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David y Goliat.

El “affaire” del padre Iñaki de Azpiazu y los legados franquistas de


Venezuela y Cuba 1.

Alberto Irigoyen

1. Antecedentes

Nacido en Azpeitia el 1 de febrero de 1910, Iñaki Azpiazu Olaizola inició sus


estudios religiosos en el colegio jesuita de Durango, Bizkaia, pasando luego al seminario
de Vitoria donde fue ordenado sacerdote en 1933. En 1934 se graduó en Ciencias
políticas y sociales en la Universidad de Lille, en Francia.

Colaboró con asiduidad en la sección alavesa de los círculos de estudios de la


Asociación Católica Nacional de Propagandistas, llegando a presidir, desde 1929 uno
especial sobre estudios industriales2.

Influenciado por los conocidos religiosos nacionalistas vascos Policarpo


Larrañaga y José Ariztimuño “Aitzol”, en los años anteriores a la guerra de Euskadi
estuvo vinculado al sindicato católico y nacionalista ELA-STV (Eusko Langillen
Alkartasuna- Solidaridad de Trabajadores Vascos) del que fue capellán a partir de 1935
cuando fue destinado a su pueblo natal.

Tras el alzamiento contra la república española, al producirse la entrada de las


tropas insurrectas en su pueblo, fue detenido y confinado al campo de concentración de
Miranda de Ebro, del que fue liberado en abril de 1937. Estas experiencias fueron
recogidas en su obra 7 meses y 7 días en la España de Franco que, bajo el seudónimo
de Iñaki de Aberrigoyen, fue publicada en París y Barcelona en 1938 y reeditada en
Lucerna y Caracas en los años 1939 y 1964 respectivamente.

Al ser alertado de una nueva encarcelación pasó la muga y se exilió en Francia,


donde frecuentó el campo de concentración de Gurs llegando a convertirse en su
capellán “oficioso”3. En esa época también colaboró, desde el Comité Católico de Ayuda
a los Refugiados, con las colonias infantiles que el Gobierno Vasco mantuvo en
Iparralde.

En esa época y bajo el seudónimo de J. de Hirartia escribió el folleto EI caso de


los católicos vascos, editado en París4 y Barcelona en 1938 y reeditado al año siguiente
en Nueva York5, Londres6 y Buenos Aires7, en el que descubre los orígenes y las causas

1 Ponencia presentada en el XI Seminario Internacional “Euskal Herria Mugaz Gaindi: Vascos en Cuba, La Habana,
enero de 2015.
2 Casas, Santiago, “Los Cursos Internacionales Católicos de San Sebastián (1935)”, Sancho el Sabio, nº 35,
2012, p. 157.
3 Chueca, Josu, Gurs, el campo vasco, Tafalla, 2007. Pág. 45.
4 Hirartia, J. de; Le Cas des catholiques basques, H. G. Peyre, París, sin fecha.
5 Hirartia, J. de; The case of the Basque catholics, New York, 1939.
6 Hirartia, J. de; The case of the Basque catholics, London, 1939.

1
de la desunión entre las derechas españolas y los católicos vascos, señalando que la
razón que llevó al gobierno vasco a luchar del lado de la república en una supuesta
colaboración con los comunistas fue la “justa coincidencia en una mutua defensa contra
el enemigo común”8.

Al producirse la invasión nazi se entregó de lleno a la tarea de prestar ayuda a


los perseguidos de la Gestapo alemana, principalmente judíos, siendo por ello
condecorado con la Gran Cruz de Guerra francesa.

En 1942 escribió, junto a monseñor Clément Mathieu, obispo de Dax, la obra


titulada "Exámenes de conciencia para futuros padres”9.

En 1959 publicó en Buenos Aires su obra Mensajes10(Bíblicos, cívicos,


penitenciarios).

En 1967 la fiscalía del régimen franquista le acusó por encontrar delictivas las
afirmaciones vertidas en un folleto de su autoría titulado "Un ensayo de diálogo sobre las
obligaciones posconciliares dentro del Estado español".11

Culminada la segunda guerra mundial permaneció hasta 1947 ejerciendo como


profesor en el seminario de Aire-sur-l´Adour, fecha en la que ingresó en la orden del
Sagrado Corazón de Jesús de Bétharram. Destinado a Argentina, trabajó durante tres
años en la parroquia Sagrado Corazón en el porteño barrio de Barracas, antes de ser
aceptado en el clero secular de la arquidiócesis de Buenos Aires y destinado a la vicaría
de la parroquia San José de Flores. Apenas un año después Monseñor Copello le
designó Capellán General de Institutos Penales de la Nación, cargo que debió
compatibilizar con el de secretario particular de Monseñor Manuel Tato, vicario general
del arzobispado. Precisamente con éste entró en contacto con los miembros del grupo
que, originalmente impulsado por el Secretariado Económico y Social, daría lugar a la
fundación del Partido Demócrata Cristiano de Argentina12.

Su amplia experiencia en cárceles, que como ya señalamos tuvo su origen


durante su confinamiento en Miranda de Ebro y más tarde asistiendo a los recluídos en
el campo de Gurs, le llevaron a crear el Secretariado de Ayuda Cristiana a las Cárceles y
la Casa del Liberado. En el año 1958 fue presidente del primer Congreso
Latinoamericano de Acción Penitenciaria realizado en Santiago de Chile.

Activo nacionalista vasco y allegado a los órganos del Gobierno Vasco en el


exilio, llegó a convertirse en referente de la colectividad vasco americana. Sin embargo,
a pesar de sus convicciones nacionalistas y su vinculación con el lehendakari Aguirre, su

7 Hirartia, J. de; El caso de los católicos vascos, Buenos Aires, 1939.


8 Hirartia, J. de; El caso de los católicos vascos, Buenos Aires, 1939. pp. 3-4.
9 Azpiazu, Iñaki; Mathieu, Clément, Examens de conscience pour les futurs prêtres, Imprenta católica,
1942.
10 Azpiazu, Iñaki; Mensajes, ediciones del Atlántico, Buenos Aires, 1959.
11 Diario de Madrid, Madrid, 25 de abril de 1967. p. 13.
12 Álvarez Gila, Óscar, “Azpiazu Olaizola, Iñaki”, La Contribución europea a la iglesia en el Río de la Plata: La
presencia religiosa vasca (1835-1965), Tesis doctoral, Anexos, Págs. 117-8.

2
carácter independiente le impidió integrar la red de servicios que el Gobierno Vasco
había creado a lo largo de América porque, al decir de Andoni Astigarraga, era
demasiado separatista como para ello13.

En 1954 fundó el periódico de orientación cristiana y nacionalista Euskalduna-El


vasco y entre 1954 y 1956 fue director de Euskalzaleak, tribuna en la que escribió
numerosos artículos de carácter social, político y religioso. También colaboró en las
publicaciones Euzko Langille14, Anayak, Boletín del Instituto Americano de Estudios
Vascos, Eusko Deya y Gernika, además de dirigir las revistas Relación y Edición, ambas
de formación cívica cristiana15.

En el año 1959 y con el propósito de realizar estudios penales inició una amplia
gira que, con destino final en Roma donde, tras entrevistarse con Juan XXIII, proyectaba
radicarse definitivamente, lo llevó a visitar las cárceles de Chile16, Brasil17, Uruguay,
Perú18, Ecuador, Venezuela, México y Cuba.

Con motivo de lo que creía sería su definitivo alejamiento de la Argentina, en


setiembre de ese año se despidió de sus feligreses en una emotiva misa celebrada en la
parroquia San Juan y recibió un homenaje en el Teatro Alvear de Buenos Aires, ocasión
en la que reconoció la influencia que, sobre su vida sacerdotal, había recibido de
monseñor Mateo Mujica, a quien llamaba su “pastor”,19.

2. El padre Azpiazu en Venezuela.

A su paso por Venezuela, presentado por el embajador argentino Ramón


Yacante Molina20 e invitado por el ministro de Justicia Andrés Aguilar, el religioso dictó
conferencias en la Universidad Central y, acompañado por el jefe del departamento de
Educación del Régimen Penitenciario adscrito a la Dirección General de Prisiones,

13 Informe con la relación de miembros del servicio secreto vasco atribuido a Andoni Astigarraga. Sin fecha
ni firma. Archivo personal de Josu Legarreta.
14 Álvarez Gila, Óscar, “Azpiazu Olaizola, Iñaki”, La Contribución europea a la iglesia en el Río de la Plata: La
presencia religiosa vasca (1835-1965), Tesis doctoral, Anexos, Págs. 117.
15 ““La defensa de la Libertad o es total o es hipocresía” Eusko Gaztedi pregunta, el P. Azpiazu responde”,
Eusko Gaztedi, Caracas, noviembre, 1959, Págs. 1-2.
16 Oficina de Prensa de Euzkadi, París, 13 de octubre de 1959. Pág. 4.Azpiazu brindó una conferencia en la
Universidad Católica de Santiago de Chile en la que abogó por incluir como delitos fundamentales en el Derecho
Penal Internacional la guerra ofensiva, las prácticas de guerra injustas y los crímenes de los gobiernos totalitarios.
17 El propio dictador Franco siguió de cerca las actividades de Azpiazu y es gracias a sus propias
declaraciones que sabemos que durante su visita a Brasil las autoridades censuraron las conferencias del
religioso. Franco Salgado Araujo, Francisco, Mis conversaciones privadas con Franco, Pág. 279.
18 Oficina de Prensa de Euzkadi, París, 20 de octubre de 1959. Pág. 4. En la Universidad Católica de Lima,
tras ser presentado por el Decano de la Facultad de Derecho, Azpiazu brindó la conferencia “Pío XII y el Derecho
Penal Internacional”.
19 ”Despedida al Padre Azpiazu” ,OPE, Nº 2994, París, 21 de setiembre de 1959. P. 4.
20 Ramón Andrés Yacante Molina. Político argentino, natural de La Rioja, militó en el Partido Unión Cívica
Radical. Fue embajador extraordinario y Plenipotenciario de la República Argentina en Venezuela (1958-1962).
Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Caracas, 11 de marzo de 1960. Pág. 1. Boletín Oficial de la República
Argentina, Buenos Aires, 4 de enero de 1962. Pág. 3

3
realizó visitas a las cárceles de Valencia, Los Teques y San Juan de los Morros. Más
allá del juicio negativo que le mereció el sistema carcelario de este país21, Azpiazu elogió
la honestidad de las autoridades venezolanas que no intentaron ocultar las no pocas
carencias de algunos establecimientos, especialmente el de Valencia y la cárcel de
mujeres de Los Teques22.

Convocado por los medios, sus intervenciones, que alejándose del propósito de
su visita se convirtieron en acusaciones al régimen de Franco, fueron difundidas en la
prensa escrita, radial y televisada. Sus conferencias, brindadas en el Centro Vasco,
Radio Continente y canal 2 de Radio Caracas Televisión, llevaron por título “Un caso de
genocidio”, “Crisis de Occidente”, “El futuro de Euskadi” y “Audacia en la Justicia
Social”23. Su ataque al régimen y su defensa de las libertadas vascas sumados a la
favorable acogida que le fue dispensada tanto por las autoridades civiles como
religiosas, movió al representante de la dictadura española Carlos Cañal y Gómez
Imaz24 a realizar gestiones ante la embajada argentina para impedir la conferencia que
se anunciaba en esta sede. De la misma manera cursó cartas y telegramas al
Arzobispado manifestando “a Monseñor Rincón Bonilla la satisfacción con que la
embajada vería que las autoridades eclesiásticas de Venezuela intervinieran cerca del
sacerdote vasco”25.

Frustrado por el escaso eco obtenido ante el embajador argentino, el personero


del régimen le hizo llegar una lista de preguntas inquiriendo sobre los antecedentes del
religioso; cuestionario éste que fue cumplidamente devuelto a sus manos. Sin embargo,
como las respuestas del argentino no sirvieron a su propósito de desacreditar a Azpiazu,
sin pudor alguno las manipuló a su antojo y las envió a la prensa. Además de ello y
aunque más tarde las autoridades argentinas lo desmintieron, en círculos cercanos a las
autoridades venezolanos se rumoreaba que a través del ministerio de exteriores del
régimen franquista se había presionado al gobierno argentino para remover a su
embajador en Venezuela26.

21 Fundación Sabino Arana, Archivo del Nacionalismo -EBB-381-1, “Las cárceles en Venezuela”, Recorte de
prensa sin identificar medio, sin fecha.
22 Fundación Sabino Arana, Archivo del Nacionalismo -EBB-381-1, “Me escandaliza que Eisenhower haga
visitas de cortesía a Franco”, El Nacional, Caracas, 5 de diciembre, 1959.
23 Irigoyen Artetxe, Alberto, La Asociación Vasco Navarra de Beneficencia de la Habana y otras entidades
vasco cubanas, Vitoria, 2014. Pág. 340.
24 Cañal y Gómez Imaz, Carlos, Marqués de Saavedra. (1905-Madrid, 1964. Entre otros destinos fue cónsul
en Hendaia y ocupó cargos en las embajadas españolas de Lisboa y Suecia. Fue designado embajador en
Venezuela en 21 de julio de 1959. Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Caracas, 23 de julio de 1959. Pág.
1.
25 Oficina de Prensa de Euzkadi, París, 7 de diciembre de 1959. Pág. 3. En principio el embajador español
creyó que se enfrentaba a un religioso argentino, como se desprende del despacho nº 423 enviado a Madrid el
19 de diciembre de 1959. AGA. AMAE, 54/05367; sin embargo Lojendio fue prontamente advertido por medio de
la orden reservada nº 219 que, fechada en Madrid el 28 de diciembre de 1959, en la que era advertido de “que el
P. Iñaqui (sic) Azpiazu es uno de los más destacados y activos separatistas vascos”. AGA. AMAE, 54/5367. No
obstante ello, todavía en enero de 1960 éste se refería al religioso como “sacerdote argentino”. AGA. AMAE,
54/5367. Despacho nº 13. La Habana, 8 de enero de 1960.
26 “El embajador argentino tiene razón”, Oficina de Prensa de Euzkadi, París, 16 de diciembre de 1959. Pág.
4. Aunque no sabemos hasta qué extremo llegaron las presiones del ministerio de asuntos exteriores, sí es cierto
que éstas existieron, tal como lo confirma la orden vía aérea enviada a la embajada en La Habana en la que, tras

4
El embajador Yacante, con justificada indignación, envió a la prensa un
comunicado en el que denunciaba:
“Con sorpresa me he enterado de un comunicado de la oficina de prensa de la
Embajada de España en el que se transcribe un diálogo alterado y mutilado de ex
profeso.
En cuanto a las actividades del Rvdo. Padre Iñaki de Azpiazu, que fuera del
margen de su cometido técnico no son de mi competencia sino de la jurisdicción
exclusiva y excluyente de las autoridades de Venezuela, cuya soberanía respeto”. 27

Siempre atento a las actividades del religioso, el embajador español envió a dos
“personas de confianza” a que asistieran al acto realizado en el centro vasco. En el
consiguiente informe a Madrid, el embajador daba cuenta de que a dicho evento también
había asistido el representante argentino, añadiendo que “El local estaba adornado con
la bandera separatista vasca. A pesar de ello, el embajador de un país que mantiene
normales relaciones con España, no tuvo reparos en asistir y prestigiar con su presencia
un acto marcadamente antiespañol”28.
El centro vasco, en respuesta a las diatribas del español, también creyó
oportuno difundir un comunicado en el que, entre otras cuestiones, señalaba con ironía
que el desdén que se traslucía en sus mensajes era característico de la “muy amplia
mentalidad de los totalitarios franquistas”, añadiendo que el embajador mentía al afirmar
que los nacionalistas vascos eran “una escasa minoría” porque “hay a lo largo de
América, desde Estados Unidos hasta la Argentina unos 40 centros vascos que agrupan
a muchísimos millares de compatriotas nuestros. Entre todos esos centros difícilmente
habrá uno donde los representantes de Franco puedan poner el pié. Este es un
plebiscito constante que los vascos están realizando allá donde el poder coercitivo de
Franco no puede ser ejercitado”29.

Por su parte, en un mensaje remitido a la prensa caraqueña, Azpiazu acusó al


representante del régimen franquista de no decir la verdad al afirmar que “la Embajada
de España no ha dado importancia a la actividad política del referido sacerdote” Según
señalaba, esta afirmación encerraba en sí misma dos mentiras porque:

A) El Embajador de España, personalmente, realizó gestiones para obtener mi


silencio, cerca del Excmo. Sr. Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Caracas y del
Excmo. Sr. Embajador de la República Argentina. El representante de Franco, dio o no
dio importancia a mis actividades?

dar cuenta de lo actuado por Azpiazu en Caracas, se señala que el embajador en Buenos Aires consultó al
gobierno argentino sobre el carácter de la gira que el religioso realizaba por América. AGA, MAE, 54/5367, Orden
reservada nº 219; Madrid, 28 de diciembre de 1959.
27 “Comunicado del Señor Embajador de la República Argentina’”; El Universal, Caracas, 6 de diciembre de 1959.

pág. 14.
28 Archivo General Administrativo (AGA), AMAE, Informe del embajador de España en Venezuela, Caracas,
24 de diciembre de 1959.
29 “El centro vasco replica al embajador franquista”, Oficina de Prensa de Euzkadi, París, 16 de diciembre
de 1959. Pág. 4.

5
B) Mis actividades nunca han tenido carácter político, dando a este adjetivo el
significado que generalmente se le da. Pero si por política se entiende defender las
libertades humanas, proclamar el respeto a las culturas y exponer los principios de una
sana convivencia, yo cumplo con mi deber de sacerdote al hacer esa noble política, en
virtud de la cual repruebo con santa indignación los atentados contra el hombre, contra
la cultura y contra la pacífica convivencia que cometen los dictadores, sea en Hungría
bajo el régimen comunista, sea en el País Vasco bajo el régimen franquista.

Al denunciar ante el mundo el crimen de genocidio de que es víctima mi pueblo, yo ni


salgo de mi ministerio sacerdotal, ni entro en ningún “movimiento separatista”. Hago
justicia y defiendo a mi pueblo, nada más. Dejo, pues, al Sr. Embajador de España en el
gesto poco elegante de insultar un movimiento, a cuyos integrantes corresponde darle la
adecuada respuesta.

2) Por lo que hace a los datos personales que tan solícitamente investiga el
Embajador de Franco, a pesar de no dar importancia a mis actividades, declaro que soy
vasco de origen, ciudadano argentino y poseedor de un pasaporte dado por las
autoridades de la gran patria de San Martín.

Cumplo con el deber de agradecer públicamente al Excmo. Sr. Vicario Capitular y al


Excmo. Sr. Embajador argentino por no haberse plegado a los propósitos del
representante de Franco, con lo que ha quedado demostrado:

A) Que en las patrias de Bolívar y de San Martín se respetan y se defienden la


libertad de los ciudadanos y la independencia de la iglesia.
B) Que el Embajador de España, habituado sin duda a las intromisiones en lo
eclesiástico y a la violación de la libertad, tan comunes en el régimen que representa, se
equivocó al trasplantar esos métodos a la noble nación venezolana.
Al aprestarme a continuar mi viaje y a salir de Venezuela, doy gracias a las
autoridades que han facilitado mi labor; a la Prensa que tan cálida acogida me ha
prestado, y a todo el pueblo venezolano, para el cual pido a Dios la gracia de vivir en el
ejercicio de sus libertades, en el desarrollo de su cultura y en la práctica de una pacífica
convivencia, bajo la protección de aquél santo y patriota sacerdote, que se llamó
Monseñor Arias Blanco, siempre presente en el corazón de los venezolanos30.

Además de las críticas que arreciaban contra el régimen que representaba y el


posterior escándalo alimentado por su actitud irreflexiva, el legado de la dictadura debió
soportar los juicios favorables que cosechó el religioso, no ya por su status de
nacionalista vasco sino por su mera condición de sacerdote. En tal sentido resulta
destacable la columna “Política de Altura” que, en el periódico liberal La Esfera de
Caracas escribió, con indisimulado sarcasmo, quien se ocultaba tras el seudónimo de
César Cienfuegos:
“Escuchamos a Iñaki Azpiazu. Confesamos que nos sorprendió. Que distinto a
otros sacerdotes españoles…

30 Fundación Sabino Arana, Archivo del Nacionalismo -EBB-381-1,”Remitido. El Embajador de España está
violando la verdad”, Recorte de prensa sin identificar medio, sin fecha.

6
(…) A los pocos días Iñaki era como un amigo. Lo escuchamos por televisión.
Excelente. Lo seguimos por las noticias. En los artículos de prensa. Este sacerdote nos
impresionó mucho. Si así fueran todos los sacerdotes el catolicismo sería una fuerza
impresionante. La firmeza de la convicción democrática. El valor de las ideas.
(…) El catolicismo es como lo dice Iñaki. De otro modo no es catolicismo. El
catolicismo es democrático. Las dictaduras católicas son aberraciones.
Monstruosidades. Mistificaciones. Con todas las diferencias ideológicas debo confesarlo.
Iñaki me sorprendió.
(…) Iñaki fue un soplo eclesiástico que trajo frescura a la cleresía española. ¿Por
qué no traer otros Iñaki?31

Lejos de aplacarse, la rechifla permeó las esferas diplomáticas y llegó a los


políticos venezolanos quienes, desde las páginas de El Nacional de Caracas,
manifestaron su repudio al personero de Franco.
En tal sentido César Rondón Lovera, diputado de Acción Democrática, dijo: “Los
sectores democráticos han confirmado, con el Aviso Pagado de la embajada del dictador
Francisco Franco, los intentos fallidos de intromisión en asuntos nuestros y de paso su
condición de agente activo de los intereses antidemocráticos que se mueven en América
desde las representaciones diplomáticas de los dictadores de España y Portugal.
(…) La presencia del reverendo Padre Azpiazu en nuestro país, desde el punto
de vista de la lucha antifranquista, ha de traducirse, salvando diferencias de todo orden,
en un poderoso estímulo para quienes deseamos –españoles o no- ver a España
liberada de las ataduras del tirano. Ello prueba que no es del todo cierta la especia del
apoyo de Franco en la Iglesia; por lo menos hay un esclarecido sacerdote que combate
valientemente, en su nombre, en el de la dignidad de la cual está investido, y en el de su
pueblo, el pueblo vasco.
Por su parte, el diputado Rodolfo Cárdenas, del Partido Social Cristiano COPEI,
afirmó: El actual embajador franquista ha creído equivocadamente, que la dictadura
española tiene poder sobre el gobierno argentino y sobre el Cuerpo Diplomático. Por eso
ha cometido la torpeza política y diplomática de atropellar en Caracas la reglas
elementales de respeto a sus colegas ya ha tratado de utilizar con fines aviesos hasta al
Decano del Cuerpo Diplomático.
Mientras que Eduardo Machado, del Partido comunista, dijo: “Parece que el
embajador de Franco cree que aquí todavía somos colonia de Fernando VII, y que
puede intrigar y pedir que los ciudadanos españoles sean impedidos de los beneficios
que otorgan las libertades democráticas y los derechos ciudadanos reconquistados de
las garras de la dictadura, muy amiga, por cierto, del franquismo32.

Peli de Irizar, presidente de la Junta Extraterritorial del Partido Nacionalista


Vasco en Venezuela, resumía así la aventura del azpeitarra: “Se puede decir que la
labor del P. Iñaki que está llevando en estas dos semanas es enorme, interviniendo en la
Prensa, Radio, Televisión y conferencias sobre problemas sociales y penitenciarios,

31 Cienfuegos, César, “Política de Altura. Iñaki”, La Esfera, Caracas, 6 de diciembre de 1959. Pág. 14.
32 “Repudio total a la actitud del embajador de Franco”, El Nacional, Caracas, 8 de diciembre de 1959. Pág.
40.

7
metiendo siempre de pasada el hecho diferencial vasco y fustigando terriblemente a los
dictadores. Ha metido en danza al embajador de España dejándole en ridículo ante el
pueblo venezolano, pues bajo zapa quiso e intentó el representante de Franco impedir
las charlas e intervenciones por Radio y Televisión del P. Iñaki, pero tanto las
autoridades eclesiásticas como el embajador de la Argentina salieron criadas
respondonas. El “affaire” ha salido a la calle y los comentarios de todas las clases
sociales y políticas están contra el embajador y a favor de nuestro páter. El embajador
creyó que bajo cuerda quejándose al Arzobispo interino y al representante de la
Argentina conseguiría todo, pero lo que ha conseguido es el desprecio de todo el
mundo”33.
En nada exageraba Irizar al afirmar que Carlos Cañal y Gómez Imaz había
hecho el ridículo; y tan cierto era esto que su persona fue blanco de las burlas de la
revista humorística “Martín Garabato” del afamado dibujante Carlos Galindo “Sancho”,
que no sólo le caricaturizó sino que le dedicó poemas satíricos burlándose de su “idiota
alusión” a que los vascos tenían “mentalidad estrecha”:
Nos lanzó un comunicado
creyéndose en Alcorcón,
donde además de mentiras
contra un muy digno señor
que le cantó las cuarenta,
hace una idiota alusión
a “mentalidad estrecha”
de un pueblo donde hay legión,
de sabios y de señores
que desprecian al toisón,
y se atreve de utopías
hablar quien, muy fanfarrón,
título y que de marqués,
regalo del dictador,
luce como si estuviera
en Coria o en Alcorcón.34

Pero lo cierto es que el Marqués de Saavedra estaba lejos de dar por cierta su
propia calificación de “mentalidad estrecha” atribuida a los vascos, tal como se
desprende del la apreciación que él mismo realizó en un informe elevado a Madrid:
“Creo no equivocarme al decir que los vascos separatistas son los que más dañan a
nuestra patria en el mundo y, concretamente en Hispanoamérica. Hay en ellos más que
amor a su región, odio al resto de España.
Por su laboriosidad han logrado buena situación económica en estos países y
tienen prestigio en los medios religiosos, sociales y políticos. Están muy buen

33 Fundación Sabino Arana, Archivo del Nacionalismo -EBB-74-5, Carta de Peli de Irizar a Jesús de Solaun,
Caracas, 2 de diciembre de 1959.
34 “Al Marqués”, Euzko Gastedi, Caracas, Pág. 5

8
organizados en América y por las noticias que me llegan, poseen un servicio de
información verdaderamente eficiente dentro de España”35.

Duro también fue el juicio de Eduardo Nafarrate36 quien, desde las páginas del
Eusko Deya de México decía del religioso que “allí donde se ha escuchado su palabra
docta, persuasiva y dura en defensa de la libertad, de los derechos del hombre y de
Euskadi, ha levantado clamores y vítores en apoyo a esa verdad, más convincente en
labios de un sacerdote vasco.
Pero este aire vivificador que emanaba de las palabras del P. Azpiazu se vio
mezclado por un pequeño e insignificante halito ponzoñoso que salió sigilosamente del
refugio falangista de la embajada española. El embajador español, un lacayo al servicio
de la tiranía franquista, trató infructuosamente de impedir que la verdad, descubriendo
ese acto de genocidio que ellos siguen cometiendo, sea ignorada en la libre
Venezuela…”37
Pero lo que sin lugar a dudas resultó lo más duro para la embajada fue la
repulsa general de la opinión pública y de la prensa que publicó severos
cuestionamientos a la credibilidad del régimen, como el artículo escrito por Rodolfo José
Cárdenas en La Esfera de Caracas, donde manifestaba su satisfacción porque los
sucesos habían servido para demostrar la “rectitud insobornable” de las autoridades
religiosas; la posición del gobierno venezolano, que no había aceptado injerencias
extranjeras; la rectitud del legado argentino, “al rechazar la torpeza franquista” y la
cordialidad del ministerio de justicia que le había abierto las puertas a Azpiazu.
Añadiendo a continuación su más duro juicio: “Pareciera un contrasentido que
nos alegre la torpe persecución de la embajada franquista contra el sacerdote católico P.
Azpiazu. Nos alegra porque, por millonésima vez, se pone en evidencia al franquismo,
un régimen hipócrita que logró enrolar gentes de buena fe de América con estandartes
religiosos en las manos. La dictadura franquista, como toda dictadura, pisotea al
cristianismo, a sus valores, a la libertad, a la dignidad humana, que es una de las más
bellas conquistas de la humanidad, lograda por el cristianismo”38.

3. Iñaki Azpiazu en La Habana

35 AGA. AMAE, 54/11861. Informe Nº 47, Caracas, 2 de febrero de 1960.


36 Nafarrate, Eduardo, Militante del PNV y miembro de la junta local del sindicato ELA-STV de Sestao. Fue
detenido en 1946. Tuvo la responsabilidad de distribuir en Barakaldo y Sestao las octavillas con el llamamiento a
la huelga general de 1 de mayo de 1947. Despedido de Altos Hornos, debió pasar a la clandestinidad primero y al
exilio venezolano después. Jiménez de Aberasturi, Juan Carlos, San Sebastián, Koldo, La huelga general del 1º de
mayo de 1947, Centro de documentación de historia contemporánea del País Vasco, Nº 5, Eusko Ikaskuntza,
1991.
37 Nafarrate, Eduardo, “Desde Venezuela. La verdad no es más que una”. Euzko Deya, México, enero de
1960. Pág. 31-2.
38 “La ofensiva franquista contra el P. Iñaki”, Tierra Vasca, Buenos Aires, 15 de enero de 1960. Pág. 3

9
Culminada su agitada estadía en Caracas Azpiazu viajó a Cuba donde, además
de realizar su habitual visita de cárceles, brindó una serie de entrevistas y
conferencias39.
En la capital se entrevistó con el Presidente de la República Osvaldo Dórticos40 y
con el entonces Primer Ministro Fidel Castro.

Entre el nutrido programa de actividades que desarrolló en esos días estuvo la


entrevista que mantuvo con los periodistas José S. Velázquez, José Montó y Carlos
Robreño en el programa “Telemundo pregunta”, que fue emitido por el Canal 2
“Mundovisión” de La Habana. En esta audición, que fue noticia del periódico Revolución,
el religioso manifestó “que él era un exiliado porque no podía ejercer los derechos
naturales de la persona humana y había abandonado su país con autorización
eclesiástica el 26 de abril de 1937, cuando los fascistas bombardearon a Vizcaya”.
Tras lo cual “condenó el régimen de Franco en España, manifestando que no hay
libertad humana, de prensa, de sindicatos, de partidos políticos o de enseñanza y que no
se respetan los derechos humanos”.41

Las denuncias propaladas en vivo y en directo indignaron a los religiosos


capuchinos españoles Mendoza y Morales42, que infructuosamente pretendieron
introducirse en los estudios televisivos para rebatirle públicamente. Con mejor fortuna
corrieron los oficios previamente realizados por Jaime Caldevilla, consejero de
información de la embajada, que logró que el presidente de la empresa televisiva
levantara el programa antes de estar finalizado.43 Asimismo, y según el informe que
posteriormente la embajada envió a Madrid, se preparó “la adecuada contestación
también en otra entrevista y por el mismo canal de televisión”44.

Mientras tanto Pablo Lojendio Irure, representante del régimen franquista en la


Isla, sabedor de los sucesos que su par en Caracas había promovido en su vano intento
de silenciar al religioso vasco, aguardaba un mejor momento para desacreditarlo, tras

39 El 11 de diciembre de 1959 asistió al juicio de Huber Matos realizado en la sede del estado mayor en el
campamento Columbia.
40 Osvaldo Dórticos (1919-1983) Presidente de Cuba durante el período 1959-1976; Vicepresidente del
consejo de ministros (1976) y Ministro de justicia (1980-1983).
41 “Trasfondo de un suceso. La maniobra franquista en Cuba”. Euzko Deya, Buenos Aires, 30 de marzo de
1960. pág. 3.
42 Paz Sánchez, Manuel de, “Resumen de prensa del consejero de información y prensa de la Embajada de
España en Cuba, Jaime Caldevilla, del 9 de enero de 1960 (AGA. Asuntos Exteriores, C-5360)”, Dos momentos
cruciales en las relaciones entre España y Cuba: enero de 1959 y enero de 1960. Notas y documentos, ULPGC.
Biblioteca universitaria. 2010. Págs. 103-104.
43 Paz Sánchez, Manuel de; Zona de Guerra. España y la revolución cubana (1960-1962). Taller de Historia
del Centro de la Cultura Popular Canaria, Canarias, 2001.
44 Paz Sánchez, Manuel de; “Resumen de prensa del consejero de información y prensa de la embajada de
España en Cuba, Jaime Caldevilla, del 2 de enero de 1960”, Zona de Guerra. España y la revolución cubana (1960-
1962). Taller de Historia del Centro de la Cultura Popular Canaria, Canarias, 2001. Págs. 101-2.

10
fracasar sus gestiones ante el Nuncio apostólico Luigi Centoz45 y el embajador argentino
Dr. Julio Amoedo46.
Esta cautela obedecía a que, por esos días, la diplomacia del régimen temía que
la actitud de México de reconocer al gobierno republicano español en el exilio fuera
imitada por otros países sudamericanos. Y lo cierto es que Lojendio no las tenía todas
consigo, tal como se desprende en el informe que su embajada elevó a Madrid el día 2
de enero de 1960, en el que por un lado se congratulaba de que la ampliamente
difundida visita de Eisenhower a Franco hubiera significado un “rotundo golpe a las
actividades continuadas de los exiliados españoles” en Cuba y por otro expresaba su
prevención sobre el hecho de que éstos contaban con una organización que cada vez
era más peligrosa47.
La oportunidad que aguardaba Lojendio recién se le presentó luego de que
Azpiazu abandonó Cuba con rumbo a la capital mexicana, ocasión en la que, según
palabras de Margarita Imaz, secretaria del padre Iñaki: “movió a los frailes españoles a
un menester poco digno de ellos, como el de aparecer apoyando al régimen catolicísimo
de Franco y haciendo demostraciones de fuerte amor a la causa que representa el
Caudillo. Esto se produjo en la embajada española y le dio ocasión a Lojendio a
pronunciar unas palabras restándole importancia a la preocupación de los frailes por las
manifestaciones de algún resentido que andaba por ahí. (Léase P. Iñaki). Como algunos
de los frailes fueron llevados engañados a la embajada con el pretexto de un coctail de
principios de año y luego les invitaron a firmar la declaración que ya estaba elaborada
por el propio Lojendio, entre ellos el superior de los franciscanos que está en contra de
todo ello, pero que firmó como los demás y después se retractó, dio motivo a una
verdadera revolución de la opinión pública cubana”.48
Según el documento de Margarita Imaz, no todos los religiosos estuvieron de
acuerdo en jugarle esta mala pasada al ya ausente Azpiazu, aunque debieron
doblegarse ante las amenazas del embajador español que “le(s) estaba diciendo a los
frailes que debían hacer algo para pegarle al cura vasco porque si no (él) les pegaría a
ellos en Madrid”.49
Uno de los que no estuvo de acuerdo y más tarde salió en su defensa fue el padre
Balenciaga, que señaló que las afirmaciones de Azpiazu en cuanto a que en estado
español no se respetaban los derechos humanos y de que la Iglesia no estaba con

45 Luigi Centoz (San Pietro, 1883-Aosta, 1969) Tras ordenarse sacerdote en 1906 ingresó en el cuerpo
diplomático de la Santa Sede. Fue nuncio apostólico en Bolivia, Venezuela Lituania, Costa Rica, Nicaragua,
Panamá y Cuba, país este último donde ocupó el cargo desde 1954 hasta 1962..
46 AGA. AMAE, 54/5367, Informe reservado Nº 1, La Habana, 2 de enero de 1960.
Julio Aurelio Amoedo (Buenos Aires, 1915-1996) Abogado y doctor en jurisprudencia. Miembro del Partido
Conservador Popular, del cual fue presidente tras el fallecimiento de Vicente Solano Lima, fue senador por
Catamarca entre 1983 y 1992. Fue embajador en Cuba desde 1958 hasta 1962, año en que Argentina rompió
relaciones diplomáticas. Fue embajador en Guatemala, Venezuela y Costa rica, además de delegado ante ONU y
la OEA. Clarín, Buenos Aires, 9de julio de 1996.
47 Paz Sánchez, Manuel de; “Resumen de prensa del consejero de información y prensa de la embajada de
España en Cuba, Jaime Caldevilla, del 2 de enero de 1960”, Zona de Guerra. España y la revolución cubana (1960-
1962). Taller de Historia del Centro de la Cultura Popular Canaria, Canarias, 2001. Págs. 101-2.
48 Archivo de la familia Arteche. Carta de Margarita Imaz, secretaria de Iñaki de Azpiazu, a Pedro Arteche.
Buenos Aires, 27 de enero de 1960.
49 Ídem.

11
Franco seguían en pié, porque el documento de los superiores, en vez de demostrar lo
contrario, había pretendido justificar la rebelión de Franco como efecto de desmanes que
se cometieron no antes, como mintieron los religiosos, sino después del levantamiento
militar.
Y añadió: “pero supongamos –olvidando las maquinaciones de monárquicos y
militares para derrocar la república desde su implantación- supongamos que los
crímenes de la república justificaban la rebelión de Franco; no justifican en ningún modo
que la dictadura, que por esencia debe ser provisional, se perpetúe eternamente.
(…) Los superiores con la bendición laica del representante de Franco en Cuba,
han cometido el error, tan fatal y escandaloso, de tratar de vincular la Iglesia, de la que
son sacerdotes, con el gobierno actual franquista con sus deficiencias y errores. Es el
error que tan acertada y repetidamente denunció el padre Azpiazu”50.

4. Alarma en la embajada.

La estrategia diseñada por la oficina de información diplomática queda evidente


en el informe que, el día 9 de enero, Jaime Caldevilla envió a Madrid. En éste se daba
cuenta que “El sacerdote vasco Ignacio Azpiazu, durante su estancia en La Habana,
procuró adoptar una postura gubernamental y con sus declaraciones a favor del
Gobierno revolucionario; negando, por otra parte, la influencia comunista en el mismo,
obtener un apoyo oficial y de opinión pública, que favoreciese sus declaraciones contra
nuestro Régimen.
Estas se produjeron en una entrevista televisada, en la que vertió las consabidas
acusaciones; pero cuando se complacía en verterlas con contradicciones manifiestas el
Presidente de la Empresa con quien esta Oficina había hecho una gestión previa ordenó
interrumpir la transmisión. Dos sacerdotes agustinos españoles los Rvdos. Padres
Mendoza y Morales se personaron en el estudio de televisión con ánimo de contestar
públicamente; pero la interrupción de la transmisión hizo imposible su patriótica
resolución.
La Delegación de la O.I.D. (Oficina de información diplomática) preparó
minuciosamente la reunión sacerdotal, que se celebró en la Embajada de España.
Durante una hora se mantuvieron reunidos quince Provinciales y Superiores Mayores de
las Órdenes Religiosas españolas, que radican en Cuba. Al salir de esta reunión fue
entregada al Señor Embajador una «Declaración conjunta», que ha tenido una inmensa
repercusión y que convendría divulgar por toda América e incluso España.
Un centenar de religiosos españoles acompañó a los Provinciales y Superiores
Mayores y el acto estuvo impregnado de singular emoción patriótica y religiosa.
Hasta el momento los ataques contra esta reunión celebrada sólo se han
publicado en el periódico comunista Hoy y en el filocomunista Diario Nacional.
Parece extraño que el periódico Revolución no haya publicado ningún artículo en
contra.

50 “Los frailes franquistas y el método Ollendorf”, OPE, París, 28 de enero de 1960. Pág. 4.

12
La situación de los Padres franciscanos Mendizábal y Biain es la más propicia
para que se hagan gestiones, a fin de que la Santa Sede los traslade a España u otra
nación, que no sea hispanoamericana”51.

Lejos de ser un caso aislado, la persecución de los religiosos “desafectos” al


régimen franquista fue una constante que se repitió en aquellos países donde llegaba el
largo brazo de la dictadura. En tal sentido en el fondo del Ministerio de Asuntos
Exteriores del archivo general de la administración en Alcalá de Henares, hemos
hallado, entre otras, denuncias contra los capuchinos, trinitarios, lateranenses y
dominicos de Argentina; los misioneros del inmaculado corazón de María de Brasil, los
jesuitas de Venezuela, los carmelitas de Colombia y los capuchinos de Francia y
Filipinas.

5. El documento de Lojendio

Caldevilla se refería al episodio promovido por su embajador en el que, con la


excusa de agasajar a los superiores de las órdenes religiosas españolas asentadas en la
isla, les invitó a un coctail en la sede de la embajada, ocasión en la que les obligó,
mediante amenazas, a firmar un documento llamado “Declaración conjunta de los
superiores de religiosos españoles en Cuba”52.

En éste, que fue publicado en la portada del Diario de la Marina del 8 de enero de
1960, bajo el título “Superiores religiosos hispanos en Cuba recuerdan los crímenes de
los comunistas en España”, los sacerdotes declaraban:

1) Vivimos por nuestra profesión alejados de la política activa; pero no somos ajenos
a la verdad o al error sobre temas españoles relacionados con los derechos
humanos, la moral y la Iglesia.
2) En España, a partir de la República en 1931, se desató violenta persecución
religiosa, denunciadas principalmente por el Episcopado español en dos
Declaraciones Colectivas fechadas el 20 de diciembre de 1931 y el 25 de mayo de
1933.

51 Paz Sánchez, Manuel de, “Resumen de prensa del consejero de información y prensa de la Embajada de
España en Cuba, Jaime Caldevilla, del 9 de enero de 1960 (AGA. Asuntos Exteriores, C-5360)”, Dos momentos
cruciales en las relaciones entre España y Cuba: enero de 1959 y enero de 1960. Notas y documentos, ULPGC.
Biblioteca universitaria. 2010. Págs. 103-104.
52 El documento fue firmado por Aristónico Ursa, Viceprovincial de los PP. Claretianos; Fray José
Mendizabal, Delegado Provincial de los PP. Franciscanos; Ceferino Ruíz Rodríguez S.J., viceprovincial de los PP.
Jesuitas; Fray José Fomero O.M., Vicario Provincial de los PP. Dominicos; Fray Antonio de Vegamian, Custodio
Provincial de los PP. Carmelitas; Fray Emilio Guezuraga, Superior de los PP. Trinitarios; Rafael Mercader, Vicario
Inspectoral de los PP. Salesianos; Evaristo de Santa Gema, Vice Provincial de PP. Pasionistas; Gregorio Subiñas,
Visitador de los PP. Paúles; Antonio Parredón, Vicario Provincial de las Escuelas Pías (Escolapios); Pablo de la
Cruz, Provincial de los Hermanos Maristas; Antonio Medina, Regente de la Universidad de Santo Tomás de
Villanueva. Padres Agustinos; Fray Auspicio Ochoa, Superior de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios y
Antonio Gonzáles, Superior de los PP. Redentoristas. “Declaración franquista de los religiosos españoles en
Cuba”; Euzko Deya. Buenos Aires, 30 de marzo de 1960. pág. 3.

13
3) Aseguramos que, durante el gobierno republicano-marxista, se desconocieron en
España los derechos humanos más elementales, como lo prueban tristemente los
siguientes comprobados datos: De abril de 1931 a abril de 1939 perdieron la vida
martirialmente bajo las iras de los de la hoz y el martillo, doce señores obispos,
más de diez y seis mil sacerdotes y religiosos y sobre siete mil jóvenes de Acción
Católica. En nueve diócesis desapareció el 80% del clero; en Málaga la
desaparición alcanzó el 90% de los sacerdotes y religiosos.
4) Declaramos con igual énfasis que durante los años del gobierno predicho se
desconoció en España la auténtica y verdadera libertad.
- No existió libertad de prensa, pues la suspensión frecuente y arbitraria se cebó
en los periódicos nacionales de superior moral y difusión.
- No existió libertad de cultos, pues se incendiaron centenares de iglesias y
conventos, se proscribieron con arbitrariedad procesiones y actos religiosos de
tradición más que centenaria; se maltrató, amenazó, multó, insultó y golpeó a no
pocos sacerdotes y jóvenes de Acción Católica.
5) Es manifiesto que en la dominación republicano-marxista no se respetó la
propiedad. Ahí están como pruebas irrefutables el colosal saqueo del tesoro
religioso de España y el gran latrocinio del oro español y de las joyas y
pertenencias de particulares que guardaba la bóveda del Banco Nacional.
6) Ante semejantes, evidentes atropellos del gobierno republicano-marxista, el pueblo
español y su ejército se alzaron an armas contra la barbarie que asolaba la patria,
en una guerra sustancialmente religiosa que el Papa Pío XI calificó la Cruzada
Nacional.
7) Esta Cruzada es el origen del estado español actual, regido por un hombre
integralmente católico, el generalísimo Francisco Franco Bahamonde.
8) Reconocemos, satisfechos, la óptima inteligencia que existe entre la Iglesia
Católica y el actual estado español, al amparo del mejor concordato suscrito en los
últimos años por la Santa Sede y España…
Estas declaraciones nuestras no abrigan ánimo alguno de polémica, sino
simplemente la de conocer la verdad entera que muchas veces se intenta
oscurecer, sobre el origen y la realidad actual del estado español, que, por
netamente católico, se ve, en ocasiones, injustamente calificado y desconocido53.

Junto al texto de la declaración, el periódico también publicó los discursos de


Lojendio y de Aristónico Ursa, Viceprovincial de los Padres Claretianos. Este último, tras
verter expresiones tales como que el generalísimo Franco era el más hombre católico del
mundo y que la legislación española era, en lo social y en lo penitencial, una de las
mejores y más avanzadas del mundo, arremetió contra el religioso vasco señalando que
“Afirmar, como recientemente se ha hecho, que en España no se respetan los derechos
humanos por parte del gobierno español, es desconocer la realidad o desvirtuarla
mendazmente con escarnio de cuantos nos sentimos españoles”.

53 “Superiores religiosos hispanos en Cuba recuerdan los crímenes de los comunistas en España”, Diario de
la Marina, La Habana, 8 de enero de 1960, Pág. 1.

14
El embajador español hizo referencia al sacerdote vasco, señalando que no se
debía dar “importancia alguna (…) a algunas tristes voces (de) viajeros que no son sino
ecos de personales fracasos y resentimientos (…)
Los campos están bien deslindados. No se engaña sino quienes quieren ser
engañados y en cuanto abren la boca se comprende donde están situados y a quién
sirven los viajeros y los compañeros de viaje. Comprendo la indignación que os haya
causado escuchar algunas palabras injustas, pero creedme que carecen de importancia.
El espectáculo de quienes demuestran ser capaces de tanto resentimiento y de tanto
odio sólo puede promover nuestra profunda y cristiana compasión. Al margen de las
voces de la desaforada jauría, España sigue avanzando”.54

6. “Pero se traen algo más…”

Días más tarde la revista Bohemia hizo un pormenorizado relato de lo ocurrido el


7 de enero en la sede diplomática: “A poco del mediodía empiezan a llegar automóviles
a la embajada de España. Está izada la bandera bicolor monárquica en el asta principal.
El portón de la Alameda de Paula se abre como en las ocasiones importantes.
De los vehículos-casi todos grises y negros, van descendiendo sacerdotes.
Identifícanse por sus sotanas negras, blancas y pardas. Por momentos el tránsito se
congestiona, con cláxones y voces de choferes con prisa.
En la puerta, tres funcionarios de vientre prominente, saludan a los recién
llegados con maneras protocolares. Se les oye repetir con fruición:
-¡Bienvenidos a casa!
Muchas de las caras que desfilan por el vestíbulo de la sede franquista son
conocidas. Trátase, principalmente, de superiores de órdenes religiosas españolas
establecidas en Cuba: el claretiano Aristónico Ursa, el franciscano José Mendizabal, el
jesuita Ceferino Ruiz, el dominico José Romero, el capuchino Antonio Vegemian, el
salesiano Rafael Mercader, el paúl Gregorio Subiñas, el escolapio Antonio Parredón, el
marista Pablo de la Cruz, el agustino Antonio Medina, el redentorista Antonio González.
Más de un centenar de frailes los acompañan.
Minutos más tarde, los religiosos están frente al embajador Juan Pablo de
Lojendio en un salón amplio del tercer piso. Todos los rostros están iluminados por
sonrisas de complacencia. Vienen a saludarle en ocasión del nuevo año.
Pero traen algo más…
Tras los apretones de mano y las frases usuales se apagan los murmullos.
Silencio pleno. De los religiosos, dispuestos en un extremo del salón, sale un sacerdote
viejo, rechoncho, de hábito negro con una insignia en el pecho.
El viceprovincial de los claretianos, el castellano Ursa, extiende unas cuartillas
que lee con marcado acento hispánico:
-Los religiosos españoles de Cuba, con sus superiores mayores al frente, hemos
acudido hoy en apretada hermandad a la casa de todos los españoles para derramar el
vaso de nuestros corazones y ante la persona del excelentísimo señor embajador de
España, nuestros más puros y nobles sentimientos españolistas…
54 “Superiores religiosos hispanos en Cuba recuerdan los crímenes de los comunistas en España”. Diario de
la Marina, La Habana, 8 de enero de 1960. páginas 1-2.

15
Y así sigue el periodista su narración, detallando a continuación el contenido de
la declaración conjunta, la satisfacción con que ésta fue acogida por Lojendio, el
posterior festejo con vino…y el cisma que produjo un documento que se gestó en
secreto por unos pocos de los presentes.
Y continúa la crónica:
“El viernes por la mañana, en momento en que los católicos cubanos producían
su repudio al engendro, un conocedor de las intimidades del Arzobispado comentó:
-Monseñor Evelio55, refiriéndose al Arzobispo habanero, está muy disgustado.
Personalmente le aconsejó a los curas que no publicasen esa impugnación de las
declaraciones del Padre Azpiazu.
El Padre Raúl del Valle puntualizó en el palacio cardenalicio:
-Esa declaración no representa el pensamiento de la Iglesia. Es la opinión
personal de un grupo de sacerdotes españoles.
Los más indignados parecían ser los franciscanos. Por ser vascos conocían
como nadie la patraña del franquismo y de sus excesos en la distante Euskadi; el
bombardeo de Gernika, el fusilamiento de frailes y la profanación de templos por
negarse a aceptar la imposición totalitaria.
Refiriéndose con discreción a la firma del superior de los franciscanos en el
documento, el padre Luis de Zabala reconocía:
-Llevaron engañados a mucha gente, pero no se extrañen que se produzcan
rectificaciones.
El padre Mariano Errasti, a cargo de la leída revista La Quincena en ausencia de
su director, el padre Biain, decía al reportero de En Cuba:
-El próximo número lo dedicaremos a destruir todas las falsedades de estas
manifestaciones.
(…) La trama consistía en hostilizar al vasco Azpiazu, sin apariencias polémicas.
Por eso se urdió en silencio, revistiéndola de una supuesta “reafirmación de la
hispanidad” demorando su salida hasta el 6 de enero.

Pero, a juicio del periodista, algo más turbio se escondía tras las puertas de la
embajada y así lo explicaba:
“Había un ángulo importante del problema, vinculado a la situación cubana.
Dirigentes del catolicismo nacional divisaban en la festinada salida de los renegados
Aguirre y O´Farril56 un oblicuo intento de provocación al gobierno revolucionario. Se
quería que los portavoces del Movimiento 26 de julio arremetieran contra el desahogo
franquista de los superiores españoles para después acusar de intolerancia y
persecución antirreligiosa a los gobernantes de la isla.
Podía tener directa relación con ese intento una carta remitida desde Miami por
Eduardo Aguirre –el autoexiliado amigo de Díaz Lanz- al diario Avance y publicada en la
edición del viernes 8.

55 Evelio Díaz y Cia. (La Habana, 1902- 1984). Fue obispo de Pinar del Río (1926); obispo auxiliar de La
Habana (1959); arzobispo coadjuntor de La Habana (1963).
56 Se refiere a la fuga hacia Miami que, a mediados de diciembre de 1959, protagonizaron los religiosos
Eduardo Aguirre y Juan Ramón O´Farril.

16
Nada cristiana ni eclesiástica por su estilo, la insolente epístola estaba dirigida al
R. P. Biain, director del semanario católico La Quincena, que se había ganado la
estimación general en Cuba por su razonado y persistente respaldo a la revolución.
Comenzaba reprochando a éste su defensa pasada de la república española, para
deducir a continuación.
-Por eso se encuentra usted tan a gusto con los nuevos comunistas de Cuba;
por eso se vanagloria Ud. de que los curas hablan demasiado en Cuba. Es el caso único
y exclusivo de usted, que no siendo cubano ni español, ni teniendo patria reconocida
alguna (porque la nacionalidad vasca no ha sido jamás reconocida en el concierto de las
naciones constituidas del mundo) se une gratuitamente al coro de difamadores oficiales
del gobierno…57

7. Azpiazu en México.

Desde México, donde además de realizar su gira penitenciaria participó en la


conmemoración del aniversario de Sabino Arana Goiri realizado por el Partido
Nacionalista Vasco en la euskal etxea local, el religioso, alertado por los franciscanos de
Cuba, prometió regresar inmediatamente a la Isla a presentar batalla a Lojendio.
Mientras tanto, en la capital azteca concedió un reportaje al periódico Novedades,
respondió a una entrevista telefónica que desde La Habana le realizó la revista Bohemia
y escribió un artículo en la revista Eusko Deya de la colectividad vasco-mexicana. En
ésta última, en un artículo titulado “Religiosos españoles a las órdenes de un
embajador”, se preguntaba ¿Cuál es el motivo de un acto que, por aquello de que los
extremos se tocan, se realiza en un cuadro que tiene mucho de solemne y otro tanto de
grotesco?
Y se respondía: “Unas declaraciones mías relativas a la falta de libertad en la
España de Franco. Ante ellas no puede permanecer inactivo el embajador ¿Qué iban a
decir de su silencio en Madrid? Buscó un parapeto, lo encontró en la sumisión de los
religiosos, y atacó. Puede ser experto en este género de estrategia el representante del
régimen que se escudó en la iglesia profanando su misión sagrada, para cubrir España
de cadáveres, provocando una guerra fratricida.
No puedo dialogar en un ambiente tan cargado de pasión, ni debo saltar a un
escenario donde los actores se disfrazan de campeones de la verdad para luego violarla.
Voy a tomar altura. La visión será más completa y el juicio más sereno. Arrojo, pues, el
lastre de los sentimientos que el espectáculo me produce. Y dejo caer los objetivos
hirientes, con que se me quiere mantener al ras de la embajada. Pueden seguir
llamándome mendaz, confusionista, lleno de odios y de resentimiento, perro quien
ladra…y pueden seguir aplaudiendo tales adjetivos los que se hicieron lo que son, para
decir la verdad y difundir la caridad. Los vascos somos hijos de las montañas, amigos
del aire puro y de las visiones claras. Y los que somos sacerdotes gozamos en las

57 “Pero traen algo más…”, Bohemia, 29 de enero de 1960. Pág. 61-2; 80. La carta de Aguirre fue publicada
en Avance, La Habana, 8 de enero de 1960, y en ella, entre otros conceptos, acusaba a Biain de que “su fanático
nacionalismo vasco le llevó a alabar con las más lisonjeras adulonerías a los comunistas y anarquistas de España,
que mataban a nuestros hermanos en el sacerdocio y en la fe y quemaban iglesias y conventos”.

17
regiones serenas de la imparcialidad objetiva, de la independencia eclesiástica y de la
verdad que libera…”.
Tras esta introducción Azpiazu se refirió a las acusaciones difundidas por los
religiosos españoles: “Romper las puertas de la cronología, mezclar acontecimientos,
que tienen origen y motivación social diferentes, es querer inducir a error a los demás y
desprestigiarse a sí mismo. Es lo que hacen los firmantes de la declaración. Aquí me he
encontrado con una alta personalidad eclesiástica canadiense. Le he mostrado la
declaración. Su juicio ha sido lapidario: Este documento solamente prueba la poca
seriedad histórica y el sectarismo de los firmantes. Quise suavizar su pensamiento y le
dije: En el fondo existe un plegamiento a las exigencias de un embajador. A lo cual el
canadiense me respondió: De ese fondo surgen vahos de inmoralidad…”
(…) Quebrantada dejan, en fin, la moral social los firmantes del, documento que
fue entregado al embajador de España en Cuba, cuando afirman que la guerra civil fue
sustancialmente religiosa. Tal afirmación a los veinte años de terminado el conflicto
sangriento y cuando todavía el pueblo español sufre un cruel liberticidio, falsea la historia
y compromete gravemente a la Iglesia. (…) ¿Qué sustancia religiosa podía tener una
guerra que produjo tal catástrofe, que fue causa indirecta de los crímenes en la zona
gubernamental y brazo ejecutivo de miles de muertes en la retaguardia franquista, sin
contar el millón de caídos en el frente y el odio formidable creado entre los hermanos de
un mismo pueblo? Esa guerra no tuvo una sustancia religiosa, a no ser que los religiosos
españoles residentes en Cuba se refieran a la religión totalitaria, vacía de contenido
cristiano.
(…) No nos gusta a los sacerdotes vascos remover el pasado para atizar los
odios. Miramos el futuro y quisiéramos invitar a cubrir los recuerdos de la guerra con el
perdón. Estamos empeñados en defender a la Iglesia contra las identificaciones con el
régimen franquista, de las que éste saca provecho como el de la reunión de la embajada
española en Cuba y sufre aquella las consecuencias de un funesto y muy peligroso
anticlericalismo.
Por lo que hace a Euskadi, el problema no existe. Saben los vascos que su clero
defiende las legítimas libertades del hombre contra todas las opresiones políticas y
económicas, dondequiera que la opresión tenga lugar, sea en Hungría, bajo el
comunismo, sea en el País Vasco o en España bajo el franquismo, saben los vascos
que luchamos por el respeto a las culturas, y nos enfrentamos a cuantos traten de
aniquilarlas con imperialismos internacionales o con imperios azules tipo franquista;
saben los vascos que somos sacerdotes que no nos consustanciamos con regímenes
terrenales y que para difundir el cristianismo jamás recurriremos a la violencia, porque
tenemos fe en los valores internos de la Iglesia. Por eso no tenemos problemas en el
País Vasco.
Pero nuestra condición humana y sacerdotal nos lleva a contemplar la realidad
de España y a proyectar sobre ella los principios y la conducta que permitan a las futuras
generaciones vivir sin el recuerdo amargo del pasado, dispuestos a crear una historia de
perdón, tolerancia y libertad”58.

58 “Religiosos españoles a las ordenes de un embajador”, Euzko Deya, marzo, 1960. Pág. 3.

18
8. Las verdades del Padre Aspiazu59

Días más tarde el padre Estanislao Sudupe, desde las páginas del diario
franciscano La Quincena, comentaba los dichos contenidos en la declaración conjunta
señalando que en ésta existían dos puntos esenciales, siendo el primero “la franca
insinuación sobre la falta de veracidad de los pronunciamientos formulados por el padre
Azpiazu en torno a la vigencia de las libertades en el actual régimen español” y, en
segundo lugar, que “se pinta con trazos sombríos un cuadro dantesco de los años de la
República, alterando a capricho el orden de los factores y conjugando los antes y los
post a ojo de buen cubero, con una desaprensión sin límites por los fueros de la historia,
para arribar, en definitiva, a la conclusión de que “ aquellos polvos trajeron estos lodos””;
añadiendo que lo segundo no justificaba lo primero porque, aunque “lo que se trata de
dilucidar no es si el régimen republicano se hizo responsable de los crímenes que se le
imputan, sino si el régimen actual respeta los derechos fundamentales de la persona
humana tanto en su condición de individuo como en su carácter de integrante del
conglomerado social. Y la respuesta categórica, irrefutable, del Padre Azpiazu, es no”.

A continuación y de manera implacable desmontó una a una las falsedades


propaladas en la declaración, afirmando que el alzamiento militar “no surgió como una
llamarada espontánea, eruptada del rescoldo del pueblo al conjuro de los desmanes –
como se pretende, sino que fue una trama que se vino incubando y elaborando con
persistencia tenaz y de modo sistemático en los círculos castrenses desafectos al
régimen desde los mismos inicios de la república”60.

9. El fracaso de Lojendio

El informe enviado días más tarde al ministerio de exteriores español vino a


confirmar que Lojendio no sólo vio frustrados sus esperanzas de no repetir el escándalo
promovido por su par de Venezuela, sino que se adentró en un problema aún peor pues,
tal como lo señaló Capdevilla: “Con ocasión de la visita de los Religiosos españoles a
nuestra Embajada y del documento suscrito por sus Provinciales y Superiores Mayores
han desatado una campaña violenta contra el Embajador y el Consejero de Prensa y el
Canciller de esta Embajada. Al Consejero de Prensa pretendieron acusarle de redactar

59 La Quincena, La Habana, 16 de enero de 1969.


60 Estanislao Sudupe Osinalde. Azkoitia, 1915-Villa Fontana, Puerto Rico, 1973. Con 11 años inició sus
estudios musicales en el Santuario de Arantzazu con el hermano Valencia, completándolos bajo la dirección de
pianista y compositor P. José María Arregui. Establecido en Cuba en 1937 ejerció como organista en la iglesia San
Antonio de La Habana, ciudad en la que, al año siguiente, fue ordenado sacerdote. Radicado en Nueva York,
cursó estudios de órgano, contrapunto y fuga con el organista de la catedral de San Patricio Pietro A. Yon y el
maestro John Erskine. “Concierto de órgano en la iglesia de San Buenaventura”, ABC, Sevilla, 16 de junio de 1965,
pág. 39. Entre los años 1940 y 1960, en lo que se conoce como su época neoyorquina, brindó numerosos
conciertos en la mencionada catedral, en el Carnegie Hall y en las cadenas radiales NBC y CBS. También realizó
giras en Los Ángeles y San Francisco.
De regreso en La Habana fue organista en las iglesias San Francisco y San Antonio y creador del Orfeón Vasco
Cubano. En su faceta periodística escribió en San Antonio y La Quincena. Ya en Bilbao y tras el Concilio Vaticano
II, centró sus estudios en la Teología postconciliar, llegando a publicar algunos trabajos en el convento de
Arantzazu. En el 1ño 1968 fue destinado a Puerto Rico, en donde falleció.

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una carta que el sacerdote cubano P. O'Farril escribió y publicó contra el Primer Ministro
Fidel Castro61.
Efectivamente, tras la representación de los religiosos españoles los periódicos
Revolución y Hoy los hicieron blanco de sus críticas llegando a acusar de espías a los
funcionarios de la embajada Jaime Caldevilla y Alejandro Vergara; mientras que un
grupo de intelectuales, entre los que se contaban Guillermo Cabrera Infante, Néstor
Almendros, Heberto Padilla, Rafael Fornés, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén y Wilfredo
Lam firmaron un manifiesto en rechazo al escrito de los religiosos, a los que calificaban
de “falsos religiosos”, “agentes del nazi fascismo” y “enemigos naturales y espontáneos
del pueblo de Cuba”.62
Lejos de aplacarse, las acusaciones en contra del embajador se incrementaron
al extremo que, pocos días más tarde, el propio Fidel Castro las hacía desde un canal de
televisión. Aunque Azpiazu fue ajeno a este nuevo episodio, parece haber existido cierta
“causa-efecto” entre la ola de descrédito a que se vio sometido el embajador y el nuevo
caso del que se le acusaba y que terminó con un final totalmente inesperado. Nos
referimos al tan sonado episodio de su intempestiva irrupción en el programa Telemundo
Pregunta, emitido por el Canal 2 de televisión, en momentos en que Castro brindaba una
conferencia. La situación se originó cuando el primer ministro, tras aludir a la reunión de
los religiosos en la embajada, leyó una carta, atribuida a una concuñada de Pedro Díaz
Lanz63, en la que se comprometía a la sede española en un plan para ayudar a salir de
Cuba, a través de la embajada norteamericana, a católicos opositores a la revolución 64,
acusación que Lojendio decidió rebatir personalmente haciéndose presente en los
estudios y emprendiéndola a gritos destemplados solicitando derecho a réplica para
declaran su inocencia y la de su país en este asunto.

En el curso de este enfrentamiento, del que es posible hallar videos en internet,


Castro le recrimina a Lojendio “¡Me va a hablar de democracia el embajador de la mayor
dictadura de Europa! Como es sabido, este exabrupto culminó con su fulminante
expulsión de la isla y el llamado a consulta del embajador cubano en Madrid65. A
propósito de este hecho José Luis Garai, delegado del Gobierno vasco en Cuba, informó
al Lehendakari Aguirre: “La verdad, todo el pueblo está en plena tensión ante el
comportamiento insólito del Embajador de Franco. Los editoriales, los comentarios y las

61 Paz Sánchez, Manuel de, “Resumen de prensa del consejero de información y prensa de la Embajada de
España en Cuba, Jaime Caldevilla, del 16 de enero de 1960 (AGA. Asuntos Exteriores, C-5360)”, Dos momentos
cruciales en las relaciones entre España y Cuba: enero de 1959 y enero de 1960. Notas y documentos, ULPGC.
Biblioteca universitaria. 2010. Págs. 104-105.
62 Uria, Ignacio, Iglesia y revolución en Cuba: Enrique Pérez Serantes (1883-1968) el obispo que salvó a Fidel
Castro, Pág. 359.
63 Pedro Luis Díaz Lanz (La Habana, 1926-2008) Fue jefe de la fuerza aérea revolucionaria de Cuba hasta
junio de 1959, en que fue relevado de su cargo por Fidel Castro. Inmediatamente abandonó la isla y se radicó en
Estados Unidos, desde donde realizó una constante campaña antirrevolucionaria.
64 “Da el gobierno veinticuatro horas de plazo al embajador “, Diario de la Marina, La Habana, 21 de enero
de 1960, pág. 1, 12.
65 “El grave incidente provocado por el embajador Lojendio”, Bohemia, ”

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violentas acusaciones de todo el mundo, inclusive del periódico “El Diario de la Marina”,
periódico ultra- franquista…66

Pero también le hizo saber, con una sorprendente clarividencia, su convencimiento


de que, a pesar del encontronazo diplomático, las relaciones entre Cuba y el régimen
franquista no sufrirían cambios significativos: “Ahora vendrán las entrevistas, etc…, etc..,
pero mi impresión es que no habrá ruptura de relaciones completas, aunque pudiera ser
que el único variante sea el no envío de Embajadores, siguiendo las relaciones
comerciales y además, envío de Encargados de Negocios.
Ayer tarde frente a la Embajada de España se manifestaron miles de cubanos, habló
entre otros un republicano español, y se hicieron pronunciamientos fuertes y duros
contra el régimen de Franco. Se formó una masa humana en la calle, frente al balcón de
la embajada de España, sobre esta masa de hombres, subieron dos con bandera
cubana y republicana española y las colocaron en dicho balcón. Desde luego que
nosotros no hicimos acto de presencia pues no sabemos que giro tomarán las cosas y
quién sabe si todo queda en nada, y luego las retiradas son un poco desagradables…67

También informó Garai sobre la entrevista que el religioso vasco había celebrado
con el Arzobispo de La Habana, de quien dijo que estaba “muy compenetrado en todo,
reconociendo (…) que los pronunciamientos del P. Azpiazu, (…) están bien y son todos
justos y naturales”. Este informe nos revela que la delegación no sólo siempre estuvo al
tanto de las andanzas del padre Azpiazu, sino su acuerdo de mantenerse en un
estratégico segundo plano68.

10. Azpiazu regresa a La Habana.

La decisión de regresar a Cuba en defensa de los frailes franciscanos no sólo le


brindó a Azpiazu la oportunidad de denunciar las falsedades del régimen franquista sino
que le permitió participar en diversas actividades no programadas, como asistir el día 28
de enero a la casa de Raúl Castro, junto a Monseñor Evelio, en ocasión de un homenaje
a José Martí69 o, durante los días 22 y 23 de enero, es decir dos días después de la
expulsión del embajador español, participar de una gira por el interior de la isla para
conocer algunas cooperativas agrarias.

En este periplo estuvo acompañado por un variopinto grupo internacional


integrado por el ensayista francés Roger Caillois70, el político ecuatoriano Benjamín

66 Fundación Sabino Arana, Archivo del Nacionalismo; PNV-82-5. La Habana; Carta de José Luis de Garai a
José Antonio Aguirre. La Habana, 22 de enero de 1960.
67 Ídem.
68 Ídem.
69 Uría, Ignacio, Iglesia y revolución en Cuba: Enrique Pérez Serantes (1883-1968), el obispo que salvó a
Fidel Castro, Madrid, 2011. Pág. 434.
70 Roger Caillois. Reims, 1913 –Le Kremlin-Bicêtre, 1978. Sociólogo, escritor y crítico literario. En 1937
funda el Collège de Sociologie junto a Gaston Bachelard, Georges Bataille y Michel Leirisdonde intentan llevar las
preocupaciones surrealistas a un nivel científico y denunciar la vaciedad ideológica del totalitarismo nazi y
soviético. Ese mismo año, finaliza su tesis doctoral, dedicada a “los demonios del mediodía” Durante su exilio
bonaerense funda la revista Lettres FranÇaises desde la que combate al nazismo. En 1945 desarrolla en Francia la
colección La Croix del Sud especializada en literatura sudamericana en la que traduce al francés a autores tales
como Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Gabriela Mistral, Antonio Porchia y Pablo Neruda. Entre 1948 y 1971
fue funcionario de la Unesco. En 1971 ingresó en la Academia francesa.

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Carrión71, el periodista mexicano Fernando Benítez72, el novelista guatemalteco Miguel
Ángel Asturias73, el periodista venezolano Fabricio Ojeda74 y el novelista haitiano René
Depestre75. Tras visitar Pinar del Rio los viajeros llegan a Rancho San Vicente al
atardecer donde, a la hora de la cena, fueron sorprendidos por la visita de Fidel Castro,
a quien no esperaban hasta el día siguiente. En lo que el periodista calificó como un
“largo monólogo íntimo”, Castro se explayó sobre sus proyectos sobre las cooperativas
de consumo, la cadena nacional de Tiendas del Pueblo, la ayuda a los pequeños
comerciantes, las ciudades escolares y las nuevas ciudades que surgirían ya
planificadas.

En esta conversación también se refirió a la expulsión de Lojendio, del que dijo:


“Pues se ha ido el marqués, vivo y sin problemas, pero desprestigiado. Me alegro,
porque era una especie de purgantico que yo me tenía que tomar a cada rato. Se
merecía un pescozón, pero Cuba habría perdido, y de ahí hubiera salido una consigna
para atacarnos. Tuvimos que protegerlo, porque el pueblo lo hubiera matado” 76.

11. Fin del viaje

Tras su largo recorrido por América y Europa, el viaje de Azpiazu culminó por fin
en París donde, el 22 de marzo de 1960, a escasas semanas de su llegada, lo
sorprendió una noticia que heló los corazones de miles de vascos dispersos por el
mundo: el Lehendakari José Antonio de Aguirre había fallecido. Junto a otros dolientes,
Iñaki acompañó el cuerpo de su amado presidente hasta su destino final en Donibane
Garazi, realizando una parada nocturna en Poitiers, en donde, al amanecer del día

71 Benjamín Carrión. Loja, 1897- Quito, 1979. Abogado, político, diplomático y escritor. Fue uno de los
fundadores del Partido Socialista Ecuatoriano. Recibió los premios literarios Benito Juárez (México, 1975) y
Eugenio Espejo (Ecuador, 1975). Publicó la revista Letras del Ecuador. Fue fundador de la Federación de
Estudiantes Universitarios del Ecuador. En 1944 creó la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Hacia 1969 fundó el
Instituto Cultural Ecuatoriano-Cubano.
72 Fernando Benítez. México, 1912-México, 2000. Escritor, historiados, antropólogo y etnólogo. En 1934
comienza a trabajar en la Revista de Revistas. Entre 1936 y 1947 fue periodista y director de El Nacional. Fue
premio Mazatlán de la Literatura (1969); Nacional de Lingüística y Literatura (1978); Nacional de Antropología
(1980) y Nacional de periodismo de México (1986).
73 Miguel Ángel Asturias. Ciudad de Guatemala, 1899-Madrid, 1974. Abogado, escritor, diplomático y
periodista. En su época de estudiante fue fundador de la Universidad Popular. En 1923 obtuvo el premio Gálvez
por su tesis doctoral sobre la problemática de los indígenas. En 1965 obtuvo el Premio Lenin de la Paz de la
Unión Soviética y en 1967 el Premio Nobel de Literatura.
74 Fabricio Ojeda. Boconó, 1929 - Caracas, 1966. Político y periodista. Reportero de El Nacional de Caracas,
fue fundador de la Unión Republicana Democrática (URD). Fue jefe de la organización clandestina Junta
Patriótica que en 1953 derrocó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Siendo diputado por URD recibió la
invitación de Fidel Castro para hacer una visita a Cuba, razón ésta por lo que coincidió con Azpiazu. Influenciado
por la revolución cubana en el año 1962 renunció al Congreso y se incorpora como comandante al Frente
Guerrillero José Antonio Páez. Detenido por el Servicio de Información de las Fuerzas Armadas en 1966, fue
hallado ahorcado en su celda, por lo que se presume que fue asesinado.
75 René Depestre. Jacmel, 1926 – Ensayista, novelista y poeta. Perseguido por la dictadura de Duvalier vivió
en el exilio en Francia, Argentina, Chile, Brasil y Cuba. En 1978 se radica en Francia donde al al año siguiente
ingresa en el secretariado de la UNESCO. Se jubiló en 1986.
76 “Punto de Mira. Notas de un viaje con Fidel”, Lunes de revolución, 1 de febrero de 1960.

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siguiente y antes de que la fúnebre procesión emprendiera su última etapa, ofició misa
ante el presidente en sufragio de su alma77.

Según le había escrito Peli de Irizar a Jesús de Solaun, Azpiazu había viajado a
Europa con la intención de radicarse en Iparralde. No lo hizo así, ni tampoco en Roma
como había sido su destino original, retornando en cambio a Buenos Aires, ciudad en la
que, hasta el final de sus, días continuó su labor al frente del Secretariado de Ayuda
Cristiana a las Cárceles y la Casa del Liberado, sin descuidar la atención espiritual a la
colonia vasca del Río de la Plata y donde, como el personaje bíblico, nunca abandonó
su inclaudicable lucha contra los Goliat que encadenaban la voluntad de su pueblo
porque, como el mismo decía, siempre estuvo al servicio de esta causa en lo que ella
tenía de humano, vasco y cristiano78.

Aita Iñaki, a quien la prensa bonaerense valoró como “un hombre íntegro (y)
cabal, que lucho siempre por la libertad y la dignidad del hombre”, falleció en la capital
argentina el 29 de marzo de 198879.

El viceprovincial claretiano Aristónico Ursa lee la “Declaración conjunta de los


superiores de religiosos españoles en Cuba” frente al embajador franquista Pablo
Lojendio. Diario de la Marina, La Habana, 8 de enero de 1960.

77 “La democracia mundial rinde homenaje al presidente de Euzkadi”, Euzko Deya, Buenos Aires, 30 de
marzo de 1960. Págs. 6-7.
78 Carta de Iñaki Azpiazu a Manuel Irujo, Londres, 15 de junio de 1960.
http://www.euskomedia.org/fondo/12244
79 La Prensa, Buenos Aires, 30 de marzo de 1988

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El padre Iñaki Azpiazu frente al panteón de la Asociación de Beneficencia Vasco
Navarra de La Habana, Cementerio Colón, La Habana, 1959. Archivo Xabier Irujo
Ametzaga.

Iñaki Azpiazu comparte mesa con Fidel Castro y los miembros del jurado del premio
Casa de las Américas: Roger Caillois, Benjamín Carrión, Fernando Benítez, Miguel
Ángel Asturias, Fabricio Ojeda y René Depestre. Finca San Vicente, Pinar del Río,
1960. Lunes de revolución, La Habana, 1 de febrero de 1960.

24
Azpiazu en el transcurso de la entrevista que le realizó la revista franciscana La
Quincena. ¨Esta es la hora del cristianismo social¨, La Quincena, diciembre, 1959.

25
Momento culminante del enfrentamiento de Lojendio y Castro en el programa Tele
Mundo del día 20 de diciembre. ¨El grave incidente provocado por el embajador
Lojendio¨, Bohemia, Habana, 28 de enero de 1960.

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