Está en la página 1de 30
ncia sobre el Discurso Indirecto Libre Estoy un poco retrasado con la recensién de un libro publi- ‘Sansoni el afio pasado (Giulio Herceg, El estilo indrecto en italiano): por lo tanto no se trata de una resefia, sino de junto de apuntes y excursus —del tipo que se hacen en los *s de los libros (de ali ciertas contradicciones). La primera nota se ubica —no sin cierto agregado de ‘que tendrdn un insistente desarrollo— al margen de grafos sobre el uso, en el indirecto libre, de aquella de los infinitivos” que Alf Lombard llama “infinitivos én 0 “infinitivos hist6ricos”. El ejemplo, al azar, est de L. Da Ponte: Noche y dia trabajar para quien no sabe agradecer; lluvia y viento soportar, ‘comer mal y mal dormir. Quiero ser un gentilhombre y no quiero mas servir.” forma gramatical que sirve para hablar a través del —y suftiry aceptar, porlo tanto, el cambio psicol6gi- gico—, ha sido la que me ha producido la primera de que en el libro de un especialista universitaro, a duras habia encontrado las razones reales de un uso grama- de un procedimiento estilistico que implican tal cantidad is de la “descriptividad” o de la “historicidad ;,enefecto, se podrian entrever, en tal infinitivo, Leporello", que hemos traducido, con la que se inca la famosa ‘Mert Do cov (1787), co Wore ts dl eo ane Ponte (1749-1838), autor también de los lbretos de las céle- smozartianas: Le nozze ol Figaro (1786) y Cos! fn tutte (1790) y jeresantes Memore (1807, en versién definitva en 1830). (N.T) ‘al menos otras dos funciones. Liamémoslas “épica” a una, “incoativa” a la otra. Si escuchamos bien, en el sonido de esa categorfa infinitiva hay un sentido muy especial de normatividad: espe- cial en cuanto no presupone un destinatario, sino un coro de , habla producido el esquema que men- ‘0 se habia extendido hacia arriba, o se habia exten- ‘hacia abajo, dejando el centro, es decir, las posiciones es, casi del todo vacio, en un gréfico hecho de puntas, arriba o hacia abajo, de estalactitas En lo alto, los sistemas simbolistas, herméticos, onistas la dilataci6n seméntica, el desarrollo (de fun- barroca) de la estructuracién subordinante del ita- 0, a través de “imitaciones” o “ironfas” (pienso en como arquetipo).. Abajo los sistemas naturalists las imitaciones del habla aistica o dialectal; la poesia verndcula, etc. Todos los anilisis realizados hasta ahora sobre el discurso directo libre en italiano eran insatisfactorios, porque daban | axioméitico un nivel medio y normal del italiano (hablado y ppor el cual, por ejemplo, el autor de eleccién mimética tal habria partido de ese nivel medio, y ali habria lleva- pig. 31.007) ‘cos. No es verdad. Casi siempre, por el contrario, ha ocurtido ‘que el autor, que realizaba esta operacién de la “pesca en lo profundo y en fo bajo” dela lengua, era el mismo que realiza- ‘ba contempordneamente la operaci6n exactamente antitética: (© sea, el trabajo de exasperacién expresiva superlinglistica. Por lo cual —para sus incursiones, sus mimesis, en los cestratos bajos de la lengua, en la sublenguas dialectales 0 dialectalizantes, 0 habladas por categorias especiales peque- fase acionr= ol ator pasta ranch 6s a lee ted sino de la linea alta: y ala linea alta volia con su botin. ‘ta contaminaci6n no se producia entre la lengua baja y la Jengua media, sino entre la lengua baja y la lengua alta, Ninguno de aquellos que se han ocupado del discurso indirecto libre en italiano han tenido en cuenta esta forma preciosa de contaminacién, su funcién no sélo simplemente \ivificadora, sino expresiva en un nivel estilstico elevado. Existe, en suma, un tipo de discurso indirecto libre parti- cular de las tltimas décadas de la literatura italiana en el cual la condicién estilistica no es creada a través de pretextos fun- lps parle pt lo socilin ene uid ‘sino por el gusto del estilo. Es esa pri- Wee Tene navonas ahobla deci hace Cad el material recuperado de este modo asuma una funcién ex- presiva. Y sirva para hacer explotar con mayor violencia la lengua media hacia lo alto: la incursi6n hacia abajo queda de ‘este modo como un episodio, aunque dramitico e irreversi- ble, de una més compleja fenomenologia operativa. No esté dicho que la “conciencia sociolégica” de la que he comenzado a hablar a propésito de los sesenta discursos, indirectos libres de Ariosto implique simpatia o, en tiempos, mas préximos, una ideologia marsista, 0 socialista, 0 quizés cristiana-social, Para contradecir la idea de la “simpatia”, existe otra de las “condiciones estiisticas” necesarias que hacen activar el aparato gramatical del discurso indirecto libre: es decir, fa io- nla, Pero una ironfa especial —no por cierto ésa de la que habla Spitzer como signo principal y dominante del discurso 0 libre (que se deberia definir més bien como humour, afable y leve por plenitud de humanidad: que se stajustamente al asumirliterariamente el punto de par- ia oral, el “tono” de la voz hablante, como hilo conductor ‘ratio obliqua). Sino ironia en sentido especifico, corrien- 1g “mimesis caricatural” que consiste en “imitar” te. Esta es, por lo tanto, una posicién muy original una correspondencia de sentidos amorosos que se concreta un intercambio de fervores lingifsticos (obsérvese bien ‘como diré en alguna nota més adelante, no es siempre personaje el que presta su lengua al autor: sino que a me- es al contrariol). En suma, es necesario incluir también 1los sentimientos que crean las condiciones estiisticas de la o obliqua, un sentimiento de antipatia. Gadda es también en este caso un arquetipo. A menudo él imita a sus persona- [para expresar su antipatia hacia ellos. Si una vecina de dda fastidio con ruidos 0 voces, é realiza una furibunda is, dominada no por un espiritu comprensivo y (que sin embargo es el espiritu dominante de ta- : sino para resaltar desde adentro, sus ele- odiosos y asociales. Amenudo, este discurso indirecto libre escandaloso, de- tuna “simpatia” lingiistica que es “antipatia” humana se manifiesta en la polémica explicitamente politica: de ascendencia brechtiana 0 grosziana, por ejemplo extos que, sin embargo, no me parece hayan ascendido ‘glorias literarias, al menos en Italia). __Eneste punto de la lectura del libro de Herczeg, es decir, definicién, a propdsito de Manzoni, que el discurso indi- libre puede simplemente reproducir los pensamientos personaje, y no sus palabras, 0 sea, las palabras con las él expresa sus pensamientos —debo observar, , ente, que Herczeg y los estudiosos de etiistica que ta, con la excepcién, en parte, de Spitzer, aceptan impl- te para el discurso indirecto libre una fenomenologia ‘ontolégica, es decir, identiicaci6n u osmosis o en todo caso, la relacién de simpatfa entre el autor y el personaje, como si sus experiencias vitalesfuesen las misma, Pero me parece imposible afirmar que “revivir" los pen= samientos, 0 “revivir el discurso particular que expresa esos pensamientos”, es el mismo fenémeno. Un escritor puede revivir los pensamientos y no las palabras que lo expresan, sélo en un personaje que tenga al menos su misma educa- cién, su edad, su experiencia histérica y cultural: en otras pa- labras, que pertenezca a su mundo. Entonces sucede un he- cho terrible: que ese personaje esté unido al autor por el he- cho sustancial de pertenecer a su ideologia. La cosa més odiosa ¢ intolerable, incluso en el més ino- cente de los burgueses, es la de no saber reconocer otras ex- periencias vitales que la propia: y de levar todas las otras ex- vitales a una sustancial analogfa con la propia. Es tuna verdadera ofensa que él realiza hacia los otros hombres en condiciones sociales e hist6ricas diversas. Un escritor bur- ‘gués, incluso noble o elevado, que no sepa reconocer los ca- racteres extremos de la diversidad psicol6gica de un hombre ‘con experiencias vitales distintas de las suyas —y que més bien, crea que se aduefia de ellas buscando sustanciales analogias, ‘casi como si otras experiencias diversas de las suya fueran in- ‘concebibles— realiza un acto que es el primer paso hacia for- ‘mas de defensa de privilegios e incluso de racismo. En ese sentido, él ya no es libre, sino que pertenece de un modo

También podría gustarte