Exposición de Actitud Emprendedora: Origen y Evolución de la Innovación
La innovación es tan antigua como el hombre, es parte de su naturaleza y de su
evolución; gracias al desarrollo del cerebro y de la inteligencia, el hombre en tiempos primitivos logró resolver los “problemas” para el bienestar de él y de los de su especie. Usó su imaginación creativa por medio de la innovación, que le permitió adaptarse y fomentar cambios con el fin de sobrevivir y crear bienestar, y así, ser la especie prevalente del planeta hasta llegar a los niveles de desarrollo del presente. Lo que hoy es una herramienta común en su día fue un gran invento que cambio por completo la forma de vida que teníamos antes. Podríamos mencionar inventos que cambiaron nuestra historia: La Rueda, El Fuego, Los Clavos, El engranaje, La Electricidad y la bombilla incandescente, La Máquina de vapor, La Imprenta, El Telégrafo, La Televisión, La Computadora… Estos son algunos inventos que pueden ser considerados legados para el mundo por su trascendencia ya que de ellos surgieron cientos de inventos más que nos acompañan en la actualidad. Sin embargo, hubo un tiempo en el que innovar no estaba tan bien visto, en el que tanto la ciencia como la tecnología innovaban pero lejos, intencionadamente, de que les tildaran de «innovadores». Benoît Godin, investigador y profesor del Institut National de la Recherche Scientifique Montreal, ha estudiado este hecho a lo largo de la historia de Europa. Sus investigaciones muestran que hasta el siglo XX la innovación era un «mal hábito», algo prohibido explícitamente por la ley y usado peyorativamente por los opositores al cambio. Con el pasar del tiempo, la innovación se convirtió en una parte integral del diálogo público de hoy, y adquirió un significado positivo solo en los tiempos modernos. Hoy en día se concibe como un «emblema de la sociedad moderna», un tópico de nuestra era presentado como símbolo de prosperidad. De la política ha saltado a todos los campos, porque ya no sólo las empresas deben ser innovadoras, sino que hay que innovar en educación, servicios públicos, ciudades y prácticamente cualquier rincón susceptible de cambio.