y específicas de cada
Demandas profesional
relacionadas con la 3. Clarificación de las funciones de los ETF en la declaración de riesgo
delimitación de 4. Funciones de los profesionales (delimitar funciones, a veces áreas tienden
tareas y de roles a solaparse, es necesario trabajo en equipo y trabajo por áreas)
dentro de los equipos 5. Reparto de funciones dentro del equipo no se ajustan a la realidad del día
a día de un equipo
6. Funciones profesionales
7. Definición de roles
8. Concretar más los roles de los técnicos
9. Especificar con mucha claridad y desde el punto de vista lo más técnico
posible, los diferentes roles de cada una de las diferentes disciplinas que
forman el equipo
10. Dedicación exclusiva de los miembros del equipo a su puesto en el trabajo
en el equipo de tratamiento familiar (3)
11. Unificar criterios por áreas
12. Unificar criterios de intervención por diferentes áreas de trabajo,
educativas, psicológicas y de trabajo social
13. Unificar criterios de actuación del educador/a en un ETF sería a mi parecer
una de las expectativas a conseguir en futuros manuales, sin hacer
alusiones tan generales y concretando más sus funciones
2.2. Perfiles 1. Mayor presencia de trabajadores sociales
profesionales 2. Dejar claro que es el/la profesional del trabajo social del equipo es el
Demandas referente de la familia una vez derivado al PTF, y, por tanto, es el/la
relacionadas con la responsable del Proyecto de Tratamiento complementando con los
delimitación de los apartados de los otros profesionales del equipo
perfiles profesionales 3. Considero que se le da poca importancia al trabajo social
específicos dentro los 4. Autonomía total del trabajador social y no depender de ciertos informes
equipos del trabajador social de servicios sociales comunitarios
5. Como trabajadora social me gustaría hacer más intervención
sociofamiliar que tramitar prestaciones básicas
6. Valorar más la disciplina del trabajo social como profesión clave en la
búsqueda de recursos, pero también en la conexión de redes y en el
refuerzo de la autoestima social como eje principal para superar cualquier
dificultad pues todo ello redunda en conseguir disminuir los factores de
riesgo y aumentar los de protección
7. Considero que las funciones del trabajador social no están claras ni bien
fijadas
8. El área de intervención del trabajo social necesita una revisión en el
manual
9. Incrementarse la dotación de psicólogos por equipo

229
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

10. Muchos de esos equipos básicos no cuentan con profesionales de la


psicología, algo que afecta negativamente a los procesos de intervención,
evaluación y derivación
11. Existe mucho desequilibrio en cuanto a carga de trabajo al existir dos
psicólogos y no el doble de profesionales de las otras disciplinas
12. Educador con funciones exclusivas a ETF (3)
13. El educador/a requiere de mayor flexibilidad horaria para poder
desarrollar una labor tan extensa: en las escuelas, en el barrio, en las
actividades extraescolares, en los domicilios, etcétera... Incluso opino que
debería contar con la figura de un pedagogo/a más centrado en la parte
académica (evaluación e intervención) y como apoyo en lo social. Si se
contara con ello, se podría ampliar la función preventiva organizando
charlas, talleres, etcétera.… o pad es /o o e o es
14. Aumentar el número de educadores y educadoras sociales en los equipos
teniendo en cuenta el trabajo de valoración, intervención y
acompañamiento en la mejora de las competencias parentales, un
referente tan sólo para trabajar estos aspectos creo que resulta
insuficiente teniendo en cuenta la cantidad de casos que estamos
recibiendo
15. La Junta también debe controlar en mayor medida el acceso de
profesionales no cualificados a los equipos, ya que esto también redunda
en la consecución de objetivos los profesionales huyen de trabajar en los
ETF debido a la precariedad de los contratos y otras circunstancias
laborales
16. Respetar las áreas disciplinares al realizar un informe conjunto
(cumpliendo las directrices sobre la emisión de informes conjuntos que
marca la comisión deontológica del Colegio Oficial de Psicólogos)
17. Incluir de alguna manera el desempeño de la función del coordinador de
parentalidad
2.3. Relación con las 1. Rol complicado, compaginar la ayuda y el control cuando trabajas con
familias algunas familias
Dificultades para 2. Dificultades en el ejercicio del doble rol ayuda-control que sería
compaginar la conveniente revisar
relación de ayuda y el 3. Trabajar manejándonos en el contexto de rol de control y la ayuda, a
rol de control con las veces el control desde dentro complica el proceso terapéutico
familias 4. Nuestro doble rol como apoyo y como control de la familia es endeble
5. Siempre se habla del equilibrio que debe existir entre control y ayuda en
el ETF. Sin embargo, creo que si el control viniera establecido desde fuera
(SPM o SSSS de base) la efectividad del ETF aumentaría
6. Potenciar una alianza terapéutica con las familias y menos basada en el
control –supervisión-asistencialismo
3. Coordinación y supervisión
Colaboración referida a cualquiera de los niveles de la intervención: entre profesionales, entre
equipos, entre instancias...
3.1. Coordinación y 1. Coordinación (3)
trabajo en red 2. Coordinación efectiva y real
Necesidad de llevar a 3. Coordinación con otras instituciones
cabo procesos 4. Coordinación técnica
conjuntos y de 5. Coordinación entre profesionales de otros organismos (3)

230
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

colaboración entre 6. Coordinación con distintas administraciones


profesionales 7. Coordinación con el SPM es muy limitada, desarrollándose
fundamentalmente de manera telefónica, debido a la sobrecarga de
dicho servicio, siendo excepcionales las reuniones de seguimiento de
casos, las cuales son muy necesarias y positivas para el desarrollo del
programa
8. Coordinación con SPM
9. Coordinación con otros estamentos
10. Coordinación en salud y educación
11. Coordinación de los diferentes servicios que exigen información de los
casos y algunas veces los puntos de vista no coinciden generando
conflicto
12. Coordinación en la red de trabajo para la protección del menor
13. Coordinación/protocolos
14. Coordinación con diversas instituciones. Papel en relación con
juzgados/informes/peritajes
15. Coordinaciones deben de mejorar intentando realizar trabajos de forma
colaborativa sobre todo con Salud Mental
16. Mejorar aspectos de la coordinación interinstitucional
17. Mejorar los canales coordinación
18. Mejorar el trabajo en red y la coordinación entre instituciones
19. Mejorar el trabajo en red (3)
20. Mejorar los cauces de coordinación interinstitucional
21. Mejorar la conexión directa con Fiscalía de Menores
22. Mejoraría los canales de coordinación con los diferentes sistemas
edu a ió , salud, justi ia…
23. Mejora en la coordinación con SPM (3)
24. Mejora de los procesos y protocolos de coordinación interinstitucional
25. Mayor coordinación a nivel institucional con otros recursos (salud,
educación, vivienda, empleo...)
26. Mayor coordinación con administraciones competentes en protección de
menores
27. Mayor coordinación entre instituciones
28. Mayor coordinación y trabajo en red
29. Mayor coordinación entre el Servicio de Prevención y Apoyo a las Familias
y el Servicio de Protección de Menores
30. Red institucional
31. Reuniones con trabajador social de la UTS derivante para favorecer el
Proyecto de tratamiento realizado por el ETF
32. Reuniones con equipo de familia con objeto de favorecer tanto el trabajo
realizado en PIS como futuras derivaciones que están en proceso de
detección
33. Respuesta insuficiente del Servicio de Protección de Menores
34. Reuniones periódicas provincial y SSSS de los Ayuntamientos
35. Revisar los niveles de coordinación
36. Revisar todos los niveles de coordinación que establece el programa
37. Relaciones con el SPM deberían ser redefinidas en aras de un trabajo más
conjunto y coordinado

231
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

38. Establecer más procedimientos de coordinación con los diferentes


ámbitos sociales: salud, educación, etcétera.
39. Establecer criterios de coordinación pautados y que impliquen a las
distintas administraciones implicadas
40. Establecer reuniones periódicas con los distintos servicios del centro de
servicios sociales para las canalizaciones, seguimiento y devolución de las
familias
41. En las comisiones técnicas del programa, en las que participa un solo
representante de los ETF (en el caso de la Diputación, un representante
de los 6 equipos), se toman decisiones técnicas sobre algunos casos que
corresponde tomar a los profesionales del ETF en cuestión (por ejemplo,
la finalización de un tratamiento), excediendo su función de análisis y
discusión técnica de los casos y, en todo caso, proponer la toma de
decisiones, que es lo que establece el manual en este sentido. Ello supone
una fuerte presión para los profesionales que no han participado en dicha
toma de decisiones y, a veces, no las comparten
42. En la coordinación con otras instituciones de protección: Con salud
mental los objetivos de tratamiento que los profesionales establezcan
con los menores pacientes deben ser conocidos y compartidos con los
profesionales del ETF con objeto de que sea una sumatoria de
intervenciones recogidas como un todo en el Proyecto de tratamiento. De
igual forma tener en cuenta a los profesionales responsables de la
educación de los menores
43. Poca o escasa colaboración del SPM no facilita a veces el trabajo
44. Procedimiento de Coordinación ETF-SPAF-SPM
45. Profundización del trabajo en red, y con ese objetivo favorecer la mayor
colaboración de los servicios generales en la transmisión de la
información con la facilidad al ETF de esta. (hojas SIMIA, uso parcial de
plataformas escolares para seguimiento de absentismo de los casos
46. Poder crear una plataforma de coordinación con Policía Local, Salud y
Educación para el mejor cumplimiento de los fines del programa
47. Compromiso con educación para poner en marcha por parte de los
centros escolares programa de detección en Educación Infantil, a inicio
de etapa/curso, de posibles casos de menores en riesgo de desprotección,
que den lugar a rellenar la hoja de detección de maltrato
48. Canales de coordinación
49. Cumplir una verdadera coordinación
50. Dinámica interna/coordinación con el resto de profesionales de SS.SS.CC
51. Dar a conocer el programa a los profesionales de Salud Mental y a los
juzgados para poder llevar una coordinación programada entre todos los
que intervenimos en los casos
52. Trabajo en red (2)
53. Tener un solo equipo de referencia en el SPM, permitiría fluidez de los
casos y una mejor coordinación (3)
54. Favorecer Comisiones de Infancia-Adolescencia para mejorar la
coordinación
55. Fomentar la coordinación entre las distintas instituciones dedicadas a la
protección de la infancia
56. La coordinación con el servicio de protección debe ser más fluida

232
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

57. Instrumentos que faciliten la coordinación con otras


instituciones/entidades
58. Habría que mejorar la coordinación entre instituciones y profesionales
puesto que en ocasiones nos encontramos con reticencias para obtener
información relevante de las familias de instituciones como salud, salud
mental, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, justicia
59. Hay que mejorar la coordinación con los servicios sociales comunitarios
para conseguir agilizar los tiempos a la hora de derivar a las familias y con
el Servicio de Protección de Menores a la hora de agilizar la adopción de
medida
60. Integración de los diferentes sectores implicados desde un protocolo
único: fuerzas y cuerpos de seguridad, salud, educación, servicios sociales
61. SPM y el sistema judicial trabajen desde y con el mismo objetivo de
proteger a los/las menores
62. Guía de buenas prácticas donde se refleje la posibilidad de que ante
determinados casos que suponen un alto riesgo para la integridad física y
emocional de los profesionales de esa zona (debido a que los técnicos y
los usuarios son de la misma localidad), otro Equipo cercano pueda
asumir esta intervención
63. Necesidad de establecer coordinaciones periódicas entre los diferentes
ETF de Sevilla, y también por disciplinas, para aunar criterios y
metodología de intervención
64. Imprescindible los compañeros del SS.SS.CC. entiendan la función del ETF
65. Mejorar los canales de información
66. Potenciar la Red de Atención a la Infancia Interprofesional
67. Respuesta del SPM, ya que muchas veces a pesar de la gravedad de los
casos y el informe emitido no ejecuta la medida con lo cual deja en riesgo
a los menores
68. Que las propuestas del ETF sean más respaldadas por el SPM
69. Revalorización de nuestros informes técnicos para la comisión de
medidas de protección (4)
3.2. Figura de 1. Coordinadores/as sobre el trabajo del ETF presentes
coordinación 2. Importancia de la labor del/la coordinador/a
Demandas 3. Incluir coordinador a nivel de coordinación y funciones
relacionadas con el 4. Que algún miembro del equipo pueda ejercer la labor de Coordinador del
desempeño conjunto programa
y la facilitación del 5. Coordinador/a propio que intervenga en toma de decisiones y
trabajo en equipo supervisión de casos
6. Mejorar aspectos relacionados con el cumplimiento de las funciones del
Coordinador Municipal
7. Coordinadora será quien decida las altas y bajas en PTF
8. Retomar la figura de un único coordinador municipal del programa en el
caso del Ayuntamiento de Sevilla (3)
3.3. Supervisión 1. Incrementar número de comisiones técnicas (3)
Revisión técnica 2. Retomar las comisiones técnicas con el SPM
externa del proceso 3. Llevar a cabo las comisiones técnicas
de intervención 4. Que se lleven a cabo las comisiones técnicas
desarrollado por los y 5. Necesidad de comisiones técnicas de trabajo, temporalizadas en el año
(3)

233
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

las profesionales del 6. Tener más comisiones técnicas de trabajo (valoración, seguimiento,
ETF propuestas... del programa)
7. Poder asistir a las comisiones técnicas al menos un profesional del Equipo
para poder clarificar las dudas sobre que surjan sobre las familias
8. Mayor presencia de los ETF en las comisiones municipales de Infancia y
Familia y en todos los ámbitos en los que los menores estén presentes
con el objetivo de planificar una prevención de riesgo más eficaz
9. Las comisiones técnicas entiendo que han de tener presencia de los
profesionales implicados
3.4. Comisiones 1. Incrementar número de comisiones técnicas (3)
técnicas 2. Retomar las comisiones técnicas con el SPM
Aspectos relativos a 3. Llevar a cabo las comisiones técnicas (3)
este órgano de 4. Necesidad de comisiones técnicas de trabajo, temporalizadas en el año
coordinación y (3)
supervisión 5. Tener más comisiones técnicas de trabajo (valoración, seguimiento,
propuestas... del programa)
6. Poder asistir a las comisiones técnicas al menos un profesional del Equipo
para poder clarificar las dudas sobre que surjan sobre las familias
7. Mayor presencia de los ETF en las comisiones municipales de Infancia y
Familia y en todos los ámbitos en los que los menores estén presentes
con el objetivo de planificar una prevención de riesgo más eficaz
8. Las comisiones técnicas entiendo que han de tener presencia de los
profesionales implicados
4. Provisión de recursos
Facilitación de herramientas y activos que faciliten la práctica profesional
4.1. Personales 1. Contratación de los profesionales que integran los equipos
Demandas 2. Revisar la dotación de profesionales asignados a equipos
relacionadas con la 3. Escasez de personal en la entidad (además de la situación de incremento
contratación de de la demanda por la pandemia), el perfil de la trabajadora social ha sido
personal demandado para apoyar otros servicios
4. Agilizar los trámites con la contratación de más personal en protección de
menores
5. Contratación
6. Cubrir las bajas de los profesionales de forma rápida y efectiva, pues si el
equipo está incompleto, es imposible realizar el trabajo con un mínimo
de profesionalidad, efectividad y calidad
7. Períodos muy largos con baja laboral de algún profesional sin
incorporación
8. Períodos en que el equipo está con un miembro menos por baja por
enfermedad, así como los períodos en que prácticamente se para el
trabajo durante un mes porque hay problemas con la contratación del
personal (3)
9. Contratar personal de apoyo familias cronificadas
10. Recursos humanos
11. Escasez de recursos personales
4.2. Materiales y 1. Material y equipamiento necesario en las entrevistas
equipamiento 2. Los equipos deberían tener al menos un teléfono móvil, ya que es
Demandas imprescindible para facilitar la comunicación con los y las usuarios/as
relacionadas con la

234
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

dotación de 3. Recursos con los que se nos dota a los equipos, tratándose de equipos
herramientas y que, la mayor parte del tiempo, se encuentran fuera de los despachos
equipos técnicos para (teléfonos móviles, equipos portátiles, etcétera.)
el desempeño 4. Dotar de medios técnicos
profesional 5. Dotar de herramientas (3)
6. Apoyo de material técnico homogeneizado para todos los ETF de la
comunidad
7. Dotar a los equipos de herramientas y técnicas de valoración de menores
8. Facilitar nuevos instrumentos y herramientas para el trabajo con familias
9. Dotación de medios a los profesionales
10. Escasez de recursos materiales propios e intersectoriales
11. Incluir protocolos de tratamiento eficaces basados en la evidencia
12. Desarrollo de pruebas de evaluación específicas y actualizadas
13. Absolutamente necesario que la Junta aporte material de evaluación
(psicológico, de trabajo social y de educación social) para todos los
equipos, con el fin de que todos tengamos los mismos instrumentos de
evaluación, ya que, en estos momentos, cada equipo intenta solucionar
la cuestión de la evaluación (cuando se quieren utilizar cuestionarios,
escalas, etcétera.) de forma particular. En caso de que esto no pueda
aportarlo la Junta, una solución sería incluir en las transferencias una
cantidad determinada para la adquisición de material de evaluación.
Insisto, el mismo material para todos los equipos
14. Instrumentos de evaluación unificados
15. Anexar al manual instrumentos de evaluación como: escala de bienestar
infantil, cuestionario de habilidades parentales, test psicológicos, escala
de sobrecarga del cuidador, escala de habilidades de la vida cotidiana,
escala de cohesión y adaptación familiar, inventario familiar de
autoinforme, escalas de competencia y resiliencia parental y resiliencia
en los menores
16. Introducir nuevos instrumentos de evaluación (estudios de competencias
parentales Barudy y Dantagnan), escalas de apoyo social, así como
estandarizar o incluir nuevos instrumentos evaluativos sociales
17. Los instrumentos. No se cambian desde hace mucho tiempo, no son
adecuados ni se entienden bien
18. Los instrumentos de evaluación, implantar los que demuestran eficacia y
efectividad
19. Revisión de los instrumentos que se utilizan
20. Establecer medios de evaluación
21. Demanda de espacios adecuados para el desempeño laboral
22. Desarrollo de los espacios individuales y comunes de los profesionales y
como psico-socio-educoterapeutas
23. Facilitar un espacio óptimo para las entrevistas familiares
24. Dotar de espacios de trabajo mínimos y suficientes para una buena labor
del ETF
25. Facilite en los medios físicos y espacios propios adecuados al desempeño
del trabajo
26. Espacios físicos propios para el ETF, poder realizar seguimientos
adecuados y así garantizar la intervención, en la mayoría de las ocasiones
esta os sujetos a t a aja ate die do a las u ge ias

235
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

27. Zonas de trabajo adaptadas al trabajo terapéutico del programa


28. Dificultad de espacios adecuados para trabajar
29. La infraestructura para la atención es inadecuada
30. Falta de medios (espacios)
4.3. Genéricos 1. Pocos recursos con los que contamos por parte de la Administración
Demandas Pública (3)
inespecíficas o 2. Falta de recursos (centros, profesionales en los equipos tutelares,
diversas i defi i ió legal… ha supuesto u a so e a ga i po ta te del t a ajo
en el medio
3. Falta de recursos existentes (educativos y sociales)
4. Falta de recursos existentes (3)
5. Falta un recurso de separación del medio conjunto madres/padres e hijos
6. Escasez de recursos con los que disponemos
7. Escasez de recursos (se ha producido una merma muy significativa en los
últimos años) de recursos de protección con programas de acogida
inmediata, residenciales básicos y recursos con programas específicos de
atención a la problemática que muchos adolescentes presentan, cuando
es necesaria la adopción de medida de protección
8. Recursos: escasez de recursos de apoyo en la intervención (ayudas
so ioe o ó i as, i ie da, e pleo, … sie do u e ide te las
diferencias según los municipios
9. Recursos insuficientes para responder a las demandas de las familias
10. Carecemos de recursos
11. Dotación de recursos (no solo humanos) para los ETF (4)
12. Dotar de recursos (propios y complementarios, como los del servicio de
protección)
13. Disponer de más recursos complementarios para poder satisfacer las
necesidades básicas de las familias y/o atender las dificultades que
presentan
14. Más recursos de apoyo complementarios para las familias para poder
desarrollar un programa más eficaz
15. Mayores recursos para poder tomar medidas más efectivas en los casos
en los que las familias no colaboren y sigan existiendo menores en riesgo
moderado
16. Ampliación de recursos para las familias y los menores que la integran (3)
17. Ampliación y/o facilitación al acceso a los recursos sociales (laborales,
formativos, económicos, etcétera) disponibles para las familias (3)
18. Más recursos reales para el trabajo con medidas de separación
19. Actuaciones específicas para adolescentes
20. Falta de recursos adecuados para adolescentes en desamparo
21. Recursos propios en el programa de tratamiento, especialmente para los
y las menores de edades comprendidas entre 16-18 años
22. Apertura de nuevos centros de servicios sociales en la zona ubicados a
menor distancia de los domicilios familiares de las personas usuarias de
los recursos sociales municipales
23. Más y mejores centros de acogida como recurso
24. Provisión de más plazas al SPM para adopción de medidas
25. Mejorar los servicios aumentando el personal en el SPM
26. Destinar más recursos a la investigación

236
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5. Reciclaje y actualización
Actuaciones dirigidas a la renovación necesaria para su aplicación
5.1. Formación 1. Formación (4)
Necesidad de 2. Formación continua (8)
actualización y 3. Formación continua y específica para los profesionales (8)
aprendizaje de 4. Formación continuada del programa para los profesionales
aspectos específicos 5. Se requiere de formación continua
necesarios para el 6. Formación continua obligatoria para el continuo reciclado de los
desempeño profesionales
profesional 7. Facilitar un programa de formación continua y reciclaje profesional
8. Continuar con la formación del colectivo
9. Continuar con la formación de los equipos
10. Continuar formación específica de los miembros de los ETF (3)
11. Retomar la formación continua compartida para los ETF
12. Formación para los y las profesionales de los equipos ETF
13. Necesidad de formación específica y continua, en temas actuales
14. Formación específica para los profesionales del ETF (5)
15. Exigencia de formación específica para trabajar en el ETF
16. Exigencia de especialización técnica de los profesionales (3)
17. Formación específica, sobre todo por perfiles profesionales, algo que
nunca ha existido y creo imprescindible
18. Sería necesaria la formación específica
19. Ofrecer una formación específica en tratamiento de familias
20. Más formación específica para cada profesional y jornadas de buenas
prácticas
21. Formación específica y centrada en el desarrollo del programa desde el
principio impartida de forma presencial
22. Necesaria formación específica
23. Tampoco se exige una formación específica en intervención familiar, y
aunque yo he realizado cursos me falta especialización
24. Formación específica sobre el programa. La formación en intervención
familiar es la que cada uno haya tenido en su recorrido profesional
anterior, que puede ser muy diversa y más o menos amplia, dependiendo
de cada caso
25. Formación más específica que oriente a los diferentes perfiles
profesionales hacia el proceso terapéutico en el que van a acompañar a
las familias
26. Formación específica en tratamiento
27. Formación de los ETF actualizada
28. Reciclaje formativo continuo, que no quede a criterio de cada profesional
29. Obligatoriedad de reciclaje y formación continua
30. La formación de los y las profesionales, de incorporación reciente, así
como el reciclaje en los y las profesionales con experiencia
31. Formación, reciclaje en instrumentos, técnicas
32. Reciclaje y cuidado del profesional. En relación a la alta dificultad que
conlleva el trabajo diario estos dos conceptos están muy, muy
descuidados y por tanto tiene consecuencias en la calidad del programa
33. Necesidad de formación como equipo, más allá de la que cada una de las
profesionales realiza por su cuenta

237
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

34. Prestación de una formación continua a los/las profesionales de los ETF


35. Formación tanto de ETF como de los profesionales SPM
36. Formación a los profesionales de los recursos
37. Los profesionales han de estar formados en trabajo con familias
38. Formación de los profesionales de los equipos, en un primer momento se
realizaba mediante convenio con la Universidad
39. Formación periódica permanente para los equipos
40. Considero importante que se retomen actuaciones de formación
continua de los profesionales de los ETF
41. Necesidad de mayor formación para los técnicos de los ETF
42. Formación para todos los profesionales que trabajan en el servicio de
menores (SPM, SS.SS.CC., ETF...)
43. Formar a los nuevos coordinadores
44. Formar al resto de profesionales de los servicios sociales en instrumentos
de valoración de riesgo
45. Necesidad de formación y actualización de los profesionales
46. Necesidad de seguir formando a los profesionales de los ETF en los
actuales desafíos
47. Necesito formación en la materia, llevo muchos años trabajando como
trabajador social en los servicios sociales comunitarios (CORE), pero
nunca he trabajado en un programa tan específico de familia
48. Nuevas acciones formativas desde la Consejería de Igualdad y Políticas
Sociales, específicas para los ETF
49. Requisitos al contratar de que se tenga un mínimo de experiencia con
menores y formación específica
50. Establecer la necesidad de formación continua y especializada en materia
de familia y menores
51. Facilitarles periódicamente formación y profesionales de referencia para
tanto profesionales de referencia para tanto resolverles dudas, como
para potenciar su actitud colaboradora con la protección del menor
52. Formación en relación a nuevos modelos y técnicas de intervención
53. Mayor formación sobre los nuevos fenómenos y circunstancias actuales
que afectan a la conducta individual y a las dinámicas familiares
54. La formación el manejo de los nuevos instrumentos como la hoja SIMIA y
sobre todo un curso de formación para el personal que como yo
55. Unificar formación principalmente en la reparación del daño en menores
56. Formación al objeto de conocer y profundizar en nuevas técnicas de
intervención
57. Obligatoriedad de la formación del Valórame
58. Necesaria más formación práctica en terapia familiar y específica en
materia de menores a los profesionales que integran los equipos
59. Formación en exploración indirecta de los menores para su evaluación,
tras determinados episodios traumáticos
60. Formación en evaluación y reparación del daño emocional
61. Formar a los SS.SS.CC. en las herramientas de valoración de riesgo
estandarizadas
62. Mejorar la formación (3)
63. Contemplar la necesidad de formación

238
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

64. Desconocimiento entre profesionales de diferentes ámbitos en


legislación en materia de menores
65. Antes de que entre gente nueva al ETF, me refiero a profesionales, estos
deben estar debidamente formados
66. Fomentar la formación de los equipos
67. Promover formación específica para equipos que aporte nuevas técnicas
de intervención y tratamiento que se adapten a las nuevas situaciones y
modelos familiares
68. Formación técnica anual de forma permanente
69. Relevancia a los aspectos formativos
70. Formación continua y permanente para los profesionales
71. Formación de los profesionales: Seguimos pensando que es un aspecto
fundamental que hay que fomentar desde todos los ámbitos
72. Incluir en los programas de formación continua autonómicos y locales
cursos específicos para los ETF
73. Formación en nuevos enfoques de trabajo con las familias
74. Renovar / actualizar técnicas
75. Nuevas técnicas de trabajo
76. Conocer y profundizar en nuevas técnicas de intervención
77. Los equipos no estamos formados en temas de actualidad como la
violencia intrafamiliar de menores hacia los padres, abusos sexuales,
resolución de conflictos ante separación de padres e instrumentación de
los menores en las citadas situaciones, consumo de estupefacientes en
menores
78. Continuar con formación específica y de reciclaje para los ETF donde
además se pueden compartir experiencias
5.2. Intercambios 1. Crear foros o espacios de encuentro de los profesionales en los que poder
profesionales compartir experiencias
Necesidad de crear 2. Continuar con el espacio de gestión del conocimiento creado por y para
espacios de los profesionales del PTF del Ayuntamiento de Sevilla para compartir
encuentro para formación, experiencias y buenas prácticas (3)
compartir 3. Intercambio de experiencias entre los diferentes ETF de diferentes
experiencias corporaciones
profesionales 4. Intercambio de experiencias con otros profesionales del programa ETF,
que permitiría conocer otras formas de realizar nuestra práctica (estudio
de casos, conocer otras experiencias innovadoras, conocer recursos,
fomentar la innovación y creación de recursos, etcétera.)
5. Jornadas provinciales anuales con todos los profesionales (de los
diferentes ámbitos de la administración competente) que están en
contacto con menores y que trabajan con ellos o pueden detectar
situaciones de riesgo, con el fin de conocer la labor que realizamos cada
una de las diferentes áreas, para intercambiar las dificultades y
limitaciones que tenemos y de este modo llevar a cabo un acercamiento
interinstitucional (4)
6. Intercambio de experiencias entre diferentes profesionales e incluso
entre provincias para aunar criterios y enriquecer la calidad del programa
7. Desarrollo de espacios comunes de los profesionales y como psico-socio-
educoterapeutas

239
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

8. Encuentros con otros equipos. La experiencia acumulada por la mayoría


de los equipos nos lleva a pensar en la creación de redes de aprendizaje
como recurso formativo y colaborativo entre los distintos equipos de la
provincia y de estos con otras
9. Encuentros provinciales y autonómicos enriquecerían el trabajo de los
profesionales, a la vez que contribuiría a unificar y homogeneizar la acción
10. Encuentros por disciplinas ayudaría a reflexionar sobre el aporte de cada
una a los ETF, a la vez que ayudaría a compartir experiencias y profundizar
en la especialización y realizar intercambios profesionales entre equipos
de distintas comunidades autónomas que trabajen con infancia y familias
en formatos y programas similares a los ETF en Andalucía
11. Intercambios entre ETF
12. Generar espacios de reflexión y de supervisión de casos, con la
participación de todos los ETF andaluces
13. Grupos de trabajo para intercambiar experiencias
14. Necesidad de los foros de encuentro entre profesionales de los diferentes
ETF
6. Condiciones del programa
Aspectos relacionados con el cumplimiento de los requisitos y condiciones del programa
6.1. Sobrecarga 1. Excesiva burocracia (6)
administrativa 2. Excesiva documentación
Exceso de tareas 3. El exceso de burocracia nos hace poco operativos
burocráticas y/o de 4. Reducir en lo posible los aspectos "burocráticos" del programa (3)
gestión que limitan el 5. Repetitiva y poco práctica la documentación
tiempo destinado a la 6. Documentos (simplificación)
intervención 7. Realizar documentos más sencillos y claros
8. Habría que facilitar la forma de cumplimentación de los documentos
9. Simplificar determinada documentación que supone una carga para el
técnico y no agiliza el tratamiento
10. Documentación de forma común y más práctica
11. La cantidad y complejidad de los datos que el ETF tiene que aportar en las
comisiones técnicas (estadillo de casos y hoja anexa) conlleva una gran
dedicación a tareas administrativas en detrimento de la atención directa
a las familias
12. Parte burocrática que conlleva un solo caso: fichas, informes,
coordinación con los agentes implicados, registro de las intervenciones,
intervenciones de urgencia
13. Actualizar burocracia, y minimizarla
14. Mucho protocolo de intervención y burocracia
15. Aspectos de tipo administrativo, formulario
16. Cuestiones administrativas/burocráticas /informáticas
17. Agilizar ciertos procedimientos (3)
18. Agilizar y simplificar los documentos administrativos
19. Documentación podría ser más ágil y operativa
20. Revisar la documentación de registro y control del programa y agilizar los
trámites asociados
21. Agilidad administrativa en los casos de desprotección
22. Protocolizar de forma sencilla/ágil no tanto como registro de documentos

240
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

23. Demandas de gestiones de ayudas sociales que en muchas ocasiones


priorizan la atención y asistencia, dejando poco lugar al tratamiento social
24. Densidad del trabajo (informes, evaluación, reuniones, intervención en
crisis, registros, memorias...)
6.2. Digitalización 1. Utilizar las nuevas tecnologías como herramienta de facilitación de
Demanda de trabajo
transformar 2. Disponer de un sistema en red andaluz para mejorar el acceso a la
determinados información, derivación entre equipos y coordinación (4)
procesos a sistemas 3. Disponer de un sistema informatizado de gestión y funcionamiento
digitales mínimo del programa, que facilite la recogida y organización de la
información, que no suponga incremento de tarea burocrática
4. Implementación de una plataforma digital que recoja el trabajo realizado
con las familias (tipo SIUSS)
5. Programa informático más actualizado
6. Programa de registro más sencillo con categorías (objetivos, actitud de la
familia, fecha, fase, metodología, resultado, observaciones
7. Base de datos homogénea a todos los ETF que simplifique la realización
de informes a emitir, así como las derivaciones a otros servicios
8. Desarrollar una aplicación o programa informático que contenga los
mismos ítems que se solicitan en la memoria facilitando así la elaboración
de la misma
9. Necesidad de programa informático adecuado para registro de
intervenciones y que facilite elaboración de las memorias
10. Necesidad de un programa informático adecuado para registro de datos,
de cara a la elaboración de memoria e investigaciones
11. Existencia de un programa informático a nivel andaluz/nacional
12. Creación aplicación informática
13. Posibilidad de contar con plataformas online para comunicación
14. Proyectos e informes a través de plataforma online
6.3. Número de 1. Aumentar el número de ETF (5)
equipos 2. Necesarios más equipos
Demandas 3. Son pocos los equipos
relacionadas con el 4. Un equipo por zona de trabajo social (2)
número de ETF 5. Si ampliarán el número de ETF en la Diputación de Sevilla
6.4. Ratio de casos 1. Ratio de casos en activo menor para mejor atender a las familias
Demandas relativas al 2. Ratio familias por ETF en ámbito diputación
volumen de casos 3. Ratio: se exige un número de familias activas excesiva para el trabajo tan
atendidos por equipo intensivo que hay que llevar a cabo
4. Tener en cuenta la ratio de casos (3)
5. Establecer una ratio de población diana por ETF
6. Reducir la ratio, sobre todo para los ETF de las Diputaciones
7. Disminución de la ratio de la población por ETF para poder ser fiel al
programa y trabajar en menos casos de manera más intensiva
8. Bajar la ratio de familiar: cómputo anual
9. Bajar la ratio de familias al año (40 en la actualidad)
10. Reducir ratios casos en equipos itinerantes
11. Menor ratio de casos que permitiría una mayor frecuencia de citas en el
tratamiento, seguimiento y cercanía mayor a la familia
12. Número de casos a atender (3)

241
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

13. Limitar el número de casos, si fuera posible


14. Control de número de casos atendidos y tipología para evaluar niveles de
riesgo
15. Cada vez son más el número de familias derivadas
16. Elevado número de familias con las que se interviene impide llevar a cabo
una intervención intensiva de las tres profesionales del equipo con todos
los casos en tratamiento por lo que, en muchos de ellos, la intervención
se desarrolla fundamentalmente por parte de la profesional referente del
caso con el apoyo de las otras disciplinas cuando lo considera necesario
17. Elevado número de casos que requieren de intervención
18. El número de familias que se nos pide desde la Delegación es totalmente
incompatible
19. Nivel de demanda de servicios que se nos piden (ratio) muy superior a la
que se puede atender con unos mínimos de calidad, primando más la
evaluación cuantitativa que cualitativa
20. Que haya que tener un determinado número de familias al año. Es una
presión que no depende de nosotros (3)
21. Adecuación de los números de casos esperables a las distintas
modalidades de los ETF. No se puede plantear un mismo número de
familias para ETF de municipios de más de 20.000 habitantes y para los
que tienen menos
22. Los criterios de adjudicación del número de equipos solo por número de
habitantes que establece la Junta de Andalucía hacen que el programa no
se desarrolle con calidad en las diputaciones provinciales. Es adecuado
para los Ayuntamientos. En casos como el mío, atiendo dos ZBSS, una
semana en cada una, con lo que las familias y las diferentes acciones de
coordinación deben esperar a que me toque trabajar para esa ZBSS. Por
lo que la calidad se reduce significativamente
23. Cantidad creciente de casos atendidos, como casos pertinentes del ETF,
pero con unas características y requerimientos muy concretos sin recurso
regulado que los asista en la actualidad
24. Debido a la sobrecarga de casos (de tipología que requiere mucha
intervención y/o con niveles bastante graves de desprotección) en la
p á ti a eal, e o asio es se tie e la se sa ió de esta apaga do
fuegos e luga de ealiza el t ata ie to o o gusta ía o se de e ía
25. Consideración para el establecimiento del número de casos que se
derivan y aceptan en cada equipo
26. Limitar los casos de intervención atendiendo a circunstancias particulares
de los equipos, como dispersión geográfica
27. Creo que cada equipo debería tener asignado un menor número de
familias para así poder realizar un verdadero tratamiento intensivo con
estas
28. Flujo de atención de casos
29. Reducir los centros de servicios sociales que atendemos
6.5. Soporte jurídico 1. Los ETF dispongan de asentamiento Legal
Necesidad de contar 2. Disponer de área Jurídica
con respaldo legal en 3. Incluir la figura de un/a asesor/a Jurídico en el programa, uno o una por
la práctica cada dos ámbitos
profesional 4. Disponer de asesoramiento legal

242
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5. Asesoramiento o figura jurídica en los servicios sociales


6. Habría que incluir como abogados
7. Buscar medidas legales (que nos amparen y que sean ágiles) para que
determinados casos en los que nos encontramos con la negativa de
alguno de los padres en la intervención con sus hijos pueda estar
justificado nuestro trabajo, no dejando desatendidos a esos menores
8. Necesidad urgente de disponer de la normativa y legislación autonómica
que facilite que podamos llevar a cabo el programa, articulación de las
resoluciones administrativas de declaración de las situaciones de riesgo y
el procedimiento en las actuaciones
9. Valorar si la Ley de SS.SS. de Andalucía se requeriría alguna modificación
7. Manual
Aspectos referidos a la necesidad de modificar el documento de referencia actual
7.1. Revisión 1. Desfasado
Actualización y ajuste 2. Obsoleto el manual
del documento 3. Revisión del manual (3)
4. Revisión del manual al completo
5. Revisión y actualización pormenorizada del manual desde los
profesionales que desarrollamos el programa directamente
6. Revisar el manual con los profesionales de los equipos desde su
experiencia
7. Revisión del manual y actualización del mismo basado en la realidad del
trabajo desde el ETF
8. Revisión del manual de procedimiento
9. El manual es poco práctico y desfasado
10. El manual es muy denso, poco esquemático y desfasado
11. Manual: en su momento fue una guía muy buena, pero con el paso del
tiempo lo veo algo desfasado, me gustaría tener una herramienta más útil
y práctica
12. Nuevo manual actualizado: propuestas desde la experiencia de los
equipos que tienen ya una larga trayectoria en el tiempo
13. Actualizar manual ETF priorizando la agilidad en altas y bajas
14. Actualización del manual (3)
15. Manual debería revisarse y actualizar muchos aspectos del mismo
16. Actualizar programa, implantado desde hace más de 18 años, las familias
han cambiado y la forma de trabajar
17. Actualización a la estructura actual del sistema de servicios sociales y
protección (3)
18. Actualizar el manual del programa
19. Actualizar el manual para que se adecue a la realidad actual
20. Actualización del manual de los ETF adaptado a la nueva realidad social
21. Necesaria una adaptación del manual en general
22. Adaptarlo a los tiempos. Aunque ha envejecido bien es un documento
que tiene ya muchos años
23. Adaptar el manual a la actual situación organizativa (3)
24. Adaptar el manual a las nuevas circunstancias sociales y profesionales
25. Adaptación del manual de tratamiento
26. Adaptación a la realidad (3)
27. Manual poco práctico en el día a día (3)

243
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

28. El manual está obsoleto y es muy poco operativo y práctico


29. Realizar un nuevo manual, más acorde con la actualidad
30. Teoría lejos de la realidad
31. Necesita una actualización más acorde a la realidad
32. Han pasado muchos años desde la última revisión del manual
33. Habría que revisar el manual en relación a los diferentes anexos
34. Reformulación manual ETF (para municipios) de menos de 20.000
habitantes
35. Revisión de indicadores (4)
36. Manual se encuentran perfectamente descritas la metodología,
funciones, protocolos de coordinación, etcétera. Pero en la realidad, que
o lo agua ta todo o o el fo ato papel , e iste g a es difi ultades
para poder llevarlo a cabo de forma eficaz y seguirlo siempre de la manera
más correcta posible
37. Adaptar el manual a la nueva legislación (declaraciones de riesgo) (4)
38. Adaptación al nuevo marco legislativo (7)
39. Adaptación del programa a la nueva legislación: Valórame, declaración de
la situación de riesgo
40. Incluir actualizaciones en relación a nueva normativa y legislación
41. El marco legal del programa debería adaptarse para identificar
claramente el programa dentro de las funciones de los SS.SS.CC., y evitar
que el programa sea considerado como especializado o "intermedio",
algo que en la actualidad afecta negativamente
42. Incluir en el marco teórico las leyes estatales que hacen referencia al
sistema de protección de menores
43. Las modificaciones más sustanciales las haría respecto a las nuevas
normativas que han ido regulando la protección a la infancia
44. Legislación y normativa aplicable
45. El programa del tratamiento a familia con menores debería de adaptarse
y ajustarse más a la realidad
46. Actualizar el manual, entre otras con la incorporación por ejemplo de los
criterios de valoración del Valórame
47. Actualizar el punto sobre elaboración de informes incluyendo el
instrumento Valórame
48. Adaptar con SIMIA y Valórame, integrarlos al manual de trabajo
49. Adaptar el programa a la realidad de los servicios sociales, de las familias
y de los trabajadores
50. Revisión de aspectos metodológicos y teóricos del manual
7.2. Protocolos 1. Protocolos
Establecimiento de 2. Protocolo calidad
pautas y/o procesos 3. Protocolos comunes a los ETF
en relación a la 4. Protocolos estandarizados
intervención 5. Protocolos que permitieran la coordinación de profesionales de diversa
índole
6. Protocolizar con los documentos adecuados la petición de autorización
ante la negativa al tratamiento de los menores por parte del o los
progenitores y /o la negativa a la intervención
7. Protocolo de intervención homogéneo, estructurado, con instrumentos
de evaluación pre-post, pero, sobre todo, fácil de aplicar

244
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

8. Actualizar los protocolos


9. Establecer protocolos en casos de maltrato moderado-grave
10. Existencia de un protocolo unificado desde la entidad competente que
incorpore a todos los agentes implicados en la prevención del maltrato
11. Establecer protocolos entre todos los sistemas de protección a la infancia,
abordando la Parentalidad social entre todos
12. Facilitar la creación y uso de guías y ejercicios por ejemplo para cada
problemática, autoestima, control de la frustración, uso de
reforzamiento, habilidades sociales
13. Revisión de los procesos de intervención: mayor estructuración y
sistematización en la ejecución
14. Simplificar procesos
15. Procedimientos, modelos y fases en todos los ETF
16. Creación de un dossier que recoja las instrucciones que nos van marcando
a los ETF, el SPAF y el SPM y que no están recogidos en el manual de ET,
para homogenizar criterios
17. Estructura
18. Procedimientos de trabajo
19. Utilizar instrumentos que unifiquen los criterios con otros ETF y con los
Servicios de Protección de Menores
20. Diseñar instrumentos de evaluación unificados para todos los ETF (3)
21. Unificación de los instrumentos utilizados por los profesionales del
trabajo social
22. Protocolizar la intervención con criterios unificados
23. Protocolizar la intervención con criterios unificados para la toma de
decisiones (3)
24. Incluir sistemas consensuados de valoración de la gravedad de la
desprotección
25. Homogeneizar determinadas pautas de aplicación como pueden ser las
de la a io es de iesgo (3)
26. Proyectos de tratamiento familiar
7.3. Documentación 1. Modelos de informe
Elaboración de 2. Modelos Anexo 2Q reiterativo
modelos de informes 3. Modelo de Informe Social. Desfasado, desactualizado
y otros documentos 4. Modelos de fichas
necesarios 5. Modelos unificados de documentación/informes para todos los ETF
6. El modelo de informe que se estableció común para todos los ETF, resulta
muy complejo y repetitivo. En los distintos apartados se repiten siempre
los mismos conceptos
7. Sus modelos de informe no se ajustan a la práctica
8. Elaborar modelos de documentación uniformes para todos los ETF (3)
9. Cuando se elaboran los informes desde las distintas disciplinas, se repiten
las mismas cuestiones, por lo que el mismo marco social, educativo y
psicológico, se reitera constantemente
10. La elaboración de los modelos que exige el manual ralentiza
enormemente el trabajo
11. Los informes del ETF comunes para todos, resultan muy complicados y
repetitivos. Los conceptos se repiten en todos los ítems
12. Elaboración de los informes bastante compleja y repetitiva

245
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

13. Los informes interdisciplinares (3)


14. Unificación de modelos de informes, fichas y documentación a realizar
15. Unificación de modelos de informes para los diferentes servicios (SPM,
Juzgados)
16. Poco peso que tiene los informes a la hora de tomar decisiones desde
SPM
17. Modificar los informes interdisciplinarios para que no sean tan repetitivos
a la hora de desarrollarlo
18. Modificar el modelo 2Q que me parece reiterativo
19. Informe de derivación
20. Informe con propuestas de medida al SPM: este servicio ha facilitado una
plantilla de derivación ajustada a la nueva normativa y apoyado en el
instrumento Valórame para establecer el nivel de gravedad
21. Informes de derivación poco operativos y repetitivos
22. Informes de derivación al servicio de protección de menores no te
permiten reflejar la realidad ni el nivel de gravedad con el que nos
encontramos
23. Documentos de derivación
24. Modelo de informe de derivación
25. Unificar informes de derivación
26. Revisar los informes de derivación
27. Elaboración de informes de derivación al Servicio de Protección de
Menores, como 2Q Y 2P los cuales considero poco operativos y repetitivos
28. Actualizar los documentos de derivación a SPM los de canalización al
equipo
29. Los informes de derivación al SPM para tomar medidas protectoras, se
duplica información entre profesionales y se retiran informes muy
extensos
30. Los informes de derivación repiten mucha información para cada uno de
los agentes que intervenimos en el mismo, son muy amplios y por
consiguiente se emplea mucho tiempo en su realización
31. Los informes de derivación son muy repetitivos en algunos puntos,
generando un trabajo muy arduo
32. Los informes de derivación al SPM deberían ser vinculantes
7.4. Memoria 1. Memoria (4)
Registro de 2. Elaboración memoria
actuaciones 3. Elaboración de memorias formato muy engorroso
4. Seguir mejorando la memoria del programa
5. La memoria no es fácil de cumplimentar
6. Memoria del programa, relacionadas directamente con aspectos a
modificar del programa
7.5. Perfil de las 1. Perfil de casos
familias participantes 2. Perfiles de familias
Ajuste entre el perfil 3. Perfil de las familias. Cada vez surgen más familias que no reúnen el perfil
de las familias y las concreto requerido por el programa, pero se valoran más trabajables en
características del el ETF que los casos crónicos generacionales
programa 4. Perfil personas usuarias (3)
5. Adaptar los perfiles de familias a las nuevas tipologías que se están dando
en la actualidad

246
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

6. Redefinir el perfil de casos a atender (3)


7. Revisar el perfil de las familias, ya que consideramos que hay muchos
casos que deberían trabajar en ETF pero no coinciden en el perfil indicado
en el manual. Posiblemente se pudiera trabajar mejor con este tipo de
familias que con las crónicas
8. Revisar perfiles de familias atendidas
9. Especificar en mayor medida el perfil de las familias
10. Ampliar perfiles de las familias
11. Incluir nuevas modalidades de familias: familias crónicas, familias
institucionalizadas en cruz roja, familias con separaciones conflictivas,
custodias compartidas que no se pueden ejercer. -Nuevas modalidades
de familia como consecuencia del covid19 (3)
12. Nuevos factores de riesgo, adicción a las nuevas tecnologías o utilización
durante horas excesivas de los dispositivos móviles como forma de
entretenimiento, mala utilización de las redes sociales por parte de los
menores y falta de control por parte de los progenitores
13. Incluir familias acogedoras
14. Revisión y establecimiento de nuevos perfiles de las familias susceptibles
de ser incluidas en el programa teniendo para ello en cuenta las familias
en las que el programa ha tenido unos efectos positivos priorizando en
estos tipos de familias
15. Debería contemplar los cambios que está habiendo en el perfil de familias
(aumento de separaciones y divorcios conflictivos) y junto a esto las
nuevas vías que están apareciendo de derivación de familia (como los
juzgados, por ejemplo)
16. Incluir nuevas modalidades de familias: familias crónicas, familias
institucionalizadas en cruz roja, familias con separaciones conflictivas,
custodias compartidas que no se pueden ejercer. -Nuevas modalidades
de familia como consecuencia del covid19
17. La tipología de familia a atender es muy cambiante cada año por los
cambios sociales que estamos viviendo de una manera tan acelerada por
los diferentes factores socioeconómicos existentes desde el 2008 hasta la
actualidad (internet, redes sociales, acoso escolar, desempleo, crisis
económica, etcétera.). Ahora más con la nueva situación del covid-19,
tenemos que dotarnos de herramientas actualizadas para poder trabajar
con la familia la evaluación e intervención de manera optima
18. Programa precisaría de un cambio generalizado atendiendo a que desde
que se elaboró ha habido cambios sociales importantes que afectan a la
tipología de la familia, su realidad, dinámica y evitar de esta forma
trabajar sobre un marco de referencia que no se corresponde con la
actualidad
19. Las familias han cambiado
20. Adaptar la intervención a las características de la familia
21. Ampliar la tipología de familias, ejemplo familia embarazo de un primer
hijo que se detecte que puede tener déficit en el cuidado del niño/a
cuando nazca, en la que se ha detectado también una falta de control del
embarazo
22. Adaptación del programa a los nuevos modelos familiares

247
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

23. Perfil de los menores derivados. No puede ser que la mayoría de los
menores en PTF sean adolescentes mayores de 13 años con problemas
conductuales y consumos. En estos casos, muchas veces se llega tarde
para conseguir objetivos de tratamiento familiar
24. Actualización de problemáticas y tipologías en la intervención en el
subprograma de familias con menores en situación de riesgo
25. Ampliar la intervención y tratamiento con menores y madres con
violencia de género (reparación del daño)
26. Establecer línea de intervención en el caso de las víctimas de trata de
seres humanos, ya que en el Decreto 2015, se establece como objeto de
intervención desde nuestro programa
27. Cambiaría el límite de edad de los menores que entran en el Programa de
Tratamiento Familiar (0-16 años), es decir, a partir de los 16 años los
indicios de recuperabilidad de la familia son mínimos, que si son menores
en edades tempranas. Por lo que se tendrían que implantar otros
programas más específicos para menores adolescentes
28. Adaptarse a las necesidades de las problemáticas sociales en la actualidad
y ampliar el rango de actuación en otros aspectos que son necesarios para
evitar elevar el riesgo en familias y en los menores, tales como: problemas
graves de conductas en menores y adolescentes, menores víctimas de
violencia de género, instrumentalización en separaciones conflictivas
29. Se está trabajando con familias poco susceptibles de tratamiento debido
a la situación de extrema necesidad económica
30. Nos llegan familias para trabajar con ellas que desde el punto de vista del
manual no se incluirían dentro de este programa. Pero que es más eficaz
y necesario trabajar con ellas al comienzo de las dificultades y no esperar
a situaciones más cronificadas
31. Hay situaciones muy maltratantes que aún no se consideran ni para los
profesionales, como los casos de separaciones conflictivas en la que los
menores están realmente muy dañados y no hay recursos donde se les
atienda. Los incluimos cuando vemos a menores sin alternativa de ayuda
32. No se adapta a la realidad actual de los nuevos modelos de familias con
las que estamos interviniendo (muy judicializadas)
33. Hay aspectos que han cambiado en la sociedad, la situación de crisis
puede haber variaciones en la valoración de aspectos, la mayor presencia
de situaciones de síndrome de alienación parental, de situaciones
judicializadas en las separaciones y cómo impactan en los menores, la
violencia filio parental
34. No utilizar al ETF para justificar judicialmente declaración de desamparo,
sino para trabajar con familias recuperables
35. Evitar de esta forma trabajar sobre un marco de referencia que no se
corresponde con la actualidad
36. Poder incluir en el programa a menores que se encuentran cuidados por
familiares (abuelos, tíos...) diferentes a sus padres y esta situación
reconocidos legalmente
37. Dar un mayor peso a las intervenciones con los menores
38. Potenciar la intervención directa con los menores
39. Con los mayores de 16 años es difícil trabajar cuando el riesgo es
moderado-grave

248
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

7.6. Criterios de 1. Criterios de inclusión


inclusión 2. Criterios de inclusión: incidiría en criterios de recuperabilidad. Trabajo
Delimitación de los previo servicios sociales
requisitos para 3. Agilización de los criterios de entrada en el programa
participar en el 4. Criterio de acceso al programa
programa 5. Mayor flexibilidad en los criterios de inclusión en el Programa
6. Revisión y actualización de los criterios de inclusión en ambos
subprogramas
7. Modo de acceso al programa (3)
8. Revisión de indicadores de riesgo por los que las familias deben ser
derivada al programa ya que son motivos de discrepancias con el equipo
de servicios sociales comunitarios
8. Características de la intervención
Aspectos relacionados con el desarrollo de la práctica profesional
8.1. Carácter 1. Implantar mecanismos dentro del programa para poder "obligar" a las
voluntario familias cuando no quieren hacerlo y existe recuperabilidad familiar
Argumentos relativos 2. Debido a que se trabaja por y para la protección de los menores no
a la voluntariedad- considero que debe ser voluntario
obligatoriedad de las 3. El que se exija la voluntariedad de la familia a colaborar, conlleva que en
familias a participar muchos casos no puedan ser atendidos por los equipos
en la intervención 4. Existe contradicción entre la necesidad de investigar situaciones de riesgo
moderado-grave y voluntariedad por parte de las familias para su
inclusión en el programa
5. Programa de Tratamiento Familiar (debe estar regulado como de
obligado cumplimiento para todo el territorio andaluz mediante
decreto/orden)
6. Que se considere el ETF un recurso obligatorio, para evitar que se queden
e el li o fa ilias o e o es e iesgo ue la i te vención de
SS.SS.CC. ha resultado insuficiente, o se ha detectado la necesidad de
tratamiento
7. Obligatoriedad del programa o algún programa destinado a las familias
que no acepten la intervención
8. La voluntariedad de las familias para participar en el mismo, ya que a
veces no se tiene en cuenta
9. El tema de la voluntariedad es una cuestión que nos genera problemas y
que es de difícil solución
8.2. Adherencia 1. Incluir alguna herramienta o mecanismo para atraer a aquellas familias
Dificultades que no tienen adherencia
asociadas a la 2. Contextualización de las familias cuando no colaboran con las
participación de las indicaciones de los ETF
familias en el 3. En los casos de reintegración no se ha conseguido que la mayoría de las
programa familias nos vivan a los ETF como equipos de ayuda sino de control
4. Un porcentaje significativo de familias no acepta la intervención del
e uipo o lo ha e desde u a falsa olu ta iedad ue de i a e u a falta
de i pli a ió e el t ata ie to fa ilia a ue, el te o a pe de a los
hijos i pide u a pa ti ipa ió a ti a e el t ata ie to, el
establecimiento de una relación de confianza con los profesionales, la
toma de conciencia de las situaciones de riesgo o desprotección de los
hijos, etcétera. En muchas ocasiones, las familias colaboran debido a la

249
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

necesidad de acceder a recursos sociales de índole económico, sin


embargo, son reacias a reflexionar, plantear y cambiar patrones de
conducta personales o familiares que están en la base de los problemas
familiares
5. La familia llega con cierta desconfianza al equipo. Esto se intenta abordar,
pero es un obstáculo importante al inicio de la intervención
6. Reticencia de las familias
7. Cuestión muy compleja ya que a la familia se nos presenta como equipo
de ayuda y, dada la gravedad de la situación, el rol de control toma un
papel primordial desde el inicio de la intervención
8. No se les muestra a los usuarios el proyecto de intervención, ni se les hace
partícipes de los objetivos que se deben conseguir, cosa que los motivaría
y les haría más conscientes de la necesidad de cambio
9. Es muy importante que las familias estén concienciadas y motivadas para
el cambio antes de ser derivadas al programa
10. Posibilidad de realizar intervenciones grupales en las que puedan ser
convocadas otras familias/menores/ personas que no estén incluidas en
el Programa, en pro de la integración y enriquecimiento de las familias
más vulnerables
8.3. Tiempo de 1. Tiempo de intervención (11)
intervención 2. Tiempo de evaluación mayor ya que en muchos casos, la familia no es
Demandas nada colaboradora y crear alianza terapéutica lleva su tiempo
relacionadas con la 3. Tiempo de trabajo con la familia debería ser más adaptado a la realidad
duración de la de las familias y a la necesidad de los tiempos de ejecución de una
intervención y/o su Declaración de Riesgo, así como, a las peticiones de seguimiento por
temporalización parte de otros Servicios, por ej., el SPM
4. Tiempo de tratamiento: pues en la práctica hay familias que requieren
más tiempo e incluso diferentes tratamientos
5. El tiempo máximo (18 meses) marcado para trabajar con las familias.
Existen familias con las que es necesario, por su problemática, continuar
trabajando
6. Tiempos de tratamientos más definidos
7. Tiempos de valoración e intervención, los cuales son insuficientes para el
trabajo que desarrollamos si tenemos en cuenta el planteamiento del
equipo de minimizar el nivel de riesgo hasta el punto de garantizar unas
condiciones mínimas de bienestar y protección para los menores en su
contexto familiar. Si atendemos al criterio de la Delegación de que
objetivo cumplido es todo aquél que no termine en desamparo, aunque
la intervención no garantice los criterios iniciales de bienestar que el
equipo entiende que ha de tener el menor, antes del cierre, es posible
que los tiempos fueran suficientes, pero provocan la necesidad de futuras
reaperturas en muchos de los casos dado que las intervenciones resultan
insuficientes
8. Tiempos restrictivos para objetivos de cambio tan ambiciosos
9. Los tiempos de tratamiento en el caso de Diputación
10. Los tiempos de tratamiento deberían ser superiores a los 18 meses
incluido la prórroga o deberían ser sometidos a acuerdo entre los
profesionales y la propia familia con el Vº Bº del Servicio de Prevención

250
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

11. Los tiempos no siempre se ajustan a las necesidades de trabajo con las
familias, sobre todo en los equipos provinciales
12. Los tiempos que se nos dan para: evaluar y en relación al período de
intervención con la familia
13. Los tiempos previstos no se ajustan a las necesidades de las familias
14. Los tiempos establecidos para llevar a cabo la evaluación, ya que a veces
por el miedo con el que vienen las familias y la falta de motivación, se
alargan los plazos para la evaluación al no acudir a las citas
15. Los tiempos para cada fase (más flexibilidad). Las edades de los menores
susceptibles de tratamiento
16. No se cumplen con los tiempos y necesidades establecidas
17. Modificaría los tiempos estimados en las fases de intervención del
programa
18. El tiempo de tratamiento familiar: existen familias que participan en el
tratamiento de forma discontinua
19. Reconsiderar los tiempos de tratamiento familiar según el perfil de
familias
20. Poco tiempo para intervención en calle
21. Propondría revisar los tiempos de intervención, de forma que fueran más
flexibles, ya que en ocasiones el tiempo de tratamiento se ve alterado con
numerosas familias debiendo emplear más tiempo para conseguir los
objetivos
22. Alargaría el tiempo de intervención
23. Temporalización del PTF en función de la problemática (5)
24. La temporalización de la evaluación, tratamiento, etcétera. en estas
familias, no responde a unos parámetros en los que otras familias sí
podrían ajustarse
25. Temporalización igual y coincidente con los años naturales
26. La temporalización anual del programa coincida con años naturales de
enero a diciembre, lo que facilitaría la gestión administrativa del
programa en la corporación local
27. Los períodos de temporalización para las tres fases deberían suprimirse,
tendrían que estar en función de la evolución de las familias, y no en
función de un período temporal determinado
28. Temporalización: los tiempos marcados son excesivamente cortos para
los cambios que las familias requieren
29. Temporalización (6)
30. Temporalización de las familias en Programa Tratamiento Familiar: o
Cuánto tiempo para valorar baja si no se consigue avanzar en objetivos
proyecto de tratamiento y cuánto tiempo máximo puede estar en PTF
(Período máximo de tratamiento, período de seguimiento antes del alta)
31. Temporalidad para desarrollar la intervención sea demasiado ajustada y
habría que ampliar los tiempos
32. Temporalidad para trabajar con la familia en el subprograma de riesgo
está establecida en 12 meses, prorrogable hasta los 24 meses previa
motivación. En muchos casos este período resulta insuficiente para
consolidar los cambios iniciados, ya que no todas las familias tienen la
misma capacidad de integrar y gestionar modificaciones en sus dinámicas
33. Plazos de tratamiento que a veces resultan breves

251
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

34. Plazos de intervención no se corresponden en absoluto con los objetivos


a abordar y las características de las familias atendidas
35. Plazos de trabajo con las familias
36. Plazos establecidos para el tratamiento (4)
37. Plazos/fases del tratamiento (no se ajustan a la realidad)
38. Los plazos para los distintos momentos de la intervención pueden o
debieran flexibilizarse
39. Los plazos establecidos para trabajar con las familias suelen quedarse
cortos (2)
40. Los plazos establecidos para intervenir tendrían que ser más flexibles o
ampliarse en el tiempo, ya que en la práctica algunas familias lo necesitan
para resolver sus dificultades
41. Dificultades para cumplir plazos
42. Dificultad del cumplimiento de los plazos, tanto en las valoraciones como
en los tratamientos, ya que la realidad es bastante más compleja que lo
que se suele estimar y la necesidad de tiempo suele ser mayor que lo que
se exige con dichos plazos
43. No se respetan los plazos acordados para resolver las propuestas de
medidas de protección
44. Los plazos tan estrictos, habría que adaptarlos a cada familia
45. Establecer plazos más largos de intervención con algunas familias
46. Modificar y ampliar plazos de tratamiento
47. Los períodos de tiempo establecidos para el programa deben ser
revisados
48. Necesario un tiempo de trabajo a medio plazo con la familia que no está
contemplado en el programa en la reunificación de menores
49. Ampliar el tiempo de tratamiento en determinados casos tasados
50. Ampliar el tiempo de tratamiento familiar hasta los 36 meses, ya que en
algunos casos los períodos de seguimiento se convierten en tratamiento,
aunque con las intervenciones más espaciadas en el tiempo
51. Ampliación del tiempo de las familias en el programa
52. Aumentar el tiempo de tratamiento para generar cambios en las familias
que se mantengan en el tiempo
53. Aumentar el tiempo de tratamiento en las familias del subprograma de
Riesgo Social
54. Incrementar el tiempo de tratamiento de la familia, atendiendo a las
diversas casuísticas y pronósticos de recuperabilidad
55. Ampliación de los plazos de intervención. Las familias tienen otros ritmos
para la alianza con el equipo y los procesos de cambio son más lentos y
son difíciles de producir en los plazos que establece el manual, a ello
debemos añadir la singularidad de trabajar en un equipo plurimunicipal
(2)
56. Ampliar plazo de intervención con las familias
57. Ampliar la temporalización de intervención de los casos (3)
58. Ampliar el tratamiento en aquellos casos en que la familia responde a un
ritmo más lento, pero avanza
59. Ampliar la duración de tratamiento de las familias
60. Ampliar los períodos de temporalización en el programa puesto que los
previstos se quedan insuficientes

252
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

61. Modificar el tiempo establecido para atender a las familias en algunos


casos de extrema dificultad
62. Duración del tratamiento (4)
63. La duración máxima del programa (2 años) no debería ser tenida en
cuenta en algunos casos más complejos
64. Extender el período de duración del tratamiento de algunas familias que
por la especial dificultad del caso así lo requiera
65. Hay casos que requieren más de dos años de atención
66. Posibilidad de adaptación de los tiempos a la necesidad de tiempo de las
familias
67. Cambiar el tiempo de actuación que se establece en el programa para
trabajar con las familias, pues en algunos casos se hace necesaria una
mayor intervención
68. En algunas familias sería necesario más tiempo de intervención, con dos
años no son suficientes
69. Flexibilizar el período de duración del tratamiento de algunas familias
atendidas en el Equipo dependiendo de la problemática concreta
70. Flexibilizar el tiempo de tratamiento
71. Flexibilizar los tiempos de atención a las familias
72. Flexibilizar tiempos de tratamiento, especialmente en aquellas familias
que pertenecen al programa de reunificación familiar. Un año no es
suficiente para trabajar la vuelta de los menores, el ajuste familiar y la
integración social
73. Mayor flexibilidad la temporalización de intervención
74. Mayor flexibilidad en los tiempos de tratamiento
75. Rigidez de los tiempos establecidos
76. Cambiar o ser más flexibles en las etapas del programa
77. Flexibilidad en los plazos de intervención, hay familias que necesitan más
tiempo de intervención y otras, sin embargo, requieren un plazo elevado
para que se dé la vinculación
78. Se debería ser más flexible en muchos casos cumplir con los tiempos de
las distintas fases (evaluación, tratamiento, etc.)
79. Revisar el tiempo de tratamiento y que haya más flexibilidad en la
aplicación de los tiempos
80. Revisar los plazos para los ETF de poblaciones de 220000 habitantes
81. Revisión de la temporalización
82. Revisión de la temporalidad de intervención
83. Dificultades que supone para la organización del trabajo y gestión del
tiempo de los profesionales en la intervención con las familias, pues con
mucha frecuencia dificulta la ejecución de las fases del mismo en los
períodos de tiempo establecidos
84. No acotar tanto los tiempos de evaluación, tratamiento y seguimiento,
dando valor a la singularidad de cada familia (progenitores con
enfermedad mental...)
85. Estructurar los tiempos de actuación
86. Calendarización
9. Proceso de intervención
Actuaciones referidas a la facilitación del proceso de intervención

253
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

9.1. Derivación de 1. Derivaciones (3)


casos 2. Derivaciones que se realizan desde el SPM no siempre se hacen de
Demandas acuerdo a las formas que establece el manual
relacionadas con el 3. Derivaciones y bajas en PTF
funcionamiento de 4. Derivaciones al ETF se pudieran realizar desde más servicios no solo desde
los procesos de SS.SS.CC. y SPM
derivación 5. Derivaciones de casos de reunificación se realizan, en ocasiones, sin los
necesarios indicios de recuperabilidad familiar, generándose unas
expectativas en las familias poco realistas ya que muchas de esas familias
no logran alcanzar los objetivos necesarios para que se produzca la
reunificación familiar
6. Derivación de los casos (ampliar agentes derivantes, educación, juzgado,
salud
7. Derivación al ETF, necesidad de que las familias cuando llegan al equipo
estén previamente evaluadas
8. Derivación de casos de reunificación familiar sin una valoración realizada
por un equipo desde el SPM
9. Los procedimientos de derivación no son los establecidos en el programa,
así como los perfiles de las familias derivadas. Desde los juzgados nos
llegan peticiones de intervención que no son acordes al programa, sino
más bien de mediación familiar u otras casuísticas. No hay una dedicación
exclusiva al Programa de Tratamiento Familiar, sino que se amplía la
intervención con otras tipologías de familias a través del programa EMAIA
10. El circuito de derivación, con el correspondiente trabajo previo con la
familia antes de llegar al ETF
11. El circuito de derivación y los criterios que deben tener las familias para
acceder al programa deben ser más específicos
12. Circuito de derivación se hace inadecuadamente y las familias no cumplen
los criterios establecidos en el manual
13. Ampliar circuito de derivación de casos
14. Modificar/ampliar los circuitos de derivación para agilizar el acceso al ETF
(4)
15. Revisión de las derivaciones de los casos para la reintegración familiar
16. Revisión criterios/requisitos de derivación en los dos subprogramas.
Ajustarlos a las realidades de intervención de los servicios derivantes para
evitar ambigüedades
17. No se están respetando los criterios en las derivaciones de ETF
18. Los casos derivados por parte de SS.SS.CC. suelen estar cronificados, por
lo que el pronóstico en la mayoría de los casos es negativo, y la edad de
los menores es elevada
19. Las familias no tienen información suficiente cuando son derivadas al
programa, es complicado desde este punto de partida que se adhieran al
tratamiento
20. Mejorar los canales de derivación también para el subprograma de riesgo
social
21. Protocolizar la manera de derivar los casos desde los SS.SS.CC. a través de
una reunión en la que estén presentes los ETF como expertos en
valoración de riesgo

254
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

22. Cumplir con los protocolos de derivación de casos a los ETF, estando
justificados, debidamente argumentados, acompañados de los informes
técnicos pertinentes y respetando los criterios de inclusión y tipología de
la familia, objeto de intervención en el Programa de Tratamiento Familiar
23. Mayor y mejor control en la derivación de casos a los ETF estando los
integrantes de estos presentes como expertos en la valoración de riesgo
24. Control sobre la derivación de los casos al ETF
25. Las vías de derivación establecidas (SS.SS.CC., SPM)
26. Las vías de derivación: el equipo al establecer un trabajo en red con
recursos e instituciones del municipio, se posibilita esa derivación externa
a SS.SS.CC. y SPM
27. Mas breves y directo al asunto por el cual se está derivando
28. Modo de derivar, el hecho de que una vez se derive un caso a SPM, desde
allí se tenga que volver a recabar toda la información ya recabada y
trabajada por ETF
29. Perfilar mejor las derivaciones al programa, tanto las que vienen de
comunitarios como las del SPM
30. Adecuación de los casos derivados
31. Mejorar el respaldo del Servicio de Protección de Menores en las
derivaciones de 2Q
32. Respuesta del SPM ante derivaciones con propuestas de medidas
33. A pesar de que en el manual del programa se establece que los casos de
gravedad moderada/alta con pronóstico negativo han de ser derivados
directamente al SPM, en la práctica, casi la totalidad de estos casos se
derivan a los ETF, con las consiguientes dificultades para la intervención y
los escasos resultados positivos
34. No se realizan bien las derivaciones
35. Flexibilidad en las derivaciones
36. Revisión de las derivaciones desde los juzgados ante situaciones
conflictivas en las separaciones y que repercuten directamente en los
hijos
37. No consideramos viable la derivación a unos servicios sociales
comunitarios cada vez más sobrecargados, lo que supondría un
espaciamiento de las citas, cambios de profesionales y, en última
instancia, una mayor probabilidad de abandono por parte de la familia
38. En los casos derivados de los servicios sociales comunitarios: Adaptarse
un poco más a la realidad de los servicios sociales comunitarios, ya que
los casos que nos canalizan son a veces son difíciles de encuadrar en la
tipología de casos del ETF, pero esa es la realidad con la que se encuentran
los compañeros de los CORE y la necesidad del servicio en el que nos
encuadramos. En los casos derivados del SPM: La realidad de los casos de
reunificación choca frontalmente con lo establecido en el programa y con
las necesidades de reunificación urgente del servicio, de tal forma que el
ETF se encuentra presionado para reunificar en plazo exprés.
39. Obligatoriedad del equipo a trabajar y atender los casos de familias
derivados por jueces, independientemente de que este no sea el cauce
de derivación al ETF, ni que la tipología de la familia se la correspondiente
para la intervención en el ETF
40. Dificultad a la hora de las derivaciones de los SS.SS.CC. y el SPM

255
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

41. Los "chavales de reforma" y sus familias siguen siendo derivados


"indirectamente" por los jueces a los ETF, cuando no se contempla esta
vía de derivación en el programa
42. Incidir en la importancia de atenerse a las prescripciones del programa en
cuanto a la vía de acceso de los casos y trasladarlo a los responsables de
los ETF en los Centros de servicios sociales, ya que últimamente nos
estamos viendo obligados a dar de alta casos que vienen directamente de
los juzgados y del Teléfono del menor sin indagaciones previas por parte
de CORE o SIOV
43. En las derivaciones hay que tener en cuenta la recuperabilidad de la
familia, no permitir que el programa se convierta en un cajón de sastre
para meter a todas las familias crónicas que no quiere servicios sociales
comunitarios
44. Posibilitar nuevas vías de derivación al programa para aquellos servicios
que intervienen directamente con menores en posible situación de
riesgo/desprotección
45. El manual no contempla derivar una familia de un ETF a otro ETF, ya sea
por cambio de domicilio o por otra cuestión, y en la práctica es más útil
hacer esa derivación, que realizar la derivación a servicios sociales en
muchos casos
46. Las derivaciones de comunitaria a los ETF: creo que se está perdiendo en
el tiempo el perfil de la familia de ETF
47. La información que aporta el derivante es escasa e insuficiente para una
adecuada valoración inicial del caso
48. Especificar mejor los criterios que deben cumplir las familias para la
derivación al programa
49. Se da la circunstancia que la crisis socioeconómica sigue condicionando
las derivaciones, ofreciendo un perfil de casos muy vulnerable y
multiproblemático
50. Favorecer experiencias con los servicios sociales comunitarios que
propicien el trabajo con familias desde los diferentes niveles de actuación
para mejorar los circuitos de derivación
9.2. Valoración de la 1. Aplicación del Valórame
gravedad del caso 2. El Equipo de Tratamiento Familiar debe tener libertad en el uso de
Demandas acerca de herramientas de valoración del maltrato
las herramientas para 3. El ETF debe tener libertad en el uso de herramientas de valoración del
la valoración de la maltrato
gravedad de las 4. El ETF libertad en el uso de herramientas de valoración del maltrato
situaciones de riesgo, 5. Hacer referencia a la utilización de Valórame como instrumento objetivo
desprotección y para valorar la gravedad de la situación
desamparo en la 6. La falta de aplicación del instrumento para la valoración de las situaciones
infancia de riesgo, desprotección y desamparo, Valórame
7. Actualmente parece utilizarse el instrumento Valórame para la
evaluación de la desprotección, pero aún queda por consensuar un
instrumento para la valoración de toma de decisiones/medida protectora
8. Establecer criterios diagnósticos similares a los establecidos en el
Instrumento de valoración Valórame
9.3. Enfoques de 1. Metodología (3)
intervención 2. A nivel metodológico, está desfasado

256
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Necesidades relativas 3. La metodología no se ajusta a la realidad


a la revisión de los 4. A nivel metodológico, está desfasado
enfoques teóricos y 5. Metodología de intervención (metodología ecléctica, imprescindible
metodológicos para trabajo en red y con todos los agentes implicados)
el abordaje del 6. Revisión y actualización de la técnicas y tratamientos más eficaces según
proceso de la evidencia científica disponible
intervención 7. Unificación de metodologías de trabajo entre los diferentes ETF
8. Favorecer la prevención
9. Introducir la perspectiva de género en la filosofía del programa
10. No centrar en modelo sistémico, utilizar modelos de intervención
adaptados a la realidad social y a los usuarios, y al momento del proceso
11. Modelo sistémico
12. Trabajar desde la perspectiva de la parentalidad positiva
13. Recoger nuevos enfoques
14. Nuevas metodologías de intervención psicosocial
15. I lui ía o o odelo de i te e ió la dis ipli a positi a…...e el
trabajo de la parentalidad (3)
16. Mayor flexibilidad a la hora de modificar objetivos o estrategias durante
la intervención
17. Parentalidad social
18. Transversalidad
19. Ampliación de las redes de apoyo social utilizando este sistema como
amortiguador y socializador de menores con progenitores con
capacidades socializadoras limitadas
20. Actualización/inclusión de las nuevas teorías y modelos de intervención
con menores y familias
21. Objetivos que se pretenden lograr con las familias
22. A la hora de aplicar el programa nos encontramos con dificultades para
llevarlo a cabo tal cual viene establecido. El hecho de estar insertos en
servicios sociales comunitarios nos condiciona para cumplir
determinados aspectos, como asumir tareas que no son propias del
programa
23. Cambios en los programas de acogimiento, que, según mi óptica,
deberían ser profesionalizados
24. No considero tan necesario modificarlo como aplicarlo de forma más
ajustada, es decir, en base a los criterios y objetivos para los que fue
diseñado
25. El programa en si está muy bien organizado de forma teórica, pero sí que
a la hora de llevarlo a la práctica se podrían mejorar algunas cosas para el
beneficio de nuestras familias
9.4. Criterios de 1. Unificar criterios y actuaciones
intervención 2. Unificar procedimientos, modelos y fases en todos los ETF
unificados 3. Establecer pautas estandarizadas para facilitar la toma de decisiones a
Establecimiento de todos los niveles
acuerdos que 4. Unificar criterios de evaluación y procedimientos de actuación
permitan desarrollar 5. Unificar criterios y aplicación de instrumentos estandarizados de
el proceso de evaluación
intervención de 6. Revisar y unificar criterios de intervención y evaluación

257
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

forma compartida y 7. Homologar metodología e instrumentos de intervención a nivel de


consensuada evaluación y diagnóstico de las situaciones de riesgo
8. Los recursos con los que se dispone en el programa para la intervención
varían mucho de un municipio a otro, siendo positivo homogeneizarlos/
dotarlos a todos por igual
9. Visión compartida con los compañeros y el tiempo de proyección común
9.5. Situaciones de 1. Có o ueda los e o es de las fa ilias de adie , las o
especial dificultad ola o ado as ue o pe ite u a i te e ió i pa a e alua , el
Aspectos SPM no se declara competente para la intervención
relacionados con el 2. Teóricamente no se puede dar espacio a familias cerradas, pero
proceso de realmente el ETF se convierte para las familias en un elemento resilientes,
intervención en casos por lo que no se debería exigir desde el SPAF la no atención puntual y
particularmente concisa para la orientación de algunas familias cuando éstas acuden al
complejos ETF, lo cual supone un beneficio para la misma, sin que suponga restar
tiempo significativo a las familias en curso, a las cuales siempre
priorizamos y además vuelvo a señalar que son casos mínimos y
específicos
3. Mecanismos de actuación o intervención para aquellos casos en los que
no hay adherencia, pero persiste el riesgo moderado y no se puede
valorar riesgo grave imposibilitando la intervención en el medio
4. Los acogimientos con familia extensa de los menores no favorecen en
muchos casos el trabajo de la reintegración familiar. No ayudan a los
padres en la toma de conciencia de problema y la motivación para el
cambio, pues se centran en las dificultades que tienen para relacionarse
con los menores
5. El Equipo de Tratamiento Familiar (ETF) que realiza la propuesta de
desamparo ante el Servicio de Protección de Menores con determinadas
familias y desde el citado servicio se toman oportunas medidas de
protección, y posteriormente se deriva a la familia para trabajar la posible
reunificación siendo el mismo equipo el que lo tiene que trabajar, cuando
en muchas ocasiones la alianza, la confianza con la familia se ha roto o
está deteriorada, por haber realizado propuesta desamparo
anteriormente
6. En muchos casos, es necesario trabajar con ETF previo a tomar alguna
medida de protección con respecto a los/las menores, aunque no exista
conciencia del problema por parte de la familia, ni motivación para el
cambio, ni pronóstico positivo de recuperabilidad, simplemente para
ue a ese a tu ho a tes de de la a medida para proteger a los/las
menores, y muchas veces encaminado a que judicialmente no se revoque
esa medida de protección que se pudiera adoptar. Pienso que el que las
medidas de protección se declaren administrativamente y después se
puedan apelar judicialmente nos lleva en muchos casos a trabajar para
justificar judicialmente la medida que se adopte (intento de trabajo por
parte de ETF que no ha dado resultado) más que para recuperar a la
familia, no siendo esa la filosofía del programa y perdiendo ese tiempo de
trabajo con otras familias con pronóstico positivo de recuperabilidad
7. Mu has e es te go la se sa ió de t a aja o pa ie tes e la UCI ,
cuyas probabilidades de vida son ínfimas, y ello resulta muy frustrante a
nivel profesional y personal

258
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

8. Que las medidas de protección no se tomen como última instancia, sino


como una manera de proteger al menor en tanto en cuanto se trabaja con
la familia para dotarla de las herramientas necesarias, sacando
temporalmente al menor de esa situación familiar que le está dañando y
con el objetivo real de que vuelva a la familia. Se tarda tanto en tomar la
medida, que cuando se hace, los/las niños/as ya muy dañados y las
familias irrecuperables en muchos casos
9. La indicación por parte del SPM era de hacer intento de trabajo familiar
que justifique eso, que se ha intentado, sabiendo de antemano que el
pronóstico de recuperabilidad era negativo. Ello nos lleva a iniciar una
ela ió te apéuti a o la fa ilia t a posa desho esta ue os ha e
sentirnos muy mal a todos (familia, profesionales, menores)
10. Contemplar algún protocolo para esos casos crónicos, que no tienen un
riesgo grave como para realizar una declaración de riesgo, pero que no
so t a aja les po el ETF ueda do e tie a de adie
11. Más exhaustivos en las tomas de medida de protección con menores y
con el trabajo familiar de los menores con alguna toma de medida
12. En casos detectados por SS.SS.CC. como muy graves: desde el ETF hemos
asesorado y ayudado a valorar a SS.SS.CC. a la hora de informar al SPM.
Incluso hemos firmado conjuntamente con SS.SS.CC. el informe con
propuesta de medida tras coordinarnos con los técnicos que derivan el
caso y valorar suficiente gravedad como para que el menor tenga que salir
del medio para garantizar su protección
13. Incidir en la importancia de la detección temprana de casos de maltrato
infantil que evite secuelas permanentes en el menor y cronificación de la
problemática familiar: medidas y actuaciones preventivas al respecto
para que no dependa de la moralidad o el paternalismo de los técnicos
de ““.““.CC., e t os de salud, e t os edu ati os… se p io i e el
interés superior del menor
14. Sería conveniente revisar y adaptar los criterios e indicadores de
desprotección al ámbito jurídico, de manera que una situación valorada
como desprotección grave que deriva en desamparo se sostenga en el
ámbito judicial
15. Reflexionar sobre el programa de Reunificación: si es conveniente que el
mismo ETF realice la propuesta de desamparo y la reunificación
16. Respecto al subprograma de riesgo, a veces desde los servicios sociales
municipales se derivan a los ETF casos en los cuales hay situaciones de
riesgo / desprotección grave y falta de colaboración familiar que ponen
en riesgo el bienestar de los menores. En estos casos, la derivación
debería realizarse al SPM.
17. Aclaración o definición de la realización de la declaración de riesgo por
parte de los equipos
18. Clarificación de la intervención de los ETF en las Declaraciones de Riesgo
19. Que dentro de un mismo ETF, no coincida la misma familia en riesgo y en
reunificación
20. Contraproducente que el mismo ETF trabaje la reintegración familiar con
aquellas familias en las que se ha producido una declaración de
desamparo tras una primera intervención previa en riesgo

259
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

21. El subprograma de reunificación resulta muy difícil de trabajar cuando las


retiradas de los menores se han realizado después de que el ETF proponga
la medida de desamparo ya que la familia no colabora aun expresando su
deseo de recuperar a los menores
22. El subprograma de reunificación familiar no se lleva a cabo apenas
23. Respecto al subprograma de reunificación familiar, en ocasiones se nos
derivan desde el SPM casos con un pronóstico negativo de
recuperabilidad familiar con los cuales es muy complicado y/ o imposible
desarrollar un tratamiento familiar y la única alternativa del equipo es
ratificar la medida de desamparo aplicada por el SPM
10. Reconocimiento del programa
Aspectos relativos a la proyección del programa
10.1. 1. Seguir defendiendo la estabilidad del programa (sin interrupciones) en
Institucionalización todo el territorio andaluz
Necesidad de 2. Hay períodos en los que la familia se queda desatendida, sin ningún tipo
garantizar la de ayuda ni control ni supervisión, precisamente en los casos que se ha
estabilidad y valorado que existe un riesgo grave, es decir cuando el ETF envía un 2Q al
continuidad del SPM con propuesta de medida hasta que el SPM toma la decisión, que en
programa la mayoría de los casos estamos hablando de varios meses, el ETF no
puede seguir interviniendo con la familia, tampoco se puede derivar a
otros servicios como SIVOA, EIS, porque se está a expensas de la decisión
que vaya a tomar el SPM, y la familia durante ese tiempo está sin
intervención
3. No tener que depender de manera anual de la aportación
4. Necesario asegurar la continuidad del programa, sin interrupciones
5. Garantizar continuidad y durabilidad en el tiempo del programa
6. Me gustaría dejar constancia que ya no somos un programa, sino que
somos una función de los servicios sociales comunitarios y una prestación
garantizada según la Ley de servicios sociales
10.2. Difusión 1. Difusión
Necesidad de dar a 2. Mayor difusión del programa y de los equipos
conocer el programa 3. Mayor difusión del programa a otras instituciones o profesionales de los
entre otros distintos campos (social, educativo, psicológico)
profesionales y la 4. Sería necesario mayor difusión del programa
población general 5. Desarrollar anualmente jornadas de difusión del programa a raíz de los
datos de la memoria anual del programa (3)
6. Aumentar la difusión del programa a la población general y los agentes
sociales
10.3. Sensibilización 1. Aumentar la concienciación de que cumplir con la Ley que garantiza los
hacia la problemática derechos del menor
Necesidad de crear 2. Aumentar la conciencia para la detección de posibles situaciones de
conciencia social desprotección de la red formal e informal
sobre distintos 3. Sensibilizar a estos sectores para que no tengan miedo a denunciar e
aspectos del informar sobre situaciones de un maltrato conocidas (4)
programa 4. Sensibilización de los distintos sectores con los que se trabaja (servicios
sociales, educación, salud, comunidad...) para promover la detección
temprana del riesgo y su comunicación, para su mayor probabilidad de
intervención efectiva (con base en el reconocimiento del problema y
motivación para el cambio)

260
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5. Sensibilización en ética y confidencialidad


6. Sensibilización en confidencialidad
10.4. Apoyo 1. Aplastado por dos administraciones
institucional 2. Administraciones locales por falta de interés, inversión
Aspectos 3. Actualmente muchas de las cosas que vienen en el programa no se
relacionados con el cumplen ni por la Junta ni por el Ayuntamiento
apoyo y la relación 4. Creación de un convenio laboral unificado y específico para los
con las instituciones trabajadores de los ETF
de las que depende el 5. La administración tiene una responsabilidad sobre los equipos y sobre el
programa correcto funcionamiento de los mismos no solo desde la exigencia de
números o tiempos
6. Falta de respuesta del sistema cuando se constatan algunas situaciones
11. Evaluación
Actuaciones dirigidas a la valoración del proceso de intervención que se lleva a cabo con las familias y
del programa
11.1. Evaluación del 1. Evaluación continua
caso 2. Evaluación continua de la consecución de objetivos con el caso y de los
Demandas aspectos propios de la familia. Dando la posibilidad de que la familia
relacionadas con la también se exprese al respecto y nos sirva de retroalimentación
valoración de la constructiva
evolución de la 3. Sistematizar la información para la evaluación a los progenitores
familia para observar 4. Estandarizar y adecuar instrumentos de valoración y evaluación de los
resultados obtenidos progenitores y de daño a los menores
gracias al proceso de 5. Dar la importancia que merece el estudio de los casos y su reflexión
intervención 6. Mayor implicación en la valoración de los tratamientos
11.2. Evaluación del 1. Evaluar y estudiar la situación actual tras la experiencia de estos años de
programa implantación de los ETF, ya que el diseño de las actuaciones a veces se
Necesidad de complica por múltiples factores que no se ajustan a lo que marca el
disponer de protocolo o se plasma en papeles.
estrategias 2. Mejorar en los sistemas de seguimiento, evaluación e investigación del
relacionadas con las Programa de Tratamiento Familiar, de cara a dotarlos de la calidad,
evidencias de eficiencia y eficacia social y económica necesarias
efectividad de la 3. Realizar más estudios evaluativos sobre estrategias, recursos, técnicas,
intervención etcétera para que se apliquen después los que mejores resultados hayan
conseguido
4. Proponer al programa, según los datos de la evaluación externa para que
se le dote de evidencia su eficacia
5. Programa debe ser evaluado a más corto plazo
6. Subprograma de reunificación familiar debe ser evaluado pues se intuyen
indicios de que la familia realiza cambios de primer y segundo orden de
cara a conseguir el objetivo de la reunificación, pero el desarrollo
posterior de los menores no es satisfactorio en muchos casos
7. La evaluación del programa debe ser cualitativa
8. Investigación
9. Grupos de discusión

261
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

1.5. Sistema de categorías relativo a los grupos de discusión


Categoría y definición Unidades de significado
1. Uso del manual
Grado de utilización del manual e incorporación del mismo en la práctica profesional
1.1. Utilización del manual
Uso efectivo del manual e incorporación del mismo en la práctica profesional cotidiana
1.1.1. Manual como 1. Cuando perdemos el rumbo, tenemos esta guía
guía 2. En los inicios mucho. Como marco de referencia sí
Uso del manual como 3. Cuando hay que plantear criterios viene bien
referencia durante el 4. Ayudó en su momento para centrar al equipo en lo que había que hacer
proceso de (las dificultades relacionales con las familias y el sistema)
intervención 5. Apoyó su tarea
6. Le vino muy bien cuando comenzó el ETF, una forma de guiarse, como una
guía
7. Sirve como referencia cuando se está perdido, y más cuando los límites
son tan extensos en los equipos. Suelo revisar la parte del daño del niño,
del daño significativo
8. Es necesario tenerlo, como referencia, aunque después cada equipo le
vaya dando su forma
9. Es una buena guía cuando perdemos el rumbo
10. El manual actualmente se utiliza como elemento de consulta en discusión
11. Nuestro equipo revisa fundamentalmente los Anexos (taxonomía de
necesidades, factores de riesgo, protocolos de evaluación, instrumentos
de e alua ió … . Pa a osot os es la pa te ese ial del a ual
12. El protocolo de derivación es el que más se utiliza, pero no siempre
13. Yo sí lo uso, salvando las distancias, insertando el Valórame
14. Es la única guía que teníamos como material. Para nosotros el manual era
la única referencia para guiarnos y enfrentarnos a los casos
15. Si no tuviéramos un manual nos perderíamos
16. Nos ha servido como guía
17. A veces se usa a nivel de consulta teórica
18. El manual es el encuadre, las instrucciones y la referencia en la toma de
decisiones
19. Sí, es una referencia
20. Los más mayores parece que recurren algo más
21. Dice haberlo utilizado como guía, sobre todo en los factores de riesgo
22. Siempre he utilizado mucho el manual
23. Al principio lo utilizaban muchísimo porque era una referencia y ahora
sigue utilizá dolo o o ele e to de p ote ió
24. Lo consideran una herramienta importante de consulta
25. Es la columna vertebral, refrescas. Ha habido muchos cambios de
personal, antes los antiguos profesionales te enseñaban, ahora solo
tenemos el manual como referencia
26. Ahora sobre todo lo utilizan para los casos de reunificación y los anexos.
Lo consideran útil y una referencia
27. Utilizan el manual para los anexos y protocolos
28. Ahora lo utilizan sobre todo para el tema de las técnicas, los soportes y los
indicadores de las fichas de seguimiento

262
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

29. Lo utilizan sobre todo por los anexos


30. Sobre todo, para los anexos
31. Lo siguen fielmente
32. Lo usan
33. Como punto de referencia
34. Lo tienen siempre encima de la mesa
35. Siguen los anexos de los informes
36. Yo creo que lo hemos integrado. El protocolo de las visitas que viene en
el manual lo seguimos usando. También miras los factores de protección
37. Lo hemos integrado y tenemos suerte de tener un manual, en nuestro
caso nos ha ayudado mucho. La esencia del manual, aunque cada uno use
su forma, nos sirve. Sirve para mirar los factores de protección, para pedir
proyectos de intervención. Al equipo de tratamiento familiar le habría
venido bien
38. A mí me ha servido para clarificarme, me ha ubicado
39. Las necesidades infantiles, los criterios de recuperabilidad entonces
comprobamos las tablas de los anexos
1.1.2. Resolver dudas 1. Lo hemos mirado recientemente para un caso de reunificación porque
Uso del manual para hace 4 años que no teníamos un caso de reunificación
la consulta de dudas 2. Ayuda a aclarar ciertas cosas como las funciones
durante el proceso de 3. Está ahí y te ayuda para buscar dudas
intervención 4. Nos sirve para decir de aquí venimos, para resituarse cuando nos
perdemos
5. Yo sí. Primero miro ahí en caso de duda
6. Solo acuden al manual como material de consulta ante dudas
7. Para resolver dudas especialmente ante derivaciones de comunitarios
8. Cuando se le plantean algunas dudas recurren como equipo al manual
9. Lo usan puntualmente para dudas
10. Cuando existen discrepancias con otras instituciones
11. Todos (indican que lo utilizan para resolver dudas)
12. Nosotros lo usamos cuando hay dudas y a partir de ahí decidimos
1.1.3. Clarificar 1. Muchas veces les ha servido para no tratar casos que no son
funciones competencia de los ETF
Uso del manual para 2. Ayudó a evitar discusiones entre los profesionales, ya que están
aclarar aspectos delimitadas las funciones de unos y otros, y las que tenían en común
relacionados con el 3. Lo hemos usado como apoyo, para refrescar las funciones del educador
rol profesional 4. Empezamos a trabajar el tratamiento familiar con un psicólogo, trabador
social pero cuando se compacta el grupo se trabaja bien, desde la eficacia.
Desde tres perspectivas se trabaja con las familias y el manual te dice lo
que hace cada uno
1.1.4. Realizar 1. Nos facilitaba el hacer informes
informes y 2. Cuando hacemos las memorias lo consultamos
evaluaciones 3. Y algún anexo para la redacción de un informe
Uso del manual para 4. Lo consulta más a menudo con la realización del 2Q, modelos de
la realización de i fo es…
distintos tipos de 5. Casi todos los informes y criterios a tener en cuenta lo hacían siguiendo el
documentos manual
6. Sobre todo, para escalas
7. Informes de protección

263
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

8. Lo usan solo para las plantillas de informe, por ejemplo, para informes de
derivación
9. Coge los odelos de i fo es, de o t atos, de de i a ió …
1.1.5. Situar a las 1. Cuando se incorpora gente nueva sí que es útil como referente
personas que llegan 2. Como educador le abrió una gran perspectiva en cuanto a la intervención
Uso del manual como sistémica. Ya que los primeros educadores sociales eran maestros, venían
referencia para del mundo de la educación. Les ayudó para aprender de la terapia de
orientar a los nuevos familia
trabajadores/as 3. Cuando lo miro es porque recibo alumnado de prácticas, y es la primera
personas que se toma de contacto, la Biblia del ETF es el manual. Los alumnos me obligan
incorporan al equipo a volver al manual
4. También me sirve para los compañeros nuevos
5. Incluso para enseñar a alumnos de prácticas
6. El resto se suma a utilizarlo como guía para las prácticas de alumnos
7. Cuando alguien empieza en el servicio es muy útil
8. Sobre todo, cuando llega un nuevo profesional
9. Cuando hay compañeros nuevos lo primero es que lo lean como manual
de referencia
10. Cuando se incorporan profesionales nuevos, cuando se incorporan
oo di ado es, …
11. Cua do se i o po a alguie ue o…
12. El manual está bien para cuando no sabes qué es un ETF
13. A los alumnos de prácticas es lo primero que se le da
1.2. Uso del manual 1. Después de casi 20 años hay muchas cosas en las que nos alejamos, la
con adaptaciones experiencia hace que lo adaptes
Adaptación de los 2. Lo adaptamos a las necesidades actuales
contenidos recogidos 3. Se va adaptando de acuerdo a las necesidades
en el manual durante 4. En algunos ETF se adapta el uso del manual a las familias por la cercanía
la práctica del equipo a las familias
5. Quizás IPBS usa el manual de forma más fidedigna por la dificultad de
coordinación y el resto de los equipos lo adapta más
6. Se recurre muchísimo a él, pero se adapta a nivel de intervención
7. Encuentra que lo tienen muy interiorizado, pero da libertad de
intervención
8. También lo modifican para facilitar que entren casos
9. Fundamentalmente SIMIA y Valórame
10. Utilizan sobre todo SIMIA y Valórame
11. Han adaptado mucho los anexos que aparecen en el manual, sobre todo
el Q
12. Pero ahora prácticamente solo usan los anexos y adaptados. El rodaje ha
hecho que no sean tan útiles
13. Sobre todo, utilizan SIMIA y Valórame
14. Los instrumentos los adaptan a modelos propios
15. Tie e i stau a sus p opias di á i as… Ellos ha ela o ado sus p opios
documentos e informes.
16. También se usan los modelos de informes, pero adaptados por ellos
17. Ha adaptado i fo es…
18. Los tiempos los dice el manual, pero no los u ple , ….

264
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

19. “igue usa do los a e os, los i fo es, … pe o le ha e odifi a io es


segú a uie es a di igidos, espe ial e te a fis alía…
20. Van creando informes de coordinación con policía, con guardia civil
21. Se han adaptado documentos anexos: protocolo de la diputación y su
coordinación con la junta se está trabajando
22. Se han generado actas de derivación, informes de cierre
23. Las continuas adaptaciones hacen que ya uses i fo es u adaptados…
A nivel de evaluación psicológica no se usa tal cual
24. En mi caso, trabajamos sobre un modelo concreto y vas trabajando sobre
eso y vas modificando
25. Yo veo cómo acoplamos el manual
26. Hay que ajustarse a las familias
27. Nosotros hemos modificado modelos
28. Cada uno vamos tirando por donde nos desenvolvemos mejor. Cada uno
tira por donde se siente más cómodo
29. Cada familia tiene su ciclo vital, algunas no ven la necesidad, se resisten al
cambio y si los menores están riesgo. Esa experiencia que tenemos nos
avoca a que seamos más flexibles en cuanto al tiempo que indica el
manual
30. El informe global interdisciplinar cada equipo lo hace de una manera, era
algo que no funcionaba y cada uno lo ha modificado
31. Cada uno tiene que buscarse instrumentos de evaluación y luchar con el
ayuntamiento para que te dé el instrumento y hacer encaje de bolillos
para hacerlo bien
32. Los anexos los hemos modificado. Los hemos reformado a nuestras
necesidades
33. Todos tenemos un modelo diferente pero cada uno nos hemos buscado
la vida
1.3. No utilización del 1. Está ahí, se ha utilizado, pero a día de hoy se utiliza poco. No se utiliza día
manual a día
No uso del manual o 2. No se le da un uso semanal o mensual
uso infrecuente 3. El manual se utiliza poco
durante el proceso de 4. Lo ha tenido que ojear de nuevo incluso
intervención 5. Lo ha tenido que buscar para la reunión de hoy, hace mucho tiempo que
no se usaba
6. El procedimiento y la manera de funcionar, el espíritu del manual sí que
continúa. A diario no se usa, como un recurso en un momento dado sí,
pero muy poco
7. No ha sido un elemento de trabajo diario, ha servido para centrar
8. El manual de todas formas no fue nunca para mí una guía de trabajo
diario, solo para centrarnos
9. Lo usó al principio porque estaba un poco perdido en la forma de trabajo,
pero no se usa a día de hoy
10. Me sirve para ir viendo lo que hay que cambiar
11. Hace muchísimo tiempo que no lo miro
12. A día de hoy, lo básico de nuestro trabajo sigue estando en el manual,
aunque no se pueda cumplir
13. Está un poco olvidado. Reconoce que ha tenido que volver a mirarlo para
venir a la reunión

265
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

14. Por eso se deja en un segundo plano


15. Al principio era como la biblia y hoy nos hemos olvidado un poco de él
16. Ahora está muy interiorizado y quizás por eso se recurre menos a él. Pero
antes todo partía del manual
17. Los más jóvenes lo ven poco práctico y recurren poco a él
18. Su equipo cada vez lo usa menos
19. Algu os ETF los tie e e el fo do del ajó
20. Plantea que apenas se le da uso
21. Se deja un poco apartado por la densidad del mismo
22. Muchos reconocen que estas dificultades hacen que ahora se siga mucho
menos el manual
23. La mayoría dice que al principio sí, ya no
24. La mayoría reconoce que no usa los instrumentos del manual
25. El manual muchas veces ofrece soluciones, pero no siempre se sigue
26. Se usa el manual puntualmente
27. No es algo que utilizan habitualmente. Lo usan más para los casos de
reunificación, pero no es un uso a diario
28. Un uso muy puntual y circunscrito a situaciones muy específicas
29. Lo utilizan muy poco
30. No consultan indicadores de riesgo
31. Ahora lo utilizan muy poco
32. Es algo que no usan
33. Con el paso del tiempo, se ha ido utilizando cada vez menos
34. Prácticamente no utilizan el manual
35. Lo usan cada vez menos
36. No lo consultan con frecuencia
37. Lo usan muy poco, no lo usan
38. Así que apenas lo miran
39. Dice que realmente no lo usa
40. No lo uso. Si acaso, en alguna ocasión para mirar fechas
41. Cuando se inició Valórame se le daba uso al manual, pero con este
instrumento es que no les da uso
42. Estuvo muy bien pero ahora no sirve, porque es muy general
43. Sirve para comenzar, pero para el día a día no
44. A nivel práctico diario no sirve
45. Los anexos algunos no han servido
46. Ayer cuando lo miré dije madre mía, si no lo uso
2. Fortalezas
Aspectos positivos y útiles del manual percibidos por los y las profesionales
2.1. Resulta útil/sirve 1. Puedes comprobar que la esencia de trabajo sí que se recoge
de guía 2. El manual no solo ha servido al ETF, sino para delimitar las propias
El manual se percibe funciones del ETF en contraposición a otras estructuras (por ejemplo,
como provechoso y Equipos de Familia, o con el SPM)
como referencia para 3. Hay que tener un manual de referencia. Sigue siendo lo que marca los
la práctica tie pos, la etodología, he a ie tas, le es… Ha ido a iado las
profesional leyes, pero es indispensable tenerlo. Cada vez que hay una decisión
importante, el Servicio de Prevención sigue teniendo en cuenta el manual.
La fortaleza es que sigue siendo la referencia, aunque cada uno sigue
teniendo sus propios vicios

266
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

4. Es un documento útil, es una referencia ambiciosa


5. Es lo único que nos ha servido y lo que teníamos, no teníamos formación
previa)
6. El manual es un cimiento sólido, el sustrato sirve
7. Pero es un marco de referencia fundamental
8. El manual permite que el programa no se desvirtúe y marcaba límites
sobre la gestión de la intervención con la propia familia
9. Dice que el manual en sí está muy bien y completo
10. El programa está bien definido
11. En general sí define al programa en lo más básico
12. Lo consideran una herramienta importante de consulta
13. En los casos de las medidas de protección para los menores, creen que les
ayuda
14. Lo consideran una herramienta muy necesaria
15. Lo tienen de referencia. Es una guía. Les respalda. Al principio resolvía
muchas dudas
16. Ha servido mucho como protocolo a seguir, como guion
17. Se define en el manual unos rasgos que dan identidad como equipo y
permite hacerse una idea de lo que es un ETF
18. Al inicio fue muy importante y daba mucha tranquilidad
19. Ayuda a situarse y a ser más específico
20. Les da una identidad y les sirve de guía
21. Les resulta muy útil los factores de riesgo y de protección, ... para ellos es
imprescindible
22. Sigue viendo útil la fundamentación teórica
23. Para una persona que no sepa nada es un instrumento básico, para aclarar
conceptos, para familiarizarse con procesos y conceptos (reunificación,
fa to es de iesgo…
24. La formación de uno que llega
25. Define el programa
26. Fundamentación teórica
27. Sustenta la parte de administración
28. Ha permitido mayor formación de los profesionales
29. En algún momento dudas, recurres y tienes las respuestas en dos
segundos
30. Es una guía para cuando hay discusiones en el grupo
31. Hemos tenido más manuales y aquí lo tenemos todo
32. Es la base de todo
33. El manual nos da realidad, aunque cada uno lo hagamos de una manera
34. Formación para el que llega nuevo
2.2. Proporciona una 1. Lo único que dejaría sería el índice (tiene buena estructura)
estructura ajustada 2. Como estructura programática está bien
El manual aporta una 3. La estructura del manual actual es útil, es una de las fortalezas que tiene
estructura útil para el 4. “í… todos lo desta a o o fo taleza
proceso de 5. Bien estructurado
intervención 6. Lo que sirve es el esqueleto
7. Ahora lo utilizan como un soporte escrito que les aporta una estructura
8. Otra fortaleza son las fases en las que se divide el proceso de trabajo:
evaluación, tratamiento, seguimiento

267
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

9. el trabajo del ETF es específico y el manual es específico, esa es la mayor


fo taleza: e a a el dó de , ó o , uá to tie po
10. Les da sensación de estructura a nivel de equipo y de provincia y de
ad i ist a ió , les da segu idad…
11. Da una visión de conjunto, de qué es un ETF, de cuáles son las funciones
generales, te da la estructura
12. Sigue dando una estructura, un protocolo general de actuación
13. Los protocolos sí hay que mantenerlos
14. La principal fortaleza es que es un documento que ha sido referente para
seguir protocolos
15. Da un protocolo general
16. Los esquemas de derivación me parecieron muy útiles
2.3. Guía compartida 1. Los elementos potenciales que siguen vigentes son el perfil y los criterios
El manual de entrada y salida de los casos
proporciona un 2. La ventaja que tiene es que tiene criterios de inclusión, aunque hay que
marco de actuación debatirlos
unificado entre los 3. Lo positivo que aporta el manual es la sistematización de las
distintos i te e io es tie pos de e alua ió , i te e ió , sesio es…
profesionales 4. Lo que se pretende es establecer unos mínimos de evaluación comunes a
todos. Eso me parce bien, pero el problema es que se entienda que solo
hay que hacer esos mínimos
5. Ante esta pregunta la mayoría dice que sí
6. Es fundamental porque garantiza los mínimos
7. Sirve como marco general de actuación
8. El hecho de que exista un manual porque piensan que da homogeneidad
a la actuación de los ETF evitando actuaciones descoordinadas o muy
diferenciadas entre equipos o provincias
9. Una de las mayores fortalezas es que proporciona una estructura y una
base de trabajo y modificación
10. El marco teórico avala las intervenciones
11. Daba un lenguaje común entre profesionales, la formación inicial que se
dio
12. Es algo de referencia, está unificado
13. Unificación de criterios. Lo primero que hizo el manual. Todos sabíamos
lo que había que hacer. Te marca hacía donde debes dirigirte
3. Debilidades
Aspectos a mejorar del manual y del programa de intervención detectados por los profesionales
Del manual
Aspectos del documento que deben modificarse
3.1. Obsoleto 1. Está muy desfasado
Contenidos del 2. Manual desfasado en cuanto a lo legal, no contempla leyes andaluzas
manual desfasados y 3. Hay cosas bastante obsoletas, por ejemplo, funciones según perfiles
no actualizados 4. Legislación e instrumentos obsoletos
5. Partes obsoletas de legislación y realización de informes (ya no sirve, no
cumple los criterios)
6. El que tenemos legal y teóricamente sin fundamento no sirve actualmente
7. Aho a to a a tualiza lo, to a a ia lo…
8. Al quedarse el manual obsoleto, hemos tirado del Valórame

268
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

9. Por ejemplo, hay factores de riesgo no actualizados que no se mantienen


(por ejemplo, familia monoparental), el proceso de derivación es muy
rígido...
10. Tradicionalmente se ha concebido éxito cuando el menor permanece en
la familia y fracaso cuando no. Según esa concepción la protección del
menor es un fracaso. Por tanto, esa dicotomía éxito-fracaso está
distorsionada en el manual. Revisar a nivel conceptual el éxito-fracaso.
Revisar a nivel conceptual y a nivel práctico la dicotomía ayuda/control
11. Consideramos el manual, aunque se haya quedado obsoleto a nivel
teó i o, ju ídi o…
12. Cada familia es diferente y su perfil ha cambiado mucho con respecto a
las que se describían inicialmente en el manual
13. Aunque también aprecia que no se ajusta a la legislación vigente
14. La mayoría coinciden en que está obsoleto
15. Información desfasada
16. Instrumentos poco actualizados, obsoletos
17. El manual tiene 20 años. Está obsoleto. Se han producido cambios en la
sociedad y el manual se ha quedado atrás
18. Hay cuestiones que se han quedado obsoletas
19. Cree que en su momento sí sirvió, pero al no evolucionar ya no sirve
20. Hay cuestiones que se han quedado obsoletas
21. Ahora menores ha creado su propio modelo y los anexos se han quedado
obsoletos
22. Los instrumentos están obsoletos
23. Se les ha quedado obsoleto
24. No lo ven un a ual i o
25. Consideran que está obsoleto
26. Ahora lo ven muy desfasado
27. Hay mucho desfase
28. Está muy desfasado y no adaptado a la realidad social. Obsoleto en cuanto
a un montón de cuestiones
29. Está obsoleto
30. Es muy estanco al ETF
31. Actualmente creen que está muy obsoleto en la normativa y los anexos
32. Lo ven muy desfasado a nivel de normativa, coordinación y protocolos. La
declaración de la situación de riesgo es algo nuevo y no aparece
33. Está desfasado a nivel de normativa y de concepto
34. El tema de la violencia de género o de la violencia filio parental no está
actualizado
35. Notan que hay cosas obsoletas
36. Se les queda corto porque los perfiles de familias han cambiado (por
ejemplo, el tema de las tecnologías)
37. Pero está desfasado, los protocolos están desfasados, las tipologías
también, los procesos de reunificación que acaba de salir la nueva ley ya
no se abordarían igual, ...
38. La normativa está obsoleta
39. Se tendría que haber revisado antes, han avanzado investigaciones de
técnicas, de legislación, pero el manual no se ha a tualizado…
40. No está a tualizado el a o teó i o, la o ati a…

269
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

41. Yo lo veo desfasado, esto se creó hace mucho, ha evolucionado todo


42. Echo en falta que no ha evolucionado
43. Ya no nos sirve porque no está actualizado
44. Desfasado sobre todo con las leyes
45. Habla de la familia, pero no de los problemas actuales
46. Ahora está obsoleto. Ya no nos sirve porque no está actualizado
47. Tenemos nuevas teorías a las que agarrarnos
3.2. Enfoque 1. Es un modelo de déficit, mirando lo que no funciona
Visión inadecuada en 2. El manual está muy negativizado y de eso me impregno, muy centrado en
el abordaje de la el enfoque del déficit
práctica profesional 3. Más que entrar en las técnicas propias de cada metodología, lo que habría
que incluir son enfoques metodológicos
4. No tienen que venir las técnicas sino los modelos que tenemos que usa
5. El manual es muy teórico y no orienta sobre las decisiones tan complejas
que hay que tomar en la práctica de los equipos
6. Pero es demasiado teórico
7. El manual está muy centrado en el riesgo. Ahora muy es importante la
parentalidad positiva
8. Los objetivos son demasiado generales
9. Dice ser un manual espeso en su forma de intervención familiar
10. El manual encorseta las fases del tratamiento. Es irreal. No tiene nada que
ver el perfil de usuarios que se establece en el manual con el que
realmente se ven. Hay adolescentes que cumplen la mayoría de edad y ya
no pueden formar parte del servicio según el manual ya que no existen
menores en la familia. Es muy rígido
11. Hay que hacerlo práctico porque si no nadie lo mira
12. Hay muchos estudios que demuestran qué modelos teóricos, técnicas son
más efectivas y se puede mejorar mucho más
13. Tenemos un marco muy general y donde nos perdemos. Nos crea
inseguridad porque tomamos decisiones que afectan a las familias. Y el
manual en ese sentido nos deja solos
3.3. 1. No contempla Valórame/SIMIA
Herramientas/instru 2. No recoge herramientas fundamentales como Valórame
mentos 3. No contempla SIMIA
No inclusión de 4. No incluye nuevas herramientas
recursos necesarios 5. Se ha hecho esfuerzo ímprobo para categorizar las categorías de maltrato,
para la práctica por ejemplo, mediante el Valórame. Pero esto no está recogido en el
profesional manual. Esta es su mayor debilidad
6. Van surgiendo otros instrumentos que usan más como el Valórame
7. El Valórame es un complemento del manual
8. Faltan muchas herramientas de metodología
9. Faltan muchos documentos, sobre todo los modelos de derivación y para
fiscalía
10. Los instrumentos para valorar el tema del riesgo y de la exclusión social
también es una gran carencia
11. Y el Valórame
3.4. Características formales del documento
Formato complejo y poco útil
3.4.1. Extensión 1. Sería bueno incluir una guía reducida, el actual es muy extenso

270
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Longitud excesiva del 2. Es muy extenso, depende del contexto de trabajo el que se lleve a la
manual práctica
3. Es muy largo
3.4.2. Formato 1. Los protocolos no están digitalizados para facilitar el trabajo
Soporte físico como 2. Solo está digitalizada la memoria, pero entre comillas esa digitalización.
obstáculo para la No se vuelcan los datos de los expedientes a la memoria, habría que
consulta del manual digitalizar más
3. No se ha aplicado a nivel informático, no hay una aplicación que permita
compartir los informes, corriendo el riesgo de que cada entidad termine
funcionando a su manera
4. No hay una aplicación que derive a técnicas de evaluación
3.4.3. Estructura 1. La estructura es mejorable
Organización 2. Poco definido, ambigüedad, falta conexión
inadecuada de los 3. Muy denso
contenidos del 4. Manual denso
manual 5. La parte de informes es demasiado densa
6. Hay cosas en el actual manual que se solapan
7. En el manual actual las funciones vienen muy rígidas
8. Siempre lo han visto muy lioso y era difícil trabajar con él porque no lo
consideran manejable y la organización es dudosa
9. Es poco ágil
10. No es coherente. Va dando saltos en las temáticas
11. Consideran que está muy encasillado
3.5. Carácter práctico 1. Los anexos no tienen ninguna utilidad. Modelos de informe no valen.
No reflejo en el Protocolos de derivación son muy complejos (impiden que les deriven
manual de la práctica más casos, por no hacerlos)
profesional diaria 2. Es necesario que siempre exista un manual, pero en concreto no está
siendo útil ahora mismo por varias razones
3. A pesar de lo que pone en el manual, en la práctica no se lleva a cabo
4. El manual actual muy especializado y muy técnico que no se lleva al día a
día
5. En perfiles y profesiones no se ajusta demasiado, no están a día de hoy
llevándose a cabo
6. A día de hoy no es nada práctico
7. Es poco práctico
8. El manual es muy teórico y no orienta sobre las decisiones tan complejas
que hay que tomar en la práctica de los equipos
9. Poca utilidad para aportarles de él a las familias, a la hora de intervención
con las mismas
10. Poco útil en el sentido práctico de intervención social
11. Se suma a la poca operatividad del manual
12. Los informes son densos sin recoger la información fundamental
13. Ahora ha perdido la utilidad
14. No les sirve mucho
15. No responde a muchas de las dificultades que tienen en el día a día al
trabajar con las familias
16. Tienen la sensación de que no trabajan con el perfil que indica el manual
17. No lo veo útil
18. Da indicaciones tan generales que no sirve

271
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

19. Cuando tienes experiencias no te sirve


20. Al ser tan general es que no sabes muy bien hacia dónde ir
21. Se pone en las fichas lo que hay que poner, pero realmente no se va por
donde se indica en la ficha
22. Al final empezamos antes la intervención
23. Cuando he dicho que no lo uso es porque no le veo utilidad
24. No es práctico. Los modelos de informe nos piden mucha información que
no es relevante para trabajar con las familias. Como el tema del trabajo,
de los ingresos (mejor para las trabajadoras sociales)
25. La dinámica de nuestras familias no es la dinámica del manual porque la
realidad es difícil de atrapar y no se ajustan
26. Tenemos que estar al día, el manual te indica que cada x tiempo la familia
hace tal y finaliza, pero esa no es la realidad
3.6. Contenido 1. Pero es verdad que en caso de dudas muy específicas no se refleja una
insuficiente/desajust solución específica
ado 2. Faltan aspectos a profundizar que el manual no contempla
Contenidos sin 3. Los trabajadores sociales han tenido que hacerse hueco porque sus
revisar y otros no funciones no estaban claramente delimitadas en el manual
incluidos en el 4. Trauma no aparece y es fundamental
manual 5. El manual da muy poca información sobre actuación en reunificación
familiar, criterios muy subjetivos
6. Cree que se les ha quedado un poco insuficiente
7. Considera que el manual se ha quedado pobre. Ahora se ven obligados a
documentarse y utilizar instrumentos que están fuera del manual para
poder argumentar y justificar sus informes
8. El manual es muy básico
9. El manual tiene muchas lagunas
10. La figura del coterapeuta no está definida
11. El manual no refleja bien el perfil de familia ETF
12. El protocolo de derivación no está claro y eso afecta a la intervención
13. Es muy simplista en muchos conceptos
14. Ven déficit
15. Se les queda corto para modelos de fiscalía, de coordinación con las
fuerzas del estado
16. Las funciones de los profesionales no están claras…
17. No está e ogidas las ga a tías de p ote ió la o al…
18. Es incompleto no hay enlace para técnicas de intervención y protocolos
de evaluación
19. No están definidos los criterios de alta, los criterios y los tiempos para
acabar los programas son otros en la realidad
20. No delimita tipos de familias, ni familias crónicas
21. Las funciones del equipo no están concretadas
22. Que e el a ual de e ía esta ás i di ado el te a de judi ializa ió …
23. Dando vuelta a los modelos, explicarlos en mayor extensión
24. En el apartado de técnicas, solo las enumera
25. No habla de la parentalidad positiva. Cosas como parentalidad positiva, la
teoría del apego
26. Yo estoy de acuerdo, antes era un marco global ya se nos queda flojo

272
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

27. Los modelos, informes me parecen repetitivos, nos confunden entre los
profesionales y te da la sensación de que es repetitivo y nos confunden.
Los instrumentos de evaluación tenemos muchos, pero no nos dice qué
específicamente evalúa cada uno y estaría bien que para el próximo
estuvieran más claro. Los criterios de recuperabilidad sería necesario que
fueran más específicos
28. Echo en falta, entiendo que nuestras familias tienen situaciones de
trauma y que yo recuerde en el manual no se habla de ello. O el tema del
apego. Al final tenemos que leer e informarnos
29. No tenemos unificados criterios de evaluación, nos basamos en nuestros
criterios
30. Sí, no solo decirlas si no desarrollarlas
31. El tema del trauma está en primera línea y no se ve
32. El tema de la coordinación institucional en el antiguo hay un modelo que
no se utiliza
Del programa
Aspectos del programa que deben modificarse
3.7. Temporalización 1. Las familias están tan cronificadas que los casos de reunificación son
y otras características inviables
del proceso de 2. Si ya entran muchísimas familias, ya no se puede hacer tratamiento
intervención familiar, se hará otra cosa, pero no tratamiento
Aspectos 3. El tiempo del tratamiento se ha reducido, pero cuando entras en terapia
relacionados con la con la familia y los menores te das cuenta de que es poco (le parece corto
implementación de el tiempo de 12 meses)
las intervenciones 4. El motivo de que se exija que se cumplan 12 meses de intervención y el
(tiempo, carga de motivo que se da a los profesionales es porque está en el manual
trabajo, organización) 5. Nosotros los vemos cada 15 días
6. Cuando se toma la medida se deja de trabajar con la familia, desaparece
del sistema. Se rompe la continuidad cuando pasa a reunificación, se deja
de trabajar con la familia mientras pasa de un sitio a otro
7. Para los que llevamos muchos años es importante el tema del
seguimiento. Las familias se vuelven a deteriorar, se deterioran con el
tiempo sin seguimiento
8. No se hace seguimiento porque el tiempo de seguimiento se usa como
tiempo de tratamiento ante la falta de tiempo
9. Tenemos familias cronificadas. Se propone el seguimiento continuado de
las fa ilias o é ito o se ha e… y llegan segundas y terceras
derivaciones. Hay que cuidar el acompañamiento a las familias después
de hacer las intervenciones. Importante el seguimiento de las familias en
un ETF. Debe ser obligatorio el seguimiento en los ETF
10. En las comisiones de seguimiento la reapertura de expedientes está mal
isto, te p egu ta , se e o o u f a aso… I te ta os ea i el e o
número de casos. Incluimos meses de seguimiento, pero es una
intervención encubierta. Muchas se derivan a comunitarios, pero ellos no
pueden hacer intervención familiar
11. Los tiempos también tienen que ver con el número de casos que vemos.
Yo tengo 54 casos y esto no es viable
12. Cuando hay bifurcaciones las sesiones aumentan (orden de alejamiento,
sepa a io es…

273
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

13. Además de plantear el sobrecargo de casos que tienen, poco tiempo para
cada familia con tan solo tres personas
14. El problema es que en un año no te da tiempo a trabajar bien con la familia
15. Consideran que el tiempo de evaluación en un mes no pueden evaluar a
una familia, porque no se ajusta a la realidad
16. La fase de tratamiento no es lineal
3.8. Otras funciones y 1. Aunque se hacen muchas más de las que se recogen ahí
tareas 2. Señala que realmente hace más cosas de las que dice el manual que
Labores no tendría que hacer
relacionadas 3. Dice que nosotros lo podíamos hacer (interpretarlos), que ellos no tienen
propiamente con el tiempo. No se avanza porque no hay conciencia científica. Ellos están
proceso de cubriendo muchos huecos (del sistema sanitario, del sistema educativo)
tratamiento 4. No es solo ver a las fa ilias, ha ot as ta eas…
5. Además, hay trabajo en grupo que es muy relevante
6. Nos llevamos mucho tiempo haciendo tareas de gestión
7. Tienen que elaborar documentos accesorios
8. El tema de las separaciones es horrible, nos pilla en medio, estamos en
juzgados
9. Los ETF no tienen que estar promoviendo y dando publicidad del servicio,
esto se debe a la dejadez
3.9. Medios y 1. Faltan recursos
recursos materiales 2. El problema para hacer intervenciones grupales es la falta de espacio
Medios y recursos continuado
para la realización de 3. Estamos encajados, los espacios físicos son pobres, los materiales que hay
las labores en el espacio en que estoy es personal (de mi propiedad). Y si esto es así,
profesionales mucho peor en los equipos de Diputación
insuficientes
3.10. Formación 1. No se e seña a t a aja e e uipo. Este te a está pe die te… Ade ás,
Formación teórico- hay una deformación de base y que la formación inicial de base fue la
práctica insuficiente misma para todos los miembros. No se sabe trabajar en equipo. No
estamos formados para trabajar en equipo
2. El trabajo en equipo no se ha incluido en la formación
3. No deben existir salidas de rol, cuando eso ocurre la interdisciplinariedad
fracasa
4. Habría que formar al menos cada dos años
5. Pero es importante que la formación de los ETF sea continua
6. El trabajo en equipo en la formación se trabajó, pero poco
3.11. Aspectos 1. En otro momento, otro compañero comenta respecto a esto, que eso
organizativos/instituc tiene más que ver con la organización interna de los equipos de Cádiz, que
ionales con el manual. Que el manual eso no lo arreglaría
Aspectos relativos a 2. Comenta que los ETF han peleado pertenecer a la estructura de los
la estructura servicios sociales comunitarios. En la nueva ley de servicios sociales, ya
organizativa y al están, y ahora todo lo de riesgo que llegue a comunitarios pasa
funcionamiento de la directamente a ETF. No solo los casos de cierta gravedad. Rompe los
institución como niveles
dificultad para la 3. Los comunitarios no tienen equipos especializados en familias. Mientras
actividad laboral que los comunitarios no tengan los profesionales especializados, nos
llegará a nosotros lo que no nos toca. Al final lo que está pasando es que

274
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

si llegan casos con menores nos llaman a ETF (no en todos los sitios, pero
en muchos sí), ya los ETF no son de segundo nivel
4. C iti a ue e i e a itas de uá tos iños fa ilias e , pe o ue o
les sirve (datos estadísticos se refiere), pero siempre les queda la duda de
si sirven para algo. Dice que los datos de la memoria nadie se los devuelve.
(Le pregunto cómo querría recibir esa información, pero no respuesta
clara)
5. Las memorias que hacemos no sirven para nada (quiere decir que después
nadie las usa, ni las interpretan, no que él no crea que no sirvan)
6. Por ejemplo, desde SPM piden, en ocasiones, documentos que
pertenecen a ETF internos porque dicen que no les llega bien la
información
7. Si protección manda informe de una familia que ya ha estado con ETF
previamente y se derivó por no querer colaborar, por el simple hecho de
que los menores y familia digan que ahora sí quieren colaborar, se vuelven
a derivar a ETF sin más. Manifiesta que esto no debería de ser así por el
mero hecho de decir que sí de pronto, se le quitan al ETF los recursos
8. Precariedad laboral en los equipos. Muchos cambios
9. Plantea que son muchísimos informes que dejan poco margen de
actuación real con las familias
10. No se cumplen las funciones de coordinación de los ETF
11. Ha subido el nivel de exigencia desde menores y existen dificultades para
unificar criterios
12. Hace falta trabajo en equipo
13. Reafirma que no todos podemos hacer de todos. Las familias se
confunden
14. Falta mucho trabajo en equipo
15. Las derivaciones las deja muy en la figura del coordinador
16. No son viables ciertas funciones como el trabajador social como
ote apeuta, es i ia le… al fi al, au ue sea i te dis ipli a es so
profesionales estancos dentro de los equipos, no están tan
i te o e tados…
17. Que las vías de derivación fuesen más directamente, por ejemplo, desde
los p opios olegios, … ha familias que les llega ue adas , ue
pudie a e isti ías ás di e tas…
18. Las funciones del equipo no están concretadas porque al final son lo que
no quieren los comunitarios, la diferencia de trato la propia
administración los usa como un equipo de fuera que no son especializados
sino específicos
19. No está establecida una línea oficial de cauces y una aclaración de
competencias y de los documentos que se deben aportar cuando se deriva
20. El ámbito judicial no les debe requerir que participen de manera pericial
en esos procesos
21. Al cabo de los tres años se van las compañeras y solo se quedan los de
referencia. Luego vuelven los mismos compañeros/as o quizás no vuelven
y es revictimizar a las familias. Porque no se le da continuidad y no
demostramos ser profesionales. Hay que luchar por políticas para que los
profesionales estén ubicados y no estemos adscritos a programas o

275
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

subvenciones. Muchas veces el material se ve condicionado por todo esto.


Y es importante la cohesión grupal
22. Es un mal uso que se compartan los educadores sociales
23. Hay algunos coordinadores que es un mero trámite, no está tan presente
24. Tenemos los mismos problemas de coordinación. Y tenemos diferentes
problemas según el profesional
25. Porque teníamos un tira y afloja sobre las funciones de cada uno, pero
estamos saturados y dejamos de lado lo importante
26. Se plantean problemas con el tema de autorizaciones para entrevistarnos
con ellos, para pedir información para hacer entrevista con menores, para
pedir información a otras instituciones basadas en la ley
4. Propuestas de mejora/componentes clave
Sugerencias para incorporar en el manual e indicaciones de los componentes clave que debe tener la
revisión del mismo
4.1. Documentos e 1. Valórame y SIMIA debería incluirse
instrumentos 2. Una propuesta de técnicas me parece esencial
Recursos necesarios 3. Señalar los temas jurídico-legales: los documentos y protocolos que
para favorecer y habría que seguir y utilizar
facilitar la 4. Habría que incluir técnicas de intervención y herramientas de evaluación
implementación de la 5. El Valórame habría que meterlo como un anexo, pero no es el manual de
intervención referencia
6. El Valórame se está actualizando. Sería el manual el que debe incluir al
Valórame. El Valórame es un instrumento de evaluación, no es un
protocolo de actuación. Es un instrumento para tomar decisiones
7. El Valórame es una herramienta por la que se debe seguir apostando
8. Hace falta una herramienta para cuantificar el daño o el impacto de las
competencias parentales
9. Hay que homogeneizar las herramientas de diagnóstico y recomendar
herramientas de evaluación
10. Incluir la herramienta que se usa en la actualidad para notificar la
existencia de una situación de maltrato
11. Herramientas de evaluación no solo centradas en el riesgo sino en las
áreas a tratar
12. Las familias necesitan una amplia gama de recursos y herramientas en la
intervención
13. Deberíamos incluirlo (el Valórame) en nuestro trabajo diario. Te sirve para
apreciar cosas que no habías valorado
14. También consideran que deberían aparecer instrumentos que no
aparecen en los anexos
15. Utilizan muchos instrumentos de evaluación y necesitarían que estuvieran
recogidos en el manual
16. Las memorias también habría que incluirlas de otra manera, porque las
cumplimentan y luego no les dan feedback y eso es algo muy importante
que necesitan conocer
17. También consideran que deberían aparecer instrumentos que no
aparecen en los anexos
18. Saber medir mejor las medidas de protección a la infancia para intentar
salvaguardar la infancia de esos niños con sus familias
4.2. Roles y funciones 1. Las funciones de cada profesional deberían planteárselas de nuevo

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Descripción 2. Dejar de hacer funciones de otros servicios como comunitarios


pormenorizada y 3. Ayudaría un nuevo manual a delimitar las funciones de los equipos (ETF-
delimitación de las infancia y familia)
tareas a desarrollar 4. No deberían hacer la reunificación las mismas profesionales del ETF que
por cada profesional derivó a SPM
5. Que todos tuviesen claro cuáles son las funciones de ETF
6. Aparte de que es necesario que exista para todos los perfiles
profesionales, no solo desde la perspectiva de la Psicología
7. Definir los roles de cada perfil para que no haya solapamientos,
defendiendo la interdisciplinariedad
8. La figura del coordinador es una figura que debe dejar claro el manual. La
figura del coordinador y sus funciones debe estar bien recogida en el
manual
9. Redefinir las funciones de cada profesional. La interdisciplinariedad debe
legitimarse
10. Hay tareas que deben hacerse conjuntamente (por ejemplo, Valórame).
Luego hay tareas en las que se le pide colaboración a otros profesionales,
y debe quedar claro qué papel es el que estamos desempeñando. Hay que
darle valor a cada una de las disciplinas
11. Dar ideas o herramientas actualizadas de cada disciplina
12. Las funciones de los profesionales deberían mantenerse y de hecho
estaría bien delimitar mejor las parcelas de cada profesional
13. Mejor no delimitar tanto porque a veces hay que adaptarse al caso y
asumir funciones que son propias de otros profesionales (hacer de
educador cuando eres psicólogo)
14. También mantener quién deriva
15. El manual debe definir bien las funciones de cada miembro del equipo.
Todos no podemos hacer de todo
16. El manual debería definir las áreas de cada profesional
17. El manual debería definir las características del profesional en función de
las características de la familia
18. El manual debería definir por un lado el perfil profesional
19. El manual debería reflejar bien las funciones del coordinador
20. Deberían estar mucho más claras las funciones de los técnicos que
componen el ETF. En el apartado económico, tener que ir revisando todos
los recibos de las compras o los gastos es un trabajo puramente
administrativo que quizás no debería realizar el ETF
21. El tema de la función de control y función terapéutica habría que aclarar
a nivel metodológico cómo casar ambas funciones y cómo pueden
convivir ambas funciones. No está bien definido en el manual. Habría que
darle un nuevo enfoque
22. Los ETF deberían dedicarse mucho más a los casos de riesgo
23. El manual refleja lo que dicen las leyes y los decretos, pero los ETF
deberían dedicarse fundamentalmente a los casos de riesgo. Porque los
casos que llegan de reunificación casi nunca cumplen los perfiles
24. Le falta también una mayor especificidad en las funciones del ETF, aunque
el trabajo sea conjunto
25. Habría que darle un giro a la interdisciplinaridad

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

26. No implicarlos en proceso de peritaje, que no se mezclen competencias,


que indiquen para qué están y para qué no están los ETF
27. Una clarificación de sus funciones y de qué les puede facilitar a los ETF la
tarea, que se i lu a etodologías g upales de i te e ió …
28. La figura del coordinador municipal hay que darle más peso con la
especialización no solo en su circuito. Debería estar en el manual. Y que
supiera el conocimiento de trabajar con las familias. Y en algún momento
puede hacer una toma de decisiones más eficaz
29. Las funciones deberían estar desglosadas en el manual
30. Es importante que estén aquí los de comunitarios porque se lo han
currado y forman parte de nosotros y deben estar en el manual
31. Algunos procedimientos deberían quedar recogidos por escrito en el
manual, ¿hasta dónde puedo llegar? Que quede por escrito para evitar
malentendidos, por ejemplo, con unidades tutelares
4.3. Supervisión 1. Plantea un abogado/asesoría jurídica provincial solo para los ETF
profesional 2. Igual que la supervisión técnica
Apoyo profesional a 3. Incluir asesor jurídico para poder recurrir a esta figura ante las posibles
través de la reclamaciones judiciales de las familias o en caso de duda
supervisión de casos 4. Importante incluir la supervisión de casos externa
5. Incluir en el manual la supervisión técnica. Es una cuestión fundamental
6. Cada uno de nosotros tiene que hacer supervisión y trabajo personal con
sus propios medios
7. Se insiste en que la supervisión debe ser técnica (no los coordinadores)
8. También sería necesario incluir la figura de la supervisión
9. Sería ideal que apareciera en el manual la necesidad del espacio de
supervisión clínica creado para los ETF
10. Serían necesarios espacios de supervisión clínica
11. Que haya supervisión externa por expertos y entre ellos tipo foros de
intercambio de casuísticas de intervención
12. Supervisión de casos por profesionales externos, que pueda ver las cosas
con perspectivas, que esté dentro del proceso de intervención
13. Que indique figuras de supervisión de casos
14. Hay que fortalecer los niveles de supervisión: el nivel local se ha de
a tualiza … el i el p o i ial el i el de supe isió del t ata ie to o
un grupo especializado, en este último sería bueno que se estructuraran
grupos de trabajo en la que estén profesionales que llevan tratamiento y
cuenten con supervisión casi clínica de expertos; pero que estén
representadas las tres profesiones
15. No hacemos supervisión, y es fundamental, y que sea alguien que sepa
16. Necesitamos un asesoramiento jurídico
17. Necesitamos otro miembro experto en esto. O alguien de referencia
18. Necesitarían un espacio de supervisión clínica creado para los ETF
4.4. Formación 1. Se tiene que generar una especie de estructura formativa, dos veces al
profesional año por la Junta. Profesionales que han llegados nuevos en Andalucía
Instrucción teórico- hagan un seminario de días para los profesionales nuevos que se han
práctica sobre el incorporado recientemente. Formación de reciclaje, con los antiguos y
manual y sobre cómo nuevos profesionales
llevar a cabo las 2. Incluir en el manual que la formación esté vigente de forma continuada
intervenciones 3. Necesidad de recoger la importancia de la formación continuada

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

4. Incluir en el manual la necesidad de formación para formar parte de los


ETF
5. Toca formar a los profesionales en el nuevo manual (igual que se ha hecho
con el Valórame)
6. Es importante que los nuevos profesionales que entren se estudien el
manual y actúen de acuerdo a él. Da seguridad y un aval
7. Debería de haber consenso y formación de los profesionales en Valórame
para no llevar a interpretación subjetiva de los criterios
8. Hay que tener una formación y base teórica, pero sobre todo en la
intervención
9. Definir cómo se trabaja en equipo
10. Necesidad de formación
11. Otra cosa importante es el trabajo en equipo, hay que darle su
importancia porque surgen roces, cada uno tiene su modelo de referencia
y al tener más estructurado el modelo de intervención da menos pie a
esas discusiones
12. El beneficio tiene que estar acompasado a la formación de los
profesionales
13. Los comunitarios tienen que trabajarse si no el manual no va a servir
4.5. Formato 1. Para que se use más debería tener un formato más reducido y ágil
Simplificación, 2. Importante: i fo atiza , u ifi a p oto olos… ue agili e los
mejora de la procedimientos
accesibilidad 3. Los modelos de informe y de memoria tienen que ir ligados directamente
(formato digital) y de al manual para que no quite tiempo
su usabilidad 4. El manual debería de estar en formato digital
5. Podría simplificarse sin perder calidad, ir a lo esencial
6. Y si se simplificara ganarían más tiempo de intervención
7. Hay que simplificar los modelos
8. Los protocolos sean más sencillos de realizar. Hay que operativizar
9. Virtual, más facilidad de trabajo, autorrellenables, herramientas varias
para facilitar el trabajo de oficina (burocrático) y dejar más tiempo para la
intervención
10. Hay que operativizar
11. Apoya en la actualización/simplificación del trabajo burocrático para la
efectividad del trabajo
12. Que haya una plataforma anexa que vaya metiendo cosas nuevas
13. Que se modifiquen y se vuelvan menos extensos para que se puedan
cumplir por todos los trabajadores de todos los ETF y se unifiquen en
todas las provincias por igual
14. En parte teórica/formación e intervención se necesita una parte menos
extensa, hay que poner el énfasis en la práctica
15. Simplificar la base teórica para darle más utilidad a la práctica.
16. El nuevo manual debería ser digital para ser más fácilmente actualizado
17. Apoya que sea un instrumento digital para ser reciclable
18. Plantea que el nuevo manual sea una página web
19. Sobre todo informatizar todo
20. Adaptarlo a formas más modernas de uso, necesidad de un soporte
informático e incorporar red de profesionales

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

21. Que exista una plataforma informática donde se pueda consultar


documentos y sobre todo protocolos en temas judiciales
22. Soporte informático de plataforma, que se recojan pestañas con
instrumentos de evaluación, de documentos, ...
23. Manual operativo, claro, con guía de toma de decisiones
24. Algo digital
25. Aplicativo informático que saque datos de tipo administrativo
26. Requiere una plataforma informática, que permita intercambio entre los
profesionales internos de ETF, un espacio de compartir soluciones y
documentos entre profesionales
27. Que esté informatizado
28. Que fuese más sintético, más manejable, que te invitara a leerlo
29. Que se reduzca en páginas
30. Que tengan los manuales pestañas que puedan ser auto rellenables, la
definición de familias, aceptación del tratamiento
31. Recursos informáticos en el manual para los informes que sean
rellenables. Que pueda estar informatizado
32. Que sea informatizado. Los medios informáticos no permiten que
podamos actualizar más
4.6. Proceso de 1. El sistema se equivoca por ir demasiado rápido. La recapacitación de los
intervención/ padres conlleva un protocolo (orientación en las capacidades de la vida
seguimiento diaria con los niños, más real)
Cuestiones 2. Hay que poner una temporalización
relacionadas con la 3. Reflexionan sobre la necesidad de reformar también el programa para
eficacia de la poder seguir trabajando con las personas que cumplan la mayoría de edad
intervención y con la independientemente de que ya no haya menores en la familia
implementación 4. Que exista un filtro de las familias derivadas hacia ETF, no todo vale
(tiempo, porque al final se hacen funciones que no son las competentes
periodicidad, 5. Quiero proponer que más que tiempo cronológico, se cuente un número
organización) de sesiones, se debería contar la periodicidad con la que se ve a la familia
6. Es muy importante recoger el tiempo en el manual
7. A veces lo que hay que revisar son los objetivos. Hay que marcar mucho
los objetivos. Tener medios y tiempo adecuados para los objetivos. Son
situaciones tan complicadas que muchas veces se marcan objetivos que
no son abordables
8. También mantener cuestiones relativas a la gestión de la intervención
(duración máxima)
9. Es importante mantener la delimitación de tiempo
10. Hay que incluir la posibilidad de intervenir en aquellos casos que no se
contemplan explícitamente en el manual, pero es necesario intervenir
11. Aclarar qué son objeti os al a zados, i sufi ie tes… et étera
12. Propone ajustar el material al tiempo real
13. Medir el potencial de la familia y detección de ese potencial
14. El manual debe establecer procedimientos, de derivación de casos, de
de isio es…
15. Que las reuniones de presentación de la familia sean de carácter
o ligato io o e o e da le
16. En el manual hay que conocer cuál es lo más sustancial e importante para
la intervención

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

17. Regular los consentimientos paternos/maternos para la intervención


(debería estar recogido en el manual, es de suma importancia
18. Que protección y ETF, en casos de reunificación, acuerden objetivos y que
si vienen derivados de otros ETF o de otros programas y/o provincias
vengan con un informe completo
19. Debería incluir mucha más intervención
20. Faltaría el definir de manera más pormenorizada las fases de intervención
con las familias
21. Debería estar recogido en el manual la metodología de las derivaciones
22. Hay que delimitar mucho a qué perfil de familias iba dirigido
23. Indicadores de reunificación y marcar más los tiempos, delimitar más los
criterios de riesgo de los de reunificación
24. Aclarar y consensuar criterios de inclusión
25. Delimitar los criterios de finalización de reincidencias
26. E i te e ió ue ha a u os í i os, pe o u as guías fle i les…
27. Que hubiera indicaciones de referencias de protocolos de evaluación y de
intervención, pero flexibles que se puedan actualizar
28. Concretar más criterios de inclusión del programa, cuando una familia
entra o no en el programa, especificar y dar mecanismos con familias que
no hablan nada de español, barreras lingüísticas que son de riesgo, pero
no pueden dar pautas, se necesitan indicadores o figuras de mediación
i te ultu al… ite ios de fi aliza ió …
29. En qué situación cerrar familias cronificadas, con problemáticas muy
complejas que requieren de otra visión
30. Consensuar y reflejar los criterios de admisión y derivación
31. Criterios de derivación, qué tiene que ir o no a un ETF, y qué criterios para
ver si un ETF puede trabajar en el medio natural
32. Indicar y ajustar a la realidad tiempos de intervención, número de familias
pa a pode t a aja ejo …
33. Que se indique que se pueda pasar al servicio de protección directamente
34. Que se indiquen procesos de retirada del menor
35. Delimitar que el objeto y la finalidad del tratamiento no puede venir
interferida por aspectos judiciales
36. Trabajar sobre las características de las familias para que arreglemos más
que estropeemos
37. El manual debería ser claro en evaluaciones, valoraciones, instrucciones,
herramientas y procedimientos. Todos deberían ser similares para
facilitar el trabajo de todos los ETF. Todos deberíamos trabajar de manera
similar, con los mismos criterios de inclusión para no dejar indefensa a la
familia. Que no haya diferencias tan claras entre los ETF
38. Pide unos criterios y herramientas comunes
39. El manual debería homogeneizar las condiciones de trabajo de los ETF
4.7. Aspectos 1. Ayudaría que SPM sea quien haga una criba para que se pueda conservar
organizativos e la relación terapéutica con las familias
institucionales 2. Sí cree en los datos cuantitativos, pero deberían transformarse en
Aspectos relativos a cualitativas para tener un feedback que realmente sea positivo. Debería
la estructura existir una valoración cualitativa interna y otra externa
organizativa e 3. Incluir también el número de familias que debe asumir cada equipo
institucional que

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

afectan a la 4. Cree que es importante recoger datos objetivos que tienen en las
intervención y deben memorias anuales. Recogen datos desde hace 20 años, datos objetivos, y
tenerse en cuenta y nadie les hace caso
recogerse en el 5. Hay que recoger la peculiaridad de las Diputaciones Provinciales. Se
manual destaca la intervención grupal como fundamental, pero, por ejemplo, los
equipos de diputación no pueden hacerlo. En la temporalidad hay que
tener en cuenta la peculiaridad de estructura del municipio. La
intervención grupal es muy complicada en algunos contextos
6. Además, hay que tener en cuenta que está la Junta, están los
A u ta ie tos… ada u o pide osas disti tas
7. La implementación del nuevo manual debe tener en cuenta los contextos,
y hay que tener en cuenta a los comunitarios
8. Incluir también cuestiones de coordinación y validar cómo realizar la
coordinación con otros sistemas
9. Mejorar los mecanismos de coordinación para que haya una buena
comunicación entre servicios de protección de distintas provincias
10. Contemplar la posibilidad de que haya un equipo itinerante para
compensar la dispersión geográfica
11. También habría que aludir a la interrelacionalidad de los ETF dentro de los
límites legales y de las posibilidades
12. Coherencia entre la memoria que pide la Junta y el manual
13. El manual debe recoger la importancia y entidad de los ETF
14. Y también el hecho de dar autoridad a los profesionales para obtener
ciertos indicadores de evaluación por parte de otros servicios (escolar,
judicial)
15. Autorizaciones para poder proceder a realizar ciertas evaluaciones.
Necesitan respaldo legal para proceder con ciertas evaluaciones sin tener
que pedir autorización
16. Propone no trabajar solo con ETF, al final, es un trabajo conjunto y todo
tiene que pasar primero por comunitarios, si ellos no funcionan
adecuada e te, al fi al los ETF se o ie te e u ajó de sast e
no dan abasto
17. Desde la comisión técnica se podría agilizar las derivaciones a ETF /
protección
18. El manual debería recoger cómo relacionarnos mejor con el sistema (todo
lo que tenga que ver con menores, protección, salud, educación,
justi ia…
19. Recoger en el manual la importancia de la coordinación de equipos
dife e tes edu a ió , sa idad, ““““… , e ogida de i fo a ió
traslado de la misma por parte de todos los organismos implicados para
tener mayor capacidad de actuación
20. Deberían quedar recogidas las coordinaciones de situaciones de salud
mental
21. Que la presentación de casos derivados de un ETF a otro sea presencial
entre ETF también. Protocolizar las relaciones entre ETF
22. Deberían dar estabilidad a los trabajadores
23. Cree que en el nuevo manual se debe facilitar más la tarea de
coordinación entre ETF y menores
24. El manual debe ayudar a cómo organizar el equipo, los casos

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

25. Creo que en algún momento se debe reflejar en el manual que es


necesario que todos los profesionales estén presenten en el tratamiento
familiar y que se pongan de acuerdo en un proyecto de intervención
26. Es necesario que las intervenciones se lleven en grupo, no que en función
del caso lo coja un profesional u otro
27. Sería interesante que estas cuestiones llegasen a comunitarios ya que
creo que les cuesta entender el trabajo que hace ETF
28. Creo que a la hora de decidir si se deriva o no a la familia debería haber
un representante de ETF
29. Establecer cómo coordinarse con el ETF para derivaciones
30. Es importante que comunitarios entiendan qué es lo que hace realmente
ETF. Si el equipo derivante y ETF se reúnen, ayuda a la intervención
31. Delimitar funciones de cada organismo, incorporar modalidades de
trabajo
32. Que puedan solicitar actuaciones de las fuerzas del estado, que se ajuste
al ue o de eto de p ote ió o la le o gá i a…
33. Recoger iniciativas que pueden realizarse según la ley y que no se llevan a
cabo porque no lo recoge el manual. Por ejemplo, no llevar a un menor a
declarar para evitar revictimizarlo y que luego el juez opine otra cosa.
Pues si está reconocido que el profesional puede actuar así, sienten que
tienen autoridad
4.8. Medios y 1. Nueva revisión del Valórame
recursos materiales 2. Los espacios hay que considerarlos
Activos y 3. Tener en cuenta en el manual la necesidad de espacios
herramientas 4. Ha ue te e e ue ta la di e sidad, las dista ias, falta de espa ios…
necesarios para el Se pierde mucho tiempo y si la familia no aparece entonces peor
desempeño 5. Considero fundamental que se unifiquen modelos de informe
profesional 6. Incluir en el manual las condiciones materiales básicas necesarias para la
puesta en marcha del programa
7. Importante que en el manual se refleje una infraestructura básica, los
recursos materiales necesarios para que funcione el manual
4.9. Subprogramas
Aspectos específicos a abordar para cada subprograma
4.9.1. Profundización 1. Habría que reevaluar todo en cuanto a las competencias parentales, sea
en los subprogramas en el programa que sea
Mayor desarrollo de 2. Quizá un mayor desarrollo para cada subprograma
los contenidos de los 3. Yo no soy tan rígida. Hay cuestiones que son transversales
subprogramas 4. En cuanto a situaciones de adicciones, se necesita un protocolo específico
existentes 5. En el manual se les da el mismo peso a los casos de riesgo y a los casos de
reunificación y eso debería cambiarse
6. No son necesarios dos manuales pero que haya una clara delimitación del
programa de riesgo frente al programa de reunificación
7. Dos manuales para cada subprograma, que estén manualizados
8. Separar un manual para riesgo y otro para intervención
9. La de i a ió es disti ta, la etodología es disti ta… pe o el a o, los
profesionales son los mismos. Hay que diferenciar metodología,
tie pos…
4.9.2. 1. El protocolo de reunificación debería ser orientado de otra manera. Los
Especificaciones para informes incluso se hacen de forma más intuitiva que real

283
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

el subprograma de 2. Que los dos subprogramas estén en el mismo manual pero que se
reunificación/reintegr desarrolle más el de reunificación/reintegración
ación 3. La parte que describe el programa de reintegración es muy corta, muy
Información más básica. Sirve la parte de pronóstico, indicadores de recuperabilidad, pero
pormenorizada habría que profundizar más dentro de este programa. Está muy poco
relativa al definido
subprograma de 4. Prefieren los dos programas en el mismo manual, pero que se desarrolle
reunificación/reintegr mucho más de lo que está actualmente el de reintegración
ación 5. En el subprograma de reintegración hay que tener en cuenta que: los
casos se les mandan y pretenden que ellos valoren y eso no es realmente
el objetivo de ETF. Desde una perspectiva terapéutica debería ser no
desde la evaluación
6. En la parte del seguimiento (acompañamiento) tras la reintegración,
debería quedar recogido y protocolizado. Desarrollar este apartado. El
seguir interviniendo durante el año siguiente a la reintegración es
fundamental
7. Definir criterios de reintegración
8. El de reunificación requiere un tratamiento especializado porque tiene un
alto nivel de riesgo
9. Hay que cuidar el proceso de derivación en todo, especialmente en la
reunificación
10. En el manual tiene que estar muy bien definido los casos de reunificación
familiar
11. El vicio proviene de que la derivación se hace mal, no existe criterio
ade uado pa a lle a a a o la eu ifi a ió … ¿Po ué o se t a aja o
los padres cuando se hace una separación, por qué no se les indica que la
medida es reversible?
12. La intervención debe iniciarse desde que se produce la separación. Pero
no es así. No se empieza a trabajar hasta que lo decide el servicio y lo pide
la familia
13. Pide protocolos más claros para actuar con el SPM, por ejemplo, con el
plan de acoplamiento (en reunificación familiar)
14. La parte de la reunificación familiar debería modificarse
15. Que en el subprograma de reunificación se incorpore a Protección de
Me o es, au ue o sea e esa ios dos a uales… I lui ite ios de
i lusió de e lusió , e i luso de p o ósti o e eu ifi a ió …
Cuantificar cuántas familias hay de perfil crónico
4.10. Revisión de 1. Importancia de actualizarlo ya que es una referencia importante
contenidos 2. Modificar y actualizar cosas y por otro lado recordarlas
Actualización de los 3. Y las nuevas teorías sobre apego y trauma necesario incluir también ya
contenidos incluidos que el groso de las evaluaciones e intervenciones van un poco por ahí
y ampliación de los 4. Hay que incluir la reparación del daño. El manual no lo contempla
mismos, acorde con 5. Pide un manual que sirva realmente, práctico, no que sea algo que luego
las necesidades quede en el olvido, que se pueda dar utilidad en el día a día
actuales 6. Sobre todo debería ser mucho más práctico
7. Hay que poner una base legal actualizada
8. Plasmar una metodología actual (apego, trauma), integración modelos
sistémicos clásico a lo ue o a a zado a ati o…

284
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

9. Debería incluir la protección de los técnicos y los profesionales (de


posibles agresiones, por la repercusión de su actuación en la vida de las
personas). Por ejemplo: que no vayan a firmar con su nombre los
informes, un código. Poner alguna referencia en cuanto a la seguridad de
los técnicos, algunas recomendaciones. Sería necesario crear un apartado
en el manual que recoja esto
10. Añadiría protocolo de cuidado al profesional. Recoger un protocolo de
grabación, qué hacer ante eso, a día de hoy no se recoge nada en el
manual
11. Hay falta de protección de los técnicos. A la hora de hacer informes firman
electrónicamente con todos los datos, se debería cambiar
12. Lo que hay que hacer es dotarlo de actualidad
13. Habría que cambiar la nomenclatura porqueo coincide con la que
empleamos (por ejemplo, niños y niñas, adolescentes...). Hay que ir
revisando la estructura y cambiar: marco jurídico, modelos teóricos,
pe files, fu io es p ofesio ales…
14. Propongo incluir en el protocolo un calendario de revisión del manual
15. Igual es necesaria alguna información para actualizar el uso del manual
16. Aunque hay que actualizarlo
17. Por eso es necesario reajustar el manual. Ya no solo hay que focalizarse
en el riesgo sino en la promoción de fortalezas
18. El cambio legislativo es necesario reflejarlo
19. La estructura y el contenido hay que mejorarlo para que sea más visual
20. Añadir cuestiones de nuevas tecnologías
21. También contenido relativo al apego, al trauma, competencias parentales
22. Los anexos sirven, pero deberían actualizarse
23. Quizás hay cuestiones que deben actualizarse de forma más frecuente
como los anexos
24. (Los objetivos) hay que orientarlos a la preservación más que hacia el
riesgo. Hacia la parentalidad positiva
25. (El manual) tiene que poner el énfasis en el maltrato
26. Falta actualización legislativa
27. Propone una visión más actual del manual
28. Los contenidos, pero deben de ser actualizados
29. Y consideran que a niveles de anexo hay que darle un vuelco
30. Hay que modificarlo prácticamente entero
31. Habría que actualizarlo
32. Tiene que hacerse mucho más exhaustivo. La normativa también debería
adaptarse a la actualidad
33. Es necesaria una actualización del protocolo para que sea más realista
34. Los instrumentos que utilizan habitualmente deberían estar más
actualizados
35. La declaración de la situación de riesgo es seguir trabajando con el menor
en el medio y habría que modificarlo en el manual
36. Quizás ha ía ue edefi i el o epto de o t ol , po p ote ió
37. Se deberían utilizar palabras clave, relacionadas con la infancia a todos los
niveles: pa e talidad positi a , í ulo de apego
38. El marco teórico se podría ampliar y actualizar, hay que actualizar
normativas e informes y legislación

285
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

39. No se adapta ahora a la realidad, hay que actualizar conceptos, perfiles de


familias, programas, situacio es de iesgo, ….
40. Actualizar legislación (al nuevo decreto...), los tiempos de intervención, si
existen criterios de voluntariedad por parte de la familia
41. Actualización de los tiempos, de las normativas de reunificación
42. Que actualice legislación
43. Que se incorporen normativas y que estén consensuadas para que no
genere discrepancias
44. Incluir parentalidad positiva, está bien sistémica pero que se incluyan
otros modelos de tratamiento...
45. Que tenga un fundamento teórico actualizado, incluyendo aspectos de:
parentalidad positiva, alianza terapéutica, tipos de familias, ...
46. Que incluyera los nuevos modelos y las actualizaciones de normativas o
leyes y conceptuales, que estuvieran previstos modelos a fiscalía, que se
o eta a a tualiza a los iesgos, …
47. Dejar parte teórica pero actualizada, actualizar las partes de
funcionamiento
48. Marco legal actual
49. Debería afinarse más
50. Que sepas que cuando recurres a él está actualizado
51. Que sea actualizable
52. Que se vaya nutriendo
53. Deberían meterse más estudios y más estadística. Indicar por qué se da
este consejo. Que me digan la referencia por si quieres investigar más.
Que se dé el porqué de cada cosa
54. Si tenemos un manual tenemos que poner indicadores de parentalidad
positiva, de cómo hemos mejorado la situación traumática de muchas
cosas que deben estar
55. Muchas cosas. Lenguaje inclusivo
56. Habría que añadir los criterios de riesgo, todo lo que va de legislación, el
lenguaje
57. Actualizar la teoría, la práctica basada en la evidencia
5. Proceso de actualización del manual
Características del procedimiento para una adecuada actualización del manual
5.1. Proceso 1. La única forma es que cuando esté el nuevo manual, todos lo revisemos y
colaborativo trabajemos, y que todos se formen en el nuevo manual
Participación de los y 2. Que haya un equipo que este pendiente de esas actualizaciones
las profesionales de 3. Es muy importante la continuidad del proceso. Grupos de trabajo online
ETF que están ue se eú a o pe iodi idad … Ha ue se ágiles
implicados en las 4. Habría que contar con la opinión de los profesionales de primera línea
intervenciones para decidir el tiempo de intervención
5. Participación de los profesionales en la actualización (todos, 12 personas)
6. Ahora hay mucha experiencia y se sabe de lo que se está hablando. Es
importante contar con quienes están trabajando
7. Mediante encuentros, reuniones de trabajo, comisiones
8. Da os u tie po pa a e isa lo… Yo e p opo go elee lo
9. Necesitamos gente del fango, gente que objetive y gente que aporte
investigación
10. Yo ez la ía p o i ias…

286
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

11. Cree que el procedimiento que estamos haciendo es el mejor. Consulta a


los profesionales
12. Defiende las comisiones técnicas del manual como base de actuación. No
puede ser que cada uno tenga unos criterios e imponga un sistema de
actuación diferente
13. Comisiones técnicas, se necesitan revisar. Se necesita una comisión de
trabajo de gente que está en el día a día en el ETF. Un grupo de discusión
de los profesionales de los ETF. Poner en conocimiento de todos los
trabajos de campo, discusión de casos, etcétera para mantener vivo el
manual y dotarlo de significado tangible. Dar la voz a los profesionales
para unificar criterios de actuación y evitar la subjetividad en la
perspectiva
14. Propone a los y las compañeros/as la participación en la plataforma donde
hay una voz importante de profesionales
15. Documento vivo, útil, manejable y de participación activa. Grupos de
discusión y reflexión
16. Convertirse en sistema y dejar de actuar por individualidades o provincias
17. Que estos grupos de discusión abarcasen la opinión de más compañeros
18. Tiene que indicar el propio manual una comisión de revisión y
actualización continua y un espacio de sugerencias para que los
profesionales puedan enviar recomendaciones y la comisión sean los
receptores
19. Exigirá participación por parte de los profesionales
20. Tienen que estar profesionales de a pie
21. Que en los equipos de cambio haya técnicos y profesionales de pie de calle
22. Que hubiera un foro abierto en el que los diferentes profesionales fuesen
aportando cosas, ideas, formatos
23. Exigirá participación por parte de los profesionales
24. Debe tener mucho peso las personas que saben. Nosotros tenemos que
participar porque sabemos lo que ocurre en el día a día
25. Si participamos todos pues mejor
26. Que haya un equipo que este pendiente de esas actualizaciones
27. Revisaría cada uno de los apartados. Cada grupo de trabajo que revise un
apartado
28. Personas que aborden esta tarea. Que pudiesen aportar en algún lugar
(foros internet) los profesionales los cambios que les gustaría hacer. Y
también proponen una vista provisional de lo que se está haciendo
29. Para los profesionales sería importante participar a largo plazo en la
realización del manual
5.2. Inclusión de 1. Incluir en el proceso de cambio del manual a otros servicios.
otros agentes Especialmente a los comunitarios porque ayudan a tener otras
Contribución de otros perspectivas
agentes y 2. La coordinación con los otros niveles es esencial. Si no tenemos apoyo de
cooperación con comunitarios por muy bien que esté el manual no va a funcionar
otros niveles 3. Verbalmente te cuentan todo en el sistema educativo, pero por escrito
nada. En salud más colaboración, se lo han currado mucho la colaboración
con los psiquiatras
4. ¿Qué hacemos con SPM? Señala que es importante incluirlos porque la
coordinación es muy difícil

287
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

5. Sería bueno tener en cuenta a otras instituciones. Por ejemplo, fiscalía,


juzgado para que ayuden a reformular funciones en función de las
cuestiones que suelen requerir de los ETF
6. Además, la modificación estaría validada por personas con mucha
experiencia
7. Apoya sobre la reforma del manual con las compañeras de protección ya
que hay partes de tratamiento y desarrollo conjuntas
8. Vuelve a proponer la redacción conjunta de planes de actuación
referentes al SPM
9. Plantea también que hay más plataformas (Junta de Andalucía) que están
ha ie do este is o tipo de estudios Való a e, fi ha de i a ió … ue
deberán confluir en algún momento todos estos estudios
10. Algún grupo técnico especializado de cada provincia tiene que recoger
todos los años las propuestas de mejora para actualizarlas y quitar las
desfasadas.
11. Es necesario cuando se elabore el manual que cuente con el resto de las
administraciones, para que no se enmarque solo en el ámbito de los ETF.
Es necesaria la implicación de toda la red
12. Que se consensue con la red (poli ía, justi ia, edu a ió salud…
13. Pero que también haya técnicos y profesionales externos (como
investigadores) que pueden ver las cosas con más perspectiva... Que sea
flexible
14. Que en los equipos de cambio haya más que políticos
15. Que permitirá revisión por expertos externos
16. Se necesitan unas supervisoras que sepan, que te aporte seguridad
17. El manual debe hacerse con gente especializada, con nosotros y con gente
de la universidad
6. Beneficios de la revisión del manual
Impacto positivo de la actualización del manual en el programa
6.1. Mejora del 1. Sí (12 personas)
manual 2. Sería una ayuda
Impacto positivo en 3. Daría regulación y consistencia. Homogeneización
la calidad de los 4. Permitiría cohesionar y recoger mejoras
contenidos del 5. A nivel de técnicos, saldrá algo que mejore lo que hay actualmente
manual 6. Que el manual se vaya actualizando a los cambios
7. Va a permitir una evaluación continua, una actualización, va a enriquecer
el p og a a, a a agiliza le a a ha e llega ás a los oo di ado es…
8. Va a enriquecer el programa, va a agilizar y le va a hacer llegar más a los
coordinadores
9. Que facilite su aplicación
10. Más operativo, que no dará motivos de confusión y de consensuar
criterios
11. Ajuste a la realidad
12. Algo mejorara el manual
13. Que sirva para crear una base más rea
14. Yo lo utilizaría más, voy a cogerlo porque me hace falta
15. Si recoge todo al final va a determinar la toma de decisiones, va a ir más
a tiro hecho. Y puedas actuar porque no das palo de ciegos

288
Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

6.2. Mejora del 1. Pone en valor el programa


programa 2. Legitima el programa. El programa ya no es piloto, es una pieza
Impacto positivo en fundamental de la intervención con familias
las implicaciones 3. Que reduzca tareas administrativas, y reduzca tiempos de intervención, y
prácticas del mejore el trabajo en red y la supervisión
programa y su 4. Menores niveles de estrés a los profesionales, que se mejoren los cupos,
continuidad trabajo de mayor calidad... que haya más tiempo para el tratamiento y no
a tareas administrativas
5. A largo plazo una mejora en la intervención y una flexibilidad
6. Beneficios: puede dar coherencia, fomentar el trabajo en red y la
eati idad, edu i la u o a ia, ejo a los upos… Puede a uda si
es dinámico a ajustarse a la realidad
7. Y sobre todo no perder el tiempo
8. Así las familias ven la utilidad. Todas nuestras familias son crónicas, todos
vienen de una historia larga y es importante apórtales algo
9. Mejorar mi trabajo
6.3. Posibilidad de 1. Si se hace una valoración continua del manual no tiene por qué estancarse
actualización 2. Un manual podría dar lugar a actualización continua
continua del manual 3. Que permitiría una actualización continua del manual. Disponer de una
Estudio sistemático fuente de información y actualización continua
del manual y 4. Que el manual se vaya actualizando a los cambios...
adaptación eficaz del 5. Va a permitir una evaluación continua, una actualización
mismo a las 6. Es importante también que esté protocolizado la actualización del manual
necesidades de manera periódica
emergentes 7. Que sea algo vivo
8. El manual puede actualizarse cada año
9. No esperar tanto tiempo para hacer actualizaciones y mejoras
7. Efectos negativos de la modificación del manual
Consecuencias no deseadas de la revisión del manual
7.1. Control externo 1. Mie t as ás p oto olos, ás supe isió … a todos os da iedo la
Supervisión excesiva supervisión y el control
y rígida y baja
probabilidad de
aportación por parte
de los y las
profesionales
7.2. Coordinación con 1. Destacan los mayores problemas de coordinación con el sistema
otros niveles educativo (lo dicen por teléfono, pero luego no lo ponen por escrito).
Dificultades de Alguien informa que las sinergias son mayores en los pequeños
entendimiento con municipios. También hay problemas de coordinación con Salud,
otros agentes especialmente con Salud Mental. Ha costado años poder reunirnos con
los psiquiatras de las USMIJ
7.3. Proceso sin final 1. Mi fantasía temida es que no se acabe el proceso. La idea es que se
Preocupación porque termine
el proceso de 2. Como posibles peligros es que no se actualice y que no se llegue a
actualización se compartir
alargue en el tiempo
7.4. Uso del manual 1. Puede ser negativa la utilización política que se haga del manual
con fines políticos

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Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores

Disconformidad con
la utilización del
manual por terceros
o con motivos no
relacionados con el
objetivo principal
7.5. Deterioro del 1. Que no permita la creatividad
manual
Inseguridad sobre
que el proceso de
actualización del
manual vaya en
detrimento del
mismo
7.6. Resistencias de 1. Que puedan existir algunas resistencias
los profesionales 2. Resistencia al cambio por parte de los profesionales para adaptarse
Incertidumbre sobre
los propios
obstáculos que
pueden añadir los y
las profesionales
7.7. Sin efectos 1. No creen que estas modificaciones perjudicasen al programa
negativos 2. No ve ningún efecto negativo
Ausencia de
consecuencias
negativas en el
proceso de
modificación del
manual

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