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ORACIONES EN LAS MISAS GREGORIANAS

Padre Celestial, ante todo, te damos gracias y alabamos tu Santo


Nombre por las bendiciones que has permitido que se transmitan hacia
nosotros a través de nuestras familias. Te damos gracias por la
fidelidad de nuestros antepasados que fueron creyentes y piadosos, y
te agradecemos, Padre, que en nuestras familias, no solo se heredaron
ataduras por las que debemos pedir y buscar sanación, sino que
también siempre hay bendiciones heredadas por las cuales te
alabamos. Por lo tanto, en esta Eucaristía, queremos darte las gracias
por todos aquellos en nuestra línea familiar que a través de su amor de
su amor, oración y cuidados nos llegaron la paz, el amor y una
capacidad de conocerte a Ti y a Tu Hijo, Jesucristo. ¡Señor, te damos
gracias!
Pero, Padre Celestial, hay también cosas negativas en nuestras líneas
familiares por eso te pedimos a Ti Dios Todopedoroso y Eterno en
estas Misas Gregorianas, que por favor nos sanes de todas las cadenas
generacionales de nuestras líneas familiares y nos liberes de toda
servidumbre en todas las generaciones pasadas, presentes y futuras.
Señor, en tu Misericordia escucha nuestra oración.
Te rogamos Padre rico en Misericordia, en el Poderoso Nombre de Tu
Hijo Jesús, nos concedas por las gracias redentoras de su Misterio
Pascual y la acción del Espíritu Santo; por la poderosa intercesión de
la Virgen María, de los Santos Arcángeles y Ángeles, y de nuestros
Santos abogados; escúchanos Padre, si existe una predisposición
negativa o una atadura que ha llegado hasta nosotros a través de
nuestros padres, abuelos u otros, te pedimos, por el poder del Santo
Sacrificio de la Misa, haznos libres de cualquier predisposición a (en
silencio nombra la predisposición que vives al pecado o ataduras).
Señor Jesús, en lugar de estas debilidades, llénanos con el Poder del
E.S y llénanos con tu Espíritu de autocontrol, seguridad, confianza,
valor, fortaleza, o cualquiera que sea el fruto del Espíritu que pueda
contrarrestar esta debilidad que podamos estar viviendo. Gracias
Señor por sanarnos, en tu Poderoso Nombre, te lo rogamos. Amén,
amén, amén,

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