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Cristina Gareta Vazquez (Compiladora) HEGEMONIA E INTERCULTURALIDAD POBLACIONES ORIGINARIAS Y MIGRANTES Lainterculturalidad como uno delosdesafios del siglo x1 Calvo Buezas, Toms Masés, Enrique Camino Vela, Francisco Caggiano, Sergio Lerin, Sergio Reartes, Diana, yprometeo? libros Gareta Vazque2, Cristina lad: poblaciones originaras y mi- ‘como uno de los desafios del siglo 2quez ; compilado por Cristina Garcia ‘Vazquet,- 1a ed. - Buenos Aires :Prometeo Libro, 2008, 346 p.; 21x15 em. ISBN 978-987-574-284.0 1. Sociologia dela Cultura. 2. Inteculturalidad L, Gara Viz~ aquez, Cristina, comp. Il. Titulo ‘DD 306 © Deesta edicién, Prometeo Libros, 2008, 1183AEI), Buenos Aires, Argentina {6794 / Fax: (54-11) 4864-3297 ‘www prometeoeditorial.com ISBN: 978-987-574-284-0 Hecho el depésito que marca la Ley 11.723 Prohibida su reproduccién total o parcial Derechos reservados Indice Prologo Cristina Garcia Vazquez... Losinmigrantesenun mundo globalizadoy multicultural amenaza de asociedad onueva ivilizacion? Calvo Buezas, Toms Diversidad culturale interculturalidad: {de quéestamos hablando? Briones, Claudia Lamigracién politica delosafios setentay ochenta argentinosen Espana, Juliano, Dolores. ‘Tradiciény patrimonio como espacios de confito intercultural. Una perspectiva desde Mexico Niven Bolan, Eduardo. Laeducacién intercultural para unasociedad global Saez Alonso, Rafael Personasy culturas diversas: lamediacion delareligion, Martinez Anton, Miguel Lainterculturalidad en latrama penal:epistemologia, antropologiay politica Kalinsky, Beatriz Tomas CalvoBueeas Cabo Bens Ff eANEER Ron AG. 1993), Ede prtatlania, rid, Edortl Popul Madrid, Editorial Popul 497-anosenlactraorlla. Trabajo, cultura integracinenla Es Checa,F (1998). Ad, editor ena j in a el ceded cori Barcelona, Editorial earia 8 inonsdelsepatleshacalsinmigrantesetraneros Madsid *Y $P'N94,1995,1996, Coleccion Estudios, ne 2,193,199 13995), Dscursosdelsespaolssobreosextranjeres Prados de ‘p)(1994), Losretosdelainmigracion-racismo yplurcul gage) eras quesecerran: Europa como oraz, Barcelona Ica idenidades asesnas, Alianza, Madd. 1999), E1Fjido:Discriminacion, Exclusion socialy Racism, Ma- lio1999y octubre 1999, Obser- trio del Tabajoy Asuntos vatorio Permanente di‘i9) Sociales mimeograti Pajares, M. (1998) Puyol Antolin, inmigracin en Espana: retosy propuestas, cara, Barcelona. 1998), *Naciones y Universidades", en Ramon Acuna ‘osmacionalismes, Madrid, UNESCO, pp. (coord), La Patria de| sabe ocean an ‘tranjeros, Madrid T Stallaert,C.(1998, Etnogénesis etncidad, Barcelona, Proye Fedora We youn? 1998)-Crue dcuturasy meta cultura, Jacar Univer. sidad, Barcelona. ‘Wieviorka, M.(9 02), Elespaciodel racsmo, Barcelona, Paidas. Diversidad cultural e interculturalidad: ide qué estamos hablando?! ‘Claudia Briones nun tiempode globlizacin clobjtodeestudiomas revelador mas cuestionador delasseudocertezas ‘etnocentriasodisciplinariaseslaintrculturalidad (Garela Canclini, 2004101). Introduccion Lejos de ser una expertaen etnoeducacién, mi experiencia antropol6- gicade trabajoconel pueblo mapuche en Argentina me llev6a interesarme ten los derechos de os pueblos originarios, yen la genesis y operatoria de formaciones dealteridad que ejercen distintas resistencias un reconoci- rmiento pleno de esos derechos. Sobre la base de esta experiencia, no estoy jones de discutir desde un punto de vista pedagégico la pertinen- as propuestas de interculturalidad, pero {estoy un poco més ‘entrenada en identificarfactores que complican las posibilidades de dise~ nar ordenamientos politico-juridicos que hagan lugar alaheterogeneidad denuestrassociedades. Me interesa entonces dentificar, desde mis propias experienciasy lect tas formas de concebirladiversidadculturaly lainterculturalidad, 7 paveniondeesaniloserpublkadaenla Revita Eucaciny Peo, delaFaculiad de Edi cacondelaUniversidad de Antoni, ye prepaadacomoconferencapracl Prime Seminario ln- ‘crnacoal Eu) Educa Multcatarlsmocnterturadadealizadoen Bogs, Colombia del Tal denoviembrede 2005 ngnizaco pols Universidad del Cauca Universidad Pedappica Nacional. 35 Claudia Briones explicitando primero desde qué enfox sbordoestosdosconceptos. Intro- duzeo después una breve historia sobre los procesos que han llevadoa ver la diversidad culturalcomoun valor, para poneren contexto algunas delasca- tacterlsticas y condicioniamientos de época en que nos toca pensar estos temas. Examinoa contissuacién formas contrastadas de definirestostemas aly turalidad, Comparto, por dltimo, lo que me parecen los puntos de partida mms fructiferos para encararla construcciéndesociedades donde la intercul- turalidad devenga horizonte de significacién y accion con potencialidad ‘emancipatoria Unlugar desde donde mirar Que el mundo en que vivimos y los seres humanos que lo habitamos somos heterogéneos es casitun datode sentido comin, Menostransparente es quésignificay que consecuenciastrae esa heterogeneidad, pues cualquier ‘manera de representarla yaes fruto de procesos designificacion. Lointere- santeen todocasoes que vivimosen unaépocaen que hablamos de tal hete- rogeneidad mayormente como diversidad cultural y biodiversidad. Mas interesante aun, que desde el reporte “Nuestra diversidad creativa’ de la UNESCO de 1995 (UNESCO, 1997), hastalas propagandas de Coca Colay delos Colores Unidos de Benetton, sugieren que ls diferencias no son un problema, simon valor, un recurso, un capital, incluso un derecho. Aso- ciadoaesto, vaentonces ia idea de que ladiversidad cultural ylabiodiversi- dad deben ser gestionadasy administradas, Portanto,conceptoscomolos dde multiculturalismo, interculturalidad y seguridad ambiental surgen como ccuestiones de agenda politicay materia de politicas pablicastanto nacionales como internacionales. Colocolos conceptos de diversidad cultural biodiversidadala par, simple- ‘mente para lamarla tencién sobre dosniveles de reconocimiento de aim- portanciade laheterogeneidad que, sibien son distntos, se van entramando parallasmismas épocas. Por compartir, ademas, contextos de ransformacion ‘masamplios,ambos se han venido resignificando, inter-referenciandoein- 36 Diversidad cultural eintercltualidad: de quéestamos alin? terfiriendo mutuamente de manerascomplejas Ulloa, 2004), Su examen en paralelonos dice menos de cambiosen las heterogencidades representadas que de transformaciones de época en las maneras de entraxnar el sistema- rimir y concebir desafios y amenazas geopoliticos a escala planetaria, ‘Aunque seria entonees imperioso trabajarlosjuntos, porrazones de tiempo ycompetencia me centroaquien rastrearséloalgunas implicaciones del pri- mero de ellos. Me eniré, masespecificamente, aaquellassignificacionesque remitenalaidea de que cadapais~oel planeta, porcaso—seentrama. partir dela convivencia de grupos/sociedades/ pueblosconculturastan propiasyy diferentes comovaliosas. Paraentender esta puesta en valor de la diversidad cultural, entonces, paraexaminarlasimplicanciasy efectos que esa valorizacion conllevaentér- nos de alentar poiticasy reordenamientosde losacuerdos de *conviven- ciaentre grupos yculturas diferentes’, sugieroun doble movimiento, Primero, eldetomarladiversidad culturalno como metodato delare- alidad, sino como una construccién sociohistérica,estoes, como formade entender laheterogeneidad humanadel mundo, queno existe porfuerade representaciones culturales sobre lo que esaheterogencidades,significao jica. Hablamos de representaciones que involucrannaséloa quienes fersos" yaquienes tambiéna las mismasciencias sociales, que se piensan como proveedoras ddeherramientasy explicacionessobre y para) unos otros. En otras pala- bras, de formas conflictivas de produecién de lo social que ienen,asuvez, sus propias genealogias. Por tanto, de un campo que, referido antes que nadaa formas de pensar lo social en vez dea “caracteristicas deo social” noestaal margen de disputashegemonicas sobre cual esa mejor formade re-presentar simbdlicamente—la darstellung de Marx~ representar| ‘camente como vertretung mariana (Spivak, 1988: 288-9)~ ese campo, sea para aminoraro ea para revertirrelacionesde subordinacién eirres- peto valorativo. Elsegundo movimiento apuntaa poner laemergencia deesas distintas Ia diversidad en contextos mas amplios, ‘quenos permitan entender, porejemplo, por qué, en paisescomo loses. tros—discriminadores de puertas adentro y dependientes de las miradas, ‘economias y geopoliticas metropolitanas de puertasafuera-,ladiversidad sonrotulados como 7 Claudia Briones cultural, que hastano hace mucho era vista como un lastre paral desaroll 1pas6.aser proclamada como valor potencial, menos como dato dela realidad que como construccién sociohistorica sdnatural que como concepto que, sendo fruto delahis- ‘oria-, permite, porun lado, pensar dindmicamente ensién cultural de os procesos socioeconémicos, politico juridicose ideolégicos y, por otro, dentificarlos verdaderos puntos de friccién ylospo- sibles puntos de acuerdo en tomo de distntas propuestasde reconocimiento delvalordeladiversidad cultural, Paso entoncesa historiaracontinuacional- _gunos aspectos del proceso, para luego examinarsus implicancias. toria,se disputaen la lai Lapuestaen valorde ladiversidad cultural: una historia posible (entre otras) Nopretendocmprenderaqut una genealogta detallada delos complejos procesos que han ido poniendoenvalorla diversidad cultural, porque seria imposible intentaragotar procesos con dimensiones geopoliticas, econémi- cas, deologicas, juridicas, yhasta medisticas y militares, cuyasresonancias atraviesan y enlazan arenas anto internacionales, cuantonacionalesy tam- bignlocales. Antes bien, me conformo con presentar una historia interesada enel presente, que se limitaasetalar dosumbrales televantesentagestacion de significaciones que se encuentran visiblemente activas en muchas delas {niciativas que hoy debaten mejoresy peores formas de dar cabidaala diver- sidad cultural. Merefiero, porun lado, al surgimiento deloquesehadadoen lamar“las politicas dela identidad”y, por ot que, comenzandoa verlacultura/lo cultural como patrimonio y capital so- cial, laconvierten en una via pivote para promoverun “desarrollo susten- table” y batallarcontra diversas formas de *vulnerabilidad”. [de esasnuevas retoricas Primerumbral Parad6jicamente la lamada Guerra Friatranscurrié en contextosde alta temperatura, no sélo porla amenaza permanente de una nuevaescalada 38 Diversidad cultural eimercltralidad: de quéestamoshablando? bélica planetaria de prosapia nuclear, sino por coexistt en los patsescen- trales con un reordenamiento delasrelaciones de colo tino ~porlos procesos de descolonizacion de Asiay Africa—y dec interno-porlamigracién decontingentesde lasexcoloniasa las metrépolisy porlaemergenciaal interiordeciertospatsescentrales de luchas por los e- rechasciviles (Briones, 1998)~. Elrecuerdode “fines de losanossesentay principios de los setenta” como épocade tanta creatividad como convul- sin, noparece ajeno al surgimiento de distintos movimientos (indianistas, feministas, Black Power, de liberacién nacional, etc.) que pusieronen jaque ciertascertezas globalesy nacionales en distintas partes del planeta. Entre «lls, la deque la modernizacion enmarchano siempre lograba conjurarle- altades étnicas que se pensaban atavicas o anacronicas (Geertz, 1973), yla deque as promesas de unaciudadaniahomogeneaal interior de los Esta- ddos-Naciénmodemos,condensadasamenudoen ideas de“crisol derazas", reproducian ms desigualdadesy diferenciasde las queafirmaban remedar (Glazery Moynihan, 1975) ‘Allanando el camino de lo que con el tiempo serian Ilamados "nuevos ‘sociales’, laescenificacion de demandas desde politicasalter- lad presupone y crea una crisis que resulta de poner en. cicionales" yexplicatvas de memibresiay pertenencia nos de clase, partido o Estado-Nacion (Mercer, 1991). Desde lasins- iversidad empieza averseno ya como cuestion de laesfera privada ocomocomplicacién dela esferapublicaa sersupe -mpo, sino como problemaaser proac- tivamente encarado para garantizar gobernabilidad. Alinteriordelos paises, jo de recrearambientes propicios parauna ‘igualdad potencial de resultadosque laigualdad de oportunidades prego- nada por los discursos de ciudadania homogéneano alcanzabaa garantizar. ‘Aunque ese multiculturalismo pueda ser definido de varias maneras y con diversos aleances véase, por ejemplo, Kincheloey Steinberg, 1999), contextos como Estados Unidos parece pensarseinicialmentecomounasali temporaria que durarfa hasta que laigualdad de derecho quedara acompafiada porunanivelacion de hecho. Como politica publica, sus fundamentos pate cen enfatizarmas os efectos que lasrazones historicas deladiscriminacion. 39 Claudia Briones Entodo caso, pareciera que, ensus versiones mas banal «spacioaladiversidad cultural como caractristicadelaesferapablicavapro- Piciando ideas de sociedad concebidasamododearchipiélagos omosaicos éinicos.Fstasideasesultan problematicasnosélo porqueevocanuna frag. ‘mentacion o puradife se poneen el quetambién aparejan heterogeneizacion—poreje social, sino también porque promueven una aislamiento entre las distintas minorias, cuyas' Yyasimétricanocién de tolerancia", queno busca poner en tensidn alternativas del mundo via su debateen elespacio publico, Mi Uunaiidea decoexistenciacomo derechoallaexposicion/te delos in foco de accién concen- tradoen| ‘deempleoyaccesoalaeducacién.” ac Patt estas experencas, mi hipotesisesqueyencontextosdondelas modelo de ca como juego desumaceroque presuponen ycrean, Es decir, mode. los donde prima la idea de que para que unos ganen algo, otros necesaria. ‘mente deben perderoresignaralgo. Laconflictvidad queasise instalanosslo tiendeaetnicizar como minoriaa as mayortassociol6gicasde un determinade contexto =permitiendo que, en uncon nes omen formas que, porejemy jos azules*-, sino que puede eve: Wright (19 lean “los derechos delosrubiosde ialmente evolucionara lo que Susan tacteriza comoelracismocultural dela Nueva Derechabrri- Rachel Sider (2009 argent bnalgunasdelacaraterist 2S, pcaseceslplcasestaaesndge ictal como ubuscadsen corpses 40 Diversidad cultural etnereuluralidad: de quéestanoshablando? tanica, que se apropia del lenguaje antirracista de respeto ala: diferencias les, peroadopta una vision esencializante de las diferencias, parare- limites supremacfas culturales. Segundoumbral Progresivamente, distintas instancias acaecidas en las décadas del ochenta y noventa-como lasancién por las Naciones Unidas éel*Decenio para la Cultura yel Desarrollo" (United Nations, 1984)o¢1Dicenio de los Pueblos Indigenas”(Naciones Unidas, 1994)-muestran queliculturaco- mienzaa verse y promoverse aescala global como un valor deport, y por lloy un derecho inalienable, Lasdiferencias culturales no se piensan ya temporarias, sino capital social permanente, ide poblaciones vulnerables, hasta laadmi iad sega lalogica dela transnac iblamos de un campo en elque mientras lsorganismos: ales de financiamiento pueden instaralos Estadosa que’ igenasnosufran electosadiversos duranteel proceso de desarrol socialesy econémicos que sean culturaln iéndlose como reza la Operativa 4. 10

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