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CASO 1

Un adolescente de 14 años de una familia con Violencia Intrafamiliar escribe en su


composición:

“Mi familia es…….”

Mi familia es pequeña y unida. Somos felices y vivimos en una mutua


compartición.

Mi mamá es gordita pero muy chévere. Mi abuela, mis tíos, mi abuelo y la mujer de
mi tío me quieren aunque me porte mal. Mi padrastro es bueno, pero cuando toma
bebidas alcohólicas se pone un poquito pesadito pero así lo quiero y me siento orgulloso
de tenerlo como mi segundo padre. Mi papá vive alejado de mí y no viene casi a verme
pero también ocupa un lugar en mi vida. Mi abuela es buena aunque creo que está
esclerótica pero siempre la seguiré queriendo. Mis hermanos no viven a mi lado ya que
son por parte paterna, y mi familia paterna está también allegada a mí pero no me gusta
compartir mi vida con ellos.

En fin para concluir, me siento alegre, feliz y orgulloso con la vida y la que mi familia me
puede dar.
CASO 2

Pablo (seudónimo) tenía 41 años de edad, vivía con su esposa en una casa alquilada en
las inmediaciones de la Ciudad de Guayaquil, y no tenía hijos. Alcanzó un nivel inconcluso
de secundaria y su ocupación laboral era conducir un vehículo. A los ocho años
experimentó con tabaco y marihuana. Posteriormente, consumió alcohol, cemento,
poppers, peyote y pastillas de uso médico que utilizó para fines tóxicos durante
aproximadamente 25 años. En el tiempo de consumo varió la frecuencia, la dosis y el tipo
de sustancias. Transitó por varios periodos de crisis de sobredosis y después de varios
intentos de mantener la abstinencia, logró consumir únicamente alcohol de forma
ocasional, aunque esporádicamente sentía antojo de inhalar cemento.

CASO 3

Paciente ADJ de 42 años de edad, procedencia urbana, casado, dos niñas, ocupación
mecánico, técnico mecánica automotriz, con antecedentes de ingerir alcohol en
cantidades exageradas, e hipertensión arterial, con antecedentes familiares de tíos
paternos alcohólicos, traído al cuerpo de guardia por la madre y la hija mayor con la
referencia de que este quiere dejar de "beber" pero necesita de ayuda especializada
porque él no tiene fuerzas para hacerlo.

Refiere que comenzó a ingerir alcohol a los 29 años, de forma rutinaria con los amigos
del barrio, esto se fue agravando cada día que pasaba, se aumentaba la cantidad sin
importarle la calidad, la agresividad comenzó a adueñarse de él, el maltrato físico y
verbal a la esposa y las niñas, hace aproximadamente un mes trato de dejar de "beber" y
al día siguiente no pudo ir a trabajar, comenzó a sufrir temblores, mareo que no se
contenía, le decía a la esposa que estaba metiendo personas ajenas en la casa, que ella
lo estaba traicionando, veía leones dentro de la casa que lo estaban atacando, salió
corriendo de la casa para la calle porque pensaba que ella le había buscado alacranes
enormes para que lo mataran y que hacia esto para que el muriera, sentía bichitos
caminándole en el cuerpo y se echaba agua, no dormía, no se alimentaba. En el cuerpo
de Guardia se observa un paciente que conserva los hábitos higiénicos, hipervigilante,
demandante de ayuda.
CASO4

Las condiciones actuales de vida favorecen las tempranas relaciones sexuales de los
jóvenes. No obstante, la escuela y la familia hacen muy poco por la educación sexual de
los niños y adolescentes. La tónica general es el silencio o el disimulo. Ni padres ni
maestros hablan sobre el tema. Los jóvenes buscan en otras fuentes, sobre todo entre
los amigos. Existen millones de mujeres en el mundo expuestas a riesgos que las pueden
lleva a embarazos no deseados. Adolescentes en edad cada vez más temprana viven el
drama de la maternidad, con visos de tragedia frente al escándalo de la institución
educativa a la cual acuden, el rechazo de sus padres y el desprecio o la indiferencia de
los demás, lo que las orilla a modificar su proyecto de vida.

Sin preparación alguna para la maternidad, las adolescentes llegan a ella y esa imprevista
situación desencadena una serie de frustraciones sociales y personales provocando con
ello que su proyecto de vida cambie en forma radical.

El embarazo adolescente es un reto al desarrollo integral de los y las adolescentes en


México. El embarazo adolescente es más frecuente que lo que la sociedad quisiera
aceptar. Entre sus posibles causas se encuentra el inicio temprano de la vida sexual de
los jóvenes, el uso inadecuado o el no uso de métodos anticonceptivos, así como la falta
o insuficiente información sobre sexualidad, el bajo nivel educativo y económico, los
bajos niveles de planeación y expectativas que poseen los jóvenes con respecto a su
futuro, una pobre imagen y valorización de la mujer, sentimientos de soledad y rechazo,
entre otras.

En México según datos estadísticos obtenidos a través del INEGI una de cada cinco
jóvenes menores de 18 años son madres. Lo anterior nos lleva a deducir que las mujeres
actualmente tienen más probabilidades de tener un hijo durante la adolescencia.

Como es evidente la adolescencia es, una etapa de la vida que en nuestra cultura
adquiere una dimensión poco clara y en algunos casos se ve como traumática. En esta
etapa se presentan los cambios físicos y psicológicos que ayudan y buscan preparar al
sujeto para su futura vida de adulto; sin embargo, como ocurre en nuestro medio, la vida
adulta se adelanta, porque los jóvenes adquieren hábitos y conductas de “adulto” como
es el caso del embarazo adolescente; provocando con ello la alteración de su proyecto de
vida.

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