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Luis y Héctor

A fines del siglo XVI, el cronista Felipe Guamán Poma de Ayala participo en una serie de
disputas legales reclamando sus derechos a un conjunto de tierras en el Valle de Chupas. El
argumento de Guamán Poma era que había heredado esas tierras de sus antepasados, que
eran nobles y señores de legítimos de esas tierras.

Los mojones eran los límites para fijar las fronteras de las tierras, principalmente a eso recurría
el cronista, afirmando que habían sido ratificados por el mismo Inca en turno.

Durante las acciones legales en contra de indios que se habían asentado en lo que él decía era
su propiedad, salió perdiendo, pues las autoridades lo catalogaron de pleitista y mentiroso al
decir que su origen era noble. Esta acción pudo ser el detonante y la motivación del cronista
para escribir su “Nueva crónica y buen gobierno”.

La disputa legal, en el que no obtuvo “justicia” el cronista puede deberse a que jugaron
influencian de otros indígenas con influencias en la administración colonial. Como sabemos, la
manera de percibir el mundo y las leyes eran diferentes entre los indígenas y los españoles; es
posible que Guamán Poma haya este estado arraigado al pensamiento indígena, sin tomar en
cuenta los cambios producidos en durante el choque cultural.

En el pensamiento andino no existía la concepción de propiedad privada absoluta. Se puede


sustentar que el derecho a la tierra solo la confirmaba el trabajo continuo, es decir, el
aprovechamiento de la tierra. Esta distinción entre la ocupación y jurisdicción temporal de la
tierra, por un lado, y el titulo absoluto, por el otro, resulta crucial para entender los reclamos
legales de Guamán Poma.

Entonces un favor a tomar en cuenta era el uso discontinuo de las tierras. Muchos litigantes
esgrimían esto a su favor, con gráficos que mostraban la descripción de sus tierras y su trabajo.

Sin embargo, la distinción entre reclamos se atenuó tempranamente en la colonia. Muchos


señores salieron vencedores y otros vencidos en el litigio de tierras, en los cuales el uso de la
tierra era el argumento inicial para cimentar el proceso de privatización de las tierras en la
colonia.

Guaman Poma y sus litigantes aliados sostuvieron que habían heredado las tierras, árboles,
lomas y mojoneras que reclamaban de don Juan Tingo y don Domingo Guaman Malqui de
Ayala, sus nobles ancestros y señores del «valle y pueblo» de Santa Catalina de Chupas. Sin
embargo, el determinar si Chupas era un asentamiento prehispánico, un pueblo Post-
Conquista o la combinación híbrida de ambos, es una tarea compleja, pero existen referencias
adicionales que presentan a Chupas como un ayllu o parcialidad. Algunos autores que han
escrito sobre los orígenes familiares y derechos a tierras del cronista han asumido que los
«pueblos» asociados con la vida de Guaman Poma, eran asentamientos prehispánicos y que,
por ponerlo de alguna forma, siempre habían estado allí.

Para la década de 1590, indios y españoles de Huamanga ya habían traducido los antiguos
curacazgos andinos y sus jurisdicciones sobre poblaciones dispersas como unidades
territoriales, una nueva concepción altamente favorecida por la primera composición y la
necesidad de confeccionar títulos.
Es altamente probable que los encomenderos de los cavinas hayan solicitado la entrega de
ciertas tierras para sus encomendados durante las dos décadas siguientes, una modalidad
bastante extendida para asegurarse la mano de obra y el tributo indígenas.

Además, en cuanto al análisis detallado de los títulos posteriores de Tingos y Ayalas muestra
que los mismos siguen el patrón común de apropiación y privatización de tierras por
descendientes de señores étnicos prehispánicos, Guaman Poma fue testigo de excepción de la
importancia de los mojones y títulos prehispánicos para las poblaciones indígenas cuando de
asegurar tierras ante la justicia se trataba, esto cuando era asistente e intérprete del juez en
Jauja y Huamanga, pues El cronista presenció también los esfuerzos y las estrategias de
señores étnicos e individuos particulares por obtener terrenos privados y comunitarios.

Antes que un ataque contra Felipe Guaman Poma, una visión alternativa sobre los
acontecimientos que sustentaban la tesis previa de la desposesión colonial no solo devuelve la
lógica Post-Conquista a sus actores, sino que provee una interpretación más histórica sobre las
batallas legales de Chupas, estimulando futuras discusiones sobre el lugar que en ellas
realmente ocuparon Felipe Guaman Poma y su visión colonial del espacio, el territorio y la
tierra.

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