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ACCIDENTE DE LOS ELEMENTOS

Texto de: El Séptimo Rayo / Serapis Bey, Ediciones S.A

Son las creaciones malignas no consumidas en la Tierra las que, cuando se encuentran, crean esas
grandes marejadas que vomitan destrucción en forman de tornados, terremotos demás
manifestaciones aterradoras que la humanidad se complace en denominar “accidentes”.

Constituye un acto de gran mérito el invocar la Llama Ígnea Consumidora para que barra dentro de
todos los vórtices de mal, y a que, por medio de Conciencia Omnisciente localice a todos los
generadores de dicha energía mal calificada, consuma todos los impulsos motivadores detrás de
ésta gente, y transmute mediante Poder de Su Llama, las apariencias maléficas ya creadas.

Nada se gana con devolver la energía mal calificada a su creador porque el mísmísimo acto de
mala calificación, el generador comprueba que ignora la Naturaleza Divina de toda energía; y que
mucho necesita que se le aplique la Llama Ígnea Cósmica de Amor y Misericordia, más que una
intensificación de la cualidad de mal que se causaría por el retorno de su propia energía antes de
ser consumida, o quizás con la calificación adicional de la desaprobación o resentimiento de parte
del testigo.

El uso persistente y consistente de la Llama Ígnea Purificadora y Consumidora, del Amor de la


Liberación, liberará finalmente a la corriente de vida de toda la acumulación de discordia que
conforma el karma y limitaciones actuales. Erigirá también una impenetrable Pared de Luz
alrededor del usuario, dejando por fuera la discordia que continuamente flota en la atmósfera
causada por la emanación de otros. Cuando la armonía perfecta es evidente en la vida diaria del
individuo, entonces puede decirse que ha utilizado lo suficiente el Poder Misericordioso y
Perdonador de la Llama Limpiadora de Dios.

amorosamente, hannah

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