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1931) ha ensehado Ne conterpordnea en las Valencia | Auténoma de 1 na, de la que es nOMIGH, Entre sus obras monarqule absoluta 184 la ad Antiguo Régimen | dabpuds del fin de la his- ante e! escejo (Critica, pasado y proyecto nuevos instrumentos universitarios Introduccion al estudio de la historia Josep Fontana SP CRITICA Barcelona INDICE Presentacisn 1, El escenario de la historia LA, Las bases fisicas de la vida 1.2. La maquina planetaria: vientos y co 13. Ei mary el hombre 14. El clima y la historia, 1.5. El-clima y el futuro de la humanidad 18. Historia y ecologia 7, Los mapas y el descubrimiento del mundo Lecturas recomendadas 2.) El ntimero de los hombres: vida, subsistencia y muerte de los seres humanos 2.1. El niimero de los hombres 22. Nacimiento y fertilidad 23. Matrimonio y familia 24, Lamuere “ordinaria’ 28. La muerte extraordinaria 2.6. Ladindmica de la poblacién 27. La poblacién, problema actual Complemento: ¢Cémo se calcula una tasad 3.) Las formas de subsistencia: I. La agricultura 3.1. Laagricultura en la historia humana 3.2. Elorigen de la agricultura Midas, sin a autorizncinescrta de loy anciones extableidas em las eyes fy de enta obra por qualquier medio g 41a reprogralia yelteatamionta de ajemplares de ella mediante alguiler Biosce Baretlons tl Able, 06030 Haruslune “todo Io quie itera ¥el ayuntamiento, bancos, at This is che city and Lam one of the citizens Whatever interests the rest interests me, polities, wars, n newspapers, schools, The mayor and councils, banks, tariffs, steamships, fact stocks, stores, real estate and personal estate Esta es la ciudad y yo soy uno de los ciudadanos, fos Otros the inter _Suerras, mercados, diarios, FFAE poh escuelas, el alcalde ranceles, barcos, fabricas, almacenes, bienes muebles e inmucbles. Watt Warrsiay, «Song of my. THRO BU LA HisToR 1S, La persecuci6n de la brujeria 116. La invencién de la cortesia 117, La perdida de [a autonomfa cultural 11,8, Cultura popular, cultura de masas Lacturas recomendadas Unax palabras, finales thdice alfabstico 291 293 293 296 298 301 307 | | PRESENTACION Este libro no es un manual de historia en el sentido habitual, Di fiere de los manuales en més de un aspecto. Por un lado, no trata de hacer una sintesis de la historia del mundo, o de Europa 0 de Espana, que resuma los acontecimientos més importantes orde nados cronolégicamente, desde la prehistoria hasta nuestros dias Los temas que se examinan no estan ordenados del mis antiguo al més moderno, sino, de algiin modo, del més seacillo al mas complejo Tampoco eae dentro de alguna de las divistones habitus gue Uevan a que se clasifique Ia historia como politica, econdmica, cultural o de cualquier otro tips. No perteneve a ninguna de estas especializaciones. Entre los temas que se tratan en él los hay que son predominantemente politics, otros que se podrfan definit como econdmicos o que se refieren al mundo de la cultura consi derado en un sentido muy amplio. Y hay temas de lo que ahora se llama historia ecolégica o de historia demogréfica, De hecho, lo més normal es que dentro de cualquiera de estos temas se mez clen aspectos politicos, econémicos, sociales y cultarales El riterio tematico que se ha adoptado para confeccionar este libro ha sido el de escoger algunos de los grandes problemas, que afectan a los hombres y las mujeres que viven en sociedad, que son el sujeto de que se ocupa la historia. Problemas del pasado y del presente, y previsiblemente de un futuro al menos inmediato, que se consideran agué en una perspectiva temporal, evolutive ue es la propia de a historia Se abordard, por tanto, cualquiers de estas grandes cuestiones de una forma giabal j se ailizara en su evolucién, no para hacer un estudio completo de ella, desde los origenes hasta hoy, sino para mostrar de qué moda el andlisis his térleo puede ayudamos a entender los problemas humanos fur damentales. 33. Lanueva agricultura medieval La «primera» revolucién agricola moderna La «segunda revoluciéne: la aparicién de una agricultura comerciatizada 36 El fracaso del «capitalismo agrariow 37. Laagricultura y el futuro de Ja humanidad. Lecturas recomendadas Las formas de subsistencia: Il. Tréficos y mercados 41. Comercio y navegacién en los tiempos antiguos 42. La construccién de un mercado europeo 43. Asia y Africa en el comercio intercontinental 44. La construccién de un mercado mundial 43. La formacién de los mereados nacionales 46. La reorientacién del comercio mundial Lecturas recomendadas Las formas de subsistencia: III. Industria y desarrollo 3.1, El crecimiento econémico en el pasado 5.2. La industria antes de la industrializacion 33. La revolucién industrial. : 54. La expansign de la industrializacién moderna 553. Industrializacién y desarrollo Leciuras recomendadas Las formas de organizacién colectiva: I. La sociedad 6.1. Sexo, género y familia: la historia de la mujer 62. Raza yesclavitud 6.3. Castas, estamentos y clases Lecturas recomendadas Las formas de organizacign colectiva: I. Estado y nacién TAL. Origenes del estado La formacion del estado moderno La nacién Bl estado-nacion Imperios y colonias Apogeo y crisis del estado Meomendadas | 97 100 103 106 no 12 3 14 17 123 129 133 136 140 143 144 148, 152 158 161 165 167 167 174 183 190 193 193 198 203, 206 aut 214 215 10, a Los fundamentos de la politica: violencia y poder 8.1. El origen de la guerra 8.2. La guerra de los caballeros 8.3. La “revolucién militar 8.4. Las guetras nacionales y mundiales 8.5. Las cuentas de la guerra 8.6, Lacriminalizacién de la sociedad 8.7, Elssistema penal del Antiguo Ré 88. La pena de muerte 89. “Clases peligrosas» y policia 8.10. Las nuevas formas de la represién Lecturas recomendadas Las ideas: I. Creencias y religiones 9.1. Las grandes religiones de Oriente 9.2. Las religiones de la antig 9.3. Las religiones de la salvacién 9.4. Elcristianismo 9.5. Reformas y disidencias 9.6. Elislam Lecturas recomeridadas edad clisica Las ideas: II, Cultura, civilizacién y ciencia 10.1. La transmisién de la cultura: la escritura y el libro 10.2. La evolucién de ta ciencia, 10.3. Elnacimiento de la ciencia moderna, 10.4. Pensamiento critico e Tustracién 10.5. Ascenso y crisis de la nueva ciencia. 10.6. Las artes y el mundo moderno 10.7. El romanticismo A 10.8. El arte de vanguardia del siglo xx Lecturas recomendadas Las ideas: UII. Cultura popular, cultura alterna- tiva ; 11.1, Cultura popular y cultura cortesana 11.2, La funcién de la cultura popular medieval 113. Tradicién popular y literatura culta 11.4. Elcombate contra la cultura popular. 217 217 218 219 223 226 29 231 233 235 236 239 240 243, 244 246 250 259 261 263 265 267 270 21 273 277 282 285, 286 287 239 290 writen em Se podria decir que més que una introduscién ala historia o al método histérico, entendido como el que ensefia as de tra. bajo de los historiadores, éste es un libro que qui Practica de lo que Pierre Vilar llama «pensar histér ropésito es ayudar a combatir los t6picos y prejuicios histGricos ue obstaculizan la comprensién del mundo en que vivimos: est ‘mular a pensar Ia historia y el mundo, personalmente, critien 1 Et escenario de Ia historia es el escenario de la actividad humana ol medio fisico en que se desarrolia la vida de los hombres y ag Imujeres, Su estudio entrata un doble enfoque: el de las relaciones del hombre con el medio que le rodea y el dela localizacion de a actitidadss. Antes los historiadores sco acostumbraban a ocuper, de lo que se refiere a la distribucién en el espacio: dela ageo irafia historieas. En los iltimos aiios, sin embargo, han aprerd doa el medio natural. quejerodeacsses vy 11. LAS BASES FISICAS DE LA VIDA El punto de partida del estudio de la retacion del hombre con el ‘medio es la consideracién de la dinémica de la vida, Tods la enec, is utiizada por los seres vivos procede en iltima instancle del 30) Come se Puede ver en el grfico (Figura 1.1) la mayor parte ds la enengia que nuestro planeta recibe por la radiacién solee ra, {oma refleiada al espacio en forma de luz 0 de calor. Una parte de sats eneraia calienta la tierra y los mares, y es absorbiday trang sormada por las plantas; otra parte es retenida en la atmdsica poy be bresencia de nubes y, sobre todo, de gases que la absorbon como el didxido de carbono, Podemos ver. en la figura 1.2, cémo se produce el aprovecha. roporcién; pero las plantas absorben una parte ‘ln misma por medio de la fotesintesis (un proceso por el use] He lmportancia de a relacion cambiante del hombre con ELA HisToRr: LL. Balance de os ke de eer sare a bya sapere fechas st ola: gases. radian it ryads, calor (de Duplenss Mevporl sabre plane cert. 1993) agua tomada del suelo por las raices y el didxido de carbono pre Is. sn.el aire se transforman en un azscar-y-oxigeno, gracies a |a energia solar captada por la clorofila). Las plantas forman brimer nivel trfico, que se denomina de los autotrolos porque se alimentan por ellas mismas sin tener que consumit lo que produ. cen los otros niveles del ecosistema, que denominamos heterdtro, fos porque dependen en iltima instancia de las plantas para al mentarse, De acuerdo con la segunda ley de la termodindmica, en cada’ paso que se hace de un nivel t6fico a otro una parte de la energla se degrada en forma de calor que se irradia al espacio y que el eco. sistema pierde: es lo que se denomina «respiraciéns, La pérdide de las plantas, del primer nivel tofico, esta representada en el gra fico (Fgura 1.2) por Ry, De la energfa recibida en una superficie cubierta de vegetacién solo una parte muy pequena —alrededor de un 2 por ciento del total— es utilizada por las plantas en la fo. tosintesis; pero es de esta pequena parte de la que depende prec! santente toda la cadena de la vida El segundo nivel trofico, el de los animales herbivoros (que se atimentan exclusivamente de plancas), recibe sélo la pequeiia can ‘dad de energia sintetizada por los vegetales. En el paso del pri, 14 4 EB | . bidranitier a q ‘mer al segundo nivel, como en et del segundo al tercero (el de los animales carnivoros que se nutren de animales herbivores) jel del kercero al cuanto (el de los animales carnivores que se matron de orros carivoros), hay pérdidas como consecuencia de la encrsta gue los animales consumen para buscar alimento (los herbivore desplazindose para pastar, los carnivoros, para cazar) si son de sangre caliente, para mantener la temperatura del cuerpo, ‘Tenemos, pues, unas pérdidas sucesivas por «respitaciins, 0 8 por radiacién de calor, ademas de la que representan aquellos partes de los seres vivos que no son asimiladas por los que los de eran, sino que quedan como detritus que son utllzades por anes Sxsanismos especializadas, los descomponedores, que tienen ena importancia esencial porque devuelven al ciclo dea vide wea ne re de sustancias minerales que de otro modo se perderinn Fs ficil darse cuenta de que cada piso en ascenso, cada nivel tesfico, ene una posibilidad de mantenimiento de le biomes FigtFa' 2.” De Jean Poul Ook ta munrons han comprobad animalee que se ex entoe armas no inet» jo au yan algunos soho areas de tens uh earnvora que haba co- necesario para la supervivencia humana, Se ha calculado q si no hubiera efecto invernadero, la temperatura media del pla, neta serfa 33 grados centigrados mds baja (ahora es de «13 yen. tonces serfa de —18), lo cual haria la vida pricticamente impo. sible. El problema consiste en saber qué puede ocurvi si al aumen. tar la concentracién de CO,, la temperatura sube todavia mas, De hecho, en épocas anteriores de Ia historia de la Tierra ha habido 4s CO; —lo demuestra el aire guardado en las burbujas de los hielos polares— y sabemos que habla una temperatura mas cali. dia. Peto ocurre que hoy este aumento se produce como conse. uencia de la accién humana y que su efecto es acumulative » ra pido. Qué puede suceder? Hay una previsién terrorista: ln +. -aAStPSrauura ird aumentando, se-fundirén loe-hietos-polires:el mememmrenet ete mar subird y nos inundard a todos. El efecto final, sein estas ver wee nee signes, seria la subida de 80m en-eb nivel det mat Peto Tm meccec cima etna an tae aes Tiesutweomane ceo sisclimatica ce rare port menos que la bioguimica ta tai com To St" Tas catastotes puntuales, nee meee recuperan en Hay: un erg, una ercunstnsia pra ogra Wh invert. Pareee babe unico hemos, esta évoluctin demuestra que Ia eapaidad del hombre fara adaparse es extaordiari,tncluso sosedades de tong, fis muy peimitiva han actuado con mucha halidsd pss eon, fr os eamblos que se productan deforma gradval, en un os Tide largo de tempo, de manera que poses ferns O musta capacidad de adapiacion no serd menor ours ree tno pate de una clizaciontntensata'y depredadong te rts en satura ero a ext refleién, derivada dela experiencia histéic, nos posts iranqllzac hay eta mids Inquletante blanteede nor Tot Senuficr naturales que, en bs Clos aoe’ roe ere sens tna imagen dela evolucion de nuestro planets enue ie cars totes efamieastonen un papel macho mds lresuene y mie portante de lo ge habitualmentepensdbamen. El etal de no Mhctacionesclimdicas en el pasado muestra que estamos pou blementeen un periodointergaciar que puede seabar cone tar ta otras veces, con el rtormo de na aucrs glaciation, ba caps cilida que estamos vviendo desde hace unos dex mil ofos nee puede que no sea snormals, sino resltar abtolutenene ees Sonal Un eenifico noreamertano ha subrayado que el dere role dela cvlizaion humana coineide con esos pons res de **ahos de clima estable y-benigno:"sDebemos toda la cultira Nuns naa un perfodo anormal de estabilidad climatica que nosotros to- ‘manos como normal. No sabeiios por qué lof altimos dos millo- nes de afios fueron tan inestables, 0 por qué los altimos milenios hhan sido tan estables. Sabemos que la civilizacién depende de la estabitidad elimatica. ¢Cudido —y cémo— se acabard este falso Sin mbar, no convene sbusar dl concepto de wcatastrofe naturals, que se utiliza con demasiada frecuencia para referirse a fendmenos que no tienen mucho que ver con la naturaleza, con el fin de esquivar las responsabilidades humanas y dar la culpa de todos los males al destino. Este es el caso del hambre del Africa subsahatiana, que depende menos del cambio climiti co que de la destruccin de una agricultura de subsistencia re emplazada por el tipa se cultivar que pedfan los mereados curo= eos. Que el hambre tenga una presencia cada vez masor en Fuestro mundo, y que haya hecho su aparicién incluso entre las apas pobres de los pafses mas ricos, es un fendmeno que dif silmente podemos explicar a partir de la naturaleza, a no ser qué hagamos referencia a lo que llamamos, de forma bastante ine. ‘acta, la enaturaleza humana», + Joh Stews, Rom Reading. lie Books. 1 HL KICENARIO DE La HistoRiA "6. HISTORIA Y EcoLoGta land o el Sur de Australia son de origen europeo. En Pet pam ss com el trébol lo insadiecon todo y ayudaron a prepeese tin crane aa ls sustiucisn completa de a vegetaciga tls de olay furopeo estaba mejor adapiada para resistir el pastorce Wane srandes rebafos). En la Pampa argentina solo a cuasia eon de lus plantas que crécen espontineamente son nativas, Lin pales betas fueron un elemento esencial del imperialismo ccolosicn guropeo (no hubo, en cambio, los mismos efectos de verona bre una Europa gue se apropié de las nuevas plantas eulivadan, i Cuando decimos que los europeos acomodaron el ccosierng de otros continentes a sus necesidades, lo acostuimbramos «he liacion v el exterminio de los indios norteamericanos), Anan do no fue ast. En lugares como Ménico Pen los sistemas agra, eso, Conocemos, por ejemplo, e le del Mezquital, al morte dela actual Cludad de México. Esta zona tenia en tiempos jedigenas una agricultura intensiva irigada,riea y compleja, gue | les otomis habfan desarrollado durante cuatro siglos ae neue i cid del territorio y que mantenia una poblacign th “Aumerpsa,, {a introduecién de las ovejas por parte de los espancles: pore ~"thaeifn para forzar el aumento de los rebanos (por elempl, qua, tnando los bosques para disponer de mds pastos) lo cemhne {odo. A Fines del siglo XVI un 60 por ciento de las tierras eon’ pan dedicadas a pasios y el retroceso de la produccion asriais habia hecho disminuir catastrdficamente la poblacion: clay tado no fue erear un nuevo paisaje ala europea (era mis sean Peow, en el sentido de avanzado, el de antes), sino un terriers nase, Gesirto que producta mucho menos que en los tiempos anteriores a la conquista Faas allo debe servirle al historiador para entender que la re {cin del hombre con la naturaleza es muy complela. No pode Beanas anteriores a ta conquista eapanola, rrauatta combinada de los pisos ecoldgieas de lex Ans or los, upblos peruanos, la forma en que los indigeses cane Amazonia hablan aprendido a exploar el bosque con mace conservacio- nistas ola agricultura de los mayss, J secion del hombre sobre el medio es muy compleja, pero no Pies Geese que los europeos hayan procedile coh sensatez en J ovceren®: Cuando se habla de los «intereambions one Europa ¥l0s continents, oF ejemplo, nos solemos limitar dela Ruev8s eras sas que llegaban fur meat soe alls eas introduccion de especies stiles, puesto ances elas tambien jaron Plagas, malas hirbas y regalos de tas cae valor como bats 0 como algunos animales domésticos yen ee volvieron sal- AL sch co eC HN la ssopaos, como Marco Fel jm de Ruysbroeck (aunque hava dul sobre eva del primero, fl parecer nines estuvo ea Chita. trabes como Ton Kaldor 0 sobre fon Buta ue describe China Ts 1 al Impeio sean de Mal Ls rug dy enemies tar Alpe Por st: elados det si TaN eypcioshababes en dee ere un mands ss ee Havel oped neceder por usa waa que W hla om in Air, ‘PAlender muchos episodios de ascenso y de decaden pueblos en lt historia, si dejésemos de tomar en cus Hones tan esenciales como las que se rfieren ala relacion gogledades con su entorno. 1,7. LOS MAPAS Y EL DESCUBRIMIENTO DEL MUNDO Una vistén estrictamente eurocéntrica de Ia historia hace que a menudo se hable del «descubrimientos de tierras y continentes, por parte de los europens, en un proceso que se desarrolla en tres ‘grandes etapas. La primera tuvo lugar en la baja edad media yes Ta que llev6 a los viajeros del viejo continente a conocer el con: junto de tierras que van desde el Atlantico hasta China y desde Es- ‘candinavia hasta el norte de Africa.” La segunda se inicié con la Negada de los espafioles a América en 1492 y tuvo este continente como objeto esencial, Y Ia tercera se desarrolld desde mediados del siglo xvi a mediados del siglo xux, cuando se completé el mapa de Oceania, se conocié el interior de Africa y se descubrié Ja Antértida, acabando con las grandes mitos del paso del noroes- te 0 de la gran tierra austral."* Pero nuestras ideas sobre esta Sustion sorry SaaS CoE memoramos los quinientos afios de la llegada de Vasco de Gama ala India como un gran acontecimniento de la historia dé los «des cubrimientoss, Pero el Indico era navegado desde hacia milenios por muchos pueblos, de forma que no habia en él nada por des: cubrir. Los portugueses pudieron llegar ala India gracias a la ay da de pilotos musulmanes que conocian aquellas aguas y se hicie ron entender en Calcuta porgue encontraron a un nativo del norte de Africa que hablaba castellano, Consideremos, para poner otro ejemplo, al caso del Pacffico, adescublertas por Vasco Niiiez de Balboa el 25 de septiembre de 1513 (un escribano vedacté inmediatamente la oportuna acta de toma de posesisn del mar en nombre del rey de Castilla) ¥ ev plorado sistemiticamente en el siglo xa, Hubo muchas explo. Taciones europeas @ lo largo ‘de tres siglos, pero todas lus islas a que llegaban los europeos estaban pobladas —o lo habian estado con anterioridad, antes de que se agotaran sus recursos— por hombres que las habian descubierto mucho antes. La pt aleada de,pobladores del Pacifico, procedente del SE asiatico, egé hace unos, 50.000 aflos. Hubo todavia una segunda, hace unos 3,500 afios, que ocups buena parte del espacio Insular ha- bitable, y otras posterior: espacio (figuea [.12). En Oceania, Lo mismo podria decirse del wdescubrimienton de Africa por los exploradores de fines del siglo xvit de la primera mitad del xs, desde Mungo Park a Livingstone. El engima del curso del Ni ger, que apasionaba a los gedgrafos europeos (habia quienes pen’ saban que se extingufa en un gran pantano en el ceniro del de: cabaron de explorar Ia totalidad del 3 no quedaba nada por deseubrit en sierto y otros que suponfan que era un brazo del Nilo, 0 incluso del Congo) se desvelé en 1824, cuando el comandante Denham, ded tama) afaanin ‘sa tonne 1. e he Pectien Microneia Melanesia Patines Ono teupsciin de ai Pacic (det. Les Stores y fos The fd geotripyof fins Pncton Ps) be, cruzado el Sahara desde Tripoli, egé a Sokoto, euyo soberano, Muharnmadu Bello, le dibujé en la arena un mapa del ccurso real del ri, Hay, en cambio, un descubrimiento interior del mundo europeo ue no se produce en extensién sino en alttud: es lo que podria ‘mos llamar el descubrimiento de la montafa, La civilizacién ur. bbana europea ha vivido alejada por completo de la montana hi elsiglo xvtu: la consideraba un espacio salvaje y hostilv, en conse ‘uencia, la ignoraba; no subia a ella, La primera ascension all Mont Blane es de 1787 ya principios del siglo xix las montafas del ‘mundo eran tan poco conocidas que se pensaba que el Chimbora- 20, el volean de Ecuador de 6.272 m de altura, era la cima mas alta del mundo. Y todavia hay’otro cambio en la percepcién del espar io que esté relacionado con la velocidad del transporte, que no LOS MAPAS 1 HY OM sélo modifica sus dimensiones en términos de nuestros ritmos vi tales, sino también las relaciones entre los mismos hombres. Tendemos a asociar el conocimiento del mundo con st repro dduccién en mapas; pero los mapas son mucho ms que descrip. ciones objetivas del espacio, Los mapas europeos anteriores al ¢ XIV se limitaban a la zona del mundo eercana al Mediterraneo yofrecfan una representacién teoldgica, con Jerusalén como cen. ‘eo del universo. La necesidad de mapas mas exactos esté asociada sobre todo Ja navegacién. Los indigenas de las islas Marshall, por ejemplo, construian unos rebbelib hechos con bastones que indicaban no s6lo las diversas islas, sino la configuracién de las masas de olas, {que les servian para orientarse entre unos islotes bajos,dificiles de ver desde sus embareaciones (figura 1.13) Desde 1300 se produjo en Europa una «revalucién geogratficas protagonizada por los «portulanoss, que representaban las costas e indicaban los accesos a los puertos y los escollos que podian sig. nificar un peligro. Los mapas eran utilizados entonces casi exch- sivamente por los navegantes, pero desde el siglo xvi se empeza. ron a difundir entre el publico, Este Fendmeno esté estrechamente 1 Muar par elo © we teane Bomba Broad Seeeet, Figura 118. En 1855 un mésico de Lunds, Joba Snow, fue representand los domiclos de los que mortan de ‘gue ge ndicaban tambien las Fucniee ‘qe sucinistraban agua = Ia poh Ta concantracin de punto ws fee road Set gy Gescubrié que estaba comtantala ft ‘una cles: permite uc ae ah Incerresen, con To cual ale epidemia. epoca wid os bleep dar ones polities. Es negra Qu indies Wa germénio gue ana) dan ona Wn wn 38 por santa dt pts 134 por cen de felaglonado con el interés suscitado por los descubrimientos de Herras nuevas, pero tambin con la consolidacidn de los ection, 40h la ambicién, por parte de los gobernanies, de llegar a contec lr afectivamente fos recursos del pais y los hombres sue vivian ag #4 alo cual contributa los scatasross* o mapas de ln proviodea + $e @ran un Instrumento indispensable para el reparto de cargas ¥ de Impuestos. + Deutsche aufdemlande . inden Stédten Seatvare Satan TINGE" seaote tte {anos Bevan soto (ret St ‘Sim "teoe fa 2 1S0te0 asst eos: 1ara7 (aero Mapas y planos han sido herramientas vitales (figura 1.14) para comprender el mundo, pero han servido también para final, dades politicas y propagandisticas, con la veataja de presentarse con un aire de falsa objetividad, de «descripeién eientificer, ec concliendo los intereses reales que sirven o los prejuicos que Ios inspiran. El uso de los mapas como elemento jusilicador de asp raciones de expansién territorial por parte de la geopolitica ale mana (Figura 1.15) es un ejemplo de las posibilidades de manips lacién que offece la representacién cartogrifica. Critenos ‘eopoliticos fueron usados también desde uno y otto bande des ante la «guerra fria» (y acabada ésta, los tedricos del «nueve or den mundial» pretenden reemplazarlos por otros que consagran la idea de aglobalizacions), Por lo que se refiere a los prejuicios, no es casual. que nuestras Tepresentaciones del mundo estén hechas de forma gue Europa ¢ ‘América del Norte aparezcan en la parte de arriba (lo cual ro es mas natural que situar Africa arriba y Europa abajo, como hiss drisi en su tiempo y como algunos gedgrafos australianos han he cho en el nuestro) (figura 1.16). Para quien quiere conocer no s6lo la historia sino las realids des sociales de su tiempo, el mapa es un instrumento esencial Pero ¢5 un instmimento que debe usarse ciivieamente, eviteray cometer anacronismos como el de transportar al pasado unos cx, tados y unas fronteras que entonces no existian (esforadndose, en cambio, en percibir el espacio como lo hactan los hombres de otros tiempos), y desenmascarando las formas en que una repre, Sentacién puede convertirse en vehiculo de prejuicios inconfesa. dos*, EL DESCUBRIMIENTO DEL MUNDO 41 Figura 1.16. Dos formas de vere! mundo: desde la Espana Ranguista desde Chicago Aunque las limiachones sistem ss y pleas dl dnewrs expt de movernos als humid, mo han ie Pore eonrano,debon peralome la necesidad de conser yvelovinat {os mapas reconoctenlo gue et fn que conesbimnos eh muni Iago cuestionee ideologies dew oranciae (MWkewisy KE Wha th of continent heii Press, 1997, p. 205), 42 HL esceNanto o€ La HistoRLA LECTURAS RECOMENDADAS Campbell. 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La Pigueta, 1603 ALGUNOS LIBROS MAS AVANZADOS (QUE CONVIENE CONOCER Atkins, Peter etal, People, land and time, Londres, Ar- rnold, 1998, Black, Jeremy. Maps and politics, Londees, Reaktion Books, 1997, Goutle, Andrew, The human impact on the naturale vironment, Oxford, Blackwell 1990! Joussaume. Sylvie, Climat,dhier a dematn, Pars, C.N. RS, 1993, LaRoncitre, M. de. y M. Molla, es portulans, Fribur 0, Office du Live, 1984 Lamb, H. H., Climate, history and she modern world, Londres, Methuen, 1982 Monmonier, Mark, How 20 lie with maps, Chicago, Uni. versity of Chicago Press, 1995 Tuatha, G., S.Dalby y P. Routledge, eds. The geopo ‘iis reader, Londres, Routledge, 1998, Rice, EAE, ed, The sea and history, Stud, Suton, 1996, ‘Simmons, 1 G., Environmental history. A concise intro- duction, Oxford, Blackwell, 1993, ‘Soares, Mario, ed, The Ocean, our future, Cambridge, Cambridge University Press, 1998, Thrower, Norman J. W., Maps and civilization. Canto ‘raphy in cultare and society, Chicago, University of Chicago Press, 1996, Wood, Denis, The power of maps, Londres, Routledge, 1993, WorsterD. ed, The ends of the Earth. Perspectives on ‘modem environmental history. Cambridge, Care bridge University Press, 1989, EL NUMERO DE LOS HOM 2 VIDA, SUBSISTENCIA Y MU! DE LOS SERES HUMANOS 2.1. ELNOMERO DE LOS HOMBRES {La poblacién humana del planeta no ha sido siempre la misma; ha ido creciendo, y lo sigue haciendo, a ritmos muy diversos, Por a gue sabemos, el ntimero de los hombres, expresado en millones hha evolucionado del siguiente modo desde hace unos doce mal tos, es decir, desde el ato 10.000 antes de nuestra era (oens ene tiana) hasta cerca del 2000 de esta era (esto es, haste los tempos ‘en que vivimos). Poblacién de planeta Atos Millones de habitantes Tasas de crecimiento 10.000 4 1 70 0.037 1200 400 007 1500 450 0039 1800 950 0.289 1998 5930 092 ee El crecimiento, como se puede ver, no es regular, tiene ritmos ‘mas rpidos y mas lentos: en los trescientos aos transcursides Shire cl 1200 y el 1500, la poblacién del mundo ereci6 poco mis de um 10 por ciento; en los trescientos que van de 1500 1800" sa 40] | \ val | , 1s tH Ea | | = au | 3 sapiens 2s | 3 Newndera | 5 é tee w 1 i A isl | 200000 ih § vof | é os mi fete apacin _ ato 19.000 antes de nuestra era 0 a "e000 wo wy aso ae Inultpieg por mis de dos, yen los 198 que hay desde 1800 1998, . se ha multplicado por sels (igura 2 trafnena esencilpara hacerlo: ane de Scien ne oe ALA bresa el porcentaje de crecimiento anual en el transcurso de any & SOMERS peodo Lact gue fiar en noe es i. ews 22. om We eleular una tsa de erecieien dica, por tanto, el Porcentaje anual de crecimiento de la poblacién 8 hombre mismo, con cnelpeiodo que a dedeiaincha anton han agains | LS Gemos en el mismo renglén: por ejemplo, entre el 10:000 antes de A hhace mas de un milli Cote.) fhe 1 de nuestra era, la poblacién ha erecido aun rit, | 2 sano por a tana mo del 0,037 por ciento; del afio 1 al 1200, lo ha hecho al ritmo | : fn Homo erectus (eon eae Qué signifcan estas cifras? a tasa del 0.037 por cento, que §{ _inglerste mayen, ew la poblacon dl pla: mide el crecimiento en el inicio del periodo agricola, la poblacion +L Aeon i] seat Sibi ine_fndateL050ans endanger ine aie mache ae de Nani est tim Paso os il hon cl tsa dl Oot ee a ze oc sun dope tt al 1998 se doblarta en setenta y cinco," ee as dblane F] numerade los hombres ha dependido sobre todo de su ca. Z| beet obe ¥istora dela humanided ve dvde habitus Coase ie ul pee en ero PENT Fe £ — JL NOMARO DE Los HOMBRES tn Muten sonore que, en un pe ut va de 40.000» 30000 aos tr green, Hon sapiens moder ionize una exposkn cultura, fe haber refed en uns sls nla general as apacisaes expe tt aabreconocmiento dea fat dere, engi y relaci sctl is Ritconaban scparadamente trasformacion habia tno un Mierminance el lense (Steven rgsigi dee ment, Barco en 198, tapas. La primera es aquella en que el hombre era un recolector- cazador, y duré desde sus origenes, muy probablemente en Africa hhace entre dos y cuatro millones de afos (es una fecha dificil de fijar, porque es dificil decir cuindo se pasé del hominido al hom. be) hasta hace unos dace mil aiios. La segunda etapa es la era de la agricultura, que slo ocupa los liltimos doce mil afios, es decir, una pequetia fraccién (de tres a seis milésimas) de la historia total del hombre, aunque en ella se desarrolle la historia entera de la civilizacién, No es que la primera época, la anterior a la eivilizaci6n, fuera de inmovilismo. Muy al contrario, ésta ha sido, precisamente, la etapa en que el hombre (Figura 2.2) se ha diferenciado del resto dé animales con el desarrollo del lenguaje, que estaria estrechamen- te asociado al de su inteligencia’, y con Ia adquisicién de una se- re de habilidades que constituyen la base de su cultura material: construye utensilios, aprende a eazar colectivamente con eficacia, utilizar las pieles de los animales para protegerse del frfo, a ha- cer un uso controlado del fuego y a gestionar y consecvar los re- cursos alimentarios. Esto le ha permitido, en un primer momen- to, adaptarse al enfriamiento del planeta, y mds adelante, ir mis alls de su habitat natural célido: ha podido desplazarse hacia el norte, ocupar Asia y Europa (donde algunos hominidos habrian Iegado muy temprano, ya que los restos de Atapuerca parecen da- tar de hace unos 780.000 afios), pasar a Austrafia (hace 50.000 afios), a América (hace entre 30.000 y 12,000 afos), y poblar el res- to de las islas de Oceania (figura 2.3), Hace unos 12.000 arios las condiciones climéticas empezaron a ‘cambiar: aument6 la temperatura, desaparecieron los puentes te- rrestres por los que se haba pasado de un continente a otro (0 de los continentes a las islas) a medida que el nivel del mar subfa; se cextinguieron algunos de los grandes animales que los hombres ca~ zaban, mientras aumentaba la cantidad de plantas que se podian utilizar para la alimentacidn. Los grupos humanos dispersos por el planeta tuvieron que adaptarse al medio natural que los rodea bay establecer pautas.culturales diversificadas que les permitie- ron sobrevivir en los habitats en que se habfan instalado. Bl primer paso para esta adaptacién tue el aprendizaje de pen- sar en una slimentacién diferida: de reservar o almacenar lo que ‘No se podia consumir de inmediato. Después vendria el proceso Conjunto de domesticacién de animales y plantas que permitiria, enriquecer, can uria seleccién artificial, Ia disponibilidad de ali- mentos del entorno, Es el camino que lleva a la invencién de la LOOP Fe tem hs val ‘AS \\ ik ae bwor y \ AAW Figura 2.3. Expansin el lasuperite del planeta agricultura (el arte de escoger Is especies vegetales iil sorecer su multiplicacion),y al desarrollo de la ganaderia, Con tos elementos de su entorno, las comunidades humanas han ido elaborando ese rasgo esencial de su cultura que es una dicta propia. La slimentacién humana es muy compleja ya que debe abastecernos de 45 nutrientes esenciales (aminodcidos, mi nerales y vitaminas), y ningin alimento aislado puede proporcio narlos todos. Casi todas las ditas tienen como base un cereal (un sano que se puede almacenar, como el trgo, el arroz, el maiz ul mijo). pero no hay ningin cereal que contenga los ocho amino . cidos que son esenciales para la vida humana, de manera qe , necesario asociatlos con otros alimentos que suplan su casi le eltrigo, el arroz yel mai, por ejemplo, son pobes eit Ih le tras que las lentejas, los guisantes o las judas pen pupal tals Cada grupo humanoexableido en unwed er INOO ha ido desarrollando una cultura de la allmentaclén que We peri te obtener de su entorno todo lo que nevenita para HY HbOIAORMLS tuna dieta que, através de un provean da adupiaulén gradual dela Propia flora intestinal, acaba crear paitan muy estables, Por ‘ste motivo, se entiende que evnmula low aurapenn ve han Ital vy de fa DE Los HomaRES. ddo en otros continentes no se han adaptado a la alimentacién de los natives, sino que han tenido que llevar sus alimentos bisicos, han tenido que reproducir su dieta en las nuevas tierras. Los es. pafoles, por ejemplo, introdujeron en América el trigo, el olivo, la Vid y Ias ovejas; mientras que los campesinos mexicanos, que en _ los cinco siglos transcurridos desde la conquista han cambiado su Tengua y su religidn, han mantenido hasta hoy lo esencial de sus viejas dietas alimentarias. Al final del largo ciclo en el que el hombre ha sido esencial mente un cazador-recolector, hace unos 12,000 afios —es decir, hacia el 10.000 a.C.— , habia en el planeta entre 4 y 10 millones de habitantes (esta ultima estimacidn es un méximo). Después de los primeros diez mil afios del ciclo agrario, a comienzos de la era cristiana, eran ya unos 170 millones (entre veinte y cuarenta veces mas de Tos que el planeta podia mantener mientras vivian como cazadores-recolectores). Hacia el siglo vi de nuestra era se pro- dujo el fin de un primer ciclo agricola, el momento en que la po: blacién de Eurasia parecia haber liegado a un méximo respecto de las posibilidades de los sistemas utilizados, y la crisis correspon. dlente coincidi6 con la gran epidemia de peste de los aiios 541+ 4, la llamada peste de Justiniano, que no solo afect6 2 Europa sino también a China, Se inicié entonces un ciclo medieval de expansién agraria que duraria hasta 1300 aproximadamente, cuando un nuevo agota- mmiento de las posibilidades se manifest6 con la terrible hambre de 1315-1322, que preparé el terreno para la epeste negra» que asol6 cekcontinente, Una tercera fase de expansién veria un momento de estancamiento (que coincidié con lo que se acostumbra a llamar In erisis general del siglo xvu y con la wpequefia era glacial»), se guido de una recuperacién que levaria a la poblacién hasta unos 950 millones en el afo 1800, un momento en que Malthus. de guiien hablaremas a continuacién, pensaba que se estaba llegando al méximo que podia nutrr el planeta, Desde entonces empezar: sin embargo, el crecimiento explosivo que lleva hasta un presente fen que estamos ya muy cerca de lo seis mil millones, y se ha mul- tiplicado por seis la poblacion de 1800. Las cifras globales de habitantes, no obstante, no bastan para entender esta evolucién. Podemos considerarlas como la medida del contenida de un depésito alimentado por un flujo de entrada, ‘que son los nasimientos, y vaciado por uno de salida, que son las defunciones. El nivel del depésito, es decir el volumen de la po- Dlacion, depende de estos flujos. Necesitamos, por tanto, conocer los para entender por qué el ntimero de hombres ha llegado a ser nds 0 menos elevado en diversos momentos de la histori, Estos lujas se miden con las tasas de natalidad, de mortalidad yy de crecimiento, que se caleulan asi + Tasa de natalidad bruta (Ny): Se obtiene multiplicando el nd- mero de nacimientos de un aio determinado (aquel para el cual Ia queremos calcular) por mil ¥ dividiendo el resultado por la poblacién total en aquel mismo afo (la cifra que obte rnemos nos da la tasa expresada en tantos por mil) + Tasa de mortalidad bruta (Dy): Se multiplica el niimero de defunciones del aflo que nos interesa por mil y se divide por Ia poblacién total en aquel mismo aft. + Tasa de crecimiento natural (Ny-Dy): Se obtiene restando de la tasa de natalidad la de mortalidad. Por ejemplo, Inglaterra tenia alrededor del afo 1750 una tasa de natalidad del 35,0 por mil y una tasa de mortalidad del 30 por mil. En consecuencia, su tasa de crecimiento natural era positiva y se cifraba en un cinco por mil Empezaremos examinando el flujo de entrada al caudal de la poblacisn; luego veremos el de salida y podremos considerar,fi- nalmente, el resultado de combinar los dos. 22, NACIMIENTO Y FERTILIDAD, En la época que se acostumbra a denominar del antiguo.régimen demogratico —es decir, en todo el tiempo anterior al gran creci- ‘miento de la poblacién dle los dos iltimos siglos— la natalidad era ‘muy elevada en todo el mundo, La tasa media era en Europa del orden de un 40 por mil: mas de tres veces Ia de la Europa actual y parecida a la que hoy tiene Africa. Esta natalidad tan elevada era ‘una respuesta a la alta mortalidad infantil que hacia que solo la mmitad de los nifios y nifias que nacian llegasen vivos a los quince anos de edad. En estas circunstancias era necesario traer al mun- do el doble de los hijos que se requerian para reemplazar los efec- tivos familiares. Un poema euskera, Perte Abarka, fija la formula {deal para la reproduccién de una familia carmpesina: «dos hijas y tres hijos son suficientes» Esta elevada natalidad no es, sin embargo, «naturals. Una na- talidad «natural» —es decir, la que se obtendrra si no hubiera nin- 0 BL NUMERO DE Los HoMaREs ou tana se practice hoy en alga chi, cho muy ialcato, a tsa de prensa del verano de 1786 be Tas eedidas que fs sutra gars vier gue tomar para ur ia mene de los resin aacdon pindnados bn ol Giri, 38, 8:10, se expica Ju tenia unio mayor casada con rar al cual mat Dios Como ers sox bre que oo hermano tviers los hi dade primogéniton, ese moc ie entonees adh 8 Onan, hijo mye ints con tu cud, a fn de ar ure ina tu hermano. Onin sien gue tuseelén no hola de ser sya [es ace lor Non sean eeconocidos come de hemana mero) aunque se acorabe alin deramaba’ en wera cl semen fugue no facies hijo co el nome stu heemano atin tipo de control— seria mucho mas elevada. Sabemos que al- guna forma de control de la natatad se ha practicado siempre y en todas partes. En el mundo primitivo las formas mas habituales de control eran el aborto ¥ el infanticidio, sobre todo por abando, no a la intemperie,* y en especial el de las nifia, que se practice ba habitualmente, y de forma legal, en la Roma clisica, EL mas universal de los anticonceptivos era el ecoitus interrup- ‘use, deserito en la Biblia como el pecado de Onin.** Pero no era el tinico. Muchos pueblos primitives conocian formas diversas de Preservativos masculinos y femeninos, y de espermaticidas. La ef. ccacia de estos métodos la demuestra ia baja natalidad de las es lavas africanas, que se negaban 2 tener unos hijos a los cuales es. peraba una vida dificil, ya que serian esclavos como sus madres, En la Roma antigua los métodos anticonceptivos eran bien co. nocidos, y si el cristianismo los prohibi6, excepto a las prostitutas, l resultado fue sumergir la préctica para que quedase fuera del alcance del castigo eclestistico. El aborto era mucho mas fre- ‘suente de lo que se piensa, y era visto como un medio de control que asumian las mujeres, Una contradiecidn obligaba ala iglesia —ya veremos por qué— 1 prescindir de uno de los mecanismos més elicaces de dissin: ccion natural de Ia natalidac: Ia factancia materna del nifio, que rovoca amenorrea (cese de la menstruaciGn) e impide que la ma dre quede embarazada de nuevo. Con la lactancia materna el re- tomo de la menstruacién y de la ovulacién pueden tardar diecio, cho meses (como ocurre en Bangla Desh o en Indonesia) 6 hasta ‘cuatro afos, como en un pueblo del oeste de Africa donde el nino es'amamantado hastaslos tres aflos de edad. El iinico método de limitacion de la natalidad plenamente au- torizado, e incluso recomendado, por la Iglesia era el mateimonio tardfo. Los casamientos a edad muy temprana eran cosa de la aristocracia (Julieta, la enamorada de Romeo, no tiene atin calor. ‘ce aos cuando sti madre se propone casarla). Las familias que no estaban tan bien dotadas econdmicamente esperaban més para hacerlo. El término medio para una mujer europea era casarse a los 25 aitos, lo que significa que tendria una vida fecunda de unos 15 afios (la edad media al nacimiento del ultimo hijo era de 40 aos) Un estudio sobre diversos pafses europeos muestra que el na cimiento del primer hijo tardaba en producirse de 12 a 16 meses {después a la boda; del primer al segundo hijo pasaban de 20 a 28 ‘meses (iinos dos aitos), del segundo al tereero el intervalo podia sumentar hasta los treinta meses y del pentiltimo al ltimo hijo s ‘avercaba a los cuatro ates, Esto significa que en una vida fen dda de quince afios, una mujer padia tener un maximo de seis hi jos. ¥ que lo mas normal debian ser cinco, de los cuales sobrevi vian dos o tres, lo que explica las bajas tasas de crecimiento de la poblacién europea entre 1500 y 1700-1750, a pesar de su elevaida natalidad Los grandes limitadores de la fertilidad en las sociedades eu- ropeas habrian sido el matrimonio tardio y una elevada propor: cién de gente que no llegaba a casarse; estos eran rasgos carac- teristicos de Europa que no se daban en otros lugares del mundo. Que las mujeres se casaran a una edad tardia y que por lo menos un diez por ciento de ellas quedasen solteras tenia ‘ome consecuencia reducir la fertilidad por lo menos a la mitad de lo que habrfa podida ser con un matrimonio generalizado y temprano, Este seria, en opinién de algunos, el gran secreto que cexplicaria la riqueza de Europa: el ahorro que le ha permitido ‘acumular Tos recursos y el capital que le han asegurade la pri ‘macfa mundial.* ‘Matrimonio tardio y celibato eran dos fenémenos relacionados ‘entre si, Si en las familias humildes el casamiento se retrasaba para asegurarse un minimo de seguridad econdmica, en las ricas ‘a boda de una hija podia tener lugar a edad muy temprana, pero se acostumbraba a compensar con el celibato de algunas de sus hhermanas, ya que dificilmente se las podria dotar a todas de acuerdo con su rango. Lo mas probable seria que algunas de las equefias entrasen en un convento, lo cual también exigia que le varan una dote, pero de menor cuantia. Sin embargo. esta pauta europea que aseguraba un crecimien- to Timitado cambis en los siglos xvi y xix, Mientras las tasas de mmortalidad descendian, las de natalidad se mantuvieron elevadas, ‘de manera que la poblacion experiments un evecimiento conside rable que llegaria a asustar a los sectores bienpensantes de la so- iedad, que vefan eémo aumentaba el numero de los pobres a los que habia que asisti, y que temfan, por otra patte, que si erecian demasiado podian convertirse en tin peligro social, Esto ocurria ‘en momentos en que la Revolucién francesa y sus principios igua litarios —la demanda de un reparto mas equitativo de la riqueza— habian generado un gran miedo social Fue entonces cuando Thomas Robert Malthus, un pastor pro: testante inglés**, expuso sus ideas sobre la necesidad de limitar el recimiento de la poblscién. En 1798 publicaba anénimamente su ‘matrimonio tarda se a sr ‘car tambien al cave apne Go del nfo de reser frtender po qu unos pues bres otros toe que son capac mire eared calibso {mbarge. hay opiniones tv Soerea las eatage dl mi segudo una evolacion cot Sebdet Palses son las grandes, cm p fo de guerra: para Powals Tanzas proceden dele sds dere, ees Hay evplicaciones fos gusts. s+ El pace de Malds eu feo 9 hibrl sepuidor de ln Rovatea, Las opines et ings de economia ple ese ut tos deviates Farida de ssa sa Revolucion frances Ro DE LOS HomaRes do smatrimonios- nos ref t hecho, a slo as Naa igitias. Sobre los nt xa vest de) Aa pana s Hil The Women and the domo. warksho, 2.26 Ensayo sobre el principio de poblacidn, en cuyo primer capitulo se ecia: «La poblacién, si no encuentza obstaculos, aumenta en una Progresién geoméiica. Los alimentos s6lo aumentan en una pro. {resiOn aritmética.» Este hecho obliga a un control constante so, bre la poblacion debido a la dificultad de asepurar los medios para su subsistencia. Estos controles checks, en inglés podian ser Preventivos —los que sirven para evitar la aparicién de nueva po. blactin en exceso—, o positives —los que reducen el exceso que ya existe, Detras de estas reflexiones, enunciadas como si se tratase de un problema natural —del ajuste de los pobladores a los me. dios de subsistencia—, habia el propésito explicito de combatir la idea srevolucionaria» de que un mejor reparto de la riqueza pu. diese resolver el problema: «Ninguna pretensién de igualdad, nin. guna reglamentacién agraria, por radical que sea, podr eliminar {a presion de esta ley». La edicién amplinda de 1803 introducta el nuevo concepto de «control morals que le permitfa sostener que la situacién se podta arreglar sin llegar al desasire, si los pobres faceptaban controlar su natalidad —por medio de la abstinencia Sexual, no de los medios anticonceptivos, que Malthus condenaba ‘como «vicio»— a la vez que limitaban sus demandas sobre los bie nes eseasos: easarse cuando no se tenian medios suficientes pare ‘mantener a una familia era inmoral Qué estaba sucediendo? Por qué las sociedades curopeas es- taban dejando de ajustar la natalidad a las posibilidades objetivas de una reproduccién que no pusiera en peligra su subsistencia? Una de las causas fundamentales de estos eambios fueroi las nue- vs oportunidades de trabajo generadas por la industralizacién ue, en una primera etapa, cuando utlizaba técnicas elementales que estaban al aleance de las mujeres y os nifios, cred un estimu. lo econémico para el aumento del tamario de la familia. El erect Imiento de la poblacidn que se produjo en Inglaterra desde el siglo Xv tuyo menos que ver con la disminucién de la mortalidad, como se aseguraba tradicionalmente, que con el aumento de la fertilidad, debido posiblemente a que los matrimonios empezaron a ser més tempranos y més frecuentes,* Parece que hay un para- 'ctisino entre la evolucion de la fertilidad y la de las ganancias fa. miliares La combinacién de un matrimonio temprano, del aumento de ts ilegitimidad (de 1680 a 1800 la tasa de ilegitimidad subié en In- slaterra del 1,5 al 5 por ciento) y del descenso de la mortalidad hi cieron crecer la poblacién de Europa en relacién con la de los otros continentes. durante el siglo xix y pudieron haber compro. rcticdo sts posibilidades de crecimiento econémico. Mientras la domanda de trabajo infantil de las fabricas y las minas se mante- nia, las familias obreras no vefan ninguna razén para hacer caso dle las admoniciones maltusianas y mantenian elevadas tasas de lertlidad. Las ciudades, donde se concentraba la nueva demanda dle trabajo, crectan con rapidez, mientras los campos empezabhin « despoblarse, en especial a partir del momento en que se impu: sieron las nuevas formas de agricultura mecanizada que necesita- ban menos brazos, ‘A fines del siglo xix Europa empezaba a estar superpablada: contenia un 25 por ciento de la poblacién mundial, es decit, uno ide cada cuatro habitantes del planeta. La expansién del comercio ‘mundial y la legada de los cereales producidos en ultramar esta- ba acabando de arruinar su agricultura y los hombres desplazados dl campo no encontraban ya acogida en una industria que se es taba mecanizando, ce manera que millones de europeos tuvieron que emigrar hacia otros continentes, y muy en especial a Améri Lo que podlia haber sido un grave problema de superpoblacién se resolvié al eabo por la «revolucién tranquila» de la disminucién de la Fertilidad: uno de los rasgos més importantes de la historia, ddemografica moderna. Este fenémeno habia empezado en el siglo uu en las capas elevadas de la sociedad urbana, cuando las mai- jeres se resistieron a seguirse sometiendo una vida de partos continuados —que representaban un peligro mortal para ellas— y jptaron por restringir los nacimientos, ala vez que amamantaban yy eriaban personalmente a unos hijos més escasos y. por lo mis- mo, mas queridas, Esta limitacién de los nacimientos no se extfteria a las capas ims pabres de la sociedad hasta que cambiaran sus expectativas, La reestructuracién del trabajo industrial como consecuencia de la mecanizacién fue acompanada de restricciones @ la ocupacién de los nifos: las leyes prohibian ahora que se les hiciera trabajar antes de una edad determinada y obligaban a escolariaarlos. De este modo los hifos tenfan unos costes mis grandes de manteni: ‘miento y rendfan menos beneficios. El cabeza de familia, que an- tes no aportaba més de una cuarta parte del ingreso familiar, pro- Porcionaba ahora las dos terceras partes del mismo, La base material de la familia fue revolucionads y cambiaron los papeles de sus diversos miembros. Pero no todo ha sido fruto de razones econémicas. Las jornadas laborales més cortas, gana- das por las luchas obreras, hacian posible que los hombres pasa- fan ms horas en casa y es unian mds a la familia, Las propias mujeres tavieron, por otra parte_un papel fundamental, al nesars se a seguir aceptando su sumisin pasiva y tomar decisiones setro la continuidad o Ia interrupcién del embarars Esta confluencia de factores explica que la logica del control de 4a natalidad se extendiera a la clase obrera, La limitacion de ln far tilidad era una respuesta racional a la nueva situacién que afron taban las familias trabajadoras. A principios del siglo xx prolife taba en Inglaterra una literatura popular que instruia sobre le Aanticoncepcién y se estaba creando una auténtica industria de los atingrenivs ising wader preservativs." favoreida por Is whee ccaucho que an Imejoraba la calidad de los condones —un anuncio decta que see os con cuidado, pueden durar afos» Asi acabé lo que habitualmente se denomina el sistema de {transicién del viejo al nuevo régimen demografico, es decir ln exe a en que la poblacidn europea vio descender su mortalidad, pero “i mantuvo alta su natalidad, lo que dio lugar a un aumento de po fuaulian con nda norrlad __blACIOn que fue una de las razones que impulsaron la eonigrnetog oa heen a, yceeistias. de Ia poblacion europea a uliramar y el imperialism Lo ease one fide e al We orsss, gue puso fina esta etapa fu en gran cade de ha wae fecun- dided de la poblacién europea —y del mundo desarrollade—, que ha hecho que su crecimiento poblacional se estanque on una funcgn de defers den venéress, eran mua deo que pen “an ganeal Un documento dela A Chialunya Archivo dels Co Aidit reg (272. loan 1816, revel gue en ded de Barcelona te inirucion 23. MATRIMONIO Y FAMILIA La familia estaba organizada tradicionalmente en funcién del li naje: eran los pades quienes negociaban los casamientos de los hijos de acuerdo con los intereses colectivos de la familia, Pero ha, fia el siglo IV de nuestra era, la Iglesia empez6 a intervenis on las ‘ealas que regian el matrimonio al introducir una serie de restric ciones que dificultaban los casamientos entre parientes y, en con Secuencia, la transmisién de las herencias dentro del naj y que contribufan a que quienes abandonaban la familia para integra se en la Iglesia pudiesen heredar. Hacia el sigho xi los eclestasti- £08 hicieron nuevos y considerables esfuerzos para controlar de forma todavia més estricta el matrimonio, y lo convittieron en in disoluble, Estos dos principios —exogamia (es decie, prohibicion de contraer matrimonio entre personas con unos determinados srados de parentesco) e indisolubilidad—pusieron en manos de la Telesia un elemento de control social muy importante, La familia seguia, no obstante, integrada dentro de las solida- nn idades amplias de linaje y la vecindad. ff matron wo cone taba entre familias (Rgura 2-4) —es el pave quien sranesee te hija al novio— y la unidad conyugal era una solidavilal wound fia dentro de un mundo de vinculos més amplios, en que hw HO como ef nacimiento, el casamiento y la muerte tentan una dinate sin colectiva, con préeticas y ritos de amplia participactéu Ai margen de las fijadas por la Iglesia a comuin!campald 1a tenfa sus reglss propias. Contra la vieja iusién que que tape tar el mundo campesino como un reducto de pureza ein eu sabemos hoy que en l dominaba una actitud ante el sexu i mis libre que la del mundo urbano y poco preocupada pun lie tas eclesidsticas. En Galicia, por ejemplo, los propiox clit tune consideraban licita la relacién sexual entre personas solteras. Hn of mundo campesino europeo, las concepciones prematrinvanie no sélo no estaban mal vistas, sino que eran muy frecuentes, Hin ba Inglaterra del siglo xvtt los hijos nacidos de concepciones pres tcimoniales legaron a ser casi el 40 por ciento de los nacimienton si aadimos a esto un 5 por ciento de hijosilegitimos nacidos vi vos, resulta que solo uno de cada dos nacidos era concebido We acuerdo con las reglas morales predicadas por la iglesias. A quien no se aceptaba en este mundo era al bastardo que macia al manger de una familia que se ocupara de mantenerlo, puesto que se con venirfa en una carga para la comunidad, Este rechazo formaba parte de las reglas con las que la comunidad campesina controla ba a reproduccién, impidiendo la sobrecarga de unas bocas que debian mantenerse con uios recursos limitados. cerregpeble del macuinonig eles Sort Taran eons Barber Ni Cte le Ell lay ldo pact Serangoon Bay? emietines dpi Prigangi lagratn i Spr Sf Pipeagenna Lada el arnt tetanus ) Lo aye yay Sti Nanni BO Meni es fa eta tt Drain Re alae rade eine saa) dla sede 6! Daaliona, peigeictes Lox (2 ihe Baabun lage tonfts fava fpuatt oy _ Lieb gpates fgiants 9 deus fg reap ‘ahora deca Raphela de abr DE Los Hounaes Figura 28. Evolicdn de la legion tagatrray Gales (150 1975) (de Peter Laser, Kala Ooniereen «RM. Smith, eds, Bastnds land ts comparative htons Lond ecard Arno, 1980, El hecho de que los nacimientos igtimos parezcan mucho mas abundant i B es on las cludades que ene campo. se debs sate los nacids en el medio ral son'a menudo sbandonsdos eos hospcios dels ciudades cercanas En ln segunda mtd ae agg Xt, los bastardos representaban el 25 por cento de toe ae tients en Toulouse (uno de cada cuato). En Panis ee {7s hbo 7.676 nitos abandonados en los hospicios le nue eoreees tata el 40 por ciento de on nacimientos dea capa, oe hey Aue tener en cuenia que mis de 3.000 de éton procaine ng Ducblos: os levabantansporsasespecialandos ov ese wat ue los cargaban a la espalda en taay de tes em tes een desde mis de 300 klémetos de distanle~y lvstinenabanicy leche de vaca Po el camino ion deando sou uc moninn yin reemplazaban por ou Si damos un vstazo de conjunto a la evolucion histrica de los nacimintosiegtimos, podemos ver gue, despues de haber Aisminuido proporcionalmente desde Tines at siglo ser havea tediados del xvt —en la epoca en que las iptsas hidevon wn gran esfuerzo de conversion contra del mundo campos. Nolveron a umentar de forma considerable Hnses dl ole ly a principios del xx (igura 2.3) Este cecimionto del dy aitimidad se reise sobre todo en el campo'y one de ses oan Ss Tue, precimente la dso icién de la comunidad campesina Ta deepen (ese tenor ca nombre de fas exigencias de una agricultura comerctalizada {que no aceptaba los controles colectivos sobre el cultivo, los pra dlas ¥ los bosques. La implantacién del orden burgués en los, campos, con el libre uso de Ia propiedad, dejé un vacio en la le itimacion de las viejas reglas de control de la reproduecién que | condena moral de las iglesias no conseguia llenar. Cuando se aulvietié que la autoridad politica eliminaba los castigos por for- nisacién y consinufa hospicios para recoger a los nifios abando: inados, los nisticos ereyeron que se habian cambiado también las ruglas morales. Como dijo una campesina alemana: «Tener hijos cata permitido. El rey lo ha autorizado» ‘\ Ia vez que retrocedia la moral comunitaria, también lo ha- cian ta fuerza del linaje y de la familia extensa.* En el transcurso slcl siglo xv1 al xvi aparece un nuevo espiritu doméstico y la fa tnilia nuclear —compuesta por el matrimonio y los hijos, con un dlimensién normal de 4 a $ personas— se convierte en una unidad sislada del mundo exterior, que vive en un hogar cerrado que aho= ‘a es como el castillo de la Familia (en contraste con la casa de puertas abiertas de tiempos anteriores). En relacién con estos cambios aparece una concepcién amorosa del matrimonio el sentimentalismo como justficacién del casamiento— y los hijos sgran en Ja familia (antes permanecian muchos attos lejos dle los padres, tanto por la lactancia como por el aprendizaje). La telacisn madreshijo, que anteriormente era poco valorada, cobra uuna nueva fuerza. Las mujeres conservan a sus hijos con ellas y re luerzan su papel como transmisoras de las normas sociales. Mi chelet dird: «Toda mujer es una escuela.» En la familia acomoda. da la madre educa y la escuela instruye: en la familia obrera, en jue la madre ha de trabajar y no puede cumplir esta funci6n edu sativa, la escuela se limita a educar a los nifos, que no se instru yen en lugar alguno. El debilitamiento del control efective de las iglesias en el te rreno de la moral dio prominencia a las normas higiénico-mora les expresadas por los médicos, que formarian una moral laica ue respondia a motivaciones sociales convencionales y tenia poco que ver con la clencia. En 1758 un médico de Lausana, Tis 30%, publicaba Onanismo. Trarado de los deséndenes producidos or la masturbacidn, wn libro que tendria un éxito espectacular De acuerdo con las ideas de Tissot, Jos médicos atribuyeron a la ‘masturbacién todas las enfermedades imaginables: tuberculosis, Impotencia, imbecilidad, catalepsia y, sobre todo, fa locura. Sa. bemos de muchos nifios y nifas a los que, siguiendo consejos Ls mika bre odo en frigabat ‘que emia ML NUMERO DE Los HomaRES El dector Baker Brows, que Megs a Braidene dela Sociedad! madics da Los publics en 186 ls historia de 43cm Aon en los gue habia praticade a cl Sectomia para cura casos de epienes Hiner ee Imédleos, se les hacfa dormir con camisa de fuerza o encadena dos para que no se masturbaran; en el siglo xix reaparecerian lag Cinturones metélicos de castidad, ahora de uso infantil (en 1959 todavia se vendian, algunos con un aparato eléctrico), se lege fia a someter a las criaturas a la clitoridectomia (ablacién soa, rirgica del clitoris), la enervacion de los genitales 0 la casa clén.* Los médicos apoyaban la idea de que la esposa tenta la oblig Sign de someterse al marido para complacerle y de que una mujer ecente no debia experimentar ningtin placer en esta relacidn, Lo {ual iba unido a las concepciones moralizadoras de una sociedad burguesa en que se vestian las patas de los pianos de cola peroon ue habla mAs prostitutas y més burdeles que quizé nunes enter en la historia, En el Londres victoriano, paradigma de esta nace moral, se dice que habia 120.000 James Boswell, Life of Jolson, 22 de marzo 776 for Fouts dejo ets ideas eer en Binuer munds snore ero na tse pul concent de nchneo socal eg Provecarian nose steven sae a. " ocho aos 2.700 casos de enfermedades ventas onc has de 11 18 aos), Los medicoscaleusban uc la ele nal media de una prstiuta desde el momene en eon oo Giaba en su trabajo era de cuatro anos, En 1831 hese nna, ‘2.000 nacimintosilegtimos registrados y dese Se nants aos mucron al nace el Tames artasuaba eal ended ca El mayor rigor de as exigencis morales sobre ls mujeres rex. becio de los hombres tena su fundamen en henner Que se asignaba aésas en la transmusion el peopeee ee ae heroes Como dire actor Sumit Johnson ie caste las mueres ene la mayor importanca, a que toda ls cae depende de ella." Se comprende porlioqee tase pene ad Socialism Fourie sostviera que in destrcion dal oe nmi soil del epativo nose pula evra sab ic uidar la familia burgues, lo cual era tambien apes ole a, la plena emancipacién de la mujer.*** Sspersble "La desintgracon de a fala y de la moral wadiionales han ido vanzando en el siglo x,y el hecho de aus ea one Fecientes ls dificultades de los jovenee para encore eae hayan pareidoreforzar la estabidad de In fare nec nd tetra la emancipacign de lo hijo, no debe fer ae en una recuperacién de los viejos valores. La explicacicn ce mic compleja, 24. LA MUERTE «ORDINARIA® Htemos hablado del flujo de entrada de la poblacién, Para enten- dler In dindmica de su evolucién, nos conviene tomar ahora en smisideracién el flujo de salida: la mortalidad. Las tasas de mor: falidad han cambiado mucho en el curso de la historia, Las tasas sactuales son del orden del 10 al 11 por rll, mientras que en la Eu. rps: anterior al siglo XIX, durante el antiguo régimen demografi co, efan tres veces mas elevadas, del orden del 30 por mil en los fos anormales» y bastante mas elevadas en los muchos afios que too lo eran y que registraban mortalidades extraordinarias. Esto txplica que la muerte estuviera mucho més presente en la vida co- tidiana de los hombres del pasado que en la nuestra, El primer componente de esta tasa de defunciones era una ‘mortalidad infantil de proporciones que hoy resultan dificiles de ginar. Si en la actualidad la mortalidad infantil es de un 7 por inl en los paises avanzados y sube hasta un 73 por mil en los po- bres, las tasas normales en la Europa de los siglos xvit y xvtt eran del 250 al 400 por mil. Lo que se denomina mortalidad endégena, relacionada con el hecho mismo del nacimiento o con causas an teriores a éste, era muy elevada debido a la falta de conocimien: tus de los médicos y de las comadronas y a la falta de higiene en li atencidn del parto. La mitad de la mortalidad infantil se produ: cia en el primer mes de vida, El parto era también un riesgo muy grande para la madre. En principio, una de cada diez mujeres moria en alguno de sus par- tos, ya fuese inmediatamente, por hemorragia, o dias © semanas ings tarde, a consecuencia de la llamada fibre puerperal. En 1795 el médico escocés Alex Gordon pidié que quienes’ tuviesen que ‘operar se lavasen manos y ropas. Sélo consiguid que se rieran de hal no conocerse los mecanismos de transmision de las infec ‘ones, no se veia la necesidad de la higiene. Hasta 1880 no habra tuna asepsia de médicos y comadronas que permita reducir las, ‘muertes femeninas en el parto, Por lo que se refiere a la cesérea =la operacién que permite extraer a la criatura cuando sus eon. diciones de nacimiento normal son difiiles—, la iglesia la conde: faba como un crimen: primero habia que dejar moris la tnwdie solo después de muerta se extrafa al hijo y se le bautizaba. Como «ta poco probable que el recién nacido sobreviviese en estas con diciones, normalmente se acababa enterrando a la madre y al hijo juntos. La primera cesdrea conocida practicada en una mujer viva ‘a hizo un castrador aleman —un hombre dedicado por su oficio RO DE LoS HoMaRES a castrar ganado— hacia el ao 1500 en la persona de su mujer, Pero Ia operacién tardé en generalizarse, puesto que hasta la se, tgunda mitad del siglo XIX lo normal era que muriesen de un 70 lun 80 por ciento de las mujeres sometidas a esta intervencidn, La mortalidad de los hijos era mucho mas elevada atin que la de las madres: casi la mitad de los nacidos moria antes de cummplit quince aos. Cuando los niftos nacian, las comadronas les arre slaban la cabeza o la nariz presionandolas con las manos. No ha. bia ninguna medida higiénica, Sabemos, por ejemplo, emo cui daba el médico real al principe que habfa de convertirse en Luis XIIf de Francia: a los dos meses del nacimiento se le frot6 la fren. te y la cara con mantequilla y aceite; a los cinco aios de edad le lavarom las piernas por primera vez con agua tibia; pero no le ba. fiaron por completo hasta los siete aiios. Si esto se hacia con los hijos de los reyes, cuidados por médicos especialmente asignados, Puede imaginarse cudl era la higiene con que se atendia a los de. mas nifios. Habia, ademés, el problema del amamantamiento, Las madres acomodadas no daban de mamar a sus hijos. Esto era cosa de po- bbres. Los maridos no querfan soportar los lloros de la eriatura por las noches y no les gustaba que la madre amamantase al hijo (los pechos le quedaban mds blandos, les desagradaba el olor de lateche.... Habia ademas una especie de tabu sobre las relaciones semuales durante la lactancia, reforzado por teorias médicas y teolgicas muy diversas. Puesto que la lactancia podia durar unos dos afios —en el caso de Carlos Il de Espana sabemos que duré siete—, esto imiplicaba someter al marido a una abstinencia de- masiado larga. Los confesores recomendaban a las mujeres aco- modadas que diesen los hijos a amas de crfa contratadas para que los amamantasen —al morir tantos nifios a poco de naver, habia ‘muchas mujeres que, teniendo leche, se alquilaban para eriar a los hijos de otras—, las cuales se los levaban de casa de los padres durante este periodo. Montaigne, que pasa por ser un hombre moderno y de pensamiento avanzado, dird, refiriéndose a sus hi- jos: «No he sufrido que se criaran cerea de mi ePor qué no practicaban la lactaniela con leche de animales? Habia prejuicios contra ello. Un tratada publicado en 1799 asegu- taba que los niftos podian heredar las costumbres de los animales de los que recibian la leche: «un hombre, por otra parte honesto y de caricter firme, criado con leche de cabra, pegaba saltos cuan- do se éncontraba solo; otro, criado con leche de marrana, tenfa las inetinaciones sucias y, de forma parecida al animal del que habla sorbido la leche, se revoleaha en los sitios fangosos cuando ereia encontrarse solo» La lactancia mercenaria encargs nfo lejos de su familia daba lugar en el mejor de los casos, a mor lidades infantiles dos veces superiores; en el peor —como oc rria con las amas de er‘a que atendian a los nifios abandonados en los hospicios— la cosa podia alcanzar mortalidades extremas (vé anse, en la figura 2.6, los datos para el hospicio de Reims). En el hospital de Rouen, de 1783 a 1789, los niéos abandonados am ron en un 91 por ciento. La mortalidad de estos nifios del hospi cio se debia, en primer lugar, ala falta de cuidado de las nodrizas, algunas aceptaban més de diez niios a la vez, y una tomé 19, de los cuales sélo dos sobrevivieron al primer afo Dejemos de lado a los nifios y sus madres. zDe qué moria el res ode la gente en los afios normales? En Londltes, de 1661 a 1686, tun 40 por ciento murié de peste, tfus, viruela y disenteria (Figura ). La peste mataba mucho en afios puntuales y desaparecta des pués. El tus y la disenterfa, que afectaba sobre todo a niios y adolescentes, mataban con regularidad (un 28 por ciento del total los afios que no hay peste) y, finalmente, mataba mucho, ¥ siempre, la tuberculosis. Muchas enfermedades dependen de las condiciones de higiene, ‘como el tfus, que las ratas transmiten (através de las pulgas) a las da a nodrizas que criaban al Oe iy Figura 26. Distrbusin nodrizas que amamantas bandonados en el hp (760-1789), Plgura 2.7. Causa de a muerte segin lou registios de lon enirtos de Lone [eS11835 (lel de cause idee sepia 77 por cent de los casos), 4 a mci dels europeos era ben ‘std po os mustimanes, gue hacen que los erstionos felon, Un ox Fatal dl sgt oe sostena que el hes Se ue sus enmpatriogs noo bonsscn se Aehie al miedo gue a Tocuistcion os lainte por descendientcs de moves, (orm Se Eartamiemos (00m) outsides (79) \ bs a9) Sih om a3 personas y que después se transmite de persona a persona por los plojos. Es una enfermedad de invierno, cuando el frio hace que se ‘amontonen las gentes en las casas y los hombres ni se lavan ni la. van las ropas (los ricos llevan demasiada y la de los pobres es de ‘masiado mala para arriesgarse a lavarla mucho), Los seres huma, os misinas, ademas, se lavaban muy poco.* Todos, ticas ¥ pobres, estaban llenos de piojos y pulgas. Cuando Santo Tomds Becket muere, asesinado en la catedeal de Canterbury en 1172, el cuerpo que se enfria es abandonado por los parisitos weomo agua ue hierve en una calderas. Quinientos afos mas tarde, un ingles ilustrado y acomodado como Samuel Pepys iba normalmente al barbero para que le quitasen Jos parasites; en una ocasién en que su esposa le corts el cabello, le encontré en la cabeza y el cuerpo 20 piojos. s Alan MacFarlane ha sugerido recientemente que las causas mas importantes de la distninucion de la mortalidad en Inglaterra es. ‘in relacionadas con cambios que permitieron indirectamente »rejorar la higiene: el gran consumo de té, que obligaba a hervir el eua, hizo menguar la disenteria; la ropa de algodén, al lavarse nds 3 menudo, ayuds también a mejorar la salud de Ia poblacién, Tenemos, ademas del dei higiene, et problema fundamental et hambre. Sabemos que hay una relacign entre la calidad y la abundancia de la alimentacion y el tamafo corporal, que ha ser sido para estudiar la evolucién del nivel de vida de las poblacio. nes. Los datos sobre la estatura de ls soldados que hacfan el ser sicio militar, 0 de los encarcelados (hombres ¥ mujeres), han hecho posible desarrollar los estudios de una llamada shistoria ntropométricae que permite seguir a través de estas medidas la evolucién de la condicién de vida de las capas populares, y que ha ppermitido demostrar que en a Inglaterra de la primera mitad del siglo 1%, al mismo tiempo que se prodieta la industealicacion, la calidad de vida disminuy6 considerablemente (Figura 2.8), Peto, més allé de esta repercusidn, existe la bien eonocida re lacidn entre el hambre y la muerte, que explica que ésta figure como uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Era un hecho wn versalmente aceptado que las épocas de hambre corsespondian @ swumentos dela mortaidad, Un medico francés del siglo tt lego a cusntificar arelacin que existia entre la subida de los precine |. fon . eet muchachos ingleve se 13a ls ston, dade 178 rmediadoe del igo a Indcan som a el NUMERO DE LOS HowsRES. Figura 29. Relecion cate ls rmoralid y los precios de rian (de dean Meret, Etudes d histoire ‘econvnique, Pais, Amand Calin, 1971 p2ts) Ht Mary K, Matossan atrbuye las in toxieactones producidat por low grange fn mal exado, en especial al ergonmo, oso consecuencis demografca, que $n las que seu noe interes, an so las manfestaciones de brajria en Tos ntosiendos. Polo que ceive a at herbs un texto espaol de 1803 el dia Epilenilogseepanala de Vill, dice Enel reyro de Jaén yen los stories ce ‘bed y Baeza abo site aos de eter Tad. que prevind que muchos horbres te alimenacen a manera de brwtos Se Yer y rics sibestes.cuya vrtad ‘Bnocian, de que se orgind una ice pliers srsamene maligna ¥ fou eto genero de maler« Lor me fanlumos de as grandes hambres medi. ales han sido ben estudiados en libro e Wiliam Chester Jordan The great fe. mine. Northen Ewope in the eos four tuenh century, Princeton. Princeton Un arty Pres 596, Bh OT ferrets sar nepcone omy force el rec el goon de las subsistencias en Rouen y los muertos en el hospital de la ‘misma ciudad: cuando el precio del pan subla un 50 por ciento, Jos muertos lo hacfan en un 100 por cien, es decir, se multiplica- bban por dos. 2Cémo se establece esta vinculacién entre hambre y muerte? A veces las relaciones son complejas. A menuido las malas cose chas dependen de cambios climaticos extremos —heladas, inun- daciones 0 sequias— que también afectan la salud de los hom: bres. Un inviemo largo aumenta el tiempo de hacinamiento en viviendas poco higiénicss y favorece la propagacién de enferme: dades respiratorias y parasitarias; la sequia es a menudo culpa ble de Ia mata calidad de las aguas que se beben y de las enfer: medades intestinales que esto provoca. Una de las razones fundamentales, sin embargo, parece haber sido el empeoramien- to de la calidad dea comida, La falta de los alimentos habitua- les obligaba a menudo a reemplazarlos por otros de escaso valor ealérico, comompidos o indigestos (granos en mal estado, afec- tados por el comezuelo del centeno, que provocaba graves into- ierbas y raices difciles de digerie), con el resultado de producir digenterfas mortales que diezmaban de forma muy especial a los nifios y a los viejos,* pms ann Shn te cianenat asona it recon i La coneiencia de esta relacién ha conducido a veces a genera: tizaciones tal vez un poco simplistas, como la que muestra la gr tica de Jean Meuvret (Figura 2.9), que relaciona los precios del tr xn texpresados en porcentajes de aumento respecto de los aos interiores) con Ia mortalidad (0, mejor dicho, con ta proporcién dic lis defunciones respecta de las concepeiones).* Es bien sabido {que fas grandes hambres van acompafiadas en general del ail mento de la mortalidad, y esto no sélo vale para un pasado remo: to, sino para tiempos modernos (el hambre de Irlanda de 1845 a 1852 maté a un millén de personas), e incluso para la segunda mi tad del siglo xx: ef hambre de 1958-1962 en China se calcula que proxlujo muchos millones de muertos, Pero las cosas no acaban con esta constatacién, ¢Hasta qué punto la escasez de alimentos, y sélo ésta, es la causa del hambre? ta verdad es que sus consecuencias dependen en buena medida dle los controles que permitan evitar los abusos (como Vincenzo Citaredo habia dicho en el siglo xvi: «No es Dios; son las personas ls que hacen la carestia») y de las formas de ayuda que puedan stenuar Ia escasez. En las ciudades, por ejemplo, era frecuente que se organizasen mecanismos caritatives de asistencia —como lus ollas piblicas para dar comida a los pobres—, por miedo a que se produjeran alteraciones sociales, lo cual explica que los campe sinos, de los que nadie se ocupaba, se trasladaran a las cludades en tiempos de bambre y agravasen los problemas de éstas. 25. LA MUERTE EXTRAORDINARIA Adems de esta muerte ordinaria existe, sin embargo, la muerte extraordinaria de las epidemias y de las grandes pandemias que Alectan por igual a pobres y ricos, bien y mal alimentados, sucios © limpios (con alguna paradoja incluso, como el hecho de que la pulga que transmite la peste prefiera el color blanco). Contra la epidemia el dnico remedio efectivo era huir: un mé- dlica de Anjou lo formulaba como sigue: «Huir pronto, irse muy leios y volver muy ardes, Los ricos la hacfan, porgue se lo po- dian permitir. El Decamerén de Boccaccio nos explica lo que ocurrié cuando la peste lleg6 a Florencia en 1348. Sabiendo que lo mejor que podian hacer era huir, un grupo de siete mujeres j6- venes (ninguna de ellas de més de 18 afios), que escuchaban ‘misa en Santa Maria Novella, y tres hombres (el mayor de los cuales tenia 25 afios) deciden irse de la ciudad y se retinen en un, © AL mismo tiem mortal el han revas concepeione. de res (ausencia de 1) tha pare pro tambien balls de pot fa perdida de awe plat Ia ais babi nes durante la ten ueneia del ayuno yl 66 A Nosteno DE Los HoMsREs fRevordemos tra vse 2 Romeo y laa Para escapar del maine cece Imponlan sus padres, Julieta acess cl sonido de un fale tamu narcoice (qu aria creer gue eruba mcr, o fale avisara a Romeo, que heb co ‘dnterado de Verona. Est volver, des erarta a Juletsy la levris co ete Manisa. Pero efile encargado de te ele noticia « Romeo fue enerrada oo luna asa ena que se soapechaba que ha bia contago.no pada lira i noe a Romeo, uién creys que lets hab Imutro,y povocd com ello! malenen Aldo que hizo que los ds enamoratin se ‘ules aide s+ Los especialitas en historia de ta edict os adver del meng et lst en emifeer as dosepcions te Ins eidemis dl pons cars ee Imedaes conoid oy ar dels vesgacgnen os aboratoros eee drew Cuncingharn, sia tansorencey Is peste Bl aborstoro la ewnded els enfermedades ifeclomescs De rans, Granada, 1,198, ppt 79, ree palacio en el campo, vertidas Les que quedaban en las ciudades se defendian como podian, Cizaban las puertas de las murallas y sacaban a los pobres fon Xero (fugitivos que con el hambre traian normalmente a enh imedad): Establecian un lugar donde llevar a los enfermos, sf erg posible en las afveras. Las casas de los enfermos se cerraban yee srsadenaban, y se les proporcionaba alimentos por Ia ventanea ara pasarlo bien y contarse historias dic al 35 por ciento de la poblacion, era de viruela. Hacia el 1200 ley Giudsdes europeas se vieron invadidas por otra enfermedad tert Ble g y hacta que a los enfermos se les ca. eran los dedos o las orejas: la lepra. Esta, no obstante, palideso ame el gran asalto de la «muerte ne, pero que, una vez las ha matado, se resigna a pasat a los seres ha, nanos (los eaballos y las muilas, en cambio, se salvan de recibir les como huéspedes), Adems de esta variedad ebubdniean exis, {3h lt ssepticémica», transmitida también por las pulgas, en que «i paclente muere antes de que los bubones tengan tempo de apes ‘ecer y la spneumdnicas, que se transmite directamente de perso ‘na 8 Persona por la saliva, y que mata casi el 100 por cien de los afectados en tres 0 cuatro dias, Parece que hubo una epidemia de peste bubsnica en el siglo vt a Mamada peste de Justiniano, del 541-544, durante la cual hs brian muerto trescientas mil personas en Constantinopla. con catorce reapariciones més leves hasta el afi 767, en el que doom, barecié de Europa. Volvi6, sin embargo, y con una fuersa brutal, fn el siglo x1. Se habia iniciado en el Asia central, entre los mom, oles, hacia 1338. Estos asediaron Kaffa, una ciudad del mar Ne. 0 —en Crimea, donde hoy esté Feodosia— que era una colonia ees cine cee eee vit cluded lecaderce de or epesan oe mangas ta Ilda a hublesen eee oe cee at segue “poe aCe dees i caste ea pec eae ee ee viinen adr Eats sgueneseavente el lake ees cen 1340 lepab Hoven) oe ete vido portal el contnene (ena TiO nahn cee Tide unalpdnencnecscn Cag aca So un curt pare dees homines Pat ue aema He sor das ests demoyecs eh Xo habs dsfonsa pole contac ornare aor im moe fn ln Ualedad de Monee essen oe shane dela eden urtron oe ee vier declones dele agentes neces eae 1 saan de edo, ated i ae ar rete oa con venenoas Mota poles 9 sce care hes Coat y eterna y hone? engin lens XL ty de Sia ue haba dodo exe eh sora ran ben oy mo pude compen sno pe cele am + Mientras ye elas enferme frecuent str by forma dee stcaso dela fn pare, ale or shombres m {ue se Incaran pr Esta misma supa a de lon untadores reueados despues confess fuera de Bian dtu pes desde ls eas co $e (Manzoni ocx Colum ne) tos de Madden 14 [os fale hela pn endo envenenare (Gn eos lugares yen sculpelese parse teanjetos, for tabern ee reat yan

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