Colegio Excelsior

Bloque I
Me robot

Andrea Rubi Ramirez Ruvalcaba

Docente: Espinoza Muro José Esteban
2BPRT

23/01/2023
Ciudad de Nueva York, 1998. Fue el mejor paraíso turístico en su historia. Los padres de Gloria se
percataron de ello y lo aprovecharon feliz mente.

Por sugerencia de su esposa, George Weston se encargó de automatizar su negocio por al menos
un mes, con la finalidad de pasar más tiempo en lo que llamaron “disipar a Gloria del borde de la
ruina”. Como todo lo demás que Weston realizó se hizo de una manera eficiente, minuciosamente
y trabajaba. Antes de que el mes acabara, nada de que parece se pudo realizar.

La llevaron a la cima del edificio Roosevelt, para contemplar con asombro el panorama irregular de
los techos que se mezclaban lejos en los campos de Long Island y las llanuras de Nueva Jersey.
Visitaron los zoológicos donde Gloria miraba con una sensación de adrenalina l “Gran león en
vivo” (bastante decepcionados de que los cuidadores le dieran filetes crudos, en lugar de seres
humanos; como ella esperaba), y preguntó insistente y perentoriamente ver “la ballena”.

Los diversos museos recibieron su parte de atención, junto con los parques, las playas y el acuario.

Fue llevada a mitad de camino por el Hudson en un barco de vapor de excursión equipado en los
antiguos años veinte. Viajó a la estratosfera en un viaje de exhibición, donde el cielo se volvió de
color púrpura oscuro y las estrellas salieron y la tierra oscura debajo parecía un enorme cuenco
cóncavo. Bajo las aguas del Long Island Sound, fue llevada en un barco submarino con paredes de
vidrio, donde en un mundo verde y vacilante, cosas marinas pintorescas y curiosas la miraron y se
alejaron repentinamente.

En un nivel más ordinario, la Sra. Weston la llevó a los grandes almacenes donde pudo deleitarse
con otro tipo de país de hadas.

De hecho, cuando el mes estaba por terminar los Westons estaban convencidos de que habían
hecho todo lo posible para despejar la mente de Gloria de una vez por todas del difunto Robbie,
pero no estaban seguros de haberlo logrado.

Sin embargo a donde sea que Gloria fuera, mostraba un gran interés en los robots que estaban
presentes, sin importar lo emocionante que era el espectáculo, ni que tan novedoso sus ojos
vieran, se alejaba inmediatamente si veía de reojo un brillante movimiento metálico.

La señora Weston hizo todo lo posible para mantener a Gloria alejada de todos los robots.

Y el asunto finalmente llegó a su clímax en el episodio en el Museo de Ciencia e Industria. El

Museo había anunciado un "programa para niños" especial en el que se mostrarían exhibiciones
de brujería científica reducida a la mente del niño. Los Weston, por supuesto, lo colocaron en su
lista de "absolutamente".

Fue mientras los Weston estaban totalmente absortos en las hazañas de un poderoso electroimán
que la Sra. Weston de repente se dio cuenta del hecho de que Gloria ya no estaba con ella. El
pánico inicial dio paso a una decisión tranquila y, con la ayuda de tres asistentes, se inició una
búsqueda cuidadosa.

Sin embargo, Gloria, por supuesto, no era alguien que vagara sin rumbo. Para su edad, era una
niña inusualmente decidida y decidida, bastante llena de genes maternos en ese sentido. Había

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visto un enorme letrero en el tercer piso, que decía: "Este camino hacia el robot parlante".
Habiéndolo explicado para sí misma y habiendo notado que sus padres no parecían querer
moverse en la dirección correcta, hizo lo obvio. Esperando un momento oportuno de distracción
parental, se desconectó con calma y siguió la señal.

Y finalmente el problema detono en un episodio en el Museo de ciencias y tecnología. El museo

había anunciado un “programa especial para niños” en el que se mostraba magia científica la cual
se puede mostrar para la mente de los niños.
Los Westons claramente lo agregaron en su lista de pendientes. Los Westons estaban absortos en
la explosión de un poderoso electro magneto; los Westons repentina mente se percataron que
Gloria. Ya no estaba ahí el pánico de la situación tomo lugar a una decisión calmada y con la ayuda
de tres trabajadores inició una búsqueda caudalosa.

Sin embargo Gloria, no era la que estaba perdida, aún así para su edad ella era inusualmente
determinada y proactiva, llena de genes maternales en su aspecto. Había visto unas señales desde
el tercer piso, la cual decía, “hacía el robot parlante” ella misma lo había mencionado; viendo que
sus papás no iban a la dirección que ella quería, ella hizo lo obvio, esperar la oportunidad para
tranquilamente zafarse y seguirlas enviando.

23/01/2023